UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS EL ESTUDIO DE LA FALANGE ESPAÑOLA EN EL MÉXICO CONTEMPORÁNEO: UN ANÁLISIS HISTORIOGRÁFICO. TESINA Q U E P A R A O B T E N E R E L TÍTULO D E L I C E N C I A D O E N H I S T O R I A P R E S E N T A DAVID OSIRIS VARGAS MURILLO DIRECTOR DE TESIS: MTRO. CÉSAR ENRIQUE VALDEZ CHAVEZ CIUDAD UNIVERSITARIA, CDMX NOVIEMBRE DE 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 Dedicada a mis padres, hermano y especialmente a mi sobrino Luis, que su historia este llena de dicha. 2 Índice. Introducción 4 Capítulo 1. El fascismo: un análisis historiográfico. 8 1. Fascismo y autoritarismo. 9 2. Fascismo e historiografía: la interpretación marxista y los Fascismos genéricos de Ernst Nolte. 13 3. El fascismo y su influencia en la política ibérica. 20 4. Europa y el autoritarismo. Un panorama general. 25 Conclusiones. 29 Capítulo 2. Entre derechas y fascismos. La Falange Española 31 1 . Las derechas durante la Segunda República Española. 34 1.1 Los católicos. 36 1.2 Los monárquicos. 40 1.3 La Confederación de Derechas Autónomas (La CEDA) 42 2. Ramiro Ledezma y Onésimo Redondo: El origen de las JONS 43 2.1 El ideario político de Ramiro Ledezma. 44 2.2 El ideario político de Onésimo Redondo. 47 3. La Falange Española de José Antonio Primo de Rivera 51 3.1 El origen de Primo de Rivera. Monarquismo y conservadurismo 51 3 3.2 Falange Española y su conflicto con las JONS. 57 3.3 José Antonio Primo de Rivera ante la Guerra Civil. 61 Conclusiones. 65 Capítulo 3. La Falange Española en América. 67 1 . El estudio de la presencia de la Falange Exterior en América. 68 2. Diplomacia y conflicto. La Falange Exterior desestabilizadora de las derechas locales. 72 3. ¿Beligerancia o no? La Falange Exterior y su crisis en Hispanoamérica. 75 Conclusiones. 80 Capítulo 4. El hispanismo y el estudio de la Falange Española en México. 81 1 . La problemática de la historiografía de la derecha política en México. 81 2. El hispanismo a través de las organizaciones de derecha y su estudio en la historiografía. 84 2.1 El hispanismo sinarquista y panista. 89 2.2 El hispanismo en otras organizaciones políticas e intelectuales. de derecha. 97 3. La Falange Española y Tradicionalista de las JONS como objeto de estudio en la historiografía mexicana. 100 Conclusiones 114 Conclusiones finales 116 Bibliografía. 118 4 Introducción La derecha como orientación política ha estado asociada a ciertos valores morales e ideológicos que para sus adversarios ya no es tema de discusión. A pesar que se relaciona a la derecha con un conservadurismo autoritario e intransigente es deber del historiador cuestionar estas afirmaciones. Y es por esto que me hice esta pregunta ¿La derecha es una corriente ideológica homogénea? Este trabajo historiográfico el cual he llamado El estudio de la Falange Española en el México contemporáneo: Un análisis historiográfico fue hecho desde esos cuestionamientos que me surgieron al consultar documentos pertenecientes al Departamento de Investigación Política y Social en los años cuarenta. En estos informes policiacos se hablaba de una organización proveniente de España llamada Falange Española. Mi interés se volcó a la manera en que estos informes oficiales denominaban a esta organización como un fascismo europeo. Decidí titular mi tesina así porque en un primer momento pretendía dar sólo una explicación historiográfica relacionada a Falange Española en el contexto mexicano, pero al ir trabajando sobre las fuentes se fue abriendo el panorama respecto al debate histórico del papel de las derechas políticas en Hispanoamérica. La Falange Española, como asociación política y militar, tenía ciertos rasgos ideológicos que compartía con otras asociaciones de derecha y fascistas europeas las que, por diversas razones, no se les podía llamar “fascismos” como ha sido clasificada por la historiografía. El impacto de la Guerra Civil Española ha generado diversos estudios históricos referentes a la situación política, cultural e ideológica de la España Republicana y de la España Franquista en el siglo XX. Algunas de estas obras rebasan el análisis nacional y abarcan otras temáticas; las relaciones exteriores españolas y el proceso de exilio de republicanos en diversos países de Europa o Latinoamérica, especialmente México. 5 El estudio de la derecha política en México durante el siglo XX se ha topado con esas influencias europeas, una de estas fue Falange Española. Esto lo hace todavía más complejo como nos señala Stanley Payne, el termino fascista “debe utilizarse con mucha cautela, pues los movimientos fascistas diferían entre si tantos aspectos como características nuevas y notables que tenían en común”1. Es por eso que el trabajo pretende responder a estas preguntas. ¿Qué obras históricas han analizado la presencia de simpatizantes de la causa franquista en México?, ¿Cuáles de estas obras han sido especialmente dirigidas al análisis de la Falange Española en México?, ¿Existe una diferenciación entre fascismo e hispanismo? Y si la hay ¿Cómo ha sido revisado por la historiografía sobre las derechas en México? Mis objetivos fueron: 1. Clasificar y ordenar las publicaciones sobre la Falange Española y su presencia en México. 2. Identificar las temáticas de las obras que serán analizadas. 3. Identificar las corrientes historiográficas de las obras. 4. Analizar los estudios sobre corrientes ideológicas de derecha y fascismo en México. La tesina al verse enfocada exclusivamente a los estudios de la Falange Española en México se vio ligada con varios tópicos como la derecha política tanto en España como en México y el estudio del fascismo, es por eso que la dividí en cuatro bloques que irán abriendo el panorama para un mejor entendimiento sobre la historiografía mexicana dedicada al hispanismo y Falange Española. En el primer capítulo de la investigación se pretende dar una explicación sobre las corrientes historiográficas que han estudiado el concepto de fascismo así como su interpretación y su aplicación a otros regímenes políticos ha generado controversias que han contribuido al debate político e historiográfico. También se 1 Stanley G. Payne, El fascismo, Madrid, Alianza Editorial, 1980, p. 10 6 hace un esbozo sobre el “fascismo” en la Península Ibérica, en un primer momento con la dictadura del General Primo de Rivera en los años veinte y el régimen del Estado Novo de Oliveira Salazar con el fin de rastrear el hilo autoritario que pudo ser influencia para algunos movimientos derechistas españoles, en este caso ,Falange Española. El segundo capítulo está muy relacionado con el que le precede, ya que para adentrarnos más a la organización fundada por José Antonio Primo de Rivera debemos explorar las posibles influencias de ésta. Por esta razón en este apartado se analiza los retos que ha tenido la historiografía española para el estudio de la derecha durante el siglo XX. La gama de corrientes derechistas son diversas y eso ha generado problemas al categorizarlas ya que se ha caído en simplificaciones. La actividad de las organizaciones de derecha durante la Segunda República así como el papel de José Antonio Primo de Rivera en la vida política española será objeto de análisis. Todas esas corrientes políticas de derecha nos hablan del complejo ideario político que se debatía en aceptar los valores modernos de democracia, seguir pautas tradicionales de poder como la monarquía o sumarse a la política de masas sin dejar de lado la identificación con lo hispano. El fenómeno de la Falange Española no se limitó a lo local, el continente americano y, especialmente, Latinoamérica estuvo en la mira de la organización. La difusión de la causa franquista fue primordial para restablecer alianzas diplomáticas en el extranjero así como la defensa de los ideales hispanistas. El tercer capítulo pretende dar un panorama sobre los temas por los cuales se ha interesado la historiografía que se ha dedicado a la investigación de la actividad de Falange en tierras americanas, develando la complejidad de la organización y su convivencia con las colonias españolas locales. El cuarto y último capítulo complementa los debates que se verán en los primeros capítulos; la problemática del estudio historiográfico de la derecha en México. El tema de la actividad de la Falange Española en México por sí sola no se entiende si no analizamos los conflictos con los cuales se han enfrentado los historiadores al analizar a las derechas mexicanas. La interpretación de los hechos históricos 7 ocurridos durante el Cardenismo respecto a la derecha han estado cargados de inexactitudes y en ocasiones exageraciones que han afectado el análisis de estas corrientes derechistas en México. El objetivo es categorizar estas corrientes que se han dedicado al estudio de la actividad de la Falange Española en México así como de las figuras públicas e intelectuales que se apropiaron del discurso hispanista. Agradezco de manera especial a mi director de tesis el Mtro. César Valdez Chávez, que en todo este proceso de investigación y escritura de este trabajo me guio con sus observaciones y conocimientos. El haber trabajado con él me ha beneficiado en enriquecerme en el campo de investigación histórica dedicado al siglo XX mexicano. También agradezco a mis sinodales, los maestros Fidel Astorga, Leonor García Mille, Diego Amendolla y Emmanuel Rodríguez el tiempo y la disposición para lograr que este trabajo se puliera con sus observaciones y críticas. A mis amigos de larga duración Dina, Alejandra, Michael, Jesús, Hugo e Itza que me han dado su amistad durante estos 11 años así como su apoyo moral en todo este proceso académico de la escritura de la tesina. También a mis amigos y compañeros del colegio de Historia por esos buenos ratos que hicieron más ameno está travesía por mi etapa universitaria. Finalmente agradezco a mi familia. A mi padre y madre por su apoyo incondicional en todo momento y su consejo en momentos de adversidad. Sin el cariño y confianza de mis padres este gran logro de culminar la licenciatura no hubiese sido posible. 8 La función del historiador no es ni amar el pasado ni emanciparse de él, sino dominarlo y comprenderlo, como clave para la comprensión del presente” E. H. Carr, ¿Qué es la historia? Capítulo 1. El fascismo: un análisis historiográfico El nacimiento del fascismo sacudió a un siglo XX ya desestabilizado. La nueva doctrina pretendía salvar a las naciones del desastre político, económico y moral causado por la guerra y el liberalismo decimonónico. El uso e interpretación del concepto fascista en las disciplinas humanísticas y sociales ha requerido redefinir el marco teórico para su estudio, en un tema complejo y lleno de matices. ¿A qué le podemos llamar fascismo y a qué no? , ¿Por qué razón surgieron los movimientos fascistas?, En general estas han sido las preguntas pilares que han rodeado los estudios politológicos e historiográficos sobre el fascismo en Europa. Concepto que ante la superficialidad de su uso peyorativo en el terreno político- electoral, debe rescatarse de los conflictos entre derecha e izquierda y tomárselo en serio. Reinhart Koselleck menciona que un concepto enlaza un conjunto de significados de tal forma que los une en una red de sentido, la cual asimila un campo de experiencias políticas.2 Con base en su afirmación la articulación de un concepto, en este caso fascismo y fascista, condensa en sí una pluralidad de significados. Otro de los estudiosos del fascismo Joan Antón Mellón menciona que “Los conceptos y las categorías en ciencias sociales deben tener la capacidad de poder operar con ellos, cosa que no es factible si no están bien definidos”3 Al parecer solo hay un consenso historiográfico o politológico sobre la categoría fascismo, subraya Enric Ucelay-Da Cal en la obra Orden y jerarquía y comunidad. Fascismos, dictaduras y postfascismos en la Europa Contemporánea, convirtiéndose en uno de los mayores desafíos de los investigadores del siglo XX.4 2 Reinhart Koselleck, Historias de conceptos. Estudios sobre semántica y pragmática del lenguaje político y social, Madrid, Editorial Trotta, 2012, 317 p. 3 Joan Antón Mellón (coord.), Orden y jerarquía y comunidad. Fascismos, dictaduras y postfascismos en la Europa Contemporánea, Madrid, Editorial Tecnos, 2002, p. 14 4 Ibid.,p. 17 9 A los fascistas se les ha medido con diferentes parámetros y han surgido una variedad de interrogantes que han pretendido los investigadores contestar respecto al fascismo clásico y sus diversas formas, si es que las tiene, en toda Europa. Este capítulo es un pequeño recorrido historiográfico sobre el fascismo, aunque hay una infinidad de obras sobre el tema, el objetivo es mostrar las diferentes corrientes de interpretación que han surgido desde la historiografía y la ciencia política. El debate en torno al fascismo y el análisis de diversas agrupaciones así como regímenes que se vieron influenciados durante el siglo XX, permitirá ensanchar el marco de explicación de los procesos políticos e históricos de un periodo de coyunturas. 1. Fascismo y autoritarismo: un análisis histórico-político. “El fascismo fue una de las manifestaciones del totalitarismo, y en este sentido representa una involución”5 Así se nos explica una de las corrientes que nació en los setenta para la interpretación de los movimientos fascistas en Europa, la de los totalitarismos. El concepto, afirma Aristotle Kallis, surgió desde la ciencia política y se relacionaba con el ejercicio del poder, estableciendo comparaciones entre nazismo, fascismo italiano y el régimen de Stalin.6 El esquema aplicado con los totalitarismo implicaba una serie de comparaciones entre los regímenes fascistas y comunistas, como lo era la omnipotencia del Estado y su objetivo de subordinar al individuo con métodos represivos afín de proteger los intereses estatales; la figura del líder carismático en donde la jerarquización de la sociedad implicaba la desigualdad obligatoria y el dirigente alcanzaba el epíteto de guía de la nación; el nacionalismo exaltado que era una herramienta para homogenizar a la población entorno de símbolos patriotas y por último el relacionado al uso de la violencia para alcanzar objetivos políticos. 5 Antonio Fernandez García y Jose Luis Rodriguez Jimenez, Fascismo, neofascismo y extrema derecha, Madrid, Arco Libros, 2001, p. 9 6 Aristotle Kallis , “El concepto de fascismo en la historia anglófona comparada” en Joan Anton Mellón (coord.), El fascismo clásico (1919-1945) y sus epígonos, Madrid, Tecnos, p. 14 10 Fue Hannah Arendt quien hizo un análisis exhaustivo de las características presentes en los movimientos totalitarios comunistas y fascistas, el uso de la propaganda así como la reacción de las masas. En este sentido la autora apunta: El factor inquietante en el éxito del totalitarismo es más bien el verdadero altruismo de sus seguidores; puede ser comprensible que un nazi o un bolchevique no se sientan flaquear en sus convicciones por los delitos contra las personas que no pertenecen al movimiento o que incluso sean hostiles a éste (…) Los movimientos totalitarios pretenden organizar a las masas, no a las clases, como los antiguos partidos de intereses de las naciones-estados continentales; no a los ciudadanos con opiniones acerca del gobierno de los asuntos públicos y con intereses en éstos, como los partidos de los países anglosajones. 7 Los totalitarismos, nos dice, son posibles donde hay movimientos de masas que no han podido ser integradas en otras organizaciones y que ansían la participación política. Afirma que el éxito de las tendencias totalitarias entre las masas fue la explotación de “espejismos democráticos”, el primero fue hacerles creer que el pueblo participaba activamente dentro del gobierno y el segundo que el parlamentarismo era espurio ya que no representaba los ideales de todas las clases8. Arendt se interesó por las afinidades estructurales de ambos regímenes con el objetivo de “poner en evidencia la unicidad sin precedentes del fenómeno totalitario”9 Respecto a la obra de Arendt, Simona Forti menciona respecto al estudio de Arendt, que la autora ve la imposibilidad de la interpretación del fascismo mediante las categorías tradicionales y que la explicación de lo que sucede en los regímenes totalitarios merece una explicación innovadora. La reflexión de Arendt pretende investigar el fenómeno totalitario en su significado general; no se contenta con reordenar los acontecimientos 7 Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, trad. Guillermo Solana, Madrid, 2014, p. 435 8 Ibid.,p. 443 9 Simona Forti, El totalitarismo: trayectoria de una idea limite, trad. María Pons Irazazábal, Barcelona, Herder Editorial, 2008, p. 76 11 históricos en una narración coherente. Las preguntas que Arendt se plantea ante todo buscan un sentido, un sentido que no puede proporcionar la mera reconstrucción de los hechos. ¿Qué le pasó en el siglo XX a la historia europea? ¿Por qué ocurrió aquel fenómeno? ¿Qué es lo que lo hizo posible? ¿Cómo podemos explicarlo? ¿Con qué categorías podemos comprenderlo? Y sobre todo, ¿somos capaces de entender su naturaleza?10 La problemática que el concepto totalitarismo causó para generar consensos abrió más el debate para lograr darle explicación a los regímenes surgidos antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, como lo fueron: La URSS, la España de Franco y el régimen de Salazar en Portugal. Poniendo a debate el fascismo y su insuficiente utilidad para darle explicación a todos esos movimientos que presentaban características similares pero que tampoco se le podían llamar fascismo como tal, Karl Dietrich Bracher ,en su ensayo Controversias de historia contemporánea sobre fascismo, totalitarismo y democracia, afirma que: La aplicación diferenciada del concepto del totalitarismo resulta no solamente posible sino adecuada, en la medida en que esta sea dirigida a los presupuestos histórico-políticos especiales y a la aspiración totalitaria de un sistema de dominación estructurado por el monopolio del poder- no necesariamente monolítico. El actual renacimiento de una teoría general del fascismo no ofrece, con su orientación parcial a los componentes ideológicos y socio-económicos de la dictadura moderna, sustituto alguno para el planteamiento político-técnico de la investigación del totalitarismo.11 El autor defiende el concepto de totalitarismo para el análisis de las dictaduras surgidas en la posguerra durante el siglo XX. También hace una crítica a las reflexiones que han surgido desde las corrientes marxistas y del planteamiento de 10 Ibid.,p. 75 11 Karl Dietrich Bracher, Controversias de historia contemporánea sobre fascismo, totalitarismo y democracia, Barcelona, Editorial Alfa, 1983, p. 35 12 los fascismos genéricos formulada por Ernst Nolte.12 Estas interpretaciones, nos dice, no pueden funcionar ya que están inmersas en la lucha política donde se ha prestado a la manipulación y el abuso de este concepto. 13 Así también el concepto de democracia ha tenido la misma suerte, ya que varios gobiernos se han denominado de esa manera cuando se acercan más a un tipo de régimen autoritario. Y su opinión ante el uso del concepto fascismo no deja de ser retadora. En el nivel científico, la comprensión del fascismo se confunde tempranamente por la inclinación y el hábito de aplicar la autodesignación del movimiento dictatorial italiano, como concepto general, a todos los nacionalismos autoritarios de derecha en todo el mundo, por diversos que sean estos y aunque muchos de ellos no deseen autodesignarse como fascistas. En el nivel político, el fascismo ha sido utilizado como concepto de lucha de manera sumamente distinta por los liberales, conservadores, socialistas y comunistas14 Karl Dietrich clasifica tres tendencias de estudio que surgieron ante la interpretación marxista sobre el fascismo. Este autor no deja de ser crítico ante estas y menciona que las tres tienes limitaciones que les ha impedido encontrar un concepto general lo más amplio posible para la designación de todos los movimientos de derecha.15 La primer tendencia ha sido el rechazo del concepto totalitarismo como base para la comparación de los sistemas dictatoriales que ha sido calificado como invención de la Guerra Fría; la segunda es el resurgimiento de las corrientes de explicación marxista que ha sido inadecuada por su visión global del fascismo, y la tercera es la formulada por Ernst Nolte con los fascismos genéricos en su obra El fascismo en su época. Explicaré a continuación estas tendencias. 12 Una de estas interpretaciones es sobre el origen del fascismo como una consecuencia del movimiento bolchevique en 1920. Véase. Ernst Nolte, La crisis del sistema liberal y los movimientos liberales, Barcelona, Ediciones Península, 1971, 350 p. 13 “Y esto no vale solamente para la agitación política y la lucha diaria de los publicistas; también en los trabajos con pretensión científica se nota hoy el abuso que se puede cometer con conceptos históricos-políticos con la misma intensidad” Ibid.,p 7 14 Ibid.,p. 15 15 Ibid.,p. 18 13 2. Fascismo e historiografía: la interpretación marxista y los fascismos genéricos de Ernst Nolte. Karl Dietrich afirma que la interpretación marxista fue desarrollada en la Internacional Comunista por lo que el concepto de fascismo generado por ellos es inaplicable, la razón fue que las dictaduras autoritarias, los partidos regímenes no comunistas se categorizaron como fascistas16. Los marxistas acusaban al liberalismo y a la socialdemocracia de ser los culpables de la aparición del fascismo en el terreno político. 17 León Trotski desde la perspectiva de un proceso de coyunturas inscritas en la lucha de clases, y siendo protagonista del ascenso político de la ultraderecha, analizó el papel tanto de Hitler como de Mussolini y describió las diferencias políticas entre estos fascistas.18 Trosky describió el proceso fascista como la secuencia de acontecimientos rebasados: crisis de la sociedad capitalista, radicalización de la clase trabajadora, actitud de simpatía hacia la .misma pequeña burguesía; confusión extrema de la alta burguesía y planes de ésta para detener el movimiento revolucionario, desgaste y cansancio del proletariado. Leon Trosky menciona: El fascismo alemán, como el italiano, se elevó al poder sobre las espaldas de la pequeña burguesía, que se convirtió en un ariete contra las organizaciones de la clase obrera y las instituciones de la democracia. Pero el fascismo en el poder, es menos que nada, el gobierno de la pequeña burguesía. Por el contrario, es la dictadura más despiadada del capital monopolista. Mussolini tiene razón: las clases 16 Dietrich , op. cit., p. 16 17 Kallis, op. cit., p. 24 18“Mussolini, desde el comienzo mismo, reaccionó más conscientemente ante los materiales sociales que Hitler, mucho más próximo al misticismo policiaco de Metternich que al algebra política de Maquiavelo. Intelectualmente, Mussolini más audaz y más cínico. Puede decirse que el ateo romano sólo utiliza la religión de la misma forma que la policía y los tribunales, en tanto que su colega berlinés cree realmente en la infalibilidad de la Iglesia de Roma. (…) Igual que la medicina científica proporciona no sólo la posibilidad de curar al enfermo, sino de enviar al sano a reunirse con sus antepasados por el camino más corto, así el análisis científico de las relaciones de clase, predestinado por su creador a la movilización del proletariado, permitió a Mussolini, después de haber saltado al campo opuesto, movilizar a las clases medias contra el proletariado. Hitler realizo la misma proeza al traducir la metodología del fascismo al lenguaje del misticismo alemán.” Véase. León Trosky, La lucha contra el fascismo Partido Socialista Centroamericano, p. 357 [ http://www.elsoca.org/pdf/libreria/La%20lucha%20contra%20el%20fascismo-completo.pdf ] 14 medias son incapaces de políticas independientes. Durante periodos de grandes crisis son llamadas a seguir hasta el absurdo de la política de una de las clases fundamentales. El fascismo logro ponerlas al servicio del capital.19 León Trostky aseguró que el ascenso del fascismo fue una derrota para el movimiento obrero. Su visión sobre fascismo y socialdemocracia también es importante ya que analiza el papel de cada sistema así como las diferencias y similitudes entre ambos, los cuales se apoyan sobre diferentes combinaciones entre las clases oprimidas y explotadas. Ante esta interpretación trostkista, Ernst Mandel sistematiza y resume el análisis de Trotsky sobre el fascismo en varios procesos. Él nos dice que “la historia del fascismo es también la historia del análisis teórico del mismo.”20 Que ante la súbita aparición del fascismo, los observadores de tal proceso se hicieron la pregunta ¿Qué es el fascismo? y que desde esos acontecimientos se ha vuelto un tema obsesionante para los teóricos. Reconoce que las tentativas de interpretación de la mayor tragedia de la historia europea contemporánea contienen a menudo más ideología partidista que análisis científico21: La teoría del fascismo de Trotsky es el resultado del método marxista de análisis de la sociedad. Expresa de modo sorprendente la superioridad de este método y de los resultados de su aplicación en comparación con la plétora de teorías históricas y social-burguesas. Esta superioridad reside en primer lugar en el carácter totalizador del método marxista e implica dos aspectos; primero, la tentativa de englobar todos los aspectos de la actividad social según se relacionan y coordinan estructuralmente unos con otros. Segundo, el esfuerzo de identificar, en el interior de ese complejo integrado por relaciones en constante modificación, los elementos que lo determinan, es decir, separar los cambios que pueden ser integrados dentro de la 19 Ibid., p. 361 20 Ernest Mandel, El fascismo,Madrid, Akal, 2011, p. 6 21 “Los hechos objetivos, indiscutibles de la realidad histórica contemporánea, constituyen el material básico del análisis científico. Cada nueva generación de investigadores de las ciencias políticas y sociales hereda la mayor parte de los conceptos operativos mediante los que pueden organizar y reorganizar ese material básico. Esos conceptos sólo se renuevan parcialmente y puede considerárseles, asimismo adquiridos. Sin embargo, ni los conceptos operativos ni el material determinan, en ningún caso, la forma en que esos instrumentos analíticos son aplicados al material, ni los resultados a los que conduce esa aplicación. “ , Ibid. p. 6 15 estructura social existente de aquellos que sólo pueden llevarse a efecto por medio de una explosión violenta de la misma.22 El análisis que se ha hecho sobre el fascismo por parte de los teóricos burgueses ha sido débiles argumentalmente. Ernst Mandel señala que tales teóricos no han sido más analíticos en sus preguntas para resolver la interpretación del fascismo y él se plantea una: “¿el régimen fascista, niega o verifica las leyes inmanentes que rigen el desarrollo del modo de producción capitalista?” La pregunta está planteada desde el análisis económico de la posguerra y nos dice Mandel, “Las raíces de la economía de guerra alemana se encuentran profundamente enterradas en el periodo pre-hitleriano”23. Una de las obras pioneras en el estudio y sistematización fue El fascismo en su época de Ernst Nolte. El autor propuso un modelo teórico para el análisis del fascismo donde contrastaba al fascismo italiano, el nacionalsocialismo alemán y la Acción Francesa.Polemizó sobre el uso del concepto fascismo y desarrolló su idea del fascismo como fenómeno metapolítico. Nolte afirma que el año de 1919 fue cuando el fascismo germinó en varias partes de Europa, primero como movimientos nacionalistas y autoritarios, en las que la idea de antisemitismo y antibolchevismo fueron tomadas como banderas ideológicas por estos grupos.24 En estos años se manifestaron abiertamente los dos principales fascismos que debían angustiar al mundo, el primero obtuvo una absoluta victoria, el segundo experimentó una derrota rica en consecuencias. A fines de octubre de 1922 Mussolini organizó con sus camisas negras la “marcha sobre Roma” y, poco después de un año, Hitler comenzó amenazar al gobierno que hasta entonces había respetado.25 22 Ibid., p. 8 23 Ibid.,p. 9 24 Ernest Nolte, El fascismo en su época,[ trad. María Rosa Borras, Barcelona], 1963, p. 24 25 Ibid., p. 24 16 A las tendencias predominantes de la época las define como “la unidad de historia universal más pequeña jalonada por acontecimientos que hacen época”26, para Nolte estás son el fascismo y el comunismo. Hace una analogía entre estas dos ideologías argumentando que el fascismo no pudo haber existido sin el comunismo. El fascismo es por esencia anticomunista.27 La corriente historiográfica inaugurada por Ernest Nolte ha tenido una serie de críticas a partir de su uso de conceptos. Para esté “el fascismo surgió como fenómeno metapolítico particular, para resistir la trascendencia. Ofreciendo un camino alternativo para la acción colectiva”28 Al respecto de la obra de Nolte, Karl Dietrich opina que el concepto fascismo no ha logrado deshacerse de esa carga de lucha socialista y que sigue teniendo limitaciones empíricas29: Un problema capital sigue siendo el doble sentido del concepto general de fascismo. Fascismo es por una parte designación de la forma de manifestación histórica y nacionalmente ceñida del fascismo italiano y, por otra un concepto genérico para la caracterización polémica de todos aquellos movimientos antidemocráticos de derecha que tienen como meta un Estado nacional-autoritario de un partido y que se entiende como contragolpe frente a los ordenamientos estatales y sociales comunistas y socialistas, pero también liberal-democráticos. Por este motivo, significa una simplificación pretender dedicar al fascismo exclusiva y directamente del sistema burgués-capitalista. 30 El análisis sobre estos regímenes “fascistizados” se ha basado en ciertas características comunes que engloban una estructura e ideario político. El “minimo 26 Ibid.,p. 11 27 “La guerra, la revolución, el imperialismo, el surgimiento de la Unión Soviética y de los Estados Unidos no eran fenómenos delimitados localmente. Un partido que surgió de la guerra y combatió la revolución con métodos revolucionarios, radicalizó el imperialismo y vio en la Unión Soviética (aunque con menos gravedad, también en el americanismo) el mayor peligro de todos, no podía ser un fenómeno delimitado localmente” Ibid.,p. 15 28Kallis, op. cit., p. 28 29 Kosselleck en relación a los sufijos ismos afirma que “contienen un potencial dinámico y de transformación, temporalmente generado, por así decirlo, dentro del lenguaje. “Y “constituyen un ejemplo representativo de tales nociones ricas en capacidad de innovación” Véase., Reinhart Koselleck, “Historia de los conceptos y conceptos de historia”, Ayer, n 53, Madrid, p. 38 Mar cial Pons, 2004, p. 38. 