UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Facultad de Estudios Superiores Acatlán QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: Licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva PRESENTA LIZBETH ARACELI COLLI PEÓN ASESORA Mtra. Flor de María Guerrero Herrera En busca de la identidad mexicana, a través de la danza mexica en el grupo Tlatlatzinc que danza en el Zócalo de la Ciudad de México UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. I Índice Contenido Índice .............................................................................................................................. I Presentación ................................................................................................................. 2 Introducción .................................................................................................................. 4 Capítulo I. La danza mexica como expresión de una identidad que renace ......... 7 Definición y origen de la danza ..................................................................................................... 8 El cuerpo y las diferentes danzas .................................................................................................11 Tradición, religiosidad y el cuerpo expresa: danzas kabuki, sufi y contemporánea .....................14 Danza kabuki ...........................................................................................................................14 Danza sufi ................................................................................................................................15 La danza azteca se esconde en la invasión española ...................................................................16 420 años después de la invasión española, la danza azteca vuelve a aparecer ...........................20 Aprender a danzar .......................................................................................................................21 Capítulo II. La danza mexica en movimiento: estructura, ceremonias y espiritualidad .............................................................................................................. 24 Ofrenda a la madre tierra, a la madre agua en el Iztaccíhuatl .....................................................26 Comunión con las fuerzas de la naturaleza del Iztaccíhuatl .....................................................31 Ceremonia con tintes toltecas .................................................................................................32 Ceremonia del nacimiento de Huitzilopochtli ..............................................................................36 Elementos que comprenden la ofrenda ...................................................................................41 Las sahumadoras purifican el espacio ......................................................................................43 Apertura de la ceremonia a Huitzilopochtli .............................................................................46 Se abre el universo ..................................................................................................................47 Los danzantes se mimetizan con elementos de la naturaleza ..................................................50 Siembra de nombre .....................................................................................................................53 Una ráfaga de viento se deja sentir en el ambiente .................................................................55 La diadema de la luna ..............................................................................................................57 II La profecía y consigna de Cuauhtémoc ........................................................................................62 El fantasma de Cuauhtémoc sigue influyendo en los danzantes de hoy ..................................64 La velación, rito emotivo de los actuales danzantes ................................................................65 Mixquic la puerta entre dos mundos: la danza y el día de muertos .........................................69 Danzantes que adoptan la danza como parte de su vida .............................................................74 ¿Quiénes son los danzantes mexicas de hoy? ..........................................................................75 La danza mexica como forma de sobrevivencia .......................................................................77 Conclusiones ............................................................................................................... 81 Fuentes ........................................................................................................................ 86 Bibliografía ..................................................................................................................................86 Hemerografía...............................................................................................................................87 Documentos electrónicos ............................................................................................................88 Otras fuentes ...............................................................................................................................88 2 Presentación Hace ya tres décadas que egresé de la Universidad, sin embargo, el ciclo que debí haber cerrado con la obtención de mi título, lo postergué pues por alguna razón, de la cual no estaba consciente, no me sentía lista para dar ese paso que pusiera final a esa etapa de mi juventud. Elegí no ejercer mi carrera, tomé otros caminos profesionales de vida y construí mi proyecto personal en torno a mi familia y a otros temas que fueron atrayendo más mi atención, como fue la práctica de yoga y de algunas disciplinas de las llamadas técnicas holísticas de salud; la esencia de estas actividades apunta hacia el bienestar integral del practicante y una parte de ese bienestar se basa en el hecho de no tener arrastrando asuntos pendientes, esto para vivir de manera más plena… Yo tenía un asunto pendiente muy grande conmigo misma, de tal forma que un sentimiento de incongruencia entre mis hechos de vida y las actividades que elegí para que formaran parte de mi quehacer cotidiano comenzó a resonar fuertemente en mis pensamientos. Han pasado ya 30 años desde que salí de Acatlán y yo tenía todavía un compromiso inconcluso, no me he titulado. Finalmente, tuve que plantearme la pregunta que estuve evadiendo durante todo este tiempo: ¿De qué forma obtendría ese título, cuando decidí no ejercer como periodista?, la respuesta, después de mucho meditarlo, fue comunicar y dar a conocer a través de un reportaje testimonial un tema que me apasiona y del cual llevo cinco años formando parte: la danza mexica. Si bien, no formé parte del personal de ningún medio de comunicación, cuento con formación universitaria necesaria y suficiente para estructurar un trabajo de esta índole. He elegido un tema del cual tengo acceso a fuentes que un periodista en activo no podría tener y creo fervientemente que el resultado de este trabajo, servirá de ayuda o fuente de consulta a estudiantes de carreras como son Comunicación, Sociología o Historia así como al público general, el cual seguramente ha presenciado muchas ceremonias donde se incluye la danza mexica, pero ignora el significado de todo el ritual y ceremonia que le rodea. El hecho de pertenecer a un grupo de danza prehispánica, me da la oportunidad de aprender, conocer y vivenciar diferentes aspectos de ella y de quienes participan en las ceremonias, de tal suerte, que he comprobado que no es sencillo que los grupos dancísticos compartan sus conocimientos, por ello considero que este trabajo es el medio perfecto para exponer, con un propósito meramente testimonial, la riqueza, la magia, el misticismo que guarda la tradición de la danza mexica. 3 Son cinco años en los que he aprendido, descubierto y experimentado la esencia y herencia de nuestros antepasados, de nuestros abuelos como dice la tradición mexica. De este modo, ofreceré con mi reportaje material que servirá para disipar las dudas de quienes estén interesados en el tema. En mi recorrido por la danza, tuve la oportunidad de encontrar distintos tipos de personas, tanto nacionales como extranjeras, que son atraídas por nuestra cultura y tradiciones ancestrales, razón por la cual deseo que este trabajo sirva como un medio para que la sociedad conozca con mayor profundidad los aspectos que giran en torno a la danza mexica y quizá, con un poco de suerte, logre despertar en algún lector el interés por investigar, descubrir o bien darse la oportunidad de experimentar la magia y el misticismo de esta danza; avivar la inquietud de revelar y conservar la riqueza de las tradiciones ancestrales ignoradas por muchos, de manera que el lector vivaz encuentre las piezas que conforman su identidad como mexicano, la valore, o bien, por lo menos no la juzgue sin conocerla. 4 Introducción La investigación que da origen al reportaje con el cual presento mi trabajo de titulación se elaboró con el objetivo de exponer a través de la información proporcionada por los integrantes del círculo de danza azteca llamado Tlatlatzinc,1 la manera en que los danzantes mexicas actuales buscan y conforman su identidad, algunos sin saberlo, al incorporar a su vida cotidiana las actividades, ritos y festividades que giran en torno a esta manifestación cultural, siguiendo así la última consigna del consejo supremo de Anáhuac. La última consigna proclamada por el consejo supremo de Anáhuac fue dada a conocer, de manera póstuma, a los anahuacas a través de las palabras del último gobernante azteca Cuauhtémoc antes de rendirse a los invasores españoles el 13 de agosto de 1521. Salvoconducto que fue resguardado por tradición oral y difundido a los grupos de mexicanidad en 1949, desde esa fecha la última consigna declarada por el consejo supremo de Anáhuac2 se ha trasformado en un movimiento de identidad para algunos mexicanos. Entre las acciones de difusión del movimiento de identidad se encuentra la investigación y rescate de la danza azteca-chichimeca que fue ocultada a los españoles y olvidada por los mexicanos. Esta expresión artística en la que el movimiento corporal se hace uno con los sonidos emanados de los instrumentos prehispánicos de percusión, se ha ido propagando en la actualidad en diferentes lugares públicos pese a las diferencias culturales y sociales propias de los miembros de cada grupo que se reúne a danzar. Para dar a conocer la información y datos de esta manifestación cultural, elegí el género periodístico del reportaje, porque es el que me permite narrar y describir el proceso por el que fui atravesando hasta comprender que la danza mexica significa para mí el encuentro con mi identidad como mexicana, un encuentro con mis raíces; con esta investigación conocí y descubrí una parte de la gran cultura que vivió en el valle de Anáhuac. Se preguntarán ¿cómo pude compartir estos datos si yo misma formo parte de ese movimiento cultural y considerando que el reportaje es un género periodístico informativo y no uno de opinión? Pues bien, lo maravilloso de elegir este género es que a diferencia de la nota informativa y la entrevista, el reportaje me permite extender mis aportaciones, me posibilita hacer uso de diferentes fuentes de información (bibliografía, 1 El grupo de danza al que hago mención, se reúne todos los sábados a bailar de 18:00 a 20:00 horas a un lado de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. 2 De la Peña, Francisco y De la Torre Renée. "Profecías de la mexicanidad: entre el milenarismo nacionalista y la new age." Cuicuilco, Vol. XIX. Núm. 55, México, 2012, pp 123-126. Documento PDF. Consultado el 15 de agosto de 2016. Disponible en: . 5 hemerografía, documentales, fuentes vivas) y, sobre todo, proporciona la flexibilidad necesaria para incluir elementos literarios a la exposición de los hechos, y dado que no puedo incluirme a mí misma como una fuente de información directa o dicho de otro modo, como una entrevistada para este trabajo pues debo cumplir las normas de escritura en tercera persona, la narración de lo que he vivido en el grupo de danza la hace mi alter-ego creada para este trabajo: “Lorena”. Es ella quien llevará al lector a conocer las diferentes facetas de la danza mexica; a través de su voz me fue posible describir, analizar y relatar de una manera más objetiva las vivencias de estos años en el grupo dancístico. En el primer capítulo se presentan los antecedentes y significados de la danza para la humanidad mediante la perspectiva de dos culturas diferentes a la nuestra, mientras conocemos a través de la voz de Lorena los motivos por los cuales se integró a la danza mexica, proporcionándonos así un punto a partir del cual es posible comprender el significado y los antecedentes de lo que fue antiguamente la danza azteca, y cómo los guardianes de tradición la ocultaron bajo el disfraz de la danza conchera. El segundo capítulo narra con lujo de detalle el desarrollo de dos de las ceremonias con mayor importancia para los integrantes de Tlatlatzic: la primera en el Iztaccíhuatl frente a “La Cascada” el 12 de diciembre, culto que se realizó en honor a la madre tierra y a la madre agua, con tintes toltecas que dan como resultado un rito con valor espiritual; mientras que la segunda, se llevó a cabo en nombre de la celebración del nacimiento de Huitzilopochtli en la Plaza de las Tres culturas en Tlatelolco el 21 de diciembre (día del solsticio de invierno), en ella, se describen los preparativos para su ejecución, así como los atuendos que portan los danzantes; el vínculo con los objetos e instrumentos utilizados en la danza y el mimetismo que existe en la misma. La “siembra de nombre mexica” a algunos extranjeros así como la “reconciliación del hombre con la naturaleza”. En el tercer capítulo, se exponen los hechos entorno a dos ceremonias nocturnas: la velación del nacimiento del último emperador azteca Cuauhtémoc y la impresionante danza nocturna en Mixquic el primero de noviembre en celebración de día de muertos. En este capítulo también se entrevista a los actuales danzantes para saber quiénes son y cuáles son sus actividades laborales y por último, clasifico cuatro grupos que integran a la mexicanidad. Este trabajo, si bien comenzó como una suerte de “recopilación” de mis memorias y experiencias como danzante con el fin de obtener mi título académico, terminó por ser para mí un documento maravilloso que me permitió comprender y externar, de forma ordenada, no sólo el conocimiento que he adquirido acerca de la simbología que se maneja en la danza mexica sino que a medida que me documenté al respecto, comprendí el valor y la riqueza de lo que estaba encontrando y nació en mí el deseo de conocer cada vez más la raíces de México. 6 En este reportaje, dada su naturaleza, se encontrarán múltiples términos en náhuatl por lo cual el criterio que se decidió utilizar para hacer mención a estos términos será la letra en cursiva3 la primera vez que sea mencionado un término, a los nombres propios se les dará el tratamiento que se le da a cualquier otro nombre en un idioma distinto al español. En lo personal la realización de este reportaje me dejó ver con mayor claridad los aspectos que me enorgullecen del hecho de saberme en parte descendiente de esos hombres y mujeres que conformaron los pueblos asentados en el valle de Anáhuac antes de la Conquista y asimismo, me proporcionó elementos para afianzar mi identidad como mexicana al asombrarme con los descubrimientos y saberes propios de nuestra cultura prehispánica, enamorándome así de mi país y valorándolo como un lugar en el que muchos extranjeros les hubiera gustado nacer y que muchos de nosotros de una forma o de otra lo hemos desdeñado o escondido, a pesar del pigmento moreno de nuestra piel. 3 Zavala, Ruiz Roberto, El libro y sus orillas: tipografía, originales, redacción, corrección de estilo y de pruebas, 3ª ed., Col. Biblioteca del Editor, UNAM: México, 1995, pp. 278. 7 Capítulo I. La danza mexica como expresión de una identidad que renace "La danza no es sólo transmisión de una técnica sino también de un impulso vital profundo." Isadora Duncan —¡Gnuuuuuuuuuuu!—, resuena y hace eco un llamado fuerte y contundente entre las piedras que forman parte de esos edificios coloniales que rodean el Zócalo de la ciudad de México. —¡Gnuuuuuuuuuuuuuu!—, vuelve a escucharse tras unos segundos, y la gente que camina por los alrededores de la Catedral Metropolitana y que dispone de un tiempo de ocio, decide encaminarse para descubrir a dónde los llama ese eco que comienza a retumbar en su cabeza. —¡Gnuuuuuuuuuuuuuuuu!—, una vez más el sonar del caracol, como lo hicieran las campanas de cualquier iglesia que llaman a la misa de la tarde, ha conquistado la atención y curiosidad de los paseantes y forman un círculo, mientras éste cumple su función de solicitar el permiso a uno de los puntos cardinales para dar inicio con las actividades. —¡Gnuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! Última invocación, el grupo de danzantes ataviados todos con vestiduras propias de los pueblos originarios de nuestro país, antes de la Conquista, posan por última vez la rodilla derecha sobre el piso, agradeciendo el permiso concedido y respirando el suave perfume del copal que envuelve a todos los presentes: la danza mexica está a punto de iniciar. El sonido avasallante de un enorme tambor de madera comienza a apoderarse de 8 la mente y del corazón de los que danzan y de los presentes; su resonar, tan fuerte y claro como el de un enorme corazón que indica que hay un cuerpo vivo y respirando, enfoca la atención en los rítmicos y enérgicos giros de los danzantes, los cascabeles que cada uno porta en los tobillos, hacen un singular acompañamiento al ritmo primario del huehuetl4. Cada movimiento en la coreografía de la danza tiene un significado específico: “las sentadillas y movimientos serpentinos representan la fertilidad, los pasos asentados en el suelo la tierra y la siembra, las vueltas el aire y el espíritu, los pasos avanzados y retrocedidos el fuego y los pasos zigzagueantes el agua. Siempre se encontrara relación a los cuatro elementos: agua, fuego, viento, tierra. Asimismo, este número es prevalente en la cultura mexica ya que también representa las cuatro direcciones, norte, sur, este, oeste entre otras interpretaciones”.5 Quienes presencian esta danza quizá no son conscientes de ello pero están ante un fenómeno socioantropológico que ha sabido permear y mantenerse vivo a través de los siglos. Haciendo énfasis en que no sólo es la danza mexica, la danza en sí como una manifestación cultural de todos los pueblos de la humanidad se mantiene viva y presente en el folclor que construye la identidad de griegos, indios, judíos, árabes, las tribus africanas. La danza forma parte del hombre, y en México, en particular la danza mexica, es parte de esa identidad que los conquistadores se propusieron eliminar, que unos cuantos rescataron y preservaron y solamente algunos han tenido el valor de reconocer su sangre indígena y enorgullecerse de ella formando parte de un grupo de danza prehispánica. Definición y origen de la danza La Real Academia Española define danza como “baile, acción de bailar y sus mudanzas”. Y bailar por “Ejecutar movimientos acompasados con el cuerpo, brazos y pies.”6 La danza es una manifestación cultural que se transmite a través del movimiento corporal cuyo fin es 4 Nombre que se le da al tambor de pie utilizado por los ejecutantes de música prehispánica, cuya base es construida con un tronco y su membrana es usualmente de cuero de mula. 5 Barragán, Alejandro IV, Danzas Mexicanas, México, 2012, Web. Consultado el 7 de agosto de 2016. Disponible en: . 