UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO POSGRADO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES Clientelismo político en el poniente de la Ciudad de México: flujo de recursos y gestión de servicios desde la intermediación clientelar en Álvaro Obregón Trabajo de titulación en modalidad de tesis, que para optar por el grado de: Maestro en Estudios Políticos y Sociales Presenta: Cuauhtémoc Germán Guerrero Briviesca Tutor: Álvaro Arreola Ayala Instituto de Investigaciones Sociales Ciudad de México Noviembre de 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 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Yvon Angulo por la confianza puesta en mi trabajo dentro y fuera del salón de clases, así como por el valioso apoyo en la revisión del proyecto. Agradezco a la Dra. Nina Jung por su amable disposición para la revisión del trabajo, así como por sus valiosos consejos y propuestas. 2 Índice de contenidos Introducción ............................................................................................................................ 4 I. Clientelismo político e intermediación clientelar ....................................................... 9 Introducción ........................................................................................................................ 9 El clientelismo político ..................................................................................................... 13 Individuos, redes y máquinas políticas: niveles analíticos en el clientelismo .............. 16 Lo que no es clientelismo ............................................................................................. 20 Origen y desarrollo de los estudios sobre el clientelismo ................................................ 23 Principales enfoques y corrientes ..................................................................................... 27 Tradiciones relacional y transaccional ......................................................................... 27 Enfoques destacados ..................................................................................................... 29 Intermediación política y clientelismo ............................................................................. 32 II. Intermediación política y clientelismo en la Ciudad de México .............................. 36 Mecanismo de intermediación política en México ........................................................... 36 Caciquismo ................................................................................................................... 37 Intermediación corporativa ........................................................................................... 41 Intermediación clientelar .............................................................................................. 46 Relaciones de clientela entre los pobres urbanos y el Estado en la Ciudad de México ... 49 Cambio político y clientelismo en la Ciudad de México ................................................. 54 III. Flujo de recursos y gestión de servicios desde la intermediación clientelar en Álvaro Obregón .................................................................................................................... 61 Metodología y diseño de la investigación ........................................................................ 61 La delegación Álvaro Obregón ........................................................................................ 65 Historia y rasgos sociodemográficos ............................................................................ 65 3 Trayectoria político-electoral ....................................................................................... 71 Los actores políticos de la red clientelar .......................................................................... 77 Hegemonía política en Álvaro Obregón: el patrón y su grupo cercano ....................... 77 Intermediarios en Álvaro Obregón: líderes verdaderos y “líderes a modo” ................. 83 Flujo de recursos, gestiones y control político ................................................................. 92 Mecanismos de gestión en periodos de latencia ........................................................... 92 Control político-partidista y dependencia material: las caras de la hegemonía ......... 103 IV. Composición y funcionamiento de la red de un intermediario en Álvaro Obregón durante la elección de la Asamblea Constituyente ................................................. 113 Introducción .................................................................................................................... 113 Análisis de Redes Sociales y redes clientelares ......................................................... 114 Construcción de la red ................................................................................................ 117 Ubicación geográfica y conformación del círculo de confianza .................................... 121 Composición y funcionamiento de la red durante el periodo electoral .......................... 127 El día de la elección: movilización y monitoreo ............................................................ 136 Evaluación de la estrategia: los resultados ..................................................................... 139 Conclusiones ....................................................................................................................... 143 Anexo No. 1 ........................................................................................................................ 148 Bibliografía ......................................................................................................................... 150 4 Introducción El presente trabajo surge de un interés inicial por comprender las prácticas políticas y la estructura política no formalizada dentro de la Ciudad de México. A partir de dicho interés se planteó este análisis, el cual está encaminado a enriquecer el estudio de las relaciones entre gobernados y gobernantes desde el enfoque de la política clientelar, razón por la cual centra su atención en éste tipo de relación, en detrimento de un conjunto más amplio de interacciones políticas. El escrito se concentra específicamente en la figura de los intermediarios, -por considerarlos actores clave para la existencia de grandes redes políticas-, en relación con las instituciones del Estado y con políticos que tienen capacidad de manipular dichas instituciones a su favor, para hacerse de recursos y robustecer su poder dentro de la dinámica político-electoral en la Ciudad de México. A fin de profundizar de forma detallada en las relaciones entre intermediarios y políticos, el trabajo se propuso el siguiente objetivo principal: describir cuáles fueron los mecanismos empleados de forma más reiterada por intermediarios locales de la delegación Álvaro Obregón para acceder a recursos y gestionar servicios durante 2016, mismos que les permiten seguir teniendo influencia en sus localidades durante periodos de latencia y emplear su rédito de forma clientelar en los comicios electorales. Un propósito como ese, también requirió conocer cuáles fueron las principales fuentes de obtención de los recursos, así como las instancias administrativas de gestión de servicios a las que se dirigieron los intermediarios vinculados al partido gobernante en la demarcación (PRD). El segundo gran objetivo del estudio fue profundizar en la composición y funcionamiento de la red de uno de los intermediarios que llevaron a cabo actividades clientelares durante los comicios para elegir representantes a la Asamblea Constituyente en 2016. Por medio de una reconstrucción detallada se describe el tiempo que tiene de existencia la red; la forma en que se compone y cómo se relacionan los miembros del círculo más cercano al intermediario; la posición y el papel que juegan éstos en relación con toda la red; la ruta que siguió el flujo de intercambios durante el periodo electoral y finalmente, el análisis de la relación entre la fortaleza de los vínculos que unen a los actores, con la reciprocidad de los intercambios resultante el día de las elecciones. 5 Las bases teóricas que actuaron como lentes para aprehender los objetos de estudio fueron principalmente el clientelismo político y la intermediación política, conceptos que se abordan en el capítulo uno. El primero de ellos se define con base en una larga tradición sintetizada en el trabajo de Luis Roniger, a partir del cual se propuso entender a las relaciones clientelares como “lazos verticales basados en la desigualdad y diferencias de poder” de los actores (Roniger, 1990, p.3), los cuales se caracterizan por el intercambio recíproco de bienes y servicios. Asimismo, éstas relaciones mantienen un conjunto de “características básicas” como son: ser personales, selectivas, difusas, informales y duraderas. Mientras que la intermediación política fue entendida como: “…la mediación ejercida en sentido vertical por un actor con ventajas posicionales que establece relaciones entre ciudadanos e/o individuos, actores colectivos, organizacionales e institucionales, por un lado, e instancias de autoridad pública localizadas en niveles superiores” (Zaremberg y Gurza Lavalle, 2014, p.10). En lo que respecta al capítulo dos, se abordan en primera instancia tres mecanismos históricos informales de intermediación en México: el caciquismo, el corporativismo y el clientelismo. Cabe destacar que la forma de tratarlos ha sido aislándolos uno de otro, a sabiendas de que las tres formas de intermediación bien pueden convivir en un mismo espacio físico y temporal. No se trata de un recorrido histórico lineal, sino de periodos históricos donde cada uno ha sido sobresaliente. En cambio, en la segunda parte se retoma al clientelismo como la base para entender la relación entre los pobres urbanos y el partido hegemónico (PRI) en la Ciudad de México, alrededor de la década de los setenta. Finalmente, se describe el inicio de una dinámica política en la Ciudad a base de clientelas locales, mediante las cuales se han conformado los partidos políticos durante los últimos años, especialmente el PRD que posee una activa dinámica interpartidista basada en facciones (Tejera, 2016). Por su parte, los resultados obtenidos mediante el trabajo empírico se localizan en los dos últimos capítulos, éstos pueden mirarse de forma panorámica como el análisis de una red político-clientelar dentro de la delegación Álvaro Obregón que va del centro hacia los extremos. Esto, debido a que en el capítulo tercero se aborda el vínculo entre el patrón y su grupo más cercano, en relación con un conjunto de intermediarios afines al Partido de la Revolución Democrática. Mientras que, en el cuarto capítulo, el análisis sobre la red se 6 extiende a partir de la figura de uno de los intermediarios analizados, hacia los extremos de su sub-red personal, misma que se compone de una decena de “promotores del voto” pertenecientes a su círculo de confianza, así como de cerca de 140 individuos que tomaron el papel de clientes en las elecciones para elegir representantes a la Asamblea Constituyente durante junio de 2016. Además de lo ya mencionado, en el tercer capítulo se describen las condiciones sociodemográficas de una delegación llena de contrastes como es Álvaro Obregón, así como la trayectoria político-electoral que ha experimentado la demarcación desde el año 2000, donde sobresale la existencia de un grupo político que desde mediados de la década pasada ha controlado de forma ininterrumpida los principales cargos públicos. Más adelante se describe y construye gráficamente una red de flujos, la cual muestra cuáles son las principales fuentes y mecanismos empleados por los intermediarios para gestionar, mientras que se identifica que también existe un flujo inverso, -que circula del centro hacia los extremos en la red-, por medio del cual se transmite información privilegiada, recursos y servicios, mismos que están encaminados a mantener activa la red durante periodos de latencia y por medio de ella se favorece de forma discrecional a los intermediarios, al tiempo que se les controla políticamente. El estudio de las relaciones de clientela en Álvaro Obregón es significativo por al menos dos razones: en primer lugar, dado que, a diferencia de otras delegaciones de la Ciudad, sobre ella no se ha identificado la existencia de estudios académicos desde la perspectiva del clientelismo, e incluso tampoco sobre su situación política actual; en segundo término, Álvaro Obregón, junto con Venustiano Carranza han sido las únicas delegaciones que desde el inicio de la hegemonía del PRD en la Capital (2003), no han tenido alternancia y han sido controladas por una misma corriente interna dentro del PRD, la Izquierda Democrática Nacional y Nueva Izquierda, respectivamente. No obstante, debido a que a inicios de 2015 el ex Delegado Leonel Luna se desprende de la IDN de Bejarano, la delegación queda en manos de su propio grupo. No es extraño entonces, que el panorama de hegemonía interpartidista; el control político sobre los líderes locales y la creencia del predominio del PRD en Álvaro Obregón sobre los otros partidos, den como resultado en este trabajo un escenario bastante favorable para las actividades clientelares por parte del grupo que gobierna. 7 En lo que se refiere a la metodología empleada, para los dos capítulos empíricos se utilizó el estudio de caso y las principales herramientas de obtención de datos de la etnografía: la observación participante y la entrevista. Respecto al tercer capítulo, el caso se compone de un conjunto de once unidades de observación (intermediarios), mismos que fueron incorporados por medio de una selección no probabilística orientada hacia la investigación cualitativa conocida como: “en cadena”, “por redes”, o bien, “bola de nieve” (Sampieri, et.al. 2010). Mientras que la red del intermediario abordada en el capítulo cuarto fue elegida por ser una estructura típica de red construida a base de lazos de parentesco, vecindad y amistad, la cual destaca por expandir su influencia hasta en once unidades territoriales. Como se describe en el cuerpo del trabajo, la estrategia del grupo gobernante ha estado encaminada a impulsar, e incluso crear este tipo de redes, a fin de tener una estructura territorial en la mayoría de las unidades territoriales de la delegación, que le provean de apoyo político-electoral. Por su parte, cabe destacar que se ha empleado de forma reiterada el Análisis de Redes Sociales en el estudio, a fin de visualizar e interpretar con indicadores propios de este enfoque, las relaciones políticas y clientelares. El Análisis de Redes Sociales ha estado presente en trabajos sobresalientes sobre el clientelismo desde los setenta, por ejemplo, con James Scott (1972) o Carl Landé (1977), hasta estudios más recientes como los de Auyero (2001, 2002) y Aguirre (2012). Incluso, parte del lenguaje empleado en esos estudios ha sido sustraído de ese enfoque y sus indicadores sirven como una útil herramienta para el análisis. Además, una ventaja de esta perspectiva académica, es que une los niveles micro y macro a partir de actores que actúan como “estructuras puente” entre ambos (Granovetter, 1973; Requena, 1989). Finalmente, cabe mencionar que siguiendo la línea de estudios sobre relaciones clientelares que dan voz a los actores en espacio y tiempo real, se han modificado los nombres de los entrevistados, de los promotores del voto, así como de todas las personas de las que se tuvo conocimiento que tomaron el papel de clientes durante las elecciones de junio 2016. Además, los nombres de las colonias de los once intermediarios entrevistados también han sido modificados, buscando con ello mantener la identidad de los confidentes en el anonimato, tal y como se les hizo saber antes de compartir sus experiencias, apreciaciones y evaluaciones. En ese sentido, agradezco la confianza otorgada por ellos, en 8 especial por Alfredo, -quien fungió como confidente principal-, y sin su apoyo, este trabajo no habría tenido el nivel de profundidad alcanzado. Mayo de 2017 9 I. Clientelismo político e intermediación clientelar Introducción Como ocurre con gran parte de la terminología empleada en ciencias sociales, actualmente el fenómeno del clientelismo político también adolece de un concepto único o consensuado por las disciplinas que lo estudian, así como por las respectivas corrientes y enfoques que a su vez las componen. Entre las causas que han sido identificadas en este trabajo como responsables de la ambigüedad, sobresale la confusión con fenómenos políticos relacionados, -tales como la compra de voto o el patronazgo-, así como el empleo del término para describir una variedad amplia de intercambios, con lo cual su aplicación trasciende distintos niveles analíticos, dando por resultado a la vez un concepto pobre y difícil de manejar debido a su estiramiento (Hilgers, 2011). El problema no es nuevo, ya desde los años setenta con el fuerte interés que despertó el fenómeno en la ciencia política, los trabajos que adoptaron al clientelismo como categoría para sus estudios incrementaron exponencialmente, y con ello el interés de llevarlo a distintos niveles más allá de las relaciones interpersonales, -ámbito en el que hasta entonces había permanecido-. Este hecho motivó a Kaufman (1974) a escribir sobre la confusión que ya existía entonces, particularmente al adaptar el concepto a relaciones complejas como era la interacción entre grupos, grandes organizaciones, sistemas políticos nacionales y hasta sistemas internacionales. Otro aspecto que es digno de destacar como factor que ha contribuido a la confusión del término es su empleo cotidiano, específicamente como un descalificativo. Desde un enfoque etnográfico se ha llamado la atención sobre la estigmatización que padecen los pobres urbanos por estar inmersos en redes de esa naturaleza, lo que ha llevado a hablar de una “doble victimización”. En primer lugar, estos sectores son victimizados debido a su situación de carencia y, en segundo término, por su participación en intercambios clientelares (Torres, 2008). Asimismo, el clientelismo es portador de una fuerte connotación peyorativa que es fácil de advertir en los medios de comunicación, lo cual lo convierte además de un epíteto de reprobación, en un arma muy común de desacreditación de los contrincantes políticos. Al respecto Becker escribe: 10 Ciertas prácticas políticas se vuelven “clientelares” porque son politizadas y denunciadas como tales por ciertos agentes sociales que se posicionan de esa forma en el campo político. Así, partidos políticos acusan a sus contrincantes; intelectuales, organizaciones no gubernamentales (ONG), u otras organizaciones internacionales toman partido en la batalla política y se vuelven emprendedores de moral.1 No obstante, la noción intuitiva del clientelismo como un intruso patológico en la era de la “calidad de la democracia”, se encuentra en concordancia con diversos enfoques académicos que han destacado el impacto negativo que éste representa para la vida democrática, o al menos con su incompatibilidad. En el ámbito electoral se ha acentuado que el clientelismo evita que se utilicen las elecciones y la autonomía del sufragio para expresar las preferencias reales de los ciudadanos (Rouquié, 1986; Stokes, 2005; Abente y Diamond, 2014). De esa forma pueden afianzarse en el poder, políticos que usan recursos públicos para mantenerse en su posición por más tiempo de lo que deberían (Magaloni, 2014, Stokes, 2007). Clientelismo y democracia también han sido vistos como formas opuestas de representación: el primero selectivo y cerrado al ámbito de los grupos políticos y sus clientelas, mientras que la segunda en su perspectiva ideal, abierta a la representación de intereses diversos y garantía de los bienes que están incorporados a la ciudadanía (Piattoni, 2001). En el ámbito de la sociedad civil se ha dicho que las relaciones clientelares impiden la organización autónoma de la misma (Heredia, 1992, Tejera, 2015). Mientras que en lo que atañe al aspecto económico, se sostiene que retarda su crecimiento al no proveer de bienes públicos de forma universalista, ya que distorsiona los esfuerzos de reducción de la pobreza por su naturaleza selectiva (Magaloni, 2014; Stokes, 2005, 2007). La relación entre clientelismo y democracia puesta en la mesa de discusión por O’Donnell desde hace dos décadas, sigue dejando ver claramente la naturaleza “elástica” y persistente del clientelismo visto como una institución. En ese sentido, no basta qué tan institucionalizadas estén las democracias en sus aspectos formales, si no se presta la atención suficiente a este otro tipo de instituciones, las informales: “Muchas poliarquías nuevas no carecen de institucionalización, pero una fijación con las organizaciones complejas y altamente formalizadas nos impide ver una institución extremadamente 1 Citado en Combes (2011, p.28). 11 influyente y muchas veces encubierta: el clientelismo y, en forma más general, el particularismo” (O’Donnell, 1996, p.9). Visto desde esa óptica, el clientelismo coincide con las propiedades con las que las instituciones informales han sido caracterizadas por autores como Helmke y Levitsky, en el sentido de que son “…reglas socialmente compartidas, usualmente no escritas, las cuales son creadas, comunicadas y reforzadas fuera de los canales oficiales de sanción” (2006, p.5).2 Una relación clientelar se sostiene en un acuerdo no oficial basado en el intercambio y la reciprocidad, -aunque no por ello es necesariamente ilegal-, antes bien, posee sus propios mecanismos de control y sanción, tales como son el manejo de lealtades y el empleo de operadores políticos para monitorear a los actores, dinámicas que se desarrollan fuera de canales jurídicos oficiales. El dejar de concebir al clientelismo como un fenómeno transitorio o propio de los márgenes de la civilización moderna, no sólo es pertinente sino necesario. La persistencia del clientelismo ha dado vida a interpretaciones que lo vinculan ampliamente con las condiciones actuales. De esa manera, para ne -Ayata (1997) lo que explica su subsistencia es una tensión entre la política moderna que da poder al individuo atomizado para participar de forma activa en la vida pública, y la vez, un mercado que lo restringe dada su desigualdad. La ansiedad y la inseguridad que se crea en este contexto deja desprotegido al individuo de bajos recursos, lo cual le lleva a crear un sentido de pertenencia en la “comunidad imaginada” de las relaciones de clientela. Por su parte, Levitsky (2007) destaca que el proyecto económico neoliberal puesto en práctica en América Latina durante las últimas décadas, no sólo es compatible con el clientelismo, sino que incluso en algunos casos facilitó su implementación gracias a que los gobiernos reformistas contaron con el apoyo político de sus seguidores incondicionales, - particularmente pobres-, en el proceso de adelgazamiento del Estado. Como puede apreciarse, el estudio del clientelismo político abre distintas brechas de interés intelectual, no obstante, siendo el propósito de este trabajo tomar el concepto como 2 “We define informal institutions as socially shared rules, usually unwritten, that are created, communicated, and enforced outside officially sanctioned channels”. En el original (Cursivas de los autores). Se aclara al lector que, en lo sucesivo se colocará el texto original de las citas traducidas del inglés en notas al pie de página, de manera que sirva para cotejar el texto original. 12 marco teórico de referencia para analizar los vínculos políticos dentro de una zona de la Ciudad de México, este primer capítulo se limita a plantear un panorama conceptual general sobre el tema. Asimismo, en él se abordan algunos fenómenos políticos ampliamente relacionados con el clientelismo, a fin de señalar sus diferencias y especificar por qué razón no deberían considerarse como tales. Posteriormente se traza un somero recorrido histórico por el que ha transitado el clientelismo en la academia, deteniéndose en las dos grandes tradiciones que destacan en su estudio, así como en algunos enfoques sobresalientes. Finalmente, se trata el tema de la intermediación como un elemento imprescindible de las relaciones clientelares en la actualidad, planteando primero una visión estructural de lo que esta actividad significa y posteriormente caracterizando a sus actores a partir de algunos trabajos empíricos. 13 El clientelismo político Si bien los vocablos clientela y clientelismo tienen sus orígenes en una relación económica y política existente desde la antigua Roma (Borja, 2012), donde la ley reconocía un vínculo personalizado entre clientes cliens y patrones patronus (Deniaux, 2006), el concepto contemporáneo de clientelismo es producto del siglo pasado.3 Algunos de los elementos con los cuales antropólogos y sociólogos desde mediados del siglo veinte caracterizaron a ese tipo de relaciones personales, se anclaron a un término dinámico que ha cambiado a lo largo del tiempo. Eisenstadt y Roniger (1980, 1984) formularon en los años ochenta probablemente el concepto de clientelismo más reconocido hasta entonces (Piattoni, 2001), el cual incorporaba un sumario de rasgos identificados por trabajos previos de autores influyentes (Piattoni, 2001; Hilgers, 2011). Tomando como una guía los estudios de ambos y autores, y en particular los de Luis Roniger, en este trabajo se propone entender a las relaciones clientelares como “lazos verticales basados en la desigualdad y diferencias de poder” de los actores (Roniger, 1990, p.3),4 los cuales se caracterizan por el intercambio recíproco de bienes y servicios.5 Asimismo, estas relaciones mantienen un conjunto de “características básicas” como son: ser personales, selectivas, difusas, informales y duraderas. Los actores del clientelismo son: el patrón o político que provee de recursos, - generalmente públicos-, así como acceso preferencial y discrecional a servicios del Estado (Kitschelt y Wilkinson, 2007); el cliente o individuo de menor estatus socio económico que provee apoyo político en el intercambio, además de su voto personal; finalmente, el intermediario o broker que estructuralmente se posiciona entre ambos, y es el encargado de posibilitar su vínculo gracias a la constante relación cara a cara con los clientes. Su papel es 3 En cuanto a su origen etimológico, se sabe que la palabra deriva de cliens, no obstante, como Corzo (2002) lo señala, el problema es saber cuál fue la voz antecesora, ya que se le ha vinculado con tres verbos con significados disímiles: clinere (apoyarse en); cluere (el que está atento a) y colere (habitar con). Aunque los dos primeros se podrían relacionar intuitivamente con el significado actual del término, en realidad su origen sigue siendo una incógnita. 4 “…they are “vertical” (i.e., hierarchical) bonds based on inequality and power differences.” En el original. 5 Para Roniger (1990), los recursos y servicios que se intercambian son de dos tipos: instrumentales (por ejemplo: económicos y políticos), así como expresivos (por ejemplo: promesas de lealtad y solidaridad). 14 especialmente indispensable en contextos de grandes redes políticas donde es difícil que el patrón pueda mantener relación directa con su clientela (Stokes, 2013).6 El intercambio recíproco entre clientes y patrones trasciende el aspecto material o instrumental, adentrándose en un mundo simbólico donde no sólo se intercambian objetos, sino sentimientos y valores. En ese universo interpretativo que ha sido estudiado desde distintos enfoques, como es el de la economía moral, “Si la dimensión moral” de los bienes recibidos no se percibe como equivalente al compromiso demandado por los patrones, los clientes pueden desertar” (Vommaro y Combes, 2016, p.149). De esa forma, es posible comprender cómo una relación basada en la desigualdad y asimetría que media entre los actores, pueda seguir reproduciéndose a través del tiempo. Asimismo, la naturaleza de los acuerdos clientelares es personal, -a diferencia de los vínculos entablados entre grupos-, debido a lo cual el concepto parte de un nivel de análisis micro sociológico. “Que el clientelismo sea una relación personal es significativo en tanto que permite su diferenciación de otro tipo de intercambios. Esto, a su vez, lo circunscribe a un nivel analítico donde el concepto tiene poder descriptivo. Las relaciones clientelares funcionan al más bajo nivel analítico de actores políticos individuales” (Hilgers, 2011, p.573).7 El carácter personalizado de estas relaciones también las convierte en selectivas; es decir, dirigidas y afianzadas sólo entre sujetos que responden positivamente a su dinámica, por lo que gran parte de los individuos no pertenecen a ellas o están relacionados sólo de forma indirecta (Roniger, 1990).8 Lo informal de los vínculos de clientela se debe a que son acuerdos o negociaciones no reguladas por mecanismos legales, -a veces siendo más sobrentendidos que explícitos-, 6 En un trabajo reciente Combes y Vommaro (2016) proponen una innovadora forma de abordar al clientelismo, -en una suerte de meta evaluación de los estudios clientelares-, donde además de los actores clásicos, incluyen en su definición a los “observadores exteriores” tales como intelectuales, expertos y competidores políticos en tanto agentes de denuncia de esas prácticas. 7 “That clientelism is a personal relationship is significant in that it allows for differentiation from other types of exchanges. This, in turn, circumscribes the analytical level at which the concept has descriptive power. The clientelistic relationship functions at the lowest analytical level of individual political actor”. En el original. 8 Andreas Schedler y Laura Manrique (2004) escriben al respecto: “Por definición, el clientelismo es una empresa excluyente. Maneja la escasez no con base en criterios universalistas, sino particularistas. Incluye sólo a un círculo interno de seguidores leales, mientras que excluye a todos los que son ajenos y que carecen de los contactos adecuados o las actitudes correctas para participar en el intercambio de derechos por bienes. Deja afuera a todos aquellos que no conocen a los intermediarios indicados, así como a los que se rehúsan a jugar el juego asimétrico de la generosidad y el agradecimiento” (p. 87). 15 aunque esto no quiere decir que sean ilegales per se. El empleo de la discrecionalidad en el manejo de recursos públicos permite a patrones e intermediarios fijar sus propios criterios en la transferencia de recursos estatales (Torres, 2008), con lo cual tienen una amplia posibilidad para dirigirlos hacia sus propias clientelas. Asimismo, el clientelismo se sostiene en vínculos difusos en tanto que su propia informalidad los convierte en polivalentes, de forma que los roles que adoptan los actores no están fijamente definidos (Scott, 1972; Graziano, 1980; Roniger 1990). Finalmente, cabe destacar que la relación que se establece entre los actores del clientelismo no es circunstancial. No se trata de una transacción fija, sino de una serie de interacciones que toman vida a lo largo del tiempo (Hilgers, 2011), por lo que esas relaciones también son duraderas. La permanencia de los actores en la relación a lo largo del tiempo es uno de los aspectos más llamativos del fenómeno clientelar, así como punto de partida desde el cual se han generado diversas interpretaciones para entender su dinámica de reciprocidad y compromiso, algunas de las cuales se abordarán en este trabajo más adelante. Hasta ahora el apartado se ha limitado a plantear lo que se entiende por clientelismo político, así como las características que se consideran centrales para poder diferenciarlo de fenómenos similares. Se ha elegido este concepto, en primer lugar, dado que se desprende de una tradición con amplio reconocimiento y trayectoria, la cual está interesada en el estudio del clientelismo de forma amplia, y no sólo limitada a un tipo específico de países o sistemas políticos. En segundo lugar, parece pertinente el uso de un concepto que, -a diferencia de otros términos contemporáneos-, no presupone la maximización de utilidad como elemento central en el proceder de los actores, cuando se ha demostrado que no siempre es así (Auyero, 1997). Finalmente, la propuesta planteada se diferencia de otros enfoques actuales que pretenden reducir la relación clientelar a un momento estático, aislando de su dinámica sólo el momento de intercambio material en periodos electorales, como es el caso de la compra de voto (Combes, 2011). 16 Individuos, redes y máquinas políticas: niveles analíticos en el clientelismo Se ha dicho hasta el momento que la forma más elemental mediante la que operan las relaciones clientelares es a nivel de interacciones personales, debido a lo cual el lector se podría preguntar ¿Cómo es que el fenómeno logra movilizar coordinadamente grandes cantidades de la población por medio de clientelas? La propuesta que se plantea a fin de explicar la extensión de las relaciones a mayor escala implica el agregado de esos vínculos particulares en estructuras más acabadas, formando clusters y pirámides, hasta constituir redes políticas de mayor amplitud. A su vez, una estructura más compleja relacionada con las redes clientelares son las “maquinas políticas”, último nivel de agregación en que se abordarán las relaciones de clientela en lo sucesivo. A lo largo del tiempo que lleva el clientelismo como categoría de análisis en la ciencia política, han surgido diversas propuestas para etiquetar como clientelares a grupos, organizaciones, sistemas políticos, países, etc., lo cual ha sido evidenciado y criticado por autores como Kaufman (1974), Landé (1977), Rouquié (1986), Roniger (1990), Hilgers (2011). Y si bien, fue una pretensión que compartieron diversos autores desde hace décadas, se puede considerar al politólogo Luigi Graziano como uno de los más representativos de esa corriente. La interpretación que hizo Graziano (1976, 1980) sobre los estudios en torno a las diadas de Simmel, le abrió la puerta para sostener que estas seguían siendo relaciones entre dos “sujetos”, no importando la composición de sus miembros. También sostuvo que, con la modernización de los estados y el paso de un clientelismo tradicional a otro moderno, se transitaba de las relaciones entre individuos a los vínculos inter-burocráticos, lo que llamó las “nuevas clientelas”. Con lo propuesto por Graziano y quienes tienden a ver el fenómeno de esa manera, el clientelismo deja de ser individual y pasa a tener como protagonista a colectivos dentro de una dimensión categórica o “categorial” (Rouquié, 1986). Aunque más problemático es el nivel de generalización y abstracción que se lleva a cabo al considerar a grupos enteros y complejos como clientelares, cuando podría ser que sólo algunos de sus integrantes, líderes o representantes sean quienes actúen de esa manera. Al respecto se ha escrito: A pesar de la inexactitud de atribuir una relación interpersonal a una entidad, debe ser difícil, -dada la complejidad de la “organización”-, que ésta sea estrictamente clientelar. Para ser precisos, existen organizaciones cuyas relaciones sociales centrales son clientelares, 17 pero incluso éstas también inician con otras funciones, contienen otras relaciones y tienen otros objetivos tan rápido como comienzan a existir (Hilgers, 2011, p.579).9 A fin de no caer en esa imprecisión, lo que se sugiere como una manera certera de acceder a la observación de los vínculos clientelares, es partir del estudio del comportamiento de sus actores en lo individual, aunque estos formen parte de grandes colectivos. En ese sentido, un grupo o institución podría estar relacionada con un patrón político de forma clientelar sólo vía sus líderes o coordinadores (Torres, 2008), quienes negocian de forma personal incentivos individuales, lo cual no significa que toda la organización proceda mediante esa lógica. Partiendo de ese entendido se evitaría caer en la simplificación de nombrar como clientelar a todo un colectivo, en especial cuando éste sea complejo y no se dedique sólo a intercambiar beneficios individualizados. Por su parte, una forma mediante la cual se ha explicado el tránsito del nivel interpersonal al de estructuras más complejas, es por medio de interacciones que generan andamios verticales más extensos, mismos que conforman pirámides y redes (Hilgers, 2011). La extensión de las relaciones de clientela siguiendo esa lógica se remite a trabajos pioneros en ciencia política (Scott, 1972; Landé, 1977), donde se definió a un cluster clientelar como aquella estructura donde los clientes están directamente relacionados con un patrón de forma vertical. Mientras que las pirámides se componen de la extensión descendiente de un cluster, el cual puede contener a su vez varios de éstos, aunque relacionados por medio de un patrón en la cima.10 9 “Notwithstanding the conceptual inaccuracy of ascribing an interpersonal relationship to an entity, it would be difficult, given the complexity of "organization", to find an organization that is strictly clientelistic. To be sure, there exist organizations whose central social relationships are clientelistic, but even these either begin with other functions or come to contain other relationships and have other aims almost as soon as they come in to existence.” En el original. Ilustración 1. Estructuras de la relación patrón-cliente Fuente: Scott, James. (1972). Patron-Client Politics and Political Change in Southeast Asia 18 Cabe destacar que la terminología empleada por estos autores proviene de los trabajos de Barnes, a quien citan constantemente y es considerado uno de los pioneros del Análisis de Redes Sociales (ARS); enfoque que posee la cualidad de unir los niveles micro y macro gracias a que las relaciones interpersonales logran constituir “estructuras puente” entre ambos (Granovetter, 1973; Requena, 1989). Sin embargo, independientemente de que se parta de la metodología y teoría propia de ese enfoque, queda claro que en la actualidad una cantidad considerable de autores recurren a la idea de la red como forma de aprehender y explicar la organización de las estructuras clientelares (Adler, 2004; Hilgers, 2011; Auyero, 2002, 2012; Aguirre, 2012; Stokes et. al., 2013; Magaloni, 2014; Zarazaga, 2014; Hagene, 2015; Tejera, 2016).11 En ese sentido, las redes clientelares se han definido “…como formas de interacción sociopolíticas entre ciudadanos y políticos, caracterizadas por el intercambio de bienes y servicios, por votos y apoyo político” (Tejera, 2016, p. 67). Finalmente, resta por abordar un actor que ha ido de la mano de los estudios clientelares en ciencia política desde sus orígenes y que constituye un nivel más de análisis para visualizar las relaciones clientelares de forma extensa: las máquinas políticas. Estas estructuras fueron caracterizadas por Scott (1969) como partidos políticos desideologizados en el poder que buscan asegurar y conservar a sus líderes en el gobierno. De acuerdo con el estudio de las máquinas dirigidas por el boss estadounidense de los años veinte y treinta, el autor llama la atención al advertir que más allá del tipo de control ejercido por esas estructuras, las maquinas se distinguen por el tipo de red u organización que las sostienen, ya que éstas se basan en relaciones particularistas que dirigen beneficios hacia individuos y familias. Las cuestiones públicas son abstractas y lejanas, los problemas privados son extremadamente concretos e inmediatos. La máquina no funciona adecuadamente apelando en general a los grandes intereses públicos, sino mediante relaciones directas, semifeudales, entre los representantes locales de la máquina y los electores de su barriada. Las elecciones se ganan en el barrio. (Merton, 1984, p.150). 10 Como puede apreciarse, en estos estudios la figura del intermediador aún no es considerada como parte sustantiva de la relación. Bastarán las siguientes dos décadas para que éste sea tenida en cuenta como fundamental. 11 Larissa Adler (2004) llega a caracterizar al sistema político mexicano durante la época hegemónica del PRI como un modelo clientelar vertical a manera de red, el cual podía visualizarse como un conjunto de estructuras piramidales en cuya cabeza se encontraba el patrón principal, es decir, el Presidente de la República. 19 También se ha considerado que, la composición de las máquinas políticas actuales se sostiene a base de complicadas redes de relaciones interpersonales (Stokes, 2005). Las subestructuras que se forjan a nivel local o de vecindario se entretejen en redes más amplias que a su vez dan vida a esas máquinas, tal como lo manifiesta Médard: “La máquina política puede analizarse en el plano estructural como una pirámide de clientelas”.12 Y si bien para Scott y Stokes un partido clientelista y la maquina política que lo sostiene pueden fundirse en el mismo fenómeno, también podrían ser analizadas como estructuras diferenciadas, como Héctor Tejera (2016) observa en el caso del PRD en la Ciudad de México, ya que cada facción perteneciente al partido, actúa a base de una organización propia. En lo que respecta a las bases de apoyo que nutren a las máquinas, Merton (2002) escribe en un trabajo ya clásico, que éstas podían relacionar a los boss norteamericanos con empresarios a cambio de exenciones políticas y económicas, sin embargo, los principales destinatarios en la relación eran los menos favorecidos. Inmigrantes extranjeros, minorías mal integradas y barrios pobres (Ruoquié, 1986) constituían los principales grupos sociales que empleaban el sufragio como “mercancía negociable”. Esa visión no difiere de la de hoy en día, ya que se sigue señalado a los pobres como los actores más proclives a entrar en un intercambio clientelar (Stokes, 2005; Magaloni, 2014), siendo que las relaciones de clientela con otros sectores sociales, en especial con la clase media, no se ha estudiado a fondo y permanece como parte de una agenda pendiente (Combes, 2011; Vommaro y Combes, 2016). 