TUTOR PRINCIPAL DE TESIS: DR. JORGE ENRIQUE LLORENTE BOUSQUETS FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM COMITÉ TUTOR: DR. JUAN JOSÉ MORRONE LUPI FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM DRA. NORMA LETICIA MANRÍQUEZ MORÁN CENTRO DE INVESTIGACIONES BIOLÓGICAS, UAEH CD. MX. MARZO 2019 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS FACULTAD DE CIENCIAS SISTEMÁTICA REVISIÓN TAXONÓMICA DEL GÉNERO Apodemia C. FELDER & R. FELDER, 1865 (LEPIDOPTERA: RIODINIDAE) TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: DOCTORA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS PRESENTA: MARYSOL TRUJANO ORTEGA UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. TUTOR PRINCIPAL DE TESIS: DR. JORGE ENRIQUE LLORENTE BOUSQUETS FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM COMITÉ TUTOR: DR. JUAN JOSÉ MORRONE LUPI FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM DRA. NORMA LETICIA MANRÍQUEZ MORÁN CENTRO DE INVESTIGACIONES BIOLÓGICAS, UAEH MÉXICO, CD. MX. MARZO 2019 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS FACULTAD DE CIENCIAS SISTEMÁTICA REVISIÓN TAXONÓMICA DEL GÉNERO Apodemia C. FELDER & R. FELDER, 1865 (LEPIDOPTERA: RIODINIDAE) TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: DOCTORA EN CIENCIAS BIOLÓGICAS PRESENTA: MARYSOL TRUJANO ORTEGA Ciencias UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO POSGRADO EN CIENCIAS BIOLOGICAS FACULTAD DE CIENCIAS DIVISION ACADEM ICA DE INVESTIGACION Y POSGRADO COORDINACION OFICIO FCIE/DAIP/1 09512018 ASUNTO: Oficio de Jurado M. en C. Ivonne Ramirez Wence Directora General de Administraci6n Escolar, UNAM P r esente Me permito informar a usted que en la reunion ord inaria del Comite Academico del Posgrado en Ciencias Biologicas , celebrada el dia 23 de abril de 2018, S6 aprob6 el sigu iente jurado para el examen de grado de DOCTORA EN CIENCIAS de la alumna TRUJANO ORTEGA MARYSOL con numero de cuenta 95338303 con la tesis titulada: "Revision taxonomiea del genero Apodemia C. Felder & R. Felder, 1865 (Lepidoptera: Riodinidae)", realizada bajo la direcci6n del DR. JORGE ENRIQUE LLORENTE BOUSQUETS: Presidente: Vocal : Secretario: Suplente: Suplente: DR. CARLOS RAFAEL CORDERO MACEDO ORA. MARiA DEL CARMEN POZO DE LA TIJERA DR. JUAN JOsE. MORRONE LUPI DR. ALEJANDRO ZALDIVAR RIVERON ORA. NORMA LETICIA MANRiQUEZ MORAN . Sin otro particular, me es grato enviarle un cordial saludo. AGNSN MVNASR/grf* ATENT A M E NTE "POR MI RAZA HABLARA EL ESPIRITU" Ciudad Universitaria, Cd. Mx., a 13 de noviembre de 201 8 DR. ADOLFO GERARDO AVARRO SIGUENZA COORDINADOR JUEL PROGRAMA c o onOINACI~N l nidaJ de P ()~grad n • Coordinm:i6n del Po!>grado en Cicncias B i ol6 g j c a~ Edificio D. I er. Piso. Circuito de Posgrados Cd. Univ c r ~itarm De!egacion CUY(Jacan c.P. 04.510 Cd. Mx. Tel. 5623 7002 http:,ipcbiol.posgrado.unam,mx Agradecimientos institucionales A la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuna de mi formación científica, ética y social. Al Posgrado en Ciencias Biológicas (PCB) de la Universidad Nacional Autónoma de México, por el apoyo brindado durante el proceso de mi formación académica y por impulsar el desarrollo de la ciencia en México. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por el apoyo económico que me otorgó mediante la Beca Nacional (CVU 131802) y Beca Mixta para desarrollar una estancia de investigación en Florida, E.U.A. Al programa de Apoyo de Estudios de Posgrado (PAEP) de la UNAM, por el financiamiento otorgado para una estancia de investigación. A los miembros del comité tutoral conformado por el Dr. Jorge Enrique Llorente Bousquets (Facultad de Ciencias, UNAM), Dr. Juan José Morrone Lupi (Facultad de Ciencias, UNAM), Dra. Norma Leticia Manríquez Morán (UAEH) por su guía y apoyo durante el desarrollo de este proyecto, así como por los conocimientos y discusiones que enriquecieron sustancialmente esta investigación. Agradecimientos personales Un agradecimiento especial a los miembros del Jurado: Dr. Juan José Morrone, Dra. Norma Manríquez, Dr. Carlos Cordero (Instituto de Ecología, UNAM), Dra. Carmen Pozo (ECOSUR-Chetumal) y Dr. Alejandro Zaldívar (IBUNAM) por el tiempo, las ideas y observaciones atinadas, útiles y oportunas. A todo el personal del Posgrado en Ciencias Biológicas, en especial a María del Coro Arizmendi, Adolfo Navarro Sigüenza, Lilia Espinosa Sánchez, Erica Flores, Patricia Oliva, Armando Rodríguez y Antonio Suárez por sus atenciones durante mis estudios de posgrado. A los proyectos DGAPA PAPIIT IN212418 y CONACyT 284966 que me brindaron apoyo. Al Dr. Jorge Llorente quien es un guía académico, respetuoso y motivador, que me enseñó la estructura de la labor científica. Gracias por la libertad, que me mantuvo como líder de mi investigación y por seguir desarrollando mi pensamiento crítico y análisis profundo de los conceptos. Agradezco de forma muy especial al Dr. Juan José Morrone y la Dra. Norma Manríquez, quienes se adentraron conmigo en la resolución de esta pregunta, me dedicaron su tiempo y energía y sobre todo porque son personas a las que admiro académicamente. A Jorge Llorente, Curtis Callaghan, Andrew Warren, Carmen Pozo, Armando Luis, Mercedes Luna, Isabel Vargas, América Castaneda y Carlos Cordero por compartir el gusto por los lepidópteros y la evolución, por ser mis guías en la vida y en lo académico, por sus enseñanzas. Agradezco a mi equipo maravilla y mejores amigos, Uri García y Omar Ávalos, por su ayuda valiosa, su disposición infinita y por el tiempo que me dedican siempre para discutir múltiples temas de ciencia y de la vida. A su lado siempre soy mejor. A los curadores, técnicos y personas que me proporcionaron y facilitaron muestras científicas, así como a las instituciones a las que pertenecen: A. D. Warren, J. Miller y A. Sourakov (McGuire Center for Lepidoptera & Biodiversity, Gainesville, FL), R. K. Robbins (National Museum of Natural History, Smithsonian Institution, Washington DC), A. Zaldívar, C. Mayorga y A. Ibarra (IBUNAM), C. Pozo (ECOSUR-Chetumal) y M. Luna (FES-Zaragoza). Mucha gente ayudó en la recolecta, agradezco especialmente a A. Arellano- Covarrubias, J. Hernandez-Jerónimo, Julio Fajardo, A. Contreras-Arquieta, T. K. O’Connor, A. D. Warren, J. C. Pavón-Vázquez. D. Huerta, J. L. Salinas-Gutiérrez y J. Shuey quienes facilitaron material de América Central y C. Callaghan de América del Sur. A Adrián Nieto por todo su apoyo logístico, por las discusiones en seminarios y ser un ejemplo del quehacer científico. A Julieta Brambila, Joe Martínez, Andy Warren y todos los amigos de Florida quienes me brindaron todo su apoyo durante mi estancia de investigación. Gracias por su amistad, por abrirme las puertas de su casa, por las charlas, paseos y por darme todo el apoyo que necesitaba. A Susana Guzmán y Cristina Mayorga, por su amistad, amabilidad y su ayuda logística y técnica. A mis amigos sin los cuales el mundo sería tremendamente aburrido: Omar Ávalos, Uri García, Arturo Arellano, Brujas queridas (Gaby, Itzel, Clariss, Tania, Marichu, Andrea, Beatriz), Jessica Hernández, Héctor Ortega, Julio Fajardo, Carlos Pavón, Rubí Meza, Alejandro Oceguera. A mi familia cuya alegría, amor y disposición siempre estuvieron presentes en esta etapa de mi vida. Gracias por su paciencia y comprensión cuando me invadía la locura. A todas las comunidades de México que siempre me recibieron gustosas. A la vida misma por sus procesos, complejidades y variación copiosa que me permiten sentir el asombro y son motor de mi curiosidad y creatividad. ‘El caos es un orden por descifrar’ J. Saramago Al Sol (Kin) de todos mis días. Índice Resumen…………………………………………………………………………………...01 Abstract ............................................................................................................................... 03 Introducción general………………………………………………………………...…...05 Sistemática de los géneros de Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski, 2018 (Lepidoptera: Riodinidae: Riodininae) Capítulo 1. Artículo de requisito publicado: Trujano-Ortega, M., U. O. García- Vázquez, C. J. Callaghan, O. Ávalos-Hernández, M. A. Luis-Martínez, J. E. Llorente- Bousquets. 2018. Two new genera of metalmark butterflies of North and Central America (Lepidoptera, Riodinidae). Zookeys, 729: 61-85…..................................... 18 Capítulo 2. Artículo que se enviará a Zootaxa: Trujano-Ortega, M., U. O. García- Vázquez, C. J. Callaghan, O. Ávalos-Hernández, M. A. Luis-Martínez, J. E. Llorente- Bousquets. Morphological variation and phylogenetic position of Apodemia planeca (Lepidoptera: Riodinidae) with comments on the monophyly of the genus Apodemia ……………………………………………………………………………………….53 Capítulo 3. Trujano-Ortega, C. J. Callaghan, M. A. Luis-Martínez, J. E. Llorente- Bousquets. A preliminary annotated checklist of Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski (Lepidoptera: Riodinidae: Riodininae) with a key to genera……………..77 Discusión general ............................................................................................................... .86 Conclusiones……………………………………………………………………………..116 Perspectivas……………………………………………………………………………….117 Literatura citada………………………………………….……………………………..119 Apéndice. Contribución al estado del conocimiento taxonómico y biogeográfico de grupos selectos de Riodinidae (Lepidoptera: Papilionoidea) Artículo publicado: Trujano-Ortega, M., A. Luis-Martínez & J. Llorente-Bousquets. 2015. Variación morfológica y distribución de Theope villai (Lepidoptera: Riodinidae). Southwestern Entomologist, 40(2): 333-350………………………………..………......142 Lista de Figuras Figura 1. Clasificaciones propuestas para Riodinidae y Riodininae…………………...10 Figura 2. Clasificación taxonómica de Riodinidae a nivel de tribu…………………….10 Figura 3. Especies del género Apodemia C. Felder & R. Felder, 1865………………..14 Lista de Cuadros Cuadro 1. Lista de especies del género Apodemia C. Felder & R. Felder, 1865 (Riodinidae: Riodininae: Emesidini)…...………………………………………………13 1 Resumen Apodemia C. Felder & R. Felder (Riodinidae) constituye el género más diverso en las zonas áridas y semiáridas en la región Neártica. A pesar que este género presenta gran diversidad taxonómica, morfológica y ecológica, son pocos los enfoques bajo los que se ha estudiado. Existen varios problemas taxonómicos asociados con este género. La monofilia del género y su posición filogenética son inciertas, ya que varias especies colocadas en Apodemia cambiaron a otros géneros e incluso a tribus diferentes durante los últimos 40 años. La discriminación específica se complica por la presencia de complejos de especies y la gran diversidad taxonómica que incluye numerosas subespecies (razas geográficas) cuyas distribuciones geográficas son extensas. Además, sus poblaciones mantienen zonas de contacto en las que se manifiesta variación intraespecífica pero fenotipos similares entre especies distintas. El desconocimiento taxonómico y sistemático de Apodemia se debe principalmente al uso de caracteres diagnósticos ambiguos que suelen compartirse con géneros cercanos. La delimitación de las especies históricamente se ha centrado en caracteres morfológicos que presentan variación fenotípica extensa, en función de la distribución espacio-temporal y de la poca vagilidad asociada a la especificidad con las plantas huésped. El presente estudio es una contribución inicial y constituye la primera revisión sistemática del género Apodemia, en la que se investigan las interrelaciones evolutivas de sus especies desde un enfoque integral y con base en un muestreo taxonómico y espacial amplio. Se pone a prueba la monofilia del género, con la finalidad que ayude a estabilizar la clasificación de Riodinidae. Se condujeron análisis filogenéticos probabilísticos a partir de tres marcadores moleculares (COI, EF1 y Wg) y una representación amplia de géneros de Riodinidae como grupos externos. Se analizan con detalle diversos caracteres morfológicos de las alas, patas, palpos y genitales masculinos; además se considera la historia natural y distribución geográfica del grupo. Se concluye que Apodemia no es un género monofilético, con base en la evidencia morfológica y molecular se describen dos géneros nuevos, Neoapodemia Trujano-Ortega con dos taxones distribuidos en los bosques de coníferas del suroeste de Estados Unidos y noreste de México y Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, con 10 taxones con 2 distribución en las zonas desérticas y selvas bajas caducifolias del sur de Estados Unidos, México y América Central. Además, Apodemia castanea Prittwitz de Brasil se excluye del género con base en los caracteres morfológicos y moleculares analizados; a la par otros trabajos recientes la reubican en la subtribu Zabuellina Seraphim, Freitas & Kaminski dentro del género Zabuella Stichel. También se discute el cambio de posición filogenética de dos especies diferenciadas fenotípicamente y con distribución restringida, Emesis planeca (R. de la Maza E. & J. de la Maza E) n. comb. y Emesis phyciodoides (W. Barnes & Benjamin) n. comb. Este estudio demuestra una mayor diversidad genérica de Riodinidae y de la tribu Emesidini. Se sugieren medidas para alcanzar la estabilidad en la clasificación de Apodemia y se discute sobre los géneros que deberían incluirse en la tribu Emesidini. Se discute la relevancia de los genitales masculinos y en particular de los cornuti, como caracteres morfológicos informativos a nivel genérico. Finalmente, se presenta una clave de identificación genérica y una lista actualizada de las especies de la tribu Emesidini. Los resultados obtenidos son una primera etapa en la resolución de la sistemática de Emesidini y los géneros que incluye; además, contribuyen a la actualización de la clasificación de Riodinidae y revelan que la diversidad de géneros distribuidos en la región Neártica y la Zona de Transición Mexicana (sensu Halffter) es mayor a la registrada previamente. El análisis filogenético dentro de la tribu será relevante en el entendimiento de la historia de las regiones áridas y semiáridas de Estados Unidos, México y América Central. 3 Abstract The genus Apodemia C. Felder & R. Felder is the most diverse group of Riodinidae in the arid and semiarid habitats of the Nearctic region. Even if this genus has great taxonomic, morphologic and ecological diversity, its study has been limited. Taxonomic problems of this genus are at different levels. The genus monophyly and its phylogenetic position are uncertain since, during the last 40 years, some species previously placed in Apodemia were moved to other genera of other tribes. Taxonomy within the genus is complicated, with some species complexes and numerous subspecies (geographic varieties) widely distributed. Besides, species populations have contact areas where phenotypes between species are similar but with great intraspecific variation. Taxonomic identification of the genus members is ambiguous since some diagnostic characters are shared with related genera. Species delimitation, historically, has been based on morphological characters, which present phenotypic variation in relation with the spatial- temporal distribution and the low vagility of the genus, due to the specificity of the association with the host plants. This study is an initial contribution and the first systematic review of the genus Apodemia. The evolutionary interrelations of the genus and its species are addressed from an integral approach and broad taxonomic and geographical samplings. The monophyly of the genus is tested, partially clarifying the classification of Riodinidae. A probabilistic phylogenetic analysis was made with three molecular markers (COI, EF1, and Wg) and the inclusion of a wide selection of genera of Riodinidae as external groups. Morphological characters from the wings, legs, palpi and male genitalia were analyzed in detail; also, natural history and geographical distribution of the group are considered. The results show that Apodemia is not monophyletic based on morphological and molecular evidence. Two new genera are described Neoapodemia Trujano-Ortega and Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, with two and 10 taxa respectively. Neoapodemia is distributed in the coniferous forest of the southeast of the United States and northeast of Mexico; Plesioarida distribution includes the desertic areas and deciduous forest of the south of the United States, Mexico, and Central America. Also, Apodemia 4 castanea Prittwitz from Brazil is moved out of the genus based on its morphological and molecular characters; other contemporary publications place it in Zabuella Stichel within the Zabuellina Seraphim, Freitas & Kaminski subtribe. The change of the phylogenetic position of two clearly defined species with restricted distribution is discussed, Emesis planeca (R. de la Maza E. & J. de la Maza E) n. comb. and Emesis phyciodoides (W. Barnes & Benjamin) n. comb. This study supports a higher generic diversity within Riodinidae and the Emesidini tribe. Taxonomic modifications for achieving the stability of Apodemia classification are proposed, as well as the inclusion of some other genera to the Emesidini tribe. The taxonomic relevance at a generic level of the morphology of the male genitalia, particularly the cornuti, is discussed. Finally, a determination key for the genera and an updated list of species of Emesidini are presented. Results presented are the first steps in determining the genera within Emesidini and their phylogeny; these update the classification within Riodinidae and show that genera diversity in the Nearctic region and Mexican Transition Zone (sensu Halffter) is higher than previously recorded. Phylogenetic analyses within the tribe would be important for the understanding of the history of the arid and semiarid regions of the United States, Mexico, and Central America. 5 Introducción general Lepidoptera es el segundo taxón a nivel de orden con mayor riqueza a nivel mundial (Kristensen et al., 2007). Las estimaciones recientes indican que en México hay 23 750 especies, de las cuales 14 500 están descritas y documentadas (Llorente et al., 2014). Dentro de este orden, las mariposas diurnas o Papilionoidea (sensu lato) comprenden cerca del 13% de especies y en México se reportan alrededor de 1900 especies descritas (Llorente et al., 2014). Debido a su gran diversidad y su taxonomía, Papilinoidea constituye un modelo biológico fundamental en estudios biogeográficos, bioconservacionistas, genéticos y ecológicos. Este grupo además exhibe poder predictivo para varios grupos de invertebrados y vertebrados en relación con fenómenos evolutivos o coevolutivos, procesos ecológicos, genéticos y de distribución geográfica (Pozo et al., 2015). La lepidopterología en México se ha visto limitada en el uso de herramientas como la microscopía electrónica de barrido (MEB) y la secuenciación molecular; ya que solo algunos grupos taxonómicos se han explorado (Pozo et al., 2015). Esta situación ha limitado el reconocimiento e inclusión de caracteres morfológicos finos, de estados inmaduros del desarrollo y moleculares, los cuales proporcionan información nueva y relevante para el reconocimiento de los linajes evolutivos, y con ello la resolución de las relaciones filogenéticas y la estimación de la diversidad del grupo. Lo anterior tiene implicaciones importantes en la sistemática y la conservación (Wahlberg et al., 2003; Llorente-Bousquets & Castro, 2007; Nieves-Uribe et al., 2017). Prueba de ello, es el incremento en la riqueza específica descrita en la última década con el reconocimiento de taxones nuevos a partir de evidencia y técnicas innovadoras (Dolinskaya & Ponomarenko, 2013; Kim et al., 2010; Prado et al., 2011; Hernández-Mejía et al., 2013; Cong & Grishing, 2014; Hernández-Mejía et al., 2014 a,b; Seraphim et al., 2014; Hernández-Mejía et al., 2015; Nakahara et al., 2015; Nieves- Uribe et al., 2015; Jasso-Martínez et al., 2016; Nieves-Uribe et al., 2016 a,b,c; Pérez-Asso et al., 2016; Kaminski et al., 2017; Seraphim et al., 2018). Existen factores menos evidentes pero relevantes, que frenan el conocimiento taxonómico en Lepidoptera: 1) los diferentes conceptos de especie empleados tradicionalmente en el estudio de las mariposas (de Queiroz, 2007; Padial & De La Riva, 2010; Braby et al., 2012), lo que genera interpretaciones diferentes en la riqueza de especies; 6 2) la delimitación de especies hecha a partir de un solo tipo de evidencia o método (v. gr. Jasso-Martínez et al., 2016); 3) la falta de reconstrucciones filogenéticas en la mayoría de los grupos, las cuales permitirían una mejor delimitación de especies; y 4) la ausencia de taxónomos especialistas en los diferentes grupos. Papilionoidea es una de las superfamilias de Lepidoptera que ha recibido mayor atención a nivel mundial (Roe et al., 2010; Llorente-Bousquets et al., 2014; Espeland et al., 2018); sin embargo, presenta varios problemas en su estudio. Desde el siglo XVIII a la fecha, varios autores han intentado cuantificar el número de especies, sin llegar a un número consensuado (Kristensen et al., 2007; Zhang, 2011; Llorente-Bousquets et al., 2014). Lamas (2008) señala que aún se carece de cifras concretas y confiables a nivel genérico y específico, debido a que los conteos y estimaciones se ven afectados por el concepto de especie que cada autor aplica. Otro problema es que por mucho tiempo faltó un marco filogenético robusto en niveles taxonómicos superiores, por lo que las relaciones filogenéticas supraepecíficas han sido controversiales por décadas (Kristensen et al., 2007; Mutanen et al., 2010; Nieukerken et al., 2011; Heikkilä et al., 2012; Mitter et al., 2017). Uno de los retos mayores es la completitud del muestreo en escalas taxonómicas amplias y de muestreo de genes con diferente poder de resolución filogenética (Wahlberg et al., 2005, 2009, 2014; Condamine et al., 2012; Espeland et al., 2015; Sahoo et al., 2016). No obstante, Espeland et al. (2018) reconstruyeron las relaciones filogenéticas de Papilionoidea mediante datos filogenómicos, en donde corrigieron la incertidumbre dada por la falta de muestreo al incluir taxones de todas las familias de lepidópteros diurnos y Hedylidae. A pesar de las diferencias en estos estudios, se reconoce la monofilia de las seis familias de mariposas diurnas (Hesperiidae, Papilionidae, Pieridae, Lycaenidae, Riodinidae y Nymphalidae); aunque las relaciones dentro de cada una de ellas, a niveles de subfamilias, tribus y géneros aún están bajo evaluación (Espeland et al., 2018). El conocimiento en las diferentes familias de Papilionoidea es heterogéneo. Las familias Hesperiidae, Lycaenidae y Riodinidae muestran gran desconocimiento taxonómico y biogeográfico; nótese que Hesperiidae es la de mayor diversidad (40% del total) y Riodinidae la tercera (DeVries, 1997; Heppner, 2002) después de Nymphalide. En México, estas tres familias se encuentran subrepresentadas en las colecciones científicas (Hall, 2004; Prieto & Dahners, 2006; Arellano-Covarrubias et al., 2018), debido a: 1) la escasa 7 exploración realizada en varias áreas geográficas del territorio mexicano (Luis-Martínez et al., 2003, 2016), lo que supone la existencia de especies que permanecen desconocidas o con conocimiento incompleto sobre su distribución (Llorente-Bousquets et al., 2013); 2) en el caso de Hesperiidae, la recolecta de ejemplares fue bastante limitada en el país durante el siglo XX, por lo que el conocimiento del grupo se retrasó; y 3) Lycaenidae y Riodinidae contienen especies difíciles de detectar en el campo debido a la densidad poblacional baja, hábitos y conductas particulares y casi siempre bastante restringidas espacial y temporalmente, todo esto implica un esfuerzo de recolecta mayor en función de su ecología y etología (v. gr. adultos restringidos a estratos del dosel o microhábitats muy específicos, especies crepusculares, larvas nocturnas, conductas territoriales en las cimas ‘hilltopping’) (Harvey, 1987; DeVries, 1997; Hall, 2004; Robbins, 2004; Prieto & Dahners, 2006; Arellano-Covarrubias et al., 2018). Riodinidae es una familia cosmopolita que reúne cerca de 1500 especies a nivel mundial. La mayor diversidad y riqueza de esta familia se presenta en la región Neotropical (alrededor de 1300 especies, 87%) (Espeland et al., 2018; Seraphim et al., 2018). En la región Neártica su diversidad disminuye conforme aumenta la latitud, de tal modo que en EUA solo se presentan siete géneros con 46 taxones a nivel específico (Pelham, 2008) y en el sur de Canadá una sola especie, Apodemia mormo (Proshek et al., 2013). Los géneros que se registran en la frontera sur de EUA son Baeotis Hübner, Caria Hübner, Melanis Hübner, Lasaia Bates y Emesis Fabricius, de los cuales los tres primeros solo incluyen una especie y los dos últimos dos y cuatro especies respectivamente (Pelham, 2008). Apodemia y Calephelis Grote & Robinson se diversifican en las zonas áridas y semiáridas del noroeste de EUA y México; sin embargo, Apodemia presenta una riqueza de especies mayor con 36 taxones a nivel específico. Actualmente la sistemática de Riodinidae es controversial, a pesar de los estudios realizados (v. gr. Saunders, 2010; Espeland et al., 2015; Seraphim et al., 2018). Bates (1868) fue el primero que dejó de considerar a Riodinidae como una subfamilia dentro de Lycaenidae y la reconoció como una familia válida. Stichel (1928, 1930-1931) dividió a la familia en dos subfamilias, Nemeobiinae y Riodininae. En la primera se encuentran tres subtribus, una para los géneros distribuidos en los paleotrópicos; otra para Corrachia Schaus, género endémico de Costa Rica; y una más para los géneros de América Methone E. Doubleday, Hades Westwood 8 y Euselasia Hübner. Stichel (1928, 1930-1931) colocó el resto de los géneros en Riodininae (Fig. 1A). El género endémico de Perú, Styx Staudinger 1875, fue considerado un riodínido hasta 112 años después de su descripción (Harvey, 1987; Wahlberg et al., 2005). Harvey (1987) propuso una clasificación de los riodínidos con base en caracteres morfológicos de los imagos y de estados inmaduros (especialmente larvarios), mediante métodos filogenéticos, en los que reconoce a Lycaenidae como el grupo hermano. Él propuso que Riodinidae contiene cinco subfamilias monofiléticas: 1) Nemeobiinae, con los géneros paleotropicales; 2) Euselasiinae, para Methone, Hades y Euselasia; 3) Styginae, con el género monotípico Styx; 4) Corrachiinae, con el género monotípico Corrachia; y 5) Riodininae, con los géneros de América restantes arreglados en ocho tribus y dos grupos incertae sedis, en donde colocó géneros cuyas relaciones eran dudosas. Durante los siguientes 17 años, los estudios se concentraron en descubrir las relaciones al interior de varias tribus y algunos grupos incertae sedis (Fig. 1B) (Callaghan, 1985, 1986; Penz & DeVries, 1999; Hall & Willmott, 1996; Hall, 2001, 2002 a y b; Hall & Harvey, 2002a; Harvey & Hall, 2002; Hall, 2003). Callaghan & Lamas (2004) recopilaron la información sistemática acumulada y propusieron una clasificación y una lista de los riodínidos neotropicales; en ella reconocieron tres subfamilias (Nemeobiinae, Euselasiinae y Riodininae), 10 tribus y un grupo incertae sedis (Fig. 1C). La incorporación de la evidencia molecular al análisis de las relaciones filogenéticas de esta familia comenzó hace 20 años, aunque de manera intermitente, y en algunos casos con intervalos de tiempo considerable. Estos trabajos obtuvieron diferentes hipótesis filogenéticas al interior de Riodinidae que fueron dependientes del muestreo en dos sentidos. Por un lado, la cantidad de taxones involucrados para resolver las relaciones a diferentes niveles taxonómicos, y por otro la cantidad y poder de resolución de los marcadores involucrados. Se publicaron desde análisis que incluyen tres locus y 28 riodínidos hasta otros que incluyen nueve genes nucleares y mitocondriales y 304 taxones (Figs. 1D y 2) (Campbell, 1998; Campbell et al., 2000; Campbell & Pierce, 2003; Saunders, 2010; Espeland et al., 2015; Seraphim et al., 2018). Estos trabajos demuestran el aumento acelerado en la disponibilidad de datos moleculares en un lapso de tiempo corto; además del potencial que este tipo de evidencia posee para mejorar la comprensión de la evolución de los riodínidos, sobre todo en aquellos grupos donde la morfología da resultados ambiguos (v. gr. Kaminski et al., 2017). También destaca el atraso en el análisis filogenético y el conocimiento evolutivo de esta familia con respecto a otras como 9 Papilionidae, Nymphalidae o Pieridae (Martin & Pashley, 1992; Brower, 1994, 2000; Wahlberg & Zimmermann, 2000; Braby et al., 2006; Nazari et al., 2007; Wheat & Wahlberg, 2013; Sahoo et al., 2016), en las que se propusieron hipótesis filogenéticas moleculares y aproximaciones de la edad y origen de los grupos, hace más de 20 años. La hipótesis filogenética de Riodinidae propuesta por Seraphim et al. (2018) es la más completa hasta ahora, en cuanto a muestreo de genes y taxones (Fig. 2). En ella proponen un esquema de clasificación e indican a partir de otros trabajos, las sinapomorfías que sustentan a cada grupo supragenérico. Su propuesta coincide con la de Stichel (1928, 1930-1931) en que ambas admiten dos subfamilias (Nemeobiinae+Euselasiinae y Riodininae), aunque con 11 tribus. Seraphim et al. (2018) reasignan varios taxones en diferentes niveles tribales y genéricos y proponen cuatro tribus nuevas (Sertaniini, Dianesiini, Calydnini y Emesidini), tres subtribus (Zabuellina, Pachythonina y Pandemina) y cuatro géneros aún inéditos. Además, estos autores resuelven la posición de varios grupos incertae sedis de cuatro venas radiales según Harvey (1987). Incluso hacen referencia a los grupos que requieren mayor atención en el muestreo para poder resolver su posición filogenética (v. gr. Euselasia) y destacan la necesidad de llevar a cabo una revisión a nivel de género desde la perspectiva de la taxonomía integrativa (Dayrat, 2005), ya que varios de ellos fueron no monofiléticos. La tribu Emesini de Stichel (1910-1911) no es monofilética y ha cambiado a lo largo del tiempo. Originalmente, este grupo contenía más de 100 especies en 33 géneros, entre los que se encuentran Apodemia C. Felder & R. Felder y Emesis Fabricius. Harvey (1987) consideró esta tribu como un grupo que contenía aquellos riodínidos de cuatro venas radiales, pero que no se agrupaban con otras tribus por la carencia de otras sinapomorfías. Debido a ello, las relaciones filogenéticas al interior de Emesini y con respecto a las otras tribus eran inciertas (Harvey, 1987; DeVries, 1997). No obstante, Harvey (1987) advirtió que Apodemia y Emesis compartían caracteres de estados inmaduros que los mantenían agrupados. 10 Figura 1. Clasificaciones propuestas para Riodinidae y Riodininae: (A) Stichel (1930-1931); (B) Harvey (1987); l (C) Callaghan & Lamas (2004); y (D) Espeland et al. (2015). La última fue propuesta a partir de evidencia molecular. Tomado de Seraphim et al. (2018). Figura 2. Clasificación taxonómica de Riodinidae a nivel de tribu propuesta por Seraphim et al. (2018). Dianesiini y Sertaniini contituyen ramas largas que presentan relaciones ambiguas con respecto a las otras tribus, por lo que su posición es tentativa. Aquí solo se muestra a Sertaniini, en una de las relaciones alternativas que presenta con Riodinini. 11 Los datos moleculares son de gran ayuda para aclarar las relaciones filogenéticas de estos grupos de posición incierta. Saunders (2010) encuentra que todas las especies de Emesini de Stichel, se incluyen dentro de Riodininae, en su mayoría como grupos hermanos de Nymphidiini o Lemoniini; mientras que otros se relacionaban con Riodinini, Helicopini y Symmachiini, por lo que concluye que Emesini de Stichel es una tribu polifilética. A pesar de ello, Apodemia y Emesis reiteradamente forman un clado. Espeland et al. (2015) encuentran que la condición de tener cinco venas radiales es plesiomórfica respecto a la condición de presentar cuatro y sugieren la necesidad de crear tribus nuevas para varios de los grupos incertae sedis de Harvey (1987) que aparecen dispersos en su hipótesis filogenética, tales como el grupo Emesis-Apodemia, el grupo Echenais Hübner, Argyrogrammana Strand y Dianesia Harvey & Clench. Sin embargo, debido a que su hipótesis filogenética presenta soportes bajos a este nivel de resolución, Espeland et al. (2015) recalcan la necesidad de aumentar el muestreo de genes y de taxones. Seraphim et al. (2018) proponen que Emesis y Apodemia forman un grupo monofilético bien soportado, a pesar que el último género resulta polifilético por A. castanea (Prittwitz), cuya posición dentro del árbol y distribución geográfica lejana, disyunta y restringida a Brasil, sugieren que no pertenece a Apodemia. Así, Seraphim et al. (2018) crean la tribu Emesidini, que incluye al género tipo Emesis y a Apodemia (excluyendo a A. castanea). Esta tribu contiene 50 especies y se diagnostica por caracteres moleculares y de estados inmaduros (pares de verrugas bien desarrollados en el último estado larval, y por la posición del cinturón de seda en la pupa). El nombre Emesini es homónimo no válido de la tribu Emesini Amyot & Serville (Heteroptera: Reduviidae), por lo que Seraphim et al. (2018) la renombraron Emesidini. La posición filogenética de Emesidini aún no está resuelta, ya que basados en la evidencia molecular de nueve genes y según el método probabilístico de inferencia filogenética que se aplique, se coloca como tribu hermana de Helicopini (Fig. 2) o de la tribu monotípica Sertaniini. El género Apodemia C. Felder & R. Felder fue creado y descrito por Cajetan y Rudolf Felder en 1865 (Felder & Felder, 1864-1867), sin asignar un tipo. Stichel (1910-11) subsecuentemente designa a Lemonias mormo C. Felder & R. Felder como la especie tipo y a A. sonorensis C. Felder & R. Felder como sinonimia. Chrysobia mormonia Boisduval y Chrysophanus nais W. H. Edwards, son consideradas sinonimias de L. mormo (Pelham, 12 2008). Aunque Felder & Felder (1864-1867) no explican la composición etimológica del nombre del género, probablemente deriva del prefijo griego apo, que significa lejos o aparte, y demos, que significa población. El nombre posiblemente se refiere a la distribución geográfica lejana al Neotrópico y con radiación del género en el noroeste de América del Norte, muy lejos y en el margen boreal del centro de radiación de la familia. La descripción original del género es muy breve y se refiere a caracteres antenales (Felder & Felder, 1864–1867), así como al patrón alar, que resultó ambiguo respecto a géneros como Lasaia H. Bates y Emesis [Fabricius]. Por ello, otros autores al redescribir el género, definieron caracteres adicionales para distinguirlo (Godman & Salvin, 1878–1901; DeVries, 1997), como son la configuración de las patas y la venación alar. Estos caracteres incluyen la venación atrofiada en las alas anteriores, el punto de unión de la coxa y el trocánter, la presencia de dos hileras de espinas en el tarso, palpos grandes y signa sagitados en los genitales femeninos. Aun así, la asignación de especies nuevas en el género resulta incierta, en especial con fenotipos muy diferentes al resto de las especies (v. gr. Apodemia planeca R. de la Maza E. & J. de la Maza E.). Apodemia habita las zonas áridas y semiáridas del oeste de América del Norte, desde el suroeste de Canadá hasta el norte de América Central, posiblemente con una especie dudosa en Brasil. DeVries (1997) reporta que tres especies de Apodemia encuentran su límite austral en Costa Rica, en donde su rareza aumenta. Este género contiene 36 taxones con 16 especies descritas y 26 subespecies, la mayoría de las cuales pertenecen al complejo de A. mormo (DeVries, 1997; Pelham, 2008; Proshek, 2011; Warren et al., 2017), cuyas subespecies se concentran en las zonas áridas del estado de California (v.gr. Desierto de Mojave y Valle Yucca) (Proshek, 2011). El 81% de las especies de Apodemia están en México y nueve taxones a nivel específico son endémicos al país (Callaghan & Lamas, 2004; Llorente-Bousquets et al., 2014; de la Maza & de la Maza, 2017a, b; Warren et al., 2017) (Cuadro 1, Fig. 3). 13 Cuadro 1. Lista de especies del género Apodemia C. Felder & R. Felder, 1865 (Riodinidae: Riodininae: Emesidini). Los símbolos señalan el país donde se registran; en la mayoría de los casos constituyen una distribución restringida o endémica: (●) Estados Unidos de América, (▲) México y (◘) América Central, (►) Brasil. El orden de la lista sigue en general a Callaghan & Lamas (2004); Pelham, 2008 y Warren et al., (2017). 