UNAM 3 > } ~ 8 5 ' UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉxICO PROGRAMA DE MAESTRíA y DOCTORADO EN PSICOLOGíA COMUNICACIÓN SEXUAL ASERTIVA Y USO CONSISTENTE DEL, CaNDaN: PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO PARA PREVENIR LA TRANSMISIÓN DEL VIH/SIDA T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTORA EN PSICOLOGíA P R E S E N T A: MTRÁ. SILVIA SUSANA ROBLES MONTIJO DIRECTORA DE TESIS: COMITÉ DE TESIS: MÉXICO, D.F. DRA. MARíA DEL Rocío HERNÁNDEZ POZO .DR. ROLANDO DíAZ LOVING DR. IGNACIO MÉNDEZ RAMíREZ DR. JUAN JOSÉ SÁNCHEZSOSA DRA. SOFíA RIVERA ARAGÓN DRA. LILlA BERTHA ALFARO MARTíNEZ DRA. GABINA VILLAGRÁN VÁZQUEZ 2005 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A la memoria de Luis Antonio Pineda Flores A mis adoradas hijas Lucía y Cecilia, el motor de mi vida A mis padres y hermanos, siempre unidos ahí vamos Agradecimientos A la Universidad Nacional Autónoma de México, y en especial a la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, por ser los escenarios imprescindibles de mi formación académica. Al Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la UNAM, por el financiamiento otorgado para la realización de esta investigación. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, por brindarme apoyo económico como becaria. A la doctora Rocío Hernández Pozo, por alentarme siempre en este camino de la investigación, por su invaluable apoyo y confianza en cada idea expuesta en este trabajo y por ofrecerme esa inigualable sonrisa. A los miembros de mi Comité Tutoral , doctor Rolando Díaz-Loving, doctor Ignacio Méndez, doctor Juan José Sánchez Sosa, doctora Sofía Rivera, doctora Lilia Alfaro y doctora Gabina Villagrán, mi más sincero agradecimiento por sus valiosas sugerencias y por enseñarme a caminar en el apasionante mundo de la investigación. A mis compañeros del grupo de Investigación en Psicología y Salud Sexual de la UIICSE, quienes hicieron posible el desarrollo de esta investigación. Diana, Beatriz, Martha, Rodolfo, Mayuya y Eugenio, mil gracias por su apoyo incondicional, por las discusiones enriquecedoras y por su amistad que tanto aprecio. A mis queridos alumnos de siempre, David Enríquez, Ricardo Sánchez, Aledia Cabrera, Guadalupe Olvera, Norma Avilés, Liliana Alatorre, con quienes he compartido el largo camino de esta investigación. A los estudiantes de la FES Iztacala que con su valiosa y entusiasta participación contribuyeron con el desarrollo de esta investigación. A mis amigas del alma: Yolanda, Tencha, Dianita , Pilar, María Luisita, Olivia , Lupita , Paty y la Chip, por hacerme agradable la vida. A Nacho, Sergio, Rodolfo, Memo y Salvador, gracias por esas apasionadas discusiones sobre la ciencia y por el cariño y apoyo que me ofrecen siempre. Luiszito, gracias por aguantar mis histerias y alegrarme los días haciéndome reír. CONTENIDO PAG. RESUMEN I ASSTRACT 11 INTRODUCCiÓN 111 PARTE 1. MARCO TEÓRICO CAPíTULO 1. El CONDÓN MASCULINO: SU EFICACIA Y SU USO CORRECTO .... .. .. .. .. .. . 1 CAPíTULO 2. VARIABLES PSICOlÓGICAS RELACIONADAS CON El USO DE CONDÓN.... 12 2.1 MODELOS PSICOlÓGICOS QUE PREDICEN El USO DE CONDÓN.. 11 2.1.1 MODELO DE CREENCIAS DE SAlUD 13 2.1.2 TEORíA DE lA ACCiÓN RAZONADA 14 2.1.3 TEORíA DE LA CONDUCTA PLANEADA 16 2.1.4 MODELO DE AUTOEFICACIA 16 2.2 INVESTIGACiÓN EMPíRICA GENERADA POR lOS MODELOS 18 2.3 MODELO DE PREVENCiÓN DEL VIH/SIDA 25 2.3.1 PROPUESTA PARA SU EVALUACiÓN EMPIRICA 28 CAPiTULO 3. MEDIDAS DEL USO DE CONDÓN: PROBLEMAS y ALTERNATIVAS 31 3.1 RELACiÓN ENTRE El AUTOREPORTE DEL USO DE CONDÓN Y LA INCIDENCIA DE VIH/ITS 32 3.2 INDICADORES QUE MIDEN LA CONDUCTA DE USO DE CONDÓN 34 CAPíTULO 4. COMUNICACiÓN SEXUAL ASERTIVA Y PREVENCiÓN DEL VIH/sIDA .45 4.1 COMUNICACiÓN SEXUAL ASERTiVA .46 4.2 ESTUDIOS DE EVAlUACIÓN .48 4.3 ESTUDIOS DE INTERVENCiÓN 52 4.4 ENTRENAMIENTO EN lA HABILIDAD PARA NEGOCIAR EL USO DE CONDÓN: UNA PROPUESTA BASADA EN EL MODELO DE BAYÉS 60 PARTE 11. INVESTIGACIÓN EMPíRICA CAPíTULO 5. EVALUACiÓN EMPIRICA DEL MODELO DE PREVENCiÓN DEL VIH/SIDA EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS 68 OBJETIVO GENERAL 68 OBJETIVOS ESPECIFICOS 68 MÉTODO 70 DEFIN ICiÓN DE LA POBLACiÓN UNiVERSO 70 PROCEDIMIENTO DE SELECCiÓN DE LA MUESTRA 70 PARTICIPANTES 71 ESCENARIO 71 TIPO DE ESTUDIO 71 VARIABLES 72 INSTRUMENTOS DE EVALUACiÓN 74 MEDIDAS DE LAS VARIABLES 76 PROCEDIMIENTO 78 ANÁLISIS DE DATOS 80 RESULTADOS 81 ANÁLISIS DESCRIPTIVO Y COMPARATIVO 81 FACTORES DE LA FASE DEL PRESENTE DEL MODELO 89 FACTORES DE LA FASE DEL PASADO DEL MODELO 99 PREDICTORES DEL USO DE CONDÓN .......... ..... ....... ....... ... ... 108 RESUMEN DE RESULTADOS 120 DiSCUSiÓN......... ........ ........ ....... ... ... ............... ... ... ....... ......... ....... 122 CONDUCTA SEXUAL PREVENTIVA 123 FACTORES DEL MODELO QUE SE RELACIONAN CON EL USO DE CONDÓN 129 VARIABLES PREDICTORAS DEL USODE CONDÓN 141 CONCLUSIONES 151 CAPiTULO 6. ENTRENAMIENTO CONDUCTUAL EN HABILIDADES DE COMUNICACiÓN SEXUAL ASERTIVA Y USO CORRECTO DEL CONDÓN 154 OBJETIVO GENERAL 154 OBJETIVOS ESPECíFiCOS 154 HIPÓTESIS ' " 157 MÉTODO 158 PARTICIPANTES 158 ESCENARIO 159 MATERIALES 159 EQUIPO 160 DISEÑO EXPERIMENTAL 160 VARIABLES 160 INSTRUMENTOS y MEDIDAS 163 PROCEDIMIENTO 165 ANÁLISIS DE DATOS 169 RESULTADOS 170 CONDUCTA SEXUAL PREVENTIVA 171 PRÁCTICAS SEXUALES 175 TIPo DE PAREJA SEXUAL 175 CONOCIMIENTOS ACERCA DEL VIH/SIDA. 178 AUTOEFICACIA PERCIBIDA PARA PREVENIR EL SI DA 180 HABILIDADES DE COMUNICACiÓN SEXUAL ASERTIVA Y USO CORRECTO DEL CONDÓN 184 RELACiÓN ENTRE VARIABLES 185 DISCUSiÓN oo. oo •• oo oo oo 187 CONCLUSiONES 197 CAPiTULO 7. DISCUSiÓN GENERAL Y CONCLUSiONES : 199 REFERENCiAS 205 ANEXOS Susana Robles Montijo Resumen La investigación psicológica sobre la prevención del VIH/SIDA ha dirigido su atención hacia el uso del condón como la conducta clave que debe estudiarse, buscando determinar las variables que están asociadas con este comportamiento preventivo. El Modelo de Creencias de Salud, la Teoría de la Acción Razonada, la Teoría de la Conducta Planeada y el Modelo de Autoefícacia, son modelos que proponen lograr cambios conductuales incidiendo en las creencias, actitudes, conocimientos, intenciones y autoefícacia, por tanto, las variables de interés que resultan ser los mejores predictores del uso del condón son de naturaleza cognoscitiva o motivacional. Bajo una perspectiva conductual, en este trabajo se evalúa, por un lado, el papel que juegan variables conductuales y cognitivas en la determinación del comportamiento sexual preventivo, y por el otro, su viabilidad como modelo de intervención para desarrollar comportamientos preventivos. Para lograr tales propósitos se diseñaron dos estudios, uno transversal y otro de intervención. Estudio 1. Se trabajó con una muestra aleatoria de 1168 estudiantes universitarios, 691 con experiencia sexual. Las variables evaluadas fueron: autoefícacia percibida para prevenir el SIDA, conocimientos sobre el VIH/SIDA, actitudes hacia el uso del condón, edad del debut sexual, número de compañeros sexuales en toda la vida, tipo de pareja con la que tienen relaciones sexuales, tipo de práctica sexual que se realiza y frecuencia de los encuentros sexuales. Se tomaron distintas medidas de la conducta de uso de condón a través de un cuestionario de autoreporte. Los resultados muestran que el comportamiento sexual preventivo se correlaciona con variables cognitivas y conductuales dependiendo del tipo de medida utilizada sobre el uso del condón. Un análisis de regresión múltiple con el método de Stepwise mostró que los predictores de la frecuencia del uso del condón fueron tener mayor número de parejas sexuales en los últimos tres meses, mayor diversidad de prácticas sexuales realizadas y mayor autoeficacia percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo; para el uso consistente del condón los predictores fueron mayor autoefícacia percibida para usar y comprar condones, menor frecuencia de las relaciones sexuales y una actitud favorable hacia el condón. Estudio 2. En una muestra de 70 estudiantes universitarios sexualmente activos elegidos y asignados aleatoriamente a un grupo experimental y uno control, se evaluaron los efectos de un programa de intervención conductual en habilidades de comunicación sexual asertiva y uso correcto del condón sobre el uso consistente del condón. El programa incluyó 4 elementos que se diseñaron con base en un modelo interconductual: información sobre ellTSNIH/SIDA y embarazos no deseados, roles de género en la cultura mexicana, entrenamiento en el uso correcto del condón a través del modelamiento y práctica conductual de 15 pasos definidos y entrenamiento en habilidades para conversar sobre temas de sexualidad y para negociar el uso del condón utilizando el Aprendizaje Estructurado como estrategia de cambio conductual. Conocimientos, actitudes, autoeficacia y uso del condón fueron evaluados a través de instrumentos de autoreporte; las habilidades de comunicación sexual asertiva y de uso correcto del condón a través de la observación directa. Los resultados muestran un incremento en la consistencia del uso de condón después de la intervención y en las habilidades conductuales entrenadas, pero ninguna de las medidas de observación directa se correlacionó con las medidas indirectas del uso de condón. La habilidad para conversar sobre temas de sexualidad no se relacionó con la de negociar el uso del condón y con su uso correcto; esta última sólo se correlacionó con la habilidad para negociarlo. Se concluye que el autoreporte del uso del condón no necesariamente significa que se tenga la habilidad para usarlo correctamente y negociarlo con la pareja y que saber usar correctamente el condón promueve la habilidad para negociarlo. Se analizan las implicaciones de estos hallazgos en el contexto de los programas de prevención del VIH/SIDA y de embarazos no deseados dirigidos hacia los jóvenes. Susana Robles Montijo Abstract HIV/AIDS psychological prevention research has directed its attention toward the condom use as a key behavior that it should be studied, looking for to determine the related variables to this preventive behavior. Some models intend to achieve behavioral changes impacting in the beliefs, attitudes, knowledge, intentions and autoeficacia, therefore, the variables of interest that turn out to be the best predictores in the condom use are of cognitive or motivational nature. Under a behavioral model, behavioral and cognitive variables are evaluated as determinants of preventive sexual behavior, and their viability like I model of intervention to develop preventive behaviors. Two studies were designed, one cross-sectional and another of intervention. Study 1. A random sample of 1168 university students, 691 with sexual experience, participated. Self-efficacy, knowledge on the VIH/SIDA, attitudes toward condom use, age of the first sexual intercourse, sexual partners' number in a lifetime, sexual partner type, four sexual practices and frequency of sexual encounters were evaluated. We took different measures of condom use behavior through a self-questionnaire. The results show that the preventive sexual behavior is correlated with cognitive ano behavioral variables depending on the measure type used on condom use. A multiple regression analysis with the Stepwise method showed that frequency condom use predictors were to have bigger number of even sexual in the last three months, bigger diversity of practical sexual carried out and bigger perceived self-efficacy to use a condom; consistent condom use predictors were bigger perceived self-efficacy to use and to buy condoms, smaller frequency of the sexual relationships and a favorable attitude toward the condom. Study 2. This study assessed the effects of sexual communication and condom use skills training on 50 sexually active college students' consistent condom use. In vivo sexual communication and condom use skills post intervention assessments showed that intervention group participants acquired the skills trained and were significantly better than control group participant in openly talking about sex, negotiating condom use and correctly using it. The condom use indirect measures showed an increment on intervention group in condom use in the last sexual intercourse and consistent condom use, however, there was no statistical significance between groups in condom use for general sexual relationship, the last sexual intercourse they recalled, and consistent condom use. None of the three trained target behavioral skills were correlated with any of the self-report condom use measures. Based on these findings this paper questions the validity of indirect measures of condom use and highlights the need to include behavioural measures and training of correct condom use and its relation to condom negotiation skills as part of any intervention program related to HIV/AIDS prevention. ii Susana Robles Montijo Introducción Introducción El trabajo de investigación que constituye esta tesis doctoral parte de la necesidad de realizar estudios de intervención orientados hacia la promoción de la salud sexual de los adolescentes y jóvenes," considerando como eje central el entrenamiento en habilidades conductuales para lograr cambios efectivos en su comportamiento sexual de riesgo, contribuyendo, de alguna manera, con un cambio en los niveles de incidencia de los principales problemas de salud sexual que afectan a los individuos en estas etapas de su desarrollo personal. Los problemas de salud sexual pueden entenderse como todos aquellos trastornos físicos y psicológicos que se desarrollan a partir de que dos personas realizan prácticas sexuales en las que es posible que ocurra un intercambio de fluidos o secreciones de los órganos genitales. Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) -incluyendo el VIH/SIDA-, embarazos no planeados y, en muchos casos como consecuencia de estos últimos, el aborto, son ejemplos de estos problemas de salud sexual que ocurren de manera importante en los jóvenes y han sido motivo de preocupación en el campo de la salud pública, tanto en México como en otros países. La población mundial de adolescentes y jóvenes es de 1 700 millones, de los cuales el 85% viven en países en desarrollo, en México este grupo etáreo asciende a los 30 millones (Santos, Villa, García et al., 2003). El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE, 2004) presenta algunos datos interesantes en relación con la actividad sexual de los adolescentes que pueden resumirse de la siguiente manera: en el mundo diariamente ocurren más de 100 millones de relaciones sexuales, de éstas, un millón terminan en un embarazo no deseado y cerca de un millón con alguna ITS; diariamente ocurren. en el mundo 910 mil partos , de los cuales al menos el 25% son no deseados; en todo el mundo 1 De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la edad de los adolescentes está entre los 10 Y 19 años , y la de los jóvenes entre los 20 y 24 años. En México, la SSA establece dos subgrupos de adolescentes: Grupo 1: de 10 a 14 años (adolescencia temprana) y Grupo 2: de 15 a 19 años (adolescencia tardía) . iii Susana Robles Montijo Introducción fallecen alrededor de 585 mil mujeres por causas relacionadas con el embarazo y el parto, de ellas 200 mil mueren en abortos clandestinos; 32 de cada 100 mujeres contrae matrimonio a los 18 años y, a esa misma edad, el 20% queda embarazada por primera vez; con frecuencia el embarazo en adolescentes concluye en partos prematuros y alumbramientos de bebés de bajo peso, lo que deriva en elevados índices de mortalidad infantil. En los Estados Unidos de Norteamérica, Kaplan, Feinstein, Fisher et al. (2001) señalan que cada año 3 millones de adolescentes adquieren una ITS, representando el 25% del total de casos reportados anualmente; aproximadamente 900 mil adolescentes llegan a embarazarse cada año, dos terceras partes ocurren en mujeres de 18 y 19 años de edad y un tercio son menores de 18 años; de todos estos casos el 35% terminan en abortos. En México se estima que durante el año 2000 ocurrieron cerca de 366 mil nacimientos en madres menores de 19 años y más de 25 000 embarazos terminaron en abortos (Santos et al., 2003), en relación con las ITS, la OMS estimó que en México ocurren anualmente siete millones de casos nuevos: tricomonas (3.39 millones de infecciones), clamidia (1.92 millones), gonorrea (1.36 millones) y sífilis (0.24 millones) (Santos et al., 2003). Las estadísticas relativas a la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) también son preocupantes. El Programa Conjunto de las Naciones Unidas para la lucha contra el SIDA (ONUSIDA, 2004) informa que en el mundo existen 42 millones de personas viviendo con el VIH/SIDA, aproximadamente se infectan 16 mil personas diariamente (la mayoría por vía heterosexual) , el 40% son mujeres, el 50% de las nuevas infecciones ocurre entre los adolescentes y jóvenes y, en el año 2003, causó la muerte de más de 3 millones de personas. En México este problema de salud ha afectado de manera importante a los jóvenes , ocupando en 1998 el cuarto lugar dentro de las primeras 10 causas de muerte en varones de 25 a 34 años de edad y el séptimo lugar en mujeres de este mismo rango de edad (CENSIDA, 2003b). Para noviembre de 2004, el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA (CENSIDA) reporta un total de 90 043 casos acumulados, con una proporción mayor en hombres (83.8%) que en iv Susana Robles Mont ijo Introducción mujeres (16.2%), con el 91.4% de los casos infectados por vía sexual y el 97.5% en personas mayores de 15 años (CENSIDA, 2005). Este panorama epidemiológico sobre los embarazos, abortos e Infecciones de Transmisión Sexual, incluyendo el VIH/SIDA, posiblemente se relaciona con las tendencias crecientes en la actividad sexual que se han reportado en los jóvenes de México y de otros países. La edad de la primera relación sexual ha estado entre los 14.2 y los 17.6 años en adolescentes de la ciudad de Guadalajara, Jalisco (Caballero y Villaseñor, 2001), entre los 15 y 16 años en estudiantes de bachillerato de la Ciudad de México (Sánchez-Sosa y Hernández, 1995) y entre los 16 y 18 años en estudiantes universitarios (Robles, 1999), la media fue de 15.7 años en una muestra representativa nacional de adolescentes y jóvenes mexicanos entre los 12 y 19 años de edad (Gayet, Juárez, Pedrosa y Magis, 2003). Para mostrar las tendencias reportadas en el porcentaje de hombres y mujeres mexicanos que han tenido relaciones sexuales, elaboramos un cuadro que resume la información proporcionada por Gayet et al. (2003), quienes consultaron las siguientes encuestas: Encuesta sobre Sexualidad y Familia en Jóvenes de Educación Media Superior (1988), Encuesta sobre Comportamiento Sexual y Reproductivo de los Adolescentes y Jóvenes del Área Metropolitana de la Ciudad de México (1988), Encuesta sobre Comportamiento Sexual en la Ciudad de México (1994), Encuesta para el Programa Gente Joven de MEXFAM (1999), Encuesta Nacional de Juventud (ENSA 2000) y Encuesta de Jóvenes Universitarios de la UAEM (2001). Aun cuando los rangos de edad de los jóvenes fluctúan entre estas encuestas, los datos muestran una mayor proporción de hombres sexualmente activos que de mujeres y la diferencia entre ambos se ha reducido a través de los años (véase Cuadro No. 1). Por ejemplo, en 1988 la Encuesta sobre Comportamiento Sexual y Reproductivo de los Adolescentes y Jóvenes del Área Metropolitana de la Ciudad de México muestra una diferencia entre hombres y mujeres sexualmente activos del 13% y 12 años después la diferencia es del 1.1% en la Encuesta Nacional de Salud. Tendencias semejantes v Susana Robles Montijo Introducción en la actividad sexual dehombres y mujeres de áreas metropolitanas de los Estados Unidos son reportadas por Kaplan et al. (2001) Y se sigue observando una mayor actividad sexual en hombres que en mujeres (véase Cuadro No. 2). Cuadro No. 1 Porcentaje de hombres y mujeres adolescentes y jóvenes con actividad sexual de acuerdo con información arrojada por distintas t li d blaci . 2encues as rea Iza as en po ion mexicana. Año Hombres Mujeres Rangos de Encuesta/estudio edad 1985 44.0 13.0 15-19 Young adult reproductive health survey in Latin America 1988 38.3 5.4 14- ? Encuesta sobre Sexualidad y Familia en Jóvenes de Educación Media Superior 1988 33.3 20.3 15-19 Encuesta sobre Comportamiento Sexual y Reproductivo de los Adolescentes y Jóvenes del Área Metropolitana de la Ciudad de México 1 1994 40.5 ? 15-19 Encuesta sobre Comportamiento Sexual en la Ciudad de México 1999 22.3 10.3 13-19 Encuesta para el Programa Gente Joven de MEXFAM 2000 60.0 51.0 15-29 Encuesta Nacional de Juventud 2001 69.9 45.8 16-26 Encuesta de Jóvenes Univers itarios de la UAEM 2000 16.8 15.7 12-19 Encuesta Nacional de Salud (ENSA 2000) n=7769 n=8251 N=16 285 entrevistados y anos e e a con ac IVI a sexua Sexo 1988 1991 1995 1997 1999 Hombres 76% 57% 55% 49% Mujeres 53% 50% 52% 48% Cuadro No. 2 Porcentaje de hombres y mujeres norteamericanos entre los 15 19 - d d d f 'd d 1 3 Ante esta problemática de salud sexual entre los adolescentes y los jóvenes reflejada en los altos índices de embarazos no deseados, de VIH/SIDA y otras ITS que son preocupantes en esta población (Santos et al., 2003) , resulta importante analizar las formas particulares en que estos problemas pueden prevenirse, ya que de ello deriva el desarrollo de estrategias de intervención dirigidas 2 Información retomada de Gayet, Juárez , Pedrosa y Magis (2003). 3 Información retomada de Kaplan , Feinstein , Fisher el al. (2001). vi Susana Robles Montijo Introducción específicamente a poblaciones de adolescentes y jóvenes mexicanos. Existen al menos tres formas de hacerlo: 1) la abstinencia sexual, 2) sexo seguro (relaciones sexuales que no implican un intercambio de fluidos -por ejemplo, caricias en genitales, masturbación en compañía) y 3) el uso de algún método anticonceptivo o de algún método de barrera como los condones masculino y femenino. Los métodos anticonceptivos son útiles únicamente para prevenir embarazos, mientras que los métodos de barreras previenen tanto embarazos como las ITS, incluyendo el VIH/SIDA. Kaplan et al. (2001) señalan que desde el punto de vista de la salud pública, la prevención primaria de embarazos no planeados y de ITS implicaría demorar el inicio de la vida sexual en aquellas poblaciones de jóvenes que nunca han tenido una relación sexual, y la prevención secundaria implicaría promover prácticas de sexo sequro" en adolescentes que ya tienen una vida sexual y que no planean abstenerse de ella. Si consideramos que en el mundo contemporáneo las condiciones de vida han cambiado para mucha gente joven en quienes vemos una pubertad más temprana, matrimonio más tardío, menor control y más autonomía familiar y una intensa exposición al erotismo en los medios de comunicación, el tener experiencias sexuales e intimar con la pareja llegan a ser comportamientos que forman parte del desarrollo normal del adolescente (Gebhardt, Kuyer y Greunsven, 2003). En algunas revistas , programas de televisión y canciones pop se transmite el mensaje implícito (yen muchos casos explícito) de que es normal expresar amor a la pareja a través de una relación física, incluso esperan los jóvenes tener experiencias sexuales antes de casarse . Por esta razón , suponemos que los esfuerzos en la prevención de estos problemas de salud se han orientado hacia la promoción del uso correcto y consistente del condón. A pesar de que en distintos lugares se ha reportado una tendencia creciente en el porcentaje de adolescentes que usan el condón tanto en la primera relación sexual como en la última (Gayet et al., 2003; Kaplan et al., 2001), está ampliamente documentado, en México (Caballero y Villaseñor, 2001; Díaz-Loving y Alfaro, 1995; Micher y Silva, 1997; Moreno, Robles , Frías y Rodríguez, 2003; Piña, González, Malina y Cota, 2003 ; Robles y Moreno, 2000, 2002 ; Soto, Izazola • Sexo seguro y sexo protegido es manejado por estos autores en forma indistinta. vii Susana Robles Montijo Introducción y Tolbert, 1993) y en otros países (Albarracin, Johnson, Fishbein y Muellerleile, 2001; Bimbela, Jiménez, Alfaro, Gutiérrez y March, 2002; Sheeran, Abraham y Orbel, 1999; Smith, 2003) que una proporción importante de esta población sexualmente activa no usa el condón o lo usa inconsistentemente. Este hecho ha sido motivo de preocupación de instituciones gubernamentales y no gubernamentales en distintos países, por estar vinculado con el desarrollo de ITS, VIH/SIDA y embarazos no planeados, problemas importantes todos ellos, en el campo de la salud pública. En México la Secretaría de Salud cuenta con distintos programas relacionados con la promoción de la salud sexual y reproductiva de los adolescentes," que se centran fundamentalmente en el acceso a la información, el derecho a la libre decisión y la prestación de servicios con calidad; las áreas rurales y los municipios de alta y muy alta marginación, son los principales focos de atencíón." Estos programas caen dentro de lo que Kulbok, Baldwin, Cox y Duffy (1997) han referido como promoción de la salud. Estos autores señalan que se ha manejado de manera indistinta la prevención de enfermedad, la protección de la salud y la promoción de la salud. A través de un análisis riguroso de estos términos, los autores señalan que debe hacerse una distinción entre promoción de la salud y conductas que promueven la salud. En el primer caso ellos hacen referencia a las acciones o esfuerzos organizados que mejoran, apoyan o promueven el bienestar o la salud de individuos, familias, grupos, comunidades o sociedades, mientras que en el caso de las conductas que promueven la salud se debe considerar a cualquier acción o conductas realizadas por individuos para mejorar o promover el bienestar o la salud. En el campo de la promoción de la salud se ubicarían los programas de intervención a nivel comunitario para lograr individuos saludables; en el caso de las conductas que promueven la salud, se 5 En la Dirección General de Promoción de la Salud, el Programa de Salud Integral del Adolescente. En la Dirección General de Salud Reproductiva, los programas de Atención a la Salud de la Adolescencia (PASA), Programa de Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes y Programa para la Promoción de la Salud Integral de la Adolescencia (PROSIA). 