12 Citado en Combes y Vommaro (2016, p.58). 20 Lo que no es clientelismo Que el clientelismo sea visto como un tipo de relación personal y duradera mediante la cual se intercambia una amplia variedad de bienes y servicios es relevante, en tanto permite diferenciarlo de otro tipo de fenómenos con los cuales se le suele relacionar y hasta confundir. Es por eso que en este apartado se abordan someramente cuatro formas de intercambios políticos vinculados con las relaciones de clientela a fin de marcar sus diferencias. Se busca con ello conservar su capacidad explicativa sin caer en equívocos, sea por limitación o alargamiento conceptual. Los conceptos abordados son: patronazgo, compra de voto, corporativismo y el pork barrel. El primer inconveniente para diferenciar al patronazgo del clientelismo es de orden lingüístico, ya que ambos términos suelen ser empleados de forma intercambiable, pero más aún, debido a que el primero es más comúnmente utilizado en países de habla inglesa, mientras que el clientelismo es preferido en países de tradición romántica, como lo explica Simona Piattoni (2001).13 Se puede decir que el patronazgo corresponde a un tipo de intercambio más limitado que el clientelismo. Para algunos autores lo que los diferencia es que el segundo permuta bienes diversificados y de distintos orígenes, mientras que el patronazgo se limita a asignar cargos gubernamentales y recursos públicos a cambio de apoyo político. En ese sentido el patronazgo estaría contenido dentro del clientelismo (Stokes, 2007; Shröter, 2010). No obstante, también hay quienes acotan las facultades del patronazgo a la asignación discrecional de cargos públicos (Scott, 1969; Hilgers, 2008, 2011; Grindle, 2012). Esta postura parece la más viable en un contexto donde impera el empleo discrecional en la asignación de recursos públicos y la dificultad de conocer de dónde provienen dichos recursos, sea del partido; de las instancias administrativas o del bolsillo personal de candidatos y gobernantes. En ese sentido, ante la dificultad de diferenciar si los recursos empleados por el clientelismo son públicos o no, se optará por entender al 13 A su vez, existen diferencias semánticas entre su uso en Gran Bretaña, donde no se le considera propiamente una relación negativa entre los representantes y su electorado, mientras que la visión europea continental y norteamericana suele verlo como un uso arbitrario de posiciones de poder para repartir empleos y bienes (Schröter, 2010). 21 patronazgo en este trabajo como la asignación de cargos públicos, a cambio de apoyo político. En lo que respecta a la relación entre corporativismo y clientelismo, además del problema abordado anteriormente de considerar a todo un grupo como actor dentro de una relación clientelar,14 subyace la cuestión de la incompatibilidad en cuanto atributos de los dos fenómenos. El corporativismo hace referencia a un sistema de intermediación y representación de intereses (Schmitter, 1992, 1992a; Hilgers, 2011) mediante el cual, las unidades que le dan vida están ordenadas de forma jerárquica, diferenciadas por funciones, así como reconocidas, autorizadas, o bien, creadas por el propio Estado (Schmitter, 1992). En ese sentido, el carácter personal, selectivo, difuso y no reconocido del clientelismo discrepa con el ordenamiento y reconocimiento propio de una relación corporativa.15 Por su parte, el término compra de voto, vote buying, es otro fenómeno ampliamente usado como sinónimo de clientelismo (Hagene, 2015), el cual se ha concebido como un tipo de intercambio más acotado que el clientelar o contenido dentro de éste (Stokes, 2007), donde se intercambia dinero, bienes o servicios a cambio del voto personal, aunque en un espacio temporal limitado a horas o días antes de una elección (Hilgers, 2008).16 A su vez, la compra de voto se diferencia del clientelismo en tanto que éste se compone de una serie de interacciones a lo largo del tiempo, -no sólo dentro de periodos electorales-, mismas que requieren ser organizadas a través de largas cadenas de lealtades, tal como se explica en las siguientes líneas: Esta relación continua necesita estar incrustada en una densa red organizativa. Los partidos emplean intermediarios de partido y patrones locales para adquirir conocimiento local sobre los votantes: quién pertenece a la base partidista, qué tan fuerte es la adhesión partidista de los votantes, y cuáles son sus necesidades. Cuando el clientelismo no está sostenido por una 14 Ver supra, 15-16 pp. 15 Gisela Zaremberg (2011) caracteriza a la relación corporativa entre el PRI y sus sectores durante su periodo hegemónico como “formal”, a diferencia de las relaciones “informales” que construyeron las pequeñas organizaciones de comerciantes ambulantes fragmentadas después de la alternancia en el Distrito Federal. 16 En un interesante trabajo en el poniente de la Ciudad de México, Turid Hagene (2015), propone desde un enfoque etnográfico algunas diferencias entre clientelismo y compra de voto, siendo una de las más sobresalientes, el que la compra de voto es percibida por los integrantes de redes clientelares como una dinámica ilegítima y escurridiza, a diferencia del clientelismo percibida como legítima y estable. 22 red organizativa, degenera en compra de voto en el mercado de pago al contado, lo cual es una estrategia mucho más riesgosa. (Magaloni, 2014, p.255).17 Finalmente, la política del pork barrel es una expresión que se comienza a usar en los años setenta en Estados Unidos (Corzo, 2002), la cual hace alusión a una relación entre políticos y electores donde los primeros promueven políticas públicas y beneficios de forma selectiva hacia distritos o zonas geográficas de interés, aunque los costos de las mismas sean cubiertas por el total de los electores (Stokes, 2007; Hilgers, 2008). Si bien esta estrategia coincide con el clientelismo al ser un tipo de intercambio selectivo, -ya que se entiende que por medio del pork barrel los políticos agradecen el apoyo recibido en las urnas a ciertos electores (Corzo, 2002)-, también pueden ser diferenciados ambos fenómenos en tanto que no se trata de relaciones personales, ya que todos los electores pertenecientes al distrito o zona favorecida reciben beneficios que no son divisibles ni excluibles (Abente y Diamond, 2014). 17 “These ongoing relationships need to be embedded in a dense organizational network. Parties employ party brokers and local patrons to acquire local knowledge about voters: who belongs to the core base, how strong are voters’ partisan attachments, and what is the nature of their needs. When clientelism is not sustained by an organizational network, it degenerates into vote buying on the spot market, which is a far more risky strategy.” En el original. (Cursivas de la autora) 23 Origen y desarrollo de los estudios sobre el clientelismo El origen de las investigaciones sobre el fenómeno clientelar se remite a los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, proveniente de la antropología y la sociología inglesa y americana. El interés en la relación patrón-cliente surge como un intento por comprender los patrones básicos de interacción social dentro de pequeñas comunidades rurales, buscando con ello explicar temas como el conflicto, las relaciones de reciprocidad (Moreno, 1999) y cómo los vínculos personales modelan las relaciones políticas (Vommaro y Combes, 2016).18 Si bien, existieron estudios antropológicos precedentes llevados a cabo en comunidades africanas (Foster, 1977), los trabajos que se consideran pioneros en el tema se desarrollaron en la zona del Mediterráneo, América Latina y el sudeste asiático (Scott, 1972; Eisenstadt y Roniger, 1980).19 Luego de la Segunda Guerra Mundial, de ambos lados del Atlántico, pero más aún en el mundo anglosajón, jóvenes doctorados en antropología comenzaron a trabajar terrenos hasta entonces poco estudiados por sus predecesores. De este modo, Asia, las “sociedades mediterráneas” -como se las llamó desde entonces- y América Latina fueron laboratorios de análisis del funcionamiento social y político de las sociedades occidentales. En ese contexto, corrientes ya establecidas -como el funcionalismo, el marxismo, y la teoría de la modernización- fueron a la vez brújulas orientadoras de la construcción de problemáticas de investigación e interlocutores criticados en función de los desafíos conceptuales de los campos abordados. (Vommaro y Combes, 2016, p.34.) Por su parte, lo que ha sido considerada la primera etapa de estudios sobre el clientelismo en ciencia política se manifestó en la década de los sesenta e inicios de los setenta (Roniger, 2004; Kitschelt y Wilkinson, 2007). Los autores pertenecientes a este periodo se caracterizaron por la pretensión de diversificar y ampliar el ámbito de aplicación 18 Tres trabajos destacados de la época son los de Edward Banfield, George Foster y Pitt Rivers. El primero describió en Moral Basis of a Backward Society de 1955, el tipo de relaciones sociales y de parentesco que primaban en un pueblo del sur de Italia al que llamó Montegrano, en la región de Basilicata. Por su parte Foster aborda detalladamente en Empire's Children: The People of Tzintzuntzan de 1948, y en publicaciones sucesivas, el tipo de acuerdos diádicos simétricos y asimétricos que se desarrollaban entre personas del mismo y distinto nivel socioeconómico en un poblado del poniente de México. Finalmente, una obra que se considera precursora de la antropología en España es The People of la Sierra de 1954, donde el investigador británico Julian Pitt-Rivers se interna en el conocimiento de la estructura social de una comunidad rural de la sierra de Cádiz en pleno franquismo. En los tres estudios se hallan coincidencias significativas (Foster, 1977), sin embargo, lo que más podría interesar para los fines de este trabajo, son: el sistema de compadrazgo y patronazgo; las relaciones centro-periferia; así como las relaciones personales de asimetría y lo que Pitt- Rivers llama lopsided friendship o amistad coja (Rouquié, 1986). 19 Para un acervo amplio sobre los primeros estudios que abordan la relación patrón-cliente ver Eisenstadt y Roniger (1980). 24 del concepto, pasando de los estudios de caso detallados al de los sistemas políticos, así como la comparación entre éstos. Autores que al decir de Roniger (2004) realizaron estudios innovadores en esta época fueron: René Lemarchand, Luigi Graziano, Keith Legg, James Scott y Carl Landé. Dado el cambio de nivel analítico que significó transcender de estudios micro- sociales a otros de mayor escala, fue evidente que los rasgos con los que antropólogos y sociólogos habían caracterizado al clientelismo eran rígidos y en el peor de los casos incompatibles, debido a lo cual fueron modificados. De esa forma se transitaba de “…relaciones personales diádicas o triádicas semi institucionalizadas en pequeñas comunidades, o en entornos más organizados, -como varias agencias burocráticas-, hasta relaciones sociales relativamente libres y menos rígidas, a menudo organizadas en redes complejas y conectadas por brokers, así como a camarillas y facciones en máquinas políticas. (Eisenstadt y Roniger, 1980, p.43.)20 En efecto, surgieron nuevas propuestas teóricas para las cuales el clientelismo no quedaba circunscrito a las relaciones interpersonales. De hecho, los politólogos de esa época asumieron las relaciones clientelares como transitorias, mismas que desaparecerían con el desarrollo, la modernización y la democracia, dado que representaban un fenómeno de las sociedades tradicionales. En ese sentido, Alex Weingrod y Luigi Graziano (1977), propusieron una bifurcación que distinguía entre un clientelismo “tradicional” o de los notables, y otro vinculado con los nuevos partidos de masas, -y que según Graziano-, prescindía del tipo de relaciones interpersonales, el cual tomó el nombre de clientelismo “moderno” o de partido.21 20 “This change came first of all from the extension of the objects of these studies from relatively limited, dyadic, interpersonal, semi-institutionalized relations between a single patron and one or several clients to a broader variety of social relations and organizations. These ranged from semi-institutionalized personal dyadic or triadic relations in small communities or in more organized settings like various bureaucratic agencies to relatively loose, less rigidly prescribed social relations, often organized in complex networks and connected by brokers, as well as to loose cliques and factions in political machines.” En el original. (Cursivas mías) 21 Si bien, se esté o no de acuerdo en la diferenciación entre un tipo de clientelismo de tipo tradicional con los rasgos que fueron asentados principalmente por la antropología y otro que tiene como protagonista a los partidos políticos, lo cierto es que ambas categorías no pueden ser mutuamente excluyentes, a reserva de caer en un reduccionismo. Antes bien, es más preciso considerar que ambos tipos conviven de forma simultánea en la actualidad como lo han señalado Rouquié (1986), Schröter (2010) y Torres (2008). 25 Por su parte, una “segunda ola” de estudios durante los años ochenta e inicios de los noventa, -a propuesta de Roniger (2004)-, habla de una expansión en el ámbito de interés del estudio del clientelismo, así como de una toma de conciencia de que no se trataba de un fenómeno transitorio o limitado a sociedades tradicionales, antes bien, constituía un modelo social de intercambio ampliamente generalizado, así como una estrategia de movilización y control.22 Siguiendo al autor antes señalado, se tiene que durante la siguiente década los temas sobre sociedad civil, instituciones informales, así como la relación entre políticos y ciudadanía reavivó el interés por el clientelismo, pero que más allá de ser vistos como principios o de forma ideal, se analizaron de manera realista. Trabajos sobresalientes de esta época son los de Jean-Louis Briquet, Siomona Piattoni, Javier Auyero, Susana Corzo y Mario Caciagli, cuyos temas no discutieron en términos de ausencia o no de clientelismo, antes bien, se enfocaron en los patrones de cambio que experimentaban la sociedad civil, las instituciones políticas y la economía de mercado en relación con el clientelismo (Roniger, 2004). Finalmente, es relevante señalar cómo en lo que va del nuevo siglo se ha asistido a un fenómeno interesante en relación con los estudios clientelares, ya que algunos autores han extraído desechado características de definiciones previas del clientelismo para hacerlo aplicable de forma más amplia (Hilgers, 2011), al tiempo que ponen un fuerte énfasis en cuestiones relacionadas con el ámbito electoral.23 Basados en la teoría de la acción racional y el individualismo utilitarista, estos estudios han generado conceptos cuantitativamente manejables, a despecho de perder otros aspectos considerados básicos (Vommaro y 22 A su vez, Kitschelt y Wilkinson (2007) refieren a una generación interesada en las relaciones clientelares durante los setenta y ochenta que centraron su atención en el estudio de las instituciones y el Estado en relación con el clientelismo, y cuyo representante fue Martin Shefter. De acuerdo con los autores, Shefter realizó una comparación entre países democráticos y no democráticos, observando que donde la burocracia profesionalizó a sus administrativos previamente a la democratización e hizo a las oficinas de gobierno inmunes al soborno, los partidos políticos tuvieron que competir por el voto de los ciudadanos con medidas de distribución programáticas, más que clientelares. Posteriormente, con la expansión del sufragio en esos países después de la llegada de la industrialización, disminuiría aún más el clientelismo. Sin embargo, ambos autores se lamentan de que ese tipo de estudios comparados a gran escala fueron escasos y prácticamente desaparecieron de 1978 a 1990, así como de algunos desaciertos que el propio Shefter había tenido. 23 Por ejemplo: para Susan Stokes, el clientelismo es: “…un método de movilización electoral, el cual defino como el ofrecimiento de bienes materiales a cambio de apoyo electoral, donde el criterio de distribución que el patrón usa es simple: ¿Me apoyaste? ¿Me apoyarás?” (2007, p. 604). Con Kitechelt y Wilkinson se trata de “…el intercambio directo del voto ciudadano a cambio de un pago directo o el acceso continuado a un puesto de trabajo, bienes y servicios” (2007, p.7). Finalmente, con Piattoni se tiene que es “el intercambio de votos y otros tipos de apoyo partidista, a cambio de decisiones públicas con beneficios divisibles” (2001, p. 4). 26 Combes, 2016), lo cual ha dado como resultado un término que se asemeja más una transacción como es la compra de voto. Los politólogos instrumentalistas pasaron del tratamiento del clientelismo en términos de intercambio puro a la definición de otro concepto. Pretenden aislar el momento del puro intercambio material, luego tratan ese intercambio como un puro asunto mercantil y al final reducen los bienes ofrecidos a compra de voto (Combes, 2011). No obstante, ésta no ha sido una postura unívoca en los estudios sobre el tema, ya que persisten concepciones que no conciben al fenómeno como mera estrategia centrada en el intercambio del voto, tal como se abordará en el siguiente apartado. 27 Principales enfoques y corrientes Tradiciones relacional y transaccional A la luz del recorrido llevado a cabo en el apartado anterior es posible identificar la existencia de dos grandes corrientes o tradiciones que han abordado al clientelismo como categoría central en sus estudios. Sin embargo, a pesar de las marcadas diferencias que muestran, es relevante mencionar que éstas no son mutuamente excluyentes (Abente y Diamond, 2014). Si bien éstas corrientes fueron diferenciadas desde hace tiempo por estar relacionadas con distintas disciplinas -la antropología y la sociología, por un lado, abordando las relaciones sociales en sentido amplio; la ciencia política por otro, indagando el impacto del clientelismo en los sistemas políticos- (Moreno, 1999), es a partir del nuevo siglo que sus diferencias se acentúan. La división que se ha señalado coincide con lo que Susan Stokes (2007) llama las dos olas de estudio sobre la temática. La primera de ellas relacionada con el periodo de descolonización y la creación de nuevos estados, la segunda con el proceso de democratización (Abente y Diamond, 2014). Es decir, los primeros estudios se enfocaron a ahondar en las prácticas clientelares dentro de un abanico de naciones con una amplia variedad de regímenes políticos, mientras que la “segunda ola” se concentró en los efectos que tendría el clientelismo sólo en sistemas democráticos. Asimismo, para Stokes existen otros elementos mediante los cuales se diferencian ambas corrientes. Por ejemplo: “…en el uso de las categorías conceptuales básicas; en el modo de análisis empleado; así como sus influencias disciplinarias. La primera ola estuvo inspirada principalmente por la antropología y en segundo término por la sociología, la siguiente por la economía” (Stokes, 2007, p.7.).24 La tradición intelectual ligada a la antropología y la sociología en la actualidad ha sido llamada por Martín Paladino (2014) la corriente “relacional”,25 en cuanto tiene como interés principal ahondar en las relaciones sociales que se generan al interior del ámbito 24 “…in the basic conceptual categories employed; in the modes of analysis used; and their disciplinary influences. The early wave was inspired mainly by anthropology and secondarily by sociology, the later one by economics.” En el original. 25 Los siguientes dos párrafos se construyen a partir de la propuesta del autor. 28 local. “En esta visión internista, el foco analítico está puesto en las relaciones cara a cara captadas en clave etnográfica: el clientelismo como experiencia vivida por quienes participan en las relaciones” (p.105). Esta postura profundiza en los significados de la acción al interior de las relaciones de clientela y en la forma en cómo se produce el intercambio, -más allá de centrar su atención en lo que se intercambia-, lo cual se lleva a cabo desde una metodología cualitativa de interpretación hermenéutica. Por su parte, lo que Paladino nombra como corriente “transaccional” está ligada a la ciencia política y se centra en los efectos del fenómeno hacia el exterior, sobre ámbitos como son la democracia, el gobierno, el desarrollo y la pobreza. La perspectiva teórica que predomina es la acción racional, misma que se aborda desde una metodología cuantitativa y comparada, por lo cual hay quienes han volteado la mirada hacia un concepto fácil de manejar con indicadores cuantitativos ponderables. Dentro de esta tradición se ha puesto un mayor énfasis en el tipo de elementos que se intercambian, así como en el aspecto estratégico de la relación, en particular dentro de coyunturas electorales, donde funciona como un mecanismo de movilización de electores. Es imprescindible señalar que, al interior de cada una de las corrientes existen, a su vez, distintos enfoques para explicar fenómenos tales como la reciprocidad en el intercambio, el compromiso, o bien, de forma más general, las motivaciones que hacen posible la dinámica clientelar a lo largo del tiempo. Siendo éstos, algunos aspectos que se abordarán en el siguiente apartado. 29 Enfoques destacados Uno de los temas que mayor interés ha despertado dentro de las relaciones de clientela es la cuestión de la motivación que impulsa a los actores a mantener relaciones de intercambio clientelar de largo plazo, aun cuando éstas han sido señaladas como paradójicas (Eisenstadt y Roniger, 1980, 1984) dada la desigualdad y asimetría de los participantes. Para la corriente que destaca los rasgos racionales en los intercambios el motor de la relación se sostiene en un conjunto de estrategias encaminadas a maximizar los beneficios personales, de acuerdo con un cálculo costo-beneficio. Auyero (1996) atribuye a George Holmans, Peter Blau y John Elster ser las “fuentes inspiradoras” de esta corriente, misma que en la actualidad tiende a interesarse en el intercambio como estrategias de maximización de utilidades. Desde un primer enfoque dentro de esa corriente, la permanencia en la dinámica clientelar por parte de los actores ha sido interpretada como un problema de acción colectiva o coordinación del voto, el cual impide que los clientes puedan ponerse de acuerdo para retirar el apoyo de forma colectiva a un partido en el gobierno partiendo de la siguiente lógica: …imagine a un votante que enfrenta la siguiente elección: apoyar al partido en el gobierno y recibir transferencias en forma de empleos, ingresos extras, crédito o cosas similares, u optar por la oposición y no recibir ninguno de esos beneficios. A no ser que el votante posea fuentes alternativas de ingreso y sea indiferente a esos beneficios, su estrategia racional será apoyar al gobernante, incluso de mala gana. Si la mayoría de los votantes razonan de forma similar, el político monopólico permanecerá en el poder. El dilema que enfrentan los votantes es de coordinación (Magaloni, Díaz-Cayeros y Estévez, 2007).26 Según esta dinámica, si los clientes pudieran ponerse de acuerdo lograrían desertar de la relación dejando al político sin apoyo, sin embargo, y dado que no se pueden coordinar, cada uno teme salir y ser sancionado de forma individual, de manera que el equilibrio se mantiene. Equilibrio que a decir de Magaloni (2014) es perverso porque cada elector se convierte en un cómplice del sistema, aun cuando es colectivamente perjudicial. 26 “…imagine a voter who faces the following choice: support the incumbent party and receive transfers in the forms of jobs, income supplements, credit and the like, or opt for the opposition and receive none of these desirable benefits. Unless the voter possesses alternative sources of income and is indifferent to those benefits, her rational strategy is to support the incumbent, even if reluctantly.” En el original. 30 Otra forma de abordar la persistencia de las relaciones de clientela dentro de la corriente racionalista, se explica a partir de la resolución del “problema del compromiso”. Según esta perspectiva, el clientelismo como mecanismo de movilización política tiene lugar dentro de máquinas políticas que invierten recursos en la creación de “lealtades políticas” (Magaloni, 2014) dentro de los sectores populares, teniendo cuidado de evitar el “voto oportunista”, es decir, recibir recursos de un partido y votar por otra opción el día de los comicios. Para ello, se emplean redes locales que monitorean el comportamiento de los clientes en interacciones reiteradas (no únicas). Mientras que el partido político o el patrón responden en términos de lo que Stokes (2005) llama perverse accountability. Esto es, por medio de un sistema de recompensas o castigos a partir de la inferencia que hagan sobre si el cliente votó o no por el partido de quien recibió el recurso. Por otro lado, enfoques centrados en metodologías cualitativas han generado otro tipo de respuestas al tema de la perseverancia de los vínculos de clientela, a partir de la acción normativa; el habitus clientelar y la economía moral. Según la primera perspectiva, lo que da sustento al intercambio entre desiguales se sostiene en aspectos subjetivos basados en la obligación moral, el honor, el respeto, el afecto y la lealtad. El sustento teórico más reconocido se remite a la propuesta de Alvin Gouldner (1977), para quien la reciprocidad en el intercambio clientelar se explica a partir de la existencia de una “moral norma de reciprocidad”, misma que se sostiene en dos proposiciones: las personas deben ayudar a aquellos que los han ayudado, y las personas no deben perjudicar a quienes les han ayudado. La postura de este autor fue particularmente influyente en estudios de los años setenta sobre el clientelismo, aunque hasta la fecha no se ha reusado el hecho de que el intercambio esté exento de este tipo valoraciones normativas, o que éstas puedan desaparecer. Cambiando de enfoque, Javier Auyero, critica las propuestas de la acción normativa y la acción racional antes presentadas, ya que a su parecer no logran explicar con satisfacción el origen, ni la causa motora de las relaciones de clientela. Partiendo de la sociología de Pierre Bourdieu (2012) y su teoría de las prácticas, Auyero explica la dinámica clientelar como prácticas aprendidas y experimentadas en la vida cotidiana de los actores a través del tiempo. Los aprendizajes reproducidos en prácticas concretas darían forma a un habitus clientelar, entendido como “…un conjunto de esquemas de 31 pensamiento, acción y evaluación que a su vez genera nuevas prácticas clientelares” (1996, p. 225). En ese sentido, para acceder al conocimiento del habitus se requiere acudir al terreno donde se llevan a cabo las interacciones y rescatar el punto de vista de quienes participan en ellas de viva voz, lo cual se puede llevar a cabo a partir de la etnografía política (Auyero, 2012). Un último enfoque, el cual está ampliamente ligado a los dos anteriores en términos de percepción e interpretación de las relaciones clientelares es el de la “economía moral”. Esta perspectiva retomada del historiador británico Edward P. Thomson remite a un mundo interpretativo donde “…no sólo se intercambian bienes materiales, sino también sentimientos y valores: reconocimientos simbólicos, deferencia, gratitud. Esos valores se insertan en una configuración moral que los organiza y jerarquiza: adquieren de tal modo una lógica social vinculante” (Vommaro y Combes, 2016). La valoración de los bienes intercambiados, así como de la manera como se intercambian está en el centro de esta propuesta, ya que, si estos no se perciben como equivalentes, se puede generar una ruptura entre patrones y clientes, desertando estos últimos de la relación. En esos términos, esta perspectiva otorga un margen de acción más amplio a las estrategias de los clientes que el enfoque del habitus. Como puede apreciarse, existe una variedad considerable de interpretaciones que buscan explicar al clientelismo, aunque ello no significa que éstas sean incompatibles o contradictorias. En ese sentido, se considera pertinente aclarar que el presente trabajo adopta una perspectiva basada en la triangulación de enfoques analíticos como ya se ha llevado a cabo por Flavia Freidenberg (2014), dicha perspectiva integra aspectos propios de las corrientes que han sido nombradas como relacional y transaccional. El proceder de los actores y sus estrategias desplegadas son analizados a la luz de las perspectivas racionales, pero también son vistos como marcos de interacción desde los cuáles entender significados, motivaciones y evaluaciones. Por tanto, el método etnográfico y en especial el tratamiento que da voz a los actores se retoma como un instrumento para acceder a la materia prima de este estudio. 32 Intermediación política y clientelismo Como ha sido mencionado previamente, la figura del broker o intermediario tomó relevancia en el momento en que las relaciones clientelares pasaron a ser abordadas más allá de interacciones al interior de pequeñas localidades. En ese sentido, el rol de los intermediarios hizo posible pasar de un nivel analítico micro a uno macro, al conectar a una gran cantidad de individuos de forma personal fungiendo como estructura puente, al tiempo que este actor fue cobrando relevancia y convirtiéndose en el centro de atención de diversos estudios en la actualidad. Sin embargo, debe tenerse presente que el abordaje de la intermediación, o brokerage en sentido amplio, no se limita a las relaciones de clientela, sino que existe como elemento de análisis de una variedad más amplia de fenómenos, así como una medida dentro del Análisis de Redes Sociales independiente del estudio del clientelismo. Mediante una propuesta que se opone a ver a la intermediación como cautiva entre los extremos de la representación electoral formal y el clientelismo, Zaremberg y Gurza Lavalle (2014) sugieren entender a la intermediación política como un fenómeno amplio y versátil que sea capaz de ser aplicado a temáticas diversas. Más allá de ser vista la actividad de intermediar como solución de conflictos en el ámbito jurídico, o el papel del broker como un mero facilitador de intercambios económicos, los autores caracterizan a la intermediación como aquello que se refiere a “estar en el medio” y “ser el medio”. Mientras que a la intermediación política la definen “…la mediación ejercida en sentido vertical por un actor con ventajas posicionales que establece relaciones entre ciudadanos e/o individuos, actores colectivos, organizacionales e institucionales, por un lado, e instancias de autoridad pública localizadas en niveles superiores” (Zaremberg y Gurza Lavalle, 2014, p.10). Precisamente en el ámbito de las posiciones y los roles es que el análisis estructural característico del Análisis de Redes Sociales ha ahondado en las cualidades que muestran los actores que asumen el papel de intermediarios. La intermediación en el ARS es vista como un tipo de medida de centralidad definida por Linton Freeman (2000) como “…la frecuencia con la que un punto está entre otros pares de puntos” (p.135) por medio del camino más corto, la cual constituye para este autor, un potencial indicador para medir el control de flujo de información que un individuo manipula dentro de una red. 33 Por su parte, Ronald Burt en sus trabajos sobre agujeros estructurales27 observa que las personas que realizan la tarea de puentes obtienen ventajas de su posición en cuanto a manejo de información, no sólo debido a que obtienen un mayor volumen de la misma al alcanzar a más personas de forma indirecta, sino a que pueden controlarla decidiendo a quién y cuánta información distribuir, o bien, impidiendo el paso de la misma (Burt, 2005; Lin, Cook y Burt, 2001). De hecho, la información no es el único elemento mediante el cual medir la centralidad por intermediación, la figura del broker también ha sido analizada en redes de flujo de recursos, tal como lo hacen Gould y Fernández (1989), quienes identifican cinco tipos de estructuras diferenciadas a partir de las cuales se lleva a cabo la intermediación. Desde otro ámbito, el papel de los intermediarios ha sido analizado en una perspectiva histórica, asumiéndolos como el resultado natural de la distribución de poder en cualquier sistema social como Hesles sugiere (Guillén, 1998). Su rol ha sido estudiado en relación con la conformación de estados modernos como Francia, México, Egipto y Turquía. El tipo de intermediarios que existió en esos países sostuvo su posición gracias a la influencia sobre sus seguidores locales, -a favor y al amparo de gobiernos centrales-, siendo dos las tareas principales llevadas a cabo: ayudar a la expansión del control de los gobiernos centrales sobre las localidades alejadas, y coadyuvar a la integración política (Kettering, 1988). La existencia de estos intermediarios no desapareció del todo con los gobiernos centralizados, aun cuando esas formas de vinculación entre ciudadanía y gobierno fueron debilitadas o reguladas por la ley con el paso del tiempo (Guillén, 1998). Antes bien, algunas formas de intermediación persistieron gracias a la existencia de redes producidas por la misma sociedad y auspiciadas por los políticos beneficiados por ellas, tal como sucede con la intermediación clientelar. La presencia de esta forma de intermediación en distintas naciones de América habla de un fenómeno generalizado a lo largo del siglo XX, - fenómeno que a pesar de sus diferencias-, tiene como rasgo común la existencia de un individuo que media entre un conjunto de la población y un patrón. Capituleros en Perú; cabo eleitoral en Brasil; gestor, cacique o padrino político en México; caudillo barrial, 27 Structural holes son sitios potencialmente ocupados por un broker dentro de una red. 34 referente o puntero en Argentina; precinct captains en las máquinas políticas estadounidenses (Auyero, 2001, 2002), todos forman parte de la misma dinámica. En el ámbito urbano los intermediarios relacionan a miembros de su comunidad, -a quienes proveen de beneficios selectivos y resuelven problemas (Stokes, et.al., 2013)-, con las autoridades y líderes partidistas, quienes a cambio esperan recibir apoyo político en forma de movilización política, tranquilidad social y el voto personal de los clientes. A fin de llevar a cabo esas tareas, los intermediarios suelen desarrollar cualidades como la sociabilidad (Vommaro y Combes, 2016); habilidades de organización y liderazgo (Hilgers, 2011); contar con tiempo, poder y prestigio (Boissevain, 1974). Aunque algo de mayor importancia es el hecho de compartir el mismo espacio de socialización que sus clientes, aspecto ampliamente relevante en tanto le permite conocer sobre las necesidades locales y sus posibles soluciones (Zarazaga, 2014), así como las preferencias y el comportamiento electoral de los habitantes de la localidad (Stokes, et.al., 2013). Desde la perspectiva de Auyero (2001), lo que caracteriza a los intermediarios y diferencia de los clientes, es su capital social dentro de la comunidad, gracias al cual logra formar su “red de solución de problemas”. Mientras que se diferencian de los patrones, ya que los intermediarios mantienen relaciones cara a cara con sus clientes, cosa que los políticos no necesariamente (Stokes, et.al., 2013). No obstante, el aspecto más marcado que distingue a patrones e intermediarios, es que estos últimos no poseen ni controlar los recursos de forma directa, sino de forma secundaria o derivada, limitándose a manipularlos entre su clientela y canalizando gestiones hacia las autoridades gubernamentales: “En su capacidad de llevar a cabo la gestión están las condiciones de la reproducción de su propia posición como intermediario” (Paladino, 2014).28 Un aspecto que ha llamado la atención a partir de estudios de tipo etnográfico, es cómo las actividades de intermediación llevadas a cabo en zonas urbanas pueden ser entendidas como una forma de acercar al Estado hacia los sectores marginales, una forma de llevar la ventanilla de trámites y gestiones hacia los pobres urbanos, aunque sea de forma “particularista”. Es patente observar cómo gracias a lo personal del vínculo, los clientes no asumen que el Estado sea quien provee los bienes, sino que esto se atribuye a 28 Cursivas del autor. 35 intermediarios y patrones, quienes, a decir de los clientes, se toman el tiempo para hacerlo sin tener ninguna obligación (Auyero, 2002; Paladino, 2014). Finalmente, vale la pena conocer qué actividades realizan los intermediarios locales, -además de las ya señaladas-, lo cual se propone a partir del sistematizado trabajo que lleva a cabo Rodrigo Zarazaga (2014) en Argentina. El autor divide en dos grandes momentos el heterogéneo trabajo de los intermediarios: durante la etapa de gobierno (latencia) y en periodos electorales. En ese sentido, dentro del periodo gubernamental del partido con el cual están relacionados los intermediarios, éstos proveen de información útil a sus patrones gracias a un sistema de monitoreo de las necesidades locales y las posibles formas de resolverlas, así como por tener información sobre el trabajo político de la oposición. Asimismo, se desempeñan como canalizadores de conflictos, evitando disturbios y proveyendo seguridad en sus “territorios”, por ejemplo, ayudando a los empleados de gobierno a entrar en zonas peligrosas a fin de realizar sus labores sin ser robados. En lo que atañe a momentos de elecciones, los intermediarios se desempeñan como promotores de la oferta partidista con la que se relacionan, haciendo campaña política en el vecindario; realizando movilizaciones o mítines, -a partir de lo cual dejan ver su poder y capacidad de influencia a sus patrones-; comprando votos, ya que, por su amplio conocimiento del terreno, saben a quién dirigirse para obtener más sufragios; finalmente, como funcionarios de casilla, contando votos y vigilando que la oposición no haga fraude. Si bien, estas son una gran cantidad de tareas, a decir de Zarazaga es posible que los intermediarios las lleven a cabo gracias al conocimiento preciso que tienen de sus localidades. Además, el autor sostiene que, dado que los intereses de clientes e intermediarios se encuentran alineados, no hace falta monitorear el comportamiento de los clientes en las urnas para garantizar su lealtad, éstos apoyarán a sus líderes (intermediarios) debido a que comparten su suerte. II. Intermediación política y clientelismo en la Ciudad de México Mecanismo de intermediación política en México Siguiendo la propuesta de Zaremberg y Gurza Lavalle (2014) abordada en el apartado previo, se entiende a la intermediación política como un fenómeno amplio y versátil que está presente en una diversidad de relaciones sociales y que vincula a la población con las instancias de autoridad. En el caso mexicano, si bien la intermediación política “formal” se manifiesta básicamente por medio de la representación electoral, ejercida por los partidos políticos, los siguientes apartados se centran en dos formas de intermediación (caciquismo y corporativismo), las cuales constituyen fenómenos sobresalientes en la historia política del país y han sido ampliamente asociadas con las relaciones de clientela. No obstante, cabe destacar que, si bien pareciera que la narrativa sigue una continuidad cronológica, por ser el caciquismo predominante en el siglo XIX y el corporativismo en el XX, más bien se ha tratado de aislar a los fenómenos, siguiendo un interés académico, ya que no es extraño que ambos coexistan en un mismo espacio geográfico y temporal. Por su parte, el apartado tercero del capítulo se centra en las relaciones de clientela predominantes durante la segunda mitad del siglo pasado en los márgenes de la Ciudad de México, especialmente durante los años sesenta y setenta. Se abordan los vínculos de forma detallada, como un mecanismo para resolver las necesidades más inmediatas y apremiantes de los migrantes pobres, pero también como una forma de control político. La organización social constituida de forma espontánea bajo la dirección de líderes urbanos demandaba la regularización de la vivienda e implementación de servicios básicos. Estas demandas se resolvían, a cambio de apoyo político y el voto de los ciudadanos hacia el partido hegemónico, dentro de un esquema patrón-cliente como se verá con mayor detenimiento. 