30 Ibíd., p. 28 17 fascista” que consiste en seis puntos enunciados por Ernst Nolte y que cita Stanley Payne en su obra El fascismo; Antimarxismo, antiliberalismo , anticonservadurismo, el principio del caudillaje, un ejército del partido y el objetivo del totalitarismo: Las características comunes de los movimientos fascistas se referían a un conjunto nuevo de negaciones comunes, a aspectos de un nuevo estilo formal, a formas algo nuevas de organización y, en diversos modos o grados, a una nueva orientación en materia de cultura e ideología política, aunque siempre con diferencias muy fundamentales en el carácter específico de esas formas de ideas nuevas . Así para llegar a una definición por criterios aplicable a todos los movimientos fascistas de entreguerras strictu sensu , parece oportuno identificar: a) las negociaciones fascistas; b) los puntos comunes en materia ideológica y objetivos; c) las características especiales comunes de estilo y organización31. Los tipos que refiere Stanley no pretende ser rígida, sino un apoyo que permita flexibilizar el estudio de estos regímenes identificados con el fascismo y darles su justa dimensión. Clasificarlos según su grado y acercamiento con la ideología fascista o saber si solo eran movimientos nacionalistas. Él habla sobre las negaciones fascistas que son el Antiliberalismo, el anticomunismo y el anticonservadurismo como pilares de estos tipos de tendencias. A la vez se plantea los objetivos donde se vislumbra la creación de un nuevo Estado, la organización de una estructura económica nacional, la relación de poder con otras potencias y la defensa de un credo idealista y voluntarista. Respecto al estilo y organización refiere toda la parafernalia y símbolos que identifiquen al movimiento, la movilización de las masas así como la exaltación de la violencia y el uso de ella para alcanzar la transformación política y social de una forma orgánica. Al darnos una guía para el análisis de estos fascismos da pie a escrudiñar hasta el mínimo detalle en cuanto a la organización de estos “movimientos fascistas. Stanley dice que “gran parte de la confusión y ambigüedad que rodean a la interpretación de los movimientos fascistas se debe al hecho de que en muy pocos 31 Stanley G. Payne, El Fascismo, Madrid, Alianza Editorial, 1980, p. 5 18 casos lograron pasar a la fase de participación en el gobierno”32 . Él reconoce a Italia y Alemania como los únicos Estados que llevaron de una manera radical sus ideales a una esfera más organizada y reconoce que entre estos Estados hay diferencias que se deben hacer notar. El fascismo genérico ha seguido como una tendencia en la historiografía actual, Michel Mann publicó su obra Fascistas donde articula su propio esquema de análisis. Mann ve tres factores que caracterizan a los fascismos, el nacionalismo orgánico, el estatismo radical y el paramilitarismo.33 El autor explica las motivaciones de los movimientos fascistas para tomar el poder en lugar de los regímenes ya establecidos, ve al fascismo como una parte importante de la modernidad. Y al respecto afirma: El fascismo no fue un movimiento distinto a otros más modernos. Los fascistas tan solo adoptaron de manera más ferviente que cualquier otro icono político fundamental de nuestra época, la nación-estado, junto con sus ideologías y patologías.34 El fascismo dice, apareció en dos formas paralelas, la primera que hacía referencia a la nación donde las aspiraciones a favor de la democracia se entrelazaron a la idea de una nación orgánica y el pueblo era considerado único e indivisible. Así que los enemigos políticos y minorías debían de ser excluidas de la colectividad al considerarlos peligrosos.35 Y en la del Estado, donde el fascismo constituyo un movimiento de ideales que pretendía crear y establecer un orden social más armonioso, “el fascismo representó una versión para militar extrema que era característica de la nación-estatismo” 36 Mann, apoyado en el análisis de las clases sociales y el capitalismo, ubica dos pensamientos respecto al fascismo, la “escuela nacionalista” y la materialista. El autor presenta su esquema de análisis: 32 Ibid, p. 7. 33 Michael Mann, Fascistas,[ trad. Juan Pérez Moreno], Valencia, Publicacions de la Universitat de València, 2006, p. 9 34 Ibid.,p, 11 35 Ibid., p. 12 36 Ibid.,p. 13 19 Mi trabajo anterior identificaba cuatro “fuentes de poder social” esenciales en las sociedades humanas: la ideología, la económica, la militar y la política”. Se necesitan las cuatro fuentes de poder social para explicar las consecuencias sociales e históricas más importantes. El fascismo de masas constituyó una respuesta a la crisis ideológica económica, militar y política posterior a la Primera Guerra Mundial. Los fascistas propusieron soluciones a las cuatros.37 Para el autor el fascismo “constituye la persecución de una nación-estatismo superior y purificadora a través del militarismo”38 Que constituye con cinco términos fundamentales; nacionalismo,trascendencia y limpieza, estatismo y paramilitarismo. 37 Ibid.,p. 15 38 Ibid., p. 23 CORRIENTES DE INTERPRETACIÓN DEL FASCISMO MARXISTA AUTORITARISMO FASCISMOS GENERICOS León Trosky Ernest Mandel Hannah Arendt Karl Dietrich Ernst Nolte Stanley Payne Michel Mann El fascismo surge por la crisis del capitalismo. El fascismo es una respuesta a la revolución obrera Pugna por un análisis científico de la sociedad para darle explicación al fascismo El fascismo es una de las manifestaciones del totalitarismo Su explicación abarca tanto regímenes fascistas como comunistas. Es crítico ante la interpretación marxista El fascismo surge como resistencia a la modernidad. Hay características que engloban a los regímenes fascistas: antimarxismo, antiliberalismo y el objetivo del totalitarismo. El fascismo es estudiado como movimiento político y como cabeza del Estado. 20 3. El fascismo y su influencia en la política ibérica. El fascismo italiano tuvo influencia en otras naciones europeas dio origen a Estados autoritarios con características similares. Podemos citar para el caso dos naciones un desarrollo paralelo en la conformación de sus respectivos gobiernos, España y Portugal. Ambas naciones han sido objeto de análisis para determinar si en realidad eran regímenes fascistas al ser comparadas con la experiencia Italiana y alemana. y en su propio contexto político.39 El caso de la dictadura portuguesa con Oliveira Salazar y española con el General Primo de Rivera, y posteriormente con Francisco Franco en 1936 presenta un paralelismo en su desarrollo político, debido al agotamiento de las instituciones liberales que les precedieron. Jesús Reyes Heroles afirma al respecto que: El desgarramiento de la nación por las luchas interiores alcanzaba su límite; de 1910 a 1926 dieciséis revoluciones y cuarenta cambios de ministerio se realizaron; la seguridad de los ciudadanos portugueses proveniente de la normalidad en sus relaciones cotidianas se encontraba hecha pedazos[…] El ambiente era propicio a la implantación de una dictadura, pues siempre es el desorden generador de dictaduras y tiranías, y es así como no extraño que el 28 de mayo de 1926 estallara una nueva rebelión. Este movimiento dirigido por el mariscal Gómez de Costa y apoyado por el ejército prometía dotar al país de “un gobierno fuerte” que restaurara “la disciplina y el honor perdidos”, y sin derramamiento de sangre alcanzo el poder.40 Fue hasta que en el año de 1928, Oliveira Salazar economista y abogado fue llamado a ocupar el Ministerio de Hacienda donde fue configurando su poder e ideas para implantar su Estado Novo que le daría forma a su régimen. Pero, ¿fue el Estado Novo portugués un fascismo más?. Josep Sánchez Cervelló coloca al modelo portugués en la definición que J. H. Linz plantea: 39 “Casi ningún analista riguroso afirma que el régimen de Franco o el de Salazar fueran jamás plena ni si quiera intrínsecamente fascistas, y algunos niegan que tuvieran que ver en absoluto con el fascismo. Sin embargo, parece bastante claro que en primer decenio del régimen de Franco existió una importante componente de tipo fascista, lo cual indica que el caso español es complicado” Véase,Payne, El Fascismo, op. cit., p. 87 40 Jesús Reyes Heroles, Tendencias actuales del Estado, México, Editorial Bolivar, 1944, p. 142 21 Sistemas políticos con un pluralismo político limitado, no responsable; sin una ideología elaborada y directora; carente de una movilización política intensa o extensa y en los que un líder ejerce el poder dentro de límites formalmente, pero en realidad bastante predecibles41 Clasificarlo de gobierno fascista sin hacer una comparación con sus contemporáneos genera una vaga explicación de su régimen. Al igual que Mussolini y Hitler creía que los enemigos a vencer era el liberalismo del siglo XIX y el marxismo, pero en otros aspectos como la movilización de las masas no fue muy visible en su régimen: Incluso durante sus primeros años Salazar se resistió a convocar a las multitudes en las calles de Lisboa, y cuando lo hizo sus discursos resultaron inexpresivos en comparación con los de sus carismáticos contemporáneos de otros países. En lugar de dejarse ver, tendió a recluirse, y su aparato propagandístico lo presentó como un padre sabio y monacal, el salvador de la nación, lo dibujo en carteles con una espada cruzada en la mano y lo describió en libros de historia como el sucesor patriótico del héroe liberador de la nación, Juan IV de Braganza42 Salazar escapa del modelo fascista, prefería la prudencia y evitaba el encuentro con las masas, cosa contraria a Mussolini y Hitler que brillaban por su oratoria política. El dictador portugués prefirió despachar sus asuntos para la aplicación efectiva de sus decisiones respecto a lo político y económico. El Estado portugués que logró consolidar Salazar, fue eficaz en el control de los disidentes y enemigos políticos, montando un aparato de censura efectivo con la ayuda de la policía política, la Policía Internacional y de Defensa del Estado (PIDE).43 La prensa era controlada por sus ministerios filtrando cualquier publicación subversiva o que fuera contra los intereses de Salazar. La autoridad ejercida por el dictador aseguraba la 41 Joan Antón Mellón, et. al. Orden, jerarquía y comunidad. Fascismos, dictaduras y postfascismos en la historia contemporánea, Madrid, Tecnos, 2002, p. 199 42 David Birmingham, Historia de Portugal, Cambridge, Cambridge University Press, 1995, p. 221 43 “Rumores extendidos sobre la utilización de la tortura por parte de la policía secreta, de detenciones e incluso de asesinatos, aumentaron su efectividad como medio de suprimir las discusiones políticas en el interior y posteriormente también para propagar el miedo en las colonias. Salazar justificaba “unas cuantas bofetadas para hacer confesar a los terroristas y salvar vidas inocentes”, pero el miedo se convirtió en un arma bien afilada en sus manos, y quienes pasaban por delante de las comisarías de policía podían oír los gritos de los detenidos, sometidos a forma de tortura de una clara crudeza o de un exquisito refinamiento” Ibid., p. 226 22 eficacia y el control en varias aristas del país, en este punto es donde reside la similitud con los otros Estados fascistas. Otro principio fundamental de la dictadura portuguesa es la restauración de la autoridad estatal, con toda la fuerza y el significado que debe tener. Entre el dilema un tanto forzado que todo régimen se plantea –autoridad o libertad- la dictadura portuguesa opta por la solución más radical. “Autoridad y libertad son dos conceptos incompatibles. Donde existe la una no puede existir la otra” . “Entreguemos, por tanto , la libertad a la autoridad , porque sólo ella la sabe administrar y defender” […] El autoritarismo portugués es absoluto; desde la existencia de un poder ejecutivo sólido y decidido hasta la tarea de moldear la conciencia, se extiende.44 Un vistazo a la constitución portuguesa aprobada en el año de 1933 nos puede dar una idea del carácter que debía tener el Estado como único regulador en lo social, político y económico. En su artículo quinto menciona: “El Estado Portugués es una Republica Unitaria y corporativa, basada en la igualdad de los ciudadanos ante la ley, en el libre acceso de todas las clases sociales y en la interferencia de todos los elementos estructurales de la Nación en la vida administrativa y en la hechura de las leyes”45 El régimen de Oliveira Salazar no presentaba un aspecto importante del fascismo, como vimos la movilización a gran escala no fue posible por ciertas características. Como la de su población que no estaba politizada y que fue sumida aún más en esa posición por el autoritarismo ejercido por la dictadura hasta el golpe de Estado comandado por mandos medios militares en la llamada Revolución de los Claveles en abril de 1974. El establecimiento de la dictadura del General Primo de Rivera y su análisis debe partir de la consideración de su carácter autoritario englobado en los regímenes europeos del siglo XX. En este sentido, debemos analizar este primer ensayo de fascistización en España y saber las razones ideológicas y doctrinales que hicieron parecer al régimen similar al de Mussolini en los años veinte. En el pronunciamiento 44 Jesús Reyes Heroles, op. cit., p. 151 45 Antonio De Oliveira Salazar,Constitución Política de la República Portuguesa, Lisboa, 1933, Ediciones del Secretariado de la Propaganda Nacional, p. 4 23 de Primo de Rivera de 1923 es donde vemos ciertos elementos “fascista” en su discurso, Españoles; ha llegado para nosotros el momento más temido que he esperado (porque si hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento, de cuantos amando la patria no ven para ella otra solución que libertarla de los profesionales de la política 46 El elemento más visible es su aversión al parlamentarismo liberal del siglo XIX y que se veía reflejada en el sistema llamado “El turno”. En el que los partidos, el Partido Canovista y el Partido de Sagusta formaron el ala derechista e izquierdista del sistema y que rolaban el poder en cada periodo. Tal sistema ya venía en decadencia por ciertos acontecimientos que señalaban la crisis política y económica que vivía España47 Los males de España se debían a la total anarquía que emanaba del sistema parlamentario que no podía dar solución debido a la irresponsabilidad política de las dos alas, la izquierdista y la de derecha. El General Primo de Rivera se nombra cabeza de un directorio militar creado en 1923 que se encargó del poder Ejecutivo así que las Cortes desaparecieron, a través de esta se decretaban leyes. En 1925 se convierte en un directorio civil incorporando profesionistas en diversos ministerios. En 1929 se proyectan ideas de una Constitución orgánica pero esta nunca dio a luz. En su política exterior figuró el objetivo de pacificar Marruecos logrando la pacificación en 1927. Este logro no fue capitalizado por Primo de Rivera pero si por los oficiales españoles radicalizados en África, los llamados africanistas. Esto legitimara más a este grupo de donde saldrá después Francisco Franco y aprovecharan esa fama ganada por la guerra. 46 Jordi Cassas Ymbert, La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Textos, Barcelona, Editorial del Hombre, 1983, p. 81 47 “No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, exgobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capateces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la moneda; rastreras intrigas políticas tomando por pretextos la tragedia de Marruecos; impune propaganda comunista” p. 82 24 Para Jordi Cassas varios fueron los factores que frustraron la consolidación fascistizante del nuevo régimen “este hecho contribuyó a que el partido único fuera relegado en todo momento a un segundo plano y el que se terminara por responsabilizar de su funcionamiento a la vieja red caciquista.”48 Su partido Unión Patriótica no logró con su objetivo de ser piedra angular como si fue en Italia, ya que se caracterizó por ser débil y no tener una buena organización. Por otra parte, La Dictadura no generó en ningún momento ningún movimiento de adhesión de masas como sí ocurrió, por ejemplo en el caso italiano: aquí, este favoreció una vez más el tradicional extrapoliticismo de amplios sectores de la población española alejados de unas decisiones políticas que seguían estando desvinculadas de las posibilidades de control electoral parlamentario; de la noche a la mañana era imposible improvisar estos estados de opinión que acompañan inequívocamente al fascismo49 Al parecer el régimen de Primo de Rivera se podría considerar como una dictablanda, su estructura política e ideológica parecía ser una parodia de los imágenes y discursos italianos, ya que no eran complejos y pareciera no tener un objetivo claro. Al carecer de sindicatos no tuvo ese apoyo corporativo que si tenía Mussolini en Italia, a pesar de que el Estado si tuvo un intervencionismo en la economía fue limitado. En la opinión de Payne, “Primo de Rivera no logró en absoluto superar el medio ambiente político, ideológico y cultural del liberalismo, ni si quiera en su propio pensamiento y su caída radicalizó mucho la política española y llevó al comienzo de la democracia de masas”.50 A pesar del interés de parte del primorriverismo de asimilar la experiencia italiana, con visitas oficiales a Italia y con el visto bueno de Mussolini, él proyecto no acabo de cuajar 48Ibid., p. 17 49 Ibid. p. 84 50 Payne, op. Cit.,p 89 25 4. Europa y el autoritarismo. Un panorama general. El esbozo de los regímenes políticos europeos nos ayudara a entender el contexto en el que se desarrolló el fascismo. En la Europa del siglo XX prevalecían los estados liberales con un sistema parlamentario y constitucional que se valía de elecciones para constituir asambleas representativas, había una tendencia clara al liberalismo antes del ascenso del fascismo. Como menciona Eric Hobsbawn la derrota del liberalismo tuvo sus raíces en la Gran Depresión,51 cuando los valores democráticos se debilitaron y las derechas y el discurso fascista tomo sustento para avanzar sobre la opinión pública europea. Un mapa explicativo nos ayudara a vislumbrar esto: 52 El ascenso de la derecha radical después de la Primera Guerra Mundial fue a causa del temor del avance del movimiento obrero y a la revolución social por medios 51 Eric Hobsbawm, Historia del siglo xx, Buenos Aires, Critica- Grijalbo Mondadori ,1998, p. 18 52 José Luis Trujillo Rodríguez , Blog de historia del mundo contemporáneo, http://joseluistrujillorodriguez.blogspot.mx/2013/03/mapa-regimenes-politicos-periodo-de.html (consultada el 9 de octubre de 2016) 26 extremistas. El desencanto también era el ingrediente ideal para que el radicalismo emergiera. Cómo nos señala Hobsbawn: Las condiciones óptimas para el triunfo de esta ultraderecha extrema eran un estado caduco cuyos unos mecanismos de gobierno no funcionaran correctamente; una masa de ciudadanos desencantados y descontentos que no supieran en quien confiar; unos movimientos socialistas fuertes –o así lo pareciera- con la revolución social, pero que no estaban en situación de realizarla; y un resentimiento nacionalista contra los tratados de paz de 1918-1920. En esas condiciones, las viejas elites dirigentes, privadas de otros recursos, se sentían tentadas a recurrir a los radicales extremistas53 En países como Checoslovaquia, Polonia y Yugoslavia no hubo un movimiento fascista como tal, ya que otras clases dirigentes nacionalistas llevaban la batuta, en todos los casos eran reaccionarios y militaristas. Hay que aclarar que estos grupos eran diferentes entre sí y muchas veces no compartían la discriminación racial ni el antisemitismo de los alemanes nazis. Las derechas conservadoras europeas ya antes de 1914 se valían del discurso extremista de la ultraderecha con un marcado nacionalismo y el uso de la violencia. Era una lucha en contra de la modernidad. El aparato de poder estaba en manos de las viejas clases dominantes, donde un pequeño grupo mandaba y tenía el monopolio de la violencia en contra de la población que oponía resistencia. Los líderes políticos a la cabeza de estos Estados autoritarios, no tenían el carisma de los fascistas de Alemania o Italia, sus asuntos eran tratados a casi puerta cerrada sin utilizar el populismo característico. Hubo un nacionalismo y culto al Estado, Jerzy Borejsa dice: La predisposición de las poblaciones de Centroeuropa oriental respecto a la propaganda estatista y nacionalista era muy grande. En estas regiones se habían creado Estados por primera vez, o habían renacido después de siglos, como consecuencia de las caídas de la monarquía de los Habsburgo y del imperio de los zares, y de la derrota de la Alemania Guillermina. Sólo algunos de ellos, como 53 Hobsbawm, op. cit., p. 133 27 Grecia, Bulgaria, Rumania y Serbia, tenían una continuidad más larga que venía del siglo XIX54 En estos regímenes autoritarios de la zona Centroeuropa, los militares fueron la cabeza del movimiento. Eran la fuerza que defendía el sistema existente, sostenían a los dictadores. Estos mismos sistemas autoritarios compartían ciertas características como ya lo había mencionado antes; el anticomunismo, su aversión a la democracia, el antiparlamentarismo y la crítica al sistema de partidos. No podemos hablar de un único modelo fascista que se presentara en estas naciones. En Letonía, por ejemplo , y su régimen liderado por Horía Sima entre 1940-1941, “quiso dar rasgos fascistas, regresó al status quo ante tras ser destruido por Ion Antonescu, hacia el modelo de Estado regido de manera autoritaria”55 En Hungría, el gobierno de Miklós Horty es considerada como la primera dictadura reaccionaria de Centroeuropa Oriental, una de sus medidas fue emprender una dura represión contra los sospechosos de haber apoyado a la República Hungara de los soviets. El anticomunismo fue la bandera que izaron para generarse más apoyo popular. Es interesante saber cómo calificaban sus regímenes políticos desde dentro, a saber: En 1927 el ministro-presidente István Bethlen (1921-1931) calificó su sistema de “democracia apoyada en factores corporativos” Cierto es que Bthlen y sus sucesores enlazaban con conceptos corporativistas al crear cámaras agrícolas y distintas institucionales de arbitraje con el fin de resolver los problemas sociales. Sin embargo la Hungría de Horthy estaba muy lejos de la democracia, a pesar de que existía un sistema pluripartidista, un Parlamento y libertad parcial de prensa.56 La historiografía señala, según el análisis de Michael Mann que Hungría había sido uno de los países más tolerantes respecto a los judíos a diferencia de Rumania que había sido más antisemita. Señala que ante esto debería disuadirnos a la hora de realizar cualquier generalización sencilla respecto al impacto de la guerra mundial, 54 Jerzy W. Borejsza, La escalada del odio. Movimientos y sistemas autoritarios y fascistas en Europa, 1919- 1945, Madrid, Siglo Veintiuno de España editores, 2002, p. 149 55 Ibid., p. 151 56 Ibid., p. 153 28 respecto a los terratenientes reaccionarios o respecto al antisemitismo del fascismo57. El panorama de los regímenes europeos, podemos decir, fue una cadena de totalitarismos, fascistas o no, que pretendían una organización más efectiva del Estado, con la corporativización de las estructuras sociales y económicas. Aunque el objetivo no es ir analizando a fondo todos los regímenes europeos, si es necesario dar un panorama general sobre la situación política del continente ante la aparición del fascismo Italiano. 57 Mann, op. cit., p. 53 29 Conclusiones. Fascismos y autoritarismos. Conceptos que pueden ser vistos como las caras de una misma moneda pero que en realidad van por caminos diferentes al aplicarlo al análisis de algún régimen político. La crisis ocasionada por la Primera Guerra Mundial trajo consigo un reacomodo político donde el liberalismo había dejado en aprietos económicos y sociales a las naciones. El cambio de paradigma a un Estado más intervencionista y que controlara los monopolios en todos los ámbitos, hizo más eficiente en algunos casos la administración. Este aspecto era compartido tanto por regímenes autoritarios como fascistas. Entonces ¿La clasificación de los Estados de esa época es suficiente para darles el título de fascistas? Como hemos analizado, el examen de las organizaciones fascistas y de ultraderecha es mucho más compleja y llena de matices cuando todavía estos grupos no han llegado al poder. La Alemania nazi y la Italia fascista se les ha tomado como ejes importantes para la reflexión en torno al fascismo europeo pero al mismo tiempo han sido obstáculo para salir de la generalización de estos movimientos. ¿Qué es el fascismo fuera de Alemania e Italia? Es una pregunta que nos lleva a una reflexión profunda sobre las características de los movimientos políticos en otros países europeos y de Latinoamérica. El análisis del autoritarismo desde la perspectiva de Aristotle Kallis y de Hannah Arendt comparten la idea de que son movimientos ultranacionalistas y antimodernos, que rebasan el espectro ideológico y que suelen tener similitudes con el régimen comunista ruso. Y otra que han sido los aportes de Ernest Nolte y los fascismos genéricos que le han dado a la historiografía un modelo algo flexible para la comparación de regímenes “fascistizados” El repaso por la historiografía en este capítulo es un buen inicio para el análisis de los movimientos fascistas en España y en especial de la Falange Española fundada por José Antonio Primo de Rivera. Así surgen ciertas preguntas que nos harán reflexionar sobre su organización política. ¿La Falange era fascista?, ¿Qué 30 opinión tenía José Primo de Rivera sobre el fascismo europeo? y ¿Cómo era vista Falange Española por otras organizaciones de derecha? 31 ¡Hispanos! ¡Guerra a la socialdemocracia! Ledesma Ramos, La Conquista del Estado Capítulo 2 Entre derechas y fascismos. La Falange Española. Este capítulo tiene como objetivo analizar las corrientes ideológicas de derecha que participaron en la vida política española del siglo XX. Al conocer la doctrina e ideología de estas agrupaciones tendremos un panorama más claro del papel que jugó Falange Española, durante la República y en el Franquismo. Juan Pablo Fusi y Raymond Carr en su obra España, de la dictadura a la democracia, afirman que Franco dio su nombre a un sistema político y social mucho más complejo y adaptable, siendo su mayor logro la articulación de los intereses conservadores que la Monarquía había protegido, mismo que la República había amenazado.58 Estos intereses conservadores pertenecían a una gama de agrupaciones que tal vez compartían ideales entorno a los enemigos en común pero al plantearse proyectos políticos de nación no eran del todo compatibles. El estudio de la derecha europea y en especial de la española, ha pretendido despojarla de ese carácter homogéneo y monolítico que le ha dado el análisis hecho desde la izquierda política. La misma concepción de derecha, dice Pedro Carlos González Cuevas, tiene una serie de problemas en su definición y en su forma de delimitar el campo de búsqueda histórica59 El autor critica los matices exagerados que le ha dado la historiografía de izquierda al estudio de las derechas, ya que no toma en cuenta la complejidad, tanto del término, como de las realidades. Pretende deslindar los contenidos sociales y políticos que se asocian a la derecha española, 58 Raymond Carr y Juan Pablo Fusi, España, de la dictadura a la democracia, Barcelona, Editorial Planeta,1979, p. 33 59 Pedro Carlos González Cuevas, Historia de las derechas españolas. De la ilustración a nuestros días, Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 2000, p. 28 32 como el de orden y autoridad, el totalitarismo y el antisemitismo, ya que éstos no solamente han sido ejercidas o abanderadas por la derecha.60 Para el caso de las derechas españolas, el autor destaca la importante influencia de la Iglesia Católica como aglutinadora del discurso de la protección y defensa de la tradición. La fuerte autoridad del clero en los asuntos políticos fue dotando a España de símbolos así como de una forma de ver el mundo con la cual las derechas se identificaban. 61 Él ve dos corrientes dentro de las tendencias de la derecha; la conservadora-liberal y la teológico-política. De la primera afirma Esta tradición cristalizará en el moderantismo, sobre todo, aunque no únicamente, en su versión “puritana” y luego en el canovismo. Ideológicamente, esta “tradición” admite, al socaire del triunfo final del liberalismo en las sociedades europeas, aquellas transformaciones políticas y sociales que parecían ya irreversibles; pero intentan conservar, al mismo tiempo, a través del concepto de “constitución histórica”, determinadas instituciones tradicionales.62 En esta tendencia se pretendía conciliar pasado y presente, la Monarquía constitucional sería la depositaria de estos valores al equilibrar al conservadurismo y el liberalismo. El sistema político del Turno así como la dictadura de Primo de Rivera sería donde esta directriz derechista predominó. De la teológico-política “se trata de renovar la objetividad de las afirmaciones católicas y asegurar su validez, en contraposición a la modernidad amenazante, disolvente de las viejas convicciones religiosas”63, el carlismo, neocatolicismo y el conservadurismo autoritario detentaran esos afanes contrarrevolucionarios donde el aspecto religioso y de jerarquía serían los ideales. Pero la hegemonía política de esta tendencia sería obstáculo para otras formaciones de derecha, como la radical: La hegemonía del paradigma teológico-político en los ámbitos de la extrema derecha española, que pudo renovarse al socaire del liberalismo y de los nuevos 60 Ibid., p, 28 61 Ibid., p.40 62 Ibid.,p. 44 63 Ibid.,p. 45 33 rumbos del pensamiento social católico con su rehabilitación del corporativismo y del intervencionismo económico, obstaculizó ostensiblemente la posible emergencia de otras tradiciones de derecha en la sociedad conservadora. Fue el caso de la “derecha radical”. Por lo general, no se ha dado una definición satisfactoria de derecha radical, que pueda distinguirla con nitidez del resto de las tradiciones conservadoras64 Respecto a los extremismos políticos, José Luis Rodríguez Jiménez afirma que “entre los criterios que definen a esta corriente es la inconsistencia lógica del repertorio utilizado para ofrecer su concepción del mundo, la justificación del uso de la violencia para el logro de sus objetivos así como la dialéctica de amigo- enemigo.”65 Las familias de la extrema derecha española comparten los mismos temores a las ideas surgidas de la Ilustración así como su rechazo a la democracia y al liberalismo, que a su manera de ver han sido un fracaso de la modernidad. El nacionalismo y el anticomunismo permearan el discurso político de estas extremas derechas, también destaca el aspecto católico. El análisis de las corrientes derechistas en la España del siglo XX así como de la problematización del concepto de “derecha” en la vida política europea, ha roto con el esquema tradicional de explicación. Al querer estudiar a la agrupación Falange Española, debe tenerse en cuenta que la agrupación era sólo un punto más en la constelación de las derechas en España. La relación política de Falange Española durante la Segunda República y durante la Guerra Civil generó en ésta, ciertos debates ideológicos con el objetivo de diferenciarse de los tradicionalistas: Pero es también una derecha atravesada por importantes diferencias y divisiones internas, que abarca desde algunos sectores católicos próximos a la democracia cristiana (reformistas en lo social y tendentes a aceptar el orden liberal democrático), hasta los monárquicos tradicionalistas o neotradicionalistas (caracterizados por un radical antiliberalismo y un marcado conservadurismo social. Mayor particularidad presenta aún el naciente fascismo español, que por su 64 Ibid.,p. 47 65 José Luis Rodríguez Jiménez, La extrema derecha española en el siglo xx ,Madrid, Alianza Editorial, 1997, p. 15 34 discurso “revolucionario” en lo social, por su relativa aconfesionalidad y por los componentes totalitarios de su proyecto político, no encaja del todo en los moldes derechistas.66 Al conocer la doctrina e ideología de estas agrupaciones políticas tendremos un panorama más claro del papel que jugó la Falange Española, durante la República y el Franquismo. 