Desarrollo, élites y política exterior: los efectos en México en el periodo 2012-2018 Que para obtener el título de P R E S E N T A Giovanni Ramos Benitez A S E S O R D E T E S I S UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES Dr. Jesús Gallegos Olvera T E S I S Licenciado en Relaciones Internacioanles Ciudad Universitaria, Ciudad de México, 2025. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS A mi madre, Irma, quien con su ejemplo de trabajo duro y disciplina, me enseñó que todo lo que vale la pena requiere un gran esfuerzo. A mi padre, Clemente, quien con su pasiencia, cariño y bondad, me ha enseñado todo lo bueno que sé. A mis otras “mamás”: mi tía Angela y mi madrina Leonor, quienes me han apoyado, alentado e impulsado durante toda mi vida. A mi bisabuelita Maria (†), a mi querido primo Victor Hugo (†), a mis abuelitos Crecencia (†) y Eulalio (†), quienes se adelantaron en el camino de la vida antes de que pudieran ver el resultado de este trabajo. Siempre estarán en mi corazón. A mi familia extendida, porque con sus relatos de vida, me contaron la historia de México. A mis amig@s de la Facultad, quienes recuerdo con especial cariño en los momentos más estresantes de nuestra formación académica; con especial mención a: Alexia, Oscar, Gerardo, Enid, Monserrat, Ana Karen, Estef y Michael. A los profesores que marcaron mi vida académica durante mi paso por la UNAM: Dra. Sandra Kanety Zavaleta Hérnandez, Mtra. Luz Elena Espinoza Padierna, Mtro. César Villalba Hidalgo, Dr. Matarie Pierre Manigat, Dr. Chriastian Ambrosius, Dr. Carlos Tello Macías (†) y a la profesora Guillermina Saavedra Palma (†). Al Dr. Gallegos, por su capañia en este proyecto. A mi querida alma mater, la UNAM, por dar cobijo a mi formación profesional con una educación de excelencia. A la FCPyS, porque me dio un espacio para conocer la lucha social. Al pueblo de México, a quien espero retribuirle todo lo aprendido por mi educación pública y gratuita. ÍNDICE INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................................... 1 CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL: DESARROLLO, ÉLITES Y POLÍTICA EXTERIOR ................ 10 1.1. EL SISTEMA INTERNACIONAL EN EL SIGLO XXI ............................................................................ 11 1.1.1. MÁS ALLÁ DE LA GLOBALIZACIÓN ................................................................................................. 11 1.1.2. EL CRACK FINANCIERO DE 2008................................................................................................... 20 1.1.3. EL COMPONENTE MILITAR .................................................................................................................. 25 1.2. DEL DESARROLLO NEOLIBERAL Y LAS DESIGUALDADES .................................................................. 31 1.2.1. SOBRE EL DESARROLLO NEOLIBERAL.................................................................................................... 31 1.2.2. SOBRE LAS DESIGUALDADES EN CIFRAS ................................................................................................ 37 1.2.3. DESIGUALDAD O POBREZA: UNA REFLEXIÓN FILOSÓFICA ......................................................................... 45 1.3. LAS ÉLITES Y SU PARTICIPACIÓN EN LA CONFIGURACIÓN DEL ESTADO Y LA ECONOMÍA .......................... 51 1.3.1. SOBRE EL PODER POLÍTICO.......................................................................................................... 51 1.3.2. SOBRE EL ESTADO ...................................................................................................................... 56 1.3.3. SOBRE LAS ÉLITES ....................................................................................................................... 62 1.3.4. ESTADO, ÉLITES Y CORPORACIONES TRANSNACIONALES.................................................................. 69 1.4. SOBRE LA POLÍTICA EXTERIOR ................................................................................................. 78 1.4.1. CONCEPTO DE POLÍTICA EXTERIOR Y CONSIDERACIONES PREVIAS ...................................................... 78 1.4.2. TEORÍAS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES DESDE LA PERSPECTIVA DE LA POLÍTICA EXTERIOR ....... 84 1.4.3. MÉTODO DE ANÁLISIS DE LA POLÍTICA EXTERIOR ............................................................................ 92 1.5. UNA PROPUESTA METODOLÓGICA DESDE LA MIRADA DE LA COMPLEJIDAD.......................................... 98 1.5.1. SOBRE LA TRADICIÓN .................................................................................................................. 98 1.5.2. DE LAS UNIDADES, TOTALIDADES E (INTER)TRAS-ACCIONES ........................................................... 103 1.5.3. SISTEMA INTERNACIONAL FRACTAL, REDES Y DESIGUALDADES ........................................................ 108 CAPÍTULO 2. DEL CONTEXTO .................................................................................................................. 119 2.1. DE BARACK OBAMA A DONALD TRUMP. EL CAOS DEL SISTEMA INTERNACIONAL Y LA CRISIS DEL LARGO SIGLO ESTADOUNIDENSE ......................................................................................................................... 120 2.1.1. LOS MÉTODOS DE SUPERVIVENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS. DE LA DEUDA Y LA FINANCIARIZACIÓN .. 125 2.1.2. DEL COMERCIO INTERNACIONAL Y EL FRACASO DEL PROYECTO GLOBALISTA ..................................... 135 2.1.3. LA GUERRA “NO SÓLO COMERCIAL” CON CHINA Y EL FRACASO NACIONALISTA ................................. 139 2.1.4. CRISIS DE LA RAZÓN PRAGMÁTICA ESTADOUNIDENSE .................................................................... 145 2.2. LA ESTRUCTURACIÓN DEL NEOLIBERALISMO EN MÉXICO .............................................................. 150 2.2.1. LOS PROCESOS DE DESARROLLO EN MÉXICO Y SUS ÉLITES EN PERSPECTIVA HISTÓRICA ...................... 152 2.2.2. DE LA RAZÓN NEOLIBERAL DE LAS ÉLITES EN EL SEXENIO DE ENRIQUE PEÑA NIETO ........................... 170 2.3. DEL TLCAN AL T-MEC. DIFERENCIA Y REPETICIÓN DE LA RELACIÓN BILATERAL CON LOS EE.UU. .......... 183 2.3.1. ¿QUIÉN OBTIENE QUÉ? ENTRE LA POLÍTICA EXTERIOR Y LA ECONOMÍA DEL TLCAN......................... 185 2.3.2. ENTRE LA RAZÓN PRAGMÁTICA Y LA RAZÓN NEOLIBERAL EN NORTEAMÉRICA ................................... 195 2.3.3. LA RENEGOCIACIÓN DEL TLCAN ................................................................................................ 204 CAPÍTULO 3. DE LA CONDUCTA ............................................................................................................. 217 3.1. BREVE ANÁLISIS DE LA POLÍTICA EXTERIOR NEOLIBERAL (1982-2012) ........................................... 218 3.2. ANÁLISIS DE LA POLÍTICA EXTERIOR DEL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO (2012-2018) .................. 255 3.2.1. ¿INTERÉS NACIONAL O DE LA ÉLITE DEL PODER? ........................................................................... 255 3.2.2. FACTORES INTERNOS, EXTERNOS Y GLOCALES .............................................................................. 270 3.2.3. OBJETIVOS .............................................................................................................................. 300 3.2.4. ESTRATEGIAS ........................................................................................................................... 304 3.2.5. DECISIONES ............................................................................................................................. 313 3.2.6. ACCIONES ............................................................................................................................... 326 3.3. EVALUACIÓN DE LA POLÍTICA EXTERIOR DEL SEXENIO 2012-2018 DESDE UNA MIRADA DE LA COMPLEJIDAD 341 3.3.1. EL PAPEL DE LA POLÍTICA EXTERIOR EN EL DESARROLLO DE MÉXICO ................................................ 341 3.3.2. LOS RESULTADOS ECONÓMICOS DE LA POLÍTICA EXTERIOR ............................................................. 347 3.3.3. EL DESARROLLO DEL SUBDESARROLLO DEL MÉXICO RECIENTE ........................................................ 364 CONCLUSIONES GENERALES .................................................................................................................. 376 ANEXOS ................................................................................................................................................... 390 1. DEFINICIONES DE POLÍTICA EXTERIOR ................................................................................................. 390 2. DATOS ESTADÍSTICOS...................................................................................................................... 392 REFERENCIAS .......................................................................................................................................... 408 ÍNDICE DE CUADROS, FIGURAS, GRÁFICAS Y MAPAS MAPA 1.1. PAUTAS GLOBALES DE INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA, 2000…………………………………………...19 GRÁFICA 1.1. PARTICIPACIÓN EN LOS INGRESOS NACIONALES DEL 1% (SIN IMPUESTO) DE 1915 A 2015 EN EE.UU.……………….…………….………………………………………………………………………………………………………39 GRÁFICA 1.2. DESIGUALDAD, 1820-1990……………………………………………………….………………………………40 GRÁFICA 1.3. DESIGUALDAD DENTRO DE LOS PAISES 1988-2005……………………………………………..………….41 CUADRO 1.1. ÍNDICES Y BASES METODOLÓGICAS DE MEDICIÓN DE LA DESIGUALDAD Y LA POBREZA……………..48 CUADRO 1.2. MODELOS DEL SISTEMA INTERNACIONAL-DEBATE INTER-PARADIGMÁTICO……………………..……87 FIGURA 1.1. EJEMPLOS DE FRACTALES…………………………………………………………………………………….…….114 FIGURA 1.2. ESQUEMA DE LA COMPLEJIDAD A TRAVÉS DEL CONTEXTO………………………………………………...118 GRÁFICA 2.1. DEUDA PÚBLICA FEDERAL DE LOS EE.UU. COMO PORCENTAJE DEL PIB………………………..……127 GRÁFICA 2.2. STOCK DE DINERO M2……………………..……………………………………………………………………..129 GRÁFICA 2.3. INFLACIÓN DE LOS EE.UU…..……………..…………………………………………………………………….130 GRÁFICA 2.4. ÍNDICE S&P 500, 1996-2023…..……………………………………………................................132 GRÁFICA 2.5. SALDO EN CUENTA CORRIENTE DE BALANZA DE PAGOS DE LOS ESTADOS UNIDOS, 1990-2021. …………………………………………………………………………………….........................................................136 CUADRO 2.1. PRINCIPALES EMPRESAS DE ACERO POR VOLUMEN DE PRODUCCIÓN SEGÚN ORIGEN DE PROPIEDAD ………………………………………………………………………………………………………………………………………………140 GRÁFICA 2.6. EXPORTACIONES DE MERCANCÍAS POR PAÍS, 1993-2022.……………………………………….…….167 GRÁFICA 2.7. COMPOSICIÓN TOTAL DE LAS EXPORTACIONES 1980-2020 (PORCENTAJE).……………………….168 CUADRO 2.2. COMPUESTO DE LAS EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE MÉXICO, 2018.…………………………………………………………………………………………………………………………………….189 CUADRO 2.3. RONDAS DE TRABAJO EN EL MARCO DE LA RENEGOCIACIÓN DEL TLCAN…………………………….215 CUADRO 3.1. POLÍTICA EXTERIOR DE MÉXICO DURANTE EL PERIODO NEOLIBERAL…………………………………..253 CUADRO 3.2. ESQUEMA DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO, 2013-2018………………………………………..267 GRÁFICA 3.1. INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA POR REGIÓN, 2000-2012 (%)…………………………………….272 CUADRO 3.3. INDICADORES MACROECONÓMICOS SELECCIONADOS, 2000-2012………………………………….273 GRÁFICA 3.2. PRECIOS DE LA MEZCLA MEXICANA DE PETRÓLEO…………………………………………………………..284 GRÁFICA 3.3. PORCENTAJE DE INGRESOS PETROLEROS RESPECTO A LOS INGRESOS PRESUPUESTARIOS TOTALES, 1980-2021……………………………………………………………………………….............................................285 CUADRO 3.4. OBJETIVOS Y ESTRATEGIAS DE POLÍTICA EXTERIOR DE ACUERDO CON AL PND 2013-2018……305 MAPA 3.1. EXPORTACIONES COMO PROPORCIÓN DE LA ECONOMÍA LOCAL ESTADOUNIDENSE…………………..310 CUADRO 3.5. REFORMAS ESTRUCTURALES DEL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO…………………………………315 CUADRO 3.6. POLÍTICA EXTERIOR DE ENRIQUE PEÑA NIETO, 2012-2018…………………………………………….384 GRÁFICA 3.4. TIPO DE CAMBIO, 2015-2018 (PRECIOS CONSTANTES DE 2021)………………………………….…353 GRÁFICA 3.5. COMPOSICIÓN TOTAL DE LAS EXPORTACIONES (%), 2000-2012……………………………………..354 CUADRO 3.7. INDICADORES MACROECONÓMICOS SELECCIONADOS, 2012-2018………………….................355 GRÁFICA 3.6. EXPORTACIONES DE MÉXICO POR PAÍS (%), 2000-2022……………………………………………….356 GRÁFICA 3.7. VALOR AGREGADO DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA, 2000-2021 (% DEL PIB)…………….357 GRÁFICA 3.8. RELACIÓN ENTRE INGRESOS Y REMUNERACIONES DE LA INDUSTRIA MANUFACTURERA, 2008- 2016 (MILES DE MILLONES DE DÓLARES)………………………………………………………………………………………..358 GRÁFICA 3.9. RELACIÓN ENTRE PRODUCTIVIDAD Y SALARIOS EN DISTINTAS INDUSTRIAS, 2005-2019………359 GRÁFICA 3.10. TASA DE CRECIMIENTO DEL GASTO PÚBLICO E IED (%), 2010-2022……………………………….360 GRÁFICA 3.11. IED POR REGIONES (% RESPECTO DEL TOTAL), 2010-2022………………………………………….360 GRÁFICA 3.12. PIB NACIONAL (%), 2010-2022…………………………………………………………………………….362 MAPA 3.2. INGRESO LABORAL MEDIANO POR ENTIDAD FEDERATIVA EN 2017………………………………….……364 GRÁFICA 3.13. CRECIMIENTO PROMEDIO DEL PIB POR HABITANTE PARA DIFERENTES PERIODOS……………....366 MAPA 3.3. POBLACIÓN EN SITUACIÓN DE POBREZA POR ENTIDAD FEDERATIVA, 2018…………………………….367 MAPA 3.4. POBLACIÓN CON INGRESO INFERIOR A LA LÍNEA DE POBREZA EXTERNA POR INGRESOS POR ENTIDAD FEDERATIVA, 2018…………………………………………………………………………………………………………………….367 GRÁFICA 3.14. TASA DE INFLACIÓN, 2001-2022…………………………………………………………………………...369 GRÁFICA 3.15. DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN LOS HOGARES POR DECIL (%), 1984-2008……………………..371 GRÁFICA 3.16. DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN LOS HOGARES POR DECIL (%), 2012-2020……………………..371 GRÁFICA 3.17. ÍNDICE DE GINI, 1984-2020………………………………………………………………………………….371 1 INTRODUCCIÓN En una mañana, mientras caminaba sobre la Avenida Reforma –centro financiero de la Ciudad de México– me detuve a comprar un café en la tienda transnacional “Starbucks” cercana a la Bolsa Mexicana de Valores. A lado de este edificio emblemático, cuyo domo emula al mundo, justo entre las calles Rhin y Paseo de la Reforma, se encuentra un puesto de periódicos modesto en donde acuden diversos empleados de las oficinas cercanas a comprar periódicos y cigarrillos. Acto seguido después de comprar mi café, me detuve en dicho puesto por uno. De manera casi inmediata y con suma prisa, salió de la misma cafetería un hombre quien vestía de traje sastre con mocasines; al instante, después de un cordial saludo: “Buenos días, Don Rafa”, el hombre tomó un cigarrillo. Para el momento en que llegamos, Don Rafa –quien es un adulto mayor– se encontraba escuchando las noticias del día en una pequeña radio. Entre la contaminación auditiva que generaba el tráfico vehicular en conjunto con los pitidos de los policías de tránsito, se distinguía a la lejanía la voz del locutor de radio quien puntualizaba las vicisitudes que representaba el presidente Trump para la estabilidad del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). De igual forma, en el puesto se exponían los periódicos del día que anunciaban máximos históricos en el tipo de cambio ¡$18.00 pesos por dólar! Algo inimaginable para ese momento. Mientras el cliente encendía su cigarrillo y yo buscaba una moneda para pagarle el mío, Don Rafa le comentó con suma confianza al hombre de traje: “¡Ese gringo está loco, ¿verdad?¡”, haciendo una referencia clara al presidente Trump. La reacción del hombre de traje fue de gracia y congruencia, quien sólo menciono: “Así es, Don”, mientras encendía su cigarrillo. Yo sólo concordé con una sutil sonrisa. Después de un amistoso: “Qué tenga un buen día, joven” –acción inmediata después de haberle pagado a Don Rafa– al dar la vuelta se encontraba una mujer con rasgos indígenas postrada en el suelo cargando a un bebé con su rebozo, mientras sostenía un vaso pidiendo limosna; unos cuantos metros después, se encontraba un señor tocando un acordeón mientras una niña pedía dinero con un sombrero de paja. La anterior experiencia que se torna común para los ciudadanos de la capital, da cuenta de un cumulo de factores que se entrelazan en una complejidad que tiene cabida en 2 tan sólo unos cuantos metros. En primer lugar, se evidencia la sinergia del gran capital transnacional y la economía informal de subsistencia que se visualizan en la Bolsa Mexicana de Valores, la empresa transnacional Starbucks, y un modesto puesto de periódicos. En segundo lugar, a través de la cotidianidad entre el hombre de traje –que cuenta con la capacidad adquisitiva para comparar mocasines y un café de una empresa transnacional–, Don Rafa –un adulto mayor propietario de un puesto de periódicos–, y aquellas personas que se encuentran en situación de calle, se constata la gran desigualdad económica y social imperante en México. La sinergia de dichas interacciones que coexisten con una relativa armonía en una esquina de la Avenida Reforma, evidencia la interacción entre elementos que podríamos considerar como propiamente “globales/internacionales” (como la Bolsa Mexicana de Valores y la cafetería Starbucks) y “locales/nacionales” (como el puesto de periódicos y las personas en situación de calle), de tal suerte que se desdibujan la fronteras entre lo global y lo local. De igual forma, en un campo de visión más amplio, la desigualdad que se observa en la Av. Reforma es igualmente perceptible a nivel de alcaldías y colonias. Basta con dar un vistazo a las alcaldías Cuajimalpa y Miguel Hidalgo, distinguidas por albergar colonias de un alto ingreso económico como Santa Fe y Polanco; mientras que en un sentido totalmente opuesto, se encuentran las alcaldías Iztapalapa y Milpa Alta, distinguidas por su alta concentración de población en situación de pobreza y altos niveles de violencia. Esta tendencia a la desigualdad se replica del mismo modo a nivel nacional, donde imperan un norte (Nuevo León) y un centro (Jalisco y la Ciudad de México) sumamente industrializados; mientras el sur (Chiapas y/o Oaxaca) rodeado de terracería, donde la falta de caminos pavimentados y de carreteras dificulta el acceso a servicios básicos como la educación o la salud, intenta sobrevivir entre un listado enorme de carencias. La perenne desigualdad económica y social que se observa a lo largo y ancho del país, fue un elemento central en el discurso de toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México; sin embargo, dentro del discurso destaca una peculiar afirmación: “la política exterior debe promover el desarrollo de México”. Dicha afirmación vincula dos elementos que parecen contradictorios entre si: el elemento político, que recae en la política exterior; y el elemento económico, que se menciona a través del concepto de desarrollo. En primer lugar, daba la consideración hecha por el presidente Peña, la política 3 exterior se despoja de su perspectiva tradicional que considera su uso como una expresión de fuerza de los Estados-nación en una lucha por el poder en el sistema internacional, y dirige la mirada hacia el impacto socio-económico interno de las decisiones que se toman frente a otros Estados o entidades internacionales. Por lo cual, y en segundo lugar, al considerar el impacto de la política exterior en el desarrollo nacional, brinda un panorama alterno en el marco del estudio de las desigualdades al considerar la influencia de las “externalidades” en la realidad nacional. Ahora bien, a pesar de que el concepto de desarrollo denota una carga valorativa positiva (siendo su antecesor el concepto de “progreso”), su contenido puede variar al especificar concretamente un desarrollo “económico” –relacionado a la variables macroeconómicas–,“social” –referente a la accesibilidad de servicios como educación y salud– o “humano” –relacionado con las capacidades de las personas. Es decir, el “apellido” de dicho concepto es crucial, toda vez que será a partir de este que se dará pauta a la elaboración de políticas públicas. Simultáneamente, el “apellido” del concepto de desarrollo se entrelaza directamente con un entramado estructural de factores históricos que pueden ser tanto de origen interno como externo; y, de decisiones de los agentes políticos y económicos que hacen frente ante ellos. Es decir, el contenido del concepto de desarrollo está determinado por las estructuras político-sociales y la participación de los agentes (élites) que le dotan de contenido. En el caso de México, el modelo económico actual (o lo que aún queda de él), tuvo sus orígenes en las décadas de los ochenta y noventa, donde a causa de diversas crisis económicas se motivó el cambio de modelo económico de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) al modelo de industrialización orientado a exportaciones (IOE) mediante diversas reformas estructurales. Este cambio tuvo dos impulsos importantes: uno externo (global) y otro interno (local). Desde el externo, este cambio tuvo una influencia directa por parte del Fondo Monetario Internacional, quien condicionó los préstamos solicitados por el gobierno de México para hacer frente a la crisis de la deuda, a cambio de implementar determinadas reformas estructurales. Desde el interno, la élite política tecnócrata fue cómplice en la perpetuación de dicho cambio, al considerar los beneficios que 4 podría traer consigo la transición a un modelo económico de libre mercado.1 De esta forma, tras la implementación de dichas reformas estructurales que desregularon la economía mexicana y desplazaron el foco de atención del desarrollo de las personas a favor de la estabilidad macroeconómica, la política exterior se concentró en el fomento al libre comercio, la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) y turística.Sin embargo, después de cuatro décadas, se observa que solamente ha privilegiado a un selecto conjunto de multimillonarios, los cuales, sorprendentemente, siguen siendo los mismos desde las décadas de 1980 y 1990. Por esta razón, se le ha denominado a este modelo económico con la categoría de neoliberal. Por otro lado, tras afianzar nuestra relación económica-comercial y de política exterior con los Estados Unidos (EE.UU.) mediante el TLCAN, la tendencia de la política exterior en los distintos periodos presidenciales después de 1994 fue la de atraer capital extranjero y profundizar nuestra relación con el vecino del norte. Así, a pesar de la transición partidista del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Partido Acción Nacional (PAN) en el año 2000, la conducción de la política exterior se sostuvo en la misma sintonía. La razón incesante de una constante búsqueda de capital extranjero para impulsar el desarrollo económico mediante la política exterior, podría ser considerada como una proyección misma de la razón neoliberal que se estructura a través del poder político de las ideas que entrama la élite del poder mexicana y que, a su vez, dotan de contenido al concepto de desarrollo; creyentes de que la perpetuación de intereses privados en su conjunto detonan la satisfacción general, y aún más impactante, mantienen la creencia de que la implementación de reformas estructurales realmente funcionan. Por lo tanto, la relación que sostiene México con EE.UU. en materia económica y fundada en el TLCAN –cuya función, en el caso mexicano, es brindar soporte al modelo económico IOE– supedita una idea desarrollo através del neoliberalismo y alinea nuestra política exterior con el vecino del norte. En este sentido, al comprender que cierta parte de nuestra economía se funda en el TLCAN, y el cual ha impactado en la desigualdad regional de nuestro país donde los estados fronterizos con los EE.UU. se han visto mayormente beneficiados que los del sur, nuestra política exterior, en este sentido, ha perpetuado dicha 1 Sarah Babb, Proyecto México: los economistas del nacionalismo al neoliberalismo, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2003, p. 240. 5 desigualdad. No obstante, al considerar al modelo de desarrollo neoliberal como resultado del proceso de reformas estructurales y el efecto candado que este tuvo el TLCAN, sorprendió la continuidad en la dirección de la política exterior por parte del presidente EPN al intentar afianzar aún más la relación con los Estados Unidos, dada la debilidad discursiva de los “beneficios de la globalización” que se percibía tras el crack financiero de 2008. Sin embargo, la comprensión de dicha dirección de política exterior se fundamenta en términos tanto de estructura como de agencia, es decir, a través de las diversas reformas estructurales y de la firma del TLCAN se modificaron los marcos institucionales del Estado mexicano permitiendo la continuidad del modelo económico; más aún, la interrelación de las élites política y económica han socializado una misma racionalidad (razón neoliberal). Así, el análisis de política exterior, que emana como política pública entre la correlación de fuerzas entre el Estado (élites políticas) y el Mercado (élites económicas) y que se entrelazan bajo la racionalidad neoliberal, entreteje las actitudes, decisiones y acciones entre lo global y lo local. Así, el elemento sustancial que permite comprender tanto el contenido histórico del concepto de desarrollo, como la aplicación de la política exterior en el sistema internacional, es el estudio de las élites. Es a través del entrecruzamiento de intereses entre las élites políticas y las élites económicas (la élite del poder mexicana), que nos permite identificar no sólo los entramados sociales que dan origen al Estado mexicano, sino también podemos observar sus relaciones con la élite del poder global. De esta forma, la toma de decisiones que la élite política realizó en materia de política exterior para cumplir lo que a su consideración era el interés nacional, vincula de nueva cuenta los elementos de lo global y lo local. En este sentido, se manifiesta una complejidad tanto teórica como contextual al identificar el proceso caótico en el que el sistema internacional devino después de la llegada de Donald Trump a la presidencia de los EE.UU., y que inevitablemente, el gobierno del presidente EPN tuvo que hacer frente con la renegociación del TLCAN. En términos de la complejidad teórica, se intenta identificar el impacto en el desarrollo neoliberal (y su contra parte: la desigualdad económica) de México como consecuencia de las interacciones de las élites política y económica en el sistema 6 internacional; es decir, se vincula la dualidad global-local para dar cuenta de un fenómeno particular. Por otro lado, el estudio de la élite del poder mexicana permite desentramar las estructuras del ente monolítico –que la tradición de las RR.II. considera como totalidad– denominado Estado, y su relación con las élites económicas (representantes del Mercado), que dan pauta para dotar de contenido histórico al concepto de desarrollo, y así mismo, al desempeño de la política exterior, como política pública que emana de la toma de decisiones de la élite política (relación Estado-Mercado). Las anteriores dualidades conceptuales, global-local y Estado-Mercado, que implican el estudio de las relaciones-redes de la élite del poder mexicana para dar cuenta del impacto de la política exterior en el desarrollo neoliberal (y por ende en la desigualdad) de México, hace necesario considerar el estudio tanto de la estructura histórica, como base especial del contexto; así como, de la agencia representada por la élite del poder, la cual a través de sus decisiones denotan la conducta del Estado mexicano en el sistema internacional. En otras palabras, la base metodológica que intenta proponer esta investigación se sustenta en la dualidad contexto-conducta, con el propósito de dar cuenta de la totalidad social que involucra el estudio del desarrollo del subdesarrollo en México. Se debe agregar que, al partir de la base relacional que constituye al Estado mexicano y sus interacciones con el sistema internacional, implica deslindarse de la tradición ontológica que concibe a la realidad como unidades totalitarias, e incita a ir más allá de una argumentación de causa y efecto, característica de un pensamiento lineal. De tal suerte que, al considerar topológicamente dichas interacciones como redes, tanto al contexto como a las relaciones de las élites nacionales y globales, la complejidad argumentativa permite identificar claramente las razones estructurales de la desigualdad, así como a los agentes, con nombre y apellido, que han perpetuado dicha condición. Por esta serie de razones, si bien se parte de categóricas base de las RR.II., su organización metodológica contexto-conducta es distinta, no sólo por el hecho de que se intenta entramar elementos que tradicionalmente tienen una base teórica-metodológica particular, como la ciencia política para el estudio de la política exterior, la economía para el desarrollo o la sociología para las élites; sino que, el contexto imperante en el siglo XXI exige ir más allá de dichos estudios particulares. En lo referente a la complejidad contextual que entrama la comprensión del sistema 7 internacional, las categorías tradicionales de las RR.II. (como este-oeste o norte-sur), limitan la comprensión del momento histórico donde comenzó a dar marcha atrás el proceso de globalización como fenómeno intrínseco de la pax americana, y se da paso a un momento de caos. Este momento histórico, que sin duda alguna representó un obstáculo en la consolidación de los intereses de la élite política para con el desarrollo de México, es el inicio del fin de la hegemonía estadounidense, no sólo como potencia económica y militar, sino también como Estado que resguardó desde el fin de la Segunda Guerra Mundial un patrón especifico de acumulación capitalista, sustentado en el discurso de los “beneficios de la globalización”, simplemente ya no era redituable. Tal y como dio cuenta Rosa Luxemburgo en el pasado, ante la imposibilidad de continuidad de un patrón específico de acumulación capitalista, se recurre al recurso más extremo de este: la guerra.2 De esta forma, el caos que se manifiesta como un espacio entre el fin de un modelo económico-político y el surgimiento de otro, encuentra en la guerra el método más efectivo para extraer de la manera más eficiente los recursos vitales para la continuidad del modelo subsecuente, pero ¿cuál es el modelo siguiente? Justamente en el momento en el que se escribió esta investigación, la expansión a ultranza de la globalización, como el medio más eficaz para lograr un determinado nivel de desarrollo, tuvo un freno con la llegada de gobiernos nacionalistas que denostaban lo perjudicial que fue dicho modelo económico tras las consecuencias del crack financiero de 2008 (Trump y el Brexit, por ejemplo), y que se exacerbo con la crisis migratoria de los refugiados sirios. Los EE.UU. intentaron hacerle frente a China y Rusia, los cuales se alzaron como férreos competidores en la arena internacional mediante diversos métodos pero sin lograr algún éxito contundente. Además, en medio de la crisis causada por la pandemia del COVID-19, se desató un conflicto que a pesar de su especificidad geográfica en el este de Europa (Ucrania), es de vital importancia para la supervivencia del modelo económico occidental. Así, tras tres años de pandemia, el mundo y las diversas sociedades se encuentran en un periodo donde la búsqueda de un modelo alterno tendrá que estar acompañado de la adaptación en un cambio climático cada vez más hostil, donde los recursos naturales que en algún momento fueron tan bastos, serán considerados estratégicos para la supervivencia 2 Rosa Luxemburgo, “El militarismo como campo de la acumulación del capital”, en La acumulación del capital, Ciudad de México, Grijalbo [Edicions Internacionals Sedov], 1967 [1913], pp. 225-232. 8 humana. De esta forma, el caos del sistema internacional sigue en marcha. Así, al considerar el enlace conceptual entre desarrollo, élites y política exterior en las dualidades global-local y Estado-Mercado, la pregunta general de la investigación que se siguió fue: ¿Qué efectos tuvo la dirección de la política exterior en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto para la sociedad mexicana, ante la ampliación de los niveles de desigualdad expuestos en ese periodo de gobierno, toda vez que anunciaba que la implementación de dicha política pública era en beneficio del país? Se sostuvo la hipótesis de que la estructuración de la política exterior durante el sexenio del presiente Enrique Peña Nieto, la cual priorizó la firma de tratados de libre comercio en aras de fomentar la competitividad comercial y la atracción de IED para dinamizar los factores totales de producción, y así coadyuvar el desarrollo nacional, solamente jugó a favor de la élite del poder. El objetivo principal de esta investigación fue determinar los efectos que tuvo la dirección de la política exterior del presiente EPN en el desarrollo nacional, y sobre todo, en la sociedad mexicana; así como, identificar los benéficos privados en la relación México- Estados Unidos y su impacto socio-económico. Los objetivos particulares fueron: 1. Identificar el impacto que tienen los intereses de clase de la élite del poder en la política de desarrollo y en la política exterior de México. 2. Señalar los beneficios privados en la relación México-EE.UU. 3. Explicar el resultado de la política exterior del sexenio 2012-2018 en materia de desarrollo. Al margen de lo dicho anteriormente, la presente investigación está dividida en tres capítulos. En el primero, se da cuenta de los elementos de comprensión del contexto del sistema internacional en el siglo XXI, las particularidades conceptuales del desarrollo neoliberal y su relación con las desigualdades, las élites, y la política exterior, que se estarán abordando a lo largo de toda la investigación, así como la justificación y la propuesta metodológica bajo la perspectiva de la complejidad: la interrelación contextual y la conducta de la élite política mexicana en política exterior. En el segundo capítulo, dedicado al contexto, se abordará la relaciones-redes entre la triada México-EE.UU.-Sistema Internacional (S.I.), donde a partir de cada dualidad (Méx- 9 EE.UU., EE.UU.-S.I., y Méx-S.I.) se dará cuenta del eterno retorno en las relaciones de las élites y su participación como agentes determinados por las estructura neoliberal, y que, a su vez, determinan su actuar en sucesos históricos particulares. Así, se evidenciará la crisis de la razón pragmática estadounidense en el sistema internacional, el origen y crisis de la razón neoliberal, la sinergia entre ambas razones y, el efecto que tuvo en la renegociación del TLCAN. En el tercer capítulo, dedicado a la conducta, se analizará brevemente la política exterior del periodo neoliberal previo al sexenio del presidente Peña Nieto (desde 1982 al 2012), donde se identificará el impacto que tuvo en el desarrollo de México, bajo la metodología especifica de estudio de la política exterior, destacando la sinergia de la élite del poder mexicana y su relación con la élite del poder global. Subsecuentemente, bajo la misma metodología y categorías propuestas, se abordará la política exterior del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto. Habrá un apartado específico para su evaluación enfocado a la participación de las élites en el desarrollo del país, los resultados económicos y su impacto en la sociedad mexicana. Finalmente, se concluirá con un apartado general de conclusiones, anexo estadístico y las fuentes de consulta que brindaron soporte a dicha investigación. 10 CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL: DESARROLLO, ÉLITES Y POLÍTICA EXTERIOR La exposición de este primer capítulo parte con la caracterización del contexto del siglo XXI –en el cual se desarrolló el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto– conocido como globalización. Se expone su debate teórico-conceptual y se decantan los elementos económicos novedosos en esta fase del capitalismo: la transnacionalización y la financiarización; no obstante, se recalca el elemento hegemónico que funje como sustento en su perpetuación: los Estados Unidos. En este sentido, se argumenta que el crack financiero de 2008 fue el inicio tangible de la debacle de la pax americana, en cuyo periodo, así mismo, aún se hizo presente el elemento bélico. Así, se expone que el concepto de desarrollo es un elemento más de la pax americana, donde las élites, de gran parte de los países subdesarrollados (como México) decantaron en la idea de que la autoregulación del mercado y la libre competencia, serían los elementos necesarios en la búsqueda del desarrollo. De igual modo, se discute la importancia de tomar en cuenta en el análisis el poder político, la configuración del Estado y de las élites, con la intención de sostener que ante la alta interconexión financiera y comercial, los Estados se han trasnacionalizado. Es decir, debido a la dinámica compleja del sistema internacional, los Estados se han vuelto sujetos formadores y conformadores del sistema, a tal grado que la esfera de “lo local” y de “lo global” se han compaginado en multiples aspectos. Es a partir de esta sinergia de relaciones entre las élites nacionales con corporaciones trasnacionales, organismos financieros internacionales, CEOs e instituciones educativas, que el poder ––Conoces a este tipo, ¿verdad? ––Jackson Pollok. ––Jackson Pollok. Así es, el pintor por goteo. Dejaba que su mente se quedara en blanco y que su mano fuera donde quisiera. No de manera deliberada ni al azar; en algún lugar intermedio. Lo llamó arte automático. ¿Qué hubiera pasado si Pollok hubiera invertido el desafío? Si en lugar de hacer arte sin pensar, hubiera dicho: “sabes qué, no puedo pintar nada a menos que sepa exactamente por qué lo estoy haciendo”. ¿Qué hubiera pasado? ––Nunca hubiera hecho una sola marca. ––Así es. Nunca hubiera hecho una sola marca. El objetivo es no pensar de manera automática. Extracto de la película “Ex Machina” (2014). 11 político de las ideas se reproduce y se asimila en el proyecto de desarrollo neoliberal. A partir de la definición, de las perspectivas teóricas y del método de análisis de la política exterior (como política pública estrica de los Estados) se expone la necesidad de tomar en cuentan tanto la toma de decisiones de los agentes estatales (las élites) como la estructura internacional (transnacionalización y financierización), para comprender la complejidad no sólo del momento histórico analisado sino también de la difícultad teórica que implica la relación global-local y agente-estructura. Por esta razón, el último apartado de este capítulo esboza una propuesta metodológica que involucra la complejidad del contexto y de la conducta. 1.1. EL SISTEMA INTERNACIONAL EN EL SIGLO XXI 1.1.1. MÁS ALLÁ DE LA GLOBALIZACIÓN El sistema internacional del siglo XXI es heredero de diversos procesos históricos: guerras mundiales, revoluciones, crisis económicas y transformaciones sociales. Cada de uno se estos procesos ha aportado determinados elementos que constituyen a la formación de nuestra modernidad actual. Con la caída del Muro de Berlín y del fin de la Guerra Fría, no cabe duda que la tesis de Francis Fukuyama sobre el fin de la historia fue descartada ante las grandes transformaciones internacionales. Sin embargo, dada la velocidad del cambio, la ciencia y los métodos explicativos –no sólo los correspondientes a las Relaciones Internacionales (RR.II.) como disciplina heredera de las ciencias sociales, sino también los de la ciencia en su sentido más amplio– han sido desafiados. Este periodo de paz fría se ha caracterizado por la manifestación de los estragos del capitalismo sobre los diferentes pueblos del mundo,3 donde la interconectividad de nuevos fenómenos de carácter económico, ecológico y político han apuntalado a reducir este periodo con la categoría de globalización, desplazando, asi, la concepción del sistema internacional a partir de grandes regiones geográficas (este-oeste o norte-sur). A través de la noción globalización se ha tratado de explicar: el aumento de las 3 Jeffrey E. Garten, A Cold Peace: American, Japan, Germany and the Struggle for Supremacy, Nueva York, edit. Time Books, 1992, 277 pp. 12 relaciones transfronterizas entre países a través del intercambio comercial y/o cultural (internacionalización);4 la integración de un único mercado abierto entre economías diferenciadas y sin fronteras en un sistema multilateral o regional (liberalización económica);5 el proceso de difundir diversos objetos, experiencia o personas a nivel global (universalización).6 Pero la noción “globalización” también ha sido criticada como un equivalente a un discurso hegemónico, una ideología de supuesto “progreso” que enmascara una destrucción de gran alcance y subordinación a partir de su forma americanizada [americanized];7 además, se le atribuye a la globalización –como heredera del cuerpo filosófico del individualismo, capitalismo y racionalismo– la destrucción de diferentes cosmovisiones locales de interpretación de la realidad, con el objetivo de imponer una única visión de vida (occidentalización).8 4 El debate en torno a esta perspectiva versa en longevidad de dicho proceso, ya que la internacionalización del capital, per se el comercio, data de varios siglos atrás, y por tanto, no es un fenómeno nuevo. Menciona Octavio Ianni: “la nueva división del trabajo, la flexibilización de los procesos productivos y otras manifestaciones del capital en escala mundial, las empresas, corporaciones y conglomerados trasnacionales adquieren preminencia sobre las economías nacionales. Estas se constituyen en los agentes y productos de la internacionalización del capital”. Octavio Ianni, Teorías de la globalización, México, edit. Siglo XXI, 1996, p. 32. Para hondar más sobre la internacionalización como un fenómeno inherente al capitalismo, véase: Arturo Guillén, Mito y realidad de la globalización neoliberal, México, edit. UNAM-Iztapalapa & Porrúa, 2007, 332 pp. Para comprender la interconectividad cultural del Medio Oriente y el Norte de África, véase: Cfr. Janet Abu- Lughod, Before European Hegemony: The World System AD 1250-1350, Nueva York, edit. Oxford University Press, 1989, 354 pp. 5 La crítica a esta perspectiva versa en primer lugar en las escalas geográficas que comprende la regionalización (o integración, según sea la perspectiva con la que se aborde), el debate conceptual entorno a la regionalización, y/o su crítica como extensión del proyecto neoliberal representado por las instituciones económicas internacionales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Para tener una perspectiva general, véase: Alan Winters, Regionalism versus Multilateralism, Washington, D.C., edit. Banco Mundial & Policy Research Working Papers, 1996, 76 pp.; Barry Buzan, “The Asia-Pacific: What Sort of Region in What Sort of World?”, en Anthony McGrew & Christopher Brook, Asia-Pacific in the New World Order, Nueva York, edit. Routledge, 2005, 68-87 pp. Además véanse: Björn Hettne, “El Nuevo regionalismo y el retorno a lo político”, en Comercio Exterior, núm. 11, vol. 52, México, edit. Banco Nacional de Comercio Exterior, noviembre 2002, 12 pp.; Alfredo Guerra-Borges, “Regionalismo y multilateralismo en su laberinto”, en Problemas del desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía, núm. 152, vol. 39, México, Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM, enero-marzo, 2008, 11-28 pp. Y para su crítica en torno al FMI y BM, véase: Joseph Stiglitz, El malestar de la globalización, México, edit. Punto de lectura, 2014, 447 pp. 6 La crítica a esta perspectiva gira en torno a un proceso de homogeneización del mundo a través de la cultura, lo económico y la política. Cfr. Ulrich Beck, La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad, España, edit. Paidós, 1998, 304 pp. 7 Cfr. Peter J. Taylor, “Izations of the Worlds: Americanization, Modernization and Globalization”, en David C. Hay & D. Marsh, Demystifying Globalization, Londres, edit. Palgrave Macmillan, 2000, pp. 49-70. 8 Bajo esta perspectiva, el principal actor de la expansión del capitalismo han sido los Estados Unidos. Así mismo, el uso de la palabra globalización, consideran algunos expertos, mantiene cierta carga valorativa pues determina una intencionalidad política y de manipulación que inhibe la visibilidad de identificar las contrariedades que el capitalismo ha hecho en el sistema internacional, es por esto que estiman al 13 A pesar de los constates debates sobre su definición, cronología, escala y/o validación epistemológica –a los que se ha referido Jan Aart Scholte,9 existe, en efecto, “una expansión de nuevos instrumentos y mercados financieros [además del] surgimiento de sistemas de coordinación financiera a escala global altamente sofisticada”,10 que evidencian la tendencia del capitalismo a la globalidad. No obstante, este proceso no es novedoso. Giovanni Arrigui da cuenta de ciclos largos del capital, donde las expansiones y depresiones del capitalismo de larga duración comprenden cuatro etapas: 1) el ciclo genovés, que va del siglo XV hasta principios del XVII; 2) el ciclo holandés, que corre hasta finales del siglo XVIII; 3) el ciclo británico, que domina el siglo XIX y parte del XX; y 4) el ciclo estadunidense, que se consolida en el siglo XX. Este último cliclo se estableció al término de la Segunda Guerra Mundial, en el marco del largo siglo xx, donde la nueva potencia hegemónica: los Estados Unidos (EE.UU.) dio legitimidad al sistema económico capitalista a través del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), por medio de las cuales “impuso sus intereses a naciones debilitadas, convencidas de que su recuperación económica debería apoyarse en las ayudas y los créditos que EE.UU. estaría imperialismo como una categoría preferible en contraposición al de globalización. Véanse los siguiente trabajos al respecto: James Petras & Henry Veltmeyer, La globalización desenmascarada. El imperialismo en el siglo XXI, México, edit. Universidad de Zacatecas & edit. Porrúa, 2003, 237 pp. En este sentido, véanse también: Samir Amin, “Imperialism and Globalization” [en línea], en Monthly Review, núm. 2, vol. 53, Estados Unidos, Monthly Review Foundation, junio, 2001, s/pp. Dirección URL: https://bit.ly/3HKQaxW, [consultado el 15 de julio de 2019]; Alonso Aguilar Monteverde, Globalización y capitalismo, México, edit. Plaza & Janés, 2002, 469 pp; Carlos M. Vilas, “Seis ideas falsas sobre la globalización, argumentos desde América Latina para refutar una ideología”, en John Saxe-Fernández (coord.), Globalización: una crítica a un paradigma, México, edit. UNAM-IIEC-DGAPA-Plaza & Janés, 1999, pp. 69-101. 9 Jan Aart Scholte, específica diferentes aproximaciones conceptuales de este fenómeno, los cuales retoman elementos diferenciados que dan prioridad a un elemento sobre los demás. Scholte comprende las siguientes caracterizaciones que han sido asociadas a la globalización: internacionalización, liberalización, universalización, occidentalización y reconfiguración social [respatialization]. De forma personal, Scholte asocia esta última consideración a lo que algunos autores ha denominado como una nueva configuración mundial. Así mismo, una perspectiva que no es abordada por Scholte, pero mantiene un gran respaldo académico de inevitable consideración, es el marco teórico desarrollado bajo las economías-mundo. Jan Aart Scholte, Globalization: A Critical Introduction, Nueva York, edit. Palgrave Macmillan, 2005, 519 pp. Para constatar los distinto enfoques que se han elaborado alrededor de la globalización, véase: David Held & Anthony McGrew, The Global Transformations Reader. An Introduction to the Global Debate, Reino Unido, edit. Polity Press, 2005, 602 pp. Y sobre la dificultad epistemológica del concepto, véase: Arturo A. Ramos Pérez, Globalización y Neoliberalismo. Ejes de la reestructuración del capitalismo mundial y del Estado en el fin del siglo XX, México, edit. Plaza y Valdés, 2004, 208 pp. 10 Giovanni Arrighi, El largo siglo XX, Madrid, edit. Akal, 2ª edición, 2014, p 108. 14 dispuesto a otorgarles”.11 Esto reflejó el liderazgo hegemónico que el vecino del norte poseía al término de la gran guerra. Robert Cox denominó al periodo después de 1945 como un periodo donde prevalece la pax americana.12 Sin embargo, la pax americana se ha adaptado a las contradicciones del capitalismo, a través de dos modelos económicos: 1) el modelo de industrialización por sustitución de importaciones, liderado por el Estado; y 2) el modelo neoliberal, apuntalado por el Mercado. El primer modelo económico que consolidó la economía de posguerra se caracterizaba por el papel activo que el Estado ejercía sobre el proceso económico con el objetivo fundamental de proteger a la industria nacional frente a los productos extranjeros y, así, fomentar un mercado interno suficientemente fuerte. El segundo modelo, el proyecto neoliberal, fue finalmente validado con entusiasmo después de dos crisis,13 ya que “prometía mejorar la competitividad, estimular el libre acceso a los recursos de capital y a los tecnológicos y promover una estructura económica más flexible. Todo ello para desarrollar un ambiente más favorable para los inversionistas nacionales y extranjeros y así lograr un crecimiento económico sostenido, estabilidad y bienestar”.14 Al mismo tiempo, dicho proyecto dio pauta a una recomposición con mayor integración al sistema mundial de producción, en cuyo caso, la incorporación de América Latina a este sistema económico mundial tuvo cabida a través de la aplicación de reformas 11 Héctor Guillén Romo, “Del patrón oro a la privatización del sistema monetario internacional”, en Comercio Exterior, núm. 7, vol. 58, México, edit. Banco Nacional de Comercio Exterior, julio, 2008, p.9. 12 Cfr. Robert Cox, Production, Power and World Order. Social Forces in the Making of History, Nueva York, edit. Columbia University Press, 1987, 500 pp. 13 La primera de ellas, debido a la fluctuación del valor del dólar dentro de los mercados internacionales, el presidente Nixon de EE.UU. en 1971 anunció el abandono de la convertibilidad del dólar al oro entre los bancos centrales. Dicha decisión fue tomada a causa de los déficits que mantenía EE.UU. durante de la Guerra de Vietnam. Así esta decisión tuvo como consecuencia el fin del sistema financiero internacional de Bretton Woods. Al respecto, explica Héctor Guillén Romo: “El vínculo entre el valor de la moneda de un país y la guerra no tiene nada de político. Cuando la guerra comienza, los déficit que se profundizan deben financiarse atrayendo ahorro extranjero. El país en guerra tiene que aumentar las tasas de interés, lo que aprecia el valor de su moneda. Cuando la guerra termina, hay que rembolsar las deudas y obtener excedentes. A medida que el país restaura el equilibrio de sus cuentas, las tasas de interés bajan y la moneda se deprecia”. Héctor Guillén Romo, op. cit., p. 10. Y la segunda, la crisis del petróleo de 1973 dio un golpe certero a la economía estadounidense y a las economías que formaban parte del bloque capitalista. Esta crisis tiene su origen en el aumento de los precios del petróleo por parte de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el cual respondía a una medida coercitiva ante los países que otorgaron su apoyo a Israel durante la Guerra del Yom Kippur o del Ramadán. Esta decisión provocó que los fundamentos económicos keynesianos en los cuales estaba sustentado el sistema de posguerra fueran fuertemente cuestionados por parte de la ortodoxia económica. 14 Carlos Tello & Jorge Ibarra, La revolución de los ricos, México, Facultad de Economía-UNAM, 2012, p. 100. 15 de ajuste estructural, respaldadas por el Consenso de Washington. De forma más específica, Eric Hobsbawn aclara este proceso de transición entre ambos modelos: La batalla entre los keynesianos y los neoliberales no fue simplemente una confrontación técnica entre economistas profesionales, ni una búsqueda de maneras de abordar nuevos y preocupantes problemas económicos. […] Se trataba de una guerra entre ideologías incompatibles. Ambos bandos esgrimían argumentos económicos: los keynesianos afirmaban que los salarios altos, el pleno empleo y el estado del bienestar creaban la demanda del consumidor que alentaba la expansión, y que bombear más demanda en la economía era la mejor manera de afrontar las depresiones económicas. Los neoliberales aducían que la economía y la política de la edad de oro dificultaban —tanto al gobierno como a las empresas privadas— el control de la inflación y el recorte de los costes, que habían de hacer posible el aumento de los beneficios, que era el auténtico motor del crecimiento en una economía capitalista. En cualquier caso, sostenían, la «mano oculta» del libre mercado de Adam Smith produciría con certeza un mayor crecimiento de la «riqueza de las naciones» y una mejor distribución posible de la riqueza y la rentas; afirmación que los keynesianos negaban. En ambos casos, la economía racionalizaba un compromiso ideológico, una visión a priori de la sociedad humana.15 Sin embargo, el proyecto neoliberal también significó restablecer las mejores condiciones para la acumulación privada y restaurar el poder de las élites. En buena medida, en el neoliberalismo descansaba la idea de que en el mundo ideal la libre y la equitativa competencia entre los individuos debía ser el orden que prevalecería. Después de grandes adversidades que permitieron la expansión de dicho proyecto en todo el mundo, finalmente se hizo visible en el año de 1989 con la caída del Muro de Berlín y con la desaparición de iure de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991. Estos acontecimientos de gran envergadura y simbolismo político y económico permitieron inferir el triunfo del capitalismo liderado por los EE.UU., el cual se había caracterizado, no solamente por el proyecto neoliberal, sino también por una tendencia hacia una convergencia capitalista financiera y productiva en favor de las élites mundiales. La principal característica durante estos tiempos modernos del capital ha sido la capacidad de las empresas transnacionales de diseminar sus procesos productivos alrededor del mundo, con el objetivo de buscar espacios donde la producción subcontratada tuviese una mano de obra más barata y eficiente.16 Esta transición del viejo sistema de grandes empresas, 15 Eric Hobsbawm, Age of Extremes. The Short Twentieth Century, Londres, edit. Abacus, 1995, p. 409. 16 José Luis León, “México y el mundo del futuro; cinco posibles escenarios” en El Colegio de México, La política exterior de México. Enfoques para su análisis, México, edit. Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos & Centro de Estudios Internacionales-El Colegio de México, 1997, p. 170. 16 con una sede en la “metrópoli” y con filiales y sucursales en otros países a una nueva forma de producción caracterizada por la relocalización industrial y apoyada por las nuevas tecnologías, ha rezagado las diversas economías del mundo a la suerte de políticas de inversiones de empresas trasnacionales. Este proceso de transnacionalización “constituye el paso de las “relaciones exteriores” de las empresas a través de la compra y venta en los mercados […]”.17 Sirvan de ejemplo los casos de la industria automotriz, de aviación y la industria textil. A su vez, la expansión de las finanzas ha sido impulsada a través de “la desregulación de los mercados de capital, el perfeccionamiento de la tecnología, la creciente integración entre los flujos financieros y el comercio de bienes y servicios”.18 La financiarización de la economía ha cambiado el centro de gravedad de la producción hacia las finanzas, como uno de los medios principales para la valorización monetaria. Este cambio se ha reflejado en todos los aspectos de la economía, debido al: “1) aumento de las ganancias financieras como una parte de las ganancias totales; 2) aumento de la deuda en relación con el PIB; 3) al crecimiento de finanzas, seguros y bienes raíces como parte del ingreso nacional; 4) a la proliferación de instrumentos financieros exóticos y opacos; y 5) al papel expansivo de las burbujas financieras”.19 Saskia Sassen explica que las (altas) finanzas se han convertido en formaciones depredadoras extractivas compuestas por complejos tipos de conocimiento que van desde las matemáticas algorítmicas hasta la logística de alto nivel. La particularidad de las altas finanzas, menciona Sassen, “es su modo de actuar respecto a la valorización del capital versa en la utilización de bienes físicos reales (tales como una casa, un coche o un barrio modesto) para el desarrollo de activos financieros”.20 En este mismo sentido, Saskia Sassen destaca lo 17 Pablo González Casanova, “El colonialismo global y la democracia”, en Samir Amin & Pablo González Casanova (coords.) La nueva organización capitalista mundial vista desde el sur II. El Estado y la política en el sur del mundo, Madrid, edit. Anthropos y Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades-UNAM, 2013, p. 43. 18 José Luis León, op. cit. 19 Paul M. Sweezy, “More (or Less) on Globalization” [en línea], en Monthly Review, núm. 4, vol. 49, Nueva York, septiembre, 1997. Dirección URL: https://bit.ly/3Rneol9, [consultado el 12 de septiembre de 2019].La globalización fue, en opinión de Sweezy, un fenómeno mucho más largo y amplio, característico de todas las etapas del desarrollo histórico del capitalismo y, por lo tanto, no una consecuencia de los modos cambiantes de acumulación. 20 Saskia Sassen, “Predatory Formations Dressed in Wall Street Suits and Algorithmic Math”, en Science, Technology & Society, vol. 1, núm. 22, 2017, pp. 1-15. El mismo argumento es retomado por: Greta Krippner, 17 que años atrás expresaron Harry Magdoff y Paul Sweezy: “[…] más bien, la separación analítica apropiada es entre la base productiva subyacente de la economía y la superestructura financiera”.21 Con lo anterior, en esta última etapa del proceso de expansión capitalista se reflejan dos facetas que mantiene una relación simbiótica: la transnacionalización de los procesos productivos que comprehende la estructuración de la economía global “real” contemporánea, la cual ha creado espacios de acumulación y explotación diferenciados; y la financiarización de los sectores de la economía, la cual ha creado mecanismos de extracción monopólicos que han permitido el aumento de las desigualdades sociales alrededor del mundo. Samir Amin hace mención de 5 monopolios en particular:22 1) monopolios tecnológicos, 2) el control de los mercados financieros mundiales,23 3) acceso monopolista a los recursos naturales del planeta, 4) monopolio de los medios de comunicación, 5) monopolios de las armas de destrucción masiva. Como resultado de esta convergencia financiarizada y transnacionalizada a través de la desregulación económica que dio paso al neoliberalismo –con respaldo del FMI, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro estadounidense–24 diversas naciones del mundo se han vuelto vulnerables debido al nivel de su endeudamiento externo, al déficit estructural de sus intercambios, el carácter volátil de los flujos financieros, las privatizaciones (las cuales evitan la supresión del control que ejercían los gobiernos sobre la adquisición de las empresas nacionales por capitales extranjeros), el abandono de mecanismos de protección y el Capitalizing on Crisis: The Political Origins of the Rise of Finance, Cambridge, MA, edit. Harvard University Prees, 2012, 234 pp; Costas Lapavitsas, Profiting Without Producing: How Finance Exploits Us All, edit. Verso, 2014, 416 pp. 21 Harry Magdoff & Paul M. Sweezy, Stagnation and the Financial Explosion, Nueva York, edit. Monthly Review Press, 1987, pp. 94-95. 22 Samir Amin, El capitalismo en la era de la globalización, edit. Paidós, España, 1999, 296 pp. 23 Respecto a las finanzas, François Chenais afirma que “el régimen financiarizado es una producción de los países capitalistas avanzados (principalmente de Estados Unidos y del Reino Unido), el cual no está mundializado en el sentido en que no abrazaría en una totalidad sistémica verdadera al conjunto de la economía mundial. Más bien, esta efectivamente mundializado per se, dado que su funcionamiento exige un grado muy elevado de liberalización y de desregulación, no sólo de las finanzas, sino también de la inversión directa en el extranjero y de los intercambios comerciales”. François Chesnais, “La “nueva economía”: una coyuntura singular de la potencia hegemónica americana”, en G. Duménil, D. Lévy & I. Wallerstein, La globalización y sus crisis. Interpretaciones desde la economía crítica, Madrid, edit. Catacata, 2002, p. 52. 24 Peter Gowan, The Global Gamble. Washington’s Faustian Bid for World Dominance, Londres, edit. Verso, 1999, 320 pp. 18 desarrollo de burbujas financieras.25 Así, la expansión de la financiarización y transnacionalización de la economía (simplificada a través de la noción de globalización) se ha manifestado en una suerte de desarrollos geográficos desiguales –en términos de David Harvey–, en donde coexisten espacios que concentran en extremo grandes niveles de capital y circulación del mismo; y por otro lado, espacios, donde la concentración del capital es sumamente menor: véase el Mapa 1.1. Pautas globales de inversión extranjera directa. 25 Eric Toussaint, La bolsa o la vida: Las finanzas contra los pueblos, Buenos Aires, edit. CLACSO, 2003, p. 100. 19 Mapa 1.1. Pautas globales de inversión extranjera directa, 2000 Fuente: Peter Dicken, Global Shift. Mapping the Changing Contours of the World Economy, Nueva York, edit. The Guilford Press, 2011, p. 42. 20 1.1.2. EL CRACK FINANCIERO DE 2008 La “crisis” financiera acontecida en el año 2008, cuyos antecedentes más cercanos datan de la crisis bursátil de las empresas de internet en el 2001, detonaron una serie de reflexiones en torno a las “crisis” constantes que mantiene el sistema capitalista internacional (1995, 1997, 2001, 2008). Pues, las consecuencias que provocaron las terapias de shock del neoliberalismo en distintas partes del mundo, indujeron al saqueo sistemático de los recursos públicos en detrimento de la población.26 Durante la “crisis” de 2008, se manifestó de forma clara que el mismo sistema capitalista –en su fase neoliberal (transnacionalización y financiarización)– quien en sus inicios incorporaba a la masa poblacional como consumidores u obreros (en el siglo XIX y XX), después de la crisis de 2008, fueron expulsados del mismo, pues ya no eran necesarios para el funcionamiento del sistema.27 Dada la inestabilidad financiera y su necesaria titularización de los diversos sectores de la economía, el endeudamiento poblacional ayudó a su sostenimiento. Gracias al mínimo nivel de las tasas de interés que los bancos mantuvieron, la población pudo adquirir una mayor deuda para la satisfacción de sus necesidades. En otras palabras, “la expansión económica se ha construido sobre el endeudamiento del consumidor. Las personas viven a través de préstamos para llegar a fin de mes”.28 Las crisis se han vuelto el pan de cada día tanto en los mercados bursátiles, como en el contexto geopolítico. La financiarización de la economía internacional resultó ser un excelente instrumento que materializa las ganancias totales de los principales oligopolios del mundo, la razón principal de esta transición de la economía productiva “real” a la financiarización, explica Samir Amin: “les permitió concentrar [a los oligopolios] en su beneficio una proporción creciente de la masa de beneficios realizados por la economía real”.29 En este sentido, la desregulación de los principales sectores de la economía – 26 Naomi Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, México, edit. Paidós, 2014, 702 pp. 27 Saskia Sassen, Expulsiones. Brutalidad y complejidad en la economía global, edit. Katz, Buenos Aires, 2015, 293 pp. 28 John B. Foster & Fred Magdoff, La crisis financiera, causas y consecuencias, México, edit. FCE, 2009, p. 36. Además véase: John B. Foster, “The Financialization of Accumulation” [en línea], en Monthly Review, núm. 5, vol. 62, Nueva York, octubre, 2010. p. 64. Dirección URL: https://bit.ly/3WQYhgZ, [consultado el 12 de septiembre de 2019]. 29 Samir Amin, "¿Crisis financiera? ¿crisis sistémica?”, en Samir Amin et al., Crisis financiera, económica, sistémica, Madrid, edit. Maia, 2010, 9-30 pp. 21 amplificados a través del proyecto neoliberal mediante las grandes instituciones financieras internacionales BM, FMI y BPI, así como de las políticas de los principales gobiernos centrales, sirva de ejemplo el Consenso de Washington y el Tratado de Maastricht– significó la titularización de los sectores económicos de las principales economías periféricas y, así mismo, en contra de la población general, para la supervivencia del mismo sistema capitalista.30 Como resultado, siguiendo a François Chenais, la corporate governance acumuló activos financieros muy elevados en manos de instituciones financieras no bancarias garantizando que los mercados financieros “emergentes” fueran efectivos contribuyentes de liquidez. En este sentido, Chenais menciona: La interpretación nueva entre “finanzas” e “industria” exige que los grupos puedan gozar de una libertad total de localización de los sitios de aprovisionamito, de producción y de comercialización, por tanto de una liberalización completa de la inversión directa extranjera y de los intercambios, así como de la abolición de toda constricción para el aprovisionamiento de lo local. 31 El colapso financiero que golpeó fuertemente a las economías centrales (Estados Unidos y Europa) en 2008, colocó en entredicho los postulados del libre mercado y los pilares de la economía ortodoxa, debido a que una de las principales medidas –y la única opción de rescate– para detener la caída libre del capitalismo fue la re-regulación de los mercados e instituciones financieras. Se demostró de manera indudable que la desregulación de los mercados financieros y productivos de las economías periféricas y centrales, así como la tendencia a la baja de las tasas de interés para el fomento al crédito que sostenía el consumo de las personas, se exteriorizaron como las principales causas de la “crisis”. En consecuencia, tal y como enfatizaron John Bellamy Foster y Fred Magdoff en su momento: “la explosión financiera que experiment[ó] Estados Unidos y otras economías capitalistas avanzadas desde los años setenta es sintomática de una tendencia subyacente al estancamiento, cuyas raíces se encuentran en el patrón de acumulación bajo el capital monopolista financiero”.32 Dicho de otra manera, las causas de la “crisis” de 2008 se encuentran en su propio fundamento que no es otro que la separación entre la esfera financiera y la real como resultado de los procesos 30 Cfr. Eric Toussaint, op. ct., 448 pp. 31 François Chenais, “La “nueva economía… », op. cit., p. 53. 32 John B. Foster & Fred Magdoff, La crisis financiera…, op. cit. 22 de liberación de los mercados monetarios y financiero.33 En este sentido, colocando como vital punto de interés a la valorización del capital, Foster y Magdoff señalan: […] la especulación de divisas y futuros, el comercio de complejos derivados, el surgimiento y crecimiento de los fondos de cobertura de alto riesgo, y el sorprendente incremento del endeudamiento, todas son consecuencias del mismo fenómeno. A medida que la economía de producción de bienes y servicios se estanca y, por tanto, no consigue generar la tasa de rentabilidad de M-C-M´ que desea el capital, aparece un nuevo tipo de “inversión”. Su objetivo es apalancar la deuda y adoptar la expansión tipo burbuja que busca altos beneficios especulativos a través de diferentes instrumentos financieros. El descenso de los salarios reales y la distribución de la riqueza hacia arriba, resultado de la guerra de clases declarada unilateralmente desde arriba, no han sido suficientes para garantizar la espiral creciente de rentabilidad sobre el capital invertido en la economía productiva. Por consiguiente, el capital, en su búsqueda continua de beneficios, no está generando una mayor producción de bienes y servicios, sino un recurso constante a nuevas formas de realizar apuestas.34 Por tanto, la exposición que diversos analistas han realizado al considerar el desplome financiero de 2008 como “la crisis” más importante después del crack de 1929 no presenta una razón de ser dentro del esquema de análisis del capitalismo, ya que dentro del sistema capitalista, si una crisis no es una sorpresa, por tanto, no hay tal crisis. Esta proposición introduce la hipótesis de la inestabilidad financiera concebida por Hyman Misky, quien –en síntesis– postulaba una inestabilidad intrínseca del propio sistema financiero debido al proceso de sobreacumulación. En palabras de David Harvey, la sobreacumulación del sistema financiero es resultado de la falta de oportunidades [que los capitalistas enfrentan] para sostener inversiones que aporten ganancias.35 En definitiva, con el crack de 2008, los postulados del neoliberalismo, los cuales se expandieron por todo el mundo a través de las instituciones financieras internacionales, sufrieron una gran deslegitimación tanto a nivel social como a nivel político. Toda vez que, las condiciones de pobreza y desigualdad con las cuales se había caracterizado a los países 33 François Morin, "La crisis globalizada y las nuevas orientaciones del sistema", en Samir Amin et al., Crisis financiera, económica, sistémica, Madrid, edit. Maia, 2010, p. 33. Además véase: John Saxe-Fernández, Crisis e imperialismo, México, edit. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades-UNAM, 2012, 301 pp. 34 John B. Foster & Fred Magdoff, op. cit., 87-88. 35 David Harvey, “El ‘nuevo’ imperialismo. Sobre reajustes espacio-temporales y acumulación mediante desposesión (I)” [en línea], en Viento Sur, 13 de diciembre de 2003. Dirección URL: https://bit.ly/3HdQvI0, [consultado el 6 de diciembre de 2019]. 23 “subdesarrollados” durante el siglo XX, también se reflejaron en los países presumibles de “desarrollo”. Así, los movimientos sociales europeos y estadounidense surgieron como consecuencia del desplome financiero. El movimiento social de “los indignados”, que surgió en el año de 2011 en España (15-M), fue punta de lanza de una serie de manifestaciones acontecidas en las grandes capitales europeas. Las protestas eran dirigidas en contra del sistema bancario por haber utilizado los ahorros, hipotecas y pensiones con el objetivo de salvaguardar su existencia durante el crack financiero. Esto dejo a diversas personas sin recursos económicos, sin ahorros y sin hogar. Las manifestaciones acontecidas en Madrid en 2011 tuvo un efecto domino en las principales capitales europeas (Londres, Berlín, Ámsterdam, Atenas, Lisboa) así como en EE.UU. (Wall Street), el cual fue el movimiento más notorio, ya que la protesta se llevó acabo en el epicentro financiero donde aconteció la crisis tres años atrás. El crack financiero de 2008, en términos de economía política, representó la inestabilidad financiera intrínseca que la pax americana que resguardaba desde finales de la segunda guerra mundial. Con el crack, EE.UU. compartió sus problemas de sobreacumulación con el resto del mundo, a merced de las diversas problemáticas sociales que enfrentaban diversas naciones a causa del proyecto neoliberal durante las décadas de 1980 y 1990.36 Sin embargo, la centralidad de los EE.UU. se mostró clara. Su decisivo papel en la gestión de la crisis, desde el rescate de bancos extranjeros hasta la concesión de bonos del Tesoro para el sostenimiento de otros, así como, la coordinación de políticas de con otros Estados, demostraba hasta qué punto el mundo seguía instalado en el patrón dólar.37 A pesar del caos que produjo el crack de Wall Street, caso curioso resulta ser la serie de decisiones que se tomaron en la reunión extraordinaria de la cumbre del G-20 en Washington durante los días 14 y 15 de noviembre de 2008, en los cuales se acordó por parte de las 20 economías más importantes de todo el mundo, el sostenimiento de un sistema financiero desregulado y totalmente abierto. En aras de regular el sistema financiero, en el marco de la segunda cumbre del G-20 post-crack celebrada el 2 de abril de 2009 en Londres, los representantes de Francia y Alemania –liderados por el presidente francés Nicolas 36 Cfr. Michel Choussudovsky, Globalización de la pobreza y nuevo orden mundial, México, edit. Siglo XXI y CEIICH-UNAM, 2002, 392 pp. 37 Leo Panitch & Sam Gindin, La construcción del capitalismo global: la economía política del imperio estadounidense, México, edit. Akal, 2015, 525 pp. 24 Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel– lograron acordar la publicación de una lista negra de paraísos fiscales y un desplegado de sanciones para quienes se negasen a compartir dicha información. Además, se acordó la obligatoriedad de los fondos de alto riesgo (hedge funds) a registrarse e informar sobre sus operaciones a los supervisores de cada país. Esta serie de medidas (demasiado endebles para la cantidad de instrumentos que posee el sistema financiero) representaron, en palabras del presidente de Francia, “la reforma más profunda del sistema financiero desde 1945”.38 En conjunto, el resultado de los esfuerzos de negociación y acuerdo económico a nivel multilateral que representaron las tres reuniones del G-20 post-crack (Washington, Londres y Pittsburg), no hubo mención alguna de las consecuencias sociales a las cuales las poblaciones de los distintos hemisferios fueron víctimas. El debate se centró en la reconstitución de los mecanismos financieros a través de medios capaces de regular las transacciones de las bolsas bursátiles o, por otro lado, en la necesaria libertad del capital financiero. Las economías de EE.UU. y la Unión Europea fueron las principales afectadas por el crack. Este provocó una crisis industrial que indujo a una crisis del empleo que llevó asimismo a una crisis de demanda que, al provocar la intervención masiva del gobierno para detener la caída libre de la economía, en última instancia, condujo a una crisis fiscal, donde se utilizó el dinero de los impuestos y los préstamos de los mercados financieros mundiales (incluidos los de China y los fondos soberanos).39 Los casos más drásticos de recesión económica en Europa fueron España, Portugal y Grecia, –en este último país los rescates financieros fueron de gran controversia, donde el último de ellos fue otorgado en el año 2015. Las ondas expansivas del crack impactaron de distinta manera a las naciones consideradas ya en “crisis”. Los efectos en América Latina, se reflejaron en la devaluación de ciertas divisas (por ejemplo: el real brasileño), la disminución de las exportaciones, el 38 Alejandro Bolaños, “El G-20 alumbra un nuevo sistema financiero como respuesta a la crisis” [en línea], en periódico El País, sección Economía, Madrid, 2 de abril de 2009. Dirección URL: https://bit.ly/3XMjk5w, [consultado el 8 de octubre de 2019]. 39 Manuel Castells, João Caraça y Gustavo Cardoso (eds.), Después de la crisis, Madrid, edit. Alianza, 2013, p. 24. Además véase: Srećko Horvat & Slavoj Žižek, El sur pide la palabra. El futuro de una Europa en crisis, Barcelona, 2014, 217 pp. 25 retroceso de los precios de las materias primas y la reducción de los montos de las pensiones, principalmente en Chile, Bolivia, Uruguay, Perú y México.40 1.1.3. EL COMPONENTE MILITAR En el contexto de esta nueva fase de capitalismo global, tanto el poder como la riqueza –tras haber sido separadas por el liberalismo económico en el siglo XVIII– no habían tenido una correlación de fuerzas tan entrelazadas como la que se ha manifestado en las primeras dos décadas del siglo XXI. A pesar del gran éxito que tuvo el neoliberalismo durante las décadas de 1990 e inicios del nuevo milenio como terapia de shock –en términos de Naomi Klein–,41 la intervención militar, como mecanismo radical de despojo, no fue descartada a la par de la financiarización y transnacionalización de los procesos productivos. De acuerdo con Harvey, la expansión del capitalismo depende de la acumulación por despojo, que pude incluir desplazamiento forzados, privatización de tierras públicas o comunales, la supresión de formas indígenas de producción y consumo, y el sometimiento por medio del crédito y la deuda, entre otros.42 En este sentido, la intervención militar (cubierta y encubierta) por parte de los EE.UU. en territorios que no están en guerra convencional, pero que resultan estratégicos para los “intereses” y la “seguridad nacional” estadounidense, agudiza la extracción de excedentes y de recursos naturales estratégicos a través de las Tropas de Operaciones Especiales del Departamento de Defensa (DoD) de la potencia hegemónica.43 Ejemplo claro del desastre que causa la intervención estadounidense, se constata en lo ocurrido en Afganistán e Irak en los años 2001 y 2003 respectivamente. Como pretexto de ejercer una “Guerra contra el Terrorismo”, a causa de los ataques ocurridos el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, EE.UU. decidió invadir naciones especificas en Medio Oriente. La invasión a Afganistán se desenvolvió en una serie de manipulaciones mediáticas 40 Ignacio Ramonet, La catástrofe perfecta. Crisis del siglo y refundación del porvenir, Buenos Aires, edit. Capital intelectual, 2009, p. 28. 41 Naomi Klein, La doctrina del Shock…, op. cit. 42 David Harvey, Breve historia del neoliberalismo, Oxford, edit. Oxford University Press, 2005, p. 159. 43 Silvina María Romano & Gian Carlo Delgado Ramos, “La Pax Americana en el siglo XXI. Política, seguridad e injerencia imperial en México y América Latina”, en Razón y Revolución, núm. 20, s/vol., Argentina, 2010, pp. 7-8. 26 orquestadas por el gobierno de los EE.UU. para deslindarse de los nexos que existían ente funcionarios estadounidenses con los talibanes desde la salida del ejército soviético en 1989;44 así mismo, reflejó la falta de una estrategia de guerra congruente, ya que nunca se esclareció si el objetivo era destruir la organización Al-Qaeda y arrestar a Osama Bin Laden como líder de la misma (en 2011 fue asesinado en un ataque encubierto en Pakistán), o proseguir la lucha contra grupos terroristas en un marco territorial más allá de Afganistán (como se ha llevado a cabo en contra del supuesto Estado Islámico en territorio de Siria e Irak desde 2014 y aún presente). En 2019, Craig Whitlock, un reportero especialista en seguridad nacional del diario The Washington Post, fue autor de un reportaje que da a conocer una serie de documentos considerados de seguridad nacional sobre la fallida invasión a Afganistán, mencionó: “¿Era Al Qaeda el enemigo o los talibanes? ¿Era Pakistán un amigo o un adversario? ¿Qué pasa con el Estado Islámico y la desconcertante variedad de yihadistas extranjeros, y los caudillos en la nómina de la CIA? Según los documentos, el gobierno de los Estados Unidos nunca llegó a una respuesta”.45 Lo que en un principio se sospechaba como la satisfacción de intereses de grupos corporativos de la compañía petrolera Unocal –los cuales habían sido cancelados en 1998 y siendo retomados por Arabia Saudita con el objetivo de extraer gas y petróleo del Mar Caspio– en territorio afgano,46 se confirmó con la invasión a Irak en 2003. Ante la patética justificación que otorgo el gobierno estadounidense para intervenir en Irak,47 sus intereses fueron explícitamente rebelados sobre los recursos petroleros de esta nación, a través de una 44 Michel Chossudovsky, “Las pistas del Osamagate: Al Qaeda y la CIA: la conexión Macedonia”, en La Jornada, 14 de octubre de 2001, Dirección URL: https://bit.ly/3Rj0LDv, [consultado el 13 de mayo de 2020] 45 Craig Whitlock, “At War With the Truth”, suplemento The Afghanistan Papers. A Secret History of The War, en The Washington Post, 9 de diciembre de 2019. Dirección URL: https://wapo.st/3HITRUS, [consultado el 9 de mayo de 2020] [traducción propia]. 46 Los materiales que dan cuenta de este suceso se encuentra sintetizados en Guillermo Almeyra, “EU buscaría recuperar control de crudo y gas del Mar Caspio” y Jim Cason & David Brooks, “Renovados intereses de la petrolera estadounidense Unocal en Afganistán”, en periódico La Jornada, 2 de octubre de 2001 y 19 de enero de 2007. Direcciones URL: https://bit.ly/3DPy2kv y https://bit.ly/3kL2RQo, [consultados el 13 de mayo de 2020]. 47 La justificación fue la siguiente: “Derrotar a un régimen que desarrolló y usó armas de destrucción masiva, que albergó y apoyó a terroristas, cometió abusos escandalosos de derechos humanos y desafió las justas demandas de las Naciones Unidas y el mundo”, U.S. Department of State, Winning the War on Terror, 9 de septiembre de 2003. Dirección URL: https://bit.ly/3HjCIQk, [consultado el 13 de mayo de 2020] [traducción propia]. 27 reconfiguración económica post-intervención. Las estrategias del capital estadounidense aplicadas en territorio iraquí por medio de quien fuese designado como el administrador de la Autoridad Provisional de la Coalición, el embajador Paul Bremer, fue un miembro clave en la promoción de los intereses de la élite estadounidense en Irak. Al haber sido promotor de la firma privada de asesoramiento que Kissinger creo en la década de 1990, Bremer era un hombre que comprendía cabalmente la ejecución de un ideario sobre terrorismo, pues así lo designaba su estrecho vínculo que mantenía con el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y el Subsecretario Paul Wolfowitz;48 asimismo, era ideal en la promoción de la economía capitalista. Naomi Klein declaró al respecto: “Bremer ni siquiera esperó a que se volviera a encender las luces en Bagdad o que llegaran las piezas de repuesto a las fábricas tomadas de Irak antes de declarar, el 26 de mayo, que Irak estaba “abierto para los negocios””.49 La terapia de shock que causo el conflicto bélico en contra de Afganistán e Irak, para el progreso de sus objetivos geoeconómicos estadounidenses, no es el único elemento clave que resalta, pues tanto en la teoría como en la práctica, existe una simbiosis entre las corporaciones, el Estado y las fuerzas militares. John Saxe-Fernandez explica que: “la presidencia imperial, que tienen una identidad territorial definida, usó la fuerza, entre otros motivos contrales, para ampliar las operaciones de los monopolios de EE.UU., rompiendo con el uso de la fuerza, los arreglos formalizados por Irak con empresas petroleras francesas, rusas, italianas, entre otras”.50 Si bien, la intervención puede ser explicita, no es el único método de injerencia. La proyección inteligente de la pax americana puede incidir en las estructuras de decisión gubernamentales en aspectos legales, judiciales y de seguridad interna y externa, entre otros medios más. La capacidad de influir en las estructuras internas de espacios sociales específicos con el objetivo de reproducir los mecanismos que conduce a una determinada concepción del mundo, es entendida como hegemonía. Ejemplos clásicos de este tipo de 48Cfr. Donald Rumsfeld, “Designation as Administrator of the Coalition Provisional Authority”, Departamento de Defensa, memorandum a Paul Bremer, Presidential Envoy to Iraq, 13 de mayo 2003. 49 Naomi Klein, “Downsizing in Disguise”, en The Nation, 4 de Junio de 2003. Dirección URL: https://bit.ly/40iLEhJ, [consultado el 13 de mayo de 2020] [traducción propia]. 50 John Saxe-Fernández, Terror e Imperio. La hegemonía y economía de Estados Unidos, México, edit. Arena Abierta, 2006, 68-69 pp. 28 injerencia en América Latina se refiere al Plan Colombia y a la Iniciativa Mérida en el caso de México. En lo referente a la Iniciativa Mérida, más allá de ser una declaración política entre los gobiernos de EE.UU. y México en contra de organizaciones criminales que trafican con sustancias ilícitas, representó –según Dawn Marie Paley– el eje rector que condujo a la “Guerra contra el Narco”, como “el fundamento del shock permanente en México”,51 el cual es complementario al shock económico que representa el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Al respecto, encuentra cabida la pregunta: ¿por qué ambos shocks (político y económico) son complementarios? En definitiva, resulta extraordinario que la violencia desbordada a lo largo del país desde el 2008 no haya afectado a los dueños de corporaciones trasnacionales como Sony o Waltmart, pero en cambio, sí ha afectado a los trabajadores. La disminución de la fuerza laboral significa “que puede evitar la organización sindical, manteniendo los salarios deprimidos […]”.52 Habría que decir también que la Iniciativa Mérida significó la aceleración del extractivismo de diversos recursos naturales y el despojo de tierras de campesinos. Marie Paley, explica que “los que parecen asesinatos indiscriminados podrían revelar patrones vinculados con la desocupación de territorios a través del terror, para extraer recursos en zonas rurales o para facilitar el flujo de capital en zonas urbanas para proyectos de infraestructura (autopistas, aeropuertos o puentes fronterizos)”.53 El uso del terror como shock social que generan las distintas masacres realizadas por organizaciones criminales –no pueden entenderse sin su complicidad con el aparato estatal y las corporaciones trasnacionales– permite asegurar determinados espacios estratégicos que no solamente incluyen rutas de narcotráfico y cultivos de amapola o marihuana, sino que involucran recursos naturales, tales como minales (oro, plata, etc.) y petróleo. En consecuencia se ha agravado el despojo forzado de grandes grupos de personas con desventajas estructurales de sus medios de subsistencia. En síntesis, el proyecto neoliberal, no solamente imbrica una concepción económica a favor de la apertura de los principales sectores económicos estatales, implica, así mismo, 51 Dawn Marie Paley, Capitalismo antidrogas. Una guerra contra el pueblo [traducción por Jorge Comensal], México, edit. Sociedad Comunitaria de Estados Estratégicos y Libertad bajo palabra, 2018, p. 23. 52 Ibídem, p. 21. 53 Ibídem, p. 150. 29 un cierto grado de intervención militar. Jasmin Hristov menciona que los modelos político- económicos de “Guerras contra…” son esfuerzos de las élites para eliminar cualquier desafío al status quo. La característica común a ellos ha sido “la estructura socioeconómica profundamente desigual que consiste en fuerza armada, leyes represivas e ideología anti- subversiva”.54 El proyecto neoliberal trajo consigo consecuencias fatales a los distintos pueblos del mundo en donde tuvo cabida. El desprestigio de este modelo de “desarrollo”, cuya promesa de flexibilizar la estructura económica, cayó a cuentagotas después del crack financiero de 2008. No sólo determinados analistas y expertos criticaron ferozmente su implementación después de la crisis de la deuda latinoamericana en 1980, sino, después del crack de 2008, lo harían también aquellos que formaron parte en su aplicación durante cuatro décadas.55 El proyecto neoliberal ha garantizado la supervivencia de las élites internacionales adaptándose al nuevo contexto de la “globalización”, el cual, promueve, así mismo, la inserción de las naciones, las comunidades y las personas en ella. Por esta razón no debemos olvidar lo que se entiende por estrategia o programa global, a lo que Adolfo Gilly anota: “[…] sigue siendo verdad la vieja definición del marxismo: Una clase expresa sus intereses en un programa. Un programa se hace práctica en una organización. El neoliberalismo es, por eso, la forma discursiva del programa de una clase dominante que se expresa en la práctica de la reestructuración del capital y del Estado”.56 En suma, durante las primeras dos décadas del siglo XXI se han visibilizado con mayor ímpetu las consecuencias que ha traído consigo el proyecto neoliberal: la financiarización de sectores indispensables de las economías nacionales, la transnacionalización de los procesos productivos, el militarismo de la pax americana, y así mismo los estragos que el capitalismo ha causado en contra del medio ambiente.57 Barry Cannon va aún más lejos y considera que el proyecto neoliberal mantiene su influencia en 54 Jasmin Hristov, Blood and Capital. The Paramilitarization of Colombia, Atenas, edit. Ohio University Press, 2009, p. 202. 55 Cfr. Jonothan D. Ostry, Prakash Loungani & Davide Furceri, “Neoliberalism: Oversold?”, en Finance & Development, núm. 2, vol. 53, Washington D.C., edit. International Monetary Fund, 2016, pp. 38-41. 56 Adolfo Gilly, “Dominación y resistencia: incógnitas ante el EZLN”, en Viento del Sur, núm. 7. s/v, edit. Revista Viento del Sur, México, 1996, p. 10. 57 Cfr. François Chesnais, “Les contraditions et les antagonismes propres au capitalisme mondialisé et leurs menaces pour l’humanité”, en Actuel Marx, núm. 40, vol. 2, Francia, edit. Cairn & Presses Universitaires de France, 2006, pp. 71-85. 30 cinco grupos de poder: economía, política, ideología, militar y el ámbito transnacional.58 El proyecto neoliberal definitivamente trasciende más allá de una respuesta pragmática de reformas estructurales que reincorporan el pensamiento económico ortodoxo, o simulan la idea vaga que se ha divulgado en los medios de información masivos como, un proyecto de “apertura económica orientada al desarrollo”; es, además, y sin lugar a dudas, un proyecto político que beneficia a las élites nacionales e internacionales con el propósito de evitar un cambio en el status quo. Pero, a diferencia de la tesis de Barry Cannon, considero que la esfera transnacional se involucra intrínsecamente en las distintas localidades, de tal forma que su división implicaría una incomprensión del mismo entramado neoliberal. Sin embargo, el añorado camino hacia el desarrollo, es el discurso oficial de la modernidad, el cual deben seguir las naciones que históricamente han sido consideradas como subdesarrolladas. Tal vez, y sin pretender cualquier sentido de justificación de las atrocidades que se han llevado a cabo en nombre del mismo, sea la noción más cercana y consensuada que tenemos ante la añoranza de una sociedad más justa e igualitaria, por ello, identificar el origen y las principales proposiciones que componen “el eje rector” de los pueblos “subdesarrollados” es fundamental, y es este el papel que me propongo a exponer en las siguientes páginas. 58 Barry Cannon, The Right in Latin America: Elite Power, Hegemony and the Struggle for the State, New York y London, edit. Routledge, 2016, p. 16. 31 1.2. DEL DESARROLLO NEOLIBERAL Y LAS DESIGUALDADES 1.2.1. SOBRE EL DESARROLLO NEOLIBERAL Hablar de desarrollo, a primera vista, significa tomar cartas en el asunto sobre la reducción del hambre, aumentar la calidad de vida de las personas, tener una educación de calidad para todas y todos, igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, tener un empleo justo, disminuir las consecuencias del cambio climático que afectan a los cosechas y a los agricultores, etc. Esta serie de dificultades fueron consensuadas dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el año 2015 en el seno de las Organización de las Naciones Unidas como las dificultades más urgentes a resolver. Diversos organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales, gobiernos de distintas naciones, y hasta empresas consideradas como “socialmente responsables” han tratado de abatir algunas condiciones estructurales que perjudican de forma directa o indirecta a las personas “menos favorecidas”. En este sentido, tal pareciera que el concierto internacional está enfocado en abatir las principales problemáticas que inhiben el pleno “desarrollo”. Sin embargo, comúnmente se deja de lado que en nombre del “desarrollo” se han llevado acciones, que lejos de ayudar a mejorar la calidad de vida de los distintos pueblos del mundo, este ha mermado la vida de las personas. La noción de desarrollo presenta diversas cargas valorativas que pueden tergiversar su contenido. Se consideran dos acepciones que hacen referencia a los “múltiples apellidos” que se le han añadido al concepto: la primera hace referencia a un carácter cuantitativo, en donde la alta productividad, el aumento constante del Producto Interno Bruto (PIB) y del PIB per cápita son los principales indicadores que evidencian el desarrollo de un Estado (desarrollo económico). En su segunda acepción, hace referencia a un aspecto de carácter cualitativo, cuyo principal énfasis son las “necesidades humanas” (desarrollo humano). Si bien, la mayoría de las perspectivas teóricas entorno al desarrollo pueden ser comprendidas en esta dualidad, se debe agregar una tercera perspectiva, pues el concepto de desarrollo puede implicar “la consecución de objetivos a los que aspiran grupos dominantes de una sociedad (élites) y que compiten en la utilización de recursos escasos”.59 59 Celso Furtado, Breve introducción al desarrollo. Un enfoque interdisciplinario. México, FCE, 1983, p. 27. 32 Esta tercera perspectiva no se inscribe exclusivamente dentro del dualismo cuantitativa-cualitativa, sino que responde a una tendencia de carácter estructural. Esta perspectiva permite dirigir la atención, no solo en quiénes toman las decisiones entorno a la aplicación de determinado “modelo de desarrollo”, además permite concebir un modelo dual entre el agente y la estructura social. Sin embargo, previo a considerar este punto, es importante resaltar los orígenes del concepto de desarrollo y su giro hacia la tendencia “neoliberal”. Si bien, el momento histórico puntual en el que se institucionalizó el desarrollo como el principal objetivo que las “naciones subdesarrolladas” deben lograr fue el 22 de noviembre de 1949, con el discurso del presidente estadounidense Harry Truman.60 Es importante considerar una serie de factores adicionales que coadyuvaron a que dicho concepto se legitimara, y que con posterioridad, el anhelo de simular a las grandes potencias mundiales –en términos económicos– permitiera la implementación de determinadas políticas públicas. En primer lugar, la instrumentalización del conocimiento económico, en lo que a posteriori se consideraría como “teoría del desarrollo”, 61 se sustentó en la experiencia de las naciones “desarrolladas” que con posterioridad dio paso a la teoría económica clásica, neoclásica, keynesiana y marxista. Sin embargo, en aras de impulsar el desarrollo, los formuladores de políticas públicas de las “naciones subdesarrolladas” inhibieron la reflexión 60 “[…] debemos embarcarnos en un nuevo programa que haga disponibles nuestros avances científicos y nuestro progreso industrial para la mejora y crecimiento de las áreas subdesarrolladas. Más de la mitad de la población del mundo vive en condiciones que se acercan a la miseria. Su alimentación es inadecuada. Son víctimas de la enfermedad. Su vida económica es primitiva y estancada. Su pobreza es un lastre y una amenaza tanto para ellos como para las áreas más prósperas. Por primera vez en la historia, la humanidad tiene los conocimientos y habilidades para aliviar el sufrimiento de esas personas. Nuestro propósito tendría que ser el de ayudar a los pueblos libres del mundo para que, a través de sus propios esfuerzos, produzcan más alimentos, más vestido, más materiales para sus casas y más potencia mecánica para aligerar sus cargas. Tiene que ser un esfuerzo mundial para lograr la paz, la plenitud y la libertad. Con la cooperación de empresas, capital privado, agricultura y la mano de obra de este país, este programa puede aumentar en gran medida la actividad industrial en otras naciones y puede incrementar sustancialmente su nivel de vida. El viejo imperialismo —explotación para beneficio extranjero— no tiene espacio en nuestros planes. Lo que estamos vislumbrando es un programa de desarrollo basado en el juego limpio democrático”. Citado en Gian Carlo Delgado Ramos (coord.), Buena vida, buen vivir: imaginarios alternativos para el bien común de la humanidad, México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades-UNAM, 2014, p. 22. 61 Cfr. Richard Peet & Elaine Hartwick, Theories of Development. Contentions, Arguments, Alternatives, Nueva York, edit. The Guilford Press, tercera edición, 2015, 369 pp; Mario González Arencibia, Una gráfica de la teoría del desarrollo: del crecimiento al desarrollo humano sostenible, Ciudad de la Habana, edit. Departamento de Marxismo, 2006, 154 pp; Antonio Luis Hidalgo Capitán, El pensamiento económico sobre el desarrollo. De los mercantilistas al PNUD, España, Universidad de Huelva, 1998, 312 pp. 33 en torno a su aplicación en otros contextos sociales y culturales. Como resultado de este ahistorisismo de las primeras teorías del desarrollo, los modelos teóricos fracasaron uno tras otro a lo largo siglo XX. 62 Por otro lado, un segundo factor que permitió la institucionalización del desarrollo, menciona Arturo Escobar, fue “el descubrimiento de la pobreza masiva en Asia, África y América Latina”.63 Fue con los procesos de independencia de las colonias europeas después de la gran guerra –proceso que se aceleró a través de la resolución 1514 por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1960 sobre el derecho a la independencia de los países y pueblos coloniales– que se evidenció la necesidad del desarrollo teórico económico para incidir en las naciones de recién independencia o en aquellas que eran consideradas como “incivilizadas”. Sin embargo, el desarrollo no se restringió a modelos teóricos o a discursos apabullantes, en el contexto de la Guerra Fría, y como tercer factor, el desarrollo fue un concepto que atrajo aliados, sedujo cómplices e invadió naciones para integrarlos al proyecto capitalista que lideraban los EE.UU. Así, con la fundación de las instituciones financieras internacionales de Bretton Woods, se consolidó la pax americana, ya que: […] los EE.UU. estaban ansiosos de ver el fin de la dominación británica sobre todo en los territorios del Medio Oriente, donde las compañías petroleras estadounidenses mantuvieron y expandieron sus actividades de exploración. Igualmente en Asia y África, las compañías mineras de propiedad estadounidense esperaban un acceso igualitario a los recursos, algo que las potencias coloniales se habían resistido a otorgar.64 62 A finales de los años de 1940 e inicios de la década de 1950, la Guerra Fría se encontraba en su punto más álgido. En este contexto la teoría del desarrollo desde la modernización cobro gran relevancia, pues bajo la tutela del keynesianismo, sostenía que el Estado tenía una gran relevancia en la vida económica. Diversos autores aportaron diversos puntos de vita en torno a la “superación de la etapa de subdesarrollo”. Los economistas más representativos de esta corriente de pensamiento son Ragnar Nurkse (teoría de los círculos viciosos), Arthur Lewis (teoría del modelo dual), Paul Rosenstein-Rodan (teoría del big-push), Walt Whitman Rostow (las etapas del crecimiento económico) y Albert Hirschman (teoría de desequilibrios). En resumen, la perspectiva de la modernización determina metas generales indistintamente de las estructuras históricas y sociales de los paises subdesarrollados. Se debe agregar que los países subdesarrollados lograran el anhelado desarrollo eliminando toda estructura económica, política y social de origen tradicional. De esta forma, se podrá llevar acabo procedimientos económicos y políticos de forma más racional, con el propósito de agilizar la economía. 63 Arturo Escobar, La invención del Tercer Mundo. Construcción y deconstrucción del desarrollo, Caracas, fundación editorial el perro y la rana, 2007, p. 48. 64 James M. Cypher & James L. Dietz, The Process of Economic Development, Londres, edit. Routledge, 2004, pp. 90-91[traducción propia]. 34 Con el paso del tiempo, la injerencia militar de los EE.UU. disminuyó, pero a partir de la crisis mundial de 1974, el modelo económico keynesiano de post-guerra fue desplazado por “la auto-regulación del mercado”.65 Así, para reactivar la economía de la potencia hegemónica, se llevaron a cabo medidas económicas caracterizadas por la privatización de empresas pertenecientes al Estado, la implementación de reformas fiscales, la apertura total del mercado interno con el externo y la limitación –no así la desaparición– del Estado en los asuntos económicos. Dichas medidas coadyuvaron al fin del Estado de Bienestar y del modelo de industrialización por sustitución de importaciones. El modelo económico de corte keynesiano fue objeto de críticas por parte de la corriente neoclásica de la economía, la cual a partir de la intervención que se realizó durante las dictaduras latinoamerica, se argumentaba que el colapso económico se debía a la intransigencia de las acciones del Estado en la economía. Por esta razón, era vital que “las fuerzas “racionales” del mercado intervinieran en la estratificación de los precios”.66 Si bien las ideas del neoliberalismo –categoría con la se conoció al modelo económico después las crisis de las décadas de 1970 y 1980– cobraron gran fuerza y difusión por todo el mundo después de su imposición en Chile tras el golpe de estado en 1973, y de su implementación en los países centrales de EE.UU. y el Reino Unido; dicho cuerpo doctrinario encuentra su origen con la creación de la sociedad de Mont Pèlerin en 1947, la cual comprendía un reducido y exclusivo grupo de economistas, historiadores y filósofos. Algunos de sus integrantes más destacados era Friedrich von Hayek (presidente de la 65 “El afirmar que el mercado es un dispositivo social que se auto-regula equivale a sostener que la dimensión de lo económico no necesita de la intervención de las demás esferas de la vida social. Es fundamental, en este sentido, comprender que la existencia de un equilibrio general resuelve el doble tema de la viabilidad y la eficiencia de una economía de mercado. No obstante, la teoría económica no ha podido demostrar que en el caso general, los mercados convergen hacia posiciones de equilibrio. Tampoco cuenta con una demostración rigurosa de la existencia de un equilibrio general competitivo. Por estas dos razones, la teoría económica no puede proclamar que ha podido construir el concepto de mercado de manera rigurosa”.Cfr. Alejandro Nadal, El concepto de mercado, México, edit. Instituto de Investigaciones Sociales-UNAM, 2010, 23 pp. Véase en este sentido: Amartya Sen, “Rational Fools: A Critique of the Behavioral Foundations of Economic Theory” [en línea], en Philosophy and Public Affairs, núm. 4, vol. 6, Nueva Jersey, edit. Princeton University Press-Blackwell Publishing, 1977, pp. 317-344. 66 Cfr. Anne O. Krueger, “The Political Economy of the Rent-Seeking Society”, en The American Economic Review, núm. 3, vol. 64., edit. American Economic Association, Jun., 1974, pp. 291-303. 35 sociedad), Ludwig von Mises, Milton Friedman y Karl Popper.67 Los miembros de este grupo se concebían a sí mismos como “liberales” en su sentido tradicional, es decir, consideraban fundamental la libertad individual para el progreso de la humanidad, así como la veneración de los principios y beneficios del libre mercado. De esta forma, el principio ontológico del neoliberalismo revindica un re- posicionamiento del laissez-faire como una concepción individualista en la que no hay cabida para categorías como: comunidad, etnia, pueblo, reino o república. John Maynard Keynes esbozaba sobre el laissez-faire: “[se] supone que por la acción de las leyes naturales los individuos que persiguen sus propios intereses con conocimiento de causa, en condiciones de libertad, tienden siempre a promover al propio tiempo el interés general”.68 Empero, existe una diferencia sustancial entre el liberalismo clásico y su tendencia neoliberal: Con bastante frecuencia se cree que el ideario neoliberal es idéntico o coincide con el de los grandes economistas clásicos (Smith, Ricardo et al.). Nada más erróneo: más allá de coincidencias verbales y muy superficiales, lo cierto es que entre los Friedman, Lucas y demás, hay todo un mundo de distancia respecto a los Mills, Smith y semejantes. Por ejemplo, en los clásicos hay una visión macro, dinámica y estructuralista. En los neoclásicos, la visión es micro (y la macro no es más que una suma simple de la micro), estática y no estructural. El mercado libre al que se refieren Smith y Ricardo es uno de auténtica libre competencia, con movilidad de capitales y tendencia a la igualación de las cuotas de ganancia ramales. En el caso de Friedman y compañía, se trata de mercados oligopólicos. Y si Smith y demás atacaban con gran congruencia a los monopolios, en los ideólogos neoliberales nos encontramos con una defensa de hecho. En términos globales, la postura neoliberal es conservadora y reaccionaria. La de los clásicos, en su tiempo, fue radical y revolucionaria.69 A pesar del “desarrollo teórico” de esta perspectiva, se necesitó más que ideas apócrifas del pasado para su aplicación. En consonancia con Bértola y Ocampo, “[…] la conversión hacia economías de mercado surgió inicialmente de manera defensiva ante la expansión del 67 “Es importante tomar en cuenta que, ningún sistema de ideas puede traducirse directamente en su orden institucional, […]. El régimen soviético no era una materialización de las ideas de Marx, aunque se le nombrara constantemente, tampoco el sistema neoliberal vigente en buena parte del mundo es reflejo exacto de lo que pudo imaginar Friedrich Hayek”. Fernando Escalante Gonzalbo, Historia mínima del neoliberalismo, México, edit. El Colegio de México, 2015, 320 pp. 68 John Maynard Keynes, “El fin del “laissez-faire” (1926)” en Ensayos de Persuasión, Madrid, edit. Fundación, 2009, p. 281. 69 José Valenzuela Feijóo, “Cinco dimensiones del modelo neoliberal”, en Política y Cultura, núm. 8, México, UAM-Xochimilco, primavera, 1997, p. 16. 36 socialismo”.70 Se debe de mencionar, que esta conversión no fue sutil ni adaptativa a las realidades particulares latinoamericanas, pues las políticas de ajuste estructural del Consenso de Washington fueron, en determinados contextos, una imposición del proyecto económico hegemónico de la pax americana. Este proyecto económico se resume en diez propuestas: 1) disciplina fiscal, 2) ordenamiento de las prioridades del gasto público, 3) reforma fiscal, 4) liberalización financiera, 5) tipos de cambio competitivos, 6) liberalización comercial,7) Inversión Extranjera Directa, 8) privatización, 9) desregulación de los mercados financieros y 10) derechos de propiedad.71 Aunque la visión generalizada en América Latina del proyecto neoliberal se materializa en las anteriores reformas estructurales, de acuerdo con José Valenzuela Feijóo, podemos argumentar que el neoliberalismo mantiene cinco perspectivas.72 La primera de ellas se inscribe en la dimensión ideológica, es decir, el modelo neoliberal responde a los intereses de aquellos que han sido beneficiados de dicho modelo. Principalmente, involucra a actores privados (empresarios) y públicos de alto rango (gobernantes): la élite. Esencialmente predican los beneficios de la “economía de mercado”,73 el aseguramiento del pleno empleo de los recursos, su eficiencia en la maximización de la producción y el crecimiento, la distribución del ingreso y su estabilidad espontanea. En un segundo aspecto –ya previamente mencionado– y el más representativo del neoliberalismo es el compendio de reformas económicas de ajuste estructural. La premisa sobre “la apertura total hacia el comercio internacional acelera el desarrollo” tuvo un gran impacto que fue defendida por economistas tanto de “izquierda”, como de derecha. Resulta inverosímil la defensa de dicha premisa al tener en cuenta la experiencia histórica, pues, según menciona Ha-Joon Chang: “prácticamente ninguno de los paises hoy considerados como “desarrollados” practicaban el libre comercio (ni una política industrial de liberalización como contrapartida doméstica) sino que promovían sus industrias nacionales 70 Luis Bértola & José Antonio Ocampo, Desarrollo, vaivenes y desigualdad. Una historia económica de América Latina desde la independencia, Madrid, edit. Secretaría General Iberoamericana, 2010, p. 214. 71 Sandra Kanety Zavaleta Hernández, Más allá de la visión tradicional de la seguridad y del desarrollo. Hacia la consecución de la seguridad humana y el desarrollo humano en la Relaciones Internacionales Contemporáneas, México, edit. FCPyS-UNAM, 2012, p. 44. Además véase: John Williamson, El cambio en las políticas económicas de América Latina, México, edit. Gernika, 1991, 132 pp. 72 José Valenzuela Feijóo, op. cit., pp. 9-38. 73 Cfr. David Dollar & Aart Kraay, “Trade, Growth, and Poverty”, en The Economic Journal, núm. 493, vol. 114, edit. Wiley Library & the Royal Economic Society, 2004, 22-49 pp. 37 mediante aranceles, tasas aduaneras, subsidios y otras medidas, entonces por qué estos países mantienen esta postura ante las naciones “subdesarrolladas”.74 La tercera dimensión, a la cual Feijóo hace mención como patrón de acumulación, el neoliberalismo responde a una forma de funcionamiento de la economía capitalista a partir de un aumento de la tasa de explotación de la fuerza laboral y un elevado excedente, cuyo uso, y cuarta dimensión, se avocan al despilfarro y conllevan a un muy bajo crecimiento. La quinta, y última dimensión, se inscribe desde una perspectiva de clase, es decir, se responde a la pregunta ¿Quiénes se benefician e impulsan el modelo neoliberal en América Latina? Al respecto, Feijóo considera como elementos centrales dentro de su análisis la participación de quienes representan al: a) capital financiero, como fracción clasista hegemónica; b) al capital monopólico industrial con capacidad exportadora; y c) al capital monopólico extranjero, muy especialmente el que proviene de Estados Unidos. En esta última perspectiva del neoliberalismo como proyecto de clase, se expone la existencia de grupos sociales específicos que se han beneficiado del mismo: empresarios, políticos, medios de comunicación y hasta miembros de organizaciones criminales. Así, al contrario de lo que comúnmente se piensa, la participación del Estado es fundamental en el neoliberalismo, pues su papel consiste en “salvaguardar y extender la presencia del mercado, garantizar su buen funcionamiento y enfrentar las cortapisas a la libre competencia”.75 Por esta razón, y como lo afirma Sarah Babb, el hablar de una “imposición” del proyecto neoliberal invisibiliza la complicidad de aquellos que ayudaron a su aplicación en las naciones periféricas y, por ende, son beneficiarios directos del mismo proyecto de clase: las élites.76 1.2.2. SOBRE LAS DESIGUALDADES EN CIFRAS A más de cuatro décadas de instauración del proyecto neoliberal en Latinoamérica y el mundo, con el crack de 2008, el proyecto fue colocado en tela de juicio ante las adversidades 74 Cfr. Ha-Joon Chang, Patada a la escalera. La verdadera historia del libre comercio, Londres, edit. Economic and Political Sciences Faculty-Cambridge University, 2003, 28 pp. 75 Carlos Tello & Jorge Ibarra, op. cit., p. 38. 76 Sarah Babb, Proyecto México: los economistas del nacionalismo al neoliberalismo, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2003, p. 240. 38 que acontecieron en Europa Occidental, EE.UU. y América Latina. El aumento del desempleo, la disminución del comercio internacional y una alta volatilidad de los tipos de cambio fueron algunas de las consecuencias inmediatas durante el crack que golpearon fuertemente a las personas de distintas naciones. Paradójicamente, esto permitió colocar a la vista de todo el mundo las dificultades socio-económicas que los países periféricos habían padecido de forma estructural desde la época colonial. Han pasado más de diez años del crack que sacudió los cimientos endebles del proyecto neoliberal, pero tal parece que esto no ha traído consecuencias sustanciales en contra de la concentración de la riqueza. En el informe de OXFAM Internacional del año 2019, se estimó que en los diez años posteriores a la crisis económica, el número de multimillonarios prácticamente se ha duplicado, y así mismo, su riqueza se ha incrementado en un “total” de 900 000 millones de dólares tan solo en el último año.77 En la gráfica 1.1 podemos corroborar el argumento presentado por OXFAM. En ésta se puede observar el aumento de la concentración de la riqueza por parte de los milmillonarios en los EE.UU. Sin embargo, el incremento de esta riqueza en los ingresos nacionales responde a una tendencia que data desde la década de 1980 en donde su participación era solamente del 11.6% del ingreso nacional, pero para el año 2012, este sería duplicado, marcando ahora una tendencia porcentual del 21.7%.78 Así mismo, se puede observar que este incremento ha sido constate a pesar de “las crisis”. 77 Max Lawson et al., Public Good or Private Wealth?, Oxford, edit. OXFAM International, 2019, p. 12. 78 Thomas Piketty, Emmanuel Saez & Gabriel Zucman, “Distributional National Accounts: Methods and Estimates for the United States”, en The Quarterly Journal of Economics, núm. 2, vol. 133, EE.UU., edit. Harvad University’s Departament of Economics and Oxford University Press, mayo 2018 p. 588. Series históricas del artículo tomas de: http://gabriel-zucman.eu/usdina/, [consultado el 24 de junio de 2020]. 39 Gráfica 1.1. Participación en los ingresos nacionales del 1% (sin impuesto) de 1915 a 2015 en EE.UU Fuente: Elaboración propia con datos de Thomas Piketty, Emmanuel Saez & Gabriel Zucman (2018) Esta tendencia ascendente que visibiliza la participación en los ingresos nacionales de los más ricos en EE.UU. mantiene una correlación histórica con la apertura económica que fue llevada a cabo durante el periodo neoliberal. Este comportamiento tendencial se replica en países como Sudáfrica, Reino Unido, y Alemania.79Además, según datos de François Bourguignon y Christian Morris: el aumento de la desigualdad económica durante este período entre los países mantenía un valor porcentual del 0.51% en el año de 1992 en los parámetros del coeficiente de Theil,80 pero en términos de la totalidad de la desigualdad a nivel internacional (que comprende la desigualdad dentro de los países sumado a la desigualdad entre países) el valor porcentual asciende a 0.85%, lo cual quiere decir, que se ha dado un incremento importante en la desigualdad durante este periodo de tiempo (véase la gráfica 1.2).81 79 World Inequality Database, Participación del ingreso nacional del 1% (1871-2017) [en línea]: Dirección URL: https://bit.ly/403g4ne, [consultado el 25 de junio de 2020]. 80 A partir del concepto de entropía, Theil (1967, 1972) derivó una medida de la desigualad de los ingresos de una determinada problación. Esta medida se define como la información esperada del mensaje que transforma porcentajes problacionales en participaciones de ingreso. 81 François Bourguignon & Christian Morrison, "Inequality among World Citizens: 1890-1992", en The American Economic Review, núm. 4, vol. 92, Washington, edit. American Economic Association, sep. 2002, pp. 727-744. 1928: 22.1% 1980: 11.6% 2008: 19.7% 2012: 21.7% 0.0% 5.0% 10.0% 15.0% 20.0% 25.0% 1915 1935 1955 1975 1995 2015 P o rc en ta je d el In gr es o N ai co n al 40 Gráfica 1.2. Desigualdad, 1820-1990 Fuente: Elaboración propia con datos de François Bourguignon & Christian Morrison (2002) Aunque los datos presentados por Bourguignon y Morrison identifican un menor impacto de la desigualdad dentro de los países, recientes investigaciones ha identificado que la tendencia se torna a la inversa, lo que afirma el argumento central acerca del aumento de la desigualdad dentro de los paises durante el periodo neoliberal, aunque no necesariamente en todos los países. En un intento de elaborar un reajuste en los datos sobre la paridad del poder adquisitivo, Branko Milanovic demuestra que las desigualdades económicas son sustancialmente más altas de lo que se pensaba: el aumento oscila del 4.4. al 6.1 puntos del índice de Gini, a pesar de haber considerado los tipos de cambio de manera estándar, es decir, la desigualdad entre los ciudadanos del mundo se estima en 70 puntos de 100 del índice de Gini en lugar de 65 como antes se tenía previsto (véase gráfica 1.3).82 82 Branko Milanovic, “Global Inequality recalculated and updated: the effect of the new PPP estimates on global inequality and 2005 estimates”, en The Journal of Economic Inequality, núm. 10, Washigton, D.C., edit. Wolrd Bank & Springer, 16 de noviembre de 2010, pp. 1-18. 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1820 1840 1860 1880 1900 1920 1940 1960 1980 D es vi ac ió n m et ri ca lo ga ri tm ic a Desigualdad dentro de los países Desigualdad entre los países Total de la desigualdad a nivel internacional 41 Gráfica 1.3 Desigualdad dentro de los países 1988-2005 Fuente: Elaboración propia con datos de Branko Milanovik (2010) No causa ningún asombro que las consecuencias inmediatas del proyecto neoliberal se haya reflejado en una polarización de los ingresos y el aumento de la famosa brecha de la desigualdad ya que, por un lado, el aumento constante de la concentración de la riqueza por parte del 1% cuyo impacto es considerable en términos de los ingresos nacionales; y por el otro, existe una pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores que les permita tener una mayor calidad de vida. Esto se debe al rompimiento del compromiso realizado entre el capital y los límites que estableció el sistema del Estado-nación. Previo a la década de 1970, los Estados nacionales gozaban de un grado variable y significativo de autonomía para intervenir en la fase de distribución, captando y redireccionando los superávits. En este contexto la clase trabajadora podía exigir de los Estados nacionales restricciones sobre el capital y un mayor control social sobre el proceso de producción. Sin embargo, al abrirse paso la transnacionalización de los sistemas productivos y su particular asentamiento en las naciones periféricas que habían adoptado las políticas de ajustes estructural derivadas del proyecto neoliberal, los capitalistas fueron capaces de evadir aquellas responsabilidades mínimas para con los trabajadores. El argumento por excelencia que se anuncia para evidenciar una relación costo- beneficio entre elementos del aparato del Estado y los más ricos versa en la reducción de los impuestos sobre los ingresos de los más ricos en aras de aumentar el esfuerzo productivo. No obstante, a decir verdad, creer que este haya sido el único método por el cual los más ricos hayan logrado acumular grandes riquezas llega a ser un tanto ingenuo. Thomas Piketty, en su célebre libro El Capital en el Siglo XXI, argumenta que el origen de la desigualdad proviene mediante dos vías: la primera de ellas se debe a la concentración extrema en la riqueza 66 67 68 69 70 71 1985 1990 1995 2000 2005 C o ef ic ie n te d e G in i 42 heredada; y la segunda, mediante la polarización de la distribución de los ingresos, donde muy pocos reciben salarios muy altos, en comparación a la gran mayoría poblacional.83 Organismos internacionales y diversos autores, quienes tratan de seguir la tradición del desarrollo económico,84 han presentado argumentos a favor de considerar a las instituciones como los verdaderos agentes de cambio que pueden incitar al “desarrollo” o, por el contrario, inhiben el “progreso” de las personas en condicione desfavorables.85 Autores como Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson han argumentado que la situación contemporánea de desigualdad extrema, por lo menos en el caso de América Latina, no puede comprenderse sin haber considerado previamente las consecuencias sociales, políticas y económicas que trajo consigo el proceso de colonización.86A pesar de su subsecuente proceso de independencia, “el desarrollo de la tecnología y la economía mundial provocaron cambios importantes, la desigualdad extrema persistió en los siglos XIX y XX debido a que la evolución de las instituciones políticas y económicas tendió a reproducirse y reforzar distribuciones de riqueza altamente desiguales, capital humano, y la influencia política”.87 Desafortunadamente el anterior argumento no es novedoso. La tradición marxista, en específico aquellos autores que se inscriben en la teoría de la dependencia, han hecho hincapié en este argumento décadas atrás. Los mismos Marx y Engels, en el Manifiesto del Partido Comunista, desarrollaron está misma idea: 83 Cfr. Tomas Piketty, El capital en el siglo XXI, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2014, 664 pp. 84 Las tres grandes tradiciones del desarrollo económico comprenden los periodos generacionales de implementación de las políticas económicas en los paises periféricos. En primer lugar se encuentra el periodo de intervención del Estado, sustentado en el modelo de industrialización por sustitución de importaciones (ISI) que va de las décadas de 1940 a 1970 [get the interventions right]. Posteriormente, se da paso al periodo de implementación de reformas de mercado y de ajuste estructural, en cuyo proceso de reformulación e integración del aparato estatal al modelo económico –también llamado neoliberalismo- data desde la década de 1970 a la década de los 2000 [get the prices right]. Finalmente, la tercera generación sostiene el argumento de hacer un énfasis vital en la participación de las instituciones nacionales como “motor de desarrollo”; actualmente, nos encontramos en la tercera perspectiva [get the institutions right]. 85 Cfr. Banco Mundial, Informe sobre el desarrollo mundial: El Estado en un mundo en transformación, edit. Oxford University Press, 1997, 296 pp. 86 Cfr. Daron Acemoglu, Simon Johnson & James A. Robinson, “The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation” [en línea], en American Economic Review, núm. 5, vol. 91, edit. American Economic Association, diciembre 2001, pp. 1369-1401. Dirección URL: http://www.jstor.org/stable/2677930, [consultado el 1 de noviembre de 2018]. 87 Luis Bértola, “Institutions and the Historical Roots of Latin American Divergence”, en José Antonio Ocampo & Jaime Ros Bosch (edit), The Oxford Handbook of Latin American Economics, Oxford, edit. Oxford University Press, 2011, p. 6. 43 El descubrimiento de América y la circunnavegación de África ofrecieron a la burguesía en ascenso un nuevo campo de actividad. Los mercados de la India y de China, la colonización de América, el intercambio con las colonias, la multiplicación de los medios de cambio y de las mercancías en general imprimieron al comercio, a la navegación y a la industria un impulso hasta entonces desconocido y aceleraron, con ello, el desarrollo del elemento revolucionario de la sociedad feudal en descomposición.88 En síntesis, como Andre Gunder Frank anotaba: “las instituciones subdesarrolladas contemporáneas de las llamadas áreas atrasadas […] son producto de un proceso histórico de desarrollo capitalista como también lo son las llamadas instituciones capitalistas de sus supuestas áreas progresivas”.89 Así, el desarrollo capitalista, como se ha anotado desde el inicio de estas páginas, está en contaste evolución. Hoy por hoy, en el marco de las primeras dos décadas del siglo XXI, el proceso de transnacionalización, financiarización y militarización de los sistemas productivos a nivel internacional no solamente ha desdibujado las fronteras geográficas entre las naciones, lo cual dio cabida al aumento del capital monopolista concentrado principalmente en los ámbitos tecnológicos, de los mercados financieros, recursos naturales (sobre todo aquellos que son vitales en el sector energético), de comunicaciones y de armas de destrucción masiva; sino también, acelero los tiempos productivos con clara intensión de poder incrementar la productividad. Esto se torna lógico al comprender que “[l]as metas principales de las empresas modernas en gran escala son altos ingresos, buenas utilidades, fuerte posición competitiva y desarrollo”.90 Sucintamente, el proyecto neoliberal favoreció la concentración del tiempo y el espacio sociales, los cuales se reflejan en la super explotación de los trabajadores o en su inminente expulsión del sistema a través del desplazamiento forzado o simplemente en la total negación de su incorporación cuando menos para ser explotados (considero en este aspecto a las personas en situación de calle).91 Las desigualdades sociales (no solamente las 88 Karl Marx & Freidrich Engels, Manifiesto del Partido Comunista, México [Alemania], edit. Quinto Sol, 2012 [1872], p. 27. 89 Andre Gunder Frank, “El desarrollo del subdesarrollo”, en Ángel María Casas Gragea, Antología del pensamiento político, social y económico de América Latina. La teoría de la dependencia, Madrid, edit. Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, 2006 [1966], p. 73 90 Paul Sweezy & Paul Baran, El capital monopolista, México, edit. Siglo XXI, 17ª edición, 1982 [1968], p. 26. 91 Hago referencia al uso de las categorías de super-explotación del profesor Ruy Mauro Marino y de expulsión de la profesora Saskia Sassen, como entramados diferenciados de lo que se considera como desigualdad. La razón por la cual considero que ambas categorías son complementarias, es porque la desigualdad no se 44 económicas) son manifestaciones concretas de la capacidad destructiva sin precedentes del sistema capitalista, en el cual se requiere de la “capacidad de cierta unidad central para mantener, reproducir o reforzar su posición con respecto a una cierta unidad periférica en una estructura de desigualdad social de la cual ambos forman parte”.92 Se debe agregar que en el marco histórico del siglo XXI, se presenta una disminución de la capacidad de la unidad central consolidada en el proyecto neoliberal de la pax americana, y el cual se refleja en una serie de manifestaciones coyunturales como el crack financiero de 2008, la crisis climática y las subsecuentes consecuencias sociales. Esta serie de “crisis” incita a la amplitud de contradicciones que hacen posible pensar en la incapacidad del sistema capitalista a su constate expansión, y por ende, los problemas actuales trascienden a una verdadera crisis sistémica, la cual implica, por un lado, una crisis de acumulación de la economía productiva real, dando paso a un modelo de supervivencia a través del endeudamiento, que fluctúa en un proceso financiero de una economía global altamente especulativa; y así mismo, involucra una crisis energética, puesto que el sistema capitalista es insostenible en su proceso de expansión al requerir procesos cada vez más contaminantes de extracción de recursos fósiles y minerales que son indudablemente finitos, pero sobre todo, resalta la imposibilidad misma de nuestro planeta a este modelo productivo, lo cual nos llevaría a pensar en la imposibilidad misma del “crecimiento económico” en base a estos parámetros. Como resultado de esta crisis del modelo neoliberal, han surgido determinadas tendencias que responden a un distanciamiento del modelo económico y político actual liderado por los EE.UU. Esto se han manifestado en el escenario internacional con el surgimiento de nuevos rostros que tratan de liderar el escenario internacional (como China), la conformación de economías más regionales,93 la manifestación de la extrema derecha inscribe únicamente en un sistema de explotación de trabajadores inscritos en un sistema productivo, sino que hoy por hoy, las desigualdades son tan palpables que se manifiestan en las personas en situación de calle (el conocido homeless, en inglés). La super-explotación de determinado trabajador puede ser considerada como una “salvación” ante la barbarie capitalista que soslaya el mundo. Por esta razón, la noción de desigualdad (no solo económica), no me parece cosificador, ya que considera las consecuencias de ambas perspectivas. 92 Bernd Baldus, “The Study of Power: Suggestions for an Alternative “, en The Canadian Journal of Sociology, núm. 2, vol. 1, edit. Canadian Journal of Sociology, Canadá, verano 1975, 179-201 pp. 93 Cfr. Paula Valderrama Saud, “Crisis del modelo neoliberal, hacia una planificación regional. Un aporte polanyiano”, en Íconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 48, s/v, Ecuador, edit. Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales, enero 2014, pp. 139-153. 45 antiglobalista altamente reaccionaria (la cual se encuentra representada en algunos gobiernos de Europa y Estados Unidos) y el surgimiento de élites progresistas y grupos nacionales en las naciones “subdesarrolladas” quienes han propuesto una supuesta “salida” del neoliberalismo (este es el caso latinoamericano).94 El aumento de la desigualdad extrema (la cual se manifiesta en la súper explotación laboral, la expulsión y los desplazamientos forzados) y la re-configuración del sistema internacional son consecuencias directas de las contradicciones (ya sea a mayor o menor escala) de las políticas neoliberales, las cuales permitieron el beneficio de unos pocos a través de la supuesta “auto-regulación del mercado” al incorporar territorios locales mediante la acumulación por despojo o la privatización de sectores públicos o comunales.95 El descontento popular y político de distintas naciones (sobre todo de países centrales) post- crack de 2008, incitó un fuerte cuestionamiento a la validación del proyecto económico hegemónico de total libertad económica. Esto propició el desarrollo de economías más regionales, tendencias “anti-globalista” y propuestas de reajuste al mismo modelo. El devenir histórico de los últimos años nos demuestra que nos encontramos situados en una supuesta ruptura del modelo neoliberal y la búsqueda constante de una posible reconfiguración. 1.2.3. DESIGUALDAD O POBREZA: UNA REFLEXIÓN FILOSÓFICA La desigualdad y la pobreza son temas frecuentemente abordados por distintos campos de conocimiento dentro de las ciencias sociales, siendo la economía la que más ha hondado en su conceptualización y medición. Sin embrago, a diferencia de otros elementos dentro del estudio económico que llegan a ser de carácter neutro –como los niveles de exportación e importación o el producto interno bruto– en la medición de la desigualdad y de la pobreza interviene inevitablemente una dimensión moral.96 Veamos el caso particular de cada concepto. 94 Cfr. José Francisco Puello-Socarrás, "Neoliberalismo, anti-neoliberalismo, nuevo neoliberalismo. Episodios y trayectorias económico-políticas sudamericanas (1973-2015)", en Luis Rojas Villagra (coord), Neoliberalismo en América Latina. Crisis, tendencias y alternativas, Asunción, edit. CLACSO, 2015, 19-42 pp. 95 Algunas de las consecuencias inmediatas del proyecto neoliberal están compiladas en el trabajo de Michel Choussudovsky, Globalización de la pobreza..., op. cit. 96 Julio Boltvinik, “Conceptos y medición de la pobreza. La necesidad de ampliar la mirada”, en Papeles de Población, núm. 38, vol. 9, edit. El Colegio de México, octubre-diciembre, 2003, p. 10. 46 En el caso de la desigualdad, la filosofía ha contribuido desde la perspectiva de la ética-normativa que parte esencialmente desde una concepción de justicia, la cual –según John Rawls– expresa siempre un tipo de igualdad.97 Aunque las aportaciones de Rawls tuvieron una gran relevancia en la crítica a la perspectiva utilitarista de la justicia,98 Amartya Sen cuestionó dichos argumentos al plantear la pregunta: ¿Igualdad de qué?99 Consideración que hacía referencia a un trasfondo más amplio que sólo el resultado comparativo entre diferentes niveles de ingreso. En este sentido, para Sen, la respuesta tenía que buscarse en la igualdad de las capacidades considerando las condiciones iniciales (como género, raza, discapacidades físicas, etc.) a partir de las cuales las personas establecen lo que es un adecuado “nivel de vida”, calidad, y bien-estar [well-being]. Este enfoque de capacidades [capabilities approach] surge ante la necesidad de suplir las “deficiencias” de la economía tradicional y, sobre todo, evidenciar la “racionalidad científica”100 que ha impedido considerar otras variables de análisis que no son tradicionalmente cuantificables. A la par del concepto de desigualdad se introduce el concepto de pobreza, donde las tres corrientes teorías que han dominado su estudio desde una perspectiva económica han sido: 1) el maltusianismo, el cual postula que “la pobreza está vinculada al excedente de población obrera, con tendencia a incrementarse más allá de los medios de subsistencia”;101 2) el marxismo, quien considera que “la pobreza es una condición necesaria para la producción capitalista. Depende de la existencia de una sobrepoblación relativa, resultado del progreso técnico que permite ajustar los salarios al mínimo vital estricto”;102 y 3) el 97 Cfr. John Rawls, Justicia como Equidad. Una reformulación, Barcelona, edit. Paidós, 2006, 287 pp. 98 El utilitarismo consideraba que la justicia debería proveer el mayor bien para la mayoría, de tal suerte que el objetivo del utilitarismo fuera buscar la máxima utilidad de la suma de las utilidades al margen de su distribución. La idea fundamental parte en poner atención en el bienestar [well-being] de cada persona; y en consecuencia, para el utilitarismo, “la injusticia consiste en la pérdida agregada de utilidad en comparación con lo que se podría haber logrado”. Amartya Sen, Desarrollo y Libertad, Buenos Aires, edit. Planeta, 2000, p. 82. 99 Amartya Sen, “Equality of What?”, en The Tanner Lectures on Human Values, Ciudad de Salt Lake, edit. McMurri & University of Utah Press. 1980. 100 Cfr. Amartya Sen, “Rational Fools: A Critique of the Behavioral Foundations of Economic Theory” [en línea], en Philosophy and Public Affairs, núm. 4, vol. 6, Nueva Jersey, edit. Princeton University Press-Blackwell Publishing, 1977, pp. 317-344. 101 Francine Mestrum & Melik Özden, “La lucha contra la pobreza y los derechos humanos”, en Cuaderno crítico n° 11, Centro Europa-Tercer Mundo, Suiza, 2012. Dirección URL: https://bit.ly/404IeOH, [consultado el 28 de diciembre de 2018]. 102 Ibídem. 47 neoliberalismo, esta supone que “los pobres son los que han quedado fuera del mercado laboral y conviene a partir de entonces incluirlos lo más rápidamente posible para que puedan contribuir a producir el crecimiento que necesita la economía”.103 Conviene subrayar que las corrientes teóricas anteriores no plantean una reflexión epistemológica más allá de su consideración empírica, sino que se asume a priori que la pobreza es contraria a la acumulación de la riqueza. En este sentido, Julio Boltvinik menciona: “La medición de la pobreza implica siempre dos elementos, uno positivo (o empírico) y otro normativo. El positivo se refiere a la situación observada de los hogares y personas, mientras el normativo se refiere a las reglas mediante las cuales juzgamos quién es pobre y quién no lo es”.104 La importancia de lo anterior radica en que, a partir de la consideración del nivel de vida que establece monetariamente un nivel estandarizado para la alimentación, diversas organizaciones internacionales (como el Banco Mundial) niegan ergo los demás derechos sociales al limitarse al acceso y consumo de bienes alimenticios. Podemos considerar lo dicho hasta aquí que, el análisis filosófico evidencia importantes puntos a considerar que –en comparación con la ciencia económica– esta no mantiene en su foco de atención. Así, las aportaciones desde una reflexión filosófica han permitido ir más allá de la superficialidad del contenido de los conceptos de pobreza y desigualdad a través del ingreso o capacidad adquisitiva, lo que ha impulsado una redefinición constante de los conceptos y, así mismo, de la ampliación de sus métodos de medición bajo otros estándares.105 Resultado de la anterior ha sido la creación del Índice de Desarrollo Humano (en el marco del sistema de Naciones Unidas) y del Índice de Pobreza Multidimensional (en el caso mexicano), cuyas consideraciones de medición (entro otros índices) pueden verse en el cuadro 1.1. 103 Ibídem. 104 Julio Boltvinik, op.cit., p. 10. 105 Cfr. Alice Krozer, “Élites y racismo: el privilegio de ser blanco (en México), o cómo un rico reconoce a otro rico” [en línea], en Revista Nexos, México, 7 de marzo de 2019. Dirección URL: https://bit.ly/3yvBuxo, [consultado el 15 de agosto de 2019]. Además véase: Patricio Solis, Braulio Güémez Graniel & Virginia Lorenzo Holm, Por mi raza hablara la desigualdad [en línea], México, OXFAM México, julio 2019. Dirección URL: https://bit.ly/3LkxOpU, [consultado el 15 de agosto de 2019]. 48 Cuadro 1.1. Índices y Bases metodológicas de medición de la desigualdad y la pobreza Institución Índice Datos de medición Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Índice de Desarrollo Humano (IDH) 1. Capacidad de lograr un nivel de vida digno – PIB per cápita 2. Vida larga y saludable – Esperanza de vida al nacer 3. Capacidad de adquirir conocimientos – Años de escolaridad Índice de Pobreza Multidimensional 1. Salud – Nutrición y Mortalidad Infantil 2. Educación Años de escolaridad y Asistencia escolar 3. Estándares de Vida – Combustible para cocinar, saneamiento, agua potable, electricidad, vivienda, bienes. Índice de Desigualdad de Género 1. Salud reproductiva – tasa de mortalidad materna y tasa de fecundidad entre las adolescentes. 2. Empoderamiento – Mujeres en escaños parlamentarios y promedio de mujeres y hombres (+ 25 años) con grado mínimo de educación secundaria. 3. Situación económica – fuerza de trabajo de mujeres y hombres de 15 años o más. OCDE Índice de Mejor Vida 1. Educación – Años de educación, logros educativos, competencias de los estudiantes. 2. Ingreso – Ingreso familiar disponible neto ajustado, patrimonio familiar neto. 3. Empleo – Tasa de empleo, tasa de desempleo a largo plazo, ingresos medios, seguridad en el empleo 4. Vivienda 5. Salud – Esperanza de vida 6. Seguridad – Sentimiento de seguridad al caminar por la noche 7. Medio ambiente – Calidad de agua y contaminación del aire 8. Balance de vida-trabajo – tiempo de ocio y al cuidado 9. Compromiso cívico – Participación ciudadana 10. Comunidad – Calidad de apoyo social 11. Satisfacción – Satisfacción ante la vida México – Coneval Medición Multidimensional de la pobreza 1. Ingreso corriente per cápita 2. Rezago educativo 3. Acceso a la seguridad social 4. Acceso a la alimentación 5. Calidad y Espacios de la vivienda 6. Acceso a los servicios básicos de la vivienda 7. Grado de cohesión social 8. Grado de accesibilidad a carretera pavimentada Fuente: Elaboración propia a partir de las bases metodológicas señaladas Si bien, la desigualdad económica presenta una serie de dificultades tanto teóricas como metodológicas, la relevancia de su estudio impera en virtud de los estragos que ha causado el actual sistema económico extractivo, desterritorializador y expulsor para con los menos favorecidos. La organización internacional OXFAM afirma que “la brecha entre ricos y pobres está alcanzando nuevas cuotas. […] Credit Suisse [reveló] que el 1% más rico de la 49 población mundial acumula más riqueza que el 99% restante”.106 Si esta afirmación no llega a ser convincente, OXFAM despliega una serie de datos desconcertantes recopilados en 2016: a) La riqueza en manos de las 62 personas más ricas del mundo se ha incrementado en un 44% en apenas cinco años, algo más de medio billón de dólares (542.000 millones) desde 2010, hasta alcanzar 1,76 billones de dólares. b) Desde el inicio del presente siglo, la mitad más pobre de la población mundial sólo ha recibido el 1% del incremento total de la riqueza mundial, mientras que el 50% de esa “nueva riqueza” ha ido a parar a los bolsillos del 1% más rico. c) Los ingresos medios anuales del 10% más pobre de la población mundial, en quienes se concentran pobreza, hambre y exclusión, han aumentado menos de tres dólares al año en casi un cuarto de siglo. Sus ingresos diarios han aumentado menos de un centavo al año.107 Más allá de los desacuerdos de interpretación y medición que se han expuesto, hay una gran evidencia empírica que demuestra el incremento general de la desigualdad del ingreso y de riqueza entre países. Estas tendencias son explicadas en función de la proliferación de las reformas fiscales, las privatizaciones, la desregulación de los mercados financieros y laborales y las políticas de ajuste estructural. En este sentido, a pesar del aparente consenso sobre la disminución de la desigualdad dentro de los países, tanto Branko Milanovic como François Bourguignon respaldan la tesis de un aumento de la desigualdad en la mayoría de los países desarrollados (centrales), pero no en todos los países en vías de desarrollo (periféricos). 