37 Caciquismo Al fenómeno del caciquismo se le ha relacionado con el llamado clientelismo “tradicional” (Graziano, 1977; ne -Ayata, 1997; Corzo, 2002),1 dada la coincidencia en el tipo de intercambios personalizados que subyacen al interior de áreas rurales. De distintas definiciones sobre el caciquismo, (Ugalde, 1973, Karl, 1973, Cornelius 1980, Martínez, 1982), se observa que el control político y social informal ejercido por un individuo conocido como “cacique” dentro de zonas agrarias, así como el carácter arbitrario y violento en su forma de controlar, sobresalen como rasgos centrales del fenómeno. Estos elementos también están presentes en la célebre definición que Paul Friedrich ofrece sobre el cacique, el cual es caracterizado como: “…un líder autocrático en la política local y/o regional, cuyo mando característicamente informal, personal y con frecuencia arbitrario, es reforzado por un núcleo de familiares, “pistoleros” y dependientes, y está marcado por el rasgo diagnóstico de la amenaza y la práctica de la violencia.”2 La proliferación del cacique dentro del ámbito rural ha sido explicada como una estrategia de superación de las difíciles condiciones de inseguridad imperantes en ese medio, lo cual se mitiga entablando una relación de subordinación a un patrón o protector (Moreno, 1995). Aunque también ha sido entendido como una estrategia de parte del Estado a fin de expandir su influencia hacia los rincones más alejados del territorio y tener control sobre los mismos. En ese sentido, el cacique, quien al interior de la comunidad se presenta como un patrón político que provee bienes, servicios y seguridad a sus seguidores, hacia fuera se percibe como un broker o intermediario que garantiza el control de sus subordinados hacia la esfera estatal y lealtad al régimen. Es por ello que el caciquismo también es descrito como “…un fenómeno de mediación política caracterizado por el ejercicio informal y personal del poder” (Paré, 1982, p.32). En el caso de México, su historia desde la Conquista española hasta bien entrado el siglo XX está colmada de estos personajes en al ámbito local y regional, quienes la mayoría de las veces llevaron a cabo roles de intermediación como representantes del poder Estatal dentro de sus territorios, no obstante, en ocasiones también 1 Ver supra, p.23. 2 Citado en Cornelius (1980, p.155). 38 actuaron como verdaderos amos de sus zonas geográficas al margen de la legalidad en periodos de debilidad estatal, como se mostrará en lo sucesivo. El origen de la palabra “cacique” deriva de un vocablo arawak empleado en Las Antillas y en particular en La Española, para designar a los gobernantes que ejercían su poder en la isla, antes de la llegada de Colón (Schwerin, 1973). Los conquistadores adoptaron y propagaron el término, ya que con él designaron a los distintos tipos de jefaturas del nuevo continente, expandiéndolo así por todo el Imperio. Durante los primeros años de la sociedad colonial en la Nueva España, se empleó a las clases superiores de la nobleza india como eslabones del poder imperial, lo cual fue fundamental para asegurar la integración de la población y mantener el control gubernamental, incluido el cobro de impuestos (Paré, 1982; Kettering, 1988). Esto se logró gracias al reconocimiento por parte de la Corona española de sus títulos de nobleza, aunque cabe destacar que antes de la llegada de los españoles, este grupo de nobles ya ejercía el papel de cultural brokers entre la clase superior y sus poblaciones locales, lo cual les permitió su adaptación como intermediarios dentro del sistema español (Schwerin, 1973). No obstante, el empleo de la nobleza autóctona no duró mucho tiempo, ya que para el siglo dieciocho y diecinueve, las enfermedades, la mezcla étnica y el empleo de otras instituciones políticas gubernamentales derivó en una diminución de su poder e influencia. Sin embargo, el término continuó empleándose de forma generaliza dando paso a su “vulgarización” al perder su significado original (Kettering, 1988), pasando del cacicazgo al caciquismo, tal como lo propone Karl Schwerin (1973).3 En lo que respecta al siglo XIX, Fernando Escalante (1992) describe un panorama “casi entero, lleno de convulsiones”, donde la inseguridad endémica generada por la Revolución de Independencia y su proclamación no finalizó en la consolidación de un Estado fuerte capaz de llegar a todos los rincones de la Nación. Por el contrario, “…comunidades, pueblos, regiones enteras buscaron la protección de “hombres fuertes”, ya fuesen grandes hacendados, jefes militares, antiguos insurgentes, caciques o intermediarios de todo tipo” (Escalante, 1992 p.101). Por décadas los distintos gobiernos no pudieron 3 Para este autor, el sistema de mediación de caciques nativos o “cacicazgo” debería ser diferenciado del “caciquismo” posterior a la época colonial en México. 39 atender las necesidades locales, ni siquiera garantizar la recaudación de impuestos, lo que convertía a los hombres fuertes regionales, -incluidos los caciques-, en verdaderos autócratas de sus territorios.4 Los mecanismos de intermediación que relacionaban a las redes locales de hombres fuertes y los gobiernos liberales se encontraban al margen de la legalidad, no obstante, eran eficientes para mantener el orden, la estabilidad y la propia legitimidad del régimen, vía las elecciones. Como ha señalado Escalante, “Eran los intermediarios, y no los programas, ni las grandes figuras, quienes ganaban una elección. Los peones votaban de acuerdo con el administrador de la hacienda, los pueblos según la consigna del jefe político, y todos en defensa de quien mejor sabía gestionar sus intereses particulares” (1992, p.118). Instituciones legales intermedias como las jefaturas políticas durante la segunda mitad del siglo diecinueve, se valían de las más diversas estrategias informales como eran las relaciones personalistas y clientelares para llegar a su propósito, la gobernabilidad y la tranquilidad. El propio Porfirio Díaz, quien antes de llegar a la presidencia ocupó la jefatura política de Tehuantepec (Falcón, 2015), instauró un inmenso sistema personalista como forma de gobierno, mediante el cual desde la cima controlaba cargos administrativos, mediaba conflictos y extendía una larga de red de lealtades que aseguraban la cohesión política de su gobierno (Guerra, 1988; Falcón, 2015).5 Por su parte, al finalizar el periodo de guerra civil a inicios del siglo XX, las décadas de los veinte y treinta fueron una época de inestabilidad política y debilidad institucional. Por ello, los caudillos de las facciones vencedoras de la Revolución se plantearon como forma para estabilizar sus gobiernos, la integración y el control de caciques y caudillos dispersos por la República, lo cual se logró por medio de un partido unificador.6 Con la creación del PNR, los caminos que siguieron los caudillos fueron los 4 A partir del triunfo de los liberales se da un apogeo de caciques en América Latina (Kern y Dolkart, 1973), lo cual en México pudo ser resultado de la apropiación de tierras comunales y los llamados “terrenos baldíos” por grandes hacendados. 5 Romana Falcón en su libro El Jefe político resalta que, entre los 50,000 documentos de la colección de Porfirio Díaz, el 44% se compone de peticiones personales como son: “ayuda económica, préstamos, solicitudes de trabajo, indulto, auxilio y protección” (2015, p.216). 6 Antes de Calles, Álvaro Obregón ya había manifestado la idea de la creación del “gran partido”, así como un intento de constituirlo por medio de la incorporación de clubes locales a su bastión, el Partido Liberal 40 siguientes: convertirse en políticos que trabajaban al lado del presidente; volverse empresarios; o bien, caciques revolucionarios (Casanova, 1989).7 A pesar de los esfuerzos de Calles y Cárdenas por aminorar su influencia, la pervivencia de los caciques después de la revolución es un fenómeno ampliamente documentado (Ugalde, 1973; Bartra, 1982; Paré, 1982; Martínez, 1982, González Casanova, 1988, 1989). El tipo de caciques que surgen después de la Revolución ya no eran los tradicionales terratenientes de la época porfirista, sino que adoptaron muchas veces rasgos anticlericales y hasta agraristas (Ugalde, 1973). Éstos siguieron conservando el control político y social de sus localidades, al ejercer el rol de intermediarios entre las autoridades y la población (Paré, 1982), con un estilo personalmente violento. Paulatinamente, después del gobierno de Cárdenas y su política de integración de masas, -donde se dio mayor importancia a los grupos organizados que a los individuos-, el poder de los caciques fue disminuyendo.8 A mediados de los años sesenta Gonzáles Casanova (1989) escribió que el poder caciquil restante se acotaba a áreas locales reducidas, -y sobre todo sobrevivía-, ahí donde el desarrollo y las vías de comunicación no permitían una integración plena de las comunidades. Aunque para el autor, el influjo que generaba esa forma de hacer política amenazaba con ser una verdadera herencia: “El caciquismo, desaparecido como sistema nacional de gobierno, deja una cultura de las relaciones personales, del parentesco y del compadrazgo, que sobrevive en una cultura distinta y se mezcla, como estilo, cortesía o forma de conocimiento político, en las nuevas costumbres y agrupaciones en un México moderno” (p.50). Constitucionalista. Sin embargo, sus intentos se vieron frustrados por el gobierno de Carranza (Medina, 2006). 7 El rol que jugaron los caciques en la primera parte del siglo muestra a individuos muchas veces relacionados con las instituciones municipales o con el partido de forma indirecta, es decir, pocas veces ejercían cargos políticos, aunque su influencia en ambas instituciones era prominente (Ugalde, 1973; Paré, 1982; Martínez, 1982). 8 Al momento en que González Casanova escribe en La democracia en México (1965), hablaba de un grupo remanente de caciques con poder limitado, como “restos” de quienes fueron los grandes caciques del pasado, capaces de pasar por encima del Gobernador o incluso el Presidente. 41 Intermediación corporativa El proceso de control sobre los “hombres fuertes” al inicio del siglo veinte se comenzó a concretar a partir de la creación del PNR en 1929, partido que tenía como propósito integrar a caudillos y caciques a la política institucional, así como terminar con el faccionalismo de la época.9 La década de los veinte e inicio de los treinta estuvo marcada por una debilidad de la figura presidencial, -a pesar de las amplias facultades que le otorgaba la Constitución-, lo cual llevó a Calles a erigirse como figura de arbitraje cuando terminó su periodo presidencial, a fin de garantizar la estabilidad de la nueva institución. Es decir, el Caudillo ejerció una “autoridad política de facto” (Medina, 2006, p.73), misma que dio paso al periodo conocido como “maximato”. Tuvieron que pasar casi diez años más para que la política de masas cardenista incorporara a las grandes centrales de trabajadores al partido, a fin de que se sentaran las bases del control corporativo que lo caracterizó por décadas. Como se ha abordado previamente,10 el corporativismo hace referencia a un sistema particular de representación de intereses que tiene la cualidad de relacionar a las instancias gubernamentales con la sociedad por medio de organizaciones sectoriales (Schmitter, 1992; Hernández, 1992). A pesar de que la dinámica corporativa es antigua, el concepto emerge a finales del siglo XIX e inicios del siguiente, cayendo en descrédito después de la Segunda Guerra Mundial por su vinculación con el fascismo italiano y el nacional-socialismo alemán. No obstante, su relación con los sistemas democráticos es más compleja y no necesariamente contradictoria (Schmitter, 1992a). El concepto, ya clásico, que propone Philippe Schmitter en 1974 sigue siendo un referente para categorizar a este tipo de mediación, la cual define como: Un sistema de representación de interés en el que las unidades constitutivas se organizan en un número limitado de categorías únicas, obligatorias, no competitivas, jerárquicamente ordenadas y funcionalmente diferenciadas, reconocidas o autorizadas (si no es que creadas) por el Estado y a las que se les otorga un monopolio deliberadamente representativo dentro de sus respectivas categorías a cambio de respetar ciertos controles en su selección de líderes y en la articulación de demandas y apoyos (1992a, p.7). 9 Se han identificado cerca de ocho mil partidos en el País en vísperas de la formación del PNR (Medina, 2006). 10 Ver supra, p.20. 42 El corporativismo como mecanismo de intermediación constituyó una pieza fundamental dentro de la dinámica del sistema político mexicano durante el periodo hegemónico del PRI.11 Sin embargo, para comprender cuál fue el papel que jugó es conveniente ahondar en la descripción de algunos de los rasgos más sobresalientes del sistema político.12 Estudios pioneros sobre la temática han señalado que las dos piezas claves del sistema político en México durante el periodo hegemónico fueron: un poder Ejecutivo fuerte con amplias facultades (Cosío, 1975), poderes extraordinarios y permanentes (Córdova, 1989), incluida la jefatura real de su partido (González Casanova, 1988; Carpizo, 1987); así como un partido de Estado auxiliar del Ejecutivo (González Casanova, 1988); con amplias facultades de estabilización (Furtak, 1978) y construido a base de corporaciones (Córdova, 1987). Es a la presidencia de Lázaro Cárdenas a la que se atribuye haber generado la estabilidad política y social a la que aspiraba la élite gobernante posrevolucionaria (Córdova, 1989), así como la consolidación de la institución presidencial como eje rector de la política nacional y el aparato estatal (Aziz, 1989). Además de las amplias facultades legales atribuidas al presidente en la Constitución y robustecidas con el paso del tiempo,13 con Cárdenas se asienta el carácter paternalista y autoritario (Córdova, 1989) que caracterizaría a la presidencia, así como su papel de árbitro y mediador de disputas. Todo eso, aceitado por un sistema informal de rituales políticos y formas personalistas de relacionarse con el titular del Ejecutivo y la alta burocracia como son el compadrazgo, el servilismo, el patronazgo y el clientelismo (Adler, Salazar e Ilya, 2004; Córdova, 1889). 11 Siguiendo la propuesta de Sartori (1999), en México se implantó un sistema de partido hegemónico en el cual el partido oficialista no permitía la competencia real por el poder, aunque coexistía con otros partidos de “segunda” a manera de oposición tolerada. Las cifras electorales y los logros de la oposición son una muestra clara del carácter hegemónico del PRI desde los años cuarenta, al menos hasta la década de los ochenta. “Entre 1946 y 1985, el pri obtuvo votaciones oficiales que oscilaban entre el 65 y el 94 por ciento del total, adjudicándose al menos las dos terceras partes de la Cámara de Diputados, sólo había perdido una senaduría en favor de la oposición y siempre había triunfado en todas las elecciones para gobernador y presidente del país” (Adler, Salazar e Ilya, 2004, p.24). 12 Se adopta la propuesta de David Easton para categorizar al sistema político, quien lo define como “...una serie de interacciones abstraídas de la totalidad de la conducta social mediante la cual se asignan autoritariamente valores en una sociedad” (Easton, 1979, p.90) 13 Para un examen detallado de las facultades constitucionales del poder Ejecutivo ver Carpizo (1987). 43 En su relación con los otros dos poderes de la Unión, es evidente que el modelo de división, balance y contrapesos no funcionaba como los modelos teóricos, ya que el Ejecutivo controlaba a los demás “dentro de límites mal definidos, aunque predecibles” (Labastida, 1992, p.143). Si bien los jueces de la Suprema Corte gozaban de amplias prerrogativas y estabilidad en sus cargos, se encontraban atados al Presidente no sólo porque él era quien los proponía, sino porque podía pedir su remoción a la Cámara de Diputados por “mala conducta” (Adler, Salazar e Ilya, 2004). En el caso de los congresistas, su situación no mejoraba, ya que estando impedida la reelección, diputados y senadores no tenían otra forma de continuar con su carrera política si no era por medio de la lealtad y disciplina a su partido. “Esto quiere decir que después de los tres años de su mandato, el porvenir de un diputado no depende en absoluto de los ciudadanos de sus respectivos distritos electorales, sino del favor de los dirigentes del partido y en última instancia de la voluntad presidencial” (Cosío, 1975, p.29). La misma lógica se extendía al control de los gobernadores y legislaturas locales: si los gobernadores “incómodos” hacían caso omiso de las “insinuaciones” para dejar su cargo por parte del Presidente (Carpizo, 1987), no sólo afrontaban la inminente destitución y desaparición de poderes en el Estado, sino el fin de su carrera política. En relación con el partido y la burocracia gubernamental, la figura presidencial mostraba una intromisión en los procesos y remoción de autoridades, a pesar de que el partido se esforzara en simular no estar atado a él, como lo menciona Cosío Villegas (1975). Particularmente siendo jefe de facto del partido, “…el presidente tenía al menos la última palabra en lo que se refiere a la designación de la dirigencia y la nominación y candidaturas a los diversos puestos de elección popular” (Adler, Salazar e Ilya, 2004, p.47). En lo que respecta al partido, las funciones que cumplió durante sus tres facetas (PNR, PRM y PRI) fueron heterogéneas. En sus inicios, el rol principal que jugó fue erigirse como un proyecto de consolidación de la Revolución a fin de integrar y contener el desgajamiento del grupo revolucionario (Cosío, 1975; Furtak, 1978); asimismo, instauró un sistema legítimo de llegar al poder, encausando y resolviendo conflictos en su interior sin dar motivos para optar por la oposición o recurrir a la violencia (Cosío, 1975; Furtak, 1978; Casanova, 1988); además, el partido garantizó por décadas un eficiente sistema de rotación de cargos y renovación de cuadros, por medio del cual sus integrantes tenían certidumbre, o 44 al menos una amplia posibilidad de seguir laborando en la burocracia estatal o partidista después de cada cambio de gobierno. (Casanova, 1988; Adler, Salazar e Ilya, 2004).14 No obstante, el papel del partido como representante de los intereses de la mayoría de la población sectorizada, -vía la mediación corporativa-, fue una de las funciones más sobresalientes para la estabilidad del sistema político, en tanto que exigía la lealtad de sus miembros agremiados, a cambio de beneficios y prerrogativas:15 “La alianza desde la época de Cárdenas se concibe como unión y compromiso entre el Estado y las organizaciones, mediante los cuales ciertos puestos públicos, curules, subsidios, prestaciones para obreros, tierras o créditos para los campesinos, se otorgan a cambio de actos de adhesión al Estado o de fidelidad para el régimen” (Córdova, 1989, p.43). El proceso de adhesión corporativa de los grandes sectores al partido se inició oficialmente como una política de puertas abiertas para atraer a organizaciones de obreros y campesinos en septiembre de 1936 (Medina, 2006).16 Sin embargo, el proceso de incorporación se había inaugurado al menos desde tres años antes, -durante la campaña electoral de Cárdenas-, momento en el cual proclamaba que “…la lucha económica y social ya no sería la diaria e inútil batalla del individuo contra el individuo, sino la contienda corporativa de la cual ha de surgir la justicia y el mejoramiento para todos los hombres”.17 Con la conversión del PNR al PRM en 1938, la adhesión de la Confederación Nacional 14 González Casanova (1988) aumenta al listado de funciones del PRI con los siguientes cometidos: garantizar el predominio político e ideológico sobre los demás actores sociales y políticos; organizar y movilizar al electorado en periodos electorales; auscultar la opinión de los grupos más activos para seleccionar a sus representantes; organizar un sistema de premios y castigos para fomentar la disciplina partidista; promocionar la ideología de la revolución mexicana y el respecto a la figura presidencial; elaborar planes y programas para las campañas electorales; enfrentar a la oposición en elecciones o debates; cooptar y reclutar a individuos capaces, pero también a los potencialmente peligrosos; finalmente, mediar entre los estratos económicos más bajos y el gobierno. 15 En términos numéricos, siempre fueron inciertas las cifras sobre los agremiados que decían tener las principales centrales, así como el número de afiliados al PRI, ya que se empleó un mecanismo de afiliación acumulada, donde la pertenencia a un gremio convertía automáticamente a los interesados en miembros del partido, lo cual conducía a situaciones paradójicas: como el hecho de estar afiliado al PRI por pertenecer a una central, pero ser miembro activo de otro partido (Furtak, 1978). 16 Cárdenas aprovechó el impacto de la Segunda Guerra Mundial, así como el mensaje que la VII Internacional Comunista enviaba a los partidos comunistas del mundo para establecer una alianza amplia con sectores progresistas, a fin de evitar el avance del fascismo. Antes de que pudiera constituirse un bloque que hiciera frente al gobierno en México, el PNR se aprestó a establecer una relación más firme con organizaciones obreras y campesinas (Medina, 2006). 17 Citado en Córdova (1987, p.147). Cursivas del autor. 45 Campesina (CNC) y la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en 1936 y 1938 respectivamente, se garantizaba la adhesión de la mayoría de la clase trabajadora al modelo corporativo.18 Por su parte, apenas iniciado el periodo presidencial de Ávila Camacho en 1940, se desintegró el sector militar dado el temor a que se politizaran las fuerzas armadas, y en cambio, se creó la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) en 1943 como representante de la clase media surgida de la Revolución y de grupos sociales no representados, incluidos los militares (Medina, 2006). Dentro de la dinámica de mediación entre el Estado y los trabajadores a través del partido, se estableció un rígido sistema de control de la representación y aislamiento, según el cual, se prohibían las alianzas entre gremios y limitaba su interacción. Además, cada uno de los sectores se obligaban de manera expresa a no participar en cuestiones electorales si no era por medio del PRI (Córdova, 1987). Ese modelo corporativo fue predominante hasta los años setenta, cuando un conjunto de factores confluyó para mermar su capacidad de control y legitimidad. “La política reformista y populista de Echeverría y la crisis económica de 1976 -y sobretodo la nacionalización de la banca y la crisis de 1982- rompieron el pacto entre la clase política y los grupos empresariales, y abrieron una profunda crisis de confianza que debilitó seriamente a la cúspide del sistema político” (Labastida, 1992, p.145). Asimismo, otros factores de relevancia que marcaron el paulatino declive del corporativismo fue la emergencia de los nuevos movimientos sociales, no sólo de personas que habían sido marginadas de la vía corporativa de intermediación, sino de grupos más amplios de la sociedad (Hernández, 1992; Labastida, 1992). Así como el impacto del modelo económicos neoliberal a partir de los años ochenta, el cual busca aumentar la competencia en el mercado internacional, menguando los intereses de la clase trabajadora organizada, al exigir flexibilidad en los contratos y limitación a salarios y prestaciones (Hernández, 1992). 18 Para 1964 la CTM contaba con la afiliación de 11 confederaciones, 131 federaciones y 1059 sindicatos. Mientras que la CNC decía contar con el 98 % de toda la población rural adulta (Furtak, 1978). 46 Intermediación clientelar Corporativismo y clientelismo durante gran parte del siglo pasado en América Latina demostraron ser fenómenos no sólo compatibles, sino altamente funcionales para garantizar el control político y social. Robert Kaufman (1977) señala tres elementos que hicieron posible esta simbiosis en países con alto predominio corporativo: en primer lugar, porque lo informal de los lazos clientelares permitía relacionar a miembros separados por rígidos controles sectoriales; en segundo lugar, en contextos donde se impedía la organización autónoma, el clientelismo permitía introducir demandas en el sistema político a fin de obtener recursos y seguridad de forma personalizada; finalmente, porque integraba al Estado a sectores no corporativizados como eran los campesinos atomizados y grupos urbanos marginados.19 Se ha señalado más arriba que las principales diferencias entre el corporativismo y el clientelismo radican tanto en el carácter colectivo, como en el reconocimiento oficial del primero, ya que una relación corporativa es reconocida y su vínculo inter-burocrático se diferencia de la relación clientelar personal (Adler, Salazar e Ilya, 2004).20 Mientras que, entre los aspectos que comparten ambos fenómenos está el de restringir la organización autónoma de la ciudadanía de facto, aunque legalmente se encuentre permitida (Heredia, 1992). En el caso de México, uno de los grupos sociales que fue encauzado y controlado por medio de la burocracia gubernamental y partidista de forma clientelar fue el de los migrantes pobres, particularmente a partir de los años setenta en que el modelo corporativo comenzó a presentar fisuras y lo sobrepasó la elevada demanda de suelo urbano. A decir de Ramírez Saiz, de 1936 a 1968 ese sector experimentó una política de tolerancia en la invasión de tierras dentro de un marco general de concesiones, cooptación y represión. Hasta los años sesenta la CNOP mantuvo una preponderancia sobre las agrupaciones urbanas, no obstante, y dado que el partido corporativo se consolidó previamente al “éxodo rural masivo” que desbordó las ciudades (Eckstein, 1982, p.97), no logró incluir a toda la población en la práctica, por lo que el sector urbano pasó a ser 19 También es común que al interior de las relaciones corporativas existan relaciones clientelares, por ejemplo, entre trabajadores y líderes de sindicatos, quienes distribuyen justificaciones por faltas, retardos, así como diversas cargas de trabajo a manera de favores (Adler, Salazar e Ilya, 2004). 20 Ver supra, p.20. 47 controlado por diversos métodos, en especial por medio de las relaciones clientelares, cuyos mecanismos fueron heterogéneos como se muestra a continuación. La CNOP fue concebida desde sus orígenes como una organización destinada a incorporar al modelo de sectores a los grupos populares mediante la satisfacción de sus demandas, incluidas las de los colonos urbanos.21 Sin embargo, para Ramírez Saiz (1999) nunca se dio una libre incorporación, sino que se trató de una vinculación clientelar que intercambiaba concesiones dirigidas a los colonos urbanos a cambio de apoyo al sistema.22 La central se valía de organizaciones derivadas como la Federación de Colonias Proletarias para vincularse con pobladores de zonas populares, así como de asociaciones específicas para controlar a sus miembros, tales como fueron las de vendedores de mercados, tianguis, taxistas, deportistas, vendedores de periódicos, etc. Asimismo, otra manera de hacer saber las demandas de los colonos urbanos era por medio de la organización partidista del PRI, -vía los líderes comunitarios-, sin tener que pasar por la CNOP. Para ello, el partido contaba con comités distritales o municipales cerca de los asentamientos populares durante todo el año a fin de mantener contacto con los pobladores (Montaño, 1976). No obstante, en periodos electorales su actividad se intensificaba como era de esperarse.23 Susan Eckstein (1989) ha profundizado particularmente en este tipo de vinculación clientelar entre colonos y el PRI durante los años setenta, concluyendo que el tipo de cooptación abierta o encubierta de los líderes comunitarios dejaba a los grupos de colonos sin poder efectivo, dado el sistema que estimulaba su obediencia a cambio de cargos públicos; a un sistema jerárquico que los aislaba y ponía a competir; a la forma personalizada de negociar; así como a la represión. De esa manera se obtenía legitimidad para el gobierno, control social y desmovilización para los colonos. 21 En 1944 se encontraban afiliadas 150 colonias populares a la CNOP (Álvarez, 2009). 22 La importancia del sector urbano popular para la Central se dejó ver al interior de su organización, ya que dentro del CEN figuraban la secretaría de Colonos Urbanos y la de Asentamientos Urbanos y Vivienda; a nivel nacional se encontraba la de Atención a Grupos Marginados y en el D.F. la Federación de Organizaciones Populares (Ramírez, 1999). 23 “Cuando el PRI entra en actividad electoral asume temporalmente el papel dirigente en la negociación de conflictos y asimismo la posición de defensor indiscutible de las causas populares. Los políticos del partido hacen causa de los pobres de la ciudad y las toman como de ellos, interviniendo con la burocracia para asegurarles trabajos o licencias de funcionamiento para comercios, arreglando fianzas o bien interviniendo para ayudarles en la titulación de sus terrenos” (Montaño, 1976). 48 Podría pensarse que el mecanismo de vinculación de los pobres y el Estado constituyó una imposición de parte de los gobiernos autoritarios, sin embargo, regularmente los propios colonos solicitaban la intromisión política de terceros, dado los conflictos y competencia al interior de las colonias en proceso de regularización. De toda esta competencia, conflictos y luchas de individuos, de grupos de interés y aun de organizaciones de izquierda, se sigue una gran dispersión de fuerzas, un desgaste enorme en luchas intestinas, que no sólo facilita el control estatal, sino que aun lo solicita de parte de los grupos, que espontáneamente buscan el apoyo, el arbitraje o la alianza con las autoridades urbanas y/o con las organizaciones del PRI (Núñez, 1990, p.56). Una tercera manera de vinculación clientelar entre los pobres urbanos y el Estado, se trató de las gestiones promovidas por los propios colonos y sus líderes, surgidas de la organización comunitaria al interior de las localidades, donde se creaban “brigadas” y “comisiones” para acudir a las instancias gubernamentales de interés (Cornelius, 1977, 1980; Núñez, 1990). La organización se constituía de forma espontánea bajo la dirección de líderes y demandaba principalmente la regularización de la vivienda e implementación de servicios básicos dentro de un esquema de tipo patrón-cliente. Para Óscar Núñez (1990), dentro de esa relación el rol de patrón era tomado por funcionarios gubernamentales locales o regionales (a su vez, dependientes del Ejecutivo), quienes cedían a las demandas urbanas por medio de un desgastante sistema de entrega de beneficios. A cambio, los colonos que adoptaban el papel de clientes proveían legitimidad política, apoyo electoral y tranquilidad social, limitando la movilización independiente. 49 Relaciones de clientela entre los pobres urbanos y el Estado en la Ciudad de México A mediados del siglo pasado la población en México experimentó un acelerado aumento, pasando del 20% en 1940 al 40% en 1970 (Adler, 2004). Las ciudades vivieron como nunca un crecimiento, dado el aumento en sus tasas de natalidad, pero sobre todo de población que emigraba del campo. En el caso del Distrito Federal, de 1940 a 1950 emigraron 612 mil personas, 800 mil en los sesenta y 2, 800, 000 durante la siguiente década (Montaño, 1976). Mientras que de 1970 a 1988 la ocupación urbana se extendía 28.8 km2 en promedio al día hacia la periferia (Yáñez, 2000). Las causas que motivaron la sobrepoblación de las ciudades fueron diversas, entre las que se encuentran: una fuerte concentración demográfica en el campo; el agotamiento de la tierra y un bajo rendimiento económico de la agricultura (Adler, 2004). Asimismo, la ciudad atraía a los campesinos por el crecimiento de su industria y el mercado; por contar con fuentes de empleo; la existencia de agencias de crédito y gubernamentales; aunado a la concentración de centros de salud, educación, entretenimiento y el aumento de las vías de comunicación (Montaño,1976; Adler, 2004). El proceso de poblamiento ha sido descrito por Larissa Adler como un ir y venir de los migrantes pobres, quienes primero arribaban a las zonas centrales de la ciudad, para posteriormente ir poblando las periferias, formando colonias irregulares que en el caso de América Latina adoptaron diversas denominaciones: “barriadas, villas miseria, favelas, callampas, colonias de paracaidistas o rancherías” (2004, p. 22). Este tipo de terrenos obtenidos por medio de invasiones o “paracaidismo” 24 constituyeron un lugar propicio para el desarrollo de liderazgos informales, particularmente, mientras el gobierno no otorgaba reconocimiento oficial al asentamiento ni responsabilidades para su administración sobre la regularización, lo cual constituía una oportunidad para que “personas enérgicas” en su interior tomaran el control (Cornelius, 1980). 24 Por “paracaidismo” se entiende el “asentamiento repentino, organizado, dirigido y extra legal, de familias pobres sobre un territorio ajeno que persiguen apropiarse, en primera instancia, por la vía del hecho y a través de la resistencia” (Yáñez, 2000, p.162). 50 La organización política y movilización de colonos tenía como principal interés lograr la aceptación de las tierras ocupadas, su regularización y dotación de servicios básicos por parte de las autoridades. Las actividades de movilización duraban hasta que esos objetivos eran alcanzados para desvanecerse posteriormente, salvo que los habitantes lograran concretar una organización formal con diversidad de objetivos dentro del llamado movimiento urbano popular (MUP) (Núñez, 1990; Ramírez, 1999). Sin embargo, dado que el proceso de regularización era desgastante y llegaba a durar años, gracias al sistema de resolución de demandas y provisión de favores en pequeñas dosis conocido como “peticionismo” (Núñez, 1990), las autoridades lo empleaban de manera clientelar, a fin de obtener apoyo electoral para su partido y legitimidad como moneda de cambio. Existe una amplia literatura que da cuenta de la prevalencia del tipo de liderazgos encargados de dirigir el proceso de regularización de los asentamientos durante los años sesenta y setenta, a quienes se nombró de distintas maneras como: caciques urbanos y guías de la comunidad (Cornelius, 1977, 1980); líderes locales (Eckstein, 1982; Núñez, 1990); jefes (Núñez, 1990); intermediarios; (Montaño, 1976; González Casanova, 1988); brokers (Ward, 1989). No obstante, en todos los casos se trata del mismo fenómeno, en el que un individuo “autonombrado” (Cornelius, 1980; Núñez, 1990), actuaba como intermediario entre las demandas de la comunidad y las instituciones estatales. El comportamiento de los intermediarios oscilaba entre un continuum donde, por un lado, subyacía un liderazgo emocional o simbólico y del otro polo, uno rígido y autoritario. Dentro del primer caso está el que Larissa Adler (1994, 2004) describe en la barriada de Cerrada del Cóndor, dentro de la delegación Álvaro Obregón, donde algunas vecinas buscaban acciones de beneficencia a favor de su barriada, llegando incluso a solicitarlo a la esposa del Presidente. Del otro lado se tiene un tipo de líder autoritario, abusivo y tradicional al cual Wayne Cornelius (1977, 1980) relaciona con el caciquismo de tipo rural descrito por Paul Friedrich, llamándolo cacique urbano.25 Entre ambos arquetipos existió 25 Sobre la figura del “cacique urbano” de Cornelius existe controversia, ya que si bien hay quien acepta el término sin cuestionarlo (Adler, 2004), también hay quien lo rechazan enérgicamente (Montaño, 1976) o lo acepta con reservas (Núñez, 1990). Jorge Montaño califica de “sobresimplificación” y confusión la propuesta de Cornelius, aludiendo que para la maquina política del SPM era poco probable que existieran personajes con tanta fuerza y autonomía sin ser cooptados por el sistema, como la habían sido los caciques de antaño en el ámbito rural. Por su parte, Núñez identifica algunas similitudes entre ambos tipos de caciquismo, aunque señala tres diferencias: en el campo los caciques monopolizan bienes de producción y no de consumo; en el 51 una pluralidad de estilos de liderazgos que, como se ha visto líneas arriba, relacionaban a los habitantes de sus comunidades con el sector corporativo de la CNOP, con el PRI o directamente con la burocracia gubernamental, y estaban más o menos cooptados por esas instituciones Funciones de los intermediarios Como fue tratado en el capítulo previo, los intermediarios locales cumplían funciones de organización y liderazgo que permitía explicar en gran medida su protagonismo dentro de la comunidad. En el caso de los asentamientos espontáneos, las habilidades para mantener el orden y unificar a los vecinos eran ampliamente reconocidas y permitían entender la influencia del líder (Cornelius, 1980). La función organizativa de los líderes estaba presente durante todo el proceso de construcción de las colonias, ya que intervenían desde la dirección de la ocupación ilegal o en la compra clandestina de los terrenos, hasta el proceso de equipamiento de servicios básicos. “Él es quien fija el momento estratégico de invadir para tener más probabilidades de no ser expulsados del lugar, el que elabora un plan de ocupación, el que dicta las primeras medidas de instalación del asentamiento” (Núñez, 1990). Una vez establecidos los asentamientos, los líderes se encargaban de la organización interna de la comunidad por medio de asambleas vecinales, “faenas”,26 “comisiones”27, o bien, las “juntas de mejoras”, donde se presentaban ellos mismos como presidentes (Cornelius, 1980).28 ámbito urbano el cacique está relacionado por medio de sentimientos de reconocimiento y solidaridad comunitaria, mientras que en el rural no es así; finalmente, el cacique urbano deriva su poder de su rol como intermediario, es decir, primero genera relaciones políticas y administrativas para después obtener poder, mientras que en el caso rural sucede lo contrario, el poder antecede al rol de intermediario. 26 Por “faenas” se entiende: “el trabajo colectivo organizado por turnos y en equipos para mejorar, introducir tal o cual servicio de manera provisional o permanente, ya sea por iniciativa de la colonia o ya sea por decisión de la Delegación” (Núñez, 1990, p.76). 27 “Comisiones” se empleaba tanto para referirse a los grupos encargados de dar seguimiento y presionar a los funcionarios gubernamentales sobre alguna gestión, como para hacer alusión a “…varias actividades de grupo, como la asistencia a las presentaciones públicas del Presidente de la República y otros funcionarios, ceremonias de inicio o inauguración de obras públicas en varias partes de la ciudad, y reuniones o mítines promovidos por el gobierno del PRI” (Cornelius, 1980, p.172). 28 Para Wayne Cornelius (1980) otros papeles de importancia que jugaban los intermediarios eran los de ser líderes de opinión y promover el aprendizaje político entre sus seguidores. 52 Gestiones a cambio de apoyo político-electoral La función de gestión de los líderes comenzaba con la definición de objetivos y prioridades de los asentamientos, para proceder posteriormente a entablar relaciones y negociaciones con las autoridades. Una vez que se había logrado la aceptación sobre las tierras ocupadas, comenzaba el “largo peregrinar del líder y sus comisiones” (Núñez, 1990, p.77), momento en que se acudía a las instancias gubernamentales a solicitar en “tono de súplica” solución a la regularización de los terrenos y otro tipo de problemáticas internas. Todo ello no sin antes reafirmar el apoyo al gobierno y al PRI en las elecciones. A cambio del reconocimiento de la propiedad de la tierra y acelerar los procesos administrativos, se esperaba que el líder otorgara como moneda de cambio apoyo político-electoral y control social: …que mantenga el orden, impida escándalos y demostraciones públicas que puedan ser molestas para el régimen, y evite en general cualquier actividad que pueda alterar la paz o minar la confianza en el régimen. También tiene la obligación de […] organizar la participación de las elecciones, las campañas para registrar electores y otras formas de actividad política recomendadas oficialmente (Cornelius, 1980, p175.) Entre un gobierno que esperaba de sus burócratas “atender el menor número de demandas con el menor grado de violencia posible” ( onzález Casanova, 1988, p.199) y líderes abusivos que en ocasiones actuaban en contra del interés de sus propios “representados” alargando los procesos de regularización para seguir controlándolos (Cornelius, 1980), se abría un margen de acción propicio para las relaciones clientelares que beneficiaban al gobierno. La forma que tenían los políticos de trabajar por medio de intermediarios que estaban “ubicados estratégicamente en la estructura social” (Cornelius, 1980, p.180) fue altamente eficiente y tuvo un impacto significativo en el ámbito político. Por medio del sistema clientelar se impedía la organización independiente de las poblaciones, y en cambio, se fomentaba el control político y social vertical (Núñez, 1990; Eckstein, 1976); asimismo, ese mecanismo coadyuvó por décadas a mantener la hegemonía del PRI gracias a que generaba un sentimiento de agradecimiento por parte de los pobladores ante el providencialismo estatal (Cornelius, 1980; Núñez, 1990). Por su parte, a pesar de que los partidos de oposición mostraron un reducido interés por los pobres urbanos en esos años (Montaño, 1976), la vasta red de intermediarios actuó como la negación 53 misma del sistema de partidos y de la democracia (Casanova, 1988)29; finalmente, fomentaba el sistema de corrupción debido a las “mordidas” y sobornos que fluían a fin de acelerar los procesos de regularización y gestión (Núñez, 1990). Si bien, se llegaron a documentar casos en que líderes de colonos fueron depuestos por medio de la desacreditación por parte de pobladores que los denunciaban por abusos, incluso llegando a pedir la intervención del Presidente (Cornelius, 1977, 1980), la pérdida de preponderancia de los líderes se derivó de la creciente urbanización del país (Cornelius, 1980) y la creación de instancias ad hoc para resolver los problemas de regularización de la tierra. La creación de estas instituciones por parte de los gobiernos de Echeverría y López Portillo se erigieron como nuevas mediadoras a fin de reemplazar a los intermediarios, proceso que para Peter Ward (1989), después de 1977 ayudó a desplazar a los organismos del PRI y a líderes locales de papeles protagonistas.30 Sin embargo, ello no terminó con las relaciones de clientela, ya que con las nuevas reformas políticas en el Distrito Federal de 1977 y 1980 que creaban los Órganos de Representación Ciudadana (Jefes de Manzana y Asociación de Residentes), se abrió la puerta a una nueva forma de control por medio de la imposición directa de allegados de los delegados (Jiménez, 1989). De esa manera se evitaba que colonos “independientes” llegaran a los altos puestos de los órganos de representación y en cambio, se empleaba a individuos adeptos al PRI como intermediarios entre las autoridades delegacionales y la sociedad (Jiménez, 1989). Asimismo, con el paulatino crecimiento de organizaciones populares del MUP y de la oposición, nuevos vínculos de clientela se formarían reemplazando o conviviendo con los ya analizados, como se verá en lo sucesivo. 