1. Las derechas durante la Segunda República Española. Con la caída de la dictadura del General Primo de Rivera en 1930, las grandes asociaciones conservadoras perdieron el poder y el control político que ostentaban. Las elecciones celebradas en 1931 dieron la mayoría a la coalición de republicanos y socialistas. Es así que la Republica nació el 14 de abril de 1931 y el rey tuvo que partir al exilio con algunos monarquistas67. La salida del rey permitió la instauración de un gobierno provisional que duró de abril a octubre de 1931 encabezado por Niceto Alcalá Zamora, por otra parte también se creó un texto proto-constitucional que se redactó el mismo día de la proclamación. El Estatuto de Gobierno Provisional declaró principios básicos como la libertad de culto, el respeto a la organización de sindicatos, el derecho a la propiedad y una convocatoria a las cortes constituyentes lo que se planeó para el 28 de junio de 1931.68 66 Julián Sanz Hoya, De la resistencia a la reacción. Las derechas frente a la Segunda República .Cantabria 1931- 1936, Santander, Universidad de Cantabria, 2006, 310 p. 67 “El día 14, mientras el rey se preparaba para dejar Madrid camino de la costa, los dirigentes republicanos, asombrados por su repentina apoteosis, asumieron el poder político y proclamaron la II República. Al día siguiente por la mañana, Alfonso zarpó temprano desde el puerto Mediterráneo de Cartagena iniciando lo que esperaba y creía que iba ser un breve exilio, después de hacer pública una declaración en la que decía que se marchaba con el objeto de evitar la guerra civil y que ni adbicaba ni renunciaba a sus derechos.” Véase. Martin Blinkhorn, Carlismo y Contrarrevolución en España. 1931-1939, Barcelona, Grupo Editorial Grijalbo, 1979, p. 16 68 Aquí los puntos básicos del estatuto: 1. Prometía unas nuevas Cortes Constituyentes para preparar una Constitución democrática basada en “normas de justicia”, a cuyo juicio se someterían todos los actos del Gobierno Provisional (…) 35 El panorama político republicano de este primer bienio descansaba en una alianza entre la izquierda republicana, el centro-derecha republicano y los socialistas. Los que lideraban estas corrientes eran Alcalá Zamora, jefe de gobierno provisional que representó un símbolo de moderación y fiabilidad republicana por su conocida trayectoria política. Los moderados, representados por Alejandro Lerroux y donde se integraban las clases medias que se opusieron a los cambios drásticos en lo económico y social. Otro de los grupos importantes fue el Partido Acción Republicana, donde figuró Manuel Azaña, también asociada la Esquerra Catalana representada por Nicolau de’Olwer. Y la extrema izquierda representada por el Partido Socialista, su objetivo era acabar con los residuos de feudalismo y de tradicionalismo en España para darle paso a un modelo socialista69 Stanley G. Payne hace una radiografía de estas izquierdas y nos explica el porqué de su fracaso en construir acuerdos con otras fuerzas políticas adversas al régimen: A excepción de los más moderados -Alcalá Zamora y Lerroux- los dirigentes políticos republicanos tenían poca experiencia política práctica. No representaban únicamente una generación nueva, sino también unos sectores nuevos que habían desempeñado unos papeles muy limitados, si acaso, dentro del régimen parlamentario anterior(…) Su inexperiencia y su enfoque doctrinario los dejaba desprovistos de algún punto de contacto con grandes sectores moderados y conservadores de las clases medias que no compartían sus objetivos políticos.70 2. Prometía someter a un juicio de responsabilidades a aquellos actos de delincuencia pública que no hubieran pasado por un proceso completo con anterioridad a la dictadura u que hubieran sido cometidos por los gobiernos extraparlamentarios de 1923-1931 3. Prometía”respetar de manera plena la conciencia individual mediante la libertad de creencias y cultos”, lo que abrogaba implícitamente el Concordato de 1851 que había otorgado a la Iglesia católica una posición privilegiada. 4. Garantizaba los derechos civiles y reconocía “el derecho sindical y la libertad corporativa”, considerando esto último como la base de una nueva ley social, un compromiso explícito por los sindicatos. 5. “La Libertad privada queda garantizada por la ley. En consecuencia, no podrá ser expropiada sino por causas de utilidad pública y previa indemnización correspondiente. 6. “El gobierno se reserva la facultad de someter los derechos ciudadanos a un régimen de fiscalización previa , dando cuenta de ello a las Cortes en su día” Véase Stanley G. Payne, La primera democracia española 1931-1936, Barcelona, Ediciones Paidós, p. 56 69 Ibid.,p. 54 70 Ibid.,p. 56 36 La España republicana ofrecía una nueva orientación al nacionalismo español que heredaba una tradición uniformista y centralista. El Estado proponía la creación de una forma de convivencia en España a partir del desarme ideológico de la estructura nacionalista rígida dejada por la dictadura. Las dos Españas, se verán confrontadas a partir de este tema; la Nación. Al tener diferentes proyectos, la convivencia entre el ala izquierdista y de derecha se iría recrudeciendo. Como señala Baramendi: “Esta concepción se contrapuso a una renovación de los sectores conservadores, bajo la influencia de las orientaciones del nacionalismo predominante en Europa. La unidad nacional, católica, lingüística, y mitológica bajo un nuevo orden social permitió la aparición de un nacionalcatolicismo [..] La reconstrucción del nacionalismo español se efectuó a partir de la defensa de la unidad nacional católica de España frente a los nacionalismos y las orientaciones reformistas o de clase”71 Aunque las derechas españolas compartían ese nacionalismo conservador, hay otras características que nos pueden explicar las razones de su agrupación en un cuerpo más o menos homogéneo durante la dictadura franquista. Y como veremos y trataremos de explicar, estas derechas eran diferentes entre sí, lo que generó conflictos ideológicos así como de liderazgo. Esto rompe con esa visión homogénea y estática que se tiene de los movimientos nacionalistas derechistas en Europa. 1.1 Los católicos. Los católicos hasta ese momento se mantenían en escena agrupados en asociaciones no precisamente políticas, como la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP), fundada en 1909 por el jesuita Ángel Ayala que estimulaba 71 Justo G. Beramendi y Ramón Máiz, Los nacionalismos en la España de la II República, Madrid, Consello da Cultura Galega-Siglo XXI editores, 1991, p. 18 37 la creación de una elite intelectual.72 Las asociaciones de jóvenes católicos ya estaban organizadas mucho antes de la existencia de la ACNP. Desde los años veinte existía una organización dentro de la Iglesia donde se agrupaban sus juventudes en estos movimientos apostólicos. Ellos se definían como una Agrupación de seglares católicos con personalidad jurídica, eclesiástica y civil, cuyo carisma se orienta al apostolado católico, formando e instando a sus miembros para que tomasen parte activa en la vida pública, sirviendo de nexo de unión de los católicos. El propagandista antepone su compromiso cristiano y su afán de testimonio evangélico, a cualesquiera otras consideraciones e intereses, adoptando conductas inequívocas a favor de la verdad y la justicia y en defensa de la persona humana73 Ante la amenaza de la Republica los católicos intensificaron sus actividades propagandísticas. La expulsión de la Compañía de Jesús, en 1931, fue tomada como una agresión a la educación tradicional impartida en la enseñanza pública. Era la pelea por los espacios públicos de adoctrinamiento político y donde la Iglesia aún controlaba la mayor parte de este espectro social, principalmente los jesuitas74. Esta orden se caracterizó por ciertas acciones sociales a través del tiempo, entre ellas la atención de los centros de enseñanza popular con lo que lograron la conquista de la juventud obrera y con ello fomentar la necesidad de reorganizar los cuadros de liderazgo. La entrada de los católicos a la política española estuvo fuertemente influenciada por la encíclica Rerum Novarum de 1891 que fue promulgada por el papa León XIII cuyos postulados exponía la preocupación por la responsabilidad social de la Iglesia y al tiempo que proponía una alternativa al marxismo. La encíclica reprochó 72 José Luis Rodríguez Jiménez, op. cit., p. 109 73 Antonio Pérez Crespo, Historia del Centro de Murcia de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdp) de 1926 a 2011, Madrid, CEU Ediciones, 2013, p. 35 74 “La acción social de los jesuitas españoles se ajusta a las pautas del movimiento social cristiano, se mantienen las soluciones tradicionales, se ensayan nuevas experiencias, o se integran unas a las otras; puede hablarse de un recambio de dirigentes, mientras las instituciones aumentan y se procura atender con más esmero a la formación tanto de los sectores obreros como de los dirigentes católicos.” Véase. Manuel Revuelta González, La compañía de Jesús en la España Contemporánea, Madrid, Ediciones Mensajero, p. 787 38 a los socialistas atizar “el odio de los indigentes contra los ricos, trataban de acabar con la propiedad privada de los bienes” criticó también la codicia de algunos patrones. La Iglesia pugnaba por salarios justos ya que “defraudar a alguien en el salario debido es un gran crimen, que llama a voces las iras vengadoras del cielo”75 Afirma Feliciano montero, como el catolicismo social en España ha marcado distintas tendencias, tres de ellas han sido las estrategias que se han planteado desde cada una de éstas: 1) rehacer un Estado cristiano expuesta por los católicos integristas tradicionalistas. 2) la visión de una regeneración cristiana dejando a un lado la definición de política del régimen; alentada por los demócratas y católicos sociales. Y finalmente, 3) una propuesta para inspirar cristianamente a la sociedad a partir del reconocimiento del proceso secularizador. 76 Los católicos ocupaban varias áreas desde las cuales defendían sus posiciones. Una de ellas eran las universidades. La Confederación de Estudiantes Católicos, creada desde el año 1920, nació como una reacción frente “al individualismo egoísta y aniquilador (del liberalismo), (del) laicismo y (de) la impiedad de las anteriores generaciones intelectuales” 77 La Confederación se encargó de defender la libertad de enseñanza ante el monopolio de la Federación Universitaria de Estudiantes (FUE) y pugnó por la necesidad de imponer la enseñanza religiosa incluso a los no creyentes, asociando la fe con la nacionalidad española. La movilización estudiantil española se centró en restarle fuerza propagandística y política a la FUE, su actitud ante los medios utilizados por la FUE para reivindicarse les eran desfavorables, como el uso de la huelga. Como apunta Pérez Crespo: La Confederación reitera su criterio, tantas veces expresado, de franca oposición a la organización de huelgas escolares. Las Federaciones no deberán sino aconsejar por motivos profesionales, y en caso necesario, la abstención de asistencia a clase 75 Leon XIII, Rerum Novarum. Sobre la situación de los obreros, 15 de mayo de 1891 76 Feliciano Montero Garcia, El primer catolicismo social y la Rerum Novarum en España 1889-1902, Madrid, Editorial CSIC, 1983, p. 21 77Pérez Crespo, op. cit., p. 17 39 durante veinticuatro horas con garantía de que no se coaccionará el derecho de los que no quisieran sumarse a esta actitud78 En los años republicanos, los estudiantes de la FUE se dedicabaron a desplegar campañas de difusión cultural, revistas, campeonatos y otras actividades que los identificaban con el nuevo régimen.79 Esto generó en los jóvenes católicos una molestia al ver que las organizaciones republicanas monopolizaban los espacios universitarios, un afán, según ellos, sectario. En el campo político, Acción Política fue el fruto de esa concepción de debilidad de la derecha ante el embate republicano. Fue fundada por el cardenal Ángel Herrera Oria, director de El Debate y presidente de la ACNP. En el manifiesto de mayo de 1931 se definieron como una organización de defensa social que actuará dentro del régimen establecido en España, de hecho, para defender instituciones y principios no ligados esencialmente a una forma determinada de gobierno, sino fundamentales y básicos en cualquier sociedad que no viva de espaldas a veinte siglos de civilización cristiana.80 Acción Política estuvo fuertemente influenciado por la doctrina de León XIII, para que la acción política debía de alcanzar la justica social, la cual estaba encaminada a la creación de una conciencia social entre los católicos y aminorando el desastre creado por el liberalismo del siglo XIX. Acción Nacional nos muestra la diversidad 78 Ibid., p. 20 79 “La labor de la FUE hacia la educación se completó con la organización de colonias escolares, en manos de los estudiantes de Magisterio, en las que durante dos meses, sesenta niños disfrutaban del campo en Buñol, atendidos en su alimentación, higiene y educación, tanto mental como física. Se iniciaron las colonias de la FUE en Valencia; desde aquí se extendieron a toda la federación. Las actividades sociales también se manifestaron en actos más esporádicos como la cuestión por los sin trabajo en Andalucia. La música fue atendida fundamentalmente por los alumnos de Bellas Artes, que trabajaron en el cartelismo y las exposiciones, y se celebraron concursos como el que se convocó para elegir el cartel de la I Exposición Nacional de Arte Universitario, organizado en Valencia en 1933. Una de sus primeras actividades al constituirse había sido la organización de un equipo de jocquey y de un campeonato de futbol (…) La Federación Universitaria Escolar también desarrollo medios escritos de expresión. En otras universidades ya lo habían hecho con anterioridad, como en Madrid donde en 1929 salía Germ, y Salamanca, donde se puso en Marcha al año siguiente Vitor. Ya en la Republica fueron más: en Barcelona en 1932 aparece Enginy, en Madrid primero FUE y luego Gaceta Universitaria, ambas en 1933” Véase. German Perales Birlanga, Catolicos y liberales. El movimiento estudiantil en la Universidad de Valencia, Valencia, Publicacions de la Universitat de Valencia, 2009, p. 319 80 José Luis Rodríguez Jiménez, op. cit., p. 110. 40 de fuerzas de derecha, muchos de sus afiliados procedían de las filas alfonsinas y tradicionalistas. La plataforma asumió la función de la convergencia de las distintas familias monárquicas, articuladas entorno al rechazo del nuevo régimen dividiéndose en dos corrientes: la de los accidentalistas católicos y monárquicos fundamentalistas. 1.2 Los monárquicos. Para el sector accidentalista, donde destacó la figura de José M. Gil Robles, la restauración sólo era una cuestión secundaria, ya que la prioridad era la defensa de los intereses del clero y el orden social. Su objetivo era establecer un modus vivendi paralelo al régimen republicano, a partir de la consideración de que las formas de gobierno son accidentales y que lo esencial era mantener los valores tradicionales socioeconómicos y culturales vinculados al catolicismo.81 En cambio para los fundamentalistas, estos valores se identificaban plenamente con la vigencia de la monarquía y su instauración debía de ser de manera subversiva y violenta. El conflicto entre estos sectores dentro de Acción Nacional no tardó en iniciarse El sector aglutinado en torno a Gil Robles deseaba crear un partido político que se consolidase para actuar dentro de la República, en cambio los monárquicos fundamentalistas tan solo deseaban una estructura organizativa desde la que operar contra el régimen y no estaban dispuestos a aceptar que la forma de régimen pudiera ser algo secundario, ni siquiera por conveniencia táctica y de forma transitoria.82 Las fuerzas de derecha antirrepublicana tenían muchas coincidencias en el sentido de oponerse a las reformas izquierdistas iniciadas en el primer bienio del régimen republicano, pero no en la forma de actuar para derrotar a los socialistas. Ante la pérdida de posiciones de los alfonsinos en Acción Nacional, Gil Robles ocupó la jefatura del partido en 1931. Su programa acató la legalidad vigente y reconoció al régimen republicano, su objetivo fue defender los intereses de la 81 Javier Tussel, Las derechas en la España Contemporánea, Madrid, Anthropos-Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1997,p. 214 82 Rodríguez Jiménez, op. cit., p. 112. 41 Iglesia, por un nacionalismo españolista, así como la concentración de poder en la autoridad y el rechazo a una reforma agraria. Otro sector de tradicionalistas y dirigentes carlistas, abandonaron el partido y se reintegraron en la Comunión Tradicionalista, que estaba integrado por personas de una posición económica privilegiada. Su lema era Dios-Patria-Rey. La Comunión Tradicionalista no es un partido político. Bajo su bandera caben todos los españoles porque simboliza el esplendor y la grandeza de la Patria, España. Durante sus cien años de existencia, cumplió misiones providenciales y fue baluarte inexpugnable donde se estrellaron todos los embates de la Revolución. Es una agrupación de hombres que profesan un Ideario –realidad histórica- , conscientes que su actividad asegurara a España, la paz, el honor, y un puesto escogido en el concierto escogido de las naciones rectoras del mundo83 Se puso en primer lugar la importancia de la religión católica. Ya que según ellos, históricamente, la Cruz ha guiado los caminos de España a través de su historia de grandeza y conquistas. El Estado debía ser confesional aunque respetan la creencia en otra fe cuando estas no pervierten el orden cristiano. Unidad católica e independencia económica, es lo que ellos pregonaron. Su programa político era integrista, se fundamentaba en una interpretación de la fe católica donde todo lo político debía estar influenciado por la Iglesia. Su nacionalismo empataba ideológicamente con otros grupos de extrema derecha, la defensa de España ante el liberalismo y comunismo era esencial para rescatar los valores eternos del viejo imperio. Aceptaban la diversidad étnica y lingüística de España, para ellos la base de la Nación son sus creencias y la monarquía. “Ni la raza ni el idioma constituyen por si solos caracteres de nacionalidad”84 Es por eso que reconocen el regionalismo imperante en España, la unidad no anula la libertad de cada región. La exaltación de la Monarquía como máxima autoridad, “El Rey como Jefe del Estado, es la 83 Ideario. Comunión Tradicionalista Carlista, Sevilla, 1937, p. 3 84 Ibid., p. 3 42 autoridad suprema de la Nación. Él es quien encarna la soberanía. Siendo responsable ante Dios. Ante la Historia. Ante las Cortes.”85 1.3 La Confederación de Derechas Autónomas Españolas. (La CEDA) El bienio reformador (1931-1933) trajo consigo una serie de cambios con respecto a la educación pública, la realidad del clero, el ejército y la situación agraria. El fracaso de Manuel Azaña debido al caso de represión a los obreros en Barcelona y Sevilla en 1931,86 lo ocurrido en Casas Viejas en 1933, causaron todo una crisis estratégica que le resto apoyo al gobierno en turno e hizo fortalecer a la derecha en las cortes. En octubre de 1932 se celebró la primera asamblea de Acción Popular. Era un momento en que la derecha estaba cercada por los acontecimientos de la llamada “sanjurjada”, un golpe de Estado fallido encabezado por el general José Sanjurjo, antiguo director de la Guardia Civil en la etapa del reinado de Alfonso XIII. Muchas de las intervenciones en esta asamblea condenaron los métodos violentos para hacerse del poder y amenazaba con expulsar a los afiliados que fuesen partidarios del uso de la violencia. Es por eso que Acción Popular se lanzó y creó un gran partido donde se homogenizaron todos los elementos de la derecha española. Como nos señala Rodríguez Jiménez: Su objetivo: construir una alternativa electoral a la izquierda, conseguir legalmente el poder y destruir la obra reformista del primer bienio e instaurar un Estado corporativo. Fruto de las negociaciones encaminadas a tal fin es el nacimiento, en marzo de 1933, de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), cuyo crecimiento y temprana consolidación redujeron las posibilidades de Renovación Española, la organización puesta en marcha por la derecha radical Alfonsina87 85 Ibid., p.4 86 Pierre Vilar, op. cit., p. 135 87 Rodríguez Jiménez, op. cit., p. 116 43 El partido invocaba la necesidad de implantar reformas sociales que estuviesen permeadas por la moral cristiana. Como ya vimos, la Rerum Novarum fue un arma muy poderosa para el armazón ideológico de la derecha y aceptada en la mayoría de los miembros de la CEDA, aunque había un sector que se interesaba más en la protección de los intereses de los propietarios. La Confederación aglutinó a la pequeña burguesía urbana rural, propietarios agrícolas y miembros de círculos financieros. Instrumentalizó y le dio un buen uso a la defensa del catolicismo, siempre apoyados con los jerarcas eclesiásticos. La guerra sucia de declaraciones hecha por la CEDA hacia las reformas de Azaña, pudo mover el miedo con la idea de una invasión de doctrinas comunistas en España. Un discurso también manejado por la ultraderecha que mezclaba elementos conspiracionistas que involucraban a judíos y masones en la política española. 2. Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo: El origen de las JONS Dentro del panorama de extremas derechas, los fascistas españoles eran un grupo minoritario y no habían tenido una movilización política importante antes de 1931. Nos menciona Rodríguez Jiménez que “la influencia del fenómeno fascista se había canalizado fundamentalmente a través de las informaciones laudatorias aparecidas en la prensa derechista y monárquica”.88 Fue Ernesto Giménez Caballero el que sistematizó y teorizó sobre el fascismo dándole el toque hispánico que después influyó en Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo y José Antonio Primo de Rivera con la unificación de la agrupación Falange Española y las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas (JONS). Es pertinente mencionar que aunque estas organizaciones tenían puntos de vistas similares en algunos aspectos, diferían doctrinalmente, lo que creó conflictos hacia dentro de sus formaciones. En este apartado del capítulo se analizará el discurso de ambos personajes para tener un 88 Ibid., p. 134 44 mejor panorama de los fascismos españoles antes de entrar al tema que nos compete, la Falange Española. 2.1 El ideario político de Ledesma Ramos El primer número de La Conquista del Estado apareció el 14 de marzo de 1931, fue un periódico dirigido y redactado por Ramiro Ledesma, plasmó la idea hispanista e imperialista de una corriente que pretendió situarse fuera de la lucha derecha- izquierda del juego democrático. En su manifiesto atribuyó el origen de la crisis que ha generado en España, “el problema político actual”: Hay dos Españas indudables en la pugna, a las que sólo el confusionismo puede hoy unir en la pelea. A un lado, la vieja España liberal, agotada y setentona, leguleya y miope, para quien las dificultades actuales se resuelven de plano en unas Cortes constituyentes. Enfrente está la España joven, nacida ya en el siglo XX, bien poco sensible a expansiones jurisperitas y retóricas. Fiel, por tanto, a su época, representada en su coraje y en sus puños. Los jóvenes serán comunistas o fascistas, no lo sabemos, pero sí auténticamente hispanos y actuales.89 En su análisis de la vida política española a través de La Conquista del Estado Ledesma resaltó la crítica a la democracia y al viejo sistema parlamentario español así como a la monarquía. El afán revolucionario y su admiración a los totalitarismos chocaban con su miedo a la Rusia soviética. Él creía que el nacionalsocialismo y el comunismo, eran la expresión revolucionaria popular que buscaba tomar las riendas del Estado y así cumplir su destino “Nada nos interesa, la Monarquía ni nada, nos interesa la Republica ¡Cosa de Leguleyos y de ancianos! Nos interesa, si, elaborar un Estado hispánico, eficaz y poderoso. Y para ellos seremos revolucionarios”90 Ledesma percibió que la Revolución política estaba sacudiendo Europa. Desde su punto de vista Italia, Rusia y Alemania eran la cadena de países que se habían 89 Ramiro Ledesma Ramos, La Conquista del Estado, n. 1, 14 de marzo de 1931, p. 8 90 Ramiro Ledesma Ramos, La Conquista del Estado, n. 3, 28 de marzo de 1931 45 logrado movilizar desde sus bases populares para dar batalla al enemigo, que es el liberalismo. Si bien consideró al comunista como su rival, reconoció su valor al poner en alto la acción violenta: La cobardía demoliberal se asusta del grave ademan que adopta un comunista defendiendo con la pistola sus ideas. Nosotros somos enemigos de los comunistas, y los combatiremos donde quieran que se halle; pero jamás hemos de reprochar su apelación heroica a la violencia. Es más, gran número de batallas las libraremos a su lado, junto a ellos, contra el enemigo común, que es la despreciable mediocridad socialdemócrata91. El entusiasmo de Ledesma ante estos movimientos “revolucionarios”, lo impulsó a hacer un llamado por el reconocimiento de España a estos regímenes que aparecieron en escena en el terreno político. Aunque en sus textos es claro que ataca al marxismo, también reconoce los avances alcanzados por los rusos después de su revolución, antiliberal y antiburguesa.92 Ante estos nuevos aires políticos en España por la caída de la Monarquía, la opinión de Ledesma ante la proclamación de la República parece ser entusiasta La voluntad del pueblo español se ha decidido de un modo magnifico y vigoroso por la República, y nosotros, férvidos exaltados de la energía nacional, hispánica, celebramos su disciplinado triunfo. ¡Viva la Republica! Nunca hemos creído subversivo este grito, que hoy es y representa el clamor entusiasta de los españoles. Todos cuantos estiman que la emoción primera de las luchas políticas es la voluntad del pueblo, deben hoy acatar sin reservas a la República. Así lo hacemos nosotros, con la indicación incluso de que en esta hora la defensa de la República es la defensa nacional.93 Ledesma ve a la Republica como un gran salto a esa revolución que proclama, ya que rompió con el pasado Español el cual consideraba caduco, refiriéndose a 91Ramiro Ledesma Ramos, La Conquista del Estado , n.9, 9 de mayo de 1931 92 “Ahora bien: la doctrina comunista es de tan particular carácter, que resulta imposible desalojarla de los cerebros atacados, al menos por vía suasoria. Carlos Marx era un filósofo magnifico, y encerró su sistema económico en unas categorías mentales tan prietas, que los cerebros sencillos las admiten como dogmas.”Ramiro Ledesma Ramos, La Conquista del Estado, n. 10, 16 de mayo de 1931, p. 150 93Ramiro Ledesma Ramos, La Conquista del Estado , n. 6, 18 de abril de 1931, p. 114 46 la caída tanto de la Monarquía y de la etapa del Turno. Su opinión ante la dictadura del General Primo de Rivera tampoco era favorable, es vista como un fracaso. Aceptó que aunque el nuevo régimen llegó con una influencia claramente liberal y burguesa, era la oportunidad para lograr los objetivos de poderío hispánico, justicia social y económica. Lucharán, decía , por el Estado colectivista, sindical, a base de la suplantación de los derechos del individuo por los derechos del Estado hispánico La etapa republicana que comienza enarbola sus propósitos de instaurar en España un franco régimen liberal. Bien sabemos que esto son sólo palabras. La realidad política se nutre de los hechos y las energías de los hombres que gobiernan. No de sus discursos. Si los gobiernos de la República van a dedicarse a proporcionar libertad política a los españoles, y no en cambio, a ponerlos en marcha, a disciplinarlos en obligaciones y tareas colectivas, propias de la grandeza de nuestro pueblo, entonces nada ha pasado aquí94 Ante la proclamación de la Republica, Cataluña fue declarada como independiente el 14 de abril de 1931 por el líder de Esquerra Republicana, Francesc Macià. Esto para el autor de La Conquista del Estado, era un desafío a la unidad de España. El veía a Cataluña controlada por una minoría que sólo velaba por sus intereses, haciendo un llamado al Gobierno provisional republicano para que interviniera en el conflicto.95 Para Ledesma, el separatismo era una traición a la identidad hispánica, veía que ante la proclamación de la República, el núcleo radical vio la oportunidad para llevar acabo su objetivo egoísta. Ha sido común asociar a la ultraderecha con el clero y las élites católicas pero es interesante leer la opinión de Ledesma ante la quema de conventos por parte de izquierdistas. Aquí podemos notar su idea de laicismo en esa revolución que pretende emprender: En nuestro programa revolucionario hay la subordinación absoluta de todos los poderes del Estado. ¡Nada sobre el Estado! Por tanto, ni la Iglesia, por muy católica 94 Ramiro Ledesma Ramos, La Conquista del Estado, n. 7, 25 de abril de 1931, p. 120 95“En Cataluña parece que los acontecimientos se precipitan. ¿Qué constitución o decreto de la República española autoriza la formación de ese Estado Catalán? ¿Es una realidad revolucionaria? Debe combatirse por la realidad revolucionaria de España, que también es una realidad. El gobierno provisional.” La Conquista del Estado, n. 6, 18 de abril de 1931, p.114 47 y romana que sea. Ahora bien; el orbe humano en que se mueven las preocupaciones de tipo religioso las creemos en un todo ajenas al orbe político, y nada nos importan, una vez asegurada aquella supremacía. La tea incendiaria denuncia unos objetivos un poco anacrónicos, enderezándose a inquietudes de tipo burgués, como esa de herir el corazón mismo de la frailería96 La derecha radical de Ledesma Ramos marca contundentemente la separación de Iglesia-Estado en su ansiada Revolución Nacional. El reconoce el papel jugado de la Iglesia Católica en la grandeza de España pero también ve en ella como la culpable de su derrota. En su Discurso a las juventudes de España menciona que “La revolución nacional es empresa a realizar como españoles, y la vida católica es cosa a cumplir como hombres, para salvar el alma” esto separando la vida pública de la privada donde cabe lo religioso y siendo firme con su opinión dice “Nadie saque, pues, las cosas de quicio ni las entrecruce y confunda, porque son en extremo distintas” 97 Ledesma Ramos y su indiferencia visible a la Iglesia Católica así como su radicalismo pudo ser causa de su marginación en la posterior unión con Falange Española , sus opiniones en contra de una de las figuras más influyentes en España fueron tal vez incomodas. Ledesma Ramos tenía afinidad con otro importante ideólogo de ultraderechas español, Onésimo Redondo. Con el quién hizo una mancuerna política para la posterior creación de las JONS. 2.2 El ideario político de Onésimo Redondo. Onésimo Redondo, oriundo de Valladolid, creó en junio de 1931 las Juntas Castellanas de Actuación Hispánicas y publicó un seminario con el título de Libertad, el cual fue prohibido en agosto de 1932 como consecuencia de su implicación en el intento de golpe de Estado encabezado por Sanjurjo. 