108 Con respecto a México, es imperativo abordar el tema de las desigualdades (y a su vez de la pobreza multidimensional), pues resulta indignante que más de veintitrés millones de personas no puedan adquirir una canasta básica, y que, dentro del mismo país, resida uno de los hombres más ricos del mundo (Carlos Slim). 109 Al respecto, Gerardo Esquivel en su 106 Deborah Hardoon, Sophia Ayele & Ricardo Funetes-Nivea, Una Economía al servicio del 1%. Acabar con los privilegios y la concentración de poder para frenar la desigualdad externa [en línea], s/lugar de edición, OXFAM International, 2016. Dirección URL: https://bit.ly/3mOkzDJ, [consultado el 30 de julio de 2019]. 107 Ibídem. 108 François Bourguignon, The Globalization of Inequality, Nueva Jersey, edit. Princeton University Press, 2015, 224 pp.; Branko Milanovic, “Global Inequality recalculated…”, op. cit. 109 Gerardo Esquivel, Desigualdad Extrema en México [en línea], Ciudad de México, OXFAM México, 2015. 44 pp. Dirección URL: https://www.oxfammexico.org/sites/default/files/desigualdadextrema_informe.pdf, [consultado el 15 de agosto de 2019]. Además véase: El Colegio de México, Desigualdades en México 2018, México, edit. COLMEX, Red de Estudios sobre Desigualdad de El COLMEX, Fundación COLMEX, BBVA Bancomer, BBVA Research, 2018, 124 pp. 50 informe para OXFAM: Desigualdad Extrema en México, afirma que: “[…] entre mediados de los noventa y 2010, la desigualdad de ingreso disminuyó. Sin embargo, la desigualdad es mayor a la que había en los ochenta. En este sentido, estamos frente a dos eventos contradictorios: ha crecido el ingreso per cápita, pero se han estancado las tasas de pobreza en el país. Lo anterior se produce porque el crecimiento se concentra en las esferas más altas de la distribución”.110 En este sentido, aunque desde el campo de las RR.II., el estudio de las desigualdades ha estado apegado a los estándares de medición de la economía y, gracias a las aportaciones recientes de la sociología y la antropología, se ha comprendido que al hablar de las desigualdades implica tomar en consideración categorías como género y raza. La intención de esta reflexión filosófica es considerar las áreas de oportunidad que tiene la disciplina en el marco del estudio de la pobreza y la desigualdad, ante lo cual, desde mi perspectiva y siendo la intención de esta investigación, las RR.II. se puede contribuir al estudiar las externalidades que se subscriben en un entramado de inter- y trans-relaciones en-el-medio de lo global-local, el Estado-Mercado y de la agencia-estructura, permitiendo ir más allá de la simple descripción sobre la pobreza y la desigualdad en México. 110 Gerardo Esquivel, op. cit. 51 1.3. LAS ÉLITES Y SU PARTICIPACIÓN EN LA CONFIGURACIÓN DEL ESTADO Y LA ECONOMÍA 1.3.1. SOBRE EL PODER POLÍTICO La implementación del proyecto económico neoliberal en todo el mundo trajo graves consecuencias sobre la estructura social del moderno sistema mundial. La más evidente de ellas se ha materializado en las desigualdades sociales, las cuales no solamente se expresan en el aumento de la concentración la riqueza en el segmento más rico de la población, sino que también se evidencia en los amplios desplazamientos migratorios, la sobrepoblación de las cárceles y en la muerte de personas a causa de conflictos armados internos. Estas desigualdades existen a costa de un modelo económico neoliberal que privilegia a sectores de la economía mundial como: organismos y mercados financieros, y a empresas transnacionales.111 No obstante, su existencia se fundamenta en la concentración, ejercicio y colisión del poder estructural del capitalismo global, cuyo proceso de producción y reproducción implica, por un lado, el desarrollo de nuevos mecanismo que permitan su supervivencia; y por el otro, requiere de una agencia colectiva que le permita influir activamente en la perpetuación de su posición dominante. Esta mancuerna entre la agencia y la estructura concentra su esencia en una relación de poder estructural, cuyo escenario se materializa en una estructura de desigualdad social de la cual ambos forman parte. Este “poder estructural” tiene la capacidad de crear nuevas realidades que no deben ser concebidas estrictamente como un conjunto simplificado de mecanismos impositivos, sino también consensuados. El poder, en definitiva, tiene muchas caras y, al mismo tiempo, muchas y variadas fundamentaciones doctrinarias. Su definición depende de tiempos históricos y de parcelas de dominio de conocimiento, que no pueden encerrarse en el mismo campo.112 Este concepto es 111 Cfr. Ricardo Fuentes-Nieva & Nicholas Galasso, Working for the Few. Political capture and economic inequality [en línea], OXFAM International, 2014, 32 pp. Dirección URL: https://bit.ly/3mRxODq, [consultado el 14 de octubre de 2019]. 112 Es verdad que los trabajos de Max Weber sobre el poder han tenido un gran impacto dentro de los estudios de las ciencias sociales –en específico los trabajos concernientes al poder estatal–. Max Weber, a lo que el 52 profundamente debatido y teorizado en las ciencias sociales, desde la filosofía política moderna, el derecho, la ciencia política, la sociología o la economía. Tal vez, a modo de ejemplificar la importancia que tiene el concepto de poder, la reflexión que hace Francisco Piñon Gaytán puede acercarnos a la complejidad que entraña el mismo: El concepto del poder tiene demasiados significados. Es influencia, en todos los sentidos. Es constricción, física o moral. Es dominación. Es el poder-fuerza de los gobiernos en sus diversas terminaciones: el aparato estatal que es considerado como “fuerza”, ajena o poder respecta, discernió el concepto en dos vertientes Macht y Herrschaft en alemán, con el objetivo de evitar la amorfía del mismo concepto que, según Weber, el concepto mantiene. En el concepto Herrschaft (que proviene del verbo herrschen) se integran así, por un lado, el momento de imposición de la voluntad de un individuo o un grupo sobre otro individuo(s) o grupo(s) y, por el otro, el momento de la obediencia y el consentimiento que encuentra esta imposición en aquéllos sobre quienes se ejerce. Así, la definición que otorga Weber sobre poder es, el ejercicio del uso de la fuerza legítima a partir del Estado o través de las leyes. [Max Weber, Economía y sociedad, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2014, 1424 pp.]. Sin embargo, fue Robert Dahl quien aportó una definición clara y sucinta sobre el poder, menciona: "Mi idea intuitiva del poder... es algo como esto: A tiene poder sobre B en la medida en que puede hacer que B haga algo que B no haría de otra manera". [Robert Dahl, “The Concept of Power”, en Behavioral Science, núm. 3, vol. 2, edit. General Systems Science Foundation, 1957, 201-215 pp.]. Esta definición, que amanera personal mantiene un contenido limitado, fue ampliada por los profesores Peter Bachrach y Morton S. Baratz, quienes consideraban que Dahl (y los demás teóricos pluralistas) solamente estaba visualizando una dimensión del poder. Bachrach y Baratz estimaban que habían dos dimensiones o “rostros” del poder, una visible y otra oculta: “en la medida en que una persona o un grupo –de manera consciente o inconsciente– crea o refuerza barreras para evitar que se aireen en público conflictos de política, esa persona o grupo tiene poder”. Es decir, la primera cara corresponde al espacio de las decisiones concretas y visibles, mientras que la segunda cara hace referencia al juego de decisiones que constriñe la emergencia de problemas o diferendos sociales, la cual se manifiesta a través de la “no decisión” o la capacidad de promover o vetar temas en la agenda política [Peter Bachrach & Morton S. Baratz. "Two Faces of Power", en The American Political Science Review, núm.4, vol. 56, edit. American Political Science Association, diciembre, 1962, 947-952 pp.]. No obstante, con el trabajo del profesor Steven Lukes se visualizó un tercer “rostro”. Este enfoque se presenta como una separación del individualismo, decisionismo y behaviorismo, pues estima que la acción individual vinculada directamente a una racionalidad precisa sobre intereses, medios y fines es lo que impide que el poder sea visto en su modalidad de ejercicio colectivo e institucional que encuentra sus motivaciones y objetivos en la dimensión social y no meramente en la individual [Steven Lukes, Power, A Radical View, Gran Bretaña, edit. Palgrave MacMillan, segunda edición 2005 [primera edición, 1974], 201 pp.]. En definitiva, la concepción de Lukes denota contrariedades con la teorización de Michel Foucault en relación al biopoder. Para Foucault, el poder establece múltiples direcciones, es decir, no es estrictamente jerárquico, pues puede ser generado tanto de forma vertical como horizontal, lo cual permite su adaptabilidad constante. Foucault afirmaba en este sentido que, el poder se ejerce sobre los cuerpos sociales (bio-poder) en tanto que es, al mismo tiempo, una relación social de origen per se asimétrico. Así, a diferencia de Weber, el poder no prohíbe o limita las acciones y/o comportamiento, sino posibilita prácticas, sujetos y saberes. En este último punto, el poder produce verdad. [Michel Foucault, Historia de la Sexualidad I. La voluntad de saber, México, edit. Siglo XXI, 2007, 194 pp.]. Para una revisión general sobre el concepto de “poder” véanse los siguientes trabajos: Vincent J. Roscigno, "Power, Revisited", en Social Forces, núm. 2, vol. 90, edit. Oxford Universtiy Press, diciembre 2011, pp. 349–374; William H. Riker, “Some Ambiguities in the Notion of Power”, en The American Political Science Review, núm. 2, vol. 58, edit. American Political Science Association, junio 1964, 341-349 pp.; y Jesús Rodríguez Zepeda, “El poder: enfoques en contraste”, en Sergio Pérez Cortés, La categoría del poder en la filosofía política de nuestros días, México, edit. UAM-Iztapalapa & Ediciones del libro, 2009, 135-162 pp. 53 extraña, a la sociedad o es la forma que se reduce en una teoría “administrativa”. El poder, por desgracia, se ha considerado generalmente como una simple fuerza. El poder estatal, por ejemplo, no en sentido gramsciano, obviamente. Sabemos que el filósofo italiano al ampliar su concepto de Estado, extendía y ampliaba al mismo tiempo el concepto de poder estatal. […] El Estado moderno no es puro instrumento de fuerza o pura dominación. Es, también, hegemonía cuya coraza re recubre y se alimenta de la fuerza. Será la labor de la “cultura” y, en especial, de las ideologías. […] El poder no siempre es un fruto mecánico salido en forma extraña de las así llamadas estructuras. El poder no es tan sólo élites, la leadership, o la distribución del poder entre varios estratos sociales. No se puede encerrar en una de sus caracterizaciones más clásicas: la categoría estructural-objetivista o en aquella formalista o psicologizante. No se limita a la consideración “elitista” o “estratificacionista” en clave sociológica, exclusivamente “política”, como un “dato objetivo naturalista”, un recurso casi mecánico, como una especie de deus ex machina, pero tampoco lo podemos ver tan sólo en una perspectiva subjetivista de la “condición humana” donde el fenómeno del poder se diluiría y confundiría con un sinnúmero de “percepciones subjetivas”.113 A la luz de lo anterior, y con la intención de evitar generalizaciones, deseo enfocarme en el poder político, considerando que este concepto mantiene dos elementos de suma importancia a considerar: el poder y la política. El poder es, una manifestación de fuerza cuya fenomenología se evidencia y se describe como influencia, dominio, constricción y hasta el consentimiento o cooperación. Este elemento, inherente a la naturaleza humana, permite que se lleven a cabo determinadas acciones que de tal forma que los detentores del poder no podría llevar a cabo de conformidad. En segundo lugar, el elemento político, que bajo la tradición aristotélica mantiene un estrecho lazo con “lo estatal”, a tal grado de suponer implícitamente que todo “lo político” se equipara netamente con “lo estatal”; y así mismo, “lo estatal” se muestra como algo “político”. Esta noción de círculo vicioso entre ambas concepciones –que no dejan de ser ciertas en tanto que “política” también responde a las acciones del Estado para lograr fines particulares– evita pensar en un criterio (no el único) de identificación fuera del ámbito estatal de lo político. El jurista y filósofo alemán Carl Schmitt, en un intento por identificar determinaciones propias que le permitieran marcar el grado máximo de intensidad de unión y separación de lo político, especificó que las categorías de amigo y enemigo [de carácter público y no privado] podrían ayudar. Schmitt mencionaba que no era explícitamente 113 Francisco Piñón Gaytán, Filosofía y fenomenología del poder. Una reflexión histórico-filosófica sobre el moderno Leviatán, México, edit. UAM-Iztapalapa & Plaza y Valdez, 2004, pp. 167-168. 54 necesario, que “el enemigo fuese moralmente malo o estéticamente feo, no hace falta que se erija en competidor económico […]. Simplemente es el otro, el extraño, y para determinar su esencia basta con que sea existencialmente distinto”.114 Lo político implica la identificación del “otro”. En este sentido, el poder político, en palabras de Jaime Osorio, se manifiesta como la “capacidad de algunas [clases] para llevar adelante sus proyectos e intereses, en desmedro de los intereses y proyectos de otras clases”.115 Sin embargo, esta reflexión tiende a caer de forma simplista en los criterios establecidos por el “realismo político”, donde la búsqueda por el poder es el medio y el fin último. A la par del modelo realista, se encuentran las argumentaciones del ala “contractualista”, el cual considera a la norma el mecanismo de legitimación del poder político. No obstante, si se piensa en los fines y no en los criterios, se puede caracterizar al poder político por su capacidad de organizar la convivencia social, o mejor dicho, impide la transformación de la convivencia en un conflicto generalizado u opuesta al status quo.116 El carácter adaptativo del poder político, para crear procesos de sociabilidad, “organiza o transforma espacios sociales considerados a muy pequeña escala, así como los espacios nacionales de los Estados o el espacio planetario de las superpotencias y de las trasnacionales”.117 Lo anterior supone que las transformaciones sociales, políticas y económicas –como la transnacionalización de los procesos productivos y del aumento de la financiarización de diversos sectores de la economía– adaptan los espacios del poder, en términos de agentes y procesos, con el fin de evitar eventos revolucionarios. Por ello, las preguntas: ¿quiénes tienen el poder? y ¿cómo se ejerce el poder?,118 son fundamentales 114 Carl Schmitt, El concepto de lo político, Madrid, edit. Alianza, 2009 [1932], p. 57. 115 Jaime Osorio, El Estado en el centro de la mundialización. La sociedad civil y el asunto del poder, México, edit. FCE, 2014, p. 31. 116 Michelangelo Bovero, “La naturaleza de la política. Poder, fuerza, legitimidad.”, Revista Internacional de Filosofía Política, núm. 10, s/v, Madrid, edit. Universidad Autónoma Metropolitana, 1997, p. 99. 117 Guillermo Giménez, Poder, Estado y Discurso. Perspectivas sociológicas y semiológicas del discurso político- jurídico, México, edit. UNAM, 1981, p. 23. 118 Göran Therborn consideraba que existen tres enfoques básicos para el análisis del poder político que se sustentan en determinadas preguntas que guían las diversas investigaciones de los científicos sociales. En primer lugar, se encuentra el enfoque subjetivista, quien trata de responder a la pregunta ¿quién tiene el poder? En este sentido la respuesta a dicha cuestión se subscribe en la identificación de los sujetos del poder. En este enfoque, se encuentra suscrito al debate entre élites del poder, pluralismo y clase dominante. En segundo lugar, se encuentra el enfoque económico, cuyas investigaciones se basan en dar respuesta a la pregunta: ¿cuánto poder se tiene? Therborn considera que este enfoque insiste demasiado en el “poder para” antes que en el “poder sobre”. Finalmente, el enfoque marxista, cuya pregunta es: ¿cuál es el carácter del poder y cómo se ejerce? Parte del punto de vista de que no es “el punto de vista del actor”, sino los procesos 55 porque en cada una de ellas se evidencia un método diferente y complementario de investigación: agente y estructura. En suma, el poder político es el eje articulador de lo local y lo global, del agente y la estructura,119 cuyo proceso de socialización determina y es determinante para el desarrollo antagónico de categorías aparentemente excluyentes entre sí. Así mismo, el poder político se establece entre clases sociales, en tanto que permite la perpetuación del status quo, y al mismo tiempo, inhibe todo proceso revolucionario. Para otorgar una respuesta satisfactoria a las preguntas planteadas por Göran Therborn, se vuelve requisito sine qua non considerar el proceso de transformación de la estructuras del Estado. Esto en virtud de que el Estado se vuelve el elemento tradicionalmente vinculante entre “lo local” y “lo global”. El poder político, en esta etapa del capitalismo global, ha transformado y creado espacios sociales que no puede ser considerados exclusivamente de carácter “local” o “global”, sino que, ante la mirada incrédula podría ser catalogada como glocal, es decir, una suerte de espacio donde las estructuras globales se asientan en espacios nacionales-locales. Esto sucede, como lo he recalcado en páginas anteriores, debido la mancuerna entre la estructura capitalista y la agencia colectiva. No puedo concebir ambos elementos como desasociados, en virtud de dar una “explicación causalista” de las consecuencias del sistema internacional sobre los Estados-nación. Mi propósito, en este sentido, aunque podría pecar de ingenuo, es tratar de comprender las funciones en ambos niveles: estructura-agente, con el objetivo de poder reconciliar ambas visiones, y brindar así al lector una mejor compresión sobre la naturaleza del Estado y los elementos que los constituyen. sociales de reproducción y transformación. A favor de este enfoque, Göran Therborn expresa que al responder la cuestión ¿poder para qué?, cuya obvia respuesta –sustenta el auto– es la realización de intereses personales o colectivos, los enfoques no marxistas tienden a ser incapaces de dar cuenta del cambio social. Cfr. Göran Therborn, ¿Cómo domina la clase dominante?, México, edit. Siglo XXI, 1979. 151-157 pp. 119Cfr. Jean-William Lapierre, Essai sur le fondement de pouvoir politique, Aix-En-Provence, edit. Publication des Annales de la Faculté des lettres, 1968, 710 pp. 56 1.3.2. SOBRE EL ESTADO Si el poder político organiza la convivencia, sin duda alguna ésta ha cambiado dentro de los esquemas tradicionales del Estado-nación. El Estado ya no puede ser comprendido exclusivamente a través de los enfoques del contrato social para garantizar la libertad y la seguridad de los individuos a través de una estructura de dominación determinada por las leyes, o simplemente como un ente que detenta el poder sobre su población en un espacio geográfico delimitado por fronteras territoriales. Es necesario ir más allá de los elementos aparentes de su constitución, y cuestionar su participación en los procesos de desigualdad social y sus relaciones en esta etapa del capitalismo. Excluir las aportaciones realizadas en torno al Estado desde la filosofía política clásica120 o desde la visión jurídica,121 no significa que pierdan su valides. Simplemente, el Estado no se consolida a partir del desarrollo general de la mente humana, de una colectividad de voluntades o de la existencia de un sistema de derecho vigente que despoja al Estado de toda determinación histórica y sociológica. No obstante, para poder comprender la condensación particular de redes y relaciones de fuerza que agrupa el Estado –que permiten que se produzcan y reproduzcan relaciones de explotación y dominio– es importante traer a 120 Este enfoque condensa las diversas posturas que desarrollaron los teóricos clásicos de la ciencia política, principalmente desde la perspectiva del absolutismo y el liberalismo. Por mencionar algunos de ellos son: Thomas Hobbes, John Locke, Jean Jaques Rousseau, Immanuel Kant, Max Weber. Sucintamente, Jaime Cárdenas Gracia condensa esta perspectiva de la siguiente forma: “En la época del Estado absoluto, a diferencia de autores como Maquiavelo, algunos proclamaron que el fin del Estado era cumplir con los designios divinos. En las teorías del contrato social o del pacto, el origen y fin del Estado radica en un acuerdo de conveniencia para garantizar la seguridad, la libertad y la igualdad. Para el pensamiento conservador, Burker y sus seguidores, el Estado es un fenómeno de la historia que está ahí para salvaguardar las tradiciones y la propiedad privada”. Jaime Cárdenas Gracia, Del Estado Absoluto al Estado Neoliberal, México, edit. UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2017, p. 10-11 pp. Cfr. Angélica Aguilar Navarrete, La sociedad a través de los clásicos, México, edit. UNAM, 1988, 245 pp. 121 Esta tradición de pensamiento se inscribe casi íntegramente en la tradición del positivismo jurídico alemán, cuyos máximos representantes son: Hans Kelsen, Hermann Heller, Carl Schmitt y Georg Jellinek. Esta tradición se caracteriza por atribuir al Estado un carácter predominantemente jurídico, en cuyo marco explicativo sobre la génesis del Estado se aborda mediante los elementos constitutivos de este. García Máynez especifica que el Estado es “aquella organización jurídica de una sociedad bajo un poder de dominación que se ejerce en determinado territorio. Tal definición, revela que son tres los elementos de la organización estatal: la población, el territorio y el poder”. Eduardo García Máynez, Introducción al estudio del derecho, México, edit. Porrúa, 2006, p. 98. En el mismo sentido de esta definición, véase: Felipe Tena Ramírez, Derecho constitucional mexicano, México, edit. Porrúa, 1977, p. 185. Cfr. Hans Kelsen, Teoría general del derecho y del Estado, México, edit. UNAM, 2008, 477 pp; Hermann Heller, Teoría del Estado, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2012, 398 pp.; Carl Schmitt, Teoría de la constitución, Madrid, edit. Alianza, 2011, 496 pp.; y Georg Jellinek, Teoría general del Estado, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2012, 687 pp. 57 colación la relación de fuerzas que se lleva a cabo entre el poder y la riqueza, como proceso de creación de relaciones sociales de producción, que el enfoque marxista concibió como el eje articulador que constituye el Estado. El enfoque marxista sobre el Estado parte de “los individuos reales, su acción y sus condiciones materiales de vida, tanto aquellas con que se han encontrado como las engendradas por su propia acción”.122 Es a través de sus condiciones materiales de vida –es decir, lo que las personas producen y las herramientas con que los producen– que se evidencia lo que los individuos son. Dichas condiciones materiales propician la conciencia que la persona posee de sí misma. Al partir de su relación específica con las fuerzas productivas materiales –las cuales determinan las relaciones sociales de los individuos–, la existencia social es producida independientemente de la voluntad de los individuos. De esta forma, las fuerzas productivas y las relaciones sociales mantienen un proceso de producción entre sí mismas partiendo de la base material histórica. En suma, bajo la perspectiva marxista, el Estado –como resultado de las relaciones sociales de producción– no representa el bien común sino es la expresión política de una estructura de clases inherente a la producción. El Estado es, por tanto, un medio esencial de la dominación de clase en la sociedad capitalista. Sin embargo, la naturaleza misma del Estado, como ente que produce y reproduce relaciones sociales a través del poder político, no mantiene consenso alguno dentro de la misma perspectiva marxista. Fue a finales de la década de 1960 en donde podemos encontrar dos visiones teóricas contrastadas: en primer lugar, la visión instrumentalista asociada a Ralph Miliband; y en segundo lugar, la visión estructuralista desarrollada por Nicos Poulantzas. En la visión de Ralph Miliband se afirma que “la clase capitalista en tanto poseedora de los medios de producción, y debido a su poder económico, puede utilizar el Estado como instrumento de coerción de la clase dominante”.123 Es decir, el Estado sirve a la clase capitalista porque está controlado a través de su poder económico con el objetivo de imponer y garantizar la estabilidad de la propia estructura de clase. Miliband enfatizaba la existencia de una estrecha relación entre agentes privados del poder económico y quienes detentan el poder del Estado: “quizás encontremos que los detentores del poder estatal, por muchas y 122 Karl Marx & Friedrich Engels, La ideología alemana, edit. Pueblos Unidos, 1974, p. 19. 123 Ralph Miliband, El Estado en la sociedad capitalista, México, edit. Siglo XXI, 1988, p. 7. 58 diversas razones, sean los agentes del poder económico privado, y que quienes esgrimen ese poder constituyen […] una auténtica clase imperante”.124 Miliband describe su propuesta metodológica de la siguiente forma: “para analizar el papel desempeñado por el Estado es necesario estudiar a la élite estatal, que esgrime el poder del Estado como entidad distinta y aparte. Es necesario hacerlo especialmente al analizar la relación del Estado con la clase económicamente dominante”.125 El crítico más avasallador del trabajo de Miliband fue el teórico griego (nacionalizado francés) Nicos Poulantzas, quien rechazó categóricamente la noción del Estado como “instrumento” en manos de la “clase dominante”. Para él, el Estado constituye “el factor de unidad política del bloque en el poder bajo la égida de la clase o fracción hegemónica. Dicho de otro modo, constituye el factor de organización hegemónica de esa clase o fracción, de suerte que sus intereses específicos puedan polarizar los de las otras clases y fracciones del bloque en el poder”.126 Esta visión estructuralista respalda la tesis en que “las funciones del Estado están ampliamente determinadas por las estructuras de la sociedad, más que por las personas que ocupan posiciones de poder estatal”. En otras palabras, el Estado refleja la unidad de las clases, y se desenvuelve en un contexto de lucha de clases. Se debe agregar que, la perspectiva estructuralista intenta indagar a fondo las funciones que el Estado realiza con el objetivo de reproducir la sociedad capitalista a través de las diversas políticas públicas.127 Sin embargo, el carácter unificador del Estado que se desprende de un interés de clase compartido, es descartado con posterioridad; como resultado, para Poulantzas el Estado no era una unidad intrínseca, sino una relación: “como la condensación material de una relación de fuerzas entre clases y fracciones de clase”.128 En esta definición, el Estado centraliza el poder político –en tanto éste fundamenta la lucha de clases– en dos niveles: a nivel estructural y a nivel de prácticas. En el primer caso –a nivel estructural–, el poder político “no es, […], más que un concepto que indica el efecto del conjunto de las estructuras sobre 124 Ralph Miliband, op. cit., p. 55. 125 Ibídem. 126 Nicos Poulantzas, Poder político y clases sociales en el Estado capitalista, México, edit. Siglo XXI, 2007 [1968], p. 391. 127 Heinz Rudolf Sonntag & Héctor Valecillos, El Estado en el capitalismo contemporáneo, México, edit. Siglo XXI, 1990, p. 32 128 Nicos Poulantzas, Estado, poder y socialismo, México, edit. Siglo XXI, 2005 [1979], p. 154-155 59 las relaciones de las prácticas de las diversas clases en lucha”.129 A nivel de las prácticas de clase (o intereses) –ya sean estas políticas, económicas o ideológicas– solamente pueden ser analizadas como prácticas conflictivas en el campo de la “lucha” de clases.130 En resumen, las perspectivas instrumentalista y estructuralista han polarizado el debate en torno a la naturaleza del Estado. A tráves de la reflexión anterior, se evidencia que el Estado no puede reducirse a la simple expresión mexicana de “ocupar la silla presidencial”, como si el Estado fuese un simple objeto que se subscribe a la “utilidad” y/o “propiedad” de un grupo o grupos. Pero, es igualmente cierto que “la ausencia de toda verdadera discusión acerca de cómo los mecanismo sociales regulan estas relaciones sociales debilita seriamente el análisis estructuralista”.131 No obstante, el elemento que sobre sale de la perspectiva marxista sobre el Estado es su constitución topológica como relaciones sociales, a lo cual, la visión de Jaime Osorio considera que el Estado “es una condensación particular de redes y relaciones de fuerza en una sociedad que permite que se produzcan y reproduzcan relaciones de explotación y dominio”.132 Y ¿Cuáles son los elementos que constituyen una relación social? En términos generales, una relación social se compone topológicamente por un sistema de nodos con enlaces conectados entre sí, es decir, es similar a una red que se forma por diversas interacciones entre sus elementos. La red contempla dos elementos esenciales en su constitución. Por un lado, se identifican las unidades o los “nodos”, cuya estructura interna puede ser compleja, no idéntica y sin un modus operandi definido. Por otro lado, las interacciones, pueden ser de carácter no-lineal o complejas.133 Considerar topológicamente las relaciones sociales en términos de redes ayuda a esclarecer una imagen mental más próxima a la constitución del Estado. Esto implica la posibilidad de tener en cuenta el alto grado de interconexión de los fenómenos, así mismo permite interrogarnos lo que ha de ser considerado “parte” y lo que será concebido como “sistema”, dado que “las partes no son unidades totalmente definidas en sí mismas, sino que 129 Nicos Poulantzas, Poder político y clases sociales…, op. cit., p. 120. 130 Ibídem, pp. 100-101. 131 Heinz Rudolf Sonntag & Héctor Valecillos, op. cit, p. 35. 132 Jaime Osorio, El Estado en el centro de la mundialización…, op. cit., p. 24. 133 Luis A. Nunes Amaral & Julio M. Ottino, “Complex networks: Augmenting the framework for the study of complex systems”, en The European Physical Journal B., núm. 38, Evanston, Illinois, edit. EDP Sciences, Società Italiana di Fisica and Springer Berlin Heidelberg, 2004, p. 149. 147-162 pp. 60 existen como redes dinámicas. Tampoco existe un “todo” completamente terminado o definido: el sistema tiene a la integridad (no le falta nada) pero no es “total” (está siempre haciéndose)”.134 Así, el Estado toma sentido en un entramado de relaciones sociales dinámicas que no son exclusivamente de carácter de clase como lo habían concebido Marx y Engels.135 A diferencia de las perspectivas marxistas, el Estado no es per se estructura u objeto que coadyuve al sistema capitalista implícitamente a través de las fuerzas materiales de vida en su relación burgués-proletariado; sino que, estas relaciones sociales se constituyen a partir de otras formas de dominación, tales como, las relaciones sociales de género, étnicas- raciales y/o culturales. Dicho de otra forma, el proceso de organización social que perpetua el poder político permite configurar relaciones sociales de diferente índole más allá de las relaciones sociales de clase. Por tanto, se puede argumentar que, las relaciones del Estado no son reductibles aun carácter exclusivo de clase. Así, el Estado se constituye como un entramando de relaciones sociales dinámicas y diferenciadas, donde determinados agentes preservan su posición de dominación sobre otros a partir de interacciones que subordinan y al mismo tiempo se presentan como de interés nacional. Los nodos que constituyen este entramado de relaciones diferenciadas y en constante lucha, no se subscriben a la aleatoriedad o al desorden. Detrás de su comportamiento aleatorio pueden ser identificados determinados patrones que permitan su compresión. Sin embargo, 134 Denise Najmanovich, “El desafío de la Complejidad: Redes, cartografías dinámicas y mundos implicados”, en Utopía y Praxis Latinoamericana, núm. 38, vol. 12, Maracaibo, edit, Universidad de Zulia, julio-septiembre, 2007, pp. 71-82. 135 Cuestionar la condición humana establecida por Marx y Engels, que se definen a partir de las condiciones materiales de vida –las cuales definen en términos diferenciados al proletariado y al burgués, donde el primero se mantiene intrínseco al trabajo, y el segundo, a la propiedad– es sin duda alguna, un trabajo que muy pocos se atreverían a afrontar. Existen dos posturas críticas al trabajo de Marx que merecen ser consideradas, por un lado está el trabajo de Hannah Arendt, y por el otro el de Pierre Bourdieu. En primer lugar, Hannah Arendt consideraba que el “trabajo” es comprendido por Marx de forma individualista –y ello se expresa en el modo en que Marx introduce en su análisis las relaciones sociales sólo a partir del valor de cambio y no ya desde el valor de uso- y se coloca así en el interior de una tradición en último término platónica, o como lo llamó Arendt: “platonismo marxista”. Así, prosigue Arendt: “Porque el descubrimiento central de Marx consiste en la descripción del ser humano como un ser que trabaja (arbeitendes Wessen) –y de ahí la posición central de la clase trabajadora y del así llamado materialismo–, ve al hombre esencialmente aislado (wesentlich insoliert) […]” [Cfr. Hannah Arendt, Denktagebuch (1950-1973), Dresden, edit. Hannah Arendt- Institut, Heft III, 2002, p.75]. Por otro lado, Pierre Bourdieu, considera la existencia de diferentes tipos de capital, entendidos estos como “diferentes recursos que supone y que produce la actividad del campo”. Entre ellos, se encuentra el capital económico, el cual se institucionaliza a partir de derechos de propiedad; el capital cultural, que se institucionaliza en forma de cualificaciones escolares, y el capital social, que se institucionaliza a partir de títulos nobiliarios. Cfr. Pierre Bourdieu, “The Forms of Capital”, en John G. Richardson, Handbook of Theory and Research for the Sociology of Education, Westport, edit. Greenwood, 1986, p. 241. 61 la forma Estado no comprende una totalidad acabada, sino que se mantiene en constate transformación. Como resultado, el Estado es, en términos de Bourdieu, un “campo de campos sociales”, cuya lucha de fuerzas al “interior” no se da exclusivamente entre el sector público, sino también en el privado. Los agentes que se inscriben dentro de los nodos (o “campos”, en los conceptos Bourdieu) ejercen una determinada posición de dominación, cuya toma de decisiones (o ejercicio del poder político) repercute sobre otros nodos, para garantizar, de esta forma, la permanencia del actual status quo de desigualdad social. A este tipo de agentes, dentro del marco explicativo del Estado, se les ha denominado como élites (concepto que abordaré más adelante). Dicho lo anterior, el último elemento de la definición expuesta previamente, considera al Estado como la única institución con la capacidad de construir un imaginario de comunidad para lograr que intereses de unos pocos (la élite) puedan presentarse y ser asumidos como intereses de toda la sociedad.136 No obstante, a la par de esta visión, coexiste el Estado “visible”: el aparato de Estado. Jaime Osorio identifica tres componentes centrales del aparato de Estado, menciona: 1) Un conjunto de instituciones, articuladas y jerarquizadas. Pensemos en las instituciones de los tres poderes del Estado. En el Ejecutivo: presidencia, secretarías o ministerios, Fuerzas Armadas, policía, cárceles, Banco Central, etc. En el Poder Legislativo: Cámara de Senadores y Diputados, Parlamento. En el Poder Judicial, tribunales, Corte Suprema de Justicia, ministerios públicos. 2) Un cuerpo de leyes: Constitución, reglamentos, etcétera; y 3) Personal del Estado con cargos jerarquizados.137 Este aparato es la cristalización material de las relaciones sociales del Estado, y por lo tanto, “mientras no se modifiquen las relaciones sociales que llamamos Estado, el aparato de Estado actuará en el sentido de aquellas relaciones de poder y dominio”.138 Es por esta razón fundamental que, la capacidad de concebir un Estado despojado de toda relación de dominio se torna difícil a suponer. Más aún, en la etapa actual del capitalismo, donde los procesos de transnacionalización y financiarización han reconfigurado las relaciones sociales que eran consideradas como intrínsecas de origen del Estado-nación, las redes de los mismo Estados 136 Jaime Osorio, Estado, reproducción del capital y lucha de clases. La unidad económico/política del capital, México, edit. Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM, 2014, p. 64 137Ibídem. 138Ibídem, p. 67. 62 se han interconectado con mayor intensidad con “lo internacional”. Así, la organización social que constituía el poder político dentro de los límites territoriales del Estado se complementa o se vincula con mayor intensidad con “lo internacional”, y por lo tanto, se re- organizan relaciones sociales que van más allá de una simple interacción entre nodos nacionales, y así mismo, las consecuencias que observamos en espacios glocales, requieren una compresión que involucre las características de los factores tanto locales como globales. El aparato de Estado, afirma Jaime Osorio, “se encuentra articulado y unificado por los intereses y proyectos de las clases que detentan el poder político”.139 Por ello, y un tanto en oposición a los argumentos planteados por Göran Therborn, la pregunta: ¿quién(es) tiene(n) el poder político?, reclama una respuesta más profunda que solamente la afirmación: las clases dominantes o las élites. 1.3.3. SOBRE LAS ÉLITES Los orígenes del concepto élite se encuentran en los escritos de los teóricos italianos Vilfredo Pareto, Gaeto Mosca y Robert Michels, quienes elaboraron entre finales del siglo XIX y principios del XX un intento por elaborar un análisis “realista” de la sociedad a partir de una visión de la historia que distaba a la tradición marxista. Su punto de interés –a diferencia de Marx y Engels– no sería la masa popular, sino la clase burguesa, o a lo que ellos denominaron posteriormente como élites.140 Con el apoyo de los soportes teóricos de Aristóteles y Nicolás Maquiavelo, la construcción argumentativa de los fundadores de la teoría de las élites denotaba que el poder siempre se ejerce por una minoría. Mosca consideraba que “la élite está compuesta por la minoría de personas que detentan el poder en una sociedad”, la cual es asimilable a una clase 139 Jaime Osorio, El Estado en centro de la mundialización…, op. cit., p. 38. 140 Élite: como todas las palabras, se ha transformado a través de la historia, adquiriendo diferentes acepciones. El término francés élite es el sustantivo correspondiente al verbo elire (escoger) y hasta el siglo XVI, fue tan solo choix (elección, acción de escoger). En el siglo siguiente adquirió, más que todo, un sentido comercial, para designar a los bienes de calidad especial y fue en el siglo XVIII, cuando se empezó a determinar mediante esta palabra a algunos grupos sociales y, con tal sentido pasó al inglés. Elite [en francés] empezó a constituirse en el significado que hoy es usual durante la Belle Epoque, y se difundió extraordinariamente al socaire de la boga de los autores “Maquiavelistas” en el primer tercio del siglo XX. Véase: Rocío Valdivielso del Real, “Élites (Teoría de las)” [en línea], en Román Reyes, Diccionario Crítico de Ciencias Sociales, Madrid, edit. Plaza y Valdés, 2009. Dirección URL: https://bit.ly/3HwoWtO, [consultado el 4 de noviembre de 2019]. 63 social, la clase dirigente o dominante, “porque aquello que constituye su fuerza y le permite mantenerse en el poder es precisamente su organización, su estructura”.141 Mosca, así mismo, afirmó que “en todas las sociedades, empezando por las más mediocremente desarrolladas y que han llegado apenas a los comienzos de la civilización, hasta las más cultas y fuertes, existen dos clases de personas, una clase que gobierna y otra que es gobernada”142 y concluyó que las élites políticas se dividen en razón de las ideologías que invocan como factores de legitimación. Pareto, por otro lado, aunque consideraba que la élite estaba compuesta por aquellos sujetos que presentaban cualidades excepcionales, esto no se demostraba de forma determinante en la práctica. En una descripción analógica describió a las élites en el campo político como: “zorros”, quienes prevalecen a través de maquinaciones y de astucia; y de “leones”, quienes se imponen por la fuerza. A este respecto, Pareto define a las élite como “grupos que se encuentran en las cimas de la diversas jerarquías sociales, las cuales, a su vez son diferenciadas a partir del elemento de gobernabilidad”, es decir, Pareto hace una distinción entre la “elite no gobernante” y la “élite gobernante”, que ejerce el control efectivo del poder.143 Conviene subrayar un punto de distanciamiento entre ambos teóricos. Según Rebenstorf, Pareto observa al grupo dirigente como sujetos individuales que no detentan ninguna cohesión entre ellos. Caso contrario, en la clase política de Mosca, se reconoce que la existencia misma de la élite depende del grado de institucionalización logrado. Dicho brevemente, no se entiende su reproducción si no es a través de las instituciones burocráticas.144 Se podría objetar que, la conformación de una élite o una clase política –como grupo social– prescinde en si misma ciertos elementos de cohesión entre sus miembros, los cuales ayudan a constituirse como el grupo social al que pertenecen. Sin embargo, al negar cualquier elemento de cohesión se afirmaría a priori la individualidad de cada uno de los miembros, y 141 Ibídem. 142 Rodrigo Borja, “Élite” [en línea], en Rodrigo Borja, Enciclopedia de la política, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 1997, 357-359 pp. Dirección URL: https://bit.ly/40tCnn7, [consultado el 4 de noviembre de 2019]. 143 John Scott, (comp.) The Sociology of Elites, volume 1, Reino Unido, edit. Edward Elgar Publishing, 1990, p. 3. Cfr. Vilfredo Pareto, Trattato di Sociologia Generale, Milan, edit. Edizioni di Comunità, 1964 [1916], 144 Hilke Rebenstorf, Die Politische Klasse. Zur Entwicklung und Reproduktion einer Funktionselite, Frankfurt, edit. Campus, 2022, p. 95. 64 por tanto, se refutaría así mismo, la existencia de cualquier grupo privilegiado –élite– y su participación en la estructuración de una base social en la cual gobierna sobre las masas. Dicho lo anterior, la organización es, en consecuencia, un elemento sine qua non de subsistencia. Robert Michels afirmó, en este sentido, que tan pronto como la sociedad o un partido se organiza, emergen necesariamente las élites para conducirlo. Esta hipótesis lo llevó a formular la ley de hierro oligárquica, según la cual, resultaba inexcusable la concentración del poder en un número reducido de personas.145 En síntesis, la idea central de los fundadores de esta corriente teórica es que todas las sociedades, incluidas las democracias, se dividen en una minoría que domina y una gran mayoría que es dirigida. La élite gobernante apodada así por Pareto, la clase política de Mosca o el liderazgo oligárquico de Michels constatan cada una de estas conceptualizaciones, su oposición hacia los argumentos marxistas que respaldaban la noción de una “dictadura del proletariado”, ante la cual, dichos teóricos consideraban que en todo caso habría un nuevo grupo de poder que ejercería las mismas tareas de dirección y que asumiría los mismos o parecidos privilegios económicos.146 Acorde con lo anterior, los teóricos clásicos de la élite consideraban que los levantamientos populares carecían de consecuencias positivas, ya que sólo facilitaban la caída de la vieja élite y el surgimiento de la nueva. “Las élites usan a las clases inferiores, apelando a sus sentimientos, con el fin de conservar o tomar el poder. En realidad la lucha no se da entre una aristocracia y el pueblo, sino entre dos aristocracias que luchan por el poder”.147 Este argumento, le permitió a James Burnham denominar a los teóricos clásicos de las élites como Maquiavelistas, ya que, a su consideración, tanto Pareto, Mosca y Michels estimaban que el poder se ejerce a través de un grupo minoritario en donde la mayoría de la población es invariablemente desorganizada e incapaz de llevar a cabo cierta acción.148 Las críticas a las anteriores reflexiones teóricas de los clásicos se hicieron constatar 145 Michael Hartmann, "Elites: Sociological Aspects" [en línea], en James D. Wright, International Encyclopedia of the Social & Behavioral Sciences, vol. 7, edit. Elservier, 2015, 296-401 pp. Dirección URL: https://bit.ly/3YkI2Ke, [consultado el 5 de noviembre de 2019]. 146 Rosendo Bolívar Meza, “La teoría de las élites en Pareto, Mosca y Michels”, en Iztapalapa: Revista de Ciencia Sociales y Humanidades, núm. 52, s/vol., México, edit. UAM Iztapalapa, enero-junio, 2002, 386-407 pp. 147 Ibídem. 148 James Burnham, Los maquiavelistas: Defensores de la libertad, Buenos Aires, edit. Emece, 1945, 338 pp. 65 de forma inmediata, sobre todo en dos sentidos: 1) debido a su cercanía tanto tópica como personal con el fascismo italiano, las teorías clásicas de las élites fueran profundamente desacreditadas después de 1945; y 2) la tesis maquiaveliana de los clásicos se tornaba –hasta cierto punto– evidente, en cuyo efecto, para trascender esta obviedad, habría que demostrar que la élite gobernante tiene unidad interna lo que exacerba su poder. En este sentido, ha existido una controversia de larga data sobre la configuración de la estructura de poder que caracteriza a las sociedades industriales modernas. El punto central radica en esclarecer si nuestras sociedades están regidas por una élite dominante que controla los principales mecanismos de poder, o si, por el contrario, se deriva la existencia de una pluralidad de las mismas. En el primer caso, la sociología crítica estadounidense destacó sobresalientemente con la publicación del libro The Power Elite escrito por C. Wright Mills, cuya tesis principal sustenta que las grandes masas de la población americana están dominadas por un reducido número de afluencia que configura la élite del poder, la cual está constituida por los máximos representantes de la política, los empresarios que controlan grandes capitales y las fuerzas armadas. Así, Mills concibe la dominación en términos de la articulación entre distintas esferas del ejercicio del poder. El entretejido de los tres sectores, así como la convergencia de origen, intereses y una visión semejante del mundo, proporciona un alto grado de estabilidad y cohesión dentro de la élite del poder. Estas élites pueden cambiar, dice el autor, cambian cuando se producen acciones revolucionarias, pero en todo caso habrá un nuevo grupo de poder que ejercerá las mismas tareas de la dirección y que asumirá los mismos o parecidos privilegios económicos.149 Con esta tesis, la élite del poder no era novedosa, pero los aportes de Mills resaltan en “caracterizar al poder como algo relacional dentro de una estructura social, a través de las altas posiciones y abandonar así la línea de las biografías como base para el estudio de la minorías”.150 En el segundo caso, Robert Dahl, uno de los principales autores del pluralismo, argumenta que, en las sociedades modernas, las élites están diferenciadas, esto es: tienen múltiples bases, se concentran en problemas específicos y su poder es cambiante. De esta forma, “las élites económicas no necesariamente detentan el poder político y, por tanto, sus 149 Charles Wright Mills, La élite del poder, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2013, 495 pp. 150 Rocío del Real Valdivieso, op. cit. 66 intereses pueden ser afectados por las élites políticas. Lo que no solo se traduce en una mayor circulación de las élites, sino mayor distribución de la riqueza y el poder, así como una mayor movilidad social”.151 Según Dahl, una de las características de las sociedades pluralistas es “[…] una dispersión de los recursos políticos, tales como el dinero, el conocimiento, el estatus, y el acceso a las organizaciones; de los espacios estratégicos, particularmente en asuntos económicos, científicos, educativos y culturales […]”152. Acorde con esto, Suzanne Keller definió a las élites como “un grupo minoritario de individuos que tienden a la colectividad mediante determinados valores sociales”.153 La perspectiva pluralista, en suma, basándose en los escritos de Joseph Schumpeter y Max Weber, sustenta una competencia entre élites dentro de la democracia, como el principal medio de acceso al poder. Sin embargo, el debate entre los teóricos de la “elite del poder” y del “pluralismo” no sería el único que tuviese cabida. Por parte de los teóricos marxistas, el concepto de “clase dominante” entraría a la discusión con una postura de reivindicación del carácter de clase. Mills, ante el concepto de “clase dominante” [ruling class], quiso mantener cierta distancia en términos de los mecanismos del poder, ya que a su consideración la noción de “clase” mantiene un contenido económico y “dominante-dominación” mantiene un contenido político. De esta manera, y por tanto, la noción de “clase dominante” sostiene dos niveles de análisis diferenciados. Por esta razón, Mills reafirmó el uso del término “élite del poder” para hacer énfasis en la transversalidad del poder político que se subscribe a través de las instituciones de gobierno y de una élite que se diferencia de una clase.154 En este mismo sentido de crítica, los pluralistas argumentaban que los teóricos marxistas, al igual que aquellos que defendían la perspectiva de la élite del poder, daban por sentado una supuesta cohesión y homogeneidad que era insensible dada la complejidad de la realidad social. De esta forma, los pluralistas niegan la noción de una clase dominante como 151 Alejandra Salas-Porras Soulé & Karla Valverde Viesca, Élites y Desarrollo, México, edit. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, 2009, p. 18. 152 Robert Dahl, Democracy and Its Critics, Michigan, edit. Yale University Press, 1989, pp. 251-252. 153 Suzanne Keller, Beyond the Ruling Class: Strategic Elites in Modern Society, Nueva York, EDIT. Random House, 1963, p.4. [traducción propia]. 154 John Scott, op. cit. 67 un agente estructurado.155 Otro argumento en contra de la élite del poder asevera que la acción social es a priori esencialmente una lucha de y por el poder –según considera Meisel–, dando por hecho que la naturaleza humana está erigida sólo por el poder. Meisel mantiene una postura distante, pues considera que “[…] la naturaleza humana es ambivalente. Es capaz de agresión y de su opuesto, la cooperación”.156 Por parte de los teóricos marxistas, consideran que la teoría de la élite (élite del poder y pluralistas) “[…] reconoce solamente el interés de la élite en el mantenimiento del status quo. En este sentido, la teoría de las élites es, como destacó Dahrendorf, una teoría de clase única [a one-class theory]”.157 Isacc Baldus, estimaba que el problema del poder se reducía exclusivamente en la élite, y las no-élites [manangerial revolution] no son consideradas como fuerzas operativas independientes, o simplemente son relegadas a un status residual. Así mismo considera Baldus, “el resultado es un análisis estático de la sociedad capitalista, el cual mantiene diversas dificultades en la explicación, interpretación y anticipación de los retos políticos y sociales […]”.158 En consecuencia, los defensores de la clase dominante sostenían que, la teoría de las élites se inscribe en un análisis alejado de la realidad en razón de que considera una sociedad de dos clases constituidas dialécticamente entre ellas, cuyo conflicto y confrontación determina las dinámicas políticas y sociales del sistema capitalista. A favor de la postura de Wright Mills, el concepto de clase no puede explicar la presencia de intelectuales o 155 Robert Dahl, Who Governs? Democracy and Power in an American City, New Haven, edit. Yale University Press, 2005, 234 pp. Además véase: Nelson W. Polsby, Community Power and Political Theory, New Haven, edit. Yale University Press, 1980, p. 112; Floyd Hunter, Community Power Structure: A Study of Decision Makers, Estados Unidos, edit. University of North Carolina, 1969, 314 pp. Otra consideración aceptable es que la expresión “clase dominante” es predecible porque no implica que una clase gobierne directamente, es decir políticamente, sin intermediarios. La clase dominante no necesariamente usa su propio personal para tareas del gobierno. Cfr. Kolinsky Martin & Michalet Charles-Albert, “L'état de la classe dominante”, en L'homme et la société, núm. 8, s/v, edit. Au dossier de la révolte étudiante, 1968. pp. 173-182. 156 James Hans Meisel, El mito de la clase gobernante: Gaetano Mosca y la élite. Buenos Aires, edit. Amorrortu, 1962, p. 12. El libro en esta edición mantiene un apartado introductorio denominado Palabras preliminares en 1962: ¿un manifiesto de la élite? En donde se encuentran algunas reflexiones que engloban el trabajo de Wright Mills publicado años después de la primera edición del libro de Meisel. 157 Isaac Baldus, “Ruling Elite Theory vs. Marxist Class Analysis”, en Monthly Review, núm. 1, vol.23, Mayo, 1971, pp. 36-46. Cfr. John Hoffman, “The Problem of the Ruling Class in Classical Marxist Theory: Some Conceptual Preliminaries”, en Science and Society, núm 3, vol. 1, Nueva York, edit. Guilford, 1986, pp. 342- 363. 158 Ibídem. 68 burócratas en las esferas más altas de la élite gobernante, puesto que no detentan una consideración alguna sobre el carácter de propiedad, sino de toma de decisión.159 De modo que, no se asume per se la existencia de dos únicas clases sociales en el marco del sistema social capitalista, sino que la configuración misma de los mecanismos de dominación –es decir, el ejercicio del poder– incentiva la polarización y amplificación de estas dos únicas clases. De igual modo, el concepto de “élite del poder” manifiesta su capacidad explicativa ante el poder estructural en términos de la articulación entre distintas esferas del ejercicio del poder, de tal forma que se puede evidenciar los entrecruzamientos entre intereses económicos y políticos de diferente origen. Además, se logra identificar el grado de concentración de poder que detenta determinada acción monopolista por parte de la élite. En este sentido, se puede argumentar que élite detenta una doble función dentro de la estructura social bajo la concepción de Nicos Poulatzas. En primer lugar, detenta un estadio [place] de dominio dentro de alguno de los campos de poder, ya sea este económico, político o ideológico. Pero, al mismo tiempo, y en segundo lugar, la élite detenta una posición [position] especifica dentro del marco de la articulación de las redes de poder.160 Acorde a este pensamiento, Bourdieu reconoce, en las posiciones más sobresalientes los grupos dominantes transitan con gran naturalidad, elasticidad y fluidez de un campo a otro y, en ocasiones, operan simultáneamente en varios campos y esferas de poder (económico, político y cultural), de forma tal que tienden a traslapar e imbricar campos, redes y grupos nacionales y globales. Cabe resaltar que el estudio de las élites, tal como lo expresa el profesor William Genieys, “ha pasado de una variable explicativa independiente al de una variable dependiente […] así, para comprender quién gobierna […], nuestra mirada debe pasar de las figuras establecidas del poder estatal a las élites que, en el corazón del Estado, concretan los 159 Thomas B. Bottomore, Elites and Society, Londres, edit.Routledge, 1993, 144 pp. 160 Anthony Giddens & David Held. Classes, Power, and Conflict: Classical and Contemporary Debates, Londres, edit. Macmillan 1982, 645 pp. Además véase: N. Alejandro Osorio Rauld, "Dominación y reproducción de la élites. Lecturas sociológica del proceso de estructuración de las minorías selectas en el elitismo clásico", en Revista de Investigaciones Políticas y Sociales, núm. 2, vol. 14, España, edit. Universidad de Santiago de Compostela, 2015, 113-130 pp. 69 programas de políticas públicas”,161 siendo la política exterior y su efecto en la sociedad una de ellas. 1.3.4. ESTADO, ÉLITES Y CORPORACIONES TRANSNACIONALES162 La dinámica compleja del sistema internacional en el siglo XXI ha reestructurado las relaciones sociales tradicionalmente consideradas de caracter estrictamente “global” y “local”, debido a la transnacionalización de los sistemas productivos y a la financiarización de los sectores económicos, dando como resultado una serie de relaciones que subyacen en- el-medio de ambas consideraciones. Bajo esta perspectiva, los Estados requieren de determinadas relaciones del sistema internacional para desarrollar funciones de carácter económico, político o social; pero al mismo tiempo, el mismo sistema reclama de los Estados –ya sean centro o periferia– para su reproducción. El Estado, como ente que se constituye a partir de relaciones sociales de dominación, se transnacionaliza, pues sus relaciones sociales de dominación se organizan en-el-medio de lo local y de lo global. Hobson argumentaba que los Estados interactúan entre cada dimensión espacial “[…] para cambiar el equilibrio social de poder o los términos de gobierno dentro y fuera de la sociedad a su favor”, y concluye con que “los Estados no son espejos de procesos externos, ni son simplemente mecanismos de filtrado, sino que los Estados procesan y canalizan activamente las influencias internacionales para reforzar su posición interna”.163 Esta Gran División –como la llamó Ian Clark– entre “lo interno” y “lo externo”, que toma como fundamento esencial la disciplina de las RR.II., impide considerar al Estado como un sujeto conformado y formador del proceso de globalización.164 No obstante, el poder político del Estado se encuentra organizado por relaciones 161 William Genieys, "Nouveaux regard sur les élites du politique", en Revue Française de Science Politique, núm. 1., vol. 56, Paris, edit. Presses de Science Po, febrero 2006, pp. 121-147. [traducción propia]. 162 Varias de las reflexiones de esta apartado (aunque con algunas reservas) pueden encontrarse en la obra de William I. Robinson, Una teoría sobre el capitalismo global. Producción, clase y Estado en un mundo transnacional, México, edit. Siglo XXI, 2013, 207 pp. 163 John M. Hobson, The Wealth of States. A Comparative Sociology of International Economic and Political Change, Australia, edit. Cambridge University Press, 1997, p. 247. 164 Ian Clark, "Beyond the Great Divide: Globalization and the Theory of International Relations", en Review of International Studies, núm. 4, vol. 24, Reino Unido, edit. Cambridge University Press, Octubre, 1998, pp. 479- 498. 70 sociales que crean interconexiones con nodos que puede pertenecer a un ente estatal o no, con el objetivo de que dicho poder se mantenga “estable” al evitar un conflicto con otros sujetos de poder y anteponer así la permanencia del status quo. Si bien, el grado de influencia de “lo externo” sobre el Estado permite observar “[un posible] dominio del sector orientado a la economía mundial sobre el sector más orientado a lo nacional dentro de la economía de un país”,165 el carácter complejo de estas relaciones (globales-locales) comprehende una mutua complementariedad entre ambas estructuras. De tal suerte que, ante la trans-acción de lo global-local, es posible considerar la inexistencia de una “imposición” total de lo externo sobre lo interno, ya que lo interno se vuelve parte integral del sistema a partir de elementos hegemónicos. La trans-acción global-local mantienen, en referencia a Edgar Morin, una recursividad organizacional, es decir, “cada momento del remolino es producto y, al mismo tiempo, productor […]”.166 Dicho de otro modo, la complejidad del sistema internacional es una “manifestación de la relación fundamental entre agencia y estructura”,167 y no así una división sesgada entre “lo propio nacional” y “lo propio internacional”, como sugiere la disciplina de las RR.II. Respecto a “lo local”, es posible la reproducción del poder hegemónico dada la modificación de las relaciones de clase, pues la élite nacional que previamente se mantenía limitada a los procesos económicos y políticos internos, ha experimentado una integración supranacional a través del capital comercial, industrial y financiero con otras élites, y ha dado paso a lo que William I. Robinson llamo como Estados transnacionales [transnational states] definidos como “aquellas instituciones y prácticas en la sociedad global que mantienen, defienden y posibilitan la hegemonía emergente de la burguesía global y su proyecto de construir un nuevo bloque histórico capitalista global”.168 Desde “lo externo”, el modelo capitalista de libre mercado –que debería ser 165 Robert W. Cox, "Fuerzas sociales, estados y órdenes mundiales: Más allá de la Teoría de Relaciones Internacionales", en Relaciones Internacionales, núm. 24, s/v., México, edit. Grupo de Estudios de Relaciones Internacionales (GERI)- UAM, octubre 2013-enero 2014, p. 156. 166 Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, Barcelona, edit. Gedisa, 1998, p. 67. 167 Richard E. Lee, “Complexity and the Social Sciences” [en línea], en Conceptos y fenómenos fundamentales de nuestro tiempo, México, edit. Instituto de Investigaciones Sociales-UNAM, 2005, 22 pp. Dirección URL: https://bit.ly/40DgpOC,[consultado el 6 de septiembre de 2020] 168 William I. Robinson, op. cit., p. 117. 71 considerado de beneficios empresariales–169 permitió que las élites transnacionales compaginarán una determinada visión del mundo. Este selecto número de personas, que haciende alrededor de 6000 personas, frecuentemente asisten a las reuniones del Foro Económico Mundial de Davos, Bilderberg, el Club Bohemian Grove y concentran un gran poder que refleja un impacto global. Esta clase capitalista transnacional,170 “a pesar de las diferencias de sus lugares de origen, […] comparten más cosas entre sí que con aquellos que no viven en esas altitudes [Davos]”.171 David Rothkoft menciona al respecto: “Un ex funcionario de alto rango de Estados Unidos confirmó esta observación. «Creo que lo que está sucediendo tiene que ver como la propia identidad de este grupo. Son más leales a Davos y a su comunidad que a las personas de su nación»”.172 Entre los sujetos que comparten esta “cultura de Davos” se pueden encontrar a altos ejecutivos (CEOs), inversionistas, banqueros, políticos globalistas, funcionarios estatales, actores gubernamentales, élites consumistas, think tanks e instituciones educativas. La mayoría de ellos influyeron en los grandes organismos internacionales de la pax americana: el FMI, el BM y la OMC; asimismo, los países miembros del G8 y el Departamento del Tesoro de los EE.UU. han estado controladas en su mayoría por quienes comparten los intereses de las principales élites transnacionales.173 En este sentido, Rothkoft considera que: Siempre han existido las élites nacionales, como la «élite del poder» de Mills en Estados Unidos. Siempre ha habido conexiones entre las élites de las diferentes naciones, pero generalmente eran «relaciones exteriores», conexiones entre centros de poder distantes, alianzas discretas entre soberanos. Pero desde hace algunos decenios se ha estado formando una nueva comunidad, al mismo tiempo que las economías se extienden más allá de las fronteras, las entidades globales proliferan y el mundo, cómo no, se hace más plano.174 169 Cfr. Dean Baker, Rigged: How Globalization and the Rules of the Modern Economy Were Structured to Make the Rich Richer, Washington, edit. Center for Economic Policy Research, 2016, 249 pp. 170 Leslie Sklair, The Transnational Capitalist Class, Reino Unión, edit. Blackwell, 2001, 335 pp.; Además véase: William K. Carroll, The Making of a Transnational Capital Class: Corporate Power in the 21st Century, Londres & Nueva York, edit. Zed Books, 2010, 234 pp. El concepto es abordado posteriormente por William I. Robinson, op. cit., 55-68 pp. 171 David Rothkopf, El club de los elegidos: como la élite del poder global domina el mundo, México, edit. Urano ediciones, 2008, p. 42. 172 Ibídem. 173 Mel van Elteren, "Neoliberalization and Transnational Capitalism in the American Mold", en Journal of American Studies, núm. 43, vol. 2, Reino Unido, edit. Cambridge University Press, 2009, p. 183. 174 David Rothkopf, El club de los elegidos…, op. cit, p. 42. 72 Es a partir del proceso de socialización del libre mercado y de competencia que, las ideas del proyecto neoliberal y expresado concretamente en el concepto de desarrollo, las élites nacionales y trasnacionales reproducen las mismas ideas, intereses y comparten hasta una misma concepción de la realidad, es decir, una racionalidad.175 Las ideas del desarrollo de los principales centros de poder del neoliberalismo [hubs]176 y su virtual expansión, permiten explicar la homogeneización del proyecto neoliberal dentro de las élites del poder global y, así mismo, su expansión alrededor del mundo. Así, la interiorización del proyecto neoliberal se articula en-el-medio de la estructura-agencia y de lo global-local. David Herrera Santana menciona al respecto: “Lo global tan sólo puede ocurrir si lo local se lo permite, si lo concreto se adapta a su dinámica, si lo específico le da vida y le brinda las condiciones de posibilidad idóneas para su reproducción. A su vez, la regulación en lo concreto, en lo específico, en lo local, sólo puede ser efectiva si la estrategia global se imbrica, se diluye, se naturaliza y normaliza en la cotidianidad y ahí transcurre en normalidad”.177 Simultáneamente, las grandes corporaciones transnacionales, a causa de la transnacionalización de la producción y su independencia como entes deslindados de sus orígenes nacionales, se han convertido en actores fundamentales del sistema internacional.178 Robert Gilpin mencionaba que “la globalización de la producción [transnacionalización] y el papel central de la empresa transnacional en la economía mundial representan el triunfo de 175 El énfasis que realizo sobre las élites y su asimilación del proyecto neoliberal no descarta la idea de una transversalización de las ideas en todas direcciones. Es decir, la asimilación misma del neoliberalismo en la sociedad el cual da paso a lo que Michel Foucault denomino homo economicus. Jason Read menciona al respecto: “El neoliberalismo es transformación de la ideología. Es una ideología que se refiere no solo al ámbito político, a un ideal de Estado, sino a la totalidad de la existencia humana. Pretende presentar no un ideal, sino una realidad; la naturaleza humana. Cfr. Jason Read, "A Genealogy of Homo-Economicus: Neoliberalism and the Production of Subjectivity", en Foucault Studies, núm. 6, s/vol., USA, edit. The University of Southern Maine, February 2009. pp. 25-36 176 Con la categoría hubs, hago referencia a la tendencia de determinados nodos a ser centros que permiten una mayor concentración de interconexiones, y estas ubicaciones populares adquieren más vínculos con el tiempo. Los hubs tienen un número aparentemente ilimitado de enlaces. Cfr. Albert-László Barabási & Eric Bonabeau, “Scale-Free Networks”, en Scientific American, EE.UU., edit. Springer Nature, mayo 2003, pp. 60- 69. 177 David Herrera Santana, Hegemonía, poder y crisis, Ciudad de México, edit. Monosilabo y Facultad de Filosofía y Letras-UNAM, 2017, p. 57. 178 Cfr. Susan Strange, The Retreat of the State. The Diffusion of Power in the World Economy, edit. Cambridge Univeristy Press, 1996, 218 pp. 73 las fuerzas de mercado y la racionalidad económica sobre el anacrónico Estado-nación [...]”.179 Vale la pena cuestionar esta supuesta independencia de las corporaciones sobre el aparato estatal durante el siglo XXI. Brevemente mencionaré que este punto es fuertemente analizado por dos perspectivas fundamentales para la Economía Política Internacional: la liberal y la marxista. Para la perspectiva liberal, la independencia de las corporaciones representa una mayor competitividad y eficiencia sobre los asuntos económicos, lo cual se refleja en un mayor “desarrollo” y “bienestar”. En cambio, la independencia de las corporaciones transnacionales para la perspectiva marxista significa una posibilidad de captura del Estado en un contexto de lucha de clases, donde las élites económicas trasnacionales y/o nacionales pretenden ejercer su dominio sobre el aparato estatal.180 En ambas perspectivas se constata la influencia hegemónica del proyecto neoliberal sobre el aparato estatal, tanto la perspectiva liberal como la marxista mantienen este punto en común. Se debe agregar que, ambas perspectivas comprehenden la injerencia de los holders capitalistas sobre el Estado de forma unidireccional, es decir, solamente subrayan los intereses y/o acciones de las corporaciones sobre los Estados, pero no consideran las razones por las cuales los Estados están interesados en el capital que proporcionan las corporaciones transnacionales.181 Esta clase de análisis mainstream de la Economía Política Internacional inhibe pensar en la compleja relación Estado-corporaciones trasnacionales que se inscriben en el complejo sistema internacional. Definitivamente se debe hacer énfasis en que el éxito de las corporaciones transnacionales no puede explicarse únicamente en términos de mercado –en contraposición con la perspectiva liberal–, pues están sujetas a la estabilidad política que “debe” proporcionar el concierto internacional de Estados o al menos las principales 179 Robert Gilpin, Global Political Economy. Understanding the International Economic Order, Estados Unidos, edit. Princeton University Press, 2001, p. 294. 180 Robert Gilpin, "The Political Economy of the Multinational Corporation: Three Contrasting Perspectives", en The American Political Science Review, núm 1, vol. 70, Reino Unido, edit. American Political Science Association & Cambridge University Press, marzo 1976, 184-191 pp. Además véase: Francisco Durand, "El debate sobre la captura del Estado en América Latina y vuelta del instrumentalismo", en Liisa North, Blanca Rubio & Alberto Acosta, Concentración económica y poder político en América Latina, Ciudad de México, edit. Friedrich-Ebert-Stiftung, s/a, pp. 43-91. 181 Pepper D. Culpepper, “Structural Power and Political Science in the Post-crisis Era", en Business and Politics, núm. 17, vol. 3, Berkeley, C.A., edit. Cambridge University Press, 2015, pp. 391-409. 74 potencias internacionales, cuyos intereses económicos favorezcan una economía abierta y liberal.182 No obstante, del mismo modo, tampoco la captura del Estado ayuda a pensar en la compleja relación Estado-corporaciones trasnacionales. En primer lugar, la noción de captura del Estado remite a la perspectiva instrumentalista del Estado, la cual previamente se ha intentado refutar con el argumento de que el Estado no es una entidad neutra o vacía que puede ser “capturada” por aquellas élites capaces de tomar control de él, sino que el Estado se constituye a través de un conjunto de relaciones-redes que estructuran las relaciones sociales y de poder socialmente consensuadas para su perpetuación. Así, las élites, al ser sujetos estructurados que asimilan el proyecto neoliberal, estructuran las redes que constituyen al Estado. En segundo lugar, las corporaciones transnacionales no establecen una relación unidireccional donde su poder instrumental influye sin discreción alguna sobre los tomadores de decisiones (y en general sobre el aparato estatal), ya sea en la elaboración de políticas públicas, el cabildeo ante el poder legislativo y ejecutivo, o el financiamiento de campañas políticas.183 Se subestima, sobre todo, su poder estructural, donde el poder hegemónico de la ideología neoliberal difunde ideas sobre las cuales se elaboran políticas públicas y se toman decisiones.184 La direccionalidad de la relación Estado-élites (nacionales o globales)-corporaciones transnacionales se entrama de tal forma que observar la influencia de “lo externo” sobre “lo interno” complica cabalmente comprender su complejidad. Aunque no es descartable la postura sobre la captura del Estado –o lo que para la mayoría de los ciudadanos conocemos como “corrupción”185– tampoco significa que sea una consideración totalmente acabada, pues el Estado necesita aparentemente de las corporaciones transnacionales y, en específico, en el acceso a los mercados de capital para la satisfacción de determinados servicios, 182 Cfr. Paul Doremus et al., The Myth of the Global Corporation, edit. Princeton University Press, 1999, 208 pp. 183 Ben Ross Schneider, Hierarchical Capitalism in Latin America: Business, Labor, and the Challenges of Equitable Development, Cambridge, edit. Cambridge University Press, 2013, 237 pp. 184 Tasha Fairfield, Private Wealth and Private Revenue, Nueva York, edit. Cambridge University Press, 2015, 345 pp. 185 Cfr. Janine R. Wedel, Unaccountable: How Elite Power Brokers Corrupt our Finances, Freedom and Security, Nueva York, Londres, edit. Pegasus Books, 2014, 352 pp. 75 generación de empleo y su posible atracción de capital. El discurso del desarrollo –en su perspectiva neoliberal– permitió una convergencia de intereses e ideas entre los grandes capitales internacionales y las élites nacionales de los países periféricos, a tal grado que se puede afirmar la existencia de una nula imposición de intereses extranjeros sobre economías nacionales, ya que existe (hoy en día) una interconexión de élites (o élites transnacionales) que privilegian sus intereses de clase en oposición a los intereses nacionales de la sociedad a la que pertenecen. El desarrollo que han “buscado” las naciones periféricas se ha subscrito a la inmediata apertura de sus economías, cuyas primeras estrategias se limitan a la promoción del comercio exterior y a la atracción de IED. En primer lugar, las ideas que comprehende el desarrollo en su perspectiva neoliberal se entrelazan entre quienes se ha identificado anteriormente como una clase capitalista transnacional o élite del poder global. Esta clase capitalista transnacional es definida por William I. Robinson como “los propietarios del capital transnacional [...] el grupo que posee los principales medios de producción del mundo, incorporados principalmente en los Estados transnacionales y las instituciones financieras privadas”.186 Peter Phillips, en su libro Giants, The Global Power Elite,187 identificó que esta clase capitalista transnacional o élite del poder global comprende a 17 corporaciones gigantes,188 cuya característica principal es la concentración en sus redes de cuatro tipos de agentes que fungen como: gerentes, facilitadores, protectores e ideólogos de sus intereses. Las corporaciones gigantes –entre las que se encuentran BlackRock, Vanguard Group, JP Morgan Group y Goldman Sachs Group- y sus allegados han influido en las naciones subdesarrolladas por medio de sus élites nacionales. A ultranza del acceso a los mercados globales, novedosa tecnología, capital y empleo, las corporaciones gigantes lograron establecer sus redes con dichas élites nacionales. Esto no sólo les permitió el acceso a territorios nacionales y a nuevas oportunidades de inversión y generación de ganancias, 186 William I. Robinson, op. cit., p. 47. 187 Peter Phillips, Giants. The Global Power Elite, Nueva York, edit. Seven Stories Press, 2018, 352 pp. 188 Las 17 compañías son: BlackRock, Vanguard Group, JP Morgan Group, Allianz SE, UBS, Bank of America Merrill Lynch, Barlcyas plc, State Stret Global Advisors, Fidelity Investments (FMR), Bank of New York Mellon, AXA Group, Goldman Sachs Group, Credit Suisse, Prudential Financial, Morgan Stanley & Co., Amundi/Crédit Agricole. 76 sino también lograron el consenso a favor de la liberalización económica como ideología hegemónica que coadyuva al logro de sus intereses. En América Latina, tanto las élites nacionales representadas tradicionalmente en partidos de derecha,189 así como aquellos partidos “progresistas” se alinearon a las ideas y acciones del neoliberalismo.190 Estas élites nacionales de las naciones subdesarrolladas mantienen un cierto atractivo por el capital extranjero, pues el capital extranjero puede satisfacer necesidades económicas internas y, así mismo, posibilita la satisfacción de intereses personales en detrimento de la población general.191 Un elemento importante que afirma la tendencia favorable al liberalismo económico por parte de las naciones subdesarrolladas, en mayor o menor medida, es la promoción hacia la extensión de mercados y atracción de IED a través de la política exterior. Esta política pública es un instrumento del Estado ideal que permite entrelazar las escalas de “lo nacional” y “lo internacional”. Sin embargo, durante los años del neoliberalismo la política exterior se convirtió en un instrumento más del Estado para la satisfacción del proyecto económico. No se debe olvidar que la política económica neoliberal de las naciones latinoamericanas se difundió en la región a través de las políticas de corte “estructural”, las cuales desmantelaron a los Estados-nación y los despojaron de cualquier capacidad de autosuficiencia. El neoliberalismo se alimentó y nutrió a través de la ideología del libre mercado que permeó en los programas de estudio de los distintos centros educativos; se impuso a través de las intervenciones militares con el pretexto de abrir frentes de “guerra contra el narcotráfico” (como la Iniciativa Mérida o el Plan Colombia); se asimiló como un “modelo que funciona” por parte las distintas tendencias partidistas. Finalmente, y no menos importante, no se debe olvidar que se necesita actores y detractores, cómplices que adaptan el ideario neoliberal para su propia satisfacción a costa de sus con-nacionales. El papel de la política exterior, en este sentido, manifiesta el actuar de un Estado con respecto al exterior caótico, pues permite establecer relaciones entre naciones, ya sean estas de carácter político, económico o cultural. Pero, así mismo, la política exterior también 189 Barry Cannon, The Right in Latin America: Elite Power, Hegemony and the Struggle for the State, Nueva York y Londres, edit. Routledge, 2016, 182 pp. 190 Liisa L. North & Timothy D. Clark (comp.), Dominant Elites in Latin America. From Neo-Liberalism to the "Pink Tide", Suiza, edit. Palgrave-Macmillan, 2018, 239 pp. 191 Ben Ross Schneider, op. cit., 77 permite establecer relaciones entre élites nacionales, esclarecer objetivos comunes o, en un sentido perjudicial, establecer una postura en contra de una amenaza. Además, la política exterior requiere para su formulación mantener una idea clara del interés nacional para su proyección; no es imperativo señalar que es esta política pública es exclusiva del Estado. 78 1.4. SOBRE LA POLÍTICA EXTERIOR Desde la caía del muro de Berlín en 1989, la celebración y entrada en vigor de tratados de libre comercio se ha convertido en la estrategia esencial de los Estados subdesarrollados para lograr el pronto desarrollo de sus economías nacionales a través del fomento del comercio internacional y la atracción de IED. Si bien la celebración de tratados bilaterales y multilaterales es una acción clásica que involucra de forma directa a la política exterior, esta política pública tiene un impacto en otras áreas de la vida económica tales como la apertura financiera, la apertura energética, el pago y contratación de deuda externa privada, involucra las acciones frente a las crisis económicas y cracks financieros, así como las posibles tendencias hacia la formación de bloques regionales. Aunque a primera vista, el impacto que puede tener la política exterior en la vida social de las personas puede ser prácticamente inexistente, en realidad, es gracias a esta política pública –que secunda a la política económica– que se vinculan las consecuencias de la financiarización y transnacionalización a la vida social. La política exterior es la política oficial de Estado que vincula “lo internacional” con “lo nacional”, asienta las prácticas internacionales del desarrollo a las realidades nacionales y manifiesta el posicionamiento de un Estado frente a los constantes vaivenes internacionales. Por ello se vuelve un requisito sine qua non esclarecer con precisión el uso de este concepto. 1.4.1. CONCEPTO DE POLÍTICA EXTERIOR Y CONSIDERACIONES PREVIAS Al igual que en la noción de globalización, el concepto de política exterior es utilizado sin discreción alguna por diversos medios de comunicación y analistas, pues consideran simplemente el actuar de los Estados como una práctica de política exterior. El determinar una definición precisa del concepto podría traer serias complicaciones tanto epistemológicas como de método, pues el cumulo de información que existe alrededor de él complica la 79 precisión con la cual se trata de identificar esta acción del Estado en el medio internacional. En primer lugar, como se puede observar que el concepto está compuesto por dos pablaras importantes a dilucidar. En primera instancia, la política, de acuerdo a lo escrito en el apartado sobre el poder político, se refiere a la acción de conciliar intereses opuestos con “el otro”, con “el distinto”, pues la realidad social impide que el ser humano sea una abstracción individual capaz de imponer su propia forma de vida. La política es la actividad que llevan a cabo distintos grupos sociales para negociar, solucionar o imponer intereses diferenciados. Algunos consideraban que la política es una ciencia y un arte. Ciencia en cuanto implica el conocimiento y el estudio sistemático de los fenómenos del Estado; y arte, en la medida en que su fin es controlar y conciliar los intereses contrapuestos dentro de una sociedad.192 En virtud de esto, para Charles O. Lerche, política es “la actividad organizativa que realizan los hombres para maximizar sus arraigadas convicciones sobre los valores sociales. Mediante la acción política, los hombres intentan realizar sus diferentes nociones del “bien público”. Por lo tanto, la política es realmente un proceso […]”.193 Sin embargo, el concepto de política también puede hacer referencia a las políticas públicas que lleva a cabo el Estado en función de las necesidades u objetivos que consideré necesarios. Al respecto, José Cabra Ybarra afirmaba que política se refería a aquella “actividad, que en su sentido estratégico y táctico nos lleva a entender el término ‘política’ como la conducta o la serie de acciones amplias emprendidas por el Estado para alcanzar fines particulares. Sin embargo, puede ser también que el término corresponda a un plan predeterminado de acuerdo con el cual se emprenden esas acciones o se desarrolla una conducta”.194 En este orden de ideas, política mantiene dos acepciones claramente identificadas en el idioma inglés: uno es politics, cuya aproximación se acerca a la primera acepción especificada anteriormente, es decir, la acción y/o arte de dirimir un conflicto de orden 192 Rodrigo Borja Tamayo, “Política” [en línea], en Enciclopedia de la política, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 18 de julio de 2018. Dirección URL: https://bit.ly/3ZRtPWq, [consultado el 9 de noviembre de 2019]. 193 Charles O. Lerche & Abdul A. Said, Concepts of International Politics, Estados Unidos, edit. Prentice-Hall, 1963, p. 2. [traducción propia]. 194 José Cabra Ybarra, “Aspectos políticos de la relación México-Estados Unidos”, en Consuelo Dávila & Eliezer Morales, La Nueva relación de México con América del Norte, Vol. I, México, edit. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, 1994, p. 171. 80 público; y el segundo es policy, el cual hace referencia a las políticas públicas creadas por el Estado. La política exterior, en este sentido, se inscribe en primer lugar en una política pública que es elaborada por los Estados, y en específico por el aparato de Estado, para la consecución de determinados objetivos. Al contrario de otras políticas públicas (como la política económica, la política educativa o la política de seguridad), la política exterior se desenvuelve en el medio internacional, es decir, su aplicación va más allá de las fronteras territoriales, y por ello, va más allá de la jurisdicción de cada Estado. Es importante señalar que, a pesar de los distintos procesos históricos de cada nación, su posición geopolítica en el sistema internacional o las necesidades internas que crean indispensables a solventar, todos los Estados elaboran una determinada política exterior. La política exterior, a su vez, responde al logro de fines particulares, que en el marco de la múltiple direccionalidad de políticas que se contraponen en el sistema internacional, se llega a concertar cooperación para el logro de fines en común, se crean conflictos cuando estás son disidentes entre sí, o simplemente no son trascendentes para el sistema internacional. De ahí que el apoyo, conciliación o imposición de intereses que se requiere para el cumplimiento de determinada política exterior no puede lograrse sin el elemento del poder. En lo que respecta a su definición, uno de los teóricos más sobre salientes dentro del pensamiento de las RR.II.: Hans Morgenthau, reflexionaba que la política exterior “[…] consiste en un una lucha por el poder, pues independientemente del fin último que se le asigne, el poder siempre será el fin inmediato”.195 Esta definición expresa tangiblemente la lucha por el poder en el medio internacional que condiciona acciones y decisiones. En este sentido, Mario Ojeda expresaba que “la política exterior fue diseñada fundamentalmente para la defensa de los intereses nacionales internos. Se entiende, en consecuencia, que el fin último de esta política ha sido siempre, la preservación y afirmación de la soberanía nacional […]”.196 Otra definición que se puede considerar es la que ofreció Charles O. Lerche, pues expresaba que el concepto de política exterior “[…] hace referencia a los cursos de acción y 195 Hans Morgenthau, Política entre las naciones: la lucha por el poder y la paz, Buenos Aires, edit. GEL, 1986, p. 41. 196 Mario Ojeda, Alcances y límites de la política exterior de México, México, edit. El Colegio de México, 1984, p. 3. 81 a las decisiones relacionadas a estos que un Estado emprende en sus relaciones con otros Estados para el logro de objetivos nacionales y el avance de su interés nacional”.197 Esta definición manifiesta tres elementos importantes a considerar: 1) el Estado es el único sujeto que ejecuta la política exterior; 2) las acciones del Estado se ejecutan en el medio internacional; y, 3) las motivaciones de dicha política. En la misma dirección Kamath afirma que “[...] es la política de un Estados en relación a sus interacciones externas con otros Estados en el sistema político internacional”.198 Y Rafael Calduch considera a la política exterior como “[…] aquella parte de la política general formada por el conjunto de decisiones y actitudes mediante las cuales se definen los objetivos y se utilizan los medios de un Estado para generar, modificar o suspender sus relaciones con otros actores de las sociedad internacional”.199 Existen otras definiciones que exacerban las acciones, otras los actores que ejecutan política exterior, pero para efectos de este trabajo consideraremos la definición ofrecida por el Maestro César Villalba Hidalgo, la cual versa en: “la política exterior está conformada como aquellas actitudes, decisiones y acciones de un Estado frente a otros Estados, para el logro de propósitos y la defensa de intereses nacionales”.200 Sucintamente se puede rescatar los siguientes elementos que resaltan las distintas definiciones (Anexo1): 1) El Estado es el único sujeto que puede llevar a cabo una política exterior, ya que en ambas direcciones de la noción “política” (policy y politics) se involucra al Estado; 2) de acuerdo a lo anterior, el Estado se relaciona con otros Estados u otros sujetos internacionales. Se debe recordar que ellos se desenvuelven en un sistema internacional complejo; 3) estas conexiones generan reacciones, tales como: actitudes, decisiones o acciones; y 4) dichas reacciones siempre están acordes al cumplimiento de objetivos y a la defensa del interés nacional. Cabe rescatar dos puntos importantes de lo anterior. El primer punto versa en lo 197 Charles O. Lerche, Foreign Policy of the American People, Estados Unidos, edit. Prentice-Hall, 1961, p. 4. 198 P.M. Kamath, Foreign Policy-Making and International Politics, Nueva Delhi, edit. Radiant Publishers, 1990, p. 5. 199 Rafael Calduch, “La política exterior de los Estados”, en Dinámica de la Sociedad Internacional, edit. CEURA, Madrid, 1993, p. 4. 200 César Villalba Hidalgo, La política exterior de México enfocada al desarrollo económico: Una revisión histórica (1946-1970), México, edit. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, 2000, p. 7.; José Germán Cabra Ybarra, Apuntes del seminario de Relaciones Internacionales de México, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, 2003. 82 enunciado en apartados anteriores sobre el Estado. A diferencia de las consideraciones previas que se han hecho sobre el Estado bajo la anterior definición, se ha recalcado que el Estado se constituye como un entramado de relaciones sociales dinámicas y diferenciadas, donde determinados agentes preservan su posición de dominación sobre otros a partir de interacciones que subordinan y, al mismo tiempo se presentan como interés nacional. Los “nodos” o “agentes” que forman parte de este entramado de relaciones –en términos de redes– cuyo ejercicio de dominación sobre otras clases se ejecuta a través de las distintas actitudes, decisiones y acciones, se han identificado como élites. Dichas élites, a través del Estado, pueden manifestar determinados intereses que puede ser presentados como intereses de toda una sociedad, pues el Estado es la única institución capaz de crear un imaginario de “comunidad”. Como segundo punto, de acuerdo con las diversas definiciones sobre política exterior, el interés nacional, en la práctica política, sería reductible a una ficción que motiva la maquinaria estatal. José G. Cabra Ybarra mencionaba al respecto que “[…] en la casi totalidad de casos, más que hablar de intereses nacionales cabría hablar de intereses sectoriales o de la élites con el suficiente poder político o económico para dictar lo que a la nación interesa o conviene y hacia cuya satisfacción debe abocarse la política exterior”.201 Aunque la afirmación sobre la ejecución de la política exterior por parte de las élites es comprensible, es necesario subrayar que existe una multiplicidad de problemáticas e intereses que hacen que las decisiones trompiecen con grandes dificultades para la definición de un solo “criterio de unidad”. Sin embargo, existen algunas consideraciones que por su universalidad y su carácter irrenunciable sería difícil no defender para cualquier Estado, estos son: 1) la propia subsistencia del Estado (integridad territorial, independencia, soberanía); 2) su seguridad; y 3) el bienestar de sus nacionales.202 No obstante, ante la amplitud y falta de exactitud de los conceptos anteriores, dependerá mucho de los tomadores de decisiones otorgarle un contenido definido al mismo, y es este el problema que se expondrá a continuación. 201 José Germán Cabra Ybarra, “Apuntes sobre el interés nacional”, en Boletín de Política Exterior de México, México, edit. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, julio-agosto, 2000, p. 3. Un trabajo previo sobre la importancia de las élites en el proceso de toma decisiones se encuentra en: Jonathan Wilkenfeld et al., Foreign Policy Behavior: The Interstate Behavior Analysis Model, Beverley Hills, Calif., edit. Sage, 1980, 288 pp. 202 César Villalba Hidalgo, op. cit., p. 11. 83 En la práctica política, el interés nacional puede ser enunciado bajo dos preceptos: 1) para evaluar una situación determinada y adoptar un curso de acción que es considerado mejor; o 2) como justificación de decisiones ya tomadas que son sustentadas en intereses propios, de otros o colectivos.203 En resumen, la invocación del interés nacional en el discurso político tiene muy poco que ver con lo que se realiza en la práctica, y a veces dista mucho de las decisiones que se toman. El interés nacional, en palabras de James N. Rosenau, “[…] es empleado para describir, explicar o evaluar las fuentes o la conveniencia de la política exterior de una nación. Como instrumento de acción política, sirve como medio para justificar, denunciar o proponer políticas. Los dos usos en otras palabras, se refieren a lo que es mejor para una sociedad nacional”.204 Con esta definición, se da cuenta que “aquello que es mejor para una nación” está sujeto a un proceso de construcción donde intervienen diversos elementos. Kalevi J. Holsti consideraba que “la concepción del rol nacional” deviene de tomar en consideración: 1) factores externos, tales como: la estructura del sistema internacional, valores de todo el sistema, principios legales generales, reglas, tradiciones y expectativas de los Estados, los tratados multilaterales y bilaterales, y compromisos y “entendimientos”; y 2) factores internos, tales como: la propia concepción del rol nacional de los tomadores de decisiones, las cuales a su vez se basan en: ubicación y características topográficas del Estado, recursos naturales, económicos y técnicos; demandas y necesidades socioeconómicas expresadas a través de partidos políticos, movimientos de masa o grupos de interés; valores, doctrinas o ideologías nacionales; y la personalidad o las necesidades políticas de los principales tomadores de decisiones.205 La concepción del interés nacional, como puede observarse, deviene de una multiplicidad de factores, los cuales teóricamente complican su valorización en términos de impacto en la formulación de una postura nacional. Queda implícito que en mayor o menor 203 Carlos Eduardo Mena, Toma de decisiones y políticas. Algunas aplicaciones a la política exterior, Buenos Aires, edit. Grupo Editorial Latinoamericano, 1989, pp. 52-55. 204 James N. Rosenau, The Scientific Study of Foregin Policy, EE.UU., edit. The Free Press, 1971, p. 239. 205 Kalevi J. Holsti, “National Role Conceptions in the Study of Foreign Policy”, en International Studies Quarterly, núm. 3, vol. 14, Estados Unidos, edit. Wiley on behalf of The International Studies Association, septiembre de 1970, pp. 233-309. 84 grado, cada factor tomará relevancia de acuerdo a las circunstancias particulares del momento y espacio social en el cual se formula la política y se toman decisiones. 1.4.2. TEORÍAS DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES DESDE LA PERSPECTIVA DE LA POLÍTICA EXTERIOR En lo que respecta al estudio de la política exterior como área de análisis integrada a la disciplina de las RR.II., esta encontró su génesis durante el periodo de la Guerra Fría en el Departamento de Estado de los EE.UU. Contrario a las demás áreas de estudio de las ciencias sociales, la política exterior no surgió dentro de los círculos académicos universitarios, sino que el propósito de su creación estuvo ligada a la esquematización de información de carácter esencial para la seguridad nacional de EE.UU. La relevancia que tuvo la política exterior como área de análisis del sistema internacional permitió un apabullante desarrollo teórico y metodológico durante la década de 1970 con el objetivo de dotar de “cientificidad” a esta área de las RR.II. Previo a la Segunda Guerra Mundial, las aproximaciones al estudio de la actitud de los Estados se limitaba exclusivamente a la síntesis histórico-descriptiva de las decisiones llevadas a cabo por los representantes del aparato estatal: presidentes, primeros ministros, monarcas y sus respectivos secretarios de Estado; al estilo de la historia diplomática, o en su defecto desde la rama del derecho internacional. Este tipo de análisis historicista206 comprendía de forma aislada las decisiones de los representantes del Estado. En ningún momento se consideraban los motivos por los cuales se había llevado a cabo determinada decisión. No obstante, el hito de la política exterior surgió a la par de las aproximaciones teóricas y metodológicas de las RR.II. enfocadas a la explicación y predicción de las acciones de los demás miembros estatales del medio internacional con el objetivo particular de brindar posibles soluciones a problemas propios de las RR.II, tales cómo evitar la guerra, la construcción de paz o la perpetuación y/o “lucha por el poder”, temas clásicos dentro de la disciplina. La confrontación entre teóricos realistas quienes aseveraban que los Estados 206 César Villalba Hidalgo, “Aspectos básicos para estudiar política exterior”, en Boletín de Política Exterior de México, núm. 2, s/vol, edit. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, México, mayo-junio 1998. 85 buscaban sobreponer sus intereses sobre los demás; y teóricos idealistas, quienes por el contrario, abogaban a favor de la voluntad de los Estados para crear un concierto internacional favorable a todos, fue el primer debate teórico propio dentro de las RR.II. Se debe considerar que el realismo ha sido el enfoque teórico predominante en el estudio de las relaciones internacionales, quizás en parte a que otorgó el supuesto de que a los Estados los guía la lógica del interés nacional justificado a través del poder, esto otorgo un interesante marco explicativo para entender la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. En breve, se puede aseverar que los primeros modelos de análisis de las RR.II. fueron los esquemas explicativos de la política exterior. Fue en el auge los métodos explicativos que trataban de “analizar la conducta” de los Estados, que se dio pie a estudios específicos dentro del Análisis de la Política Exterior, los cuales surgieron en la década de 1970 a partir de: 1) la política comparada, de la cual fue precursor James N. Rosenau;207 2) la toma de decisiones derivada de los estudios de Richard C. Snyder y otros; y 3) el estudio del contexto internacional y nacional de Harold y Margaret Sprout.208 En este punto, es importante considerar que el segundo debate de las RR.II. prestó suma atención a los “métodos científicos consensuados” con el deseo de elevar la disciplina a la categoría de “ciencia”. Sin embargo, se ha de precisar que esto no supone una incomunicación con las perspectivas anteriores (realismo o idealismo). La perspectiva teórica que tuvo más eco en este sentido fue el “behaviorismo” (del inglés behaviour), cuya traducción en español es: comportamiento o conducta, de esta última deviene su posible traducción y documentación en español: “conductismo”. Esta perspectiva teórica se centra en el comportamiento, actitudes o reacciones, cuyas generalizaciones se basan en evidencia empírica que es generada a partir de métodos científicos. Los más grandes representantes de esta corriente teórica en las RR.II. son Nicholas Spykman, Quincy Wright, Karl Deutsch y 207 Cfr. James N. Rosenau, “Pre-theories and Theories of Foreign Policy”, en The Study of World Politics. Theoretical and Methodological Challenges, Vol. I., Nueva York, edit. Routledge, 2006, pp. 171-199; Richard C. Snyder, H. W. Bruck & Burton Sapin, Decision-Making as an Approach to the Study of International Politics, EE.UU., edit. Princeton University Press, 1954, 120 pp; Harold & Margaret Sprout, Man-Milieu Relationship Hypotheses in the Context of International Politics, Princeton: Center of International Studies, 1956, pp. 101. 208 Valerie M. Hudson & Christopher S. Vore, “Foreign Policy Analysis Yesterday, Today and Tomorrow”, en Mershon International Studies Review, núm. 39, s/vol., Ohio, edit. Blackwell Publishers & The Ohio State University, 1995, 209-238 pp. 86 David J. Singer.209 Sin embargo una limitante importante dentro del behaviorismo es la consideración de una posible “conducta internacional”, para lo cual, aumenta la complejidad analítica que la “conducta humana” o la “conducta estatal” no puede explicar. Para ello, la teoría general de los sistemas (o enfoque sistémico) ayudaba a la explicación de la conducta interestatal e internacional a partir de una posible aspiración a lograr la unidad “científica”. El mayor represente de esta perspectiva teórica es Morton A. Kaplan.210 La diversificación de las perspectivas teóricas dieron pauta al conocido tercer debate de las RR.II., mejor conocido como el “debate inter-paradigmático”, en cual se encuentran: 1) una re-lectura del realismo clásico, dando paso al neorrealismo;211 2) la interdependencia compleja que explica la dinámica de una multiplicidad de actores y agentes estatales y no estatales;212 y 3) las perspectivas lidiadas al marxismo, tales como el enfoque del sistema- mundo, teoría del imperialismo y la teoría de la dependencia.213 En el cuadro 1.2., se esquematizan de forma generalizada los preceptos más importantes con respecto a cada línea de pensamiento en el marco del tercer debate.214 209 Edgar Furniss, “The Contribution of Nicholas John Spykman to the Study of International Politics”, en World Politics, núm. 3, vol. 4, Reino Unido, edit. Cambridge University Press, abril 1952, 382-401 pp.; Quincy Wright, Problems of Stability and Progress in International Relations, EE.UU., edit. University of California Press, 1954, 378 pp.; Karl Deutsch, The Nerves of Government: Models of Political Communication and Control, Nueva York, edit. Free Press, 1963, 316 pp; J. David Singer, Human Behaviour and International Politics: Contribution from the Social-Psychological Sciences, Chicago, edit. Rand McNally, 1965, 466 pp. 210 Morton Kaplan, System and Process in International Politics, Nueva York, edit. John Wiley & Sons, 1957, p. 12. 211 En virtud de una relectura del sistema internacional el cual se le considera anárquico y descentralizado, más que jerárquico; el realismo clásico tuvo una relectura al considerar en su análisis a la estructura del sistema internacional. A esta corriente de pensamiento se le denomino neorrealismo y su mayor representante fue Kenneth Waltz. En dicho enfoque se puede considerar a la política exterior como una política pública activa y reactiva a la anarquía del sistema, donde se debe priorizar la seguridad nacional. 212 El aumento de los actores internacionales no estatales, tales como empresas transnacionales y organismos internacionales, dio pauta para considerar una serie de nuevas problemáticas internacionales, más allá de la guerra y la paz, pues se torna ingenuo que un enfoque dedicado a una exclusiva vertiente pueda dar cuenta de la complejidad de la vida internacional. El enfoque de la interdependencia compleja de Robert O. Koehane y Joseph Nye trata de dar luz al respecto. Cfr. Robert Keohane & Joseph Nye, Power and Interdependence: World Politics in Transition, Nueva York, edit. Longman classics, 2012 [1977], 4 edición, 330 pp. 213 De forma breve se puede afirmar que los análisis que se desprenden de una concepción de un sistema internacional capitalista, permite afirmar, de acuerdo a la teoría de la dependencia, que dicho sistema entre Estados centrales “desarrollados” y periféricos “subdesarrollados” profundiza una relación donde naciones periféricas dependen sobre naciones centrales, pero con un posible marco de maniobra. 214 Ole R. Holsti, “Modelos de Relaciones Internacionales y política exterior”, en Foro Internacional, núm. 4, vol. 24, México, edit. El Colegio de México, abril-junio, 1989, pp. 525-560. 87 Si bien la evolución de las RR.II. amplió los perspectivas teóricas tradicionales y diversificó las miradas de observación de la dinámica mundial desde otros puntos de enunciación más allá de la occidental (cuarto debate), tales explicaciones concibe a la política exterior como una extrapolación de las estructuras de la sociedad. Tal parece que los enfoques teóricos y, sobre todo el rigor metodológico de los estudios de la política exterior, Cuadro 1.2. Modelos del sistema internacional - Debate inter-paradigmático Realismo Sociedad Global Marxismo Tipo de modelo Clásico: descriptivo/normativo Neorrealismo: deductivo Descriptivo y normativo Descriptivo y normativo Problemas Principales La Guerra y la Paz Amplia agenda de asuntos sociales, económicos y ecológicos. Desigualdad y explotación. Desarrollo desigual Concepción del sistema internacional Anarquía estructural Sociedad global, Interdependencia compleja Sistema mundial capitalista Actores Principales Estados-nación Naciones-estado, actores no estatales, organismos internacionales, organismos no gubernamentales e individuos Clases y agentes Motivación principal Interés nacional, seguridad, poder Necesidades humanas Intereses de clase Lealtades A los Estados-nación Menos lealtad al Estado- nación. Instituciones que trascienden el estado- nación. A los valores e intereses de clase que transcienden los del Estado-nación Funcionamiento o procesos principales Búsqueda de seguridad y sobrevivencia Efecto acumulativo de decisiones por actores nacionales Modelos de producción e intercambio. División internacional del trabajo en un mundo capitalista Probabilidades de cambio en el sistema Pocas (elemento estructurales del sistema de muchos otros cambios). Altas dentro del modelo (por la rapidez del cambio tecnológico, etc.) Altas dentro del modelo, por las contradicciones inherentes al sistema capitalista mundial Origen de las teorías, percepciones, y evidencia Política, Historia, Economía (especialmente de parte de los neorrealistas) Todo el campo de las ciencias sociales. Además de las naturales y tecnológicas. Teoría marxista- leninista (diversas variantes) Fuente: Ole R. Holsti, “Modelos de Relaciones Internacionales y política exterior”, op. cit., p. 536. 88 no fueron más allá de las perspectivas estatales y conductistas de las décadas de 1970. En recientes fechas comienza a llamar la atención perspectivas alternativas, tales como: la política exterior feminista o su expansión hacia el cambio climatico. Por ello, al tomar como verdad fundamental la inevitabilidad del cambio como variable constante, la política exterior necesita revitalizarse de nuevas ideas y concepciones. En lo que concierne a la teorización y aplicación metodológica de la política exterior en México, Arturo Borja Tamayo ha especificado que “los estudios […] han estado condicionados por la influencia de dos factores: primero, la influencia del Estado y, en segundo, la vecindad geográfica y el peso histórico de las relaciones con Estados Unidos”.215 Respecto al primer punto, el autor menciona la importancia que tiene la élite política mexicana en la formalización de los estudios de política exterior, toda vez que la participación de la élite del poder nacional es fundamental en la construcción de un ideario de interés nacional. Respecto al segundo punto, Borja Tamayo especifica que “[…] en la práctica, resulta difícil establecer una diferenciación clara entre el estudio de las relaciones con Estados Unidos y el de la política exterior mexicana”.216 Lo anterior se comprende, sobre todo, en el periodo en el que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Así, en un esfuerzo por identificar los distintos enfoques teóricos en los estudiosd epolítica exterior en México, Borja Tamayo identificó tres generaciones de estudios. 217 La primera generación de estudios de política exterior en México, que data de la década de 1960, resalta un enfoque predominantemente jurídico-normativo donde los elementos de derecho internacional destacan sobre los demás. Durante esta generación los estudiosos de la política exterior eran participantes en la formulación de la misma, es decir eran parte del cuerpo diplomático de la nación. Algunos de ellos eran Jorge Castañera y 215 Arturo Borja Tamayo, "Enfoques para el estudio de la política exterior de México: evolución y perspectivas", en La política exterior de México. Enfoques para su análisis, México, edit. Centro de Estudios Internacionales e Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos, p. 19. 216 Ibídem. 217 Otro material que aporta una clara visión sobre las perspectivas teóricas sobre el estudio de la política exterior en México es: Juan Carlos Mercado Becerril, “México: su conceptualización teórica de la política exterior”, en Relaciones Internacionales, núm. 40, vol. 9, México, edit. FCPyS-UNAM, 1987, pp. 6-10. 89 Álvarez de la Rosa y Modesto Seara Vázquez.218 En la segunda generación, ubicada en la década de 1970, predominaron los enfoques del realismo político, la economía política y los estudios de la causalidad interna, enfoques equiparables al primer y tercer debate de las RR.II. Este tipo de enfoques fueron producidos en un contexto internacional de bipolaridad, donde la exaltación de la lucha por el poder y la defensa del interés nacional fueron elementos constitutivos para el realismo político. Mario Ojeda es el autor que sobresale en esta perspectiva, aunque difícil sería catalogar de realismo “puro”.219 En lo que respecta a los enfoques de la economía política, esta se batía entre dos perspectivas: el marxismo y la teoría de la dependencia. Situándolos en un determinado contexto, estos enfoques tuvieron un gran foco de atención debido al boom petrolero mexicano de finales de la década de 1970 y principios de 1980. Por parte de la corriente marxista, el autor más representativo es John Saxe-Fernández, quien platea el peligro que sostiene México ante los intereses imperialistas de EE.UU. por los recursos energéticos. John Saxe-Fernández preveía desde finales de los años 70 que Estados Unidos buscaba asegurar su abasto energético en la zona de América Latina, en específico desde México.220 Desde la corriente de la teoría de la dependencia, Lorenzo Meyer explica las tendencias del cambio político que tiene el contexto internacional sobre su perspectiva hacia la inversión extranjera directa. A pesar del diferente encuadre conceptual, parece tener una convergencia con John Saxe-Fernández, explica: “aparentemente, las tendencias naturales dentro del sistema económico internacional tienden a anular las modificaciones introducidas en las relaciones de dependencia obtenidas como resultado de procesos de cambio político en los sistemas periféricos”.221 En lo que respecta a la propuesta de causalidad interna realizada por Olga Pellicer, considera la influencia de grupos de interés en la posición adoptada por el gobierno de Adolfo 218 Cfr. Jorge Castañeda, México y el orden internacional, México, edit. El Colegio de México, 1956, 245 pp; Modesto Seara Vázquez, La política exterior de México. La práctica de México en el derecho internacional, México, edit. Esfinge, 1969, 254 pp. 219 Mario Ojeda, Alcances y limites…, op. cit. 220 John Saxe-Fernández, Petróleo y estrategia, México y Estados Unidos en el contexto de la política global, México, edit. Siglo XXI, 1980, 177 pp. 221 Lorenzo Meyer, “Cambio política y dependencia, México en el siglo XX”, en Foro Internacional, núm. 2, vol. XIII, México, edit. El Colegio de México, octubre-diciembre, 1972, p. 136. 90 López Mateos frente a la política de condena a la revolución cubana. Este enfoque recalca la importancia de los agentes no estatales en el proceso de toma de decisiones, tales como los empresarios, los grupos de derecha vinculados a la iglesia católica y las diversas fuerzas de izquierda.222 Durante la década de 1980 surge la tercera generación de estudios de política exterior, cuya principal característica versa en una mayor convergencia entre las teorías de las RR.II. y la política exterior de México. Debido a la multiplicidad de temas, actores gubernamentales y no gubernamentales, la teoría de la interdependencia compleja tuvo un gran ímpetu a la par de la teoría de la política burocrática. Con respecto a esta última, la perspectiva que ofrece la política burocrática resalta su explicación en los intereses y la participación de las agencias gubernamentales y los funcionarios involucrados en la toma de decisiones. Este enfoque fue aplicado por María Amparo Casar y Guadalupe González para analizar la decisión del gobierno mexicano de incorporarse al Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), el cual concluye que la pugna entre intereses y grupos son variables importantes a considerar.223 Aunque con ciertas diferencias metodológicas del trabajo original de Robert Keohane y Joseph Nye sobre la interdependencia compleja,224 Manuel Garcia y Griego adopta este enfoque teórico para analizar el tema de las negociaciones sobre braceros entre México y EE.UU. Este trabajo ayuda a considerar que la desagregación temática que sugiere la interdependencia compleja ayuda explicar de mejor forma el resultado de las negociaciones bilaterales.225 Sobresalientemente durante el año de entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1994), y el cual, considero el inicio de una posible cuarta generación, el enfoque de la interdependencia compleja otorgó un nuevo aire a los estudios de política exterior en el Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, pues otorgaba una mirada 222 Olga Pellicer de Brody, México y la Revolución cubana, México, edit. El Colegio de México, 1972, 131 pp. 223 María Amparo Casar & Guadalupe González, “Proceso de toma de decisiones y política exterior en México: el ingreso al GATT”, en Roberto Russell (comp.), Política exterior y toma de decisiones en América Latina, Buenos Aires, edit. GEL, 1990. 224 Cfr. Robert Keohane & Joseph Nye, Power and Interdependence..., op. cit. 225 Manuel Garcia y Griego, “El comienzo y el final: la interdependencia estructural y dos negociaciones sobre braceros”, en Blanca Torres, Interdependencia. ¿Un enfoque útil para el análisis de las relaciones México- Estados Unidos?, México, edit. El Colegio de México, 1990. 91 más optimista que aquella proporcionada por la tradición marxista de la misma Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, toda vez que consideraba a los EE.UU. como “dependiente” –aunque en menor grado– de México,226 ya que se consideraban otras variables de análisis tales como: la incidencia poblacional mexicana que radica al sur de los EE.UU. y su importancia cultural,227 la migración en ambos sentidos de la frontera,228 así como el problema del narcotráfico (tránsito de armas y drogas).229 Simultáneamente, surgieron otras perspectivas de análisis que consideraban las consecuencias económicas, políticas y sociales de la integración económica230 y el impacto que tendría este en la seguridad hemisférica de la región.231 En particular, desde que se celebró el TLCAN en 1994 hasta la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca en 2017, las perspectivas teóricas de análisis de política exterior en México se desarrollaron exclusivamente en la relación con el vecino del norte. Este ímpetu en el desarrollo teórico corresponde a su sentido práctico, pues desafortunadamente se perdió cualquier otra área de oportunidad para poder diversificar y satisfacer las necesidades internas del país. Verbi gratia, la relación de México con la Unión Europea, a pesar de haber firmado un Tratado de Libre Comercio, no tuvo la relevancia que correspondió al TLCAN. En esta desafortunada tendencia pueden ser ubicadas las relaciones con América Latina y Asía- Pacífico. Es decir, todas las regiones pasaron a un segundo, tercer o cuarto lugar de prioridad 226 Alejandro Chanona Burguete, “Inter(dependencia) vs. integración: consideraciones teóricas sobre la integración económica formal entre México y Estados Unidos”, en Eliezer Morales Aragón & Consuelo Dávila Pérez, La nueva relación de México con América del Norte, México, edit. FCPyS-UNAM y Facultad de Economía- UNAM, 1994, pp. 33-48. 227 Víctor Aurelio Zúñiga González, “La diversidad de las sociedades fronterizas México/Estados Unidos”, en Frontera Norte, núm. 45, vol. 23, Tijuana, México, edit. El Colegio de la Frontera, Enero-Julio,, 2011, pp. 287- 295. 228 Mónica Verea, “Immigration Trends After 20 Years of NAFTA”, en Norteamérica, núm. 9, vol. 2, México, edit. CISAN-UNAM, Julio-Diciembre, 2014, pp. 109-143. 229 Carmen Boullosa & Mike Wallace, Narcohistoria. Cómo Estados Unidos y México crearon juntos la guerra contra las drogas, México, edit. Taurus, 2016, 296 pp. 230 Antonio Ortiz Mena L.N., “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la política exterior de México: lo esperado y lo acontecido”, en Ana Covarrubias Velasco, Temas de Política Exterior, México, edit. El Colegio de México, 2008, pp. 125-159. 231 Luz Elena Espinoza Padierna, “Nuevas tendencias teóricas en el estudio de las relaciones México-Estados Unidos. (El proyecto de integración hemisférica)”, en Eliezer Morales Aragón & Consuelo Dávila Pérez, op. cit., 73-94 pp. En el mismo sentido, véase: Arturo López Vargas, México frente a la nueva agenda de seguridad hemisférica impulsada por los Estados Unidos de América a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, México, edit. FCPyS-UNAM, 2006, 228 pp. 92 ante la integración con EE.UU. y Canadá. Lo anterior dio como resultado una “regionalización” en los estudios de la política exterior en función de las áreas geográficas de mayor relevancia para la nación.232 De forma general, los estudios de política exterior en México, ante la inconmensurabilidad de los tiempos globales dejaron de priorizar las cuestiones estratégico- militares (al estilo del realismo político clásico) y cedieron paso a temas de orden económico- financiero (neorrealismo); se consideraron una amplitud de temáticas alrededor de la relación bilateral, tales como: el impacto medio-ambiental, la migración voluntaria o forzada, la población “latina” en EE.UU. (interdependencia compleja); así como, un posible cambio de una relación históricamente conflictiva a una relación cada vez más institucionalizada (institucionalismo neoliberal).233 A la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en 2017, los marcos teóricos “tradicionales” no podían dar cuenta de la dirección en la cual el presidente de los EE.UU. conducía su política exterior. Particularmente la relación México-EE.UU. se convirtió en un vaivén de encuentros y desencuentros ante la falta de comunicación, “tweets” inesperados, afirmaciones esporádicas, etc. Todo ello, se agravó en un contexto sumamente álgido ante una sospecha de intromisión de Rusia en las elecciones presidenciales estadounidenses, una tripolarización hegemónica entre EE.UU., Rusia y China, la separación del Reino Unido de la Unión Europea, la Guerra de Siria, la constante lucha de precios del petróleo, el repunte hacia una “derecha” latinoamericana, y años más tarde se presentó la crisis sanitaria del COVID-19. 1.4.3. MÉTODO DE ANÁLISIS DE LA POLÍTICA EXTERIOR Previamente se han abordado diversos enfoques que resaltan ciertos aspectos como la toma de decisiones, las características tanto del Estado (como sus agentes burocráticos e 232 Cfr. Guadalupe González González & Rafael Velázquez Flores, “La política exterior de México hacia América Latina en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012): entre la prudencia política y el pragmatismo económico”, en Foro Internacional, núm. ¾, vol. 53, México, edit. El Colegio de México, julio-diciembre, 2013, pp. 572-618.; 233 Cfr. Guadalupe González González, “Las estrategias de la política exterior de México en la era de la globalización”, en Foro Internacional, núm. 166, vol. 41-4, México, edit. El Colegio de México, octubre- diciembre, 2001, pp. 619-671. 93 instituciones) como del sistema internacional (su estructura anárquica o capitalista). Sin embargo, no está de más recalcar que todos ellos convergen y mantienen líneas de análisis semejantes. Por ello, el análisis de política exterior es un proceso altamente complejo, derivado de los múltiples factores, acciones, agentes, etc. Dentro de esta concepción, no tiene sentido hacer distinción entre los elementos que más influyen en la determinación de la política exterior, sino encontrar la manera en cómo se interrelacionan para dar vida al proceso. Es el proceso de interrelación en distintos niveles y agentes que el método de estudio de la política exterior del Dr. José G. Cabra Ybarra tiene gran capacidad explicativa al considerar “la interacción ineludible entre la sociedad, las instituciones gubernamentales y las formas de gobierno y de estructuración social, dentro de un proceso continuo en el cual el Estado proyecta los resultados de esas interacciones hacia un medio internacional infinitamente cambiante […]”.234 Pero además, en inspiración de autores como James N. Rosenau, Charles O. Lerche y Silviu Brucan, la concepción de del Dr. Cabra Ybarra sobre la política exterior mantiene una perspectiva procesal que “[…] consiste en la aplicación repetida de una serie de criterios, en apariencia constantes, a un molde infinitamente variable de factores de situación y en el ajuste subsiguiente de la conducta del Estado […]”.235 El método de estudio de política exterior de James N. Rosenau enfatiza el proceso de interrelación previamente expuesto, pues consideraba que la postura hacia el exterior “es resultado de una combinación de muchos factores, tanto externos como internos, sin indicar cómo se combinan los diversos factores en diferentes circunstancias”,236 y sucintamente manifestaba que “la diferencia entre lo nacional y lo internacional existe solamente en la mente de aquellos quienes usan palabras”,237 es decir, simplemente es una abstracción mental. Brevemente el autor consideraba cinco variables a considerar dentro de los factores: 234 David Herrera Santana, “La política exterior como pensamiento estratégico y la funcionalidad de las estrategias dentro de una concepción procesal”, en Escenarios XXI, núm. 10, vol. II, julio-agosto, 2011, p. 5. (In memoriam José G. Cabra Ybarra). Para conocer el impacto que tuvo el Dr. Cabra en la FCPyS-UNAM, véase: César Villalba Hidalgo, “Don José G. Cabra Ybarra, el Caballero de la política exterior”, en Escenarios XXI, núm. 10, vol. II, julio-agosto, 2011, 5 pp. 235 José G. Cabra Ybarra, “Funcionalidad de las estrategias en la política exterior del régimen actual”, en Relaciones Internacionales, núm. 94, s/vol., México, edit. Centro de Relaciones Internacionales–FCPyS-UNAM, 2003, p. 150. 236 James N. Rosenau, “Pre-theories and theories of foreign policy”, op. cit., p. 172. 237 Ibídem, p. 179. 94 individuales, comportamiento externo, gubernamentales, no gubernamentales y sistémicas. Bajo la perspectiva procesal, la mayor influencia de Cabra Ybarra fue Charles O. Lerche, quien consideraba que dicha política puede ser esquematizada en tres aspectos conforme a su aparición en el proceso: “[…] 1) el criterio de Estado, usualmente identificado como el interés nacional; 2) los factores situacionales que inciden en el Estado; y 3) la acción del Estado en una situación particular”.238 A partir de la identificación del proceso y secuencia se puede generalizar su lógica de construcción a partir de la planificación, ejecución y evaluación de una política. El maestro César Villalba Hidalgo, a partir de la anterior concepción que sostiene de la política exterior como proceso, expone una propuesta metodológica para su estudio.239 De esta forma, los pasos se pueden enumerar de la siguiente forma: 1. Identificación del "interés nacional” o “intereses nacionales”: Como ya se ha mencionado con anterioridad, la interpretación de lo que se considera “interés nacional” corresponde a la concepción a ultranza del aparato estatal, es decir, de aquellos tomadores de decisiones incorporados a la élite del poder. Al ser el fundamento del actuar de un Estado en el medio internacional, no está despojado del entramado de relaciones sociales dinámicas, las cuales pueden influir en su concepción. Sin embargo, su especificación concreta permite la evaluación de aquellas acciones y conductas en función de la satisfacción de dicho criterio, pues ya sea como acción o reacción, es la motivación que da dirección a la conducción de la política, y será el principio y fin de la política exterior, al ser aquello que le da vida y que define el fracaso o éxito de la aplicación de la misma. 2. Factores de situación: Entendidos como “todo[s] aquel[los] elemento[s] susceptible[s] de producir un cambio o una modificación en la situación imperante”.240 Desde una mirada de la complejidad, involucra la totalidad de las relaciones sociales, política, económica estructuradas y que son estructurantes al sistema, ya sean estos de carácter interno como externo, y que a su vez incorporan una dualidad entre agentes y estructuras. 3. Determinación de objetivos: Debido a que la noción de interés nacional llega a ser demasiado ambigua, es necesario el establecimiento de objetivos. Estos deben de ser concretos, 238 Cfr. Charles O. Lerche, Foreign Policy of the American People, op. cit., p. 5. 239 César Villalba Hidalgo, La política exterior de México…, op. cit., p. 7. 240 David Herrera Santana, “La política exterior como pensamiento…”, op. cit., p. 6. 95 fácilmente identificables y con total concordancia con el interés nacional. Algunos objetivos pueden ser clasificados como ofensivos, defensivos o pretender el status quo actual. 4. Establecimiento de estrategias: Estas se refieren a la planificación de las acciones a llevar a cabo, y su finalidad es alcanzar los objetivos fijados utilizando lo mejor posible los medios que se disponen. Pueden ser definidas en términos militares como: “el arte de hacer que la fuerza concurra para alcanzar las metas políticas”.241 La elección de los medios habrá de depender de una confrontación entre las capacidades del gobierno y la mediación del medio internacional. Esto posibilita la identificación de tácticas y de la logística necesaria. De forma general, toda estrategia se puede discernir en dos elementos distintos y esenciales: a) la elección del punto decisivo que se quiere alcanzar; y b) la elección de la maniobra preparatoria que permita alcanzar el punto decisivo.242 Es decir, una suerte de identificación de fines y medios, respectivamente. 5. La toma de decisiones: Después de haber analizado los factores internos, externos sus implicaciones en la dinámica mundial, la ponderación de objetivos y la planeación de estrategias, es el momento de seleccionar un determinado curso de acción. La toma de decisiones puede ser definida como “el acto de elegir entre alternativas posibles sobre las cuales existe incertidumbre”.243 En política exterior, la toma de decisiones llega a ser incierta debido al cumulo de determinantes que se toman en consideración, tales como: los factores internos, factores externos, el ambiente de la decisión, la capacidad de recopilación de información, la psicología del tomador de decisiones, incluso variables sistémicas.244 En lo que respecta a las bases metodológicas de la toma de decisiones, diversos analistas, desde Tucidides, Max Weber o Snyder, han establecido niveles de análisis (individual, grupal o colectivo) y clasificado los tipos de decisión entorno a su aplicación (decisión única, secuencial, paramétrica o estratégica) partiendo de la base de la racionalidad.245 Sin embargo, la “perfecta racionalidad” que conlleva a una decisión de este 241 André Beaufré, Introducción a la estrategia, España, edit. Instituto de Estudios Políticos, 1965, p. 17. 242 Ibídem, p. 32. 243 James E. Dougherty & Robert L. Pfaltzgraff, “Teorías de la toma de decisiones”, en Teorías en pugna en las relaciones internacionales, Buenos Aires, edit. Grupo Editor Latinoamericano, 1993, p. 481. 244 Cfr. James N. Rosenau, “Pre-theories and theories of foreign policy”, op. cit. 245 Richard C. Snyder, “Game Theory and the Analysis of Political Behaviour”, en Research Frontiers and Government, Washington D.C, edit. The Brookings Institution, 1955, pp. 73-74. Véase además el trabajo compilado de: Leonardo Curzio, Toma de decisiones, México, edit. Instituto Federal Electoral, 1998, 83 pp. 96 tipo, no sólo implica que el “Estado racional” (al estilo de Weber) tome en cuenta principios, alternativas y propósitos acordes con las metas políticas que el mismo Estado se haya planteado; sino que, además, la decisión debe implicar maximizar las ganancias y minimizar las pérdidas. En la mayoría de las veces, la realidad no es así. Ante ello, diversos analistas han criticado esta postura y han subrayado las limitantes de la recopilación de información, las condiciones de tensión y la ansiedad de los tomadores de decisión.246 De forma alterna, se ha desarrollados otro métodos como: 1) la ofrecida por Graham T. Allison, con sus tres modelos establecidos (la acción racional, organizacional y, burocrático/gubernamental);247 la teoría cibernética de la decisión de John D. Steinbruner;248 las aportaciones de Alfred Schütz, Berger y Luckman que manifiestan que la repetición de las acciones eventualmente se vuelven rutinas, las cuales con posterioridad se anclan en el conocimiento y finalmente terminan por institucionalizarse.249 En esta última consideración, es vital retomar el debate que se ha expuesto con anterioridad sobre agente-estructurara/global-local, pues a través de las múltiples variables que se relativizan a partir de su espacio, tiempo y movimiento, la comprensión [Verstehen] de la toma de decisiones en política exterior se debe de inscribir en la no-linealidad,250 en virtud de que la repetición de elementos diferenciados [o decisiones] genera sistemas no lineales, es decir, impredecibles a los ojos de la tradición. De esta forma, de acuerdo con Lucien Sfez, la decisión se trata de un proceso de interacciones.251 Tres elementos constituyen la base de Sfez para la comprensión de la decisión: la 246 J. David Singer, “Inter-Nation Influence: A Formal Model”, en American Political Science Review, núm. 62, vol. 57, edit. The American Political Science Association, junio 1963, p. 424.; Martin Patchen, “Decision Theory in the Study of National Action”, en Journal of Conflict Resolution, núm. 2, vol. 9, edit, Sage Publications, junio 1965, pp. 164-179.; Sydney Verba, “Assumptions of Rationality and Nonrationality in Models of the International System”, en World Politics, núm. 1, vol. 14, s/edit., EE.UU, 1961, pp. 93-117. 247 Graham T. Allison, La esencia de la decisión, Buenos Aires, edit. Gel, 1988, 387 pp. 248 John D. Steinbruner, The Cybernetic Theory of Decision: New Dimensions of Political Analysis, Princeton, edit. Princeton University Press, 2002 [1974], cap. 1. 249 Peter L. Berger & Thomas Luckman, La construcción social de la realidad, Buenos Aires, edit. Amorrortu, 2003 [1968], p. 96. 250 Fruto de ello son los esfuerzos integradores de carácter constructivista, entre los que destacan Anthony Giddens y la teoría de la estructuración (1984), Pierre Bourdieu con el concepto de habitus, al incluir las estructuras mentales o cognitivas mediantes las cuales las personas manejan el mundo social (1984), el esfuerzo de Jürgen Habermas por integrar el mundo de la vida y el sistema (1984, 1987), y en cierta forma Piotr Sztompka y su propuesta del análisis del cambio social a partir del modelo “campo social dinámico” (Sztompka 1993:31), por citar tan solo algunos de ellos. 251 Lucien Sfez, Critica de la decisión, México, edit. Fondo Cultura Económica, 1984. 97 crítica a las metodologías modernas, la multirracionalidad y el entendimiento y la voluntad en un contexto de libertad. La crítica a las metodologías modernas subraya el descuido del “poder creador” del individuo por parte de la tradición. La multiracionalidad, para Sfez, es un “proceso complejo de interacciones entre diferentes subsistemas”252 en los que aparece la multirracionalidad, la cual está determinada por valores sociales y fines sociales.253 El contexto de libertad, a partir de la crítica a la base cartesiana basada en la linealidad, y así mismo, del materialismo histórico, el acto de la decisión de Sfez, se exponen dos elementos constitutivos de la decisión: el entendimiento y la voluntad. En síntesis, si los que toman decisiones tuviesen presente en todo momento el peso de los determinismos y de las estructuras, su “impulso hacia la acción se cortaría”. La decisión, por lo tanto, crea la ilusión de que son actores libres y que realmente están eligiendo autónomamente cursos de acción. La realidad, apunta Sfez, es que hay un aparato y una racionalidad que ya determinó el camino a seguir. 6. Las acciones: Es el elemento práctico y visible del proceso. Es la fase en donde la política se materializa y se enfrenta con otras políticas en el medio internacional, y es aquí donde el Estado encuentra límites a sus acciones. Es indispensable, si los medios lo permiten, contemplar márgenes de maniobra adicionales para el cumplimiento de objetivos y, así mismo se pueda satisfacer el interés nacional. Cuatro categorías agrupan a las distintas acciones: 1) militar, 2) política, 3) económica y 4) psicológica.254 Sin embargo, rara vez determinadas acciones son fácilmente clasificables, pues dependerá de las variaciones y/o combinaciones que requiera la motivación del accionar de la política. 7. La evaluación: Finalmente, en la etapa de evaluación consiste en la revisión en conjunto de todo el proceso para esclarecer si se alcanzó el interés nacional o no. Si el interés nacional no fue logrado, debe derivar en la modificación de la planeación de la misma política. 252 Ibídem, p. 254. 253 La multirracionalidad aparece como un concepto clave al implicar aspectos culturales, legales, políticos y técnicos de la organización. 254 César Villalba Hidalgo, La política exterior de México…, op. cit., p. 19. 98 1.5. UNA PROPUESTA METODOLÓGICA DESDE LA MIRADA DE LA COMPLEJIDAD 1.5.1. SOBRE LA TRADICIÓN En una entrevista realizada al filósofo Martin Heiddeger en 1969, mantenía una posición reservada sobre la trasformación del mundo que consideraba Karl Marx en su décima Tesis sobre Feuerbach, la cual reza de la siguiente forma: “[l]os filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Heiddeger mencionaba al respecto de la tesis: “Marx pasa por alto que la transformación del mundo presupone un cambio de la concepción del mundo, y que una concepción del mundo se hace como resultado de una correcta interpretación del mundo”.255 Al partir de la anterior consideración, es evidente que las interpretaciones “correctas” no existen. Sin embargo, estas tampoco deberían ser estáticas e inconmensurables. La interpretación del mundo a la cual se ha adherido el mainstream de las RR.II. ha socavado la constante evolución teórica a la cual está supeditada de facto la disciplina, pues ¿qué es más complejo y en constante cambio que la propia existencia humana? ¿Por qué el devenir del sistema internacional tendría que estar ligado a interpretaciones rígidas e inertes? Immanuel Wallerstein expuso esta idea al inicio de su magna obra El moderno sistema mundial; el autor escribía: “El cambio es eterno. Nada cambia jamás. Los dos tópicos son “ciertos”. Las estructuras son los arrecifes de coral de las relaciones humanas, que tienen una existencia estable durante un periodo relativamente largo de tiempo. Pero las estructuras también nacen, se desarrollan y mueren”.256 El cambio es intrínseco a la dinámica del sistema internacional. Las estructuras no permanecen estáticas en un periodo de tiempo absoluto, sino todo lo contrario: son dinámicas, pues la irreversibilidad del tiempo conjetura una constante evolución. Esta argumentación 255 Martin Heidegger, entrevistado por Richard Wisser, Über Karl Marx und die Weltveränderung [el linea], 1969. Dirección URL: https://bit.ly/3JMZC5u, [consultado el día 6 de noviembre de 2020]. 256 Immanuel Wallerstein, El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista y los orígenes de la economía-mundo europea en el siglo XVI, México, 1979, p. 1. 99 implica determinantemente considerar al tiempo como variable de “la realidad”, en el supuesto de una existencia lineal de un tiempo-pasado, tiempo-presente o tiempo-futuro, pues la existencia no es comprensible sin una ubicación espacio-temporal limitada al “ahí- presente”. Martin Hiedegger expresaba que la existencia del “todo” se ubica “entre” el nacimiento y la muerte, es decir, del origen y el fin. De esta manera, “la orientación tomada por la analítica, a pesar de su tendencia al estar-entero existente, y de la genuina explicación del modo propio e impropio del estar vuelto hacia la muerte, ha sido hasta este momento “unilateral””.257 La linealidad del tiempo entramada en un principio y un fin, exclama que la existencia de un ente no deviene en lo que podría ser, sino en lo que fue. Por ende, se puede afirmar que “el origen de las estructuras se encuentran en el pasado”. Esta consideración fue un enorme descubrimiento en la historia del pensamiento humano. Paul Devies explica al respecto: Cuando los científicos comenzaron a explorar las implicaciones del tiempo de Einstein para el universo en su conjunto, hicieron uno de los descubrimientos más importantes en la historia del pensamiento humano: ese tiempo, y por lo tanto toda la realidad física, debe haber tenido un origen definido en el pasado. Si el tiempo es flexible y mutable, como demostró Einstein, entonces es posible que el tiempo llegue a existir y también que pase de nuevo; puede haber un principio y un final en el tiempo. Hoy el origen del tiempo se llama "el big bang". Las personas religiosas se refieren a ella como "la creación".258 Los científicos sociales tampoco escapan de la anterior consideración, pues para algunos de ellos “el origen” “está” en “el individuo”, “la familia”, “la comunidad”, “el Estado” o “el sistema internacional”. Evidentemente incitar una posible respuesta no es fácil, pues entrama una discusión ontológica de “la realidad”, es decir, se debe partir del cuestionamiento de la naturaleza de las “unidades”, o como mencionaba Heiddeger, del “ser”. Desde el punto de vista de la tradición de las ciencias sociales y humanas, se manifiesta un determinante corte transversal al separar el “sujeto” del “objeto” y así, tomar partido, ya sea por uno u otro en virtud de legitimar sus propios argumentos ante una escuela 257 Martin Heidegger, “Temporeidad e historicidad”, en Ser y tiempo [Sein und Zeit], traducido por Jorge Eduardo Rivera, [1927], pp. 360-361. 258 Paul Davies, About Time: Einstein's Unfinished Revolution, Nueva York, edit. Touchtone, 1996, p. 17. Cfr. Stephen Hawking, A Brief History of Time: From the Big Bang to the Black Holes, Reino Unido, edit. Bantam Dell, 1988, 256 pp. 100 de pensamiento. Cronológicamente la disyuntiva parte de la separación del cuerpo y el alma de la que hablaban los clásicos griegos Platón y Aristóteles: Para el pensamiento aristotélico […]: cada cuerpo crea su propia alma, cada cuerpo escribe su alma, por lo que el alma de cada cuerpo es distinta del alma de todos los demás. En cambio, para Platón, el alma es inmortal, contiene la verdad y su escritura es la misma en todos los casos; conocer es descubrir y entender lo escrito, y educar es guiar dialécticamente al sujeto por el camino de la lógica de descubrimiento.259 Hablar del alma y el cuerpo, lo concreto y lo abstracto, lo general y lo particular, la vida y la muerte, el agente y la estructura, lo local y lo global, todas estas expresiones onto- epistemológicas están inscritos en la tradición lineal de conocimiento. Ante esto sería totalmente congruente preguntarse: ¿se debe poner atención en el individuo o en la estructura para “explicar” los sucesos sociales? El seguimiento a una posible respuesta se ha entramado en una discusión alterna sobre la aproximación idónea del conocimiento y su validación. Si bien, en las primeras reflexiones de “los clásicos-occidentales” como Hobbes, Locke o Kant se manifiestaba un enfoque predominante sobre el “hombre”, en virtud de que “el sujeto cognoscente” “esta” situado con respeto a un mundo a posteriori a él mismo, y por tanto, es el sujeto quien puede ejercer cierto “control” sobre el objeto. Karl Marx comprenderá lo contrario a las posturas anteriores y afirmará que “no es la conciencia la que determina a la sociedad, sino la sociedad la que determina a la conciencia”.260 Con estas reflexiones se evidencia dos puntos a considerar en el proceso de conocimiento. El primero versa en la aproximación a la realidad, ya sea este de forma abstracta/racionalista/”teórica” o concreta/empírica/”realista”. Y el segundo, el cual manifiesta la argumentación que he planteado, existe un cambio de perspectiva del sujeto cognoscente hacia la sociedad, el cual determina la conciencia del mismo, y por tanto, determina su visión de “lo real”. El debate con respecto a este segundo punto evidenció un ganador cuando Nietzsche afirmó que “Dios ha muerto”, y sus posteriores seguidores continuaron desarrollando reflexiones respecto al sujeto, o mejor dicho, al agente, -en virtud 259 Francisco Covarrubias Villa, Francisco Osorio & María Guadalupe Cruz Navarro, “Los dos senderos de la episteme: conocimiento científico en la tradición de Platón y Aristóteles”, en Paradigmas, núm. 1, vol. 4, Colombia, edit. Corporación Universitaria Unitec, p. 7. 