e {rO S-;' UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE FILOSOFIA y LETRAS LA INFLUENCIA DE JACQUES-CHARLES BRUNET EN OBRAS BIBLIOGRAFICAS DE AUTORES MEXICANOS T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN BIBLlOTECOLOGIA y ESTUDIOS DE LA INFORMACION PRESENTA LlDUSKA CISAROVA HEJDOVA DIRECTORA DE TESIS : ROSA MARIA FERNANDEZ DE ZAMORA 9 ~ l J D I 0 8 b ~ ~ ~ . _ Aa ~ . '"" (j)o o ~ - 'e MEXICO, D. F. 2005 ~ . : . ..- _. 6 c:. o fACULTAD DE FllOSOFlA yLETRAS m·3 \.-\ \ \65 SERVICOS F S C O ~ R F . § UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 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Lista de imágenes Introducción Indice 111 1 PARTE 1: Capítulo 1 ¿Bibliofilia o bibliomanía? 7 1.1 La bibliofilia en dos cuentos franceses 12 1.2 Richard de Bury 18 1.3 De Gabriel Naudé a Jacques-Charles Brunet Gabriel Naudé, el polígrafo 25 1.4 Naudé y su concepto de la biblioteca 31 1.5 Surgimiento de "gabinetes" entre los coleccionistas 35 1.6 Desenvolvimiento bibliográfico 40 Capítulo 2 Jacques-Charles Brunet 2.1 El bibliógrafo y su doctrina 48 2.2 El concepto de bibliografía y la técnica bibliográfica 58 2.3 Libros raros y preciosos 61 2.4 Los sistemas de clasificación 65 2.5 Brunet-hombre 68 PARTE 11: Capítulo 3 Algunas facetas de la vida cultural en México decimonónico Capítulo 4- Joaquín García Icazbalceta y los comienzos de la bibliografía moderna en México Algunas consideraciones sobre su vida y su obra 74 95 105 Nuevos caminos en la bibliografía mexicana Influencias Valentin Uhink y Farías Manuel de Olaguibel Conclusiones Obras consultadas 11 115 122 127 132 143 150 Anexos anexo 1 anexo 2 Tabla sinóptica de la clasificación de Brunet Lista de obras impresas en América entre 1540 - 1600, elaborada por García Icazbalceta y enviada a Harrisse 156 III LISTA DE LAS IMÁGENES 1. "Portraits from the Dibner Library of the History of Science and Technology", http ://web4.si.edu 2. Portada de La bibliographie politique du Sieur Naudé, http://gallica.bnf.fr 3. Primera página de la "Tabla de autores", en La bibliographie politique, http://gall ica.bnf.fr 4. Portada del Advis pour dresser une bibíiothéque, reproduction de I'édition de 1644, París, Klincksieck, 1994 (colección de la autora de esta tesis) 5. Retrato de Brunet, en Témoignages contemporains sur la vie et l'oeuvre de Jacques-Charles Brunet, Pise, Valerini, 1962 (Biblioteca Nacional de México) 6. Portada de la quinta edición del Manuel de Brunet (Biblioteca Nacional de México) 7. Portada de la obra de Rabelais Pantagruel de 1532, www .textesrares.com 8. Descripción bibliográfica de Pantagruel de Rabelais, cuarta edición del Manuel de Brunet (Biblioteca Nacional de México) 9. Portada de una obra del siglo XVI, impresa por Aldo Manuzio el Joven en Critiques de l'imprimerie de Charles Nodier, Paris, Éditions des Cendres 1989, p.38 (colección de la autora de esta tesis) 10. Portada del Catalogus librorum officine Danielis Elsevirii de 1861, en Critiques de l'imprimerie de Charles Nodier, Paris, Éditions des Cendres 1989, p.19 (colección de la autora de esta tesis) IV 11. Retrato de Joaquín García Icazbalceta, en Obras I, New York, Burt Franklin, 1968 (Biblioteca Nacional de México) 12. Mapa de Tenochtitlan, en "Joaquín García Icazbalceta Collection", www .lib.utexas.edu 13. Lámina CXVI en la Bibliografía Mexicana del siglo XVI de Joaquín García Icazbalceta; portada de la Cartilla y doctrina cristiana 14. Descripción bibliográfica de la portada anterior en Apuntes para un catálogo de escritores en lenguas indígenas de América, p.119 (Biblioteca Nacional de México) 15. Descripción bibliográfica de la misma portada, en la Bibliografía Mexicana del siglo XVI , pp. 310-312 16. Portada de la Doctrina chrisiiana muy util y necessaria en la Bibliografía Mexicana del siglo XVI, lámina XCVIII 17. Descripción bibliográfica de la portada anterior en Apuntes para un catálogo de escritores en lenguas indígenas de América, p.73 (Biblioteca Nacional de México) 18. Descripción bibliográfica de la misma portada, en la Bibliografía Mexicana del siglo XVI , pp. 276-277 19. Descripción bibliográfica de tres títulos en la quinta edición del Manuel de Brunet (Biblioteca Nacional de México) 20. Retrato de Valentín Uhink y Farías en Los hombres prominentes de México, México, la Patria, 1888 (Biblioteca Nacional de México) INTRODUCCION La razón de este trabajo es que no han sido estudiados algunos bibliógrafos extranjeros que influyeron en los autores mexicanos del siglo XIX. Es por ello que la presente investigación se propone llenar este vacío destacando a un personaje importante en la bibliografía francesa de ese siglo. Jacques-Charles Brunet es un bibliófilo apasionado y, a la vez un librero que se encarga de llevar a su más alto grado de perfección la bibliografía universal selectiva. En 1810 aparece la primera edición de su Manuel du Iibraire et de I'amateur de livres en el que continúa trabajando durante cincuenta años, acopiando nuevos materiales y corrigiendo sus deficiencias . A pesar de los profundos cambios que realizó en las dos últimas ediciones, Brunet no solamente conservó el plan general de su obra sino también utilizó el mismo titulo sabiendo de antemano que la palabra "manuel" de ninguna manera reflejaba con toda amplitud el contenido de su trabajo . El Manuel, que registra cerca de cuarenta mil volúmenes descritos con todo el rigor bibliográfico, dio renombre al autor en los medios bibliófilos no sólo en Europa sino también en América. Asimismo fue una obra de consulta imprescindible para muchos bibliógrafos de la época y el sistema de clasificación "de Brunet" tuvo una gran aceptación para la organización ' de los acervos bibliográficos, especialmente en el caso de los fondos antiguos. La intención de Brunet no era llevar a cabo un registro exhaustivo de los impresos del pasado, sino que se propuso dar a conocer los tesoros bibliográficos ajustándose al gusto de los bibliófilos, obedeciendo a veces los dictámenes de la moda de un período determinado. Por ello puede decirse que en Francia, los 2 estudios bibliográficos estaban estrechamente relacionados con el culto al libro que, algunas veces se manifiesta como un sentimiento noble, otras veces se convierte en una obsesión que toca el borde de lo ridículo y por ende incomprensible desde la óptica de nuestro tiempo. Es a partir del siglo XVIII cuando se intensifica la actividad bibliófila con más fuerza como lo confirman las numerosas subastas celebradas en la capital francesa. Son buenos tiempos para los libreros instalados al aire libre, en los muelles del Sena adonde acuden los bibliófilos y los bibliómanos. Unos y otros necesitan de una orientación para conocer, seleccionar, adquirir y organizar sus hallazgos bibliográficos. Y es precisamente debido a esta actividad , que surgen varias obras bibliográficas de la época destinadas a guiar a estos aficionados al libro. Una de ellas es el Manuel de Brunet que acompaña a los coleccionistas durante todo el siglo XIX y no únicamente en Francia . En México Brunet aparecía por primera vez como una figura notable, debido a su influencia en la obra de Joaquín García lcazbalceta, personaje ampliamente reconocido y aparentemente no relacionado con él. En consecuencia, el objetivo de este estudio es dar a conocer al bibliógrafo francés y analizar a los autores mexicanos que la crítica no había considerado seguidores de Brunet, aunque, en mi opinión, sí lo son. También se evocan a aquellos personajes que manifestaron interés por Brunet aún cuando sólo sea para mencionar su nombre o para referirse escuetamente a su obra. Durante el siglo XIX, pocas veces se trató el asunto de la situación bibliográfica en México. No obstante, a partir del 1864 aparecen varios artículos , algunos firmados y uno publicado en forma anónima en los que se manifiesta una actitud crítica sobre 3 los trabajos anteriores, señalando sus deficiencias desde el punto de vista de la técnica bibliográfica. Asimismo, se hace referencia a algunos autores europeos del área, entre ellos a Brunet, insistiendo en la necesidad de realizar obras modernas que sirvan de guía en los campos de la historia y de la literatura, aún no existentes en nuestro país. Así, al tratar de presentar a Brunet y su obra, es preciso responder a las siguientes preguntas: ¿en qué periodo se puede hablar de la influencia de Brunet si todavía en 1864 no existían trabajos bibliográficos de calidad?, ¿cuáles son los autores mexicanos que inician la labor bibliográfica moderna teniendo como modelo al bibliógrafo francés? y, sobre todo, ¿de qué manera influye la obra de Brunet en los autores mexicanos? Por este motivo se intenta demostrar que: • La obra de Brunet es fundamental para el surgimiento del movimiento bibliográfico nacional de la segunda mitad del siglo XIX y que este movimiento no se presenta como una continuación de los trabajos precedentes (Bibliotheca Mexicana, Biblioteca Hispano Americana Septentrional), sino es el resultado de una ruptura y rechazo de estas obras. • Tanto los grandes repertorios como los estudios bibliográficos de diversa índole corresponden al concepto de bibliografía que, a lo largo del siglo XIX, se refería a la ciencia de los libros. • Algunas de las obras realizadas en este período son dignas de ser incorporadas al marco bibliográfico universal.] 4 Todos estos objetivos parciales llevan a plantear la siguiente hipótesis: Si se piensa que Brunet fue involuntariamente impulsor de una nueva concepción bibliográfica en México, entonces podríamos mencionarlo como el gran renovador a distancia de la naciente bibliografía nacional. Metodología. Este estudio se apoyó en la documentación escrita, por lo que, en una primera instancia, se aplicó el método bibliográfico tratando de hacer un acopio del material publicado en la prensa diaria, en revistas, en libros y en cartas personales. De toda la información se discriminó la no relacionada con lo específico del asunto y se clasificó de manera que fuera posible realizar un estudio crítico de los documentos seleccionados. Se dividió la investigación en dos partes: la primera estudia la bibliografía en Europa y la segunda en México. Los primeros dos capítulos atañen al florecimiento bibliográfico en Europa, específicamente en Francia donde el . coleccionar libros había estado de moda en diferentes épocas. Así, en el primer capítulo se intenta explicar las diferencias entre los dos tipos de coleccionistas, los bibliómanos y los bibliófilos, apoyándose siempre en opiniones, estudios, tratados y hasta en la literatura de ficción de escritores renombrados. En este tenor se analiza el Philobiblion, primer tratado sobre el amor por los libros del autor inglés Richard de Bury del siglo XIV y dos cuentos franceses del siglo XIX, que describen el lado patológico de la afición. En una investigación que atañe a la bibliografía histórica sería imperdonable no referirse a Gabriel Naudé, gran bibliófilo francés, cuya visión de la biblioteca pública se percibe en su Advis pour dresser une bibliothéque. Además, Naudé introduce en el vocabulario bibliotecológico el término "bibliografía" que sustituirá paulatinamente al vocablo "biblioteca" 5 Como el eJe central radica en la doctrina establecida por Jacques-Charles Brunet, en el segundo capítulo se presenta una exposición pormenorizada de su contenido y de sus efectos. Se enfatiza el conocimiento e interés de Brunet por los libros raros y curiosos y se expone brevemente su sistema de clasificación bibliográfica que tuvo una amplia resonancia en Europa y se utilizó también en algunas bibliotecas en Estados Unidos y Argentina durante el siglo XIX. Los capítulos tres y cuatro de la segunda parte se refieren a México. Para comprender el surgimiento y el desarrollo de la bibliografía nacional, es imprescindible examinar el contexto cultural en que se desenvolvió, así como el clima político favorable al estudio y a las manifestaciones artísticas y científicas en la segunda mitad del siglo XIX. Se destaca la importancia de las sociedades literarias y científicas y se hace hincapié en algunas publicaciones periódicas que contribuyeron al florecimiento cultural del país. Finalmente, se alude al gran sueño de muchos intelectuales de la época, al establecimiento de la Biblioteca Nacional. El último capítulo analiza detalladamente a Joaquín García Icazbalceta, el autor, que dedicó su vida a la recuperación, descripción y edición de obras mexicanas antiguas y raras. El capítulo comprende un estudio de artículos sueltos de García Icazbalceta que presentan la crítica situación del país en asuntos bibliográficos y se advierte el rechazo de los trabajos anteriores, sobre todo de la obra de Beristáin que es objeto de varios análisis por parte del autor. Asimismo forma parte de este capítulo un panorama biográfico y bibliográfico de García Icazbalceta. Se dedica interés especial al análisis de sus obras bibliográficas, indicando los logros y señalando sus deficiencias, haciendo hincapié, al mismo tiempo, en los aspectos brunetianos que dieron calidad a la bibliografía mexicana. Por último se alude a dos 6 autores: Valentín Uhink, un bibliófilo desconocido en nuestros días, cuyos artículos están dispersos en publicaciones periódicas de la época y no se habían estudiado previamente y Manuel de Olaguibel, literato. Los dos estudiosos, sin ser bibliógrafos, están familiarizados con las enseñanzas de Brunet, las exponen, comentan o les sirven de modelo para su propia obra. 7 PARTE I - capítulo 1 ¿Bibliofilia o bibliomanía? No cabe duda, que ni los copistas en los scriptoria monásticos, ni los impresores de los incunables sospechaban que en los siglos venideros sus productos iban a convertirse en objetos muy codiciados en las subastas. Así, Paul lacroix (1806- 1884), mejor conocido en su tiempo con el seudónimo "bibliophile Jacob",' observa muy acertadamente, que los libros viejos ofrecen no solamente el sustento para muchas personas que con ellos negocian, sino también ofrecen el gran placer tanto a los bibliófilos como a los bibliómanos. la bibliofilia y la bibliomanía representan dos facetas de un sentimiento llevado al paroxismo, es decir una pasión por el objeto llamado "libro". No obstante, los límites que separan ambas nociones a menudo se confunden o se borran a través del paso del tiempo. El significado etimológico de "bibliofilia" es, obviamente el amor puro y simple hacia los libros, pero también significa la ciencia del libro bello y raro tal como lo indica Julien Cain. 2 Si consideramos que el vocablo expresa un sentimiento noble, por su parte la palabra "bibliomanía" es, de acuerdo con varios diccionarios , un término que denota obsesión . Juan B. Iguíniz escribe al respecto:"se designa así la extrema pasión, sin freno , del amante del libro, llegando hasta convertirse en manta"." El bibliófilo y estudioso escocés Andrew lang (1844-1912) al referirse a la bibliomanía comenta: "la pasión por los libros, por su papel, impresión, encuadernación y demás características, como cosa diversa del amor por la literatura, ha probado ser más fuerte y universal en Francia que en el resto de Europa... En Inglaterra, la gente obtiene su lectura en préstamo de bibliotecas, y acepta la chabacana 8 encuadernación en rústica que la suerte le depare . En Francia la gente compra libros y los encuaderna a su capricho en piel con motivos pintorescos y primorosos. Los libros son en ese país amigos para toda la vida; en Inglaterra son sólo invitados de una semana o quince días. ,,4 En esta parte de su ensayo, Andrew Lang separa el texto, es decir el contenido de un libro, que él llama "literatura" , que se puede definir como un conjunto de signos que nos transmite un mensaje intelectual, considerado desde una visión particular, con un fin preciso. Por otra parte, el libro es también "un objeto artístico" que suscita el placer estético y comprende varios elementos que estimulan sobre todo el sentido de la vista y el del tacto como ilustraciones, grabados, la calidad de las hojas o la encuadernación, entre otras características. Desde luego, no se trata únicamente de contemplar y admirar el libro, sino surge el deseo de poseerlo. El bibliófilo anhela poder leerlo y así poseerlo unos días; la pasión de bibliómano se satisface únicamente al convertirse en su dueño e integrarlo a su colección. El bibliófilo Jacob, distingue aun entre los bibliómanos diferentes tipos. Así, el siguiente párrafo presenta al "fanático" que únicamente acumula los libros para su propio goce y de esta manera satisface su propio ego. Al mismo tiempo, compara a sus libros con amantes bien ocultas: "El bibliómano que atesora está feliz de poseer sus libros, porque los ama celosamente: su biblioteca parece un serrallo, al que no entran ni los eunucos; sus placeres son discretos , silenciosos e ignorados; no permite ni a un amigo que contemple alguna de sus bien amadas,...los acaricia con la mirada, los toca con satisfacción;... y disfruta de su dicha en soledad..." 5 En contraste , el mismo autor, describe otra especie de bibliómano, el que necesita ostentar su colección , ya que invirtió en ella un gran capital y tiene ansia de presumir sus Elzeviros, sus libros en grandes formatos, en vitela y encuadernados en marroquín: 9 "El bibliómano vanidoso tiene bellas ediciones, espléndidas encuadernaciones y una biblioteca bien escogida y bien ordenada; gasta grandes sumas para completarla; es un cuidado que confía por completo a un vendedor inteligente de libros y a un bibliógrafo de profesión; además no lee y nunca ha leído; colecciona libros como lo haría con pinturas, conchas , minerales o herbarios . Su biblioteca es una curiosidad que muestra a todos, al primero que llega, a las mujeres, a los banqueros, a los niños; poco le importa que la gente sepa lo que es un libro y además ¡un bello libro! " 6 Este mismo sentir lo encontramos en el retrato que presenta La Bruyére en el siglo XVII: ...pero cuando añade que los libros enseñan más que los viajes (¿bibliófilo o bibliómano?) , y con sus palabras me da a entender que tiene una biblioteca, manifiesto mi deseo de conocerla. Voy al encuentro de ese hombre, que me recibe en una casa, donde, desde la escalera siento que me desmayo por el olor del cuero negro que cubre todos sus libros. Por más que, para reanimarme , me grita en los oídos que los libros tienen cantos dorados , que están adornados en el lomo con filetes de oro y, para demostrar que se trata de buenas ediciones, nombra las mejores una tras otra; por más que diga que su galería está casi llena, con excepción de unos cuantos lugares pintados de tal manera que engañan alojo y parecen libros en los estantes ; por más que agregue que jamás lee y que nunca pone los pies en ese lugar, y que vino únicamente para darme gusto; le agradezco su amabilidad y al i~ual que él, tampoco quiero volver a visitar su tenería que él llama biblioteca ." En esta sarcástica descripción de un bibliómano que, en mi opinión, no es muy atinada, debido a que, indudablemente también algunos bibliófilos apasionados confieren mucha importancia a la belleza de la encuadernación de sus libros. En el siglo siguiente (XVIII), se utiliza la palabra bibliomanía, sin embargo se desconoce aún el término "bibliofilia". Debure emplea el término "curioso" o "aficionado" para referirse a los bibliófilos y define la "curiosité" como "una pasión impulsiva y una avidez extraordinaria por los libros." 8 Desde luego, se trata de una explicación muy ambigua. Asimismo, Diderot, uno de los hombres más ilustres de su tiempo , desconocía la palabra "bibliófilo" ; en cambio, define en "Encyclopédie a un bibliómano de la 10 siguiente manera: "tiene libros para poseerlos, para darle gusto alojo; toda su ciencia se limita a saber si son de buena'edición, si están bien encuadernados; en cuanto al contenido, es un misterio en el que no pretende iniciarse." 9 Edouard Rouveyre 10 en las postrimerías del siglo XIX distingue a dos tipos de aficionados a los libros: 11 Los eclécticos que buscan además de la bondad de las ediciones, libros bellos y lujosos, raros, encuadernados con elegancia. Estos si bien inician su colección por instinto, con el trabajo se convierten en conocedores de los libros y formarán una biblioteca muy selectiva. 21 Los especialistas, investigadores, trabajadores incansables, interesados en una sola ciencia en la que tratan de profundizar. En consecuencia, reúnen únicamente los documentos que a la luz de dicha ciencia pueden aportarles siempre más información. Con esta opinión coincide plenamente 8ernard M. Rosenthal 11 en su conferencia en el año 2001 utilizando otra denominación. Para él, solamente los primeros pueden considerarse bibliófilos ya que exigen más que el texto. Únicamente ellos hacen hincapié en el libro como objeto sensual, estético y muchas veces un tesoro histórico. A los segundos (los especialistas, etc.) los llama coleccionistas cuyo objetivo es el texto y la información que proporciona. Antes de referirme al primer tratado sobre bibliofilia y a su autor quisiera citar dos puntos de vista distintos sobre la bibliofilia, a saber: el de Sainte-8euve y el de Menendez Pelayo. El primero opina: "La pasión por los libros, que parece es de las más nobles, es una de aquellas que tocan de cerca la manía. Alcanza toda suerte de grados; presenta toda la variedad de formas y se clasifica de acuerdo a sus particularidades como su 11 objeto mismo. Se diría innata en ciertos individuos y producida por la naturaleza, se presenta en algunos desde muy temprano. Y si bien esta pasión se une en la juventud con el deseo de saber y aprender, no se confunde con él necesariamente. En general, todas las veces el gusto por los libros se adquiere paulatinamente. De joven, de ordinario se advierte poco su precio; se abren, se leen y se les rechaza fácilmente. Se les quiere novedosos y que halaguen tanto a los ojos como a la fantasía. Se busca un poco la misma belleza que en la naturaleza. Amar a los libros viejos como gustar el buen vino es signo de madurez..." 12 Permítaseme llamar la atención sobre algunas palabras que aparecen en el párrafo anterior y que poseen, a mi juicio, valor muy significativo a la luz del concepto de la bibliofilia. Se trata de las particularidades y de los libros viejos. La primera se refiere a lo diferente, o específico. La segunda atañe a la antigüedad. Es preciso aclarar que, en general, se empieza a aludir a los libros viejos en el transcurso del siglo XVII, pero el gran desarrollo de la afición tiene lugar hasta el siglo XVIII. Anteriormente, no había, para decirlo así, libros antiguos. Lo único que importaba era saber si un libro era útil. Los especialistas coinciden que es precisamente en este período de gran progreso de las ciencias naturales cuando empiezan a distinguirse los libros viejos de los libros modernos. Surge entonces la gran afición por coleccionar libros que ya no tienen que ser forzosamente provechosos sino "raros y curiosos" utilizando el léxico de la epoca o "particulares" como lo expresa Sainte-Beuve . Asimismo, hay que tomar en consideración las palabras que se relacionan con el valor estético: "que halaguen (los libros) tanto a los ojos como a la fantasía ." El autor subraya el doble encanto y belleza que el libro puede ejercer tanto el intrínseco como el extrínseco o material. Sin embargo, para muchos estudiosos este sentido estético carece de importancia. 12 La segunda opinión, como ya se señaló, es de Menéndez Pelayo, quien resume su sentir en unos versos, en los quehace hincapié únicamente en el valor intrínseco del libro: "yo guardo con amor un libro viejo de mal papel y tipos revesados cubierto de no pulcro pergamino..." 13 1.1 La bibliofilia en dos cuentos franceses Pero no fueron únicamente los ensayos, versos o tratados que se han ocupado del amor por los libros, sino también las "bellas letras", decimonónicas sobre todo. En este terreno existen varios testimonios, hoy en día, raramente estudiados. Debido a ello se dan a conocer dos cuentos franceses, en los que la afición por los libros se manifiesta como una actitud patológica: "Le Bibliomane" de Charles Nodier (1780- 1844)14 y, el primer texto impreso de Gustave Flaubert (1821-1880), 15 que en 1837 apareció en el periódico Le Colibri de Rouen con el título la "Bibliomanie". El relato de Nodier evoca el gran deseo y la enorme desilusión de Teodoro, coleccionista de ediciones curiosas. Y es un amigo suyo, quien cuenta su triste historia y rememora, con un fino sentido del humor algunas escenas de la vida del protagonista para mostrar algunos rasgos característicos de un bibliómano. Desde hace dos décadas, Teodoro "se retiró del mundo para trabajar o para no hacer nada". No obstante, su evasión de los problemas cotidianos, obedecía a un motivo, de hecho único: sus libros. Por ellos desaparecieron de su vida todas las actividades placenteras como el teatro , el interés por vestirse a la moda, y hasta el gusto por buena comida. 13 Teodoro siente orgullo especial para su colección en griego, sobre todo le gusta mostrar aquellos libros que nunca fueron "refinados", es decir los que nunca nadie leyó, ya que sus márgenes no habían sido cortados por la guillotina del encuadernador. Por accidente, Teodoro se mezcla en una riña callejera y con un palo le rompen una pierna. Los tres meses que dura' su convalecencia , los destina a hojear y examinar los catálogos. Esta actividad, en lugar de aportarle paz interna lo exalta de tal modo que, durante las noches, sufre las más aterradoras pesadillas , que giran invariablemente alrededor de sus libros. Siempre hay un malhechor que los estropea. Debido a su prolongado estado enfermizo, el médico recomienda a Teodoro algunas caminatas. Durante uno de estos paseos, el narrador y Teodoro caminan por la orilla del río con muchos cajones de libros y terminan en la calle en un "bazar literario", sitio donde se realizaban ventas públicas de libros. En el lugar había muchos espléndidos ejemplares y entre ellos estaba aquel que Teodoro desde hace mucho tiempo deseaba incluir en su colección. El dueño, al percatarse de la presencia de Teodoro, exclamó: "[que Dios me perdone, buen Teodoro! ... se equivocó usted por un día. La última subasta tuvo lugar ayer. Los libros que usted ve, están vendidos y esperan a los mensajeros . A Teodoro se le fue todo el color del rostro y se tambaleó..." 16 En esa ocasión Teodoro perdió la oportunidad de convertirse en dueño de un libro que anhelaba con pasión. No pudo soportar ese golpe tan doloroso . Un tiempo después cayó en profunda depresión y postrado en la cama, rodeado por algunos de sus libros, expiró. El epitafio, que el mismo Teodoro preparó, reza: 14 « CI-GTT SOUS SA RELlURE DE BOIS, UN EXEMPLAIRE IN- FOLIO DE LA MEILLEEURE ÉDITION DE L'HOMMME, ÉCRITE DANS UNE LANGUE DE L'ÁGE D'OR QUE LE MONDE NE COMPREND PLUS. C'EST AUJOURD'HUI UN BOUQUIN GÁTÉ, MA- CULÉ DÉPAREILLÉ. IMPARFAIT DU FRONTIS- PICE, PIQUÉ DES VERS ET FORTENDOMMAGÉDEPOU~ RITURE. ON N'OSE ATIEN- ORE POUR LUI LES HON- NEURS TARDIFS ET INUTILES DE LA RÉIMPRÉSSION" 17 Nodier presenta a Teodoro como una persona pacífica a la que únicamente puede perturbar un libro que aún no posee y al que dedica todos sus pensamientos y vive en ilusión de poder adquirirlo. Por todo eso, el único sentimiento que suscita la obsesión de este personaje infeliz, es una cierta compasión. Flaubert, por su parte, sitúa su cuento en Barcelona. En ese tiempo apareció una nota en el periódico, sobre un proceso en Barcelona contra un librero, cuya obsesión por los libros lo lleva a cometer varios asesinatos empezando con su rival, librero como él. Flaubert, entonces de °17 años, alumno de liceo, utiliza esta nota como punto de partida de su cuento. Su protagonista es Giacomo, el librero. Aunque joven, se veía acabado y su aspecto miserable y descuidado daba miedo: "...era encorvado como un anciano , sus cabellos eran largos, pero estaban blancos; sus manos.. . estaban resecas y llenas de arrugas; su traje era miserable y andrajoso. Tenía un aire siniestro y turbado , pálida era su fisonomía , triste, desagradable y, además, insignificante ." 