1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN INSTITUTO DE SEGURIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LOS TRABAJADORES DEL ESTADO PACIENTES CON LUXACIÓN ACROMIOCLAVICULAR GRADO IV-VI DE LA CLASIFICACIÓN DE ROCKWOOD OPERADOS CON ANCLAS Y CERCLAJE, UN ESTUDIO COMPARATIVO DE LA EVOLUCIÓN. TRABAJO DE INVESTIGACIÓN QUE PRESENTA: DRA. JHOVANA GRACIELA CADENA ALVARADO PARA OBTENER EL DIPLOMA DE LA ESPECIALIDAD: TRAUMATOLOGIA Y ORTOPEDIA ASESOR DE TESIS: DR. JOSÉ MANUEL REYES HERNÁNDEZ NO. DE REGISTRO DEL PROTOCOLO: 583.2018 CIUDAD DE MÉXICO, 2023. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 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JOSÉ MANUEL REYES HERNÁNDEZ ASESOR DE TESIS 4 RESUMEN INTRODUCCIÓN: Las lesiones de la articulación acromioclavicular (AC) se encuentran entre las lesiones más comunes encontradas por los cirujanos ortopédicos, pueden representar hasta el 12% de las lesiones de los hombros en la población general y en algunos estudios casi la mitad de las lesiones del hombro en los atletas de contacto. Además, el tratamiento quirúrgico de las lesiones articulares sintomáticas y crónicas de la articulación acromioclavicular sigue siendo un problema difícil. Estas lesiones ocurren típicamente en el grupo demográfico particular de los hombres de 30 años de edad o menores y durante deportes de contacto. Esto subraya la importancia de una gestión adecuada y eficaz de estas lesiones tanto en la población atlética como en general. El tratamiento no quirúrgico de las lesiones de las articulaciones de tipo I y II ha sido históricamente aceptado con buenos resultados. el manejo no operatorio de lesiones de tipo III sigue siendo algo controvertido. Las lesiones articulares tipo IV-VI y las lesiones operadas de tipo III pueden ser tratadas de diferentes maneras. La técnica óptima debe tener cinco componentes: reducción anatómica de la articulación, reparación o reconstrucción de los ligamentos coracoclaviculares, protección de la reparación o reconstrucción durante la cicatrización aguda, reparación de cualquier lesión de la fascia deltoidea o trapezoidal y escisión clavicular distal en pacientes con evidencia de la osteoartritis conjunta de la articulación. Cada uno de los procedimientos proporciona un enfoque diferente para la fijación o reconstrucción de la articulación y los ligamentos. La articulación acromioclavicular es una articulación diartroidea que conecta la clavícula distal y el acromion. Entre la clavícula distal y la faceta acromial existe un disco fibrocartilaginoso variable. La clavícula puede girar durante el movimiento normal, pero la articulación acromioclavicular tiene que acomodarse secundaria al movimiento escapuloclavicular. Alrededor de la articulación acromioclavicular hay un forro sinovial delgado que es reforzado por Ligamentos fuertes y gruesos superiores e inferior. Superiormente, los ligamentos de la articulación acromioclavicular se acoplan lateralmente con la fascia deltoidea mientras que inferiormente con los ligamentos coracoclaviculares. Los ligamentos acromioclaviculares proporcionan la mayor parte del control al movimiento horizontal de la clavícula, mientras que los ligamentos coracoclaviculares (CC) predominan en la estabilización vertical. Tossy et al. describieron inicialmente las lesiones de la articulación acromioclavicular como los tipos I-III y Rockwood et al. definieron adicionalmente la clasificación para incluir los tipos IV-VI. El espectro de lesiones puede ir desde esguinces simples con secuelas mínimas a luxaciones graves con lesiones de la fascia, rotura de ligamentos acromioclaviculares o rotura del ligamento coracoclavicular, resultando en disfunción mayor del hombro. Aunque la mayoría de los estudios de la literatura recomiendan el tratamiento no operatorio para las lesiones tipo I-II, y el tratamiento quirúrgico parece ser la opción aceptada para las lesiones de tipo IV-VI, sigue habiendo cierta controversia sobre el manejo de lesiones agudas de tipo III. Beitzel et al en 2013 revisó la literatura y más de 150 técnicas diferentes para la reducción y fijación conjunta de la articulación acromioclavicular. MATERIAL Y METODOS: Se estudiarán pacientes con luxación acromioclavicular grado IV a VI de Rockwood, los cuales serán programados para tratamiento quirúrgico. Se aplicarán los criterios de inclusión, exclusión y eliminación. 5 Se realizará una prueba de screning en urgencias, donde seleccionaremos pacientes que cumplan los criterios ya descritos, posterior a evento quirúrgico se otorgará seguimiento por la consulta externa para valorar la evolución de la siguiente manera: evaluación a las 2 semanas, evaluación a las 4 semanas, evaluación a las 6 semanas, evaluación a las 8 semanas. Posteriormente cada 2 meses hasta completar 8 meses, llevando a cabo directamente la evolución del dolor con escala de EVA, evaluación clínica con escala de Quick-Dash y escala de Constant. Se les solicitará a todos los pacientes la firma por escrito del consentimiento informado, se realizará una hoja donde por cada paciente se registren variables universales como género, edad, estado civil, talla, peso y clínicas hombro afectado, grado de luxación. Una vez recolectados los datos se compararán ambos grupos para confrontar la evolución posquirúrgica con las variables antes mencionadas. RESULTADOS: Se realizó un estudio prospectivo y comparativo. Se estudiaron 9 pacientes con luxación acromioclavicular grado IV A VI, de agosto del 2017 a noviembre del 2018. Se evaluaron 9 pacientes con luxación acromioclavicular, 2 femeninos y 7 masculinos, 4 de ellos con luxación grado IV de Rockwood y 5 con grado V de Rockwood, en 6 pacientes el hombro afectado era el derecho y en 3 pacientes el izquierdo. A 5 pacientes se les realizó reducción abierta fijación interna (RAFI) con anclas y a 4 pacientes reducción abierta fijación interna (RAFI) con cerclaje. Se dio seguimiento a las 2, 4, 6, 8, 16 y 32 semanas, se realizó revisión de herida quirúrgica encontrando que 2 pacientes tratados con RAFI y anclas presentaba dehiscencia de herida quirúrgica, a uno de ellos se le retiró el material de osteosíntesis y el otro paciente evolucionó favorablemente con curaciones y antibiótico, así también en 2 pacientes tratados con