260 Karl Marx, Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política [en línea], Berlín, edit. Erstes Heft, 2001 [1859]. Dirección URL: https://bit.ly/3Jwc7Rg, [consultado el 20 de abril de 2021]. 101 de que este conjunto social no es estático con respecto a su “entorno”, y por ello, puede realizar un cambio en su “realidad”. Con el devenir de las discusiones, actualmente se habla de múltiples “realidades” que se desprenden de múltiples agentes atravesados entre sí por una estructura restrictiva a sus deseos. Este dualismo entre agentes y estructuras particulares que se inscriben de forma determinante, influye de tal forma que “las explicaciones” de “la realidad” son obsoletas en virtud de que “lo real” “es” en función del tiempo y el espacio donde dicha “explicación” se desprende de su carácter de “objetividad”, y por tanto, “la veracidad de lo real” no es más que un punto de enunciación de “lo real”; una pequeña parte del presumible “todo”.261 Esta idea sobre la relatividad del tiempo y el espacio niega con absoluto ímpetu la tendencia de la tradición a “explicar” “el objeto” con la intención de “predecir” la realidad. Las “explicaciones” no son prudentes para “conocer” “la realidad”, pues previo a la explicación se debe contar con un entendimiento claro del entorno. El entendimiento [Verstehen] de “lo real” mantiene una interpretación de lo que está-ahí (el Dasein que consideraba Heidegger), el cual se expresa a través de un lenguaje determinado. Así, comprender es el máximo entendimiento al cual la humanidad puede acceder, pues no existe un lenguaje univoco que exprese objetivamente “la realidad”. Ludwig Wittggenstein afirmaba que: “los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo”.262 La visión determinista de la ciencia newtoniana implicaba no solamente una visión ontológica sesgada de “la realidad”, sino también metodológica y lingüística -sobre todo derivado del lenguaje matemático. Al retomar el debate ontológico planteado, y dada la afirmación de “la muerte del hombre”, la conclusión a la que se llegó fue que, “lo social-realidad” no se “explica” estrictamente a partir del agente, sino es importante considerar la estructura de las relaciones sociales. Sin embargo, esta consideración ha sido criticada como una explicación causalista que demerita su argumentación en un simple reduccionismo y permite el desarrollo de posturas como la de Laurence Harris, quien consideraba que la tradición estructuralista “explica los fenómenos sociales por las fuerzas anónimas del sistema social sin referencia a 261 Cfr. Max Horkheimer, Kritische Theorie. Eine Dokumentation, Frankfurt, edit. Fischer Verlang, 1968. Versión en castellano: Teoría crítica, Buenos Aires, edit. Amorrortu, 2003, 289 pp. 262 Ludwig Wittgenstein, Logisch-philosophische Abhandlung, Frankfurt, edit. Suhrkamp Verlag, 1969, p. 89. 102 las acciones conscientes de las clases y otros agentes”.263 Indiscutiblemente ambas tradiciones, a mi parecer, son complementarias. Aunque, aún en el siglo XXI parecería distante una reconciliación entre ambas perspectivas metodológicas sobre el estudio de lo social. Afortunadamente más investigaciones han tratado de conciliar aquello que está en-el-medio de la agencia y la estructura, y por ende, de lo local y global. Existe una suerte de concordancia entre algunos autores que comprenden que es fundamental evitar hacer cortes tan tajantes entre lo estrictamente “individual-local” y lo estrictamente “estructural-global” y han propuesto algunas categorías explicativas como: escalas estratégicas (Saskia Sassen), espacialidades estratégicas (David Herrera Santana), escalas meso (Alfredo García, Leonardo Ivarola & Martín Szybisz), espacios fragmentados (James N. Rosenau), localismos globalizados (B. de Souza Santos) o lo glocal (Featherstone).264 Por supuesto, esta serie de nuevas categorías surgen en un contexto donde la interconectividad de los procesos políticos, económicos, sociales, ecológicos y biológicos265 que inciden en el bienestar de las personas ha desdibujado la compresión tradicional del sistema internacional contemporáneo, pues previamente este era entendido como una división de grandes regiones geográficas de carácter “este-oeste”, “norte-sur”, o en su defecto, a través de la división clásica de “lo interno” y “lo externo”. La falta de imaginación para comprender “la realidad social” y “la realidad internacional” se debe al enfrascamiento de categorías y de formas de pensar sujetas a 263 Laurence Harris, “The State and the Economy some Theoretical Problems”, en The Social Register, s/núm., vol. 17, 1980, p. 245. 264 Cfr. Saskia Sassen, “Global Cities and Global City-Regions: A Comparison”, en Allen Scott, Global City- Regions: Trends, Theory, Policy, Oxford, edit. Oxford University Press, 2001; David Herrera Santana, Hegemonía, poder y crisis, Ciudad de México, edit. Monosilabo y Facultad de Filosofía y Letras-UNAM, 2017, 280 pp.; Alfredo García, Leonardo Ivarola & Martín Szybisz, "El paradigma de la complejidad en economía: más allá de las leyes y de las causalidad lineal", en Cinta de Moebio. Revista de Epistemología de Ciencias Sociales, núm. 61, s/vol., Chile, edit. Universidad de Chile, marzo, 2018, pp. 80-94.; James N. Rosenau, The Study of World Politics. Globalization and Governance. vol. II, New York, edit. Routledge, 2006, 301 pp.; Boaventura de Souza Santos, La caída del Angelus Novus. Ensayos para una nueva teoría social y una nueva práctica política, Bogotá, edit. Universidad Nacional de Colombia, 2003, 305 pp.; Mike Featherstone, Global Culture: Nationalism, Globalization and Modernity, Estados Unidos, edit. Sage Publications, 1990, 411 pp. 265 Se consideran las condiciones de orden biológico, ya que el contexto en el cual se escribe este proyecto de investigación, el sistema internacional pasa por una crisis sanitaria a causa del COVID-19. No obstante, no se pretende substituir el objetivo del proyecto inicial, sino considerar otras variables importantes, que el mainstream de las Relaciones Internacionales deja a un lado. Cfr. Branko Milanovic, “The World after Covid- 19: Inequality within Rich Countries Will Increase, Globalization Will Reverse, Politics Will Remain Turbulent” [en línea], en PROMARKET, Chicago, edit. University of Chicago Booth School of Business, 8 de abril de 2020. Dirección URL: https://bit.ly/40dEavw, [consultado el 22 de julio de 2020]. 103 “explicaciones” de causa y efecto, que inhiben percibir la no linealidad de “la realidad”. Aparentemente estos “nuevos” conceptos que intentan dar cuenta de “la realidad” entre lo global y local (como los anunciados anteriormente) como fenómenos sin precedentes, impiden desarrollar una reflexión en torno al carácter ontológico y metodológico de los fenómenos estudiados. En este sentido, sería fundamental llevar a cabo una “reconciliación” entre la tajante división entre el “agente”-“local” y la “estructura”-“global”, de tal suerte que permita una verdadera compresión total de los fenómenos sociales, y no un intento por dar solamente un barniz global a esta tradición determinista. 1.5.2. DE LAS UNIDADES, TOTALIDADES E (INTER)TRAS-ACCIONES La naturaleza ontológica de las unidades que constituyen los análisis de las RR.II. parten tradicionalmente del Estado-nación como el principal actor dentro del sistema internacional (visión estato-céntrica). Sin embargo, con el devenir de los debates dentro de la disciplina, se ha dirigido la mirada hacia otros actores, tales como: organizaciones internacionales, corporaciones transnacionales, organizaciones no gubernamentales, así como los mismos agentes en su proceso de subjetividad alrededor de la clase, el género y la raza, los cuales generan procesos de “resistencia” ante los poderes hegemónicos estructurados.266 Sin embargo, aunque estos agentes generan resistencia a la "totalidad hegemónica” a partir de la relatividad del tiempo y del espacio de sus discursos, todas estas unidades establecen una determinada “posición” dentro del entramado social, concebida a priori de las interacciones que pueden tener entre ellas mismas, es decir, no es relevante que “el origen” sea el Estado o una comunidad determinada, el precepto ontológico es exactamente 266 En este sentido hago referencia a los trabajos realizados bajo la perspectiva de la teoría postcolonial. Cfr. Ramón Grosfoguel, “La descolonización de la economía política y los estudios postcoloniales: transmodernidad, pensamiento fronterizo y colonialidad global”, en Tabula Rasa, núm. 4, s/vol., Bogotá, enero-junio, 2006, pp. 17-46.; Fernando Galindo Rodríguez, “Enfoques postcoloniales en Relaciones Internacionales: un breve recorrido por sus debates y sus desarrollos teóricos”, en Relaciones Internacionales, núm. 22, s/vol., México, edit. Grupo de Estudios de Relaciones Internacionales (GERI) – UAM, febrero-mayo, 2013, 24 pp. 104 el mismo: las unidades devienen previo a las interacciones,267 y por tanto, en virtud “[de que] el conocimiento de las piezas permite acceder de modo directo al comportamiento global del sistema, […] éste será predecible en todo momento”.268 La linealidad “explicativa” del conocimiento determinista al estilo de “la unión de dos puntos por una línea recta en un determinado plano”, impide, por un lado, considerar múltiples puntos subyacentes en un mismo espacio; sin mencionar que, determina un cierto grado de importancia a los puntos en sí mismos, más que a las trayectorias que los unen. La finalidad “explicativa” con la que deviene la tradición limita “la realidad”, y reafirma la predictibilidad “del futuro” como “fin último” de “la ciencia”. Existe, empero una limitación de la propia mente humana a “explicar” “el todo” en la cual se inscribe a sí misma. Desde las filosofías orientales esto es sumamente claro, pues “una parte del tao no puede explicar el tao y por tanto, en ese sentido, el tao es inexplicable”.269 En virtud de lo anterior, y en primer lugar, “comprender”, como ya mencione, es el objetivo de conocimiento más lejano al que la mente humana puede acceder. “Comprender” implica a posteriori una auto-conciencia de nuestras limitaciones, establece una relatividad de tiempo y espacio de los discursos que ofrecemos, reafirma la multiplicidad de agentes que nos rodean y la multiplicidad de interacciones que de ellos pueden surgir. “Comprender”, no es un “ser-en-el-medio” entre dos puntos opuestos; es re-afirmar que “la realidad” no es diferencialmente dinámica, sino que su trayectoria deviene entre múltiples puntos que constituyen la trayectoria “total”. La comprensión de “la totalidad” no es implícitamente un coqueto al “totalitarismo”, pues la finalidad no es la manipulación de “la realidad”, simplemente es la intención añorada a la cual la humanidad ha intentado exhaustivamente alcanzar. Conceptualizaciones como brahman (hinduismo), pacha (quechua), tao (china oriental) y, hasta el mismo Quetzalcoatl en su relación con Ometéotl (náhuatl) ha fungido como representaciones conceptuales que capturan “la totalidad” entre dualidades (no dualismos) para dar origen a “la realidad”. 267 Patrick Thaddeus Jackson & Daniel H. Nexon, “Relations Before States: Substance, Process and the Study of World Politics”, en European Journal of International Relations, núm. 3, vol. 5, Londres, edit. SAGE, septiembre, 1999, p. 293. 268 Victor M. Longa, “Filosofía de la ciencia y ciencia no lineal”, en Teorema: Revista Internacional de filosofía, núm. 1, vol. 24, España, edit. KRK editores, 2005, p. 5. 269 Lao Tse, Tao Te-King, epígrafe I. 105 Se ha incitado al cuestionamiento hacia el debate agente-estructura que la tradición considera como el dualismo inequívoco para “comprender” “la realidad total”. Bajo la lógica de este debate se pueden considerar las siguientes proposiciones: 1) tanto la estructura como el agente están implicados simultáneamente en el entramado social, a pesar de que solamente podamos ver “una cara de la misma moneda a la vez”; 2) por otro lado, se puede refutar, que la estructura y el agente son ontológicamente independientes, y por tanto, son capaces de ejercer determinada influencia autónoma; o 3), entre ambas implicaciones puede subsistir entramados discursivo flexibles donde determinados puntos estratégicos que vinculan tanto la estructura como a los agentes. 270 Empero, se ha considero que agentes y estructuras son ontológicamente diferentes pero constituyentes de la misma “totalidad social”, no son del todo concepciones metodológicas que permitan identificar “lo total”; si en virtud de sus aproximaciones sólo dan cuenta de lo que “está” o lo que “es”, imposibilitan, en este sentido, percibir al mismo tiempo lo que “no-está” o lo que “no-es”. El “No-ser” o el “ser que ‘no-está-ahí’” también es parte de “la realidad”. Nelson Maldonado-Torres considera que, a través de la visibilidad del Dasein de Heidegger subsiste en las sombras el Damné de Frantz Fanon.271 Aunque ambas consideraciones categóricas no son independientes, en el espectro “total-moderno”, en tanto se da luz al “ser”, subsume la ignorancia y/o el des-interés del damné (condenado).272 En este sentido: ¿Es “el origen” del universo un bucle dual eterno? Si bien Maldonado Torres no niega la relación entre el “Ser” y el “No-ser”, su observación en el marco del conjunto “total” sigue siendo parcial y limitada a un aspecto concreto. Tal parecería que ignorase u olvidase (percepciones que el mismo autor denota sobre la obra de Heidegger) las consideraciones del Chandogya Upanishad, en el cual se afirma: 270 Estas tres proposiciones corresponden a los trabajos realizados por: Anthony Giddens, The Constitution of Society. Outline of the Theory of Structuration, Los Angeles, edit. University of California Press, 1984, 402 pp.; Margaret Archer, Realist Social Theory: The Morphogenetic Approach, Cambridge, edit. Cambridge University Press, 1995, 354 pp.; Bob Jessop, “Interpretive Sociology and the Dialectic of Structure and Agency”, en Theory, Culture and Society, núm 1, vol 13, Londres, edit. Goldsmiths, University of London, 1996, pp. 119- 128. Cfr. Colin Hay, “Beyond Structure versus Agency, Context versus Conduct”, en Political Analysis: A Critical Introduction, Reino Unido, edit. Palgrave, 2002, pp. 89-134. 271 Cfr. Frantz Fanon, Los condenados de la tierra, 4ª ed., México [Francia], edit. FCE, 2018 [1961], 390 pp. 272 Nelson Maldonado-Torres, “Sobre la colonialidad del ser: contribuciones al desarrollo de un concepto”, ensayo presentado en la conferencia Teoría crítica y descolonización, en el Centro John Hope Franklin, Duke University, 5 de noviembre de 2003, 41 pp. 106 “En el comienzo, querido, este mundo fue solo Ser (sat), sólo uno, sin un segundo. Algunos opinan: En el comienzo, verdaderamente, el mundo fue solo No-ser (asat), sólo uno, sin un segundo; donde del No-ser emergió el Ser. Pero, pienso, querido, ¿cómo pudo ser esto? ¿Cómo pudo el Ser emerger del No-ser? Por el contrario, querido, en el comienzo del mundo fue solo el Ser”.273 No solo desde la perspectiva del hinduismo la aspiración a la compresión de “la totalidad” se manifiesta a partir de una dualidad. En el caso de los Anales de Cuauhtitlán, desde la visión náhuatl de los antiguos pueblos situados en el Valle de México, se comprendía una concepción del mundo: “Y se refiere, se dice / que Quetzalcóatl invocaba, hacia su dios a algo (que está) en interior del cielo. / a la del faldellín de estrellas, al que hace lucir las cosas; / Señora de nuestra carne, Señor de nuestra carne;/ la que está vestida de negro, el que está vestido de rojo; / la que ofrece suelo (o sostiene en pie) a la tierra, el que la cubre de algodón. / Y hacia allá dirigía sus voces, así se sabía, hacia el lugar de la Dualidad, el de los nueve travesaños con que consiste el Cielo…”.274 En el análisis realizado por Miguel León-Portilla, la expresión “la del faldellín de estrellas” (Citlalinicue) y “Astro que hace lucir las cosas” (Citlallatónac), hacen referencia a la acción de Ometéotl (dios de la dualidad o del dúo), cuando la noche hace brillar las estrellas, y cuando de día, identificado con el sol, es el astro que da vida a las cosas y las hace lucir. Subsecuente, las frases: “Señora de nuestra carne, Señor de nuestra carne” y “la que está vestida de negro, el que está vestido de rojo”, hacen referencia a la dualidad del día y la noche (rojo y negro). Nuevamente, “la que ofrece suelo (o sostiene en pie) a la tierra, el que la cubre de algodón”, es una frase que suscribe la dualidad de la tierra y el cielo.275 El pensamiento de Chandogya Upanishad y de los Anales de Cuauhtitlán, no mantienen un dualismo ontológico respecto a “lo real”. Las relaciones diferenciadas del sat y del asat o del Citlallatónac y del Citlalinicue dan “origen” al universo. Sin embargo, el proceso de diferenciación dualista, en donde “se sitúa” determinado ente a partir del “no- ser” respecto al otro, genera una simple inter-acción-lineal determinista y/o univoca, pues al concebir su negación existencial particular (tal como lo hace Maldonado-Torres con su concepto de “ser que ‘no-está-ahí’”) se reafirma una representación lineal de “la realidad”. 273 Ainslie Thomas Embree (ed.), Sources of Indian Tradition: From the beginning to 1800, vol. 1, Nueva York, edit. Columbia University Press, 1988, p. 37. 274 Anales de Cuauhtitlán, en “Códice Chimalpopoca”, citado en Miguel León-Portilla, Filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, México, edit. Universidad Nacional Autónoma de México, 10ª edición, 2006, p. 90. 275 Miguel León-Portilla, op. cit., pp. 90-93. 107 Es decir, la negación no puede tener un rol fundamental para el pensamiento, porque no es más que una consecuencia de la afirmación. Una diferencia sustancial entre las concepciones de sat-asat y Ometéotl, en oposición a los demás dualismos que se expresan en agente-estructura, local-global, Dasein-Damné, etc., es, sucintamente, la incapacidad subyacente, en cuyo proceso de inter-acción-lineal, evita “el retorno” (trans-acción) de la significación “total”. No es suficiente demarcar los dualismos categóricos –o como se afirma a través de la negación posmoderna: “la otredad”, pues su identidad no mantiene ningún contenido significativo en sí mismo, sino es a partir de su relación con la afirmación.276 “El retorno” hace “ser” en sí mismo a través de la diferencia [différence]. Esta idea del eterno retorno, expresa Gilles Deleuze: […] no puede significar el retorno de lo idéntico, puesto que supone por el contrario un mundo (el de la voluntad de poder) en el que todas las identidades previas son abolidas y disueltas. Retornar es el ser, pero sólo el ser del devenir. El eterno retorno no hace volver “lo mismo”, pero el volver constituye el único Mismo de lo que deviene. Retornar es el devenir-idéntico del devenir mismo. Retornar es pues la única identidad, pero la identidad como potencia segunda, la identidad de la diferencia, lo idéntico que se dice de lo diferente, que gira entorno de lo diferente. Semejante identidad producida por la diferencia, es determinada como repetición”.277 Así, la repetición del devenir en sí mismo no es la réplica exacta de lo anterior, es “el origen” de lo real. Este argumento de Deleuze es re-afirmado nuevamente en las reflexiones de Edgar Morin con su principio hologramático, pues comprende que “el todo está en la parte, que está en el todo”,278 por ello –en términos ontológicos– “es en el seno de un organismo, donde la identidad de cada célula es a la vez de distinción y de pertenencia, de exclusión y de inclusión”.279 Así, la repetición de elementos diferenciados genera sistemas no lineales, es decir, impredecibles a los ojos de la tradición. Pero además, es una trans-acción caótica, pues el retorno nunca volverá en su configuración original, luego de experimentar 276 Esta proposición se basa en los aportes realizados por el lingüista Ferdinand de Saussure, pues consideraba que el lenguaje es un sistema de relaciones constituido por signos diferenciados. Estos signos no son trascendentes en sí mismos, pues adquieren significación a partir de un sistema de relaciones diferenciadas. 277 Gilles Deleuze, Diferencia y Repetición, Buenos Aires, edit. Amorrortu, 2002 [1968], p. 79. Una interesante discusión a futuro sería contrastar los elementos presentes en la dialéctica materialista, propuesta por Karl Marx. 278 Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, Barcelona, edit. Gedisa, p. 68. 279 Edgar Morin, El método II. La vida de la vida, Madrid, edit. Cátedra, 2002 [1983], p. 203. 108 turbulencias en su desarrollo; el retorno es azaroso e irregular.280 Como resultado de esta trans-acción que permite la repetición de elementos duales, aun conociendo “el origen” de los fenómenos, podemos sustentar el fin de las certidumbres, debido a la incapacidad de predecir el devenir futuro de las condiciones iniciales.281 La repetición permite pensar en el constante movimiento inherente a la materia, pues los entes no solamente interactúan a partir de su relatividad espacio-temporal, sino que, además, son dinámicos. La dinámica –o la evolución en el tiempo de los sistemas– genera nuevas conexiones que permiten la repetición constante pero diferenciada. Por tanto, la totalidad no “es” y no “está”, sino “va siendo”: el ser se reconcilia con el devenir, el cual se enriquece con las diferentes interconexiones y permite, en este sentido, la auto-organización del sistema. 1.5.3. SISTEMA INTERNACIONAL FRACTAL, REDES Y DESIGUALDADES En las páginas anteriores se ha argumentado la importancia de pensar y considerar de forma diferente las ciencias sociales y humanas, a partir de: 1) una crítica al pensamiento deterministas de la tradición; 2) el vínculo dual y dualista de la mente humana; 3) el eterno retorno del cual este subyace; 4) la reflexión que constituye la realidad a partir de la relatividad del tiempo, espacio y movimiento y su eminente evolución en el devenir. En este sentido, es momento de “bajar” dichas consideraciones a “la realidad”, pues probablemente el lector se cuestionará: ¿Cuál es el vínculo entre la anterior reflexión y los conceptos de “sistema internacional”, “Estado”, “élites” y “política exterior”? La evidencia histórica documentada en Fernand Braudel, Eric Hobsbawm, Immanuel Wallerstein, Giovanni Arrigui y Saskia Sassen,282 permite considerar un proceso de auto- 280 Esta idea parte de las aportaciones realizadas por el botánico inglés Robert Brown en 1828, al observar cómo las motas de polen se movían sobre en el aire, descubriendo trayectorias desordenadas en zigzag. Esta trayectoria es conocido como movimiento browniano. 281 Cfr. Ilya Prigogine, El fin de las certidumbres, Santiago de Chile, edit. Andrés Bello, 1996, 146 pp. 282 Cfr. Fernand Braudel, Civilización material, economía y capitalismo, siglos XV-XVIII, vols. 1, 2, 3, Madrid, edit. Alianza, 1984; Eric Hobsbawm, Age of Extremes…, op. cit. Véanse respecto al mismo autor sus obras referentes a la revolución, el capital y el imperio; Immanuel Wallerstein, El moderno sistema mundial, vols. 1, 2, 3, 4; Giovanni Arrigui, El largo siglo XX, op. cit.; Saskia Sassen, . 109 organización del sistema internacional capitalista a partir de la energía catalizada que le proporciona las crisis sistémicas como estadios de impulso evolutivo que le permite sobrepasar sus propias contradicciones. En la era del capitalismo del siglo XXI, es difícil sostener que la energía procedente de la acumulación de capital se limita exclusivamente a la división internacional del trabajo y a la extracción de plusvalía relativa que dé él se obtiene. Esta energía deviene de múltiples consideraciones –considerando la división internacional del trabajo-, pero sobre todo, parte de las terapias de shock que fungen como catalizadoras en el proceso de auto-organización del sistema internacional. Las terapias de shock: militar, paramilitar, económica, climática o biológica –como las considerase Naomi Klein–, son catabolizadas en procesos de acumulación capitalista simplificadas, tales como: acumulación por desposesión, desplazamiento forzado para la adquisición de tierra, la privatización y saqueo de los recursos naturales, así como los proceso denominados “Guerras contra…”, etc. Estas mismas terapias de shock, otorgan la posibilidad de llevar acabo otros procesos de acumulación de capital [generación de energía], que son más lucrativos, amén de su complejidad, estos son: la financiarización y transnacionalización. La financiarización e internacionalización de los sistema productivos de los Estados permite la generación de trans-acciones, cuyo proceso de retorno es no-lineal, es decir, si bien el proceso de inter-acción entre “lo local” (Estado) y “lo internacional” (Estados, empresas transnacionales, organismos internacionales, etc.) puede estar constituido por conexiones “aparentemente” institucionales o no, que, a su vez, se establecen a partir de un determinado poder instrumental o estructural; estas inter-acciones se transforman en trans- acciones cuando existe dificultades en el “retorno directo” de lo esperado, ya sea debido a las conexiones de retorno que esta relación sostiene con otros actores (élites, Estados, corporaciones trasnacionales u organismos internacionales) o debido a turbulencias inesperadas (decisiones unilaterales, conflictos armados, crisis sistémicas, etc.). Un ejemplo de lo anterior puede contextualizarse en las razones que llevaron a la firma del TLCAN en 1994 y el retorno que devino de ello. En un primer instante, debido a la terapia de shock que represento la crisis de la deuda latinoamericana en la década de 1980, el presidente Carlos Salinas de Gortari consideró que la mejor estrategia para salir de los estragos que la crisis había causado en México, era sostener una relación (inter-acción) 110 económica mucho más estrecha con el vecino del norte: EE.UU. Se llegó a esta consideración debido a las insinuaciones realizadas por sus contrapartes europeas, las cuales le negaron alguna consideración de apoyo, pues Europa estaba situada (en tiempo y espacio) en un proceso de transición del conflicto bipolar de Guerra Fría. A su vez, la élite del poder en Estados Unidos –sobre todo la económica– accedió a la firma del TLCAN (inter-acción) al considerar la facilidad de penetración del mercado mexicano, pues se sabía que en México la subcontratación comprendía una considerable mano de obra más barata, que la que se podía obtener en su país. Con esta decisión, las élites pudieron deshacerse del pacto social estadounidense de post-guerra. Si bien el retorno inmediato destaco “la beneficiosa apertura económica mexicana”, el aumento del empleo en el norte del país y una mayor “institucionalidad” en las relaciones bilaterales, el retorno también trajo una suerte de dificultades para el campo mexicano, el aumento de la entrada de estupefacientes a territorio estadounidense, así como una mayor movilidad migratoria hacia el norte el país del norte, y aumento considerable de privatizaciones que afectaron a la mayoría poblacional (trans-acción). No obstante, todas las problemáticas que surgieron en su momento se tornaron no- lineales, debido a los atentados del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York, la invasión militar en Afganistán e Irak, la crisis bursátil de internet, el crack financiero del 2008, los inevitables cambios de gobierno en los respectivos Estados, la dinámica geopolítica internacional, los embates del cambio climáticos, los aumentos del precio del petróleo, etc. A causa de todas estas turbulencias, el retorno esperado de “mutuo beneficio” que esperaban las élites de Estados Unidos y México, se complicó, y trajeron como consecuencia, grosso modo, una suerte de desarrollos geográficos desiguales en México, donde las industrias manufactureras se instalaron en el norte de México, y en el sur persevero el subdesarrollo de la región. Evidentemente existen demasiadas “consecuencias” en el marco del TLCAN, las cuales deben ser consideradas en su respectiva relatividad de tiempo y espacio. Sin embargo, limitare mi ejemplo simplemente de forma descriptiva y un tanto simplista. En este sentido, un elemento fundamental en el proceso de generación de energía, es la misma incitación a la generación de la misma, es decir, se auto-afirma como indispensable la generación de energía para la supervivencia del sistema total. Me refiero, en este sentido, al proceso de socialización del proyecto ideológico neoliberal, en el cual colaboran la élite 111 del poder global, corporaciones trasnacionales, organismos financieros internacionales, banqueros, inversionistas, altos ejecutivos (CEOs), think tanks y las respectivas élites de las naciones periféricas. La socialización del libre mercado a través de la añoranza del “desarrollo”, incitó con mayor facilidad a los tomadores de decisiones de naciones periféricas a acceder a los lineamientos establecidos por la pax americana.283 La convergencia de intereses que mantiene la élite del poder global (a través de sus gerentes, facilitadores, protectores e ideólogos) con las respectivas élites periféricas, mantiene un poder relacional no-lineal capaz de organizar la convivencia social y evitar, así mismo, cualquier “conflicto” que disturbe el statu quo consensuado.284 Cabe señalar que, es no-lineal por dos razones: 1) los elementos que inter-actúan constituyen relaciones asimétricas, es decir, hay hubs –centros con mayor capacidad relacional– que sostienen diferentes vías a través de las cuales pueden ejercer determinado “poder”; y 2) aunque la noción de poder implica que sea ejercido de forma jerárquica, identifique al “otro”, sea creador de saberes o sujetos, la percepción y su materialización es relativa, pues se auto- refuerza subjetivamente de diferentes formas, es decir, a través de la imitación o su obligada repetición. En este sentido, la tradición marxista de la dependencia, al otorgarle un peso considerable al deterioro de los términos del intercambio fundamentado en la división internacional del trabajo, deja, así, en segundo término la consideración de las élites periféricas –como agentes estructurados que estructuran el mismo sistema–, y abre la posibilidad de deslindar su responsabilidad respecto a sus decisiones. Es comprensible que a través de la razón neoliberal del proyecto neoliberal, las élites periféricas auto-refuerzan las practicas capitalistas de los centros hegemónicos. Sin embargo, al no cuestionar el sentido de la reproducción capitalista a través de las élites, los argumentos estructurales de la dependencia son insuficiente para tales acontecimientos. ¡Y llegamos nuevamente a la discusión agente-estructura! 283 John Perkins, Confesiones de un gánster económico. La cara oculta del Imperialismo americano, Barcelona, edit. Ediciones Urano, 2005, 278 pp. 284 Leslie Sklair, “La clase capitalista transnacional y el discurso de la globalización”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, núm. 186, vol. 45, México, edit. UNAM, septiembre-diciembre, 2002, pp. 133- 156; William. I. Robinson, “Global Capitalism Theory, and the Emergence of Transnational Elites”, en Critical Sociology, núm. 3, vol. 38, edit. Sage Publications, 2012, pp.349–363. 112 No esta demás señalar que la elección de toma de decisiones concernientes a un Estado (central o periférico), son llevadas a cabo por la élite estatal, la cual se desprende de un aparato de Estado, que su vez, mantiene relación con la élite del poder global a través de los procesos de financiarización y transnacionalización. Si bien, sus relaciones no son del todo evidentes, si mantiene una idea homogénea y hegemónica sobre el proyecto ideológico de la pax americana, que se disfraza a través del concepto de desarrollo. Este mismo proceso de socialización explica el entramado de intereses que sostienen las élites de un determinado Estado, las cuales dan paso a un Estado transnacional. Mientras la élite del poder es conformada y formadora de un proceso de relación social que da paso a la “institucionalización” del Estado. El Estado, así mismo, es conformado y formador del sistema internacional, pues las trans-acciones que sostiene con otros actores del sistema a través de la financiarización y transnacionalización, le permiten estar en constante transformación. El sistema internacional, a su vez, se auto-organiza por medio de los procesos transformativos que establecen los Estados así como de otros actores del sistema internacional, y así, determinan, de forma particular, los procesos relacionales de las élites y sus connacionales. Esta auto-organización del sistema internacional que a la vista se considera como un momento caótico o de desorden de las relaciones internacionales, se manifiesta el auge de nuevos rostros hegemónicos en el escenario internacional (como China, Rusia e India), la constante auto-organización de los bloques económicos (como es la salida del Reino Unido de la Unión Europea), el ascenso de la extrema derecha nacionalista crítica del proceso de globalización de la pax american (como lo fue el ascenso del presidente Donald Trump en los Estados Unidos o Jair Bolsonaro en Brasil), y el ascenso de “élites progresistas” que expresan un cambio de paradigma a la pax americana pero que cuyas practicas profundizan sus estructuras. Este proceso de auto-organización es catalizado por las terapias de shock que desestabilizan al sistema, pero que posibilitan su adaptación y evolución; tales como: los atentados cometidos en 2001 en la ciudad de Nueva York, la crisis climática, el crack financiero de 2008, o la crisis sanitaria del COVID-19 en el 2020. De manera que, el sistema internacional evoluciona a través de sus mismas contradicciones que ejecuta un gasto de energía diferenciado, al estilo de las estructuras disipativas cuando se manifiestan 113 turbulencias.285 No obstante, a pesar de las bifurcaciones locales a las cuales el sistema capitalista parece re-producirse y auto-organizarse, y el aparente desorden en el cual se encuentra, detrás de su comportamiento aleatorio hay un sentido de orden y patrones. De ahí que, al comprender las bifurcaciones del sistema capitalista en momentos de crisis, los cuales son catalizados por terapias de shock, y se re-producen y auto-organizan en su singularidad en tiempo y espacio con la totalidad del sistema; se genera, así, cierta autosimilaridad a distintas escalas, pues aparece y reaparece la misma estructura de desigualdad social y económica a la cual las personas son sujetas. Como resultado de esto, el capitalismo ha creado un espacio fractal de acumulación, donde se repite la misma estructura de despojo, súper-explotación, exclusión y, en general, de desigualdad, a cualquier escala que le miremos (véase la figura 1.1).286 A nivel de comportamiento, la estructuración fractal del sistema internacional adquiere un determinado orden, que va más allá de las consideraciones lineales en términos de grandes regiones geográficas como este-oeste o norte-sur, y sus derivados. La versión del capitalismo de la pax americana expande sus estructuras de acumulación al estilo de la estructuras disipativas,287 donde las economías regionales constituyen un mosaico laxamente interconectado de desarrollos geográficos desiguales en el que se manifiesta un espiral de desigualdad y dependencia.288 A partir de esta visión fractal, “las entidades que son totalidades sistémicas en una escala serán las partes de un todo diferente en otra escala, y viceversa”,289 de tal forma que el principio hologramático de Edgar Morin –donde el todo que está en la parte, está en el todo– adquiere materialidad. 285 Cfr. Ilya Prigogine, El fin de las certidumbres…, op cit. 286 Esta idea fue presentada durante mi participación en la “Mesa 1: El ordenamiento en las relaciones de poder mundial en la política internacional y nacional contemporánea” en el 2º encuentro de internacionalistas en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-UNAM, el 5 de septiembre de 2019. 287 Las estructuras disipativas son sistemas autoorganizados que dependen de los flujos de materia y energía para su permanencia. Ante estos flujos, las estructuras disipativas pueden permanecer gracias a que poseen la propiedad de homeostasis y la habilidad para saltar de un estadio a otro en una sucesión que les permite continuar disipando energía, aunque con modificaciones entre los estadios. Esto, quiere decir que estas estructuras contienen en sí mismas los elementos para mantenerse durante cierto periodo de tiempo, siempre y cuando continúen disipando energía (Blackburn, 1973; Prigogine, 1977; Tyrtania, 1999). 288 David Harvey, Diecisiete contradicciones del capital y el fin del neoliberalismo, Quito, edit. Instituto de Altos Estudios Nacionales, p. 152. 289 Evan Thompson & Francisco J. Varela, “Radical embodiment: neural dynamics and consciousness”, en Trends in Cognitive Science, núm. 5, vol. 10, USA, edit. Cell Press, p. 421. 114 Figura 1.1 Ejemplos de fractales “El sistema total” deviene en su constante transformación retomando lo viejo del pasado y genera nuevos proceso de energía que no tienen precedentes, en un tiempo presente. Por ello, el devenir, en tiempo futuro, es no-lineal e irreversible. Así, “el origen” deviene es su total complejidad. A nivel de interacciones, la complejidad del sistema total debe ser considerando como una suerte de relaciones no-lineales. No solamente por la dinámica de sus inter-acciones (no- lineales o redes complejas), sino también por la naturaleza de las entidades (sistemas internos complejos o con roles definidos). Así, la complejidad del sistema es topológicamente mejor comprendido en términos de redes, las cuales son definidas como: “un sistema de nodos con enlaces de conexiones”.290 De esta forma Capra deja claro que las relaciones no-lineales son relaciones en red, cuya propiedad más característica es su no-linealidad, ya que va en todas las direcciones, y por tanto, esta no-linealidad le permite generar un circuito de retroalimentación,291 o de eterno retorno como mencionaba Deleuze. En este sentido, afirma Carlos Reynoso que: “la teoría de redes es, […], más cauta que el estructuralismo en muchos aspectos; [pues] nunca se ha afirmado desde ella, por ejemplo, que toda red califique como 290 Luis A. Nunes Amaral & Julio M. Ottino, “Complex networks:…”, op. cit., p. 51. 291 Fritjof Capra, The Way of Life: A New Synthesis of Mind and Matter, Londres, edit. HarperCollins, 1996, p.82. 115 sistema sólo por estar constituida como lo está”.292 Aunque las trans-acciones que se generan entre los elementos del sistema son diferenciadas, todas permiten la multiplicidad relacional de causas que puede incidir en comportamientos de determinado fenómeno social. No es, de esta forma, que la complejidad deba entenderse [Verstehen] a través del comportamiento o las interacciones (al estilo dualista),293 sino que, nuevamente recurrimos a ambas consideraciones. Ahora que se ha comprendido el contenido y la interacción entre los conceptos de sistema internacional, neoliberalismo, desarrollo y élites, toca dar cuenta de la política exterior. Al respecto de dicho concepto, en tanto política pública como abstracción teórica de las RR.II, involucra una interesante aproximación hacia el actuar de los Estados en el sistema internacional. Es, de forma personal y para los efectos del presente estudio, la política pública y la herramienta de análisis ideal para comprender el rezago económico y los estragos sociales que padece México en términos de interacciones por las siguientes razones: 1. Involucra a los Estados –los únicos actores capaces de ejecutar y proyectar esta política pública en el medio internacional–, pero en el proceso de toma de decisiones se involucra a: la élite del poder nacional, la influencia de otros actores del sistema internacional (tales como organismos internacionales, corporaciones transnacionales e instituciones financieras); y no menos importante, las ideas (ideología) a través de las cuales proyectan, lo que a su juicio, es el “interés nacional”. 2. Tanto para su formulación como política pública, como para el método de análisis, comprehende los niveles dualistas de agente-estructura que hemos considerado determinantes en el análisis de la política exterior, es decir: comprende la concepción de los tomadores de decisiones –la élite política– para la construcción de un imaginario nacional; así mismo, como aquellos elementos estructurales “internos”, “externos” y de aquellos que se desdibujan entre ambos. Esta serie de elementos 292 Carlos Reynoso, "Hacia la complejidad por la vía de las redes. Nuevas lecciones epistemológicas", en Desacatos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 28, s/v, México, edit. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, septiembre-diciembre 2008, pp. 17-40; Cfr. Paul Cilliers, “Post- structuralism, Connectionism and Complexity”, en Complexity and Postmodernism, Londres, edit. Routledge, 1998, pp. 37-47. 293 Cfr. Richard E. Lee, “Complexity and the Social Sciences”, en Conceptos y fenómenos de nuestro tiempo, México, edit. IIS-UNAM, Octubre de 2005, 22 pp. 116 permite ir más allá de un estudio descriptivo o analítico de la política exterior, y enfoca a dicha política en los términos metodológicos en los niveles de la complejidad, -o por lo menos eso es lo que se pretende hacer. 3. Respecto a lo anterior, en términos de política pública, involucra y desdibuja lo que tradicionalmente se ha considerado como “lo nacional” y “lo internacional”, pues los problemas que resuelve la política exterior mantienen elementos nacionales e internacionales que requieren de un análisis conjunto para su resolución. 4. Si bien a nivel teórico, en la etapa de la evaluación, podemos aseverar si dicha política fue exitosa o no; en un nivel práctico, esto sin duda alguna, trae consecuencias para la población en determinado Estado. Estas consecuencias por lo general son ignoradas tanto a nivel teórico como práctico, quedándose exclusivamente a niveles “estatales”, sin considerar el impacto real de su aplicación para con los nacionales. Hecho que generalmente se deja de lado ante evaluaciones que priorizan “la posición geopolítica”, “la defensa del interés nacional”, “la defensa o resguardo de la seguridad nacional”, etc. 5. Dado lo anterior, se expone un análisis de la desigualdad económica de la población mexicana a través de la política exterior; objeto de estudio que por lo general es evaluado a través de política públicas concretas, tales como: la política social, la política de salud, la política educativa o la política hacendaria (recaudación de impuestos). En la figura 1.2. Esquema de la complejidad a través del conterxto, se visualiza un marco explicativo en apariencia de un orden sistémico. Sin embargo, aunque las características pertenezcan a ese modelo, debido a la argumentación anterior, se expresa de facto, una disyuntiva considerable entre el modelo sistémico y un modelo que pretende pensarse desde la complejidad, ya que la enunciación de la complejidad no es una simple metáfora o una “renovación” del modelo sistémico,294 este surge como necesidad de comprender los diferentes niveles e inter-trans acciones de fenómenos que son incapaces de comprenderse 294 Antoine Bousquet & Simon Curtis, “Beyond Models and Metaphors: Complexity Theory, Systems Thinking and International Relations”, en Cambridge Review of International Affairs, núm. 1, vol. 24, Londres, edit. Centre of International Studies & Routledge, marzo 2011, pp. 43-62. 117 en su totalidad sino la consideración de aquellos, que ante una mirada superficial, parecerían inconexos. De ahí que sobresalgan conceptos en apariencia novedosos o con tintes globales o “complejos”, pero cuyos elementos ontológicos y metodológicos parten desde la tradición lineal de pensamiento. He aquí la propuesta metodológica de esta investigación. Nuevamente en referencia a la figura 1.2., cuya inspiración parte de la complejidad matemática que representó el problema de los puentes de Köningsberg y la teoría de grafos,295 constata la imposibilidad de abordar un solo aspecto que influye dentro de la desigualdad económica en México. Así, me adentraré en dos momentos particulares que subyacen de forma “estructural” en apariencia pero que deben ser diferenciados, para así, converger en un retorno que nos permita comprender –por lo menos ese es el intento- el devenir ser de la realidad y la manifestaciones que dan origen a la totalidad. Estos dos momentos en el análisis serán el contexto y la conducta.296 El contexto, sin duda alguna, hace referencia a las aproximaciones estructurales que subyacen en las relaciones de poder, donde la creación de subjetividad entrelaza la historicidad del centro y la periferia. Por otro lado, la conducta concretiza la acción del agente sin ser despojado de su historicidad estructural y particular, y permite, de esta forma, el despojo de todo determinismo mundano, al cual se le enuncia con particular frecuencia para “encajar” en el molde de la tradición o para evitar profundizar en los hechos concretos que forjan y coadyuvan a la perpetuación de la estructura. 295 Cfr. Albert-László Barabási & Eric Bonbeau, “Scale-Free Networks”, op. cit.; Albert-László Barabási, Erzsébet Ravasz & Tomás Vicsek, “Deterministic scale-free networks”, en Physica A, núm. 3-4, vol. 299, edit. Elsevier Science B.V., 2001, pp. 559-564; Luis A. Nunes Amaral & Julio M. Ottino, “Complex networks: Augmenting the framework for the study of complex systems”, op. cit.; Stefano Boccaletti et al, “Complex network: Structure and dynamics”, en Physics Reports, núm. 4-5, vol. 424, edit. Elsevier, 2005, pp. 175-308; Carlos Reynoso, “Hacia la complejidad por la vía de las redes…”, op. cit.; Chris Goldspink, “Methodological Implications of Complex Systems Approaches to Sociality: Simulation as a foundation for knowledge”, en Journal of Artificial Societies and Social Simulation, núm. 1, vol. 5, edit. European Social Simulation Association, 3 de enero de 2002, 22 pp.; Katherine Faust & John Skvoretz, “Comparing Networks across Space and Time, Size and Species”, en Sociological Methodology, núm. 1, vol. 32, edit. American Sociological Association, diciembre 2002, pp. 267-299.; Melanie Mitchell, “Complex systems: Networking thinking”, en Artificial Intelligence, núm. 18, vol. 170, edit. Elsevier, 2006, pp. 1194-1212; Mark E. J. Newman, “The Structure and Function of Complex Networks”, en Society for Industrial and Applied Mathematics Review, núm. 2, vol. 45, edit. U.S. National Science Foundation, 2003, pp. 167-256; Mark Newman, Albert-László Barabási & Ducan J. Watts, The Structure and Dynamics of Networks, EE.UU., edit. Princeton University Press, 2006, 592 pp. 296 Colin Hay, “Beyond Structure vs. Agency, Context vs. Conduct”, op. cit., pp. 89-134. 118 Figura 1.2 Esquema de la complejidad a través del contexto Sistema Internacional Transnacionalización, Financiarización, Militarización e Ideología neoliberal (desarrollo) Desigualdad Económica en México México élite política, élite económica, think tanks Estados Unidos élite política, élite corporativa, élite militar, think tanks Relación bilateral en el marco del TLCAN (ahora T-MEC) Política: seguridad y crimen organizado Económica: comercio, inversión extranjera directa, remesas y deuda Externa. Energética: petróleo, gas, recursos naturales y cambio climático Social: migración 119 CAPÍTULO 2. DEL CONTEXTO Con base en la figura 1.2 Esquema de la complejidad a través del contexto, se presentan tres campos estructurales que influyen de forma directa –en mayor o en menor medida– sobre el panorama del actuar de la política exterior de México con un impacto en la desigualdad de México. El primero de dichos campos es el propio aparato de Estado mexicano; el segundo, los EE.UU.; y el tercero, el sistema internacional. Cada uno de ellos, está constituido por sus propias élites, de tal suerte que las trans-acciones elitistas entre cada uno de los campos evidencia el marco total contextual de su influencia [trans-acción entre la estructura-agencia y lo global-local]. Así, el presente capítulo esta dividido en tres secciones que dan cuenta de las tres trans-acciones resultantes de los campos, es decir: 1) EE.UU.- Sistema Internacional; 2) México-Sistema Internacional; y 3) México-EE-UU. El objetivo de este capitulo es identificar el impacto que tienen los intereses privados de la élite del poder estadounidense y la élite transnacional en la política de desarrollo y en el actuar de la política exterior de México. Se especifica a continuación el actuar de cada apartado: 1. EE.UU. – Sistema Internacional: En este apartado se exponen los métodos de supervivencia de los EE.UU. (deuda, la financiarización y el modelo económico de “Estado de guerra permanente”), siempre consientes de la simbiosis entre una Razón de Estado y una Razón de Mercado que data desde los padres fundadores. Se expone los métodos a los que recurrieron tanto las élites globalistas (liderados por el presiente ¿No tienes enemigos, dices? Una pena, amigo mío, la presunción es vana. Aquel que se bate en la lucha del deber, que los valientes entablan, debería haber hecho enemigos. Si no tienes ninguno, pequeño es entonces el trabajo que has hecho. No has golpeado a ningún traidor en la cara. No has quitado ninguna copa de labios pérfidos. Nunca has convertido lo malo en bueno, siempre has sido un cobarde en la lucha. ––Charles Mackay, No tienes enemigos. 120 Barack Obama) como las élites nacionalistas (representado por el presiente Donald Trump) para la superación de la crisis de la razón pragmática. 2. México – Sistema Internacional: Se expone la visión de desarrollo en la historia de México y la influencia de las élites política y económica en su construcción. Así, se da paso a la constitución de las élites alrededor de EPN, las reformas estructurales del presidente y la intención de su difusión en el medio internacional. 3. México – EE.UU.: En virtud de que el vínculo más importante de México con los EE.UU. es el TLCAN –pilar en la economía mexicana–, se análisa el debate entre Economía y Política Exterior que circunda alrededor del tratado, se expone su ontología como proyecto trans-elitista. Además, se presenta el choque de la razón pragamática estadounidense y la razón neoliberal mexicana que da como resultado la renegociación del TLCAN. 2.1. DE BARACK OBAMA A DONALD TRUMP. EL CAOS DEL SISTEMA INTERNACIONAL Y LA CRISIS DEL LARGO SIGLO ESTADOUNIDENSE El 27 de agosto de 2019 se llevó acabó la reunión anual de embajadores franceses en la capital gala, París, la cual fue precedida por el jefe del poder ejecutivo francés: el presidente Emmanuel Macron. Este encuentro anual destacó en diversos medios de información a nivel mundial, no por el hecho de conglomerar en un espacio a los principales representantes de una potencia europea, sino por el discurso que otorgó el presidente. En él, el presidente declaró: “vivimos el final de la hegemonía occidental”. La afirmación y posterior argumentación que el presidente francés otorgó, causó suma conmoción, pues ningún jefe de Estado o primer ministro (o algún mandatario con representación de Estado) había afirmado “a los cuatro vientos” un “secreto a voces” que prácticamente todos los expertos, políticos y miembros de la élite global ya sabían: el fin de la hegemonía occidental, cuyo mayor exponente son los EE.UU., se hace presente en el siglo XXI.297 297 Perspectiva que comparte uno de los mayores especuladores financieros: George Soros, La crisis del capitalismo global. La sociedad abierta en peligro, México, 1999, 277 pp. Desde uno de los centros propagandísticos de la “globalización”, véanse: Chris Giles, “Globalisation Backlash in Rich Nations” [en línea], en The Financial Times, 22 de Julio de 2007. Dirección URL: https://on.ft.com/3TuxcQE, [consultado el 13 de 121 Para ilustra al lector de los antecedentes de tal declaración, de forma introductoria, tal vez sea mejor echar un vistazo a las consignas del pueblo estadounidense en lo que va del siglo XXI, pues no hay mejor indicador para sustentar los periodos de crisis, que la propia percepción popular. La crisis de la pax americana se manifestó a inicios del nuevo milenio, en un contexto de manifestaciones populares que condenaban el despliegue militar en Iraq, el auge de los neoconservadores del gabinete del presidente Bush Jr., y un discurso plagado de fundamentalismos procedentes de un conocido Destino Manifiesto que argüía un ya decadente excepcionalísimo del siglo XVIII;298 todo ello no tuvo el suficiente ímpetu para soslayar el virtual fracaso que deslumbraría la “guerra contra el terrorismo” que se libró en Medio Oriente tras los trágicos acontecimientos del 11-S en la ciudad de Nueva York en 2001. Años más tarde, un grito estrepitoso, que parecería contradecir a los padres fundadores sobre la imposibilidad de una “revolución de clase”, exclamaba “We are the 99%!” [¡Nosotros somos el 99%!] desde el centro financiero de Wall Street a consecuencia de un pronto rescate bancario –léase a favor de las élites del centro financiero– y una aletargada o (en su mayoría) carente acción a favor de quienes perdieron su patrimonio. Se debe mencionar, que a poco más de una década del crack de 2008, el pueblo americano, en medio de una crisis sanitaria en 2020, exclamaría “Black Lives Matter” [Las vidas negras importan] julio de 2021]; Philip Stephens, “The world is marching back from globalization” [en línea], en The Financial Times, 4 de Septiembre de 2014. Dirección URL: https://on.ft.com/40sXogR, [consultado el 13 de julio de 2021]. Uno de los mayores geoestrategas de los Estados Unidos también mantiene la misma perspectiva: Henry Kissinger, World Order, Estados Unidos, edit. Pengui Books, 2014, 432 pp.; Desde la perspectiva de intelectuales, véanse: Jacques Sapir, La démondialisation, Francia, edit. Seuil, 2011, 272 pp; Joseph Stiglitz, El malestar en la globalzación, op. cit., y del mismo autor, “The End of Neoliberalism and the Rebirth of History” [en línea], en Project Syndicate, 4 de Noviembre de 2019. Dirección URL: https://bit.ly/3LBAb7N, [consultado el 14 de julio de 2021]; Desde la perspectiva del sistema-mundo, véanse: Giovanni Arrighi et al., Chaos and Governance in the Modern World System, Estados Unidos, edit. University of Minnesota Press, 1999, 336 pp; Immanuel Wallerstein, The Decline of American Power. The U.S. in a Chaotic World, New York, edit. The New Press, 2003, 324 pp; Y finalmente, desde la épicentro de poder de los Estados Unidos, el Secretario de Estado Michael R. Pompeo, respalda la misma idea en el Foro Económico Mundial en Davos el 22 de enero de 2019, meses previos a la declaración del Presidente Macron. 298 Robert J. Lieber, Power and Willpower in the American Future: Why the United States Is Not Destined to Decline, Nueva York, edit. Cambridge University Press, 2012, 190 pp.; Robert Kagan, Of Paradise and Power: America and Europe in the New World Order, Nueva York, edit. Alfred A. Knopf, 2003, 176 pp.; del mismo autor: The World American Made, Nueva York, edit. Alfred A. Knopf, 2012, 160 pp. Un breve resumen de las ideas en torno al “debate” sobre la debacle o triunfalismo americano, véase: David Calleo, “Hegemony and Decline: Reflections on Recent American Experience”, en International Web Journal, núm. 2, s/vol, edit. Sens Public, 2005, 8 pp. 122 al tenor de voces enérgicas que colocaría de nueva cuenta el dedo sobre una llaga que nunca cerró por completo: el racismo. Desde los años de la Guerra Civil y cuyo intento de cicatrización se darían con Martin Luther King Jr., este dedo se colocó nuevamente sobre la herida en tiempos de discriminación y racismo hacia los migrantes y hacia todos aquellos que “no pertenecieran al pueblo americano”, por parte de nada más y nada menos que del mismo presidente los Estados Unidos: Donald Trump. Aunque las consignas anteriores para muchos analistas serían consideradas como superficiales dentro de la complejidad que implica un análisis “riguroso” sobre la presunta debacle hegemónica de los Estados Unidos y sus consecuencias a nivel mundial, estás permite delinear y comprender los enlaces político-históricos que dan fundamento al desvirtuado modelo económico corporativo estadounidense de corte escoses,299 entrelazado a un complejo militar-industrial que es justificado a través de un excepcionalísimo proveniente de los albores del Destino Manifiesto,300 pero cuyas raíces se fundamentan desde los escritos de los padres fundadores (tales como Thomas Jefferson y Benjamín Franklin), ya pues, mencionaba con suma claridad el Dr. José Luis Orozco en sus análisis sobre la nación de la “libertad”, que “el Estado y el mercado son los dos componentes de un mismo mecanismo cuya operatividad depende de administrarlos en los terrenos del consenso y la fuerza”.301 Así, el Estado pragmático, que erige su actitud entre una Razón de Estado y una Razón de Mercado –tal como lo bautizo el Dr. Orozco– se nutre de dos circunstancias materiales: uno político, el cual versa en el consenso de las élites oligárquicas; y otro geopolítico, que obedece al expansionismo territorial.302 En los albores del siglo XXI, la pérdida de confianza en el proyecto de expansión económica –denominado globalización– encabezado por el presidente Barack Obama y sus allegados: las élites globalistas, trajo como consecuencia una creciente tendencia hacia los 299 Cfr. Arthur Herman, How the Scots Invented the Modern World. The True Story of How Western Europe’s Poorest Nation Created Our World & Everything in It, Nueva York, edit. Three Rivers Press, 2001, 480 pp. 300 Cfr. John Saxe-Fernandéz, Terror e Imperio. La hegemonía política y económica de Estados Unidos, México, edit. Random House Mondadori, 2006, 303 pp. 301 José Luis Orozco, Razón de Estado y Razón de Marcado. Teoría y pragma de la política exterior estadounidense, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 1992, p. 13. 302 José Luis Orozco, De teólogos, pragmáticos y geopolíticos. Aproximación al globalismo norteamericano, Barcelona, edit. Gedisa y FCPyS-UNAM, 2001, p. 22. 123 nacionalismos,303 quienes políticamente tomaron forma en Europa como partidos y gobiernos de “extrema derecha” y en América Latina con tendencias a personalidades “populistas” (en su sentido peyorativo). En el caso específico de los Estados Unidos, debido al descontento popular ante la inestabilidad de empleos y salarios que se exacerbo en tiempos de la globalización (con más defectos que virtudes); la nula regulación de los mercados financieros, a posteriori de los cracks; el aumento constante de migrantes procedentes de América Latina –y en específico de nuestros paisanos mexicanos, quienes fungieron como chivos expiatorios ante los diversos problemas sociales; el discurso xenófobo y racista por parte de los “blancos anglosajones protestantes” (WASP, por sus siglas en inglés: White Anglo-Saxo Protestan) tomó personificación política con el presidente Donald Trump, quien, a su llegada a la Casa Blanca en 2016, arremetió contra el establishment de su propia nación, y después lo haría contra sus “aliados” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y cerraría su mandato con problemas geopolíticos con China y Rusia. En retrospección a las circunstancias materiales que nutren al Estado pragmático norteamericano, se presenta una disyuntiva en los albores del siglo XXI. En primer lugar, se percibe lo que en palabras del historiador Walter McDougall describe como una transición histórica donde los Estados Unidos pasaron de ser una “tierra prometida” para convertirse en un “Estado cruzado”,304 pero a diferencia de lo que el autor mesiánicamente a tribuye al Estado cruzado por el choque de civilizaciones al estilo de Huntington, en términos políticos los Estados Unidos se encuentran cruzados por disidencias que tomaron personificación en los entonces candidatos a la presidencia en 2016: Hillary Clinton y Donald Trump. En segundo lugar, en términos geopolíticos, el politólogo y exconsejero de Seguridad Nacional del presidente Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski, ya constataba determinados escenarios geopolíticos a partir del desafío hegemónico que presentaba EE.UU. Uno de estos escenarios expuesto a forma de subtitulo en uno de sus famosos libros, subraya lo siguiente: 303 Paul Pillar, “The Age of Nationalism”, en The National Interest, Washington D.C., edit. The Center for the National Interest, 1 de septiembre de 2013. Dirección URL: https://bit.ly/3n7GFRJ, [consultado el 19 de Agosto de 2021]. Cfr. Adrian Wooldridge, “The Visible Hand” [en línea], en The Economist, 21 de enero de 2012. Dirección URL: https://econ.st/3mXQG3N, [consultado el 19 de agosto de 2021]. 304 Walter McDougall, Promised Land, Crusader State. The American Encounter with the World since 1776, Boston, edit. Houghton Mifflin Company, 1997, 286 pp. 124 “El mundo después de EE.UU: para 2025, no será chino pero será caótico”.305 En él se expone la dificultad que tendría el concierto mundial a la solución de diversos problemas que atañen a todos. Esto, a juicio de Brzezinski, tendrá como consecuencia el aumento de las tensiones alrededor del mundo, y la concatenación a la baja de la cooperación. Ante estas turbulencias globales, Brzezinski consideraba en su obra que, los EE.UU. deberían fungir como un gran conciliador y “equilibrista de intereses”. Pero tal parece que las interacciones que emanaron de la nación hegemónica no fueron las más conciliadoras en los años venideros. Ya lo predijo Brzezinski: estamos viviendo tiempos caóticos a nivel geopolítico y estructural. Pero el caos, no puede ser considerado como sinónimo de incomprensión; el caos, tal como aprecian Deleuze y Guattari, “se caracteriza menos por la ausencia de determinaciones que por la velocidad infinita a la que estás se esbozan y se desvanecen: no se trata de un movimiento de una hacia otra, sino, por el contrario, de la imposibilidad de una relación entre dos determinaciones, puesto que una no aparece sin que la otra haya desaparecido antes, y una aparece como evanescente cuando la otra desaparece como esbozo”.306 El caos del sistema internacional en el siglo XXI es el devenir (y no el “ser”) entre determinaciones, de las cuales hablan Deleuze y Guattari. Estas determinaciones se concretizan en diferentes niveles: 1. A nivel político-económico, EE.UU. muestra una bifurcación entre modelos antagónicos contrapuestos. Por un lado se encuentran los globalistas, quienes eran liderados por el presidente Barack Obama, y respaldado por los Clinton; y por el otro lado, se encuentran los nacionalistas, quienes en representación de los WASP, tomaron liderazgo con el presidente Donald Trump. 2. A nivel geopolítico, las reflexiones realizadas por Brzezinski nos ayudan delinear un mundo tripolar, confrontado entre el esbozo globalista de los EE.UU. y los nacionalistas de China y Rusia, delegando a un nivel marginal los procesos de regionalización que se constituyeron a finales de la Guerra Fría y principios del nuevo milenio. 305 Zbigniew Brzezinski, Strategic Vision: America and the Crisis of Global Power, Estados Unidos, edit. Basic Books, 2013, 240 pp. 306 Gilles Deleuze & Félix Guattari, ¿Qué es la filosofía?, Barcelona, edit. Anagrama, 1997, p. 46. 125 3. A nivel estructural, bajo los ojos de los analistas marxistas,307 nos encontramos en una crisis sistémica del capitalismo, donde el modelo de exacerbación de la propiedad privada está llegando a su supuesto fin, ya sea, debido a la imposibilidad biológico-energética o a su éxito. En este sentido, aunque los analistas marxistas tratan de colocar la crisis sistémica capitalista en una posición de emergencia mayor, que aquella que resalta la debacle hegemónico de los EE.UU. y sus implicaciones geopolíticas, la consideración adecuada ante estas consideraciones, se expresa en palabras de Gabriel Esteban Merino, quien afirma que “la puja interna y las pujas estratégicas para resolver la crisis de coyuntura [de los EE.UU.], está en relación a la crisis del capitalismo estructural y a una transición histórica del orden mundial, en la cual hay una pérdida hegemónica”,308 es decir, la debacle hegemónica es complementaria a la crisis sistémica capitalista. Esta serie de elementos nos permiten identificar tres momentos importantes en el marco de la crisis sistémica del capitalismo de la pax americana: 1) los medios “estructurales” por los cuales este modelo capitalista, y en sí mismo los EE.UU., tratan de sobrevivir; 2) la forma reaccionaria que la élite del poder global en el marco de la pérdida de concentración de la riqueza, adoptan ante tal coyuntura; y 3) el impacto que tiene esta coyuntura en el espectro geopolítico y financiero en el sistema internacional. 2.1.1. LOS MÉTODOS DE SUPERVIVENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS. DE LA DEUDA Y LA FINANCIARIZACIÓN A continuación se presentan unos breves datos sobre la economía mundial y estadounidense: 1. El crecimiento mundial en términos del PIB, según datos del Banco Mundial, se ha mantenido constate entre valores nominales de 2% y 3% desde 2002 hasta el 2019, 307 Cfr. Dídimo Castillo Fernández & Marco A. Gandásegui, hijo (coords.), Estados Unidos: más allá de la crisis, México, edit. Siglo XXI, CLACSO & UAEM, 2012, 537 pp.; John Saxe-Fernández (coord.), Crisis e imperialismo, México, edit. CEIICH-UNAM, 2012, 301 pp.; Marco A. Gandásegui, hijo (coord.), Estados Unidos y las nuevas correlaciones de fuerza internacional, Buenos Aires, edit. CLACSO, 2016, 451 pp. 308 Gabriel Esteban Merino, “Trump. La fractura en Estados Unidos y sus implicaciones en la transición histórica actual”, en Casandra Castorena Sánchez, et. al., Estados Unidos contra el mundo: Trump y la nueva geopolítica, México, edit. Siglo XXI & CLACSO, 2018, p. 32. 126 exceptuando la gran caída de 2008-2009, y su respectiva recuperación económica, la cual oscilo alrededor de 4.31%.309 2. De este monto total, según datos del FMI, desde 2014 China es la mayor economía del mundo en términos de paridad de compra. 3. Los egresos de la economía estadounidense (previo a la crisis sanitaria del COVID- 19), según los datos del Departamento del Tesoro, se concentraba en seguridad social, 4. Según datos del Departamento del Tesoro, la Deuda Pública Nacional de los Estados Unidos asciende a un monto de $28,427.6 miles de millones (billions, en inglés) para el mes de agosto de 2021.310 5. Aunado a lo anterior, según datos de la Reserva Federal, desde el crack financiero del 2008, los Estados Unidos han presentado un aumento exponencial de su deuda pública pasando de 64.41% (en relación al PIB) en el año 2008 al 135.64% para la segunda quincena del año 2020. Véase la Gráfica 2.1.311 6. En este mismo sentido, el déficit federal de Estados Unidos desde 2008 iba disminuyendo hasta el año 2015. Sin embargo, a partir del 2016 comenzó a aumentar gradualmente; pero fue en el año 2020 donde se disparó.312 309 Banco Mundial, Crecimiento del PIB (% anual) [expresados en dólares de EU a precios constantes del año 2010]. 310 U.S. Fiscal Data, Debt to the Penny [en línea], Department of Treasury & Bureau of the Fiscal Service. Dirección URL: https://bit.ly/40lKVLM, [consultado el 18 de agosto de 2021]. 311 Federal Reserve Bank, Federal Debt: Total Public Debt as Percent of Gross Domestic Product [en línea], FRED, Ultimos datos: 19 de Julio de 2021. Dirección URL: https://bit.ly/2PPgsWt, [consultado el 5 de Agosto de 2021]. 312 U.S. Fiscal Data, What is The National Deficit? [en línea], Department of Treasury & Bureau of the Fiscal Service. Dirección URL: https://bit.ly/407Tavo, [consultado el 10 de Agosto de 2021]. 127 Fuente: Elaboración propia con datos de la Reserva Federal de los EE.UU. Los datos anteriores demuestran que los Estados Unidos ha padecido un deterioro y una lenta recuperación económica desde el crack financiero del 2008 (y la cual se exacerbó después de la crisis del COVID-19 en 2020), a lo que se tiene que añadir una serie de gastos donde más del 60% corresponde a la seguridad social y al gasto de defensa, según datos proporcionados por el Departamento del Tesoro. Razones por las cuales, al incurrir en una serie de gastos y la lenta recuperación económica, se ha recurrido constante a la adquisición de deuda –la cual se refleja en sus cuentas nacionales (Gráfica 2.1.)– y que ésta ha fungido como uno de los principales medios de supervivencia de la pax americana. Desde el punto de vista del sistema de crédito, que se emite en nombre del gobierno de los Estados Unidos (de ahí que sea una deuda “pública”), en términos políticos, resulta de suma importancia la relación acreedor-deudor que sustenta la nación hegemónica con sus respectivos tenedores de deuda. Según datos del Boletín del Departamento del Tesoro de Junio de 2021,313 con datos claros hasta el mes de diciembre de 2020, los principales tenedores de la deuda pública estadounidense son: 1. La Reserva Federal y el gobierno, por un monto de $10, 809.2 billones. 313 U.S. Department of the Treasury, Treasury Bulletin June 2021, edit. Bureau of the Fiscal Service, p. 54. Dirección URL: https://bit.ly/3JGeoJQ, [consultado el 20 de Agosto de 2021]. 0 20 40 60 80 100 120 140 0 1 /0 1 /1 9 8 0 0 1 /0 2 /1 9 8 2 0 1 /0 3 /1 9 8 4 0 1 /0 4 /1 9 8 6 0 1 /0 5 /1 9 8 8 0 1 /0 6 /1 9 9 0 0 1 /0 7 /1 9 9 2 0 1 /0 8 /1 9 9 4 0 1 /0 9 /1 9 9 6 0 1 /1 0 /1 9 9 8 0 1 /1 1 /2 0 0 0 0 1 /1 2 /2 0 0 2 0 1 /0 1 /2 0 0 5 0 1 /0 2 /2 0 0 7 0 1 /0 3 /2 0 0 9 0 1 /0 4 /2 0 1 1 0 1 /0 5 /2 0 1 3 0 1 /0 6 /2 0 1 5 0 1 /0 7 /2 0 1 7 0 1 /0 8 /2 0 1 9 0 1 /0 9 /2 0 2 1 0 1 /1 0 /2 0 2 3 P o rc en ta je d el P IB Gráfica 2.1. Deuda Pública Federal de los EE.UU. como % del PIB 128 2. Tenedores privados en su conjunto, por un monto de $16, 938.6 billones, pero cuyos mayores acreedores son: 2.1 Gobiernos extranjeros, por un monto de $7, 070.8 billones. 2.1.1 De los cuales, Japón ($1,277.3) y China ($1061.9) son los mayores tenedores de deuda.314 2.2 Fondos mutuos, por un monto de $3, 535.7 billones. 2.3 Instituciones depositarias (bancos, uniones de crédito, etc.), por un monto de $1, 266.7 billones. 2.4 Estado y gobiernos locales, por un monto de $1,086.4 billones 2.5 Fondos de pensión privados y del Estado, por un monto conjunto de $1, 147.5 billones En primer lugar, la emisión de bonos (valores que representan una deuda por el emisor) del Departamento del Tesoro y su compra por parte de la Reserva Federal (la Fed) corresponde a su capacidad para monetizar la deuda al imprimir dinero –o cómo lo denomina la ortodoxia económica: se recurre a la flexibilidad cuantitativa– para aumentar la oferta monetaria mediante la compra de activos y de esta forma incentivar a mantener una tasa de interés baja (véase, Gráfica 2.2.). Los intereses pagados sobre la deuda, propiedad de la Reserva Federal, se suma al gasto del gobierno, “aunque la Reserva Federal finalmente devuelve la mayor parte al Departamento del Tesoro al final de cada año fiscal, […] los intereses pagados sobre la deuda de una cuenta del gobierno a otra cuenta no tienen un efecto neto en el gasto del gobierno”.315 La gráfica 2.2, que representa el Stock de dinero M2, es decir, la oferta de dólares en circulación, la cual considera toda la moneda física, cuentas bancarias, cantidades en cuenta corriente, cuentas de ahorro, y de certificado de depósito. Esta oferta en dólares ha aumentado constantemente desde inicios del nuevo milenio, pero se ha exacerbado durante los tiempos de crisis (correspondiente a los años 2001, 2008 y 2020), y/o en aquellos momentos donde se vuelve sumamente necesaria la impresión de dólares al recurrir a la adquisición de deuda. Aunque se podrían considerar otros medios, al estilo de la ortodoxia 314 U.S. Department of the Treasury, Major Foreign Holders of Treasury Securities. Dirección URL: https://bit.ly/3JqDXhK, [consultado el 20 de Agosto de 2021]. 315 Federal Reserve Bank of San Francisco, Who Are the Largest Holders of U.S. Public Debt? [en línea], USA, Julio 2005. Dirección URL: https://bit.ly/3LHbdEa, [consultado el 20 de agosto de 2021]. 129 económica, por los cuales los EE.UU. pudiesen aminorar sus egresos tales como el recorte presupuestal de altos funcionarios o el aumento de impuestos, se recurre a la impresión de dólares. Sólo en el año correspondiente al 2020 fueron creados 23.6% de todos los dólares en circulación (véase Gráfica 2.2.),316 es decir, de cada 5 dólares en circulación 2 fueron impresos por la Fed; esto sin mencionar el estímulo económico aprobado por el presidente Joe Biden el 11 marzo de 2021 por un monto alrededor de $1.9 billones de dólares (trillions, en inglés). Para el 15 de marzo, la Fed compró $500 mil millones en bonos del Tesoro y $200 mil millones en valores respaldados por hipotecas.317 Se debe agregar que, a fin de mantener las tasas de interés bajas e infundir de liquidez a los mercados de capital, brindando a las empresas los estímulos económicos para la adquisición de préstamos, la Fed, declaró el 23 de marzo de 2020 que recurría –de nueva cuenta– a la “flexibilidad cuantitativa” de manera ilimitada.318 Finalmente, para el 20 de mayo su balance general había aumentado a $7 billones de dólares. Fuente: Elaboración propia con datos de la Reserva Federal 316 Cfr. Mike Shedlock (“MishTalk”), 23.6% of All US Dollars Were Created in the Last Year [en línea], 15 de octubre de 2020. Dirección URL: https://bit.ly/3TBojoj, [consultado el 5 de agosto de 2021]. 317 Board of Governors of the Federal Reserve System, Federal Reserve Issues FOMC Statement: March 15 2020, [en línea], USA, edit. Reserva Federal, Dirección URL: https://bit.ly/3Tx7E5g, [consultado el 11 de agosto de 2021]. 318 Board of Governors of the Federal Reserve System, Federal Reserve Issues FOMC Statement: March 23, 2020, op. cit. Dirección URL: https://bit.ly/3TzpzZc, [consultado el 11 de agosto de 2021]. 0.0 5000.0 10000.0 15000.0 20000.0 25000.0 0 1 /0 1 /1 9 9 0 0 1 /0 1 /1 9 9 2 0 1 /0 1 /1 9 9 4 0 1 /0 1 /1 9 9 6 0 1 /0 1 /1 9 9 8 0 1 /0 1 /2 0 0 0 0 1 /0 1 /2 0 0 2 0 1 /0 1 /2 0 0 4 0 1 /0 1 /2 0 0 6 0 1 /0 1 /2 0 0 8 0 1 /0 1 /2 0 1 0 0 1 /0 1 /2 0 1 2 0 1 /0 1 /2 0 1 4 0 1 /0 1 /2 0 1 6 0 1 /0 1 /2 0 1 8 0 1 /0 1 /2 0 2 0 0 1 /0 1 /2 0 2 2 0 1 /0 1 /2 0 2 4M ile s d e M ill o n es d e D o la re s Gráfica 2.2 Stock de Dinero M2 130 En términos de la teoría monetarista, con la compra de bonos de deuda, en primer lugar, la Fed reduce la oferta de dichos bonos en el mercado, lo cual inhibe que inversores externos –al adquirir determinados bonos con sus respectivos valores– suban los precios de la oferta restante. En segundo lugar, se argumenta que, al recurrir a estos mecanismos para mantener tasas de interés bajas, la Fed incentiva la adquisición de préstamos hipotecarios o para la obtención de otros bienes durables, y como “presunta consecuencia” de esto, las empresas invierten en equipos y contraten empleados.319 Lo anterior se coloca en tela de juicio ante los argumentos de Saskia Sassen, quien afirma que las (altas) finanzas utilizan bienes físicos reales (casas o coches, por ejemplo) para el desarrollo de activos financieros, que extraen valor, es decir, las finanzas se convierten en formaciones depredadoras extractivas.320 No obstante, la correlación de fuerzas dentro del mercado no está completa sin la consideración de la demanda de dólares, la cual supondría, bajo la teoría cuantitativa del dinero, una razón válida ante la constante recurrencia a la flexibilidad cuantitativa por parte de la Fed. Algunas consideraciones que incentivan la demanda de dólares son: el consumo, proyectos gubernamentales que requieren de financiamiento, y en relación a lo anterior, el interés de los inversionistas. Fuente: Elaboración propia con datos de la Reserva Federal 319 Cfr. Erick Milstein, Tyler Powell & David Wessel, What does the Federal Reserve mean when it talks about tapering? [en línea], Washington D.C., The Brookings Institution, 15 de Julio de 2021. Dirección URL: https://bit.ly/3n7xz7y, [consultado el 25 de agosto de 2021]. 320 Cfr. Saskia Sassen, “Predator Formations Dressed in Wall Street Suit and Algorithmic Maths”, op. cit. 2011: 2.63% 2012: 2.64% 2016: 1.23% 2018: 2.15% 2019: 1.51% 0.00 0.50 1.00 1.50 2.00 2.50 3.00 Gráfica 2.3. Inflación de los EE.UU. 131 Sin embargo, a tal grado de exceso de oferta monetaria (gráfica 2.2.) –en términos de la escuela austriaca– se presentaría un aumento considerable en la inflación. A esto, según los datos que se presentan en la gráfica 2.3, la inflación ha tendido a la baja desde los años del crack financiero de 2008, oscilando entre valores porcentuales entre 2.6% y 1.2%. Lo anterior evidentemente manifiesta la falta de inflación bajo los términos de la economía real. Aunque la inflación (el aumento de los productos y servicios dentro de la economía real) tendría una correlación con la depreciación de la moneda estadounidense, esta resulta de sumo beneficio para que los precios de los productos estadounidenses mantengan determinada competitividad en el comercio internacional. Si bien los precios de la economía “real” no han sido afectados durante los periodos presidenciales de Barack Obama y Donald Trump (aparentemente), esto no se puede generalizar en su totalidad. Según Ray Dalio, uno de los corredores de bolsa más importantes del sistema financiero (a la par de Warren Buffet), inversor y fundador del fondo Bridwater, en su artículo El mundo se ha vuelto loco y el sistema está quebrado, menciona que la razón por la que “el dinero no impulsa el crecimiento y la inflación es debido a que los inversores quieren invertirlo en lugar de gastarlo”, y como resultado de esta dinámica, menciona Dalio, “los precios de los activos financieros han subido y los rendimientos esperados futuros han bajado, mientras el crecimiento económico y la inflación siguen creciendo muy lento”. Dalio arremete con gran crítica al sistema financiero al afirmar que “[e]sos grandes aumentos de precios y los bajos retornos esperados, no solo son ciertos para los bonos; son igualmente correctos para las acciones, el capital privado y el capital de riesgo”.321 Las anteriores afirmaciones expresadas por un corredor de bolsa, manifiestan la importancia y gravedad que la inflación de los activos financieros mantienen en relación con la “economía real” o basada en bienes y servicios. Durante los años recientes, tal cual expone el índice S&P 500 (véase gráfica 2.4) –el cual registra las cotizaciones de las 500 empresas más importantes de los Estados Unidos– las cotizaciones de los activos financieros han aumentos estrepitosamente. Si ante un ojo más meticuloso, consideramos los años en los 321 Ray Dalio, The World Has Gone Mad and the System Is Broken [en línea], Linkedin, 5 November 2019. Dirección URL: https://bit.ly/42wlQzs, [consultado el 24 de agosto de 2021] [traducción propia]. 132 cuales se han presentado cracks financieros (2001, 2008, 2020), observaremos que el Sistema Financiero cataliza los ingresos de estos activos con mayor ímpetu. Gráfica 2.4. Índice S&P 500, 1996-2024 Fuente: Yahoo Finance, dirección URL: https://n9.cl/ct4gb Así, la correlación de fuerzas entre un PIB nacional (que se constituye de la riqueza “real” de una nación) estancado desde el crack financiero de 2008 y la inflación de los activos financieros que enriquece de forma estrepitosa a quiénes tiene acceso a ellos (sin duda son miembros de la élite del poder global), en específico me refiero a las grandes empresas, tales como: Apple, Ford, AT&T, Microsoft, Exxon Mobil, Citigroup, Marathon Oil, Coca-Cola, General Motors, Chevron, Starbucks, JP Morgan, etc. se establecen así las directrices de la economía estadunidense de las dos décadas del nuevo milenio. Sin embargo, esta correlación de fuerzas nos indica otro medio por el cual se adquieren ingresos y es vital para comprender el proceso por el cual los más ricos se hacen aún más ricos; me refiero al sistema financiero y el conglomerado de especulación entorno a la Bolsa de Valores. En él, solamente participan aquellas personas con la capacidad de obtener activos financieros, pero esto no es suficiente para la obtención de rendimientos. La obtención de altos rendimientos deviene de la especulación financiera y del redireccionamiento de liquidez hacia paraísos fiscales. Debido a esta compleja red que articula el sistema financiero, sus engranajez (especulación financiera, titularización y el redireccionamiento a paraísos fiscales) se convierten en un medio más por el cual la desigualdad se reproduce, sin la necesidad material del trabajo explotado. Por ello, el sistema financiero debe ser considerado de suma relevancia en el marco 133 de la crisis sistémica del capitalismo americano, no por el hecho más evidente al cual se ha dirigido la mirada tras el crack de 2008, sino que, es a través del cual el capitalismo recurre cuando existen dificultades en la base productiva de la economía. Fernand Braudel anotaba la exacerbación de su uso en anteriores ocasiones: Para Hilferding, es en el siglo XX, con la profusión de las sociedades anónimas y una inmensa concentración del dinero bajo todas sus formas, cuando el advenimiento y la supremacía del capitalismo financiero en una trinidad en la cual el capital industrial sería Dios Padre, el capitalismo mercantil –muy secundario– Dios Hijo, y el capitalismo del dinero el Espíritu Santo, que penetra todo. […] Es una visión que yo suscribiría sin dificultad, a condición de admitir que la pluralidad del capitalismo es antigua, que el capitalismo no era un recién nacido alrededor de 1900 e incluso que, en el pasado, aunque sólo sea en Génova o en Ámsterdam, ya supo, después de un fuerte crecimiento del capital mercantil y una acumulación de capitales que sobrepasaba las ocasiones normales de inversión, apoderarse del lugar y dominar, el conjunto del mundo de los negocios.322 Prestar atención a las finanzas, y sobre todo al capital financiero, permite comprender su importancia histórica –como transformación de la usura en un sistema de crédito– y sociológica –donde los financieros adquieren consistencia como facción de clase-323 en la presente coyuntura, la cual se ha prolongado desde el advenimiento de la “globalización”. De esta forma, las finanzas de la economía estadounidense se han apalancado, es decir, se ha usado el endeudamiento para financiar operaciones, las cuales al ver los déficits del gobierno, resultan ser dirigidos hacia el gasto militar. Aunque en el proceso histórico de la pax americana, la infraestructura –o también considerada como “economía real”– sustentaba su alta productividad y competitividad por medio de “la movilización total de recursos humanos y materiales para la eventualidad de una guerra, interna o externa, y contra un enemigo interno o externo, real o imaginario”, es decir, sustentaba parte de su economía nacional en un Estado de guerra permanente [perpetual warfare state],324 lo que se ha manifestado en los presentes años del siglo XXI, dado la infructuosa intervención de los EE.UU. en Medio Oriente (Irak, Afganistán y Siria), ha sido el fracaso de este método de supervivencia. 322 Fernand Braudel, Civilización material, economía y capitalismo, siglos XV-XVIII, vol. 3: El tiempo del mundo, Madrid, edit. Alianza, 1984, pp. 508-509; del mismo autor, véase: Fernand Braudel, La dinámica del capitalismo, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2002, 48 pp. 323 Matari Pierre Manigat, “El capital financiero: naturaleza y relaciones con la producción y el Estado”, en Conceptos y Fenómenos Fundamentales de Nuestro Tiempo, México, edit. IIS-UNAM, 2019, p. 1. 324 Cfr. Keith L. Nelson, “The “Warfare State”: History of a Concept”, en Pacific Historical Review, núm. 2, vol. 40, Los Angeles U.S., edit. University of California Press, mayo de 1971, pp. 127-143. 134 La direccionalidad de los gastos hacia el sector de seguridad –que indudablemente es el sector al cual se le ha destinado mayores recursos– pero que dada la flexibilidad cuantitativa a la cual recurre la Fed ante la imposibilidad de compensar su déficit, invariablemente da paso a la reproducción de burbujas inflacionarias en los mercados bursátiles (tanto de activos como en bonos).325 Así el gasto militar excesivo y la financiarización de la deuda son los factores que han mermado la economía de los EE.UU. El financiamiento estatal de los Estados Unidos a través de la contratación de deuda en virtud de garantizar el carácter irrenunciable del “interés nacional”, es decir, priorizar la propia subsistencia del Estado, la seguridad y el bienestar de la población; y así mismo, permitir a las empresas su eventual expansión más allá de sus fronteras –para así conquistar mercados y ejercer determinada influencia política sobre el espacio en que se establecen–, simplemente ya no es redituable. El hecho concreto es que invertir en las empresas que se establecen en otras latitudes a través de métodos bélicos, ya no proporciona los ingresos que se tenían con anterioridad, y a la larga, sólo representan un déficit más a la economía.326 Ejemplos recientes de esto se evidencia en las invasiones a Irak y Afganistán a principios del siglo XXI y su eventual fracaso y salida del ejército 20 años más tarde. Las peculiares crisis financieras de 1997, 2001, 2008 y 2020 constataron que la potencia hegemónica ya no es capaz de llevar a cabo aquellas luchas armadas al estilo de splendid little war de principios del siglo XX –como las denominaba el expresidente Roosevelt– a favor de un expansionismo empresarial, el cual pudiese afianzar la conquista norteamericana de otros espacios.327 Aunque la conquista de espacios sería un requisito sine qua non para la supervivencia de los EE.UU., Barack Obama, aún senador de Illinois y candidato a la presidencia, expresaba en los años del crack de 2008: “EE.UU. no puede hacer frente a los desafíos de este siglo por sí solo; el mundo no puede afrontarlos sin EE.UU.” En un sentido mesiánico y de dudosa introspección, continua: “No debemos apartarnos del 325 En este aspecto, mi posición es contraria a la tesis endeble expresada por James Petras y Morris Morley, quienes argumentan que tanto el desvió del gasto militar como la especulación bursátil son subsidiados desde la presidencia de los EE.UU. Cfr. James Petras & Morrys Morley, Empire or Republic? American Global Power and Domestic Decay, Londres, edit. Routledge, 1995, 172 pp. 326 Giovanni Arrighi, “Hegemony Unravelling 2”, en New Left, núm. 33, Londres, Julio-Agosto, 2005, p. 88. 327 José Luis Orozco, “La geopolítica corporativa norteamericana”, en Revista de Relaciones Internacionales, núm. 11, México, FCPyS-UNAM, septiembre-diciembre de 2011, pp. 139-148. 135 mundo ni intentar someterlo por la fuerza. Debemos liderar el mundo mediante nuestros actos y nuestro ejemplo”.328 2.1.2. DEL COMERCIO INTERNACIONAL Y EL FRACASO DEL PROYECTO GLOBALISTA En un intento por resucitar la globalización financiera, y sobre todo, apelando a una “necesidad mutua” entre los miembros del sistema internacional y los Estados Unidos para poder hacer frente a los problemas causados por la crisis del 2008, el Presidente Barack Obama lanzo tres tratados: 1. Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP, o mejor conocido por su nombre en inglés Trans-Pacific Parnetship (TTP)), el cual a través de una lectura geoestratégica, estaba claramente en contra del ascenso económico de China (2010-2018). 2. Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) el cual a través de un trabajo en conjunto con la Unión Europea, se intentaba hacer frente a Rusia (2013- 2019); y 3. Acuerdo sobre Comercio y Servicios (TISA) propuesta ante el estancamiento de las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC) (2013-2016). En cada uno de los anteriores tratados la intención por resucitar la globalización financiarizada que quedo a la postre de duras críticas y falta de legitimidad después del crack, solamente fueron eso, meros intentos infructuosos, reuniones de trabajo sin ruta ni dirección. En el primer caso, con el ATP (o TPP), quienes para algunos académicos era considerado como el tratado que revitalizaría la hegemonía estadounidense en la región latinoamericana así como en la asiática, sería el primer intento de integración económica con la región de Asia-Pacifico; y adicional a esto, tenía la capacidad de incorporar a otros miembros a través del tiempo. El TPP era visto con gran elocuencia por parte de las élites globalistas, dado que provocaría una liberalización a una escala más ampliada.329 328 Barack Obama, “La renovación del liderazgo estadounidense”, Foreign Affairs: Latinoamérica, núm. 4, vol. 7, Estados Unidos, octubre de 2007, pp. 104-120. 329 Véase en este sentido: Hillary Clinton, “America’s Pacific Century” [en línea], en Foreign Policy, Octubre 2011. Dirección URL: https://bit.ly/4036YHu, [consultado el 10 de septiembre de 2021] (sus consideraciones 136 El ejercicio del poder hegemónico de los Estados Unidos, en lo que concierne al libre comercio, se instauro y asimiló en las naciones periféricas latinoamericanas desde la expansión del modelo económico neoliberal. A la postre de esta imposición con el golpe de estado en Chile en 1973 y su asimilación por parte de las élites periféricas, al término de la Guerra Fría dicho modelo de libre mercado sería acelerado a través de su consenso –una forma más de manifestación de poder.330 Sin embargo, los déficits expuestos en la balanza de pagos de los EE.UU. durante estas dos décadas demuestran números negativos de gran importancia. Gráfica 2.5. Saldo en cuenta corriente de balanza de pagos de los Estados Unidos, a precios actuales, 1990-2023 Fuente: Banco Mundial El intento de aumentar los flujos comerciales a través del TPP –y de los demás tratados– no se limitan exclusivamente a la interpretación economisista de “libre comercio”, que supondría impedir la profundización de los déficits en la balanza comercial. El despliegue de estos tratados encuentra su origen en la visión de Alexander Hamilton, primer secretario del Tesoro de los Estados Unidos, quien en su ensayo 11 en El Federalista, consideraba fundamental el desarrollo de una marina de guerra federal, es decir, la evocación de la razón de Estado, para el éxito del comercio exterior, en virtud de que, afirmaba Hamilton: “[t]odos los Estados que se dedican a la navegación pueden participar en él ventajosamente y en distintos grados, y no dejarían de hacerlo si las circunstancias a favor del TPP cambiarían de parecer durante sus actos de campaña); Barbara Kotschwar & Jeffrey J. Schott, “The Next Big Thing? The Trans-Pacific Partnership & Latin America”, en Americas Quarterly, 22 de Abril de 2013. Dirección URL: https://bit.ly/3z1EXnv, [consultado el 10 de septiembre de 2021]. 330 Cfr. Thomas L. Friedman, “A Manifiesto for the Fast World” [en línea], en The New York Times Magazine, sección 6, 28 de marzo de 1999. Dirección URL: https://nyti.ms/3JBWebM, [consultado el 12 de julio de 2021]. 137 permiten extender el capital mercantil”, de esta forma, “el establecimiento de una marina tiene que ser indispensable”.331 No solamente Hamilton consideraba fundamental la mancuerna comercio exterior- marina de guerra –o de forma simplificada: riqueza-poder– para el logro de los intereses de aquella nación con recién independencia. Thomas Jefferson, Secretario de Estado de George Washington, consideraba en la misma sintonía de Hamilton: “Nuestra navegación amerita consideraciones aún superiores. Cómo rama industrial, es valiosa, pero como recurso de defensa es esencial”.332 Ante tales consideraciones expuestas por los padres fundadores de los Estados Unidos, se observa claramente que no evadían ni tampoco consideraban como “ámbito exclusivo de la economía” al comercio exterior, más aún, para los padres fundadores, este aspecto que hoy en día se estudia como un fenómeno regulado por las leyes del mercado, era un medio más para la satisfacción de sus intereses que iba de la mano con sus respectivas consideraciones bélicas. En mayor o menor grado, la lectura geopolítica del “libre mercado” supone una mancuerna con métodos bélicos para la perpetuación del status quo que beneficia impuso facto a la potencia hegemónica en su espacio y tiempo. Así mismo, las limitantes que imperan al tomar la vía de “la libertad” de forma consensuada para la satisfacción de las necesidades nacionales, inhiben toda maniobra futura para el advenimiento de crisis que afectasen a estas naciones. Así, y como primera razón que justifica que las negociaciones que se llevaron a cabo en torno a los tres tratados impulsados por la admiración Obama hayan sido infructuosos, la experiencia mundial ante las diversas crisis económicas y shocks financieros en tiempos de “globalización”, han mantenido con sumo escepticismo tomar con absoluta verdad los beneficios del libre comercio, aunque claramente esto no es una regla generalizada.333 Una segunda razón que podría considerar como infructuoso al TPP, la podemos corroborar en palabras del canciller alemán Otton von Bismarck, quien afirmaba ante la 331 Alexander Hamilton, “Ensayo 11, Para el diario independiente”, en Alexander Hamilton, James Madison & John Jay, El Federalista, [1788]. 332 Thomas Jefferson, “Report on the Privileges and Restrictions on the Commerce of the United States in Foreign Countries (1793)”, citado en José Luis Orozco, De teólogos, pragmáticos y geopolíticos, op. cit., p. 60. 333 Cfr. Ha-Joon Chang, Patada a la escalera. La verdadera historia del libre comercio, op. cit.; Michel Choussudovsky, Globalización de la pobreza y nuevo orden mundial, op. cit. 138 retórica librecambista de Londres (aún en el periodo de la pax británica) que “el librecambio es la doctrina favorita de la potencia dominante, temerosa de que otras sigan su ejemplo”.334 Al re-contextualizar la anterior afirmación, podemos situar la exacerbación del libre mercado como un discurso en contra del ascenso de China en el escenario internacional, y que reafirma y conglomera aquellas naciones allegadas y/o dependientes de la economía de los EE.UU. Sobre todo, en lo que respecta a las naciones latinoamericanas, la acentuación del discurso del libre mercado por parte del vecino del norte, nos reafirma y sitúa en el tablero geopolítico como parte de su esfera de influencia. Existe, empero que esta influencia vaya en detrimento ante las inversiones chinas en diversas naciones latinoamericanas, de ahí que el TPP se lea más como una consideración de libre comercio, como una forma de contención del gigante asiático. Sin embargo, lo que condenó al TPP fue la retirada de los EE.UU. el 23 de enero de 2017; acción ejecutiva que llevó a cabo el presidente Donald Trump. Previamente, durante un acto de campaña en Ohio, el presidente se refirió al TPP como “[…] otro desastre hecho e impulsado por intereses especiales que quieren violar a nuestro país, solo una violación continua de nuestro país”. En virtud de una defensa de los trabajadores estadounidenses, el presidente Donald Trump aseguraba que los tratados comerciales fungían como instrumentos que solamente se “aprovechaban de los Estados Unidos”. Según estimaciones de Caputo Leiva, durante el periodo de éxito de la época neoliberal, la cual apuntaló la financiarización y la transnacionalización, se incrementaron extraordinariamente las ganancias de las empresas estadounidenses obtenidas en otros países, las cuales pasaron de 50.000 millones de dólares durante los ochenta a 500.000 millones de dólares en 2008.335 Estas grandes ganancias en el extranjero representan para los Estados Unidos “la quiebra a 6.000 empresas en la destrucción de cinco millones de trabajos industriales en los últimos 15 años, en la caída de las participaciones de los salarios sobre el PIB del 48.8% en 1980 al 42.6% en 2015”.336 En consecuencia a los anteriores datos no fue 334 Citado en John Saxe-Fernández, “Ciclos industrializadores y desindustrializadores. Una lectura desde Hamilton”, en Nueva Sociedad, núm. 158, Noviembre-Diciembre 1998, p. 9. 335 Orlando Caputo Leiva, “Crítica a la interpretación financiera de la crisis”, en Dídimo Castillo Fernández & Marco A. Gandásegui, hijo (coords.), op. cit., pp- 81-111. 336 Gabriel Esteban Merino, “Trump. La fractura en Estados Unidos y sus implicaciones en la transición histórica actual”, op. cit., p. 38. 139 extraño que determinadas facciones de empresarios y de sindicatos estuviesen en contra del TPP, así como del TLCAN (el cual se abordará más tarde), de ahí el rechazo al globalismo y el gran exacerbado America First que justificó las acciones de Trump. La estrategia multilateral de los Estados Unidos (TPP, TTIP y TISA) que supondría la reafirmación y revitalización de sus principales zonas de influencia de tal forma que pudiese hacer frente a China y Rusia, fue alterada con el arribo del presidente Donald Trump a la Casa Blanca. Más allá de los “coqueteos” que tuvo el presidente Trump con Rusia durante los primeros meses de su toma de posesión, en donde la estrategia máxima de “divide y vencerás” para así contener a China fue descartada, el multilateralismo fue suplantado por una contienda frente a frete (bilateral) en contra del gigante asiático. Los déficits federales que Estados Unidos ha presentado desde los albores del periodo de la “globalización” han mermado el Estado de guerra permanente que mantiene la estructura económica estadounidense. Sin embargo las élites del poder –económicas, políticas y militares, de las que hablaba Wright Mills– no han ejercido las decisiones pragmáticas acordes a mantener la estabilidad hegemónica. Esto se reflejó en el advenimiento de las decisiones y acciones que se llevaron a cabo durante la administración de Donald Trump. 2.1.3. LA GUERRA “NO SÓLO COMERCIAL” CON CHINA Y EL FRACASO NACIONALISTA La guerra comercial con China es una de las consecuencias que trajo consigo la retirada de EE.UU. del TPP y tomar el America First como baluarte de toda direccionalidad en política exterior y comercial. Al ser China el país con el que Estados Unidos registra el mayor déficit comercial, en marzo de 2018, le exigió contribuir a su reducción mediante una mayor reciprocidad comercial, la cual correspondía a reducir las regulaciones a las empresas estadounidenses y la tentativa a no manipular su tipo de cambio. Sin embargo, estas consideraciones pasaron a las acciones cuando el 8 de marzo de 2018 el gobierno estadounidense encabezado por Donald Trump decidió imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio proveniente de China. La declaración “formal” de esta guerra, en un inicio comercial, se estableció el 6 de julio de 2018, en donde ambas naciones impusieron impuestos a los respectivos productos de la nación contraria por un monto 140 equivalente a 34.000 millones de dólares. Nick Beams, constata el estilo pragmático estadounidense que transita entre la Razón de Estado y la Razón de Mercado, al argumentar que el hecho de que el presidente Trump haya considerado como “seguridad nacional” la aplicación de tarifas arancelarias en el acero y el aluminio “apunta al hecho de que la guerra comercial en desarrollo puesta en marcha por Estados Unidos está indisolublemente ligada al auge del militarismo y al creciente peligro de guerra”.337 Las acciones llevadas a cabo por Trump apuntalaban a “supuestos polos opuestos” entre la economía nacional y la economía global, y son “supuestos” en virtud de las trans- acciones de las élites estadounidenses respecto con la economía mundial. Consideraciones claras de esto lo constata la influencia de determinadas élites en el gobierno de Trump, tales como: Dan DiMicco, ex CEO de la siderurgia Nucor, quien fuese durante la campaña presidencial uno de los principales asesores de Trump en economía y política comercial. Robert Lighthizer, nombrado Representante de Comercio, es considerado como un cabildo de suma importancia para la industria del acero. Ante esta presión por parte de representantes de la industria del acero, y considerando que la empresa Nucor no figuraba ni entre las primeras 10 principales empresas productoras de acero (mercado acaparado en su mayoría por empresas chinas, véase la tabla 2.1) no es extraño que las primeras acciones punitivas se haya dirigido hacia este sector. Cuadro 2.1. Principales empresas de acero por volumen de producción (millones de toneladas 2016) según origen de propiedad 1 ArcelorMittal (Luxemburgo) 97.45 2 China Baowu Group (China) 63.81 3 HBIS Group (China) 46.18 4 NSSMC (Japón) 46,16 5 POSCO (Corea del Sur) 41.56 6 Shagang Group (China) 33.25 7 Ansteel Group (China) 33.19 8 JFE Steel (Japón) 30,29 9 Shougang Group (China) 26.8 10 Tata Steel (India) 24.49 11 Shandong Group (China) 23.02 12 Nucor (Estados Unidos) 21.95 Fuente: tomado de Gabriel Esteban Merino, op. cit, p. 39., basado en datos de la Asociación Mundial del Acero y Statista. 337 Nick Beams, “Trump, risking trade war, signs off on steel and aluminium tariffs” [en línea], en World Socialist Web Site, 9 de marzo de 2018. Dirección URL: https://bit.ly/3z1HbmR, [consultado el 10 de septiembre de 2021]. 141 El presidente Trump afirmó: “El acero es fundamental tanto para nuestra economía como para nuestras Fuerzas Armadas”, se evidencia aquí nuevamente la mancuerna entre riqueza y poder, es decir, la razón pragmática conjunta entre la razón de Estado y la razón de Mercado; y arremete con clara visión nacionalistas: “Esta no es un área donde podamos permitirnos depender de países extranjeros”.338 Así mismo, Daniel McCarthy –miembro del partido republicano y promotor de bienes raíces– apoyaba las declaraciones del presidente Donald Trump al manifestar que esta orientación sería adecuada para los EE.UU. en tres objetivos: 1) Mantener las industrias necesarias para prevalecer en una guerra de gran escala, 2) La necesidad de preservar una capa media en el orden económico nacional, y 3) fomentar la prosperidad.339 Indiscutiblemente la relación entre la fuerza productiva industrial y su mancuerna con una economía que se sustenta en la beligerancia armamentista –para cuyo vital funcionamiento se hace necesario materia prima, tal cual: el metal, el acero y el petróleo– resulta en la perpetuación de un Estado de guerra permanente. Es difícil, de hecho, delimitar con exactitud la producción concerniente a la industrial comercial y la base industrial de defensa, ya que, desde la presidencia de Eisenhower, mucha plantas de aviones, arsenales, astilleros y demás se dedican principalmente a proporcionar hardware militar, pero así, muchas de ellas solo ensamblan componentes del sistema. Entre un intercambio de aranceles entre productos y servicios chinos y estadounidenses, la agenda tarifaria de Trump consistía en obligar a China a negociar con Estados Unidos un déficit anual de 100 mil millones de dólares, mediante la lógica de imponer sanciones con quienes ostentan mayores déficits comerciales. Se debe de agregar que declaraciones de supuestas prácticas desleales de intercambio comercial, la Casa Blanca tuvo el propósito de afectar al sector tecnológico chino, ello quedo evidenciado cuando la administración estadounidense colocó a la empresa china Huawei en una lista de empresas a las que estaba prohibido vender productos tecnológicos –empresa que se presume como líder 338 Agencia EFE, Trump ordena investigar si las importaciones de acero amenazan la seguridad nacional [en línea], Washington, 20 de abril de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3u5WaJx, [consultado el 10 de septiembre de 2021]. 339 Daniel McCarthy, “The Case for Trump’s Tariffs and ‘American First’ Economics” [en línea], en The New York Times, 8 de marzo de 2018, Dirección URL: https://nyti.ms/39xljmW, [consultado el 10 de Septiembre de 2021]. 142 en la tecnología 5G.340 Entre el secuestro de judicial de Meng Wanzhou, CEO e hija del fundador de Huawei, así como el intento de cancelación de la aplicación TikTok, se evidencio que la presunta “guerra comercial” era más que eso. Involucraba el liderazgo tecnológico del 5G al 6G.341 Más allá si es posible dar un gran salto tecnológico al 6G, la importancia que tiene el desarrollo tecnológico en el marco histórico del siglo XXI es fundamental. No puede existir otra razón que no sea la preservación de la geopolítica mundial a manos del bloque occidental (EE.UU., Europa y Japón), a razón de impedir la “competitividad” –concepto clave bajo la lógica neoliberal y librecambista– en el mercado europeo para prohibir la entrada de Huawei en el suministro de infraestructura 5G. Global Times, diario oficioso del Partido Comunista Chino, afirmó contundentemente que “en el futuro, el poder de unos pocos países selectos ya no podrá dominar el mundo entero”; mensaje claro para los EE.UU. y su aliados. En estas mismas líneas, el diario afirmaba que al ignorar las reglas comerciales y reprimir salvajemente a Huawei, “Washington quiere privar a las empresas chinas de su derecho a liderar la tecnología 5G”. Así mismo, reafirma el argumento previo al exacerbar que: “Estados Unidos está utilizando la geopolítica en lugar de las reglas de mercado en la construcción del 5G”.342 Aunque en el mismo se niega total consideración ante una “nueva carrea armamentista”, pues se estima que le han dado demasiada importancia al dominio de la tecnología, no parece ser un tema que al gigante asiático se deslindaría tampoco. La contienda por el 5G y el desarrollo de high-tech evidencia una contienda intercapitalista (trans-acción) entre la potencia resiente a ceder su hegemonía y el ímpetu del 340 El 5G promete una conectividad de datos ubicua de alta velocidad: inteligencia, vigilancia y reconocimiento; mando y control rápidos y seguros; logística más eficiente; ostentando vehículos no tripulados; y un amplio uso de la realidad virtual y la realidad aumentada para simulación, entrenamiento y ensayo de misiones. El 5G es el conocimiento instantáneo de la situación en cualquier lugar de la Tierra, armas hipersónicas inteligentes con reorientación sobre la marcha, acceso completo a datos de misión crítica en la vanguardia del campo de batalla y aviones no tripulados que pueden volar de manera segura junto con el pasajero. aviones en el espacio aéreo comercial. 341 Shirley Zhao, Scott Moritz & Thomas Seal, “Forget 5G, the U.S. and China Are Already Fighting for 6G Dominance” [en línea], en Bloomberg, 8 de febrero de 2021. Dirección URL: https://cutt.ly/YETaKCD, [consultado el 26 de Septiembre de 2021]. 342 Global Times, “5G Competition a new Arms Race?”, en KHMER Times, 30 de enero de 2019, Dirección URL: https://bit.ly/40kwkRn, [consultado el 26 de semptiembre de 2021]. Cfr. Joel Thayer, “The Race to 5G Is a Digital Arms Race”, en The Hill, 9 de diciembre de 2022. Dirección URL: https://bit.ly/3JX9MAj, [consultado el 13 de febrero de 2023], 143 gigante asiático. A razón de la pérdida de control de las patentes de alta tecnología que respaldaban los productos estadounidenses y que supondrían limitar la “competencia”, se tornan ineficientes ante el desarrollo tecnológico de China. En contraste con las presunciones de las élites conservadoras de los EE.UU., el acero y el aluminio representan solo la materia prima del proceso industrial militar, pues a su vez, la mancuerna de Investigación y Desarrollo (I&D) con el avance tecnológico militar sustenta así el progreso económico. Afirma James Lewis, director del programa de políticas públicas y tecnología del Center for Strategic and International Studies (uno de los think tanks conservadores más importantes en EE.UU.), que el objetivo final de los EE.UU. “es el crecimiento del ingreso nacional producido por el 5G”.343 La mancuerna entre la I&D del proceso científico respecto con el “progreso nacional” –concepto anterior al de “desarrollo”– se deslumbraba como fundamental desde el término de la Segunda Guerra Mundial. Vannevar Bush, ingeniero, inventor y director de la Oficina de Investigación y Desarrollo Científico durante la Segunda Guerra Mundial, redactó un informe dirigido al presidente Roosevelt con motivo a la inquietud que este presentaba respecto al fomento y difusión de conocimiento científico después del conflicto mundial. Bush abría el informe con las siguientes palabras: “La ciencia sólo puede ser eficaz para el bienestar nacional como integrante de un equipo, ya sea en las condiciones de la paz o la guerra. Pero sin progreso científico, ningún logro en otras direcciones, cualquiera sea su magnitud, podrá consolidar nuestra salud, prosperidad y seguridad como nación en el mundo moderno”;344 el científico sustenta el inicio y el fundamento que posibilitará la perpetuación de la productividad nacional de guerra en tiempos de paz. Constataba, además, la prioridad del desarrollo científico para la creación de empleos y el fomento económico: “Una de nuestras esperanzas es que después de la guerra haya pleno empleo. Para alcanzar esa meta, deben liberarse todas las energías creativas y productivas del pueblo norteamericano. Para crear más puestos de trabajo debemos hacer nuevos productos, mejores y más baratos. 343 James Lewis, “Can Telephones Race? 5G and the Evolution of Telecom”, en Center for Strategic and International Studies (CSIS), Junio 2020, 9 pp. 344 Vannevar Bush, “Ciencia, la frontera sin fin. Un informe al presiente, julio de 1945”, en Redes, núm. 14, s/vol., Buenos Aires, edit. Universidad Nacional de Quilmes, [Washington D.C., edit. Oficina de Investigación y Desarrollo Científico], 1999 [1945], 29 pp. 144 Queremos que haya una multitud de nuevas y vigorosas empresas”.345 No obstante, para la creación de empleo y productos innovadores se necesita de “capital científico”. Su financiamiento se obtendría del sector militar al cual Vannevar Bush apoyó contundentemente. Consideraba: “Debe haber más –y más adecuadas- investigaciones militares en tiempos de paz. Es esencial que en esos periodos los científicos civiles prosigan realizando algunos de los aportes a la seguridad nacional que tan eficazmente hicieron durante la guerra.”,346 nuevamente se refleja el vínculo tecnológico-miliar. “La mejor manera de logarlo es mediante una organización de control civil en estrecha vinculación con el ejército y la armada, pero con financiamiento directo del Congreso y facultades explicitas de iniciar investigaciones militares que completen y fortalecerán las llevadas a cabo directamente bajo el control de ambas fuerzas”.347 Pasados los años, ya en tiempos de la Guerra Fría, los deseos de Vannevar Bush se hicieron realidad. “El alto desempeño tecnológico era el criterio fundamental. La extraña economía del sector militar permitió cubrir generosamente los costos de la investigación, desarrollo y experimentación aún los de las primeras fases de la producción”;348 sin embargo, las consecuencias que tuvo la estructuración de la economía keynesiana con el proceso de industrialización militar vis-à- vis la industrialización civil no fue lo esperado. En tiempos de la presidencia del Presidente Trump esta mancuerna entre la industria militar-I&D-poder político se personificaba en quien fuese el jefe del Departamento de Defensa de los EE.UU.: Mark Esper además de desempeñarse como secretario de Denfensa, fue vicepresidente del área de relaciones gubernamentales de la empresa Raython (cuyo principal fundador fue Vannevar Bush), y es la mayor contratista de defensa de los EE.UU., y así mismo es considerado como un importante empresario lobbista. El secretario de defensa en constates declaraciones consideraba al gigante asiático como una amenaza al “orden internacional”; léase entre líneas el orden internacional que ellos erigieron después de la 345 Ibídem. 346 Ibídem. 347 Ibídem. 348 Alejandro Nadal Egea, Arsenales nucleares: tecnología decadente y control de armamentos, México, edit. El Colegio de México, 1991, p. 283. [438] 145 segunda guerra mundial.349 Más allá de la constante alza de aranceles entre ambas naciones, los intentos de boicot al desarrollo tecnológico chino, el hecho fortuito es que, durante los cuatro años de la administración Trump, no se logró crear un bloqueo genuino a lo que él considero como la “amenaza china”. A diferencia de EE.UU., China sigue avanzando con su proyecto de auto- suficiencia tecnológica llamado “China 2025” y la consolidación de las nuevas “rutas de la seda”. 2.1.4. CRISIS DE LA RAZÓN PRAGMÁTICA ESTADOUNIDENSE En ambas administraciones, Obama y Trump, la relación con China ha sido un desatino constante, pues, ni a través de la formulación de tratados internacionales que enaltecían el “liberalismo económico” (como el TPP o el TTIP con la Unión Europea), ni la confrontación directa en contra de China que imponía aranceles a bienes y servicios con el pretexto de frenar todo desarrollo tecnológico entre ambas naciones, se ha dado marcha tras al gigante asiático que impide la perpetuación hegemonía de los EE.UU. Ante los déficit federales que aletarga el “crecimiento” de una economía de estado de guerra permanente, los medios de supervivencia de la pax americana –en por lo menos las últimas dos décadas– han versado tanto en el alza exponencial de la deuda como en la manipulación en los sistemas de crédito, lo que fomenta una relación entre la especulación y la flexibilidad monetaria (por parte de la Fed) que trae como consecuencia la inflación de activos financiero y de bienes raíces, de tal suerte que se desarrolla una economía de capital ficticio que poco ayuda a resolver los problemas “reales” y que, por el contrario, dicha inflación solo resulta benéfica para quienes tienen acceso a dichos capitales. Se constata que ya en el último año de gobierno del presidente Barack Obama,350 que 349 Cfr. Jim Garamone, “Esper Discusses Moves Needed to Counter China’s Malign Strategy”, en Department of Defence News, 27 de Agosto de 2020. Dirección URL: https://bit.ly/3FiaoMf [consultado el 30 de septiembre de 2021]. 350 Desde el crack financiero de 2008, la participación de las élites globalistas durante el periodo presidencial de Barack Obama se evidencio contundentemente; algunos ya “reciclados” del gobierno de Clinton. Los más representativos son los siguientes: el cargo de vicepresidente de los EE.UU. fue encomendado a Joe Biden (2009-2017), quien respaldó la resolución que autorizaba la guerra de Irak en 2002; para el primer mandato, 146 una gran parte de la nación se ha retirado definitivamente de la fuerza laboral. El promedio de ingreso de los hogares estadounidenses fue 4.000 dólares menos que cuando Bill Clinton salió del gobierno, así los agradables números macroeconómicos que se reportaban no se reflejaban en los bolsillos de los hogares de medios y bajos ingresos. La desigualdad se agravó, pues el 1% más rico absorbió más de la mitad del crecimiento de los ingresos.351 Se debe añadir en este sentido, el déficit profundo de la balanza de pagos y los decrecientes estímulos salariales de los trabajadores blancos estadounidenses a causa de “los tratados de libre comercio”, dio pauta y legitimó el acenso del siguiente presidente: Donald Trump. Para el presidente que representaba a los WASP, la reducción de los déficit nacionales iba en sintonía y en estrecha concordancia con las dificultades globales que presentaban (y aun presentan) los EE.UU., de ahí la confrontación comercial con China, la renegociación del TLCAN (ahora T-MEC), así como los intentos por reconstituir la OMC. America First anunció el excepcionalísimo americano de los siglos pasados, pero a pesar de los esfuerzos del presidente Trump –y de los miembros de su gabinete–352 por reposicionar a los EE.UU. en el sistema internacional, en palabras de Jean Pisani-Ferry: “[e]n una cantidad sorprendentemente grande de dominios, Trump ha hecho poco o se ha comportado de manera el secretario de Estado fue encomendado a Hillary Clinton (2009-2013), quien fuese primera dama de esa nación de 1993 a 2001 y ya con una amplia trayectoria en el círculo político estadounidense; para el segundo mandato de John Kerry fungió como secretario de Estado, fue el adversario a vencer de George W. Bush en la campaña presidencial de 2004. Dentro del Departamento del Tesoro, Tim Geithner, fungió como secretario para el primer mandato de Obama, antes fue presidente del Banco de la Reserva Federal en Nueva York, y se conoce que tiene relaciones muy íntimas con Wall Street. Lo que se podría llamar “el partido de Wall Street” tiene tanta influencia en el Partido Demócrata como en el Republicano, ejemplo de ello es Charles Schumer, senador por Nueva York, ha recabado millones de dólares en Wall Street durante años, no sólo para sus propias campañas políticas, sino para todo el Partido Demócrata 351 Andrew Ross Sorkin, “President Obama Weighs His Economic Legacy”, en The New York Times, 28 de abril de 2016. Dirección URL: https://nyti.ms/3ivaHcQ, [consultado el 23 de septiembre de 2021]. 352 En el caso de la administración del Donald Trump, el cargo de vicepresidente fue precedido por Mike Pence, gran colaborador del Tea Party (partido de extrema derecha quien se propone retomar los principios filosóficos-constitucionales de los Estados Unidos), cristiano de “hueso colorado” y gran propulsor de la venta de armas; para el puesto de secretario de Estado hubieron dos mandatarios, el primer fue Rex Tillerson, quien se desempeñó como director ejecutivo de Exxon Mobil, allegado al presidente ruso Vladimir Putin y aséptico del cambio climático, y el segundo fue Mike Pompeo, también integrante del Tea Party, ex director de la CIA, se le involucra con beneficiar a los “hermanos Koch” y a sus conglomerado de empresas Koch Industries, Inc., cuyos principales medios de producción se dedicar a la al refinamiento y distribución de petróleo y a las industria básicas. El puesto de secretario del Tesoro se ejerció por Steven Mnuchin, judío, proveniente de una familia de banqueros y de comerciantes de arte, se desempeñó en Goldman Sachs (al igual que su padre), y se hizo de un capital preveniente de la especulación del esquema ponzi durante la crisis de 2008, previo a su desempeño en el Departamento del Tesoro era productor de Hollywood. 147 demasiado errática como para dejar una huella”.353 Para decepción de Brzezinski, tras tres administraciones consecutivas desde el trágico 11 de septiembre de 2001, no se han equilibrado los intereses en el marco del sistema internacional en su totalidad. Mucho menos se han resuelto los problemas estructurales que refleja el endeudamiento de los EE.UU., y tras el fracaso de la “guerra contra el terrorismo” en Medio Oriente, la inestabilidad de una economía financiarizada a ultranza, la ilegitimidad de los beneficios del libre mercado y la confrontación con la que se presume sea la “nueva potencia” a nivel internacional, ha dañado la economía del estado de guerra permanente, a tal grado que esta se refleja en una fractura consensual dentro del complejo establishment estadounidense. El Dr. Jesús Gallegos Olvera expresa con suma claridad el enlace entre los agentes y la conformación de la estructura política estadounidense: Al entender el establishment como aquella agrupación que se constituye como resultado de los actores que combinan una profunda preocupación por el interés público con una ocupación rentable con las necesidades de sus grandes clientes corporativos, que se asocian con los presidentes y/o representantes de Fundaciones (Ford, Rockefeller, entre cientos de muchas más), con ejecutivos y gerentes de negocios excepcionalmente seleccionados, con banqueros, con los presidentes de las universidades privadas más antiguas e importantes, y con un listado de profesores universitarios e intelectuales destacados, que son reclutados por su capacidad para dar al establishment “verdades” que articulan una base sólida en la doctrina económica y política, con alcances internacionales (planetarios), a través de su monopolio editorial en un mercado de ideas que se lee y vende en inglés; respaldado y fomentado por una opinión pública que se engrana y concatena con el entramado de las instituciones políticas, la concepción del establishment estadounidense admite una complejidad en su organización y funcionamiento.354 La complejidad de las relaciones redes del establishment estadounidense se fundan en un status contractual corporativo, en el cual destaca, en primer lugar, el consenso entre los miembros de la élite del poder; y, en segundo lugar, la fuerza, en términos de la correlación de fuerzas entre el expansionismo comercial y el militar, como resultado de esta mancuerna 353 Jean Pisani-Ferry, “Trump’s International Economic Legacy” [en línea], en Bruegel Blog, 29 de septiembre de 2020. Dirección URL: https://bit.ly/3izfSsl, [consultado el 25 de septiembre de 2021]. 354 Jesús Gallegos Olvera, “El establishment estadounidense: aproximaciones y revisiones”, en José Luis Orozco Alcántara y Jesús Gallegos Olvera (coords.), El establishment estadounidense y su política exterior, Ciudad de México, edit. FCPyS-UNAM, 2016, p. 41. 148 se establecen los mecanismos que distan del dualismo Estado-Mercado para echar andar la maquinaria de la razón pragmática.355 El Dr. José Luis Orozco manifestaba: Sin duda, fue en Estados Unidos entre 1787 y 1801 cuando el Estado forjó un sentido imperial de nación, una estructura y un consenso históricos unitarios que rebasaban su descripción oficial como mecanismo abierto y pendular que, de presidencia en presidencia, fluctúa entre el liberalismo y el conservadurismo, el idealismo y el realismo o el aislacionismo y el intervencionismo, sin cuajar jamás en el monismo político piramidal que Europa ofrece desde el siglo XVI.356 La fundamentación historiográfica del Dr. Orozco y la estructuración sociopolítica del Dr. Gallegos respecto al consenso y a la fuerza, como elementos esenciales de la razón pragmática estadounidense, es inconexo con la fragmentación de posturas circundantes en torno a la élite del poder durante, por lo menos, los periodos presidenciales de Obama y Trump. Como resultado de la falta de consenso de la élite, las relaciones redes que estructuran la fuerza de la razón pragmática han tendido a la oscilación de objetivos que, lejos de resolver los problemas económicos, sólo incentivan su perpetuación. Sirva de ejemplo la intransigencia en los temas de política exterior que tuvo el presidente Trump durante su mandato. Por lo tanto, en los albores del siglo XXI, se manifiesta una crisis en la razón pragmática. Definitivamente, “la lucha entre capitales y los procesos de crisis alimentan las pujas político-estratégicas en torno a modelos de capitalismo, geoestratégicas, identidades y cosmovisiones”,357 y en este respecto, bajo la consideración de Merino, el caos se manifiesta con mayor intensidad entre aquellas bifurcaciones que se encuentran en-el-medio de las estructuras del capitalismo de la pax americana, la cual se afianzo a partir de la caída del muro de Berlin y con la expansión del proceso de “globalización”, y entre la incertidumbre de su fin inminente debido a las limitaciones bióticas de la Tierra o a su aparente éxito en el proceso de valorización del capital que se valoriza. Así mismo, el caos se manifiesta en 355 “La lectura despeja la mistificación de moda que nos habla de la inferioridad de los Estados en relación con los mercados en la coordinación productiva y la asignación general de valores y permite ver que el Estado y el mercado son los dos componentes de un mismo mecanismo cuya operatividad depende de administrarlos en los terrenos del consenso y la fuerza”. José Luis Orozco, De teólogos, pragmáticos y geopolíticos. Aproximación al globalismo norteamericano, Barcelona, edit. Gedisa y FCPyS-UNAM, 2001, p. 13. 356 José Luis Orozco, “La razón de Estado en Norteamérica”, en Norteamérica, núm. 1, s/vol., México, edit. CISAN-UNAM, enero-junio, 2006, p. 58. 357 Gabriel Esteban Merino, op. cit., p. 28. 149 aquellos espacios glocales que se entretejieron a partir de las relaciones redes de determinados agentes estructurados que, a su vez, estructuraron nuevas realidades, y por ende, una nueva forma de comprender y ver la vida a través de las “ventajas” del libre mercado. Y que mayor ejemplo de ello que el mismo TLCAN y su importancia para México. 150 2.2. LA ESTRUCTURACIÓN DEL NEOLIBERALISMO EN MÉXICO No hay tema más controversial dentro del análisis político, económico y social de la realidad mexicana que polarice tanto a académicos, políticos, y miembros de la sociedad civil que aquel que se enuncia a través del neoliberalismo; categoría que se encuentra en el imaginario colectivo nacional desde hace más de tres décadas, y cuyo uso ambivalente, más que como una categoría de análisis riguroso, comprehende un juicio de valor intrínseco que “señala con el dedo” a la élite política y económica del presunto manejo dudoso de los recursos públicos en los recientes años. Por otro lado, diversos intelectuales partidarios de la corriente de pensamiento “liberal” arguyen que dicha categoría es imprecisa e inoperante, y ante ello, osan el ofrecer otros términos para este periodo histórico tales como: modernización, liberalización económica, transición a la democracia o, a veces, lo equiparan con el concepto de “globalización” y, dada la amplitud de este último (como ya lo he mencionado previamente) se elabora literatura, argumentos o juicios de valor totalmente carentes de un aparato teórico riguroso.358 Sucintamente el neoliberalismo tuvo su génesis en el Coloquio Lippman y en la Sociedad de Mont Pelèrin, en la cual se concentraron diversas figuras destacadas del ámbito intelectual, cuyo vital propósito era hacer un frente ante la amenaza del fascismo que aún rondaba tras la gran guerra, así como al socialismo de la U.R.S.S. y al keynesianismo.359 Su hegemonía se consolidó en la década de 1970, tras el abandono de la convertibilidad del patrón oro-dólar por parte de los EE.UU., el inicio del colapso del sistema de Bretton Woods, el incremento de los precios del petróleo en 1973 y la crisis del mercado de valores. Estos fueron los detonantes de la caída de la época de oro del capitalismo.360 A los anteriores factores se les deben añadir su imposición como política económica de shock en Chile tras el golpe de Estado en 1973,361 y su implementación en sus respectivos lugares de creación: 358 Sobre el uso conceptual del término, véase: James Ferguson, “The Uses of Neoliberalism”, en Antipode, núm. 1, vol. 41, Estados Unidos, edit. Board of Antipode, 2009, pp. 166-184. Así mismo, véase: José Valenzuela Feijóo, “Cinco dimensiones del modelo neoliberal”, op. cit. 359 Fernando Escalante Gonzalbo, op. cit., [Revisión especifica de los capítulos 1, 2 y 3]. 360 Carlos Tello Macías & Jorge Ibarra, La revolución de los ricos, op. cit., p. 43. 361 Cfr. Naomi Klein, La doctrina del schock, op. cit. 151 en el Reino Unido con Margaret Thatcher y en EE.UU. con Ronald Reagan en 1981. Su expansión fue respaldada por el FMI y el BM tras la caída del Muro de Berlín en 1989,362 y en ese mismo año en América Latina se consolidó a través del famoso Consenso de Washington.363 El aparente éxito que tuvo en el sureste asiático estuvo en constante crítica; posiciones a favor y otras en contra, se desplegó eventualmente vasta literatura bajo las categorías de “globalización”, “apertura económica”, “modernización”;364 y otros desde el “imperialismo”, “capitalismo”, “neoliberalismo”.365 Su presunta crisis estaría anunciada a través de diversos cracks financieros posteriores a la década de 1990; sin embargo, sería con el crack de 2008 que sus fundamentos ideológicos, teóricos, así como sus principales representantes –FMI, BM y la élite del poder global– serían fuertemente cuestionados. En el caso de México, con la caída de los precios del petróleo en 1973, la crisis internacional de la deuda de 1982 y la crisis de los precios petróleos de 1986-1987 afianzaron el inicio del proceso de “cambio de modelo económico”, el cual se respaldó a través de un discurso que favorecía el desarrollo a través de la intervención mínima del Estado y la total libertad del mercado; fue validado y facilitado a través de los montos crediticios provenientes del FMI –que se constatan por medio de las cartas de intención, la serie de reformas estructurales y finalmente su institucionalización con la entrada en el TLCAN en 1994. El proceso de cambio de modelo económico tuvo consecuencias en todos los aspectos de la vida nacional. En concreto, el cambio posibilito que las esferas de “lo político” y “lo económico”, “lo público” y “lo privado”, así como “lo global” y “lo local” se compaginaran en procesos cruciales de estructuración y de toma de decisiones para la elaboración de políticas públicas. Concretamente, con el giro neoliberal, el aparato estatal se volcó al predominio de la economía sobre demás temas concernientes al bienestar general, incluyendo la política exterior. 362 Cfr. Michel Choussudovsky, Globalización de la pobreza…, op. cit.; Deborah Hardoon, Sophia Ayele & Ricardo Fuentes-Nieva, Una economía al servicio del 1%, op. cit. 363 Para una revisión de las reformas estructurales planteadas por John Williamson, véase del autor: El cambio en las políticas económicas de América Latina, op. cit. Además véanse: Juan Carlos Moreno-Brid, Esteban Pérez Caldentey & Pablo Ruiz Nápoles, “El Consenso de Washington: aciertos, yerros y omisiones”, en Perfiles Latinoamericanos, núm. 25, vol. 12, México, edit. FLACSO, diciembre de 2004, 149-168 pp.; Sarah Babb, “The Washington Consensus as Transnational Policy Paradigm: Its origins, trajectory and likely successor”, en Review of International Political Economy, núm. 2, vol. 20, Boston, edit. Routledge & Bston College, 2012, 268- 297 pp. 364 Cfr. David Held & Anthony McGrew, The Global Transformations Reade…, op. cit.; Jan Art Scholte, op. cit. 365 Cfr. James Petras & Henry Veltmeyer, op. cit. 152 El proceso de cambio al neoliberalismo que se inició con las primeras reformas estructurales del presidente Miguel de la Madrid en 1982, fue subversivamente tan importante que sin importar el partido político que sustente al poder ejecutivo en turno, “la receta” de sustentar la economía nacional orientada a exportaciones, el compromiso de mantener finanzas públicas sanas, la consolidación de un mercado interno a través de los principios de libertad y competencia, y la participación de un Estado austero que proteja la propiedad privada, ha imperado hasta nuestros días. Así, desde la década de 1980, ha imperado una razón neoliberal, la cual trasciende políticas públicas, reformas estructurales, miembros de la élite del poder, burócratas y hasta nuestra misma forma de vivir. Si no es así, entonces ¿cómo poder comprender la profundización de diversas reformas estructurales, su continuidad a través de diversos sexenios y con distintos partidos políticos en turno? 2.2.1. LOS PROCESOS DE DESARROLLO EN MÉXICO Y SUS ÉLITES EN PERSPECTIVA HISTÓRICA Para comprender los procesos políticos, económicos y sociales en México, y sobre todo, aquellos que se manifiestan en nuestro presente inmediato, se debe tener en cuenta las afirmación de Roderic Ai Camp, quien sostiene que “[b]ásicamente México es un hibrido de influencias institucionales, estructurales e informales, lo cual puede decirse de cualquier sociedad, y estas pueden provenir del extranjero o del propio país”.366 En esencia, Camp nos remite a pensar y considerar las bases históricas que dieron origen al Estado mexicano, no solo a través de una mirada dirigida hacia los sucesos internos, sino también aquellos provenientes del exterior. Brevemente se puede considerar que las influencias que dan origen a las instituciones políticas, económicas y sociales de nuestro país están conformadas por una trayectoria histórica que es heredera de un pasado colonial, y que después de su independencia en 1821 –con el vaivén de diversas sublevaciones– buscaría su pacificación a través de la institucionalidad de los procesos políticos. No obstante, dichos procesos estaría constantemente interrumpidos por los intereses de los imperios europeos del siglo XIX, pero 366 Roderic Ai Camp, Las élites del poder en México. Perfil de una élite de poder para el siglo XXI, Estado de México, edit. Siglo XXI, 2006, p. 15. 153 que sin lugar a duda, por quién México sufrió en carne propia el embate del expansionismo capitalista, fue por parte de los EE.UU. en 1847. Más aún, la pérdida de más de la mitad del territorio, los indicios de una sociedad pre-capitalista daría sus primeros pasos con la consolidación del Partido Liberal, el cual llegó al poder a través de la revolución de Ayutla en 1855. La promulgación de la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma consolidaron los principios liberales y corroboraron la separación del Estado con una de las instituciones coloniales de mayor preponderancia: la iglesia. Sin embargo, al mismo tiempo permitió la concentración latifundista de la propiedad agraria, la cual no solo se aplicó a la iglesia, sino también a las tierras de las comunidades indígenas, las cuales fueron fraccionadas en los años siguientes en aplicación de esas leyes. A pesar de que cada parte de tierra fue adjudicada a cada campesino indígena, éstas no tardaron en ser arrebatadas directamente por los grandes latifundistas vecinos.367 Tras la muerte del presidente Juárez, y con la proclamación del Plan de Tuxtepec, Porfirio Díaz sería el próximo presidente. En el periodo histórico denominado porfiriato –que subscribe los 35 años de presidencia del General Díaz– un grupo de hombres denominados Científicos consolidaron la bandera política de la época: “orden y progreso”. A través de políticas públicas de orientación aperturista que privilegiaban la IED y la apertura comercial, se desplegó una gran infraestructura con el objetivo de conectar al país a través de vías férreas, a la postre de una creciente explotación de campesinos en los campos de henequén, caña de azúcar y demás campos de cultivo, sin dejar de lado las constantes reformas constitucionales para permitir su reelección. La revolución maderista que surge con el propósito de desplazar al General Díaz de la presidencia dio comienzo el 20 de noviembre de 1910. Enseguida, tras los diversos objetivos que surgieron con la promulgación del Plan de San Luis, devino un periodo de diversas sublevaciones revolucionarias a lo largo y ancho del país. A través de la proclamación de la Constitución en 1917 se intentó pacificar al país, sin embargo esta no se logró hasta la consolidación de un partido político que institucionalizó el proceso “democrático” de sucesión del poder ejecutivo. Así el Partido Nacional Revolucionario 367 Adolfo Gilly, La revolución interrumpida, México, edit. Era, 2014 [1971], 15-19 pp. 154 (PRN), antecesor al conocido Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue fundado por Plutarco Elías Calles en 1929. Con el PNR consolidado, la vida política “cambió” radicalmente de una nación de “un sólo hombre” al de “un sólo partido”. Los años posteriores a la revolución transitaron por medio del caudillismo (presidentes quienes fueron participes en la revolución) y el Maximato (tres periodos presidenciales respaldados por Plutarco Elías Calles) –varios procedentes del estado de Sonora, de ahí que también se les conozca como el grupo sonorense. Dicho grupo sabía que, con el fin de sobrevivir tras el conflicto armado, el Estado mexicano tenía que asumir un papel activo tanto en el fomento de la estabilidad política como en la promoción del desarrollo económico. De ahí se afirma que en México el grupo de caudillos producto de la Revolución se transformó en una gran red de poder que controló y centralizó el poder político y en especial la sucesión presidencial.368 La consolidación del PNR como partido que dotaba de una dudosa legitimidad democrática se entretejió a la par con el aparato de estado mexicano. Con la pacificación del país, la economía nacional empezó a ser parte sustancial de las responsabilidades del Estado. Después de la revolución, la economía de subsistencia prevalecía a lo largo del país, donde las actividades primarias eran las más productivas. A la par, el capital extranjero era el único propietario de las actividades más dinámicas de la economía nacional, las que, a su vez, estaban relacionadas con el comercio exterior dirigido hacia Estados Unidos. Se debe agregar que el comercio exterior seguía siendo la principal fuente de ingresos fiscales del Estado, el cual representaba el 40% del total de los ingresos del gobierno federal.369 Con la depresión económica internacional de 1929 y cuyos efectos se resentiría hasta 1932, en México tuvo serios efectos sobre la economía y la sociedad mexicanas, aunque relativamente menores al de aquellos países latinoamericanos cuyas economías estaban aún más orientadas hacia las exportaciones.370 Sin duda, las consecuencias sociales perjudicaron el proyecto de la revolución, y ante ello, se optó por una mayor participación del Estado en los asuntos económicos. Y tal como se afirmó previamente, una mayor intervención del 368 Cfr. George Wolfskill & Richmond Douglas, Essays on the Mexican Revolution Revisionist views of the leaders, Austin, edit. University of Texas Press, 1979, 139 pp. 369 Carlos Tello, Estado y Desarrollo Económico: México 1920-2006, México, edit. Facultad de Economía - UNAM & Fondo de Cultura Económica, 2006, pp. 139-140. 370 Ibídem. 155 Estado en los asuntos económicos, significaba la instauración del proyecto económico que los miembros del Partido Nacional Revolucionario creían más apropiado. Así, el General Lázaro Cárdenas expresaba: “El Partido es el órgano mediante el cual la Revolución se manifiesta en acción política y social, para asumir el poder público y mantenerse en él mediante su actuación en la lucha democrática, y para transformar el régimen de convivencia social. Y el Gobierno, mientras se halle en manos del Partido Revolucionario, es el órgano de gestión pública a través del cual la Revolución realiza sus finalidades”.371 La reforma agraria llevada a cabo por Lázaro Cárdenas intentó romper con el monopolio de la tierra, de la cual, aún después de la revolución, el 83.4% era propiedad de hacendados. Así, con una sólida redistribución de la tierra, el deseo de estimular la industrialización como motor de desarrollo –al estilo de los teóricos “clásicos” del desarrollo desde la modernización– el crecimiento sería sólido y sostenido.372 Algunas reacciones contrarias al proyecto del Presidente Cárdenas (además de la reforma agraria) fueron manifestadas por el sector empresarial y bancario, cuyos representantes fueron Luis Montes de Oca y Miguel Palacios Macedo, de quien el primero ostentaba la dirección del Banco de México, tenía un bagaje de teoría económica ligada a la Escuela Austriaca y mantuvo una relación intelectual y de amistad con Ludwig von Mises, quien con posterioridad realizaría una serie de conferencia en México.373 Quien además se añadió al descontento de las políticas cardenistas fue el mismo Papa Pio XI. Conjuntamente se manifestó abiertamente una “conspiración socialista” que acechaba al gobierno del presidente Cárdenas. Es así que, en el albor de dicho contexto, en 1939 fue fundado el Partido Acción Nacional (PAN) el cual se ha caracterizado por tener 371 Lázaro Cárdenas, Plan Sexenal 1933 [en línea], México, PNR, 6 de diciembre de 1933. Dirección URL: https://bit.ly/40ovOkB, [consultado el 15 de noviembre de 2021]. 