ECOLOGIA REPRODUCTIVA DEL CARACARA Polyborus plancus audubonii EN LA REGION DEL CABO, B.C.S. TESIS PROFESIONAL QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: B I O L o G o PRESENTA LAURA BEATRIZ RIVERA RODRIGUEZ LA PAZ, B.C.S. 1993 c;;;,=;*° UNIVERSIDAD NACIDNAL AUTONOMA DE MEXICD ESCUELA NACIONAL DE ESTUDIOS PROFESIQNALES *wzTAcALA~ I D TI g u I Q †| u1_o ; 0 O F' R E S E N T A : Ä . UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 53' -U I 'I',;;_-fr "l'#'I-H I *¡"'›I ii R E S U M E N La Región del Cabo, B.C.S . alberga una población abundante y relativamente estable del Caracara (Polyborus plancus audubonii), que habita principalemente en el matorral xeróf ilo sarcocaule. Sin embargo, en los últimos 5 años se han modificado sustancialmente algunas de las áreas de este hábitat por la actividad turís tica y agrícola, zonas donde el caracara anida regularmente. Por esta razón, desde 1987 se inició un proyecto sobre el estudio de la eco l ogía de la especie. El objetivo general del presente trabajo fue el de determinar la ecología reproductiva del caracara en la Región del Cabo, B.C.S., México. Entre Febrero y Noviembre de 1990 y 1991 se realizaron censos a lo largo de un transecto para determinar la abundancia y variaciones estacionales de la densidad de los c aracaras en el á rea de estudio. Se aplicaron varias técnicas para localizar las parejas reproductivas y sus nidos, a l os cuales se midieron sus características estructurales. Se analizaron 195 egagrópilas (restos de mater ial no digerido y regurgitado por el ave) y restos de alimentos e ncontrados en el área del nido. Los nidos se visitaron continuamente a lo largo de la época reproductiva hasta que los volantones abandonaron el área del nido. Las densida d es del caracara en la Región del Cabo variaron entre 1 . 12 y 4.82 aves/Km2 , regi s trándos e los valores más altos de densidad al final de la época reproductiva y c 0rrespondiendo con el vuelo de los jovenes del a ño. La época reproduc tiva se extiende de B B H H i l . o t l nii ipa1 nte fl1 l t l rofi leo i i i ic t i i ti ic ri 5 o l t i l i r l l t r i t i l e l9 ü l t r i v t i t i l a t l rc i teri l l l l t inua t l io l 1 ƒ = strá ti v o e r ucti t iii Febrero a Agosto. El caracara construye sus nidos principalmente sobre cardón (Pachycereus spp. 76%), aunque también utilizan la yuca (Yuca valida 9.5%), el teso (Olneya tesota 4.7%), las palmeras (Washingtonia robusta 4.7%) y el palo verde (Cercidium mycrophyllum 4.7%) (X2=27.5; g.l.= 1; p<0.001; n=21). La altura de los nidos varía de 3. 5 a 8 m. La altura media de las especies vegetales utilizadas como soporte de los nidos fue de 8.68 ± 2.8 m (n=21). Esta especie reutiliza sus nidos, los cuales reconstruye agregando material fresco. El chamizo Ruellia peninsularis (69.2%) y el alfilerillo Condalia globosa (61.5%) son las plantas más utilizadas para la construcción o reconstrucción de los nidos de car acara (n=13) . En 1990, el 84. 6% de los nidos fue reutlizado (n=13). El 83% de los nidos usados durante 1990 fueron exitosos (n=16). El tamaño de puesta es de 1 a 4, pero se encontró una diferencia significativa entre los nidos que contenian dos volantones y aquellos con uno, tres o ningún volantón (X2=109.37, g.l.=3, p<0.01). El análisis de la dieta del caracara durante la época reproductiva una tendencia tanto hacia el oportunismo como hacia la especialización en algunos grupos de presas. Los valores de diversidad de presas fueron H'= 2.73 para frecuencia y H'= 2.23 para biomasa. Los valores de equitatividad fueron J'= 1.49 y J'= 1.22 respectivamente. Se obtuvo un valor de amplitud de nicho trófico de B= 6.32 y el Tamaño Medio de las Presas consumidas fue de 74.4 g. Las presas más consumidas en el grupo de los insectos (categoría de tamaño de presa de O a 50 g) pertenecieron a los t iz l i t i { r l ? ] [ 2 ?. D l i l liza 3 3 3 ti t t ri l ll i l r r lf i li a liza t tr i 3) .6 i i í l { 2 U l l ti ci li i l g i ti ti l 5 v i 0 j i iv Ordenes Grillidae y Acrididae. Las aves más consumidas fueron l as de O a 50 g, aunque las de 100 a 200 g aporta r on la mayor biomasa, siendo la paloma d e alas blancas (Zenaida asiati c a), el ave más consumida de esta categoría. Con respec to a los reptiles y mamíferos, las presas de más de 200 g fueron las más consumidas y las que mayor biomasa aportaron a la dieta de la especie, siendo la cachara (Ctenosaura hemilopha) y las serpientes (Crotalus, Masticophis y Pituophis) los reptiles más consumidos, mientras que en los mamíferos lo fueron los Lagomorfos (Sylvilagus audubonii y Lepus californicus). A pesar de que la productividad de la especie en la Región del Cabo es alta (1.93 ± 0.85 volantones/nido, n=16), se cree que la especie puede verse amenazada rápidamente si la perturbación humana, el desmonte, la cacería furtiva y la pérdida de su hábitat no se detienen y continuan al ritmo actual. lida acridid a i l 0 e i i t í i o r i r { l i ii l } ida i l ü B / i 5 a e i l itmo l V DEDICATORIA A MIS PADRES: Por el amor, dedicación, comprensión y el apoyo que siempre me han brindado. A CARMEN, PEDRO, MARCELA, OSCAR Y DIANA: Por su compañia, paciencia y cariño. A MILTON: Por su alegría de vivir, que a todos nos contagia. A RICARDO RODRIGUEZ-EBTRELLA: Por su ayuda y confianza al dirigirme en el trabajo y sobre todo por su amistad. Y FINALMENTE A LOS CARACARAS: Los cuales fueron el punto central de este trabajo . Con laesperanza de que algún día nos preocupemos más por los seres que comparten el planeta con nosotros. U I L Ú IH HI : i i i g cansan znno zzzczLa oscan r brasa n i n H HI H¦ i L I Z-EBTRELLL¦ ir j H H L LB t l j . i a vi AGRADECIMIENTOS Este trabajo se realizó gracias al apoyo logístico proporcionado por las autoridades del Centro de Investigaciones Biológicas de B.C.S.", a quienes quiero manifestar mi gratitud. La presente tesis forma parte del proyecto "Avifauna-Aves Rapaces de la Región del Cabo B.C.S., dirigido por Ricardo Rodríguez-Estrella a quien deseo expresar mi respeto, admiración y un agradecimiento especial ya que no solo se limitó a dirigir esta tesis, sino que formo parte activa en todo el desarrollo de la misma compartiendo siempre sus conocimientos. Al Dr. Alfredo Ortega Rubio, Director de la División de Biología Terrestre, por las facilidades proporcionadas para realizar este trabajo y por su amistad. Al Biol. Armando Tejas por enseñarme a identificar los insectos. Al Ing. Raymundo Domínguez por su ayuda en la determinación de las plantas usadas en la construcción de los nidos. A todos mis compañeros de la Div isión de Biología Terrestre por su amistad, a Marcos Acevedo, Raymundo Domínguez, Abelino Cota y especialmente a Eustolia Mata por su compañía. A Josefina Salís Cruz, Ricardo Aguilar, Minerva Cruz, Juana María Guerrero, Luis Alberto Soyano, Joel Lara Reyna, Yolanda Maya, José Luis León de la Luz y Rocío Caria por su invaluable amistad. A los habitantes del ejido La Trinidad, especialmente al Sr. Trinidad Camacho, quienes amablemente nos ayudaron como guías y en H H CIH ÍHTÚB l ntr l ica i l avifauna v c , c. i tr ll z i i i l i i i rr ll r a fre ürte i ida l j a ti a i t i i i i a c t ci l t l i f oli cr a i cr i l ïoland i o l j i i l i i vii la localización de los nidos. A Seymur Levy y Vanessa Dickinson quienes desinteresadamente me proporcionaron sus tra bajos realizados con esta especie . A todos mis maestros, especialmente a Atahualpa De Sucre y Patricia Ramírez B. por haberme interesado en el estudio de las aves. A todos los que de alguna manera han contribuído al estudio de las aves. Parte de mi manutención en la Ciudad de La Paz fue posible gracias a la obtención de una beca otorgada por el CONACyT (No. 61099) durante 1990. El trabajo titulado "Breeding Ecology of the Crested Caracara (Polyborus plancus) in the Cape Region, Mexico" presentado por Laura B. Rivera Rodríguez y Ricardo Rodríguez Estrella, que se basó sustancia lmente en este trabaj o de tesis, fue merecedor de 2 premios internacionales otorgados en el Raptor Research Foundation Annual Meeting realizado en Seattle, Washington en Novie mbre de 1992, por mejor contenido y calidad cient ífica: James R. Koplin y William C. Anderson Awards. l vanes i i rab l i t i l t tri i t t i t i t i i i D o j t l “ r cara b ] i i t l l r i ndati l l tt i j i l ti l lia I N D I C E Página RESUMEN . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ii DEDICATORIA . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . v AGRADECIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . vi INDICE .................................. . ..•........•. viii LISTA DE CUADROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . x LISTA DE FIGURAS ................... . . ........... ...... xii INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 OBJETIVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 ANTECEDENTES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 DESCRIPCION DE LA ESPECIE I.- Polyborus planucus audubonii ................... 9 A. Distribución . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . • . . . . . . . . . . . 9 B. Caracteristicas morfológicas ......•. .•.• .. ... . 9 C. Hábitat . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 D. Reproducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 E. Alimentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 II.- Polyboru s plancus pallidus ..................... 15 III.- Polyborus plancus cheriway . ......... ... ........ 15 IV.- Polyborus plancus plancus ............. . ...... . . 15 AREA DE ESTUDIO Localización geográfica . •... . ......•......... .. .... 16 Suelos . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 Topografia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 20 Clima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 Vegetación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 Fauna . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . 25 Herpetofauna . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 Avifauna . • • • • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • . 26 Mastofauna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . 27 Uso potencial del suelo ................... . ........ 28 Granjas y basureros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 Perturbación . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . • • • . . . . 29 METODOLOGIA Distribución y abundancia ........................ . . 30 Parejas reproductivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 2 Caracteristicas del nido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 Productividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 Dieta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 RESULTADOS Distribución y abundancia ........ . ................. 41 Censos en carretera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Censos en granjas y basurero ............ . .. .. ... ... 42 Los nidos y parejas reproductoras ....... . ....... . .. 48 Productividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 viii H . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . G I .. .. . I D . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... iii . . R . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Mii I .. . ... D U .. . .. . . I IG . ii . . . . . . c . . . . . . . . . . . . .. i . . _ i .... . . i . id _ . . . . . . . . . . . . r . . . . . . . . . . . . . .. ['f1CJI"llI-1¦I=' . . . ID l f . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . í .. . . . . . . . . . . . . . . . . _. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ve . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . ifa ........ . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . i l . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . rt i . . .... D ? D D D I i . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. _ .. , .. . . . . . . . . . racteristi . . . . . . . . . . . . . . ti . i . . . . _. . .._ . . . . . . . _. . . . . . . . . . . . . . . . D . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ._ _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ._ e . . . . . . . . . . . . ti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Fenologia reproductiva ............................ . Dieta ............................................. . A. Frecuencia y ocurrencia de presas ... ..... .... . B. I.F.O ........................................ . c. Biomasa ...................................... . D. Tamaños de presa ............................. . DISCUSION Y CONCLUSIONES Distribución y abundancia ................ . ........ . Los nidos y parejas reproductoras ................. . Productividad ..................................... . Fenologia reproductiva ............................ . Dieta ............................................. . LITERATURA CITADA .................................... . APENDICE 1 APENDICE 2 APENDICE 3 APENDICE 4 Página 63 65 65 66 67 68 78 82 84 87 87 92 101 102 103 104 ix l í t . . . . . . . . . UOED Í IDI O I I I I I I I I O I I O I I I G O I I O O I I Q-I _. . . . . . . . ._ H D i . . . . . . . . . e . ti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . _ q ti . . . . . . . . . I I I I i I I ¡ I I I 0 I I ¡ Q ¡ n I 1 o I ¡ing 1-niegan;-¡lo Í I I Ú I I I I U I Í I Í Í ¡ I o i I o I I I I n n ol I I D I I f I I I I I I 'II I n o ¡ o n ¡ o I o I o Il I n c I n I I o I i I l Iu lennon 1 I ¡ I o un i 5 Qiiilliii J 1 i Ú I ü I ii l ................ ......... . . . . . . . . . . . . . . . . _. ...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .... ,... ._ ...... . . . . . . . . . . . .. X LISTA DE CUADROS Cuadro l. Marchas de temperatura y precipitación para las estaciones de El Carrizal (1958-1990) y La Paz (1943-1990). Cuadro 2. Abundancia de car acaras registrados de 19 91 en l a Región del Cabo a l o largo de un longitud y 100 metros de banda a cada lado. febrero 1990 a noviembre transecto de 29 Km de Cuadro J. De nsidad de caracaras registradas mensualmente durante 1990 y 1991 en l a Región del Cabo , en relación a su producción. Cuadro 4. Número medio de parejas, adultos y juveniles de caracaras censados mensualmente a lo largo del transecto. Cuadro 5. Número de caracaras adultos y juveniles registrados en las granjas avíco las y basurero de abril 1990 a marzo 1991. Cuadro 6. Altitud (ms nm) a la que fueron localizados los nidos. Cuadro 7. Frecuencia de especies ut ilizadas corno soporte de nidos de quelele en la Región del Cabo. Cuadro 8. Altura de las estructuras utilizadas corno soporte para la construcción de los nidos. Cuadro 9. Altura a la que fueron construidos los nidos de quelele dentro de las estruc tura s de soporte. Cuadro 10. Caracter isticas de las estructuras vegetales que se utilizaron corno sostén de los nidos de c aracara. Datos en rango, media y desviación estandar. Cu adro 11. Frecuencia de plantas y otros materiales ut ilizadas en la construcción de los nido s . Cuadro 12. Número de brazos utilizados corno sostén de l os nidos del que le le construidos sobre c ardón . Cuadro 13 . Or i entación de los nidos dentro de las estructuras de soporte de los nido s. Cuadro 14. Reutilización de los nidos localizados en el área de estudio de la Regió n del Cabo, 1990 - 1991. Cuadro 15. Exito de l o s nidos de quelele localizados en el área de estudio , 1990. Cuadro 16. Producción de vo lantones en los nidos de caracara observados en La Región del Cabo, durante 1990. Cuadro 17. Productividad en nidos de quelele utilizados durante los ciclos 1990 y 1991 en la Región del Cabo . Cuadro 18. Producción de pollos y volantones en las diferentes especies vegetales utilizadas para sostén de los nidos Cuadro 19. Productividad, altitud, altura de los nidos y periodo reproductivo del Caracara e n tres dist intas localidades. H c 1. i t i l r l -l9 D} l99D i l rn l 3 nsi l a i l i i l l o l t l l i ri t iz liza m l i S t t liza m t i t t l c r cteri ti t tales- e- - iz m vi i c lizada str liza m l st o ie t t or ti t i l g l iz i l to l i i ? ti l liza c i fer i ti iza r ducti l l ti l inta id xi Cuadro 20. Comparación de productividad del caracara en t res distintas zonas de estudio. Cuadro 21. Cuad r o 22. diet a Fenología reproductiva del quelele en la Región del Cabo, B.C .S . Frecuencia y biomasa de las diferentes presas encont radas en l a del c aracara du rante 1990 en la Región de l Cabo, B.C.S . en 195 egagrópilas . Cuadro 23. Frecuencia y biomasa con la que contribuyó cada categoría d e tama ño de presa a la dieta