cerclaje presentaron fatiga del implante y fueron sometidos a retiro del mismo; el resto de pacientes sin alteraciones de la misma. Se realizó el registro de cada variante en cada paciente, registrando variables universales como género, edad, estado civil, talla, peso y clínicas hombro afectado, grado de luxación y procedimiento quirúrgico efectuado. Al comparar ambos grupos se llegó a la conclusión de que el dolor disminuyó significativamente en pacientes tratados con anclas, así como los arcos de movilidad, el regreso a sus actividades de la vida diaria, balance articular y fuerza fueron recuperados en menor tiempo. CONCLUSIÓN: El estudio realizado nos permite mejorar y hacer eficiente el manejo de este tipo de padecimiento y poder otorgar un adecuado tratamiento para una mejor evolución de los pacientes. Con los resultados tenemos un antecedente en nuestro hospital sobre este tipo de padecimiento, ya que, aunque controversial en cuanto al manejo, existen varias opciones para su manejo quirúrgico y en algunas ocasiones con recidivas posteriores al tratamiento. Ahora sabemos que el tratamiento mediante anclas proporciona una mejor evolución ya que proporciona los componentes de una óptima reducción. Existe en la literatura mundial una información vasta en cuanto al manejo quirúrgico y no quirúrgico, con sus respectivas recidivas y complicaciones, pero el estudio en nuestra institución desconocía la evolución que pudieran llegar a tener nuestros pacientes con los diferentes tipos de manejo quirúrgico mencionados, la frecuencia de las recidivas, el tiempo en adaptarse a sus 6 actividades normales y las posibles secuelas que aun con medicina física y rehabilitación pudieran presentarse. Deben continuar futuras investigaciones para determinar con certeza si el tratamiento quirúrgico y la reconstrucción anatómica tienen mejores resultados clínicos y evitan la artrosis de esta articulación en comparación con el tratamiento no quirúrgico y las reparaciones no anatómicas. 7 ABSTRACT INTRODUCTION: Acromioclavicular (AC) joint injuries are among the most common injuries found by orthopedic surgeons, they can represent up to 12% of shoulder injuries in the general population and in some studies almost half of the injuries of the shoulder in contact athletes. In addition, surgical treatment of symptomatic and chronic joint lesions of the acromioclavicular joint remains a difficult problem. These injuries typically occur in the particular demographic group of men 30 years of age or younger and during contact sports. This underscores the importance of proper and effective management of these injuries both in the athletic population and in general. Non-surgical treatment of type I and II joint injuries has historically been accepted with good results. Non-operative management of type III injuries remains somewhat controversial. Type IV- VI joint injuries and type III operated lesions can be treated in different ways. The optimal technique should have five components: anatomical reduction of the joint, repair or reconstruction of the coracoclavicular ligaments, protection of the repair or reconstruction during acute healing, repair of any lesion of the deltoid or trapezoidal fascia and distal clavicular excision in patients with evidence of joint osteoarthritis of the joint. Each of the procedures provides a different approach to fixation or reconstruction of the joint and ligaments. The acromioclavicular joint is a diartroid joint that connects the distal clavicle and acromion. Between the distal clavicle and the acromial facet there is a variable fibrocartilaginous disc. The clavicle can rotate during normal movement, but the acromioclavicular joint has to accommodate secondary to the scapuloclavicular movement. Around the acromioclavicular joint there is a thin synovial lining that is reinforced by strong and thick upper and lower ligaments. Superiorly, the acromioclavicular joint ligaments are laterally coupled with the deltoid fascia while inferiorly with the coracoclavicular ligaments. Acromioclavicular ligaments provide most of the control to the horizontal movement of the clavicle, while coracoclavicular ligaments (CC) predominate in vertical stabilization. Tossy et al. initially described acromioclavicular joint injuries such as types I-III and Rockwood et al. additionally defined the classification to include types IV-VI. The spectrum of lesions can range from simple sprains with minimal sequelae to severe dislocations with fascia lesions, acromioclavicular ligament rupture or coracoclavicular ligament rupture, resulting in major shoulder dysfunction. Although most studies in the literature recommend non-operative treatment for type I-II lesions, and surgical treatment seems to be the accepted option for type IV-VI lesions, there is still some controversy over the management of acute lesions. Type III Beitzel et al in 2013 reviewed the literature and more than 150 different techniques for the reduction and joint fixation of the acromioclavicular joint. MATERIAL AND METHODS: Patients with acromioclavicular dislocation grade IV to VI from Rockwood will be studied, which will be scheduled for surgical treatment. The criteria for inclusion, exclusion and elimination will apply. An emergency screning test will be carried out, where we will select patients who meet the criteria already described, after the surgical event, follow-up will be given by the outpatient clinic to assess the evolution as follows: evaluation at 2 weeks, evaluation at 4 weeks , evaluation at 6 weeks, evaluation at 8 weeks. Subsequently every 2 months until completing 8 months, directly carrying 8 out the evolution of pain with VAS scale, clinical evaluation with Quick-Dash scale and Constant scale. All patients will be asked for the written signature of the informed consent, a sheet will be made where for each patient universal variables such as gender, age, marital status, size, weight and affected shoulder clinics, degree of dislocation are registered. Once the data has been collected, both groups will be compared to compare the postoperative evolution with the aforementioned variables. RESULTS: A prospective and comparative study was conducted. We studied 9 patients with acromioclavicular dislocation grade IV A VI, from August 2017 to November 2018. 