6 Programa de Acción: Salud Reproductiva. Dirección General de Salud Reproductiva de la Secretaria de Salud. http://www.salud.gob.mxlunidades/dgsr/programas_de_accion/programa_SR.pdf. viii Susana Robles Montijo Introducción ubicarían los estudios que evalúan la efectividad de distintos modelos, estrategias o técnicas para lograr cambios en el comportamiento de los Individuos. " Las campañas de prevención del VIH/SIDA emprendidas por CENSIDA, como programas de promoción de la salud, se han caracterizado por difundir, a través de diferentes medios, mensajes alusivos al SIDA que han ido cambiando a través de los años como producto de evaluaciones que se han realizado sobre su impacto en distintos sectores de la población mexicana (Rico, Bronfman y Del Río, 1995; Marchetti, 1997). Enríquez y Sánchez (2004) presentan un análisis sobre la evolución de estas campañas, el cual resumimos a continuación. Las primeras campañas emprendidas por CENSIDA (antes CONASIDA) se caracterizaron por difundir un mensaje de terror (muerte es igual a SIDA) que no tuvo un impacto importante en la población, por lo que la estrategia cambió hacia la promoción del uso del condón, dirigiendo especial atención a la población de adolescentes. De 1996 al 2001 las campañas siguieron una estrategia de comunicación enfocada a lograr un mejor impacto en esta población de riesgo (los adolescentes), donde los mensajes destacaban el efecto multiplicador de la infección por VIH a través de la vía sexual (comercial donde se hacia una analogía con enchufes) (CENSIDA, 2002). En noviembre del 2002 CENSIDA sacó al aire una nueva campaña de prevención del VIH/SIDA, la cual promovía el uso del condón como una de las formas más eficaces para prevenir su transmisión y buscaba también promover la comunicación entre madres, padres y sus hijas e hijos en torno a la sexualidad y al VIH/SIDA. Esta primera fase se difundió en televisión, radio y anuncios en prensa y revistas durante los meses de noviembre y diciembre del 2002; al mismo tiempo en radio se refuerza el mensaje hacia los adolescentes de que un "pretexto para no usar un condón es todo lo que el SIDA necesita". La campaña dirigida hacia los padres de los adolescentes se enfocó a promover la confianza y comunicación entre ellos, ya que se consideraba que era la única forma de poder ayudarlos a prevenir tanto el VIH/SIDA como otras ITS; la justificación a este último punto era que la transmisión del VIH estaba asociada 7 El estudio de intervención que aquí presentamos se ubica en este último rubro al entrenar conductas que promueven la salud de los jóvenes . ix Susana Robles Montijo Introducción con una falta de información y por no percibirse en riesgo. El lema que se utilizó en esta campaña fue: "Tú no puedes estar siempre con tus hijas e hijos. Un condón sí". Asimismo, se pretendió crear conciencia acerca de la percepción del riesgo cuando se actúa sin protección y se buscó motivar a esta población hacia la búsqueda de información, hacia el desarrollo de la comunicación entre padres e hijos y a fortalecer el uso del condón como una de las medidas más eficaces para la prevención del VIH/SIDA. Otra de las estrategias empleadas para evaluar el impacto de estas campañas fue la utilización de TeISIDA. De 1987 a 1995 incrementó en 181% el número de llamadas telefónicas a TeISIDA, con una proporción mayor de llamadas que demandaban consejería y preguntas específicas sobre transmisión sexual (Rico, Bronfman y Del Río, 1995). Recientemente, CENSIDA (2003) ha promovido un mayor involucramiento de la SEP en programas de educación sobre comportamientos sexuales saludables; el uso de recursos del préstamo del Banco Mundial para diseñar estrategias preventivas específicas a través de las ONG's de todo el país; una mejor distribución de condones por parte del sector público; el mercadeo social de condones femeninos y masculinos; programas comunitarios para hombres que tienen sexo con otros hombres; programas para trabajadoras y trabajadores del sexo comercial y sus clientes; y, finalmente, nuevas campañas en medios masivos de difusión. Posiblemente las acciones emprendidas por CENSIDA sean responsables, entre otros factores, de que en distintos estudios realizados en poblaciones de adolescentes y jóvenes universitarios se reporten niveles aceptables de conocimientos sobre las formas de transmisión y prevención del VIH/SIDA (Alfaro, Rivera y Díaz-Loving, 1992; Marcheti, 1997; Martínez, Villagrán y Díaz-Loving, 1992; Micher y Silva, 1997; Moreno et al., 2003; Robles, 1999; Robles y Moreno, en prensa; Villagrán y Díaz-Loving, 1999b) y una mayor percepción de riesgo para contraer el VIH (Díaz-Loving y Rivera, 1992). Sin embargo, también se ha señalado que los jóvenes, a pesar de estar bien informados sobre las características del VIH/SIDA y sobre las formas específicas en que puede transmitirse y prevenirse, siguen teniendo conductas sexuales de riesgo. Este x Susana Robles Montijo Introducción hecho se ha referido en países como Estados Unidos (Cerwonka, Isbell y Hansen, 2000), Colombia (Toledo, Navas, Navas y Pérez, 2002), España (Bimbela et al., 2002; Oliva, Serra y Vallejo, 1992; Santín, Torrico, López y Revilla, 2003) y México (Gayet et al., 2003; Moreno et al., 2003; Piña y Corral, 2001; Piña y Urquidi, 2004; Robles y Moreno, 2000; Urquidi y Piña, 2005). En otras palabras, la información es una condición necesaria para cambiar comportamientos de riesgo a preventivos, pero por sí sola, no es suficiente para conseguirlo (Bayés, 1992b). De acuerdo con lo anterior, es clara la necesidad de dirigir los esfuerzos hacia el diseño y evaluación de programas de intervención que permitan lograr cambios efectivos de comportamientos de riesgo a comportamientos preventivos. El diseño de dichos programas debe tener sus fundamentos en los resultados de investigaciones empíricas que demuestren la viabilidad de un modelo conceptual para predecir el comportamiento preventivo. El modelo conceptual define las variables que están involucradas en la ocurrencia de conductas preventivas, por lo que los elementos que configuren una intervención corresponderán con las variables que resultaron ser los mejores predictores del comportamiento sexual preventivo. Adicionalmente, la investigación sobre este problema también ha demostrado la importancia de tomar en consideración la forma en la que se miden las variables que son objeto de interés y que conduce al análisis de la validez de las medidas utilizadas para evaluar el comportamiento sexual preventivo (Crosby, 1998; Crosby, Yarber, Sanders y Graham, 2004; Geary, Tchupo, Johnson, Cheta y Nyama, 2003; De Visser y Smith, 2000); es posible, en este sentido, que los efectos de una estrategia de intervención muestren ser significativos sobre el comportamiento sexual preventivo dependiendo de cómo éste se haya medido. El trabajo que aquí se presenta se organiza en tres líneas temáticas que se van entrelazando a través de los capítulos que hemos desarrollado. La primera de ellas aborda el análisis de las variables definidas en los modelos conceptuales que mayor investigación han generado sobre la prevención del VIH/SIDA, derivando en la evaluación empírica de un modelo específico de prevención del VIH/SIDA (Bayés, 1992b) que tiene sus fundamentos en el análisis funcional del xi Susana Robles Montijo Introducción comportamiento humano (Bayés, 1990). La segunda línea temática plantea un análisis crítico sobre la validez de las medidas que se utilizan para evaluar, tanto la viabilidad de un modelo conceptual como el impacto de estrategias de intervención dirigidas a disminuir el comportamiento de riesgo, que en ambos casos se ha centrado en el uso de condón. El tercer eje temático de este trabajo resalta la importancia del diseño de estrategias de intervención conductual vinculadas con el desarrollo de habilidades de comunicación sexual asertiva y el aprendizaje de habilidades específicas sobre el uso correcto del condón, dirigidas hacia el cambio efectivo de comportamientos de riesgo a comportamientos preventivos. En esta última línea de análisis, se cristalizan las propuestas conceptuales y metodológicas de las dos primeras. En la primera parte de este trabajo, el marco teórico, se presentan 4 capítulos que constituyen el fundamento de la investigación empírica que se describe en la Parte 11. El primer capítulo muestra hasta dónde los condones masculinos resultan ser efectivos y eficaces para prevenir la infección por VIH y otras ITS. En el Capítulo 2 se describen las características de distintos modelos cognitivo-conductuales que se han interesado en explicar y predecir el comportamiento sexual preventivo, un panorama general de la investigación empírica realizada bajo la perspectiva de dichos modelos y un análisis del modelo de prevención del VIH/SIDA propuesto por Bayés (1992b). En el Capítulo 3 se cuestiona la validez de las medidas de autoreporte del uso de condón, se analizan los distintos indicadores que se han utilizado para medir esta conducta y se presentan algunas alternativas orientadas hacia el uso de medidas más objetivas de este comportamiento. El cuarto capítulo de esta primera parte está orientado hacia el análisis de la investigación sobre habilidades de comunicación sexual asertiva y su vinculación con la conducta de uso de condón, poniendo especial atención en las estrategias de intervención utilizadas y en las medidas que sobre ambos tipos de comportamiento se realizan; el capítulo termina con una propuesta metodológica, fundamentada en el modelo de Bayés (1992b), que describe los elementos que xii Susana Robles Montijo Introducción deben considerarse en el diseño de estrategias de intervención dirigidas hacia el desarrollo de habilidades para negociar el uso del condón y para usarlo correcta y consistentemente. La segunda parte de este trabajo está conformada por dos investigaciones empíricas realizadas con estudiantes universitarios. En la primera (Capítulo 5) se evalúa el papel que juegan en la predicción de la conducta de uso del condón las variables propuestas en el modelo de Bayés (1992b), utilizando dos indicadores de este comportamiento: la frecuencia y la consistencia del uso de condón. La segunda investigación (Capítulo 6) corresponde a la evaluación de un programa de prevención del VIH/SIDA diseñado bajo la lógica conceptual de este modelo, que tiene como objetivo principal evaluar los efectos de un entrenamiento conductual en habilidades de comunicación sexual asertiva y uso correcto del condón sobre su uso consistente. Finalmente, en el Capítulo 7 se discuten los hallazgos obtenidos en ambos estudios y se plantean algunos lineamientos para investigaciones futuras dirigidas hacia la prevención del VIH/SIDA. xiii PARTE I ~ MARCO TEÓRICO Capítulo 1 El condón masculino: su eficacia y su uso correcto En este capítulo se analizan algunos trabajos que proporcionan evidencia empírica que permite ver hasta dónde los condones masculinos resultan ser efectivos y eficaces para prevenir la infección por VIH y otras ITS. Sin embargo, primeramente señalaremos algunas características importantes del Virus de Inmunodeficiencia Humana que permitirán entender las razones de las pruebas de eficiencia y eficacia del condón masculino y la necesidad de entrenar su uso correcto y consistente. El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un microorganismo cuya supervivencia depende de una célula viva que le permita multiplicarse. Pertenece a la familia de ·Ios retrovirus porque contiene Ácido Ribonucleico (ARN) y una enzima llamada transcriptasa reversa, la cual hace que el virus replique el DNA directamente de su propio RNA (Sarngadharan, Popovi~, Bruch, Schupbach y Gallo, 1984). El VIH lo que hace es debilitar el sistema inmunológico al invadir y destruir los linfocitos T4 y los macrófagos, que son dos tipos de glóbulos blancos de la sangre cuya función principal es rechazar las infecciones (Ford, 1994). Las células T4 son parte esencial del sistema inmunológico, si disminuye la cantidad de éstas en la sangre, la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones será menor y la probabilidad de que surjan enfermedades oportunistas será mayor. Cuando en el organismo empiezan a manifestarse un conjunto de enfermedades diversas como producto de la presencia en el cuerpo del VIH, es cuando se habla de la enfermedad del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) . El periodo de incubación del VIH está definido por el intervalo que hay entre la. exposición al virus y el desarrollo de anticuerpos específicos, mientras que el periodo de latencia hace referencia al tiempo que transcurre entre la infección inicial del virus y la aparición de cualquier manifestación clínica del VIH (Glasner y Kaslow, 1990). Susana Robles Montijo El condón masculino periodo son transmitir en Anderson, homosexuales 1 SIDA sistema es lo que a los llamados seropositivos, que VIH, son totalmente asintomáticas, pero pueden no lo tienen. Se ha reportado que el tiempo VIH varía ampliamente en distintos grupos de personas; adquirieron la infección a través de una transfusión de fluctúa entre 4.5 y 15 años (Medley, 1987), mientras que en grupos de hombres promedio es 7.8 años (Lui, Darrow y Rutherford, que se ha tratado de resolver en investigación (1998a), por qué el VIH tarda tanto tiempo en la mayoría los pacientes infectados; las (chemokine) están jugando un papel en la aspecto al mostrarse que niveles altos de podrían inbibir replicación in vitro del VIH (Cocchi, DeVico, Garzine-Demo, Arya, Gallo y y ha generado nuevos caminos hacia desarrollo una vacuna 1998b; McNicholl, Smith, Qari y Hodge, 1997). se lado nuevos medicamentos que, si bien no eliminan el virus, como un periodo prolongado de vida del paciente que SIDA (Balter, 1996; Bloom, 1996; Cohen, 1996; Cohen, 1997a, 1997b; Lange, 1997). (Al los esfuerzos continúan realizándose por especialistas 2003; Klausner, Fauce, Carey et aL, 2003; ONUSIDA/OMS, 2003) n no se descubre una vacuna contra el SIDA. No que en algunos trabajos se pone prevenir la infección por el VIH es la a fieles (Saudeau, 1998), parece ser usado correcta y consistentemente es VIH/SIDA y otras ITS en personas que 2004). Sin embargo, no importante también tiene mucho ver 2 que la única o las menos hasta el efectivo una vida sexual el condón que se Susana Robles Montijo El condón masculino usan en cada acto sexual, ya que estudios realizados en muestran yel13% condón pueden del condón y a factores usa (eficacia del uso). calidad en el proceso que la de rompimiento o perforación del condón fluctúa Donovan y Gerofi, 1993). Las fallas en a problemas de fabricación de los condones por Del Río y Uribe, 1995, como eficacia del rnOTnrfn con el comportamiento específico de quien con el primer caso, debe vigilarse el control fabricación que deriva en la seguridad de los acuerdo con la calidad de los condones de (1997), en los estudios de control se utilizan partículas de agua y aire, las VIH, lo que indica que si este método impedirá de manera eficaz el paso Por tales razones, el grado de prevenir la transmisión del VIH, otras material con el que estén fabricados. comunes y más efectivos, tanto en son mucho más pequeñas que es utilizado correctamente condones para no planeados, depende del CI""U",C de Latex son los más México (CENSIDA, 2004; Condón. pon, 2004). aL, 2001) como en condones naturales son los que están hechos con intestino de ovejas y son l""Ior'rYlO a microorganismos, por lo aL, 2001). También existen en el fabricados con poliuretano, que resultan alérgicas al látex. Según que no se recomienda su uso (Kaplan mercado condones (masculino y pueden ser útiles para las Condón.pon (2004) los condones y ofrecen una colección de ejemplo, son más tipo "sensitivo", no algunos condones de resolviendo así problema y mito demasiado ajustado; tiene también la varón son nuevos en México que los hacen muy peculiares; por más delgados incluso que los de exentos de proteínas naturales, pensados para quedar holgados, condón puede quedar chico o de poder usarse cualquier tipo de lubricante, incluyendo y petrolatos en general; sin desventaja contra los es son costosos. 3 Susana Robles Montijo El condón masculino También es importante conocer qué tipo de condón se puede utilizar en cada práctica sexual, por sometido a mayores grueso (reforzado) y con condones que sensibilidad, de para este tipo Uribe (1 más común es la ejemplo, cuando se tiene sexo anal el condón es por lo que es conveniente utilizar un condón más lubricante; para la práctica de sexo oral hay artificial y son delgados para tener mayor cualidad puede provocar un mayor riesgo o por lo que no se recomiendan datos que reportan Del Río y heterosexuales -donde la práctica efectividad del uso del condón es del 99.5% Y en -donde la práctica más común es el sexo anal-, la efectividad fluctúa un 96.4% y un 89.5%. La posibilidad de rompimiento los es de 0.5 por ciento en uso vaginal y de 3.6 por ciento en uso anal 1997). En otras del VIH y otras ITS implica que las personas que tienen vida vl;;;;J\.UC" activa usen correctamente el condón en cada una de sus relaciones teniendo la habilidad para identificar las posibles fallas que resultan condón y de la forma en la que es usado. Los masculinos que se pueden encontrar en el mercado son: condones extra fuertes, anatómicos, texturizados, aromatizados, con silicón o silicona, fosforescentes, con diseño de campana y con nonoxinol-9. algunos lugares se han recomendado los con sobre todo con nonoxinol-9, como un medio uso del condón en la prevención de embargo, se ha sugerido tomar con e nC'Tr.o:>rln que los espermicidas pueden causar irritación en riesgo de úlceras y infección por el VIH (Hira, Feldblum, Kananga et aL, 1997). frecuencia en del uso del condón que se reportan con que evalúa este problema, consideramos 4 Susana Robles Montijo El condón masculino describir los pasos que deben seguirse para usar correctamente el condón, y de acuerdo con ellos, identificar las fallas más comunes (eficacia del uso). Fishbein y Pequegnat (2000) señalan los siguientes pasos: • Se debe revisar la fecha de caducidad antes de usar cualquier condón, ya que es más probable que los condones viejos se dañen o rompan. • Hay que saber cuándo y cómo ponerse un condón. El "cuándo" implica saber que se tiene que poner antes de cualquier contacto pene-vagina o pene-ano, mientras el pene está erecto, y debe permanecer en el pene hasta que éste - sea retirado completamente de la vagina o ano. • El "cómo" implica abrir cuidadosamente el paquete sin que se rasgue o dañe el condón. Se debe poner el condón sobre el glande para que pueda desenrollarse hasta la base del pene, apretando la punta del condón para que quede un espacio libre para que se deposite el semen. • Para tener un máximo de seguridad es conveniente retirar el pene aún erecto inmediatamente después del orgasmo, cuidando sostener el condón en la base del pene para evitar que se resbale y el semen no pueda derramarse. • También es conveniente usar lubricantes a base de agua, ya que otros lubricantes pueden dañar el látex. • Nunca se debe usar el mismo condón más de una ocasión y cuando por error se pone del lado contrario al que se desenrolla, debe desecharse y usar otro nuevo, ya que si un hombre estuviera infectado con alguna ITS como la Neisseria gonorrhoeae, es probable que si el condón se pone por el lado equivocado la bacteria patógena quede en esa parte del condón y al voltearlo para desenrollarlo correctamente lo que está ocasionando es que el hombre ponga directamente en contacto a la bacteria patógena con el útero de la mujer, resultando una forma muy eficiente de transmitir la gonorrea. Aun cuando el uso del condón sea consistente, es decir, se use en todas y cada una de los prácticas sexuales que se tengan, hay probabilidad de riesgo de 5 Susana Robles Montijo El condón masculino alguna infección se que puede en los pasos comunes del arriba especificados. Coates y Makadon (1995), uso del condón se que ocurra cualq Sin embargo, Spruyt, Steiner, a no usarlo en cada acto sexual, no contacto genital o no desenronarlo por fallas han sido reportadas en distintos al. (1998) encontraron que el abrir de al ponérselo. Por ejemplo, del condón se asoció con un junto con la con objetos punzocortantes y desenrollarlo antes de mayor rompimiento del condón y desenrollarlo antes de longitud o relación se asoció con que condón se resbalara o y Williamson (1998) varones entre los 18 y 29 tiempo. Warner, Warner, encontraron un mayor al 30% de años que reportaron ponerse condón por contrario al que se desenrona y reportó entonces y se lo volvieron a poner por lado correcto; el 17% relación sexual sin condón la relación para el 12.8% reportó rompimiento condón durante la relación o al finalizar y 8.5% inició la relación con un condón después se lo quitó para continuar con la relación. Estas fallas, salud los jóvenes, aún cuando ellos en todas y una sus relaciones. ponen en riesgo la que lo están usando con lo anterior está la posibilidad distintos grados de que se mayor primer lugar, vagina) yen a boca y VIH y otras ITS dependiendo tipo de práctica sexual Cohen y Miller (1998) prácticas en las que contagio del VIH, sexo anal, en segundo lugar las relaciones se ha visto que el contagio el contagio de boca a uso del condón, son, en sexo vaginal (penetración En caso de las ocurrir de pene a boca y de o vagina es menos probable, con las relaciones anales y la práctica oró-genital es la análisis realizado por Brody (1 menor riesgo tiene (Edwards y Carne, 1998). la transmisión imposible, pues se ha 6 mujer a hombre vía vaginal es que debido a las Susana Robles Montijo El condón masculino anátomo-'fisiológicas de la mucosa vaginal hay más resistencia a la transmisión del virus (OPS, 1989), en cambio, la transmisión vía rectal es la que mayor riesgo tiene debido a que el epitelio rectal es cilíndrico simple, ricamente vascularizado y con abundante tejido linfoide no encapsulado, por lo que resulta más probable la ocurrencia de laceraciones durante el coito rectal. Por esta razón, es más frecuente la transmisión de hombre a mujer y de hombre a hombre que de mujer a hombre (eohen y Miller, 1998). Suponiendo que fuera cierto que en las relaciones coitales pene-vagina el contagio del VIH sólo puede ocurrir de hombre a mujer, querría decir, entonces, que los hombres se infectan por vía rectal, y que pueden ser infectados por un hombre al tener sexo anal receptivo, o por una mujer al tener sexo anal insertivo. Luego entonces, el riesgo dependería del sexo y de la práctica sexual particular. Los hombres están más en riesgo cuando practican relaciones anales insertivas con mujeres y cuando practican relaciones anales receptivas e insertivas con hombres. Las mujeres están más en riesgo cuando practican relaciones coitales pene-vagina y sexo anal receptivo, y en menor riesgo cuando practican relaciones orales pasivas; además, con base en los hallazgos de Raiteri, Fora y Sinicco (1994), tener cualquier práctica sexual entre mujeres no sería riesgoso, aún si una de ellas fuera seropositiva. El análisis que presentan Kaplan et al. (2001) sobre la efectividad del uso del condón, apoya esta diferencia de género en los niveles de riesgo de transmisión del VIH y otras ITS. Según estos autores, el uso apropiado del condón en los hombres decrementa la tasa de transmisión de la mayoría, si no es que todas, las ITS; sin embargo, la evidencia empírica demuestra una mayor protección contra la Neíssería gonorrhoeae y Ureaplasma urealyticum que contra la Chlamydia trachomatis y Treponema pallidum, y no hay evidencia definitiva que demuestre la protección contra el herpes simple y el virus del papiloma humano, ambos se pueden transmitir por contacto de piel a piel y el condón ofrece menos protección. Las mujeres, en cambio, es más probable que adquieran una ITS de un compañero infectado que un hombre la adquiera de una compañera infectada, 7 Susana Robles Montijo El condón masculino ya que en algunos estudios se ha gonorrea y las tricomonas sólo .c.t'Y'If"IC!tr!:lMlf"I una de protección contra la (Kaplan et al., 2001). Lo anterior sugiere dos información sobre las prácticas por un lado, es importante tener los yen qué medida utilizan el condón en cada una grupos de mayor riesgo de contagio bisexuales, heterosexuales, drogadictos, otro lado, aun cuando los persona que tenga relaciones resultando ser una población instrumentando programas aún si se consideran los roles homosexuales, y cualquier están más en distintos planos. Por ejemplo, Martínez-Donate, Hovell, Blumgerg (2004) describen algunas características que distinguen a la mujer social y culturalmente se subordinan a sus compañeros adoptan un rol pasivo en las prácticas sexuales mientras que en los hombres es activo, sexo es prevenir un responsabilidad del hombre y el uso del condón también, en embarazo y prevenir alguna ITS es responsabilidad circunstancias, los programas de prevención del VIH y contemplar el análisis y discusión del papel que histórica y culturalmente la sociedad ha asignado al hombre y la mujer, considerando sus decisiones en el terreno sexual; asimismo, se promover y correcto del condón femenino como h ..... 