1. ● Apodemia mormo mormo (C. Felder & R. Felder, 1859) 2. ● Apodemia mormo parva Austin, 1998 3. ● Apodemia mormo autumnalis Austin, 1998 4. ● Apodemia mormo cythera (W. H. Edwards, 1873) 5. ● Apodemia mormo tuolumnensis Opler & Powell, 1962 6. ● Apodemia mormo langei J. A. Comstock, 1939 7. ● Apodemia virgulti virgulti (Behr, 1865) 8. ● Apodemia virgulti peninsularis J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 9. ● Apodemia virgulti arenaria J. Emmel & T. Emmel, 1998 10. ● Apodemia virgulti nigrescens J. Emmel & T. Emmel, 1998 11. ● Apodemia virgulti pratti J. Emmel & T. Emmel, 1998 12. ●▲ Apodemia virgulti dialeuca Opler & Powell, 1962 13. ● Apodemia virgulti dialeucoides J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 14. ● Apodemia virgulti mojavelimbus J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 15. ● Apodemia virgulti davenporti J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 16. ●▲ Apodemia mejicanus mejicanus (Behr, 1865) 17. ▲ Apodemia mejicanus maxima (A. G. Weeks, 1891) 18. ● Apodemia mejicanus pueblo Scott, 1998 19. ● Apodemia mejicanus deserti W. Barnes & McDunnough, 1918 20. ●▲ Apodemia duryi (W. H. Edwards, 1882) 21. ▲ Apodemia multiplaga Schaus, 1902 22. ●▲ Apodemia palmerii palmerii (W. H. Edwards, 1870) 23. ●▲ Apodemia palmerii arizona Austin, [1989] 24. ▲ Apodemia palmerii australis Austin, [1989] 25. ▲ Apodemia murphyi Austin, [1989] 26. ▲ Apodemia hepburni hepburni Godman & Salvin, 1886 27. ▲ Apodemia hepburni remota Austin, 1991 28. ▲ ◘ Apodemia walkeri Godman & Salvin, 1886 29. ▲ ◘ Apodemia hypoglauca hypoglauca (Godman & Salvin, 1878) 30. ▲ ◘ Apodemia hypoglauca wellingi Ferris, 1985 31. ●▲ Apodemia nais (W. H. Edwards, 1877) 32. ● Apodemia chisosensis H. Freeman, 1964 33. ▲ Apodemia phyciodoides W. Barnes & Benjamin, 1924 34. ► Apodemia castanea (Prittwitz, 1865) 35. ▲ Apodemia planeca R. de la Maza E. & J. de la Maza E., 2017 36. ▲ Apodemia selvatica J. de la Maza E. & R. de la Maza E., 2017 14 Figura 3. Especies del género Apodemia C. Felder & R. Felder, 1865. A) A. mormo mormo; B) A. virgulti virgulti; C) A. mejicanus mejicanus; D) A. duryi; E) A. nais; F) A. phyciodoides; G) A. chisosensis; H) A. palmerii palmerii; I) A. hepburni hepburni; J) A. murphyi; K) A. hypoglauca hypoglauca; L) A. walkeri; M) A. multiplaga y N) Apodemia castanea. 15 La mayoría de los trabajos taxonómicos de este género fueron publicados durante el siglo XX, de los cuales la mitad son descripciones de subespecies de A. virgulti, que se recopilaron en una sola obra de Emmel & Emmel (1998). También destacan William Henry Edwards y George Austin por el número de descripciones que realizaron, el primero durante la segunda mitad del siglo XIX y el segundo a finales del siglo XX (Pelham, 2008; Warren et al., 2017). Recientemente, en EUA y Canadá, se realizaron estudios de la estructura genética de algunas poblaciones de A. mormo y sus subespecies que se encuentran bajo categoría de riesgo en estos países, con fines de conservación y de validación taxonómica como unidades evolutivas independientes (Proshek, 2011; Proshek et al., 2013). Por último, de la Maza & de la Maza (2017a, b) describieron dos especies endémicas de Apodemia. En el caso de A. planeca la inclusión dentro del género es dudosa ya que el patrón alar es muy diferente y la evidencia morfológica de los genitales masculinos, palpos labiales y patas protorácicas son diferentes al resto de las especies del género, lo que ha ocurrido antes para otros taxones como A. phyciodoides W. Barnes & Benjamin y A. castanea (Prittwitz). Las interpretaciones distintas al explicar el número de taxones reconocidos del género son consecuencia de varios inconvenientes tales como la falta de una diagnosis clara y precisa a nivel genérico y específico, además de la gran variación fenotípica que exhiben los adultos y que en algunos casos se relaciona con las áreas de distribución geográfica amplia. Otro factor es el desconocimiento de los límites de distribución geográfica y su posible confluencia en áreas de intercambio génico o intergradación, así como la especificidad alta con las plantas huésped, lo que limita su vagilidad y restringe su temporalidad (Opler & Powell, 1961; Pratt et al., 2011). Estos aspectos se potencian por el muestreo espacial insuficiente, la exploración escasa en los caracteres morfológicos y moleculares, así como la evaluación nula de los límites de las especies; por lo tanto, no hay consenso sobre la taxonomía del género (Emmel et al., 1998). El complejo mormo incluye a A. mormo, A. virgulti y A. mejicanus, así como sus múltiples subespecies. Estas especies presentan una distribución geográfica muy extensa pero arreglada en conjuntos de poblaciones archipelágicas y cada población exhibe una asociación estrecha con su planta de alimentación (Eriogonum spp.), por lo que se dispersan poco (Opler & Powell, 1961; Pratt et al., 2011). También muestran gran variación en el patrón alar a nivel poblacional que parece corresponder con la estacionalidad, la latitud y la altitud (Opler & Powell, 1961). La variación en el color, tamaño y patrón alar es sutil pero constante y no es 16 contundente para considerar que se trata de linajes evolutivos independientes (Felder & Felder, 1864-1867; Opler & Powell, 1961; Pratt et al., 2011; Proshek, 2011; Proshek et al., 2015). Opler & Powell (1961) y Austin (1987, 1991) mencionan que los genitales masculinos aportan poca o ninguna información que permita distinguir las unidades evolutivas; por lo que no se detallan en la mayoría de las descripciones originales y no hay estudios comparativos. En relación a la delimitación de especies, Proshek (2011) analizó la estructura genética de dos poblaciones de A. mormo de Canadá, con el fin de establecer unidades evolutivas independientes. A pesar que este autor encuentra que se diferencian genéticamente, concluye que la divergencia molecular por sí sola es insuficiente para reconocerlas como especies distintas, pues morfológicamente parecen idénticas y carecen de diferencias ecológicas. Proshek (2011) hace énfasis en la población de A. m. langei de EUA, ya que es un taxón amenazado cuyo fenotipo es diferente respecto a las poblaciones de las subespecies cercanas. Su trabajó mostró la falta de diferencias significativas entre los haplotipos de A. m. langei respecto a las subespecies cercanas, por lo que el autor concluye que la carencia de estructura genética se debe al muestreo insuficiente y a la elección errada de los marcadores. Él destaca que la variación genética corresponde más con la distribución geográfica que con la taxonomía propuesta por los caracteres morfológicos, sobre todo en California donde la diversidad taxonómica y fenotípica es mayor. En cuanto a A. palmerii los límites de su distribución geográfica son inciertos, ya que A. p. arizona tiene como límite sur el centro este de Chihuahua, mientras que A. p. australis se extiende por todo el centro de México y llega al norte de Durango (Austin, 1987, 1991). Por lo tanto, se necesitan muestreos mejores en las regiones desérticas y semidesérticas de México (matorrales y bosques tropicales) para precisar los límites de distribución y evaluar el estatus de sus subespecies (razas geográficas). Este mismo autor reporta zonas de contacto y considera que los genitales masculinos son semejantes en las tres subespecies. Las distintas especies de Apodemia presentan aspectos en común, como el sesgo en el muestreo de las especies que se distribuyen en México, el desconocimiento de varios caracteres morfológicos e historias de vida; además de la carencia de análisis con marcadores moleculares que ayuden en la delimitación específica. Es importante evaluar la inclusión de Apodemia castanea en el género y en la tribu, así como evaluar las relaciones filogenéticas respecto al grupo hermano más cercano, Emesis, con el fin de poner a prueba la monofilia del género. 17 Esta tesis presenta una revisión sistemática de Apodemia bajo un acercamiento morfológico y molecular, con el fin de evaluar la monofilia del género y actualizar el esquema de clasificación a una resolución mayor. Se exploran los caracteres morfológicos de varios géneros de Riodinidae con mayor detalle y se incluye evidencia multilocus en el análisis, lo que constituye un avance en el estudio integral de la lepidopterofauna en México, en particular de grupos diversificados en la Zona de Transición Mexicana (sensu Halffter) y América del Norte. Este estudio integra aproximaciones modernas a la sistemática de Apodemia y establece las bases para estudios futuros en Riodinidae. El Capítulo 1 presenta una revisión sistemática del género Apodemia C. Felder & R. Felder y géneros cercanos de la tribu Emesidini (Riodinidae). Se realiza un acercamiento morfológico, ecológico y molecular al grupo y se actualiza el conocimiento taxonómico al describir dos géneros, Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez y Neoapodemia Trujano- Ortega. Se mencionan los taxones que han sido incluidos recientemente en Apodemia (de la Maza & de la Maza, 2017a, b), pero que carecen de las características diagnósticas del género. En este sentido, en el Capítulo 2 se registra la variación morfológica de A. planeca R. de la Maza E. & J. de la Maza E y se discute su posición filogenética a partir de la evidencia molecular, así como la de A. phyciodoides. Ambas especies deben ser ubicación en Emesis con el fin de dar estabilidad al género focal. Este capítulo es una contribución al conocimiento de Riodininae, que sienta las bases para estudiar la riqueza de especies de la tribu Emesidini, hasta ahora muy poco conocida. En el Capítulo 3, se presenta una clave de identificación dicotómica de los géneros de Emesidini (Emesis, Apodemia, Plesioarida y Neoapodemia), así como la lista actualizada de especies. Un objetivo paralelo es la contribución con el conocimiento taxonómico, ecológico y geográfico de la familia Riodinidae (Papilionoidea), con énfasis en grupos selectos y ‘microendémicos’, ya que será de gran ayuda para dirigir las investigaciones futuras de esta familia. En este contexto, el Apéndice 1 presenta la variación morfológica y ecológica de ambos sexos de Theope villai Beutelspacher, una de las especies más raras y menos conocidas del género, en cuanto a aspectos de su morfología, biología y ecología; debido en parte a su rareza, sus hábitos e intervalos de distribución restringidos y su difícil ubicación en campo. Además, se compara con otras especies del género y se discute su posición filogenética. 18 Sistemática de los géneros de Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski, 2018 (Lepidoptera: Riodinidae) Artículo de requisito publicado: Capítulo 1. Trujano-Ortega, M., U. O. García-Vázquez, C. J. Callaghan, O. Ávalos-Hernández, M. A. Luis-Martínez, J. E. Llorente-Bousquets. 2018. Two new genera of metalmark butterflies of North and Central America (Lepidoptera, Riodinidae). Zookeys, 729: 61-85 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 61 Two new genera of metalmark butterflies of North and Central America (Lepidoptera, Riodinidae) Marysol Trujano-Ortega1,2, Uri Omar García-Vázquez3, Curtis J. Callaghan4, Omar Ávalos-Hernández1, Moisés Armando Luis-Martínez1, Jorge Enrique Llorente-Bousquets1 1 Museo de Zoología, Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México, Apdo. Postal 70–399, México 04510, Ciudad de México, México 2 Posgrado en Ciencias Biológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México 3 Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma de México, Batalla 5 de Mayo s/n, Ejército de Oriente, Ciudad de México 09230, México 4 Casa Picapau, Floresta de la Sabana. Carrera 7, 237–04, Bogotá, Colombia Corresponding author: Marysol Trujano-Ortega (marysol_trujano@yahoo.com.mx) Academic editor: T. Simonsen  |  Received 11 August 2017  |  Accepted 31 October 2017  |  Published 16 January 2018 http://zoobank.org/C3539AD1-70E3-4600-B072-F361E7E69129 Citation: Trujano-Ortega M, García-Vázquez UO, Callaghan CJ, Ávalos-Hernández O, Luis-Martínez MA, Llorente-Bousquets JE (2018) Two new genera of metalmark butterflies of North and Central America (Lepidoptera, Riodinidae). ZooKeys 729: 61–85. https://doi.org/10.3897/zookeys.729.20179 Abstract Two new genera of Riodinidae (Insecta: Lepidoptera) are described, Neoapodemia Trujano-Ortega, gen. n. (Neoapodemia nais (W. H. Edwards, 1876), comb. n., N. chisosensis Freeman, 1964, comb. n.) and Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, gen. n. (Plesioarida palmerii palmerii (W. H. Edwards, 1870), comb. n., P. palmerii arizona (Austin, [1989]), comb. n., P. palmerii australis (Austin, [1989]), comb.  n., P. hepburni hepburni (Godman & Salvin, 1886), comb. n., P. hepburni remota (Austin, 1991), comb. n., P. murphyi (Austin, [1989]), comb. n., P. hypoglauca hypoglauca (Godman & Salvin, 1878), comb. n., P. hypoglauca wellingi (Ferris, 1985), comb. n., P. walkeri (Godman & Salvin, 1886), comb. n., P. selvatica (De la Maza & De la Maza, 2017), comb. n.). Neoapodemia Trujano-Ortega, gen. n. is distributed in the southwestern USA and northeastern Mexico, while Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, gen. n. is present from the southern USA to Central America. Species of these genera were previously classified as Apodemia C. Felder & R. Felder but molecular and morphological evidence separate them as new taxa. Morphological diagnoses and descriptions are provided for both new genera, including the main distinctive characters from labial palpi, prothoracic legs, wing venation and genitalia, as well as life history traits. A molecular phylogeny of one mitochondrial gene (COI) and two nuclear ZooKeys 729: 61–85 (2018) doi: 10.3897/zookeys.729.20179 http://zookeys.pensoft.net Copyright Marysol Trujano-Ortega et al. This is an open access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License (CC BY 4.0), which permits unrestricted use, distribution, and reproduction in any medium, provided the original author and source are credited. RESEARCH ARTICLE Launched to accelerate biodiversity research A peer-reviewed open-access journal 19 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)62 genes (EF-1a and wg) are also presented of most species of Apodemia, Neoapodemia Trujano-Ortega, gen. n., Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, gen. n., and sequences of specimens from all tribes of Riodinidae. We compare the characters of Apodemia, Neoapodemia Trujano-Ortega, gen. n. and Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, gen. n. and discuss the diffe ences that support the description of these new taxa. This is a contribution to the taxonomy of the Riodinidae of North America of which the generic diversity is greater than previously recognized. Keywords Apodemia, molecular phylogeny, Papilionoidea, semiarid regions, taxonomy Introduction Butterflies of the family Riodinidae exhibit a great variation in wing shape, color, and pattern. They represent more than 8% of all butterflies and are found mainly in the New World, where they comprise approximately 133 genera and more than 1350 described species arranged in two subfamilies, Riodininae (1200 species) and Euselasiinae (176 species) (Espeland et al. 2015). This considerable diversity has caused some taxonomic confusion. While the position of the family Riodinidae in the phylogeny of Lepidoptera is well-resolved (Saunders 2010), the relationships between genera within the family are poorly understood (Kristensen 1976, de Jong et al. 1996, Ackery et al. 1999, Wahlberg et al. 2005). In recent years, this family has been subject to several studies attempting to clarify its internal relationships and taxonomy (Hall and Harvey 2002, Hall 2003, Sperling 2003, Campbell and Pierce 2003, Saunders 2010, Espeland et al. 2015). Apodemia C. Felder & R. Felder, [1865] is a genus living in arid and semiarid re- gions of western North America ranging from southern Canada and the northeastern USA to Central America, with only one South American species in Brazil. DeVries (1997) noted that the genus is increasingly rare towards the southern end of its distri- bution. Thisgenus currently contains 36 taxa with 16 described species and 26 subspe- cies, most of which belong to the A. mormo complex (DeVries 1997, Pelham 2008, Proshek 2011, Warren et al. 2017). Thi teen (81%) of the 16 species of Apodemia are present in Mexico, of which seven species and four subspecies are endemic to the country (Callaghan and Lamas 2004, Llorente-Bousquets et al. 2013, De la Maza and De la Maza 2017a, b, Warren et al. 2017). The original description of Apodemia is brief and refers to the antennal charac- ters (Felder and Felder 1864–1867) and wing patterns. For this reason, following the original description, other authors defined additional characters to distinguish the ge- nus (Godman and Salvin 1878–1901, DeVries 1997) and its type species A. mormo mormo C. Felder & R. Felder (Opler and Powell 1961). These characters include a less atrophied venation in the anterior wings, joint point of the trochanter and the coxa, the presence of two rows of spines in the tarsi, the large palpi and the sagittate signa in female genitalia. DeVries (1997) mentions that although this genus includes some butterflies similar to those of Lasaia H. Bates and Emesis [Fabricius], it can be distin- guished by the leg configurations and the distincti e features of the veins. 20 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 63 Most of the taxonomic studies of Apodemia were published during the 20th century, and more than half of these are descriptions of subspecies (Emmel and Emmel 1998, Em- mel et al. 1998). Recently, the genetic structure of some populations of A. mormo and its subspecies in the USA and Canada were studied (Proshek 2011, Proshek et al. 2013, 2015). The first data on the phylogenetic relations between the species of Apodemia is presented based on molecular data. Also, two new genera are described that emerged from the phylogenetic analysis and are recognizable by their morphology. Materials and methods Taxon sampling Eighty male specimens of 15 of the 16 species in the genus Apodemia and fi e Emesis species were examined. The material was collected in 2015–2017 in Mexico and gath- ered from Mexican as well as international scientific collections (Suppl. material 1). These specimens were selected in order to cover the phylogenetic diversity and the geographic distribution of the genus, with an emphasis on type localities. Specimens from A. selvatica De la Maza & De la Maza were not reviewed; however, its charac- teristics are discussed based on the original description (De la Maza and De la Maza, 2017b). Specimens examined came from the following scientific collections: Colección Nacional de Insectos del Instituto de Biología, México (CNIN-IBUNAM), Colección Lepidopterológica del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias, UNAM, Mexico (MZFC); Colección Lepidopterológica del Museo de Zoología de la FES Zaragoza, UNAM, Mexico (MZFZ); McGuire Center for Lepidoptera and Biodiversity, Florida Museum of Natural History, University of Florida, USA (MGCL) and Colección de Curtis Callaghan, Colombia (CJC). Morphological procedures The length of the right anterior wing from the base to the upper apex was measured. Labial palpi and legs were dissected using an Olympus SZX9 stereoscopic microscope, with a planar objective 1.5. The structures and wings were diaphanized by soaking them in alcohol and 5.25% NaClO solution (bleach). Then they were digitized and sketched using an Olympus DP12 camera attached to the microscope. Morphologi- cal terminology follows Comstock and Needham (1918), Harvey and Clench (1980), DeVries (1997), Penz and DeVries (1999, 2006) and Hall (1999, 2005). Thefollowing abbreviations were used: forewing (FW), hind wing (HW), dorsal (D), ventral (V). Male genitalia were extracted using an enzymatic digestion technique modified from Knölke et al. (2005). If needed, genitalia were soaked a few seconds in a hot potas- sium hydroxide solution (KOH 10%) to complete the cleaning. All structures were preserved in micro vials with glycerin solution and acetic acid at 4%. Terminology of 21 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)64 genitalia descriptions follows Klots (1956), Eliot (1973), Harvey (1987), Penz and DeVries (1999, 2006) and Hall (2008). Digital images of dorsal and ventral views of the genitalia were taken using focus stacking of light microscopy with a Leica Z16 APO-A stereoscopic microscope, a Leica DFC490 HD camera, and the Leica Ap- plication Suite program. Cornuti images were taken with a ZEISS microscope AXIO Zoom. V16, with an AxioCam MRc5 camera, and the Zeiss Efficien Navigation pro- gram. All images were taken at the Instituto de Biología-UNAM. Molecular procedures Twenty-six specimens of Apodemia including eleven of the 16 currently recognized species were collected. Species not included were Apodemia chisosensis H. Freeman, A. virgulti (Behr), A. castanea (Prittwitz), A. planeca De la Maza & De la Maza, and A. selvatica. Some species (Apodemia chisosensis, A. castanea, and A. virgulti) were excluded due to the lack of sequences from nuclear genes which are more informative in generic level. Two other species (A. planeca and A. selvatica) have been recently described (De la Maza and De la Maza 2017a, b) and we did not have fresh tissue suitable for DNA extraction (Suppl. material 2). To evaluate the monophyly of Apodemia, sequences from 31 other riodinid species were included, representing all tribes of the family ac- cording to the most recent phylogeny of Riodinidae (Espeland et al. 2015). With the exception of three sequences of Emesis, other sequences of outgroups were taken from GenBank (Suppl. material 2). DNA was extracted from legs or abdomen using the DNeasy Blood & Tissue kit (Qiagen, Valencia, CA, USA). Partial sequences of 623 bp of the mitochondrial gene Cytochrome Oxidase I (COI) were obtained. Also, two nuclear loci, 495 bp of the gene Elongation factor 1 α (EF-1a), and 402 bp of wingless (wg) were sequenced. These loci were selected because it has been shown previously they are informative at diffe ent levels of divergence within riodinid butterflies (Campbell et al. 2000, Camp- bell and Pierce 2003, Espeland et al. 2015, Proshek et al. 2015). Primer sequences for COI were taken from Proshek et al. (2013), for EF-1a from Monteiro and Pierce (2001), and for wg from Brower and De Salle (1998). All gene regions were amplified via polymerase chain reaction (PCR) in a 25 µL reaction volume containing 0.5–1.0 µL deoxynucleoside triphosphates (dNTPs; 10 mM), 18–19.25 µL double-distilled water, 0.2–0.5 µL each primer (10 mM), 2.5 µL 1X PCR buffe , 1.2 mM MgCl2 (Fisherbrand, Pittsburgh, PA, USA), 0.15 µL Taq DNA polymerase (Fisherbrand), and 1.0–1.5 µL template DNA. For COI, DNA was denatured at 94 °C for 2 min, fol- lowed by 38–40 cycles of 94 °C for 30 s, 48–50 °C for 45 s, and 72 °C for 45 s. A final extension phase of 72 °C for 7 min terminated the protocol. For EF-1a and wg, DNA was processed according to a touchdown protocol suggest by Espeland et al. (2015) with an initial denaturation for 3 min at 94 °C, 20 cycles of 94 °C for 50 s, annealing temperature starting at 49 °C and ramping down 0.5° for every cycle for 40 s, 72 °C for 1 min, another 20 cycles of 94 °C for 50 s, annealing temperature (48–52 °C) for 22 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 65 40 s, and 72 °C for 1 min, and a final extension of 72 °C for 5 min. Double-stranded PCR products were checked by electrophoresis on a 1% agarose gel. PCR products were purified with polyethylene glycol precipitation (Lis 1980). DNA templates were sequenced in both directions with the Big Dye Terminator version 3.1 cycle sequenc- ing kit (Applied Biosystems, Inc.) and an ABI 3100 automated DNA sequencer (Ap- plied Biosystems, Inc.) using the amplification primers. Sequences were assembled and edited in the STADEN PACKAGE version 1.6.0 (Whitwham and Bonfield 2005) Phylogenetic inferences Sequences were aligned using the MUSCLE algorithm (Edgar 2004) included in the software MEGA version 7 (Kumar et al. 2016). Sequences were uploaded to Gen- Bank and accession numbers are listed in Suppl. material 2. Prior to the concatenated analysis, independent ML analyses were conducted for each gene. The phylogeny of the concatenated data set (n = 56 individuals, including outgroups) was inferred us- ing Bayesian inference and maximum likelihood (ML) phylogenetic methods. For both methods, partitioned analyses were used to improve phylogenetic accuracy. The best-fitting substitution models and partitioning schemes were selected simultaneous- ly using the Bayesian Information Criterion in the software PARTITIONFINDER version 1.1.1 (Lanfear et al. 2012). Bayesian inference analyses were conducted us- ing MRBAYES version 3.2.1 (Ronquist et al. 2012). Four runs were conducted using the ‘nruns = 4’ command, each with three heated and one cold Markov chains with sampling every 1000 generations for 50 million generations. Output parameters were visualized using TRACER version 1.4 (Rambaut and Drummond 2007) to identify stationarity and convergence. Convergence between runs was assessed using AWTY (Nylander et al. 2008). After discarding the first 12.5 million generations (25%) as burn-in, parameter values of the samples were summarized from the posterior distribu- tion on the maximum clade credibility tree using TREEANNOTATOR version 1.4.8 (Drummond and Rambaut 2007) with the posterior probability limit set to 0.1 and mean node heights summarized. Maximum likelihood analyses were conducted us- ing RAxML version 7.2.6 (Stamatakis 2006) under the GTRCAT model, with 1000 nonparametric bootstrap replicates to assess nodal support. Nodes were considered strongly supported if their Bayesian posterior probability was ≥ 0.95 and their boot- strap value was ≥ 80 % (Huelsenbeck and Rannala 2004). Genetic distances Finally, to obtain an estimate of genetic distances, pairwise genetic distances for COI were computed between and within the major clades obtained in the phylogenetic analysis (see results). Thecorrected pairwise genetic distances were calculated using the K2P model with MEGA version 7 (Kimura 1980, Kumar et al. 2016). 23 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)66 Results Phylogenetic inferences The results showed some incongruence between loci, but the major diffe ences were be- tween poorly-supported clades (Suppl. material 3–5). The final concatenated data set consisted of 1520 aligned nucleotide positions. The partitions and models that best fi the data were GTR+G (COI second positions, wg first and second positions, EF-1a third positions), and GTR+I+G (COI first and third positions, wg third positions, and EF-1a first and second positions). ML and Bayesian inference analyses resulted in highly con- gruent phylogenetic trees. The recovered relationships between the genera of Riodinidae were in agreement with recently published phylogenies (e.g., Espeland et al. 2015), thus providing a solid platform for the evaluation of the monophyly of Apodemia. In the phylogenetic analyses, four clades can be distinguished (Fig. 1). The mono- phyly of Apodemia was not supported, as Apodemia phyciodoides W. Barnes & Benja- min was more related to Emesis than to other Apodemia. The rest of the species of Apo- demia were included into three strongly supported clades. The first clade (Apodemia clade), included the North American taxa of the A. mormo complex: A. mormo and A. mejicanus (Behr), also A. duryi (W. H. Edwards) and A. multiplaga Schaus. The second clade included A. nais; and the third clade (Mexico clade) was composed by the Apo- demia taxa distributed mostly in Mexico and Central America: A. hepburni Godman & Salvin,  A. hypoglauca  Godman & Salvin,  A. murphyi  Austin,  A. palmerii  W. H. Edwards and A. walkeri Godman & Salvin. The relationships between the four major clades were as follows: the Apodemia clade was the sister group of A. nais, and this clade Apodemia + A. nais was the sister group of the clade Emesis + A. phyciodoides (Emesis clade). These relationships were strongly supported in the Bayesian analysis, but less supported in the ML analysis. The Mexico clade was the sister group of the rest of the species of Apodemia and Emesis. Genetic distances within major clades ranged from 0.9% in A. nais to 9.8% in Em- esis + A. phyciodoides, whereas distances between genera ranged from 7.4% in Mexico clade versus A. nais to 10.5% in the Apodemia clade versus Emesis clade. The genetic distance between Apodemia clade and Mexico clade was 8.7% (Table 1). Descriptions of new genera Diagnosis of Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez gen. n. and Neoapodemia Trujano-Ortega gen. n. are presented, comparing both with Apodemia (Table 2). The morphology of both genera is described, including photographs and illustrations of the structures; distribution maps of these new genera are also given. The extent of genetic divergence between them and the phylogenetic position within the Riodinidae are discussed. The morphologic examination of the specimens revealed that the genital structures of the species A. phyciodoides, A. planeca, and A. castanea are distinct from 24 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 67 Table 1. Corrected pairwise genetics distances calculated with K2P model. Among (below diagonal) and within (diagonal) all major clades obtain in the phylogenetic analysis (see results) using only COI gene. Apodemia clade Mexico clade A. nais Emesis clade Apodemia clade 0.055 Mexico clade 0.087 0.050 Apodemia nais 0.081 0.074 0.010 Emesis clade 0.104 0.095 0.093 0.100 Table 2. Comparison of selected morphological characters for the Apodemia, Plesioarida, and Neoapodemia. Character Apodemia Neoapodemia gen. n. Plesioarida gen. n. Labial palpus Length of the first segmen Longer than the third segment As long or longer than the third segment As long or longer than the third segment Length of the second segment More than 2.5 the length of the first segmen Twice the length of the first segment From 2 to 2.5 the length of the first segmen Anterior wing Vein Sc+R1 originates in the second third of the discal cell† in the last third of the discal cell in the last third of the discal cell Prothoracic legs Trochanter-coxa joint Beyond half of the coxa Beyond half of the coxa At the middle of the coxa Number of tarsomeres Th ee tarsomeres Th ee tarsomeres Two tarsomeres ‡ Shape of the last tarsomere Conic Wide at the base, elongated and tapering toward the apex, with blunt end Wide at the middle, oval- shaped, elongated, pointy at the end Femur + trochanter length Less than 3/4 the length of the tibia More than 3/4 the length of the tibia Less than 3/4 the length of the tibia Tibia Wider than the tarsus Wider than the tarsus As wide as the tarsus Male genitalia (lateral view) Posterior margin of the uncus Blunt Blunt with a middle groove Rounded Tegumen Wide Wide Narrow Tegumen margins Dorsal margin longer than anterior margin Dorsal margin longer than anterior margin Dorsal margin shorter than anterior margin Posterior projection of the mid region of the vinculum hump-shaped Evident, sclerotized Evident, sclerotized Less evident, slightly sclerotized Length of the dorsal process of the valve As long or shorter than the posterior margin of the uncus§ Shorter than the posterior margin of the uncus Beyond the posterior margin of the uncus Cornuti Simple plate, long, strongly sclerotized Multiple long spines, wide and sclerotized, jointed at the base (crest like), and flatten laterall Multiple long spines, wide and sclerotized, in separated bulbs Host plant Eriogonum spp. (Polygonaceae) and Krameria glandulosa (Krameriaceae) Ceanothus fendleri (Rhamnaceae) Prosopis spp. and Acacia spp. (Fabaceae) Habitat Xerophile shrubland and Deciduous tropical forest Coniferous forest Xerophile shrubland, Deciduous tropical forest, and Evergreen tropical forest † Except in A. multiplaga; ‡ Except in P. h. hypoglauca; § Except in A. multiplaga. 25 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)68 Figure 1. Phylogenetic relationships based on partial sequences of the mtDNA (COI), and nuclear genes (EF-1a, wg). Bayesian posterior probabilities and bootstrap values of major nodes are indicated with black dots for well-supported nodes. Vertical lines correspond to the major clades found in this study. the other species of Apodemia; suggesting these are not congeneric with the Apodemia species of Central and North America. The inclusion of these three species in Apodem- ia is being evaluated (Seraphim et al. submitted, Trujano-Ortega unpublished data); therefore, the morphology of Apodemia reported here excludes these species. Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, gen. n. http://zoobank.org/627AB6DD-9174-4175-A5AB-B6B34E586540 Figs 2–6 Type species. Apodemia walkeri Godman & Salvin, 1886 by present designation. Diagnosis. Thespecies of this new genus can be distinguished from other Riodinidae by a combination of characters (Table 2). Labial palpi are long, slender, pointed apically and projected forward and upward, the second segment is a little more than twice the length of the third segment, the third segment is barely visible from dorsal view (Fig. 2). Radial veins originate near the end of the discal cell, costal vein runs parallel to Sc+R1; these veins get close but never fuse together. Vein R4 reaches wing margin at the apex (Fig. 3). Prothoracic legs of males are slender and trochanter inserts at the middle of the coxa; tibia is as wide as tarsus and smaller than the length of the femur plus the tro- chanter. Most of the species present two tarsomeres, the second tarsomere is oval-shaped and the apex pointed, except P. hypoglauca comb. n. which has three tarsomeres with the last one oval-shaped (Fig. 4). Tegumen of male genitalia is typically oval-shaped, narrow 26 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 69 Figure 2. Left male palpus of Apodemia, Plesioarida, and Neoapodemia. Figure 3. Wing venation of Apodemia, Plesioarida, and Neoapodemia. Upper, forewing; lower, hind wing. Vein abbreviations (black lettering): Sc subcostal, R radial, M median, Cu cubital, A anal. Scale bars: 3 mm. and slightly sclerotized, posterior half is a hyaline area that Hall (1999) named ‘windows’ through which the subescafium can be observed; the uncus is rounded and with setae in the posterior margin. The vinculum is a narrow band not covering the whole margin of the tegumen, is mostly straight and convex toward the saccus, a little hump-shaped in the mid region. Valvae are bifurcated, the dorsal process is conical, elongated, and with a sharp 27 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)70 end projected forward and exceeding the posterior margin of the uncus, the ventral pro- cess is shorter and blunt with many setae. Aedeagus is long and sigmoid, wider in the an- terior edge, slender and pointed on the posterior edge, where it opens dorsally. Cornuti are a series of wide, strongly sclerotized spines that originate from individual bulbs (Fig. 5). Description. Male. Anterior wing length: 10–15 mm. Head. Ringed antennae with 30 to 32 flagellome es of the same width, with white scales at the base of each flagellome e. Widen abruptly in the apical 10 flagellome es to form the antennal club, which is dark and iridescent dorsally. Sometimes white or brown scales are present at the sides, ending in a whitish or yellowish tip, with a nudum from flagellome e 20 to the apex. Labial palpi white with black or brown scales mainly in the third segment. Wings (Figs 3, 6) with four radial veins. Th ee distinct shapes of anterior wings, rounded toward the apex (P. palmerii comb. n.), elongated and triangular (P. walkeri comb. n.) and triangular with the external margin curved and the apex slightly sickle-like (P. hypoglauca comb. n.). Background color in both wings varies from brown to dark gray. Some species present a series of white spots outlined with black in the anterior margins and a series of submarginal black dots, sometimes with white scales and occasionally with reddish scales toward the base of the anterior and posterior wings. In grayish species spots are black. Legs. Prothoracic legs with dense long scales generally whitish, mid and hind legs with multiple short and dense spines in the interior margin of the tibia and tarsus. Abdomen. Dark in the dorsum with reddish or whitish scales outlining each segment. Ventrally with dense scales varying from whitish as in P. hypoglauca comb. n. to brown-orange as in P. palmerii comb. n. Genitalia. Genital capsule small, uncus rounded with a groove of variable depth which gives it a lobulated or straight appearance. Tegumen oval-shaped and sclerotized in the anterior region; with large ‘windows’ that reach the gnathi. Gnathi are slender, sclerotized, slightly twisted ending in an upward hook. Vinculum generally is straight or slightly curved near the tegumen, a little wider near the valve, this swelling is weakly sclerotized and hard to notice, curved before the saccus and anteriorly projected. Dorsal processes of the valve conic and membranous toward the transtilla but strongly sclerotized toward the apex, which is a small upward hook, with setae lengthwise. The Figure 4. Prothoracic legs of males of Apodemia, Plesioarida, and Neoapodemia. 