6 Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, 23a ed, España: Espasa, 2014. 9 trasmitir contenidos sociales y movimientos dinámicos. La danza nos abre la posibilidad de crear, con gestos del cuerpo, un mensaje estético cargado de emoción y de ideas. Aspectos como la actitud corporal, la mirada, el espacio que ocupa el cuerpo al bailar, pueden trasmitirnos muchos mensajes. La expresión corporal la podemos entender como una especie de lenguaje del silencio, y es precisamente en el ámbito de la actividad física donde tiene una mayor relevancia y desde donde nos podemos aproximar más a la idea de lenguaje corporal, especialmente desde que se emplean técnicas específicas como las propias del mimo.7 Hay bailarines que ven la danza como una expresión estética y creativa en la que participa la imaginación utilizando los recursos de la elasticidad, el equilibrio; comunicando armonía y emoción, proyectando el conocimiento de la vida y el comportamiento humano, a través de los ritmos, de los movimientos y del vestuario. “La danza puede trascender de una integración personal a una grupal y universal. La danza aparece unida al hombre, prácticamente desde sus orígenes. La danza primitiva era de carácter religioso como la mayor parte de las actividades que realizaban. Y en ella no había espectadores.” ¿Por qué o para qué surge la danza?, ¿cuál es su función? De acuerdo con el blog Danzas del Mundo, comandado por la profesora Begoña Rodríguez la danza surge —o surgió— para expresar las necesidades vitales: necesidad de alimento (caza, recolección), sentido de culto (ritos fúnebres, lluvia, trueno, rayo, salida y ocaso del Sol, la Luna), de tipo social (galanteo, matrimonio, guerra). “Poco a poco se fueron configurando los diversos tipos de danzas, sin perder nunca el carácter colectivo. La procesión en torno a un objetivo sagrado o un árbol es una de las formas coreográficas más antiguas y que, de forma evolucionada, bajo aspectos bien diversos, ha llegado a nosotros.”8 No obstante, en la actualidad la danza con tintes ceremoniales la ejercen en su mayoría profesionales en la materia (líderes de agrupaciones de danza prehispánica, 7 Casteñar, Balcello, Marta, Expresión corporal y danza, Biblioteca temática del deporte, INDE: España, 2002, pp. 5- 6. 8 Zamora, Ángel. "Historia. Origen de la danza", Danzas del Mundo, Santander, 2011. Blogweb. Consultado el 7 de agosto de 2016, disponible en: . 10 profesores de folclor de las diversas naciones, etc.) el resto de las personas ha dejado de danzar en cuanto a sentido de culto se refiere, de acuerdo con algunos integrantes de los grupos de danzantes del Zócalo, la gente “ha dejado de moverse privándose de la experiencia de sentir la unificación del cuerpo con todo lo que tiene vida”. Marta Casteñar,9 respalda la apreciación de los integrantes de los grupos de danza mexica pues indica que hay varios otros autores que señalan el porqué la gente común dejó de bailar: “Los hombres han dejado que su cuerpo se callase y ahora hablan más por la boca”. (Kazantzaki) “En el trabajo se produce sublimación en la medida en que el cuerpo ya no es una esfera de placer autónomo sino que es un instrumento o herramienta de producción.” (Bernard) 10 Sin embargo, en cuanto al contexto de la danza mexica se refiere, es justamente el interés de los ciudadanos “comunes”, por llamarlos de cierta manera, el que después de poco más de cinco siglos ha mantenido viva esta expresión cultural, que para muchos representa simplemente una atracción turística pero para ellos es netamente un acto ceremonial. Lorena Fuentes, integrante desde hace cinco años del grupo de danza prehispánica Tlatalzinc, aceptó compartir su experiencia y conocimientos como danzante desde el punto de vista personal y profesional de esta actividad. “Un verano hace ya algunos años, decidí integrarme a este grupo de danza, pues aunque soy de formación universitaria comunicóloga, llevo años dedicada a otras actividades de lo que ahora se conoce comúnmente como “desarrollo humano o autosuperación”, para mí es la búsqueda de mi sabiduría interna; en ese contexto un día tomé un taller llamado “Calendario azteca”, impartido en el Museo de Antropología por el maestro Xolotl11 líder, por llamarle de alguna forma, de Tlataltzinc. 9 Casteñar, op. cit., p.13. 10 Ibídem, p. 13. 11 A lo largo de este trabajo, con la finalidad de proteger la identidad de los participantes en las diferentes danzas rituales, se usará únicamente el nombre azteca y grado que ostentan dentro de la agrupación. 11 “Cuando iniciamos el taller el maestro Xolotl tocó un tambor grande y se dirigió hacia los cuatro rumbos en ese momento todos levantamos los brazos y sentí un cosquilleo en los dedos y en las palmas de las manos, me impactó cuando pronunció palabras en náhuatl que después fueron traducidas al español, describía un mundo dulce y amoroso, me enteré que dirigía un grupo de danza mexica en el Zócalo y es así como llegué aquí.” Lorena comenta que este movimiento artístico, le pareció una práctica totalmente ajena a las que anteriormente ella había vivido en su búsqueda espiritual y añadió: —Si me preguntaras cuál fue mi verdadera motivación, lejos ya de lo que aprendí en el taller o de la impresión que tuve al conocer al maestro Xolotl, es que quise conocer y vivir la magia y las fuerzas que se mueven en la danza mexica.” El cuerpo y las diferentes danzas Como Lorena, muchas personas a lo largo y ancho del planeta se han interesado por incursionar, de manera amateur o profesionalmente, en la práctica de una disciplina dancística. Algunas de ellas se interesan por las danzas medio orientales, cuyo origen ritual está en las sacerdotisas del templo de Isis (hablando de la danza árabe o del vientre como se le conoce aquí en este lado del mundo), las danzas hindúes o del Japón con las mismas finalidades de honrar o venerar a diferentes dedidades, sólo por mencionar tres ejemplos. Partiendo de las motivaciones que impulsaron a Lorena a integrarse a Tlataltzinc, al revisar distintas fuentes (de las que se dará cuenta de forma particular en seguida) se tiene que la danza es vista como un fenómeno cultural de la sociedad, es un evento que lleva un mensaje religioso-espiritual, que tiene su propia técnica y lenguaje semiótico. Es aquí donde a pesar que en estricto sentido, danza y baile pueden usarse como sinónimos, es preferible a partir de este momento usar solamente el vocablo danza, al referirse a la prehispánica, pues para Rosario Rodríguez: El baile es considerado como una ejecución de movimientos al ritmo de la música, en donde no existe una coreografía y tiene como meta la diversión en 12 eventos sociales, sacar emociones o tensiones corporales. *…+, el baile es más que nada una cuestión estrictamente social, recreativa, de esparcimiento y por supuesto de festejo. Porque bailar hace bien, libera endorfinas, dicen los expertos. La gente hoy en día se enamora en el baile o en la disco, se baila en una fiesta de cumpleaños, de casamiento o de bautismo. 12 El baile se puede ver también como actividad recreativa, como una solución psicológica, desahogo, reflejo de valores y actividad estética, como evidencia de esquemas de subsistencia económica, como actividad económica, etcétera. Una vez descrita la sutil diferencia que existe entre baile y danza, es necesario establecer ahora qué es la danza. Para algunos autores ésta es “el reflejo y validación de una organización social, danza como vehículo de expresión mítica, ritual y religiosa”.13 Desde la prehistoria el ser humano ha tenido la necesidad de comunicarse corporalmente con movimientos que expresaban sentimientos y estados de ánimo, con el paso del tiempo los movimientos corporales tomaron un significado ritual y religioso. La danza sagrada nace de muchas particularidades una de ellas es el apareamiento, todos los animales existentes sobre la tierra realizan sus danzas de reconocimiento y coito, como cuando golpean la tierra, muestran las garras, mueven sus alas, realizan gruñidos, gestos fieros, alegres, donde muestran sus mejores dotes dancísticos, además de aromas hormonales, de lucimiento, con muestras de ferocidad, con pasitos y gestos, saltos y golpes, sonidos agudos o graves para impresionar a su pareja y para atraerla y así aparearse. 14 La danza a través del tiempo empieza a tener un comportamiento religioso y ceremonial para aspectos cotidianos de esos primeros hombres como fueron la fecundidad, la caza o la guerra, donde la propia respiración y los latidos del corazón sirvieron para otorgar una primera cadencia a la danza. Con el correr de la historia ésta se convierte en un arte, la música y los movimientos del cuerpo, el vestuario, la coreografía, el maquillaje forman una expresión de interacción con fines estéticos o religiosos en donde no hay palabras. “Se une la espiritualidad y el cuerpo en una experiencia empírica, 12 Rodríguez, Rosario y Francisco Miravalles, Pasos de baile para una leyenda, Léixam: España, 2015, p.52. 13 Duncan, Isadora, El arte de la danza y otros escritos,: Akal: España, 2003, p. 20. 14 León Martínez, Roberto, La sagrada ofrenda de fuego. Curso teórico para Cihuakoatl, Popoxkomit, Tlemaitl: México, 2008. p. 278. 13 se mimetiza en ambientes desconocidos, es una fusión de religiones, etnias, regiones, arte y significados, pero ante todo de emociones”.15 Existen diferentes expresiones de este arte y cada uno tiene su propio lenguaje; desde el punto de vista de la comunicación “la danza cuenta con un lenguaje compuesto de un sistema de símbolos y signos que reflejan una función estética, la cual no está bajo el dominio de un individuo, su estabilización se halla bajo el mando de la colectividad”.16 Por lo tanto, estos signos y símbolos, se vuelven importantes porque a través de ellos, la apreciación tiene sentido, algunos comunicadores como Daniel Prieto Castillo,17 expresa que el lenguaje artístico llama la atención sobre su propia construcción. “La danza desde el punto de vista del signo produce en el espectador o receptor una unidad indisoluble de mensaje y forma”.18 Ferdinand de Saussure expresa que “cada signo toma consistencia por su relación de oposición a otro signo y la danza entendida como una creación artística y estética tiene una función semiótica, con signos, significados, significantes, símbolos que se traducen en ritmos, movimientos corporales, vestuario, maquillaje, escenografía, coreografía, utilería. Elementos que se van articulando y van narrando y trasmitiendo la vida de un grupo social”.19 Desde el punto de vista semiótico la diferencia entre varios tipos de danza está en la divergencia de los signos y símbolos que componen la creación artística, los símbolos van dándole una coloración diferente, desde la danza religiosa hasta la artística, y dentro del proceso comunicativo de la danza, existe la presencia de la temática. La esencia de la misma tiene más fuerza que la palabra hablada y escrita. “Todo lo que es comprendido e interpretado como pensamiento, como sentimiento, como valor estético, es un signo o símbolo de algo”.20 La semiótica de la danza nos ayuda a observar primero, la narrativa de ésta, es decir, cómo se lleva a cabo; en segundo lugar, nos adentra en la intención, la dirección 15 Malmberg, Bertil, Teoría de los signos, Siglo XXI: México, 1979, p.160. 16 Rebel, Günter, El lenguaje corporal, 4a ed., España: EDAF, 2009, p. 128. 17 Prieto Castillo, Daniel, La fiesta del lenguaje, México: UAM Xochimilco, 1986. 18 Malmerg, op. cit supra, p. 162. 19 Malmerg, op. cit supra, p. 168. 20 Malmerg, op. cit., p. 179. 14 que llevan los movimientos corporales y el sentido que tiene la articulación del relato; finalmente, lleva nuestra atención hacia el desempeño coreográfico y rítmico de los bailarines. Por otro lado, la parte estructural de la danza está ligada a lo que quiere expresar, conformando un sistema dotado de sentido y la relación entre forma y contenido toma una importancia fundamental. El carácter confuso del signo permite la aparición de una variedad de interpretaciones posibles y, para no desvirtuarlo es necesario adentrarse en el conocimiento de la cultura que desarrolla dicha danza. En este sentido se puede concebir a la danza como un texto y los elementos que la componen poseen una cohesión que establece su dependencia. La danza se incluye como fenómeno cultural y desde el punto de vista del análisis comunicativo, será necesario identificar cuáles son las estrategias y procedimientos de los que se vale el mensaje estético para trasmitir su contenido. Tradición, religiosidad y el cuerpo expresa: danzas kabuki, sufi y contemporánea Si bien la danza mexica tiene un contexto netamente religioso, es necesario destacar que existen otras danzas de diferentes pueblos que cumplen esta misma función ritual, y antes de abordar directamente los antecedentes históricos de la danza prehispánica, se presentan enseguida la descripción general de la función ritual de las danzas tradicionales kabuki (originaria de Japón) y de la islámica llamada sufi. Danza kabuki El artista y pianista inglés Ronald Cavaye, amante de la danza japonesa, señala en su Foto 1. Danza Kabuki. Fotografía tomada del blog Piedefototemas. Autores: Rodrigo Sura e Iván Hernández, consultado en . 15 libro Kabuki teatro tradicional, que a esta antigua danza japonesa se le conoce como el arte de cantar y bailar, es un tipo de danza dinámica que se acompaña con entonaciones monótonas de canciones populares y a veces con contenidos metafísicos. Aclara que las temáticas de esta danza son a propósito de acontecimientos históricos y conflictos morales en las relaciones amorosas. La música es emitida por un instrumento llamado shamisen que es un laúd de tres cuerdas. La danza kabuki se representa con vestuarios exóticos muy coloridos y atrayentes, maquillajes muy llamativos que resaltan los gestos, se destaca el uso de pelucas; la expresión de los sentimientos y emociones, el humor y la personalidad. Menciona que las coreografías se basan en el uso de amplios espacios en donde se desarrollan movimientos lentos y precisos que manifiestan símbolos, por lo regular se presentan pocos personajes o uno solo. Esta danza es interpretada por actores masculinos que se han especializado en papeles femeninos, en un inicio había participación por parte de las mujeres, pero debido a que esto se prestaba para el ejercicio de la prostitución se prohibió la intervención de las mismas en esta danza hasta la fecha. Danza sufi De tradición islámica, Muzaffer Yerrai publicó en el libro El jardín de los Derviches 21 que la danza sufi es conocida como la danza que se recorre para llegar a Dios. El arte escénico es acompañado por un grupo de cantantes, todos ellos hombres, que interpretan cantos ceremoniales, extraídos de algunos textos sagrados del Islam; la música interpretada en estos movimientos rituales contiene fuertes características espirituales, los instrumentos musicales utilizados son flautas, pequeños tambores que marcan 21 Yerrai, Muzaffer, El jardín de los Derviches, Yerrai: Argentina, 2008. Foto 2. Danza Sufí. Fotografía tomada del blog Mundo Étnico, consultado en . 25  Segundo Capitán o Sargento: Auxilia al primer capitán en la organización del grupo, el orden y la disciplina.  Sacerdotisa, Sahumadora o Malinche y Malinche de Campana: Consagración y protección del grupo y de ceremonias usa el sahumerio y copal para purificar el lugar de las danzas y a los integrantes del grupo. Saluda a los cuatro vientos.  Alférez o Pantli: Porta y rebolea el estandarte (identidad del grupo) de la Mesa o Grupo  Caracolero o Tlacatecocoltin: Anuncia las acciones rituales del grupo. Toca el caracol para anunciar la llegada y retirada del grupo y las ritualidades.  Guerreros o Soldados: Danzan y ejecutan la música.  Doncellas o Cihuameh: Danzan y apoyan ritualidades. La danza Azteca comúnmente se realiza en círculo que simboliza la energía cósmica en movimiento. Toda la comunidad es bienvenida a danzar. Cuando los grupos son muy numerosos se hacen círculos en la periferia y dependiendo de la danza la gente que tiene más rango o que lleva la danza está en el primer círculo. En el centro del círculo se coloca la ofrenda y un sahumerio que representa el fuego el cual solo la sacerdotisa o sahumadora puede tocar. Los antiguos de Anáhuac, habían adquirido a través de la observación un profundo conocimiento de los ciclos de la naturaleza y del universo, descubrieron una matemática cósmica que plasmaron en sus construcciones arquitectónicas y expresiones de su diario vivir, floreció en ellos un gran respeto y honra por la tierra como por el universo, concebían el mundo de una manera muy diferente a la del mundo occidental de la actualidad. En distintas épocas del año, se llevaban a cabo festejos y celebraciones para honrar a las diferentes deidades o el cambio de estación, y era justo en estas celebraciones que las danzas cobraban especial relevancia. Hoy en día los grupos de danza rescatan estas tradiciones y vuelven a traer al presente los festejos que se hacían antaño entre los que destacan la celebración de la Virgen de Guadalupe y el solsticio de invierno cuando se conmemora el nacimiento de Huitzilopochtli. 26 Ofrenda a la madre tierra, a la madre agua en el Iztaccíhuatl Uno de los días más festejados de los mexicanos es el 12 de diciembre; desde la madrugada se empieza a celebrar a la patrona de México, la Virgen de Guadalupe, las mañanitas se escuchan por todos lados, los altares en honor a ella se visten de flores y de adornos vistosos, la mayoría quiere celebrar a la guadalupana con fiestas, comidas, bailes y reuniones. La basílica se encuentra de gran conmemoración, miles de feligreses de todas partes de la república llegan año con años en peregrinación a visitar a la “Virgencita” para cantarle las mañanitas, asistir a la misa de gallo, pero principalmente acuden a agradecer a la patrona sus favores y milagros que han recibido por parte de “la morenita” tanto para ellos como para sus familiares. En el culto a la Virgen de Guadalupe (para los cristianos y Tonantzin para los representantes de la danza azteca) se funden dos tradiciones que forman parte de la vida de los mexicanos, en su imagen se evoca el sincretismo entre la deidad de los antiguos mexicas Tonantzin “nuestra venerable madre” y María la virgen madre de Cristo, de la religión católica. Para los antiguos de Anáhuac era Quetzalcóatl (serpiente emplumada) principio masculino y Cihuacóatl (mujer serpiente) principio femenino, pareja dual generadora de la vida, pareja inseparable, en donde Tonantzin era la madre tierra que representaba la parte femenina proveedora y protectora. Los actuales danzantes mexicas y concheros de tradición se reúnen este día en la explanada de la basílica en las faldas del cerro del Tepeyotl a ofrendar su danza a Tonantzin; mientras que los actuales católicos, van a visitar la iglesia, casa de su patrona la Virgen de Guadalupe. El grupo Tlaltatzinc no es ajeno a esta tradición y enseguida podrán leer el testimonio de Lorena en la que fue su primera vez danzando para celebrar el día de Tonatzin-Guadalupe. —La primera vez que dancé en el grupo para conmemorar un 12 de diciembre fue algo increíble para mí, pues en esa ocasión el maestro Xolotl quien encabeza el 27 grupo decidió festejar a Tonantzin en un lugar llamado “La Cascada” ubicado en las faldas del Iztaccíhuatl (en náhuatl mujer blanca)29 —indicó. Cabe recordar que dentro de la cosmovisión de los antiguos de estas tierras esta montaña constituye un sitio muy femenino, donde existe una innumerable cantidad de cuevas que para ellos era la representación del vientre de la “Venerable Madre” en donde se encuentran cascadas, lagunas y ríos la presencia de estos como manifestación del principio femenino, lugar de petición de lluvia para la agricultura, así como espacio de curación y sanación, el Iztaccíhuatl fue un sitio sagrado en donde se establecieron lugares de adoración. La peregrinación prehispánica, dirigida a un adoratorio en la cima de la montaña (Iztaccíhuatl), llevaba instrumentos musicales, la procesión es encabezada por los especialistas rituales como Tlalocan-Huehuetl (viejos de Tláloc) quienes portaban mantas azules, las ceremonias eran acompañadas con música producidas por silbatos hechos de barro cocido o por caracoles. Donde emanaba un manantial o cascada era un importante lugar de culto, se acompañaba de esculturas o vasijas con figuras de Tláloc y figuras femeninas, cabecitas o cuerpos sentados que tentativamente representaban a Iztaccíhuatl. Había también figuras formando montes que se elaboraban con una masa de maíz o amaranto y se adornaban de semillas.”30 El Iztaccíhuatl es una montaña mexicana que tiene mucha riqueza arqueológica hasta el momento los antropólogos han encontrado 35 sitios de culto algunos antiguos y abandonados, el pecho de la “Mujer Blanca” es considerado un importante centro ceremonial. —Recuerdo que ya casi para dar las 10 de la mañana de ese 12 de diciembre, los 30 integrantes de Tlaltlatzic, estábamos ya reunidos en el centro de Amecameca, en espera de las camionetas que nos subirían a las faldas de la montaña. 