9 patients with acromioclavicular dislocation, 2 female and 7 male, 4 of them with grade IV dislocation of Rockwood and 5 with grade V of Rockwood were evaluated, in 6 patients the affected shoulder was the right and in 3 patients the left. 5 patients underwent open internal fixation reduction (RAFI) with anchors and 4 patients open internal fixation reduction (RAFI) with cerclage. Follow-up was carried out at 2, 4, 6, 8, 16 and 32 weeks, a surgical wound review was performed, finding that 2 patients treated with RAFI and anchors presented surgical wound dehiscence, one of them had the osteosynthesis material removed. and the other patient evolved favorably with cures and antibiotic, as well as in 2 patients treated with cerclage, they presented fatigue of the implant and underwent removal of it; the rest of patients without alterations of it. Each variant was registered in each patient, registering universal variables such as gender, age, marital status, height, weight and affected shoulder clinics, degree of dislocation and surgical procedure performed. When comparing both groups, it was concluded that the pain decreased significantly in patients treated with anchors, as well as the arcs of mobility, the return to their activities of daily life, joint balance and strength were recovered in less time. CONCLUSION: The study allows us to improve and make efficient the management of this type of condition and to be able to grant an adequate treatment for a better evolution of the patients. With the results we have a history in our hospital about this type of condition, since, although controversial in terms of management, there are several options for surgical management and sometimes with recurrences after treatment. We now know that the treatment by anchors provides a better evolution since it provides the components of an optimal reduction. There is vast information in the world literature regarding surgical and non-surgical management, with their respective recurrences and complications, but the study in our institution did not know the evolution that our patients could have with the different types of surgical management mentioned, the frequency of recurrences, the time to adapt to their normal activities and the possible consequences that even with physical medicine and rehabilitation could occur. Future research should continue to determine with certainty whether surgical treatment and anatomical reconstruction have better clinical outcomes and prevent osteoarthritis of this joint compared to non-surgical treatment and non-anatomical repairs. 9 AGRADECIMIENTOS Gracias a Dios por darme la dicha de tener a personas maravillosas en mi vida y permitirme lograr mis sueños. Mi tesis se la dedico con todo mi corazón, mi alma y mi amor a mis padres, Maribel Alvarado Vergara y Mauricio Ismael Cadena Quintanar, por su sacrificio y esfuerzo para poder darme una carrera profesional para mi futuro y creer en mi capacidad, a ellos que me han enseñado a ser perseverante, constante y a dar siempre mi máximo esfuerzo, quienes son el pilar fundamental de todo lo que soy, inculcándome valores para ser una gran profesionista y sobre todo una excelente persona, gracias por estar conmigo siempre brindándome su comprensión, confianza, apoyo, cariño y amor. A mi amado ahijado Ángel Mauricio, por ser mi fuente de fuerza, motivación e inspiración para poder superarme cada día más y nunca rendirme, cambiando mi mundo con su sonrisa. A mi Abuelo Juventino Alvarado que está en el cielo y desde allá me protege e ilumina cada vez que pierdo la fe y que estoy segura que siempre me cuida en cada paso que doy. A mi hermano Juan José Ramírez Gómez, mi soporte y compañía, quien con sus palabras de aliento y apoyo incondicional no me dejaba decaer para que siguiera siempre adelante, fuera perseverante y cumpliera con mis ideales, mostrándome lo bello de la vida y enseñándome a aprender de cada situación difícil. A mi mejor amiga Araceli Aguilera, mi compañera de desvelos, tristezas y alegrías, que siempre estaba ahí escuchándome y dándome los mejores consejos y abrazos reconfortantes. A mis hermanas, sobrinos, cuñados y amigos por estar para mí en todo momento. Al Dr. Jorge Negrete Corona quien me dio la oportunidad de desarrollarme como residente y que, con sus enseñanza, consejos y ejemplo, me ha inspirado a crecer personal y profesionalmente. A mis maestros Dra. Graciela Fontaine Guevara, Dra. Areli Martínez Hernández, Dra. Lilia Evelyn Acevedo Rojas, Dra. Diana Cruz Sánchez, Dr. José Manuel Reyes Hernández, Dr. Fernando Ramos Morales, Dr. Juan Carlos Alvarado Soriano, Dr. Miguel Ángel Quiñones Díaz Terán, Dr. David Cruz Guillén, Dr. Edgard Chávez Hinojosa, Dr. Luis Miranda Almanza, Dr. Javier Pérez Almanza, Dr. José Manuel Leonardo Jiménez Aquino, Dr. Luis Alberto Reyes Santiago y Dr. Pedro Téllez Duval quienes compartieron su conocimiento, fueron mis guías, me dieron su confianza y apoyo para realizarme como ortopedista y ser día a día mejor. 10 ÍNDICE Resumen ………………………………………………………………………………………………….4 Abstract…………………………………………...…………………………………………………….... 7 Agradecimientos…………………………………………………..…………………………………….. 9 Índice……………………………………………………………….…………………………………… 10 Introducción……………………………………………………………………………………………...11 Definición del Problema……………………………………………………………………………….. 12 Marco Teórico………………………………………………………………………………………..….13 Justificación…………….……………………………..………………………………………………....20 Hipótesis……………….……………………………..………………………………………………....21 Objetivo General …………………………………………….……………………………………..…...22 Objetivos Específicos………………………………………………………………………………..….23 Diseño del Estudio………………………………………..…………………………………………..…24 Material y métodos………………………………..……………………………………………..….…..29 Consideraciones Éticas…………………………..…………………………………………………….31 Consideraciones de Bioseguridad...……………..………………………..……………………....….32 Recursos Humanos………………………………..………………………………………………...….33 Recursos Materiales ……………………………..……………………………………………..….…..34 Recursos Financieros ………………………………..……………………………………………..….35 Resultados……………………………………………………………………………………………… 36 Discusión………………………………………………………..………………………………….…… 42 Conclusiones …………………………………………...………………………………………….….. 43 Perspectiva …………………………………………...……………………………………………….. 