28 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 71 Figure 5. Male genitalia of Apodemia, Plesioarida, and Neoapodemia. A lateral view B ventral view C dorsal view D aedeagus E cornuti. ventral process is long and blunt, of variable lengths but always with multiple mostly long setae. Aedeagus is slender toward the distal portion with a pointed tip, widening toward the anterior portion, straight or sinuous. Cornuti are thick sclerotized spines apparently each surging from independent bulbs forming a line. Etymology. The name comes from the Greek plesios meaning near or close to and the Latin aridus meaning dry, in reference to the desert and semiarid habitats of most of the species. Distribution and habitat. This genus is distributed below 1750 m in the Pacific slope from central Arizona and in the Atlantic slope from the south of Texas to the dry forests of Guanacaste in the northeast of Costa Rica (DeVries 1997) (Fig. 7). In the USA, it has been collected in arid regions, in xerophilic shrubland of Arizona, Cali- fornia, and New Mexico, with isolated records in the south of Texas in Río Grande Valley (Warren et al. 2017). In Mexico it can be found in deserts and semiarid regions of Baja California Sur and part of Baja California Norte in the Chihuahuan Desert and in the Mexican Plateau, regions were xerophilic shrubland is dominant. It is also 29 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)72 Figure 6. Wing color patterns of Apodemia, Plesioarida and Neoapodemia A Neoapodemia chisosensis comb. n. B Neoapodemia nais comb. n. C Plesioarida murphyi comb. n. D Plesioarida h. hepburni comb. n. E Plesioarida h. hypoglauca comb. n. F Plesioarida p. palmerii comb. n. G Plesioarida walkeri comb. n. H Apodemia m. mormo I Apodemia duryi J Apodemia mejicanus K Apodemia multiplaga L Apodemia vir- gulti. Scale bars: 5 mm. Additional data of the specimens in the photos are shown in Suppl. material 6. distributed in the deciduous tropical forest of the west of Mexico in the Pacific coast and the Balsas Basin, as well as in the east in the coastal plain of the Gulf of Mexico and the Yucatan Peninsula. Its distribution in deciduous tropical forests extends through Central America to Costa Rica. Finally, P. selvatica comb. n. and some populations of P. walkeri comb. n. inhabit the tropical forests in the south of Mexico in Veracruz and Chiapas. De la Maza and De la Maza (2017b) mention that P. selvatica comb. n. prob- ably is present in Guatemala and Belize. 30 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 73 Natural history. Larvae of the species of Plesioarida Trujano-Ortega & García- Vázquez gen. n. are associated with the family Fabaceae, particularly with species of the genera Prosopis spp. and Acacia spp. (Ferris 1985, Austin 1988, DeVries 1997). A proposed classification of Plesioarida gen. n. Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, gen. n. Type species: Apodemia walkeri Godman & Salvin, [1886], Biol. Centr. Amer., Lepid. Rhop. 1(45): 468, no. 6, by present designation. hepburni comb. n. (Apodemia). Apodemia hepburni Godman & Salvin, 1886. Type Locality: “Mexico, Pinos Altos in Chihuahua”. h. hepburni Godman & Salvin, 1886, comb. n. (Apodemia). h. remota Austin, 1991, comb. n. (Apodemia). Type Locality: “México: Baja Cali- fornia Sur; Arroyo San Bartolo”. hypoglauca comb. n. (Apodemia). Lemonias hypoglauca Godman & Salvin, 1878. Type Locality: “Mexico”. h. hypoglauca Godman & Salvin, 1878, comb. n. (Apodemia). h. wellingi Ferris, 1985, comb. n. (Apodemia). Type Locality: “México: Yucatán; Pisté”. murphyi comb. n. (Apodemia). Apodemia murphyi Austin, [1989]. Type Locality: “México: Baja California Sur; Ar- royo San Bartolo”. palmerii comb. n. (Apodemia). Lemonias palmerii Edwards, 1870. Type Locality: “Utah” p. palmerii W. H. Edwards, 1870 = p. marginalis Skinner, 1920 p. arizona Austin, [1989], comb. n. (Apodemia). Type Locality: “Arizona: Cochise County, Arizona State Route 90, 10.8 miles north of Arizona State Route 82” p. australis Austin, [1989], comb. n. (Apodemia). Type Locality: “México: Du- rango: 1 mi. S Nombre de Dios”. selvatica comb. n. (Apodemia). Apodemia selvatica De la Maza & De la Maza, 2017. Type Locality: "Estación Chajul" [México, Chiapas]. walkeri comb. n. (Apodemia). Apodemia walkeri Godman & Salvin, 1886. Type Locality: “Mexico, Acapulco” [Guerrero] 31 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)74 Figure 7. Known distribution of Apodemia, Plesioarida, and Neoapodemia. Black lines represent coun- tries’ limits. Neoapodemia Trujano-Ortega, gen. n. http://zoobank.org/749DBAD0-54D3-4AA0-8095-704228745AD0 Figs 2–6 Type species. Chrysophanus nais Edwards, 1876 by present designation. Theoriginal generic name for Apodemia nais, Chrysophanus Hübner, 1818, is unavail- able, having been suppressed by the ICZN. In 1886, Godman and Salvin proposed the generic name Polystigma, with Chrysophanus nais W.H. Edwards as its type species. How- ever, Polystigma Godman & Salvin, 1886 is invalid, being a junior homonym of Polystigma Kraatz, 1880 (Coleoptera). The efore, we propose the name Neoapodemia for this taxon. Diagnosis. This genus contains two species that can be distinguished from other Riodinidae by the presence of the labial palpi that are medium sized, slender, sharp api- cally and projected upward and forward; the second segment is twice the length of the third segment; third segment and apical third of the second segment are visible from dorsal view (Fig. 2, Table 2). Radial veins originate near the end of the discal cell, costal vein parallel to Sc+R1 separated by at least twice the width of R1 in the closest portion. Vein R4 reaches de margin in the wing apex (Fig. 3). Prothoracic legs of male are slen- der, trochanter joint beyond the middle of the coxa, tibiae are slightly wider than the tarsi and the length of the femur + trochanter is nearly the same as tibia length. Tarsus with three tarsomeres, the third tarsomere is small, wide at the base tapering toward the apex but with a blunt end (Fig. 4). Male genitalia with tegumen typically oval- shaped, wide, strongly sclerotized in the dorsal region, posterior half hyaline; the uncus is rectangular with a groove in the distal margin, with setae. Gnathi are wide, curved and ending in a sharp tip projected dorsally. Vinculum is a wide sclerotized band not covering the whole margin of the tegumen, generally straight and convex toward the 32 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 75 saccus, with an evident swallowing in the mid region. Valvae bifurcated, dorsal process conical of variable width and setae all along, ending in a sharp tip projected dorsally, this process is shorter than the posterior edge of the uncus; the ventral process is short and with a rounded tip, projected anteroventrally, also with setae. Cornuti are a series of long, flatten laterally, strongly sclerotized spines, joined at the base in a crest-like shape (Fig. 5). Description. Male. Anterior wing length: 15–18 mm. Head. Ringed antennae with 40 flagellome es with white scales at the base of each flagellome e. Widen in the apical 18–22 flagellome es, where a nudum is present and it extends to the apex ending in a whitish or yellowish tip. The antennal club is formed by the apical 10–12 flage - lomeres, black dorsally and sometimes with a line of white scales. Labial palpi white with black or brown scales in the third segment. Wings (Figs 3, 6). Triangular with four radial veins. In dorsal view, background color varies in both wings from brown to copper-orange, margins are darker and costal and external margins are outlined with black. External margin with a line of seven rounded dots and a line of rectangular spots in the submarginal area which cross the wing from the costal to the anal margin in both wings. Th ee subapical white spots, the first two are just short lines and the third is squared and large, situated in the R4 cell. After the spots is an irregular band of black spots in the postmedian area going into the median area. Discal cell with four black bands, with the most external one larger and wider than the remainder. Under the discal cell are three other bands in the postbasal and submedian areas. White and black fringe present in diverse patterns. Particularly, N. nais comb. n. presents copper-orange scales in the discal cell and between the lines of black spots on both wings. Ventrally, anterior wing is orange, lighter and brighter than dorsal view, with the same pattern of black spot as in dorsal side, white spot of R4 cell extends till the apex; the black dots forming the marginal line are surrounded by white scales, as the dots approach the tornus the white scales are present only in the posterior margin. Th posterior wing is white at the base and with essentially the same pattern of black spots as in dorsal view, however the base of N. nais comb. n. is white-greyish and the white scales over the veins provide a less uniform pattern to the wing than in N. chisosensis comb. n. This species presents three orange spots in the posterior margin of the line of submarginal spots, while in N. nais comb. n. the orange area is between the line of black submarginal and marginal spots, getting wider as it approaches the tornus. This species also presents an orange area along the costal margin just before the apex and another one in the anterior margin of the irregular band of black spots in the median area. Legs. Prothoracic legs have dense and long scales generally white or whitish; mid and hind tibiae and tarsi with a series of multiple short and dense white, whitish or yellowish spines in the inner margin. Abdomen. Dorsum of abdomen dark of brown with orange and whitish scales out- lining each segment. Ventrally, the abdomen is bright white in N. chisosensis comb. n. and whitish in N. nais comb. n. Genitalia. Generally strongly sclerotized, genital capsule medium sized. Themargin of the uncus in dorsal view presents great variation, it can be rounded or straight with 33 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)76 a groove of variable depth. Dorsal processes of the valve are conic and membranous toward the transtilla but narrower in N. nais comb. n. than in N. chisosensis comb. n.; the ventral process is also narrower and longer in N. nais comb. n. Aedeagus of N. nais comb. n. is wide, short and sclerotized, of uniform width all along, with a more scle- rotized plate in the dorsum and ending in a sharp tip in the posterior edge where it opens dorsally. In N. chisosensis comb. n. aedeagus is narrower, longer and less curved, it slightly widens in the anterior edge and makes narrow toward the posterior edge, with a more sclerotized dorsal plate ending in a blunt tip. Cornuti are a series of long, flattene laterally, strongly sclerotized spines, joined at the base in a crest-like shape (Fig. 5E). Etymology. Thename is a combination of the Greek prefix neo, meaning new, and Apodemia, in reference to the genus from which it separates. Distribution and habitat. This genus has a disjunct distribution. Neoapodemia nais comb. n. is distributed in montane areas with medium to high elevations (1600– 2300 m), mostly in the southern and southwestern Rocky Mountains in the USA. In USA inhabits chaparral and open areas of coniferous forests in northern and central Colorado, southeastern New Mexico, and central and southeastern of Arizona where its presence appears to be sporadic (Scott 1986, Brock and Kaufman 2006). In Mexico it can be found in the Sierra Madre Occidental in the states of Sonora, Chihuahua, and Durango (Warren et al. 2017). On the other hand, the distribution of N. chisosensis comb. n. is restricted to western Texas in the Chisos Mountains in Big Bend National Park, where it inhabits the chaparral of submontane shrubland. Natural history. Larvae of Neoapodemia Trujano-Ortega, gen. n. can be found feeding on plants of the Rosaceae family, Prunus havardii (W. Wight) S.C. Mason, and the Rhamanaceae, Ceanothus fendleri A. Gray (Scott 1986, Brock and Kaufman 2006, Warren et al. 2017). A proposed classification of Neoapodemia gen. n. Neoapodemia Trujano-Ortega, gen. n. Type species: Chrysophanus nais W. H. Edwards, 1876, Trans. Am. Entomol. Soc. 5(3/4): 291–292, by present designation. = Polystigma Godman & Salvin, [1886]. Biol. Centr. Amer., Lepid. Rhop. 1(45): 469. Type-species: Chrysophanus nais W. H. Edwards, 1876, Trans. Am. Entomol. Soc. 5(3/4): 291–292, by monotypy. Preoccupied by Polystigma Kraatz, 1880, Dtsche. En- tomol. Z. 24(2): 191. nais comb. n. (Apodemia). Chrysophanus nais W. H. Edwards, 1876. Type Locality: “Southern California... Prescott, Arizona”. chisosensis comb. n. (Apodemia). Apodemia chisosensis Freeman, 1964. Type Locality: “Chisos Mountains, elevation 5400 ft., Texas” 34 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 77 Taxonomic remarks The phylogenetic analysis based on molecular data shows three well-supported clades which are also distinguished by their morphology. Theclade Neoapodemia is more related to the clade of Apodemia (sensu stricto excluding A. castanea and A. phyciodoides) than with Plesioarida. Besides the phylogenetic position, the proposed genera can be easily distinguished morphologically as well as with Apodemia and Emesis. Labial palpi of Apo- demia, Plesioarida and Neoapodemia are slender, long and projected upward and forward, while Emesis present small labial palpi, close to the head and directed upward. Thesecond segment of labial palpi in Neoapodemia is smaller in proportion with the third segment and only one third is visible in dorsal view, in contrast with Apodemia in which the second segment is long and half or more of it is visible in dorsal view. Plesioarida differ from both genera having only part of the third segment visible in dorsal view. Regarding wing veins patterns, radial veins of Neoapodemia and Plesioarida originate near the end of the discal cell, whereas in Apodemia these veins originate at the middle of the discal cell. Veins C and Sc+R1 are closer in Plesioarida and Apodemia than in Neoapodemia, which present a clear separation between these veins. The number and shape of the tarsomeres of prothoracic legs are useful characters for separating the genera. Emesis has only one tarsomere, Plesioarida has two (except P. hypoglauca comb. n. which has three) and an oval-shaped tip, Neoapodemia and Apodemia presents three tarsomeres; the last tarsomere in Apodemia is conical, while Neapodemia the last tarsomere is smaller than in Plesioarida, wide at the base, tapering toward the apex and ending in a blunt tip. Apodemia and Neoapodemia present large genital capsules, more similar than with those of Plesioarida. However, Neoapodemia gnathi are slightly twisted and the pos- terior tip is hooked and strongly projected upward; while gnathi of Apodemia are straight. Thegenital capsule of Plesioarida is smaller and rounded, with tegumen with a marked hyaline area; gnathi are slim and twisted. Vinculum is straight in Apodemia; convex in Neoapodemia, which makes it appear larger; and straight near tegumen and convex toward the saccus in Plesioarida. Dorsal processes of Plesioarida differ from the other two genera because are long and exceed the posterior margin of the uncus. Th ventral processes of the valves of Neopapodemia are shorter than those of Apodemia and Plesioarida, which are also slender. Aedeagus bends in a smooth angle in Neoapo- demia, but in a marked angle in Plesioarida, in both genera this bending appears near the posterior tip of the aedeagus. In Apodemia the bending angle is marked (approxi- mately 45°), nearly at half of aedeagus or closer to the anterior tip. The cornuti are one of the most important diffe ences. Thecornuti of Apodemia are simple, long, and sclerotized; Plesioarida presents a series of aligned spines that surge from individual bulbs; finall , Neoapodemia has long, strong, sclerotized spines, flattened laterally and joined at the base, forming a crest. Emesis genitalia are diverse and the cornuti are simple when present. The phylogenetic analysis with molecular data suggests that A. phyciodoides is part of Emesis. However, we took a conservative approach and decided that A. phyciodoides should remain in Apodemia until morphology was reviewed. Considering that Emesis 35 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)78 need a taxonomical review and that the Emesis + A. phyciodoides clade was well sup- ported only by Bayesian but not ML method. Natural history characters also help to distinguish between these groups. For example, it is noteworthy that each genus has distinct host plants (Ferris 1985, Scott 1986, Austin 1988, DeVries 1997, Brock and Kaufman 2006, Warren et al. 2017), which is evidence of diffe ences in their life histories. Although none of these genera is exclusive of an environ- ment, some of their species are characteristic of specific habitats. For example, Apodemia inhabits desert areas and shrubland environments (although A. multiplaga is from de- ciduous tropical forests). Neoapodemia is recorded from coniferous forest, chaparral, and submontane shrublands. Plesioarida inhabits desert areas and deciduous tropical forests. Conclusions Our results show that Apodemia is paraphyletic with respect to Emesis; furthermore, the morphological evidence and the preliminary molecular analysis (Trujano-Ortega unpub- lished data) suggest polyphyly. This is because, historically, diverse unrelated lineages have been placed within Apodemia and reassigned posteriorly. Harvey and Clench (1980) created the genus Dianesia for Apodemia carteri and suggested that A. castanea is not con- generic with North and Central American Apodemia. More recently, Penz and DeVries (2006) reassigned Apodemia paucipuncta to the recently described genus Hallonympha. In a previous analysis of the phylogenetic relations of Riodinidae at the tribe or sub- family level, Apodemia and Emesis appear always closely related based on morphological evidence (Stichel 1910–1911, Harvey 1987) and molecular evidence (Saunders 2010, Espeland et al. 2015, Proshek et al. 2015). These two genera were grouped in the same tribe Emesini of Stichel (1910–1911). However, the taxonomic scale of these studies and the lack of recent material in scientific collections limited the resolution of lower taxonomic scale and the inclusion of Mexican and Central American species. Thatis why the two genera proposed here remained unnoticed. Themorphological characters shared by Apodemia, Emesis, Neoapodemia, and Plesioarida are evident, as suggested by Harvey (1987), who analyzed the immature stages (pupae). These genera are more related to each other than with the genera of any other tribe of Riodinidae. The efore, these two new genera should be included in a new tribe as mentioned by Espeland et al. (2015) for several Incertae sedis groups, like Emesis-Apodemia. The biogeographic patterns of these new genera are an interesting topic for further study. Espeland et al. (2015) proposed two independent dispersal events for these genera, from the Neotropical to the Nearctic region. One event of the ancestor of Apodemia mainly to the southwestern USA and the other event of the ancestor of Calephelis, to the eastern and central USA. We consider that each of these genera is well supported by the morphological and molecular evidence. In order to resolve these phylogenetic relations a more extensive sampling is required, joined with a detailed review of the morphology of most species, including Emesis species. Also, the species A. phyciodoides, A. castanea, and A. planeca must be assigned to the correct genera in order to stabilize Apodemia. This can only be achieved with the use of diverse character systems and sufficien sampling. This study 36 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 79 contributes to the systematics and classification of Riodinidae. It adds two genera to the family: Neoapodemia which, as Apodemia, is exclusive to North America, and Plesioarida of North and Central America. Acknowledgements We thank the following individuals and institutions for allowing access to the collec- tions under their care and for the stimulating discussions: A. D. Warren, J. Miller, and A. Sourakov (McGuire Center for Lepidoptera & Biodiversity, Gainesville, FL), R. K. Robbins (National Museum of Natural History, Smithsonian Institution, Wash- ington DC), A. Zaldívar, C. Mayorga, and A. Ibarra (IBUNAM), C. Pozo (ECOSUR- Chetumal), and M. Luna (FES-Zaragoza). Many people helped to collect Apodemia samples for this study. We thank all of them, and especially A. Arellano-Covarrubias, J. Hernandez-Jerónimo, A. Contreras-Arquieta, T. K. O’Connor, A. D. Warren, J. C. Pavón-Vázquez, and D. Huerta. J. L. Salinas-Gutiérrez, and J. Shuey facilitated sample adquisition from Central America. Collecting permits were provided by the Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Dirección General de Fauna Silvestre to M. Trujano-Ortega (FAUT-0247). We also thank T. K. O’Connor, A. D. Warren, N. Man- ríquez and J. J. Morrone for their comments, which helped us to improve the manu- script, and N. Seraphim, L. Kaminski, and A. V. L. Freitas for the sequences provided and the discussions about A. castanea. M.T.O. thanks Julieta Brambila, J. Martínez Noble, and A. Warren for the support given during her research stay in Florida, USA. The authors thank Dr. N. Grishing for sharing his laboratory protocols and M. Rosado for the illustrations of the legs. We are very grateful with S. Guzmán for the technical advice on image capture at the LANABIO (IBUNAM) and to A. Nieto-Montes de Oca for allowing access to his laboratory at the F. Ciencias, UNAM where DNA was ex- tracted. DNA sequences were uploaded to Genbank with the assistance of J. C. Pavón- Vázquez. This paper was partially supported by grants from CONABIO (JF065 and PJ016) to A. Nieto-Montes de Oca; from DGAPA, UNAM (PAPIIT no. IN221016) to U. García, and DGAPA, UNAM (PAPIIT no. IN212418) and CONACyT (284966) to JLB; from WWF-Alianza Carlos Slim (L039) to V. Souza; from CONACyT (CVU 131802) and from Becas Mixtas Program to M. Trujano-Ortega. Funding for interna- tional research visits was provided by PAEP-UNAM to M. Trujano-Ortega. Lastly, we thank the Posgrado en Ciencias Biológicas of the Universidad Nacional Autónoma de México, this work is part of the Ph. D. research project of M. Trujano-Ortega. References Ackery PR, De Jong R, Vane-Wright RI (1999) The butterflies: Hedyloidea, Hesperoidea and Papilionoidea. In: Kristensen NP (Ed.) Lepidoptera, moths and butterflies. 1. 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The Open Database License (ODbL) is a license agreement intended to allow users to freely share, modify, and use this Dataset while maintaining this same freedom for others, provided that the original source and author(s) are credited. Link: https://doi.org/10.3897/zookeys.729.20179.suppl1 Supplementary material 2 Collection and voucher data for Riodinids genetic samples used in this study Authors: Marysol Trujano-Ortega, Uri Omar García-Vázquez, Curtis J. Callaghan, Omar Ávalos-Hernández, Moisés Armando Luis-Martínez, Jorge Enrique Llorente-Bousquets Data type: MS Word file Explanation note: Voucher data and GenBank accession numbers of samples used in the molecular analyses. The table is arranged alphabetically by species name and voucher number. Copyright notice: This dataset is made available under the Open Database License (http://opendatacommons.org/licenses/odbl/1.0/). The Open Database License (ODbL) is a license agreement intended to allow users to freely share, modify, and use this Dataset while maintaining this same freedom for others, provided that the original source and author(s) are credited. Link: https://doi.org/10.3897/zookeys.729.20179.suppl2 41 Marysol Trujano-Ortega et al. / ZooKeys 729: 61–85 (2018)84 Supplementary material 3 Maximum likelihood tree of the relationships among Apodemia and selected spe- cies in the Riodinidae inferred with Cytochrome Oxidase I (COI). Numbers near branch nodes are bootstrap branch support Authors: Marysol Trujano-Ortega, Uri Omar García-Vázquez, Curtis J. Callaghan, Omar Ávalos-Hernández, Moisés Armando Luis-Martínez, Jorge Enrique Llorente- Bousquets Data type: Molecular data. Explanation note: Tree infered with Cytochrome Oxidase I gene. Copyright notice: This dataset is made available under the Open Database License (http://opendatacommons.org/licenses/odbl/1.0/). The Open Database License (ODbL) is a license agreement intended to allow users to freely share, modify, and use this Dataset while maintaining this same freedom for others, provided that the original source and author(s) are credited. Link: https://doi.org/10.3897/zookeys.729.20179.suppl3 Supplementary material 4 Maximum likelihood tree of the relationships among Apodemia and selected spe- cies in the Riodinidae inferred with Wingless (wg). Numbers near branch nodes are bootstrap branch support Authors: Marysol Trujano-Ortega, Uri Omar García-Vázquez, Curtis J. Callaghan, Omar Ávalos-Hernández, Moisés Armando Luis-Martínez, Jorge Enrique Llorente- Bousquets Data type: Molecular data. Explanation note: Tree infered with Wingless gene. Copyright notice: This dataset is made available under the Open Database License (http://opendatacommons.org/licenses/odbl/1.0/). The Open Database License (ODbL) is a license agreement intended to allow users to freely share, modify, and use this Dataset while maintaining this same freedom for others, provided that the original source and author(s) are credited. Link: https://doi.org/10.3897/zookeys.729.20179.suppl4 42 Two new genera of metalmark butterflies of orth and Central America... 85 Supplementary material 5 Maximum likelihood tree of the relationships among Apodemia and selected spe- cies in the Riodinidae inferred with gene Elongation factor 1 α (EF-1a). Numbers near branch nodes are bootstrap branch support Authors: Marysol Trujano-Ortega, Uri Omar García-Vázquez, Curtis J. Callaghan, Omar Ávalos-Hernández, Moisés Armando Luis-Martínez, Jorge Enrique Llorente- Bousquets Data type: Molecular data. Explanation note: Tree infered with Elongation factor 1 α gene. Copyright notice: This dataset is made available under the Open Database License (http://opendatacommons.org/licenses/odbl/1.0/). The Open Database License (ODbL) is a license agreement intended to allow users to freely share, modify, and use this Dataset while maintaining this same freedom for others, provided that the original source and author(s) are credited. Link: https://doi.org/10.3897/zookeys.729.20179.suppl5 Supplementary material 6 Data of the photographs shown in the Figure 6 Authors: Marysol Trujano-Ortega, Uri Omar García-Vázquez, Curtis J. Callaghan, Omar Ávalos-Hernández, Moisés Armando Luis-Martínez, Jorge Enrique Llorente- Bousquets Data type: MS Word file Explanation note: Location data and credits for the images. Copyright notice: This dataset is made available under the Open Database License (http://opendatacommons.org/licenses/odbl/1.0/). The Open Database License (ODbL) is a license agreement intended to allow users to freely share, modify, and use this Dataset while maintaining this same freedom for others, provided that the original source and author(s) are credited. Link: https://doi.org/10.3897/zookeys.729.20179.suppl6 43 44 Supplement file SF 1. Specimens examined for morphological revision Institutional codes for scientific collections: MZFC LEP = Colección Lepidopterológica del Museo de Zoología, Facultad de Ciencias, UNAM; MZFZ = Colección Lepidopterológica del Museo de Zoología, FES Zaragoza, UNAM; CNIN-IBUNAM = Colección Nacional de Insectos, Instituto de Biología, UNAM; MGCL = McGuire Center for Lepidoptera and Biodiversity, Florida Museum of Natural History, University of Florida, USA and CJC = Collection of Curtis Callaghan, Colombia. ABD, MTO and BCS are field identifiers for uncatalogued specimens being deposited in the MZFC. Data are arranged alphabetically by species name and geographic range in north/south order. Apodemia castanea. Brasil: Minas Gerais (1): Km 68 Piamontina Carmeloso, 1♂ 5/IV/1975 leg (CJC uncataloged). Apodemia phyciodoides. México: Sonora (2 ejemplares): Camino Santa Rosa-Yécora, 3.7 mi SE de Santa Rosa 2 ♂♂ (MZFC LEP 410226, 410226) 18-III-1998. Apodemia duryi. México: Coahuila (2): Cuatro Ciénegas, Ejido El Oso, (27.05938 N, 102.22661 W), 1151 m, 2 ♂♂ (MZFC LEP 224300, 414855), 04/X/2012 leg. M. Trujano- Ortega. Querétaro (1): 10 mi of Calinda, 1 ♂ (MZFC LEP, uncataloged), 28/V/1982, leg. J. Kemner. Apodemia mejicanus. México: Baja California Sur (6): Mulegé, 4.3 km S Mulegé, Hotel Serenidad (26.89132 N, 111.95501 W), 1 m, 1 ♂ (MTO 555) 07/IV/2014 leg. M. Trujano- Ortega, U. García; Loreto, 3 km SW de Loreto (25.99203 N, 111.35838 W), 7 m, 5 ♂♂ (BCS 45, 51, 52, 54, 58) 07/IV/2014 leg. M. Trujano-Ortega, U. García. Apodemia mormo. México: Baja California (2): Mexicali, Mis. San Catarina, North district Baja California, 2 ♂♂ (CNIN-IBUNAM 27772, 27773) 08/IV/1982 leg. M. F. M. Brown, David K. Faulkner. USA: California (1): Fresno, Parkfield Grade Road 8.0 road miles S. of CA 198, 1 ♂ (MGCL FL19), 3000 ft 05/IX/2001. Apodemia multiplaga. México: Oaxaca (1): Santa María Huatulco, Pluma Hidalgo, Rancho Hagia Sofía, 1 ♂ (MZFC LEP 378850) 03/VI/2013 leg. J. L. Salinas. Guerrero (1): Piedras Negras, Pilcaya, 1 ♂ (MZFZ 8149) 05/X/2012 leg. A. Ramírez G. Apodemia planeca. México: Michoacán (4): Múgica, El Marqués, 3 ♂ (MZFC LEP 120573–120576), 23/III/1997, 500 m. Apodemia virgulti. México: Baja California (2): Tijuana, Tecate, 8 mi E, Hwy. 2, 2 ♂♂ (CNIN-IBUNAM 27757, 27758) 25/V/1980 and 9/V/1980 leg. M. F. M. Brown, David K. Faulkner. Plesioarida hepburni. México: Baja California Sur (6): La Laguna, San Bartolo, (23.73592 N, 109.84294 W), 4 ♂♂ (MTO 496, MTO 509–11), 375 m, 03/IV/2014, leg. M. Trujano-Ortega and U. García; Los Cabos, Caduaño, 1♂ (CNIN-IBUNAM 27236), 45 22/I/1961; Los Cabos, Migriño, (23.04835 N, 110.097 W), 1 ♂ (MTO 528), 15 m, 5/V/2015, leg. M. Trujano-Ortega and U. García. Sinaloa (1): Sibajahui, El Fuerte (17.34583 N, 99.44777 W), 45 m, 1 ♂ (MTO 643) 9/XII/2014, leg. M. Trujano-Ortega and U. García. Sonora (1): Huásabas (29.9219 N, 109.296 W), 1♂ (MTO 665), 510 m, 11/VII/2014, M. Trujano-Ortega, U. García, A. Arellano. Plesioarida hypoglauca. México: Guerrero (4): Acahuizotla, Chilpancingo de los Bravo, 1 ♂ (CNIN-IBUNAM 42327) VII/1992 leg. A. Ibarra; Buena Vista de Cuellar, Los Amates, 1 ♂ (MZFZ 7088) 08/IX/2012 leg. M. Luna; Ixcateopan de Cuauhtémoc (18.4943 N, 99.7889 W), 1727 m, 1 ♂ (MTO 392, 397), 17/X/2013, leg. A. Arellano. Yucatán (1): Ebtún, Valladolid (20.66359 N, 88.26498 W), 43 m, 2 ♂♂ (MTO 949, 950), 27/XIII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, U. García. Sinaloa (1): Aserradero, El Palmito (23.5564 N, 105.8833 W), 1827 m, 1 ♂ (MTO 335), 05/VII/2013, leg. M. Trujano-Ortega, U. García, A. Arellano. Aguascalientes (1): Road Mex. 45, Aguascalientes/León, km 116 (21.7732 N, 102.278 W), 1877m, 1 ♂ (MTO 857), 20/VII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, U. García, A. Arellano. Plesioarida murphyi. México: Baja California Sur (6): Santa Rita, 7.4 km SW de Santa Rita, Carr. Santa Rita/Puerto Chale (24.53879 N, 111.50282 W), 24 m, 2 ♂♂ (BCS 12–13) 08/IV/2014, leg. M. Trujano-Ortega, U. García; La Paz, 300 m S CIBNOR (24.133 N, 110.4252 W), 24 m, 1 ♂ (BCS 99), 10/IV/2014, leg. M. Trujano-Ortega, U. García; Los Cabos, El Migriño (23.04835 N, 110.09744 W), 14 m, 1 ♂ (MTO 529), 15/IV/2014, leg. M. Trujano-Ortega, U. García; Loreto, 3 km SW de Loreto (25.992 N, 111.3584 W), 7 m, 1 ♂ (MTO 541), 6/IV/20/2014; La Laguna, San Bartolo, (23.73592 N, 109.84294 W), 1 ♂ (MTO 513), 375 m, 03/IV/2014, leg. M. Trujano-Ortega and U. García. Plesioarida palmerii. México: Querétaro (2): Cadereyta de Montes, Cadereyta de Montes (20.70951 N, 99.8515 W), 2011 m, 1 ♂ (MTO 1209), 17/XI/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, O. Ávalos, U. García; Peña Miller, San Juanico (21.061 N, 98.1983 W), 1363 m, 1 ♂ (MTO 1204), 16/XI/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, O. Ávalos, U. García. Zacatecas (1): Carretera 49, Río Grande-Fresnillo, km 53 (23.7733 N, 103.011 W), 1944 m, 1 ♂ (MTO 822), 18/VII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, U. García. Sinaloa (2): El Fuerte, Sibajahui (26.1632 N, 108.746 W), 45 m, 1 ♂ (MTO 643), 09/VII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, U. García; Ahome, Topoviejo, El Maviry (25.6005 N, 109.096 W), 16 m, 1 ♂ (MTO 468), 25/III/2014, leg. M. Trujano- Ortega, A. Arellano, U. García. Durango (2): Nombre de Dios (23.8561 N, 103.7449 W), 1780 m, 2 ♂♂ (MTO 302, 303), 3/VIII/2013, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, J. Hernández, U. García. Nuevo León (1): Dr. Arroyo (23.6993 N, 99.7394 W), 1882 m, 1 ♂ (MTO 238), 1/VII/2013, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, J. Hernández, U. García. Coahuila (1): Cuatro Ciénegas de Carranza, Rancho Orozco, Poza Tío Cándido (26.8696 N, 102.079 W), 720 m, 1 ♂ (MTO 214), 5/X/2012, leg. M. Trujano-Ortega. Sonora (1): Huásabas (29.9219 N, 109.296 W), 1♂ (MTO 663), 510 m, 11/VII/2014, M. Trujano- Ortega, U. García, A. Arellano. USA: Nevada (1): Clark, E. side of Bowman Reservoir, near Logandale, 1300 ft, 1 ♂ (MGCL FL12), 18/V/1998. Plesioarida walkeri. México: Guerrero (1): Huitzuco, Agua Salada, 1 ♂ (MZFZ 7750) 04/X/2012 leg. M. Luna. Morelos (5): Huexca, Road Cuautla-Huexca, 4 km SW de Huexca 46 (18.7841 N, 98.888 W), 1368 m, 1 ♂ (MTO 930), 27/VII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, U. Garcia; Huexca, Road 160, Cuautla-Izúcar, 2.5 km. NW de Tlayecac (18.7712 N, 98.8907 W), 1359 m, 3 ♂♂ (MTO 922, 924, 925), 27/VII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, U. Garcia; Cañón de Lobos, 1 ♂ (CNIN-IBUNAM 27244), 15/II/1976, leg. J. Saldaña. Veracruz (2): Naranjos, 8.3 km NE Rinconada (19.4018 N, 96.5272 W), 122 m, 1 ♂ (MTO 360), 3/VIII/2013, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, U. García; Tzonapa, Limonesintla (18.5293 N, 96.7999 W), 89 m, 1 ♂ (MTO 384), 4/IX/2013, leg. U. García. Querétaro (1): Arroyo Seco, 3 km N Arroyo Seco (21.5655 N, 98.3310 W), 1097 m, 1 ♂ (MTO 1079), 15/IX/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, O. Ávalos, U. García. Hidalgo (1): Milpillas, Barranca de Meztitlan (20.5115 N, 98.6614 W), 1344 m, 1 ♂ (MTO 600), 31/V/2014, leg. U. García. Oaxaca (1): Pluma Hidalgo, Rancho Hagia Sofia (15.8669 N, 96.3653 W), 406 m, 1 ♂ (MTO 253), 03/VII/2003, leg. A. Arellano. Sinaloa (2): Puente Piaxtla (23.7486 N, 106.5951 W), 185 m, 1 ♂ (MTO 634), 8/VII/2014, leg. M. Trujano- Ortega, A. Arellano, U. García; Siqueros (23.3462 N, 106.244 W), 185 m, 1 ♂ (MTO 633), 8/VII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, U. García. Jalisco (2): Carr. 45 Aguascalientes-León, km 29, Lagos de Moreno (21.1376 N, 101.83 W), 1844 m, 1 ♂ (MTO 862), 20/VII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, U. García; Jamay (20.2944 N, 102.735 W), 1537 m, 1 ♂ (MTO 486), 31/III/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, U. García. Emesis ares. México: Sonora (1): 13 mi E of El Novillo, 1 ♂ (MZFC LEP 410225), 12/VIII/1985, leg. J. P. Brock. Emesis liodes. México: Veracruz (1): Teocelo, San Marcos, 1 ♂ (MZFC LEP 1914), 30/XI/1978, leg. J. Llorente. Emesis mandana. México: Jalisco (1): Ahutlan, Ahuacapan, 1 ♂ (ABD–123), 24/X/1989, leg. J. Llorente. Tamaulipas (1): San Marcos River, 1 ♂ (ABD–122), 29/XI/1986, leg. J. Kemner. Emesis saturata. México: Morelos (1): Tepoztlán, Chichinautzin, km 85, (MZFC LEP 37476), 08/X/1995, leg. S. Valencia. Emesis tenedia. México: San Luis Potosí (1): La Mera Ceiba, 1 ♂ (ABD–131), 08/I/1987, leg. J. Kemner. Neoapodemia chisosensis. USA: Texas (2): Crockett, Tx. 290, 1.6–1.1 road miles E. of Fort Lancaster, 2 ♂ (MGCL FL36, FL38), 2500ft 14/V/2007. Neoapodemia nais. México: Durango (1): El Madroño, 1 ♂ (MZFC LEP 2739) 27/VI/1987 leg. A. Luis, J. Llorente. Chihuahua (1): Road La Providencia, 8/10 km W de Santa Bárbara (26.7724 N, 105.884 W), 2424 m, 1 ♂ (MTO 772), 2424 m, 16/VII/2014, leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, U. García. Sonora (1): Carr. Yécora-Cuauhtemoc, Km 290–291, Yécora (28.39581 N, 108.86584 W), 1583 m, 1 ♂ (MTO 706), 13/VII/2014 leg. M. Trujano-Ortega, A. Arellano, U. García. USA: New Mexico (1): Grant, Cherry Cr. Can., N. of Silver City, mile 11–12.5 on N. Mex. 15, 6950 ft, 1 ♂ (MGCL FL15), 03/VII/1989, leg. June Preston, Floyd Preston. 