29 El Iztaccíhuatl era considerado por los mexicas como una montaña sagrada en forma de mujer, por su posición la han llamado la Mujer Dormida y tenía una relación muy cercana con el dios Tláloc, importante deidad de Mesoamérica. Muller, Florencia. “Material arqueológico de los volcanes”. Boletín de INAH, Tercera época. Núm. 22, abril-junio, Revista trimestral, México, 1978, p.13. 30 Arreola Gutiérrez, David y Murillo Soto Jesús. Tiempos en la montaña prehispánica, ENAH/Conaculta/INAH: México, 2009, p. 27. 28 Cuatro mujeres de blanco, llevaban ramos de flores para la ofrenda, los participantes todavía no portaban sus atuendos esperando cambiarse en “La Cascada”. El ambiente entre todos los que íbamos a participar de esa celebración, mientras ascendíamos al Iztaccíhuatl era de mucha familiaridad, una mujer de las que integraba el grupo nos comentaba con cierto orgullo: “Mi mamá, mi hijo y yo hacemos ofrendas a la madre tierra, le ponemos semillas, flores y dulces; mi hijo tiene cinco años y a veces toma dulces de la ofrenda y se los quiere comer, se me queda mirando y dice ‘es para ofrenda, para la madrecita tierra, ¿verdad?’ Y lo regresa”. —Me gusta ir a las velaciones con los concheros, porque algunos cantos que se entonan en la noche son traducciones de los poemas de Nezahualcóyotl y va describiendo la filosofía que se tenía en ese tiempo— recuerdo que explicaba, un hombre de mediana edad que iba sentado con su mujer y dos hijas en la parte trasera de la camioneta en donde me tocó ir a mí. —Las velaciones se hacen en iglesias o santuarios algunos se encuentran en la cima de los cerritos, como es el caso de la Iglesia del Señor del Sacrosanto que tiene un cristo negro y que está arriba del cerrito en Amecameca, dicen que lo construyeron porque arriba del cerrito había una cueva en donde los mexicas hacían ceremonias religiosas a Tezcatlipoca negro y lo consideraban un lugar sagrado—, finalizó con entusiasmo. De repente —cuenta Lorena— las camionetas pararon en el Paso de Cortés, bajé con mis compañeros y vi al majestuoso Popocatépetl de un lado y del otro a su esplendorosa dualidad el Iztaccíhuatl a pesar del frío de este año, ninguno de los volcanes lucía sus vestiduras blancas, en esa ocasión solamente su piel cobriza era la que mostraban. Al extremo del Paso un autobús con 25 turistas extranjeros se nos unieron a la peregrinación “Ellos son los que nos van a acompañar a la ceremonia de La Cascada” aclaró uno de nuestros compañeros danzantes. En la crónica del dominicano Diego Durán se describe al Popocatépetl y al Iztaccíhuatl como dioses que tenían sus propios santuarios “La Mujer Dormida tenía un recinto en el Templo Mayor de Tenochtitlan y su acompañante en el espacio de su misma montaña. Antiguamente las peregrinaciones que se hacían a los adoratorios del 29 Iztaccíhuatl eran acompañadas de caracoles e instrumentos musicales como flautas, silbatos y teponaztles (tambores planos que se usaban en las ceremonias), cada año ofrecían sacrificios de sangre de niños pequeños que tenían entre meses de edad hasta los seis años,31 la vida de estos pequeños era depositada en los adoratorios de la montaña y eran ofrenda a Tláloc, con el fin de agradarlo y negociar la lluvia, para la fertilidad en los campos de cultivo, bienestar de los animales y la abundancia de peces en las lagunas y ríos.”32 La percepción de los antiguos de Mesoamérica era cíclica y no lineal como la de los occidentales, ellos creían que donde había muerte empezaba la vida; vida y muerte unidas en un círculo y siempre juntas. Finalmente, —continúa Lorena— el autobús y las camionetas en las que veníamos llegaron al estacionamiento de “La Cascada” y comenzamos a descender de los transportes. En ese momento pude ver que una mujer, vestida de túnica blanca adornada con flores se arrodilló, pegó su frente a la tierra, luego la besó con cariño. Como te cuento, todo eso era nuevo para mí, entonces, le pregunté: “señora, ¿por qué se arrodilló y besó el suelo? ella me respondió: “me arrodillo para honrar a la madrecita tierra, la beso para saludarla y trasmitirle mi cariño y mi agradecimiento por el alimento que me da, tengo una relación con ella”—me dijo. Los participantes en esta ceremonia, relata Lorena, bajan bolsas con fruta, tequila, flores, maíz; llevan en sus mochilas vestimentas e instrumentos que usarán en la ceremonia, caminan ya se internan en el parque. Un hombre lleva cargando sobre su hombro al huehuetl (en náhuatl significa anciano), tambor que ocupa un lugar 31 Los aztecas consideraban muy importante la sangre de los niños de meses de edad hasta los seis años porque afirmaban que contenía grandes dosis de energía vital. 32 Durán, Diego, Historia de las indias de Nueva España e islas de tierra firme, Conaculta: México, 2007, p. 220. Foto 1. La Cascada importante centro ceremonial en el volcán Iztaccíhuatl. 30 importante en la celebración, es un instrumento de percusión que tiene un sentido ancestral y mítico, valorado entre los antiguos mexicas por ser el corazón del culto. Todos caminan hasta ubicarse frente a la cascada. Los primeros en descender por las escaleras de madera para llegar a los pies de ella son los extranjeros, se acercan al agua que cae y la tocan con respeto; una de las mujeres lleva en sus manos tabaco, cierra su puño y lo sopla entregándole su aliento y lo deposita en el agua, a un lado de ella se pueden ver grandes girasoles que han sido depositados ahí como ofrenda, en lo alto y entre el agua se alcanza a ver una escultura de cerámica de un metro de altura, es la virgen de Guadalupe. —Aunque ya pasaron cinco años, recuerdo perfecto cómo viví el montaje de la primera ofrenda en la que participé ese 12 de diciembre—dice Lorena—, primero se colocaron en el suelo dos mantas de un metro y medio de ancho y largo, una con la imagen de Tláloc dios de la lluvia, en sus cuatro puntas cestos de maíz y frutas a su alrededor, la otra manta tenía delineada una cruz representando al este, oeste, norte y sur sobre ella se trazaron cuadrados en colores rojo, azul y amarillo que contenían las representaciones de las 18 veintenas del calendario mexica, también se colocaron cuatro paliacates: dos rojos y dos amarillos, encima de ellos se delinearon espirales de maíz, en el centro de la cruz un aro de 60 centímetros de diámetro que representa el ombligo del universo lo acompañaba una botella de tequila; rodeando la cruz se pusieron claveles blancos en forma diagonal simulando rayos; adornando las esquinas iban la frutas: mandarinas, guayabas, peras y plátanos, mientras que el aroma de copal impregnaba el aire alrededor de la ofrenda. Foto 2. La cruz con los veinte glifos de los meses del calendario mexica. 31 Comunión con las fuerzas de la naturaleza del Iztaccíhuatl Xolotl representa un Tlalocan-Huehuetl (sacerdote de Tláloc) en lugar de manta para cubrir su cuerpo viste un pantalón y camisa azul, por debajo de ella una playera negra de manga larga que le cubrirá del frío, trae colgando del cuello un chimalli (escudo que trae su tonal que le servirá de protección), peinado de cola de caballo con cintas de color azul marino en la frente y en la cintura; huaraches que sobresalen por su blancura, empieza a frotarse las manos caminando en dirección de los cuatro puntos cardinales preparándose para iniciar. Se ubica detrás del huehuetl comienza a hacerlo vibrar, un hombre vestido de blanco con cinta de colores en la frente se dirige a la cascada y da los primeros toques de caracol invocando al espíritu del agua y de la tierra sonajas, cascabeles de las coyoleras acompañan el ritmo. Dos sahumadoras delinean el espacio en forma circular envolviendo la ofrenda purificando con aroma de copal. El círculo se va conformando, Xolotl sigue tocando mientras sus ojos se van posando en el movimiento de las ramas de los árboles, en las figuras de las nubes, en el sol y sus rayos, en la caída del agua de la cascada, en la montaña que está en el paisaje, en el humo del copal, tratando de percibir cómo las fuerzas de la naturaleza manifiestan su comunicación hacia la celebración que se está realizando en su honor. Un hombre del grupo pintó con pintura acrílica una línea horizontal negra en su cara, Foto 3. Dos sahumadoras purificando el espacio. Foto 4. Un hombre le dice a su novia que deje sus problemas en la cascada. 32 abarcando pómulos y nariz, —cuando le pregunté, me dijo que esto representaba el rostro de Tezcatlipoca negro, —aclara Lorena. Lucía sobre su cabeza una corona de color café claro con elipses de color rojo, atrás de la misma sobresalían 20 plumas de gallo blanco. Viste con un pantalón negro y camisa blanca le cuelga del cuello una obsidiana “ahora que empiece la ceremonia deja todo lo que te preocupe, aquí puedes depositar tus problemas, déjalos y libérate” le explicaba a su novia. Ceremonia con tintes toltecas Xolotl deja de tocar el huehuetl se aprecia un silencio, distribuye las tareas para realizar la celebración. En todas las ceremonias que se efectuaban en el antiguo Anáhuac, los cuatro elementos que conforman la vida eran importantes y se caracterizaban con personas para darles vida esta celebración no es la excepción, el maestro en este caso elige quién los personificará, a continuación se inicia con el rumbo del este (donde sale el sol), al oeste (donde se oculta) seguido del norte y por último al sur se finaliza con cielo y tierra. Después de la apertura Xolotl explica detenidamente cómo se llevará a cabo la ceremonia que tiene tintes toltecas33 la Toltecayotl34 será la base de los ejercicios que se realizarán al frente de la cascada. “Estamos todos reunidos compartiendo esta ofrenda que le hacemos hoy a la madre tierra” expresa con voz fuerte mientras pasa su mirada sobre todos los participantes, su mano señala por encima de la cascada 33 Antiguamente en la tierra de Anáhuac se le denominaba tolteca al hombre sabio que había adquirido un alto grado de conocimiento y espiritualidad. 34 En 1988 Miguel León Portilla le da este nombre a la reconstrucción de las tradiciones culturales y corriente espiritual que compartieron los pueblos de Anáhuac, también es conocido el término Toltecayotl como “El arte de vivir”. Foto 5. Xolotl explica cómo se llevará a cabo la ceremonia. 33 mientras dice: “El día de ayer algunos de ustedes estuvieron en el Tepeyotl (cerro del Tepeyac al que se le conoce como cerro guía y también como cerro de la visión) –aclara Lorena–, cerro que hace enlace con esta montaña a través de dos cordilleras importantes” luego junta sus batutas con las que toca el huehuetl y forma una línea horizontal y continúa hablando: “a la altura del Iztaccíhuatl hacia el norte, se establece el primer ensamble con la montaña del Papagayo que en lengua Otomí significa luna creciente”, hace un movimiento con las manos para señalar un lugar retirado, “más allá está una montaña muy sagrada para nosotros es el Tlaloctepetl cerro de Tláloc con la cual se hace la segunda conexión para luego conectarse con el Tepeyac” explica, mientras va haciendo pequeñas pausas para que un hombre de aspecto indígena y peinado con cola de caballo trenzada, tenga tiempo para traducir a los visitantes esta explicación. “El día de hoy desde este lugar, en conexión con el Tepeyotl venimos a felicitar a la madre tierra haciéndole esta ofrenda, hoy que es su fecha” precisa. Al mismo tiempo estamos esperando la llegada ¿De quién? Del colibrí de la izquierda, del guerrero del sur, del sol naciente por eso es importante que tengamos esa fuerza de identidad como seres humanos, ¿ante quién?, ante la madre agua y ante la madre tierra y aquí en las faldas del Iztaccíhuatl las dos están presentes siendo este espacio un lugar sagrado para los antiguos de Anáhuac”, explica. 34 “Simultáneamente estamos celebrando la llegada del Spanticayo que en náhuatl quiere decir identidad del ser, de ésta surge el Spanyac que es esa presentación del rostro35 ante los tiempos. Se presentarán dos danzas y la tercera será la del colibrí al realizar ésta haremos un ejercicio tolteca para fortalecer la identidad de nuestro ser, solicitando la fuerza de la madre agua de esta cascada y la energía y el poder de la madre Tonantzin del Tepeyac, para que surja de nosotros nuestra esencia, vamos a empezar”, finaliza la explicación. Xolotl toca el huehuetl y canta en lengua náhuatl “tlazocamati Tonantzin” que quiere decir ‘te doy amor por mi boca venerable madre’. “tlazocamati Tláloc, tlazocamati Huehuecóyotl” dándole amor también a Tláloc y a su honorable tambor. —Recuerdo que en esa ocasión se eligió para abrir la danza a un joven de 28 años, con cabello hasta los hombros, vestido de camisa blanca y short negro que exhibía sus piernas fuertes y musculosas. Se colocó frente a la cascada presentándose ante ella, y aunque todo en ese acto era de una armonía perfecta me llamó mucho la atención que cada uno de sus movimientos dancísticos los manifestaba con fuerza, destreza, precisión y conocimiento. —El círculo que se formó era una mezcla de extranjeros con danzantes, el suelo tenía muchas inclinaciones por lo que los movimientos requerían de habilidad. Para la mayoría de los forasteros —aclara Lorena— esta danza es fuerte y desconocida. El ritmo y los pasos de los danzantes de pronto comenzaban a ser lentos y erráticos, el cansancio se dibujaba en su rostro, pero a pesar de ello, también había alegría y gestos de júbilo. La razón de este cansancio es que para ese momento ya se habían presentado las dos danzas anunciadas por Xolotl el punto más importante de la ceremonia estaba por comenzar. 35 Dentro de la mexicanidad el rostro es el equivalente al alma. Foto 6. Uno de los integrantes del grupo inicia la danza frente a la cascada. 35 Xolotl hace la presentación de la danza del colibrí: “esta danza mexica tiene un movimiento matemático, se inicia con dos movimientos a la izquierda y dos a la derecha al tiempo que se abre los brazos simulando las alas del colibrí que acarician el viento, después haremos lo mismo, acariciando con nuestros pies la tierra. Es el simbolismo de acariciar el viento y la tierra, listos”. Con gran solemnidad en la voz Lorena rememora el momento en el que el maestro guía de Tlatatzinc entonó el sonido matemático y todos los asistentes comenzaron a realizar los movimientos indicados, repitiéndolos cuatro veces hasta estallar gritos de alegría y euforia. “Ahora dos movimientos hacia el centro y dos hacia afuera abriendo los brazos al mismo tiempo” entonó de nuevo, las risas se escuchan por todos lados. “Ahora acariciar la tierra dos movimientos al centro y dos afuera” gritaba mientras él también danzaba esa coreografía. La danza era acompañada por el sonido de las sonajas y las coyoleras, se entremezclan las risas también. “Si se dan cuenta estamos configurando una cruz cósmica que nos está dando vitalidad y alegría, la buena noticia es que ya estamos encontrando la alegría de nuestro colibrí, estamos encontrando la identidad de nuestro ser”, revela. Una mujer vestida con una túnica blanca adornada con grecas azules, repartió entre los concurrentes antifaces de cartón con el rostro del colibrí, los ojos de las máscaras están sellados de manera que no se podía ver nada: “el objetivo es tener los ojos tapados para que así dejemos salir a nuestro colibrí, al colocarnos la máscara estamos haciendo un trabajo de encontrar nuestra identidad, para que esa identidad de ´ser´ vaya de afuera hacia adentro y de adentro hacia afuera”. Xolotl lleva sus manos al corazón y simula sacar algo de ahí y luego meterlo “para que ese spanticayo (identidad del ser) tenga un nexo dentro y fuera”, finalizó. “Ese nexo que vamos a trabajar va a ser Yac-Yac,36 que quiere decir Soy fuerza, Soy Energía, Soy Poder, vamos a girar hacia la izquierda extenderemos nuestro brazos y haremos cuatro círculos con nuestros brazos y manos, luego giraremos hacia la derecha haremos lo mismo para luego quedar al centro llevar los brazos extendidos arriba de 36 El Yac-Yac es una especie de mantra que repetían los toltecas para sacar una emanación de energía, fuerza y poder. 36 nuestra cabeza y dar una palmada fuerte luego arrojaremos las manos a la cascada, cuando damos la palmada decimos Soy emanación, Soy fuerza, Soy poder” aclaró Xolotl con voz firme y fuerte. La cascada como una majestad sentada en su trono demuestra al mismo tiempo fuerza, energía, poder. “Vamos a danzar una vez más como el colibrí, intentaremos hacerlo con los ojos cubiertos por la máscara y luego haremos los movimientos con nuestros brazos y manos, para ir procesando a nuestro ser, pensemos en un deseo, tengamos pensamientos importantes y sembrémoslo en la tierra de nuestra mente, cosechémoslo a través de nuestros hábitos” afirma con decisión. Las enseñanzas toltecas —afirma Lorena— tenían como finalidad el logro de un desarrollo humano que daba como resultado una manera de vivir con sabiduría y armonía. Las risas con cansancio se dejan escuchar, se vuelve a oír al colibrí, todos danzan con sus máscaras puestas, intentando integrar la identidad de su ser para poder emanar espiritualidad. “La buena noticia es que ya estamos encontrando a nuestro colibrí integrándolo a través del Yac-Yac” exclama con alegría Xolotl, el ritmo se detiene la celebración ha llegado a su fin, “pueden bajar y ofrendar con el pensamiento una flor a la cascada y si bajan una, les pido que no la dejen porque se vuelve basura” finaliza. La ceremonia en el Iztaccíhuatl ha llegado a su término, el toque de caracol y el aroma de copal envuelven la escena. Xolotl se despide junto con su grupo de los cuatro rumbos del cielo, de la tierra y de la esencia de La Cascada. Ceremonia del nacimiento de Huitzilopochtli —No acababa de maravillarme de todo lo que vi y sentí en mi primera danza ofrecida a Tonantzin-Guadalupe cuando nueve días después iba a participar en mi segunda danza, en esa ocasión ya con menos pena y más sabiduría (o al menos más dudas resueltas) pude desenvolverme con mayor facilidad, pero eso no implicaba que fuera más sencilla la danza, pues esta celebración, ni más ni menos que festejaba el nacimiento de Huitzilopochtli. 