18 15 Los posibles clientes en su tienda le incomodaban ya que lo distraían en sus sueños acerca de los libros que aun deseaba poseer. Sólo se le veía en las calles los días en que se vendían libros raros y curiosos. Frente a los libros ya no era el hombre indolente y ridículo de costumbre. Se transformaba totalmente: sus ojos se animaban, caminaba y aún corría febrilmente, inclusive, temblaba de emoción cuando tenía en sus manos un libro querido , lo cubría con su mirada, lo amaba, como un avaro su tesoro. Este hombre no tenía más que un amor, una pasión, los libros. Y esa pasión lo quemaba interiormente, devorando su existencia. Pasaba las noches entre sus libros, recorría los estantes de su biblioteca, sus manos húmedas temblaban al tocarlos. Los hojeaba, examinaba las letras, la tinta, los dibujos y después dedicaba horas enteras a observar los títulos y las encuadernaciones. No le interesaba el contenido, apenas si sabía leer, sólo paseaba sus ojos por las letras doradas, las páginas usadas o el pergamino viejo . Enun manuscrito amaba las fechas ilegibles, las letras góticas y los adornos; aspiraba con deleite el polvo de las antiguas páginas como si se tratara de un perfume suave y delicado o de un ramillete de flores. En la ciudad la gente creía que era un sabio o un brujo. Había sido monje, pero dejó a Dios para dedicarse a sus libros. Este raro personaje, para su desgracia, tenía a un enemigo de la misma profesión que él y de nombre Baptisto. Giacomo lo odiaba profundamente , ya que, por lo general , en las subastas le arrebataba todo lo que Giacomo anhelaba con pasión. Ambos libreros se encuentran un día, en una subasta , en donde la pieza más codiciada era una Biblia latina, con comentarios griegos. Giacomo vio con horror a su rival que fue aumentando sus ofertas con una sonrisa burlona, hasta que ofreció 16 una cantidad inimaginable. Aunque Giacomo estaba dispuesto a pagar por ese ejemplar único en España, todo lo que tenía ahorrado, Baptisto se salió con la suya: "La voz de agente repitió seiscientos cuatro veces, y ninguna voz replicó; sólo se veía, a un costado de la mesa, a un hombre con la frente pálida, las manos temblorosas, un hombre reía amargamente con esa risa de los condenados de Dante... el libro pasó... frente a Giacomo, quien pudo olerlo, y lo vio cruzar un instante frente a sus ojos, para después detenerse en manos de un hombre que lo abrió riendo... Entonces Giacomo agachó la cabeza para ocultar su cara, pues lloraba." 19 Entonces empezaron a haber en Barcelona una serie sospechosa de asesinatos y el aspecto lúgubre de Giacomo hacía que las mujeres cerraran las puertas de su casa cuando lo veían pasar. Un día se incendiaba la casa de Baptisto. Giacomo sólo pensó en la idea de rescatar la Biblia, y no olvidaba que era el único ejemplar existente. Arriesgando su vida y aún sufriendo fuertes quemaduras, salvó el libro y se lo llevó como un botín, pensando que lo merecía. Unos meses después, Giacomo fue acusado de incendiar la casa de su rival para apoderarse de su Biblia y además , aprovecharon para considerarlo el asesino en serie de los crímenes anteriores . Lo sometieron a juicio y su abogado defensor, tenía una "carta" de gran valor. Aunque Giacomo no se defendía en el juicio, su abogado le dijo que lo salvaría de la ejecución que lo amenazaba. Sacó otro ejemplar del citado libro y dijo: "Ven, no es el único ejemplar, mi defenso no tenía porqué incendiar la casa de Baptisto, hay dos ejemplares". En ese momento Giacomo reaccionó violentamente, y convencido que no podía soportar la existencia de otra copia del libro, prefirió la muerte y gritó al jurado: "¡Condénenme, yo cometí todos los asesinatos!.." Entonces le quitó el otro ejemplar al abogado, lo revisó y sus lágrimas cayeron sobre la Biblia. Luego, con gran furor, lo destrozó y arrojó los pedazos a su 17 abogado diciéndole: "¡Ud. mintió, yo le dije que era el único libro en España, y le dije la verdad!" 20 Muchos otros autores han vertido opiniones acerca de los sentimientos a los libros, algunas siguen vigentes otras son únicamente una expresión de un período determinado . Sin embargo , es menester destacar el hecho de que la pasión por los libros como otras formas del deseo sufre cambios de la moda, como advierte Andrew Lang.21 Y como se trata de una pasión sentimental resulta difícil de explicar. Además , como señalamos ya, la frontera entre bibliofilia y bibliomanía es a menudo imprecisa y difícil de distinguir con certeza. Finalmente, no existe ninguna historia de la bibliofilia, sino que se presentan historias individuales dispersas en el tiempo. En la historia de las bibliotecas se señalan algunos nombres de los más famosos coleccionistas o se mencionan los catálogos de sus acervos, con el fin de citar y destacar las cualidades de los ejemplares más valiosos. De estas historias especificas se trató de elegir algunas que pueden considerarse fundamentales y representativas para reflejar la idea del amor al libro considerado en su materialidad como una obra de arte y, en su contenido como expresión de la inteligencia creadora. Así, un lugar muy distinguido lo ocupan Richard de Bury con su obra Philobiblion. Tractatus pulcherrimus de amare librorum y Gabriel Naudé, culto e ingenioso bibliotecario , cuya obra Advis pour dresser une blbliothéque prefigura el surgimiento de las bibliotecas públicas. / 18 1.2 Richard de Bury (1281-1345) Bajo el reinado de Eduardo 111 de Inglaterra, Richard de Bury fue obispo y canciller y además de poseer una amplia formación cultural, era un gran bibliófilo . A lo largo de su vida logró reunir alrededor de 1 500 libros que después de su muerte se transfirieron al Colegio de Durham, que Bury había fundado en Oxford, durante su obispado . Desafortunadamente, este acervo muy considerable para .la época, parece que se dispersó durante el reinado de Enrique VIII. Tampoco se conservó el catálogo de esta colección, elaborado por el mismo Bury. En nuestros días quedan , del acervo del obispo, únicamente dos libros, uno en el Museo Británico y el otro en la Biblioteca Bodleiana, como apunta Stella Maris Fernández.F Richard de Bury, hijo de Sir Richard Aungerville , nació cerca de Bury S1. Edmund's, en el condado de Suffolk. Sin embargo , es conocido, según la costumbre de la época, por su lugar de nacimiento . Estudió teología en Oxford y luego ingresó en la orden benedictina. En este período de su vida lo escogieron como preceptor del príncipe heredero, futuro Eduardo 111 , hijo de Eduardo 11 e Isabel de Francia. Este acontecimiento fue para Bury el comienzo de una brillante carrera, ya que, desde entonces, es conocido por su erudición y dotes intelectuales. Después de haber ascendido al trono, Eduardo 111 le asignó dos misiones diplomáticas en Avignon con el papa Juan XXII. En los años venideros ocupó varias puestos de mucha importancia dentro del país como canciller y tesorero del reino y también continuó con la labor diplomática participando en las negociaciones con Francia y Escocia. Posteriormente viajó a Alemania y a los Países Bajos. En su carrera eclesiástica fue elevado al rango de obispo de Durham. La ceremonia de consagración, oficiada por el Arzobispo de Canterbury, fue un gran 19 acontecimiento, al que asistieron el rey de Inglaterra, el de Escocia y todos los grandes señores del país, así como los grandes dignatarios eclesiásticos. Sin embargo, las dificultades políticas posteriores, así como una prolongada enfermedad fueron la causa de su retiro de la vida activa. Alejado del mundo para vivir rodeado de sus libros, escribió en latín, su obra el Philobiblion que se considera como el primer tratado sobre la bibliofilia. Terminó esta obra en enero de 1345 y poco después, falleció en abril del mismo año. Su tumba, en la Catedral de Durham lleva una inscripción muy escueta:" Dominus Ricardus de Bury migravit at Dominem"." Aunque varias fuentes mencionan tres obras del obispo: Philobiblion, Episto/ae Familiarium y Orationes ad Principes, es la primera la que dio fama a su autor. La primera impresión de esta obra proviene de Colonia del año 1473, la de Paris lleva la fecha de 1500 y la primera edición inglesa aparece en 1598-9. Si bien las ediciones tanto en latín como en traducciones a diversas lenguas proliferan con el tiempo, muchas de ellas tienen imprecisiones y errores. Así lo expresan algunos expertos , subrayando que únicamente merecen considerarse fidedignas: las ediciones establecidas por Emest C. Thomas, como resultado del estudio de veintiocho manuscritos y varias ediciones impresas, y la que corresponde a la respectiva traducción al inglés realizada al final del siglo XIX. El tratado está dividido en 20 breves capítulos, como señala su autor en el "Prefacio" y, además añade que "como trata principalmente del amor a los libros, hemos decidido, a la manera de antiguos romanos, nombrarlo cariñosamente con la palabra griega Philobiblion." 24 El análisis detallado de la obra permite distinguir con mucha nitidez tres propósitos del obispo: 20 1. Vindicar su propia actitud hacia los libros frente a sus contemporáneos y para la posteridad. 2. Tratar de inculcar a los clérigos el gusto permanente por el estudio, teniendo en estima a los libros como el receptáculo del saber. 3. Precisar las pautas o lineamientos para el manejo de la biblioteca que se había proyectado establecer en el Colegio Durham en Oxford, institución a la que dejó en legado su colección particular. Por lo que atañe a su interés por los libros, destaca que fue el amor al estudio lo que lo llevó a formar su colección y no la vanidad, ya que para él los libros son: u... maestros que nos instruyen sin castigos, golpes, sin palabras ásperas y sin ira. Si se acerca uno a ellos nunca están dormidos. Si se les interpreta mal, no protestan..." (capítulo 1) En varios capítulos Bury manifiesta su gran cariño a los libros que, en su opinión superan todas las riquezas del mundo debido a que "las riquezas tienen por fin primero y principal socorrer las necesidades del cuerpo; mientras que la verdad de los libros perfecciona la razón, la cual es, propiamente hablando uel bien del hombre" (capítulo 11) . Asimismo, enumera algunos de los beneficios que los libros aportan: • ofrecen conocimientos que, en su mayor parte, ignoramos • dan testimonios sobre los acontecimientos y personas que de otro modo caerían en el olvido a través del tiempo • vuelven inmortales a sus autores Aunque el sentimiento de afecto y el elogio del libro es el tema principal del tratado, las lecturas del obispo no son de placer ni de entretenimiento, sino de utilidad, lo que en su tiempo era el objetivo del lector de elevada instrucción. (capítulo X). 21 Además, en el siglo XIII, la filosofía aristotélica constituyó una de las bases de la enseñanza medieval universitaria. Bury da testimonio de ello al expresar su gran admiración por Aristóteles nombrándolo "el príncipe de los filósofos" (pp.247, 194), "el sol de la verdadera filosofía" (p.192), "el sol de la escuela" (p. 231) aparte de mencionar y comentar, con cierta frecuencia, sus obras. Una costumbre muy habitual era recurrir a las auctoritates en los escritos medievales para dar mayor peso a su propia argumentación. Por lo general son frases o pasajes tomados de la Biblia, de los Padres de la Iglesia o de los autores clásicos. A pesar de que Bury daba preferencia a las obras de autores antiguos, esto no quiere decir que no supiera valorar a los modernos (capítulo X). No obstante, confiesa, que los únicos libros que no le llaman atención son los de leyes que "no son ni artes, ni ciencia" ya que sirven únicamente para poner en orden asuntos materiales y de ninguna manera ayudan a "interpretar los secretos de la Sagrada Escritura" (capítulo XI). "De las numerosas oportunidades que hemos tenido de coleccionar un acervo de libros" es el título del capítulo VIII en el que el obispo se refiere al origen de su afición, y describe como formó su colección que, según se decía, tenía más libros que los que poseían todos los demás obispos de Inglaterra juntos. Cuenta Bury, que desde su juventud se desenvolvía en un medio de personas instruidas que apreciaban los libros y nombra algunos de sus maestros así como a los compañeros que posteriormente llegaron a desempeñar un papel importante en la vida intelectual inglesa. Este ambiente cultivado lo impulsó a interesarse por el mundo de los libros y a valorarlos.por lo que contenían. Desde luego, nos referimos a 22 los manuscritos, no hay que olvidar, que aun faltaba un poco más de un siglo para que aparecieran los primeros libros impresos. En la misma parte del tratado, Bury aclara también, que gracias a sus altos puestos al servicio del Rey, surgían muchas oportunidades para adquirir algunos libros, oportunidades que el nunca desaprovechó. Se le abrían los conventos durante sus numerosos viajes y podía escudriñar entre los documentos y libros, muy frecuentemente en un estado de deterioro lamentable y llevarse lo que le placía. Además, contaba con la colaboración de padres predicadores, los que al recorrer centros de estudio y diversas universidades le ayudaron a localizar muchos ejemplares que solicitaba en préstamo para copiarlos, ya que disponía también de un equipo de trabajo que se ocupaba de sus libros: copistas, encuadernadores e iluminadores. Dice Bury que una vez conocida su pasión, a menudo le obsequiaban "manchados tratados y apaleados códices, que alegraban tanto nuestros ojos como nuestros corazones." 25 Otras veces los compraba. Para este fin estaba en contacto con los vendedores de libros de Francia, Alemania e Italia. Ellos no solamente le informaban sobre las existencias sino trataban de satisfacer sus peticiones una vez que había pagado sumas importantes y con anticipación. No obstante, como se trataba de un "bien infinito" según sus palabras, no dudaba en desembolsar grandes cantidades, debido a que también disponía de ellas. Así, nunca lamentó los gastos y la atención que implicaba formar su acervo. Tampoco pretendió reunir los libros exclusivamente por la única satisfacción de poseerlos. Expresa su propósito de la siguiente forma:".. .fundar. ..y dot~r de las rentas necesarias...cierto local en la venerable universidad de Oxford... el cual 23 frecuentado de numerosos estudiantes, queríamos enriquecer sobradamente con las gracias de nuestros libros de modo que todos y cada uno de ellos fuesen comunes, así para el uso como para el estudio, y no sólo a favor de los estudiantes de dicho local, sino también de todos de la mencionada universidad, y esto para siempre.. ." (capítulo XVIII). Otro tema que se refleja en el tratado, es la crítica implacable al modo de vida y la decadencia espiritual de muchos religiosos. En lugar de dedicarse al estudio prefieren los juegos de azar (capítulos IV, V, VI), yen lugar de ser "amantes celosos" de los libros ya que su papel es defender la fe y por eso es menester conocer bien las Sagradas Escrituras y ayudar a salvar las almas de sus fieles, se preocupan por tener buena comida, buena cobija y buena casa. Y a pesar de gozar de muchos privilegios, no tienen capacidad de valorar que gracias a los libros recibieron la instrucción. La ignorancia del clero en este período se observa igualmente en el desconocimiento de la lengua y literatura griegas, que Bury, como buen humanista, considera indispensable para la comprensión de la literatura latina. No es, sin embargo, el obispo quien recrimina directamente a los clérigos, sino por medio del procedimiento retórico de personificación, permite que sean los libros que, indignados, se dirijan sin rodeos a los clérigos, evocando todo lo que de ellos recibieron: "Y ¿quiénes son, ah clérigos, los dispensadores de todos esos beneficios? ¿ no somos por ventura los libros? Tened a bien recordar, os lo suplicamos, que por medio de nosotros se os conceden a vosotros, clérigos, singulares privilegios e inmunidades. Por nosotros ocupáis las cátedras del magisterio, después de haber bebido en nosotros como en vasos de sabiduría e inteligencia, y sois distinguidos por los hombres con el título de rabí o maestro. Por nosotros comparecéis ante los ojos de los laicos dignos de admiración, como grandes luminares del mundo, y os posesionáis, según vuestra valía, de las dignidades eclesiásticas." 26 24 Igualmente en esta misma parte los libros manifiestan sus desdichas y expresan sus protestas contra el maltrato: "... se nos expulsa por la fuerza y por las armas de los domicilios de los clérigos, que por derecho de herencia nos pertenecen. Dentro de un privado aposento teníamos nuestras tranquilas celditas; pero ¡ay dolor! echados en estos nefandos tiempos fuera puertas y en lejano destierro, sufrimos toda clase de improperios.... injustamente desalojados de nuestros estantes y de que sólo no nos hayan proporcionado vestidos, sino que con manos violentas se nos haya despojado de los que desde hace tiempo se nos dieron;...Las goteras, el humo y el polvo que sin cesar nos maltratan...Nuestros vientres van consumiéndose entre crueles contorsiones de las entrañas, que gusanos roedores sin cesar devoran...; ni se encuentra uno que nos unte con resina de cedro, o quien al de cuatro días ya fétido diga en alta voz: "¡Lázaro, sal afuera!" 27 Como el acervo del obispo está destinado a servir no solamente a los estudiantes del Colegio Durham, sino también a los demás alumnos y estudiosos de la universidad de Oxford, Bury .propone ciertas normas para la organización de servicios en la biblioteca. El capítulo XIX lo dedica a este fin. Considera como primera tarea la elaboración de un catálogo que él, personalmente, había manufacturado. Luego sugiere que sean cinco estudiantes seleccionados que tengan a su cargo la custodia de los libros. Tres entre ellos se responsabilizan de préstamos, asegurándose que el libro otorgado en préstamo tenga un duplicado. Y en tal caso, se pide una cantidad como caución, que supere el valor del libro prestado. Todo lo anterior debe asentarse por escrito, indicando el nombre del usuario así como la fecha. En el caso que no exista el duplicado, el préstamo se limita al uso en la biblioteca. Además, el usuario no tiene derecho a prestar el libro a terceros. Si el libro se pierde el usuario tiene la obligación de pagarlo. GABRIEL NAUDÉ Imagen 1 Véase la fuente en la p. 111 25 Cada año los responsables de la biblioteca presentan un informe, se examina el catálogo para cerciorarse de que no falten volúmenes y para comprobar las cauciones que implican los libros prestados. El cuidado de los libros es el tema del capítulo XVII. Bury aconseja que los libros se guarden en armarios que los protejan, que se manejen con manos limpias y que se repare inmediatamente cualquiera pequeña rotura para que no haya deterioros posteriores . En su opinión, con estas precauciones se prolonga la vida de estos objetos tan preciosos que con el paso de tiempo se desgastan y es menester sustituirlos por otros. Esta idea de renovatío librorum la encontramos en capítulo XVI, y destaca la importancia de "la labor de los copistas: son, pues, los copistas de los antiguos como unos propagadores de recientes hijos, a los que pasa la carga paterna, a fin de que la generación de los libros no disminuya. Estos copistas se llaman "antiquarii". 28 Al enfatizar la importancia del trabajo de los copistas, Bury, quiere señalar la degradación espiritual de los monjes, particularmente de los benedictinos , ya que uno de los principios de la regla de San Benito era la copia de los manuscritos así como su conservación. De Gabriel Naudé a Jacques-Charles 8runet 1.3 Gabriel Naudé, el polígrafo (1600-1653) Cuando Gabriel Naudé publica su opúsculo Advis pour dresser une bibliothéque en 1627, tiene veintisiete años, la imprenta está por cumplir dos centurias de su aparición en Europa y por ende ya no es una novedad. Solamente hay más libros de 26 pequeño tamaño, debido sobre todo a la familia Elzevir en Holanda, un país de libre empresa, que aprovecha las restricciones editoriales de sus vecinos y lanza los textos clásicos antiguos en pequeños formatos, poco frecuentes en esa época. Sus productos, de alta calidad, tienen, además, un precio accesible y una distribución muy eficiente en muchos países europeos. En estos años se forman algunas bibliotecas particulares pero más de una se dispersa durante las guerras, a consecuencia de la rapiña. Así, incontables libros terminan en comercios de ocasión olvidados e ignorados, entre telarañas y polvo. No obstante, algunos intelectuales y científicos de la época empiezan a percatarse de la falta de algunos libros indispensables para sus estudios específicos. ¿Cuál es la causa? Jean Viardot y otros autores mencionan varias: por un lado, no se han vuelto a imprimir algunas obras debido a que la impresión y el comercio de libros están sometidos a leyes gremiales estrictas. Por el otro, la existencia del Index de librorum prohibitorum y de la censura política, moral y religiosa ejercida en Francia por la Sorbona con extrema eficiencia. Por todo lo anterior se dificulta frecuentemente obtener el privilegio de impresión. Finalmente, muchos libros, objetos frágiles, se deterioran o se pierden, destruidos por el hombre, estropeados por la humedad o por los roedores. 29 Así, desde el inicio del siglo, surgen los "buscadores" de libros que no titubean en escudriñar las pilas de "viejos libros". Uno de estos "cazalibros", es Gabriel Naudé, un joven intelectual, quien se desempeña como bibliotecario, antes de ir a estudiar a Padua y después de su regreso. Actualmente, su nombre no es completamente desconocido en el medio bibliotecológico. Naudé es el primero que utiliza el término "bibliografía" en el título de su escrito Bibliographia politice, publicado en Venecia en 1633 y traducido al PORTADA DE LA BIBLIOGRAPHIE POLITIQUE (1642) .0 .'' 0 s.:=¿' Á PAitlS p o • Chcz ia vcmc de Gvil' o.I.Áy~E P'&.L~·J o , 00) ' rileS. Iac;Cft~~iJa .Croi~d·oi'; . . . 0 o 0-' . ... ;; ·iJTD.C. i"t-u. -o • • , i;" ~1It~ ',~ilet.r. .' t"; ~~t ~ !. . i;i#- ~ ~ ~ _ ~ ~~ ~ ,rüc~ .' o i ~ o flJiti s:';1ftÍl¡¡litUP~lit#. . . .~ v o , ~: ,: :A1Í .c~ Vné icttr~ ; .~~l.foDfiCQ fGrotñU~ o~ · o.Xi o vÍle miti'e cltdicDi' HanieI fui'lc . oo : ~ itic:íiDc(ultiec~ ' . " , U~II.t lt.~l~ ,íliI~~i#: ~~ F"i(Íj,is; Imagen 2 Véase la fuente en la p. III PRIMERA PÁGINA DE LA "TABLA DE AUTORES EN" LA BIBLIOGRAPHIE POLITIQUE .. -: -' ~" ~~~M ;~ ~;l~lt~ 1°.b/ttksÁti l l i t ~ r s ¡ ¡ ' f e f ~ t p ..r les. · ~ ~ !# fU lI ~ f! ~ i ~ ~ ~ D zt. ~ j " ; e ' D l j rj ;; ·' f ií Í' ~ ~ iJ1 ' ~ ~ ~ 1fJ t ~ 1I L ~ ' Jf t J tS "' . ­ .titttsij_ilJDtil,11UtttS.-" .. PI'" Ü~, '¡ltitÍ '!iléi!"s4"ihlN" q,¡i ' . , ' etilJñ , tf m tpil,. . AiHlote~ Pl;ltoÍ1 ~ ., Theophratlé. Scncql1e. Aphrodifée. Epiélcte• . LcsAutheurscOInpris fous Ie rilrre de Compell.ditllnvilz& monis. Les liurésaeSalomon. LésProúcrbes. ' i:Ecdcfiaftc. La SapicDc~ •. ' . . .. Etl'Ecc1cGá1üqgeqwlcsaccopa. goc. Lts;M,tk,iltS. , Alouardais Gualandus. Frafois & Alcx~dre Icsilicolomini, DuVair. Cocff'ctcau, Imagen 3 Véase la fuente en la p. 111 27 francés en 1642 con el siguiente nombre: La bibliographie politique du sieur Naudé contenant les livres et la méthode nécessaires a étudier la politique avec une lettre de Monsieur Grotius, une autre du sieur Haniel sur le mesme subiet. 30 Esta obra fue consecuencia de la solicitud de Gaffarel, un amigo suyo, quien había sido nombrado consejero del embajador del rey de Francia ante la República de Venecia. Este amigo le pide a Naudé que lo oriente en su estudio para estar preparado tanto para tratar los asuntos relacionados con su cargo político, como para poder conversar en los momentos de menor tensión. Naudé, alude con modestia a su trabajo de bibliotecario que le permitió "adquirir ligeros conocimientos de los diversos autores". Esta advertencia no fue obstáculo para que Naudé se extendiera , con mucha erudición, sobre los temas económicos, jurídicos y religiosos, enfocándose sobre todo a los problemas morales e ilustrando con ejemplos concretos apoyados en situaciones históricas a tal punto que su respuesta a la petición del consejero se convierte en una sabia disertación. El trabajo bibliográfico consiste en proponer conocimientos necesarios para cumplir satisfactoriamente con las tareas requeridas en el puesto de un consejero. Así, Naudé, una vez terminada su amplia exposición, clasifica los autores de acuerdo al asunto que trataron en sus obras, sin mencionar ningún título en particular. "Autores que compararon las religiones", "Historiadores que deben leer los políticos" y "Acerca del surgimiento y la decadencia de los Estados" son sólo algunos ejemplos de encabezados que Naudé utiliza. Aunque la contribución de Naudé con el término "bibliografía" al léxico bibliotecológico es innegable, su obra más conocida es el tratado intitulado Advis pour dresser une blbtiotn éoue (1627) que a pesar de que muchos lo citan, pocos lo 28 han leído. Aunque este texto se considera como una obra menor de un polígrafo polifacético, ha tenido mucho mayor alcance que el resto de sus escritos. Antes de ocuparnos de esta obra, detengámonos para conocer algo más sobre este apasionado bibliófilo, organizador de bibliotecas, médico de Luis XIII y que además se incluye entre los intelectuales críticos, que en la historia literaria francesa del siglo XVII, suelen nombrarse "libertinos eruditos". El término "libertino" aún carece de connotación sexual que se le confiere hasta en el siglo siguiente. Puede decirse que estos "libertinos" únicamente pedían el derecho de pensar por sí mismos y no según los cánones que dictaba la Iglesia. En este tenor hay que mencionar la obra de Naudé "Apologie pour les grands personnages qui ont esté faussement souoconnez de magie" (1625), en la que defiende valiosamente a todos aquellos a los que la Iglesia había acusado de brujería, como afirma Robert Damien. 