47 Supplement file SF 2. Collection and voucher data for Riodinids genetic samples used in this study. No. Voucher Number Taxon County Locality GenBank accession number Notes COI Elongation Wingless 1 RE01H224 Anteros allectus Costa Rica Rio Taus: Cartago Province KT286569 KT286261 KT286079 GenBank 2 MTO202 Apodemia duryi Mexico Coahuila: Cuatro Ciénegas de Carranza MG461222 MG461250 MG461278 This study 3 MTO510 Apodemia hepburni remota Mexico Baja California Sur: San Bartolo MG461229 MG461257 MG461285 This study 4 MTO335 Apodemia h. hypoglauca Mexico Sinaloa: El Palmito MG461224 MG461252 MG461280 This study 5 MTO336 Apodemia h. hypoglauca Mexico Sinaloa: El Palmito MG461225 MG461253 MG461281 This study 6 MTO392 Apodemia h. hypoglauca Mexico Guerrero: Ixcateopan de Cuauhtémoc MG461226 MG461254 MG461282 This study 7 MTO857 Apodemia h. hypoglauca Mexico Aguascalientes: Aguascalientes-León, km 116 MG461228 MG461256 MG461284 This study 8 MTO393 Apodemia h. hypoglauca Mexico Guerrero: Ixcateopan de Cuauhtémoc MG461227 MG461255 MG461282 This study 9 MTO344 Apodemia m. mejicanus Mexico Sonora: Carr. Mex. 45D. 46.2 km S de Hermosillo MG461231 MG461259 MG461287 This study 10 MTO537 Apodemia m. maxima Mexico Baja California Sur: Loreto: 3 km SW de Loreto MG461230 MG461258 MG461286 This study 11 MTO492 Apodemia m. maxima Mexico Baja California Sur: La Paz: 300 m S del CIBNOR MG461232 MG461260 MG461288 This study 12 AS92Z472 Apodemia mormo USA Lang Crossing: Nevada Count KT286459 KT286159 KT285983 GenBank 13 MTO394 Apodemia multiplaga Mexico Guerrero: Ixcateopan de Cuauhtémoc: Pipicantla MG461233 MG461261 MG461289 This study 14 MTO261 Apodemia multiplaga Mexico Oaxaca: Pluma Hidalgo MG461223 MG461251 MG461279 This study 15 MTO529 Apodemia murphyi Mexico Baja California Sur: Los Cabos: Migriño MG461234 MG461262 MG461290 This study 16 MTO706 Apodemia nais Mexico Sonora: Carr. Yécora-Cuauhtémoc, Km 290–291 MG461235 MG461263 MG461291 This study 17 MTO772 Apodemia nais Mexico Chihuahua: 8–10 w of Santa Bárbara MG461236 MG461264 MG461292 This study 18 MTO643 Apodemia palmerii arizona Mexico Sinaloa: El Fuerte: Sibajahui MG461240 MG461268 MG461296 This study 19 MTO1209 Apodemia palmerii australis Mexico Querétaro: Cadereyta de Montes MG461237 MG461265 MG461293 This study 20 MTO214 Apodemia palmerii australis Mexico Coahuila: Cuatro Ciénegas de Carranza: Tío Cándido MG461238 MG461266 MG461294 This study 21 MTO235 Apodemia palmerii australis Mexico Coahuila: Cuatro Ciénegas de Carranza: Pozas Azules MG461239 MG461267 MG461295 This study 22 MTO303 Apodemia palmerii australis Mexico Durango: Nombre de Dios MG461241 MG461269 MG461297 This study 23 MTOH84 Apodemia phyciodoides Mexico Sonora: Yécora-Cuauhtémoc, Km 300–302, Los Pilares MG461242 MG461270 MG461298 This study 24 ABDRIOD69 Apodemia walkeri Mexico Morelos MG461243 MG461271 MG461299 This study 25 MTO1079 Apodemia walkeri Mexico Querétaro: Arroyo Seco: 3 km N de Arroyo Seco MG461244 MG461272 MG461300 This study 26 MTO486 Apodemia walkeri Mexico Jalisco: Jamay: Jamay MG461245 MG461273 MG461301 This study 27 MTO862 Apodemia walkeri Mexico Jalisco: Carr. 45 Aguascalientes-Leon, km 29 MG461246 MG461274 MG461302 This study 28 RE01H221 Baeotis nesaea Costa Rica Rio Taus: Cartago Province KT286568 KT286260 KT286078 GenBank 29 JH03R041 Calydna sturnula Ecuador Cerro Lumbaqui Norte: Su KT286504 KT286199 KT286026 GenBank 30 PDV94A005 Detritivora gynaea Panama Barro Colorado Island KT286532 KT286225 KT286052 GenBank 31 RE06E140 Dodona Elvira Indonesia NE Kalimantan KT286595 KT286285 KT286103 GenBank 32 PDV94B017 Emesis lucinda Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286551 KT286244 KT286067 GenBank 33 PDV94T022 Emesis mandana Mexico Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286562 KT286254 KT286073 GenBank 34 MTO385 Emesis sp. Mexico Veracruz: Tzonapa: Limonesintla MG461248 MG461276 MG461304 This study 35 MTO357 Emesis sp. Mexico Veracruz: : Naranjos, 8.3 km al Noreste de Rinconada MG461303 MG461275 MG461247 This study 36 MTO478 Emesis sp. Mexico Nayarit: Tepic: Carr. Mex. 15, 12.2 km NW de Tepic MG461249 MG461277 MG461305 This study 37 PDV94D002 Esthemopsis jesse Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286556 KT286249 KT286070 GenBank 38 RE01H159 Eurybia unxia Costa Rica Rio Grande Orosi: Cartago Province KT286565 KT286257 KT286076 GenBank 39 MFB00T814 Euselasia hieronymi Costa Rica Colon KT286579 KT286271 KT286088 GenBank 40 RE01H229 Hades noctula Costa Rica Rio Taus: Cartago Province KT286570 KT286262 KT286080 GenBank 41 PDV94A021 Helicopis cupido Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286536 KT286229 KT286055 GenBank 48 42 JH03R027 Ithomiola tanos Ecuador Near Baeza, NA KT286492 KT286192 KT286014 GenBank 43 AS92Z211 Lycaena arota USA Topaz Lake: Mono County: California KT286458 KT286158 KT285982 GenBank 44 MAT98V738 Melanis pixe Panama Gamboa: 183 Smithsonian Apartment building KT286507 KT286202 KT286029 GenBank 45 JH03R019 Mesene nola Ecuador Misahualli, WA KT286484 KT286184 KT286006 GenBank 46 PDV94A033 Nymphidium sp. Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286541 KT286234 KT286059 GenBank 47 MWT93A074 Paralaxita damajanti Malaysia Kepong KT286520 KT286213 KT286040 GenBank 48 NK00P826 Polycaena temerlana Kazakhstan Bolshaya: Almatinka KT286526 KT286219 KT286046 GenBank 49 05SRNPP30061 Sarota chrysus Costa Rica Guanacaste: Sector Pitilla: Pasmompa KT286583 KT286274 KT286092 GenBank 50 PDV94B030 Sarota gyas Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286555 KT286248 KT286069 GenBank 51 JH03R026 Siseme aristoteles Ecuador Near Baeza KT286491 KT286191 KT286013 GenBank 52 PDV94B003 Stalachtis calliope Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286546 KT286239 KT286063 GenBank 53 MWT93B071 Stiboges nymphidia Malaysia Genting Tea Estate KT286522 KT286215 KT286042 GenBank 54 GL02N259 Styx infernalis Peru Cuzco: Valle de Cosnipata, ca. 3 km W. San Pedro KT286466 KT286166 KT285989 GenBank 55 PDV94A024 Synargis abaris Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286539 KT286232 KT286057 GenBank 56 MWT93A019 Zemeros flegyas Malaysia Kepong KT286514 KT286207 KT286034 GenBank Apodemia_h_hypoglauca_MTO392_COI_GRO Apodemia_palmerii_MTO214_COI_COAH Apodemia_hypoglauca_MTO857_COI_AGS Sarota_chrysus_05SRNPP30061_COI Detritivora_gynaea_PDV94A005_COI Zemeros_flegyas_MWT93A019_COI Anteros_allectus_RE01H224_COI Lycaena_arota_AS92Z211_COI Emesis_MTO357_COI_VER Apodemia_walkeri_ABD_RIOD_69 Apodemia_palmeri_MTO_643_COI_SIN Nymphidium_sp_PDV94A033_COI Emesis_sp_MTO385_COI_VER Apodemia_walkeri_MTO_1079_COI_QRO Apodemia_m_maxima_MTO537_COI_BCS Euselasia_hieronymi_MFB00T814_COI Esthemopsis_jesse_PDV94D002_COI Baeotis_nesaea_RE01H221_COI Calydna_sturnula_JH03R041_COI Apodemia_h_hypoglauca_MTO336_COI_SIN Polycaena_tamerlana_NK00P826_COI Emesis_mandana_PDV94T022_COI Hades_noctula_RE01H229_COI Apodemia_palmerii_MTO235_COI_COAH Apodemia_walkerii_MTO_862_COI_JAL Apodemia_duryi_MTO_202_COI_Coah Paralaxita_damajanti_MWT93A074_COI Styx_infernalis_GL02N259_COI Sarota_cf_gyas_PDV94B030_COI Apodemia_phyciodoides_MTO_H_84_COI_Chih Apodemia_multiplaga_MTO394_COI_GRO Apodemia_walkeri_MTO951_COI_YUC Apodemia_nais_MTO_706_COI_SON Mesene_nola_JH03R019_COI Apodemia_h_hypoglauca_MTO335_COI_SIN Apodemia_maxima_MTO_492_COI_BCS Apodemia_m_mejicanus_MTO344_COI_SON Apodemia_nais_MTO772_COI_CHIHU Ithomiola_tanos_JH03R027_COI Apodemia_mormo_AS92Z472_COI Apodemia_palmerii_australis_MTO_303_COI_ Apodemia_walkeri_MTO_486_COI_JAL Synargis_abaris_PDV94A024_COI Apodemia_murphy_MTO_529_COI_BCS Emesis_sp_MTO_478_COI_Nay Stiboges_nymphidia_MWT93B071_COI Apodemia_palmeri_MTO_1209_COI_QRO Apodemia_h_remota_MTO510_COI_BCS Eurybia_unxia_RE01H159_COI Stalachtis_calliope_PDV94B003_COI Helicopis_cupido_PDV94A021_COI Siseme_aristoteles_JH03R026_COI Emesis_cf_lucinda_PDV94B017_COI Apodemia_multiplaga_MTO261_COI_OAX Melanis_pixe_MAT98V738_COI Dodona_elvira_RE06E140_COI Apodemia_h__hypoglauca_MTO393_COI_GRO 26 1 13 93 95 1 5 13 1 98 98 14 7 93 73 20 100 19 1 33 38 0 9 73 1 97 18 90 98 84 62 5 0 42 9 56 25 10 46 84 62 93 11 70 18 34 37 96 49 100 3 24 83 99 49 50 Emesis_sp_MTO385_COI_VER Apodemia_walkeri_MTO_486_COI_JAL Emesis_sp_MTO_478_COI_Nay Stiboges_nymphidia_MWT93B071_COI Apodemia_h_hypoglauca_MTO261_COI_OAX Apodemia_h_hypoglauca_MTO335_COI_SIN Baeotis_nesaea_RE01H221_COI Polycaena_tamerlana_NK00P826_COI Paralaxita_damajanti_MWT93A074_COI Lycaena_arota_AS92Z211_COI Apodemia_nais_MTO772_COI_CHIHU Melanis_pixe_MAT98V738_COI Apodemia_walkerii_MTO_862_COI_JAL Apodemia_palmerii_MTO214_COI_COAH Sarota_chrysus_05SRNPP30061_COI Styx_infernalis_GL02N259_COI Siseme_aristoteles_JH03R026_COI Hades_noctula_RE01H229_COI Anteros_allectus_RE01H224_COI Apodemia_multiplaga_MTO394_COI_GRO Ithomiola_tanos_JH03R027_COI Dodona_elvira_RE06E140_COI Euselasia_hieronymi_MFB00T814_COI Apodemia_palmerii_australis_MTO_303_COI_Dgo Mesene_nola_JH03R019_COI Nymphidium_sp_PDV94A033_COI Esthemopsis_jesse_PDV94D002_COI Apodemia_m_mejicanus_MTO344_COI_SON Detritivora_gynaea_PDV94A005_COI Apodemia_nais_MTO_706_COI_SON Apodemia_palmeri_MTO_1209_COI_QRO Sarota_cf_gyas_PDV94B030_COI Apodemia_palmerii_MTO235_COI_COAH Helicopis_cupido_PDV94A021_COI Emesis_mandana_PDV94T022_COI Apodemia_murphy_MTO_529_COI_BCS Stalachtis_calliope_PDV94B003_COI Apodemia_h_remota_MTO510_COI_BCS Apodemia_h_hypoglauca_MTO336_COI_SIN Calydna_sturnula_JH03R041_COI Apodemia_duryi_MTO_202_COI_Coah Synargis_abaris_PDV94A024_COI Emesis_cf_lucinda_PDV94B017_COI Apodemia_walkeri_ABD_RIOD_69 Apodemia_hypoglauca_MTO857_COI_AGS Apodemia_walkeri_MTO951_COI_YUC Apodemia_maxima_MTO_492_COI_BCS Emesis_MTO357_COI_VER Apodemia_mormo_AS92Z472_COI Zemeros_flegyas_MWT93A019_COI Apodemia_walkeri_MTO392_COI_GRO Apodemia_walkeri_MTO_1079_COI_QRO Apodemia_m_maxima_MTO537_COI_BCS Eurybia_unxia_RE01H159_COI Apodemia_hepburni_MTO_643_COI_SIN Apodemia_phyciodoides_MTO_H_84_COI_Chih Apodemia_walkeri_MTO393_COI_GRO 41 66 97 16 63 61 17 55 81 16 62 27 98 97 81 98 6 41 85 12 100 70 57 81 84 92 91 80 44 71 31 76 13 23 98 89 100 100 22 72 36 62 87 37 86 70 56 36 85 27 35 65 61 45 51 Emesis_sp_MTO_478_COI_Nay Apodemia_multiplaga_MTO394_COI_GRO_MTO261_COI_OAX Sarota_chrysus_05SRNPP30061_COI Calydna_sturnula_JH03R041_COI Polycaena_tamerlana_NK00P826_COI Apodemia_h_hypoglauca_MTO336_COI_SIN Lycaena_arota_AS92Z211_COI Apodemia_palmerii_MTO214_COI_COAH Emesis_cf_lucinda_PDV94B017_COI Apodemia_m_maxima_MTO537_COI_BCS Anteros_allectus_RE01H224_COI Apodemia_palmeri_MTO_1209_COI_QRO Siseme_aristoteles_JH03R026_COI Apodemia_phyciodoides_MTO_H_84_COI_Chih Apodemia_palmerii_MTO235_COI_COAH Melanis_pixe_MAT98V738_COI Apodemia_nais_MTO_706_COI_SON Sarota_cf_gyas_PDV94B030_COI Stalachtis_calliope_PDV94B003_COI Apodemia_h_hypoglauca_MTO335_COI_SIN_MTO393_COI_GRO Apodemia_walkerii_MTO_862_COI_JAL Eurybia_unxia_RE01H159_COI Dodona_elvira_RE06E140_COI Esthemopsis_jesse_PDV94D002_COI Apodemia_nais_MTO772_COI_CHIHU Apodemia_mormo_AS92Z472_COI Hades_noctula_RE01H229_COI Apodemia_walkeri_MTO951_COI_YUC Apodemia_palmeri_MTO_1209_COI_QRO_MTO_643_COI_SIN Detritivora_gynaea_PDV94A005_COI Apodemia_hypoglauca_MTO857_COI_AGS Apodemia_h_hypoglauca_MTO335_COI_SIN Helicopis_cupido_PDV94A021_COI Ithomiola_tanos_JH03R027_COI Apodemia_walkeri_MTO_1079_COI_QRO Apodemia_murphy_MTO_529_COI_BCS Stiboges_nymphidia_MWT93B071_COI Euselasia_hieronymi_MFB00T814_COI Emesis_mandana_PDV94T022_COI Baeotis_nesaea_RE01H221_COI Apodemia_duryi_MTO_202_COI_Coah Apodemia_maxima_MTO_492_COI_BCS Apodemia_h_remota_MTO510_COI_BCS Nymphidium_sp_PDV94A033_COI Emesis_MTO357_COI_VER Styx_infernalis_GL02N259_COI Apodemia_m_mejicanus_MTO344_COI_SON Apodemia_multiplaga_MTO394_COI_GRO Apodemia_palmerii_australis_MTO_303_COI_Dgo Apodemia_walkeri_MTO_486_COI_JAL Apodemia_walkeri_ABD_RIOD_69 Zemeros_flegyas_MWT93A019_COI Paralaxita_damajanti_MWT93A074_COI Synargis_abaris_PDV94A024_COI Apodemia_h_hypoglauca_MTO335_COI_SIN_MTO392_COI_GRO Emesis_sp_MTO385_COI_VER Mesene_nola_JH03R019_COI 9 91 100 2 19 37 25 11 7 89 100 24 11 9 65 6 21 22 98 3 27 2 86 72 65 5 99 15 100 100 53 13 33 83 2 25 1 33 6 1 29 61 51 33 15 11 100 11 36 11 79 66 2 2 52 Supplementary file SF 6: Data of the photographs in the Figure 6. A) Neoapodemia chisosensis. HOLOTYPE ♂ USA: TEXAS: Chisos Mtns., 03/VIII/1962 [AMNH]. Nick V. Grishin. B) Neoapodemia nais. ♂ MEXICO: CHIHUAHUA: Madera, June 1956 [MGCL]. Kim Davis, Mike Stangeland and Andrew Warren. C) Plesioarida h. hepburni. ♂ MEXICO: SONORA: Trinidad, 10-X-88 [MGCL] Kim Davis, Mike Stangeland and Andrew Warren. D) Plesiorida murphy. HOLOTYPE ♂ MEXICO: BAJA CALIFORNIA SUR: Arroyo San Bartolo, 28/VIII/82 [SDNHM]. Kim Davis, Mike Stangeland and Andrew Warren. E) Plesioarida h. hypoglauca. ♂ MEXICO: SONORA: Rute 16, 3 mi W of Trinidad, 08/VIII/86 [MGCL]. Kim Davis, Mike Stangeland and Andrew Warren. F) Plesioarida p. palmerii. ♂ Afton County Park, San Bernardino Co., CA, USA 23/VIII/75. Jim P. Brock. G) Plesioarida walkeri. ♂ St. Hwy. 18, 10–30 Km. West of Cosala, SIN, MX 16/I/79. Jim. P. Brock. H) Apodemia m. mormo. ♂ USA: CALIFORNIA: Nevada Co., 2 mi N of Hwy 20 on Bowman Lake Road, 24/VIII/81 [MGCL]. Kim Davis, Mike Stangeland and Andrew Warren. I) Apodemia duryi. ♂ Brewster Co., TX., USA 30/V/99. Jim. P. Brock. J) Apodemia m. mejicanus. ♂ vicinity of Nacapuli Canyon, San Carlos, SON, MX 25–26/III/03. Jim. P. Brock. K) Apodemia multiplaga. ♂ playa, 1 Km East of Bahia San Carlos, SON, MX 21/III/98. Jim P. Brock. L) Apodemia v. virgulti. (NEOTYPE of Nemeobius virgulti) USA: CALIFORNIA: Los Angeles Co., La Tuna Canyon, 27/IX/1951 [CAS]. Qian Cong and Nick V. Grishin. 53 Sistemática de los géneros de Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski, 2018 (Lepidoptera: Riodinidae) Artículo que se enviará a la revista Zootaxa: Capítulo 2. Trujano-Ortega, M., U. O. García-Vázquez, C. J. Callaghan, O. Ávalos-Hernández, M. A. Luis-Martínez, J. E. Llorente-Bousquets. Morphological variation and phylogenetic position of Apodemia planeca (Lepidoptera: Riodinidae) with comments on the monophyly of the genus Apodemia 54 Trujano-Ortega et al. 1 Morphological variation and phylogenetic position of Apodemia planeca R. de la Maza E. & 2 J. de la Maza E. (Lepidoptera: Riodinidae) with comments on the monophyly of the genus 3 Apodemia 4 5 Marysol Trujano-Ortega1,2,5, Uri Omar García-Vázquez3, Curtis J. Callaghan4, Omar Ávalos-6 Hernández1, Moisés Armando Luis-Martínez1, Jorge Enrique Llorente-Bousquets1 7 8 1Museo de Zoología (Entomología), Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de Ciencias, 9 Universidad Nacional Autónoma de México, Apdo. Postal 70-399, México 04510, Ciudad de 10 México, México. 11 2Posgrado en Ciencias Biológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México. 12 3Laboratorio de Sistemática Molecular, Unidad Multidisciplinaria de Investigación Experimental, 13 Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma de México, Batalla 5 14 de Mayo s/n, Ejército de Oriente, Ciudad de México 09230, México. 15 4Casa Picapau, Floresta de la Sabana. Carrera 7, 237–04, Bogotá, Colombia 16 5Corresponding author: marysol_trujano@yahoo.com.mx 17 18 19 20 21 22 23 24 55 Abstract 25 New morphological variation is evaluated in a recently described species of Riodininae, Apodemia 26 planeca R. de la Maza E. & J. de la Maza E., from lower Balsas Basin. We described in detail its 27 external morphology and adult variation, and discussed some aspects of its ecology and restricted 28 geographical distribution. We also evaluated the phylogenetic relationships of this species within 29 Emesidini, based on molecular data, including the phylogenetic affinities of Apodemia 30 phyciodoides. 31 Resumen 32 Se evalúa la variación morfológica de Apodemia planeca R. de la Maza E. & J. de la Maza E., una 33 especie de Riodinidae de la Depresión del Balsas descrita recientemente. Se presenta la morfología 34 externa del adulto a detalle y se discute su ecología y distribución geográfica restringida. Se 35 evalúan también las relaciones filogenéticas de esta especie dentro de Emesidini, con base en datos 36 moleculares, se incluyen las afinidades filogenéticas de Apodemia phyciodoides. 37 Key words.- Emesidini, molecular phylogeny, Papilionoidea, Sistematic, Apodemia phyciodoides 38 Introduction 39 Riodinidae are a butterfly family distributed in almost all biogeographical regions, though most of 40 the species (93%) occurs in the Neotropics (DeVries 1997; Callaghan & Lamas 2004; Seraphim et 41 al. 2018). The Riodinidae shows a remarkable diversity of morphological, ecological, and 42 behavioral traits, but it is historically the least known of all butterfly families (DeVries 1997; 43 Seraphim et al. 2018). Recently, Seraphim et al. (2018) proposed a new higher classification for the 44 family, dividing it into two subfamilies: Nemeobiinae, including the Old World riodinids and its 45 Neotropical sister taxon Euselasia, and Riodininae, comprising all remaining genera. These authors 46 also divided Riodininae into nine tribes, including the new tribe Emesidini. 47 Originally Emesidini were composed by Emesis and Apodemia (Seraphim et al. 2018). 48 However, Trujano-Ortega et al. (2018) reviewed the taxonomy of Apodemia and divided it into 49 three genera: Apodemia (sensu lato) with seven species (A. mormo, A. virgulti, A. mejicanus, A. 50 duryi, A. multiplaga, A. planeca and A. phyciodoides), Neoapodemia with two species (N. 51 chisosensis and N. nais), and Plesiorida with six species (P. hepburni, P. hypoglauca, P. murphyi, 52 56 P. palmerii, P. selvatica, and P. walkeri). Therefore, Emesidini is currently composed of four 53 genera. However, the paraphyly of Apodemia is evident, since A. phyciodoides is more closely 54 related to Emesis than to other of its species, and A. castanea was recently reassigned to Zabuella 55 (Seraphim et al. 2018; Trujano-Ortega et al. 2018). It has also been suggested that A. phyciodoides 56 and A. planeca must be assigned to other genera in order to stabilize Apodemia (Trujano-Ortega et 57 al. 2018). 58 Apodemia planeca is a poorly known species recently described by R. de la Maza E. & J. de 59 la Maza E. (2017) from nine specimens (four males and five females) collected from a unique 60 locality in the Balsas Basin, central Michoacán, Mexico. According to the original description, A. 61 planeca is probably more related to Apodemia hepburni (=Plesioarida hepburni) and Apodemia 62 phyciodoides than to other Apodemia species. 63 Here we report the morphological variation among 13 additional specimens of A. planeca, 64 including the morphology of female genitalia. In addition, we evaluate the generic placement of 65 Apodemia phyciodoides and A. planeca based on molecular data. 66 67 Materials and Methods 68 Morphology. Thirteen specimens of A. planeca from central Michoacán were examined, seven males 69 and six females (Appendix I). All specimens are deposited in the Colección Lepidopterológica of the 70 Museo de Zoología in the Facultad de Ciencias (MZFC), Universidad Nacional Autónoma de México 71 (UNAM). Digital images of all specimens were taken in dorsal and ventral views for comparison 72 with a Nikon D700 camera. For each specimen, the pair of wings in best conditions was selected for 73 illustration, in some cases, a mirror image was applied (except for the holotype). Three length 74 measurements were taken from the images of the anterior left wing, using Adobe Photoshop CS3: 1) 75 From the base of the wing (origin of vein Sc+R) to the anterior apex; 2) from the anterior apex to the 76 anal angle and 3) form the anal angle to the base of the wing; mean and standard deviation (SD) are 77 presented. 78 Specimens were examined with a stereoscopic microscope Olympus SZX9. Colors were 79 characterized according to the Ridgway’s (1912) color catalog. Illumination conditions were constant 80 for all specimens to reduce variation in color. Wings were cleared and vein patterns were sketched. 81 Vein and wing area nomenclature follows Comstock & Nedham (1918), DeVries (1997) and Hall 82 (1999, 2008). 83 57 84 Genitalia. Two males (MZFC LEP 120573_1, 120747) and one female (MZFC LEP 120748) were 85 dissected for genitalia illustration and compared with genitalia of species of Apodemia, Plesioarida, 86 Neoapodemia, and Emesis all within Emesidini (Seraphim et al. 2018; Trujano-Ortega et al. 2018). 87 Male and female genitalia were extracted with enzymatic digestion modified from Knölke et al. 88 (2004). Dissections were made under a stereoscopic microscope Olympus SZX9, with a 1.5x planar 89 objective. For females, genitalia were soaked for a few seconds in a heat up potassium hydroxide 90 solution (KOH) at 10%. Tissue residues were removed with tweezers and pins, and genitalias were 91 then preserved in micro vials with glycerin and acetic acid at 4% to completely stop the chemical 92 reactions. Genitalia descriptions follow Klots (1956), Eliot (1973), Harvey (1987) and Hall (2008) 93 nomenclature. Images of genitalia in lateral and ventral views, as well as other important structures 94 were taken with stacking microscopy techniques in a Leica Z16APOA microscope and a Leica 95 DFC490 camera using the LAS software (Leica Microsystems 2011). 96 97 Molecular sampling. Two specimens of A. planeca were included to evaluate its generic placement. 98 We retrieved from GenBank all published sequences of the tribe Emesidini and one representative 99 of the each of the rest tribes of Riodinidae (Seraphim et al. (2018); Appendix II). 100 DNA was extracted from the abdomen of two preserved specimens of A. planeca using the 101 DNeasy Blood & Tissue kit (Qiagen, Valencia, CA, USA). We generated sequences of a fragment 102 of 623 bp of the mitochondrial gene Cytochrome Oxidase I (COI). Also, we sequenced 495 bp of 103 the gene Elongation factor 1 α (EF-1a) and 402 bp of the wingless (wg) nuclear genes. These loci 104 were selected because they have proved to be informative at different taxonomic levels within 105 Riodinidae (Espeland et al. 2015; Proshek et al. 2015; Seraphim et al. 2018; Trujano-Ortega et al. 106 2018). Primer sequences for COI, EF-1a and wg were taken from Proshek et al. (2013), Monteiro 107 & Pierce (2001) and Brower & De Salle (1998), respectively. All gene regions were amplified 108 following the protocol described by Trujano-Ortega et al. (2018). DNA templates were sequenced 109 in both directions with the Big Dye Terminator cycle sequencing kit version 3.1 (Applied 110 Biosystems, Inc.) and an ABI 3100 automated DNA sequencer (Applied Biosystems, Inc.). 111 Sequences were assembled and edited with the Staden Package version 1.6.0 (Whitwham & 112 Bonfield 2005). 113 114 58 Phylogenetics. For each gene marker, we aligned the examined sequences using the MUSCLE 115 algorithm (Edgar 2004) included in the program MEGA 6.06 (Tamura et al. 2013). We used the 116 program PartitionFinder version 2.1.1 (Lanfear et al. 2012) to determine the best-fitting partition 117 scheme and substitution model for each locus based on the corrected Akaike Information Criterion 118 (AICc). All phylogenetic analyses were conducted in the CIPRES Science Gateway (Miller et al. 119 2010). A sequence of Euselasia hieronymi of the subfamily Nemeobiinae, wich is the sister group 120 of Riodininae, was included as outgroup (Seraphim et al. 2018). 121 We performed a partitioned maximum likelihood phylogenetic analysis of the mtDNA 122 matrix with the program RAxML-HPC 8 (Stamatakis 2014) under the GTRGAMMA model. 123 Support values were obtained by performing 1000 rapid bootstrap replicates. Additionally, we 124 performed a Bayesian analysis using the program MrBayes version 3.2.1 (Ronquist et al. 2012). 125 This analysis had four runs, each with three heated and one cold Markov chains, sampling every 126 1000 generations for 60 million generations. Output parameters were visualized using the program 127 Tracer v. 1.4 (Rambaut & Drummond 2007) to ascertain stationarity and whether the duplicated 128 runs had converged on the same mean likelihood. Convergence was further assessed by analyzing 129 posterior probability clade support values post burn-in and by confirming that the standard 130 deviation of split frequencies between runs approached zero using the application Are We There 131 Yet (AWTY; Nylander et al. 2008). After determining chain convergence, which occurred during 132 the first 2,000,000 generations of each run, we conservatively discarded all samples obtained 133 during the first 25% generations as burn-in. After burn-in, parameter values of the samples were 134 summarized from the posterior distribution on the maximum clade credibility tree using the 135 program TreeAnotator version 1.4.8 (Drummond & Rambaut 2007) with the posterior probability 136 limit set to 0.1 and mean node heights summarized. Nodes were considered strongly supported if 137 their Bayesian posterior probability was ≥0.95 and their bootstrap value was ≥70% (Hillis & Bull 138 1993; Huelsenbeck & Rannala 2004). 139 140 Results and discussion 141 Phylogenetic inferences 142 The final concatenated data set consisted of 1520 aligned nucleotide positions. The partitions and 143 models that best fit the data were: HKY-I, COI first position; GTR+G, COI second positions, wg 144 59 first and second positions, EF-1a third positions; GTR+I+G, COI third positions, wg third positions, 145 EF-1a first and second positions). 146 Both ML and Bayesian inference analyses resulted in highly congruent phylogenetic trees 147 with most clades within Emesidini being strongly/significantly supported (Fig 1). The recovered 148 relationships between the tribes of Riodininae differ in some of the relationships recovered in 149 recently published phylogenetic studies (e.g. Seraphim et al. 2018; Trujano-Ortega et al. 2018). 150 However, the well/significantly supported clades were concordant (e.g., relationships between 151 subtribes into Nymphidiini). The monophyly of Emisinini and most of its clades were 152 strongly/significantly supported, thus providing a robust topology for assessing the generic position 153 of A. planeca. 154 Four major clades can be distinguished in the phylogenetic analyses (Fig. 1). Apodemia 155 was sister to Neoapodemia (BTP=86; PP=0.97), and Plesioarida was sister to Apodemia + 156 Neoapodemia and Emesis (BTP= 60; PP= 0.83). The monophyly of Apodemia + Neoapodemia 157 and Emesis was not supported, since Emesis was paraphyletic with respect to A. phyciodoides and 158 A. planeca. Apodemia phyciodoides was sister to Emesis sp. (BTP= 90; PP= 1), whereas A. planeca 159 was strongly supported as sister to a clade composed by E. mandana, E. lucinda, and Emesis sp. 160 (BTP= 94; PP= 1). The remaining species of Apodemia were contained in a single clade (BTP= 161 92; PP= 1). The relationships between the four major clades were similar to those recovered by 162 Trujano-Ortega et al. (2018), with Apodemia (excluding A. planeca and A. phyciodoides) as sister 163 to Neoapodemia (BTP= 86; PP= 0.97), and the major Apodemia clade + Neoapodemia as sister to 164 the Emesis clade (including A. planeca and A. phyciodoides) but with low support (BTP= 56; PP= 165 0.73). 166 167 Summary. Our molecular analysis showed that the samples of A. planeca from the Balsas Basin 168 are assignable to Emesis, and they considerably divergent from any other genus of the Riodinini. 169 Furthermore, our morphological examination showed incongruence between the original 170 description of A. planeca and the 14 specimens obtained in this study. These differences include 171 color pattern and genitalia characters. Below we describe this variation and describe for the first 172 time the female genitalia of the species. 173 60 174 Species Account 175 Emesis planeca n. comb. 176 Figs. 2-6 177 Description 178 MALE (Figs. 2A-F, 3). Forewing (FW) length: a) wing base - anterior apex 12.7−14.04 mm [n=7, 179 x̄ = 13.5 (0.5)], b) anterior apex - anal angle 9.01−9.93 mm [n=7, x̄ = 9.35 (0.5)] and, c) anal angle 180 - wing base 8.12¬9.1 mm [n=7, x̄ = 8.12 (0.33)]. Wing shape: FW is triangular with costal margin 181 slightly convex, apex with a small curve extending into the distal margin, thus appearing slightly 182 convex. Internal margin straight and shorter than costal margin. Hindwing (HW) more rounded than 183 FW, apex and distal margin convex and anal margin straight. 184 Forewing color patterns. Dorsal surface: FW completely ochre, with brown scales along the whole 185 wing but more abundant from the base to the middle area. Middle area with a patch of six white 186 triangular spots. Discal cell with four lines of faint black transversal scales, only the fourth line at 187 the distal end of the discal cell is clearly visible. Submedial area, posterior to the discal cell, with 188 the same four lines of brownish scales, scattered and faint. 189 A series of black scales delimits the middle from the postdiscal areas; located in each of the 190 spaces between the veins, from the costal to the anal margin. These lines bend toward the base, 191 sometimes are straight or slightly curved. The anterior sixth lines are contiguous with the triangular 192 spots of white scales; those in the R1 and R3 spaces are small, in the M1 to M3 are the largest and 193 clearly defined, and the ones closer to the distal margin and that in Cu1 are barely distinguishable 194 and the most internal. Cu2 space with a fold from the base to the distal margin, dividing the dark 195 lines by the middle. This fold is evident in the venation pattern. A submarginal line of six small 196 black dots is present, all similar in shape and size; the dots are surrounded by orange scales, lighter 197 than the background color. Distal margin with white scales in the apex and brownish scales reaching 198 the tornus. Ventral surface: same pattern as in dorsal view; however, scales patterns are clearer 199 since colors in the orange range are more intense, and no brownish scales are present, giving a 200 clearer view. Cu2 space with two evident black dots in the submarginal area. The alar fold gives a 201 cut off appearance to all spots in this space. 202 61 Hindwing color patterns. Same pattern as FW but without the triangular white spots, instead that 203 area is lighter than the rest of the wing. Postmedial area with a band of reddish scales from the apex 204 to the tornus. Submarginal lines with four black dots clearly defined. Distal margin bordered by 205 brownish scales. Ventral surface with more intense colors in the orange range. Wing fold in Cu2 206 space subtler than in FW. 207 Head, thorax, and abdomen. Eyes bare, with orange scales at the edge, front orange and short labial 208 palps with white scales and a few orange scales on the external side of the distal segment. Antennae 209 almost two thirds the length of the wing, segments dark brown with white scales at the base. 210 Antennal club formed by the last 15 flagellomeres, which are white in ventral view and in some 211 cases dark orange. Dorsally, antennal segments are mostly dark brown, apical segments are orange 212 to brownish. Thorax, abdomen, and legs evenly orange colored in dorsal and ventral views. 213 Genitalia (Fig. 4). Uncus wide, with squared margin and a clear notch in the posterior margin and 214 two knobs in the middle, with large setae. Ventrally, uncus appears slightly concave in the middle. 215 Gnathi are sickle-shaped narrower towards the apex, distal ends ending in a sharp tip pointing 216 dorsally. In dorsal view converging toward the middle. Tegumen wide, curved in the anterior margin 217 and with weakly sclerotized areas appearing as membranes which Hall (2008) named "windows". 218 Vinculum narrow and straight, sometimes slightly leaning, with a curve right before turning into 219 the saccus, which is clearly projected anteriorly, swollen in the middle portion and the posterior 220 margin. Valves divided in a ventral and a dorsal process, being the dorsal larger and straight and 221 the ventral with rounded ends; both with conspicuous setae at the tips. In ventral view, the dorsal 222 process looks squared, wide and outwards projected; the ventral process looks rounded, short and 223 inwards projected. Aedeagus is large, 'S' shaped, curved before the genital capsule, with two types 224 of cornuti, one type is laminar, larger, sclerotized and in an anterior position in relation with the 225 second type which is a series of small indented evenly distributed cornuti. 226 FEMALE (Fig. 2 G-L). Slightly larger than males. Forewing (FW) length: a) wing base - anterior 227 apex 13.16−15.5 mm [n=7, x̄ = 14.17 (1.2)]; b) anterior apex - anal angle 8.6−10.56 mm [n=7, x̄ 228 =9.46 (0.9)] and, c) anal angle - wing base 9−11.25 mm [n=7, x̄ =10 (0.7)]. Color patterns in palps, 229 head, thorax and abdomen as in male but with paler tones. FW more concave in the distal margin 230 than in the male. 231 Genitalia (Fig. 5). Corpus bursae oval-shaped with conic signa strongly sclerotized in the middle 232 portion, with sclerotized "teeth" in the internal surface. Ductus bursae membranous, straight, the 233 62 same length as corpus bursae. The distal end of the ductus is sclerotized joining the ostium bursae, 234 which is wide, rounded and weakly sclerotized. 235 236 Distribution and phenology. Emesis planeca is known only from the type locality “El Marqués, 237 Múgica municipality, in the center of Michoacán state” (Fig. 6). The site is 520 m a.s.l., belong to 238 the Balsas Basin biogeographic province (Morrone 2001). The dominant vegetation is Tropical 239 Deciduous Forest, however, areas with Tropical Subdeciduous Forest are present along the margin 240 of nearby rivers (Rzedowski 1978; Martínez-Cruz et al. 2013). Dominant tree species are Cordia 241 elaeagnoides, Euphorbia schlechtendalii, Randia thurberi, Manihot tomatophylla and Acacia 242 picachensis (Martínez-Cruz et al. 2013). The climate in the region is semiarid, warm, with summer 243 rains (BS1(h’)x’igw"). Annual median temperature is 26.5° C, total annual rain is 625.5 mm and 244 rainy season extends from June to September (García, 2004). All specimens were collected between 245 March and April of 1997, with only one specimen collected in December 1996. This suggests that 246 adults fly during the dry season of the year. Emesis planeca is sympatric with E. poeas. Other 247 species of Emesis distributed in the state and probably also sympatric with E. planeca are E. emesia, 248 E. mandana, E. saturata, E. tenedia, E. vulpina and E. zela (Fig. 6). 249 250 Conservation. The Balsas region has been considered to be of considerable ecological importance 251 in various studies (Rzedowski 1991; Trejo & Dirzo 2002). Numerous diversification and endemism 252 processes took place in this region due to the higher isolation degree of its dry tropical forests, 253 compared to other dry forests along the country (Rzedowski 1991; Pérez-García et al. 2012; Bryson 254 et al. 2014). This explains the great number of species restricted to this region, which emphasizes 255 its conservation value (Rzedowski 1991; SEMARNAT 2014). The species was collected during 256 prospective trips for the declaration of a Natural Reserve in the area (de la Maza & de la Maza 257 2017). However, even if El Márques is located just 15 km northeast of the Zicuirán-Infiernillo 258 Biosphere Reserve, the site lacks of an environmental development plan that would aloud its 259 conservation. So far, profitable and resource use activities have been promoted in the area, such as 260 cattle breeding and farming (Martínez-Cruz et al. 2013). Based on the current situation of this region 261 and the low abundance of the species, we propose assigning it to a risk status in the Mexican 262 conservation policies. 263 264 63 Composition of Emesis and Apodemia 265 The composition of Apodemia and the phylogenetic placement of several species into this genus 266 have been recently discussed (Penz & DeVries 2006; Seraphim et al. 2018; Trujano-Ortega et al. 267 2018). In order to stabilize the taxonomy of Apodemia, previous analyses placed A. paucipuncta 268 into Hallonynfa (Penz & DeVries 2006); A. nais and A. chisosensis in Neoapodemia (Trujano-269 Ortega et al. 2018); A. palmeri, A. murphyi, A.hypoglauca, and A. walkeri in Plesioarida (Trujano-270 Ortega et al. 2018); and A. castanea in Zabuella (Seraphim et al. 2018). However, the differences 271 in the genital structures suggest that A. phyciodoides and A. planeca are not congeneric with the 272 species of Apodemia of Central and North America, and should be placed in a distinct genus 273 (Trujano-Ortega et al. 2018). 274 In our analyses, A. planeca and A. phyciodoides were included into Emesis. In previous 275 studies, A. phyciodoides also has been recovered as sister to Emesis sp. (Trujano-Ortega et al. 2018). 276 In our study, A. planeca, A. phyciodoides and Emesis consistently formed a strongly supported clade 277 separated from the main Apodemia, Neoapodemia and Plesioarida clades. Furthermore, these two 278 species exhibit a unique set of morphological characters that are not present in the other species of 279 Apodemia (Holland & Forbes 1981; de la Maza & de la Maza 2017). 280 281 Acknowledgments 282 The authors thank Dr. N. Grishin for sharing his laboratory protocols and Adrián Flores for the 283 illustrations of the male genitalia. We are very grateful with S. Guzmán for the technical advice 284 on image capture at the LANABIO (IBUNAM) and to A. Nieto-Montes de Oca for allowing access 285 to his laboratory at the F. Ciencias, UNAM where DNA was extracted. This paper was partially 286 supported by grants from DGAPA, UNAM (PAPIIT no. IN212418) and CONACyT (284966) to 287 JLB; from CONACyT (CVU 131802) and from Becas Mixtas Program to M. Trujano-Ortega. 288 Lastly, we thank the Posgrado en Ciencias Biológicas of the Universidad Nacional Autónoma de 289 México, this work is part of the Ph. D. research project of M. Trujano-Ortega. 290 291 Literature cited 292 Brower, A.V.Z. & De Salle, R (1998) Patterns of mitochondrial versus nuclear DNA sequence 293 divergence among nymphalid butterflies: the utility of wingless as a source of characters for 294 64 phylogenetic inference. Insect Molecular Biology, 7, 73–82. https://doi.org/10.1046/j.1365-295 2583.1998.71052.x 296 Bryson, Jr., R.W., Smith, B.T., Nieto-Montes de Oca, A., García-Vázquez, U.O. & Riddle, B.R. 297 (2014) Conflicting gene histories confound phylogeographical inference in a widespread group of 298 Nearctic treefrogs. Zoological Journal of the Linnean Society, 172, 103–116. doi: 299 10.1111/zoj.12169. ISSN: 1096-3642 300 Callaghan, C.J. & Lamas, G. (2004) Riodinidae. Checklist: Part 4A. Hesperioidea-Papilionoidea. 301 In: Heppner, J.B. (Ed) Atlas of Neotropical Lepidoptera. Association for Tropical Lepidoptera, 302 Scientific Publishers, Gainesville, Florida, USA, pp. 148–149. 303 Comstock, J.H. & Needham, J.G. 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(2005) Staden package. http://sourceforge.net/projects/staden 398 68 399 Figure 1. Phylogenetic hypothesis of tribe Emesidini based on multilocus data. Asterisks and 400 points in the branches indicate the strongly supported clades in both the maximum likelihood and 401 Bayesian analyses (BS ≥ 70, PP ≥ 0.95). Reference numbers for each sample are shown in 402 parentheses next to each taxon name. 403 404 Figure 2. Variation in dorsal and ventral color pattern of Emesis planeca n. comb. A-F males, G-405 J females. 406 407 Figure 3. Wing venation of Emesis planeca n. comb. Upper, forewing; lower, hindwing. Vein 408 abbreviations (black lettering): Sc subcostal, R radial, M median, Cu cubital, A anal. Scale bars: 3 409 mm. 410 411 Figure 4. Male genitalia of Emesis planeca n. comb. Lateral and ventral view. 412 413 Figure 5. Female genitalia of Emesis planeca n. comb. Dorsal view and signa detail. 