37 Eran las cinco de la tarde del 21 de diciembre, en la Plaza de las Tres Culturas frente a las pirámides y en la parte delantera de la iglesia de Santiago Apóstol, se empezó a reunir un grupo de 30 danzantes, acompañados por su familia, amigos y novias. Algunos llegaban al lugar con sus atuendos puestos y otros allí mismo se estaban cambiando. —Hubo algo que me llamó la atención mientras veía cuando se vestían —comentó Lorena— muchos de ellos, por no decir casi todos, se ataban a la cintura una cinta roja, obviamente mi curiosidad fue más grande que mi pena y sí pregunté el porqué de esa pieza dentro del atuendo, una de las asistentes me contestó entonces: “te atas la cinta porque así te cubres el ombligo y te proteges de que te penetre una energía negativa, hay algunos que cubren su cicatriz umbilical con una semilla de girasol; pero no sólo nos cubrimos allí, en la frente también colocamos otra para proteger los pensamientos”, respondió la mujer a quien le pregunté. Carolina, es la esposa del maestro Xolotl, es una mujer bajita de estatura como de 45 años aproximadamente es psicóloga de profesión —nos cuenta Lorena— ella ese día llevaba la cabeza cubierta con un paliacate azul y una corona de piel café, es una de las tres sahumadoras37 que hay en el grupo, una señora que paseaba por allí se acercó al grupo a preguntar “¿qué van a hacer?” “vamos a danzar aquí, porque hoy a las 10:37 de la noche, entra el solsticio de invierno”, contesta Carolina. Mayra es una chica de 23 años, estudiante de danza folclórica del INBA, luce una especie de faja en su dorso dejando al descubierto sus hombros, sus caderas cubiertas con un maxtli (faja que cubre la pelvis, en el frente se desliza un lienzo que cae hacia la tierra simbolizando el contacto con la madre tierra), todo su 37 La palabra “sahumadoras” no se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española, para efectos del argot de los danzantes se entenderá como las personas que se encargan del elemento del fuego. Foto 7. Juan porta su copilli en la ceremonia de Huitzilopochtli. 38 atuendo de tela sintética, simulando la piel del jaguar; sobre sus brazos descansan pulseras de plumas amarillas. Armando, su novio, es un joven estudiante de educación física, luce un maxtli del mismo material que el de ella. El frío de la noche casi invernal no ha sido impedimento para que ellos se presenten descalzos, al tiempo que muestran descubiertas sus espaldas y sus extremidades las cuales han oscurecido con pintura acrílica negra. Juan y Luis, son también integrantes del círculo de danza; sentados en el piso de la explanada de la Plaza de las Tres Culturas, se entretienen colocando las plumas a su copilli (corona o tocado. Es incorrecto llamarle penacho, porque ésta es una palabra de origen francés que significa vello de la entrepierna.)38 Juan: “mi copilli tiene 50 plumas de guacamaya, cada pluma cuesta de entre cien a ciento cincuenta pesos depende el tamaño”. “Soy artesano conseguí un puma tallado en madera y le fui aplicando hule espuma para que se viera más grande; me regalaron una piel de jaguar para la corona.” Para cubrir su pecho, que se encuentra desnudo, Juan utiliza un pectoral de gamuza café con un caracol cortado en el centro representando una espiral y pegado a la altura del corazón, pequeños caracoles adornan alrededor del pectoral. Luis, por otro lado, ha pintado sobre sus pómulos morenos una franja negra con puntos blancos simulando el rostro de Tezcatlipoca, “mi copilli lo mandé hacer, es sencillo, tiene solamente 20 plumas de gallo blanco” él a diferencia de Juan, lleva una camisa blanca por debajo de su pectoral. —Hacerse de la indumentaria y accesorios propios de la danza mexica requiere una inversión considerable, pues muchos de los vestuarios utilizados son piezas únicas hechas por artesanos o fabricados con materias primas que no se consiguen fácilmente — comenta Lorena. —Por ejemplo en esa ceremonia del nacimiento de Huitzilopcohtli, conocí a una chica, contadora ella, se llamaba Andrea; alabé el vestido que traía puesto, un vestido colorido y con bordados maravillosos, su costo, en ese entonces 4500 pesos; 38 Mikikiztli Kut Yei Recopilación de textos sobre la danza prehispánica. Folleto informativo, p.17. 39 aquí te das cuenta que ya cuando uno está en este ámbito sabes que vas a tener que hacer tus ahorros para vestirte para la ocasión. Se empieza a escuchar el sonido de las coyoleras de los danzantes39 que sirven como instrumento de percusión”40 encarnan la resonancia de la serpiente de cascabel, para los danzantes este sonido es la representación de la madre tierra. La luz del atardecer va dando paso a la oscuridad de la que será la primera noche de invierno, las sahumadoras van dándole vida al fuego, lo avivan en sus popochcomitl, un popochcomitl es un instrumento importante en la danza porque con él se puede purificar un espacio, “olla de humo, es un vientre que guarda el fueguito interno y que al ser aderezado con copal desprende una columna serpentina de color blanca que asciende, semejante a la Vía Láctea”.41 “El fueguito es una esencia muy querida para mí, es un amigo al que tengo que cultivar y mi popochcomitl es mi hijo pequeño que trato con amor y al que cuido” dice Carmen una de las tres sahumadoras. Por otro lado, Mariana cuenta: “me gusta alejarme del grupo mientras prendo mi fueguito, así puedo hablar con él, es un momento muy especial” expresa con voz cálida. —Conforme vas integrándote a la danza mexica, se van abriendo más eventos místicos, les llamo yo, por ejemplo, mientras que Mariana encendía su fueguito una sahumadora ya entrada en años de facciones y aspecto indígena sahumadora desde muy joven y se dedica a hacer limpias en el Zócalo, se dirigió a Mariana para decirle: “tienes que cuidar tu fueguito de la gente envidiosa y para cuidarlo tienes que llevar tu popochcomitl a un río, sumergirlo y pedirle a la agüita fuerza para que no te roben tu fueguito y que lo limpie de envidias, yo vi la otra vez como te robaron tu fueguito” la mira a los ojos, la toma de las manos “¿escuchaste lo que te dije, verdad?” —Aunque yo no sé si Mariana hizo lo que ella le dijo, escenas como esta me ha tocado ver ya muchas en mi paso por la danza, pues indiscutiblemente se mueven energías que quizá los asistentes a 39 Se le llama así a las pulseras confeccionadas de cualquier piel, de preferencia de piel de víbora, que se colocan en los tobillos, hechas con hueso de fraile. El hueso de fraile es una nuez hueca del árbol llamado ayoyote, los danzantes introducen dentro de la nuez balines de bronce, para que emitan el sonido de una serpiente de cascabel. 40 Mikikiztli, op cit., p. 18. 41 Ibídem. p. 20. 40 la danza sólo sienten fluir en su cuerpo mientras bailan, pero no son conscientes de lo que despiertan en realidad. Mientras todo esto pasaba, en la parte oeste de la plaza junto y al pie de las pirámides Xolotl se alista para la ceremonia, en esta ocasión luce un pantalón azul y camisa blanca, una cinta ancha de un azul más fuerte que cubre su ombligo y otra más delgada en su frente, del cuello cuelga un chimalli o escudo de protección, sus coyoleras sujetan la parte baja de sus pantalones dejando ver sus huaraches de color blanco. Ingeniero de profesión, es, como ya mencioné, maestro y dirigente del círculo de danza Tlatlalzic, su puesto le da autoridad y categoría de sacerdote; tiene el poder y el conocimiento para colocar el xitle “ombligo del universo” y abrirlo. Xolotl se ha especializado en el conocimiento de la cosmología mexica, se ha ganado el respeto y la admiración de muchos danzantes, es maestro de náhuatl del Instituto de Antropología e Historia y de la Universidad Nacional Autónoma de México. 41 Elementos que comprenden la ofrenda Xolotl explica a sus danzantes que en todo círculo de danza hay un tlalmanalli (ofrenda) y para colocarlo se necesitan varios elementos: “primer elemento fueguito representado por el popochcomitl. Mariana, tienes el cargo”, señala. “El agua es el segundo elemento, una jarra de barro para presentarla” lo dice con voz firme mientras busca con su mirada la vasija que Luis trae en sus manos “Luis, tienes el cargo de agüita”; “Tercer elemento aire, el atecocolli (caracol) ¿Dónde está Pepe?” pregunta. De entre los danzantes sale un hombre de 70 años: “aquí estoy” anuncia y sigue enumerando; “el aire también está representado por el humo del sahumador” aclara. Mariana es la sahumadora principal, sentada en el suelo, dándole aliento de vida a su fueguito, junto a ella una pequeña canasta de palma que contiene plantas de poder: ruda, salvia, romero y albahaca, que se quemarán en el popochcomitl para purificar y crear un lugar sagrado. “Cuarto elemento”, menciona con voz fuerte, “la tierrita representada por sus frutos y también por el maíz, somos una cultura que nació del maíz por eso la importancia de su presencia en la ofrenda con sus cuatro colores que simbolizan a los cuatro puntos cardinales”, levanta su mano derecha para señalar con sus dedos los colores del maíz. Amarillo, corresponde al rumbo del este; oeste corresponde al maíz rojo; maíz blanco al rumbo del norte y el último es el sur representado por el maíz azul”. Pepe (el encargado de tocar el caracol) sostiene en su mano, un aro grande de bordar de unos 60 centímetros de diámetro, tiene amarrado alrededor cintas de cuero de color miel que sostienen una figura circular en donde viene diseñado el glifo de Tlatlatzinc, que significa “relámpago o rayo”. El aro es importante porque va a representar el xitle u ombligo y la conexión con el universo. Foto 8. Ofrenda con la imagen de Tlatlatzinc las semillas representan los cuatro rumbos. 42 “Lo hice para el grupo” dice Pepe, Xolotl contento lo toma entre sus manos lo mira y lo acaricia dándole vida con su intención “Mariana pasa a sahumarlo” indica Xolotl, se hinca al tiempo que Mariana (ella representa a una sacerdotisa que tiene el poder de consagrar a las personas y a los objetos) pasa el sahumador por encima y por debajo del aro. Xolotl, besa el sahumador, se incorpora y coloca el aro en forma ritual en el piso, en el centro de todos los presentes, ubicándolo cuidadosamente al rumbo del sur, el aro se ha convertido ahora en el ombligo del universo, se ha convertido en el xitle del círculo de danza. Antes de iniciar la danza se coloca alrededor del ombligo una ofrenda con flores y frutas, mantas que tienen las figuras de las veintenas o personajes importantes de la danza mexica. En todas las ceremonias religiosas del antiguo Anáhuac se poseía un xitle, lugar donde surge una fuente de energía cósmica, todos los elementos de la ofrenda tienen su parte física y su parte espiritual, son duales. El ombligo es el centro cósmico es el lugar sacratísimo de la creación, el único punto donde es posible la comunicación con la morada de los dioses: cielo e inframundo. El ombligo se vincula con un sin número de conceptos mágicos y míticos. Desde el ombligo se proyecta e irradia su manifestación en las cuatro direcciones del universo, con una quinta vertical que corresponde al cielo y una sexta a la tierra. 42 De entre las bolsas que se encuentran en el piso Xolotl busca una que contiene maíz de diferentes colores, los saca y rodea el xitle. El líder del grupo de danza empieza a delinear con un gis cuatro pétalos que salen del círculo, se asemeja a una flor, “cada rumbo representa un elemento: fuego, agua, aire, tierra la manifestación de estos elementos es vital para el desarrollo de la vida como la conocemos en nuestro planeta y en el universo, también es reconocer la importancia que tiene el cielo y la tierra sobre cualquier ser vivo”, continúa, “son entidades con vida y conciencia que tienen sus partes duales, hay que reconocerlas, agradecerles y respetarlas y así vivir en armonía como lo hacían nuestros abuelos”, finaliza. 42 Gutiérrez, Tibón. El ombligo como centro cósmico, México: FCE, 1982, p. 208. 43 Los aztecas, pensaban que toda la naturaleza contenía vida y a esas manifestaciones de vida las consideraban como las expresiones de Ometeotl (generador dual), se les podía pedir ayuda y protección, pero al mismo tiempo, si se enojaban solían causar situaciones desastrosas. El historiador Alfredo López Austin, refiere el hecho de que los antiguos aztecas le daban a las diferentes expresiones de vida características humanas con sus cualidades de luz y de oscuridad. —En el montaje de ese tlalmanalli por fin pude ayudar a ponerlo, con cierta timidez, me acerqué al maestro Xolotl para preguntarle si podía colaborar, sólo asintió con la caeza y me asignó como tarea rellenar el pétalo del rumbo del oeste con maíz rojo. Mary es una mujer madura de 51 años, maestra de primaria, tiene 15 años asistiendo a la danza, Xolotl se dirige a ella y le indica “hay que rellenar con semillas del respectivo color cada rumbo” ella se hará cargo ahora de ir colocando el tlalmanalli. En la danza mexica hay jerarquías muy marcadas, se va ganando un lugar dependiendo de la antigüedad en el grupo, así como por el desempeño que se realiza en el mismo. Las sahumadoras purifican el espacio El reloj sigue corriendo y los preparativos continúan, cuando aparece en la plaza un autobús con 25 extranjeros, todos ellos alumnos de Xolotl; holandeses, ingleses, italianos, estadounidenses y canadienses, en esta ceremonia estaba contemplado que se iba a realizar también lo que se conoce como “siembra de nombre” para ellos. David, un integrante más del grupo que lleva 15 años en la danza con Xolotl, saca de su mochila dos mantas de 1.20 de largo y ancho, en una se encuentra la figura del homenajeado: Huitzilopochtli; en la otra, la hermana y enemiga Coyolxauhqui ambas son colocadas en el piso a los lados del xitle. Son las siete de la noche, dos colaboradores de la organización aparecen cargando varias bolsas con fruta y un gran ramo de flores de diferentes colores, además de pétalos de rosas de otros tonos. Mary organiza la fruta, las flores; los pétalos son colocados dentro de un canasto de hoja de maíz, dos mujeres y Laura empiezan a distribuir flores y 44 frutas sobre las imágenes Huitzilopochtli y Coyolxauhqui. “Los colores de las flores, irán de acuerdo al rumbo” indica Xolotl. Sobre el xitle, yace una figura de barro deteriorado por el tiempo, no tiene brazos, una de las danzantes se acerca a preguntar por la silueta mutilada, la toca y expresa “parece que es antigua, que tiene muchos años, ¿de quién es?”, Laura contesta “es del maestro”. Xolotl se detiene en el centro de la ofrenda y dice un poco apurado “parece que ya quedó”. Mariana y Carolina, empiezan a purificar el espacio, impregnándolo de copal, salvia, ruda, romero, albahaca creando un lugar sagrado donde se llevará a cabo la representación del universo. —En ese instante —dice Lorena— mientras estaba observando a la esposa de Xolotl y a Mariana cómo iban trazando con sus popochcomitl un círculo pensé: ellas representan a la energía protectora, la que cuida al grupo, veo la importancia de su trabajo. “Las danzas se efectúan en un espacio definido y dentro del templo, delante del templo, alrededor de un fuego, o de un altar, de un árbol, etc. En el momento que se realiza un rito, el espacio profano se vuelve sagrado, protegido por los dioses.”43 Un hombre mayor de cabello cano y robusto ha traído cargando desde el metro Hidalgo el huehuetl, el rostro del hombre manifiesta sudor y cansancio, lo ha colocado a los pies de la pirámide y atrás del tlalmanali. Xolotl, se para detrás del huehuetl pone su mirada y sus manos sobre el cuero, lo acaricia varias veces, hace vínculo. Laura observa la relación de respeto que tiene su maestro con el huehuetl. En esos momentos, Xolotl emite los primeros latidos del tambor, empieza a cantar en náhuatl: “Tlaaasoooj Kaaamaaatiii OOOmeeeteeeoootl” que quiere decir, “doy amor con mi boca al generador dual de todas las cosas” a este canto se unen otros danzantes que junto con sus sonajas y coyoleras acompañan a Xolotl. Wach llega retrasado, él es un hombre de unos 45 años y trae una gargantilla en el cuello al estilo de los indios siux del norte de américa, viene cargando sobre su hombro izquierdo su huehuetl y en el otro, una mochila de color negra. Baja su huehuetl deja su 43 Stern, María. Ponte a bailar, tú que puedes. México: Joaquín Mortiz, 2003, p. 55. 45 mochila en el piso y de ella extrae un sahumerio y todo lo necesario para encenderlo, se va a un lado de la entrada principal de la iglesia donde no hay nadie, a solas hace vínculo con su sahumerio y con su huehuetl todo en absoluta intimidad, una vez que ha hecho toda comunión, se coloca a un lado de Xolotl y lo acompaña con su huehuetl. Daniel, porta un atuendo con el que personificará a Huitzilopochtli y mientras empieza la ceremonia, ha puesto sobre el piso un pedazo de plástico de color amarillo y sobre él están varias representaciones del homenajeado, los alumnos de Xolotl se acercan a curiosear, Daniel es artesano y mientras realiza su comercio, se escucha de fondo el sonido del huehuetl; el toque de caracol hace su presentación y anuncia la primera llamada, la esencia del copal satura la escena “El aroma pertenece a lo alto, atrae a lo que le pertenece y ahuyenta al mundo bajo con efectos contrarios a la armonía.”44 La noche ha hecho su entrada se encienden los reflectores que iluminan las pirámides, al tiempo que la luna creciente aparece brillando en el cielo, esta irradiación da un efecto mágico sobre el xitle y el tlalmanali. Llama la atención el mismo hombre que trajo a huehuecóyotl,45 pues ya se ha cambiado y ahora luce un maxtli verde brillante con emblemas mexicas, trae un pectoral46 del que le cuelgan cuentas de chaquira que representan la numeración calendárica de los movimientos planetarios. Los danzantes están preparados, se van reuniendo alrededor de la ofrenda, Xolotl con voz muy alta da la orden “acérquense” los instrumentos dejan de tocar y confirma a los cargos su trabajo: “Mary y Mayra 44 Sten, op. cit., p. 58. 45 El Huehuetl es el tambor de la danza pero del grabado en relieve que tenga la base o tronco depende el nombre que este instrumento tendrá en particular para cada grupo, en el caso de Tlatatzinc el relieve muestra un coyote, por lo que el nombre de este instrumento para el grupo es Huehuecóyotl. 46 Dentro del atuendo de la danza mexica la prenda llamada pectoral tiene una forma circular y se pone como si fuera una chalina sobre los hombros, simboliza el anillo solar. Foto 9. Mariana purifica a María encargada de tocar el huehuetl. 46 entregaran las danzas; Julián y Romina acomodarán a las gentes” indica. En los círculos de danza se va colocando un hombre y una mujer para que las dualidades estén equilibradas y en armonía. Llega al lugar Lino, hombre robusto, moreno con rasgos indígenas, se encuentra descalzo y en sus manos sostiene una botella de refresco de dos litros con líquido de color lechoso. Él es el encargado del Octli “pulque, bebida de los dioses”, bebida que se ofrecerá durante la danza.47 “Pasen a sahumarse los cargos” ordena Xolotl, las tres sahumadoras están al frente de la ofrenda hincadas y todos los que tienen una tarea se forman para pasar con ellas, el canto, el sonido de huehuecóyotl y del caracol van acompañando el acto de purificación. Xolotl pasa a sahumarse y Wach sigue tocando y cantando, finalmente se ha conformado un círculo. Son las ocho de la noche y ahora todo se encuentra listo para iniciar la ceremonia del nacimiento de Huitzilopochtli. Entre los indios de América de Norte, el círculo es el símbolo del tiempo, puesto que el tiempo es nocturno así como las fases de la luna dan círculos por encima del mundo. La danza circular de los derviches es giratoria, está inspirada en el simbolismo cósmico: imitan la ronda de los planetas alrededor del sol, el remolino de todo lo que se mueve, pero también la búsqueda de Dios, simbolizado por el Sol. Sin embargo, habría que subrayar que algunos pueblos antiguos asociaban la danza circular con los movimientos de los planetas. Platón consideraba las danzas de los sacerdotes alrededor de un templo como representación del movimiento de los astros. 48 Apertura de la ceremonia a Huitzilopochtli e ha conformado un círculo de aproximadamente 60 personas entre danzantes y extranjeros los dos huehuetl quedan integrados. Antes de empezar la danza, Xolotl toma la palabra: “El solsticio entrará a las 10:37 de la noche, esto quiere decir que el recorrido del sol que va de norte a sur ha llegado a su fin y el solsticio es el momento en que el sol 47 El pulque es una bebida que utilizaban los antiguos mexicas para darle fuerza y energía a los danzantes. 