UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA PRODUCCIÓN Y DE LA SALUD ANIMAL EFECTO DE LA CONDICIÓN CORPORAL EN LA ACTIVIDAD REPRODUCTIVA DE LA OVEJA PELIBUEY EN EL TRÓPICO. MÉXICO D. F. T E S I S PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRA EN CIENCIAS P R E S E N T A GABRIELA CARRILLO PÉREZ TUTOR: OR. ANTONIO PORRAS ALMERA YA COMITÉ TUTORAL: DR. CARLOS GUTIÉRREZ AGUlLAR OR. HÉCTOR VERA Á VILA 2005 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. DEDICATORIA A Dios por permitirme llegar a este punto culminante de mi vida profesional y personal. A mis padres Lucía Pérez, por ser la columna de mi vida y Pedro Carrillo, porque con su alegría me ha hecho más ligera esta vida. A ambos les agradezco apoyarme en todo y el estar a mí lado hasta en mis peores momentos. A mi hermana Alejandra, por soportar mis días de desesperación y acompañarme en mis noches de desvelo. A Julio, por su apoyo incondicional en los momentos buenos y malos de mi vida. A mi pedacito de cielo, el cual Dios me envía para iniciar una hermosa parte de mi vida. AGRADECIMIENTOS Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) por la beca crédito otorgada por el periodo comprendido de enero de 2002 a enero de 2004, cuyo apoyo fue importante para la obtención del grado de Maestría. A los H. miembros del jurado Dr. Carlos Gutiérrez, Dr. Héctor Vera, Dr. Javier Valencia y Dr. Héctor Jiménez, por su tiempo y valiosos comentarios que enriquecieron esta tesis . Al Dr. Antonio Porras por su apoyo y por compartir sus conocimientos durante la realización del trabajo y que me acompañaran por el resto de mi vida profesional. Al Dr. Jesús Romero por su apoyo, su confianza y en el cual veo a un segundo padre. A mis compañeros del Departamento de Reproducción de la FMVZ de la UNAM. A mis amigos veterinarios Esperanza, Jahel, Mario, Lerida, Nestora, gracias por su apoyo desinteresado. A mis amigas de toda la vida Irma y Laura. La autora da consentimiento a la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Universidad Nacional Autónoma de México, para que la presente tesis este disponible para cualquier tipo de reproducción e intercambio bibliotecario Gabriela Carrillo Pérez Tesista CONTENIDO Página ÍNDICE DE CUADROS ..... .. ...... ....... .... .... .. .......... ........... ..... ..... ...... ............. ................. .. vi ÍNDICE DE FIGURAS .. ................. .... ......... .. ....... ... ...... ... ................ ......... .. .... .......... .... ... vii RESUMEN ............................. .. .... .. ... .. ..... .. .............................. .. ............ ..... .. ........ ............ . vii ABSTRACT .................................. .. .. ... ........ ... ...... ......... ............ ..... ........ ..... ..... ........ ......... viii I. INTRODUCCIÓN ..... ................. ............ ...... .......... .... ..... ... .... ....... ........ .......... ....... ... .... 1 1.1. Hipótesis ................................................................................................................. 2 1.2.0bjetivo ....... ... .. .. ........ ... ..... ... ....... ...... ... .. ........... ....... ............. .. ........ .. .... .. .. .. .......... . 2 11. REVISIÓN DE LITERATURA ........................ .. ................... .. .................... .... ...... ..... 3 2.1. Características reproductivas de la oveja ................................ ........ .................. 3 2.1.1. Época reproductiva .................................................... .......... .............. 3 2 .1.2. Época de anestro ............................................................. .. ...... .. ........ . 6 2.2. Factores que regulan la estacionalidad reproductiva en la oveja .................... 6 2.2.1. Factores ambientales ................................ .. ............ .......... .................. 6 2.2.2. Factores sociales ....................... ...................... .................... ......... ...... 12 2.2.3. Factores nutricionales ........................................................................ 15 2.3. Efectos de la nutrición en la reproducción .... ...... .. ........................ .. .. .. ........ ..... 16 2.3.1. Ácidos grasos .................................................................................... 17 2.3.2. Glucosa .... ..... ............. ..................... ........ ........................................... 18 2.3.3. Insulina .............................................................................................. 19 2.3.4. Hormona del crecimiento .................................................................. 20 2.3.5 . Factor de crecimiento tipo insulina- 1 .................. .. ...... ................ .. ... 20 2.3.6. Leptina ..... ......... .. ........ ..................... ...... .... .................... ..... ... .. .. ... ..... 21 2.4 Características reproductivas de la oveja Pelibuey ........................................... 24 2.4.1. Estacionalidad ........................................................ .. ............ ............. 24 2.4.2 . Factores que afectan la estacionalidad .............................................. 25 2.4.3. Ciclo estra l. ............ .. .................... ....... .... ............ .. ....... .... .... ............. 26 111. MATERIAL Y MÉTODOS .. ....... ......... .. ....... .... ... .... ... .. .................. ...... ..... .. .... ...... .. 27 3.1. Localización .... .... .. ...... ..... ........ .. .... ........ ..... ....... ... ...... ...... .. ..... .. .......... 27 3.2. Animales .... ........... ... .. .. ........ ............ ............... .... ........ ... ... .... ..... ..... ..... 27 IV. RESULTADOS ...... ... .. ........ ....... ....... .. ..... ....... .. ........ ..... ... .. .. ... ....... ... ...... ............. ..... 30 4.1. Peso y condición corporal... ..... ..... ..... .... ... ......... ... ..... ........ ............. .... 30 4.2. Actividad ovulatoria .... ... ... .. ........... ........ ..... .... .... ...... .................. ... ..... 30 4.3. Población folicular.. .. ............................. ... .. ...... ... ...... ...... .... .... .. ......... 31 V. DISCUSIÓN ......... .. ......... .. .... .... ... .. .............. ...... .. .... ...... .. ... .. ..... ... .... ..... ....... .... ... ..... .. 33 VI. CONCLUSIONES ... .. .. ..... .... .............. .... .... .. .... ..... .. ..... .... ... .. ............ .. ..... ..... ..... ....... 40 VII. LITERATURA CIT ADA ... .. ... ....... ....... .... .. ... .............. .... ... .... ........ ...... ... ......... .. .... 41 VIII. ANEXOS ....... ... ..... ... ... ...... .... .. .. ... ... ... ........ ...... ... ....... ...... ................ .... .......... .... .. ... 67 IX. APÉNDICE .... ...... .. .. .... .. ....... .............. .. .. ..... ....... ........ ...... ...... ....... ... ......... ........... ..... 76 ÍNDICE DE CUADROS Pagina Cuadro 1. Duración del periodo anovulatorio de ovejas Pelibuey en tres condiciones corporales en el trópico (21”LN). 67 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1. Comportamiento quincenal de la condición corporal en ovejas Pelibuey mantenidas en tres condiciones corporales. 68 Figura 2. Comportamiento quincenal del peso en ovejas Pelibuey mantenidas en tres condiciones corporales. 69 Figura 3. — Promedio del número de folículos totales en ovejas Pelibuey durante diferentes periodos de evaluación. 70 Figura 4. Promedio del número de folículos de acuerdo a su diámetro en diferentes periodos de evaluación de ovejas Pelibuey. 71 Figura5. Promedio del diámetro del folículo mayor en ovejas Pelibuey durante diferentes periodos de evaluación. 72 Figura 6. Promedio del número de folículos totales durante el anestro temprano de ovejas Pelibuey en diferente condición corporal, 73 Figura 7. Promedio del número de foliculos de acuerdo a su diámetro durante el anestro temprano de ovejas Pelibuey en diferente condición corporal. 74 Figura 8. Promedio del diámetro del foliculo mayor durante el anestro temprano de ovejas Pelibuey en diferente condición corporal. 75 ---------- --~- - - - -- í I E E DROS agina uadro . uración el ri o ovulatorio ejas eli ey dici es r orales l i o °LN). í I E E AS i ra . omportamiento i cenal ndici n r oral ejas eli ey antenidas dici es r orales. 8 i ra . omportamiento i cenal el so ej s eli ey antenidas s dici es r orales. i ra . r edio el ero e l s t l s n ejas eli ey r nte i t s ri os al ación . i ra . r edio el ero e l l s e erdo i etro i t s ri os e al ación ej s eli uey. i r 5. r edio el i etro el l l ayor ej s eli ey r nte i t s ri os al ación. i ura . r edio el ero l l s t l s r nte l estro e prano ejas eli ey i te ndici n rporal. i ra . r edio el ero lí l s erdo i etro rante l estro e prano e ejas eli ey i nte ndici n rporal. i ra . r edio el i etro el lí l ayor r nte l estro prano ejas eli ey i te ndici n rporal. V I RESUMEN Gabriela Carrillo Pérez. EFECTO DE LA CONDICiÓN CORPORAL EN LA ACTIVIDAD REPRODUCTIVA DE LA OVEJA PELlBUEY EN EL TRÓPICO. (Asesores: Dr. Antonio Porras Almeraya , Dr. Carlos Gutiérrez Aguilar , Dr. Héctor Vera Ávila). El objetivo del estudio fue evaluar el efecto de la condición corporal (CC) , durante el periodo de menor actividad reproductiva (diciembre a julio) . El trabajo se realizó en el Campo Experimental Mocochá (Yucatán , México, 21 0 LN) . Se utilizaron 22 ovejas Pelibuey, asignándolas a uno de los siguientes grupos: CCM (n=7) ; animales que mantuvieron una CC mala (.:: 2, en una escala del 1 al 5) ; CCR (n=7) ; hembras en CC regular (>2 hasta 3); y CCB (n=8); ovejas en CC buena (>3). El peso y la CC se evaluó quincenalmente. Durante el periodo de estudio se realizaron muestreos sanguíneos, dos veces por semana , para determinar la actividad ovulatoria mediante las concentraciones séricas de progesterona. Se realizó inspección ultrasonográfica cada tercer día para estudiar la población folicular durante el periodo anovu latorio (febrero a julio). El peso y la CC se evaluaron mediante un análisis de varianza (ANDEVA) para un modelo mixto de medidas repetidas ; la CC fue diferente (P<0.01) entre los grupos durante todo el periodo de estudio, mientras que el peso fue diferente (P<0 .01) entre los grupos a partir del mes de marzo hasta el final del trabajo . La duración del periodo anovulatorio se analizó con un ANDEVA para un diseño completamente al azar; el grupo CCM presentó un periodo anovulatorio mayor (P<0.05), que los grupos CCR y CCB (122 ± 19.5d; 72 ± 18.7d; y 62 ± 17.5d, respectivamente). Una oveja del grupo CCR y dos del grupo CCB 'tuvieron actividad ovulatoria continua. Los datos de población folicular (número de folículos totales, número de folículos de acuerdo a su diámetro [chicos, medianos, grandes] , diámetro folicular mayor) , se analizaron por periodos: preanestro; anestro temprano; anestro tardío y transición anestro-época reproductiva; se analizaron con un ANDEVA para un diseño completamente al azar, evaluando la CC dentro de cada una de las etapas. Sólo al inicio del anestro hubo efecto de la CC. El diámetro folicular fue significativamente mayor (P<0.05) en el grupo CCB (3.6 mm, promedio) , que en los grupos CCM y CCR (3 .0 Y 3.1 mm, promedio respectivamente). También en el grupo CCB se observó un menor número de folículos totales , que en su mayoria correspondieron a folículos grandes. Los resultados del estudio demuestran que independientemente de la CC que presente la oveja Pelibuey no se evita que haya un periodo anovulatorio, pero éste puede ser más corto en las ovejas que presentan una CCB, al permitir que el inicio del periodo anovulatorio se retrase . En cuanto a la población folicular la CC sólo la afecta el diámetro folicular al anestro temprano, siendo éste mayor en las ovejas con CCB. Palabras clave: Pelibuey, cond ición corporal , anestro, población folicular. VII --- ~----- --- --- - ABSTRAeT Gabriela Carrillo Pérez. EFFECT OF BODY CONDITION ON REPRODUCTIVE ACTIVITY OF THE PELlBUEY SHEEP IN THE TROPICS. (Asesores: Dr. Anton io Porras Almeraya, Dr. Carlos Gutiérrez Aguilar, Dr. Héctor Vera Ávila) . The objective of the study was to evaluate the effect of the body condition (BC) , during the anovulatory period (December to July) . The work was made in the Experimental Field Mocochá (Yucatan , Mexico, 21 0 LN). Twenty two Pelibuey ewes were assigned to one of three: BBC (n=7) animals maintained in bad BC (~ 2, in a scale from the 1 to the 5) , RBC (n=7) females in regulate BC (> 2 up to 3) , and GBC (n=8) ewes in good BC (> 3) . Live weight and the BC were evaluated every forthnight. During the period of study blood samples were taken twice weekly to determine the cyclic activity by serum progesterone. Transrectal ultrasonography was made every th ird day to study the follicular population during the anovulatory period (February to July). Live weight and the BC were evaluated by mixed model analysis of variance (ANOVA) for repeated measurement. The BC differ (P<0.01) between groups throughout the period study, whereas weight differ (P<0 .01) between groups as from March until the end of the work . The duration of the anovulatory period was analyzed with a ANOVA for a design completely random; group BBC displayed a greater anovulatory period (P<0.05) , than groups RBC and GBC (122.