414 415 Figure 6. Geographic distribution of Emesis planeca n. comb. and other Emesis species in 416 Michoacán. Black lines represent state limits. 417 418 Appendix I 419 Specimens examined for morphological revision 420 421 Institutional codes for scientific collections: MZFC LEP = Lepidopterological Collection of 422 Museum of Zoology, Facultad de Ciencias, UNAM 423 69 Emesis planeca n. com. México: Michoacán (13): Múgica, El Marqués, 500 m elev. leg. L. L. 424 González Cota. 3 ♂ (MZFC LEP 120573–120576), 23/III/1997, 500 m. 4 ♂ (MZFC LEP 120745-425 120547, 120752), 04/IV/1997. 1 ♀ (MZFZ LEP 354625), 3/XII/1996, 4 ♀ (MZFC LEP 120744, 426 120749-120751), 4/IV/1997, 1 ♀ ((MZFC LEP 120573_2), 23/III/1997. 427 428 Appendix II. 429 Collection and voucher data for Riodinids genetic samples used in this study. 430 431 No. Voucher Number Taxa County Locality Genbank accession number Notes COI Elongation Wingless 1 MFB00T814 Euselasia hieronymi Costa Rica Colon KT286579 KT286271 KT286088 GenBank 2 RE01H159 Eurybia unxia Costa Rica Rio Grande Orosi: Cartago Province KT286565 KT286257 KT286076 GenBank 3 JH03R027 Ithomiola tanos Ecuador Near Baeza, NA KT286492 KT286192 KT286014 GenBank 4 JH03R005 Pixus corculum Ecuador "El Durango Es. KT286472 KT286172 KT285995 GenBank 5 PDV94B003 Stalachtis calliope Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286546 KT286239 KT286063 GenBank 6 04SRNP12663 Theope virgilius Costa Rica Guanacaste, Area de Conservacion Guanacaste, Sector Santa Rosa KT286582 KT286273 KT286091 GenBank 7 PDV94A033 Nymphidium sp. Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286541 KT286234 KT286059 GenBank 8 PDV94B015 Calospila emylius Ecuador Prov. Sucumbios, Garza Cocha – Anangu, 175 km E.S.E. of Coca KT286549 KT286242 KT286065 GenBank 9 PDV94A024 Synargis abaris Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286539 KT286232 KT286057 GenBank 10 JH03R041 Calydna sturnula Ecuador Cerro Lumbaqui Norte: Su KT286504 KT286199 KT286026 GenBank 11 RE01H224 Anteros allectus Costa Rica Rio Taus: Cartago Province KT286569 KT286261 KT286079 GenBank 12 PDV94A021 Helicopis cupido Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286536 KT286229 KT286055 GenBank 13 JH03R019 Mesene nola Ecuador Misahualli, WA KT286484 KT286184 KT286006 GenBank 14 RE01H221 Baeotis nesaea Costa Rica Rio Taus: Cartago Province KT286568 KT286260 KT286078 GenBank 15 MAT98V738 Melanis pixe Panamá Gamboa: 183 Smithsonian Apartment building KT286507 KT286202 KT286029 GenBank 16 ABRIOD71 Apodemia planeca México Múgica: El Marqués This study 17 CP89 Apodemia planeca México Múgica: El Marqués This study 18 MTO202 Apodemia duryi México Coahuila: Cuatro Ciénegas de Carranza MG461222 MG461250 MG461278 GenBank 19 MTO510 Plesioarida hepburni remota México Baja California Sur: San Bartolo MG461229 MG461257 MG461285 GenBank 20 MTO335 Plesioarida h. hypoglauca México Sinaloa: El Palmito MG461224 MG461252 MG461280 GenBank 21 MTO336 Plesioarida h. hypoglauca México Sinaloa: El Palmito MG461225 MG461253 MG461281 GenBank 22 MTO392 Plesioarida h. hypoglauca México Guerrero: Ixcateopan de Cuauhtémoc MG461226 MG461254 MG461282 GenBank 23 MTO857 Plesioarida h. hypoglauca México Aguascalientes: Aguascalientes-León, km 116 MG461228 MG461256 MG461284 GenBank 24 MTO393 Plesioarida h. hypoglauca México Guerrero: Ixcateopan de Cuauhtémoc MG461227 MG461255 MG461282 GenBank 25 MTO344 Apodemia m. mejicanus México Sonora: Carr. Mex. 45D. 46.2 km S de Hermosillo MG461231 MG461259 MG461287 GenBank 26 MTO537 Apodemia m. maxima México Baja California Sur: Loreto: 3 km SW de Loreto MG461230 MG461258 MG461286 GenBank 27 MTO492 Apodemia m. maxima México Baja California Sur: La Paz: 300 m S del CIBNOR MG461232 MG461260 MG461288 GenBank 28 AS92Z472 Apodemia mormo USA Lang Crossing: Nevada Count KT286459 KT286159 KT285983 GenBank 29 MTO394 Apodemia multiplaga México Guerrero: Ixcateopan de Cuauhtémoc: Pipicantla MG461233 MG461261 MG461289 GenBank 30 MTO261 Apodemia multiplaga México Oaxaca: Pluma Hidalgo MG461223 MG461251 MG461279 GenBank 31 MTO529 Plesioarida murphyi México Baja California Sur: Los Cabos: Migriño MG461234 MG461262 MG461290 GenBank 32 MTO706 Neoapodemia nais México Sonora: Carr. Yécora-Cuauhtémoc, Km 290–291 MG461235 MG461263 MG461291 GenBank 33 MTO772 Neoapodemia nais México Chihuahua: 8–10 w of Santa Bárbara MG461236 MG461264 MG461292 GenBank 34 MTO643 Plesioarida palmerii arizona México Sinaloa: El Fuerte: Sibajahui MG461240 MG461268 MG461296 GenBank 35 MTO1209 Plesioarida palmerii australis México Querétaro: Cadereyta de Montes MG461237 MG461265 MG461293 GenBank 36 MTO214 Plesioarida palmerii australis México Coahuila: Cuatro Ciénegas de Carranza: Tío Cándido MG461238 MG461266 MG461294 GenBank 37 MTO235 Plesioarida palmerii australis México Coahuila: Cuatro Ciénegas de Carranza: Pozas Azules MG461239 MG461267 MG461295 GenBank 70 38 MTO303 Plesioarida palmerii australis México Durango: Nombre de Dios MG461241 MG461269 MG461297 GenBank 39 MTOH84 Apodemia phyciodoides México Sonora: Yécora-Cuauhtémoc, Km 300–302, Los Pilares MG461242 MG461270 MG461298 GenBank 40 ABDRIOD69 Plesioarida walkeri México Morelos MG461243 MG461271 MG461299 GenBank 41 MTO1079 Plesioarida walkeri México Querétaro: Arroyo Seco: 3 km N de Arroyo Seco MG461244 MG461272 MG461300 GenBank 42 MTO486 Plesioarida walkeri México Jalisco: Jamay: Jamay MG461245 MG461273 MG461301 GenBank 43 MTO862 Plesioarida walkeri México Jalisco: Carr. 45 Aguascalientes-Leon, km 29 MG461246 MG461274 MG461302 GenBank 44 PDV94B017 Emesis Lucinda Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286551 KT286244 KT286067 GenBank 45 PDV94T022 Emesis mandana Ecuador Sucumbios: Garza Cocha: Anangu, 175 km of Coca KT286562 KT286254 KT286073 GenBank 46 MTO385 Emesis sp. México Veracruz: Tzonapa: Limonesintla MG461248 MG461276 MG461304 GenBank 47 MTO357 Emesis sp. México Veracruz: : Naranjos, 8.3 km al Noreste de Rinconada MG461303 MG461275 MG461247 GenBank 48 MTO478 Emesis mandana furor México Nayarit: Tepic: Carr. Mex. 15, 12.2 km NW de Tepic MG461249 MG461277 MG461305 GenBank 432 433 434 435 436 437 438 439 440 441 442 443 444 445 446 447 71 448 449 Fig. 1 450 451 452 453 454 455 456 ,----------- He/icops cllpido (12) ______ -{================~/~I/~w~n:':;O~I~a~la~'~IO ... (3) I Eurybia IInxia (2) 1 __ -i~=:~====~========================~~~~~~~~N~}~'m~p:h~;~d~h~'n:'~' ~P~(7) Stalachtis calliope (5) Synargis aharl'i (9) °L _________________ C(/Jo,~piftl tlNI.I'Jiu,\' (8) (4) l-----ir-=:== Emesis sp (47) Emesis mandtllla (45) Emesis lucillda (44) ....... Emesis L_~--------- Eme)j';'\' ph.l'ciodoidc!>' n. comb. (3!) Neoapodemia ~~~ :;n (2 ~ 5) ~ -------- (29) ] ==:c ~£{:;:~::;~f,'l (3:£')~ I'InIoarlda h. hypogl"u(~a (22) PIahHlri"" h. h"og/Que" (21) PIaIotIriIhl h. h,'pox/auca (20) PIa"",,,. h. hYJ'lJgluuca (23) 1'ksIotuI4II h.lrypog/auca (24) PlniDarldll JHIlmeri Qu!.;trali.\ (37) PInioaridll palm,,; au.draJi.\' (38) (30) PleslnG,U/a palmeri uU.\'trali.\' (36) PIDIoarid. palmeri uU.druli.\' (35) Pln/tHIriI/Q palm,,; australis (34) PlftltMrid. murphy; (31) PInIH,ldll ",tiller; (41) P/"'/tHlrida wa/uri (42) _ ..... 11-_ Ples/tNlr;dfl ,.,alkeri (43) waluri(40) L _______ ~::.u;~~~:;~: (15) Calytlna sturnufa (10) -L ______________ Baeoti8 nefJ'aea (14) L __________ ~======================~A~,,~k~":"~'~a~n~e:c'~"~'~(~I~I)~ ____________________________________ ___ Apodemia Ple,\';oarida Elisefas;a hyerollymi (1) 72 457 458 Fig. 2 459 460 461 462 463 464 465 466 467 468 469 470 471 472 473 474 475 476 477 73 478 479 Fig. 3 480 481 482 483 484 485 486 487 488 489 490 491 492 493 494 495 496 497 498 ~~----- J CUI ~~------------------ -iC U2 --~----------------- ~ 7 ]A+2A ------- ------------- $(' ~"i- # ~----~~--__ I ]A+2A 74 499 500 Fig. 4 501 502 503 504 505 506 507 508 509 510 511 512 513 514 515 516 517 518 519 75 520 521 Fig. 5 522 523 524 525 526 527 528 529 530 531 532 533 534 535 536 537 538 539 540 Imm lo.2mm 76 541 542 Fig. 6 543 544 545 546 547 548 549 550 551 Emesis emesia • • Emesis mandana ... * Emesis planeca n. com b . • Emesis vulpina D, Emesis poeas D Emesis :::ela - \03 .650460 -IOH40S00 77 Sistemática de los géneros de Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski, 2018 (Lepidoptera: Riodinidae) Artículo En prep. Capítulo 3. Trujano-Ortega, C. J. Callaghan, M. A. Luis-Martínez, J. E. Llorente-Bousquets. A preliminary annotated checklist of Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski (Lepidoptera: Riodinidae: Riodininae) with a key to genera 78 Capítulo 3. A preliminary annotated checklist of Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski (Lepidoptera: Riodinidae: Riodininae) with a key to genera Stichel (1911) describió la tribu Emesini para 100 especies de 33 géneros de riodínidos todos con cuatro venas radiales que no comparten ningún otro carácter apomórfico con otras tribus, por lo que se compuso de múltiples géneros con relaciones inciertas (Harvey, 1987). Sin embargo, Seraphim et al. (2018) propusieron que solamente Emesis Fabricius y Apodemia C. Felder & R. Felder deberían pertenecer a esta tribu con base en la evidencia molecular. El nombre Emesini propuesto por Stichel (1911) es inválido, debido a que es el sinónimo junior para Emesini Amyote & Seville (Hemiptera), razón por la que Seraphim et al. (2018) propusieron el nombre de Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski. Emesidini es una tribu cuya diagnosis morfológica refiere a los siguientes caracteres de estados inmaduros: las orugas presentan pares de verrugas bien desarrollados dorsalmente o scolus (DeVries et al., 2004) y un cinturón de seda en la pupa que cruza la unión de los segmentos abdominales A1-A2 (Harvey, 1987). Trujano-Ortega et al. (2018) evaluaron la monofilia del género Apodemia y describen dos géneros que se incluyen dentro de Emesidini: Neoapodemia Trujano-Ortega y Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez. En este estudio se presenta una clave dicotómica de identificación a nivel genérico, la lista de especies y una clasificación actualizada de la tribu Emesidini. Se incorporan los cambios taxonómicos de los taxones supraespecíficos y específicos descritos recientemente con base en los análisis filogenéticos recientes (Kaminski et al., 2017; Seraphim et al., 2018; Trujano- Ortega et al., 2018). A la fecha, Emesidini contiene 90 especies y subespecies válidas en cuatro géneros. Se proponen dos combinaciones nuevas: Apodemia planeca (R. de la Maza E. & J. de la Maza E.) por Emesis planeca (R. de la Maza E. & J. de la Maza E.) n. comb. y A. phyciodoides (W. Barnes & Benjamin) por E. phyciodoides (W. Barnes & Benjamin) n. comb. Además, se excluyen de esta lista a Apodemia castanea (Prittwitz), que ahora se ubican en el género Zabuella Stichel en la subtribu Zabuellina Seraphim, Freitas & Kaminski (Seraphim et al., 2018) y a Emesis guttata Stichel que se ubica en el género Sertania Callaghan & Kaminski en la tribu Sertaniini Seraphim, Freitas & Kaminski. Se distingue el grupo zela dentro de Emesis por su morfología, este contiene a E. zela A. Butler, E. ares (W. H. Edwards) y E. arnacis Stichel. La tribu Emesidini se distribuye en América, desde el suroeste de Canadá hasta América del Sur, excepto en Chile y Argentina. Para los géneros y las especies de la región Neártica se sigue la clasificación de Opler & Warren (2004), Pelham (2008) y Trujano-Ortega et al. (2018) y para los taxones de la región Neotropical, en especial para el género Emesis, se sigue la clasificación de Callaghan & Lamas (2004). Esta lista es preliminar ya que las relaciones filogenéticas al interior de los géneros que componen Emesidini aún son inciertas, algunos autores mencionan que la gran diversidad de especies dentro algunos de los géneros como Emesis que merecen un trabajo de revisión (DeVries,1997; Saunders, 2010; Espeland et al., 2015; Seraphim et al., 2018; Trujano-Ortega et al., 2018). Particularmente en el caso de Apodemia mormo (C. Felder & R. Felder, 1859), varios autores (Opler & Powell, 1961; Opler 79 & Warren, 2002; Pelham, 2008) refieren que constituye un complejo de especies compuesto por más taxones a nivel específico; sin embargo, aún no hay consenso acerca de cuántos taxones lo conforman. Por lo que el arreglo respecto a A. mormo se basa en Pelham (2008), que considera tentativamente que se compone de al menos tres taxones específicos. Key to the genera of Emesidini 1a.- Labial palpi not exceeding head in dorsal view; scales in second segment variable, similar as wing color in ventral view; length of third segment no more than half of first segment; antennae with only dark scales in dorsal view, annulated in ventral view; wing length 12– 25 mm; Mexico, Central and South America …………………...… …………………………………………………………………….. Emesis, not zela group 1b.- Labial palpi exceeding head in dorsal view; second segment white on exterior margin, brownish at apex, third segment brownish; length of third segment at least half of first segment; antennae annulated in both views; wing length 10-18 mm; southern Canada, western USA, Mexico and Central America …….………………………………………. 2 2a.- Vein Sc+R1 originates at the middle of the discal cell or slightly beyond.……………… 3 2b.- Vein Sc+R1 originates in the last third of the discal cell, near cell posterior margin …………….……………………………………………………………………………… 4 3a.- Both wings with white spots in the basal and postdiscal area in dorsal view; cornutum present …………………………………………………………………….…… Apodemia 3b.- Both wings dark, without white spots in dorsal view; cornutum absent ….……………………………………… Emesis, zela group (E. zela, E. ares, E. arnacis) 4a.- Wing margin of both wings with seven large black spots in ventral and dorsal view, each spot covering half of cell width; background color in ventral view orange in forewing and white in hindwing; cornuti formed by multiple long spines, wide and sclerotized, jointed at the base (crest like), and compressed laterally; wing length 15–18 mm; South of USA and North of Mexico …………………………………………………….….. Neoapodemia 4b.- Wing margin of both wings with seven small black spots in ventral and dorsal view (sometimes faint, barely visible like in P. walkeri), each spot covering much less than half of cell width; if black spots cover half of cell width then both wings with similar background color in ventral view; cornuti formed by multiple long spines, wide and sclerotized, in separated bulbs; wing length 10–15 mm; South of USA, Mexico and Central America ……………………………………………………………………….. Plesioarida 80 La disposición de la lista es la siguiente: los géneros se centran y no se numeran. Las especies se ordenan alfabéticamente y se numeran secuencialmente. Las subespecies se preceden por sangría y por letras minúsculas en orden alfabético. Los sinónimos de cada nivel se indican bajo cada nombre válido con un símbolo ‘=’. Solo se presenta la cita bibliográfica de cada género y sus sinónimos y se detallan las especies tipo. Emesidini Seraphim, Freitas & Kaminski, 2018 Emesis [Fabricius], 1807 Illiger Mag. f. Insektenk. 6: 287, no. 38. Type-species: Hesperia ovidius Fabricius, 1793, Entomol. Syst. 3(1): 320, no. 212 (= Papilio cereus Linnaeus, 1767, Syst. Nat. (ed. 12) 1(2): errata; synonym), by designation of Westwood (1851), in: Gen. diurn. Lepid. 2(47): 421. I.C.Z.N. Opinion 232 placed this name on the Official List of Generic Names in Zoology as name no. 660. = Polystichtis Hübner, [1819] Verz. bekannt. Schmett. (2): 18. Type-species: Papilio cereus Linnaeus, 1767, Syst. Nat. (ed. 12) 1(2): errata, by designation of Scudder (1872), 4th Ann. Rep. Peabody Acad. Sci. (1871): 49. = Aphacitis Hübner, [1819] Verz. bekannt. Schmett. (2): 19. Type-species: Papilio dyndima Cramer, 1780, Uitl. Kapellen 3(23): 142, pl. 271, figs. G, H; (24): 174 (index) (= Papilio lucinda Cramer, 1775, Uitl. Kapellen 1(1): 3, pl. 1, figs. E, F; (8): 153 (index); synonym), by designation of Scudder (1875), Proc. Am. Acad. Arts Sci., Boston 10(2): 116, no. 99. = Tapina Billberg, 1820 Enum. Ins. Mus. Billb.: 81. Type-species: Hesperia ovidius Fabricius, 1793, Entomol. Syst. 3(1): 320 (= Papilio cereus Linnaeus, 1767, Syst. Nat. (ed. 12) 1(2): errata; synonym), as a replacement name. Proposed to replace Emesis [Fabricius], 1807, erroneously thought preoccupied; a junior objective synonym of Emesis. = Nimula Blanchard, 1840 In: Castelnau, Hist. Nat. Ins. 3: 465. Type-species: Papilio lucinda Cramer, 1775, Uitl. Kapellen 1(1): 3, pl. 1, figs. E, F; (8): 153 (index), by original designation. = Polytichthis Agassiz, 1847 Nomencl. Zool. (4to ed.) (12) (index univ.): 304. An unjustified emendation of Polystichtis Hübner, [1819]. = Nelone Boisduval, 1870 Consid. Lépid. Guat.: 23. Type-species: Papilio fatima Cramer, 1780, Uitl. Kapellen 3(23): 141-142, pl. 271, fig. A (only); (24): 174 (index) (= Papilio cereus Linnaeus, 1767, Syst. Nat. (ed. 12) 1(2): errata; synonym), by designation of Scudder (1875), Proc. Am. Acad. Arts Sci., Boston 10(2): 225. 1. Emesis aerigera (Stichel, 1910) (Charmona) 2. Emesis adelpha Le Cerf, 1958 a) adelpha Le Cerf, 1958 b) vicaria Le Cerf, 1958 3. Emesis angularis Hewitson, 1870 4. Emesis ares (H. W. Edwards, 1882) (Lemonias) 5. Emesis arnacis Stichel, 1928 6. Emesis aurimna (Boisduval, 1870) (Nelone) 7. Emesis brimo Godman & Salvin, 1889 a) brimo Godman & Salvin, 1889 b) progne (Godman, 1903) (Symmachia) 8. Emesis castigata Stichel, 1910 81 9. Emesis cerea (Linnaeus, 1767) (Papilio) a) cerea (Linnaeus, 1767) (Papilio), repl. name = caeneus (Linnaeus, 1767) (Papilio), (preocc. Linaeus, 1758) = fatima (Cramer, 1780) (Papilio), in part = ovidius (Fabricius, 1793) (Hesperia) b) cronina Schaus, 1928 10. Emesis condigna Stichel, 1925 11. Emesis cypria C. Felder & R. Felder, 1861 a) cypria C. Felder & R. Felder, 1861 b) capnodis Stichel, 1911 c) cilix Hewitson, 1870 d) guppyi Kaye, 1904 e) paphia R. Felder, 1869 12. Emesis diogenia Prittwitz, 1865 = aurelia H. W. Bates, 1867 = tenedia ravidula Stichel, 1910 13. Emesis elegia Stichel, 1929 14. Emesis emesia (Hewitson, 1867) (Symmachia) = yucatanensis (Godman & Salvin, 1886) (Symmachia) 15. Emesis eurydice Godman, 1903 16. Emesis fastidiosa Ménétriés, 1855 = godartii (Boisduval, 1870) (Nelone) = albida Seitz, 1916 17. Emesis fatimella Westwood, 1851 a) fatimella Westwood, 1851 repl. name = fatima (Cramer, 1780) (Papilio), in part. = ovidius (Fabricius, 1793), Godart, [1824] b) nobilata Stichel, 1910 18. Emesis glaucescens Talbot, 1929 = fastidiosa var. Hewitson, 1872 = lucinda conformata Stichel, 1929 19. Emesis heterochroa Hopffer, 1874 20. Emesis heteroclita Stichel, 1929 21. Emesis lucinda (Cramer, 1775) (Papilio) = dyndima (Cramer, 1780) (Papilio) (preocc. Cramer, 1775) = lassus (Fabricius, 1787) (Papilio) = lucinda opaca Stichel, 1910 22. Emesis lacrines Hewitson, 1870 23. Emesis liodes Godman & Salvin, 1886 24. Emesis lupina Godman & Salvin, 1886 a) lupina Godman & Salvin, 1886 82 = tenedia ab. fasciata Strand, 1916 b) melancholica Stichel, 1916 25. Emesis mandana (Cramer, 1870) (Papilio) a) mandana (Cramer, 1870) (Papilio) = flegia (Fabricius, 1787) (Papilio) (preocc. Cramer, 1779) = polymenus (Fabricius, 1793) (Papilio) = arminius (Fabricius, 1793) (Papilio) = ops Latreille, [1813]) (Erycina) = mandane (Hübner, [1819]) (Polystichtis), emend. b) furor Butler & H. Druce, 1872 = mandana var. angulariformis Strand, 1916 26. Emesis neemias Hewitson, 1872 27. Emesis orichalceus Stichel, 1916 28. Emesis ocypore (Geyer, 1837) (Polystichtis) a) ocypore (Geyer, 1837) (Polystichtis) = samius Seitz, 1916 b) aethalia H. W. Bates, 1868 = olivae Butler & H. Druce, 1872 c) zelotes Hewitson, 1872 29. Emesis phyciodoides Barnes & Benjamin, 1924 (Apodemia) n. comb. 30. Emesis planeca (R. de la Maza E. & J. de la Maza E., 2017) (Apodemia) n. comb. 31. Emesis poeas Godman, 1901 32. Emesis russula Stichel, 1910 33. Emesis satema (Schaus, 1902) (Symmachia) 34. Emesis saturata Godman & Salvin, 1886 35. Emesis sinuata Hewitson, 1877 36. Emesis spreta H. W. Bates, 1868 37. Emesis tegula Godman & Salvin, 1886 38. Emesis temesa (Hewitson, 1870) (Symmachia) a) temesa (Hewitson, 1870) (Symmachia) = emesina Staudinger, [1877]) (Symmachia) b) peruviana (Lathy, 1904) (Symmachia) 39. Emesis tenedia C. Felder & R. Felder, 1861 40. Emesis toltec Reakirt, 1866 41. Emesis vimena Schaus, 1928 = tristis Stichel, 1929 42. Emesis vulpina Godman & Salvin, 1886 43. Emesis xanthosa (Stichel, 1910) (Charmona) 44. Emesis zela Butler, 1870 a) zela (Butler, 1870) = zela aureola Stichel, 1926 b) cleis (H. W. Edwards, 1882) (Lemonias) 83 Apodemia C. Felder & R. Felder, 1865 Reise Novara Zool. (2): 302. Type-species: Lemonias mormo C. Felder & R. Felder, 1859, Wien. Entomol. Montaschr. 3(9): 271, no. 19, by designation of Stichel (1911), in: Wytsman, Genera Ins. 112(B): 285, 287. = Chrysobia Boisduval, 1869 Annls. Soc. Entomol. Belg. 12: 52. Type-species: Chrysobia mormonia Boisduval, 1869, Annls. Soc. Entomol. Belg. 12: 52 (= Lemonias mormo C. Felder & R. Felder, 1859, Wien. Entomol. Montaschr. 3(9): 271, no. 19; synonym), by original designation. 45. Apodemia duryi (W. H. Edwards, 1882) (Lemonias) 46. Apodemia mejicanus (Behr, 1865) (Nemeobius) a) deserti W. Barnes & McDunnough, 1918 b) maxima (Weeks, 1891) (Lemonias) c) mejicanus (Behr, 1865) (Nemeobius) d) pueblo J. Scott, 1998 47. Apodemia mormo (C. Felder & R. Felder, 1859) (Lemonias) a) autumnalis Austin, 1998 b) cythera (W. H. Edwards, 1873) (Lemonias) c) langei J. A. Comstock, 1939 d) mormo (C. Felder & R. Felder, 1859) (Lemonias) = dumeti (Behr, 1865) (Nemeobius) = mormonia (Boisduval, 1869) (Chrysobia) e) parva Austin, 1998 f) tuolumnensis Opler & Powell, 1962 48. Apodemia multiplaga Schaus, 1902 49. Apodemia virgulti (Behr, 1865) (Nemeobius) a) arenaria J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 b) davenporti J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 c) dialeuca Opler & Powell, 1962 d) dialeucoides J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 e) mojavelimbus J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 f) nigrescens J. Emmel & T. Emmel, 1998 g) peninsularis J. Emmel, T. Emmel & Pratt, 1998 h) pratti J. Emmel & T. Emmel, 1998 i) virgulti (C. Felder & R. Felder, 1865) (Nemeobius) = sonorensis C. Felder & R. Felder, 1865 Neoapodemia Trujano-Ortega, 2018 ZooKeys 729: 74-76, figs. 2-6. Type-species: Chrysophanus nais W. H. Edwards, 1877, Trans. Am. Entomol. Soc. 5(3/4): 291-292, by designation of Trujano-Ortega et al. (2018) in Zookeys 729: 61–85. = Polystigma Godman & Salvin, [1886] Biol. Centr. Amer. Entomol. Soc. Lepid. Rhop. 1(45): 469. Type-species: Chrysophanus nais W. H. Edwards, 1877, Trans. Am. Entomol. Soc. 5(3/4): 291-292, by monotypy. Preoccupied by Polystigma Kraatz, 1880, Dtsche. Entomol. Z. 24(2): 191. 50. Neoapodemia chisosensis (H. Freeman, 1964) (Apodemia) 51. Neoapodemia nais (W. H. Edwards, 1877) (Chrysophanus) 84 Plesioarida Trujano-Ortega & García-Vázquez, 2018 ZooKeys 729: 68-73, figs. 2-6. Type-species: Apodemia walkeri Godman & Salvin, [1886], Biol. Centr. Amer., Lepid. Rhop. 1(45): 468, no. 6, by designation of Trujano-Ortega et al. (2018) in Zookeys 729: 61–85. 51. Plesioarida hepburni (Godman & Salvin, 1886) (Apodemia) a) hepburni (Godman & Salvin, 1886) (Apodemia) b) remota (Austin, 1998) (Apodemia) 52. Plesioarida hypoglauca (Godman & Salvin, 1878) (Lemonias) a) hypoglauca (Godman & Salvin, 1878) (Lemonias) b) wellingi (Ferris, 1985) (Apodemia) 53. Plesioarida murphyi (Austin, 1988) (Apodemia) 54. Plesioarida palmerii (W. H. Edwards, 1870) (Lemonias) a) palmerii (W. H. Edwards, 1870) (Lemonias) = marginalis (Skinner, 1920) (Lemonias) b) aizona (Austin, 1988) (Apodemia) c) australis (Austin, 1988) (Apodemia) 55. Plesioarida selvatica (de la Maza & de la Maza, 2017) (Apodemia) 56. Plesioarida walkeri (Godman & Salvin, 1886) (Apodemia) References Callaghan, C. J. & G. Lamas. 2004. Riodinidae. Checklist: Part 4A. Hesperioidea- Papilionoidea, En: Heppner, J. B. (Ed). Atlas of Neotropical Lepidoptera. Association for Tropical Lepidoptera/Scientific Publishers, Florida, USA. 1–162. DeVries, P. J. 1997. The Butterflies of Costa Rica and their Natural History. II: Riodinidae. Princeton Univ. Press, New Jersey. 288 Pp. DeVries, P. J., B. C. Cabral & C. M. Penz. 2004. The early stages of Apodemia paucipuncta (Riodinidae): myrmecophily, a new caterpillar ant-organ and consequences for classification. Milwaukee Public Museum Contributions to Biology and Geology. 102: 1–13 Espeland, M., J. P. Hall, P. J. DeVries, D. C. Lees, M. Cornwall, Y. F. Hsu, L. W. Wu, D. L. Campbell, G. Talavera, R. Vila, S. Salzman, S. Ruehr, D. J. Johman & N. Pierce. 2015. Ancient Neotropical origin and recent recolonisation: phylogeny, biogeography and diversification of the Riodinidae (Lepidoptera: Papilionoidea). Molecular Phylogenetics and Evolution. 93: 296–306. Harvey, D. J. 1987. The higher classification of the Riodinidae (Lepidoptera). PhD Dissertation, University of Texas at Austin, Texas, USA, 215 Pp. 85 Kaminski, L. A., C. J. Callaghan, N. Seraphim, L. M. Magaldi, L. Volkmann & A. Freitas. 2017. Sertania gen. nov., a new genus of butterflies (Lepidoptera: Riodinidae) from the South American dry diagonal. Zootaxa. 4312: 165–179. Opler, P. & J. A. Powell. 1961. Taxonomic and distributional studies on the Western components of the Apodemia mormo complex (Riodinidae). Journal of Lepidopterists Society. 15: 145–171. Opler, P. A. & A. D. Warren. 2002. Butterflies of North America. 2. Scientific names list for butterfly species of North America, North of Mexico. Fort Collins, Colorado, USA: Gillette Museum Publications. Opler, P. A. & A. D. Warren. 2004. Butterflies of North America. 4. Scientific names list for butterfly species of North America, North of Mexico. Fort Collins, Colorado, USA: Gillette Museum Publications. 82 pp. Pelham, J. P. 2008. A catalogue of the butterflies of the United States and Canada with a complete bibliography of the descriptive and systematic literature. The Journal of Research on the Lepidoptera. 40: 1–652. Saunders, J. W. 2010. Molecular Phylogenetics of the Riodinidae (Lepidoptera). PhD Dissertation, University of Florida, USA. 94 Pp. Seraphim, N., L. A. Kaminski, P. J. DeVries, C. Penz, C. Callaghan, N. Wahlberg, K. L. Silva- Brandão & A. V. Freitas. 2018. Molecular phylogeny and higher systematics of the metalmark butterflies (Lepidoptera: Riodinidae). Systematic Entomology. 43: 407–425. Stichel, H. 1911. Genera Insectorum: Lepidoptera Rhopalocera, Fam., Riodinidae, Introduction et Subfam., Riodinae. Desmet-Verteneuil, Brussels, Belgium. Trujano-Ortega, M., U. O. García-Vázquez, C. J. Callaghan, O. Ávalos-Hernández, A. Luis- Martínez & J. E. Llorente-Bousquets. 2018. Two new genera of metalmark butterflies of North and Central America (Lepidoptera, Riodinidae). ZooKeys. 729: 61–85. 86 Discusión general MODIFICACIONES RECIENTES EN LAS CLASIFICACIONES DE PAPILIONOIDEA El progreso alcanzado actualmente en la sistemática se debe al establecimiento de la teoría y métodos filogenéticos desde la década de 1960 (Hennig, 1966), que promovió hipótesis que se explican mediante las relaciones de parentesco entre los organismos. Estos esquemas de clasificación permiten hacer predicciones acerca de diversas características morfológicas, conductuales o biogeográficas de los organismos (v. gr. Hall, 2003; Espeland et al., 2015; Hall, 2018; Seraphim et al., 2018; Kawahara et al., 2018). Se considera que dentro de los insectos el grupo de los lepidópteros diurnos es uno de los mejor estudiados tanto a nivel nacional como global (Vane-Wright & Ackery, 1984; Boggs et al., 2003; Llorente et al., 2014; Hall, 2018). Sin embargo, el esquema de clasificación continúa modificándose a niveles jerárquicos supraespecíficos, como superfamilias, familias, tribus y subtribus al cambiar las hipótesis de relación entre los diferentes clados y generarse niveles nuevos (de Jong et al., 1996; Caterino et al., 2001; Wahlberg et al., 2003, 2005; Braby et al., 2006; Peña et al., 2006; Wahlberg et al., 2009; Mutanen et al., 2010; Kawahara y Breinholt, 2014; Wahlberg et al., 2014; Breinholt et al., 2018; Espeland et al., 2018; Seraphim et al., 2018; Toussaint et al., 2018). De igual modo, géneros que se consideraban estables ahora muestran problemas taxonómicos sin resolver y una diversidad mayor al contener especies morfológicamente indistinguibles (Hall & Harvey, 2001; Willmott et al., 2001; Harvey & Hall, 2002; Warren et al., 2008, 2009; Peña et al., 2010; Zacca et al., 2013; Cong & Grishin, 2014; Shiraiwa et al., 2014; Espeland et al., 2015; Janzen & Hallwachs, 2016; Kaminski et al. 2017; Ortíz-Acevedo et al., 2017; Espeland et al., 2018; Seraphim et al., 2018; Toussaint et al., 2018; Freitas et al., 2018). Incluso, aún existen muchas especies por describir, principalmente en la región Neotropical y en las familias Hesperiidae, Nymphalidae, Lycaenidae y Riodinidae (Lamas, 2004; Ortíz-Acevedo & Willmott, 2013; Kawahara & Breinholt, 2014; Janzen & Hallwachs, 2016; Ortíz-Acevedo et al., 2017; Hall, 2018; Seraphim et al., 2018). Es evidente el cambio de paradigma en las hipótesis de relación en función de la evidencia empleada, que está íntimamente ligada al avance tecnológico en la microscopía y secuenciación molecular. Esto permite la obtención de caracteres morfológicos con mayor resolución (v. gr. Harvey, 1987; Hall, 2003; Tilley et al., 2002; Freitas & Brown, 2004; 87 Trujano-Ortega et al., 2015, Apéndice 1; Bálint et al., 2012, 2018; Llorente & Castro, 2018; Hall, 2018; van Eldijk et al., 2018; Llorente et al., 2018; Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1 y 2) y de caracteres moleculares, desde un solo marcador genético hasta con secuenciación masiva, así como en la capacidad de análisis de los mismos (v. gr. de Jong et al., 1996; Campbell et al., 2000; Caterino et al., 2001; Wahlberg et al., 2003, 2005; Warren, 2008; Breinholt & Kawahara, 2013; Breinholt et al., 2018; Espeland et al., 2018; Seraphim et al., 2018; Toussaint et al., 2018; Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1 y Capítulo 2). Ante la propuesta de una gran cantidad de modificaciones en los sistemas de clasificación existentes, y a que la monofilia de la mayoría de los géneros de mariposas se asume en lugar de cuestionarse (Hall, 2018), vale la pena examinar las posturas que se toman al proponer taxones supraespecíficos (lumper vs. splitter), en la que una de ellas tiende a unificar y la otra a separar bajo diferentes criterios (Talavera et al., 2013). Además, es relevante considerar si las separaciones o uniones de taxones se tratan de un artefacto metodológico en función de la evidencia o análisis empleados, o bien, constituyen categorías que reflejan las relaciones evolutivas de los organismos. Por tanto, es necesario incluir evidencia de distintas fuentes y métodos distintos. Las aportaciones mayores de esta tesis y que son los ejes que dirigen esta discusión, fueron la propuesta de dos géneros nuevos dentro de la familia Riodinidae, Plesioarida y Neoapodemia; la estabilidad de Apodemia al reubicar a dos especies en el género Emesis, así como un primer acercamiento a las relaciones filogenéticas de cada uno de ellos. Esta tesis evidenció varias ausencias en el conocimiento sistemático de la tribu Emesidini; así como el sesgo existente en la distribución espacial, aspectos ecológicos y en los caracteres y criterios empleados en el estudio de las mariposas diurnas de México. Finalmente, se integró la lista actualizada de la clasificación de las especies de Emesidini y una clave de identificación de los cuatro géneros que la integran. DESCRIPCIÓN DE TAXONES NUEVOS Las familias que componen Papilionoidea han tenido un avance diferencial en el conocimiento de su taxonomía y sistemática, de tal modo que en los últimos 18 años se han descrito 55 géneros nuevos en el mundo, que se agrupan en cuatro de las seis familias de mariposas diurnas. Riodinidae presenta 30 géneros nuevos (55%); en contraste con 88 Nymphalidae que presenta 10 (18%), Hesperiidae ocho (14%) y Lycaenidae siete (13%). Papilionidae y Pieridae no registran ningún género nuevo en las últimas dos décadas (Hall, 2000, 2001, 2002 a, b, 2003; Hall & Harvey, 2001, 2002a; Warren, 2001; Bálint, 2002; Vane- Wright et al., 2002; Bálint & Salazar, 2003; Freitas, 2003; Hall & Callaghan, 2003; Freitas & Peña. 2006; Penz & DeVries, 2006; Hall, 2007; Austin, 2008; Bálint & Faynel, 2008; Austin & Warren, 2009; Larsen & Congdon, 2011; Turland et al., 2012; Freitas et al., 2013; Talavera et al., 2013; Zacca et al., 2013; Nakahara et al., 2015; Zhu et al., 2016; Müller, 2017; Ortíz-Acevedo et al., 2017; Kaminski et al., 2017; Vargas, 2017; Bálint et al., 2018; Dong et al., 2018; Freitas et al., 2018; Seraphim et al., 2018; Silva et al., 2018; Trujano- Ortega et al., 2018, Capítulo 1). A diferencia de taxones con caracteres establecidos y aceptados para su clasificación como las angiospermas, donde los caracteres florales constituyen la base de la clasificación de las familias y géneros principales (PPG I, 2016), en otros grupos de plantas (v. gr. Pterydophyta, Christenhusz & Chase, 2018) y varios grupos de insectos en los que se incluye Lepidoptera, no hay un consenso acerca de los caracteres morfológicos o moleculares informativos en la taxonomía a estos niveles jerárquicos. Por ende, hay cambios en las demarcaciones de las categorías y un aumento notorio en el número de subfamilias, tribus y géneros (PPG I, 2016; Schuettpelz et al., 2018, Seraphim et al., 2018; St. Laurent et al., 2018). Schuettpelz et al. (2018) afirman que el aumento en el número de familias y géneros de helechos es un resultado natural del progreso taxonómico y una mejor comprensión de las relaciones filogenéticas, lo que muy probablemente sucede con Riodinidae que es la familia de la que se conoce menos de su biología, ecología y sistemática (Harvey, 1987; Hall & Harvey, 2002b) y con más géneros descritos en los últimos 20 años. La evidencia molecular y su velocidad rápida de análisis aporta otra dimensión a la exploración de la sistemática de la biodiversidad, tanto en el reconocimiento de especies crípticas (v. gr. Janzen & Hallwachs, 2016; Miller et al., 2016) como en la reconstrucción filogenética (v. gr. Espeland et al., 2015, 2018; Toussaint et al., 2018). La fluctuación en el número y tamaño de las categorías taxonómicas supraespecíficas (v. gr. Kaminski et al., 2017; Seraphim et al., 2018; St. Lauren et al., 2018; Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1 y Capítulo 2) puede ser una consecuencia de la inclusión de esta evidencia en los análisis; aunque en el caso de Papilionoidea, parece no ser un factor determinante, ya que de los 55 89 géneros nuevos, solo 11 de ellos (20%) se proponen con caracteres morfológicos y moleculares, siempre bajo la idea de contrastar e integrar la evidencia; y solo Seraphim et al. (2018) proponen cuatro géneros nuevos de Riodinidae (7%), únicamente con evidencia molecular. El resto de géneros nuevos en Papilionoidea se describen solo con caracteres morfológicos. Al analizar los distintos estudios en los que se describen géneros nuevos en Papilionoidea se pueden reconocer algunas de las causas por las que permanecían desconocidos. Estas dependen de características propias de las especies (v. gr. biología, historias de vida, estadios de desarrollo, variación, diversidad y cripsis); o bien, de factores externos (v. gr. muestreo, técnicas de recolecta adecuadas, historia del grupo, especialistas y caracteres). CAUSAS DEL DESCONOCIMIENTO TAXONÓMICO La revisión de los trabajos donde se proponen géneros nuevos de Papilionoidea, evidenció la información incompleta en la historia taxonómica, lo que debe considerarse clave para detectar grupos que requieran una revisión profunda en el futuro, y así evitar el retraso en el conocimiento de la sistemática de las mariposas. Estas condiciones están relacionadas con la diversidad que presentan, el desconocimiento de la variación, la historia taxonómica y especialmente, la exploración limitada de los caracteres (Hall, 2000, 2001, 2002 a y b, 2003, 2007; Hall & Harvey, 2001, 2002a; Warren, 2001; Bálint, 2002; Vane-Wright et al., 2002; Bálint & Salazar, 2003; Freitas, 2003; Hall & Callaghan, 2003; Freitas & Peña. 2006; Penz & DeVries, 2006; Austin, 2008; Bálint & Faynel, 2008; Austin & Warren, 2009; Larsen & Congdon, 2011; Turland et al., 2012; Freitas et al., 2013; Talavera et al., 2013; Zacca et al., 2013; Zhu et al., 2016; Castro & Llorente, 2017; Kaminski et al., 2017; Müller, 2017; Ortíz- Acevedo et al., 2017; Vargas, 2017; Bálint et al., 2018; Dong et al., 2018; Freitas et al., 2018; Llorente et al., 2018; Nakahara et al., 2018; Seraphim et al., 2018; Silva et al., 2018; Trujano- Ortega et al., 2018, Capítulo 1). DESCONOCIMIENTO POR CAUSA DE LA BIOLOGÍA DE LAS ESPECIES Las características asociadas a los taxones que complican su reconocimiento son: 1) grupos muy diversos que suelen tener distribuciones amplias, como la subtribu Euptychiina (Nymphalidae: Satyrinae), que contiene a Euptychia, el género más diverso 90 (Nakahara et al. 2015). Lo mismo sucede con Eumaeini (Lycaenidae: Theclinae) (Bálint, 2002; Bálint & Salazar, 2003); Heteropterinae y Eudaminae (Hesperiidae) (Warren, 2001; Austin, 2008), y en Riodinidae las tribus Nymphidiini, Riodinini y el género Apodemia y Plesioarida en Emesidini (Seraphim et al., 2018; Hall, 2018; Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1 y Capítulo 2). 