372 Carlos Tello, op. cit., p. 172. 373 Montes de Oca anunció al presidente Cárdenas su renuncia a la Dirección General del Banco de México para participar en el proceso electoral como asesor y tesorero en la campaña de Almanzán. Así mismo, el candidato opositor fue respaldado oficialmente por el nuevo Partido Acción Nacional, así como los empresarios industriales regiomontanos con el que habían establecido relaciones en los años veinte, cuando fue jefe de la guarnición en la ciudad de Monterrey. Además logró el apoyo de la Compañía Constructora Anáhuac. Aunque el candidato al cual apoyaba Montes de Oca no resulto victorioso y además que nunca volvió a ocupar un cargo público, desde la trinchera de las ideas respaldadas por el sector privado, Montes de Oca sería un epitome en la génesis de la revolución de los ricos. Cfr. María Eugenia Romero Sotelo, Los orígenes del neoliberalismo en México. La escuela austriaca, México, edit. Fondo de Cultura Económica & UNAM-FE, 2016, p. 41. 156 vínculos ideológicos con el catolicismo374 y con el sector empresarial, pues uno de sus más destacados fundadores fue el banquero Aníbal de Iturbide quien sería un gran promotor de las ideas liberales y de la teoría monetaria. Sucintamente, durante los años treinta México adquirió determinados elementos en la estructura económica (tanto agentes como leyes e instituciones) que serían fundamentales en los años venideros: la industrialización orientada hacia un mercado interno, la importancia decreciente de bienes terminados importados y la importancia de materia primas importadas.375 Ante la necesidad de reconstruir y construir instituciones que permitieran alcanzar los objetivos de la revolución, se dio como resultado una expansión burocrática tanto económica como gubernamental; esta última proporcionaba nuevos horizontes para el empleo de los economistas.376 A partir de la década de 1940 se profundizó un modelo económico orientado hacia la industrialización “respaldado” a través de la agricultura, pues fue visto, por lo menos en los círculos del gobierno federal, como la única posibilidad de ingreso a la comunidad internacional. Entre 1940 y 1970 se desplegaron diversos proyectos, tales como: el Estado Promotor (1940 a 1954) y el famoso Desarrollo Estabilizador (1954-1970), ambos parte del famoso periodo conocido como el Milagro Mexicano. Datos de Moreno Brid y Ros Bosch manifiestan que durante este periodo el PIB registró una media anual de 6.7%, con una tasa de inflación de 3%, aunado a un tipo de cambio fijo. La participación de la inversión respecto al PIB fue de un 14.8% en 1955 a 20% en 1970, la participación manufacturera pasó de 17.5% a 23.3% durante el mismo periodo y los salarios reales se incrementaron, en promedio, a una tasa de 4.5% anual entre 1955 a 1970.377 En definitiva durante los años cuarenta y cincuenta, los embates de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría afianzaron una unidad nacional que se proyectó en la economía nacional al solicitar desde el poder ejecutivo el congelamiento de las aspiraciones salariales de los trabajadores, el aumento de la productividad, así como un mayor flujo comercial con los EE.UU. y el aumento de las 374 Cfr. Donald A. Mabry, Mexico’s Acción Nacional: A Catholic Alternative to Revolution, Nueva York, Syracuse University Press, 1973, 269 pp. 375 Enrique Cárdenas, La hacienda pública y la política económica, 1929-1958, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 1994, p. 61. 376 Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit., p. 51. 377 Juan Carlos Moreno Brid & Jaime Ros Bosch, Desarrollo y crecimiento en la economía mexicana: una perspectiva histórica, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2010, p. 149. 157 reservas internacionales.378 Sin duda alguna la industrialización del país fue sinónimo de crecimiento económico durante los años treinta y principios de los cuarenta. Considerando que la participación del sector privado en la economía nacional era fundamental dada la carencia de recursos públicos después de la Revolución, resulta lógico cuestionarse: ¿Quiénes eran los actores del sector privado en esa época y que relaciones tenían con el gobierno? La respuesta desafortunadamente llega a ser limitada debido a que los trabajos de investigación suelen centrase en la participación del Estado en la economía respecto a este periodo histórico. A pesar de ello, groso modo, se destacar que para este periodo sobresalen dos grupos de empresarios: los viejos industriales, banqueros y comerciantes porfirianos quienes solían tener una visión más conservadora y antigubernamental, y el “nuevo grupo” de manufactureros más pequeños que se formó en los años treinta.379 Para la década de 1940 quedaba claro que no todos los miembros de la élite del poder apoyaban la dirección del desarrollo nacional que las élites políticas habían indicado. Tras la llegada de Von Mises a México, propuesta que sería planteada por Montes de Oca al economista austriaco, Raúl Baillères,380 prominente empresario del Bajío quien en el periodo de 1941-1942 fue presidente de la Asociación de Banqueros de México, convocó a dos conferencias dictadas por Von Mises en la Confederación de Cámaras de Comercio de México. Dicho intelectual sería de gran importancia para la difusión de los modelos teóricos de la economía neoclásica entre los empresarios mexicanos. Asesoró la formación y el desarrollo del proyecto educativo más importante bajo dicha perspectiva teórica: el Instituto 378 Carlos Tello Macías, op. cit., p. 379 Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit., pp. 96-97. 380 Entre los grandes negocios de Raúl Baillères se encuentra la fundación de la primera empresa dedicada al financiamiento de las actividades mineras: el Banco de Crédito Minero y Mercantil, S. A., que después sería conocida como Banca Cremi; en ella participaron Salvador Ugarte y Liberto Senderos, amigos del empresario y co-fundadores del Banco de Comercio (más tarde Bancomer y ahora BBVA) en el cual Aníbal de Iturbide. En conjunto con otros empresarios creó Crédito Hipotecario, S. A., y Crédito Afianzador, S. A. Después de su salida del Banco de Comercio, en conjunto con De Iturbide fueron invitados a integrarse al Banco Comercial Mexicano (Comermex). Adquirió la mayoría de las acciones de la Cervecería Moctezuma, S. A. la cual pasaría con posterioridad al grupo FEMSA (Fomento Económico Mexicano), compró la mayoría de las acciones de la cadena de tiendas departamentales de El Palacio de Hierro, adquirió la textil Industria de Orizaba y Manantiales Peñafiel, S. A., así mismo, dirigió a un grupo de inversionistas durante el periodo del desarrollo estabilizador con la compra de la Compañía Minera Peñoles, S. A., y la Compañía Fresnillo, S. A. las cuales se fusionaron para dar paso a la compañía Metalúrgica Mexicana Peñoles, S. A. Cfr. María Eugenia Romero Sotelo, op. cit., pp. 160-162. 158 Tecnológico de México, más tarde Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).381 Respecto al desarrollo estabilizador, impulsado desde la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) –quienes para algunos autores esta institución pública es el corazón y el cerebro para la formulación de políticas económicas–382 por Antonio Ortiz Mena, se caracterizó por dar continuidad a la visión del desarrollo ligado al crecimiento y respaldado por una participación vigorosa del Estado. “Los objetivos eran los mismos que en el pasado: avanzar en la industrialización e impulsar las industrias básicas, pero se pospusieron cambios que era urgentes en el régimen fiscal, en el apartado de protección comercial y en los subsidios que recibía la empresa privada vía precios y tarifas del sector público”.383 Sin embargo, este decenio también es criticado debido a la fuerte concentración del ingreso y la riqueza debido a que no se efectuó una reforma fiscal, se abandonó la agricultura y al campo, y, además, por el conflicto estudiantil de 1968 como prueba de las contrariedades de dicho modelo económico.384 La viabilidad de las políticas progresivas del desarrollismo mexicano se sostuvo gracias a la tendencia creciente del PIB nacional en esos años. A pesar de lo que supondría una visión sesgada de las políticas económicas de la época en América Latina, estas tuvieron poca influencia en México por parte de la Comisión Económica para América Latica (CEPAL) de Naciones Unidas, la cual constituyó el marco teórico de pensamiento económico 381 María Eugenia Romero Sotelo, op. cit., pp. 76-78. Se recomienda la lectura de los capítulos 2 y 3, para un mayor análisis sobre la perspectiva de Von Mises respecto a la economía mexicana y su relación con Montes de Oca y Raúl Baillères. 382 Timothy King, Mexico: Industrialization and Trade Policies since 1940, Nueva York, edit. Oxford University Press, 1970, p. 99. 383 Erick Velásquez García et al, Nueva Historia General de México, México, edit. El Colegio de México, 2014, p. 612. En palabras del propio exsecretario de hacienda, el objetivo más importante era el control de la inflación, pues su constante crecimiento había afectado el poder adquisitivo de los salarios y el nivel de vida la población, sobre todo la de menores ingresos. Para ello se buscó mantener las finanzas públicas bajo control, alinear las políticas del Banco de México a ese propósito y propiciar que el gobierno mantuviera una adecuada relación entre los gastos y los ingresos del sector público. Ya en el ámbito sectorial, se propuso que el desarrollo estabilizador contemplara actividades agropecuarias, industriales y comerciales (pp. 40-43). Consideración fundamental es destacar a aquellos personajes que colaboraron en conjunto con Ortiz Mena en la aplicación del desarrollo estabilizador: Desde el grupo Hacienda-Banco de México: Victor L. Urquidi, Rafael Izquierdo, Manuel Sánchez Cuén; desde la Secretaria de Hacienda: Jesús Rodríguez y Rodríguez, David Romero Castañeda, Enrique Martínez Ulloa, además de Miguel de la Madrid Hurtado, futuro presidente de México, entre demás personalidades. Cfr. Antonio Ortiz Mena, El desarrollo estabilizador: reflexiones sobre una época, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 8, 40-43. 384 Enrique Cárdenas Sánchez, El largo curso de la economía mexicana. De 1780 a nuestros días, México, edit. El Colegio de México & Fondo de Cultura Económica, 2015, p. 573. 159 que prolifero en la región durante la posguerra. Esto se debe a que el gobierno mexicano era celoso de su autonomía respecto a influencias externas, sobre todo aquellas que, a diferencia del FMI o del BM, no podían proporcionar recursos.385 A pesar de ello, las políticas económicas de posguerra en México estaban alineadas indirectamente a las prescripciones de la CEPAL. La larga data del modelo político y económico posrevolucionario, así como la paz social y política que prevaleció se debe a la mejora en las relaciones entre el gobierno y el sector privado.386 Esto se explica bajo dos consieraciones. En primer lugar, se debe subrayar que el sostenimiento de bajos impuestos y salarios por parte del gobierno, lo que permitió que se ampliará la infraestructura y brindará protección ante la competencia externa.387 En segundo, desde una perspectiva sociológica, resalta la formación de redes dentro y entre miembros de la élite del poder, mediante un proceso de mentoría entre los miembros de una élite ya constituida y sus respectivos discípulos durante estos años. Respecto a este último punto, según datos de Roderic Ai Camp, esta élite del poder se formó a partir de la consolidación de redes formales, es decir, las relaciones que mantenía la élite en espacios profesionales públicos (como las instituciones del Estado mexicano) o privados (como los consejos de administración); y, de redes informales, tales como amistades, familiares, compañeros de carrera. Así, a partir de la proximidad entre familiares y los consejos de administración –en el caso de los empresarios–, amistades constituidas en 385 Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit., p. 107. Entrevista de Sarah Babb a Victor Urquidi. 386 Además de las relaciones que se suscitaron entre empresarios y miembros del PRI, la construcción de redes entre ambos sectores de la élite del poder se consolidó con el objetivo de favorecer a los primeros. Así, a través de la conquista de puestos de elección popular apoyados por el PAN se buscó que predominaran los intereses de los ricos [Carlos Tello Macías & Jorge Ibarra, op. cit., p. 81.]. Los triunfos que obtuvo el PAN en la presidencia municipal de San Pedro Garza García, en Nuevo León en los años de 1963 y 1966, se añadirían triunfos municipales en Sonora en 1967 y Mérida, Yucatán en 1968. En los años setenta el PAN consolidó y fortaleció vínculos con empresarios agrarios en los estados de Sonora, Sinaloa y el Bajío, así como empresarios de otras actividades en los estados de Baja California, Nuevo León, Jalisco y Chihuahua. [Ibídem.] Con el constante aumento de candidaturas municipales, el PAN se convirtió en la segunda fuerza política del país. Ello significó que llamara la atención la incorporación de miembros destacados del sector empresarial a las filas del PAN, como sería el caso de Manuel Clouthier (padre de la secretaria de Economía en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador: Tatiana Clouthier) quien se postuló a la gubernatura del estado de Sinaloa en 1983 después de haber sido presidente de la Coparmex y del Consejo Coordinador Empresarial. Ya en 1988 Manuel Clouthier se lanzó en campaña para la Presidencia de la República junto a Cuauhtémoc Cárdenas (hijo del expresidente General Lázaro Cárdenas) y Carlos Salinas de Gortari (hijo de Raúl Salinas quien fue secretario de Industria y Comercio en el sexenio de López Portillo) y miembro fundamental de los conocidos “tecnócratas”. 387 Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit., p. 111. 160 una determinada institución educativa (siendo la UNAM y El Colegio de México las más destacadas durante el Milagro Mexicano en la formación de cuadros para el servicio público), compañeros de carrera o en las instituciones del sector público (como la SHCP o el Banco de México388) –en el caso particular de intelectuales, economistas y políticos–, y dentro de instituciones más restrictivas como El Heroico Colegio Militar y eclesiásticas,389 la armonía de intereses y/o visiones del deber ser respecto a las políticas públicas eran similares o por lo menos, su proximidad impidió que se generará un conflicto entre los miembros de la élite del poder. Sin embargo, en los años posteriores se tenía conciencia de que el desarrollo estabilizador había fracasado dado que no pudo resolver el problema de la desigualdad social, y, por el contrario, agravó la corrupción entre los funcionarios del servicio público. A nivel regional, en América Latina, los modelos teóricos del desarrollismo difundidos a través de la CEPAL y basados en el keynesianismo, fueron fuertemente criticados en virtud de la proliferación de sus “contradicciones” que inevitablemente llevaban al autoritarismo;390 crítica que supone ser legitima ante la propagación de la dictaduras militares en la región. Aunque en el caso de México nunca se constituyó una dictadura militar como en los diversos gobiernos latinoamericanos, el partido hegemónico: el PRI, ejerció un poder autoritario con nulo proceso democrático.391 En México, para sostener un crecimiento económico con presunta equidad a través de mejorar el desempeño de la agricultura, una reforma tributaria y mejorar la competitividad industrial en los mercados de exportación, surgió el ideario del desarrollo compartido como estrategia para subsanar dichas contradicciones. Sin embargo, para 1972 la oposición del sector privado forzó al Gobierno a abandonar cualquier plan de reforma impositiva.392 El estancamiento de 1971 y después el creciente conflicto entre el sector privado y el gobierno 388 Cfr. Sylvia Maxfield, Governing Capital. International Finance and Mexican Politics, Londres, edit. Cornell Univeristy Press, 1990, 193 pp. 389 Roderic Ai Camp, Las élites del poder en México, op. cit. Se recomienda la lectura de los primeros cuatro capítulos. 390 Cfr. Francisco Zapata, Ideología y política en América Latina, México, edit. El Colegio de México, 2016, 507 pp. 391 Cfr. Daniel Cosío Villegas, El sistema político mexicano, México, edit. Mortiz, 1972, 116 pp.; Lorenzo Meyer, Liberalismo autoritario. Las contradicciones del sistema político mexicano, México, edit. Océano, 1995, 288 pp. 392 Juan Carlos Moreno Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit., p. 172. 161 debido a las tendencias de “izquierda” que estaba dirigiendo el ejecutivo, fueron las causas de la reducción de la tasa de crecimiento de la inversión privada en esos años.393 Ante los arrebatos del presidente Echeverría, en 1975 fue fundado el Consejo Coordinador Empresarial (CCE); órgano de presión y negociación ante el Estado que conglomera los intereses los empresarios mexicanos. En su Declaración de principios, los empresarios fijaron la visión su postura en torno al modelo de desarrollo. Para ellos, la empresa privada es “la célula básica de la economía”; sobre el papel del Estado en la economía, aseveraron: “la actividad económica corresponde fundamentalmente a los participantes” y “la economía, en un régimen democrático, no debe ser central y autoritariamente planificada, sino libremente coordinada y concertada”; respecto a la educación: “es conveniente que el Estado propicie un clima de libertad que facilite la participación del sector privado”; he aquí, entre otros, los temas que se abordaron en la Declaración de principios.394 La década de 1970 fue protagonista de diversas inestabilidades macroeconómicas que consolidaron el fin de la época de oro del capitalismo. A pesar de las diversas dificultades que permitieron una devaluación del peso del 100% en agosto de 1976, y en consecuencia, por primera vez, el gobierno mexicano tuvo que recurrir a la asistencia del FMI. Tras los efectos de dicha crisis quedaba claro que las fuerzas “racionales” del mercado intervinieran en la estratificación de los precios. La confianza depositada en los modelos económicos estadounidenses, en relación con la apabullante afirmación genérica de que el gobierno lo había hecho mal, proveyó de adeptos a los marcos conceptuales neoclásicos de la economía y dejo de lado las formas de gobernar para, así, administrar.395 No sólo a nivel de planeación de políticas públicas tuvo en consideración este proceso de cambio, sino también en términos 393 Enrique Cárdenas Sánchez, op. cit., p. 618. 394 Consejo Coordinador Empresarial, “Declaración de principios” [en línea], en Excelsior, 8 de mayo de 1975. Dirección URL: https://bit.ly/31Xcr9s, [consultado el 1 de noviembre de 2021]. En la actualidad el CCE está integrado por 7 asociados: La Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos, (CONCAMIN), La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), La Asociación de Bancos de México A.C. (ABM), El Consejo Mexicano de Negocios (CMN), El Consejo Nacional Agropecuario, La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS); y de 5 invitados permanentes: La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, CANACINTRA, La Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), El Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnologías (COMCE) y la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD). 395 Carlos Tello Macías & Jorge Ibarra, op. cit., p. 76. 162 ideológicos y como forma de gobierno.396 Si bien las perspectivas cambiaron súbitamente en 1977 tras el anuncio del hallazgo de vastas reservas de petróleo, las cuales pasaron de 6.3 mil millones de barriles en noviembre de 1976 a 16 000 millones a fines de 1977 y a 40 000 millones un años después,397 provocó que todo el proyecto de desarrollo nacional del presidente López Portillo, en conjunto con el Modelo de Alianza para la Producción –un pacto tripartita y corporativo entre sindicatos, empresarios y gobierno– estuviera cimentado en un endeble ladrillo que dependía de precios altos de crudo. Debido a que los préstamos externos que eran ofrecidos a México en cantidades y condiciones notablemente más favorables que para el resto de los países en desarrollo, debido a la bonanza petrolera,398 rápidamente esto sobrevino en un grave endeudamiento.399 En consecuencia, lo que en un principio supuso –en palabras del presidente Portillo– una “palanca para el desarrollo”, posteriormente fue un factor importante que incidió en una de las peores crisis de México al contraerse los precios del petróleo, lo cual, cobraba una gran magnitud a sabiendas que PEMEX, hacia 1981, se había convertido en la fuente más importante de recursos gubernamentales y además contribuía con 24.9% de los impuestos federales. A finales de 1981 se comenzaba a sentir el impacto de la crisis y, como generalmente sucedía, la legitimidad del Estado y la credibilidad en el gobierno comenzaron a decrecer. El caos en la finanzas, el crecimiento de la deuda, la pérdida de legitimidad y credibilidad se 396 Cfr. Manfred B. Steger & Ravi K. Roy, Neoliberalismo. Una breve introducción, Madrid, edi. Alianza, 2011, 239 pp.. 397 Gabriel Székely, La economía política del petróleo en México 1976-82, México, edit. El Colegio de México, 1983, 203 pp. 398 Juan Carlos Moreno Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit., pp. 182-183. 399 “Los subsidios del sector privado fueron”, expresan Brid y Ros Bosch, “la forma principal en que se gastaron las ganancias del petróleo. Esto incluye los subsidios del petróleo, al mantener los precios de venta de Petróleos Mexicanos (PEMEX) muy por debajo de los precios internacionales, trasferencias presupuestales a sectores como la agricultura, y subsidios no petroleros a bienes producidos por el sector público, tales como electricidad y transporte, anclados a través del sector estatal no petrolero”. [Juan Carlos Moreno Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit., p. 187.]. No obstante, los problemas que tenía previamente PEMEX respecto a su forma organizativa y a su sindicato también eran de suma consideración: “La empresa sufrió en su competitividad por los precios bajos a los que vendía sus productos dada la política de subsidios del gobierno a la iniciativa privada”. Agrega Cárdenas Sánchez: “También las exigencias de su sindicato afectaron la operación misma de la empresa, le limitaron sus posibilidades de gestión y encarecieron su operación. Además, la política sindicalista del gobierno, que reflejaba la necesidad de apoyos políticos del régimen que dieran legitimidad y le ayudaran a mantenerse en el poder, tendió a rigidizar los mercados laborales, aumentar los costos y mermar la competitividad del aparato productivo”. [Enrique Cárdenas Sánchez, op. cit., p. 589]. 163 tradujeron en dolarización, fuga de capitales y especulación.400 A principios de 1982, el precio del petróleo seguía cayendo, la deuda externa tenía que ser pagada, y el paquete de políticas de contracción fiscal no fue fructífero en frenar la fuga de capitales. Para agosto del mismo año, cuando las reservas internacionales estaban casi agotadas, los flujos de préstamos hacia México fueron interrumpidos. Después de una drástica devaluación y ajustes al tipo de cambio, México suspendió los pagos de la deuda externa, dando inicio a la crisis internacional de la deuda e inaugurando el inicio hacia el cambio neoliberal. Enfatizan Moreno-Brid y Ros Bosch: La expansión fiscal, combinada con la apreciación real del tipo de cambio y la liberalización de las importaciones iniciada bajo el programa de estabilización con el FMI de 1976, llevó a un masivo empeoramiento de la cuenta externa, en particular de la balanza comercial no petrolera. En tanto las exportaciones no petroleras empezaron a caer a medios de 1979, la importación de mercancías crecía a un ritmo extremadamente alto, cercano a 30% en 1981. […] La deuda externa financiaba la brecha externa y creció de 57.4 mil millones de dólares a 72.2 mil millones en un año. […] La deuda pública a corto plazo brincó de 1.5 mil millones de dólares a finales de 1980 a 10.8 mil millones un año después. Para 1981 los préstamos a corto plazo representaban más de la mitad del endeudamiento externo. La relación entre los intereses sobre la deuda externa y las exportaciones totales subió de 27% en 1977-1978 a 37% en 1981-1982. […] La fragilidad financiera durante este periodo también era evidente en el sector privado. El auge de la demanda interna y de la inversión aceleró el rápido crecimiento del endeudamiento privado: la relación deuda/capital de las grandes empresas privadas creció de 0.9 en 1978 a 1.2 en 1981.401 A consecuencia de los choques externos que colocaban en tela de juicio el modelo keynesiano, el sexenio de López Portillo se caracterizó como un gobierno que transitaba entre el viejo sistema intervencionista y el nuevo, neoliberal; es decir, entre un Estado que resolvía salarios, producción y empleo, y otro Estado “mínimo”, con funciones acotadas a la seguridad, educación y salud. En este sentido, el Estado renunció a la tradición revolucionaria que le dotaba de legitimidad.402 Esta “transición” resulta concordante, y hasta cierto punto, causal al comprender las diferentes posturas teóricas entre los formuladores de políticas económicas durante el periodo del desarrollo estabilizador. Dentro del espectro desarrollista, en primera instancia, con una orientación hacia la derecha, se encontraban los economistas educados en el extranjero pertenecientes al Banco de México y a la Secretaria de Hacienda 400 Will Fowler, Presidentes mexicanos, tomo II (1911-2000), México, edit. INEHRM, 2004, p. 407. 401 Juan Carlos Moreno Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit., pp. 185-186. 402 Will Fowler (coord.), op.cit., p. 387. 164 cuya mayor preocupación radicaba en el control de la inflación. En el caso de los tecnócratas de izquierda quienes llegaron a formar nichos institucionales dentro de la Secretaria del Patrimonio Nacional y en la Secretaria de la Presidencia, algunos formados en la UNAM y en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), creía en la profundización del modelo de sustitución de importaciones.403 Bajo la influencia del movimiento estudiantil, el programa de economía de la UNAM se desprofesionalizó y desvinculó de la fuente más importante de empleo para sus graduados, es decir, el gobierno mexicano. […] Mientras tanto, los graduados del programa recientemente americanizado del ITAM se volvieron bastante exitosos, no solo dentro del sector privado –adonde estaban destinados a trabajar la mayoría de los graduados-, sino también dentro del gobierno.404 Se afirma que ante la derrota de los regímenes auspiciados por la revolución, las grandes empresas nacionales aliadas con intereses extranjeros, principalmente el Grupo de Monterrey, había incrementado su poder y ejercieron una influencia en la sucesión presidencial.405 Así, con el apoyo del sector privado, los tecnócratas del Banco de México y de la Secretaria de Hacienda, quienes favorecieron a los empresarios y habían sido relegados durante el régimen de Echeverría, en 1981 regresaron al poder con la nominación del PRI del candidato presidencial Miguel de la Madrid. En lo que respecta al recuento histórico del proceso de reformas se destacan dos etapas: el ajuste estructural y las reformas institucionales. En el primer caso, el ajuste estructural comprendía la aplicación de la austeridad fiscal y monetaria, la cual era sigilosamente supervisada por el FMI a razón de una re-financiarización de la deuda, cuyos préstamos de ajuste se convirtieron en un arma utilizada una y otra vez para promover políticas favorables al mercado en los paises en vías de desarrollo.406 México, sin duda alguna, no estuvo exento de las intervenciones del gobierno estadunidense a través del Banco 403 Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit., pp. 162-169. Es durante este mismo periodo cuando se da el proceso de cambio en los planes de estudios de Economía en la UNAM hacia una perspectiva neoclásica; y, así mismo, el ITAM se “neoliberalizó” debido a la incorporación de banqueros formados en el extranjero en su plantilla docente. 404 Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit., p. 238. 405 Dale Story, Industry, The State and Public Policy in Mexico, Austin, edit. University of Texas Press, 1986, pp. 91 y 103. 406 Susan George & Fabrizio Sabelli, Faith and Credit: The World Bank’s Secular Empire, Londres, edit. Routledge, 1994, p. 58. 165 Mundial y del FMI.407 En el segundo caso, las reformas institucionales se enfocaron en el desmantelamiento de las estructuras económicas desarrollistas, las cuales serían plenamente completadas en el sexenio de Carlos Salinas con ayuda de una élite tecnócrata a través de una serie de privatizaciones de las industrias paraestatales, tales como: teléfonos de México, la estación de televisión Imevisión (conocida ahora como TV Azteca) y aerolíneas estatales; se le agregó la reprivatización del sistema bancario y la liberalización del sistema financiero. A consideración de las redes formales e informales constituidas entre miembros de la élite desarrollista, cuyos herederos tecnócratas fueron los que dieron la lucha para promover el proyecto neoclásico neoliberal, la reformas neoliberales se adoptaron casi con alegría por este nuevo grupo de formuladores de políticas, que si bien fueron auspiciados desde Washington a través del FMI y el Banco Mundial y respaldados por los inversionistas extranjeros, ambas perspectivas –una desde la consolidación de las élites internas y la otra a partir de la injerencia externa– no son excluyentes entre sí, por el contrario, desde muchos aspectos, el neoliberalismo en México parece más una complicidad interna que una imposición externa, pues, en particular los agentes más importantes de esta transformación de políticas fueron funcionarios del Estado más que grupos de interés nacionales organizados. Así, la compaginación de ideas y visiones del mundo entre miembros del sector privado y los tecnócratas del aparato de Estado, así como la incidencia de factores internos como externos, permitió la negociación y posterior ratificación del TLCAN.408 El ex canciller de México, Jorge Castañeda Gutman afirmo que “el TLCAN fue un convenio entre magantes y potentados: un acuerdo para ricos y poderosos de Estados Unidos, Canadá y México, un acuerdo que excluye eficazmente a la gente común y corriente de las tres sociedades”.409 Tras las reformas estructurales que dieron pauta al proceso de “modernización” del país y que se institucionalizó con la entrada en vigor del TLCAN, no solo permitieron un proceso de cambio de moldeo económico que transitaba desde la sustitución de importaciones al modelo orientado a exportaciones, sino que, súbitamente, representó un cambio político, ideológico y social en México. Dicho proceso de cambio posibilitó que las 407 Cfr. John Saxe-Fernández & Gian Carlo Delgado, El imperialismo económico en México. Las operaciones del Banco Mundial en nuestro país, México, edit. Arena Abierta, 2005, 166 pp. 408 Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit., pp. 242-245; Carlos Tello Macías & Jorge Ibarra, op. cit., pp. 83-84. 409 Jorge Castañeda, The Mexican Shock. Its Meaning for United States, Nueva York, edit. The New Press, 1996, p. 69. 166 esferas de lo político y lo económico se compaginaran en procesos cruciales de estructuración y de toma de decisiones para la elaboración de políticas públicas. Concretamente, con el giro neoliberal, el aparato estatal se volcó al predominio de la economía sobre los demás temas concernientes al bienestar general, incluyendo sustancialmente a la política exterior. En cuanto al poder político, se estructuro en una relación de pactos, alianzas y mutua tolerancia entre los miembros de la élite del poder nacional y aquellos miembros pertenecientes a la élite del poder global. Con la reproducción y asimilación del modelo neoliberal por medio de la élite del poder mexicana, a lo largo de las décadas desde 1990 hasta la actualidad, se ha difuminado las problemáticas sociales propiamente “nacionales” a razón de su anclaje relacional e ideológico con los hubs internacionales, es decir, con empresas transnacionales y sus respectivos CEOs, así como con instituciones financieras internacionales (FMI y BM) y otros Estados nacionales. En el caso de México se decantaría la mayoría de su política exterior con los EE.UU.; básicamente, lo que se ha intentado denominar como globalización. Con respecto al TLCAN se incentivó a que gran parte de las exportaciones fueran dirigidas a la zona de América del Norte. No solamente las exportaciones totales incrementaron de un valor agregado de 57, 571, 523 miles de millones de dólares para el año de 1993 a un monto de 461, 771, 787 miles de millones aproximadamente para el año 2018, sino que de ese monto, para el mismo año, 396, 198, 489 miles de millones de dólares eran dirigidos para la zona de América del Norte (EE.UU. y Canadá), y de ese gran monto, 372, 361, 063 miles de millones eran dirigidos específicamente hacia EE.UU., es decir, un poco más del 82% del comercio total de México es dirigido hacia el vecino del norte. Se puede observar en la gráfica anterior que después de la apertura comercial protagonizada por el TLCAN, México concentró prácticamente en su totalidad sus exportaciones de mercancías hacia la zona de América del Norte, y en específico hacia los EE.UU., dejando de lado las demás regiones económicas del mundo, incluyendo a Europa y Asía. 167 Fuente: Elaboración propia con datos del Banco de México: Exportaciones de Mercancías por País Así, tal parece que la celebración de Tratados de Libre Comercio con diversas naciones del mundo ha servido de muy poco para amortiguar la gran dependencia de compra que sostiene México con los Estados Unidos.410 Dentro de este mismo ámbito de las exportaciones, las concernientes a las manufactureras son las que concentran una mayor cantidad de divisas. Históricamente, previo a la liberalización económica, las exportaciones manufactureras no sobresalían a la par de otros sectores, tales como las exportaciones petroleras, no petroleras o extractivas. Los datos exponen que las exportaciones manufactureras comenzaron a tener una mayor participación sobre las exportaciones totales a partir del año de 1997 por un monto mayor de 98 mil millones de dólares, el cual representaba 85.38% de las exportaciones totales para ese año. De forma ininterrumpida, a partir del año de 1997, las exportaciones manufactureras han representado un poco más del 80% de las exportaciones totales. 410 Sucintamente México cuenta con 12 Tratados de Libre Comercio firmados con 46 países, 32 Acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones con 33 países, 9 Acuerdos de Alcance Limitado en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y es miembro del Tratado de Asociación Transpacífico. Cfr. Secretaria de Hacienda y Crédito Público, Tratados y Acuerdo con México [en línea], México, Gobierno Federal. Dirección URL: https://bit.ly/2msw2tv, [consultado el 18 de octubre]. 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% 1 9 9 3 1 9 9 4 1 9 9 5 1 9 9 6 1 9 9 7 1 9 9 8 1 9 9 9 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 2 0 2 2 % r es p ec to d e la s ex p o rt ac io n es t o ta le s Gráfica 2.6 Exportación de mercancias por país, 1993-2022 América América del Norte EE.UU. Europa Asia América del Sur 168 Fuente: Elaboración propia con datos del Banco de México. Balanza comercial de mercancías de México. En resumen, la sucesión presidencial de 1982 marco un parteaguas en México, en términos de la elaboración de políticas económicas en México, destacó el ascenso de tecnócratas formados en la ortodoxia económica en los puestos más importante del gobierno federal, consolidó una nueva forma de gobernar e instauro el inicio de un desarrollo desde la visión neoliberal. En síntesis, las presidencias de Miguel de la Madrid (1982-1988), Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y Ernesto Zedillo (1994-2000) serían recordadas por la promoción de reformas estructurales orientadas al libre mercado; y que ya en tiempos de gobiernos auspiciados por el PAN, salvaguardarían dicho corolario de ideas Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012); y ante una gran desaprobación, finalmente se intentaría rescatar los pilares del proyecto neoliberal con Enrique Peña Nieto (2012-2018). Sucintamente el modelo neoliberal en México obedece a la combinación de varios elementos: 1. Al calor de la revolución de los ricos, el pensamiento y la acción de los gobiernos giró en torno a la supremacía del individuo sobre el conjunto de la sociedad, el libre mercado, el libre movimiento de mercancías y de servicios (sobre todo los financieros). 2. El capital financiero internacional (abanderado por el FMI y el BM) renegociaría la deuda de los paises deudores a cambio de que estos introdujeran políticas neoliberales en su programa. 3. Los Estados Unidos, la mayor potencia económica en el mundo después de la Guerra Fría, ampliamente respaldaría y exigiría a países como México alinearse y supeditarse al modelo. Lo cual, por razones geoeconómicas y geopolíticas sería lógico por parte del vecino del norte. 0% 20% 40% 60% 80% 100% 120% P o rc en tj e Gráfica 2.7 Composición total de la exportaciones 1980-2020 (%) Petroleras Manufactureras Agropecuarias Extractivas 169 4. El capital nacional también promovió la puesta en práctica del modelo neoliberal y, en especial intensificó su lucha, después de la nacionalización de la banca. 5. Las limitaciones, deficiencias y contradicciones que tuvo el modelo económico anterior sirvieron para criticar (casi) todo lo hecho en el pasado, para aceptar y promover el modelo neoliberal. Incluso se equiparo con poca rigurosidad la democratización política con la liberalización económica, aunque con la victoria de Vicente Fox en el año 2000 la conjunción se puso a prueba. Así, los grupos conservadores dentro del gobierno que operaban en posiciones clave del sector financiero para promover sus ideas. 6. El grupo gobernante que en México asumió el poder a partir de 1982 compartía ampliamente las recomendaciones en boca de las instituciones financieras internacionales.411 A través de este recuento histórico sobre las perspectivas de desarrollo en México se pueden destacar dos observaciones. En primer lugar, las élites en México se constituyen y reconstituyen cuando intentan responder a desafíos que se desprenden de factores internos (como la revolución mexicana) o externos (como la crisis de la deuda externa) y que inevitablemente se traslapan con ideas, instituciones e intereses que amenazan el statu quo. Sin embargo, la circulación de las élites mexicanas entre el sector público y privado, y viceversa durante el periodo neoliberal,412 además de sus respectivas relaciones-redes con miembros de la élite del poder global, manifiesta un campo de acción que se sitúa en-el- medio de lo interno y lo externo, y entre el Estado y el mercado; consideraciones fundamentales y novedosas tras la transnacionalización de las relaciones estatales, y que, sin duda alguna, complejiza la resolución de problemas que atañen a México. En segundo lugar, la perspectiva de “desarrollo” que se expresa en la constitución e implementación de políticas económicas depende súbitamente de las élites políticas y, así mismo, de las interacciones que tengan estas con los dirigentes de organismos internacionales, élites corporativas y financieras transnacionales, académicos e investigadores procedentes de centros de pensamiento de alcance global y regional. De esta forma, la visión de desarrollo, ya sea en términos cuantitativos o cualitativos, no es ajena a la percepción personal e individualizada que las élites tengan del concepto, pero además, esta visión se delimita a partir de los caminos seguidos previamente [path dependency theory]; lo 411 Rolando Cordera & Carlos Tello, México: la disputa por la nación. Perspectivas y opciones de desarrollo, México, edit. Siglo XXI, 2ª ed., 2010, pp. 26-31. 412 Alejandra Salas-Porras Soulé, “Las élites neoliberales en México ¿cómo se construye un campo de poder que transforma las prácticas sociales de las élites políticas?”, en Revista Mexicana de Ciencias Sociales, núm. 222, vol. 59, México, edit. UNAM & Nueva Época, septiembre-diciembre de 2014, pp. 279-312; Ricardo Tirado Segura, Los industriales, la política y el fin del proteccionismo industrial (tesis de doctorado), México, edit. FCPyS-UNAM, 2004, 439 pp. 170 que sugiere que, la noción abstracta de “desarrollo” responde a los elementos que los agentes le dotan de contenido; y, de igual forma, son influenciados por la forma estructural de las trayectorias históricas de México. 2.2.2. DE LA RAZÓN NEOLIBERAL DE LAS ÉLITES EN EL SEXENIO DE ENRIQUE PEÑA NIETO Tras 12 años fuera de la residencia oficial de Los Pinos, el PRI regresó al poder ejecutivo del país con Enrique Peña Nieto (EPN) a la cabeza en el año 2012. No obstante, el PRI nunca desapareció de la escena política. El nicho en el cual se escudo estuvo en los gobiernos estatales y municipales del país; sobre todo en el gobierno del Estado de México (edomex). Más aún, teniendo en cuenta el incumplimiento de las expectativas que generó el sexenio de Vicente Fox (2000-2006), la fallida estrategia de guerra contra el narcotráfico implementada por Felipe Caldero (2006-2012), la falta de unificación de un movimiento de izquierda y el contexto económico post crack financiero de 2008, posibilitaron que el regreso del PRI fuese inminente e imposible de contener. El hecho de gran envergadura que consolido al aparato estatal mexicano en una misma “idea de nación” se logró al día siguiente en que el nuevo presidente tomo posesión de su cargo. El 2 de diciembre de 2012, el presidente Peña logró concentrar a las principales fuerzas partidistas del país (PRI, PAN y Partido de la Revolución Democrática (PRD)) en el Castillo de Chapultepec para signar junto a su lado un Pacto por México (PPM) que buscaba acelerar la “transformación de México” a través del neoliberalismo; no literalmente anunciado así por el gobierno federal, pero si se reafirmaba y hacia un equivalente a sus antecesores de las décadas de 1980 y 1990. El PPM fue un acto de gran trascendencia política que no se veía desde el Pacto de Solidaridad Económica de 1987. En teoría, el PPM comprendía tres grandes ejes rectores que versaban en: 1) el fortalecimiento del Estado Mexicano; 2) la democratización de la economía y la política, más la concreción de los derechos sociales; y 3) la participación de los ciudadanos en el proceso de diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas. Para poder llevar a cabo estos ejes rectores, se establecieron cinco ejes temáticos: 1) sociedad de Derecho; 2) crecimiento económico, empleo y competitividad; 3) la seguridad y la justicia; 4) la transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción; y 5) la gobernabilidad democrática. 171 En la práctica, el PPM impulsó una serie de reformas estructurales, que al igual que las de antaño, fueron circunscritas alrededor de un discurso que presumía alentar el desarrollo de México. Estas se consolidaron en: la reforma laboral, la educativa, de telecomunicaciones y competencia económica, financiera, hacendaria y de seguridad social, energética y política.413 La alianza entre las principales cúpulas partidistas fue llamado por los mercados internacionales como el Momento Mexicano [The Mexican Moment]; se pronosticaba que el país despegaba con fuerza, después de los difíciles años que vivió a consecuencia del crack financiero, siendo que para el año 2020 –afirmaba el Director de fondo de Inversión de Goldman Sachs– la economía mexicana estaría en sexto lugar a nivel mundial.414 En este sentido, cada una de las reformas detonó férreos debates en diversos medios de comunicación y posibilitó la identificación de sus defensores: pertenecientes o circundantes a la élite del poder; y de sus detractores: miembros de la sociedad civil, estudiantes y/o académicos. Aunque el PPM y las reformas que surgieron de él, se llevaron a cabo en un contexto pos crisis financiera415 que, en un ámbito superficial, parecerían necesarias tales adecuaciones para re-direccionar una nación ante un choque externo de gran impacto, para el año 2012, la economía mexicana ya se estaba recuperando.416 A pesar del contexto nacional inmerso en una recuperación económica que todavía no denostaba resultados eficientes, en sintonía con un panorama social envuelto en la violencia a consecuencia de la guerra contra el narcotráfico, y un decepcionante horizonte político ante los sexenios 413 Para un análisis detallado sobre el contenido de las reformas estructurales, véase: José Vergas Mendoza, “Las reformas del gobierno de Peña Nieto y la dimensión de las exigencias de la economía mexicana”, en Antípoda. Revista Crítica de Investigación y Análisis Económico, núm. 1, s/vol., México, edit. Facultad de Economía – UNAM, Mayo-Junio de 2014, 26 pp. 414 Enrique Peña Nieto, “Mexico’s Moment” [en línea], en The Economist, 21 de noviembre de 2012. Dirección URL: https://econ.st/3eEz9Gr, [consultado el 15 de diciembre de 2021]. 415 El crack financiero de 2008 en México se reflejó en el desempleó de numerosos trabajadores en diversos sectores económicos. No obstante, en buena medida que el desempeño de la economía mexicana fue marcada por los vaivenes de la economía estadounidense a través de la apertura económica, esta misma es reactiva a los procesos económicos de los Estados Unidos. Así, “a partir de la segunda mitad de 2008 y en 2009 la actividad económica se contrajo -1.2% y -6%, respectivamente, y después se recuperó rápidamente conforme la economía norteamericana se recuperaba y el precio del petróleo llegaba a niveles históricos (positivo, 3.8% en 2010-2012)”. Enrique Cárdenas Sánchez, op. cit., p. 776. 416 En el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 (PND) se expresa con gran puntualidad que en el marco del contexto internacional de la “Gran Recesión” de los años 2008-2009 aún seguían cobrando sus efectos sobre la economía mexicana, de tal forma que esto se ve[ía] reflejado en la capacidad económica de la población. Gobierno de la República, Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, México, p. 14. 172 panistas, las reformas estructurales parecían, en efecto, volcarnos de nueva cuenta a profundizar las políticas públicas neoliberales, acentuar la forma de gobernar de un partido que estuvo en el poder durante siete décadas e interiorizar la ideología neoliberal para producir sujetos acordes al sistema; pero, por otro lado, los proyectos de reformas evidenciaban una suerte de “esperanza” de un rumbo distinto al que le precedieron los sexenios panistas. Es así donde el refrán popular “más vale malo conocido que bueno por conocer” resonó en los sufragios en 2012. En particular, el PPM y las reformas estructurales exhibieron la conformación de la élite del “nuevo PRI”. Varios miembros del gabinete del presidente Peña, que tomaron posesión en diversas secretarias, fueron egresados de instituciones educativas privadas, tales como el ITAM; los casos más destacables fueron: Luis Videgaray Caso (SHCP y SRE) licenciado en economía y doctor en economía por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), fue coordinador de la campaña de EPN; Antonio Meade Kuribreña (SRE, SHCP y SEDESOL) licenciado en economía y en derecho por la UNAM y doctor en economía por la Universidad de Yale, fue secretario de Energía y de la SHCP durante el sexenio de Felipe Calderón; Emilio Lozoya Austin (Director de PEMEX) licenciado en economía y maestro en administración pública por la Universidad de Harvard; Virgilio Andrade Martínez (Secretaria de Función Pública) licenciado en derecho y maestro en administración en políticas públicas por la Universidad de Columbia; Agustín Carstens (Gobernador del Banco de México durante los sexenios de Calderón y Peña) licenciado en economía por la misma institución, es maestro y doctor en Economía por la Universidad de Chicago, sin mencionar que ocupó diversos cargo dentro del Banco de México, fue director ejecutivo en el FMI de 1999 a 2000, participó como secretario de Hacienda y Crédito Público en los sexenios de Fox y Calderón; José Antonio González Anaya (secretario de la SHCP, Director General de PEMEX y del IMSS) graduado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de las licenciaturas de economía e ingeniería ecánica, doctor en economía por la Universidad de Harvard, fue profesor en el Universidad de Standford y economista senior para Bolivia, Paraguay y Perú del Banco Mundial; e, Ildefonso Guajardo Villarreal (Secretaria de Economía) graduado en economía por la Universidad Autónoma de Nuevo León, maestro en economía por la Universidad Estatal de Arizona, y doctor en finanzas públicas por la Universidad de Pensilvania, además durante la década de 1990 trabajó para 173 el FMI como economista en jefe de la sección para Brasil. Otros miembros quienes formarían parte del gabinete del presidente correspondían a funcionarios que colaboraron con él durante su gobierno en el edomex (2005-2011), como Gerardo Ruiz Esparza (Secretaria de Comunicaciones y Transportes). Otros pertenecían a redes informales, tal es el caso de Luis Miranda Nava (subsecretario de Gobernación y Secretaria de Desarrollo Social) quien fuese un gran allegado al entonces gobernador del edomex por un lazo de amistad; y, Emilio Chuayffet (Secretaria de Educación Pública), quien también fue gobernador del edomex. Así mismo, se encontraban allegados al partido, como Enrique de la Madrid Cordero (Secretaria de Turismo), hijo del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado; y Claudia Ruiz Massieu Salinas (Secretaria de Turismo y SRE) hija de José Francisco Ruiz Massieu y Adriana Salinas de Gortari, sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari. Se debe agregar que otros colaboradores que se relacionaron con EPN en un ambiente profesional son, además, amigos o miembros vinculados al Grupo Atlacomulco: “una élite local influyente, con líderes que han alcanzado renombre nacional, que incluso han ocupado cargos de decisión federal y que también han encontrado una fórmula para sucederse en el gobierno sin arriesgar su unidad y el desarrollo de programas administrativos […]”.417 A pesar de la red de relaciones familiares y de amistades que constituyen a dicho “grupo”, su cohesión (elemento fundamental que dota de sentido a una élite) suele estar en tela juicio al carecer de una estructura jerárquica formal o de un liderazgo contundente;418 por otro lado, su supervivencia se debe a varios factores, entre ellos: cuando un gobierno con un grupo contrario entra a la administración pública no se desestima el trabajo anterior sino se continua y se busca mantener a gente trabajando en posteriores administraciones y con ello evita la confrontación siempre tomando en cuenta la realidad nacional, para que así se mantenga unida sin estar unidad, es decir, des-unida.419 Si bien el elemento de cohesión era evidente al observar que gobernadores del edomex, tales como Isidro Fabela Alfaro (1942-1945), Alfredo del Mazo (padre e hijo, 1945- 1951 y 1981-1986, respectivamente) y Salvador Sánchez Colín (1951-1957) eran oriundos 417 Rogelio Hernández Rodríguez, Los grupos políticos en México: el caso del Estado de México [tesis de doctorado], México, edit. UNAM-FCPyS, 1996, p. 75. 418 Cfr. Carlos Herrejón, Historia del Estado de México, México, edit. UAEM, 1985, p. 301. 419 Rogelio Hernández Rodríguez, op. cit., 334-335. 174 del municipio de Atlacomulco y que, por lo menos en el caso de Del Mazo (Vélez) haya sido pariente de Fabela, corroboraba las características de origen y vínculos que sostenía en principio la teoría de las élites; sin embargo, el elemento de origen-geográfico se flexibilizó al comprender que miembros de dicho “grupo” procedían del Valle de Toluca. La apertura a nuevos políticos que alimentaran las filas del grupo a pesar de sus diferencias individuales permitió la circulación de élites y la “supervivencia” de las redes de poder. Visiones en contraste debaten si la administración de Carlos Hank González (1969-1975) es considerada como el regreso del Grupo Atlacomulco a la cabeza del edomex,420 lo que sí es claro es que gracias a su influencia empresarial le permitió mantener buenas relaciones no sólo con los políticos sino también con el sector empresarial.421 De esta forma, con Hank, al igual que con el siguiente gobernador (Jiménez Cantú), se dio paso de un caciquismo tradicional a un caciquismo profesional, cuya estructura corporativa descansaría en cacicazgos urbanos y sindicales, además de fuerzas empresariales estatales y nacionales. Así, con toda esta reconfiguración de relaciones, el edomex se transformaría a un Estado neoliberal. 422 La subsecuentes gubernaturas del edomex (Alfredo del Mazo González, Alfredo Baranda García y Mario Ramón Beteta Monsalve) fueron contra producentes para la cohesión del “Grupo Atlacomulco”, debido a que se rompió la regla no escrita de no conflicto con otros miembros de la élite local, aunado al aparente peligro que representaba el Grupo de Hank para los intereses de la élite priísta nacional; y, en el caso de Beteta, el nulo interés en la política estatal.423 La gubernatura siguiente liderada por Ignacio Pichardo Pagaza reconstituyo sus relaciones en base a la conciliación de los diversos grupos de interés dentro del edomex y se ocupó de desincorporar 180 empresas paraestatales, dejando únicamente 420 Argumento en contra, véase: Rogelio Hernández Rodríguez, op. cit., p. 76; Argumento a favor; véase: Claudia Abigail Morales Gómez, “Las élites gobernantes priístas del Estado de México: su conformación y redes 1942-2005”, en Convergencia. Revista de Ciencias Sociales, núm. 40, s/vol., México, edit. UAEM, enero- abril 2006, p. 213. 421 Rogelio Hernández Rodríguez, op. cit., pp. 200-204. 422 Salvador Maldonado Aranda, “Poder regional en el Estado de México: Entre grandes hombres y pequeños caciques”, en Relaciones. Estudios de historia y sociedad, núm. 96, vol. 24, Zamora, edit. El Colegio de Michoacán, otoño 2003, p. 103.; Sergio Armando González Serna, Monografía política del Estado de México (1981-2008), México, edit. El Colegio de México, Agosto 2008, p. 3. 423 Leonardo Daniel Solís Huitrón, La ideología del Grupo Atlacomulco en el Estado de México, durante la gubernatura de Enrique Peña Nieto (2005-2011) [tesis de licenciatura], Naucalpan, FES-Acatlán UNAM, 2016, p. 90-92. 175 30.424 Emilio Chuayffet Chemor, pupilo de Hank, con gran experiencia en las gubernaturas de Del Mazo González y Baran, quien además conto con el aval del Presidente Salina para convertirse en gobernador, modifico la constitución estatal para permitir que en ausencia del gobernador fuese el secretario de gobernación quien tomara el cargo. Este acto negó la posibilidad que el Ejecutivo federal siguiese influyendo en la política estatal. Dicho acto se comprobó al momento en que Chuayffet fue solicitado por el presidente Zedillo en la SEGOB para investigar la matanza en Aguas Blancas, Guerrero, lo cual posibilitó que su secretario de gobernación, César Camacho Quiroz, fuese el próximo gobernador en turno. Sin embargo, “para los políticos priístas tradicionales, la gestión iniciada con Chuayffet y continuada por Camacho habían dado como resultado la pérdida de la mayoría absoluta del PRI en el Congreso local elegido en 1996”.425 En definitiva, el resultado electoral mostro, en primer lugar, el ascenso de partidos de oposición (PAN y PRD) en municipios circundantes a la capital del país; y, en segundo lugar, evidenció el alto grado de atomización y fractura entre los diferentes grupos políticos priístas,426 lo cual condujo por primera vez en la historia política del partido, a que el candidato priísta se eligiera mediante una contienda interna, de manera formal, de la cual resultó vencedor Arturo Montiel Rojas (1999-2005), ya que en realidad “esta fue producto de un arreglo cupular en donde participaron el entonces gobernador César Camacho (incondicional de Emilio Chauyffet) y los otros hombres fuertes del priísmo local”.427 Durante el gobierno de Montiel –marcado por acusaciones de corrupción e ineficacia política, ya que destinó más atención a su imagen y asuntos privados que a la conducción del estado– se exigió la reconstitución del Grupo Atlacomulco identificada con los Golden boys, entre los que figuraban estaban: Enrique Peña Nieto,428 Luis Miranda Nava, Fernando 424 Ibídem, p. 93. 425 Claudia Abigail Morales Gómez, op. cit., p. 217. 426 Sergio Armando González Serna, op. cit., p. 19. 427 Alejandro Vega Godínez, “Élites gubernamentales en tres entidades federales de México (2000-2012). Un análisis estructural”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, núm. 222, vol. 59, México, edit. UNAM y Nueva Época, septiembre-diciembre de 2014, p. 408. 428 En 1990 fue nombrado secretario del Movimiento Ciudadano de la Zona I del Comité Directivo de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP). […] En 1993 se desempeñó como tesorero de la campaña de Emilio Chuayffet y después de los comicios fue nombrado secretario particular de Juan José Guerra Abud. […] Después de los comicios, Montiel lo nombró subsecretario de Gobierno (1999-2000). Posteriormente, entre 2000 y 2002, se desempeñó como secretario de Administración, para después pasar al 176 Maldonado Hernández, Carlos Iriarte Mercado, Miguel Sámano Peralta, Carlos Rello Lara y Carlos Días de León.429 Si bien la categorización de Grupo Atlacomulco es limitada ante la diversificación de las redes sociales ostentadas a lo largo del tiempo por lo diversos grupos involucrados en torno a los gobernadores en turno, presidentes municipales y los regentes del PRI estatal y su confrontación con el PRI nacional, no escatima la relación elitista que se ha formado entorno a los políticos del edomex. Las relaciones redes familiares (de los cuales se incluye a los exgobernadores Isidro Fabela Alfaro, del Mazo Vélez, Salvador Sánchez Colín, del Mazo González, Montiel Rojas, y del Mazo Maza) y de hombres de confianza (ej. Luis Videgaray Caso, Gerardo Ruiz Esparza, Luis Miranda Nava y Juan José Guerra Abud) que tenía EPN con diversos personajes de la vida política mexiquense, y de los cuales, varios ostentaron cargos público durante su gubernatura en el edomex,430 fueron colocados –ya una vez ganada la contienda presidencial– en puestos de la administración federal. De manera semejante, cabe destacar a los funcionarios con licenciaturas en economía por el ITAM (no todos ellos) y con posgrados en universidades estadounidenses marcan la tendencia tecnócrata, la cual se asemeja a sus pares en las décadas de 1980 y 1990; sin embargo, esta facción de élites mantenía una red de relaciones más cercana a Videgaray Caso que al mismo EPN (ej. Emilio Lozoya Austin). Así, las relaciones constituidas en redes familiares y de hombres de confianza que pertenecieron a la élite política local del edomex, además de las relaciones con tecnócratas auspiciadas por Videgaray Caso y algunos miembros transexenales (ej. Meade Kuribreña y Agustin Carstens) y del mismo PRI nacional, constituyeron los perfiles que encabezaron el gabinete de EPN. Pero las relaciones de poder en torno a su gabinete que posibilitaron la mancuerna entre el PPM y la aprobación de las reformas estructurales, sobre todo de la reforma Congreso del estado donde fue nombrado coordinador de la fracción priísta. Alejandro Vega Godínez, op. cit., pp. 408-409. 429 Leonardo Daniel Solís Huitrón, op. cit., p. 94. 430 Francisco Cruz & Jorge Toribio Montiel, Negocios de familia. Biografía no autorizada de Enrique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco, México, edit. Planeta, 2009, 250-268 pp.; Elpidio Hernández, “Los reciclables” [en línea], en Seminario Nuestro Tiempo, Toluca, edit. Nologo Grupo Toluca, 25 de octubre 2010. Dirección URL: https://bit.ly/3mLTka0, [consultado el 15 de diciembre de 2021]; Rogelio Hernández Rodríguez, op. cit.; Leonardo Daniel Solís Huitrón, op. cit., pp. 100, 112-115. 177 energética (la cual implicaba la “liberalización” de PEMEX), estarían incompletas si se deja de lado la participación de los principales grupos empresariales nacionales.431 Uno de los más significativos fue Pedro Aspe, quien fue propuesto por el Presidente EPN y ratificado por el Senado de la República como consejero independiente del Comité Técnico del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, quien además ocupó diversos cargos desde el sexenio del expresidente Zedillo en la administración federal, y se ha vinculado a diversos interés privados estadounidenses. La compaginación de intereses privados –resumidos estos en la razón neoliberal– en la estructura relacional de la élite política mexicana ha permitido que diversos elementos del sector privado (CEOs y los mismos empresarios) ostenten cargos políticos sin que sus intereses sean confrontados por los últimos, es más, son bien recibidos por los miembros de la cúpula política. Esto permite comprender la nula confrontación entre las esferas de lo público y lo privado a nivel interno. Más aún, la estructura relacional de los agentes que constituyen el aparato estatal mexicano con los demás miembros de la élite del poder ha permitido la transformación del Estado mexicano a un Estado transnacional, en virtud del anclaje relacional que constituye la élite del poder mexicana –en términos de intereses– con miembros de la élite del poder global. Como resultado de lo anterior, la continuidad ininterrumpida del neoliberalismo en México –como forma de gobierno, así como la implementación de reformas estructurales, la perpetuación de una ideología y producción de subjetividades– no es extraña, a pesar de los roces políticos que han surgido entre las diversas facciones partidistas y entre los diversos campos sociales. La razón neoliberal cristalizó los poderes del mercado en nombre de la eficacia económica por medio del aparato de estado para favorecer a los detentores del capital, miembros pertenecientes de igual manera a la élite del poder. Dicha racionalidad, que se fundamenta como técnica para gobernar basada en la generalización del mercado y de la competencia para maximizar la ganancia individual.432 431 Esta consideración de “puerta giratoria” entre servidores públicos que se incorporan con posterioridad al sector privado, y que, en algunos casos, se reincorporan al servicio público (previo a EPN) está documentado en: Alejandra Salas-Porras Soulé, “Las élites neoliberales en México…”, op. cit. 432 Christian Laval & Pierre Dardot, La nueva razón del mundo. Ensayo sobre la sociedad neoliberal, México, edit. Gedisa, 2013, pp- 15-18. Los autores basan su concepto a partir de los estudios de Michael Foucault en el curso impartido en el Collège de France durante el año 1978-79. Véase: Michael Foucault, Naissance de la biopolitique, Paris, edit. Seuil/Gallimard, 2004. En sintonía con Foucault, también Bourdieu argumentaba una 178 La razón neoliberal permite comprender el nulo cambio de modelo económico durante los años panistas, la eventual congregación de intereses entorno al PPM y a las reformas estructurales, así como el inexistente conflicto entre el Estado y el mercado.433 De igual forma, durante los años de expansión del capital en la transnacionalización y financiarización, se han creado espacios glocales en términos de la compaginación de intereses de la élite del poder nacional con la extranjera, lo que ha creado una complicidad interna respecto al modelo neoliberal en vez de una imposición externa.434 Así mismo, cabe señalar que ante la complejidad que entraña la producción y reproducción de espacios glocales de decisión e intereses, desdibuja, de igual manera, los puntos nodales de resolución de problemas que atañen a la sociedad e incitan a que su posible solución sea débilmente eficiente y requiera de una sinergia entre distintas políticas públicas. Aunque al inicio del sexenio de EPN se desprendieron grandes expectativas, al grado de que el titular del poder ejecutivo fuese portada de la revista Time con el titular: Saving Mexico [Salvando a México], su sexenio estuvo marcado por diversos conflictos político- sociales entre los diversos grupos afectados por las reformas estructurales, verbi gratia: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) opuso una gran resistencia ante la reforma educativa que obligaba a los maestros a someterse a exámenes para evaluar sus habilidades y destrezas en la enseñanza. La reforma laboral no desato grandes conflictos, sin embargo, ante el anunció de la creación de 3.7 millones de empleos en el sexenio, el 34% de la población ocupada recibía entre uno y dos salarios mínimos, en contraste de un 5.8% de la masa trabajadora que recibía cinco salarios mínimos.435 Con relativo éxito, la reforma de telecomunicaciones y radiodifusión permitió la entrada a nuevos actores al sector, pero se concesiono por 20 años más el duopolio a TV Azteca y Televesia. La reforma financiera tuvo también un éxito limitado, aunque perjudicial para el otorgamiento de créditos a Pequeñas y Medias Empresas (PYMES). La reforma hacendaria fue más efectiva, pues racionalidad neoliberal: Pierre Bourdieu, “L’essence du néoliberalisme” [en línea], en Le Monde Diplomatique, Paris, marzo de 1998. Dirección URL: https://bit.ly/32TIeZy, [consultado el 1 de marzo de 2021]. 433 Cfr. Rafael Lemus, Breve historia de nuestro neoliberalismo. Poder y cultura en México, México, edit. Penguin Random House, 2021, pp. 231. 434 Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit., p. 243. 435 María Fernanda Navarro, “2012-2018, el sexenio del empleo (mal pagado)” [en línea], en Forbes, 6 de abril de 2018. Dirección URL: https://bit.ly/3sQDrmC, [consultado el 16 de diciembre de 2021]. 179 duplico la recaudación fiscal a un 17% en 2017.436 No obstante, el conflicto más sobresaliente en torno a las reformas estructurales estaría protagonizada por la joya de la corona: la reforma energética. Aprobada en el Congreso por las bancadas del PRI, PAN y PRD, y con aplauso casi unánime del sector privado nacional y extranjero, PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad –los monopolios estatales en materia de petróleo y electricidad– se abrieron al capital privado, nacional y extranjero, para descubrir y explotar nuevo yacimientos de hidrocarburos. Históricamente, esto significo desechar uno de los mayores tesoros de la Revolución Mexicana: reservar exclusivamente para el Estado y su empresa (PEMEX), la propiedad, exploración, explotación, refinación, transporte y comercialización de los hidrocarburos. De fundamental importancia han sido los tesoros del subsuelo mexicano que, a lo largo de su construcción como nación, estos han sido saqueados por fuerzas extranjeras, cuya consecuencia han derivado en la tergiversación las fuerzas político-sociales del país. Pocos fenómenos de gran envergadura han modificado las fuerzas político-sociales del país, pero sin duda alguna, los intereses estadounidenses se han entrelazado con la élite del poder nacional a través del discurso de los beneficios del mercado y de su manifestación en el “desarrollo” del país. Desde esta perspectiva, el TLCAN (ahora T-MEC) es, considerado como un instrumento de creación estadounidense cuyo propósito es la integración energética de Norteamérica (pero el abordaje del T-MEC necesita un espacio único al respecto, al vincular la relación más destacable que tenemos en términos de política exterior). En el sexenio de EPN no solamente el shock económico –que se manifestó en la racionalidad neoliberal de la élite del poder y sus trans-acciones complejas con miembros de la élite del poder global vía TLCAN– fue coadyuvante a la perpetuación de las condiciones desfavorables que ha padecido la sociedad mexicana desde hace varias décadas. Hay que mencionar, sin ningún error a equivocación, que el shock del crimen organizado –que se auspició con la “guerra contra el narcotráfico”– coadyuvó a la permanencia del status quo de desigualdad y falta de oportunidades para gran parte de la población mexicana, y al mantenimiento de los privilegios de unos cuantos. Los shocks económico y del crimen organizado se concretaron en corrupción, 436 Lorenzo Meyer, El poder vacío. El agotamiento de un régimen sin legitimidad, México, edit. Penguin Random House, 2019, pp. 18-36. 180 violencia criminal e inseguridad. A nivel de gubernaturas, de acuerdo con denuncias penales e investigaciones de la Auditoria Superior de la Federación, se sospechaba que entre los 22 gobernadores priístas cuyos gobiernos coincidieron con el de EPN habían desviado ilegalmente recursos por 259 mil millones de pesos.437 Gobernadores como Javier Duarte en Veracruz, César Duarte en Chihuahua y Roberto Borge en Quintana Roo se volvieron símbolo de la corrupción de los gobernadores priístas. A nivel de secretarias de Estado, el caso conocido como la “estafa maestra” que involucro el desvió de 7 mil millones de pesos a las arcas del PRI, se efectuó entre secretarias de Estado (principalmente por la SEDESOL), ocho universidades públicas y empresas inexistentes; caso por el cual se vinculó a proceso a la exsecretaria Rosario Robles. Pero además, dichos actos de corrupción se evidenciaron desde el mismo poder ejecutivo federal. Tras un reportaje en noviembre de 2014, elaborado por el equipo de la periodista Carmen Aristegui, se expuso un conflicto de interés entre el presidente EPN y el contratista ligado a la obra pública del edomex (quien además era concesionado para la elaboración del tren Ciudad de México-Querétaro) respecto a la construcción de una residencia en las Lomas de Chapultepec evaluada en 7 millones de dólares para uso del presidente y su familia. El escándalo de la Casa Blanca desató la crítica social y de la opinión pública nacional, la cual se agravó en el momento en el que Aristegui y su equipo perdieron su espacio radiofónico, remitiendo a las prácticas del antiguo PRI. Este caso fue una mancha indeleble en la reputación del presidente y la de su gobierno. La violencia e inseguridad –que gran parte de ella fue herencia del anterior sexenio– mantuvo la misma estrategia de captura y eliminación de las principales cabecillas de los carteles más importantes del país (el caso más notorio fue el de Joaquín El Chapo Guzmán, quien se fugó y fue recapturado dos veces, para ser posteriormente extraditado a EE.UU). Los resultados de esta estrategia fueron igual de insatisfactorios. Es más, de las organizaciones más grandes se deprendieron y/o se crearon organizaciones más pequeñas, las cuales expandieron sus actividades a campos distintos de la producción y comercialización de drogas, tales como: asaltos, robo de combustible, secuestros, cobro de 437 Dulce Olvera, “Son 22 gobernadores del PRI los acusados de desvíos con EPN; el monto en duda: 258 mil millones” [en línea], en Sin embargo, 22 de abril de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3r5KeGn, [consultado el 15 de diciembre de 2021]. 181 protección, trata de personas, etc., hecho que afecta de forma directa a la población. Sin embago, el evento que tuvo un impacto político de gran importancia fue la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014, por parte de la policía local en combinación con el crimen organizado.438 La vinculación de miembros del aparato estatal con actores del crimen organizado no había sido tan evidente y contundente a tal grado de ser cuestionados a nivel internacional. El dolor y sufrimiento de la población mexicana debido a los shocks económico y de violencia generalizada constituye son totalmente ignorados ante la lógica de maximización de ganancias individuales. Lorenzo Meyer destaca este punto en particular: “Todos los grupos en control de alguna de las diferentes partes del aparato gubernamental –presidencia, secretarias de Estado, gubernaturas, municipios, etc.– y en alianza con intereses privados, incluido el crimen organizado, se han lanzado a extraer el máximo de recursos en el menor tiempo posible sin importar el daño que causen al equilibrio histórico, siempre precario, entre clases, regiones, intereses y grupos”. 439 El contexto social de México en las últimas décadas se embate en dos guerras: La primera, entre las autoridades legítimas de la fuerza del estado contra el crimen organizado, trans-acciones entre unos y otros que involucra a altos funcionarios y grandes campo, armados o con grades influencias, pero que sin lugar a duda a bañado en sangre a este país. A la par de esta guerra se desarrolla otra, ya de larga data, pero que también ha causado gran sufrimiento e indignación, se trata de una guerra entre clases auspiciada por la “mano invisible” del mercado y que se ha interiorizado como razón de gobierno ante la instauración del neoliberalismo. Así, los shocks económico y de crimen organizado han catalizado la estructura de explotación social y violencia generalizada que beneficia a unos pocos y aniquila las diversas subjetividades y modos de vida de la sociedad mexicana. No sin ello considerar que las tras-acciones entre la élite del poder nacional respecto con la internacional, involucra determinada complicidad que inhibe determinada autonomía respecto a los intereses de Washington. En pocas palabras, el anhelado desarrollo –que fue difundido como discurso legitimador de las reformas estructurales–, en conjunto con la simbiosis económica internacional de la economía mexicana –que inevitablemente involucra 438 Lorenzo Meyer, El poder vacío…, op. cit., 29-36 pp. 439 Lorenzo Meyer, El poder vacío…, op. cit., p. 42. 182 al vecino del norte y a sus objetivos hegemónicos– ha permitido que la política exterior de México este supeditada a la política económica y este alineada, así mismo, con EE.UU. A partir de la anterior reflexión, se abordará en las siguientes páginas el análisis pertinente de la política exterior del sexenio de EPN de acuerdo a la narrativa de la complejidad que esbocé en el marco teórico, es decir, a partir de la dualidad del contexto y la conducta. 183 2.3. DEL TLCAN AL T-MEC. DIFERENCIA Y REPETICIÓN DE LA RELACIÓN BILATERAL CON LOS EE.UU. El tratado firmado entre México, EE.UU. y Canadá fue, sin duda alguna, un hito insólito en los diversos procesos de regionalización que se constituyeron en el sistema internacional al término de la Guerra Fría, pues en conjunto con la Unión Europea, ambos procesos de regionalización –aunque sustancialmente diferentes en cuanto a sus objetivos– fueron punta de lanza en la legitimación y reproducción del modelo de libre mercado, que terminó por constituirse como el modelo hegemónico que imperaría en el sistema internacional después de la bipolaridad este-oeste. En la contienda internacional de paz fría surgieron diversos bloques regionales –tales como los BRICS (Brasil, Rusia, China y Sudáfrica), el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela), la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) o el ANSEA (Asociación de Naciones del Sureste Asiático)– dispuestos a competir entre sí a través de sus ventajas comparativas. De esta forma, la fragmentación del sistema internacional se acentuó debido a: 1) la tendencia creciente a ser parte de las “ventajas del libre comercio”, en el cual un proceso de regionalización con naciones afines sería el medio más asequible para ello; 2) al acceso al modelo económico de libre mercado instaurado por la pax americana (globalización); y 3) por la contención a los intereses hegemónicos de los EE.UU. Aunque la regionalización suponía un freno sutil ante la globalización, la regionalización contribuyó a que naciones en América Latina, África y Asia adoptaran políticas de liberalización y apertura de las economías nacionales. Así, los procesos de regionalización –acordes a los diversos procesos de reformas estructurales– significaron un capítulo más de la “globalización”, o lo que debería ser considerado como el proceso complejo de creación y re-creación de las relaciones-redes que constituyó a la transnacionalización y la financiarización. No obstante, las consecuencias de este modelo no solo resultaron en una relación dualista centro-periferia entre naciones del norte capitalista respecto a las del sur periférico, 184 sino que, a causa del crack de 2008 que legitimó diversas inconformidades respecto a dicho modelo de apertura económica, evidencio la fractalidad del despojo, la desigualdad, la expulsión y la violencia de diversas realidades locales. La abstracción internacional entre la trans-acción de poder-riqueza/Estado-mercado adquirió significado concreto en la precarización de las personas alrededor del mundo. La fragmentación y fractalidad del sistema internacional propició que: 1) los bloques regionales estuvieran en constante auto-organización (como ejemplifica la salida del Reino Unido de la Unión Europea); 2) el ascenso de la extrema derecha nacionalista crítica del proceso de globalización de la pax american (como lo fue el expresidente Donald Trump); y 3) el auge de nuevos rostros hegemónicos en el escenario internacional que rivalizan con EE.UU., verbi gratia: la confrontación que ostentan China y Rusia con EE.UU. De esta forma, comprender el papel del TLCAN y su renegociación implica situar su complejidad en su justa relatividad de tiempo, espacio y movimiento. Tiempo, descrito este como un contexto de auto-organización internacional (por no mencionar caótico) donde se coloca en tela de juicio el modelo neoliberal; en espacio, cuyo punto de enunciación parte desde México, uno de los tres países miembros del bloque regional; y movimiento, en términos de las trans-acciones que sostienen las élites políticas y económicas respecto a cada tema correlacionado a la relación regional. Un punto importante a destacar previo a realizar el análisis correspondiente, es la confusión ontológica sobre la naturaleza del TLCAN, la cual es abordada por diversos analistas como exclusivamente de orden “económico” y por ende se contrapone con la “subjetividad” que proporcionan los enfoque desde la historia, la sociología o la política exterior. Sin duda alguna, son comprensibles los análisis económicos en torno al TLCAN pues la complejidad ontológica, epistemológica y, por ende, metodológica que se requiere para un análisis exhaustivo sale de las manos de cualquier investigador que pretenda abordar los diversos problemas que florecen en torno a este tratado internacional en los tres países miembros. No obstante, a través de la mirada de la complejidad –la cual he discutido en páginas anteriores– la segmentación ontológica de las diversas trans-acciones que se estructuran entre poder-riqueza/Estado-mercado dan como resultado análisis segmentados. Más aún, aunque el análisis proveyera de cifras dotadas de “objetividad”, esto no implica que los 185 argumentos presentados estén despojados de juicios de valor e ideología respecto a la conducción de la economía nacional y el impacto del TLCAN sobre ella. Irving Goulner aseguraba que “la cientificidad se entrama inconmensurablemente con juicios de valor”.440 Dicho de esta manera, la segmentación que se hace para su análisis también manifiesta una presunción ideológica en virtud de favorecer los principales indicadores de comercio e IED, dejando de lado las consecuencias geopolíticas y sociales. Del mismo modo, se debe agregar que esta idea es aplicable de forma inversa. He aquí el origen del férreo debate contrapuesto entre quienes enaltecen al TLCAN como el mejor impulso que ha tenido México para modernizar su economía y entre quienes denostan a este como un instrumento de lógica imperialista. 2.3.1. ¿QUIÉN OBTIENE QUÉ? ENTRE LA POLÍTICA EXTERIOR Y LA ECONOMÍA DEL TLCAN Tras tres décadas de haber institucionalizado nuestra relación con los EE.UU. y Canadá, y, así mismo, haber consolidado uno de las regiones económicas y geopolíticas más importantes en el sistema internacional, la parafernalia política que se desplegó en los tres países durante la década de los noventa para acceder a la ratificación de dicho tratado, se contrapone a lo manifestado en los recientes años desde el lado estadounidense, pues durante los procesos de campaña electoral para las candidaturas presidenciales en 2008 y 2016, tanto Barack Obama como Donald Trump manifestaron con suma contundencia su inconformidad con los resultados del TLCAN. Argumentaban que el tratado había derivado en la precarización del empleo estadounidense, el cual, no podía competir con el salario mínimo mexicano, el cual mantenía una ventaja comparativa respecto a los EE.UU. Dichas declaraciones se notan contradictorias a razón de los intereses y el tiempo histórico en el cual el TLCAN tuvo cabida. Aunque las motivaciones que tuvieron los representantes de Estado puede ser del estilo: “el socio desarrollado busca un socio con bajos salarios, el cual puede proveer de fuerza de trabajo a costos bajos para las empresas del 440 Irving Gouldner, “El antiminotauro: el mito de una sociología libre de valores”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, núm. 62, vol. 16, México, edit. UNAM, 2022, pp. 103-119. 186 primero. […] Y en cambio, el socio menos desarrollado pued[íese] estar buscando el acceso a la IED y a nuevas tecnologías”,441 todas ellas se conjuntaron para la creación del bloque económico regional de América del Norte. En el caso de EE.UU., en un contexto de pos Guerra Fría, había un amplio consenso entre la élite empresarial [razón de mercado] y la política [razón de Estado] en la expansión de sus negocios alrededor de las economías periféricas [Estado pragmático]. En este sentido, a los ojos de EE.UU., la conveniencia de liberalizar el comercio y asegurar las inversiones respecto con México, no solo permitiría la expansión de sus productos y servicios, sino también el acceso a los grandes recursos petroleros y la posibilidad de que el territorio mexicano fuera la plataforma para las empresas de capital estadounidenses, aprovechando las materias primas, la mano de obra barata y la laxitud de la legislación ambiental para así exportar a todo el mundo.442 Si bien, la propaganda estadounidense desplegada al interior sostuvo el argumento de que con la entrada en vigor del TLCAN se verían beneficiados los trabajadores dado el posible incremento de la demanda laboral, diversos datos sostenían que el impacto favorable oscilaría alrededor del 0.1%, en cuyo caso contrario, México se vería mayor beneficiado. Así, el ahora premio nobel de economía, Paul Krugman, aseveraba que dadas las nulas ganancias que EE.UU. pudiese obtener, el TLCAN no era un tratado basado en la economía, sino, su interés versaba en términos de política exterior.443 En efecto, el TLCAN (ahora T-MEC) no debe ser considerado exclusivamente como un tratado que fomenta el comercio. En el caso de México, tras los diversos problemas económicos heredados de la crisis de la deuda, y a fin de garantizar líneas de crédito que amortiguaran la deuda del país,444 se estableció el Plan Brady (estrategia impulsada por el secretario del Tesoro estadounidense Nicholas Brady) a cambio de incentivar las reformas estructurales para fomentar el ahorro, 441 James R. Markusen & Stephen Zahniser, Liberalization and Incentives for Labor Migration: Theory with Applications to NAFTA, Working Paper No. w6232, Massachusetts, National Bureau of Economic Research, 1997, p. 15. 442 Ricardo Tirado Segura, “Las élites de América del Norte en la génesis del TLC”, en Alejandra Salas-Porras & Matilde Luna, ¿Quién gobierna América del Norte? Élites, redes y organizaciones, México, edit. UNAM, 2012, p. 42. Además véase: David Vogel, Fluctuating Fortunes: The Political Power of Business in America, Nueva York, edit. Basic Books, 1989, 352 pp. 443 Paul Krugman, “The Uncomfortable Truth about NAFTA. It’s Foreign Policy, Stupid”, en Foreign Affairs, núm. 5, vol. 72, Estados Unidos, edit. Council on Foreign Relations, 1993, p. 18. 444 Maxwell A. Cameron & Brian W. Tomlin, The Making of NAFTA. How the Deal Was Done, Ithaca, edit. Cornell University Press, 2000, p. 40. 187 la inversión y la privatización de empresas del Estado, como una forma de avalar el pago de la misma. A pesar de que, el presidente Salinas trató de convencer a los mercados europeos de invertir en México durante el Foro Económico Mundial en Davos de 1990, la situación en Europa después de las revoluciones de 1989 y las siguientes transformaciones en los países del Este hizo que la atención de los europeos occidentales se centrara en sus vecinos. Así, ya con plena conciencia de una razón neoliberal entre los miembros del aparato estatal, se acordó la integración económica con el mercado estadounidense como la opción más viable y constante ante la falta de capital que carecía México después de la crisis de la deuda.445 En lo que concierne a Canadá, tras un tratado de libre comercio previamente consolidado con los EE.UU. (CUSFTA, por sus siglas en inglés) en el cual hubo un férreo debate nacional de acuerdo a las ventajas y desventajas de profundizar la relación económica, la élite política canadiense llegó a la conclusión de que tenían que participar para proteger los intereses de Canadá en el mercado de América del Norte,446 todo ello permitiría crear una alianza con México a partir de la cual conseguirían mejores condiciones con EE.UU. Con un sector privado fuertemente organizado447 y un gobierno de reciente elección popular con el que llegaba al poder el primer ministro Jean Chrétien por el Partido Liberal, quien además se destacaba por abrazar los principios básicos del neoliberalismo, el TLCAN tuvo una visión aprobatoria para su negociación, firma y posterior ratificación. El elemento fundamental que da razón a la complicidad entre las élites subyace en la trans-acción del poder político de la razón neoliberal entre las tres naciones que formaron parte de su concepción, así como del cambio estructural de finales de la Guerra Fría y las repercusiones que aún se sentían después de las crisis anteriores.448 Contundentemente se puede afirmar, que las élites económicas y políticas de los tres países fueron las principales impulsoras de la decisión de llevar a cabo el TLCAN.449 Dichas élites son plenamente 445 Ana Covarrubias, México y el Mundo. Historia de sus relaciones exteriores. Cambio de siglo: la política exterior de la apertura económica y política, tomo IX, Ciudad de México, edit. El Colegio de México, 2010, p. 25. 446 Maxwell A. Cameron & Brian W. Tomlin, op. cit., p. 64. 447 Malcolm Fairbrother, “Why Do Capitalists Hang Together on Trade? Business Unit in the Case of NAFTA”, Paper presented at the International Studies Association, San Francisco, Marzo 26-29, 2008. 448 Cfr. Michael C. Dreiling & Darves Y. Derek, Agents of Neoliberal Globalization: Corporate Networks, State Structures, and Trade Policy, Cambridge, edit. Cambridge University Press, 2016, 296 pp. 449 Ricardo Tirado Segura, “Las élites de América del Norte…”, op. cit., p. 31. En el mismo sentido, véase: Jorge Castañeda, The Mexican Shock, op. cit., p. 69.; Strom C. Thacker, “NAFTA Coalition and the Political Viability of Neoliberalism in Mexico”, en Journal of Interamerican Studies and World Affairs, núm 2, vol. 41, 1999, 57- 188 identificables en los términos de las relaciones-redes que involucra a los miembros del aparato estatal con las corporaciones, quienes a su vez –en su momento– estas contrataron cabilderos y think tanks para incidir en la negociación del TLCAN. Esta relación trans- elitista –es decir, las inter-acciones multidireccionales entre los miembros de la élite del poder de cada país y con sus contrapartes mexicanas, estadounidenses y canadienses– derivo en que el TLCAN se constituyera como de corte neoliberal,450 donde la desregulación tenía como objetivo favorecer los intereses capitalistas de los empresarios de las tres naciones. Comprender que la razón ontológica del TLCAN parte de las relaciones redes trans- elitistas entre las tres naciones, no implica dejar de lado diversas trayectorias históricas individuales y conjuntas que estructuran el bloque regional de América del Norte. Sucintamente, en términos de la relación bilateral México-EE.UU., durante los pocos años en que esta se manejó con relativo respeto bajo los términos de un intercambio comercial y un flujo constante de inversiones, es imposible ignorar los diversos enfrentamientos que han marcado nuestra relación con el vecino del norte desde que en 1825 se iniciaron relaciones diplomáticas. Toda vez que, a lo largo de la historia, los tratados entre ambas naciones –Guadalupe-Hidalgo, McLane-Ocampo, Bucareli, Plan Puebla-Pánama– y las tras-acciones que han surgido alrededor de ellos, han implicado apuntalamientos lesivos de una relación tan torcida como asimétrica.451 Sin embargo, en este aspecto, el TLCAN fue insólito, pues representaba un nuevo entendimiento en el marco de una relación histórica susceptible a fricciones y al recuerdo de la invasión norteamericana en el siglo XIX. En definitiva, el TLCAN permitió el acceso de la economía mexicana a la economía 89 pp.; Jeff Faux, La guerra global de clase. Cómo nos robaron el futuro las élites de Estados Unidos, Canadá y México y qué hacer para recuperarlo, México, edit. Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2008, p. 103. 450 Stephen Clarkson, Does North America Exist? Governing the Continent after NAFTA and 9/11, Canada, edit. Woodrow Wilson Center & University of Toronto Press, 2008, p. 204. 451 Luis González Sousa, “México y Estados Unidos a la hora del TLC: “nueva” era, viejo derrotero”, en Eliezer Morales Aragón & Consuelo Dávila Pérez, op. cit., 141-169 pp. Uno de los textos más sobresalientes sobre las intervenciones de Estados Unidos en México es: Gastón García Cantú, Las invasiones norteamericanas en México, México, edit. [Era] Fondo de Cultura Económica, [1971] 1996, 349 pp. Ensayos históricos por excelencia de nuestra relación con los EE.UU.: Josefina Zoraida Vázquez & Lorenzo Meyer, México frente a Estados Unidos. Un ensayo histórico, 1776-2000, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2013, 262 pp.; Luis G. Zorrilla, Historia de las relaciones entre México y los Estados Unidos de América, 1800-1958, vol. 2, México, edit. Porrúa, 1965, 601 pp. Sobre la ilegalidad del tratado Guadalupe-Hidalgo, con el cual se efectuó la secesión de más de la mitad del territorio mexicano a EE.UU., véase: Juan José Mateos Santillán, Los derechos históricos de México sobre el territorio de los Estados Unidos. Génesis de un Imperio Neocolonial, México, edit. Tomo, 2010, 318 pp. 189 global; representó la compaginación de la economía mexicana con la estadounidense, y condujó a la concretización del “cambio” de modelo económico. Pero no sólo en términos económicos el TLCAN modifico las estructuras del país,452 ellas también se manifestaron con la perpetuación de la razón neoliberal en todos los sectores de la administración pública y en específico de los miembros del aparato estatal quienes a través del discurso del desarrollo argumentaban que la proximidad económica e ideológica con los EE.UU. permitiría solucionar los problemas de “retraso” económico en el país.453 Dado que, para el año 2017, cerca del 80% de nuestras exportaciones, el poco más del 50% de la IED proveniente de los EE.UU. y la vecindad que mantenemos con la principal potencia hegemónica, en términos de política exterior, México obtuvo poco margen de maniobra ante las vicisitudes del sistema internacional; y así mismo, inhibió la toma de decisiones soberana respecto a diversos problemas compartidos, tales como la situación migratoria de mexicanos y centroamericanos hacia EE.UU. y el tráfico de armas proveniente del mismo hacia México. Dichos problemas, en diversas ocasiones, han fungido como medios punibles para acceder a la aprobación o a la negativa de México respecto a determinados objetivos y/o intereses estadounidenses. Cuadro 2.2. Compuesto de las exportaciones (a) e importaciones (b) de México, 2018 452 Cfr. Gregorio Vidal (coord.), México en la región de América del Norte. Problemas y Perspectivas, México, edit. UAM, 2004, 325 pp. En el mismo compendio, sobre este asunto, sobresalen los artículos de Gregorio Vidal, Raúl Conde, Alberto Mariña Flores y Ernesto Henry Turner Barragán. Así mismo, véase: Arturo Oropeza García (coord.), TLCAN 20 años ¿Celebración, desencanto o replanteamiento?, México, edit. Instituto de Investigaciones Jurídicas-UNAM, 2014, 630 pp. 453 Carlos Tello Macías & Jorge Ibarra, La revolución de los ricos, op. cit.; Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit.; Jorge Castañeda, The Mexican Shock, op. cit.; Alejandra Salas-Porras Soulé, “Las élites neoliberales en México…”, op. cit.; Lorenzo Meyer, El poder vacío, op. cit. a) 190 Fuente: The Atlas of Economic Complexity, Harvard University La transformación estructural [poder político] en México involucró, la incorporación ideológica de las élites del poder mexicanas a través de la razón neoliberal para mantener una relación trans-elitista favorable entre los tres países en torno a diversos aspectos concernientes a América del Norte. De esta forma, la pregunta ¿quién obtiene qué?, nos permite dilucidar dos aspectos. En primer lugar, al “quién” –cuya respuesta es las élites del poder de las tres naciones– requiere de la sinergia entre la economía y política exterior. En segundo lugar, y al tomar como premisa la dualidad economía-política exterior, el “qué” responde a los intereses económicos respectivos de cada nación, ya sean estos: la obtención de recursos estratégicos (petróleo y/o gas), la expansión de negocios (transnacionalización) o la obtención de recursos por medio del sistema financiero (financiarización), ello implica el uso de medios y estrategias en el plano internacional que les permita cumplir sus objetivos. Al recuperar las ideas de Göran Therborn,454 otra pregunta necesaria para comprender el cambio estructural en México y sus consecuencias es el “cómo”, y sin más preámbulo para otorgar una respuesta: debido a las crisis de los precios del petróleo y la subsecuente crisis de la deuda, la necesaria implementación de reformas estructurales –consensuadas entre las élites mexicanas y aquellas pertenecientes a la pax americana– para la obtención de recursos permitieron la homologación de intereses.455 Sin embargo, el comercio, los flujos de inversión, así como la homologación de la economía mexicana con la estadounidense también ha fungido como método de disuasión y persuasión para que México asista o desista de aquello que sea favorable o perjudicial para Washington. 454 Göran Therborn, ¿Cómo domina la clase dominante?, op. cit. 455 John Saxe-Fernández & Gian Carlo Delgado, op. cit. b) 191 En la visión de Miles Kahler, la liberalización económica en términos de política exterior, puede llevar a un mayor conflicto o a una mayor cooperación. Según el autor, de forma sucinta, esquematiza seis hipótesis al respecto: 1. Curva J: Al inicio de la liberalización el Estado dispondrá de menos recursos, lo cual llevará a un menor activismo internacional, y mostrará un mayor activismo conforme aumenten sus recursos. 2. Interdependencia: Genera incentivos para la cooperación y favorece una política exterior prudente, estable y menos beligerante. 3. Interdependencia asimétrica: Aumenta la proclividad de conflictos debido a inquietudes sobre una creciente vulnerabilidad. 4. Grupos de interés: Los favorecidos por la liberalización económica buscarán influir en la política exterior para impulsar sus intereses (y viceversa). 5. Élites políticas: Otorgarán creciente importancia a los costos y beneficios económicos derivados de las decisiones en materia de política exterior, y menor importancia a la ideología (independientemente del tipo de régimen). 6. Élites políticas: Procurarán una mayor cooperación con instituciones internacionales para administrar los efectos de la creciente interacción económica internacional, y las instituciones internas encargadas de sus asuntos económicos internacionales adquirirán mayor peso. 456 Bajo la perspectiva anterior, y en lo que respecta al caso de México, la liberalización de la economía mexicana ha conducido a una interdependencia asimétrica, en la cual México ha sido inducido a decantar determinadas decisiones de política exterior-economía en sintonía con Washington, ya sea vía consenso o a través de la persuasión. Es en el consenso trans- elitista de América del Norte, una de las formas de estructuración del poder político, donde se sientan las bases de una complicidad neoliberal mexicana respecto a los beneficios económicos derivados de la integración regional. No obstante, a diferencia de la postura de Kahler entorno a la falta de “ideología” en aras de obtener los mayores beneficios económicos, la élite del poder en México ha compaginado intereses en torno a los fundamentos ideológicos de la razón neoliberal, ha permitido sustentar los negocios de las élites económicas y, así mismo, ha transpolado los beneficios a las élites políticas. En suma, la complejidad que armoniza las estructuras y los agentes, la política exterior y la economía soslaya pensar en una sola dirección en torno al papel del TLCAN, pues este puede ser estudiado como una herramienta de política exterior o como un instrumento de política 456 Miles Kahler, Liberalization and Foreign Policy, Nueva York, edit. Columbia University Press, 1997. Citado en Ana Covarrubias (coord.), Temas de política exterior, México, edit. El Colegio de México, 2008. 192 económica,457 lo complejo es apelar a la no separación de ambas visiones. Los datos del desempeño de la economía mexicana que se presentan a continuación, corroboran lo que diversos autores han consideraro como poco gratificante.458 No obstante, es importante exponer que las relaciones económicas del TLCAN manifiestan una complejidad aún mayor (consideración que se expondrá el próximo capítulo), y que, por lo tanto, las posiciones respecto al tratado han tendido a ideologizarse en extremo.459 1. El PIB nacional promedio, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), desde 1994 a 2020 fue de 1.97%. Para este mismo dato en el sexenio de EPN, el crecimiento promedio fue de 2.4 %. 2. El PIB per cápita promedio de México, según datos del Banco Mundial, de 1994 a 2020 fue de apenas 0.56%, cuyo mismo dato de 2012 a 2018 fue de 1.31 %. 3. Según el Centro de Investigación Económica y Política de EE.UU., México ocupaba el puesto 15 de 20 países latinoamericanos en crecimiento del PIB real per cápita de 1994 a 2016. 4. La tasa de crecimiento promedio del PIB per cápita de 1994 a 2020 fue de 4.2%.460 5. La deuda del sector público de México –la cual se compone por la deuda contraída por el Gobierno Federal, Empresas Productivas del Estado (PEMEX y CFE) y la Banca de Desarrollo (BANOBRAS, SHF, BANCOMEXT, NAFIN, FINRURAL y 457 Isidro Morales, “NAFTA in a Comparative Perspective: A Debate on Trade Diplomacy, Economic Policy, and Regionalism”, en Oxford Research Encyclopedia of Politics, Reino Unido, edit. Oxford University Press, 2018. Dirección URL: https://bit.ly/3roqoqI, [consultado el 15 marzo de 2022]. 458 Algunos trabajos que sustentan esta perspectiva son: Kevin P. Gallagher, Timothy A. Wise & Enrique Dussel Peters, El futuro de la política de comercio en América del Norte. Lecciones del TLCAN, México, edit. Universidad Autónoma de Zacatecas & Miguel Ángel Porrúa, 2011, p. 10; American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations (AFL-CIO), NAFTA at 20, Washington, marzo, 2014, 28 pp.; XLIII Reunión Trimestral del Cempe, “El TLC a 20 años… una amplia reflexión”, en Cuartilla. Gaceta de la Facultad de Economía, núm. 58, s/vol., México, edit. Facultad de Economía-UNAM, abril 2014, 4-5 pp.; Mark Weisbrot et al, Did NAFTA Help Mexico? An Update After 23 Years, Washington D.C., edit. Center for Economic and Policy Research (CEPR), 2017, 25 pp. 459 “Unos juzgan positivamente al tratado por su impacto irrefutable en los incrementos en el comercio y la inversión intrarregionales. Los demás lo juzgan negativamente por el crecimiento de las empresas transnacionales y la concentración de riqueza que esto genera, por la persistencia de la pobreza, la desigualdad y la migración, así como por el creciente deterioro ambiental que se experimenta en la región, tanto en las costas como en los ríos, lagos y áreas críticas específicas como la frontera México Estados Unidos”. Cfr. Arturo Borja Tamayo, “La globalización y América del Norte”, en Norteamérica, Revista Académica del CISAN-UNAM, núm. 2, vol. 6, México, edit. CISAN-UNAM, julio-diciembre, 2011, pp. 265-281. 460 Mark Weisbrot, op. cit. 193 BANSEFI)– durante el sexenio (efectivo) de EPN (2013-2018) representó un 42.8% del PIB nacional, del cual un 28.1% corresponde a la deuda interna y 14.8% a la deuda externa. Los datos anteriores no se alejan al considerar los mismos datos para el periodo 2019-2022: la deuda total representaba un 49.1%, la deuda interna un 32%, y la deuda externa a un 16.5%. 6. Inversión Extranjera Directa, al igual que los datos correspondientes al comercio, mantiene un mayor grado de concentración en la región de América del Norte, y muy específicamente con EE.UU. Entre los años de 1999 al 2011 la IED promedio proveniente de EE.UU. fue de 53.85% respecto al total. Es decir, más de la mitad de la IED total del país provenía del vecino del norte. Durante el periodo de gobierno de EPN la tendencia porcentual se redujo a un valor promedio de 40.6%. Aunque la IED proveniente de EE.UU. se redujo considerablemente, su representación seguía siendo la predominante, a pesar de que para el año 2018 esta fue de 34.69%. 7. En términos de pobreza, el año 2014 fue significativamente crucial, pues en dato del CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), la tasa de pobreza de México de 55.1% de población total fue superior a la tasa de pobreza de 1994 (metodología previa al cambio en 2016). Entre los años 2016 y 2020, 43% promedio de la población mexicana vivía en pobreza. 8. El desempleo, según estimaciones del CEPR, oscilaba en 3.8% para el año 2017; dicho dato no demuestra un cambio significativo con un 3.1% para los años entre 1990 y 1994.461 9. Una consecuencia significativa en México debido a la implementación de las reformas estructurales y a la apertura comercial es la desigualdad regional entre la zona norte-centro del país respecto a la zona sureste. La zona norte del país se ha beneficiado en mayor medida del comercio y los flujos de inversión debido a la cercanía geográfica con los EE.UU., mientras que el centro mantiene una importancia significativa debido a la ubicación de la capital del país. Sin embargo, en lo que 461 Mark Weisbrot, op. cit. 194 respecta al sureste, los niveles de ingreso y, por tanto, de calidad de vida se ha mantenido muy bajos.462 10. Se debe mencionar que a partir de la entrada en vigor del TLCAN, las políticas públicas en torno al campo dejaron de ser relevantes y de ser considerados como prioridad dentro del proyecto de producción y desarrollo nacional, al someter al sector a la desgravación arancelaria cuando los esquemas de integración buscaban mayores ganancias en el sector manufacturero.463 Los datos anteriores esquematizan de forma somera el panorama económico de México durante el periodo que estuvo vigente el TLCAN. Sin embargo, los datos anteriores, ya en tiempos del periodo presidencial de EPN, no fueron razones que merecieran un grado mínimo de importancia para que se propusierá un cambio en el tratado. Más bien, debido al caos mundial que representó la pérdida de confianza en el modelo económico de la pax americana, y la intransigencia del presidente de EE.UU., Donald Trump, México se vio obligado a renegociar el TLCAN. Así, en el año 2017 –año de sucesivas rondas de negociación– México encauzó la defensa del mismo a través de Luis Videgaray, Secretario de Relaciones Exteriores, e Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía. En los años del periodo sexenal de EPN, el empecinamiento de las élites mexicanas al modelo económico de libre mercado y competencia no puede criticarse intransigente a apelar a los intereses particulares de los mismos, ya que, dado el entrelazamiento de la economía mexicana respecto a la de los EE.UU., la complejidad que significó la renegociación del TLCAN tiene más de una simple arista. Por lo tanto, surge de la anterior consideración la siguiente precisión: la renegociación del TLCAN debe de leerse de acuerdo a su relatividad de tiempo, espacio, y movimiento, es decir: los factores internos y externos (tanto sociales, como económicos y políticos) determinaron la conducción de la toma de 462 Gerardo Esquivel, Luis Felipe López-Calva & Roberto Vélez Grajales, “Crecimiento económico, desarrollo humano y desigualdad regional en México 1950-2000”, en Estudios sobre Desarrollo Humano, México, edit. PNUD-México núm. 2003-3, 2003, 28 pp. 463 Arturo León López & Elsa Guzmán Gómez, “Determinantes para la no renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”, en Argumentos. Estudios críticos de la sociedad, núm. 57, vol. 51, México, edit. UAM, mayo-agosto 2008, pp. 175-208.; Alicia Puyana & José Romero, “El sector agropecuario mexicano bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La pobreza y la desigualdad se intensifican, crece la migración”, en Retos para la integración social de los pobres en América Latina, Buenos Aires, edit. CLACSO, 2009, pp. 187-213. 195 decisiones para defender al TLCAN, aunque ello significase la total desaprobación social del país. 2.3.2. ENTRE LA RAZÓN PRAGMÁTICA Y LA RAZÓN NEOLIBERAL EN NORTEAMÉRICA Durante los primeros años de gobierno de EPN, la intensa actividad de política exterior sustentada en encuentros regionales y bilaterales daban cuenta del cambio de imagen que el nuevo gobierno intentaba proyectar hacia el exterior, en virtud de disminuir el perfil de violencia y de constantes asesinatos que dejó atrás la administración del presidente Calderón. Con la finalidad de que las reformas estructurales planteadas en el PPM pudiesen atraer a los grandes capitales internacionales, la política exterior fungió como una política pública de apoyo al paquete de reformas. Afirman al respecto Olga Pellicer et al: “Sin haber delineado un proyecto estratégico para las relaciones de México con el exterior, numerosas delegaciones emprendieron giras al extranjero para promover el potencial de las reformas estructurales”. Además, estiman los autores que: “en pocas palabras, la política exterior tuvo su principal expresión en el llamado entusiasta a los inversionistas para conocer las oportunidades ofrecidas por las reformas estructurales”.464 Lo anterior constata la falta de interés en los factores externos que suponen ser obstáculos al cumplimiento de los objetivos de la política exterior, pues no se consideró el caos en el sistema internacional que aún se padecía de las consecuencias de la crack financiero de 2008. No obstante, los factores internos en México también fueron de gran importancia en la inestabilidad de la conducción de la política exterior. En primer lugar, los conflictos internos en México derivados de la violencia que generaban diversos grupos de la delincuencia organizada –que mantenía en focos rojos de alerta a los estados de Guerrero, Oaxaca y Tamaulipas– coludidos en un entramado de relaciones-redes entre mandos estatales, alcaldes y policías sugería ser la razón por la cual la estrategia de seguridad (heredera del sexenio anterior) no brindaba ningún resultado favorecedor.465 La máxima 464 Olga Pellicer Silva, Gonzalo Celorio Morayta & Bernardo Mabire, “México, el derrumbe de un régimen y la política exterior” en Foro Internacional, núm. p. 3-4, vol. 59, México, edit. El Colegio de México, julio- diciembre, 2019, p. 588. 465 Una de las periodistas más reconocidas en la investigación de las relaciones del crimen organizado con miembros del aparato estatal es Anabel Hernández quien comprehende una vasta bibliografía al respecto. 196 expresión de violencia derivada de los casos de Tlatlaya (2014) y los 43 desaparecidos de la Escuela Normal de Ayotzinapa (2014) marcó un antes y un después en la imagen de México en el exterior, y así mismo, de forma interna. En segundo lugar, en el aspecto económico, ya entrado el año 2015, aún no era palpable “el desarrollo de México” que derivaría de la implementación de las reformas estructurales. Ante un crecimiento promedio del PIB de un 2%, no se visualizaba que dicho “desarrollo” fuera a suceder en el corto plazo. Más aún, los casos de corrupción materializados en La Casa Blanca y el Caso Odebrecht denostaban la legitimidad de la “nueva generación del PRI”. Por otro lado, la candidatura del magnate Donald Trump por el Partido Republicano para la contienda presidencial de los EE.UU. (2016-2017) –la cual estuvo marcada por discursos xenofóbicos y racistas en contra del pueblo mexicano– suponía ser un factor de gran importancia que alteró la continuidad de los negocios con el mercado estadounidense ya que colocaba en un alto grado de escepticismo la permanencia del TLCAN, y, así mismo, de las mismas reformas estructurales impulsadas por EPN. La combinación de un contexto de violencia desatada en todo el país, donde la justicia no se hacía presente, aunado a un contexto de bajo crecimiento económico y desbordada corrupción entre los principales miembros de la élite política, además del inestable medio internacional que aún padecía las consecuencias del crack de 2008. El neoliberalismo contó con una total desaprobación por parte de la sociedad mexicana, más no así de miembros del aparato estatal o de la élite política, lo cual no impidió cumplir con los objetivos propuestos por EPN. He aquí el fundamento de la crisis de la razón neoliberal. En lo que respecta a EE.UU., con el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca el 20 de enero de 2017, se evidencio lo que Brzezinski temía: los EE.UU. perdieron la capacidad de crear conceso. Y ello se manifestó tanto a nivel internacional como a nivel nacional. En el primer caso, tras heredar diversos conflictos que para Obama eran importantes, tales como: la salida de las tropas estadounidenses de Irak, la deriva producida por la Primavera Árabe, las tensiones con Rusia por Ucrania o Siria, así como la falta de contención de China, el Gracias a su investigación, Genaro García Luna, quien fuese Secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Calderon, fue extraditado y sentenciado a una prisión federal en los EE.UU. por su colusión con miembros destacados del crimen organizado. Al respecto, véase: Los cómplices del presidente, México, edit. Debolsillo, 2008, 423pp. Véase también de la autora: El traidor. El diario del hijo del Mayo, México, edit. Grijalbo, 2019, 312 pp. 197 presidente Trump decidió tener como blanco de ataque a todos los “aliados” que representaran la lógica de la “globalización”, libre mercado y competencia –que en virtud de sus consideraciones había perjudicado a los trabajadores estadunidenses– y así anteponer al “America First”. En el segundo caso, a nivel interno, la falta de consenso fue claro al denunciar las relaciones que mantenía la élite estatal con los principales directivos y CEOs de Wall Street y dejar a un lado al “pueblo americano”. Esto significó un ataque claro al establishment estadounidense, el cual estaba representado por la contendiente demócrata, Hilary Clinton. Como resultado de 1) la falta de consenso en el escenario internacional con el objetivo de resolver problemas comunes y, por el contrario, denunciar los “abusos” que otras naciones (varias siendo aliadas a través de pactos militares y/o comerciales) habían ejercido sobre los EE.UU.; 2) los constantes desacuerdos en torno a la forma de expansión entre los diversos miembros de la élite del poder estadounidense (nacionalistas y globalistas), sobre todo entre los miembros de la élite política y las élites del complejo militar-industrial, banqueros y CEOs de Wall Street; y 3) la contratación de deuda para la subsistencia del Estado y permitir el expansionismo de las empresas, conduce, todo ello, a una crisis de la razón pragmática. Las variables estructurales del consenso de las élites y el expansionismo territorial/económico a través de sus empresas se habían visto truncados por la incapacidad de limitar la contratación de deuda, y de los roces con los miembros de la élite globalista. De esta forma, la crisis de la razón pragmática que se evidenció de forma estructural ante la falta de una administración adecuada entre las fuerzas del Estado y el Mercado, tanto de forma interna como externa, encuentran representación en agentes dentro de los miembros de la élite del poder quienes se inclinan por el expansionismo de las altas finanzas, el comercio y la adquisición de usura para sostener la confianza en una economía endeuda; y entre quienes, bajo una ideología xenofóbica y racista con un toque de excepcionalísimo al estilo del Destino Manifiesto, comprenden que el impulso de la industria militar resultaría ser una mejor opción para el país. Por otro lado, ante un contexto de desconfianza en el libre mercado y de desaprobación social ante los tecnócratas quienes defienden estas ideas, se encuentra la crisis de la razón neoliberal. Las fuerzas del mercado que rigieron y dominaron la elaboración de las diversas políticas públicas en México, establecieron un consenso entre los miembros de 198 la élite económica –empresarios y banqueros– y miembros de la élite política –tecnócratas– quienes se mantenían en sintonía con las ideas del neoliberalismo: léase como los “beneficios” de la apertura económica (comercio y fianzas) con el fin de promover una competitividad que brinde mejores precios a los consumidores. En suma, la crisis de legitimidad de las estructuras consolidadas en los EE.UU. y en México que se expresan en una crisis simultánea entre la razón pragmática y la razón neoliberal tuvo un punto de encuentro ante la forzada renegociación del TLCAN. En contraste con la intransigencia del presidente Trump, quien fundamentaba sus arrebatos con el argumento de un supuesto abuso de México sobre la economía estadounidense, diversos miembros de la élite del poder estadounidense se mantenían en una férrea oposición ante una cancelación total del mismo. En lo que respecta a México, a pesar del carente “desarrollo” que tuvo desde 1994 diversos miembros de la élite del poder se mantenían reacios ante una cancelación del TLCAN. Para comprender mejor lo anterior, es crucial mencionar que en el momento en el que el PPM estableció la reforma energética para abrir el mercado de los hidrocarburos brindando acceso a que las petroleras extranjeras pudiesen adquirir licitaciones para la exploración y extracción en pozos en aguas profundas, diversos think tanks estadounidenses sostenían que dicha acción permitiría una mayor integración y mayores beneficios para la región de Norteamérica.466 Se deben resaltar, en este punto, algunos puntos comparables en la historia: 1. Históricamente, la conflictividad de nuestra relación con los EE.UU. no era novedosa. Aunque en los años en el que el TLCAN estuvo vigente, nuestra relación se manejó con relativo respeto debido al flujo comercial y de inversiones, esto no debió ser razón para bajar la guardia. 466 Un reporte pionero en la propuesta de consolidar la región de “Norteamérica” bajo el esquema energético fue: Center for Strategic and International Studies (CSIS), New Horizons in US-Mexico Relations. Recommendations for Policymakers, Washington, D.C., edit. CSIS, Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) & University of Texas at Austin, 2001, 80 pp.; Ya encaminadas las reformas estructurales, el mismo punto fue tratado por: David Petraeus, Robert B. Zoellick & Shannon K. O'Neil, North America. Time for a New Focus, EUA, edit. Council on Foreign Relations, 2014. En este documento se especifica: “In addition, Mexico’s ambitious structural reform agenda is creating prospects for higher growth, an expanding middle class, and a better-educated and more productive workforce. […]North America has the potential to become a new type of growth market, combining the best of cutting- edge developed-economy innovation with the best of developing country structural reforms”. (pp. 3-4).; Peterson Institute for International Economics, NAFTA 20 Years Later, Noviembre 2014. 199 2. Los intereses geoestratégicos estadounidenses sobre el territorio mexicano, de igual forma, tampoco son novedosos. 3. Además, por sorprendente que pareciera, la secesión de los recursos del subsuelo por parte de la élite política mexicana, tampoco es novedosa. John Saxe Fernández compara historiográficamente la traición y el entreguismo a EE.UU. de Antonio López de Santa Anna (seis periodos presidenciales entre 1833 a 1847) con la secesión repetitiva de los recursos del país por parte de los gobiernos neoliberales desde De la Madrid hasta Enrique Peña Nieto. 467 En este sentido, la repetitiva conflictividad de nuestra relación con el vecino del norte; así como, los repetitivos intereses geoestratégicos del mismo sobre la adquisición de recursos naturales que versan alrededor del petróleo; y la complicidad de las élites políticas mexicanas en la secesión de los recursos naturales, económicos y/o financieros del país, plantean en apariencia, una cierta generalidad en torno a la conducción de la relación con los EE.UU. Dicha generalidad puede ser considerada al tomar en cuenta las variables anteriores; sin embargo, se estaría despojando de toda relatividad de tiempo, espacio y movimiento. Gilles Deleuze mencionaba que “la generalidad expresa un punto de vista según el cual un término puede ser cambiado por otro, puede remplazar a otro”. Esto sin duda alguna no puede ser aplicable a un análisis de política exterior en virtud de las diferencias en los factores internos y externos. Por el contrario, en referencia a la repetición, Deleuze expresa que “[…] no es una conducta necesaria y fundamentada más que con respecto a lo que no puede ser reemplazado. La repetición como conducta y como punto de vista concierne a una singularidad no intercambiable, insustituible”.468 Finalmente Deleuze sostiene que: Esta fórmula significa lo siguiente: en totalidades semejantes siempre será posible retener y seleccionar factores idénticos que representan el ser-igual del fenómeno. Pero de este modo, no se da cuenta no de lo que plantea la repetición ni de lo que hay de categórico o de lo que vale, por derecho, en la repetición. […] En su esencia, la repetición remite a una potencia singular que difiere por naturaleza de la generalidad.469 467 John Saxe-Fernández, La compraventa de México. Una interpretación histórica y estratégica de las relaciones México-Estados Unidos, México, edit. CEIICH-UNAM, [2002] 2016, 622 pp. 468 Gilles Deleuze, Diferencia y repetición, op. cit., p. 21. 469 Ibídem., p. 24. 200 Respecto a lo mencionado por Deleuze, si es situado en el marco de los análisis de política exterior, ínsita a que los analistas vayan más allá de la generalidad, es decir, de lo ya conocido o históricamente similar, y se intente identificar las singularidades que permiten diferenciar y, así mimo, dar contenido a la relatividad de tiempo, espacio y movimiento. Dicho lo anterior, y reincorporándonos al análisis: la crisis simultanea entre las estructuras internas y externas que administraban las fuerzas del Estado y el Mercado, las cuales se mantenían en relativo consenso desde la fundación de los EE.UU; y, en lo que respecta en México, desde la entrada en vigor del TLCAN, tuvieron un punto de encuentro singular. En virtud de impedir el constante incremento de la deuda –de la cual China tiene un porcentaje importante a considerar– y su re-financiarización vía inflación de los activos en la bolsa de valores, el discurso de “America First” y la falta de consenso entre los miembros de la élite del poder estadounidense argumentó –bajo la lógica de la mayor obtención de ganancias– que el TLCAN había sido un total error y que, por tanto, lo conveniente era una renegociación del mismo o su abrogación. Sin embargo, la falta de lectura y de consideración geoestratégica de las élites en torno a Trump impidió valorar que el TLCAN no es solo un tratado de “libre comercio”, políticamente representa el afianzamiento de las relaciones México-EE.UU. La singularidad de la crisis simultanea entre la razón pragmática y la razón neoliberal adquiere materialidad, de nueva cuenta, en la falta de consenso, ahora, entre las relaciones redes trans-elitistas que se desarrollaron a causa del TLCAN. Esta falta de consenso no sólo altero las fuerzas de estructuración entre el Estado y el Mercado, sino también entre los espacios que están en-el-medio de lo nacional y lo internacional para las tres naciones. El punto de choque se manifiesta con la reiteración de México a permanecer con el tratado. A pesar de la desaprobación social del aparato de estado debido a la ola de violencia y a los casos de corrupción protagonizados por el mismo jefe del poder ejecutivo, la cual socavó el discurso del “desarrollo de México” por parte de las élites del poder, esta tuvo que ser defendida debido a la alta integración económica con el vecino del norte, a pesar de su ilegitimidad social. En otras palabras, los espacios (económicos, sociales y políticos) creados a través de los flujos comerciales y de las cadenas globales de valor –las cuales permitieron la fragmentación de los procesos productivos a escala global y re-direccionar las etapas 201 productivas a diferentes países de acuerdo a sus ventajas comparativas– entre los EE.UU. y México fueron alterados y propensos a su derogación, a razón de los arrebatos del presidente Trump quien consideraba al TLCAN como uno de los principales factores de su déficit comercial, la salida de empresas y, por tanto, de la pérdida de empleos.470 En contraste con las opiniones del expresidente Trump, según datos del Banco de México, “más del 30% del valor agregado generado se vincula con el sector externo y casi 20% está inscrito en las cadenas globales de valor”. Aunque, la importancia del sector externo es relativamente menor para la economía en su conjunto, en comparación con México, no lo es así para el caso manufacturero, el cual se ha beneficiado de manera importante debido a las cadenas globales de valor, más que como exportador de productos finales. Se debe agregar que la importancia de dichas cadenas es aún mayor en el caso del equipo eléctrico y metales básicos.471 En el caso de México, “[…] poco más del 20% se encuentra vinculado con su actividad exportadora. De esta cifra, el 13% se vincula a las cadenas globales de valor. […] El 7% restante se refiere al valor agregado generado para la exportación bienes finales”.472 Sin duda alguna, la importancia del sector externo aumenta respecto a las manufacturas, en las que cerca del 43% se genera en el sector externo y 20% se vincula a las cadenas globales de valor. No obstante, la importancia de las manufacturas es relativa respecto al sector, pues, si bien el sector eléctrico está vinculado al exterior en un 90% y la mitad se inscribe dentro de las cadenas globales de valor, en el sector químico sólo 28% de su valor agregado se vincula con el sector externo con 20% destinado a las cadenas globales. Los datos demuestran que, “la inserción de México en las cadenas globales de valor se da mayoritariamente a través de su comercio con EE.UU.”473 En este sentido, tras el histórico proceso de desregulación económica iniciado en 470 “Los estudios econométricos han establecido que cuando las empresas estadounidenses invierten en el extranjero, el resultado neto es un mayor empleo, una demanda más fuerte y más inversión en el país”. Sin embargo, “[...] Estados Unidos ha recortado constantemente los beneficios y las protecciones de los trabajadores tanto a nivel federal como estatal. Esto no tiene nada que ver con el comercio internacional. Es el resultado de mayorías legislativas que favorecen un menor protagonismo del Estado”. Adam S. Posen, “The Errors of Conservatives Obscure the Case for Trade”, en Peterson Institute for International Economics, NAFTA 20 Years Later, No. 3, 2014, 4-5 pp. 471 Banco de México, “La importancia de las cadenas globales de valor en México y Estados Unidos” [en línea], en Extracto del Informe Trimestral-Diciembre 2016, México, edit. Banco de México, marzo 2017, p. 4. Dirección URL: https://bit.ly/3LDBe4b, [consultado el marzo 2 de 2022]. 472 Ibídem., p. 3. 473 Ibídem., p. 4. 202 México en el marco de la crisis de la deuda en la década 1980, y la internacionalización del mercado de valores a través de la inversión extranjera de cartera (IEC) y de la IED, sumado al fortalecimiento de dichas inversiones con la entrada en vigor del TLCAN, el mercado de capitales se tornó fundamental al proporcionar de liquidez a la economía mexicana. El TLCAN permitió acortar el tiempo y, de forma casi ilimitada, otorgar control a las grandes transnacionales sobre los sectores dinámicos exportadores y dominio casi total sobre el sector financiero bancario y no bancario. Como consecuencia de lo anterior, en palabras de Noemi Levy Orlik, los sectores dinámicos no lograron anclar al conjunto de la economía, limitando, así, el efecto multiplicador de las exportaciones. Evidentemente, los flujos financieros, además, no robustecieron el sistema financiero mexicano, lo cual incremento la dependencia a las condiciones del sistema internacional.474 En términos de agentes, los inversionistas poseyeron los principales sectores productivos dinámicos exportadores, lo cual profundizo el modelo productivo de ensamblaje y amplió, así mismo, la brecha tecnológica. Sin embargo, a diferencia del argumento ofrecido por Levy Orlik quién estima que “ello implicó que los agentes domésticos se supeditaran a las transnacionales”, la anterior consideración sólo establece una relación unidireccional en términos del poder estructural de los inversionistas constituidos en empresas transnacionales. Sin embargo, dada las relaciones trans-elitistas de América del Norte, la élite del poder mexicana se inscribe más en la complicidad de la maximización de las ganancias a través del poder estructural. 475 Como resultado de la compaginación entre la economía mexicana y la estadounidense vía TLCAN, no sólo en términos económicos –en vista la estructuración de las cadenas globales de valor vía EE.UU. y del incremento de la IED–, sino también en términos de las relaciones redes trans-elitistas, así como sociales y culturales, la singularidad del choque entre la razón pragmática estadounidense y la razón neoliberal mexicana, hace pensar que la renegociación del TLCAN –por lo menos desde la perspectiva mexicana− sea considerada 474 Noemi Levy Orlik, “TLCAN y el sistema financiero mexicano” [en línea], en Economía Informa, núm. 410, s/vol., México, edit. Facultad de Economía-UNAM, mayo-junio 2018. Dirección ULR: https://bit.ly/3JVdSXb, [consultado el 14 de marzo 2021]. Algunas consecuencias para el sistema financiero si se hubiera cancelado el TLCAN se encuentran en: Julio Escandón Palomino, “El sector financiero sin el TLCAN” [en línea], en El Empresario, 11 de diciembre de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3iR21xo, [consultado el 14 de marzo 2021]. 475 Cfr. Pepper D. Culpepper, op. cit.; Ben Ross Schneider, op. cit.; Tasha Fairfield, op. cit. 203 bajo el argumento exclusivo de la generalidad de la secesión de los recursos del país en aras del sustento de los privilegios de unos cuantos, sin considerar su singularidad respecto al entramado de relaciones redes en diversos ámbitos y en diversas direcciones e intensidades. Por otro lado, los arrebatos del presidente Trump durante su proceso de campaña en contra de los mexicanos y el simbolismo político-social que representaba el levantamiento de un muro fronterizo (otro más) entre México y EE.UU., simplemente reflejaban la falta de compresión en términos geoestratégicos que representaba México para los intereses de Norteamérica. John Saxe-Fernández enfatiza este punto al respecto: Si a las puntualizaciones históricas de voceros oficiales estadounidenses que enlazan a la Compra de Luisiana de 1803 con el TLCAN agregamos cómo el Tratado, además de incidir en el aparato normativo mexicano (Constitución, Leyes Federales, reglamentos), es incluido en la actual planeación estratégica de Estados Unidos, elaborada por los Departamentos de Estado, Energía, Comercio y Defensa, entonces comprenderemos cabalmente por qué el TLCAN sólo puede ser comprendido de manera adecuada en el contexto de la experiencia histórica del expansionismo de la potencia hegemónica de la América del Norte, así como en el de las medidas de mayor control sobre el Hemisferio que el liderato empresarial y político-militar de ese país considera pertinentes para el periodo histórico posterior al colapso de la URSS […].476 A través de la crisis de la razón pragmática, la cual toma fundamento en un cumulo de capital ficticio dependiente de la credibilidad del dólar en el sistema internacional, incapaz de sostener una economía de estado de guerra permanente a través de lo que denominaron como “globalización”, el discurso de Trump tomó vital importancia al manifestar la sinrazón de la articulación de los medios de acumulación y el sostenimiento de la hegemonía estadounidense. David Harvey, parafraseando a Gowan estimaba: “Pienso que Gowan tiene razón cuando ve la reestructuración radical del capitalismo internacional como una serie de apuestas por parte de EUA para tratar de mantener su posición hegemónica en la escena económica internacional frente a Europa, Japón, y más tarde frente al Este y Sudeste de Asia”.477 Lo característico de esto es que, ante el caos del sistema internacional – imposibilidad entre determinaciones– durante la segunda década del siglo XXI, los EE.UU. ya no han sido capaces de reestructurar los medios de acumulación del capitalismo y así 476 John Saxe-Fernández, La compraventa de México, op. cit., p. 161. 477 David Harvey, “El “nuevo” imperialismo: acumulación por desposesión”, en CLACSO, Buenos Aires, 2005, p. 108. 204 mismo de la creación de consenso necesario entre las fuerzas del Estado y el Mercado, ello se ejemplifica ante la salida de los EE.UU. del TPP, la confrontación directa contra China en un guerra comercial, y la tentativa de abrogación del TLCAN. 2.3.3. LA RENEGOCIACIÓN DEL TLCAN Bajo la promesa de campaña de Trump de sacar a los Estados Unidos, de lo que para él era “uno de los peores pactos de la historia”, y a partir de la emisión de dos acciones ejecutivas relacionadas, la primera, a la asignación de fondos para la construcción de un muro en la frontera entre México y EE.UU.; y la segunda, encaminada a la eliminación de los recursos federales destinados a las denominadas “ciudades santuario” y la reinstauración del programa Comunidades Seguras a fin de dar facultades a las policías locales para perseguir la migración indocumentada,478 tuvo inició de manera formal el proceso de renegociación del TLCAN el día 18 de mayo de 2017, cuando el Representante Comercial de EE.UU., Robert Lighthizer,479 envió al Capitolio la notificación formal de intensión de iniciar el proceso de renegociación del TLCAN con el fin de “modernizar el acuerdo”. Ante lo opositores –tanto demócratas como republicanos- que se mantenían a favor de la “globalización” y que arremetieron contra el texto de dos cuartilla, el 17 de julio de 2017, la oficina del represente comercial presentó al Congreso el “Resumen de Objetivos para la Renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte” con 22 temas específicos,480 dentro de los cuales, los que suponían ser de mayor importancia para los EE.UU., eran: 1. Imponer obstáculos al comercio y dificultar la circulación transfronteriza de bienes y de servicios entre los territorios de las Partes: 1.1. Eliminar la exclusión de salvaguardia global del TLCAN para que no restrinja la capacidad de EE.UU. para aplicar medidas en futuras investigaciones. 478 Para más detalle sobre estas órdenes ejecutivas, véase: Senado de la República, Nota de coyuntura: El presidente Donald Trump suscribe órdenes ejecutivas en materia migratoria y de seguridad fronteriza en el contexto de un primer esfuerzo de diálogo con México: la controversia sobre la renegociación del TLCAN y la construcción del muro [en línea], México, edit. Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, 27 de enero de 2017, Dirección URL: https://bit.ly/3u9iJhX, [consultado el 14 de marzo de 2022]. 479 Graduado de la Universidad Georgetown, con gran experiencia en temas comerciales e involucrado en los asuntos concernientes a la Casa Blanca, desde el periodo de Ronald Reagan. 480 Office of the United States Trade Representative, Summary of Objectives for the NAFTA Renegotiation, 17 de julio de 2017. 205 1.2. Buscar una disposición separada de la industria nacional para productos perecederos y estacionales. 2. Replantear los mecanismos para dirimir los conflictos comerciales, lo que incluía el Capítulo XI y el Capítulo XIX sobre disputas por dumping y subsidios, así como el Capítulo XX referente a otros remedios comerciales. 2.1. Eliminar el mecanismo de solución de controversias del Capítulo XIX. 2.2. Facilitar la capacidad de Estados Unidos de imponer medidas basadas en el dumping de terceros paises. 2.3. Establecer un sistema de control de importaciones de alerta temprana para productos sensibles. 3. Incluir un aparato financiero donde a través de un mecanismo apropiado, se asegure que los paises de TLC eviten la manipulación de los tipos de cambio con el fin de evitar que la balanza de pagos se ajuste, y por tanto, se obtenga una ventaja competitiva injusta. 4. Establecer reglas que reduzcan o eliminen las barreras a la inversión de los EE.UU. en todos los sectores en el paises del TLCAN. 5. Incluir una cláusula de suspensión de “Clausula de Caducidad” para que el TLCAN expire en cinco años o menos que las partes acuerden extenderlo. 6. Modificar sustancialmente las reglas de origen. EE.UU. propone actualizar y fortalecer las reglas de origen, según sea necesario, para garantizar que los beneficios del TLCAN vayan a productos hechos genuinamente en los EE.UU. 6.1. Asegurar que las reglas de origen incentiven el aprovisionamiento de bienes y materiales de los EE.UU. y de América del Norte. 6.2. Establecer procedimiento de origen que racionalicen la certificación y verificación de las reglas de origen y que promuevan una aplicación fuerte, incluso con respecto a los textiles. 6.3. La propuesta de EE.UU. quiere aumentar el requisito de contenido de América del Norte para camiones, autos y motores grandes al 80% desde 62.5%. Esto se suma a su insistencia en que el 50% del contenido se fabrique en los EE.UU. dentro del primer año. 7. Fortalecer la inversión y el acceso al mercado petrolero de los socios, beneficiando la producción y transmisión de energía con objetivo de apoyar la seguridad energética de América del Norte y su independencia 8. Exigir que los países del TLCAN garanticen el acceso a una administración justa, equitativa y transparente para hacer cumplir sus leyes ambientales. 9. Exigir que los paises del TLCAN adopten y mantengan en sus leyes y prácticas las normas laborales fundamentales reconocidas internacionalmente, tal como se establece en la Declaración de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) 9.1. Asegurar que estas obligaciones laborales estén sujetas al mismo mecanismo de solución de controversias que se aplica a otras obligaciones exigibles del Acuerdo. 10. Comprometer a cada Parte a proporcionar niveles de transparencia, participación y rendición de cuentas en el desarrollo de regulaciones y otras decisiones gubernamentales para que sean comprobables bajo la ley de los EE.UU. 11. Se propone que los países del TLCAN apliquen sanciones aduaneras de forma imparcial y transparente para evitar conflictos de interés en la administración de sanciones. 12. Se propone establecer un mecanismo para resolver rápidamente las barreras injustificadas que bloquean la exportación de alimentos y productos agrícolas de los EE.UU. En términos generales, la posición “formal” de los EE.UU. se reduce a la eliminación de barreras que impidan las exportaciones estadounidenses. “Esto incluye la eliminación de subsidios injustos, prácticas que distorsionan el mercado por parte de empresas estatales y 206 restricciones onerosas de la propiedad intelectual. […] Ello garantizará que EE.UU. obtenga un acceso al mercado más abierto, equitativo, seguro y recíproco […]”.481 En lo que respecta al caso de México, el 31 de julio de 2017, la Secretaria de Economía encabezada por Ildefonso Guajardo Villarreal,482 presentó al Senado de la República el documento: “Prioridades de México en las negociaciones para modernizar el TLCAN”.483 En él, destacan los siguientes puntos a tocar por parte de la delegación mexicana: 1. Fortalecer la competitividad de América del Norte. 1.1. Fortalecer la competitividad de México como plataforma de producción y exportación; promoviendo una mayor participación de más industrias y empresas del país en las cadenas globales de valor y fortaleciendo la proveeduría regional. 1.2. Mantener el acceso preferencial para los bienes y servicios en los mercados de los paises del TLCAN. En particular, facilitar el acceso de los productos agropecuarios, buscando reglas claras, procedimientos expeditos y la eliminación de las barreras al comercio. 1.3. Ampliar las categorías para la entrada temporal de personas de negocios, mejorar los tiempos, transparencias y procesos para su ingreso y buscar mecanismo innovadores de movilidad laboral. 2. Avanzar hacia un comercio regional inclusivo y responsable 2.1. Generar mecanismo de cooperación regional que fomenten una mayor participación de las pequeñas y medianas empresas en las cadenas de proveeduría regionales. 2.2. Fortalecer la cooperación y el dialogo entre los paises del TLCAN en materia de comercio y medio ambiente, y buscar mejorar la infraestructura fronteriza. 2.3. Incorporar la perspectiva de género en algunas disposiciones del Tratado. 3. Aprovechar las oportunidades de la economía del siglo XXI. 3.1. Actualizar el alcance de las disposiciones sobre energía, a fin de aprovechar el potencial derivado de los cambios ocurridos en la industria energética de México y de toda la región. 3.2. Impulsar el desarrollo de la economía digital, el comercio electrónico y la provisión de servicios financieros a través de plataformas digitales. 3.3. Procurar un mayor acceso a los mercados de EE.UU. y Canadá para los prestadores de servicios financieros e inversionistas mexicanos. 3.4. Promover una mayor integración de los mercados de telecomunicaciones de los tres países, a fin de aprovechar la reforma realizada en este sector. 4. Promover la certidumbre del comercio y las inversiones en América del Norte. 4.1. Consolidar el régimen legal de las empresas productivas del Estado que les permitan una operación comercial eficiente. 481 Ibídem., p. 3. 482 Economista, con gran experiencia en posiciones de liderazgo en organizaciones internacionales y en el sector público mexicano; sobre todo en lo referente al comercio internacional, las negociaciones comerciales, la competencia económica, además es miembro del PRI y sus relaciones redes se extienden con los principales empresarios de Monterrey. 