± 19.5d ; 72 .± 18.7d ; and 62 .± 17.5d , respectively) . A ewe of group RBC and two of group GBC had continuous ovulatory activity. Follicle population (number of total follicles , number of follicles according to its diameter, greater follicular diameter) were analyzed per periods: preanestrous; anestrous early; anestrous late; and transition anestrous-breeding season; by ANOVA, evaluating the BC within each one of the stages. Only at the early anestrous there was effect of the BC. The follicular diameter was significantly greater (P<0.05) in the group GBC (3,6 mm, average) , than in groups BBC and RBC (3,0 and 3,1 mm, average respectively). Also in group GBC a lesser number of total follicles was observed , majority corresponded to great follicles . The results of the study demonstrate that the BC do not suppress anovulatory period in the Pelibuey ewe. Nonetheless, anovulation can be shortenes in the ewes that display a GBC, when allowing that the beginning of the anovulatory period is delayed . Only the BC affect the follicular diameter at the anestrous early, being the this one greater one in the ewes with CCB. Key words: Pelibuey, body condition , anestrous, follicle population . VIII 1. INTRODUCCiÓN En general , las razas ovinas originarias de o que habitan en regiones con cl ima templado tienen una marcada actividad reproductiva estacional con una época reproductiva en los meses de otoño e invierno y una época de anestro en primavera y verano (Lindsay, 1991 ; Phillips, 1992). Los factores ambientales que regulan el inicio y término de la temporada reproductiva son directamente el fotoperiodo e indirectamente la temperatura y la precipitación pluvial , los cuales influyen en la disponibilidad del forraje , además de las interacciones sociales entre los machos y las hembras (Hafez, 1989, Bronson y Heideman, 1994). Las razas ovinas de pelo, originarias de regiones tropicales , presentan un anestro estacional corto (2 a 3 meses) (Valencia et al. , 1981 ; Ammar-Khodja y Brudieux, 1982; Igono et al., 1982; González et al. , 1991 ; González et al. , 1992; Porras, 1999). Al respecto, Heredia et a/. , (1991 a) estudiaron la actividad estral anual de la oveja Pelibuey en el trópico; encontraron una reducción significativa en la manifestación de celos durante el periodo de marzo a mayo, meses en que solamente el 15% de las ovejas manifestaron estro. Esta disminución de la actividad estral ha sido observada en otros estudios y es atribuida principalmente a factores nutricionales, ya que coincide con la época en que disminuye la calidad y disponibilidad del forraje en dicha región (González et al. 1991 ; Ramón, 1993; Cruz et a/. , 1994) . Heredia et al. , (1991 b) evaluaron la manifestación de celos en ovejas Pelibuey mantenidas en tres planos nutricionales (bajo, medio y alto) , para lo cual dividieron el periodo experimental en 20 ciclos de 17 días. Encontraron que las ovejas mantenidas en un plano nutricional medio o alto presentaron celos en el 82% de los ciclos que las que estuvieron en un plano nutricional bajo (77 .5%). También observaron una interacción entre la condición corporal (CC) y el plano nutricional de la oveja, encontrando que las ovejas que iniciaron el estudio en una CC de 4 (en una escala de 1 a 4, donde 1 = emaciado y 4= gordo) y que posteriormente estuvieron en un plano nutricional bajo, presentaron estros sólo el 54%, mientras que aquellas que tuvieron una CC similar a 4, pero que estuvieron en los planos nutricionales medio y alto , la presentación de estros fue -- -------- ---- mayor (75%) Lo anterior indica que el estado nutricional que guardan las ovejas Pelibuey en la época de menor actividad reproductiva puede determinar si las mismas presentan o no un periodo anovulatorio Con base en lo anterior, se realizó este estudio con el objeto de determinar el efecto de la condición corporal (como indicador del estado nutricional), durante el periodo anovulatorio de la oveja Pelibuey . 1.1. Hipótesis La condición corporal de la oveja Pelibuey afecta la presentación y duración del periodo anovulatorio así como a la población folicular presente durante el mismo. 1.2 Objetivo Evaluar el efecto de la condición corporal sobre la manifestación y duración del periodo anovulatorio y la población folicular alrededor del mismo en la oveja Pelibuey. 2 11. Revisión de literatura 2.1. Características reproductivas de la oveja. La actividad reproductiva de la oveja es regida por dos eventos cíclicos ; el primero de ellos es el ciclo estra l con un rango de duración de 16 a 19 días, cons iderando un promedio de 17 días, mientras el otro ritmo, que se impone al ciclo estral , es la actividad ovárica anual de la oveja , en donde los ciclos estrales se presentan durante el otoño e invierno (época reproductiva) y dejan de presentarse en primavera y verano (época de anestro) . Con este tipo de patrón reproductivo se asegura que las crías nacerán en una época favorable para su supervivencia (Goodman, 1994). 2.1.1. Época reproductiva El ciclo estral de la oveja , como en la mayoría de las especies domésticas, se divide en cuatro etapas, las cuales son: proestro, estro, metaestro y diestro, se diferencian entre sí por los distintos eventos endocrinos que son característicos de cada etapa (Galina, 1986). También el ciclo estral se puede clasificar de acuerdo a la actividad ovárica en: fase folicular, que comprende los periodos de proestro y el estro; y la fase lútea que abarca las etapas del metaestro y el diestro (Galina , 1986; Salamon et al. , 1990). El ciclo estral esta controlado por la interacción de cuatro órganos importantes: el hipotálamo, la hipófisis, los ovarios y el útero, comunicándose entre sí a través de señales hormonales las cuales de manera conjunta permiten que se presenten las etapas antes mencionadas. Las hormonas involucradas en este eje reproductivo son : la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) , la cual se produce en el hipotálamo; la hormona luteinizante (LH) y la hormona folículo-estimulante (FSH), producidas en la adenohipófisis; el estradiol , la inhibina y la progesterona, que se producen en el ovario y la prostaglandina F-2 alfa (pGF2a), la cual es sintetizada en el útero (Goodman, 1994). 3 El proestro se caracteriza por el crecimiento y la maduración final de los folículos , los niveles de progesterona se encuentran bajos debido a que el cuerpo lúteo fue destruido en un proceso de lúteolisis , por lo tanto los centros productores de la GnRH y los que controlan la liberación de la LH se liberan de la inhibición causada por la progesterona, incrementando la frecuencia en la secreción de la GnRH, aumentando así las concentraciones de la LH. Este incremento en la LH permite que el folículo llegue a su maduración final convirtiéndose en un folículo ovulatorio, el cual libera estradiol e inhibina las cuales provocan que los niveles de FSH disminuyan, evitando así el crecimiento y la maduración de otros folículos comenzando en este momento la etapa de estro (Goodman, 1994). Al incrementar las concentraciones periféricas de estradiol se produce una liberación muy marcada de LH conocida como pico u oleada preovulatoria . Este es el periodo en que la hembra acepta que el macho la monte. En general la duración del comportamiento estral dura de 24 a 48 horas y este periodo se caracteriza porque el macho se acerca a la hembra emitiendo ruidos guturales, golpeando sus flancos o el área ano-genital mientras que la hembra que está en celo se queda quieta, algunas veces volteando a ver al macho; todo este cortejo concluye con la monta y la cópula (Hulet et al. , 1962; Hafez, 2000) . El inicio de la oleada de LH se presenta muy cerca del momento en que inicia el comportamiento de estro. Este incremento ocurre rápidamente dentro de 4 a 8 horas alcanzando picos de 100 a 200 ng/ml los cuales también de manera rápida disminuye. La oleada dura aproximadamente 12 horas, lo cual es suficiente para permitir que a nivel folicular se estimule la producción de PGF2a lo que provoca que las fibras musculares lisas, presentes en la pared del folículo , comiencen a tener contracciones rítmicas así como una vasoconstricción , todo esto provoca que cierta área de la pared folicular se debilite permitiendo su ruptura y la salida del ovocito. La LH también es responsable de que antes de la ovulación las células de la granulosa empiecen a secretar progesterona. Todos estos eventos conducen a la ovulación , la cual ocurre aproximadamente 30 horas después de iniciado el estro (Goodman, 1994). 4 Después de la ovulación comienza a formarse el cuerpo lúteo (el) , el cual se considera como una glándula endocrina temporal , debido a que produce la hormona progesterona , con esto se da inicio a la etapa denominada como metaestro, la cual es de corta duración . Una vez que las concentraciones de progesterona comienzan a aumentar gradualmente a partir del día 3 del ciclo estral termina el metaestro e inicia la fase de diestro , esta etapa dura aproximadamente de 10 a 11 días, se distingue por un pleno funcionamiento del el , las concentraciones de progesterona alcanzan niveles por arriba de 1 ng/ml , hasta el día 14 del ciclo , momento en el cual comienzan a disminuir rápidamente hasta concentraciones nuevamente no detectables. Durante la fase lútea se presentan oleadas de crecimiento folicular encontrando folículos en diferentes estados de desarrollo, los cuales no llegan a ovular debido a que las concentraciones de la lH son muy bajas , por el efecto de retroalimentación negativa que provocan los niveles altos de progesterona (Souza et al. , 1997) . Aproximadamente después de 10 días de exposición a progesterona el útero, y específicamente el endometrio, comienza a producir prostaglandina F 2 alfa (PGF2a) y los niveles de esta hormona comienzan a detectarse en la arteria útero-ovárica (Thorburn et al. , 1973). la liberación de la PGF2a está controlada principalmente por tres hormonas: progesterona , estradiol y oxitocina . las altas concentraciones de progesterona son el estímulo primario que programan al útero para que incremente la producción de PGF2a, a los 10 días de exposición a progesterona esta comienza a regular sus propios receptores lo cual permite que el estradiol pueda actuar sobre el útero permitiendo que éste produzca receptores para oxitocina (OT) , esta hormona la produce el el en el día 10 del ciclo , pero sus efectos comienzan a darse tiempo después. la OT estimula al útero para que se incremente la secreción de PGF2 a, la cual a su vez estimula al el para que secrete más OT, todo esto termina cuando el el es destruido, debido a esto disminuyen las concentraciones de progesterona por debajo de 1 ng/ml marcando el fin del diestro y el comienzo del proestro (Goodman, 1994; Salamon et al. , 1990). 5 2.1.2 Época de anestro En la transición hacia el anestro una vez que se lleva a cabo la destrucción del último Cl de la estación reproductiva disminuye la frecuencia de secreción de la GnRH y de la lH, esto es debido a que el estradiol ejerce una retroalimentación negativa más fuerte hacia el centro generador de pulsos de la GnRH manteniendo la frecuencia de pulsos de la lH baja . Al disminuir la secreción de lH y de los estrógenos, no se presenta la oleada preovulatoria de la lH y no se da el comportamiento estral , lo que trae como consecuencia la anovulación y por lo tanto el anestro (Goodman, 1994). Durante este periodo el ovario no se mantiene estático, la actividad folicular se sigue dando debido a que la liberación de FSH no es inhibida y esto permite que se presenten oleadas de crecimiento folicular, por lo que sí se realizan inspecciones por medio del ultrasonido se podrán observar folículos en diferentes etapas de crecimiento e incluso se encuentran folículos de tamaño preovulatorio, los cuales debido a la baja frecuencia en la secreción de la lH no alcanzan la maduración final y por esto no llegan a ovular (Bartlewski et al., 1998; Souza et al., 1996) . Con lo anterior se puede concluir que los cambios en el estado reproductivo de la oveja están regulados por las variaciones en la secreción pulsátil de lH, principalmente, lo que provoca modificaciones en la actividad del eje hipotálamo-hipófisis-gónada . 