44 Bibliografía………………………………………………………………………………………….….. 41 11 INTRODUCCIÓN Las lesiones de la articulación acromioclavicular son muy comunes. A pesar del extenso estudio sobre el tratamiento de estas lesiones, las controversias permanecen. Está relativamente bien establecido que las lesiones agudas de tipo I y II son tratadas sintomáticamente, mientras que las lesiones tipo IV, V y VI generalmente requieren cirugía. El manejo apropiado de lesiones agudas de tipo III sigue siendo difícil, ya que muchos pacientes tienen buena evolución con el manejo no quirúrgico, pero otros tienen dolor residual o disfunción del hombro. La elección óptima para el tratamiento quirúrgico de la articulación acromioclavicular luxada también no se ha establecido aún. Muchos estudios recientes se han centrado en la reconstrucción más anatómica de los ligamentos coracoclavicular y acromioclavicular. Los estudios biomecánicos han demostrado que esto es una mejora, pero los fracasos y las complicaciones siguen siendo un problema en la mayoría de las series quirúrgicas. 12 DEFINICIÓN DEL PROBLEMA En nuestro servicio no se tiene un registro de la evolución de pacientes con luxación acromioclavicular tratados de manera quirúrgica. Al existir diferentes técnicas, se realizó un estudio prospectivo y comparativo del tratamiento quirúrgico con anclas vs cerclaje, para demostrar que los pacientes con tratados con anclas presentan mejor evolución que los pacientes tratados con cerclaje. 13 MARCO TEÓRICO ANATOMÍA DE LA ARTICULACIÓN ACROMIOCLAVICULAR Esta articulación, que une el acromion con la extremidad externa de la clavícula, es del tipo artrodia, es decir que solo permite el deslizamiento. Superficies Articulares: La superficie del acromion corresponde a la parte anterior del borde interno del mismo. En la clavícula la superficie está situada en la extremidad externa del hueso. Las dos superficies son casi planas, elípticas y alargadas de adelante a atrás y de adentro hacia afuera. La superficie acromial está orientada hacia arriba y adentro, mientras que la de la clavícula presenta una orientación inversa y se apoya sobre la carilla acromial. Esto explica porque la luxación de la clavícula hacia arriba es la forma más frecuente de las luxaciones de esta articulación. Medios de unión: Consta de una cápsula, un ligamento acromio clavicular para mantener en contacto las carillas articulares y un fibrocartílago interarticular. • Cápsula: Es un manguito fibroso que se inserta en ambos huesos muy cerca del revestimiento de fibrocartílago. Esta se halla reforzada en su parte superior por el ligamento acromio clavicular. • Ligamento Acromio Clavicular: Es un medio de fijación muy fuerte que ocupa la cara superior de la articulación y tiene dos planos. Uno profundo que corresponde al engrosamiento capsular y otro superficial que consta de un fascículo fibroso que va en dirección oblicua desde adelante a atrás y de afuera a adentro. Este fascículo deriva de unas fibras enviadas por la inserción del trapecio. • Fibrocartílago interarticular: En un tercio de los casos las carillas articulares no se corresponden exactamente por lo que la adaptación perfecta se asegura por un fibrocartílago interarticular de forma prismática de arriba hacia abajo. Sinovial: Tapiza la cara profunda de la cápsula, se refleja a lo largo de la inserción del manguito capsular y recubre el periostio hasta el contorno de las superficies articulares. Ligamentos Coraco laviculares: Estos ligamentos son realmente el verdadero medio de sostén de esta articulación, la clavícula está unida a la apófisis coracoides por cuatro ligamentos: • Ligamento Trapezoide: Tiene un grosor de 4 a 5 milímetros formado por tejido celular laxo se dispone como una lámina cuadrilátera entre el tercio posterior del borde interno de la apófisis coracoides y la extremidad externa de la clavícula en su segmento anterior. • Ligamento Coronoideo: Es un ligamento triangular con vértice inferior y se inserta en el codo de la apófisis coracoides y de allí se dirige hacia abriéndose como un abanico hacia la hacia la cara infero posterior de la extremidad externa de la clavícula. • Ligamento Coracoclavicular Interno: Une la cara interna de la apófisis coracoides con la cara posterior de la clavícula. • Ligamento Coracoclavicular Externo: Se dirige de la cara externa de la apófisis coracoides hacia la cara externa la de la clavícula, se cree que es un engrosamiento de la aponeurosis clavipectoroaxilar. 14 Mecanismo de la articulación acromioclavicular: Presenta movimientos de deslizamiento muy limitados que pueden efectuarse en todos los sentidos. Los más extensos se producen en el eje vertical. Figura 1. Anatomía de la Articulación Acromioclavicular. Figura 2. Dibujo que muestra las inserciones del ligamento coracoclavicular (las inserciones claviculares se plasman en la zona superior en correspondencia con la zona inferior). Las inserciones del ligamento conoide (marca roja) se encuentran en la parte posteromedial de la raíz de la apófisis coracoides y en el tubérculo conoide (zona punteada) de la clavícula. Las inserciones del ligamento trapezoide (marca azul) se encuentran en el borde interno del ángulo de la coracoides y en la clavícula se inserta en la línea rugosa (zona con líneas) que se encuentra lateral y anterior respecto al tubérculo conoide. 15 EPIDEMIOLOGÍA Las lesiones de la articulación acromioclavicular se encuentran entre las lesiones más comunes encontradas por los cirujanos ortopédicos. Las lesiones articulares de la articulación acromioclavicular pueden representar hasta el 12% de las lesiones de los hombros en la población general y en algunos estudios casi la mitad de las lesiones del hombro en los atletas de contacto. Estas lesiones ocurren típicamente en el grupo demográfico particular de los hombres de 30 años de edad o menores y durante deportes de contacto. Esto subraya la importancia de una gestión adecuada y eficaz de estas lesiones tanto en la población atlética como en general. La lesión de la articulación acromio clavicular es una de las lesiones más frecuentes, quizás por su posición subcutánea y la relativa escasez de músculos que la protegen. Generalmente se producen en eventos deportivos, pero son muy comunes en accidentes de auto o traumas de alto impacto. Se producen por un mecanismo indirecto, generalmente al caer de costado sobre el hombro, aplicándose una fuerza lateral en el acromion. Figura 3. Luxación Acromioclavicular. 