483 Secretaria de Economía, Prioridades de México en las negociaciones para la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte [en línea], México, Gobierno de México, 2 de agosto de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3J7rk8V, [consultado el 14 de marzo de 2022]. 207 4.2. Modernizar todos los mecanismos de solución de controversias previstos en el TLCAN (inversionista-Estado, Estado-Estado, así como en materia de cuotas antidumping y compensatorias, y servicios financieros) para hacerlos más ágiles, transparentes y eficaces. 4.3. Promover la libre competencia, mejorando la cooperación y el intercambio de información entre las autoridades de los países del TLCAN, a fin de mantener la eficiencia de los mercados y la protección de los derechos de los consumidores. 4.4. Brindar certidumbre jurídica a los proveedores mexicanos en procedimientos de contratación pública en la región de América del Norte. El posicionamiento oficial canadiense vino por medio del discurso que la Ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland,484 dio el 14 de agosto de 2017. 1. Un nuevo capítulo sobre normas laborales. Algunos funcionarios en Canadá identificaron como meta las reglas laborales más duras: aumentar los salarios mexicanos, para hacer que las plantas automotrices en los otros países sean más asequibles. 2. Creación de un capítulo que garantice que ningún país pueda debilitar la protección ambiental para atraer inversiones. 3. Un nuevo capítulo sobre los derechos indígenas. 4. Reformas al proceso de solución de controversias inversionista-Estado. En virtud de las posiciones anteriores, las opciones en las que México se rehusaba a negociar eran: 1) La incorporación del tema de incrementos salariales para los trabajadores mexicanos dedicados a la industria automotriz, energética y de telecomunicaciones. Ello debido al sostenimiento de la ventaja comparativa de bajos salarios para la atracción de IED; 2) aceptar la Cláusula de Caducidad (Clausula Sunset) que propuso el equipo negociador de EE.UU., pues ello alentaría la desconfianza de los inversionistas; 3) aceptar la cancelación del Capítulo XIX del TLCAN, que manifestaba la creación de penales binacionales cuando piensen que les perjudica alguna práctica comercial inadecuada; 4) modificar las normas sobre propiedad intelectual; y 5) establecer una protección adicional para los productores estacionales de EE.UU. En lo que respecta Canadá, de igual forma que para México, 1) el Capítulo XIX era de vital importancia, en virtud de ser un marco regulatorio de resolución de controversias. 2) La Clausula Sunset, de igual forma era innegociable para los intereses canadienses. 3) Así mismo, el permitir que determinados bienes intermedios fuese “estadounidenses”, colocaba 484 Egresada del United World College for Adriatic y de la Universidad de Harvard con estudios de Ruso y Ucraniano, colaboró con el periodista Bill Keller para los diarios The New York Times, así como para el Financial Times, The Washingotn Post y The Economist. 208 a Canadá en relativa desventaja competitiva en tecnología aeroespacial, producción automotriz y de acero. 4) Finalmente, la iniciativa de EE.UU. de eliminar la gestión del suministro lácteo canadiense, tampoco fue una petición aceptada por Canadá. Respecto a los equipos de negociación, por parte del Gobierno estadounidense, la Oficina del Representante de Comercio (USTR), Robert Lighthizer, anunció el 19 de julio de 2017 la primera ronda de negociaciones en Washington D.C., EE.UU., del 16 al 20 de agosto de ese año. Lighthizer nombró a John Melle, Representante de Comercio Adjunto para el Hemisferio Occidental, como Jefe Negociador y principal responsable en dichos encuentros. Asimismo, el Secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, presentó al equipo negociador para la modernización del TLCAN. Entre ellos se encontraban: Juan Carlos Baker, Subsecretario de Comercio Exterior; Kenneth Smith Ramos, Jefe de Negociación Técnica, y Salvador Behar Lavalle, Jefe Adjunto de Negociación Técnica. Bajo el equipo cabildero de México denominado como el cuarto de junto, el cual formalmente se denominó Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales, estuvo integrado por miembros de la élite económica de México, el cual, en palabras del mismo exsecretario de Economía Ildefonso Guajardo, es “el órgano que representa el equilibro de interés nacional”. Entre ellos se encontraban: Juan Pablo Castañón (Presidente del Consejo Coordinador Empresarial), Valentín Diez Morodo (Presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Presidente Consultivo de Grupo Modelo en conjunto con María Asunción Aramburuzabala y Carlos Fernández, Consejero para Grupo Kuo, Aeroméxico, Zara México, etc.), Moisés R. Kalach B. (Hijo del empresario Moisés Kalach Mizrahi, conocido como el rey de la industria textil mexicana, y presidente vitalicio del Grupo Kaltex),485 Eugenio Salinas Morales, coordinador del “cuarto de junto”; entre algunos académicos se encontraban: Rodolfo Cruz Miramontes y Óscar Cruz Barney (ambos académicos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM). En cuanto a Canadá, Steve Verheul encabezó las negociaciones por parte del Gobierno canadiense junto con la Ministra Chrystia Freeland y el Consejo TLCAN (consejo creado con el objetivo de proporcionar opiniones y comentarios en las negociaciones al 485 Kalach, del CCE, dijo que habló personalmente con 36 gobernadores estadounidenses sobre el valor del comercio transfronterizo. 209 Gobierno de Canadá para modernizar el Tratado). Sucintamente, en virtud de las posiciones iniciales oficiales y de los puntos álgidos a negociar, es destacable que desde el comienzo de la renegociación (véase el cuadro 2.3), los EE.UU. colocaron la agenda de discusión: primero, con salirse del tratado, después con el llamado a la renegociación en sus propios términos, y finalmente lo que solicitaban es que EE.UU. tuviera trato especial y diferenciado. Esta serie de condiciones incentivaron a que la negociación fuese defensiva en su totalidad, para evitar la asimetría a la que apelaba Trump. Ante ello, Canadá y México intentaron por diversos medios oponerse a las demandas del equipo de negociación estadounidense, sin que ello mermara su posición respecto a las ventajas que les brindaba el tratado. En el caso específico de México, la aparente falta de una agenda “propositiva” se debe a la dependencia económica con el vecino del norte, en términos de inserción de cadenas productivas trans-froterizas y de los flujos de inversión en los sectores más productivos del país. Más aún, en un contexto donde las reformas estructurales intentaban atraer mayores flujos de inversión (sobre todo la reforma energética), México se encontraba en un momento histórico vulnerable. Si bien dicha vulnerabilidad y dependencia de México respecto a los EE.UU. se ha vuelto estructural, el intento por parte de la élite del poder mexicana, primero en su unificación –tomando en cuenta los miembros del equipo de negociación procedentes del aparato estatal y de empresarios e intelectuales que conformaron el “cuarto de junto”–, y después en la defensa por la permanencia del TLCAN –a pesar del desarrollo desigual que causo en México–, no fue tarea sencilla.486 En definitiva, el proceso de negociación del T- MEC no puede ser comparado con el TLCAN. Jaime Zabludovsky, asesor del T-MEC y miembro del “cuarto de junto”, expresa con claridad este punto: La negociación del T-MEC pasó por dos etapas. La primera fue de contención: evitar que Estados Unidos se saliera del TLCAN, y ahí fue muy importante el esfuerzo del sector privado mexicano para movilizar al sector privado de Estados Unidos y subirle el costo a Trump por salirse fue muy importante. La segunda fue de negociación: fue muy diferente a la del TLCAN, porque fue defensiva. Lo que México buscaba es que EE.UU. 486 Al respecto en este punto, Marx y Engels expresaban: “Pero los individuos por separado forman una clase sólo hasta cuando deban emprender batallas comunes contra otra clase; de otro modo, ellos están en términos hostiles entre sí como competidores” 210 no se saliera del tratado y minimizar el costo que debíamos pagar, o que terminamos pagando, por quedarnos con el acuerdo.487 En el cuadro 2.3,488 se muestra el desarrollo de las siete rondas oficiales de negociación del TLCAN; se destaca en él, los puntos álgidos de este proceso, así como reuniones adicionales que tuvieron los principales miembros del aparato estatal de los tres Estados. Sucintamente, se evidencia que durante las primeras negociaciones se dejó claro que los temas controversiales durante el proceso negociación versaban en aquellas propuestas establecidas por EE.UU. respecto a: reglas de origen, la eliminación del Capítulo XIX de resolución de controversias y el establecimiento de una cláusula de término. En el marco de las primeras dos rondas de negociación, tanto los EE.UU. como Canadá insistían en la improcedencia de los salarios tan bajos de los trabajadores manufactureros que mantenía México. A la par, EE.UU. demandaba la integración de un mayor porcentaje de contenido estadounidense en las importaciones provenientes de México y Canadá que quisiesen recibir el trato preferencial de acuerdo al Tratado. Al término de la segunda ronda, a pesar del trato cordial no hubo avances considerables. Por otro lado, durante la tercera ronda de negociaciones, México tuvo una posición defensiva ante la intensión de EE.UU. de proteger su industria de productos perecederos, a lo que México consideró en imponer aranceles a los productos porcinos estadounidenses. Decisión que no fue bien recibida por diversos sectores estadounidenses. Además, fue en esta ronda en la que EE.UU. y Canadá mantuvieron una fuerte controversia respecto a las armadoras aeroespaciales Boeing (EE.UU.) y Bombardier (Canadá). A pesar de los temas álgidos discutidos durante las rondas pasadas, previo a la cuarta ronda, ya se esperaba la discusión de los temas controversiales a los cuales las tres naciones tendrían que hacer frente: reglas de origen en la industria automotriz mexicana, solución de controversias, la cláusula de terminación [sunset clause], industria textil, comercio agrícola, compras del gobierno y los estándares laborales. Ante ello, en diversas ocasiones fueron los 487 Javier Martínez Staines, Cuarto de Junto. La contribución crucial del sector privado en las negociaciones de los acuerdos comerciales de México [en línea], México, edit. Terraza Termita, 2021, p. 61. Dirección URL: https://cuartodejunto.com/, [consultado el 1 de abril de 2022]. 488 La información para elaborar el cuadro comparativo fue tomada de: Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, Nota de Coyuntura (respectivas a las rondas de negociación), México, edit. Senado de la República, (2ª ronda) 7 de sept. 2017, (3ª ronda) 28 de sept. 2017, (4ª ronda) 18 de oct. 2017, (5ª ronda) 23 de nov. 2017, (6ª ronda) 29 de enero 2018, (7ª ronda) 6 de marzo 2018. 211 principales jefes de Estado en compañía de sus secretarios de Estado y miembros del “cuarto de junto” quienes tuvieron que cabildear con los principales gobernadores, congresistas de la Cámara de Representantes y empresarios de los sectores industriales más importantes de EE.UU. “Hubo anécdotas de reuniones donde materialmente nos metimos al Capitolio a “cazar” congresistas. Sergio (Gómez Lora) nos iba señalando a los demócratas, luego de identificar, distrito por distrito, el comercio entre México y EE.UU. de manera que pudiéramos presentar datos de lo que podría ocurrir con el distrito del congresista si no saliera adelante el T-MEC. Recuerdo haber subido varias veces al trenecito que lleva a los congresistas de un edificio a otro, cuando tienen que votar, para seguir hablando con los indicados”.489 Al término de esta ronda, el equipo de negociación mexicano se percató que la intensión de EE.UU. de “modernizar” el acuerdo era nulo. El presidente Trump sólo buscaba tiempo para chantajear al gobierno mexicano para aceptar los términos más lesivos y desiguales que la versión anterior del tratado. Respecto a la posición de EE.UU., de acuerdo con Laura Dawson, Directora del Canada Insititute del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, clarificó en una opinión para el diario canadiense Toronto Star que la delegación estadounidense ha tomado una actitud de “tómalo o déjalo”, situación que pudo provocar que tanto Canadá como México abandonaran la mesa de negociación.490 Al término de las siente rondas de negociación se puede destacar los temas álgidos, en los cuales ningún país cedía respecto a sus posiciones iniciales; ellos seguían siendo: cláusula de terminación, reglas de origen y solución de controversias. No obstante, a ellos se les añadió: el comercio estacional agrícola, el sector maderero, y los asuntos laborales. Estos últimos representaban conflictos bilaterales entre las partes: el caso de comercio estacional agrícola, la diferencia era principalmente entre México y Estados Unidos, entre Canadá y Estados Unidos para el caso del sector maderero, y entre ambos países y México para el tema de asuntos laborales. Ya en la recta final de la negociación, aunque inevitablemente México tuvo que ceder ante el tema de los asuntos laborales, la posición del equipo mexicano respecto a las reglas de origen del sector automotriz seguía causando problemas en la renegociación. El 489 Javier Martínez Staines, op. cit., p. 91. 490 Laura Dawson, “Two NAFTA negotiations but one is running off the rails” [en línea], en The Star, 11 de octubre de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3jnT7Yx, [consultado el 15 de marzo de 2022]. 212 cabildeo para finalizar el proceso de renegociación lo antes posible, debido a las elecciones intermedias en los EE.UU. y a las elecciones presidenciales que avecinaba el fin del sexenio de EPN, se llevó a cabo de forma multisectorial y en distintos niveles dados los tiempos políticos claves para ambas naciones: 1. Desde la relación formal en la renegociación: El secretario de economía, Ildefonso Guajardo ratificaba la posición de México y no estaba dispuesto a flexibilizarla, cosa que generaba intranquilidad en el gabinete mexicano. Pero el secretario de Economía estaba dispuesto a jugársela con tal de conseguir el objetivo de preservar la planta automotriz mexicana. A pesar del cabildeo del sector privado mexicano con diversos congresistas, gobernadores, empresarios y CEOs de Wall Street que se consideraban “amigos de México”,491 Guajardo llegó a tal extremo que, incluso, planteó que si no iba de ese modo, el presidente mexicano debería sentirse en la libertad de sustituirlo; 491 Entre aquellas emblemáticas reuniones, previo a las rondas de negociación, en el mes de abril de 2017 en la mansión del gobernador de Texas, Greg Abbott, el equipo mexicano otorgó detalladas explicaciones al gobernador y a empresarios y ejecutivos como el multimillonario Paul Foster y Gerardo Schwebel, vicepresidente ejecutivo del Banco Internacional de Comercio (IBC). A consecuencia de la gran magnitud que tienen la relación económica México-Texas, el gobernador Abbott escribió a Lighthizer defendiendo el TLCAN, enfatizando que Texas exportó más de 90 mil millones de dólares de productos a México por año y que caso un millón de empleos dependían del libre comercio con los socios del acuerdo. Entre los aliados de México más singulares se encontraban los ejecutivos de Wall Street como Jamie Dimon de JP Morgan, Stephen Schwarzman de Blackstone y Henry Kravis de KKR. De gran ayuda fue la intervención de Dimon, quien dirigía la Mesa Redonda Empresarial (BRT, uno de los grupos de presión con los que el sector privado de México trabajó para aprovechar el apoyo al TLCAN), ya que se reunió con Kushner, Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, y Gary Cohn, quien fue el principal asesor económico de Trump hasta abril de 2018. El presidente ejecutivo de Kansas City Southern, Pat Ottensmeyer, cuya compañía opera trenes en México, fue uno de los muchos que preisonaron por el TLCAN en EE.UU., mientras se mantenía en contacto con funcionarios mexicanos de alto nivel. Ottensmeyer habló con vario miembros del gabinete de Trump, incluido Mike Pompeo, quien era entonces el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Su enfoque fue “hablar literalmente con cualquiera y con todos aquellos que pensamos que estaban dispuestos a escuchar y que podrían influir en el proceso”. [Reuters, “’No te dispares en el pie’: cómo México persuadió a EU para salvar el TLCAN” [en línea], en El Financiero, 25 de abril de 2019. Dirección URL: https://bit.ly/3k3QXh8, [consultado el 25 mayo de 2022]]. En cuestión de meses, políticos y ejecutivos estadounidenses estaban bombardeando a la Casa Blanca con llamadas y cartas de ejecutivos y políticos que defendían el acuerdo contra las pretensiones del presidente de ponerle fin. Más aún, dicha acción se volvería a repetir por parte de legisladores Republicanos y Demócratas, quienes previo al inicio de la quinta ronda, criticaron las acciones emprendidas por la administración en torno a las propuestas que México y Canadá han considerado como inaceptables, particularmente las relacionadas al déficit comercial, reglas de origen y cláusula de terminación. En conjunto, los integrantes de ambos partidos concuerdan en la relevancia que tiene el “libre comercio” para diversas industrias. [Alexander Panetta, “Republicans and Democrats joined forces in support of NAFTA by sending series of letters to Trump”, en Global News, 15 de noviembre de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3v1dGk6, [consultado el 25 de mayo de 2022]. 213 expresó el secretario: “Lo que yo quería con eso –acota– era que a la Casa Blanca le llegara el rumor de que estaba dispuesto a renunciar y sirvió. Estuvo en la mesa lo que yo esperaba”.492 2. Desde la relación personal: Pocos días antes de que Trump asumiera la presidencia de EE.UU., el presidente EPN colocó a Luis Videgaray de regreso a su equipo de trabajo en la Secretaria de Relaciones Exteriores, después de la fuerte crítica que recibió ante la organización de un evento por parte del entonces Secretario de Hacienda –en mancuerna con Jared Kushner (yerno de Trump)– para invitar a México al entonces candidato a la presidencia de EE.UU, Donald Trump. Si bien dicha reunión causo múltiples críticas a nivel nacional, el presidente Peña decidió asumir el riesgo con tal de crear un espacio al dialogo ante quien se manifestaba como una clara amenaza para el TLCAN y los intereses de México. El colocar a Videgaray en frente de la SRE fue el movimiento esencial en el tablero político que permitiría mantener la comunicación entre ambos gobiernos vía Jared Kushner. Al final de la séptima ronda, los temas álgidos tuvieron que ser tratados en rondas de dialogo de alto nivel. Ante la incertidumbre de llevarse a cabo o no la octava ronda a inicios del mes de abril de 2018, se declaró que las rondas de negociación serían suplantadas por reuniones ministeriales. Mientras el canciller Luis Videgaray se reunía en Washington con Jared Kushner, Ildefonso Guajardo hacia lo respectivo con Lighthizer. Esta clase de encuentros serían constantes, previo al preludio de un tratado aceptable para las Partes. Sin embargo, durante este tiempo, hubo demasiada incertidumbre en la región de América del Norte al no saber qué iba a pasar con el contenido del tratado que ya se había negociado en las rondas anteriores. Lo que en definitiva era claro es que el gobierno de los EE.UU. intentaba presionar por todos los medios posibles (sobre todo) a México para que firmara bajo sus condiciones, ejemplo de ello no sólo fueron la imposición de aranceles sobre el hierro y el alumnio, si no también diversas medidas migratorias que Trump interponía en contra de la población mexicano-estadounidense en EE.UU., y las presiones vía twitter sobre el gobierno mexicano para frenar el avance de la primera caravana migrante procedente de América Central con dirección hacia el vecino del norte. 492 Javier Martínez Staines, op. cit., p. 101. 214 Ante la imposición de aranceles de 25% a las importaciones del acero y del 10% al aluminio de Canadá en el mes de junio de 2018, Donald Trump comprendió que la mejor estrategia para acelerar el proceso de negociación del TLCAN bajo sus términos era aplicar el clásico “divide y vencerás”. El tener negociaciones separadas con México y Canadá permitiría tener mayores ventajas para el gobierno de la Casa Blanca, sobre todo en lo que respecta con México, pues EE.UU. mantenía un déficit comercial de $71,000 millones de dólares, en comparación con los $17,000 millones de dólares respecto a Canadá, es decir, había más ganancias de por medio con México que con Canadá. Más aún, la premura del gobierno México ante el fin del sexenio de EPN, alentó a Washington considerar que el tener un acuerdo preliminar con México sería relativamente más sencillo, y así le permitiría a Trump declarar el cierre de las negociaciones aunque fuese sólo con una de las Partes. El canciller Luis Videgaray declaraba hacia fines del mes de agosto de 2018: “habrá un acuerdo de comercio entre México y Estados Unidos, independientemente de lo que ocurra con Canadá”. Este comentario apaciguaba las aguas caóticas de la incertidumbre entre ambas naciones, y finalmente se anunciaba un acuerdo preliminar, por lo menos entre EE.UU. y México. No obstante, dicho comentario, a su vez, corroboró el rompimiento del principio básico del TLCAN: el pacto de inclusión entre las tres Partes. En un intento por asegurar y velar por los intereses exclusivos de México y de aquellos miembros del “cuarto de junto” priorizaron la negocación con EE.UU., más que la relación diplomática que se sostenía con Canadá. A raíz de la notoria participación de los miembros del sector privado vía el “cuarto de junto” yuxtapuesto con la tecnocracia del ITAM de los miembros del aparato estatal, la defensa del interés nacional, en el marco de la renegociación del TLCAN, radicó en torno al sostenimiento de los negocios público-privados que despuntaron ante la profundización de la relaciones con América del Norte, y en específico, aquellos que se encontraban en-el- medio con los EE.UU., los cuales se tornaron vitales en su participación en el PIB nacional tras más de dos décadas de relación económica, verbi gratia: dada la producción anclada geográficamente del sector manufacturero automotriz y textil en el norte del país cuyas exportaciones son dirigidas fundamentalmente hacia el vecino del norte. 215 Cuadro 2.3. Rondas de trabajo en el marco de la renegociación del TLCAN Ronda de renegocia- ción Fecha del encuentro y lugar Temas a considerar y posiciones Factores externos relevantes a la negociación Puntos álgidos en la negociación 1ª Ronda Del 16 al 20 de agosto de 2017, Washington D.C. - Se hicieron las presentaciones conceptuales en el ámbito del acuerdo y los grupos de negociación iniciaron los trabajos para avanzar en la elaboración de textos. - Las posiciones de los líderes de negociación pueden resumirse de la siguiente forma: 1) Ildefonso Guajardo insistía en que se debería de tener cuidado con la competitividad de la región. 2) Lightizer anunció que “el TLCAN le ha fallado a muchos estadounidenses y necesita mejoras importantes”. 3) Freeland consideraba mantener el tratado como “motor de crecimiento y empleo… buscando mantener los elementos del Tratado que son vitales…” - Temas a tratar: salarios de México, “eliminación” del Capítulo XIX, comercio electrónico. - Desde el mes de julio de 2017, se manifiesta la ilegitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela. -Suspensión de Venezuela del Mercosur. -Persiste la Guerra en Siria. -Ante la negativa de México de colocar sobre la mesa de negociación el tema salarial, EE.UU. presionó bajo el argumento de la pérdida de empleos manufactureros en su territorio. Además, el UNIFOR, una asociación de diversos sindicatos canadienses, acusó a México de tener los salarios más bajos, incluso el Presidente de dicha asociación, Jerry Dias estimó que los bajos salarios explicaban la situación de pobreza de México. - Estados Unidos manifestó su intención de buscar mecanismos para reducir el déficit comercial. - Sorprendente fue que Estados Unidos no reveló sus intenciones y criterios para la modificación a las reglas de origen en el sector automotriz, uno de los puntos prioritarios en sus objetivos de acuerdo con el Representante Lighthizer. *Ante los comentarios del presidente Trump, el 29 de agosto una delegación de funcionarios mexicanos encabezada por Videgaray (SRE) y Guajardo (SE), se reunieron con el secretario de Estado Rex Tillerson, el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca H.R. McMaster; Jared Kushner, Asesor Especial de la Casa Blanca y yerno del Presidente Trump; además del Secretario de Comercio Wilbur Ross y Robert Lighthizer, con el fin de continuar desarrollando la colaboración en diferentes temas de la agenda bilateral. 2ª Ronda Del 1 al 5 de septiembre de 2017, Ciudad de México. - Se desarrollaron 25 mesas de trabajo en torno al acceso a mercados, inversión, facilitación comercial, reglas de origen, medio ambiente, asuntos laborales, comercio digital, pequeñas y medianas empresas, entre otros. - Los temas controversiales serían reglas de origen y asuntos laborales. -Los mercados financieros internacionales no se vieron afectados ante las declaraciones de Trump. -Expulsión de diplomáticos estadounidenses de Rusia ante las sanciones económicas emitidas por el Congreso estadounidense. - EE.UU. buscó presionar en el discurso para que se incorporará un mayor porcentaje de contenido estadounidense en las importaciones provenientes de México y Canadá, quienes quieran recibir el trato preferencial del Tratado. Los otros países estimaban que los productos deben contar con mayor contenido regional, y no de un sólo país específico. - Ante la insistencia de EE.UU. y Canadá sobre el tema salarial, la respuesta por parte tanto de autoridades como del sector privado mexicano fue que ese tema debe tratarlo cada país mediante legislación y políticas públicas nacionales. - A pesar de que durante la conferencia de prensa conjunta se mantuvo el tono cordial entre las partes, no hubo avances considerables. 3ª Ronda Del 23 al 27 de septiembre de 2017, Ottawa, Canadá - En 28 mesas de trabajo se discutieron temas como el comercio digital, medidas sanitarias y fitosanitarias, empresas estatales y fronterizas; y se anuncia el cierre del capítulo sobre Pequeñas y Medianas Empresas, así como avances en Comercio Electrónico, Competencias, Aduanas y Telecomunicaciones. -Sismo en México, afecta la capital del país. -Angela Merkel es reelecta como canciller de Alemania. - Líderes sindicales de Canadá continuaban haciendo presión sobre la idea de elevar los estándares laborales tanto en México como en EE.UU., en especial sobre los salarios bajos de México. Jerry Dias insistió en que Canadá debería abandonar la mesa de negociaciones si no se obtiene un capítulo ambicioso. - La delegación estadounidense estimaba incluir protecciones a la industria de productos perecederos, a lo que México consideró en imponer aranceles a los productos porcinos estadounidenses. - El avance lento en torno a las reglas de origen para el sector automotriz se debía a que EE.UU. no presentó una propuesta de texto específica en la mesa. - Canadá y EE.UU. mantuvieron una disputa comercial entre las armadoras aeroespaciales Boeing (EE.UU.) y Bombardier (Canadá). * Dirigentes de la Cámara de Comercio Estadounidense califico de excesivas las demandas de la administración Trump. 4ª Ronda Del 11 al 17 de octubre de 2017, Arlington, VA. EE.UU. proponen formalmente propuestas controversiales en torno a reglas de origen (en especial para la industria automotriz mexicana) solución de controversias, la cláusula de terminación (“Clausula Sunset”), industria textil, comercio agrícola, compras del gobierno y los estándares laborales. - Previo a la cuarta ronda, el primer ministro de Canadá Justin Trudeau se reunión con sus respectivos homólogos en Washington y en la Ciudad de México; discusiones que giraron en torno al proceso de renegación. - Una semana antes de la cuarta ronda, el tipo de - Cláusula de terminación: fue considerada como inaceptable para los gobiernos de Canadá y México. - Reglas de origen en el sector automotriz, donde los EE.UU. establecieron un 85% de partes de la región de América del Norte, con 50% de contenido estadounidense, fue considerado lesivo para la región. - Referente a la industria textil, EE.UU. buscaba eliminar los niveles de preferencia arancelarias a fin de reducir la lista de excepciones a la regla “hilo en adelante”. - La eliminación del Capítulo XIX, fue considerado como una “línea roja” por el gobierno de Canadá y, secundado por México. - Conflicto entre el gobierno de Canadá y EE.UU. en torno a las medidas proteccionistas del primero sobre los sectores de lácteos y productos avícolas. 216 Fuente: Elaboración propia con información de diversas “Notas de Coyuntura” del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, Senado de la Repúblic cambio reflejó una depreciación de la moneda mexicana con respecto al dólar estadounidense, ubicándose por encima de los 19 pesos por dólar. 5ª Ronda Del 17 al 21 de noviembre de 2017, Ciudad de México. - EE.UU. actualiza sus objetivos de renegociación el mismo día de inicio de la ronda. - Se actualiza el calendario de negociación - Se reportaron avances en Anticorrupción, Telecomunicaciones y Buenas Prácticas Regulatorias, aunque los únicos capítulos cerrados eran Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) y Competencia. - Iniciativa de reforma fiscal en los EE.UU. - Los líderes del sector automotriz mantuvieron una posición reacia ante la posición de EE.UU. - Una carta firmada por diversos sectores manufactureros, agrícolas y demás, fue enviada a Lighthizer para suavizar su posición. - EE.UU. intentaba orillar a Canadá a eliminar las barreras con las cuales protegían a su sector productor de lácteos. - Ante la problemática que siguió desde el TLCAN original respecto a los servicios de transporte terrestre de mercancías de largo alcance, los EE.UU. sostenía en mantener medidas de no conformidad que afectaba la libre circulación de dichos transportes desde México hacia el vecino del norte. - Los EE.UU. argumentaban que las Partes debían asegurar la protección de las inversiones soberanas estadounidenses y mantener las industrias domesticas fuertes; ello contradecía el principio de otorgar trato nacional a los inversionistas de cualquier parte. - Las principales diferencias giraron en torno a reglas de origen, mecanismos de resolución de disputas en inversión y la cláusula de terminación. 6ª Ronda Del 23 al 29 de enero de 2018, Montreal, QC. Se cerró el capítulo de Medidas Anticorrupción, Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES), Competencia, el Anexo sobre Tecnologías de la Información y Comunicación. Se reportaron avances sustanciales en los capítulos sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Telecomunicaciones y Barreras Técnicas al Comercio. -Previo a la sexta ronda, en el marco de la reunión Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Lighthizer y el Secretario Guajardo tuvieron una cena “informal”. -Amenanzas de Trump, en el contexto de la visita de trabajo de Videgaray en Washigton para reunirse con el Secretario General de la OEA, y demás funcionarios. - La visión generalizada de cara a la sexta ronda tendía más hacia el pesimismo, y se anticipaba que Trump sacara a EE.UU. del instrumento. Sin embargo, los negociadores mexicanos y canadienses mostraron mayor flexibilidad en los temas que inicialmente consideraban inviables, tales como: revisiones periódicas del acuerdo, nuevos mecanismos de solución de disputas y aumento en el contenido regional de las exportaciones. - La mesa canadiense, respecto a la cláusula de terminación, secundo la propuesta mexicana de solo hacer una revisión quinquenal. - En lo concerniente a reglas de origen, el equipo canadiense propuso que buena parte de la investigación y el desarrollo del software de motores permaneciera en EE.UU., y que ello, fuera considerado como porcentaje de origen regional. - En lo relativo a la resolución de controversias entre inversionistas y Estados (Cap. XI), la contrapropuesta de Canadá fue que convertir dicha disposición en voluntario. Sin embargo, en esta propuesta se incluye la condición de que, en caso de no reconocer este mecanismo, toda controversia de una empresa estadounidense en territorio canadiense o mexicano tendría que dirimirse en los tribunales locales y no en los estadounidenses. - A pesar de la presentación de contrapropuestas canadienses, no se llegó a mayores avances con relación a los temas contenciosos. 7ª Ronda Del 26 de febrero al 6 de marzo de 2018, Ciudad de México Se cerraron tres nuevos capítulos: Buenas Prácticas Regulatorias, Transparencia y Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, así como los anexos sectoriales de Sustancias Químicas, y Fórmulas y Patentes. Se portaron avances importantes en Telecomunicaciones, Comercio Electrónico, Barreras Técnicas al Comercio, Energía, Empresas del Estado y Servicios Financieros. - El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, realizó una gira de trabajo a Estados Unidos del 7 al 10 de febrero para visitar varias ciudades y reunirse con varios líderes políticos y empresariales. -El 1º de marzo, Trump impuso nuevos aranceles a las importaciones de acero y aluminio - Los nulos avances en la mesa de reglas de origen se deben a la ausencia del negociador Jason Bernstein, quien inesperadamente fue llamado por la Oficina del Representante Comercial estadounidense para reunirse con los directivos de las tres grandes compañías automotrices de ese país (Ford, Chrysler y General Motors). Ante ello, dicho representante no regresó hasta el 5 de marzo. - Tal vez el tema más álgido se presentó con la imposición de aranceles al acero y al aluminio. Decisión de la cual hubo varios posicionamientos en contra, a tal grado que la Unión Europea, China y Japón tuvo una respuesta negativa. En este contexto, el Presidente Donald Trump afirmó que si México y Canadá querían estar exentos de los aranceles anunciados, debían firmar un TLCAN “justo” desde el punto de vista del mandatario estadounidense. 217 CAPÍTULO 3. DE LA CONDUCTA En el capítulo anterior, del contexto, se examinaron las diversas realciones-redes de la élite del poder estadounidense y de la élite del poder mexicana, sus interacciones en el sistema internacional y entre ellas. Se desprendió del anterior análisis, los elementos histórico- económicos de la razón pragmática y de la razón neoliberal, así como el choque entre ellas marcado por la renegociación del TLCAN. En lo que respecta en este capítulo, de la conducta, el objetivo es exponer la dirección que tuvo la política exterior del presiente Enrique Peña Nieto en el desarrollo de México considerando el vinculo de los factores internos y externos (glocales) y la participación de la élite del poder en el proceso de toma de decisiones. La composición de este capitulo comprehende tres apartados: 1) Un breve análisis de la política exterior durante el periodo neoliberal (1982-2012); 2) el análsisi de la política exterior del presidente Enrique Peña Nieto; y 3) la evaluación de la política exterior. El propósito de considerar un análisis del periodo neoliberal (1982-2012) previo al del presidente Peña es establecer los patrones históricos y la conformación de estructuras que impidieron un cambio de rumbo en la dirección de dicha política pública [path dependency theory]. Con posterioridad, se expone el análisis detallado de la política exterior del presiente Enrique Peña Nieto (2012-2018) a través del método expuesto en el apartado “Metodo de análisis de la política exterior”. Finalmente, en la sección de evalución, se ponderan los resultados de dicha política en funsión de los marcos establecidos por el gobierno federal; no obstante, su crítica en términos del desarrollo/desigualdad de México se expone en el aparatado de conclusiones. “Nuestra misión actual es, antes bien, asegurar que en el futuro no vuelva a perderse la capacidad para la teoría y para la acción que nace de esta […]. Debemos luchar para que la humanidad no quede desmoralizada para siempre por los terribles acontecimientos del presente, para que la fe en un futuro feliz de la sociedad, en un futuro de paz y digno del hombre, no desaparezca de la tierra.” --Max Horckheimer, Teoría crítica, edit. Amorrortu, p. 289. 218 3.1. BREVE ANÁLISIS DE LA POLÍTICA EXTERIOR NEOLIBERAL (1982- 2012) A razón de un aumento en la tasa de interés por parte de Washington, en aras de frenar la inflación que amenazaba a la economía estadounidense; en sincronía con una notable reducción de los ingresos petroleros de diversos países latinoamericanos, y cuyos montos respaldaban la contratación de deuda que se había convenido años anteriores, se inauguró, así, la crisis económica internacional de 1982. En el marco de esta crisis, Miguel de la Madrid Hurtado tomó posesión como presidente de México. Debido a la escasez de dólares y a los compromisos desprendidos de la deuda externa, se le sumaba a ello diversos problemas concernientes a la inflación, la cual para el año de 1981 rondaba alrededor de 100.2%.493 Si bien, el incremento de la tasa de interés y de la caída de los precios del petróleo, constituyen dos choques externos sobre el estado crediticio de México, un factor adicional que se debe subrayar fue el sobreendeudamiento nacional al que la élite política recurrió,494 ante el constante flujo de ingresos petroleros y el bajo costo del crédito ofrecido por los banqueros internacionales (Citibanck, Chase Manhattan Bank, Bank of America, FMI y otros).495 Al anterior contexto de crisis económica nacional, en la arena política internacional era perceptible un recrudecimiento de la Guerra Fría ante la llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca. El presidente estadounidense decidió emprender una serie de tácticas rápidas y de bajo costo (como el uso de la contrainsurgencia), lo que hizo involucrarse en la Guerra 493 Liliana Rojas Suárez, “De la crisis de la deuda a la estabilidad económica: un análisis de la congruencia de las políticas macroeconómicas en México”, en Economía mexicana, núm. 2 vol. 2, 1993, pp. 270-272. 494 Según datos de Enrique Cárdenas, la deuda del sector público y de los bancos recién nacionalizados llegó a 65 000 millones de dólares en 1982, mientras el monto correspondiente a la deuda del sector privado aumento casi a 24 000 millones de dólares. Enriquen Cárdenas, op.cit.,, pp. 659-660. 495 “La dinámica de la competencia oligopólica entre los grandes bancos por colocar recursos –y de esta manera ganar o al menos conservar su participación en el mercado– se caracterizó por un aumento rápido del financiamiento externo, apalancado por los recursos adicionales que aportaban los bancos pequeños y generalmente con márgenes reducidos sobre la tasa LIBOR”. José Antonio Ocampo et al., La crisis latinoamericana de la deuda desde la perspectiva histórica, Santiago de Chile, edit. CEPAL, GIZ, Banco de Desarrollo de América Latina, 2014, p. 30. Cfr. Rosario Green, La deuda externa de México: 1973-1987. De la abundancia a la escasez de créditos, México, edit. Nueva imagen, 1988, 425 pp. 219 Civil Libanesa, invadió Granada, bombardeo Libia y apoyo a los Contras en Nicaragua para derrocar al gobierno sandinista.496 En medio de este panorama adverso, el presidente De la Madrid exponía en su discurso de toma de protesta la situación de emergencia en la cual se encontraba el país. Sin embargo, tenía claro que el abstraerse del exterior no sería posible, y por lo tanto, para cumplir con el objetivo de reducir la vulnerabilidad nacional, expuso diez puntos pragmáticos, los cuales decantarían en la primera generación de reformas estructurales. El presidente expresó: “[…] pondré a consideración del Constituyente Permanente una iniciativa de reformas y adiciones de contenido económico a la Constitución de la República”.497 La reducción de la vulnerabilidad nacional era un objetivo que requería de vital rapidez y de decisiones que tuviesen un efecto en el corto plazo. De ahí que las estrategias del gobierno fueron: 1) re-direccionar y cambiar la economía nacional, de tal forma que se pudiera dotar de capacidad económica al país; y 2) evitar que el recrudecimiento de la confrontación Este-Oeste fuera una amenaza para México. Este plan estratégico respondía a las posibles reacciones adversas provenientes de la banca extranjera y de EE.UU. ante el recrudecimiento de la Guerra Fría en la región centroamericana. Corregir los desequilibrios fiscales internos y externos acentuados por el endeudamiento se tornaron vitales, y para ello, se requería generar un superávit de divisas. Ante tal urgencia nacional, el presidente reanudó las negociaciones establecidas por su antecesor con el FMI (presionado por este último), por lo que para facilitarle fondos le presentó al FMI un programa de tres años de austeridad; hechos que quedan especificados en la Carta de Intensión fechada el 10 de noviembre de 1982, y ratificada por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Jesús Silva-Herzog F. y por el director general de Banco de México, Carlos Tello Macías. Así, el director del FMI, Jacques de Larosière, comunicó a las autoridades mexicanas que el Fondo y el Banco de Pagos Internacionales (BPI) estaban dispuestos a prestarles divisas con una doble condición: 1) que el dinero se destinaría a pagar a los bancos privados 496 Cfr. John Lewis Gaddis, The Cold War. A New History, Nueva York, edit. The Penguin Press, 2005, 254 pp. 497 Miguel de la Madrid Hurtado, Discurso de protesta como presidente de México, 1 de diciembre 1982. 220 y 2) que aplicaran medidas de choque de ajuste estructural.498 Por el lado del Departamento del Tesoro estadounidense, condicionó un préstamo de más de 30% con el permiso de comprar petróleo mexicano con un considerable descuento del mismo.499 Ante estas peticiones, México –Jesús Silva-Herzog Flores, específicamente– tomó la decisión de aceptar ambas condicionantes en aras de proveer de liquides a la nación. Los convenios a los que llego México con el FMI –los cuales se manifiestan en las diversas cartas de intención emitidas por el gobierno mexicano en los años de 1982, 1984, 1985 y 1986500– desembocaron en los diversos programas de estabilización y ajuste, a razón de ser los medios por los cuales el gobierno mexicano sería beneficiario del crédito. Estos fueron: el Programa Inmediato de Reordenación Económica, 1982-1984 (PIRE); el Programa Extendido de Reordenación Económica, 1984–1986 (PERE); el Programa de Aliento y Crecimiento, 1986–1987 (PAC) y el Pacto de Solidaridad Económica, 1987 (PSE). Sin embargo, la influencia del exterior no fue la única dimensión que intervino en la aplicación de la estrategia de reorientación y cambio de la economía, toda vez que la ideología de planeación, empleada en el Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988,501 implicaba una redefinición del papel del Estado. En palabras de Isabelle Rousseau, fue “una propuesta derivada de una visión casi cultural sobre la forma de gobernar que permitió encarar y resolver la gran crisis”. De esta forma, la planeación “apareció como la panacea modernizadora por ser la expresión máxima de la racionalidad y del voluntarismo (en contraposición a la improvisación) encerrando el futuro en moldes preestablecidos para 498 Eric Toussaint, “La crisis de la deuda mexicana… ”, op. cit. 499 Joseph Kraft, The Mexican Rescue, Nueva York, edit. Group of Thirty, 1984, pp. 15-16 500 Carta de Intención al FMI, en Comercio Exterior, México, edit. BANCOMEXT, noviembre de 1982. Dirección URL: https://n9.cl/msile, Carta de Intención al FMI, en Comercio Exterior, México, edit. BANCOMEXT, enero de 1984. Dirección URL: https://n9.cl/mxnv1, Carta de Intención al FMI, en Comercio Exterior, edit. BANCOMEXT, abril de 1985. Dirección: https://n9.cl/0cfoh8, Carta de Intención al FMI, en Comercio Exterior, edit. BANCOMEXT, agosto de 1986. Dirección URL: https://n9.cl/znngo. 501 De acuerdo con el PND 1983-1988, los objetivos de política exterior eran: 1) preservar la soberanía de la nación y fortalecer a independencia política y económica; 2) apoyar los esfuerzos internos de desarrollo, través de una vinculación eficiente con la comunidad de naciones; 3) defender la paz mundial, 4) practicar la solidaridad entre los países; 5) coadyuvar a la conformación de un orden internacional que promueva la convivencia de todos los pueblos de la libertad, la igualdad y la justicia. En términos de la política económica exterior eran tres objetivos: 1) reordenación y modernización del aparato productivo, 2) apertura comercial y 3) una mayor participación de México en las finanzas globales. Cfr. Poder Ejecutivo Federal, Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988, México 221 controlarlo mejor”.502 En palabras posteriores del propio Miguel de la Madrid, afirmaba: “[…] los tiempos habían cambiado y las limitaciones del modelo económico autárquico y estatista eran evidentes. Continuar por la misma senda hubiera sido suicida”.503 Es decir, bajo las perspectiva del presiente De la Madrid, dentro de las amenazas que afectaban al cumplimiento del interés nacional expresado en la superación de la crisis, se encontraba el modelo económico de sustitución de importaciones que había imperado desde hace décadas. La correlación de fuerzas entre el FMI (Jacques de Larosière), el Departamento del Tesoro de los EE.UU. (Paul Volcker) y la aceptación y re-afirmación de dichas propuestas por parte del aparato estatal mexicano (Jesús Silva-Herzog Flores, Miguel de la Madrid Hurtado) en un contexto de crisis económica, invalida la tesis de una supuestas “imposición” de dichos organismos en la política económica mexicana, y constata la complicidad de las élites con el nuevo modelo económico que se estaba instaurando. Además, el establecimiento de las reformas estructurales en México inauguró un nuevo estilo de gobernar neoliberal caracterizado por la administración de los recursos en aras de favorecer la libre participación de los agentes privados. En el plano multilateral, en aras de evitar un recrudecimiento de la Guerra Fría, México tomo parte de diversas concertaciones con otras naciones. En enero de 1983, en conjunto con Colombia, Panamá y Venezuela se comprometieron a establecer un sistema de acción conjunta para promover la paz en Centroamérica, conocido como el Grupo Contadora. En 1984, México se integró al Grupo de los Seis (Argentina, Grecia, India, México, Suecia y Tanzania) con el propósito de estimular el diálogo y la comunicación entre las grandes potencias nucleares en favor del desarme. En 1987 se llevó a cabo en Acapulco, Guerrero, la reunión del Grupo de los Ocho o el Grupo de Río con el objetivo de constituir un frente ante EE.UU., aunque con poco éxito. Para el año de 1988, EE.UU. y la URSS firmaron el Tratado para la Eliminación de los Misiles de Corto y Mediano Alcance. Finalmente, una acción fundamental que concretizó el cambio de la estructura económica de México y dio paso a las trans-acciones globales-locales, fue la incorporación 502 Isabelle Rousseau, “Élites modernizantes y políticas públicas”, en Modernidad con pies de barro 1988-1994 [en línea], México, edit. Centro de estudios mexicanos y centroamericanos, 1995, párrafo 25. Dirección URL: https://bit.ly/3PYIMBf, [consultado el 1 de junio de 2022]. 503 Miguel de la Madrid Hurtado, “La reforma del Estado en México. Una perspectiva histórica”, en Gestión y Política Pública, núm. 2, vol. 4, México, edit. Centro de Investigación y Docencia Económicas, 1995, p. 333. 222 de México al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por su siglas en inglés). Dicha adhesión fue el resultado de un prolongado proceso de negociación liderado por el secretario de Comercio y Fomento Industrial, el Lic. Héctor Hernández Cervantes, en el que durante cerca de ocho meses, los negociadores del gobierno mexicano y aquellos del organismo internacional expusieron y debatieron sus puntos de vista sobre las obligaciones y derechos a los que México estaría sujeto. Es necesario recalcar al respecto que el noventa por ciento de la negociación del Protocolo se realizó con los EE.UU.504 Finalmente, gracias al consenso imperante e informal en el seno del ejecutivo vía la tecnocracia, en conjunto con diversos integrantes del sector privado quienes se expresaron activa y ampliamente a favor del ingreso de México al GATT,505 México ingresó de manera formal el 24 de agosto de 1986. Si bien, debido a la propagación del conflicto centroamericano y a los constantes choques con el gobierno de los EE.UU., el papel de la política exterior no solo verso en la renegociación de la deuda, la contención de las amenazas externas que frenaban la mitigación de la vulnerabilidad económica mexicana, o las negociaciones de incorporación de México al GATT; sino también coadyuvó al establecimiento de las trans-acciones y concertación de los intereses políticos y económicos de la élite del poder mexicana respecto con su contraparte internacional, en aras de dar paso a un nuevo modelo económico que permitiera salir de la crisis que se presentaba y, al mismo tiempo, alentará un desarrollo económico con un tinte global. En contra posición al manejo de la política exterior, la crisis económica contrajo aún más el ingreso y el impacto en el bienestar de la población más pobre y de ingresos medios fue doble, ya que el reducido ingreso nacional se distribuyó de manera más inequitativa. De hecho, con las devaluaciones de la moneda frente al dólar estadounidense y la especulación monetaria y bursátil, los ricos se hicieron más ricos, las clases medias disminuyeron sus niveles de vida ante la creciente inflación, así mismo, a los obreros y campesinos les fue cada vez más difícil satisfacer sus necesidades.506 504 Miguel Ángel Olea Sisniega, “Las negociaciones de adhesión de México al GATT”, en Foro Internacional, núm 119, vol. 30, México, edit. El Colegio de México, enero-marzo, 1990, pp. 504-505. 505 Carlos Rico, “Entre el conflicto y el acercamiento con Estados Unidos (1982-1988)”, en México y el mundo historia. Historia de sus relaciones exteriores, vol. VIII, México, edit. El Colegio de México, p. 163. 506 Carlos Tello, Sobre la desigualdad en México, México, edit. Facultad de Economía-UNAM, 2012, p. 263-264. 223 La llegada al poder del presiente Carlos Salinas de Gortari estuvo contextualizada por una doble crisis: una económica y otra política. En lo que respecta a la crisis económica, con la caída del mercado accionario en 1987, se agravó la situación económica que México venía padeciendo desde 1982. Así, por segunda vez consecutiva, el inicio de un periodo presidencial comenzaba con una crisis que hacía vulnerable al país. Por el lado de la crisis política, esta tuvo dos niveles: 1) la contienda electoral y 2) la ilegitimidad. Desde la contienda electoral, por primera vez se observó una clara capacidad de movilidad social por parte de otros candidatos, y por ende, de otros partidos, que no fueran el PRI. En dicha contienda electoral, además del candidato del PRI, participaron Cuauhtémoc Cárdenas por el Partido Revolucionario Democrático (PRD) y Manuel Clouthier por el PAN. En una lectura somera de los candidatos, en el caso de Carlos Salinas de Gortari, la profesionalización de la economía y su perfil tecnócrata marcaba una suerte de continuidad respecto al sexenio pasado. Manuel Clouthier, apoyado por los empresarios y revestido por un pensamiento católico, conglomeraba los viejos “adversarios” del PRI cardenista. Finalmente, Cuauhtémoc Cárdenas representaba una tendencia de izquierda que previamente se había desprendido del PRI, y que en aquel momento, se hizo portavoz de la clase trabajadora y campesina. Así, el resultado de la contienda electoral, la cual considero a Carlos Salinas como virtual ganador, estuvo manchada de ilegitimidad ante una presunta caída del sistema electoral que previamente estimaba a Cárdenas como ganador por un ligero margen de diferencia. Sin más, el 2 de diciembre de 1988, el presidente Salinas expresó en su discurso de toma de protesta que era inevitable la modernización de México, claramente, colocando un especial énfasis en la crisis económica, la cual fue percibida por la élite tecnócrata como una crisis que necesitaba de “técnica” y “método” de las principales variables económicas, y quiénes más podrían saber si no aquellos economistas egresados de las principales universidades estadounidenses.507 Así, la inevitable modernización de México, bajo los 507 Con la llegada del presidente Salinas a Los Pinos, tomaron posesión de las principales secretarias de Estado un nuevo grupo de jóvenes economistas: La élite tecnócrata –o como el mismo presidente lo denominó: “el grupo compacto”–. Rob Aitken, expresa que “esta nueva generación de tecnócratas llegó a dominar la política en los años ochenta y noventa. Eran bastante homogéneos entre sí en lo que refiere a su nivel de educación y a un origen común profesional o de élite social, aunque no necesariamente de la élite política”. Al estilo de la profesionalización de los diversos cuadros como mencionaba Roderic Ai Camp, continua Aitken: “era más factible que hubieran estudiado en universidades privadas o en Estados Unidos que otros sectores de la élite 224 conceptos estimados por la élite tecnócrata salinista suponía culminar con el “cambio” iniciado en el sexenio anterior mediante una economía nacional conducida por el mercado. Así, “para modernizar a México debemos modernizar al Estado”.508 Esta fue una afirmación expuesta en el Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, en la cual se percibe la intención de modificar las relaciones en las cuales fue constituido el Estado post- revolucionario, y con él, el modelo económico de sustitución de importaciones, toda vez que expone “el crecimiento de la economía es la única base firme para elevar la calidad de vida de los mexicanos, particularmente de los más necesitados”,509 es decir, la modificación de las estructuras nacionales se planteaba como un requisito sine qua non para lograr el objetivo de mejorar la economía interna, hecho por el cual se dio continuidad a las reformas estructurales iniciadas por su antecesor. La inevitabilidad del cambio contiene una lectura del medio internacional, donde a través de las políticas perestroika y glasnost por parte del secretario general del Partido Comunista de la U.R.S.S., Mijail Gorvachov, permitieron que el bloque de naciones soviéticas pertenecientes a Europa del Este iniciaran su cambio hacia la democracia en 1989. Más aún, la transformación de la Comunidad Económica Europea (CEE) a la Unión Europea (UE), y el fin de las dictaduras militares en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, así como el proceso de pacificación en Centroamérica, evidenciaban “una dinámica internacional en constante transformación que hacia 1992 dibujaba un mundo distinto al de la guerra fría. […] La política internacional no giraba más entorno a la guerra fría, sino en la llamada globalización”.510 Ante esta modificación de los factores externos, en donde un número creciente de países buscaban establecer nuevas alianzas, México tuvo que encontrar su lugar en el mundo inevitablemente, y este fue en sintonía con los EE.UU. Al tomar en consideración los factores internos, donde se consolidaba una nueva política y, por lo general, ostentaban títulos de posgrado, especialmente en economía”. Entre los integrante de dicho grupo se encontraban: Pedro Aspe Armella (Instituto Tecnológico de Massachusets; SHCP), Jaime Serra Puche (Universidad de Yale; Secretaria de Comercio), Ernesto Zedillo Ponce de León (Universidad de Yale; Secretaria de Programación y Presupuesto), Manuel Camacho Solis (Princeton University; Gobierno del DF (ahora CDMX)), Luis Donaldo Colosio (Northwestern University; presidencia del PRI) y José María Córdoba Montoya (Universidad de Standford; Asesor del presidente). Rob Aitken, “Carlos Salinas de Gortari”, en Will Fowler, Presidentes mexicanos, tomo II (1911-2000), México, edit. INEHRM, 2004, p. 423. 508 Poder Ejecutivo Federal, Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, México, edit. Gobierno Federal, 1989, p. 37. 509 Ibídem, p. 39. 510 Ana Covarrubias Velasco, México en el mundo. Historia de sus relaciones internacionales, op. cit., p. 18. 225 forma de gobernar por parte de la élite tecnócrata salinista; y de los factores externos, en donde EE.UU. se alzaba como la potencia hegemónica tras varias décadas en conflicto con la U.R.S.S., la inevitabilidad de la modernización de México –anunciada en el discurso de toma de posesión del presiente Salinas– asimilaba una visión de apertura económica y modernidad de cara al futuro; era comprensible que, ante la ventaja geográfica que México mantiene con EE.UU., la integración con el vecino del norte devino casi de forma natural. No obstante, previó a cualquier posibilidad de celebrar un acuerdo de libre comercio, el aumento de la deuda externa era un aspecto que ameritaba atención inmediata. Con el objetivo de mejorar la economía nacional, en marzo de 1989, el secretario del Tesoro de los EE.UU. Nicholas F. Brady, anunció el apoyo de su gobierno para buscar reducir voluntariamente los montos de la deuda de aquellos países con mayores niveles de endeudamiento. De esta forma, el Plan Brady garantizó las líneas de crédito por alrededor de cinco mil millones de dólares, pero el precio para conceder dicho monto era incentivar reformas estructurales para fomentar el ahorro, la inversión y la privatización de empresas del Estado, como una forma de avalar el pago de la deuda.511 Es fundamental señalar que dicha petición no requirió de gran presión para su ejecución. Sin más, las negociaciones que entablo México –con el apoyo de EE.UU., que de hecho ejerció presión sobre algunos bancos importantes para que accedieran a las pretensiones de México de reducir el monto de la deuda– se formalizaron el 4 de febrero de 1990 con una reducción lograda en 20 000 millones de dólares.512 Si bien está reducción no significaba la solución completa, su importancia radicó en el envío de un mensaje positivo a los mercados internacionales e inversionistas. Ante la urgencia de entrada de capital al país, el gobierno del presidente Salinas emprendió una serie de peticiones de crédito al FMI, tal como en el sexenio pasado. Fueron cuatro cartas de intención expedidas por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Pedro Aspe, y el director general del Banco de México, Miguel Mancera Aguayo, en los años 1989, 1990, 1991 y 1992,513 las cuales solicitaban al Fondo, por medio del Servicio de 511 Cfr. Thomas Carsten Ebenroth & Gabriela Gándara, “El Plan Brady la negociación de la deuda mexicana”, en Comercio Exterior, núm. 4, vol.40, México, edit. Banco Nacional de Comercio Exterior, abril de 1990, pp. 303-308. 512 Enrique Cárdenas Sánchez, op. cit., pp. 700-701. 513 Carta de intención al FMI, en Comercio Exterior, edit. BANCOMEXT, abril de 1989. Dirección URL: https://n9.cl/92dup. Carta de intención al FMI, en Comercio Exterior, edit. BANCOMEXT, febrero de 1990. Dirección URL: https://n9.cl/102v3. Carta de intención al FMI, en Comercio Exterior, edit. BANCOMEXT, abril 226 Financiamiento Ampliado, determinado financiamiento para la consolidación de los esfuerzos de estabilización y restablecimiento del crecimiento económico. En conjunto con la solicitud de crédito al Banco Mundial, y en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento Económico (PECE) –con duración hasta el julio de 1989 y cuya prolongación se efectuó hasta el 31 de marzo de 1990– el peso estaba siendo depreciado frente al dólar en aras de reducir la inflación y estabilizar la balanza de pagos. Así, la carta de intención de 1989 concertó a un plazo de tres años una cantidad de 3 635 millones de dólares, la cual sería subdivida a través de la extensión del Convenio de Facilidad Ampliada y solicitada en las cartas de intensión de 1990, 1991 y 1992, que, en esta última, se solicitó un incremento de los recursos por una suma equivalente a 466.2 millones de derechos especiales de giro (40% de la cuota). El ajuste estructural, a través del PECE, permitió que la apertura de la economía mexicana atrajera inversiones, expandiera el comercio y permitiera la transferencia tecnológica, aspectos vitales dada la emergencia nacional que se presentaba. Conforme a ello, se dio continuidad y profundización al proceso de reformas estructurales que involucraron: la liberalización de los mercados financieros e inversión extranjera, la privatización de las empresas públicas (como Aeroméxico, Mexicana de Aviasión, Teléfonos de México, Imevisión –posteriormente conocido como TV Azteca), y la liberalización comercial, en donde esta última ya había comenzado con la entrada de México al GATT, pero la fase culminante fue la firma del TLCAN e 1994. La firma del TLCAN estuvo apoyada por las empresas transnacionales de reciente implementación para la época (en su mayoría de origen estadounidense), los grandes empresarios nacionales ubicados en el Valle de México y en Monterrey, los pequeños y medianos empresarios de la frontera norte, y los miembros del poder legislativo –en su mayoría del PRI–, en un hecho sin precedentes se estableció cierta convergencia entre la política económica del Estado y los intereses particulares de los diversos segmentos de la élite económica.514 Más aún, a diferencia de los desencuentros que se había tenido con el sector empresarial en sexenios anteriores (sobre todo en el caso del presidente Echeverría), de 1991. Dirección URL: https://n9.cl/907ke. Carta de intención al FMI (Acuerdo de Facilidad Ampliada 1992), en Comercio Exterior, edit. BANCOMEXT, junio de 1992. Dirección URL: https://n9.cl/syvq6. 514 Carlos Alba Vega, “Los empresarios y el Estado durante el salinismo”, en Foro Internacional, núm. 143, vol.34, México, edit. El Colegio de México, enero-marzo, 1996, pp. 31-79. 227 el equipo de negociación del TLCAN se constituyó con personalidades que creía en los beneficios de la reducción de las barreas arancelarias y en los beneficios del libre mercado, de tal suerte que fue cómo si “las estrellas se hubieran alineado”; los intereses de la élite económica se sincronizaron con los de la élite política.515 El TLCAN fue, así, el “efecto candado” de la modernización del país bajo las ideas de la libertad económica y de las propuestas del Consenso de Washington. La acciones en materia de política exterior, más allá de entablar negociaciones con EE.UU. con el propósito de concretizar el tratado comercial, se extendieron a diversificar la presencia de México en el exterior. Desde una perspectiva regional, en lo respectivo a Europa, en 1991 se firmó el Acuerdo Marco de Cooperación con la Comisión Económica Europea (CEE). Con América Latina, México participó en el Grupo de Río, celebró un Acuerdo de Complementación Económica con Chile en 1991 antes del TLCAN, y posteriormente con Bolivia y Costa Rica; a mediados del año de 1994, se concretó la firma de un acuerdo trilateral entre México, Colombia y Venezuela. Finalmente, en lo que respecta a Asia, se creó la Comisión Mexicana de la Cuenca del Pacifico, el Consejo de Cooperación Económica del Pacífico, y el Consejo Económico de la Cuenca del Pacifico.516 A nivel multilateral, en el marco de la Organización de las Naciones Unida, México participó en el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, la Reforma al Consejo de Seguridad, se unió a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas. 515 Malcolm Fairbrother, Free Traders, Elites, Democracy, and the Rise of Globalization in North America, Reino Unido, edit. Oxford Scholarship Online/Oxford University Press, 2019, p. 84. En la misma perspectiva, Strom C. Thacker considera que los vínculos entre los grandes empresarios y los altos funcionarios constituyeron una verdadera “coalición” de política de libre comercio. Sin embargo, en un artículo previo, Malcolm Fairbrother manifiesta una interesante disyuntiva que considera una tendencia hacia la “globalización” en los países en vías de desarrollo con mayor intensidad por parte de tecnócratas, que por miembros del sector privado. En este sentido, expresa en relación a México: “[…] Los tecnócratas de México creían firmemente en el libre comercio incluso en ausencia del apoyo de las empresas. Entonces, a diferencia de Estados Unidos y Canadá, la decisión de proponer el TLCAN en México estuvo condicionada por la formación académica y las preferencias políticas intrínsecas de las personas con autoridad directa sobre las políticas. Por otro lado, frente a la tecnocracia estatal, y en relación con los otros dos países del TLCAN, las empresas fueron un participante más pasivo en México”. Cfr. Strom C. Thacker, Big Business, the State and Free Trade: Constructing Coalitions in Mexico, Cambridge, Cambridge University Press, 2000, 239 pp.; Malcolm Fairbrother, “Economists, Capitalists, and the Making of Globalization: North American Free Trade in Comparative-Historical Perspective”, en American Journal of Sociology, núm. 5, vol. 119, Chicago, edit. The University of Chicago, marzo 2014, p. 1362. Uno de los documentos primigenios sobre la negociación del TLCAN desde la perspectiva de la negociación es: Maxwell A. Cameron & Brian W. Tomlin, The Making of NAFTA. How the Deal Was Done, Ithaca, edit. Cornell University Press, 2001, 288 pp. 516 Ana Covarrubias, México y el Mundo. Historia de sus relaciones exteriores, op. cit., p. 25. 228 En 1990, México se reincorporó a la Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC), participó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992), y en la II Conferencia Mundial Sobre los Derechos Humanos (1993). Desde la Organización de los Estados Americanos (OEA), en 1989, México apoyo la condena a la invasión de EE.UU. a Panamá, aunque su rechazo no fue tan enérgico puesto que el gobierno de Salinas buscaba acercamientos con EE.UU. para una posible negociación de un acuerdo de libre comercio. Sin embargo, un hecho que sin duda alguna mandaría el mensaje sobre la modernización de México fue su entrada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la cual representaba la entrada de México a los países del “Primer Mundo”. En este sentido, la política exterior del sexenio del presidente Salinas, en función del “desarrollo” [modernización], fungió como una política pública esencial para romper con el aislacionismo de la economía nacional mediante el establecimiento y difusión de México como una nación acorde a la globalización; consideración que estuvo sustentada tanto con la racionalidad neoliberal de la élite política tecnócrata y su inter-relación con la élite económica, así como el contexto de término de Guerra Fría, donde el capitalismo de la pax amaricana resultó triunfante. En este sentido, fue lógico tener una mayor relación con el “ganador” de la guerra fría, toda vez que el TLCAN sería el efecto “candado” de la modernización del Estado mexicano mediante la liberalización comercial, la liberalización financiera y de inversión de cartera y la privatización de empresas públicas. El año de 1994 fue, sin duda alguna, un reto para México, toda vez que el 1 de enero, el mismo día que entraba en vigor el TLCAN, en el estado de Chiapas se sublevo el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZNL) quien abiertamente se pronunció en contra del tratado trilateral. Posteriormente en ese mismo año, en plena contienda electoral, el candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio fue asesinado en un acto de campaña en Tijuana, sin más, y ante la urgencia de designación de otro contendiente, Ernesto Zedillo Ponce de León fue el candidato sustituto ante la tragedia. No obstante, un nuevo escándalo vinculó directamente a Los Pinos: José Francisco Ruiz Massieu, presidente nacional del PRI y cuñado del presidente (además, padre de quien sería la secretaria de Relaciones Exteriores durante el sexenio de EPN, Claudia Ruiz Massieu Salina) fue asesinado, y el principal sospechoso fue el hermano del mismo presidente, Raúl Salinas. 229 Este contexto de crisis política, colocó a la economía mexicana en una posición desfavorable, a tal grado que el peso mexicano presentó una devaluación de 100% en tan solo 10 días. Aunque las causas de la crisis de 1994 aún no son claras,517 resultaba paradójico que por tercera vez consecutiva, el nuevo gobierno iniciaba sus actividades bajo presiones económicas. Sin embargo, está vez, no solo peligraba la estabilidad económica del país, sino también el proyecto de reformas establecido en el sexenio pasado. De esta forma, en el discurso de toma de protesta de Ernesto Zedillo Ponce de León, a la postre del luto nacional por el fallecimiento de Luis Donaldo Colosio, mencionó: “Asumo esta responsabilidad con el aliento de saber que los priístas no iniciaremos una campaña: la continuaremos; que los priístas contamos ya con un diagnóstico preciso de los problemas nacionales, elaborado con la lucidez y la visión de Luís Donaldo Colosio; que los priístas contamos ya con una oferta política que supera a cualquier otra en adhesión popular y propósitos compartidos”.518 En síntesis, la continuidad del proyecto de Colosio era la continuidad del proyecto del partido, y la continuidad del proyecto del partido era la continuidad del proyecto de nación, por lo tanto, el interés nacional se visualizó como la continuidad del cambio que ya se había emprendido en los sexenios anteriores. La continuidad del cambio estima dos niveles de análisis: El primero acorde a la continuidad del proyecto económico de apertura, transnacionalización y financiarización; y el segundo nivel, corresponde a la circulación de las élites tecnócratas de los sexenios de De la Madrid y Salinas de Gortari al nuevo gobierno, lo que evidentemente implicaba una continuidad de una cierta forma de pensar y de gobernar. En palabras de Alejandra Salas Porras-Soulé: “A lo largo de este tiempo [desde 1982 hasta el sexenio zedillista], se produjeron múltiples vínculos entre estos equipos, los cuales van a dar continuidad e impulso 517 La prima explicación considera que con el asesinato de Luis Donaldo Colosio, los mercados financieros respondieron súbitamente, lo que coadyuvó a que el peso rebasara la banda de flotación; y ante la negativa del presidente Salinas de devaluar el peso, se decidió aumentar la tasa de interés mediante CETES del 9% al 18%. [Humberto Banda & Susana Chacón, “La crisis financiera mexicana de 1994: una revisión política- económica”, en Foro Internacional, núm. 3, vol. 45, México, edit. El Colegio de México, julio-septiembre, 2005, 450-451 pp.]. La segunda explicación considera que “la debilidad del sistema bancario a raíz de su reprivatización, acompañada de una fuerte liberalización financiera, y de una política macroeconómica caracterizada por la lucha a ultranza contra la inflación, el mantenimiento del tipo de cambio y el consecuente deterioro de la balanza de pagos” fueron los principales factores que incidieron en la decisión de ampliar la banda de flotación del tipo de cambio el 19 de diciembre de 1994. [Enrique Cárdenas, op. cit., p. 734.] 518 Ernesto Zedillo Ponce de León, Discurso de toma de protesta a la presidencia de la república [en línea], México, 1994. Dirección URL: https://n9.cl/6nspw [consultado el 1 de agosto de 2022]. 230 al proyecto neoliberal”.519 Sin embargo, un factor importante a considerar tras el triunfo de la “globalización” en el sistema internacional, fueron los cuestionamientos sobre la nula democracia que imperaba en México; si bien existía una alternancia de presidentes, todos ellos provenían de un mismo partido: el PRI. En este sentido, el presiente Zedillo estimaba que no era posible la exigencia de la libertad económica sin libertad política. Así, dentro del cúmulo de objetivos que se establecieron en el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, sobre sale uno: el objetivo número 3 consideraba “construir un pleno desarrollo democrático con el que se identifiquen todos los mexicanos”, y se puntualizó al respecto: “[…] respetar y vigorizar el sistema de partidos políticos y realizar una reforma electoral definitiva que atienda todos los puntos que aún [eran] motivo de controversia, para garantizar la equidad en la competencia”.520 Sucintamente, la consideración de desarrollo democrático atiende a diferentes niveles de análisis: desarrollo, comprende una perspectiva económica; y democracia, a una perspectiva política; sin embargo, bajo la perspectiva neoliberal ambos mantienen un hilo conductor respecto a la libertad. Es decir, para contribuir al bienestar general, se le otorga confianza plena tanto a la libertad de mercados como libertad de competencia entre partidos políticos. En este sentido, para consolidar la continuidad del cambio como interés nacional, que estaba respaldado a través de las reformas estructurales de los sexenios pasados y de la circulación de las élites, el desarrollo democrático fue el elemento discursivo que manifestaba de conformidad la alternancia partidista con la prioridad de continuar con el modelo económico. En términos de política exterior, se menciona en el PND: “México ejercerá una diplomacia que busque aprovechar las oportunidades globales en beneficio de los mexicanos, que defienda sus legítimos intereses en el exterior, y que consolide el entendimiento, el 519 Alejandra Salas-Porras Soulé, “Las élites neoliberales en México…”, op. cit., p. 290. El mismo presidente Zedillo sería ejemplo claro, toda vez que su perfil tecnócrata le permitió incorporarse a las filas del presidente Salinas de Gortari. Entre los miembros de su equipo que previamente habían trabajado en sexenios anteriores se encontraban: Jaime Serra Puche (SHCP), Guillermo Ortiz Martínez (S. de Comunicaciones y Transportes y SHCP), Jesús Reyes-Heroles (S. de Energía), Luis Téllez (Jefatura de la Oficina de la Presidencia y S. de Energía) y Herminio Blanco (Secretaria de Comercio y Fomento Industrial). Así mismo, es importante considerar la participación de tanto de José Ángel Gurría (SRE) como de Esteban Moctezuma (SEGOB y SEDESOL) dado su perfil tecnócrata. 520 Poder Ejecutivo Federal, Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, México, dirección URL: https://bit.ly/3RKgvzx, [consultado el 12 de julio de 2022]. 231 intercambio y la cooperación con las naciones con que nos unen lazos de amistad”.521 En dicha afirmación se desprende el objetivo de política exterior correspondiente a capitalizar las oportunidades del exterior. Esta acepción fue posteriormente retomada por el Secretario de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Gurría, quien expresó que la política exterior era “el instrumento del Estado y de la sociedad mexicana para fortalecer su seguridad en el mundo, capitalizar las oportunidades que ofrece el medio externo y propiciar un mejor nivel de vida y de desarrollo para todos los mexicanos”.522 A su vez, la estrategia –de acuerdo con el secretario Gurría– fue “establecer posiciones acordes con las transformaciones internas y, en su caso, con el principio de corresponsabilidad entre naciones en torno a los grandes temas mundiales de la posguerra fría: la estabilidad financiera internacional, el libre comercio, la migración, la democracia, los derechos humanos, el narcotráfico, el terrorismo y el cuidado al medio ambiente”.523 Dicha estrategia nacional se mantiene acorde con el apogeo de la transnacionalización y financiarización [“globalización”] de posguerra fía. En cuento a las decisiones, la primera y más urgente, era la superación de la crisis. Evidentemente, el objetivo inmediato era asegurar la viabilidad del Estado y la economía de los mexicanos, y para lograr dicho objetivo, la política exterior tuvo que estar dirigida a mitigar la crisis que se presentaba. Se estimó que la compensación de divisas mediante el crédito era el medio más inmediato para subsanar las cuentas nacionales, y para ello, la política exterior tuvo la función de re-establecer contacto con aquellos aliados que previamente habían “rescatado” al país en las anteriores crisis. De nueva cuenta, el rescate financiero de México corrió a manos de los EE.UU., específicamente por el Departamento del Tesoro y del FMI, este último se constata a través de la carta de intención emitida en 1995 por el gobierno mexicano.524 Con la reprivatización del sistema bancario y la liberalización financiera, el auge de 521 Ibídem. 522 José Ángel Gurría, “La construcción de una política exterior integral y de amplio consenso nacional”, en SRE, Discursos del Secretario de Relaciones Exteriores, José Ángel Gurría, México, edit. SRE, noviembre- diciembre de 1995, p. 30. 523 José Ángel Gurría, “México y la construcción de un orden internacional acorde a nuestros intereses”, en SRE, Discursos del Secretario de Relaciones Exteriores, José Ángel Gurría, México, edit. SRE, noviembre- diciembre de 1995, pp. 24-25. 524 Carta de intensión al FMI, México, SHCP-Unidad de Comunicación Social, dicembre 1995. Dirección URL: file:///D:/b208-95.html. 232 la entrada de capitales dirigidos hacia inversiones de portafolio de corto plazo permitió que los bancos recurrieran a un progresivo endeudamiento. Más aún, con la sobrevaluación del tipo de cambio, se comenzó a deteriorar la cuenta corriente y el peso comenzó a ser afectado de igual forma. Sin embargo, con los asesinatos de Colosio y Ruíz Massieu, diversos capitales comenzaron a salir del país y, por lo tanto, las reservas internacionales comenzaron a descender y el peso mexicano comenzó a perder sustento. A pesar de que los indicadores de la política macroeconómica eran preocupantes, durante el gobierno de Salina “se consideró que la presión sobre las reservas era temporal y que se corregiría sin la necesidad de una depreciación del tipo de cambio”.525 A pesar de que el 9 de diciembre el secretario de Hacienda, Jaime Serra Puche, notificara a través de los “Criterios Generales de Política Económica” una cierta continuidad de la política económica –lo que tanto para inversionistas y analistas era inviable– ante una constante emisión de tesobonos durante las dos primeras semanas de diciembre, y una clara falta de divisas, el resultado fue la eminente devaluación de la moneda nacional. Ante una posible expansión de la crisis, el presidente Bill Clinton se vio obligado a embarcarse en un programa de rescate de la economía mexicana. A través de diversos paquetes de ayuda financiera, en uno de ellos se especificó que las garantías obtenidas de los recursos procedentes de las exportaciones de petróleo y sus derivados fuesen depositados en una cuenta del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, durante el tiempo que fuera necesario para liquidar la deuda.526 En octubre de 1995, Zedillo visitó los EE.UU., y allí reconoció el apoyo financiero otorgado por el vecino del norte. No obstante, mientras el presidente Zedillo declaraba que el crédito fue fomentado por los EE.UU. “respetuosos de nuestra soberanía”, el presidente Clinton subrayó que no se trataba de ningún favor, que por el contrario, formaba parte de sus intereses a que México fuese “democrático, próspero y abierto a los mercados”.527 Diversos análisis consideran que la política exterior del presidente Clinton fue coherente a una 525 Mario Moreno-Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit., p. 267. 526 Miguel Ángel Valverde Loya, “Las relaciones México-Estados Unidos en el sexenio de Zedillo”, en Foro Internacional, núm. 166, vol. 41, México, edit. El Colegio de México, octubre-diciembre, 2001, p. 675. Cfr. Carlos Marichal, “La devaluación y la nueva crisis de la deuda externa mexicana de 1995-1996: la debilidad financiera del TLCAN”, en Ilán Bizberg, México ante el fin de la Guerra Fría, México, edit. El Colegio de México, 1998, p. 263. 527 La Jornada, 11 de octubre de 1995, p. 5, citado en Ana Covarrubias, México y el Mundo, op. cit., p. 90. 233 “doctrina de ampliación” [Doctrine of Enlargement] cuyo pilar principal se centraba en la expansión de las democracias de mercado.528 En un discurso pronunciado ante la Asamblea General de Naciones Unidas en 1993, el presidente Clinton expresó: “Estados Unidos cree que una comunidad ampliada de democracias de mercado no solo sirve a nuestros propios intereses de seguridad, sino que también promueve los objetivos consagrados en la Carta de este organismo y su Declaración Universal de Derechos Humanos […]”.529 Si bien, la política exterior colaboró en el proceso de mitigación de las consecuencias de la crisis financiera, dichas actividades contribuyeron a que México fuera capaz, a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA), de transformar la deuda privada de los bancos en deuda pública. Con esta acción se rescataron a bancos, como por ejemplo: Bancomer, Banamex, Bital y Banorte. Hoy en día, Banamex es parte del banco estadounidense Citigroup; Bancomer fue comprado por el banco español BBVA; Bital por la multinacional británica HSBC, y Banorte es actualmente el único banco totalmente mexicano sobreviviente de esa época. Una vez superada la crisis, la “continuidad del cambio” de la política exterior zedillista se mantuvo congruente en regiones como América Latina y el Caribe, toda vez que se estableció una “asociación privilegiada” con la región, la Comisión Mexicana para la Cooperación con Centroamérica, México ratificó y siguió participando en el marco del Acuerdo de San José, firmó tratados de libre comercio con Nicaragua en 1997 y con el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) en 2000, a partir de 1999 la posición de México hacia Cuba en foros multilaterales fue de no intervención hacia el régimen, sobre todo a partir de la controversia con la Ley Helms-Burton. A través del Grupo de Río y de las Cumbres Iberoamericanas, los asuntos económicos dominaron los vínculos con América del Sur. Desafortunadamente, a pesar de las reuniones con Brasil, el Mercosur y la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), México solamente logró la firma de un tratado de libre comercio con Chile en 1998. 528 Russell L. Riley, “Bill Clinton: Foreign Affairs” [en línea], en Miller Center, University of Virginia. Dirección URL: https://bit.ly/2DCp2Sb, [consultado el 19 de julio de 2022]. Cfr. Douglas Brinkley, “Democratic Enlargement: The Clinton Doctrine”, en Foreign Policy, núm. 106, edit. Pennsylvania, FP Group, primavera de 1997, pp. 110-127. 529 Bill Clinton, “Address by President Bill Clinton to the UN General Assembly”, en U.S. Department of State, 27 de septiembre de 1993. Dirección URL: https://bit.ly/3PjEOm0, [consultado el 19 de julio de 2022]. 234 En lo que respecta a la relación bilateral con EE.UU., después del rescate financiero y aunado a la pertenencia al TLCAN, se profundizó la liberalización comercial. No obstante, los temas que prevalecieron subsecuentes a la crisis giraron en torno a la seguridad y la migración. Se crearon programas tales como: el Programa Nacional para el Control de Drogas 1995-2000 y el Grupo de Contacto de Alto Nivel para el Control de Drogas (1996), se adoptó la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada (1996), se creó la Policía Federal Preventiva (PFP) en 1999. Además, se llevó a cabo de forma unilateral por parte de los EE.UU. la Operación Casablanca, además se firmaron diversas leyes en contra de la migración.530 En lo que respecta a Europa, el Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación –Acuerdo Global– con la Unión Europea se convirtió en el proyecto prioritario de la política exterior del presidente Zedillo. Siendo este un claro contrapeso e intento de diversificación de las relaciones económico-comerciales, pues debido a que el rescate financiero proporcionado por los EE.UU. vino a acentuar la interdependencia de México con el vecino del norte, el gobierno de Zedillo buscó ampliar las relaciones con Europa. El proceso de negociación fue sustancialmente distinto a comparación del TLCAN. Este nuevo tratado incluía una cláusula democrática, y una serie de disposiciones en torno a los derechos humanos. Interesante es la argumentación del embajador Walter Astié-Burgo sobre dicha cláusula democrática, ya que conjetura que a pesar de que el equipo negociador mexicano declaró que dicha cláusula democrática representaba una injerencia en los asuntos internos del país, y que suponía ir más allá de un acuerdo comercial, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Sergio González Gálvez, en una reunión en Bruselas con los embajadores mexicanos ante “los quince” de Europa, puntualizó que la conclusión del acuerdo era una disposición política ya tomada al más alto nivel. Por ende, estima el embajador: “el ensanchamiento de los nexos con la Unión Europea de los quince persiguió más un objetivo de tipo político que económico […]”.531 530 En septiembre de 1996, una nueva ley de inmigración fue aprobada por el Congreso y firmada por el presidente Clinton. Dicho proyecto, que entró en vigor el 1 de abril de 1997, incluía medidas para reducir la migración ilegal y limitar el acceso a los migrantes legales, tales como reforzar la vigilancia de la frontera, se construyó una triple banda de 14 millas en la frontera con México e incrementando los castigos al contrabando de indocumentados y falsificación de papel. 531 Walter Astié-Burgos, Seis siglos de encuentros y desencuentros entre México y Europa: la relación triangular Europa-México-Estados Unidos, México, edit. Juan Pablos, 2013, p. 395. 235 Sin más, el 23 de julio de 1997, concluyeron las negociaciones, el 8 de diciembre de ese año se firmó, y en julio de 2000 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México (TLCUEM). En retrospectiva, y tomando en consideración la experiencia que tuvo el embajador Astié-Burgos, la insistencia por parte del gobierno zedillista de lograr un acuerdo con la Unión Europea incentiva la idea de la imposibilidad de mantener al PRI en un sexenio más al frente del poder ejecutivo. En el marco de la política exterior y su contribución al desarrollo neoliberal del país no hubo cambios circunstanciales en cuanto a la perspectiva con la que se condujo la política exterior de dicho sexenio. Sin embargo, mientras el ejecutivo federal incentivaba la apertura comercial y financiera de México –sobre todo privilegiando a los empresarios con mayores capitales–, el contraste se evidenció en la población mexicana quien cerca del 69% de la población, para el año de 1996, vivía en condiciones de pobreza. Gracias a las reformas estructurales de tercera generación emprendidas por el presidente Zedillo,532 finalmente el PAN llegó al poder ejecutivo a través de Vicente Fox Quesada en el año 2000. Con la llegada de Fox al poder no sólo se despojó al PRI de la silla presidencial; sino que, a su vez, permitió una cercanía aún mayor con el sector privado a través del grupo “Amigos de Fox”. La organización “Amigos de Fox” fungió como recaudadora de fondos provenientes del sector empresarial para la campaña presidencial (principalmente de Guanajuato, Jalisco y el Estado de México), y además, consolidó las redes de apoyo en torno al nuevo presidente. El autor intelectual de dicha estrategia política fue: José Luis González, a quien con posterioridad se le añadieron: Lino Korrodi, Cristóbal Jaime, Bernardo Ávalos, Leticia Calzada, Berta Maldonado, Carlos Maure, José Otaduy. Cada uno de ellos estimuló a Fox para que fuera pensando en ganar la Presidencia del país desde 1993. Así, para octubre de 1997, se añadieron colaboradores del Grupo Guanajuato, tales como: Lino Korrodi, Ramón Múñoz, Marta Sahagún y Eduardo Sojo. 533 532 Se debe de precisar que, aunque fue la reforma electoral de 1996 la cual permitió la autonomía e independencia del IFE (ahora INE), este proceso data desde las reformas de 1977, la reforma electoral 1986, y la reforma judicial de1994. 533 Roberto Tejada Avila, “Amigos de Fox, breve historia de un “partido” efímero”, en Espiral, núm. 34, vol. 12, Guadalajara, edit. Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales, Universidad de Guadalajara, 2005, pp. 68-70. José Luis González, alias “El bigotón”, fue director general de la división norte de América Latina de Coca-Cola Export Corporation, dueño de Helados Holanda, y se diversificó en otros negocios. Lino Korrodi, es Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Bernando Ávalos Casillas fungió en Coordinación Presidencial para la Alianza Ciudadana. Ramón Muñoz Gutiérrez, 236 En virtud de la falta de apoyo del ala más conservadora del PAN hacia Fox –en la cual se encontraban personalidades como Diego Fernández de Ceballos y Felipe Calderón Hinojosa– dicha organización ayudó, alentó y dirigió la precampaña y la campaña oficial de Vicente Fox. Posteriormente a su triunfo, diversos de sus miembros ocuparon cargos en el gobierno federal. Así, la participación de los empresarios en el proceso democrático de México manifestaba “el desprestigio de los políticos tradicionales, la fracción tecnócrata de la clase política [en donde] el contexto internacional había ayudado a la legitimación de los empresarios como candidatos a puestos de elección popular”.534 Desde un nivel de discusión agente-estructura, la alternancia partidista no fue capaz de alterar las estructuras establecidas desde Miguel de la Madrid, toda vez que el ideal de la “democracia mexicana” no se logró bajos los términos de un cambio de ideas, propuestas o una forma diferente de gobernar; sino, más bien, permitió la continuidad de la razón neoliberal a través de subjetividades empresariales. Al considerar la premisa de Christian Laval y Pierre Dardot quienes estiman que “el momento neoliberal se caracteriza por una homogeneización del discurso del hombre en torno a la figura de la empresa”,535 la llega de Fox a Los Pinos no implicó un cambio sustancial –en términos de la democracia– más allá de una simple nominación de partido. La configuración de ideas en torno al “beneficio de la empresa privada como equivalente al bienestar social” no se desprendió de la fundamentación básica de los anteriores gobiernos tecnócratas priistas, donde el mercado fue considerado como la mejor estructura organizativa. De acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, se da cuenta que el proceso de transición de modelo económico –auspiciado por las reformas realizadas en los anteriores sexenios– no ha sido fácil, ya que “[…] no todos han podido adaptarse a la velocidad de las durante el sexenio del Presidente Vicente Fox, creó y lideró la Oficina de la Presidencia de la República. Marta Sahagún fue esposa de Manuel Bribiesca Godoy, quien sería diputado del PAN junto con el entonces también diputado Vicente Fox, quien sería, posteriormente, su segundo matrimonio. Eduardo Sojo Garza-Aldape es un economista y político mexicano. Fue asesor económico en el gobierno de Vicente Fox y en el equipo de transición de Felipe Calderón Hinojosa. Del 1 de diciembre de 2006 al 6 de agosto de 2008 fue secretario de Economía durante la administración de Calderón y, posteriormente, fue presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2008 a 2015, el primero de ese instituto en calidad de organismo autónomo. 534 Carlos Alba Vega, “Los empresarios y la democracia en México”, en Foro Internacional, núm. 183, vol. 46, México, edit. El Colegio de México, 2006, p. 133. 535 Christian Laval & Pierre Dardot, op. cit., p. 331. 237 transformaciones. Han habido víctimas y marginados en el proceso”.536 De esta forma, el objetivo de la política económica fue “promover un crecimiento con calidad”, donde el fundamento de la política exterior tenía que “[no] ser sólo un instrumento central en la preservación de la soberanía y de la seguridad nacionales, sino que deb[ía] convertirse además en una palanca para promover y apuntalar el desarrollo socioeconómico de México”.537 De acuerdo a lo anterior, la política exterior tendría que coadyuvar a aumentar la inversión extranjera, rediseñar el trabajo de las embajadas y consulados para atraer la tecnología y el conocimiento a México, encontrar nuevos mercados para las empresas nacionales, fomentar la internacionalización de las empresas medianas y pequeñas, fortalecer y diversificar las relaciones de México con el mundo, y aumentar la cooperación para el desarrollo.538 Más aún, dado el ímpetu democrático, el presidente Fox colocó dos temas adicionales sobre la mesa: los derechos humanos y la democracia. En un contexto internacional determinado por los múltiples procesos de transnacionalización y financiarización, las relaciones-redes del gobierno de la alternancia foxista que se constituyeron a través de subjetividades empresariales y algunos miembros del panismo tradicional, y reforzado a través del “bono democrático”, el interés nacional versaba en la legitimación del nuevo gobierno y sus élites bajo la carta de la democracia y los derechos humanos, como discurso que disfrazaba la continuidad político-económica neoliberal del país. Proyectar al exterior, de esta forma, un México renovado traería diversos beneficios al país: “desde elevar la calificación de riesgo-país hasta comunicar los avances en la solicitud del conflicto chiapaneco y, desde luego, demostrar la voluntad democrática del gobierno mexicano”.539 La continuidad del modelo económico permitió consolidar los mismos objetivos del sexenio zedillista en torno a capitalizar las oportunidades que brinda la vecindad con los Estados Unidos, consideración que compartía plenamente el secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, pues aseveró que: “la vecindad [con los EE.UU.] también 536 Poder Ejecutivo Federal, Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, México, edit. Gobierno Federal, 2001, p. 31. 537 Ibídem, p. 59. 538 Vicente Fox, “La diplomacia económica de México”, Foreign Affairs en Español, México, diciembre 2000, pp. 8-17. 539 Ana Covarrubias, op. cit., p. 125. 238 brindaba oportunidades valiosas a México”.540 Dicha cercanía geoeconómica intentó ser aprovechada a través de una ampliación de aspectos de cara al TLCAN, tales como: migración, energía, narcotráfico, medio ambiente, e incluso la situación regional; sin embargo, a diferencia del sexenio anterior, las estrategias tuvieron otro enfoque. De acuerdo al PND 2001-2006, se establecieron cinco objetivos estratégicos, donde las estrategias versaron sobre: 1) la promoción y defensoría de los derechos humanos, la democracia y la protección de nuestros connacionales en el extranjero; 2) la construcción de una relación de alcance estratégico con EE.UU; y 3) mantener una participación activa de México en la construcción de un sistema internacional.541 Respecto a la primera estrategia, se evidenciaba la plena convicción del nuevo gobierno a la defensa y promoción de los derechos humanos, la democracia y la protección de nuestros connacionales en el extranjero, que, de acuerdo a este último punto, surge la decisión de establecer un acuerdo migratorio con los EE.UU. en aras de mitigar la migración ilegal. Bajo el precepto de que la migración ilegal mantenía una “responsabilidad compartida” para ambas naciones, el proyecto contaba con puntos equidistantes entre sí. Si bien se intentaba priorizar la regulación migratoria de mexicanos indocumentados en EE.UU., enfatizaba así mismo el aumento de la seguridad fronteriza. Por otro lado, de acuerdo a la segunda estrategia de construir una relación más estrecha con EE.UU., se estableció la decisión de crear una comunidad de América del Norte (conocido como TLCAN-PLUS) en la cual se promoviera el libre tránsito de bienes, servicios e individuos. Una consideración “al estilo de la unión europea”. En cuanto a la tercera estrategia de mantener una participación “activa” en el sistema internacional, se desprende – bajo la concepción de Fox– la idea de la mancuerna entre democracia y el desarrollo integral, y debido al contexto político y económico post guerra fría, la política exterior tendría que coadyuvar al crecimiento económico y a la atracción de inversiones. Aunado a las consideraciones previas, el presidente Fox decidió impulsar el proyecto de desarrollo en el sur-sureste del país con alcance a los paises centroamericanos, conocido como el Plan 540 Jorge G. Castañeda, “Los ejes de la política exterior”, en Nexos, núm. 288, vol. 23, México, diciembre de 2001, p. 67. 541 José G. Cabra Ybarra, “Funcionalidad de las estrategias en la política exterior del régimen actual”, en Relaciones Internacionales, núm. 94, s/vol., México, edit. Centro de Relaciones Internacionales-FCPyS-UNAM, 2006, p. 152. 239 Puebla-Panamá. Desafortunadamente, después del 11-S, EE.UU. no volvió a ser el mismo. Se dio paso a la estrategia de “guerra preventiva” [Doctrina Bush], la cual postulaba el uso de la fuerza frente a meras sospechas de posibles ataques; y, a través de la manipulación de información, fue como se dio inicio y “legitimidad” a la Guerra contra el Terrorismo.542 Después de los atentados terroristas, todas las decisiones de la política exterior foxista fueron inevitablemente trastocadas. En primer lugar, la intención de celebrar un acuerdo migratorio con los EE.UU. fue totalmente ignorada, en virtud de su lento apoyo al vecino del norte tras el atentado terrorista, y al voto negativo de México para invadir Irak como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.543 Comprensible era la pausa que se había hecho entre los grupos de trabajo dada la catástrofe humana y de seguridad nacional que pasaba en EE.UU.; sin embargo, de acuerdo con el exembajador Jeffrey Davidow, las supuestas negociaciones nunca fueron reales: “Los mexicanos insistían en llamar negociación a las pláticas mientras los estadunidenses preferían concebirlas como ‘conversaciones’, o ‘discusiones’ informales”.544 Aunque las relaciones México-EE.UU. no se “enfriaron”, la conducción de la misma no fue la esperada, toda vez que en el año 2002 las Partes firmaron un acuerdo de “frontera inteligente” para mejorar la seguridad en la frontera en áreas de infraestructura y el flujo de personas y bienes; en 2004 se implementó un sistema integral para operaciones migratorias con el fin de rastrear a todos los visitantes extranjeros; y en 2005, en Waco, Texas, en conjunto con Canadá, se firmó la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN); y, a finales de 2005, la Cámara 542 Jesús Velasco, “El neoconservadurismo y la política exterior estadounidense después del 11-S”, en La derecha radical en el partido republicano, México, Fondo de Cultura Económico, 2016, pp. 275-300. 543 A través de la resolución 1441, el Consejo de Seguridad votó por unanimidad para que Irak eliminara sus armas de destrucción masiva. Sin embargo, según Olga Pellicer, “[…] las negociaciones de la resolución 1441 ocurrieron cuando EE.UU. ya había iniciado los preparativos para una acción bélica contra Irak. Llevar el problema a la atención del Consejo de Seguridad fue un acto de conciliación por parte de los funcionarios más duros de la administración Bush, con el Secretario de Estado Colin Powell y el Primer Ministro Tony Blair”. [Olga Pellicer, “Los dilemas de México en el Consejo de Seguridad”, en Rafael Fernández de Castro, En la frontera del imperio, México, edit. Ariel, 2003, p. 93]. Según Jorge Chabat, el presidente Bush y el embajador Tony Garza “enviaron mensajes” al gobierno mexicano en el sentido de que Estados Unidos esperaba el apoyo de México, y de que éste tendría que enfrentar consecuencias en caso de no hacerlo. [Jorge Chabat, The Bush Revolution in Foreing Policy and Mexico: The Limits to Unilateralism, núm. 179, México, edit. Centro de Investigación y Docencia Económicas, 2008, p. 9]. 544 Jeffrey Davidow, El oso y el puercoespín: testimonio de un embajador de Estados Unidos en México, México, edit. Grijalbo, 2003, pp. 329-351. 240 de Representantes estadounidense aprobó la iniciativa H.R. 4437 o Ley para el control de la inmigración, el antiterrorismo y la protección de las fronteras, la cual preveía la construcción de un muro en la frontera con México y criminalizaba a los inmigrantes indocumentados. Hecho que fue plenamente criticado en México como una violación a la seguridad nacional. En lo respectivo a la ASPAN, en un contexto de protección a la frontera ante posibles ataques terroristas, fue considerado como una ampliación de los objetivos que no fueron plasmados en el tratado de libre comercio de 1994, tales como la defensa y la seguridad.545 Esta misma perspectiva es compartida por otros especialistas como Miguel Pickard, quien establece que “la ASPAN es un conjunto de medidas puestas en práctica, sin la autorización del legislativo mexicano, que profundizan el tratado leonino y las asimetrías existentes en la región”.546 En lo concerniente a la comunidad de América del Norte, esta decisión también fracaso, en virtud de que no se quiso o no se supo interpretar que a Canadá no le interesaba modificar la relación privilegiada que ya tenía con Estados Unidos. “Trilateralizar esa relación no sólo no les ofrece nada adicional a los canadienses, sino que incluso les resulta contraproducente porque ellos ya tienen establecido un modus operandi en relación con Washington”. Para el segundo tercio del sexenio del presidente Fox, la relación bilateral versaba casi exclusivamente en mutuas reclamaciones en medio de comunicación. El embajador ante la ONU en el sexenio de Fox, Adolfo Aguilar Zinser, escribió lo siguiente: “Creer que la amistad personal entre los presidentes o los cancilleres de México y Estados Unidos sirve para disipar las divergencias y resolver los problemas pendientes es peligroso e ingenuo. Una vez más ha quedado demostrado que Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses.”547 A pesar que a lo largo de su sexenio se concretizaron diversos estatutos, convenciones, grupos de trabajo, y nombramiento de funcionarios en torno a los DD.HH., 545 Raúl Benítez Manaut & Carlos Rodríguez Ufloa, “Seguridad y Fronteras en Norteamérica: del TLCAN a la ASPAN”, en Revista Frontera Norte, núm. 35, vol. 18, México, edit. CISAN-UNAM, 2006, p. 9. En el mismo sentido: Leonardo Curzio, La seguridad nacional de México y la relación con Estados Unidos, México, edit. CISAN-UNAM, 2007, p. 17. 546 Citado en Adolfo Arreola García, La implicaciones de la ASPAN y de la Iniciativa Mérida en la Seguridad Nacional de México a partir del 2005 al 2009, tesis de maestria, México, edit. FES Acatlán, p. 73. 547 Adolfo Aguilar Zinser, “Del romance al hoyo negro”, en Reforma, 4 de febrero de 2005. Citado en Juan Carlos Mendoza Sánchez, Cien años de política exterior mexicana. De Francisco I. Madero a Enrique Peña Nieto, México, edit. INEHRM y Cenzontle, 2014 p. 169. 241 entre otras acciones concernientes al ámbito,548 a partir de 2003, Lorenzo Meyer expresa que “en una suerte de combinación de impericia, resistencias y falta de voluntad hizo perder el impulso al cambio”.549 Ello se explica debido al cambio en los factores externos que impidieron la concretización de sus objetivos, donde el poder legislativo y las gubernaturas locales aún eran controlados por el régimen priista. Así, continúa Meyer: Debió ser en algún momento de 2002 o de 2003, cuando los flamantes ocupantes de Los Pinos decidieron que su verdadero proyecto transexenal no debía ser el cambio sustantivo, sino que los esfuerzos del gobierno en unión con algunos de los poderes de facto, deberían dirigirse a algo más factible y redituable a nivel personal, de grupo e ideológico; impedir la alternancia un sexenio más y preservar el poder del gobierno federal dentro del circulo panista y, sobre todo, de los grandes intereses económicos que simpatizaban y sostenían a dicho circulo.550 Al término del sexenio foxista, los resultados obtenidos del proceso democrático fueron cuestionados ante los constantes escándalos de corrupción que protagonizó su partido (el PAN) mediante el desvió de recursos de programas sociales de la SEDESOL para financiar sus campañas políticas; y así mismo, de su esposa, Marta Sahagun, quien también fue señalada por desviar recursos públicos. Sin embargo, aunque diversos analistas consideraron datos favorables en la reducción de la pobreza y la desigualdad durante los años del periodo foxista,551 al observar con mayor detenimiento la distribución porcentual del ingreso corriente, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2006, los deciles poblacionales del I al IV solamente concentraban el 12.1% del ingreso total, muy por debajo del 40.1% del X decil. En medio de en un ambiente político y social de suma decepción por lo que “no pudo llegar a ser”, donde el sexenio del presidente Fox fue apañado por una serie de escándalos de corrupción que involucraron tanto a sus hijastros como a su esposa, Marta Sahagún, se le añadieron criticas en torno a las condiciones de pobreza, desempleo, alta migración, la falta de atención de una política educativa y de seguridad social. Después los comicios electorales 548 Los estatutos, convenciones, grupos de trabajo y nombramientos están plenamente redactado en: Ana Covarrubias, México y el Mundo. Historia de nuestras relaciones exteriores, op. cit, pp. 145-147. 549 Lorenzo Meyer, El espejismo democrático. De la euforia del cambio a la continuidad, México, edit. Océano, 2007, p. 24. 550 Ibídem. 551 Clara Jusidman, “Desigualdad y política social en México” [en línea], en Nueva Sociedad, núm. 220, s/vol., Buenos Aires, Argentina, edit. Fundación Friedrich Ebert (FES), marzo-abril 2009. Dirección URL: https://bit.ly/2lYBDrb, [consultado el 5 de enero de 2023]. 242 al 2 de junio de 2006, con sospechas de un posible fraude en las elecciones presidenciales, una opinión pública ambivalente entorno a la legitimidad de la investidura presidencial, y una izquierda encrespada por un margen de diferencia de tan sólo 0.56% de los sufragios, fue como Felipe Calderón Hinojoza fue considerado ganador. No obstante, durante el periodo de transición, se evidenció una creciente sensación de inseguridad: El día 6 de septiembre de 2006, diversos diarios nacionales reportaron que ¡cinco cabezas humanas! habían sido arrojadas en la pista de baile de un centro nocturno de la ciudad de Uruapan, Michoacán. La irrupción de lo que parecía ser una noche de diversión inauguró la propagación del terror y expusó ante el ojo público el alce de la violencia a manos del crimen organizado. En el proceso de investigación se halló a una mujer decapitada y abierta desde el pecho hasta el vientre conocida como “La Jefa” –tres días previos al incidente de Uruapan– y cuya razón de su asesinato se presume fue por invadir con su droga zonas de distribución del grupo criminal contrario.552 Los anteriores acontecimientos permiten considerar una situación en materia de seguridad caracteriza por “el control territorial de partes del país por el narcotráfico; una guerra entre cárteles de la droga causante de altos niveles de violencia; […] y, un aumento considerable en los niveles de consumo de drogas ilícitas en México, tendencia visible desde la década de los noventa”.553 Ante estas posibles causas, a 10 días de la toma de protesta del presidente Calderón, el 11 de diciembre de 2006, una acción militar de gran envergadura denominada “Operación Conjunta Michoacán” movilizó a 5000 soldados, marinos y policías federales para acabar con una organización de narcotraficantes –“La Familia Michoacana”– que ya dominaba territorialmente una parte importante de ese estado. Este despliegue de fuerzas militares se llevó a cabo con la aprobación del Presidente Calderón y de los secretarios de Gobernación (Francisco Javier Ramírez Acuña), Defensa (Guillermo Galván Galván), Marina (Mariano Francisco Saynez Mendoza), Seguridad Pública (Genaro García Luna) y al Procurador General de la República (antecesor de la actual Fiscalía General de la República). Dos días 552 Carlos Arrieta, “Cabezas humanas en un bar: el día que llegó el terror a Michoacán” [en línea], en El Universal, 6 de septiembre de 2019. Dirección URL: https://bit.ly/43eNcea, [consultado el 23 de agosto de 2022]. 553 Jorge Chabat, La respuesta del gobierno de Calderón al desafío del narcotráfico: entro lo malo y lo peor, Documento de trabajo número 196, México, edit. Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), enero de 2010, pp. 7-8. 243 después del “Operativo Michoacán” el gobernador de Baja California, Eugenio Elorduy, anunció un operativo similar en su estado con la cooperación del gobierno federal. Al comienzo de 2007, estos operativos se extendieron a los estados que conforman el Triángulo Dorado: Chihuahua, Durango y Sinaloa. En febrero del 2007, el gobierno federal extendió dichos operativos a los estados de Nuevo León y Tamaulipas.554 Este despliegue del ejército en diversos estados del país militarizó la seguridad pública e inauguro la guerra contra el narcotráfico,555 bajo la perspectiva de que el narcotráfico era una amenaza a la seguridad nacional. Para comprender mejor el interés nacional debemos tomar en cuenta dos aspectos. En primer lugar, es de suma importancia considerar que la denominación de dicha “guerra” fue susceptible a cambios a lo largo del sexenio –enunciando de esta forma a una lucha contra el crimen organizado, después contra la delincuencia, contra la violencia y finalmente, una lucha por la seguridad–556 lo cual evidencia la falta de conceptualización, y evidentemente de plena identificación de la presunta “amenaza” que –a ojos del ejecutivo federal– representaba ser una “amenaza” a la seguridad nacional. En segundo lugar, definir lo qué es seguridad nacional en el contexto de México tiene dos niveles de análisis: 1) es fundamental identificar quién define lo que es seguridad nacional, y cuya respuesta puede ser identificada en: a) sectores sociales y actores no gubernamentales; b) la denominación oficial por el gobierno; o c) la seguridad nacional realmente existente, derivada de las conductas del gobierno para proteger sus intereses “reales”; y 2) el origen de las presuntas amenazas, las cuales pueden ser de origen exógeno o endógeno.557 Inevitablemente la carga valorativa del concepto remite al surgimiento del Estado-nación y, por tanto, al realismo político [real politik] vinculado al aspecto militar para la salvaguarda de sus fronteras ante cualquier amenaza externa, hecho particular que la hacía plenamente vinculante como un mecanismo 554 José Luis Cadena Montenegro, “Geopolítica del narcotráfico. México y Colombia: la equivocación en el empleo de las fuerzas armadas”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, núm. 52, vol. 210, México, edit. UNAM, 2010, p. 54. 555 Jorge Chabat, La respuestas del gobierno de Calderón…, op. cit., p. 15. 556 Fernando Escalante Gonzalbo, “Paisajes antes de la batalla. Notas sobre el contexto de la guerra contra las drogas en México”, en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, núm. 218, vol. 58, México, edit. UNAM, mayo-agosto de 2013, p. 75. 557 Edward E. Azar & Chung-in Moon, “Rethinking Third World National Security” en Edward E. Azar & Chung- in Moon, National Security in the Third World. The Management of Internal and External Threats, Inglaterra, edit. Edward Elgar Publishing Limited, 1988, pp. 1-13.; Barry Buzan, People, State and Fear: The National Security Problem in International Relations, Reino Unido, 1983, 262 pp. 244 adicional de la política exterior. Sin embargo, la apertura del concepto ha permitido considerar temas como: el medio ambiente, comercio, deuda externa, conflictos étnicos, migración o narcotráfico, y por lo tanto, la problemática de dicha ampliación del concepto a “amenazas internas” son no sólo analíticos, sino también políticos.558 Este último aspecto permite comprender que la declaración de guerra contra las drogas parecía ser, más bien, una buena apuesta política que podría ayudar al presidente a superar la crisis de legitimidad que enfrentó al inicio de su gestión; y ante ello, se logra identifica que el interés nacional del presidente Felipe Calderón correspondió al “aseguramiento” de su legitimidad vía el combate al narcotráfico, lo cual no puede estar desvinculado ante la serie de medidas que México tuvo que acatar por parte de EE.UU. después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Desde una perspectiva histórica, para en el momento en el que el presidente Calderón anunció la guerra contra las drogas, el narcotráfico ya mantenía una presencia territorial que amenazaba la gobernabilidad del país, a razón de: 1) la posición geográfica de México, la cual se convirtió en un lugar de paso obligado de la cocaína colombiana que se dirigía hacia los Estados Unidos; 2) el subsecuente fortalecimiento de los grupos de narcotraficantes que debilitaron las instituciones policiacas y de justicia, toda vez que su dinero corrompió a las autoridades, aumentando así los niveles de corrupción generada por el narco;559 y 3) a fin de evitar la violencia extrema, el aparato estatal decidió mantener una política de “tolerancia” hacia el narcotráfico, aunque fuentes alternas –en sintonía con el punto anterior– sostienen un pacto con el narco sustentado en sobornos millonarios a servidores públicos para su operatividad.560 En particular, el tráfico de drogas ha contribuido a crear mecanismos de influencia política en muchas partes, porque produce mucho dinero y necesita siempre protección”.561 No obstante, no se debe olvidar que el alce de la violencia en México se inscribe en 558 Sobre estos riesgos, véase: Cathryn L. Thorup, “La formulación de la agenda de seguridad nacional: el dilema de la redefinición”, en Sergio Aguayo Quezada & Bruce Michael Bagley, En busca de la seguridad perdida. Aproximaciones a la seguridad nacional mexicana, México, edit. Siglo XXI, 1990, p. 98. 559 Stanley Pimentel, “The Nexus of Organized Crime and Politics in Mexico”, en John Bailey & Roy Godson (eds.), Organized Crime and Democratic Governability: Mexico and the U.S.-Mexican Borderlands, Pittsburgh, edit. University of Pittsburgh Press, 2000, pp. 33-57. 560 Cfr. Anabel Hernández, Los cómplices del presidente, op. cit.; Anabel Hernández, El traidor, op. cit. 561 Fernando Escalante Gonzalbo, “Paisajes antes de la batalla…”, op. cit., p. 86. 245 un contexto donde la potencia hegemónica estaba en alerta constante ante los atentados terroristas del 11-S, ello le permitió la creación de un nuevo enemigo externo, alterno al “comunismo” y al “terrorismo”, pero particularizado por el patio trasero de Norteamérica: estableció una relación entre el terrorismo con la violencia producida por los grupos criminales.562 Así, debido a los procesos económicos y sociales de las décadas anteriores que dieron como resultado la integración económica de México a la economía de Norteamérica y fundamentado en la trans-acción elitista de intereses de los tres países, inevitablemente el gobierno de México tuvo que acatar la medidas provenientes de Washington con el propósito de evitar una confrontación que mermará el modelo de desarrollo.563 De esta forma, las medidas consolidadas en la ASPAN se ampliaron a asuntos como el combate al narcotráfico. Es necesario recalcar que el uso político del combate al narcotráfico por parte del presidente Calderón como método de legitimación ante una investidura señalada de fraudulenta, no excluye el argumento de varios analistas al considerar que el narcotráfico representaba, para ese momento, un problema serio en diversas partes del país, y el riesgo de no haber tomado cartas en el asunto hubiera sido la ingobernabilidad.564 Jorge Chabat consideraba, en virtud del aparente reducido margen de maniobra del Estado mexicano ante el narcotráfico, que “cuando un Estado no tiene la capacidad de aplicar sus propias leyes, existen fundamentalmente dos opciones de corto plazo: o se toleran los delitos o se les confronta de manera ineficiente. Evidentemente, ambas opciones parecen ser muy malas; las dos tienen altos costos: corrupción o violencia”.565 Como puede leerse a continuación, de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo (PND) 562 César Martínez Álvarez & Humberto Garza Elizondo, op. cit., p. 96. 563 César Villalba Hidalgo, La seguridad nacional de México en el marco del proceso de integración de América del Norte, hacia el surgimiento de una seguridad regional, tesis de maestría, México, edit. FCPyS-UNAM, 2004, p. 180. 564 Marco Palacios y Mónica Serrano, “Colombia y México: las violencias del narcotráfico”, en Arturo Alvarado & Mónica Serrano (coords.), Los grandes problemas de México. Seguridad nacional y seguridad interior, tomo XV, México, edit. El Colegio de México, 2010, pp. 144-145. Véase también Jorge Chabat, “Drug Trafficking and United States-Mexico Relations”, en Paul Kenny, Mónica Serrano y Arturo Sotomayor (eds.), Mexico’s Security Failure: Collapse into Criminal Violence, Nueva York, edit. Routledge, 2012, pp. 143-160; Jorge Chabat, “La Iniciativa Mérida y la relación México-Estados Unidos: en busca de la confianza perdida”, en Rafael Velázquez Flores y Juan Pablo Prado Lallande (coords.), La Iniciativa Mérida: ¿nuevo paradigma de cooperación entre México y Estados Unidos en seguridad?, México, edit. UNAM-Universidad Autónoma de Puebla, 2009, pp. 25- 36.; Jorge Chabat “La respuesta del gobierno de Felipe Calderón al desafío del narcotráfico: entre lo malo y lo peor”, en Arturo Alvarado & Mónica Serrano (coords.), Los grandes problemas de México. Seguridad nacional y seguridad interior, tomo XV, México, edit. El Colegio de México, 2010, pp. 21-39. 565 Jorge Chabat, “La respuesta del gobierno de Felipe Calderón…”, op. cit., p. 13. 246 2007-2012, los primeros dos objetivos nacionales que se establecieron iban encaminados hacia la “salvaguarda” de la seguridad nacional y la “vigencia” plena del Estado: 1. Garantizar la seguridad nacional, salvaguardar la paz, la integridad, la independencia y la soberanía del país, y asegurar la viabilidad del Estado y de la democracia. 2. Garantizar la vigencia plena del Estado de Derecho, fortalecer el marco institucional y afianzar una sólida cultura de legalidad para que los mexicanos vean realmente protegida su integridad física, su familia y su patrimonio en un marco de convivencia social armónica.566 De forma general, el papel de la política exterior, de acuerdo al PND 2007-2012, se estructuró en cuatro ejes con sus respectivos objetivos;567 sin embargo, de acuerdo con Ana Covarrubias, “[l]a idea que dan de la política exterior es muy amplia; dicen mucho y no dicen nada al mismo tiempo” y entorno a la seguridad, comenta que “[…] no fue objeto primordial del PND en materia de política exterior, ni del programa sectorial”.568 En este sentido, el principal objetivo de facto que debía cumplir la política exterior era: maximizar la eficacia en los esfuerzos en la lucha contra las organizaciones criminales, de tal suerte que permitiera mantener una estabilidad política y de seguridad. Ante los graves problemas de seguridad que diagnosticó el poder ejecutivo de los gobiernos de México y de los EE.UU., y desde una perspectiva punitiva y prohibicionista, se llevó a cabo una reunión oficial entre el presidente Calderón y el presidente George W. Bush en marzo del 2007, en la ciudad de Mérida. En dicha reunión, según la versión oficial, el mandatario mexicano le propuso al presidente estadounidense un trabajo en conjunto para combatir el fenómeno del narcotráfico. Este proyecto recibió el nombre de Iniciativa Mérida. Sin embargo, algunas fuentes dudan de que el presidente Calderón haya realizado dicha propuesta, pues previamente se publicó un documento denominado ‘Prosperous and Secure Neighbor Alliance of 2007’ propuesto por el diputado estadounidense Henry Cuéllar, y el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Silvestre Reyes, como base para la negociación que se llevó a cabo en Mérida.569 Sin duda alguna, la decisión de 566 Poder Ejecutivo Federal, Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, México, edit. Gobierno Federal, 2007, p. 25. 567 Ibídem. 568 Ana Covarrubias Velasco, “La política exterior de Calderón: objetivos y acciones”, en Foro Internacional, núm. 3/4, vol. 53, México, edit. El Colegio de México, julio-diciembre, 2013, pp. 461-463. 569 Cfr. Mario Cruz Cruz, “Plan Colombia e Iniciativa Mérida: piezas estratégicas de la hegemonía continental”, en Rafael Velázquez Flores, Juan Pablo Prado Lallande (coord.), La Iniciativa Mérida: ¿Nuevo paradigma de cooperación entre México y Estados Unidos en seguridad?, UNAM-Benemérita Universidad de Puebla- 247 establecer un trabajo en conjunto con EE.UU. a través de la Iniciativa Mérida, se respaldaba en la estrategia de limitar la capacidad de acción del crimen organizado, haciendo uso de todos los medios internos y externos para, así, reducir la oferta de drogas, frenar el flujo de armas y enfrentar a las organizaciones comerciales. De esta forma, la decisión de establecer un acuerdo en conjunto para limitar la capacidad de acción del crimen organizado –y en específico del narcotráfico– mediante la militarización de la seguridad pública, fue una estrategia conveniente tanto para los EE.UU. como para México. No obstante, los objetivos que perseguían ambos eran totalmente distintos. Para los EE.UU., en un contexto de crisis de la pax americana, donde potencias emergentes como China, Rusia y otros actores rivalizaban su hegemonía,570 el establecimiento del Estado de guerra permanente resultaba ser oportuno debido al alza de la violencia por parte del narco y a la crisis de ilegitimidad del nuevo presidente. Para México, “la guerra contra las drogas” resultaba ser una herramienta políticamente ideal para otorgarle legitimidad a la investidura presidencial de Felipe Calderón, en virtud del control territorial que presentaban diversas zonas del país por el narcotráfico, de tal forma que la Iniciativa Mérida resultó ser una herramienta de suma importancia para la concreción del interés nacional, pues, además de lo anterior, debido a que la mayoría de los cargamentos de cocaína se dirigían hacia los EE.UU. era crucial que el vecino del norte se involucrara. De forma oficial, la Iniciativa Mérida estaba basada en tres pilares: 1) que cada país actuara en su propio territorio; 2) la cooperación bilateral, y 3) la transferencia de equipo y de tecnología estadounidense a México y el entrenamiento al personal mexicano. La aportación comprendía 1,400 millones de dólares, por parte del gobierno estadounidense, que serían destinados a la modernización de equipo y vehículos, entrenamiento y asistencia técnica.571 Concretamente el presupuesto fue dirigido a la adquisición de 5 helicópteros, 2 aviones, autos blindados, chalecos antibalas, escáneres y aparatos de rayos x, equipo satelital, Edimpiro, México, 2009, p. 352; Cfr. Cetia Itzel Narváez Coronado, La iniciativa Mérida en el contexto de militarización estadounidense en América Latina, tesis de licenciatura, México, 2011, 176 pp. 570 Cfr. Ivo Daalder & James Lindsay, America Unbound. The Bush Revolution in Foreign Policy, Washington, edit. Brookings Institution, 2003, 246 pp.; George W. Bush, National Strategy for Homeland Security, Washington, D.C., edit. Homeland Security Council, 2007, 60 pp.; Robert Kagan & William Kristol, Present Dangers. Crisis and Opportunity in American Foreign and Defense Policies, San Francisco, edit. Encounter Books, 2000, 401 pp. 571 Carlos Rico, “La Iniciativa Mérida y el combate nacional al crimen organizado”, Foreign Affairs en español, núm. 1, vol. 8, México, edit. ITAM, enero-marzo de 2008, pp. 3-13. 248 sistemas de comunicación de inteligencia y entrenamiento especializado. No obstante, a pesar de que México ya venía adquiriendo material bélico estadounidense desde 2001, y cuyo valor acumulado para el año 2007 fue de 1,508 millones de dólares, no se había recurrido al endeudamiento, pues “de los 400 millones otorgados a México en el primer año, más de 116 millones, con los que se comprar[o]n los aviones, los helicópteros y los escáneres de iones, no [fueron] entregados a fondo pérdido, sino que forma[ron] parte del programa de financiamiento FMF”.572 Sin mencionar que la industria bélica estadounidense fue la virtual acaparadora de las ganancias de la “guerra contra las drogas”, toda vez que empresas como Bell, Dyncorp, North Rop Grumman Corp, Cessna y Harris, recibieron contratos del gobierno de los EE.UU. para fabricar equipos.573 Teniendo en cuenta la creación histórica del narcotráfico como una “amenaza” a la seguridad de los EE.UU. que atañe particularmente a los países de América Latina, y cuyo virtual propósito fue la revitalización del Estado de guerra permanente, la adquisición de armamento militar supeditado al crédito ata a dichas naciones no sólo a la extracción de recursos para el pago de dicha deuda, sino que perpetua la violencia generalizada, y limita las capacidades del Estado para localizar áreas de oportunidad que brinden soluciones efectivas al narcotráfico. En el caso específico de México, las relaciones-redes históricas de corrupción que ha generado el narco con políticos, policías y militares, y las disputas entre los mismos carteles por los mercados de producción y distribución, hacen reconsiderar a la Iniciativa Mérida como una decisión que se inscribe en-el-medio de la resistencia y la cooperación, y justamente es en ese espacio, y sólo en él, donde adquiere sentido que Calderón haya intentado plantear una agenda –aunque improvisada– de política exterior que coadyuvará a limitar las capacidades de los grupos del crimen organizado –con ayuda de los EE.UU. – y, así mismo, dotara de legitimidad a su gobierno, pues como hacen referencia los datos, el alza de la violencia a causa del narcotráfico inició a finales del periodo del sexenio anterior. Un factor adicional que sin lugar a duda represento un reto para el gobierno federal en aras de lograr sus objetivos, se haría presente a la mitad del sexenio. La sincronía entre el 572 Rafael Vlezquez Flores & Juan Pablo Prado Lallande, La Iniciativa Mérida: ¿Nuevo paradigma de cooperación entre México y Estados Unidos en seguridad?, México, edit. FCPyS-UNAM, UAP, 2009, p. 284. 573 Doris Gómora, “Empresas de EU ganan en guerra contra las drogas” [en línea], en El Universal, 1 de febrero de 2010, dirección URL: https://bit.ly/3EeMu6y, [consultado el 1 de octubre de 2022]. 249 poder y la riqueza, así como la compaginación de factores externos como internos no pudo haber tenido mayor singularidad, toda vez que a inicios del año 2008 se comenzó a resentir el crack de la burbuja inmobiliaria de Wall Street, alentada por una política monetaria flexible y aplicada por la propia FED. Ante dicha inestabilidad económica externa que azotó a las principales economías del mundo (EE.UU y Europa, principalmente),574 inevitablemente golpeó a México. A forma de conclusción, se observa que a través de las trans-acciones entre los agentes del aparato estatal mexicano con la élite del poder nacional y extranjera, la razón neoliberal se afianzó en la vida política y social del país como racionalidad productora de subjetividades y como estilo de gobernar.575 Esto permitió que los principales miembros de la élite política erigieran concepciones afines a la liberalización económica, la competencia y el beneficio de la libre empresa, como medios para superar las contradicciones del modelo de sustitución de importaciones y dar paso, así, a un anclaje al medio internacional a través del comercio y la inversión extranjera. Como muestra de lo anterior, en la Cumbre Empresarial de las Américas, reunión que se llevó a cabo en Cartagena de Indias, Colombia, del 12 al 15 de abril de 2012, el presidente Felipe Calderón manifestó su conformidad con esta concepción: “no le demos vuelta: la alternativa es la apertura, es la competencia, es el comercio, es la libertad, es la empresa, es la propiedad; y no son enunciados teóricos, sino resultados; son enunciados que deben defenderse por quienes creemos en ello, entre ellos los empresarios y los gobiernos libres”.576 De esta forma, mantener “finanzas públicas sanas” [get the prices right] equivale a conservar una cierta estabilidad en los indicadores macroeconómicos; y, tener una buena relación con los miembros del TLCAN –sobre todo con EE.UU., dado que, para el año 2012 cerca del 80% de las exportaciones totales mexicanas se dirigen hacia el vecino del norte– re-articularon las relaciones-redes de la organización estatal de México en términos de la mancuerna entre las fuerzas políticas y económicas internas. Más aún, ante la eminente 574 Para mayor profundidad sobre las causas y consecuencia del crack financiero de 2008, véase el capítulo 1. 575 Michel Foucault, Naissance de la biopolitique, op. cit., Pierre Bourdeu, “L’essence du néoliberalisme”, op. cit., Christian Laval & Pierre Dardot, La nueva razón del mundo, op. cit. Para el caso específico de la razón neoliberal en México, véase: Irmgard Emmelhainz, La tiranía del sentido común. La conversión neoliberal en México, México, edit. Paradiso, 2016, pp. 576 José Antonio Román, “Calderón justifica nacionalizaciones” [en línea], en La Jornada, México, 14 de abril de 2012. Dirección URL: https://n9.cl/nrph1 [consultado el 19 de junio de 2023]. 250 expansión sin barreras de la economía mundial y de la imperante pax americana que recobró fuerza al final de la Guerra Fría, México se inscribió en un dilema: limitar su autonomía estatal versus potenciar el crecimiento económico. Dichas dualidades (autonomía- crecimiento económico) reestructuraron la política exterior de México respecto a: 1) la influencia del exterior sobre los asuntos internos y 2) la prioridad que los sucesivos gobiernos habían cedido a la promoción del desarrollo económico.577 El cambio de modelo económico orientado a exportaciones, cuya reproducción y difusión estuvo a cargo de la élite del poder mexicana en sintonía con la internacional (involucrando tanto al orden público como al privado), yuxtapuso las relaciones entre el poder y la riqueza, y entre los ámbitos nacional e internacional, que previamente se mantenía separados. Como consecuencia de la auto-organizaron y sincronizaron de las trans- relaciones entre los miembros del aparato estatal y empresarios-CEOs (Estado- Mercado/poder-riqueza) y entre lo interno-externo (global-local), las estructuras económicas y de socialización transformaron a México en un Estado transnacional.578 Es decir, el Estado, al haber creado vínculos económicos que eventualmente lo hicieron dependiente de ellos (transnacionalización y financiarización), se transnacionalizó. Sin embargo, ello no implicó tacitamente que se allá efectuado una “captura del Estado mexicano” bajo consideraciones de absoluta resistencia ante las fuerzas del capitalismo global. Por el contrario, la aceptación de los principios neoliberales por parte de los miembros del aparato de estado mexicano en estrecha relación con la élite económica nacional evidenció su complicidad con la élite internacional,579 sobre todo aquella ligada a los intereses del vecino del norte. A través del principio hologramático de Morin, donde “el todo está en la parte, que está en el todo”, se hace comprensible que la asimilación y reproducción de los principios neoliberales [razón neoliberal] por parte de la élite del poder mexicana se articulará –en términos de agentes– a través del bloque trans-elitista de América del Norte; y así mismo, 577 Blanca Heredia, “El dilema entre crecimiento y autonomía: reforma económica y restructuración de la política exterior en México”, en Centro de Estudios Internacionales e Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos, La política exterior de México: Enfoques para su análisis, México, edit. El Colegio de México, 1997, 81-166 pp. 578 William I. Robinson, Un teoría sobre el capitalismo global, op. cit., p. 579 Cfr. Carlos Tello Macías & Jorge Ibarra, La revolución de los ricos, op. cit.; Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit.; Jorge Castañeda, The Mexican Shock, op. cit.; Alejandra Salas-Porras Soulé, “Las élites neoliberales en México…”, op. cit.; Lorenzo Meyer, El poder vacío, op. cit. 251 con aquellos representantes de los principales hubs de poder neoliberales: instituciones internacionales, corporaciones transnacionales y banqueros;580 pero a su vez, se re-afirma – en términos de estructura– como posicionamiento geopolítico al cual México está alineado.581 Más aún, lo que de forma abstracta-global puede percibirse como un instrumento geoestratégico en el marco de un sistema internacional caótico,582 es, a su vez, un instrumento concreto-local fundamental dentro de la política económica mexicana. Dicha razón neoliberal permitió que las redes de sociabilidad entre los miembros del aparato estatal modificaran la visión, contenido, toma de decisión y creación de políticas públicas en torno a su particular concepto de desarrollo;583 que no es otro que aquella que deriva desde la perspectiva del neoliberalismo (privatización de empresas pertenecientes al Estado, reformas fiscales, apertura total del mercado interno con el externo evitando así cualquier tipo de proteccionismo, y la limitación del Estado en los asuntos económicos). Bajo esta concepción de desarrollo desde el neoliberalismo fue como se elaboraron las diversas políticas económicas de los años venideros, a las cuales la política exterior tuvo que estar alineada. Las reformas estructurales de los años ochenta y noventa –auspiciadas por el Consenso de Washigton– fueron consolidadas a través de la mancuerna trans-élitista representada en el TLCAN, lo cual, en cierta forma, hizo irreversible el viraje de la economía nacional hacia la industrialización orientada a exportaciones, pero además, en términos de política exterior, afianzó nuestra relación con los EE.UU. haciéndonos parte de su círculo de influencia. A través de este vínculo con los EE.UU., México garantizó la entrada de capital externo (una tasa de crecimiento promedio de la IED de 48%), colocándolo –para principios del nuevo milenio– en una posición de gran ventaja respecto a sus contrapartes latinoamericanas. Desafortunadamente, la profundización de la relación económica fue 580 Cfr. Leslie Sklair, The Transnational Capitalist Class, op. cit.; William I. Robinson, op. cit.; Tasha Fairfield, Private Wealth and Private Revenue, op. cit.; Peter Phillips, Giants, The Global Power Elite, op. cit.; Dean Baker, Rigged: How Globalization and the Rules of Modern Economy…, op. cit.; David Rothkopf, El club de los elegidos, op. cit. En términos de interacciones sobre los agentes, véase: Pepper D. Culpepper, op. cit.; 581 Cfr. John Saxe-Fernández, La compraventa de México…, op. cit. 582 Caos, entendido como “[…] la imposibilidad de relación entre dos determinaciones, puesto que una no aparece sin que la otra haya desaparecido antes, y una aparece como evanescente cuando la otra desaparece como esbozo… […]”. Cfr. Gilles Deleuze & Félix Guattari, ¿Qué es filosofía?, op. cit., p. 46. 583 Cfr. Alejandra Salas-Porras Soulé & Karla Valverde Viesca, Élites y Desarrollo, op. cit.; Celso Furtado, Breve introducción al desarrollo, op. cit., pp. 26-40. 252 proporcional a la incidencia de Washington sobre determinados asuntos internos en México. De esta forma, la complejidad que comprende pensar en el desarrollo de México a través de la política exterior se encuentra sujeta a la inexorable dualidad que expresa Blanca Heredia entre la autonomía y el desarrollo económico, la cual ha sido influenciable a través de la complicidad trans-elitista de América del Norte, hecho que por medio de la razón neoliberal permitió al TLCAN –como expresa Isidro Morales– fungir simultáneamente como un instrumento de política económica y una herramienta de política exterior.584 584 Isidro Morales, “NAFTA in a Comparative Perspective…”, op. cit. 253 Cuadro 3.1. Política exterior de México durante el periodo neoliberal, 1982-2012 Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) Vicente Fox Quesada (2000-2006) Felipe Calderón Hinojoza (2006-2012) Interés de la élite política tecnócrata Vencer la crisis Modernizar a México (tecnocracia) “Continuidad del cambio” a través del desarrollo democrático. Legitimación del nuevo grupo en el poder a través de la democracia y los derechos humanos. “Asegurar” la legitimación del nuevo gobierno. Factores de situación Externos * Internos ~ * Crisis de la deuda latinoamericana. * Aumento de las tasas de interés por EE.UU. * Reducción de los ingresos petroleros. ~ Colosal sobreendeudamiento con bancos extranjeros. * Confrontación constante entre los gobiernos de Reagan y Thatcher con la URSS. * 1982 Guerra de las Malvinas * 1983 Guerra Civil Libanesa | Invasión de Granada | Revolución Sandinista en Nicaragua | Crisis centroamericana * 1987 Implosión de la URSS (procesos de reformas: perestroika y glasnost). * 1989 Caída del Muro de Berlín | Procesos revolucionarios en los paises de Europa del Este | Invasión militar en Panamá * 1990 Reunificación alemana | Guerra del Golfo * Proceso de integración de la Unión Europea (culmina en 1993). * 1993 Intensión militar en Haití * Fin de las dictaduras militares latinoamericanas. * Proceso de integración en Asia ~ Repercusiones económicas en México a causa de la crisis de 1987. ~ Ilegitimidad del presidente ~ Falta de capital interno. * Fin de la Guerra en Yugoslavia (Acuerdos de Dayton). * Se crea la Organización Mundial del Comercio (OMC) * Guerra de Bosnia y Herzegovina * Guerra de Chechenia * Genocidio de Tutsis en Ruanda * Guerra del Golfo. * Reino Unido traspasa Hong Kong a China. * Hugo Chávez se convierte en presidente de Venezuela. * Entra en vigor del Euro. * Vladimir Putin es elegido presidente de Rusia y George Bush, hijo es elegido presidente de EE.UU. ~ Inestabilidad política a causa de la rebelión zapatista y el asesinato de Ruiz Massieu y Luis Donaldo Colosio. ~ Inestabilidad económica a causa del Error de diciembre de 1994. ~ (1995) Reunión de Chapultepec sobre materia petrolera * George Busch gana la elección de los EE.UU. * 2001 Ataques terroristas el 11 de septiembre en EE.UU. * Estados Unidos invade Afganistán * 2002 Circulación del Euro. * 2003 Lula da Silva se convierte en presidente de Brasil * Invasión de EE.UU. a Irak *2004 Atentados terroristas en Madrid ~ Llegan al poder los empresarios a través de Fox. ~ 2002 México es electo miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU ~ Incidentes con Cuba ~ (2006) A 11 días, a través del operativo Michoacán, se despliega las estructuras del ejército en la entidad de Michoacán, con ella, se da inicio a la “Guerra contra las Drogas” ~ (2007) Reforma al ISSSTE. * (2008) Caída de Lehman Brothers e inicio de una severa crisis económica y la burbuja inmobiliaria. ~ (2008) Intento de reforma petrolera ~ (nov. 2008) Muerte de Camilo Muriño. Secretario de Gobernación. ~ (2008-9) Inestabilidad de los indicadores macroeconómicos a causa de la crisis de 2008. ~ (2009) Incendio en la “Guardería ABC” en la ciudad de Hermosillo, Sonora. | Se declara pandemia ante el virus de influenza A (H1N1). | A través de las elecciones intermedias, el PRI retoma liderazgo en 4 de 6 estados | Extinción de la paraestatal “Luz y Fuerza del Centro” | Muere el narcotraficante Arturo Beltrán Leiva | Diversos asesinatos y aumento de la violencia durante este año. * (2011) Desestabilización de la zona euro. | Retiro de EE.UU. De Irak y Afganistán. | Procesos revolucionarios en Medio Oriente e Inicio de la Guerra de Siria ~ #YoSoy132 – Muertos de Atenco ~ Reforma laboral Objetivos A largar los plazos de pago de la deuda y re-establecer la economía nacional para que no fuera vulnerable, como en los años anteriores, por ello se debe iniciar un cambio en las estructuras económicas. Mejorar la economía interna del país, dentro de los marcos del comercio y la competitividad a través de una integración con América del Norte. (EE.UU., principalmente) Capitalizar las oportunidades que ofrece el ámbito externo Capitalizar las oportunidades de la vecindad con los EE.UU. Maximizar la eficacia en los esfuerzos en la lucha contra las organizaciones criminales, de tal suerte que permita mantener una estabilidad política y de seguridad. Estrategias Reorientar y cambiar Negociar individualmente y no en conjunto (Club de los Deudores) Evitar que el recrudecimiento de la confrontación Este-Oeste fuera una amenaza para México Implementación de reformas estructurales y promoción de la apertura comercial, en aras de exponer a México como un país que se incorporaba a la globalización. Apertura económica, negociación multilateral y la actividad bilateral Establecer posiciones internacionales acordes con las transformaciones internas, lo cual implicaba la continuidad del proyecto basado en el libre comercio, el cual formaba parte a su vez, de la “agenda liberal”, es decir, implicaba extender su proyecto a un ámbito político. 