'cr...,''V"\ en circunstancias en las que resulta difícil hablar y con sobre la posibilidad de protegerse sexualmente. Para finalizar este apartado, un resumen a cabo y publicó la Procuraduría Federal del Consumidor en la toma uso masculino compañero que llevó dar a conocer la calidad de los diferentes México. El Laboratorio de PROFECO aplicó 21 mil en "''''L"Q" a 11 mil 100 muestras de 37 modelos de apegándose a Norma Mexicana 8 Susana Robles Montijo El condón masculino que corresponde a este tipo de productos. Los aspectos que se evaluaron fueron los siguientes: .. Que en el empaque se presentara la leyenda "si se usan apropiadamente, los condones de látex pueden ayudar a reducir el riesgo de contagio por VIH (SIDA) y otras enfermedades transmitidas sexualmente". También debían de indicar el nombre o razón social y el domicilio del fabricante o importador, país de origen, dimensiones, fecha de producción y de caducidad, lote de producción y contenido neto. .. Que el empaque estuviera herméticamente sellado, además de no presentar dificultad para extraer el condón de su empaque individual. .. Verificación dimensional, que se refiere a la longitud del condón (dentro del rango de 44 a 56 mm) especificado por la Norma Oficial Mexicana y revisión del espesor del condón (distancia de 80 mm). .. Revisión de orificios no visibles y de defectos visibles, como orificios, rasgaduras, roturas, escurrimiento de material, partes débiles, bordes distorsionados, partículas de material extraño incrustadas en la película, suciedad de un aceite natural, protuberancias o excedentes de material, burbujas o ampollas, pliegues permanentes con adhesión de la película, adherencia de las paredes al ribete (que no permitieran un desenrollado uniforme y rápido), lesiones resultantes de abrasión u otra superficie dañada, ni decoloraciones. Adicionalmente, en los condones que son de color diferente al del hule látex natural se determinó la solidez del color. .. Resistencia física, donde se evaluó el volumen y la presión de estallamiento. Enríquez y Sánchez (2004) sintetizan los resultados de esta evaluación de la siguiente manera: Entre los condones lisos lubricados con buena calidad se encuentran Don, Everything, Protector, Durex Sensitivo, Sico Safety, Sico Sensitive, Sico Ultra Sense, con un costo entre los $13.00 y $21.00 pesos. Entre los condones con mala calidad están las marcas Terso, Tres Eros, Play Boy 9 Susana Robles Montijo El condón masculino Lubricated, Gol y Kama Sutra, con un precio entre los $6.70 y $14.00 pesos. Las marcas evaluadas de condones texturizados lubricados fueron de buena calidad y su precio fluctuó entre los $19.00 y los $20.50 pesos. Los condones lisos lubricados con aroma y no lubricados sin aroma también fueron de calidad y su precio varió entre los $17.50 y lo,s $20.00 pesos. El precio de los condones lisos con lubricante y espermicida estuvo entre los $15.00 y $21.50 pesos, y las marcas que hay en el país y que resultaron ser de calidad fueron Durex, Profam, Durex Extra Seguro, Life Styles with Spermaticide, Trojan Enz-Clásico, Trojan-Ultra Thin, mientras que entre los de mala calidad estuvieron las marcas Preventex y Double Protect. El estudio referido muestra la gran variedad de precios, marcas y tipos de condones que están disponibles en el mercado mexicano, y al dar a conocer sus resultados en la Revista del Consumidor, permite que los jóvenes se informen de las distintas opciones que tienen para elegir aquella que más convenga a sus necesidades como pareja sexual. A manera de conclusión, podemos señalar lo siguiente: en las personas que tienen una vida sexual activa, la prevención del VIH y de otras ITS sólo puede lograrse mediante el uso correcto y consistente del condón. Los jóvenes deben estar informados de las fallas más comunes que se presentan en los condones debidas al proceso de fabricación y del material con el que están hechos. Deben también conocer con detalle los pasos que deben seguirse para lograr que el condón se use con éxito y evitar las fallas más comunes que se derivan del mal uso. Es importante también que estén enterados de los riesgos que conlleva tener cada práctica sexual (sexo vaginal, anal, oral) buscando usar el condón más adecuado para cada una de ellas, disminuyendo con esto el riesgo de infección sexual. Las mujeres deben saber que ellas están más en riesgo que los hombres al practicar el sexo con penetración vaginal, por lo que a todas . luces resulta sumamente importante promover el uso correcto y consistente del condón en las distintas prácticas sexuales que elijan tener, considerando como una alternativa más para su protección sexual el uso del condón femenino. Sin embargo, el hecho 10 Susana Robles Montijo El condón masculino de que los bien informados sobre todos as()ec:tos no que usen en acto sexual. Por esta razón, en la prevención VI IDA ha puesto especial atención en los psicológicas que promueven uso de condón, tema que se en capítulo. 11 Capítulo 2 Variables psicológicas relacionadas con el uso de condón La investigación psicológica desarrollada en el campo de la prevención del VIH/SIDA y otras ITS, ha dirigido su atención hacia el uso del condón como la conducta clave que debe estudiarse (Crosby, 1998; Crosby, Yarber, Sanders y Graham, 2004), buscando determinar, bajo la lógica de ciertos modelos conceptuales, las variables que están asociadas con este comportamiento preventivo. En este capítulo presentamos, en un primer momento, un resumen de las características de algunos modelos teóricos que han generado una amplia investigación en este campo y que se distinguen por considerar en la predicción y explicación de comportamientos de riesgo o preventivos, variables psicológicas que hacen referencia a las cogniciones específicas que tiene un individuo (creencias, actitudes, norma subjetiva, etc.) respecto a su propio comportamiento o el de otros. En un segundo momento, se presenta un panorama general de la investigación empírica realizada bajo la perspectiva de dichos modelos, mostrando las variables que han resultado ser los mejores predictores del uso de condón. Finalmente, se sintetiza el modelo de prevención del VIH/SIDA propuesto por Bayés (1992b), que bajo la lógica del análisis funcional de la conducta (Ribes y López, 1985), considera el papel que pueden desempeñar en el entendimiento del comportamiento sexual preventivo o de riesgo variables cognoscitivas y conductuales; se plantea, con base en este modelo, la necesidad de evaluar el papel que ambos tipos de variables podrían eventualmente desempeñar en la predicción de la conducta de uso consistente del condón. 2.1 Modelos psicológicos que predicen comportamientos saludables Son diversos los modelos psicológicos que se han desarrollado para explicar el comportamiento sexual de riesgo. Como ejemplos están el Modelo de Creencias Susana Robles Montijo Variables psicológicas y uso de condón de Salud (Rosenstock, 1974), Teoría de la Acción Razonada (Ajzen y Fishbein, 1980; Fishbein y Ajzen, 1975), Teoría de la Conducta Planeada (Ajzen, 1985, 1991), Modelo de Autoeficacia (Bandura, 1977), Modelo de Reducción de Riesgo (Catania, Kegeles y Coates, 1990), Modelo Transteórico o de Etapas de Cambio (Prochaska y DiClemente, 1982) y el Modelo de Información, Motivación y Habilidades Conductuales (1MB por sus siglas en Inglés) de Fisher y Fisher (1992). En este apartado presentamos un resumen de 4 modelos que han generado una gran cantidad de estudios en este campo de la salud sexual, a saber: el Modelo de Creencias de Salud, la Teoría de la Acción Razonada, la Teoría de la Conducta Planeada y el Modelo de Autoeficacia. 2.1.1 Modelo de Creencias de Salud El desarrollo del Modelo de Creencias de Salud (Rosenstock, 1974) surge ante la necesidad de explicar el fracaso de la gente para participar en conductas saludables preventivas que eran el principal motivo de preocupación de los servicios de salud pública; por ejemplo, cómo lograr que la gente aceptara someterse a pruebas para detectar cáncer cervical, prevenir enfermedades dentales, fiebre reumática, polio e influenza y en general los programas de inmunización de enfermedades. Este modelo en general propone que el comportamiento (de riesgo o preventivo) depende de qué tanto una persona valora una meta específica y del juicio que haga sobre una conducta particular que le permitirá alcanzar dicha meta. Si la meta fuera evitar un problema de salud - pongamos como ejemplo el VIH/SIDA-, el individuo tendría que sentirse personalmente vulnerable al VIH/SIDA (susceptibilidad percibida) porque ha juzgado que dicho problema es potencialmente serio (severidad percibida) y tendría que estimar qué acción específica sería benéfica para reducir la amenaza a su salud (beneficios percibidos) y que dicha acción superara los obstáculos (barreras percibidas). Un elemento más en este modelo lo constituye la presencia de una señal interna o externa (señales para la acción) que puede desencadenar conductas saludables; por ejemplo, los síntomas de una enfermedad podrían considerarse como señales internas, mientras que el ver, a través de las 13 Susana Robles MOllIllO Variables Icoll)f?IC,aS y uso de condón interpersonales, que una amistad tiene esa enfermedad, ser un ejemplo señales externas. acuerdo con Pass (2001), a pesar de que este modelo sido utilizado Una en estudios sobre conductas saludables, tiene algunas lim es la falta de uniformidad en las evaluaciones modelo, en la forma en la que las variables son con esta limitación Pass (2001) la instrumentos para medir los componentes de que susceptibilidad, la relación coeficientes numéricos a los , beneficios y barreras, delinea la natu variables; lo que se relación directa entre las variables y 2.1.2 Teoría de la Acción Razonada La información que se presenta en desarrolla Pass (2001) sobre las Razonada propuesta y desarrollada Fishbein, 1980). Pass (2001) señala más que un modelo podría en estudios es la ... "".'1'''''1'11"\ se retomó síntesis que como una la Teoría de la Acción y Ajzen (1975) y Ajzen y la Acción Razonada (TAR), general de la conducta humana; intenta explicar la relación actitudes, intenciones y conducta, basándose en el supuesto que el ser humano es racional y aplica la información que tiene disponible en una forma sistemática para sopesar los costos y beneficios de una acción particular. fin último de este modelo es predecir y entender las conductas observables que están bajo el control del individuo. Según intención para actuar, es tiene la intención de medidas de la intención y predicción se tiempo a la inmediato de la conducta es la si hay una oportunidad para actuar y el individuo conducta ocurrirá, siempre. y cuando sean precisas. La precisión más cercanamente posible en en 14 Susana Robies Montijo Variables psicológicas y uso de condón intención es un primero de una conducta determinada y la realización de dicha conducta. la teoría que está en función actitud de una persona hacia la a la norma subjetiva general actitud hacia un concepto conducta, hacia una persona, un objeto, hacia un condón, hacia el condón, referencia a un sentimiento persona para valorar favorable o desfavorablemente el concepto a la percepción que tiene un individuo a una uso del la las norma subjetiva se presiones sociales (las cierta manera; lo actuales de las más significativas para el individuo) por actuar de es la percepción del individuo, no creencias nificativas para el individuo. intención que tiene un individuo cierta manera -por ejemplo solicitar a la pareja el uso del condón en una sexual- va a depender lo que ese individuo piense que es importante otras personas hacer piense que uno de estos a su pareja le le pida usar el condón. componentes (actitud y norma subjetiva) se le un que refleja importancia que en la determinación de la intención; peso cambia dependiendo de la conducta y de la persona que la importante señalar que si no se utilizan medidas apropiadas para predicciones podrían ser erróneas (Ajzen y Fishbein, 1980). componentes, las y norma subjetiva dependen a su vez de otros elementos. Una actitud por las creencias que el individuo sobre los resultados cierta conductuales), es decir, resultado depende que comportarse (yo creo que si uso de la evaluación que está por las creencias normativas que manera conducirá a un evito la infección por el VIH), y resultados. La norma subjetiva un individuo acerca de lo que una persona significativa quiere que y la motivación que individuo complacer a dicha persona significativa. de las críticas que se le a modelo es que se centra en 15 Susana Robles Montijo Variables psicológicas y uso de condón explicar las intenciones, más que la propia conducta, siendo que la meta de la mayoría de las investigaciones sobre el cuidado de la salud es justamente entender la conducta (Poss, 2001). 2.1.3 Teoría de la Conducta Planeada La Teoría de la Conducta Planeada (Ajzen, 1985) propone, al igual que la TAR, que la conducta está en función de las intenciones que tiene el individuo o los planes que tiene para involucrarse o no involucrarse en dicha conducta. Igualmente, la intención depende de la actitud y de la norma subjetiva, sin embargo, se incluye un nuevo predictor de la formación de la intención y de la acción: el constructo de control conductual percibido, de tal manera que la intención de llevar a cabo una conducta podría ocurrir cuando una conducta o situación está bajo el control del individuo (por ejemplo, cuando una persona tiene acceso a los condones, puede decidir libremente si los compra o no). Cuando el control que tiene un individuo sobre cierta conducta es menor, los factores que influyen en el control actual que tiene la persona sobre la situación o conducta específica son los que llegarán a ser más importantes en la determinación de la conducta. Un ejemplo podría ser el caso en que el uso del condón en una persona dependa de las negociaciones que establezca con su pareja. Este constructo agregado fue el resultado de la evidencia empírica que sugería que la autoeficacia (por ejemplo para usar el condón) era un predictor confiable de la acción (Ajzen, 1998). 2.1.4 Modelo de Autoeficacia En general la autoeficacia hace referencia a las creencias que tiene una persona acerca de sus capacidades para llevar a cabo una acción específica que es necesaria para lograr un resultado deseado (Bandura, 1977, 19,94), En este modelo se articulan tres variables que interactúan de acuerdo con lo que Bandura (1994) denominó triada de causación recíproca: ambiente, conducta y variables personales. 16 Susana Robles Montijo Variables psicológicas y uso de condón Las variables personales hacen referencia a los siguientes elementos: Las percepciones de riesgo, incluyen las propias percepciones de vulnerabilidad y la gravedad percibida de una enfermedad o de un suceso crítico. La autoeficacia percibida, que son las creencias que tiene un individuo sobre sus propias capacidades para organizar y ejecutar acciones que le permitan manejar situaciones futuras. Expectativa de resultado, hace referencia a un juicio acerca de las posibles consecuencias que la acción tendrá; dichas consecuencias pueden ser materiales, sociales o autoevaluaciones. Intenciones meta, son las metas que se plantea una persona y hace referencia a las creencias de medios-fines, es decir, de qué medios se dispone para llegar a las metas. En las variables relativas a la conducta se consideran los planes para la acción (planificación para llevar a cabo alguna conducta preventiva), el control de la acción (proceso de autorregulación de la conducta) y la acción a favor de la salud (realizar la conducta de interés), y las que tienen que ver con el ambiente son barreras y recursos externos que constituyen las oportunidades situacionales que influyen en el comportamiento final del individuo. Desde la perspectiva del modelo de autoeficacia, el comportamiento preventivo está en función de variables cognitivas, conductuales y situacionales; en el nivel cognitivo ocurren procesos autorreguladores que median entre las intenciones y las acciones; este proceso de autorregulación contiene planes de acción y control de la acción y está fuertemente influido por las expectativas de autoeficacia y barreras o apoyos situacionales. En otro lugar (Robles y Moreno, 2000) hemos señalado, con base en una revisión de estudios empíricos, que algunos modelos de salud han sido objeto de críticas por su incapacidad para prevenir comportamientos de riesgo relacionados con alguna enfermedad específica; en dichos estudios se ha reportado que, en general, estar bien informados, tener una percepción de riesgo, tener creencias favorables hacia la conducta preventiva en cuestión, o percibir que tienen la capacidad para comportarse preventivamente (autoeficacia percibida), no está 17 Susana Robles Montijo Variables PSICOtOJ?,:ICas y uso de condón con la conducta preventiva, es decir, hay una incongruencia lo que la (2001) conoce, piensa, siente, percibe, etc. y lo que preocupación cuando aborda el problema la ese intención y la acción, lo que nos lleva a plantear la ne(:;eSlOalO perdido entre la intención y la acción, o bien, a reformular conceptualmente el modelo del cual partimos para tratar de y predecir comportamiento preventivo. Investigación empírica generada por los modelos apartado se presentan una relación de distintas variables (cognitivas, conductuales, demog que evalúan la etc.) con el comportamiento sexual preventivo o acuerdo con el tipo de variables modelo que se utiliza como marco de "'OT,oro Thato, Charron-Prochownik, Dorn realizada con estudiantes universitarios predictores del uso del condón bajo la Salud Expandido (Conner y Norman, 1 así por incluir el constructo de condón, susceptibilidad percibida hacia información organiza de en su caso, al (2003) una investigación tuvo como propósito identificar los Modelo de Creencias de et aL, 2003) -llamado evaluaron uso actual del VIH/SIDA y embarazos, percibidas hacia el uso del beneficios percibidos por usar condón, autoeficacia percibida condón y conocimientos muestran que cerca de la mitad usar condón, intenciones para usar el solamente el 6.3% reportó usar El modelo predictivo del uso fueron los intención edad. El uso ITS, VIH/SIDA y embarazos. Los resultados la reportó ser sexualmente activo y condón vez que tenía relaciones sexuales. condón mostró que los mejores predictores usar condones, interaccio.nes entre la los conocimientos y el uso de alcohol y probable en aquellos estudiantes que creían en los nc" ... or,,",,r,,,, usar condón, en hombres, en las 18 Susana Robles Montijo Variables y uso de condón reportaron las mayores altos de conocimientos, conductas preventivas, en nr"nn<:,,,,, para usar el condón, que tenían niveles que creían que sus amigos se involucraban en estudiantes más jóvenes y en que consumían menos alcohol. Las condón fueron la del MCS que no se asociaron con uso actual del percibida, las usar el condón y usar condones. Con el propósito determinar las diferencias por en el uso del condón y su relación con actitudes y autoeficacia relativas a conducta, Martínez-Donate, Hovell, Blumberg et al. (2004) evaluaron en 370 estudiantes de 14 a 25 al10S de edad, la frecuencia del uso del condón en los últimos 3 meses en prácticas de sexo vaginal, sexo anal receptivo y sexo (sólo hombres), la probabilidad sexo no protegido en el futuro usar el condón), autoeficacia estereotipos sobre el uso hombre, la mujer, sexual). Los resultados vida sexual a edades usar condón condón, actitudes uso del condón edad o que que, a pesar de que los que las mujeres, fueron tuvieron una proporción de prácticas sexuales no embargo, ellas obtuvieron una mayor probabilidad de usar el condón en una actitud más favorable condón y, aunque los niveles para usar el condón fueron muy bajos, estos resultaron ser mujeres que en los hombres. (2001) evaluaron en qué medida la uso y su que Sin futuro, en las Baele, Dusseldorp y percibida para usar el condón l~nTOC de preparatoria con una condón en una de 17 años. relación con comportamiento sexual evaluaron número de parejas sexuales estables y eventuales, uso del condón y consistencia en el uso del condón (nu nunca, casi siempre, variables cognitivas evaluadas autoeficacia percibida para usar el condón (con 6 dimensiones) y la intención usarlo. En los estudiantes que nunca han tenido alguna experiencia sexual, se 19 Susana Robles Montijo Variables psicológicas y uso de condón encontró que los mejores predictores de la intención para usar el condón fueron el género, edad, autoeficacia global (las 6 dimensiones en conjunto) y autoeficacia para adquirir condones. En el grupo de estudiantes que han tenido relaciones sexuales, los mejores predictores de la consistencia en el uso del condón fueron género, edad, autoeficacia global, control emocional, asertividad y autoeficacia para adquirir condones. Meekers y Klein (2002) evaluaron 6 indicadores de la autoeficacia para usar el condón en una muestra aleatoria de 2000 jóvenes entre los 15 y los 24 años de edad. El interés de este estudio no radicó en evaluar la relación entre autoeficacia para usar condón y el propio uso del condón, más bien el análisis se centró sólo en determinar la relación entre distintos indicadores de la autoeficacia, por tanto, el análisis de predicción no consideró el uso del condón. Los resultados indican que tanto hombres como mujeres obtuvieron niveles elevados de autoeficacia percibida para discutir y para negociar el uso del condón con su compañero (estable o casual). La habilidad percibida para usar correctamente el condón se asoció con tener experiencia previa en comprar y usar condones, con el apoyo de los padres y la promoción del condón. Los autores sugieren la necesidad de promover programas de intervención que aumenten los niveles de autoeficacia aquí evaluados. Un estudio más que demuestra la relación entre autoeficacia percibida para usar el condón y el uso consistente del condón es el que reportan Peterson y Gabany (2001). Estos autores aplicaron la Nacional Institute of Mental Health's Multi-Site Condom Use Self-Efficacy Scale en una muestra de 109 estudiantes universitarios y compararon los niveles obtenidos entre los que reportaron usar consistentemente el condón en los últimos 30 días y los que fueron inconsistentes. Un análisis de comparación de medias (prueba t) mostró un nivel significativamente mayor de autoeficacia en los que usaron consistentemente el condón. Bajo la perspectiva del modelo de la Acción Razonada, Perelló y Villagrán (2000) realizaron un estudio con varones universitarios para determinar las 20 Susana Robles Montijo Variables psicológicas y uso de condón variables predictoras del uso del condón. Estas autoras evaluaron actitudes hacia la petición de uso del condón, creencias sobre el uso del condón, norma subjetiva, motivación para complacer, intención de petición de uso del condón y frecuencia de uso de condón con la pareja sexual regular; los resultados muestran que el mejor predictor del uso del condón con pareja regular fueron las actitudes (factor hedonista) y en segundo lugar la intención de uso, mientras que en un estudio similar realizado con mujeres universitarias (Perelló, Villagrán y Barocio, 1998) el mejor predictor de uso del condón con pareja regular fue la intención de uso. En el marco de la Teoría de la Conducta Planeada, De Visser y Smith (2001) realizaron un estudio con 349 estudiantes entre los 18 y 29 años de edad para determinar en qué medida, variables relativas a este modelo (actitudes hacia el uso del condón, normas subjetivas, autoe'ficacia para usar el condón y las intenciones previas para usar el condón), comparadas con variables relativas a las características de los encuentros sexuales (si previamente se ponen de acuerdo para usar el condón, si discuten el uso del condón y si en el momento de la relación tienen la intención de usar el condón), predicen el uso del condón. Los mejores predictores del uso del condón fueron las características de los encuentros sexuales, particularmente la negociación del uso del condón. Considerando la investigación generada bajo las teorías de la Acción Razonada y de la Conducta Planeada, el meta-análisis que presentan Albarracin, Jonson, Fishbein y Muellerleile (2001) muestra que las asociaciones entre las variables de la TAR son consistentes con las predicciones que dicha teoría establece: el uso del condón estuvo relacionado con las intenciones (r-.45), las intenciones con las actitudes (r-.58) y con las normas subjetivas (r-.39) y, finalmente, las actitudes se asociaron con las creencias conductuales (r-.56) y las normas con las creencias normativas (r-.46). Asimismo, en el caso de la Teoría de la Conducta Planeada, el control conductual percibido se relacionó con las intenciones de uso del condón (r-.45), sin embargo, no estuvo asociado en forma significativa con el uso del condón (r-.25). Para el caso del Modelo de Reducción de Riesgo, el meta-análisis realizado por Sheeran, Abraham y Orbel (1999) 21 Susana Robles Montijo Variables psicológicas y uso de condón muestra que los mejores predictores del uso del condón son las actitudes hacia el condón, las intenciones conductuales y la comunicación sobre el condón. El valor predictivo del uso del condón bajo la perspectiva del modelo de la Acción Razonada también fue reportado por Díaz-Loving y Rivera (1999), encontrando diferencias debidas no solamente al sexo sino al tipo de pareja sexual que se está considerando (regular u ocasional). De acuerdo con estos modelos y con el análisis presentado por Sheeran y Orbel (1998) y Sheeran y Taylor (1999), el mejor predictor del uso del condón son las intenciones. Sin embargo, aún queda por explorar y entender el vínculo entre las intenciones y la acción (Ajzen, 2001). Ajzen y Madden (1986) han señalado que para que exista una fuerte relación entre la intención y la conducta, deben cumplirse tres requisitos: 1) que la medida de la intención corresponda al nivel de generalidad de la conducta, 2) que la conducta de interés esté bajo el control voluntario de quien la presenta y 3) la intención no debe cambiar en el tiempo que transcurre entre el momento en que esta se evalúa y el momento en que se observa la conducta. Sin embargo, De Visser y Smith (2004) demuestran la influencia de factores de naturaleza interactiva sobre el grado de asociación entre la intención y la conducta. Estos autores evaluaron, en una muestra de 349 estudiantes entre los 18 y 29 años de edad, la intención que tienen para usar el condón ambos miembros de la pareja (intención por parte del respondiente previa al encuentro sexual y la intención previa del compañero del respondiente) y la intención que tienen en el momento en que la relación sexual ocurre (intención en la acción). Los resultados muestran que de un total de 919 encuentros sexuales reportados por los estudiantes en el 50% usaron el condón; en general se encontró que la intención en la acción fue mejor predictor del uso del condón que la intención previa a la acción y, además, la intención del compañero en la acción fue más importante que la intención del respondiente en la acción, lo cual demuestra, según los autores, la importancia de la naturaleza interactiva de la conducta sexual indicando que el uso del condón está fuertemente influenciado por las intenciones de ambos miembros de la pareja. 