16 CLASIFICACIÓN Las lesiones de la articulación acromio clavicular se agrupan en 6 tipos, de acuerdo a sus características biomecánicas, clínicas y radiográficas: • Tipo I: Esguince de los ligamentos acromio claviculares. La articulación se mantiene estable y no hay cambios radiográficos. • Tipo II. Disrupción de los ligamentos acromio claviculares, con indemnidad de los coracoclaviculares. Puede haber cierta inestabilidad en el plano horizontal y en las radiografías antero posteriores hay menos de un 25% de luxación. • Tipo III: disrupción total de los ligamentos acromio claviculares y coracoclaviculares. La articulación esta groseramente inestable y hay una luxación del 25 al 100 % en las proyecciones antero posteriores de la radiografía. Pueden ser vistas con mejor claridad en las proyecciones axilares. • Tipo IV: es la luxación posterior del extremo distal de la clavícula • Tipo V: es una forma más severa que el tipo III, con ruptura de la fascia deltotrapecial. Tipo VI: son muy raras. La clavícula se luxa en posición inferior y queda alojada en posición subcoracoidea. Figura 4. Clasificación de Rockwood en luxación acromioclavicular. 17 CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y RADIOLÓGICAS En la luxación acromiocalvicular es posible encontrar los siguientes signos: • Signo de la falsa charretera: es una prominencia que a veces no es evidente por lo cual para que se manifieste a veces es necesario pedirle al paciente que levante un balde o un objeto de 5 kilos en cada mano. La prominencia se exagera o evidencia y se puede sacar una radiografía de frente de ambos hombros para comparar. • Signo de la tecla: Es cuando al deprimir la sapiencia, ésta desaparece, reapareciendo al soltar la clavícula. Es indispensable la radiografía simple en el diagnóstico y clasificación de la luxación acromio clavicular. Sin embargo, existen diversas proyecciones para ver con mayor claridad la lesión. La radiografía de frente si bien se hace no es la mejor proyección, ya que la articulación se ve sobrepenetrada y oblicua. La proyección de Zanka es más apropiada. Es indispensable que el paciente este con los brazos colgando al costado del cuerpo. Algunos autores proponen las radiografías por stress, pero estas últimas no han demostrado ser más eficientes, por lo que su uso no es habitual. La proyección axilar es buena para ver los desplazamientos en plano horizontal. Figura 5. Radiografía en proyección de Zanca. 18 Tossy et al. describieron inicialmente las lesiones de la articulación acromioclavicular como los tipos I-III y Rockwood et al. definieron adicionalmente la clasificación para incluir los tipos IV-VI. El espectro de lesiones puede ir desde esguinces simples con secuelas mínimas a luxaciones graves con lesiones de la fascia, rotura de ligamentos acromioclaviculares o rotura del ligamento coracoclavicular, resultando en disfunción mayor del hombro. Aunque la mayoría de los estudios de la literatura recomiendan el tratamiento no operatorio para las lesiones tipo I-II, y el tratamiento quirúrgico parece ser la opción aceptada para las lesiones de tipo IV-VI, sigue habiendo cierta controversia sobre el manejo de lesiones agudas de tipo III. Además, el tratamiento quirúrgico de las lesiones articulares sintomáticas y crónicas de la articulación acromioclavicular sigue siendo un problema difícil con más de 150 técnicas descritas para la reconstrucción y parece ser un problema que no está cerca de ser resuelto. Nuestra comprensión de la biomecánica de la articulación acromioclavicular conjunta con ligamentos han mejorado en la última década. La articulación acromioclavicular es una articulación diartroidea que conecta la clavícula distal y el acromion. Sirve como un enlace para la cintura escapular con el esqueleto axial. Entre la clavícula distal ligeramente incongruente y la faceta acromial existe un disco fibrocartilaginoso variable. La clavícula puede girar durante el movimiento normal, pero la articulación acromioclavicular tiene que acomodarse secundaria al movimiento escapuloclavicular. Alrededor de la articulación acromioclavicular hay un forro sinovial delgado que es reforzado por Ligamentos fuertes y gruesos superiores e inferior. Superiormente, los ligamentos acromioclaviculares se acoplan lateralmente con la fascia deltoidea mientras que inferiormente los ligamentos se mezclan con los ligamentos coracoclaviculares. Los ligamentos acromioclaviculares proporcionan la mayor parte del control al movimiento horizontal de la clavícula, mientras que los ligamentos coracoclaviculares, tanto el trapezoide lateralmente como el conoide medialmente, predominan en la estabilización vertical. Generalmente se entiende que la lesión progresa comenzando con el ligamento acromioclavicular a través del conoide, seguido por el trapezoide. El tratamiento no quirúrgico de las lesiones de las articulaciones de tipo I y II ha sido históricamente aceptado con buenos resultados. La mayoría de los autores recomiendan una inmovilización simple junto con hielo y otras modalidades terapéuticas, como los fármacos antiinflamatorios hasta que los síntomas se resuelvan. Después de la resolución de los síntomas, la terapia física típicamente se inicia para recuperar la fuerza muscular completa y el movimiento del hombro. Además, estos tipos de lesiones articulares pueden producir la secuela tardía de la osteoartritis conjunta de la articulación acromioclavicular en hasta la mitad de los pacientes con inestabilidad crónica. Aunque el manejo de las lesiones de tipo I-II parece ser razonablemente sencillo, el manejo no operatorio de lesiones de tipo III sigue siendo algo controvertido. La mayoría de las lesiones de tipo III resultan bien con el tratamiento no quirúrgico, sin embargo, algunos pacientes presentan dolor o disfunción hombro persistente después del tratamiento sintomático y la rehabilitación. Esto coloca a estas lesiones en una categoría más crónica, y estudios recientes han demostrado que las lesiones acromioclaviculares crónicas tratadas quirúrgicamente no tienden a hacer tan bien como las lesiones tratadas con