29 o nzález Casanova (1988) escribió al respecto: “El sistema político mexicano obliga a que los ciudadanos elijan intermediarios, reconocidos y seleccionados por el Estado y el partido del Estado. Y ello obstaculiza considerablemente el desarrollo de cualquier partido de oposición, coloca en una debilidad extrema a los partidos de oposición” (p.230). 30 De 1965 a 1985 existieron ocho instancias gubernamentales con responsabilidades de regularización de la tierra en el Distrito Federal, lo cual hizo que particularmente en el gobierno de Echeverría surgieran conflictos entre ellas por competencia y duplicidad de atribuciones (Ward, 1989). 54 Cambio político y clientelismo en la Ciudad de México Los partidos políticos construidos a base de sindicatos u organizaciones gremiales afrontaron un adverso panorama en América Latina durante las décadas de 1980 y 1990, debido a dificultades representadas tanto por una crisis económica en la región, como por el descenso de la industria y la expansión del sector informal (Levistky, 2007). A decir de Steve Levitsky, ese escenario creó incentivos para que este tipo de partidos cambiaran de estrategia; debilitando o perdiendo su organización gremial y generando lazos con otro tipo de seguidores, para lo cual recurrieron al establecimiento de relaciones clientelares. De acuerdo con el autor, fueron elegidas dichas relaciones por ser compatibles con el modelo económico impulsado desde instituciones internacionales debido a su flexibilidad, -a diferencia de las organizaciones sectoriales-, así como por ser efectivas para obtener votos donde existen altos niveles de fragmentación social, resultado de la economía informal, el desempleo y baja membresía a gremios organizados. En el caso de México, si bien el clientelismo y el corporativismo habían sido fenómenos que de forma simultánea garantizaban el apoyo político al PRI en su etapa de partido hegemónico, durante los años ochenta y noventa la tendencia experimentada por los partidos de base sectorial en América Latina también impactó en este partido, haciendo que el clientelismo se convirtiera en una estrategia central (Heredia, 1992; Levitsky, 2007). Debido a la crisis fiscal de inicios de los ochenta, se pusieron en marcha en México distintas reformas para reducir el gasto social y se ofertaron empresas controladas hasta entonces por el Estado, a fin de recobrar la confianza económica y controlar las áreas centrales de la economía mexicana (Heredia, 1992). En ese contexto de carencia económica, si bien el PRI logró mantener el Ejecutivo Federal, -posiblemente por medio de un fraude en 1988-, también comenzó a realizar cambios en su estrategia política. Uno de ellos fue debilitar la representación automática de sus sectores afiliados, mientras que otro consistió en pasar de una estructura corporativa apoyada en los principales gremios, a otra clientelar con presencia territorial, especialmente direccionada hacia los pobres urbanos (Levistky, 2007). Esto, debido a que en 1988 la gran mayoría de quienes votaron por Cuauhtémoc Cárdenas para Presidente fueron los sectores bajos de la economía en las ciudades, tales como taxistas, transportistas, burócratas, etc., 55 los cuales no estaban representados ni pertenecían a alguna organización sectorial afiliada al PRI (Magaloni, Díaz-Cayeros y Estévez, 2007). Aunque también se ha señalado que algunos sectores representados apoyaron en lo individual o colectivamente a la oposición en 1988, tal fue el caso de los petroleros (Hernández, 1992). No son pocos los autores que han señalado al proyecto sexenal contra la pobreza emprendido por Carlos Salinas de Gortari, Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL), como el mecanismo por el cual se dio un giro para echar a andar una estructura territorial de corte clientelar con presencia municipal, el cual estuvo dirigido a los sectores vulnerables de las ciudades (Heredia, 1992; Fox, 1994; Hilgers, 2005; Magaloni, Díaz-Cayeros y Estévez, 2007; Levistsky, 2007). Se ha evidenciado cómo PRONASOL estuvo manipulado políticamente, ya que se destinó una cantidad desproporcionada de recursos a recuperar territorios ganados por la oposición, por ejemplo, el caso de Michoacán con amplia presencia del PRD, al cual se le dedicó el 12% del presupuesto total y una cuarta parte de todos los promotores desplegados a nivel nacional (Fox, 1994). Por su parte, Magaloni, Díaz-Cayeros y Estévez (2007) sostienen que la estrategia del gobierno de Salinas fue mantener una distribución de recursos diversificada en cuanto a beneficios desplegados de PRONASOL, los cuales constituyeron el 1.18 % del Producto Interno Bruto anual. Dicha estrategia consistió en otorgar parte de los recursos de forma universalista, conforme a los objetivos reales del programa y otra parte de forma clientelar, misma que fue aumentando con los años: A medida que el programa se consolidaba a lo largo de los años, se hizo más clientelar; cuando Pronasol fue iniciado en 1989, el 25 por ciento de los fondos distribuidos en un municipio promedio constituían transferencias privadas; en 1994 la proporción había aumentado al 35 por ciento. La abrumadora mayoría de los municipios recibieron acciones de bienes privados por debajo del 40 por ciento. Esto sugiere que el PRI estaba proporcionando bienes públicos a través de Pronasol como un esfuerzo estratégico para llegar a los votantes más allá de sus principales clientes. La mayoría de los municipios recibieron combinaciones de bienes, acorde con una lógica de diversificación (193-194 pp.).31 31 “As the program consolidated throughout the years, it became more clientelistic; when Pronasol was initiated in 1989, 25 percent of the founds distributed to the average municipality constituted private transfers; by 1994 the share had increased to 35 percent. The overwhelming majority of the municipalities were provided shares of private goods below 40 percent. This suggests that the PRI was providing public goods 56 La estrategia del PRI de obtener apoyo electoral masivo de forma clientelar durante el periodo salinista tuvo como intención detener el avance de la izquierda, ya que en 1988 ésta había obtenido el nivel más elevado de votación histórica, gracias a la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas como representante del Frente Democrático Nacional (FDN). A pesar de la derrota del Frente Democrático, con su posterior transformación en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), éste logró obtener la primera Jefatura de Gobierno mediante elecciones del Distrito Federal en 1997, así como dos gubernaturas casi una década después de su fundación (Tlaxcala y Baja California Sur). A partir de entonces el PRD ha mantenido un predominio en la Ciudad de México, mismo que se expresa al haber ocupado de forma ininterrumpida la Jefatura de Gobierno por 20 años; haber obtenido una mayoría en la Asamblea Legislativa (con excepción de las elecciones de 2000 y 2015); así como haber gobernado 15 de las 16 delegaciones desde que los jefes delegacionales son elegidos mediante sufragio universal. Sin embargo, y a pesar de que el PRD se planteó evitar las prácticas clientelares de PRI, al llegar al poder no tardo mucho tiempo en reproducirlas. Para comprender la actual dinámica política dentro de la Ciudad de México es importante conocer el origen organizativo del PRD, elemento que se ha señalado como la clave para que ese partido actúe de forma facciosa, personalista y con un fuerte componente clientelar hasta actualidad (Hilgers, 2008). Durante la segunda mitad del siglo XX tres momentos fueron clave para que el Movimiento Urbano Popular (MUP) emergiera, se consolidara y adoptara la vía electoral como mecanismo para satisfacer sus demandas. El primero de ellos fue el año de 1968, a partir del cual se conformaron diversas organizaciones, aunque al margen de la vida partidaria; el siguiente fue 1985 debido a los sismos, el cual logró organizar a los damnificados, entre los que había no sólo activistas de izquierda sino profesionistas, clase media e inquilinos; en tercer lugar, 1988, año en que el Frente Democrático se perfiló como un partido de izquierda con posibilidad de vencer en las urnas (Bruhn, 2013). Tan sólo en el Distrito Federal, cerca de 50 organizaciones del MUP participaron apoyando la candidatura through Pronasol as a strategic effort to reach out to voters beyond its core clienteles. Most municipalities received combinations of good, consonant with a portfolio diversification logic”. En el original. 57 de Cárdenas (Tavera, 2013), lo cual hizo que el MUP se dividiera entre quienes adoptaron esa vía, y quienes persistieron en mantener una posición independiente de los partidos.32 La relación entre el MUP y los partidos políticos en la Ciudad de México después de las elecciones de 1988 fue compleja. En algunos casos los movimientos se deterioraron debido a la incompatibilidad de sus objetivos con los de los partidos, generando una pérdida de vitalidad de los primeros (Haber, 2009, 2013). O bien, se generaron divisiones, se terminó con las medidas de confrontación directa del MUP y con la participación crítica de sus bases (Moreno, 2013). Si bien, antes de que el PRD gobernara la Ciudad los distintos movimientos urbanos se relacionaban políticamente tanto con el PRI y el PRD, - beneficiándose particularmente con recursos otorgados por el primer partido desde el gobierno-, al constituirse la primera legislatura del Distrito Federal en 1997, el papel de los dirigentes del MUP elegidos desde el PRD fue sobresaliente. En las elecciones de 1997 el PRD postuló en su gran mayoría a dirigentes de organizaciones sociales, como diputados por la vía uninominal en la Asamblea Legislativa y sin sospecharlo, se convirtió en la primera mayoría sin derecho a representación proporcional, dejando fuera a intelectuales y otro tipo de candidatos (Méndez, 2013). Dado que se comenzó a privilegiar más la capacidad de movilización de las bases, que otro tipo de cualidades políticas para elegir candidatos, en esa primera legislatura el 90 % de los diputados locales provenían de organizaciones sociales (Combes, 2013). “Desde entonces, los movimientos urbanos son la principal fuente para reclutar élites políticas urbanas en la capital del país, superando fuentes tradicionales como sindicatos u organizaciones campesinas, camarillas universitarias y partidos políticos, ampliamente estudiadas” (Méndez, 2013, p.95).33 Es relevante el hecho de que la organización interna del PRD, más que constituirse a base de micro-organizaciones aisladas, comenzó a conformarse por medio de corrientes 32 “Una mención sucinta de las fuerzas que crearon el Frente Democrático Nacional (FDN) y después el PRD, incluye a la Corriente Democrática que se salió del PRI, un partido de la llamada oposición leal -el Partido Popular Socialista-, la izquierda social constituida por integrantes de varios movimientos sociales que se venían desarrollando a partir de la década de 1960 -campesinos, estudiante, médicos. Y movimientos urbano populares en la década de 1980, la izquierda clandestina, la izquierda guerrillera que se desarrolló de 1968 a 1974, la izquierda sindical -ferrocarrileros, electricistas, petroleros- y varios grupos de izquierda intelectual” (Gordon, 2013, p.200). 33 Cursivas del autor. 58 internas, mismas que desde 1995 aglutinaban y desdibujaban a cada una de las pequeñas organizaciones (Moreno, 2013). Se ha señalado al interés de Cárdenas de participar en los procesos electorales, -dejando de lado el cuidado de la organización formal del PRD-, como un elemento que dio paso a que este partido no prestara la suficiente atención a su institucionalización. Además, al evitar que la organización corporativa característica del PRI estuviera presente dentro del PRD, se motivó la lucha interna entre facciones por obtener cargos burocráticos al interior del partido y candidaturas de representación (Hilgers, 2008). “En lugar de reunir a militantes del PRD de diferentes orígenes en un proyecto común, los estatutos, según algunos comentaristas, otorgaron permiso formal para las guerras internas” (Hilgers, 2008, p.131)34 El resultado de eso fue una dinámica partidista basada en el faccionalismo de las corrientes internas, cuyos procesos electorales internos se degeneraron con rapidez, al incluir una amplia cantidad de fraudes. Aunque más importante fue la dinámica a base de alianzas entre políticos con acceso a recursos públicos y diferentes organizaciones formales e informales, las cuales daban su apoyo de manera reiterada o coyuntural por medio de una afiliación clientelar. Por medio de estas alianzas los políticos obtenían y obtienen hasta la actualidad, preponderancia dentro de la dinámica partidista dentro del PRD. …las facciones del partido se alían con las organizaciones de vendedores, taxistas y ocupantes de asentamientos irregulares, usando la fuerza electoral de los grupos para aumentar su propio poder de negociación, obtener posiciones y dirección política dentro del partido. A cambio, las facciones proporcionan un trato preferencial a los miembros de las organizaciones. Así, los ocupantes del Frente Popular Francisco Villa (FPFV) se han beneficiado de la alianza de sus líderes con una de las facciones más poderosas del PRD en el Distrito Federal (Hilgers, 2008, 134).35 Dos de las corrientes más sobresalientes del PRD durante la década pasada, -y las cuales persisten hasta la actualidad-, son la Corriente Democrática Nacional (IDN) y Nueva Izquierda (NI). La primera gira en torno a las figuras de René Bejarano y Dolores Padierna, quienes cuentan con una amplia trayectoria en diferentes organizaciones políticas de 34 “Instead of drawing the PRD militants from different backgrounds together in a common project, the statutes, some commentators believe, granted formal permission for internal wars”. En el original. 35 “Unofficially, however, party factions ally with vendor, taxi, and squatter organizations, using the groups' electoral strength to increase their own bargaining power in negotiations for positions and policy direction inside the party. In return, they provide preferential treatment to the organizations' members. Thus, squatters from the Frente Popular Francisco Villa (FPFV) have benefited from their leaders' alliance with one of the most powerful PRD factions in the Federal District”. En el original. have (Grajeda 2005) 59 izquierda, como la Unión Popular Nueva Tenochtitlán (UPNT), con la cual se unieron a la candidatura de Cárdenas en 1988. Mientras que Nueva Izquierda, también conocida como “los Chuchos”, -por ser sus principales dirigentes Jesús Zambrano y Jesús Ortega-, ha disputado a la IDN algunas zonas de la Ciudad, ya que su fuerza está desconcentrada en otros estados del país. Aunque sus principales estrategias han sido diferenciadas, -ya que la corriente de Bejarano ha puesto mayor atención en tener una amplia estructura territorial, mientras que Nueva Izquierda ha optado por la negociación pragmática con otros actores-, las dos agrupaciones han recurrido de forma reiterada a las relaciones de clientela como mecanismo para mantener su poder dentro del PRD (Hilgers, 2009). Distintas corrientes se han relacionado de manera clientelar con organizaciones en la Ciudad, obteniendo apoyo político-partidista, a cambio de beneficios y privilegios distribuidos a sus miembros por medio de líderes. Entre las organizaciones más sobresalientes que actúan de esa manera se encuentra el Frente Popular Francisco Villa (FPFV) al oriente de la Ciudad, el cual “lucha” por la vivienda urbana y ha empleado un sistema a base de puntaje para satisfacer la demanda de sus miembros cuando estos logran acumular una cantidad importante, mismo que se logra asistiendo a eventos políticos y dando apoyo partidista durante años e incluso décadas. Por su parte, el PRD ha postulado con éxito a los órganos de representación popular a líderes de esa organización, quienes desde el gobierno otorgan subsidios para vivienda y atienden las demandas de su propia organización de manera preferencial (Hilger, 2008, 2009). Cabe destacar que esta mecánica no sólo se da entre el PRD y el FPFV, sino que han existido y aún persisten organizaciones que, -ya sea solicitando vivienda, u otro tipo demanda-, han entablado relaciones clientelares gracias al apoyo de sus integrantes a cambio de beneficios personalizados que distribuyen sus líderes de forma discrecional. Entre esas organizaciones se encuentra la Asamblea de Barrios, la organización de taxistas piratas “Panteras”, la Cooperativa Social, Casa Lomas, la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, entre otras (Hilgers, 2005). Además, se ha tolerado la economía informal a cambio de apoyo político-electoral (Zaremberg, 2011), e incluso se provee de seguridad pública a sectores informales de manera selectiva y discrecional, de acuerdo con las negociaciones a las que llegan sus líderes con los gobernantes (Müller y Morayta, 2012). 60 Actualmente en la Ciudad de México, la capacidad de tener influencia en la política local está vinculada con la posibilidad que se tenga de contar con el apoyo de redes que respalden la candidatura dentro de algún partido (Tejera, 2016). En ese sentido, políticos y candidatos han buscado obtener el mayor número de apoyo político haciendo alianzas con organizaciones locales o regionales de diversa índole, así como empleando los mecanismos formales de representación vigentes en la Ciudad a manera de soporte que les proveen de apoyo electoral, específicamente los Comités Ciudadanos que en su mayoría son controlados por personas adeptas a los jefes delegacionales o a los diputados locales y federales (Tejera, 2015). “Cuanto tienes, cuanto vales” es la frase básica de quienes interactúan en la dinámica político-territorial, y ante la cristalización de las relaciones políticas y la impermeabilidad creciente de las facciones, es improbable que pueda ascenderse políticamente si no es mediante la formación de una organización ciudadano-vecinal que respalde las aspiraciones político económicas de dichos emprendedores” (Tejera, 2016 p.69). Asimismo, tal y como ha observado Héctor Tejera (2016), actualmente la “gestión” es uno de los medios más comunes mediante el cual se relacionan los políticos en la Ciudad con sus seguidores. Por medio de esta dinámica, políticos dirigen o mantienen alianzas con redes locales o regionales que actúan de manera clientelar, de tal forma que éstas actúan como un sostén para seguir manteniéndolos en el poder. Algunos estudios realizados durante la última década dan cuenta de la forma en cómo se relacionan esos políticos y ciudadanos en varias delegaciones de la Ciudad, especialmente gracias a las actividades de gestión que desempeñan los intermediarios con presencia territorial. En el caso de Iztapalapa (Tejera, 2016), Tlalpan (Hurtado, 2013, 2014), Magdalena Contreras (Cobilt, 2008), Miguel Hidalgo (Cobilt, 2011), Cuajimalpa (Tejera, 2016; Hagen; 2015). 61 III. Flujo de recursos y gestión de servicios desde la intermediación clientelar en Álvaro Obregón Metodología y diseño de la investigación El presente capítulo aborda las relaciones políticas y de intercambio clientelar que prevalecen entre intermediarios políticos vinculados al Partido de la Revolución Democrática y el grupo político que gobierna la delegación Álvaro Obregón. Acorde con los objetivos generales de la investigación, se busca clarificar de forma descriptiva cuáles son los principales mecanismos empleados por los intermediarios para acceder a recursos y gestionar servicios que dirigen hacia sus redes personales. El estudio se sumerge dentro de la red política delegacional tratando de aislar dichos mecanismos, a fin de construir una red de flujo por medio de la cual se visualice la manera en que se accede a programas sociales y gestiones del espacio público de forma privilegiada. No obstante, y dado que los vínculos clientelares que relacionan a políticos e intermediarios forman parte de una relación política más amplia, su interacción difícilmente podría entenderse sin un marco general que le diera sentido. Por ello, el capítulo también tiene como propósito ahondar, -desde el punto de vista de los intermediarios-, en la relación que mantienen éstos con el grupo político gobernante en Álvaro Obregón y en especial con quien se ha identificado como el patrón, a fin de indagar sobre las evaluaciones y percepciones que les impulsan a mantener el vínculo. Finalmente, se busca conocer cuáles son las fuentes de obtención de recursos e instancia de gestión empleadas por los intermediarios fuera de la demarcación y cómo es la relación de éstos con las instancias formales del PRD. El instrumento metodológico que se ha empleado para dar forma al trabajo es el estudio de caso, al cual se entiende como “el estudio intenso de una sola unidad o un pequeño número de unidades (los casos), con el propósito de entender una clase más grande de unidades similares (una población de casos)” ( erring, 2007, p.96).1 De esa forma, el caso analizado consiste en una fracción de la red político-clientelar de la Delegación Álvaro 1 “The case study approach to research is most usefully defined as the intensive study of a single unit or a small number of units (the cases), for the purpose of understanding a larger class of similar units (a population of cases”. En el original. 62 Obregón, el cual se compone de once unidades de observación (intermediarios), en relación con el grupo político gobernante en la demarcación. En cuanto a la temporalidad que delimita al estudio, si bien el trabajo de observación comienza en junio de 2015, -fecha en que se llevaron a cabo las elecciones de representantes locales y jefes delegacionales- y finaliza con las últimas entrevistas y actividades de observación participante llevadas a cabo en abril de 2017. La parte medular se centra en el flujo de recursos y gestiones llevados a cabo en el año 2016, lo cual ha sido captado principalmente por medio de entrevistas a inicios de 2017. En ese sentido, la lógica del estudio se concibe como sincrónica (Gerring, 2007), ya que parte de la observación de las distintas unidades dentro del mismo periodo temporal.2 En relación con el espacio que enmarca al estudio, éste se centra en distintas colonias dentro de la delegación Álvaro Obregón, donde cada una funge como “territorio” de influencia de los intermediarios estudiados y bastión de sus redes personales, -excepto un caso-, donde el Intermediario tiene influencia hasta en once colonias, siendo destacable y ejemplo de una red des-territorializada.3 Dado que las unidades de estudio se encuentran de forma dispersa dentro de la delegación y los resultados del estudio muestran notables similitudes en cuanto a la forma en que se relacionan los intermediarios locales y las autoridades, el análisis es muy ilustrativo de las prácticas llevadas a cabo por la gran mayoría de intermediarios de Álvaro Obregón vinculados al PRD. Sin embargo, una generalización que busque trascender los límites geográficos de la delegación o incluso, desde el cual entender a todos los tipos de intermediación dentro de la misma es inapropiada, dados los propios límites del estudio de caso. En ese sentido, la observación de mecanismos causales y la profundidad con que es abordado el caso (Gerring, 2007) son elementos que se privilegian, en detrimento de ver reducida la validez externa de sus conclusiones, su amplitud y generalización. 2 Cabe destacar la pertinencia de llevar a cabo un estudio como el presente durante ese periodo, ya que en un lapso de sólo quince meses se llevaron a cabo tres procesos electorales: se eligieron legisladores y delegados, se votó por los representantes partidistas a la Asamblea Constituyente para la redacción de la Constitución de la Ciudad de México en junio de 2016 y se llevó a cabo la elección de comités ciudadanos en septiembre del mismo año. 3 Este caso se aborda en el siguiente capítulo con mayor profundidad. 63 Para la obtención de la muestra se acudió a una selección no probabilística orientada hacia la investigación cualitativa conocida como: “en cadena”, “por redes”, o bien, “bola de nieve”. Por medio de ella “…se identifican participantes clave y se agregan a la muestra, se les pregunta si conocen a otras personas que puedan proporcionar datos más amplios, y una vez contactados, los incluimos también” (Sampieri, et.al. 2010, p.398). A partir de una definición de los rasgos que debían cumplir los intermediarios para ser incluidos en el estudio, como fue el estar vinculado con el grupo gobernante en A.O.; ser conocidos como “líderes” por parte del mismo grupo y estar activos en labores de gestión, se procedió a pedir a un informante clave o gatekeeper apoyo para localizar a otros informantes con dichas características.4 Habiendo señalado a dos informantes más, se empleó el procedimiento de bola de nieve hasta llegar a los once participantes. Por su parte, para la recolección de los datos se acudió a las dos principales herramientas del trabajo etnográfico: la observación participante y la entrevista. Con respecto a la primera, -como observa Rosana Guber (2015)-, entre la mera observación y la participación activa se encuentra un continuo que se inclina hacia una u otra modalidad de acuerdo al tipo de inmersión en el “campo”. En el presente estudio, según las actividades llevadas a cabo se adoptó de forma intercambiable la observación pasiva, moderada y activa.5 Las actividades realizadas fueron principalmente: asistencia a eventos de fechas conmemorativas por el día del niño, día de la madre, día de muertos, reuniones políticas, comicios electorales, entregas de recursos como son las bolsas de alimentos (despensas), observación sobre implementación de programas sociales y de mejoramiento urbano, manifestaciones del PRD, etc. Se buscó permanecer el mayor tiempo posible en campo procurando con ello acercar la investigación a un modelo etnográfico de las prácticas clientelares, siguiendo el planteamiento de Javier Auyero: En términos metodológicos, planteo que los estudios sobre clientelismo necesitan más “etnografía política”, entendida como la investigación basada en la observación cercana, en 4 “Gatekeepers o controladores de ingreso a un lugar [son] Individuos que a veces tienen un papel oficial en el contexto y otras veces no, pero de cualquier manera pueden autorizar la entrada al ambiente o al menos facilitarla. También ayudan al investigador a localizar participantes y lo asisten en la identificación de lugares” (Sampieri, et.al. 2010, p.372). 5 En el primer caso, se encuentra presente el observador mas no interactúa con las unidades de estudio; en el caso de la participación moderada, se participa en algunas actividades, pero no en todas; finalmente, en la participación activa se participa en las actividades, pero no se mezcla de forma total con los participantes, es decir, se sigue manteniendo el papel de observador (Sampieri, et.al. 2010). 64 el terreno, de actores e instituciones políticas en tiempo y espacio reales, donde el investigador se inserta cerca (o dentro) del fenómeno a estudiar, para detectar cómo y por qué los actores en la escena actúan, piensan y sienten. La etnografía política nos permite trascender la superficialidad de las encuestas de opinión (“¿qué opina sobre el clientelismo?”, “¿recibió usted o alguno de sus vecinos algún bien de parte de un político durante la última elección?”) y adentrarnos en el verdadero funcionamiento del clientelismo (2012, p.20). Por otro lado, se aplicaron once entrevistas semi-estructuradas a los intermediarios seleccionados -cerca de cinco horas de grabación y la transcripción de un total de 64 páginas-,6 a fin de conocer aspectos específicos de su trayectoria social y política dentro de sus colonias; la composición y el número de su grupo de seguidores más cercanos; las fuentes y el proceso de obtención de recursos y gestión de servicios; su preferencia partidista y relación con el PRD; su participación en los comicios electorales y conocimiento de otros intermediarios en Álvaro Obregón. Finalmente, se utilizó el software de Análisis de Redes Sociales “Pajek”7, a fin de ubicar visualmente a los intermediarios dentro de la delegación mediante un procedimiento que combina datos geográficos y reticulares (Molina, Ruiz y Teves, 2005). De igual forma, se reconstruyó visualmente, -mediante el armado de una red bimodal-,8 la estructura reticular del flujo de gestiones que relacionó en 2016 a los intermediarios con las instancias de las cuales obtuvieron recursos y servicios, dentro y fuera de Álvaro Obregón. Por medio del análisis de esta red se buscó conocer qué mecanismos para gestionar son predominantes y qué instituciones son las más solicitadas para ese fin. 6 Por entrevistas semi-estructuradas se entiende a aquellas que “se basan en una guía de asuntos o preguntas y el entrevistador tiene la libertad de introducir preguntas adicionales para precisar conceptos u obtener mayor información sobre los temas deseados (es decir, no todas las preguntas están predeterminadas)” (Sampieri, et.al. 2010, p. 418). 7 Pajek es un software para el Análisis de Redes Sociales de distribución libre desarrollado por Vladimir Batagelj y Andrej Mrvar. 8 Una red bimodal o de “dos modos” es aquella que combina dos distintos tipos de actores, en el presente caso se trata de individuos (intermediarios y políticos) e instancias de obtención de recursos y gestiones (ONG e instancias gubernamentales). 65 La delegación Álvaro Obregón Historia y rasgos sociodemográficos Los territorios que comprenden la actual delegación Álvaro Obregón al poniente de la Ciudad de México son ricos en historia desde antes de la llegada de los españoles, sin embargo, es a partir del inicio de la época colonial cuando su poblamiento e importancia empiezan a acrecentarse y dar forma a lo que hasta el día de hoy representa en términos urbanísticos y socioeconómicos, una zona de grandes contrastes.9 “Las comunidades de Chimalistac, Tenanitla, Tizapán y la de Santa Fe, tuvieron un papel significativo durante el período colonial como centros productores y abastecedores de textiles, bienes comestibles y artesanales para la Ciudad de México” (Del. A.O., 2017). Particularmente San Ángel se convirtió en un centro económico, cultural y administrativo de importancia durante el periodo de la Colonia, de forma que, una vez proclamada la Independencia, el Ayuntamiento de San Ángel ya existía, -aunque no se sabe con certeza la fecha de su creación- (Oropeza y Contreras, 1994). Durante el siglo XIX los territorios aledaños a San Ángel experimentaron distintas reorganizaciones político-administrativas, donde éstos pasaron de formar parte de una zona fuera de la circunscripción del Distrito 9 A la llegada de los conquistadores existían asentamientos de población indígena en Tenanitla, lo que hoy es San Ángel, así como en Tizapán, Tetelpan, Ameyalco, Xochiac y el pueblo de Axotla (Del. A.O., 2017). Hernán Cortés erigió en Coyoacán su cuartel general a partir del cual dirigió la conquista del Imperio Azteca, gracias a su afinidad con los gobernantes de la zona en cuanto al deseo de atacar a los mexicas. Una vez lograda la victoria y habiendo sido investido con el marquesado del Valle de Oaxaca por el Emperador Carlos V, Cortés cedió parte de las tierras que hoy forman parte del poniente de la Ciudad al cacique Ixtolique, como recompensa por haberle salvado la vida en una batalla cerca de Cuernavaca y encomendó a los franciscanos la evangelización de sus tierras. A la muerte de Ixtolique, su hijo Felipe donó parte de sus tierras a la orden de los carmelitas, quienes en 1617 construyeron en Tenanitla un templo erigido a San Angelo Mártir, de forma que el lugar cambió su nombre a San Ángel (Pastor, 1997). Dada la organización político-administrativa instalada en la Nueva España por los españoles, San Ángel y Tizapán dependían de Coyoacán. Por su parte, al noreste del territorio, los pueblos de Xochiac y Ameyalco, (lo que hoy son los dos únicos pueblos de la delegación, Santa Rosa Xochiac y San Bartolo Ameyalco) eran caseríos de agricultores y leñadores (Tostado y Fujigaki, 2000). Mientras que también permanecía como un territorio aislado el pueblo-hospital de Santa Fe, que en 1532 funda el religioso Vásco de Quiroga, a partir de un modelo de sociedad utópica inspirado en el famosos escrito de Thomas More. El pueblo incluía un templo, un hospital, un orfanato y una escuela, en la que se enseñaban diversos oficios. 66 Federal en 1824, cuya cabecera era Tlalpan, a ser parte de una de las trece municipalidades que conformaban al Distrito Federal en 1903.10 El 31 de diciembre de 1928 el Distrito Federal suprimió las anteriores municipalidades y pasó a estar integrado por medio de un Departamento Central y trece delegaciones: Guadalupe Hidalgo, Atzcapotzalco, Ixtacalco, General Anaya, Coyoacán, San Ángel, La Magdalena -Contreras-, Cuajimalpa, Tlalpan, Ixtapalapa, Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac.11 Tres años después, y dado el desconcertante asesinato del presidente Álvaro Obregón en el restaurante La Bombilla de San Ángel, Pascual Ortiz Rubio decreta el cambio de nombre de San Ángel por el de Villa Álvaro Obregón. Más tarde, en 1941, la Ley Orgánica del Distrito y Territorios Federales crea al Departamento del Distrito Federal y mantiene el nombre de Delegación Villa Álvaro Obregón, siendo hasta las modificaciones a la Ley Orgánica de 1970 en donde se establecen los límites actuales y la denominación vigente de la misma. Actualmente la demarcación cuenta con cerca de 96.03 km2 de territorio; colinda al norte con la delegación Miguel Hidalgo, al oriente con Benito Juárez y Coyoacán, al sur con Magdalena Contreras y Tlalpan, así como al poniente con Cuajimalpa (Evalúa CDMX, 2017) y mantiene la sede de sus oficinas delegacionales en la colonia 10 “El edificio de Ayuntamiento Constitucional de san Ángel se encontraba enfrente del ex-convento del Carmen, en donde actualmente se encuentra el Centro Cultural San Ángel, ubicado en Avenida Revolución” (Oropeza y Contreras, 1994, p.285). 11 Diario Oficial de la Federación. Fuente: Página oficial de la delegación, sección Direcciones Territoriales. Ilustración 2. Direcciones territoriales en Álvaro Obregón 67 Tolteca que se encuentra frente al Parque de la Juventud, cerca del Anillo Periférico.12 Finalmente, en 2010 el Delegado Eduardo Santillán creó las siete Direcciones Territoriales en las que actualmente se divide la delegación, a fin de descentralizar sus funciones administrativas, las cuales son: San Ángel, Las Águilas, Plateros, Centenario, La Era, Jalalpa y Tolteca (Ilustración 2). En términos sociodemográficos, a partir de los años cuarenta del siglo pasado la delegación Álvaro Obregón experimentó un proceso acelerado de crecimiento poblacional acorde con lo que sucedía en la mayoría de la ciudad y el área metropolitana. Se trató de la combinación de una alta tasa de natalidad junto a un constante flujo migratorio proveniente de diversos estados del interior de la República, lo cual dio como resultado que de 1950 a 1980 la población pasara de 133 mil a casi 640 mil habitantes hacia 1980, de los cuales un 33% en 1970 se conformaba por población migrante (Yáñez, 2000). El ambiente veraniego y paradisiaco que representó la zona poniente de la Ciudad durante el periodo de la Colonia y el siglo XIX, debido a sus recursos naturales y fisonomía constituida por ríos, manantiales, lomeríos, bosques y montañas, se transformó durante el siglo XX en un conglomerado de viviendas improvisadas y asentamientos irregulares sin ninguna orientación ni planificación urbana. El proceso de poblamiento trajo consigo a su vez, el problema de la vivienda, lo cual en su mayoría fue resuelto por los colonos mediante la auto-construcción.13 Esta estrategia popular para resolver la cuestión habitacional no fue distinta a la que se empleó en otras partes de la ciudad, sin embargo, lo que hizo singular su empleo en Álvaro Obregón fueron las condiciones geomorfológicas que presenta esta demarcación y sobre las cuales se establecieron decenas de colonias populares.14 El tipo de vivienda que formó parte de los asentamientos urbanos en este lugar se caracterizó por poblar los sitios bajos geográficamente, es decir, las barrancas u hondonadas. Asimismo, diversas colonias se ubicaron en zonas industriales y minadas, de 12 La sede se construyó en 1988, año en que el Jefe del Departamento del D.F. expidió una declaratoria por medio de la cual se le destinaba un predio propiedad del propio Departamento (Oropeza y Contreras, 1994). 13 “En efecto, de 1950 a 1974, los sectores populares produjeron con sus propias manos el 65 por ciento y más del total de viviendas edificadas en el país” (Yáñez, 2000, p.167). 14 Entre 1977 y 1982 existían 180 colonias populares en la delegación (Yáñez, 2000), algunas de las cuales conformaron parte del movimiento urbano popular con la finalidad de lograr su regularización y la dotación de servicios básicos, por medio de las siguientes organizaciones: Bosques del Pedregal, Unión de Colonos, Inquilinos y Solicitantes de Vivienda 11 de Noviembre, El Salitrero, Barrio Norte, Coordinadora del ex ejido San Bernabé Ocotepec, col. Jalalpa, Primera Victoria, La Era, Cedros (Ramírez, 1999). 68 donde a mediados del siglo pasado se había extraído grava y arena para la construcción del Distrito Federal.15 Por el contrario, los sectores medios y altos estaban ubicados en zonas planas, altas, de amplia superficie, lejos de fábricas y mejor comunicados (Tostado y Fujigaki, 2000). Las consecuencias que hasta la fecha ha traído la instauración de los asentamientos irregulares en la zona son de diversa índole, por ejemplo: un riesgo físico constante por taludes, minas y muros inestables; contaminación producida por basura, cascajo y quema de desechos en las barrancas; contaminación de ríos, suelos y la posterior producción de plagas y enfermedades; pérdida y alteración de la biodiversidad; venta y ocupaciones ilegales de áreas verdes e indefinición de la situación jurídica de los predios (Ramírez, 2004). La vida en Álvaro Obregón, especialmente en la zona oeste que albergaba gran parte de los asentamientos espontáneos, también padecía de otro conjunto de problemáticas asociadas con la pobreza, como eran la insuficiencia de servicios básicos, violencia cotidiana, altos índices de delincuencia, pandillerismo y corrupción.16 “Se manipulaba a la gente y con alto grado de impunidad se traficaba con sus intereses, con sus necesidades vitales. Todo funcionario se sentía con derecho a pedir, sin recato alguno, “estímulos” y “mordidas” (Yáñez, 2000, p.170). Por su parte, sumado al entorno de precariedad ya descrito, se erigía al poniente de la delegación “el tiradero de Santa Fe”, creado en 1958 y que llegó a cubrir 40 hectáreas de desechos provenientes del Distrito Federal. En él residían cerca de 500 familias de pepenadores y del mismo escribió Fernando Benítez las siguientes líneas: A cada familia corresponde un montón de podredumbre, las sobras de los platos, los desechos de las cocinas y los mercados, la codiciada y peligrosa basura del Seguro Social, el papelerío que secretan los burócratas de la Secretaria de educación, las ramas y los céspedes cortados de los jardines o arcillas o la tierra que originan los túneles del Metro, del drenaje profundo o de los ejes viales… lo que desechamos a cualquier precio aquí se reviste de un inmenso valor. En Santa Fe no hay sonrisas, ni bromas. Mi presencia los ofende y me miran, no con un odio comprensible, sino con un desprecio soberano.17 15 Dentro de la demarcación existen actualmente unas 36 colonias asentadas sobre suelo minado. Ver reportaje “Hallan mina debajo de 200 casas en la Álvaro Obregón” (2 de abril de 2014) en Excélsior. 16 Se estima que en la década de 1980, cerca de 15 mil jóvenes constituían 130 bandas callejeras, incluida la de Los Panchitos que tanto temor inspiró en la zona y que fue creada en noviembre de 1981 (Tostado y Fujigaki, 2000). 17 Citado en Tostado y Fujigaki, 2000, p. 122. 