1) De acuerdo al PND 2001-2006: promover y fortalecer la democracia y los derechos humanos; proteger y defender los derechos de todos los mexicanos en el extranjero, intensificar la participación de México en los foros internacionales; concertación regional para equilibrar *Limitar la capacidad de acción del crimen organizado, haciendo uso de todos los medios internos y externos. para, así, reducir la demanda de drogas, frenar el flujo de armas y enfrentar a las organizaciones comerciales 254 A pesar de las dificultades económicas, es inevitable el aislamiento del exterior Se emprendió una iniciativa diplomática para poner coto a la propagación de la Guerra Fría Búsqueda de opciones en áreas de inversión, comercio y transferencia tecnológica la agenda de política exterior mexicana; apuntalar esfuerzos de promoción económica, comercial, cultural. 2) Construcción de una relación de alcance estratégico con EE.UU. 3) Activa participación de México en la construcción de un sistema internacional. Decisiones *Decisión a corto plazo: Renegociar la deuda y proveer de liquidez al país (préstamo FMI). *Decisión a largo plazo: Reformas estructurales de corte ortodoxas. *Establecer una “solución” al conflicto centroamericano *Estabilización económica y ajuste estructural. *Liberalización de la economía nacional *Propuesta de una integración con EE.UU., en primer lugar, y subsecuentemente con Canadá. *Superar exitosamente la crisis *Diversificación de los lazos internacionales. *Responder por casos de violaciones de DD.HH. *Apertura política. * Promoción de un México renovado y regido bajo los derechos humanos. *Ampliar la agenda del TLCAN, creando una comunidad de América del Norte: TLCAN-Plus *A pesar de los atentados del 11-S, persistieron los objetivos. Entablar un trabajo en conjunto con EE.UU. Continuar con el sistema de apertura comercial Acciones Aceptar los condicionantes del FMI Implementación de las reformas estructurales Llevar a la pacificación de Centroamérica a través del Grupo Contadora. México entra al GATT Inserción del aparato productivo en la economía mundial, ampliando, diversificando y equilibrando las relaciones comerciales con el exterior *Pacto de Estabilidad y Crecimiento Económico (PECE) *Liberalización de la economía nacional con el propósito de reducir la carga pública: * Contratación de deuda ante el FMI. *Aceptación de los condicionantes del Plan Brady * Negociación del TLCAN * Firma de un TLC con Chile. * Entrada a la OCDE * Reformas entorno a los Derechos Humanos y sentencias internacionales * Alejamiento con Cuba *Acuerdo migratorio: “la migración ilegal era un problema de los dos paises” *Promoción y defensa de los Derechos Humanos. *Negativa ante la invasión de EE.UU. A Afganistán. *Diversas celebraciones de estatutos, grupos de trabajo, convenciones y nombramiento de funcionarios en torno a los DD.HH. * Después del 11-S, se celebraron acuerdos migratorios en torno a la seguridad estadounidense: Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN). Grupo de Trabajo contra el Terrorismo México-EE.UU. * Firma de la Carta de Acuerdo sobre la Iniciativa Mérida. * Mejorar las relaciones con América Latina, pero sobre todo con Cuba, Venezuela y Argentina. Además de Centroamérica a través del Plan Puebla-Panamá. Evaluación La política exterior tuvo un relativo éxito, debido a los embates de la crisis que aún persistía. Se logro aplazar los plazos de la crisis, sin embargo, la economía mexicana no daba señales de mejoramiento. Por otro lado, se fue lo suficientemente hábil para no inmiscuirse y evitar problemas derivados de la Guerra Fría. Se tuvo un total éxito en la concreción de la política exterior. El TLCAN fugió como el efecto candado del proceoso de cambio estructural. La política exterior arrojo resultados estables, a pesar de la crisis que se tuvo que hacer frente a inicos del sexenio a una crisis adicional. Se lograron profundizar los lazos comerciales con Europa. No se tuvo un gran éxito en la política exterior. Hubo un alejamiento de la relación con EE.UU. a causa de la abstención de México a la invasión de Afganistan. La política exterior no se pudo re- adecuar al cambio de factores. La política exterior no logró dotar de cierta “imagen de legitimidad” al gobierno del presidente Calderón. Al profundizar nuestra relación con los EE.UU. en materia de seguridad tuvo un efecto contraproducente, no sólo para el presidente y la imagen del país en el exterior, sino también para con la sociedad mexicana. 255 3.2. ANÁLISIS DE LA POLÍTICA EXTERIOR DEL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO (2012-2018) 3.2.1. ¿INTERÉS NACIONAL O DE LA ÉLITE DEL PODER? Al término del sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojoza, las especulaciones sobre quién sería el próximo presidente circulaban alrededor de: Andrés Manuel López Obrador, quien contendía por segunda ocasión, consolidó una alianza política con los partido PRD, el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano; Josefina Vázquez Mota, quien fue secretaria de Educación, contendió por el PAN; y, Enrique Peña Nieto (EPN), quien fuese gobernador del edomex (2005-2011) y, además, descendiente de uno de los entramados político-familiares más famosos en la escena nacional: el “Grupo Atlacomulco”,585 fue el candidato por el PRI. Aun cuando el candidato del partido tricolor resultaba estar a la cabeza en las encuestas de preferencia, de igual forma no causaba buena impresión su candidatura a la presidencia, en virtud de aquella amarga experiencia que dejaron tras de sí todos los gobiernos pertenecientes a su partido (el PRI) desde el fin de la Revolución mexicana hasta el año 2000. Y como es clásico ya en los procesos electorales en México, este no fue exento de escándalos de corrupción en torno al candidato del PRI. Entre ellos, destacó la manipulación de la opinión pública a través de “Televisa” mediante la difusión y manipulación de propaganda favorable al candidato del partido tricolor.586 Esta misma estrategia mediática sería replicada para fomentar la publicidad de Enrique Peña Nieto en EE.UU., que se lograría a partir de la empresa Frontera Television Networks (FTN), acto por el que se le pagaría a través de la Banca Monex. Este hecho salió a la luz pública debido a que el 14 de junio de 2012, dicha Banca denunció al equipo de campaña del mexiquense por la comisión de un fraude por 56 millones de dólares. 585 Para más referencia sobre este punto, véase el aparato: De la razón neoliberal de las élites en el sexenio de Enrique Peña Nieto. 586 Jo Tuckman, “Escándalo en los medios de comunicación mexicanos: una unidad secreta de Televisa promocionó al candidato del PRI” [en línea], en The Guardian, México, 26 de junio de 2012. Dirección URL: https://bit.ly/3VVUf7V, [consultado el 5 de octubre de 2022]. 256 No obstante, la confrontación directa realizada por estudiantes de la Universidad Iberoamericana en contra del candidato del PRI por los acontecimientos del “caso Atenco”, sería un hecho mediático y de amplia difusión nacional, no solo a través de los medios tradicionales, sino también vía Internet. Entre pancartas y estudiantes con máscaras de Carlos Salinas de Gortari, el candidato del PRI salió de las instalaciones universitarias totalmente contraído. Esta protesta permitió el surgimiento de un movimiento estudiantil denominado #YoSoy132, el cual a través de diversas movilizaciones evidenció la imposición mediática del candidato y apeló por la democratización de los medios de comunicación. Sin que la colusión entre el poder político y el cuarto poder (los medios de comunicación) hubiera sido imperceptible con una turba de estudiantes universitarios protestando en las calles, se le añadiría una serie de escándalos más, ahora durante el proceso electoral. A través de la denuncia del coordinador de campaña de Andrés Manuel López Obrador, el senador Ricardo Monreal, quien calificó a los comicios como “los más sucios de la historia electoral mexicana”, al considerar un exceso considerable en los gastos de campaña del candidato priista, subrayó: “[…] los convenios millonario otorgados por gobernadores priistas al Grupo Soriana para repartir miles de tarjeras con el fin de comprar millones de votos; la aportación de dinero de particulares, y un paquete de 240 millones de pesos, con el registro de “recompensas corporativo carga de saldos prepagado”.587 Así, el 1 de diciembre de 2012, el partido que estuvo ausente por 12 años regresaba al poder con Enrique Peña Nieto a la cabeza. Sin embargo, mientras EPN protestaba en la Cámara de Diputados como el nuevo presidente de la República, rodeado de un júbilo de mayoría priista; simultáneamente, en el exterior, a través de una notoria expresión de inconformidad, se realizaron diversas protestas en distintos puntos de la Ciudad de México (San Lázaro, el Ángel de la Independencia y el Centro Histórico de la Ciudad de México) donde participaron diferentes grupos, tales como: la Unión de la Juventud Revolucionaria de México (UJRM), el Frente Popular Revolucionario (FPR), el Partido Comunista de México- Marxista Leninista (PCMML), la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el movimiento estudiantil #YoSoy132 y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Era notorio que los vientos del viejo régimen priista corrían de nueva cuenta sobre la 587 Rosalía Vergara, “Votos de Oferta”, en Revista Proceso: Elección Comprada, núm. 1862, México, 8 de julio de 2012, pp. 6-13. 257 atmosfera política mexicana. Mientras al interior de San Lázaro la nueva élite aplaudía, al exterior la ciudadanía protestaba y era reprimida. Sin embargo, a pesar de los disturbios ocurridos el 1 de diciembre de 2012, al día siguiente, los diarios nacionales y todos los medios de comunicación reportaban el pacto político entre las tres fuerzas más importantes tras los comicios: el Pacto por México (PPM), con el objetivo de impulsar una serie de reformas estructurales. Fue una jugada maestra del recién presidente de México. A nadie le importó las protestas. Fueron a penas un minúsculo obstáculo tras todo el avasallador proyecto político que se anunció al día siguiente. Tan sólo estos dos días bastan para vislumbrar la sinergia entre las élites. En primer lugar, en lo que respecta a los miembros del nuevo gabinete, dada la lectura de sus perfiles profesionales, es inevitable realizar una comparación con aquella élite tecnocracia de los años ochenta y noventa. Más aún, sorprendía la creación de un consenso en torno al PPM de las principales fuerzas partidistas. Veamos estos elementos con mayor detenimiento. La estructuración de las relaciones-redes de las élites políticas que encabezaron el regreso del PRI puede analizarse a través de la articulación de tres círculos de poder. El primero, desde la perspectiva educativa: los miembros más allegados al presidente dentro del gabinete tenían como común origen una formación educativa en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Institución que no solo destaca por albergar una directriz de conocimiento y visión de la realidad entorno al mercado,588 sino que fundamentalmente permitió crear un lazo de amistad alrededor de Luis Videgaray Caso; este fue el caso de José Antonio Meade Kuribreña y Emilio Lozoya Austin. El segundo, desde el campo familiar/amistad: dado el entramado familiar del “Grupo Atlacomulco”, que sin duda, le permitió alcanzar la gubernatura del edomex, EPN tuvo la oportunidad de conocer, trabajar y forjar una relación más íntima con Gerardo Ruiz Esparza y Luis Miranda Nava. El tercero, desde una perspectiva institucional, destacan aquellos miembros, cuyo respaldo familiar tenían una voz importante dentro del PRI, tales como: Claudia Ruiz Massieu Salinas (sobrina del ex presidente Carlos Salinas de Gortari) y Enrique de la Madrid Cordero (hijo del ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado).589 588 Cfr. Sarah Babb, Proyecto: México, op. cit.; Maria Eugenia Romero Sotelo, op. cit. 589 Cfr. Roderic Ai Camp, Las élites del poder en México…, op. cit.; Del mismo autor: Mexico’s Mandarins: Crafting a Power Elite for the Twenty-First Century, Berkeley, edit. University of California Press, 2002. 319 pp. 258 Sin embargo, un factor importante a resaltar para el momento en el que el presidente Peña llegó al poder, es que ya existía una sinergia de relaciones e inter-acciones plenamente integradas con el sistema internacional [“globalización”]. Como muestra de ello, en términos económicos –con una participación del comercio en el PIB nacional que pasó de 33.7% entre 1984 y 1993 a 63.3% entre 2010 y 2011– la transformación estructural provocada por la apertura comercial y su institucionalización en el TLCAN coadyuvó a que México ganará una importante cuota del mercado estadounidense en manufacturas. Fue el segundo país que ganó mayor penetración de mercado entre 1994 y 2011. Sólo China estuvo por arriba de esta penetración una vez que ingresó a la OMC en 2001.590 Aunque en un primer instante, México se vio vulnerado por la inserción de China en el mercado estadounidense,591 desde la mitad de los años 2000 recuperó terreno pérdido con una mayor integración en las cadenas globales de valor del sector automotriz. La fragmentación de la producción permitió que el sector externo aumentara su importancia –sobre todo en el caso de la industria manufacturera–, toda vez que alrededor del 43% del valor agregado generado se relacionaba con el sector externo y poco más del 20% se inscribía dentro de las cadenas globales de valor.592 Dicha interrelación entre lo global y lo local configuró las estructuras del Estado mexicano y la economía, permitiendo una mayor fluidez en el proceso de socialización, asimilación y reproducción del modelo de desarrollo imperante a nivel internacional, que no es otro que aquel que pretende que “[…] el Estado sea más flexible, reactivo, basado en el mercado y orientado hacia el consumidor”.593 Así, a través del bloque trans-elitista de América del Norte,594 y de las relaciones-redes con aquellos representantes de los principales 590 Enrique Cárdenas, op. cit., p. 783. 591 Bajo la premisa de que tanto México como China, en el momento en que ambos liberalizaron su comercio, podían considerarse como países abundantes en mano de obra relativamente no calificada, se percibían como competidores en los mercados globales. Así, con la entrada de China a la OMC permitió a este país ganar participación de mercado en los EE.UU. a expensas de México. Cfr. Robert A. Blecker, “The Mexican and U.S. Economies After Twenty Years of NAFTA”, en International Journal of Political Economy, vol. 43, núm. 2, Washington D.C., edit. Taylor & Francis, 2014, pp. 5-26. 592 Banco de México, La importancia de las Cadenas Globales de Valor…, op cit. 593 Christian Laval & Pierre Dardot, op. cit, p. 276. 594 Desde las perspectiva de las élites internacionales que coadyuvaron a la concreción del TLCAN, véase: Ricardo Tirado Segura, “Las élites de América del Norte…”, op. cit., p. 31.; Jeff Faux, La guerra global de clase…, op. cit., p. 103; Michael C. Dreiling & Darves Y. Derek, Agents of Neoliberal Globalization…, op. cit.; Jorge Castañeda, The Mexican Shock, op. cit., p. 69. Desde la perspectiva de las élites mexicanas, véase: Malcolm Fairbrother, Free Traders, Elites, Democracy, and the Rise of Globalization in North America…, op. cit.; del mismo autor: “Economists, Capitalists, and the Making of Globalization, op. cit.; Strom C. Thacker, “NAFTA Coalition and the Political Viability of Neoliberalism in Mexico”, op. cit., 57-89 pp.; del mismo autor: Big 259 hubs del poder neoliberal: instituciones bancarias internacionales y corporaciones transnacionales,595 decantó en la determinación de las élites por aquel modelo económico que les era más redituable. Por consiguiente, tras varias décadas desde la instauración del modelo neoliberal, las élites asimilaron y reprodujeron una razón neoliberal, lo cual trasciende más allá de la denominación de cualquier partido político. El principio hologramático de Edgar Morin, donde “el todo está en la parte, que está en el todo”, hace comprensible que las élites mexicanas sean lo concreto de aquel proceso de abstracción. Debido a este proceso, se entretejieron relaciones-redes que permitieron la circulación de las élites entre los espacios público y privado, así como nacionales e internacionales. Concretamente, se han presentado casos de funcionarios, que una vez terminado su periodo de trabajo en el sector público, transitaron hacia la esfera privada nacional o transnacional. Empero, existe el caso de élites cuyo origen profesional no es el sector público, sino el privado (nacional o internacional) y, subsecuentemente, se han inscrito al servicio público o han ostentado cargos de elección popular. Ante este fenómeno de puerta giratoria, se evidencia una nula confrontación de intereses dentro de la estructura política mexicana, que más allá de reprender o incomodar a aquellos burócratas o políticos, manifiestan una compaginación de intereses acordes al modelo económico predominante desde los ochenta y noventa.596 Ejemplo claro de lo anterior fue Pedro Aspe, quien además de su previa colaboración en el gobierno del presidente Zedillo, regresó de la esfera privada para colaborar ahora en la administración del presiente Peña Nieto como consejero independiente del Comité Técnico del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo. Así mismo, las tras-acciones elitistas que habilitaron la circulación de las élites en- el-medio de los espacios del Estado-Mercado y global-local permitió crear redes de consenso entre los poderes ejecutivo y legislativo. De esta forma, a través de la concertación política Business, the State and Free Trade…, op. cit.; Maxwell A. Cameron & Brian W. Tomlin, The Making of NAFTA. How the Deal Was Done, op. cit. 595 Cfr. Leslie Sklair, The Transnational Capitalist Class, op. cit.; William I. Robinson, op. cit.; Tasha Fairfield, Private Wealth and Private Revenue, op. cit.; Peter Phillips, Giants, The Global Power Elite, op. cit.; Dean Baker, Rigged: How Globalization and the Rules of Modern Economy…, op. cit.; David Rothkopf, El club de los elegidos, op. cit. En términos de interacciones sobre los agentes, véase: Pepper D. Culpepper, op. cit. 596 Cfr. Alejandra Salas-Porras Soulé, “Las élites neoliberales en México…”, op. cit., p. 298-299; Ricardo Tirado Segura, Los industriales, la política y el fin del proteccionismo industrial…, op. cit. 260 que se logró por medio del Pacto por México,597 –con el propósito fundamental de consolidar una serie de reformas estructurales, las cuales en el discurso político, alentarían el “desarrollo de México”– se evidenció el consenso entre las élites políticas y académicas en torno a una visión de nación. El PPM, en este sentido, no pretendía dar representatividad al conjunto de posturas políticas, sino concertar aquello que los unía. Fue evidente que se compaginaron los intereses de las tres fuerzas políticas bajo una misma vía: las reformas estructurales de corte neoliberal. No obstante, en virtud de los espacios glocales que se han vuelto esenciales para la economía mexicana, la congruencia entre el mercado y lo global no hubiera sido posible sin la participación de la élite económica. Así, dado el consenso/alianza entre las élites económicas con las élites políticas, se puede afirmar que la historia de la política mexicana es en gran medida la historia de los gobernantes trabajando en favor de los intereses de las clases acomodadas, minorías de propietarios y empresarios.598 Sin la cercanía que han tenido, entonces cómo explicar que, al igual que pasa con las élites políticas, las élites económicas han sido prácticamente las mismas desde hace décadas.599 De acuerdo con el análisis de Viridiana Ríos, quien a partir del ranking: Las 500 empresas más importantes de México, de Grupo Expansión, destaca enfáticamente que en el caso de PEMEX, CFE [Comisión Federal de Electricidad] y Teléfonos de México (ahora a través de su sociedad gestora América Móvil) han permanecido en las primeras tres 597 Conforme a la sufragios que permitieron la constitución de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión, la cámara de diputados estuvo constituida por una mayoría priista con 212 diputados, el PAN con 114, el PRD con 104, y seguido por el Partido Verde Ecologista con 29. En el caso de la cámara de senadores: el PRI contó con 52 senadores, el PAN con 38, el PRD con 22, el Partido Verde Ecologista con 9, el Partido del Trabajo con 6. 598 Definitivamente existen excepciones tales como, la expropiación petrolera, la expropiación de tierras en el último año de Echeverría, la nacionalización de la banca. Sin embargo, diversos estudiosos consideran la existencia de un papel preponderante de las oligarquías en el diseño de políticas públicas: Cfr. Roger Hansen, The Politics of Mexican Development, Baltimore, edit. John Hopkins University Press, 1971, 276 pp.; Stephen Haber et al., Mexico since 1980, Cambridge, edit. Cambridge University Press, 2008, 244 pp.; Luis Aboites & Luis Jáuregui, Penuria sin fin. Historia de los impuestos en México siglos XVIII-XX, México edit. Instituto Mora, 2005, 310 pp.; Gabriel Ondetti, Property Threats and the Politics of Anti-Statism: The Historical Roots of Contemporary Tax Systems in Latin America, Cambridge, edit. Cambridge University Press, 2021, 303 pp. 599 Gonzalo Castañeda, La empresa mexicana y su gobierno corporativo: antecedentes y desafíos del siglo XXI, México, edit. Alter Ego, 1998, 467 pp.; del mismo autor, “Evolución de los grupos económicos durante el periodo 1940-2008”, en Sandra Kuntz Ficker, Historia Económica General de México: De La Colonia a Nuestros Días, México, edit. El Colegio de México, 2010, pp. 603–634.; Rubén Chavarín, Grupos económicos mexicanos y cambio institucional durante el periodo post-revolucionario (1934-1982), tesis de doctorado, Buenos Aires, edit. Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires, 2013. 261 posiciones de dicho ranking desde 1976 hasta el año 2020. Parecería que dichas empresas hubieran sido intocables ante la crisis petrolera de los setenta, el periodo neoliberal, la democratización electoral, la violencia, la pandemia, todo; afirma la autora: El conglomerado del ranking de las empresas no sólo no es nuevo, sino que se ha acentuado con el tiempo. [De acuerdo a los datos], a principios de este siglo las empresas que encabezaban el ranking comenzaron a quedarse más y más años estancadas. Mientras que, en 2000, las empresas del top 20 ya aparecían en promedio 5.9 años consecutivos, para el 2010 ya eran 10.1 años, y, recientemente, 17 años consecutivos. Otra forma de ver este mismo fenómeno es observando el porcentaje de empresas que se han mantenido en el ranking por una década. En los ochenta solo el 30% de las empresas se mantenía 10 años consecutivos en el ranking, en los noventa y 2000 se mantenían el 50% y del 2010 a la fecha ya se mantiene el 80%.600 Gracias a la inmovilidad de las posiciones y de las trans-acciones de los miembros de la élite del poder, dos días después de la firma del PPM, los miembros del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) no sólo otorgaron su visto bueno al paquete de reformas estructurales presentadas por el equipo de trabajo del presidente Peña, sino que solicitaron su aceleración y creación de “un gran acuerdo nacional” con iniciativas que se conviertieron en leyes y políticas públicas a la brevedad, con el fin de coadyuvar a México a alcanzar su óptimo crecimiento. El presidente del CCE para ese momento, Gerardo Gutiérrez Candiani, expresó: “Es fundamental actuar con prontitud, acelerando la construcción de acuerdos. No vamos a poder crecer a tasas sostenidas de 6% y contar con flujos de ingresos fiscales suficientes sin estas reformas”. Se evidencia la compatibilidad de intereses con lo enunciado por el presidente del CCE: “El gremio está comprometido con el desarrollo de México, de tal manera que la Iniciativa Privada será un factor de equilibrio que sume voluntades y compromisos”.601 En este punto del análisis, las preguntas planteadas por Göran Therborn sobre ¿quién tiene el poder? Y ¿cómo se ejerce el poder? Finalmente adquieren respuesta en el sistema político y económico mexicano.602 Para la primera pregunta, quién “ejerce” el poder estructural en México es plenamente identificable en la élite política y la élite económica, cuya característica principal ha sido su permanencia en los campos de poder del Estado y la 600 Viridiana Ríos, No es normal. El juego oculto que alimenta la desigualdad mexicana y cómo cambiarlo, México, edit. Grijalbo, 2021, p.48. 601 El Economista, “Empresarios se suman al Pacto por México” [en línea], en El Economista, 4 de diciembre de 2012. Dirección URL: https://bit.ly/3SjSdLy, [consultado el 3 de octubre de 2022]. 602 Cfr. Göran Therborn, ¿Cómo domina la clase dominante?..., op. cit. 262 Economía. En el caso de la élite política tecnócrata se ha sostenido en el tiempo gracias al fenómeno de “puesta giratoria”, que ha permitido a miembros del sector privado compaginar intereses dentro de los distintos poderes del Estado; sobre todo dentro del poder ejecutivo y legislativo. Sin embargo, en virtud de las relaciones de poder que se han entretejido de igual forma en el ámbito externo, se estima que las redes que han estado haciendo al Estado durante las últimas décadas (pues el Estado no es una totalidad acabada) no parten desde una exclusiva inter-acción [uni-direccionalidad] de plena imposición y/o subordinación. Todo lo contrario. Aquellas élites tecnócratas que han ejercido el poder en México, y que lo ejercieron durante el sexenio del presiente EPN, se constituyeron como tal, en palabras de Edgar Morin, al ser “…la parte que está en el todo”, o, como “células que son a la vez distinción y pertenencia de un organismo”,603 es decir, la subjetividad-concreta elitista deviene de su aceptación y asimilación de lo que es el modelo económico aún imperante. Por otro lado, con el PPM, el objetivo no sólo era evitar la confrontación con cualquiera de las principales fuerzas políticas de oposición para lograr la aprobación de las reformas estructurales en el poder legislativo, sino también era fundamental la aprobación de las élites económicas tanto nacionales como trasnacionales. La razón principal por parte del aparato de estado, se debía a la atracción de capital que solamente poseían las élites económicas. No obstante, dentro del cumulo de reformas estructurales, la reforma energética fue considerada “la joya de la corona” por parte del sector privado nacional e internacional, ya que, específicamente esta reforma podrían ser redituable para sus negocios. La sinergia entre lo global-local, así como la configuración de fuerzas entre el Estado- Mercado, permitieron que la élite del poder mexicana fuera determinada –por la crisis del modelo económico de la pax americana (el Estado de bienestar), las cuales decantaron en el modelo de libre mercado (denominado como globalización); la influencia de las instituciones financieras internacionales (FMI y BM); y por las corporaciones transnacionales (financiarización y transnacionalización)– y determinante –en su complicidad para la instauración del modelo de desarrollo neoliberal acorde a los postulados del Consenso de Washington, además de establecer una relación más estrecha con los EE.UU.– para la asimilación y reproducción de la razón neoliberal, la cual se estructuró topológicamente 603 Cfr. Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, op. cit., p. 68; del mismo autor, El método II. La vida de la vida, op. cit., p. 203. 263 como una red de relaciones que decantaron en el consenso de dicho modelo. Dicho consenso, se manifestó como una forma de expresión del poder estructural, la cual no hubiera sido posible sin la participación de la agencia colectiva del aparato estatal y los empresarios. Por lo tanto, en virtud de la determinación de las élites mexicanas por el modelo neoliberal, la falta de dinamismo en las redes constituyentes del Estado, los espacios glocales que se han vuelto dependientes del capital internacional, y sobre todo, partiendo de la premisa de que el “Estado [es] la única institución con la capacidad de construir un imaginario de comunidad para lograr que intereses de unos pocos (la élite) puedan presentarse y ser asumidos como intereses de toda la sociedad”,604 el neoliberalismo en México, al partir de los estudios de Christian Laval y Pierre Dardot e Irmgard Emmeilhainz,605 […] no es sólo una práctica económica, sino una racionalidad de gobierno que disemina valores de mercado para construir a lo humano como homo œconomicus. En otras palabras, el neoliberalismo es una forma de razonamiento que configura todos los aspectos de la existencia en términos económicos, haciendo que corporaciones, personas y Estados se comporten de manera tal que maximicen el valor de su capital con prácticas de emprendimiento, auto-inversión, atracción de inversionistas y otras técnicas de maximización y eficiencia.606 Considerar al neoliberalismo como una racionalidad política y de gobierno, así como una racionalidad normativa implica que el poder se ejerce a partir de un régimen de verdad que 604 Jaime Osorio, Estado, reproducción…, op. cit., p. 64. 605 Cfr. Michel Foucault, Nacimiento de la biopolítica, op. cit. 606 Irmgard Emmeilhainz, La tiranía del sentido común…, op. cit., p. 19. “[Michel Foucault] argumentaba que la economía política se convierte en la nueva razón de estado y establece cómo no gobernar demasiado: “el nuevo arte de gobernar es ‘la razón del mínimo estado’” o “gobierno frugal.”. Y agrega, “la cuestión de la frugalidad del gobierno es de hecho la cuestión del liberalismo.” En el relato de Foucault, el liberalismo nació con una gubernamentalidad de mercado, en lugar de los derechos del hombre en su centro. Sin embargo, en contraste con el marxismo, esta gubernamentalidad no se basaba en la preocupación del Estado liberal por los derechos de propiedad, la negación de la clase, la ideología de mercado o la captura por parte de los intereses del capital, sino en otras cosas: por un lado, el mercado era un nuevo lugar de dirección para gobernar y una nueva forma de organizar, limitar, medir y legitimar el gobierno. Por otro lado, el gobierno adquirió una nueva y compleja relación con la libertad: producía, organizaba, administraba y consumía la libertad individual, todo sin tocar el tema. Esto es lo que hace que la gubernamentalidad liberal coincida con el surgimiento de la biopolítica. […] Dicho de otro modo, para Foucault no existe una divergencia significativa entre el liberalismo económico y el político cuando se los considera desde la perspectiva de la orientación económica, la limitación y la legitimidad del gobierno y desde la perspectiva del sujeto de interés. […], para Foucault, el neoliberalismo surgió como una reprogramación del liberalismo, que respondía a una serie de crisis de la gobernabilidad liberal gestadas por el keynesianismo, el fascismo, el nazismo, la planificación estatal y la socialdemocracia. Para Foucault, el neoliberalismo nació no de las crisis de acumulación capitalista, como dirían David Harvey y otros marxistas, sino de la gubernamentalidad liberal”. Wendy Brown, Undoing the Demos. Neoliberalism’s Stealth Revolution, Nueva York, edit. Zone Books, 2015, pp. 58-59. 264 se constituye en sentido común,607 que se asume como construcción histórica y norma general de la vida.608 A diferencia del propósito de Michel Foucault, cuyo principal foco de estudio no era la práctica gubernamental real, al considerar la estructuración del poder neoliberal y su producción a través de los discursos y formas de socialización que posibilitó la instauración de un régimen de verdad, permite considerar la trans-acción del neoliberalismo en México. México tiene una gran dependencia económica del exterior –el año 2012 el comercio exterior representaba el 30.8% del PIB nacional,609 y cuyo mayor contribuyente a los ingresos nacionales era los hidrocarburos por un monto de 768,055.9 millones de pesos610– lo que evidencia que “las prácticas del gobierno estén sometidas a las exigencias de la mundialización”, lo que implica que “los dirigentes del Estado queden bajo el control de la comunidad financiera internacional, de organismos de peritaje, de agencias de calificación”.611 Sin embargo, esto no refleja implícitamente que la acción de las élites corresponda a una imposición o subordinación al capitalismo financiero, toda vez que estas hayan asimilado los valores del mercado y hayan transitado de la razón (neoliberal) al régimen de verdad. En la praxis, en el discurso de toma de protesta como nuevo presidente de la República, Enrique Peña Nieto hizo un recuento de las condiciones en las cuales recibía al país: El Estado ha cedido importantes espacios. La inseguridad y la violencia han robado la paz y libertad de diversas comunidades del territorio nacional. Hoy, somos un país donde pocos lo tienen todo, y la mayoría carece de condiciones para el goce efectivo de sus derechos. Somos una Nación que crece en dos velocidades. Hay un México de progreso y desarrollo, pero hay otro, también, que vive en el atraso y la pobreza. México, México es un país joven y de jóvenes, quienes muchas veces ven frustradas sus aspiraciones por no tener medios para prepararse, por tener, o por no tener una educación de calidad. Hay un gran número de mexicanos que viven al día, preocupados por la falta de empleo y oportunidades, porque el país no ha crecido lo suficiente. Estas condiciones, que nos 607 Ibídem. 608 Christian Laval & Pierre Dardot, La nueva razón del mundo…, op. cit., p. 15. Los autores, al igual que las anteriores, parten del mismo trabajo realizado por Michel Foucault. 609 Expansión, “Exportaciones de Mercancías” [en línea], en Expansión, s/año. Dirección URL: https://bit.ly/3DBdgVU [consultado el 9 de octubre de 2022]. 610 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, Ley de Ingresos de la Federación 2012 para el Ejercicio Fiscal de 2012 [en línea], abrogada el 17 de diciembre de 2012 a partir del 1 de enero de 2013. Dirección URL: https://bit.ly/3gQwC08, [consultada el 10 de octubre de 2022]. 611 Jaime Osorio, Estado, reproducción del capital y lucha de clases…, op. cit., p. 64. 265 agravian y nos duelen, también han dañado la imagen de México en el exterior. Éste es el México que hay que transformar.612 Previo a considerar la “transformación de México”, era plenamente identificable que a pesar de que durante los años panistas la estabilidad macroeconómica fue estable, el PIB promedio nacional durante el sexenio de Calderón fue de tan sólo 2%; sin embargo, en cuanto a la tasa de crecimiento promedio este fue de -1.16%, es decir, la economía mexicana estaba en números rojos. Más aún, debido a la política de seguridad de “Guerra contra la Drogas” del presiente Calderón, se dejó en un plano secundario a la política exterior. En virtud de que el servicio exterior se convirtió en un receptor de políticos panistas, la diplomacia mexicana se debilitó como nunca antes, razón por la cual fue notable la pérdida de proyección de México en Europa, Asia Pacifico y el olvido de África. Todo ello sin mencionar el abandono de nuestros paisanos en EE.UU., quienes debido a la política de “Comunidades Seguras” del presidente Barack Obama se incrementaron estrepitosamente el número de deportados mexicanos. Aunado a lo anterior, se manifestaba un debilitamiento de los ingresos atribuibles al TLCAN, Rene Villareal expresaba en este sentido que “[l]a exportación anual de manufactura de alrededor de 180 mil millones de dólares que representó el 18% del PIB, tenía insumos de importaciones de 155 mil millones de dólares, es decir que las exportaciones manufactureras con insumos nacionales eran en realidad de sólo 25 mil millones de dólares con proporción de únicamente 2.5% del PIB”.613 De esta forma, el TLCAN, al ser tanto base de nuestra política exterior con los EE.UU., como pieza clave en el modelo económico orientado a exportaciones, el equipo del nuevo gobierno comprendió que había problemas que resolver, no sólo en materia de seguridad sino también en el plano económico, y sobre todo, en los enclaves de valor con orientación hacia EE.UU. Ante la precaria oferta laboral, en el cual poco más de 14 millones de personas se encontraban laborando de manera formal, la población económicamente activa era cerca de 45 millones. A ello se le añade el aumento de la desigualdad en donde “los dos deciles de la 612 Proceso, discurso del presidente Enrique Peña Nieto. (2 de diciembre de 2012). Consultado el 28 de mayo de 2017. 613 Rene Villarreal, “Del paradigma de apertura macro estabilizador al crecimiento competitivo con empleo productivo”, en Patricia Galeana (coord.), Análisis y prospectiva sobre la situación política, económica, social y cultural de América Latina, México, edit. Senado de la República, 2011, p. 86. 266 población con los mayores ingresos concentraban más del 50% de la riqueza nacional, mientras que los dos deciles con ingresos más bajos sobrevivían con apenas el 5% de la riqueza producida por el país”.614 Sin mencionar los procesos migratorios de campesinos, quienes al no verse beneficiados por el TLCAN tuvieron que migrar hacia EE.UU. (popularmente conocido esto como “el otro lado”). Todos estos elementos fueron el perfecto caldo de cultivo para el ascenso de diversos grupos del crimen organizado y de la exacerbación de la violencia, sin mencionar el agravio que significó la militarización de la seguridad pública. Bajo este contexto, no fue gratuito que en el discurso de toma de protesta del presidente Peña mencionara la existencia de dos Méxicos: “Hoy, somos un país donde pocos lo tienen todo, y la mayoría carece de condiciones para el goce efectivo de sus derechos. Somos una Nación que crece en dos velocidades”. Simultáneamente a este diagnóstico realizado por el presidente Peña, se debe agregar que este “México de dos velocidades” es profundizado e identificable a través de la desigualdad regional entre el norte y el sur del país: un norte donde prosperan grandes empresas ligadas al mercado estadounidense, en contraste con un sureste ausente a la política de integración de los mercados globales.615 La idea de transformar a México esbozada en el discurso de toma de protesta del presidente se planteó como directriz en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018 (véase el cuadro 3.1): La transformación de México es una responsabilidad que no se puede eludir. En ausencia de reformas relevantes, el potencial de crecimiento del PIB de México es de entre 3.0 y 4.0% al año. Este nivel de crecimiento es envidiable comparado con otros países de desarrollo similar e incluso algunas economías avanzadas. Sin embargo, es insuficiente para poder hacer frente a los retos que nos hemos propuesto y para cumplir a cabalidad con las metas de desarrollo por alcanzar. Por tanto, requerimos una estrategia que ayude a incrementar, de manera sostenida e incluyente, el potencial de desarrollo nacional en beneficio de toda la población.616 El discurso de transformar a México fue percibido con gran jubilo ante los estragos que dejaba consigo la administración anterior, sin mencionar que fue una conceptualización 614 Ibidem. 615 Cfr. Gerardo Esquivel, Luis Felipe López-Calva & Roberto Vélez, “Crecimiento económico, desarrollo humano...”, op. cit.; David Harvey, Breve historia del neoliberalismo, op. cit. 616 Poder Ejecutivo Federal, Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, México, edit. Gobierno Federal, 2013, p. 20. 267 idónea que representaba la “figura de cambio” que EPN intentaba transmitir, por ello, se generaron nuevas expectativas en torno al regreso del PRI a Los Pinos. Cuadro 3.2. Esquema del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 Fuente: Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 En los términos que planteaba el cuadro 3.2. Esquema del PND 2013-2018, se consideraba que el epicentro de los problemas económicos correspondía a la falta de productividad de la población, ante lo cual se especificaba que: “[…] la productividad total de los factores en la economía ha[bía] decrecido en los últimos 30 años a una tasa promedio anual de 0.7%. El crecimiento negativo de la productividad es una de las principales limitantes para el desarrollo nacional”.617 Sin embargo, analizando con mayor profundidad la relación entre la productividad y el crecimiento económico [no desarrollo], diversos analistas consideraban que el aletargado desempeño económico de México no es atribuible a una baja tasa de acumulación de factores sino al lento crecimiento de la productividad total de los factores. Sucintamente, Jaime Ros Bosch argumentaba que “el deterioro en el desempeño de la productividad de la economía mexicana desde 1982 tiene que interpretarse como una consecuencia endógena de la lenta expansión económica y la baja acumulación de capital. Fueron estas las que parecen explicar el decepcionante comportamiento de la productividad del trabajo y de la productividad total de los factores”.618 617 Ibídem, p. 15. 618 Jaime Ros Bosch, Algunas tesis equivocadas sobre el estancamiento económico de México, México, edit. El Colegio de México, 2013, p. 34. Aunado a la tesis Ros Bosch, Juan Carlos Mendoza Sánchez considera: “En México en cambio, la obsesión por la estabilidad macroeconómica como un fin en sí mismo, se convirtió en 268 Para cumplir con la “estrategia transversal” de democratizar la productividad (léase en su lugar: aumentarla), se delinearon cinco metas nacionales: 1) México en Paz, 2) México Incluyente, 3) México con Educación de Calidad, 4) México Próspero y 5) México con Responsabilidad Global. En esta última meta nacional se consolido la planeación de la política exterior bajo los siguientes objetivos: 1. Ampliar y fortalecer la presencia de México en el Mundo. 2. Promover el valor de México en el mundo mediante la difusión económica, turística y cultural. 3. Reafirmar el compromiso del país con el libre comercio, la movilidad de capitales y la integración productiva. 4. Velar por los intereses de los mexicanos en el extranjero y proteger los derechos de los extranjeros en el territorio nacional. Las líneas estratégicas y de acción para el primer objetivo de política exterior, se sustentaba en la diversificación y profundización de las líneas comerciales con la región de América del Norte, en primera instancia, y subsecuentemente con América Latina y el Caribe, Europa, Asia-Pacífico, Medio Oriente y África. En el caso del segundo, se pretendía promover al país en el extranjero para la atracción de comercio, inversiones y turismo, e inevitablemente para ello se necesitaba del despliegue de la diplomacia pública y cultural, todo ello debido a la imagen negativa que se le atribuía al país tras la política de seguridad del presidente Calderón. Para el tercer objetivo, era fundamental profundizar la apertura comercial para incentivar la participación de México en la economía global, y para ello era necesario propiciar el libre tránsito de bienes, servicios, capitales y personas, y de además brindar cobertura jurídica a los inversionistas y proteger las inversiones mexicanas en el extranjero. Además para este tercer objetivo, se especificó la necesidad de integrar a México a los nuevos bloques regionales, y actualizar los tratados de libre comercio existentes y uno de los factores del pobre crecimiento. Por mantener baja la inflación no se pudo promover el crédito de la banca comercial; la política cambiaria que llevó a la apreciación del peso, repercutió negativamente en la productividad porque encareció las exportaciones y abarató las compras externas; el gasto corriente del panismo fue superior 3 veces a la inversión pública, lo que fortaleció la idea monetarista de que el Estado no debe ser promotor del crecimiento. Al PAN se le olvidó que en México fue el Estado el que construyó la nación, en sentido inverso a la construcción del Estado nacional en Europa. Por eso, al reducir el Estado a su mínima expresión como lo ordena la doctrina neoliberal, se redujo también a su mínima expresión el tejido social que conforma a la nación mexicana, con la secuela de más de 100 mil muertes que heredamos del gobierno calderonista”. Juan Carlos Mendoza Sánchez, Cien años de política exterior mexicana. De Francisco I. Madero a Enrique Peña Nieto, México, edit. INEHRM y Grupo Cenzontle, 2014, p. 202. 269 provechar. Para el caso del cuarto objetivo, iba encaminado a la expansión de cobertura de protección a migrantes, desde su punto de partida, transito, protección consular en EE.UU. o proceso de retorno. Los lineamientos generales de política exterior iban encaminados a ampliar la capacidad de establecer cadenas productivas con el propósito de diversificar las relaciones de México, y así, alentar la productividad para beneficio del mercado interno. En palabras del ex director general de PEMEX, Emilio Lozoya Austin, su principal objetivo era “construir un Estado eficaz [donde] la política exterior debe ser consistente con los objetivos de la política interna”.619 Esta concordancia entre política exterior y política interna fue respaldada posteriormente por el canciller Meade en 2013, quien expresaba: “México debe alcanzar el crecimiento y la participación en el comercio internacional a través de la política exterior”.620 Con las anteriores palabras del ex director de PEMEX (quien actualmente está pasando un proceso judicial por corrupción), era evidente que –de nueva cuenta– la política exterior tendría que estar alineada a la política económica interna como en los sexenios anteriores, y muy singularmente semejante a la política exterior del presidente Salinas. Ante la necesidad urgente –en visión del nuevo presidente– de transformar a México mediante reformas adecuadas, el aumento de la productividad nacional sería fundamental no sin antes cambiar la imagen del país en el exterior, para lo cual el paquete de nuevas reformas estructurales serían la carta de presentación del nuevo gobierno para la atracción del capital extranjero y, así mismo, alentar las exportaciones hacia otros mercados. Ante el análisis de las estructuras de poder que se establecieron y reprodujeron durante los sexenios anteriores, la sinergia de mutuo acuerdo por parte de las élites políticas y económicas respecto al PPM, la importancia que debía tener la transformación de México mediante la revitalización de la productividad, así como la profundización de los lazos comerciales con nuestros principales socios comerciales, es identificable que el interés nacional, que persiguió la política exterior de la administración de EPN, fue… 619 Emilio Lozoya Austin & Jorge Montaño Martínez, “Una visión de México para el futuro”, en Foreign Affairs Latinoamérica, núm. 2, vol. 12, México, edit. ITAM, abril-junio 2012, pp. 43-51. 620 Eduardo Camacho, “SRE: política exterior apoyará al comercio”, en El Universal, 17 de abril de 2013. Dirección URL: https://bit.ly/3Ga7Ulf, [consultado el 19 de enero de 2023]. la revitalización de las estructuras económicas -ya neoliberales- de México. 270 3.2.2. FACTORES INTERNOS, EXTERNOS Y GLOCALES Retomando el trabajo de la embajadora Olga Pellicer,621 la evolución de la aprobación del presidente Peña basado en la Consulta Mitofsky para el Economista, “24 Trimestres de Gobierno. Evolución Final Enrique Peña Nieto”,622 y en la evolución de los factores tanto internos como externos, podemos clasificar la evolución de los factores en tres periodos. El primero corresponde al momento de la llegada al poder de EPN, en diciembre de 2012, y llegaría hasta septiembre de 2014. Durante este periodo, y con todo el capital político que ganó con la conformación del PPM, se llevaría a cabo la aprobación de diversas reformas estructurales, las cuales, a ojos de las élites que las constituyeron y aprobaron sería la clave a la modernización y el desarrollo de México. El segundo periodo abarcaría de finales de 2014 a mediados de 2015, cuando la irrupción de problemas políticos internos concernientes a la corrupción y a la violencia, además de los cambios en la economía internacional, impactaron severamente en la imagen del gobierno del presidente. La imagen de un México violento y corrupto, volvió a dominar las noticias sobre el país en los medios de comunicación internacionales. El tercer y último periodo estuvo dominado por el reto que significó para la presidencia mexicana la campaña y el triunfo electoral de Donald Trump, el cual coloco a las estructuras políticas y económicas del país en una incertidumbre por lo que podría pasar ante la salida de EE.UU. del TLCAN. Sin embargo, a diferencia de los trabajos anteriores donde los factores internos y externos representan el análisis per se de la política exterior, sobre todo desde una perspectiva de recuento de los hechos, aquí, en virtud de evitar “La Gran División” que supone la separación tajante de lo interno y lo externo,623 se intenta delinear los principales factores que entrelazan no sólo lo interno y lo externo, sino también entre el Estado y el Mercado, de tal suerte que permita evidenciar los factores que se establecen en-el-medio de ambas 621 Olga Pellicer, “México, El derrumbe de un régimen y la política exterior”, en Foro Internacional, núm. 3-4, vol. 59, La política exterior de México, México, edit. El Colegio de México, Julio-Diciembre, 2019, pp. 579-608. Otro trabajo que divide el análisis de los factores en la misma periodicidad, es: Rafael Velázquez Flores et al, “Los factores internos y externos en la política exterior mexicana (2012-2018)”, en Foro Internacional, núm. 3-4, vol. 59, La política exterior de México, México, edit. El Colegio de México, Julio-Diciembre, 2019, pp. 671- 702. 622 Alberto Molina, “Sexenio de Peña Nieto cierra con una aprobación de 24%” [en línea], en El Economista, 23 de noviembre de 2018. Dirección URL: https://bit.ly/2POYyn4, [consultado el 15 de noviembre de 2022]. 623 Cfr. Ian Clark, “Beyond the Great Divide: Globalization and the Theory of International Relations”, op. cit. 271 consideraciones (glocales).624 Empero de los tiempos globales en donde nos ubicamos contextualmente, considero que este tipo de análisis es vital para comprehender la complejidad de la vida nacional mexicana, y sobre todo, ofrecer un análisis alterno al económico [no economisista] sobre la perpetuación de la desigualdad en México. 3.2.2.1. AL INICIO DEL SEXENIO Previo a la llegada de EPN a la presidencia, el panorama económico reflejaba una economía nacional con dificultades de crecimiento. El PIB nacional tuvo un crecimiento promedio de sólo 2% durante los sexenios panistas, y de un 1.75% durante el sexenio del presidente Calderón. Para el año 2012, las exportaciones totales se duplicaron respecto al año 2000 (variación porcentual de 126.64%), el ramo líder continuó siendo las exportaciones manufactureras con una participación del 81% en detrimento de las exportaciones petroleras; y de nueva cuenta, nuestro socio comercial principal siguieron siendo los EE.UU., toda vez que nuestras exportaciones representaban un 88.62%. Empero, a pesar del incremento de nuestras exportaciones hacia el vecino del norte, nuestras importaciones era ligeramente superiores a las primeras, esto queda reflejado en la tendencia deficitaria de la cuenta corriente, pues comprendiendo el periodo del año 2000 al 2012, la variación porcentual fue de -0.62%, es decir, prácticamente durante el periodo panista el comercio internacional brindo nulos resultados a pesar de los constantes acercamientos diplomáticos para incentivar el libre comercio. En la misma tendencia de las exportaciones, la IED proveniente de los EE.UU. continúo liderando este ramo (véase gráfica 3.4.), aunque con una tendencia a la baja. Al término del año 2006, la IED de los EE.UU. fue de 67.76%; no obstante, para el año 2012 representó un valor de 45.79%, de tal forma que la IED proveniente de EE.UU. durante el sexenio del presidente Calderón disminuyó en un 21.99%. Esta misma tendencia se reflejó al comprehender la IED total durante todo el sexenio, pues esta decreció en un 33.05%. 624 Cfr. William I. Robinson, Una teoría sobre el capitalismo global…, op. cit.; Saskia Sassen, Territory, Authority, Rights: From Medieval to Global Assemblages, edit. Princeton University Press, 2008, 512 pp. 272 Fuente: Elaboración propia con datos de la Secretaria de Economía Dando un giro positivo, la tasa de inflación se mantuvo baja y estable a pesar del periodo breve de crisis del año 2009, dado el crack financiero. La tasa de inflación a finales del año 2012 fue de 3.56%, con un promedio de 2007 al 2012 de 4.27%. En la misma tendencia, el tipo de cambio se mantuvo estable rondando un promedio de $11.5 respecto al dólar entre el año 2000 y 2012. Sucintamente, aunque las exportaciones se incrementaron significativamente (sobre todo las manufactureras) en relación a las importaciones, estas tuvieron un impacto marginal para las cuentas nacionales. Si bien, la liberalización comercial trajo consigo un masivo y persistente aumento de importaciones, en palabras de Moreno-Brid y Ros Bosch, “la intensa y sostenida penetración de las importaciones en el mercado interno debilit[ó] la capacidad de arrastre del sector exportador al resto de la economía”. Así, continúan los autores, “[…] durante el periodo 1988-1994 en la industria manufacturera no existió correlación significativa entre la tasa de crecimiento de sus exportaciones y la de su valor agregado”;625 y por lo tanto, “[…] las exportaciones manufactureras de México son altamente dependientes de las importaciones de insumos, lo cual a su vez reduce el contenido local y adelgaza los vínculos con los proveedores locales. Esto es evidente en las maquiladoras pero también en una proporción importante de compañías no maquiladoras que exportan manufacturas.”626 625 Mario Moreno-Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit, p. 251. 626 Ibídem, pp. 251-252. 0.00% 20.00% 40.00% 60.00% 80.00% 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 Gráfica 3.1. Inversión Extranjera Directa por región, 2000-2012 (%) América del Norte EE. UU. Unión Europea Países seleccionados Otros 273 En virtud de los datos macroeconómicos anteriores podemos argumentar que si bien EPN no recibía un país en crisis, este tampoco había percibido cambios significativos favorables durante los doce años que estuvo al frente el PAN, toda vez que la liberalización económica había sido capaz de desarrollar una estrategia de política económica a largo plazo. Las razones de ello, explican Moreno-Brid y Ros Bosch, se deben a: 1) los éxitos de la experiencia previa del procesos de sustitución de importaciones, las ventajas comparativas Cuadro 3.3. Indicadores macroeconómicos seleccionados, 2000-2012 (porcentajes, precios corrientes (p.c. en millones de dólares) y variación porcentual (v.p.)) Concepto/Año 2006 2001-2006 (promedio) 2012 2007-2012 (promedio) Periodo panista (2000-2012) Porcentaje del crecimiento del PIB nacional 4.5 1.95 3.6 1.75 2.08 Porcentaje de la tasa de inflación 4.05 4.44 3.56 4.27 4.7 Tipo de cambio peso- dólar $10.81 $10.57 $12.97 $12.85 $11.5 Tasa de crecimiento de las exportaciones 6.97 64.57 (v.p.) 2.68 25.03 (v.p.) 126.64 (v.p.) Porcentaje de exportaciones dirigidas hacia EE.UU. respecto de las totales 91.59 92.93 87.89 88.62 91 Promedio de los flujos corrientes de la cuenta corriente (Balanza de Pagos) -887.9 (p.c.) -81.05 (v.p.) -4,657.7 (p.c.) 88.23 (v.p.) -0.62 (v. p.) IED Total 21,248.2 (p.c.) -29.30 (v.p.) 21,747.4 (p.c.) -33.05 (v.p.) 19.18 (v.p.) IED de los EE.UU. respecto del total 67.76 58.72 44.75 45.79 58.25 Deuda del sector público como % del PIB 20.3 23.88 33.10 27.85 25.83 Cómo leer la tabla: Los datos están agrupados de acuerdo a los últimos datos al término de cada sexenio (2006 y 2012, respectivamente), así como el promedio de ambos sexenios en un periodo efectivo de labores (2001-2006 y 2007-2012), y el promedio general del periodo panista (2000-2012). Algunos datos son porcentajes, pero otros corresponden a precios corrientes (p.c.) y otros a variaciones porcentuales (v.p.). En el caso de las variaciones porcentuales, los datos de referencia fueron los iniciales correspondientes a los años 2000, 2001 y 2007, y los finales, 2006 y 2012. Fuente: Porcentaje del PIB nacional, INEGI; Tasa de inflación, Banco de México; Tipo de cambio, Banco de México, Exportaciones totales y hacia EE.UU., Balanza Comercial del Banco de México con dato de INEGI; IED total y proveniente de EE.UU, Secretaria de Economía; Deuda del Sector Público, Informes trimestrales de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sobre la Deuda Pública. 274 se arraigaron en la economía mexicana; y, 2) dado el avanzado proceso de especialización productiva y de comercio intra-industria e intra-empresa, las actividades manufactureras intensivas de capital se convirtieron en la base del auge exportador. En adición a las anteriores razones, se le añade una más, explica Enrique Dussel: “Desde la perspectiva del gobierno, la discusión entre la política industrial y de comercio ha estado subordinada a las prioridades macroeconómicas, como el control de la inflación, el déficit fiscal y la atracción de inversión extranjera”.627 Dicho de otra manera, en virtud de que las actividades manufactureras se constituyeron como el sector con mayor ventaja comparativa que permitió transitar hacia el modelo de industrialización orientado a exportaciones (IOE) con mayor facilidad; y en sincronía con la apreciación del tipo de cambio, que permitió no sólo un abaratamiento de las importaciones, sino que constituyeron al mantenimiento estable de los principales indicadores macroeconómicos. El propósito de mantener una sobrevaluación del tipo de cambio permitió que –en términos del comercio– las empresas puedan comprar en el extranjero y, que aquellos proveedores extranjeros puedan aumentar sus ganancias en México. Por otra parte, a partir de la estabilidad financiera que permite sostener una sobrevaluación del tipo de cambio, México se vuelve más atractivo a la inversión de los grandes capitales extranjeros. Sin embargo, los datos macroeconómicos presentados anteriormente pueden ocultar características importantes de la estructura económica de México. En este sentido, es vital subrayar que para comprender la razón por la cual se volvió necesario la revitalización de las estructuras económicas –ya neoliberales– en México, y por ende el accionar de la política exterior en sintonía con la política económica interna, la posible respuesta atañe a la consideración hecha en el discurso de toma de protesta del presidente Peña Nieto sobre la existencia de “dos Méxicos”, “… donde pocos lo tienen todo, y la mayoría carece de condiciones para el goce efectivo de sus derechos”. La gran paradoja surge del hecho de que en un país como México donde hubo un intenso proceso de reformas estructurales, este dualismo se agudizo durante dicho periodo.628 627 Enrique Dussel Peters, Polarizing Mexico. The Impact of Liberalization Strategy, Colorado, edit. Lynne Rienner, 2000, p. 108. 628 Santiago Levy & Dani Rodrik, “The Mexican Paradox” [en línea], en Project Syndicate, 10 de Agosto de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/2UAltok, [consultado el 20 de diciembre de 2022]. 275 En numerosos estudios se ha evidenciado un incremento en la desigualdad salarial como resultado de la prima adicional otorgada al salario de la fuerza de trabajo calificada que acompaña a la mayor integración internacional,629 la expansión del outsourcing,630 el olvido del campo de temporal versus la producción agrícola de irrigación,631 y la emigración de los ejidatarios hacia EE.UU. ante la falta de oportunidades.632 Toda vez que a medida que los estados del norte, ligados a las actividades exportadoras y que se beneficiaron de un mejor desempeño de las inversiones, incrementaron, de esta forma, rápidamente su participación en el ingreso nacional, la intensificación de la desigualdad regional entre los estados fronterizos con EE.UU. respecto de los estados del sureste se hizo mayor.633 Como resultado, los beneficios de la mayor integración con la economía internacional en general, y con la de EE.UU. en particular, se han distribuido de manera desigual al interior del país. De esta forma, tras la implementación de las reformas estructurales en la década de los ochenta que pretendieron alentar al comercio internacional, y en específico a las exportaciones como el motor de crecimiento, este no ha sido capaz de elevar el ritmo de expansión económica. Según expertos, la razón de ello puede encontrarse en la descomposición de la tasa de crecimiento del PIB en la productividad total de los factores (PTF). A partir de esta desagregación, basta evidencia concuerda en un débil comportamiento de la PTF de México desde 1980,634 ya que, a pesar de que la estabilidad macroeconómica, 629 Daniel Chiquiar, Globalization, regional wage differentials and the Stolper-Samuelson theorem: Evidence from Mexico, Working Paper No. 2004-06, México, Banco de México, 2004, 52 pp.; Gerardo Esquivel & José Antonio Rodríguez-López, “Technology, Trade and Wage Inequality in Mexico …”, op. cit. 630 Robert C. Feenstra & Gordon H. Hanson, “Foreign Direct Investment and Relative Wages: Evidence from Mexico’s Maquiladoras”, en Journal of International Economics, núm. 42, s/vol., edit. Elsevier, 1997, pp. 371- 393. 631 Alicia Puyana & José Romero, Diez años con el TLCAN, op. cit.; Antonio Yunez-Naude & J. Edward Taylor, “The effects of NAFTA and domestic reforms in the agriculture of Mexico…”, op. cit. 632 Benjamin Davis, “The Adjustment Strategies of Mexican Ejidatarios in the Face of Neoliberal Reforms”, en CEPAL Review, núm. 72, s/vol., Santiago de Chile, edit. CEPAL-ONU, diciembre de 2000, pp. 99-118. 633 Gerardo Esquivel, “Convergencia regional en México, 1940-1995”, en El Trimestre Económico, núm. 66, vol. 254, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 1999, pp. 725-761.; Daniel Chiquiar, “Why Mexico’s Regional Income Convergence Broke Down?”, en Journal of Development Economics y Banco de México, núm. 1, vol. 77, México, edit. Elsevier, 2005, pp. 257-275.; Victor M. Godínez, “La economía de las regiones y el cambio estructural”, en Fernando Clavijo, Reformas económicas en México, 1982-1999, México, edit. CEPAL-FCE, 2000, pp. 351-433. 634 Mario Moreno-Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit.; Ebrima Faal, GDP Growth, Potential Output, and Output Gaps in Mexico, Working Paper WP/05/93, Fondo Monetario Internacional, Mayo 2005, 31 pp.; Raphael Bergoeing et al, “A Decade Lost and Found: Mexico and Chile in the 1980s”, Minneapolis, Minnesota, edit. Federal Reserve Bank of Minneapolis, Septiembre 2001, 53 pp. 276 y el aumento considerable de las exportaciones (la mayoría dirigidas hacia EE.UU.), el problema ha sido la productividad. Santiago Levy expresa al respecto: A mediano plazo, el crecimiento se produce porque la fuerza laboral aumenta (en cantidad y calidad), porque hay más inversión en capital físico y porque aumenta la productividad del trabajo y el capital (productividad total de los factores – PTF). Al desglosar el crecimiento de México a lo largo de este período en estos tres componentes, observamos que el crecimiento de la PTF fue en promedio de sólo 0.14% al año sin ninguna corrección para la calidad de la fuerza laboral. Si se consideran los aumentos en la escolaridad (es decir teniendo en cuenta que los trabajadores con más años de escolaridad pueden contribuir potencialmente más al producto que aquellos con menos años), se produce una tasa negativa del crecimiento de la PTF de 0.53%. En otras palabras, independientemente de cómo se mida el insumo trabajo, el resultado es que el crecimiento del PIB de México ha resultado sólo de la acumulación de capital físico y del crecimiento de la fuerza laboral. No ha habido mejoras en eficiencia. Por lo tanto, en gran medida, preguntar por qué México crece tan lentamente equivale a preguntar por qué la productividad se ha estancado.635 Desde una perspectiva distinta a la visión neoclásica de la economía que parte de la PTF,636 Ros Bosch decanta una explicación basada en el cambio absoluto de la productividad del trabajo para la economía en su conjunto analizado la productividad en la agricultura, la industria, en el sector de servicios, y la reubicación de la mano de obra de la agricultura, con baja productividad relativa, hacia la industria y los servicios. La conclusión general a la que llegó el economista fue: “La caída en el crecimiento de la productividad para el periodo de 1981-2005 (de 5.6 puntos porcentuales) se debió, fundamentalmente, a la caída de la productividad en el sector de servicios”. Detalladamente, argumenta: “[…] la economía fue incapaz de absorber a los nuevos participantes en la fuerza de trabajo en los sectores de alta productividad y, por lo tanto, la fuerza de trabajo en expansión encontró su ubicación en las actividades de baja productividad del sector de servicios, […]”. De esta forma, lo que explica la desaceleración de la productividad es el incremento masivo del subempleo en el sector de servicios, es decir, el incremento del sector informal principalmente ubicado en las actividades de baja productividad del sector de servicios. Concluye Ros Bosh de la siguiente forma: […] el deterioro en el desempeño de la productividad de la economía mexicana desde 1980 tiene que interpretarse como una consecuencia endógena de la lenta expansión de 635 Santiago Levy, Esfuerzos mal recompensados. La elusiva búsqueda de la prosperidad en México, Washington, D.C., edit. Banco Interamericano de Desarrollo (BID), 2018, pp. 6-7. 636 José Romero, “Productividad total de los factores o productividad del trabajo” en Documentos de trabajo, núm. 8, México, edit. Centro de Estudios Económicos-El Colegio de México, 2018, 15 pp. 277 la economía. Fue el lento crecimiento de la economía lo que explica el decepcionante comportamiento de la productividad. ¿Quién cree realmente que el derrumbe de la productividad en el sector de servicios de la economía es la causa, en lugar de la consecuencia, del lento crecimiento de la economía desde 1982? La respuesta retórica, con la que cierra su análisis Ros Bosch es fácilmente atribuible a los diseñadores de política pública y a sus asesores, pero en concreto, la respuesta puede dirigirse al equipo de trabajo del presiente EPN, toda vez que en el PND 2013-2018 se exponía: “La productividad [haciendo referencia a la PTF] en México no ha tenido suficiente dinamismo como consecuencia de las crisis a las que nos hemos enfrentado y debido a que aún existen barreras que limitan nuestra capacidad de ser productivos. Estas barreras se pueden agrupar en cinco grandes temas: fortaleza institucional, desarrollo social, capital humano, igualdad de oportunidades y proyección internacional”.637 Se percibe que el enfoque de la economía neoclásica preponderó en el equipo de trabajo de trabajo del presidente Peña al considerar que la falta de productividad versaba en la falta de capacidad productiva de los trabajadores, y en virtud de poder aumentar esa productividad, la función de la política exterior sería la de incitar a una mayor profundización de las líneas comerciales, así como en la atracción de inversiones, que pudiera incentivar en un aumento considerable de la economía. De esta forma, al partir de la premisa de que la política exterior está supeditada a la política económica, su aplicación en el sistema internacional no era diferente respecto a los anteriores sexenios priistas. Sin embargo, para que la política exterior pudiera incidir en un reforzamiento de las políticas públicas neoliberales, tendría que hacer frente a un sistema internacional –aún con estragos del crack financiero de 2008-9– que se mantenía resiliente al discurso de “los beneficios de la globalización”. En el informe trigésimo tercero de la CEPAL del año 2008 se expresaba: La crisis que estalló en 2008 es la máxima expresión de esto último. Más aún, se ha interpretado esta crisis financiera, y con cierta razón, como la consecuencia de la búsqueda a ultranza de la ganancia individual, de la lógica desnuda del dinero y de la especulación, así como de los poderes fácticos de agentes “invisibles” que rigen por 637 Poder Ejecutivo Federal, Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, op. cit., p. 15. 278 sobre los derechos de las personas y los bienes públicos. La crisis reciente hace pensar también en una crisis de época.638 Desde una perspectiva económica, el crack financiero modificó las condiciones previas que alentaba la profundización de los beneficios de la liberalización comercial (globalización), así como el flujo de las inversiones; evidenció que la creciente desregulación de la economía financiera con relación a la economía real, tiende a una mayor concentración de la riqueza mundial en detrimento de la mayoría de la población; y así mismo, era más probable que ante la intensidad de dichas “crisis”, los más desfavorecidos tendrían mayores complicaciones para combatir la inestabilidad de la inflación. Aunque la recuperación en diversos países en vías de desarrollo –como México– fue rápida (debido a la recuperación económica de EE.UU.),639 más allá del hemisferio de América del Norte, para mediados del año 2012, aún se resentían las consecuencias del crack.640 Desde una perspectiva social, luego de que el crack financiero de 2008 desplegará una secuencia en cadena de crisis inmobiliarias en EE.UU. y Europa, alentó a la formación 638 Comisión Económica para América Latina (CEPAL), La hora de la desigualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir. Trigésimo tercer periodo de sesiones de la CEPAL, Brasilia, edit. CEPAL, del 30 de mayo al 1 de junio de 2010, p. 15. En la misma posición se encontraba OXFAM International, véase: OXFAM International, “Si no es ahora, ¿cuándo?” [en línea], Nota Informativa de OXFAM, 12 de noviembre de 2008. Dirección URL: https://bit.ly/418wn2K, [consultado el 30 de noviembre de 2022]. 639 Las exportaciones aumentaron 24.3% en 2010 al tiempo en que el PIB casi recuperó lo que había perdido el año anterior al crecer 5.3%. Para 2011 continuó la recuperación económica (el PIB creció 3.9%), basada en el dinamismo de la inversión privada y en menor medida el sector externo, en parte por la recuperación del precio del petróleo, que apuntaló los ingresos públicos. A pesar de la recuperación económica, las debilidades de la estructura económica del país siguieron intactas. Para 2012, la desaceleración de la economía mundial por su desendeudamiento, cuya tasa de crecimiento disminuyó de 4% en 2011 a 3.2% en 2012, y la creciente volatilidad de los mercados financieros y de deuda, impactaron a la economía mexicana sobre todo a partir del segundo trimestre. Cfr. Enrique Cárdenas, op. cit., pp. 822-823. 640 Según el Informe Anual del Banco Mundial del año 2013 expresaba que a “más de cinco años después del inicio de la primera fase de la crisis económica y financiera mundial, los países en desarrollo se han recuperado, en general, y continúan creciendo con mayor rapidez que el mundo desarrollado. Sin embargo, la recuperación desigual continúa atenuando el crecimiento en gran parte del mundo. El aumento promedio del producto interno bruto (PIB) en los países en desarrollo cayó al 5% en 2012, principalmente debido a la desaceleración registrada en varias economías de ingreso mediano, en especial durante los dos primeros trimestres”. [Banco Mundial, Informe Anual 2013, Washington, D.C., edit. Banco Mundial, 2013, p. 8.] Lo anterior puede extrapolarse a la situación del empleo mundial, pues a pesar de las estimaciones optimista que se realizaban en el año 2010 ceteris paribus, para el año 2012 se constaba que el crack financiero daba indicios de ser una crisis estructural de mayor alcance. [Cfr. International Labour Organization (ILO), World of Work Report 2010, From One Crisis to the Next?, Suiza, edit. International Labour Office, 2010, 137 pp.; International Labour Organization (ILO), World of Work Report 2012, Better Jobs for A Better Economy, Suiza, edit. International Labour Office, 2012, 128 pp.] 279 de movimientos sociales (en EE.UU. se denominó como el “Movimiento de los Ocupa…”, [Occupy Movement/ Occupy Wall Street]; y en Europa el “Movimiento de los Indignados…”) que no había tenido precedentes. En virtud de que varias personas comenzaron a perder su viviendas debido a la inestabilidad del crédito, y protestaban que los beneficios de la economía de libre mercado y globalizada solamente beneficiaba al 1% más rico, el resto del mundo constataba que los naciones presumibles de “desarrollo”, no lo eran tanto, y que al igual que las naciones “subdesarrolladas”, ellos también mantenían condiciones de pobreza y desigualdad (véase el capítulo 1). Por otro lado, desde una perspectiva geopolítica, el crack representó la inestabilidad financiera intrínseca que la pax americana resguardaba desde finales de la segunda guerra mundial, ello representaba, como mencione anteriormente, una falta de consenso entre las relaciones-redes del pragmatismo estadounidense. A pesar del desprestigió del modelo económico a nivel mundial, no fue razón suficiente para que las élites de los EE.UU. re- direccionaran dicho proyecto. Todo lo contrario. Se intentó revitalizar a partir del segundo mandato del presidente Barack Obama, mediante tres acuerdos comerciales, que intentaban hacer frente a potenciales rivales hegemónicos: 1) el Acuerdo de Asociación Transpacífico (mejor conocido por sus siglas en inglés como TPP), intentaba hacer frente a la economía China; 2) la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) en conjunto con la Unión Europea, hacia frente a Rusia; y 3) el Acuerdo sobre Comercio y Servicios (TISA) intentó revitalizar las negociaciones en el marco de la Organización Mundial del Comercio (véase el capítulo 2). Más aún de la prolongada recesión que causó el sistema financiero, el poder militar se hacía presente en Europa Oriental ante el conflicto que protagonizaba Rusia en contra de Ucrania por la región de Crimea, la cual, una vez consolidada su anexión al territorio ruso, los miembros del G8 expulsaron a Rusia de dicho grupo (2014). Al mismo tiempo en un contexto mundial de globalización de la pobreza, en donde se subrayaron las disparidades de acumulación de la riqueza, diversas sublevaciones en Medio Oriente alentaban el fin de diversos gobiernos dictatoriales monárquicos o presumibles de democráticos, dichos movimientos se transformaron en verdaderas revoluciones árabes.641 641 “Aunque las movilizaciones de 2011 representaron un evidente sacudimiento geopolítico, los países árabes, y particularmente los que caen dentro del Medio Oriente, constituyen una zona clave en los cálculos 280 La más sobresaliente al respecto, sobre todo por lo que representaba geoestratégicamente, fue la Guerra Civil de Siria, en la cual, una vez que las grandes potencias internacionales (por un lado los miembros de la OTAN y por el otro Rusia) tomaron parte dentro del conflicto interno –a través del intento de eliminar al Estado Islámico (ISIS)642 y “legitimar el proceso revolucionario” siempre y cuando este fuera a fin a los intereses estadounidenses o la legitimación histórica y étnica de un gobierno que ha sido allegado al gobierno ruso desde la primera guerra mundial– con el objetivo de establecer sus intereses sobre el control de los oleoductos sirios, el tablero geopolítico evidenciaba un movimiento en torno a la competencia por los principales recursos energéticos y vías de comercio. A la par de la inestabilidad geopolítica en Medio Oriente, se intensificaban las olas migratorias con dirección a Europa y el descontento por la globalización comenzó a esparcirse en el viejo continente con un tinte xenofóbico, que, con posterioridad, dieron paso a fuerzas políticas con una fuerte base social. Por otro lado, la homogeneidad que trataba de consolidar el modelo económico de la globalización empezó a fragmentarse en procesos regionales alternos a la economía estadounidense. El proyecto más significativo, en este aspecto, sería el proceso regional de los BRICS (Brasil–Rusia–India–China–Sudáfrica) a razón de que contaba con las mayores potencias emergentes en el momento, y los principales adversarios geoeconómicos de los EE.UU.: Rusia y China. Dados los factores anteriores, y en virtud del cumplimiento del “interés nacional”, la opción más óptima seguía siendo nuestro enclave con el vecino del norte. Así, en virtud de que el TPP comprendía una integración económica en la región de Asia-Pacífico, con EE.UU. a la cabeza, sin duda geopolíticos de las grandes potencias. Esto ha sido así desde la Primera Guerra Mundial y lo fue de nuevo durante la Guerra Fría. Las rebeliones de 2011 pusieron en duda regímenes dictatoriales anquilosados que, con matices, formaban un statu quo favorable al control estadounidense de la región. Se trataba de gobiernos considerados estables a pesar de que desde hacía décadas se percibía un creciente resentimiento entre su población”. Cfr. Gilberto Conde, “Las revoluciones árabes de 2011 y su significado histórico”, en Boletín Editorial, núm. 161, México, edit. El Colegio de México, enero-febrero de 2013, p. 3. 642 Michel Chossudovsky retoma del prof. Mohssen Massarrat la reflección sobre la creación del Estado Islámico: “[…]quien prácticamente inventó el Estado Islámico es la mismísima ex secretaria de Estado de EE.UU. Condoleezza Rice. En 2006, durante el período más intenso del conflicto entre EE.UU. e Irán, instó a todos los Estados sunitas a establecer una “franja sunita” como respuesta a la “franja chiíta” creada según ella por Irán en contra de los árabes sunitas. Poco después, el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional saudí, el infame Príncipe Bandar bin Sultan, puso manos a la obra y el resultado fue el surgimiento repentino de numerosos grupos tan brutales como el Frente al-Nusra y el EIIL, para luchar contra el régimen de Assad en Siria. El resultado final del plan de Condoleezza Rice fue la creación del Estado Islámico, cuya crueldad no tiene parangón en toda la historia del Islam”. Michel Chossudovsky, La globalización de la guerra: La “guerra larga” de Estados Unidos contra la humanidad, Managua, edit. PAVSA, 2016, p. 266. 281 alguna, desde la perspectiva del gobierno federal –en sintonía con el discurso de los beneficios de la globalización– dicho acuerdo abría la posibilidad de una mayor integración de la producción mexicana a las exportaciones de EE.UU. a Asia, abonando a los esfuerzos de diversificación de los mercados. Sin embargo, dos factores internos serían perjudiciales para la revitalización de las estructuras neoliberales: 1) La estrategia de profundización de las líneas comerciales y la atracción de inversiones ya no era capaz de producir consenso popular como la vía idónea al desarrollo de México, debido a la falta de resultados tangibles para la mayoría en las personas; y 2) en detrimento de esto, fue durante el mismo periodo donde se exacerbó la violencia ligada al crimen organizado, y en específico al narcotráfico. Lorenzo Meyer capta de manera general y clara estos dos factores: Hoy en México es teatro de dos guerras internas: una armada y brutal, donde se toman pocos prisioneros, y se libra en una decena de estados. Se trata de una guerra de las autoridades contra las bandas del crimen organizado, de las bandas entre sí y, a veces, de cualquiera de los armados contras los desarmados. Al lado de esas ofensivas y ejecuciones cotidianas se desarrolla otra guerra, silenciosa, que viene de muy atrás pero que en los últimos cuatro decenios se ha agudizado. Se trata de una guerra entre las clases que, por su dureza, está resquebrajando peligrosamente la de por sí no muy robusta solidaridad social mexicana.643 A pesar de las dos guerras –armada y de clase– que se libran de forma estructural en territorio mexicano, al año siguiente, 2013, se emitió la aprobación de las reformas estructurales. A la par de su aprobación por parte del Congreso de la Unión (en donde la Cámara de Diputado era mayoritariamente priista), diversas de ellas vinieron acompañadas de movilizaciones sociales que expresaban una suerte de inconformidad social. A través de los datos del Laboratorio de Análisis de Organizaciones y Movimientos Sociales (LAOMS) del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, durante los años correspondientes de 2012 a 2016, el mayor número de demandas se registró en la clasificación de “Justicia” con un 32.18%, dato que se explica debido a la gran ola de protestas que se registró en torno al caso de Ayotzinapa en 2014, en segundo lugar están los relacionados a las “Reformas a leyes y políticas gubernamentales” con un 28.83%, cuyo despunte más amplio se presentó en el 2013. En tercer lugar se encuentran las demandas 643 Lorenzo Meyer, El poder vacío…, op. cit., p. 67. 282 relacionadas con temas laborales con 17.63%, no vinculantes a la reforma laboral.644 Ejemplo de lo anterior y una de las más significativas movilizaciones correría a cargo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la cual convocó a paros nacionales y a distintas marchas en la capital del país. 3.2.2.2. VIOLENCIA, CORRUPCIÓN Y UN ENTORNO INTERNACIONAL COMPLICADO Aunque los factores, al inicio del sexenio no era del todo favorables para la concreción del interés nacional, a partir del otoño de 2014, tanto la aprobación popular al gobierno, como la imagen internacional que se tenía del Mexican Moment comenzaron a caer debido a factores vinculados a la violencia y la corrupción, no así como resultado de las diversas protestas en contra de las reformas estructurales. El primer factor fue el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre de 2014, presuntamente a manos de un grupo del crimen organizado conocido como “Guerreros Unidos”. La “verdad histórica” que emitió el entonces Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, consideraba que los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron privados de la vida, incinerados y sus cenizas arrojadas al Río San Juan, en Cocula. Este hecho no solo evidencio el fracaso de la estrategia de seguridad heredada del sexenio del presidente Calderón, sino que se expuso ante todo el país y el extranjero,645 el ascenso del crimen organizado y la falta de capacidad de los agentes de seguridad pública, así como miembros del ejército, para establecer un mínimo grado de seguridad. La indignación del pueblo mexicano se desbordo en una serie de marchas, y proporcional al escandaló, la aprobación al gobierno del “nuevo PRI” nunca pudo volver a tener la misma legitimidad de inicios del sexenio. Un factor adicional que incentivó a la mala percepción de la imagen presidencial, fue el caso denominado “Casa Blanca”. El 9 de noviembre de 2014, a través del reportaje periodístico de Aristegui Noticias se reveló que la primera dama, Angélica Rivera, había 644 Sofia Zirión Martínez & Karina Guadalupe González Arroyo, “2012-2016. Enrique Peña Nieto y los años de la inconformidad social: Un análisis desde los eventos de protesta”, en Juan Carlos Ruiz Guadalajara & Gustavo A. Urbina Cortés, Las ciencias sociales y la agenda nacional. Reflexiones y propuestas desde las ciencias sociales. Acción Colectiva, movimientos sociales, sociedad civil y participación, vol. II., México, edit. CEIICH- UNAM, 2018, pp. 217-233. 645 Cfr. Animal Político, “El mundo se solidariza con Ayotzinapa” [en línea], en Animal Político, 21 de noviembre de 2014. Dirección URL: https://bit.ly/3ucwkEj, [consultado el 15 de noviembre de 2022]. 283 comprado una casa de 7 millones de dólares en las Lomas de Chapultepec, una zona exclusiva de la Ciudad de México. Aunque la compra se canceló con una disculpa del presidente, el reportaje demostraba la colusión de la empresa Constructora Teya, que pertenece a Grupo Higa, y el presidente, pues dicho consorcio edificó obras millonarias para el edomex cuando Peña Nieto fue gobernador. Más aún, Grupo Higa había ganado la licitación para la construcción del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro, ganada por un consorcio liderado por la empresa China Railway Construction Corporation, propiedad del gobierno chino, y en el que figuraban tres empresas mexicanas vinculadas estrechamente al PRI y al presidente Enrique Peña Nieto. Dos escándalos más de corrupción se sumaron al anterior. El primero, una investigación realizada por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en adición al medio de comunicación Animal Político revelaron que entre 2013 y 2014 al menos once dependencias habrían desviado dinero público a través de 186 empresas a las que el gobierno otorgó contratos irregulares, con fraude de 192 mdd. Este caso, denominado como “La Estafa Maestra”, involucró el desvío de recursos públicos a través de la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL), Banobras y Pemex, ocho universidades públicas y empresas inexistentes para desviar los recursos a las arcas del PRI.646 El segundo escandalo correspondió a una serie de casos de corrupción de gobernadores, algunos pertenecientes al PRI. Del 2010 al 2016, al menos 11 gobernadores fueron señalados por actos de corrupción e investigados por la Procuraduría General de la República.647 Ante los casos de corrupción que evidenciaban los privilegio de la élite política, un contexto de inseguridad donde prevalencia el control de ciertas zonas geográficas por la delincuencia organizada, el ascenso de los grupos de autodefensa, constantes desapariciones forzadas, el hallazgo de fosas clandestinas y el descontento de diversos sectores de la población por las reformas estructurales, el contexto económico nacional parecía no reaccionar ante el Momento Mexicano. En detrimento de lo anterior, se le añadió la caída 646 Cfr. Animal Político & Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, La estafa maestra, graduados en desaparecer dinero público [en línea], México. Dirección URL: https://www.animalpolitico.com/estafa- maestra/, [consultado el 15 de noviembre de 2022]. 647 Algunos de los gobernadores detenidos durante el sexenio fueron: Roberto Borge (PRI, Quintana Roo), Javier Duarte (PRI, Veracruz), Tomás Yarrington (PRI, Tamaulipas), Guillermo Padrés (PAN, Sonora), Luis Armando Reynoso Femat (PAN, Aguascalientes), Jesús Reyna García (PRI, Michoacán), Andrés Granier Melo (PRI, Tabasco), Flavio Ríos (PRI, gobernador interino de Veracruz). 284 internacional de los precios del petróleo que comenzó a mediados del año 2014 (véase la gráfica 3.5.), lo que, con posterioridad, reflejó ser un factor que limitó las capacidades de financiamiento del Estado mexicano dada su dependencia energética. Al respecto, veamos con mayor detenimiento este aspecto. Grafica 3.2. Precios de la mezcla mexicana de petróleo Fuente: Banco de México A pesar de que las exportaciones petroleras que para el año 2014 representaban a penas el 11% respecto del total, los ingresos petroleros concernientes al sector público representaban un 42%, y un 31% respecto de los ingresos totales del país. Esto significa, que, si bien no la mayor parte de los ingresos del país provienen de la renta petrolera, si buena parte de ellos tienen incidencia en las cuentas públicas (véase la gráfica 3.3.). Desde otro punto de vista, los ingresos de las exportaciones petroleras para el periodo de 2010 a 2014 fueron equivalentes a un 13% respecto del total de las exportaciones; más aún, la participación de PEMEX en los ingresos totales del país –para el mismo periodo– representó un promedio de 12.4%. Es importante colocar en contexto las anteriores cifras, puesto que en comparación a su deuda –la cual para el año 2014 acumuló una cantidad de $1,112,849 millones de pesos– donde un 14% de ella representaba deuda pública y el restante deuda externa,648 se evidencia un panorama deficitario en las cuentas de PEMEX. 648 Cámara de Diputados, LXIV Legislatura, Nota informativa: La deuda pública de Pemex, 2010-.2018 [en línea], México, edit. Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, 26 de abril de 2019. Dirección URL: https://bit.ly/3G0CqgP, [consultado el 10 de diciembre de 2022]. 13 de junio de 2014 Precio: 101.60 15 de enero 2015 Precio: 38.52 13 de enero de 2016 Precio: 21.38 5 de octubre de 2018 Precio: 77.00 285 Fuente: Elaboración propia con datos del Banco de México Ante un análisis más detallado del comportamiento de la deuda de PEMEX, la política de financiamiento se ha conducido en buscar mejorar el perfil de amortización de deuda recurriendo a la emisión de bonos internacionales, créditos directos, certificados bursátiles colocados en el mercado local, créditos bilaterales, sindicados y fondos obtenidos mediante la banca de desarrollo y comercial. Ante un contexto internacional aún sensible por el crack financiero de 2008, la composición general de los créditos bursátiles (emitidos en mercado local o internacional) que financiaban (y aún continúan) la deuda de PEMEX llegaban a ser inestables, y por lo tanto, la percepción que las calificadoras internacionales tenía del comportamiento financiero de la paraestatal iba en detrimento. En el Informe Trimestral Octubre-Diciembre de 2015 del Banco de México en conjunto con la SHCP consideraron que la volatilidad en los mercados financieros internacionales continuó aumentando, y se destacó la importancia del descenso del precio del petróleo sobre la cotización del peso. Las presiones sobre la moneda nacional se incrementaron aún más ante la percepción de que la posición fiscal se estaba debilitando, principalmente por la vía de PEMEX (su contribución para ese año correspondió a un 20%, reduciendo 10 puntos porcentuales), y se hizo más generalizado el uso del peso como mecanismo de cobertura de riesgo de otros países emergentes e incluso del precio del crudo, lo que provocó que la moneda se depreciara más allá del ajuste de equilibrio que se podía justificar por la caída en el precio del petróleo: el tipo de cambio pasó de $14.74 pesos 31%30% 36% 45% 42%42% 36% 33% 26%25% 27% 22% 20%22% 19% 29% 32% 29% 22%21% 27% 24% 21% 28% 33% 36% 40% 37% 44% 31% 35% 38%39% 35% 31% 20% 16%17% 19%18% 11% 19% 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40% 45% 50% 1 9 8 0 1 9 8 1 1 9 8 2 1 9 8 3 1 9 8 4 1 9 8 5 1 9 8 6 1 9 8 7 1 9 8 8 1 9 8 9 1 9 9 0 1 9 9 1 1 9 9 2 1 9 9 3 1 9 9 4 1 9 9 5 1 9 9 6 1 9 9 7 1 9 9 8 1 9 9 9 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 Gráfica 3.3. Porcentajes de ingresos petroleros respecto a los ingresos presupuestales totales, 1980-2021 286 respecto al dólar a finales de 2014 a $17.25 en 2015.649 Así, se evidencia que los problemas financieros que el país puede presentar vía la fiscalización de los ingresos, del margen de maniobra del tipo de cambio y los niveles de la tasa de interés,650 mantienen estrecha relación con las dificultades financieras de PEMEX ostentados en la cobertura de su deuda, derivadas de la disminución de su producción y sumado a un entorno de incertidumbre de los mercados financieros sensibles a la inestabilidad del mercado internacional petrolero, profundizan la vulnerabilidad del presupuesto de ingresos de México. Desde la perspectiva de la producción, la tasa más alta de extracción de petróleo se ubicó en el año 2004 por una cantidad de 3.4 millones de barriles diarios, desde aquel momento, los niveles de extracción se han reducido dramáticamente. En Catarell, la productividad cayó un 80% entre 2004 y 2015, en comparación a su nivel más alto de extracción. En la misma tendencia se encuentra el gas natural con una disminución del 18% para el año 2015.651 Es sustancial considerar que gracias al desarrollo tecnológico del fracking por parte de los EE.UU. y del Reino Unido (países centrales),652 han alcanzado yacimientos petrolíferos que no eran accesibles hasta este momento, lo que ha permitido el aumento exacerbante de la oferta de esta commodity. Sin embargo, a razón de la nula modificación de la producción por parte de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP),653 y considerando que la extracción para algunos miembros, como Arabia Saudita es de $4 y $6 dólares por barril, la estrategia a seguir por parte de la OPEP, en el contexto de esta caída, fue establecer un precio bajo ante el cual el fracking estadounidense ya no fuese rentable, obstaculizando, así, a las compañías que invierten en este sector, como 649 Banco de México, “Informe Trimestral Octubre-Diciembre 2015”, en Compilación de Informes Trimestrales Correspondientes al Año 2015, México, 2015, p. 257. 650 Cámara de Diputados, LXIV Legislatura, Nota informativa: La deuda pública de Pemex, 2010-.2018 [en línea], op. cit., p. 3. 651 César Augusto Díaz Olin, “México en la ideología de los combustibles fósiles no convencionales”, en John Saxe-Fernández, Sociología Política del Colapso Climático Antropogénico, México, edit. CEIICH-UNAM, 2019, p. 254. 652 La fracturación hidráulica o fracking es una técnica que permite extraer el llamado gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que se encuentra atrapado en capas de roca, a gran profundidad. 653 Los actuales miembros de la OPEP son: Argelia, Indonesia, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela. Los miembros de la OPEP controlan aproximadamente el 40% de la producción mundial de petróleo y el 81% de las reservas de petróleo. 287 ExxonMobil Corp., Chevron Corp., y Conoco Phillips Corp. La sinergia de las trans-relaciones local-global determinada por el aumento de la oferta petrolera estadounidense gracias al fracking y a las dificultades financieras de la paraestatal PEMEX a nivel de deuda, productividad, extracción y exportación de hidrocarburos, determina el impacto económico en México, y subsecuentemente, en la población, vía la aportación fiscal que PEMEX debe de realizar debido a su marco jurídico. Al respecto, se argumenta que gran parte de los problemas financieros de PEMEX derivan de una carga fiscal excesiva por parte de la SHCP que ha impedido que la paraestatal sea redituable.654 Sin embargo, si se toma en cuenta el peso que sus aportaciones representan en el ingreso fiscal del país en términos del PIB, es donde surge la controversia sobre la necesidad de esta carga fiscal, ya que uno de los problemas estructurales más importantes de la economía mexicana es la insuficiente recaudación tributaria del gobierno federal. En virtud de comprender la falta de productividad de PEMEX, se debe considerar la reestructuración corporativa a la que ha sido sujeta la paraestatal, y además, no es descartable la consideración de prácticas fraudulentas que no coadyuvan al mejoramiento de sus finanzas. Al respecto de este último punto, basta recordar casos emblemáticos como el de La Quina, el Pemexgate, Oceanografía, Odebrecht y, más recientemente, la industria del huachicol. En lo que respecta a su reestructuración corporativa, a partir de su reforma de 1992, PEMEX pasó de un modelo de integración vertical rígido y sujeto a objetivos de volúmenes de producción, a uno de integración horizontal, con lo cual la paraestatal y sus subsidiarias fueron fraccionadas por medio de la dirección de un holding,655 en aras de priorizar la eficiencia económica. La fragmentación de PEMEX en subsidiaras se efectuó con el objetivo de que cada una de ellas tuviese un alto nivel de independencia que permitiera colocar a la venta complejos de petroquímica secundaria no básica, y facilitara su evaluación por su viabilidad productiva. Para el año 2000, con el pretexto de buscar una mayor eficiencia en 654 La contribución fiscal está sujeta mediante el pago de derechos e impuestos especiales sobre producción y servicios (IEPS) a petrolíferos (gasolina y diésel), mientras, por otro, descansó básicamente en los impuestos y los derechos (ordinarios y extraordinarios) sobre hidrocarburos, esto debido al alto porcentaje de sus tasas, las cuales por sí mismas representaron el mayor ingreso para el gobierno federal. Cfr. Antonio Lujan Torres, El régimen fiscal de Petróleos Mexicanos y una propuesta para un nuevo marco jurídico fiscal idóneo, tesis de licenciatura, México, edit. Facultad de Derecho-UNAM, 1993, 198 pp. 655 1) Exploración y Producción; 2) Gas y Petroquímica Básica; 3) Refinación; 4) Petroquímica; 5) como organismo de apoyo, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), y 6) Pemex Internacional, hoy PMI, Comercio Internacional, S. A. de C. V. 288 un entorno global que incorporara elementos de competitividad energética con parámetros globales, se crearon nuevas direcciones (Dirección de Operaciones y Competitividad y la Dirección General de Seguridad y Protección Ambiental). Sin embargo, el trasfondo de estos cambios fue garantizar la presencia del sector empresarial privado u hombres de negocios, dentro del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos en el año 2000, iniciativa que fue impulsada desde la óptica empresarial que dominó la administración del presidente Vicente Fox.656 De esta forma la participación empresarial privada en PEMEX se instauró proveyendo a la paraestatal de diversos bienes y servicios. Dentro de las empresas que colaboraban (y aún lo hacen) con PEMEX se encuentran: Grupo R, fundado por José Ramiro Garza Cantú, ha participado en el desarrollo de diversos yacimientos y realiza inversiones para la perforación de aguas profundas; Grupo Diavaz, fundado por los hermanos Luis y Oscar Vázquez Senties, y cuyo 20% de propiedad pertenece al fondo estadounidense Evercore, el cual fue precedido por Pedro Aspe, dicho Grupo ha sido proveedor de tubería; Grupo Carso, de Carlos Slim, a través de Swecomex y Servicios Integrales GSM, ha participado en la construcción de plataformas para PEMEX y perforación de pozos terrestres; Grupo México, de Germán Larrea; Grupo Alfa, de Armando Garza Sada.657 Producto de las dinámicas de cambio adoptadas en México que han sido influenciadas por las especificidades históricas, políticas, institucionales, económicas, y sociales del país, han acompañado las discusiones y la toma de decisiones en materia energética y, en particular, en materia de hidrocarburos.658 Es necesario recalcar en este sentido que, desde la entrada de México al GATT, y sobre todo, con la firma del TLCAN, el dilema entre el simbolismo político de soberanía nacional que representa PEMEX, y las consideraciones económicas internacionales han influenciado en el panorama financiero de la paraestatal. 656 Francisco A. Martínez Hernández & Saúl Herrera Aguilar, “Pemex, su reestructuración corporativa, financiera y productiva, y los efectos de ésta sobre la balanza comercial petrolera”, en El Trimestre Económico, vol. 88, núm. 349, México, edit. Fondo de Cultura Económica, enero-marzo de 2021, pp. 143-180. 657 Carlos Alva Vega, “Los empresarios mexicanos durante el gobierno de EPN”, en Foro Internacional, núm. 2, vol. 60, México, edit. El Colegio de México, 2020, pp. 573-574. 658 Isabelle Rousseau, “Las transformaciones de la política de hidrocarburos en México en el contexto de la transición democrática. Esquemas organizacionales y estrategias de actores (1989-2004)”, en Foro Internacional, núm. 1, vol. 46, México, edit. El Colegio de México, enero-marzo, 2006, p. 22.; Cfr. Ángel de la Vega Navarro, La evaluación del componente petrolero en el desarrollo y la transición de México, México, edit. UNAM-Programa Universitario de Energía, 1999, 377 pp. 289 Teniendo en cuenta las relaciones de poder en la industria petrolera a nivel internacional –no sólo en México–, donde se inter-relacionan autoridades públicas, propietarias de las reservas, la empresa estatal y los inversionistas privados, estos últimos han sido los más favorecidos al respecto.659 Considerando que los inversionistas privados poseen el capital necesario para la innovación tecnológica, la industria petrolera ya no es controlada por los dueños de los recursos naturales, sino que simplemente se han vuelto simples receptores de inversión de las compañías internacionales.660 En este sentido, la sinergia de las trans-relaciones de poder entre lo local-global y el Estado-Mercado han posibilitado una mayor incidencia de las grandes petroleras transnacionales (ExxonMobil Corp., Chevron Corp., British Petrolium), gobiernos extranjeros (el bloque trans-elitista de Norteamérica) y think tanks, en los asuntos internos de la economía mexicana. Si bien el poder instrumental de la élite del poder global se materializa a través de los procesos de calificación de la deuda de PEMEX y de las diversas recomendaciones hacia el gobierno mexicano provenientes de organismos internacionales respecto a un mejor manejo de la economía en términos de eficiencia, competitividad y productividad;661 el poder estructural de dichos hubs internacionales ha posibilitado la socialización, asimilación y reproducción del modelo de desarrollo neoliberal, el cual permite el efecto de puerta giratoria de servidores públicos, como Luis Videgaray y Pedro Aspe, sino que, además coadyuvó la influencia de la empresa estadounidense Evercore en el proceso de 659 Cfr. Achraf Benhassine, “Petróleo e Gás na Argélia: Crônica de uma Abertura Anunciada”, en Boletim Infopetro, año 4, núm. 5, Rio de Janeiro, edit. Instituto de Economia-Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), mayo de 2003, pp. 3. 660 Cfr. Miguel García Reyes & Djalma Ojeda Fierro, El nuevo orden petrolero global. El mercado en manos de los monopolios, México, edit. Media, 1999, p. 209. 661 La OCDE en diversas disposiciones previas al proceso de reformas estructurales recomendaba establecer una agenda de reformas en aras de tener herramientas para amortiguar fluctuaciones fiscales, aumentar la recaudación no petrolera y mejorar la eficiencia del gasto gubernamental [OCDE, Estudios económicos de la OCDE: México 2011, edit. OCDE Publishing, 25 de julio de 2011, pp. 184]. En esta misma línea expresaba la organización: “Las reformas estructurales en los campos de la regulación empresarial, la política de competencia y la educación resultarán cruciales para estimular la productividad y acelerar el proceso de convergencia. La OCDE ha colaborado estrechamente con México en todas estas áreas para desarrollar estrategias de reforma”. [OCDE, Perspectivas OCDE: México, Reformas para el Cambio, edit. OCDE Publishing, enero 2012, p. 6]. Durante el proceso de implementación de las reformas, en el cual tuvo cabida la disminución de los precios del petróleo y el endurecimiento de la política monetaria en EE.UU., la OCDE recomendaba que, en el corto plazo, era “fundamental la total implementación de las reformas a fin de gozar de los beneficios de una recuperación firme y sostenida” [OCDE, Estudios económicos de la OCDE: México 2015, edit. OCDE Publishing, enero de 2015, p. 6.] 290 apertura energética de PEMEX, en virtud de solucionar sus problemas financieros, ante un panorama fiscal complicado para el país (tomando en cuenta la minúscula recaudación fiscal y la inestabilidad del tipo de cambio que resulta ser una consecuencia del aumento de su deuda de la paraestatal). Desde la perspectiva de la económica ortodoxa, era evidente que los ingresos petroleros no habían sido asequibles para el país, y aunque una razón por la cual PEMEX no era “eficiente” se debe, sin duda alguna, a la carga fiscal que le impone la Secretaria de Hacienda dado su marco jurídico fiscal y a la débil recaudación por parte del Estado; al mismo tiempo, argumenta la élite del poder, las dificultades financieras de PEMEX se debían a la imposibilidad de Pemex por explotar campos maduros y complejos, crear infraestructura para incrementar la capacidad de refinación y petroquímica, bajo las perspectiva del agotamiento de los pozos maduros (Cantarell y Ku-Maloob-Zaap, principalmente).662 A partir del argumento anterior, la élite política –Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray Caso y Pedro Aspe– decidió dar paso a la formulación de una reforma energética que le permitiría a PEMEX tener libertad para buscar “esquemas de colaboración con otras empresas, públicas o privadas, nacionales o extranjeras”, con el objetivo de “potenciar su capacidad de inversión, atrayendo capital y compartiendo los riesgos de los proyectos”.663 En otras palabras, con la modificación de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, el sector energético se abrió a la participación de empresas privadas en exploración y extracción a través de diversos tipos de contratos: servicios, utilidad compartida, producción compartida y licencias.664 Así, el Estado mexicano sento su capacidad de firmar contratos con empresas 662 Sobre los problemas financieros de PEMEX, véase: Rosa María Madrid Paredones & Rogelio Ladrón de Guevara Cortés, “Análisis financiero de Petróleos Mexicanos”, en Ciencias Administrativa, s/vol., núm. 1, Veracruz, edit. Universidad Veracruzana, 2013, pp. 58-65. De acuerdo a los informes de prospectiva de la Secretaría de Energía, sobre todo el correspondiente al año 2008 por ser el primero, estiman una disminución en la extracción de petróleo crudo. En el documento titulado Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2013-2017, se estima la limitación de los pozos petroleros maduros y la necesidad de la exploración y extracción de petróleo en aguas profundas a través del proceso de fracturación hidráulica (o fracking): Cfr. Secretaría de Energía, Prospectiva de Petróleo Crudo, 2008-2017, México, Gobierno Federal, 2008 (varios años); Secretaria de Energía, Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2013-2017, México, Gobierno Federal, 2013 (varios años), 317 pp. 663 Petróleos Mexicanos, Informe Anual 2014 [en línea], México, edit. PEMEX, 2014, p. 20. Dirección URL: https://bit.ly/3YGX0LB, [consultado el 15 de diciembre de 2022]. 664 En esencia, el nuevo marco regulatorio en el sector energético establece la conformación de un arreglo institucional en el que se dan atribuciones adicionales y responsabilidades a entes gubernamentales 291 nacionales y extranjeras, que pudieran explorar, explotar y transportar el petróleo. A condición de frenar el declive de la producción petrolera y permitiera, de igual forma, garantizar la seguridad energética del país –aunque ahora esta estaría en manos de agentes privados– la reforma energética permitió la posibilidad de explotar fuentes petroleras ubicadas en aguas profundas del Golfo de México hasta los combustibles fósiles no convencionales. En prospectiva, la extracción de petróleo aumentaría de 2.2 millones de barriles diarios en 2013 a 3 millones en 2018, para alcanzar 3.5 millones de barriles diarios en 2025.665 En el caso de gas natural, se propuso incrementar la extracción de 5700 millones de pies cúbicos diarios en 2013 a 8000 millones en 2018, para situarse en 10400 millones de pies cúbicos en 2025.666 Para alcanzar estos objetivos, se requiere una actividad exploratoria y extractiva en escala y magnitud nunca vista en el país, pero sobre todo del fracking. Es importante destacar que el desarrollo tecnológico del fracking está ligado a la lógica del desabastecimiento de los principales yacimientos petroleros en aguas someras (peak oil), y sobre todo, como el desarrollo tecnológico del modelo económico capitalista –no exclusivo de la pax americana– para su sostenimiento. De esta forma, la inestabilidad de los precios internacionales del petróleo no corresponden a la “autorregulación” per se del mercado, sino que esta fluctuación es resultado del proceso de agotamiento del petróleo convencional que diversos expertos ya habían alertado con tiempo de anticipación, tal como David J. O’Reilly, CEO de Chevron- Texano quien expresó en 2005: “Planteado de manera simple, la era del fácil acceso a la energía ha concluido. En parte, esto es así porque estamos experimentando la convergencia de la dificultad geológica con la inestabilidad geopolítica”.667 Dado este proceso de dificultad (Secretaría de Energía, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Comisión Nacional de Hidrocarburos, Comisión Reguladora de Energía), se crean otras instituciones (el Fondo Mexicano del Petróleo, la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente del Sector Hidrocarburos, el Centro Nacional de Control de Energía cenace– y el Centro Nacional de Control del Gas Natural –cenagas–) y se da una denominación de Empresas Productivas del Estado a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, que significa mayores espacios de autonomía de gestión. 665 Gobierno de la República, Reforma energética, México, Gobierno de la República, 2013, p. 3. 666 Ibídem. 667 David O’Reilly, “A Declaration of Interdependence”, Keynote Address to the 24th Annual Cambridge Energy Research Association (CERA), Week Conference, Houston Texas, 15 de febrero de 2005. Citado en, John Saxe- Fernández, “Petróleo y seguridad”, en Alejandro Sánchez Camacho (coord.), En defensa del patrimonio energético, México, edit. Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la LX Legislatura, 2007, pp. 39-80. 292 geológica, el Dr. John Saxe-Fernández manifiesta determinadas caracterizas de este momento coyuntural:668 a) Una geopolítización del petróleo por parte de los EE.UU.: Mediante su mecanismo de Estado pragmático, mantiene injerencia en las zonas geográficas donde se estiman mayores reservas de petróleo. Los EE.UU. tomaron ventaja de la desestabilización geopolítica en Medio Oriente, a través de la Guerra Civil de Siria, con el objetivo de controlar la ruta de abastecimiento de hidrocarburos con dirección a Europa; y b) Una profundización de la volatilidad de los precios del crudo como resultado de: i) una mayor oferta petrolera de EE.UU. gracias al desarrollo tecnológico del fracking; ii) la caída en el crecimiento económico de China, segundo consumidor mundial de petróleo; iii) al mantenimiento de la cuota de producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y en específico de Arabia Saudita; y iv) una menor expectativa de crecimiento económico de Japón y los paises europeos. La confrontación entre los miembros de la OPEP y los EE.UU. en relación a la caída de los precios del petróleo, no puede ser desligado de la geopolítica mundial y de los límites existenciales de la Tierra en el proceso disminución del peak oil y la eminente explotación del petróleo no convencional.669 Así, respecto al primer punto, en un entorno internacional multipolar, no puede ser descartada la injerencia de las principales potencias internacionales en el conflicto sirio, no por el hecho simplista de la defensa de un gobierno que se presume legitimo o el apoyo a los insurgentes en el marco del proceso revolucionario de diversos 668 John Saxe-Fernández, “Petróleo y seguridad”, op. cit., p. 40. 669 Los límites biológicos a los cuales estamos sujetos todos los habitantes del planeta se mantienen cuestionables en aras potenciar un crecimiento económico perpetuo que no es biológicamente capaz de sostenerse. Tres factores sostienen dicho argumento: 1) El agotamiento de importantes recursos entre los que se encuentran los combustibles fósiles y los minerales, 2) La proliferación de impactos medioambientales que se producen tanto por la extracción y uso de los recursos, y 3) Trastornos financieros debido a la incapacidad de nuestro sistema monetario, bancario y de inversión existente para ajustarse a la escasez de recursos y a los costes crecientes medioambientales [Cfr. Richard Heinberg, The End of Growth: Adopting to Our New Economic Reality, Canada, edit. New Society Publishers, 2011, 288 pp.]. En este mismo sentido, véase: John Saxe-Fernández, Sociología Política del Colapso Climático Antropogénico, México, edit. CEIICH- UNAM, 2019, 372 pp.; Elmar Altvater, El fin del capitalismo tal y como lo conocemos, España, edit. El Viejo Topo, 2012, 312 pp.; Ian Angus, Facing the Anthropocene: Fossil Capitalism and the Crisis of the Earth System, Nueva York, edit. Monthly Review Press, 2016, 278 pp.; André Gorz, Ecología, Madrid, edit. Clave Intelectual, 2012, 138 pp.; Omar Ernesto Cano Ramirez, “Capitaloceno y adaptación elitista” [en línea], en Ecología política, núm. 53, s/vol., España, edit. Fundación ENT, 10 de junio de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3GUnt19, [consultado el 2 de enero de 2023]. 293 países de la región, sino por su posición geoestratégica que representa ser un puente de comunicación entre el golfo Pérsico y el mar Mediterráneo, lo que permite el envío de hidrocarburos al mercado europeo.670 Es necesario recalcar que, desde la derrota militar de EE.UU. en Afganistán e Irak, tras los atentados terroristas de 2001, el aseguramiento de las principales reservas estratégicas de petróleo se vuelve vital para el sostenimiento de la pax americana, en un entorno internacional donde los demás miembros productores de petróleo que no están afiliados a la OPEP –como Rusia– intentan tomar partido en el conflicto de Siria, de igual forma. Como consecuencia de la guerra en Siria, se debe agregar que, en medio de la propaganda terrorista de decapitaciones que desplegaba el Estado Islámico en las redes sociales, y que subsecuentemente era replicada por los medios de comunicación occidentales, las olas migratorias desestabilizaban al viejo continente. La sociedad europea se encontraba en una disyuntiva: brindar asilo a los refugiados sirios que salían de su país huyendo del conflicto armado; o, ante los diversos atentados terroristas que tuvieron presencia en Londres, Bélgica y, resaltando sobre todo el atento terrorista en Francia contra la revista Charlie Hebdo el 7 de enero de 2015, su virtual rechazo encubierto de xenofobia. Los años venideros a los anteados terroristas ocurridos en los diversos países occidentales estarían marcados por un aumento considerable de la xenofobia, la cual estaría respaldada por partidos políticos que capitalizaron el rechazo hacia los migrantes –los Otros– en aras de ganar votos electorales. Esta sería una tendencia que en los diversos procesos electorales en Europa, y en los EE.UU. marcaría el registro, del aquel entonces, candidato a la presidencia, Donald Trump el 16 de junio de 2015. 3.2.2.3. DONALD TRUMP Y EL CAOS INTERNACIONAL Las bifurcaciones en el sistema internacional que se hacían presentes en distintas partes del globo, comenzaron a acelerarse para el momento en el que Donald Trump se registró como candidato republicano a la elección presidencial de los EE.UU. el 16 de junio de 2015, y 670 Cfr. Yezid Sayigh, “The War over Syria’s Gas Fields” [en línea], en Diwan, Middle East Insights From Carnegie, edit. Malcolm H. Keer Carnegie Middle East Center, 8 de enero de 2015. Dirección URL: https://bit.ly/3otfgdS, [consultado el 15 de noviembre de 2022]. 294 aunque dicha elección presidencial tuvo cabida para el año 2016, el escenario internacional comenzó a desplazarse cada vez más del imaginario de “los beneficios de la globalización”. La confrontación con otros centros de poder, como Rusia y China, hacían hincapié en la debacle hegemónica de los EE.UU. como única súper potencia. He abordado con anterioridad que el sostenimiento del Estado pragmático estadounidense [Razón de Estado y Razón de Mercado] que se respalda en el expansionismo territorial y en el consenso de las élites oligarcas, comenzó a perder confianza el proyecto de expansión económica –denominado globalización– y el consenso inter-elitista se desquebrajó al extremo de incentivar la participación de Trump en las elecciones presidenciales, una personalidad en contra del establishment estadounidense. Sin embargo, la llegada de Trump debe de interpretarse como una respuesta extrema ante los problemas que los EE.UU. venían presenciando, no sólo en términos de su participación en la dinámica mundial, sino también en sus asuntos internos, como: los procesos migratorios (la mayoría procedentes de países de América Latina), el aumento de tiroteos en diferentes estados, el lento crecimiento económico desde el crack financiero de 2008, un aumento constante de deuda adquirida por la Fed y China, un sistema financiero en constante volatilidad, y sobre todo, para el momento en el cual se llevaba la contienda entre Hillary Clinton y Donald Trump, los tratados del presidente Barack Obama parecían no tener ningún efecto. La elección presidencial del 8 de noviembre de 2016 que le dio el triunfo al empresario Donald Trump como presidente de los EE.UU., coincidió con tres sucesos que darían pauta al eventual caos en el sistema internacional: 1) el 23 de junio de 2016 se llevó a cabo un referéndum en el Reino Unido donde se cuestionaba sobre su pertenencia en la UE, a lo cual la mayoría de votantes decidió que el Reino Unido debía retirarse de la UE; 2) el 31 de agosto de 2016, Dilma Rousseff fue destituida de la presidencia de Brasil por actos de corrupción; y 3) el 7 de mayo, meses después de la toma de posesión de Donald Trump, fue electo presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien se confrontó con Marie Le Pen, una representante de ultra derecha. Es importante destacar que uno de los principales argumentos que posibilitaron el Brexit fue aquel que consideraba que la permanencia del Reino Unido en la UE minaba su soberanía respecto a su política migratoria, su posición en negociaciones en acuerdos comerciales y los límites de su regulación comercial. No se debe olvidar que el Brexit fue 295 una promesa de campaña realizada en la reelección del primer ministro David Cameron en el año 2013. Sin embargo, tras la dimisión de Cameron, su sucesora, Theresa May, sería quien materializaría la salida del Reino Unido de la UE. Aunque en diversas ocasiones, May intentó que el acuerdo al que llego con la UE fuese aprobado por el Parlamento, este fue rechazado en tres ocasiones. El Brexit blando consistía en una salida ordenada que le permitiera al Reino Unido estar en un periodo de transición de 21 meses para ajustar y negociar los términos de una nueva relación, resaltando sobre todo, la permanencia de un área de libre comercio con el objetivo de evitar una frontera física entre La República de Irlanda e Irlanda del Norte, lo cual entraría en conflicto con los Acuerdos de Viernes Santo. Sin embargo, Teresa May fracasó en su cometido y renunció a su puesto dando paso a Boris Johnson, personaje excéntrico comparado con Donlad Trump, quien no temía en hablar de un Brexit sin acuerdo, es decir, de un Brexit duro. A contra reloj, el primer ministro Johnson envió a Bruselas un nuevo plan que fue aceptado por los negociadores; sin embargo, la última palabra de Westminster no fue favorable. Los últimos meses del año 2019 estarían envueltos en prorrogas para extender el tiempo de salida del Brexit, mientras el Parlamento llegaba a un acuerdo. Tras cuatro intentos y una convocatoria a elecciones anticipadas en diciembre, el 22 de enero de 2020, el Parlamento británico dio luz verde al plan de Johnson. El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte dejo de ser Estado miembro de la UE y pasó a tener la consideración de tercer estado el 31 de enero de 2020. Las negociaciones posteriores se llevaron a cabo en el contexto de la crisis sanitaria por el COVID-19, en donde para el año 2021, se llevó a cabo la desconexión total del Reino Unido de la UE. Los años venideros han estado marcados por una inestabilidad política en Reino Unidos. El partido conversador dejo de apoyar a Johnson por una serie de escándalos y fue obligado a dimitir. En su lugar llegó Liz Truss, quien apenas duró 45 días en el puesto, también dimitió del cargo. Actualmente, el primer ministro es Rishi Sunak, quien fue el ministro de Hacienda durante el periodo de Johnson. Por el lado brasileño, más allá de los motivos que posibilitaron la destitución de Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil –los sujetos involucrados, los problemas internos 296 del sistema político o los intereses geopolíticos internacionales–671 dicho acto coadyuvó a que Michel Temer tomará protesta como nuevo presidente de Brasil, y a partir de él es imposible no vincularlo con la llegada de Jair Bolsonaro,672 político que se encontraba en la misma línea de pensamiento que el presidente Donald Trump, con posturas conservadoras que iban desde comentarios machistas, homofóbicos y xenofóbicos, con un toque de reivindicaciones a la dictadura brasileña de 1964. Escándalos alrededor de su administración, tal como su manejo de la crisis del COVID-19, posibilitó la llega al poder, de nueva cuenta de Lula Da Silva. El caso francés, en lo que respecta, es un ejemplo de la tendencia política europea: una confrontación clara entre políticos que pertenecen a partidos tradicionales (izquierda y centro-izquierda) con líderes políticos de ultra derecha que surgen como respuesta radical ante los problemas que los partidos tradicionales no han sabido brindar una solución óptima para sus bases sociales. Los eventos anteriores ejemplifican que el sistema internacional devenía en “la imposibilidad de una relación entre dos determinaciones”, dicho en otras palabras, era perceptible el ocaso de la globalización como discurso articulador de la modernidad y del desarrollo. Ante la falta de consenso tanto inter como trans-elitista de los EE.UU. –y aunque durante la presidencia de Barack Obama se intentó hacer frente al surgimiento de nuevos polos de poder a través de sus tratados– la pérdida de rumbo se hizo presente en el momento en que el presidente electo Donald Trump tomó posesión de su cargo el 20 de enero de 2017,673 y durante sus primero días como presidente emitió una serie de órdenes ejecutivas que, si bien estaban ligadas a promesas de campaña, sin duda alguna representaban una amenaza para México y sus connacionales en EE.UU. Entre las órdenes ejecutivas más sobresalientes se encuentran: 671 Cfr. Euclides Mance, O Golpe: BRICS, Dólar e petróleo, Passo Fundo, Brasil, edit. IFIBE, 2018, 380 pp. 672 Cfr. Amílcar Salas Oroño, “El Brasil de Bolsonaro: la captura antidemocrática del Estado de derecho”, en Ciclos, núm. 52, vol. 26, Buenos Aires, edit. Universidad de Buenos Aires, 2019, pp. 141-152. 673 La llegada del presidente Trump a la Casa Blanca represento una respuesta anti-establishment a las fuerzas elitistas estadounidenses; concretizo su círculo más cercano en tres corrientes de poder: por una parte se encuentran quienes ayudaron a Trump a crear el discurso con el cual logró obtener la victoria, como Steven Bannon, el ideólogo de Trump; los lazos familiares, con su yerno, Jared Kushner; y finalmente, el establishment del Partido Republicano, con Reince Priebus. Cfr. David Blázquez Villar, “Los 100 primeros días de Trump”, en Análisis del Real Instituto Elcano (ARI), núm. 38, España, edit. Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, 28 de abril de 2017, p. 2. 297 1. El 20 de enero, el mismo día de su toma de posesión, la primera acción ejecutiva fue, el desmantelamiento del Obamacare, que se concretizó en la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible. 2. El 23 de enero de 2017, el presidente Trump retiró a los EE.UU. del TPP y el TTIP. 3. El 25 de enero, el presidente Trump suscribió dos acciones ejecutivas, la primera estuvo relacionada con la asignación de fondos para la construcción de un muro en la frontera entre México y EE.UU., así como el fortalecimiento de la vigilancia, la agilización de procesos de deportación y la multiplicación de centros de detención a lo largo de la frontera;674 4. y la segunda, el mismo día 25 de enero, se dio paso a la eliminación de los recursos federales destinados a las ciudades santuario y la reinstauración del programa Comunidades Seguras, con el propósito de dar facultades a las policías locales para perseguir la migración indocumentada priorizando a todos aquellos con antecedentes penales.675 Una llamada telefónica realizada el día 27 de enero de 2017 entre el presiente Trump y el presidente Peña Nieto, filtrada por el diario estadounidense The Washington Post, demuestra dos consideraciones importantes.676 En primer lugar, la visita que realizó, en aquel entonces, el candidato del partido republicano a nuestro país, fue una acción de la cual Trump no quería ser parte; es más, él no quería realizar ningún encuentro; sin embargo fue alentado por su yerno, Jared Kushner, quien previamente ya había acordado dicho evento con Luis Videgaray con el objetivo de encontrar puntos en común con ambas naciones. En segundo lugar, bajo el discurso de Trump, que le permitió ganar las elecciones presidenciales, y apoyado por el ala militar, consideraba que México había tomado demasiada ventaja sobre los EE.UU. e inevitablemente tenía que “pagar” por los agravios, el tema del pago del “muro” –tanto fronterizo como arancelarios– le permitió al presidente Peña advertirle a Trump –de manera cordial, en la medida de lo posible– que cualquier factor que 674 Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, Nota de Coyuntura: El Presidente Donald Trump suscribe órdenes ejecutivas…, op. cit., p. 1. 675 Ibídem. 676 Greg Miller, Julie Vitkovskaya & Reuben Fischer-Bau, “’This deal will make me look terrible’: Full transcripts of Trump’s call with Mexico and Australia” [en línea], en The Washington Post, 3 de Agosto de 2017. Dirección URL: https://wapo.st/3X4262t, [consultado el 21 de abril de 2022]. 298 perjudicara a México sería contraproducente para los EE.UU. en términos de una expulsión de migrantes con dirección hacia el norte. Ante esta consideración, Trump estimó que la expulsión de migrantes constituye una amenaza para para su país en términos del narcotráfico. Es decir, el simbolismo del levantamiento de un muro fronterizo que impidiera la migración hacia EE.UU. estaba relacionado con realizar un freno frontal a lo que la base electoral del presidente estadounidense consideraba como el principal factor que contribuyó al “subdesarrollo” de los EE.UU.: México. De esta forma, a través de un discurso racista y xenofóbico (clásico de los WASP) que era nutrido a partir de una fuerte base social/electoral, las promesas de campaña viciaron el entendimiento de la importancia mutua entre México y los EE.UU. Sin duda alguna, la notificación enviada al Capitolio por el Representante Comercial de EE.UU., Robert Lighthizer, con el objetivo de informar de manera formal el inicio del proceso de renegociación del TLCAN, el día 18 de mayo de 2017, fue el factor determinante que re-direccionó la relación bilateral con los EE.UU. Así, la renegociación del TLCAN – como hecho concreto que deslumbra la crisis simultánea entre la razón pragmática estadounidense y la razón neoliberal mexicana– volcó todas las capacidades internas y externas del estado mexicano a la defensa y contención de las amenazas provenientes del vecino del norte. Una vez que las demás Partes presentaron sus posicionamientos (México, 31 de julio de 2017; y Canadá, 14 de agosto de 2017), a partir del día 16 de agosto de 2017 al 6 de marzo de 2018, la política exterior mexicana se encamino a la defensa del TLCAN.677 Es importante destacar que en medio del proceso de renegociación diversos factores externos tuvieron un cierto grado de influencia sobre el proceso. Dentro de ellos resaltan: 1) la expulsión de diplomáticos estadounidenses de Rusia ante las sanciones económicas emitidas por el Congreso estadounidense; 2) el sismo que daño a diversos estados de la república mexicana, entre ellos, a la Ciudad de México, el día 19 de septiembre de 2017; 3) previo a la cuarta ronda, se manifestaba cierta inestabilidad del tipo de cambio mexicano ante las declaraciones del presidente Trump en su cuenta de Twitter; 4) el 1 de marzo de 2018, el presidente Trump emitió una declaración de nuevos aranceles a las importaciones del acero y el aluminio 677 Para profundizar sobre la importancia TLCAN para México, así los pormenores de la renegociación, véase el aparato: Del TLCAN al T-MEC. Diferencia y repetición de la razón neoliberal. 299 aplicables tanto a México como a Canadá; 5) debido a la caravana migrante procedente de los países centroamericanos con dirección hacia los EE.UU., el día 4 de abril de 2018, el presidente Trump firmó una petición para enviar militares a la frontera con México, si el Gobierno mexicano no detenía la caravana migrante que viajaba a través del país. Las amenazas que el presidente Trump realizaba constantemente en contra de México durante el proceso de renegociación del TLCAN no sólo hacía referencia a la frontera física que separaba a nuestras naciones, sino una frontera de aranceles que delimitará nuestras economías y que, por lo tanto, tuviese mayores contribuciones para con los EE.UU. con el objetivo inmediato de disminuir su déficit comercial, el cual, según el presiente Trump, era una señal clara de que México estaba tomando ventaja de la relación bilateral. Se debe de destacar, así mismo, que la premura por terminar un acuerdo aceptable para todas las Partes se debía estrictamente a razones electorales. En el caso de México se aproximaban las elecciones presidenciales –la cuales tendrían cabida el día 1 de julio de 2018; mientras en el caso de los EE.UU., se llevarían a cabo elecciones intermedias –donde la Cámara de Representantes y el Senado, ambos con mayoría republicana, sería sometida a sufragio– que se realizarían el día 6 de noviembre. A la par de la renegociación del TLCAN, la política exterior del America First colocó un grado de incertidumbre en la conducción del sistema internacional sobre el papel que desempeñarían los EE.UU. en los distintos acontecimientos internacionales, desde la Guerra de Siria; su relación con Rusia ante la intervención que hubo por parte del Kremlin en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos (Russiagate); el simbolismo ideológico que representaba la investidura de Trump ante los partidos nacionalistas de extrema derecha en Europa;678 la relación ambivalente con el viejo continente respecto a la falta de reciprocidad de sus aliados en la OTAN, pero con una relación de mutuo beneficio respecto al comercio internacional de la UE; su salida de diversos organismos y tratados multilateral, tales como el Acuerdo de Paris, en el cual los EE.UU. se retiraron el 1 de Junio de 2017; la retirada de los EE.UU. del Acuerdo Nuclear de Irán y más. 678 Cfr. Ronald F. Inglehart & Pippa Norris, Trump, Brexit and the Rise of Populism: Economic Have-Nots and Cultural Backlash, Faculty Research Working Paper Series, Massachusetts, edit. Harvard Kennedy School, 29 de Julio de 2016, 53 pp.; Wendy Brown, In the Ruins of Neoliberalism: The Rise of Antidemocratic Politics in the West, Nueva York, edit. Columbia University Press, 2019, 264 pp.; Gisela Pereyra Daval & Gaston Souroujon, Global Resurgence of the Righ, Londres, edit. Routledge, 2021, 318 pp. 300 Los eventos políticos y sociales que se derivaron a partir de la crisis económica de 2008, representaban la pérdida de legitimidad en la globalización neoliberal, o dicho en otras palabras, significó un freno en la expansión de la financiarización y la transnacionalización a ultranza de las distintas realidades nacionales como el método idóneo para lograr el “desarrollo” de las distintas naciones. No obstante, el devenir del sistema internacional – fragmentado y fractalizado– aún mantenía una racionalidad basada en los principios de competencia y eficiencia, los agentes (élites) que habían consensuado y difundido la libertad individual con la libertad de los mercados comenzó a ser contraproducente en términos de capitalizar sufragios. Los bloques político que se instauraron en la era post guerra fría bajo el discurso de la libertad y la globalización, dejaron de tener respaldo social. 3.2.3. OBJETIVOS En virtud de los factores presentes al inicio del sexenio, para cumplir con el interés nacional –que a ojos del ejecutivo federal versaba en robustecer la productividad de México, la cual soslayaba el óptimo crecimiento de la economía nacional– el objetivo de la política exterior, en base al PDN 2013-2018, debería ser la ampliación y profundización de la presencia de México a través de la diversificación de las líneas comerciales no solo con los socios claves, sino también con nuevos bloques regionales, además de la atracción de inversiones y turismo. Lo que se estableció en el PND 2013-2018 marcó una diferencia sustancial con los gobiernos panistas al no incluir seguridad, migración y derechos humanos como “objetivos” concretos de la política exterior, ello supuso el intento de generar nuevas expectativas para el gobierno del “nuevo PRI”, y sobre todo, marcar un distanciamiento con la mala imagen que tenía el país en los medios de comunicación internacionales sobre la ola de violencia que marcó el sexenio calderonista. En adición a la visión del ejecutivo federal, bajo el Programa Sectorial de Relaciones Exteriores, se plantearon los siguientes objetivos: 1. Impulsar relaciones bilaterales que contribuyan a ampliar la presencia de México en el mundo. 2. Contribuir activamente en los foros multilaterales en torno a temas de interés para México y el mundo. 301 3. Impulsar una política de cooperación internacional para el desarrollo en beneficio de México y de otros países. 4. Promover a México mediante la difusión de sus fortalezas y oportunidades en materia económica, turística y cultural. 5. Proteger los intereses y derechos de las personas mexicanas en el extranjero, fomentando así la inclusión en el país.679 Sin embargo, y leyendo entre líneas de ambos documentos oficiales, y sobre todo las líneas estratégicas y de acción de los objetivos establecidos en el PND 2013-2018, el objetivo primordial que se estableció en el equipo de trabajo del presiente Peña Nieto fue “hacer todo para que México fuera un centro logístico integrando cadenas comerciales a nivel global”,680 sumando a la atracción de inversión extranjera que coadyuvaran a potencializar los principales sectores estratégicos, tales como el energético. El planteamiento del objetivo reafirma la visión de nación que tenían los miembros de la élite política. Basado en una lectura geoeconómica que comprende la singularidad geográfica del país, siendo una nación bioceánica y que comparte vecindad al norte, sí con la principal nación receptora de las exportaciones nacionales, pero que además, dejando de lado la hegemonía mundial que representan los EE.UU., defendían aún –bajo el gobierno del presidente Barack Obama– los beneficios del libre comercio y la libre circulación de capitales, los cuales, para el momento histórico post crack financiero, ya no eran del todo creíbles, pero resultaban aún ser vitales para los espacios glocales de la economía nacional. Más aún, dichos espacios glocales se volvieron las principales redes de flujo de la riqueza de la élite económica. A pesar de la inestabilidad política y social que surgió a consecuencia de los casos de Ayotzinapa y de la “Casa Blanca de EPN”, el principal objetivo se mantuvo inmóvil. No obstante, debido a la inestabilidad de los precios internacionales del petróleo que inevitablemente afectaron a las cuentas nacionales, parecería que al objetivo sexenal se le añadió uno a corto plazo debido a la falta de ingresos: aumentar las inversiones privadas en PEMEX de tal suerte que sus finanzas dejaran de ser un “lastre” –según la visión de la élite política– para la economía nacional. Ante la inestabilidad del sistema internacional que 679 Secretaria de Relaciones Exteriores, Programa Sectorial de Relaciones Exteriores 2013-2018, México, edit. Gobierno Federal, 13 de diciembre de 2013, p. 10 680 Javier Martínez Staines, op. cit., p. 32. 302 influenciaba el detrimento de los ingresos petroleros, la necesidad de inversiones en dicho sector se tornó urgente. Sin embargo, una vez que el empresario Donald Trump fue elegido presidente de los EE.UU. –a través del discurso de America First que consolidó una base electoral que apoyaba la expansión del muro fronterizo ante el cual México tendría que pagar; y una potencial salida del TLCAN, que se consolidaba como el epitome del fracaso económico estadounidense ante la integración a la globalidad– la élite política mexicana tenía conciencia de que México sólo era un chivo expiatorio para el logro de un objetivo mayor. El secretario de economía, Idelfonso Guajardo, consideraba que “la piñata más fácil de agarrar era México, para acusarnos de los peores males que él podía encapsular en un solo mensaje. Nos ponía como la causa de todos los males en ese electorado que había visto destruido el sueño americano”. La verdadera intención, resume el secretario Guajardo: “El objetivo fundamental de Trump y de Lighthizer era eliminar el atractivo y la competitividad de México para que no fluyera la inversión y, de ser posible, regresara a EE.UU. Era venenoso en todos los sentidos”.681 Así, ante la consideración de anticipar la nota oficial para el proceso de renegociación, el 23 de enero de 2017, representantes de la élite política –encabezados por el presidente Peña Nieto– y de la élite económica celebraron una reunión en Los Pinos con el fin de definir una posición en política exterior de México frente a la amenaza que representaba el presiente Trump. En dicho evento se puntualizaron 5 principios y 10 objetivos que “guiarían” el proceso de renegociación Los 5 principios fueron: 1) Soberanía nacional; 2) Respeto al Estado de Derecho; 3) Visión constructiva y propositiva; 4) Integración de Norteamérica; y 5) Negociación Integral. En dichos principios destaca el último punto, pues México defendería y se haría valer de todos aquellos elementos que le pudieran permitir tener ventaja sobre los EE.UU. El presiente Peña mencionó: “Llevaremos a la mesa todos los temas: el comercio sí, pero también la migración y los temas de seguridad; incluyendo la seguridad de la frontera, las amenazas terroristas y el tráfico ilegal de drogas, armas y efectivo”.682 Sin duda alguna, las élites neoliberales del “nuevo PRI” comprendían que no solamente la renegociación era 681 Javier Martínez Staines, op. cit, p. 75. 682 Presidencia de la República EPN, 5 Principios que guiarán la negociación con el gobierno de los EUA [en línea], México. Gobierno de México, 23 de enero de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3jK71In, [Consultado el 27 de enero de 2023]. 