cirugía aguda. El tratamiento quirúrgico, sin embargo, seguía siendo recomendado para pacientes de alta demanda. Con respecto a las lesiones de tipo III, el caso del paciente debe examinarse específicamente en referencia al nivel de actividad y función. El atleta es especialmente preocupante y la tendencia actual parece ser el tratamiento quirúrgico de lesiones de tipo III. En otros atletas y trabajadores manuales, las opciones de tratamiento son discutidas e individualizadas. A estos pacientes se les aconseja que hay una probabilidad relativamente buena de recuperar la función del hombro con el manejo no quirúrgico, pero si los síntomas 19 persisten, el retraso en el tratamiento quirúrgico resultaría en un período general más largo de discapacidad y los resultados de la cirugía para lesiones crónicas podrían ser menos predecibles. Las lesiones articulares tipo IV-VI y las lesiones operadas de tipo III pueden ser tratadas de diferentes maneras. Beitzel et al en 2013 revisó la literatura y más de 150 técnicas diferentes para la reducción y fijación conjunta de la articulación acromioclavicular. La técnica óptima debe tener cinco componentes: reducción anatómica de la articulación acromioclavicular, reparación o reconstrucción de los ligamentos coracoclaviculares, protección de la reparación o reconstrucción durante la cicatrización aguda, reparación de cualquier lesión de la fascia deltoidea o trapezoidal y escisión clavicular distal en pacientes con evidencia de la osteoartritis conjunta de la articulación acromioclavicular. Cada uno de los procedimientos proporciona un enfoque diferente para la fijación y / o reconstrucción de la articulación acromioclavicular y los ligamentos coracoclaviculares. La bibliografía futura debe continuar centrándose en ensayos clínicos bien diseñados, prospectivos, aleatorios, centrados en algunas de las técnicas anatómicas descritas actualmente. La respuesta a la pregunta de cómo manejar la gama completa de pacientes con lesiones articulares de acromioclavicular sigue siendo difícil de alcanzar. 20 JUSTIFICACIÓN Por todo lo anterior justificamos el siguiente trabajo para mejorar y hacer eficiente el manejo de este tipo de padecimiento y poder otorgar un adecuado tratamiento, esto nos ayudara a tener una mejor evolución hacia los pacientes. El motivo del estudio es tener un antecedente en nuestro hospital sobre este tipo de padecimiento, ya que, aunque controversial en cuanto al manejo, dependiendo del tipo de clasificación del que se trate, existen varias opciones para su manejo quirúrgico y en algunas ocasiones con recidivas posteriores al tratamiento. Las lesiones de la articulación acromioclavicular son muy comunes y a pesar de su exhaustivo estudio aún existen controversias para el tratamiento de estas lesiones. Existe en la literatura mundial una información vasta en cuanto al manejo quirúrgico y no quirúrgico, con sus respectivas recidivas y complicaciones, pero el estudio en nuestra institución desconoce la evolución que pudieran llegar a tener nuestros pacientes con los diferentes tipos de manejo quirúrgico mencionados, la frecuencia de las recidivas, el tiempo en adaptarse a sus actividades normales y las posibles secuelas que aun con medicina física y rehabilitación pudieran presentarse. 21 HIPÓTESIS Hipótesis: Los pacientes con luxación acromioclavicular operados a base de anclas presentan mejor evolución en comparación con pacientes operados con cerclaje. Hipótesis Nula: Los pacientes con luxación acromioclavicular operados con cerclaje presentan mejor evolución en comparación con pacientes operados con anclas. 22 OBJETIVO GENERAL Demostrar que los pacientes con luxación acromioclavicular tratados a base de anclas presentan mejor evolución posquirúrgica en comparación con los pacientes tratados con cerclaje. 23 OBJETIVOS ESPECÍFICOS • Conocer la evolución en los pacientes tratados con anclas en luxación acromioclavicular. • Conocer la evolución de los pacientes tratados con cerclaje en la luxación acromioclavicular. • Identificar la diferencia que hay en la evolución de los pacientes tratados con anclas y cerclaje en la luxación acromioclavicular. 24 DISEÑO DEL ESTUDIO Se realizará a través de una muestra a conveniencia. Definición de las unidades de observación: Pacientes adultos con luxación acromioclavicular grado IV a VI de Rockwood tratados con anclas óseas que cumplen con los criterios de inclusión. Definición del grupo control: Pacientes adultos con luxación acromioclavicular grado IV a VI de Rockwood tratados con cerclaje a base de alambre que cumplen con los criterios de inclusión. Criterios de Inclusión: • Pacientes mayores de 20 y menores de 50 años. • Pacientes con luxación acromioclavicular grado IV a VI de Rockwood. • Pacientes con clasificación anestésica ASA I y II. • Pacientes de cualquier género. • Pacientes sin cirugía previa. • Pacientes sin alteraciones neurológicas. • Pacientes que firmen consentimiento informado. • Pacientes que acepten tratamiento quirúrgico. Criterios de Exclusión: • Pacientes menores de 20 años y mayores de 50. • Pacientes con luxación acromioclavicular grado I a III de Rockwood. • Pacientes con clasificación anestésica ASA III. • Pacientes con cirugía previa. • Pacientes con alteraciones neurológicas. • Pacientes que no acepten consentimiento informado. • Pacientes que no acepten tratamiento quirúrgico. Criterios de eliminación: • Retiro del consentimiento informado. • Paciente que sea operado con el procedimiento a comparar. 25 Evaluaremos a nuestros pacientes mediante las siguientes variables: ✓ Valoración del nivel de dolor con escala de EVA. ✓ Realizaremos una evaluación en cuanto a la dificultad para realizar las actividades de la vida diaria con escala Quick-Dash. ✓ Realizaremos una evaluación en cuanto a dolor, actividades de la vida diaria, balance articular y fuerza con escala de Constant. Se llevará a cabo directamente la evaluación del dolor con escala de EVA, evaluación clínica con escala de Quick-Dash y evaluación clínica con escala de Constant. Se realizará una hoja donde por cada paciente se registren variables universales como género, edad, estado civil, talla, peso y clínicas hombro afectado, grado de luxación. Una vez recolectados los datos se compararán ambos grupos para comparar la evolución posquirúrgica Por el tipo de estudio no se realizará prueba piloto. 