22 Susana Robles Monlijo Variables psicológicas y uso de condón Un trabajo que propone una · alternativa para entender los procesos implicados en el paso de la intención a la acción, es el reportado por Torres y Díaz-Loving (1999), quienes proponen un modelo múltiple integrado por las variables definidas en la T AR, las dimensiones sobre la autoeficacia definidas por Bandura (1987, citado en Torres y Díaz-Loving, 1999) y los pasos de planeación que se definen en el modelo de Fases de la Acción o modelo de Planeación (Gollwitzer, 1990; citado en Torres y Díaz-Loving, 1999). En este estudio los autores encontraron que los mejores predictores, no solamente del uso del condón sino del uso correcto del condón, fueron de tipo conductual: la magnitud (dimensión de la Autoeficacia) y la Implementación (modelo de Planeación). La preocupación de estos autores por evaluar el uso correcto del condón permite ir avanzando en este camino difuso que se da entre la intención de usar el condón y el uso mismo del condón, sobre todo aporta información importante que puede contribuir en el esclarecimiento de los factores que impiden que una persona use el condón, que sería justamente porque no saben usarlo. Los trabajos hasta aquí expuestos muestran la utilidad de los modelos de Creencias de Salud, de Acción Razonada, Conducta Planeada y Autoeficacia, entre otros, para predecir el comportamiento sexual preventivo, siendo las intenciones y la autoeficacia para usar el condón los mejores predictores del uso del condón. Algunos trabajos, particularmente los de De Visser y Smith (2001 , 2004), muestran la necesidad de investigar más a fondo las circunstancias específicas involucradas en una relación de pareja que llevan a un individuo a comportarse preventivamente o en forma riesgosa. Si lo que se pretende es entender por qué los jóvenes no usan condón en sus relaciones sexuales, no solamente se debe investigar el papel que juegan las variables cognitivas como predictores de la conducta preventiva, también debe ponerse atención en las características particulares del tipo de relación que se establece en una pareja, ya que finalmente es ésta la que hace uso del condón. Por ejemplo, se ha reportado que cuando los jóvenes tienen una nueva pareja es más probable que usen el condón en sus relaciones sexuales, pero conforme van 23 Susana Robles Montijo Variables <,rn1na;rrn se compararon con incidencia ITS entre los condón 100% de las veces y los sólo la investigación demostró una del uso del condón y la incidencia de ITS. 32 poco , por tal se han uso se en coito; los reportado su uso correlación embargo, Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón Fishbein (1996) señala que no medidas, ya que, por un lado, qué haber alguna relación entre ambas propias pruebas diagnósticas de ITS pueden tener problemas de y, por el otro, no se están considerando otros factores que afectan la tasa reproductiva tales como la eficiencia de transmisión (que se reduce aumentando uso del condón, aplazando el inicio de la vida sexual o usando vacunas), la a prevenir efectividad considerarse también sexuales y la duración o grado de condones no son igualmente efectivos para usar el condón que no usarlo, su particular (Kaplan et aL, 2001). Debe de ITS de hombre a mujer no es igual que mujer a hombre. señala que existe entre el 50% y 90% de probabilidad un hombre con gonorrea transmita a una mujer en un coito la mientras que existe un 20% de probabilidad de una mujer la transmita a un Particularmente en el caso del VI el hombre a m 1% y el 20%, mientras que a hombre se .01 % y 10% (Fisbhbein, 1996). De con lo anterior, resulta difícil creer que un incremento en uso del condón a un decremento en ITS, o un decremento en ITS un impacto en la transmisión del VIH/SIDA. Por tanto, evaluar la validez medidas biológicos evaluó en un del uso del condón a través de estos poco recomendable mientras no se precisas de las ITS, cuando estas son lo utilizadas, Wingood et al. (2003) llevaron a cabo un estudio con los 14 y 18 años de edad, a se base la presencia de ADN, las que tuvieron un resultado meses después, se les preguntó por el relaciones sexuales con penetración recibieron veces que veces que usado condón en dichas relaciones, ambas 33 Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón calcular la proporción protegidos para así distinguir a las que usaron sus encuentros sexuales) de se tomaron por segunda que el 51% de las que lo usaron medidas adolescentes usaron consistentemente el condón, de sólo el 17.8% tuvieron un resultado positivo en la prueba significativamente diferente del 30% con resultado positivo de aquellas que fueron inconsistentes en el uso del condón. Los autores atribuyen la ITS en 17.8% a tres posibles razones: fallas en el uso del condón; problemas deseabilidad social y problemas de memoria sobre la sexuales y del uso del condón. Sin embargo, afirman que sus permiten promover el uso consistente del condón como una forma disminuir incidencia posible que con como en los autoreportes del uso del condón, someterse a análisis más rigurosos pueda medidas a forma tan variada en que han sido utilizadas para a usan condón en forma Indicadores que miden la conducta de uso de meta-análisis realizado por Sheeran, Abraham y Orbe!! (1 muestra las del uso del condón utilizadas en los 121 revisaron; el 43% del uso del condón, un 16% la 1 midió uso del condón, un 13% utilizó medidas compuestas y un 12% midió uso del condón en la última relación sexual. En la revisión que Robín, Dittus, Whitaker al. (2004) de 24 estudios de intervención conductual la incidencia del VIH, de ITS y de embarazos en una de medidas del comportamiento sexual, edad del debut sexual, demora relaciones sexuales, uso del condón, condón en distintos periodos de tiempo, uso del condón en la 34 uso y en la Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón última relación sexual, tener múltiples compañeros sexuales, número de compañeros sexuales en toda la vida y en los últimos 3 meses, tener sexo vaginal, sexo anal, sexo oral, uso del condón en sexo vaginal, sexo anal y sexo oral, frecuencia de sexo vaginal, anal y oral no protegido, porcentaje de coitos no protegidos por condones, uso del condón con espermicidas, uso de métodos anticonceptivos (en la primera y en la última relación sexual), consistencia en el uso de anticonceptivos, índice de eficiencia de anticonceptivos, embarazos y causa de embarazos, diagnóstico de alguna ITS, tasa de ITS y embarazos. En todos los casos, las medidas utilizadas fueron vía el autoreporte. En distintos lugares se ha cuestionado la validez de las medidas de autoreporte del uso del condón, ya que pueden existir por parte de quien responde, problemas de memoria, comprensión y deseabilidad social (Geary, Tchupo, Johnson, Cheta y Nyama, 2003), o bien, puede haber falta de claridad en el tipo de preguntas que se hacen (Fishbein y Pequegnat, 2000). Por ejemplo, al preguntar cuántas veces se ha tenido relaciones sexuales y luego en cuántas de estas veces se ha utilizado el condón, la respuesta de los participantes puede variar dependiendo del tiempo utilizado como marco de referencia (en toda la vida, el año pasado, en los últimos tres meses, la semana pasada o la última vez) y de si se está evaluando el tipo de práctica sexual en la que el condón se usa (sexo anal, vaginal u oral) o el tipo de pareja con la que se usa (regular o casual). Si la forma más efectiva de prevenir la transmisión del VIH/SIDA es a través del uso correcto y consistente del condón, entonces las medidas de la conducta de uso del condón debieran contemplar justamente la consistencia. De acuerdo con Sheeran, Abraham y Orbell (1999), la medida que más se ha utilizado en las investigaciones sobre la prevención del VIH/SIDA ha sido la frecuencia del uso del condón y pocos han utilizado la consistencia. Esta última permite evaluar el grado en que un individuo utiliza el condón en todas y cada una de sus relaciones sexuales. La investigación empírica que se ha interesado en la consistencia en el uso del condón ha utilizado por lo menos dos formas de evaluarla. Una considera la frecuencia del uso del condón en un periodo determinado, evaluada a través de 35 Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón una escala tipo Likert con opciones de respuesta que varían desde nunca, casi nunca, ocasionalmente (o algunas veces), casi siempre y siempre (o cada vez que tengo relaciones sexuales); esta última opción de respuesta es la que permite identi"ficar a aquellos que son consistentes para usar el condón (Abdullah, Fielding, Hedley et aL, 2002; Alfaro, Harada y Díaz-Loving, 2000; Ao, Sam, Manongi et aL, 2003; Baele, Dusseldorf y Maes, 2001; Caballero y Villaseñor, 2001; Cerwonka, Isbell y Hansen, 2000; Chan, Cheung, Gray et aL, 2004; Díaz-Loving y Alfaro, 1999; Fisher, Fisher, Bryan y Misovich, 2002; Gebhardt, Kuyper y Greusven, 2003; Lam, Mak, Lindsay y Russell, 2004; Martínez-Donate, Hovell, Blumberg et aL, 2004; Piña, 2004; Thato, Charron-Prochownik, Dorn et al., 2003; Villagrán, Alfaro y Torres, 2004). Cuando la frecuencia del uso del condón se evalúa utilizando este tipo de escalas ordinales el investigador no tiene la seguridad de que los sujetos estén considerando la cantidad de veces que han tenido relaciones sexuales y la cantidad de v.eces que han usado el condón, la valoración que hagan de su propia conducta podría responder a principios generales y no a instancias específicas de su comportamiento. Por tanto, una manera de disminuir este problema de validez implicado en las medidas de autoreporte de la conducta de uso del condón, es evitando el uso de escalas nominales (sí o no) y ordinales (siempre, ocasionalmente, nunca) y obtener información sobre el número de veces que se utilizó el condón en un tiempo relativamente corto (Jaccard y Wan, 1995). La otra forma de obtener información sobre el uso consistente del condón ha sido a través de la evaluación de la proporción de encuentros sexuales protegidos, que implica considerar la frecuencia de encuentros sexuales en un periodo determinado y el número de veces en que se utilizó el condón en el mismo periodo, al dividir este último entre el primero se obtiene la proporción de encuentros sexuales en los que se utilizó el condón, quienes obtienen el 100% de relaciones sexuales protegidas son los que se identifican como consistentes (Crosby, DiClemente, Wingood et aL, 2003; Crosby, Yarber, Sanders y Graham, 2004; DiClemente y Wingood, 1995; EI-Bassel, Writte, Gilbert et aL, 2003; Noar, Morokoff y Redding, 2002; Tulloch, McCaul, Miltenberger y Smyth, 2004; Warner, Warner, Boles y Williamson, 1998). 36 Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón ambos casos, los tiempos de uso del condón pueden (2003) llevaron a cabo un estudio los participantes ante un conjunto uso condón. Los participantes fueron habían reportado tener relaciones Geary et las uaban la menos una vez por semana y que, acuerdo con su sintomatolog , tener se a gonorrea y clamidia, por tanto, se usaran condón tuvieran relaciones sexuales para minimizar entregó una dotación de condones. Durante meses se por el número de veces que habían usado el condón e e inconsistentes. Al final de los seis meses se y preguntó cuántas veces había tenido relaciones sexuales en los últimos 7 y veces hablan usado el condón en el mismo periodo y se hicieron preguntas para los últimos 30 días; posteriormente se pidió participante caso recordar siempre lo semana, participantes siemprel algunas mismas 4 preguntas utilizando como opciones Para cada pregunta se les pidió que QVlnrc.<:! recordar cuántas veces habían condón o respuestas variadas las usaron que no lo hicieron así. Por una que anotaba en un calendario cuándo tenía relaciones contaba el número de condones que ya no había en las mientras que al tener varias parejas sexuales otra respondió que le resultaba difícil recordar. el inconsistentes, una participante respondió que era fácil usado el condón en los últimos 30 días porque ella y como generalmente tenía relaciones sexuales una vez por fácil lo había usado 4 veces. Para la mayoría de las cómodo responder a las opciones de porque tenían la opción de responder cuando no Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón recordaban con precisión las veces que habían usado condón, respondiendo así a la opción de algunas veces. La pregunta que habría que responder es cuál de los dos indicadores proporciona información más confiable del uso consistente del condón, ¿aquel que utiliza el criterio de siempre o el que permite identificar a quienes lo utilizan en el 100% de sus encuentros sexuales? De acuerdo con los planteamientos de Jaccar y Wan (1995), este último indicador sería más recomendable porque hace referencia a eventos puntuales de la conducta sexual del individuo y se pueden disminuir los problemas de precisión en el recuerdo de dicha conducta si se utilizan periodos de tiempo relativamente cortos (iguales o menores a 3 meses). El uso de ambas medidas, sin embargo, presentan otros problemas que son identificados por Crosby (1998) como errores Tipo 1 y Tipo 11. Ejemplos del primero son los siguientes: si una persona responde que siempre usa el condón o lo usa en el 100% de sus encuentros sexuales, no se sabe si el condón fue usado por iniciativa propia o porque su pareja le exigió utilizarlo, en este último caso no se podría considerar que la persona esté utilizando el condón como una medida preventiva. Otro ejemplo del error Tipo I tiene que ver con los motivos o razones que llevan a una persona a usar el condón; cuando éste se utiliza para evitar un embarazo, tampoco se puede decir que su uso sea para protegerse del VIH. Un ejemplo más se relaciona con la forma de usar el condón; si la persona reporta usarlo siempre pero comete errores al usarlo, tampoco se estaría incidiendo en la prevención del VIH/SIDA. Finalmente, si el uso del condón se mide sin especificar el tipo de práctica sexual en que este se usa, sería menos probable que se incidiera en la prevención del VIH/SIDA, sobre todo si se sabe que hay mayor riesgo de transmisión por vía anal que por la oral o vaginal (Edwards y Carne, 1998). Las fuentes de error Tipo 11 que señala Crosby (1998) tienen que ver con los problemas implicados en la adopción gradual de nuevas conductas y llevan a subestimar la efectividad de los programas de prevención. Ejemplos de este tipo de error son los siguientes: Si la persona que está participando en un programa de 38 Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón prevención del VIH/SIDA presenta problemas de adicción, depresión o es altamente impulsiva, difícilmente podrán observarse a corto plazo los cambios en su comportamiento; los programas de prevención del VIH no están diseñados para hacer frente a la falta de habilidades de una persona para controlar sus impulsos, por tanto, es posible que se obtengan cambios graduales en la conducta de uso del condón conforme los participantes van aprendiendo habilidades de regulación más efectivas, empero, las medidas que se utilizan sobre el uso del condón (siempre, algunas veces, nunca) no permiten ver estas mejorías graduales en los participantes. Otro ejemplo del error Tipo 1I está relacionado con el balance de poder que se presenta en una relación de pareja; es posible que un programa de intervención para prevenir el VIH/SIDA resulte efectivo para una persona, pero si ésta (particularmente la mujer) no tiene las habilidades para evitar situaciones sexuales de riesgo donde la pareja rechaza el uso del condón, entonces aunque haya aprendido a usar el condón correctamente y otros aspectos relacionados con la prevención del VIH, difícilmente podrá comportarse preventivamente. El análisis de los problemas que expone Crosby (1998) permiten ver la importancia de considerar en las intervenciones la evaluación de los siguientes aspectos: quién toma la iniciativa para usar el condón, los motivos para usar el condón, el uso correcto del condón, su uso en cada práctica sexual, las características de personalidad de los participantes y las habilidades necesarias para enfrentar con éxito propuestas sexuales bajo situaciones de riesgo. El análisis derivado de la forma en que se evalúa el uso consistente del condón, sugiere como mejor indicador la proporción de encuentros sexuales protegidos en periodos de tiempo relativamente cortos. De estos nos interesa destacar los problemas que pueden presentarse cuando las medidas del uso del condón no consideran al menos tres de estos elementos: el uso del condón en cada práctica sexual, la habilidad conductual para usarlo correctamente y la habilidad para negociarlo con éxito con la pareja sexual. El uso del condón en cada práctica sexual toma su relevancia en la prevención del VIH/SIDA por las distintas posibilidades de transmisión que éste 39 Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón tiene en cada una de sexo anal es la de mayor seguida del sexo y en lugar el sexo oral (Cohen y Miller, 1998; Edwards y aun cuando se ha señalado que el condón protege del VIH en menor medida cuando se usa durante el sexo anal que el sexo vaginal y Uribe, 1995), resulta indispensable usarlo en práctica en todas existe la posibilidad de contagio. que carecen del condón en vaginal, pueden una evaluación en este sentido y consideran únicamente uso estudiantes más en el sexo Carlin, y en general o en relaciones con penetración el comportamiento preventivo de los Gurman y Borzekowski (2004) encontraron, en 18 y 24 años de edad, que el uso del condón ocurre y con menor proporción en el sexo anal y oral. Wagner, (2001) encontraron que el uso del condón es frecuente en sexo con cuando éste ocurre con la pareja y más su uso en sexo vaginal y anal con pareja casual, en ambos casos es menos durante el sexo oral. datos apoyan realizar eval incorporar prevenir la También hay uso del condón en las distintas en los programas de intervención VIH/SIDA y otras ITS. que demuestra que el reporte del uso condón no significa que se use correctamente, es jóvenes pueden errores al colocar y retirar del pene un condón o tener fallas de su uso durante el coito, a pesar de que tengan claro que lo usando en sexuales. Algunos estudios han evaluado si lo colocaron por el lado incorrecto y si lo colocaron después de haber iniciado la e en lo si se (Coates y Makadon, 1 o si se resbaló o salió del pene en el acto .... c;", un. Vis ser y Smith, 2000; Grady y Tanfer, 1994; Spruyt, Steiner, Warner Boles y Williamson, 1998), en los casos los reportado usar consistentemente condón. 40 Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón "Cuando siempre 1 no es suficiente" es parte del título del trabajo reportado por De Visser y Smith (2000) e ilustra que el ser consistente para usar el condón no necesariamente significa que se esté previniendo la transmisión del VIH/SIDA o alguna otra ITS. Estos autores evaluaron la confiabilidad y validez de los autoreportes del uso del condón en una muestra de 300 estudiantes entre los 18 y 29 años de edad; utilizaron un diario de uso del condón donde los jóvenes registraron diariamente durante 6 meses si habían usado o no un condón durante una penetración vaginal y si se lo habían colocado antes o después de la penetración inicial; los que siempre usaron el condón en cada encuentro con penetración vaginal se identificaron como consistentes. Los resultados muestran que los que siempre usaron el condón tuvieron más encuentros sexuales en donde el condón se colocó después de una penetración inicial. Estos datos sugieren que la evaluación del riesgo que se basa en el autoreporte del uso del condón puede subestimar el riesgo involucrado en la conducta de uso del condón y puede también subestimar la eficacia del condón. Otros estudios han evaluado, a través de la observación directa, la habilidad conductual para colocar y retirar un condón utilizando un pene de enseñanza, mostrando que quienes reportan usarlo consistentemente cometen errores que pueden poner en riesgo su salud sexual. En el Cuadro No. 3.1 se presentan los pasos a seguir en el uso correcto del condón definidos en distintos estudios. Lidemann y Brigham (2003) definieron 7 pasos, Crosby, DiClemente, Wingood et al. (2001) consideraron 6 conductas específicas y Fishbein y Pequegnat (2000) únicamente 5, mientras que en el estudio realizado en México por Torres y Díaz-Loving (1999) se definieron 12 pasos para evaluar el uso correcto del condón, y aunque esta investigación no tenía el propósito de relacionar esta conducta con el autoreporte del uso consistente del condón, demuestra la importancia de evaluar finamente esta habilidad. 1 Cursivas de la autora. 41 1 2 3 4 h " c- 6 7 I 1 8 1 9 10 Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón Cuadro No. 3.1 Pasos a seguir para usar correctamente el condón evaluados a través de la observación directa de la colocación de un condón en un modelo de pene Crosby, Fishbein y lidemann y Brigham DiClemente, Torres y Díaz-Loving (2003) Wingood et al. Pequegnat (1999) (2001) (2000) abrir el condón abrir correctamente abrir cuidadosamente tener un condón el paquete el paquete oprimir el receptáculo sacar el aire de la colocarlo revisar fecha de caducidad o del semen punta del condón cuidadosamente manufactura colocarlo en el glande colocar el condón por dejar un espacio en la oprimir la envoltura para el lado correcto . punta del condón revisar la bolsa de aire desenrollar el condón mantener apretada la quitarle el aire abrir sin dañar con uñas, punta del condón dientes u objetos mientras se pu nzocortantes desenrolla I sostener el condón al desenrollarlo hasta la desenrollarlo sacar y observar la dirección 1 retirarlo de la vagina base del pene completamente en que se desenrolla oprimir la punta del que el condón colocarse en el pene erecto condón permanezca intacto y no presente daños visibles sostener el condón de apretar la punta para sacar el la base y la punta aire deslizándolo cuidadosamente fuera del pene desenrollarse hasta la base del pene durante la penetración, revisar que el condón siga en. el borde del pene después de la eyaculación y antes de perder la erección detener el condón por la -~-l base quitar el condón con cuidado : jalándolo sin desenrollar 12 anudarse y desecharse Cometer un error en alguno de estos pasos puede poner en riesgo la salud sexual de los jóvenes. De acuerdo Fishbein y Pequegnat (2000), no dejar espacio en la punta del condón o no quitarle el aire, son errores que hacen más probable que el condón se rompa durante el coito. Los errores que más comenten los jóvenes son abrir el paquete con objetos punzocortantes (Spruyt et al., 1998), poner el condón por el lado contrario al que se desenrolla (Warner et al., 1998) y no desenrollarlo por completo al ponérselo (Coates y Makadon, 1995). 42 Susana Robles Monlijo Medidas del uso de condón Un aspecto más que remarca la importancia de utilizar medidas de observación directa sobre el uso del condón es la incongruencia encontrada entre la autoeficacia percibida para usar correctamente el condón y la habilidad conductual demostrada. Crosby, DiClemente, Wingood et al. (2001) evaluaron en 522 mujeres afroamericanas entre los 14 y 18 años de edad , la relación entre la habilidad percibida para usar correctamente el condón (autoeficacia percibida) y la habilidad demostrada y la relación entre la habilidad demostrada y el autoreporte del uso de condón. Encontraron que la autoeficacia percibida para usar correctamente el condón no se relacionó con la habilidad demostrada, y esta última tampoco se relacionó con el autoreporte del uso de condón. Estos hallazgos -que ponen en duda el poder predictivo de la autoeficacia para usar el condón- indican que, quienes reportan usar el condón podrían tener una relación sexual no protegida al no tener la habilidad para usarlo correctamente. Esto es, las personas que dicen usar el condón, al ser evaluados, no lo usaron correctamente, lo que documenta una discrepancia entre el "decir" y el "hacer" en el terreno del uso de condón . Es posible, entonces, que los estudios que utilizan como medida de éxito de las intervenciones el auto reporte del uso del condón sin evaluar la habilidad conductual para usarlo correctamente, estén por un lado sobrestimando el uso del condón y, por otro lado, no estén incidiendo en forma efectiva en la prevención del VIH/SIDA. Seguramente, la reducción de conductas de riesgo requiere algo más que la propia habilidad conductual para usar correctamente el condón. Debido a que el uso del condón ocurre en una relación sexual que implica justamente una relación entre dos personas, de nada sirve ser un experto en la colocación correcta del condón si no se tiene la habilidad para solicitarlo a la pareja sexual o la habilidad para negociarlo cuando ésta se resiste a utilizarlo. En este sentido, es recomendable también incluir en las medidas del comportamiento sexual preventivo, habilidades relacionadas con la negociación del uso del tondón, tema que abordaremos en el siguiente capítulo. 43 Susana Robles Montijo Medidas del uso de condón El análisis hasta aquí realizado conduce a la necesidad de abordar empíricamente los problemas derivados de las medidas de uso de condón y las alternativas que podrían visualizarse para dar frente a dichos problemas. Es propósito de este trabajo, contribuir con el uso de medidas más objetivas sobre la conducta de uso de condón. Por tal motivo, se propone evaluar empíricamente las siguientes consideraciones: Si la forma más efectiva de prevenir la transmisión del VIH/SIDA y otras ITS la constituye el uso correcto del condón en cada uno de los encuentros sexuales que se tengan con penetración, es necesario que la investigación en este campo considere medidas de su uso consistente y de su uso correcto. Para el primer caso, con base en los planteamientos de Jaccard y Wan (1995), se propone utilizar como medida de la consistencia del uso de condón, el número específico de veces en que éste se usa dentro de un periodo de tiempo relativamente corto (por ejemplo los últimos 3 meses), en lugar de utilizar escalas tipo Likert (siempre /casi siempre/ ocasionalmente/casi nunca/nunca). Para el segundo caso -el uso correcto del condón-, basados en evidencia empírica sobre el tema (Crosby, DiClemente, Wingood et aL, 2001; Fishbein y Pequegnat, 2000; Lidemann y Brigham, 2003; Torres y Díaz-Loving, 1999), se propone obtener medidas de observación directa de la habilidad para colocar y retirar un condón en un pene de enseñanza y determinar su relación con el indicador de consistencia del uso de condón así como con la habilidad para negociarlo con la pareja. Estos aspectos fueron evaluados en la presente investigación y los resultados son reportados, respectivamente, en los capítulos 5 y 6. 