48 Stern, op. cit., p. 116. S 47 se para por unos segundos en el sur para volver a hacer el recorrido de sur a norte”, enfatiza con mucho interés levantando su mano izquierda y simulando el recorrido, “ese es el momento en el que nace Huitzilopochtli guerrero azul del rumbo del Sur. Que la voluntad lograda, nazca y crezca en cada uno de nosotros con las emanaciones de esta luna creciente” levanta la mano izquierda y señala al cielo, “para que el guerrero azul nazca como un niño precioso dentro de nosotros y poder tener la fuerza para enfrentar las adversidades como la pereza y algunas otras negatividades, si trabajamos la energía del sol a través de la voluntad, lograremos florecer” explica con voz fuerte y firme. “No hay florecimiento sin inteligencia, memoria y orden y el que hace que se logren las cosas es Huitzilopochtli (voluntad) está representado como un colibrí, el colibrí es la única ave que vuela a voluntad hacia atrás y se puede suspender en el aire es el guerrero azul que puede lograr lo que" otras aves no pueden hacer, a Huitzilopochtli le llaman Tetzahuitl que quiere decir ‘el sorprendente´”. Todo lo que va diciendo Xolotl, lo va traduciendo al mismo tiempo al inglés su alumno que se encarga de traer extranjeros a México, “se danzarán trece danzas; a la segunda se iniciará la ceremonia de la siembra de nombre vamos a consagrar al fueguito” aclara. Se abre el universo Xolotl, las sahumadoras y Lino se reúnen al frente de la ofrenda, como sacerdote, el maestro pone las manos sobre los popochcomitl, mientras Lino toma una flor, la sumerge en una jícara de guaje que contiene pulque y lo rocía al fueguito de cada popochcomitl, en ese momento el maestro pronuncia palabras en náhuatl y el fueguito se aviva. Foto 10. Xolotl presentándose a los cuatro rumbos, abriendo el universo. 48 Wach empieza a tocar la danza de Tletl (fuego). Xolotl se reúne junto con él y lo acompaña en el compás. Las sahumadoras y el hombre que tiene el cargo de llevar el pulque se dirigen al este, por donde sale el sol el círculo de danzantes les abre paso. El sonido de los tambores se interrumpe, hay un silencio total. Xolotl levanta el brazo derecho hacia el cielo cierra el puño y deja el dedo índice y medio apuntando hacia arriba.49 En ese momento en lengua náhuatl invoca al rumbo del Este.50 Todos los cargos dirigen sus elementos al Este para presentarse y hacer conexión, los que forman el círculo extienden el brazo izquierdo hacia el cielo y el brazo derecho a la tierra haciendo conexión cielo-tierra. Todo en total silencio en actitud de respeto. Xolotl baja su brazo derecho, lanza el mando hacia el rumbo del Este haciendo vínculo. Los corazones de los dos tambores empiezan a latir nuevamente entonando la danza de aire, el toque del caracol se deja escuchar, las sahumadoras junto con el agua, tierra y Octli comienzan a delinear hacia el Este una cruz y alrededor de ella, dos círculos51 ellas suben sus popochcomitl al cielo y luego los bajan en señal de descender la energía a la tierra, Mariana, pronuncia en voz alta “Ometeotl”52, en ese momento, todos se hincan honrando a ese generador dual, la rodilla izquierda al cielo y la derecha hacia la tierra, haciendo una conexión cielo-tierra con las articulaciones de las rodillas. Se incorporan y se dirigen al rumbo del Oeste, se abre el círculo los cargos levantan los brazos con sus elementos en actitud de ofrenda. El Oeste es el rumbo de Tezcatlipoca rojo, “el desollado”, el que cambia de piel, el que se renueva como la primavera y rejuvenece, región de fertilidad; lugar en donde se encuentran las mujeres que murieron en parto al dar a luz, rumbo de las mujeres medicina, su elemento es el fuego todo queda en silencio. Xolotl invoca al rumbo, vuelve a levantar el brazo derecho en don de mando y ahora en náhuatl se dirige al rumbo del Oeste; los cargos ofrendan sus elementos a la 49 El simbolismo de su brazo y mano, según los estudiosos de los códices nos refiere a la representación de un don de mando que ejercían los sacerdotes o personajes de alta jerarquía en México Tenochtitlan. 50 Para los antiguos pobladores de México el Este es la dirección donde mora Tezcatlipoca blanco, lugar de luz, de conocimiento, del niño interior, representa la vitalidad del cuerpo y al elemento fuego. 51En la danza mexica este movimiento es constante, la cruz refiere a los cuatro rumbos, los círculos significan de mi corazón al corazón del universo y del corazón del universo a mi corazón, también significan orbitas planetarias. 52 Ometeotl en náhuatl ome dos teotl: dios generador dual, masculino y femenino principio de todas las cosas. 49 dirección y repiten el ritual anterior, el huehuetl late con su corazón acompañando la escena. Los cargos se dirigen al norte, morada de Tezcatlipoca negro, se abre el círculo para dar paso a las ofrendas, para los antiguos anahuacas el rumbo del norte era muy apreciado por su sentido mágico y místico terreno de hechiceros, llamado también espejo humeante,53 lugar donde mora el inconsciente, morada del silencio, de nuestros ancestros, elemento tierra, el huehuetl retumba la danza a Tezcatlipoca, todo vuelve a quedar en silencio, el humo de copal y toque de caracol envuelven la escena, Xolotl invoca en náhuatl a la dirección del Norte, los cargos vuelven a ofrendar los elementos, el huehuetl palpita la danza de Tezcatlipoca negro. Ahora es el turno del festejado, Huitzilopochtli, también conocido como Tezcatlipoca azul guerrero del rumbo del Sur, colibrí del corazón izquierdo, lugar donde se encuentra la voluntad, su elemento el agua, el huehuetl canta la danza del colibrí, todo queda en silencio, Xolotl, vuelve a hacer vínculo con la dirección del Sur. Después de esta presentación los cargos se dirigen al centro realizan dos círculos alrededor del Tlalmanalli, ahora se invoca al cielo. Xolotl abre los brazos, levanta la mirada hacia el cielo sube el brazo derecho y su mano en posición de mando, invoca al corazón del cielo, el huehuetl y el caracol empieza a tocar, las sahumadoras y los elementos hacen el ritual de proyectar círculos al cielo, la luna se encuentra presente en el firmamento mostrándose a través de la bruma que comienza a formarse en el ambiente, los participantes levantan las manos para presentarse al cielo. Ahora los participantes dan un giro a la izquierda, los dos tambores entona la danza a Tonantzin (venerable madre) todos de rodillas para que Xolotl haga vínculo con Tonantzin, algunos tocan con sus manos la tierra para hacer vínculo. La apertura a los cuatro rumbos ha llegado a su fin, se ha abierto el universo, los antiguos anahuacas tenían la creencia de que al hacer la apertura a los cuatro rumbos al cielo y a la tierra el ombligo del universo se activaba, se unía el macro-universo con el 53 Espejo humeante, espejo es la mente que proyecta hacia afuera como un humo los pensamientos que hay dentro de cada persona. 50 micro-universo, en este ritual se vinculan las fuerzas del cosmos con las fuerzas de la tierra ese era el momento en el que se podían solicitar favores o peticiones. “El punto y el círculo tienen propiedades comunes: perfección es también símbolo de tiempo. El círculo simboliza el cielo cósmico y particularmente en sus relaciones con la tierra.”54 Los danzantes se mimetizan con elementos de la naturaleza Después de todo lo anterior dio inicio la danza, la Plaza de las Tres Culturas se encuentra totalmente iluminadas por los reflectores, se aprecia el círculo integrado por personas que en su mayoría están vestidas de blanco, los que tienen el cargo de acomodar a la gente distribuyen hombre y mujer para lograr la armonía; las mujeres que entregan las danzas son las encargadas de iniciarla, pidiendo permiso al universo y a la venerable madre tierra Tonantzin, abren con destreza, los primeros movimientos consisten en marcar con sus pies en la tierra a los cuatro rumbos, este ritual se le conoce como firma se repetirá constantemente al inicio y al final de cada danza. La energía que desprenden las dos danzantes al realizar la firma es impresionante, Mayra descalza sostiene en una mano el mayoyolhuaztle, (vara de mando) rama de aproximadamente 80 centímetros de largo los extremos están adornados con plumas de color blanco, amarillo, verde y negra, sostenidas por un alambre de cobre, el mayoyolhuaztle lo entregará a la persona que pase a danzar. La primera danza será para el elemento más importante en el círculo; el fuego encabezado por las sahumadoras. Mayra busca a Mariana representante del fuego ‘primera palabra’,55 Inician pidiendo permiso a los cuatro rumbos. al universo y a la venerable madre tierra con la firma, después solicitan Teotl (fuego), las mujeres danzan simulando el movimiento que hace el fuego y todo el círculo las sigue. 54 Mikikiztli, op. cit., p.9. 55 La primera palabra es la jerarquía, quiere decir el grado de importancia que se ocupa en la danza, es la persona que sigue después del sacerdote o jefe de la danza, en este caso es la representante del fuego la que le sigue, ella ocupa el lugar de la sacerdotisa. 51 *…+, los gestos imitativos fueron dando lugar al simbolismo en los que los pasos de la danza no eran importantes sólo por bellos, sino porque significaban algo. Para que el encantamiento resultara tenían que repetirse en la misma forma. La imitación nunca fue una copia literal de lo que veían, sino una estilización en cada movimiento, y por ser una estilización era posible repetirla una y otra vez para darle el mismo significado, la misma validez; era elevarla a un símbolo. 56 En la danza mexica todos los elementos, animales y fuerzas de la naturaleza adquirían aspectos humanos con sus aspectos luminosos y oscuros. Mariana y sus acompañantes se han mimetizado con el fuego, ahora ellas se han convertido en la representación de una llama que va hacia la izquierda y luego a la derecha llevando un movimiento matemático de dos por dos que se irá repitiendo en el trascurso de la danza, los giros del fuego siguen el mismo orden izquierdo, derecha mostrando dualidad, la llama hacia adelante y hacia atrás, se agranda se disminuye, las secuencias se repiten dos y cuatro veces al igual que los movimientos representativos hasta terminar la danza. “Se ha podido observar que en los ritmos de todas ellas se encuentran inmersos los números básicos de la matemática prehispánica.”57 Mientras afuera del círculo sentados en las escaleras de la iglesia un grupo de personas observan, unos japoneses que están entre ellos comenzaron a sacar fotos. —Cuando en ese momento me di cuenta de lo que sucedía afuera del círculo, me impresioné, no me había percatado de la presencia de esa gente estaba tan concentrada que no sabía lo que ocurría afuera allí, recordé lo que leí en alguna ocasión: “son dos mundos el mundo de afuera el profano y el mundo de adentro el ceremonial, los antiguos danzantes llegaban a concentrarse tanto en su danza que llegaban a alcanzar estados de unificación profunda con todo el universo.”58 El acto de incluir seres, objetos o figuras en el interior de una circunferencia tiene un doble sentido: desde dentro implica una limitación y determinación; desde afuera, constituye la defensa de tales contenidos físicos o psíquicos que de tal modo protegen contra los peligros del alma. El círculo es también la 56 Mikikiztli, op. cit., p.9. 57 Ibídem, p.8. 58 Hay danzantes que de acuerdo con su grado de concentración, enfoque y a su conocimiento de la danza alcanzan estados alterados de conciencia. 52 representación del tiempo. La interacción entre los danzantes los lleva a crear unos lazos; su atención no se dirige únicamente al objeto que se encuentra dentro del círculo sino que lo importante es la mutua influencia que los danzantes ejercen uno sobre el otro. 59 Mariana, junto con sus acompañantes sellan su presentación con la firma, pidiendo permiso a los rumbos, a la tierra y al universo de retirarse, regresan a su lugar dentro del círculo, la sahumadora, devuelve la vara realizando el simbolismo de los cuatro rumbos y vuelve a ocupar su espacio, el número cuatro es muy importante en los ritos de la danza mexica. Por jerarquía de importancia es el turno de Ehécatl (viento), representado por el atecocolli (caracol), segunda palabra (en la danza mexica se cuida mucho el orden), Pepe representante del caracol, invita a todos los que lo tocan se presenten ante el cielo y la tierra pidiendo permiso a través de la firma para representar la danza de Ehécatl, vuelven a mimetizarse con los movimientos del aire y al finalizar piden permiso a través de la firma para retirarse. —Es sorprendente constatar —expresa Lorena— como en la danza mexica hay tantos movimientos simbólicos, que nos van mostrando el grado de complejidad, riqueza y valores humanos que están contenidas en ella, lo que más me sorprende es el orden que hay para la colocación del xitle, del tlalmanalli, la conexión con los instrumentos de la danza; la marcada jerarquía que hay, el mimetismo con los elementos a la hora de su presentación, el respeto a los rumbos y la relación con el cielo y la tierra. El representante del Octli (pulque), trae en sus manos la jícara que contiene la bebida la ofrece entre los danzantes para proporcionar energía al cuerpo. En la danza de los antiguos mexicas se hacía uso de hongos alucinógenos y peyote, llamadas plantas de poder, el uso de los hongos divinos (teonanácatl) en las danzas prehispánicas es de mucha importancia desde diferentes puntos de vista. En primer lugar los hongos dan una dimensión fuera de lo terrenal al ingerirlos, los danzantes aspiran a penetrar en lo sagrado, segundo, es también un testimonio social: los señores, la gente principal a diferencia de la gente plebeya no beben pulque, sino bebidas a base de hongos o los ingieren. Al lado 59 Stern, op. cit., p. 114. 53 de los hongos, los nobles ingieren el cacao, bebida reservada únicamente para la clase alta. En Mesoamérica había dos categorías de embriaguez: una divina, producida por los hongos o semillas de la maravilla, y otra alcohólica, causada por el pulque y otros brebajes semejantes. El uso de hongos sagrados por los señores, la gente principal y los guerreros, demuestra que los representantes de los estratos altos entraban en contacto con las fuerzas sobrenaturales por medio de un estado de éxtasis proporcionado por la injerencia de un tipo especial de hongos, éxtasis que al mismo tiempo los trasportaba a un mundo de visiones y facilitaba las predicciones del futuro, también los distinguía del resto de la comunidad, otorgándoles otro tipo de poder.”60 Siembra de nombre —Una vez que la presentación de la segunda danza terminó, Xolotl sale del círculo, su lugar lo ocupó una mujer joven que de manera destacada demuestra el conocimiento del ritmo de cada una de las danzas, lo siguen en fila dos sahumadores que van con sus popochcomitl, dos caracoles, el agüita después de ellos y finalmente el dirigente del grupo de los extranjeros, quien vestido de camisa blanca y pantalón de mezclilla será el padrino del conjunto, sale acompañado de los forasteros que están vestidos de blanco como símbolo de pureza, con cintas rojas en la cabeza y cintura todos se dirigen afuera del círculo, a un lado donde yo estaba —asegura Lorena. La luz de los reflectores no alcanza a iluminar este espacio, es la luna la que proyecta su reflejo sobre los que participan en este ritual, se puede ver dentro de los popochcomitl el color rojo del carbón. Días antes de esta ceremonia, el maestro Xolotl solicitó a cada uno de los visitantes los datos acerca de la hora, fecha y lugar de nacimiento con la finalidad de realizar el estudio necesario para obtener el nombre en náhuatl que le será sembrado y que ayudará a la persona a desarrollar sus talentos, a aminorar sus debilidades y encontrar el equilibrio en su vida. Delante del grupo se encuentra en el piso un popochcomitl más 60 Stern, op. cit., p. 115. 54 grande, alimentado con copal y ocote por un hombre joven que hace enardecer un fuego como si fuera una fogata, otorgándole al espacio, un ambiente mágico y misterioso. Han dado las nueve de la noche y principia el protocolo “Vamos a dar inicio a la ceremonia de ‘siembra de nombre’ culto importante para los antiguos de Anáhuac”, enfatiza Xolotl “al llevar un nombre en náhuatl se está adquiriendo un compromiso con las raíces mexicanas llevarlo con amor es llevar nuestra cultura y sus tradiciones. Esto implica toda la cosmología que tenían nuestros abuelos de involucrarse con todo lo creado pero sobre todo inculcar el respeto de los hombres hacia la naturaleza. Dentro del tlalmanalli sobre la manta que contiene a la Coyolxauhqui se han colocado 25 tazas de barro verde impreso en cada una de ellas está el símbolo y nombre en náhuatl que hoy se les siembra, se les entregará cuando se termine la ceremonia para que la lleven a sus lugares de origen como emblema de su nombre mexica.” El dirigente del grupo va traduciendo simultáneamente al inglés lo que se va diciendo, Xolotl se ha puesto atrás de su cabeza una pluma blanca de águila de aproximadamente 20 centímetros, lleva en su mano derecha una margarita blanca, en su pecho se observa claramente su chimalli, a pesar de la media luz que hay, se distingue la profundidad de la mirada de Xolotl, como un felino que cuida minuciosamente sus palabras y sus movimientos; el representante del agua se coloca de lado izquierdo, las sahumadoras se ubican al frente de cada fila. En el antiguo Anáhuac, cuando un niño nacía, el sacerdote llamado tenalpouhqui, anotaba la fecha y la hora, consultaba al tonalámatl, conocido como el calendario antiguo de la forma de vida de los mexicas, señala la influencia que tiene el lugar de nacimiento, la posición que ocupa el sol, la luna, los planetas, las constelaciones y estrellas en ese momento, el tonalámatl nos muestra que cuando salimos del vientre de nuestra madre recibimos la influencia de la tierra. Con esos datos el tenalpouhqui hace un estudio del tonalámatl, para conocer el designio del recién nacido, ese designio es señalado como tonal, energía cósmica que había en el momento de su nacimiento, esa vibración marca los talentos y debilidades de la persona. De esta manera la madre podía en ese tiempo, saber a qué escuela enviar a su hijo, para que desde temprana edad el niño fuera 55 instruido adecuadamente y así, según la creencia, formarle un rostro y un corazón (una personalidad y un carácter). En el tonal se encuentra la vocación y el perfil psicológico del individuo, el tenalpouhqui saca el numeral del tonal, identificadas todas estas influencias, el sacerdote elige el nombre mexica del niño; si el niño es tímido, se le siembra un nombre para que disminuya o venza esa timidez y desarrolle fortaleza o lo que le falte. Al sembrar un nombre en una persona, esa persona tiene que trabajar para cultivar y hacer florecer lo que necesite. “El padrino, ¿dónde está?”, pregunta Xolotl. “Aquí estoy” responde con una risita de despreocupación, lleva en cada mano un vaso que contiene una bebida amarga y otra dulce, que será ingerida por los que recibirán un nombre en náhuatl. “La siembra equivale a un bautizo cristiano, lo hacían nuestros abuelos aquí en el Anáhuac. Anáhuac que en náhuatl significa “armonía con el agua” de manera que ustedes se van a armonizar con la vida. Esta ceremonia tiene integrada la matemática cósmica, de manera que cuando se le implante, los demás gritaremos su nuevo nombre cuatro veces para que así los rumbos lo reconozcan de esa manera”, explica Xolotl, “para empezar beberán del líquido que contienen esos vasos”, señala los vasos que sostiene el padrino en sus manos “uno amargo y otro dulce, representa la gama de situaciones a las que nos enfrentamos en el camino por la vida, nada es bueno, nada es malo: la realidad es como es”, finaliza. Una ráfaga de viento se deja sentir en el ambiente El padrino se acerca a su primera ahijada, una mujer blanca de cabello suelto largo, rubio, regordeta y le ofrece de tomar de un vaso y luego del otro. Xolotl mira atentamente la escena, sumerge la flor blanca en el jarrón que sostiene el representante del agua y camina hacia la fila del lado izquierdo, ahí se encuentra el padrino con su ahijada, ella inclina su cabeza, Xolotl como sacerdote, traza los cuatro rumbos sobre su cabeza: “Que tus pensamientos sean limpios, que sean claros” expresa. 