96 Ramiro Ledesma Ramos, , La Conquista del Estado, n. 10, 16 de mayo de 1931 97 Ramiro Ledesma Ramos, Discurso a las Juventudes de España, p. 31 http://www.pdfarchive.info/pdf/L/Le/Ledesma_Ramos_Ramiro_- _Discurso_a_las_juventudes_de_Espana.pdf (consultado el 7 de octubre de 2016) 48 En su primer número arremetió contra la prensa vendida, que en su opinión “ha tergiversado la información y ha tenido afanes manipuladores ante la realidad que vive España”, sin antes reprocharle a la publicación de Ledesma Redondo: “Nos parece bien el ardor combativo y el anhelo hispánico de La Conquista del Estado. Pero echamos de menos la actividad antisemita que ese movimiento precisa para ser eficaz y certero. No nos cansaremos de repetírselo”98 Aquí es donde vemos que las agrupaciones no compartían ciertos elementos ideológicos de sus colegas en su lucha contra la democracia.99 El discurso de Onésimo Redondo definió como enemigos de España a masones, comunistas y judíos. Criticas que casi siempre estaban contenidas en su publicación Libertad. Ante la quema de conventos de 1931, señaló: Esperemos, desde luego que se repetirá el caso. Se están encargando de prepararlo, envenenando a los ignorantes con miserables calumnias contra los religiosos, personajes de bastante altura que protegen las Artes de La Traca, el Cencerro y otras muchas que las siguen (…) Por eso proponemos que, la defensa, se dirijan a los tiros a la cabeza de los verdaderos responsables, de esos tíos que fundan con dinero judío.100 Consideró un acto de vandalismo y falta de respeto al patrimonio español que los izquierdistas atentaran contra conventos e iglesias. Y acusó al Estado de alimentar el odio de estos grupos de choque que transformaron a Málaga “en campo de acción para los enemigos de la raza” Creyó que sería desde Castilla que nacería la nueva revolución hispana que salvaría a España: “Salga de Castilla la voz de la sensatez racial que se imponga 98 Onésimo Redondo, Textos de Doctrina Política. Onésimo Redondo, Madrid, Publicaciones Españolas,1954, p. 14 99“Nacimos a la vida política hace dos meses, con unas ideas y unos propósitos que esgrimimos todavía íntegros con las dos manos. Pensábamos al nacer, y pensamos ahora, que al vincular una revolución a los objetivos de una forma de gobierno equivale a convertir la revolución en ineficacia pura. Ya tenemos República y, por nosotros, bien está. Pero pronto a de verse cómo eso es bien poco, y que lo fundamental y provisto de futuro es el fondo o contenido que se dé al Estado Repúblicano. Es, pues, malévola y poco noble la insinuación de “La Libertad” creyéndonos republicanos recientitos, que quieren aprovecharse. Seguimos como el primer día, impasibles ante los repartos de victorias ajenas. “ Ramiro Ledesma Ramos, La Conquista del Estado, n.7, 25 de abril de 1931, p. 125 100 Redondo, op. cit., p. 78 49 sobre el magno desconcierto del momento: use de su fuerza unificadora para establecer la justicia y el orden de la nueva España”101 Estas declaraciones, dice Matteo Tomasoni, eran un compendio de los puntos fundamentales que iban a estructurar la línea doctrinal del grupo, eran la génesis del pensamiento nacionalsindicalista que habría de desarrollarse con el nacimiento de las Juntas Ofensivas Nacionales102 Es en las ordenanzas de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica que se escribieron en 1931, donde vemos plasmados su deseo de un Estado corporativo y donde la hispanidad jugaba un papel importante para su proyecto político, nos señala referente a la Nación. La afirmación de España como nación una e imperial, obligada por su Historia y la capacidad de su cultura a ser fuerte entre los demás pueblos, dando al Estado una estructura y una pureza hispana. Proclama la Junta su veneración por las grandes tradiciones patrias y la comunidad de raza y destino con las naciones de ultramar103 La raza, no es exclusiva de España. Por su pasado imperial los pueblos latinoamericanos están dentro de este proyecto, ya que comparten cultura, religión e idioma que los hacer ser parte de un mismo destino. Y respecto a la idea de su Estado corporativista afirmó que: Los problemas sociales que la moderna organización del Estado presenta, y particularmente la elevación intelectual, económica y moral del proletariado, deben resolverse por la intervención sistemática del Estado, para evitar la explotación del hombre por el hombre. Rechaza la Junta la teoría de la lucha de clases. Todos los elementos que intervienen naturalmente en la producción deben vivir en armonía presidida por la justica. Se declara la preferencia de la organización sindical corporativa, protegida y regulada por el Estado, como sistema obligado de relación entre el trabajo y el capital y de uno y otro con los intereses nacionales de la producción. Se proscribe la intervención de organismos internacionales extraños al 101 Ibid., p. 62 102 Matteo Tomasoni, Onesimo Redondo Ortega. Vida, obra y pensamiento de un sindicalista nacional (1905- 1936), Valladolid, Universidad de Valladolid, 2014, p. 132 103 Onésimo Redondo, Op. Cit.,. 106 50 Gobierno de la Nación, como impulsores o directores del movimiento obrero español.104 La juventud debía animar la revolución, así lo creía Redondo quien hizo un llamado para que se movilizaran. Su agrupación política no tuvo los alcances esperados, ya que eran una minoría al lado de otras organizaciones de derechas legalistas, como la CEDA o el Partido Radical. Al parecer la unión de ambas alineaciones se debió más a una necesidad estratégica y económica por parte de Ledesma.105 La nueva organización, llamada Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas (JONS), estaba dirigida al principio por un triunvirato, formado por Ledesma, Onesimo Redondo y Francisco Giménez quien después sería sustituido por Antonio Bermúdez Cañete. El programa de las JONS fue presentado el 10 de octubre de 1931 y remarcaba: El fin último de las JONS era por tanto alcanzar un “Estado nacional-sindicalista” que implicaba la resolución integral del problema social, político y económico del país. Para obtener semejante resultado, dos eran los preceptos básicos que desempeñarían el modus vivendi de la nueva agrupación: la aceptación, sin renunciar a la acción directa de la “ocasional” táctica electoral y parlamentaria, el antipartido, y la apuesta por el principio fundamental de defensa del Estado hispánico, la unidad. “106 La necesidad de unión entre los fascistas españoles, les hizo acercarse a un conocido ya de las filas de la extrema derecha monarquista: José Antonio Primo de Rivera. La fusión de Falange Española con las JONS de Ledesma demuestra la complejidad de su organización, que antes de emprender su lucha contra el comunismo y el Estado Republicano, debían de aplacar los liderazgos que les impedían homogenizarse en una sola organización política. 104 Ibid. p. 106 105“ Desde un punto de vista doctrinal, podría parecer lógico que Ledesma mirase la unificación con el grupo de Valladolid, pero no se puede decir que fuera su única elección. Como demuestra Gallego, durante el verano, el líder del grupo madrileño había hecho lo posible para garantizar nuevos fondos para la Conquista del Estado; sin embargo, el apoyo de viejos conocidos como José María de Areilza, Lequerica, Sangróniz o Careaga no había sido suficiente para sacar adelante una publicación de carácter fascista que aparentemente, tampoco interesaba al embajador de Mussolini en Madrid.” Véase, Matteo Tomasoni, op. cit., p. 137 106 Ibid., p. 139 51 3. La Falange Española de José Antonio Primo de Rivera. Al darse por terminada la guerra civil con el triunfo militar de Francisco Franco, el nuevo régimen tuvo que estructurar su nuevo Estado con una ideología que le diese sustento, la Falange Española y su ideario político fue aprovechado. El proceso histórico de Primo de Rivera y de su agrupación puede dividirse en la etapa anterior a la creación de la Falange y la fase que inicia en la fundación de Falange Española con el acto del teatro de la Comedia en Madrid, hasta los últimos momentos de Primo de Rivera. Esta segunda etapa se subdivide en dos periodos: Falange Española del 29 de octubre de 1933 hasta el 13 de febrero de 1934 y la otra es la fusión de la Falange Española con las JONS hasta el 18 de noviembre de 1936, fecha del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera. Las obras historiográficas que tratan el tema abarcan anecdotarios personales de la época, textos del mismo José Antonio y análisis académicos sobre el fascismo español. 1.1 El origen de José Antonio Primo de Rivera. Monarquismo y conservadurismo. Ian Gibson parte de la premisa de que “José Antonio no era un pensador original.”107 Gibson hizo un análisis de su discurso político y rastreó el origen de esas ideas nacionalistas que enarboló. La formación intelectual de Primo de Rivera fue la base para su hispanismo y nacionalismo .Las opiniones fundamentales de su pensamiento y su doctrina fueron: el concepto del hombre como portador de valores eternos; España como unidad de destino en lo universal; la exigencia de la justicia social; la implementación del sindicalismo nacional y la concepción del Estado como instrumento al servicio del hombre y la Patria. Después de la caída del dictador General Primo de Rivera, algunos elementos de la derecha identificados con la monarquía se agruparon en la Unión Monárquica Nacional fundada en 1930. Ésta defendía la monarquía y creaba una barrera contra el avance del republicanismo en España. La Unión nació con el propósito de 107 Ian Gibson, En busca de José Antonio, Barcelona, Editorial Planeta, 1980, p. 24 52 participar en las elecciones de Cortes, se organizó bajo la presidencia de Rafael Benjumea, conde de Guadalhorce mientras que José Antonio ocupaba el puesto de vicesecretario primero. Después se le encomendaría la presidencia de la Junta Propagandística Patriótica y Ciudadana “dedicada a tareas de captación de militantes, lo que obligaría (…) Además de planificar la constitución del partido en la provincia de Cádiz, uno de los bastiones fundamentales del primorriverismo”108 José Antonio Primo de Rivera afirmó que su entrada a la agrupación y a la política fue para hacer una defensa de su padre.109 Su discurso se basó en un modelo corporativo de Estado, la restauración de los valores tradicionales así como de la importancia que tenía el sacrificio para defender el patriotismo español. Rodríguez Jiménez menciona que el grupo estaba dividido ideológicamente entre los que deseaban una reforma conservadora de la Constitución de 1876 y los radicales que optaban por una Constitución antiliberal.110 José Antonio Primo de Rivera en ante la pregunta ¿España es preponderantemente monárquica?, que le hizo un periodista, nos deja ver su opinión respecto a esta división interna: Ahora, que los peores enemigos de la Monarquía son los monárquicos del estilo caciquil anterior al año 23. Esos -como ha puesto de relieve en certeros artículos José Pemartín- no pretenden sostener a la Monarquía, sino sostenerse de la Monarquía; descansar en el arraigo histórico de la Monarquía para no tener que ganarse el respeto público con su propio eficaz esfuerzo; encubrir con un "¡viva el rey!", como los cómicos malos del siglo XIX, sus componendas y sus desaciertos. 108Julio Gil Pecharromán, José Antonio Primo de Rivera. Retrato de un visionario, Madrid, Ediciones Temas de Hoy, 2003, p. 103 109 "Lo han matado. Dado su temperamento, la forma en que se produjo la crisis y los hechos posteriores, que él ha conocido cuando ya no era presidente del Consejo, así como los motivos sentimentales a que aludí en mi conversación publicada en un periódico de Madrid, creo que todos esos factores han contribuido a terminar con su ya minada existencia. Mientras estaba en el Poder, su entusiasmo por España, su conciencia de que procedía honradamente, de buena fe, le daban energías para soportar todos los trabajos; pero han sido seis años y unos meses de esfuerzo continuo; todo lo que ha ocurrido después de la crisis, y especialmente la campaña de responsabilidades, ha constituido la verdadera causa de su muerte. Ha muerto por mano artera, no naturalmente; no ha podido resistir que su conciencia limpia se vea envuelta injustificadamente en una campaña de responsabilidades. De haber tenido fuerzas físicas, la hubiera afrontado; pero su organismo no ha podido resistir la protesta contra la injusticia." Véase. José Antonio Primo de Rivera, op. cit., p. 58 110Rodríguez Jiménez, op. cit., p.101 53 Todo lo que se haga por destruir a los supervivientes de tal escuela será buen servicio que se preste a la causa monárquica.111 El tono político de Primo de Rivera era reaccionario, tendía a criticar a los intelectuales así como a los políticos traidores que renegaban la colaboración con su padre. Desde estos discursos podemos notar como se fue armando el discurso ideológico de Falange Española y de su posterior inclinación a la izquierda o derecha según el momento político. A los intelectuales los retrato como inhumanos y pedantes por no darle el apoyo a la Dictadura del General.112 El triunfo de la izquierda republicana en abril de 1931, marcó el fin de la UMN como agrupación política y el nacimiento de otra etapa de Primo de Rivera. El desaire del rey Alfonso XII hacía su persona dio fin a su relación con los monárquicos y su búsqueda por otras vías para le defensa de la Patria ante el embate republicano: El Gobierno de la República, y después las Cortes Constituyentes, pueden seguir atropellando a los adversarios; podrán, incluso, saltar por encima de las leyes y entregar injustamente cabezas a la cólera popular, como han dicho unas palabras recientes e insensatas. Todo eso le granjeará aplausos turbulentos. Lo aplaudirán aquellas gentes, totalmente faltas de sensibilidad jurídica y de elegancia espiritual, para quienes la tiranía no es por sí misma odiosa, sino sólo cuando es ejercitada los adversarios; esas que propenden a producir rencorosos tiranuelos por en cuanto cae en sus manos una brizna de poder. Para el aplauso de los tales habrá sacrificado la República su verdadero destino. Los españoles capaces de percibirlo (los únicos cuya opinión importa. en suma) se hallarán, como siempre, sin estatuto jurídico, entregados al arbitrio de los dictadores. Ahora son otros, y otros, por consiguiente, los perseguidos. Pero eso, ¿qué más da? Renacerá la desconfianza en el poder de los propios derechos y volverá la adhesión cobarde y socarrona a los 111 Primo de Rivera, op. cit., p. 66 112 “Por ese camino han llegado los intelectuales, tras del encanijamiento físico y el desaseo, a la más desoladora aridez espiritual; se han vuelto fríos, inhospitalarios. Insociables también, porque los cenáculos en que de cuando en cuando se congregan no les sirven, como los suyos a los hombres normales, para el sereno comercio de la amistad, sino para verter los humores hostiles almacenados contra todo lo existente durante las horas de reclusión.” Véase. José Antonio Primo de Rivera, op. cit., p. 69 54 caciques de turno. En una palabra: la revolución del 14 de abril habrá malogrado su destino. ¿Podrá, en plena fiebre, improvisarse otro?113 Payne señala que, a partir de 1933, Primo de Rivera estuvo en la mira de empresarios bilbaínos que buscaban una alternativa “fascista” para debilitar a la izquierda obrera y reforzar a la débil derecha.114 El bienio reformador de Azaña, trajo consigo una intensa politización, la obra reformista republicana se aventuró a modificar la Constitución implementado una legislación moderna; consiguió la reforma agraria, el sufragio universal, reformas laborales, la secularización de la enseñanza115 y la aprobación de un estatuto para Cataluña que siempre fue muy criticado por Primo de Rivera , ya que rompía con la unidad de España: Los que le concedieron el Estatuto debieron presumir que sí. O los que le concedieron el Estatuto fueron traidores a España, sospecha para la cual debiéramos todos tener nuestros motivos, o los que le concedieron el Estatuto pensaron que la conciencia de la unidad de destino estaba tan arraigada en Cataluña que el Estatuto no iba a ser nunca instrumento de disgregación y podía ponerse en sus manos sin ningún peligro para la unidad. Ahora bien: aquello que, en el mejor caso, fue una presunción de los que concedieron el Estatuto a Cataluña, ha sido evidentemente destruido por la prueba en contrario.116 El ascenso de Adolf Hitler al parlamento alemán en 1933 inauguró el momento del nacionalsocialismo en Europa, en España las condiciones que había para que surgiera un movimiento similar eran pocas, pero su influencia en la intelectualidad española si fue visible, Ernesto Giménez Caballero es considerado como el más 113 Ibid. p. 98. 114 Stanley G. Payne,,José Antonio Primo de Rivera, Barcelona, Ediciones B, 2003, p. 168 115 “La Constitución Republicana proclamaba la escuela única, la gratuidad y obligatoriedad de la enseñanza primaria, la libertad de cátedra y la laicidad de la enseñanza. Igualmente estableció que los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial serian funcionarios y que se legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fi n de que no se encuentren condicionados más que por la aptitud y la vocación. “Véase. Silvia Moratalla Isasi y Francisco Díaz Alcaraz, “La segunda enseñanza desde la Segunda República hasta la Ley Orgánica de Educación “en Revista de la Educación Facultad de Albacete, N. 23, 2008, p. 284 116 Primo de Rivera, Op. Cit., p. 383. 55 importante ideólogo del fascismo español.117 El contexto esperanzador de la derecha abrió paso a la creación de una publicación inspirada en el fascismo que recorría Europa, llamada El Fascio118. Antes de su creación en 1933, ya había ciertas publicaciones que recogían las ideas totalitarias de Italia y Alemania, estas eran Gracia y Justicia, El Mentidero y Bromas y Veras, que fueron apoyados económicamente por la Editorial Católica, empresa editora de El Debate119 Primo de Rivera colaboró con un artículo en El Fascio llamado Orientaciones de un nuevo Estado, donde expuso su crítica al liberalismo y al sistema injusto que representa, ya que esclaviza al obrero y lo hace depender de las migajas de salarios de los patrones. Dice, que la libertad, fraternidad e igualdad que proclama el Estado Liberal nunca será posible en ese sistema porque hay una pugna entre grupos que va en contra de los mismos principios liberales, es por eso que el propone armar al nuevo Estado entorno a la Unidad. Todas las aspiraciones del nuevo Estado podrían resumirse en una palabra: Unidad. La Patria es una totalidad histórica, donde todos nos fundimos, superior a cada uno de nuestros grupos. En homenaje a esa unidad han de plegarse clases o individuos. Y la construcción deberá apoyarse en estos dos principios: Primero. En cuanto a su fin, el Estado habrá de ser instrumento puesto al servicio de aquella Unidad, en la que tiene que creer. Nada que se oponga a tan entrañable trascendente Unidad debe ser recibido como bueno, sean muchos o pocos los que lo proclamen. Segundo. En cuanto a su forma, el Estado no puede asentarse sino sobre un régimen de solidaridad nacional, de cooperación animosa y fraterna. La lucha de 117 “La manifestación de su ideología fascista se hizo mucho más evidente aun cuando publicó en La Gaceta Literaria, en febrero de 1929, su «Carta a un compañero de la joven España», prólogo a un libro de Malaparte. Aquí trataba más abiertamente de españolizar el fascismo, comparando el strapaesanismo del escritor italiano con el casticismo de Unamuno, y apelando nuevamente a Ortega, Baroja o Azorín como fuentes del fascio español. Su modelo estaba en la España de los Reyes Católicos, cuyo símbolo sería recogido dos años después por las JONS: «Nudo y haz, Fascio: haz. O sea, nuestro siglo xv, el emblema de nuestros católicos y españoles reyes, la reunión de todos nuestros haces hispánicos, sin mezclas de Austrias ni Borbones, de Alemanias, Inglaterras ni Francias».”Véase., Gonzalo Álvarez Chillida, “Ernesto Giménez Caballero Unidad nacional y política de masas en un intelectual fascista “en Historia y política: Ideas, procesos y movimientos sociales, N. 24, 2010, p. 272. 118 En torno al proyecto se movía un consejo de redacción formado por José Antonio Primo de Rivera, Ernesto Giménez Caballero, Rafael Sánchez Mazas, Ramiro Ledesma y Juan Aparicio. 119 Gil Pecharromán, op. cit. p. 154 56 clases, la pugna enconada de partidos, son incompatibles con la visión del Estado. La edificación de una nueva política en que ambos principios se compaginen es la tarea que ha asignado la Historia a la generación de nuestro tiempo.120 El Estado, debía ser una figura fuerte y única, dentro de él todo, fuera de él, nada. Sabía que España ante las reformas republicanas se estaba rompiendo en pedazos, los conflictos políticos entre facciones se hacían más fuertes a causa de la radicalización de las derechas e izquierdas y por otro lado el separatismo catalán y vasco. El Fascio fue prohibida por el Gobierno y sacado de circulación en marzo de 1933. El Fascio generó ciertas opiniones en figuras políticas como Juan Ignacio Luca de Tena, director del periódico monárquico ABC, éste tuvo una opinión contraria al autoritarismo y a la violencia. Él exponía que el movimiento fascista era imposible en España ya que no había condiciones propicias para que este se diese. En su carta de réplica al director de ABC, José Antonio expuso su idea de fascismo. El fascismo no es una táctica –la violencia–. Es una idea –la unidad–. Frente al marxismo, que afirma como dogma la lucha de clases, y frente al liberalismo, que exige como mecánica la lucha de partidos, el fascismo sostiene que hay algo sobre los partidos y sobre las clases, algo de naturaleza permanente, trascendente, suprema: la unidad histórica llamada Patria. La Patria, que no es meramente el territorio donde se despedazan –aunque sólo sea con las armas de la injuria– varios partidos rivales ganosos todos del Poder. Ni el campo indiferente en que se desarrolla la eterna pugna entre la burguesía, que trata de explotar a un proletariado, y un proletariado, que trata de tiranizar a una burguesía. Sino la unidad entrañable de todos al servicio de una misión histórica, de un supremo destino común, que asigna a cada cual su tarea, sus derechos y sus sacrificios.121 El Estado debía ser para los trabajadores y para no complacer a ciertos señoritos ociosos, decía Primo de Rivera. Un sistema orgánico que debía dar orden 120 Primo de Rivera, op. cit., p. 142 121 Primo de Rivera, op. cit., p. 145 57 y acabar con la anarquía iniciada por los liberales, en su afán por defender una idea estéril. 3.2 Falange Española y su conflicto con las JONS. El nacimiento de Falange Española se dio formalmente el 29 de octubre de 1933, en un acto político en el teatro de la Comedia, en el centro de Madrid, antes de las segundas elecciones parlamentarias. Aunque ya había un antecedente importante con la creación del Movimiento Español Sindicalista122, Falange Española puso a Primo de Rivera como jefe indiscutible de la organización. En su discurso sorprende que no haya hecho alusión al fascismo, tal vez por las críticas hechas por otros personajes de la derecha. Como lo dicho por Juan Ignacio Luca de Tena en el diario ABC. Lo leído en el teatro de la Comedia, es un ataque al liberalismo y a quien le dio origen: Cuando, en marzo de 1762, un hombre nefasto, que se llamaba Juan Jacobo Rousseau, publicó El contrato social, dejó de ser la verdad política una entidad permanente. Antes, en otras épocas más profundas, los Estados, que eran ejecutores de misiones históricas, tenían inscritas sobre sus frentes, y aun sobre los astros, la justicia y la verdad. Juan Jacobo Rousseau vino a decirnos que la justicia y la verdad no eran categorías permanentes de razón, sino que eran, en cada instante, decisiones de voluntad123 El Estado democrático para Primo de Rivera es un desgaste, la actividad que conlleva a una elección es una pérdida de tiempo. El hombre dotado para gobernar es desaprovechado. Así es como los conflictos políticos que genera una elección popular con el objetivo de ganar votos al precio que sea, lleva a la colectividad a la 122 En el manifiesto fundacional hecho público el 27 de agosto se afirmaba “el fascismo español es voluntad exasperada de crear un Estado viril, armonioso, totalitario, digno de los hombres de España” y para lograrlo se defendía una “violencia necesaria, humanitaria, cruda y caballeresca”. El fascismo hispano traería un “espíritu juvenil” de milicia al “antiquísimo” modo de ser español. Su programa se resumía así “Unidad y potencia de la patria; Sindicato popular; Jerarquía; Armonía de clases; Disciplina; Antiliberalismo; Antimarxismo; Aldenaría (sic); Milicia, Cultura; Estatismo Naciona; Justicia (...) Véase.Gil Pecharromán, op. cit., p.168 123 Primo de Rivera, op. cit., p. 163 58 desgracia. En el plano económico criticó al sistema capitalista que ha convertido al obrero en un esclavo124, estos trabajadores encontraron en el socialismo un escudo para protegerse del injusto sistema económico que les imponía el modelo liberal, Primo de Rivera resalta de nuevo su antimarxismo No aspira el socialismo a restablecer una justicia social rota por el mal funcionamiento de los Estados liberales, sino que aspira a la represalia; aspira a llegar en la injusticia a tantos grados más allá cuantos más acá llegaran en la injusticia los sistemas liberales. Por último, el socialismo proclama el dogma monstruoso de la lucha de clases; proclama el dogma de que las luchas entre las clases son indispensables, y se producen naturalmente en la vida, porque no puede haber nunca nada que las aplaque. Y el socialismo, que vino a ser una crítica justa del liberalismo económico, nos trajo, por otro camino, lo mismo que el liberalismo económico: la disgregación, el odio, la separación, el olvido de todo vínculo de hermandad y de solidaridad entre los hombres.125 Primo de Rivera vio al Estado nacional y a un sistema corporativo como la alternativa al socialismo y al liberalismo. Propuso un sistema orgánico donde la unidad de España se viera reflejada, los partidos políticos nunca lograron representar al pueblo español y sólo generaron desunión fragmentando a la patria. He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla. Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino. Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si ésas son nuestras unidades naturales, si la familia y el Municipio y la corporación es en lo que de veras vivimos, ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos 124 “ Estado liberal vino a depararnos la esclavitud económica, porque a los obreros, con trágico sarcasmo, se les decía: "Sois libres de trabajar lo que queráis; nadie puede compeleros a que aceptéis unas u otras condiciones; ahora bien: como nosotros somos los ricos, os ofrecemos las condiciones que nos parecen; vosotros, ciudadanos libres, si no queréis, no estáis obligados a aceptarlas; pero vosotros, ciudadanos pobres, si no aceptáis las condiciones que nosotros os impongamos, moriréis de hambre, rodeados de la máxima dignidad liberal". Ibid.,p. 164 125 Ibid., p. 164 59 políticos, que, para unimos en grupos artificiales, empiezan por desunimos en nuestras realidades auténticas?126 La reacción de otros sectores se hizo notar ante la fundación de Falange Española tanto izquierda y derecha dieron opiniones no favorables hacia el nuevo grupo. La prensa republicana y obrera, narra Pecharroman, no hizo mucho eco de tal mitin pero en el diario El Socialista hicieron alusión a la “dialéctica de los puños y las pistolas” dicho por Primo de Rivera, alertando de un posible ataque. La revista Acción Española publicó el discurso de José Antonio, resaltando la oratoria de los participantes y teniendo empatía por el sistema político propuesto127. Desde el exterior el periódico oficial de Musolini Il Popolo d’Italia lo pronunció como “el primer mitin de propaganda del movimiento fascista español”128 Ledesma Ramos en su diario JONS nos da una buena pista de los futuros conflictos que tendría con Primo de Rivera ante la fusión de sus agrupaciones. El da su opinión ante la fundación de Falange Española, tachándola como una mala copia de las JONS. Las Falanges españolas (F.E., fascismo español), están, nos interesa decirlo, fuera de la disciplina jonsista. No tienen nada que ver con las JONS. Pero sí debemos declarar y precisar que al fundarse las tales Falanges lo han hecho utilizando las ideas, los propósitos y las tácticas que las JONS han creado y extendido por España. Nos resulta imposible enfadarnos ni molestarnos por ello. Pues un atraco de esta calidad es el único contra el que no se puede reaccionar con violencia. Si alguien nos quita la cartera es indudable que nos perjudica hondamente. Pero si se intenta utilizar y llevar al triunfo unos ideales políticos que nosotros hemos creado, si se trata de lograr unas metas que nosotros hemos reconocido y señalado como urgentes, la usurpación tiene para nosotros aires de victoria. Hay que dar las gracias a quien nos atraca.129 126 Ibid. ,p. 163 127 Gil Pecharromán, op. cit., p. 190 128 G. Payne y de Aguinaga, op. cit., p. 178 129JONS, n 6, noviembre de 1933 60 La aparición de Falange Española en escena, socavó lo poco ya avanzado por las JONS. Su grupo era reducido para ese tiempo y en su mayoría lo integraban estudiantes universitarios y bachilleres. Su actividad propagandística era destacable pero no contaban con los recursos económicos para mantener su organización a comparación de Primo de Rivera que contaba con las amistades en la aristocracia española con los que podía conseguir el financiamiento para su partido.130 El acercamiento de Ledesma a Falange Española se debió en gran parte por un asunto económico.131 Falange Española de las JONS nació el 13 de febrero de 1934132, la dirección del partido se basó en el modelo jonsista, un triunvirato compuesto por José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma y Julio Ruiz de Alda. Doctrinalmente las JONS contribuyeron mucho a la nueva organización mientras que Primo de Rivera conseguía los financiamientos, eso le daba una ventaja para obtener más liderazgo dentro del partido. Las tensiones iban creciendo poco a poco entre Ledesma y Primo de Rivera. Al respecto Tomasoni apunta: Aunque se solucionaron algunas discrepancias, persistían graves disconformidades entre los dos, siendo especialmente el uso de la táctica propagandística una de ellas. Primo de Rivera era partidario de buscar apoyos en las zonas rurales, mientras Ledesma prefería centrar la actuación del partido en las zonas urbanas como se había hecho en el mitin de Valladolid. Prevaleció la postura del primero, al igual que en otras varias, durante 1934, lo que posibilitó a Primo de Rivera hacer progresos irreversibles en la consolidación de su posición como jefe indiscutible del partido133 130 Paul Preston, Las tres Españas del 36, Barcelona, Plaza y Janes, 1999, p. 125 131 Según Pecharroman “entre mayo de 1933 y febrero de 1934 las JONS habían recibido una financiación inferior a las 12.000 pesetas. Por el contrario Falange, que se beneficiaba de su pacto de Renovación y de las aportaciones de una militancia socialmente mejor situada, dispuso en tan sólo sus tres primeros meses de unas 150.000 pesestas, lo que les permitió montar un aparato de propaganda muy superior al jonsista” Gil Pecharromán, op. cit., p. 236 132 “El acto tenía que ser una válida demostración de la unidad del partido, en la que los jonsistas mezclados con los falangistas, habrían dado una prueba real de su corporación y sus ideas. Para ello, era preciso encontrar un lugar adecuado en la ciudad; además se necesitaba un espacio amplio, confortable y sobretodo llamativo para aprovechar al máximo la ocasión. Onésimo escogió el principal teatro de Valladolid, el Calderón, en pleno centro de la ciudad y perfecto para las necesidades del grupo. Durante las dos semanas anteriores al acto, Onésimo se encargó de la propaganda y la organización del mismo.” Véase. Matteo Tomasoni, Op. Cit. P. 230 133 Ibid. p. 238 