2.2 Factores que regulan la estacionalidad reproductiva en la oveja Debido a que las ovejas deben de asegurar que sus crías nazcan en una época adecuada, tanto en clima como de alimento , desarrollaron una estrategia reproductiva que les permite sincronizar el momento de la época reproductiva con el ambiente en donde se desarrollan , para lo cual ellas deben de responder a los cambios en los factores tanto ambientales , sociales y nutricionales. (Galina, 1986; Hafez, 2000; Martin , 2003) 2.2.1 Factores ambientales De los factores ambientales que se proponen como moduladores de la estacionalidad reproductiva se mencionan el fotoperiodo, la temperatura, la precipitación pluvial y la humedad, estos dos últimos se relacionan más con la disponibilidad de alimento . El fotoperiodo (FP) es el factor ambiental más utilizado por las especies 6 animales como señal para ubicar las diferentes épocas del año ya que es confiable debido a que el ciclo luminoso varía de manera constante de un año a otro (Bronson y Heideman, 1994). En ovinos se observó que la actividad reproductiva coincide con los cambios en la duración de las horas luz, esto determinó que se clasificará a los ovinos como una especie estacional de "días cortos", ya que se observó que el cambio de días largos a cortos (otoño) , marcan el in icio de la época reproductiva , mientras que el cambio de días cortos a largos (primavera) , indican el termino de la estación reproductiva y el inicio del anestro (Legan y Karsch , 1980; Lindsay, 1991 ; Barrell et al. , 2000). Al exponer a ovejas a un FP artificial opuesto a lo que se esta presentando de manera natural o el uso de FP alternos (calendarios fijos de luz-oscuridad) , se observó que el patrón reproductivo de la oveja se alteraba provocando que la disminución en la cantidad de horas luz diera inicio a la actividad reproductiva y el incremento de horas luz causaba la inhibición en la reproducción, en ambos casos se demostró que el FP modificaba la estacionalidad reproductiva de la oveja (Levasseur y Thibault , 1980; Ortavant et al., 1988). Utilizando ovejas , se intentó demostrar que estas mantienen su actividad reproductiva al someterlas a un FP de días cortos constantes, mientras que las ovejas en un FP de días largos constantes no presentan actividad ovulatoria , debido a que esta es inhibida por el estímulo luminoso. Sin embargo en el primer grupo de ovejas no se evitó que las concentraciones de la LH disminuyeran y con ello iniciaron el anestro, mientras que las ovejas en FP largo iniciaron su actividad reproductiva sin importar el tipo de estímulo luminoso en el que se encontraban. Los datos indican que en la oveja existe el fenómeno de fotorrefractariedad, es decir, que después de un tiempo largo de exposición a un estímulo luminoso la oveja deja de responder a éste (Robinson y Karsch , 1985; Malpaux et al. , 1989). 7 O'Callaghan el al. , (1991 ), evaluaron la importancia de los FP artificiales en la actividad reproductiva de la oveja ; utilizando ovejas ovariectomizadas con implante de estradiol de las razas Galway, cruza de Suffolk y cruza de Border Leicester, fueron expuestas primero a un FP artificial de días largos y luego a un FP artificial de días cortos, comparando ambos grupos con un grupo testigo que se mantuvo en un FP natural. Se observó que la actividad reproductiva inicio de manera temprana comparada con el inició de las ovejas testigo, lo anterior indica que la actividad reproductiva puede adelantarse realizando manipulaciones en el FP. Con este estudio se demostró que el FP actúa cómo sincronizador de un ritmo endógeno que tiene la oveja y el cual es el que realmente regula la actividad reproductiva de la oveja . El FP solamente le indica a la oveja la época del año en la que se encuentra permitiendo que ella determine las condiciones de clima y de disponibilidad de alimento existentes (Bronson y Heideman, 1994). Se sabe que la retina tiene fotorreceptores que captan la luz y que convierten esta señal luminosa en una señal nerviosa, la cual a través del tracto monosináptico retino- hipotalámico llega al núcleo supraquiasmático y de aquí al núcleo paraventricular de donde la señal se dirige a la glándula pineal por medio del ganglio cervical superior. Ya en la pineal la señal nerviosa se transforma en una señal hormonal , la cual permite medir la duración del día, lo que involucra un ritmo endógeno circadiano (Karsch el al., 1984; Lincoln , 1992; Malpaux el al., 1996; Arendt, 1998). La hormona es la melatonina (MEL) (Thimonier et al., 1985), en la cual el FP influye de dos maneras: 1) el ritmo circadiano de la MEL se sincroniza por el ciclo luz-oscuridad, 2) la liberación de MEL es directamente inhibida por la luz; aparentemente esta hormona es la mediadora entre las acciones del FP sobre el eje reproductivo (Rollang et al., 1976; Bittman el al., 1983) . Kennaway et al. , (1982) realizaron un estudio en donde se utilizaron ovejas en anestro, las cuales por cuatro semanas se mantuvieron en un FP artificial de 16 h luz y 8h de oscuridad, después de este tiempo a un grupo de ovejas se les administró MEL en el alimento diariamente y las ovejas del otro grupo fueron el testigo. En las ovejas del grupo testigo los niveles de MEL disminuyeron después de exponerlas a la fase de luz, lo cual demostró que la secreción de MEL cambia dependiendo del periodo de luz a la que se expone la oveja 8 Para determinar el sitio de acción de la MEL.se colocaron micro-implantes de MEL en diferentes sitios del hipotálamo y de la hipófisis; no encontrando receptores para MEL en las áreas productoras de GnRH, pero si los hay en la pars tuberalis de la hipófisis (Malpaux et al." 1993). Así que aparentemente el efecto de la MEL sobre la GnRH era a través de la pars tuberalis ; para demostrarlo se colocaron implantes de MEL cerca y dentro de pars tuberalis, pero no se encontró ningún cambio en la secreción de la GnRH, por lo tanto se determinó que la acción de MEL sobre GnRH no es directa (Bittman y Weaver, 1990; Malpaux et al. , 1994) . Al encontrar que la distribución de las neuronas productoras de GnRH no coincide con los sitios de acción de la MEL, lo que indica que esta hormona actúa de manera indirecta y varios neurotransmisores son candidatos a ser mediadores entre los efectos de la MEL sobre la liberación de la GnRH (Malpaux et al., 1999). De los neurotransmisores más estudiados está la dopamina, la cual es una catecolamina que se origina a partir de la tirosina y la transformación es mediada por la enzima hidrolasa tirosina (HT), se ha encontrado que la concentración de dopamina y la actividad de la HT en la eminencia media es mucho mayor durante los días de FP largo que en los de FP corto (Viguié et al., 1998). Meyer y Goodman (1985), probaron un antagonista de la dopamina, el pimozide, durante el anestro y se observó un incremento en la secreción de la LH . Un efecto similar se encontró en ovejas ovariectomizadas tratadas con estradiol y expuestas a un FP de días largos, en las cuales al aplicar pimozide hubo un incremento en la secreción de la LH (LeCorre y Chemineau, 1993a). Para demostrar que la dopamina es realmente el mediador entre la MEL y las neuronas productoras de la GnRH se demostró primero si el FP y la MEL modulan la actividad de las neuronas dopaminérgicas en el hipotálamo; se estimuló a un grupo de ovejas con un FP de días cortos, en ellas se observó una disminución en la actividad dopaminérgica de la eminencia media así como una reducción en el contenido de dopamina y en la actividad de la HT (Viguié et al., 1996). Por su parte Viguié et al., (1997) observaron que en ovejas con implante de MEL en la eminencia media, hubo una disminución en la actividad de la HT estimulando la secreción de la LH. 9 Con estos experimentos se demostró que un FP de días cortos estimula la liberación de MEL la cual disminuye la actividad de la HT y como resultado se de una disminución en las concentraciones de dopamina. Esto demuestra que la reducción en la actividad de la HT de la eminencia media es un paso importante en el efecto estimulante de la MEL sobre la secreción de la GnRH, ya que al bloquear la HT en ovejas fotoinhibidas la secreción de la LH aumenta (Viguié et al., 1998). Otro de los neurotransmisores aparentemente involucrados en modular la secreción de la LH es la serotonina, lo cual se comprobó en ovejas ovariectomizadas y tratadas con estradiol al administrarles un antagonista de la serotonina, como lo es el ciproheptanide y el ketanserine , y mantenidas en FP artificiales que inhiben la secreción de la LH; se observó un incremento en el número de pulsos de la LH (LeCorre y Chemineau, 1993b). La serotonina inhibe la secreción pulsátil de la LH durante el anestro estacional , no durante la época reproductiva, y aparentemente la acción de la serotonina es a través de los receptores 5-HT2 y el FP es capaz de inducir cambios en la densidad de estos receptores en el hipotálamo ventro lateral posterior (Meyer y Goodman, 1985; LeCorre y Chemineau, 1993a). Los aminoácidos excitatorios también se mencionan que podrían modular la secreción de la LH , debido a que en experimentos en los que se aplicó N-metil-D-L-ácido aspártico (NMDA), el cual es un agonista de este tipo de aminoácidos, se estimuló la secreción de la GnRH y de la LH en la oveja, esto es más notorio cuando las ovejas se encuentran en periodo de foto-inhibición (Lincoln y Wu, 1991), y el efecto de NMDA se mantiene si hay una estimulación con la MEL en lugar de la exposición a días cortos (Viguié et al., 1995). Durante el anestro también se ha observado un aumento del aminoácido inhibitorio gamma amino butírico (GASA) , el cual estimula la amplitud de los pulsos de la LH y aparentemente están involucrados los receptores S (Scott y Clarke, 1993). Sin embargo los sitios de acción de estos aminoácidos aún no se han identificado en el cerebro de ovejas. 10 Los efectos indirectos de la MEL mediados por el FP al parecer no funcionarían si no hubiera cambios morfológicos en la compleja red neuronal, sobretodo en el área preóptica , donde las neuronas productoras de la GnRH tienen un número de dendritas mayor durante el anestro que en la estación reproductiva (Karsch el al., 1995). Las hormonas que se involucran en este fenómeno de neuroplasticidad son las hormonas tiroideas, sobretodo en el periodo de transición de la época reproductiva a la de anestro (Karsch el al., 1984). Nicholls et al., (1989) , al realizar la tiroidectomía en ovejas al final del anestro, observaron que la actividad reproductiva reiniciaba de manera normal, y cuando las ovejas intactas entraron en anestro las ovejas con tiroidectomía continuaron presentando ciclos estrales, manifestando este comportamiento por más de un año. Se determinó que las hormonas tiroideas no influyen en la transición hacia la época reproductiva , pero si se requieren para que se termine éste periodo y aparentemente actúan promoviendo cambios morfológicos en el sistema neurosecretor de la GnRH. Otra hormona que se considera tiene un papel importante sobre la estacionalidad reproductiva de la oveja son los estrógenos. Legan el al. , (1977) observaron que tanto en ovejas intactas como en ovariectomizadas tratadas con estradiol manifestaron cambios en las concentraciones de la LH, determinando que la acción de los estrógenos es diferente en la época de primavera y en la de otoño. Estos cambios coinciden con los cambios en la duración de la horas luz, con lo que determinaron que el FP controla la actividad reproductiva anual de la oveja modulando los efectos inhibitorios de los estrógenos en la secreción de la LH (Legan y Karsch, 1980). Sin embargo, las neuronas productoras de la GnRH no presentan receptores a estrógenos (Herbison el al., 1993), se ha propuesto que esta variación estacional en la inhibición de la frecuencia de pulsos de la GnRH por el estradiol es mediada por un grupo de neuronas dopaminérgicas que tienen las siguientes características: 1) inhiben la frecuencia de pulsos de la GnRH; 2) su actividad es estimulada por el estradiol ; 3) solamente son funcionales durante el anestro y no en la época reproductiva (Goodman , 1996). Los núcleos dopaminérgicos A14 y A15 tienen las características antes mencionadas y se ha observado que al dañar estas estructuras durante el anestro hay un incremento en la secreción de la LH (Thiéry el al., 1989; Havern el al. , 1994) . 1 1 Así que aparentemente la dopamina, a través de los núcleos dopaminérgicos A 14 Y A 15, que responden a la acción de los estrógenos, están modulando la retroalimentación negativa del estradiol y con ello regulan la actividad reproductiva de la oveja (Malpaux et al , 1999) . Aunque aún no se comprende en su totalidad cómo funciona esta compleja red neuronal aparentemente cada una de estas vías no trabaja independiente de las otras, relacionándose de tal manera, que ejercen un efecto sobre el eje hipotálamo-hipófisis- gónada controlando la actividad reproductiva. Pero esta red neuronal debe de estar informada a través de factores externos que le indiquen de alguna manera, lo que debe o no de realizar; se demostró que el primer indicador es el fotoperiodo el cual aparentemente no es el único, otros como los sociales o los nutricionales se mencionan, pueden estar involucrados modulando la actividad reproductiva anual en la oveja. 