del caracara durante 1991. Cuadro 24 . Frecuencia y biomasa aportada por cada tamaño de presa de cada grupo faunístico en la dieta del caracara durante 1991. Cuadro 25 . Estimación del número de presas promed io presentes por egagrópila en relación a su tamaño de presa. Cuadro 26 . Biomasa promedio , Tamaño Medio de Presa (TMP) y Biomasa relativ a con la que contribuye c ada tamaño de presa en la dieta del caracara. Cuadro 27. Amplitud de nicho trófico del caracara en l a Regió n del Cabo, B.C.S. durante 1991, según los diferentes niveles de agrupación de las presas consumidas. z c D c paraci ti r inta t i nol i ti el l i .s c fer t r t i l c grópil io a i l tdo i ti i l er di r i edi { } a iv '? t i l H r i xii LISTA DE FIGURAS Figura l. Distribución de la especie E· luto sus y las subespecies de E· plancus. Figura 2. Caracteristicas morfológicas distintivas del Caracara Figura 3. Zonas botánicas y faunisticas. Figura 4. Zonas de vegetación natural y perturbada en la Región del Cabo. Figura S. Localización de las estaciones meteorológicas, Transectos, Granjas avicolas y Basurero municipal dentro del área de estudio. Figura 6. Temperatura y precipitación para la estación de La Paz. Figura 7. Temperatura y precipitación para la estación de El Carrizal. Figura B. Caracteristicas de los nidos y tubos ensamblables con espejo en la punta, utilizado para la observación de los nidos. Figura 9. Abundancia de caracaras registradas de febrero de 1990 a noviembre de 1991, en la Región del Cabo, a lo largo de un transecto de 29 Km de longitud y lOOm de banda a cada lado. Figura 10. Número de caracaras adultos y juveniles registrados en las granjas avícolas y basurero de abril 1990 a marzo 1991. Figura 11. Altitud (msnm) a la que fueron localizados los nidos. Figura 12. Especies vegetales utilizadas como estructuras de soporte de los nidos. Figura 13. Altura de las especies vegetales utilizadas como soporte para la construcción de los nidos del quelele en la Región del Cabo. Figura 14. Altura a la que fueron construidos los nidos de quelele dentro de las estructuras utilizadas como soporte. Figura 15. Plantas más comunes, utilizadas como material para la construcción de nidos. Figura 16. Número de brazos utilizados como sostén en los nidos construidos sobre cardón en la Región del Cabo, B.C.S. Figura 17. Orientación de los nidos dentro de las estructuras utilizadas como soporte. Figura 18. Fenología reproductiva de cada uno de los nidos activos de caracara registrados en la Región del Cabo durante 1990. Figura 19. Frecuencia y biornasa con la que contribuye cada grupo faunístico en la dieta del caracara. Figura 20. Frecuencia y biornasa con la que contribuye cada categoría de tamaño de presa en la dieta del caracara. Figura 21-A. Número de presas de cada categoría de tamaño, con los que contribuye cada grupo faunistico en la dieta del caracara. Figura 21-B. Biornasa con la contribuye cada categoría de tamaño de los diferentes grupos faunisticos en la dieta del caracara. 1. i 2. tos 2. t ri ã . z t i l i 5 l t i t r l i i l l t i ó i t i i t i r i l t ri e l l j iz r i o i l üo lo l l i ri ll. it { } iz liza t t lizad t i l l i l t t l t liza iza t ri l t i liza t i orie t t liza B l i t i ma i l ma i l tr -cat ia. t i ma i fer I N T R o D u e e I o N La gran variedad de hábitats y de comunidades vegetales que sustentan una gran diversidad faunística en México, coloca a nuestro país en una situación privilegiada, en cuanto a recursos naturales se refiere, a nivel mundial (Flores y Gerez 1988, Toledo 1988). Esta situación ha conllevado a la realización de estudios y análisis evolutivos, zoogeográficos, ecológicos, de conservación y de manejo de los recursos naturales de México. Estos estudios son de gran importancia no sólo para nuestro país, sino para la comunidad i nternacional. Desde este punto de vista, son los estudios de conservación y manejo de recursos naturales prioritarios y vitales para l a conservacíon de la biodiversidad y para el manejo sostenido de los ecosistemas. Son estos estudios también la base sobre la cual se determinan las áreas naturales protegidas para creación de reservas (Halffter 1981). Un grupo de especies animales que ejemplifica su importancia en ambos sentidos, conservac ión y aprovechamiento, es el de las aves. Las aves han presentado a lo largo de su historia una gran diversificación y se hábitats, explotando disponibles. De esta han adaptado a prácticamente a todos los de diversas maneras todos los recursos forma se encuentran las aves granívoras, insectívoras, nectarívoras, depredadoras, carroñeras y omnívoras. En relación a sus estrategias de forrajeo, la gran mayoría de las 1 H 0 U C C 0 H da ersidad. i i ilegia re 3 l al l af l r j z t i t . t t io t le i j t t [ l t j li ic t r i i ic rs i i i e i r t aves son diurnas (Falconiforme s, Apodiformes, Columbiformes, Piciformes, Passeriformes, Pelecaniformes), es decir que buscan su alimento durante el día. Otras aves, la minoría, son nocturnas (Strigiformes y Caprimulgiformes), es decir, que buscan su alimento durante la noche. Asimismo, entre las aves las hay marinas, costeras y terrestres . Numerosos trabajos muestran que las aves son particularmente susceptibles a la actividad humana, ya sea por la caceria indiscriminada, por su tráfico ilegal o por la pérdida de su hábitat. La presión constante que realiza el hombre sobre el medio ambiente provoca alteraciones en el hábitat, lo cual ocasiona comúnmente la disminución de las poblaciones de las especies y en algunos casos, cada vez más frecuentes, las pone en peligro de extinción. Un grupo de aves de especial interés en los programas de manejo de recursos y conservación de la biodiversidad es el de las aves de presa, es decir las rapaces diurnas (Aguilillas, halcones, gavilanes, zopilotes) y las rapaces nocturnas (Búhos y lechuzas) (Rodríguez-Estrella 1993}. El 80% de las especies de aves rapaces (Falconiformes y Strigiformes), que se consideran como amenazadas y/o en peligro de extinción, lo es tan principalmente a causa de la pérdida del hábitat ( ICBP 1985) . Por este motivo es imprescindible la realización de programas de investigación que consideren prioritariamente la determinación de los requerimientos ecológicos alimenticios , de territorio del área de caza (home range), las 2 l for or e i r seri l i i l otra [ ifor e ri f r i . lar ti ti í ina l i l i l i t r mogr j r i i li1la la i j s) ) r t for f l ip l i I 5]. i l r ioritariame t l l , a [ características del hábitat (para nidificación y caza) y del uso y selección del hábitat de aquellas especies que presenten mayor sensibilidad a la actividad humana, como e s el caso de gran cantidad de aves rapaces (Thiollay 1984, Rodríguez-Estrella 199 3 ). Podríamos considerar que gran parte del conocimiento de estos factores lo podemos obtener mediante el estudio de la ecología reproductiva y de la biología reproductiva de las especies. Los estudios sobre la ecología reproductiva de las a ves rapaces se han hecho especialmente populares durante las últimas 3 décadas, particularmente en Norteamérica y Europa donde varias rapaces han sido estudiadas (Baker-Gabb 1983, Bernardz 1988, Glinski y Ohmart 1983, Dewhurst et al 1988). Sin embargo, son pocos los estudios que se han realizado en México y Sudamérica, en relación a este aspecto (Rodríguez-Estrella y Ortega-Rubio en prensa, Rodríguez-Estrella 1993 , Rodríguez-Estrella y Bojórquez en preparación ) , a pesar del elevado núme r o de especies de aves rapaces distribuídas en México (83 especies, Peterson y Chalif 1973). En este estudio, se prese nta la información sobre l a ecología reproductiva de una ave rapa z de especial interés en la Región del Cabo, que es el Caracara o Quelele (Polyborus plancus audubonii Cassin) . El presente estudio es parte del Proyecto genera l "Rapaces de la Región del Cabo" del Centro de Investigaciones Biológicas de B.C.S., proyecto que se ha desarrollado desde 1987, dirigido por Ricardo Rodríguez Estrella. 3 l a i ica l a i l i i t t t t i i l r t l ] . t l z r ió [ l orte t l t l r ci , r ida li t r a i t ubonii c t r l l io l ica rr l 9 i t l OBJETIVOS Objetivo General Estudiar la ecología reproductiva del ca racara (Polyborus p lancus) en la Región del Cabo, Baja California Sur. Objetivos Particulares Determi nar el estatus y distribución de la especie en la Región del Cabo. Determi nar las características generales de los nidos del caracara e n la Región del Cabo. Dete rmi nar la fenologia reproductiva del ave en la Región. Determinar la dieta del caracara . Regi s trar aspectos re lacionados a la conducta del caracara durante l a época reproductiva. 4 D o je i r cti l l i o jetivo i lare i t r i t i í i . gistr t laciona A N T E C E D E N T E 8 El Caracara común (Polyborus plancus) o quelele (como se conoce localmente a esta a ve rapaz), es una de las 10 especies de caracaras que se encuentran agrupadas dentro de los géneros Daptrius, Mil vago, Phalacoboenus y Polyborus, todas ellas restringidas al continente Americano y que tienen un origen Neotropical (Brown y Amadon 1968). Este grupo de aves rapaces pertenece a la familia Falconidae (Grossman y Hamlet 1964, Brown y Amadon 1968, Peterson y Chalif 1973, AOU 1983, Campbell y Lack 1985) y se presenta tanto en zonas de desierto como en zonas tropicales de selva y bosque. Una de las especies perteneciente al género Polyborus, el caracara de Isla Guadalupe (P. lutosus) y considerada por algunos autores como subespecie de P. plancus (Wilbur 1987), es l a única ave rapaz que se ha extinguido en los últimos 300 años. Su extinción ocurrió a principios de siglo (Abbot 1933, Bent 1937, Peterson y Chalif 1973, Newton 1979, Terrer 1981, AOU 1 98 3), aparentemente debido a la actividad humana en la isla, principalmente por la cacería (Abbot 1933) y por la destrucción de nidos (Greenway 1967). En general, son pocos los estudios que presentan información sobre l a biología general del Caracara . Algunos son muy antiguos, corno el publicado por Fisher (1 893) con información genera l de la especie, el de Schultze ( 1904) referente a los aspectos de nidificación, el de Griscom y Crosby (1925) sobre su estatus en 5 H H B ] l lo v i l i li D l i c l l 3 i i li t i i l t ó 83 t r a í l m r l i 8 ica l Florida o el referente a la disminución de esta población publicado en 1947 por Schoeder. Las poblaciones que han sido más estudi adas son las de Florida (Sprunt 1946-1954, Schoeder 1947, Fundenberg y Heinzman 1967, Heinzman 1970, Layne 1978, 1982 y 1986, Layne et al 1977, Clements 1981, Paradiso 1987, Ellis et al 1988, Texas (Griscom y Crosby 1925, Simmons 1925, Dillon 1961, Oberholser 1974, Porter y White 1977, Hamilton 1981, Lasley 1982, Lyons 1988, Dickinson 1989, Glinski 1989) y Arizona (Levy 1961, 1988). La mayoría de estas publicaciones son de naturaleza anecdótica y son pocas las que basan su información en una metodología cuantitativa, tal como los trabajos realizados en Texas sobre aspectos específicos de la biología reproductiva del caracara (Dickinson 1989) o como el reporte sobre su estatus en el estado de Arizona (Levy 1988). El estatus o situación de las poblaciones del caracara no se encuentra bien determinado a lo largo de toda su distribución, sin embargo es claro el decremento de algunas de las poblaciones de Estados Unidos, donde la pérdida del hábitat parece ser la principal razón de esta disminución (Porter y White 1977). A nivel internacional la especie se encuentra enlistada en el Apéndice II del CITES (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora¡ Hill en Levy 1988). En Estados Unidos se encuentra definida como "ave migratoria" y protegida bajo el tratado "Migratory Bird Treaty Act" como especie amenazada (Levy 1988). 6 c a iad ? jr 2 ? l i .jr lo o ls 2 t 3 i e ' ins iz ica ione r ti l n1 cíf í ins iz ne [ st ; i f i i fl l i r isss . ó En 1986 inclusión de la la U.S. Fish a nd Wi ldl i f e población de Florida en l a Service lista propuso la de especies amena zadas (Paradiso 1987, Lyons 1988). La población de Arizona se encuentra protegida bajo el Artículo 17 de la AGFD (Threatened Native Wildlife en Arizona) y enlistada en el grupo de las cuatro especies amenazadas (Anónimo 1982 en Levy 1988). Para México sólo existen cinco publicaciones sobre la especie, de las cuales tres presentan información muy restringida d e l comportamiento del caracara (Tinkham 1948, Sutton 1951, Witacre et al 1982). El trabajo más reciente realizado para una población mexicana de caracaras (Rodríguez-Estrella et al 1990, Rodríguez-Estrella et al en preparación 3), contempla aspectos más específicos de los sitios utilizados por esta especie para anidar, selección y uso del hábitat, asociaciones de la especie a actividades humanas y respuestas de la especie a esta asociación, aspectos generales de la biología de la especie, dieta, densidades y s u situación en la Región del Cabo, B.C.S. La última publicac ión, analiza aspectos del comportamiento de robo e interacciones competitivas del caracara intra e interespecíficas (Rodríguez-Estrella y Rivera- Rodríguez 1992) . Sólo el conocimento estricto de la biología de la especie y de sus aspectos ecológico-comportamentales, tales como el us o y selección del hábitat, permitirán comprender la s causas por l as que el caracara se encuentra amenazado en gran parte de sus áreas de distribución. De esta manera, se podrán ofrecer las alternativas de 7 8 ildl fe i a st n ? iz ? re t i fe iz st i ic ione ' r r ingida. l i t o cif i lizad l i . a i i ida i i í i i 8 i l l t r ione ti a ia i ica 3; ). l t í l rta l a i r iti a a , l l a Í" los planes de manejo y recuperación de la especie (Rodríguez- Estrella et al en preparación 3) 8 l l j i l i i i S NOMBRE TAXONOMICO NOMBRE COMUN ORDEN FAMILIA SUBFAMILIA DESCRIPCION DE LA ESPECIE Polyborus plancus audubonii Cassin 1865 Caracara, Quelele, Quebrantahuesos Falconiformes Falconidae Polyborinae Polyborus plancus como especie, se distribuye desde el centro y sur de Florida y el sureste de Texas, hasta Tierra del Fuego, incluyendo Cuba y las Islas Malvinas (AOU 1983). A lo largo de esta distribución la especie se dividide en cuatro subespecies, de las cuales analizamos su situación. La primer subespecie (I) corresponde a aquella estudiada en este trabajo .. I.- P. plancus audubonii A.- Distribución.- Desde el sur de los Estados Unidos, sureste de Texas, Arizona, centro y sureste de Florida, México hasta Panamá (Figura 1) . B.- Características morfológicas La longitud de las alas para los machos es de 370-418mm (3 94), la hembra 373-408mm (391) , la cola 223-254mm (240.5 para machos y 9 I I 1 _ ___ _ _ _____¿-|- D ND D D i i D l D l r e A I l ina 1- _ _ _ pn- i ina D i l l t j i iz a ). ic 8 o ), 242 para hembras) , tarsos 81-94rnrn (Brown y Arnadon 1968) y peso de 800 a 1300 g. Figura 1. Distribución de la especie P. lutosus y las subespecies de P. plancus. .;¡ ~ Polyborus lu tosus - Po lybo rus pliii.nc us G P. e· pallidus • ~- E· cheri w¡¡y ~ ;_ p . plancus ;.,iuduboni i 10 r r s), t - mm ( r m 8 ) zoo i r . i t i i l i . l t l i F 1-" I_fl - _ ~.›- '-D -1: *__-,,_¬ L - 1. -Í n M I 1-+- 3 c pto c-ly r lancu_ _ p. lllidu _ -andre . . QlsDIE ' I - _ ¬“- .fi'1 . ¡ __ ¬. _ .¬¡_' -I, .-""¬. au onil "+2-sas_ _ Í _ fm J jj* 'I _ A 4a ~ , _ _ F" _ -_ I I”-A`\ \. '|¬¬| 4 '_,..f.fi J-P 1':-.1_ '¬¬ 1 1. -. '¬+›~, J | 1-'I' .- I ¡'- -gp, <=«.5-7°' of D 1-_'_¬-'¬._ -¬.|| -1 /' I 5 Los adultos de esta especie (Figura 2) presentan la corona, alas, parte inferior de la espalda y final de la cola de un color obscuro pardusco, siendo más obscuro en la corona. Presenta el cuello, pecho y parte superior de la espalda con plumas blanquecinas con la punta en forma triangular negra. Las dos terceras partes basales de la cola son blancas, estrechamente bandeadas con un denso color obscuro y una ancha banda negra al final de la cola. La parte baja de las plumas primarias es blanquecina, contrastando con el color negro debajo del ala en las plumas cobertoras. Los ojos son de color café, el pico es amoratado-blanquecino. Las patas son amarillas y largas. La piel facial es color rojo carmín, la cual cambia a amarillo-naranja cuando el ave se encuentra excitada o alerta (Bent 1937, Brown y Arnadon 1968, Terrer 1980, Lyons 1984, Johnsgard 1990). Con respecto a los individuos inmaduros, presentan un patrón de coloración similar al de los adultos, pero con la corona, alas, parte inferior de la espalda y final de la cola de un color café canela más claro y el cuello y garganta de color beige. La parte superior de la espalda y el pecho es de color beige, estrechamente bandeado de color café canela. La piel facial es color gris rosado y patas color gris amarillento (Bent 1937, Brown y Arnadon 1968, Johnsgard 1990) . C.