69 Actualmente el escenario descrito por Benítez ha cambiado bastante, las montañas de basura han dado paso a una ostentosa zona comercial y residencial que junto con colonias de la delegación Cuajimalpa albergan quizá al corporativo más grande del país y de América Latina. Las familias de pepenadores que permanecieron ahí hasta los años noventa fueron reubicadas en colonias aledañas a espaldas del Tecnológico de Monterrey y en otras partes de la ciudad Hoy en día Álvaro Obregón cuenta con cerca de 749, 982 habitantes (INEGI, 2015) lo que la convierte en la tercera delegación más poblada de la Ciudad y se ha convertido en un territorio de fuertes contrastes en lo que se refiere a las condiciones de vida urbana. No es difícil encontrar lujosas zonas residenciales o habitacionales junto a colonias de “bajo” y “muy bajo” nivel de desarrollo social, e incluso asentamientos espontáneos.18 Según datos de CONEVAL, para 2010 casi un tercio de la población en la delegación se encontraba en situación de pobreza (31.3 %), de la cual 16,748 personas, el equivalente a 2.4 % vivían en pobreza extrema, mientras que el 68% del total de habitantes presentaba al menos un tipo de carencia social.19 Por su parte, el Índice de Desarrollo Social que emplea la Ciudad de México, (Evalúa CDMX, 2016a), para medir las necesidades básicas insatisfechas clasifica las unidades territoriales (colonias, unidades habitacionales, pueblos) en cuatro sectores de acuerdo con el siguiente puntaje: “muy bajo” (de .6 a .699); “bajo” (de .7 a .799); “medio” (de .8 a .899) y “alto” (de .9 a 1).20 De acuerdo con esta medición, de 208 unidades territoriales de Álvaro Obregón contabilizadas, el 62.5 % mantienen un desarrollo social considerado “bajo” y “muy bajo”, mientras que 17.7 % se cataloga como “medio” y el 18.7 % “alto”. En términos numéricos eso significa que un total de 444,579 personas viven en medio de condiciones de carencia, donde la mala calidad y el reducido espacio de la vivienda impera en 95 unidades territoriales, obteniendo en ese rubro un puntaje inferior al 18 Existen asentamientos de este tipo en las barrancas de Álvaro Obregón y Cuajimalpa, las cuales han llamado la atención por los deslaves e incluso la pérdida de vidas humanas. Ver Santiago, Aníbal, 23 de septiembre de 2016. “La vida en las barrancas: pesadilla en el abismo”. Newsweek en español. 19 “Carencia social” para CONEVAL se conforma de seis indicadores: rezago educativo; calidad y espacios de la vivienda; acceso a los servicios básicos en la vivienda; acceso a la alimentación; acceso a los servicios de salud y acceso a la seguridad social. Siendo los dos últimos los aspectos que más se carecen, en un porcentaje de 34.4 y 53.9 respectivamente. Ver (CONEVAL, 2010). 20 Los indicadores empleados en el índice son: calidad y espacio de la vivienda; acceso a salud y seguridad social; rezago educativo; bienes durables, adecuación sanitaria y energética. 70 .6, -ya de por sí considerado como “muy bajo”-, y sólo 26 unidades en toda la delegación logran estar dentro del rango de 9 en adelante. Otro de los indicadores que resalta en términos numéricos, en el estudio de Evalúa CDMX (2016a), es el que mide las condiciones sanitarias, aunque cabe destacar que este problema está focalizado en unas cuantas colonias, la mayoría de las cuales se ubican junto a cauces de ríos o a un costado de las barrancas. Finalmente, los temas del acceso a servicios de salud y seguridad social son los más bajos, lo cual coincide con el estudio de CONEVAL (2010), al ser identificados como los indicadores de carencia social más Fuente: Elaboración propia con información de Evalúa CDMX (2016a) Ilustración 3. Grado de Desarrollo Social por unidad territorial en Álvaro Obregón 71 generalizados en la demarcación. Como se pude apreciar en la Ilustración 3,21 en Álvaro Obregón se encuentran zonas de “muy bajo” desarrollo social en vecindad con sitios considerados de nivel “alto”, es un territorio donde convive al diario la opulencia con la pobreza. Grandes edificios y vías principales de comunicación eclipsan o esconden a sus espaldas colonias de bajos recursos donde prevalecen carencias y falta de servicios urbanos, lo que los vuelve un terreno fértil para la creación de relaciones clientelares, donde es común intercambiar apoyo político a un partido a cambio de recibir prebendas personales, o bien, la promesa por mejorar las condiciones del entorno inmediato Trayectoria político-electoral A partir de mediados de los ochenta se comenzaron a llevar a cabo un conjunto de modificaciones graduales a la estructura política y administrativa del Distrito Federal, mismas que tendieron a dar autonomía a la entidad respecto del poder Ejecutivo. Esto se logró gracias a la presión a favor de la democratización de parte de la ciudadanía, que las exigía en medio de un contexto de crisis económica e inconformidad causada por conflictos electorales en el resto del país (Álvarez, 2009). En 1994 se le asignó al D.F. el estatus de entidad federativa y su órgano de representación, la Asamblea de Representantes del Distrito Federal se transformó en Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), que junto con el Jefe de Gobierno fueron elegidos a partir de 1997 mediante sufragio universal. A partir de ese año y hasta la actualidad, la izquierda, -especialmente el Partido de la Revolución Democrática-, ha sido la expresión predominante en la ALDF,22 en las delegaciones políticas y ha ocupado todas las jefaturas de gobierno a pesar de los vaivenes políticos de los últimos veinte años. Héctor Tejera (2016) identifica algunas tendencias del comportamiento electoral que ha experimentado la Ciudad de 1997 hasta el 2015 y de las cuales se rescatan aquí las siguientes tres. El primer rasgo que sobresale es la resistencia a votar por el PRI, algo que 21 Agradezco a la diseñadora Janin Monroy por el apoyo en la elaboración del mapa. 22 Excepto el año 2000 en la ALDF, cuando el PAN obtuvo dos diputados de mayoría relativa más que el PRD. 72 en términos electorales desde los años sesenta es característico de la entidad, ya que la oposición, -específicamente el PAN y los partidos de izquierda-, recibía altos niveles de votos en un contexto de hegemonía, mientras que los índices de abstencionismo eran los más elevados del país. Esta tendencia opositora hacia el PRI continuó durante el predominio del PRD, ya que de 1997 hasta el año 2012 no obtuvo ninguna diputación local de mayoría relativa y sólo consiguió una jefatura delegacional. Es hasta 2015 cuando, debido al declive del PRD, el Revolucionario Institucional logra obtener tres delegaciones y tres diputaciones locales de mayoría. El siguiente punto tiene que ver con el predominio del PRD hasta 2012 en la Ciudad, cuyos porcentajes de votación se mantuvieron en un rango de entre 26 y 64 % de la preferencia electoral. Además, el número de diputados locales que obtuvo osciló entre 31 y 38 de un total de 40 (con excepción del año 2000), mientras que llegó a gobernar 15 delegaciones de las 16 que componen a la Ciudad. Esta tendencia del PRD como partido dominante termina en 2015, cuando una facción surgida de esta misma fuerza política y agrupada en el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) logra obtener la primera minoría en la Asamblea Legislativa (18 diputados), frente al PRD que consigue 14 diputaciones de mayoría. Si bien, el PRD sigue siendo el partido que mantiene la jefatura de gobierno y el mayor número de delegaciones políticas (6), no logró estar lejos de MORENA, que en los últimos comicios obtuvo cinco. Finalmente, sobre el Partido Acción Nacional (PAN) se observa que éste tuvo una oscilación positiva considerable en el año 2000 en que Vicente Fox compitió por la Presidencia, logrando obtener 21 diputados locales en la Asamblea de mayoría y seis delegaciones. Sin embargo, a partir de 2003 experimentó un abrupto descenso que lo llevó a conseguir sólo tres diputaciones de mayoría y mantener dos delegaciones. Asimismo, según Tejera (2016), en 2012 el partido sufre otro descalabro electoral que generó que una parte de su electorado se decidiera a votar por el PRD y el PRI, aunque actualmente sigue conservando como su bastión histórico las delegaciones Benito Juárez y Miguel Hidalgo, que son las entidades de mayor desarrollo social (Evalúa CDMX, 2016b). Las tendencias electorales en la Capital del país antes expuestas permiten situar el comportamiento electoral de la delegación Álvaro Obregón dentro de un marco general en 73 el cual está inscrito. En ese sentido, se evidencia como en los primeros sufragios en los que se eligieron jefes delegacionales en el año 2000, Álvaro Obregón fue una de las 6 demarcaciones que obtuvo la alianza PAN-Partido Verde Ecologista de México, que como se ha mencionado, se debió en gran medida al influjo de la campaña de Vicente Fox por la Presidencia. El candidato de la alianza, Luis Eduardo Zuno Chavira, arriba a la jefatura delegacional con el 36 % del total de votos, dejando al candidato del PRD, Alejandro Encinas, en segundo lugar, con un 28 % de las preferencias electorales y al PRI en el tercero con el 25 %. Esos resultados contrastan ampliamente con los obtenidos tres años después en las elecciones intermedias de 2003, donde el PAN pierde cuatro delegaciones, -entre ellas Álvaro Obregón-, y comienza el predominio político del PRD en la Ciudad. En esas elecciones el 44.46 % de los votos fueron favorables a la candidatura de Leticia Robles Colín, mientras que en segundo lugar quedó el PAN con un 27.14 %. La jefatura de Leticia Robles inició sin grandes sobresaltos, sin embargo, a unos meses de haber iniciado el año 2004 fue involucrada en el tema de los “videoescándalos”, que tenían como propósito sacar al entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador de la carrera presidencial. En su libro Derecho de réplica (2009) el empresario Carlos Ahumada afirma haber grabado a Leticia Robles recibiendo dinero para su campaña electoral. A pesar de eso, y de haber aceptado tener vínculos con el empresario argentino, Robles Colín se negó a dejar su cargo. “Asimismo, respaldé las campañas de Leticia Robles en Álvaro Obregón y las de Francisco Martínez Rojo y Fátima Mena en Tláhuac, entre otros” (Ahumada, 2009, p.87).23 Dos años más tarde (2006), respaldado por la fuerza arrolladora que tuvo la elección presidencial de López Obrador en la Ciudad, Leonel Luna Estrada fue elegido favorito no sólo en las urnas con un 50 % de los votos, -dejando en segundo lugar al PAN, casi 20 puntos porcentuales abajo (32.5 %)-, sino de Leticia Robles y Rene Bejarano. Con la primera tendió el acuerdo de mantener a su esposo en la Dirección General de Servicios Urbanos de la Delegación y con Bejarano, de ser leal a su corriente dentro del PRD, la Izquierda Democrática Nacional. Después de ser señalado como uno de los principales 23 Cursivas mías. 74 implicados en los “videoescándalos”, Bejarano estuvo presó ocho meses en el Reclusorio Sur, no obstante, eso no significó que su influencia dentro del PRD haya sido mermada del todo, durante los tres siguientes años después de salir de presidio siguió haciendo trabajo político de bajo perfil, “tras bambalinas”, o como él mismo lo menciona: “Mi estrategia fue la del viento: el viento se siente, pero no se ve”24 Por su parte, en las elecciones intermedias de 2009, Leonel Luna apoyó a Eduardo Santillán, su ex jefe de asesores, para ser Delegado mientras él se incorporaba en las tareas legislativas como diputado local por el Distrito Electoral XVIII. En alianza con el Partido del Trabajo (PT), Santillán llega a la jefatura delegacional con el 38.83 % de los votos a su favor, desplazando al segundo lugar al PAN con un 22.45 % y en tercer sitio al PRI con un 15.2 %. Durante su administración, se crean las 7 direcciones territoriales, mismas que a decir de él tenían como propósito “terminar con un error de más de 40 años en la demarcación”25 en cuanto a eficacia y agilidad de los trámites administrativos. Sin embargo, y dado que al final de su gestión quiso desprenderse de la influencia de Luna, se produce entre los dos un fuerte conflicto por controlar la sucesión delegacional, lo cual terminará con la escisión de sus grupos políticos y un intercambio de roles, pues el primero ejercerá por segunda vez la jefatura delegacional, mientras Santillán obtiene una diputación en la Asamblea. Cabe destacar que, en ese entonces, ambos estaban bajo el cobijo de la IDN de Rene Bejarano y Dolores Padierna. 24 Entrevista a Rene Bejarano del 27 de mayo de 2013 para Sinembargo.mx. “Osorio Chong y otros priistas buscaron a AMLO en 2006, querían acuerdo; Andrés Manuel los rechazó: Bejarano”. Cursivas mías. 25 Ver “Álvaro Obregón cuenta con predio para ampliar Línea 12 del Metro”. (22 de noviembre de 2011). Excélsior. 75 En 2012 el PRD se recupera en la Ciudad, obtiene 38 diputados de mayoría relativa, 14 delegaciones y su candidato Miguel Ángel Mancera logra un histórico 64 % de votación como Jefe de Gobierno. En Álvaro Obregón paradójicamente la ex Delegada abanderada ahora del PRI (Leticia Robles), se enfrenta al ex Delegado Leonel Luna, dando como resultado el triunfo del segundo con el 62.47 % de los votos, frente al 17.9% que obtuvo su ex jefa.26 A partir de entonces Luna endurece su forma de gobernar en la demarcación, fortaleciendo su estructura territorial y seleccionando con cuidado las candidaturas que impulsa a puestos de elección dentro de la demarcación. En las elecciones de 2015, ante el fuerte descalabro que experimentó el PRD por la competencia con MORENA y que le dejó con sólo cinco delegaciones, desplazándolo de la primera minoría en la Asamblea, Luna se decide a ir “a la segura” en cuanto a la elección de su sucesor, a fin de no terminar con un conflicto como le sucedió años antes con Santillán. Es por ello que apoya la candidatura a diputación federal de Teresa Robles, - 26 Luna había sido Director General de Desarrollo Social durante la administración de Leticia Robles. Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Electoral del Distrito Federal. Nota: Los resultados de los tres partidos políticos contemplados no incluyen las alianzas con otros partidos minoritarios. 36% 27.14% 32.5% 22.45% 16.24% 17.04% 25% 20.65% 9.58% 15.2% 17.90% 19.77% 28.4% 44.46% 50.19% 31.71% 62.47% 23.83% 0 50000 100000 150000 200000 250000 2000 2003 2006 2009 2012 2015 To ta l d e vo to s o bt en id os Año de la elección PAN PRI PRD Ilustración 4. Resultados electorales para jefes delegacionales en Álvaro Obregón 76 hermana de su ex jefa y contrincante, Leticia Robles, y quien ha sido señalada como su pareja sentimental-, así como de María Antonieta Hidalgo Torres, quien se convirtió en la nueva Delegada con el 23.83 % de los votos, seguida de cerca por MORENA con el 18.82 %. “Pero, ¿Quién es quién? Hidalgo Torres es exdirectora de Apoyo a la Comunidad de la actual administración en Álvaro Obregón, esposa de Julio Colín Arriaga, director territorial Tolteca en la misma demarcación y primo de la exdelegada Leticia Robles Colín, a su vez cuñada del exdelegado y actual candidato del PRD a diputado local, Leonel Luna Estrada, o sea todo ha quedado en familia en los últimos 12 años.”27 Actualmente Leonel Luna ha regresado a la Asamblea, donde en 2015 fue elegido Presidente de la Comisión de Gobierno y es Coordinador de la bancada del PRD gracias a su cercanía con Mancera y el rompimiento con Bejarano a inicios de ese año. Desde ahí controla el destino de Álvaro Obregón, que como se puede ver en la Ilustración 4, se encuentra en su peor momento de votación histórica, aunque es uno de los territorios que logró conservar el PRD en la Ciudad. 27 Martínez Blancas, Rosalío. (14 de abril de 2015). “Polimnia Romana la Rival a Vencer en Álvaro Obregón. El Sol de México. Cursivas mías. 77 Los actores políticos de la red clientelar Hegemonía política en Álvaro Obregón: el patrón y su grupo cercano “Antes de entrevistar a Leonel Luna, hay dos cosas que un reportero debe saber. En primer lugar, que es extremadamente reservado en sus declaraciones; y que nunca te va a mirar a los ojos.” 28 Como puede observarse en el capítulo precedente existen algunas personas que, desde la primera administración perredista en Álvaro Obregón en 2003, y hasta la actualidad, se han mantenido en los principales cargos públicos, en especial en la jefatura delegacional.29 En torno a la figura del diputado local del Distrito XVIII Leonel Luna es que se agrupa el principal grupo político que actualmente gobierna en la delegación, donde él ha adoptado el papel de patrón según el enfoque teórico de la política clientelar. Es por ello que en este apartado se expone parte de su trayectoria política dentro y fuera de la delegación; quiénes integran su grupo político más cercano y qué papel juega éste en la estructura político- clientelar que se ha arraigado en la demarcación al menos durante la última década. Leonel Luna es un político de 52 años; discreto, serio y que se define a sí mismo como “prudente”. De nacionalidad mexicana, aunque con lugar de nacimiento incierto,30 Luna pasó con su familia sus primeros años en un instituto de capacitación obrera en Cuernavaca, Morelos, donde su padre fue dirigente sindical de la rama textil y en el que se recibía a dirigentes exiliados de las dictaduras latinoamericanas. Estudió administración en el Instituto Politécnico Nacional y desde los 21 años no ha dejado de laborar en el ámbito público, primero dentro del PRI y después en el PRD. Aunque afirma estar casado y tener dos hijas, es muy reservado con su vida privada, por lo que se le atribuye tener como pareja 28 Entrevista a Leonel Luna publicada en Regeneración, del 9 de mayo de 2016. “Leonel Luna: la sombra de la corrupción y de Bejarano”. Cursivas mías. 29 La relación entre la primera Delegada perredista Leticia Robles y el diputado Leonel Luna se entreteje por medio de vínculos de parentesco y laborales, siendo que la hermana (Teresa Robles), el primo (Julio Colín) y esposo de ésta (Enrique Muñoz), son personas cercanas a Luna, aunque en la demarcación circule la creencia que entre los dos existe un distanciamiento irreconciliable por haber sido contrincantes en 2012 y 2015, cuando ella compitió por el PRI y el partido Encuentro Social, respectivamente. 30 El tema de su país de origen ha sido uno de los elementos a los que más se le ha dado vuelta para descalificarlo, al argumentar que nació en Guatemala, país de origen de su madre. No obstante, él afirma haber nacido en territorio mexicano, hecho que contradice la organización “Scouts México”, en cuya página oficial está postulado como candidato al Consejo Nacional Scouts y en su reseña biográfica se lee: “Lugar de nacimiento: uatemala”. 78 a Teresa Robles, presidenta de “Todos podemos Ayudar A.C.” y quien en las pasadas elecciones de 2015 compitió por el Distrito 17 Federal, -que incluye parte de Cuajimalpa y Álvaro Obregón-, el cual perdió, no obstante contar con el apoyo de Luna para su campaña electoral. Durante el primer gobierno perredista en Álvaro Obregón, Luna fue Director General de Desarrollo Social, mientras que en 2006 saltó a la jefatura delegacional, apoyado por Leticia Robles y Rene Bejarano, líder de la IDN. En 2009 fue elegido diputado local por el distrito XVIII y en 2012 regresó de nuevo a ejercer la labor ejecutiva en la demarcación. Tres años después volvió a ser candidato por el Sol Azteca en el distrito XVIII, pero esta ocasión el panorama político había cambiado bastante. El 25 de febrero de 2015 Luna anunció públicamente su salida de la IDN, la ruptura con Bejarano. El motivo que dio, fue la inconformidad con las descalificaciones que Bejarano hizo a Mancera al conocer la resolución del Consejo Electivo, donde supuestamente Mancera había “metido mano” para dejarle sólo tres de las seis candidaturas que ya controlaba. "No sé si salí justo a tiempo, desde el primer momento compartí el proyecto de Miguel Ángel Mancera, y en 2012 yo fui uno de los que lo apoyó. He tenido una relación respetuosa. Comparto sus propuestas y el proyecto. En IDN no me pareció que sólo hubiera críticas sin propuestas”31 31 Entrevista a Leonel Luna por Kenya Ramírez de Excélsior, publicada el 25 de octubre de 2015. “Retrato hablado: Leonel Luna Estrada, de estirpe sindicalista”. Fuente: Fotografía de José Antonio López para La Jornada, 25 de febrero de 2015. Ilustración 5. Leonel Luna (izquierda) y Rene Bejarano (derecha), en el Consejo Estatal del PRD, cuatro días antes de su ruptura. 79 Pudo haber sido una decisión difícil dejar a Bejarano, quien era considerado su mentor político e interpretó el hecho como una traición, lo cierto es que el acontecimiento le redituó políticamente a Luna, ya que fue premiado por Mancera, -así como por su corriente Vanguardia Progresista, dirigida por Héctor Serrano-, con la presidencia de la Comisión de Gobierno y el liderazgo de los perredistas en la Asamblea Legislativa. El acercamiento que Luna tuvo con Mancera desde que en 2012 llegó a la jefatura de gobierno, fue el preámbulo de esta crónica de ruptura anunciada, de la cual Bejarano se negó a creer o simplemente no pudo evitar, dada la debilidad de su organización. El comportamiento de Leonel Luna desde que se instauró la VII Legislatura ha estado encaminado a negociar o “hacer acuerdos”, -como él prefiere llamarlo-, con el PAN y el PRI para sacar adelante el trabajo legislativo, ya que la estrategia de confrontación de MORENA ha alejado a la primera minoría de decisiones importantes, como fue el tema de la elección de las comisiones. En la negociación de las comisiones, MORENA pedía 17 presidencias de comisiones ordinarias, sin embargo, en el acuerdo al que su líder parlamentario César Cravioto decidió no asistir, se le asignaron 19 presidencias, pero sólo Ilustración 6. Corrientes políticas predominantes del PRD por delegación en la Ciudad de México Fuente: Actualización de tabla de (Hurtado, 2013) con información propia y de (Tejera, 2016). 80 tres fueron ordinarias. Incluso se le asignó a MORENA algunas comisiones que el mismo partido habían propuesto desaparecer por considerarlas de poca significancia. “El creador de esta alianza entre PRD, PAN y PRI, “el pactito por México”, como le llama Morena, es el mismo Leonel Luna. Le costó algunos meses, pero logró poner en pie una estructura que asegura la alienación de Morena de las decisiones importantes dentro del órgano legislativo”.32 Cercano como es a Mancera, Luna ha impulsado desde la Asamblea Legislativa la nueva Constitución para la Ciudad, durante todo el proceso que ha implicado su culminación. Dentro de su oficina que se encuentra en el Zócalo de la Ciudad, en el sexto piso de un edificio que forma parte de los inmuebles de la Asamblea y desde cuya terraza se contempla Palacio Nacional y el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, a Luna se le cuestiona: “Dicen que esta oficina tiene muy buena vista, ¿es verdad que se ve hasta el 2018?”, a lo que éste responde, -precavido como es-, al reportero de Reforma: “Pues yo pretendo ver al día siguiente. Por querer ver al 2018 se pierde de vista lo que está enfrente”.33 En lo que respecta al grupo político más estrecho de Leonel Luna en la delegación Álvaro Obregón, también llamado “equipo político” por quienes forman parte de él,34 éste se compone de funcionarios que ocupan cargos elevados en el organigrama delegacional. Una noticia que circuló en los medios a principios de agosto de 2014 es bastante ilustrativa de su grupo de colaboradores más cercanos, cuando a pesar de las problemáticas causadas por fuertes lluvias en Álvaro Obregón, el entonces Delegado fue fotografiado en Cuba de vacaciones, por uno de sus colaboradores. En las fotos que se exhibieron en Twitter, subidas por el mismo Julio Colín, -actual Director territorial de las Águilas -, se pudo ver también a su prima Teresa Robles; Juan Carlos Rocha, quien ahora es Director Ejecutivo de Participación Ciudadana y Zonas Territoriales; Luis Jorge de la Cruz, viejo compañero de 32 Entrevista a Leonel Luna publicada en Regeneración el 9 de mayo de 2016. “Leonel Luna: la sombra de la corrupción y de Bejarano”. Cursivas mías. 33 Entrevista a Leonel Luna por Miguel de la Vega, publicada en Reforma el 17 de enero de 2016. “Sí hay diferencia entre PRD y Morena”. 34 En un estudio que analiza las prácticas y la intermediación política en la delegación Tlalpan, Edison Hurtado define al “equipo político” como: “las personas que trabajan nucleadas alrededor de un referente. Usualmente se compone de funcionarios y operadores que hacen trabajo político y gestión en nombre de un diputado/a o de un político local.” (2013, p.8) 81 Luna desde que pertenecían al PRI y quien ahora es Director General de Cultura, Educación y Deporte; así como a otros tres funcionarios de esa administración. De las personas exhibidas, Rocha y Robles forman parte de la estructura político- clientelar que durante 2016 organizó el trabajo de los líderes territoriales que tienen presencia en la mayoría de las unidades territoriales de la delegación. Ellos dos, junto con Daniel Pacheco, Director de Desarrollo de La Comunidad e Infraestructura, fueron identificados en el trabajo de campo como “referentes” encargados de estar en contacto directo con los líderes o intermediarios en las elecciones para elegir representantes a la Asamblea Constituyente, pero también en el periodo durante el resto del año 2016 e inicios de 2017, es decir, periodos de latencia o no electorales. A partir de sus observaciones sobre las prácticas políticas en la delegación Tlalpan, Edison Hurtado (2013) definió a un “referente” como el: “Líder que agrupa a otros líderes, y que adquiere un carácter político-electoral. Más que un gestor, hace trabajo político. Puede usarse para referirse a políticos que controlan jerárquicamente a otros políticos de menor capital político” (p.7). En efecto, un referente en Álvaro Obregón es un político que agrupa a otros líderes de menor rango, quienes a su vez son los encargados de hacer gestiones en su comunidad y a los que en este trabajo se les denomina “intermediarios”. Acorde con la estructura reticular basada en clusters y pirámides, propuesta en la parte teórica de este trabajo, se puede observar en la Ilustración 7 cómo el círculo cercano a Leonel Luna, quien funge como patrón en la red político-clientelar se compone de los “referentes” Juan Carlos Rocha, Teresa Robles y Daniel Pacheco. Éstos a su vez están en contacto directo con decenas de intermediarios que realizan gestiones y trabajo político en unidades habitacionales, colonias y pueblos, donde dirigen una red similar a base de familiares, vecinos y conocidos. 82 Si bien, Teresa Robles no forma parte de la plantilla oficial de la delegación, su influencia se ha hecho presente por medio del trabajo en asociaciones vinculadas a la delegación; anteriormente pertenecía a “Fundación Álvaro Obregón” y ahora preside “Todos Podemos Ayudar A.C.”.35 A través de estas asociaciones se distribuyen bienes materiales a precios módicos, lo cual tiene como intención mantener activa la red clientelar en periodos no electorales, como uno de los intermediarios entrevistados lo testimonia: “hay un programa de tortillas, pero eso lo hacen a través de la fundación, hay una fundación que es la fundación de Teresa Robles. Y a través de la fundación se consiguen… nos dan tortillas. No es regalada, pero es barata: dos kilos por diez pesos. La próxima semana nos llevan un paquete de pan, también es barato. Ellos no lo regalan… pero lo llevan barato y esa es otra forma: Teresa ayuda a través de la fundación, Leonel a través de lo que pueda sacar de la Asamblea”.36 35 Cabe destacar que la primera de estas organizaciones parece estar abandonada y es la única en todo el Directorio de Organizaciones de la Sociedad Civil, a cargo de la Secretaría de Gobernación, que no muestra nombre de Presidente, mientras que la segunda no está registrada en el Directorio. 36 Plática con intermediario de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. Ilustración 7. Círculo de “referentes” que rodea a Leonel Luna en Álvaro Obregón Fuente: Elaboración propia en Pajek con información obtenida en campo y entrevistas. Nota: los intermediarios representados por círculos y cuadros no son reales, se han colocado únicamente con fines ilustrativos. 83 Intermediarios en Álvaro Obregón: líderes verdaderos y “líderes a modo” “Esos no son líderes, esos son repartidores de despensas” En el primer capítulo de este estudio se ha abordado detenidamente el papel de los intermediarios en la relación patrón-cliente, a partir de la observación de su presencia en distintos países.37 Se ha dicho que la figura del broker o intermediario emerge en contextos locales con distintas denominaciones, no obstante, éstos comparten rasgos similares como es su posición y funciones. Están ubicados “en medio” de políticos y ciudadanos y gozan de lo que Knoke llama “poder posicional” (Auyero, 2001), es decir: “son el medio” que permite o limita el flujo de información y recursos, por lo que tienen capacidad para influir en los intercambios. Ya sea que se trate del “capitán de barrio” predominante en barrios pobres de Chicago de las primeras décadas del siglo pasado, caracterizado por Robert Merton, o bien, de “punteros” de la red peronista de resolución de problemas en el conurbano bonaerense analizados por Javier Auyero, los intermediarios emergen en contextos de carencia. El capitán de barrio siempre es un amigo de la necesidad. En nuestra sociedad predominantemente impersonal, la máquina, mediante sus agentes locales, llena la importante función social de humanizar y personalizar toda clase de ayuda. (Merton, 1984, p.150).38 En el caso de la Ciudad de México, la intermediación política ha sido definida como un “Mecanismo del trabajo político por medio del cual los líderes y/o referentes hacen gestiones” (Hurtado, 2013, p.7).39 Estas gestiones llevadas a cabo por intermediarios o “burócratas de la calle”, como los llama Héctor Tejera (2015, 2016), tienen la intención de aumentar su influencia política en sus localidades, pero también de alimentar la máquina 37 Ver supra, p. 32. 38 Subrayado del autor. 39 Por “gestión” se entiende: la “Labor realizada por líderes vecinales y referentes para “bajar recursos” públicos (y en ocasiones, privados) y atender demandas sociales. Las gestiones pueden ser de distinto tipo, con un rango de variación muy amplia. Abarca desde asesorías muy puntuales (dar información sobre dónde hacer un trámite) hasta la tarea de legalización o escrituración de la propiedad (por poner un ejemplo). Una gestión suele ser, regularmente, solicitar a la Delegación el cambio de luminarias, el arreglo de banquetas, la distribución de medicinas o lentes, la atención de salud, la realización de talleres, dotación de pipas de agua, drenaje y desazolve, derribo o poda de árboles, etc. Se puede hacer gestiones a distintos niveles de la burocracia (Delegación, GDF, Secretarías de Estado, Programas Sociales, etc.). Formalmente, la Delegación también atiende gestiones directamente a través de su CESAC (Centro de Servicios y Atención Ciudadana)” (Hurtado, 2013, p. 7) 84 política de los partidos políticos con los cuales se relacionan, y específicamente, la red de sus patrones que por lo regular son los jefes delegacionales (Tejera, 2015). “Nosotros vamos y no somos precisamente madrecitas de la caridad, yo, mi trabajo tiene que ser político”.40 La teoría del clientelismo político de corte cuantitativo tiende a ver a la oferta en las relaciones clientelares del lado del poder (Piattoni, 2001; Kitschelt y Wilkinson, 2007), sea que se inicie por un partido o un político en particular, no obstante, estudios de enfoque etnográfico han resaltado también el papel de la ciudadanía como dispuesta a entrar a la dinámica, dada una cultura política donde los intercambios personalizados es algo habitual. Por ejemplo, en la campaña del PRI de 1997 en el D.F., cuando a sabiendas de que ese partido estaba debilitado y se podía negociar con él, “los ciudadanos también pretendieron reactivar o fortalecer relaciones clientelares con los candidatos” (Tejera, 2003, p.172). O bien, en contextos de competencia electoral, se busca entablar negociaciones con candidatos de distintos partidos, a fin de obtener apoyos específicos para un grupo o comunidad (Tosoni, 2007).41 En uno de sus estudios clásicos, James Scott (1972) observa que en algunas sociedades del sudeste asiático como Birmania e Indonesia los partidos políticos se integraban a partir de redes de vínculos patrón-cliente de dos formas: construyendo su red propia desde el centro, o bien, incorporando redes locales existentes ya consolidadas. Podría decirse que en México el PRD ha seguido una dinámica similar durante las últimas décadas en la Ciudad, ya que, formado a base de facciones políticas, sus corrientes internas han empleado diversas estrategias para arraigar en las delegaciones políticas (Hilgers, 2005, 2008).42 40 Entrevista a Antonieta de la colonia La Paz, 14 de marzo de 2017. 41 Existen estudios que han desarrollado la existencia de una demanda clientelar a manera de iniciativa desde los clientes, como es el trabajo de Robert ay (1998). Al respecto escribe Paladino (2014): “El clientelismo fino descripto por Gay es demandado desde abajo, más que impulsado desde arriba; no sólo es compatible sino frecuentemente tributario de la acción colectiva de los sectores populares, está crecientemente permeado por una retórica de los derechos y cuenta con sus propias condiciones de rendición de cuentas. En el caso y período que considera es más un “arma de los débiles” que una maquinaria que los somete” (p. 111) 42 Héctor Tejera (2016) analiza cómo es que, desde la elección de Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, el PRD se fue constituyendo a base de pequeñas organizaciones que él diferencia como prepolíticas y parapolíticas. 85 Además de ir tejiendo sus redes clientelares donde tienen presencia territorial, las corrientes internas del PRD se fueron llenando de integrantes externos desplazados de otros partidos, -al no ver éstos posibilidad de ser candidatos-, no obstante, mantienen una red de seguidores atractiva a los líderes de las corrientes del PRD: “…el deseo perredista de ganar elecciones ha ensombrecido los principios, y los candidatos son cortejados puramente en un cálculo de quién encabeza las mejores redes de clientela en un Estado dado y por lo tanto es el más propenso a ganar elecciones” (Hilgers, 2008, p.132.) Algo similar ocurre dentro de las delegaciones políticas, como en el caso de Álvaro Obregón, donde en los últimos doce años se ha puesto en marcha una estrategia territorial por parte del grupo gobernante, a fin de tener eslabones en cada una de las colonias, unidades habitacionales, asentamientos y pueblos con un perfil socioeconómico bajo o medio, lo cual le ha ayudado a obtener votos en los distintos comicios para mantener la delegación y ser un actor de relevancia dentro de la dinámica perredista en la Ciudad. Similar a la mecánica mediante la que operaban los partidos que Scott describe en el sudeste asiático, el PRD y sus corrientes internas se benefician de la influencia que tienen los delegados afines a cada una de ellas, por la capacidad de recursos que pueden manipular desde la administración local. La necesidad del partido de contar con una poderosa base local probablemente conduzca a una cierta localización del poder. A cambio de entregar los votos locales para su lista, el partido probablemente permitirá a su patrón local una amplia discrecionalidad en sus decisiones administrativas y de desarrollo que afectan a la localidad. Así muchos patrones locales son capaces de atrincherarse más lejos como figuras dominantes (Scott, 1972, p.110).43 En Álvaro Obregón se ha desplegado una estrategia de negociación-cooptación de liderazgos de unidades territoriales a fin de atraerlos al PRD y garantizar una cobertura territorial completa, lo cual beneficia a sus gobernantes y candidatos para obtener votos en las elecciones. No obstante, a partir del trabajo en campo se observó que la estrategia va más allá. Parece ser que los líderes con trayectoria que han sido incorporados no son suficientes para tener presencia en todas las unidades territoriales, o bien, se espera obtener 43 “…the party’s need for a powerful local base is likely to lead to a certain localization of power. In return for delivering local votes for its list, the party is likely to give its local patron a wide discretion in administrative and development decisions affecting the locality. Thus, many local patrons are able to entrench themselves further as dominant figures”. En el original. 86 una mayor votación en Álvaro Obregón, por lo que se ha acudido a impulsar desde el poder a individuos con poca o nula trayectoria en el trabajo comunitario para que ingresen a la dinámica político-clientelar de flujo de recursos. El proceso de crecimiento de la red del partido gobernante en Álvaro Obregón se ha dado por medio de la absorción de redes más pequeñas pertenecientes a los intermediarios con trayectoria, sin embargo, cuando éstos han dejado de ser suficientes para los objetivos de quienes gobiernan, se ha recurrido a “crear” intermediarios desde el propio gobierno a partir de criterios muy sencillos. Entre esos criterios para “sumar” a la red clientelar se encuentra el de integrar a gente que es crítica en su comunidad y que potencialmente pueda convertirse en una molestia o generar algún tipo de desorden: “Ese era el trabajo de la territorial [Dirección Territorial], estar ubicando quién se mueve para haberlo ido a cooptar”44; así como tener a personas donde la red no tiene presencia: “donde no hay líder te ponen uno, sepa o no sepa, él tiene que hacerlo”.45 Incluso se ha llegado a integrar a la red, sub-redes basadas simplemente en lazos de parentesco, que como se verá en el próximo capítulo, son estructuras compuestas por vínculos fuertes que garantizan la reciprocidad en los intercambios: “un tiempo anduvieron diciendo: búscate la familia más grande de la colonia”.46 Esto no es en sí algo novedoso, al respecto del empleo de familias en relaciones patrón-cliente Scott escribe: “Incluso alguien que no tiene otros servicios de valor para ofrecer a un patrón encontró que los votos de su familia inmediata a menudo eran suficientes para asegurar la asistencia continua de un político local. Este patrón se puede encontrar en todo el sudeste asiático en las situaciones electorales, pero es más llamativo en las Filipinas... (1972, p.102)”47 En ese sentido, durante el trabajo de campo evidenció una distinción entre dos grandes tipos de intermediarios a los cuales se les denomina con el apelativo de “líder” en Álvaro Obregón, no obstante, el papel de uno de ellos está mayormente encaminado, o se limita a permitir el flujo de bienes y servicios que se otorgan desde la delegación. Mientras 44 Conversación con exfuncionario de una Dirección Territorial, 20 de abril de 2017. 45 Entrevista a Antonieta de la colonia La Paz, 14 de marzo de 2017. 46 Plática con intermediario de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. 47 “Even someone with no other services of value to offer a patron found that the votes of his immediate family were often sufficient to secure the continuous assistance of a local politician. This pattern could be found throughout Southeast Asia in electoral situations but is most striking in the Fhilippines…” En el original. 87 que, por otra parte, se encuentra el tipo de intermediario que a pesar del control político (cuestión que se analiza más adelante), tiene un reconocimiento en su comunidad, una trayectoria en la política y busca por lo general mantener relaciones con otras instancias (culturales, políticas o administrativas). Sin embargo, la diferenciación puede no ser categórica, sino analizarse a manera de un continuum, donde cada tipo de intermediario propuesto se distribuya en los extremos.48 Desde el inicio de las entrevistas se deja ver la incomodidad que se transforma en crítica, cuando se nombra el término “líder”, especialmente de quienes más trayectoria tienen realizando labor comunitaria: “Esos no son líderes, esos son repartidores de despensas”49, grita uno de ellos, haciendo señalamientos con las manos cuando se le entrevista en una mesa a un costado de la explanada delegacional. Seis de los once entrevistados se muestran inconformes con que se emplee la palabra “líder” por parte del grupo que gobierna, -y la cual se ha convertido en una denominación de uso corrientes-, para nombrar a quienes se limitan a realizar repartos de bienes que se obtienen de programas sociales y quienes, a decir de ellos, no cumplen con las cualidades que un verdadero liderazgo debería tener. “-Líderes de su colonia ¿a cuántos conoce? -A todos, realmente sólo es uno y es un invento de aquí (la delegación). Es el que va y reparte. - ¿y de otras colonias? – pues como unos treinta, pero líderes de verdad no.50 -En relación con otros líderes, ¿a cuántos conoce? – a esos que les llaman líderes, casi a todos, pero no les tengo respeto de líderes. Pues son compañeros que andan haciendo su trabajo que les manda la delegación. Líderes ya hay muy pocos, yo creo que ya existen muy poquitos e incluso están fuera del PRD desde hace mucho tiempo. Ya hace tiempo se descubrió que iba a ser una calabaza esto y se fueron…51 En el desarrollo de la conversación los entrevistados plantean una separación entre “esos” que se limitan a realizar lo que les manda su referente y lo que debería ser un líder, 48 Javier Auyero en La política de los pobres (2001) propone una tipología de intermediarios, a partir de sus observaciones en la periferia de Buenos aires, clasificándolos en cuatro categorías (Potenciales, principiantes, consolidados y en decadencia) según la etapa en la que están de su carrera, así como la capacidad de movilización de sus redes. Aunque no deja de ser útil esta clasificación, el presente apartado se centrará en la tipología antes mencionada. 