2.2.2. Factores sociales Además de los factores ambientales interactúan con ellos los factores sociales para regular la estacionalidad de la oveja , ya sea para iniciar o dar por terminada la actividad reproductiva . Dentro del factor social lo más estudiado es la bioestimulación, la cual permite que se manifieste el estro y afecta la ovulación a través de diferentes señales (Chenoweth , 1983), además, tiene un papel importante en la reproducción ya que puede adelantar la madurez sexual , inducir la ovulación , y reducir el anestro posparto en varías especies mamíferas (Burns y Spitzer, 1992). Dentro de la bioestimulación se encuentran los efectos macho y hembra; el "efecto macho", consiste en introducir machos a un grupo de hembras en anestro, para estimular el reinicio de la actividad reproductiva, con la característica de que las hembras previament~ estuvieron totalmente aisladas de los machos; el "efecto hembra" se basa en estimular el reinicio de la actividad reproductiva de ovejas en anestro introduciendo hembras en estro (Knight et al., 1978; Zarco et al., 1995) . El efecto macho es el más estudiado debido a que la respuesta de la hembra es más marcada y el estímulo del carnero es suficiente para inducir un incremento en la frecuencia de la secreción de pulsos de la LH, por lo tanto se produce la ovulación en ovejas en anestro o lactando e incluso en corderas al iniciar la pubertad (Martin et al., 1986; Restall , 1992). 12 Se menciona que varias señales están involucradas en este efecto, las más importantes y que se ha demostrado que intervienen son las señales olfatorias, visuales , auditivas y táctiles (Martin , 2003) . Sin embargo, se ha concluido que las señales odoríferas y auditivas son suficientes para estimular a las ovejas, sin ser necesario el contacto directo con los carneros; también se observó que la lana o extractos de lana del carnero inducen la ovulación en ovejas , lo que no sucedió con la orina y la grasa ante- orbital (Knight y Lynch, 1980; Walkden-Brown et al., 1999) . Con las señales antes mencionadas interactúan las feromonas, están se producen de manera espontánea en los carneros , principalmente durante el cortejo; se sabe que son una mezcla compleja de lípidos pesados , y aunque no se conoce con exactitud el sitio de su síntesis , se especula que podrían producirse en las glándulas sudoríparas y ser secretadas junto con el sudor (Knight y Lynch, 1980; Walkden-Brown et al., 1999). Aunque tampoco se conoce exactamente la vía que sigue esta señal hormonal, Martin et al. , (1986) hacen referencia a dos diferentes tipos de sistemas olfativos; el sistema olfativo principal : es aquel que recibe las señales sensoriales de los receptores localizados en el epitelio olfativo de la nariz y transmite la información a través de los bulbos olfativos principales; el otro sistema, es el sistema olfativo accesorio, el cual recibe la información de los receptores que se encuentran en una estructura especializada conocida como el órgano vomero nasal (OVN), éste se localiza en la cavidad nasal y transfiere la información a los bulbos olfativos accesorios. Aparentemente la vía endocrina asociada con la reproducción es la que involucra al bulbo olfativo principal , ya que este recibe y transmite información al resto del cerebro por estar inervado por células de numerosas reg iones telencefálicas, diencefálicas y metencefálicas (Lévy et al., 1999) Y la relación con la secreción de la GnRH radica en que las principales neuronas del bulbo olfativo inervan el área lateral hipotalámica, el área preóptica y el hipotálamo medio basal , estas dos últimas áreas son centros productores de la GnRH, además del área hipotalámica anterior (Domañski et al., 1980; Marchlewska- Koj , 1984). Pero hasta el momento no se ha comprobado totalmente la veracidad de esta vía neuroendocrina. 13 En cuanto a la intervención del OVN no es muy clara ya que al interrumpir su funcionamiento no se evita que las ovejas respondan al estímulo de las feromonas de los carneros (Cohen-Tannoudji et al. , 1989), aparentemente su papel está más relacionado con el comportamiento sexual ya que el OVN se menciona contiene receptores para feromonas de baja volatilidad en las secreciones urinarias y vaginales. los carneros exploran la reg ión ano-genital de la hembra para favorecer el transporte de éstas señales de la cavidad oral al epitel io sensorial de el OVN, esto implica al OVN como un quimiorreceptor especializado involucrado en I, ~ detección de estros y en la liberación, control y coordinación de la actividad sexual , ya que tiene conexiones con el hipotálamo y podría actuar como un mediador de los efectos de las feromonas que influyen en la función ovárica (Rekwot et al., 200 1). la vía de acción del efecto macho no se ha comprobado pero se ha propuesto que es a través de un mecanismo directo, ya que la respuesta endocrina se da dentro de los primeros 2 a 4 minutos de la introducción del macho, provocando un incremento en la frecuencia de pulsos de la lH, lo que conduce a un pico 10 a 20 minutos posteriores a esta elevación, este aumento se mantiene al menos por 12 horas, pero la amplitud de los pulsos comienzan a disminuir después de una o dos horas, probablemente como consecuencia de la falta de reservas en la hipófisis; en contraste a la lH, la FSH se mantiene sin cambios importantes (Martin et al., 1980). la primera oleada preovulatoria se presenta de las 6 -52 h después de la introducción del macho y la ovulación 23 a 24 h después de ésta oleada de lH (Oldham et al. " 1978; Martin et al., 1986) . Se ha determinado que la respuesta al efecto macho en la sincronización de estros no se observa desde el primer momento, debido a que la primera ovulación nunca va acompañada del comportamiento estral y además porque el Cl que se presenta en la ovulación siguiente es de vida media corta en algunos animales , por lo que el pico de la actividad estral se manifiesta entre el día 18 y 24 después de la introducción del carnero (Martin et al., 1986) . 14 Además de las feromonas la presencia de otros aspectos es necesario para que la respuesta al efecto macho sea la adecuada; en la hembra es importante saber si es o proviene de una raza que presenta anestro profundo o no (Oussaid et al., 1993), la edad, momento en que parió y en que destetó, ya que si lo hicieron de manera temprana la respuesta al efecto macho es mucho mejor (Mitchell et al., 1997; Pope et al. , 1989) . Mientras que en el macho es importante la raza, la edad y la experiencia sexual (Haynes y Haresing, 1987; mencionado por Rosa y Bryant, 2002). 2.2.3. Factores nutricionales Se sabe que la nutrición afecta muchos aspectos reproductivos como son edad a la pubertad en ambos sexos, fertilidad, tasa de ovulación , sobrevivencia embrionaria, intervalo parto-primer estro, crecimiento testicular y producción espermática (Rhind , 1992). En ovejas que pierden peso se observó que no hay un efecto negativo inmediato en la capacidad reproductiva, sin embargo, la pérdida acumulada causa un incremento en la infertilidad, debido a una disminución en la presentación de ciclos reproductivos y lo mismo sucede si se tiene una elevada ce (Gunn et al., 1983). También la alimentación que recibe la oveja durante el invierno y en la primavera influyen de manera importante en el porcentaje de ovejas que exhiben estro en el siguiente otoño; pero si antes de iniciar la actividad reproductiva se administra una alimentación de baja calidad, la reproducción se retrasa en aquellos animales muy jóvenes o muy viejos (Hafez, 1952). Lo anterior indica que las deficiencias nutricionales pueden afectar la capacidad reproductiva a corto, mediano y largo plazo. Los mecanismos por los cuales la nutrición regula la actividad reproductiva son muy complejos y aún no se comprenden totalmente, por lo que las vías que se describen, en su mayoría, son solamente especulaciones (Robinson, 1996). Entre los efectos de la nutrición en la reproducción están: 1) durante la gestación, modificando la tasa de eliminación de la progesterona (Parr, 1987) 2) sobre la secreción o eliminación de las gonadotropinas, afectando sobretodo la tasa de ovulación (Adams et al., 1992) 3) modificando el balance entre la secreción de FSH y la retroalimentación gonadal por el cambio en la respuesta a los efectos inhibitorios del estradiol y de la inhibina todos, afectando la estacionalidad reproductiva (Boukhliq et al., 1996) . 15 Las rutas en que la nutrición se involucra en la producción de la GnRH, aparentemente son señales del intestino al cerebro en donde se incluyen hormonas metabólicas como leptina e insulina, aunque también se mencionan a otras como grelina la neuromedina U y la amilina (Beck, 2000; Rushing et al., 2000). Por lo tanto se ha propuesto la existencia de una red neuronal, la cual, actúa como un "sensor metabólico", recibiendo la información del organismo en forma de señales hormonales y neuronales a través de diferentes neuropéptidos en donde las señales se integran y regulan al generador de pulsos de la GnRH (Blache, 2003) . 2.3. Efectos de la nutrición en la reproducción La reproducción en los animales como en el hombre es afectada por cambios en la nutrición; se ha observado que al presentarse un déficit nutricional, como en la lactación y en la gestación, trae como consecuencia una disminución en el número de óvulos. En machos las deficiencias nutricionales ocasionan una reducción en la producción espermática y en el tamaño testicular (Jolly et al., 1995; Boukhliq et al. , 1997). En ovinos se ha observado un retraso en el inicio de la pubertad, menor tasa de prolificidad y en general una disminución en la fertilidad del rebaño debido a una restricción nutricional (Wright et al., 1990; Schillo, 1992). Pero, en algunos estados fisiológicos, es de particular importancia el balance de energía, ya que se considera el más potente regulador de la actividad reproductiva, la cual es una función muy demandante, por ejemplo, en las hembras la ovulación puede ser bloqueada o activada por cambios en el balance de energía, las señales involucradas actúan principalmente a nivel del ovario y en menor grado en los sistemas neuroendocrinos que controlan la ovulación (Rhind, 1992, Martin et al. , 1994). La deficiencia de energía disminuye la secreción de gonadotropinas en ambos sexos de varias especies, y el restablecimiento de la alimentación a patrones normales, invierte esta deficiencia de gonadotropinas (Cameron, 1996). Así que los cambios en el balance de energía aparentemente pueden actuar en los tres niveles del eje reproductivo (hipotálamo-hipófisis-gónadas) , así como en los mecanismos reguladores de la retroalimentación. 16 Para informar el estado nutricional en el que se encuentra el individuo se menciona que algunas hormonas y metabolitos posiblemente envian señales que permite al organismo llevar a cabo o no procesos fisiológicos relacionados con la reproducción, aunque la forma en que se relacionan no se conoce completamente (Barash el al., 1996; Butler, 2000). Se sugiere la existencia de señales sanguíneas que reflejan el estado nutricional del animal y que pueden influir en la secreción de la LH (Steiner el al., 1983; Butler, 2000), probablemente los efectos inhibitorios de la baja nutrición involucran mecanismos del sistema nervioso central (SNC), los cuales controlan la secreción de la GnRH del hipotálamo (Ebling el al., 1990). Sin embargo se conoce poco de la via que se sigue para informar al SNC sobre el estado nutricional del animal y de cómo esta información es traducida a una señal neuroendocrina; se ha propuesto que las reservas corporales de grasa a través de señales hormonales como los ácidos grasos libres (AGL), insulina, glucosa, hormona del crecimiento (HC), factores de crecimiento parecidos a insulina (IGF"s) y leptina, podrian explicar cómo la secreción de la LH es regulada por el estado nutricional (Russel y Wright, 1983; Canfield y Butler, 1990; Randel, 1990; Hall et al., 1992; Nagatani et al., 2000; Roche et al., 2000), aunque aún no se determina si es una señal o una combinación de señales que interactúan para controlar la secreción de la LH. 2.3.1. Ácidos grasos En rumiantes, las concentraciones de ácidos grasos volátiles (acetato, propionato y butirato), en plasma aumentan cuando el régimen alimentario se aumenta, y estos son de particular interés ya que se producen en grandes cantidades por los procesos normales de la digestión del rumiante aportándole el 80% de la energia metabolizable. El propionato, es el precursor más importante de la glucosa en animales bien alimentados y aporta de un 40 a un 50% de la producción total (Álvarez, 1996). Existe evidencia de que en condiciones de restricción alimenticia moderada hay un aumento significativo en las concentraciones plasmáticas de ácidos grasos no esterificados (AGNE), aunque ya en una situación de desnutrición severa el determinar estas concentraciones es de poca utilidad (Russel, 1977), mientras que aquellos individuos que se encuentren bajo estados fisiológicos demandantes como la gestación tardía y la lactancia, la medición de los niveles de cuerpos cetónicos, como el acetoacetato y el B- - ---- -- - ~--- ara ar l t do tri i al l e cuentra l i i o enciona e l as onas etabolitos si l ente ví n ñales e r ite l i o le r o sos isioló i s a o os n r u ción , que l f a e l i n oce plet ente r sh t l., 96; utler, 0) . e gi re i t ncia ales guíneas e f j l t o tri i nal el i al e den fl ir l creci n l t i er t l. , 83; utler, 0) , l ente f ct s i it ri s j tri i n n l r n ecanis os el i e a rvi so ntral C) , al s ntr l n cr ci n n H el i t o bli g t l. , 90). i bargo oce co í e i e ra ar l C bre l t o tri i nal el i al o st nfor ación s ra ci a a ñal uroendocrina; uesto e r as r orales r sa r s ñales r onales o i s r os ib L), li a , l osa, r ona el i i nto C) , t r s i i nto r ci os li