- Hábitat Los caracaras habitan zonas bajas, abiertas y serniabiertas tanto áridas corno pantanosas, pastizales secos con áreas húmedas, 11 l i l l l ri l a .cxx1 t l j l u t - l i ri i l l ri l t l ? m c id i l l l l ri l t l i l l ril m 0) i m m t a Figura 2 . Características morfológicas distintivas del Caracara (señaladas con flec has), utiliz adas para su identificación en el campo . 12 ` P t ria . _ l lizada i ti I 'L- -I. -1-I'1.I -I-FI sat', I›."I,,,-._ "I Í-r I r' --*ff ,,5P¬¬ 341.-* f J; 1 I J* así como algunos past izales conteniendo algunas palmeras, arbustos o árboles que puedan utilizar como perchas (Peterson y Chalif 1973, Paradiso 1987). D.- Reproducción Regularmente presentan su estación reproductiva en los meses secos de enero a abril en Venezuela, de enero a julio en Texas (Oberholser 1974, Dickinson 1989); la puesta de huevos en Florida es de diciembre-abril (Grossman y Hamlet 1964), en Argentina en noviembre o de enero a febrero y en diciembre en Paraguay (Bent 1937, Brown y Amadon 1968, Mader 1981, Basili 1989). Los caracaras construyen sus nidos en cardones, yucas, grandes cactáceas y matorrales o pueden elaborarlos también en las rocas o salientes de acantilados, en árboles y palmeras. En las pampas argentinas ponen sus nidos en el suelo y en Florida los construyen en la fronda de los palmetos (Bent 1937 , Brown y Amadon 1968, Mader 1981, Dickinson 1989, Rodriguez-Estrella et al 1990). Los nidos son regularmente estructuras largas y descuidadas, hechas de varas, muchas veces sin forro, pero en ocasiones cubiertos por capas de estiércol seco, desechos o pelotitas afelpadas (Bent 1937, Brown y Amadon 1968). Ambos padres participan en la atención del nido, aunque la hembra predomina en el cuidado, mientras que el macho sirve de vigilante en una percha conspicua cerca del nido (Bent 1937). Los caracaras ponen de 2 a 3 huevos (raramente cuatro ), son blancos o blanco-rosados c on gran cantidad de marcas de color café 13 i t iz li i t i t ri ve ob i - bril il â l ti l ins í - tr l t ti l l t 8 i la tr ros rojizo. El pe ríodo de i nc ubac ión en el cua l ambos sexos participan, dura de 28 a 33 días aproximadame nte ¡ los juveniles pueden observarse emplumados alrededor de las 8 semanas después de su eclosión, la vida en el nido puede prolongarse 2 o 3 meses (Bent 1937, Brown y Amadon 196 8, Dickinson 1989). E.- Alimenta c ión Con respecto a sus hábitos alimentarios tal vez tienen la dieta más variada de las aves rapaces. El caracara es considerado como una especie muy oportunista . Aunque la mayor proporción de su alimentación parece estar constituida por carroña, pueden cazar presas vi vas. Se han reportado cazando peces y ranas vi vas, comiendo mariscos y hasta la pulpa de cocos. Se alimentan de reptiles, aves y pequeños mamíferos. Suelen pasar largos periodos de tiempo en el suelo, en busca de larvas e insectos, gusanos, grillos y escarabajos. Vuelan patrullando las carreteras en las mañanas buscando los animales muertos por el tráfico. También presentan conducta cleptoparasita o de robo sobre cuervos (Corvus sp.), pelícano café (Pelecanus occidentalis), gavilán negro o halcón Harris (Parabuteo unicinctus), gavilán de cola roja (Buteo jamaicensis), zopilotes (Coragyps atratus y Cathartes aura), aguililla colablanca (Buteo albicaudatus), aguililla rastrera Circus cyaneus y gaviotas (Fisher 1893, Bailey 1928, Bent 1937, Havershmidt 1947, Audubon 1954, Sprunt 1954, Glazner 1964, Gr ossman y Hamlet 1964, Brown y Arnadon 1968, Brockrnan y Bernard 19 79 , Terrer 1980, Layne et al 1977, Hamil ton 1981, 14 n l r i ent ; le l i ins i a i l a i . l ti va jr va m l l l r j vu i ícano- e anusf i t l -o i t t ili ili t i 8 m m amil Whitacre et al 1982, Lyons 1984, Carnpbell y Lack 1985, Johnsgard 1990, Rodriguez-Estrella y Ri j era-Rodriguez 1992). B.- P. plancus pallidus Esta subespecie endémica de las Islas Marias (Figura 1) , es semejante a P. p. audubonii solo que más pálida y de menor tamaño. Alas 355 -375 mm. c.- P. plancus cheriway Tiene una distribución desde el este de Panamá y la zona norte de Sudamérica, presentándose al sur hasta Perú y el Rio Amazonas (Figura 1) . Semejante a la subespecie auduboni i pero más obscura y aparentemente más grande. D.- P. plancus plancus Esta subespecie presenta una distribución mas sureña, desde Perú, por el sureste de Arnér~ca del Sur hasta Tierra del Fuego, incluyendo las Islas Malvinas 1 (Figura 1). Es considerada por algunos autores corno una espeTie diferente (Brown y Arnadon 1968). Alas 365 - 450 mm (Weetrnore 1965, Brown y Arnadon 1968). 1 5 t m l o í t l iv í id i í ), i a a la C. r ie a í ). ubon i a a .~ mérica l ina i i m ci er m 8 la 8 o m m 8 AREA DE ESTUDIO LOCALIZACION GEOGRAFICA Varios autores han dividido a la Península de Baja California en diferentes áreas, distritos y regiones faunísticas dependiendo de sus diversas características bióticas y geológicas (Merriam 1892, Nelson 1921, Shreve y Wiggins 1964, Wiggins 1980 y Wilbur 1987) . Estas clasificaciones muestran variaciones en la nomenclatura y en los límites de las áreas descritas, sobretodo dependiendo del grupo biológico considerado. Por lo general, las clasificaciones botánicas difieren de las zoológicas en sus límites, aunque varios autores han tratado de correlacionar ambos aspectos (Merriam 1892, Nelson 1921, Wilbur 1987). Por ejemplo Wilbur (1987) hace una división de la Península en diferentes zonas de vida, relacionando las aves de Baja California con las regiones botánicas. Estas zonas son determinadas con base a factores tales como el clima, la altitud y la latitud, quedando de esta manera dividida la Península en ocho zonas faunísticas y botánicas (Figura 3). Wilbur describe la parte sur del Distrito del Cabo ubicado en Baja California Sur como una región árido tropical coincidiendo con Shreve y Wiggins (1964). La zona de estudio de nuestro trabajo se localiza dentro de esta región árido tropical, ubicándose en el municipio de La Paz entre los paralelos 24º01'-23°48 norte y los meridianos 110°22'- 110014' oeste. 16 ID I va io l i fere t t rs ca ica ic ia Higgin Higgin ). ica ione i i ite l l ica ione ier c i ite i er t l l t t i l i ie Higgin t a a i °D ' o 9 ' ca a ló Figura J . Zonas botánicas y faunisticas descritas por Wilbur ( 1987 ), donde cada zona la divide como distrito y región, siendo: A: Distrito de San Diego/Región Californiana, B:Distrito de San Pedro Mártir/Región del Bosque de Coniferas, C:Desierto del Colorado/ Desierto Microfili, D:Desierto del Vizcaino/Desierto Sarcophyllus, E:Distrito del Cabo, El:Región Magdalena, E2:Desierto Sarcocaulescense, EJ: Región de Sierra de la Giganta, E4: Reg i ón Arido Tropical. 17 3. a í r Nilb 7 f i l i 8 irƒ í i fil 'v í i r yl l 1: i i 3: i : i l Elx? kit :gH\_[ › 2" _; D -4 E2' \ 51" za 'ze Limita al norte con el mun i cipio d e Comond ú y al sur c on el de Los Cabos, al oeste c on el Océano Pac í fico y al este con el Golfo de California (Figura 4) . El estudio s e realizó principalmente entre la zona conocida como El Comitá n (km 16 de la carretera transpeninsular) y el Rancho " El Cardonoso" (km 36 de la carretera La Paz-Todos Santos). Esta área es representativa de la comun idad de matorral Sarco-crasicaule (León de la Luz et al 1988). En el área de estudio se presentan zonas de vegetación natural, así como zonas altamente perturbadas por la actividad humana (Figura 4) . SUELOS Los suelos dominantes son regosoles de tipo eútrico los que son típicos de zonas áridas, que se presentan tanto solos como asociados a xerosoles y yermosoles. Son de textura predominantemente gruesa, encontrándose e n la Región del Cabo varias localidades con suelos pedregosos y líticos. Es posible encontrar algunos fluvisoles producto del deslave de los arroyos, restringiéndose este tipo de suelos al lecho de los mismos. También es posible observar algunos litosoles, suelos caracterizados por su poca profundidad en las zonas aledañas a la Sierra de la Laguna (INEGI 198lb}. La mayoría de los terrenos son poco productivos para la agricultura o necesitan grandes requerimientos de infraestructura para su posible explotación. 18 t unici i o l oc cíf l li ). t i l i l omit i l r t ti uni t l r i t i jpr i t l t ). l t i i ida ticos lE i t l is l l l t ipo› i itos l 1b) ayor ri i r ra i l l8 Figura 4. Zonas de vegetación n a tural y vegetació n perturbada en la Región del Cabo . Modificado de León de l a Luz 1988. .. ... 111 R0sque de Pino-Enc ino rZiJ Bosque r:nc 1 no C] .; t ~lv ;,i B• J« C•duc 1fo li• OM .. torra l ~ • r c o caule E2J /.or1 .- s 1'1f.: VP. 1 1 ,f'~L , w lOn p<'rt.urb.- rl :.i 19 \ ___ ,_ __ \ ¡---, --- -- - - \ . ' ., ~ ~ ' i . i t r l t ió rbad l i ica F F' | | I Í É.-f-Iva aja L.±duc1I`ol¡¡ Éflitorfal 5-arflrrmaule HI ÑJ' E'f"”'¦“5 '1'-' V"|'.*'†--lflón \_J_./ {¦|† rP. |¬t1.¡r1¡¡ ffülm- Íìmti l.m".|' La Paz '1- -fl fu li'- 'II- no .ai I.. 'I 1.1 'II1 ._ ¡--- :1.;_ -'H'EGP' .¡É- - HP-“¬*iU'I"-' f-19 i - i .,_ osqueI-Ln m I 1)' ï _ï ' _ _ 'L " † - 1"'-¿_ |_ ". |--"'-| -._ ¬_ I ¬-. .` 1'!- . ., 1 'l ._ 'ahi -""'¬, I-. "--. "-.` _ _'_ ' l __ ._ ¡___- Lmn Jozid rlfil light) TOPOGRAFIA Topográficame nt e l a Región de l Cabo se caract eriza por ser un terreno predominantemente plano c on al t i tudes que van desde el nivel del mar hasta los 300 m. La Región del Cabo contiene una serranía de naturaleza gra nít ica e n su porción central c orrespondiente a la llamada Sie rra de la Laguna, dentro de la cota altitudinal de los 400 a 2 200 msnm ( INEGI 198la}. CLIMA La determinación del clima se realizó analizando los datos registrados en dos estaciones meteorológicas contenidas en el área de e studio re a li zando la clasificación climat i ca de acuerdo c on Koepen modificada por García (1973} (Figura 5 ): El carrizal (1958- 1990) y La Paz (1943-1990) (Cuadro 1) . El clima predominante en la estac ión de La Paz es del tipo (BW(h')hw(x')e lo que indica que el c l i ma e s á rido seco, c álido con un régimen de lluvias de verano, pero con una precipitación invernal mayor al 10 . 2% , clima extremoso, presentando una temperatura media mínima de 17 . 0 ºe y la media máxima de 29.6 º c con una temperatura promedio de 23.4 ºe; la precipitación anual promedio es de 149. 67 mm. En la estación meteorológica de El Carrizal se registró un c l ima BW(h') h w(e) cálido seco con lluvias de verano precipitación invernal menor al 10 . 2%, una temperatura media anual de 22 . 1 ºc , 28 .1 º c d e tempe r a tura medi a máxima y 16 . 4 ºc de temperatur a media mínima, la p r e c i p ita c i ó n media anu a l es d e 150 . 85 mm (A pa r tir de los datos proporciona dos por la C. N. A.) (F iguras 6 y 7). 20 U U A I r fi t egi l r ct r ina te l itude imui l i tica. l i l 8 1 ) t r i i l l l a t i izan i c ic l )( i Carri l ) 8 im al ia i l 8 2 °C a DC ÚC; i l 6 t i t r l i im H{ ' l i i o 2 l F , zs D per t i °C t i ita ió l rti iona . . Figura 5. Localización de las estaciones meteorológicas de la Paz y el Carrizal, Transectos, Granjas av1colas y Basurero municipal dentro del área de estudio. Basurero Gran1a "Ca¡ame 2 2 Gran1a ·'Gasera" 3 Gran¡a "Ae r0puerto .. 4 Gran1a "ParQue 1nduSfr1al .. T 1 Transeclo 1: Km O - 29 Carr a bdos San1os T 2 Transe e to 2 : La Paz ... Sn Ju.tn ae IOs Planes T3 Tr .:1 nse-cto 3 '. Carr al Triunfo EslilC1ones Meteoro1og1cas 21 l r l ic l i l l a t i Lapa-I |..,_B 3*'s' 1 IJI T2 T3 Sf'I,JL|BI'| El cansan - df 'W Ham r-T1 I I J 210005 Saito; B r r 1 fan¡l'Ca¡ I f j " ar " ã-m lLc o |.|.¡rto- I' ¡ * i q g | ¡¦|._|;¦|||I- f fl r 3 a Ú'2'B r ag. 5¡r -ug lns |:1 1 : - .¡.,,¡ ¿gg ¡g |¦¦|¿.¬¡¡ fafi-sig-¢;1 ¦ -Car =H u † ' flflflflflfl a Htlscr hc it u Las lluvias para ambas zonas son de tipo torrencial de corta duración, siendo el mes más lluvioso el de septiembre para la Paz y de agosto para el área del Carrizal, presentando ambas influencia de tormentas tropicales. Cuadro l. Marchas de temperatura y precipitación para las estaciones de El Carrizal (1958-1990) y La Paz (1943-1990). Los números señalan las temperaturas y precipitaciones extremas: 1.- Mes más calido, 2.- Mes más frio, 3.- Mes más lluvioso y 4.- Mes más seco. Datos Comisión Nacional del Agua. C A R R I Z A L L A P A Z MES TEMPERATURA PRECIPITACION TEMPERATURA PRECIPITACION º c mm º c mm ENERO 16.41 2 6.70 17.05 2 17.22 FEBRERO 17.37 4.90 17.70 4.23 MARZO 18.89 l. 60 19.40 3.50 ABRIL 20.74 1.15 4 21. 95 l. 05 4 MAYO 21. 87 2.77 24.16 l. 07 J"CJNIO 23.73 l. 80 26.56 l. 23 JULIO 27.34 13.87 29.30 16.35 AGOSTO 28.10 1 39.77 3 29.64 1 10.63 SEPTIEMBRE 27.58 37.03 29.09 53.36 3 OCTUBRE 25.00 38.95 26.02 12.92 . NOVIEMBRE 21. 50 2. 31 21. 94 8.97 DICIEMBRE 17.68 14.78 18.57 19.14 TEMPERATURA MEDIA ANUAL 22.14 23.44 PRECIPITACION ANUAL 150.85 149.67 22 ia i i io t r lu 1. i r t i l l io a l l ¡__ _ _iL__' A-r._ï 1 _ _ _ __ __ _ 2 I I I I ; __ ° C ° C n_n--||† E UNI I EI ó B BS 3 1.6 1. 3 - 5 9 3 l Ú 1. 1.0 1.2 3 I L I I I 3 5? Figura 6 . Temperatura y precipitación para la estación de la Paz (1943 - 1990). Temperatura 35 e - 30 25 ~ 20 '- 15 ·- ' '""'1:: '~ j., 30 20 NOV DIC - · Temperatura ~'\l Precipitacion Figura 7. Temperatura y precipitación para la estación de El Carrizal ( 1958 - 1990). Temperatura Precipitación 3s r-- -~~~~~~~~ ~~~ so 30 t 25 1 20 r 10 · S r o ~-·:::::::_-::::c:::: :~ .. =~-~­ ENE FES MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV - Temperatura B Precipitacion 23 50 40 30 20 10 i r 6. e peratura y r i it i r l t i de l az r I I I I I 1-_-II -ví Precipitaciónss- --- - - ~1so _ 3° - '- Él ¬5o _- ~ - - 25 ' - 1 I_ - 'ig _ " 49 eo- _ )rf.¬ . _ -se 15 T' . O vr I _-°"_,.f-_ fs,-¿isa“ra-,__ -:Í-___:.-;.T'7"1§_-':' _.-_;'.--"'_1'_¦-.Lrc' . -1-SR'_ .-'' .fl- -:-- j__.-I- .--_ _ÍfT-'2_-I-jI _._ ¬|-'-nlnnïfå._4 t--t--'-1-' H--2--1-;--rvnmddmi *'^. .. \ 'W-_ -~-_ -_ `10 * 7-_ i:A-r:-:-1-:':- '_ :-':--;1;-f_'±- ¦ w ~.*--'-f-"ã.;;`¦: I ~ ¢:-2'--.ia_~ ._~'~..;<-.;-“*i\'i;-1:9"-`,.-H.. . _ -s.:_ * .-1 "--Iiiiai;-.ri:-'-1~:dÉ“i<»--'-'-->if:-8-i;-i--1:.--.-.-1- P' 105 ~ w - ._,;-;,-;;¿;)_ii;ï;-;';":' ';`-I";I`i'.: I Á u-wwm.rndxssamie«¡~e¬~. _ ¿_-~~_~,\'ï -_ “ _ -_ _)-F; ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT _* t_`_L_;:_iPrecip¡tacion i r . r t r y r i it i r l t i l r i l s n r t r ai i m-. ¢'asr ----------- H-----«¬Bu Lso. 450 ' _-L í .›-__ _ __ -1-_ '_ .___ 25 P *esq » | __.--rr- ._ " ---"` .,~..i~1t--i;~-- ~. _, -_-_o~ ,sf*" iegminebga; ~' ÍRME“9NAdmL ~~~f'""'/k \”°- m~Ar ra mt15- edddamaadadsai--:Ašiii:ifxi-I:`¦:i-.axf:¿bla;1.'---'iìiirifiäa-:...-:1:":f:':--:P-r-_;;i'-`-ï'-ii`i**-.i-';-'-1;"--ï,';`¡ïi'~ "1 1- 20 --'\i\(\\\---';i-¦'-IiTiiï:i¬ii~i'i'ïri“NiA-:$242-i-1-f:iii`i-: fi '\|:`.\\("-_ 'I'-.\':"\.".'-.`-.I-.'i:Q:.`-i`\"\"\;¬"""(ä'-_-,'-'if'-,'-,df-,,-¦'-,'- .ifi-'AA im-`~;:~'~'---ii ~'--»I-11:-a--Ni-A.)-I; 'I.-A5 ._ '\_ `\I"|-.||'-----,-'1'1¡_---,I,' |".\.'I_. 