44 Capítulo 4 Comunicación sexual asertiva y prevención del VIH/SIDA En los capítulos anteriores se señaló la importancia de contar con medidas objetivas de la conducta de uso del condón, ya que la literatura demuestra distintas formas de diferenciar a quienes usan consistentemente el condón de quienes no lo usan, llevando implícito un problema de validez en las medidas de autoreporte de esta conducta. En este mismo sentido, se señaló que el autoreporte del uso del condón no proporciona información sobre su uso correcto, por tanto, como medida de éxito de los programas de intervención es limitada. Además, se sugirió que aun cuando se contara con ambas medidas -el autoreporte del uso del condón y la observación directa de la habilidad para usarlo correctamente-, esto tampoco aseguraba el uso consistente del condón, ya que existe la posibilidad de que no se use si no se tiene la habilidad para solicitarlo a la pareja sexual o la habilidad para negociarlo cuando ésta se resiste a utilizarlo. En otras palabras, para prevenir la transmisión del VIH/SIDA y otras ITS, e incluso un embarazo no deseado, es recomendable usar el condón, saberlo usar correctamente y usarlo en todos y cada uno de los encuentros sexuales, pero además, es conveniente tener habilidades para poder solicitarlo a la pareja o negociarlo cuando se presente algún conflicto sobre su uso. Con base en tal razonamiento, el presente capítulo está enfocado hacia el análisis de la investigación sobre habilidades de comunicación sexual asertiva y su vinculación con la conducta de uso del condón. En un primer apartado se presentan algunos elementos que permiten entender el significado de la comunicación sexual asertiva. Posteriormente se revisan algunas investigaciones empíricas que demuestran los factores que están relacionados con este comportamiento, poniendo especial atención en las medidas que utilizan para evaluarlo. En un tercer apartado se revisan estudios de intervención que exponen Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva los efectos de distintas estrategias de entrenamiento en habilidades de comunicación sexual asertiva y se analiza si en dichas intervenciones se considera la evaluación y/o entrenamiento de la habilidad conductual para usar correctamente el condón. Finalmente, con base en el modelo de prevención del VIH/SIDA de Bayés (1992b), se presenta una propuesta que describe los elementos que podrían considerarse en el diseño de estrategias de intervención dirigidas hacia el desarrollo de habilidades para negociar el uso del condón y para usarlo correcta y consistentemente. 4.1 Comunicación sexual asertiva El desarrollo de habilidades asertivas juega un papel muy importante en las interacciones sociales que se establecen cotidianamente con diferentes personas en distintos contextos y situaciones, de ahí la necesidad de entender su significado. Flores y Díaz-Loving (2002) sintetizan la forma en que la asertividad es definida por Jakubowski y Lange (1978): "Para ellos, la aserlividad es la capacidad de hacer valer los derechos, expresando lo que uno cree, siente y quiere en forma directa, honesta y de manera apropiada, respetando los derechos de la otra persona. La aserlividad involucra la declaración de los derechos personales, expresando pensamientos, sentimientos y creencias, que a su vez no viola los derechos de la otra persona" (pp. 25). De acuerdo Flores y Díaz-Loving (2002), distintas definiciones de asertividad tienen como bases principales tres elementos: el individuo tiene derecho a expresarse, es necesario el respeto hacia la otra persona y es deseable que las consecuencias de su comportamiento sean satisfactorias para los dos miembros que participan en la interacción. Estos mismos p'rincipios son considerados por Goldstein (1981) al proponer un conjunto de habilidades que pueden desarrollarse en los individuos para que tengan éxito en sus relaciones sociales. 46 persona asertiva, entonces, tiene que ver con la expresión directa de oro, 308, derechos legítimos y opiniones, sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas. La asertividad implica un respeto hacia uno mismo al expresar necesidades propias. Las personas tienen que reconocer también cuáles son sus responsabilidades en situaciones específicas y qué consecuencias resultan de la expresión de sus sentimientos. Lo anterior resulta particularmente importante en el terreno de las relaciones sexuales, en donde la negociación en la pareja ocupa un lugar fundamental. La negociación implica tener la capacidad para poder identificar un conflicto, proponer asertivamente alternativas para solucionarlo y llagar a un acuerdo entre ambas partes (Roth, 1985). Además, la negociación requiere que ambos miembros se perciban a sí mismos en igualdad de derechos (Tena y Hickman, 2003), cuestión que se torna difícil por las relaciones de poder que ocurren en el contexto de una cultura sexual caracterizada por una doble moral que establece diferentes derechos y libertades para hombres y mujeres (Herrera y Campero, 2002). Las diferencias entre el hombre y la mujer en cuanto al papel que juegan y al trato que reciben de la sociedad afectan directamente la toma de decisiones en el terreno sexual (Rico, 1995). Muchas mujeres no pueden pedir a sus maridos que usen protección al tener relaciones sexuales y a veces ni siquiera tienen la posibilidad de decidir si quieren o no tener relaciones (Pulerwitz, Amaro, Jong et al., 2002); ellas no pueden cuestionar a los varones su conducta sexual, en muchos casos, al desconocer la conducta sexual de sus compañeros, ignoran si están o no en riesgo, y quienes saben que lo están, tienen pocos recursos para modificar su situación dada la falta de poder social, dependencia y sometimiento a sus parejas (Nyanzi, Pool y Kinsman, 2000; Herrera y Campero, 2002). Por otra parte, Del Río y Uribe (1995) han reportado una serie de razones o motivos que conducen a los jóvenes a realizar conductas sexuales no protegidas, particularmente, no usar el condón en cada uno de sus encuentros sexuales: > Piensan que la pareja puede no estar infectada 47 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva Ser una los propios sentimientos, ae~5eC)S e r n l resión i cta r chos l íti os i i nes, i enazar sti ar l ás i i pli a eto cia o r nas tie n e ocer itu i es pecífi as é nti ientos. terior ulta l i es xuales, nde l f mental. gociación i pli a nflicto, oner rtiv ente erdo tre bas rt s oth, 86). bos i bros r i an as r onas. erti i d esi ades r pias. s n s nsabili des n ult n e l presión e s i portante l o e l l reja pa l ar ra der i ntifi ar l ci narlo la ar uiere e r chos na i an, 03), esti n e t ma ifícil e der e u ren ntexto e a lt ra or a ble oral e t bl ce if r tes r chos libert s ra bres ujeres ( errera 02). s if r cias tre l bre l anto l pel e l t e i n e l i ad i e ente l a e l t o xual i o, 95). uchas o den edir s ari os e en t cci n l t er l i es ces i i i ra l sibili d e ecidir i i r n o ulerwitz, aro, ng L, 02); ll s o den esti nar l r nes ducta xual, n uchos sos, l sconocer l ducta xual o n ie o, i es en e l odificar it ci n da l f lt der cial, ig r n OO(:;os rsos ra s yanzi, ol i an, 0; e rera el ío ri e ( 95) n r rt do a a l jó es r li ar ductas o sar dón da o e s cuentros e l reja de star inf t a r es Comunicación sexual asertiva > Piensan que el condón realmente no funciona > No lo saben utilizar > Olvidan llevarlos > No disponen de un condón cuando tienen la relación > Están muy avergonzados para hablar del asunto > Miedo a que la pareja se ofenda >» Se encuentran afectados por el alcohol y drogas para recordar, querer o poder ponerse un condón > Le resta placer a la relación > Sienten que interfiere en las relaciones sexuales disminuyendo sensación y espontaneidad > Anhelo de amor y de cercanía Dichas razones podrían estar vinculadas con un problema de comunicación en la pareja y podrían subsanarse si se actúa incidiendo no solamente en el nivel de información que los jóvenes deben tener sobre el VIH/SIDA y el condón y sobre sus actitudes hacia ambos aspectos, sino también tendrían que dirigirse los esfuerzos hacia el entrenamiento de repertorios conductuales que les permitan negociarlo exitosamente con su pareja, considerando el análisis y discusión del papel que juegan el hombre y la mujer en la toma de decisiones en el terreno sexual. Para diseñar intervenciones orientadas hacia el entrenamiento de habilidades de negociación en el terreno sexual, es importante en primera instancia investigar los factores que podrían estar relacionados de manera importante con este comportamiento, y con base en ellos, desarrollar las estrategias específicas de intervención para el cambio conductual. En el siguiente apartado se presentan algunos estudios que se vinculan con este propósito. 4.2 Estudios de evaluación Con el propósito de investigar la relación entre la comunicación sexual asertiva y el comportamiento sexual preventivo, se han llevado a cabo distintos estudios (Harrison, Moore y Deren, 1995; Lahai-Momoh y Ross, 1997; Lawrence, Eldridge, 48 Susana Robles Montijo ~ i san e l dón l ente i a ~ o en til r ~ O n le rl s ~ o i en e dón ndo ie n l i n ~ st n uy r zados ra blar el unto ~ i do e reja f da omunicación ual serti a ~ e cuentran f t os r l l hol as ra rdar, erer der nerse dón ~ t l cer l i n ~ i t n e rfi r s xuales s i ndo sación ontaneidad ~ nhelo e or e r nía i as es drí n star l as n l a unicación reja drí n sanarse i t a n o l ente l i el nformación,que ó es en er bre l I / I A l dón bre s ti s cia bos pectos, i bién rí n e i i f rzos cia l t iento ertori s ductuales e r it n gociarlo ito ente n reja, si r do l álisis i si n el pel e u an l bre ujer a ci i es l o xual. ara i ñar nterv i es r t as cia l t iento bil d es gociación l o xual, s portante r era n cia sti ar t r s e drí n star a o os anera ortante n ste portamiento, n se ll s, sarrollar t t gi s pecífi as n e ci n ra l bio nductual. n l i i nte art do ntan l os t di s e i l n n ste r pósito. . studios e al ación on l r pósito sti ar l i n tre unicación xual erti a l portamiento xual r ventivo, n lev o o i ti t s t di s a ri on, ore eren, 95; i-M oh o s, 97; rence, l ri e, Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva Reitman, et aL, 1998; Molitar, y 1999; Moare, VanDevanter, aL, 1 Sturdevant, aL, 1997) que se han distinguido por investigar los relacionados con variables vinculadas con comunicación tales como la frecuencia con que se comunican con sus parejas, libertad para comunicarse con la pareja, percibida para minimizar riesgo de contagio del VIH a través de la comunicación con la comunicación asertiva con parejas previas a la actual. que se relacionan con estas variables son percepción de riesgo están asociados con mayor comunicación en se comunican menos con sus menor uso condón; un nivel bajo de comunicación sobre sexo percibida de contagio del VIH a comunicación con la las asertiva muestran la sexo anal no protegido; en relacionado con la percepción comunicarse con su compañero; adolescentes que han tenido experiencias de dar un entrenamiento asertivo en sus uso más se han encontrado resultados que importancia que tienen la asertividad sexual, de estrategias utilizadas para negociar el condón y tipo de sobre comportamiento sexual preventivo. Por ejemplo, Noar, y Redding (2002) investigaron, en una hombres en qué medida los niveles de asertividad sexual se La asertividad sexual con como la expresar el deseo de uno para usar un condón y una Ukert con en usar yo quiero, aún si a mi pareja no le IIOt'\o.C obtuvieron niveles más altos de usaron con mayar consistencia el condón. 49 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva Pulerwitz, Amaro, Jong et a. en una muestra de 388 entre los 18 y 45 edad, en poder de las relaciones influye en la negociación del sexo uro. Utilizaron una escala de poder en las relaciones sexuales que contiene dos (control de la relación y dominancia en la toma de decisiones); uso consistente del condón se definió como usar siempre condones durante sexo vaginal con la pareja regular en los últimos tres meses. Los resultados muestran que las mujeres con un nivel alto de poder en las relaciones sexuales condón consistentemente que además que las mujeres con económicos tuvieron puntuaciones estatus de la relación (solteros, unión nivel de poder en la relación. condón reportado por las sexuales. Lam, Mak, Lindsay y Russell estudiantes entre los 18 y años verbales y no verbales utilizadas estrategias las dividieron en directas e veces más haber usado el con un bajo nivel de poder. Se encontró y ucativo y con mayores ingresos de poder, pero la edad y no se relacionaron con el en una muestra de 234 de distintas estrategias el uso del condón. Estas ejemplos de las verbales directas fueron hacer un trato (si no hay condón no hay sexo) o expresar razones para proteger su salud (puede o alguna ITS); de las verbales indirectas fueron halagos (necesitaremos usar extralargos!) o insinuaciones (he escuchado que muchas quedan Una estrategia no verbal directa fue abrir un condón a la y no verbal indirecta fue un condón sobre algún mueble (la cama o buró) o poner a la vista de la algún panfleto sobre sexo. La uso condón se evaluó con una escala tipo respuesta de siempre/moderadamente/nunca. que aunque todas las fueron utilizadas para negociar el uso condón, la mayoría de los participantes (hombres y mujeres) usaron directas, tanto verbales como no verbales, sin embargo, las utilizaron estrategias no verbales 50 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva indirectas. Los autores sugieren incorporar en las intervenciones sobre habilidades para negociar el condón, un entrenamiento en estrategias no verbales indirectas en las mujeres, ya que estas aseguran el uso consistente del condón. Utilizando métodos cualitativos y cuantitativos, Iwuagwu, Ajuwon y Olaseha (2000) encontraron, en una muestra de 354 estudiantes entre los 15 y 39 años de edad, que los factores que dificultaban la negociación del uso del condón en las mujeres fueron una falta de cooperación por parte del compañero, ya que a pesar de haber acordado usar el condón algunos ellos se lo quitaban en el momento en que la mujer tenía los ojos cerrados; otro factor relacionado fue el temor a la violencia, algunas mujeres reportaron que al pedirle el condón a su compañero él las golpeaba reclamándoles con quién habían aprendido a usar el condón. Encontraron también que quienes usaban consistentemente el condón eran los que más lo negociaban, pero la negociación fue más probable con la pareja casual que con la regular. Los factores que no se asociaron con la negociación del uso del condón fueron edad, religión y número de parejas sexuales en toda la vida. Los autores sugieren que las intervención para prevenir el VIH/SIDA y otras ITS requieren del entrenamiento en habilidades asertivas para negociar el uso del condón. En suma, tales estudios muestran que la comunicación sexual asertiva promueve el uso consistente del condón. Los aspectos evaluados como parte de la comunicación sexual asertiva fueron la habilidad percibida para expresar el deseo de querer usar el condón y el uso de estrategias directas e indirectas para negociarlo. Las variables asociadas con un mayor nivel de comunicación asertiva fueron mayor empoderamiento en la relación de pareja y tipo de pareja sexual, los factores que dificultan la comunicación sexual asertiva son falta de cooperación por parte de la pareja sexual y temor a que ésta responda violentamente. En todos los casos, las variables relacionadas con la comunicación sexual asertiva y con la conducta de uso del condón fueron evaluadas a través de instrumentos de autoreporte diseñados en escala tipo Likert. 51 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva 4.3 Estudios de intervención A principios de la década de los noventa Catania, Coates, Kegeles et al. (1992) ya habían identificado a la comunicación sobre sexo seguro como predictor del uso del condón en relaciones heterosexuales y en esa misma década se habían desarrollado estudios de intervención que incorporaban habilidades de comunicación como uno de los puntos centrales de las estrategias de intervención para prevenir la transmisión del VIH/SIDA en poblaciones de estudiantes universitarios (Franzini, Sideman, Dexter y Elder, 1990), mujeres afroamericanas entre 18 y 29 años (DiClemente y Wingood, 1995), mujeres estudiantes (Sikkema, Winett y Lombard, 1995), con problemas mentales severos (Weinhardt, Carey, Carey y Verdecias, 1998) y con múltiples compañeros (Washington, Nelly, Murphy et aL, 1993), hombres con múltiples compañeros (Kelly, Lawrence, Brasfield et aL, 1989), hombres gay (Kelly, Lawrence, Betts, Brasfield y Hood, 1990) adolescentes y adultos jóvenes entre 12 y 21 años (DiClemente, Lodico, Grinstead et aL, 1996), mujeres entre 18 y 40 años (Kelly, Murphy, Washington et aL, 1994) y adolescentes afroamericanos y latinos entre 12 y 16 años (Kipke, Boyer y Hein, 1993). Con estas poblaciones, los resultados más importantes que se han reportado han sido los siguientes: los participantes en los grupos de entrenamiento son más asertivos; reportan un decremento en conductas sexuales de riesgo después de haber llevado a cabo el entrenamiento; un incremento en la frecuencia de uso del condón; demandan a su pareja el uso del condón con mayor frecuencia; los hombres actúan mejor que las mujeres, al solicitar, en Juego de Roles, el uso del condón; las mujeres son más asertivas para solicitar información sobre la historia sexual de su pareja. En los estudios citados, los entrenamientos no abarcan únicamente habilidades de comunicación asertiva, en general se combinan con otras estrategias de información y se evalúan distintas variables para analizar en qué medida éstas están asociadas con un comportamiento asertivo. Algunos estudios que incorporan en su estrategia de intervención el entrenamiento en habilidades de comunicación, no toman ninguna medida de dichas habilidades, sólo se 52 Susana Robles Comunicación sexual asertiva aTo.("1" ..... de dicho entrenamiento uso del condón. generalmente se hace a Otros sí toman medidas de esta variable instrumentos de autoreporte. Weinhardt, Carey, Carey y Verdecias (1998) a cabo un estudio con tienen problemas severos de en situaciones sexuales y un incremento en la frecuencia del uso del condón después de haber participado en 10 sesiones de entrenamiento con la condón se observó en la el incremento en la frecuencia y en los periodos de seguimiento y 4 No se tomaron efectiva pareja, confianza y VIHIIT8. y las experimental intervención protegidos, sexuales, todos cuestionarios encontraron en diferencias formado por las asertivas. Witte, Gilbert et al. (2003) evaluaron en una muestra de 217 la eficacia de una intervención 6 para condón, disminuir la transmisión ucir el número adicionalmente, evaluaron si la intervención podría ser más iba dirigida solamente a la mujer o a de la de intervención enfatizó la importancia una relación aspectos de intimidad y cercan factores actúan como enfatizó el papel de la comunicación y monogamia y la de solución de problemas, destacando verse afectada por roles un grupo control al que sólo se le dio una variables evaluadas antes y 3 meses número y proporción de encuentros síntomas relacionados con IT8 y número relativos a los últimos 3 meses y a autoreporte. Los efectos más importantes de la indicadores que miden el uso del condón. No se entre el grupo constituido sólo por es decir, entrenamiento tiene los mismos <::;,<::;",,,-,>:'> del de la se Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva el uso consistente del condón n1"<:."",,::>nt'o de si éste es dirigido sólo a un miembro de la pareja o a estudio no se tomaron medidas habilidades relacionadas con la comunicación en la pareja y la negociación uso del condón y tampoco se evaluó uso correcto del condón. Robin, Dittus, Whitaker (2004) presentan una revisión de 24 para reducir la incidencia del VI que utilizan embarazos en y el entrenamiento en habilidades 17 estudios consideran en su intervención comunicación -negociación para demorar usar el condón, asertividad sexual, toma encuentro sexual, decisiones, de los compañeros para dichas habilidades. habilidades para resistir la presión y ninguno utiliza alguna medida Sikkema, Winett y Lombard (1995) trabajaron con estudiantes para evaluar la asertividad sexual y estrategia de conocí m ¡entos y alcohol y drogas, y con el grupo de entrenamiento en sus pareja, de una comunidad a 29 una estrategia de entrenamiento en conductas de riesgo, comparándola con una la salud; las variables que sobre el VIH e ITS, conductas sexual a través de un juego de roles. para la salud, los participantes en asertividad sexual reportaron u na red en y un incremento en habilidades con su a de un cuestionario de (1995) trabajaron con 1 de San Francisco, con un intervención consistió en 5 de 18 involucraban información la reducción del riesgo del VIH, sexual, de comunicación asertiva, de uso apropiado del condón y desarrollo normas compañero sexual que apoyan uso consistente del condón. muestran en el grupo de intervención un incremento en la consistencia del uso del condón y en todas las variables Estos 54 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva autores midieron la consistencia del uso del condón preguntándole a las participantes cuántas veces habían tenido relaciones sexuales en los últimos 6 meses y cuántas veces habían usado condón en ese mismo periodo, de tal manera que al dividir la frecuencia de las relaciones sexuales entre la frecuencia del uso del condón, obtuvieron un índice sobre consistencia en el uso del condón que va de O a 1, entre más cercano sea el dato obtenido a 1 mayor es la consistencia en el uso del condón. Las habilidades de comunicación asertiva se evaluaron a través de instrumentos de autoreporte. No se evaluó la habilidad conductual para usar correctamente el condón, pero esta sí fue entrenada. Se han reportado otros estudios de intervención que utilizaron como estrategias de cambio conductual grupos de discusión, juego de roles, ensayo conductual y retroalimentación correctiva para entrenar habilidades de comunicación en la pareja y/o la habilidad para usar correctamente el condón, logrando efectos positivos en la reducción del comportamiento de riesgo, sin embargo, en la mayoría de los casos se utilizan medidas de autoreporte de estas variables. Por ejemplo, Fisher, Fisher, Bryan y Misovich (2002) utilizaron el modelo de Información, Motivación y Habilidades Conductuales (1MB, por sus siglas e Inglés) para evaluar la efectividad de una estrategia de intervención sobre la reducción de conductas de riesgo relacionadas con el VIH/SIDA. La intervención se llevó a cabo en 5 sesiones consecutivas y consistió de los siguientes elementos: información sobre formas de transmisión y prevención del VIH/SIDA y sobre las creencias erróneas sobre la monogamia (tener una sola pareja es seguro y no se necesita usar condón); presentación y discusión de un video que tenía el propósito de cambiar sus actitudes y norma subjetiva; un tercer elemento consideró motivar a los estudiantes para cambiar sus conductas de riesgo; el último elemento consistió de un entrenamiento de habilidades conductuales para lograr la abstinencia sexual y la adquisición y uso de condones, a través de un modelamiento en video que ejemplificaba cómo lograr asertivamente abstenerse de una relación sexual, cómo comprar, guardar y discutir sobre el condón y una demostración de la forma correcta de utilizarlo. Un grupo control sólo recibió información sobre la prevención del VIH/SIDA. A través de instrumentos de 55 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva autoreporte diseñados con reactivos en o de opción múltiple, se obtuvieron medidas sobre conocimientos, norma intenciones, actitudes y habilidades conductuales; estas últimas se consideraron como la percepción la dificultad o facilidad para realizar cuatro preventivas y usar el condón bajo los efectos del alcohol o No se tomaron medidas de observación directa de la habilidad para usar conductuales para posponer evaluaciones se realizaron después de ésta. general los frecuencia del uso nunca/nunca) a los 3 y 12 meses grupo control, no se habilidades conductuales. con la comunicación uso del condón, pero no tuvo un comunicación. el condón ni de las habilidades y negociar el uso del condón. la intervención, a los 3 y a los 12 meses muestran un efecto significativo sobre siempre/ algunas sin embargo, comparados con significativos en actitudes, intenciones y en habilidades tuvo un impacto positivo en en autoreporte de estudio anterior, Singh (2003) En forma muy 1MB para evaluar los de riesgo relacionadas con solteras entre los 18 y referidas en el estudio una intervención sobre la reducción VIH/SIDA. En el estudio participaron 200 de edad y se evaluaron las al. (2002) antes y un mes la intervención. se en tres sesiones, una por semana; en primera se analizó y discutió información sobre las formas de transmisión y del VIH/SIDA; la (componente de motivación) se orientó a modificar las actitudes y normas preventivas, utilizando enseñó a las preventivas utilizando negociar del condón a habilidad para usar facilitar el desarrollo y grupos de discusión. la llevaran a cabo una ';"J~JU,"" y análisis y recibieron, además, entrenamiento en modelamiento y ensayo conductuaL No se el condón. Los resu~ados 56 se conductas para un efecto Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva significativo en todas las variables evaluadas, incluyendo habilidades conductuales medidas en escala tipo Likert con fácil o difícil es involucrarse en conductas de sexo seguro y, a tan la habilidad para involucrarse efectivamente en conductas que del VIH/SI Sin embargo, este autor no obtuvo ninguna uso del condón, por tanto, no se puede apreciar intervención comportamiento sexual preventivo. tales estudios, la evaluación de riesgo y las habilidades de comunicación estudios que incorporaron un correctamente el condón, no se Tomando en consideración autoreporte referidos por se hicieron vía autoreporte y en los en la habilidad para usar directa de dicha habilidad. las medidas de y Pequegnat (2000), directa de las habilidades de resulta importante tomar medidas comunicación. El estudio por Tulloch, McCaul, Miltenberger y Smith (2004) aporta información al respecto. Estos autores evaluaron en una heterosexuales, los efectos de entrenar por separado y en conjunto variables definidas en el modelo 1MB de Fisher y Fisher (1 conformaron grupos: sólo información, información más motivación e información-motivación y habilidades de comunicación. Ejemplos habilidades comunicación entrenadas a través del modelamiento, instrucciones, ensayo conductual y retroalimentación, son: iniciar una condón o ponga un uso del condón, discutir los beneficios por usar por no usarlo, solicitar que el compañero del pa se efectivamente a la conducta de evaluadas fueron riesgo percibido de adquirir ITS, usar condones y la intención de usarlo siempre, con tipo Likert. habilidades de comunicación sexual se a de la observación directa; un experimentador ser la y estaba entrenado para todo tipo de que ver con usar el condón. observadores 57 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva independientes registraron lo apropiado las verbalizaciones relacionadas con cada habilidad utilizando la . 