2) Fenotipos similares, ya sea porque constituyen especies o géneros crípticos o bien porque forman parte de anillos miméticos, en donde las relaciones no son fáciles de esclarecer porque el fenotipo alar suele presentarse en otros grupos. En el primer caso, las especies presentan variación intraespecífica, pero homogeneidad morfológica entre especies e incluso entre géneros, a veces con colores pardos o patrones alares muy uniformes y con pocos elementos que varían (v. gr. Nymphalidae, Satyrinae: Cyllopsis, Cisia, Euptychia; Lycaenidae: Theclinae, Eumaeini y Polyommatinae; Riodinidae, Emesidini: complejo mormo en Apodemia; Nymphidiini: Synargis, Juditha, Nymphidium, Catocyclotis, Sanguinea; Riodinini: Pheles; Erebidae: Arctiinae; Geometridae: Ennominae; Nymphalidae: Nymphalinae; Hesperiidae: Hesperinae) (Opler & Powell, 1961; Bálint, 2002; Peña & Lamas, 2005; Nakahara et al., 2015; Hall, 2018). Lo mismo sucede en la tribu Moncini (Hesperiidae) (Turland et al., 2012), que son mariposas pequeñas, altamente diversas, pero con patrones marrones. En el segundo caso, las especies de géneros y familias diferentes pertenecen a anillos miméticos, lo que solo es posible establecer si se observa la interacción modelo-mimo-depredador en simpatría (v. gr. Taxiarchis, Miletinae, Lycaenidae, Müller, 2017; Elzunia, Nymphalidae, Le Crom et al., 2018). Pratt et al. (2011), indican que el complejo de A. mormo muy probablemente sea mimético de Euphydryas (Nymphalidae), el cual es tóxico, no palatable y se distribuye en la misma área geográfica. En algunos casos, suceden ambas condiciones, como Preponini (Nymphalidae) que son crípticas y además miméticas en su vista ventral (Ortíz-Acevedo & Willmott, 2013; Ortíz-Acevedo et al., 2017). 3) Estenoicidad. La presencia y actividad de los organismos se restringe en el espacio y el tiempo en función de sus requerimientos. La restricción se manifiesta en función de diversos factores como las estaciones del año, actividad diferencial diaria, tipos de vegetación, altitud, grado de conservación del hábitat, plantas de alimentación o sustratos. Algunas especies de Eudaminae (Hesperiidae) presentan hábitos crepusculares o nocturnos, donde su presencia solo se detecta por el sonido que producen con las alas, similar a los 91 colibríes (Austin, 2008). Otras especies requieren altitudes mayores (hilltops) para exhibir conductas de búsqueda de pareja y/o cópula; o bien altitudes menores para el forrajeo y la oviposición (Warren, 2001; Bálint & Wojtusiak, 2000; Freitas & Peña, 2006; Robbins, 2010; Müller, 2017; Ortíz-Acevedo et al., 2017; Arellano-Covarrubias et al., 2018; Hall, 2018). Las especies estenoicas se presentan en diferentes grupos de Papilionoidea; sin embargo, es una condición constante en Riodinidae, con especies que presentan densidades poblacionales bajas, de actividad restringida a microhábitats especiales y lapsos determinados en el día, a menudo crepusculares (Harvey, 1987; DeVries, 1997; Arellano- Covarrubias et al., 2018). La estenoicidad se presenta en los diferentes estados del desarrollo. Pratt et al. (2011) señalan que la mayoría de las larvas de riodínidos se alimentan durante la noche y se ocultan la mayor parte del día, para evitar los parásitos y depredadores. Lo mismo ocurre en otros papilionoideos. Las orugas del complejo de Apodemia mormo son específicas de Eriogonum (Polygonaceae) y se alimentan durante el día, exclusivamente en días nublados y fríos, cuando las condiciones son similares a las que ocurren en el crepúsculo justo antes del amanecer o después del atardecer. Pratt et al. (2011) mencionan que las larvas en cautiverio tardan 200 días en madurar, por lo que parece que su desarrollo dura un año completo. Los primeros estadios de la larva presentan diapausa dentro del huevo mientras dura el invierno y diapausa facultativa hasta el siguiente período de lluvias. Los resultados de esta tesis brindan información al conocimiento de los patrones fenológicos, altitudinales y de distribución de las especies de Apodemia, Plesioarida y Neoapodemia (Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1; Trujano-Ortega et al.), pero también de géneros cercanamente relacionados como Emesis, en el que se re ubicaron algunas especies (E. planeca y E. phyciodoides; Capítulo 2) y géneros que fungieron como grupos externos, tal es el caso de Theope villai, que muestra preferencia por los bosques subhúmedos y habita en el límite superior del bosque tropical subperennifolio y los intervalos inferior y medio del bosque mesófilo de montaña (Trujano-Ortega et al., 2015, Apéndice 1). SESGOS DEL MUESTREO Y SUS CONSECUENCIAS Los factores ajenos a la biología de las especies que inciden en su sistemática se vinculan con el avance en el conocimiento que se tiene de ellos. En este sentido el muestreo 92 taxonómico, espacial y temporal, resulta crucial como fuente de información primaria; desde luego también el progreso en la exploración de sus caracteres con la finalidad de comparar y reconstruir las relaciones filogenéticas. La rareza de los organismos idealmente debe registrarse y reflejarse en las muestras analizadas; sin embargo, es posible que la insuficiencia de muestreo genere una rareza artificial que se explica por la exploración baja o nula de las áreas geográficas, la ausencia de métodos y criterios de recolecta adecuados, así como la carencia de toma de datos ecológicos, conductuales y genéticos que permitan conocer más el grupo. Existen inventarios faunísticos sistemáticos con un nivel de conocimiento aceptable de la fauna de mariposas diurnas (v. gr. Cockpit, Jamaica, Turland et al., 2012; Guanacaste, Costa Rica, Janzen & Hallwachs, 2016; Los Loxicha, Oaxaca, México, Luis et al., 2016; Arellano Covarrubias et al., 2018). Sin embargo, estos aún exhiben cierto grado de desconocimiento de los aspectos ecológicos, biológicos, de estadios de desarrollo y/o diversidad genética; ya que son datos que no suelen registrarse en la mayoría de los inventarios. La región Neotropical se destaca como una de las áreas más diversas y menos exploradas, en comparación con las regiones templadas del Neártico y Paleártico (Freitas & Peña, 2006; Austin, 2008; Freitas et al., 2012; Turland et al., 2012; Freitas et al., 2013; Hall, 2018; Seraphim et al., 2018). Lo mismo sucede con las zonas desérticas de México, que presentan exploración escasa, pero gran cantidad de especies endémicas estenoicas (Bálint & Salazar, 2003; Luis et al., 2016; Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1 y Capítulo 2). El género endémico Atlanteuptychia (Nymphalidae: Satyrinae), asociado con áreas muy conservadas del bosque Atlántico en Brasil (Freitas & Peña, 2006), es un buen ejemplo de la relevancia de emplear los métodos de recolecta adecuados en los microhábitats apropiados. En un período de 20 años solo existían cuatro especímenes conocidos en colecciones en todo el mundo; sin embargo, al realizar búsquedas dirigidas se reunieron 12 especímenes adultos en un período de 15 meses mediante el empleo de trampas con fermento de fruta en descomposición. Contrario a lo que se pensaba, once de los especímenes se recolectaron en trampas colocadas a grandes alturas en el dosel, lo que reitera la importancia de buscar en los sitios apropiados. Finalmente, a pesar de ser un género con baja densidad poblacional, contar con un poco de conocimiento previo del grupo o de géneros cercanos optimiza la búsqueda, se registra la variación, se da certeza de la rareza del grupo y se 93 aprovechan mejor los recursos destinados al trabajo de campo. Esto ocurre también en muchos géneros de Riodinidae incluyendo Apodemia, Plesioarida, Neoapodemia como se demostró en esta tesis. Arellano-Covarrubias et al. (2018) realizaron un estudio enfocado a registrar Riodinidae, mencionan que Apodemia multiplaga y Plesioarida walkeri se registraron en transectos ruderales; los machos acuden a la arena húmeda, mientras que las hembras prefieren las inflorescencias. No obstante, el muestreo hecho en esta tesis, en zonas áridas y semiáridas a lo largo de México, mostró que estas especies se ubican a alturas diferentes en sustratos distintos en función de la actividad que realizan, como forrajeo o territorialidad. No fue posible observar cópulas ni oviposiciones, a pesar de la búsqueda intensa y extensa que se hizo. En el caso de Apodemia, es notoria su asociación estrecha con la planta de alimentación (Eriogonum sp.), por lo que vuela a estratos bajos. Habita zonas desérticas con matorral, donde los vientos suelen ser muy fuertes, por lo que se observa a las hembras sujetas a las ramas del Eriogonum y a los machos sujetos a piedras en el piso. A los individuos de Plesioarida (P. murphyi, P. walkeri y P. palmerii) frecuentemente se les observa exhibiendo patrullajes de territorialidad a alturas elevadas (5 m) en mesquites o Acacias, que son las plantas de alimentación. También se les registró forrajeando en inflorescencias en estratos bajos y libando sales en arena húmeda o en trampas de urea. Ambas actividades se realizan en los períodos donde la temperatura del día es más elevada (12:00-14:00 hrs.), aunque en zonas muy calientes como en los desiertos de Baja California y Sonora, se les observó hasta las 19:00 hrs. (Trujano-Ortega et al.). El material de Apodemia en las colecciones nacionales e internacionales era escaso, incluso en las áreas donde la fauna de mariposas se ha estudiado de manera sistemática por grupos de taxónomos especializados, como en Yucatán (Martínez-Noble et al., 2015), Morelos (Luna-Reyes et al., 2008, 2010), Estado de México (Hernández-Mejía et al., 2008) y Oaxaca (Luis et al., 2016). Esta investigación reveló que es posible incrementar el conocimiento de géneros estenoicos con trabajo de campo dirigido y conocimiento previo de sus preferencias abióticas y bióticas, lo que permite recabar la variación y mejorar la comprensión de sus límites morfológicos y de distribución, de la proporción de sexos, los comportamientos intra e interespecíficos y la diversidad genética. Todo esto constituye una fuente de información invaluable para el discernimiento de las especies y los géneros. 94 El caso de Theope, que fungió como uno de los grupos externos, se presenta continuamente en el estudio de los riodínidos de México. Este género que es uno de los más ricos, incluye especies raras, con densidades poblacionales bajas y hábitos poco comunes, lo que resulta en una representación deficiente en las colecciones científicas; como en el caso de T. villai que se describió a partir de un solo ejemplar macho (Beutelspacher, 1981; Hall, 1999; Trujano-Ortega et al., 2015, Apéndice 1). La insuficiencia de especímenes imposibilitó estudios de variación morfológica, estacionalidad, distribución geográfica y hábitat. Sin embargo, la revisión de los ejemplares en las colecciones científicas nacionales más importantes y el trabajo de campo reciente, permitió obtener una serie significativa de ejemplares para reportar la variación morfológica de ambos sexos, así como su ecología, estacionalidad de imagos y distribución geográfica. El mismo caso se presentó con Emesis planeca y E. phyciodoides (Trujano-Ortega et al., 2018 y Capítulo 2). Aun así, la información acerca de las plantas de alimentación o interacciones interespecíficas (mirmecofilia) se desconocen, lo que revela que aún se puede aportar información acerca de diversos aspectos biológicos y taxonómicos de estos géneros; sobre todo de los grupos raros o de las regiones poco exploradas (Trujano-Ortega et al., 2015, Apéndice 1; Capítulo 2). Riodinidae es una familia con requerimientos restringidos en la que muchas de sus especies son raras en el tiempo y el espacio (DeVries, 1997), por lo que incluso los trabajos faunísticos exhaustivos presentan una visión parcial de la fauna de Riodinidae. Hall (2018) menciona que para su revisión de Nymphidiina realizó 20 meses de trabajo de campo dirigido a lo largo de 26 años en los que recopiló información para más de la mitad de las especies de la subtribu, lo que es una tarea monumental. Dadas estas razones y lo hallado en esta tesis, es mandatorio continuar con estudios faunísticos sistemáticos que incluyan búsquedas dirigidas de los organismos en función de las actividades que realizan (v. gr. forrajeo, cópula, territorialidad, oviposición, interacciones interespecíficas) y métodos de recolecta adecuados en los que se tomen datos ecológicos, historias de vida y genéticos con el fin de incrementar el conocimiento de la historia natural de la familia y evitar sesgos y conclusiones parciales acerca de su taxonomía y sistemática. El reconocimiento de la variación influye en la identificación y delimitación correctas de especies y taxones superiores. El establecimiento de las sinapomorfías se complica cuando existe gran cantidad de fenotipos diferentes (v. gr. Riodinidae: Nymphidiina; Hall, 2018) o 95 el caso contrario, donde la variación intragenérica y la homogeneidad morfológica entre géneros oculta su reconocimiento (v. gr. Lycaenidae: Polyommatinae: Polyommatus, Talavera et al., 2013; Nymphalidae: Euptychia, Atlanteuptychia, Cyllopsis, y Paramacera, Freitas & Peña, 2006; Nakahara et al., 2015; Nymphalidae: Charaxinae: Zaretis y Phantos, Silva et al., 2018; Riodinidae: Emesidini: Emesis, Apodemia, Plesioarida, y Neoapodemia, Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1; Capítulo 2); lo que resulta en grupos para o polifiléticos, historias taxonómicas complejas y clasificaciones incorrecta, inestables o caóticas (v. gr. Warren, 2001; Peña et al., 2006; Ortíz-Acevedo y Willmott, 2013; Nakahara et al., 2015; Ortíz-Acevedo et al., 2017; Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1; Capítulo 2). Los géneros nuevos surgieron de géneros que aún son ‘vertederos’ de especies debido a la carencia de una diagnosis efectiva (Eliot, 1973; Harvey, 1987; Hirowatari, 1992; Freitas, 2002; Hall, 2002b; Hall & Harvey, 2002a; Freitas, 2003; Bálint & Salazar, 2003; Freitas, 2004; Freitas & Peña, 2006; de la Maza & de la Maza, 2017 a y b; Silva et al., 2018). Esto se explica porque varios taxones se conocen de uno o pocos especímenes, de una o pocas zonas geográficas y de un solo sexo (Kaminski et al., 2017). Además, la falta de un examen minucioso de los caracteres tradicionales cualitativos y la ausencia de otro tipo de evidencia ya sea morfológica (ultraestructura y genitales de machos y hembras), ecológica o molecular, generaron gran cantidad de nombres (v. gr. subespecies); como sucede en Apodemia (Riodinidae: Riodininae: Emesidini) (Opler & Powell, 1961; Emmel & Emmel, 1998; Proshek et al., 2015; Trujano-Ortega et al., 2018); Euptychia (Nymphalidae: Satyrinae) (Freitas 2003, 2004; Freitas & Peña, 2006; Nakahara, 2014; Freitas et al., 2018); Nymphidiina (Riodinidae: Nymphidiini) (Hall, 2018); Preponini (Nymphalidae: Charaxinae) (Ortíz-Acevedo et al., 2017); Zaretis y Phantos (Nymphalidae: Charaxinae) (Silva et al., 2018); Eumaeini (Lycaenidae) (Bálint, 2002; Bálint & Salazar, 2003; Müller, 2017); Polyommatus (Lycaenidae: Polyommatinae) (Talavera et al., 2013) y Freemania (Hesperiidae: Cyclopidinae) (Warren, 2001). CARACTERES NUEVOS USADOS EN LA TAXONOMÍA DE MARIPOSAS La clasificación de Papilionoidea se sustentó durante cerca de 250 años exclusivamente en la morfología de especímenes adultos (Ackery et al., 1999; Wahlberg et al., 2005). La mayoría de los caracteres usados son morfológicos macroscópicos y cualitativos que resultan 96 de la valoración de la forma y el color de los patrones alares, los que responden a diferentes funciones que incluyen evitar la depredación (v. gr. mimetismo o cripsis) y el reconocimiento sexual, entre otros (Nijhout, 1991; Beldade et al., 2002; Oliver et al., 2009). Estas estrategias de señalización visual son tan complejas y variables en la evolución, que repercuten en la diversificación de las mariposas y conllevan diversos grados de homoplasia (v. gr. Nymphalidae: Satirinae: Bicyclus, Oliver et al., 2009; Preponini, Ortíz-Acevedo et al., 2017). Varios estudios refieren la ausencia total de la revisión de los genitales masculinos y en mayor medida de los femeninos (Opler & Powell, 1961; Warren, 2001; Bálint & Salazar, 2003; Müller, 2017; Hall, 2018), lo que contrasta con la idea de que los genitales de insectos contienen los caracteres más importantes y útiles, ya que pueden ser distintivos a nivel de especie debido a su tasa de cambio rápida dada por la selección sexual (Song & Bucheli, 2010). Esta cualidad promueve que muestren divergencia entre especies cercanas, pero también entre niveles supraespecíficos (Eberhard, 1985; Shapiro & Porter, 1989; Arnqvist, 1997; Huber & Eberhard, 1997; Eberhard 2004; Hosken & Stockley, 2004; Yoshizawa & Johnson, 2006; Song & Bucheli, 2010). Otros autores señalan que los caracteres de genitales constituyen caracteres autapomórficos y no son informativos para identificar clados (Song & Bucheli, 2010), razón por la que prefieren excluirlos de los análisis. En algunos casos las hipótesis de relaciones filogenéticas que se proponen a partir de la evidencia genital y de la morfología externa difieren entre sí (Opler & Powell, 1961; Warren, 2001; Bálint, 2000; Bálint & Salazar, 2003; Wahlberg et al., 2005), lo que indica que la información de los distintos tipos de caracteres es diferencial entre los grupos e incluso dentro del mismo grupo a diferentes escalas taxonómicas. Otros caracteres como las antenas, patas y palpos solo se exploraron con un análisis superficial en la que se examina el color, la disposición y el número de segmentos; en algunas ocasiones con enfoques funcionales, etológicos y ecológicos (Brower, 1997; Friberg, 2007). Del mismo modo, aunque la utilidad de los caracteres de estados de desarrollo inmaduros en el contexto filogenético se reconoce ampliamente (Müller, 1886; Harvey, 1987, 1991; Penz & Peggie, 2003; Freitas & Brown, 2004), su estudio es limitado debido a la ausencia de descripciones detalladas o muestras preservadas de huevos, larvas y pupas (Wahlberg et al., 2005). 97 A pesar del esfuerzo taxonómico, los análisis realizados hasta el momento con caracteres morfológicos en ocasiones no logran discriminar entre la variación intragenérica y la similitud entre géneros, debido en parte porque cada familia de Papilionoidea y cada género presentan una combinación particular de los factores descritos anteriormente que definen su problemática, y si estos se ubican, es posible planificar una estrategia de solución efectiva. En el caso de Riodinidae, los trabajos clásicos constituyen una base de información morfológica invaluable para inferir las relaciones filogenéticas dentro de la familia (v. gr. Bates, 1868; Stichel, 1924, 1928, 1930-31; Harvey, 1987); aunque son insuficientes para resolver la clasificación a nivel genérico. En el caso de Apodemia, el muestreo escaso y la complejidad del grupo llevó a conclusiones erróneas en su delimitación y clasificación a partir de caracteres morfológicos evaluados grosso modo (v. gr. Felder & Felder, 1864–1867; Opler & Powell, 1961; Emmel et al., 1998). Incluso, autores posteriores sumaron y detallaron otros caracteres para mejorar la diagnosis del género (Godman & Salvin, 1878–1901; DeVries, 1997), pero sus conclusiones fueron desacertadas como se demostró en los resultados de esta tesis. En este contexto, los pocos trabajos que mencionan los genitales señalan la carencia de diferencias interespecíficas en los genitales masculinos, aunque con variación sutil en cada uno de ellos, lo que impidió que esta información se integrara a las descripciones y diagnosis de los taxones que lo forman (Opler & Powell, 1961; Freeman, 1964; Austin, 1987, 1991). Estos problemas no se arreglaron incluso en trabajos recientes (Pratt et al., 2011; Proshek et al., 2015; de la Maza & de la Maza, 2017 a y b). Phroshek et al. (2015), destacan la necesidad de una revisión taxonómica más profunda en la que no solo se describan sino se cuantifiquen los caracteres. Es interesante notar como la idea de la holomorfología de Hennig (1966) toma relevancia, probablemente promovida por el incremento en el muestreo, el desarrollo de tecnología y el entendimiento de que, solo integrando la variabilidad total, se logra un esquema de clasificación robusto. En este contexto, los trabajos de los géneros nuevos de las últimas dos décadas, se enfocan en completar la falta de información que existe en trabajos anteriores, acerca de la morfología del adulto y de los estados inmaduros del desarrollo. Así, los trabajos de los géneros nuevos, incluyendo esta tesis, suman información de los caracteres tradicionales del adulto con gran detalle como la forma alar, venación y el patrón de 98 coloración; pero también, de la ultraestructura de los tipos de sensilas, palpos labiales y escamas alares diferenciadas llamadas androconias (v. gr. Bálint, 2002; Vane-Wrigth et al., 2002; Hall 2002a, 2003, 2005; Freitas et al., 2013; Ortíz-Acevedo et al., 2017). A pesar que se describen los caracteres, no todos son filogenéticamente informativos en todas las familias; por ejemplo, Bálint & Salazar (2003) mencionan que en Lycaenidae, la forma alar no es informativa a nivel genérico. La venación alar, los genitales masculinos y femeninos, así como los estados de desarrollo inmaduros son referidos como la fuente principal de información a nivel genérico en las cuatro familias de Papilionoidea que presentan géneros nuevos (v. gr. Robbins, 1987; Warren, 2001; Bálint & Wojtusiak, 2000; Bálint & Salazar, 2003; Austin, 2008; Turland et al., 2012; Zhu et al., 2016; Dong et al., 2018; Hall, 2018). Zacca et al. (2013) señalan que el conocimiento de los estados inmaduros es fragmentado y no han encontrado patrones en las tribus de Satyrinae (Nymphalidae); no obstante, estos son lo suficientemente explicativos para separar grupos. Dentro de los estados inmaduros, la larva es uno de los más analizados (Harvey, 1987; Penz, 1999; Freitas, 2002, 2004; Freitas et al., 2002; Penz & DeVries, 2006; Zacca et al., 2013); aunque su estudio aún es heterogéneo, en algunos casos se analizan con detalle en un contexto comparativo (Penz & DeVries, 2006; Zacca et al., 2013); mientras que otros solo se limitan al registro del estadio (Nakahara et al., 2015). Los caracteres que se evalúan en las larvas son la cápsula cefálica, los estemata, las patas torácicas y abdominales, los segmentos abdominales, los espiráculos (estigmas respiratorios) y las sedas modificadas, como las papilas vibratorias y los órganos nectarios. Estos últimos son relevantes, ya que permiten la interacción con hormigas (DeVries et al., 2004; Penz & DeVries, 2006; Zacca et al., 2013). Los estados inmaduros de Apodemia, Plesioarida y Neoapodemia son prácticamente desconocidos. En el primer caso, Pratt et al. (2011) refieren varias larvas de las especies A. mormo, A. virgulti y A. mejicanus, todas ellas muy parecidas en su morfología superficial. Ellos se centran en describir la historia natural de las larvas, las cuales exhiben comportamientos particulares como la diapausa del primer estado larval dentro del huevo, o bien en algunos casos, la pupación dentro del tronco de la planta huésped. Pratt et al. (2011) aseguran que las subespecies de A. mormo, A. virgulti y A. mejicanus, que habitan en simpatría en el oeste de EUA, pueden discriminarse a nivel de especie a partir de los estados 99 larvales en función del número de generaciones al año, la planta de alimentación larval, el tamaño de los huevos y si el primer estadio larval entra en diapausa o no dentro del huevo. La única característica relacionada con la forma es el tamaño del huevo, aunque no refieren datos cuantitativos. Las larvas de Plesioarida solo se conocen a partir de un par de registros fotográficos de P. palmerii (Warren et al., 2017). Éstas son verdes con una línea blanca entre dos líneas amarillas que se dibujan a lo largo del cuerpo en su parte dorsal a diferencia de las larvas del complejo A. mormo que son oscuras, con tonos amarillo y morado, con penachos de sedas cortas y abundantes dispuestos en línea a lo largo del cuerpo (Pratt et al., 2011; Warren et al., 2017). Estas diferencias podrían indicar que es posible discriminarlas entre sí a nivel genérico. En el caso de Neoapodemia, la larva se desconoce. La descripción del corion de los huevos de los géneros tratados en este estudio existe parcialmente. Downey & Allyn (1980) realizaron un análisis comparativo de 13 especies de riodínidos entre las que se incluyen cuatro especies que aquí se tratan; las comparan con especies de Lycaenidae para soportar la hipótesis que son de familias diferentes. Describen con detalle los caracteres referentes a la forma y tamaño; pero también varios detalles de la estructura coriónica, el micrópilo tanto sus ejes como el área circundante, costillas, poros, crestas y espinas. Estos caracteres resultan ser informativos a nivel de género e incluso a nivel específico. El área micropilar de A. m. mormo y N. chisosensis son similares entre sí y diferentes respecto a P. palmerii y P. walkeri, lo que soporta la hipótesis de los géneros propuestos. Sin embargo, la relevancia taxonómica de los caracteres que se analizan debe valorarse e integrarse en un contexto comparativo y filogenético, junto con otros sistemas de caracteres; esto sugiere un estudio más detallado en el que debería aumentarse el muestreo de taxones. Algo similar sucede con las crisálidas; aunque existen algunos registros fotográficos de pupas de Apodemia mormo (Pratt et al., 2011; Wick et al., 2012; Warren et al., 2017), no hay un estudio comparativo en el que se evalúe este sistema de caracteres y su implicación en la identificación y en las relaciones filogenéticas de éste y los géneros relacionados. En este trabajo se buscaron estadios inmaduros; sin embargo, las condiciones biológicas y ecológicas consideradas en el diseño del muestreo fueron específicas para los adultos, por lo que no fue posible observarlos. Actualmente se explora la técnica de obtención 100 de huevos sugerida por Nieves-Uribe et al. (2015) y otras técnicas en curso. Las descripciones de géneros de Papilionoidea de los últimos 20 años reportan al menos los genitales masculinos y una gran parte de los femeninos. Hall (2018) coincide en que los caracteres sexuales son las estructuras morfológicas más relevantes para distinguir entre taxones de Riodinidae. Varios grupos de esta familia se descubrieron a partir de la revisión de géneros con un patrón alar constante y distribución geográfica amplia (Hall, 2018); estos presentaron dos o más fenotipos genitales con distribución alopátrida o parapátrida (v. gr. Detritivora, Juditha, Anteros) (Hall & Harvey, 2001, 2002a). No obstante, hay algunos géneros dentro de Nymphidiina, una de las subtribus más grandes de Riodinidae, cuya variación es muy limitada y la morfología genital es bastante homogénea (Hall, 1999, 2018). Este caso es el mismo que reportaron para Apodemia Opler & Powell (1961), Freeman (1964) y Austin (1987, 1991); sin embargo, esta tesis aporta por primera vez un análisis comparativo de los genitales masculinos de Apodemia en un contexto filogenético. Los resultados muestran que los genitales masculinos de los géneros Apodemia, Plesioarida y Neoapodemia, son similares en la forma general y difieren considerablemente de A. phyciodoides, A. planeca y A. castanea, lo que soporta la hipótesis de su ubicación en Emesis y Zabuella (Capítulo 2), como se mencionó antes. La variación que se observa permite discriminar entre géneros por alguna característica o bien por una combinación de éstas; sin embargo, dentro de cada uno de ellos la variación disminuye, lo que reduce su utilidad como caracteres informativos a nivel de especie. Los caracteres que se consideran significativos a nivel genérico son la forma y estructuras en el margen posterior del uncus; regiones menos esclerosadas en el tegumen; forma y dirección de los procesos de la valva (dorsales y ventrales); forma y proyección del vinculum; longitud del saccus en proporción al vinculum; longitud del aedeagus (phallus) en proporción a la cápsula genital; forma del ápice del aedeagus y presencia, forma y número de los cornuti en el aedeagus (Trujano- Ortega et al., 2018, Capítulo 1; Capítulo 2). Los cornuti constituyen las estructuras esclerosadas en el aedeagus evertido (vesica), son caracteres valiosos filogenéticamente y para la discriminación de géneros, como lo reportan para otros grupos de Riodinidae Hall (2002a, 2007, 2018); Penz & DeVries (2006); y Austin (2008). Existe una gran diversidad de tipos de cornuti, cuya forma, tamaño, posición y grado de esclerosamiento son propiedades particulares que en cada género se mostraron 101 constantes. Solo Llorente (1984) en Dismorphiinae (Pieridae) y Austin (2008) en Eudaminae (Hesperiidae) toman datos del número, disposición y forma de los cornuti. El resto de los trabajos corresponden a Riodinidae y registran más la combinación de cornuti y su posición en el aedeagus (v. gr. Echydna y Pseudotinea, Hall, 2002b, 2003; Hallonympha y Haveryope, Penz & DeVries, 2006; Livendula y Minotaurus, Hall, 2007; subtribu Nymphidiina, Hall, 2018). Cabe mencionar que en esta tesis se diseccionaron genitales femeninos de varios géneros de Riodinidae (v. gr. Emesis, Apodemia, Neoapodemia, Plesioarida, Anteros, Lasaia y Calephelis); en ninguno se encontraron cornuti deciduos como los refieren Cordero y Miller (2012). Apodemia muestra un cornutus simple, largo y muy esclerosado (A. mormo, A. virgulti, A. mejicanus, A. duryi, A. multiplaga). Neopodemia presenta espinas múltiples, largas, esclerosadas y unidas en la base por una placa, todos los cornuti son aplanados lateralmente (N. nais, N. chisosensis). Plesioarida tiene una hilera con espinas múltiples esclerosadas en bulbos independientes (P. hypoglauca, P. murphyi, P. walkeri, P. palmerii, P. hepburni) (Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1). La morfología de los genitales masculinos de A. planeca, A. phycioidoides y A. castanea no siguen los patrones antes mencionados. Además, sus patrones alares únicos, su distribución geográfica restringida y hábitats diferentes, sugieren que pertenecen a géneros diferentes a Apodemia. Sin embargo, su comparación con los demás géneros de Riodinidae tanto en genitales masculinos como en la morfología externa no permitió su ubicación, por lo que se requirió incluir otro tipo de evidencia, entre ella la molecular que se discute más adelante y con lo que se propone su cambio genérico (Capítulo 2). Dang (1993) menciona que la vesica, totalmente evertida, proporciona aún más información en el estudio comparativo de Lepidoptera, esto es porque se observa la posición, organización, tipo y número de cornuti; sin embargo, su búsqueda se complica cuando las especies son pequeñas, ya que por el tamaño del aedeagus se dificulta la eversión de la vesica para su estudio. La eversión es común en lepidópteros nocturnos y Pieridae, pero menos evidente en el resto de Papilionoidea (Llorente, 1984; Hall, 2018); cuando existe, solo se ilustran los caracteres, pero no se describen en un contexto comparativo filogenético, por lo que es necesario adoptar esta práctica y describir estos caracteres. 102 A pesar que la descripción de los genitales femeninos no es una constante en las descripciones de géneros nuevos de Papilionoidea de las últimas dos décadas; aun cuando todos los autores coinciden en que las estructuras que la componen son informativas a niveles de tribu, género y especie (Robbins, 1991; Hirowatari 1992; Austin, 2008; Turland et al., 2012; Zhu et al., 2016; Müller, 2017; Hall, 2018). Incluso Bálint & Salazar (2003), señalan que cuando los genitales masculinos muestran homogeneidad morfológica, los femeninos exhiben características distintivas que identifican taxones diferentes. Los caracteres que refieren con mayor información a nivel genérico y específico son: forma y longitud del corpus y ductus bursae; el número, tamaño, simetría, forma, extensión y localización de los signa, así como las papilas anales, sedas, ostium bursae y lamella vaginal anterior y posterior (Robbins, 1991; Hirowatari, 1992; Hall, 1999; Cordero, 2005; Sánchez et al., 2014; Hall, 2018). No obstante, Hall (1999) menciona que en el caso de Theopeina (Riodinidae), las papilas anales no presentan variación alguna y si bien hay ciertas diferencias en el corpus bursae, éstas no pueden codificarse de manera objetiva para su análisis. Hall (1999) refiere que este sistema de caracteres tradicionalmente se subestima en Lepidoptera. En el caso de Lycaenidae y Riodinidae, una razón para su exclusión es la insuficiencia de material en colecciones científicas para su revisión; ya que las hembras constantemente presentan abundancias bajas (DeVries, 1997; Müller, 2017). Aunque este trabajo no incluye los genitales femeninos, se exploraron con fines comparativos (datos inéditos). En el caso de E. planeca y Theope villai, dos especies estenoicas y microendémicas, se describen por primera vez sus genitales femeninos (Trujano-Ortega et al., 2015, Apéndice 1; Capítulo 2). Freitas (2003) y Silva et al. (2018) encontraron que la cantidad de información que la morfología ofrece es insuficiente o poco concluyente, sobre todo en grupos biológicos superficialmente similares o altamente variables. Además, el proceso de revisión consume gran cantidad de tiempo, la codificación puede ser subjetiva y los resultados inconclusos y poco confiables, como sucede con los géneros Phantos, Zaretis y Euptychia de Nymphalidae; o bien, Emesis y Apodemia de Riodinidae (Opler & Powell, 1961; Freeman, 1964; Austin, 1987, 1991; Scotlan et al., 2003; Pratt et al., 2011; Proshek et al., 2015; Karanovic et al., 2018; Silva et al., 2018). Por lo tanto, es necesario incluir más sistemas de caracteres como evidencia, tales como los datos moleculares, la información ecológica y de diferentes 103 estadios. Los datos moleculares ayudan a resolver problemas taxonómicos de grupos poco conocidos, por lo que varios autores sugieren que es conveniente incluirlos, pues son universales y aportan otra dimensión a la exploración de la biodiversidad (Hebert et al., 2003; Damm et al., 2010; Seraphim et al., 2014; Karanovic et al., 2018; Silva et al., 2018). En eventos de divergencia temprana es imposible establecer hipótesis de homología morfológica (Avise, 1994), por lo que estos caracteres introducen gran cantidad de datos informativos en el reconocimiento de los taxones y su estudio filogenético, ya que permiten evaluar cambios que aún no se han expresado fenotípicamente (Hillis, 1994; Brower, 1996; Hebert et al., 2003; Pons et al., 2006; Damm et al., 2010; Ortíz-Martínez, 2016; Karanovic et al., 2018; Janzen et al., 2017; Silva et al., 2018). Los enfoques sistemáticos principales en los que se aplican los datos moleculares son la identificación de los individuos que pertenecen a una especie, la delimitación de especies y la reconstrucción filogenética (Hebert et al., 2002; Cameron, 2014; Dowton, 2014); aunque aún prevalece el uso de genes individuales. El DNA mitocondrial es el sistema genético más estudiado en insectos y supera diez veces al DNA nuclear, lo que se manifiesta en la gran cantidad de datos que existen en GenBank (Cameron, 2014). Los órdenes de insectos hiperdiversos Diptera, Lepidoptera y Coleoptera son los más representados; sin embargo, existen ausencias en el muestro en Hymenoptera y en el número de familias representadas (Brower et al., 1996; Brower & DeSalle, 1998; Cameron, 2014). Dentro de todo el genoma mitocondrial, la subunidad del citocromo oxidasa I (COI) es una región ampliamente usada (Teletchea, 2010; Cameron, 2014). La efectividad de este locus en el descubrimiento y la determinación de taxones se reporta en varios grupos de insectos en los que Lepidoptera destaca (v. gr. Caterino et al. 2000; Hebert, et al. 2003; Silva- Brandão et al., 2009; Freitas et al., 2012; Matos-Maraví et al., 2013; Huemer et al., 2014; Seraphim et al., 2014; Dumas et al., 2015; Janzen et al., 2017). Las críticas al uso de un solo marcador o pocos marcadores con historias evolutivas similares radican en que asume que los árboles de genes individuales y los árboles de especies son sinónimos, una suposición que se sabe que no se cumple en muchos casos (Dowton et al., 2014), debido a procesos biológicos como la hibridación, la separación incompleta de linajes, introgresión de genes y las infecciones de endosimbiontes (v. gr. Woolbachia). 