31 Gabriel Naudé nació en París en 1600, el mismo año en que el filósofo Giordano Bruno muere en la hoguera en Roma por sus ideas heréticas; además Naudé es contemporáneo de Descartes y Galileo. Naudé es el mayor de ocho hermanos de una familia en la que el padre es un empleado menor en una oficina de impuestos. No obstante, Gabriel Naudé adquiere una cultura clásica en varios colegios; entre ellos puede señalarse el aristocrático Collége de Navarre, institución muy renombrada en la época. Es en este período que empieza a constituir su biblioteca personal; según la necesidad de sus estudios copia los textos ya que carece de medios para comprarlos. Aunque a su familia le hubiera gustado que abrazara la carrera eclesiástica, Naudé se decide por el estudio de la medicina. Para poder pagar sus. estudios en Padua acepta en 1622 el puesto de bibliotecario del magistrado Henri de Mesmes cuya colección rica en manuscritos 29 griegos, cuenta unos 8000 volúmenes. Posteriormente en Italia, y durante once años, continua con su carrera de bibliotecario de dos cardenales: Bagni y Barberini.32 Ya durante sus estudios, Naudé,. al descubrir la organización de la biblioteca Ambrosiana en Milan, cautivado escribe: "¿No es una cosa extraordinaria? que cualquiera pueda entrar allí a cualquier hora, casi como le parezca, permanecer tanto tiempo que le guste, ver, leer, sacar al autor que considere grato, disponer de todos los medios y comodidades de este quehacer profesional o particular y con la única pena de trasladarse allí en los días y horas preestablecidos, sentarse en las sillas con respaldo destinadas a ese fin, pedir los libros que se desean hojear, al bibliotecario o a sus tres ayudantes. Éstos como están bien remunerados están dispuestos a servir tanto a la biblioteca como a todos aquellos que llegan diariamente allí." 33 Hay que recordar que en el inicio del siglo XVII únicamente habían tres grandes bibliotecas a las que se permitía el acceso a los estudiosos: la Ambrosiana , abierta en Milan en 1602 por el cardenal Federico Borromini; la de Oxford establecida por el diplomático Thomas Bodley en 1612 y la biblioteca particular del filólogo Angelo Rocca que la dejó en legado al monasterio de San Agustín de Roma en 1620, con la condición de que fuera accesible al público, como indica louis Desgraves en su artículo "Vers la bibliothéque publique". Entonces, paulatinamente empieza a extenderse la idea que sería un esfuerzo inútil querer formar una biblioteca sin la intención deliberada de "no negar nunca la comunicación al más modesto de los hombres que pudiera necesitarlo"; como lo expresa Naudé. 34 Naudé promueve este nuevo concepto de biblioteca al regresar a Francia. Se desempeña un corto tiempo en la biblioteca de cardenal Richelieu y posteriormente, dirige durante una década la biblioteca del cardenal Mazarino. Andrew lang (1844- 1912) describe atinadamente a Naudé como "el infatigable merodeador de puestos de viejo y rincones oscuros." Y añade: "los estantes por los que hubo pasado eran 30 como los pueblos que Atila o los Tártaros arrasaron en su carrera." 35 No cabe duda, que Naudé desarrolló un gran esfuerzo para convertir la colección del cardenal en una gran biblioteca, realizando viajes bibliográficos por Francia, Holanda, Italia e Inglaterra adquiriendo libros y comprando colecciones completas. En ese período logra reunir un acervo que comprende 40 000 volúmenes y muchos manuscritos preciosos que aún hoy en día representan un tesoro de dicha biblioteca. Logra también que Mazarino abra a partir de 1643 su biblioteca a los científicos y eruditos, todos los jueves. Cuando se transfiere la biblioteca en 1647 a la nueva galería, Naudé escribe su reglamento en siguientes términos: "Estará abierta para todos sin exceptuar persona alguna, desde las 8 horas de la mañana hasta las 11 y desde las 2 de la tarde a las 5 horas; habrá sillas con respaldo para los que quieran solamente leer y las mesas provistas de plumas, tinta y papel, para los que quisieran escribir y el bibliotecario y sus ayudantes tienen la obligación de proporcionar a los estudiosos todos los libros que podrán solicitar en tal lengua o ciencia cualquiera . Luego volver a colocarlos a su lugar una vez que los usuarios terminaron su consulta." 36 No obstante, como consecuencia de los levantamientos ocurridos en Francia durante la minoría de Luis XIV ("la Fronde"), que encabeza una buena parte de la gran aristocracia contra el cardenal , Mazarino tiene que huir de Paris y su biblioteca está puesta en venta. Naudé trata de salvar lo que su bolsillo le permite y luego se traslada a Suecia a la corte de la reina Cristina, como bibliotecario. Cuando Mazarino regresa victorioso a París unos años después, llama a su antiguo bibliotecario para que vuelva a formar una nueva colección, ya que solamente una pequeña parte de su biblioteca se salvó de la dispersión. Desafortunadamente, en el camino de regreso de Suecia, Naudé cae enfermo y muere en Amiens en julio de 1653. ADVIS POUR ORESSER UNE BIBLlOTHEQUE (EDICiÓN DE 1644) A P o V R V 1 S DRESSER.. VNE. B I B L I O T H E ~ E Prtfmré • M01Jfagneur le Prt/iJmt .le ME 5MB. Par G. NAVD E' P. Stmult EáUion reMtUi corrigie (fJ' tlUgmtnlíe. • A P AltIS; che2. R. o LB T 1o.'E D ve ) s. beques, prés laP ofl:~ M. D c. xt.rv, ;AUfC . ~ r i H i k g e ti" Roy. tamaño: 100 x 170 mm Imagen 4 Véase la fuente en la p. 111 31 Naudé pasó toda su vida entre los libros, llevando una vida simple, casi puritana. Enemigo del matrimonio , debido a que consideraba que éste no se lleva con la erudición, dice Claude Jolly. No obstante , se reúne con frecuencia con sus amigos del medio filosófico o coleccionistas; entre ellos figuran el filósofo Gassendi y los hermanos Dupuy encargados de la biblioteca del rey, entre otros. 1.4 Naudé y su concepto de la biblioteca Advis pour dresser une bibliothéque (1627), que podemos traducir al español del siguiente modo: "una opinión o un consejo" para formar una biblioteca. Naudé dedica este opúsculo al presidente del Parlamento de Paris, Henri de Mesmes, quizás con la esperanza , que éste escuche sus consejos y abra su biblioteca al público. No obstante, esta labor de persuasión tuvo éxito hasta unos años más tarde con el cardenal Mazarino, como ya hemos dicho anteriormente . Naudé está en el comienzo de su carrera de bibliotecario, cuando se publica su obra. Desde luego, para un lector de este tratado, surge una y otra vez la pregunta ¿Dónde adquirió Naudé la experiencia necesaria para este tipo de proyectos? Según algunos estudiosos, Naudé encontró el modelo para su proyecto de "biblioteca ideal" en las grandes bibliotecas privadas, que se heredaban de generación en generación, de "hombres de toga" (noblesse de robe). Particularmente, se cita la erudita colección del historiador y bibliófilo Jacques- Auguste de Thou, que en su testamento de 1616 expresa que su biblioteca debe conservarse en su totalidad "para que se abra a los extranjeros y a los científicos." 37 Debemos recordar que esta nobleza (noblesse de robe), representa una elite ilustrada, de origen burgués, que comprende a los funcionarios de alta jerarquía en 32 el campo de la justicia y administración, en contraposición con la aristocracia de la corte, frívola y superficial que vive únicamente de sus rentas. Y, es a la primera de ambas, a la que se dirige Gabriel Naudé en su libro Advis pour dresser une bibliothéque. Esta nobleza parlamentaria , que compró sus puestos públicos, busca su legitimidad e identidad social por medio del saber. Por ende, formar y disponer de una biblioteca implica un bien familiar además de un reconocimiento social y prestigio que va a asegurar su permanencia a través del tiempo , afirma Jean Viardot." El Advis se divide en nueve capítulos distribuidos en 162 páginas, y comprende, por un lado, consideraciones prácticas y técnicas relacionadas con la biblioteconomía. (¿Cómo? conciliar el orden metódico del acervo y las nuevas adquisiciones, ¿cuál? es el objetivo de la biblioteca, entre otros). Por el otro lado, toma en cuenta las razones que son la expresión del sentido común (que la biblioteca se sitúe en un sitio tranquilo, que esté alejada de humedad, etc.). En la parte introductoria , Naudé 'se considera como el primero que trata de exponer sus puntos de vista y profundizar sobre la selección de libros, como adquirirlos y ordenarlos para que formen una colección enriquecedora y digna de estima en un espacio adecuado. Manifiesta, que la tarea que se propone llevar a cabo no será fácil, debido a que la biblioteca tiene que satisfacer el gusto de su dueño, despertar el interés de su entorno más cercano y servirle de entretenimiento fructuoso y agradable. Y concluye que es menester aumentar su acervo continuamente y asimismo perfeccionar su manejo, para que la biblioteca adquiera la fama de ser una de las mejores en Francia. 33 Claude Jolly 39 subraya que la importancia de la obra de Naudé, por lo general, se reduce a "premier traité sur le fonctionnement des bibliothéques modernes", lo que es indiscutible. No obstante, en su opinión, rara vez se precisa que el propósito de Gabriel Naudé fue escribir "sobre todo el tratado de la biblioteca docta con todas las consecuencias que de ello se desprenden". Desde luego cabe preguntar, ¿cuáles? son los principios que Naudé considera necesarios para formar "su biblioteca". • El carácter de la colección debe ser enciclopédico, porque el fin de una biblioteca es instruir y enseñar. Por ello debe incluir a todas las disciplinas. • La biblioteca debe ser universal, lo que implica incluir a todos los autores que hayan escrito sobre el mismo, tema y así disponer de distintos puntos de vista. Aún deben admitirse los textos heterodoxos, ya que la confrontación es una actividad muy provechosa para un científico. Además, para poder refutar estas doctrinas, es necesario conocerlas. • Para la adquisición de las obras debe aplicarse el criterio de utilidad, lo que Naudé llama la calidad de los libros es decir, las mejores ediciones con notas y glosas, sin importar su antigüedad (capítulo IV, p.31). • La base del acervo se constituye con las obras de los antiguos, no obstante es menester tomar en cuenta también a los modernos. • Para facilitar la localización de los ejemplares Naudé recomienda el orden "el más fácil, el menos confuso, el más natural" (p.131) conforme a las siguientes disciplinas: teología, medicina, jurisprudencia, historia, filosofía, matemáticas y otras, siempre excluyendo "les belles lettres" francesas y extranjeras, en otras 34 palabras, literatura de ficción, que según su parecer, constituye "el alimento principal de la nueva cultura áulica", es decir, de la corte. Además, añade: "...Ia mayoría de los mejores sabios y eruditos se dedican a la Moral y a la Política mientras que los más mediocres se divierten con las ficciones y con las novelas". Con esta severa sentencia reprobatoria, Naudé hace suya la opinión generalizada sobre este género que, sin reglas preestablecidas pertenece al campo de la mentira, por lo tanto no instruye, sino deforma. • Poner a disposición del público todas las colecciones que eran el privilegio de un número restringido de personas. (capítulo IX) • Rechazo de las ediciones de lujo y "curiosidades". Naudé tiene poco aprecio para ciertas características de los libros como la ilustración, amplios márgenes, grabados o hasta su misma antigüedad que algunos empiezan a apreciar. No obstante esta última idea de Naudé no convence totalmente, ya que el punto de vista de los coleccionistas va en el sentido inverso. La obra de Naudé, tuvo mucho éxito ya que en 1644 se publicó la segunda edición y que traducida al inglés por John Evelyn, apareció en 1661 con el siguiente título: Instructions conceming erecting of a Library; el modesto volumen de Naudé puede considerarse como el primer tratado de biblioteconomía cuya influencia traspasó las fronteras de su país. Sin embargo, parece, que no hay ninguna traducción al español. Al comparar las circunstancias de Gabriel Naudé y de Bury, dos figuras representativas en el ámbito bibliófilo, debemos precisar que, durante la época de de Bury fueron los monasterios los que se encargaban de la copia y conservación de 35 los documentos. Y, de Bury no es ajeno a este medio. Como obispo y consejero del rey no solamente tiene acceso a todos los conventos, puede revisar sus acervos y además dispone de un equipo de ayudantes diestros en diferentes labores concernientes a los libros. En" su tratado no encontramos ninguna alusión a colecciones o bibliotecas privadas laicas. Escribe el Philobiblion en el ocaso de su vida, lleno de experiencias, pero desilusionado del ambiente monacal. El escenario es muy distinto en la época de Naudé (la primera mitad del siglo XVII). Las bibliotecas monásticas están en crisis como consecuencia de la Reforma y las guerras religiosas, en cambio, las bibliotecas privadas laicas son cada vez más numerosas. Incluso, la palabra "Iibrairie", utilizada todavía por Montaigne en el siglo anterior (final del siglo XVI), es paulatinamente sustituida por el término "bibliothéque". No obstante, podemos afirmar que Naudé y de Bury (siglo XIV) coinciden en los siguientes puntos: aman a los libros de una manera altruista ya que desean compartirlos y ambos los consideran como herramientas que sirven únicamente por su contenido. 1.5 Surgimiento de "gabinetes" entre los coleccionistas En las postrimerías del siglo XVII aparece, en oposición al modelo de Naudé un tipo de biblioteca, que recibe el nombre de "gabinete". A lo largo del siglo siguiente estos gabinetes van a representar un lugar de refugio, de aislamiento del mundo, de la intimidad, y de la evasión refinada. Desde luego, este cambio ni se produce en una fecha exacta ni tampoco existe un modelo único de gabinete en cuanto a su contenido. Algunos aficionados destinan un amplio lugar a las "belles lettres" 36 extranjeras y modernas, es decir a la novela, rompiendo con la tradición del siglo precedente (siglo XVII) que solamente incluía en este grupo obras de erudición, de retórica y poetas heroicos y desde luego, escritos en latín. Otros curiosos intentan salvar y preservar todo lo que atañe a los orígenes nacionales (antiquités gauloises) y reúnen los testimonios históricos sobre los usos y costumbres en Francia, la literatura medieval así como las anécdotas picantes. Sin embargo, el mayor desenvolvimiento lo alcanzan los gabinetes de "curiosos" A este círculo creciente de los aficionados a los libros "raros", por lo general, no lo mueve un profundo interés literario, sino más bien su vanidad personal. Como estos nuevos bibliófilos provienen sobre todo de la aristocracia y de las finanzas, las palabras utilidad, auxiliar de estudio, fines didácticos o erudición tienen poca cabida en su vocabulario. El mérito intrínseco del libro pasa a segundo término. Las ediciones óptimas, es decir, apreciadas por los eruditos como las mejores, se reemplazan por las ediciones princeps. Asimismo, el libro se valora conforme al orden estético. Los nombres de Basquerville, Bodoni o Didot contribuyen a la belleza de la obra tipográfica. Narraciones de viajes y ediciones de mapas, suntuosos tratados de historia del arte o ciencias naturales, con frontispicios grabados con figuras alegóricas o representaciones simbólicas del tema del libro, colecciones completas de ediciones de Louvre (imprenta real), de Aldo Manuzio, magnas ediciones de clásicos griegos y libros con viñetas cautivan a estos ricos coleccionistas. Todo esto revestido espléndidamente de marroquín rojo, badana café o tafilete verde, con lomos adornados y cantos dorados. 40 Este nuevo estilo de apreciación de libros según algunos, surge en Francia, según otros le corresponde a la nobleza británica la primicia de este fenómeno. Sea como 37 fuere, esta moda por lo "raro y curioso" se extiende en Europa y uno de los efectos de la afición es la creación de un importante mercado específico en París. Las ventas públicas de libros antiguos se multiplican y la publicación de la Bibliographie instructive de Gulllaume-Francois Debure contribuye a definir a lo que se llama "la curiosité". Su obra está destinada a orientar a los aficionados , tal como lo indica el subtítulo de la obra: Traité de la connoissance des Iivres rares et singuliers. Debure es un librero -editor, que en el momento de publicación del primer volumen de su obra en 1763 tiene treinta y dos años y según una opinión sarcástica de la época, es "casi el único instruido en toda la ciudad". El discurso de Debure es novedoso, porque desde la primera página del "Discours préliminaire" señala que la apreciación de los libros por parte de los científicos e intelectuales de la época no va a coincidir con la valoración de los "curiosos": "El conocimiento de los libros (...) que ha tenido tanto encanto para la mayoría de los sabios, eruditos , que le han sacrificado una parte de sus desvelos, puede considerarse desde dos puntos de vista particulares y diferentes, a saber: el conocimiento de los libros en relación con el hombre de letras; y el conocimiento de libros en relación con el aficionado y el curioso ." 41 Más adelante Debure señala que le compete a los eruditos (hombres de letras) "conocer todos los libros ordinarios y en general todas las buenas obras que aparecen en todos los tipos de literatura que deben adornar una biblioteca bien seleccionada ". En cambio les corresponde a los libreros el conocimiento de los libros raros que es puramente tipográfico y permite orientar a los "curiosos" en su selección. 42 38 Al distinguir los dos enfoques, las opiniones "literarias" de los primeros, y el "conocimiento particular" o "estimación comercial" que se rige por las leyes de la oferta y la demanda, Debure comenta: "sucede muy a menudo que a un libro se le confieren los más grandes elogios en consideración a lo que encierra y tiene solamente muy modesta reputación en el mercado, en donde se busca apenas. Al contrario se valoran mucho y se pagan caro otras obras que intrínsecamente tendrán menos méritos." 43 Por lo que atañe a la "rareza", este concepto constituye para Debure un signo distintivo que se atribuye a un libro o a una colección. Esta facultad le corresponde al conjunto de aficionados conforme a las leyes del mercado. La siguiente cita enfatiza la opinión de Debure: "Existen muchos libros difíciles de encontrar por los que nadie se preocupa, debido a que no se les concede ningún signo distintivo de rareza. Y si todas las obras difíciles de encontrar debieran ser un artículo raro, todos los catálogos de libros viejos estarían repletos de libros preciosos." 44 Así, la rareza no es un concepto permanente sino temporal, imprevisto y efímero. Por ejemplo, de todos los libros antiguos que se consideraban dignos de coleccionar, son los heréticos y los impresos en vitela que atraen sobremanera a los curiosos de la época de Debure. Aunque las ideas de Debure suscitaron polémica, por parte de "hombres de letras", su obra representó una guía para los aficionados durante los siguientes 40 años, afirma Brunet. Si bien el siglo XVIII es considerado por los especialistas como el período de gran florecimiento de la bibliofilia, en general la vida intelectual y mundana de París es brillante. Proliferan en la capital lugares de encuentros: salones, cafés y clubes que reúnen gente de letras, así como a científicos y pensadores. En los salones se 39 discuten con entusiasmo los problemas científicos, lo mismo que cuestiones literarias o teorías sociales. Los hombres del siglo XVIII tenían en gran estima a la razón. Los intelectuales de la época provienen de las instituciones educativas de los Jesuitas y Oratorianos. Su formación es más literaria que científica. El latín es la lengua privilegiada en relación con el griego que se conoce mal y, en cuanto a las lenguas vivas, los cultos las ignoran soberbiamente, convencidos de que el francés es la lengua universal. Aunque los límites entre "lo literario" y "lo científico" son aún imprecisos, se pueden señalar esquemáticamente algunas tendencias entre los intereses del público lector: se observa un retroceso de la teología y un avance en el campo de las ciencias y de las artes; hay menos estima por -la poesía y más interés por las obras científicas y los diccionarios. En pocas palabras, es el triunfo de obras de consulta; de ahí la exitosa acogida de la Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences des arts et des métiers. No obstante, todavía en el siglo XVIII, poca gente tiene acceso al libro ya que casi 75% de la población francesa es analfabeta. 45 Por último, es necesario destacar el éxito de la novela en esta centuria aunque tanto los autores como los editores evitan utilizar el vocablo "novela" en los relatos en prosa debido a la reprobación y desprecio hacia al género, juicios heredados de teóricos del periodo clasicista. "Confesiones ", "memorias", "viajes", "cartas" son solamente algunos nombres para crear el efecto de lo real y persuadir al lector de que se trata de una historia verdadera. Para ilustrar este entusiasmo basta citar a Julie ou La Nouvelle Héloise, Lettres de deux amants habitants d'une petite vil/e au pied des Alpes (1761) de Rousseau, "el mayor "best seller" del Antiguo Régimen con 40 al menos 70 ediciones antes de 1800, que desencadenó efectos insospechables, incluidos ataques de nervios y crisis de llanto." 46 1.6 Desenvolvimiento bibliográfico Durante el siglo XIX Gabriel Peignot, Augustin Renouard, Van Prats, Charles Nodier y sobre todo el incansable Jacques-Charles Brunet fueron algunos de los nombres que dieron el impulso necesario al movimiento bibliográfico y bibliófilo en la primera mitad de siglo. Alrededor de 1830 todos ellos observan un cambio significativo en el mundo de los libros raros, algo que en el caso de Brunet se refleja oportunamente en su obra Nouvelles Recherches bibliographiques (1834) y lo convierte en el portavoz de todos los que prestan atención a estas alteraciones en el gusto de los coleccionistas. Se trata de un librero perspicaz, especializado en libros antiguos, que ya en esta etapa de su vida se dedica más a la bibliografía que al comercio. ¿Cuáles son los motivos de este cambio y en qué consiste? Repentinamente en todo París están apareciendo nuevos comercios y puestos de libros antiguos, que venden al igual ediciones góticas que libros viejos de poesía, ricamente revestidos. En los puentes, en las orillas del Sena, en los cobertizos y por dondequiera se ofrecen excelentes libros con espléndidas encuadernaciones. En pocas palabras, varias décadas después de la Revolución, aún se siguen liquidando los restos de la Francia monárquica. Esta avalancha de libros viejos tiene una explicación: la Revolución nacionalizó los bienes eclesiásticos, los de los exiliados y de los enemigos reales o supuestos. Se establecieron grandes "depósitos" de libros a nivel nacional para su organización y distribución a diversas bibliotecas. No obstante, tal parece, que este exceso de libros supera la capacidad de los responsables para 41 organizar estos enormes acervos. Para "aliviar esta sobrecarga" se realizan ventas públicas de los ejemplares repetidos. La última venta se lleva a cabo en 1816, como lo señala Víardot." Desde luego, esta maravillosa y única oportunidad es aprovechada por los libreros astutos, asegurando su bienestar y su porvenir. En aquel momento ciertamente, el mercado interno de libros es prácticamente nulo. ¿A quienes les importan, en un período de cierta confusión, turbulencia e inestabilidad, las riquezas bibliográficas? Los grandes conocedores están en el exilio o arruinados, sus bibliotecas a menudo desperdigadas. Quedan los ricos compradores extranjeros, especialmente ingleses que ayudados por los grandes libreros especializados en la materia, se llevan los tesoros impresos o manuscritos a su país. Entre estos asesores especializados en libros preciosos está también Jaques Charles Brunet, consultor de primer orden, que está preparando la cuarta edición de su Manuel. 48 Entre la primera (1810) y la última edición (1860-1865) de la obra de Brunet, Francia tuvo en su haber dos Imperios, dos reyes y el paréntesis de la Segunda República en 1848. Aunque Brunet es ajeno a los acontecimientos políticos que convulsionan a Francia desde la última década del siglo anterior, le produjo cierto trauma el "filosofismo intolerante", es decir abuso de la filosofía del fin del siglo XVIII, del que se distancia. No concibe que se condene el sistema de clasificación que usa en su Manuel solamente por el hecho de que la teología esté ocupando el primer lugar porque es producto del fanatismo y superstición, según algunos. Asimismo, pone de manifiesto su absoluto rechazo ante la actitud de ciertas personas que sienten un profundo desprecio por el pasado y que consideran que los archivos históricos de las familias aristocráticas son únicamente los restos inútiles del feudalismo. 42 Si bien las revoluciones políticas le interesan apenas, en cambio, la bibliografía que el considera "una parte muy importante de la historia literaria" significa todo lo escrito en el mundo literario y científico sin importar el tema. Es esta la forma como él entiende la bibliografía, muy de acuerdo con su época. Aunque esta disciplina lo absorbe, siempre encuentra el tiempo necesario para sus pesquisas bibliófilas. Son entonces, la bibliografía y la bibliofilia, dos campos del conocimiento de los libros a los que Brunet dedica su vida entera. Así puede ampliar su punto de vista acerca de los cambios que se presentan entre los bibliófilos al plantearse algunas preguntas, por ejemplo: ¿qué tipo de libros buscan los nuevos coleccionistas y cuáles son los que cayeron en desgracia? o ¿qué ejemplares prefieren?, lo que Brunet llama "la condición exterior de los libros". Lo fundamental es que los coleccionistas (amateurs) exigen no solamente la belleza material del objeto anhelado sino la corrección de los textos para su lectura. Esta doble exigencia, la belleza y la calidad intrínseca con un fin útil, deja atrás los gabinetes de "curiosidades" en donde se contemplaba el libro ya sea por su tamaño muy pequeño o muy grande; ya sea por el lujo desmesurado de la encuadernación o por el contenido extravagante. En cuanto a la categoría de libros coleccionables, ya Debure se dio cuenta que es cuestión de moda y de que es imposible establecer un modelo único. Al mencionar la condición exterior de los ejemplares, Brunet se refiere al estado de la encuadernación: encuadernación original, realizada por un encuadernador famoso, encuadernación estropeada, etc., sin descartar nunca su importancia monetaria. 43 Otro factor que anteriormente no tenía importancia era la procedencia del libro o el "pedigree", como lo llama Viardot. 49 El listado de sus sucesivos poseedores constituye su historia particular y realza su valor en el mercado. El modelo de biblioteca privada va a abandonar el sistema enciclopédico del saber en beneficio de lo que el siglo XIX denomina "bibliotecas especiales", que no tienen nada que ver con el actual concepto de la "biblioteca especializada", como lo indica Viardot.5o La biblioteca especial decimonónica comprende un área muy restringida de un tema, por ejemplo todas las ediciones de una novela. Brunet va a incluir todas estas ideas posteriormente en las dos últimas ediciones de su Manuel. Obra que se estudiará con más detalle en el siguiente capítulo. 44 REFERENCIAS ¿Bibliofilia o bibliomanía? 