a F's) ti a, drí n xpli ar o cr ci n s l a r l t o tri i al sel right, 83; anfield utler, 90; andel, 90; all t l., 92; agatani t l., 0; oche t l., 0) , que n t r ina i s a ñal a binación ñales e n e t n ra ntrolar l cr ci n l . . .1. ci os r os n iantes, l centr ci nes i s os látil s etato, r i nato tir to) , l a entan do l i en l entario enta , t s n rti ular r s e cen des ti es or sos r ales i sti n el iante ort ndole l ergía etabolizable. l r pi nato, l r cursor ás ortante l sa i ales i lim t os orta r u ción t l l rez, 96). xiste i ncia e dici es tri i n l enticia oderada y ento i ifi ti centr ci nes l áticas i s r os t ri ic s NE) , que a i i n snutrici n vera l t r inar t s centraci nes ca tilid u sel, 7), ientras e uellos in i i s e cuentren jo t os isioló i s andantes o l staci n í l t ncia, l edición i l s r os t nicos, o l t acetato l 13- 17 hidroxibutirato, son indicadores confiables del estado nutricional del animal (Russel y Wright, 1983). En vacas lactantes se han observado cambios en las concentraciones de AGNE, p-hidroxibutirato y cetonas en el plasma debido a variaciones en la nutrición (Holtenius et al., 2003). Lo anterior indica que una mala nutrición lleva a un balance energético negativo que se acompaña por un aumento en los AGNE y en los cuerpos cetónicos . López-Barbella el al., (1990) encontraron una alta correlación entre los cambios de peso de ovejas lactantes y los niveles plasmáticos de ácidos grasos libres, estos cambios se relacionaron con los niveles de energía y de proteína en la dieta durante la actividad reproductiva posparto y con una relativa distribución de nutrientes durante el periodo parto-primer estro. Para comprobar si los ácidos grasos están involucrados en el control de la secreción de LH, en carneros se adicionaron ácidos grasos exógenos a la dieta de mantenimiento, el tratamiento aumentó la secreción pulsátil de la LH, pero la respuesta fue menor que con la suplementación de granos (Boukhliq y Martín, 1997), esto sugiere que los ácidos grasos son parte de una señal que afecta la secreción de gonadotropinas. Boukhliq et al., (1997) evaluaron el efecto de la glucosa, ácidos grasos y proteína sobre el crecimiento testicular y la secreción de gonadotropinas en ovinos; encontrando que la adición de ácidos grasos en la dieta causó un incremento en la frecuencia de pulsos de la LH; también se observó que la glucosa junto con la caseína tuvieron un mayor efecto sobre el crecimiento testicular. Los estudios indican que los ácidos grasos por si solos no afectan la actividad reproductiva. Aparentemente estos interactúan con otra(s) señal(es) para modificar la secreción pulsátil de la LH . 2.3.2. Glucosa La glucosa es un metabolito muy estudiado y se postula como el enlace entre la nutrición y la reproducción (Schillo, 1992). En la oveja se ha observado que la hipoglucemia inducida por la insulina inhibe la secreción de la LH y que la administración de glucosa invierte este efecto , restableciendo la oleada preovulatoria de la LH; en machos castrados con crecimiento restringido se ha observado que la administración de glucosa estimula la secreción de la LH (Clarke et al., 1990; Funston et al., 1995; Medina et 18 ------------------------------------------- - - al., 1998) Sin embargo en experimentos de carneros alimentados con una dieta baja en energía , las infusiones intra-abomasales o intravenosas de glucosa no estimulan la secreción de la LH (Miller et al., 1995; Boukhliq et al., 1996; Boukhliq y Martin, 1997), esto sugiere que la glucosa no actúa de manera independiente como una señal nutricional. La glucosa podría estar involucrada en la interacción de otros factores metabólicos, como se ha demostrado en roedores con transportadores de glucosa localizados en el cerebro , el más importante es el transportador GLUT-4, un transportador que responde a insulina y el cual puede ser regulado en los tejidos periféricos y es afectado por el nivel nutrimental en el músculo esquelético y en el tejido adiposo de los roedores (Leloup et al. , 1996). Lo anterior indica una posible interacción insulina-glucosa la cual podría regular la secreción de la GnRH, si es que el receptor GLUT-4 está presente en la neuronas productoras de la GnRH o en aquellas que controlan su secreción y en donde la insulina podría activar la secreción de la GnRH al estimular el consumo de glucosa por las neuronas; pero primero hay que lograr identificar y localizar este transportador en rumiantes (Abe et al. , 1997) . 2.3.3 Insulina La insulina es un metabolito que se afecta por el balance de energía y al parecer se relaciona con el control de la reproducción en rumiantes. En carneros alimentados con un nivel nutricional alto, se observaron altas concentraciones de insulina tanto en el plasma como en el líquido cerebroespinal (Boukhliq et al., 1996), mientras que en aquellos alimentados con una dieta baja , la infusión de una dosis baja de insulina en el tercer ventrículo , causó un incremento en la frecuencia de secreción de la LH a valores similares a los que se encuentran en carneros bien alimentados (Miller et al., 1995). Esto involucra a la insulina como un modulador metabólico de la secreción de GnRH. Pero al parecer, la simple ruta por la cual la insulina pancreática pasa al líquido cerebroespinal , no es la misma que siguen las señales nutricionales para estimular las neuronas de GnRH. Una alternativa es que la sensibilidad del tejido neural a la insulina varía con cambios en la dieta , de manera que la concentración de insulina no necesariamente fluctuaría y la respuesta podría involucrar cambios en la expresión de los receptores de insulina o en los mecanismos de señalización intracelular (Blache, 2003) . 19 Así que la insulina no actúa por si sola , aparentemente otros sistemas hormonales intervienen para facilitar o inhibir su acción en las neuronas productoras de la GnRH. 2.3.4. Hormona del crecimiento La presencia de receptores para la hormona del crecimiento (HC) en hipotálamo, hipófisis y en folículos ováricos, indica que la HC probablemente actúa como señal del estado nutricional del animal e interviene en la secreción de gonadotropinas (Kirby et al., 1996; Lucy et al., 1999). En el hígado existe una gran cantidad de receptores de la HC, que al ser estimulados por esta hormona inducen un incremento en la síntesis y secreción del factor de crecimiento tipo insulina 1 (IGF-1), el cual es un mediador importante de los efectos de la HC, aunque también puede actuar directamente en aquellos tejidos reproductivos que tienen receptores para HC, incluyendo oviducto, endometrio y placenta; incrementando la esteroidogénesis así como el crecimiento y el desarrollo de los folículos antrales y del cuerpo lúteo (Kirby et al. , 1997; Lucy et al., 1998). Las concentraciones séricas de la HC están inversamente correlacionadas con las del IGF-1 , ya que éste factor es un regulador primario en la secreción de la HC a través de un mecanismo de retroalimentación negativa; las concentraciones plasmáticas del IGF- 1 se han observado que están correlacionadas negativamente con la duración del anestro pos parto y se correlaciona positivamente con la condición corporal y el consumo de alimento (McGuire et al., 1992; Beam y Butler, 1999). 2.3.5. Factor de Crecimiento tipo Insulina -1 El IGF-1 es un polipéptido que se produce en respuesta a la hormona del crecimiento, también existe el IGF-2, pero éste sólo se encuentra en grandes cantidades en la vida fetal y neonatal y es más independiente de la HC (Moses et al., 1980). Existen al menos 7 proteínas de enlace de los IGF's (IGFBP's) que modulan su actividad biológica y aunque su función exacta no se conoce , en general tienen un efecto inhibitorio o de retraso en la actividad de los IGF's, además, sirven como transportadoras y permiten un aumento en la vida media de los IGF's en circulación y en los tejidos (Oh et al., 1996; Winger et al. , 1997; McCusker, 1998). 20 Lucy el al. , (1999) encontraron una acción sinérgica entre IGF-1 y las gonadotropinas (FSH y LH) en la actividad ovárica; el IGF-1 al actuar junto con FSH incrementan la división y diferenciación de las células de la granulosa, además el IGF-1 estimula la producción de andrógenos teca les e incrementa el número de receptores para la LH en células de la granulosa (Adashi et al. , 1985; Carson et al., 1989). También estimulan la actividad de la enzima aromatasa y con ello se incrementa la síntesis de estrógenos y progesterona (Adashi el al., 1985; Spicer y Echternkamp, 1995). Durante la maduración final del folículo dominante las concentraciones intrafoliculares de IGFBP-5 disminuyen drásticamente, tanto por la reducción en su síntesis como por el aumento de su degradación, esto resulta en una mayor biodisponibilidad de IGF-1, que amplifica las acciones de las gonadotropinas en las células foliculares (Kirby el al. , 1997). La atresia de un folículo dominante se relaciona con un incremento de estas IGFBP's, ya que estas bloquean la acción del IGF-1 (Monget y Monniaux, 1995). La HC y el IGF-1 actúan de manera sinérgica entre ellas y con las gonadotropinas ejerciendo sus efectos sobretodo a nivel de desarrollo folicular. 2.3.6. Leptina Desde la teoría "lipostática", la cual postula que los animales requieren de cierta cantidad de tejido adiposo para el inicio y mantenimiento de la actividad reproductiva (Kennedy, 1953) y siendo el tejido adiposo el principal sitio de almacén de energía, se inició entonces la búsqueda de una señal que indique a los centros cerebrales las condiciones de reservas energéticas en que se encuentra un individuo. Fue hasta 1994 que se siguió una línea de investigación, debido al descubrimiento de una proteína de 167 aminoácidos producida por los adipositos, denominada leptina y de sus receptores. Se propone que esta hormona actúa a largo plazo como un indicador de las reservas corporales que tiene un individuo y puede relacionarse con la fisiología reproductiva. En los primeros estudios que se realizaron se demostró que las inyecciones de leptina aumentaron la secreción de gonadotropinas y la actividad ovárica y testicular en ratones deficientes de leptina y obesos (Barash el al., 1996; Mounzih el al., 1997). En ratas normales, ratones y monos machos, durante el ayuno se inhibió la secreción de la LH y esta se restableció al dar el tratamiento de leptina (Carro el al. , 1997; Finn el al., 1998; Nagatani et al. , 1998) . 21 En ovinos y bovinos el gen de la leptina y de su receptor fueron identificados y, como en otras especies, los receptores se localizan en el plexo coroideo y en el hipotálamo de ambos sexos; la expresión de ARNm del receptor en tejidos hipotalámicos y en la pituitaria de ovejas ovariectomizadas fue mayor en las subalimentadas que en las bien alimentadas (Dyer et al., 1997; Williams et al. , 1999). En ovejas ovariectomizadas maduras las concentraciones de leptina varían con el consumo y están correlacionadas con la grasa corporal (Blache et al. , 2000; Chilliard et al., 2001). En ovinos con un ayuno de 72 horas las concentraciones circulantes de leptina disminuyeron en un 30%; los bajos niveles de leptina se asociaron con la disminución en la frecuencia de pulsos de la LH (Nagatani et al. , 2000). La expresión de la leptina esta influida por el estado de los almacenes corporales de grasa y es el tamaño del adiposito un factor determinante en la síntesis de leptina, ya que los adipositos más grandes contienen más leptina que los pequeños, en el mismo individuo (Delavaud et al. , 2002) . Se propone a la leptina como un indicador de los almacenes de energía reflejando indirectamente el balance energético en el que se encuentra el animal , además aparentemente es modulador de la actividad reproductiva. El mecanismo por el cual la leptina ejerce sus efectos no es claro, ya que se han encontrado receptores para esta hormona en el hipotálamo, en hipófisis, gónadas y en el tejido adiposo, por lo que sus efectos pueden ser directos o indirectos (Dyer et al., 1997; Spicer y Francisco, 1997). La localización de los receptores de leptina sugiere que esta hormona tiene un papel importante en la neuroendocrinología de la reproducción ya que se ha demostrado que la leptina es capaz de inducir un incremento en la liberación de la LH, FSH y prolactina (Yu et al. , 1997) . Aunque no se conoce exactamente como la leptina ejerce su acción en la liberación de la GnRH, se ha propuesto que es de manera indirecta a través del neuropéptido Y (NPY) . El NPY es un potente estimulador del apetito y su liberación aumenta durante la privación del alimento , además se ha demostrado que la leptina inhibe la expresión del NPY y disminuye los niveles de este péptido en el núcleo arcuato. En ovejas ovariectomizadas con y sin estrógenos se observó una supresión de la secreción tónica de la LH, pero no hubo efecto en la secreción de la LH estimulada por la GnRH, y en la ovejas con restricción alimenticia aumentaron las concentraciones de NPY en el . 