61 El triunvirato sólo era momentáneo, ante los diversos conflictos dentro del partido de índole doctrinal y de liderazgo, como el fallido intento de golpe iniciado por Juan Antonio Ansaldo para acabar con el liderazgo de Primo de Rivera. Se organizó en Madrid el I Consejo Nacional de FE de las JONS el 5 de octubre de 1934, tenían como objetivo el establecimiento de una confluencia ideológica entre falangistas y jonsistas, la elaboración de un programa común y la sustitución de un Triunvirato por un jefe nacional. En la asamblea se decidió por diecisiete votos a favor de la jefatura única y dieciséis por la colegiada, eso convertía a José Antonio Primo de Rivera en el líder indiscutible de la FE de las JONS. 3.3 José Antonio Primo de Rivera ante la guerra civil. El triunfo del Frente Popular en las elecciones de 1936 se tradujo en el desmoronamiento de las derechas en el poder. La agitación social provocada por los sindicatos a causa de las reformas que daban paso atrás a las emprendidas por el anterior gobierno de izquierda, generó una atmosfera tensa políticamente hablando.134 Pero el triunfo del Frente Popular en las elecciones y el asesinato del derechista Calvo Sotelo, desataron los ánimos de ambos bandos dándose varios altercados, como el alzamiento del ejército contra la Republica el 17 de julio de 1936 dirigido por el general Emilio Mola desde Navarra y los oficiales agrupados en la Unión Militar Española.135 La visión de Primo de Rivera desde su estancia en la Prisión Provincial de Alicante de los acontecimientos de la guerra dio un panorama más claro de su ideología revolucionaria y “fascista” así como su opinión hacia los 134 Primo de Rivera externó su opinión ante este hecho “Considero lo ocurrido como justificación de consecuencias de tipo genera. Y lo veo más claro de todo es que el sacrificio es demasiado cruel para volver a la normalidad de antes. Ha sido una enseñanza para llevar a toda la visa de España un sentido más profundo. Lo ocurrido hizo salir a la superficie lo más soterrado de los valores nacionales; hemos tenido a encontrar una expresión de vida que le es peculiar a España: la defensa de los valores espirituales, un sentido heroico militar.” Primo de Rivera, op. cit., p. 348 135 Rodríguez Jiménez, op. cit., p. 180 62 militares y Franco, el cual, se notaba, no era de su agrado.136 El justificaba la violencia ejercida por su agrupación a causa de la persecución emprendida por el gobierno: Ya no hay soluciones pacíficas. La guerra está declarada y ha sido el Gobierno el primero en proclamarse beligerante. No ha triunfado un partido más en el terreno pacifico de la democracia; ha triunfado la revolución de octubre: la revolución separatista de Barcelona y la comunista de Asturias; la que asesinó al capitán Suarez por mano del traidor Pérez Farrás y la que incendió la Universidad de Oviedo. Ha triunfado el octubre sangriento y repulsivo de 1934, que ahora se ensalza a los cuatro vientos, mientras se persigue a los que en octubre defendieron abnegadamente al Estado español. Estamos en guerra.137 Los mensajes lanzados por José Antonio desde la cárcel eran de apoyo a su movimiento así como de advertencias para que los objetivos doctrinales no se perdieran en una alianza desesperada con la derecha o las fuerzas militares. Una carta que contemplaba una posible alianza con los conspiradores marcaban ciertas instrucciones, como el de distinguirse de los demás portando los emblemas falangistas pero siempre respetando al mando militar local: “Cada jefe territorial o provincial se entenderá exclusivamente con el jefe superior del movimiento militar en el territorio o provincia, y no con ninguna otra persona. “138 El temor de José Antonio era que el levantamiento militar no diera pie a un proyecto de nación donde se contemplara el ideal nacionalsindicalista y derivara en una tiranía que no llevara a cabo los cambios que el país necesitaba después de la era destructiva republicana. Podemos decir que tuvo inseguridad al unirse con los sublevados pero que no le quedaba otra opción, ya que la vía armada en ese momento era la única manera para cumplir el ideal falangista 136 “Predijo acertadamente que los generales más antiguos en activo no se alzarían y esperaba poco de Franco; observó que “es inútil contar con los generales en activo. Son unas gallinas y Franco es la gallina mayor “. Aparte de esto, lo que más le preocupaba era que, si los militares se rebelaban, dominaría una coalición de militares y dirigentes derechistas, excluyendo a la Falange. Véase. Stanley G. Payne, José Antonio Primo de Rivera, p. 263 137 Ibid. ,p. 695 138 Ibid., p. 704 63 Si aspirásemos a reemplazar un partido por otro, una tiranía por otra, nos faltaría el valor prenda de almas limpias– para lanzarnos al riesgo de esta decisión suprema. No habría tampoco entre nosotros hombres que visten uniformes gloriosos del Ejército, de la Marina, de la Aviación, de la Guardia Civil. Ellos saben que sus armas no pueden emplearse al servicio de un bando, sino al de la permanencia de España, que es lo que está en peligro. Nuestro triunfo no será el de un grupo reaccionario, ni representará para el pueblo la pérdida de ninguna ventaja. Al contrario: nuestra obra será una obra nacional, que sabrá elevar las condiciones de vida del pueblo – verdaderamente espantosas en algunas regiones– y le hará participar en el orgullo de un gran destino recobrado.139 Hasta el día de su fusilamiento el 20 de noviembre de 1936, el mismo Primo de Rivera fue su abogado. Defendió a su organización quitando toda tentativa de esta contra la República y reiterando en diversas ocasiones el hostigamiento de los gobiernos republicanos a Falange Española. Así como negando la participación de estos con los militares sublevados y rechazando el fascismo del que era acusada su organización. 139 Ibid,. p, 705 64 Derechas españolas TRADICIONALISTAS FALANGE ESPAÑOLA LEDESMA RAMOS CEDA Características *El retorno a la Monarquía. Dios- Patria y Rey *Iglesia Católica como un importante pilar. *Uso de la violencia *Corporativismo nacionalista. *Estado Confesional pero son su justa separación. *Uso de la violencia *Colectivista- sindical *Laicismo *Uso de la violencia. *Estado corporativo *Colaboración con la Iglesia *Respetan el Estado legal republicano. *Moderar las políticas de izquierda 65 Conclusiones. Como vimos, el hispanismo enarbolado por la Falange Española ha sido una constante en los grupos de derecha y contrarrevolucionarios de la sociedad española. Desde los carlistas que venían de una tradición contrarrevolucionaria hasta los monarquistas y los jonsistas que pugnaban por una sociedad revolucionaria, tomaron al ser hispano como una característica positiva para la unión y desarrollo de un solo proyecto político. El nacionalismo español tiene ese toque imperialista que toma su discurso de las hazañas de conquistadores y misioneros que viajaron a América a darles luz y ser a sus hijos en las colonias. Pero ante el embate liberal y comunista, esta tradición hispana se fue perdiendo. Aunque hubiese coincidencias entre estos grupos en algunos temas, eso no hizo a un lado las pugnas ideológicas o de liderazgo. Es así que se rompe la idea de que la derecha podía congeniar en bloque ante la desunión y fragmentación de las izquierdas en varias corrientes y grupos. Los anarquistas y republicanos españoles no eran los únicos protagonistas cuando se trataba de luchas internas. La unión de la Falange Española con las JONS de Ledesma Ramos se debió más a una estrategia y necesidad económica más que a una afinidad ideológica, eso demuestra los conflictos entre Primo de Rivera y Ledesma por obtener el liderazgo del partido. Ledesma tuvo que separarse de la organización ante el ascenso de José Antonio y siempre tachó a Primo de Rivera de ser un “señorito”, por su conexión con la aristocracia española y por ser hijo del ya famoso dictador Primo de Rivera. Si bien Primo de Rivera, pretendiera separarse de las derechas legalistas así como de los monárquicos de su primera etapa política, hubo siempre un intercambio de simpatías en ciertos momentos de crisis en España. La Falange Española estuvo condenada a ser reducida a un grupo de choque por las elites de las derechas conservadoras que querían proteger sus intereses a través de la violencia callejera para desestabilizar al gobierno republicano y ya durante la Guerra Civil como brazo auxiliar de las fuerzas militares. Al parecer la organización estuvo entre la espada y la pared, luchando por mantener su autonomía ante la diversidad de 66 manifestaciones políticas en esa época. Hasta el último momento de vida de José Antonio, pugnó por que su organización no fuera desestabilizada ideológicamente por los militares y posteriormente por Francisco Franco, del cual hubo una desconfianza ante su liderazgo. El término fascista fue tema de controversia entre las derechas. La derecha tradicional veía como peligrosa y radical las ideas de Falange Española así como de las JONS. Asimismo Falange Española no se veía como una organización fascista cuando tal vez en sus expresiones demostraran lo contrario. En este capítulo nos hemos dado cuenta que el fascismo fue imitado en sus estilos exteriores más que en su estructura política. El hispanismo fue la bandera de las derechas y ultraderechas españolas, la idea de imperio y unidad racial tenía más tradición dentro del ideario político español. Al fin y al cabo, ante el triunfo del Movimiento Nacional, Franco recuperó y adoptó a su conveniencia el ideario falangista para darle sustento ideológico a su régimen que duraría 30 años a la cabeza del país. El hispanismo ahora bandera del franquismo junto con el aparato partidista de la Falange Española de las JONS tenía como objetivo darle difusión a su doctrina así como defenderla de los enemigos que ya habían sido desterrados de las tierras españolas y que se exiliaron en distintos países, como México. 67 España no se justifica por tener una lengua, ni por ser una raza, ni por ser un acervo de costumbres, sino por una vocación imperial -una función universal: Imperio es decir transcendental- para unir lenguas, para unir razas, para unir pueblos y para unir costumbres en un destino universal. José Antonio Primo de Rivera, Antología. Capítulo 3 La Falange Española en América. El presente capítulo se pretende dar un panorama de la historiografía que se ha ocupado por estudiar las relaciones exteriores de la España de Franco en América Latina. Se puede decir que el tema central que abarcan estos estudios ha sido la propaganda política hecha por los simpatizantes de Francisco Franco en los diversos países que se exponen en este apartado. También la importancia que han tenido las antiguas colonias españolas nativas en América, que eran parte de una elite económica que tenían en sus manos diversas industrias así como de medios de comunicación, que les permitió tener un acercamiento a las autoridades locales con las cuales podían simpatizar. Los textos dedicados a la actividad de Falange Exterior son pocos, el capítulo pretender mostrar diferentes investigaciones hechas en algunos países de Latinoamérica. Falange Española y su afán de posicionarse así como su participación en la Guerra Civil provocó el acercamiento a los militares sublevados. Esto hizo entrar en una crisis ideológica al proyecto original de Falange Española al decretarse la Unificación el 19 de abril de 1937, donde aglutinaría a la Comunión Tradicionalista con la que tenía claras diferencias ideológicas. Así nació Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. A pesar de estas diferencias, el discurso hispanista sería la bandera que defenderían y difundirían en las naciones americanas. Con la creación de la Delegación Nacional del Servicio Exterior de FET el 15 de agosto de 1937 se pretendían unificar los esfuerzos para la expansión de la propaganda franquista y de los ideales de la “Nueva España”. La historiografía se ha interesado sobre todo por la reacción de las colonias españolas ante la unificación de todas las derechas 68 en Falange Española, que causó problemas políticos y conflictos de intereses entre los líderes locales y los agentes oficiosos mandados por Franco. El inicio de la Segunda Guerra Mundial y la difusión del panamericanismo por el gobierno norteamericano ante el avance del totalitarismo fascista, hizo que Falange Española fuera vista como mera copia del fascismo italiano y alemán. Los rumores de un quintacolumnismo en América fueron un arma ideológica, usada por la izquierda para acusar a las derechas locales de una colaboración con el fascismo europeo con un afán desestabilizador. En mi opinión, Falange Española deber ser vista como una agrupación política que terminó siendo un aparato ideológico del Estado franquista y que tuvo su impulso más fuerte durante el llamado primer franquismo. Y que ante sus consecuentes transformaciones, desde su fundación por José Antonio Primo de Rivera en 1936, la agrupación se aferró a su lealtad ideológica a pesar de la resistencia de Franco que terminó por desviar sus objetivos y rezagarlos de la política de la dictadura al final de la segunda guerra mundial. El papel que jugó en sus actividades propagandísticas en América así como los conflictos suscitados con los españoles locales, es reflejo de esa resistencia ideológica ante el manejo político que Franco les quería imponer. 1. El estudio de la presencia de la Falange Exterior en América. El inicio del Movimiento Nacional por parte de los militares sublevados no solo implicaba la legitimización de su golpe a través del sometimiento del ala republicana en el poder, sino también darle difusión y generar apoyo externo, que diera argumentos a su favor y desacreditara al Estado republicano. La historiografía se ha encargado de mirar las actividades emprendidas por los españoles radicados en varios países de América y Europa que tenían simpatía hacia el gobierno republicano, así como se han dado a la tarea de recopilar anécdotas de exiliados 69 españoles que tuvieron que huir ante el avance militar y el triunfo de Francisco Franco en 1939. 140 Los estudios históricos que se han dedicado al análisis de los falangistas españoles dentro de Falange Exterior y su actividad en América, se han enmarcado en el periodo del primer franquismo.141 He de apuntar que las fuentes que se han usado para el análisis de estos grupos han sido primarias, informes consulares y notas oficiales que nos hablan sobre las actividades de los falangistas españoles en el continente americano. Entre los trabajos académicos podemos encontrar el artículo “El servicio exterior de Falange y la política exterior del primer franquismo. Consideraciones previas para su investigación”142, de Eduardo Gonzales Calleja, que hace un análisis del carácter de la diplomacia franquista ante los retos internacionales en la búsqueda de reconocimiento por parte de las potencias occidentales, paralelamente a Falange Exterior como una entidad en algún momento autónoma a nivel local hasta la creación de la Delegación Nacional del Servicio Exterior de Falange Española y Tradicionalista el 15 de agosto de 1937. Se afirma que: La Delegación Nacional del Servicio Exterior debía, considerando estos datos, imprimir el necesario ritmo y alcance a su actuación, siempre dirigida y fiscalizada desde España. El respeto a las normas legales y el régimen político de cada país iban a ser las notas predominantes, aunque la presentación de FET como “organización apolítica” y su intención de abstenerse absolutamente en los asuntos 140 Entre las obras que podemos encontrar están una serie de ensayos coordinado por Sebastian Faber, Contra el olvido. El exilio español en Estados Unidos., España, Universidad de Alcalá, 2010, 241 p. Mari Paz Balibrea, Tiempo de exilio: una mirada crítica a la modernidad española desde el pensamiento republicano en el exilio, Barcelona, Intervención Cultural, 2007, 272 pp. , Dolores Pla Brugat, Pan, trabajo y hogar: el exilio republicano español en América Latina, México, Instituto Nacional de Migración-Centro de Estudios Migratorios, 2007, 643 pp. 141Maria de Luz Prado Herrera, “La historiografía de la Guerra Civil y el primer franquismo. Reflexiones y nuevos planteamientos en el setenta aniversario” en Studia historica. Historia contemporánea, n. 25, 2007, 303-321 p. 142 Eduardo González Calleja, “El servicio exterior de Falange y la política exterior del primer franquismo. Consideraciones previas para su investigación.”, en Hispania: Revista española de historia, vol. 54, n. 186, 1994 70 internos nacionales entraba frecuentemente en contradicción con la fuerte ideología de sus actividades143 La propaganda fue la actividad principal llevado acabo por Falange Exterior desde su nacimiento en 1935 en París por José Antonio Primo de Rivera y no iba ser la excepción en la época turbulenta de la Guerra Civil. Hay que recalcar que dentro del Departamento de Intercambio y Propaganda Exterior colaboraron no solamente personal falangista sino también derechista y filofascistas lo que refleja el marco de diversidad de derechas que representaba el Estado Pre-Franquista en la guerra.144 El objetivo de la Falange Exterior era la homogenización de las colonias de españoles dentro de su ideología, para restarle apoyo al bando republicano en los distintos países de América. La exaltación del emigrante, como figura clave en la difusión y conservación de los valores hispanos, fue una herramienta importante para crear vínculos entre sus compatriotas y generar la idea de que el nuevo régimen no descobijaría a los suyos como lo hizo su contraparte republicana. 145 La Falange Exterior llevo a cabo toda una política condenatoria de lo ya avanzado por sus contrapartes republicanas en el exterior, el objetivo era que “La España nacional-sindicalista trataba de forjar órganos de unidad y cohesión para los españoles expatriados" 146 La acción política debía ser llevada junto con estas comunidades de españoles de su lado, fomentando lados paternalistas que los ligara con España. 143 Ibid., p. 283 144 Con el Decreto de Unificación, Falange Española pasó a llamarse Falange Española Tradicionalista y de las JONS, aglutinando fascistas, nacionalistas y monárquicos. Franco trato siempre de equilibrar la representación de estas fuerzas en su régimen. Aunque en su primera etapa el grupo falangistas predominaran en los ministerios de más relevancia. 145 Ibid. ,p. 291 146 González Calleja, op. cit., p.289 71 La tutela y la difusión de los valores de la hispanidad era la tarea de las organizaciones ligadas al franquismo, una de ellas eran las Secciones Femeninas Exteriores que realizaban labor social y de encuadramiento entre las elites conservadores de cada país en donde estaban presentes. La historiadora Vanessa Tessada147 ha estudiado la importancia de las mujeres falangistas en la propaganda del ideal hispanista.148 Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial la organización puso en práctica estrategias para generar simpatía como el otorgamiento de becas e intercambios y la creación de Círculos Culturales Femeninos Hispanoamericanos así como grupos de Coros 149 La autora coincide con otras investigadores del tema como es Pilar Amador que ha trabajado Hispanoamérica, que los Coros y Danzas fueron efectivos en su objetivo. La politización de los Coros y Danzas en el extranjero radicó en la emoción como recurso movilizador, sobre todo en los exiliados republicanos. La nostalgia por el suelo patrio se acoplaba a estas bailarinas que encarnaban una identidad española esencialista y por tanto apolítica. En este sentido, la escenificación de los Coros y Danzas tuvo una faceta y un mensaje político portado por el sujeto apolítico por excelencia: la mujer. La emoción, la belleza y las tradiciones que en el orden patriarcal están limitadas al espacio privado, se volcaron al dominio público y sirvieron encubiertamente como propaganda150 En la celebración del Primer Congreso Femenino Hispanoamericano de 1951 se dio como conclusión una Declaración de Principios donde se trazaba el papel de la mujer y se realzaban los valores femeninos “pureza, virginidad y la maternidad” así como la defensa de la vida matrimonial y la custodia de la cultura. La autora reflexiona que estas actividades, impulsadas por la Sección Femenina tuvieron un 147 Vanessa Tessada Sepulveda egresada de la Universidad de Chile se especializa en el papel de la mujer en la dictadura tanto en la dictadura franquista como en la chilena. Cuenta con una maestria en Estudios Latinoamericanos por parte del Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos de la Universidad de Chile. Entre sus obras podemos encontrar su tesis de maestria Vanessa; Tessada Sepulveda, Representaciones femeninas en medios de comunicación durante las dictaduras chilena (1973-1989) y argentina (1976-1983), Chile, Universidad de Chile, 2010. 148 Vanessa Tessada, “Fronteras de la Comunidad Hispánica de Naciones. El aporte de la Sección Femenina de Falange y su proyección en Latinoamerica” en ILCEA, n. 18, año 2013, 10 p. 149 Ibid. p. 4 150 Ibid. p. 5 72 impacto a largo plazo en las elites católicas de Latinoamérica, utiliza como ejemplo el caso chileno en el que varias exbecarias formaron parte la Secretaria Nacional de la Mujer instaurada en la dictadura de Pinochet. 2. Diplomacia y conflicto. La Falange Exterior desestabilizadora de las derechas locales La organización de la Falange Exterior estaba fundada en un sistema jerárquico con una estricta pirámide de mandos a cargo de las células creadas en los distintos países. La composición de la Falange Exterior se encontraba en el “Reglamento de Normas y Disposiciones sobre la Falange Exterior” que fue dictado el 24 de agosto de 1938 por José Del Castaño, Delegado Nacional151 Esto a causa del desajuste de los liderazgos y proyectos en común en las colonias españoles en América. La historiografía respecto a las actividades de la Falange Exterior ha girado en torno a la problemática de la organización con las elites conservadoras de los países analizados. La guerra civil al parecer no solo se reflejó en los gremios de españoles divididos en profranquistas y republicanos sino también entre las derechas hubo conflictos de intereses. En “Cuba, otro escenario de lucha. La guerra civil y el exilio republicano español” se aborda la creación de la Falange Española en la isla Cubana , así como por qué los simpatizantes se afiliaban a la Falange Española sin antes detallar su reglamento interno respecto a la organización de mandos así como del decálogo que debían cumplir los miembros en el extranjero152. La creación de organizaciones 151 Consuelo Naranjo Orovio, Cuba, otro escenario de lucha. La guerra civil y el exilio republicano español, España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Centro de Estudios Históricos, 1988, p. 6 152 I. Sentir la PATRIA en todas las horas, por encima del tiempo y las distancias, de las clases y los intereses. II. Defender, con intransigencia, la unión de todos los españoles del Mundo, bajo el signo tradicional y revolucionario del Yugo y las Flechas. III. Obedecer al caudillo conductor de nuestro pueblo en la guerra y en la paz. IV. Mantener la hermandad de la Falange, y conducirse siempre como nacional-sindicalista, con justicia, sacrifico y disciplina. V. Luchar con fe, con el triunfo de la Hispanidad VI. Dar a todos los actos el decoro moral y la austera ejemplaridad que exige su calidad de españoles y falangistas. 73 nacionalistas en Cuba a favor de los sublevados estuvo impulsada por las elites económicas y políticas de la isla. Así nació el Comité Nacionalista Español de Cuba, el cual estuvo estructurado en células que se encargaban de recaudar fondos para Franco. Pero los conflictos entre agrupaciones no se hicieron esperar. La historiografía que se ha dedicado al estudio de la Falange Exterior recalca estos conflictos que sucedían a partir de la lucha de liderazgos. En el caso de Cuba, la elite ya existente tuvo que adaptarse a los mandos que eran enviados por las autoridades franquistas Este problema se suscitó en Cuba en 1937 entre Gregorio Prendes, Delegado de la Falange, y Miguel Espelius, Representante del gobierno de Burgos, tras las declaraciones de Prendes en la prensa sobre la obligatoriedad de la afiliación a Falange de todos los españoles residentes en la Isla. El carácter oficioso de la noticia provocó el enfrentamiento entre ambos y la petición de Miguel Espelius del cese del delegado falangista por otra persona153 Otro investigador, Alberto Ariño Baró,154 analizó el papel del servicio exterior de la Falange en las Filipinas, antigua colonia española que pasó a manos estadounidenses gracias al tratado de Paris de 1898 con el que se puso fin al imperio español en Ultramar. A pesar de esto, Filipinas conservó su raíz católica y la lengua española que era vía de comunicación entre las clases media y alta. Tras el estallido de la Guerra Civil, el bando sublevado gozó de la simpatía de los colonos conservadores en Filipinas. VII. Amar la nación en que vivan. Respetar sus leyes y banderas y aportar generoso esfuerzo en su engrandecimiento, uniéndose en comunidad de alegría y dolor con las gentes con quienes partan el trabajo y el pan cada día. VII Superar en la idea de España y en el dogma de la Falange, cualquier diferencia regional, local o personal. IX. Sentir la eterna presencia y la voz de sangre de los que cayeron para hacer España, para mantenerla y para alzarla a través de su Historia. X. Rendir culto perpetuo al recuerdo de José Antonio. Este Decálogo queda sintetizado con el grito permanente y recio de ¡ARRIBA ESPAÑA!. Ibid., p. 14 153 Ibid., p. 19 154 Alberto Ariño Baró, “El servicio exterior de Falange y la reinvención”, Ateneo Azul, http://www.europeanlegalcultures.eu/fileadmin/site_files/Boursiers/Arino_Baro/Communication_Arino_Ba ro.pdf (consultada el 05 de octubre de 2016) 74 Falange Española fue fundada en Filipinas por Ignacio Ramírez en septiembre de 1936. Durante el viaje que éste hizo a España por la guerra el grupo quedó en manos de los representantes diplomáticos oficiosos de la España Nacional; Andrés Soriano y Enrique Zobél, con una clara inclinación a un conservadurismo aristocrático.155 Es por eso que llegó a la península Martín Pou y Roselló que había sido nombrado Jefe Delegacional de Falange en Filipinas con la orden de asumir el liderazgo y despojarlo de las manos de Soriano y Zobel.156 La oligarquía hispano-filipina no vio con buenos ojos a Martín Pou ya que representaba un radicalismo “revolucionario” con el cual no simpatizaban. El querer unificar a los grupos en Falange Española Tradicionalista trajo consigo más división que unidad. En palabras de Ariño Baró: Las familias poderosas, podían ser consideradas, derechistas, conservadoras o monárquicas, pero en ningún caso fascistas o filo-nazis, mientras que por el contrario, Falange era sustentada por las clases media y media-baja, las cuales daban a la ideología totalitaria de la época un claro componente propagandístico anticapitalista y de revolución social que en ningún caso interesaba a la oligarquía157 Estas discrepancias se siguieron dando en otros países de Latinoamérica, como fue el caso de Perú. La colonia española en Perú ante el levantamiento militar en España formó una Junta Nacionalista Española que fue favorecida por la elite económica y religiosa en el país. Ésta produjo una publicación llamada ¡Arriba España! que afirmaba haber surgido “con el exclusivo objeto de propagar las glorias del movimiento salvador de España y contribuir económicamente con la recaudación íntegra de cada número al incremento nacionalista, abierta en Lima”158 La revista era el portavoz oficioso de las instituciones españolas más conservadoras. La aparición en escena de la Falange Española hizo que comenzaran las dificultades políticas que terminarían con la clausura de la revista por sus reiteradas críticas a la actitud sectaria de la Falange local. El 29 de abril de 155 Ibid. ,p. 3 157 Ibid., p. 4 158Eduardo Gonzales Calleja,” La derecha latinoamericana en busca de un modelo fascista: la limitada influencia del falangismo en Perú” en Revista Complutense de Historia de América, v. 20, 1994, p. 240 75 1938 la Delegación Nacional del Servicio Exterior de FET elevó a la Delegación de Falange en Perú a la categoría de Jefatura Provincial encargando el mando a Herminio Santibañez, eso hizo que la Junta Nacionalista quedara inconforme y poco a poco se fuese alejando de las actividades promovidas por Falange.159 La Falange Exterior tuvo que lidiar con las elites locales para focalizar la propaganda a favor de Franco en una sola vía. La unidad de los simpatizantes entorno a Falange Española le aseguró una movilidad tanto de su personal como de las publicaciones que circularon por toda Hispanoamérica. La difusión del hispanismo, como homogeneizador de los españoles en el exterior y de la población de habla hispana entorno al Generalísimo, le aseguraba al naciente Estado una coraza ideológica contra el enemigo visible en América, la propaganda estadounidense. El comienzo de la Segunda Guerra Mundial complicaría aún más las cosas para la Falange y los simpatizantes del franquismo, el análisis de sus actividades durante este periodo nos lleva a poner atención en las crisis que tuvieron que pasar los falangistas activos en la propaganda y los diplomáticos franquistas. 3. ¿Beligerancia o no? La Falange Exterior y su crisis en Hispanoamérica. El inicio de la Segunda Guerra Mundial no solo puso en jaque al Estado Franquista sino también a su aparato propagandístico en América. Las decisiones tomadas desde la Jefatura del Estado pretendían darle un justo equilibrio político que proveyera al régimen una imagen neutral y moderada ante la guerra. José María Martínez Val nos da pauta para analizar este periodo: Era lógico y natural, repetimos, que la Falange en el dificilísimo, casi milagroso equilibrio que Franco quiso mantener a lo largo de tan cambiantes circunstancias bélicas- y luego, de las posbélicas- tuviera que ir convirtiendo, primero en chivo 159 “Desplazada la Junta Nacionalista de la primera fila política y asistencial, FET comenzó a canalizar la mayor parte de la ayuda a la causa nacionalista a través de suscripciones y donativos. La Delegación Nacional del Servicio Exterior radicada en Salamanca ordenó mediante la Circular núm. 11 la intensificación de las campañas de donativos en metálico para el equipamiento de las fuerzas del Ejército y las Milicias.” Ibid. ,242 76 expiatorio y finalmente en moneda de cambio hacia un tipo de régimen político que fuera más aceptada dentro del nuevo orden internacional.160 Falange Española tuvo una serie de conflictos con los diplomáticos oficiosos en los países latinoamericanos, el problema seguía siendo la desunión en los esfuerzos para dirigir de una manera efectiva la propaganda. En el caso de Argentina varios grupos simpatizantes de Franco entraban en un problema de egos personales que bloqueaba la difusión de sus publicaciones161 El ascenso de Ramón Serrano Suñer162 al Ministerio de Asuntos Exteriores en el año de 1940, significó un cambio de estrategia en la diplomacia que pasó de una neutralidad a un discurso imperialista que chocaba con la regla de no intervención en la política en los países de Latinoamérica. Su ascenso también significó un movimiento de personalidades diplomáticas como el ministro de Asuntos Exteriores, Gómez Jordana.163 Al avanzar la guerra en Europa y con las victorias del Eje, se fue adoptando una política más beligerante. El conflicto se agravó más en las ex colonias por la llegada de nuevas autoridades con tendencias falangistas y que seguían incomodando a las elites locales, en este caso Filipinas. 