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León de la Luz, datos inéditos). Caracterizada como una región árido-tropical (Shreve y Wiggins 19 64, Wiggin s 1980), la vegetación de la zona e s del tipo matorral s a rcoc aule (INEGI 1981c), que es una asociación vegetal que presenta una dominancia fisonómica de árboles y arbustos de tallo grueso, de crecimiento tortuoso y corteza papirácea, c olumnares son también evidentes (Fig 4). al turas a veces hasta de 5 y 10 metros aunque los tallos craso- Estos tallos crasos con son comunes. Dividiendo estruc turalmente mencionar los esta asociación vegetal en estratos podríamos cardones (Pachycereus pringlei y P. pecten, restringuido este último a la porción sur de la Región del Cabo), el garambullo (Lo phocereus schottii), el palo adán (Fouquieria diguetti) , el torote (Bursera mycrophylla), el palo verde (Cercidium mi c r o phy llum), el palo fierro (Olneya tesota), el ciruelo (Cyrtocarpa edulis), el mezquite (Pr osopis articulata) y l a pitaya dulce (Sten ocereus thurberii) dentro de las especies dominantes del estrato arbóreo (3 a 4 metros). En el estrato arbustivo (1 a 1 .5 metros), 24 U ior e í li istica eci i f r ilo_ l 8 t lorísticos r c Higgin t i s r t t r idie t r l i i jr t i l tti g i r i e ti), r l i r yll l a r a ri t t ti las especies más frecuentes son: la chicura (Ambrosía ambrosioides), la pitaya agria (Machaerocereus gummosus, el lomboy blanco (Jatropha cinerea), el tacote (Viguiera tomentosa), la choya (Opuntia cholla), la jojoba (Simmondsia chinensis), el datilillo (Yucca valida), el sarampión (Zizyphus sonorensis) , y la gobernadora (Larrea divaricata). En lo referente al estrato herbáceo (hasta 50 cm), este presenta un desarrollo variable siendo las especies más comunes la rama prieta o chamizo (Ruellia peninsularis) , el caribe (Cnidoscolus angustidens), el tabardillo (Calliandra peninsularis), el orégano (Lippia palmeri) y la damiana (Turnera diffusa). FAUNA Desde el punto de vista faunístico la Península de Baja California revierte una especial importancia para los estudios zoogeográficos y evolutivos. La particular situación geográfica de la península y su origen han permitido una muy particular diferenciación de la fauna, encontrándose una gran cantidad de especies endémicas, sobre todo a nivel subespecífico. HERPETOFAUNA La herpetofauna de la Región del Cabo, está compuesta por un total de 48 especies de las cuales 19 son endémicas para la región. El sapo (Bufo punctatus) es un habitante común del matorral sarcocaule, mientras que las otras tres especies de anfibios se restringen a las zonas húmedas en las que se puede encontrar agua durante todas las épocas del año. 25 a io i vi ti l j i i tili P l r i r sis) r t a rr ll i ll i ulari ) t rdil l i l r ri ti í li i l t r f l rt i f r i l pecífi TGFA i l a i l t l f l Con respecto a 10s reptiles, las familias mejor representadas son la Colubridae (16 especies), seguida de la familia Iguanidae (13 especies) . Dentro del grupo de los reptiles se presentan varias especies que son presas potenciales del quelele, el cual las consume como carroña o cazándolas directamente. El sapo y la rana toro (Rana catesbiana) son dos de los anfibios que podrian ser presas del caracara. En cuanto a los reptiles de pequeño tamaño (1 a 100 g) podemos mencionar a las lagartijas pertenecientes a los géneros Sceloporus, Cnemidophorus y al camaleón o llora sangre (Phrynosoma coronatum); en los de mediano tamaño (100-200 g), la cachora (Dipsosaurus dorsalis), y de mediano a gran tamaño (200 a 500 g y de más de 500 g) la iguana (Ctenosaura hemilopha) y las culebras o serpientes como las pertenecientes a los géneros Masticophis y Crotalus (Ver Apéndice 1) . AVIFAUNA Pituophis, Otro grupo faunistico de importancia es el grupo de las aves, el cual cuenta con 268 especies para la Región del Cabo de entre las que podemos contar con 41 aves endémicas a nivel especifico y sobre subespecifico para la Región (Wilbur 1987, Rodriguez-Estrella 1989). Entre esta gran diversidad de avifauna el orden mejor representado es el Orden de los Passeriformes, que cuenta con 118 especies agrupadas en 17 familias. Las aves juegan tanto el papel de presas como de competidoras. Dentro de las presas potenciales podemos inclui r una gran cantidad de aves de pequeño tamaño (hasta 1 0 0 g) (Ver Apéndice 2) como el gorrión 26 los i j i i ci s) l l i f í i l i ); l r il r v ) ot í ti i cífi pecífi i í t l j l ord erif i i l e l i m 8 v (Carpodacus mexicanus), la torcacita (Co lumbina passerina); la s de mediano tamaño (100 a 200 g), c omo la huil ota (Zena ida macroura), la paloma de alas blancas (Zenaida asiatica) y la codorniz de California (Callipepla californica); o de gran t a maño (200 a 500 g y de más de 500 g) como lo es el correcaminos (Geococcyx cal ifornianus) . Entre las aves que podrian interactuar como competidoras con el caracara, tanto por alimento como por zonas de anidación, se encuentra el aura (Cathartes aura); el gávilan negro o h a lcón Harris (Parabuteo unicinctus) ; el gávilan de cola roja (Buteo jamaicensis) y el tecolote cornudo (Buba virginianus) . MASTO FAUNA El grupo de los mamif eros presenta una gran cantidad de especies que son presas potenciales o carroña del caracara; entre las presas de pequeño tamaño (1-lOOg), como es el caso de pequeños roedores pertenecientes a los géneros Peromyscus, Perognathus y Dipodomys; los de mediano tamaño (100-200 g) corno la rata de campo (Neotoma lepida), la tuza (Thomomys umbrinus) y el juancito (Ammospermophilus leucurus); y de mediano a gran tamaño (de 200 a 500 g y más de 500 g), los lagornorfos, corno el conejo (Sylvilagus audubonii) y la liebre (Lepus californicus). Dentro de los carnivoros se encuentra el zorrillo pinto (Spil ogale putorius), el tejón (Taxidea taxus) , el gato montés (Lynx rufus peninsularis), la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus) y el coyote (Canis latrans) (Ver Apéndice 3). 27 i o i l i ri ) ai r i i t or i l l l a a l forni ) í i e i i â i ) o ) íf r l loo _ ; m i r il ) m m j l ii i l í rri i t r ) e i l r v USO POTENCIAL DEL SUELO En esta zona no es muy redituable el establecimiento de áreas de cultivos y praderas ya que toda la Región del Cabo presenta una gran escasez de agua. Sin embargo dentro del área del Carrizal son grandes las áreas desmontados para la práctica de actividades agrícolas, siendo los cultivos más comunes el chile (Capsicum anum), sorgo (Sorgum vulgare), trigo (Triticum aestibum), tomate (Capsicum esculetum), frijol (Faseolus vulgaris), sandia (Citrulus vulgaris), fresa (Fragaria fresca) y las verduras chinas de exportación. Otro de los usos que se da al suelo es la práctica de ganadería de tipo extensivo, representando para el estado una importancia económica del 60% (Datos Básicos 1990). Este tipo de ganadería aprovecha la vegetación natural y las condiciones físicas del terreno que permiten la movilidad del ganado. GRANJAS Y BASURERO Dentro de la zona de estudio se localiza una granja avícola para la producción de huevo y tres granjas de engorda de pollos para consumo humano. Estas zonas son de importancia para el estudio dado que hasta 1990 los pollos muertos eran tirados al aire libre dos veces al día (Figura 5), lo cual era aprovechado por el caracara para alimentarse. El basurero municipal de La Paz se encuentr a localizado en el km 20 9 de la Ca rretera La Paz - San José del Cabo, en donde diariamente son ver t i d o s al aire l ibre los desechos de l rastro, a s í como algunos 28 D D I D t l i l i l l r i l ida i l i l ic ti l t l l í l r i otr l a i etación.natural3f i i l t i t i r l i l i t a r t aria ido ibr l g desperdicios biológ icos q ue son aprovechados tanto por los caracaras como por otras a ves, como las auras, garcillas y cuervos (Figura 5). PERTURBACION Una de los princ ipales causas de perturbación de la zona, es la práctica de desmonte efectuada sobretodo para el uso agricola de esos terrenos. Estas a reas desmontadas son generalmente abandonadas después de poco tiempo ya que no son áreas ni medianamente productiva s dada la limitante en la obtención del agua en la región (Datos basicos 1990). (Figura 5). La práctica de l a ganadería de tipo extensivo, tanto bovina como caprina, dentro de la r eg ión es también una de las causas de perturbación del hábitat, ya que el ganado sobreexplota la vegetación natural limitando o impidiendo la regenera ción, (Arriaga y Cancino en prensa). 29 r i co i l T i í l a v i ita i i i i l i ita r i ia i METODOLOGIA El estudio de la ecologia reproductiva de las especies requiere del conocimiento de varios parámetros biológicos con los que se pueden llegar a comprender las estrategias reproductivas de las especies. Entre dichos parámetros que se estudiaron en esta tesis, se encuentra la determinación de la abundancia del Caracar a e n diversas zonas del área de estudio, la localización de parejas durante la etapa de cortejo y cópula y la posterior localización de nidos con parejas reproductivas asi como los nidos utilizados en años anteriores, la colecta de restos de alimentación, las interacciones de la especie con individuos de la misma (relaciones intraespecificas) y de diferente especie (relaciones interespecificas) y finalmente aspectos generales del uso del hábitat del Caracara durante la reproducción. Siendo cada uno de estos puntos importante para el conocimiento de la ecología reproductiva de la especie y siendo necesaria la aplicación de una metodo logía apropiada para cada parámetro, los aspectos metodológicos se presentan en los apartados correspondientes como se detalla a continuación: Distribución y abundancia Para la determinación de la abundancia del Caracara en la Región del Cabo, sobre una serie de transectos previamente establecidos donde se tenian r egistros de la presencia y variaciones de la especie (ver Rodriguez-Estrella 1988) se determinó realizar 2 censos 30 I t i í t l i l t a t t r i i l l a t i t ri í liza t id íf íf i l i r i t i esari l c cha t dol i a t todol . t l i t t r i i l t l i tr l t r i l mensuales durante un año. De esta forma se podrían registrar los cambios en la a bunda ncia de la espec ie a lo largo de un ciclo anual y rela c ionar estas va riaciones con la fenología reproductiva de la especie. El transecto recorrido comprende desde el i nicio de la carretera La Paz-Cabo San Lucas, hasta el kilómetro 29 de la misma (Figura 5). Estos tramos de la carretera se recorrieron dos d ía s al mes a bordo de un vehículo a una veloc idad promedio de 40 km/hr, siguiendo la metodología propuesta en varios estudios similares con otras rapaces (ver Fuller y Mosher 1981, Smith y Murphy 1979). A lo largo del transecto recorrido dentro de las primeras horas después del amanecer se registró el número de indiv idos observados a una distancia de 10 0 m a ambos lados de la carretera, utilizando binoc ulares Minolta 8x40 y registrando la hora del día, la actividad del individuo y determinando su localización exacta dentro del transecto por medi o del kilometraje registrado en el vehículo. Los Caracaras fueron identificados diferenciando individuos adultos de juve niles (ver Descripción de la especie). Esta i n formación permitió obtener una medida adecuada de la densidad de la especie, de sus patrones de actividad diaria, así como conocer las posibles estrategias de forrajeo. Finalmente, mediante la localización precisa de los individuos y parejas a lo largo de cada transecto durante varios meses: l. Se estima más adecuadamente la densidad de la especie y 2. Se pueden discernir mejor los patrones de dispersión de l a especie después de la época reproductiva . 31 l a i ci l i r a ione l t l i r l r i i i t i l i l r l i id iza t ti l iz ió l edi l lo i ica id l i ri i form r i i i ti i t id es 1 t a i i r i j ti Estos registros se capturaron en una base de datos y se utilizó la hoja de cálculo del programa LOTUS. Para determinar con mayor precisión la abundancia del Caracara en la Región, se realizaron también censos en las granjas avicolas presentes en la región y el basurero municipal (Figura 5), zonas en donde hasta 1990 eran tirados a cielo abierto los desperdicios de pollos muertos durante el dia y los desechos del rastro en el basurero donde los Car acaras solian verse agrupados. Todos los censos se realizaron de igual manera: continua y sistemáticamente, registrando el número de queleles, diferenciando individuos adultos de juveniles y registrando las interacciones intra e interespecificas en las granjas avicolas y el basurero el mismo día, para de esta manera evitar posibles errores por duplicación de registros. Con los datos obtenidos a lo largo de los transectos, se obtuvo el promedio mensual de individuos por kilómetro recorrido (individuo/km) y se aplicó una prueba de Mann-Withney pareada mensual y un análisis de contingencias (Chi-cuadrada 1 x c) con densidades entre diferentes épocas: al inicio y final de la época reproductiva y la época no reproductiva. Parejas reproductivas y nidos Los sitios de anidación del Caracara se localizaron mediante búsquedas intensivas desde un vehiculo por diferentes brechas y a pie, especialmente en áreas en las que la vegetación pudiera proveer de e structuras de soporte para colocar los nidos . Se uti lizaron los registros de las parejas observadas a lo largo de los transectos, las 32 i al i i i l i r i r i í r lí l í id l l í i l l id l r l -N t l l -c l r l t ti i i i í r i l a i t a . lizaro observaciones de parejas en despliegues de cortejo, o en c ópula, y los i ndi viduos transporta ndo material de construcc ión para loca lizar los nidos . También se recurrió a la guía de rancheros y ejidatarios para este propósito. Una vez localizados los nidos, se ubicaron dentro de mapas de la zona y se iniciaron las observaciones de los mismos, registrando todas las actividades realizadas por las parejas observadas, tales como construcción o reconstrucción del nido, incubación, cuidado de las crías, aporte de alimento. características del nido Con respecto a las características del nido, se registró para cada uno de los nidos la altitud sobre el nivel del mar, la especie vegetal utilizada como material de soporte del nido, la altura de esta estructura y la altura a la cual se localiza el nido dentro de la misma, al tura de construcción del nido, el material utilizado para la construcción del nido, la orientación del nido dentro de la estructura y en el caso de nidos construidos sobre cardones se registro el número de brazos de sostén del nido (Figura 8). Toda la información anterior permitió caracterizar de manera general las estructuras donde el caracara coloca sus nidos en la Región del Cabo. 3 3 ie u r j viduo ransportand t ri str l . j i iza i ida za t t i ic l t liza t ri l t l l t ri iza t l t ó t ri r i nm t Figura 8. Ca racterísticas generales tomadas a las especies vegetales utilizadas como soporte en la contrucción de los nidos del caracara. !=Altura de la especie vegetal utilizada, 2=Altura del nido, J=Altura de construcción, 4=Material utilizado para la con s trucción del nido, S=Número de brazos utilizados como sostén del nido y A.- Tubos ensamblables con espejo en la punta, utilizado para la observación del interior de los nidos . ······ -····-·····-······· ···· ··-·····-- 1 3 4 aracterí t lizada o ` t` ` d t r l1= r cha i , 3 t iza str ó l 5 liza j liza r . l'_ _ _ -reunen- ¿... Á! _____ ___-I-(_ -._ ¬.t_¢¬:_-_;-_____ _-bg:-_-__ _,¬___-¬`: -,...5-'¬ \ __,.l--1-¡LI-:†:'.,.n-I'-ø:"'ff.I ji:-',¡th-I. .,_-1-P'-'Í 9-'_,;--fifl---- _,.uII""I__ -.¡-,... v'¡"ó'|I.-_|"¡¡,.›§,|-¡flaca-Ú'-''fa_›P †_-¡-¡ .. _ _"f'..¬lh_* Ii'',-.".'---¬“""L"-..._' en-u 0--f ._-»--'-I--H*-:-_i-?›%-.›_- 1.-..›:-'A'"""' ._¢--_,`. _ ._¡Ii-|_|I¬||-1-"U-J __,-¡ I|¡l --¬-H*"'""'¬,'::_*"..2±:'.'.."...“""'*"""""`_,__..l'._"'“'_:_' f:"_-:' '*--- -_;_-I.- ¬'- ..KÍ__ _...--1:,--,¬,--_f'..._"“"*'_... rs-_.*::'_,; *_¦_*=-1-,=-'¦;";*'%--¬”'“"""'¿'.'-¬_.I;.“..""' ,."". '..".,¦.'%"'-.,,..., _I 'f~¬^..*-.¬FÃ=É;-...-_.-__¬"'f1}'__"*_f-"*¬'!¬'¿=.'1:'¿--_'%;-;;:“_L'¬_¿-¬_=›~.n...-r -n_n¡.,.p.|-¢.¡í__-Ir-r-u:._ -_ _-ï_"_-_¿_¡_¡¢,.ï__pu-1 _Ii_ ï-W' .-_'* BP-I--Mí --_ ---¬r- -=. --..._¬"Í''_'1 '-'¡-'U-r\I|i |._'¬" _-1.fl-|¡_|¡¡.¡_¡rI---I-I.---1- ._..,.,,, _,__,__-_-"'-"---1:-I Ice ; 1- __. I-rI¬|».¡-1,1.-'_-'lrfr¬._____-_--':_lI`r¬I--|,. ¡.'|¦- ...___un----_... .,, 'j-. _-¬¬-:--'-'IIII--'-1_ _.'_- --- _“" '.: -`- .-¬"¬.'... : :.-II = "~*-4¢;::iSs"' '-| I-11,Hf... '-¡HH-1n.a..¡..,¡ "_2"=ä--: ¬% _--Una.- I- ___-___--:.|¬-1-:_-1-:gi-I'--¡_-'HI'-_--"'HI'¶|,¡¡¡,, ¡. ¦M'-"'-F"\IIIun_n-.-.-_-'-"“__¬ .."""†,,.__ 1 _. 'II' ILI) i _ 1) .' ef' . ff; *_-/| I 6 Íi if uy' 4_-_ - _ ._ 2 .I--f ' ' ' ' " '. _ __ A 4 i i' -_ A 1 “ ',-') ' __ _ 1. ¡ 1. I - | fi i ;_ (_ =_+ 1 | | I _ 3 ¿_ A 1 ,- í'J-Ii Q-__1 1" *__ 'I' --4 _.~ ..