56 Los extranjeros observan atentos los movimientos que se están llevando a cabo, algunos rompen filas para acercarse y escuchar lo que se está traduciendo, la ceremonia tiene como fondo el latir del huehuetl, la mujer levanta su cabeza para que Xolotl baje la flor a la altura de sus ojos, dibuja una cruz en cada uno de ellos evocando la fuerza de los cuatro rumbos. “Que veas las cosas de la vida”, señala. Baja al corazón, vuelve a delinear los cuatro rumbos en esa zona y pronuncia. “Que tus sentimientos sean limpios” Después baja a las manos y marca una cruz en cada una de ellas. “Que tus hechos y tus actos sean siempre los correctos”. La flor es colocada en el estómago, vuelve a delinear. “Que tengas la capacidad de controlar tus emociones.” Xolotl sube la mirada al cielo, invocando el nombre, grita fuertemente “¡Maninalli Tonalli!” (el nombre significa: hierba que se trenza en luz, espiral energética de medicina). Cuatro toques de caracol penetran en el espacio invocando a la esencia, Mariana como sacerdotisa, toma un pedazo de copal en sus manos y lo coloca en su popochcomitl, el humo blanco y el aroma de copal impregnan el ambiente, se coloca frente a la mujer, que ha recibido el nombre y conforma una cruz sobre su rostro (otra vez la presencia de los cuatro rumbos) dos círculos son marcados en su cara uno sale hacia la izquierda y otro hacia la derecha, consagrando en la mujer el nombre que se le ha otorgado, el popochcomitl recorre todo su cuerpo de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha incluyendo su espalda. Maninalli Tonalli, es el nombre que se le ha otorgado a esta persona todos los participantes lo gritan cuatro veces. Una extraña ráfaga de viento frío se deja sentir en el ambiente cubriendo a todos los participantes, el momento se convierte en mágico. Los extranjeros observan con ojos de asombro cómo las ramas del árbol que se encuentra a un lado se mueven. Xolotl, camina hacia la fila de la derecha, es el turno de un hombre 56 años de 1.80 de estatura, delgado, blanco de color, ojos verdes, canoso se realiza la misma ceremonia, cuando Mariana y Carolina pasan sus popochcomitl sobre algunos forasteros, el fuego se 57 aviva para después quererse apagar “vienen bien cargaditos de mala energía”, dice Mariana. Mientras la ceremonia de siembra de nombre se repite con cada uno de los extranjeros, en el círculo de danza llega el turno al representante del Octli, se le ha entregado el mayoyolhuaztle, vestido de playera y pantalón negro, danza la firma descalzo pidiendo permiso a los cuatro rumbos al cielo y a la tierra de presentar su danza, al terminar se acerca al huehuetl y exclama “mazatl” (venado), el hombre acaricia con sus pies a la tierra simulando el movimiento del venado, primero izquierda y luego derecha marcando una matemática. En el trascurso de la misma va simulando los movimientos de un venado, el círculo de los danzantes lo sigue. —Ya casi para terminar la ceremonia de la siembra, Carolina, esposa de Xolotl, me llamó para pedirme que empezara a repartir los pétalos de rosas entre todos los asistentes pues se debían arrojar a aquellos que recién habían recibido su nombre. La ceremonia finaliza, Xolotl regresa al círculo de danza, lo siguen los representantes del fuego, el aire y el agua, también se integran los que han recibido su nombre, entran y recorren el círculo mientras que son recibidos con los pétalos de rosas, todos vuelven a ocupar su lugar. La diadema de la luna “Los aztecas producían de 15 a 20 toneladas de amaranto al año, lo utilizaban para la realización de transacciones, lo consideraban sagrado por su resistencia a las sequías, por el vigor que les proporcionaba y lo asociaban con el sol por su color rojizo, tres razones suficientes para vincularlo con ritos religiosos.”61 En la ofrenda de lado izquierdo, dos hombres danzantes y una mujer extranjera sentados en el piso, reciben la luz de los reflectores mientras comienzan a mezclar sobre un plástico que se encuentra en el suelo amaranto, chocolate en polvo, pinole, miel y tequila, el huehuetl sigue latiendo con la danza. 61 Barrios, Cristina y Buenrostro Marco. Amaranto. México: Grijalbo, 1977, p. 27. 58 Son las diez de la noche, el hombre con el atuendo de Huitzilopochtli trae en su mano el mayoyolhuaztle, invita a una mujer madura a danzar con él, empiezan con la firma pidiendo permiso a los cuatro rumbos, para luego solicitar la danza del colibrí, la destreza de sus movimientos es impresionante, “danzan como si su cuerpo flotara” expresa Lorena. Mientras tanto las personas que se encuentran mezclando los ingredientes están preparando el zoale,62 sus manos van haciendo una mezcla pegajosa, hasta combinar todos los elementos, de último la mujer saca de una bolsa de plástico, fruta seca que se va integrando poco a poco. Las personas encargadas de elaborar el zoale empiezan a formar pequeñas pelotitas de amaranto que serán repartidas entre los concurrentes. El aroma de copal es estimulado por las sahumadoras que no dejan de cuidar sus popochcomitl. Una vez finalizado la elaboración de zoale y conformadas pequeñas bolitas con la mezcla, Mariana toma su popochcomitl y lo pasa por encima de las pelotitas marcando la cruz y los dos círculos es especie de consagración, después las empiezan a repartir a todas las personas que conforman el círculo. La eucaristía ha ocupado un lugar predominante desde las épocas primitivas porque representaba la conexión con lo divino. Cuando Cortés invadió México Tenochtitlan en 1519, tales ceremonias eran consideradas una perversión a la Eucaristía Católica y fueron vetadas. A fin de destruir la religión y eliminar rituales paganos, Cortés prohibió todo cultivo de amaranto, ordenó que todos los sembradíos fueran quemados o aplastados y mandaba a cortar las manos a las personas que fueran sorprendidas en posesión o cultivo de este grano. 63 Para los aztecas la celebración del nacimiento de Huitzilopochtli era una fiesta religiosa, que tenía como fin equilibrar la voluntad creadora frente a la destructiva y nociva, así se garantizaba la continuidad de los ciclos desde lo vital hasta lo agrícola, era también una manera de reconciliarse con la naturaleza. 62 En las festividades religiosas, las mujeres aztecas molían la semilla de amaranto, la mezclaban con pulque, miel, melaza o con sangre de víctimas de algún sacrificio humano moldeaban la pasta resultando el zoale, con él formaban figuras de ídolos o dioses. Estas estatuas eran después consumidas por todos los participantes de las ceremonias sagradas y religiosas. 63 Barrios, op. cit., p. 30. 59 En la actualidad el zoale es consumido por los danzantes mexicas en la celebración del nacimiento del guerrero azul el 21 de diciembre o en celebraciones especiales, es un simbolismo comerlo pues al ingerirlo se piensa que se integran en sí los atributos de la voluntad. La danza del colibrí, ha llegado a su fin y los que la han desempeñado piden permiso al cielo y a la tierra para retirarse. El mayoyohuestle es entregado a las encargadas quienes cierran la celebración con la última danza han sido 13, el sudor y el cansancio se puede ver en el rostro de algunos participantes. Encabezado por Xolotl se pide permiso a los rumbos de retirarse y cerrar el universo, ofreciendo humo de copal, sonido de caracol y sonido de sonajas. Este círculo estaba dividido en cuatro partes, de las cuales cada una representaba una parte del universo: Oriente, Norte, Occidente y Sur, de este modo la rueda era para el antiguo mexicano no sólo el modo de contar el tiempo, sino –por estar unido a los cuatro puntos cardinales– simbolizaba el universo y la perfección. 64 “Acérquense todos, que los cargos entreguen su palabra”, señala Xolotl. Los cargos entregan su palabra externando vivencias que se tuvieron en el transcurso de la ceremonia, es una retroalimentación de lo vivido y compartido a todos sus compañeros. —Al terminar esta ceremonia yo estaba impactada y ansiosa por escuchar la palabra de los asignados a alguna tarea, ellos con expresiones agradables alientan a los visitantes a continuar su camino por el conocimiento mexica. La mujer que llevó el cargo de la tierra nos comparte su experiencia en el camino del conocimiento mexica. “Cuando me sembraron mi nombre, mi vida cambio, es real.” Uno de los forasteros, comparte con voz liberada “aquí en México dejo toda mi basura.” Los extranjeros expresan lo maravilloso que fue su experiencia en México, admirando sus bellezas naturales y lo extraordinario de sus raíces culturales. El hombre mayor del grupo estaba parado a mi lado —dice Lorena— y mientras los oíamos me compartió en voz baja “todos los extranjeros envidian nuestra tierra.” 64 Stern, op. cit., p. 121. 60 Mayra que se encargó de entregar las danzas comparte su palabra. “La luna tiene una aureola de colores a su alrededor, se formó cuando terminamos la danza, al mismo tiempo sentí que nos envolvía una ráfaga de aire frío”, comenta admirada. Todos voltean a mirar la luna, que se encuentra perfectamente encima de sus cabezas, observan con asombro esa manifestación. Xolotl toma la palabra “ya casi son 10:37 de la noche, el solsticio de invierno, no tarda en entrar, vamos formando un círculo”, señala, “tómense de las manos ahora flexionen las rodillas lo más que puedan y bajen la cadera, pongan su columna vertebral muy recta, para dejar entrar por el centro de su cabeza la energía el solsticio y que esta energía baje a la tierra, haciendo la conexión cielo-tierra.” —Todos los asistentes se mantuvieron así por unos segundos mientras entraba el solsticio de invierno. Esta energía que llega del universo entra por el centro de la cabeza recorre la columna vertebral de los participantes; algunos cierran los ojos mientras que otros los mantienen abiertos mientras el sol se para en su recorrido para volver de Sur a Norte. Este es momento para integrar a nosotros la fuerza de voluntad y tener los logros que necesitamos realizar —señala Lorena. “Listo, ¡felicidades!, ¡feliz nacimiento!” externa Xolotl a todos los participantes, se abrazan con alegría, han tenido la oportunidad de vivir lo que los antiguos aztecas realizaban en sus ceremonias, dando vida a las tradiciones recordando su identidad maravillosa y rica. Lorena nos cuenta que en ese momento dio gracias por haber vivido esta experiencia que la hizo ser consciente del orgullo e importancia de ser mexicana. 61 Capítulo III. En busca de su identidad: los danzantes mexicas de la actualidad “Nunca me casé, ni nunca he tenido un trabajo fijo porque me gusta la libertad, tengo dos hijos con mujeres diferentes a ellos hace muchos años que no los veo. “Soy danzante de tradición desde hace 18 años, vivo en las calles de Regina, en México Tenochtitlán; mi padre era boxeador y le pegaba a mi madre hasta dejarla sangrando”, se detiene unos segundos. “En la mexicanidad he encontrado una familia, y no podría dejar de ser danzante, aquí he encontrado mi vida.” Sonríe. Gabriel, danzante, artesano y vendedor ambulante La mexicanidad actual está muy vinculada con el último emperador, Cuauhtémoc, el 22 de febrero se celebra su nacimiento por lo que un gran número de danzantes viajan a Ixcateopan, Guerrero, lugar en donde en 1949 la arqueóloga e investigadora Eulalia Guzmán es informada por residentes de ese poblado que ahí se encontraban los restos enterrados de este protagonista y espacio donde él nació. Ese día se lleva a cabo una ceremonia denominada “Velación en conmemoración del nacimiento de Cuauhtémoc” la cual contiene un culto que se alimenta de diferentes creencias que enlazan el regreso del mismo y el resurgimiento de la cultura Tolteca y Azteca que habitaron tierras mexicanas hace más de quinientos años. Según las investigaciones de la antropóloga Guzmán existen diez cartas vivas, esto significa que existen diez generaciones de “celosos guardianes” que guardaron en forma de tradición oral el secreto de la tumba de Cuauhtémoc y fueron depositarios de la historia de su vida y muerte. 62 La profecía y consigna de Cuauhtémoc La profecía de Cuauhtémoc señala: “Cuando el rostro del señor Cuauhtémoc aparezca en un valor de cinco, el tiempo habrá llegado”; o también la que dice “si un día el rostro del señor Cuauhtémoc aparece en un valor de cinco digan que su cuerpo yace aquí”, y fue cuando en 1949 aparece su rostro en una moneda de cinco pesos.”65 Alrededor de la tumba de Cuauhtémoc, se conformó por cientos de años un grupo de consejeros denominados “guardias de los siglos”, que conservaron la consigna que había proclamado el consejo supremo de Anáhuac y anunciada a través de Cuauhtémoc a todos los antiguos anahuacas antes de rendirse a los españoles el 12 de agosto de 1521, ésta es conocida actualmente como “Consigna de la mexicanidad” reproducida y difundida entre los adeptos de este movimiento. De manera textual, se transcribe la consigna del consejo de Anáhuac: A través de esta tradición oral que sería aprendida como oración por las “guardias de los siglos” y trasmitida al hijo primogénito de generación en generación fue como se pudo rescatar el último mensaje de Cuauhtémoc que contenía una profecía y una consigna para futuras generaciones, las cuales fueron expuestas ante la mexicanidad alrededor de 1950. La consigna de Cuauhtémoc dice: “Nuestro sol se ha puesto, nuestro sol se ha ocultado y nos ha dejado en la más total obscuridad. Pero sabemos que él se elevará de nuevo para iluminarnos. Mientras permanezca ahí, en el Mictlan 66 , debemos unirnos y ocultar en nuestro corazón todo lo que amamos. Ocultemos nuestros templos (teocaltin), nuestras escuelas (calmecah) nuestros terrenos de juego (telpochcaltin), nuestras casa de canto (cuicacaltin). Dejemos las calles desiertas y encerrémonos en nuestras casas, ahí estarán nuestros teocaltin, nuestros calmecah, nuestros telpochcatin y nuestras cuicacaltin a partir de ahora y hasta que el nuevo sol aparezca. Los padres y las madres serán los maestros y los guías que llevarán de la mano a sus hijos mientras vivan; que los padres y madres no 65 De la Peña, Francisco. “Profecías de la mexicanidad entre el milenarismo nacionalista y la nueva age”. Revista Cuicuilco. Volumen 19, Núm. 55, septiembre-diciembre. ENAH: México, 2012, p. 131. 66 Mictlan lugar donde moran el Señor y la Señora de la muerte, lugar del silencio donde moran nuestros ancestros. 63 olviden jamás decir a sus hijos lo que ha sido hasta hoy Anáhuac, protegida por los dioses y como resultado de las buenas costumbres y la buena educación que nuestros ancestros nos inculcaron con tanta perseverancia. Que no olviden tampoco decir a sus hijos cómo se elevará lo que un día será de nuevo Anáhuac, el país del nuevo sol.”67 La aparición de la moneda de cinco pesos en 1948, fue el detonante para que saliera a la luz y para conocimiento de todos la Consigna de Cuauhtémoc, a este hecho se le sumaron otro acontecimiento que alentó cada vez más a la mexicanidad: las excavaciones arqueológicas que condujeron al rescate del Templo Mayor en 1978 en el centro de la Ciudad de México: Ha tenido un gran impacto en el imaginario mexicanista, y para no pocos, la reaparición del más importante templo o Teocalli azteca, éste es el signo más claro del renacimiento cultural que se avecina. El objeto más conocido encontrado en el trascurso de las excavaciones, el monolito de Coyolxauhqui, deidad lunar y hermana enemiga de Huitzilopochtli, junto con el descubrimiento del Templo mayor se han convertido los momentos más venerados y motivo de toda clase de análisis e interpretaciones entre los mexicanistas, quienes le atribuyen los más heterogéneos significados. 68 En 1982 trascurridos cuatro69 años del rescate de las ruinas arqueológicas y después de 461 años de no haber danza en Tenochtitlan grupos de mexicanidad o mexicayótl empezaron a reanudar las danzas frente al Templo Mayor, evento muy importante para el movimiento. La presencia de estos grupos se sigue dando hasta la fecha a pesar de la represión de las autoridades capitalinas, hechos que alientan a los integrantes de la mexicanidad a realizar más acciones de restauración del antiguo Anáhuac. A los anteriores se les suman otros acontecimientos significativos que animaron al movimiento: el Vaticano devolvió a México dos símbolos importantes de los antiguos 67 Ibídem, p.132. 68 De la Peña, op. cit., p.135. 69 El número cuatro para la mexicanidad es la representación de las cuatro fuerzas del universo, las cuatro direcciones del universo, los cuatro elementos que proporcionan la vida, las cuatro estaciones del año, las cuatro etapas de la vida, etcétera. 64 anahuacas: el Códice Badiano que contiene información valiosa sobre plantas medicinales y el pantli (en náhuatl bandera) de Anáhuac que fue utilizada por Cuauhtémoc en la defensa de México Tenochtitlán el 12 de agosto de 1521. Por otro lado la Biblioteca de París regresó a México el Códice Tonalámatl Aubin.70 El fantasma de Cuauhtémoc sigue influyendo en los danzantes de hoy Como ya se mencionó a raíz del descubrimiento de los restos de Cuauhtémoc comenzaron a gestarse diversos grupos de danzantes, asociaciones heterogéneas de personas con diferencias sociales y culturales que se reúnen temporalmente en plazas, calles, parques o universidades para compartir, como grupo, el momento de la danza. En la actualidad es común observarlos en diferentes lugares y se han convertido en parte de la vida cotidiana de la ciudad. “La danza se vive como cultura de una tradición que hay que rescatar: la prehispánica.”71 A pesar de la diversidad y las desigualdades que existen entre los integrantes de un círculo de danza y de las diferencias que hay entre los mismos grupos, la danza se recrea como una historia compartida por todos; se escuchan los toques del huehuetl y los movimientos corporales se interiorizan, y todo ello se guarda en la memoria subconsciente de cada participante y de los espectadores con la esperanza de despertar lo dormido: su identidad. En este sentido el término identidad se define como *…+ el conjunto de repertorios culturales (representaciones, colores, símbolos) a través de los cuales los actores sociales, individuales o colectivos, demarcan sus fronteras y se distinguen de los demás actores en una situación determinada, todo ello dentro de un espacio históricamente específico y socialmente 70 Como el Borbónico o el Borgia, este códice era una guía para los sacerdotes; también utilizado por magos y hechiceros. "Tonal·matl", significa "papel de los días". Consignaba un lapso de 260 días, dividido en 20 partes de 13 días cada una, llamadas trecenas. 71 Talleres de investigación sociológica I al IV, Los danzantes del Anáhuac: Identidad y cultura en la ciudad de México. Facultad de ciencias políticas y sociales UNAM, coordinación de Sociología. 1999- 2001, p.75. 