22 ventrículo lateral , esto demuestra que hay una posible relación entre la nutrición y la reproducción en ovejas, en la cual las acciones en la liberación de la GnRH están mediadas por el NPY (McShane et al., 1992, 1993). Barker-Gibb et al., (1995) demostraron que en ovejas la inhibición de la secreción basal de la LH por el NPY no es sobre los cuerpos celulares productores de GnRH, aparentemente es en las terminales de GnRH de la eminencia media, ya que aquí llegan aproximadamente el 50% de las terminales de GnRH situadas en el área preóptica . Otros neuropéptidos aparentemente involucrados en los efectos de la leptina son las orexinas, debido a que las terminales de estos péptidos están cercanas a las neuronas que contienen NPY y receptores de leptina (Horvath et al., 1999), además la distribución de las fibras de orexina se encuentran en el área septo-preóptica, núcleo arcuato y en la eminencia media, similar a la distribución de los cuerpos celulares que producen GnRH (Peyron et al. , 1998). La infusión intracerebroventricular de orexina A ó B estimuló la secreción de la LH en ratas ovariectomizadas y pretratadas con estrógenos, pero inhibe a la LH en aquellas que no recibieron estrógenos, lo anterior sugiere una interacción entre los esteroides sexuales y las orexinas en el control de la secreción tónica de la LH (Pu et al. , 1998; Tamura et al. , 1999). Sin embargo el mecanismo de acción de las orexinas en ovino aún no es claro ya que se no se ha observado que estimulen el consumo de alimento en carneros y en vez de estimular, inhibe la secreción pulsátil de la LH (Blache, 2003). Al parecer la leptina sigue varias vías para llegar hasta los centros reguladores de la reproducción por lo que aún falta mucho para comprender como afecta en la estacionalidad reproductiva de la oveja. 23 2.4. Características reproductivas de la oveja Pelibuey 2.4.1 Estacionalidad En los primeros estudios sobre la actividad reproductiva de la oveja Pelibuey se consideró que esta raza no era estacional , ya que se podía detectar manifestación de estro durante todo el año (Castillo et al, 1972; Valencia et al., 1975). Pero Valencia et al., (1981) al evaluar la manifestación de estros de ovejas Pelibuey maduras, mantenidas en una condición corporal buena, en el estado de Yucatán a una latitud de 28°N , encontraron que esta raza, presenta una disminución de su actividad reproductiva entre enero y abril. Sin embargo Rojas et al., (1986) mantuvieron a ovejas Pelibuey en tres condiciones corporales (mala, regular y buena) , durante el periodo que corresponde al inicio del anestro en ovejas de lana (marzo-abril), realizando la detección de calores durante 35 días. Observaron que la oveja Pelibuey no dejo de manifestar estro, por lo que los autores concluyen que la oveja Pelibuey no presenta una actividad reproductiva estacional. Pero Heredia et al., (1991 by c) observaron una disminución en la presentación de calores a partir de finales del mes de enero, reportando sólo un 15% de manifestación estral; esta disminución de calores se presentó a finales del mes de mayo, con una recuperación gradual, hasta alcanzar un punto máximo de 90%. González et al., (1991) González et al,. (1992) , Ramón (1993) , considera este periodo de menor actividad reproductiva como un anestro de corta duración (3 a 4 meses) y poco profundo, es decir, en esta raza es posible estimularlas para que reinicien su actividad reproductiva o continúen ciclando. Por lo tanto se concluye que la oveja Pelibuey es una raza estacional, con un periodo de anestro que se presenta entre los meses de febrero a mayo, esta época de anestro se considera de corta duración y poco profundo, a diferencia de las ovejas de clima templado que se presenta un anestro de 5 a 6 meses y las ovejas son muy difíciles de estimular para que salgan de ese periodo. 24 2.4.2. Factores que afectan la estacionalidad En ovejas Pelibuey, aparentemente como en razas de ovejas de clima templado, los factores que afectan la actividad reproductiva son los factores físicos (fotoperiodo, temperatura y precipitación pluvial) , factores sociales (efecto macho y hembra), así como factores nutricionales (Valencia et al. , 1975; Cárdenas et al. , 1987; Cruz et al. , 1994; Cortés, 1993). En las ovejas de lana, es el fotoperiodo el principal modulador de su actividad reproductiva, pero en las ovejas Pelibuey el foto periodo se considera que no es el principal regulador de la estacionalidad, en ellas aparentemente su actividad reproductiva la regula principalmente la nutrición. Castillo et al., (1977) al suplementar con alimentos concentrados a un grupo de corderas Pelibuey, lograron mayores pesos y la pubertad se alcanzó a una edad temprana , en contraste a aquellas que sólo estuvieron en pastoreo, esto coincide con trabajos realizados en el Centro de Investigación Enseñanza y Extensión en Ganadería Tropical (CIEEGT, 1982), donde se encontró que las corderas que ganaron más peso iniciaron su pubertad a una edad temprana (210 días) en contraste a las que no ganaron peso (273 días). La pubertad también puede ser afectada por la época de nacimiento de la cordera; se observó que las ovejas que se suplementaron y nacieron a finales de invierno y principio de primavera alcanzan la pubertad a los siete meses, mientras que las corderas que nacen durante el verano o en el otoño alcanzan la pubertad entre los nueve y once meses (Cruz et al., 1982; Rodríguez, 1991; Balcazar, 1992; Martínez, 1999). Cruz et al. " (1983) , mencionan que las diferencias en el inicio de la pubertad de corderas, se deben a la disponibilidad del forraje tanto en cantidad como en calidad , ya que aquellas que nacen durante una época de seca, se afecta el desarrollo corporal y la actividad reproductiva de los animales. Otros aspectos de la actividad reproductiva de la oveja Pelibuey afectados por la nutrición son la fertilidad y la prolificidad; al respecto Valencia y González (1983), mencionan que la fertilidad de las ovejas Pelibuey es mayor en la época que hay abundante alimento, y si además durante esta ~poca se aplica un flushing, las hembras aumentan el número de partos múltiples , debido a que se aumentó la tasa de ovulación . 25 González el al. , (1992) reportan que en ovejas Pelibuey durante los meses de marzo y abril , registraron los más bajos porcentajes de estros y abril es el mes en el que se reportan menos cuerpos lúteos así como una disminución de la fertilidad debido a que hubo un menor número de ovulaciones múltiples y un mayor porcentaje de óvulos sin fertilizar, mencionando que la posible causa de esto es por la baja disponibilidad y calidad de los forrajes que se presenta entre febrero y mayo, lo que causó una pérdida de peso y deterioro de las condiciones corporales en las ovejas Cruz et al., (1994) . Galina et al. , (1996) al estudiar el comportamiento reproductivo de la oveja Pelibuey y Blackbelly en el trópico mexicano encontraron que las lluvias estuvieron correlacionadas con la fertilidad y la manifestación de estro e indican que la disponibilidad del forraje es el principal factor que regula la actividad reproductiva de la oveja Pelibuey y Blackbelly. 2.4.3. Ciclo estral La endocrinología del ciclo estral en la oveja Pelibuey ha sido poco estudiada, pero González et al., (1991), señalan que el pico preovulatorio de la LH se produce antes del inicio del celo, los niveles de LH se incrementa hasta 500 veces su valor basal. También se ha encontrado que las concentraciones de la LH en las ovejas Pelibuey varían en las diferentes épocas del año, encontrando que en la primavera las concentraciones de esta hormona son más bajas, esto coincide con la época en que la manifestación de estros es menor. Las concentraciones de progesterona incrementan al iniciar la fase lútea alcanzando su pico aproximadamente del día 7 a 9 y disminuyendo sus niveles al día 11 a 12 del ciclo (González, 1997). Pero a pesar de estas diferencias se ha determinado que el ciclo estral de la oveja Pelibuey tiene características similares a las ovejas de lana; presentan un ciclo estral de 16 a 18 días con un promedio de 17 días; la duración del estro es de 24 a 48 horas con un promedio de 36 horas (González, 1997; Cruz et al. , 1982; Segura et al., 1991 ; Ramón, 1993). La oveja Pelibuey alcanza su pubertad entre los 8 y 12 meses de edad con un 40 a 60% de su peso adulto, una fertilidad alta en la época de lluvias (94.3%) y con una prolificidad que varía de 113 a 114 (Devendrá y McLeroy, 1986; González et al., 1991 ; González-Stagnaro, 1991 ; Ramón, 1993; Martínez,1999) . 26 111. MATERIAL y MÉTODOS 3.1 Localización El trabajo se realizó en el Campo Experimental Mocochá del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) de la SAGARPA, localizado al noroeste de la Península de Yucatán (21° 06' latitud norte y 89° 27' longitud oeste), en condiciones de clima tropical subhúmedo Aw (o) con lluvias en verano, una precipitación pluvial anual de 900 mm y una temperatura promedio de 26.4°C (Duch, 1991). 3.2 Animales Durante el periodo de estudio, que correspondió del mes de diciembre de 2001 a julio de 2002, se utilizaron 22 ovejas de la raza Pelibuey, no gestantes ni lactantes y clínicamente sanas, con edades entre los 3 y 7 años. Las ovejas se asignaron a uno de los siguientes grupos: grupo de condición cor¡:,oral mala (CCM) compuesto por ovejas (n=7) cuya condición corporal fue.:: 2 en una escala de CC del 1 al 5 de acuerdo a la técnica descrita por Thompson y Meyer (1994, apéndice 1). El grupo de condición corporal regular (CCR) integrado por ovejas (n=7) con una condición corporal > a 2 y hasta 3; finalmente el grupo de condición corporal buena (CCB) constituido por ovejas (n=8) con una condición corporal> a 3. Antes de iniciar el estudio (noviembre), la cantidad de pasto y alimento se ajustó para conseguir que los animales alcanzaran la CC deseada (buena, media o mala). Posteriormente se les proporcionó una dieta de mantenimiento, para que la condición corporal y el peso de cada grupo se mantuvieran. Los animales permanecieron estabulados, en corrales separados, para mantener un mejor control del consumo de alimento. La dieta fue a base de pasto Taiwán y un alimento concentrado; el cual estuvo compuesto de subproductos de maíz, harina de carne, rastrojo , melaza, sal común y sales minerales, conteniendo un 14% de proteína cruda , 2.40 Mcal de energía metabólica, 1.2% de calcio y 0.5% de fósforo . También , previo al inicio del estudio, se realizó la detección de calores dos veces al día (7:00 a.m. y 6:00 p.m.), con dos hembras androgenizadas y un macho celador con el pene quirúrgicamente desviado, manteniéndolos aproximadamente media hora en cada corral , separando y registrando la identificación de la oveja que manifestara signos de estro. 27 Durante el período de estudio, se evaluó la condición corporal y la actividad ovárica de los animales de la siguiente manera: Condición comora/.- Cada 15 días se determinó la CC de las ovejas de dos maneras: pesaje de los animales por la mañana , previo ayuno de 12 horas, y la evaluación de la CC de cada oveja . Para evaluar los cambios en peso y la condición corporal durante el estudio, se realizó un análisis de varianza (ANDEVA) para un modelo de medidas repetidas utilizando el paquete estadístico para computadora SAS; considerando como fuente de variación día, oveja dentro de grupo y el grupo. Actividad ovárica .- El efecto de la CC en la at:tividad ovárica se evaluó a través de la actividad ovulatoria y las características de la población folicular. La actividad ovulatoria se infirió midiendo las concentraciones séricas de progesterona. Para ello se tomaron muestras de sangre dos veces por semana en días preestablecidos. Las muestras sanguíneas se obtuvieron por punción de la vena yugular en tubos vacutainer. Una vez obtenidas se centrifugaron a 1500g durante 20 minutos, los sueros colectados se mantuvieron a -200 C hasta su análisis. Las concentraciones séricas de progesterona se determinaron por un radioinmunoanálisis (RIA) en fase sólida utilizando un paquete comercial de RIA (Coat- A- Count ®). La sensibilidad del ensayo fue de 0.1 ng/ml , con un coeficiente de variación (CV) intra ensayo de 5.61 % y un CV inter ensayo de 3.37%. Las concentraciones séricas de progesterona permitieron estimar la duración del anestro; se considero que la actividad ovulatoria cesó cuando las concentraciones séricas de progesterona se mantuvieron por debajo de 1 ng/ml , durante un periodo equivalente a dos o más ciclos estrales ó 10 muestreos sanguíneos consecutivos (Cerna et al., 2000) . Los datos obtenidos fueron transformados a raíz cuadrada para establecer normalidad en los mismos; una vez que los datos se transformaron se realizó un ANDEVA para un diseño completamente al azar con el paquete estadístico para computadora SAS. La población folicular se monitoreó por inspección ultrasonográfica cada tercer día comenzando en el mes de febrero , inicio de la época de transición hacia el anestro, y terminando cuando el 90% o más de las ovejas reiniciaron su actividad ovárica Uulio 2002). Se utilizó un equipo de ultrasonido marca Aloka modelo SSD 500 con un 28 transductor de 7.5 mhz que se introdujo por el recto del animal , una vez localizados los ovarios se realizó un barrido de estos, registrando la ubicación de aquellos folículos con un diámetro igualo mayor a 2 mm, (Ravindra et al., 1994; Bartlewski et al., 1998). Los datos permitieron evaluar las siguientes características foliculares; número de folículos totales, número de folículos de acuerdo a su diámetro (folículos chicos: diámetro igual a 2 mm, folículos medianos: diámetro de 3 mm y folículos grandes: diámetro mayor a 3 mm), así como registrar el diámetro del folículo mayor. Los datos obtenidos de la población folicular se analizaron en cuatro periodos: pre- anestro: corresponde a la fase folicular previa a la última fase lútea de la estación reproductiva ; anestro temprano: fase folicular posterior a la última fase lútea de la estación reproductiva ; anestro tardío: poblaciones foliculares después de aproximadamente 17 días en anestro (correspondiente a un ciclo estral) ; transición anestro - época reproductiva: fase folicular previa a primera fase lútea de la estación reproductiva siguiente. Estos datos fueron analizados con un diseño tipo parcelas divididas, "split plol" , para evaluar el efecto de la ce a través de los diferentes periodos de evaluación , así como su interacción. Adicionalmente, se analizó con ANDEVA para un diseño completamente al azar y se evaluó por separado el efecto de la ce dentro de cada uno de los periodos de evaluación. 