1. Bibliophile Jacob, Les amateurs de vieux livres, 2a ed. Paris, Éditions des Cendres, 1988, p.9 2. Cf. Julien Cain, « Discours », en Deuxiéme Conqrés Intemational de bibliophilie, Paris, 1963, p.25 3. Juan B. Iguíniz, Léxico Bibliográfico, México, UNAM, 1987, p.42 4. Andrew Lang, Bibliomania in France , p.1 www.bookrags.com. consultado en julio 2002 5. Bibliophile Jacob, op.cit. p.28 6. Ibid., p.29 7. Jean La Bruyére, "De la mode", en Les Caracteres ou les Mreurs de ce Siecle, Paris, Bordas, 1976, p.195 8. Guillaume-Franyois De Bure, « Discours préliminaire », en Bibliographie instructive, ou Traité de la connoissance des livres rares et singuliers, Paris, De Bure le Jeune, 1763, p.V 9. Citado por Julien Cain, op.cit. p.26 10.Cf. Edouard Rouveyre, Connaissances nécessaires á un bibliophile, 5e ed., Paris, Edouard Rouveyere ed., 1899, v.l, p.22 11 .Cf. Bernard M. Rosenthal, Quelques aspects du commerce du livre ancien, p.2 http://ihl.enssib.fr/5archives/ecole/2001/rosenthalconf.htm, consultado en agosto de 2002 12.Charles-Augustin Sainte Beuve, Portraits liftéraires, Paris, Garnier, s.f. t.ll, p.489 13.Citado por Carlos Romero de Lecca, "Les bibliophiles et la réédition des textes anciens", en Deuxiéme Conqrés Intemational de bibliophilie, Paris, Bibliothéque nationale, 1963 p.42 14.Charles Nodier, Le Bibliomane http://perso.wanadoo.fr consultado en agosto de 2002 "Aquí yace 45 bajo su encuadernación en madera un ejemplar en folio de la mejor edición del hombre escrito en la prosa de la edad de oro que ya no comprende nadie. Hoyes tan sólo, un libro viejo, marchito defectuoso, incompleto, con la portada deshecha picada de polilla y muy manchado de moho. No es dable esperar para él los honores tardíos e inútiles de la reimpresión". Traducción María Brey; citada por Stella Maris Fernández "Bibliofilia y bibliomanía, facetas de una pasión por el libro "en Infodiversidad, Buenos Aires , Sociedad de Investigaciones Bibliotecológicas, 2001 , v.3 , p.97 15.Gustave Flaubert, Bibliomanie http://perso.wanadoo.fr/jb.guinotlpages/bibliomanie .htlm, consultado en agosto 2002 16. Charles Nodier, op.cit. p.5 17. lbid., p.9 18.Gustave Flaubert, op.cit. p.1 19.1bid., p.8 20.lbid., p.13 21.Andrew Lang, op.cit. p.1 22.Cf. Stella Maris Fernández, Bibliofilia y Philobiblion de Richard de Bury, Buenos Aires, Sociedad de Investigaciones Bibliotecológicas, 2002, p.133 23.loc.cit. 24.Richard de Bury, "Preface" en The Philobiblon, http://etext.lib.virginia.edu, consultado en agosto 2002, p.XV 46 25.Richard de Bury, op.cit., p.54 26. citado por Stella Maris Fernández, op.cit. pp.196-197 27.lbid. , pp.199-200 28. Richard de Bury, op.cit., p.99 29. Cf. Jean Viardod, « Livres rares et pratiques bibliophiliques », en Histoire de I'édition ttenceise, [Paris] , Promodis, 1982, v.2, pp.583-614 30. Cf. Gabriel Naudé, Bibliographie politique, www .gallica.fr/consultado en enero 2003 31.Cf. Robert Damien, Bibliotheque et Etat. Naissance d'une raison politique dans la France du XVlf slécle, Paris, Presses Universitaires de France, 1995, p.38 32. Cf. Claude Jolly , « L'Advis, manifeste de la bibliothéque érudite» en Advis pour dresser une bibliotheque, París, Klincksieck, 1994, pp.V-XXIV 33. Citado por Louis Desgraves en « Vers la bibliothéque publique », en Histoire des blbliothéques trenceises, [París], Promodis-Edition du Cercle de la Iibrairie, 1992 v.2, p.393 34.Gabriel Naudé, l'Advis pour dresser une bibliotheque, reproduct ion de I'édition de 1644, Paris, Klincksieck, 1994, p.151 35.André Lang , op.cit. , p.3 36.Louis Desgraves,op.cit. p.393 37. ibid, p.391 38. Cf. Jean Viardot, «Naissance de la bibliophilie : les cabinets de Iivres rares », en Histoire des blbliotheque« fram;aises, [Paris], Promodis-Edition du Cercle de la librairie, v.3, pp.269-289 39. Cf. Claude Jolly, op.cit. ppV-XVIII 40. Cf. Jean Viardot, op.cit. 41. Debute, op.cit. , p.iiv 42.lbid., p.v 43. citado por Jean Viardot, op.cit., p.279 47 44.lbid., p.280 45.Béatrice Didier. Histoire de la littérature irenceise du XVI/rsiecle, Paris, Nathan, 1992, p.54 46.Cf. Reinhard Wittmann , «¿Hubo una revolución en la lectura a finales del siglo XVIII?, en Historia de la lectura en el mundo occidental, Madrid, Taurus, ©1998 p.453 47. Jean Viardot, "Les nouvelles bibliophilies", en Histoire de I'édition trenceise, [Paris], Promodis-Edition du Cercle de la Librairie, 1982, v.3, pp.343-4 48.lbid., p.348 49. lbid., p.346 50. lbid., p.344 ; : . e~C"'!' c ~=======o(~~ ~~=~=:== =;;;==== JACQUES-CHARLES BRUNET Imagen 5 Véase la fuente en la p. 111 JACQUES-CHARLES BRUNET imagen 5 Véase la fuente en la p. Ill 5C ~~ '=======oc::===f}J JACQUES-CHARLES BRUNET Imagen 5 Véase la fuente en la p. 111 PARTE 1- capitulo 2 Jacques Charles Brunet (1780 - 1867) 2.1 El bibliógrafo.: su ebra y sU 'dectrina 48 El Manuel du Libraire et de /'Amateur de livres es el resultado de la actividad de Jacques Charles Brunet como bibliógrafo erudito y bibliófilo apasionado. Esta actividad se extiende a través de cincuenta años durante los cuales Brunet continúa transformando y perfeccionando su obra. En cada una de las ediciones el autor aumenta su diccionario con nuevos volúmenes, entendiendo por nuevos aquellos libros que a la luz de los bibliófilos iban adquiriendo importancia y reflejaban las variaciones de gusto y modas, como un resultado de la influencia de las nuevas corrientes literarias y filosóficas de la época. También nes damos cuenta, al examinar las diferentes ediciones del Manuel, que si bien es verdad que el autor acrecentaba el conjunto de volúmenes minuciosamente descritos, al mismo tiempo sus notas en terne a la bibliografia y al libro, se vuelven más acabadas de manera que no se reducen a simples aclaraciones sobre su método de trabajo sine que ponen al descubierto las inquietudes de los bibliógrafos y bibliófilos de su tiempo.. Finalmente es preciso reconocer que la obra de Brunet no es un inventario árido. Los detalles literarios y técnicos, la información histórica acerca del destino de cada libre a través de Io.s tiempes asi ceme ebservaciones persenales, imprevistas a veces, centribuyeren a que el Manuel llegara a convertirse en el libro de consulta 49 más ameno y apreciado durante todo el siglo XIX. Dos testimonios lo confinman: "Esta obra puede considerarse con derecho y razón como el mejor diccionario bibliográfico del que disponemos hasta este momento" opina ya en 1812 Gabriel Peignot' Por su lado, Silvestre de Sacy al reseñar en 1861 la última edición del Manuel, expresó: "Un libro agradable y fascinante, los bibliófilos nada más lo sienten , yo tengo el valor de decirlo ... Hay miles de cosas que el Sr. Brunet no hubiera visto si no las hubiera amado. Únicamente la pasión ve todo, comprende todo, le da vida a todo, hasta a un diccionario bibliográfico." 2 Unas décadas después, Jules Richard, en su articulo "Les outiles du bibliophilie", hace una evaluación de catálogos y bibliografias disponibles en Francia de la época y sobre la obra de Brunet opina: "Los que buscan informaciones seguras y precisas poseen el Manuel du Iibraire de Brunet. La última edición en 6 volúmenes puesta a la venta en la libreria de Didot por 120 francos, cuesta actualmente 300 francos y no se encuentra fácilmente. A pesar de sus errores y omisiones, esta espléndida obra es el Evangelio de los coleccionistas. Pienso que es el más bello trabajo de bibliografia, que alguna vez se haya realizado para referirse a los siglos anteriores al XVIII ; pero a partir de esa época, se volvió incompleto." 3 El propio Brunet estaba consciente de las inexactitudes y lagunas en su obra, una vez que apareció la última edición. Por eso agrega, en la última página del volumen seis de la quinta edición de su Manuel, unos párrafos con el título: uDernier avis de I'auteur" donde asume su responsabilidad . Asimismo, revela que tenia la intención de añadir las correcciones y adiciones a su obra. Desiste de su proyecto ya que esto implicaría llevar a caho una revisión cuidadosa de toda su obra y el estado de sus ojos no se lo permite. Confiesa también que a pesar de disponer de material para al menos 200 páginas más, necesitária unos tres años de trabajo intenso para so hacer un suplemento. Así, prefiere poner en orden todas sus anotaciones, para que otras personas puedan aprovecharlas. Brunet entonces tenía 85 años. Efectivamente años después de su fallecimiento, entre 1870 y 1880, se publica un suplemento en dos volúmenes, que contiene cerca de 10,000 registros y utiliza la misma clasificación del Manuel. Este complemento contiene fundamentalmente addenda y errata. Incluye pocas obras publicadas después de 1860, como indica Marcelle Beaudiquez' Los autores son: Pierre Deschamps y Pierre Gustave Brunet. Este último no tiene ningún parentesco con Jacques-Charles Brunet. A pesar de algunas deficiencias el Manuel es todavía una fuente valiosa de información acerca de la imprenta, la edición , la historia del libro impreso y para la identificación de libros antiguos aún en el siglo XX. La gran bibliógrafa , Louise-Noélle Malclés destaca su vigencia y al mismo tiempo valora la obra de Théodore Graesse (1814-1885), que siguió el modelo de Brunet: « Las dos monumentales bibliografías generales la de Brunet y la de Graesse son fuentes de documentos aún consultadas sobre la imprenta, la edición, la biblioteca y la historia cultural de Europa durante cuatro siglos. Sus autores, verdaderos sabios por haber dedicado su vida de trabajo al libro, tratándolo como un ser vivo y querido, cuya huella siguen a través del tiempo con una prodigiosa paciencia , pueden considerarse hoy en día como los últimos representantes de una categoría de bibliógrafos interesados fuertemente en la historia de la cultura; han ilustrado una época y no han tenido discípulos o sucesores. « 5 Las díferentes edícíones del Manuel y otras obras El Manuel du Libraire el de {,Amaleur de livres representa el modelo de una bibliografía universal, general, selectiva y retrospectiva. Con la última edición de este repertorio se cierra el período, denominado por Malclés "artesanal",' en el que un sólo hombre se lanzaba a la tarea de registrar la producción intelectual de varios ÑO AX e OA a a AA A MANUEL DU LIBRAI DE PAMATEUR DE LIVES CONTENANT L- UN ROCYEAU DICFIOX NA IO DIARIO G A PIQUE ! Mana Jeurt ram lzeritales Livres rares, précicoz, Aimpuliroe, el aus des vavrazes le plus el lmes en on! genre, qal ent paru tant dans les langues ancienaes que dans la princiralos lungues modersca, depuis Poriginc de Vimprimerte juequéa nos jours; arre Fhisiolredos diféremes étibons qe) en ut dé lic; de rerighenents nicrscalres ponr recommitre lor contrefagone, el collalienner les sociena livres, On y > Jolmowno concordstec des priz auiquels une parlle de ers abjeis 051 dé partes dans le vontes pabllques faltes en Franec, en Abgklerze elalllcure, depule prós un slécie, sie que Pappriciallon spprexioative des Dures anticrs qui se rencontren trégueminent dass le commerce; 20 UNE TABLE EN PORME DE CATALUGUE HAISOXNÉ Dá cont clarcéa, eclon Vordre dee matiéres, lous des onrrages porida dans le eallunasiree, lun prand nombre Waslres curras illes, msis Mun priz erdinsire, quí pont pas dá re plocós 3u rang der lixres 00 parr> ou préciena; PAR JACQUES-CHARLES BRUNEL Cheriicr de la Lógion Thonurar COMAMÉME EDITION ORICINALE EXNTIÉNECEAT REFONDOE ET AUGMEXTEE DÚCA qien PAR )'AUTEUR TOMÉ CINGUIENE PARIS LIURATR)IE DE FIRMIN DIDOT ERERES, FILS ET C* " IMNFPRINCCEX ME VIXSTITET, SUL TAOa, 26 . 1884 BIBLIOHCA RACIONAL MNEXIGO Imagen 6 Véase la fuente en la p. Il! P RTADA DE LA QUINTA EDICiÓN I ~ , \ , , f) NUEL .ou I AIRE ET E L' ATElJlt E I IiES I v C ,", SOCl'K\U 1IIC rl . O:\" !' U ll tl ~ IIIU l ,lIH aU l'lIIQU I'; 0;. ........ ,..¡ ... t '*, 11 ..... Ij • ...,. ''''', 1'I'.!d;<'I' , ... pi ....... h,,~<~ Loo' ,"O, ,,. _.1 ... , ", ... ..,., ... ,.. .... L.o; ..... ~ ..... "" q .. du.; 1.,. r rl.ci",,1no bn¡: ..... oo ... k.e". ~'1'.¡' r .... I¡i&c (l. 11 .. ",1.,"" J ..... ~ __ j.Domo; ...... I'h;.. ,,¡ .. oti. dll1""""'" o!l" .. , ~ ..,. ..... ~ , • . ........ 1 .... _, . _~II .. In ... t~ ...... , ."I.>U,·",,« 1 .... ec ...... Ihrv. On 1 ~ )Itt',o/:Iu. In .. ni ... r . .. ~I' .... 101, ... e" ,...._ . ... An. kl..,." t i .11 ......... ...,..11 "¡,, .... :o'kk. ~In'" q ... r 'I'F"'ci>lI .. "PI""'lh.,,,'lr, o!n Un"" . .. tI"," .ul oc k'I: .... ' ''"~1 " ", __ .,.40""", C01II~; 2* (':n! T.l.DI.E E.S ~ · Onl l p. fH ~ CAT.H .OI:ms )U I ~(JSXt: r)i .... ~ ....... r .......... .... _.otm. _ leo "".n¡:tO:>O"1b. "a, le r l\cl,,",,~.r ..... '. ~II rro'" ..... 1· .. .... u .. ~ ", in, .. 1t.'W.o ,"I~ t-Kiul"', ".11 . ........ . . ~: .., .......... rur ~ .. lh..-t. (HI " ' .. " ... kI ..... : -----.. , ¡ P JA ¡;ll - B LE15 Il D:'lE'L' CI:Io¡<"i;JII1< t:Pfno:< .. "k: I :< \~r. t:lIi T lbc' -I: ~ _ "T llt:tll~lIn .. " ~c('II"''' T Ü ... ~ ." 1.L"_ ~~" 1 : ~UTlU TU~I¡': ¡;1~QUlhH: P IUS I.IDRAltl.lK UK YII\' ~ l~ 11ID OT fR ttU_S . lo' l LS ET c· , .... """.; "o: "'I~~TI1~I • • ro: u,;,u, S(l - 6 ·' BlBUOllCt> H~CIOHAL i: l!lQ Imagen 6 Véase la fuente en la p. 111 5 1 siglos y países. No obstante, el repertorio de Brunet es selectivo porque su interés fue delimitado por el objeto de sus estudios que consiste en la descripción de libros dignos de coleccionarse. MANUEL DU LIBRA/RE ET DE L'AMATEUR DE LlVRES Al examinar las diferentes ediciones y compararlas se puede exponer lo siguiente: La primera edición publicada por el mismo autor en 1810 tiene tres volúmenes y en el prefacio, Brunet confiesa que esta obra no constituye su debut en el campo de la bibliografia. Anteriormente (1802) habia publicado en forma anónima un suplemento al Dictionnaire bibliographique, historique et critique des livres rares de Cailleau . El éxito del suplemento lo alentó de tal modo que tenía en mente agregar también un complemento a la obra más celebre del siglo XVIII , Bibliographie instructive ou Traíté de la connoissance des livres rares el singuliers de Guillaume - Franc;ois De Bure. Sin embargo, renunció a este proyecto prefiriendo realizar su propia obra bibliográfica. La segunda edición de 1814 en 4 volúmenes se agotó en menos de cinco años. En 1820 aparece la tercera edición en 4 volúmenes; debido a la caida de Napoleón se restablecieron las relaciones y el comercio con los principales paises europeos y sobre todo con Inglaterra . Así , Brunet pudo proveerse de numerosas obras que incluyó en esta edición. Además, su situación económica mejoró notablemente por los beneficios obtenidos de las dos primeras ediciones de su Manuel. La demanda de esta obra de consulta supera a la oferta, y su valor aumenta considerablemente. Este hecho representa una de las razones para pensar en publicar otra versión muy 52 ampliada.7 Sin embargo, las circunstancias le impiden al autor continuar con su proyecto. Brunet describe esa situación en los siguientes términos: « Pero mientras yo me dedicaba sin descanso a las investigaciones necesarias para terminar mi proyecto, surgía una revolución repentina en nuestra literatura y sobre todo en el campo de la historia que, atrayendo la atención de los bibliófi los sobre la Edad Media, tanto tiempo descuidada entre nosotros, daba una gran importancia a un numeroso tipo de libros antiguos y al mismo tiempo les atribuía un valor que yo jamás pude prever al iniciar mi labor; simultáneamente se sentía un movimiento favorable a lo que llamamos libros góticos. »8 El cambio radical en el gusto de los bibliófilos , que Brunet llama "une révolution soudaine", empieza a manifestarse a partir del año de 1830 cuando se registra una gran demanda de las obras francesas de la Edad Media, del Renacimiento y del siglo XVI. Al mismo tiempo disminuye el interés por los autores clásicos y la literatura extranjera tan en boga durante el Primer Imperio. Brunet actúa con prontitud, tal como lo indica en el« Avertissement» del suplemento a la tercera edición del Manuel, que lleva el titulo: Nouvelles recherches bibliographiques pour servir de suppplément au Manuel du libraire et de I'amateur de livres que se publica en 1834 en 3 volúmenes. El bibliógrafo justifica así su trabajo: « Todo lo que puede hacer un bibliógrafo de nuestro tiempo, es cerciorarse del estado de cosas enfocando sus investigaciones a los objetos antiguos que se apegan más al gusto de moda y registrar cuidadosamente aquellas ediciones modernas que ameritan una opinión especial desde los puntos de vista literario y tipográfico. » 9 Por el momento, Brunet abandona la idea de preparar la cuarta edición del Manuel y se dedica únicamente al ({ suplemento» , tratando de ofrecer a los bibliófilos la « exactitude rigoureuse)} . Rectifica y señala con un asterisco los artículos corregidos de las primeras ediciones precedentes y los marca con un número para remitirlos a la tabla metódica de la edición anterior, ya que las «Nouvelles 53 recherches » no la incluyen. Brunet tiene sus razones: la creciente demanda de los bibliófilos para disponer de una obra que proporcione una orientación confiable y además sin olvidar que el tiempo apremia. El autor complementa la obra con articulas que atañen sobre todo a las literaturas antiguas: francesa, italiana y española. En cuanto a los libros ingleses antiguos y raros únicamente describe unos cuantos, ya que practica mente no los hay en el continente europeo y, en su opinión , se valoran únicamente en Inglaterra . Además, Brunet incluye en Nouvelfes recherches bibliographiques las marcas de los impresores y libreros de los siglos XV y XVI , asi como algunos grabados de los libros de horas. La razón de esta ornamentación fue menos estética que práctica. Se trataba de dificultar las impresiones fraudulentas del Manuel que se hacian en Bruselas y que indignaron profundamente a Brunet. En los preliminares de las Nouvelfes Recherches escribe: "No terminaré esta advertencia sin comentar la reimpresión de la tercera edición del Manuel de fecha 1821 . Al apoderarse de mi propiedad, estos señores han utilizado un derecho al que yo no puedo impugnar legalmente fuera de Francia; más, al mismo tiempo, han hecho una cosa que no es legal en ningún sitio; han distribuido una parte de los ejemplares que tienen señalado como lugar de publicación "Paris" y, de esta manera, proporcionaron a algunos libreros ingleses, que conozco bien, la posibilidad de venderlos como edición original" 10 Sin embargo, estas ediciones piratas se reconocen con mucha facilidad , dice Brunet, porque tienen las adiciones y correcciones al final de cada volumen a diferencia de las editadas en Paris, en las que están colocadas hasta al final de la obra" Brunet, en este periodo de "la revolución repentina" es decir, de la gran influencia romántica en el gusto de la época , encuentra tiempo para estar al tono. Su interés por la Edad Media y por el siglo XVI se refleja en dos opúsculos: en 1834 publica en 54 sesenta ejemplares un estudio sobre Rabelais con el titulo Notice sur deux anciens romans intitu/és Chroniques de Gargantua, oú ron examine les rapports qui existent entre ces deux ouvrages et le Gargantua de Rabelais, et si la premiére de ces chroniques n'est pas aussi de rauteur du Pantagruel. Como Rabelais fue el autor de su predilección, Brunet le dedica en los anos posteriores otro estudio critico sobre diferentes ediciones de su obra. Asimismo, con el titulo Poésies franqoises de J. G. Alione (d'Asti ) , composées de 1494 a 1520, publiées pour la premiére fois en France, avec une notice biographique, Brunet da a conocer a este poeta italiano que escribia en la corte francesa. La edición se realiza en 1836 en caracteres góticos y consta de ciento ocho ejemplares.12 La cuarta edición del Manuel aparece entre los años 1842-1844 en 5 volúmenes. A partir de esta edición su autor incluye en el inicio del tomo V una introducción especial que se refiere a la historia de los sistemas de clasificación. El tomo IV termina con una disertación sobre las uHoras Góticas". La quinta y la última edición se publica entre 1860-1865. La obra, desde su primera aparición está ordenada en 2 partes: la primera conforma un diccionario alfabético de autores y de titulas anónimos en 5 volúmenes; la segunda, en un volumen, constituye una tabla. Entre ambas partes existe una doble concordancia tal como lo indica el autor en la advertencia, que en todas las ediciones, precede siempre a la tabla. El diccionario remite a la tabla para la clasificación , como la tabla remite al diccionario para el detalle de las diferentes ediciones. En todas las ediciones de su Manuel Brunet hace hincapié sobre su manera de trabajar: verifica en la fuente recorriendo bibliotecas públicas y privadas, consultando en las librerías así como en las exposiciones de libros; y si bien se apoya en los 55 catálogos, acude exclusivamente a los de gran renombre como el de Joseph Van Praet, director de la Biblioteca Real de Paris, y el de Friedrich Adolph Ebert, director de la Biblioteca Real de Oresde y bibliógrafo, autor de AlIgemeines bibliographisches lexicon (Leipzig,1821-1830).13 Para el análisis más detallado del Manuel me vaya referir sobre todo a la última edición de este repertorio en 6 volúmenes, publicado en Paris por Firmin Oidot, y tal como lo anuncia la portada, impresor de gran renombre ya que es el impresor del Institut de France. Además, hay que destacar que esta portada decimonónica, proporciona mucha más información que nuestros libros actuales y su estilo recuerda el de los siglos anteriores en los que cada capitulo de cualquier tratado o novela ofrecía un pequeño resumen al lector, como para prepararlo para la futura lectura y con el afán de permitirle una rápida orientación. Así que conforme a la portada la obra está compuesta por: 1. UN NOUVEAU DICTlONNAIRE BIBLlOGRAPHIQUE, dans lequel sont décrífs les Livres rares, précieux, singulíers, el aussi les ouvrages les plus estimés en tout genre, qui ont paru tant dans les langues anciennes que dans les principales langues modemes, depuis !'origine de /'imprimerie jusqu'á nos jours; avec /'histoire des différentes éditions qui ont été faites; des renseignements nécessaires pour reconnaitre les contrefa,ons, et collationner les anciens livres. On y joint une concordance des prix auxquels une partie de ces objets ont été portés dans les ventes publiques faites en France, en Angleterre et ailleurs, depuis prés d'un siéc/e, ainsi que /'appréciation approximative des livres anciens qui se rencantrent fréquemment dans le commerce; 2. UNE TABLE EN FORME DE CATALOGUE RAISONNÉ, oú sont c/assés méthodiquement tous les Ouvrages portés dans le Dictionnaire, et un grand 56 nombre d'autres Ouvrages utiles, mais d'un prix ordinaire qui n'ont pas dú etre placés BU rang des livres rares ou préóeux En esta tabla metódica, hoy en dia diríamos sistemática, se clasifican , según las 5 divisiones tradicionales previamente enumeradas, todos los libros descritos o mencionados en el diccionario. Asimismo, en esta parte de la obra incluye una lista comentada de publicaciones periódicas, distribuidas de acuerdo con la materia que tratan, tanto francesas como extranjeras. excluyendo a los diarios. La introducción a este volumen presenta el origen y la historia de los sistemas de clasificación de los conocimientos humanos, propuestos desde el final del siglo XV hasta la mitad del XIX. Tres apéndices importantes para la historia de la imprenta y del libro, entre los siglos XV Y XVII , complementan el Manuel: • estudio sobre las Horas góticas impresas en Paris al final del siglo XV y en una parte del siglo XVI. En esta disertación el autor da a conocer estos pequeños libros de oraciones llamadas Horae, o Heures decorados con iniciales pintadas en oro y en color, bordes de las páginas ricamente adornados con flores, pajaritos y arabescos o miniaturas que representan, de acuerdo al calendario, diferentes actividades o temas de las Santas Escrituras, de la historia o mitologia. Estas joyas impresas en pergamino, se transmitian de generación en generación, sin embargo cayeron en olvido durante los siglos XVII Y XVIII. • Lista alfabética de libreros . e impresores cuyas marcas tipográficas están reproducidas en el Manuel y que han ejercido su profesión en Francia o imprimieron libros franceses en los siglos XV Y XVI. 57 • Notas sobre la colección de los autores latinos, franceses e italianos impresos en pequeños formatos por los Elzevirios o atribuidos a estos celebres editores e impresores. Además, destaca dos méritos de su producción muy notable: el contenido de gran valor y la elegancia de la impresión. Finalmente es menester destacar la información de la portada sobre Brunet: tiene un reconocimiento oficial, ya que es "caballero" de la Legión de honor, condecoración instituida al inicio del siglo por Napoleón primero. El repertorio de Brunet tuvo buena acogida no solamente en Francia, sino también en otros paises, entre ellos México, como se mencionará en el capitulo cuatro. La finalidad de esta parte es presentar la doctrina brunetiana en toda su extensión. El término Udoctrina" se utiliza aquí en sus acepciones de enseñanza y de opinión de un autor en alguna materia de acuerdo con la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo - Americana. Primeramente se expone el concepto de bibliografia y la técnica bibliográfica de Brunet, asi como el porqué de su interés por este campo. El asunto de los libros raros y preciosos de acuerdo a su punto de vista, se introduce posteriormente, y finalmente se presentan sus opiniones sobre algunos sistemas de clasificación que analiza terminando por adoptar el sistema de libreros de Paris. Toda la doctrina de Brunet se desprende de las introducciones, prefacios y advertencias de la cuarta y quinta edición del Manuel y de las Nouvelles Recherches. PORTADA DE PANTAGRUEL DE 1532 Imagen 7 Véase la fuente en la p. 111 Edition: du second Carjoniaa et de premier de Pantagruc, imprimbes shpar ment. lore Garga nta AFAOI TYXE La vie nes- timable da grand Gargana, pere. de Pantagruel, iadis cópasee par L'abstrac- teur de quite essáce. liure pleln de pan- Cgruelizme. 4. D, 1Xxv. du les vend a Lyon, chez Fvácoys Juste deuár nostre Dune de Confort, in-16 alongé, carac. Eo 17125) te édilloo, préticuse el fort pluz aucienua que nous connais pl premier Bvre ue Rabehiz Ple se cómpose de Doo ,» 453 lí pige, gral A—N. Le Utre, renlermé dans Ane bordure Arar. cu bots, es! Uré en rouge el noir, el sente va orélanga de caracióres, ronsin, 1 e Pape Fl au bas se vall le chifire de Fr. encore répéte, mal du recto du desnler L (soy. ei ron NE COMPle Que 5 gres, Suñides du mol Finis Ay verso da iblre sont les dix vers 3ux lectura : Amis lecieura qui ee Unpr hise, ” Le texte content 56 clbaplires preciles de prologue. Le Duchal Sen al ser lemepu pour éabilr cduj qu'il a donné a de ¡abeláx Vend. 24 ec br second Ñisre, do 1534 - gruel Róy des Dipsodes, (ilz du graud gezl Gargantua. Cóposez nouvellement par maisue Aloofryhas Nasier.On lespend a Lyon en lu maison de nostre dame de Confort. (sans date), pet in-4. goth. de 64 1L non chillrés, 4 longues lignes, an nombre de 29 sor les pages qui son! en- titres, sign. A—Q. [17126] Yoli trás protablemeni la plos ancienne Edition que Fon alt du Pantagruel. Nous troyuas pou- volr ca dor lo dale 4 fannéc 1532, quí est ochle oú doll avobr paru la Pantogrucline progmosll- celíon , pour Pan 1533, dont nous parlerous cl- apria Le (iure que nous venoms de donmer es Imprime n rovgo el noir, dans une bordure erarée en bois, laquelto est formée de deux co hinpes, F.atre le Lilro du llxre el Fadressc du 11- bralre so volrnt deux persounages sépane par un fragmeni d'arbre. Le leo en dibe en 23 chapilres, 59ns compier le prologue. Le rerso du dernter fevlltel he contleut que 77 1 em touL En volal la dermitra pliraze : Do sojr mer alrurs, | pardonole my, 2 10 pesez pos 15/ a mez faulias b vos ne | perez dé es nosires. | Finis. Le texte présente quelques varlanles Que Le Do- ebal va pas recucillies, mais 4 n élre en général acer confonne 4 celuí de )'éditlon La-ré6 deal nous allons par:er. Ceuta ddiidon, 1a-4,, de Paabgruel, quiucun Mibllograptic a vall citée avant nous, svest trousés dios le premier Ca- taloguc de la Mbralric de MA, Dr Bure, el a dié vend. 60 fr. en janvier 1835, quolqu'U manguit 2 NM, dans lexcoplalre, Imagen 8 Véase la fuente en la p. Ill DESCRIPCiÓN BIBLIOGRÁFIC DE PANTAGRUEL DE RABELAIS EN LA CUARTA EDICiÓN DEL MANUEL Co~ Jll"llb Hilloa "" uUCnod. an¡ "r-I ..... II a(probahle qae Ie arp.lua ""nolal&l ~~ u. M.w.1c":-'1<>nIa;_is e'ea ... 