1 = inapropiado/inefectivo, algo sobre usar el condón sin proporcionar argumentos para usarlo, dar un argumento para usar el condón sin pareja para usarlo, y 4= responder en argumentos para usar el condón, grupos antes y después de la cuestionario para evaluar específicamente al rechazo rechazo de la pareja y fueron evaluadas en los tres meses después se aplicó un condón, riesgo percibido y motivación para usar condones. Los postevaluación muestran una mejor ejecución en las de comunicación en grupo que recibió en dichas habilidades, no tuvo un impacto en la del uso del condón, es decir, los aprendieron a negociar el uso del condón, pero esto no se vio reflejado en el autoreporte uso consistente del condón. En este estudio no se entrenó ni se evaluó la para usar correctamente el condón. importante poner atención en el fundamenta diseño de las estrategias de intervención que guía y estudios antes la motivación al nivel de la motivación es y una Acción los cuales definen como variables conductuales. La información que los participantes tienen actitudes, normas e y la y Fishbein, 1980); Y las habilidades cond de la son rro"",nro,n,., que tienen los participantes sobre su dificultad o en conductas preventivas, En estos estudios se Ti""In..,,;:¡n variables utilizando instrumentos de bajo un formato tipo Likert, sin embargo, entrenamiento además de estrategias para aumentar el nivel conocimientos y que ellos llaman motivacionales, el a'prendizaje habilidades conductuales que implican la toma de decisiones lograr la sexual, discutir sobre sexo Singh, 2003; Tulloch negociar el uso de condón (Fisher , 2004) Y aprender a poner y quitar un Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva (Fisher et aL, 2002; Singh, 2003), utilizando como técnicas de cambio conductual modelamiento a través de videos, grupos de discusión, ensayo conductual y retroalimentación. Los estudios centrados en el modelo 1MB muestran la importancia de considerar en las estrategias de intervención un entrenamiento en habilidades para comunicarse con la pareja y negociar con éxito el uso del condón. En todos ellos, excepto en el de Singh (2003), la medida de la variable dependiente fue el autoreporte del uso del condón y aunque en dos casos (Fisher et aL, 2002 y Singh, 2003) se incluyó un entrenamiento en el uso correcto del condón, esta habilidad no fue medida. Además, cuando hay un entrenamiento en habilidades de comunicación se observan incrementos significativos en éstas (Fisher et aL, 2002; Tulloch et aL, 2004), pero cuando el entrenamiento no incluye el uso correcto del condón no se observan efectos sobre la consistencia en el uso del condón (Tulloch et al, 2004). En el estudio de EI-Bessel et al. (2003) se entrenan habilidades de comunicación pero no se evalúan, sin embargo, se obtienen efectos significativos en la consistencia del uso del condón. Esta diversidad en los resultados sugiere investigar si es necesario o no entrenar conjuntamente las habilidades de comunicación y la habilidad para usar correctamente el condón, obteniendo medidas directas de ambas habilidades, ya que el autoreporte del uso de condón no necesariamente significa que se sepa usar correctamente (Crosby, DiClemente, Wingood et aL, 2001), por lo que resulta necesario poder asegurar que quienes reportan usar consistentemente el condón lo sepan usar y quienes dices que saben negociarlo sepan hacerlo correctamente. En otras palabras, para prevenir la transmisión del VIH/SIDA y otras ITS, es recomendable usar el condón, saberlo usar correctamente y usarlo en todos y cada uno de los encuentros sexuales, pero además, es conveniente tener habilidades para poder solicitarlo a la pareja y negociarlo con éxito. Con base en lo anterior, en el presente trabajo se expone un estudio de intervención realizado con el propósito de evaluar los efectos de un entrenamiento conductual en habilidades de comunicación sexual asertiva y en el uso correcto 59 Susana Robles Montijo del condón sobre el autoreporte de su uso relación entre la habilidad demostrada uso. diseño de la estrategia prevención del VIH/SIDA trabajo y se describe con detalle en 4.4 Entrenamiento en la habilidad propuesta basada en el modelo Bajo la perspectiva del modelo forman parte de los factores históricos que Comunicación sexual asertiva como investigar la autoreporte de su en modelo de Capítulo 2 de este uso condón: una funcionales influir en cada nueva situación interactiva concreta; son entendidas como posee una persona, producto de su historia permitirán enfrentar nuevas situaciones interactivas y pueden ser de dos y de afrontamiento. Las competencias funcionales en literatura se ha denominado este campo se ubican las habilidades conflicto. En término generales, la tiene un individuo en su relación con otras cosas, que aquellas expresen bien de lo busquen, lo no eviten relacionarse con socialmente cuando en distintas personas, término social (familia, requiere que el individuo enfrentar competencia social es un corlcepto persona puede ser hábil en un se relacionan con lo que en la (Robles y Guevara, 1997) y en negociar con éxito situaciones en social hace referencia al éxito que éxito podría significar, entre que el individuo se relaciona se o sim no lo rechacen o es considerada competente situaciones o contextos y con con Robles y Guevara (1997), ajuste de una persona a un grupo y, para que este ajuste ocurra, se específicas que le sociales. engloba al de habilidades Una y puede no serlo en otros; por Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva ejernplo, un joven puede ser hábil para negociar con su novia el lugar al que saldrían a divertirse un sábado por la noche, pero podría no ser hábil para negociar con su papá el permiso para salir y la hora en la que debe regresar a casa ese sábado. Se está hablando de la misma habilidad, la de negociar, y de la misma situación (salir el sábado por la noche), pero con resultados distintos porque están implicados contextos y personas diferentes. Si este joven lograra negociar con éxito el permiso con su papá, el lugar para salir con su novia y cualquier situación que implique negociar con otras personas y en contextos distintos, entonces se podría decir, con certeza, que este joven es competente para negociar. En este contexto, un joven es competente para negociar el uso del condón si logra convencer a su pareja de que lo use y si además lo hace en cada relación sexual que tenga, bajo distintas circunstancias y con distintas parejas. Si sólo logra convencer a una pareja determinada (por ejemplo el novio actual) que usen el condón y no lo hace cuando tiene una relación ocasional (con otra persona que no sea el novio actual), o bien, si logra negociarlo sólo en una relación y no lo hace en todos sus encuentros sexuales, entonces se podría decir que tiene la habilidad para negociar el uso del condón con su novio, pero no es una persona competente para negociarlo. ¿Qué elementos deben considerarse, entonces, para lograr que los jóvenes sean competentes para negociar el uso del condón en sus relaciones sexuales? En primer término tiene que haber una definición clara y objetiva del conjunto de habilidades que se pretenden entrenar y. las técnicas específicas que son apropiadas para lograr el aprendizaje de dicha habilidad. A partir de estudios realizados con jóvenes mexicanos sobre el desarrollo de habilidades sociales, Roth (1986) señala que para lograr el aprendizaje efectivo de una habilidad, esta debe definirse en términos de los componentes verbales y. no verbales involucrados en ella. Para la habilidad de negociar, Roth (1986) propone los siguientes componentes VERBALES, que se ejemplificarán bajo el contexto de la negociación del uso del condón: 61 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva • Identificar el conflicto en voz alta. La persona a ser entrenada debe mencionar los puntos de vista que están en conflicto entre ella y su pareja sobre el uso del condón (uno sí lo quiere usar y el otro no, y cada quien tiene sus razones). • Plantear la necesidad de un acuerdo. En voz alta, debe identificar los puntos del conflicto para presentar un compromiso viable -un compromiso en el cual el comportamiento de uno, queda supeditado al comportamiento del otro-, insistiendo a su pareja que haga lo mismo para obtener un acuerdo que satisfaga a ambos. • Establecer una proposición y que la pareja establezca la suya. Debe ejercer presión para que su pareja dé su punto de vista. En esta parte debe expresar todos los argumentos que le sean posibles sobre la importancia que reviste para la salud sexual de ambos, el usar siempre el condón. Es importante enfatizar sus ventajas en el terreno de la salud y otros terrenos. • Obtener una conclusión o un acuerdo. Debe elaborar un resumen en voz alta, que indique claramente en qué están en desacuerdo, la propuesta de cada quien y el acuerdo al que llegan, considerando posibilidades alternativas. En esta parte es posible que el acuerdo implique posponer la relación sexual para otro momento, o bien, tener una relación sin penetración, que no implique intercambio de 11uidos genitales. Con base en el concepto interconductual de competencia funcional (Ribes, 1990), se podrían agregar otros componentes verbales, tales como: • Identificar el momento oportuno para la negociación. • Identificar estrategias exitosas en el pasado con la pareja actual. • Identificar posibles factores disposicionales que alteren favorablemente el estado de ánimo y la motivación de la pareja para llegar a un acuerdo. • Planear estrategias alternativas para la negociación. • Llevar a cabo las estrategias planeadas en un primer momento. 62 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva Como componentes NO VERBALES Roth (1986) plantea los siguientes: • Contacto visual. Tiempo total de orientación visual de la persona que está siendo entrenada hacia su pareja; su porcentaje no debe ser menor al 50% de la duración del episodio de interacción. • Tono y volumen de voz. Audible para su pareja. Debe señalarse la importancia de expresarse con un volumen de voz que no implique gritar y con un tono que no refleje una expresión de molestia o enojo. A los planteados por este autor se pueden agregar los siguientes: • Proximidad. La distancia entre ambos miembros de la pareja debe ser corta y acorde a los distintos momentos de la negociación. • Expresión facial. Debe ser congruente con el contenido verbal y no debe expresar enojo o molestia. • Expresión corporal. Como en el caso anterior, debe ser congruente. En relación con las técnicas que son apropiadas para entrenar esta habilidad, se propone utilizar el Aprendizaje Estructurado propuesto por Goldstein (1981) y validado con jóvenes mexicanos por Roth (1986). Es un paquete de entrenamiento constituido por 4 técnicas de cambio conductual: modelamiento, juego de roles, retroalimentación y transferencia. En el modelamiento se llevan a cabo demostraciones de la habilidad y/o de segmentos de la habilidad (los componentes verbales y no verbales), ya sea en vivo, en video o en audiograbaciones. Debe haber un actor (el que recibe el entrenamiento), un coactor (persona con la que se interactúa para presentar la habilidad) y, en caso del modelamiento en vivo, un escenario que se asemeje lo más posible a una situación real donde podría ocurrir la habilidad en cuestión (situaciones semiestructuradas). El juego de roles se define como la práctica conductual sistematizada de la habilidad observada en el modelamiento, utilizando situaciones semiestructuradas muy semejantes a una situación natural. En la ejecución del juego de roles se pide al participante que, junto con otro, represente o acWe la habilidad en cuestión. La habilidad debe estar dividida en componentes 63 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva o pasos conductuales, mismos que al cumpliendo de manera ordenada conducen a la emisión correcta de habilidad. técnica pretende que el participante domine el ejercicio la habilidad en todos sus componentes. La retroalimentación correctiva es una permite que el grupo, como un críticos y sugerencias respecto todo, evalúe al participante a la actuación de cada uno el participante mejore su entrenamiento se nrt"TOnrlQ aprendidas en el ambiente Los elementos que permiten son los siguientes: como apoyo para el juego garantizar la transferencia técnica se pretende que con la transferencia del conductas recientemente de la vida diaria. de la habilidad a escenarios uso escenografía real o imaginaria y sobreaprendizaje. Sin embargo, para entrenamiento es necesario que el actor o sujeto bajo entrenamiento, sea a una amplia variedad de situaciones bien delimitadas, es decir, modelamiento la habilidad demostrada deberá hacerse frente a diferentes "",,,1"0\11''' pareja que fácilmente más variadas sean enfrentarlas son , no es lo mismo negociar con una propuesta, a otra que no la acepta. Entre estructuradas la probabilidades de Para condón, se jóvenes sean competentes para negociar el uso lugar, que el entrenamiento considere On'fr'!:ln en juego en el momento en que ocurre la ""'(;A'.;;>"''-A'''v en una perspectiva interconductual y con fundamento en modelo campo propuesto por Kantor se proponen se ilustran en la Figura No. 1. va a ser entrenada en la habilidad de negociar y episodio interactivo que corresponde a la habilidad y es la es su ocurre en un 1',.,,"1'0'\/1'''' especifico (que incluye el lugar, la circunstancia, conducta propensiones, inclinaciones y tendencias) y un normativo que media o posibilita que la interacción ocurra de manera, 1 Roth (1986) habla de actor y ccactor cuando utiliza el Aprendizaje Estructurado como de cambio conductual. 64 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva Figura No. 4.1 Elementos que entran en juego en una situación interactiva de negociación del uso de condón CONTEXTO NORMATIVO Creencias sobre el uso de condón Mediador (Actor) Historia interconductual Criterios valorativos Creencias sobre los roles culturalmente asignados al hombre y la mujer Mediado (Coactor) CONTEXTO ESPECíFICO Habilidades conductuales específicas Factores disposicionales del individuo y del ambiente Del mediador y el mediado: Ambos son los elementos centrales del episodio interactivo que constituye la negociación. La persona que se va a entrenar debe poseer el conjunto de habilidades que le permitan estructurar y establecer la forma en que se va a dar la relación con su pareja. En este punto hay que considerar, tanto este conjunto de habilidades como las creencias que tiene el mediador sobre el uso del condón y sobre distintos aspectos relativos al ejercicio de su sexualidad; si un joven tiene la creencia de que el condón no es efectivo para prevenir el VIH/SIDA o si piensa que el condón va en contra de sus creencias religiosas, va a ser muy probable que no lo use. Asimismo, se deben identificar los criterios 65 Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva a los que usualmente piensan de ella si usa el condón o se lo que esa persona cree que a su pareja. Por ejemplo, también) no se atrevan a ser que las mujeres jóvenes (y a su pareja por temor a que tiene confianza, o tal vez crea que es infiel o le reclame no solicitando porque tiene alguna infección de transmisión sexual. elemento se consideran también del mediador y su pareja con respecto a los roles culturalmente al hombre y a la mujer, tomando como ejemplo una reflexión las decisiones en su propia sexual y por qué, de tal manera su de pareja. y por qué, quién debe iniciar una identifiquen sus propios roles dentro Sin embargo, en la habilidad para negociar no solamente se identifican habilidades y también se debe en aspectos que forman parte la interacción, como lo son la interconductual relativa a la capacidad mediar relaciones con otras a la sexualidad, y particularmente uso del condón, así como disposicionales presentes en el De la historia interconductual. negociación se debe partir específicamente qué tan ..... y~''''''''- personas, alterar lugares y momentos favorablemente sus propios mediadora con la pareja actual. el terreno sexual, por ejemplo, rngrun de la interacción. entrenamiento de la competencia identificación de competencias mediador para expresar opiniones, motivar a estado de ánimo de otros, identificar negociar, llegar a alterar ánimo y sentimientos, y su se deben identificar sus ya ha tenido relaciones en personas, si ya ha usado condón, si no ha tenido algún por usarlo o usarlo no usarlo, qué tanta información tiene sobre el condón, correctamente, etcétera. Disposiciones actuales. factores disposicionales entrenamiento hay participante como del 66 posibles conjunto de Susana Robles Montijo Comunicación sexual asertiva estos factores disposicionales es lo que contexto en que se da la interacción de negociación. factores disposicionales individuo Infecciones de Transmisión su condición biológica (excitación gustos y preferencias en su manera ante disposicionales lugares, influencia de otras De suma importancia es punto conviene verificar, como posibles la información que tiene sobre las histórica para identificar o alterar por ejemplo), el papel que juegan sus sus tendencias a responder de entre otros. Como posibles identificar influencia que ejercen ciertos y, muy especialmente, la posible de su competencia negociadora. en esta habilidad, que resulta mucho más difícil en el momento en que se está teniendo (o se relación sexual, ya que relacionados con cada uno (por ejemplo excitados, o alcohol o drogas) o con otro tipo disposiciones (momento oportuno, lugar favorable, presión por parte de amistades, por ejemplo), impiden o dificultan que se hable acerca del uso de protección. Por esta razón, se a los jóvenes a negociar el uso del condón antes que exista la posibilidad tener una relación sexual. Para esto, es necesario que ellos aprendan a conversar sobre temas de sexualidad, donde expresen sus puntos de sexuales no protegidas, sobre los riesgos y todo del VIH/SIDA, para que desde antes se identifique si la o no de acuerdo en usar el condón. en que podría ser mucho factible para los jóvenes lograr la qué para se hasta que llegue el momento de la en consideración los elementos antes referidos, en Capítulo 6 nr<;;""",nT~ un estudio de intervención que pretende en en cada uno de estos elementos del condón, sobre su uso y con 67 un impacto la habilidad PA.RTE. I1 INV'ESTIG,A.C,IÓN EMPÍRICA Capitulo 5 Evaluación empirica del modelo de prevenCión del VIH/SIDA en estudiantes universitarios Objetivo general Evaluar el modelo de prevención del VIH/SIDA de Bayés (1992b), a fin de conocer la forma en que las variables definidas en las fases del pasado (conocimientos, actitudes e historia de encuentros sexuales) y del presente (autoeficacia para prevenir el VIH/SIDA, tipo de pareja sexual y tipo de práctica sexual que se realiza), se relacionan con la conducta de uso de condón en una muestra de estudiantes universitarios. Objetivos específicos 1. Describir y comparar (por sexo) a la muestra, considerando edad, estado civil, con quién viven, preferencia sexual, debut sexual, planeación de la primera relación sexual y lugar de la primera relación sexual. 2. Describir y comparar (por sexo y debut sexual) a la muestra, considerando la carrera que estudian. 3. Describir y comparar (por sexo) a la muestra, considerando uso de condón en relaciones sexuales en general, uso de condón en la última relación sexual y uso de condón en sexo vaginal, sexo oral, sexo anal y masturbación en compañía. 4. Describir y comparar (por sexo y carrera) a la muestra, considerando la frecuencia y la consistencia del uso de condón. Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo 5. Describir y comparar a la muestra (por sexo, carrera y debut sexual), en las variables del modelo que corresponden a la fase del presente (autoeficacia para prevenir el SIDA, tipo de pareja sexual y tipo de práctica sexual). 6. Describir y comparar a la muestra (por sexo, carrera y debut sexual), en las variables del modelo que corresponden a la fase del pasado (conocimientos, actitudes e historia de encuentros sexuales). 7. Describir la relación entre las variables del modelo que corresponden a la fase del presente (autoeficacia para prevenir el SIDA, tipo de pareja sexual y tipo de práctica sexual) y la frecuencia y consistencia del uso de condón. 8. Describir la relación entre las variables del modelo que corresponden a la fase del pasado (conocimientos, actitudes e historia de encuentros sexuales) y la frecuencia y consistencia del uso de condón. 9. Conocer y describir las variables del modelo (de la fase del presente: autoeficacia para prevenir el SIDA, tipo de pareja sexual y tipo de práctica sexual; de la fase del pasado: conocimientos, actitudes e historia de encuentros sexuales) que resultan ser los mejores predictores de la consistencia y de la frecuencia del uso de condón. 69 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo MÉTODO Definición de la Población Universo La población universo estuvo definida por el total de estudiantes del turno matutino inscritos en las seis carreras (Biología, Cirujano Dentista, Enfermería, Médico Cirujano, Optometría y Psicología) de la FES Iztacala que asisten a clases al plantel; esto significa que quedaron excluidos aquellos estudiantes de las carreras de Cirujano Dentista, Enfermería y Médico Cirujano que asistían a hospitales y clínicas (a partir del 4° ó 5° semestre). La población total aproximada de alumnos del turno matutino de la FES Iztacala es de 7000, de éstos, alrededor de 4200 toman sus clases en las instalaciones de la FES Iztacala; estos constituyeron la población universo del estudio. Procedimiento de selección de la muestra Se utilizó un procedimiento de selección de la muestra llamado muestreo por conglomerados (Méndez, Namihira, Moreno y Sosa, 2001) o muestreo de conjunto (García, 1983), en donde se considera como unidad de análisis, no la identificación particular de cada estudiante, sino el grupo formal en el que están inscritos. Se determinó el total de grupos que había en cada semestre de las seis carreras en el turno matutino en el periodo 2003-2, y se seleccionó aleatoriamente al 50% de ellos. En la Tabla No. 5.1 se presenta el número de grupos de la población universo que había en cada carrera, que en total fueron 104 grupos. A los grupos de cada carrera por separado se les asignó un n(lmero consecutivo, para escribir el listado correspondiente en el programa SPSS, con el propósito de que dicho programa eligiera al azar al 50% de ellos en cada carrera ("Data-Select cases-Random simple of cases-Sample size: 50% of all cases"). En la misma Tabla No. 5.1 se señala el número de grupos de cada carrera que fueron seleccionados bajo este procedimiento aleatorio, que en total fueron 53 grupos, y el número de estudiantes de cada carrera que respondieron el cuestionario. 70 Susana Robles Montijo Estudio 1. Evaluación empírica del modelo No. 1. Población universo y muestra seleccionada CARRERA GRUPOS GRUPOS ESTUDIANTES QUE POBLACiÓN MUESTRA RESPONDIERON EL UNIVERSO SELECCIONADA Enfermería 3 40 Medicina 11 260 Odontología 7 166 Optometría 4 52 18 426 68 Participantes En total participaron en este 1168 estudiantes universitarios, el 70.1 % (819) fueron mujeres y el 9% (349) La edad promedio de todos los estudiantes fue de 20.2 , en los hombres fue de 20.4 (SD=2.45) y en las mujeres de 20.1 años 1.88). 5% (426) fueron estudiantes de la carrera de Psicología, 22.3% (260) Medicina, el 19.2% (224) de Biología, el 14.2 (166) de Odontología, Enfermería. Más la cursaban el 2° ... "" • ."., ...... "T el 6° semestre y el Escenario 26.7% (312) (5%) La aplicación del cuestionario se llevó a seleccionados. Tipo de estudio De acuerdo con la clasi'ficación prospectivo en la medida en que los Optometría y el 3.4% (40) de (53.1%) fueron estudiantes que el 15.2% (177) y en los grupos al. (2001), estudio es evaluación se diseñaron o se seleccionaron y se aplicaron de acuerdo con propósitos estudio; es un estudio transversal al tomar las medidas en una , sin el propósito de observar la evolución en el comportamiento los es también 71 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo un estudio comparativo, porque se tienen definidas varias poblaciones (sexo, carrera y debut sexual). Finalmente, al estar diseñado para medir nuestro objeto de interés, hacer las comparaciones pertinentes entre las poblaciones y no plantearse alguna manipulación de variables, el estudio es de carácter observacional. Variables Las variables que se evaluaron en este estudio se clasificaron en variables descriptivas, variables de comparación, variables dependientes y las variables del modelo evaluado. Variables descriptivas 1. Total de participantes 2. Edad promedio 3. Con quién viven (1. solos, 2. con su familia, 3. con su pareja) 4. Estado civil (1. soltero, 2. casado, 3. viudo, 4. divorciado, 5. unión libre, 6. otro) 5. Planeación de la primera relación sexual (1. sí se planeó, 2. no se planeó) 6. Lugar de la primera relación sexual (1. casa, 2. auto, 3. hotel, 4. despoblado, 5. calle, 6. otro) 7. Preferencia sexual (1. homosexual, 2. bisexual, 3. heterosexual) Variables de comparación 1. Sexo (1. hombre, 2. mujer) 2. Carrera (1. Biología, 2. Enfermería, 3. Medicina, 4. Odontología, 5. Optometría, 5. Psicología) 3. Debut sexual (tener relaciones sexuales: 1. sí, 2. no) Variables dependientes Conducta sexual preventiva 1. Uso del condón en las relaciones sexuales en general (1. sí, 2. no) 2. Uso del condón en 4 prácticas sexuales (sexo vaginal, anal, oral y masturbación con la pareja) (1. sí, 2. no) 72 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo 3. Uso del condón en la última relación sexual (1. sí, 2. no) 4. Frecuencia del uso del condón en los últimos tres meses 5. Consistencia en el uso del condón Variables del modelo evaluado De la fase del presente 1. ASPECTOS SITUACIONALES: 111 Autoe'flcacia percibida para prevenir el SIDA: Al validar la escala Self- Efficacy for AIDS (SEA-27) de López y Moral de la Rubia (2001) se obtuvieron 5 factores: 1. Capacidad percibida para rechazar propuestas sexuales de personas desconocidas bajo circunstancias de riesgo. 2. Capacidad percibida para usar y comprar condones. 3. Capacidad percibida para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas y estar de acuerdo con la monogamia y la fidelidad. 