65 estructurado. La identidad es pensada como un conjunto de prácticas sociales propias de un grupo social en proceso y no como una sustancia propia del grupo.72 Actualmente la identidad del danzante se va conformando a partir de las interrelaciones que existen entre los miembros del grupo; por el espacio en el que danzan; por los comentarios entre ellos; por las particularidades de ver el mundo; por el lenguaje que usan; por la cosmovisión mexica que empiezan a conocer por la esperanza del regreso de la cultura que un día existió y que pueda dar paso a una nueva realidad en el país, todo esto alimentado por la consigna del consejo supremo de Anáhuac, quien sigue influyendo en estas tierras de Tenochtitlán. Todos los miembros comparten el interés por la danza y por el rescate de las prácticas prehispánicas, independientemente de que su incorporación tenga diferentes expectativas personales –que van desde la búsqueda de espacios alternativos de expresión con fines espirituales o de esparcimiento hasta terapéuticos o de socialización– los individuos logran conformar una identidad colectiva que les otorga el sentido de la danza, es un acontecimiento místico, todos coinciden en la recuperación de la tradición náhuatl que no es otra cosa que una oración en movimiento. 73 Los círculos de danza son incluyentes, no importa el sexo, edad, religión o situación económica, si alguien del público quiere participar, es aceptado sin ningún requisito preciso o condición. La velación, rito emotivo de los actuales danzantes —El 22 de febrero de la velación a la que yo asistí, recuerdo caía en lunes —cuenta Lorena—Era sábado por la noche y después de la danza, estando reunida con algunos compañeros del grupo intercambiando comentarios, se acercó Juanito para decirnos que el siguiente fin de semana se iba a celebrar la ceremonia de velación en honor al nacimiento de Cuauhtémoc a un lado de la Catedral, revisamos nuestra agenda y tanto Mariana, la sahumadora del grupo, yo y algunos otros compañeros quedamos en asistir. 72 Huerta, García Marisela, Preservando nuestra identidad: organización en un pueblo originario de la Ciudad de México (San Mateo Xalpa, Xochimilco), México: Tesis de Maestría UNAM, 2015. 73 Ibídem. p. 90. 66 La velación es una ceremonia lunar, que se realiza toda la noche en donde se interpretan cantos y alabanzas prehispánicas imprimiendo al evento un espíritu ceremonial, místico y festivo. Los símbolos que sustentan a la velación son las “Santas Formas”, que representan a Tonatuih el sol, lo masculino, ocupa el lado derecho y por el Ollin movimiento cósmico ocupando el lado izquierdo, femenino; figuras que se delinean en el suelo sobre mantas blancas con claveles rojos, blancos y amarillos. Durante la ceremonia, una vez diseñadas las Santas Formas éstas serán levantadas. Dos hombres recogerán a Tonatiuh en el xuchitl (una figura circular de madera que representa al sol con veinte rayos que emergen del centro) y el Ollin es levantado en dos bastones de madera por dos mujeres ya cerca del amanecer para presentarlos a los cuatro rumbos del universo. —Llegué al zócalo como a eso de las diez de la noche del 21 de febrero, había un grupo de compañeros danzantes en la plaza haciendo lo suyo y en unas jardineras cercanas encontré sentados a los de mi grupo. Pepe, uno de ellos, llevó unos buenos trozos de franela para compartirnos y así aguantar el frío de la noche, mientras que a mí me tocó llevar la casa de campaña para resguardarnos en caso de que nos venciera el cansancio. —A unos metros de nosotros un grupo compuesto por cinco jóvenes (cuatro mujeres y un hombre) se colocaban unas coyoleras en los tobillos y María les preguntó que si se quedarían a la ceremonia, contestaron afirmativamente, “nosotros también” aclaró María, y después de despedirse cordialmente de ellos y nos dijo que fuéramos a comprar unas veladoras. Alrededor de las once de la noche se ha congregado en el lugar de la velación un grupo de 25 personas, algunas de ellas empiezan a colocar en el piso dentro de la casa de lona, que fue instalada para este acto, el altar con fruta y pan, frente a éste, 15 velas de cebo de 30 centímetros de largo, formando medio círculo. Dos casas de campaña han sido colocadas frente al sitio donde se llevará a cabo la velación. 67 A la 1:30 de la madrugada se inicia la velación en memoria del nacimiento de Cuauhtémoc; un joven encabeza la ceremonia, la cual abre junto con los participantes presentándose a los cuatro rumbos del universo, al cielo y a la tierra, inician cantando y posteriormente nombran a cada uno de los emperadores aztecas. “A ver comadrita venga a ayudarnos” —me dijo el dirigente de la liturgia quien llevaba cabello largo con rastas peinado de cola de caballo, portaba un jorongo café que le cubría hasta la cintura y sostenía una mandolina entre sus manos. —Me entregaron un cuaderno con canciones y alabanzas para sostenerlo mientras el joven leía y cantaba las estrofas acompañado de cuatro mandolinas más. Conforme se desarrollaba la velación el aroma del copal iba impregnando el ambiente y junto con el sonido de las mandolinas, los cantos y las alabanzas, acompañaban la elaboración del tendido de los claveles en el piso sobre una manta blanca conformando las Santas Formas. “En las Santas Formas está contenido todo el conocimiento, porque ahí está la memoria celular mexica”;74 Tonatiuh es el Sol, los hombres; y Ollin movimiento cósmico, las mujeres. Las veladoras encendidas van creando un ambiente místico y espiritual despertando en los participantes una concentración, integración y respeto por la liturgia. Pedro, otro compañero de danza de Lorena, un hombre mayor de 70 años miembro activo de estos eventos es designado para cuidar el que las velas estén todas siempre encendidas. Después de un tiempo, el reloj marca ya las cuatro de la mañana, las Santas Formas se han terminado de representar. 74 Yauden, Juan Alfredo, La danza conchera azteca chichimeca. Tesis de doctorado. ENAH: México, 2012, p. 325. Ilustración 5. Tonatiuh. 68 Ilustración 1. Santa Forma, ollin movimiento cósmico Las mandolinas junto con los cantos vuelven a invadir el espacio. “Ahora viene la segunda parte: levantar las Santas Formas” señala el joven mientras recorre con su mirada a todos los colaboradores, dos hombres de la concurrencia son elegidos para levantar a Tonatiuh, Lorena y María serían quienes harían el levantamiento de Ollin. —Si te soy sincera, me sentí muy privilegiada de que me dieran el cargo de levantar a Ollin. Mientras María y yo estábamos sentadas en el piso a un lado del delineado, nos entregaron a cada una un bastón de madera con el que iríamos levantando cuidadosamente los claveles que forman el Ollin para colocarlos en las varas de una manera circular, como el movimiento de la serpiente, representando el movimiento del universo. A los hombres encargados del levantamiento del sol se les dio una figura circular de madera con veinte rayos misma que fueron rellenando con el levantamiento de Tonatiuh. A decir de todos los participantes este ritual es altamente emotivo porque los cantos y las alabanzas contienen un código que habla de la historia y de cómo se vinculaban con la vida los aztecas, lo que los sensibiliza todavía más. Continúa Lorena su relato: —Estaba tan concentrada en el levantamiento de la figura del “movimiento cósmico” que no me di cuenta que había amanecido, los otros participantes se ubicaron frente a quienes teníamos los cargos, mientras las mandolinas y los cantos continuaban. Me levanté mientras sostenía entre mis Ilustración 2. Pedro concentrado en el cuidado de las velas. 69 brazos extendidos al Ollin y lo dirigí hacia los primeros rayos del sol. En ese momento todos comenzaron a cantar un canto titulado Quiero morir como las águilas en pleno vuelo de frente y mirando al sol, canto que despertó entre los que allí nos reunimos un sentido de pertenencia e identidad de nuestras raíces mexicanas. Las lágrimas comienzan a derramarse en los rostros de algunos de los participantes; la actividad laboral ha empezado y con ella el circular de la gente que a pesar de la prisa se detienen a mirarlos por unos segundos. La velación ha llegado a su fin el joven dirigente pide a los participantes que entreguen su palabra: “A ver comadrita entregue su palabra” —se detiene ante Lorena. “Gracias por el cargo que se me otorgó, he tenido la experiencia vivencial de la dualidad: la oscuridad, el frío de la noche y el amanecer que llega con su luz, sentir los rayos del sol que recorren mi cuerpo, noche-día; hombre-mujer; derecha-izquierda; interior-exterior; arriba-abajo. Vivir esta experiencia me hace sentir privilegiada de haber nacido en esta tierra, de pertenecer a esta historia, de vivir la tradición que ha sido trasmitida en forma oral para poder ser rescatada y ser celebrada en estos tiempos, por unos momentos me imaginé entrar en el tiempo y vivir en México Tenochtitlán rodeado de un lago, unificada a la vida con la fuerza de los rayos del sol.” A decir de nuestra entrevistada ella tiene la certeza de que dentro del grupo de danzantes mexicanistas hay algunos que ven a la danza como un proceso mítico, mientras que para otros es un lugar de esparcimiento que les da la oportunidad de establecer relaciones sociales en donde es posible encontrar pareja o incluso amigos con los que se pueda compartir alguna adicción. Mixquic la puerta entre dos mundos: la danza y el día de muertos Es sábado, una de las últimas noches de octubre, los integrantes de Tlaltatzinc han terminado de danzar, Mariana ha externado el deseo de ir a Mixquic a danzar en celebración de día de muertos “vamos a Mixquic” —me dijo—, obviamente contesté que sí y a la invitación se nos sumaron Macaria, Juan y José, otros de nuestros compañeros y 70 así fue como quedamos de ir todos juntos a la danza nocturna del grupo Cuicayolotzin, ellos danzan a un lado del kiosko del centro de San Andrés Mixquic. Ellos son quienes resguardan una de las tradiciones más importantes de nuestro país: la celebración a los muertos. Es primero de noviembre y finalmente, después de algún tiempo de recorrido, el grupo de Lorena arriba al mítico pueblo de Mixquic. En las calles se puede ver que algunas mujeres lucen vestimentas y rostros pintados de “catrinas”, la concurrencia de turistas nacionales y extranjeros es considerable, las calles están llenas por lo que se hace cada vez más difícil caminar, a lo lejos se distingue la torre del templo de San Andrés Apóstol que se encuentra totalmente iluminada, las puertas del santuario abiertas y dentro el panteón, se puede observar entre la multitud las criptas adornadas con flores anaranjadas y alumbradas con la luz de las veladoras. Los familiares han colocado sobre las tumbas ofrendas de alimentos y bebidas preferidos de sus difuntos en espera de ser disfrutada por sus ánimas, el sonido de las campanas de la iglesia empiezan a resonar. El lugar está perfectamente alumbrado y completamente concurrido de visitantes por la falta de espacio los danzantes se han subido sobre las jardineras que rodean el kiosko, vestidos citadinamente empiezan a cambiarse: comienza su transmutación; con pintura acrílica se tiñen el cuerpo y el rostro, unos de negro otros de azul, algunos de blanco. Copillis o coronas de piel con plumas de faisán, guacamaya, gallo empiezan a aparecer en la escena. El ambiente de la danza mexica comienza a sentirse. El aroma de copal se desprende de los sahumadores, el toque de caracol inicia el llamado a los danzantes. Ilustración 3. Danzantes con el frío de la noche del primero de noviembre. 71 “Tocan tres veces el caracol, ésta fue la primera llamada a la tercera empezamos” señala Macaria. La plaza Juárez que se encuentra a un lado del kiosco ha sido cubierta por una gran lona blanca para resguardar los espectáculos que se llevan a cabo con motivo de la celebración de día de muertos; una vez adquirida su personalidad de danzantes, Lorena y su grupo se dirigen a la plaza en donde se ha colocado, en el centro de la misma, una gran ofrenda, se han congregado aproximadamente cien danzantes. Al fondo de la plaza se encuentra una enorme tarima y a un lado de ésta, una pequeña reja cerrada que da acceso al panteón del templo, frente a ella se han colocado casas de campaña de varios tamaños y en la pared pegada una cartulina que dice “lugar reservado para casas de campaña”, Juan encuentra un lugar para colocar la que llevó el grupo de Lorena y empiezan a armarla. A la una y media de la madrugada se hace escuchar el tercer sonido de caracol ha y Lorena y sus compañeros se forman para ser recibidos por el toque de caracol, al mismo tiempo serán purificados por el humo de copal que portan las sahumadoras. Es un rito necesario para ingresar al círculo que ha iniciado la danza. En la espera Lorena y sus compañeros encuentran a danzantes que han concurrido a su grupo o que han conocido en otras partes. Dentro del círculo la mayoría de los danzantes cubren su cuerpo con pieles de zorro, lobo, jaguar; copilli con la simulación de cráneos humanos o cabezas de animales que según la tradición mexica están relacionados con la noche: tecolote, zorro, lobo, búho, cuervo, jaguar, puma así como grandes plumas en los copilli, son pocos los danzantes que a pesar del frío de noche de otoño se presentan semidesnudos y descalzos. Ilustración 4. Danzante encargado de tocar el caracol en la danza nocturna de Mixquic. 72 —Después de la purificación por el humo del copal, fuimos recibidos en el círculo y a decir verdad se percibía un ambiente diferente, la energía se sentía “muy pesada” como decimos comúnmente los que creemos en que todo y todos tenemos un nivel energético determinado (electromagnético dirían otros). Mariana y Micaela comentaban que además de esto el cuerpo comenzaba a pesarles y, cómo explicarlo, se sentía un frío muy diferente al que usualmente se siente. —Un hombre delgado ya de la tercera edad vestido de camisa y pantalón blanco con cintas rojas en la cabeza y cintura que estaba a un lado de nosotras al escucharnos se acercó a decirnos: “El pueblo de Mixquic se volvió tradicionalmente de la muerte porque los antiguos mexicas iban a un cerro que está muy cerca de aquí, se llama Xico, en este cerro hay unas cuevas que son puertas dimensionales al Mictlán que significa lugar de los muertos, lugar donde mora Mictlantecutli y Mictecacihuatl, señor y señora de la muerte. El día de hoy se han abierto esas puertas dimensionales que nos conectan con el Mictlán y de ahí vienen a visitarnos los que ya trascendieron, algunas personas piensan que son creencias, nosotros sabemos que son realidades por eso todos los años estamos celebrando en este lugar a los muertos y festejando nuestro calendario mexica con sus leyendas y tradiciones como lo hacían nuestros antepasados, es por eso que tal vez sientas ese frío diferente, en esta danza se siente un sudor frío que recorre todo el cuerpo”. Ya para las cinco de la mañana el sonido del huehuetl ha dejado de escucharse, hay un receso. En un extremo de la calle se reparte atole caliente, tamales y pan de muerto, Lorena y sus compañeros se han formado para recibir algo caliente para tomar. Sale al paso un joven con un maxtli (lienzo que cubre sus caderas y sale otro lienzo al frente que se desliza a la tierra) de piel de color azul y pechera del mismo material, se reúne con otro al que le da unos gajos de peyote, una mujer de su misma edad se acerca y también le comparten, los tres vienen descalzos; una botella de bebida alcohólica circula entre los concurrentes de la cual beben también. 73 En el antiguo Anáhuac el peyote era venerado como planta de poder, antes de beberlo o comerlo las personas ayunaban varios días para después realizar una ceremonia religiosa y solamente podían tener acceso a él la alta jerarquía, sacerdotes y guerreros, con la finalidad de tener contacto con dimensiones superiores, aunque también era usado para predecir el futuro y nunca se mezclaba con bebidas alcohólicas. Lorena se desprende de sus compañeros y se acerca al joven que ha repartido hikuri75 “¿Por qué comes hikuri en la danza?”. El joven se llama Jaime Martínez, un integrante del círculo de danza del grupo Cuicayolotzin: “lo comemos porque empezamos a danzar casi a las dos de la mañana y el frío de otoño está canijo, venimos con atuendos muy ligeros sin nada que nos cubra, danzamos descalzos. Este descanso es de media hora y muchos que han venido de visita aprovechan para retirarse porque no aguantan la baja temperatura, somos los anfitriones, solo quedamos nosotros y tenemos que terminar la danza hasta las siete de la mañana” comenta. Lorena regresa con sus compañeros quienes han decidido retirarse porque el frío es cada vez más intenso. Desde épocas muy remotas, México fue y es un país misterioso y festivo se consideraba que la vida es un sueño y la muerte es el momento de despertar, de ahí la proliferación de chamanes que buscan alcanzar otra percepción ayudados por hongos y plantas de poder. De ese modo trataban de penetrar en el misterio de la vida y de la muerte para tener otra percepción de la realidad. José Luis Espíndola dirigente del grupo Totoltepetl nos expresó su opinión acerca de varios aspectos de la danza mexica, en cuanto a la conducta de algunos de los que toman parte de ella: “No estoy de acuerdo en que en la danza se tenga que tomar bebidas alcohólicas, fumar mariguana o ingerir alguna droga, es más, no concuerdo ni siquiera en que se consuman las llamadas plantas de poder, esto porque considero que se debe ser muy respetuoso con la danza para así poder rescatar la tradición. 75 Hikuri o venadito azul es otro nombre con el que se conoce a la planta de poder llamada peyote. 74 “La tradición debe de ser vivida lo más fiel sin ninguna mezcla con otras culturas, me ha tocado ver cómo algunas personas, que dicen pertenecer a la mexicanidad, invocan a Buda, Krishna o Jehová. Meten elementos de la Kabbalah, Budismo Zen o invocan a santos y a arcángeles, realizan posturas de yoga al iniciar la danza; quizá está bien una vez, pero no siempre, no estoy en contra de disciplinas ni de tradiciones de otras culturas, ni de enseñanzas que ayudan al desarrollo personal y espiritual, pero la tradición se está desenterrando, está resurgiendo y por tal motivo no debe llevar elementos que la confundan, ni la contaminen, hemos sido un país negado a conocer nuestras raíces.” Concluye. Danzantes que adoptan la danza como parte de su vida Existen experiencias alternativas para los círculos de danza que van desde excursiones a lugares sagrados para los antiguos de Anáhuac, así como la asistencia a temazcales, visitas a otros grupos de danza para celebrar festividades de aniversario o religiosas, también están las celebraciones del calendario mexica, fundación de Tenochtitlan, inicio del año solar azteca, equinoccios, solsticios, día de muertos, etc. Estas actividades cohesionan a los integrantes del círculo y los hacen tener un sentido de pertenencia ante la tradición mexica. Existen integrantes que son herederos de tradición esto quiere decir que sus padres, abuelos y bisabuelos y tal vez más atrás han sido danzantes, otros no pertenecen a los danzantes con herencia, pero coinciden en difundir la danza entre sus hijos familiares o personas que lo rodean. Hay danzantes que han adoptado en su vida diaria vestimenta, tradiciones, creencias, aprendizaje de lengua náhuatl y filosofía, organizan calpullis76, baños de temazcal, dan terapias de medicina tradicional o recurren a ella y así de esa manera retoman la cultura de los antepasados. A pesar del mestizaje que existe actualmente en México, los que han nacido en este país se consideran que tienen raíces mexicas. 76 Unidad social compleja, propia de la sociedad mexicana que se encarga de funciones diversas. 