|- _ _, . _,i--~,_~.;,__,r_- __ I | _'--¬---f *Ir = _ 1 _ .J Productividad El cálculo de la productiv idad o éxito reproductivo se realizó utilizando la información de las v isitas a los n idos c on algún c ontenido registrando en cada uno el número de ind i viduos conformando la unidad familiar. De esta manera se registró el número de pollos y posteriormente de volantones por nido exitoso, calculando la productividad de la siguiente manera: No. total de volantones liberados Productividad No. total de nidos activos Asimismo, se tomó nota del tiempo aproximado en que los volantones abandonaron el nido. Con estos registros se estimó la fenologia reproductiva de la especie en la zona de estudio. Dieta La determinación de la dieta del Caracara se basó principalmente en el análisis de las egagrópilas o restos de alimento no digerido y regurgitado por el ave, que fueron colectados en los nidos y debajo de los posaderos alrededor de los nidos. Cada egagrópila fue revisada y separada de acuerdo a la técnica de Errington (1932): dependiendo de la naturaleza del material que la componia, se separaron las partes correspondientes a insectos, plumas de aves, escamas de reptiles y pelos de mamiferos , además de huesos, cráneos , mandibulas, picos, uñas, otolitos, etc. Una vez separados l os diferentes tipos d e estructuras corporales se realizó la identificación de los diferentes animales i ngeridos por el caracara comparando los restos extraidos de cada egagrópila con los ejemplares 35 t l l ti id ti l liza t i viduo i i r ente; *vol t r' l t i _ _ i ti = ------------------------------------- _ t l t í t t i r i i l r i l l i j r i iendo- raleza. t ri l í r í a í t o t l ti i fer í r i de insectos, reptiles, aves y rnarniferos de la colección faunistica de referencia del CIB . Seguramente el caracara consume ocasionalernente porciones de sus presas o partes muy digeribles que no dejan rastro en las egagrópilas, por lo que se realizaron colectas de restos y observaciones directas en el nido. De esta manera se corroboraria el listado de presas en la dieta de la especie. La cuantificación de los restos para relacionarlos al número de individuos ingeridos por el Caracara se determinó, cuando fue posible, por el conteo de estructuras óseas pareadas (corno pares de fémures, de otolitos o de rnandibulas izquierda y derecha), o bien por aquéllas estructuras únicas del organismo ingerido (cráneos, pelvis, picos). Posteriormente se elaboró una tabla de f recuencias (f i) de presas y otros restos ingeridos, de acuerdo a su posición taxonómica. La importancia con que cada especie contribuyó a la dieta del Caracara se dividió en dos grupos: l. Especies que aparecen más frecuentemente en la dieta . A. Especies que contribuyen con "n" presas La frecuencia r elativa de cada especie consumida se calculó de la siguiente manera: número de presas por especie Frecuencia relativa número total de presas B. Ocurrencia. Especies que aparecen en N egagrópilas La ocurrenc ia es el número de egagrópilas en las que aparece una presa sin importar el número de presas con las que contribuye en cada 36 m mí í I . - i l m l r i l ì i ti i r i i t m t m í l t l l or t re i ica_ t i 1 r . l = --------------------------------- oc rr r i r i egagrópila. e. Para determinar la importancia de una presa dentro de la dieta del ca racara, se utilizó el Indice de Frecuencia-Ocurrencia (I.F.O., según Rodríguez-Estrella en preparación 1), el cual relaciona tanto el número de presas, como su ocurrencia en el número total de egagrópilas. Especies que contribuyen con n presas en N egagrópilas (n / N I. F. O.) 2.- Especies que ofrecen más biomasa en la dieta . La consideración de ambas contribuciones (1 y 2), fue básica para la correcta interpretación del análisis de la dieta del Caracara. Para la determinación de la biomasa ingerida por l a especie, una vez hecha la tabla de frecuencias se multiplicó el número de individuos (fi) aparecido para cada especie por el peso individual de cada especie-presa (wi). El peso (Wi) de cada especie-presa fue obtenido del peso registrado directamente en el campo o en los ejemplares depositados en la colección de vertebrados del CIB o consultados en la literatura . El peso máximo posible ingerido de una especie-presa fué estimado en 500 g. De aquellas especies-presa con un peso mayor (por ejemplo, lagomorfos) sólo se consideró su Wi como 500 g. De esta manera, la biomasa (Bi) ingerida por especie se calculó de la siguiente manera: 3 7 r i C t iz i -o r . _o t l ƒ = r a a . ione al a i l idu i i i N re t iter . i t l re j sus as l ? Bi fi Wi donde Wi :5 500g Junto con la estimación de la frecuencia y biomasa aportada por cada tipo de presa se clasificaron las diferentes especies aparecidas en la dieta del caracara dependiendo de su peso, quedando agrupadas dentro de cuatro diferentes categorias: las presas pequeñas de O a 50 g, las medianas de 50 a 100 g, las grandes de 100 a 200 g y de más de 200 g, teniendo de esta manera la frecuencia y biomasa aportada por cada tamaño de presa de los diferentes grupos faunisticos. El tamaño Medio de Presa (TMP) y la biomasa promedio aportada por los diferentes tamaños de presa se calcularon según Rodriguez- Estrella (en preparación 1). Se calculó la biomasa promedio que aportaria cada una de las presas pertenecientes a cada categoría de tamaño de presa (I=0-50; !!=50-100; III=l00-200; IV=>200 g), por cada grupo faunístico, de la siguiente manera: E bij Bij E fij en donde: bij Biomasa aportada por la especie i en la categoria j fij Frecuencia de presas de la especie i en la categoria j y donde i 1, 2, 3, .... . n j I I I I I I I I I IV. Dicho de otra manera, la biomasa promedio Bpj se obtendria de la relación de la biomasa promedio aportada por todas las presas en cada 38 = i i Soo ti i i l i í D o a i i í l í l i l i í II I=1 8 v=>2 ti __ i i] = -------- i = í = í = ,__ .. = , , , v i í i cat egoría entre el número de presas que dan di cho aporte. Asimismo, se calculó la biomasa promedio que aportaría cada tamaño de presa en rela c ión a l t otal global (BAT) de la misma manera: BAT se obtendría de la relación de la biomasa aportada por todas las presas en cada categoría entre el grand total de presas de la dieta. El Bpj y el BAT son indices de la importancia del tipo de presas y de las categorías de presas (por tamaño y grupo faun í stico) en la dieta de cualquier ave de presa o rapaz o en su caso, de cualquier depredador (Rodríguez-Estrella en preparación 1). El Tamaño Medio de Presa (TMP) consumido por el caracara se calculó para 1° las presas del grupo faunistico y 2° para el total global de presas. Donde y donde Donde bi bi 1°. - TMPGF fi biomasa total aportada por el grupo faunistico i fi número de presas del grupo faunístico i Mamíferos, aves, reptiles, insectos . biomasa total de todas las presas fT número total de presas consumidas. Para complementar el análisis de la dieta del Caracara se recolectaron también los restos de alimento aparecidos debajo del nido y en los posaderos c ercanos de tal manera que se podían 39 t i c l o i io l ¿ ] É i ¿ l i ni ti l i l i s tr l io H i l l í ti l I» . = --------- = i = l ti = br 2€.-"' = ******`“" fr bT = i = l l l i j anos; :ma corroborar las especies-presa contribuídas. Además, se realizaron observaciones complementarias de aporte directo de alimento a los pollos en el nido. Para este fin se establecieron puntos d e observación a ± 50 m del nido y mediante binoculares Minolta 8 x 40 fué determinando el tipo de alimento llevado al nido. Con las tablas finales de frecuencia por especie y grupos faunísticos y sin considerar los registros de carroña y de presas no identificadas de cada grupo faunístico, se calculó la amplitud del nicho trófico a diferentes niveles de agrupación de acuerdo con el índice de Levins (1968) (l.- Considerando todas las especies de los diferentes grupos faunísticos; 2.-Considerando las frecuencias totales de cada grupo faunístico y 3.- Considerando los elemento s de cada grupo faunistico por separado de los otros). El valor de amplitud de nicho trófico se calculó de la siguente manera: B = 1 / ¿ pi 2 en donde : pi es la proporción de la dieta contribu í da p o r c a d a tipo de presa (de acuerdo a 1.,2.,y 3.) . El registro del contenido de la mayorí a de los nidos, como es e l número de pollos, el material de construcción y los restos de alimento, se logró con la ayuda de postes de aluminio ensamblables en cuyo ápice se colocó un espejo según la Rodríguez-Estrella et al (en preparación 3) 40 técnica adaptada (Figura 9). por i í l r o» t l i r io l t S e l l l c i i i ica i t l o l l o io 1. i i t l t i ado› l o l o f 2 ? o t id . i l i i l t ri l t io l o l i l o j - tr l io R E S U L T A D O S Distribución y abundancia Censos en carretera El cuadro 2 muestra la densidad media mensual de caracaras obtenida de 27 censos realizados entre febrero de 1990 y noviembre de 1991. Se observa la variación mensual de la densidad, siendo los meses de febrero y octubre los que mostraron una mayor abundancia para el año de 1990 y el mes de noviembre para 1991 (Figura 9). Las densidades medias mensuales registradas durante 1990 y 1991 no presentaron diferencias significativas (U=25; p>0.05, n 1=9 y n 2=7, prueba U de Mann-Whitney). Se encontró que existen diferencias entre las densidades medias durante la época no reproductiva y el inicio y final de la época reproductiva de 1990 y 1991 (x2 1990 =7.71; x 2 1991 =14.15; g.l.= 2; p<0.05; cuadro 3). Al comparar las densidades entre año y año de cada una de las épocas (inicio- inicio; final-final de la época reproductiva y de la época no reproductiva de cada año) no se encontraron diferencias entre ellas (x 2 1990 = 5.99 y x 2 1991 = 9.33 p>0.05 2gl prueba de chi- cuadrada) . Tampoco se encontraron diferencias al comparar las diferentes épocas del año (inicio-final 1990 y 1991, x 2=0.5; inicio de la época reproductiva-época no reproductiva 1990 y 1991, x 2=3.00; final de la época reproductiva-época no reproductiva 1990-1991, x 2=0.21 p>0.05, g.l.=1). 41 BULTPLDCIB t o i l l o l i r i i ic i a 1 2 i o r e t v l e t ìlggü ? :-:E1991 -4. C e l l e t e t ] f glggo glggl :-›D. Z r a) fer t l 2 e t 2 ü Sha e e ln: t 2 n o o 1. La variación registrada en la proporción de individuos juveniles, adultos y parejas puede observarse en el cuadro 4. La mayor abundancia de parejas se observa aparentemente entre los meses de septiembre a abril de cada año. Con respecto a los individuos adultos, la mayor abundancia se registra generalmente entre abril y junio (aunque se obtuvieron registros altos también en diciembre de 1990 y noviembre de 1991). La mayor proporción de individuos juveniles o volantones ocurre entre septiembre y noviembre de cada año. Censos en granjas y basurero Los censos en las granjas avícolas y el basurero se realizaron entre abril de 1990 y septiembre de 1991 para un total de 12 censos (Cuadro 5). Claramente es posible observar la importancia del basurero y las granjas para adultos y juveniles del Caracara . Sin embargo, es más evidente que, tanto para adultos y juveniles, las granjas representan una fuente de alimentos más requerida que la de los basureros: durante 1990 un 85% de los Caracaras (adultos y juveniles) se registraron en las granjas y solo un 15% en los basureros (n=538). Mientras que en 1991, únicamente un 19% de los registros ocurrieron en las granjas y un 81% fue en el basurero (n=59; Cuadro 5). En la sección de discusión se explicarán estas proporciones inversas entre 1990 y 1991, siendo el del año de 1990 aparentemente el patrón común desde hace más de 30 años, cuando se decía que los caracaras eran abundantes en las granjas (Palmer 1988, Rodríguez-Estrella datos inéditos). 42 o o i l l t ri id l l ri o id l t n ce i l ri t [ i l le g l B i r ini tm io io rs 8 o i g - tr l Sin embargo , en 1990 es posible observar que los juveniles y adu ltos preferentemente se registraron alimentándose de los restos de pollo desechados en las granjas (Figura 10) . Figura 9 . Abundancia de caracaras registradas de febr e r o de 1990 a noviembre de 1991, en la Reg i ón del Cabo , a lo largo de un transecto de 29 km de longitud y 100 m de banda a cada lado. 08 0.6 ~ V1 ,., 0.05). El número de nidos exitosos en relación a la especie vegetal utilizada como soporte del nido, muestra que en 11 nidos construidos sobre cardón se produjeron 23 volantones (2.09 58 iza liza liza 9 o g ) liza 9 l iza ] liza 9 o i iz l 2 i liza iza 9 { lo C o liza 9 i o l o i i o g {x? oe 1 _1_=3 o_o1). o ti id 9 ib r liza ? v l t i 9 9_ ? a9 9 t o l liza g t o 9 3 volantones/nido), 2 nidos colocados sobre palma datilera (Yuca valida) produjeron 4 volantones (2 volantones/nido), mientras que el único nido construido sobre la palma real (Washingtonia robusta) liberó 2 volantones (Cuadro 18). De los nidos colocados sobre cardón únicamente uno no fue exitoso, ya que fue abandonado por la pareja al inicio de la época reproductiva, debido a perturbación por actividad humana. Otra de las especies vegetales utilizadas como soporte para un nido fue el palo verde, no habiendo tenido éxito en 1990. El Cuadro 19 muestra los valores de productividad, rango de altitud, altura de los nidos y duración de la época reproductiva de esta subespecie en Arizona, Texas y la Región del Cabo. Se compararon los valores de productividad de la especie e n las 3 localidades y no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los valores de las 3 localidades (t=test¡ p >0.05¡ Cuadro 20). Cuadro No. 14. Reutilización de los nidos localizados e n el área de estudio de la Región del Cabo,1990 - 1991 (n=22) . Número de nidos % Nidos usados en 1989 13 ~ Nidos usados en 1989 y reutilizados en 1990 11 .. 84.62% 15 ~ Nidos usados en 1990 Nidos usados en 1990 y reutilizados en 1991 5 ----.. 33.33 % 59 / ! l .4 t / r t i t i o t o e t o t otr lizada e 9 i l t l o e v iz o i ida er ia t i ic iva idade t; o.o ; 9 ti o iza t o 9 _ _ _ _, _ _ _ _ _ ___ -- RRH\¡_ . liza ll--ip 5 9 9 x\\\`_ iza I › .33% Cuadro 15. Exito de los nidos de quelele localizados en el área de estudio, 1990. (n=l6) Frecuencia Porcentaie Nidos utilizados 1990 1 6* 100.00 Nidos utilizados exitosos 1 4* 87.50 Nidos utilizados no exitosos 2 12.50 * Un mismo nido con dos puestas. No se pudo determinar si era la misma pareja reproductora en la segunda puesta. Cuadro 16. Producción de volantones en los nidos de caracara observados en La Región del Cabo, durante 1990 (n=l6) . No. de volantones Número de Porcentaje por nido nidos o 2 12.50 1 o 0.00 2 11 68.75 3 3 18.75 x2 =109.37; p<0.001 60 l iz t i 9 1 t r i _ _ __ _Erecu n i r nt j iza 9 99 99 iza l liza 9 i o io l 9 { l ). n_à -___ 'I _ _ _ __ , u o no z aa_?s 1 s_1a x2 ue a1 ac on Cuadro 17. Productividad en nidos de quelele utilizados durante los ciclos 1990 y 1991 en la Región Cabo. A Ñ O 1 9 9 o 1 9 9 1 t=0.3178¡ cuadro No de No de Indice de No de nidos pollos volantones productividad 16 6 p >0.05 31 11 18. Producción de 31 11 pollos y l. 94 l. 83 volantones en las diferentes especies vegetales utilizadas para sostén de los nidos Cardón Palmera Yuca Palo verde No de nidos 11 1 2 1 No de pollos 23 2 4 o No de volantones 23 2 4 o No de pollos/nidos 2.09 2 4 o No de pollos/ nidos exitos 2.30 2 2 o No de volantones/ nidos totales 2.09 2 2 o No de volantones/ nidos exitosos 2.30 2 2 o 61 ti l liza 9 io o '¦_¡ I I ti e ~ 1. o s; o o 1. iííìfi l _ Cu r io r liza o l l I' ` l losƒ l ! 9 9 9 0 0 0 0 0 0 i L-1---, | 5 --of OJadro 19. Prcductividad, altitud, altura de los nidos y periodo reproductivo del caracara en tres distintas localidades. El n.:mero entre paréntesis es la desviación estarrlar. Región del Arizona Texas 2 cabo 3 n = 12 Productividad X=l.33(0.77) n = 4 n = 16 n = 8 X=2(0.8) X=l.93(0.8) X=L 75(0. 7) Altitud (!!Srnn) n= 24 n = 4 n = 21 610 - 884.5 91 - 244 10 - 274 Altura del n = 26 n = 4 n = 22 Nido X=3.70(0.64) X=2.38(0.75) X=4.91(1.32) Periodo Reproductivo Feb - Agosto Enero-Agosto Feb - Agosto Levy (1988) 2 Dickinson (1990) 3 Este estudio. OJadro 20. catparación de productividad del caracara en tres distintas zonas de estudio. Zonas de estudio g.l. t * te p Arizona 1 - Texas 14 l. 761 1.0145 N s. Arizona 2 - Texas 12 l. 782 0.3506 N s. Región del cal:o-Arizona 1 26 l. 706 1.5416 N s. Región del cal:o-Arizona 2 22 l. 717 0.4005 N s. Región del cabo - Texas 16 l. 746 0.1740 N s. t * - Valor de t en tablas te - Valor de t calculado 62 Cu o ti l l a ti C r t ida u i a n:1 r_ izo 1 a xasì Cabo3 iz ca ia a i=1.3a o z? a 9 1.? fo z it msm = aio aa s t H H lo :T-i=z{o.a ì=1_ez o s} = i l 2 h ì=3.?o(o.a ì=z_ a{o ? } ì=4_ei{1_zz} r 1 fieaey 2 ins leen 3 t i _ - ----- I-- ----- _ -- -- - I* : Cu 9 Ccrrparacia i a t -estudi t i l_ tir c P H iz 1- :-m iz 2- giai se iz 1 ze a Cab - 2 a C lo * v c v 1 3 1 3 1.3 5 1.3 ? 1.3 5 5 2 9 _ S H . S. _ S. _ 5 H . S. ._| E Fenoloqía Reproductiva Con las observaciones registradas a lo largo de la época reproduct iva y con base a los datos reportados en la literatura con respecto a la duración de los periodos de incubación (30.5 dias), crianza (57 dias), y dependencia de los volantones (60 a 90 dias), se determinó la fenologia reproductiva de 10 de los 15 nidos activos durante la estación reproductiva de 1990. La determinación de la fenologia de los 5 nidos restantes no se pudo determinar por el abandono del nido por parte de los padres¡ o debido a la falta de datos suficientes para determinar confiablernente la fenologia de dichos nidos. El nido 4 fue el que registró la fecha más temprana de puesta (marzo 7) y los nidos 13 y 17 la más tardia (mayo 3), esto sin considerar el nido 6 al cual se le calculó una fecha de puesta en el mes de agosto, pero no se pudo determinar si se trataba de la misma pareja reproductiva que habia utilizado el nido con una puesta en abril. (Apéndice 4, Figura 18). Con la información anterior y habiendo asignado al lQ de enero corno el dia número 1 y al 31 de diciembre corno el número 365, a cada dia del año se le asignó un número consecutivo, con lo que se obtuvo un valor medio por nido para determinar la fenologia reproductiva de la especie en la Región del Cabo. De esta manera se calculó la etapa de puesta entre marzo 7 a mayo 3, la eclosión de abril 6 a junio 3, y volantones de junio 2 a julio 30 (Cuadro 21). 