164 160 José María Martínez Val, ¿Por qué no fue posible la Falange?, Barcelona, DOPESA, 1976, p. 26 161“Estas discrepancias trascendían el ámbito puramente propagandístico, pues en el año 1941 se unieron en un frente común los representantes de la Casa de España (de ascendencia falangista) y el propio Agregado de Prensa de la Embajada española y a la vez Jefe Provincial de Falange en Argentina, José Ignacio Ramos, contra el embajador Antonio Magaz y Pers, que desarrollaba «una política totalmente ausente de espíritu y lamentablemente liberal, contemporanizadora, equívoca y acomodativa»” Véase Antonio César Moreno Cantano. “Unidad de destino en lo universal Falange y la propaganda exterior (1936-1945)” en Studia historica. Historia contemporánea, n. 24, 2006, p .127 162 Ramón Serrano Suñer se convirtió en la persona de más confianza de Francisco Franco, ligado él por ser su cuñado, recibió críticas de parte varias alas del régimen por esta situación. Los monárquicos siempre fueron adversarios políticos de los falangistas impidiendo un sistema totalitario como lo proponía Serrana Suñer como presidente de las Cortes. Véase. Carr y Fusi, op. cit., p. 51 163 “A pesar de la prudencia del Ministro de Exteriores español, Jordana, que frenó en 1939 las expectativas radicales de Falange Exterior y evitó cualquier concertación con alemanes e italianos, la propaganda antifalangista comenzó a aparecer, cada vez con más fuerza.” Véase., Antonio Cañellas Mas, América y la Hispanidad. Historia de un fenómeno cultural, Navarra, Ediciones Universidad de Navarra, 2011, p. 157 164 “La llegada de García Albéniz al puerto de Manila, provocativamente “vestido de falangista y alzando la mano”, fue el comienzo de una nueva etapa de conflicto en el seno de la comunidad hispánica de Filipinas (además claro está de atraer la atención de las autoridades estadounidenses), consistiendo en una serie de actos vengativos, por los que se ganó no sólo la oposición de la oligarquía sino también de los elementos que habían permanecido más o menos neutrales en las luchas internas, como las órdenes religiosas.” Ariño Baró, op. cit., p. 8 77 El panamericanismo, impulsado por el gobierno estadounidense para crear unidad en las naciones americanas ante el avance del fascismo, bloqueó la actividad falangista así como la presencia de sus miembros en varios países latinoamericanos. Al parecer la presión de los Estados Unidos en las elites locales, hizo que varios de sus simpatizantes fueran desligándose poco a poco de ciertas ideas que olieran a fascismo. La difusión de rumores de un quintacolumnismo en América, reforzó las medidas de seguridad nacionales para evitar desestabilizaciones internas y acarrearse problemas con los Estados Unidos.165 Según la versión difundida a los cuatro vientos por la propaganda norteamericana, Alemania disponía de un “plan” forjado entre otros por Willhem von Faupel para controlar las fuentes de materias primas en América, a través del asesoramiento para la creación en estos países de diversas organizaciones subversivas. Siempre a decir del gobierno de Washington, el apoyo de la fascitización de ciertos grupúsculos autóctonos de signo ultranacionalista, la virtual tutela germana sobre el Servicio Exterior Falangista para potenciar el papel político y cultural de España en la zona (..) eran las vías complementarias de ejecución de este plan166 Eduardo Gonzales Calleja señala que la prensa falangista en el exterior denunciaba el ambiente hostil que generaba Estados Unidos con los rumores de infiltraciones y colaboraciones con otras agrupaciones para desestabilizar la región. 167 El análisis de esta supuesta quintacolumna en Latinoamérica por la historiografía, señala como simples rumores los planes de nazis o fascistas de invadir o que colaboraran con algún gobierno americano. A los gobiernos en ese afán de unidad no les importaba la diferencia entre falangistas, fascistas o nazis, ya que para ellos representaban lo mismo. La persecución de la Falange Exterior devino en expulsión o disolución de su organización llevándolos a la clandestinidad. El panamericanismo unió 165 Mario Gill, asegura que Falange Española estaba al mando del Japón a raíz del tratado Madrid-Tokio. Esto para preparar la invasión nazi en tierras Filipinas. Véase Mario Gill, Sinarquismo. Su origen, su esencia, su misión., México, Editorial Olin, 1962, p. 88 166 Eduardo González Calleja,” El servicio exterior de Falange y la política exterior del primer franquismo. Consideraciones previas para su investigación.”, en Hispania: Revista española de historia, vol. 54, n 186, 1994 , p. 300 167 Ibid.,p.300 78 ideológicamente a las naciones latinoamericanas en la Segunda Guerra Mundial. Las colonias de españoles que simpatizaban con el franquismo tuvieron que ser más discretas en sus declaraciones, por miedo a ser perseguidos a causa de acusaciones de quintacolumnismo. El caso de la Falange en Perú refleja esta situación. La elección como presidente de Manuel Prado y Ugacaharte en 1939 con claras ideas progresistas, le da un aire más democrático al régimen, después de la dictadura del general Oscar R. Benavides aunado a la colaboración estadounidense le daba estrecho margen a Falange. Cómo nos señala González Calleja: A pesar de la pública admiración de Benavides por Mussolini y de la simpatía de una parte de las elites intelectuales conservadoras respecto al Eje, la mayoría de la clase política peruana permaneció dubitativa y recelosa respecto a la vertiente totalitaria de estos regímenes. Cuando a instancias del Consejo de la Hispanidad, una delegación del Partido acudió al Perú para celebrar el CD Aniversario de la Conquista el 26 de junio de 1941, la prensa norteamericana la denunció a bombo y platillo como una autentica amenaza a la política de buena vecindad entre el país andino y los Estados Unidos168 El autor plantea que el influjo de la Falange Española fue pequeño, ya que las condiciones del país no podrían permitir un movimiento fascista que homogenizara las corrientes de derecha en un solo esfuerzo. Un territorio escasamente urbanizado y mal articulado administrativamente y económicamente; una sociedad civil desmovilizada y débil en cultura política así como unas clases medias atomizadas no permitieron una organización fascista fuerte.169 Falange al verse asediada tuvo que ingeniárselas para seguir trabajando en su proyecto de propaganda, el usar otras de sus agrupaciones de asistencia social como lo fue Auxilio Social le permitió seguir operando secretamente, como lo hizo en Cuba.170 168 Eduardo González Calleja, op. cit., p. 253 169 Ibid., p. 254 170 Entre las medidas a adoptar se hallaban el cambio de sede social a un lugar seguro, que conocerían tan solo algunos; la inscripción de todos los falangistas como miembros de Auxilio Social, donde obtendrían un recibo diferente a los socios de esta organización; su organización en forma secreta, lo cual implicaba, entre otras cosas, que cada jefe fuera reconocido sólo por tres afiliados , quienes a su vez estarían conectados con otros tres más y así sucesivamente. Véase Naranjo Orovio, op. cit., p.105 79 La acción gubernamental contra la Falange en Cuba se detonó en los primeros meses de 1941 creándose una organización con fines policiales para perseguir espías y fascistas. Las oficinas de Auxilio Social que dependían del Servicio Exterior español, fueron clausuradas por el gobierno el 12 de agosto de 1941, así también se dio una gran movilización en contra de las organizaciones fascistas que terminaron con arrestos en contra de los miembros de Falange Española.171 En la III Conferencia consultiva de ministros exteriores celebrada en Río del 15 al 28 de enero de 1942, se decidió en conjunto el apoyo continental y la cooperación para restar fuerza al Eje. Fue una proclama en contra del fascismo en América, implementando un boicot económico así como la vigilancia de emigrantes sospechosos de conspiración en cada una de los países del continente. 171 Ibid., p. 112 80 Conclusiones. El estudio de la actividad de la Falange Española en América se ha dedicado a investigar a la diplomacia franquista en dos momentos coyunturales, el final de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial. El Estado franquista en su afán de homologar a las colonias de españoles residentes en América, confió esa tarea a la elite falangista que plasmaría su influencia ideológica durante el primer franquismo. Las elites españolas que residían en los países americanos aunque compartían su simpatía hacia los sublevados españoles, diferían ideológicamente con Falange Española. Puedo decir que estos españoles estaban más apegados ideológicamente a un conservadurismo tradicional que al radicalismo falangistas, que vieron como un agente desestabilizador y que no generaba unidad en los españoles americanos. Los conflictos de intereses entre agrupaciones conservadoras en estos distintos países llevo a un reacomodo de agentes diplomáticos que llegaron con un afán más conciliador. La historiografía no ha dejado de lado la influencia en los países latinoamericanos, el interés de difundir el hispanismo como causa común entre sus hermanos hispanoamericanos, trajo consigo simpatías e intercambios con los gobiernos o agrupaciones de derecha locales. Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, coincide la historiografía, Falange Española fue transitando a la clandestinidad a causa de las persecuciones alentadas por los Estados Unidos. El panamericanismo tuvo el poder de aglutinar un discurso antifascista que tomaron como bandera grupos que alguna vez tuvieron simpatía por Falange Española, aparte de la decisión de España de no entrar en la guerra hizo que los españoles asentados en América tomaran una actitud pasiva y discreta. 81 Capítulo 4 El Hispanismo y el estudio de la Falange Española en México. 1. La problemática del estudio historiográfico de la derecha política en México Para dar inicio con este último capítulo citaremos una afirmación de Álvaro Matute sobre la escritura de la Historia en México, esto para poner en contexto el análisis historiográfico que se pretender dar respecto a la Falange Española. Menciona: El pragmatismo político toma, además, un campo extensivo; el de la educación. Con una fuerte dosis de nacionalismo, la “revolución hecha gobierno “dará su interpretación de la historia de México con un fin muy claro modelar las nuevas conciencias. Como reactivo, los católicos durante y después de la guerra cristera, también harán su historia pragmática nacionalista, pero con su propia interpretación de la historia, de propaganda fides. Los grandes conflictos entre Iglesia y Estado tuvieron una repercusión abundante en el campo historiográfico. El resultado fue el establecimiento de la visión maniquea de la historia de México. El futuro de este tipo de historiografía estaba hipotecada.172 Desde el fortalecimiento del grupo revolucionario en el poder en la primera mitad del siglo XX mexicano, el nacionalismo impregnó el campo de la política así como de la educación. El triunfo de la Revolución vino a formar un discurso excluyente que dejo fuera a los enemigos jurados de la revolución y del régimen.173 En un tono agresivo pretendía apoderarse de la verdad histórica de ciertos acontecimientos considerados como pilares del nacionalismo. Una lucha que fue protagonizada por el indigenismo oficial y el hispanismo. Desde el ala revolucionaria los enemigos del régimen eran vistos como la “reacción”. Católicos, panistas, almazanistas y fascistas eran echados al mismo saco sin distinguir unos de otros. Así también esta parte de derecha mexicana veía 172 Álvaro Matute, La teoría de la historia en México (1940-1973), México, SepSetentas, 1974, p.13 173 El anticlericalismo fue una de las armas ideológicas usadas por los revolucionarios para limitar a la Iglesia Católica y su influencia en áreas como la educativa. Nora Perez Rayon señala que “las modalidades de expresión pueden ser de lo más diversas: a nivel ideológico; en el plano de la legislación; en actitudes y comportamientos individuales, así como en movimientos sociales o mítines” Véase Nora Pérez-Rayón, “El anticlericalismo en México. Una visión desde la sociología histórica”, Sociológica, año 19, núm. 55, mayo- agosto 2004, p. 117 82 en esa elite gobernante a un grupúsculo de jacobinos, ateos y comunistas corruptos que pretendían acabar con la tradición mexicana por esencia católica e hispana. Como dice Matute, el maniqueísmo historiográfico arribó tanto de derecha e izquierda dando su interpretación de la historia de México. El estudio del hispanismo y Falange Española en México durante los años treinta coincide con las investigaciones sobre la derecha política, ya que muchos de estos grupos tenían una opinión favorable a su tradición hispana como símbolo de identidad nacional. Con esto no quiero afirmar que las derechas en México eran homogéneas en cuanto a su organización e ideario político ya que sería caer en la generalización que queremos evitar. Como afirma Erika Pani respecto al estudio de la derecha en México: Como animales políticos mirar el pasado a través del lente del antagonismo liberal- conservador, izquierda-derecha, nos provee de referencias familiares, permitiéndonos estructurar y dotar de sentido a las luchas políticas de ayer. Se trata, no obstante, de una secretia que no deja de ser simplista y unidimensional, precisamente porque creemos conocer sus contenidos174 Erika Pani en su artículo “Las fuerzas oscuras. El problema del conservadurismo en la historia de México”, plantea la problemática a la cual se enfrenta al historiador cuando se estudia a la derecha mexicana. Al dedicarse al estudio de alguna corriente derechista se afronta a las ideas ya preconcebidas, donde la derecha es vista como un ente monolítico y coherente en su ideología pero la realidad es otra. El error del historiador, nos dice Pani, es la manía de buscar en los discursos políticos “ismos” y marcos ideológicos estables que se articulen en torno a ciertos valores torales175 La autora entra en polémica con el historiador Enrique Krauze y su obra Siglo de Caudillos donde el plantea que “México se reconcilie con su pasado 174 Erika Pani (coord.), Conservadurismo y derechas en la historia de México,t.1, México, FCE-Conaculta, 2009, p. 15 175 “Queremos armar “ideologías” y “doctrinas”; pedimos a los políticos del pasado teorías coherentes, posturas consistentes y pensamientos sistemáticos. No debe sorprender que, al revelar incongruencias y desfases, el historiador se confiese a menudo, a pesar de la riqueza e interés de sus hallazgos quede decepcionado. “ Ibid., p.18 83 y deje vivir en la mentira” pero Pani considera que recurrir a la historia como terapia de masas no contribuye a la comprensión de los hechos.176 Quisiéramos, al contrario, normalizar nuestra mirada sobre conservadores y conservadurismos, sobre “la derecha” para desentrañar las complejidades de la dinámica política y los parámetros de la coyuntura; para descubrir lo que estaba en juego; para dar muestra de lo fértil que puede ser su estudio.177 El reto que ha tenido la historiografía es cargar con el fantasma de la dicotomía, nos dice Pani, y por otro lado el afán de encontrar el núcleo de un conservadurismo estable donde tal vez no lo hay. Es necesario dejar a un lado las visiones esencialistas y concentrarse en las mutaciones de los contenidos ideológicos y en las estrategias de los actores.178 Desde nuestro punto de vista la historiografía la podemos dividir en categorías: La primera es el estudio del Hispanismo desde las agrupaciones de derecha e intelectuales en México; y el segundo rubro los estudios que van encaminados a la actividad de la Falange Española en México, donde se analiza su relación con la colonia española residente en el país, con las agrupaciones simpatizantes y finalmente con las autoridades mexicanas de esa época. El tema de los exiliados republicanos la he dejado de lado ya que el tema del trabajo va enfocado al análisis de las obras que nos hablan exclusivamente del ideario hispanista así como de la Falange Española .Considero que la historiografía es bastante rica entorno a los exiliados , como nos señala la obra Extranjeros en México” la mayor proporción de los títulos que corresponden a las publicaciones institucionales fueron dirigidos al tema de los refugiados”179 Entre ellos podemos encontrar trabajos dirigidos al estudio de las relaciones exteriores de México durante la guerra civil española180, 176 Ibid., p. 21 177 Ibid., p. 21 178 Ibid., p. 21 179 Dolores Pla Brugat et. al., Extranjeros en México (1821-1900): Bibliografía, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1994, 17 p 180 Fernando Serrano Migallon, Isidro Fabela y la diplomacia mexicana, México, Fondo de Cultura Económica, 1981, 187 pp. Luis Díaz, Relaciones diplomáticas México-España (1821-1977), México, Porrua, 1977, 508 p. Edgar Andrade Jasso, Relaciones consulares y diplomáticas México-España Siglo XX, México, SER, 1989, 416 p. Isidro Fabela, Diplomáticos de Cárdenas: una trinchera mexicana en la guerra civil (1936-1940), Madrid, Trama, 2007, 180 p. 84 memorias estudios de los refugiados españoles en México181 y la presencia de la colonia española.182 2. El Hispanismo a través de las organizaciones de derecha y de su estudio en la historiografía El Hispanismo como bandera ideológica de ciertos grupos en México es tan notoria desde que el país se obtuvo su independencia de España en 1821. La incesante lucha política entre los bandos liberales y conservadores fue tema de interés entre historiadores. Ya que cada bando pugnaba por una organización nacional diferente. El análisis de la figura de Lucas Alamán y de su ideario ha sido objeto de la historiografía creando una vasta bibliografía en torno a él. Alamán es visto como el personaje más importante del conservadurismo en el México del siglo XIX. David Brading en Los orígenes del nacionalismo mexicano afirma que en el México poscolonial, el conservadurismo era más un estado mental que una serie de actitudes y que no es hasta 1840 cuando una camarilla de la clase alta y de reaccionarios ligados a la Iglesia forman el partido conservador donde destacaría el liderazgo de Lucas Alamán.183 Alamán era el defensor del status quo español, un aliado de los Borbones y con la idea de que la nueva nación debía de ser católica y española, viendo como una amenaza constante a los insurgentes y liberales, que según él, incitaban a las masas a destruir las instituciones.184 181 Mari Carmen Serra Puche, 1945, entre la euforia y la esperanza: el México posrevolucionario y el exilio republicano español, México, Fondo de Cultura Económica, 2014, 380 p., Andra Pagni, El exilio republicano español en México y Argentina: historia cultural, instituciones literarias, medios., Madrid, Iberoamérica, 2011, 212 pp., Abraham San Pedro, El Exilio Español en la Ciudad de México,: legado cultural, México, Gobierno de la Ciudad de México, 2011, 255 p. , Agustín Sánchez Andrés, Un capítulo de la memoria oral del exilio: los niños de Morelia, México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2002, 437 p. Clara E. Lida, Caleidoscopio del exilio: actores, memoria, identidades, México, El Colegio de México, 2009, 180 p. 182 Josefina McGregor, Revolución y diplomacia: México y España 1913-1917, México, INHERM, 2002, 487 p., Manuel Miño Grijalva, Tres aspectos de la presencia española en México durante el porfiriato, México, Colegio de México, 1981, 235 p. 183 David Brading, Los orígenes del nacionalismo mexicano, México, Ediciones Era, 1973, p. 109 184 Ibid., p. 110 85 La forma de ver el pasado de Alamán va cargado de ese fuerte hispanismo, la herencia española es innegable en su interpretación histórica de los hechos. Sus afirmaciones iban en contra de la reivindicación del pasado indígena que escribían los liberales. Alamán recurría al pasado para definir la esencia de lo nacional. Sus Disertaciones fueron escritas para celebrar la vida de Cortés, la Conquista y la fundación de la sociedad colonial. Deseoso de no difamar a los aztecas, simplemente ignoró sus logros. Su propósito más bien era contradecir a los indigenistas históricos, como Mier y Bustamante, que habían identificado a los aztecas como ancestros nacionales.185 La idea de Alamán entorno al catolicismo y la Iglesia es favorable, se debía respetar las propiedades eclesiásticas y los privilegios del clero. Hispanismo y catolicidad era parte de un todo. La revolución y las masas eran motivo de miedo entre las elites conservadoras del siglo XIX, la destrucción de la sociedad jerarquizada significaba la derrota moral y social de la civilización que en el afán de generar igualdad terminaba desuniendo.186 Otro ejemplo de los apologistas del hispanismo es Jesús Guiza y Acevedo, férreo defensor de la tradición católica y antimarxista. Escribió varias obras donde refleja su simpatía hacia la derecha y sus críticas al México revolucionario, entre estos Hispanidad y Germanismo187 publicado en 1946. Ésta se divide en dos partes, en la primera hace un análisis sobre Alemania, Hitler, el nazismo que el identifica en el germanismo. En su segunda parte contrapone las virtudes del hispanismo, la lucha de la España franquista y católica con los vicios del germanismo, el protestantismo, los judíos y el comunismo. Cronológicamente su obra va de 1939 a 1942, sus criticas son dirigidas al gobierno cardenista y al artículo tercero constitucional que proclamaba la educación socialista. El texto historiográfico fue escrito dentro de una 185 Ibid., p. 111 186 “Alamán pugnó por engrandecer al catolicismo por considerarlo “el único lazo que liga a todos los mexicanos”. En sus Disertaciones sobre la historia de la República Mexicana exalta el papel de los misioneros y de las órdenes religiosas que instruyeron a los indios.” Véase. Lucas Alamán, Disertaciones sobre la Historia de la República Mexicana. Antología, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1991, p. 153 187 Jesús Guiza y Acevedo, Hispanidad y germanismo, México, Editorial Polis, 1946, 434 p. 86 coyuntura específica tanto nacional como internacional, el fin de la guerra civil española, la crisis política detonada por el cardenismo, la sucesión presidencial y el inicio de la segunda guerra mundial. Así también hubo detractores de la corriente hispanista, que fue vista como un tentáculo más del fascismo europeo para desestabilizar a los gobiernos democráticos de América .Mario Gill era partidario de la creencia de que si existió una quintacolumna en México y que esa responsabilidad caía en las organizaciones de derecha, en este caso la sinarquista. La tesis de la hispanidad era, en última instancia, la estrategia fascista del Atlántico encomendada a la quinta columna nazi en América bajo la dirección inmediata de la Falange Española, pero sometida al control de von Faupel, es decir, de Berlin. Tenía por objeto preparar el terreno para la invasión militar nazi del Continente Americano; abrirle el camino a Hitler188 Aunque en su libro El sinarquismo. Su obra, su esencia, su origen, su misión rastrea el origen ideológico del sinarquismo cae en generalidades al asimilarlo con los fascismos europeos, no dando una explicación clara de la doctrina sinarquista. Las obras que se interesaron en la actividad de los hispanistas vienen de la disciplina periodística, como la obra La hispanidad franquista al servicio de Hitler de Ovidio Gondi.189 El autor periodista de profesión, cubrió la Guerra Civil Española y 188 Gill, op. cit., p. 88 189“Periodista y escritor. Director de la revista de literatura Orbayo (1929-1930). Redactor de El Noroeste de Gijón y corresponsal de El Pueblo Gallego (Vigo) y La Libertad (Madrid). Miembro del Sindicato de Artes Gráficas (UGT) desde 1931. Subdirector de Camarada (1932-1933) y redactor del diario socialista Avance de Oviedo desde 1933 a 1937. Fue secretario del Ateneo Popular de Oviedo en 1934. Estuvo detenido tres meses en octubre de ese mismo año siendo posteriormente desterrado. Durante la guerra civil fue teniente de Intendencia en la 11 Brigada del Ejército del Norte y comisario de aviación en Barcelona. En dicha ciudad fue también director de Ediciones Antifascistas. Exiliado en México, donde llegó a bordo del Sinaia en junio de 1939. Fue director de España día a día, trabajó en las revistas Así y Orbe y desde 1942 fue redactor jefe de Tiempo. En 1945 se trasladó a Nueva York, donde trabajó en la revista Norte, en la agencia de noticias holandesa Aneta y tradujo al castellano películas de la Metro Goldwyn Mayer. Además, por medio de la American Literary Agency enviaba sus crónicas a más de setenta periódicos latinoamericanos, firmándolas con el seudónimo «J. Pumarabín». Al proclamarse el Estado de Israel pasó a formar parte, como asesor en asuntos hispanoamericanos, de la misión de ese país en las Naciones Unidas, cargo que desempeñó durante doce años. Regresó a México en 1961 incorporándose a la revista Tiempo donde, hasta 1982 fue jefe de redacción y posteriormente subdirector general. Colaboró también en el suplemento cultural de El Sol de México y en El Universal. Falleció en dicho país en 1992.” Fundación Pablo Iglesias, “Gondi, Ovidio” 87 se interesó por el quintacolumnismo por lo que dedico varias de sus obras al mismo tema .190 En La hispanidad franquista al servicio de Hitler analiza el papel del Instituto de Cultura Hispánica que desempeño con el Instituto Iberoamericano de Berlín en la propaganda del fascismo e hispanismo en América. En el caso de México Ovidio Gondi afirma La creación en México de la Escuadra Tradicionalista fue el colofón de la propaganda franquista en el país. Esta organización la componían, principalmente, miembros de Acción Católica de Jóvenes Mexicanos, organismo muy influyente entre los estudiantes. Su doctrina era copia fiel de los postulados falangistas191 Asegura que las organizaciones fascistas estaban asimiladas con los grupos reaccionarios mexicanos, que compartían la misma crítica hacia el cardenismo. La colaboración entre estos grupos era real, según Gondi. “La revuelta del general Saturnino Cedillo contra el presidente Lázaro Cárdenas está entretejida con los hilos de la gran conspiración fascista y clerical”192 El autor nos señala sus fuentes, las que nos dan más pistas sobre la génesis de su explicación sobre el quintacolumnismo en México.193 Estas son publicaciones oficiales que aceptan como verdad la colaboración nazifascista con las organizaciones de derecha en el país, entre éstas se encuentras informes policiacos. Atribuye la creación de la Unión Nacional Sinarquista a los alemanes y a la Falange Española, siendo una copia fiel del ideario de José Antonio Primo de http://www.fpabloiglesias.es/archivo-y-biblioteca/diccionario-biografico/biografias/9000_gondi-ovidio (consultado el 5 de octubre de 2016) 190 Es en la obra, Gema Maña et. Al., La voz de los náufragos. La narrativa republicana entre 1936 y 1939,Madrid, Ediciones de la Torre, 1997, 435 p. , donde se nos habla de las publicaciones de Ovidio Gondi ;Cómo trabaja una Quinta Columna (1938), La guerra civil en Asturias (1938) 191 Ovidio Gondi, La hispanidad franquista al servicio de Hitler, México, Editorial Diógenes S.A., 1979, p. 35. 192 Ibíd., p. 35 193 La fuente del autor que toma Ovidio es Lo que no se sabe de la rebelión cedillista publicada en 1938 y escrita por dos agentes del Ministerio Público, Manuel Fernandez Boyoli y Eustaquio Marrón de Angelis 88 Rivera.194 Coincide con las afirmaciones de que el sinarquismo sentía simpatía por el movimiento armado iniciado en España por Francisco Franco: Los sinarquistas nunca ocultaron sus opiniones respecto a los propósitos de Franco. Cuando el caudillo y los falangistas en México hacían circular su propaganda, distribuida por la Delegación Provincial en este país, los sinarquistas apoyaban tales ideas y actividades. Se decían firmemente nacionalistas, pero sentían tremenda admiración por los líderes fascistas de la época.195 La aportación de la obra es dar a conocer a las agrupaciones en México que tenían simpatía hacia los fascismos europeos y especialmente al fascismo español identificado con Falange Española, pero está inmersa en la lucha antifascista de esa época no dando una interpretación equilibrada sobre el papel de Franco en América. La colaboración España-Alemania en la Guerra Mundial es compleja y Ovidio explica esta relación paralela que hubo de estos países en América de una forma maniquea y un poco exagerada. La aparición del hispanismo en la historiografía mexicana ha sido resultado de conflictos relacionados a la identidad nacional o al proyecto de nación196, Elisa Servín afirma que las categorías políticas en este caso izquierda y derecha son mejor definidas en coyunturas históricas concretas.197 El análisis del hispanismo en México, desde el enfoque de Elisa Servín, debemos orientarlo a las coyunturas que han tomado la historiografía para su estudio; la guerra cristera y el sexenio Cardenista. Hugh Campbell en su obra La derecha 194 “Como una gota de agua a otra se parecían los programas de la Falange y el sinarquismo. Letra por letra podrían encontrarse los mismos textos de la doctrina de las Juntas de Ofensiva Nacional sindicalista (JONS), el apéndice sindical de la Falange” Ibid., p. 56 195 Ibid.,p. 55 196 Javier Gardaciego señala que en la etapa del gobierno de Lázaro Cárdenas es cuando nacen graves divergencias y hostilidades que se expresaron a través de diversas agrupaciones. El señala tres momentos específicos; el primero que abarcó los años de 1933 y 1934 donde los políticos que no fueron favorecidos por Calles formaron sus nuevos partidos y el segundo fueron los años de 1935 y 1936 donde diversos excallistas formaron el Partido Constitucionalista Mexicano y el tercero donde Cárdenas a partir de 1936 se le consideró un político ajeno a la tradición revolucionaria y visto como un comunista. Véase.,Fondo Aleph, “La oposición conservadora y de las clases medias al cardenismo”,http://aleph.academica.mx/jspui/handle/56789/8190 (consultada el 5 de octubre del 2016) 197 Erika Pani (coord.), Conservadurismo y derechas en la historia de México,t.2, México, FCE-Conaculta, 2009, p. 468 89 radical en México 1929-1949 asegura que durante un periodo de dos décadas donde surgió el fenómeno político de las derechas, “como una reacción en contra de la Revolución Mexicana y de los cambios sociales que prometía” 198 Albert L. Michaels señala dos tipos de conservadurismo que se fueron enraizando en la vida política de México a causa de las intestinas luchas entre el bando liberal y conservador en el siglo XIX y que después de la Revolución Mexicana seguían existiendo. El primero deseaba un México basado en la civilización de España y en la Iglesia; el segundo deseaba el progreso, pero a través de un sistema de paz y orden, que se asemejaba muy poco al ardor revolucionario de 1917. El primero rechazaba la Revolución y todo lo ocurrido desde 1910; el segundo aceptaba la Revolución, pero creía que ésta debía ya deternerse. El partido católico rechazaba la democracia, los revolucionarios conservadores proclamaban sin convicción su lealtad a este principio, pero afirmaban que los mexicanos no estaban todavía listos para escoger a sus líderes.199 El distinguir diferentes tipos de conservadurismo ayuda a la comprensión de sus actividades políticas y sus objetivos. No se generaliza a la derecha como una sola vía para obtener sus intereses sino que está misma se adapta al contexto político en donde se desarrollan. 