303 fundamental para asegurar los sectores dinámicos que lograron anclarse en la economía de Norteamérica. En cuanto a los 10 objetivos, estos fueron: 1) Compromiso del gobierno de EE.UU. de garantizar el trato humano y respetar los derechos de los migrantes mexicanos; 2) Que cualquier proceso de repatriación de migrantes indocumentados, que realice el gobierno de Estados Unidos, sea de manera ordenada y coordinada; 3) Los gobiernos de México y de Estados Unidos deben asumir un compromiso concreto para trabajar de manera conjunta, en promover el desarrollo de los países de Centroamérica; 4) Asegurar el libre flujo de remesas de los connacionales que viven en EE.UU., evitando que se dificulte o encarezca su envío; 5) El gobierno de EE.UU. debe asumir el compromiso de trabajar corresponsablemente con México, para detener el ingreso ilegal de armas y de dinero de procedencia ilícita; 6) Preservar el libre comercio entre Canadá, EE.UU. y México; 7) Al modernizar el marco comercial de América del Norte, los gobiernos deben incluir nuevos sectores, como las telecomunicaciones, la energía y el comercio electrónico; 8) Cualquier nuevo acuerdo comercial con EE.UU. debe también traducirse en mejores salarios para los trabajadores en México; 9) Proteger el flujo de inversiones hacia México; 10) Trabajar por una frontera que una y no que divida.683 En cuanto a los objetivos enunciados anteriormente, puede observarse que, bajo el consenso de la élite política así como de la élite económica, el objetivo se concretizo en defender el TLCAN desde cualquier aspecto que fuese vulnerable para México, en específico migración, comercio, remesas e inversiones.684 En este sentido, el comienzo del caos que anunciaba una hegemonía dividida en los EE.UU. ante la falta de un consenso inter-elitista significó una evidente amenaza a la estructura establecida en Norteamérica por el TLCAN. Para México, el tratado no solamente afianzaba nuestra relación con EE.UU. y Canadá, sino que era y es el pilar fundamental de la industrialización orientada a exportaciones que coadyuvó al cambio económico. De esta 683 Presidencia de la República EPN, 10 Objetivos del gobierno de la república en la negociación con EUA [en línea], México. Gobierno de México, 23 de enero de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3RRLeuO, [Consultado el 27 de enero de 2023]. 684 Defender el TLCAN no solo significaba la “defensa del pueblo mexicano”, sino también el de las élites: Expansión, “Los 8 empresarios mexicanos en defensa del TLCAN”, en Expansión, 15 de agosto de 2017, https://bit.ly/3MHFSBG, [consultado el 28 de enero de 2023]. 304 forma, si el TLCAN estaba en riesgo, también lo estaba el “interés nacional” del presidente EPN. Así, ante la evidente falta de opciones de diversificación comercial permitió que México accediera a la renegociación impuesta por el presiente Trump. La defensa del TLCAN puede tener diversas lecturas al respecto. En primer lugar, considerando la base ontológica del tratado, la sinergia entre la élite transnacional y la élite del poder mexicana se consolidó como un requisito sine qua non para el sostenimiento de los negocios en México, es decir, en términos discursivos, dicha sinergia era esencial para el “desarrollo de México”; pero en la práctica, cuando el poder económico se traduce en poder político, el aparato estatal se convierte en un protector de privilegios, que a la larga se traducen en reglas formales e informales que favorecen a la élite económica. Por lo tanto, la defensa del TLCAN, desde esta perspectiva, puede ser considerada como la defensa misma de los negocios/riqueza de la élite de Norteamérica, e implícitamente, de una fracción de la élite del poder mexicana que se benefició del mismo tratado. Sin embargo, y en segundo lugar, tomando en cuenta “el mal necesario” del sector exportador en la economía mexicana, el objetivo de la defensa del TLCAN puede leerse en la salvaguarda de las cadenas globales de valor, que si bien coadyuvan a la perpetuación de poder y al enriquecimiento de la élite del poder, no se podría prescindir de su importancia en la balanza comercial, pues, en este sentido, no sólo el comercio, sino también la IED y las remesas provenientes de EE.UU. estarían considerablemente comprometidas. Desde esta perspectiva, el objetivo de defender el TLCAN responde a la consideración de dar mayor importancia a los costos y beneficios económicos que al sostenimiento de un consenso trans- elitista de América del Norte. 3.2.4. ESTRATEGIAS De acuerdo a los objetivos, las estrategias planteadas en el PND 2013-2018 correspondían a la ampliación y profundización comercial con las regiones del mundo, así como la difusión y la promoción de México que permitiera mejorar su imagen en el exterior y, por lo tanto, alentara los ingresos del país (un mayor ingreso en el comercio y la IED), profundizar la política de apertura comercial, fomentar la integración regional, y ofrecer asistencia y 305 protección consular a los connacionales en el extranjero (véase el cuadro 3.4.) A diferencia de lo establecido en el PND, la estrategia para consolidar a México como el principal centro logístico versaba en revitalizar los principales tratados comerciales que se tenía con los principales bloques regionales. Así, la principal estrategia era: “al sur, cerrar la Alianza del Pacífico; al Este, modernizar el acuerdo con Europa; y al oeste, concluir el proceso de negociación del TPP”.685 Cuadro 3.4. Objetivos y Estrategias de Política Exterior, de acuerdo al PND 2013-2018. Objetivo Estrategia Ampliar y fortalecer la presencia de México en el mundo Consolidar la relación con Estados Unidos y Canadá a partir de una visión integral y de largo plazo que promueva la competitividad y la convergencia en la región, sobre la base de las complementariedades existentes. De forma general, se delinea la misma estrategia para las demás regiones del mundo: América Latina y el Caribe, Asia-Pacífico, África y Medio Oriente. Promover el valor de México en el mundo mediante la difusión económica, turística y cultural Consolidar la red de representaciones de México en el exterior, como un instrumento eficaz de difusión y promoción económica, turística y cultural coordinada y eficiente que derive en beneficios cuantificables para el país. Definir agendas en materia de diplomacia pública y cultural que permitan mejorar la imagen de México en el exterior, lo cual incrementará los flujos de comercio, inversión y turismo para elevar y democratizar la productividad a nivel regional y sectorial. Reafirmar el compromiso del país con el libre comercio, la movilidad de capitales y la integración productiva. Impulsar y profundizar la política de apertura comercial para incentivar la participación de México en la economía global. Fomentar la integración regional de México, estableciendo acuerdos económicos estratégicos y profundizando los ya existentes Velar por los intereses de los mexicanos en el extranjero y proteger los derechos de los extranjeros en el territorio nacional. Ofrecer asistencia y protección consular a todos aquellos mexicanos que lo requieran. Fuente: Elaboración propia con base en el PND 2013-2018 En lo que respecta al TPP, este representaba un acuerdo multilateral auspiciado por los EE.UU. para hacer un frente común a la economía china; para México era importante involucrarse en el proceso de negociación, ya que “el acuerdo ayudaría a impulsar la competitividad de la planta productiva del país, además de fomentar la integración de productos mexicanos a las exportaciones de EE.UU. a Asia y de México a EE.UU. con insumos asiáticos”.686 No obstante, en virtud de que EE.UU. estaría en una mesa con otros 685 Javier Martínez Staines, op. cit., p. 32. 686 Juan Salvador Navarro Estrada, “The Trans-Pacific Partnership: Understanding the Economic Impact for Mexico and Canada”, en México y la Cuenca del Pacifico, núm. 13, vol. 5, Guadalajara, edit. Universidad de Guadalajara, 2016, pp. 27-55. 306 países, era altamente probable que dejará de lado los beneficios comerciales que tuviese con México en aras de mitigar la amenaza comercial china. De esta forma, considerar no participar en las negociaciones “podría afectar lo negociado en el TLCAN y minar la integración norteamericana”.687 Así, desde esta perspectiva, la entrada de México al proceso de negociación del TPP no puede interpretarse per se cómo la aceptación de la apertura comercial de México a ultranza o cómo la aprobación de los acuerdos establecidos por los EE.UU. sin tomar en cuenta los intereses económicos que estaban en juego y el contexto de alta tensión geopolítica mundial. Por el contrario, la incorporación de México a la negociación de TPP representaba una defensa de los intereses económicos –si de la élite establecidos en el TLCAN– que en caso de ignorar dicha negociación, significativamente traería consecuencias negativas para la economía nacional. La estrategia de negociar en el marco del TPP ante una amenaza de los intereses económicos mexicanos –léase entre líneas: los intereses de la élite económica mexicana– se sustenta en la formación del “Cuarto de Junto” en el proceso de negociación del TPP. Como representante clave de gobierno federal, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, trabajó codo a codo con el empresario Moisés R. Kalach Balas, quien fue miembro de la Mesa Directiva de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y, coordinador del Cuarto de Junto, y con Gerardo Gutiérrez Candiani, quien coordinaba las acciones con el Consejo Coordinador Empresarial, entre otros miembros de la élite del poder mexicana.688 La mancuerna de relaciones redes entretejidas entre los miembros de la élite política y la élite económica permitió establecer un eje coordinado en torno a la visión que tendría el equipo negociador de México. Para el equipo negociador –miembros del aparato de estado y 687 Javier Martínez Staines, op. cit., p. 66. 688 El sector empresarial conformó el Comité Consultivo del TPP, encabezado por Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), con la participación, entre otros, de Manuel Herrera Vega, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin); Alejandro Ramírez Magaña, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN); Benjamín Grayeb Ruiz, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA); Eduardo Solís Sánchez, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA); Valentín Diez Morodo, presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE), así como los líderes empesariales Juan Gallardo Thurlow, Guillermo Vogel, Guillermo Güémez, Luis Robles Miaja y, además, expertos en comercio exterior y negociaciones comerciales internacionales: Herminio Blanco Mendoza, Jaime Zabludovsky Kuper y Luis de la Calle. Véase en: Gerardo Ochoa Sandy, “El Consejo Coordinador Empresarial; sobre el TPP” [en línea], en Comercio Exterior, México, edit. Bancomext, 2021. Dirección URL: https://bit.ly/3IhEn9H, [consultado el 18 de noviembre de 2022]. 307 del cuarto de junto– había tres intensiones claves: capitalizar la participación de EE.UU. ante una negociación multilateral, actualizar el TLCAN vía el TPP, y vincular a México con la región de Asia-Pacífico.689 Sin embargo, debido a la inestabilidad de los factores internos asociados a la corrupción del gobierno federal y a la indignación por el caso Ayotzinapa, aunado a la inestabilidad de los precios internacionales del petróleo, la inminente estrategia de política exterior bajo este contexto fue: la difusión y/o mitigación de los escándalos internos a través de la promoción de la reforma energética, con el objetivo de que dichos acontecimientos internos no mermarán el esfuerzo del gobierno federal de capitalizar la imagen de “modernización y desarrollo” que estaba promoviendo. Es importante considerar que para el momento en el que se presentaron dichas controversias, las finanzas de PEMEX afectaba la estabilidad económica del país. Si bien en el marco de la estrategia de política exterior, la divulgación de la reforma energética verso en la atracción de capital extranjero; en el plano interno, el proceso de estructuración de PEMEX previo a la Ronda Cero (13 de agosto, 2014) y Ronda 1 (julio 15, 2015), consistió en “la transformación de los cuatro organismos subsidiarios actuales en dos empresas productivas subsidiarias: Transformación Industrial y Exploración y Producción, así como la creación de cinco empresas productivas subsidiarias en funciones no centrales […]: Perforación y Servicios, Logística, Cogeneración y Servicios, Fertilizantes y Etileno”.690 Ello contribuyó a darle más cabida a la participación privada –nacional y extranjera– en las actividades de exploración y extracción de petróleo. Desde el ámbito exterior, para el mes de junio de 2016, se inició el proceso de renegociación del TLCUEM; y para el año 2017, se inció el proceso de referendo de compromiso con la Alianza del Pacifico. Es así que, previo a la elección del presidente Donald Trump, la estrategia de consolidación de relaciones comerciales con los principales bloques regionales con el objetivo de lograr que México fuese un centro logístico integrado en cadenas globales se deslumbraban de forma positiva. Era notorio que, en el discurso político la refrenda a una mayor integración regional –con Asia, Europa y América del Sur– 689 Francisco de Rosenzweig, “México en el TPP: Una ventana hacia el futuro”, International Centre for Trade and Sustainable Development. Citado en Juan Salvador Navarro Estrada, op. cit., p. 36. 690 Citado en Francisco A. Martínez Hernández & Saúl Herrera Aguilar, op. cit., p. 9. 308 la apertura de los mercados, el fomento del libre comercio, y un regionalismo abierto, consolidaban los principios de la elaboración de tratados comerciales, los cuales era fundamentales para el “desarrollo” y la competitividad de las diversas economías. Sin embargo, en la práctica, el establecimiento de relaciones económicas con las principales regiones comerciales representaba oportunidades de negocio. El giro radical de la estrategia anteriormente planteada se presentó con el anuncio de la renegociación del TLCAN. Previo y durante el proceso de renegociación, la estrategia fundamental de incidencia para lograr la defensa del TLCAN consistió en el cabildeo de los principales círculos de influencia allegados al Presidente Trump, dentro de los cuales podemos destacar tres: 1) La relación establecida entre Luis Videgaray Caso y Jared Kushner; 2) la relación Guajardo-Lighthizer-Freeland que se estableció en las mesas de negociación; y 3) las diversas relaciones establecidas por el sector privado –el Cuarto de Junto– con diversas sectores económicos estadounidenses, entre las que destacan las relaciones establecidas entre el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) y la Business Roundtable, el Consejo Coordinador Empresarial y la US Chamber of Commerce, la Consejo de Cámaras Industriales y la National Association of Manufacturers, y el Conejo Nacional Agropecuario (CNA) y el American Farm Bureau Federation.691 Incidir en los principales miembros de la élite del poder estadounidense allegados al presidente Trump fue fundamental para crear grupos de presión que coadyuvaran a limitar y/o moderar los objetivos deseados a su conveniencia. En lo que respecta a los miembros del aparato de estado, si bien el dialogo entre los presidentes Peña Nieto y Trump era limitada e imprecisa, limitándose a la interacción en la red social de Twitter y a limitadas llamadas telefónicas; el dialogo de más alto nivel sería precedido por los hombres de confianza de ambos mandatarios, es decir, entre el secretario de Relaciones Exteriores, y previamente de Hacienda, Luis Videgaray Caso, y entre el consejero y yerno del presidente Trump, Jared Kushner. En función de que la renegociación del TLCAN, se subscribió directamente una relación más compleja que iba más allá del tema comercial, los encuentros entre Videgaray y Kushner fueron cada vez más constantes. Jared Kushner, en este sentido, fue una pieza 691 Javier Martínez Staines, op. cit., p. 77. 309 clave para atemperar la consideración del presidente Trump a levantar un “muro” –no sólo físico, sino también comercial y migratorio– entre ambas naciones. Dichas ideas, recordemos, iban de la mano de un conjunto de promesas de campaña acordes al America First, y que buena parte de ellas fueron influenciadas por el ideólogo del presidente Trump, Steven Bannon, y respaldadas por Lighthizer, Peter Navarro, entre otros miembros del equipo de trabajo del presiente Trump.692 A nivel de las mesas de trabajo de la renegociación, fueron diversas estrategias las que el equipo negociador echo mano en aras de limitar sus objetivos perniciosos del lado estadounidense. El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, tuvo sumamente claro que en virtud de la inmediatez que determinaban los tiempos políticos, tanto para México como para los EE.UU., estirar la línea de tiempo sería la estrategia idónea para que una administración inmadura, con poco conocimiento y sensibilidad, entendiera la importancia que tenía el comercio con México.693 En una correlación de fuerza sin precedentes, tanto los miembros del aparato de estado como del sector privado (pertenecientes, así mismo, al Cuarto de Junto) desplegaron una campaña de cabildeo promoviendo la importancia que tiene México para el desarrollo económico de los EE.UU. en los distintos sectores donde tuviesen inversiones, proveedores importantes o alguna sociedad con algunas empresas estadounidense (véase el Mapa 3.1.); así como, la aproximación con los principales políticos que defenderían el tratado (como el 692 Jared Kushner recuerda que en la vista realizada por Luis Videgaray a la Casa Blanca, el día 26 de enero de 2017, el secretario de relaciones exteriores, en algún momento de la reunión con Kusahner, se quedó un momento asolas con Steve Bannon, quien le aconsejo que “aceptará el conflicto y enfrentara a Trump” (p. 74). Cabe resaltar que, el conflicto entre Kushner y Bannon se hizo presente en el momento en que el yerno del presiente Trump lo confronto por estar filtrando información relacionada con Cohn. Kushner recuerda las palabras de Bannon: “Jared, en este momento, eres tú quien socava la agenda del presidente, […] y si vas en mi contra, te partiré por la mitad. No me jodas”. (p. 79) En el mismo sentido, Jared se mantenía en constante conflicto con Lighthizer respecto a la renegociación del TLCAN. Kushner recuerda: “Lighthizer y yo estábamos discutiendo nuestras negociaciones comerciales en curso con México cuando el Senador Lindsey Graham de Carolina del Sur me llamó con una sugerencia sobre la política de inmigración. Le pregunté a Lighthizer qué pensaba y respondió secamente: "No te lo diré". Cuando le pregunté por qué no, me explicó: “Ahora mismo tengo el trabajo de mis sueños. He estado hablando de estos temas comerciales durante cuarenta años, y finalmente hay un presidente que los comprende y tiene las agallas para enfrentarlos. Si soy excelente en mi trabajo, tengo una posibilidad entre diez de tener éxito dada la dificultad de la tarea. En el momento en que empiezo a involucrarme en los problemas de otras personas, estas probabilidades son de una entre un millón”. (pp. 130-131.). Jared Kushner, Breaking History, A White House Memor, EE.UU., edit. Broadside Books, 2022, 512 pp. 693 Javier Martínez Staines, op. cit., p. 81. 310 gobernador de Texas, Greg Abbott); y diversos ejecutivos de Wall Street (Jamie Dimon, Stephen Schwarzman y Harry Kravis). Tal fue el impacto mediático que en repetitivas ocasiones, diversas cartas signadas por CEOs de las empresas más importantes de EE.UU. solicitaban al presidente estadounidense que limitara los alcances de cambio del TLCAN, o mínimamente se abstuviera de su presunta derogación.694 Mapa 3.1. Exportaciones como porción de la economía local estadounidense Fuente: The Washington Post, 2018.695 694 Cfr. William Mauldin, “CEOs Urge Donald Trump to Limit Scope of Nafta Changes to an ‘Update’” [en línea], en The Wall Street Journal, 26 de Mayo de 2017. Dirección URL: https://on.wsj.com/3xBeexo, [Consultado el 19 de enero de 2023]; Franco Ordonez, “Business Leaders Ask Trump to Stick with NAFTA”, en Greenfield 2023]. 695 Ana Swanson, Ted Mellnik & Darla Cameron, “The places in America most exposed to a trade war”, en The Washigton Post, 22 de marzo de 2018. Dirección URL: https://wapo.st/3ADBNHu, consultado el 23 de enero de 2023]. 311 Durante las mesas de negociación, México determino que su posición sería claramente defensiva ante los temas más sensibles, como las reglas de origen del sector automotriz, los asuntos laborales de México, la eliminación del mecanismo de solución de controversias referente al capítulo XIX y la posible emisión de una cláusula de suspensión (Clausula Sunset).696 Sin embargo, destacan en este proceso, ciertas maniobras distintas a las que se esperaría en una negociación tanto perniciosa como asimétrica. Entre las maniobras más destacables resaltan, la colaboración conjunta con Canadá en temas compartidos, creando así un frente común contra EE.UU. particularmente en el tema de las reglas de origen. En segundo lugar, se encuentra la confrontación directa con el equipo negociador estadounidense sobre temas específicos, como: 1) la insinuación del gobierno mexicano a colocar aranceles a los productos porcinos estadounidenses si este lo hacía con productos de la industria de perecederos, o 2) la negativa mexicana ante la consideración de EE.UU. de imponer aranceles estacionales (en invierno) a productos agropecuarios, consideración hecha por los productores de Florida y de Georgia. En tercer lugar, se encuentran la creación de puntos de presión por parte del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, que mandaban un mensaje de persuasión sobre la relevancia de México para la economía estadounidense. entre ellos destaca: 1) el anuncio sobre un pronto cierre de negociaciones del TLCUEM, ello mandaba un mensaje contundente que, con o sin acuerdo, México seguía manteniendo su atractivo comercial; y 2) el cierre de la negociación, a través de un comentario hecho por el secretario de Economía –el cual llego a oídos del equipo negociador estadounidense– que alentaba al presidente Peña a sustituir el tratado si persistía el tema de auto poner sanciones a la industria automotriz, se corrió el rumor de que México estaba dispuesto a renunciar, esto sirvió para que la delegación estadounidense disminuyera sus ambiciones. No obstante, ante la renuencia del equipo mexicano a acceder a las demandas de los 696 Para más detalle sobre el desarrollo de las rondas de negociación, véase el Cuadro 1. Rondas de trabajo en el marco de la renegociación del TLCAN, además de la notas de coyuntura del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, del Senado de la República: Cfr. Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, Nota de Coyuntura (respectivas a las rondas de negociación), México, edit. Senado de la República, (2ª ronda) 7 de sept. 2017, (3ª ronda) 28 de sept. 2017, (4ª ronda) 18 de oct. 2017, (5ª ronda) 23 de nov. 2017, (6ª ronda) 29 de enero 2018, (7ª ronda) 6 de marzo 2018. 312 EE.UU. en torno a las reglas de origen del sector automotriz, en medio de un contexto de incertidumbre sobre una posible octava ronda de trabajo, el día 23 de marzo de 2018, el presiente Trump impuso aranceles al acero y aluminio como una forma de crear presión; como respuesta del gobierno mexicano, y ante la presión del sector acerero mexicano sobre el secretario Guajardo para responder de la misma forma, se acordó poner aranceles a la carne de puerco, los quesos, el maíz amarillo y las manzanas rojas.697 Respecto a lo anterior, recordemos que era vital estirar el hilo de tiempo político, el cual para marzo de 2018 este se estaba agotando. Evidentemente, la estrategia de crear círculos de presión alrededor del presiente Trump, así como la creación de “cortinas de humo” (como las anunciadas en los párrafos anteriores) contribuyeron a que el gobierno estadounidense tomará en serio la importancia de la relación económica con México. La estrategia defensiva de colaboración, pero también de confrontación y creación de puntos de presión por parte del trabajo conjunto entre el equipo negociador mexicano y el cuarto de junto, permitieron concretizar el Tratado-México, Estados Unidos-Canadá (T-MEC). En suma, la estrategia inicial planteada acorde a la modernización de los principales acuerdos comerciales, a finales del sexenio, se tornaba como un rotundo éxito más allá de la lectura pertinente de cada acuerdo en específico. De forma cronológica, el primero en acordarse fue el Protocolo Adicional del Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico signado el 10 de agosto de 2014.698 El segundo fue la firma del Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés; o también conocido como TPP11), el 8 de marzo de 2018.699 Aunque de forma anticipada y fungiendo como una estrategia de presión para la renegociación del TLCAN, el gobierno del presidente Peña considero la conclusión de las negociaciones correspondientes al comercio e inversión, dejando de lado los aspectos técnicos, del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUEM) el 21 de abril de 2018.700 Además, a la par de la modernización del TLCUEM, 697 Javier Martínez Staines, op. cit., p. 99. 698 Integración regional conformada por Chile, Colombia, Perú y México. Dicho protocolo garantizo la liberalización comercial al 100%, y entró en vigor el 1 de mayo de 2016. Con posterioridad se le añadirían dos protocolos modificatorios. 699 Este acurdo fue firmado por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, con posibilidad de adición de Uruguay, quien presentó su solicitud de ingreso el 30 de noviembre de 2022. Dicho tratado entro en vigor recientemente, el 21 de febrero de 2023. 700 Es importante considerar que, a pesar de que las negociaciones iniciaron en 2015, logrando así la negociación de un acuerdo en principio tomando en consideración elementos políticos y de cooperación 313 previamente se concluyó, en el marco de la tercera ronda, el proceso de negociación para la revisión de tratado de libre comercio entre México y los Estados de Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), el 20 de enero de 2017. Por otro lado, mediante procesos de modernización por separado, se actualizaron los Acuerdos de Complementación Económica con Brasil y Argentina. Finalmente, a pesar de los altibajos en los múltiples frentes de negociación, se cerraría este proceso de modernización con la firma del T-MEC, el 30 de noviembre de 2018, en el marco de la Cumbre de Líderes del G20 en Argentina, un día previo a que el nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rindiera protesta en el Congreso de la Unión con un discurso que denostó a las administraciones anteriores como neoliberales, pero que de forma pragmática, Ivanka Trump, hija del presidente Trump y esposa de Jared Kushner, fue invitada al recinto de San Lázaro ese día. 3.2.5. DECISIONES701 Lograr que la estrategia de consolidar los tratados internacionales con las principales regiones económicas y priorizar la atracción de capitales extranjeros que permitieran concretizar el objetivo principal de lograr de México ser un centro logístico integrado a las principales cadenas globales de valor en aras de incentivar la productividad, no era tarea sencilla de concretar para la élite política tecnócrata del nuevo PRI. En vista de que el medio internacional se mantenía desencantado de los “beneficios de la globalización”, la fragmentación del mundo en distintos bloques regionales, sin mencionar los movimientos sociales que consideraban a la liberalización económica como la causante del crack (2017), así como sus elementos comerciales y de inversión (2018), las negociaciones técnicas subsecuentes finalizaron en septiembre de 2019 y abril de 2020, respectivamente. Adicionalmente, es importante rescatar que, a pesar de que durante el proceso de modernización del tratado se suscitó la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, se esperaba una posible crisis en las mesas de negociación tomado en consideración la cláusula de los derechos humanos establecida en el tratado original, sin embargo, este no tuvo un impedimento para la continuidad de las negociaciones, es decir, se privilegió el libre comercio sobre los derechos humanos. 701 Las bases conceptuales para este apartado fueron tomados a partir de la lectura de: James N. Rosenau, “The Premises and Promises of Decision-Making Analysis”, en James C. Charlesworth (ed.), Contemporary Political Analysis, Nueva York, edit. Free Press, 1967, p. 189-211. Además del apartado de toma de decisiones, que se encuentra en la sección: Método de análisis de la política exterior. 314 financiero, no resultaba ser del todo alentadores para la conducción de la nueva política exterior. Además, respecto a los factores internos, los enclaves nacionales dependientes de la economía internacional comenzaron a estancarse, de tal suerte que parecía que el modelo de apertura económica había pérdido su dinamismo. Ante ello, en aras de revitalizar los principales enclaves comerciales que permitieran incentivar la productividad, se consideró pertinente realizar una serie de reformas estructurales que coadyuvaran a cambiar la imagen de violencia e inseguridad que había dejado tras de si el sexenio del presidente Calderón, y además, fuese la carta de presentación ante inversionistas extranjeros y, así mismo, para nuestros principales socios comerciales. En este sentido, era vital restablecer relaciones con nuestros principales aliados que habían sido desplazados debido al TLCAN, o que, simplemente las relaciones se estancaron por dar prioridad a otros aspectos de la vida política nacional. Dada la sincronización de las relaciones-redes entre la élite del poder, cambiar la imagen del país en el medio internacional sería la primera decisión en materia de política exterior que el gobierno del presidente Peña Nieto tomaría para cumplir con el “interés nacional” de revitalizar las estructuras económicas y políticas neoliberales del país. Es importante tomar en consideración que bajo la creación del discurso “del nuevo PRI”, en sintonía con el ímpetu de los miembros negociadores del TPP a que México formase parte del tratado,702 se tornaba vital que México brindara mínimamente una imagen de confianza y compromiso ante el libre comercio, y desplazará el enfoque de seguridad que había permeado durante el sexenio del presidente Calderón. La posibilidad de “modernizar” el TLCAN vía el TPP permitía no sólo revitalizar nuestra relación comercial con América del Norte sin correr el riesgo de tener una posición en desventaja frente al mercado asiático o que mermará nuestra relación privilegiada con los EE.UU.; pero, al mismo tiempo, se accedería a los beneficios de establecer cadenas globales de valor con el mercado asiático. 702 México fue invitado a formar parte de las negociaciones del TPP el 18 de junio de 2012. 315 Cuadro 3.5. Reformas estructurales del presidente Enrique Peña Nieto Reforma Fecha de publicación en el Diario Oficial de la Federación Artículos modificados de la Constitución y otros instrumentos regulatorios. Reforma Laboral 30 de noviembre de 2012 Diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo. Reforma Educativa 24 de febrero de 2013 Arts. 3 y 73 Constitucional Reforma en materia de Telecomunicaciones y Competencia Económica 11 de junio de 2013 Se reforman y adicionan diversas disposiciones de los artículos 6, 7, 27, 28, 73, 78, 94 y 105 de la Constitución. Reforma Financiera 24 de noviembre de 2013 Diversas disposiciones de la Ley de Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros y se expide la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras Reforma Energética 20 de diciembre de 2013 Arts. 25, 27 y 28 Constitucional. Reforma en materia de transparencia 7 de febrero de 2014 Arts. 6, 73, 76, 89, 105, 108, 110, 111, 116, y 122 de la Constitución Reforma Político-Electoral 10 de febrero de 2014 Modificaciones a la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos. Reforma Hacendaria 31 de octubre de 2014 Diversas disposiciones de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Reforma al Código Nacional de Procedimientos Penales 17 de junio de 2016 Diversas disposiciones del Código Nacional de Procedimientos Penales; del Código Penal Federal; de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública; de la Ley Federal para la Protección a Personas que Intervienen en el Procedimiento Penal; de la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, de la Ley de Amparo, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, de la Ley Federal de Defensoría Pública, del Código Fiscal de la Federación y de la Ley de Instituciones de Crédito. Ley de Amparo 19 de enero de 2018 Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la constitución política de los estados unidos mexicanos. Fuente: Diario Oficial de la Federación Así, la entrada de México a las negociaciones del TPP arroja la consideración de que el gobierno de Peña Nieto decidió repetir la fórmula del pasado que sentó las bases para transformar la economía del país, es decir: revitalizar la liberalización comercial, así como, “modernizar” (o revitalizar) la economía neoliberal con un cumulo de reformas estructurales dirigidas a incrementar la eficiencia, la competitividad y la productividad en diversos aspectos de la vida nacional, tales como: las finanzas, la recaudación hacendaria, la educación, el trabajo, la energía y el marco legal de código nacional de procedimiento 316 penales, entre otros. Proyectar una imagen de cambio sería una puesta que implicaría un sin número de encuentros bilaterales y multilateral en diversos contextos con los principales representantes de estado y del sector privado de diversas naciones, sobre todo europeas, del bloque regional de América del Norte, y con Asía-Pacífico, en específico con China. No obstante, la proyección de una imagen de cambio de México no podía sustentarse exclusivamente en el poder discursivo del PPM y de las reformas estructurales, en la práctica, la proyección de una nueva imagen que pudiese ser capitalizable en el exterior tendría que estar sustentada en diversas consideraciones. En primer lugar, era fundamental que los principales indicadores macroeconómicos estuviesen estables, a pesar del estancamiento de las exportaciones manufactureras, el debilitamiento de la inversión pública y privada, y la volatilidad mundial, con el propósito de que los CEOs de las empresas multinacionales, las calificadoras de deuda y las principales instituciones financieras internacionales (FMI y BM) dieran el “visto bueno” a la economía mexicana como un Estado propicio a las inversiones.703 En segundo lugar, la proyección del “Momento Mexicano” tendría que difundirse en los principales medios de comunicación internacionales, todo para crear una narrativa de éxito y “desarrollo” alentadora para los inversionistas.704 En tercer lugar, y una vez aprobadas las reformas estructurales, los embajadas fungirían como un clúster inter-relacionado con el propósito de difundir el PPM, el paquete de reformas estructurales y los mega proyectos con una notable importancia para los inversionistas extranjeros, siempre de la mano de la narrativa de que México fuera un “actor con responsabilidad global”.705 De esta forma, mejorar la imagen del país en el 703 De acuerdo a los informes trimestrales del Banco de México, a pesar de la débil inversión pública durante los años 2013, 2014 y 2015, la economía mexicana registro un crecimiento moderado, con una tendencia inestable de las exportaciones manufactureras, y una política monetaria, a cargo de Agustín Carstens, afianzada a cumplir su mandato de mantener una inflación alrededor del 3 por ciento. Por otro lado, las relaciones con el FMI, dicha institución financiera reconoció a través del Directorio Ejecutivo, “la hábil gestión macroeconómica, que ha permitido a nuestro país hacer frente a la volatilidad mundial”, (p. 275). Además, según el reporte trimestral de 2013, se logró la revisión anual de la Línea de Crédito Flexible otorgada a México a finales del año 2012, gracia al marco sólido de políticas macroeconómicas prudentes y los avances en la concreción de las reformas estructurales. (p. 275). Cfr. Banco de México, Compilación de informes trimestrales correspondientes al año 2013, 2014, y 2015, México, edit. Banco de México, 2013, 2014, y 2015. 704 Enrique Peña Nieto, “Mexico’s Moment”, op. cit.; Michael Crowley, “Saving Mexico” [en línea], en Time, 24 de febrero de 2014. Dirección URL: https://bit.ly/3kFgyAT, [consultado el 22 de junio de 2019]. 705 En el marco de las diversas reuniones anuales de embajadores y cónsules que tuvieron cabida entre los año 2013-2015, mientras el secretario de Relaciones Exteriores fue Antonio Meade Kuribreña, la narrativa de 317 exterior para la difusión de las principales líneas comerciales y atracción del capital extranjero, permitiría amortiguar los déficits nacionales a pesar de las críticas internas de dichos megaproyectos. En el marco del proceso de reestructuración de PEMEX que posibilitó la reforma energética –siendo esta la “joya de la corona” del cumulo de reformas– la inestabilidad de los precios del petróleo comenzaron a debilitar los márgenes de maniobra que proporcionaba la macroeconomía; a la par, los escándalos de corrupción y de violencia que azotaron al país coadyuvaban a incentivar la debilidad del peso mexicano. En 2015, la calificadora Moody’s realizó un ajuste negativo de la nota de Petróleos Mexicanos de A3 a Baa1, justificándolo con problemas de liquidez de la empresa y un pronóstico de afectación de sus indicadores crediticios debido a la caída de los precios del crudo. Y en 2016, la agencia calificadora Standard & Poor’s rebajó la perspectiva para la calificación de deuda de México de estable a negativa.706 Para este momento, era vital que comenzará a fluir la inversión privada extranjera hacia PEMEX. En este sentido, es crucial considerar la influencia que tuvieron diversos think tanks y la élite económica estadounidense en relación con la élite política tecnócrata mexicana para incidir en la decisión de abrir el sector energético como potencial modelo de “desarrollo”. En lo concerniente a los think tanks, en diversos documentos se alentó a la apertura del sector petrolero mexicano en los sectores de la exploración y explotación con el argumento de la carencia tecnológica que padece PEMEX, con el objetivo de consolidar la región de “Norteamérica”. Entre ellos destaca el Center for Strategic and International Studies (CSIS), el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC),707 el Council on Foreign Relations,708 proyectar a México como un actor con responsabilidad global resulto ser el hilo conductor, pero, a la par, la sincronía de información consideraba importante la promoción de las reformas estructurales. 706 José Antonio Rivera, “El sexenio de Peña Nieto y la caída del peso” [en línea], en El Economista, México, 29 de noviembre de 2018. Dirección URL: https://bit.ly/2Q31GvG, [consultado el 12 de enero de 2023]. 707 Center for Strategic and International Studies (CSIS), New Horizons in US-Mexico Relations. Recommendations for Policymakers, Washington, D.C., edit. CSIS, Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) & University of Texas at Austin, 2001, 80 pp. 708 David Petraeus, Robert B. Zoellick & Shannon K. O'Neil, North America. Time for a New Focus, EUA, edit. Council on Foreign Relations, 2014. En este documento se especifica: “In addition, Mexico’s ambitious structural reform agenda is creating prospects for higher growth, an expanding middle class, and a better- educated and more productive workforce. […]North America has the potential to become a new type of growth market, combining the best of cutting edge developed-economy innovation with the best of developing country structural reforms”. (pp. 3-4). 318 el Woodrow Wilson International Center for Schoolars (WWICS), y desde el lado mexicano, el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM),709 y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO),710 cuya mayor participación financiera proviene del Consejo Mexicano de Negocios. Si bien, en términos de la praxis política los think tanks podrían mantener una influencia relativa en el proceso de toma de decisiones, no es ajeno considerar que bajos lo esquemas analíticos de dichas instituciones, la refrenda a los principios de la eficiencia, la competitividad y la productividad inhiben pensar en la parte geoestratégicas que implica el resguardo de las yacimientos petroleros, toda vez que, en el contexto de la caída internacional de los precios del petróleo y la intervención de las principales potencias económicas en la Guerra de Siria, el petróleo se torna un recurso natural estratégico. Por otro lado, los anteriores documentos demuestran una clara influencia ideológica de los EE.UU. sobre la conformación de Norteamérica como un bloque regional de autoabastecimiento energético, evidentemente para el beneficio exclusivo de los EE.UU. Sin embargo, sin duda alguna, la sinergia de relaciones entre Pedro Aspe Armella y Luis Videgaray Caso con la empresa Evercore manifiesta una influencia directa en la decisión de la apertura de la paraestatal, PEMEX, al capital privado extranjero. Las relaciones-redes entre ambos funcionarios se remontan cuando Videgaray trabajó como asesor en la Dirección de Finanzas Públicas Estatales y Municipales, área perteneciente a la empresa Protego de la cual Pedro Aspe fue fundador y propietario. Dicha área que creó Protego en 2002, se especializó en generar esquemas para los estados o municipios con el objetivo de que pudieran acceder al crédito. Se debe agregar que, para el año 2006, la firma estadounidense, Evercore –la cual fue fundada por Roger Altman,711 quien fue subsecretario del Tesoro en el gobierno de Bill Clinton– se fusionó con Protego (aún propiedad de Pedro Aspe), la cual, una vez finalizada la transacción, para el año 2009, Pedro Aspe fue nombrado copresidente del consejo de Evercore Partners. Cuando Evercore Mexican Partners tranfirió su control a 709 ITAM & WWC, Un nuevo comienzo para el petróleo mexicano: principios y recomendaciones para una reforma a favor del interés nacional, noviembre 2012. 710 IMCO, Nos cambiaron el mapa: México ante la revolución energética del siglo XXI, México, IMCO, 2013 14 pp. 711 “Chicago boy”, y también miembro del Grupo Bildeberg, fue obligado a renunciar debido a sus manejos contables como socio de Lehman Brothers, cuya quiebra suscitó la crisis de 2008. 319 Glisco Partners, Pedro Aspe continuó prestando sus servicios en el Comité de Inversiones para los fondos hasta su retirada en 2017.712 Debe ser destacable que la empresa Evercore ganó a través de la empresa Diavaz dos zonas contractuales para la extracción de hidrocarburos subastados en la tercera licitación de la Ronda Uno. Ante las posiciones [positions]713 y las trans-relaciones de los tomadores de decisiones del poder ejecutivo mexicano –la élite tecnócrata del nuevo PRI– con diversos miembros del sector privado nacional y extranjero, se constata tanto el imaginario ideológico neoliberal, como la praxis suscrita al establecimiento de las reformas estructurales y su proyección en el extranjero –en específico la reforma energética– como la clave del cambio que beneficiarían al pueblo de México, no sin antes priorizar los intereses de la élite del poder suscritas a la revitalización del capital estancado. Dicho de otra manera, retomando a Laval y Dardot, las políticas –y en este caso la política exterior– son en gran medida fruto de codecisiones tanto políticas como privadas.714 Esto no significa que los intereses privados –nacionales y/o extranjeros– interfieran de forma unilateral sobre los tomadores de decisiones, ni que se haya “capturado al Estado” como sostiene la perspectiva marxista o que el Estado se bata en retirada ante el poder del mercado, sino que el poder estructural de la normalización privada necesaria como imperativo a una supuesta promoción del interés general a través del interés privado, se ha establecido en las estructuras del Estado mexicano a través de su forma de gobernar (priorizando una forma de administración),715 en sus leyes que benefician a la élite económica,716 y en la 712 León A. Martínez, “Evercore: una intrincada historia de los Paradise Papers” [en línea], en El Economista, 7 de noviembre de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3KUYVHW, [consultado el 23 de enero de 2023]. 713 Cfr. Anthony Giddens & David Held, Classes, Power, and Conflict…, op. cit.; N. Alejandro Osorio Rauld, "Dominación y reproducción de la élites…”, op. cit. 714 Christian Laval & Pierre Dardot, La nueva razón del mundo…, op. cit., p. 280. 715 “Exactamente igual que el management privado tiene como objetivo hacer trabajar a los asalariados lo más posible mediante un sistema de incentivos, la “gobernanza de Estado” tiene oficialmente como meta hacer que las entidades privadas de bienes y servicios produzcan de un modo supuestamente más eficiente, y concede al sector privado la capacidad de producir normas de autorregulación que ocupan el lugar de la ley. El Estado espera ahora de los actores privados nacionales o transnacionales que actúen coordinándose internacionalmente”. Ibídem, p. 281. 716 Luis Aboites afirma que se permitió “establecer una serie de privilegios para que lo público contribuyera al enriquecimiento privado de la minoría”, lo anterior se explica al considerar que durante el régimen priista los empresarios tuvieron un fuerte poder sobre las decisiones del gobierno debido a que los candidatos a gobernador dependían de su apoyo para mantenerse en el poder. En sintonía con lo anterior, Esquivel afirma que “la falta de competencia económica y un débil marco regulatorio constituyen el escenario ideal para el abuso por parte de empresas con un cierto poder monopólico u oligopólico”. Cfr. Luis Aboites Aguilar, 320 representatividad política,717 de forma tal que la toma de decisiones esta predispuesta al sostenimiento de los intereses de la élite del poder. Por lo tanto, la decisión conjunta del aparato de Estado y expresada a través del poder ejecutivo, para proyectar una imagen de “modernidad” de México a través de las reformas estructurales en el exterior favoreció de forma encubierta pero inevitable a los actores privados nacionales con enclaves globales [razón neoliberal]. Debe de ser considerado que la sinergia de los campos de conformación de la élite política y su relación con la élite económica se articulan como “células que son a la vez distinción y pertenencia de un organismo”,718 y en consecuencia la toma de decisiones es evidencia de la subjetividad-concreta elitista (agencia) que deviene de su aceptación y asimilación del modelo económico imperante, las cuales, a su vez, determinan las redes que han estado haciendo al Estado (estructura). Por otro lado, la decisión de abrir la industria de exploración y extracción del petróleo mexicano al capital privado nacional/extranjero no escapa de las anteriores consideraciones. Es decir, bajo la lógica neoliberal, la disminución vertiginosa de los ingresos petroleros concernientes al sector público, en conjunto con los problemas financieros que presenta PEMEX (incremento de su deuda y falta de tecnología) y el aumento de la oferta petrolera debido al shale gas, la élite política –influenciada por la élite económica estadounidense a través de la empresa Evercore y respaldada por la élite económica mexicana719– comprendió Excepciones y privilegios. Modernización tributaria y centralización en México 1922-1972, México, edit. El Colegio de México, 2003, 447 pp.; Gerardo Esquivel, Desigualdad extrema en México…, op. cit. p. 21.; Stephen Haber et al., Mexico since 1980, op. cit. 717 Bajo el argumento de Viridiana Ríos, el gobierno mexicano es normalmente insensible a implementar las preferencias de los de abajo y anormalmente sensible a implementar a los de arriba. La autora se basa en: 1) la forma en la que se usa el presupuesto, 2) en la fuerza desmedida de las élites en el tipo de leyes para limitar la recaudación de impuestos, el sostenimiento de prerrogativas pro-monopolios; y 3) el desbalance en la representación de los de abajo en el Congreso. Cfr. Viridiana Ríos, No es normal…, op. cit., p. 207. 718 Cfr. Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, op. cit., p. 68; del mismo autor, El método II. La vida de la vida, op. cit., p. 203. 719 La firma Carso Oil and Gas, quien ganó la tercera licitación de la Ronda Dos de la Reforma Energética, es otro caso que evidencia la sinergia de relaciones-redes entre la élite del poder y su contraparte internacional. Toda vez que desde el año 2011, Marco Antonio Slim Domit, hijo del empresario mexicano Carlos Slim Helú, participaba simultáneamente en el Consejo de Administración de la petrolera familiar y en el Consejo de Administración de BlackRock (el megabanco más grande del mundo de fondos y pensiones por casi 4 millones de millones de dólares, el cual, además tiene acciones invertidas en Grupo Financiero Imbursa). Es importante considerar que entre los pasillos de BalckRock han pasado miembros del servicio público mexicano, coadyuvando al fenómeno de “puerta giratoria”, dentro de los que podemos encontrar a: Gerardo Rodríguez Regordosa, quien fue director de inversiones en Mercados Emergentes de BlackRock, y quien durante 14 años 321 que era urgente que las inversiones privadas comenzarán a fluir en la paraestatal, en virtud de evitar presiones inflacionarias que afectarán el tipo de cambio, y por ende mermarán el atractivo comercial, el cual, se recordará, era fundamental para modernizar los acuerdos internacionales comerciales más importantes (TPP, TLCUEM, Alianza del Pacífico). De esta forma, al considerar la premura del gobierno mexicano por resolver sus problemas de estancamiento y que pudieran incrementarse a través de la disminución de los ingresos petroleros, la decisión de subsanar los malestares económicos a través de la atracción de capital extranjero por medio de la política exterior parecía lógico, si consideramos el déficit presupuestal mexicano y el aumento constante del gasto a un promedio de 7% para los años de 2012 a 2016. Conviene subrayar que, en el contexto de la fragmentación regional mundial encaminada a una competencia hegemónica, los EE.UU. tomaron ventaja de la necesidad de trabajó en la SHCP, de la cual, de 2011 a 2012, fue Subsecretario; Isaac Volin Bolok Portonoy, quien en junio de 2016 fue nombrado director de Petróleos Mexicanos International (PMI), fue hasta 2013 director de BlackRock en México. Cfr. Unidad de Datos/SinEmbargo, “Un “club de amigos” armó desde el Estado la Reforma Energética y, ahora, opera grandes negocios” [en línea], en Sin Embargo, México, 24 de julio de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3L4NA8q, [consultado el 26 de enero de 2023]. BalckRock, desde 2011, empezó a administrar fondos de pensiones de los trabajadores mexicanos, y en 2015 –el primer año de la industria mexicana de hidrocarburos derivada de la Reforma Energética– ingreso de lleno como una de las principales socias privadas de PEMEX, según afirmo el equipo de trabajo del presidente Peña Nieto en el marco de una cena celebrada en Palacio Nacional con miembros su gabinete – encabezado por el secretario de Relaciones Exteriores, Antonio Meade Kuribreña, y el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso– y miembros de la élite económica –Marco Antonio Slim Domit- y el Consejo Directivo de BlackRock, presidido por Larry Fink (actual presidente y director ejecutivo de BlackRock) –en compañía del ex secretario del Tesoro, y del alcalde de Chicago (anterior jefe de gabinete de Obama) –. El primer resultado de ese convenio fue la inversión de BlackRock de 700 millones de dólares en el gasoducto Golfo-Centro para el suministro de gasolinas y diésel desde el puerto de Tuxpan, Veracruz, al centro del país. Cfr. Mauricio Rubí, “EPN estrecha lazos con BlackRock” [en línea], en El Economista, México, 30 de junio de 2015. Dirección URL: https://bit.ly/3SW3F1W, [consultado el 24 de enero de 2023]; además, para una mayor profundidad sobre la participación de BlackRock en la Reforma Energética, véase el reportaje de: Claudia Ocaranza, “El control energético de BlackRock” [en línea], en BlackRock, el gigante desconocido, edit. PODER, International Center of Journalists (ICFJ) y CONNECTAS. Dirección URL: https://bit.ly/3yjTkmZ y https://bit.ly/3yiJGkv, [consultado el 24 de enero de 2023]. Es importante recalcar que Larry Fink, en conjunto con Roger Altman (presidente del Consejo de Administración de Evercore) y Ralph Schlosstein (miembro fundador y director de BlackRock, ahora parte del Consejo de Administración de Evercore) fundaron BlackRock, el cual tuvo su momento de oportunidad tras el crack financiero de 2008, al ser elegido Asesor de la Reserva Federal para el rescate bancario, y que hoy en día, resalta su participación financiera en las principales petroleras (ExxonMovil, Chevron, Shell, ConocpPhillips) en conjunto con otros bancos como: JP Morgan Chase, el Grupo Rockefeller y Bank of America. Cfr. Alfredo Jalife-Rahme, “Bajo la Lupa, ¿Fondo de Inversiones BlackRock y JP Morgan Chase detrás de la privatización de Pemex?” [en línea], en La Jornada, México, 13 de noviembre de 2013. Dirección URL: https://bit.ly/3mwYdGP, [consultado el 24 de enero de 2023]. 322 atracción de capital extranjero que requería México a través de: 1) limitar el atractivo de México ante otros mercados exportadores –como China– y, 2) consolidar el autoabastecimiento energético de Norteamérica a través de las reservas petroleras mexicanas, con el objetivo de mitigar la crisis estructural basada en la proliferación de una economía de estado de guerra permanente –y que inevitablemente se ha reflejado en un déficit en su balanza comercial y en un aumento de su deuda pública– y al mismo tiempo, coadyuvó a la permanencia del consenso trans-elitista de América del Norte alrededor de los beneficios del libre comercio que legitimaba su expansionismo territorial [razón pragmática]. De esta forma, la correlación de fuerzas entre la razón neoliberal mexicana –cuya relación de fuerzas entre el Estado y Mercado requería de la revitalización de las estructuras económicas neoliberales– y la razón pragmática estadounidense –cuyo modelo económico de estado de guerra permanente se venía deteriorando, a la parte que iban surgiendo nuevos competidores en la escena internacional que cuestionaba los beneficios de la “globalización” –, posibilito la sincronización de sus objetivos particulares en torno a un único discurso en defensa del desarrollo dirigido por el libre comercio, el cual, para el caso específico de México, significó la forma más rápida a la resolución del estancamiento de la economía mexicana. Sin embargo, la sincronización entre la razón neoliberal y la razón pragmática se entorpeció y vio su desenlace con la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, toda vez que el America First imposibilitó todo dialogo de beneficio mutuo para ambas naciones, girando a un juego de suma cero, el presidente Trump se encaminó no sólo al reposicionamiento de los EE.UU. bajo un tinte nacionalista, sino que posibilitaba el reforzamiento de una base electoral. Ante este cambio de condiciones, donde se veía probable la salida de los EE.UU. del TLCAN, el presidente decidió continuar y concluir lo más pronto posible las negociaciones con los demás acuerdo comerciales en aras de afianzar y seguir promoviendo la importancia de México, ya no sólo para los EE.UU., sino para las cadenas de valor a nivel global. Para el gobierno de EPN, era vital concluir las negociaciones por diversas razones. La primera, concluir las negociaciones que se mantenían abiertas fungirían como un mecanismo de presión (una densa cortina de humo) para demostrar que, ante el freno de las negociaciones 323 del TLCAN, México no quedaría desamparado de socios comerciales, es decir, México seguiría siendo un gran socio para otros mercados, incluyendo no sólo al mercado europeo o latinoamericano, sino también asiático, y con ello, se incentivarían los futuros negocios que se pudieran tener con China. La segunda, en virtud de los tiempos electorales que afectaban tanto a México (elecciones presidenciales) como a EE.UU. (elecciones intermedias), terminar con las negociaciones –sobre todo las del TLCAN– permitiría que sus resultados, cualesquiera que fuera pero que simplemente hubiese un tratado con América del Norte, sería capitalizado políticamente. Ante el discurso de que no sólo se logró rescatar el tratado con América del Norte, sino que la negociación permitió su “modernización”, entre otros tratados que también se concretizaron (TPP, TLCUEM, Alianza del Pacífico), la política exterior sería la política pública que le brindaría al gobierno del presidente Peña un mínimo de legitimidad ante los escándalos de corrupción y alce de la violencia suscitados en su sexenio, y subsecuentemente, también sería benéfico para el candidato a la presidencia del PRI, José Antonio Meade Kuribreña. La tercera razón que puede explicar la premura por concluir las negociaciones del TLCAN, se inscribe en la salvaguarda de la apertura petrolera y de los intereses económicos circunscritos alrededor de ella, ante las próximas elecciones presidenciales. Se recordará que en el documento titulado “Prioridades de México en las negociaciones para modernizar el TLCAN” se especificaba la importancia de “actualizar el alcance de las disposiciones sobre energía, a fin de aprovechar el potencial derivado de los cambios ocurridos en la industria energética de México y de toda la región”, más aún, a sabiendas de las negociaciones que se habían tenido previamente con los grandes capitales estadounidenses, el tratado resultante fungiría como un “efecto candado” que permitiría proteger las inversiones hechas en PEMEX. Sin embargo, la candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia representaba una amenaza a la “visión de Estado” que mantenía la élite política tecnócrata acorde a los intereses de la élite económica, y sobre todo a los intereses que representaba la élite del poder global en las aguas profundas del Golfo de México. De esta forma, era importante concluir este tratado para evitar que dichos intereses estuviesen comprometidos ante un nuevo gobierno. Por otro lado, ante el nulo progreso de los temas más álgidos en la renegociación del 324 TLCAN, entre el 4 y 6 de abril de 2018, se canceló la octava ronda de negociación y se decidió trabajar en reuniones ministeriales y sesiones técnicas permanentes entre las tres partes desde la Representación Comercial de EE.UU., en Washington. El tiempo se acababa y aún no había un acuerdo. Con el objetivo de lograr que el tratado de América del Norte tuviese una pronta conclusión, se evidenció que los Estados –México y EE.UU.– iban hacer uso de los elementos políticos que tuviesen a su alcance para que el resultado fuese el más favorable para ellos. Así, el 4 de abril de 2018, el presidente Trump anunció el despliegue de la guardia nacional estadounidense en la frontera con México, en conjunto con un anuncio que señalaba a nuestro país por “no hacer nada para frenar la migración”. Con el aumento de las cuotas a los jueces migratorios para acelerar los proceso de deportación,720 y el fin de la política catch-and-release [atrapar y soltar] dando paso a la política catch-and-detain [atrapar y detener],721 el presidente Trump utilizo dichas medidas a manera de coerción para que México accediera ante las peticiones estadounidenses. Por otro lado, ante las presiones del presidente Trump en favor de que el TLC estuviera declinado a su favor, el presidente Peña también tenía cartas bajo la manga. Las principales eran la carta migratoria y la del narcotráfico.722 Al ser México el “paso obligado” para la migración procedente de Centroamérica, y al ser los EE.UU. el principal destino de exportación de estupefacientes del narcotráfico, así como el principal expulsor del tráfico de armas, la cooperación bilateral en torno a la seguridad era un asunto que podía declinar la balanza en favor de México. En el contexto del endurecimiento de las políticas migratorias, una carta con remitente de cuatro comandantes del Comando Norte y seis del Comando Sur, escribieron: “La búsqueda efectiva de los intereses económicos y de seguridad de EE.UU. depende de la 720 Cfr. Nick Miroff, “Trump administration, seeking to speed deportation, to impose quotas on immigration judges” [en línea], en The Washington Post, EE.UU., 2 de abril de 2018. Dirección URL: https://wapo.st/2JgQjJl, [consultado el 25 de febrero de 2023]. 721 Cfr. Reuters Staff, “Trump signs memo ending ‘catch and release’ immigration policy” [en línea], en Reuters, 6 de abril de 2018. Dirección URL: https://reut.rs/3mJyMSo, [consultado el 25 de febrero de 2023]. 722 Cfr. Rebeca Bill Chavez, “La renegociación del TLCAN pone en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos” [en línea], en The New York Times, 22 de noviembre de 2017. Dirección URL: https://nyti.ms/3LbYRnl, [consultado el 25 de febrero de 2023]. 325 asociación con las naciones que comparten nuestras fronteras, Canadá y México”.723 Ante estas líneas pareciera que el presiente Trump no tenía claro que el TLCAN, y las acciones que subscribieron a la ASPAN y a la Iniciativa Mérida, formanban parte de la seguridad hemisférica de los EE.UU. Lo anterior supone que, para el presidente Trump, más allá de salvaguardar la seguridad energética de Norteamérica, reducir el déficit comercial y cualquier ganancia adicional que se pudiera obtener de la renegociación, era lo primordial. Ante este panorama, y el advenimiento de una oleada masiva de migrantes centroamericanos que se dirigían hacia los EE.UU., las caravanas migrantes incentivaron a crear presión para demostrar que México no era un simple negociador comercial, es un socio con el que se comparte un número más amplio de temas, de los cuales, México podía sacar ventaja. En efecto, la inacción efectiva del presidente Peña ante las caravanas migrantes – puesto que simplemente se enviaron un conglomerado reducido de elementos policiales a la frontera sur, para el momento en el que la caravana migrante llego a Chiapas– represento un mensaje sutil de que México podría ser un fuerte negociador. Una decisión adicional que debe de ser tomada en consideración fue el hecho de que el equipo de negociación mexicano aceptó la consideración del presidente Trump de continuar las negociaciones sin Canadá. Algunos analistas consideraron que al partir de la premisa de “divide y vencerás”, el presidente Trump creyó que podía obtener algunas ganancias de corto plazo si solo se negociaba inicialmente con México. Considerando que EE.UU. tiene un mayor déficit comercial con México respecto con Canadá, ello podría implicar mayores ganancias para EE.UU. Por otro lado, las negociaciones con Canadá serían más complicadas en virtud de la influencia de las provincias en la toma de decisiones, en lo que respecta la exportación de madera y a la importación de productos agrícolas estadounidenses. De esta forma, esto le permitiría a EE.UU. crear presión a Canadá para que cediera en sus demandas.724 Ante esto, y dada la importancia de concluir el tratado, pues ya 723 Cfr. Ellen Mitchell, “Exmilitary leaders urge Trump not to scrap NAFTA, citing security concerns” [en línea], en The Hill, 15 de marzo de 2018. Dirección URL: https://bit.ly/3ZQNu8A, [consultado el 25 de febrero de 2023]. 724 Angél Bermúdez, “Negociación del TLCAN: por qué Estados Unidos y México dejaron de lado a Canadá” [en línea], en BBC News Mundo, 29 de agosto de 2018. Dirección URL: https://bbc.in/2wq2eQf, [consultado el 27 de febrero de 2023]; Cfr. Ana Swanson, Katie Rogers & Alan Rappeport, “Trump Reaches Revised Trade Deal With Mexico, Threatening to Leave Out Canada” [en línea], en The New York Times, 27 de Agosto de 2018. Dirección URL: https://nyti.ms/2BMdAmR, [consultado el 27 de febrero de 2023]. 326 se había determinado a Andrés Manuel López Obrador como el presidente electo de México, el gobierno mexicano decidió aceptar negociar de forma bilateral el tratado dejando a un lado a Canadá. 3.2.6. ACCIONES Al inicio del sexenio del presidente EPN la economía nacional se encontraba estancada, con dificultades de crecimiento y con una extrema dependencia del comercio y de las inversiones de la economía estadounidense. Ante tales vicisitudes, desde la perspectiva del gobierno federal, dicha problemática era atribuible a la productividad total de los factores, la cual no había tenido suficiente dinamismo como consecuencia de las crisis anteriores, y de la falta de capacidad productiva de los trabajadores. Así, ante el “interés nacional” de revitalizar las estructuras neoliberales previamente establecidas, se consideró pertinente profundizar aún más el modelo económico establecido,725 incentivando con un mayor ímpetu la apertura comercial con los diferentes países y regiones de mayor competitividad, de acuerdo a las ventajas derivadas de la inserción de México a la globalización [transnacionalización y financiarización]. No obstante, para lograr el objetivo de atraer inversiones y hacer de México el principal centro logístico, era fundamental mejorar la imagen del país en el exterior. De esta forma, las primeras acciones en materia de política exterior, previó a la inestabilidad de los factores internos y externos que modificarían la actitud de México hacia el medio internacional y con mayor importancia para el “desarrollo” de México pueden ser clasificas de la siguiente forma: 1. Actividades de promoción económica con componente empresarial en el marco de visitas oficiales. 725 Dos acciones inmediatas corroboran esto. En primer lugar, se encuentra la visita del Vicepresidente de EE.UU, Joseph Biden, para participar en la ceremonia de toma de posesión del Presiente EPN. La presencia del mandatario estadounidense, sin duda alguna, emite un mensaje de apoyo y colaboración entre ambos gobiernos, y aún más, entre ambos equipos de trabajo de ambas naciones. En segundo lugar, se encuentra el nombramiento de José Antonio Meade Kuribreña como secretario de Relaciones Exteriores. El secretario Meade, quien previamente se desempeñó como secretario de Hacienda y de Energía en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), denostaba cierto grado de continuidad en la conducción de la política exterior, y un total apego a la visión de Estado [razón neoliberal] con los demás miembro del gabinete. 327 2. Fortalecimiento y amplificación económica y comercial de México con aquellas regiones económicas estratégicas para México. 3. Participación multilateral en los principales foros económicos y políticos que coadyuvaran al cambio de imagen del país. Respecto al primer punto, en el primer periodo del sexenio, el presidente realizó 36 visitas al extranjero de diciembre de 2012 al 30 de junio de 2014, en todos los continentes. En el año 2014, el presidente realizó 11 giras internacionales a 14 países y en 2015 realizó diversos viajes entre los que destacan las visitas a EE.UU., Bélgica, Francia, Italia, Reino Unido, entre otros. En síntesis, el presidente Peña Nieto, entre diciembre de 2012 y agosto de 2016, realizó 46 giras internacionales a 39 países, mientras que México recibió a 89 visitas de Jefes de Estado y de Gobierno.726 En este sentido, es necesario recalcar que en todos estos casos se evidenció la promoción económica de México como una nación idónea al capital extranjero, colocando como carta de presentación el fomento de las reformas estructurales aprobadas por el PPM. En el segundo punto, en términos del fortalecimiento y ampliación económica con regiones económicas estratégicas, era esencial crear un cambio de narrativa respecto a la administración pasada, no sólo en el ámbito de seguridad y violencia sino también respecto al distanciamiento que tuvo México con diversas naciones dada la profundización que se dio en materia de seguridad con los EE.UU. En lo respecto a América del Norte y en específico con el vecino del norte, el cambio de narrativa de los temas de seguridad a la importancia económica bilateral era fundamental, puesto que la mala imagen que tenía México –inseguro y violento– incitaba a que las inversiones fuera inestables o, en un extremo, pudiese 726 Respecto a América Latina, del 1 de diciembre de 2012 al 31 de agosto de 2013, el Presidente de México realizó ocho visitas a: Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Haití, Perú, Uruguay y Venezuela. Además, participó en seis reuniones regionales de alto nivel: Cumbres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y CELAC–Unión Europea; de México con el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y de la Alianza del Pacífico. Esta última, en dos ocasiones, la primera en el marco de la I Cumbre CELAC en Chile y la segunda en Cali, Colombia respectivamente. En cuanto a Europa, el presidente Peña Nieto viajó a Rusia, Turquía, Portugal, España y la Santa Sede. Mandatarios de Europa visitaron México: Suecia, Irlanda, Italia y Francia. Las relaciones con Asia: El intercambio de visitas de alto nivel, el fortalecimiento de las asociaciones estratégicas con China y Japón y el aprovechamiento de la plataforma que ofrecen mecanismos de diálogo y cooperación regionales, como el Foro de Cooperación América Latina-Asia del Este, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, y el Foro Boao para Asia. 328 incentivar una fuga de capitales. Bajo este entendimiento, las primeras acciones concernientes a la relación bilateral con los EE.UU. se establecieron bajo una cooperación en temas económicos y comerciales. Entre las acciones más importante sobre sale el Dialogo Económico de Alto Nivel (DEAN), el cual comprende el Foro Bilateral sobre Educación Superior, Innovación e Investigación (FOBESII), y el Consejo Mexicano-Estadounidense sobre el Emprendimiento e Innovación (MUSEIC, por sus siglas en inglés), los cuales se concretizaron en el marco de la primera reunión de trabajo entre el presidente Barack Obama y el presidente Peña Nieto a principios de mayo de 2013. En este mecanismo de concertación económica entre ambas naciones destacó la sinergia de relaciones entre miembros de los aparatos de estado y de miembros del sector privado (la élite económica) con el objetivo de: 1) fomentar la competitividad y la conectividad, 2) fomentar el crecimiento económico, la productividad y la innovación, y 3) la participación de asociados en un liderazgo regional y global. Además, e igual en el caso de Canadá, destaca el establecimiento del Dialogo Estratégico de Alto Nivel México-Canadá. En la misma sintonía de la promoción económica de México, y bajo un contexto político nacional de suma controversia ante la aprobación de la reforma energética, se llevó a cabo la Cumbre de Líderes de América del Norte, en Toluca, Estado de México, en el marco de la celebración del aniversario 20 de la firma del TLCAN, en febrero de 2014. En dicha reunión, se reportó a la prensa el compromiso de fomento de la competitividad en la región de América del Norte, mediante el Plan de Trabajo de Competitividad para América del Norte, enfocado a la inversión, la innovación y la participación del sector privado. Además se suscribieron compromisos entorno a la simplificación de los procesos de exportación entre países; el fortalecimiento de los programas de movilidad para turistas, estudiantes y trabajadores; y el fortalecimiento de la seguridad regional e instrumentar acciones conjuntas para combatir los efectos del cambio climático.727 Del mismo modo, durante la celebración la Cumbre de Líderes de América del Norte, en Ottawa, Canadá, celebrada en junio de 2016, se adoptó una Declaración Conjunta en materia de cambio climático, energías limpias y medio ambiente, y su respectivo Plan de Acción. Subsecuentemente, las tres naciones emitieron hojas informativas sobre 727 Cfr. Enrique Peña Nieto, 4o informe de gobierno 2015-2016, México, Gobierno de la República, 2016, p. 668. 329 competitividad económica, facilidad fronteriza, temas regionales y globales, así como de defensa. Estos esfuerzos entre las tres naciones (México-EE.UU.-Canadá) corroboran el distanciamiento de los temas fronterizos y de seguridad, para dar paso a la importancia que también tenía la relación económica regional (América del Norte) y bilateral (con EE.UU.), la cual fue desplazada en el sexenio del presidente Felipe Calderón.728 Se evidencia, así mismo, que la promoción de la relación bilateral giraba en torno a un punto en-el-medio de las razones neoliberal y pragmática, cuyos beneficios serían capitalizados de diferente manera. Para el gobierno estadounidense era fundamental disminuir su monto de deuda externa perteneciente a China y, a la par, disminuir el déficit comercial respecto a esta misma nación, para cuyo efecto, se dispuso a la concertación de otras naciones –entre ellas México– para crear un bloque de contención comercial ante la expansión comercial de China mediante el TPP. De esta forma, para poder dinamizar la economía estadounidense, o por lo menos hacerla menos vulnerable, sería inevitable tocar el TLCAN. Respecto a Europa, a pesar de que el contexto europeo no era el más favorable debido al deterioro económico a consecuencia del crack financiero de 2008, se sumó el conflicto de anexión de Crimea por Rusia, la llegada masiva de refugiados en 2015, el ascenso de la extrema derecha, el voto a favor del Brexit en el Reino Unido en 2016, y una crisis política en España, la acción de promoción del Mexico’s Moment a través de las reformas estructurales se desplegó con el propósito de que disminuyeran los señalamientos por los diversos los casos de violencia hacia los derechos humanos. Una vez realizada la reforma energética y de telecomunicaciones, hubo un gran entusiasmo entre los inversionistas y burócratas europeos al respecto.729 Conviene subrayar que los lazos más estrechos que se pudieron estrechar fueron con Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, marcando distancia de la tradición diplomática cuyos lazos más estrechos eran con España y Bruselas (Unión Europea). Por otro lado, ante la exclusión de México en la negociación de la Asociación 728 M. Shear & R. Archibold, “Obama Arrives in Mexican Capital to Meet with New Leader”, The New York Times, 2 de mayo de 2013. 729 Con anterioridad Pascal Lamy, Comisario Europeo de Comercio, había denunciado el aletargamiento de la apertura del sector energético, las prácticas monopólicas del sector en telecomunicaciones y las trabas aduaneras mexicanas. Cfr. s/a, “El líder del Parlamento Europeo percibe apertura a inversiones en Pemex”, [en línea], en Investing.com, 12 de febrero de 2013. Dirección URL: https://bit.ly/3Zs6r0q, [consultado el 1 de marzo de 2023]. 330 Transatlántica para el Comercio y la Inversión (o, TTIP, por sus siglas en inglés) entre los miembros de la Unión Europa y EE.UU, a los cuales se sumaba una negociación iniciada con Canadá desde 2009, México insistió en la actualización del Acuerdo Global, para el año 2013 se obtuvo el compromiso y en 2015 iniciaron las rondas de negociación alentadas sobre todo por la amenaza que representaba Donal Trump.730 En lo concerniente a América Latina, en la misma sintonía que las anteriores regiones, fue una región vital para incentivar el libre comercio, y sobre todo, una mayor integración mediante la Alianza del Pacífico. Dicho modelo de integración logro “acuerdos rápidos y concretos con la eliminación de obstáculos a la circulación de bienes y servicios (liberalización arancelaria de 92%), capitales (integración de mercados bursátiles) y personas (eliminación de visados), así como de cooperación (establecimiento de plataforma académica)”.731 Destacó la celebración de un Tratado de Libre Comercio Único con Centroamérica, la adopción de otro con Panamá, y la participación de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) en esquemas bilaterales, triangulares y multilaterales. Por otro lado, las acciones de política exterior estuvieron acordes a normalizar relaciones con aquellas naciones con las cuales el periodo panista tuvo fricciones, tales como Cuba y Venezuela.732 En cuanto al pacífico asiático, la relación más estrecha que se tuvo con la región fue en el marco de las negociaciones del TPP.733 Durante las negociaciones del tratado, México 730 Lorena Ruano Gómez, “Del Mexico’s Moment a negociar bajo presión: relaciones México-Europa durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, 2012-2018”, en Foro Internacional, núm. 3-4, vol. 59, México, edit. El Colegio de México, julio-diciembre de 2019, p. 818. 731 Guadalupe González González & Rodrigo Morales Castillo, “La política exterior del gobierno de Enrique Peña Nieto hacia América Latina y el Caribe en un mundo en transición: una trama en tres actos”, en Foro Internacional, núm. 3-4, vol. 59, México, edit. El Colegio de México, julio diciembre de 2019, p 779. 732 Ibídem. 733 Así, en el marco de las negociaciones del TPP, en el cual era fundamental la participación de México para evitar que los intereses del bloque regional de Norteamérica fuera trastocados en aras de la contención del gigante asiático, el gobierno del presidente Peña considero que, a su vez, la participación de México en dicho tratado multilateral sería el acceso a otros mercados, consideración que encontraba un lugar perfecto en el marco de la revitalización económica de México. En este sentido, cada oportunidad de dialogo que tenía el presidente Peña con sus pares de EE.UU. y Canadá, así como de otras naciones pertenecientes a las negociaciones, era aprovechado para afianzar el dialogo respecto al TPP. Al término de esta reunión, el presidente Peña emitió un discurso que giró en torno a la intención de hacer de América del Norte la región más competitiva del mundo a través de buscar una exitosa conclusión de las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), instrumento que incitaba al fortalecimiento del TLCAN. Esta acción de dar un “nuevo impulso al TLCAN” vino de la mano con el abordaje entre el presidente Peña y el Primer Ministro de 331 participó en la elaboración del Capítulo Laboral referente a la protección de trabajadores migratorios; de propiedad intelectual; de coherencia regulatoria y sus métodos de implementación de las mejores prácticas en materia de mejora regulatoria; el capítulo de servicios financieros, en donde efectuaron actividades para el establecimiento de estándares internacionales que garanticen la protección de las inversiones en servicios financieros en el sistema financiero mexicano.734 De la mano con las negociaciones, durante el periodo de septiembre de 2014 a julio de 2015, en la región Asia-Pacífico se organizaron 60 eventos, seminarios y foros especializados para difundir un mejor conocimiento de México en la región. Las negociaciones de dicho tratado concluyeron el 5 de octubre de 2015.735 No obstante, a pesar de que las negociaciones del TPP comprendían el mayor impulso diplomático, en aras de fomentar la diversificación de las relaciones, se impulsó un esquema de dialogo regional entre México, Indonesia, Corea del Sur, Turquía y Australia, denominado como el espacio MIKTA. Por otro lado, quedó claro que el acercamiento a China era primordial. El presidente Peña Nieto visitó este país en abril de 2013. En junio recibió al presidente Xi Jinping y volvieron a reunirse tres meses después durante la Cumbre de Líderes del G20, en San Petersburgo, Rusia. Se buscaba atraer inversión a México y mayor acceso a productos mexicanos en el mercado chino. En esa ocasión, China comprometió inversiones en infraestructura para comunicaciones y transportes por hasta 81 000 mdd entre 2013 y 2018. Derivado de estos acuerdos, la China Railway Construction Corporation ganó la licitación para construir el Tren de Alta Velocidad entre México y Querétaro, que más adelante se cancelaría debido al escándalo de corrupción de “La Casa Blanca”. Finalmente, respecto al tercer punto concerniente a los espacios multilaterales, más allá de destacar aquellos foros multilaterales (como el Foro Económico Mundial celebrado cada año en Davos, Suiza, o el G-20), y de aquellos regionales (como la CELAC), destaca en este ámbito la decisión del poder ejecutivo de participar en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMPs) de Naciones Unidas bajo el principio anunciado en el PND Canadá, Stephen Harper, en el marco de la VII Cumbre de las Alianza del Pacifico, en Cali, Colombia, para abordar la importancia de dar un nuevo impulso al TLCAN a través del TPP. 734 El capítulo de servicios financieros fue suscrito por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos de América, Japón, Malasia, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam. 735 Cfr. Presidencia de la República, 1er, 2º, 3º y 4º Informe de Gobierno, México, edit. Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, 2012-2013, 2013-2014, 2014-2015, 2015-2016. 332 2012-2018 de consolidar a México como un “actor con responsabilidad global”. A través de la consolidación de las fuerzas políticas representadas en Relaciones Exteriores, Defensa y Marina Armada de México, quedó claro que “México obtendría una de las credenciales fundamentales para ser reconocido como actor con responsabilidad global y podría ampliar su presencia en regiones en donde tenía poca o nula influencia, como África y el Medio Oriente, e incrementar su capacidad de interlocución con las potencias”.736 El despliegue descomunal de inter-acciones realizadas por México en el exterior con la clara intención de difundir una imagen de un país de vanguardia con el libre comercio, la productividad, la eficiencia y la competitividad fue favorable en un inicio y acorde al énfasis hecho sobre el impacto que debería tener la política exterior con el desarrollo económico del país, la cual compaginaba muy bien con el intento de deseguritizar la agenda gubernamental del sexenio anterior.737 Sin embargo, el desempeño del papel protagónico de México en el exterior tomó un retroceso considerable una vez que la realidad logró superar la retórica del aparato de estado y el alce de la violencia quedo de manifiesto a nivel internacional con el caso Ayotzinapa.738 La crítica internacional no se hizo esperar. Tal fue el impacto que la candidata demócrata a la presidencia de los EE.UU., Hilary Clinton declaro: “es algo indignante. Si yo estuviese en el gobierno mexicano, no descansaría hasta descubrir lo que paso con esos 42 (sic) jóvenes. Su secuestro fue una terrible violación a la ley”.739 Ante el caso Ayotzinapa y el de Tlatlaya, en conjunto con un aumento de la tasa de homicidios en 2014 llegando hasta 25 por cada 100 mil habitantes (donde Calderón llego a un máximo de 24 en 2011) y del aumento de la tasa de prevalencia delictiva en 8.81%,740 era claro que no sólo la inseguridad que permeaba en la sociedad mexicana contrastaba sin duda alguna con la imagen de “desarrollo” que el presidente divulgaba en el exterior, sino que la estrategia misma de seguridad estaba fracasando. Previamente a la desaparición de los 43 estudiantes, en cuanto a la relación bilateral México-EE.UU. en materia de seguridad, esta se direccionó bajo el principio de 736 Ana Covarrubias, “México: ¿Actor con responsabilidad multilateral?”, en Foro Internacional, núm. 3-4, vol. 59, México, edit. El Colegio de México, 2019, p. 649. 737 Jorge Chabat, “La seguridad en la política exterior de Peña Nieto: el invitado incómodo”, en Foro Internacional, núm. 3-4, vol. 59, México, edit. El Colegio de México, 2019, p. 997. (pp. 989-1020). 738 Ibídem. 739 Ibídem, p. 1006. 740 Ibídem, p. 1008. 333 responsabilidad compartida, es decir, ambas naciones consensuaron su responsabilidad ante el alza de los mecanismos de adquisición de recursos del narcotráfico en México y su impacto en los Estados Unidos. Así, aunque de forma más discreta, se estableció de común acuerdo dar continuidad a la Iniciativa Mérida con un mayor énfasis en “la prevención del delito y al desarrollo social de ambos países”.741 En este sentido, bajo la coordinación de la SRE y de diversas dependencias del Ejecutivo Federal continuó la transferencia de equipo, tecnología y capacitación policial en las academias estales de Puebla, Chihuahua y Nuevo León. Por otro lado, en el contexto de la oleada migratoria proveniente de los países centroamericanos, en marzo de 2013, el presidente Peña Nieto participó en la I Cumbre México-Sistema de Integración Centroamericana (SICA) donde se trataron temas de seguridad, migración, comercio e inversión. La región centroamericana es crítica para México, dada la cuantiosa expulsión de migrantes que cruzaban (y cruza hoy en día) por territorio mexicano para llegar hacia EE.UU. Posterior a la crisis migratoria del verano de 2014, el gobierno mexicano anunció el Programa Frontera Sur para contener los flujos migratorios, que se impulsó a través de la Iniciativa Mérida. Fue la primera vez en la que la Iniciativa Mérida fungía como mecanismo de contención de civiles y no sólo del crimen organizado. Ante el repunte de la violencia en México –manifestado en la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa– y los escándalos de corrupción –por el caso de la Casa Blanca– no hubo un re-direccionamiento de las decisiones, solamente las acciones de política exterior en cuanto a la proyección de México fueron disminuyendo. Aunado a lo anterior, el principio del caos en el sistema internacional coadyuvó a limitar la concreción del objetivo de hacer de México el principal centro logístico integrando cadenas comerciales globales y aumentar la atracción de IED en sectores estratégicos. En este periodo se concretizo el proceso de renegociación del Acuerdo Global (TLCUEM), y aunque se temía que ante los eventos de Ayotzinapa, la UE invocará la cláusula democrática, diversos partidos europeos –como el Partido Popular Europeo y otros– detuvieron dicha propuesta.742 Por otro lado, determinados posicionamientos sobre la 741 Presidencia de la república, 1er Informe de Gobierno, México, edit. Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, 2012-2013, p. 686. 742 Marco Appel, “La inútil cláusula democrática del Acuerdo Global México-UE” [en línea], en Proceso, 19 de abril de 2017. Dirección URL: https://bit.ly/3AdKMzb, [consultado el 5 de abril de 2023]. 334 migración en Centroamérica intentaron evidenciar la urgencia de atender los problemas en la región en aras limitar la expulsión de migrantes. Una acción relevante en este ámbito fue el avance en la instrumentación del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte con el Salvador, Guatemala y Honduras, mediante inversiones en infraestructura entre el gobierno mexicano y el estadounidense. Por otro lado, ante los escándalos de corrupción, y el presunto conflicto de interés que podría surgir entre el prestanombres de la “Casa Blanca” y las licitaciones del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro, cuya inversión provenía de China, este se tuvo que cancelar, a lo cual la relación México-China se tornó complicada al grado de que el gobierno chino solicitó una indemnización por 600 millones de dólares.743 En medio de la inestabilidad de los factores internos y externos, dando un especial énfasis a la probabilidad de que el candidato republicano a la presidencia de los EE.UU., Donald Trump, ganase las elecciones, asintió a que el canciller José Antonio Meade fuera sustituido por Claudia Ruiz Massieu Salinas, y ahora el canciller ocupase la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL). Es importante destacar que ante las presunciones de abuso policial sobre los migrantes mexicanos, la canciller Ruíz Massieu accionó los principales mecanismos de protección de los connacionales en los diversos consulados mexicanos. Sin embargo, a pesar del esfuerzo considerable de la canciller, a quién le toco presenciar la “invitación” del presidente Peña Nieto a Trump para visitar México –consideración que ya fue desmentida por Jared Kushner–,744 fue substituida por Luis Videgaray Caso en el momento en que Trump fue electo presidente y sus intención por salirse del TLCAN fue evidente. El intento de acercarse a Trump durante la campaña electoral causó un severo coste 743 Rafael Velázquez Flores & Rafael Velázquez Flores & Jessica L. de Alba Ulloa, op. cit., pp. 688-689 744 “Después de un par de comienzos en falso, pude organizar un desayuno entre Trump y Luis en Bedminster. Durante el desayuno, Trump planteó la idea de viajar a la Ciudad de México para reunirse con el presidente Peña Nieto. “Si te invitamos”, explicó Luis, “también invitaríamos a Hillary”. Trump se rió. “Está bien, ella nunca vendrá”. Él estaba en lo correcto. Sabía que un viaje a México sería un gran riesgo, pero también sabía que Trump estaba en su mejor momento cuando estaba haciendo lo inesperado. En ese momento, Trump perdía por trece puntos, sus encuestas se tambaleaban por la agitación y reorganización de la campaña más reciente. Necesitábamos jugar en grande para permanecer en el juego. Un viaje a México sorprendería a todos. Mostraría que Trump puede comportarse como presidente en el escenario mundial, lo que contrarrestaría la narrativa de los medios. También demostraría que no estaba en contra del pueblo mexicano; estaba en contra del flujo sin trabas de la inmigración ilegal. Le pregunté a Bannon qué pensaba y estuvo de acuerdo en que valía la pena el riesgo del viaje, así que comenzamos a planificar la logística”. Cfr. Jared Kushner, op. cit., pp. 52-53. 335 político al entonces Secretario de Hacienda, y a la ya decadente popularidad del presidente Peña Nieto, pero a la distancia, justo en el proceso de renegociación del TLCAN, esa aproximación brindo confianza y respeto entre Kushner y Videgaray. En medio de un contexto sumamente álgido ante las deportaciones de connacionales a México y el aumento de fondos para la ampliación del muro fronterizo, comenzó el proceso de renegociación del TLCAN.745 La llegada del Donald Trump representó la materialidad del del caos internacional ante las decisiones que tomaba en materia de política exterior y de economía política. Una de estas decisiones fue la salida de los EE.UU. del TTP, ante el cual México, en conjunto con otros países pertenecientes al acuerdo, retomó las negociaciones, y para el 8 de marzo 11 países firmo el Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés). En este mismo sentido, previamente a que Donald Trump fuese electo presidente en noviembre de 2016, el dialogo que mantenían los Estados Unidos con la Unión Europea respecto a la concreción del TTIP se estancó, y de esta forma, una vez que Donald Trump comenzó a señalar la falta de reciprocidad de Europa con respecto a la OTAN aunado a su posicionamiento a favor del Brexit, los EE.UU. representaron ser una amenaza no sólo para México sino también para la UE. Esta serie de trans-acciones triangulares México-EE.UU.- UE coadyuvó a que la relación de México-UE visibilizará mutuas coincidencias, como por ejemplo: “la necesidad de coaligarse para defender el libre comercio basado en reglas y la lucha contra el cambio climático, entre otros”.746 En este sentido, se logró acordar la renovación del Acuerdo Global, cuyas rondas de negociación lograron un acuerdo “en principio” el 21 de abril de 2018, en medio de la incertidumbre en el que se encontraba la renegociación del TLCAN, aunque en realidad estas concluyeron el 28 de abril de 2020. En medio de la presión por concluir una renegociación del TLCAN previó a las elecciones presidenciales, dos acciones se inscribieron en este contexto: 1) el uso de la seguridad concerniente a la migración centroamericana y al narcotráfico como herramienta de negociación frente a Trump; y 2) la propuesta de resolución en el seno de la OEA en contra del régimen de Nicolás Maduro, con el objetivo de imponer sanciones a Venezuela por las 745 Para ver los detalles del proceso de renegociación, véase el aparto específico: “La renegociación del TLCAN”. 746 Lorena Ruano Gómez, op. cit., p. 827. 336 violaciones a los derechos humanos y por prácticas poco democráticas. Respecto al primer punto, tomando en consideración que el ejecutivo federal echaría mano de todas las cartas posibles para salvaguardar el TLCAN, la carta de la cooperación bilateral en materia de seguridad fungió como un mecanismo de presión ante las hostilidades del presidente Trump, basta recordar que en medio de las constantes críticas del presidente estadounidense hacia los migrantes mexicanos, el Senado de la República pidió suspender la cooperación bilateral en materia de seguridad y migración en tanto el mandatario de ese país no se condujera “con respeto” hacia México.747 Por otra parte, es imprescindible considerar en este aspecto, la inacción por parte del gobierno mexicano para detener de forma eficiente las caravanas migrantes que se dirigían hacia los EE.UU., lo cual incentivó a la molestia del presidente Trump, quien afirmaba que “México no hacía nada al respecto”.748 En este sentido, la inacción puede ser interpretada como un mecanismo de presión en el proceso de renegociación. Respecto al segundo punto, el gobierno mexicano utilizó la magnitud de la crisis económica en Venezuela como un medio político para exhibir y comparar los extremos a los cuales México pudiese llegar con Andrés Manuel López Obrador como presidente.749 Esta consideración puede tener dos interpretaciones. La primera, subscribe a la política exterior de México dirigida hacia Latinoamérica como un mecanismo que coadyuvara a favor de José Meade Kuribreña, candidato del PRI a la presidencia. La segunda perspectiva sugiere que en virtud de que López Obrador representaba ser una amenaza a la “visión de Estado”, su llegada a la presidencia podía colocar en riesgo todo el proceso de renegociación del TLCAN, consideración que no sólo no era grata para el partido en el poder, sino también para el gobierno de los EE.UU.; ante esta consideración, era esencial que la renegociación llegase concluyera pronto. En medio de la ominosa decisión del presidente Trump de separar a las infancias migrantes de sus padres como forma de contención de los flujos migratorios, y ante la premura por las próximas elecciones, el Senado de la República anunció el 19 de junio de 747 Jorge Chabat, “La seguridad en la política exterior de Peña Nieto…”, op. cit., p. 1011. 748 CNN Español, “Trump culpa a México por la inmigración: “No hace nada por nosotros, solo toman nuestro dinero y nos venden drogas” [en línea], en CNN Español, 22 de junio de 2018. Dirección URL: https://cnn.it/2Kapdn8, [consultado el 5 de abril de 2023]. 749 Guadalupe González González & Rodrigo Morales Castillo, op. cit., pp. 798-802. 337 2018, claramente de forma prematura, la ratificación del T-MEC en sustitución del TLCAN, con una aprobación de 114 votos, 3 en contra y 4 abstenciones. Dicha acción por parte de los senadores, expresa una clara anticipación ante el advenimiento de la ola política de MORENA, y sustenta la preocupación de los legisladores ante el dudoso posicionamiento del líder del partido respecto con la relación regional de América del Norte. Sin embargo, una vez que López Obrador fue electo presidente de México, el 1 de julio, tanto el T-MEC como la relación bilateral entraron en una etapa en la cual el nuevo presidente electo supervisó los resultados del proceso de renegociación. Con la aprobación de Jesús Seade, quien fungió en dicho periodo como representante del nuevo gobierno de Morena en la renegociación del TLCAN, y ante la cesión de Canadá, finalmente el 30 de noviembre de 2018, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en el marco de la Cumbre de Líderes del G20, el presidente Enrique Peña Nieto, el presidente Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, firmaron el Tratado Comercial entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC). Esta fue la última acción, y la más importante en términos del desarrollo, con la que el presidente de México con mayor desaprobación social de los últimos años y a unas cuantas horas de terminar su mandato, concluyó su sexenio. No obstante, debe ser rescatable que a pesar del caos internacional que devino de la desconfianza de la globalización y el auge de la extrema derecha (como el presidente Trump), México salió lo suficientemente aireado de las amenazas internacionales. Sí, efectivamente, todo tiene un costo, y el hecho de que México no haya padecido el término del TLCAN significa que se tuvo que ceder en determinados aspectos que inevitablemente tendrán un efecto futuro en la política exterior y en el desarrollo de México. De acuerdo al T-MEC, algunos de estos aspectos son:750 1. Según el artículo 4-B.6, la especificación de las reglas de origen del acero y del aluminio para la construcción de autos (vehículos de pasajeros, camión ligero o camión pesado), estas deben de contener un 70% originario de América del Norte. Es decir, se limitó la ventaja relativa de México en cuanto a la manufactura de automóviles cuyas partes proceden de otras cadenas globales de valor. 750 s/a, Tratado entre los Estados Unidos Mexicanos, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), tomo I y II, México, edit. Secretaria de Economía, Producto T-MEC y Banco de Desarrollo de América Latina. Dirección URL: https://n9.cl/bxmc, [consultado el 12 de enero de 2020]. 338 2. En el artículo 32.10, con un especial giño hacia China, se indica que, la suscripción de un TLC por parte de cualquier miembro del T-MEC con un país de economía que no es de mercado permitirá a los otros miembros del T-MEC terminar el propio tratado mediante una notificación previa de seis meses, de modo que el T-MEC se reemplazaría con un tratado bilateral entre los dos países restantes. Es evidente que este punto limita la soberanía nacional de México ante su capacidad de relacionarse con un Estado que no cumulgue con el libre comercio. 3. Patentes y propiedad intelectual en biotecnológicos, problemas en la libertad de la patente. 4. Se añadió el capítulo 24 respecto al tema ambiental (el cual no existía en el TLCAN), y se constituyó un panel de solución de controversias al incumplimiento de los compromisos ambientales. Lo anterior dota de obligatoriedad a los compromisos hechos por México en materia de Medio Ambiente, comprehendidos en 7 tratados previamente signados por México. 5. Tema Laboral. Se incluyen paneles especializados para tres posibles faltas sindicales (elección de líder, elección de sindicato y renovación de contrato laboral). Si la falta es recurrente y sistemática se puede caer en un panel de solución de controversias que puede causar daños comerciales. 6. Solución de controversias. En este apartado, se entrelazan la obligatoriedad del capítulo laboral y la ley laboral mexicana, como un método para llevar a paneles rápidos de solución de controversias. Por otro, para obtener mayor certidumbre en la firma del nuevo tratado comercial, ya en medio del equipo de transición del nuevo gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, según relata Jared Kushner, a través del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, se llegó a un acuerdo en materia migratoria y comercial. De acuerdo con su libro, Kushner y el exsecretario de Estado, Mike Pompeo, plantearon a Ebrard: “si cooperan y contienen la migración, tendrán un socio en Estados Unidos”. México aceptó. 339 Cuadro 3.6. Política exterior de Enrique Peña Nieto, 2012-2018. 2012-3-2014 2014-2015 2016-2018 Interés de la élite Revitalización de las estructuras económicas –ya neoliberales– de México Factores Internos -Economía nacional con dificultades de crecimiento, y con una extrema dependencia del comercio y las inversiones de la economía estadounidense. -México está en medio de dos guerras: la violencia y la desigualdad. -Conformación del Pacto Por México (PPM) -Persiste la violencia en México, y se desata el escandalo a partir del caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. -Diversos actos de corrupción, como La “Casa Blanca” de EPN, la estafa maestra, y actos de corrupción de diversos gobernadores priistas, aumenta la desaprobación del gobierno, y del “Nuevo Prii”. En Julio de 2015 se escapa el chapo. 2018 próximas elecciones presidenciales. Factores Externos -Sistema Internacional en decepción con la globalización. -Estados Unidos intenta retomar el control unipolar del sistema internacional a través de tres acuerdos comerciales: TPP (contra China), el TTIP (contra Rusia) y el TISA en el marco de la OMC. -Guerra en Crimea. -Guerra Civil de Siria -Conformación de los BRICS -Inestabilidad de los precios internacionales del petróleo debido al desarrollo tecnológico del fracking, el cual se realizó ante la disminución del peak oil. -Conflictos en el Medio Oriente (intervención de las principales potencias económicas en la Guerra de Siria), que desencadenaron en diversos procesos migratorios hacia Europa. -Aumento de la xenofobia en Europa, debido al alce de actos terroristas, y capitalización por parte de partidos de extrema derecha anti-globalistas. -Proceso de campaña Hilary Clinton vs. Donald Trump. Falta de consenso entre las relaciones-redes del pragmatismo estadounidense. -Donald Trump es electo presidente desde el 20 de enero de 2017 hasta el 20 de enero de 2021 -Referéndum del Reino Unido para salirse de la Unión Europea. -Conflicto entre EE.UU. y China. Objetivos -Hacer de México el principal centro logístico, integrando cadenas comerciales globales. -Aumentar la atracción de IED en sectores estratégicos. Los objetivos no fueron alterados ante la inestabilidad de los precios del petróleo. Sin embargo, se puede considerar que era imperativo Incentivar las inversiones en PEMEX, de tal suerte que dejará de ser un lastre para la economía nacional. Defender el TLCAN en el proceso de renegociación y a los connacionales que radicaban en los EE.UU. Estrategias -Crear una mancuerna entre la élite política y económica, para revitalizar los principales tratados comerciales (Alianza del Pacifico, Acuerdo Global con Europa, y el TPP). Respecto al TPP, se pretendía capitalizar la participación de EE.UU. y vincular a México con la región de Asia Pacífico. Difundir las reformas estructurales en el exterior para atraer mayores niveles de inversión extranjera. -Cabildeo de los principales círculos de influencia allegados al presiente Trump. -Posición defensiva de colaboración entre los grupos de presión (Videgaray-Kushner; Guajardo-Lightizer- Freeland; Cuarto de Junto-Sector privado estadounidense), confrontación y creación de puntos de presión. Decisiones Mejorar la imagen del país a través de la promoción de las reformas estructurales, a través no sólo de las embajadas, sino también de diversos medios de comunicación. A través de la influencia de diversos think tanks y, sobre todo, por medio de la relación Videgaray-Aspe (Evercore- Protego), se decidió incentivar la inversión extranjera en PEMEX por medio de su apertura al sector privado nacional o extranjero. -Continuar y concluir las negociaciones con los demás acuerdo comerciales lo más pronto posible (TPP y Acuerdo Global). Esta decisión fungiría como un mecanismo de presión para los EE.UU., le brindaría al gobierno un mínimo de legitimidad que podría capitalizar Meade; y, respecto al TLCAN, este salvaguardaría los intereses privados. -Uso de la seguridad concerniente a la migración centromaericana y al narcotráfico como herramienta de negociación. 340 -Continuar las negociaciones sin Canadá. Acciones Modernizar aún más el modelo económico establecido. -Actividades de promoción económica con componente empresarial en el marco de las visitas oficiales. -Fortalecimiento y amplificación económica y comercial de México con regiones estratégicas. -Participación en los principales foros económicos y políticos que coadyuvarán al cambio de imagen del país. Dialogo de Alto Nivel con los EE.UU. (DEAN). Plan de Trabajo de Competitividad de América del Norte Declaración conjunta en materia de cambio climático. Tratados: Alianza del Pacifico, Tratado de libre comercio con Centroamérica, actualización del Acuerdo Global con la Unión Europea, debido a la negociación paralela del TTIP con EE.UU., y TPP. Operaciones de Mantenimiento de la Paz -Continuidad de la Iniciativa Mérida. Relación bilateral México-EE.UU en materia de seguridad bajo el principio de responsabilidad compartida. -Impulso del Programa Frontera Sur para contener los flujos migratorios que se impulsó a través de la Iniciativa Mérida. -Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte. -Cancelación de la licitación de China para el Tren de Alta Velocidad México-Querétaro. -Ante los escándalos de corrupción y violencia, las acciones de política exterior en cuanto a la proyección de México fueron disminuyendo. -Sustitución del José Antonio Meade por Claudia Ruiz Massieu, para el momento en el que se llevaba a cabo la campaña presidencial en Estados Unidos. Substitución de Claudia Ruiz Massieu por Luis Videgaray para el momento de la renegociación del TLCAN. -Renovación del Acuerdo Global, toda vez que los EE.UU. representaron ser una amenaza tanto para Europa como para México. -Ignorar los problemas de migración y de seguridad, que tanto le importaban a EE.UU. -Resolución en el seno de la OEA en contra del régimen de Nicolás Maduro, con el objetivo de imponer sanciones a Venezuela por violaciones a derechos humanos. Acción que se realizó para exhibir y comparar los extremos a los cuales México pudiese llegar con Andrés Manuel López Obrador como presidente. -30 de noviembre de 2018, firma del Tratado Comercial entre México, EE.UU. y Canadá (T-MEC). 341 3.3. EVALUACIÓN DE LA POLÍTICA EXTERIOR DEL SEXENIO 2012-2018 DESDE UNA MIRADA DE LA COMPLEJIDAD Comprender el impacto que tuvo la política exterior de México durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto en el desarrollo económico nacional, implica reconocer desde un principio que dicho concepto –desarrollo– involucra una serie de particularidades económicas, políticas, históricas y sociológicas, que inevitablemente se entrelazan tanto con factores internos como externos que complejiza su análisis, no sólo por el cumulo de factores que se hicieron presentes durante el sexenio, sino que involucra un cuestionamiento del devenir de la toma de decisiones entorno al modelo económico neoliberal –y su intento de profundización–, que inevitablemente aprehendió a la política exterior. 3.3.1. EL PAPEL DE LA POLÍTICA EXTERIOR EN EL DESARROLLO DE MÉXICO Desde una perspectiva histórica, la estructuración de las fuerzas político-sociales del Estado mexicano en las últimas cuatro décadas ha estado marcada por el asentamiento, reproducción y debilitamiento de la razón neoliberal dentro de los entramados institucionales del aparato de estado mexicano. La idea del desarrollo que se instauró en México tuvo su origen en los distintos shocks económicos que se hicieron presentes en las décadas de los ochenta y noventa, donde a través del poder político de las ideas se equiparó conceptualmente al “cambio” como sinónimo de “progreso”, consideración que validó la inevitabilidad de la superación de dichas crisis mediante un cambio sustancial que desplazo al modelo económico de sustitución de importaciones por uno de economía abierta. Así, el inicio del cambio estructural en México –entendido como el conjunto de reformas estructurales desplegadas durante los sexenios de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo– no puede comprenderse sin su vinculación directa con la élite del poder mexicana: agentes determinados por el modelo de la eficiencia del mercado, y determinantes en su complicidad para la instauración del modelo de desarrollo neoliberal. En el contexto de dichos shocks, de forma directa o indirecta, pero que definitivamente no se encuentran dentro de la categoría de “imposición”, sino en el espacio que coexiste en-el-medio de la cooperación y la resistencia, la idea de cambio como 342 progreso/desarrollo se estructuró a través de un entramado de relaciones-redes entre la élite política tecnócrata mexicana con aquellos hubs internacionales que incitaban a la transnacionalización y a la financiarización de la economía nacional como un requisito sine qua non para el desarrollo de México –tal como quedó de manifiesto en las diversas cartas de intención dirigidas entre el gobierno de México y FMI. Más aún, la profundización de dicha visión de desarrollo estructuró su complejidad con lo global, y específicamente con la visión de Norteamérica, mediante la celebración del TLCAN. El tratado de libre comercio con EE.UU. y Canadá fungió como un instrumento de política económica, que permitió una transformación en la composición de las exportaciones transitando de una balanza comercial exportadora petrolera a una manufacturera; y como una herramienta de política exterior, la cual profundizó nuestra relación con el vecino del norte Desde una perspectiva económica, con el advenimiento del nuevo modelo económico respaldado por el TLCAN, la economía mexicana se conectó aún más con la economía estadounidense al depender de la demanda de compañías estadounidenses (y de otros países centrales), aunado al ensamblaje de piezas importadas o producidas internamente mediante subsidiarias extranjeras de las grandes compañías, las cuales han inhibido un crecimiento del valor agregado del país.751 Así, ante la ausencia de una correlación significativa entre el crecimiento de las exportaciones y el valor agregado, las exportaciones no se han constituido como un motor importante del crecimiento nacional,752 es más, el modelo de subcontratación internacional está más conectado con la economía de EE.UU. que con la estructura productiva doméstica.753 Sin embargo, el drástico proceso de reformas otorgó un papel de mayor relevancia al sector privado en la asignación de recursos y un mayor alcance a las fuerzas del mercado y a la competencia internacional, toda vez que la competitividad de dicho modelo radica en el sostenimiento de bajos costos de mano de obra (tanto salarios como de seguridad social), alta flexibilidad del mercado del trabajo, bajos impuestos y regulaciones ambientales laxas. En lo concerniente a la política exterior, se evidenció una contradicción entorno a dicha perspectiva de desarrollo, pues mermó la autonomía que tenía el Estado mexicano 751 Ilán Bizberg, “El fracaso de la continuidad. La economía político del sexenio de Enrique Peña Nieto”, en Foro Internacional, núm. 2, vol. 60, México, edit. El Colegio de México, 2020, pp. 635-636. 752 Juan Carlos Moreno-Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit., p. 251. 753 Ilán Bizberg, op. cit., p. 636. 343 respecto a ciertas consideraciones de orden interno –sobre todo respecto a la política migratoria y de seguridad–, en aras de profundizar una relación comercial-financiera con los EE.UU. que permitiera detonar el desarrollo de México,754 o por lo menos esa fue la consideración que tenía la élite política tecnócrata. De forma sucinta, expresan Rolando Cordera y Leonardo Lomelí que: El cambio estructural en México estuvo guiado, desde el principio, por una posición doctrinaria consistente con la ortodoxia económica, respondió claramente a ciertos intereses económicos nacionales y extranjeros, pero nunca se basó en un análisis objetivo ni de los aciertos y deficiencias de la estrategia de desarrollo anterior, ni mucho menos de las posibilidades reales de aplicación de la nueva estrategia a la realidad económica y social mexicana.755 Desde la perspectiva de la participación de la política exterior en el desarrollo neoliberal, resulta imperativo señalar la relevancia en la aceptación de la élite tecnócrata –como agentes estructurados pertenecientes al aparato de estado mexicano– en la implementación de medidas de ajuste estructural como condición establecida en la negociaciones con el FMI y, con los EE.UU. respecto al Plan Brady para el otorgamiento de los préstamos solicitados; el impulso al libre comercio con la entrada de México al GATT, la celebración del TLCAN y del TLCUEM, así como de diversos tratados de libre comercio adicionales; y, la legitimación de la modernización de México con el ingreso de México a la OCDE. Durante los sexenios de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, la toma de decisiones en materia de política exterior, en aras de superar las crisis y modernizar al país, atendió a un patrón [path dependency] de mitigación de las amenazas procedentes del exterior (como el conflicto de Guerra Fría y la negociación de la deuda externa) mediante procesos de negociación que inhibieran una confrontación directa con los EE.UU. y los organismos financieros internacionales; y que al mismo tiempo, alentaran el proceso de “cambio” a nivel interno mediante la expansión de vías comerciales y la incursión de México en cadenas globales de valor. Sin embargo, una vez que el tratado regional de América del Norte entró en vigor, las decisiones acentuaron la relevancia de capitalizar la 754 Blanca Heredia, op. cit. 755 Rolando Cordera Campos & Leonardo Lomelí Vanegas, “Viejos y nuevos paradigmas: el papel político de las ideas económicas en el cambio estructural en México (1982-1994)” [en línea], ponencia presentada en el Segundo Congreso de Historia Económica. La historia económica hoy, entre la economía y la historia, México, Facultad de Economía y Asociación Mexicana de Historia Económica A.C., Simposio 22, 2004. Dirección URL: https://n9.cl/evqkc, [consultado el 5 de enero de 2023]. 344 vecindad con los EE.UU., a pesar de que ello significará perder cierta autonomía respecto a otros temas. Así, y en virtud de dicha aproximación geográfica, México se convirtió en una plataforma para las maquiladoras que ensamblan piezas importadas. Dicho patrón de toma de decisiones, desde una perspectiva sociológica, estuvo constituido por la perpetuación del poder político de las ideas [razón neoliberal] que alentó la continuación de la “búsqueda del desarrollo”. Ello no hubiera sido posible sin la sinergia de las relaciones-redes entre la élite política y la élite económica bajo el supuesto de la auto- regulación del mercado y los beneficios del libre comercio, así como su perpetuación trans- histórica mediante el fenómeno de “puerta giratoria”. Concepciones respaldadas por un contexto de expansión de la globalización –como expresión que legitimó el triunfo de los EE.UU. al término de la Guerra Fría, pero que al mismo tiempo concretizó los proceso de transnacionalización y financiarización–, la razón neoliberal mexicana trascendió su vinculación del PRI, logrando su perpetuidad transexenal con los gobiernos del PAN. Bajo esta perspectiva, el historiador Roderic Ai Camp establece que son: 1) la influencia de grupos empresariales [corporativismo] que canalizan sus demandas ante el gobierno y que, además, están relacionados con el Estado; en conjunto con, 2) la presencia y el nivel de influencia ejercida por el capital internacional,756 los dos elementos estructurales que constituyen al sistema político mexicano después del año 2000. No obstante, las relaciones que posibilitaron las interacciones entre la élite política y económica mediante el fenómeno de “puerta giratoria”, evidenciaron diversos casos de corrupción por parte de la élite política y el aumento de la concentración de la riqueza de diversos empresarios que fueron beneficiados en la etapa de privatizaciones durante el sexenio salinista.757 En una frase sucinta se puede resumir que “la historia reciente de México es la historia del neoliberalismo”,758 y que a su vez es “la historia de los gobernantes trabajando a favor de los intereses de clases acomodadas y empresarios”.759 A pesar de que en el año 2000, llegó al poder un nuevo gobierno bajo una distinta 756 Roderic Ai Camp añade una tercera característica: La descentralización del poder en México, dando un mayor peso a los procesos electorales y una mayor influencia de los gobernadores en las decisiones a nivel federal. Roderic Ai Camp, La política en México ¿Consolidación democrática o deterioro?, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2018, pp. 27-34. 757 Cfr. Gerardo Esquivel, Desigualdad extrema en México…, op. cit. 758 Rafael Lemus, Breve historia de nuestro neoliberalismo, op. cit., p. 9. 759 Viridiana Ríos, No es normal, op. cit., p. 36. 345 bandera política, la razón neoliberal permaneció inamovible, toda vez que se sobrepusieron los intereses de clase o grupo frente a los valores democráticos que permitieron que Vicente Fox fuera electo presidente de la república. A través de la política exterior, que fungió como cortina de humo de los distintos actos de corrupción de la familia presidencial y de la perene perpetuidad de privilegios de políticos y empresarios, temas como los derechos humanos y la democracia se colocaron como “objetivos oficiales” que no habían estado presentes previamente en la tradición de la política exterior mexicana. Aunque, sugerentemente la política exterior se distanció por un instante de la perspectiva económica para incorporar otros temas que le permitieran profundizar una mayor relación con los EE.UU. (TLCAN-Plus), los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, en la ciudad de Nueva York, determinaron un nuevo paradigma de seguridad a nivel internacional, ante el cual la razón pragmática estadounidense se vería altamente beneficiada mediante la creación de nuevas amenazas a nivel internacional (terroristas y narcotraficantes) que permitiera revitalizar la economía del Estado de guerra permanente. Ante un problema de legitimidad en el proceso electoral que colocó como ganador a Felipe Calderón como nuevo presidente de México, la política exterior del ala más conservadora del PAN fungió como respaldo de la política de seguridad, la cual identificó al narcotráfico como una amenaza a la seguridad nacional, no por el hecho concreto de que dicha problemática afectará al bienestar de la población, y que por lo tanto el nuevo presidente atendiera las demandas ciudadanas, sino con el propósito de capitalizar dicha dificultad como elemento que le permitiera “asegurar” cierta legitimidad en su gobierno. Sin embargo, la construcción histórica estadounidense del narcotráfico comprehende métodos punitivos para su prohibición, en cuyo caso, la militarización de la seguridad pública se constituye como la forma extrema de prohibición y control de la oferta. Así, con el objetivo de facto de la política exterior de maximizar la eficacia en los esfuerzos en la lucha contra las organizaciones criminales, se decidió establecer un trabajo en conjunto con EE.UU. a través de la Iniciativa Mérida. De esta forma, mediante los shocks: 1) económico, que surgió a consecuencia de las diversas crisis económicas en los ochenta y noventa, y que a través del proceso de reformas estructurales dirigidas al “cambio”, se dio paso de la nacionalización a la privatización, y subsecuentemente a la transnacionalización de diversas empresas estatales; y 2) militar, cuyo 346 afianzamiento en las estructuras del estado mexicano derivo en la Iniciativa Mérida (declaración política que se inserta en la categoría de lo glocal) y el proceso de militarización de la seguridad pública derivo de su uso político –para el caso del presidente Calderón– y económico –para el caso del gobierno de los Estados Unidos, a través de la perpetuación del Estado de guerra permanente–, se dibujaron serias complicaciones para el logro del desarrollo en México. Es más, dichos shocks modificaron las estructurales político-sociales a tal grado que la élite del poder tradicional [élite política y élite económica] compite y/o cooperara con determinados “poderes facticos” –como los sindicatos y el crimen organizado– por una “revenada del pastel” de la extracción de recursos de la población, recurriendo, los segundos a “[…] no respetar el orden jurídico, privatizar lo público, monopolizar deliberadamente espacios económicos, políticos y sociales para fines privados, además de actuar al margen de la ley o usar ésta en función de sus intereses”.760 Ante una notoria ilegitimidad popular que se acentuó con el paso de los años, el discurso de la élite política tecnócrata se deterioró al no proporcionar ninguna evidencia sustancial en la calidad de vida de la mayoría de la población, a pesar de que en los distintos contextos de crisis, los miembros del aparato de estado justificaban sus acciones como “necesarias” para la concreción del desarrollo en México. Tomando en cuenta el Coeficiente de Gini para los años que van desde 1984 –con un coeficiente de 0.477– a 2008 –con un coeficiente de 0.501–,761 la fluctuación en el tiempo de un supuesto cambio que tendría que coadyuvar al beneficio poblacional simplemente no sucedió. Si bien, el Coeficiente de Gini aumentó mínimamente durante los años observados (0.024 puntos), este comportamiento no era el esperado. Por otro lado, la tasa de homicidios dolosos ubico su punto más álgido durante en el año 2011 con 24 personas asesinadas por cada 100,000 habitantes y con un promedio 22 personas asesinadas entre los años 2009-2012.762 Las anteriores cifras no corresponden a lo que la élite del poder en México consideraría como desarrollo. 760 Alberto Olvera Rivera, “Poderes fácticos y democracia en México: sindicatos, caciques, monopolios y delincuencia organizada en un país en transición”, en Ciudadanía y legitimación democrática en América Latina, Buenos Aires, edit. Prometeo, 2011, p. 315. 761 Carlos Tello, Sobre la desigualdad en México, op. cit., p. 259. 762 Statica, “México: tasa de homicidios 2009-2021” [en línea], enero 2022. Dirección URL: https://bit.ly/3q02VOK, [consultado el 2 de mayo de 2023]. 347 3.3.2. LOS RESULTADOS ECONÓMICOS DE LA POLÍTICA EXTERIOR Con un erróneo análisis sobre las causas del estancamiento económico nacional que estimaban un decrecimiento en los últimos 30 años de la productividad total de los factores (PTF) a una tasa promedio anual de 0.7%, el gobierno del presidente Peña Nieto decantó que el incremento de la economía informal se debía a la incapacidad de un amplio sector de la población para integrarse a la economía formal. Diversos expertos, por otro lado, especificaron que las causas que mantienían a la baja la productividad se sujetaba al proceso de liberalización económica, donde las ventajas comparativas se arraigaron en la economía mexicana, exacerbando las actividades primario-exportadoras encadenadas a la explotación de hidrocarburos –donde la finanzas públicas mantienen una estrecha dependencia en este sector– y al incremento de las actividades manufactureras intensivas de capital,763 toda vez que se priorizó la estabilidad macroeconómica en aras de mantener un control en la inflación, el déficit fiscal y la atracción de inversión extranjera.764 Con el devenir de los años, las estructuras productivas del país se monopolizaron en un entramado de unas cuantas empresas, y por ende, en unas cuantas personas. Según datos de Manuel Aguilera Gómez y Felipe Rivera Palacios Guerrero (expresados mediante el coeficiente de Gini), entre el 2004 y 2014, las actividades económicas con mayor grado de concentración monopólica se encuentran: las extractivas (de .986 a .997), la energía eléctrica, gas y agua (de .968 a .972), las manufactureras (de .818 a .938), información y medio masivos (de .900 a .940) y servicios financieros y seguros (de .839 a .918).765 Ante el gran nivel de concentración de las anteriores actividades económicas, no resulta sorprendente que el número de millonarios en México haya creció en un 32% entre 2007 y 2012, según el reporte de Wealth Insight del año 2013. Sin embargo, en lo que respecta al número de los multimillonarios mexicanos –como Carlos Slim, German Larrea, Alberto Baillères o Ricardo Salinas Pliego–, este no ha crecido de manera significativa en los últimos 763 Juan Carlos Moreno-Brid & Jaime Ros Bosch, op. cit., pp.; Manuel Aguilera Gómez & Felipe Rivera Palacios Guerrero, Las raíces estructurales de la desigualdad en México. El lado oscuro de un desarrollo suspendido, México, edit. PUED-UNAM y Miguel Ángel Porrúa, 2018, p. 65. 764 Enrique Dussel Peters, op. cit., p. 108. 765 Manuel Aguilera Gómez & Felipe Rivera Palacios Guerrero, op. cit., p. 86. 348 años.766 Las razones por las cuales persiste este grado de concentración monopólica u oligopólica se debe a: 1. La falta de competencia económica, que les ha permitido vender caro (alrededor de un 57% por encima de los costos de producción) y obtener un margen de ganancia desde 1982 a 2016, de 38% a 55%, de tal suerte que “ni la supuesta competencia económica que trajeron consigo los tratados de libre comercio cambió el hecho de que las empresas en México hayan hecho negocio vendiendo muy caro”.767 2. Una política fiscal favorable para los mayores ingresos: no sólo a través de una tasa de impuesto real de 23% (comparado con el resto de la población que paga 28%)768 sino también, a través de la elusión fiscal (distinta de la evasión, pero que pueden sincronizarse), les permite jugar con las áreas grises de los códigos fiscales o se explotan leyes que no están suficientemente reguladas, sin mencionar la creación de empresas fantasma o el outsourcing. El gobierno mexicano tiene reglas tan permisivas que para los más ricos es más fácil darle la vuelta al SAT que tener que hacer toda la parafernalia de abrir una cuenta en las Bahamas.769 3. La cercanía de la élite económica con la élite política, la cual se expresa en el cobro de menos impuestos, préstamos bancarios, rescates millonarios y la concesión de monopolios. De esta forma, podemos comprender que la idea del interés nacional del presidente Peña en torno a la profundización (revitalización) del modelo económico neoliberal no sólo atendía a una reactivación en la economía nacional, sustentada en una visión ideológica sobre la teoría económica que consideraba la falta de productividad de la población como un elemento importante en la baja de la PTF; sino que, implícitamente pretendía incentivar un crecimiento en las actividades económicas estratégicas –previamente monopolizadas– siendo estas las primario-exportadoras. Con respecto a lo anterior, preguntarse la razón por la cual la élite política tecnócrata decidió declinarse por el mismo camino que sus antecesores, decanta en una respuesta igualmente ideológica, pues a los ojos de los miembros 766 Gerardo Esquivel, Desigualdad extrema en México, op. cit., p. 17. 767 Viridiana Ríos, op. cit., p. 39. 768 Ibídem., p. 126. 769 Ibídem., p. 134. 349 del aparato de estado: “las reformas conducen al crecimiento y a mejoras en el bienestar de la población”.770 Sin embargo, a pesar de la aparente “semejanza” en la decisión de impulsar de nueva cuenta un paquete de reformas estructurales delineadas bajo el mismo marco teórico neoliberal, se contrapone con una determinada singularidad: a diferencia de los anteriores sexenios, el impulso de las reformas estructurales del presidente Peña no respondieron a la contención de una determinada crisis o a la petición de un organismo financiero internacional, sino que se constituyeron como una carta de presentación al medio internacional para promocionar a México como un país atractivo a la inversión extranjera y comprometido con los principios del libre comercio. Es así que, la repetición de la búsqueda del desarrollo en México mediante el impulso de reformas estructurales como el medio idóneo que conduciría al cambio estructural, constituye el eterno retorno de la estructura político-económica del país.771 En concreto, el eterno retorno del devenir neoliberal del Estado mexicano se constituyó a través de: 1) el consenso con los principios de la pax americana, que afianzó el desarrollo nacional con los principales enclaves económicos transnacionales y financieros ligados con los Estados Unidos; 2) las relaciones trans-elitistas de América del Norte que mantiene a su vez relaciones-redes con los principales hubs internacionales del neoliberalismo, que aterriza su concreción en la aceptación del modelo económico imperante por medio de la élite del poder mexicana; y 3), la asimilación de dicho modelo en la estructura política del Estado mexicano, indistintamente del partido político (homo economicus), ejerce una racionalidad política y una operación biopolítica sumisa a las dinámicas de la competencia económica y hace de la empresa el modelo de toda organización. En este sentido, me cuestiono y cuestiono al lector: ¿A caso la razón neoliberal erige la irreflexión sobre las consecuencias sociales que trae consigo dicho modelo económico/discursivo/práctico/operativo, de tal suerte que, al sólo considerar el aumento de la ganancia en un determinado modus vivendi, ya sea individual o colectivo –donde es 770 Alejandro Nadal, Pensar fuera de la caja. La economía mexicana y sus posibles alternativas, Estudios y perspectivas, núm. 182, México, edit. CEPAL-México, 2020, p. 25. 771 Cfr. Gille Deleuze, Diferencia y repetición, op. cit. Un primer intento por comprender las particularidades, y por ende las diferencias, pero enfocado en la confianza y la frustración en los ciclos presidenciales de la historia de México es: Ugo Pipitone, Un eterno comienzo. La trampa circular del desarrollo mexicano, México, edit. Penguin Radom House & CIDE, 2017, 204 pp. 350 imperativo el aumento de la productividad a través de la competencia– posibilita la incapacidad de pensar y despoja al ser en cuestión de su calidad de “persona”? Sucintamente, ¿es el homo economicus banal y, por lo tanto, toda búsqueda explicativa de su conducta conduce a una banalidad reiterativa sobre el aumento de la ganancia?772 Al parecer, la respuesta es un desafortunado, sí. Retomando el análisis, desde la perspectiva de crear un cambio narrativo que desplazará en segundo término los problemas de seguridad del país, simultáneamente a la aplicación de las reformas estructurales, se llevaron a cabo acciones específicas en materia de política exterior, tales como: el Dialogo de Alto Nivel con los EE.UU. (DEAN), Plan de Trabajo de Competitividad de América del Norte, y la Declaración conjunta en materia de cambio climático. A esta serie de acuerdos concernientes a la región de América del Norte, se le añade el impulso a participar en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la Organización Naciones Unidas y en la concreción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por otro lado, en un nivel operativo, el desplegado de la diplomacia mexicana enfocada a actividades de promoción económica con componente empresarial en el marco de las visitas oficiales. El cumulo de toda esta “carta de presentación” –en conjunto con las reformas estructurales– permitió lograr cambiar la percepción de México en el sistema internacional (por lo menos durante la primera parte del sexenio), al desplazar la mala imagen de violencia e inseguridad que dejó detrás de si el sexenio del presidente Calderón, y colocó al gobierno del presidente Peña Nieto en la vanguardia mundial respecto a las reformas necesarias para el impulso del desarrollo de cualquier nación que deseara dicho objetivo. El cambio narrativo intentó concretar la estrategia principal en torno a la revitalización de los principales tratados comerciales (Alianza del Pacifico y el Acuerdo Global con Europa), y considerar otras áreas de oportunidad como Centroamérica (Tratado de libre comercio con Centroamérica) y Asia-Pacífico (TPP), con el objetivo de hacer de México un centro logístico que permitiera estar anclado con los principales regiones económicas mundiales y que, subsecuentemente atrajera IED. En este sentido, no tuvo gran impacto que el sistema mundial (sobre todo Europa) se mantuviera con recelos de los 772 La reflexión interrogativa anterior constituye la conclusión, a la cual he llegado sobre la comprensión del ser neoliberal (homo economicus), sobre todo, de la élite política tecnócrata. La inspiración de esta reflexión parte del trabajo de: Cfr. Hannah Arendt, Eichman en Jerusalén, Barcelona, edit. Lumen, 2003 [1963], 182 pp. 351 supuestos “beneficios” de la globalización. Simplemente bastaba contar con el respaldo de los EE.UU., y en virtud de que la razón pragmática estadounidense aún recurría al discurso de la globalización para la expansión y concreción de sus objetivos centrados en la reducción de su deuda, la nivelación de déficit comercial y el sostenimiento de sus finanzas públicas, solamente México se tuvo que alinear de nueva cuenta al proyecto globalista de “salvación” de la pax americana. Por otro lado, a pesar del descontento social por la aplicación de las reformas estructurales, los diversos escándalos de corrupción, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y la inestabilidad de los precios internacionales del petróleo, no causaron una modificación radical en el planteamiento inicial tanto del interés nacional como de los objetivos. Sin embargo, las acciones de política exterior incorporaron dos tendencias: En primer lugar, a pesar del escándalo mediático por la desaparición de los 43 estudiantes, y de la disminución de las acciones de política exterior en cuanto a la proyección de México, la política exterior se concentró en la promoción de la reforma energética, de tal suerte que fluyeran las inversiones en este sector. Así, mientras en el exterior se aceleró el proceso de difusión de la reforma energética, en el interior se realizaba el proceso de reforma intra-empresa de la paraestatal PEMEX. Sin embargo, si bien la idea de la apertura del mercado energético mexicano puede estar ligada a la contención de las presiones al tipo de cambio que generaba la caída de los precios internacionales del petróleo, los cuales decantaban en una inestabilidad en las finanzas públicas dada su dependencia respecto a los ingresos petroleros; es igualmente crucial considerar la influencia que tuvo la élite económica internacional –think tanks estadounidenses, las empresa Evercore-Diavaz y el banco internacional BlackRock– para lograr que la élite política tecnócrata validara dicha codecisión. No obstante, a diez años de dicha reforma, los resultados no han sido los esperados. En segundo lugar, ante el aumento de la violencia que se hizo plenamente visible con el caso de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la realidad supero el discurso oficial que difundía el gobierno federal. Bajo el principio de responsabilidad compartida que caracterizo la relación bilateral entre México y los EE.UU. en materia de seguridad, la Iniciativa Mérida siguió operando bajo los mismos acuerdos establecidos por el presidente Calderón, de tal suerte que dicho proyecto político siguió asistiendo el Estado de guerra 352 permanente de la economía estadounidense. Adicional a lo anterior, bajo la misma sintonía de la militarización del país, con el aumento de los flujos migratorios procedentes de Centroamérica y Sudamérica que hacía necesario su paso por México para lograr llegar hacia los EE.UU., en coordinación con el gobierno estadounidense quien proporcionó financiamiento al respecto, se implementó la Estrategia Integral de Atención a la Frontera Sur, también conocida como Programa Frontera Sur. Dicho plan consistió en la agresiva estrategia de detención de migrantes por medio de las Fuerzas Armadas, agentes del Instituto Nacional de Migración (INAMI) y de la Policía Federal. Algunos datos reveladores sobre el Programa Frontera Sur son brindados por el informe de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) titulado: La frontera sur de México, donde se establece que: 1) El total de las detenciones de migrantes aumento en un 85% durante los primeros dos años de funcionamiento (de julio de 2014 a junio de 2016) comparado con los niveles anteriores al Programa. 2) La obtención de datos biométricos de migrantes para identificar con precisión quién es la persona migrante. 3) Aumento en las detenciones de niños migrantes de un 60% entre el 2014 y 2016, en el corredor de Tenosique, Tabasco.773 Sin embargo, el advenimiento de Donald Trump como candidato, y posteriormente como presidente de los EE.UU., se constituyó como una amenaza para el logro de los objetivos de la élite del poder mexicana. Es importante destacar en este punto, que durante la administración del presidente Obama, los pilares de la razón pragmática estadounidense se sincronizaron con la razón neoliberal mexicana, posibilitando la creación de un discurso en defensa del desarrollo dirigido por el mercado y respaldado por la globalización, lo que en el caso específico de México –y en específico para la élite política tecnócrata– significó la forma más rápida de solucionar el estancamiento de la economía mexicana. No obstante, con Donald Trump en la presidencia estadounidense, México encontró un serio obstáculo para la revitalización de las estructuras neoliberales. La “singularidad” del momento de caos que suponía la crisis de la razón pragmática, que ahora conducía una política exterior nacionalista donde anteponía el America First como un medio para lidiar con los problemas financieros y que, al mismo tiempo, concretizaba un objetivo electoral, 773 Adam Isacson, Maureen Meyer & Hannah Smith, La frontera sur de México, Washington D.C., edit. Washington Office on Latin America, junio de 2017, pp. 3-4. 353 inevitablemente, el discurso de la globalización que sostenía la élite política tecnócrata no tenía cabida. Los objetivos particulares de cada nación eran antagónicos desde su base conceptual. Con la renegociación del TLCAN, era notable que los EE.UU. intentaban reducir el atractivo económico de México (sobre todo la ventaja comparativa de la mano de obra barata), de tal forma que las empresas transnacionales retomaran operaciones con el vecino del norte. Ante esto, era lógico que el objetivo principal de política exterior se atuviera a la defensa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Un efecto inmediato del ascenso de Donald Trump para la economía mexicana, fue la inestabilidad del tipo de cambio. De acuerdo a la gráfica 3.4 se evidencia incrementos considerables en el tipo de cambio mexicano en tres escenarios: 1) el registro de la candidatura de Donald Trump a la presidencia de los EE.UU. en enero de 2016 ($18.47 respecto al dólar); 2) el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales (máximo histórico de $21.05, en noviembre de 2016); y 3) su toma de protesta como nuevo presidente de los EE.UU. en enero de 2017 (máximo histórico de $21.63, el 13 de enero de 2017). La tendencia a la baja del tipo de cambio se hizo perceptible en el momento que comenzaron las rondas de renegociación del TLCAN, subiendo de nueva cuenta a niveles de $19 promedio respecto al dólar con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, el 1 de julio 2018, y la llegada del partido MORENA al poder ejecutivo el 1 de diciembre de 2018. Fuente: elaboración propia con datos del Banco de México 13.00 15.00 17.00 19.00 21.00 23.00 0 2 /0 1 /2 0 1 5 0 2 /0 3 /2 0 1 5 0 2 /0 5 /2 0 1 5 0 2 /0 7 /2 0 1 5 0 2 /0 9 /2 0 1 5 0 2 /1 1 /2 0 1 5 0 2 /0 1 /2 0 1 6 0 2 /0 3 /2 0 1 6 0 2 /0 5 /2 0 1 6 0 2 /0 7 /2 0 1 6 0 2 /0 9 /2 0 1 6 0 2 /1 1 /2 0 1 6 0 2 /0 1 /2 0 1 7 0 2 /0 3 /2 0 1 7 0 2 /0 5 /2 0 1 7 0 2 /0 7 /2 0 1 7 0 2 /0 9 /2 0 1 7 0 2 /1 1 /2 0 1 7 0 2 /0 1 /2 0 1 8 0 2 /0 3 /2 0 1 8 0 2 /0 5 /2 0 1 8 0 2 /0 7 /2 0 1 8 0 2 /0 9 /2 0 1 8 0 2 /1 1 /2 0 1 8 Gráfica 3.4. Tipo de cambio, 2015-2018 (precios constantes de 2021) 354 Fuente: elaboración propia con datos de la balanza comercial del Banco de México Ante la renegociación del TLCAN –pilar fundamental del modelo económico IOE y elemento sustancial en la transnacionalización de las redes del Estado mexicano– la toma de decisiones se direccionó a la concreción acelerada de las distintas negociaciones. He expuesto que las razones de esta decisión son varias, pero el hecho concreto aquí es que, a pesar de la incertidumbre en la renegociación del TLCAN, se logró cumplir con la estrategia principal de “revitalización” los principales tratados comerciales. Observemos con mayor detenimiento este aspecto. En lo respectivo a las exportaciones –como epicentro esencial de la política exterior en función del desarrollo de México–, las gráficas 3.5 y 3.6 evidencían que la direccionalidad de las exportaciones mayoritarias continuaban (y continúan) siendo las manufactureras y el destino principal seguían siendo los EE.UU. Sin embargo, de acuerdo al cuadro 3.8., la variación porcentual de las exportaciones totales entre el año 2012 y 2018, fueron apenas de 23.23%, es decir, el incremento fue mínimo respecto al sexenio del presidente Calderón. Las exportaciones manufactureras que concentran poco más del 80% respecto de las exportaciones totales, tuvieron un crecimiento del 31.57%; y las exportaciones dirigidas hacia los EE.UU. fue apenas de 24.47%. En resumen, a pesar del gran esfuerzo por renovar los principales tratados comerciales, no tuvieron el impacto que se esperaban, toda vez que las exportaciones están vinculadas a la estructura productiva de EE.UU. y crecen en función de su demanda, el efecto Trump explica la disminución de las exportaciones manufactureras entre los años 2015-2017, cerrando con un 86.05% al término del año 2018. 