49 Entrevista a Miguel de la colonia Ciudad Obregón, 31 de enero de 2017. 50 Entrevista a Pedro de la colonia Saltillo, 8 de febrero de 2017. 51 Entrevista a Miguel de la colonia Ciudad Obregón, 31 de enero de 2017. 88 sin definirse ellos mismos como tal. Incluso hay a quien se le pregunta si ha construido un liderazgo en su comunidad y muestran signos de vergüenza que cubre con una frase de humildad: “Yo no soy líder ni de mi familia. Porque yo tengo el concepto teórico de liderazgo, que es otra función del líder”52, o quien expresa las limitantes para desarrollar un verdadero liderazgo: “Líder comunitario antes era aquella persona que luchaba por sus ideales y a favor de los vecinos. Ahora en día, ya no te permiten o ya no puedes llegar a ser un líder así al cien. ¿Por qué? Porque muchas dependencias gubernamentales, -como la delegación-, de las que muchos dependemos, no te permiten hacer tu trabajo tan libre porque te condicionan muchas cosas”.53 Alfredo, quien tiene una trayectoria en su colonia desde finales de los setenta en que fue Jefe de Manzana, participó en grupos culturales en Álvaro Obregón y después se afilió al PRD explica lo que desde su punto de vista sucede en la delegación: “Es algo muy particular lo que sucede aquí en Álvaro Obregón porque los liderazgos los crean ellos, nuestros referentes o el grupo político que controla aquí en Álvaro Obregón; los liderazgos ellos los hacen prácticamente, aunque algunos de ellos no reúnan las características que denominan o que identifican a una persona como líder. Ellos te crean realmente y te crean, a partir precisamente, en que tú puedas dar una respuesta a la gente en cuanto a beneficios, porque finalmente ellos son los que te están apoyando en cuanto a beneficios. En el momento en que ven que tú empiezas a cuestionarlos o a salir como espacio para gestionar, pues empiezan a desconocerte, te desconocen como líder y, por tanto, ya no te apoyamos a ti. Y si ya no te apoyan a ti, entonces tú ya no puedes darle respuesta a la comunidad y entonces la comunidad se queda sin ese beneficio que estaba llegando a la comunidad a través de ti.”54 Por otro lado, el perfil de un intermediario con liderazgo en su comunidad puede identificarse a partir de su trayectoria y arraigo en el lugar de origen o donde vive. De los entrevistados, siete parecen cumplir ese perfil, mientras que otras dos mujeres serían lo que Auyero (2001) llama mediadores “potenciales” y una más, sería una mediadora “principiante”. Finalmente, el último entrevistado, si bien tiene una larga trayectoria en su 52 Entrevista a Antonieta de la colonia La Paz, 14 de marzo de 2017. 53 Entrevista a María de la colonia San Luis, 2 de febrero de 2017. 54 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. 89 comunidad y dentro del PRD, el trabajo de gestiones lo ha realizado de forma esporádica y actualmente no radica donde tiene su red. De los once entrevistados, ocho de ellos laboran en alguna área administrativa en la delegación, así como en la Dirección territorial San Ángel, como puede apreciarse en las Ilustración 8. La trayectoria de la mayoría de los entrevistados es amplia y consta de más de veinte años, algunos de ellos iniciaron relacionándose con las estructuras de participación ciudadanas formales, siendo jefes de manzana y de colonia sin estar afiliados a ningún partido; otro como dirigente estudiantil; otros dos buscando algún beneficio para su calle o su cuadra; cuatro como fundadores del PRD en Álvaro Obregón: “Mi casa fue la Ilustración 8. Intermediarios entrevistados, su ubicación y área delegacional en que laboran dentro de Álvaro Obregón Fuente: elaboración propia de la red en el software Pajek, con coordenadas de Google Earth. Nota: el color de las líneas que unen a los intermediarios con la Sede delegación representa el vínculo con el área a la cual están inscritos. Dirección General de Desarrollo Social y Humano Jefatura Delegacional Dirección Ejecutiva de Participación Ciudadana y Zonas Territoriales Dirección General de Cultura, Educación y Deporte Territorial San Ángel 90 primera casa del Sol del Distrito Federal”55, o bien, como iniciadores de las colonias en las que actualmente viven: “…qué te diré, nosotros fuimos iniciadores de la colonia.”.56 “Fundamos esta colonia y cuando se fundó llegó gente de todas las clases sociales: gente buena, gente regular y gente mala. Entonces teníamos que convivir con todos esos estratos sociales y lo que buscábamos era que hubiera acuerdos para no sufrir tanto la problemática de convivir con drogadictos, con rateros, porque aquí prácticamente llegamos de paracaidistas y pus’ tú sabes que ese proceso se da por la falta económica de dinero para poder comprar un terreno. Llegamos aquí la clase más jodida de la comunidad.”57 El nivel de arraigo en la zona donde habitan se expresa de diversas maneras, hay quien dirige un Comedor Comunitario de la Secretaria de Desarrollo Social de la Ciudad; quienes presiden el Comité Ciudadano de su zona; quien se involucra en las fiestas y celebraciones comunitarias de su colonia, etc. No obstante, y a pesar de la heterogeneidad de actividades con las que iniciaron y se relacionan con su comunidad: la gran mayoría afirma haber recibido la oferta de parte del grupo gobernante en el momento en que Leonel Luna ha sido Delegado, a fin de entablar el vínculo con el que actualmente se ven ligados con las autoridades delegacionales: “- ¿Cómo inicia y se ha mantenido la relación con las actuales autoridades? - A través de una invitación que una persona que en su momento era el candidato a la jefatura delegacional nos hace; la propuesta de integrarnos a su campaña con la promesa de que en caso de que llegara a ganar, habría alguna posibilidad para algunos del grupo del que formamos parte pudiera integrarse a la administración pública… En aquel entonces, y que hoy, -aunque no sea el candidato-, pero mantiene el grupo político, es Leonel Luna Estrada”58 “- Me hablaron del módulo del Diputado Leonel Luna: ¿no nos gusta apoyar? Porque me gusta ayudar a la gente”.59 “- Hace tres años, precisamente siendo parte del Comité Vecinal de la colonia, al cual yo entré como un comité independiente. - ¿y de ahí la invitaron? -así es”.60 55 Entrevista a Miguel de la colonia Ciudad Obregón, 31 de enero de 2017. 56 Entrevista a Bárbara de la colonia Tula, 14 de marzo de 2017. 57 Entrevista a Ignacio de la colonia Cuernavaca, 18 de marzo de 2017. 58 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. 59 Entrevista a Josefina de la colonia Jalapa, 14 de marzo de 2017 60 Entrevista a Clara de la colonia Mexicali, 14 de marzo de 2017. 91 Como puede observarse, la mayoría de los entrevistados son personas que antes de ingresar a la dinámica político-clientelar en Álvaro Obregón ya tenían una trayectoria social o política en su localidad. Aunque para alguno de ellos el apelativo de “líder” conlleve una carga emocional o hasta ideológica que afirman no cumplir, su arraigo y trayectoria los desmiente. Por otro lado, tres de las entrevistadas con menor trayectoria y cuyos grupos de seguidores son más reducidos, se acercan más al tipo de intermediario que ha sido impulsado desde la oferta gubernamental para ingresar a la red. No obstante, ellas han realizado labor comunitaria y participado en festividades con sus vecinos, por lo que cabría esperar que -según lo afirmado por los propios entrevistados, existan personas con un arraigo social menor o nulo, a quiénes considerar como intermediarios creados desde la oferta con objetivos meramente7 clientelares. 92 Flujo de recursos, gestiones y control político Mecanismos de gestión en periodos de latencia “Fíjate que aquí, en este caso, ya es como una enfermedad, te jala, o sea, como que es difícil dejar de trabajar para la comunidad” Anteriormente se ha definido al clientelismo como un tipo de relación mediante la cual, políticos y ciudadanos intercambian bienes y servicios, ahora, el propósito del presente apartado es incursionar en dicho intercambio, centrándose en el papel de los intermediarios. En específico se busca conocer las principales fuentes de obtención de recursos, así como instancias de gestión de servicios a las que se dirigen los intermediarios a fin de dar respuesta a sus redes personales y a sus localidades. Asimismo, se describe el proceso o los mecanismos empleados por éstos y por el grupo político que gobierna en Álvaro Obregón, a fin de lograr un flujo constante de recursos y servicios que mantengan activa la red clientelar durante periodos de latencia, o no electorales. Como ha observado Hilgers (2008), en la política del PRD desde sus orígenes, la gestión o resolución de problemáticas locales ha sido una estrategia central en la forma en que políticos, intermediarios y ciudadanos con escasos recursos se relacionan: Los pobres como sector de la población tienen pocas oportunidades de recibir ayuda de sus gobiernos con recursos limitados, pero como individuos pueden ayudarse a sí mismos formando relaciones con líderes sociales y políticos. Este último paso es como los brokers organizan a los individuos con necesidades y los representan en diversos organismos gubernamentales. El apoyo de la membresía de la gente, a su vez, da a los líderes un capital político significativo. Los ciudadanos que logran obtener los recursos que buscan a través de estas relaciones tienden a agradecer el papel de la negociación desempeñado por los líderes que los representan. La norma de reciprocidad (Gouldner, 1977) se traduce en apoyo político (p. 137).61 El tipo de gestiones que los intermediarios en Álvaro Obregón llevaron a cabo durante 2016 para sus seguidores y para la mejora de sus localidades es heterogéneo, -como se muestra a continuación-, y algunas veces se alternó con apoyo personal financiado por 61 “The poor as a sector of the population have few chances of receiving aid from their resource-strapped governments, but as individuals they can help themselves by forming relationships with social and political leaders. The latter step in as brokers to organize individuals in need and represent them at various government agencies. The backing of people's membership, in turn, gives the leaders significant political capital. Citizens who succeed in gaining the resources they sought through these relationships tend to be grateful for the negotiating role played by the leaders who represented them. The norm of reciprocity (Gouldner, 1977) translates into political support”. En el original. 93 ellos mismos. Con la información proporcionada por los once entrevistados se encontró que éstos apoyaron tan sólo en 2016 a su red o a su localidad, por medio de programas de gasto social de la delegación, del Gobierno de la Ciudad y el Gobierno Federal como fueron: aquellos dirigidos a personas con alguna discapacidad, otorgando sillas de ruedas, bastones ortopédicos, andaderas ortopédicas y aparatos auditivos. Asimismo, se gestionaron becas a jefas de familia de bajos recursos, botes de pintura, pinta de fachadas y repellado, construcción de muros para vivienda, y se impartieron talleres para mujeres. Por medio de la delegación se accedió al programa federal “Piso firme", mediante el cual se hicieron cuartos de baño y se obsequiaron sus muebles: tasa, regadera, boiler, tinaco. Del Gobierno de la Ciudad se aprovechó un programa invernal donde se dieron cobijas y comida caliente para personas necesitadas, así como los programas "Médico en tu casa" y "SAS" (Sistema de Alerta Social). En cuanto a mejoras del ámbito público, por medio de las gestiones de los intermediarios se llevó a cabo la impermeabilización de unidades habitacionales, colocación y reparación de luminarias, peticiones de alumbrado, retiro de basura y cascajo, reparación de drenaje, reparación de fugas de agua, construcción de muros de mampostería y muros de concreto en lugares de alto riesgo, poda de árboles, petición de mejora en la seguridad pública, creación de guarniciones y banquetas, relleno de baches, desazolves, creación de espacios de juegos para niños, un kiosco y un gimnasio al aire libre. Además, el total de los intermediarios dijo haber participado en el paquete anual de programas delegacional: “Festividades y tradiciones populares”, el cual celebra el Día de Reyes entregando roscas y juguetes; el Día del niño con juguetes; el Día de las madres con regalos y utensilios caseros; el Día de muertos con pan y las posadas con piñatas, colación, velitas y cuadernillos. “- Fíjate que aquí en este caso ya es como una enfermedad, te jala, o sea, como que es difícil dejar de trabajar para la comunidad, como que ya nos consideramos líderes sociales y andamos ahí buscando siempre la gestión y te acostumbras porque sales a la calle y toda la gente te dice: oye, fíjate que mi lámpara, oye fíjate que mi vecino, oye fíjate que el agua, oye fíjate... Entonces, 94 eso como que te alienta, sabes que eres indispensable. Te hace sentir indispensable, ¿no? Ese es el asunto. Se vuelve como que un vicio”.62 “…buscaban mi presencia porque saben que de alguna u otra forma eres como un imán que atrae a la gente, porque algo que es bien fundamental, bien importante y que los líderes no hemos entendido, es que nosotros somos la base de la pirámide. Nosotros los líderes, somos los que sostenemos la pirámide.”63 Los intermediarios también afirmaron haber realizado labores comunitarias no relacionadas con programas de gasto público como las siguientes: parar una invasión en área verde protegida, evitar el robo de cable del alumbrado público, recuperación de espacios públicos, buscar la condonación del cobro de agua para una colonia, apoyar con medicamento a vecinos necesitados, apoyar a vecinos en trámites administrativo en distintas instancias gubernamentales, -como es el registro civil-, en escrituración de propiedades y apoyo en contratos de compra-venta: “Ahorita acabo de ir al Registro Civil a sacarle su acta de nacimiento a una señora que no recibía ningún beneficio.”64 Además, gracias al arraigo que algunos intermediarios tienen en sus colonias, éstos organizan eventos culturales y tradicionales, muchas veces combinando recursos otorgados por la delegación, con adquisiciones materiales a base de recursos propios, por ejemplo: el Día de la madre, el Día de reyes, en las posadas, el día de la Virgen de Guadalupe, o bien, en desfiles por el Día de la primavera y el 15 de septiembre. “Pues en diciembre lo que yo alcanzo a comprar a mis posibilidades para darle a la gente de pocos recursos. Por ejemplo, mandado, azúcar, frijol, arroz. - ¿De su bolsillo? -Sí, claro. Tengo años haciendo eso. Las posadas de diciembre te dan en la delegación cinco piñatas, yo compro hasta 15 pa' que sean 20 y darle a la gente, aunque sea de a una”.65 Si bien, los “apoyos” y gestiones pudieran ser realizados de forma incondicional o desinteresada, al estar los intermediarios inmersos en la dinámica político-clientelar que los vincula con el grupo gobernante en Álvaro Obregón, la búsqueda de una respuesta de parte de sus seguidores que les retribuya políticamente es inevitable. En ese sentido, el 62 Entrevista a Joaquín de la colonia Tijuana, 18 de marzo de 2017. 63 Entrevista a Ignacio de la colonia Cuernavaca, 18 de marzo de 2017. 64 Entrevista a Josefina de la colonia Jalapa, 14 de marzo de 2017. 65 Entrevista a Bárbara de la colonia Tula, 14 de marzo de 2017. 95 intercambio “selectivo”, característico de una relación clientelar no deja de estar presente y se mimetiza en el propio trabajo comunitario llevado a cabo por los intermediarios. “Sí persigue un objetivo político, ¿cuál es el objetivo?, que nosotros hacemos un trabajo político.”.66 Mecanismos de gestión Al indagar cuál es la forma en que los intermediarios se hacen de recursos y servicios, específicamente a partir de la pregunta: ¿A dónde o a quién se dirige para obtener recursos y realizar gestiones?, se evidencia la existencia de distintos mecanismos, mismos que buscan conseguir una respuesta favorable, o bien, acelerar los procesos de gestión. Siendo parte de la estrategia gubernamental trabajar con intermediarios en las distintas unidades territoriales, éstos cuentan con atención preferencial, pues son una especie de representantes informales del gobierno delegacional en las localidades, “burócratas de la calle” les llama Héctor Tejera (2015, 2016). A diferencia de una persona que no tiene una relación directa con las autoridades, los intermediarios tienen la certeza de que, -si emplean los mecanismos correctos para hacer las peticiones-, éstas se van a cumplir y van a tener respuesta en un tiempo mínimo, a fin de mantener la satisfacción de sus seguidores y generar una imagen positiva del gobierno delegacional. Por el contrario, una persona que no está relacionada con el grupo gobernante encuentra diversas trabas a la hora de solicitar algún tipo de servicio o ingresar a un programa. De acuerdo con los testimonios de cinco de los intermediarios que laboran en tres áreas administrativas distintas de la delegación, se evidencia que la respuesta que generalmente obtienen los ciudadanos es tardía o desfavorable: “-Siento que es más tardado, por eso la mayoritaria de los vecinos buscan a sus líderes comunitarios, porque él ya sabe el teje y maneje de a dónde se pueden ir”.67 66 Entrevista a Antonieta de la colonia La Paz, 14 de marzo de 2017. 67 Entrevista a Josefina de la colonia Jalapa, 14 de marzo de 2017. 96 “-Sí, efectivamente. Yo he venido observando que aquellos que no tiene ninguna relación con los referentes, -esos que te estoy comentando-, muchas de sus peticiones salen como negativas”.68 “-Así él [Diputado Leonel Luna] lo controla. Como ciudadano ¿tú qué? Ah sí, mételo por CESAC, ni va a pasar”.69 “-Pus no le hacen caso. Se la van haciendo... aunque la meta donde quiera, le van dando muchas largas”.70 “-Llegas al área con tu copia que te dan: "no, es que a mí no me ha llegado nada, tal vez esté en no sé dónde". Todo mundo se echa la bolita y sí es complicado”.71 Como puede apreciarse en la Ilustración 9, la ruta que siguen los intermediarios para gestionar no es unívoca, antes bien, algunos de ellos realizan procedimientos simultáneos a fin de tener más certeza de que se resolverán sus solicitudes en forma positiva. Tal es el caso de Alfredo, Josefina, Clara y Pedro. En el caso de los dos primeros, acuden tanto al CESAC (Centro de Servicios y Atención Ciudadana) como a su referente, o bien, al SESAC y directamente al área administrativa de interés, como es el caso de Clara. Por su parte, el señor Pedro ingresa su solicitud al SESAC, va con el Diputado Leonel Luna a “negociar” y finalmente, de forma directa con los encargados de cada área. “Sí tenemos que cubrir la parte formal, que es acercarnos al SESAC, pero también una vez que hay seguridad de que nos están invitando los referentes políticos, -que hay ahí en la delegación-, sabemos que realmente van a proceder, o sea vamos a la segura, ya vamos a la segura”. 72 68 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. 69 Entrevista a Miguel de la colonia Ciudad Obregón, 31 de enero de 2017. 70 Entrevista a Bárbara de la colonia Tula, 14 de marzo de 2017. 71 Entrevista a María de la colonia San Luis, 2 de febrero de 2017. 72 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. 97 Por su parte, hay quienes acuden a una sola instancia dentro de la delegación como lo hace Ignacio y Bárbara, que se dirigen al SESAC. No obstante, mientras que Bárbara labora dentro de un área administrativa, desde donde puede dar seguimiento a sus trámites, Fuente: elaboración propia en Pajek con distribución manual. Nota: El área amarilla incluye el flujo de gestiones entre órganos oficiales de la delegación, políticos e intermediarios, mientras que la rosa, las instituciones ajenas a la sede delegacional a partir de las cuales se “bajan” programas de gasto social y obtienen recursos y servicios. El tamaño de los actores, -exceptuando a los intermediarios-, representa la frecuencia con que se acudió a éstos para gestionar, mientras que el tamaño de los intermediarios hace referencia a la diversidad de mecanismos empleados para hacerse de recursos y gestionar servicios. Ilustración 9. Mecanismos que muestran a dónde o a quién se dirigen los actores para solicitar bienes y servicios, dentro y fuera de Álvaro Obregón 98 el señor Ignacio conoce y tiene dispuestos mecanismos de presión, como intermediario experimentado que es para impulsar sus gestiones: “- Haces tú diagnóstico, encuentras tu prioridad, después tienes que seguir los lineamientos que te marca la delegación que es ingresarlo por medio de SESAC, esperas los quince días que te marca la ley para recibir respuesta, si al 16 día no tenemos respuesta, empezamos a buscar la respuesta y si vemos que la respuesta no nos favorece, empezamos a presionar”.73 En el caso de Pedro, Bárbara y Antonieta, al acudir a gestionar a instancia administrativas fuera de la delegación, -como se aprecia en la Ilustración 9-, podría entenderse como la capacidad de diversificar el ingreso de bienes y servicios hacia sus redes y, por tanto, ser menos dependientes de los otorgados desde de la delegación. En cambio, Joaquín se dirige únicamente a la Dirección territorial de San Ángel que le queda más próxima; Miguel afirma resolver todo de forma directa por medio del Diputado Leonel Luna, mientras que Julieta y María lo hacen sólo por medio de su referente, a quien entregan los documentos necesarios para llevar a cabo las gestiones. “- Nosotras tenemos una persona de la delegación que le tenemos que hacer el conocimiento de nuestra demanda y anteriormente lo metíamos por SESAC, pero cuando llega esta estructura, cuando ya empieza a haber esta relación de líderes con el gobierno de la delegación ya no haces ese trámite, ahora tú reportas a una persona que es la que va a dar seguimiento”.74 La red pone en evidencia que la estructura político-clientelar en Álvaro Obregón no opera sólo a través de “referentes” en época de elecciones, sino que éstos son una figura clave también para gestionar en periodos de latencia. Cinco de los once entrevistados emplea el mecanismo de los referentes para agilizar y garantizar sus trámites, mientras que otros dos lo hacen directamente por medio de la figura del Diputado Leonel Luna. En ese sentido, los referentes y el Diputado actúan como filtro y a su vez, como intermediarios en la red garantizando que las solicitudes se lleven a cabo, pero también limitando su flujo o impidiéndolo. Su centralidad radica en que son el vehículo por medio del cual se reciben las peticiones, mismas que, a su vez, se canalizan a las distintas áreas administrativas 73 Entrevista a Ignacio de la colonia Cuernavaca, 18 de marzo de 2017. 74 Entrevista a Antonieta de la colonia La Paz, 14 de marzo de 2017. 99 delegacionales. El resultado, es una dinámica que busca dar respuesta constante tanto a las sub-redes personajes de los intermediarios como a las necesidades de sus localidades, pero que a su vez genera dependencia y presión para adaptarse a la estructura informal creada por el grupo que gobierna. Recursos e información en flujo descendiente A partir de enero de 2017 es implementada por el Diputado Leonel Luna una “mesa de gestiones” en Álvaro Obregón para realizar trámites, con la intención de dar atención a peticiones acumuladas por un único medio. La “mesa” se compone de trabajadores de la propia delegación que se encargan de manejar una línea telefónica y uno o varios grupos de WhatsApp, donde están en contacto directo con los intermediarios, a fin de que se les dé una respuesta más ágil a sus peticiones, ya que, de entrada, se sabe que todos los que acuden a ella mantienen una relación política con el grupo gobernante. “- Se nos informó que había una mesa de gestión porque empezaron a... hubo una falla en cuanto a respuesta de gestión, no a toda la gestión se le ha estado dando respuesta, entonces ha habido una serie de quejas que se le hicieron al Diputado Leonel Luna, de que no todas las áreas de la delegación han dado respuesta de toda la gestión que se ha estado solicitando. Entonces llegó un momento en que se saturó tanto, se empezó a presionar tanto al Diputado, que entonces el Diputado lo que instrumentó fue una mesa de gestión donde se nos atendiera exclusivamente a los líderes, ya no es una mesa donde se atiende absolutamente a toda la gente que llega, sino exclusivamente a nosotros para estarle llevando la gestión que nosotros tenemos pendiente… está dentro de la delegación. La atienden funcionarios de la delegación, pero no es como si tú fueras al SESAC. Es una mesa informal, digámoslo, pero que la atienden ciertos funcionarios de nivel medio o bajo. Pero finalmente son funcionarios, trabajadores de estructura que atienden esas gestiones que tienen ahí atoradas”.75 Así como es un mecanismo que busca agilizar y resolver las gestiones de los intermediarios que no han sido atendidas, la “mesa de gestiones” también es un filtro que limita el número de peticiones más allá de lo permitido por sus creadores. En la entrevista realizada al señor Miguel; eufórico por la nueva noticia, saca de su bolsillo un teléfono celular, me pide que lo tome y señala: 75 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. 100 “Mira aquí está porque es de risa, es de risa, pero así es, léelo a ver que dice: - “A partir de mañana lunes 30 de enero se instalará una mesa de gestión en la cual se concentrarán las gestiones o demandas de servicios. Esta área funcionará los 365 días del año y estará trabajando de 9 a 8. Las gestiones deberán ir directamente a la mesa de gestión y las mismas se turnarán al área correspondiente y les dará seguimiento. No se atenderá ninguna gestión que no sea alcanzada por la misma. Todo será telefónico o tendrá alguna dirección para realizar los trámites. - Al finalizar de leer la primera parte del texto en WhatsApp, el entrevistado me indica: - Muévele, para que te encuentres a uno que ya habló y le dijeron: “solamente puede meter una gestión”. Es todo de risa. - Sigo leyendo el mensaje que dice: “Disculpen, el día de ayer realicé una gestión vía telefónica e iba a realizar otras que tengo, pero me dijo la señorita que sólo una podía gestionar, las urgentes. Entonces las demás cómo se realizan, si las demás dice que por mesa de gestiones. Gracias mil”. De forma paralela al flujo de gestiones solicitadas por los intermediarios, también existe un circuito de información en Álvaro Obregón que circula del centro hacia los extremos de la red: de quien toma las decisiones políticas hacia los intermediarios. La información tiene por intención hacer del conocimiento de éstos: los nuevos programas que se van a implementar; el número de beneficiarios que se le asigna a cada uno; la manera y la fecha en que deben tramitarlos. No todo lo que se transmite en el flujo clientelar en Álvaro obregón son recursos, ya que parte fundamental de los mecanismos para tramitar programas, es esa información privilegiada y oportuna. Las convocatorias podrán ser públicas y notificarse por medio de la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, pero si quien recibe los beneficios forma parte del mismo grupo que gobierna y no la ciudadanía de forma universalista, el reparto de éstos se queda dentro de la misma red. “- Pues cuando sale el programa nos avisan y ya nosotros nos dedicamos a ver dónde podemos aterrizarlo. El programa por ejemplo de imagen urbana, este, ya vemos cuáles son las fachadas más maltratadas que necesitan de ese apoyo y vamos y se los ofrecemos. Esa es la forma en que he trabajado con ese tipo de programas”.76 76 Entrevista a Joaquín de la colonia Tijuana, 18 de marzo de 2017. 101 Asimismo, los referentes notifican a los intermediarios sobre diversas fuentes institucionales, por medio de las cuales pueden solicitar programas o recursos. Dependiendo del interés y las relaciones políticas que tenga el Diputado Leonel Luna con otros gobiernos, como son el Federal y el de la Ciudad: se “bajan” los programas por medio de las distintas áreas administrativas, se solicita a los intermediarios que los “apoyen”; o bien, se restringen. Algunos programas de la Ciudad de México que han sido implementados o “apoyados” de forma masiva en Álvaro Obregón gracias a los intermediarios son: “En Invierno Contigo 2016”, SAS (Sistema de Alerta Social) y "Seguro Va". Este último, “…es un seguro que el obie rno de la Ciudad da a todos los estudiantes del nivel básico hasta bachillerato o hasta primer año de licenciatura. Entonces ahorita… mañana vamos a ir por los formatos. Nos está pidiendo Leonel 150 niños que cada quien tiene que registrar”.77 “…es la delegación y son nuestros referentes políticos quienes nos informan y bajan la información, nos dicen va a haber un programa de tales características, viene del Gobierno Federal o es del Gobierno de la Ciudad de México, pero ello son los que nos informan, notifican. Y si a ellos de alguna forma también les interesa, nos lo van a bajar, nos lo van a comentar o nos van a pedir que lo desarrollemos, que apoyemos el programa. Pero si es un 77 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. Ilustración 10. Programas delegacionales en Álvaro Obregón durante 2016 Fuente: Elaboración propia con información de la Gaceta Oficial de la Ciudad de México de distintas fechas. Festividades y Tradiciones populares 2016: Entregas Dia de Reyes Roscas de reyes y juguetes. Día del niño y la niña Cuando menos 60,000 juguetes. Día de las madres Cuando menos 1,300 regalos. Día de muertos Pan de muertos. Festividades navideñas Al menos 15,000 Piñatas. Rehabilitación de Unidades Habitacionales 'Convive' 2016 Mejoramiento de unidades habitacionales. Apoyo a Familias en Desventaja Social 2016 Estímulos económicos a Jefas de familia en tres momentos de $2,000 cada uno. Programa Comunitario de Mejoramiento Urbano 2016 Repellado y pintura en 21 frentes (Calles o colonias) y pinta de 851 fachadas con entrega de pintura. Pogramas delegacionales implementados en Álvaro Obregón durante 2016 102 programa que no les interese también a ellos, pues ni nos informan ni siquiera, o nos dicen que no nos metamos en ellos si nos llegamos a enterar.”78 Finalmente, durante la inmersión en campo y por medio de las entrevistas se evidenció que en 2016 hubo otras dos fuentes por medio de las cuales se obtuvieron recursos que ayudaron a mantener activa la red. Una de ellas es el Módulo de Atención Ciudadana del Diputado Leonel Luna y la otra es la organización dirigida por Teresa Robles, “Todos Podemos Ayudar A.C.”. Por medio de ambas se han repartido bienes de consumo como es arroz, frijol, pollos, pavos, juguetes, tortillas y pan. En el caso de la asociación, no siempre se regalan los alimentos, pero se dan a precios módicos, mientras que por parte del Diputado Luna se han repartido algunas bolsas de alimentos (despensas). “He hecho algún festival en asociación con una organización que se llama "Todos Podemos Ayudar". Hicimos un festival de día de reyes y nos llevaron juguetes y payasos.”79 78 Ibídem. 79 Entrevista a María de la colonia San Luis, 2 de febrero de 2017. 103 Control político-partidista y dependencia material: las caras de la hegemonía “No hay oposición ya es imposición. ¿Quién se iba a imaginar que el Presidente del PRI en Álvaro Obregón ahora es Presidente del PRD?”. Desde el enfoque teórico del Análisis de Redes Sociales, Phillip Bonacich (1987) propone entender el concepto de poder como un elemento alternativo al enfoque de la “centralidad” en tanto criterio para sopesar la importancia de los actores en una red. Según su planteamiento, una persona sería poderosa no sólo por el número de vínculos que posee (grado de centralidad), sino por los atributos que tienen a su vez dichos vínculos y de lo cual se derivan ciertas ventajas. “Bonancich argumentaba que estar bien conectado a otros conectados te hace central pero no poderoso. De alguna manera, irónicamente, estar conectado a otros que no están bien conectados hace a uno poderoso, porque estos otros actores dependen de ti, mientras los otros actores bien conectados no” (Hanneman, 2001, p. 20). La propuesta de Bonancich concuerda con la mecánica de la red clientelar en Álvaro Obregón en el sentido de que el grupo político que gobierna y en particular, Leonel Luna, ha evitado que los intermediarios con los cuales se relaciona mantengan otros contactos políticos para hacerse de recursos, lo cual busca generar dependencia hacia los programas y recursos otorgados por su propia red. Por el contrario, desde el punto de vista de los intermediarios, éstos han manifestado que conocen de programas y beneficios que podrían obtener a partir de la gestión en distintas instancias, no obstante, no lo hacen porque consideran que habría sanciones hacia ellos si los integrantes de la plantilla delegacional, o incluso, otros intermediarios supieran del hecho. “- Si no hay represalias, aquí todo el día: “ya vino aquel cabrón que podó toda su colonia, le bachearon, le pintaron, se quiere pasar de vivo. Ah sí, está bien, que meta sus documentos. Los metes y ya. Ya ni te pelan. Y hasta te lo dicen: “Ah con que ya andas con el gobierno del Distrito Federal ¿verdad?” Como si fueran cosas diferentes.”80 80 Entrevista a Miguel de la colonia Ciudad Obregón, 31 de enero de 2017. 104 “- En ese caso, si lo hicieran ustedes ¿no se verían comprometidos, precisamente por buscar otras vías alternas? -Siento que si se enteraran sí. Por lo regular tú sabes a quién decirle y sabes quién sólo te va a chamuscar”.81 “- ¿Considera que existirían represalias hacia los líderes que colaboran con la delegación, pero que también buscan apoyos de otros lados? -Obviamente que sí. Sí, claro, les dan en la torre. Te corren. - ¿Usted conoce algún caso que haya sucedido? -Sí hijo, es “a ojos vistas”.82 Sólo dos de los entrevistados, (quienes se incorporaron más recientemente a la red) afirmaron tener desconocimiento sobre algún tipo de sanción por buscar instancias alternativas de gestión y una más compartió: “Hoy me visitó un compañero que era de aquí de la delegación pero que ahora está en SEDESOL, pero él está trabajando con Zárate. Y fue a visitarme porque trae un programa para jefas de familias, donde si llegas a fallecer, hay un seguro para tus hijos. Entonces fue este chico a verme y todo mundo ahí por la colonia lo ubican como que está con Zárate que es priista, entonces imagínate. Entonces no sé qué me vaya a pasar, no me importa, pero yo lo atendí normal.”83 A pesar de mostrarse firme en su decisión, la entrevistada no dejó de expresar angustia al retomar el tema, e incluso, las últimas palabras que me dirigió con cierto nerviosismo y a manera de despedida fue: “Hasta luego, a ver si no me corren”.84 Como puede apreciarse en la red mostrada en la Ilustración 9, hay tres intermediarios que durante 2016 gestionaron algún bien o servicio del Gobierno Federal o el Gobierno de la Ciudad. En el caso de la señora Bárbara, se trató de poyo a sus vecinos en trámites de escrituración y contratos de compra-venta en instancias de la Ciudad, con las cuales no se relacionó de forma política. En el caso de Pedro, las gestiones que realizó no son para la comunidad donde hace trabajo político y tiene su red, sino para donde vive, -que es en otra delegación-, por lo que ha decir de él no le afectó: “Ellos ya saben que tú no estás de tiempo completo con ellos, entonces dicen: tú en tu colonia me vas a cumplir haciéndome esta gestión y acumulando un grupo de 20 personas. Ya lo que tu hagas en la otra colonia eso a mí no me interesa, 81 Entrevista a Julieta de la colonia Acapulco, 2 de febrero de 2017. 82 Entrevista a Bárbara de la colonia Tula, 14 de marzo de 2017. 83 Entrevista a María de la colonia San Luis, 2 de febrero de 2017. 84 Ibídem. 105 porque tú estás cumpliendo con la sección electoral que ellos te asignan. Entonces no tienen ellos mayor interés en que tu hagas una gestión para San Marcos, por ejemplo, para La Navidad. Ellos saben que estás haciendo un trabajo local, medular, y no les interesa lo que hagas en tu tiempo libre, sino que tú estés cumpliendo en esa área o en el espacio que te asignaron.”85 En el caso de Antonieta, si bien menciona que existen represalias a quienes buscan vías alternas para allegarse de recursos, afirma haber llegado a un acuerdo con el grupo gobernante a fin de seguir mantenido su comedor comunitario financiado por el Gobierno de la Ciudad y llevar a cabo eventos de apoyo a la mujer con otras instituciones sin ninguna restricción. “- Pues yo sí lo veo con mujeres, incluso les suspenden... (interrupción) a mí no me reprimen como lo he visto con otras mujeres, quienes hacen un movimiento y ya van... Yo puedo hacer un evento de mujeres y ahí no me van a decir nada. Yo doy mis apoyos y ya.”86 Como se puede observar, el control que se ejerce sobre los intermediarios para evitar que se relacionen con otras instancias de gobierno u organizaciones no gubernamentales no tiene por intención un aislamiento total, antes bien, se trata de un impedimento para que se relacionen con algún otro político que adopte el rol de patrón y que pueda solicitar el apoyo potencial de sus redes personales como moneda de cambio por bienes y servicios. “- Sí existe de alguna manera un control por parte de los referentes hacia nosotros los líderes, porque si nosotros andamos buscando apoyos en otras instancias o en organizaciones de la sociedad civil o en otras instituciones, incluso aunque sean del Gobierno de la Ciudad, pues sí hay un llamado de atención. No tanto en el aspecto de que no se quiera que se ayude a la gente, sino en el aspecto de control, que te quieren tener controlado. - Lo interpretarían en el sentido de que están relacionándose con otro grupo político o corriente partidista... - Sí, efectivamente lo verían de esa manera. Que estás apoyando a otros, ya que como se ve, la dinámica de los grupos políticos del PRD es la misma, y entonces 85 Entrevista a Pedro de la colonia Saltillo, 8 de febrero de 2017. 86 Entrevista a Antonieta de la colonia La Paz, 14 de marzo de 2017. 106 si tú buscas apoyo por otros lados, efectivamente estarían pensando que te estás yendo con ellos.”87 Asimismo, se observó a partir del trabajo de campo y de las declaraciones de los entrevistados, que existe un sistema de premios y castigos, así como de vigilancia y acusación entre los propios intermediarios, que garantiza el control que sobre ellos tiene el grupo de Leonel Luna. Sobre el primer aspecto destacan las medidas de castigo empleadas por el propio Luna sobre individuos que, como se ha visto, se relacionan con diferentes vías de acceso a recursos públicos o privados, sacándolos de la red o “suspendiéndolos”. La suspensión temporal no sólo tiene su origen por ese motivo, también hay quien por haber sido crítico con la forma de trabajar del grupo lo han echado por algún tiempo, -incluso varios años-, como es el caso de Miguel, quién vivió una suspensión de más de un año y se reincorporó a la red política y a las funciones administrativas en la Dirección Ejecutiva de Participación Ciudadana y Zonas Territoriales hasta 2016, ya que anteriormente fue “castigado” por Leonel Luna. Lo mismo sucedió hace unos años con Alfredo, quien por no dejar clara su fidelidad al grupo de Luna cuando se escindió la facción del ex Delegado Eduardo Santillán, no se le incorporó en la burocracia ni se le asignaron recursos por varios meses. Por su parte, existen premios que buscan motivar la eficiencia de las redes personales de los intermediarios, a fin de que éstos cumplan con las “cuotas” que les son asignadas. Como ejemplo se tiene el caso de la participación en el programa de la Ciudad “Sistema de Alerta Social” a inicios de 2017, cuando fue solicitado por los referentes a cada intermediario que inscribieran a un total de 50 personas al programa, mismos a los que se les otorgó una placa personal numerada. El premio que obtuvieron quienes lograron el cometido fue una tableta electrónica, mientras que quienes no lo hicieron se vieron intimidados por rumores de su posible expulsión de la red. Asimismo, existe en la delegación un tipo de intermediario que no es trabajador de “Estructura” y que recibe un pago de $5,000, aproximadamente cada mes. Aunque a decir de los entrevistados existen 87 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. 107 casi dos mil intermediarios en toda la delegación, son cerca de un millar de personas las que laboran en sus unidades territoriales con esa retribución.88 “- ¿Y a cuántos líderes conoce usted de su colonia? -como 7. - Y de otras colonias, ¿a cuántos conoce? -Son como “chorromil”. Les hablo a todo mundo y líderes como unos... 400. Somos un chingo. No tan fácil, si Leonel les da $5,000 a la gente, “a huevo” que no lo vamos a dejar, ¿estás de acuerdo? Así tan fácil hijo.”89 En lo que respecta a la relación que existe entre los intermediarios, como ha observado Auyero (2001) a las afueras de Buenos Aires, aunque éstos trabajen para el mismo partido político eso no garantiza que no haya rivalidad entre ellos. En Álvaro Obregón la rivalidad se alimenta por un sistema de competencia mutua que busca ver quién tiene la capacidad de movilizar a más personas en la misma unidad territorial, pero como en ocasiones hay bastantes en una misma colonia, eso hace que ninguno pueda ir acumulando fuerza.90 Ese sistema de competencia, a su vez, se basa en un mecanismo de espionaje mutuo que ha favorecido el control político de Luna y de los referentes sobre los intermediarios, ya que la información sirve para garantizar que los intermediarios no puedan sobresalir. - ¿Si llevas esos programas (programas de gasto social externos a la delegación) ahí mismo? -Ah sí, ahí sí hay problema, porque entonces digamos que hay otro líder ahí que denunciaría que tu tienes más apoyos que él y entonces, ¿cómo, dónde y por qué? Entonces estarías metiéndote en ese lío ¿no? Es como un policía detrás de otro policía, ¿no? 88 Información otorgada por Bárbara, Antonieta, Pedro, Ignacio y Alfredo. 