63 o l gi r ra t iter t o o 9 2 t So 9 o í lo t io 9 o í l , ie te m t í g o 8 l o liza ri r o t ri i 19 m m i o ti í io l o ' l ri t Cuadro 21. Fenologia reproduc tiva del quelele en la Región del Cabo, B.C.S. Puesta Eclosión Volanton RANGO 66.0 - 123.0 96.5 - 154.0 153.5 - 211. o MEDIA 96.95 ( 6 Abr) 127.45 (7 May) 184.45 (3 Jul) DESVIACION ESTANDAR 23.14 23.14 23.14 Figura 18. Fenologia reproductiva de cada uno de los nidos activos de caracara registrados en la Región del Cabo durante 990. • Periodo de incubación, HH: Periodo de crianza. Nido 19 - :::rnrn:rnrnrn:::rn::::rniijiij Nido 18 - rn:rnrn:rnrn:::::::rn:rnrn:::: Nido 17 - :::::::rn::::::rn:::rnrnrnrn:::: Nido 16 - rnrn:::::rnrn::rnrnrnrnrnrn: Nido 13 - jjjjijjjjjjjjjjjjjjjjjj!jjjjjj!jjjjjjj Nido 12 - :::¡::rn:::::::::::¡:::::::rn::rn:: Nido 11 - :::::rn:::::rnrnrn:::rnrnrn:::: Nido 6 - :::::::::rn:rnrnrnrn:rn:rnrn:: Nido 4 - ::::::::::::::::::::::::¡::::::::::::: Nido 1 - ::rn::::rnrn:rn::rn:rnrn:rnrn ENE 1 FEB 1 MAR 1 ABR 1 MAYO 1 JUN 1 JUL 1 AGO 1 SEP 1 0CT 1 64 l í r ucti l io l . _ I.. ._†† o vola _ '_ 1' '“"'_ nauoo 9 ¿ xzoIa_ 5 m a _ s l I IU l t t io 9 I zsmauoan i E "I - ri io ri III¡IIIIlIlIIIlll1'1IlIIrIIII'11IIr11II'1' ¬¬-n-1--un-1--11n-›+-n-|-+d4i|-+lI-I-I-dl-I--4--I-1 4..¡.¢4.¡.¢,...¢.q,n¡¡aan¡¡.¡.¡nn¡n.|¡nn.¡¿.|.i.n ¡an1nan¡aaJniaununannnnuuunnnuunnnuuun runnnununauuu ¡-1.11-- - r ¬ - u vnfl › › ¬ - r ›1- - i J - . .---ia-ii nnanunnanunin ---.--u---u;------›----1--nur--u-1 unrinnnunnuanuuinnn--un--u----ru --u---uv--un-un-nur-1---¬--ff----1---1l››11››+1-f›¬¬ff+ J - n u i--ni ...-na1---1---Sf---›¬--› ffff -1›1¬››1fl¡›4-...J-si . J - . .- ` I -iia- --- ›-|¬- .i¢.. -...- --- 'v1.- ...¿_ iia.. ---iii.-..---fru-¬-ff.ff¬¬ JJ.L4...ia.aiii---›J--ia1---r1 1-v1-...u-F-1¬-››+-.|-I.-... --iz-una..-.-¬-1-1-1-ff-no-I-1...ia-1.11- .--11 -›.¬1-.||.|.|..| --4 --ru -.ii -na -.- -.- ›...¡S ›--›sin..nin-f¬r1 un 1- fu 11 ¡- ¡ 1 ¡ ¡ --rr-| r I 1 i --I-1+ L n A n .Luna L | ¡ ¡ ¡Luna ¡ | ¡ ¡ ¡nun u 1 ¡ ¡ r ¡ I I ¡ r 1 I ¡ r1¡u¡-¡uuu | ¬ ¬ r r 1 1 r r r-¡nur-¡nur -r-1-rr-1-urrr-¡nur-1-nur a ¡ n L L J J - ¡ |¡nn|.JJ¡.¡. nanninnnnnannnaann. 111-111.- 1.111. manana.- L J n ¡ a n pp ur-uuuuuu ¡uuu uuuuuuuu | ¡ n ¡ ¡ ¡ un ¡ r v ¡ ¡ ¡ v 1 I ¡ r u ¡ ¡ r 1 I ¡ ¡ 1 ¡ ¡ ¡ r ¡ ¡ ¡ 1 I ¡ r ¡ ¡ ¡ u 1 un - P + 4 I H I I - - I v 4 - r - - - r I ¬ r r f i b P + : i t ¬ 1 r r ¬ -un unu un1.|1una1unaunuan ununuanunanuaunn I- Im I '1 _¡' "l ' 'Í_ I 'I"1 H D Ú Dieta Para la determinación de la dieta del caracara durante 1990 , fueron colectadas un total de 195 egagrópilas del área cercana a los nidos, de los nidos mismos y de los posaderos conocidos c ercanos a los nidos y posteriormente se separó el material para su posterior determinación (ver Metodologia) . A. Frecuencia y ocurrencia de presas. El caracara se alimenta en la Región del Cabo de una alta diversidad de presas de todos los grupos zoológ i cos (exceptuando los anfibios, lo cual se discutirá posteriormente). De las 2152 presas analizadas, las presas más importantes corresponden al grupo d e los insectos (donde se incluyeron otros artrópodos pertenecientes a la clase Chelicerata), mientras que las presas correspondientes a los reptiles, aves y mamiferos parecen tener una importancia similar en la dieta del Caracara (Cuadro 22). Se realizaron una serie de pruebas de x2 con las frecuenc i as totales por grupos faunisticos (sin considerar carroña, ni los restos de pollo en el caso de los nidos cercanos a granjas) , para determinar si habia diferencias entre las proporciones de presas consumidas de los diferentes grupos f aunisticos para los diferentes nidos y meses del año colectados, sin encontrar diferencias estadisticamente significativas entre los meses registrados, ni entre los diferentes nidos. Por ello, se agruparon todas las egagrógilas para su análisis durante el periodo reproductivo del caracara. Para los insectos, las presas más importantes tanto en 65 l t r i io l i l 9, t ro i o t ri l t ri o l gi ) e l o l lo f l t t ri l t o l ] g í i l 2 l j ) r r t l t í t i i ic i fer l ro l ti l t frecuen c ia como en oc urre nc i a en las egagrópilas c orre spondieron a los Ortópte ros (Grillida e y Acrididae) , los Coleópteros (Te nebrionidae y Scarabeidae) y los Dermaptera (Formi c ulidae). Para los reptiles , las presas más frecuentemente consumidas y de mayor ocurrencia en las egagrópilas fueron las víbora s (Cro talus spp) , culebras (Masticophis) y diversas lagartijas (Ctenosaura, Phrynoso ma, Cnemidophorus) . Con respecto a las aves, las especies de mayor ocurrencia en las egagrópilas fueron la paloma de alas blancas, el carpintero de Gila (Melanerpes uropygialis) , el pájaro azul (Aphelocoma) , el gorrión de cabeza roja y varias aves no identificadas. Asimismo, para los nidos del carac ara cercanos a las gran j as avícolas los restos de pollo fueron importantes. Para los principalmente mamíferos, las los Lagomorfos presas (Lepus y más importantes Sylvilagus) aunque fueron otras t a mbién contribuyeron significativamente, como ardillas (Ammospermo philus) y tuzas (Thomomys). B. I. F. O Con respecto a este indice encontramos que los valores más altos se registraron en el grupo de los insectos (Grillidae, Acrididae y Formiculidae), grupo de mayor frecuencia y ocurrencia dentro de la dieta del caracara, contribuyendo con mayor número de presas por egagrópila (Cuadro 22) 66 i gropil orto te o llida ), l o bri i r iculi ) , r ro i i a r t l ), t i so idcphorus) ro i gi li ) l a) o ica i l t í t l i a i ic iva i l mmospermophilus) _ .D g l lida i id i l ro i c. Biomasa. Los grupos de los mamíferos y de los reptiles contienen las presas que más contribuyen a la biornasa consumida por el caracara durante toda la época reproductiva (175,373.93 gen 195 egagrópilas). Aunque las aves también dan un aporte importante, no es tan significativo corno el de los dos grupos zoológicos mencionados anteriormente. En contraste, aunque los insectos constituyen más del 68% de las presas encontradas en la dieta del caracara, aportan menos del 1% de la biornasa total ingerida por esta ave (Cuadro 22, Figura 19). En relación a los rnamiferos, el máximo aporte en biornasa lo ofrecieron los Lagornorfos y parcialmente la ardilla y las tuzas. La s dos presas de lagornorfos (Sylvilagus y Lepus), representan aproximadamente el 38% de la biornasa total ingerida por el caracara. Con respecto a los reptiles, nuevamente las viboras (Crotalus spp) y la cachora (Ctenosaura hemilopha) dan el mayor aporte de biornasa a la dieta del caracara. En relación a las aves, la paloma de alas blancas y el correcarninos (Geococcyx californianus) hacen las máximas aportaciones. Los restos de pollo dieron aportes importantes en los nidos cercanos a granjas. En relación a los insectos, los más importantes fueron los Ortópteros, que aportaron el 0.65% de la biornasa total ingerida. 67 C g ma t e ro i g i i m o t ri ti l l ma ie o m í ma m r i m l i l ma t il ma l o m l i l t o i t ortopt 9 ma D. Tamaños de presa. En relación al tamaño de las presa s que el caracara más frecuentemente selecciona dentro de su di e ta , el caracara muestra una fuerte tendenci a a consumir presas de todos los grupos zoológicos cuyo peso osci la entre 1 y 50 g (82 %) (Cuadro 23, Figura 24). Sin embargo, esta tendencia está fuertemente influenciada por el a lto consumo de insectos y pequeñas aves principalmente (Cuadro 23, Figura 20). Por otro lado, la relación de biomasa es completamente inversa representando las presas de O a 50 g únicamente el 5% de la biomasa ingerida. En relación a los reptiles y mamíferos, los tamaños de presa son más diversos (Cuadro 24) , prefiriendo presas mayores a los 200 g . Estas presas son las que aportan mayor biomasa en la dieta del caracara (como ya se vió anteriomente, siendo iguanas, víboras y lagomorfos principalmente) (Cuadros 25-A y 25-B). El cuadro 25 muestra la estimación del número de presas presentes en cada egagrópila según el rango de tamaño. Como podernos ver el radio observado de presas consumidas con presas menores a los 100 g e n relación a las de más de 100 ges de 5:1. Se calculó el Tamaño Medio de Presa para cada uno de los diferentes tamaños de presa de cada grupo faunístico, encontrando que los tamaños de presa que contribuyen con mayor biornasa en la dieta del caracara son los mamíferos y los reptiles de más de 200 g, mientras que por grupo faunístico los mamíferos contribuyen con más biomasa por presa (Cuadro 26). En c uanto a los resultados de la prueba de amplitud de l nicho 68 o l , i o i 9 % i lue l i 9 o l t 9 9 o í ), f i ay 99 . g IH1 ¡ui o i ip l e t (Cua ti io l r ro i m 99 o 99 e s l o i t g ma l 99 g i l l trófico (Cuadro 27) considerando las especies consumidas de los 4 diferentes grupos faunisticos, el caracara resultó ser una especie generalista. Sin embargo al realizar la prueba con los totales registrados por grupo faunístico la especie resulta ser un poco más especialista, dado esto por la abundancia de insectos y algunos mamiferos, en especial por los lagomorfos en su dieta. Al realizar la prueba de amplitud del nicho trófico dentro de cada grupo faunistico según el valor encontrado el caracara es relativamente especialista con respecto a los mamíferos, influenciado esto por la gran cantidad de lagomorf os encontrados dentro de su dieta, mientras que con respecto a las aves y los reptiles el caracara parece comportarse como una especie muy general i sta. En el caso de los insectos, el caracara es generalista pero mostrando cierta preferencia por algunos de los grupos, como los son los ordenes Ortóptera y Coleóptera. 69 o ? l o i r l l i t l ci l i í i l l l o i ti l ci l cxnires zilosima if , lu g rali l r l l orto t o Cuadro 22. Frecuencia y biomasa de las diferentes presas encontradas en la dieta del caracara durante 1990 en la Región del Cabo, B.C.S. en 195 egagrópilas. El número entre paréntesis indica el peso medio de la especie. *Datos bibliográficos (Terrer 1980) ·**Clase Chelicerata FRECUENCIA TOTAL ANUAL free. % CLASE MAMMALIA Sylvilagus audubonii (500) Lepus californicus (500) Ammospermophilus leucurus (102) Thomomys umbrinus (103) Perognathus arenarius (25.9) Dipodomys merriami (42.4) Peromy scus eva (13.8) Peromyscus truei (13) Neotoma lepida (148) Canis latrans * (500) Spilogale putorius *(500) No identificados (25) TOTAL MAMIFEROS CLASE AVES 52 77 18 17 7 6 8 1 6 3 1 17 213 Falco sparverius (93.4) 1 Callipepla californica (189.5) 2 Zenaida asiatica (152.9) 18 Columbina passerina (38) 2 Geococcyx californianus (210) 4 Melanerpes uropygialis (54) 8 Colaptes auratus (82) 2 Myiarchus cinerascens (27.4) 4 Aphel o coma coerulecens (84.5) 8 Campy 1 orhynchus brunneicapillus (49) Phainopepla nitens (25.4) Cardinalis sinuatus *(43) Icterus cucullatus (31.8) Poleoptila melanura (6) Tyrannus vociferans (25) Passer domesticus (22.4) Carpodacus mexicanus (21} Gallus gallus (500) No identificadas (25) TOTAL AVES CLASE REPTILIA 1 1 1 6 1 1 1 7 18 63 149 Callisaurus draconiides (23.9) 3 Ctenosaura hemilopha (500) 42 Dipsosaurus dorsalis (60.7) 13 2.416 3.578 0.836 0.790 0.325 0.279 0.372 0.046 0.279 0.139 0.046 0 . 790 9.898 0.046 0 . 093 0.836 0 . 093 o. 186 o. 372 0.093 0.186 0.372 0.046 0.046 0.046 0.279 0.046 0.046 0.046 0.325 0.836 2.928 6.924 0.139 l. 952 0.604 70 BIOMASA OCURRENCIA ( % ) TOTAL ANUAL Biom. % 26.67 39.49 9.23 8.72 3.59 3.08 4.10 0.51 3.08 l. 54 0.51 8.72 0.51 l. 03 9.23 l. 03 2.05 4.10 l. 03 2.05 4 . 10 0.51 0.51 0.51 3.08 0.51 0.51 0.51 3.59 9.23 31. 79 l. 54 21.54 6.67 26000.0 38500.0 1836.0 1751.0 181. 4 254.2 110 . 4 13. o 888.0 1500 . 0 500.0 425.0 71959.06 93.4 379.0 2752.2 76.1 840.0 432.3 164.0 109.8 676.0 49.0 25.4 43.0 190.8 6.0 25.0 22.4 147.0 9000.0 1575.0 16606.39 71. 7 21000.0 788.9 14 . 8255 21. 9531 l. 0469 0.9984 0.1035 0.1450 0.0630 0.0074 0.5063 0.8553 0.2851 0.2423 41.0318 0.0533 0.2161 l. 5693 0.0434 0.4790 0.2465 0.0935 0.0626 0.3855 0.0279 0.0145 0.0245 0.1088 0.0034 0.0143 0.0127 0.0838 5.1319 0.8981 9.4691 0.0409 11.9744 0.4498 IFO l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 02 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 l. 00 9 io l ro i i i Dat i i 89).* Cl l I H I c H _% Ú H l i ubonii 99 l 99 ?? r ophil 9 9 ? T i rr i r y 99 i 99 ica H HIFE I-~ --I)-:L-J'I0"II-*CII l l a i i i ri C l ia 9 H l i l l 1 oco pylor i il l i l l l ti l ti i o ) l l o 99 ica I-I uiAf¢c›AaJm¡4H |-Il-Ii-*oil-III-*I-' 3 9 9 - 7 3 3 0 9 0 0 1 0 3 3 TI I l i 9 r i 99 i l 99 2 1.9 3 1.5 1. 1. 1.0 1 9 1.5 51 9 9 9 9 9 9 9 999 9 9 - 5 9 9 9 9 9 99 1.0 9 9 9 1.5 9 9 933 9 9 9 3 1.9 1. 1. 1. 1.0 1.0 1.0 1.09 1.0 1.0 1. 9 1. 1.0 1. 1. 1. 1.0 1.0 1.0 1.09 1.0 1.0 1.0 1.0 1.0 1.0 1.9 1.0 1. 1.9 1. 1. 1.0 1. 1.0 1. Continuación Cuadro 22. FRECUENCIA BIOMASA TOTAL ANUAL OCURRENCIA TOTAL ANUAL !FO free. % (%) Biom. % Phrynosoma coronatum ( 36) 40 l. 859 20.51 1440.0 0.8211 l. 00 Sceloporus hunsakeri (52.47) 3 0.139 l. 54 157.4 0.0898 l. 00 Sceloporus licki (16.5) 21 0.976 10.77 346.5 0.1976 l. 00 s. monserratensis (17) 11 0.511 5.64 187.0 0.1066 l. 00 s. zosteromus (29.5) 3 0.139 l. 54 88.5 0.0505 l. 00 Cnemidophorus maximus ( 24. 9) 26 l. 208 13.33 646.6 0 . 3687 l. 00 Lampropeltis getulus (229) 3 0.139 l. 54 687.0 0.3917 l. 00 Masticophis f lagellum (301. 5) 13 0.604 6.67 3919.5 2.2349 l. 00 Pituophis melanoleucus ( 280) 5 0.232 2.56 1400.0 0.7983 l. 00 Salvadora hexalepis (170) 4 0.186 2.05 680.0 0.3877 l. 00 Crotalus en yo (500) 4 0.186 l. 54 2000.0 l. 1404 1.33 Crotalus ruber (500) 8 0.372 4.10 4000.0 2.2808 l. 00 Viboras no identificadas (500)59 2.742 28.70 29500.0 16.8212 l. 05 Reptiles no identificados(25) 5 0.232 2.56 125.0 0.0713 l. 00 TOTAL REPTILES 263 12.221 67038.1 38.2258 l. 00 CLASE IN SECTA Orden Coleoptera (O. 5) 14 0. 6 51 7.18 7 .0 0.0040 l. 00 Fam Carabidae (0.37) 15 0.697 5.13 5.6 0.0032 l. 50 Fam Scarabeidae (O. 45) 11 0.511 3.08 5 . 0 0.0029 l. 83 Fam Tenebrionidae 1 (0.47) 235 10.920 40.00 110.4 0.0630 3 . 01 Fam Tenebrionidae 2 (0.13) 92 4.275 20.51 12.0 0.0068 2.30 Cerambicidae ( 1) 7 o. 325 2.05 7 . 0 0.0040 l. 75 Orden Ortoptera (0.75) 4 0.186 l. 54 3.0 0.0017 l. 33 Fam Grillidae ( 1) 644 29.926 37.95 644.0 0.3672 8 . 70 Fam Arididae ( 2) 254 11.803 26.67 508.0 0 . 2897 4 . 88 Fam Tettigonidae ( 1) 4 0.186 l. 54 4.0 0 . 0023 l. 33 Orden Dermaptera Fam Formiculidae (O. 5) 66 3.067 9.23 33.0 0.0188 3.66 Orden Hymenoptera (O. 5) 9 0.418 2.56 4.5 0.0026 l. 80 Odonato (1) 1 0.046 0.51 l. o 0.0006 l. 00 Orden Diptera (O. 5) 1 0.046 0.51 0.5 0.0003 l. 00 Scorpionidae ( 2) * 12 0.558 6.15 24.0 0.0137 l. 00 Arana e (O. 5) * 1 0.046 0.51 0.5 0.0003 l. 00 Tarantula (5) * 1 0 . 046 0.51 5.0 0 . 0029 l. 00 Solifugos (O. 5) * 4 0.186 0.51 2.0 o. 0011 2 . 00 Chilopoda (2) 3 0 . 139 0.51 6.0 0.0034 3.00 No identificados ( 1) 88 4.089 22.56 88.0 0.0502 2.00 TOTAL INVERTEBRADOS 1466 68.123 1470 . 4 0.8385 l. 00 Carroña (300) 61 2.835 31. 28 18300.0 10.4348 l. 00 TOTAL DE PRESAS 2152 100.000 175373.93 100.0000 H' 2.738 2.238 J' 1.494 1.221 71 o r . nzc znc a1on s i* o ocunnzxcia o (4) %c . 2 i I 8 ' 9 l ri 2 l 5 r 2 S i 8 r l H la l 9 l 9 l l 29 99 99 vibor ica 99 t ic ) I ord 9 9 2 i 9 4 r 9 2 r 9 i 2 ord orto t 9 2 lida 8 i id ord 9 ord 9 5 od or t 9 ) 9 ) l 9 ica C C 8 Hm .B-I-II-*(0)-Il-*(¦¦¡g-¡ 99 ol B B 1.3 1.29 9 3 6 9 0 3 3 3 9 9 0 9 1 3 1. 1. 1. 9 1. 9 3 3 1. 1. 9 9 9 9 99 9 9 9 9 |-› I--'H' -o~*-'?1'¦|.|:«-:...:--.lr~».Ii.';.'›I.rILfl--I QDDDDDA-Gmü 1.0 .Ih- '-IflflN U0'-I0"Il*~.I'lJ'I'fl'1¦I-C3 -IIIIIQQIl-Ú'Ú'ÚÚLI'lIDLl'I 9 9 9 3 36 1.1 9 0 9 9 9 2 0 99 0 0 0 9 9 1. 1. 1. 1. 1. 1.99 1. 1.9 1. 1. 1. 1. 1.0 1. 1. 1.5 1.3 0 1. 1.3 3 7 30 1.3 1. 1. 1.0 1. 1. 1. 