111M ..... pk ooo}rcültf'. q ... rkII .'et( lt1MlltllCOrc co"linuo,:r; IOI.U. __ b'n,.... .alrw:u "',In an 'IUC I~ 1'"· ... 1<" 1I~n: 1'lrI- IJ I ~. t" CI.IlIII"'" a. lll 110 "'r¡¡;lonlua. 'l"l !le plIce .ti la tW! p" ~ . . . ... u\\ n . •• In mI""~. t"4a ~ IU/'. ""-N' _In J._ U 1: •• ,." hl-lll pü . .... 1'11 r. dlUrrk. ... oat',oant tt;."'_1 1 dLa91~..c ~ l'f"IkIcve. 1 .... lit ... ~ f:n IfoUft':I 1'VIlIkS. q!KtlqUCK la ... wll ni "", ..... pd .. _I'lntagrutll..etlOfTibietel!5pIKIfUbles r ita" t'OlK'I58 lres rr f f: PilD~ r e! liÓ! es Uipsodes. fib. du n d gril Garg:mtQ&. (~ uouueBuneot pu aislft" 1c.ol"·bu I5i r.o,, ItlOacd Q LyOfC e. tu. nuuSoll de nostrc ~ de c-( n. (AlU date) • pd. in-4. goth. de 6la rt. DOD t iO'rés. alo l'S lignes, :la bre e 29 sur les pages ui SOIII el)- ¡iCrts, uga. -Q. {17126] OIU Irts,....tw-11a lllS ~fdll\oo " 1'_ aIl dll l'i.II\.JIC11IOIL fi_ croJO- pooI- "oU e ...... da da'd I'a.wo.h ,)31, qul alcelle oiI Il0l1 .,olr an¡" 1'aI."..ti. ~..,,¡ ­ MI ... pow'l'u .iUS,a..t _~d­ ¡prts. Le litre q ... _ rCAOlII oKIn.a¡d ~ .... pu IIn r ...... MlIII "'¡.bn:. tA tnl. ~ dh~ .... ~ cbapltrn., Mil' ~mp'r . le pro!oauf. tA "ft"SC) 1111 ele"., IftUlrl lIe COlIlklll que rJ IlzlleSeQ 10101. En ,oId I.I .... ~ pIInse 1 •• ,.1,_ ~. l m"flMIIlt.,.r 1It'~~til .. -... ,..-fm, _ ... , ,.a-W;n~ I FrIÚl. Le tul. pr&cnle qudqltS \'arIault:l qllll! Le o.- ~t .·c pu rft1M:illiu¡ _k U p;uall tu.t al pMnl -.. mafonnc' cellltdcl'6dJt1oa hl_II doDl _ aIlooII pu:c.. Cau.4dllkll, ...... de J> Lacrud. 411"'''. ~1I'a"'ldl6c ... 1_, l'""" tnMI,fot ..... Ir ~ c.. ~ de &IIllbnoIrie .)1 • . e Ikn:, CI a lÜi felld. 6a fr. eII ..... ,Wr la», CJIIO/qlI'U .uq1l11 ~ r . ~ I'ueaoplaln. I gen éase l f nte n l . 111 58 2.2 El concepto de bibliografía y la técnica bibliográfíca Brunet divide en dos tipos distintos la bibliografia. a saber: la pura y la práctica. Llama el autor bibliografía pura a la enumeración y clasificación de libros con la descripción mínima necesaria para su identificación. A este grupo pertenecen las obras de Conrad Gesner. La Croix de Maine y de Du Verdier ( Duverdier). Sin embargo en el siglo XIX. la bibliografía comienza a orientarse por otro camino. Brunet considera que ya no es suficiente enlistar únicamente los títulos, sino que es pertinente emitir opiniones sobre el valor intrínseco del libro. sobre su utilidad y asi ayudar al público a orientarse en la masa creciente de la información. Esto se logra proporcionando una opinión critica sobre tal o cual edición o sobre la obra en general. desde luego. apoyándose en lo expresado por los especialistas en la materia . De esta manera la bibliografía se acerca a la crítica literaria. Por otro lado, la bibliografía acrecienta sus atribuciones por el gran número de coleccionistas de curiosidades bibliográficas que aumentó considerablemente durante el siglo XVIII. Este hecho impulsó no solamente el comercio sino también el estudio de los libros antiguos que comienza a adquirir cierta importancia. Es necesario comparar las diferent~s ediciones e identificar las mejores; conocer los nombres de los impresores, así como las fechas de sus publicaciones; percatarse de los caracteres en uso de cada época; investigar las causas de la rareza de las obras y en fin , reunir una gran cantidad de conocimientos que constituyen lo que Brunet llama bibliografía práctica. Un espectro de conocimientos que actualmente se identifican más bien con la ciencia del libro -bibliologia - o lo que en el mundo anglo- sajón se denomina bibliografia analítico-crítica. Solamente en este contexto 59 podemos comprender porque Brunet define la bibliografía como ula rama esencial de la historia literaria que tiene como finalidad el conocimiento de los libros en sus más minuciosos detalles." 15 Aunque los autores clásicos latinos y griegos y la literatura francesa ocupan un lugar preponderante en el repertorio de Brunet, el Manuel abarca también la producción tipográfica de los otros países europeos, literatura oriental y la escrita en Ulenguas de América Central y de Perú". " Claro está, que actualmente el lector dudará sobre los conocimientos de Brunet, ya que en el siglo XIX y aún en el XX son lo suficiente eurocentristas por no preocuparse por conocer esas lenguas o esas culturas. El autor dedica una atención particular a las ediciones príncipes, a las primeras producciones de los más antiguos impresores y a los libros antiguos franceses que rara vez fueron tomados en cuenta por sus predecesores. Brunet titubeó por algún tiempo sobre el arreglo de su repertorio. En cuanto se decidió finalmente a formar un diccionario ordenado alfabéticamente por apellidos de autores y, en el caso de obras anónimas por título, sintió cierta inquietud pensando que, tal vez, esta distribución no era la más adecuada, como él mismo comenta: ~ si queremos conocer las mejores obras acerca de un asunto, no es el diccionario estructurado por apellidos de autores en donde vamos a buscar esta información , a menos que nos decidamos a revisarlo desde el principio hasta el final ." 17 No obstante, el autor pudo remediar esta "imperfección cómoda" agregándole, en el último volumen de cada edición, un índíce metódíco de materías, en el que están clasificadas todas las obras mencionadas en el diccionario y, además "muchos libros útiles que no merecen figurar entre los libros preciosos. n 18 60 Por lo que atañe a la técnica bibliografica de Brunet, debe destacarse no sólo la precisión y minuciosidad en la descripción externa de cada libro, sino también sus dotes de investigador erudito que demuestra en sus anotaciones que constituyen una parte importante de los artículos. Cada artículo presenta las obras en orden • cronológico de su aparición. Los números entre corchetes remiten cada obra a su clasificación en el índice metódico. Los títulos que son, de acuerdo al autor, "la verdadera base de todos los artículos" estan transcritos con exactitud respetando la ortografía. Brunet dice que solamente en el caso de titulos excesivamente largos se retiene lo esencial. 19 En las anotaciones Brunet indica de manera sucinta, el tema de los libros poco conocidos y proporciona información histórica acerca de las diversas ediciones, señalando las mejores, así como las ediciones piratas. Algunas veces añade anécdotas literarias para hacer mas entretenida la lectura y de este modo disminuir la aridez de los detalles técnicos referentes a la descripción material del libro. Rara vez Brunet emite una opinión crítica personal sobre el valor de la obra. Por una parte, considera que sería inútil con respecto a las obras clásicas y, por la otra, reconoce sus limitaciones para juzgar las obras especializadas. Por esta razón solamente indica cuales obras se apreciaban mas y que ediciones se preferían a través de los tiempos. Brunet verificó la mayor parte de las obras registradas en su Manuel en bibliotecas públicas de París, en colecciones particulares, así como en subastas de libros que a menudo se llevaban a cabo en la capital francesa. Sobre todo, estas últimas le fueron de gran ayuda. AIIi descubrió muchas curiosidades que no conocia, y, PORTADA DE UNA OBRA IMPRESA POR ALDO EL JOVEN, NIETO DEL FAMOSO INVENTOR DE LA LETRA CURSIVA (1585) DILLA NVOVA DISCIPLINA & VERA ART E MILITARE DEL BRANCATIO L 1 B R 1 VII l. 1'01,:.,» olD ~ lar'- ¡afonlUIioardJ u lo ... . 'Oft Lrnñrtf;O'lt.re ..,."",.,diu d. SOld.... (••"",.10í f""H" di e k SA It E ¡ ' ¡".......nee , c!•.".,A ... (0(\ '1"'.... lJcillti. lk f"'¡;11' l'Jfn.¡pc dllmcmI4o ÍJl UCtI"SU «." ~ Me (.., (Of If .u ...."' hogl.. p < r : e l " . t I f ) ' ' ' ' G ~ < l t G _ Cm '" _Ir"{d, J',,{f..Jzr,. (f"l.""~~ I "11 It pnprn r'llIJltl lti/lt /1 JUliO'" CON PRIVllEGI I N V E N E T J A. ca O XXCV PrdfoAldo. Imagen 9 Véase la fuente en la p. 111 61 además pudo comparar diferentes ediciones de algunas obras percatándose de su valor literario, tipográfico o comercial. Por lo que se refiere a las obras que no le fue posible examinar, Brunet recurrió únicamente a los autores renombrados citándolos siempre. También utilizó varios documentos bibliográficos manuscritos de algunos bibliotecarios y bibliógrafos de la época . 2.3 Libros raros y preciosos Antes de presentar las variadas curiosidades bibliográficas que en diversas épocas fueron apreciadas por los aficionados, Brunet trata de aclarar dos nociones muy frecuentes en los prefacios, discursos preliminares y estudios sobre la bibliografía de la época y que, hoy en día prácticamente cayeron en olvido. En primer lugar, Brunet se refiere a la noción de rareza. En su opinión, el epíteto " raro ~, en su amplia acepción, pu~de asignarse a cualquier libro que no se encuentra con facilidad en el mercado. De esta manera , casi todos los libros antiguos y sobre todo los que tuvieron una sola edición y de los que quedan pocos ejemplares en el comercio, serían raros. En realidad no es así, advierte Brunet, puesto que el sentido bibliográfico de la noción "raron no corresponde únicamente a lo escaso. Un libro debe ser buscado para ser considerado "raro". Porque, según Brunet hay gran cantidad de libros antiguos sin interés, "de los que puede decirse con razón, que sus lectores son aún más escasos que los ejemplares, y existen muchos otros, especia/mente, a los que nadie. tiene inquietud en conocer". Finalmente, Brunet destaca el último rasgo de la "rareza": El libro raro es precioso, es decir cumple con ciertas características que lo hacen distinto de los libros ordinarios: la ejecución 62 tipográfica realizada por los impresos célebres, la elegancia de su encuadernación o bien la materia de que trata , además de buen estado de conservación. Brunet acaba sus explicaciones refiriéndose a los precios, ya que la rareza de los libros y sus precios son dos cosas que dependen una de la otra. Así , la rareza es la causa principal de la elevación de los precios. Luego Brunet distingue entre la rareza absoluta y la relativa . Pertenecen al primer tipo, las obras de las que subsisten tan sólo contados ejemplares y al segundo, aquellos libros que no son raros en el país donde se imprimieron, pero lo son en un pais extranjero. Asi , un libro puede ser raro sin que sea precioso. En el caso de cumplir con ambas condiciones (ser precioso y raro) el libro es digno, desde el punto de vista de un coleccionista, de incluirse entre las curiosidades bibliográficas para formar parte de una biblioteca o simplemente para constituir una pequeña colección. Después de estas aclaraciones, Brunet agrupa las curiosidades bibliográficas22 con el fin de considerar los libros por sus características materiales, así como por su valor histórico y por la calidad intelectual de su contenido. En primer lugar se ocupa de las ediciones del siglo XV es decir de los incunables. La producción de la tipografia naciente como lo fueron las ediciones de los talleres mas antiguos instalados en las principales ciudades europeas como Maguncia. Banberg , Colonia, Roma, Estrasburgo y Venecia, representan sin duda curiosidades bibliográficas de primer orden. Sin embargo, hay que subrayar que fue hasta en el siglo XVIII , cuando la imprenta cumplió sus primeros trescientos años, que los eruditos comenzaron a ocuparse de ellas: se compilaron , clasificaron geográficamente y se establecieron cronologías. Si en primera instancia se les concedía la misma importancia . posteriormente, afirma Brunet, se realizó una CATÁLOGO DE DANIEL ELZEVIER DE 1681 DINASTíA DE IMPRESORES QUE SE DISTINGUE DURANTE TODO EL SIGLO XVII CATALOGliS L I 13 R O II l; ~ t O le F I CI :" E D -\ N I E L I S ELSEVIH.l1 ; jJ a ig llfllls Lil-ros, qu! rjus tvpi«el ÚIljJ l'I1J is prr/(lt.'er u/l ( , rnrt qu OrtllJl (l /iriS ("opia li)."; r a 1842, el 7 de octubre, el diario y nueve publica una amplia comunicación con el siguiente título: "Biblioteca Hispano - " Los editores no mencionados anuncian que se pretende una nueva edición 104 de la Biblioteca Hispano-Americana de Eguiara, que continuó Beristáin", afirma con mucho énfasis el artículo, atribuyendo la obra de Beristáin a Eguiara. La intención de la propuesta va, sin embargo, más allá de una simple reimpresión, continua el prospecto. Por un lado, se supone que se van a "rectificar algunos artículos" del mencionado autor con base en los nuevos descubrimientos, por el otro, se piensa incluir en la obra no solamente escritores sino también todos los hombres que "destacan como ciudadanos beneméritos" y "que sobresalieron por su virtud y su saber." Así, la Biblioteca ¿la de Eguiara o la de Beristáin? debe transformarse en un diccionario biográfico, en el que cada biografía se acompañaría con un retrato. Por ello el diario solicita la colaboración de los ciudadanos para que hagan sus propuestas. Finalmente, se informa que la publicación se va a llevar a cabo en cuadernos semanales de 24 páginas a precio de 2 reales en plata. 17 Tal parece que este proyecto no prosperó, porque García Icazbalceta retoma la idea del diccionario más de cuatro lustros después, como ya se mencionó. En esta etapa del siglo, se escuchan pocas voces preocupándose por la falta de trabajos bibliográficos. García Icazbalceta es una de ellas. Por medio de varios escritos con o sin firma, proporciona varios comentarios acerca de su futura obra bibliográfica. Por su actitud crítica se vislumbra, que de ningún modo va a ser una continuación del trabajo de sus antecesores, sino que se trata de cerrar un capítulo y emprender otro, completamente nuevo, conforme a las tendencias modernas. Asimismo, en el discurso de 1878 se percibe la voz de un erudito, seguro de sí mismo, conocedor de las nuevas corrientes bibliográficas de su época. Una de ellas representada por Brunet con su idea de la bibliografía práctica, a diferencia de la bibliografía pura representada, en otro tiempo, por Conrad Gessner: grande esmero, para que contente al gusto y número de ediciones dé a conocer cómo y pasó a países extranjeros, por medio de constituir capital del trabajo es sana uno su lugar. y no condene ni aplauda examen bien en orden cronológico el artículo del inicio de 1 el anónimo mismo año y discurso leído catorce años más tarde. la postura del en escritos no se ha modificado: presenta su visión de del y al mismo tiempo analiza, con bibliogr~,..,r"~c:. existentes. Tal vez, convenga citar a Genaro no,-...... !",o la franqueza y la imparcialidad de Garcia Icazbalceta como rasgos su personalidad: " Icazbalceta no cultivaba el empalagosismo, que en latitudes ser virtud para muchos espíritus barrocos que lo nr",.1",a¡ron a la sobria y antilisonjeadora. Si alguna cosa distingue a García en su actitud frente a la vida y la obra, es su total cuquería y su absoluta integridad espiritual. Ni prelados ni jacobinos pudieron nunca impresionar la firmeza de su carácter." 19 García Icazbalceta (1825-1894) consideraciones sobre su vida y su I"',o,mn,_= de 1894 resalta en la plana diario El Siglo diez y nueve. de este distinguido intelectual, ocurrida unos días homenaje en esta publicación. El autor de la nota nOf'r("\1 portero del Liceo 106 Hidalgo", expresa su respeto y admiración por un no tenía en su país predecesores que pudieran servirle de guía" y "No era de mi comunión política; pero orgulloso me comulgado con él en su religión, en ese culto como irresistible vocación de su alma y privileg sociales no sólo distintos sino casi antagonistas." 20 No cabe duda, que hoy en día nadie conoce el y nombre real del periodista. No obstante, el muchos contemporáneos intelectuales a Joaquín García por cuestiones o "compañeros en ciencia". periodista evoca también una como lo recordaba: "Yo no tuve la honra de alcanzar la amistad del opulento bibliófilo. Una que otra vez apenas lo encontré en un rincón de la gabinete de estudio del Director. Allí estaba él, literario, con Vigil, corrigiendo las pruebas y al observar las discusiones profesionales, sólo "Entonces tuve la verdadera revelación de la historiador, cuyo renombre estaba conquistado ya, aunque conocían sus obras." 22 irrefutable que García Icazbalceta tiene un lugar muy rY\olro,..., ilustres del siglo XIX. Sin grandes preocupaciones contiendas del poder, casi una excepción; ya contemporáneos la labor intelectual representaba solo un medio de la acción política y social. aqueJ muy pocos hombres sus 107 Él nunca participó en la agitación política de su tiempo. De sus 69 años de vida, dedicó una gran parte a reunir y publicar documentos históricos raros y a escribir ensayos sobre distintos temas relativos a la historia colonial de México. En el "Prólogo" a la Colección de Documentos para la Historia de México en 1858, escribe: "Sin predilección particular hacia época alguna de nuestra historia, y proponiéndome abrazarla toda, desde los tiempos más remotos hasta el año de 1810, publico desde luego una serie de documentos del siglo XVI, como el período más interesante de nuestros anales, en que desaparecía un pueblo antiguo y se formaba otro nuevo; el mismo que existe en nuestros días y del que formamos parte." 23 En los años posteriores, puede llevar a cabo esta tarea gracias a las haciendas que poseía en el estado de Morelos. Joaquín García Icazbalceta perteneció a una familia acomodada; su padre, riojano, vino a México dedicándose al comercio y su madre provenía de una familia mexicana de hacendados. Cuando en 1829 se expidió el decreto mediante el cual se expulsaba a todos los que habían nacido en España, Joaquín tenía cuatro años y la familia debió abandonar el país. Residió por algún tiempo en la ciudad de Burdeos, en Francia y posteriormente en Cádiz, España. El decreto de destierro fue derogado en 1833 y tres años después, España reconoció, al fin la independencia de su antigua colonia. Entonces, la familia de García Icazbalceta regresó a México; pero como el gobierno mexicano suprimió el control de la Iglesia en todas las instituciones educativas, Joaquín nunca asistió a la escuela en México; sus padres no sólo eran ricos hacendados, sino también católicos devotos y prefirieron ponerle maestros particulares que enfocaron su educación a las humanidades, sobre todo a la historia y al estudio de lenguas muertas y modernas. Es por ello que, aunque destinado a la carrera mercantil, 108 Joaquín a interesarse por la historia de México. investigaciones lo llevaron pronto del material para el conocimiento la época colonial y al producciones bibliográficas de Brunet y de Fuster, dice Genaro 24 El mismo García en una carta al historiador José Fernando Ramírez, su manuscritos raros, como documentos impresos relacionados con la Nueva España: Cabe subrayar dos grandes cualidades del la enorme modestia y el afán de ser útil. que puede sucederle a un con la mía, y hallé que no era para que otros lo hicieran; es con rapidez y con menos la gloria de escribir la historia de , me conformo con él y no como corresponde, y para ello sólo y juventud." 2 que se párrafo: en repetidas ocasiones en sus escritos y que igualmente se perciben en ) Posteriormente, García ensayo "Historiadores de México": " ... antes de todo hay que monumentos históricos; fuerzas de un particular..." 26 Este ensayo es una reseña los maneja la guerra de independencia y forma parte Icazbalceta para el Diccionario Universal de 1853 Y 1856. Además, contribuyó a hombres notables del Nuevo Mundo, como en coloniales de García que se editó biografías de ro de 109 Castillo, Don Antonio de Mendoza y el Doctor Francisco Cervantes Salazar, entre otros. Incluyó también en el Diccionario el artículo "Tipografía Mexicana" de carácter no biográfico que presenta una lista de impresos del siglo XVI y contiene detalles de la historia de la imprenta y del grabado en México. Años después, García Icazbalceta incorporó el último artículo mencionado en su estudio la "Introducción de la imprenta en México" que en su obra maestra Bibliografía Mexicana del XVI antecede el catálogo, como el mismo autor explica. El Diccionario Universal de Historia y Geografía, fue publicado entre los años 1852 y 1856 por José María Andrade. Aunque no se trata una obra original, contiene un caudal de materiales sobre historia y geografía de México que al principio se incorporaban a la obra ordenada alfabéticamente. Luego se tomó la decisión publicar este material en tres tomos suplementarios: VIII-X. A pesar de la juventud de García Icazbalceta, sus contribuciones ponen de manifiesto su gran sentido crítico y una profunda erudición. Estos méritos personales lo relacionan con hombres ya renombrados como Lucas Alamán, José Fernando Ramírez y Manuel Orozco y Berra. Como García Icazbalceta tenía dificultades con la publicación de documentos raros que había reunido, decidió establecer una imprenta particular. El mismo comenta que era raro encontrar un impresor para una obra científica, a menos que el autor sufragara los gastos de la impresión. La primera obra que salió de su prensa fue una curiosidad literaria, una carta de Hernán Cortés al Emperador, impresa con caracteres góticos. Desde luego que el pequeño número de ejemplares se imprimió para su distribución particular. 110 Posteriormente el texto fue incluido en el primer tomo de Colección de Documentos (1858) editados por el autor. El segundo tomo (1866) también está dedicado al primer siglo de la dominación española, y comprende en gran parte materiales inéditos y reproducciones de obras que por la rareza de las impresiones originales son casi inaccesibles. García Icazbalceta utiliza tanto sus propias colecciones, como las de José Fernando Ramírez. Aunque la carrera de García Icazbalceta giraba alrededor de tres puntos primordiales, la historia del México colonial, la bibliografía y la publicación de documentos históricos, no deben olvidarse otras actividades que atraían su atención. Entre ellas se puede señalar su afición por los libros bellos, los que estaban elegantemente impresos, artísticamente empastados y adornados con grabados finos. Quizás es pertinente mencionar aquí la observación de Felipe Teixidor sobre la costumbre muy decimonónica y no únicamente mexicana, quitar la encuadernación original de los documentos antiguos y ponerles un empastado moderno, de lujo, en tafilete rojo. Brunet en Francia, García Icazbalceta en México sucumbieron a esta debilidad conforme a la moda de aquellos tiempos. Tal parece que García Icazbalceta mandaba despojar de los viejos pergaminos también los libros prestados lo que no era precisamente del agrado de sus dueños. 27 Por lo que atañe a los escritos históricos propiamente dichos, destaca el estudio biográfico Don Fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de México. Estudio biográfico y bibliográfico con un apéndice de documentos inéditos y raros que "constituye una verdadera historia de los primeros tiempos de la Nueva España". Varios autores comparten la opinión que García Icazbalceta demostró MAPA DE TENOCHTITLAN 1538 Imagen 12 Véase la fuente en la p. IV 111 las cualidades de historiador riguroso y erudito. obra fue publicada por la Librería de José María Andrade y Morales en el año 1881. También hay que recordar la labor de como traductor. ya mencionada anteriormente. De hecho, traducción la Conquista del Perú de William Prescott, con notas y un estudio fue su primer trabajo importante. Tenía entonces 25 años. motivo principal traducción, lo mismo García Icazbalceta. Necesitaba numerosos manuscritos del historiador estadounidense, ya acopiaba documentos sobre la historia del país, para su publicación A través del Alamán logra relacionarse con con el una muy amistosa. Cabe subrayar que tomo de la documentos para la historia de México editado en 1 incluye proporcionados por Prescott. En algún día la historia de nuestro país, es no.t'o.", que nos a sacar a. luz los materiales dispersos todavía" 28 la injuria del tiempo venga a privarnos García habla de doble que hay que llevar a cabo: en primer los poder aprovecharlos. Puede como una una y otra vez en sus introducciones, artículos e incluso Por otro lado el a la incomprensión generalizada para tipo de obras y mo.nTo. ignorancia. Por ello puede decir: hasta ahora en nuestro país esta publicaciones no de hallar editor que quisiera on,,...~r·n~ una empresa que 29 Así, García Icazbalceta se también para ausencia de la palabra conveniente ese documentos muy raros lectores. Es importante pasó un largo políticas fueron, sin temporalmente su tomo, García 112 pérdida pues que tomarla a mi cargo:" en colector, editor e impresor de su obra. Señala documentos siguió el orden cronológico y justifica la [documentos] en el título. Según su parecer no era título ya que eso le impediría incluir algunos fueron impresos pero no son accesibles a los publicación del primero y el segundo volumen de su esposa y los motivos por las en 1866, cuando aparece "Materiales sobran, y los que tengo en mi colección de manuscritos por sí solos para hasta o siete volúmenes." 30 En la parte "Ad al tomo primero" incluida en el volumen 1866, García comenta sobre una carta de Hernán Cortes que imprimió como u n escrito En 8°, 14 fojas, del autor] año 1 impnml en inédita en el tomo que publiqué imprimen numerados, edición princeps, destruí 17 ejemplares e hice otra edición con el mismo título." la vuelta de la portada se lee lo siguiente: [ortografía LECTOR. gótica, sesenta exemplares de esta Carta y cuyo original poseo. Posteriormente la incluí de Documentos para la Historia de México, ahora, por haberse acabado los primeros, se todos vienen en letra gótica y se pondrán en venta." 32 113 (los diez ejemplares de venta fueron comprados por los Sres. Trübner y Ca, de Londres) Para dar una idea, aunque sea somera, de los trabajos filológicos de García Icazbalceta, es pertinente mencionar el artículo "La Danza General en que entran todos los estados de gentes" que apareció en el semanario católico El Espectador de México en 1851. 33 El objetivo de su estudio es dar a conocer un texto medieval español del siglo XIV que consta de 79 coplas; cada una de 8 versos en general de 12 sílabas. Estas coplas representan un diálogo entre la muerte y diversos personajes. El autor incluye en su estudio algunas coplas que sirven para ilustrar la actitud de todos esos representantes de diversas capas sociales que se resisten y quieren huir de la muerte: [se conserva la versión original] "Yo ví muchas danzas, de lindas doncellas De dueñas fermosas de alto linaje, Mas segunt me paresce, no es esta dellas Ca el tañedor trahe feo visage. Venid camarero, desid a mi paje Que trayga el caballo, que quiero fuyr Que esta es la danga que disen morir Sy della escapo, tener me han por saje" [cuerdo, del francés sage] Dice la muerte: "Fuyr non conviene al que ha de estar quedo; Estad, condestable, dexat el caballo Andar en la danga alegre muy ledo Sin facer rruydo, ca yo bien me callo" 114 García explica el porque de esta presentación. Aún cuando el texto se menciona en algunas obras bibliográficas, nadie se preocupó en publicarlo. Finalmente se le debe a Gorge Ticnor, un extranjero, su publicación. Aunque las representaciones de las Danzas macabras existen desde la Edad Media, tanto pintadas como manuscritas o impresas en varios países europeos, en España nadie sabía de su existencia. Unos años después presenta García Icazbalceta su versión de los Tres diálogos latinos o México en 1554 de Francisco Cervantes de Salazar. Es oportuno citar aquí la opinión de Jiménez Rueda sobre la variedad de actividades de este erudito: "La obra de Don Joaquín García Icazbalceta es amplia. La historia de México le debe capítulos muy importantes. La literatura, la publicación de libros curiosos y muy raros que sin el empeño del sabio se habrían perdido indudablemente: Los diálogos latínos de Cervantes de Salazar, los Coloquios de Fernán González de Eslava. Tipo de gran señor del Renacimiento quien hizo de su fortuna un medio de propagar las letras, salvando del olvido nombres y obras que aumentan, decorosamente, el acervo de nuestra literatura." 