2.1 El hispanismo sinarquista y panista. La organización de las derechas ha girado en torno a la guerra cristera y el final de esta. Jean Meyer, el historiador dedicado al estudio del movimiento cristero y de la democracia cristiana en México, afirma que el conflicto cristero de 1926 quebró la unidad del episcopado y de los católicos que no pudieron quedarse inmóviles ante la amenaza de Plutarco Elías Calles: 198 Hugh G. Campbell, La derecha radical en México 1929-1949, México, SepSetentas, 1976, 219. 199 Albert L. Michaels, “El nacionalismo conservador mexicano desde la Revolución hasta 1940”, Historia mexicana, México, Colmex, vol. 16,n. 2, p. 215 90 Esto desemboca en la guerra de los cristeros (1926-1929), prolongando una guerrilla (1934-1938). El modus vivendi concluido en 1929 entre Roma y México elimina definitivamente la democracia cristiana en México, porque la delimitación reciproca de las esferas no le deja ningún lugar, lo cual no quiere decir que deje de existir el catolicismo intransigente. Se adapta y resurge sin cesar. Y surge en 1937 y 1939 bajo la doble forma contradictoria y rival (¿para no meter todos sus huevos en el mismo cesto?) del movimiento sinarquista y del PAN200 El caldo de cultivo para esta reacción fue, como apunta Meyer, el Estado revolucionario. El reformismo en varios rubros, fue la causa de los movimientos reaccionarios en México. Desde la aplicación de la Constitución de 1917 con los artículos que limitaban las facultades de la Iglesia por parte de Plutarco Elías Calles en los años veinte hasta las expropiaciones hechas por Lázaro Cárdenas y el establecimiento de la educación socialista201, movilizaron a parte de la población, ya sea católicos, laicos y hasta a los mismos revolucionarios que tildaron a estas reformas como “radicales”. En una de sus primeras obras El sinarquismo. ¿Un fascismo mexicano? de 1979, Meyer analiza la doctrina sinarquista así como su historia desde su fundación en 1937 hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial donde la agrupación tuvo que posicionarse como simpatizantes de los Aliados y ser despojado de tintes autoritarios que los acusaran de fascistas. A Meyer le parece insuficiente la definición clásica del fascismo que da la izquierda y la que escribe Ernst Nolte para explicar el supuesto fascismo de la Unión Nacional Sinarquista202 Meyer afirma que el sinarquismo se acerca más a los integrismos católicos que al fascismo, aunque resalta ciertas características afines como la crítica a la democracia, la lucha de 200 Jean Meyer, El sinarquismo, el Cardenismo y la Iglesia 1937-1974,México, Tiempo de Memoria Tus Quets Editores, 2003, p. 23 201 “Que significaba en México una “educación socialista” fue una cuestión que dio lugar a enconados debates y en realidad no hubo modo que nadie se pusiera de acuerdo. Muchos, en su momento, hicieron notar que hablar de “escuela socialista” en un país “burgués” era una patraña. Los autores de la reforma constitucional hablaron de “socialismo científico”, expresión con la que corrientemente se hacía referencia al socialismo marxista; pero en sus polémicas dan la impresión de poner más el acento en el calificativo que en el sustantivo, de modo que lo aparentemente querían era una educación fundada en la ciencia, en contraposición con una educación fundada en los prejuicios religiosos.” Véase., Arnaldo Córdova, La Revolución y el Estado en México, México, Ediciones Era, 1989, p. 159 202 Jean Meyer, El sinarquismo ¿un fascismo mexicano?, México, Editorial Mortiz, 1979, p. 130 91 clases y su antimarxismo. 203 El nacionalismo de la UNS reivindica la herencia indígena y española, no negando del pasado español ya que fue base para la creación de la cultura mexicana, su discurso cargado de hispanismo era para la defensa de este patriotismo Quieren destruir lo hispánico, lo católico, el amor y el recuerdo de España, todo eso pretenden destruir. Criando odio hacia la madre que nos dio el ser nacional, para que entonces, desligados de ella, reneguemos de nuestra ascendencia espiritual y racial y nos acojamos como a una tabla salvadora a esos principios y a ese pueblo de E.U. 204 Jean Meyer afirma que el sinarquismo “nunca fue el títere del gran capital, mucho menos del imperialismo estadounidense, nazi o japonés” en su obra El sinarquismo, el Cardenismo y la Iglesia 1937-1974, resalta la importancia de entender la dimensión religiosa del movimiento sinarquista y de situarla en la coyuntura internacional del momento. En su texto pone en evidencia la influencia del hispanismo conservador en la ideología sinarquista que era muy nacionalista205 Pablo Serrano en su obra La Batalla del Espíritu: El movimiento sinarquista en el Bajío (1932-1951) desde la perspectiva teórica- metodológica de los movimientos sociales pretende explicar al sinarquismo y menciona que : “ha favorecido la comprensión y análisis de los elementos y factores que lo definen como un movimiento social, en los niveles regionales y nacionales”206 El autor hace hincapié en la importancia del estudio del sinarquismo a nivel regional, ya que una de sus características más importantes ha sido que en ella convergen los intereses de toda una región, en este caso el Bajío. El Bajío fue un campo fértil para la lucha católica y en consecuencia el escenario idóneo y más representativo de movimientos como la cristiada, la Segunda, las 203 Ibid.,p. 131 204 Ibid., p. 144 205 “El nacionalismo es un elemento esencial de esta ideología; culto al ejército, a la bandera, a la religión, al pasado imperial e hispánico, a los militantes caídos por la patria; odio a Estados Unidos; irredentismo evocando la época en que, de la Florida a Oregón, todo era español” Meyer, op cit., p. 139 206 Pablo Serrano Álvarez, La Batalla del Espiritu. El movimiento sinarquista en el Bajío (1932-1951), México, Consejo Nacional para las Culturas y las Artes, 1992, p. 18 92 Legiones y la Base, de donde surgiría la Batalla del espíritu. La fusión de las demandas, proyecto e ideología católicas con los problemas y especifidades históricas del Bajío, fue una característica de aquellos movimientos, lo que determinó su expansión regional y su amplia base social207 Respecto a la relación del sinarquismo con el falangismo español, rechaza una posible colaboración quintacolumunista entre las organizaciones. Las pruebas presentadas por la izquierda en esa época no eran del todo verídicas. Pablo Serrano señala al catolicismo hispano como único lazo entre la España franquista y los sinarquistas, ya que la UNS al ser un movimiento nacionalista no estaba sujeto a fuerzas del exterior, rechazando el autor la categoría de “fascismo mexicano” que se le ha dado. Pablo Serrano menciona: El movimiento sinarquista no fue inspirado por el fascismo, el nazismo o el falangismo. Tanto su ideología como sus modos de acción, pertenecían a los factores católicos, nacionalistas, regionales, sociales y culturales que en el contexto del cardenismo condicionaban al desenvolvimiento de la lucha de la derecha, en este caso, católica. Los rasgos fascistas no pueden negarse tampoco, pero eso no implicaba que el movimiento fuera un “fascismo mexicano”, pues lo que daba razón al movimiento era la realidad histórica que deseaba modificar208 Otra obra que ha aportado al análisis del sinarquismo es La Unión Nacional Sinarquista: transformaciones ideológicas y participación de Austreberto Martinez Villegas. Para él la Unión Nacional Sinarquista es “el intento más consistente y permanente durante el siglo XX, de aglutinar en un proyecto de “nación-social cristiano” a los sectores de la población más conservadores y tradicionalistas”209 Respecto al hispanismo el autor es muy atinado en marcar las diferencias entre la Falange Española fundada por Primo de Rivera y la Falange de la época de Francisco Franco. Señalando que la UNS recibió más influencia de la Falange 207 Ibid.,p 14 208 Ibid.,p 347 209 Austreberto Martínez Villegas, La Unión Nacional Sinarquista: transformaciones ideológicas y participación política en el México posrevolucionario (1949-1971), Tesis de Maestría, División de Ciencias Sociales y Humanidades-UAM Iztapalapa, 2011, p. 11 93 franquista por simple temporalidad.210 Resalta el aspecto que tenían más en común ambos grupos Los sinarquistas sin duda se identificaron con numerosos elementos del régimen español sobre todo con la idea de un Estado católico, ya que como se ha mencionado, el fundamento principal de la ideología sinarquista fue precisamente ese deseo de edificar la vida social, política y económica de México sobre las bases del catolicismo y de la mistica de sacrificio cristiana.211 El estudio del Partido Acción Nacional a partir de la coyuntura posrevolucionaria en México ha sido tema de varias obras historiográficas, que han estado dedicadas al análisis doctrinal así como de sus personajes. Su relación con el sinarquismo y con las idead totalitarias de la época han sido del interés de los académicos. La figura de Manuel Gómez Morín y de Efraín González Luna así como de sus posiciones entorno a la participación político-electoral por una parte y la defensa del abstencionismo, será parte del dilema en su historia política.212 Pero. ¿Qué relación ha tenido el PAN desde su fundación en 1939 con la España conservadora e hispanista?, y ¿Cómo ha sido estudiada por la historiografía? Soledad Loaeza en su obra El Partido Acción Nacional: la larga marcha 1939- 1994213 afirma que ha habido una tendencia historiográfica en el estudio de los orígenes de Acción Nacional, que ha sido ver al partido como una mera reacción clerical ligada al conflicto cristero. Afirma que para examinar al PAN hay que verlo como una de las corrientes políticas nacidas de la Revolución Mexicana, que participaba del espíritu general de renovación y de reconstrucción nacionales aunque sus programas y objetivos sociales fueran distintos de los grupos en el poder214 La obra pretende salir de ese canon establecido para analizar a Acción Nacional. Un partido político nos señala, debe estudiarse a la luz de su ideología, sus 210 Ibid., p, 119 211 Ibid., p. 122 212 Servin, op. cit., p. 45 213 Soledad Loaeza, El Partido Acción Nacional: la larga marcha 1939-1994 .Oposición leal y partido de protesta, México, FCE,1999, p. 106 214 Ibid.,p. 106 94 programas de gobierno, sus formas de organización y a partir de las funciones que desempeñan en el gobierno.215 El análisis de la ideología es como rastrea el discurso hispanista que permeaba sus discursos políticos y estrategias de gobierno. Loaeza señala que Gómez Morín no tenía como propósito formar una organización confesional, sino un partido de minorías que asumieran la dirección del cambio posrevolucionario.216 Pablo Moctezuma Barragan en Los orígenes del PAN, señala que la causa verdadera para la fundación del PAN fueron las reformas radicales cardenistas en el plano económico que afectaba los intereses de varios empresarios.217 El afán modernizador de Gomez Morin, apunta Loaeza, viene de su simpatía hacia la dictadura de Miguel Primo de Rivera y de las ideas políticas del conservador José Calvo Sotelo218. El análisis de este aspecto se basa en los textos de Morín como España Fiel y 1915219, que dan testimonio sobre las ideas de la España conservadora que lo influenciaron. La adhesión a la hispanidad quedó en Gómez Morín y en el PAN como huella permanente de esta influencia, como si el contacto directo con España le hubiera permitido al fundador del partido reconocer los rasgos profundos de una “identidad” mexicana autentica, a partir de la cual podría elaborar la doctrina que buscaba.220 Loaeza afirma que el giro que tomó el régimen posrevolucionario hizo asumir una postura a Gómez Morín y retomar la bandera de la hispanidad como escudo a las ideas radicales tanto de Calles como Cárdenas. Gómez Morín entendía al hispanismo como una ideología que no era ajena a la tradición mexicana como el 215 Ibid., p. 24 216 Ibid.,p. 107 217 Pablo Moctezuma Barragan, Los orígenes del PAN, México, Ehecatl ediciones, 1997, p. 135 218 José Calvo Sotelo colaboró con la dictadura militar de Miguel Primo de Rivera ocupando el cargo primero de gobernador civil de Valencia y en 1923 ocupó la Dirección General de Administración Local. Sus máximos logros fue la promulgación de los Estatutos Municipales en 1924 y los Estatutos provisionales que tenían como objetivo fortalecer el papel de la municipalidad ante la intervención del Estado. 219 Manuel Gómez Morín, 1915, México, Planeta, 2002, 98 p. 220 Loaeza, op. cit., p. 122 95 marxismo que era nocivo para México, así lo deja ver en el Informe a la Asamblea Constituyente de Acción Nacional el 14 de septiembre de 1939221 Tania Hernández Vicencio en su obra Tras las huellas de la derecha. El Partido Acción Nacional 1939-2000, analiza el desarrollo del partido como parte de la amplia movilización de la derecha en el México contemporáneo.222 La autora destaca dos planos en los que la derecha se desenvolvió para conseguir sus objetivos, en el ámbito institucional y en el plano social. Respecto al ámbito institucional señala que estos actores se encontraban dentro del gobierno y del partido oficial que cumplían con una agenda política proempresarial y de acercamiento con la Iglesia Católica. .223 Y la derecha social que se conformó por un sector beligerante que se agrupó en partidos o agrupaciones políticas, donde entra el PAN, los sinarquistas, empresarios y laicos católicos. Propone que el análisis de la evolución del PAN debe partir de dos procesos simultáneos que influyeron en la transformación del partido, el desarrollo de los grupos de derecha y el cambio de un modelo nacionalista del Estado a uno neoliberal. Mucho se ha escrito sobre el PAN desde las perspectivas dominantes, la institucional y la organizacional sin embargo, para avanzar sobre la línea de análisis planteada con anterioridad sugiero visualizar al partido político como un ente histórico. El reto es identificar, a partir de su dinámica, la permanencia de sucesos políticos ideológicos que han trascendido en el tiempo y el espacio y que merecen ser observados con mayor detenimiento. Bajo esta óptica, el desarrollo de un partido político deberá comprenderse sobre la base de una doble experiencia.224 221 “México pasa por una época de especial confusión y los problemas tradicionalmente intactos, se agravan con problemas nuevos de extrema gravedad: y porque una pesada tolvanera de apetitos desencadenados de propaganda siniestra, de “ideologías” contradictorias, de mentira sistematica, impide la visión limpia de la vida nacional” Véase. ,Manuel Gómez Morín, Diez años de México. Informes del Jefe de Acción Nacional, México, Editorial Jus, 1950, p. 5 222 Tania Hernández Vicencio, Tras las huellas de la derecha. El Partido Acción Nacional 1939-2000,México, Editorial Itaca, 2009, p. 19 223 Ibid.,p. 20 224 Ibid.,p. 23 96 Es en la primera etapa del PAN donde la autora nos explica la fuerte tendencia hispanista presente en las organizaciones de derecha. El ascenso de Lázaro Cárdenas al gobierno de la república así como su afinidad con la clase obrera y su proyecto de educación socialista generó una fuerte oposición de la derecha creándose una diversidad de organizaciones en contra del régimen.225 El discurso hispanista, nos dice, fue abanderado por grupos de laicos de derechas así como de otros que se apoyaban en tres principios “la religión católica, la sociedad jerarquizada y el lenguaje”226 Otro aporte al análisis doctrinal hispanista del panismo, es la tesis de doctorado Las doctrinas políticas del Partido Acción Nacional: Del falangismo a la Democracia cristiana de Héctor Gómez Peralta, donde pretende mostrar la transición doctrinal del PAN de sus ideas corporativas cercanas a la Falange al partido democrático de hoy en día.227 Gómez Peralta expone los vínculos del primer panismo con la UNS y Falange Española, el autor pone en tela de juicio la historia oficial del panismo que refleja el ideal democrático de su doctrina. Su tesis doctoral aunque se encuadra en la historiografía tradicional que criticaba Loaeza, rastrea el origen de los líderes históricos del PAN y la UNS desde la Liga Defensora de la Libertad Religiosa que daría origen a la Unión Nacional de Estudiantes Católicos en 1931 y a La Legión en 1932 que después se convertiría en La Base en 1934.228 Afirma que el personal con mayor nivel educativo y más progresista formó el PAN, mientras que las masas campesinas y con un catolicismo más conservador y radical conformóla UNS229 El autor también nos muestra las similitudes de la doctrina panista con las derechas organicistas de la época. Así como la relación de Morín con el Instituto de Cultura Hispánica donde se aglutinaban conservadores mexicanos como José 225 La Confederación Patronal 226 Ibid., 35 227 Héctor Gómez Peralta, Las doctrinas políticas del Partido Acción Nacional: Del Falangismo a la Democracia cristiana, México, Tesis de Doctorado-UNAM, 2010, p. 6 228 Hector Gomez Peralta afirma “La UNEC y La Legión tenían los mismos objetivos: en primer lugar pelear contra el anticlericalismo, después luchar por obtener reformas sociales, para finalmente tomar el poder político. Sin embargo, la cooperación entre ambas resultó muchas veces infroctosa, sobre todo por el rechazo de los miembros de la UNEC hacia las organizaciones secretas y clandestinas” Ibid., p. 59 229 Ibid., p. 61 97 Vasconcelos y Jesús Guisa y Acevedo. Aunque la obra enriquece mucho los estudios sobre la derecha en México considero que catalogar a la estructura ideológica panista en la misma vía que Falange Española es seguir con la generalización de una idea de la derecha. El autor no toma en cuenta que Falange Española pasó por una serie de transformaciones desde su fundación. La derecha que representaba Morín no iba tan de la mano de Falange. 2.2 El hispanismo en otras organizaciones e intelectuales de derecha. Ricardo Pérez Montfort, que se ha dedicado al estudio de las derechas en México, afirma en Por la patria y por la raza. La derecha secular en el sexenio de Lázaro Cárdenas230 que una de las características ideológicas de los grupos de oposición de clase media durante el régimen cardenista se identificaba con la causa nacionalista en España de 1936. Ese hispanismo que tomaron los rebeldes como bandera y que derrocarían a la Republica en 1939, sería también usado por algunos mexicanos para oponerse al nacionalismo indigenista promovido desde la esfera revolucionaria. La Unión Pro-Raza, la Confederación de la Clase Media y la Acción Mexicanista Revolucionaria tenían un discurso que se oponía al proyecto nacionalista cardenista La oposición de estos dos nacionalismos radicaba en que el primero era un nacionalismo “de ataque” que intentaba frenar a sus agresores con la afirmación de los valores morales y el manejo de términos abstractos de entidades como la patria, la bandera, la familia, la sangre, etcétera. Mientras que el segundo era un nacionalismo “de defensa” o “de apoyo” que trataba de proteger valores que tenían una presencia mucho más concreta, como las riquezas nacionales y ciertos elementos de identidad nacional como el indigenismo oficial231 La historiografía mexicana se ha encargado de rastrear este nacionalismo de derechas en los intelectuales que integraban ciertas instituciones, como la 230 Ricardo Pérez Montfort, Por la patria y por la raza. La derecha secular en el sexenio de Lázaro Cárdenas., México, Facultad de Filosofía y Letras-UNAM, 1993, 224 p. 231 Ibid., p. 92 98 Academia Mexicana de la Historia y el Consejo de Hispanidad fundada por Franco el 2 noviembre de 1940. Es Perez Montfort con su obra Breve Antología de Documentos Hispanistas (1931-1948)232 quien nos acerca a los archivos en la que se detectan rastros de hispanismo. El autor hace una recopilación de documentos que pertenecen al Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno español así como de varios artículos que aparecieron en la Revista de las Españas, publicación promovida por la Unión Iberoamericana que fue creada en la dictadura de Primo de Rivera. En su recopilación no solo nos presenta al hispanismo conservador si no también el liberal, donde identifica a Luis de Zulueta, Genaro Estrada y a Alfonso Reyes233 dentro de esta línea.234 Los documentos del Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores son muy ricos en contenido sobre el hispanismo oficial del franquismo. Los memorándums que contienen opiniones respecto al contexto político mexicano posrevolucionario nos abre más el panorama sobre la idea que tenían los agentes oficiosos españoles sobre México. Esta información fue importante para el servicio exterior franquista para idear la manera de propagar el hispanismo. En uno de los memorándum llamado Méjico. Breve reseña a propósito del ambiente social, político y económico235 fruto de una estadía de nueve años en México. El documento hace un análisis de la historia de México antiguo, y hace referencia al pasado colonial y dando importancia al mestizaje como factor principal del actuar del mexicano236 232 Ricardo Pérez Montfort, Breve antología de documentos hispanistas (1931-1948), México, Cuadernos de la Casa Chata, 1990, 107 pp. 234 “Pero para otros hispanistas, sobre todo aquellos que pertenecen a los principales grupos que enarbolaban el liberalismo decimonónico peninsular, la relación entre España y sus antiguas colonias no era exclusivamente unidireccional; esto es, no se trataba nada más de que las antiguas colonias reconocieran el tutelaje peninsular. Para ellos, el espíritu español lo integraban tanto las influencias que España pudiese ofrecer a sus antiguos territorios como las que aquella pudiese obtener de éstos.” Ibid. ,p. 10 235 Ibid., p. 67 236 “Al componerse la población de Méjico de tres elementos, indios, mestizos y criollos, es claro que con ellos debemos contar para nuestra actuación. El indio puede decirse casi sin exageración que apenas se halla imbuido por la civilización occidental. El hecho de que practiquen y se sientas celosos de su culto cristiano prueba que a ellos sólo el misionero llegó (…) Es pues elemento mestizo aquel que gobierna Méjico y éste- siempre claro es con las naturales excepciones- no nos es afecto. Ve en nosotros aun al conquistador y al encomendero sin prejuicio (…) El criollo por regla general nos es afecto. Por el momento creo que nuestra actuación debe ser principalmente dirigida a formar con elemento criollo un núcleo francamente españolista. Ibid., p. 69 99 También aporta una descripción de los españoles radicados en América, de quienes afirma que “su inmensa mayoría es apolítico pero de tendencias marcadamente conservadoras” Dentro de la misma línea del estudio del pensamiento conservador hispanoamericano, podemos encontrar la obra de Felicitas López Portillo Tres intelectuales de la derecha Hispanoamericana: Alberto María Carreño, Nemesio García Naranjo, Jesús Guiza y Acevedo.237 La autora coincide con posturas respecto al estudio de la derecha, como la de Erika Pani, que “no es fácil una definición de la derecha, dado que es un término proteico que abarca diferentes posiciones ideológicas y políticas.”238 Los tres personajes que analiza tienen algo en común, su pensamiento conservador e hispanista. La obra es una buena referencia para conocer la ideología política de estos intelectuales de derecha, aunque el objetivo de la autora es investigar las percepciones respecto al proceso independentista desatado a partir de 1810. Alberto María Carreño, escritor e historiador nacido el 7 de agosto de 1875, ejerció la docencia en la Escuela Nacional Preparatoria durante 50 años. Ligado con la Academia Mexicana de la Lengua desde el 9 de octubre de 1918 hasta el año de 1952, donde ocupó varios cargos.239 Su simpatía hacia España, la podemos notar en su interés académico, ya que sus estudios iban dirigidos al tema de la Nueva España que publicaba en su revista Divulgación Histórica de 1939. Carreño veía en la figura de Cortés el artífice de la nacionalidad mexicana, el encuentro de sus restos en el año de 1946 fue motivo de un homenaje oficial donde se declaraba monumento histórico el Hospital de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno que fue fundado por Cortes en 1524. La autora afirma que: Desde el develamiento de los restos de Cortés los indigenistas se querían sacar la espina. Por eso no faltó quien dijera que toda la comedia de los huesos del 237 Felicitas López Portillo Tostado, Tres intelectuales de la derecha hispanoamericana: Alberto Maria Carreño, Nemesio García Naranjo, Jesús Guisa y Acevedo,México, UNAM, CIALc, 2012, 179 pp. 238 Ibid., p. 10 100 conquistador había sido idea del generalísimo Franco para afianzar su política de la hispanidad, como se comprobaba con el reconocimiento de la momia de Francisco Pizarro en el mismo año de 1946240 En 1947 fue invitado a los festejos del natalicio de Hernán Cortes celebrado en Medellin organizado por el Instituto de Cultura Hispánica. Nemesio García Naranjo fue diputado porfirista en 1910 así como también fue miembro del gabinete de Victoriano Huerta en donde desempeño como ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. Defensor de la causa cristera y crítico del gobierno callista vivió en el exilio de 1914 a 1923, enfrentando también un segundo exilio de 1926 a 1934. Él se declaraba como porfirista siempre añorando esa etapa de estabilidad en el país.241 Su relación con la España conservadora se inició con su ingreso en 1925 a la Academia de la Lengua Española donde dio un discurso en el que defendía al idioma español como lazo entre las naciones hispanoamericanas y en 1947 cuando fue invitado por el Patronato Cervantino para la conmemoración del nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra. En esta ocasión ofreció un discurso en presencia del ministro de Exteriores español “presentándose como el portador de la representación del pueblo mexicano pero no de todo” 242 3. La Falange Española y Tradicionalista de las JONS como objeto de estudio en la historiografía mexicana. Como habíamos dicho con anterioridad sobre los estudios del PAN y del sinarquismo, hay dos corrientes historiográficas entorno a estos temas; la primera ve el nacimiento de estas agrupaciones como reacción al fin del conflicto cristero en 1929 y la segunda que se ha comprometido a un análisis más profundo del ideario político y de sus formas de organización. En esta corriente historiográfica se inscriben los estudios de Ricardo Pérez Montfort, considerado en mi opinión el 240 Ibid. , p 51 241 Citando a la autora: “Según su opinión, la obra del porfirismo se sintetiza en la reconciliación de los ánimos divididos por las contiendas civiles y las intervenciones extranjeras, así como por el evidente progreso material alcanzado” Ibid. ,p.69 242 Ibid., p. 91 101 pionero en la investigación histórica sobre la actividad de Falange Española en México. Uno de sus primeros acercamientos se da en la obra coordinada por Brigida von Mentz Fascismos y antifascismos en América Latina. Apuntes históricos. El punto de partida, dice la autora, fue el análisis de la presencia e influencia alemana en México. Destaca que: En el estudio de la oposición de extrema derecha al régimen cardenista que iniciamos en el proyecto “Alemanes en México. Siglo XX”, partiendo de la suposición de una relación entre nazis y esta misma oposición se abrió una buena cantidad de vetas de investigación hasta ahora no exploradas. Una de ellas, el movimiento falangista en México, surgió una vez que revisamos los antecedentes ideológicos de ciertos movimientos clasemedieros, posibles captores de la atención del nazismo en México. La Confederación de la Clase Media y el Comité Pro-Raza, dos de las organizaciones estudiadas, parecían estar mucho más cerca de los grupos falangistas españoles que los grupos nazis.243 Perez Monntfort en su artículo Notas sobre el falangismo en México da el primer paso para escudriñar en el estudio de la bandera política de Falange Española; el hispanismo. Da un recorrido por los autores españoles de la época que pusieron a la hispanidad como estandarte de identidad de los españoles y de las naciones que fueron conquistadas por España en América. Así que Montfort no se conforma con iniciar su explicación con una definición del hispanismo superficial, nos señala los puntos de vista de los fascistas españoles como el de Ramiro Ledesma Ramos244, Onésimo Redondo245 y Ramiro de Maeztu. El primer aporte del autor es identificar el discurso hispanista mucho antes de la llegada de Falange Española a México, relacionada con la antigua colonia española 243 B. V. Mentz et. al., Fascismo y antifascismo en América Latina y México. Apuntes históricos, México, Cuadernos de la Casa Chata, 1984, p. 2 244 “Para Ramiro Ledesma Ramos, de las JONS, el hispanismo era la manifestación perpetua de la capacidad imperial española demostrada en la conquista del vasto territorio hispanoamericano” Ibid., p. 69 245 Para Onésimo Redondo, también de las JONS, “América tenía derecho a compartir el renacimiento y la redención de España”. Y que esta no olvidara los deberes imperiales que tenía con aquella. Deberes imperiales que se traducían sobre todo en cuestiones espirituales]” Ibid., p. 69 102 y afirmando la afinidad ideológica que había con la Unión Nacional Sinarquista.246 El hispanismo es un tema que retomara después en otra de sus obras, la Falange Española como objeto de estudio se verá entrecruzada con otros temas, como las relaciones diplomáticas de los agentes oficiosos franquistas en México. La identificación de ciertos personajes políticos de la época, abre el interés hacia el tema, Montfort afirma “todo parece indicar que Cayón y Coss junto con Ibañes Serrano, el representante de la Real Academia Española en México, son los dirigentes de estos movimientos y sus principales activistas”247 Pérez Montfort es crítico con sus fuentes y asegura que el número de falangistas españoles que operaban en México no era muy grande, como lo plantea una obra de la época. Su investigación está apoyada en documentos del Archivo General de la Nación, lo que le permitió rastrear a las organizaciones falangistas en nuestro país así como a los diplomáticos y españoles que simpatizaban con la causa franquista. Al ser un primer acercamiento al tema por parte del autor no da una conclusión de su investigación misma, que desarrolla en otras de sus obras, Hispanismo y Falange. Los sueños imperiales de la derecha española en México. Este trabajo nació como una continuación del estudio anterior, ya que a partir del interés por el discurso hispanista de los grupos de derecha mexicana y su simpatía hacia la España franquista y tradicionalista de la época el autor se decidió arrojar más luz sobre este tema. Si bien este trabajo toca temas como la guerra cristera vista desde España, o los vínculos extraoficiales que el régimen franquista mantuvo con México, que parecieran tangenciales para describir las relaciones ideológicas entre sectores mexicanos de derecha y representantes españoles del mismo signo, es necesario confesar que parte de la intención de esta investigación fue también encontrar la continuidad y los canales de flujo de este pensamiento, a la vez ubicar los ambientes en donde el mismo anidaba .248 246 Ibid.,p. 71 247 Ibid.,p, 74 248 Ricardo Pérez Montfort, Hispanismo y Falange. Los sueños imperiales de la derecha española y México, México, Fondo de Cultura Económica, 1992, p. 12 103 En su obra vemos desarrollada una explicación del hispanismo en tres décadas: los veintes, treintas y cuarentas. Esto, por el contexto histórico en el que se desenvuelven los conflictos entre el nacionalismo mexicano y el hispanismo conservador. En su capítulo El hispanismo en la España de los años treinta hace un desglose de los intelectuales y agrupaciones de derecha en España que tuvieron un discurso hispanista, como Acción Española, Ramiro de Maeztu y por supuesto Falange Española y Tradicionalista de las JONS. El autor hace una diferencia entre el Falangismo de Antonio Primo de Rivera y el Falangismo ya de la mano de Francisco Franco después de la guerra.249 Así que el análisis que hace de la presencia de la Falange Española en México está más desarrollado ya que contempló la trasformación de la agrupación durante la Guerra Civil Española. Para su análisis se vale de la prensa española y mexicana de la época así como de informes consulares ya que fue el medio en que se podía rastrear la simpatía hacia el bando derechista o izquierdista de ambos lados.250 Montfort nos señala que el registro más temprano de la Falange es de septiembre de 1937, asociados en la prensa con actividades fascistas y por qué empezó aparecer una circular de la Delegación Nacional del Servicio Exterior de la FET y de las JONS, donde se detallaban los puntos centrales de su ideología.251 Pero respecto a los líderes de la organización En México la Jefatura de la Falange estuvo en manos de Augusto Ibañez Serrano, un español nacionalizado mexicano que además se autodenominaba el “representante personal de Franco en México”. Algunos informes señalaban a José Celorio como su asistente. La Delegación Mexicana de la Falange sesionaba en el Casino Español y representaba a los españoles simpatizantes del movimiento franquista a través de la embajada de Portugal en nuestro país. Ramón María 249 Nos dice el autor “Esta Falange habría de desarrollar un hispanismo más directamente relacionado con la religión católica que el de Ledesma o el de José Antonio; un hispanismo que se acercaba más a monárquicos y carlistas que a los falangistas originales, y el cual inundó sus principios con una retórica imperial todavía más agresiva” Ibid.,p. 85 250 La temática de la guerra civil española fue la temática más frecuente en la prensa se “uso el conflicto en España no sólo para defender o atacar posiciones con respecto a este fenómeno especifico, sino también ventiló problemas internos que en términos generales poco tenían que ver con el asunto” Ibid. p 124 251 Ibid.,p. 134 104 Pujadas, antes de ser expulsado de la representación española y posteriormente del país, entregó el archivo de la embajada a Ibáñez, por lo que se convirtió extraoficialmente en el portador de la mayor parte de la información sobre la colonia española en México. Además Ibáñez mantenía contactos con altas autoridades mexicanas, principalmente en la Secretaria de Gobernación.252 El aporte de Ricardo Pérez Montfort en Hispanismo y Falange fue introducirnos al estudio de las relaciones oficiosas de los Delegados de Falange Exterior en México. La figura de Augusto Ibañez Serrano así como del Casino Español, lugar donde se reunían los españoles simpatizantes de Franco será tema de análisis de la historiografía a partir de aquí. Pero los temas no solo se quedan en la política como nos dice Montfort, ya que el vínculo entre España y México continúo en otras esferas como la eclesiástica y cultural.253 La obra México y España en el primer franquismo, 1939-1950 de la historiadora Clara E. Lida, convoca a otros especialistas en relaciones hispano mexicanas para enriquecer con sus investigaciones el tema de los inmigrantes españoles en México durante el primer franquismo.254 Lida deja en claro que la compilación que emprende es de aspecto monográfico y no pretende ser una historia exhaustiva de las relaciones entre México y España, pero la obra cumple su objetivo al abrir el panorama temático enmarcado dentro del primer franquismo y su relación con México. Los artículos se enlazan temáticamente de una manera que la explicación de este periodo se vuelve más rico en contenido, aspectos culturales, diplomáticos y políticos. 