0 1.0 1.0 __.H_' Jl 3 0 Figura 19. Frecuencia y biomasa con la que contribuye cada grupo faunistico en la dieta del caracara. Porcen taje 100 80 60 40 20 o Mamiferos Aves Rept iles Insectos - Frecuencia B Biomasa 7 2 t i tayoJ __ 9 -1)- 5 * I m- I zo- r I t _ Cuadro 23. Frecuencia y biomasa con la que contribuyó cada categoria de tamaño de presa a la dieta del caracara durante 1991, en la Región del Cabo, B.C.S. FRECUENCIA BIOMASA TOTAL ANUAL TOTAL ANUAL fr % g % o - 50 g 1696 81.93 7333.12 5.06 50 - 100 g 38 1.84 2451. 45 1.69 100 - 200 g 61 2.95 7268. 70 5.01 Más de 200 g 275 13.29 128012.50 88.24 TOTAL GENERAL 2070 100.00 145065.77 100.00 Figura 20. Frecuencia y biomasa con la que contribuye cada categoria de tamaño de presa en la dieta del caracara. Porcentaje 100 80 60 40 20 o 1 - 50 50 - 100 100 - 200 > 200 - Frecuencia B Biomasa 73 g o io l 8. _ ' I H Í _f _ _ 9 99 9 9' _ _12_B91 . 3 . . 9 i l H l j 9-fl 1 1- -_, _ _ BO* ' .io-1 '20- I ii, ; 1 oo oo 9 › 99 _ i Cuadro 24. Frecuencia y biornasa aportada por cada tamaño de presa de cada grupo faunístico en la dieta del caracara durante 1991, en la Región del Cabo, B.C.S . (%*=Porcentaje en relac ión al total del grupo, %* *=Porcentaje en relación a l total general. FRECUENCIA BIOMASA fr %* %** g %* %** k:LASE MAMALIA o - 50 39 18 . 31 l. 88 984.06 l. 37 0.67 50 - 100 o o.oo 0.00 0 . 00 0.00 0.00 100 - 200 41 19.25 l. 98 4475.00 6.22 3.04 Mas de 200 133 62.44 6.42 66500.00 92.41 45.13 ri'OTAL MAMIFEROS 213 100.00 10.27 71959.06 100.00 48.83 CLASE AVES o - 50 90 68.70 4.34 2433.41 31. 99 l. 65 50 - 100 17 12.98 0 . 82 1201. 78 15.80 0.82 100 - 200 20 15.27 0 .96 3131.20 41.17 2.12 Mas de 200 4 3.05 0.19 840.00 11. 04 0.57 ri'OTAL AVES 131 100.00 6.32 7606.39 100.00 5.16 CLASE REPTILIA o - 50 109 41. 44 5.26 2905.26 4.38 l. 97 50 - 100 16 6.08 0.77 995 . 71 l. 50 0.68 100 - 200 o 0.00 0.00 o.oo o.oo 0.00 Mas de 200 138 52.47 6.66 624 71.50 94.19 42.39 ri'OTAL REPTILES 263 100.00 12.69 66372. 47 100.00 45.04 CLASE INSECTA o - 50 1466 100.00 70.72 1470.70 100.00 l. 00 50 - 100 o 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 100 - 200 o o.oo 0.00 o.oo 0.00 o.oo Más de 200 o o.oo 0.00 0.00 0.00 0.00 ri'OTAL INSECTOS 1466 100 . 00 70.72 1470. 70 100.00 1. 00 ri'OTAL GENERAL 2073 100.00 147408.62 100.00 74 ma i l io . o l l l * o l l l 1 I 2* 2** DH 9 *i ir'k C 0 9 99 9 99 N 99 T H HIFE B 0 9 99 99 T TI I 9 9 9 99 9 99 T I B - L 9 9 9 99 9 99 T I. _ __ _ _ __ BS 0 9 0 0 0 0 3 0 09 9 4 3 9 0 00 0 00 1. 1. 9 9 9 9 3 9 0 00 0 00 1.3 9 9 9 9 1. 0 00 9 9 1. 1. 1. 0 00 _ _| T I T _ _ l _ 90 _I 9 I___†_ _ ___.. _ _ _ _ _ † _ Figura 21-A. Número de presas de cada categoria de tamaño, con los que contribuye cada grupo faunistico en l a dieta del caracara . Insectos Reptiles Aves Mamiieros o 20 - 1 - 50gr D 100 - 200 gr 40 60 Porc en taje - 50 - 100 gr B > 200 gr 80 100 Figura 21-B. Biomasa con la que contribuye cada categoria de tamaño de los diferentes grupos faunisticos en la dieta del caracara. Insectos Rept i les Aves Mamí feros o 20 - 1 - 50gr D 100 - 200 gr 40 60 80 100 Porcen taje • 50 - 100 gr - > 200 gr 75 i . r e t ri t , l t i i i l i l r . I _ ___Í |I')S€CiC_I5 *' | I H'oD'[¦|9S ¡ | I ' jiro : I --__ _ I J _: 0 6 -1-.f:-9-:if so-ioogf i: joe - zoo E ›zoc of í I í I _ I _ T I i g t r l e t i i l l'j III ,WS ¬ _ I rt ( 1 1 I " I I 9 9 9 9 9 Too ' - sn gr :RW: so - *nn zoo .- I zoo uf H n: ¡ Él! “L '__l _ - c uadro 25. Estimación del número de presas promedio presentes por egagrópila en relación a s u tamaño de presa. Tamaño de presa No. de presas/egagrópila o - 50 g 8.69 5 0 - 100 g 0.19 100 - 200 g 0.31 Más de 200 g l. 41 > 100 g l. 72 < 100 g 8.89 Cuadro 26. Bi omasa promedio, Tamaño Medio de Presa (TMP) y Biomasa relativa con la que contribuye cada tamaño de presa en la dieta del caracara. TMPGF Bpj 8 AT CLASE MAMALIA o - 50 25.2 0.48 50 - 100 o.o 0.00 100 - 200 108.2 2.09 Más de 200 500.0 32 .13 TOTAL MAMIFEROS 338.7 34.69 CLASE AVES o - 50 27.3 1.18 50 - 100 70.7 0.58 100 - 200 140 .1 l. 42 Más de 200 210.0 0.41 TOTAL AVES 125.3 7.93 CLASE REPTILIA o - 50 27.7 l. 37 50 - 100 59.5 0.60 100 - 200 o.o 0.00 Más de 200 439.7 29. 31 TOTAL REPTILES 248.1 31.28 CLASE INSECTA o - 50 o 7 0.7 0.53 TMP 00 74.4 76 C adr ti i l i ro i o 1 -4 _'_'_ ' - - --- " "" -- - _ ƒegagrogii _ 0 D lüü q Uü q q 1. lüü q 1.? s s Íioo o a i F a l . r' I f ¿_ _. - _ -- Bpj Bar 0 i zoo ves 0 1 ' oman ves otase TI I 0 1 HB H HIFE B ? B _--¬- 0.- _'_ _§_9 ____ __ _ Ami ___ _ 0 0 0 0 ? Qaï _ U.ü 1 3 1. ? 1.3? ü üü 3 Qaãfl ¡ I 1. HPGG 1 cuadro 27 . Amplitud de nicho trófico d e l ca racara e n la Región del Cabo, B.C.S. durante 199 1, y según los diferente s n iveles de agrupacion de las presas consum i das. Presas consideradas Todas las espec i es Totales de los grupos faunisticos Mamiferos Aves Reptiles Insectos Insec tos / agrupando las especies de Coleópteros y Ortópteros 77 B 6.3241 1.7867 2.0900 7.4340 7.78 70 3.4640 1.9670 C l o l o l 5 u r t i i umi - _- _- ---¡ï_ . _ 1-_ --- _ __ __- _ ci i í I ti tosƒa r ö ö '? DISCUSION y CONCLUSIONES En general, el carac ara es una especie común y abundante que utiliza un amplio espectro de hábitats a sociados y no asociados a actividades humanas dentro del matorral sarcocaule de la Región del Cabo. Las altas densidades registradas de parejas r eproductoras de esta ave rapaz parecen estar relacionadas directamente a la alta disponibilidad de sitios para colocar los nidos, a la presenc i a de pequeños ranchos que realizan una limitada actividad ganadera, a las actividades periódicas de barbecho en zonas de cult i vo y a l a alta disponibilidad de presas y carroña que tiene el caracara en este ecosistema. Siendo el caracara una espec i e generalista en su dieta, que incluye tanto presas vivas como carroña d e todos los grupos de vertebrados y siendo el matorral sarc ocaule una comunidad altamente productiva (León de la Luz et al en prensa, J i ménez datos no publ., Rodriguez-Estrella datos no publ.) , aunado a a lgunos beneficios propiciados por la actividad humana (inc r e me nto de poblaciones de insectos y carroña), es posible i nfer ir el eleva d o éxito reproductivo de la especie en l a región. La discusión se ha subdividido en apartados de acuerdo a la presentación de resultados. Distribución y abundancia El caracara es una especie común y abundante que se distribuye ampliamente en el matorral sarcocaule. Debido a que la literatura e x istente no reporta información sobre la densidad de la especie (Dikinson 1989, Ellis et al 1988, Evans 1982, Fundenberg y Heinzman 78 I ï r l iz l t i i t id l t l io r ductores; l i i i i l ita t t ida iv Y i i i ci r l o t l uni ime l í tr l l.), fi ti crem i ri i ti a o i i i t io l i l t l r l g te i i ins 3 T3 1967, Glinski 1989, Heinzman 1970), no es posible establecer comparaciones para este parámetro entre lo encontrado en la Región del Cabo y otras regiones del área de distribución del caracara o quelele. Sin embargo, se puede considerar que la población de carac aras de la Región del Cabo es una de las más densas de su distribución norteña y meridional, poblaciones tal vez comparables a las presentes en la selva baja caducifolia de Sinaloa (Rodriguez- Estrella com. pers.). Levy (1988), reporta registros de 1 y hasta 2 individuos observados por dia en zonas fuera de áreas de reproducción, cantidad que contrasta con las observadas en este estudio. Por otro lado, ya en 1987 se habian iniciado los censos metodológicos en la Región del Cabo (Rodriguez-Estrella 1988, Rodriguez-Estrella et al 1990), por lo que es posible hacer ciertas comparaciones a lo largo de 5 años de estudio. I Se ha encontrado una tendencia similar en las variaciones de la densidad del caracara a lo largo del año: del orden de 1 individuo por km2 durante la época reproductiva (abril), hasta más de 4 individuos por km2 en la época post-reproductiva (octubre- noviernbre). Nuestros registros de la densidad del caracara mostraron variaciones significativas en diferentes zonas de la región. En un transecto ubicado entre La Paz y los Planes (transecto 2) se registró una densidad promedio de 0.10 individuos por km2 , mientras que en otro (Carretera al Triunfo, transecto 3) fué de 0.18 individuos por km2 . 79 l i t a o o l i o io l o v ri l l cif l s t l } id ì io t i í ia t l o l [ í t l í t l i t t i i l l ? ri id g t ti m i i ic i r o r o i i id ? e id ì Estas diferencias tan contrastantes parecen explicarse por dos causas principales: 1.- En los transectos 2 y 3 existe una gran perturbación del hábitat. En el transecto 2, hay una gran actividad agricola que ha implicado grandes desmontes y mayor presencia del hombre. En el transecto 3 consiste del desmonte extensivo para desarrollo de áreas ganaderas, donde se han eliminado las posibles estructuras donde los caracaras podrian colocar sus nidos y posarse para cazar, descansar o realizar actividades territoriales o de cortejo. 2.- Las granjas avicolas y el basurero municipal están más cercanos al transecto 1, lo que implica más alimento. Por otro lado, la menor intensidad en nuestos censos en los transectos 2 y 3 podria estar sesgando la información. Sin embargo, a lo largo de 5 años, también se han observado estas diferencias (Rodriguez-Estrella com. pers.). En relación a la variación de la densidad del caracara registrada en el transecto 1, ésta es dependiente de la fenologia reproductiva de la especie. Al inicio de la época reproductiva (febrero-marzo) es frecuente ver a los caracaras en vuelo forrajeando en la carretera, en despliegues de cortejo y cópula o acarreando material para la construcción o reconstrucción de los nidos. Durante la anidación (finales de marzo-agosto) , y en la época reproductiva, la abundancia de caracaras es menor en el área cercana a las carreteras, al parecer debido a que los adultos permanecen en el nido y/o en áreas aledañas durante la incubación de los huevos o durante el periodo de crianza para el cuidado de 80 . c o i ti l l s to-2 l i arr ll l i t í l t ida i l i l a l í { t l o 'v ri i cha i i í ti i [ l o t ri l t o t i i i in l r - gosto) v t a i g l o SD los pollos o volantones. Hacia el final de la época reproductiva y durante la época no reproductiva (agosto-febrero), el número de caracaras forrajeando en las carreteras va en incremento con los adultos y los juveniles del año que comienzan a forrajear en las carreteras. Asimismo, el número de parejas, adultos solos y juveniles observados a lo largo del transecto varia dependiendo de la fenologia reproductiva: desde el final de la la mayor cantidad de parejas se observa época reproductiva, cuando ambos padres pueden salir a cazar juntos, hasta el inicio de la siguiente época reproductiva cuando inician los vuelos en pareja para el cortejo y prepara c ión del nido. La mayor abundancia de adultos solos se registra durante los meses de abril a junio (durante la época reproductiva). Este tipo de caracaras aunque son registrados constantemente durante el año, son generalmente inmaduros, individuos sin pareja o adultos miembros de una pareja que van a las carreteras en busca de animales muertos. La mayor proporción de individuos juveniles o volantones ocurre entre septiembre y noviembre de cada año, cuando los volantones abandonan el nido y pueden ir a estas áreas en busca de alimento junto con los padres (Cuadro 4). Con respecto a la abundancia de carearas registrada en las granjas avicolas y el basurero, durante 1990 el 85 % de los caracaras observados se registraron en las granjas avicolas y tan solo el 15% en el basurero (n=349). En este año 1990, se denota una 81 l i l e ti ti t -f r l l l l rgo- l 'v r i í ti e ti li i t o l i l ri [ ti l id l i o id l bre: a l c l % l clara preferencia de los caracaras por el alimento obtenido en las granjas avicolas, las cuales tiraban entre 10 y 15 pollos muertos en la mañana y en la tarde, mientras que en el basurero eran tirados los desperdicios del rastro de la ciudad. En 1991 las proporciones son inversas, ya que sólo el 19% de los caracaras fueron registrados en las granjas avicolas mientras que el 81% fue observado en el basurero (n=70). Además del cambio en las proporciones de individuos presentes en granjas y basureros en 1990 y 1991, la cantidad de individuos registrados en 1991 fue mucho menor a la registrada durante 1990. Estas diferencias son debidas principalmente a cambios en el manejo de los desperdicios generados en las granjas avicolas, ya que a partir de 1991 los pollos muertos por enfermedad, asfixia o vejez eran cremados en fosas cercanas, medida con la cual se procuraba evitar el contagio o propagación de enfermedades. Con respecto al basurero a partir de 1991 la basura comenzó a ser separada y enterrada según se iban llenando las fosas. A consecuencia de estas medidas sanitarias es más frecuente observar a los caracaras en el basurero municipal, aunque en menor número que el año pasado. Los nidos y las parejas reproductivas Al igual que las poblaciones de Arizona y Texas (Levy 1988, Dickinson 1990) , el caracara en la Región del Cabo construye sus nidos principalmente en grandes cactáceas, corno el cardón, aunque en la Región del Cabo también se encontraron nidos sobre otras 82 r lo g r r i l o ' i i id i jc› r i rti fi i io rti l i i i l 1 l iz i 8), io m o io l t estructuras de soporte como el mezquite, yuca , p a lo verde y palmeras, las cuales no s on util izadas po r l a población de caracara en Arizona . En Florida llegan a utilizar los pinos (Levy 1988). Con respecto a la altura a la que fueron construidos los nidos dentro de las estructuras de soporte, en la Región del Cabo los caracaras los construyen a una altura ligeramente mayor a la reportada para los nidos de Arizona (Levy 1988) y Texas (Dickinson 1990), aunque esto no es significativo. En relación a la altura del material de construcción de los nidos, como ya se dijo anteriormente, esta altura dependerá de las veces que se haya utilizado el nido, ya que la pareja agrega material fresco al nido cada vez que el nido es utilizado, Dickinson (1990) reporta una profundidad de nido de 170 cm de 5 nidos estudiados, alturas mayores a las encontradas en los nidos de la Región del Cabo (30 a 150cm) . Con referencia al mater ial utilizado para la construcción del nido, las especies vegetales utilizadas son tanto de plantas anuales como perenes, algunas trepadoras y otras arbustivas. La orientación que guarda el nido en relación a la incidencia de los rayos solares, es un factor importante en los aspectos bioenergéticos de la reproducción, ya que mientras mejor orientado esté el nido y permita una menor incidencia solar, menor será la insolación de los pollos y menor el tiempo que los padres tienen que dedicar para la protección de huevos, pollos y volantones, permitiéndoles más tiempo para dedicarlo a la búsqueda y aporte de pres as al nido (Mosher y White 1976). En la Re g i ón del Cabo el 83 t ezqui , l ilizada a o lega iz c dt t io l igera iz ins 8 i i o l ri t o t iza ri liza in t io l c ) teri l liza t o lizada ta: e. o o t io j e l o i o t ie i egio c mayor porcentaje de los nidos del caracara presentó una orientación norte-sur, la cual reduce las horas de incidencia solar en el nido y por tanto la insolación. Productividad Como ha sido mencionado, el caracara es una especie que reutiliza su nido año con año, reconstruyendo el nido viejo y adicionando en cada ocasión ramas frescas. En la Región del Cabo se determinó que el 84% de los nidos ocupados fueron reutilizados en 1990, valor similar al obtenido a partir de los datos reportados para 12 nidos de Arizona durante 1987, en donde el 75% de los nidos utilizados durante ese año habian sido usados en la época reproductiva anterior (Seymur 1988). Mientras que en Austin, Texas el 66% de los nidos fue reutilizado en 1989 (n=6; Dickinson 1990). En la Región del Cabo la mayor proporción de nidos liberó 2 volantones (68.7%), dato que contrasta con lo obtenido para Arizona en 1987 en donde la mayor proporción de nidos usados (nidos con pareja), liberó solo un volantón (66.6%). En la misma zona, durante 1988 la mayor proporción produjo dos volantones (41.6%), mientras que un 25% de los nidos liberó un volantón. En cuanto a la población de Texas, se reportan 2 volantones liberados por nido exitoso (n=4), aunque se menciona que fueron solo 7 los volantones liberados. A pesar de estos resultados disimiles no se encontraron diferencias entre las medias de productividad de estas tres localidades (Cuadro 20) lo que indica que la productividad de la 84 o o e l o t c i ti i i io r io i o i t iza 8 i i i rti l arizo ? ? liza í i e t t ri 5 ia [ 5 i 8 io l o o {8 ? † iz ? o j i o l o 8 895 o 81 