89 Entrevista a Bárbara de la colonia Tula, 14 de marzo de 2017. 90 Por ejemplo, en la colonia Barrio Norte, con un nivel de desarrollo social “muy bajo” y con altos índices de delincuencia porque es un punto de distribución de droga, existen hasta 22 intermediarios vinculados al PRD. 108 Control partidista La estructura política perredista en la Ciudad de México se conforma a grandes rasgos, a base de un conjunto de facciones políticas, -también llamadas corrientes o expresiones-, las cuales tienen control sobre distintas zonas de la Ciudad. A su vez, éstas corrientes se alimentan del apoyo territorial obtenido por medio de la negociación entre una diversidad de organizaciones locales y regionales con los líderes de las facciones (Tejera, 2016). En el caso de Álvaro Obregón, además del predominio sobre la administración pública que se ve reflejado en los 14 años que lleva el PRD en el gobierno,91 con la ruptura entre Bejarano y Luna a inicios de 2015, el grupo de éste último ha logrado ejercer un dominio hegemónico en el ámbito interpartidista. En las elecciones internas del PRD de 2014, -las cuales estuvieron organizadas por el Instituto Nacional Electoral a propuesta del propio partido-, en Álvaro Obregón la IDN obtuvo la gran mayoría de sus votos gracias a Leonel Luna, quien era Jefe delegacional en ese entonces. Como se observa en la Ilustración 11, las planillas IDN e IDN-IDNtifícate inscritas a la corriente de Bejarano lograron cerca del 68% de la votación total de sufragios válidos, mientras que la segunda fuerza, Alternativa Democrática Nacional (ADN) presidida por Héctor Bautista obtuvo menos del 8% en coalición con otras corrientes. A la manera de un partido hegemónico a nivel nacional, la IDN ganó la elección y ejerció su influencia en la demarcación hasta 2015 en que Luna se desprende de la corriente. A partir de entonces él se mantiene como la figura en torno a la cual gira la gran mayoría del apoyo político perredista en Álvaro Obregón. 91 Ver apartado “Trayectoria político-electoral” en este mismo capítulo. Fuente: elaboración propia con datos del Instituto Nacional Electoral Corrientes Votos % Votos válidos ADN | ADN7 877 2.03 ADN | GANAMAZ 2570 5.95 IDN 26578 61.58 IDN | IDNtificate 2716 6.29 MESI 1277 2.95 MP 1729 4 NI | ASD 2373 5.5 PLANILLAS DE LAS COLONIAS 5040 11.67 Total de Votos Nulos 2892 Total de Votos 46052 Ilustración 11. Resultados de las elecciones internas del PRD de 2014 en Álvaro Obregón 109 “- En realidad competencia interna en Álvaro Obregón no existe ¿por qué? Porque el grupo hegemónico, el grupo mayoritario, pues finalmente es quien controla todo. Y la oposición... los otros grupos partidistas son muy pequeños, son muy disminuidos aquí en Álvaro Obregón entonces realmente así una competencia no la hay, sino todo lo contrario, hay un avasallamiento siempre de este grupo hegemónico que sigue siendo el del diputado actual Leonel Luna”.92 La ventaja numérica que puede movilizar la red de Luna se ve reflejada en los juicios que sobre el tema emiten los intermediarios entrevistados y en particular quienes han tenido una larga trayectoria en ese partido desde que se creó. Por ejemplo, para Pedro que trabajó por años en el Comité Ejecutivo Delegacional, donde llegó a ser Secretario, el escenario se describe de la siguiente manera: “- Digamos, acabaron… Leonel el Diputado, acabó con todos los grupos de izquierda en Álvaro Obregón, no hay corrientes. Acabó con las minorías, ya no existen las minorías. Lo único que existe en Álvaro Oberón ya son partido, ya no hay oposición dentro del PRD. No hay oposición, ya es imposición. ¿Quién se iba a imaginar que el presidente del PRI en Álvaro Obregón ahora es presidente del PRD? y que, aun así, este [Jorge] Castellanos sigue diciendo: “no pues… me gustaría que nos fuéramos todos al PRI". O sea, dentro de la presidencia del PRD maneja irse al PRI, ya no existen ni las minorías ni las corrientes, no existe oposición. Ya se acabó esa democracia dentro del partido donde había una elección e iban y se inscribían 100, ahora si tú vas y te inscribes, automáticamente te aíslan de pertenecer al grupo hegemónico”.93 El control que ejerce el grupo de Luna sobre el PRD no sólo busca aislar a participantes de otras corrientes internas del poder, sino a los propios intermediarios con los que se relaciona en la 92 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, 20 de abril de 2017. 93 Entrevista a Pedro de la colonia Saltillo, 8 de febrero de 2017. Ilustración 12. Vale intercambiable por un juguete en Álvaro Obregón Fuente: colección propia 110 delegación. A éstos se les restringe una participación directa en las instituciones formales del PRD a nivel delegacional, estatal y nacional. “- Ni que tú dijeras, vamos a meter una planilla y vamos a ganar parte del partido, no lo vas a ganar. Porque estos (señalando al edificio delegacional) tienen comprado todo, y les ha costado mucho dinero. No, que va a jugar tal: todos voten por ese wey… pero que es bien pendejo... les vale madre, ustedes voten, no pregunten. No, no existe el Partido, se acabó”.94 El grupo gobernante se ha convertido en un filtro y una figura intermedia entre el PRD y los intermediarios, por medio de la cual se transmiten órdenes más que propuestas. Por medio del grupo de Luna los intermediarios se enteran por qué corriente o planilla deben votar en las elecciones internas del PRD; a qué candidato deben hacer campaña; cuándo y a cuántas personas deben afiliar de su red y su localidad; a qué mítines o eventos partidistas deben asistir; dónde se van a distribuir “regalos utilitarios”, -como los llama Tejera (2015, 2016)-, para dirigir a sus redes. Incluso algunos de ellos estarían dispuestos a seguir a Luna si éste decidiera cambiarse de partido: “Por ejemplo, ahorita mucha gente quisiera pasarse con Andrés, pero hasta que nos den la orden”.95 “- Es algo muy similar a lo que te comentaba hace rato en cuestión de las gestiones, que no te puedes mover, no puedes realizar ninguna acción político- partidista si no es cuando ellos te piden que lo realices y que tú acudas a estas instancias como puede ser el Comité Ejecutivo Delegacional o a los consejos delegacionales, o al Consejo Estatal, o al Partido a nivel nacional. Si ven que tú te empiezas a mover de manera independiente sufres las reprimendas, porque de alguna manera está organizado también en el aspecto de la oposición partidista. ¿Quiénes son los representantes partidistas? Los determinan ellos y finalmente ellos son los que dicen quiénes deben de acudir a qué instancias, entonces tú solamente te mueves en el Partido, o en las instancias del Partido, a partir de que haya algún asunto de interés. Por ejemplo, que digan que viene un proceso de selección interna, entonces se elabora una propuesta de quiénes son las personas que quieren ocupar, -de acuerdo a los cargos que se estén postulando- , y ya nada más a nosotros nos dicen por quién hay que votar, a quién hay que apoyar, pero nada de que te muevas tú independientemente.” 94 Entrevista a Miguel de la colonia Ciudad Obregón, 31 de enero de 2017. 95 Entrevista a Antonieta de la colonia La Paz, 14 de marzo de 2017. 111 Teóricamente, los intermediarios en contextos de competencia mantienen cierta autonomía frente al partido con el cual se relacionan: “El intermediario no es de antemano un agente del partido ni de los clientes, es un híbrido que se identifica al mismo tiempo como representante del partido ante la base y como representante de la base ante el partido” (Paladino, 2014, p.117). Desde esta perspectiva, con el crecimiento de la competencia electoral también crece la oferta mediante la cual los intermediarios tienen posibilidad de elegir distintas opciones, según las que les sean más redituables. En el caso de las delegaciones de la Ciudad gobernadas por el PRD, la oferta no siempre se manifiesta desde los distintos partidos, sino que en ocasiones puede llegar a ser más intensa a nivel interpartidista (Tejera, 2015). Un ejemplo de lo anterior es el caso de Iztapalapa, donde las ocho distintas diputaciones locales y la Jefatura delegacional se disputaron en 2015 entre cinco corrientes internas, además de dos partidos de izquierda (PT y Movimiento Ciudadano) (Tejera, 2016). No obstante, el caso de Álvaro Obregón es distinto, ya que desde 2012 las candidaturas han salido del mismo grupo. Este hecho, así como la creencia por parte de los intermediarios de que existe una amplia ventaja electoral para el PRD, la cual se basa en la hegemonía que ejerce el grupo gobernante sobre el control de los recursos y en la organización territorial controlada por la red de Luna, podrían estar actuando como un factor para que los intermediarios no deserten de la red y no busquen relacionarse con otros partidos, ya que les proyectan poca posibilidad de éxito. “- Es la delegación, mira... (bajando la voz) aquí está cabrón que le ganen al PRD, esa estructura que se fue creando, se fueron dando las condiciones de esa estructura que gobierna actualmente y que ya tiene mucho este equipo político. Se fueron dando las condiciones para que sigan gobernando, donde no hay líder te ponen uno…”96 “…has de saber que la única delegación que está garantizada para el PRD es Álvaro Obregón, las demás están en juego, están en la ruleta de la votación. Entonces la única que tienen asegurada el PRD es la de Leonel Luna por la hegemonía que ejerce sobre todos los líderes”.97 96 Entrevista a Antonieta de la colonia La Paz, 14 de marzo de 2017. 97 Entrevista a Ignacio de la colonia Cuernavaca, 18 de marzo de 2017. 112 La mayoría de los once entrevistados sostienen que el PRD en Álvaro Obregón sigue teniendo una amplia ventaja sobre los demás partidos, incluso sobre MORENA, quien ahora tiene entre sus dirigentes en la demarcación al ex Delegado Eduardo Santillán.98 Razonan, hacen cuentas y proponen escenarios posibles para 2018, no obstante, consideran que la estrategia de tener una diversidad de intermediarios en las unidad territorial que proveen de votos duros al PRD hace difícil la alternancia en la delegación. La literatura que aborda al clientelismo desde el enfoque cuantitativo identifica como una de las causas motoras de la relación clientelar, un problema de acción colectiva que impide que los clientes puedan ponerse de acuerdo para retirar el apoyo de forma conjunta a un partido con el cual se está en desacuerdo (Magaloni, Díaz-Cayeros y Estévez, 2007; Magaloni, 2014). La misma lógica podría ser aplicada a la relación entre los intermediarios y el grupo gobernante en Álvaro Obregón, ya que, aunque existe inconformidad con la manera de gobernar y la hegemonía de Luna, sería difícil para los intermediarios coordinarse para llevar a cabo una acción conjunta; cada uno temería salir y ser despojado de los beneficios con los cuales cuenta, de manera que el predominio se mantendría. “- Él (Leonel Luna) no va a permitir que la base se desprenda, se pueden salir algunas piezas de arriba y las puede volver a poner, pero la base de abajo, no se le tiene que mover para nada, porque es la que está sosteniendo la punta de la pirámide. Ahí radica su inteligencia, en que él tiene el control de esa base, aunque se le salga de control la gente de arriba sigue teniendo el control de la de abajo, entonces la de arriba nunca le va a poder hacer nada, porque él tiene el control de la base, él domina la base de la pirámide. Esa es una gran verdad que pocos la analizan de esa forma, que él tiene un control en Álvaro obregón. Y me dicen todos: "no, MORENA”. MORENA podrá ganar si quieren el gobierno del Distrito Federal, si quieren, 15 delegaciones, pero Álvaro Obregón no la gana por nada, porque está bien cimentada esta pirámide, la tiene bien compactada y no se la quita nadie”.99 98 Aunque el nivel de votos alcanzados por MORENA en Álvaro Obregón durante 2015 (18.82%) fue un resultado que sorprendió a más de uno, en las entrevistas pudo evidenciarse que la gran mayoría de los intermediarios están conscientes de la ventaja que supone la organización territorial del PRD en Álvaro Obregón. 99 Entrevista a Ignacio de la colonia Cuernavaca, 18 de marzo de 2017. IV. Composición y funcionamiento de la red de un intermediario en Álvaro Obregón durante la elección de la Asamblea Constituyente Introducción En el capítulo previo el estudio abordó la dinámica político-clientelar implementada desde el grupo político que durante más de diez años se ha mantenido en los principales cargos administrativos en la delegación Álvaro Obregón. Se ha descrito cómo funciona la red durante periodos de latencia, en que los “referentes” fungen como un mecanismo para garantizar el flujo de gestiones y asignan recursos a los intermediarios, quienes los dirigen hacia sus redes personales y sus comunidades. En ese sentido, la imagen de la red ha sido descrita en su esfera política, es decir, en el ámbito de control y manejo de bienes y recursos de origen público. Ahora, en el presente capítulo se busca extender el análisis de la dinámica de la red hacia sus extremos, explorando la figura de los promotores del voto y de los clientes, a fin de observar cómo es su comportamiento durante un proceso electoral. A grandes rasgos, en esta sección se profundiza por medio de un estudio de caso en la composición y el funcionamiento de la red personal de uno de los intermediarios que fueron entrevistados en el capítulo pasado, quien llevó a cabo actividades de tipo clientelar durante los comicios para elegir representantes a la Asamblea Constituyente en junio de 2016. Entre los aspectos específicos que se describen están: cómo se compone el círculo de confianza del intermediario y cómo se relacionan sus integrantes; la posición estructural y el papel que juegan los integrantes del círculo de confianza dentro de la red de intercambios; la ruta que siguió el flujo de intercambios clientelares durante las elecciones y finalmente, se analiza la relación que existe entre la fortaleza de los vínculos que une a los actores del círculo de confianza, con la respuesta que resultó del intercambio clientelar el día de las elecciones. Al inicio del capítulo se reseñan los pasos empleados para la construcción de la estructura reticular que corresponde al círculo de confianza del intermediario, la cual incluye a sus colaboradores activos más cercanos. Asimismo, gracias a la información obtenida por medio de observación de campo y a la aportada por los mismos miembros de la red, se tuvo conocimiento de las personas involucradas en la relación clientelar, gracias a 114 lo cual se construyó otra estructura más amplia de relaciones que permite visualizar el flujo de intercambios clientelar de forma panorámica. Y dado que se siguió una metodología basada fundamentalmente en el Análisis de Redes Sociales para estudiar las relaciones entre individuos y una parte considerable de la narrativa expuesta hace referencia a aspectos relacionados con dicho enfoque, se ha considerado imprescindible presentar un bosquejo introductorio sobre la temática. Análisis de Redes Sociales y redes clientelares Lo que hace distintivo al Análisis de Redes Sociales (ARS) respecto de otros enfoques dentro de las ciencias sociales es su conceptualización de los fenómenos como hechos relacionales (Faust, 2002). Quienes se interesan por el estudio de la vida social desde esta orientación colocan a la perspectiva relacional como eje central, en detrimento de los atributos individuales que poseen los actores. En ese sentido, la sociedad y los fenómenos que se desarrollan dentro de ella son vistos como un agregado de relaciones que pueden apreciarse a manera de estructuras reticulares, donde los elementos básicos que las conforman son dos: los actores, también llamados “nodos”, y las “relaciones” por medio de las cuales éstos se vinculan. De esa forma, una red social puede definirse como: “un conjunto de nodos socialmente relevantes conectados por una o más relaciones” (Marin y Wellman, 2011, p.11).1 Asimismo, y dado que actores que se encuentran conectados están en posibilidad de generar patrones regulares de comportamiento en distintos campos de estudio (Faust, 2002), el ARS puede ser empleado para abordar un sinnúmero de fenómenos. Uno de éstos ha sido precisamente el clientelismo político, cuyo estudio ha adoptado parte de la terminología del ARS y ha aplicado su perspectiva relacional para analizar estructuras clientelares. En ese sentido, las redes clientelares definidas desde el enfoque del ARS serían: “Un conjunto de actores vinculados a través de una relación clientelar […] que conforman una estructura de relaciones que los dota de posiciones y roles funcionalmente diferenciables -patrones, mediadores y clientes- y configura pautas de interacción que condicionan sus acciones y preferencias dentro de ellas” (Aguirre, 2012). 1 “A social network is a set of socially relevant nodes connected by one or more relations”. En el original. 115 Si bien las relaciones clientelares fueron consideradas diádicas en estudios pioneros sobre el tema (Foster, 1977; Landé,1977), con el tiempo fue asimilada e incorporada la figura del intermediario, quien por su posición y función es imprescindible para la configuración de grandes redes. Desde una perspectiva teórica, Julio Aguirre (2012) ha propuesto que el proceso de crecimiento y replicación de una red clientelar se genera a partir de la incorporación de nuevos actores, de manera que los clientes ahora se convierten en intermediarios, generando con ello nuevos niveles de intermediación denominados de distintas maneras, tal como se muestran en la Ilustración 13. No obstante, en términos teóricos, la estructura tríadica patrón-intermediario-cliente mantiene roles y posiciones estructurales equivalentes. Por otro lado, la literatura sobre clientelismo ha propuesto la existencia de niveles de confianza en la vinculación entre actores. Según sean más o menos cercanos social y emocionalmente los vínculos que los unen, los intermediarios cuentan con un “círculo íntimo” (Auyero, 2001, 2002) o de “de confianza” (Aguirre, 2012) y un “círculo exterior”. Fuente: elaboración propia a partir de la propuesta teórica de Aguirre (2012) Ilustración 13. Proceso de crecimiento de una red clientelar 116 Para Auyero, la estructura inmediata que rodea a intermediarios en las redes de resolución de problemas en la periferia de Buenos Aires se expresa de la siguiente forma: “La red de resolución de problemas consiste en una serie de círculos o ruedas de forma irregular, que pivotean alrededor del puntero/referente. Éste se relaciona con los miembros de su “círculo íntimo” por medio de lazos fuertes de amistad duradera, de parentesco, real o ficticio” (2002, p. 38). No obstante, esa forma de representar el espacio de influencia entre actores no se limita a los intermediarios, ya que los patrones también generan vínculos de distinta intensidad en su relación con referentes e intermediarios, según el nivel de confianza que exista entre ambos (Aguirre, 2012). En términos amplios se puede afirmar que, en las redes clientelares, “los círculos de confianza son una muestra del poder de movilización, de la capacidad organizacional y de la lealtad que despiertan los actores dentro de la red clientelar” (Aguirre, 2012, p.34). Asimismo, más allá del círculo de interacción constante y confianza mutua que rodea a intermediarios y patrones, se encuentra el “círculo exterior”, el cual se compone de individuos con quienes se interactúa poco y con quienes se mantienen relación por medio de lazos débiles. Cabe destacar que al hablar de lazos o vínculos fuertes y débiles se hace referencia a la diferenciación planteada por Mark Granovetter, quien propone que “…la fuerza de los vínculos es una (probablemente lineal) combinación del tiempo, la intensidad emocional, intimidad (confianza mutua) y los servicios recíprocos que caracterizan a dichos vínculos” (1973, p.2). En ese sentido, no resulta extraño que se considere que, mientras más separados se encuentren dos individuos por medio de intermediarios, -mayores niveles de intermediación-, éstos tenderán a desarrollar sólo relaciones de tipo instrumental y la confianza entre ellos decrecerá. En dicho escenario, la motivación de ingresar a una relación clientelar y cumplir en el intercambio se sostendría más en la utilidad de lo permutado, que en lazos emocionales que motiven la reciprocidad: A medida que aumenta la “distancia” se erosiona el arraigo de la relación clientelar entre dos actores y disminuye su confianza mutua, por ello deben implementarse dispositivos de monitoreo y control distintos… A su vez, a mayor distancia menos probabilidad de correspondencia, por ello el intercambio debe basarse en la ventaja instrumental que representa a cada parte, siendo la satisfacción subjetiva producto de los beneficios del intercambio el elemento central para mantener la relación en el tiempo y no tanto sentimientos de deferencia y lealtad. (sic.) (Aguirre, 2012, p.32). 117 Construcción de la red Identificando el círculo de confianza Lo que se llevó a cabo como primer paso para construir la red que gira en torno al intermediario estudiado, -a quien a partir de este momento se hará referencia con el nombre de Alfredo o Alfredo Sánchez-, fue identificar el tipo de relación que articula a éste con sus seguidores más cercanos. Las personas que se incluyeron en este primer nivel de la red forman parte de lo que se conoce como el círculo de confianza. Por medio de la observación sustraída del trabajo de campo antes, durante y después del 5 de junio de 2016, -fecha en que se celebraron las elecciones en la Ciudad de México para elegir representantes al Congreso Constituyente-, se constató que las personas que mantenían un mayor activismo en las labores de movilización y organización de eventos fueron diez. Por tanto, el subconjunto que resulta al aislar del total de la red de individuos que se vieron involucrados en intercambios de tipo clientelar, se conforma sólo de once personas, quienes organizaron o colaboraron en actividades de tipo clientelar dentro de una zona de la delegación Álvaro Obregón. Cabe destacar que se habla de zona y no de colonias, ya que la red trasciende el espacio geográfico de éstas, expandiendo su presencia en distintas unidades territoriales de los distritos XVIII y XX locales, como se verá más adelante. Delimitación de la red Los nombres de las personas más cercanas al intermediario se obtuvieron mediante una entrevista realizada a Alfredo el 24 de mayo, -la cual incluyó un apartado de generación de nombres-,2 además de que se complementó con observación de campo durante eventos, reuniones, el día de la votación y repartos de recursos los días: 6 y 21 de mayo, 3 y 5 de junio y 4 y 27 de septiembre. Los primeros 6 nombres fueron recogidos de la entrevista realizada a Alfredo con el propósito de conocer los detalles de un evento realizado tres días antes, con motivo del “Día de las madres”, -sábado 21 de mayo-, donde se aplicaron las siguientes preguntas: 2 “Un generador de nombres es cualquier pregunta de cuestionario diseñada de tal forma que proporcione una serie de nombres de personas relacionadas a través de algún vínculo con el respondiente” (Requena, 1996). 118 - ¿Algunos de los asistentes del evento te han venido acompañando en tus actividades en la colonia como líder en el último año? … - ¿Podrías mencionarme el nombre de los colaboradores que por más tiempo te han venido acompañando en tus tareas de liderazgo? … - Ahora podrías decirme el nombre de las personas o colaboradores más cercanos con los que trabajas actualmente. … Sin embargo, en las reuniones y eventos a los que se acudió más adelante se evidenció que existían otras cuatro personas que no habían sido nombradas y las cuales de forma recurrente colaboraban o apoyaban a Alfredo, y sobretodo, se mostraron muy activos en las tareas de movilización del voto el día de la elección. De esa manera, se determinó que el total de la red personal de colaboradores cercanos al intermediario se compondría de las siguientes diez personas: Mateo Cárdenas, Ana Laura Moreno, Karen Sánchez, Ely Herrera, Chantal Sánchez, Lucero Cardona, Liz Sánchez, Alfredo Sánchez, Mauricio Garrido, Eduviges Sánchez y Lucrecia Román.3 Aplicación del cuestionario A partir del seguimiento al grupo de colaboración cercano de Alfredo, se formuló un cuestionario que se aplicó a todos los miembros por igual en los meses de julio y agosto de 2016. Con esta consulta se trató de conocer de qué forma se relacionaban entre ellos y en qué medida interactuaba el grupo, para lo cual se buscó captar los siguientes elementos: vínculos de parentesco, vecindad y amistad; el nivel de compromiso o involucramiento que mostraron los miembros entre sí durante los últimos meses; el nivel de intensidad o fortaleza de los vínculos que los relacionaba, y finalmente, la capacidad que ten caíada uno de los miembros de vincularse o relacionarse con funcionarios o intermediarios fuera de la red. 3 Se buscará en lo sucesivo trabajar con los apellidos de los entrevistados a fin de conocer las interacciones basadas en relación de parentesco en la medida de lo posible, aunque se aclara que todos ellos han sido modificados. 119 Fuente: Elaboración propia Ilustración 14. Elementos que incluyó el cuestionario para captar relaciones dentro del círculo de confianza de la red. Por su parte, gracias a la información a manera de listado que se obtuvo semanas después de la elección del 5 de junio, en los cuales se llevó a cabo el registro de las personas a las que se les otorgaron recursos materiales semanas antes de los comicios (bolsas con alimentos y kilos de huevo), se pudo relacionar a los miembros del círculo de confianza del intermediario con los receptores de los recursos. A partir de ese momento se aplicó un cuestionario a los once miembros de la red, a fin de que señalaran cómo se vinculaban (según los criterios de parentesco, vecindad y conocimiento), con las personas que fungieron como clientes el día del a elección (cerca de 140). Asimismo, gracias a que los listados incluyeron una relación de las personas que acudieron a la urna a emitir su voto el día de la elección, así como su ubicación de acuerdo a la colonia a la que pertenecen, se pudo conocer quiénes habían actuado de forma 120 recíproca en el intercambio y quiénes no, así como diferenciar la composición geográfica de la red por colonias. Finalmente, se repartió el cuestionario y se pidió que lo llenaran los miembros del círculo de confianza y Alfredo, el cual incluía tres columnas: en la primera figuraba la lista de las 138 personas que habían recibido recursos días antes de la elección; en la segunda se preguntaba al encuestado si conocía a cada una de ellas, y en caso de responder afirmativamente se pedía que señalara en la tercera columna, qué tipo de vínculo los unía (vecindad, parentesco o sólo conocimiento). Nombre: _______________ Conoce usted a: (SI / NO) Relación: vecino, familiar, conocido Nombre del alter 1 Nombre del alter 2 Nombre del alter 3 … Fuente: Elaboración propia Ilustración 15. Cuestionario que vincula al círculo de confianza con el conjunto de individuos que recibieron recursos semanas antes de la elección 121 Ubicación geográfica y conformación del círculo de confianza Con la aprobación del proyecto de Reforma Política del Distrito Federal por parte del Senado el día 12 de diciembre de 2015 y la posterior declaratoria de constitucionalidad de la misma tiempo después, los partidos políticos en la Capital dirigieron su mirada hacia la composición de la Asamblea Constituyente que se encargaría de discutir y aprobar el proyecto original. Particularmente los partidos de oposición protestaron ante la supuesta arbitrariedad e inequidad con la que se había establecido la configuración original de los asambleístas, siendo que cuarenta de un total de cien serían designados por los poderes ejecutivos y legislativos y sólo los sesenta restantes serían electos por medio del sufragio. No obstante, tuvieron que resignarse al esquema planteado por el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, aún a sabiendas de que se enfrentarían a un partido fuertemente arraigado mediante estructuras político-territoriales como es el PRD (Tejera, 2016). Tan sólo en la delegación Álvaro Obregón existen cientos de pequeñas redes organizadas alrededor de “líderes” locales vinculados al partido gobernante (PRD),4 cuya capacidad de movilización política varía, de unas decenas de personas hasta varios cientos. En términos de la teoría del clientelismo político, estos líderes han asumido el papel de intermediarios al vincular a sus seguidores, dentro su territorio de influencia, con políticos que han decidido emplear este tipo de estrategia para hacerse del apoyo y los votos de sus clientelas. Precisamente una de estas redes es la que se organiza alrededor de la figura de Alfredo, quien ha trabajado en distintos cargos públicos delegacionales desde el año 2006 y actualmente labora en un área administrativa en la delegación. A diferencia de otros intermediarios que concentran a sus seguidores en espacios físicos identificables como son los comedores comunitarios, centros sociales, casas de gestión u otros espacios de agrupación, -como lo hizo Alfredo en otro momento-, actualmente su red se compone de un conjunto de familiares, vecinos, amigos, conocidos, vecinos y familiares de vecinos, etc., quienes forman un complejo entramado de relaciones difícil de desenmarañar. De hecho, él asegura que la estrategia del Diputado local con el cuál se relaciona políticamente, (Leonel Luna), es construir y apoyar a “liderazgos territorializados”, -es decir, anclados en espacios delimitados que sean más fácil de 4 Ver apartado “Los intermediarios: líderes verdaderos y “líderes a modo”. 122 Fuente: Elaboración propia. Ilustración 16. Colonias numeradas en las que se localiza la red de Alfredo en Álvaro Obregón controlar-, debido a lo cual su zona de influencia ha venido disminuyendo cada vez más en términos geográficos.5 Si bien en otros tiempos la influencia de la red de Alfredo llegó a extenderse geográficamente de forma notable en diversos corredores que cruzan la delegación Álvaro Obregón, en la actualidad ésta se ha focalizado principalmente en tres colonias que colindan con las márgenes del pueblo histórico de Santa Fe y a tan sólo un kilómetro y medio de la zona comercial y residencial que lleva el mismo nombre. Dada la naturaleza de la red, -cuya composición se basa mayoritariamente en vínculos de parentesco-,6 ésta se extiende de forma ramificada en once colonias. Y si bien, en algunas de ellas su influencia es 5 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, domingo 4 de septiembre de 2016. Día en que se realizaron las elecciones para elegir los comités ciudadanos. 6 La red está compuesta por 633 relaciones de parentesco, 216 de vecindad y sólo 82 de conocimiento, lo cual permite concluir que es una red anclada o sobrepuesta principalmente en relaciones de familia previamente establecidos. Colonia No. de Integrantes 1 9 2 9 3 7 4 19 5 20 6 3 7 66 8 2 9 1 10 1 11 2 123 marginal y hasta insignificante, la red en conjunto asciende a 150 personas, lo cual brinda a Alfredo la posibilidad de mantener una posición de relevancia, por medio de la cual negociar con políticos locales. Círculo de confianza En lo que respecta a los miembros que constituyen el círculo de confianza de Alfredo, en la evolución de su red se han ido incorporando nuevos miembros y retirándose otros durante los últimos 16 años. Sin embargo, en términos numéricos su grupo más cercano se ha mantenido estable, ya que la cantidad de personas con las cuales se coordina de forma más estrecha en las tareas de organización, movilización y distribución de recursos a lo largo del tiempo ha variado de ocho o diez personas.7 Estas cifras se encuentran dentro del rango numérico en que once intermediarios entrevistados a inicios de 2017 dijeron contar en sus redes personales; donde cinco fue el número más bajo y treinta el más alto, con una media de alrededor de doce. De las diez personas que colaboran con Alfredo actualmente, tres se incorporaron poco antes de las elecciones para elegir representantes y jefes delegacionales en 2015, dos son vecinas y el otro es un sobrino. A su vez, dos de sus primas y una sobrina, llevan ya cuatro años trabajando de forma activa y constante en la red. Los miembros restantes son personas con quien Alfredo ha mantenido una trayectoria constante por más tiempo, aunque por lo que se pudo evidenciar en la observación de campo, son quizá las personas menos visibles. Dos de ellos son una pareja y han trabajado con Alfredo desde el año 2000, cuando apoyaron a Alejandro Encinas como candidato a Jefe delegacional por parte del PRD, mientras que las dos últimas son familiares cercanos, quienes tienden a apoyar de forma más intermitente en las actividades políticas.8 Como puede observarse en el párrafo anterior, la composición del círculo de confianza se constituye en su mayoría de lazos de parentesco. Este tipo de red vinculada a la política y surgida desde las propias localidades a partir de una base familiar ha sido 7 Entrevista a Alfredo de la colonia Mexicali, domingo 4 de septiembre de 2016. Día en que se realizaron las elecciones para elegir los comités ciudadanos. 8 Ibídem. 124 identificada en diversos estudios de sociología y antropología, tal como es el llevado a cabo por James Scott (1972) en el sudeste asiático, o bien, el trabajo de William Whyte (1971) en los barrios bajos de Boston. Whyte escribe al respecto: “Un hombre que forma parte de una familia numerosa y puede inclinar el voto de ella hacia uno u otro candidato, se convierte así en una figura política de cierta importancia. Dicho hombre será probablemente caudillo o estará cerca de la cima en sus asociaciones de grupo informal, en cuyo caso todo el grupo apoyará al mismo político” (1971, p.259). Algunos de los atributos que presenta el círculo más cercano a Alfredo son los siguientes: está compuesto mayoritariamente por mujeres, cinco de las cuales rebasan los 45 años, mientras que las otras tres tienen entre 17 y 33.9 Por su parte, los hombres presentan una distribución igualmente diferida, pues las edades de ellos son 18, 51 y 61. No obstante, el aspecto que más sobresale es el grado de escolaridad, ya que la mayoría de las personas mantienen un nivel de preparación formal entre medio y bajo, no habiendo cursado o finalizado el bachillerato 8 de las 11 personas. Mientras que, de los tres miembros restantes, uno tiene carrera trunca en sociología y sólo su esposa y Alfredo lograron finalizar una carrera profesional en el área médica y administrativa respectivamente. En lo que concierne a los lazos o vínculos que unen a los miembros del círculo (Ilustración 17), es notorio el nivel de involucramiento familiar en la red (líneas rojas), ya que seis de las once personas están unidas por un vínculo de parentesco con Alfredo, siendo una hermana la persona más cercana a él, mientras que los demás son familiares de tercer y cuarto grado. Asimismo, en el lado derecho de la red se encuentran dos vínculos familiares: el que se encuentra en la zona rosa une a madre e hija y se enlaza con Alfredo y el resto de la red por medio de vínculos de vecindad (líneas azules), mientras que el segundo pertenece a una pareja que está unida a Alfredo y al grupo por lazos de amistad o sólo conocimiento (líneas verdes).10 9 El papel de las mujeres es sobresaliente en las redes político-clientelares a nivel local y comunitario. En el caso de Álvaro Obregón, históricamente han formado parte activa en la construcción de las colonias (Yáñez, 2000) y han construido un liderazgo en la búsqueda por mejorar las condiciones de vida de su comunidad (Adler, 1994, 2016). 10 El total de relaciones que presenta el círculo de confianza se compone de 23 vínculos de parentesco, estando la mayoría concentrados en la familia de Alfredo. Los vínculos que unen a los miembros por lazos de 125 vecindad son 10 y básicamente salen de las dos personas del extremo inferior derecho. Finalmente, hay 23 lazos de amistad o sólo conocimiento y se desprenden en su mayoría de la relación de amistad que Alfredo ha mantenido con Mauricio Garrido por años, lo que llevó a integrar a su esposa Lucero en actividades políticas y ahora se vieron ambos vinculados con el resto del grupo por lazos de conocimiento. Ilustración 17. Círculo de confianza de la red de Alfredo construida a manera de red ego Fuente: Elaboración propia en Pajek con distribución manual. Nota: las líneas rojas unen a los actores por medio de vínculos de parentesco, las azules de vecindad y las verdes de amistad o sólo conocimiento. Asimismo, el círculo del interior agrupa a familiares relacionados con Alfredo en 1° y 2° grado, mientras que el exterior por 3er grado o mayores. 126 Antes de la célebre dicotomía de Javier Auyero (2001) que distingue entre un círculo íntimo y uno externo, Scott (1972) ya había escrito sobre la existencia de una parte afectiva y otra instrumental en las redes patrón-cliente, distinguiendo entre seguidores centrales (core) y periféricos (periphery). La distinción es de relevancia para este trabajo, en tanto da pie a identificar la intensidad de la fortaleza de los vínculos que une a sus actores, para posteriormente relacionar sus resultados con la reciprocidad obtenida el día de las elecciones por parte de los clientes que cada uno de ellos movilizó. En ese sentido, cabe aclarar que por reciprocidad se entiende la correspondencia en el intercambio clientelar, independientemente de que ésta esté regida o no por la ley de la oferta o la demanda (Adler, 2016), o que sean equivalentes los bienes y servicios intercambiados de acuerdo a una economía moral (Vommaro y Combes, 2016). 127 Composición y funcionamiento de la red durante el periodo electoral “…pues yo te traje un apoyo, y el apoyo por el apoyo, ¿no?, y va a seguir esto y va a continuar. En otro tipo de ayudas, en gestiones, en ayudarnos ¿no?, mutuamente, esa es la idea”. Teóricamente se ha planteado que a partir del tipo de vínculos mediante los cuales estén conectados los intermediarios con los miembros de su círculo de confianza y su círculo exterior, se obtendrá un grado mayor o menor de reciprocidad en las redes clientelares (Auyero, 2001, 2002; Aguirre, 2012). Siguiendo dicha propuesta a fin de aplicarla en este trabajo, se ha indagado en primera instancia en el tipo de vinculación con el que se relacionan los miembros del círculo de confianza de la red, a partir de la concepción de fortaleza de los vínculos que propone Granovetter (1973). De esa forma, se ha construido un índice que va del 1 al 10 a partir del cual se ha diferenciado a los vínculos en tres categorías: vínculos fuertes, medianamente fuertes y débiles.11 A partir de los resultados obtenidos, puede observarse en la Ilustración 18 que la mayoría de las relaciones se agrupan entre el nivel 4 y 9, lo que implica niveles intermedios y altos de fortaleza de los vínculos, dejando las medidas extremas más altas o más bajas en un lugar secundario. Es decir, los vínculos más intensos (enlaces negros) y los muy débiles (enlaces verdes) son minoritarios y pertenecen sólo a unos cuantos actores de la red, mientras que los vínculos medianamente fuertes y fuertes (enlaces amarillos y rojos) son la mayoría y representan vínculos familiares, pero también de vecindad y de amistad. Asimismo, los resultados muestran una correspondencia entre la fortaleza del vínculo con el tipo de relación que tiene de trasfondo, es decir, los vínculos más fuertes (enlaces negros) no sólo se dan entre parientes, sino cuando estos son familiares muy cercanos como es el caso de esposos, hermanos o una relación madre e hija. Asimismo, los vínculos débiles se presentan en su mayoría en relaciones 11 El índice se construyó a partir de la propuesta de Mark Granovetter (1973), para quien la fortaleza de un vínculo radica en una combinación de tiempo, intensidad emocional, intimidad, confianza mutua y servicios recíprocos. En el Anexo No. 1 se puede consultar la estructura y las preguntas del cuestionario aplicado. 10 Negro 9 Rojo 8 Rojo 7 Rojo 6 Amarillo 5 Amarillo 4 Amarillo 3 Verde 2 Verde 1 Verde Vínculos fuertes Vínculos medianamente fuertes Vínculos débiles 128 de vecindad o cuando sólo se da entre conocidos, por lo que en ese sentido, el enfoque de la “fortaleza de los vínculos” se corresponde con el de la “cercanía social” basada en el parentesco, la vecindad y el conocimiento de los alter.12 12 Larissa Adler (2016) diferencia la cercanía social real, o confianza, que media entre los individuos, en contraste de la formal, basada en el parentesco real o ficticio. Para la autora, se trata de dos aspectos que no necesariamente van de la mano, no obstante, en este trabajo ambas se corresponden. Ilustración 18. Fortaleza de los vínculos dentro del Círculo de confianza de la red de Alfredo Fuente: Elaboración propia en Pajek con distribución manual. Nota: el color de las líneas hace referencia al nivel de fortaleza de los vínculos por medio de los cuales se relacionan los actores. Mientras que los números y el tamaño de los nodos señalan su centralidad según el grado de entrada ponderado que obtuvo cada actor. 