104 Además, se suman otros problemas asociados a: 1) las propiedades diferentes de los marcadores moleculares como las tasas de cambio heterogéneas, la paralogía y xenología; y 2) la incertidumbre en la teoría y práctica en la que se incluyen la calidad de las secuencias, la ambigüedad del alineamiento, la elección del modelo evolutivo y el esquema de partición de los datos, el algoritmo de reconstrucción (Caterino et al., 2001; Castro et al., 2002; Lin & Danforth, 2004; Hassanin et al., 2005; Hurst & Jiggins, 2005; Meyer & Pauly, 2005; Talavera & Castresana, 2007; Talavera & Vila, 2011; Cameron, 2014; Dowton et al., 2014; Cong et al., 2017). La propuesta para evitar los errores que se generan en la inferencia filogenética, delimitación específica, identificación de taxones y en la clasificación a partir de conjuntos de datos aislados y poco representativos, es incluir más genes y completar el muestreo de taxones para mejorar el soporte de los nodos a lo largo de las hipótesis y a diferentes escalas taxonómicas (Wahlberg et al., 2005; Wahlberg & Wheat, 2008; Seraphim et al., 2014; Ortíz- Acevedo et al., 2017). Además de incluir enfoques que incorporan aspectos coalescentes que ayudan en la identificación y delimitación especifica (v. gr. Fujita et al., 2012; Dowton et al., 2014), o bien, métodos de reconstrucción filogenética diferentes (O’Reilly et al., 2016). Varios autores concuerdan que las topologías que resultan de conjuntos de datos de varios genes son robustas a la adición de más información y estables a los cambios en los supuestos de los análisis; por lo tanto, el enfoque filogenómico ha tomado relevancia actualmente, al generar conjuntos masivos de datos para la reconstrucción filogenética (Giribert, 2003; Wahlberg & Wheat, 2008; Breinholt & Kawahara, 2013; Lemmon & Lemmon, 2013; Kawahara & Breinholt, 2014; Breinholt et al., 2018; Espeland et al., 2018; Haddad et al., 2018). De acuerdo con esta postura, el siguiente paso es generar la cantidad óptima de datos y desarrollar métodos para su análisis (Wahlberg & Wheat, 2008; Lemmon & Lemmon, 2013). Entre los métodos que generan conjuntos masivos de datos se encuentran la secuenciación de todo el genoma (WGS, por sus siglas en inglés) (v. gr. Prum et al., 2015), de transcriptomas (v. gr. Kawahara & Breinholt, 2014) y el enriquecimiento de secuencias objetivo (Faircloth et al., 2012; Young et al., 2016; Breinholt et al., 2017, 2018). A pesar de estos avances, algunos estudios descartan que cantidades grandes de datos garanticen la calidad de los mismos, así como el modelado adecuado, además de que no hay una forma de delimitar grupos específicos y supraespecíficos (Rodríguez-Ezpeleta et al., 2007; Rannala & 105 Yang, 2008; Philippe et al., 2011; Lemmon & Lemmon, 2013). Por el contrario, aumentan la incertidumbre al incluir homoplasia, lo que los hace imprecisos filogenéticamente e imprácticos (Brown & Lemmon, 2007). Algunas estrategias como el enriquecimiento híbrido anclado (AHE, Anchored Hybrid Enrichment) (Lemmon et al., 2012; Young et al., 2016; Breinholt et al., 2017, 2018), permite elegir los loci que son más informativos; sin embargo, el sesgo asociado a la elección de los marcadores y al número de las regiones genómicas que son informativas en la reconstrucción de las hipótesis filogenéticas constituye una fuente de error, en especial si hay regiones bajo selección (Katzman et al., 2007; Lemmon & Lemmon, 2013). El avance en el entendimiento de la evolución de Lepidoptera presenta limitaciones, tanto por los valores de soporte bajos a niveles profundos en las hipótesis filogenéticas moleculares (superfamilias y familias), así como por las pocas sinapomorfías morfológicas que apoyen la monofilia de estos clados. En la última década se introdujeron los datos filogenómicos para analizar el grupo Ditrysia, que representa el 98 % de los lepidópteros (Van Nieukerken et al., 2011). El objetivo de estos estudios ha sido obtener hipótesis más robustas y estables al agregar cada vez más datos moleculares, contrastarlos con la evidencia morfológica y conocer las relaciones entre los grupos (Wahlberg & Wheat 2008; Kawahara et al., 2011; Heikkilä et al., 2012; Bazinet et al., 2013; Regier et al., 2013; Breinholt & Kawahara, 2013; Kawahara & Breinholt, 2014; Heikkilä et al., 2015; Regier et al., 2015; Bazinet et al. 2017; Breinholt et al., 2018; Espeland et al., 2018). Los estudios con relativamente pocos genes (de 8 a 20) presentaron el problema de nodos con valores de soporte bajos (v. gr. Wahlberg & Wheat 2008; Kawahara et al., 2011; Heikkilä et al., 2012, 2015; Regier et al., 2013, 2015; Breinholt et al., 2018; Espeland et al., 2018); mientras que los transcriptomas dieron valores de soporte más altos cuando se analizaron solos que junto con los datos del enriquecimiento híbrido anclado (Bazinet et al., 2013; Breinholt & Kawahara, 2013; Kawahara & Breinholt, 2014; Bazinet et al. 2017; Breinholt et al., 2018). Estos estudios constantemente encontraron que la hipótesis que soporta la relación entre Hesperiidae, Hedylidae y las cinco familias que integran Papilionoidea presenta valores de soporte altos, por lo que ahora se consideran como un grupo monofilético cuyo grupo hermano es Microlepidoptera (v. gr. Breinholt et al., 2018; Espeland et al., 2018). 106 Las conclusiones más relevantes de estos estudios fueron que la morfología es informativa filogenéticamente en nodos apicales, pero son pocos los caracteres morfológicos que definen los grupos más inclusivos como superfamilias, familias y subfamilias (Wahlberg & Wheat 2008; Regier et al., 2013, 2015). La evidencia molecular da soportes altos con pocos genes, pero más altos aún si se incluyen los datos genómicos en combinación con la morfología. Los análisis combinados, mostraron que la evidencia morfológica ayuda a estabilizar taxones que son difíciles de ubicar en los estudios filogenéticos cuando se analizan solo con datos moleculares (Heikkilä et al., 2015). Un muestreo de genes y taxones adecuado permitirá resolver con confianza los nodos a nivel superfamilia (Bazinet et al., 2013, 2017; Breinholt & Kawahara, 2013; Kawahara & Breinholt, 2014). Además, Lemmon & Lemmon (2013), sugieren un flujo de trabajo en el que indican los puntos del análisis donde se introduce incertidumbre con el fin de evitar los errores estocásticos y sistemáticos. La información molecular trajo una cantidad enorme de datos al estudio de las relaciones filogenéticas en las últimas dos décadas, pero en muchos grupos de organismos aún no se implementa apreciablemente. Papilionoidea es un grupo en el que su inclusión es reciente, de los 55 géneros nuevos descritos para México en las últimas dos décadas, solo 15 incluyeron datos moleculares y fueron descritos a partir de 2012; es decir, en los últimos siete años (Freitas et al., 2012, 2013; Turland et al., 2012; Talavera et al., 2013; Nakahara et al., 2015; Zhu et al., 2016; Kaminski et al., 2017; Ortíz-Acevedo et al., 2017; Vargas, 2017; Seraphim et al., 2018; Silva et al., 2018; Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1). Estos géneros incluyen caracteres morfológicos y al menos un marcador molecular mitocondrial como en Phantos (Nymhalidae: Charaxinae) (Silva et al., 2018); o bien, hasta nueve genes que incluyen al menos uno mitocondrial y el resto son marcadores nucleares como en Rueckbeilia (Lycaenidae: Polyommatinae) (Talavera et al., 2013). En el caso de Sertania (Riodinidae: Riodininae) y los cuatro géneros de Riodinidae sin describir, las hipótesis se infirieron a partir de nueve genes (Kaminski et al., 2017; Seraphim et al., 2018). Los marcadores moleculares más empleados en la inferencia de las hipótesis de género son, en orden de preferencia, el gen mitocondrial citocromo oxidasa subunidad I (COI) y los marcadores nucleares Factor de elongación (EF-1a), wingless (Wg), gliceraldehído-3-fosfato deshidrogenasa (GAPDH), Proteína ribosomal S5 (RpS5) y carbamoil-fosfato sintetasa 2 / aspartato transcarbamilasa / dihidroorotasa (CAD). Wingless 107 (wg) es un gen nuclear de copia simple que muestra variación apropiada para la reconstrucción filogenética de tribus y familias de lepidópteros diurnos (Campbell, 1998; Campbell et al., 2000). A pesar de presentar gran variación, Brower & DeSalle (1998) refieren al gen Wingless como una fuente de información útil para inferir relaciones de subfamilias en Nymphalidae; mientras que en Riodinidae y Lycaenidae es aún más variable y presenta valores de soporte nodal alto en niveles de tribu y entre las familias. En el caso del EF-1a, es un gen nuclear con tasas de cambio conservadoras de nucleótidos sinónimos y de aminoácidos, por lo que es un marcador ideal de niveles taxonómicos profundos a niveles de subfamilia y tribu (Cho et al., 1995; Mitchell et al., 1997; Campbell, 1998; Regier & Shultz, 2001). Hay dos aspectos importantes a tomar en cuenta cuando se eligen los marcadores moleculares y el modelo de evolución: 1) las secuencias evolucionan con diferentes patrones de sustitución de nucleótidos (heterogeneidad del proceso evolutivo), y 2) los linajes exhiben diferente composición de nucleótidos (Hassanin, 2006). Incluso dentro de Papilionoidea, estos aspectos son diferentes en cada familia. Campbell (1998) y Hassanin (2006) analizan el gen wingless en Papilionoidea y el genoma mitocondrial en todos los artrópodos respectivamente, mencionan que hay cuatro factores biológicos relacionados con las variaciones en las tasas de sustitución de nucleótidos entre los linajes evolutivos: el tiempo de generación, la tasa metabólica, el tamaño de la población y la eficacia de reparación del ADN. De acuerdo con esto, los organismos con tiempos de generación cortos y tasas metabólicas altas presentan más divisiones del DNA y es más probable que generen errores en la replicación por unidad de tiempo, así como mayores tasas de síntesis del DNA y por lo tanto mayor daño en el material genético por concentraciones elevadas de radicales libres como subproductos del metabolismo (Martin y Palumbi, 1993). Además, estos factores varían con el tamaño corporal y la temperatura, por lo que los organismos ectotérmicos como los insectos, presentan tasas de mutación mayores (Gillooly et al., 2001, 2005, 2006). Las poblaciones con tamaños efectivos pequeños, experimentan tasas de evolución más rápidas que las poblaciones con tamaños efectivos más grandes, debido a la influencia de la deriva génica en la selección, ya que la probabilidad de que un alelo se fije en poblaciones con pocos individuos es mayor (Ohta, 1992). En cuanto a la reparación del DNA, la variación en las tasas de cambio sucede por los diferentes 108 mecanismos bioquímicos de reparación o replicación (Britten, 1986). Particularmente en Papilionoidea, Campbell (1998) refiere estas explicaciones para el caso de Riodinidae y Lycaenidae, ya que en comparación con Nymphalidae, Papilionidae y Pieridae presentan un tamaño corporal más pequeño, tiempos generacionales cortos y tamaños poblacionales pequeños con requerimientos muy específicos debido a historias de vida estenoicas. La tasa de sustitución de la tercera posición es un tema relevante ya que presenta gran variación, al grado que algunos autores sugieren que es mejor excluirla del análisis filogenético. En el caso de Lycaenidae esta posición da relaciones parafiléticas, las que son contradictorias con las topologías derivadas de las primeras y segundas posiciones, lo que lleva a relaciones inestables con valores de soportes bajos (Campbell et al., 2000). Por otro lado, en Nymphalidae, el efecto de la tercera posición parece ser mínimo y contribuye a la resolución de las relaciones en las divergencias recientes (Brower & Egan, 1997; Brower & DeSalle, 1998; Campbell et al., 2000). En Riodinidae, esta posición provee señal consistente con la primera y segunda posiciones, con un nivel de saturación del 20-30%. Las transiciones de la tercera posición son versátiles e informativas a niveles profundos, ya que sostiene su monofilia como familia; pero también resuelve relaciones filogenéticas a niveles más superficiales. Las causas de este comportamiento pueden ser multifactoriales; sin embargo, es probable que se deba a una tasa de cambio más lenta, en contraste con la tasa de cambio que presentan en otras familias (Campbell, 1998). Por tanto, en el caso de Riodinidae es conveniente incluir la tercera posición, ya que contiene variación informativa. El entendimiento de los mecanismos que rigen la evolución de los genes es relevante para lograr una inferencia apropiada. Tres familias de Papilionoidea contienen diferentes proporciones de adenina y timina (AT) en el gen wingless, siendo alta en Riodinidae, baja en Nymphalidae e intermedia y heterogénea en Lycaenidae. Por lo tanto, la cantidad de información que los genes ofrecen es diferente para cada familia; provee mejores soportes en las relaciones dentro y entre Riodinidae y Lycaenidae, y es menos informativo en Nymphalidae (Campbell, 1998; Campbell et al., 2000; Hassanin, 2006). Existen beneficios al analizar múltiples genes (Mitchel et al., 2000) y más aún si son marcadores moleculares estudiados amplia y específicamente en el grupo de interés (Campbell 1998; Campbell et al., 2000; Hassanin, 2006). Aunque este enfoque puede ser criticado por los enfoques filogenómicos por representar menos información. En el caso de 109 los géneros evaluados en esta tesis, Apodemia, Neoapodemia y Plesioarida, se emplearon los tres genes más usados en Papilionoidea para inferir las hipótesis filogenéticas. Los tres genes que se emplearon en esta tesis son ampliamente usados e informativos en todos los insectos (Caterino et al., 2000), lo que es consistente con la idea de conformar un enfoque más coordinado y centrado en la recopilación de datos de secuencias homólogas que faciliten los estudios comparativos y promuevan un avance sustancial en un plazo corto. Además, se reiteró que estos marcadores son informativos en el nivel taxonómico de la pregunta biológica hecha. Los resultados mostraron que, si se combinan estos tres genes en la inferencia filogenética, las genealogías de genes y el árbol combinado son congruentes en gran medida con la morfología y cada género es un grupo monofilético con valores de soporte alto (Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1). No obstante, las relaciones de grupo hermano entre éstos muestran valores de soporte bajos. Los datos moleculares y morfológicos se complementan. En esta tesis se encontró que E. planeca y E. phyciodoides tienen fenotipos alares y genitales masculinos únicos, lo que dificulta su asignación genérica adecuadamente, con base en estos caracteres. En este caso, los datos moleculares brindan más evidencia para decidir su ubicación en la clasificación (Capítulo 2). Este escenario sucede constantemente en Riodinidae, probablemente por todos los aspectos discutidos referentes al muestreo, la estenoicidad y la exploración limitada de caracteres (v. gr. Sertania, Kaminski et al., 2017). LA PRÁCTICA DE DELIMITAR GÉNEROS La percepción de la variación que existe en la naturaleza hace que reconozcamos patrones, los cuales tratamos de ordenar en un sistema jerárquico. A pesar de que el concepto de género es muy usado en el campo de la sistemática, por tener una relación directa con la especie, es un concepto poco discutido en lo teórico y en lo práctico, en contraste con el concepto de especie (Pfeil & Crisp, 2005; Avise & Mitchell, 2007; Humpreys & Linder, 2009; Talavera et al., 2013; Christenhusz & Chase, 2018; Hall, 2018). Los géneros reconocidos al principio del estudio organísmico han cambiado a lo largo del tiempo, en función de las inclinaciones epistemológicas, de los datos con los que se generan y del objetivo que persiguen. Uno de los resultados más relevantes de este trabajo fue la descripción de dos géneros nuevos. Para esto se definió a los géneros como una categoría taxonómica, en contraste con 110 definirlos como entidades reales. Esto se hizo con base en los debates actuales sobre el concepto y los criterios de definición de los mismos (Hennig, 1966; Groves, 2004; Kornet, 1994; Avise & Johns, 1999; Dayrat, 2005; Orthia et al., 2005; Pfeil & Crisp, 2005; Avise & Mitchell, 2007; Dubois, 2007; Humpreys & Linder, 2009; Talavera et al., 2013; Hall, 2018). La discusión respecto al concepto de género y su cambio en el tiempo va más allá de los objetivos de este trabajo. Aun así, su delimitación es relevante, al analizar si existen criterios estandarizados, así como una serie de pasos que guíen en la asignación de las especies en categorías taxonómicas supraespecíficas. A partir de Hennig (1966) y a la fecha, el criterio de monofilia es el más relevante, bajo el que un género se considera válido (Hennig, 1966; Jeffrey, 1987; Groves, 2004; Pfeil & Crisp, 2005; Humpreys & Linder, 2009; Talavera et al., 2013; Hall, 2018). Humpreys & Linder (2009) consideran esto como un cambio conceptual importante en la historia de la delimitación de los géneros. Sin embargo, la monofilia por sí sola no es suficiente para proponer hipótesis de géneros, ya que hay múltiples grupos monofiléticos anidados que no son reconocidos como géneros. El punto de corte de cuales clados forman un grupo más grande llamado género, se relaciona con la idea de presentar hipótesis de taxones mayores que incluyan a las especies que presentan una relación estrecha entre sí. En lo práctico, esta relación se entiende en función de los caracteres compartidos; es decir, un género debe contener los elementos que presentan sinapomorfías y cohesión morfológica, temporal o genética. Por lo tanto, se necesitan criterios adicionales para poder delimitarlos. Talavera et al. (2013) mencionan cinco criterios que aplican a Lycaenidae (Lepidoptera: Papilionoidea); mientras que Humpreys & Linder (2009) listan 24 combinaciones de criterios para plantas en las últimas dos décadas; en los que resaltan algunos criterios debido a su implementación. Los criterios que se discuten aquí son: 1) discontinuidad morfológica; 2) diferenciación genética; 3) edad de los linajes; 4) diagnosis, y 5) estabilidad y predictibilidad. La discontinuidad morfológica se refiere a la carencia de gradualidad en la distribución de los caracteres morfológicos entre un grupo monofilético y otro. La idea es que esta discontinuidad es significativa y, por lo tanto, mayor entre las especies de diferentes géneros que entre las especies del mismo género. Este criterio es ampliamente aplicado a diferentes escalas de la morfología, ya sea externa o interna, debido a que su lógica reside en 111 que entre más caracteres sinapomórficos tenga un grupo, es más diferente a los otros. Sin embargo, es una idea que depende del muestreo y si éste no representa la variación existente, produce discontinuidades artefactuales. Además, no existe un valor umbral que determine cuanta discontinuidad es suficiente. Tampoco toma en cuenta la estasis morfológica, que representaría una homoplasia fenotípica, debida a procesos biológicos como el mimetismo, en el que las especies de diferentes géneros e incluso familias, son similares morfológicamente. Una manera de soportar esta hipótesis es que una vez que se ubiquen los grupos monofiléticos y se establezca la discontinuidad morfológica, puede analizarse otro tipo de evidencia externa y evaluar su pertenencia a los diferentes grupos establecidos como géneros (v. gr. distribución geográfica, genes, interacciones con la planta de alimentación o hábitat). La diferenciación genética aplica a aquellos que emplean datos moleculares. En este caso ya sea un solo locus o multilocus, se estiman las distancias genéticas, que es una medida de la divergencia genética entre especies o entre poblaciones. Al igual que en la discontinuidad morfológica, se espera que la variación genética que existe entre las especies que conforman un género sea menor, en contraste con la variación genética entre especies de géneros diferentes (Kimura 1980; Kumar et al. 2016). La certeza de este criterio depende en gran medida de un buen muestreo de los genes, en el número de secuencias, taxones analizados y cobertura espacial. Para ello, existe la tendencia de añadir tantos genes como sea posible (Wahlberg et al., 2005; Wahlberg & Wheat, 2008; Seraphim et al., 2014; Ortíz- Acevedo et al., 2017). La calidad génetica entendida como genes ortólogos debería ser suficiente, en lugar de tomar un criterio cuantitativo, en el que se puede introducir homoplasia (Lemmon & Lemmon, 2013). La edad de los linajes es una idea que propuso Hennig (1966) y se basa en el uso de la edad absoluta de los taxones para determinar su rango. El tiempo se estima de acuerdo con las edades geológicas y como el tiempo es un criterio universal, los grupos que se formen son comparables y definibles. Si el género no representa una unidad comparable su uso puede dar inferencias inválidas (Knapp, 2008; Avise & Johns, 1999). Hay varias propuestas de cómo introducir e interpretar el tiempo, desde edades absolutas a relativas; aunque tiene limitaciones en su aplicabilidad y genera muchos cambios taxonómicos (Avise & Johns, 1999; Orthia et al., 2005; Avise & Mitchell, 2007; Dubois, 2007; Talavera et al., 2013), lo 112 que perjudica la estabilidad clasificatoria, la objetividad en el reconocimiento de grupos en la misma categoría y por ende la comunicación. El criterio de la edad de los linajes aun es limitado, pues necesita de la existencia de filogenias calibradas para los grupos (Avise & Johns, 1999; Talavera et al., 2013). Además, debe considerarse la incertidumbre asociada y reportarla, cuidar todos los puntos de la inferencia filogenética y calibración como las tasas de cambio, marcadores moleculares, asignación de modelos, relojes moleculares y puntos de calibración; así como los procesos poblacionales que pueden afectar la reconstrucción como el número de generaciones y el tamaño poblacional u otros mencionados antes como tasas metabólicas o la eficiencia de reparación del DNA (v. gr. Li, 1997; Avise & Johns, 1999; Da Fonseca et al., 2008; Talavera et al., 2013). Sin duda, la elección de los límites de tiempo absoluto o intervalos de tiempo que definan cada categoría taxonómica, es el mayor reto de este criterio. Talavera et al. (2013) establecen edades relativas o intervalos de edad en una subfamilia de Lycaenidae y ajustan dichas edades a los géneros ya establecidos para no impactar la nomenclatura actual y solo proponen la existencia de un género nuevo, Rueckbeilia. La diagnosis es un paso crucial en la propuesta de las hipótesis de géneros (Hennig, 1966; Funk, 1985; Jeffrey, 1987; Kornet, 1994; Oberwinkler, 1994; Parmasto, 1994; Singer, 1994; Pfeil & Crisp, 2005; Humpryes & Linder, 2009; Talavera et al. 2013; Hall, 2018). Existe un consenso en los autores que sugieren explorar y explicar los caracteres morfológicos más sencillos, evidentes y diferenciales que permitan, en la práctica, el reconocimiento de los taxones. Sin embargo, el incremento en el uso de diferentes tipos de datos de los distintos semaforontes, ha logrado integrar la morfología a nivel macro con caracteres a escala fina (v. gr. ultraestructura), lo que contradice un poco la idea de la diagnosticabilidad práctica, pues en varias ocasiones se necesita de la tecnología (v. gr. microscopios, secuenciadores) para reconocer los caracteres y asignar a las especies al género que corresponde. Además, la diagnosticabilidad suele ser una combinación de caracteres no todos sinapomórficos y aunque es aconsejable y conveniente conseguirla, en ocasiones es complicado definirla solo con caracteres morfológicos y su aplicabilidad resulta limitada. Al reducirla a caracteres morfológicos, quedan excluidos los genes que podrían ser caracteres diagnósticos. 113 Humpreys & Linder (2009) refieren que la capacidad de predecir pronostica las características de los taxones que aún no han sido estudiados; mientras que la estabilidad mantiene las características que lo definen en el tiempo, lo que incrementa el poder de comunicación de una clasificación. En cuanto al poder predictivo de las hipótesis de géneros, más que predecir las características de las especies que deberían incluirse, los géneros son una referencia que permite su correcta asignación. Si existe alguna característica diagnóstica que no se cumpla, el enunciado lógico es que corresponde a otro género, o bien, debe modificarse la diagnosis del género existente, lo que iría en contra de la estabilidad. Estos criterios son una consecuencia de la toma de decisiones a la que se enfrenta la práctica de delimitar grupos supraespecíficos. En el caso de los 55 géneros propuestos de Papilionoidea en los últimos 20 años, los diferentes autores refieren que, al momento de la revisión, los taxones no cumplían con ninguna de las sinapomorfías del género en el que estaban incluidos, o bien, eran ambiguas y los ubicaba en géneros cercanos o tribus diferentes. Además, presentan una serie de caracteres exclusivos o bien una combinación de ellos que los diagnostica, lo que apoya la idea de incluirlos en un género nuevo (Bálint, 2002; Turland et al., 2012; Freitas et al., 2013, 2018; Zacca, 2013; Nakahara et al., 2015; Ortíz-Acevedo et al., 2017; Silva et al., 2018). Por lo tanto, aplican el criterio de discontinuidad morfológica y diagnosticabilidad. Algunos, involucran análisis filogenéticos para definir grupos monofiléticos y sus sinapomorfías (Hall, 2002 a y b; Hall & Harvey, 2002a; Penz & DeVries, 2006; Hall, 2018). Los pocos trabajos que emplearon datos morfológicos y moleculares para su análisis refieren que los datos moleculares ayudaron a descubrir que se trataban de géneros nuevos, así como a clarificar su posición filogenética. Estos integran el criterio de la distancia genética y el soporte de los nodos de los clados (v. gr. Warren et al., 2008; Peña et al., 2010; Freitas et al., 2012, 2018; Turland et al., 2012; Nakahara et al., 2015; Kaminski et al., 2017; Ortíz-Acevedo et al., 2017; Seraphim et al., 2018; Silva et al., 2018; Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1). Esto fue importante en el caso de E. phyciodoides, E. planeca, y Z. castanea ya que son especies altamente autapomórficas y se evitó la creación de géneros monotípicos (Capítulo 2). Otros grupos presentan el mismo comportamiento, como Guaianaza (Nymphalidae: Satyrinae) (Freitas y Peña 2006), ya que mencionan que solo con 114 la evidencia morfológica no era posible asignar la especie a un género establecido bajo un grado de confianza aceptable. En contraste, la evidencia molecular recupera clados bien soportados y ramas muy divergentes respecto a las otras especies. Solo el trabajo de Talavera et al., (2013) incluye la edad de los linajes en una subfamilia de Lycaenidae, en el que propone edades relativas en lugar de absolutas. Los dos géneros propuestos en este trabajo, Plesioarida y Neoapodemia, son monofiléticos. Estos tuvieron un tratamiento en el que el muestreo taxonómico, temporal, espacial y genético fue adecuado, al igual que en los grupos externos incluyeron géneros de toda la familia Riodinidae. Se exploraron los caracteres morfológicos tradicionales, pero también otros caracteres morfológicos con detalle, como los genitales masculinos, palpos labiales y patas protorácicas, lo que sirvió para descubrir caracteres diagnósticos y valorar el criterio de discontinuidad morfológica. Con base en los análisis filogenéticos moleculares, se evaluaron las distancias génicas y el soporte de los nodos en los árboles de especies y en genealogías individuales. Además, las hipótesis de los géneros propuestos se contrastan con evidencia externa del hábitat, historia de vida y plantas de alimentación en la medida de la información disponible (Trujano-Ortega et al., 2018, Capítulo 1). El proceso de establecer propuestas de hipótesis de géneros o cualquier otra categoría supraespecífica no es lineal ni sigue pasos estandarizados. La monofilia es la única condición que en general se considera necesaria (aunque insuficiente). Una vez establecida, ya sea con datos morfológicos o moleculares, la consideración de otras propiedades de los grupos a definir puede ser arbitraria. Las decisiones que deben tomarse al definir géneros llevan al debate interminable de establecer el tamaño de los géneros, bajo posturas de agrupamiento de especies en géneros grandes e incluyentes (lumper), en contraste con la aceptación de géneros de tamaño mediano o pequeño e incluso monotípicos (splitter). Lo cierto es que en la práctica de establecer estas hipótesis, todos los autores intentan minimizar la incertidumbre y subjetividad, con el fin de dar estabilidad a la clasificación. Por ejemplo, en el caso de Riodinidae, Hall (2018) menciona que una vez establecida la monofilia, lo que hace a partir de análisis cladísticos con datos morfológicos que incluyen diferentes estructuras de distintos semaforontes, se toma como criterios: 1) la distancia morfológica; 2) soporte de los nodos; 3) sinapomorfías genéricas no correlacionadas; una de ellas debe ser una característica externa evidente para cumplir con la diagnosticabilidad, aplicabilidad y practicidad en 115 campo; 4) la predicción en la clasificación, tanto morfológicamente como en las historias de vida, por eso deben evitarse los géneros monotípicos y los géneros grandes y heterogéneos, ya que presentan bajos o nulos poderes predictivos; 5) realizar los menores cambios nomenclaturales (estabilidad), aunque eso depende del grado de estudio en un grupo. Se debe considerar que los caracteres moleculares pueden incluirse en las diferencias y las sinapomorfías, con el fin de complementar las hipótesis desde diferentes sistemas de caracteres que han mostrado ser informativos. Después de un período largo de incertidumbre acerca de la sistemática de Papilionoidea y en particular de Riodinidae, hoy es posible tener gran cantidad de datos para generar hipótesis a diferentes niveles taxonómicos. También se tiene la experiencia para generar líneas de acción directas y concretas, y así responder preguntas específicas respecto a la sistemática, evolución o ecología. Aun así, Espeland et al. (2015, 2018), Seraphim et al. (2018) y Hall (2018), manifiestan que los avances aún son a escala jerárquica alta e incluso a este nivel, hay muchas subfamilias y tribus para y polifiléticas que deben estudiarse. A niveles menores de la jerarquía hay mucho trabajo de revisión que hacer, pues Seraphim et al. (2018) indican la existencia de muchos géneros no monofiléticos a lo largo de la filogenia de Riodinidae; así como una diversidad impresionante de especies crípticas. Los datos moleculares y la morfología de resolución alta ayudan en la solución de algunas relaciones sistemáticas difíciles de descubrir a partir de la morfología de adultos, especialmente en los grupos incertae sedis. Los diferentes trabajos coinciden en que para lograr avances en el estudio de Riodinidae y con base en sus características estenoicas hay que estudiarlos desde un enfoque integral. Esta tesis es apenas una ligera contribución al conocimiento de la tribu Emesidini y genera más preguntas que respuestas en el estudio de estos géneros. 116 Conclusiones • A partir de la revisión de Apodemia se describieron dos géneros nuevos de Riodinidae, Plesiorarida y Neoapodemia con 10 y dos taxones a nivel específico, respectivamente. Cada uno representa un grupo monofilético bien soportado. • Neoapodemia y Apodemia son endémicos de la región Neártica y Plesioarida se distribuye en la Zona de Transición Mexicana (sensu Halffter) y presenta elementos de afinidad neotropical. • Apodemia planeca y A. phyciodoides forman un grupo monofilético junto con Emesis y se transfieren a ese género. • Los estudios taxonómicos en Riodinidae requieren de un enfoque integral de análisis a partir de datos morfológicos y moleculares; con un muestreo significativo y suficiente. • La evidencia externa de historias de vida y distribución geográfica son necesarias para soportar las hipótesis de géneros propuestas y proporcionar clasificaciones más robustas, así como explorar aspectos evolutivos y ecológicos. • La utilización de caracteres moleculares permitió robustecer la definición de las especies de estos géneros y acelerar la ubicación de especies muy divergentes. • El género Emesis necesita una revisión detallada y su monofilia debe ponerse a prueba. • Los caracteres morfológicos de venación alar, patas protorácicas, palpos labiales y genitales masculinos, así como los genes citocromo oxidasa I (COI), wingless (Wg) y Factor de elongación (EF-1a), son informativos a nivel genérico en Riodinidae. • La monofilia es un requisito obligado para considerar una categoría supraespecífica. Además de la monofilia, no hay criterios estandarizados para asignar las categorías ni una sucesión de pasos para hacerlo; sin embargo, si se cuenta con un muestreo representativo en lo taxonómico, en los caracteres, en el tiempo y el espacio, se reduce la incertidumbre de dos de los criterios más empleados, el hueco morfológico y la diferenciación genética. 117 Perspectivas El estudio de los géneros analizados en esta tesis aún tiene varios aspectos que cubrir. Una de las premisas es continuar con el estudio de la sistemática al interior de Apodemia, Plesioarida y Emesis desde la perspectiva de la holomorfología e integrando datos moleculares, historias de vida y ecología. Para ello es imprescindible incrementar el trabajo de campo, priorizando zonas de gran diversidad y endemismo, como las selvas medianas y bajas y las zonas xéricas de México, en particular las áreas fronterizas al norte y sur del país. Este muestreo debe llevarse a cabo incluso en áreas geográficas que ya cuenten con una lista de Papilionoidea y realizarse con una búsqueda dirigida a los horarios, microhábitats y plantas de alimentación de los géneros que se reportan en esta tesis. Además, en esta búsqueda deben registrarse observaciones de la conducta como oviposición, territorialidad, forrajeo, cortejo y cópula, porque es relevante para entender el grupo y será importante en la diferenciación a nivel específico. Hay que enfatizar la búsqueda de Emesis y de especies raras de Plesioarida que son poco abundantes, como P. hepburni y P. hypoglauca, ya que aún hay muchos aspectos de su biología y distribución que son desconocidos. Es necesario comenzar con el estudio de estados inmaduros, ya que presentan caracteres informativos a distintos niveles taxonómicos. Para ello el trabajo de campo debe ser diferente al de la búsqueda de adultos. Se debe plantear de manera estratégica buscando las plantas de alimentación en el tiempo anterior en que se han observado los adultos y en los sitios donde se registró mayor abundancia. En el caso de Plesioarida y Apodemia, es necesario hacer estudios de límites de especies. Dado que son géneros cuyas especies son similares fenotípicamente, con distribuciones amplias, pero con variación a nivel poblacional; se recomienda incluir los datos moleculares generados a partir de este estudio, pero con mayor muestreo para registrar la variación genética. En caso de ser necesario, como un paso posterior se puede emplear secuenciación masiva, con preferencia por las técnicas ya probadas en Lepidoptera. En esta misma línea del estudio a nivel específico, la exploración de los caracteres debe centrarse en el estudio de los genitales femeninos, así como explorar microestructuras de los huevos. También es conveniente que en el estudio del patrón alar se empleen técnicas cuantitativas de morfometría, lo que brindará información valiosa para la sistemática del grupo. En el caso de Emesis debe evaluarse su monofilia, pues tiene una distribución amplia 118 y gran variación en las especies que lo conforman. Además, presenta cambios recientes en su sistemática, ya que hay especies que ahora forman otro género (v. gr. Sertania) y otras especies que se incluyeron en él con base en los datos moleculares, pero con fenotipos únicos como E. phyciodoides y E. planeca. Es necesario proponer una hipótesis filogenética calibrada de cada uno de los géneros de este estudio, así como de las relaciones entre ellos. Una vez hecho esto podrán proponerse hipótesis acerca de las relaciones de los desiertos de América del norte y, además, explicar la historia biogeográfica del grupo, ya que Apodemia, Plesioarida y Neoapodemia, constituyen los únicos géneros Neárticos de Riodinidae. 119 Literatura citada Ackery, P.R., R. De Jong & R. I. Vane-Wright. 1999. The butterflies: Hedyloidea, Hesperoidea and Papilionoidea. En: Kristensen, N. P. (Ed.). Lepidoptera, moths and butterflies. 1. Evolution, systematic and biogeography. Handbuch der Zoologie/Handbook of Zoology, De Gruyter, Berlin, New York, 264–300. Arellano-Covarrubias, A., J. Llorente-Bousquets & A. Luis-Martínez. 2018. Distribución y fenología de la familia Riodinidae (Lepidoptera: Papilionoidea) en el bosque tropical subcaducifolio de Oaxaca, México. Revista de Biología Tropical, 66: 503–558. Arnqvist, G. 1997. The evolution of animal genitalia: distinguishing between hypotheses by single species studies. 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Resumen. El género Theope Doubleday es de los de mayor riqueza en la familia Riodinidae, hasta ahora con 73 taxones descritos. Varias especies son raras, por la densidad baja de sus poblaciones y hábitos poco comunes, resultando en una representación deficiente en las colecciones científicas. Como T. villai Beutelspacher, 1981, que es una especie endémica del occidente de México, descrita a partir de un solo ejemplar y de la que se desconocen aspectos de su biología; se distribuye en la parte media del occidente de México, en los bosques subperennifolio y mesófilo de montaña; en intervalos altitudinales bien acotados. Se describe la variación morfológica de los imagos, sus aspectos ecológicos (microhábitat, estacionalidad, tipo de vegetación), y de distribución (latitudinal y altitudinal) con base en 28 ejemplares. Se encontraron diferencias entre el holotipo y la descripción original, que habían pasado desapercibidas. Las autapomorfías en los machos de T. villai son los octavos tergito y esternito (saccus) modificados. Manifiesta dimorfismo sexual en tamaño, coloración, y diseño alar; los genitales de ambos sexos comparten características con otras especies del género. Esta información contribuirá a entender mejor las relaciones interespecíficas. Debido a su rareza y a la presión ejercida por el uso del suelo en su hábitat, T. villai debería considerarse para su protección. Abstract. Theope Doubleday with 73 described taxa is one of the most diverse genera of Riodinidae. Some of these are rare and scarce in scientific collections because of their low population density and uncommon habits. That is the case of T. villai Beutelspacher, 1981, an endemic species of western Mexico that was described from just one specimen and little knowledge of its biology. Theope villai is present in semi-evergreen and cloud forests, apparently at clearly defined altitudes, in the midwestern region of Mexico. Based on a review of 28 specimens of T. villai from the main Mexican scientific collections and from recent field work, the morphological variation of the adults, ecological traits (microhabitat, seasonality, and vegetation), and distribution patterns are described. Differences were found between the holotype and the original description; these differences were not ________________________ marysol_trujano@yahoo.com.mx, jlb@ciencias.unam.mx *Autor de la correspondencia. 