o o o ib r ? ib . r' e= os- í ¡ua ti ida cu zo t B especie es similar en las tres áreas. Aunque en realidad la productividad de las aves debe calcularse mediante la relación del número de volantones liberados a partir del número de huevos puestos, en nuestro estudio no fue posible determinar la cantidad de huevos puestos ni se pudo realizar la secuencia de eclosión de los pollos. Esto se debió a que el caracara de la Región del Cabo se mostró sumamente susceptible a la presencia humana, alejándose los padres del nido casi inmediatamente que nos acercabamos a éste y permaneciendo fuera tiempo después de nuestra partida. Po~ ello evitamos hacer mediciones en los nidos durante el periodo de incubación, ya que se ha comprobado para otras rapaces que cuando los adultos pasan un tiempo prolongado fuera del nido durante la incubación, los huevos se vuelven inviables. Para algunas rapaces bastan 20 minutos fuera del nido a horas en que el sol se encuentra en el cenit para que los huevos mueran (Mosher y White 1976, Van Tyne y Berger 1976 y citas adentro). Por otro lado, en (nido 2) fue abandonado cuando 1990 se observó que un nido en las cercanías (±200m) se iniciaron las labores de construcción de un tanque para almacenamiento de agua para un poblado. Si hubiésemos perturbado las actividades de incubación de los caracaras con nuestras mediciones, probablemente nuestra información estaría falseada por la posible mortalidad de huevos causada por nuestras actividades o por el abandono de los nidos. Por lo anterior, se decidió considerar la productividad como el número de volantones producido por nido ocupado. Otros autores 85 ci i l t o ib r rti l t t i i l i l io io io l o pti i e mr n ci e or l t i io l l io 8 l l i Hos t t 8 o 1n1 i 88 i t o i i i l ida i io i o t i i ida t ri i i t otr lo han considerado asi también (Craighead y Craighead 1969, Ro.driguez-Estrella y Ortega-Rubio in press), es decir, es el éxito en la producción de jovenes volantones. A pesar de que los valores de productividad de esta especie, son relativamente altos es necesario denotar los factores que pueden disminuirla, siendo uno de los más importantes la perturbación causada por actividades humanas. En 1990 se registraron 2 nidos abandonados y con claras marcas de perturbación humana (cortes escalonados en el cardón que servia de soporte de los nidos No. 2 y 3). En 1991 otros tres nidos fueron completamente destruidos, y en ellos dos pollos fueron robados por un ranchero (nidos No. 1 y 6). Los pollos de esta especie son atractivos para algunas personas corno mascotas o para su venta. Por ello, los nidos son saqueados ocasionalmente. Sin embargo, en fechas recientes la actividad humana se ha incrementado en la región corno producto de la apertura de grandes extensiones de tierra a la agricultura, con la consecuente contratación de gente para realizar la pizca, gente que generalmente proviene de otros Estados de la República con otras costumbres sobre el uso y tráfico de especies animales (por ejemplo de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Sinaloa) . Otro de los factores que está afectando de manera particularmente preocupante la distribución y abundancia del caracara en la Región del Cabo, es la pérdida del hábitat. Se ha denotado que el desmonte de amplias zonas de vegetación natural restringe las posibles áreas de reproducción de la especie en el área (Rodriguez-Estrella et al 1990). 86 ì ríg t l D i i io ti i l rm ri i i a t t o ida 8 o l o r í t l 8 m l i l ti o m r ri o l l l ic i l ) a o i io l a i i t l t i o i t l 8 La perturbación humana, la disminución del hábitat y el comercio furtivo son reportados como los factores responsables del decremento de la población de caracaras de Florida (Johnsgard 1990) Fenoloqía Reproductiva De acuerdo al cálculo realizado para establecer la fenologia reproductiva del caracara en la Región del Cabo en 1990, el inicio de la reproducción ocurre un poco más tarde en esta localidad (marzo), que para la población de Texas (enero, Dickinson 1990), aunque concuerda con lo reportado para Arizona (marzo, Levy 1988). Dieta Como se puede apreciar después del análisis de las egagrópi- las y restos de animales asi como de las observaciones realizadas directamente en los nidos, el caracara es una especie con una dieta muy diversa comparada con la dieta de otras a ves rapaces (ver Brown y Amadon 1968), encontrando inclusive más de 9 diferentes tipos de presas en una sola egagrópila. Como se ha mencionado anteriormente (Resultados), el grupo de anfibios no fue detectado en la dieta del caracara por ninguno de los métodos de registro que utilizamos. Este grupo se ha mencionado anteriormente dentro de la dieta del caracara (Bent 1837, Brown y Amadon 1968). Es posible que la no aparición de este grupo de vertebrados en las egagrópilas analizadas sea consecuencia de un problema metodológico, ya que prácticamente no se colectaron egagrópilas después de la época de lluvias, periodo durante el cual este tipo de presa es muy 87 o o i r i o 8 l gi r t l l í ti io l 8 io o in 8 iz i l ro i ï i r ro i l f l e iza i ri o ro l t l a ro i e l ia po- E abundante y momento en que también podria ser presa del caracara. Otro de los problemas al que nos enfrentamos al realizar el análisis de las presas ingeridas a partir de las egagrópilas, fue la escasa cantidad de material encontrado correspondiente a cada grupo zoológico. Esto se debe a la especial forma de consumir las presas que tienen los caracaras: las aves son desplumadas, consumiendo prácticamente solo la parte interna; a los mamiferos les desprenden la piel y con los reptiles debe suceder algo semejante dada la presencia de minimas cantidades de escamas en las muestras. Un aspecto que nos ayudó a identificar presas y a observar la importancia de algunas de las mismas, fueron los restos encontrados bajo los nidos y los posaderos (cráneos, huesos largos, colas de iguana, vertebras de serpientes, cabezas de camaleón). La presencia de varias presas dentro de una misma egagrópila (hasta 30 insectos, dos aves, varias lagartijas, serpientes y pelos de diferentes mamíferos), ofrece una idea de la dificultad en el análisis e identificación de las especies-presa. Otros problemas en la identificación son resultado del desgaste y pérdida de color de algunas plumas, pelos, escamas y fragmentos de insectos que en algunos momentos impidieron corroborar el material hasta el nivel de especie y permitiendo únicamente incluirlos como material no identificado en cada uno de los respectivos grupos faunisticos. El caracara, ingiere una gran cantidad de insectos como se puede observar en los valores obtenidos para este grupo mediante el indice de frecuencia-ocurrencia y similar al reporte de Levy (1988) 88 í ot l l l rti ro i ri lo i l i l a l í j t o ti r las- tebras: ezas- l o ro i 8 r ¬y í ic t li ica ion.d i otr le ti i o l e t ri r i t ri t ic ti r í i i i i de una ocurrencia del 93%, a diferencia de lo reportado por Dickinson, en donde los insectos solo contribuyen con un 3% del total de presas consumidas. Este tipo de presas es principalmente consumido los meses de mayo y junio, las cuales son ingeridas durante los largos periodos de tiempo que esta especie pasa en el suelo. Se obtuvieron varios registros del caracara cazando o aportando presas muy frescas a sus pollos, lo que nos muestra su habilidad y preferencia por consumir presas cazadas por él mismo, por lo menos durante la época reproductiva. Lo anterior contrasta con el carácter de especie carroñera que varios autores han dado de la especie (Bailey 1928, Glazner 1964). Por otro lado, aunque varios autores han resaltado su capacidad de cazar presas vivas (Sprunt 1954, Brown y Amadon 1968, Palmer 1988, Jonhnsgard 1990) prácticamente todos consideran al caracara como una especie oportunista, dado que come carroña, presas vivas, plantas y realiza actividades de robo de alimento (cleptoparasitismo) intra e interespecífico (ver Haverschmidt 1947, Hamilton 1981, Glazner 1964, Rodríguez-Estrella y Rivera-Rodríguez 1992). Nuestros resultados muestran que si bien es cierto el carácter oportunista de la especie en cierto grado, no se le puede considerar completamente con esta estrategia. Existen varias evidencias que contradicen este carácter de oportunismo total. Primero y más importante, la alta proporción en la frecuencia de aparición de varias especies de vertebrados e invertebrados en las egagrópilas y restos analizados (Reptiles: Ctenosaura, Phrynosoma, 89 i l i í i l i i o e ti t ri a i i 8 l i 8 l 8 i l ida l it cif n i i 8 i tr ll i a i t i a a o ri o t ro i l t r Cne mido phorus, Masti c ophis, Cr o talus; Aves: Zenaida asiatica , Melanerpes ; Mamiferos: Lepus, S y lvilagus, Ammospermophilus) durante la época reproductiva, dif ic ilmente se pueden atribuir al oportunismo y a su consumo como carroña, máxime que en prácticamente todos los nidos existió un patrón similar de presas. Segundo, diariamente y muy temprano en la mañana fueron observados buscando alimento (carroña, pequeños vertebrados muertos en la carretera), a largo de las carreteras de una manera sistemática. Si bien esto podria indicar un carácter de oportunismo por un tipo de alimento, la búsqueda diaria y sistemática en sitios determinados implica toda una estrategia de forrajeo de la especie que el i mina la i dea de una búsqueda de alimento oportunista y azarosa s obr e un recurso de naturaleza impredecible como son las carroñas. Máxime que existen otras especies de aves que pueden a limentarse de este recurso, como auras y cuervos, y que son posible s competidores. Por otro lado, el aumento observado en el tráf i co en las carreteras podria aumentar en número la disponibilidad de este recurso. Sin embargo el mismo aumento del tráfico hace inaccesible este recurso ya que estas aves no pueden bajar a la carretera a consumir la carroña y ahora es más frecuente observar tanto caracaras como auras muertas en las carreteras por atropellamiento. Finalmente los resultados de Rodriguez-Estrella y Ri vera- Rodriguez (19 92 ) muestran que la conducta de robo, o cleptoparasitismo del caracara, no solo ocurre como una c onducta oportunis ta, sino también es el resultado de interacciones frecuentes en l a s áreas de alimentación y es una estrategia de 90 ne idoph r ti r t l ; i i u íf r :. s,. yl i gus,.am ospermophilusj ti ícilment t i i o o i i t l i t imin d im i i t i t l ic i i i i r' roña. ra. *m r * l í tr l i ran. i rt i t ta t ra ion a a l o t obtención de alimento promovida hacia la descendencia, por la presencia de recursos alimenticios primarios y secundarios predecibles. 91 io l i l ri i LITERATURA CITADA ABBOTT, G.G. 1933. The Closing history of the Guadalupe Caracara, Condor 35(1) :10-14 AOU. AMERICAN ORNITHOLOGISTIS' UNION. 1983. Check-list of North American birds. ARRIAGA, L. Y J. CANCINO. Prácticas Pecuarias y caracterización de especies forrajeras en la Selva Baja Caducifolia. 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PESO: (I= 0-50, II= 50-100, III= 100-200, IV= más de 200 o más gramos)¡ ALIMENTACION: IE= Insectivoro estricto, DE= Depredador, HE= Herbivoro; MICROHABITAT: A= Vegetación abierta, B= Vegetación densa. E S P E C I E Callisaurus draconoides (23.89) Ctenosaura hemilopha (1,629) Dipsosaurus dorsalis (60.68) Petrosaurus thalassinus Phrynosoma coronatum (39) Sceloporus hunsakeri (52.47) Sceloporus licki (16.5) Sceloporus monserratensis Sceloporus zostromus (29.5) Urosaurus nigricaudus Uta stansburiana Cnemidophorus hyperythrus (6.46) Cnemidophorus maximus (24.8) Elgaria paucicarinatus Lampropeltis getulus Masticophis flagellum (229) (301.5) Masticophis aurigulus Pituophis melanoleucus (280) Salvadora hexalepis (170) Trimorphodon biscutatus Crotalus enyo (350) Crotalus mitchellii (397) Crotalus ruber (575) 101 PESO ALIMENTACION MICROHABITAT I IE A IV II I I II I I I I I I I I III-IV III-IV III-IV III-IV III III III-VI III-VI III-VI HE HE-IE HE-IE IE IE IE IE IE IE IE IE IE IE DE DE DE DE DE DE DE DE DE A B A A A-B B A-B A-B B A B-A A B A A A A A A A A A 1. D t ri l o i abit l o 8 8 8 88 88 88 a 88 c: a : ti tri 8 i D o HI l is { i 5 e l 8 8 l r [ l 8 l r l icau r i r 5 i t l l 8 l 8 l 8 8 i li crsr i s 1 * .A Apéndice 2 . AVIFAUNA. Presas potenciales y carroña. Categorias de peso, tipo de alimentación y microhábitat de la avifauna del matorral sarcocaule. PESO: (I= 0-100, II= 100-200, III= 200-500, IV= 500 o más gramos); ALIMENTACION: GR= Granivoro, IE= Insectivoro estricto, IO= Insectivoro-omnivoro, OM= Omnivoro, NE= Nectarivoro, DE= Depredador, HE= Herbivoro, FR= Frugivoro; MICROHABITAT: A= Vegetación abierta, B= Vegetación densa. *=Datos bibliográficos E S P E C I E Falco sparverius (93.4) Callipepla californica (189) Zenaida asiatica (152.9) Zenaida macroura (101.7) Columbina passerina (38) Geococcyx californianus (210) Chordeiles acutipennis (39.6) Phalaenoptilus nuttallii (51.7) Caprimulgus vociferus (57.4) Melanerpes uropygialis (54) Picoides scalaris (31.7) Colaptes auratus (82) Myiarchus cineracens (27.4) Aphelocoma coerulecens (84.5) Auriparus flaviceps (6.5) Campylorhynchus brunneicapillus (49) Mimus polyglottos (53) Toxostoma cinereum Phainopepla nitens (25.4) Lanius ludovicianus (47.3) Vermivora celata (8) Cardinalis cardinalis (43.76) Cardinalis sinuatus (43)* Pheucticus melanocephalus (36.8) Chondestes grammacus (27.1) Molotrus ater (44.1) Icterus cucullatus (31.8) Icterus parisorum (30.1) Carpodacus mexicanus (21) 102 PESO ALIMENTACION MICROHABITAT II DE A III GR A III GR B II GR B I GR B IV DE A I IE A II IE B II IE B rr ro A rr ro A I ro A r ro A rr ro A r ro A r ro A II OM A r ro A I ro A I DE A r ro B r ro A r ro A r ro s I GR B I GR A r ro A r ro A I GR A i . I . i l t i , i li io i a i l ifa l l l : 8 88 88 88 88 88 88 I I : 8 i I í t o ti i 8 o í ri í D o o io r ic _'_l - __ A-_“_l ;_ I HI i ; l l ic i i S i r 8 r f ia 8 ' ' t tt ll i II I8 l II I I8 c I I ¡ e II I | P-li'-|I'-II-'|†"'¦|"'||"IP'|l"1=|'-II'-I-l"'lnI"i¦|"'¦ :=-:-¦=-::-mm:v:›m:›:=-:›:v›-:=-:=-:=-:=-n=-::-uuuu:=-:›=-mmm:=-:=- Í i__________ i lavìc I l i i I Hi t o I I - í r i l I I r i I l o I . j ± l t I i 8 I i o 8 Apéndice 3. MASTOFAUNA. Presas potenciales y carroña. Categorías de peso, tipo de alimentación y microhábitat de la mastofauna del matorral sarcocaule. PESO: (I= 0-100, II= 100-200 1 III= 200-500 1 IV= 500 o más gramos)¡ ALIMENTACION: GR= Granívoro, IE= Insec~ívoro estric~o, OM= Omnívoro, DE= Depredador, HE= Herbívoro; MICROHABITAT: A= Vegetación abierta, B= Vegetación densa. E S P E C I E Sylvilagus audubonii (1,200) Lepus californicus (1,800) Ammospermophilus leucurus (1 02 .3) Thomomys umbrinus (103.2) Perognathus baileyi (25 .9 ) Perognathus arenarius (14.6) Perognathus spinatus (23) Dipodomys merriami (42.4) Peromyscus eva (13.8) Neotoma lepida (148) Canis latrans (22,000) Urocyon cinereoargenteus (5,800) Bassarisus astutus (1,130) Taxidea taxus (11,000) Spil ogale putorius (567) Lynx rufus (15,700) Ganado (500) OTROS (Perro, gato, etc.) (500) 103 PESO ALIMENTACION IV HE IV HE II OM III HE I GR I GR I GR I GR I GR III HE IV DE IV OM IV DE IV DE IV DE IV DE IV HE IV DE MICROHABITAT B B B B B B B A-B B A-B A-B A-B A-B B A-B A-B A-B A ep i ¬ D . n i i l o l ra 8 88 8 88 88 88 88 è; I E I i nsectivoro stricto, o o i _ i D o i getacio 5 HI E _ l i 88 I f ic 88 ! r i ) F r ¡ L 888 , oi t 88 8 888 i 88 88 o o 88 r i l8 . i 8 D ¦P"¦I¦I'¦ì="'.II EDEDED _" _ --r _ _-'|=|---- de - n + r------ Apéndice 4. Fenología reproduc tiva de 11 nidos del quelele en la Región del Cabo, durante la estación reproductiva de 1990 No . de Nido Puesta Ec losión Volantón 1 69.5 (marzo 10) 100.0 (abril 10) 157.0 (junio 4 66.0 (marzo 7) 96 . 5 (abril 7 ) 153.5 (junio 6 92.5 (abril 2) 123.0 (mayo 3) 180 . 0 (junio 6* 223.5 (agosto 11) 254.0 (Sep. 14) 311. o (Nov . 11 86.5 (marzo 27) 117. o (abril 27) 174.0 (junio 12 79 . 5 (marzo 20) 110. o (abril 20) 167.0 (junio 13 123 . 5 (marzo 3) 154.0 (junio 3) 211. o (jul i o 16 86 . 5 (marzo 27) 117 .o (abril 27) 174.0 (junio 17 123.5 (marzo 3) 154 . 0 (junio 3) 211.0 (jul i o 18 121. 5 (mayo 1) 15 2 .0 (junio 1) 209 .0 ( j ul io 19 120.5 (abril 30) 151.0 (mayo 31) 208.0 (julio n 1 o 1 o 1 o 104 6) 2) 29) 7) 24) 15) 30) 24) 30) 28) 27 ) ì r cti _ gio c t io 8 _ ___ p _ __ __ cl io _ _ ____ l o [_ 5 8 5 8 ri se ii aa e iz 8 ia 8 bril 8 88 8 8 8 8 8 8 8 8 8 ri 8 ri ri ri 8 ri 8 38 8 8 8 8 8 8 8 8 8 8 io 8 8 ) io i 8 8 8 _ _ _ _ _ ____í_`__'__ E ___' _ É --- -0- É_ %_ _- --t _- _ `______ __ 8