80.59% 80.69% 84.94% 89.30% 84.34% 82.90% 86.05% 0% 20% 40% 60% 80% 100% Gráfica 3.5. Composición total de las exportaciones (%), 2000-2022 Petróleras Agropecuarias Extractivas Manufactureras 355 Cuadro 3.7. Indicadores macroeconómicos seleccionados, 2012-2018, porcentajes, precios corrientes (millones de dólares) y variación porcentual Concepto/Año 2013 2014 2015 2016 2017 2018 Variación porcentual 2012-2018 PIB nacional % 1.4 2.8 3.3 2.6 2.1 2.2 2.4 (pro.) Tasa de inflación % 3.97 4.08 2.13 3.36 6.77 4.83 Tipo de cambio peso-dólar $13.08 $14.74 $17.25 $20.62 $19.66 $19.65 Tasa de crecimiento de las exportaciones % 4.02 1.82 -4.12 4.65 10.33 5.08 23.23% Exportaciones manufactureras respecto de las totales % 80.69 84.94 89.30 84.34 82.90 86.05 31.57% Exportaciones dirigidas hacia EE.UU. respecto de las totales % 79 80 81 81 80 79 24.47% IED Total 48,216.2 (p.c.) 30,482.5 (p.c.) 35,493.7 (p.c.) 31,171.2 (p.c.) 34,032.2 (p.c.) 34,084.3 (p.c.) Tasa de crecimiento de la IED % 121.71 -36.78 16.44 -12.18 9.18 0.15 56.72% IED en manufacturas respecto del total % 64.93 62.35 51.01 57.99 44.12 46.29 60.92% IED de los EE.UU. respecto del total % 35.16 33.73 54.56 35.42 45.31 34.94 22.22% Deuda del sector público como % del PIB 35.4 38.6 42.8 48.2 46 46.1 102.32% Ingresos del sector público respecto del ingreso presupuestario total 71.14 72.51 74.53 73.70 77.57 75.69 57.86% Déficit presupuestal promedio -7 44 15 -20 -53 102 25.49% Ingresos petroleros respecto del ingreso presupuestario 35.38 30.66 19.77 16.29 16.72 19.13 -29.43% Cómo leer la tabla: La mayor parte de los datos corresponden a porcentajes de participación de determinado valor respecto de su conjunto, tasas de crecimiento respecto de sus años anteriores inmediatos, precios corrientes, y varios porcentual cuyos datos de referencia fueron correspondientes a los años 2012 y 2018. Fuente: Porcentaje del PIB nacional, INEGI; Tasa de inflación, Banco de México; Tipo de cambio, Banco de México, Exportaciones totales y hacia EE.UU., Balanza Comercial del Banco de México con datos de INEGI; IED total y proveniente de EE.UU, Secretaria de Economía; Deuda del Sector Público, Informes trimestrales de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sobre la Deuda Pública. 356 Fuente: elaboración propia con datos de la balanza comercial del Banco de México En el entendido de que México importa componentes, o produce piezas que se exportan luego de un proceso y que regresan para ser ensambladas en el país, la balanza comercial entre los años 2013 y 2018, al igual que en los sexenios anteriores, mantuvo un déficit minúsculo de 0.48% promedio, que expresa dicha correlación entre las exportaciones (crecimiento promedio de 3.44%) respecto de las importaciones (crecimiento de 3.92%). De esta forma, la importancia del comercio exterior de México ha radicado en los bienes de uso intermedio, que son muestra del desplazamiento del comercio de bines finales y que ahora se subscribe a las cadenas globales de valor. La desarticulación de la economía mexicana respecto al mercado interno en medida que se inserta con mayor medida al externo, constituye la explicación del estancamiento del valor agregado de las exportaciones manufactureras, las cuales, según se demuestra en la gráfica 3.7, para el año 2018, tuvieron un porcentaje de 18% como porcentaje del PIB.774 Es decir, el impulso por renovar los principales tratados comerciales (Acuerdo Global, Alianza del Pacífico, TLCAN-T-MEC y TPP a posteriori), no estimulo un aumento en el valor agregado de las exportaciones manufactureras, toda vez que se logró crecer solamente 2 puntos porcentuales durante el sexenio del presidente Peña, más aún, de acuerdo a la misma gráfica se muestra un estancamiento desde el año 2015. 774 Banco Mundial, Industrialización, valor agregado (% del PIB) – México [en línea], Dirección URL: http://bit.ly/3NfH7Ia, [consultado el 18 de mayo de 2023]. 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% Gráfica 3.6. Exportaciones de México por país (%), 2000 -2022 America América del Norte EE.UU. Europa Asia América del Sur 357 Fuente: elaboración propia con dato del Banco Mundial Por otro lado, de acuerdo al Diagnóstico de la productividad en México 2018, realizado por el CONEVAL, en términos de la productividad total de los factores (PTF), para el año 2013 se evidencia un decrecimiento (-0.92%) y un estancamiento en los años 2014, 2015, y 2016, con tasas de 0.06, 0.12 y 0%, respectivamente.775 Por otro lado, los niveles de productividad laboral, de acuerdo al mismo informe, tuvieron un crecimiento promedio anual entre 2012 y 2017 de 0.7%, en tanto que en el periodo 2006-2012, este fue de 0.02%. En el mismo periodo estudiado, solo en 2014 hubo un crecimiento relevante, decreciendo de nueva cuenta al promedio antes mencionado.776 Se debe precisar, en este sentido, que los sectores más productivos de la economía mexicana corresponden a los sectores de la industria manufacturera. Lo particular del sector manufacturero es que, este no solamente mantiene un alto grado de monopolización, sino también está dominado por empresas transnacionales,777 las cuales, en los últimos años han aumentado sus ingresos, pero no así la remuneración del trabajador, cuyo último incremento se dio entre 1990 y 2007.778 En la gráfica 3.8 se puede observar que en los años correspondientes al sexenio del presidente Peña Nieto, el aumento de los ingresos de los 775 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), Diagnóstico de productividad y análisis de los avances del Programa para Democratizar la Productividad 2013-2018, México, edit. CONEVAL, 2018, p. 46. 776 Ibídem., p. 50. Este mismo dato es compatible con los estudios del Banco Mundial: Cfr. Leonardo Iacovone et al., Crecimiento de la productividad en México. Comprendiendo las dinámicas principales y los determinantes clave, Washington D.C., edit. Banco Mundial, 2021, p. 19. (150) 777 Ilán Bizberg, op. cit., p. 647. 778 Germán Osorio Novela, Alejandro Mungaray Lagarda & Edison Jiménez López, “La industria manufacturera en México: una historia de producción sin distribución”, en Revista de la CEPAL, núm. 131, agosto de 2020, pp. 148-149. 5 7 9 11 13 15 17 19 21 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 Gráfica 3.7. Valor agregao de la industria manufacturera, 2000-2021 (% del PIB) 358 empresarios aumento con mayor ímpetu a comparación de los anteriores. No obstante, las remuneraciones de la industria manufacturera se mantuvieron casi inamovibles, presentando señales de disminución en algunos años. Gráfica 3.8. Relación entre ingresos y remuneraciones de la industria manufacturera, 2008-2016 (miles de millones de dólares) Fuente: Germán Osorio Novela, Alejandro Mungaray Lagarda & Edison Jiménez López, op. cit., p. 149. En el imaginario colectivo, es común considerar que los salarios de los trabajadores están en función de su nivel de productividad, la cual incrementa su valor si el trabajador en cuestión mantiene un capital humano considerable que le brinde mayores habilidades para despeñar su puesto. En este sentido, sería un error suponer que la razón por la cual los salarios de los trabajadores de la industria manufacturera son bajos está en función de una aparente “baja productividad” de sus labores. Los resultados de la investigación de Viridiana Ríos, que se expresan en la gráfica 3.9, muestran que “en al menos 38 industrias los trabajadores se han vuelto más productivos, y aun así sus salarios han caído”, y añade la autora: “la gran mayoría de los trabajadores de la manufactura están empleados en empresas donde la productividad ha crecido más que el salario”.779 Habría que decir también que, otras industrias donde los salarios son anormalmente bajos son: la fabricación de motores, la de maquinarias y la de equipos para el comercio y embarcaciones. 779 Viridiana Ríos, op. cit., pp. 94-95. 359 Gráfica 3.9. Relación entre productividad y salarios en distintas industrias, 2005-2019 Los datos anteriores expresan dos elementos: 1) los trabajadores en México si son productivos, y 2) los salarios no están relacionados con la productividad, pues las empresas tienen márgenes de ganancia extremadamente altos (ver gráfica 3.8). Por el contrario, ante la constitución de diversas industrias en monopolios (algunas alentadas por el Estado), las ganancias simplemente se concentran y no desembocan en un beneficio para los trabajadores. En cuanto a la IED, el incremento respectivo entre los años 2012 y 2018 fue de 56.72%, donde poco más del 60% se concentró en la industria manufacturera. Sin embargo, como puede observarse en la gráfica 3.10 la tendencia fue en detrimento a partir del año 2015, cerrando con una nula tasa de crecimiento en el año 2018. Con una tendencia inestable, la IED proveniente de los EE.UU. creció un 22.22% respecto al año 2012. Un crecimiento muy por debajo de lo esperado. De acuerdo a la gráfica 3.11, desde el 2015 se incrementó la IED proveniente de la Unión Europea, la cual mantuvo los mismo niveles que la Cómo leer la gráfica: En el cuadrante inferior derecho están todas las industrias en las que los trabajadores son más productivos, pero el costo de la mano de obra se ha reducido. Entre más alejados del centro, el fenómeno es más acentuado. Por ejemplo con la industria de la herrería o de la maquinaria y equipo para el comercio. Entre más grande sea el círculo, más trabajadores se emplean en esa rama. Fuente: Viridiana Ríos, op. cit., p. 95. Con base en datos de INEGI, IPL y ICU por horas trabajadas. Año base 2013 (2019); INEGI, Censo económico (2019). 360 estadounidense en el año 2018, y llegó incluso a superar momentáneamente la estadounidense para el año 2019. Fuente: Elaboración propia con datos del Presupuesto de egresos de la federación (varios años) y Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras. Fuente: Elaboración propia con datos de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras Por otro lado, de acuerdo con datos del CIEP (Centro de Investigación Económica y Presupuestaria), entre 2005 y el primer trimestre de 2022, la formación bruta de capital fijo (inversión) como promedio del PIB fue de 20.6% en promedio, del cual 4% del PIB corresponden a la inversión pública y 16.1% a la inversión privada. En lo respectivo al sexenio del presidente Peña Nieto, la inversión pública fue de 3.6% en promedio, mientras que la inversión privada fue de 17.3% en promedio. Así mismo, se evidencia que la inversión total pasó de 22.8 % del PIB en 2008 a 17.3 % en 2020, año de la crisis económica y sanitaria generada por la pandemia de COVID-19. Por otro lado, se observa desde 2010 y hasta 2020 con una tendencia en recortes a la inversión pública con un efecto negativo en la dinámica -10.00% 0.00% 10.00% 20.00% 30.00% 40.00% 50.00% 60.00% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 Gráfica 3.11. IED por regiones (% respecto del total), 2010-2022 EE.UU. Unión Europea Países seleccionados Otros -50.00% 0.00% 50.00% 100.00% 150.00% 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 Gráfica 3.10.Tasa de crecimiento del gasto público e IED (%), 2010-2022 Gasto público IED 361 de crecimiento del PIB, en promedio, de -0.23% del PIB cada año.780 En la misma tendencia se encuentra el gasto público. Como puede observarse en la gráfica 3.10, la tendencia del gasto se mantiene a la baja desde el año 2011, con excepción del año 2013. La explicación de mantener el gasto del gobierno bajo control, aún a costa de sacrificar el crecimiento, es con el propósito de mantener una inflación estable. En el cuadro 3.7 en 2018 se concluyó el sexenio con un 4.83% de inflación, cuyo comportamiento promedio fue relativamente establece, con excepción del año 2017 donde la inflación llegó a 6.77%. Un hecho que evidencia las contradicciones en las finanzas públicas del gobierno es que, a pesar de la nula inversión pública y del gasto restrictivo que mantiene, la deuda pública incrementó en un 102.32% respecto del año 2012, en este sentido, el sexenio del presidente Peña Nieto ha sido uno de los mayores contribuciones a la deuda del país. Adicional a lo anterior, a pesar del comportamiento estable de la inflación, los ingresos del sector público solamente lograron un incremento de 57.86% respecto al último año del sexenio del presidente Felipe Calderón. Así mismo, la participación de los ingresos petroleros en el ingreso presupuestario registraron un decrecimiento de -29.43%. Aunque, a lo largo del sexenio se registraron números positivos (muy bajos para el efecto que se esperaba de la reforma energética), la tasa de crecimiento resulto negativa, a consecuencia de la caída los precios internacionales del petróleo. Ante un deficiente comportamiento de las exportaciones totales, así como del valor agregado de las exportaciones manufactureras, la concentración de la IED en este rubro de la economía, la dependencia de las exportaciones y de la IED con los EE.UU., sin mencionar, el detrimento de la inversión pública –que va de la mano con una tendencia a la baja de los ingresos petroleros– y el restringido control del gasto, es inevitable comprender las razones por las cuales la tasa de crecimiento del PIB se limitó a 2 puntos porcentuales. De acuerdo al cuadro 3.7, se observa que el porcentaje del PIB nacional promedio durante el sexenio fue de 2.4%, cuyo porcentaje máximo registrado fue de 3.3% para el año 2015. De forma general, se puede considerar que el PIB nacional tuvo un sostenimiento muy endeble ante el esfuerzo por revitalizar las estructuras neoliberales. Sin embargo, esta tendencia de mínimo crecimiento económico, es comparable 780 José Luis Clavellina Miller & Leslie Areli Badillo Jiménez, La inversión pública y su aporte al crecimiento [en línea], México, edit. Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C., 26 de julio de 2022. Dirección URL: https://n9.cl/rag1u, [consultado el 23 de mayo de 2023]. 362 de la misma forma con el PIB de los EE.UU. y de la economía mundial (véase gráfica histórica en los Anexos), es decir, no fue per se un comportamiento exclusivo de México. Por otro lado, en lo que respecta a la tasa de inflación se mantuvo ligeramente por arriba de lo decretado por el Banco de México (3%), teniendo un cierre en el año 2018 de 4.83, aunque su índice más alto fue en el 2017 con un 6.77%. Fuente: elaboración propia con datos de INEGI. Ante los datos anteriores, podemos observar que el impacto de la política exterior en el desarrollo del país, –fundamentado en una competitividad dependiente de bajos costos de la mano de obra (tanto de salarios como de seguridad social), alta flexibilidad del mercado de trabajo, bajos impuestos y regulaciones ambientales laxas– tuvo resultados limitados, sobre todo ante el valor agregado, la PTF, y la tasa de crecimiento de las exportaciones. Incluso, a posteriori del periodo analizado, podemos corroborar en diversos datos que el impacto “positivo” de las reformas estructurales del presidente Peña Nieto fue minúsculo para con el modelo económico imperante. De esta forma, al haber suscrito el marco de acción de la política exterior en la promoción y difusión de las reformas estructurales en el extranjero en aras de incrementar una mayor participación del sector privado nacional y extranjero en los principales sectores estratégicos, reafirmó su congruencia con los beneficiarios de dichos sectores dominados por empresas transnacionales, las cuales, en efecto, cuentan con mayor competitividad y productividad, pero también con un alto grado mayor de monopolización. Aunque, para el momento en el que el presidente Peña Nieto tomó cargo del poder ejecutivo no existía alguna “crisis” que justificara el cúmulo de reformas estructurales (como en el pasado), más allá del estancamiento económico en el que se encontraba el país, la 5.1 3.7 3.6 1.4 2.8 3.3 2.6 2.1 2.2 -0.2 -8.2 4.7 3.1 -10 -5 0 5 10 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 Gráfica 3.12. PIB nacional (%), 2010-2022 363 repetición de nueva cuenta de la “fórmula aperturista” coadyuvó –en teoría– a que “[…] los individuos que persiguen sus propios intereses con conocimiento de causa, en condiciones de libertad, tiend[an] siempre a promover al propio tiempo el interés general”.781 Es decir, la política exterior fomentó la inversión y el desarrollo de los sectores estratégicos del país que implícitamente beneficiaban sólo a algunos cuantos. No obstante, para el momento en el que la política exterior tuvo que hacer frente a la renegociación forzada del TLCAN –periodo de caos del sistema internacional que comenzó con la crisis de la razón pragmática estadounidense–, el “interés nacional” basado en el objetivo de hacer de México un centro logístico integrando cadenas comerciales de valor, paso a un segundo término, dado que era vital salvaguardar los negocios vinculantes que sostenía la élite económica con el mercado estadounidense, los cuales inevitablemente ya eran parte de la estructura económica del país. Con la finalidad de salvaguardar el TLC con EE.UU., México tuvo que aceptar determinadas condiciones lascivas referentes a las reglas de origen del acero y del aluminio, la abstención de suscribir un TLC con un país de economía que no es de mercado (artículos 4-B.6 y 32.10.), además de la vinculación de la solución de controversias con el marco laboral, consideración que disminuye la competitividad que mantenía México respecto a los dos otros países de América del Norte. En este sentido, al haber alentado que México se constituyera como un centro logístico que integrara las principales cadenas comerciales globales como el principal objetivo de política exterior que impulsaría el desarrollo del país, trajo consecuencias inversamente proporcionales, pues no sólo se pretendía que incrementaran las ganancias de los sectores primario-exportadores previamente monopolizados, sino también era una apuesta a que México se convirtiera en la principal potencia en mano de obra barata del mundo, al recurrir a la ventaja comparativa de bajos salarios. En conclusión, la política exterior no influyo en el desarrollo de México, sino en su subdesarrollo, el cual se expresa en los niveles de desigualdad económica y pobreza multidimensional del país. Es importante retomar, en este sentido, el pensamiento de Ruy Mauro Marini, quien consideraba que era a partir de la división internacional del trabajo donde se configuraba la dependencia, “entendida como una relación de subordinación entre naciones formalmente 781 John Maynard Keynes, “El fin del “laissez-faire” (1926)”, op. cit., p. 281. 364 independientes, en cuyo marco las relaciones de producción de las naciones subordinadas son modificadas o recreadas para asegurar la reproducción ampliada de la dependencia”.782 En específico, bajo las ideas de Theotonio Dos Santos, “la dependencia no es sólo un fenómeno externo, sino que se manifiesta también bajo diferentes formas en la estructura interna”.783 Veamos con mayor detenimiento este punto. 3.3.3. EL DESARROLLO DEL SUBDESARROLLO DEL MÉXICO RECIENTE Es un hecho que en México el problema no sólo es que crecemos muy poco, sino que lo hacemos mal y de forma dispareja. De acuerdo con el informe Desigualdades en México, 2018, realizado por El Colegio de México, se muestra que ya para el año 2017 (véase el mapa 3.2), los mercados laborales en los estados del sur presentaban los salarios más bajos y no se observaba que se acercaran sustancialmente a los niveles de remuneración de las entidades con mayor desarrollo económico ubicados en la frontera con los EE.UU. Mapa 3.2. Ingreso laboral mediano por entidad federativa en 2017. Fuente: COLMEX, Desigualdades en México 2018, op. cit., p. 57. 782 Ruy Mauro Marini, Dialéctica de la dependencia [en línea], México, Ediciones Era, decimoprimera edición, 1991, p. 5. Dirección URL: https://n9.cl/38br4, [consultado el 20 de noviembre de 2018]. 783 Theotonio Dos Santos, Teoría de la dependencia: balance y perspectivas [en línea], México, edit. Plaza y Janés (original)/ Instituto de Investigaciones Económicas-UNAM, 2002, p. 13. Dirección URL: https://n9.cl/b84vy, [consultado el 20 de noviembre de 2018]. 365 De esta forma, se observan divergencias en el ingreso laboral mediano mensual, por ejemplo entre Querétaro ($6,657) y Puebla ($4,748), y aún más sorprendente entre Nuevo León ($7,371) y Chiapas ($3,708). Véase el mapa 3.2.784 Bajo los cálculos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), se estimó para el año 2018 que 52.4 millones de personas vivían en situación de pobreza multidimensional (41.9% de la población total del país): categoría con la que se estima a un hogar cuyo ingreso es menor al valor monetario de una canasta de bienes y servicios que se requieren para satisfacer necesidades alimentarias y no alimentarias (como rezago educativo, acceso a la seguridad social, calidad y espacios en la vivienda, etc.). Sin embargo, al considerar estrictamente la pobreza por ingresos (ingreso corriente per cápita), esta medida arrojó para el mismo año que un 48.8% de la población tenía un ingreso menor al mínimo necesario.785 Es decir, cerca de la mitad de la población total del país no contaba con los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades de bienes y servicios mínimos. Lo más sorprendente de esto es que ha sido una constante en el tiempo, ya que “en 1992 esa proporción era de 53.1%; en 2002, de 50%, y en 2008, de 49%”.786 Al retomar los datos de Raymundo M. Campos Vázquez, los cuales se pueden observar en la gráfica 3.13,787 es claramente perceptible que el PIB por habitante, en la mayoría de los estados de la república mexicana han tenido un crecimiento bastante limitado e inestable a través del tiempo. Sucintamente se puede afirmar que, si bien el país ha crecido (en términos del PIB nacional), en realidad el cambio ha sido poco. Acorde a los datos del autor, para el año 1980 el PIB por habitante a nivel nacional era de 108 mil pesos; para 2019, este fue casi de 140 mil, de esta forma el crecimiento promedio fue de 0.7%; para el periodo 1990-2019, este fue de 1%; y para el periodo más reciente del 2000-2019 fue de 0.6. 784 El Colegio de México, Desigualdades en México 2018, op. cit., pp. 56-57. 785 CONEVAL, Medición de la pobreza. Estados Unidos Mexicanos, serie 2008-2018 [en línea]. Dirección URL: https://n9.cl/v9bah, [consultado el 25 de mayo de 2023]. 786 Raymundo M. Campos Vázquez, Desigualdades. Por qué nos benéfica un país más igualitario, México, edit. Grano de sal y Centro de Estudios Espinosa Yglesia, 2022, p. 69. 787 Ibídem, pp. 66-67. 366 Fuente: Elaboración propia con base en los cálculos de Raymundo M. Campos Vázquez La gráfica anterior evidencia tanto a los ganadores como a los perdedores de dicho periodo. Entre los ganadores se encuentra: Aguascalientes, CDMX, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas. Entre los perdedores, al igual que en el pasado, están en el sur y centro del país: Campeche, Chiapas, Guerrero, Morelos, Quintana Roo, Tabasco y Tlaxcala. Además, hay seis entidades que tienen menos ingresos y ocho que cuentan en la práctica con el mismo que hace 40 años. En otras palabras, el modelo de desarrollo económico que ha imperado en las últimas décadas ha beneficiado a los estados más ricos del país, y ha delegado de cualquier progreso económico a los estados del sur. Al observar los datos anteriores, además de los mapas 3.3 y 3.4, se evidencia una desigualdad regional en el país en relación a los niveles de ingresos laborales medios, PIB per cápita y la condición de pobreza multidimensional que arroja el CONEVAL. Diversos investigadores, quienes a través del análisis de datos, han demostrado que esta tendencia de desigualdad regional se instauró a partir del proceso de reformas estructurales y con la firma del TLCAN. Daniel Chiquiar y Miguel Messmacher expresan, en sus respectivas investigaciones, que el incremento en el sector manufacturero benefició a los estados -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3 R e p . M e x. A gs . B .C . B .C .S . C a m p . C o a h . C o l. C h is . C h ih . C D M X D go . G to . G ro . H go . Ja l. E d o m e x. M ic h . M o r. O a x. P u e . Q ro . Q .R . S. L. P . Si n . T a b . T a m s. T la x. V e r. Y u c. Za c. C re ci m ie n to p ro m ed io Estados de la república Gráfica 3.13.Crecimiento promedio del PIB por habitante para diferentes periodos 1980-2019 1990-2019 2000-2019 367 inicialmente dotados de capacidades de atraer mayores niveles de capital humano y físico, y con mejor infraestructura (mayoritariamente los estados fronterizos con EE.UU.).788 Mapa 3.3. Población en situación de pobreza por entidad federativa, 2018 Fuente: Coneval Mapa 3.4. Población con ingreso inferior a la línea de pobreza externa por ingresos por entidad federativa, 2018. Fuente: Coneval A través de la descomposición del PIB per cápita, Esquivel y Messmacher estimaron que la divergencia en términos del PIB per cápita, a partir de 1990, se debió principalmente a los niveles diferenciados de la productividad del trabajo en los distintos estados del país, 788 Miguel Messmacher Linartas, Desigualdad regional en México. El efecto del TLCAN y otras reformas estructurales, documento de investigación núm. 2000-4, México, edit. Banco de México, 2000. 25 pp.; Daniel Chiquiar, “Why Mexico's regional income convergence broke down”, op. cit. 368 lo cual es directamente atribuible a las diferencias en el nivel educativo de la población.789 En este sentido, con la inclusión de tecnología más sofisticada durante el periodo de liberalización de la economía nacional, se benefició con mayor ímpetu a aquella fuerza de trabajo con mayores habilidades técnicas, delegando a aquella fuerza laboral menos calificada, y por lo tanto, ampliando la desigualdad salarial.790 De esta forma, Raymundo Campos-Vázquez, Gerardo Esquivel y Nora Lustig concluyen que la brecha salarial durante 1989-1994 tuvo dos efectos, uno directo y otro indirecto: el efecto directo se manifestó en el deterioro de los sectores intensivos en mano de obra, al estar relativamente más protegidos durante el periodo ISI, se vieron perjudicados por la liberalización del comercio; en tanto que el indirecto, se debió al cambio técnico sesgado por la habilidad.791 En resumen, a través de las aportaciones de las anteriores investigaciones, en efecto, se da cuenta que la apertura económica –que se intensificó con la celebración del TLCAN– derivo en los distintos niveles de desigualdad salarial en México, y por lo tanto, en los distintos niveles de pobreza multidimensional, donde los estados menos favorecidos han sido aquellos que históricamente cuentan con rezagos a niveles de desarrollo social (ubicados al sur del país). Así, las consecuencias del modelo económico neoliberal reflejadas en los distintos niveles de desigualdad, fueron el daño colateral que se decidió aceptar en aras de que el país tuviera una relación económica y comercial mucho más estrecha con el ganador de la “globalización”: los EE.UU. Lo anterior implicó mantener un anclaje antiinflacionario de la política salarial para asegurar la estabilidad de los precios, ya que los exportadores no ven rentable su actividad en un escenario de moneda devaluada. De esta forma, durante el periodo neoliberal se usó el salario como un mecanismo para mantener los precios controlados, lo que derivó en un mecanismo de perpetuación de la desigualdad en los ingresos en el periodo post-TLCAN.792 789 Gerardo Esquivel & Miguel Messmacher, op. cit. 790 Gerardo Esquivel and José Antonio Rodríguez-López, op. cit., pp. 543-565; Gerardo Esquivel & Guillermo Cruces, “The Dynamics of Income Inequality in Mexico since NAFTA”, en Economía, núm. 1, vol. 12, edit. CEPAL, 2011, pp. 155-188. 791 Raymundo M. Campos-Vázquez, Gerardo Esquivel & Nora Lustig, The Rise and Fall of Inequality in Mexico, 1989-2010, WIDER Working Paper 2012/010, Helsinki: UNU-WIDER, 2012, 43 pp. 792 Viridiana Rios profundiza al respecto: “Cuando comenzó las crisis de los ochenta, el gobierno pactó con los sindicatos y grupos de trabajadores que los salarios no aumentaran para que así tampoco aumentaran los precios de bienes y servicios. Esta medida debió haber sido temporal, pero se volvió una constante. De 1987 s 1997 los gobiernos de De la Madrid, Salinas y Zedillo utilizaron pactos para mantener los salarios bajos. Así fue como el salario mínimo cayó de 243 pesos al día en 1983 a 110 pesos en 1994. Para 1999 el salario 369 En este sentido, ya para el sexenio del presidente Peña, con escusas que pretendía tener un fundamento lógico, el Banco de México argumentaba que no existía la posibilidad de incrementar el poder adquisitivo del salario mínimo, ya que en caso de hacer un incremento, la reacción en los precios sería de tal magnitud que terminarían reduciendo el poder de compra del mismo.793 No obstante, de 2016 a 2021, se logró que el salario mínimo aumentara un 60% y ello no causo ninguno de los aumentos en precios que el Banco de México decía que sucedería.794 Todo lo anterior, concretiza la razón neoliberal: un dogma de fe en la economía de mercado. En definitiva, se sacrificó el incremento salarial en aras de sostener un nivel inflacionario moderado, que pudiese mantener un atractivo comercial, el cual era esencial para el momento en el que se firmaron múltiples tratados de libre comercio. De esta forma, en el sexenio del presiente EPN, “los salarios mínimos de México prácticamente no se movieron, mientras que los salarios medios aumentaron muy poco al ser jalados hacia abajo por los mínimos”.795 Se decía que mantener los salarios bajos convenía a todos porque así los pobres podían comprar más mercancías. Mientras de los monopolios de la industria primario-exportadora no se decía nada. Por otro lado, como se observa en la gráfica 3.14, los niveles de inflación, en el año 2017, registrando una tasa de 6.77%. Fue el más alto en 17 años. No obstante, la razón del alza de la inflación poco tiene que ver con el aumento al salario mínimo. Fuente: elaboración propia con base en datos del Banco de México y recopilados por INEGI promedio en México ya era tan bajo como el que existía durante el porfiriato, antes de que estallara la Revolución mexicana. […] Para 2016 el salario era de 90 pesos y no alcanzaba ni para que el empleado comiera”. Viridiana Ríos, No es normal…, op. cit., p. 89. 793 Jonathan Heath, “Salario mínimo e inflación”, en Reforma. Pulso Económico. Dirección URL: https://n9.cl/234ls, [consultado el 17 de mayo de 2023]. 794 Viridiana Rios, op. cit., p. 90. 795 Ilán Bizberg, op. cit., p. 665. 3.573.974.08 2.13 3.36 6.77 4.83 2.833.15 7.36 6.19 0.00 2.00 4.00 6.00 8.00 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 2 0 2 2 Gráfica 3.14. Tasa de inflación (%), 2001-2022 370 De acuerdo al informe trimestral octubre-diciembre 2017 del Banco de México, la inflación comenzó a resentir los efectos de la depreciación de la moneda nacional, como resultado de la incertidumbre respecto al futuro de la relación bilateral de México con la administración de los EE.UU. Adicionalmente, se le añadieron otros factores como: los incrementos en los precios de los energéticos, en particular las gasolinas y el gas L.P. (que causaron un gran descontento social ante la promesa hecha por el presidente de que con la Reforma Energética los precios de la gasolina bajarían), así como aumentos en las tarifas de transporte público y alza en los precios de productos agropecuarios.796 El secretario de la SHCP, José Antonio Meade, manifestó ante este aumento de la inflación que “el haber mantenido (el precio de la gasolinas) bajo hubiera significado más impuestos o más deuda, o recortes de gastos públicos importantes”.797 Ante los datos anteriores se confirma que la sinergia de relaciones-redes entre gobernantes, economistas y empresarios aposto a que México se convirtiera en la mano de obra barata del mundo, al mantener un salario mínimo paupérrimo y disfuncional en los periodos de donde la inflación tendía a la alza, con el afán de hacer de México el principal centro logístico que integrara las principales cadenas comerciales globales mediante la atracción de inversiones en las empresas de maquila barata. De esta forma, al respaldar la conformación de monopolios en los principales centros manufactureros ligados con empresas trasnacionales, la renegociación del TLCAN significó la salvaguarda de los privilegios económicos de los de arriba, la incertidumbre de la clase media ante el encarecimientos de los energéticos y la total ignorancia para con los más desfavorecidos, los cuales en muchas ocasiones ya no solamente se tenían que preocupar por tener algo para comer, sino también los pocos recursos con los que contaban tendían a estar en peligro ante la persistencia de la violencia en México. 796 Banco de México, Resumen Ejecutivo del Informe Trimestral Octubre-Diciembre 2017, México, edit. Banco de México, 2017, 9 pp. 797 Juan Paullier, “Por qué hay un “gasolinazo” en México pese a la expectativa que bajarían los precios con la Reforma Energética” [en línea], en BBC News Mundo, 8 de enero de 2017. Dirección URL: https://bbc.in/3JCXLiV, [consultado el 16 de mayo de 2023]. 371 Fuente: Elaboración propia con datos de Carlos Tello, Sobre la desigualdad en México, op. cit., p. 259, obtenidos de: F, Cortés, “Procesos sociales y evolución de la distribución del ingreso monetario (1997-2004)”, en Rolando Codera y C.J. Adame (coords.), El papel de las ideas y las políticas en el cambio estructural en México, México, edit. UNAM, Lecturas el trimestre económico, FCE, núm. 99, 2008. Fuente: Cálculos y elaboración propia a partir de los datos de la ENIGH de cada año analizado. Fuente: Elaboración propia con dato de Carlos Tello, Sobre la desigualdad y del Banco Mundial 1.4 2.5 3.6 4.6 5.8 7.3 9.2 12 16.8 36.8 1 2.1 3 3.9 4.9 6.2 8 10.5 15.6 44.7 1.1 2.1 3.1 4.1 5.2 6.6 8.3 10.8 15.9 42.3 1.4 2.6 3.6 4.5 5.6 6.9 8.5 10.9 15.8 40.1 1.2 2.4 3.4 4.4 5.5 6.9 8.7 11.2 15.9 40.3 0% 20% 40% 60% 80% 100% I II III IV V VI VII VIII IX X Gráfica 3.15.Distribución del ingreso en los hogares por decil (%), 1984-2008 1984 1994 2000 2006 2008 1.21 2.6 3.65 4.7 5.83 7.16 8.86 11.39 15.98 38.63 1.94 3.2 4.2 5.21 6.27 7.52 9.12 11.45 15.65 35.44 1.76 3.05 4.07 5.06 6.19 7.49 9.12 11.48 15.49 36.3 1.76 3.05 4.07 5.06 6.19 7.49 9.12 11.48 15.49 36.3 1.98 3.35 4.43 5.48 6.63 7.97 9.67 12.05 15.99 32.99 0% 20% 40% 60% 80% 100% I I I I I I I V V V I V I I V I I I I X X Gráfica 3.16. Distribución del ingreso en los hogares por decil (%), 2012-2020 2012 2014 2016 2018 2020 0.477 0.538 0.523 0.492 0.501 0.487 0.487 0.477 0.467 0.454 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1984 1994 2000 2006 2008 2012 2014 2016 2018 2020 Gráfica 3.17. Indice de Gini, 1984-2020 372 Finalmente, de acuerdo a los datos de las tablas 3.15 y 3.16, se puede observar la descomposición del ingreso a través del tiempo como porcentaje del PIB nacional. Los datos del ingreso en los hogares de 1984-2008 arrojan una proporción estable en el tiempo entre los distintos deciles poblaciones. Se observa que las personas pertenecientes a los primeros cuatro deciles, presentaron una disminución en sus ingresos como porcentaje del PIB nacional entre 1984 (12.1% del PIB) y 2008 (11.4% del PIB); sin embargo, para el año 2018, este mismo conjunto concentro un 13.94% del PIB nacional; y para el año 2020, este fue de 15.24%, donde a pesar de haber aumentado poco más de dos unidades entre los años 2008 y 2018, a nivel poblacional resulta preocupante, dado que en dichos deciles se concentra la mayoría poblacional. Por otro lado, en lo que respecta a quienes se ubican el X decil –donde se encuentran las personas con mayores ingresos– es perceptible un incremento de 3.5 unidades entre los años de 1984 (38.63%) y 2008 (40.3%). Es sorprendente observar que, a pesar de la crack financiero de 2008, el décimo decil concentraba cercanamente la mitad del ingreso nacional, tendencia contraría durante el mismo periodo en los primeros cuatro deciles. No obstante, la tendencia comienza a revertirse a partir del año 2012 (38.63%), para terminar en el año 2018 (36.3%) con 2 unidades por debajo de donde comenzó el sexenio.798 A pesar de la pérdida de dos unidades en el año 2018, se debe constatar que la tendencia de concentración del ingreso en dicho decil no ha cambiado desde 1984, es decir, el décimo decil sigue concentrando el mayor porcentaje de los ingresos nacionales. Por otro lado, la desigualdad del ingreso como porcentaje medido a través del índice de Gini (véase la gráfica 3.20), no demuestra una gran reducción de la desigualdad en el periodo de 2012-2018 (tendencia similar para el año 2020). De forma histórica, prácticamente el índice se ha mantenido estable desde 1984 al año 2020, con excepción del año 1994, donde claramente aumento la desigualdad, y comenzó a disminuir (muy poco) para el año 2000. Más aún, sorprende que dicho comportamiento sea similar a los datos del crecimiento promedio del PIB por habitante (gráfica 3.13). Como resultado de los datos anteriormente presentados, la conducción de la política exterior [policy] en respaldo de la política económica –y sobre todo de la promoción de las 798 Es rescatable constatar que, ya en el sexenio del presiente López Obrador, la concentración del ingreso en el décimo decil se redujo 3.31% en tan sólo dos años. 373 reformas estructurales– no ha brindo señal alguna de desarrollo para la población. Por el contrario, se evidencia que las relaciones-redes (actitudes, decisiones y acciones) que constituyó el Estado mexicano en el exterior –y que se presentaron como de interés nacional– sólo beneficiaron a las élites económicas, las cuales no solamente han mantenido un determinado poder de influencia en las decisiones de la élite política, sino que además, han concentrado gran parte del ingreso nacional. Así, con el establecimiento del objetivo de hacer de México el principal centro logístico mundial que integrara cadenas globales de valor, y que a través de las reformas estructurales se incrementaran los niveles de inversión en empresas de maquila barata y en la industria petrolera, alentó a que los principales índices macroeconómicos tuvieran mayor relevancia, de tal suerte que la política exterior fungiera como promotora del supuesto éxito económico de México. De esta forma, con la estrategia de renegociar los principales acuerdos comerciales (Alianza del Pacífico y Acuerdo Global) y vincular a México con Asía-Pacifico a través del TPP, implicó que cualquier intención de aumentar el salario mínimo fuera descartada, a razón de evitar –bajo el dogma de la razón neoliberal– cualquier incremento inflacionario que coadyuvara a presionar el tipo de cambio. Con todo ello, si los factores internos y externos no se hubieran alterado, los beneficios de dicha planeación de política exterior habrían sido acaparados por la élite económica, despojando de nueva cuenta a la población del principio que anunció el presiente Peña de que la política exterior debe promover el desarrollo del país. Sería importante acotar al respecto, que este sería el país de unos cuentos. No de la mayoría. Por otro lado, durante el periodo de incertidumbre que representó la renegociación del TLCAN [politics], ante los datos de tasa de inflación y tipo de cambio, podemos observar que el impacto directo que tuvo dicho proceso en la población se reflejó en el aumento de precios de las gasolinas, del gas L.P. y de algunos productos de la canasta básica. Es esencial recalcar que, dada la estructura político-económica de México establecida a partir de la gran influencia de la élite económica y del capital transnacional, aunado al grado de monopolización que mantiene los sectores primario-exportadores mayormente 374 dinamizados,799 la tentativa de erogación del tratado comercial, no sólo supuso que los negocios de aquellos que habían sido mayormente favorecidos por la profundización comercial con los EE.UU. correría un gran riesgo de quiebra, sino que, desafortunadamente ello también tendría consecuencias para la mayoría de la población. Ya al final del sexenio y con la mayoría de los tratados comerciales renegociados, no hay evidencia empírica que demuestre que el hecho de haber continuado por la misma línea de política económica y de política exterior haya tenido un impacto favorable para la mayoría de la población. Por lo tanto, la política exterior, al haber fungido como una política que respalda a la política económica, mantiene y reproduce los patrones de desigualdad económica en el país. No obstante, despojarse drásticamente de los elementos que dan origen y que perpetúan la desigualdad en México, traería a su vez graves consecuencias sociales. Para concluir, se evidencia desde múltiples perspectivas (histórica, sociológica, económica y política) que política exterior de 2012-2018, desde su origen, estuvo viciada por la razón neoliberal, en cuya función de “desarrollo” sólo cabría beneficiar a aquellas élites económicas que desde el inicio del modelo económico IOE fueron beneficiadas (Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Baillères, Ricardo Salinas Pliego, María Asunción Aramburuzabala, etc.), pero que dada la profundidad de su instauración, sería contraproducente para la población del país su revocación de tajo. Sin embargo, durante el momento de crisis que representó la renegociación del TLCAN, la planeación de política exterior establecida al inicio del sexenio se vio obstaculizada. Ante este hecho, la salvaguarda del tratado comercial, pilar fundamental del modelo económico IOE y de la política exterior del país dado su vinculación con los EE.UU., fue fundamental. A pesar de que, finalmente se tuvo que ceder en materia de empleos, medio ambiente, reglas de origen y la prohibición explícita de celebrar un acuerdo comercial con China, se tuvo éxito en su sostenimiento, evidenciado la capacidad negociadores, tanto de los representantes del aparato de Estado, como del Cuarto de Junto, ante la potencia hegemónica de los EE.UU. 799 Manuel Aguilera Gómez & Felipe Riva Palacio Guerrero sostienen que “diversas medidas antimonopólicas como fórmulas para combatir los altos índices de concentración de la producción en México, sin reconocer que las medidas de ese género son imprácticas, pues sólo conducirían al aniquilamiento del aparato productivo nacional y contribuirían a la obstrucción del progreso”. De esta forma, afirman que: “La medida se traduciría […] en una regresión histórica”. Manuel Aguilera Gómez & Felipe Riva Palacio Guerrero, op. cit., pp. 87-88. 375 Así, la política exterior como política que funge como pilar del desarrollo de México obtuvo resultado macroeconómicos muy limitados y nulos beneficios para la población. 376 CONCLUSIONES GENERALES En el libro de Daron Acemoglu y James A. Robinson titulado: Por qué fracasan los países, se apoya el argumento de que “la razón más común por la que fracasan los países es porque tienen instituciones extractivas”.800 Es importante destacar que dichas instituciones en el marco explicativo de la ciencia política, se constituyen a partir de un legado histórico- estructural que dan forma a la composición social, legal y jurídica del Estado. En este sentido, en el caso de México, las instituciones se establecen como un entramado de relaciones-redes efectuadas por los agentes participes en ellas en un contexto determinado donde las políticas públicas que se elaboran –entre ellas, la política exterior– se mantienen apegadas a dicho contexto y a la toma de decisiones. Ante lo anterior, la hipótesis de este proyecto de investigación consideró que la estructuración de la política exterior durante el sexenio del presiente Enrique Peña Nieto, que priorizó la firma de tratados de libre comercio en aras de fomentar la competitividad comercial y la tracción de la IED para coadyuvar el desarrollo nacional, solamente jugó a favor de la éite del poder. Esto en oposición al discurso oficial del presidente, quien mencionaba que a través de la atracción de capital extranjero mediante la política exterior se generaría empleo, riqueza y un alto desarrollo en el país. La propuesta metodológica presentada en este trabajo de investigación intentó relacionar y reconciliar los enfoques estructuralistas y conductual en el estudio de los fenómenos sociales con el objetivo de captar la complejidad política y económica con la cual tuvo que liderar la política exterior durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, y su impacto en el desarrollo de México/desigualdad económica, precisando los elementos 800 Daron Acemoglu & James A. Robinson, Por qué fracasan los países. Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza, Barcelona, edit. Deusto, 2012, 608 pp. “¿Hasta qué punto es responsable de sus actos una persona abandonada, sin recursos ni capacidad específica, enloquecida por los malos tratos, la indiferencia y la imposibilidad de alimentar a los suyos?” --Carlos Monsiváis 377 estructurales económico-políticos nacionales e internacionales que fluctúan en-el-medio del Estado y el Mercado, entre lo local y global y de toma de decisiones de los agentes (la élite del poder) en su proceso de inter- y trans-acciones. El evitar priorizar un enfoque particular, fue el eje conductor que decantó en abordar dicha problemática a través de la complejidad considerando tanto el contexto (estructura) como la conducta (agentes) como partes de la totalidad social, lo que implica en sí mismo una forma de retorno (trans-acción) en el análisis aquí propuesto. De ahí vienen las aportaciones de Guille Deleuze quien mencionaba que “la totalidad (o el ser) deviene de la repetición en sí mismo”, o de Edgar Morin quien sostenía que “el todo está en la parte que está en el todo”. Esto, desde mi perspectiva, es de suma importancia en los albores en que lo internacional cada vez es más local, y lo local más internacional, y por ende la política exterior (tanto policy como politics) trastoca otras particularidades como la economía o la seguridad, lo cual es fundamental para hacer el enlace entre política exterior-desarrollo/desigualdad económica. Por otro lado, un elemento adicional que el lector debe de tomar en cosideración para tener una mayor comprensión de los resultados obtenidos, es que si bien de forma tradicional el estudio de la política exterior es dedicado al análisis de las interacciones de poder en el medio internacional, en este proyecto de investigación el proceso de razonamiento fue inverso. Es decir, se concibió el impacto que tuvo la política exterior mexicana durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto para con la sociedad mexicana. De esta forma, el estudio del contexto desde una perspectiva relacional entre México- EE.UU.-Sistema Internacional (S.I.), precisando la estructuras históricas y económicas de sus inter- y trans-acciones;801 además de la conducta, considerando el establecimiento del interés nacional, factores, objetivos, decisiones y acciones,802 permitió hacer un intento de aproximación metodológica para comprender la “totalidad social” de las relaciones-redes que subyacen en-el-medio de los agentes (conducta) y las estructuras (contexto) que alentaron a una conducción de política exterior con resultados poco alentadores para el “desarrollo” del país. Veamos con mayor detenimiento los resultados obtenidos respecto al contexto. 801 Este se puede observar en la figura 1.2 titulado: Esquema de la complejidad a través del contexto. 802 La metodología de política exterior es aportada por el Dr. José Germán Cabra Ybarra. 378 Respecto al primer entramado, EE.UU.-S.I.: se evidencio que ante la decepción de los beneficios de la globalización que causó el crack financiero de 2008, los EE.UU. han visto limitado su expansionismo tendiente a la transnacionalización y a la financiarización, de la cual es dependiente su economía basada en un estado de guerra permanente, y en donde la estabilidad de su deuda externa es fundamental. Con el alce de China (uno de los mayores tenedores de la deuda externa estadounidense) y Rusia (competidor de los EE.UU. durante la Guerra Fría) en el sistema internacional, el presidente Barack Obama intentó contener a dichas potencias mediante una serie de tratados, entre los cuales se encontraba el TPP. Sin embargo, con la pérdida de consenso inter-elitista en los Estados Unidos que coadyuvó a la llegada de Donald Trump a la presidencia, se decidió deslindarse de dicho tratado multilateral. A través del discurso de America First, que anunciaba una suerte de excepcionalísimo estadounidense, el presidente Trump cuestionaba los entramados político- económicos que conformaron el sistema internacional post-Guerra Fría (comúnmente concebidos bajo la categoría de globalización). Consecuentemente, ante una base social disgustada por no ser beneficiaria del proceso de globalización, el presidente Trump decidió renegociar el TLCAN con el objetivo de obtener “mayores beneficios” comerciales, pues a su forma de ver, el tratado comercial era lesivo para los Estados Unidos. Esta consideración atendía más a una propuesta electoral, que a un medio efectivo para disminuir el déficit comercial estadounidense. De esta forma, ante la disminución del expansionismo y la pérdida de consenso inter-elitista, se manifestó la crisis de la razón pragmática estadounidense. En el segundo entramado correspondiente a la relación México-S.I., quedó de manifiesto que a través de los shocks económicos que fungieron como catalizadores del proceso del “cambio neoliberal” en las décadas de los 80 y 90, la instauración de las reformas estructurales –que estuvieron sujetas a una negociación agravante a cambio de los préstamos solicitados ante el FMI y BM– tuvieron una gran aceptación por parte de la élite política tecnócrata nacional. Con posterioridad, mediante el efecto de puerta giratoria, la compaginación de cuadros e ideas entre miembros del sector público y privado privilegió determinados intereses individuales [razón neoliberal]. Así, la estructura de pensamiento económico global se hizo local a través de aquellos cuadros del gabinete del presidente Peña 379 Nieto que habían estudiado en el ITAM –al estilo de los cuadros que estuvieron en el poder en las décadas de los ochenta y noventa–, sin dejar de lado aquellos miembros allegados a la estructura priista nacional con gran peso político dentro del partido debido a sus relaciones familiares con expresidentes (como Carlos Salinas y Miguel de la Madrid); y, allegados a sus redes de amistad durante su periodo como gobernador del Edomex. En este sentido, la interacción de México con el medio internacional se redujó a la promoción de las reformas estructurales con el objetivo de atraer IED y revitalizar el comercio internacional, y así tener un impacto en los factores totales de producción. En el tercer entramado, México-EE.UU.: el TLCAN representó el “efecto cando” del proceso de reformas que se habían llevado a cabo en los anteriores sexenios, se constituyó como el pilar económico del modelo IOE ante la falta de otra opción viable y supeditó nuestra política exterior bajo el ideario estadounidense. Cabe resaltar que con el TLCAN, se estableció un punto de encuentro entre la razón pragmática estadounidense y la razón neoliberal mexicana a través del discurso de la globalización, en la cual a EE.UU. le permitiría expandir sus intereses económicos, y México tenía un justificante para la celebración de tratados de libre comercio de forma paulatina como si se tratara de la llave del éxito al “desarrollo”. Sin embargo, una vez que llegó Donald Trump a la presidencia de los EE.UU. entró en crisis el pilar de la economía mexicana, de tal suerte que el resguardo de este tratado se tornó vital. En lo particular, el proceso de renegociación circundo entre la eliminación del capítulo de solución de controversias (cap. XIX), las reglas de origen de la industria automotriz, y los salarios en México, los cuales era sin duda alguna la ventaja comparativa en la región de América del Norte. En síntesis, la intención de renegociación del TLCAN era minimizar el atractivo comercial sustentado en las ventajas comparativas de México (minima reglamentación al medio ambiente y mano de obra barata), las cuales, en efecto, han sido perjudiciales para la base laboral mexicana y han perpetuado un modelo de desigualdad regional en el país (un norte-centro bastante industrializado a diferencia de un sur cada vez con más carencias), pero, así mismo, eran fundamentales para el sostenimiento financiero mínimo del Estado. En síntesis, bajo la perspectiva del contexto se constata el predicamento estructural al que la política exterior mexicana tuvo que hacer frente, ya que a raíz de la crisis de la 380 razón pragmática estadounidense se intentó revitalizar las redes globales mediante diversos tratados comerciales (como el TPP), a lo cual para la estructura económica de México – circundante en los beneficios del mercado– era también benéfico, pues implicaba un acercamiento aún mayor con el entramado social entre la élite política y la élite económica nacional respecto con sus relaciones trans-elitistas con los principales hubs internacionales (los EE.UU. y las principales organizaciones financieras internacionales (BM y FMI)). Sin embargo, al fracasar la propuesta globalista, el presidente Trump decidió poner un freno a los tratados –comerciales y políticos– que pretendían colocar en “desventaja” a los Estados Unidos. Era claro que la potencia hegemónica estaba debilitada, y como expresión de ello, se desató el caos internacional ante el cual México tuvo que hacer frente para salvaguardar el TLCAN. En este sentido, la renegociación del TLCAN no puede ser ubicada como la perpetuación de la secesión de la soberanía de México ante el capital transnacional tan sólo al dar cuenta las relaciones-redes de la élite política tecnócrata respecto con las élites de Norteamérica durante el sexenio del presidente Peña. Al considerar tanto el caos del sistema internacional de la pax americana (que surge como resultado de la crisis de la razón pragmática), como la estructura monopolizada y desigual de la economía mexicana –la cual se profundizo con el TLCAN– se deslumbra que la singularidad histórica a la que se tuvo que hacer frente, implicaba la inevitable defensa del tratado comercial, aunque ello significara ceder ante las presiones estadounidenses en aspectos específicos. Desde la perspectiva de la conducta, se identificó que el interés de la élite del poder –dada las relaciones-redes de la razón neoliberal– tuvo un fundamento erróneo en la identificación de los factores que determinaban el estancamiento de la productividad, y por ende, el bajo crecimiento económico. Así, el impulso de las reformas estructurales del presiente Peña tuvo como objetivo cambiar la imagen de violencia que tenía México con el propósito de atraer IED e impulsar una serie de renegociaciones con los socios comerciales más importantes que le permitieran al país ser el principal centro logístico a nivel mundial que integrará cadenas globales de valor, destacando la ventaja comparativa de los salarios bajos. Para lograr dichos objetivos, la estrategia correspondió en hacer una mancuerna entre la élite política y económica para revitalizar dichos tratados comerciales (Alianza del Pacifico, Acuerdo Global con Europa, y el TPP). Respecto al TPP, se pretendió capitalizar 381 la participación de EE.UU. y vincular a México con la región de Asia Pacífico haciendo hincapié en proteger los intereses de México respecto a la región de Norteamérica. De esta forma, ante la decisión de promocionar a México mediante las reformas estructurales, la mayoría de las acciones circundaron en actividades de promoción económica con componente empresarial en el marco de las visitas oficiales y amplificación económica y comercial de México con regiones estratégicas. A pesar de que durante el segundo semestre del año 2014, se evidenciaron determinados factores internos que complicaban la ejecución original de la política exterio, tales como la ilegitimidad social de las reformas estructurales, la serie de escándalos de corrupción que encabezo el presiente Peña y el repunte de la violencia con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, los objetivos no fueron alterados. Más aún, ante la inestabilidad de los precios internacionales del petróleo debido al desarrollo tecnológico del fracking, se aceleró el proceso de promoción de la reforma petrolera como la joya de la corona para la atracción de capital extranjero, esto debido a las presiones al ingreso público que podrían afectar no solo a las finanzas de la paraestatal, sino también para salvaguardar la estabilidad económica del país. Así, debido a la influencia de diversos think tanks y, sobre todo, de la relación Videgaray-Aspe (Evercore-Protego), se decidió incentivar la apertura de la paraestatal PEMEX al sector privado nacional y extranjero, la cual estableció una relación de negocios en el proceso de licitaciones de los pozos petroleros con el banco internacional BlackRock. En este sentido, aunque los objetivos de política exterio no fueron alterados ante los escándalos de corrupción y violencia, las acciones de política exterior en cuanto a la proyección de México fueron disminuyendo. Ante la amenaza de Trump y el proceso de incertidumbre que generó la renegociación del TLCAN, los objetivos de la política exterior de México fueron modificados, y por ende se tornó vital la conclusión de dicho proceso de renegociación previo al término del sexenio del presidente Peña Nieto. A partir de este momento, las relaciones-redes de la élite del poder evocaron todos sus esfuerzos para la culminación de un tratado que permitiera que la relación económica con los EE.UU. siguiera de pie. Finalmente, se tuvo un éxito parcial. En efecto, hubo un tratado, pero este no fue del todo benéfico para México. Cabe destacar que en los últimos meses del sexenio del presidente EPN, el discurso oficial de hacer de la política exterior una política pública que tuviera un impacto en el 382 desarrollo de México quedó totalmente descartado y su funcionalidad verso no sólo en la defensa del TLCAN, sino en su uso político para denunciar al régimen de Nicolás Maduro con el propósito de exhibir y comparar los extremos a los cuales México pudiese llegar con Andrés Manuel López Obrador como presidente. Tal como se muestra en la sección de “Evaluación”, el impacto de la política exterior en el desarrollo del país –fundamentado en una competitividad dependiente de los bajos costos de la mano de obra (tanto de salarios como de seguridad social), alta flexibilidad del mercado de trabajo, bajos impuestos y regulaciones ambientales laxas– tuvo resultados limitados, sobre todo ante el valor agregado de las exportaciones, la PTF, la tasa de crecimiento de las exportaciones (23.23%) y de la IED (56.72%), lo que coadyuvó a que el PIB promedio durante el sexenio fuese de 2.4%. En este sentido, se puede afirmar que, incluso al haber suscrito un marco de acciones en materia de política exterior que promocionaron las reformas estructurales en aras de alentar una mayor participación del sector privado nacional y extranjero en los principales sectores estratégicos, los resultados no fueron los esperados. A posteriori del periodo analizado, se logra corroborar en diversos datos que el impacto “positivo” de las reformas estructurales del presidente Enrique Peña Nieto fue minúsculo. Las razones que explican los anteriores resultados, y que a su vez nos permiten corroborar la hipótesis central de este trabajo de investigación –la cual sostiene que la política exterior durante el sexenio del presiente Peña Nieto, lejos de ser una política pública para impulsar el desarrollo de México, sólo favoreció a la élite del poder– fluctúan dentro de los resultado obtenidos entre el contexto (estructura) y la conducta (agentes) como relación simbiótica que determinan el eterno retorno del gran cuestionamiento en México, siendo este ¿Por qué a pesar del cambio de modelo económico, las múltiples reformas estructurales y la estrecha relación económica que se tiene con los EE.UU., México no crece al ritmo que podría y debería, y que eventualmente tuviese un impacto considerable en la calidad de vida de las personas? En primer lugar, los miembros del gabinete del presiente Peña consideraban que el crecimiento de la productividad –en especial la productividad total de los factores (PTF)– era la tarea principal en la recuperación de altas tasas de crecimiento económico. Se consideró que ante las dificultades de formación de capital humano, las ineficiencias del 383 mercado laboral, los problemas de competencia y de informalidad laboral, se requerían una serie de reformas. En segundo lugar, con el interés de revitalizar la estructura económica en México se sentaron las bases para la formulación de las reformas estructurales, las cuales al haber sido realizadas por la élite política tecnócrata (Pacto por México), y aprobadas por la élite económica (Consejo Coordinador Empresarial), la sinergia del poder político de las ideas que emerge de las relaciones-redes del Estado-Mercado evidencia la complicidad en torno a una visión de “desarrollo” que destaca la necesidad de reformas microeconómicas. Así, se evidencia que bajo el imaginario de la razón neoliberal de la élite del poder, “las reformas conducen al crecimiento y a mejorar el bienestar”; léase entre líneas, “el bienestar de la élite del poder”. Ya en materia de política exterior, con la decisión de difundir las reformas estructurales en el medio internacional –a la par de la creación del Dialogo Económico de Alto Nivel con los EE.UU. o la participación de México en las Operaciones de Mantenimiento de la Paz– se logró cambiar la imagen de violencia que tenía el país por una de compromiso con el libre comercio y confiable a la inversión extranjera. Lo anterior se llevó a cabo con el objetivo de hacer de México el mayor centro logístico que integrara las principales cadenas comerciales globales (exaltando la posición geográfica del país) y alentara la atracción de IED en sectores estratégicos. El establecimiento de los anteriores objetivos expone dos puntos esenciales. El primero, el uso de la política exterior (como policy) para la repetición de la “fórmula aperturista” de las décadas de los 80 y 90, revindica al laissez-faire –expansión del comercio y la atracción de IED– como la “mejor receta” para lograr un desarrollo económico, donde “[…] los individuos que persiguen sus propios intereses con conocimiento de causa, en condiciones de libertad, tiend[en] siempre a promover al propio tiempo el interés general”. Relacionado con el anterior, el segundo punto expone que al alentar las actividades primario- exportadoras encadenas a la explotación de hidrocarburos y a las actividades manufactureras intensivas de capital (sectores que encabezan las exportaciones), la política exterior intentó favorecer a la élite económica, toda vez que dichos sectores se encuentran fuertemente monopolizados y ligados al capital transnacional. Ante lo anterior, y como tercer punto, al haber suscrito el marco de acción de la 384 política exterior al fomento de las actividades primario-exportadoras, ignorando que las exportaciones manufactureras tienen un valor agregado mínimo, donde se priorizan las de uso intermedio y se encuentran fuertemente monopolizadas; y a una mayor participación del sector privado extranjero en el sector de extracción de hidrocarburos, cuya contribución en los ingresos nacionales no sólo es esencial, sino también es un sector con una alta volatilidad en los mercador internacionales, se visualiza, de este modo, que no se llegaría muy lejos fomentando los mismos sectores dominados por unos cuantos. Bajo la perspectiva de la razón neoliberal, ante la diminución de los ingresos petroleros concernientes al sector público, en conjunto con los problemas financieros que presentaba PEMEX (incremento de deuda y falta de tecnología) y el aumento de la oferta petrolera por el shale gas, la élite política –fuertemente influenciada por diversos think tanks y por la élite económica estadounidense (bajo el proyecto de Norteamérica) a través de la empresa Everecore, la cual mantenía una relación sumamente cercana con Luis Videgaray y Pedro Aspe– decidió que era urgente que las inversiones privadas comenzaran a fluir en la paraestatal en aras de evitar presiones inflacionarias que presionaran al tipo de cambio y por ende mermaran el atractivo comercial. Así, la apertura del sector energético al capital transnacional como la única alternativa para evitar dichos problemas, entrelazó las fuerzas del Estado-Mercado y de lo global-local, para permitir que BlackRock invirtiera más de 700 millones de dólares en los gasoductos del Golfo de México. En cuarto lugar, a pesar de que la estrategia para lograr dichos objetivos se concretizo una mancuerna entre la élite política y económica (Cuarto de Junto) para revitalizar los principales tratados comerciales (Alianza del Pacifico, Acuerdo Global con Europa, y el TPP), la falta de prospectiva geopolítica por parte de la élite del poder, en el marco de las negociaciones del TPP, solamente les permitió visualizar que los EE.UU. buscaban disminuir el atractivo comercial de México en una negociación internacional, algo que evidentemente trastocaba los intereses de México bajo las condiciones del TLCAN. Al mismo tiempo, bajo la percepción del Cuarto de Junto, las negociaciones del TPP resultaban ser un medio viable para la ampliación de las redes comerciales con Asía-Pacifico que tanto ansiaba México. Sin embargo, el TPP era una expresión fehaciente de la crisis de la razón pragmática estadounidense ante el limitado expansionismo transnacional y financiero, es decir, el TPP no era un tratado para el fomento del comercio internacional del cual México 385 pudiese tener algún beneficio en su balanza comercial. Era un tratado de consenso político para la contención de China. De esta forma, para el momento en que llegó Donald Trump a la presidencia de los EE.UU., y decide salirse del tratado multilateral (expresión que manifiesta la crisis inter- elitista del establishment estadounidense entre globalistas y nacionalistas), el gobierno de México comprendió que toda la planeación de política exterior realizada para la expansión del comercio y de la IED que permitiera resolver, de alguna forma, los problemas del estancamiento económico, no tendría cabida en un ambiente tan hostil donde no se respetaran los acuerdos firmados, y muchos menos, se colocara en tela de juicio su eficacia, a tal grado que el mismo TLCAN –pilar del modelo IOE de la economía mexicana– podría estar en riesgo. Al ser la política exterior el principal instrumento del Estado que ejecuta su accionar en el medio exterior, se observa que tradicionalmente dicha política pública, en el contexto del periodo neoliberal –al evitar la vulnerabilidad macroeconómica nacional respecto de los diversos shocks financieros– se evocó a capitalizar la vecindad con los EE.UU. al ampliar la relación económica bajo otros aspectos, tales como la seguridad y la migración. De esta forma, al profundizar la relación con los EE.UU. en aras de impulsar el “desarrollo nacional”, los miembros del aparato de estado nunca visualizaron la idea de que nuestro mayor socio comercial fuese en algún momento una gran amenaza para el país, tal como lo fue en el siglo XIX. Para el momento en el que la élite política tecnócrata percibió que el TLCAN estaba bajo la mira del gobierno estadounidense, los pilares ideológicos de política exterior y del modelo económico mexicano comenzaron a ser cuestionados. Dado que se tenía plenamente consensuados los beneficios de una mayor integración con el vecino del norte, y el hecho de que se cuestionara su efectividad bajo el gobierno del presidente Trump, alentó a un cambio sustancial en la política exterior con el fin de salvaguardar el TLCAN. En este sentido, ante el caos internacional y la confrontación de intereses entre la razón pragmática estadounidense y la razón neoliberal mexicana, la política exterior mexicana estableció como objetivo principal la defensa del TLCAN y del modelo económico neoliberal mediante la concreción de los diversos acuerdos con otros socios comerciales (Acuerdo Global con Europa y el TPP –ya sin EE.UU.) que previamente se habían 386 considerado como estratégicos para hacer de México el principal centro logístico mundial. Conviene subrayar que, la defensa del TLCAN expone, de nueva cuenta, que la política exterior jugaba a favor de la élite del poder al comprender la base ontológica del tratado, la cual estaba sustentada en las diversas relaciones trans-elitistas de las tres naciones de América del Norte. De ahí que, la renegociación del TLCAN implicaba la defensa misma de las estructuras económicas con mayor dinamismo pero sumamente monopolizadas, y además, representaba la defensa de los intereses de la élite económica mexicana en el mercado de América del Norte. La estrategia, en este sentido, consistió en tener una posición defensiva entre los distintos grupos de presión, y utilizar a la migración y a la seguridad como mecanismos de presión para lograr que los EE.UU. cedieran en sus peticiones. Ya al término del sexenio ningún elemento del cúmulo de toma de decisiones se hizo congruente con el discurso de inicio de sexenio que exponía a la política exterior como una política pública para impulsar el desarrollo de México, en el entendido de que ese “desarrollo” debería reflejarse en el bienestar de la población. Bajo el entendimiento, que la estructura de desigualdad regional presente en el país se intensificó con la apertura económica a través del TLCAN –que corroboran datos como los niveles de ingresos laborales medios, PIB per cápita y condición de pobreza multidimensional del CONEVAL– con la intensión de tener una relación económica y comercial más estrecha con el ganador de la “globalización”, durante el periodo neoliberal se usó al salario como un mecanismo para mantener los precios controlados con el fin de mantener un anclaje antiinflacionario que detonara en una disminución del atractivo comercial de México. El argumento anterior sólo refleja un dogma de fe en la economía de mercado, a saber que entre el 2016-2021 se logró un aumento en el salario mínimo en un 60%, y ello no causo ningún aumento de precios. Cabe señalar que con el afán de hacer de México el principal centro logístico que integrara las principales cadenas globales de valor, de forma inversamente proporcional, se aposto a que México se convirtiera en la principal potencia en mano de obra barata del mundo, al recurrir a la venta comparativa de bajos salarios. Así, al ignorar la conformación de monopolios e incitar a una estrategia de modernización de los principales tratados comerciales (Alianza del Pacifico, Acuerdo Global y TPP), implicó que cualquier intención 387 de aumentar el salario mínimo fuera descartado. Por tanto, bajo la planeación original de política exterior, los beneficios habrían sido acaparados por la élite económica, despojando a la población del supuesto “desarrollo” que anunciaba el presidente Peña Nieto al inicio de su mandato. Por otro lado, a pesar de que el TLCAN tuviese un impacto contundente en el desarrollo regional desigual de México, y que con la excusa de mantener un atractivo comercial se evitar aumentar el salario mínimo, la tentativa erogación del tratado regional no sólo implicaba que los negocios de aquellos que habían sido mayormente beneficiados por la apertura comercial correría un gran riesgo, sino que –bajo la comprensión de la estructura económica monopolizada del país– ello también tendría consecuencias para la mayoría de la población, en este sentido, salvaguardar el TLCAN era esencial. De eta forma, a través de la metodología propuesta, no sólo se constata la hipótesis que, efectivamente, la política exterior –al haber fungido como una política que respaldaba a la política económica– favoreció a la élite del poder y a los enclaves económicos esenciales en su posición dominante en la economía mexicana;803 sino que, además, no hay evidencia empírica que demuestre que, a pesar de la gran difusión del discurso de los benéficos del comercio y de la IED, haya tenido un impacto favorable en el cumplimiento del interés de la élite del poder (aumentar la productividad), y mucho menos en la calidad de vida de la población. En retrospectiva, el análisis propuesto bajo la perspectiva del contexto y de la conducta expone una relación simbiótica que da como resultado una comprensión más detallada del accionar de la política exterior. Ya fuese desde la perspectiva histórico- estructural o agente-conductual, la política exterior estuvo viciada por la razón neoliberal en cuya definición de “desarrollo” sólo cabría beneficiar a las mismas élites que fueron 803 Que consistió en la elaboración de reformas estructurales que respaldaban una visión de desarrollo y que fungían como carta de presentación en el exterior para atraer IED e incentivar el comercio (en los mismo sectores primario-exportadores); relaciones de complicidad entre la élite política (Pacto por México) y la élite económica (Consejo Coordinador Empresarial) en diversos niveles de la planeación y desempeño de la política exterior; la preponderancia en utilizar la “fórmula aperturista” para alentar el crecimiento en la PTF a sabiendas que se encuentran con un grado alto de monopolización; la apertura de exploración y explotación de la paraestatal PEMEX al capital extranjero, la cual se llevó a cabo gracia a las relaciones-redes de la élite política tecnócrata con los principales CEOs de BlackRock; el impulso a hacer de México el principal centro logístico mundial que integrara las principales cadenas globales de valor sin modificación alguna en el salario mínimo; y en la defensa del TLCAN. 388 beneficiadas en el momento en que se estableció el modelo IOE. Así, la estructura neoliberal que es respaldada a través de las interacciones de la élite del poder [élite política y élite económica], y aunado a sus relaciones trans-elitistas con los principales hubs internacionales neoliberales (sobre todo con aquellos pertenecientes a los EE.UU.), las instituciones –en el contexto histórico mexicano– no solamente dependen del sistema político y su relación con el sector privado, sino también de las empresas transnacionales y de los organismos financieros internacionales, los cuales, a través de su poder estructural han influido en el marco legal de México, legitimando un marco jurídico que propicia la desigualdad económica del país. Ante estas consideraciones, estaría parcialmente de acuerdo con el planteamiento de Acemoglu y Robinson. Sin embargo, es importante destacar que las instituciones extractivas en el caso de México, tuvieron un origen externo (los shocks económicos de los 80 y 90), un consenso de aceptación por medio de la élite política tecnócrata a través de la razón neoliberal, una perpetuación con la sinergia de relaciones que entramaron miembros de la élite económica nacional y extranjera, y una reproducción social y jurídica. Afortunadamente, tal cual lo escribió Immanuel Wallerstein, “las estructuras también nace, se desarrollan y mueren”, y ejemplo de ello fue la desaprobación social que limitó la continuidad del modelo neoliberal después del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto. La continuidad del modelo de política exterior supeditado a la política económica, se debe fundamentalmente a que las relaciones-redes entre los miembros de la élite política y económica se han mantenido sin modificaciones, no sólo durante el periodo neoliberal (1984-2018), sino también en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador debido al fenómeno de la circulación de las élites, donde diversos miembros del PRI, tras la derrota en 2018, decidieron continuar su carrera política en el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Es decir, la sinergia de relaciones que imperan dentro de la élite del poder y su relación con miembros de la élite del poder internacional ha configurado las relaciones político-jurídicas a partir de las cuales se entrama el proceso de desarrollo en México. Pues, ¿Cómo explicar la falta de competitividad en el mercado minorista cuando se fomenta la expansión de Waltmar acosta de las “tienditas de la esquina” donde el negocio es vender caro? ¿Una tasa de impuesto real menor para los más ricos con el objetivo de que inviertan en México? ¿Creación de empresas fantasma y outsourcing para evadir impuestos? 389 Y ¿Continua perpetuación en la inseguridad?804 A posteriori al momento contextual analizado, durante el primer año del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, las acciones de política exterior atendieron al pronunciamiento de los principios de política exterior de no intervención y autodeterminación de los pueblos, dando a entender que, las acciones propositivas de política exterior no estarían enfocadas a incentivar el caos internacional. Una conducta prudente para los momentos álgidos que se vivían con Trump. Sin embargo, en el marco de la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19, y en la cual se escribió esta investigación, se evidenció que la política exterior simplemente sería reactiva ante el caos. A este momento de caos, y sobre todo ante la falta de una propuesta eficiente en el proceso de cambio paradigmático que se vive, la presidencia de Joe Biden ha significado un momento de pausa y serenidad en su expansionismo ante la pérdida de liderazgo estadounidense, la cual ha intentado reposicionar y salvaguardar el Estado de guerra permanente en la Guerra de Ucrania y el conflicto Palestino-Israelí. Ante este cumulo de factores, simplemente el jefe del poder ejecutivo ha mantenido acciones de política exterior solamente con la firme intención de perpetuar y legitimar su poder, y el de su partido (MORENA). Desafortunadamente, las acciones en este ramo han sido sumamente endebles para el beneficio del país, y por lo tanto, la perpetuidad de las instituciones extractivas, fundamentadas en una relación entre los miembros de la élite política y económica, determina que no haya habido un cambio sustancial en el bienestar de la población. 804 El trabajo realizado por Ricardo Bielschowsky, María C. Castro y Hugo E. Beteta, comprende una metodología donde se propone analizar siete factores determinantes en el patrón de desarrollo económico, atiende a: 1) Dotación y uso de recursos productivos; 2) (Des)igualdad, grado de protección social; 3) dinamización del mercado interno o export-led; 4) Influencias externas: geopolíticas, crecimiento norteamericano, finanzas; 5) Cuadro interno inductor del crecimiento y de la inversión: macroeconómico, institucional y composición de los grandes agentes inversionistas (Estado, empresas extranjeras, grupos nacionales y privados); 6) Paz interna, seguridad ciudadana y empresarial, entre otros; y 7) Impactos en términos de sostenibilidad ambiental, desastres naturales. Resulta interesante que diversos factores que son propuestos en este trabajo para comprender las diferentes trayectorias de desarrollo en los países centroamericanos, también son analizados en este. Cfr. Ricardo Bielschowsky, María C. Castro y Hugo E. Beteta (coords.), Patrones de desarrollo económico en los seis países de Centroamérica (1950-2018). Ciudad de México, edit. CEPAL, 2022, 405 pp. 390 ANEXOS 1. DEFINICIONES DE POLÍTICA EXTERIOR 1. Hans Morgenthau: […] consiste en una lucha por el poder, pues independientemente del fin último que se le asigne, el poder siempre será el fin inmediato.805 2. Antonio Carrillo Flores: la política exterior se refiere a “las decisiones de carácter estratégico o táctico que nuestro país para la defensa y promoción de sus intereses en sus relaciones con el resto del mundo”.806 3. Charles O. Lerche: la política exterior hace referencia a los cursos de acción y a las decisiones relacionadas a estos que un Estado emprende en sus relaciones con otros Estados para el logro de objetivos nacionales y el avance de su interés nacional.807 4. lano y Olton: […] se define política exterior como una estrategia o programa de actividad planeado y desarrollados por los creadores de decisiones de un Estado frente a otros estados o entidades internacionales, y encaminado a alcanzar metas específicas definidas en términos delos intereses nacionales. […] la política exterior comprende un proceso de interpretaciones sobre los intereses nacionales y sobre la situación del medio internacional para desarrollar una estrategia o programa de actividades adecuadas.808 5. Mario Ojeda: la política exterior fue diseñada fundamentalmente para la defensa de los intereses nacionales internos. Se entiende, en consecuencia, que el fin último de esta política ha sido siempre, la preservación y afirmación de la soberanía nacional […].809 6. Max Sørensen define política exterior como el medio por el cual se rigen las relaciones entre los integrantes de las comunidad internacional, es decir, como el conjunto de decisiones tomadas por un gobierno con relación a la posición del Estado frente a otros estados o dentro de organizaciones internacionales, siendo la diplomacia el instrumento mediante el cual se ponen en práctica dichas decisiones.810 7. Kamath: […] es la política de un Estados en relación a sus interacciones externas con otros estados en el sistema político internacional.811 8. Celestino Del Arenal considera que la política exterior es “el estudio de la forma en que un Estado lleva sus relaciones con otros Estados, se proyecta hacia el exterior, es decir, se refiere 805 Hans Morgenthau, La lucha por el poder y la paz, op. cit., p. 41. 806 Citado en Blanca Torres, “La participación de actores nuevos y tradicionales en las relaciones internacionales de México”, en Centro de Estudios Internacionales e Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos, La política exterior de México: enfoques para su análisis, México, edit. El Colegio de Mexico, 1997. p. 119. 807 Charles O. Lerche, Foreign Policy…, op. cit., p. 4. 808 Jack. C. Plano & Roy Olton, The International Relations Dictionary, EUA, edit. Rinehart and Winston, 1969, p. 127. 809 Mario Ojeda, Alcances y Limites…, op. cit., p. 3. 810 Max Sørensen, Manual de Derecho Internacional Público, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 1973, p. 53. 811 P.M. Kamath, Foreign Policy-Making and International Politics, edit. Radiant Publishers, Nueva Delhi, 1990, p. 5. 391 a la formulación, implementación y evaluación de las opciones exteriores desde el interior de un Estado, vistas desde la perspectiva del Estado […]”.812 9. José German Cabra Ybarra: como el conjunto de actitudes y decisiones del Estado frente a otros Estados para el logro de propósitos y la defensa de intereses nacionales.813 10. Arturo Borja Tamayo: […] estudio de las acciones de los Estados que se dirigen hacia el exterior pero que se originan internamente.814 11. Rafael Calduch, considera a la política exterior como “[…] aquella parte de la política general formada por el conjunto de decisiones y actitudes mediante las cuales se definen los objetivos y se utilizan los medios de un Estado para generar, modificar o suspender sus relaciones con otros actores de las sociedad internacional.815 12. Cesar Villalba Hildago, la política exterior está conformada por “[…] aquellas actitudes, decisiones y acciones de un Estado frente a otros Estados, para el logro de propósitos y la defensa de intereses nacionales”.816 13. Cathal J. Nolan, aclara que la política exterior es, “la red de decisiones, acciones y principios oficiales adaptados por un Estado relativos a su posición e interés respecto a asuntos mundiales, en especial aquellas acciones y posturas que orientan sus relaciones con otros Estados y personalidades internacionales”.817 14. Kjell A. Eliassen: Es la parte de la política del Estado que determina sus relaciones con otros Estados y con la comunidad internacional. Este concepto cubre la diplomacia, las alianzas, la política militar, la política comercial, etc. La amplitud del concepto refleja la compleja naturaleza de las políticas y la multitud de conexiones entre diferentes áreas de la política. Esto hace de la política exterior un animal multifacético.818 15. Ernest Petrič: La política exterior es una actividad del Estado con la que cumple sus fines e intereses dentro del ámbito internacional.819 812 Celestino del Arenal, Introducción a las relaciones internacionales, Madrid, edit. Tecnos, 1990, pp. 21-22. 813 José Cabra Ybarra, La política exterior de México frente al cambio, op. cit., p. 113. 814 Arturo Borja Tamayo, “Enfoques para el estudio de la política exterior de México…”, op. cit., p. 19. 815 Rafael Calduch, “La política exterior de los Estados”, en Juan Carlos Pareira (coord.), La política exterior de España (1800-2003), Barcelona, edit. Ariel, 2003, p. 4. 816 César Villalba Hidalgo, La política exterior de México…, op. cit., p. 7.; José Germán Cabra Ybarra, Apuntes del seminario de Relaciones Internacionales de México, op. cit., 2003. 817 Cathal J. Nolan, The Greenwood Encyclopedia of International Relations, vol 2., Connecticut, edit. Westpost, 2002, p. 560. 818 Kjell A. Eliassen, Foreign and Security Policy in the European Union, Londres, edit. Sage, 1998, pp. 2-3. 819 Ernest Petrič, Foreign Policy. From Conception to Diplomatic Practice, Holanda, edit. Brill & Nijhoff, 2013, p. 1. 392 2. DATOS ESTADÍSTICOS Fuente: Cifras tomadas y revisadas de INEGI: Producto Interno Bruto Trimestral. Año Base 2013. Serie del primer trimestre de 1980 al tercer trimestre de 2021: https://www.inegi.org.mx/programas/pib/2013/#Datos_abiertos Fuente: Datos del PIB Mundial y de EE.UU. obtenidos del Banco Mundial; y de México, INEGI. -10 -8 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 12 1 9 8 0 1 9 8 1 1 9 8 2 1 9 8 3 1 9 8 4 1 9 8 5 1 9 8 6 1 9 8 7 1 9 8 8 1 9 8 9 1 9 9 0 1 9 9 1 1 9 9 2 1 9 9 3 1 9 9 4 1 9 9 5 1 9 9 6 1 9 9 7 1 9 9 8 1 9 9 9 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 C re ci m ie n to d el P IB ( % a n u al ) Crecimiento del PIB Mundial, EE.UU. y México desde 1980 a 2021 EE.UU. Mundial México 8.3 9.5 0 -4.4 3.5 1.9 -3.7 2.1 1.3 3.7 5.2 4 3.5 3.1 4.9 -6.3 6.8 6.8 5.2 2.8 4.9 -0.4 0 1.4 3.9 2.3 4.5 2.3 1.1 -5.3 5.1 3.7 3.6 1.4 2.8 3.3 2.6 2.1 2.2 -0.2 -8.2 4.7 3.1 -10 -8 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10 12 1 9 8 0 1 9 8 1 1 9 8 2 1 9 8 3 1 9 8 4 1 9 8 5 1 9 8 6 1 9 8 7 1 9 8 8 1 9 8 9 1 9 9 0 1 9 9 1 1 9 9 2 1 9 9 3 1 9 9 4 1 9 9 5 1 9 9 6 1 9 9 7 1 9 9 8 1 9 9 9 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 2 0 2 2 PIB nacional % (1980-2022) 393 Fuente: Datos provenientes de INEGI. Año Base de 2013. Dirección URL: Dirección URL: https://n9.cl/3e26r. Año PIB nacional Crecimiento 1980 8.3 1981 9.5 0.14 1982 0 -1.00 1983 -4.4 #¡DIV/0! 1984 3.5 -1.80 1985 1.9 -0.46 1986 -3.7 -2.95 1987 2.1 -1.57 1988 1.3 -0.38 1989 3.7 1.85 1990 5.2 0.41 1991 4 -0.23 1992 3.5 -0.13 1993 3.1 -0.11 1994 4.9 0.58 1995 -6.3 -2.29 1996 6.8 -2.08 1997 6.8 0.00 1998 5.2 -0.24 1999 2.8 -0.46 2000 4.9 0.75 0.75 2001 -0.4 -1.08 2002 0 -1.00 2003 1.4 0.00 2004 3.9 1.79 2005 2.3 -0.41 2006 4.5 0.96 2007 2.3 -0.49 2008 1.1 -0.52 2009 -5.3 -5.82 2010 5.1 -1.96 2011 3.7 -0.27 2012 3.6 -0.03 2013 1.4 -0.61 2014 2.8 1.00 2015 3.3 0.18 2016 2.6 -0.21 2017 2.1 -0.19 2018 2.2 0.05 2019 -0.2 -1.09 2020 -8.2 40.00 2021 4.7 -1.57 2022 3.1 -0.34 0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 1 9 8 0 1 9 8 1 1 9 8 2 1 9 8 3 1 9 8 4 1 9 8 5 1 9 8 6 1 9 8 7 1 9 8 8 1 9 8 9 1 9 9 0 1 9 9 1 1 9 9 2 1 9 9 3 1 9 9 4 1 9 9 5 1 9 9 6 1 9 9 7 1 9 9 8 1 9 9 9 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 2 0 1 7 2 0 1 8 2 0 1 9 2 0 2 0 2 0 2 1 2 0 2 2 P O R C EN TA JE Tasa de inflación y deuda del sector público (total, interna y externa) como porcentaje del PIB, 1980-2022 Tasa de Inflación Deuda Total Deuda Interna Deuda Externa 394 Recopilación de datos de las cuentas de México basado en los 10 puntos del “Consenso de Washington”. Vid: John Williamson, El cambio de las políticas económicas en América Latina, México, edit. Gernika, 1991, 132 pp. Fuente: Datos de la tasa de Inflación, obtenidos de Banco de México y recopilados por INEGI: https://n9.cl/m3ibq. Datos de la deuda del sector público (interna y externa), obtenidos de Cámara de Diputados, Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, La deuda del sector público presupuestario, 1980-2005. Dirección URL: https://n9.cl/qav5j. Datos de la deuda del sector público (interna y externa) de 2006 a 2022, obtenidos de Secretaria de Hacienda y Crédito Público, Informes al Congreso de la Unión, Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, Informes Trimestrales. Dirección URL: https://n9.cl/fuip4. Datos de Ingreso Presupuestable y Gasto Neto Devengado de 1980 a 2002, obtenidos de: Cámara de Diputados, Evaluación y Estadísticas del Gasto Público Federal en México, 1980-2002, 2003. https://n9.cl/yg6wt. Datos de Gasto Neto Devengado de 2003 a 2005, obtenidos de Cámara…, op. cit.. Dirección URL: https://n9.cl/wryv0. Datos de Gasto Neto Devengado de 2005 a 2022, obtenidos de Secretaria de Hacienda y Crédito Público, Informes al Congreso de la Unión, Informes sobre las Finanzas Públicas, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, Informes Trimestrales. Dirección URL: https://n9.cl/fuip4. 2. Gasto Público Deuda total Deuda total como % del PIB Deuda Interna Deuda Interna como % del PIB Deuda Externa Deuda externa como % del PIB 1980 29.84516709 1446.4 30.7 868.7 18.4 577.8 12.2 1,401.10 1981 28.68469489 2,348.00 36.3 1,320.30 20.4 1,027.80 15.9 2,251.10 1982 98.84353492 7,777.30 74.7 3,563.50 34.2 4,213.80 40.5 4,066.00 1983 80.77845269 12,415.10 66.2 5,403.40 28.8 7,011.70 37.4 6,990.70 1984 59.15686948 17,972.20 58.1 7,333.00 23.7 10,639.20 34.4 11,070.00 1985 63.74926281 34,128.50 68.1 12,891.70 25.7 21,236.80 42.3 18,698.00 1986 105.7487538 81,308.10 98.8 24,588.10 29.9 149,194.30 68.9 35,729.40 1987 159.1679642 211,686.40 104.1 62,492.00 30.7 149,194.30 73.4 84,401.10 1988 51.6574034 267,009.20 64.7 112,058.40 27.1 178,974.20 37.5 151,484.50 1989 19.69746258 320,619.60 58.8 141,645.40 26 178,974.20 32.8 167,894.00 1990 29.92956351 385,151.60 52.4 168,793.60 23 216,358.00 29.4 204,215.30 1991 18.79462315 394,432.20 41.7 165,783.90 17.5 228,648.30 24.2 227,933.20 1992 11.9380891 352,588.80 31.4 143,190.90 12.7 209,397.90 18.6 249,287.30 1993 8.009189366 353,982.40 28.2 143,445.40 11.4 210,537.00 16.8 282,066.40 1994 7.051543175 565,819.10 39.8 195,415.80 13.7 370,403.30 26 326,250.70 1995 51.96610425 841,629.80 45.7 180,214.40 9.8 661,415.40 35.9 421,549.90 1996 27.70480787 884,625.70 35 211,162.00 8.3 673,463.70 26.6 582,241.60 1997 15.71850963 920,557.40 29 295,209.10 9.3 625,348.30 19.7 754,199.20 1998 18.60914141 1,197,505.30 31.1 401,224.80 10.4 796,280.50 20.7 829,511.30 1999 12.31866137 1,302,247.70 28.3 527,258.40 11.5 774,989.30 16.8 1,007,667.30 2000 8.959307026 1,401,428.80 25.5 691,721.50 12.6 709,707.30 12.9 1,239,266.30 2001 4.403499395 1,420,869.00 24.4 777,740.00 13.4 643,128.90 11.1 1,311,669.80 2002 5.700479345 1,629,720.60 26 920,988.90 14.7 708,731.70 11.3 1,459,951.10 2003 3.976521822 1,808,521.60 26.2 1,028,158.20 14.9 780,363.40 11.3 1,648,243.10 2004 5.190847575 1,906,451.70 24.7 1,112,894.10 14.4 793,557.50 10.3 1,792,296.70 2005 3.33274061 1,958,383.10 21.7 1,250,046.00 13.9 708,337.10 7.8 1,958,012.10 2006 4.053276936 1,985,730.00 20.3 1,471,632.60 15 514,097.40 5.3 2,255,221.30 2007 3.759037934 2,062,812.60 19.8 1,687,575.80 16.2 375,236.80 3.6 2,482,503.50 2008 6.528143929 2,597,742.30 21.4 2,268,498.40 18.7 329,243.90 2.7 2,872,608.40 2009 3.573538169 3,791,901.90 29.9 2,594,133.20 20.5 1,197,768.70 9.4 3,088,876.80 2010 4.401584716 4,213,878.60 30.5 2,920,348.30 21.1 1,293,530.30 9.4 3,333,948.40 2011 3.818756932 4,868,635.30 32.4 3,275,582.20 21.8 1,593,053.10 10.6 3,631,315.90 2012 3.568290135 5,352,794.70 33.10 3,769,999.10 23.30 1,582,795.60 9.80 3,920,305 2013 3.974040988 5,943,288.00 35.4 4,230,924.90 25.2 1,712,363.10 10.2 4,178,321.90 2014 4.081322231 6,947,446.40 38.6 4,804,250.20 26.7 2,143,196.20 11.9 4,528,045.20 2015 2.130812764 8,160,589.90 42.8 5,379,857.10 28.2 2,780,732.80 14.6 4,892,875.90 2016 3.360273918 9,693,217.50 48.2 6,009,403.10 29.9 3,683,814.40 18.3 5,347,754.60 2017 6.773047979 10,090,560.10 46 6,284,707.00 29.7 3,805,853.10 17.3 5,182,638.40 2018 4.830546184 10,829,906.60 46.1 6,867,594.70 29.2 3,962,311.90 16.8 5,589,351.30 2019 2.828576975 11,027,395.70 45.1 7,188,578.40 29.4 3,838,922.30 15.7 5,792,623.90 2020 3.150074575 12,130,384.10 52.46 7,711,308.10 33.3 4,419,076.00 19.1 5,995,025.80 2021 7.355107943 13,060,107.50 49.9 8,564,238.90 32.7 4,495,868.60 17.2 6,735,819.60 2022 6.191393596 14,071,997.30 49.3 9,868,466.70 32.9 4,203,530.60 14 7,568,971.50 Año 1. Disciplia fiscal 1.1. Tasa de inflación (Indice de precios del consumidor por objeto del gasto nacional) 1.2. Deuda del sector público (millones de pesos corrientes) Gasto del sector público devengado total (Millones de pesos, flujos constantes) 395 Fuente: Datos de Ingreso Presupuestable de 1980 a 2002, obtenidos de: Cámara de Diputados, Evaluación y Estadísticas del Gasto Público Federal en México, 1980-2002, 2003. Dirección URL: https://n9.cl/yg6wt. Datos de Ingreso presupuestario 1980-2022, ingreso del sector público, ingresos petroleros, PEMEX, Ingresos no petroleros, tributarios, no tributarios y de organizaciones y empresas, obtenidos de Ingresos Presupuestables del Sector Público (CG8), Banco de México: https://n9.cl/yvi1i. INGRESO PRESUPUESTARIO TOTAL 1. Ingresos del sector público (petróleros y no petróleros) 1.1. Ingresos petróleros PEMEX 1.2. Ingresos no petroleros Ingresos triburatios Ingresos no tributarios 2. Ingresos de organismos y empresas 1980 1,150.40 683.80 354.30 190.60 796.00 485.10 35.00 275.90 1981 1,524.40 935.20 450.00 216.20 1,074.40 647.10 54.30 373.00 1982 2,687.60 1,532.30 974.40 516.60 1,713.30 967.40 107.10 638.80 1983 5,678.80 3,181.20 2,555.30 1,395.50 3,123.50 1838.10 183.20 1102.10 1984 9,182.4 4,974.70 3,828.10 2,133.20 5,354.30 3049.00 230.90 2074.50 1985 15,335.50 7,990.50 6,381.10 3,664.80 8,954.40 4861.60 412.60 3680.20 1986 25,056.60 12,670.30 8,980.40 6,057.20 16,076.20 8979.00 768.10 6329.10 1987 57,061.70 32,973.60 18,829.50 8,759.30 38,232.20 20821.30 2082.20 15328.80 1988 115,506.80 68,014.90 29,692.70 16,320.00 85,814.10 47384.70 7257.50 31172.00 1989 141,550.10 90,204.40 34,847.80 17,114.40 106,702.30 61138.50 11332.50 34231.30 1990 187,701.60 118,665.30 51,428.40 25,474.10 136,273.20 80545.30 12165.70 43562.20 1991 254,383.00 179,529.40 56,050.30 25,043.20 198,332.70 103717.10 44805.20 49,810.40 1992 295,478.20 211,096.70 59,726.30 25,597.90 235,751.80 126,763.70 50,204.50 58,783.70 1993 290,612.50 194,991.40 62,766.00 27,904.70 227,846.40 143,154.30 16,975.70 67,716.40 1994 326,858.40 220,102.30 62,304.50 31,272.50 264,553.90 160,317.50 28,752.90 75,483.50 1995 418,375.50 280,144.50 121,575.90 49,206.60 296,799.60 170,305.70 37,469.50 89,024.40 1996 578,981.40 392,566.10 186,187.50 73,353.30 392,793.80 226,006.20 53,725.60 113,062.10 1997 734,664.70 508,743.80 214,588.50 85,030.90 520,076.20 312,115.30 67,070.90 140,890 1998 781,947.60 545,175.70 171,249.40 81,873.40 610,698.20 404,225.20 51,574.50 154,898.50 1999 954,816.50 674,348.10 199,653.40 102,065.00 755,163.10 521,682.40 55,077.30 178,403.40 2000 1,178,813.10 868,267.70 319,287.30 100,943.10 859,525.80 581,703.40 68,220.10 209,602.30 2001 1,271,376.60 939,114.50 299,390.50 103,523.90 971,986.10 654,870.30 88,377.60 228,738.20 2002 1,387,235.50 989,353.50 297,816.20 150,031.60 1,089,419.20 728,283.80 113,285 247,850.50 2003 1,600,286.30 1,132,985.10 444,378.30 175,776.60 1,155,908.00 768,045.30 96,338 291,524.70 2004 1,771,314.20 1,270,211.10 584,759.70 190,772.00 1,186,554.50 769,385.80 106,837.60 310,331.10 2005 1,947,816.20 1,412,505.10 709,032.30 185,529.20 1,238,784.00 810,511 78,490.90 349,782.10 2006 2,263,602.60 1,558,808.00 901,887.40 317,655.00 1,361,715.10 890,078.20 84,497.50 387,139.50 2007 2,485,785.00 1,711,220.50 925,283.80 374,839.90 1,560,501.20 1,002,670.00 158,106.60 399,724.60 2008 2,860,926.40 2,049,936.30 1,267,794.50 362,530.60 1,593,131.90 994,552.30 150,120.20 448,459.50 2009 2,817,185.50 2,000,448.10 870,040.20 381,953.20 1,947,145.40 1,129,552.60 382,808.50 434,784.30 2010 2,960,443.00 2,080,013.10 1,026,895.20 385,437.10 1,933,547.80 1,260,425.00 178,129.90 494,992.90 2011 3,271,080.10 2,320,241.70 1,244,539.60 395,232.20 2,026,540.50 1,294,054.10 176,880.20 555,606.20 2012 3,514,529.50 2,452,533.70 1,386,406.40 463,121.30 2,128,123.10 1,314,439.60 214,809 598,874.50 2013 3,800,415.60 2,703,575.20 1,344,487.60 482,935.90 2,455,928.00 1,561,751.60 280,272.00 613,904.50 2014 3,983,056.10 2,888,059.60 1,221,163.90 440,749.50 2,761,892.20 1,807,813.70 299,831.50 654,247.00 2015 4,266,989.50 3,180,071.20 843,433.70 429,009.30 3,423,555.90 2,361,233.60 404,413.20 657,909.10 2016 4,845,530.30 3,571,281.30 789,148 481,006.40 4,056,382.40 2,715,998 547,141.70 793,242.70 2017 4,947,608.30 3,838,070.30 827,150.00 389,803.70 4,120,458.40 2,855,056.90 545,667.10 719,734.40 2018 5,115,111.10 3,871,626.90 978,368.70 436,621.50 4,136,742.40 3,062,334.20 267,545.50 806,862.70 2019 5,384,984.30 4,006,080.10 955,697.60 523,774.80 4,429,286.70 3,202,623.70 371,533.60 855,129.40 2020 5,339,990.50 4,088,500.80 605,859.30 407,552.90 4,734,131.20 3,338,875.50 551,318.90 843,936.70 2021 5,960,944.60 4,316,994.40 1,156,487.00 791,718.20 4,804,457.60 3,566,748.30 385,477.30 852,232.00 2022 6,595,097.60 4,790,583.00 1,481,580.80 841,435.80 5,113,516.90 3,808,707.20 341,730.90 963,078.80 Año 3. Reforma fiscal Ingresos presupuestarios (Millones de pesos, flujos acumulados) 396 Fuente: Datos de liberalización financiera (inversión de cartera), obtenidos de la Balanza de Pagos (1980-2001) proveniente del Banco de México (CE139): https://n9.cl/pqo0d y Balanza de Pagos con base en MBP6 (a partir de 2002): https://n9.cl/1oni4. Datos del tipo de cambio peso-dólar, obtenidos de Banco de México, Serie histórica diaria del tipo de cambio (CF373). Dirección URL: https://n9.cl/b4rqj. Datos de Exportaciones e Importaciones, obtenidos de Banco de México, Balanza comercial de mercancías de México (1980 a 1992) y Balanza comercial de mercancías (1993-2023): https://n9.cl/ziefs y https://n9.cl/ee3t4. Datos de la IED, obtenida de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras, Secretaria de Economía, varios años. Inversion en cartera (sumatoria total por año en Millones de Dólares) Tipo de cambio peso-dólar Exportaciones totales (Miles de dólares) Variación porcentual Importaciones totales (Miles de dólares) Variación porcentual IED Total Variación porcentual 1980 -359.0 18,031,039.00 21,089,360.00 1,622.6 1981 685.5 23,307,339.00 29.26231816 27,184,229.00 28.90020845 1,701.1 4.84 1982 -386.2 $0.15 24,055,210.00 3.208736098 17,010,631.00 -37.42463323 626.5 -63.17 1983 -853.5 $0.16 25,953,138.00 7.889883314 11848281.00 -30.34778663 683.7 9.13 1984 -682.4 $0.21 29,100,351.00 12.12652204 15,916,198.00 34.33339402 1,429.8 109.13 1985 -669.7 $0.45 26,757,293.00 -8.051648587 18,359,097.00 15.34850848 1,729.0 20.93 1986 30.5 $0.91 21,803,596.00 -18.51344604 16,783,893.00 -8.579964472 2,424.2 40.21 1987 -1452 $2.23 27,599,515.00 26.58239953 18,812,426.00 12.08618882 3,877.2 59.94 1988 -6.6 $2.30 30,691,498.00 11.20303382 28,081,969.00 49.27351209 3,157.1 -18.57 1989 357.3 $2.69 35,171,046.00 14.59540359 34,765,992.00 23.8018317 2,499.7 -20.82 1990 -5522.3 $2.94 40,710,936.00 15.75128019 41,593,260.00 19.63777706 3,722.4 48.91 1991 10,813.80 $3.08 42,687,520.00 4.855167172 49,966,560.00 20.13138667 3,565.0 -4.23 1992 21,344.50 $3.12 46,195,623.00 8.21809981 62,129,350.00 24.34185984 3,599.6 0.97 1993 26,778.30 $3.11 57571523.00 24.6254932 65,366,542.00 5.210406998 4,900.7 36.15 1994 6,631.50 $5.00 73575445.00 27.79833009 79,345,901.00 21.38610759 10,646.9 117.25 1995 -13,632.50 $7.74 89313827.00 21.39080776 72,453,067.00 -8.687070048 8,374.6 -21.34 1996 13,697.20 $7.87 105511735.00 18.13594663 89,468,766.00 23.4851328 7,847.9 -6.29 1997 6,942.30 $8.06 115921999.00 9.866451348 109,808,200.00 22.73355821 12,145.6 54.76 1998 900.6 $9.90 128115401.00 10.51862641 125,373,058.00 14.17458623 8,373.5 -31.06 1999 10,580.30 $9.50 157163046.00 22.67303132 141,974,764.00 13.24184499 13,935.90 66.43 2000 1,741.80 $9.61 165331097.00 5.197182931 174,457,823.00 22.87945976 18,247.40 30.94 2001 7,995.10 $9.17 157802603.00 -4.55358619 168,396,434.00 -3.474415131 30,056.20 64.71 2002 -1,743.50 $10.44 161558737.00 2.380273791 168,678,889.00 0.167732174 24,098.30 -19.82 2003 4,971 $11.24 180828048.00 11.92712407 170,545,844.00 1.106810112 18,270.50 -24.18 2004 4,293.40 $11.15 202220650.00 11.8303561 196,809,652.00 15.39985225 25,032.10 37.01 2005 -13,397.80 $10.63 242765896.00 20.05000281 221,819,526.00 12.70764607 26,032.10 3.99 2006 -1,162.30 $10.81 259697398.00 6.974415385 256,058,352.00 15.43544278 21,248.20 -18.38 2007 -796.6 $10.92 299690518.00 15.39989245 281,949,049.00 10.11124878 32,483.30 52.88 2008 15,877.70 $13.83 229733298.00 -23.34315429 308,603,251.00 9.453552723 29,532.60 -9.08 2009 -12,556.30 $13.07 279934130.00 21.85178746 234,384,972.00 -24.04973984 17,854.80 -39.54 2010 29,650.10 $12.35 337380137.00 20.5212587 301,481,819.00 28.62677006 27,140.50 52.01 2011 42,380.90 $13.95 364909078.00 8.159621146 350,842,876.00 16.37281384 25,573.70 -5.77 2012 60,420.90 $12.97 374718026.00 2.688052611 370,751,559.00 5.674529643 21,747.40 -14.96 2013 43,464.30 $13.08 389797880.00 4.02432041 381,210,168.00 2.820921112 48,216.20 121.71 2014 41,377.70 $14.74 389455472.00 -0.087842448 399,984,336.00 4.924886474 30,482.50 -36.78 2015 22,136.60 $17.25 369526964.00 -5.117018358 395,253,852.00 -1.182667313 35,493.70 16.44 2016 29,828 $20.62 398289643.00 7.783648232 387,087,536.00 -2.066093969 31,171.20 -12.18 2017 6,963.40 $19.66 439443875.00 10.33273968 420,394,587.00 8.604526858 34,032.20 9.18 2018 7,840.40 $19.65 461771787.00 5.080947368 464,302,367.00 10.44442087 34,084.30 0.15 2019 4,396.90 $18.86 409293133.00 -11.36462978 455,241,589.00 -1.95148219 34,373.90 0.85 2020 -8,831.80 $19.91 479095374.00 17.05433963 382,985,924.00 -15.87193849 28,132.60 -18.16 2021 -8,209.00 $20.51 494764505.00 3.270566123 505,703,096.00 32.04221469 31,517.40 12.03 2022 -13,423.00 $19.47 578193414 16.86234727 599,669,278.00 18.58129459 27,511.60 -12.71 7. Inversión Extranjera Directa 4. Liberalización financiera 5. Tipo de cambio 6. Liberaclización del comercio Año 397 Composición en porcentaje de los ingresos del sector público, ingresos petroleros, PEMEX, ingresos no petroleros, ingresos tributarios, no tributarios, y de organismos y empresas; y déficit del sector público. Fuente: Datos de Ingreso presupuestario, op. cit.; Cálculos propios. INGRESO PRESUPUESTARIO TOTAL 1. Ingresos del sector público (petróleros y no petróleros) % ingresos del sector público respecto del ingreso presupuestario total 1.1. Ingresos petróleros % ingresos petroleros respecto del sector público % ingresos petroleros respecto del total de ingresos presupuestario PEMEX % ingresos de PEMEX respecto al ingreso total presupuestario 1.2. Ingresos no petroleros % Ingresos no petroleros respecto del total presupuestario Ingresos triburatios % ingresos tributarios respecto a los ingresos del sector público % Ingresos tributarios respecto del ingreso presupuetario total Ingresos no tributarios % ingresos no tributarios respecto del ingreso presupuestario total 2. Ingresos de organismos y empresas % Ingresos de organismo y empresas respecto del ingreso presupuetsario total Gasto devengado tasa de creciento Deficit del gobierno (Ingresos menos gastos) 1980 1,150.40 683.80 59.44% 354.30 51.81% 30.80% 190.60 16.57% 796.00 69.19% 485.10 71% 42% 35.00 3% 275.90 24% 1,401.10 -250.70 1981 1,524.40 935.20 61.35% 450.00 48.12% 29.52% 216.20 14.18% 1,074.40 70.48% 647.10 69% 42% 54.30 4% 373.00 24% 2,251.10 60.67% -726.70 1982 2,687.60 1,532.30 57.01% 974.40 63.59% 36.26% 516.60 19.22% 1,713.30 63.75% 967.40 63% 36% 107.10 4% 638.80 24% 4,066.00 80.62% -1,378.40 1983 5,678.80 3,181.20 56.02% 2,555.30 80.33% 45.00% 1,395.50 24.57% 3,123.50 55.00% 1838.10 58% 32% 183.20 3% 1102.10 19% 6,990.70 71.93% -1,311.90 1984 9,182.4 4,974.70 54.18% 3,828.10 76.95% 41.69% 2,133.20 23.23% 5,354.30 58.31% 3049.00 61% 33% 230.90 3% 2074.50 23% 11,070.00 58.35% -1,887.60 1985 15,335.50 7,990.50 52.10% 6,381.10 79.86% 41.61% 3,664.80 23.90% 8,954.40 58.39% 4861.60 61% 32% 412.60 3% 3680.20 24% 18,698.00 68.91% -3,362.50 1986 25,056.60 12,670.30 50.57% 8,980.40 70.88% 35.84% 6,057.20 24.17% 16,076.20 64.16% 8979.00 71% 36% 768.10 3% 6329.10 25% 35,729.40 91.09% -10,672.80 1987 57,061.70 32,973.60 57.79% 18,829.50 57.10% 33.00% 8,759.30 15.35% 38,232.20 67.00% 20821.30 63% 36% 2082.20 4% 15328.80 27% 84,401.10 136.22% -27,339.40 1988 115,506.80 68,014.90 58.88% 29,692.70 43.66% 25.71% 16,320.00 14.13% 85,814.10 74.29% 47384.70 70% 41% 7257.50 6% 31172.00 27% 151,484.50 79.48% -35,977.70 1989 141,550.10 90,204.40 63.73% 34,847.80 38.63% 24.62% 17,114.40 12.09% 106,702.30 75.38% 61138.50 68% 43% 11332.50 8% 34231.30 24% 167,894.00 10.83% -26,343.90 1990 187,701.60 118,665.30 63.22% 51,428.40 43.34% 27.40% 25,474.10 13.57% 136,273.20 72.60% 80545.30 68% 43% 12165.70 6% 43562.20 23% 204,215.30 21.63% -16,513.70 1991 254,383.00 179,529.40 70.57% 56,050.30 31.22% 22.03% 25,043.20 9.84% 198,332.70 77.97% 103717.10 58% 41% 44805.20 18% 49,810.40 20% 227,933.20 11.61% 26,449.80 1992 295,478.20 211,096.70 71.44% 59,726.30 28.29% 20.21% 25,597.90 8.66% 235,751.80 79.79% 126,763.70 60% 43% 50,204.50 17% 58,783.70 20% 249,287.30 9.37% 46,190.90 1993 290,612.50 194,991.40 67.10% 62,766.00 32.19% 21.60% 27,904.70 9.60% 227,846.40 78.40% 143,154.30 73% 49% 16,975.70 6% 67,716.40 23% 282,066.40 13.15% 8,546.10 1994 326,858.40 220,102.30 67.34% 62,304.50 28.31% 19.06% 31,272.50 9.57% 264,553.90 80.94% 160,317.50 73% 49% 28,752.90 9% 75,483.50 23% 326,250.70 15.66% 607.70 1995 418,375.50 280,144.50 66.96% 121,575.90 43.40% 29.06% 49,206.60 11.76% 296,799.60 70.94% 170,305.70 61% 41% 37,469.50 9% 89,024.40 21% 421,549.90 29.21% -3,174.40 1996 578,981.40 392,566.10 67.80% 186,187.50 47.43% 32.16% 73,353.30 12.67% 392,793.80 67.84% 226,006.20 58% 39% 53,725.60 9% 113,062.10 20% 582,241.60 38.12% -3,260.20 1997 734,664.70 508,743.80 69.25% 214,588.50 42.18% 29.21% 85,030.90 11.57% 520,076.20 70.79% 312,115.30 61% 42% 67,070.90 9% 140,890 19% 754,199.20 29.53% -19,534.50 1998 781,947.60 545,175.70 69.72% 171,249.40 31.41% 21.90% 81,873.40 10.47% 610,698.20 78.10% 404,225.20 74% 52% 51,574.50 7% 154,898.50 20% 829,511.30 9.99% -47,563.70 1999 954,816.50 674,348.10 70.63% 199,653.40 29.61% 20.91% 102,065.00 10.69% 755,163.10 79.09% 521,682.40 77% 55% 55,077.30 6% 178,403.40 19% 1,007,667.30 21.48% -52,850.80 2000 1,178,813.10 868,267.70 73.66% 319,287.30 36.77% 27.09% 100,943.10 8.56% 859,525.80 72.91% 581,703.40 67% 49% 68,220.10 6% 209,602.30 18% 1,239,266.30 22.98% -60,453.20 2001 1,271,376.60 939,114.50 73.87% 299,390.50 31.88% 23.55% 103,523.90 8.14% 971,986.10 76.45% 654,870.30 70% 52% 88,377.60 7% 228,738.20 18% 1,311,669.80 5.84% -40,293.20 2002 1,387,235.50 989,353.50 71.32% 297,816.20 30.10% 21.47% 150,031.60 10.82% 1,089,419.20 78.53% 728,283.80 74% 52% 113,285 8% 247,850.50 18% 1,459,951.10 11.30% -72,715.60 2003 1,600,286.30 1,132,985.10 70.80% 444,378.30 39.22% 27.77% 175,776.60 10.98% 1,155,908.00 72.23% 768,045.30 68% 48% 96,338 6% 291,524.70 18% 1,648,243.10 12.90% -47,956.80 2004 1,771,314.20 1,270,211.10 71.71% 584,759.70 46.04% 33.01% 190,772.00 10.77% 1,186,554.50 66.99% 769,385.80 61% 43% 106,837.60 6% 310,331.10 18% 1,792,296.70 8.74% -20,982.50 2005 1,947,816.20 1,412,505.10 72.52% 709,032.30 50.20% 36.40% 185,529.20 9.52% 1,238,784.00 63.60% 810,511 57% 42% 78,490.90 4% 349,782.10 18% 1,958,012.10 9.25% -10,195.90 2006 2,263,602.60 1,558,808.00 68.86% 901,887.40 57.86% 39.84% 317,655.00 14.03% 1,361,715.10 60.16% 890,078.20 57% 39% 84,497.50 4% 387,139.50 17% 2,255,221.30 15.18% 8,381.30 2007 2,485,785.00 1,711,220.50 68.84% 925,283.80 54.07% 37.22% 374,839.90 15.08% 1,560,501.20 62.78% 1,002,670.00 59% 40% 158,106.60 6% 399,724.60 16% 2,482,503.50 10.08% 3,281.50 2008 2,860,926.40 2,049,936.30 71.65% 1,267,794.50 61.85% 44.31% 362,530.60 12.67% 1,593,131.90 55.69% 994,552.30 49% 35% 150,120.20 5% 448,459.50 16% 2,872,608.40 15.71% -11,682.00 2009 2,817,185.50 2,000,448.10 71.01% 870,040.20 43.49% 30.88% 381,953.20 13.56% 1,947,145.40 69.12% 1,129,552.60 56% 40% 382,808.50 14% 434,784.30 15% 3,088,876.80 7.53% -271,691.30 2010 2,960,443.00 2,080,013.10 70.26% 1,026,895.20 49.37% 34.69% 385,437.10 13.02% 1,933,547.80 65.31% 1,260,425.00 61% 43% 178,129.90 6% 494,992.90 17% 3,333,948.40 7.93% -373,505.40 2011 3,271,080.10 2,320,241.70 70.93% 1,244,539.60 53.64% 38.05% 395,232.20 12.08% 2,026,540.50 61.95% 1,294,054.10 56% 40% 176,880.20 5% 555,606.20 17% 3,631,315.90 8.92% -360,235.80 2012 3,514,529.50 2,452,533.70 69.78% 1,386,406.40 56.53% 39.45% 463,121.30 13.18% 2,128,123.10 60.55% 1,314,439.60 54% 37% 214,809 6% 598,874.50 17% 3,920,305 7.96% -405,775.50 2013 3,800,415.60 2,703,575.20 71.14% 1,344,487.60 49.73% 35.38% 482,935.90 12.71% 2,455,928.00 64.62% 1,561,751.60 58% 41% 280,272.00 7% 613,904.50 16% 4,178,321.90 6.58% -377,906.30 2014 3,983,056.10 2,888,059.60 72.51% 1,221,163.90 42.28% 30.66% 440,749.50 11.07% 2,761,892.20 69.34% 1,807,813.70 63% 45% 299,831.50 8% 654,247.00 16% 4,528,045.20 8.37% -544,989.10 2015 4,266,989.50 3,180,071.20 74.53% 843,433.70 26.52% 19.77% 429,009.30 10.05% 3,423,555.90 80.23% 2,361,233.60 74% 55% 404,413.20 9% 657,909.10 15% 4,892,875.90 8.06% -625,886.40 2016 4,845,530.30 3,571,281.30 73.70% 789,148 22.10% 16.29% 481,006.40 9.93% 4,056,382.40 83.71% 2,715,998 76% 56% 547,141.70 11% 793,242.70 16% 5,347,754.60 9.30% -502,224.30 2017 4,947,608.30 3,838,070.30 77.57% 827,150.00 21.55% 16.72% 389,803.70 7.88% 4,120,458.40 83.28% 2,855,056.90 74% 58% 545,667.10 11% 719,734.40 15% 5,182,638.40 -3.09% -235,030.10 2018 5,115,111.10 3,871,626.90 75.69% 978,368.70 25.27% 19.13% 436,621.50 8.54% 4,136,742.40 80.87% 3,062,334.20 79% 60% 267,545.50 5% 806,862.70 16% 5,589,351.30 7.85% -474,240.20 2019 5,384,984.30 4,006,080.10 74.39% 955,697.60 23.86% 17.75% 523,774.80 9.73% 4,429,286.70 82.25% 3,202,623.70 80% 59% 371,533.60 7% 855,129.40 16% 5,792,623.90 3.64% -407,639.60 2020 5,339,990.50 4,088,500.80 76.56% 605,859.30 14.82% 11.35% 407,552.90 7.63% 4,734,131.20 88.65% 3,338,875.50 82% 63% 551,318.90 10% 843,936.70 16% 5,995,025.80 3.49% -655,035.30 2021 5,960,944.60 4,316,994.40 72.42% 1,156,487.00 26.79% 19.40% 791,718.20 13.28% 4,804,457.60 80.60% 3,566,748.30 83% 60% 385,477.30 6% 852,232.00 14% 6,735,819.60 12.36% -774,875.00 2022 6,595,097.60 4,790,583.00 72.64% 1,481,580.80 30.93% 22.46% 841,435.80 12.76% 5,113,516.90 77.54% 3,808,707.20 80% 58% 341,730.90 5% 963,078.80 15% 7,568,971.50 12.37% -973,873.90 398 Exportaciones totales, composición por sector y su porcentaje respecto a las exportaciones totales (1980-2022). Fuente: Datos obtenidos de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras, Secretaria de Economía, varios años. Cálculos propios. Año Exportaciones totales Exportaciones petroleras % respecto al total Exportaciones Agropecuarias % respecto al total Exportaciones Extractivas % respecto al total Exportaciones manufactureras % respecto al total 1980 18,031,039.00 10,441,349.00 57.91% 1,527,909.00 8.47% 512,472.00 2.84% 5,549,310.00 30.78% 1981 23,307,339.00 14,573,131.00 62.53% 1,482,388.00 6.36% 686,047.00 2.94% 6,565,774.00 28.17% 1982 24055210.00 16,477,181 68.50% 1,233,345.00 5.13% 501,574.00 2.09% 5,843,114.00 24.29% 1983 25,953,138.00 16,017,153.00 61.72% 1,188,538.00 4.58% 523,656.00 2.02% 8,223,790.00 31.69% 1984 29,100,351.00 16,601,310.00 57.05% 1,460,848.00 5.02% 539,077.00 1.85% 10,499,117.00 36.08% 1985 26,757,293.00 14,766,650.00 55.19% 1,408,884.00 5.27% 510,297.00 1.91% 10,071,463.00 37.64% 1986 21,803,596.00 6,307,212.00 28.93% 2,098,409.00 9.62% 509,697.00 2.34% 12,888,280.00 59.11% 1987 27,599,515.00 8,629,792.00 31.27% 1,543,007.00 5.59% 575,995.00 2.09% 16,850,723.00 61.05% 1988 30,691,498.00 6,711,247.00 21.87% 1,670,275.00 5.44% 660,282.00 2.15% 21,649,697.00 70.54% 1989 35,171,046.00 7,875,983.00 22.39% 1,753,914.00 4.99% 604,755.00 1.72% 24,936,396.00 70.90% 1990 40,710,936.00 10,103,660.00 24.82% 2,162,442.00 5.31% 616,895.00 1.52% 27,827,944.00 68.35% 1991 42,687,520.00 8,166,415.00 19.13% 2,372,527.00 5.56% 546,761.00 1.28% 31,601,825.00 74.03% 1992 46,195,623.00 8,306,599.00 17.98% 2,112,357.00 4.57% 356,195.00 0.77% 35,420,471.00 76.67% 1993 57,571,523.00 7,684,977.00 13.35% 2,789,714.00 4.85% 308,004.00 0.53% 41,103,272.00 71.40% 1994 73,575,445.00 7,619,484.00 10.36% 3,037,478.00 4.13% 382,006.00 0.52% 49,843,232.00 67.74% 1995 89,313,827.00 8,637,823.00 9.67% 4,572,951.00 5.12% 535,928.00 0.60% 65,794,854.00 73.67% 1996 105,511,735.00 11,816,911.00 11.20% 4,121,962.00 3.91% 438,101.00 0.42% 79,622,767.00 75.46% 1997 115,921,999.00 11,455,436.00 9.88% 4,436,450.00 3.83% 463,836.00 0.40% 94,075,775.00 81.15% 1998 128,115,401.00 7,295,765.00 5.69% 4,320,489.00 3.37% 448,647.00 0.35% 105,474,397.00 82.33% 1999 157,163,046.00 9,959,483.00 6.34% 4,437,626.00 2.82% 421,344.00 0.27% 121,543,364.00 77.34% 2000 165,331,097.00 16,124,312.00 9.75% 4,752,470.00 2.87% 496,373.00 0.30% 144,747,581.00 87.55% 2001 157,802,603.00 13,190,963.00 8.36% 4,435,331.00 2.81% 386,235.00 0.24% 140,767,205.00 89.20% 2002 161,558,737.00 14,823,464.00 9.18% 4,195,980.00 2.60% 367,161.00 0.23% 141,659,375.00 87.68% 2003 180,828,048.00 18,597,225.00 10.28% 5,022,502.00 2.78% 496,405.00 0.27% 140,650,306.00 77.78% 2004 202,220,650.00 23,663,079.00 11.70% 5,666,476.00 2.80% 900,788.00 0.45% 157,768,214.00 78.02% 2005 242,765,896.00 31,888,572.00 13.14% 5,981,081.00 2.46% 1,167,717.00 0.48% 175,195,588.00 72.17% 2006 259,697,398.00 39,016,849.00 15.02% 6,835,911.00 2.63% 1,320,550.00 0.51% 202,751,837.00 78.07% 2007 299,690,518.00 43,013,838.00 14.35% 7,414,951.00 2.47% 1,737,102.00 0.58% 219,709,422.00 73.31% 2008 229,733,298.00 50,635,372.00 22.04% 7,894,639.00 3.44% 1,931,008.00 0.84% 227,881,575.00 99.19% 2009 279,934,130.00 30,831,262.00 11.01% 7,725,941.00 2.76% 1,447,870.00 0.52% 189,698,477.00 67.77% 2010 337,380,137.00 41,693,287.00 12.36% 8,610,443.00 2.55% 2,423,983.00 0.72% 245,745,433.00 72.84% 2011 364,909,078.00 56,443,351.00 15.47% 10,309,451.00 2.83% 4,063,459.00 1.11% 278,617,125.00 76.35% 2012 374,718,026.00 52,955,549.00 14.13% 10,914,240.00 2.91% 4,906,462.00 1.31% 301,993,639.00 80.59% 2013 389,797,880.00 49,481,469.00 12.69% 11,302,098.00 2.90% 4,714,378.00 1.21% 314,517,106.00 80.69% 2014 396,913,632.00 42,369,281.00 10.67% 12,331,797.00 3.11% 5,063,973.00 1.28% 337,148,569.00 84.94% 2015 380,556,964.00 23,099,606.00 6.07% 13,125,760.00 3.45% 4,504,543.00 1.18% 339,826,151.00 89.30% 2016 398,289,643.00 18,824,793.00 4.73% 14,844,819.00 3.73% 4,368,336.00 1.10% 335,915,665.00 84.34% 2017 439,443,875.00 23,725,158.00 5.40% 15,999,956.00 3.64% 5,427,071.00 1.23% 364,280,390.00 82.90% 2018 461,771,787.00 30,629,352.00 6.63% 16,507,572.00 3.57% 6,231,997.00 1.35% 397,343,805.00 86.05% 2019 409,293,133.00 25,793,880.00 6.30% 17,832,328.00 4.36% 6,188,827.00 1.51% 410,788,656.00 100.37% 2020 417,170,735.00 17,483,939.00 4.19% 18,284,587.00 4.38% 7,407,484.00 1.78% 373,823,398.00 89.61% 2021 494,764,505.00 29,216,666.00 5.91% 19,092,162.00 3.86% 9,554,804.00 1.93% 436,081,869.00 88.14% 2022 578,193,414.00 39,212,173.00 6.78% 21,397,723.00 3.70% 9,149,860.00 1.58% 508,433,659.00 87.93% 399 Exportaciones por países y áreas económicas (1993-2022), y sus porcentajes respecto al total de las exportaciones. Fuente: Datos obtenidos de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras, Secretaria de Economía, varios años. Cálculos propios. Año Exportación Total (incluye maquila) America % respecto al total América del Norte % respecto al total % respecto a América EE.UU. % respecto al total % respecto a América % respecto a América del Norte Canadá % respecto al total % respecto a América % respecto a América del Norte 1993 51885969.00 47585434.00 92% 44474403.00 86% 93% 42911543.00 83% 90% 96% 1562856.00 3% 3% 4% 1994 60882199.00 56196906.00 92% 53138086.00 87% 95% 51618594.00 85% 92% 97% 1519486.00 2% 3% 3% 1995 79541554.00 73331101.00 92% 68261044.00 86% 93% 66273641.00 83% 90% 97% 1987395.00 2% 3% 3% 1996 95999740.00 89075209.00 93% 82742029.00 86% 93% 80570022.00 84% 90% 97% 2172004.00 2% 2% 3% 1997 110431498.00 103318780.00 94% 96533878.00 87% 93% 94376864.00 85% 91% 98% 2157009.00 2% 2% 2% 1998 117539294.00 110587192.00 94% 104521054.00 89% 95% 103001767.00 88% 93% 99% 1519281.00 1% 1% 1% 1999 136361816.00 128063418.00 94% 122573214.00 90% 96% 120262033.00 88% 94% 98% 2311175.00 2% 2% 2% 2000 166120737.00 157397532.00 95% 150739953.00 91% 96% 147399940.00 89% 94% 98% 3340006.00 2% 2% 2% 2001 158779733.00 150400700.00 95% 143647033.00 90% 96% 140564406.00 89% 93% 98% 3082621.00 2% 2% 2% 2002 161045980.00 151548754.00 94% 144888981.00 90% 96% 141897649.00 88% 94% 98% 2991325.00 2% 2% 2% 2003 164766436.00 154238284.00 94% 147335143.00 89% 96% 144293352.00 88% 94% 98% 3041784.00 2% 2% 2% 2004 187998555.00 176471749.00 94% 167813526.00 89% 95% 164521981.00 88% 93% 98% 3291538.00 2% 2% 2% 2005 214232956.00 199233915.00 93% 187797311.00 88% 94% 183562833.00 86% 92% 98% 4234471.00 2% 2% 2% 2006 249925144.00 231237678.00 93% 216975597.00 87% 94% 211799370.00 85% 92% 98% 5176217.00 2% 2% 2% 2007 271875312.00 247914239.00 91% 229624208.00 84% 93% 223133251.00 82% 90% 97% 6490952.00 2% 3% 3% 2008 291342595.00 262794592.00 90% 240625081.00 83% 92% 233522728.00 80% 89% 97% 7102347.00 2% 3% 3% 2009 229703550.00 208493292.00 91% 193345399.00 84% 93% 185101145.00 81% 89% 96% 8244248.00 4% 4% 4% 2010 298473146.00 270598264.00 91% 249370073.00 84% 92% 238684422.00 80% 88% 96% 10685646.00 4% 4% 4% 2011 349433386.00 311800554.00 89% 285121107.00 82% 91% 274426516.00 79% 88% 96% 10694582.00 3% 3% 4% 2012 370769890.00 327481185.00 88% 298779735.00 81% 91% 287842151.00 78% 88% 96% 10937578.00 3% 3% 4% 2013 380015051.00 337727873.00 89% 309891805.00 82% 92% 299439147.00 79% 89% 97% 10452654.00 3% 3% 3% 2014 396913632.00 354758220.00 89% 329081217.00 83% 93% 318367009.00 80% 90% 97% 10714208.00 3% 3% 3% 2015 380556089.00 342036148.00 90% 319414341.00 84% 93% 308869534.00 81% 90% 97% 10544806.00 3% 3% 3% 2016 373953614.00 332958236.00 89% 313013296.00 84% 94% 302580857.00 81% 91% 97% 10432440.00 3% 3% 3% 2017 409432575.00 360151000.00 88% 338228530.00 83% 94% 326868566.00 80% 91% 97% 11359963.00 3% 3% 3% 2018 450712728.00 396198489.00 88% 372361063.00 83% 94% 358281301.00 79% 90% 96% 14079760.00 3% 4% 4% 2019 460603879.00 407004061.00 88% 385082724.00 84% 95% 370766932.00 80% 91% 96% 14315791.00 3% 4% 4% 2020 417170735.00 367987855.00 88% 349840470.00 84% 95% 338701085.00 81% 92% 97% 11139388.00 3% 3% 3% 2021 494764505.00 436090506.00 88% 412049972.00 83% 94% 398989267.00 81% 91% 97% 13060705.00 3% 3% 3% 2022 578193414.00 514892278.00 89% 488316478.00 84% 95% 472702573.00 82% 92% 97% 15613905.00 3% 3% 3% 400 Exportaciones por países y áreas económicas (1993-2022), y sus porcentajes respecto al total de las exportaciones (con’t). Fuente: Datos obtenidos de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras, Secretaria de Economía, varios años. Cálculos propios. América del Sur % respecto del total Centroaméri ca % respecto del total Asia % respecto del total China % respecto del total % respecto a Asia Europa % respecto del total Oceanía % respecto del total 1604013.00 3% 660919.00 1% 1347416.00 3% 44777.00 0% 3% 2881394.00 6% 55954.00 0% 1600287.00 3% 684051.00 1% 1544318.00 3% 42162.00 0% 3% 3055920.00 5% 68603.00 0% 2856155.00 4% 950843.00 1% 2043517.00 3% 37002.00 0% 2% 4043838.00 5% 74881.00 0% 3461210.00 4% 1179730.00 1% 2600506.00 3% 38277.00 0% 1% 4166965.00 4% 70800.00 0% 3742190.00 3% 1494169.00 1% 2392118.00 2% 45882.00 0% 2% 4507648.00 4% 88528.00 0% 2996520.00 3% 1673094.00 1% 2201236.00 2% 105977.00 0% 5% 4357965.00 4% 123515.00 0% 2177444.00 2% 1600652.00 1% 2123518.00 2% 126338.00 0% 6% 5971144.00 4% 132744.00 0% 2684624.00 2% 1694338.00 1% 2158211.00 1% 203586.00 0% 9% 6411867.00 4% 102358.00 0% 2858242.00 2% 1710169.00 1% 2222464.00 1% 281774.00 0% 13% 5934546.00 4% 108180.00 0% 2903016.00 2% 1832372.00 1% 3309668.00 2% 653913.00 0% 20% 5862098.00 4% 189191.00 0% 2760802.00 2% 1898988.00 1% 3682794.00 2% 974369.00 1% 26% 6443834.00 4% 211675.00 0% 4047275.00 2% 2085841.00 1% 3941090.00 2% 986304.00 1% 25% 7038334.00 4% 291176.00 0% 5846802.00 3% 2864233.00 1% 4778747.00 2% 1135544.00 1% 24% 9439339.00 4% 364015.00 0% 7977745.00 3% 3415635.00 1% 6385282.00 3% 1688107.00 1% 26% 11297349.00 5% 468977.00 0% 10909303.00 4% 4304137.00 2% 7612620.00 3% 1895338.00 1% 25% 15067686.00 6% 608193.00 0% 13840081.00 5% 4922755.00 2% 8625217.00 3% 2044750.00 1% 24% 18173180.00 6% 742777.00 0% 9855474.00 4% 3769912.00 2% 7561096.00 3% 2207788.00 1% 29% 12285964.00 5% 575119.00 0% 14820013.00 5% 4638093.00 2% 10703158.00 4% 4182842.00 1% 39% 15806169.00 5% 718271.00 0% 18870548.00 5% 5480974.00 2% 14574640.00 4% 5964225.00 2% 41% 21133970.00 6% 992851.00 0% 20562524.00 6% 5991452.00 2% 17325170.00 5% 5720732.00 2% 33% 23841217.00 6% 1196269.00 0% 19682155.00 5% 5873292.00 2% 18665873.00 5% 6468508.00 2% 35% 21657961.00 6% 1104775.00 0% 17827769.00 4% 5865219.00 1% 17669599.00 4% 5964143.00 2% 34% 22391377.00 6% 1115739.00 0% 14750653.00 4% 6085219.00 2% 16015128.00 4% 4873184.00 1% 30% 20517284.00 5% 1165949.00 0% 12174065.00 3% 5764384.00 2% 18538479.00 5% 5411291.00 1% 29% 20570965.00 6% 935693.00 0% 13917546.00 3% 6009262.00 1% 22663715.00 6% 6712580.00 2% 30% 24514922.00 6% 1310599.00 0% 15222120.00 3% 6503783.00 1% 25243150.00 6% 7428917.00 2% 29% 26920030.00 6% 1422706.00 0% 13195739.00 3% 6671051.00 1% 25411868.00 6% 7117174.00 2% 28% 25918867.00 6% 1154713.00 0% 10091399.00 2% 6436534.00 2% 24531044.00 6% 7891036.00 2% 32% 22685550.00 5% 1114894.00 0% 13083189.00 3% 8338868.00 2% 29356379.00 6% 9254996.00 2% 32% 27017721.00 5% 1215968.00 0% 14614670.00 3% 9404230.00 2% 32657985.00 6% ########## 2% 33% 27886062.00 5% 1445448.00 0% 401 Importaciones por sectores, 1993-2022 (en millones de dólares) y su porcentaje con respecto a las importaciones totales. Fuente: Datos obtenidos de Banco de México, Balanza comercial de mercancías (1993-2023). Dirección URL: https://n9.cl/ee3t4. Cálculos propios. Año Importaciones Totales Importaciones Petroleras % respecto del total Importaciones no petroleras % respecto del total Bienes de consumo % respecto al total Bienes de uso intermedio %respecto al total Bienes de capital % respecto al total 1993 65,366,542.00 $2,225,942.00 3% 63140602.00 96.59% 7,842,355.0 12.00% 46,568,125.00 71.24% 10,956,062.00 16.76% 1994 79,345,901.00 $2,450,713.00 3% 76895188.00 96.91% 9,510,447.00 11.99% 56,513,736.00 71.22% 13,321,718.00 16.79% 1995 72,453,067.00 $2,652,931.00 4% 69800137.00 96.34% 5,334,739.00 7.36% 58,421,075.00 80.63% 8,697,253.00 12.00% 1996 89,468,766.00 $3,072,229.00 3% 86396537.00 96.57% 6,656,772.00 7.44% 71,889,619.00 80.35% 10,922,375.00 12.21% 1997 109,808,200.00 $4,408,137.00 4% 105400064.00 95.99% 9,090,322.00 8.28% 85,639,170.00 77.99% 15,078,708.00 13.73% 1998 125,373,058.00 $4,245,760.00 3% 121127298.00 96.61% 11,108,476.00 8.86% 96,935,216.00 77.32% 17,329,366.00 13.82% 1999 141,974,764.00 $4,834,452.00 3% 137140312.00 96.59% 12,175,018.00 8.58% 109,269,621.00 76.96% 20,530,125.00 14.46% 2000 174,457,823.00 $7,973,538.00 5% 166484286.00 95.43% 16,690,549.00 9.57% 133,637,347.00 76.60% 24,129,927.00 13.83% 2001 168,396,434.00 $7,647,190.00 5% 160749244.00 95.46% 19,751,993.00 11.73% 126,148,765.00 74.91% 22,495,676.00 13.36% 2002 168,678,889.00 $6,796,257.00 4% 161882632.00 95.97% 21,178,356.00 12.56% 126,508,069.00 75.00% 20,992,464.00 12.45% 2003 170,545,844.00 $8,519,264.00 5% 162026582.00 95.00% 21,509,035.00 12.61% 128,831,460.00 75.54% 20,205,349.00 11.85% 2004 196,809,652.00 $11,228,800.00 6% 185580852.00 94.29% 25,408,976.00 12.91% 148,803,723.00 75.61% 22,596,953.00 11.48% 2005 221,819,526.00 $16,393,704.00 7% 205425823.00 92.61% 31,512,879.00 14.21% 164,091,121.00 73.98% 26,215,524.00 11.82% 2006 256,058,352.00 $19,637,027.00 8% 236421325.00 92.33% 36,901,008.00 14.41% 188,632,470.00 73.67% 30,524,878.00 11.92% 2007 281,949,049.00 $25,469,190.00 9% 256479859.00 90.97% 43,054,520.00 15.27% 205,295,490.00 72.81% 33,599,034.00 11.92% 2008 308,603,251.00 $35,656,926.00 12% 272946325.00 88.45% 47,940,713.00 15.53% 221,565,428.00 71.80% 39,097,107.00 12.67% 2009 234,384,972.00 $20,462,466.00 9% 213922506.00 91.27% 32,828,071.00 14.01% 170,911,656.00 72.92% 30,645,244.00 13.07% 2010 301,481,819.00 $30,211,160.00 10% 271270659.00 89.98% 41,422,716.00 13.74% 229,812,409.00 76.23% 30,246,693.00 10.03% 2011 350,842,876.00 $42,704,088.00 12% 308138788.00 87.83% 51,790,235.00 14.76% 264,020,249.00 75.25% 35,032,392.00 9.99% 2012 370,751,559.00 $41,138,506.00 11% 329613053.00 88.90% 54,272,416.00 14.64% 277,911,079.00 74.96% 38,568,062.00 10.40% 2013 381,210,168.00 $40,867,836.00 11% 340342332.00 89.28% 57,329,384.00 15.04% 284,823,398.00 74.72% 39,057,389.00 10.25% 2014 399,984,336.00 $41,489,714.00 10% 358494621.00 89.63% 58,300,443.00 14.58% 302,036,288.00 75.51% 39,647,608.00 9.91% 2015 395,253,852.00 $33,287,789.00 8% 361966064.00 91.58% 56,283,174.00 14.24% 297,728,521.00 75.33% 41,242,160.00 10.43% 2016 387,087,536.00 $31,565,854.00 8% 355521682.00 91.85% 51,954,472.00 13.42% 295,411,935.00 76.32% 39,721,129.00 10.26% 2017 420,394,587.00 $42,010,299.00 10% 378384287.00 90.01% 57,338,400.00 13.64% 322,039,406.00 76.60% 41,016,780.00 9.76% 2018 464,302,367.00 $53,761,599.00 12% 410540766 88.42% 63,117,642.00 13.59% 355,656,693.00 76.60% 45,528,031.00 9.81% 2019 455,241,589.00 $47,206,841.00 10% 408034747 89.63% 61,158,416.00 13.43% 352,847,412.00 77.51% 41,235,762.00 9.06% 2020 382,985,924.00 $31,408,005.00 8% 351577920 91.80% 45,979,767.00 12.01% 303,733,241.00 79.31% 33,272,918.00 8.69% 2021 505,703,096.00 $53,851,380.00 11% 451851715 89.35% 62,024,714.00 12.27% 403,150,770.00 79.72% 40,527,610.00 8.01% 2022 604,614,591.00 74,114,449.00$ 12% 530500145 87.74% 80,267,150.00 13.28% 476,144,820.00 78.75% 48,202,618.00 7.97% 402 Inversión Extranjera Directa por sector (millones de dólares) y sus respectivos porcentajes Fuente: Datos obtenidos de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras, Secretaria de Economía, varios años. Cálculos propios. Año IED Total tasa de crecimiento IED en industria % respecto del total IED en industria (manufactura) % respecto de la Industria total % respecto del total IED en servicios % respecto del total IED en agricultura % respecto del total 1999 13935.9 9875.90 70.87% 9118.00 92.33% 65.43% 3982.20 28.58% 87.8 0.63% 2000 18247.4 30.94% 10820.40 59.30% 10290.10 95.10% 56.39% 7307.40 40.05% 97.8 0.54% 2001 30056.2 64.71% 7692.50 25.59% 6781.60 88.16% 22.56% 22267.50 74.09% 75.2 0.25% 2002 24098.3 -19.82% 10517.10 43.64% 9027.10 85.83% 37.46% 13598.30 56.43% 17.3 0.07% 2003 18270.5 -24.18% 9985.80 54.66% 9313.60 93.27% 50.98% 8213.20 44.95% 1.3 0.01% 2004 25032.1 37.01% 14598.70 58.32% 13599.40 93.15% 54.33% 10385.30 41.49% 24.9 0.10% 2005 26032.1 3.99% 14661.00 56.32% 13627.50 92.95% 52.35% 11120.10 42.72% 10 0.04% 2006 21248.2 -18.38% 12203.80 57.43% 11224.70 91.98% 52.83% 9052.30 42.60% -2 -0.01% 2007 32483.3 52.88% 18637.60 57.38% 13777.10 73.92% 42.41% 13199.80 40.64% 79 0.24% 2008 29532.6 -9.08% 15280.00 51.74% 9207.10 60.26% 31.18% 14190.10 48.05% 61.5 0.21% 2009 17,855 -39.54% 8993.10 50.37% 6575.60 73.12% 36.83% 8831.20 49.46% 22.2 0.12% 2010 27140.5 52.01% 16865.00 62.14% 14438.00 85.61% 53.20% 10173.90 37.49% 101.3 0.37% 2011 25573.7 -5.77% 14181.00 55.45% 11519.10 81.23% 45.04% 11247.30 43.98% 139.6 0.55% 2012 21747.4 -14.96% 15434.70 70.97% 9804.90 63.53% 45.09% 6177.20 28.40% 148.2 0.68% 2013 48216.2 121.71% 39192.40 81.28% 31307.80 79.88% 64.93% 8460.70 17.55% 214.4 0.44% 2014 30482.5 -36.78% 23227.00 76.20% 19006.00 81.83% 62.35% 6786.30 22.26% 186.1 0.61% 2015 35493.7 16.44% 22762.00 64.13% 18103.90 79.54% 51.01% 12723.00 35.85% 183.6 0.52% 2016 31171.2 -12.18% 21544.70 69.12% 18077.50 83.91% 57.99% 9419.60 30.22% 103.3 0.33% 2017 34032.2 9.18% 22160.60 65.12% 15013.40 67.75% 44.12% 11899.8 34.97% 136.5 0.40% 2018 34084.3 0.15% 24985.70 73.31% 15778.70 63.15% 46.29% 9932.7 29.14% -18.3 -0.05% 2019 34373.9 0.85% 19470.50 56.64% 15809.60 81.20% 45.99% 14973.3 43.56% 106 0.31% 2020 28132.6 -18.16% 13203.50 46.93% 10820.50 81.95% 38.46% 14854.6 52.80% 135.9 0.48% 2021 31517.4 12.03% 17265.7 54.78% 11598.10 67.17% 36.80% 13951.7 44.27% 208.3 0.66% 2022 27511.6 -12.71% 16475.6 59.89% 12711.1 77.15% 46.20% 18573.6 67.51% 109.8 0.40% 403 Inversión Extranjera Directa por región (millones dólares). Fuente: Datos obtenidos de la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras, Secretaria de Economía, varios años. Cálculos propios. Año IED Total IED América del Norte % respecto del total IED América del Norte (EE.UU.) % respecto de America del Norte % respecto del Total IED Unión Europea % respecto del total IED países seleccionados % respecto del total IED otros % respecto del total 1999 13935.9 7934.70 56.94% 7322.20 92.28% 52.54% 3910.30 28.06% 1853.40 13.30% 268.5 1.93% 2000 18247.4 12494.50 68.47% 11923.00 95.43% 65.34% 4383.60 24.02% 1033.90 5.67% 301.1 1.65% 2001 30056.2 22352.40 74.37% 21545.00 96.39% 71.68% 6457.90 21.49% 794.50 2.64% 386.6 1.29% 2002 24098.3 13930.60 57.81% 13600.60 97.63% 56.44% 8838.40 36.68% 920.00 3.82% 463.6 1.92% 2003 18270.5 11515.80 63.03% 11134.00 96.68% 60.94% 5224.70 28.60% 1379.70 7.55% 145.9 0.80% 2004 25032.1 10854.10 43.36% 10012.20 92.24% 40.00% 11289.30 45.10% 2916.00 11.65% 1.1 0.00% 2005 26032.1 15022.30 57.71% 14421.20 96.00% 55.40% 6949.80 26.70% 3979.80 15.29% 175.1 0.67% 2006 21248.2 15374.70 72.36% 14398.00 93.65% 67.76% 3758.50 17.69% 2064.20 9.71% 82.5 0.39% 2007 32483.3 17939.00 55.23% 16191.30 90.26% 49.84% 9441.90 29.07% 4395.30 13.53% 753.9 2.32% 2008 29532.6 16816.40 56.94% 11943.30 71.02% 40.44% 9240.80 31.29% 2729.20 9.24% 781.7 2.65% 2009 17,855 10593.70 59.33% 8440.70 79.68% 47.27% 4737.10 26.53% 1784.10 9.99% 798.7 4.47% 2010 27140.5 13322.30 49.09% 11190.90 84.00% 41.23% 11653.10 42.94% 1896.20 6.99% 353.8 1.30% 2011 25573.7 14682.50 57.41% 13093.00 89.17% 51.20% 6491.90 25.39% 2783.30 10.88% 1723.3 6.74% 2012 21747.4 11412.70 52.48% 9744.50 85.38% 44.81% 3872.20 17.81% 4260.50 19.59% 2154.6 9.91% 2013 48216.2 22052.50 45.74% 16951.80 76.87% 35.16% 20582.60 42.69% 3731.10 7.74% 1762.3 3.65% 2014 30482.5 13451.80 44.13% 10280.70 76.43% 33.73% 10605.30 34.79% 4714.50 15.47% 1816.5 5.96% 2015 35493.7 20434.50 57.57% 19364.00 94.76% 54.56% 9130.90 25.73% 6432.30 18.12% -79 -0.22% 2016 31171.2 13367.20 42.88% 11041.90 82.60% 35.42% 9726.60 31.20% 7664.00 24.59% 478.5 1.54% 2017 34032.2 18381.30 54.01% 15419.80 83.89% 45.31% 10122.90 29.75% 5205.20 15.29% 546.6 1.61% 2018 34084.3 15966.10 46.84% 11909.80 74.59% 34.94% 11730.20 34.42% 6114.90 17.94% 307.5 0.90% 2019 34373.9 15803.70 45.98% 12905.20 81.66% 37.54% 14086.70 40.98% 4614.50 13.42% 92.2 0.27% 2020 28132.6 14672.50 52.15% 10563.70 72.00% 37.55% 8467.60 30.10% 4576.70 16.27% 501.1 1.78% 2021 31517.4 17,069.20 54.16% 14501.5 84.96% 46.01% 8047.4 25.53% 3516.3 11.16% 1252.4 3.97% 2022 27511.6 18801.7 68.34% 15021.6 79.89% 54.60% 2463.9 8.96% 6647.2 24.16% 5622.9 20.44% 404 PIB por habitante y crecimiento económico para diferentes periodos Fuente: Raymundo M. Campos Vázquez, Desigualdades. Por qué nos beneficia un país más igualitario, pp. 66-67. Datos del PIB de INEGI, datos de población provenientes del CONAPO y su medición de la población a mitad del año. Cifras expresadas en pesos constantes de 2013. Estado Acrónimo 1980 2019 1980-2019 1990-2019 2000-2019 República Mexicana Rep. Mex. 108899 139761 0.7 1 0.6 Aguascalientes Ags. 97504 157581 1.3 2 1.9 Baja California B.C. 193580 161045 -0.5 0.3 -0.7 Baja California Sur B.C.S. 183123 200240 0.2 1 1.2 Campeche Camp. 1274174 526308 -2.3 -3 -4.7 Coahuila Coah. 139770 190765 0.8 1.5 0.6 Colima Col. 115773 141679 0.5 0.7 0.5 Chiapas Chis. 73956 46125 -1.2 -0.8 -1.6 Chihuahua Chih. 95679 152332 1.2 1.9 1.3 CDMX CDMX 153945 347635 2.2 2.3 1.8 Durango Dgo. 75967 110472 1 1.3 0.9 Guanajuato Gto. 74718 114358 1.1 1.9 1.6 Guerrero Gro. 64395 66016 0.1 0.5 0.6 Hidalgo Hgo. 72430 88950 0.5 0.8 0.6 Jalisco Jal. 114177 146145 0.7 1.1 0.7 México Edomex. 82645 91521 0.3 0.9 0.7 Michiacan Mich. 57932 88486 1.1 1.5 1.1 Morelos Mor. 99403 99045 0 0.3 0.2 Oaxaca Oax. 57309 61223 0.2 0.6 0.4 Puebla Pue. 62248 91576 1 1.5 1.1 Querétaro Qro. 133204 180386 0.8 1.7 1.1 Quintana Roo Q.R. 292909 172356 -1.4 0.3 0.9 San Luis Potosi S.L.P. 75953 129936 1.4 2 1.9 Sinaloa Sin. 99677 127564 0.7 1.2 0.1 Tabasco Tab. 241906 176293 -0.8 -0.6 -1 Tamaulipas Tams. 104475 143182 0.8 1.1 0.3 Tlaxcala Tlax. 85014 76717 -0.3 0.2 -0.6 Veracruz Ver. 75709 94571 0.6 0.7 0.4 Yucatán Yuc. 81466 118502 1 1.6 1.3 Zacatecas Zac. 45955 92163 1.8 2.1 2 PIB por habitante en Crecimiento promedio anual entre 405 Pobreza en México, 1950-2004 Fuente: Miguel Székely, “Pobreza y desigualdad en México entre 1950 y 2004”, en El Trimestre Económico, núm. 288, vol. 72, México, edit. Fondo de Cultura Económica, 2005, p. 922. Año Poblacióin total Pobres alimentarios Pobres capacidades Pobres de patrimonio 1950 27 038 625 16.7 19.8 23.9 1956 32 144 711 20.7 22.4 26.8 1958 34 284 912 20.9 24 27.9 1963 40 491 145 18.5 22.6 30.5 1968 47 688 732 11.6 21.3 33.1 1977 62 637 753 15.7 20.7 40 1984 75 010 703 16.9 22.7 39.8 1989 83 673 419 19 24.5 44.7 1992 88 759 112 20 24.9 49.7 1994 92 036 938 19.4 27.1 51.2 1996 95 103 681 35.3 43.1 66.2 1998 97 920 226 33.2 39.9 62.6 2000 100 569 263 24.3 32.1 54 2002 103 039 964 20.9 28.2 52.1 2004 105 571 363 18.3 26 49.6 Pobreza en México, 1950-2004 (Número absoluto de pobres; millones) Año Pobreza alimentaria Pobreza de capacidades Pobreza de patrimonio índice de Gini 1950 61.8 73.2 88.4 0.52 1956 64.3 69.8 83.5 0.52 1958 61 70 81.3 0.53 1963 45.6 55.9 75.2 0.57 1968 24.3 44.7 69.4 0.54 1977 25 33 63.8 0.49 1984 22.5 30.2 53 0.425 1989 22.7 29.3 53.5 0.465 1992 22.5 28 52.6 0.475 1994 21.1 29.4 55.6 0.477 1996 37.1 45.3 69.6 0.454 1998 33.9 40.7 63.9 0.476 2000 24.2 31.9 53.7 0.481 2002 20.3 27.4 50.6 0.454 2004 17.3 24.6 47 0.46 índices de pobreza y desigualdad en México, 1950-2004 (porcentajes) 406 Dstribución del ingreso de los hogares en México (%) 1984-2020 Fuente: Datos hasta el año 2008, obtenidos de: Carlos Tello, Sobre la desigualdad en México, op. cit., p. 259. Datos obtenidos de F. Cortés, “Procesos sociales y evolución de la distribución de l ingreso monetario (1997-2004)”, en R. Codera y C.J. Adame (coords.), El papel de las ideas y las políticas en el cambio estructural en México, México, edit. UNAM, Lecturas el trimestre económico, FCE, núm. 99, 2008. Datos a partir de año 2012, cálculos obtenidos de la Encuenta Nacional De ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), varios años. Los datos correspondientes al Indice de Gini después del año 2012 fueron obtenidos del Banco Mundial. Deciles 1984 1994 2000 2006 2008 2012 2014 2016 2018 2020 I 1.4 1 1.1 1.4 1.2 1.21 1.94 1.76 1.76 1.98 II 2.5 2.1 2.1 2.6 2.4 2.6 3.2 3.05 3.05 3.35 III 3.6 3 3.1 3.6 3.4 3.65 4.2 4.07 4.07 4.43 IV 4.6 3.9 4.1 4.5 4.4 4.7 5.21 5.06 5.06 5.48 V 5.8 4.9 5.2 5.6 5.5 5.83 6.27 6.19 6.19 6.63 VI 7.3 6.2 6.6 6.9 6.9 7.16 7.52 7.49 7.49 7.97 VII 9.2 8 8.3 8.5 8.7 8.86 9.12 9.12 9.12 9.67 VIII 12 10.5 10.8 10.9 11.2 11.39 11.45 11.48 11.48 12.05 IX 16.8 15.6 15.9 15.8 15.9 15.98 15.65 15.49 15.49 15.99 X 36.8 44.7 42.3 40.1 40.3 38.63 35.44 36.3 36.3 32.99 Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Gini 0.477 0.538 0.523 0.492 0.501 0.487 0.487 0.477 0.467 0.454 407 Medición de la pobreza, serie 2008-2018 2008 2010 2012 2014 2016 2018 2008 2010 2012 2014 2016 2018 2008 2010 2012 2014 2016 2018 Pobreza Población en situación de pobreza 44.4 46.1 45.5 46.2 43.6 41.9 49.5 52.8 53.3 55.3 53.4 52.4 2.8 2.6 2.4 2.3 2.2 2.2 Población en situación de pobreza moderada 33.3 34.8 35.7 36.6 35.9 34.5 37.2 39.8 41.8 43.9 44.0 43.1 2.4 2.2 2.0 1.9 1.9 1.9 Población en situación de pobreza extrema 11.0 11.3 9.8 9.5 7.6 7.4 12.3 13.0 11.5 11.4 9.4 9.3 3.9 3.8 3.7 3.6 3.5 3.6 Población vulnerable por carencias sociales 32.3 28.1 28.6 26.3 26.8 29.3 36.0 32.1 33.5 31.5 32.9 36.7 2.0 1.9 1.8 1.8 1.7 1.7 Población vulnerable por ingresos 4.7 5.9 6.2 7.1 7.0 6.9 5.2 6.7 7.2 8.5 8.6 8.6 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 Población no pobre y no vulnerable 18.7 19.9 19.8 20.5 22.6 21.9 20.9 22.8 23.2 24.6 27.8 27.4 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 Privación social Población con al menos una carencia social 76.6 74.2 74.1 72.4 70.4 71.2 85.5 85.0 86.9 86.8 86.3 89.1 2.4 2.3 2.2 2.1 2.0 2.0 Población con al menos tres carencias sociales 31.7 28.2 23.9 22.1 18.7 18.8 35.4 32.4 28.1 26.5 23.0 23.5 3.7 3.6 3.5 3.5 3.4 3.4 Indicadores de carencia social Rezago educativo 21.9 20.7 19.2 18.7 17.4 16.9 24.5 23.7 22.6 22.4 21.3 21.1 3.2 3.1 2.9 2.8 2.6 2.7 Carencia por acceso a los servicios de salud 38.4 29.2 21.5 18.2 15.5 16.2 42.8 33.5 25.3 21.8 19.1 20.2 3.0 3.0 2.8 2.8 2.7 2.7 Carencia por acceso a la seguridad social 65.0 60.7 61.2 58.5 55.8 57.3 72.5 69.6 71.8 70.1 68.4 71.7 2.6 2.5 2.3 2.3 2.2 2.1 Carencia por calidad y espacios de la vivienda 17.7 15.2 13.6 12.3 12.0 11.1 19.7 17.4 15.9 14.8 14.8 13.8 3.7 3.6 3.4 3.3 3.1 3.2 Carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda 22.9 22.9 21.2 21.2 19.3 19.8 25.5 26.3 24.9 25.4 23.7 24.7 3.6 3.3 3.2 3.1 2.9 2.9 Carencia por acceso a la alimentación 21.7 24.8 23.3 23.4 20.1 20.4 24.3 28.4 27.4 28.0 24.6 25.5 3.3 3.0 2.9 2.8 2.6 2.6 Bienestar Población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos 16.8 19.4 20.0 20.6 17.5 16.8 18.7 22.2 23.5 24.6 21.4 21.0 3.1 2.9 2.5 2.5 2.4 2.4 Población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos 49.0 52.0 51.6 53.2 50.6 48.8 54.7 59.6 60.6 63.8 62.0 61.1 2.5 2.3 2.1 2.0 1.9 1.9 Fuente: estimaciones del CONEVAL con base en el MCS-ENIGH 2008, 2010, 2012, 2014 y el MEC del MCS-ENIGH 2016 y 2018. Medición de la pobreza, Estados Unidos Mexicanos, serie 2008-2018 Porcentaje, número de personas y carencias promedio por indicador de pobreza, 2008-2018 Indicadores Porcentaje Millones de personas Carencias promedio 408 REFERENCIAS Aboites Aguilar, Luis, Excepciones y privilegios. Modernización tributaria y centralización en México 1922-1972, México, edit. El Colegio de México, 2003, 447 pp. Aboites, Luis & Jáuregui, Luis, Penuria sin fin. Historia de los impuestos en México siglos XVIII-XX, México edit. Instituto Mora, 2005, 310 pp. Abu-Lughod, Janet, Before European Hegemony: The World System AD 1250-1350, Nueva York, edit. Oxford University Press, 1989, 354 pp. Acemoglu, Daron & Robinson, James A., Por qué fracasan los países. Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza, Barcelona, edit. 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