34 Las importantes contribuciones que García Icazbalceta hizo a la historia y a las letras mexicanas, su reputación de sabio y su erudición le abrieron las puertas a muchas sociedades científicas. Gracias a sus trabajos bibliográficos y filológicos fue admitido en la Real Academia de la Lengua de Madrid y la Academia Mexicana Correspondiente de la Real Academia Española, de la que fue nombrado secretario cuando se fundó en 1875, y posteriormente en 1885 fue elegido director, puesto que conservó hasta su muerte. Asimismo perteneció a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y a la Academia Nacional de San Carlos; fue miembro de la Sociedad Científica de Bélgica, de la American Antiquarian de Filadelfia y de las sociedades Antropológica de Washington e Histórica de California, entre otras. 35 115 Nuevos caminos en la bibliografía mexicana La obra bibliográfica principal de García Icazbalceta, la que más fama le ha dado, es, incontestablemente, la Bibliografía Mexicana del siglo XVI, publicada en 1886. Toribio Medina considera a García Icazbalceta como "el verdadero fundador de la bibliografía mexicana moderna". Sin embargo, es de notarse, que con esta gran obra concluye una larga etapa de trabajo que dio su primer resultado ya en 1866 cuando García Icazbalceta imprimió sus Apuntes para un catálogo de escritores en lenguas indígenas de América, obra que podría considerarse un parteaguas en el desarrollo de los trabajos bibliográficos mexicanos. Aunque los Apuntes, fueron reconocidos fuera del país, por ejemplo Joseph Sabin los describe como "una valiosa contribución a la Bibliografía de Libros en Lenguas Mexicanas" e Isaías Thomas los califica como "un excelente librito por el sabio y serio bibliógrafo, don Joaquín García Icazbalceta", 36 permanecen casi desconocidos en nuestro país. Tal vez vale la pena ocuparse con más detalle de este primer gran trabajo bibliográfico de nuestro erudito. La motivación para realizar esta labor llegó desde afuera. Una invitación del Dr. Berendt de Nueva York para que García Icazbalceta contribuyera con algunas observaciones a una nueva edición de una bibliografía especializada en literatura en lenguas de América. Al examinar cuidadosamente dicha obra, el bibliógrafo mexicano se dio cuenta que la investigación que había emprendido el Dr. Ludewig, el autor de The Literature of American Aboriginal Languages, rebasaba las posibilidades de cualquier especialista, debido a que su plan de trabajo era demasiado ambicioso. Otro inconveniente señala García Icazbalceta: el Dr. Ludewig no contaba ni con ayudantes ni con corresponsales a los que hubiera podido 116 consultar y de este modo disipar ciertas dudas. En la opinión del estudioso mexicano, el bibliógrafo señalado llevó a cabo una labor que nadie había realizado anteriormente. Por eso García Icazbalceta dice: "Las bibliografías generales han de ser la reunión de las especiales; éstas deben, pues, preceder a aquellas: caminar de otro modo es perder el tiempo, confirmar y agravar errores. El sistema de la división del trabajo es tan necesario en las ciencias como en las artes." 37 Entonces, García Icazbalceta tiene la intención de colaborar con notas precisas acerca de los documentos de nuestro país. Indica los errores que provenían de la obra de Beristáin, que en su opinión, era la única fuente de consulta del Dr. Ludewig acerca de México. Además, agrega, como Beristáin siempre es citado por su segundo apellido "De Souza", causa no pocas confusiones. Asimismo, corrige las palabras deformadas de español y rectifica algunas equivocaciones acerca de las diferentes ediciones de varios autores. Sin embargo, su afán de contribuir "a los adelantos de la ciencia", lo lleva a realizar su propio catálogo que "debía incluir todo cuanto encontrase escrito en lenguas indígenas de México" y no limitarse a las gramáticas y vocabularios como lo hizo Ludewig. El autor mismo expresa al respecto: "Largo tiempo ha que me propuse recoger cuantos libros de esta clase vinieran a mis manos, y no tengo a poca fortuna el haber logrado reunir más de ochenta. Esta era la base natural de mi catálogo." 38 En esta obra que su autor llamó modestamente "Apuntes", registró 175 documentos. Incluye tanto los libros que formaban parte de su colección personal, como los libros de los que tomó notas y que pertenecieron a las bibliotecas públicas, así como a los acervos particulares. PORTADA DE LA CARTILLA Y DOCTRINA CHRISTlANA BREVE y COMPENDIOSA CARTILLAY DOCTKINA CHR.ISTIANA,8RB'V! y COMPBN diof¡¡, para t'nr~ru.rl oS' ni~ol:Y cierta; p~c&l1nras rocantn ala dichaDo.- erina, por manera de Dialogo: tradu~tda,compuefla,ordenada, '/ ro. Im"lfldaenla lengua Ch~chonadelpueblo~TrpexiccWaSe da,poreJmuy Reuerendo Padre fray Barrholome Rol .. daD~dela ord! del t'orioío PadIe Sanélo Domingo. e Q N L t e E N CIA. El' Mex.lco)En cafark Pedro Ochane. M D. L,XX". Imagen 13 Véase la fuente en la p. IV DESCRIPCiÓN BIBLIOGRÁFICA DOCTRINA CHRISTlANA CATÁLOGO LA CARTILLA Y PARA UN U8. ROLDAN.-Cartilla y Doctrina ensei'i.ar (UD licencia. En Mexico.En casa de Pedro Ocharte. MD.LXXX. (t580). Ea -l e •. , letra y romana. Fojas I tÍ V", pre- liminares: VII y YIl \'1, YIf Y VJIllUD calendario. Faltan la!> fojas IX a XVI en que de· bla estar la Fojas X VII á LXVI In Doc- trina &:c. En la vuelta de'esta últillla. foja se lee: , A honra y de la sanctissima tri· y de la virgen nuestra señora sancta Maria y de los Christianos, se acabo esta presente Obra, en la lengua Chu, Bartholome del biena' .. entundo pa- en casa de Pedro de libros, á diez días del mes de Octubre, de mil 'j' quinientos r ochenta 3 y 1 blanca. lEn mi poder]. Imagen 14 la fuente en la p. IV DESCRIPCiÓN BIBLIOGRÁFICA DE LA CARTILLA Y DOCTRINA CHRISTlANA EN LA BIBLlOGRAFfA MEXICANA DEL SIGLO XVI 1580 100 (87). CARTILLA YIIDOCfRINA CHRISTIANA, BREVE y COMPENlldio- sa, para enseñar los niños: y ciertas preguntas tocantes a la dicha Do-Ilctrina, por ma- nera de Dialogo: traduzida, compuesta, ordenada, y ro-llmaD~da en la lengua Chu- chona del pueblo de T epexic de la Sellda, por el muy Reuerendo Padre Fray Bartholo- me Rol-Ildan, de la orden del glorioso Padre Sancto Domingo. Un Calvario. CON UCENCIA.IIEn Mexico, En casa de Pedro Ocharte.IIM D.LXXX. En 4<;\ letra romana y gótica. Vuelta de la portada, licencia del virrey D. Ma~tín E~rlquez, 11 · d~ julio deiS80. (Letra romana.) Foja II fte., licencia del Arzobispo, 30 de junio de 1580. (Letra romana.) Foja II vta. y III fte. (letra gótica): Licencia del provincial Fr. Gabriel de San José, 26 de junio de 1580.-Aprobación (del texto castellano) por los PP. Fr. Juan Ramírez y Fr. Cristóbal de Ortega, 26 de junio de 1580.-Id. (del texto en lengua Chuchona) del P. Fr. Luis Rengifo, vicario del convento de Tecciztepec, 27 de junio de 1580 (nótese que esta aprobación está fecha- da un día después que la licencia del provincial, en la cual se habla ya de ella).-Aprobación (del texto en lengua Chuchona) del P. Fr. Jerónimo de Áhrego, vicario del convento de TamazuIa- pan, fecha en Tepexic, a 18 de diciembre de 1579. Foja III vta.: Dedicatoria al provincial Fr. Gabriel de San José (letra romana). De ella tomarnos este pasaje: "Auiendo pues muchos años por mandado de V. R y de los muy Reueren- dos padres Prouinciales, que precedieron, occupado me, y trabajado en doctrinar a cierta nacion de Indios Chuchones: los quales, por la difficultad que hay en el aprender y pronunciar su len- gua, tienen y han tenido pocos ministros, y ningun genero de doctrina impressa, ni cartillas en que puedan ser enseñados: me parecio ser obligado, por la profession y ministerio, en que por V. n. estoy occupado, imprimilles esta Cartilla y Doctrina. Cuyas faltas se pueden dissimular con el desseo y ze10 que las escriuo, que es seruir al señor. Y guardando las leyes de mi profession ser vtil a estos naturales, y espero que el sucesso ha de ser como desseo, interuiniendo el amparo de V. R." Fojas IV (numeradas III por error) y V fte., "Prólogo al pio Lector" en que se incluye una breve instrucción para pronunciar la lengua chuchona. (Letra romana, y al fin un tosco grabadito de Sto. Domingo.) El autor da noticia de lo que contiene su obra, en estos términos: ''Y assi acorde de hazer VIl librito, el qual sima de Cartilla, y doctrina, y dialogo. La canilla sera para enseñar a leer: y la doctrina para doctrinar y enseñar la Doctrina christiana: y es lo que Imagen 15 Véase la fuente en la p. IV de orar, :reZar, y pedir a Dios, y lo que ha de creer: lo y 10 que ha de rece- bir que Vuiere venido a tener vso razono ....... u"v,,:v siruira de ciertas tocantes a la Doctrina Christiana, que la declaran. dlstmd:O, y cada cosa por buen estilo, para no confundir a los que han del>relrlde!I, y a los que quisieren cosa de lo que es obligado a saber. Pongo al ", .. ;',,,",,;1'\ Cartilla el Calendario de Jos C>W.I!":U,l'l>, para que sepan los naturales las fiestas, que son para ellos. Las quales van con dos cruzes, Y las de los Españoles tienen una cruz. Y Y luego la Doctrina en dos la una del Chuchon, y la otra del romance. las preguntas tocantes a la al cabo se pone la manera de rezar el de nuestra SeiíoX¡l con los y lo que ha de hazer el Christiano missa. Y se ponen las ro- ornamentos ecclesiasticos que vsa la rosas Doctrina y lJ""~V, van en dos lenguas. y al cabo de todo las materias, que hay en este Jibro. Y si en algo faltare, y offendiere los leyeren esta mi pe- yo y todo ello lo suhjecto a la correcuon de la sancta y lo dexo al mejor con sano pecho lo mire, y lo n vta., un grabado de S. BartoIomé, con esta levencla TVIS ADESTO PRlECIBVS, 1I O IN HAC DIE eLE- '-'.t....C ......... 11 INDIARVM: 3 ff., todas con el nQ VII, debiendo ser VI, VII Y vm. En ellas se contiene Calendario cumplido de las fiestas de todo el Año. Falta en el ejemplar todo el pliego B (ff. IX a que las indicaciones del prólogo. la foja XVII, en cuyo frente se halla este título: chri-llstiana, buelta y traduzidallen la do Ime fray Bartholome Rollldan, de la orden de los en prlmerallesta la lengua Chuchona,1I y en la contener la Cartilla, según Chuchona,llpor el muy Reueren· la qual va enlld05 coIunas; y es muy prouechosa.11 para enseñarse a leer los nillñOS, y para ensellñarse Esto se baIla en la columna de la derecha" yen la lo mismo (supongo) en len- chuchona. Abajo un grahado del Niño Jesús dis:putan(lo en el templo con los doctores. A la comienzan las oraciones y doctrina, en letra una en cada lengua, con muchos ~l""''''''H en madera y letras iniciales. Uoltldlilve en la vta. de la foja XXVII. la XXVIII oomienian las Pre~lltas tocantes a la doctrina, del \..ihtlCheln yllen romance.:." es y el apellido dellChristiano, en Es la declaración ·de la doctrina cristiana en forma de ......... ''-'K'J, entre el religioso y el disd· Acaba en el fte. de ]a foja LVII. A la vuelta: ''LA MANERA DEllREZAR EL ROSARIO Y LOS MISTERIOS DEL" Un grabado de la Virgen con el en romana, a 2 una en cada len- Termina en la foja LX fte. con un grabado de la Santa Familia. A la vuelta: "q Preguntas tocantes a 105 mysteriosl ¡de la missa, en y en romance." Letra romana, a 2 col", en ambas Termina en el he.. de la foja LXXVI, con esta "q Es de sahet-, que en el ~ ponen las colores de los ornamentos Ecclesiastiro<;, no se ponen: no ser necessario para todos, sino solo para los Sacristanes. se dexo de poner tanto, per1don.e, el que los buscare, viendo que en el prologo lo dize. &c. Et vale in Domino prospeJ:e. Imagen 15 (cont.) la fuente en la p. IV A la vuelta, en una sola -rolumna "~A honra y gloria de la sanctissima lrillnidad, y de la virgen nuestra señora sancta Maria y prolluecho de los fieles Christíanos. se acabo de imprimir e:llsta presente Obra, compuesta y traduzida en la lenguallChuchona, por el. R. padre Fray Bartholome Rablldan de la orden del bienauenrurado padre SanctollDomingo, en casa de Pedro Ocharte, im.:! Ipressor de libros. a diez días del mesllde Octubre, de mil y quinien=lltos y ochenta Años." Abajo el mismo Calvario de la portad~. Siguen 2 fr. de Tabla, en letra romana, siendo blan- ca la vuelta de la última. En la letra g6tica empleada para imprimir la lengua chuchona, se ven acentos agudos, graves y circunflejos. El papel de este libro es -más grueso que el usado comúnmente en aquel tiempo, y su tamaño un poco más prolongado. (El ejemplar descrito, único que con02CO, está en mi poder.) Ni Quétif y Échard, ni Eguiara, ni Clavígero, ni Beristáin, hacen mención de este autor. Tampoco le cuenta Dávila Padilla entre los escritores de su orden. No sé de otro libro impreso en lengua chuchona. Imagen 15 (cont.) Véase la fuente en la p. IV 117 Entre examinó "de visu", tuvo noticias de otros autores cuyas eran él entonces desconocidas. Desde luego, para un eS1[UaII0l:,0 y como Joaquín Garcia Icazbalceta, esta duda que surgió pronto, un problema ¿qué hacer?, ¿seguir buscando? Como no tenía propósito investigaciones y conjeturas, con pocas probabilidades la decisión de imprimir los "Apuntes" por ser y distribuirlos entre los estudiosos que tuvieran interés en su catálogo, según si las obras provenían de su propia o no, distribución no obedeció a ninguna razón de peso, dice bibliógrafo, comenza r por lo tenia a mano" y presenta su método del modo siguiente (versión orig autor): "He seguido la copiar por las portadas ... En los libros del siglo XVI copiado también el colofón, suscrición ó nota final, que ordinariamente dice más que la Como mérito de trabajo había de consistir principalmente en la exactitud, he conservado con todo rigor la ortografía de los originales, y aun hoy desusadas, para lo cual hice fundir expresamente varios " 39 Cada una de las dos por el apellido del autor y en caso de anónimos por el libros en la primera parte, 88 están descritos en la segunda y otros 5 registros más. Siguen luego y Tabla de Lenguas". esta última, se indican, para cada lengua los registros correspondientes. Cierra el los acervos consultados. Si bien en la "Advertencia" proporcionaron los ejemplares para su destino de las mencionadas bibliotecas: a o "desaparecida" 118 son los términos que muestran las irreparables pérdidas para nuestro país. Figuran entre ellos la biblioteca de José Fernando Ramírez, de José María Andrade, así como la biblioteca de la Universidad, entre otras. Joaquín García Icazbalceta describe esta asombrosa y lamentable realidad: " ... Ia mayoría de esas obras ha salido de nuestro país, Dios sabe cómo, para ir a enriquecer las bibliotecas de Europa y de los Estados Unidos, de donde ahora nos harán tal vez, el favor de enviarnos la descripción de algunas de ellas! He aquí el motivo de que estas notas, que no debieron pasar de un manuscrito destinado a un amigo, se hayan convertido en un libro impreso." 40 En cuanto a su contenido, el catálogo además de incluir las Artes, como llamaban entonces a las Gramáticas, manuales de conversación y Vocabularios, integra también Doctrinas o catecismos, los Sermonarios, los Confesionarios, la traducción de secciones del Evangelio y algunas curiosidades bibliográficas, como por ejemplo, un vocabulario comparado del chino y otomí, impreso en Paris en el siglo XIX. En general, se trata de materiales escritos y publicados en lenguas de México entre los siglos XVI Y XIX. Los nombres de Pedro Balli, Antonio Ricardo o Pedro Ocharte se repiten en el primer siglo de la colonización. Es muy copiosa esta parte en la que predominan los escritos en lenguas náhuatl, mixteca y zapoteca. No debe perderse de vista que los franciscanos, dominicos y agustinos tenían la necesidad de conocer las lenguas indígenas para convertir y traer la fe a los naturales y por la importancia de administrar debidamente los sC;lcramentos. Al analizar los Apuntes se advierte que todos los documentos son descritos con el mayor detalle: el autor o autores, el título completo, los nombres de la persona a quien la obra estaba dedicada, el impresor, el lugar y la fecha de su publicación y el sitio donde se encontraba, además de indicar el tamaño y el número de páginas. Así, García Icazbalceta con su catálogo demuestra que conoce a la perfección el 119 oficio de bibliógrafo. Por otra parte, este relevante trabajo comprende libros en lenguas de México que, como dice el autor, "son casi todos raros y poco conocidos: aun los impresos modernamente no se hallan con facilidad". En su estudio, Guillermo Martínez afirma que este libro contribuyó a consolidar la fama de García Icazbalceta como bibliógrafo: "Un crítico de los escritos de García Icazbalceta observa que los Apuntes fueron recibidos en Europa y los Estados Unidos, y describe el trabajo como "una joya de bibliografía descriptiva y un modelo para escritos de esa naturaleza". 41 Cabe destacar también, que los Apuntes fueron manufacturados personalmente por su autor en su pequeña imprenta particular. La edición tenía únicamente 60 ejemplares. No se vendieron, sino se proporcionaron gratuitamente, porque su autor consideraba su obra sólo "un borrador". Es menester detenerse en el término "apuntes". De hecho, en un título de una obra revela muy poco y desde luego, no cautiva; María Moliner lo define como un escrito breve, esquemático o notas. Claro está, que entre la explicación escueta de un diccionario y una apreciación efusiva "joya bibliográfica" hay una enorme distancia. Sin embargo, no cabe la menor duda, que el autor, por honradez, no quiso poner a su obra el término bibliografía porque en este período de su actividad intelectual conoce perfectamente el concepto europeo, específicamente el francés que consideraba la bibliografía como ciencia del libro, que debía incluir más que la simple descripción de la portada. Por ello el mismo García Icazbalceta asevera: "No hay que extrañar la falta de biografías, juicios críticos, conjeturas y disertaciones, porque nada de esto venía bien en un simple borrador." 42 120 Si bien el autor inadecuado llamar bibliografía a catálogo", emplea el término "bibliog en su segunda obra en es como titula su BíbJíografía XVI que comienza con un sobre la introducción en México. Alicia Perales opina HA don n'='I~Qí"Ir\ indispensable incluir noticias sobre introducción de la imprenta en MeXICO. sin aludir a que era costumbre de los precedieron." 43 que le La Bibliografía es un descriptivo e ilustrado de los libros salidos de las imprentas de México, casa Cromberger publica la y compendiosa doctrina en lengua mexicana y castellana en 1 mandato del obispo don Juan Zumárraga, hasta la Relación exequias de Felipe 11, impresa en casa en el año de 1600. En la "Introducción" el autor, un deplora no haber difundido su obra la iba preparando ya por aquellos años hubiera sido una . No obstante, debido a muchas del caudal bibliográfico mexicano, anticuarios y libreros europeos todo, pudieron imprimir varios catálogos venta dando a conocer los documentos mexicanos. Debido a consideró que debía publicar sin Bibliografía Mexicana del Siglo XVI, porque, de otra manera, temía que completamente atrasada y no ninguna sorpresa. Por el otro, expone su proyecto la debía constar de dos partes; la comprender obras impresas en México antes de 1600 y la segunda parte tenía propósito de incluir obras en siglo XVI, pero que no habían impresas en México. Ambas una Biblioteca Mexicana de 121 siglo XVI. Al concluir la primera parte, abandonó la de escribir la segunda y expuso sus motivos: HA este volumen he puesto el título de Primera constar que el trabajo no está completo; pero no la menor intención de escribir la Segunda. El que la emprenda y un gran servicio a las letras ya la patria; yo no cuento ya con semejante tarea." 44 autor registra en con exactitud: cada título con ortografía y añade donde vio ventas públicas. innumerables fuente de información y estampas. "Para disminuir la a raros autores, y una impertinente; ... " cronológico por impresión, 116 impresos, descritos apellido y el pila del autor y el utiliza orden alfabético por autor indica los precios de libros en investigador erudito; reúne su y manera proporciona una Además, la obra está ilustrada con grabados un simple catálogo, que contentaría, cuando añadido extractos de las obras, biografías disertación. Temo que algo de esto sea tachado el bibliógrafo chileno, Toribio Medina, aunque a verdadero fundador de la bibliografía mexicana Bibliografía ¡¡ .obra magistral por su fondo y hermosísima por sus referirse a las disertaciones, opina: un tanto ajenos del libro las tres largas d cualquiera que sea su mérito, que es sin duda a seda, a los médicos y al Santo Oficio de la Inquisición. la falta de un índice de personas, que en casos determinados." 46 y su en él se industria extraña dificil la 122 Desde luego, la crítica de Toribio Medina fue justa en lo que se refiere al índice. Pero esta falta se ha ido paulatinamente corrigiendo, como indica Emma Rivas Mata:47 "poco tiempo después de la publicación de la Bibliografía, la Señora Catarina Janvier elabora un índice del que se imprimen en Nueva York 28 ejemplares. Y al menos dos quedaron entonces en México. Uno en posesión de Icazbalceta y el otro se envió a Nicolás León. Su traducción al español se realizó en los años treinta. Desafortunadamente, la edición tampoco fue de gran circulación ya que comprendió únicamente 100 ejemplares." En 1954, Agustín Millares Cario logra resolver el problema. Realiza un detallado índice analítico que facilita la orientación dentro de la obra; asimismo, la enriquece con nuevas descripciones de documentos que no se conocían en la época de García Icazbalceta y agrega notas explicativas de gran utilidad. Por lo que se refiere a las disertaciones de García Icazbalceta, no necesariamente tiene razón Toribio Medina. Sin embargo, puede ser que estos estudios eruditos rompan la continuidad en la exposición de los artículos y distraigan al investigador. Pero, por otra parte añaden la atmósfera e información sobre algunos aspectos cotidianos de la época, tal como lo expresó Agüeros " ... parece como que se respira el ambiente del siglo XV!." 48 Influencias La influencia que la obra de García Icazbalceta ejerció entre sus contemporáneos, se manifiesta en casi todos los especialistas que se ocupan del período colonial del México y lo reconocen como una autoridad en materia, afirma Patricia Montoya Rivero.49 Y además coinciden que la biografía del obispo Zumárraga es reconocida PORTADA DE LA DOCTRINA CHRISTlANA MUY UTlL C:eoctrÍ11a Cblíftiana, mur \'tfl,r necdrtlría en Caftellano, ~t~ícano 1: etomf: ttad~ ,ídaen lengua etomi pol el mur .11\ .. padre .fral!' JlJel,\no.rbtg.ars"~ tlelaoiden oefant!lugll ftfn, ~lio~oe Jlltocpan.f}wenadapoa mi dadootl yUuftrifsfmo 'l1l\euertndf(. ñmofeñol"'ó ~dro .mola oe JCo ntreras,mr~obtfpo '()f: ~pco,oelconfejo})e lu .aaseftad:! ro l1c;encta ím- p~e1f.a~ e o N P R I V T L E G 1 o. En 1\'1 exico,cll cafa de Ptdro Balli. Añade:, 15" 6{¡ Imagen 16 Véase la fuente en la p. IV DESCRIPCiÓN CHRISTlANA MUY LA DOCTRINA EN APUNTES pressa. (Un grabado de S. Agustín). CON PRIVILEGIO. En Pedro Balli. Año de 1576. lUO¡;;'¡¡l\,;ltJ, en cara de En 4° con Ir.!lchos grabaditos en . La dedicatoria ea la vuelta de la portada. En 11'1 3 111 página hay un silabario otomí, y estas dos (en letra g6tic¡¡): n Los avisos para saber leer la lengua van ti la pOstre en la última hoja deste libro. Manda su Sedoria á los Curas y Vicarios deste que so pena de diez pesos de minas, ~-."f">~" y enseñen esta Doctrina á sus subditos, y se la hagan tomar, para sean instruydos en las cosas de la .como en ella se contiene, y que no ensefíen por otra, porque no haya confusion. ruega y encarga á todos los Prelados, como religiosos, assi mesmo enseñar a los Indios por ella. En la 4 es pág. comienza la Doctrina, dispuesta de este modo: las págs. pares, Ó el mexicano, en una sola columna: las res ~stin impresas á 2 col.: á la izquierda el C1\5- tellano y á In derecha el otomf. El castellano es- tá·en letr~ romana, y las otras dos le~guas en gó- tica. No conozco hasta abora de este libro más que el fragmento que poseo, el cual comprende tan s610 1M 23 primeras 'fojas y la 27::0 que no eS.la qltima. Ni del P. Vargas, ni de. su obra he ballado Doti- cia en ninguna. bibliografía. Et articulo de la úl- tima edición del M,úmeLillf Libraire proviene de los apuntes que dí 4' M. Brunet. Imagen 17 Véase la fuente en la p. IV DESCRIPCiÓN BIBLIOGRÁFICA DE LA DOC",:RINA CHRISTIANA MUY UTIL EN BIBL/OGRAFIA MEXICANA DEL SIGLO XVI 1576 79 (70). ti Doctrina Cbristiana, muy vtil, y \ 1 necessaria en C~tellano,. Mexicano y OtomÍ: tradu=llzida en lengua Otomi por el muy. R padre Fray I 1 MelchIOr de Uargas, de la orden de sant Augullstin, Prior de Atocpan. Ordenada por rnanl !dado ~el yllus- trissimo y Reuerendis= Ilsimo señor Don Pedro Moya de 11 Contreras, Ar~blspO de 1I Mexico, del consejo dellsu Magestad: y con! 1 licencia irn=llpressa. U n S. A..gustín. CON PRIVILEGIO·IIEn Mexico, en casa de Pedro Balli. Año de. 1576. En 4Q, letra gótica y romana, con muchos toscos grabaditos en madera. La vuelta de cada fo- lio contiene el mexicano en una sola columna, let. gót., y el frente, que es e.r¡ dos columnas, el castellano en una, let. rom., y el otomÍ en la otra, let. gót El ejemplar está muy maltratado e incompleto. Le quedan las. fE. 1 a 23, y además la 27, faltándole lo que seguía a ésta. A la vuelta de la portada está la dedicatoria (en letra cursiva) y es como sigue: " q Al lllustrissimo y Reverendissirno S. Don Pedro Moya de Contreras, ~bispo de Me· xico, del consejo de S.M. "Es la obediencia de tanta virtud y fue!?, illustrissimo Señor, que haze aun a las cosas que no tienen algun principio ni rayz para crecer, ser fertiles y fructificar, como aura. V. Señoria yllus- trissima visto en las vidas de los Padres. Que fue de tanta efficacia la obediencia de un rnonge, a quien su Perlado mando plantar una vara seca sin rayz y sin virtud: y obedeciendole, regandola y cu1tiuandola, hizo con el fabor diuino, que brotaSse y diesse fructo. fusa rnesrno he sentido de mi siemo sin prouecho e inutil, mas confio en la Magestad diuína, que por subjectarrne a la obedien- cia de. V. Señoria que me mando interpretar esta Doctrina Christiana en lengua Otomi, haziendo lo que es en mi, assi en esta como en las dernas obras, que muy presto saldran a luz, como a.v.Se· ñoria consta, se a mucho de seruir nuestro Señor, y hazer se gran prouecho en las almas: en el entretanto que lb de mas se examina, puede.v.señoria mandar, se imprima esta, que aunque breue, es prouechosa, y va la lengua Otomi muy propria y clara: y sera VD principio, para que con mas anllnO, (cognosciendo ya no ser tan espantable la lengua, como se pinta.) Accepten lo futuro, confio en la bondad de Dios, que despues de seguirse su semicio, y bien camun de las almas no Imagen 18 Véase la fuente en la p. IV el merito vuestra señoría ylll.lstrissíma, cuyo estado prosoe:re t\tocp3.1J, veinte y dos de Ag<>;sto, de M.D.LXXVI. Su obediente e yndigno Capellan. 