75 ¿Quiénes son los danzantes mexicas de hoy? Hombres y mujeres, de mediana edad, adultos mayores y jovencitos que están en sus veintes, ingenieros, estudiantes universitarios, indígenas que por falta de oportunidades tuvieron que salir de sus pueblos para conseguir mejor calidad de vida en la ciudad, empleados que dejaron sus trabajos para abrazar no solo la danza sino una forma de vida y de ganarse su sustento fuera del statu quo que usualmente nos dicta la sociedad, éste es el rostro variopinto que conforma la identidad de aquel que se acerca y se integra a un grupo de danza mexica. No obstante la mejor manera de conocer la sensibilidad y el rostro de los danzantes mexicas de hoy es acercándose a ellos y permitiéndoles compartirnos un poco de su historia de vida, aquí se transcriben los testimonios de cuatro de ellos. Vicencio Sánchez, indígena totonaca de Mectlán, Veracruz, a sus 28 años es casado y tiene dos hijos, vive desde hace dos años en México, tuvo que salir de su pueblo porque no había trabajo y decidió venir a la ciudad para encontrar algo qué hacer, hasta que pudo vender blusas típicas de su pueblo en la plaza mientras danza el grupo llamado Cemanahuac. “Vengo todos los sábados en la tarde a vender mientras danzan” comenta. “La danza es buena porque recordamos a los abuelos, en mi pueblo nos han enseñado que de las alturas, llegan cuatro fuerzas que son las que hacen trabajar (fecundar) la tierra, el agua, la luz y el calor y esta comunicación hace que tengan fuerza para dar sustento a todos los hombres.” Martha Huitrón cuya siembra de nombre es Miahuaxóchitl, tiene 42 años, su cabello es largo y siempre lo trae peinado en una cola de caballo trenzada, lleva diez años en la danza mexica, estudió hasta la secundaria y cursó un diplomado de medicina natural, constantemente toma cursos relacionados con la medicina tradicional mexicana, da consultas de medicina natural en su casa, hace limpias y corre temazcales, siempre está vestida con faldas largas y blusas autóctonas. 76 Miahuaxóchitl realiza todos los años un ritual que consiste en danzar cuatro noches seguidas a la luna llena en Teotihuacán, este trabajo lo lleva a cabo con una abuela de tradición, con un grupo de mujeres mexicanas y extranjeras. Ella piensa que la mexicanidad es una forma de vida armónica con la naturaleza: “la danza me da fuerza para enfrentar situaciones difíciles, sigo danzando porque ella me da una sensación de paz y alegría. Me divorcié de mi marido, con él tengo dos hijos de 24 y 26 años que no viven conmigo, porque cuando volví a tener otra pareja mi exmarido me los quitó y se los llevó a vivir con él; con mi segunda pareja, tengo dos hijos: un adolescente de 16 años y una niña de 14 que viven conmigo, de esta segunda pareja me volví a separar”. “He tenido dos experiencias muy fuertes cuando estaba danzando una fue en Teotihuacán y la otra en Acapulco, en las dos ocasiones hacía mucho calor, pero me entró un escalofrío en todo el cuerpo y sentí que algo le estaba pasando a mi cuerpo; no sabría explicarte qué fue, pero algo me sucedía, es como si el huehuetl hubieran penetrado en mí, fue una experiencia fuerte.”, termina. José Beltrán, ingeniero químico de profesión es compañero de danza del grupo Tlatatzinc y accedió a contarnos sobre su experiencia como danzante a lo largo de sus 13 años en el grupo: “estaba danzado cuando de repente me fui, de momento estaba en el Universo danzando, sentía mis pies flotando” añade desconcertado. José es divorciado y actualmente tiene novia que se ha integrado con él a la danza, “fue una experiencia muy hermosa”, concluye admirado. Macaria Sánchez es una mujer de 42 años, soltera, con siembra de nombre Xochimicliztli, es contadora pública y trabajaba en Telmex tiene siete años en la danza: “me salí de trabajar de ahí porque no me llenaba lo que hacía. Tenía ya diez años trabajando, hicieron recorte de personal y ahora iba a trabajar más tiempo por el mismo sueldo y decidí renunciar y dedicarme a estudiar la cosmovisión mexica y medicina tradicional. Ahora doy clases de inglés y clases de tonalámatl, me quiero dedicar a la tradición”, aclara. “Me gusta danzar con toda energía y cuando estoy concentrada siento 77 que no soy yo, después cuando se acaba la danza, me viene un dolor muy fuerte en el cuerpo, se me va pasando poco a poco”, termina. La danza mexica es muy profunda y abarca varios aspectos; físico, mental, emocional y espiritual, en la antigüedad los sacerdotes se encargaban de enseñarla trabajando las diferentes facetas de la personalidad, meditando e integrándose con la naturaleza en todos los sentidos, había una relación entre psique y la expresión por medio del movimiento, uso de temazcales, unificación con lo divino, ceremonias o ritos de iniciación era una enseñanza integral. Actualmente la danza no tiene aplicación terapéutica en una sociedad industrializada y cada vez más especializada que produce a individuos cada vez más fragmentados y alejados de su naturaleza, los danzantes en su generalidad se encuentran desintegrados por sus historias de vida, la mayoría de ellos no hacen trabajo personal ni reciben tratamiento terapéutico. La danza mexica como forma de sobrevivencia En la mexicanidad también hay grupos que ven la danza como una forma de sobrevivencia, muchos de ellos se hacen pasar por grupos culturales, cuando en realidad los integrantes de los mismos son personas que cursaron solo la secundaria, es el caso del círculo Ilustración 5. Danzantes que cobran su espectáculo. Ilustración 61. Copilli con plumas vistosas y atuendos de colores fuertes sirve para atraer a la gente. 78 llamado Defensores de Cuauhtémoc. A este grupo puede encontrársele a un lado de la Catedral frente al Monte de Piedad en la parada del turibus, enseguida se expone la forma como ellos trabajan. “Buenas tardes señores y señoras, quienes deseen pasar a hacerse una limpia energética, acérquese” lo dice con voz convincente Cuautli un joven de 23 años integrante del grupo, porta un copilli muy llamativo con plumas de faisán y guacamaya, luce un maxtli de tela sintética que da la impresión de ser piel de jaguar, danza descalzo; rostro y cuerpo pintado de color negro. Nos acercamos a platicar con él alabando su atuendo, él contesta: “copilli con plumas vistosas y atuendos de colores fuertes sirve para atraer a la gente”. Este grupo tiene permiso del gobierno de la Ciudad de México para presentarse como espectáculo cultural, se ubican diariamente en el mismo lugar, su horario es de diez de la mañana a seis de la tarde, “pedimos una colaboración al público en el momento que estamos danzando, también hacemos limpias77 si las personas nos lo piden, el dinero lo utilizamos para ‘crear nuestras escuelas’, nuestra meta es difundir la danza y la tradición mexica, cuando acabamos cada danza juntamos a la gente y le explicamos la necesidad de recuperar nuestro pasado azteca”. Mientras los doce integrantes del grupo compuesto por mujeres y hombres de entre veinte a cuarenta años comienzan a colocarse sus copilli en la cabeza, un hombre empieza a tocar la danza llamada Antigua, todos inician su movimiento y entre ellos aparece una pequeñita de cuatro años, vestida totalmente de blanco camina entre ellos y entre los ramos de albahaca que han sido utilizados para las limpias. Una mujer que porta un maxtli de color negro con figuras blancas, se desprende del círculo, recoge dos cestos que se encontraban en el centro de la ofrenda, ella se queda con uno, toma a la niña de la mano y en la otra le coloca el segundo cesto; empiezan a caminar entre los espectadores pidiendo la colaboración. 77 Limpias que tienen la tarifa de diez pesos. 79 El grupo Tlatlatzinc tiene permiso para ocupar ese mismo espacio, de las seis a las ocho de la noche, Lorena, quien llegó desde temprana hora, presta atención y ve cómo el grupo que se despide se reúne en una jardinera para cambiarse, mientras tres de ellos empiezan a contar sus ganancias. Mariana (sahumadora de Tlatlatzinc) empieza a limpiar el espacio con su popochcomitl: “¿hace limpias?” le pregunta la gente que quedó todavía en los alrededores, ella contesta molesta: “Nosotros no hacemos limpias.” A esa misma hora, en la esquina frente a la Plaza de la Constitución hay otro grupo llamado Tenochtitlan conformado por 29 miembros, quienes ven a la danza mexica como un espectáculo “por eso se cobra” comentan. Todos ellos portan copilli con plumas y atuendos vistosos, igual que el grupo anterior, la diferencia es que ellos no hacen limpias, venden su artesanía. Uno de ellos toca el caracol hacia los cuatro rumbos, su objetivo es llamar a la gente, explican al público que danzan para que los mexicanos tengan conocimiento de sus raíces y no se olviden que los aztecas fueron grandes guerreros. Una mujer con un copilli de plumas de faisán y atuendo verde brillante pasa con un cesto en la mano a recolectar la aportación de los espectadores que se han detenido a escuchar la explicación como para verlos danzar, estas aportaciones serán repartidas entre todos al finalizar la jornada. Quienes forman parte de este grupo en su mayoría son gente joven de alrededor 25 a 40 años. Su trabajo es danzar, se instalan diariamente en el mismo lugar de diez de la mañana a seis de la tarde, los fines de semana inician más temprano “porque hay más turistas nacionales y extranjeros, así como visitantes a la Catedral”, es notorio que esos días hay más danzantes y artesanos y que sus atuendos son más vistosos que entre semana, todo esto tiene un objetivo: atraer más gente. Estos danzantes han visto esta actividad como una forma de sobrevivencia, obtienen donaciones de los espectadores nacionales y extranjeros, a esta recolección del 80 dinero se le denomina chimaleo78, esta actividad es vista por los guerreros danzantes como una falta de respeto a la tradición. Algunos grupos de danzantes tienen como principio decir no al lucro a través de la danza pues consideran que “al obtener un intercambio monetario con la danza no se reproduce legítimamente la mexicanidad, esa danza es menos válida”, los danzantes guerreros señalan que no se debe vivir de la danza. Hay grupos de danza que se preparan, estudian e invitan a danzar a los espectadores para así fomentar la tradición y hay otros que sobreviven de las aportaciones del público y del turismo, justifican el cobro de su espectáculo argumentando que es para sostener “sus escuelas”, mientras que otros se mantienen abiertamente que el dinero recaudado por el chimaleo y venta de artesanía, esto les permite sobrevivir y seguir danzando. Finalmente, en el fondo todos tienen las mismas intenciones: rescatar y fomentar la tradición. 78 Se llama chimaleo porque anteriormente los danzantes tenían un escudo con el cual recolectaban las aportaciones, el escudo en lengua Náhuatl es llamado chimal, por eso se denominó chimaleo. El uso del chimal por parte de los danzantes fue censurado por la mexicanidad, por lo que ahora lo han cambiado por el uso del cesto de palma. 81 Conclusiones Actualmente la mexicanidad está compuesta por dos corrientes: los radicales que se niegan a adaptarse a los cambios negándose a comprender que han pasado 500 años y la nueva mexicanidad que trata de adaptar el conocimiento a las necesidades del ahora, sea como sea las dos corrientes tienen un fin en común: desenterrar nuestras raíces e identidad. Los herederos de tradición tienen sus reservas para trasmitir el legado que les dejaron sus antepasados. Mientras que algunos de los pocos buenos maestros de danza que hay, no comparten fácilmente su conocimiento, esto es correcto y está bien porque la responsabilidad del danzante es también investigar, estudiar, informarse. Sin embargo, por otro lado, existen grupos de danza que dan por cierto todo aquello que su maestro les enseña, sin cuestionarse ni documentarse. Vemos que estos colectivos o círculos de danza están constituidos por una diversidad de personas, por lo que de acuerdo con mi experiencia he realizado una clasificación de cuatro categorías de danzantes:  Primera categoría. Integrada por los guerreros danzantes que recibieron conocimiento a través de la tradición oral, son herederos de tradición.  Segunda categoría. Danzantes que combinan la investigación documental con la experiencia vivencial, se ayudan de otras culturas madre para entender la suya.  Tercera categoría. Danzantes que ven a la danza como un lugar de socialización y esparcimiento en donde comparten alguna adicción; otros la miran como un lugar donde encontrar pareja y evadir sus problemas.  Cuarta categoría. Personas con baja autoestima, poca escolaridad que ven en la danza una forma de sobrevivencia económica. 82 Desde mi percepción en la tercera categoría se encuentran personas con fuertes cargas emocionales no resueltas y que carecen de información acerca de cómo la danza influye en su cuerpo, mente y emociones, removiendo algunas veces sus heridas emocionales creando malestar; al no resolverlas, crean conflicto en el grupo, espejeándose y confrontándose con sus compañeros, hasta llegar a palabras negativas, por lo tanto, crean tensión, no obstante los grupos de danza no son homogéneos, en todos y cada uno de ellos estas categorías están mezcladas. Al danzar los participantes, no importa la clasificación a la que pertenezcan, movilizan profundamente lo físico, lo emocional, lo mental, lo psíquico, pero desgraciadamente no son atendidos de manera profesional —o ellos no buscan ser atendidos— por lo que no resuelven sus conflictos, ni sus heridas emocionales, traumas, pérdidas, ni sus partes desintegradas, razón por la cual durante la danza afloran varios síntomas como sensaciones raras en el cuerpo así como dolores en el mismo, en el plano emocional y mental se manifiestan señales que no se pueden explicar y menos resolver lo que produce malestar, contrariedades, controversias así como conflictos personales entre ellos. Algunos pueden escapar de esa realidad a través de ingerir bebidas alcohólicas, fumar marihuana, comer peyote. La danza mexica carece actualmente de un enfoque en el que se trabaje la personalidad del individuo y sus trastornos. Independientemente de todo lo anterior, las ceremonias realizadas en las danzas nos conectan cada vez más con nuestras raíces, y es extraordinario ver a diferentes círculos de danza ejecutar sus movimientos rítmicos todos los días a todas horas alrededor del Templo Mayor como un enlace con nuestro pasado, despertando en nosotros la memoria celular de un México de guerreros. Actualmente hay jóvenes interesados en la danza mexica, muchos de ellos con gran destreza y habilidad en sus movimientos, los más comprometidos se introducen en las ceremonias y rituales de los antiguos de Anáhuac, llegando a conectarse con plantas de poder como los hongos y peyote, algunos de ellos han encontrado personas con alto 83 grado de conocimiento acerca de cómo vincularse con las plantas, despertando en ellos una percepción diferente de la vida y de sus relaciones interpersonales, buscando un camino que no encuentran en la sociedad actual. Hay otros que ingieren estas plantas de poder sin supervisión alguna causándoles experiencias muy desagradables o bien guiados por personas que se autodenominan “chamanes o maestros espirituales” y que no cuentan con la preparación que se requiere para liderar ceremonias de toma de estas plantas y ponen en riesgo la salud física, mental, espiritual y energética de aquellos que están confinando ciegamente en ellos. Asimismo, cabe destacar que muchos de los que ingieren plantas de poder y se dan cuenta que en su vida existen carencias en lo emocional o en lo psicológico, muchas veces no salen adelante y se quedan atorados porque después de las experiencias que viven en estas ceremonias, no buscan o acuden con los profesionales adecuados (psicólogos, terapeutas, tanatólogos, etcétera) que pueden servirles de ayuda para pasar estas etapas de vida, o simplemente optan por quedarse con sus molestias, maquillarlas, adormecerlas y nunca sanarlas, pues este proceso implica tomar acciones reales que los saquen de la zona de confort en la que siempre han vivido. Puedo decir que en el trascurso de mi camino en la mexicanidad me he encontrado con experiencias espirituales muy diferentes a las que había vivido anteriormente, porque México es un país muy especial, con una tierra muy dulce como la miel, pero a la vez, muy ácida como el limón. Hoy, luego de tres siglos de dominación española, y dos centurias más tratando de edificarnos como una nación independiente, conservamos vivas multitud de ceremonias, celebraciones, festividades que tienen un tinte místico y mágico, que pocas veces se encuentra en el mundo. En lo personal concluyo que en el intervalo de este trabajo fui disipando mi ignorancia, cambiando mi percepción, sufriendo diferentes cambios y trasformaciones, de mi original necesidad, nació el deseo e interés por conocer más acerca de la cultura mexica, lo que me llevó a encontrar mis raíces y mi identidad como mexicana por lo que reconozco la gran labor que realiza el maestro Xolotl y muchos otros maestros comprometidos en trasmitir su preciado conocimiento. 84 Ahora he llevado este conocimiento a la práctica de la danza, aumentando mi concentración y entendiendo en el número de veces que se repite un movimiento hacia la derecha o izquierda o de adentro hacia afuera, arriba abajo, vivenciando una danza matemática cósmica, realizando el simbolismo de las formas que ejecuto con mis manos, siendo más consiente de los sonidos del huehuetl. Sonido que influye en mi memoria celular, activando la resonancia morfogenética que menciona el escritor bioquímico y biólogo británico Rupert Sheldrake, en la que postula que cada especie tiene su campo de memoria que actúa a través del tiempo y del espacio, esta memoria se empieza a despertar en el actual México Tenochtitlán y se observa que actualmente en este sitio hay diferentes grupos de danza en la mañana, en la tarde y en la noche. Vemos que estos grupos están conformados por personas de diferentes edades, pero en su mayoría jóvenes. Estas danzas tienen el propósito de conectarse con otras líneas de tiempo, despertando en mí mis raíces, dándome una acrecentada identidad en esos momentos y un orgullo de ser mexicana. Para mí la danza azteca es una oración en movimiento que me entrega maravillosas experiencias me lleva al entendimiento de la riqueza de la danza mexica y todo el ritual que contiene. Esta experiencia personal, me permite afirmar y reconocer el valor de la sabiduría ancestral depositada en las palabras resguardadas por varios siglos por el Consejo Supremo del Anáhuac, pues sabían que una vez que comenzara el movimiento del resurgir de nuestra identidad como descendientes de esos hombres y mujeres que defendieron con su vida su ciudad cuando fue invadida, este movimiento no pararía hasta rescatar todos y cada uno de los aspectos que integran nuestra identidad, comenzando por los individuos hasta llegar hasta lo más íntimo de los grupos sociales que conforman este país. Puedo observar que México es una tierra de danzantes. No me puedo imaginar lo que experimentaban los antiguos con sus movimientos dancísticos, permitiéndoles entrar a estados alterados de conciencia unificándose con todo y con todos y quizá hasta trasportarse a otros planos de la realidad y tal vez, por qué no, a diferentes lugares del 85 universo, como lo expone Jean Piere Garnier científico francés en su teoría del “desdoblamiento de tiempo”, conocimiento que tal vez las antiguas tradiciones de Anáhuac ya contemplaban. México es un país maravilloso. Busqué en la disciplina del yoga, que practico desde hace 31 años, en la meditación y en otros muchos estudios una experiencia espiritual profunda y llego a la conclusión de que nací y estoy parada en una asombrosa tierra que me ha dado lo que tanto busqué: experiencias espirituales nunca antes vividas, la mexicanidad con la danza con sus ritos y rituales, danza de luna, danza del sol, las velaciones, el temazcal, círculos de cantos, las peregrinaciones al desierto de Wirikuta, las plantas de poder, el trabajo interior y el trabajo de autoconocimiento, todo ello conjugado despertaron en mí la fuerza de voluntad para realizar este reportaje que representa mi titulación, concluir un ciclo que permaneció abierto por varias décadas y ahora se cierra. 86 Fuentes Bibliografía Arreola Gutiérrez, David, Tiempos en la montaña prehispánica, ENAH, México, 2009. Buenrostro, Claudia. Amaranto, Grijalvo, México, 1977. 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