255 Ricardo Pérez Montfort en su artículo “La mirada oficiosa de la hispanidad. México en los informes del Ministerio de asuntos exteriores franquistas 252 Ibid.,p. 136 253 Ibid.,p.194 254 La autora temporalmente toma al primer franquismo de 1939 a 1950, ya que las fuentes disponibles son de los españoles que llegaron al finalizar la Guerra Civil. 255 El libro cuenta con la colaboración Nuria Tabanera García con” Los amigos tenían razón. México en la política exterior del primer franquismo”, Julia Tuñón con “Relaciones de celuloide. El primer certamen cinematográfico hispanoamericano. Madrid, 1948”; Eric Lobjeois con “Los intelectuales de la derecha mexicana y la España de Franco, 1939-1950”, Leonor García Millé, “El retrato burocrático. Las fotografías de Españoles en los documentos inmigratorios mexicanos,1939-1950 “ 105 1940-1950” presenta matices de lo ya visto en su obra Hispanismo y Falange y que parte de sus mismos documentos consulares. Respecto a esta documentación que se recibía sobre México en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid, Montfort nota dos vertientes: una pragmática y otra ideológica. Los informes que tenían un toque pragmático Montfort, “mostrarían una mínima comprensión de la precaria situación que guardaban los vínculos entre España y México, y aun cuando no eliminaron del todo los prejuicios y ciertos tonos arrogantes, tampoco trataron de confrontar los intereses de ambos gobiernos ni mucho menos de forzar un enfrentamiento” La otra vertiente ,la ideológica, parecía particularmente insensible tanto a la historia reciente de México como a la posición de España en el ámbito internacional, justo en los comienzos de lo que sería una conflagración internacional. Su posición, un tanto trasnochada, insistía en la recuperación de la tutoría de España sobre los destinos de aquellos países que antiguamente habían pertenecido al imperio español, entre los cuales México ocupaba un lugar privilegiado. 256 El Consejo de la Hispanidad creado en 1940 sería la institución que abanderaría esta idea tradicionalista en la política exterior en los países de Latinoamérica. El conflicto entre la forma de proteger los intereses económicos de los españoles franquistas en México, fueron protagonizados por Augusto Ibáñez Serrano agente oficioso que pertenecía a la corriente pragmática contra el embajador español en Washington Juan F. Cárdenas, ideológicamente cercano al falangismo. La falta de organización y cohesión de los diplomáticos le agregaba dificultad al acercamiento al gobierno mexicano para reestablecer las relaciones entre ambos países. Ya con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, la situación se agravó ya que la influencia estadounidense era vista como un obstáculo para la difusión del hispanismo en México, ideando planes para esquivar el sabotaje yanqui257 La defensa hemisférica encabezada por Estados Unidos y el rumor de un quintacolumnismo en México dificultó el trabajo de Falange Española. 256 Ibid.,p. 70 257 Ibid. P. 76 106 Según la documentación, el acuerdo por disolver la delegación mexicana de la Falange se realizó sin conflictos y se llevó a cabo formalmente el 1 de junio de 1942. Según Augusto Ibáñez “El mismo señor Alemán me dijo que dentro de la tendencia que guía al gobierno mejicano en favor de la colonia española por considerarla perfectamente identificada con la familia mejicana y los importantísimos negocios que manejan, desean a todo trance evitar que por fútiles pretextos puedan ser molestados en lo más mínimo.” La disolución de la Falange en México no supuso, por lo tanto, ninguna aspereza en las relaciones extraoficiales de la colonia española con las autoridades mexicanas y podría comprobar la poca importancia que para entonces tenía Falange en México.258 El análisis de los documentos del Ministerio de Relaciones Exteriores que hace Montfort va enfocado al papel del empresariado español para reanudar relaciones diplomáticas con el gobierno de Ávila Camacho. Maximino Ávila Camacho, hermano del presidente, fue el enlace con la antigua colonia española y de los agentes oficiosos españoles. Los informes emitidos por los embajadores enviados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, en este caso de Germán Baraibar en 1942 denotaban cierto entusiasmo por la simpatía recibida por parte del hermano del presidente. El fin de la Segunda Guerra Mundial marcaría un nuevo reacomodo de fuerzas en España. La derrota del Eje significó para el régimen franquista un cambio de estrategia ante las amenazas de las repúblicas aliadas. Así como su urgencia para ser reconocida internacionalmente como un gobierno legítimo. Los empresarios españoles fueron vistos como los personajes que ayudarían a acercarse a las autoridades mexicanas explotando las relaciones personales más que las diplomáticas.259 Los diplomáticos también estaban interesados en los grupos políticos de derecha que residían en el país, el Partido Acción Nacional y la Unión Nacional Sinarquista. Montfort señala que esta información está contenida en informes militares españoles que tuvieron como agente oficioso en México al teniente coronel Pérez Caballero, “sus informes parecían apelar mucho más a la 258 Ibíd.,p. 78 259 Ibid., p. 102 107 objetividad y al pragmatismo que a los impulsos ideológicos”260 En referencias hacia la Falange: El teniente coronel Francisco Pérez Caballero, el informante del Estado Mayor Central del Ejército Español, no tardó en dar parte a sus autoridades, considerando que se debía desmentir inmediatamente la veracidad de que la Falange estaba involucrada en forma alguna con el sinarquismo. Dicho desmentido debía ser contundente, “agregando que ni Falange ni Gobierno Español se inmiscuyen en la política nacional de los demás países, cuya libertad de gobernarse como mejor les parezca respetan siempre, aunque no comparta su ideario ni sus procedimientos.261 La Falange Española en México en el artículo de Montfort es solo la punta del iceberg en los problemas que tuvieron los representantes de Franco en México. Los informes en los que se basa su estudio nos dan un panorama complicado en el terreno diplomático. Su reflexión en torno a las relaciones México y España durante el primer franquismo lo resume así “La parsimonia mexicana se explicaba por el siguiente razonamiento: mientras existieran los contactos informales con el franquismo México no perdía nada en cuestiones internacionales, y si ganaba en apariencia al oponerse diplomáticamente al régimen de Franco”262 La actividad de la Falange Española en México es poco analizada por Montfort, ya que el interés de Montfort es por la opinión de los diplomáticos franquistas de la situación política del país. Otro aporte hecho al estudio de los inmigrantes españoles en México nos lo brinda Pablo Yankelevich con su artículo La política de expulsión de españoles indeseables en México (1915-1934). El autor hace un estudio de los casos de españoles a los cuales se les formularon solicitudes de aplicación del artículo 33. Subraya que estas expulsiones tenían tintes hispanofóbicos al calor del radicalismo del Estado mexicano contra las fuerzas que estos consideraban contrarrevolucionarios. Respecto al estudio de los extranjeros en México afirma: 260 Ibid., p. 105 261 Ibid., p. 110 262 Ibid.,p. 113 108 Explicar el mundo de afinidades y rechazos que despiertan los extranjeros en México, remite al estudio de las formas con que esas personas se insertaron en la vida nacional, como una indagatoria siempre atenta a las encontradas posiciones en el interior de la sociedad mexicana, respecto a cómo tratar a ese otro que constituye todo extranjero263 El artículo 33 constitucional fue utilizado por el Estado mexicano para la expulsión de los extranjeros indeseables. El discurso nacionalista con tintes de xenofobia fueron las que motivaron las expulsiones de españoles. Yankelevich se apoyó de cifras estadísticas para conocer a que actividades y en qué zonas poblacionales vivían estos españoles. La invocación al 33 deja de ser una cuestión exclusivamente urbana, en manos de elites letradas, sobre todo autoridades políticas que lo gestionan desde y para el poder. De ahora en adelante, la voz de los más humildes se hará presente en una sucesión de reclamos y peticiones, en la mayoría de las cuales, una superficial revisión de la gramática y la ortografía en la redacción de esos documentos, revelan que son producto de un mundo mucho más cercano del arado que de la máquina de escribir.264 Temporalmente el estudio no abarca los años en que Falange Española ya tenía actividad en México pero considero que el aporte de Yankelevich es tocar el tema de las expulsiones de los españoles de distinta forma. Mostrándonos el contexto político posrevolucionario, nacionalista en esencia, que se lanzó primero en contra de los españoles por considerarlos aliados del antiguo régimen porfirista además del legado antiespañol dejado por el discurso liberalista del siglo XIX. Recientemente la Falange Española y su presencia en México ha sido interés de investigación de jóvenes historiadores. Ya sea que la indagación vaya dirigida a las fuentes de archivo o conocer el porqué de la presencia de la Falange Española en México. Hasta ahora hemos visto obras históricas que han tomado como referencia para el estudio de la Falange, informes consulares de los embajadores 263 Pablo Yankelevich, “La política de expulsión de españoles indeseables en México (1915-1934)” en Revistas de Indias, vol. LXIII, n. 228, 2003, p. 496 264 Ibid.,p. 516 109 franquistas así como notas de periódicos o de simpatizantes de la España Nacional. Estas investigaciones enriquecen más con su análisis así como nos dan referencias para acércanos al tema y darles otras perspectivas. La tesis de licenciatura La actividad clandestina de la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional (FET y de las JONS) en México 1940-1944 de Celia Victoria Santander Moraila es un informe académico fruto de un seminario de catalogación. El informe está dividido en dos partes; en la primera de ellas es de carácter descriptivo y anecdotario ya que cuenta su experiencia de trabajo en el Archivo General de la Nación así como el funcionamiento de este265y la problemática y beneficios del trabajo de archivo. El objetivo de su investigación fue el de conocer las actividades clandestinas de la Falange Española en México a través de los informes documentales hechos por el gobierno mexicano, nos dice también que su interés está dirigido a la perspectiva del Estado hacia la agrupación.266 Ella argumenta que los estudios historiográficos que han tomado como tema a la Falange Española y su actividad en México han sido escasas durante la época de los cuarenta ya que el interés se ha dirigido al sexenio cardenista. La autora nos da un listado del material gráfico de la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales, fruto de su colaboración en el seminario del Dr. Aurelio de los Reyes. Su lista está organizado por cajas que fueron revisadas una por una. Ella va armando su relato histórico con la ayuda de los archivos localizados, hace una crítica de fuentes no muy exhaustiva, ya que parece ser que hace solamente una síntesis de pocos de los documentos. Pero el valor de su trabajo se encuentra en la localización de los informes policiacos así como de tener conocimiento sobre la 265 La autora nos da una descripción de la documentación que resguarda la Galeria 2 del Archivo General de la nación. Detalla que la documentación que pertenece a la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales abarca más de treinta dos mil cajas y su temática es variada. 266 Celia Victoria Santander Moraila, “La actividad clandestina de la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET y de las JONS) en México,” Tesis de Licenciatura-FFyL UNAM, 2011, p. 4 110 visión del Estado mexicano y de su sistema de inteligencia sobre posibles amenazas para la seguridad nacional. La documentación en la que se basa su estudio pertenecía a la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales que dependía de la Secretaria de Gobernación. El acervo está contenido en una sola caja donde hay informes policiacos hechos a Falange Española del año 1940 a 1947. Los agentes son los autores de todos estos informes dirigidos a la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales, afirma que estos eran detallados en su descripción sobre la organización Los agentes también lograron identificar dos modalidades paralelas en la organización y operación de la Falange mexicana, una la llamaron “visible” u “oficial” y otra a la que llamo “invisible” o “ilegal”, misma que desarrollaba sus tareas en la clandestinidad y cuyo líder solo pudo ser identificado hasta 1942. Fue en un reporte fechado el 3 de abril de dicho año en el que se marcaba que el líder de Falange “invisible” era Eulogio Celorio Sordo y vivía en Mesones 127; además de él, señalaba: “tiene tanta o más importancia que el propio Augusto Ibáñez Serrano, pues es quien dirige la verdadera labor de espionajes, de subversión social, así como los grupos armados y de choque de la Falange”267 Estos informes explicaban la forma jerarquizada en la que estaba organizada Falange Española así como de algunos de los líderes que la conformaban; como de la organización Acción Femenina. El texto decía que las mujeres que pertenecían a la organización muchas veces eran por coacción o amenazas de Falange Española. La tesis también nos da cuenta de los lugares clandestinos en los que se reunía Falange Española …para las tareas clandestinas los falangistas se valen de locales no sospechosos pertenecientes a los afiliados más seguros y de mayor confianza. Para los asuntos de escasa montana se entrevistan en la calle, generalmente en un jardín o parque público, en un café o en una esquina cualquiera.” Como puntos más importantes de reunión lograron ubicarse la Camiseria de Parduelos ubicada en la avenida 16 de 267 Ibid., p. 25 111 septiembre número 3, que pertenecía a los hermanos Parduelos integrantes destacados de la Falange desde que comenzó a operar en México. 268 Uno de los aportes que hace la autora y que señala que ha sido un aspecto poco conocido, es la relación que tuvo FET de las JONS con los españoles no franquistas en México. La manera en la que Falange se hacía del apoyo de los españoles no franquistas era a base de amenazas e intimidación así como de la manipulación para proporcionar la ayuda en los tramites consulares, Augusto Ibáñez Serrano aparece de nuevo como artífice de esta estrategia para hacerse del apoyo de los españoles en México. En torno a la documentación, afirma que hubo una pérdida de informes es “que según un reporte de los agentes fechado el 14 de marzo de 1943, se suscitó una pérdida del material relativo a las investigaciones en torno a Falange Española”269 Esto nos indica que la información sobre la Falange Española fue rica en algún momento pero desafortunadamente esa documentación se perdió. Concluyendo la autora destaca que el gobierno mexicano fue tolerante en algún momento con Falange Española durante los años cuarenta, pero con la entrada de México en la Segunda Guerra Mundial la agrupación fue objeto de investigación por estar identificada con el fascismo internacional. El gobierno mexicano no pudo actuar duramente con los falangistas por que España se había declarado neutral en la guerra, señala la autora. Otra tesis La colonia española y Falange en México: una colaboración problemática, se interesa temporalmente en los años 1939 y 1940. El autor escoge esos años ya que representa una coyuntura política en la colonia española diferente a la vivida entre los años 1936-1939. 270 El contexto político después de 1939 se vio envuelto en la segunda guerra mundial y el cambio de neutralidad a la no beligerancia en España así como de la colaboración entre México y Estados Unidos. 268 Ibid., p. 29 269 Ibid., p. 39 270 Rodrigo Francisco Martínez, “La colonia española y Falange en México: una colaboración problemática”, Tesis de Licenciatura-FFyL UNAM, 2013, p. 7 112 La hipótesis del autor es que la colaboración entre la colonia española y Falange en México fue muy problemática en la búsqueda de cumplir los objetivos de la España franquista en el terreno de la política exterior. La actitud triunfalista de España ante la victoria en la guerra civil y el avance militar del Eje en Europa, durante un momento en el que México consolidaba su soberanía y alzaba una bandera nacionalista, significó un problema para la colonia española. Lo más importante fue la diferencia de intereses entre la falange y la colonia, unos políticos y otros económicos, que llevaron a ésta a priorizar los negocios sobre la política, al mismo tiempo que aprovechó la revitalización del nacionalismo español para emprender el tan ansiado proyecto de unidad sin temor a ceder al partido franquista el liderazgo de la colectividad española en México.271 La tesis sigue la misma línea que vimos en la historiografía dedicada a la actividad de Falange Exterior en América, la problemática con las elites españolas locales. La aparición del partido oficial franquistas en los países americanos trajo consigo más división que unidad, esto ya lo vimos en el caso de Filipinas y el Perú. El caso mexicano no fue la excepción. Él ve tres limitantes para que la actividad falangista fuera problemática en México; “Su carácter de extranjeros era la principal limitante. La política era un lugar prohibido para ellos, aunque eso no significó que no participaran efectivamente”272 La aplicación del artículo 33 constitucional fue usada como herramienta ideológica para los extranjeros que no se inmiscuyeran en la política nacional. La segunda limitante “era su carácter de empresarios (…) Esta alianza entre empresarios y políticos extranjeros fue muy complicada debido a la diferencia de intereses de ambos componentes”273. A pesar del apoyo del gobierno mexicano a la Republica Española y sus lazos ideológicos con esta, el empresariado en su mayoría franquista dejo de lado el asunto político para dedicarse al económico, su forma era más pragmática a comparación de los falangistas. Y la última militante fue “relativa a los constantes brotes de antihispanismo en la sociedad mexicana, que si bien 271 Ibid., p. 11 272 Ibid., p. 74 273 Ibid., p. 74 113 guardaba una relación ambigua en torno a la presencia española, llegó en no pocos casos a manifestarse, incluso violentamente, su rechazo hacia los españoles.”274 Ese antiespañolismo como hemos visto estuvo presente en los gobiernos posrevolucionarios, el discurso enmarcaba a estos en el grupo de la reacción antirrevolucionaria. Las agresiones violentas que asegura el autor, eran ejecutadas por organizaciones sindicales como la CTM y de Vicente Lombardo Toledano, Matesanz refiere las agresiones al Casino Español por parte de obreros sindicalistas. El autor no deja de lado el análisis de los rumores del quintacolumnismo en México donde Falange Española parecía llevar la batuta. Se desenvolvieron en un ambiente claramente antifacista, donde la antigua colonia española no quiso verse mezclada ya que atentaba con sus intereses en México. El proyecto de unificación resulto ser difícil La elite española se vio obligada a tomar decisiones. Mantuvo el proyecto de unificación en un solo centro español, pero por medio de si misma, relacionándose cautelosamente con aquellos elementos claves para lograr el reconocimiento de Franco lo antes posible, sin la inclusión de los elementos más imprudentes y dañinos de la Falange. Al mismo tiempo, su rechazo a la presencia de la Falange en México no significaba en lo absoluto el abandono de un profundo franquismo.275 La investigación llevada a cabo por Rodrigo Francisco Martínez brinda información útil para quien quisiera conocer la actividad de Falange en México. Los españoles en México aunque la mayoría simpatizaba con Franco no era lo mismo con el falangismo. La disolución de Falange Española por el gobierno mexicano en 1939 trajo consigo más dificultades en las actividades de difusión ideológica, la colonia española por su parte tuvo que seguir conservando el liderazgo ante el problema que significaba la Falange y su comportamiento hostil. 274 Ibid., p. 74 275 Ibid.,p. 104 114 Conclusiones. El interés por el estudio de la derecha en México ha enriquecido el debate y a la historiografía mexicana. Organizaciones como el Partido Acción Nacional así como de la Unión Nacional Sinarquista ha llevado a encontrar sus posibles influencias ideológicas y sus estructuras políticas. El análisis y reflexión de estas fuerzas políticas durante la posrevolución mexicana ha despojado de ciertos prejuicios y desconocimiento del desarrollo de estas organizaciones de derecha. Los aspectos en común entre estas organizaciones han llevado a los investigadores a dirigir su mirada al estudio del hispanismo católico y a la Falange Española Tradicionalista de las JONS así como del franquismo. Las primeras obras historiográficas como vimos han catalogado a las derechas mexicanas como títeres del fascismo internacional, el contexto político en plena Segunda Guerra mundial y el temor a un quintacolumnismo en América daba pie a este tipo interpretaciones. La aparición de las investigaciones de Jean Meyer abrió el debate sobre el origen de la ultraderecha nacional poniendo en duda su relación con los fascismos europeos de la época. La historiografía como mencione en el capítulo lo dividí en dos partes, el primero es el tema del hispanismo católico en la historiografía y el segundo el análisis de la presencia de la Falange Española en México. Aunque ambas van de la mano, el hispanismo lo podemos notar en las obras de intelectuales de derecha así como de organizaciones políticas como el sinarquismo y Acción Nacional. En cambio, Falange Española ha sido objeto de estudio como organización política que tuvo como objetivo la propaganda política y la homogenización de la colonia española en México. Pero ¿Cuál ha sido el avance respecto al estudio de la Falange Española en México? Puedo mencionar que se ha dejado de lado la tendencia a homogenizar la organización como un fascismo más de la época. Rescatando sus características únicas que se vieron más marcadas. El interés por su organización y estructura en México así como de las fuentes de archivo que hablan de está, enriquecen el estudio de las derechas en México y se les rescata de las trampas de la generalización. 115 Desde 1989 la oposición política al priismo fue obteniendo más fuerza a nivel regional hasta el triunfo de Vicente Fox en el año 2000, donde culmina este proceso de transición. Este hecho histórico causo la atención hacía el papel de las oposición política en México durante el siglo XX, como menciona Elisa Servin “El peso del régimen de la revolución opacó a los grupos opositores no sólo en el terreno político, sino también en el de su reconstrucción historiográfica”276 Los historiadores llegaron tarde al análisis de la oposición política mientras que otras disciplinas volcaron su interés en este tema. El tema de Falange Española en México fue eclipsado por los estudios dedicados al cardenismo y si había una alusión a la organización esta era superficial y arbitraria. La infinidad de trabajos dedicados a los avances y el proceso de la Revolución Mexicana necesitan como complemento estos estudios dedicados a la derecha política para ampliar más el panorama. Los historiadores deben dejar de ver a la derecha como el agente inoportuno en ciertas épocas históricas y ser más críticos ante las interpretaciones sobre el siglo XX mexicano. 276 Elisa Servín, La oposición política en México, México, CIDE-FCE, p. 9 116 Conclusiones finales. Este recorrido historiográfico por los estudios hechos a las derechas españolas y mexicanas que nos llevaron a las obras dedicadas a Falange Española en México ha abierto el panorama. Los textos académicos dedicados al debate sobre la historiografía de derecha tanto en México y España aporto otras perspectivas de análisis de estas organizaciones. Las primeras obras que hacían mención de la presencia de Falange Española en México tuvieron una visión oficialista y maniquea por el contexto de la guerra mundial que se vivía en ese entonces. Obras como las de Ovidio Gondi y Mario Gil estuvieron permeadas de esa lucha antifascista de esa época, las cuales exageraron el papel de Falange Española en México y además no matizaron sobre la estructura ideológica de la organización. Desde mi perspectiva la generalización de Falange Española con el nazismo de Hitler y el fascismo de Mussolini de parte de estos autores, ejemplifica los errores entorno al análisis historiográfico respecto a los grupos de derecha. El sinarquismo que fue visto como una vil copia del falangismo estuvo igual atrapada en estas generalizaciones. El fascismo como concepto ha sido usado arbitrariamente para clasificar a ciertos grupos como lo fue Falange Española. En el apartado dos de esta tesina me di cuenta que la gama de organizaciones de derecha en España y como la historiografía recientemente se ha acercado a ella, rebasa el mero análisis y comparación con el fascismo adentrándose al hispanismo. La historiografía mexicana no se ha quedado atrás, el estudio de la presencia de Falange Española en México se ha mirado desde la historia diplomática así como de la historia social y política. Ricardo Pérez Montfort ha sido el pionero en este tema, explora la actividad de los agentes oficiosos franquistas, donde Serrano Suñer sería el personaje más emblemático en esa etapa de finales de los años treinta. Hispanismo y fascismo ya no fueron similares a través de la bibliografía revisada, por ejemplo Jesús Guiza y Acevedo intelectual reaccionario en su obra Hispanidad y germanismo, confronta estás dos ideologías y afirmando que el hispanismo no es nada a lado del corrupto nazismo y fascismo. Ya en un plano diferente los 117 historiadores recientes se han dedicado a la explicación de las ideologías de algunas organizaciones de derecha afines al hispanismo: el PAN y la UNS figuran como tema de estudio. El Hispanismo se convierte en un concepto usado para el análisis de otras derechas políticas que no son identificadas con el fascismo. La actividad de Falange Española en México ha sido otro tema aparte en la historiografía mexicana. El interés es dirigido a las relaciones políticas que estos tuvieron con funcionarios mexicanos y sus actividades de propaganda y reclutamiento con los españoles radicados en el país. El trabajo de archivo ha sido esencial para que esta vertiente de estudio haya rendido sus resultados. La historiografía también se ha interesado por la actividad de Falange Exterior en otros países del continente americano dejando ver las dificultades que tuvieron los embajadores falangistas con las elites españolas locales. Al comparar todos estos casos confirmamos que las derechas no son homogéneas y que estas también entran en conflictos ideológicos y de liderazgo. Así vemos que la historiografía dedicada a la derecha en México ha pasado por una travesía muy difícil por el nacionalismo revolucionario que impedía un análisis más objetivo de las agrupaciones de derecha en el siglo XX. El proceso historiográfico se encauso a un análisis más exhaustivo de las estructuras ideológicas de derecha y su relación con otras organizaciones de la misma corriente política. La derecha dejo de ser analizada desde un punto de vista político de izquierda que no dejaba paso a otras explicaciones históricas. 118 Bibliografía. Alamán, Lucas, Disertaciones sobre la Historia de la República Mexicana. Antología, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1991,317 p. Antón Mellón, Joan (coord.), Orden y jerarquía y comunidad. 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