29 IV. Resultados 4.1 Peso y condición corporal Durante el estudio se logró mantener a las ovejas de cada grupo en la condición corporal predeterminada (figura 1). Se analizó la variación del peso promedio quincenal de cada grupo y se observó que desde diciembre y hasta la primera quincena de febrero los grupos CCR y CCS fueron similares entre sí , presentando pesos mayores en comparación con el grupo CCM. A partir de la primera quincena de marzo se observó que el peso promedio de los tres grupos fue estadísticamente diferente, y así se mantuvo hasta el termino del estudio en julio (figura 2) . 4.2 Actividad ovulatoria En el presente estudio se observó que, independientemente de la CC en la que se encontraron las ovejas el 85.7% (18/21) de ellas presentaron un periodo anovulatorio, al separar ese porcentaje de acuerdo a la CC se encontró que en el grupo CCM el 100% de ovejas estuvieron en anestro, mientras que en los grupos CCR y CCS el porcentaje de ovejas que presentaron anestro fueron menores (85.7% y 75%, respectivamente) . Es decir que 14.2% de las ovejas (3/21), dos del grupo CCS y una del grupo CCR, presentaron actividad ovulatoria cíclica durante todo el periodo de estudio. El inicio del periodo de anestro fue muy variable, este ocurrió entre los meses de diciembre y mayo. En general las ovejas del grupo CCM lo iniciaron más tempranamente (31 de diciembre) que aquellas que se encontraban en los grupos CCR (4 de marzo) y CCS (15 de febrero). En contraste, el reinicio de la actividad ovulatoria fue muy homogéneo en los tres grupos, el 94.4% de las ovejas (17/18) reiniciaron su actividad entre los meses de junio y julio. En cuanto a la duración del periodo anovulatorio la duración promedio fue de 96.3 ± 40.3 días o 3.1 meses. La duración del anestro fue afectada por la CC de las ovejas. Aquellas que estuvieron en el grupo CCS presentaron una duración del anestro de 62 ± 17.5 d (promedio ± error estándar), y el grupo CCR 72 ± 18.7 d, los cuales fueron significativamente más cortos (P<0.05), que el del grupo CCM (122 ± 19.5 d) (Cuadro 1). 30 La duración del anestro no varió significativamente (P= 0.6891) entre los grupos CCR y CCB. Aunque se observó que la duración del anestro varió considerablemente entre individuos, en un rango que va de los 169 d (39 a 208 d) ; aunque los rangos fueron menores en los grupos CCR y CCB (80 y 91d, respectivamente) , que en el grupo CCM (134 d) . La oveja 00-18, perteneciente al grupo CCM , tuvo valores de progesterona sérica por debajo de 1 ng/ml a lo largo del estudio, razón por la cual no se incluyó en el análisis estadístico que permitió detectar diferencias en la duración del anestro, solamente se incluyó las ovejas que al iniciar el estudio presentaron actividad ovulatoria. 4.3 Población folicular Al analizar los efectos de la CC y del periodo de evaluación reproductiva sólo se detectaron diferencias estadísticas en las características de la población folicular (número de folículos totales, número de folículos de acuerdo a su diámetro y diámetro fol icular mayor) por efecto del periodo de evaluación : El número de folículos totales en el preanestro, fue significativamente menor (P<0.05) (4.4 .±. 0.6 folículos) (promedio.±. error estándar) a los periodos de anestro tardío y transición anestro-época reproductiva. Mientras que entre el anestro temprano, anestro tardío y transición anestro-época reproductiva no hubo diferencias estadísticas, presentando un número de folículos similar entre ellos (5.7 .±. 0.6, 6.6 .±. 0.6 y 6.4 .±. 0.7 folículos en promedio , respectivamente) (figura 3) . El número de folículos chicos que se presentó durante el anestro tardío (5.5 .±. 0.6 folículos) fue mayor (P<0.05) (figura 4) , que en el preanestro (1 .9 .±. 0.6 folículos) y en la transición del anestro a la época reproductiva. Por otra parte, el preanestro tuvo un número significativamente mayor de folículos grandes que el periodo de anestro tardío (1.09 .±.....0.3 vs . 0.09 .±. 0.2 folículos respectivamente) . Mientras que durante el periodo de transición anestro-época reproductiva el número de folículos 31 - . y .os pe .oa . J - 1 _- . _ respectivamente) aunque fue similar con el preanestro (P>0.05) (1.09 + 0.3 folículos). Para el número de folículos medianos no hubo diferencias estadisticas entre los cuatro periodos de evaluación El promedio del diámetro folicular mayor en el preanestro fue de 3.8 + 0.13 mm; durante el anestro temprano fue de 3,2 + 0.13 mm; en el anestro tardío de 2.7 + 0.13 mm, y en la transición anestro-época reproductiva fue de 4,2 + 0.15 mm (figura 5), habiendo diferencias estadísticas (P<0.05) entre los cuatro periodos reproductivos. Al analizar por separado el efecto de la CC durante cada uno de los periodos, se encontraron diferencias en la población folicular únicamente durante el anestro temprano, El número de folículos chicos fue significativamente mayor (P<0.05) en los grupos CCM y CCR comparado con el grupo CCB (5.0 + 1.1, 55 + 1.0 y 22 + 1.0 folículos, respectivamente; figura 7). Los grupos con CCM y CCR presentaron un número menor (P<0.05) de folículos grandes que el grupo con CCB (0.0 + 0.3, 0,2 + 0.3 y 12 + 0.3 folículos, respectivamente; figura 7). El número de folículos medianos fue similar (P>0.05) entre los diferentes grupos de CC (figura 7). En tanto que para el número de folículos totales no se encontraron diferencias estadisticas entre los diferentes grupos (figura 6) Para el promedio del diámetro folicular mayor se encontraron diferencias estadisticas (P<0.05) los grupos con CCM Y CCR presentaron folículos de menor diámetro (3.0 +0.2 y 3.1+0.1 mm respectivamente) que el grupo de CCB (3.6 + 0.1 mm) (figura 8) o grandes fue mayor (P<005) (1 8 2:. 0.3 folículos) que en el anestro temprano y anestro tardío (0.047 2:. 0.3 Y 0.09 2:. 0.2 , re~pectivamente) que i ilar n l nestro 0.05) 1 . 9 2:. .3 l los). ara l ero e l l s edianos bo i cias t dísti as tre atro ri os al ación . l edio el i etro l l r ayor l r nestro e . ~ . 3 m; rante l estro prano e . ~ . 3 m; l estro í e . ~ . 3 m; i i n str - ca r uctiva e . .::!:. . 5 ig r ), bi ndo i cias t dísti as 0 .05) tre atro ri os r ductivos. l ali ar r arado l f cto e C rante da o e ri os, contraron i cias bl ción l l r i ente rante l estro prano. l ero e l l s i s i i icativa nte ayor 0.05) n os M R parado n l r po S . .::!:. . , .5 2:. . Y .2 .::!:. . l l s , cti ente ; ig r ). s r os n M R ntaron ero enor 0.05) l l s r des e l r po n S .0 ~ .3, . ~ .3 Y .2 2:. .3 l l s , cti ente ; ig r ). l ero e l l s edianos i ilar 0 .05) tre i t s r os ig r ) . n to e ra l ero e l l s t l s contraron i cias t dísti as tre i t s r os ig r ). ara l edio el i etro l l r ayor contraron i cias t dísti as 0.05) r os n M y R ntaron l l s enor i etro . 2:.0.2 3 . 1~0 1 cti ente) e l r po S . ~ . m) ig r ). 32 V. Discusión 5.1 Actividad ovulatoria En este estudio el periodo anovulatorio tuvo una duración de 3.1 meses, similar a lo señalado en otros estudios con ovejas Pelibuey (Porras , 1999; Cerna et al. , 2000) . Aunque la CC de las ovejas , antes y durante el periodo de menor actividad reproductiva , afecto la duración del anestro de tal manera que los grupos con CCS y en CCR tuvieron en promedio periodos más cortos de inactividad ovulatoria (72 y 62 días respectivamente) que el grupo con CCM (122 días) , es decir, que las ovejas en CCM tuvieron un anestro 60 días más largo que las del grupo con CCS. González-Stagnaro (1991) señala que en regiones tropicales las ovejas que mantienen una CC baja antes y durante la estación de anestro, tienen periodos anovulatorios de mayor duración , que aquellas que se encuentran en una CC alta, además de que su respuesta al estímulo del macho y/o tratamientos hormonales para la inducción del estro es baja . Resultados similares se han encontrado en ovejas de razas mediterráneas; Forcada et al. , (1992) observaron en ovejas de la raza Aragonesa que tienen anestros relativamente cortos (100 días) , que la duración del mismo fue mayor en hembras con CC baja (113 días) que las de CC alta (64 días) . Estos resultados son similares a los del presente estudio , con ovejas Pelibuey , lo que indica claramente que la CC tiene un efecto en la duración del periodo de anestro o anovulatorio en este tipo de oveja. Sin duda la alimentación es uno de los factores que modulan el comportamiento reproductivo de las ovejas , en razas de origen tropical , a partir de los cambios en las reservas energéticas corporales, asociadas a las variaciones estaciónales de alimento . Lo anterior se corrobora al observar que animales con una buena CC tuvieron un mejor desempeño reproductivo . La condición corporal tuvo un efecto en el inicio del anestro, el cual ocurrió de manera más temprana en aquellas ovejas con CCM que en las ovejas de CCR o en CCS, sin afectar el reinicio de la actividad reproductiva ya que este se dio de manera similar en los tres grupos. El hecho de que las ovejas en CCM iniciaran antes su periodo de anestro implica que de alguna manera la CC le indica al eje reproductivo , sí las condiciones son las adecuadas para continuar o no la actividad ovulatoria cíclica . Se ha sugerido que la 33 leptina es una señal interna que podría regular la actividad ovárica , por ser un indicador de las reservas corporales de energía con las que cuenta un individuo (Barash et al., 1996) . En bovinos se indica que la glucosa , la insulina y los ácidos grasos no esterificados, son probables señales metabólicas involucradas en la interacción entre la nutrición y la reproducción (Bossis et al , 2000) . Individualmente la duración del periodo anovulatorio tuvo una gran variabilidad desde 39 a 208 días) . Forcada et al., (1992) , también encontraron una gran variación individual en la duración del anestro, desde ovejas que presentaron una actividad ovulatoria durante todo el periodo de estudio hasta animales con 200 días en anestro. Esto sugiere que existen otros factores (genétícos , sociales o ambientales) involucrados en regular la actividad ovulatoria de la oveja Pelibuey . Los factores genéticos de manera individual o en interacción con otros originan que algunas ovejas presenten periodos anavulatorios de distinta duración e incluso permiten que haya animales con una actividad cíclica continua (Land , 1978; Land et al. , 1979). En este trabajo el 14.2% (3/21) de las ovejas presentaron actividad ovulatoria cíclica , una oveja del grupo de CCR y dos del grupo con CCB, esto indica que independ ientemente de un posible factor genético, una CC aceptable o buena antes de la época de anestro pueda favorecer que alguna de estas ovejas sigan ciclando sin presentar un periodo de anestro . Por lo tanto, el estado nutricional sería determinante no sólo en la duración del anestro sino también en permitir que algunos animales puedan ciclar continuamente . El periodo anovulatorio se detecto en el 100% de las ovejas en CCM y aunque el porcentaje se redujo a un 75% en las ovejas con CCB, esto significa que una buena CC podría reducir el porcentaje de hembras en anestro, aunque no asegura que los animales tendrán una actividad cíclica continua . Esto sugiere que no es un simple efecto nutricional el que regula la actividad reproductiva anual en este tipo de ovejas y que existen otros factores que provocan que la actividad ovulatoria cíclica sea interrumpida por un lapso de tiempo y por lo tanto , se esta ante un anestro estacional verdadero controlado por el fotoperiodo (Porras , 1999; Cerna et al , 2000) 34 5.2 Población folicular En el presente estudio se determinó que la CC de los animales afectó algunas características foliculares únicamente durante el anestro temprano, donde el grupo CCS es el que presenta en promedio un mayor número de folículos grandes y de diámetro folicular que los grupos CCM y CCR Aunque no hay estudios en ovejas de lana o pelo que evalúen el efecto de la CC como tal durante el inicio del anestro (anestro temprano) , en yeguas se conoce