4. Capacidad percibida para investigar la historia sexual de la pareja y hablar con ella sobre la prevención del SIDA. 5. Capacidad percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo. 111 Tipo de pareja sexual 1. Pareja estable 2. Pareja ocasional 3. Am istades 4. Personas desconocidas 5. Sexoservidores 2. VULNERABILIDAD BIOLÓGICA 111 Tipo de práctica sexual 1. Penetración vaginal 73 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo 2. Sexo oral 3. Penetración anal 4. Masturbación con pareja De la fase del pasado 1. CONOCIMIENTOS SOBRE VIH/SIDA: 1. Sintomatología 2. Transmisión 3. Prevención 2. ACTITUDES 1. Actitud hacia el uso del condón 2. Actitud hacia la planificación de las relaciones sexuales 3. Actitud hacia la monogamia 3. HISTORIA DE ENCUENTROS SEXUALES 1. Edad del debut sexual 2. Número de parejas sexuales en toda la vida 3. Número de parejas sexuales en los últimos 3 meses 4. Frecuencia de las relaciones sexuales en los últimos 3 meses Instrumentos de evaluación Aufoeficacia para prevenir el SIDA. Se utilizó la escala Self-Efficacy for AIDS (SEA-27) desarrollada en población estadounidense y adaptada a población mexicana por López y Moral de la Rubia (2001). Esta escala se sometió a un análisis psicométrico para obtener la validez de constructo, utilizando el método de análisis factorial de componentes principales con Rotación Varimax. Como resultado se obtuvo una escala conformada por 25 reactivos; seleccionando los reactivos con cargas factoriales mayores a .50 se mostró la presencia de 5 factores con valor propio mayor de 1 que explicaron el 63.81 % de la varianza total. Se realizó un análisis de confiabilidad alfa de Cronbach para conocer la 74 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo consistencia interna de las dimensiones, observándose un puntaje para toda la escala de .90, lo cual indica una alta confiabilidad para el instrumento. Los resultados de este proceso de validación y confiabilidad de la escala pueden consultarse en el Anexo 1. Conocimientos sobre VIH/SIDA. Se utilizó un instrumento desarrollado por Alfaro, Rivera y Díaz-Loving (1992) para evaluar conocimientos acerca del VIH/SIDA, el cual consta de 46 reactivos que evalúan 5 áreas: Etiología (11 reactivos), Sintomatología (7 reactivos), Epidemiología (6 reactivos), mecanismos de Transmisión (11 reactivos) y mecanismos de Prevención (11 reactivos). Con base en los resultados obtenidos por estos mismos autores con estudiantes de preparatoria y por los resultados de Robles (1999) con estudiantes universitarios de 6 carreras de la UNAM, los cuales indican que las áreas donde se obtiene un porcentaje más bajo de respuestas correctas son las de Etiología y Epidemiología, y éstos no se relacionan con un comportamiento sexual preventivo, se determinó considerar únicamente aquellos reactivos que evalúan las áreas de Sintomatología, Transmisión y Prevención del VIH/SIDA, constituyéndose así un instrumento de opción múltiple con 29 reactivos (véase Anexo 2). Actitudes hacia el uso del condón, planificación de las relaciones sexuales y monogamia. Esta variable se evaluó utilizando el mismo instrumento de López y Moral de la Rubia (2001) quienes incluyeron en forma independiente a la escala de autoeficacia, un conjunto de reactivos en escala tipo Likert que evalúan la actitud hacía el uso del condón (6 reactivos), actitud hacia la planificación de las relaciones sexuales (2 reactivos) y actitud hacia la monogamia (1 reactivo). El Alfa de Cronbach obtenido en toda la escala fue de .54, que indica un nivel bajo pero aceptable de consistencia interna de la escala. El instrumento se presenta en el Anexo 2. Se diseñó un instrumento de autoreporte con preguntas abiertas y de opción múltiple para obtener información sobre las variables descriptivas y de comparación e información sobre el tipo de pareja sexual, tipo de práctica sexual, historia de encuentros sexuales y conducta sexual preventiva (véase Anexo 2). 75 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación Medidas de las variables Aufoeficacia para prevenir el SIDA: Los opciones de respuesta en escala tipo Likert que van (totalmente seguro). Se calcularon las los de la escala y los cuartiles correspondientes obtenidos en determinar rangos mínimos y máximos que permitieron en baja, media y alta (véase Tabla No. del modelo cuentan con a 5 factor para los niveles de de diferencias entre sexo, carrera y debut , se el obtenido y no la clasificación de autoeficacia baja, media y alta. Tabla No. N autoeficacia para cada factor de acuerdo con los rangos definidos con en los cuartiles obtenidos para cada factor en toda muestra Factores Factor 1: Capacidad percibida para rechazar sexuales a personas desconocidas bajo de riesgo Factor 2: Capacidad percibida para usar y comprar condones Factor 3: percibida para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas, posponer las relaciones sexuales hasta el matrimonio percibida para investigar la historia sexual de la pareja y hablar con ella sobre la prevención del SIDA Ran os 8-31 32-37 38-40 5-19 20-22 23-25 5-11 12-15 16-25 BAJA MEDIA ALTA 3-10 BAJA 1 2 3 1 2 11-12 MEDIA 13-15 ALTA Factor 5: para usar correctamente el condón bajo circunstancias de riesgo t3~=t~~~=t==~=j 3 Autoeficacia prevenir el SIDA Capacidad percibida para 45-92 BAJA 1 93-105 MEDIA 2 106-125 ALTA 3 VIH/SIDA: Los reactivos son de opción múltiple y de cierto o una de las opciones es la correcta, por tanto, la escala en la variable es nominal. Sin embargo, los datos se transformaron a una intervalo calculando el porcentaje de respuestas correctas obtenido por conocimiento y el porcentaje total correspondiente a los 29 reactivos 76 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo i nstru me nto, "porcentaje global conocimientos". El de Sintomatología y las de Transmisión y tienen 11 una, haciendo un total reactivos. El total para cada forman el 100% de posibles, se sumaron y total se convirtió a respuestas correctas en conocimientos y en porcentaje total conocimientos correctas a los 29 correctas de las el uso del condón, de las relaciones y monogamia. que evalúan esta se presentan también en tipo Likert con 1 (muy en desacuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo). para el de esta variable la puntuación promedio obtenida por en reactivo de la escala. la Tabla No. 5.3 se describen medidas que se obtuvieron las de comparación y de tipo conductual. Partici antes Número Edad Con quién viven Estado civil Número 1,2 Y 3 1, 2, 3, 4, 5 6 Intervalo Edad Nominal que que . Planeación de la relación sexual sí-no que su primera relación Lugar de la primera relación sexual 1, 2, 3, 4, 5 nominal que 6 Preferencia 1,2 Y 3 nominal que Sexo Porcenta'e de hombres mueres Carrera Nominal de estudiantes que Debut sexual Nominal Relación sexual con penetra de estudiantes que 77 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo Variables Tipo de Escala Medidas respuesta I Relaciones sexuales con penetración anal sí-no nominal Porcentaje de estudiantes que respondieron a cada opción Relaciones sexuales orales sí-no nominal Porcentaje de estudiantes que respondieron a cada opción Masturbación con alguna pareja sí-no nominal Porcentaje de estudiantes que respondieron a cada opción Total de prácticas distintas realizadas número intervalo Número promedio de prácticas realizadas Tipo de pareja con la que se tienen 1,2,3,4 Y 5 nominal Porcentaje de estudiantes que relaciones sexuales respondieron a cada opción Total de parejas sexuales distintas número intervalo l\Júmero promedio de parejas sexuales distintas reportadas Historia de encuentros sexuales Edad del debut sexual número intervalo Edad promedio del debut sexual en hombres y mujeres Número de parejas sexuales en toda la número intervalo Número promedio de parejas vida sexuales Número de parejas sexuales en los número intervalo Número promedio de parejas últimos 3 meses sexuales Frecuencia de las relaciones sexuales en número Intervalo Frecuencia promedio los últimos 3 meses Conducta sexual preventiva Uso del condón en las relaciones sí-no nominal Porcentaje de estudiantes que sexuales respondieron a cada opción Uso del condón en cada práctica sexual sí-no nominal Porcentaje de estudiantes que respondieron a cada opción para cada una de las 6 prácticas evaluadas Uso del condón en la última relación sí-no nominal Porcentaje de estudiantes que sexual respondieron a cada opción Frecuencia del uso del condón en los Número Intervalo Frecuencia promedio últimos 3 meses Consistencia en el uso del condón número intervalo Indice de consistencia: resultado de (proporción de encuentros sexuales dividir la frecuencia del uso del protegidos) condón entre la frecuencia de las relaciones sexuales Procedimiento A los grupos seleccionados se les aplicaron los instrumentos de evaluación correspondientes a autoeficacia percibida para prevenir el SIDA, conocimientos sobre VIH/SIDA, actitud hacia el uso del condón, hacia la planificación de las relaciones sexuales y hacia la monogamia y sobre el comportamiento sexual. En este proceso de aplicación participaron 4 profesores y 10 alumnos que previamente fueron entrenados para participar como encuestadores. Se solicitó 78 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo permiso y apoyo a la Secretaría General Académica de la FES Iztacala para que las jefaturas de las carreras facilitaran el acceso de quienes aplicarían los cuestionarios a los grupos que resultaron seleccionados. A pesar de esto hubo 9 grupos a los que no se pudo tener acceso, por tanto, fueron sustituidos por otros de la misma carrera que estuvieron dispuestos a participar; únicamente un grupo de la carrera de Psicología fue cancelado. Se organizó un calendario de visitas a cada grupo de acuerdo con la disponibilidad de horario de los maestros titulares. A cada grupo acudieron 2 encuestadores, un profesor y un alumno, el primero se encargó de dar una explicación introductoria a los alumnos señalando que la encuesta formaba parte de las investigaciones que se realizan en el Proyecto de Investigación en Psicología y Salud Sexual de la UIICSE de la FES Iztacala; asimismo, se encargó de enfatizar a los estudiantes que su participación era totalmente voluntaria y que quien quisiera participar posteriormente en un taller sobre comunicación sexual en la pareja debería escribir su nombre o número de cuenta y un teléfono donde se le pudiera localizar. El tiempo promedio de aplicación de los instrumentos por grupo fue de 40 minutos. 79 ESTA TESIS NO ~ UE LA BIBLIOTE Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo ANÁLISIS DE DATOS El análisis estadístico de los datos se realizó utilizando el programa SPSS para Windows 10.0. Para el análisis descriptivo de las variables se utilizaron medidas de tendencia central y análisis bivariados. La validez del instrumento de autoeficacia se realizó a través de un análisis factorial de componentes principales con rotación Varimax. La confiabilidad del instrumento y de cada factor de la escala se determinó calculando el Alfa de Cronbach. Para determinar las diferencias de medias entre 2 grupos se utilizó la t de Student o un ANOVA, para la diferencia entre más de 2 grupos se realizó un ANOVA. La Ji Cuadrada se utilizó para comparar el porcentaje de sujetos que respondieron a una u otra categoría medida en escala nominal. La relación entre las variables evaluadas y los dos indicadores de la conducta de uso del condón se obtuvo a través de un análisis de correlación con el coeficiente r de Pearson para variables en escala intervalar y el coeficiente rho producto- momento de Spearman para variables dicotómicas. Se utilizó un Análisis de Regresión Múltiple por pasos con la técnica de Stepwise para determinar las variables predictoras de la consistencia del uso del condón y de la frecuencia de su uso en los últimos tres meses. 80 Susana Robles Montijo Estudio 1.' Evaluación VI'Tl'lIrf{"{I del modelo RESULTADOS Los resultados de este estudio se exponen en presentan los hallazgos relativos a cada una de se comparaciones entre sexo, carrera y '-'v." .... , apartado se presentan los análisis estadísticos se realizaron por un lado, grado de asociación entre las distintas variables aquellas resultaron ser los mejores predictores la conducta de uso del la frecuencia de su uso y la un resumen que destaca los hallazgos más importantes Anál descriptivo y comparativo 20.22 reportaron ser participaron en el estudio 1168 estudiantes, el 29.9% (349) fueron 1 % (81 mujeres. La edad promedio de toda la muestra fue significativamente diferente entre hombres y mujeres ni semestres y carreras. La mayoría de los participantes (96.5%), un 2.6% casados y el resto (.95%) reportaron estar divorciados o en unión libre. sexo no estuvo asociado con el estado civil de los mayoría reportó vivir con su familia (96%), un 2.5% con su pareja y vivir solo. 1 reportó tener preferencia heterosexual, y sólo 1 % homosexual. total fue 691 que fue mayor el reportaron haber tenido asoció con la planeación de sexualmente porcentaje de mayoría de los 18.7% en un y que su (9.7%) en tenido relaciones sexuales (debut sexual) con debut sexual, ya que mujeres (52.9%) que 907, p<.001). El sexo se de los estudiantes sexual, siendo mayor el "" ........ r"·,...,'" (41.3%) (X2:::::24.030, p<.001). La en casa (71.6%), el (auto, despoblado, calle). Susana Robles Montijo Estudio 1, Evaluación empírica del modelo De los 349 hombres que participaron en estudio, el 28.4% fue de Psicología, el 27.5% de Medicina y el 24.4% Biología, el 19.7% restante se distribuyó entre las carreras de Odontología, Optometría y Enfermería. En las mujeres se observa un patrón semejante, 819 participantes, la mayor proporción estuvo en la carrera (40%), siguiéndole Medicina (20%), Biología (17%), Odontología (14%), porcentaje de hombres y sexuales se presenta en Tabla No. de los que han ocurrió sólo en las carreras Tabla No. Total de hombres y mujeres de cada carrera relaciones sexuales CARRERAS DEBUT HOMBRES SEXUAL N % Biología sí 60 70.6 NO 25 Su btota I 85 Enfermería sí 4 NO O Subtotal 4 Medicina sí NO 32 33,3 Su btota I 96 100 Odontología si 38 74.5 NO 13 25.5 Subtotal 51 100 Optometría sí 10 71.4 NO 4 28.6 Subtotal 14 100 P:¡icoll lía sí 82 82.8 NO 17 17.2 Subtotal 99 100 TOTAL: 349 29.9 sí 258 73.9 NO 91 26.1 Nota: Se resaltan los porcentajes mayores para cada Conducta sexual preventiva evaluaron distintos aspectos sobre uso (4.6%) y Enfermería carrera que han tenido los hombres siempre fue sexuales, mientras que en y Biología. tenido MUJERES TOTAL N % 71 51.1 131 68 48.9 93 139 100 224 12 33,3 16 24 66.7 24 36 100 40 73 44.5 137 91 55.5 123 164 100 260 57 49,6 95 58 50.4 71 115 100 166 15 39.5 25 23 60.5 27 38 100 52 205 62.7 287 122 37,3 139 327 100 426 819 70.1 1168 433 52.9 691 386 47.1 477 1 pa ració I proporcionan una idea más clara sobre el comportamiento en conjunto, y preventivo 82 Susana Robles condón ,..".,. .... ".,. .... condón en sus indiq Estudio 1: Evaluación ti""J"";U del modelo Las preguntas que se diseñaron uso a niveles de generalidad: 1) sin especificar en tipo han usado el condón en una forma lo han usado; y 3) preguntar si en su última el primer caso es posible que los hagan una su experiencia sexual y establezcan un juicio que sí en general lo han usado o no; en el caso evaluación tendrían que hacerla solamente de la práctica en cuestión, si lo han o no en lo general; yen el último caso sólo tendrían que cuándo tuvieron su última relación sexual y si usaron o no el condón. la analizaran sus en penetración la No. uso del condón pueden proporcionar información autorreporte de los jóvenes, lo cual llevaría sobre su comportamiento por separado o en conjunto. 1 se el porcentaje de estudiantes se observa que los a si se usar el condón ocurren la condón en relaciones sexuales en en el siguiente orden: uso del condón en la última condón en relaciones con penetración vaginal, con y finalmente en masturbación con la pareja. 5 se muestran los porcentajes de toda la muestra y las diferencias por sexo para una de estas categorías de uso del condón; las diferencias por sexo resultaron significativas en relaciones sexuales en general, en relaciones sexual, siendo en usar el condón. uso diferente entre hombres y masturbación con la pareja y en la última relación casos mayor el porcentaje de hombres que reportaron condón en relaciones orales no fue significativamente Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo 100 80 f/) .9 al .S' 60 f/) al "O al N e al 40 ~ O a. 20 o USO DE CONDÓN EN CADA PRÁCTICA SEXUAL En general Última relación Vaginales Anales sexual Orales • HOMBRES o MUJERES Masturbación con pareja Figura No. 5.1. Porcentaje promedio de hombres y mujeres que reportaron usar el condón en las relaciones sexuales en general, en la última relación sexual y en cada práctica sexual. La n varió en cada una (véase Tabla No. 5.5). Tabla No. 5.5 Porcentaje de hombres y mujeres que usaron el condón en relaciones sexuales en general, en cada práctica sexual y en la Clltima relación sexual relaciones última sexuales Vagina- Orales Anales Mastur- relación en general les bación sexual Total 77.8% 61.3% 11.2% 38.4% 6.2% 71.9% Hombres 83.5% 68.5% 10.9.3% 50.5% 9.0% 77.8% Mujeres 74.3% 57.2% 11.4% 26.9% 4.3% 68.2% X2 7.844** 8.135** .021 12.450*** 4.536* 5.995* n 675 662 509 211 501 549 *p<.05 **p<.01 ***p<.001 Las dos medidas sobre el uso del condón que se utilizaron en este estudio como variable dependiente para realizar los análisis de regresión n:últiple fueron frecuencia en los últimos tres meses y consistencia en el uso del condón también en los últimos tres meses. Cada una constituye una medida distinta del sexo protegido, por lo que a continuación se presentan en forma separada. 84 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación del modelo Frecuencia del uso del condón El 77.3% de los estudiantes sexualmente activos reportó tener en los últimos tres meses, la frecuencia promedio del uso condón de 5.52, con desviación durante este mismo mediana de 3 y moda diferencia por sexo no fue significativa, que en los hombres la promedio del uso del condón fue 81 y en las mujeres de 5.35 2); entre las carreras tampoco se encontraron diferencias significativas [F(5/360):::::.608. p:::::.694]. Consistencia en el uso Cuando una sexuales con condón en todas y se UUI;¡UC; señalar que esa una uso del condón. Cuando no siempre lo usa, es decir, cuando relaciones sexuales es mayor que la frecuencia del uso determinado, se puede hablar de una sus en el de las en un tiempo en el uso del condón. este se evaluó la consistencia en el uso del condón de dos formas: la primera dividiendo la frecuencia del uso del condón en los últimos 3 meses entre la de relaciones sexuales en mismo periodo, resultando un valor cero y 1, el cual hablaría una proporción de encuentros si el estudiante no a alguno de estos dos puntos relaciones sexuales o del uso del condón) no el índice de razón, se hizo un segundo análisis comparando la frecuencia promedio relaciones sexuales en los últimos meses con la frecuencia del uso del condón en el mismo periodo, ambos promedios obtenidos en y mujeres. estudiantes (129 hombres y mujeres) de los 691 sexualmente activos, respondieron a las dos preguntas que se requieren para calcular Consistencia en el Uso Condón. valor de este índice obtenido en sexualmente activos y desviación estándar de la y moda fueron de 1. En y la media fue de .78 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo y .71, la mediana fue de 1.0 y .80, la moda de 1.0 para ambos y la desviación estándar de .32 y .33, respectivamente. En la Figura No. 5.2 se muestra el porcentaje de estudiantes que obtuvieron distintos valores en el índice de consistencia; el 51.7% obtuvieron un valor de 1.0, que indica que el 100% de los encuentros sexuales que tuvieron en los últimos tres meses fueron protegidos, sólo en el 7.6% de los estudiantes el 100% de sus relaciones sexuales no fueron protegidas. En relación al sexo se encontró que el 62.8% de los hombres y el 45.3% de las mujeres usaron consistentemente el condón, la comparación de medias indicó que los hombres fueron significativamente más consistentes para usar el condón que las mujeres [F(1/353)=4.099, p<.05]. Entre las carreras las diferencias no resultaron significativas [F(5/353)=.872, p= .50]. UJ .9 Q) .S' CONSISTENCIA EN EL USO DE CONDÓN 70,--------------------------------------, 9 60~--------------------------------_.~~ 50~-------------- ------------ ---- --~~~ UJ40~-----------------------------__,:._,I_+_--~ Q) ""O Q) 'ro e 30~---------- ---- --------------~/~----~ ~ o Il.. 20~----·-- -- --------------- - ~ --- -- -- 1 10~~~ ---------- ~ ~--~ ~ O~------~------~------~------~----~ S.25 .26 a .50 .51 a .75 .76 a .99 igual a 1.0 índice de consistencia Figura No. 5.2. Porcentaje de hombres y mujeres sexualmente activos que obtuvieron distintos valores en el índice de consistencia en el uso de condón. _____ Todos - -o - Hombres - 1:::.- Mujeres El segundo indicador de la consistencia en el uso del condón se obtuvo promediando por separado la frecuencia de las relaciones sexuales en los últimos tres meses y la frecuencia del uso del condón en este mismo periodo. Entre más 86 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo pequeña sea la diferencia entre ambos promedios se hablaría de mayor consistencia en el uso del condón. Entre los estudiantes que reportaron tener relaciones sexuales en los últimos tres meses, la frecuencia promedio de sus relaciones fue de 9.21 y la frecuencia promedio del uso del condón fue de 5.52, es decir, aproximadamente de cada 9 encuentros sexuales 5 fueron protegidos. En la Figura No. 5.3 se presentan estos datos para los estudiantes de cada carrera, la diferencia mayor entre ambos promedios se observa en las carreras de Optometría, Biología y Medicina. 12 10 o "O 8 al E e o. ro 6 '(3 e al ::::l U ~ 4 u.. 2 FRECUENCIA DE LAS RELACIONES SEXUALES Y DEL USO DE CONDÓN EN LOS ÚLTIMOS 3 MESES o Relaciones sexuales • Uso del condón OPTOMETRiA BIOLOGíA MEDICINA PSICOLOGIA ENFERMERIA ODONTOLOGIA Figura No. 5.3. Frecuencia promedio de relaciones sexuales y del uso de condón en los últimos tres meses obtenida en los estudiantes de cada carrera . Las diferencias para los hombres y mujeres de cada carrera se muestran en las figuras 5.4 y 5.5, respectivamente, la diferencia mayor entre ambos promedios para los hombres se encuentra en la carrera de Psicología y para las mujeres en la de Medicina. En todos los casos siempre fue mayor la frecuencia promedio de las relaciones sexuales que la frecuencia promedio del uso del condón. 87 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo 12 10 o "O Q) 8 E e o.. ro 6 T5 e Q) =.1 o ~ 4 LL 2 o 12 10 ,Q "O 8 Q) E e o.. ro 6 'tí e Q) =.1 o ~ 4 LL 2 O FRECUENCIA DE LAS RELACIONES SEXUALES Y DEL USO DE CONDÓN EN HOMBRES 111 Relaciones sexuales O Uso de condón PSICOLOGÍA OPTOMETRIA BIOLOGÍA MEDICINA ODONTOLOGÍA ENFERMERÍA Figura No, 5.4, Frecuencia promedio de las relaciones sexuales y del uso del condón obtenida en los hombres de cada carrera, FRECUENCIA DE LAS RELACIONES SEXUALES Y DEL USO DE CONDÓN EN MUJERES MEDICINA BIOLOGÍA 111 Relaciones sexuales D Uso de condón OPTOMETRIA ODONTOLOGIA ENFERMERIA PSICOLOGiA Figura No, 5,5, Frecuencia promedio de las relaciones sexuales y del uso del condón obtenida en las mujeres de cada carrera, Resumiendo, el porcentaje de sujetos que reportó usar el condón en cada práctica sexual fue menor que el porcentaje que dijo usarlo en las relaciones 88 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo sexuales en general y en la última relación sexual; la práctica en la que más se usa el condón es la de penetración vaginal, en la que menos se usa es en masturbación con la pareja. Un poco más de la mitad de los estudiantes sexualmente activos usó consistentemente el condón en los últimos tres meses. Las diferencias por sexo indicaron que los hombres usan más el condón que las mujeres, sin embargo, en los últimos tres meses la frecuencia de las relaciones sexuales y del uso del condón no difirió entre hombres y mujeres. La diferencia entre la frecuencia promedio de las relaciones sexuales y la frecuencia promedio del uso del condón en los últimos tres meses fue mayor en los estudiantes de las carreras de Optometría, Biología y Medicina, considerando sólo a los hombres de las distintas carreras, aquellos que tuvieron una mayor frecuencia de sus relaciones sexuales y menor frecuencia del uso del condón pertenecían a la carrera de Psicología yen el caso de las mujeres fueron aquellas que estaban inscritas en la carrera de Medicina. Factores de la fase del presente del modelo Autoeficacia percibida para prevenir el SIDA Para determinar las diferencias de medias en el puntaje total de autoeficacia y en cada factor de la escala por sexo, carreras y debut sexual, se aplicó un análisis de varianza; cuando las comparaciones se hicieron entre carreras se realizó un análisis a posteriori utilizando la prueba de Tukey. Los resultados muestran que el promedio general de autoeficacia obtenido en todos los sujetos fue de 101.86, con una desviación estándar de 16.39, el valor del rango fue de 80, un mínimo de 45 y máximo de 125; la puntuación máxima que puede obtenerse en toda la escala es de 125. De acuerdo con los valores definidos en la Tabla No. 5.2, este valor promedio obtenido en toda !a muestra se ubica en el rango de autoeficacia MEDIA. La distribución de la autoeficacia total en toda la muestra se presenta en la Figura No. 5.6. 89 Susana Robles Montijo m O 160 140 120 Qi 100 .S' m ~ 80 O iD E 60 '::1 Z 40 20 Autoeficacia Total Estudio 1: Evaluación empírica del modelo Sld. Dev = 16.39 Mean = 101.9 o N=~l . 00 ~~~ ~~~ ~~~~~~~ ~ ~~~~~~~~~~~00~~~~ · o · o · o · o · o · o · o · o · o · o · o~~~~~~ Figura No. 5.6. Distribución de frecuencias de las puntuaciones totales de autoeficacia percibida para prevenir el SIDA. En los hombres se obtuvo una puntuación total de 92.91 y en las mujeres de 105.47, resultando significativa esta diferencia [F(1/920)=125.850, p<.001]; esto indica que en promedio las mujeres obtuvieron un nivel MEDIO de autoeficacia para prevenir el SIDA, mientras que en los hombres la autoeficacia estuvo en un nivel BAJO (véase Figura No. 5.7). Entre las carreras también se encontraron diferencias significativas [F(5/920)=3.942, p=.002], resultando mayor el puntaje obtenido en las carreras de Enfermería (106.70) y Odontología (106.09), comparado con las carreras de Optometría (97.68), Psicología (100.45), Biología (100.22) Y Medicina (102.92) (véase Figura 5.8). Los estudiantes que han tenido su debut sexual fueron menos autoeficaces para prevenir el SIDA que los que nunca han tenido relaciones sexuales, los primeros obtuvieron un puntaje promedio de 98.87 (autoeficacia MEDIA) y en los segundos el puntaje promedio fue de 106.45 (autoeficacia ALTA), 90 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo resultando significativa la diferencia entre ambos [F(1/920)=49.597, p<.001] (véase Figura 5.9). (/) .9 Q) .S' (/) Q) "O Q) .