26 Figura 6. Esquema de la escala de EVA para dolor. 27 Figura 7. Escala de Quick Dash para evaluación de funcionalidad de miembro torácico. 28 Figura 8. Escala de Constant para evaluación de funcionalidad de miembro torácico. 29 MATERIAL Y MÉTODOS Previa autorización del comité de ética e investigación del hospital se estudiaron pacientes con luxación acromioclavicular grado IV a VI de Rockwood, los cuales fueron programados para tratamiento quirúrgico. Se realizó estudio prospectivo, comparativo y se estudiaron pacientes con luxación acromioclavicular grado IV a VI de Rockwood, de agosto del 2017 a noviembre del 2018, los cuales se sometieron a tratamiento quirúrgico. Se aplicaron los criterios de inclusión, exclusión y eliminación. Se eliminaron del estudio a aquellos pacientes en quienes hubo pérdida del expediente, pacientes que no aceptaron tratamiento quirúrgico y pacientes que no acudieron a su seguimiento posquirúrgico. Se realizó una prueba de screning en urgencias, donde se seleccionaron pacientes que cumplieron con los criterios ya descritos, evaluamos a nuestros pacientes con luxación acromioclavicular mediante evaluación clínica y radiológica, posteriormente se otorgó seguimiento por la consulta externa para valorar la evolución de la siguiente manera: Primera evaluación a las 2 primeras semanas, segunda evaluación a las 4 semanas, tercera evaluación a las 6 semanas, cuarta evaluación a las 8 semanas. Posteriormente cada 2 meses hasta completar 8 meses, es decir, quinta evaluación a las 16 semanas, sexta evaluación a las 24 semanas y evaluación final a las 32 semanas. Durante el seguimiento los pacientes fueron evaluados posterior al procedimiento realizado de forma clínica con revisión de herida quirúrgica, después valoración del nivel de dolor con escala de EVA, así como también con radiografías de control. Realizamos una evaluación en cuanto a la dificultad para realizar las actividades de la vida diaria con escala Quick-Dash y una evaluación en cuanto a dolor, actividades de la vida diaria, balance articular y fuerza con escala de Constant. Se les solicitó a todos los pacientes la firma por escrito del consentimiento informado, se realizará una hoja donde por cada paciente se registren variables universales como género, edad, estado civil, talla, peso y clínicas hombro afectado, grado de luxación. Una vez recolectados los datos se compararán ambos grupos para confrontar la evolución posquirúrgica con las variables antes mencionadas. Se realizaron tablas comparativas. 30 Hoja de captación de la información de cada paciente. HOJA INDIVIDUAL. NOMBRE. EDAD. SEXO. Ocupación. Escolaridad. Toxicomanías. Folio. Diagnóstico de la lesión. Satisfacción del paciente. Uni. III IV V VI A C Buena. 0 Mala 1 Bilat. Infección de la Herida. Si 1 Edema. Si 1 No 0 No 0 Arcos de Movilidad. Dolor. Sin Dolor 0 Completos. Incompletos Leve 1-4 1 02 Moderado 4-6 Evaluación radiológica. Desplazada 1 Fuerte  6 No desplazada. 0 Quick Dash. Ninguna Dificultad 1 Total. Dificultad Leve 2 Bueno. 1 Malo  6 Dificultad Moderada3 Regular. 1-6 Dificultad Severa. 4 31 CONSIDERACIONES ÉTICAS El presente protocolo toma en cuenta las consideraciones éticas vigentes internacionales como la declaración de Helsinky, los principios fundamentales de la bioética y las normas institucionales locales, así como el consentimiento informado del paciente. 32 CONSIDERACIONES DE BIOSEGURIDAD Se llevarán a cabo las medidas necesarias conforme la NORMA Oficial Mexicana NOM-229- SSA1-2002, Salud ambiental. Requisitos técnicos para las instalaciones, responsabilidades sanitarias, especificaciones técnicas para los equipos y protección radiológica en establecimientos de diagnóstico médico con rayos X. 33 RECURSOS HUMANOS Con los propios de la unidad. 34 RECURSOS MATERIALES Con los propios de la unidad. 35 RECURSOS FINANCIEROS Autofinanciable, sin conflicto de intereses. 36 RESULTADOS Se realizó un estudio prospectivo y comparativo. Se estudiaron 9 pacientes con luxación acromioclavicular de agosto del 2017 a noviembre del 2018, los cuales fueron programados para tratamiento quirúrgico. Se aplicaron los criterios de inclusión, exclusión y eliminación. Figura 9. Deformidad clínica en hombro derecho en un paciente con luxación acromioclavicular derecha. Figura 10. Radiografía de hombro derecho en proyección de zanca de un paciente con luxación acromioclavicular derecha. 37 Se evaluaron clínica y radiológicamente 9 pacientes con luxación acromioclavicular, 2 femeninos y 7 masculinos, 4 de ellos con luxación grado IV de Rockwood y 5 con grado V de Rockwood, en 6 pacientes el hombro afectado era el derecho y en 3 pacientes el izquierdo, durante el seguimiento los pacientes se sometieron a procedimiento quirúrgico; a 5 pacientes se les realizó reducción abierta fijación interna (RAFI) con anclas y a 4 pacientes reducción abierta fijación interna (RAFI) con cerclaje. Figura 11. Gráfico por género de pacientes con Luxación Acromioclavicular. Figura 12. Gráfico por grupo etario de pacientes con Luxación Acromioclavicular. 38 Figura 13. Gráfico del tratamiento establecido en pacientes con Luxación Acromioclavicular. 5 pacientes (55.55%) con tratamiento con anclas y 4 pacientes (44.44%) con tratamiento con cerclaje. Se dio seguimiento a las 2, 4, 6, 8, 16, 24 y 32 semanas. Durante las consultas de seguimiento se realizó revisión de herida quirúrgica encontrando que 2 pacientes tratados con RAFI y anclas presentaba dehiscencia de herida quirúrgica, a uno de ellos se le retiró el material de osteosíntesis y el otro paciente evolucionó favorablemente con curaciones y antibiótico, así también en 2 pacientes tratados con cerclaje presentaron fatiga del implante y fueron sometidos a retiro del mismo el resto de pacientes sin alteraciones de la misma. Figura 14. Control radiográfico posoperatorio de paciente con luxación acromioclavicular izquierda tratado mediante cerclaje. 39 Figura 15. Control radiográfico posoperatorio de paciente con luxación acromioclavicular derecha tratado mediante cerclaje. Figura 15. Control radiográfico posoperatorio de paciente con luxación acromioclavicular derecha tratado mediante anclas. 