144 identified in subsequent reviews of the genus. As a unique characteristic within Theope, males of T. villai have modifications at the eighth tergite and sternite (saccus). Sexual dimorphism was found in the pattern, coloration, and size of the wings. Genitalia of both sexes share common characteristics with other species of the genus; this morphological data would help to elucidate interspecific relationships. Because of its rarity and pressure applied by land use of its habitat, policies should be considered to protect the species. Introducción En la familia Riodinidae el género Theope Doubleday se ubica como el tercero con mayor número de especies, solo después de Euselasia Hübner y Mesosemia Hübner (Hall 1999). Harvey (1987) ubica a Theope dentro de la tribu Nymphidiini, por la posición ventral de los tres primeros estigmas respiratorios en los distintos estadios de desarrollo. Con mayor precisión, Hall (1999) lo coloca como género tipo de la subtribu Theopeiti, que junto con Archaeonympha Hall y tres géneros inéditos, integran un grupo monofilético; éste se caracteriza porque las puntas dorsales de la valva, en los genitales masculinos, no están adheridas a esclerosamientos. De acuerdo con Hall (1999), Theope se diagnostica por exhibir proyecciones en el último segmento abdominal, con diferentes grados de tamaño y forma, los cuales posiblemente ayuden en la sujeción de la hembra durante la cópula. Además, la unión del octavo esternito con la armadura genital del macho, mediante una invaginación esclerosada, representa una sinapomorfía del género. Theope es un género neotropical que incluye 73 taxones a nivel específico, integrados en catorce grupos de especies (Hall y Willmott 1996; Hall 1999, 2008; Gallard 2002, 2006). En México existen doce especies (Llorente-Bousquets et al. 2006), que representan el 16% de la riqueza descrita hasta ahora para el género: T. pedias Herrich-Schäffer, [1853]; T. pseudopedias J. Hall, 1999; T. barea Godman y Salvin, 1878; T. cratylus Godman y Salvin, 1886; T. eupolis Schaus, 1890; T. virgilus (Fabricius, 1793); T. villai Beutelspacher, 1981; T. bacenis Schaus, 1890; T. phaeo Prittwitz, 1865; T. publius incompositus J. Hall, 1999; T. devriesi Hall y Willmott, 1996, y T. pieridoides C. y R. Felder, 1865. De estos taxones, solo T. villai es endémico para México. Theope villai se describió a partir de un ejemplar macho proveniente de Acahuizotla, Guerrero (Beutelspacher 1981), localidad clásica de Biologia Centrali Americana (Godman y Salvin 1878-1901); un área pequeña en el suroeste de México que presenta un mosaico de vegetación complejo (Selander y Vaurie 1962). Dieciocho años después, Hall (1999) en su revisión del género, lo examinó a partir de la imagen del tipo y, por primera vez presentó un topotipo de la hembra de esta especie, procedente de un ejemplar recolectado en julio. Dicha hembra está depositada en el Allyn Museum of Entomology en Florida, hoy McGuire Center for Lepidoptera and Biodiversity. La hembra mostró que existe dimorfismo sexual acentuado en T. villai, y además permitió la descripción de los genitales femeninos y su comparación con otras especies del mismo género. Sin embargo, la falta de especímenes imposibilitó estudios de variación morfológica, estacionalidad, distribución geográfica, y hábitat. Theope villai es una de las especies más raras y menos conocidas del género, en cuanto a aspectos de su biología y ecología; hasta la revisión de Hall (1999: 58) también una especie con uno de los intervalos de distribución más restringido. 145 La revisión de los ejemplares en las colecciones científicas nacionales más importantes y el trabajo de campo reciente, nos permitió obtener una serie significativa de ejemplares del género Theope, en especial de T. villai. El objetivo del presente trabajo es examinar y comparar la descripción original y su holotipo, con el fin de proporcionar información de la variación morfológica de ambos sexos, así como de su ecología, estacionalidad de imagos, y distribución geográfica: latitudinal, altitudinal, y tipo vegetacional. Materiales y Métodos Se examinaron 28 ejemplares de Theope villai, 24 machos, y 4 hembras. La mayoría de ellos (23), se alojan en la Colección Nacional de Insectos del Instituto de Biología (CNIN-IBUNAM) y los otros cinco en la Colección Lepidopterológica del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias (MZFC); ambas colecciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Entre este material se incluye el holotipo asignado por Beutelspacher (1981), con número de catálogo CNIN LEP 029. Los datos completos del sitio de recolecta, estado, fecha, colector, y colección de los especímenes examinados, se presentan en el Apéndice. Varios de los ejemplares, incluyendo el holotipo (Fig. 1), se ilustran por su vista dorsal y ventral para propósitos comparativos (Figs. 2 y 3) con otros ejemplares de la serie estudiada, debido a la rareza de la especie y a las pocas ilustraciones que existen de ella en la literatura científica. En las ilustraciones, se eligió el par de alas menos maltratado y en algunos casos se hizo una imagen de espejo de éstas, excepto en el holotipo. Morfología. Se tomaron fotografías digitales en vistas dorsal y ventral de todos los especímenes con una reglilla, mediante una cámara NIKON D700. A partir de las imágenes se tomaron tres medidas de la longitud del ala anterior (AA) derecha, mediante el programa Adobe Photoshop CS3. Estas medidas son: 1) de la base (punto donde surge la vena Sc+R) al ápice superior, 2) del ápice superior al ángulo anal, y 3) del ángulo anal a la base. Hall (1999) solo incluyó la primera de estas medidas para la hembra que describió. Con los datos se efectuó una estadística descriptiva básica. Bajo un microscopio estereoscópico Olympus SZX9 se examinaron los caracteres de la descripción original y se comparó el holotipo con el material citado (Apéndice), con el fin de analizar la variación. Algunos caracteres se describen con mayor detalle y profundidad. Además, se describen caracteres no reportados a partir del tipo. El color se caracterizó con base en el catálogo de colores de Ridgway (1912), al igual que en la descripción original, excepto para los colores metálicos. Las condiciones de iluminación se mantuvieron constantes en todos los ejemplares para evitar introducir variables adicionales en las comparaciones cromáticas. La nomenclatura de la venación sigue el trabajo de Comstock y Needham (1918). Se muestra el holotipo y 16 de los ejemplares (machos y hembras) mejor conservados de diferentes sitios y fechas de recolecta, para mostrar la variación morfológica, geográfica, y estacionalmente. Genitales. Se realizaron 4 disecciones de T. villai, 2 ♂♂ (CNIN LEP 27962 y CNIN LEP 273799) y 2 ♀♀ (27945 y CNIN LEP 27950); además se diseccionaron, con fines comparativos, ejemplares de T. eupolis y T. virgilius, pues son especies parcialmente simpátridas. Los ejemplares de T. villai se seleccionaron de la CNIN LEP para incluir especímenes de diferentes ambientes y zonas geográficas, con el fin de examinar la variación intraespecífica. Los 146 genitales se colocaron en una solución de KOH al 8% por 17 hrs. en el caso de los machos y por siete horas en las hembras. Las disecciones se realizaron bajo microscopio estereoscópico Olympus SZX9, empleando un objetivo planar 1.5 x. Se tomaron fotografías con una cámara Olympus DP12 integrada al microscopio y se tomaron medidas para su ilustración y descripción. Finalmente se preservaron en microtubos con etanol al 70% y ácido acético glacial al 4%. En la descripción de los genitales se sigue la nomenclatura de Klots (1956) y Eliot (1973). Distribución. A partir de la información geográfica de la especie (Apéndice) y cartografía digital (CONABIO 1998), se generó un mapa de distribución geográfica mediante el sistema de información geográfica ArcView 3.2 (ESRI 1999). Se comparó dicha distribución con la información disponible para otras especies del género que habitan en México, con el fin de conocer su simpatría y comparar la abundancia relativa en las colecciones consultadas. Estacionalidad. Se evaluó la fenología de los imagos de T. villai con base en todos los registros obtenidos, tanto históricos como recientes. También se discute la sincronía, en función de los registros recientes que se tienen de T. villai y otras especies de Theope que habitan en Los Loxicha, Oaxaca, México; área donde se ha realizado trabajo de campo exhaustivo durante los últimos seis años. Resultados Beutelspacher (1981) describió Theope villai a partir de un macho; sin embargo, cuando se examinó el holotipo y la descripción original, se encontraron inconsistencias que se extendieron a trabajos posteriores de esta especie (Hall 1999), debido a la escasez de material. La figura que se ilustra en la descripción original y que se atribuye al holotipo, en realidad se trata de dos ejemplares; uno en la vista dorsal que corresponde al holotipo depositado en la CNIN con número CNIN LEP 029, y otro más por la vista ventral, cuya ala posterior izquierda está incompleta y retocada en la fotografía; tal ejemplar no corresponde con ninguno de los reunidos en el presente estudio. Por esta razón, se presenta el holotipo completo por sus vistas dorsal y ventral (Fig. 1). Aparece completo en una fotografía publicada electrónicamente, pero con el color original alterado (Warren et al. 2012). Variación Morfológica. Los sexos exhiben dimorfismo en el diseño de la coloración dorsal y en tamaño, donde el dimorfismo es a favor del macho (ver descripciones abajo). Machos (Figs. 1, 2a-h y 3a-e). En comparación con el holotipo, los machos en promedio son mayores. Las longitudes del AA derecha son: a) longitud de la base al ápice superior del holotipo es de 16.9 mm (16 mm en la descripción); en el material examinado es de 16.1-20.4 mm (n = 24), X = 18.9 ± 1.3; b) del ápice superior al ángulo anal del holotipo es de 11.8 mm (12 mm en la descripción); en el material examinado es de 11.2-13.3 (n = 24), X = 12.8 ± 0.9, y c) del ángulo anal a la base en el holotipo es de 12 mm (11 mm en la descripción); en el material examinado es de 11.2-15 mm (n = 24), X = 13.6 ± 1. La comparación del tipo y su descripción original (Beutelspacher 1981) con la muestra reunida, manifiesta variación en algunos caracteres, por lo que se realiza una redescripción comparativa. Se describen los caracteres que difieren y se señala entre paréntesis las características del holotipo. Cabeza, Tórax, y Abdomen. Los palpos labiales varían de color blanco a crema en su cara externa y ventral (‘ivory yellow’ 21’’.O-YY. a 21’’.O-YY.f); 147 dorsalmente presentan escamas de color crema y pardas en diferente grado. El extremo distal del palpo por lo regular es pardo; sin embargo, ventralmente se observó que la mayoría de los ejemplares examinados presentan escamas blancas, de escasas a densas; algunas veces presentan unas cuantas escamas blancas en el dorso (holotipo: palpos labiales blancos, con el extremo distal pardo). La cabeza en su región occipital con escamas planas de grises a pardas, en el vértice con escamas blanco perladas y brillo azul; hacia la frente con un ‘penacho’ de sedas crema, que se continua en el rostro blanco opaco en los extremos, y en el centro con una línea tenue de sedas amarillas. El holotipo solo se refiere con cabeza blanquecina (Beutelspacher 1981), pero presenta los caracteres antes mencionados. El dorso del tórax es azul metálico, más intenso que el abdomen; hay pocas escamas entre la región meso y metatorácica. En el pro y mesotórax se halla la tégula prominente con escamas de color gris. El metatórax está provisto de sedas largas muy finas y grisáceas (holotipo: de color azul metálico, provisto de ‘pelos’ blanquecinos muy finos). El tórax, ventralmente, de color grisáceo igual que en el holotipo. El abdomen, en los primeros segmentos del dorso, muestra escamas azul cielo metálico que se intercalan con escamas grises desde la región media hasta que se difuminan en los últimos segmentos. Algunas veces las escamas azules comienzan a partir del tercer segmento abdominal. Ventralmente es color crema y amarillo intenso hacia los últimos segmentos (holotipo: abdomen de color grisáceo con escamas azules en el dorso). Alas anteriores (AA). Dorsalmente son azul violáceo (‘deep aniline lilac’ 53’’.V.B.b), en algunos especímenes, color que se intensifica hacia el área basal y postbasal; presentan margen pardo oscuro muy amplio hacia el borde costal, la región apical, y el borde externo; en la parte media del borde costal es más oscuro, casi negro (parche alar de DeVries 1997); todos como el holotipo. Presencia de una mancha blanquecina cerca de la base, entre las venas M3 y Cu1 y entre la Cu1 y Cu2, como en el holotipo. La variación más conspicua se presenta en la mancha entre las venas M3 y Cu1, ya que algunos ejemplares no la presentan y otros exhiben escamas negras o azul violáceo en la unión de las venas. Fig. 1. Theope villai Beutelspacher, 1981. Holotipo macho (dorsal y ventral). México: Guerrero, Acahuizotla. Fig. 1. Theope villai Beutelspacher, 1981. Holotype (dorsal and ventral views). Mexico: Guerrero, Acahuizotla. 148 Fig. 2. Ejemplares machos de Theope villai Beutelspacher, 1981. Para los datos, ver Apéndice. Fig. 2. Male specimens of Theope villai Beutelspacher, 1981. Specimen data included in Appendix. 149 Fig. 3. Ejemplares machos (a-e) y hembras (f-h) de Theope villai Beutelspacher, 1981. Para los datos ver Apéndice. Fig. 3. Male (a-e) and female (f-h) specimens of Theope villai Beutelspacher, 1981. Specimens data included in Appendix. 150 Alas Posteriores (AP). Ventralmente AA y AP de color amarillo pálido, como en el holotipo (‘cinnamon buff’ 17’’.O.Y.b), hasta ocre intenso (‘vinaceous cinnamon’ 13’’.O.Y.O.b.). Presencia de un punto negro con escamas blancas hacia la base, entre las venas Cu1 y Cu2; en algunos ejemplares dos puntos más pequeños entre Cu2 y 1A+2A, que a veces presentan más escamas blancas que negras, por lo que no son conspicuas (holotipo: con un solo punto, no dos como señala Beutelspacher (1981) (Fig. 1). Genitales. El uncus es angosto y más cóncavo que los genitales de las otras especies del grupo ‘virgilius’, donde lo coloca Hall (1999); sus extremos posteriores, con proyecciones que terminan en puntas dirigidas hacia abajo, las inferiores con un grado alto de esclerosamiento. El tegumen es grande, semi ovoide y muy esclerosado en el dorso. El gnathos forma dos ápices pronunciados y esclerosados que se dirigen hacia la región posterior. El vinculum se une por la parte anterior del tegumen, en su región media presenta una proyección triangular elongada dirigida posterior y hacia abajo, muy similar a las que presentan las especies del grupo ‘terambus’ (sensu Hall 1999). Las valvas son rectangulares con la costa esclerosada; éstas se inclinan sobre el edeago, que presenta un esclerosamiento mayor hacia su extremo distal puntiagudo. El saccus con forma de T invertida muy esclerosado; en el dorso se une a la base de la valva y ventralmente forma dos proyecciones delgadas y agudas, desiguales en longitud. Esta estructura es muy similar a la de T. iani, pero más grande en proporción; posiblemente esté involucrada en la sujeción de la hembra durante la cópula. El octavo tergito abdominal presenta dos proyecciones en su extremo posterior, que destacan por su curvatura y endurecimiento. Hall (1999) menciona que este carácter es único dentro del género (Fig. 4). Hembras. (Figs. 3f-h). El tamaño del AA varía en un intervalo más estrecho que en los machos; no alcanzan tamaños tan grandes como éstos. La longitud del AA que Hall (1999) describe en su revisión es de 17 mm, valor que está por debajo del promedio e intervalo de las examinadas aquí, lo que sugiere aún mayor variación. Las longitudes del AA del material examinado son: a) longitud de la base al ápice superior de 18.2-18.8 mm (n = 4), X = 18.4 ± 0.2; b) del ápice superior al ángulo anal es de 11.9-12.7 mm (n = 4), X = 12.3 ± 0.3, y c) del ángulo anal a la base es de 13.2-14.1 mm (n = 4), X = 13.8 ± 0.2. Las hembras son similares a los machos en el patrón de coloración de los palpos, cabeza, tórax, y abdomen. Las AA dorsalmente presentan un parche azul violáceo subapical (‘pale purplish vinaceous’ 1’’.RED. f), como lo describe Hall (1999). Las AP similares al macho ventralmente, pero en algunos casos se observa un punto extra entre M3 y Cu1. Genitales. Corpus bursae piriforme con signa en forma sagitada. Ductus bursae membranoso y en forma de hélice, el doble de largo que el corpus bursae; esta característica no se representa en la ilustración de Hall (1999). El extremo distal del ductus se endurece y se une al ostium bursae, que es amplio, esclerosado y con forma de herradura (Fig. 4). Distribución y Hábitat. Las poblaciones de T. villai son de distribución relativamente disyunta entre el suroeste de Michoacán, centro de Guerrero, y sur de Oaxaca, en la vertiente Pacífica de México de la Sierra Madre del Sur y en la región occidental de la Cuenca del Balsas, donde la humedad es mayor (Fig. 5). Al parecer, hay preferencia por los bosques subhúmedos, por lo que habita en el límite superior del bosque tropical subperennifolio y los intervalos inferior y medio del bosque mesófilo de montaña (sensu Rzedowski 1978, Llorente-Bousquets 1984 151 Llorente-Bousquets y Escalante 1992). Estos bosques suelen presentarse en cañadas rodeadas de bosque tropical caducifolio que conforman un mosaico de vegetación, como ocurre en la localidad tipo en Guerrero. También se le encuentra en bosques de galería o riparios de los bosques secos. Fig. 4. Ilustración de los genitales femeninos (vista dorsal) y masculinos (vista lateral) de Theope villai Beutelspacher, 1981. Se ilustra el octavo tergito abdominal (vista antero-posterior). Las partes más oscuras representan esclerosamiento. Fig. 4. Illustrations of the female (dorsal view) and male (lateral view) genitalia of Theope villai Beutelspacher, 1981. The eighth abdominal tergite is shown (anteroposterior view). Darker areas are sclerotized. 152 Fig. 5. Distribución geográfica de Theope villai Beutelspacher, 1981 en México. Los registros inciertos (?) en Michoacán (Balcázar 1993) y en el Estado de México (de la Maza 1987), necesitan confirmarse con los ejemplares. Datos de las localidades en el Apéndice. Fig. 5. Geographic distribution of Theope villai Beutelspacher, 1981 in Mexico. Uncertain records (?) in Michoacan (Balcázar 1993) and Estado de Mexico (de la Maza 1987) need to be confirmed with the revision of the specimens. Locality data included in Appendix. Hall (1999) refiere que el género tiene preferencia por bosques bajos en todo el Neotrópico; no obstante, T. villai solo se presenta en altitudes intermedias, con preferencia entre los 900 y 1400 msnm (Fig. 6). Sin embargo, durante el trabajo de campo reciente, se registró en altitudes de 1650 msnm, en cañadas con bosque mesófilo de montaña (ver Apéndice) (Fig. 6). Existen registros en los municipios de San Miguel Suchixtepec y Villa Sola de Vega, localidades adyacentes a las carreteras Puerto Ángel-Oaxaca y Puerto Escondido-Oaxaca (Apéndice: CNIN LEP 27942 al CNIN LEP 27945), que registran la especie a los 1500 y 2500 msnm, en la transición con los bosques de encino y de coníferas (Rzedowski 1978); en la confluencia con la Sierra Madre del Sur. Éste y otros taxones de Riodinidae se observan en áreas similares, principalmente en cañadas de montaña cuyas laderas son de bosque de encino y pino y el fondo de éstas es de bosque de galería de los bosques tropicales caducifolio y subperennifolio (1500 msnm) o bosque mesófilo de montaña (2400 msnm). La interdigitación de tipos de vegetación en la Zona de Transición Mexicana es un fenómeno frecuente (Halffter com. pers.). 153 Fig. 6. Distribución altitudinal y ambiental del género Theope en las regiones Huatulco-Loxicha, Oaxaca, en el área media de la vertiente del Pacífico. Datos de las localidades en el Apéndice. BTC = Bosque Tropical Caducifolio; BTSP = Bosque Tropical Subperennifolio; BMM = Bosque Mesófilo de Montaña; BE = Bosque de Encino; BP = Bosque de Pino. Fig. 6. Altitudinal and environmental distribution of Theope in the Huatulco-Loxicha region of Oaxaca, in the median area of the Mexican Pacific slope. Locality data included in Appendix. BTC = Tropical Deciduous Forest; BTSP = Tropical Semi- deciduous Forest; BMM = Cloud Forest; BE = Oak Forest; BP = Pine Forest. Algunos registros en la literatura aún deben confirmarse, pues las publicaciones no indican en qué colección se depositó el material ni contienen fotografías para corroborar la determinación taxonómica, de la que algunos dudan. Por ejemplo, Balcázar (1983) lo refiere como ‘T. aff. villai’ para Pedernales, Tacámbaro, Michoacán; Hall (1999) menciona, hasta la fecha de su trabajo y con el poco material con el que contaba, que podría representar un T. virgilius, y que si el registro fuera cierto, extendería el área de distribución geográfica de T. villai. Balcázar (1983) indica bosque tropical subperennifolio (sensu Rzedowski 1978) restringido en las cañadas húmedas y bosque caducifolio en el resto del área, con altitudes entre los 850 y 1100 msnm. Otro caso es el de Maza (1987), quien cita San Nicolás Tolentino, Estado de México; no hay fotografía del ejemplar y los ambientes que menciona son los mismos que Balcázar (1983). Cuando se ubica esta localidad en un mapa, la vegetación predominante es bosque de pino a los 2600 msnm, muy adentro de la Faja Volcánica Transmexicana. Incluso con la información de Balcázar (1983), el análisis de Hall (1999) a ésta, y el descubrimiento del registro en la Presa Hidroeléctrica Cupatitzio, Michoacán (ver Apéndice), reconocemos que hay una alta probabilidad de que el 154 registro de Balcázar (1983) sea un ejemplar de T. villai. No obstante, éste y el registro del Estado de México se mantienen pendientes, ya que deben verificarse con los ejemplares u otras recolecciones en dichos sitios (Fig. 5). Theope villai es de distribución restringida, respecto a las distribuciones extensas de otras especies del género. Su distribución ocurre en simpatría parcial con T. virgilus, T. bacenis, y T. eupolis, que en México se extienden desde Nayarit hasta América central y del Sur, por el Pacífico. Al parecer ocurre lo mismo con T. cratylus, aunque no se cuenta con registros de esta especie; pero Hall (1999) lo reporta para Acahuizotla, Guerrero. Los registros nuevos de otras especies del género, en la vertiente del Pacífico de la Sierra Madre del Sur, indican que también es parapátrida con T. plubius incompositus y T. barea, tales especies se han reportado para el Pacífico Mexicano, pero en realidad parecen estar ausentes en varias áreas, sobre todo en el estado de Oaxaca (Fig. 6). Estacionalidad. El material examinado muestra que T. villai, aunque relativamente escaso, vuela casi todo el año, pues los ejemplares recolectados están tanto en meses lluviosos como secos; su ausencia se registra entre enero y marzo, que son los meses más fríos y secos. La mayor abundancia se presenta en agosto y septiembre (Fig. 7). Las hembras se presentan al final de esta época y durante la época de lluvias. Hasta ahora, la proporción de machos y hembras es de 24:5, lo que revela gran rareza de las hembras; razón sexual que presenta la mayoría de las especies del género (Hall 1999). Fig. 7. Estacionalidad de los imagos de Theope villai Beutelspacher, 1981. Fig. 7. Seasonal distribution of adults of Theope villai Beutelspacher, 1981. 155 Discusión Theope es el género mirmecófilo más diverso dentro de Riodinidae, con 73 taxones descritos a nivel específico; hasta hace quince años, uno de los menos comprendidos debido a la similitud interespecífica (Hall y Willmott 1996). Desde la revisión de Hall (1999), que es el trabajo más completo del género hasta el momento, se han descrito más especies o bien reportado información de los periodos de vuelo, registros nuevos, plantas de alimentación o conducta (Hall 2008, Kaminski 2011, Nobre y Schlindwein 2011, Kaminski et al. 2013), lo que revela que aún se puede aportar información acerca de diversos aspectos biológicos y taxonómicos del género; sobre todo de las especies raras o de las regiones poco exploradas. En su revisión, Hall (1999) no examinó material de T. villai, debido a la insuficiencia de ejemplares en colecciones, por lo que se limitó a revisar la literatura e inferir aspectos relacionados con la morfología y los ambientes preferidos por la especie. Los resultados de nuestro trabajo, que cuenta con más información disponible, revelaron que el holotipo al que se refiere Beutelspacher (1981) no corresponde con la imagen que muestra, sino a dos ejemplares diferentes, por lo que esta confusión permaneció en trabajos posteriores. A pesar que la descripción original de la especie se hizo con base en un ejemplar, el examen minucioso en las principales colecciones mexicanas (CNIN- IBUNAM y MZFC), reveló que existían más ejemplares con el mismo sitio, fecha, y colector que el holotipo, solo que éstos no los consideró Beutelspacher (1981) en la descripción; o si los conocía no lo reportó explícitamente. El examen del tipo mostró que las características que cita Beutelspacher (1981), no corresponden con la especie, tal como la coloración del tórax y de la cabeza, la forma del octavo esternito en los machos y el número de puntos negros en la vista ventral de las AP. La variación intraespecífica fue evidente en el diseño y la coloración de las alas; así como en el tamaño. Este examen enriqueció la descripción de caracteres, tales como la coloración de los palpos y la cabeza, el número de puntos negros en la vista ventral de las AP, la coloración de ambas vistas y la presencia del parche entre las venas M3 y Cu1, que es un atributo con el que se distingue a la especie de otras del género. La variación en el tamaño de las hembras puede ser aún mayor, pero es necesario contar con una muestra representativa para confirmarlo. Los genitales masculinos, lo distinguen claramente de las especies que se incluyen en el grupo ‘virgilius’ (sensu Hall 1999), como el octavo esternito y las apófisis que presenta el uncus, ambas estructuras muy esclerosadas. De igual modo, el octavo tergito presenta una forma única dentro de todo el género (Hall 1999). Hall (1999) no representa ni describe en su trabajo dos estructuras: 1) la proyección triangular en la región media del vinculum de los machos, y 2) la longitud mayor y forma de hélice del ductus bursae en las hembras. La primera es similar a las presentadas en el grupo ‘terambus’ (sensu Hall 1999), y la segunda se asemeja a tres especies del grupo ‘foliorum’ (sensu Hall 1999): T. lycaenina Bates, 1868; T. leucanthe Bates, 1868; y T. sticheli Hall, 1998. La distribución de estas especies se sitúa de Costa Rica al Amazonas las dos primeras y, en Ecuador- Colombia la última. Se considera que estos rasgos morfológicos podrían iniciar un análisis que reevalúe la inclusión de T. villai dentro de un grupo de especies. Theope villai presenta una distribución más extensa de lo que se había registrado, aunque continúa es relativamente restringida. Hasta ahora se 156 reconocen poblaciones en los estados de Michoacán, Guerrero y Oaxaca; en bosques subhúmedos imbricados en otros tipos de vegetación y en intervalos altitudinales intermedios. Estos intervalos ocurren en cañadas con bosques tropicales subperennifolios y mesófilos de montaña (sensu Rzedowski 1978), tal como las Sierras de Malinaltepec y de Atoyac de Álvarez en Guerrero; o bien, Putla Villa de Guerrero en Oaxaca; donde aún no se ha registrado. En el caso de Sierra de Atoyac, existe una lista lepidopterofaunística (Vargas-Fernández et al. 1992) que registra a T. virgilius, T. publius, T. eupolis (como T. diores), y T. bacenis (como T. mania) en altitudes bajas (<800 msnm) y en bosque subcaducifolio. A pesar que la lista de Atoyac de Álvarez es exhaustiva y sistemática, la ausencia de T. villai, puede deberse a su rareza y/o a la insuficiencia del muestreo. Aunque hay simpatría aparente entre T. villai y otras especies del género, el análisis de la distribución en función de la altitud en el área de Los Loxicha, Oaxaca, evidenció que la mayoría de las especies de Theope de México, se distribuyen en zonas bajas con bosques estacionales y parches de bosques húmedos; lo que parece ser una particularidad del género como señala Hall (1999). En contraste con este patrón, T. villai se presenta en altitudes intermedias (900- 1400 msnm) y estenoeco a bosques húmedos (bosques mesófilos de montaña y subperennifolio), por lo que su búsqueda difiere del resto de las especies del género. Hall (1999) encontró que esta preferencia ambiental se presenta en T. sisemina, distribuida en los bosques nublados del oeste de Colombia y este de Ecuador, aunque su intervalo altitudinal es más elevado (1500-2000 msnm); tal vez como una compensación por su cercanía al Ecuador. Una de las razones para explicar que la mayoría de las especies en géneros mirmecófilos se concentren por debajo de los 1000 msnm, es que conforme la altitud se incrementa la riqueza de hormigas decrece (DeVries 1997, Hall 1999). En este sentido, las subfamilias de hormigas Dolichoderinae, Formicinae, y Myrmicinae (Formicidae) son las más diversas con distribución Neotropical; cuyos géneros Azteca Forel; Dolichoderus Lund; Camponotus Mayr, y Cephalotes Latreille, son típicos de bosques húmedos y se asocian con las larvas de Theope (DeVries 1997, Kaminski 2011, Nobre y Schlindwein 2011, Kaminski et al. 2013). Sin embargo, para T. villai, no existe información de las especies de hormigas con las que pueda mantener asociación. Luna y Llorente-Bousquets (2004) y Luna et al. (2008, 2010, 2012) han llevado a cabo estudios faunísticos intensos por muchos años en la zona oriental de la Cuenca del Balsas (Michoacán, Estado de México, y Morelos), y hasta ahora no registraron a T. villai, a pesar que este taxón habita en la parte media y alta de esta provincia en su porción occidental. Otros ropalóceros presentan equivalencias espaciales y ecológicas a T. villai en la Cuenca del Balsas, v. gr. Rhethus arcius beutelspacheri Llorente-Bousquets, 1988; Myscelia cyaniris alvaradia R. G. De la Maza y Díaz, 1982; Enantia mazai diazi Llorente-Bousquets, 1984; y Epiphile adrasta escalantei Descimon y Mast, 1979. Llorente-Bousquets (1988) menciona que los bosques subperennifolios, como hábitat con numerosas especies estenoecas, probablemente alcanzaron mayor extensión en esta provincia durante el Pleistoceno, por lo que muchos taxones actualmente son relictuales estenomésicos y riparios de la cuenca; sobre todo en la parte occidental de la provincia y en el declive sur de la Faja Volcánica Transmexicana. Esto indica que es necesario explorar aún más estas provincias, en los ambientes antes mencionados y en la transición con bosques de pino-encino tropicales. 157 La distribución de T. villai coincide con la existencia de un centro de endemismo en la vertiente pacífica mexicana en la Sierra Madre del Sur, especialmente en el intervalo altitudinal de los 800-1400 msnm, que varios autores han citado para las mariposas diurnas y otros taxones (Vázquez 1957, Miller y Miller 1976, Maza y Lamas 1982, Llorente-Bousquets 1984, Maza y Turrent 1985, Llorente-Bousquets y Escalante 1992, Puebla-Olivares et al. 2008, Callaghan et al. 2011, Llorente-Bousquets et al. 2013). En esta área confluyen tres provincias biogeográficas: Costa Pacífica mexicana, Sierra Madre del Sur, y Cuenca del Balsas (Morrone et al. 2002); además de aquellas que lo limitan, como la Faja Volcánica Transmexicana y Chiapas. Algunos papilionoideos que se presentan son: Mimoides ilus occiduus (Vázquez 1957), Dismorphia amphione isolda Llorente- Bousquets, 1984; Calephelis acapulcoensis McAlpine, 1971; Mesene jimena Callaghan, Llorente-Bousquets y Luis-Martínez, 2011; Eunica malvina almae Vargas-Fernández, Llorente-Bousquets y Luis-Martínez, 1996; Pyrrhogyra edocla paradisea R. E. De la Maza y J. De la Maza, 1985, Callicore texa loxicha R. E. De la Maza y J. De la Maza, 1985; Synargis nymphidioides praedictum Llorente- Bousquets, Luis-Martínez y Arellano-Covarrubias, 2013. Para todos estos taxones, el Istmo de Tehuantepec constituye una barrera eficaz que, al parecer, permite explicar las relaciones biogeográficas y filogenéticas con taxones que se distribuyen en América Central y norte de América del sur. Los sitios donde se presentan poblaciones de T. villai, exhiben diferentes grados de uso del suelo, tanto por cultivos de café como por pastoreo; que sumado con su rareza estacional y poblacional, hacen a la especie una candidata para su protección y conservación junto con todo el centro de endemismo. La rareza y la distribución restringida conforman dos criterios importantes en la selección de especies vulnerables. Agradecimiento Parte del trabajo de campo fue financiado por el proyecto CONABIO-JF018, PAPIIT 202415 y CONACyT 224347 y UCMEXUS-CONACyT CN-13-591. Los autores agradecen al Sr. Adolfo Ibarra y a la Mtra. Cristina Mayorga (CNIN LEP) y Mtra. Mercedes Luna (MZFZ-UNAM), por el préstamo de los ejemplares depositados en la colección a su cargo. Al Biól. Arturo Arellano por su ayuda en la obtención de las fotografías y a los Mtros. Omar Ávalos y Uri O. García-Vázquez por los comentarios realizados a versiones previas de este trabajo. Al Sr. Adrián Flores por los dibujos genitálicos. A la Maestra Claudia Hernández por su ayuda en las técnicas sobre genitales en mariposas. MTO agradece al CONACyT (CVU 131802) y al Posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM, por la beca de estudios de posgrado. JLB agradece a la Mtra. Isabel Vargas por la ayuda cotidiana. Referencias Citadas Balcázar, M. A. 1993. Butterflies of Pedernales, Michoacán, México, with notes on seasonality and faunistic affinities (Lepidoptera: Papilionoidea and Hesperioidea). Trop. Lepid. (Gainesville) 4: 93-105. Beutelspacher, C. R. 1981. Una nueva especie mexicana del género Theope Doubleday, 1858 (Lepidoptera: Riodinidae). An. Inst. Biol. Univ. Nac. Aut. Méx. (Serie Zoología) 51: 395-398. 158 Callaghan, C. J., J. Llorente-Bousquets, y A. Luis-Martínez. 2011. A new Mexican Mesene (Lepidoptera, Riodinidae). Zootaxa 2896: 53-64. Comstock, J. H., y J. G. Needham. 1918. The wings of insects. Am. Nat. 32: 231- 257. 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Pelham, y E. M. Stangeland. 2012. Interactive listing of American butterflies (BA-ADW). (http://www.butterfliesofamerica.com/), último acceso: 15.VIII. 2014. 160 Apéndice Lista de ejemplares y localidades de Theope villai Beutelspacher, 1981. Se sigue un orden geográfico de norte a sur y de oeste a este y se muestran los meses de vuelo. Entre corchetes, se anota su correspondencia con las Figs. 1, 2, y 3. MZFC = Colección Lepidopterológica del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias y CNIN = Colección Nacional de Insectos, Instituto de Biología de la UNAM. Theope villai. México: Michoacán (2 ejemplares): Aguililla, El Sauce, (18.71662 N, 103.233356 O), 1♀ (MZFC LEP 400116) 15-IX-1999 leg. L. L. González-Cota; Gabriel Zamora, Presa Hidroeléctrica Cupatitzio, (19.269652 N, 102.080366 O), 925 msnm. 1♂ (MZFC LEP 400201) 2-VIII-1998. Guerrero (19 ejemplares): Chilpancingo de los Bravo, Acahuizotla (17.34583 N, -99.44777 O), 900-1000 msnm. Bosque Tropical Subperennifolio. 1 ♀ VIII-1961 (CNIN LEP 27964 [Fig. 3f]); 3 ♂♂ 12-XII-1977, dos de ellos leg. C. Velázquez (CNIN LEP 029 [Holotipo] [Fig.1] y CNIN LEP 27949 [Fig. 2a]) y uno leg. A. Ibarra V. (CNIN LEP 27960); 1 ♂ 20-VII-1979 leg. A. Ibarra V. (CNIN LEP 27956 [Fig. 2b]); 11 ♂♂ IX-1981 leg. A. Ibarra V. (CNIN LEP 27947; CNIN LEP 27948; CNIN LEP 27953; CNIN LEP 27954; CNIN LEP 27955 [Fig. 2c]; CNIN LEP 27957 [Fig. 1d]; CNIN LEP 27958 [Fig. 2e]; CNIN LEP 27959 [Fig. 2f]; CNIN LEP 27961 [Fig. 2g]; CNIN LEP 27962; CNIN LEP 27963) y 1 ♀ misma fecha y mismo colector (CNIN LEP 27950 [Fig. 3g]); 1 ♂ IX- 1984 leg. A. Ibarra V. (CNIN LEP 27951); 1 ♂ VII-1991 leg. A. Ibarra V. (CNIN LEP 27952 [Fig. 2h]). Oaxaca (7 ejemplares): San Miguel Suchixtepec, km 146, carretera Puerto Ángel-Oaxaca (15.966299 N, 96.456934 O), 1 ♀ VIII-1982 (CNIN LEP 27945 [Fig. 3h]); Villa Sola de Vega, km 108, carretera Puerto Escondido- Oaxaca (16.453831 N, 97.03364 O), 3 ♂♂ 24-IV-1983 leg. A. Ibarra V. (CNIN LEP 27942 [Fig. 3a]; CNIN LEP 27943 [Fig. 3b]; CNIN LEP 27944); Pluma Hidalgo, 3 km al W de Pluma Hidalgo (15.9397 N, 96.4330 O), 1190 msnm. Bosque Mesófilo de Montaña con cafetales. 1 ♂ 23-VIII-2008 leg. B.C. Hernández M. (MZFC LEP 242908 [Fig. 3c]); Pluma Hidalgo, La Pasionaria (15.93527 N, 96.41694 O), 1650 msnm. Bosque Mesófilo de Montaña con cafetales. 1 ♂ 26-VIII-2008 leg. O. Ávalos H. (MZFC LEP 242909 [Fig. 3d]); San Pedro el Alto, Llano de Ocote, San Martín Piñas, Copalita (15.96629 N, 96.45693 O), 1200 msnm. Bosque Mesófilo de Montaña. 1 ♂ 22-X-2008 leg. M. Almaráz, M. (MZFC LEP 273799 [Fig. 3e]).