11 '''¡::''''''OoUL" comienza con el "f][ Abe la lengua saber leer la lengua Otomillvan a la en la ylll.lstrissíma a todos los Curas y Vicarios deste ~obispado, so minas, tengan y enseñen esta Doctrina Christiana a sus subditos, y se la sean instruidos en las cosas de la Fe, como en ella se contiene, y no enseñen porque no aya confusión. Y ruega y encarga a los Perlados, como mCSIDO hagan enseñar a los Indios por ella." A la vuelta comienza el texto en la fonna ya dicha. fragmento es precioso porque nos da a conocer una obra y un autor otra mención que la de Grijalva (Edad UD, cap. 18), en estos términos: Juan Adriano, electo en 1590) por su fundador (del convento Atlixco) al P. Vargas, presentado, persona de muchas letras y autoridad, nuevas constituciones en la provincia". Beristáin no le menciona, cronista de los que he podido consultar. El artículo de la última (V, 1089) proviene los apuntes que di a Mr. Brunet. De la dedicatoria resulta que el P. Vargas había tllS para la prensa, puesto que habían pasado ya a la censura. Aunque no se k""""''''' probable que fueran análogos al de la presente, la mereció tal \IZ(lOt::fPO, la declaró J.e te::l.io para su clero secnlar, y la recomendó al sabemos de la vida del autor; y a no ser por el haHazgo este tra'gmenI!O, que hubiese sido escritor, como ignoramos el paradero de sus demás dsí está nuestra literatura! (El ejemplar descritQ está en mi poder 1: le haIlé en UD tomo de Imagen 18 (cont.) Véase la fuente en la p. IV t'llrios mucho más mOCicmlOS. 123 como "modelo de investigación y obra . Asimismo su autor es considerado exponente del método cientifico en que hablen documentos por si mismos y sean ellos la única fuente para conocer el procedimiento implica la materiales originales y de documentos antiguos a menudo mal escritos. Con base en documentos se lleva a cabo el los hechos para que sea posible distinguir lo lo falso y finalmente los resultados de la investigación. a Joaquín García siempre empleó este método. a una nueva generación de para quienes las son la su trabajo específicamente al campo de la bibliografía. es enfatizar todos los estudios giran en torno a obra cumbre de García a su Bibliografía Mexicana del Siglo XVI y, rara vez se alude a los No obstante. ya en este "borrador". para utilizar mismo autor. había terminado su aprendizaje bajo la tutela es decir, con la ayuda de la cuarta edición de su Manuel, como se párrafo puede sorprender su en cuando ya en 1850 conocía y con familiaridad obras que ahora después de mucho tiempo ha logrado ser libro y la Biblioteca Valenciana arrancan sus conocimientos de primitiva imprenta . tan relacionada " 50 cuando García Icazbalceta publica sus ya pone de manifiesto sus amplios la corriente en materia bibliográfica. específicamente la su DESCRIPCiÓN BIBLIOGRÁFICA TíTULOS m..i¡n' (dí;'" lncipit .Q1ol-)ns in ¡¡more libro;:, <¡ui dicitur ;ll)p;ir~nce 1 esl !a crl IHlfl':l({e ! \"cud ,ll. Willi~",s. Phy!ó]¡)'oIOJl, dp. qu('rimoniici Iihl'Q- rmn omníhu5 líttcrarum JlU;¡toríbus (S}JÍI·;I.!, pe,. JOf¿Ull. el COI/!'Ct- lliísl, l,¡S:}), ill-4_ golh. de :3U!f, par ¡Jngc. (¡'¡'IU': de \e!":;) 1.;1 V.llien:. ':b: n"lm))J1u!é a PIlI'is, .',·üt, t!n t:;oo,. in..f.l. 1 00 etl¡:;Oil sh_ Pnn.o»nn"ox .. exrcU~l1t tralll: de l';.uuour ues Hvrl!!<.¡ r.ar n¡chmll de ílnrr, \raíluiL pour la pre- miére fois e,tl rrmlQ.tL"i, lJreu.~I\: d1nne introtiudion el ~Hi,.i du te,,!r taHu rCVH sur les ~mciunuf!!i. édit~ 1~1 k."i I'itruHi.4;fnl$ dc la n¡hiu;lheque impc··.ri;-;lf'! lIiPl",IYIC QldllJriS, i'w'¡$, Allg . .-IlIbry, \S¡'ú, in,~. de 'i!.VlI el :,¡r; I'P. 12 fr. ~in el 'lUí'; ft!f:OUmmmJeni I'intf'l)- Ilu ir.ulnrlcur. Elle a C{,~ 11t"b: ;\ h sur Ilap. de QIlW\ '12 :mr snr 1).i2! •• ,-«1. el ~ !>ur v;..\I: MANUEL UOU$. a COnmHm"!\I~ 2,;), mal':; te fra3"mtlH le nom dJun autCln' J,u,ctm hiblio5rapbc lllit~ ,1<:s La 1N pnrlie, (~nten~lIt les nln'lIl~cri:s !Tjl~ par:'\f. Y~ni'l'at"t), lis édilínns, ele. "(iris, !)/I 11/u·,'. ¡-i;3:l, :¡ \'01. in-S. fig. 12 ;¡ 1;' fr. [:H.I':11 C:lt;tlti-~He lrl's-cmiNLX d h'Hi;.r~ ~,)¡II; H Y ;:\ (14.:'S ~~'~tfirl.·¡r,""S ~'I,¡tl ti; :)rj f:". : \'I:nl'- :J.;) 1,", 1;;,. r'~ ~¡¡ (;1', P.'l"~ (P.\ml(ma~t~ dttHI 12 eX'':-lllpl;dn''$. On (~t)iL 1." }., lallle d("S :mt(:nr~ 2'" un :-,upp}a;mcnl, ':n 9f1 'Uuu'. !H fr~ ;\1000 ;, 79 rl'~ """"""""''''''; 71wr~ IX: Dm-ec 1.3 19 Véase la fuente en la p. IV 124 concepto de bibliografía y su técnica moderna, representada por Brunet y tan distante de la utilizada en México de entonces. Luego, en la "Advertencia" de sus Apuntes, García Icazbalceta expresa el juicio crítico de un profesional, que tiene conciencia que su modelo es perfectible. En efecto, el bibliógrafo opina: "¿Qué sería el Manuel du Libraire sin las muchas y buenas bibliografías particulares que pudo aprovechar el autor? Y sin embargo, cuantos vacíos cuantas equivocaciones, cuantas erratas han quedado todavía en esa obra célebre, para atestiguar, la imposibilidad de llegar a la perfección." 51 Además, con estas palabras denota su anhelo de poder contar con bibliografías reconocidas que pudieran servirle de apoyo y facilitar así una labor posterior. Existen testimonios de que por ese tiempo, García Icazbalceta mantenía correspondencia bibliográfica con Brunet. Desafortunadamente poco se puede decir al respecto, porque no disponemos de esas cartas. Pero tanto en los Apuntes, como en la quinta edición del Manuel, encontramos comentarios que confirman esta relación epistolar profesional. Por ejemplo, en los Apuntes el registro con el número 78, además de proporcionar la descripción minuciosa del documento, incluye la siguiente nota: "El artículo de la última edición del Manuel du Libraíre proviene de los apuntes que di a M. Brunet." 52 Asimismo, en la quinta edición de la columna 1 089 queda constancia de la colaboración del bibliógrafo mexicano: "VARGAS (Melchior). Doctrina cristiana muy útil y necesaria en castellano, mexicano y otomi .... ¡"El Sr.García me comunicó la descripción de este ejemplar que solamente tiene 23 hojas; pero se trata de un fragmento precioso porque proporciona el nombre del autor del que ningún bibliógrafo hasta ahora ha hablado" 53 125 interesante y desconocido en es último párrafo del de I'auteur", que Brunet agrega en su Manuel: con gran pena me veo forzado a publicación un número de rectificaciones importantes. y notas debidas a la amabilidad de algunos de mis honorables los que placer de contar al Sr. Joachim Garcia , erudito mexicano me ha hecho llegar informaciones valiosas acerca las primeras producciones de la imprenta de México, hasta ahora por los biblióg " 54 Finalmente, hay que agregar que a lo largo de la Bibliografía, Icazbalceta, alude con cierta frecuencia a la obra de Brunet sobre todo a su lo que su gran aprecio por esta fuente de información bibliográfica y por el estilo bibliog su autor. estudiosos, la obra de García Icazbalceta otros , por ejemplo, Emma Rivas Mata 54 a autor f:j1[mOrnE~Ca Americana Vetustissima a descnption of Works Amenca, years 1492 and 1551, obra que publicó en mismo Joaquín García Icazbalceta imprimía sus Apuntes, es en 1866. ponerse en tela de juicio la mencionada es a partir de la obra de Harrisse que García mayor y rigor bibliográfico." Ya en los Apuntes destaca la rigurosa de los impresos; asimismo, en la Bibliografía Mexicana del siglo XVI, se en el primer descripción bibliográfica y después continúa biografía o acerca del autor y del contexto histórico, en se incluyen fragmentos de algunos textos. lugar a duda, la influencia de Brunet 126 a IfFu,nor',=, Americana Vefustissíma de señalar que es muy para indicar siempre sus fuentes, con mucha frecuencia a entre otros, y además se remite muy a menudo a García mencionar el siguiente ejemplo: cuando preparaba su obra unas notas para referirse a la Doctrina christiana en lengua mixfeca de Benito impresa según sus investigaciones en 1 leer la erudita que García Icazbalceta le proporcionó en la con argumentos el error de varios mencionada, decidió, ni más ni menos remplazar su mexicano. 56 Otros ejemplos de García Icazbalceta en la BibUofheca Americana Harrisse, en muchas ocasiones, los conocimientos bibliógrafo. Desde luego, es justo insistir, que nunca omitió crédito al "Señor Icazbalceta". Por razones se concluir con Icazbalceta, que lejos de ser Harrisse quién influyó en Joaquín lo contrario. La opinión Enrique mexicanos del siglo XVI contribuyó Americana Vefusfissima , se encontraban en Unidos, ... y durante el período recibo." 57 pocos habían sido impresos. La lista garcía I cazbalceta , quién de la Bibliotheca Americana fecha 28 de septiembre de 1 en la que habla enviado previamente y de las que no se había lo VALENTíN UHINK y FARíAS Imagen 20 Véase la fuente en la p. IV 127 Evidentemente conocimiento de las lenguas facilitó el contacto con como Prescott, Brunet o y pudo obtener o proporcionar valiosa información de primera mano.58 Como una curiosidad, García Icazbalceta explicativas No cabe duda, tanto en el intercambio como en las notas copiaba integras: Icazbalceta, that" "on comme l' Escala a été le premier Mexico, improbable qu'avant on y ait syllabaires ou comme on I'a avancé, sans en donner (cela soit dit suffisantes a l'appui.,,59 uno puede encontrar más pruebas del renombre que García Icazbalceta tenía tanto en el país como más allá de sus No obstante, nuestro intento hincapié en los aspectos bibliográficos su obra. De allí resulta no sólo adoptó la de Brunet sino que la su presentación gana en el bibliógrafo francés. Otros autores 'apreciaron las enseñanzas pueden mencionarse en del siglo XIX. De mayor son los artículos dispersos en periódicas de Valentín Uhink y la Manuel de Olaguibel, a los que nos vamos a referir. Valentín Uhink y (1 ) Durante el año semanal El Domingo, una sec:clo llamada "Pláticas que comprendía artículos n~r1t"'1~ con la bibliofilia y por Valentín Uhink. noc:loo autor por 128 vez pnmera menciona en México algo que pudiera llamarse la "doctrina brunetiana". En efecto, Uhink en un breve artículo intitulado "De los libros raros y preciosos", 60 anuncia que pretende compendiar la doctrina bibliográfica de Brunet y exponerla en una serie de artículos. El primer artículo podría sintetizarse del modo siguiente: un libro puede ser raro sin ser precioso, y esto sucede cuando a pesar de estar mal impreso, en mal estado, y no ser realmente interesante, existen de él pocos ejemplares y por ello se venden a precios muy elevados. Como ejemplo de este tipo de libros se mencionan los incunables y los libros impresos a lo largo del siglo XVI. Pero un libro es raro y precioso, cuando a su escasez y al mérito de su contenido se agrega el perfecto estado de conservación, la buena impresión, márgenes anchos y una encuadernación artística. Cuando un libro reúne estas características, tendrá siempre una gran acogida entre los bibliófilos. En el artículo siguiente, Uhink únicamente comenta la importancia de la procedencia de los libros, que afecta los precios de los ejemplares a tal punto que "han caúsado la estupefacción de Brunet". Con varios ejemplos concretos Uhink ilustra el exagerado interés de los bibliófilos europeos por este asunto. Así, un ejemplar de los Cuentos de La Fontaine de 1762 en una bella edición cuesta, segün el autor, unos setecientos francos. Sin embargo, "esa misma edición se vendió en la venta de los libros del ilustre bibliógrafo Brunet, hace cinco años, en más de siete mil francos, simplemente por ser de Brunet." 61 Habría que destacar el hecho que Valentín Uhink en esta introducción a las enseñanzas del bibliógrafo francés alude al "gran Manual", sin proporcionar el título completo de la obra. Esto sugiere la idea de que a los lectores, o al menos a ciertos 129 lectores, el nombre de Brunet y su obra no les eran totalmente desconocidos en el ámbito literario mexicano. En los artículos posteriores Uhink se dedica a la literatura, presentando una biografía pormenorizada de Shakespeare, con la intención de estudiar sus obras una por una, ofreciendo a los lectores "los juicios de los críticos modernos más notables." Desafortunadamente, los lectores de esta publicación ya no tuvieron la oportunidad de conocer los nuevos enfoques acerca de Shakespeare, ya que ni el nombre de Uhink ni la sección "Pláticas bibliográficas" volvieron a aparecer en El Domingo. Así, surgió la curiosidad de saber algo más acerca de este autor que repetidas veces y con mucho discernimiento se refería a la obra de Brunet. Pero el nombre de Uhink no figura en ninguna enciclopedia ni diccionario biográfico y las referencias de otros escritores son contadas y por ello había que conformarse con fragmentos aislados que ilustran poco sobre este personaje cuyo nombre se encontraba en los años sesenta y setenta del siglo XIX, con cierta frecuencia, en algunas publicaciones periódicas, de las que podemos citar además de El Domingo, el diario El Federalista y El Artista, revista mensual, sin olvidar la colaboración de Uhink en El Renacimiento. Cabe subrayar que Uhink pertenece al grupo de hombres que en sus días tuvieron renombre y actualmente, quizá injustamente, están olvidados. Tratemos entonces de ordenar algunos de los datos encontrados. Ireneo Paz lo incluye en 1888 en su obra Los Hombres prominentes de México 62 proporcionando una escueta semblanza de Va~entín Uhink y Farías, Presidente de la Cámara de Comercio de México. Paz señala que Valentin Uhink nació en Liverpool en 1846 y desde muy temprana edad vino a México donde estudió en el colegio Desfontaines. Su padre, dedicado a 130 negocios, era representante de una casa inglesa y su madre era la hija mayor de Valentín Gómez Farias. Valentín Uhink siguió los pasos de su padre en los negocios; primero como apoderado, luego gerente y socio de la misma casa comercial. Elegido en varias ocasiones presidente de la Cámara de Comercio, impulsó la fundación de la Confederación mercantil del país que mantenía contactos con las cámaras del extranjero, dice Paz. La labor comercial no le impidió a Uhink publicar algunos estudios históricos y bibliográficos en algunas revistas. Hasta aquí la sucinta nota de Ireneo Paz. No obstante, los inicios de las actividades literarias de Uhink, pudieron determinarse gracias a las crónicas de Ignacio Altamirano,63 publicadas en los periódicos y revistas que constituyen unas aportaciones muy valiosas para la historiografía de la cultura mexicana de la época. Así sabemos, que Valentín Uhink presentó un estudio sobre Lutero y Rabelais en 1868 para su ingreso a la asociación "Veladas Literarias" y la opinión de Altamirano es la siguiente: "El joven crítico ha comparado a estos dos personajes contemporáneos, en su influencia social y moral sobre sus respectivos pueblos, y tanto en su época como en las posteriores. Júzguese ahora, por sólo la indicación que hacemos de su pensamiento, del magnífico trabajo que ha podido llevar al cabo el estudioso joven, consultando las mejores fuentes históricas y críticas sobre el gran reformador alemán y el célebre cura de Meudon ... Este trabajo revela una instrucción nada común, que nos hace esperar que este joven será un escritor muy notable." 64 Aunque las palabras de Altamirano preconizan al futuro literato, sabemos que para Valentín Uhink los quehaceres literarios representaban tan sólo una faceta en sus actividades y desde luego no la principal. Sin embargo, en cuanto a la instrucción de Valentín Uhink, Altamirano no se equivocaba, "Los libros. Pláticas bibliográficas y literarias" que aparecen con concierta regularidad durante el año de 1874 en la 131 revista El Artista, lo confirman ampliamente. Por una parte, Uhink da a conocer en forma de reseñas bibliográficas las variadas novedades literarias, como por ejemplo el Larousse. Le Grand Oíetionnaire Universel du 1ge siée/e, The Works of EA.Poe y de Rawlinson The five great monarehies of the aneient eastem world, entre otros, lo que demuestra su contacto constante con la producción literaria extranjera 65 Por otra parte, sus artículos son verdaderas disertaciones de carácter bibliófilo en las que Uhink manifiesta un amplio conocimiento de literaturas europeas, sobre todo de la francesa y además se distingue su admiración particular por el siglo XVI: "Epoca prodigiosa, sin rival en la historia, en la literatura, en la ciencia. Siglo del "que sais-je?" de Montaigne y del sistema de educación de Rabelais, de la emancipación y de la regeneración de la humanidad. Todo tuvo: sublime fue a menudo, terrible muchas veces, extraordinario siempre." 66 Resulta de interés la postura que Uhink asume respecto a las ediciones bibliófilas modernas de los grandes autores del pasado que se estaban realizando, en esos tiempos, en Francia yen Inglaterra. Según Uhink, los textos de estas obras maestras son sometidos a una revisión escrupulosa de los filólogos, su impresión es pulcra en un papel de gran calidad; además, el texto generalmente lo completan excelentes notas, noticias biográficas, índices y frecuentemente se recurre a los ilustradores o grabadores de renombre. 57 El propósito de Uhink es dar a conocer algunas ediciones bien logradas, salidas de las prensas francesas decimonónicas que son poco conocidas en México y que forman parte de su biblioteca personal. La cuidadosa descripción de Uhink permite percibir ciertas virtudes de cada uno de los libros presentados, por ejemplo apreciar el equilibrio entre su contenido y presentación material: es decir su impresión, la disposición armoniosa de las 132 páginas, las viñetas y ornamentación que se auxilia con momento. nuevos proced imientos Uhink comparte sus conocimientos con entusiasmo e a los lectores que una biblioteca precio es menor A de Federalista como modernas y de calidad podrían servir como que además tendría una ventaja no su los libros antiguos. puede concluirse que Valentín Uhink, conocido en el bibliófilo instruido" 68 fue un vasta cultura humanística el gusto por lo francés. Nunca publicó un repertorio bibliográfico, no sus artículos una importante labor de difusión de la libro cuando aún" no existía realmente una bibliográfica. probable que su público lo conformara un círculo ya que El Artista una revista elegante, realizada con buen adornada con finas sus y con grabados artísticos. Además, los los libros bellos. Así, no sus artículos fueron Uhink describe luz de un bibliófilo: los aprecia tanto por su contenido como por su finalmente forma parte de Brunet. Manuel Olaguibel (1845-1900) ITCU'Qnl"'l;::¡' de Valentín Uhink, el A Manuel Olaguibel aparece en literarios contemporáneos, aunque sea sólo para enumerar sus actividades. Por ejemplo, Emanuel Carvallo,69 con un telegráfico, informa Olaguibel fue abogado, poeta y periodista y que escribió sobre arqueología, y bibliografía. Entre los 1871-1 colaboró en El Domingo escribiendo noticias, extranjeros. artículos se Diccionario Porrúa Olaguibel fue asimismo Gustavo Adolfo profundos conocimientos que estampa en México en 1884, publicó una breve Bibliografía dice finalmente Felipe Teixidor." 71 la primera edición de la obra 1 Teixidor alude. Algunas a la edición facsimilar Las frecuentes conocimiento de su comenta: "A volumen 5 por un ejemplar 1. 72 por último ejemplo apuntamos 133 los autores nacionales y con el título Después de la lectura. El uno de Méxic070 agrega que de México y los fundadores del Círculo bibliófilas de su padre, reuniendo los la materia en un volumen que dio a la Impresiones célebres y libros raros en el que f'rr .... IlI"<=><' de las órdenes Monásticas en México, destacar que Teixidor hace caso omiso de que carece de esta "bibliografía" a la que las señala René Acuña en su "Introducción" ¡bel al bibliógrafo francés demuestran el al describir algunos Libros de Horas, Brunet un artículo especial al fin del mencionar una edición famosa de Virgilio, cita con elogio esta edición y papel, se ha vendido en 161 francos." 74 la presencia de Brunet en su obra "Según los bibliógrafos tra!nCE~ses. son los Elzeviros inferiores a los ,,75 que se mencione el "Préface" 76 del tlt"'~::'I'YIQn·tQ a Brunet, esta misma idea se percibe también en bibliógrafo. 134 En cuanto a la importancia de este trabajo, debemos subrayar que es la única obra mexicana que en forma de un resumen histórico trata de acercar el movimiento bibliófilo europeo, a los lectores de nuestro país. Su autor presenta las dinastías de impresores más célebres, los !CAldos", los Etienne, los Giunta, entre otros, para describir algunas de sus producciones más renombradas. Asimismo, señala las características de textos manuscritos y se refiere a la aparición de la imprenta. En el capítulo dedicado a las impresiones modernas, Olaguibel prefiere "ceder el puesto al infatigable coleccionador y erudito bibliógrafo mexicano Valentin Uhink."n En varias páginas cita las opiniones de Uhink sobre las "espléndidas ediciones francesas" modernas. Finalmente, se refiere a los libros raros en México. Es precisamente en esta parte que incluye la bibliografía de las crónicas eclesiásticas de las diferentes órdenes, pero no únicamente las editadas en México, aunque el título de este capítulo es lo suficientemente explícito:" Los libros raros en México" encontramos en la dicha bibliografía libros de Madrid, Guatemala, Sevilla e incluso de Manila.78 Cabe concluir que el libro de Olaguibel es una obra de un coleccionista apasionado por el tema de bibliofilia que quiere compartir con los lectores y de ninguna manera intenta presentar un estudio riguroso de un científico. Las dos ediciones carecen de introducción en la que se podrían encontrar los propósitos de su autor. Además, únicamente la segunda edición tiene una conclusión en la que el autor intenta hacer hincapié en los méritos de las ediciones antiguas de un modo poco convincente. Considera que las antiguas ediciones son más completas, ya que sus textos fueron cotejados y corregidos. Además menciona otras bondades como la antigüedad, la corrección y la belleza artística. Concluye que su época aunque publique una gran 135 cantidad de volúmenes, rara vez se encuentran obras comparables a las del Renacimiento. En los comentarios de Olaguibel se percibe una opinión contraria a la de Valentín Uhink que aprecia 'ampliamente y con argumentos las ediciones de su época. Si bien las Impresiones célebres y libros raros son la obra más importante de Manuel de Olaguibel, su "Revista Bibliográfica del año 1877" incluida en el Anuario mexicano en 1878 es un trabajo bibliográfico.79 El autor informa acerca de las obras sobresalientes que se editaron en ese año. Su intención es "reunir algunos datos que puedan servir para la Historia" para que "a través de los años se pueda ver el notable progreso intelectual de nuestra patria." Con este fin, prosigue el autor, es indispensable: que las bibliografías no se reduzcan a la simple enumeración de obras publicadas, sino, que también algo indiquen sobre el mérito del libro a la luz de la crítica imparcial y estableciendo las debidas comparaciones con otros de la misma clase editados en otros países." 80 A pesar de esta afirmación, la actitud que asume Olaguibel revela el tipo de crítica laudativa que se hacía entonces en México. En este aspecto recuerda a la obra de Pedro Santacilia Del Movimiento literario en México. Otra contribución de Manuel de Olaguibel a los quehaceres bibliográficos es su Memoria para una bibliografía científica de México en el siglo XIX (1899). El autor como miembro de la "Sociedad de Geografía y Estadística de México, de la Academia Británica de Londres y de la Sociedad Numismática y Anticuaria de Filadelfia", se refiere a su trabajo como a una bibliografía "especial" y se considera el iniciador en estos quehaceres: 136 "Tenemos, pues ... que pedir la indulgencia del lector, que mucho la necesita quien pone la primera piedra en una empresa y suplicamos a los que encuentran omisiones que, en vez de abrumarnos con sus diatribas, completen la obra emprendida y al ponerse a trabajar, mediten un poco en las dificultades del que da el primer paso" 81 Aunque esta obra puede ser una fuente importante de información en el campo específico de botánica en un momento dado, dista de ser una bibliografía. Más bien, tal como lo indica el autor en su conclusión se trata de una "ligera sinopsis" para dar a los lectores una idea de la evolución y adelantos que se han realizado en los estudios de la botánica. Los párrafos siguientes sintetizan el estudio de Olaguibel. Los primeros estudios de botánica, aparecen en México en las crónicas de las órdenes religiosas franciscanas y agustinianas y se ocupan de la flora de diversas regiones y aunque no clasifican científicamente, proporcionan los nombres en el lenguaje de la localidad. El autor menciona varias crónicas entre ellas la Historia eclesiástica indiana de Mendieta. Pero el verdadero iniciador de los escritos científicos fue José Antonio Alzate. Olaguibel, para ofrecer los datos biobibliográficos, acude a la única fuente de información disponible de la época: a Beristáin. Desde la Independencia y durante varias décadas, fueron las revistas científicas y literarias que publicaron la mayoría de los escritos de botánica agrícola, médica o química. Entre estas revistas figuran el Mosaico Mexicano, El Museo Mexicano, el Artista y el Domingo. El autor enlista cronológicamente, para cada revista, todos los títulos de artículos que se relacionan con la botánica indicando la página. Desde luego, comenta Olaguibel que muchos de estos trabajos se pierden porque frecuentemente se publican en diarios políticos que poca gente colecciona. Y es 137 apenas a partir de 1870 que empieza la publicación de la revista especializada La Naturaleza como órgano de la Sociedad de Historia Natural. Al final de su trabajo Olaguibel incluye la lista de todas las tesis de los doctores en medicina en el período de 1870-1885, cuyo tema se refería a la botánica médica. Como podemos observar los intereses de Manuel de Olaguibel van en diversas direcciones donde se conjugan libros raros con los apuntes botánicos. Claro está que nuestro fin tampoco era ocuparnos de sus creaciones literarias que están diseminadas en diversas publicaciones periódicas, de las que debemos mencionar el Artista, publicación en la que colabora en el mismo período que Valentín Uhink. Finalmente hay que subrayar que fue la faceta bibliófila de la doctrina de Brunet que cautivó tanto a Valentin Uhink como a Manuel de Olaguibel y no el arduo trabajo de recopilación, organización y descripción rigurosa de un bibliógrafo. Joaquín 1. Anónimo. "Bibliografía Mexicana", Anónimo. Sección "Actualidades", 1866, p.2 1 lAS Icazbalceta ... 13 de noviembre de 1 p.1 sin nombre. La Sociedad, 12 de mayo de Joaquín García a José Ramírez, José María Manuel Orazco y Berra, Nicolas Agustín Físcher, Aquiles rranCliSCO del Paso y Trancoso. Compiladas y anotadas por México, Porrúa, 1937, nota 11, p.9 (1864), op.cít., p.i 7. loc.cit .. 