129 Los únicos casos que no siguen ese patrón son Alfredo y su hermana Liz, ya que los vínculos que llegan hacia ellos, así como los que salen son en su mayoría fuertes. En el caso de Alfredo, éstos van de un nivel de entre 7 y 10 (con excepción de dos personas). Sin embargo, tanto por el nivel de interacciones que mantiene con cada uno de los miembros del grupo, así como por la confianza que le profesan, es patente que Alfredo se relaciona principalmente por medio de lazos fuertes con su círculo de confianza, tal como se ha planteado desde la teoría. Por su parte, es sobresaliente que, al medir el total del puntaje recibido por cada actor según la escala de fortaleza de los vínculos, Alfredo no es el actor más central dentro de su red, ya que su hermana Liz Sánchez obtuvo dos puntos más que él. Esto se explica porque Liz está relacionada con todos los miembros de la red por lazos fuertes y medianamente fuertes, mientras que Alfredo llega a tener dos lazos débiles de entrada. En ese sentido, la hermana de Alfredo podría estar fungiendo como un actor que ayuda a cohesionar el círculo de confianza de la red y dar apoyo a la estructura, a partir de la distancia social y emocional que mantiene con el resto de sus miembros. Círculo de confianza y círculo exterior En lo que respecta a la relación que guardan los miembros del círculo de confianza con el total de los individuos involucrados en la red, ésta fue estudiada a partir de nexos de parentesco, de vecindad y sólo conocimiento. La imagen de una red de esta naturaleza, donde el criterio de relación es “cómo se relaciona con tal persona”, genera un entramado de relaciones donde gran parte de los individuos interactúan entre sí debido a su cercanía social (parentesco) y física (vecindad), tal como se muestra en la Ilustración 19. En ese sentido, si bien Lucero Cardona forma parte de la misma red, su distanciamiento del resto del centro se explica por el hecho de que mantiene su sub-red en colonias distantes (distancia física) y no forma parte de los familiares y vecinos que se agrupan en el centro (distancia social). Un aspecto sobresaliente que pudo evidenciarse al momento de aplicar la medida de “grado nodal” para conocer la centralidad que presentan los actores dentro de la red según 130 ese criterio,13 fue que Alfredo, siendo el coordinador de la red, no sobresale precisamente como el más central, debido a que no es quien se relaciona de forma directa con más personas dentro de la misma. Por el contrario, dos de sus primas (Eduviges y Chantal) tienden lazos no redundantes14 hacia vecinos que él desconoce, lo cual las hace más centrales dentro de su localidad. En ese sentido, por lo antes expuesto puede concluirse que Alfredo tendría a sus familiares no sólo como miembros activos en las actividades proselitistas y de reparto de recursos, sino como verdaderos pilares que dan sostén y agregan miembros a la estructura reticular. Es decir, la red político-clientelar que controla se sobrepone sobre otra red social basada en familia, vecinos y amigos, así como los contactos de éstos. 13 La medida de centralidad basada en el grado hace referencia al número de contactos directos que un actor mantiene con otros. Teóricamente esto constituye una ventaja estructural para los individuos, ya que “debido a que tienen muchos vínculos, pueden tener formas alternativas de satisfacer necesidades y por tanto son menos dependientes de otros individuos” (Hanneman, 2001). En términos estrictos, la centralidad basada en el grado se define como “el número de puntos de los cuales un determinado punto es adyacente.” (Freeman, 2000). 14 Es decir, vínculos no compartidos. 131 Organización para el día de la elección A unos días de iniciar el periodo oficial de campañas políticas, mediante las cuales los partidos en la Capital elegirían a los representantes a la Asamblea Constituyente, la delegación Álvaro Obregón emitió una convocaría donde daba a conocer el programa Apoyo a Familias en Desventaja Social 2016 que otorgaría un estímulo económico de $6,000 en tres exhibiciones.15 Si bien, esto recibió poca atención en los medios, unas semanas después, representantes MORENA y el PAN denunciaron cada uno por su parte 15 Gaceta Oficial de la Ciudad de México, 31 de marzo de 2016. Ilustración 19. Relación entre el círculo de confianza y el total de la red Fuente: Elaboración propia en Pajek y visualización en VOSviewer. 132 que desde el Gobierno de la Ciudad de México se había puesto en marcha un mecanismo de contratación masiva de operadores políticos en las delegaciones gobernadas por el PRD, por medio de una supuesta “Acción Institucional de Ingreso Económico Temporal”. A decir de Martí Batres, Presidente de MORENA en la Ciudad, hubo una trampa que consistió en hacer pasar un programa social por una Acción de Gobierno, lo cual no le impedía ponerse en marcha dentro del periodo electoral ni ser auditado. “Tabe Echartea dijo que el PAN se percató del uso de programas sociales con fines electorales desde el inicio del proceso electoral. “Nos reportan filas enormes en distintas colonias para afiliarse al ‘Seguro de Desempleo’. Vamos a interponer una queja ante el INE porque esto es descarado y cínico”, precisó.”16 “En la opinión de Batres, se trata del mayor escándalo electoral de la historia de la Ciudad de México porque "se están metiendo 500 millones de pesos, nada más, para este fin. El objetivo es contratar a más de 40 mil personas que hagan labores de promoción del voto a favor del PRD y ahí metieron a los integrantes de todos los grupos y corrientes del PRD ".17 Aunque la existencia de la “Acción Institucional” denunciada por Batres no fue comprobada, en Álvaro Obregón hubo un pago de estímulos dirigidos a promotores del voto del PRD durante el periodo electoral, mediante el cual, a decir de Alfredo: “A cada líder le dieron cinco lugares para que los metiera en su colonia e hicieran trabajo político y no los ubicaran…”18 De los integrantes de la red que entraron en esa dinámica sólo se identificó a Chantal, Eduviges y Ely Herrera, a quienes se les otorgó los primeros pagos mediante trámite bancario y los siguientes de forma personal, ya que las irregularidades en el tema ya había llamado la atención de los medios. En efecto, durante los meses previos a la elección del 5 de junio, los miembros del círculo de confianza de la red de Alfredo llevaron a cabo actividades y eventos con fines proselitistas y de promoción del voto. Participaron en un evento con motivo del “Día de las madres” organizado por Alfredo, donde se repartieron regalos; se movilizó gente en eventos de la Secretaría de Cultura, 16 Rosagel, Shaila. 24 de mayo de 2016. “PAN y Morena: La CdMx paga un “ejército electoral” al PRD con “empleo temporal”. SinEmbargo.mx. 17 Ruiz-Palacios, Fanny. 25 de mayo de 2016. “Morena denuncia a Mancera por uso de programa con fines electorales”. El Universal. 18 Reunión de preparación para la elección en la Colonia Mexicali, 3 de junio de 2016. 133 Educación y Deporte, y se repartieron bolsas de alimentos (despensas) y cajas de huevo, dos y tres semanas antes del día de la elección. En una de las reuniones a la que se pudo asistir y registrar parte de su contenido, se hizo explícito por parte de los miembros, cómo se organizaría la labor de movilización de votantes el domingo 5 de junio. La cita tuvo lugar el 3 de junio en un negocio de la colonia Mexicali, -propiedad de uno de los miembros de la red-, a las cinco de la tarde. En ésta reunión, Alfredo entregó unas listas donde venían los nombres de las personas a las que se iba a “invitar” a votar el próximo domingo; se explicó dónde se ubicarían las casillas; se pidió a los promotores del voto que hicieran una última visita para recordar a la gente, -a la que se les entregó “apoyos”-, que debían asistir a la urna y se recomendó que cuando las personas fueran a votar, ellos (promotores) debían señalarlo con una marca en el listado. “Ahora, acuérdense que si a cierto horario pertinente vemos que no han salido o que no han ido porque pasó algo o cualquier cosa que siempre puede suceder, vamos a tener que ir a buscarlos, vamos a tener que ir a buscarlos y sabes que: "échanos la mano". Vamos a hacer la labor, el trabajo para que se cubra todo. Fundamentalmente hagan la invitación para que se haga esto por la mañana, traten de ubicarse por montoncitos: tres, cuatro, cinco y se van”.19 No dejó de sorprender la precisión con que se hicieron los cálculos de quienes irían a votar y los mecanismos para reemplazar a los que no fueran: el objetivo era lograr cubrir una cantidad determinada de votos, proporcional a los recursos otorgados semanas antes. Asimismo, no faltaron los señalamientos a fin de que se votara efectivamente por el PRD y no por otro partido, e incluso la indicación expresa de pedir por medio del razonamiento utilitario el voto a cambio de los “apoyos” ya otorgados, si es que los clientes se resistían a asistir a la casilla: “Obviamente yo les decía el otro día: el hecho de ir con ellos no necesariamente implicaría que en realidad ellos fueran a votar por nosotros, porque (ustedes) van a decir: “bueno, yo nomás lo llevé y ellos votaron por quien quisieron”, pero si las cosas son así vamos a tener un problema, ¿por qué? porque ahorita viene bien contabilizado, bien amarrado el asunto. Entonces van a decir: "a ver, quién entregó listas de esos lugares, fulano de tal; si Norma dijo uno, fulano dijo tres, entonces ¿por qué no salió así? Entonces sí 19 Reunión de preparación para la elección en la Colonia Mexicali, 3 de junio de 2016 134 tenemos que hacer ese trabajo, estarle comentando a la gente, convencerla, que el asunto sí va por ese lado… ya si fuera por convencimiento; porque realmente estuvieran convencidas o porque nosotros los podemos convencer; o porque siempre han votado, etcétera. Independientemente, si no fuera por eso, por lo menos por la idea de la conveniencia: pues yo te traje un apoyo, y el apoyo por el apoyo, ¿no?, y va a seguir esto y va a continuar. En otro tipo de ayudas, en gestiones, en ayudarnos ¿no?, mutuamente, esa es la idea.” La organización con la que se trabajó durante la campaña y que el 3 de junio se confirmó en la reunión, dio como resultado un tipo de estructura acorde con los objetivos de movilización política y reparto de recursos, cuya forma es representada en la Ilustración 20. En este grafo puede apreciarse cómo en el periodo electoral a cada miembro del círculo de confianza se le delegó cierta cantidad de individuos con quienes debía estar en contacto, a fin de llevar a cabo las tareas de repartos de recursos, movilización y monitoreo. De Ilustración 20. Estructura de movilización, repartos y monitoreo durante el periodo electoral Fuente: elaboración propia en Pajek con distribución basada en “equivalencia estructural” (Wouter, Mrvar y Batageli, 2005) 135 hecho, de los diez promotores del voto, sólo siete adoptaron un rol de intermediarios entre Alfredo y los subgrupos que coordinaron durante ese periodo. De esa forma se estableció un nuevo nivel de intermediación, el cual amplió la distancia de quien controla el flujo de recursos (patrón) y el conjunto de las personas que adoptaron el papel de clientes en la red. 136 El día de la elección: movilización y monitoreo “- Nuestra duda es, ¿dónde van a estar las casillas? y si toda esta gente va a llegar… ¿va a salir de algún lado, o cómo puedo saber que toda esta gente salga a votar? - Ahora te vamos a comentar, nosotros ya tenemos ubicada una estrategia…” De forma similar a como William Foote Whyte describe las votaciones en Cornerville en su clásica obra, La sociedad de las esquinas, parte del trabajo político el día de los comicios electorales en Álvaro Obregón se lleva a cabo en las aceras. Este patrón se observó de forma reiterada en colonias aledañas al pueblo de Santa Fe en 2015 con motivo de la elección de representantes y jefes delegacionales; en junio de 2016 cuando se eligieron los asambleístas que participarían en la redacción de la Constitución de la Ciudad y a inicios de septiembre de ese mismo año, con motivo de la elección de comités ciudadanos. En el caso de la colonia Mexicali que se siguió de cerca, además de los representantes de casilla y los representantes generales del PRD acreditados ante el INE durante los comicios de junio de 2015 y 2016, el día de las elecciones se montó una estructura informal de monitoreo y movilización del voto. A unos metros de los domicilios que albergan las casillas, se sitúan los líderes de la colonia (intermediarios), quienes como Alfredo, el día de los comicios realizan varias funciones: en primer lugar, invitan a votar a los conocidos de la localidad: “las peticiones sobran, una leve insinuación basta para hacer recordar a las personas un favor o servicio realizado tiempo atrás, sencillamente un favor personal”;20 en segundo lugar, vigilan el comportamiento de los partidos de oposición, algunos de los cuales tienen a individuos “operando” cerca de las casillas; finalmente, monitorean el trabajo de sus promotores del voto y de las personas a las que se les otorgó algún recursos, a fin de asegurarse de que efectivamente acudan a la casilla de votación. En el caso de las elecciones para la Asamblea Constituyente, éstas se llevaron a cabo sin sobresaltos, por medio de una bitácora de campo se registró algunos puntos de interés el día de la jornada: 20 Nota de campo del día 5 de junio de 2016. 137 5 de junio de 2016 8:30 a.m.: La persona enviada para monitorear (espejo) llegó y se reunió con Alfredo. 9:00-9:30 a.m.: Los primeros votantes de la sección 9232 fueron acompañados hasta la casilla por ambos. Alfredo pasó a emitir su voto. 21 10:00-11:00 a.m.: Los “promotores” hacen recorridos constantes, llevando a la gente a las casillas. 14:00 hrs.: Se ha contabilizado el 75 % del total de los votos prometidos. Sin embrago, las elecciones del Constituyente tuvieron algo inusual, se trató de un mecanismo de monitoreo para vigilar a los “intermediarios” implementado por el Diputado Leonel Luna, el cual consistió en hacer acompañar a cada uno de ellos, por funcionarios de nivel medio o bajo de la delegación a quienes se les llamó “espejos”. Cada uno de éstos individuos portaban un listado de las personas pertenecientes a las redes de los intermediarios, -quienes semanas antes habían recibido recursos (huevo y bolsas de alimentos)-, y su tarea consistió en cotejar que efectivamente asistieran a la urna el número de ciudadanos señalado, así como que el intermediario no apoyara a otro partido, particularmente a MORENA. En el caso de la red de Alfredo, dos días antes de las elecciones y a la mitad de una reunión preparativa arribaron dos individuos al local comercial donde se realizaba: el primero de ellos se encuentra adscrito a la Dirección General de Administración de la delegación y fue el encargado de estar en contacto directo con diversos “intermediarios” de la zona, el día de los comicios. Por su parte, el segundo fue presentado como Rubén y se encargaría de ser monitor o “espejo”, al cotejar la lista de los potenciales votantes de la red de Alfredo con la participación efectiva en las casillas. Al llegar a la colonia, bajar de una camioneta y entrar al negocio donde se efectuaba la reunión, con voz grave y un aire de prepotencia menciona el primero: “- Buenas tardes… les vengo a presentar Rubén, es la persona que va a estar con ustedes el domingo. Estas son las listas de la gente que ustedes dieron de alta, y es lo que Rubén va a verificar… que toda esta gente salga a votar. 21 El número de sección distrital ha sido modificado. 138 Nuestra duda es, ¿dónde van a estar las casillas? y si toda esta gente va a llegar… ¿va a salir de algún lado, o cómo puedo saber que toda esta gente salga a votar? - Ahora te vamos a comentar, nosotros ya tenemos ubicada una estrategia: primero, las secciones que nos tocan a nosotros son diversas, son varias. Tenemos aquí enfrente de la mampara y la casa rosa dos casillas, si se dan cuenta es la misma sección; es la 9242. Esta es la parte fuerte de nosotros, estas dos…”22 En efecto, las diez casillas, -tanto básicas como contiguas-, en las cuales debían emitir su voto las personas contabilizadas en las listas se localizaban en distintas colonias. No obstante, Alfredo eligió quedarse en un punto donde se concentraba cerca del 60 % de su red y el cual se componía de dos casillas básicas y dos continuas. A las 15:00 hrs. se había contabilizado el 85 % del total de personas inscritas en las listas, aunque gracias a que fueron “invitadas” a votar otras personas, -a manera de suplentes-, el total de los 150 individuos con los que Alfredo se había comprometido estaba resuelto y aún faltaban tres horas para finalizar la jornada. Dentro de la teoría del clientelismo, el papel del monitoreo del comportamiento de los actores ha cobrado relevancia en las últimas décadas, no obstante, existen distintas posturas con respecto la importancia de su empleo. Las distintas posiciones oscilan en quienes afirman que forma parte central de la dinámica clientelar, como un elemento motriz de su ejercicio reiterado dirigido a votos duros y votantes indecisos (Stokes, 2005), o bien, quien sostiene que realmente no es indispensable, dado que los intereses de clientes e intermediarios están alineados (Zarazaga, 2014). En este último sentido, se ha escrito que, si los intermediarios son beneficiados por políticos en el intercambio, sus seguidores también compartirán su suerte y, por ende, no hace falta monitorear su comportamiento en las urnas para garantizar su lealtad. Lo cierto es, que en el estudio de caso pudo evidenciarse que no hubo una dinámica dirigida más allá de a quienes se les repartió recursos antes de la elección, es decir, con quienes se tenía una relación ya construida durante periodos de latencia (votos duros). Y en 22 Reunión de preparación para la elección en la Colonia Mexicali, 3 de junio de 2016 139 ese sentido, no se evidenció el empleo de compra de voto en ninguna de las elecciones,23 - sólo un año antes-, en junio de 2015 se corrió la voz de que un intermediario de una colonia aledaña a Mexicali había tenido que ofrecer dinero, pues estaba pronta a finalizar la jornada electoral y él no había logrado acumular los votos prometidos según sus cálculos, por lo que, en un acto de desesperación tuvo que ofrecer dinero propio. Además, puede afirmarse que el empleo de un mecanismo sui generis de monitoreo como fue el implementado en la red político-clientelar durante la elección del Constituyente, no tuvo la sutileza de dejar a la intuición política el análisis de las lealtades, sino que, mediante el empleo de un ejército de monitores que cotejaran puntualmente los resultados, se prefirió “ir a lo seguro”. Evaluación de la estrategia: los resultados El mismo día de los comicios se expusieron los resultados electorales de las diez casillas donde la red de Alfredo había acudido a votar. Sin afirmar que la estrategia fue determinante para su triunfo, es patente la clara predominancia del PRD en las casillas estudiadas, ya que obtuvo 864 votos (400 más que Morena), mientras que el PRI quedó en tercer lugar con menos de 200. Semanas después, al acceder a los listados donde se registró la afluencia de la red a detalle, se pudo observar el nivel de respuesta que se generó por parte de los clientes, cuando los promotores del voto les solicitaron acudir a la urna a votar, es decir, la reciprocidad en el intercambio. Como puede apreciarse en la Ilustración 21, los nodos de color verde y rojo representan a los individuos que cumplieron con el acuerdo;24 los de color naranja fueron a la urna, pero se encontraron con que no aparecían en la lista de electores, por lo que no pudieron emitir su voto; mientras que los individuos de color negro, simbolizan a quienes no lo hicieron. De esa forma, se tuvo como resultado una estrategia que en general fue exitosa, ya que generó un alto nivel de compromiso y reciprocidad por parte de los individuos involucrados, que en términos porcentuales ascendió al 95.65 %. Desde el punto 23 La compra de voto se ha caracterizado en el capítulo teórico como el intercambio de dinero, bienes o servicios a cambio del voto personal, aunque en un espacio temporal limitado a horas o días antes de una elección (Hilgers, 2008). 24 Este acuerdo consistió en acudir a la urna cuando el “promotor del voto” lo solicitara y votar por los candidatos del PRD, no obstante, los resultados verdaderos de por quién se voto es algo imposible de cotejar. 140 de vista de la fortaleza de los vínculos, la respuesta positiva al intercambio puede explicarse como una consecuencia de la composición de la red, ya que ésta se basó en su mayoría en relaciones de parentesco y vecindad, por lo que, entre promotores del voto y clientes existió una gran cantidad de lazos fuertes. Por el contrario, al observar a las personas que no acudieron a la urna cuando se les solicitó, se evidencia que éstas pertenecen al círculo de un promotor del voto con quien Alfredo y su familia se relaciona por lazos de amistad o sólo conocimiento.25 Específicamente es el caso de Lucero Cardona, -que como se ha visto antes-, en cuestión de 25 En el caso de la mujer relacionada con Eduviges Sánchez y Ana Laura Moreno, es posible que su estrategia desde antes de las elecciones haya sido obtener recursos de las dos promotoras del voto de forma simultánea y no acudir a votar. Fuente: elaboración propia con distribución manual. Nota: la dirección de las líneas da respuesta al cuestionamiento: quién coordinó a quién, y en el caso de los “promotores”, a quién solicitó asistir a la urna. Ilustración 21. Red de organización política el día de las elecciones y reciprocidad en el intercambio 141 cercanía social y fuerza de los vínculos es la más distanciada del resto de la red. En ese sentido, los resultados coinciden con lo planteado desde la teoría, al esperar menor reciprocidad en el intercambio de clientes relacionados con el intermediario sólo por vínculos débiles o de forma indirecta. De hecho, las personas que no cumplieron con el acuerdo de ir a votar, carecen de vinculación inmediata con Alfredo ya que entre ellos no se formó un cierre tríadico como el siguiente: Alfredo-promotor del voto-cliente-.26 De esa manera, la renuncia al cumplimiento en el intercambio puede interpretarse a partir de la baja o nula confianza de parte del cliente hacia Alfredo, dado que no se conocían. Esto, de acuerdo con el planteamiento que sostiene que, donde existe menor arraigo del intermediario en su territorio de influencia, los lazos de confianza que le unen con los clientes son bajos, lo que, a su vez reduce el “estrés” como elemento que impide la deserción. …la oportunidad de conocer nuevos clientes potenciales del mediador se incrementa a medida que pasa más tiempo en territorio. A su vez, esta presencia robustece los lazos que lo unen con sus clientes, generando mayor confianza […] entre los actores involucrados, aumentando los motivos de estos para participar (o, lo que opera de forma similar, aumentando el “estrés” en las relaciones cuando uno de los actores no participa (Aguirre, 2012, p.30). Por otra parte, queda claro que es a partir de los vínculos que Alfredo mantiene con otros funcionarios públicos, -y en especial con el Diputado Leonel Luna que funge como patrón en Álvaro Obregón-, que éste adquiere relevancia. Su papel como intermediario entre el aparato estatal y la red que él coordina es indispensable para la existencia de la misma, al ser él la única vía por la que ingresan los recursos. La dirección que tomaron las actividades de coordinación entre actores siguió una ruta que va de quien toma las decisiones hacia los extremos, como muestra el sentido de las flechas en la Ilustración 21. De esa forma, el criterio del que se partió para dar dirección a los vínculos fue “quién coordinó a quién” durante el periodo electoral, y en el caso de los promotores del voto: “a quién solicitó a acudir a la urna el día de la elección”. 26 “Por cierre tríadico entiendo la probabilidad creciente de que, si dos nodos tienen vínculos fuertes con un nodo en común, eventualmente se vinculen entre sí. Dados los siguientes vínculos entre tres actores: A-B y A- C, la lógica del cierre tríadico sugiere que a medida que aumentan sus interacciones aumenta la posibilidad de que se conforme un nuevo vínculo entre B-C “cerrando” la triada que los une (B-A-C) en un triángulo.” (Aguirre, 2012) 142 Además, cabe destacar que durante el periodo electoral la red clientelar generó distintos niveles de intermediación que intercedieron entre la figura del patrón y los clientes.27 Esto, debido a que los recursos asignados desde el patrón pasaron por dos nodos antes de llegar a Alfredo, mismos que se muestran en la Ilustración 22. Las dos figuras representan tanto al referente Juan Carlos Rocha, como a un funcionario de la Dirección General de Administración, quien, durante el periodo electoral se encargó de la coordinación de varios intermediarios locales por medio de una relación directa. Posteriormente se ubica Alfredo, los miembros de su círculo de confianza y en los extremos, las personas que adoptaron el papel de clientes en el intercambio. 27 Sobre las modificaciones en la estructura de la red se ha escrito: “…momentos especiales, como las elecciones, pueden demandar el crecimiento organizacional de la red, generando nuevas iteraciones y configurando nuevas posiciones que operen temporalmente mediando la relación entre distintos niveles jerárquicos de organización” (Aguirre, 2012, p.28) Fuente: elaboración propia Ilustración 22. Niveles de intermediación 143 Conclusiones Acorde con el interés inicial de describir y comprender las relaciones clientelares a partir de la interacción de sus actores, este trabajo reconstruyó empíricamente una parte de la estructura política informal que actúa de forma clientelar en la delegación Álvaro obregón. Dicha estructura se puede apreciar a manera de red, partiendo del centro hacia sus extremos: en el núcleo de la misma se ubicó al Diputado Leonel Luna y un conjunto de sus colaboradores más cercanos, - los referentes-, quienes se relacionan de forma directa con los intermediarios adeptos al PRD durante periodos de latencia. Mientras que la siguiente parte de la red se expande al incorporar a ella la red personal de Alfredo, misma que actúa como otras estructuras reticulares, gracias a los empleos, recursos, servicios e información que de forma selectiva y discrecional se otorgan por el grupo gobernante. A modo de conclusión se retoman algunos puntos relevantes de cada capítulo, buscando con ello cerrar el presente estudio: En el primer capítulo se hizo explícito que una forma de evitar el estiramiento conceptual de la lente teórica de la que se partió, era diferenciar al clientelismo de un conjunto de fenómenos con los que está ampliamente vinculado. En ese sentido, se buscó aislar a las relaciones de clientela, -a partir de sus singularidades-, de los siguientes cuatro fenómenos: patronazgo, compra de voto, corporativismo y la política pork barrel. Para ello, también contribuyó de manera favorable retomar como guía un concepto reconocido y basado en una amplia trayectoria como es el desarrollado por Luis Roniger (1990), ya que incluye “características básicas” que lo hace singular, respecto de otro tipo de intercambios. Por su parte, la propuesta que se hizo para explicar la extensión de las relaciones clientelares personales a distintos niveles analíticos, fue por medio de la concatenación de vínculos particulares en estructuras más acabadas, formando clusters y pirámides, hasta constituir redes políticas de mayor amplitud y finalmente, máquinas políticas. El enfoque basado en redes se mantuvo desde el inicio del trabajo y recorrió sus cuatro capítulos, éste fue empleado, por considerarse una forma certera de acceder a la observación de las relaciones de clientela, a diferencia del enfoque que se basa en la observación de grupos. Partiendo de ese entendido, se buscó evitar caer en la simplificación de nombrar como 144 clientelar a todo un colectivo, en especial cuando éste es complejo y no se dedica sólo a intercambiar beneficios individualizados (Hilgers, 2011). Más adelante, fue retomada la dicotomía planteada por Martín Paladino (2014) para caracterizar a las dos grandes tradiciones intelectuales que han estudiado al clientelismo, mismas que han sido nombradas como “relacional” y “transaccional”, y en las cuales subyace un conjunto de enfoques. Dentro de la primera de ellas se ha identificado al enfoque normativo, la teoría del habitus clientelar y la economía moral, mientas que en la segunda corriente destacan los enfoques de la acción colectiva y la resolución del “problema del compromiso”, poniendo énfasis en la racionalidad de las estrategias de los actores. No obstante, el trabajo finalmente partió de una perspectiva basada en la triangulación de distintos enfoques analíticos, como lo ha hecho Flavia Freidenberg (2014), de forma que las prácticas de los actores y sus respectivas estrategias fueron vistas a la luz de la perspectiva racional, pero también a partir de sus significados y evaluaciones. Finalmente, el capítulo teórico analiza a la intermediación política como un fenómeno amplio y versátil, factible de ser aplicado a temáticas diversas, no sólo a la representación formal y al clientelismo (Zaremberg y Gurza Lavalle, 2014). En ese sentido, el segundo capítulo, -aunque fue diseñado con el propósito de conformar un marco histórico general-, también se creó con la intención de abordar al caciquismo y al corporativismo como fenómenos característicos de la intermediación informal en México. Sobre el primero de éstos, llama la atención lo difuso de su condición, ya que se observa cómo los caciques se presentan al interior de su comunidad como patrones políticos que proveen bienes, servicios y seguridad a sus seguidores. Mientras que hacia fuera se perciben como brokers o intermediarios que garantizan el control de sus subordinados hacia la esfera estatal y lealtad al régimen, aunque esta situación puede oscilar, -como lo ejemplifica siglo XIX mexicano-, según el nivel de control que los gobiernos centrales ejerzan sobre ellos. En el caso de las relaciones de clientela entre los pobres urbanos y el Estado en México, -particularmente en el Distrito Federal-, se observa que éste fue un sector de la población encauzado y controlado por medio de la burocracia gubernamental; por organizaciones pertenecientes a la CNOP y finalmente por medio de organismos partidistas 145 de mismo PRI. La política de tolerancia en la invasión de tierras se mantuvo hasta el “éxodo rural masivo” (Eckstein, 1982, p.97) de los años setenta, momento en que los colonos pasaron a ser controlados de forma clientelar. En esa relación, el rol de patrón era tomado por funcionarios gubernamentales locales o regionales (a su vez, dependientes del Ejecutivo) y los demandantes del suelo urbano adoptaban el papel de clientes (Núñez, 1990), proveían legitimidad política, apoyo electoral y tranquilidad social. En lo que respecta al tercer capítulo, éste se inició presentando el contexto demográfico y político-electoral de la delegación Álvaro Obregón, además de un somero recorrido histórico. Básicamente tuvo por intención responder a los objetivos de la investigación, mismos que estaban encaminados a describir los principales mecanismos empleados por intermediarios, a fin de acceder a recursos y gestionar servicios, los cuales dirigen de forma discrecional y selectiva hacia sus redes personales. En ese sentido, el estudio se sumergió dentro de la red política delegacional tratando de aislar dichos mecanismos, con la finalidad de construir una red de flujo por medio de la cual se logró visualizar la manera en que se accede a programas sociales y gestiones del espacio público en la demarcación. Entre los hallazgos considerados más sobresalientes de ese capítulo se encuentran: La puesta en evidencia de una estructura político-clientelar que gira en torno al Diputado Local Leonel Luna, la cual se conforma en primera instancia de un círculo de “referentes” encargados de estar en contacto directo con los intermediarios durante periodos de latencia. Además, estos referentes se encargan de la coordinación de actividades de gestión y trabajo político que realizan los intermediarios en unidades habitacionales, colonias y pueblos, donde cada uno controla una sub-red a base de familiares, vecinos y conocidos. Esa estrategia, que consiste en mantener eslabones en cada una de las unidades territoriales con un perfil socioeconómico bajo o medio, tiene la finalidad de mantener activa a la red; obtener votos en los distintos comicios electorales; así como convertir al patrón en un actor de relevancia dentro de la dinámica política perredista en la Ciudad. Por su parte, también fue propuesta una dicotomía para diferenciar tipos de intermediarios locales en Álvaro Obregón, -la cual se manejó a manera de un continuo-, 146 donde se colocó en un extremo a individuos cuya labor se limita a permitir el flujo de recursos y servicios que se asignan desde la delegación. Mientras que, en el otro extremo, se encuentra el tipo de intermediario que posee un reconocimiento en su comunidad, una trayectoria en la política y en ocasiones busca mantener relaciones con diversas instancias para gestionar, ya sea en cuestiones culturales, políticas o administrativas. Asimismo, se observó que a pesar de la heterogeneidad de actividades con las que iniciaron los intermediarios y de la forma en cómo se relacionan con su localidad, la gran mayoría afirma haber recibido la oferta de parte del grupo gobernante en el momento en que Leonel Luna ha sido Delegado, lo cual robustece la idea de que es una de sus principales estrategias trabajar con ese tipo de intermediarios. La red de flujo construida pone en evidencia que en la estructura político-clientelar en Álvaro Obregón los “referentes” son una figura clave para gestionar en periodos electorales y de latencia. Ya que al menos la mitad de los once entrevistados empleó ese mecanismo para agilizar y garantizar sus trámites, mientras que otros dos lo hicieron directamente por medio de la figura del Diputado Leonel Luna. Asimismo, los intermediarios mostraron que hay dos grandes maneras de gestionar en Álvaro Obregón: por medio de peticiones simultáneas a diversas instancias, buscando con ello aumentar la probabilidad de que se cumplan sus peticiones; así como, por medio de una sola vía, la cual ha funcionado para algunos intermediarios: ya sea porque ejercen mecanismos de presión, o bien, porque cuentan con el apoyo de sus referentes y de Luna. El resultado obtenido es una dinámica que busca dar respuesta constante a las redes personales de los intermediarios, - como a ciertas necesidades de sus localidades-, pero que a su vez genera dependencia y presión para que los intermediarios se adapten a esa estructura creada desde el poder. El estudio de la relación entre intermediarios y los recursos públicos que éstos gestionan fue lo que abrió la puerta en este análisis para evidenciar el control político- partidista que el grupo que gobierna, -y específicamente Leonel Luna-, ejerce sobre ellos. Se propuso entender ese control, con base en tres grandes aspectos identificados a lo largo de la investigación: primero, evitando que los intermediarios entablen relaciones políticas con otras instancias que les puedan proveerles de bienes y servicios, y lo cual se complementa mediante un complejo sistema de vigilancia, premios y castigos que ejerce Luna sobre éstos; en segundo lugar, gracias al control hegemónico que el grupo que 147 gobierna la delegación tiene sobre el PRD en Álvaro Obregón, mismo que impide a los intermediarios relacionarse con las instancias formales de ese partido, si no es por medio de dicho grupo; finalmente, ese control se alimenta gracias a la creencia de los intermediarios de que existe una amplia ventaja electoral para el PRD, basada en el control de los recursos y en la organización territorial controlada por la red de Luna, lo cual podría estar actuando como un factor que impide que ellos busquen otras opciones partidistas o que deserten de la red. La hipótesis construida a medida que avanzaba la investigación, según la cual los intermediarios vinculados al PRD en Álvaro Obregón obtienen recursos y acceso a programas de forma privilegiada a cambio de entrar a una dinámica de control político, no sólo fue confirmada, sino enriquecida por medio de datos obtenidos mediante las entrevistas, el trabajo de campo y otras fuentes. Finalmente, el estudio de la red de Alfredo, según el enfoque de la fortaleza de los vínculos, generó como resultado una estrategia eficaz para obtener reciprocidad en los intercambios clientelares. Su éxito fue adjudicado al hecho de estar basada en una estructura local conformada en su mayoría por lazos de parentesco y vecindad, aunque cohesionada específicamente por el parentesco. Asimismo, se observó la existencia de cuatro niveles de intermediación entre la figura del patrón y los clientes durante el periodo electoral de 2016 para elegir representantes a la Asamblea Constituyente. 148 Anexo No. 1 Elementos que incluyó el ccuestionario para captar relaciones entre los miembros del círculo de confianza en la red 1. Una pregunta general sobre existencia o ausencia de vínculos:  De la siguiente lista de nombres, dígame usted si conoce usted a… Nombre de los alter. Tipo de respuesta: categórica si / no 2. Dos preguntas para captar el tipo de vínculo según su contenido, tanto afectivo como normativo, con preguntas como:  De la siguiente lista de nombres, usted se relaciona con Nombre del alter por ser: (Puede palomear más de una) amigo (a), vecino (a), primo (a), sobrino (a), hermano (a), padre, madre, hijo (a), sólo le he visto algunas veces, otro __________. 3. Nivel de compromiso: Lo que se busca con estas preguntas es acercarnos al grado de compromiso que presentan los miembros de la red si es que responden positivamente al hecho de haber colaborado en la misma.  De la siguiente lista de nombres podría usted señalar si colabora o colaboró en los últimos tres meses en algún proyecto de cualquier tipo con: Nombre del alter.  De las personas con las que ha trabajado o colaborado, ¿cuál ha sido la relación que ha mantenido con cada una? __________. Tipo de respuesta: ninguna, hablar, comer, estar un tiempo, discutir, planear, ayudar en alguna actividad, organizar un evento. 4. Las siguientes preguntas buscan captar la fortaleza de los vínculos entre individuos, de acuerdo con tres aspectos con los cuáles Mark Granovetter (1973) identifica ese tipo de lazos: tiempo; intimidad y confianza y servicios recíprocos. Tiempo: frecuencia con que se reúnen los integrantes y tiempo que llevan de conocerse.  ¿Desde cuándo conoce usted a Nombres de los alter? Tipo de respuesta: desde hace dos meses, desde hace un año, desde hace tres años, desde hace seis años, hace más de seis años.  Durante los últimos seis meses, ¿cuántas veces ha mantenido una conversación, por breve que sea, con las siguientes personas? Nombres de los alter. Tipo de respuesta: casi todos los días, al menos una vez a la semana, al menos una vez al mes, de una a tres veces al año. Intimidad y confianza: 149 De la misma lista de nombres por favor señale:  Si tuviera que contar un problema personal a alguien, ¿a quién lo haría? (puede ser más de uno) _________.  Si tuviese que tomar una decisión importante referente a la familia o el trabajo ¿Con quién la discutiría? (puede ser más de uno) __________.  Si tuviese que pedir prestada una importante cantidad de dinero ¿a quién de ellos lo haría? (puede ser más de uno) _________.  ¿Cuál de las personas mencionadas es especialmente cercana a usted (sólo si es que las hay)? (puede ser más de uno) __________. Intercambios: las siguientes preguntas están dirigidas a conocer si han existido intercambios recientes de diversa índole, tales como información, bienes, servicios y ayuda personal. Básicamente busca contribuir a captar la intensidad o fuerza de los vínculos, aunque también puede ser de importancia para conocer la ruta del flujo de recursos de bienes y servicios que tienen un empleo de tipo clientelar. Ahora dígame, en este último año:  ¿Con quién o quiénes ha compartido información relacionada con su trabajo o algún proyecto? __________.  ¿Alguien le ha facilitado algún tipo de recurso o apoyo material? ___________.  Todos alguna vez hemos tenido que resolver algún tipo de trámite administrativo y hemos necesitado de apoyo, ¿alguna de estas personas le ha ayudado en la gestión de un trámite, haya sido personal o para beneficio su comunidad? ¿quién o quiénes? ___________.  Además de las personas que están en la lista, conoce a alguna persona que le podría ayudar a realizar o agilizar un trámite o vincularle con algún funcionario público. Si / No.  Si respondió afirmativamente, ¿cuántas personas conoce que le podrían ayudar, sólo escriba el número? __________. 150 Bibliografía  Abente, Diego y Larry Diamond (Editors). 2014. Clientelism, Social Policy, and the Quality of Democracy. Baltimore, Maryland: Johns Hopkins University Press.  Adler Lomnitz, Larissa. 1994. 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