40 Figura 16. Control radiográfico posoperatorio de paciente con luxación acromioclavicular derecha tratado mediante anclas. Figura 17. Herida quirúrgica a las 2 semanas posoperatorias de un paciente con luxación acromioclavicular izquierda. 41 En pacientes tratados con anclas la valoración del nivel de dolor con escala de EVA en la primera consulta fue de 8/10 (Muy Intenso) y en la última de 2/10 (Leve). En pacientes tratados con cerclaje la valoración del nivel de dolor con escala de EVA en la primera consulta fue de 9/10 (Más intenso imaginable) y en la última de 2/10 (Leve). En pacientes tratados con anclas la evaluación en cuanto a la dificultad para realizar las actividades de la vida diaria con escala Quick-Dash fue de 52 puntos maxima 48 puntos minima en la primera consulta hasta llegar a puntaje de 20 puntos máxima y 18 puntos minima en la última consulta de control. En pacientes tratados con cerclaje la evaluación en cuanto a la dificultad para realizar las actividades de la vida diaria con escala Quick-Dash fue de 55 puntos maxima 50 puntos minima en la primera consulta hasta llegar a puntaje de 25 puntos máxima y 20 puntos minima en la última consulta de control. En pacientes tratados con anclas la evaluación en cuanto a dolor, actividades de la vida diaria, balance articular y fuerza con escala de Constant fue de resultados globales malos (menos de 50 puntos) a resultados globales excelentes (80 puntos o más). En pacientes tratados con anclas la evaluación en cuanto a dolor, actividades de la vida diaria, balance articular y fuerza con escala de Constant fue de resultados globales malos (menos de 50 puntos) a resultados globales buenos (65 a 79 puntos). Se realizó el registro de cada variante en una hoja por cada paciente, registrando variables universales como género, edad, estado civil, talla, peso y clínicas hombro afectado, grado de luxación y procedimiento quirúrgico efectuado. Al comparar ambos grupos se llegó a la conclusión de que el dolor disminuyó significativamente en pacientes tratados con anclas, así como los arcos de movilidad, el regreso a sus actividades de la vida diaria, balance articular y fuerza fueron recuperados en menor tiempo. Figura 18. Gráfico de la Evolución del Dolor en las consultas de control. 42 DISCUSIÓN El estudio realizado nos permite mejorar y hacer eficiente el manejo de este tipo de padecimiento y poder otorgar un adecuado tratamiento, esto nos ayudara a tener una mejor evolución hacia los pacientes. Con los resultados tenemos un antecedente en nuestro hospital sobre este tipo de padecimiento, ya que, aunque controversial en cuanto al manejo, dependiendo del tipo de clasificación del que se trate, existen varias opciones para su manejo quirúrgico y en algunas ocasiones con recidivas posteriores al tratamiento. Las lesiones de la articulación acromioclavicular son muy comunes y a pesar de su exhaustivo estudio aún existen controversias para el tratamiento de estas lesiones. Existe en la literatura mundial una información vasta en cuanto al manejo quirúrgico y no quirúrgico, con sus respectivas recidivas y complicaciones, pero el estudio en nuestra institución desconocía la evolución que pudieran llegar a tener nuestros pacientes con los diferentes tipos de manejo quirúrgico mencionados, la frecuencia de las recidivas, el tiempo en adaptarse a sus actividades normales y las posibles secuelas que aun con medicina física y rehabilitación pudieran presentarse. 43 CONCLUSIONES El estudio realizado nos permite mejorar y hacer eficiente el manejo de este tipo de padecimiento y poder otorgar un adecuado tratamiento para una mejor evolución de los pacientes. Con los resultados tenemos un antecedente en nuestro hospital sobre este tipo de padecimiento, ya que, aunque controversial en cuanto al manejo, existen varias opciones para su manejo quirúrgico y en algunas ocasiones con recidivas posteriores al tratamiento. Ahora sabemos que el tratamiento mediante anclas proporciona una mejor reducción ya que proporciona los componentes de una óptima reducción en la luxación acromioclavicular, los cuales son: reducción anatómica de la articulación, reparación o reconstrucción de los ligamentos coracoclaviculares, protección de la reparación o reconstrucción durante la cicatrización aguda, reparación de cualquier lesión de la fascia deltoidea o trapezoidal y escisión clavicular distal en pacientes con evidencia de la osteoartritis conjunta de la articulación. Existe en la literatura mundial una información vasta en cuanto al manejo quirúrgico y no quirúrgico, con sus respectivas recidivas y complicaciones, pero el estudio en nuestra institución desconocía la evolución que pudieran llegar a tener nuestros pacientes con los diferentes tipos de manejo quirúrgico mencionados, la frecuencia de las recidivas, el tiempo en adaptarse a sus actividades normales y las posibles secuelas que aun con medicina física y rehabilitación pudieran presentarse. 44 PERSPECTIVAS El manejo de la luxación acromioclavicular sigue en debate debido a que no hay un consenso para su tratamiento quirúrgico óptimo. Las lesiones tipo III son las que más controversia tienen referente a su tratamiento, por lo que puede ser quirúrgico o conservador incluso en atletas con alta demanda de la función del hombro. Existen más de 150 técnicas quirúrgicas para el tratamiento de la luxación acromioclavicular para los grados IV a VI con la utilización de implantes, reconstrucciones, colocación de injertos biológicos y no biológicos, así como reparaciones abiertas o artroscópicas. Deben continuar futuras investigaciones para determinar con certeza si el tratamiento quirúrgico y la reconstrucción anatómica tienen mejores resultados clínicos y evitan la artrosis de esta articulación en comparación con el tratamiento no quirúrgico y las reparaciones no anatómicas. 45 BIBLIOGRAFÍA Cuéllar Ayestarán A, Cuéllar Gutierrez R. Anatomía y función de la articulación acromioclavicular. Revista Española de cirugía articular y artroscopia. 2015; 2 2(1): 3–10. Thomas K, Litsky A, Jones G, Bishop JY. Biomechanical comparison of coracoclavicular reconstructive techniques. Am J Sports Med. 2011; 39 (4): 804-810. Mazzocca AD, Santangelo SA, Johnson ST, Rios CG, Dumonski ML, Arciero RA. 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