8. cil. 9. Teixidor, op.cít., 10. la Torre Villar, novohispanos, México, Porrua, 1 11. Icazbalceta, las Hispano-Americana 12 lb id. p. 1 Joaquín García Icazbalceta, York, Burt Franklin, 1968, pp.7-33 14./bid. p.13 1 lb id. p.14 1 la Sociedad 21, p.346 y memorias InT.:> .... ~'~·· de Eguiara y de en la México, Fuente Cultural, 1 Beristáin" en Obras, t.VII, New y de México, 1864, tomo IX, 139 17. Cf. "Biblioteca Hispano-Americana. Prospecto", en El Siglo diez y nueve, 7 de octubre de 1842, p.2 18. Joaquín García Icazbalceta, las "Bibliotecas "de Eguiara y de Beristáin" en Obras, tll, New York, Burt Franklin, 1986, p.145 19.Genaro Estrada, "Prólogo" en Cartas de Joaquín García Icazbalceta a José Ramírez, José María de Agreda, Manuel Orozco y Berra, Nicolas León, Agustín Fischer, Aquiles Gerste, Francisco del Paso y Troncoso. Compiladas y anotadas por Felipe Teixidor. México, Porrúa, 1937. pp. VII-XXI 20. Cf. El Siglo diez y nueve, 1 de diciembre de 1894, p.1 21.loc.cit. 22. loc. cil. 23. Joaquín García Icazbalceta, "Prólogo" en Colección de Documentos para la Historia de México, México, Edición del autor, tomo 1, 1858, pVII 24. Cf., Genaro Estrada, op.cit. p.xlll 25. Felipe Teixidor, op.cit. p.5 26. Joaquín García Icazbalceta, "Historiadores de México" en Opúsculos y Biografías, México, UNAM,1994, p.24 27. Felipe Teixidor, op.cit. nota 4, p.19; nota 7, p.148 28. Joaquín García Icazbalceta, "Prólogo" en Colección de Documentos, 1858, tomo 1, pV 29. lb id. , pVI 30. Joaquín García Icazbalceta, "Prólogo", Colección de Documentos para la Historia de México, México, Edición del autor 1866, tomo 11, pVI 31. Cf. Joaquín García Icazbalceta, "Adiciones y correcciones al tomo 1", en op.cit., p. LXVI 32.loc. cit. 33. Cf., García Icazbalceta, "la Danza General en que entran todos los estados de gentes", en El Espectador de México, 1851, tomo 11, pp.81-91 34. Julio Jiménez Rueda, Letras mexicanas en el siglo XIX, México, Fondo de Cultura Económica, 1989, p.117 35.Manuel Historiografía """""v.":;.",,,,, 36./bid., p.1 37.Joaquín García ,..., .... , .... ..,' ... , Burt Franklin, 1968, 38. 11 39. lb id. , p.15 40.lbid. p.12 Don Joaquín García Icazbalceta. Su lugar en México, Porrúa, 1950, p.131 "Apuntes para un catálogo" en Obras, New VIII, 10 41. Manuel Guillermo Martínez, cil. p.47 42. Joaquín García Icazbalceta, op.cit. p.15 140 43.Alicia Perales, La cultura bibliográfica en México, México, UNAM, 2002, p.140 44. Joaquín García Icazbalcetá, "Al lector", en la Bibliografía Mexicana del Siglo XVI, México, FCE, 1981, 1 45./bid., p.20 46. José Toribio Medina, Bibliógrafos" en Imprenta en México (1539- 1821), Santiago de Chile, del 1 91 p. 47. Emma Rivas Mata, "La siglo XVI de Joaquín García Icazbalceta" en Las bibliografías novohíspanas, México, UNAM, de Filosofia y Letras, 1998, p.99 48. Victoriano Agüeros, "Noticia , Patricia Montoya, "Joaquín integrador de la nación 1848-1884, Investigaciones Históricas, 2001, p.403 50. Genaro Estrada, op.cit., p'xllI J en en UNAM, 1, IX .Joaquín García Icazbalceta, "Apuntes para un catálogo" en Obras, tomo VIII, p.10 Joaquín García Icazbalceta, op.cit., p.74 ]41 53. Jacques Charles Brunet, Manuel du libraire et de I'amateur de livres, Paris, Firmin Didot, 1865,5 ed., tomo V, columna 1089 « L'exemplaire dont M. Jacq. Garcia nous a communiqué la notice ne va que jusqu' a f 23, mais ce fragment est precieux en ce qu'il donne le nom d'un auteur dont il parait que jusqu' ici aucun bibliographe n'avait parlé" 54. Jacques Charles Brunet, op.cit., tomo VI "Cependant , e'est avec vif regret que je me vois forcé d'ajourner la publication d'un certain nombre de rectifications essentielles, et surtout des notices dues El I'obligeance de plusieurs de mes honorables correspondants, au nombre desquels je suis heureux de compter M. Joachim Garcia Ycazbalceta, savant mexicain qui m'a communiqué des renseignements précieux et jusqu'alors inconnus aux bibliographes sur les premiers productions de presse du Mexique" 55. Emma Rivas Mata, op.cit.p.88 56. Henry Harrisse, Bibliotheca Americana Vetustissima. Oescríption of Works relating to America published between the Years 1492 and 1551, Madrid, Librería General Victoriano Suarez, 1958, p.445 57.Cf. Enrique R. Wagner, Nueva Bibliografía Mexicana del Siglo XVI, Suplemento a las Bibliografías de Don Joaquín García Icazbalceta, Don José Toribio Medina y Don Nicolás León, México, editorial Polis, 1940, p.33 58. Cf. Manuel Guillermo Martínez, op.cit., 99 59. Henry Harrisse, op.cit, p.369 "Por lo tanto repetimos con el Señor Icazbalceta, que debe darse por sentado que la Escala ha sido el primer libro impreso en México, aunque no es improbable que anteriormente se hayan impresos silabariosos o algunas hojas sueltas como se mencionó antes, sin proporcionar pruebas suficientes de ello (sea dicho de paso)" 60. Cf. Valentín Uhink, "De los libros raros y preciosos" en El Domingo, 21 de mayo de 1871, p.118 61. Cf. Valentín Uhink, op.cit., 4 de junio de 1871, p.142 62.lreneo Paz, "Valentín Uhink y Farias" en Los Hombres prominentes de México, México, la Patria, 1888, pp.155-6 63. Cf. Ignacio Altamirano, "La Quinta Velada", en el Siglo diez y nueve, México, 6 de febrero de 1868, p.1 64. loe. cit. Cf. Valentín Uhink, "Libros. De los libros raros y preClOl50S México,1874, p. 121 66. Ibid., p.198 67. ¡bid., p.194 68. Cf., el Federalista, 25 de diciembre 1877, 69. Emmanuel Carvallo, Historia de letras Guadalajara, Universidad Guadalajara, 1991, 70. Diccionario Porrúa de historia, y México, Porrúa, 1995, p.2532 71. Teixidor, Ex-libris y de Relaciones I-v'torlnrc",. p.210 142 en el Artista, XIX Cf. René Acuña, "Introducción" en Impresiones célebres y libros I México, UNAM, 1991, p.vli 73. Manuel de Olaguibel, Impresiones célebres y libros del "Socialista" 1878, p.74 74. ¡bid., p.73 ¡bid., p.81 76. Jacques-Charles Brunet, "Préface", op.cit., p.XXXVIII, Manuel de Olaguibel, op.cit., p.107 78. Cf. Manuel de Olaguibel, Impresiones vv,...,,,",, 1991, edición facsimilar, pp.1 39 Manuel de Olaguibel, "Revista Bibliográfica Mexicano, México, 1878, pp.241-1 80. Ibid., p.241 y libros 1877", en 81. Cf. Manuel de Olaguibel, Memoria para una DlO'IIO!'Jfél (1899), México, Secretaría 1889, p.9 Imprenta México, UNAM, 143 CONCLUSIONES En esta tesis me he propuesto estudiar y dar a conocer a Jacques-Charles Brunet que dedicó su vida a los libros, como bibliófilo y bibliógrafo. Su Manuel fue una obra de consulta obligatoria entre los estudiosos y coleccionistas a lo largo del siglo XIX en Francia y fuera de sus fronteras. El cuidadoso examen de las dos últimas ediciones de las que disponemos en nuestra Biblioteca Nacional no sólo me permitió dar a conocer las estructuras de diferentes ediciones, sino que he podido observar que el autor además de ofrecer una minuciosa y precisa descripción de cada ejemplar, señalaba qué edición era la más valorada por los coleccionistas e incluso describió las peregrinaciones por las que pasaron muchos libros de un propietario a otro. Otro detalle importante y digno de mencionarse es el hecho de que Brunet incluyó el precio promedio de cuatro décadas que alcanzaron en las subastas los ejemplares más buscados, proporcionando de este modo una información adicional a los coleccionistas. El análisis de los documentos me llevó a descubrir a los bibliófilos y los bibliómanos, los dos tipos de coleccionistas interesados en los libros antiguos. Por ello consideré pertinente si no definir, al menos ilustrar con ejemplos concretos las particularidades de cada uno de ellos apoyándome incluso en la literatura de ficción. Asimismo me percaté que el coleccionar los libros y otros objetos antiguos se convirtió de un entretenimiento aristocrático en el siglo XVIII , en un pasatiempo culto en el siglo siguiente. El primero que orientó a los "curiosos" en materia de "libros raros" fue Guillaume Fran90is Debure, un librero, cuyas enseñanzas aprovechó 144 desde los comienzos del siglo XIX Jacques-Charles Brunet, una vez de haberlas sometido a un examen crítico, corrigiendo y completando los trabajos de su predecesor y finalmente edificando su propia obra. Sin duda, Brunet no se imaginaba que los dos mil ejemplares vendidos de su primera edición, representaban tan sólo el inicio de su larga carrera bibliográfica. Tampoco podría sospechar que estaba ofreciendo a las nuevas generaciones de los bibliófilos y bibliómanos una guía segura para la formación de las colecciones "curiosas" a lo largo de todo el siglo XIX. Sin embargo, es necesario enfatizar que el gusto de los "curiosos" nunca fue duradero, sino siempre sujeto a modas. Por ello Brunet denomina este cambio de gusto notable hacia la tercera década del siglo "una revolución repentina" cuando el movimiento romántico despierta la curiosidad por conocer el pasado nacional. Brunet muy atento para satisfacer cualquier capricho de los aficionados, actualiza y enriquece cada edición de su obra. En esta misma época algunos literatos aluden en sus tratados y obras de ficción a los bibliófilos y a los bibliómanos, aunque no siempre indican de un modo convincente las diferencias entre ambos tipos de coleccionistas. No obstante, estos hombres de letras, coinciden en que la palabra "bibliofilia" apenas apareció en el momento de gran impulso bibliofílico en el siglo XIX, ya que la palabra en uso durante siglos fue filobiblos. Por esta razón, en el siglo XIV Richard de Bury, nombra su tratado el Philobiblion, en el que contrasta su amor por los libros con el descuido de los manuscritos en los conventos y con el poco interés de los clérigos por las manifestaciones del ingenio humano. El estudio detallado de esta obra pone en evidencia las ideas de su autor acerca de la utilidad de !os libros. Ideas que difícilmente son compatibles con la pasión de los bibliómanos. Los bibliómanos representan "una especie en extinción "expresó ya 145 hace algún tiempo un estudioso. Efectivamente, en nuestros días pocos pueden imaginarse o encontrar algunos hombres cuya única preocupación y felicidad es poseer el ejemplar único de los primeros logros de la tipografía, y así satisfacer el amor propio, sin preocuparse desde luego por el contenido del libro. Igualmente buscar una encuadernación con la firma de un célebre encuadernador que además perteneció a una cabeza coronada o revisar angustiado las márgenes de los ejemplares en las subastas son solo algunas de las inquietudes que giran en torno del libro. Esta pasión cercana a una enfermedad fue ilustrada por medio de dos cuentos del siglo XIX época, en la que los protagonistas compran y acaparan los libros raros sin ningún discernimiento e incluso destruyen el objeto de su pasión. Desde luego, las obsesiones presentadas en estas obras de imaginación discrepan con nuestro presente, con las ediciones de bolsillo accesibles a muchos, con la información disponible por los medios de comunicación masiva o con las bibliotecas abiertas a todo el público, como lo anhelaba ya en el siglo XVII Gabriel Naudé. En efecto, a esta idea de Naudé habría que agregar otras dos expresadas en su Advis. La biblioteca debería ser enciclopédica en cuanto a su contenido y no tenían cabida en ella los libros en ediciones lujosas ni las extravagancias de los "curiosos". Desde luego, el período de gran florecimiento bibliofílico, ignora a Naudé y rechaza su concepto de la biblioteca prefiriendo los gabinetes "curiosos" que reflejaban el gusto muy particular de sus dueños. La Revolución francesa con su idea de que el pasado no era propiedad únicamente de· los privilegiados, saqueó las grandes bibliotecas del alto clero y de la aristocracia, almacenando los libros en los grandes depósitos, donde tuvieron que esperar una decisión sobre su destino. Así una parte de esta riqueza bibliográfica 146 se destruyó, otra, sobre todo libros antiguos se vendieron a precios irrisorios a muchos libreros y conocedores extranjeros y el resto acabó por distribuirse entre las bibliotecas públicas. Este era el entorno en el que hacía su aprendizaje bibliográfico Jacques-Charles Brunet que al final de su vida puede afirmar: "Estoy convencido de que los libros antiguos que no mencioné en mi obra, no merecían ser descritos." Si se tomara esta declaración del famoso bibliógrafo a la letra, podría pensarse de que son palabras de un ser vanidoso. No obstante, los pocos testimonios que están disponibles en nuestro país, describen a Brunet como una persona tímida que únicamente tenía una pasión en su vida: los libros antiguos. Louise-Noélle Malclés llamó el siglo XIX un "período artesanal" y al referirse a la obra de Brunet señaló que este bibliógrafo "no ha tenido discípulos o sucesores". Indudablemente, con Brunet se cierra el período de las bibliografías generales que reflejan la historia cultural de Europa durante cuatro siglos. Lo que Malclés no pudo considerar, porque probablemente no lo sabía, fue que el nombre del bibliógrafo francés y su obra eran ya conocidos por muchos estudiosos en algunos países de América, entre ellos México, durante la segunda mitad del siglo XIX. Efectivamente, la obra de Brunet fue fundamental para el surgimiento de las obras bibliográficas modernas pero para comprender el desarrollo de la bibliografía mexicana fue imprescindible examinar el contexto cultural en que se desenvolvió, así como el clima político favorable al estudio y a las manifestaciones artísticas. En aquel tiempo la mayoría de los intelectuales tuvieron que combinar sus actividades debido a las vicisitudes políticas. Por ejemplo el magisterio con el periodismo, la política con la historia o la literatura con las funciones públicas. No obstante todos 147 fueron considerados como "hombres de letras", por lo que lo mismo escribían poemas que hacían traducciones, redactaban crónicas teatrales, textos históricos y ocasionalmente bibliográficos. La revista El Renacimiento es el ejemplo más acabado de esta actividad multifacética. Varias fueron las sociedades literarias y las publicaciones en las que personajes como Ignacio Altamirano, José Fernando Ramírez, García Icazbalceta, Manuel Payno y José María Lafragua, por nombrar tan solo a algunos, intercambiaban opiniones y conocimientos y ? menudo daban a conocer algunos de sus escritos. "El Ateneo Mexicano", el "Liceo Hidalgo" o la "Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística" son sólo algunas asociaciones literarias que funcionaban en muchas ciudades de nuestro país. La última merece atención especial. Aunque destinada a la publicación de los trabajos científicos ofrece su espacio a muchas contribuciones literarias, específicamente históricas. Por ello se encuentran en su Boletín varios artículos sueltos de García Icazbalceta tanto de índole histórica como bibliográfica. Y es precisamente el Boletín que publica el primer análisis detallado de la situación bibliográfica de México firmado por Joaquín García Icazbalceta en marzo de 1864. Fueron los estudios históricos y el acopio de los documentos en asuntos mexicanos los que condujeron a García Icazbalceta a la bibliografía. Aunque algunas veces García Icazbalceta deplora la situación de los científicos mexicanos que no tienen a su alcance ni las bibliotecas ni el apoyo necesario para imprimir los trabajos científicos, no se desalienta. Por el contrario, continuó con su afán de buscar, autentificar y recopilar documentos para describirlos y presentarlos con toda la exactitud. 148 A diferencia de sus antecesores apuntó, de un modo sucinto después de la descripción minuciosa del impreso, los datos biográficos de autores, indicando todas las fuentes que utilizó y en ocasiones agregaba algunas disertaciones de interés. Se expresó siempre de una manera clara y precisa que demuestra su talento crítico. La prudencia en sus aseveraciones así como la justa apreciación de trabajos ajenos son algunas de las virtudes que se perciben en sus obras. Por último podemos sólo agregar que Ignacio Altamirano y Pedro Santacilia en sus contribuciones literarias ocasionalmente citan a Brunet; para Manuel de Olaguibel el Manuel es un referente constante y en los trabajos de Valentin Uhink la doctrina brunetiana es un punto de partida que le permite constituir sus propios puntos de vista en el campo de la bibliofília . Pero fue Joaquín García Icazbalceta el único autor mexicano, que con juicio crítico asimiló y aplicó las enseñanzas de Brunet, rechazando los trabajos bibliográficos de sus antecesores, que enfatizaban la biografía de los autores en detrimento de la descripción de las obras. En los Apuntes García Icazbalceta, influido por el bibliógrafo francés, enfoca su atención en la descripción exacta y detallada de las obras: el autor, el título completo, el nombre de la persona a quien la obra estaba dedicada, el lugar y fecha de su publicación y el lugar donde podía encontrarse. Paulatinamente García Icazbalceta adquiere su propio estilo bibliográfico, que puede apreciarse en su Bibliografía Mexicana del siglo XVI donde cada asiento presenta una asombrosa prodigalidad en la descripción tanto externa como interna de los libros. Las valiosas notas de su contenido, así como la información biográfica de muchos de los autores y las citas de sus trabajos completan cada asiento. Así el resultado es una obra monumental y un modelo de la bibliografía descriptiva. 149 No cabe duda que en los trabajos bibliográficos de García Icazbalceta contribuyeron varios factores: su profundo interés por acopiar las obras referentes a la historia de México, el rigor que García Icazbalceta aplicó siempre en el análisis y la descripción documental y sobre todo el estudio de las producciones bibliográficas europeas que le permitieron evaluar la situación en este campo en nuestro país y lo impulsaron a emprender un camino diferente al de sus antecesores. Por ello puede considerársele un innovador dentro de la bibliografía mexicana. 150 OBRAS CONSULTADAS Obras de consulta DE BURE LE JEUNE , Guillaurne-Francois. Bibliographie instructive ou Traité de la connoissance des livres rares et singuliers, Paris, De Bure le Jeune, 1763. 10v. IGuíNIZ, Juan B. Léxico Bibliográfico, México, UNAM, 1987. 307p. MALCLES, Louise-Noélle. Manuel de bibliographie, Paris, Presses Universitaires de France, 1984, 448p . PEIGNOT, Gabriel. Réperfoire bibliographique universel, Paris , Antoine-Augustin Renouard ,1812. 514p. ROUVEYRE, Edouard . Connaissances nécessaires a un bibliophile. 5a ed., Paris, Edouard Rouvey re ed., 1899. 10v. PARTE I BIBLlOPHILE JACOB. Les amateurs de vieux livres, 2a ed., Paris, Éditions des Cendres, 1988, 44p. BEAUDIGUEZ, Marcelle. Guide de bibliographie générale, Paris, K.G.Saur, 1989, 277p. BRUNET, Jacques-Charles. Manuel du libraire et de I'amateur de livres, 3a ed. Paris, Silvestre, 1820. 4v. ------------------------------------- Nouvelles recherches bibliographiques pour servir de supplément au Manuel du libraire et de I'amateur de livres, Paris, Silvestre, 1834, 3v. -------------------------------------. Manuel du libraire et de I'amateur de livres, 4a ed. Paris, Silvestre, 1842-1844. 5v. ------------------------------------ Manuel du libraire et de I'amateur de livres, sa ed. Paris, Firmin Didot , 1860-1865. 6v. BURY, Richard de. The Love of Books: The Philobiblon of Richard de Bury, Electronic Text Center , University of Virginia Library. Traducido del latín por E.C. Thomas. Chatto&Windus, Londres, 1909 http://etext.lib.virginia.edu/ 151 CAIN, Julien. « Discours », en Deuxiéme Conqrés intemational de bibliophilie, Paris, Bibliothéque nationale , 1963, pp.24-28 DAHL, Svend . Historia de libro, Madrid , Alianza Editorial , 1983, 316p. DAMIEN, Robert. Blbtiotnéque et État. 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SISTEMA DE CLASIFICACiÓN DE BRUNET TEOlOGrA JURISPRUDENCIA CIENCIAS YARTES BELLAS lETRAS HISTORIA 2,318 963 7,223 8,982 12,382 7.3% 3% 22.7% 28.2% 38.8% delas IXsubdivisiones de las IXsubdivisiones de las VI subdivisiones le corresponde a: lecorresponde a: le corresponde a: -filosofía 902 -lingüística 2,495 -historia moderna 5,704 -física 189 -poesía 4,710 -historia delas -qulmica 72 -prosa 859 religiones 1,341 -ciencias: -prologómenos naturales 2,031 históricos, viajes 1,771 médicas 1,259 matemáticas 1,100 Total deartículos: 31.868 En la tabla podemos observar la preferencia . muy marcada por las obras históricas y bellas letras, reflejando así los gustos delos bibliófilos, con la formación clásica de la primera mitad del siglo XIX. ANEXO 1 LISTA DE GARCíA ICAZBALCETA ENVIADA A HARRISSE 374 Bibliotheca Americana. - " LI5T OF WORKS PRINTED IN: AMER ICA BETWEEN THE YEARS 1540 '''D 16co ¡ WHICH HAVE COME 'rO THE PERSONAL NOTICE 01' sERoR ICAZDALCETA OR OF OUR O·VN. 1 S40.-Mallllal d, Adulto. [present No. ~J1)' 1 S.p .- RtlacioIJ dtlllpa1llable terremet« tk Caau_la ( ',yra). 1 541.-0.etri"a rrrstia«a (inf''') . 154+- Tr ip..,,;,. ,{e J"an Cen." ( i,yra ). De 1.. raa"e,a le có",o se 4an de .lace' la. poctli,n" (i,y'a). Same work; .ine a"no (i,yral. DI: COr.DOVA. Doclr;na cr;stiallIJ (¡"fr.. ). 1 S46~Ooc'ri"a e, i.,i""" (infr.. ). I S47.-Regl" cr i"i"n" (inf,a). 154B.-O,denanZCI' de An,o"io de I'tlt1.d.= Unf',,) , . Oo"ri"a en eauetlan» y ",ex;c""" (i"frll). 1 S49.-F. !lr.AYO Dl! OasuNA, .Ope'a Medicc""li.. , Mu , ~tO (i"fra. We doubt the cor. rectness o{ ü.is date, although il is certalllly 10 printed on the tirle-page], I Ssa.-Ooc,';na {JI cauellan« y ""xlCa~ a (another e.l;I;on, i,yra). 15 51.-I'I:Dao Dl! GANTI:, Deari«.. c"",an" e. leJlg".. ~'N ll"; Me"., 8vo. I 554.-F,. ALPH. A VltaACa"'CI:, Rcco,,, ...o &,,,,,,",,/,,,,·,,,; Me"., rul. •, Oh,lec"c" Rtlo/"tIS; Me" ., (ul, F. C1tR~ AlIitA.llt""l Mes, 410. Gra"''''iJlica lal,na ¡Mea.• S.r. A. DIl LA VlaA e aUf, c.,ta , .i.e 0. 14 11.; Me", fol. ·1 56o·--II.["n"al fIO'" ..d"""""", 1., iacr 11,.' ( ~ t . anJ S p ~ m l h ) ¡ Mea•• 4(0. '561.-.H;J1ale Roman"m; Mes ., fol. .erac..... -Lrol\ P I I l ~ l o . l,,,,., .po 109 Ic'....,.. 4. Sfn,,,•• •,tI.J.,...... I l cUI.'II. No . I.t. ANEXO 2 Harrisse Henry. Bibliotheca Americana Vetustissima LISTA DE GARCíA ICAZBALCETA ENVIADA A HARRISSE nih/io//'tta Amtrictln,l. 375 lO .... I 56J.- ' ·UOII, I"o"', ,,' , ~,,, I'J"'",. &c., M· •.• 1../. ('"f' " l . ( ' -.n l.r l..h,. . N. Y . .Ino! rrn....I. } I 56S.·-C",./ot'" l· .." .... C , ~ ..il;i T,i~.'i .., ( .¡.., " ..... ); M e s . ; 4''' . A. 1>1 M." 'NA. v-f'". ""Jor Mtr 1 (...',11.; \fcr . ,,'n. '11 + , ' 11 !1-",,1'(' l it., . " '"YI ~ j e:..¡,,,. ~.r 1o'ts , ¡ C..trt], /"""; l\trx .. 4'''•• ~ I ! J 11- {' -, .d' e' tlbr.• r, "'.. d .J I ~66. t - .r:-, . n. A 1.111"...... 1>,SI,,,••rvl "g" ,.J('"''''~''' ¡ Me c., 4[n . I S67·1-R'I'.' J U"I1I' . ¿,r. C.¡rIlJi. Jt l•• ';_' '' '''' '',. ,; M~. , ;ul. . une luf onl j . /".ti,.,.. orJi"" Sr",!' Fr.zllciu; i Alt'l ., ...ro. F, DINITO FU"A"['I:Z, Do",i"a ,,, le"Kua ,.,¡IIcea; M.... 410. I S61 f-Samc wo,k; MCll., 4'0. Jlfa•••1p. atl"""i" . :0. 14Ua... (Lat . • nd Sp.n i.h) ; Me.:. 4'0. SucIa! P.po! Bulls ; MClI:.. 4to. I S7•.-A. DI MOL'''A. A,u J, ,,, ""gua "'ex. :J CAII,II. ; Me x,, by Ocharre, '1°. J + B1 + rs 11. IPri"" .Lib, ., N. Y. and P,o";d ,) Á. DI MOLlNA, Yo·,,6,,¡'z,io u It"g"a Attz;e"".:J CA'ulJ. ; Me x ., by d e Spincm, fol. 1.+•ciI 11. (Printo U b e ~ Ptorid.] S.me workj M.,x., fOI....4+n~ ti . (PriYal~ Lib,., P,09id .) I S7J.II-Fr . P. DI AGUkTO...Tra,atl, tk fUt JI iÚ6t" atlmi,,;J', lo, uu,. a /o. I .d iel; Mcx.• 8,,0. I S74--Fr: J. B. DE Lo\GUI'I / •• Ar'~l Dicci,,,ar;o.,,, ' ~ " g l l a IÚ M icAotlCa"; Mex., 8vo . Or~""IIZtIJ Job" Q/u.bal." Mcx.; fel., 6 11. ~S7s·~Fr , MAT. G.LBUTI. T,.o,o ~ ' 1 ' ; r i , . IÚ ~"r'J'" It"l. ti. !t1icA.tlcall; Me x. , 8vo. .. Fr. J. DE LA Al'Iu"elACIOIf, Deetrln« rriu, ~ I I ca.'. J Mezic.; Mcx., 410. . IPri .... Libr., N. Y .] D,. s, J. E. BUCNAVENTURA, !t1iuie. TAto/ogia; Mcx.• 8vo. IS76.-Fr. A. DI: MO'-llfA, Arte tlt I••,.a ",.;r;.a"a; l\.Yu, 8"0., IP ,;••re Libr.• N. Y.' .. F. M. DE VAICAS, /)0;";,,.,. M"r;.a"., CAsul/'1 Oto,,';; Mex., ~o . I S77.-F,. J. MED''''A, DoarilllZli•. fitlti in lttuA"aeQ".". /"do,,,,,, I",t"a; Mell.• fuI. F,. J. DE LA ANUNCIACJON. &",,"8I1r;0 ~ " 1 ~ " g " 4 " , t x ; c ~ " t J ; Mcx...,4tO. ( ",••rario á la.lógiell tI~ Arillor",,; Mex.• ho• O "i. D.",i"i A " d r . ~ Alc;a" E",1JI,,,,a,a; Mcx.• ho. e>rntl;; NaUJ";J tOo", IÚ Tr;.tiA.r.; Mex., 8.,0. IrIS.-Fr A. DE MOLl"'A, eo"ft..".,.;o "'dJO' ." I,,,t. 1'." ,1 ",tr.; MCll., 410. 001"';.11 tlt It"llla ..txica"a; Mex., 4~0 • F.o Dom¡"CO de b Anft'ORciactoft. Dettr,,,. ,Ari,,¡... ,. ,•• ,.11.,,1 1 M••i . . .. ; Mea.. 4to (T_n. No. 911. t Fr. " ' a n o q a i ~ D.nrl•• dipi",.".... ''''P. Vrl.'''.; MOL, I Jy6. 4"' (Remosa!. NI ... ¿. CAl.'."11•. 111, cap. 911 .. TC-fftIUX.. No.. 9')- %Fr. Pedro de ' FuiL DNtri,.. trlni.,.. ....k.,.. C.".II....-, r;.,.l'ftll; 'le••, b, Pedro Odlan., 410, 8 + 116 U. (TCOl'''ll. N.... '04). , Ledesma. D, S"tr... ""11'" "1." Meo... . 410. , .. Probabl, c ~nt boolc pnllltk t'snlS "nde' (his .la1(' Thcrc I ~ ~ " edil-on o( 1671. mcntionf'd in Bibli."w. II.!" .. rl."., Pt. '1 No. 71¡o.) ANEXO 2 (cont.) LISTA DE GARCíA ICAZBALCETA ENVIADA A HARRISSE ' 5711.- Fr. J. Da C o a ~ Y A , .4ru e,fkrrr- z.,.t«., Mu.• ho I S79·-Ctr~.i.1 :J rúr~ le", C/tll r.v.f/I. tM rdú. iII¡I ,Cw.1 ¡I4eE,. J..w.9' . '.,trll«iu, .tJrk,. ng. e/ ~ i . diviaI,' M"-. ·lI lfo. . 1 582.- Fr. J. DE GAONA, o.4t¡u;' M 11, ,.. M/.. e. l é a ~ . f8eJtic.1 Mu.. Iyo . 1 581.-G....OA DEI- PAl.AClO. D i " ¡ ~ , .;r1tMa , Mu•• 4tO. F.,." brrv.•J.illi",• •,. hJi" 3. BiI,ti..,¡ t * ~ . , lela.. _y~ Fr. B. SAHAGVN, PIII/_Ji. Clriuil!If., .Ma., 4to. 158 S.lf_Tucuo 11 CATHECISMO Uy UJ'ONQOM de la U~ .Ch ripffi.IQa,"pc;r I Sennones. DP.uA \tUE LOS ..:nAl T crnos DmiDiltl'os prcdie¡IW1J ~ = . 1us Yndi<-, 1 • tal dcmu penonaa. BIMP.nso CON LIaIlCIA DE LA I ~ Alltlitllcia, cal. Ci"tlaJ Jd., Re:¡e.. ,.,. ¿f.¡c.i. Ri,,,,.J.. a f'i-u. ~ '''t''o, k.~tJ' tld Pir», nARo D ~ M. D • LXXXV • UEn-.tauado ." Real por cada pliqo eD papel. B4tOJ 8 prd. 11. + ~I S Dumbr. n.' ~Prl .. L1bJ•• JI. ·Y ..... PI'CIII'ILJ ünfeui,.a...;,.ptzrll ÚI ,,.,tu illaJm uah ¡'II,n,«i,. WIlT."" riul"'¡tI. e" la, I,agua. ~;cA"a, ~ A:¡IaJITII' LiuJa, bJ A. Ricardo, 4tO. 4-+~111. •• . (PñyalC L1br.. PnWIe:-,) I!ItotutOl'''. tÜ Ba.ruJ-. ( f o r ~ e O f ! l ~ o f ' : F l ' anCÍ$gns); Me&., 400. 1 S87.-0""titllti,nu "tli".¡rotr. e"Plit. S. 4Jtg.; Mez .• ho. - 1 589.-F.,.."" , ".,tI, €k¡u"dar 111, rof,.atlilf.#.iJ~lIr;tÚ. IÚ 8. Fr. ; Mu" be!. '59:1 .-.0;-,. Ac FAaFAN. TrotaJ. '''~IIÜ Me,ficiu, ·Mcx., 4[0. • S93.t-F,. A. D& LOS REYU, Arte CSl In," .rpcc"i Mu., IIYo. lO Fr. FRANC. D& ALVARllDO, Y,ca6u¡lI'i, c" haz....i,ltco. Mu.• 4(0. 1 S94- -J. E. D& BUNAUNTV&A, Muir. Tl>c'¡'Z1., Mcx., ho. 1 S9 S·-Rtl'. €k 1..¡,Dil., ".c",ns. Mc1.t 4tQ. A. DItL RU(I;oN', Art' 1tlcxi,.a,; MelL., 8~ Fuclaci.a e ¡',;¡ulgm,ios th lo "eI. IÚ l. lJtñco'; Ma... ho. '596.t-P. DE ORA, Prilll"" parte €k Arallc, J..IIJ., .-fWu, /'Or el l1«~f.M PuIn Jc OJa, "alurll1 th /u, ¡"f- th Etrt'" _ CAiIi. lapru.. ,a.1tI.l ifIMJ tic l•• Rc,es por Aiio"roRi'lIrih tic T",i•• 4t J, 11 + 31s 11•• por'trait. IP....... Libr., N. y ..... PniItI4.) I S99 .~-Fr . J. BAUTIITA, o.".fisl.tlario cn Icaz...cJtirll".; Mu., ho. IPriYale Llbr.. N. '1'.1 1600.11- .. ,AtI-vcrtltltill' /1 (•• c"'¡-m,,, .k ¡"tli", Mcx., ~ 901 ••• ho. Rtlcu;." Hi,;.riotI.J ti, 1", 1lJtc'llli", • FUi,. lJ i Mu., by P. 'RaJli, 4CG. (Prlvah Ubr•• N. Y.\ • "".6011.,/0 •••• I."f. c'''',, 411 P.,. 1 .. t'.'UJ EI,alJ. ; Lima. 'sSO...... s-o ("Jer. nau_. NC'I. -"tI. I The rollo.in,. tao.CTa. la. u rar al known, .be ~ . a , l I n l Linaa book 1 lO 11«",•• Clt,h" ••• lel' QpIeha • ., A.,m ).'''''FU'. ." l. d.J..J 4. 1.. ro.,. ,.r .A,., I. Itk.rJ.. , r / " , ~ r . ''!JI''''''••" ..,"/tI.. .1.11"'''' A¡¡. ti. M.D.LXX:rlllT, In.... .sr • Ir. p,'Um. O' 84 11'. chilrlÚ." 'BnIJ.d, 'V.. 11, col. 780.1 t J. Calo.... Cell.,..,.. ... 1,"C•• N ... " .... , . Mcx . • ' 59f Tcnoa ..". No. '1/0'. . f c .........o d. Ore. " ..W. c.,,,,,.. r.~"1 ~l