que una baja CC induce que el periodo anovulatorio inicie antes que en la yeguas de alta CC y además este periodo es de mayor duración. Mientras que en las yeguas con una alta CC se presentaron periodos cortos de inactividad ovulatoria , pero, continuaron presentando varios folículos grandes, hasta el final del estudio (enero). Además siete yeguas (58%) del grupo de buena CC mantuvieron su actividad ovulatoria durante el periodo de anestro , lo que no sucedió con ninguna de las yeguas de CC baja (Gentry et al., 2002) . Rhind y McNeilly (1986) al estudiar ovejas Scottish Slackface con alta CC, estas presentaron folículos más grandes y una mayor tasa de ovulación que las ovejas en baja CC . Pero McNeilly et al. , (1987) , indican que ovejas Scottish Slackface con baja CC no sólo presentan un menor número de folículos grandes, sino que también una baja proporción de esos folículos fueron estrogénicos y potencialmente ovulatorios . Lo anterior indica que probablemente la CC afecta el desarrollo folicular en lo que se refiere a su capacidad estrogénica , además de permitir que la tasa de atresia folicular disminuya. Los resultados del presente estudio y de los anteriormente mencionados, indican que hay otros factores relacionados, que permiten a las ovejas de CCS presentar folículos grandes. Posiblemente la explicación se encuentre a nivel local , es decir, que los efectos de la CC , como indicador del estado nutricional del animal , se dan en el ovario, pero a través de diferentes señales. La capacidad folicular para producir estrógenos se ha observado que está relacionada con la nutrición de los animales. En bovinos , el factor de crecimiento tipo insulina 1 (IGF-1) , y los ácidos grasos no esterificados (AGNE) al parecer influyen de manera importante sobre la secreción hipotalámica de la GnRH, ya que se ha encontrado que al disminuir el IGF-1 hay una disminución en el diámetro folicular y al 35 aumentar las concentraciones de AGNE la producción de androstenediona se inhibe y con ello la síntesis de estrógenos (Bossis et al , 1999) . En vacas con restricción en el consumo de alimento se observa que incrementa la lipólisis y la liberación de ácidos grasos de los adipositos (Richards et al , 1989), lo que ocasiona que los AGNE se incrementen. Grimard et al , (1995) , observaron que hay una correlación negativa entre las concentraciones plasmáticas de AGNE y la frecuencia pulsátil de la LH . También las altas concentraciones de AGNE influyen de manera negativa en la función ovárica , específicamente en la producción de androstenediona en las células de la teca , similar a lo que sucede en la producción de testosterona en las células de Leydig de ratón in vitro (Meikle et al , 1996), por lo tanto al haber menos androstenediona la capacidad de sintetizar estrógenos por parte de los folículos disminuye. También los factores de crecimiento como el IGF-1 se han relacionado con el efecto de la ce sobre el desarrollo folicular , como se ha encontrado en vacas inducidas a un anestro nutricional. En vacas alimentadas con una dieta restringida , se presentó una menor concentración de IGF-1 que en las vacas alimentadas con una dieta de mantenimiento, y esto se relacionó con una reducción en la tasa de crecimiento y en el diámetro máximo del folículo dominante de las vacas del grupo restringido antes de entrar al periodo anovulatorio, además, encontraron que las concentraciones de estradiol disminuyeron conforme se acercaba el inicio del periodo anovulatorio (Bossis et al, 1999). Estos mismos autores observaron que al aumentar la alimentación en las vacas del grupo restringido, hubo un incremento gradual en las concentraciones de IGF-1 en las siguientes oleadas foliculares , así como en las concentraci::>nes de la LH, hasta el momento en que el folículo dominante es ovulado. Esta asociación entre los incrementos graduales en las concentraciones plasmáticas de IGF-1 y de la LH en suero, así como del tamaño del folículo dominante, indican que probablemente el IGF-1 puede actuar como una señal, influyendo en la función ovárica . Es necesario analizar si en ovejas con buena ce las concentraciones intra-foliculares de IGF-1 se mantienen elevadas y es lo que permite que se continúen presentando folículos grandes. Lo anterior lleva a suponer que en la oveja, como en vacas , existen metabolitos que intervienen en regular la actividad reproductiva , ya sea a nivel ovárico o a nivel del hipotálamo. 36 Por otra parte el periodo de actividad reproductiva en la que se encontraban las ovejas afectó las características de su población folicular (número de folículos totales, número de folículos con respecto a su diámetro y diámetro del folículo mayor). Se observó que cuando las ovejas están en anestro tardío aumenta el número de folículos chicos y disminuye el diámetro del folículo mayor. Mientras que durante el periodo de transición anestro-época reproductiva el diámetro del folículo mayor significativamente aumentó, también se acompaño con un aumento en el número de folículos grandes. EstJ probablemente por un incremento en el patrón de secreción pulsátil de la LH , debido a una disminución de la sensibilidad del hipotálamo hacia el efecto de retroalimentación negativa que ejercen los estrógenos, lo que permite que los folículos continúen su crecimiento hasta el estadio preovulatorio (l'Anson y Legan , 1988). Los cambios en la población fol icular que se encontraron en este estudio son similares a los reportados en ovejas de lana durante el anestro (McNatty et al. , 1984), ya que aunque se continúa liberando la FSH, lo que permite el crecimiento folicular, las concentraciones de la LH comienzan a disminuir conforme se acerca el periodo de anestro , por lo que empieza a disminuir el número de folículos grandes así como su diámetro (Souza et al. , 1996). Durante el anestro las bajas concentraciones de la LH no permiten el crecimiento y la maduración de los fol ículos y es por esto que se observa un mayor número de folículos chicos durante el anestro y con un menor diámetro (Bartlewski et al. , 1998). Al acercarse la época reproductiva , las concentraciones de la LH poco a poco van aumentando, esto permite que los folículos maduren, hasta alcanzar un estado preovulatorio (Bartlewski et al. , 2000) . Cuando las concentraciones de LH son suficientemente elevadas, así como las concentraciones de estrógenos, ocurre la ovulación, reiniciando así la actividad ovulatoria (Driancourt, 2001, Evans, 2003) . Resultados similares a este estudio han sido reportados por Bartlewski et al., (1998 y 1999), quienes observaron que el número de folículos chicos incrementa al avanzar el anestro en ovejas de la raza Western White-faced . Bartlewski et al., (2000) y Huchkowsky et al. , (2002) , observaron que ovejas Finnish Landrace en anestro tardío 37 presentan un mayor número de folículos grandes (> 5 mm de diámetro) , que aquellas ovejas en anestro temprano; estos cambios foliculares aparentemente son debidos a la baja frecuencia de secreción de la LH, esto ocasiona que los folículos no maduren y no adquieren una mayor capacidad estrogénica que permita una oleada preovulatoria de la LH que desencadene la ovulación (Bartlewski et al , 2000) . 5.3 Peso y condición corporal La condición corporal de los tres grupos r:Je ovejas fue diferente desde el inicio del experimento aunque a partir del mes de abril se hace más evidente la diferencia entre ellos. Aunque las evaluaciones de CC las realizó un solo evaluador experimentado, el método empleado para evaluarla es subjetivo . Por eso se determinó tener una evaluación más objetiva, tomando el peso vivo como punto de referencia. Al respecto, se observó que el peso promedio de cada grupo fue estadísticamente diferente a partir del mes de marzo , donde el grupo CCB tuvo en promedio 13 kg más de peso que el grupo CCM, diferencia que se mantuvo durante el resto del estudio . En el mes de mayo se observó un aumento en el peso de los tres grupos, como sucedió con la CC , aunque el manejo de los grupos fue el mismo durante todo el estudio. En relación a lo anterior en esos meses se cambió el lugar de donde se obtuvo el forraje , debido a que se terminó en el centro experimental , así que se podría suponer que la calidad del forraje cambió . A pesar de las variaciones que se encontraron en el peso vivo de los animales en los tres grupos experimentales a lo largo del estudio, se logró mantener una diferencia en la condición corporal entre ellos por lo que el modelo experimental de diferente estado nutricional y su efecto sobre las respuestas reproductivas evaluadas a su vez se mantuvo. Aparentemente las ovejas de pelo tienen una actividad reproductiva estacional , ya que presentan en cierta época del año periodos anovulatorios de corta duración (Chemineau et al, 2004), sin embargo existe la posibilidad de que algunos individuos puedan continuar ciclando sin presentar un periodo de anestro , esto podría plantear la posibilidad de contar con una estrategia reproductiva diferente. En los mamíferos se señala que existen especies que siguen una estrategia reproductiva oportunista , es decir, son animales con la facultad de reproducirse o no según las condiciones ambientales que 38 los rodean , entre las estrategias oportunistas se incluyen las respuestas de corto tiempo a eventos ambientales próximos y entre esos eventos está el factor nutricional , el cual al parecer, puede ejercer grandes efectos sobre procesos reproductivos en los ovinos (Martín , 2003) . 39 VI. CONCLUSIONES Se encontró que una CC de regular a buena acorta la época de anestro , en donde las ovejas con buena CC retrasan el inicio del periodo anovulatorio . Además, la CC de regular a buena antes y durante el periodo anovulatorio permite que algunas ovejas puedan continuar su actividad ovulatoria cíclica durante el tiempo correspondiente a dicho periodo. La condición corporal afectó la población folicular sólo al inicio del anestro, de tal manera que las ovejas en buena condición corporal tuvieron un mayor número de folículos grandes y estos con mayor diámetro folicular que las ovejas que se mantuvieron en una CCM o en CCR. Con la presente investigación se determinó que las ovejas Pelibuey con una CCB presentan una época reproductiva más larga que el grupo CCM y como consecuencia un periodo anovulatorio de menor duración . 40 VII. LITERATURA CITADA Abe, H., Morimatsu, M., Nikami , H. , Miyashige, T., and Saito , M. 1997. 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Duración del periodo Fecha de inicio y termino del periodo Grupos N°Oveja anovulatorio anovulatorio (días) 00-22 120 22 febrero a 21 junio 0-4 137 1 marzo a 15 julio CCM 00-42 85 22 marzo a 14 junio 4-11 110 29 marzo a 29 abril y 13 mayo a 29 julio 00-43 208 31 diciembre a 26 julio 00-48 74 29 marzo a 10 junio 6-160 57 12 abril a 7 junio 6-109 78 22 marzo a 7 junio CCR 6-182 137 15 marzo a 29 julio 7-659 82 25 marzo a 14 junio F 7-103 92 4 marzo a 3 junio 00-31 60 12 abril 10 junio 6-146 O No presento 6-66 130 22 marzo a 29 julio 6-89 O No presento 6-180 99 8 marzo a 14 junio CCS 7 -1 60 5 abril a 3 junio 7-109 106 15 febrero a 31 mayo 6-73 39 3 mayo a 10 junio 6-81 61 8 abril a 7 junio 6-102 O No presento 67 5.0 4.5 4.0 3.5 ~ o c. o 3.0 u e 'o .(3 :o 2.5 e o u a.> "O 1'0 2.0 (ij u '" w , " 1.5 " , " " 1.0 , " " 0.5 " , " " " , " " 0.0 Dic Ene Ene Feb § Condición corporal mala 'Todas las quincenas presentaron diferencias estadísticas (P< 0.05) . Figura 1. Comportamiento quincenal de la condición corporal en ovejas Pelibuey mantenidas en tres diferentes condiciones corporales. 68 Peso (kg) 45 40 35 30 25 20 15 " . ~ 10 . · .' '(' . .. 1:' 5 · " , · , · .. .' ¡j¡ · · .' " , .' . ¡j If¡ . W¡~ ~ .' -'~ .. . . . ' " ,,; " . . ' . ' . '. 'l ·· " ¡¡[~ :: i ::. O~a~b~b~a~b~b~a~b~b~~~~a~a~b~a~b~ c ~a~b~ c ~a~b~c·a~b-=c~~~~~~~~~~~~a~b e - '. . ,', , . Die Ene Ene Feb Mar Mar Abr Abr Jul Quincena de evaluación [i;J Condición corporal mala O Condición corporal regular El Condición corporal buena Para cada auincena, columnas con diferente literal son estadísticamente diferentes IP< 0,05) , Figura 2. Comportamiento quincenal del peso en ovejas Pelibuey mantenidas en tres diferentes condiciones corporales. 69 8.0 b b 7.0 ab 6.0 5.0 Número de 4.0 folículos totales 3.0 2.0 1.0 o . o+-----------,-----------~----------~----------~ Pre-anestro Anestro temprano Anestro tardío Anestro-ER* Periodos de evaluación Periodos de evaluación con distinta literal son estadisticamente diferentes (P< 0.05). *Anestro-ER : Transición anestro a época reproductiva Figura 3. Promedio del número de folículos totales en ovejas Pelibuey durante diferentes periodos de evaluación. 70 Número de folículos 6.0 5.5 5.0 4.5 4.0 3.5 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 O . O+-------------~--------------~----~~----_r------------~ Pre-anestro • Folículos Chicos b Anestro temprano Anestro tardío Periodos de evaluación • Folículos Medianos Folículos Grandes Anestro-ER* Para el mismo tamaño folicular periodos de evaluación con distinta literal son estadisticamente diferentes (P so ra rso si l a obertura qr sa nsa ú l el o o stante sa ro l do ondición so) I4--Proce o ra rso s l able