§' e Q) ~ o a.. (/) o ~ (/) Ql "O Ql 'ro e Ql ¡: o a.. 100 80 60 40 20 O AUTOEFICACIA TOTAL EN HOMBRES Y MUJERES BAJA MEDIA ALTA Niveles de autoeficacia • Hombres O Mujeres Figura No. 5.7. Porcentaje de hombres y mujeres que obtuvieron distintos niveles de autoeficacia total. AUTOEFICACIA TOTAL POR CARRERAS BAJA MEDIA ALTA Figura No. 5.8. Porcentaje de estudiantes de las 6 carreras que obtuvieron distintos niveles de autoeficacia total. 91 • Optometría o Bíología o Psicología o Medicina ¡;:j Odontologia liJ Enfermería Susana Robles Montijo r,SLLlUlfJ 1: Evaluación prn1Hru'n del modelo 100 80 20 o AUTOEFICACIA TOTAL BAJA MEDIA ALTA l1li Sí ONo Figura No. 5.9. Porcentaje de estudiantes que obtuvieron distintos niveles de autoeficacía total. entre los que sí han tenido relaciones sexuales y los que nunca las han tenido. La distribución de autoeficacia en toda se observa que en puntuaciones para cada factor la para rechazar relaciones se en las figuras 1 Da, b, excepto en el Factor 3 (capacidad de personas conocidas, matrimonio y ser monógamos), obtienen puntuaciones baja, media y se un entre hombres y mujeres en los niveles de obtenidas en cada factor se presentan en las figuras 11 a y b, mayor de mujeres con un nivel ALTO de en la prueba t de Student para determinar las se encontró en todos los factores las ..-non"o más altas que los hombres (véase 92 obtuvieron No. 5.6). Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo I Autoelicada para rechazar propuestas sexuates de personas desconocides a) b) Autoelicad a para usar y comprlM" oondones e) AutoeflCada para rechazar propuestas sexuates de personas conocidas ! - I I Y ! t 'u n" lI.I n .. ... "A t~ ... __ ,... 100 a) 80 60 I I ! J j Autoeficaoa para investigar ta histeria sexual de la pareja d) 1"\M~""'I._c-I. . :- Autoeficsoa para usar correctamente el condón bajo estados disposiclonales de riesgo ... e) Figura No. 5.10. Distribución de las puntuaciones obtenidas en toda la muestra para cada factor de la escala de autoeficacia para prevenir el SIDA. NIVELES DE AUTOEFICACIA EN CADA FACTOR Hombres • SAJA oMEDtA o ALTA Mujeres 100 b) so • BAJA "MEDIA o ALTA t 40 e e o Q. 20 Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 4 Factor 5 Factor 1 Factor 2 Factor 3 Fador 4 Factor 5 Figura No. 5.11. Niveles de autoeficacia obtenidos en hombres y mujeres para cada factor de la escala de autoeficacia percibida para prevenir el SIDA. Factor 1: Autoeficacia percibida para rechazar propuestas sexuales de personas desconocidas. Factor 2: Autoeficacia percibida para usar y comprar condones. Factor 3. Autoeficacia percibida para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas. Factor 4: Autoeficacia perCibida para investigar la historia sexual de la pareja. Factor 5: Autoeficacia percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo. 93 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo Tabla No. Puntuaciones promedio obtenidas en cada factor de la hombres mu'eres de toda autoeficacia para PUNTUACIONES Factores la Factor l' Capacidad rechazar propuestas sexuales de personas desconocidas ba'o circunstancias de ries o Factor 2: Capacidad para usar y com rar condones Factor 3: Capacidad para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas, posponer las relaciones sexuales hasta el matrimonio ser monó amo Factor 4: Capacidad para investigar la historia sexual de la pareja y hablar con ella sobre la revención del SIDA Factor 5: para usar correctamente el condón estados disposicionales de ríes o Mínim 8-40 5-25 5-25 4-20 3-15 Autoeficacia Total 25-1 de los niveles de en cada factor la escala entre los presenta en figuras No. 5.12a, b, c, d y e. Odontología autoeficaces mientras Mujeres t 33.58 29.30 35.38 -10.959 21.52 20.56 21.92 -5.467 16.13 13.68 17.13 -10.450 .000 18.26 18.03 18.36 -1.932 .054 12.45 12.09 12.61 -2.804 105.47 baja, media y alta obtenido de las distintas carreras se observa que los que estudian propuestas sexuales de la pareja y usar Enfermería fueron usar y comprar propuestas de personas conocidas. Sin embargo, en No. 5.7 se puede que las entre las carreras resultaron ser significativas en la percibida usar y comprar condones, rechazar propuestas de personas conocidas y para usar correctamente el condón disposicionales riesgo. Po rc ur ta ja da delas de aut fracia ALTA 100; G] Autoeficacia para rechazar propuestas Pe or ce ns aj a de mu je lo s Bivelos de autooficacie sexuales de personas conocidas ALTA 1 Colega q Paba a Mediona a Optormeiria a Eilerrera A OcontolagAa 1 Psicologia m Biologia 1 Oplomatría (1 Medicina E Odoriclogía m Enfermera 0, €) — Autoeficacia para usar correctamente el condón: bajo estados disposicionales da nesge Po rc er da je da bu je lo s Airales de stos facha Salogl al Opiometcia E Paiccloga. O edema 0 Enemería A Osontología Po rc er ta jo da Su je io s 100 a Po rc en ta je de su je to s Figura No. 5,112. Niveles de autoeficacia obtenidos en cada factor por los estudiantes de las seis carreras. Tabla No. 5.7 Auloeficacia para usar y comprar condones Avales de sulceficacio Autoeficacia para investigar la hisiona sexual de la pareja 1 Pelcolagía 1) Ortamatrta 1 Biología O Mecicina 0 Odontologia 8 Enfermeria E Optonairia. ES a Soga 1D Prtcodogía o Mecha A Odontología Puntuaciones promedio obtenidas en cada factor de la escala de autoeficacia para hombres y mujeres de toda la muestra Factores de la escala PUNTUACIONES PROMEDIO POR CARRERA Biol Enf Med Odon Opto Psic FE Factor 1: Capacidad percibida para rechazar propuestas sexuales de personas desconocidas bajo circunstancias de riesgo 33.03 36.35 33.18 34.46 31.21 33.79 2.059 -068 Factor 2: Capacidad percibida para usar y comprar condones 21.53 22.43 22.217 22.26 21.47 20.70 7.423 .000 Factor 3: Capacidad percibida para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas, posponer las relaciones sexuales hasta el matrimonio y ser monógamo 16.26 18.23 16.66 16.94 16.22 15.27 4.849 .000 Factor 4: Capacidad percibida para investigar la historia sexual de la pareja y hablar con ella sobre la prevención del sida 18.12 18.20 18.14 18.66 17.54 .18.34 1.786 113 Factor 5: Capacidad percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo 12.05 12.79 12.51 13.06 11.77 12.44 3.017 .010 Autoeficacia Total 100.2 106.7 102.9 106.0 97.68 100.4 3.942 002 95 Susana Robles Montijo Estudio 1.' Evaluación '''TlIJlIlt;U del modelo 100 a) AutoeflCaoa para rechazar propuestas sexuales de personas desconoodas ! t ea ~ J ALTA Autoeñcaóa para rechazar propuestas seXIJsles de personas conotidas ---0_" c c_. ilIiF'slCOlogi.ll "-" m Optometrkt o"""' ... mCOorítologiil 11 En!ertn!!rlií 0 d) utoe1icacia para investigar la htsloria s xual e l reja ._" II~!J" OÓ1léltnl'l(\a .~. oP¡k:<#.:9Í1 0_'" a~~. 100 e) Autoeficada para usar correcta ente et condón bajo estados dispos)clooales da riesgo aSlalogill gQpOlTllUia gf'l.i:obga oMtDO .~ Z I ! a) b) CONOCIMIENTOS SOBRE PREVENCiÓN CONOCIMIENTOS GENERALES e) d) t -¡ j Figura No. 5.14. Distribución del porcentaje de respuestas correctas en conocim ientos sobre VIH/SIDA obtenido en toda la muestra en las áreas de sintomatologra (a), transmisión (b), prevención (c) y en el porcentaje promedio de las tres áreas (d). 100 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo En la Figura No. 5.15 se presentan las puntuaciones obtenidas en hombres y mujeres de toda la muestra. No se observan diferencias debidas al sexo en las áreas de sintomatología [F(1/1127)=.045, p=.833], transmisión [F(1/1099)=.346, p=.557] Y prevención [F(1/1108)=.035, p=.852] y en el nivel general de conocimientos [F(1/1033)=.212, p=.642], en todos los casos el porcentaje obtenido estuvo por encima del 86% de respuestas correctas. 100 98 IJ) 96 '" t5 ¡g 94 8 92 IJ) .!9 IJ) 90 <1> :::J o. 88 IJ) ~ <1> 86 'O <1> 84 § c: <1> 82 !:? o c.. 80 78 76 CONOCIMIENTOS SOBRE VIH/SIDA POR SEXO SINTOMATOLOGÍA TRANSMISiÓN PREVENCiÓN .HOMBRES [J MUJERES GLOBAL Figura No. 5.15. Porcentaje de respuestas correctas por área de conocimiento y el promedio global obtenido en hombres y mujeres de toda la muestra. En la Figura No. 5.16 se presentan estos mismos datos para cada una de las seis carreras evaluadas. Aunque los niveles de conocimientos son altos en todas las carreras, los estudiantes de la carrera de Medicina fueron los que obtuvieron los mejores promedios. Al aplicar un análisis de varianza se observan diferencias significativas entre carreras en las áreas de Sintomatología [F(5/1127)=15.442; p<.001] y Prevención [F(5/1108)=6.261; p<.001], en el área de Transmisión no se encontraron diferencias significativas entre las carreras, el porcentaje de respuestas correctas fluctuó entre el 89% y el 91 %. Para el área de Sintomatología, la prueba de Scheffé indica que los estudiantes de Medicina tuvieron puntajes significativamente mayores que los de Psicología y Biología 101 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo (p<.001), y los estudiantes de Odontología y Optometría tuvieron puntajes significativamente mayores que los de Biología (p<.05); en el área de Prevención la prueba de Scheffé indica que los estudiantes de Medicina tuvieron puntajes significativamente mayores que los de Biología (p<.001), Enfermería, Odontología y Psicología (p<.05). En el porcentaje global de respuestas correctas también se encontraron diferencias entre las carreras [F(5/1033)=8.234; p<.001] y nuevamente los estudiantes de la carrera de Medicina tuvieron puntajes significativamente mayores que los de Biología y Psicología (p<.001) y Odontología (p<.05). 100 98 96 CONOCIMIENTOS SOBRE VIHISIDA POR CARRERAS 11 SINTOMATOLOGiA iiI TRilNSMlSIÓN o PREIAONCIÓN o GLOBAL BIOLOGIA ENFERMi:RIA Mi:DICINA ODONTOLOGIA OPTOMi:TRIA PSICOLOGIA Figura No. 5.16. Porcentaje de respuestas correctas por área de conocimiento y el promedio global de las tres áreas obtenido en los estudiantes de cada carrera. Al realizar la comparación por debut sexual, se encontraron diferencias significativas sólo en el área de prevención [F(1/1108)=4.959, p=.026], siendo ligeramente mayor el porcentaje de respuestas correctas en los estudiantes que ya han tenido relaciones sexuales (89.69%) comparado con los que nunca han tenido su debut sexual (88.23%). En suma, se puede señalar que en general los estudiantes de toda la muestra tienen un nivel elevado de conocimientos sobre el VIH/SIDA, sin embargo, éste fue mayor en aquellos que cursan carreras relacionadas con la salud, siendo 102 Susana Robles Montijo Estudio l. Evaluación empírica del modelo mejores los estudiantes de Medicina, mientras que los de Biología y Psicología obtuvieron los niveles más bajos de conocimientos. No se encontraron diferencias debidas al sexo ni al debut sexual. Actitud hacia el uso del condón, planificación de las relaciones y monogamia Seis reactivos evaluaron la actitud hacia el uso del condón, de éstos cuatro reflejan si la responsabilidad de la protección cae en el hombre o en la mujer, uno evalúa si el condón es bueno para su salud y otro más si el condón disminuye la satisfacción sexual; en todos los casos la media teórica es de 3. En relación con los primeros cuatro reactivos se encontró una actitud desfavorable hacia quién debe asurnir la responsabilidad de la protección, ya que las puntuaciones obtenidas en toda la muestra estuvieron por debajo de la media teórica, sin embargo, las diferencias por sexo indicaron que las mujeres están más de acuerdo que los hombres en que son ellas las que deben solicitar el condón al tener relaciones sexuales y los hombres están más de acuerdo que las mujeres en que son ellos los responsables de la protección durante la relación, en ambos casos las diferencias resultaron significativas (véase Tabla No. 5.12); en los reactivos que indican que el hombre es el que debe comprar los condones y la mujer es la que debe traer los condones no se encontraron diferencias significativas por sexo. En el caso de los reactivos que evalúan la actitud hacia el condón, se encontró una actitud favorable, ya que en el reactivo que indica que el condón es bueno para la salud la puntuación media de toda la muestra estuvo por arriba (4.65) de la media teórica (3), llegando casi a la puntuación máxima posible (5), y en el reactivo que evalúa que el condón disminuye la satisfacción sexual se encontró una puntuación por debajo de la media teórica (2.46), lo que indica que los jóvenes están más en desacuerdo en que el condón disminuya la satisfacción sexual, sin embargo, las diferencias por sexo indicaron que los hombres (2.77) están más de acuerdo en esta afirmación que las mujeres (2.15), resultando significativa esta diferencia (véase Tabla No. 5.12). 103 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo Tabla No. 5.12 Actitudes hacia el uso del condón, planificación y monogamia: diferencia de medias por sexo a través de un análisis de varianza de un factor Reactivo Media SEXO DEBUT SEXUAL H M p sí NO p Actitud hacia el condón La mujer es la que debe solicitar el condón 2.82 2.59 2.92 <,001 2.85 2.78 El hombre es el que debe comprar los 2.76 2.80 2.74 2.72 2.72 condones El hombre es el responsable de la 2.13 2.32 2.05 <.001 2.09 2.20 protección La mujer es la que debe traer los condones 2.62 2.65 2.61 2.68 2.53 <.01 El uso del condón es bueno para mi salud 4.65 4.63 4.66 4.68 4.61 El uso del condón disminuye la satisfacción 2.46 2.77 2.15 <.001 2.38 2.25 =.069 sexual Actitud hacia la planificación Las relaciones sexuales deben ser espontáneas 2.69 2.76 2.66 2.74 2.61 Las relaciones sexuales se disfrutan mejor 3.76 3.68 3.79 3.73 3.80 =.056 si se planifican a tiempo Actitud hacia la monogamia Las relaciones sexuales deben tenerse con 2.79 2.53 2.90 <.001 2.61 3.05 <.001 la misma persona de por vida Nota: La media teórica es Igual a 3 en todos los reactivos. Al comparar estos mismos reactivos entre estudiantes que han tenido relaciones sexuales y los que nunca las han tenido, las diferencias significativas se encontraron ünicamente en el reactivo que indica que la mujer es la que debe traer los condones, estando más de acuerdo en ello los que sí han tenido su debut sexual; en relación con el reactivo que evalúa si el uso del condón disminuye la satisfacción sexual se encontraron diferencias importantes pero no significativas entre ambos grupos, estando más de acuerdo los que sí han tenido relaciones sexuales. La actitud hacia la planificación de las relaciones sexuales (véase Tabla No. 5.12) se evaluó a través de dos reactivos, el primero indica que ~as relaciones sexuales deben ser espontáneas y el segundo que las relaciones sexuales se disfrutan más si se planifican a tiempo. Los resultados muestran una actitud favorable hacia la planificación de las relaciones sexuales, ya que los jóvenes de 104 Susana Robles Montijo Estudio J: Evaluación empírica del modelo toda la muestra obtuvieron una puntuación por debajo de la media teórica (2.69) en el reactivo que indica que las relaciones sexuales deben ser espontáneas, lo que indica que estuvieron más en desacuerdo en esta afirmación, y una puntuación por arriba de la media teórica (3.76) en el reactivo que indica que las relaciones sexuales se disfrutan mejor si se planifican a tiempo. En ninguno de los dos casos se encontraron diferencias debidas al sexo, sólo la comparación por debut sexual la diferencia resultó significativa en el reactivo que indica que las relaciones sexuales deben ser espontáneas, estando más de acuerdo en ello los que sí han tenido su debut sexual (véase Tabla No. 5.12). La actitud hacia la monogamia se evaluó con un solo reactivo que indica que las relaciones sexuales sólo deben tenerse con la misma persona de por vida. Los resultados muestran una actitud desfavorable hacia este aspecto, ya que la puntuación media de toda la muestra estuvo por debajo de la media teórica (2.79). Sin embargo, se encontraron diferencias significativas por sexo y debut sexual, ya que las mujeres (2.90) y los que nunca han tenido relaciones sexuales (3.05) estuvieron más de acuerdo en esta afirmación (véase Tabla No. 5.12) que los hombres (2.53) y los que ya han tenido alguna relación sexual (2.61). En resumen, los resultados sobre la actitud hacia el uso del condón, hacia la planificación de las relaciones y hacia la monogamia indican una actitud desfavorable hacia la monogamia y respecto a quién debe asumir la responsabilidad de la protección (el hombre o la mujer), así como una actitud favorable hacia el condón y hacia la planificación de las relaciones sexuales. Historia de encuentros sexuales Los aspectos evaluados que hacen referencia a la historia de encuentros sexuales de los estudiantes fueron: edad del debut sexual, número de parejas sexuales en toda la vida y en los últimos tres meses y frecuencia de las relaciones sexuales en los últimos tres meses. Los resultados muestran que la edad promedio del debut sexual fue de 17.41 años, con una desviación estándar de 1.84 y valor mínimo de 12 y máximo de 25; la comparación por sexo muestra que los hombres iniciaron 105 Susana Robles Montijo Estudio l. Evaluación empírica del modelo sus relaciones a edades más tempranas (1 resultando significativa esta diferencia que las mujeres (17.7 años), p<.001). Las diferencias entre de Enfermería los que se (17.20) y los de Optometría (18.57) carreras resultaron significativas, inician sexualmente a edades a edades más tardías El de su vida osciló estándar de la estudiantes que respondieron sólo una pareja sexual en y el 24.3% cuatro o más estuvo asociado con tuvieron menos estudiantes reportaron tener en toda de 2.99, con una desviación moda fue de una pareja. De los 691 número de parejas en los últimos 3 rno'c::oC! 1 % reportó haber tenido parejas, el 13.6% tres parejas en No. 5.17, el sexo en toda la vida, ya que las mujeres 1 1). relación con el 71.0% reportó tener una sola pareja, tenido 2 parejas, sólo 9 estudiantes un 22.6% ninguna y un 1 % reportaron haber tenido 3 o estuvo asociado con esta mujeres .88. en los últimos tres meses; el sexo no hombres tuvieron en promedio .87 y las La sexual mente mediana promedio las relaciones sexuales que los estudiantes en los últimos 3 meses fue de 6.79, con una O; no se encontraron diferencias debidas al sexo (1=-. 6.59 yen entre sexo y no hombres se obtuvo una frecuencia promedio la Figura No. 5.18 se muestra la comparación carrera y aunque se observan diferencias por significativas. 106 Susana Robles Jl/M,n""" Estudio]: Evaluación empírica del modelo 100 80 (J) $ e C;J\UC:lC;w Actitud hacia el uso del condón Para determinar las análisis de regresión múltiple por resultados indican que los hombres fueron frecuencias percibida para usar y comprar para las mujeres los mejores .151 .215 .388 .257 -.255 .334 -.257 .129 se realizó este mismo hombres y mujeres. Los uso consistente del condón en relaciones sexuales y mayor (véase Tabla No. 5.14), fueron primero autoeficacia usar y comprar frecuencias bajas de las ""rol,n"",C' sexuales y por último una actitud favorable hacia uso del condón condón es bueno para mi salud y la mujer es relaciones sexuales) (véase Tabla No. 1 Tabla No. 14 Predictores estadísticamente significativos de la hombres sexualmente Variables Tabla No. 5.15 solicitar el condón al en el uso del condón en estadísticamente significativos de la consistencia en el uso condón en sexual mente t .276 .291 116 Susana Robles Monlijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo Dado que en todos casos condón resultó ser un análisis de variables que se correlacionaron con predictor del uso consistente del para usar y comprar condones, se investigar el poder predictivo de las autoeficacia. Se consideraron en este análisis la actitud hacia uso realizadas, el número de parejas frecuencia de las relaciones número de prácticas distintas en los últimos tres meses y la mismo periodo. Los resultados indican que los mejores predictores de la comprar condones fueron una actitud diversidad de prácticas sexuales y menor frecuencia de las relaciones (véase Tabla No. 5.16). Predictores estadísticamente ercibida para usar Variables no de dentro percibida para usar y condón, una menor f3 sexuales, la predictivo t sigo -6.991 <.001 -6.414 <.001 4.559 <.001 -5.936 <.001 disminuye la satisfaCclón sexual es bueno para mi salud .140 4.482 <.001 I prácticas sexuales realizadas (# de prácticas distintas disminuye la satisfacción sexual es bueno para mi salud realizadas (# de prácticas distintas) sexuales en los últimos tres meses la frecuencia del uso de condón se realizó un análisis de regresión múltiple por ua,)v;;) determinar los predictores de frecuencia -4.428 <.001 -5.760 <.001 4.692 <.001 -4.001 <.001 =.001 para toda la muestra único de las relaciones sexuales p<.001). análisis de múltiple por en los factores del se que los mejores predictores, para el primer fueron 117 Susana Robles Montijo Estudio J: Evaluación empírica del modelo total de prácticas sexuales diferentes realizadas y la autoeficacia percibida para usar correctamente el condón, y para los factores históricos el único predictor fue la frecuencia de las relaciones sexuales (véase Tabla No. 5.17). En la medida en que la frecuencia del uso del condón se correlacionó fuertemente con la frecuencia de las relaciones sexuales (r-.723, p<.01), se consideró importante sacar esta variable del modelo de predicción; los resultados muestran que los mejores predictores de la frecuencia del uso del condón fueron tener un mayor número de parejas sexuales en los últimos 3 meses, un mayor número de prácticas sexuales distintas realizadas y una mayor autoeficacia para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo (véase Tabla No. 5.18). Tabla No. 5.17 Predictores estadísticamente significativos de la frecuencia del uso del condón para factores del presente y factores históricos Variables R:¿ {3 t sigo Factores del presente Tipo de prácticas sexuales realizadas (# de prácticas distintas) .033 .182 3.875 <.001 Tipo de prácticas sexuales realizadas (# de prácticas distintas) .183 3.908 <.001 Autoeficacia para usar correctamente el condón bajo estados .046 .113 2.412 =.01 disposicionales de riesgo Factores históricos ! Frecuencia de las relaciones sexuales .523 .723 21.771 <.001 Tabla No. 5.18 Predictores estadísticamente significativos de la frecuencia del uso del condón sin considerar la variable de frecuencia de las relaciones sexuales Variables R2 {3 t sigo Parejas sexuales en los últimos tres meses .044 .210 4.370 <.001 Parejas sexuales en los últimos tres meses .070 .183 3.781 <.001 Tipo de práctica sexual realizada (# de prácticas distintas) .162 3.361 =.001 Parejas sexuales en los últimos 3 meses .173 3.584 <.001 Tipo de práctica sexual realizada (# de prácticas distintas) .080 .165 3.424 =.001 Autoeficacia percibida para usar correctamente el condón .102 2.145 <.05 bajo estados disposicionales de riesgo Este mismo análisis se realizó por separado para hombres y mujeres, sin considerar la frecuencia de las relaciones sexuales, y se encontró que para los 118 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo hombres los mejores predictores fueron el número de parejas sexuales en toda la vida y la autoeficacia percibida para investigar la historia sexual de la pareja, mientras que para las mujeres los mejores predictores fueron tipo de práctica sexual realizada (número de prácticas sexuales distintas) y parejas sexuales en los últimos tres meses (véase Tabla No. 5.19). Tabla No. 5.19 Predictores estadísticamente significativos de la frecuencia del uso del condón, por separado para hombres y mujeres, sin considerar la variable de frecuencia de las relaciones sexuales Variables R;¿ f3 t sigo Hombres Parejas sexuales en toda la vida .061 .248 3.238 <.001 Parejas sexuales en toda la vida .094 .278 3.636 <.001 Autoeficacia para investigar la historia sexual de la pareja .182 2.377 =.001 Mujeres Tipo de práctica sexual realizada (# de prácticas distintas) .046 .214 .3.459 =.001 Tipo de práctica sexual realizada (# de prácticas distintas) .076 .179 2.888 =.004 Parejas sexuales en los últimos 3 meses .176 2.840 =.005 Al comparar los análisis de regresión múltiple realizados con la consistencia del uso del condón y con la frecuencia de su uso, se encontró que las variables predictoras del uso consistente del condón fueron autoeficacia percibida para usar y comprar condones, frecuencias bajas de las relaciones sexuales y actitud favorable hacia el condón, mientras que para la frecuencia del uso del condón fueron mayor número de parejas sexuales en los últimos tres meses, mayor diversidad de prácticas sexuales realizadas y mayor autoeficacia percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo. El valor de la R2 para el primer caso fue de .231, que indica que la consistencia del uso del condón es explicada en un 23.1 % por las tres variables que quedaron en el modelo, mientras que la R2 para la frecuencia del uso del condón fue de .080, que indica que esta medida del uso del condón es explicada en un 8% por las tres variables que entraron en el modelo. Por tanto, la consistencia del uso del condón es una medida más sensible que la frecuencia del uso del condón. 119 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo Resumen de resultados En relación con las variables del modelo que forman parte de la fase del presente se encontró que fueron más autoeficaces para prevenir el SIDA las mujeres, los estudiantes de las carreras de Enfermería y Odontología y los que nunca han tenido relaciones sexuales. Sin embargo, los hombres y quienes ya han tenido relaciones sexuales fueron más autoeficaces para investigar la historia sexual de su pareja y para usar correctamente el condón cuando han bebido alcoholo consumido alguna droga, mientras que los que no han tenido relaciones sexuales fueron más autoeficaces para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas y desconocidas y para usar y comprar condones. La práctica sexual que más realizan los estudiantes es el sexo con penetración vaginal, siguiéndole sexo oral, masturbación con la pareja y en menor proporción el sexo anal; en todos los casos, excepto en relaciones vaginales, la proporción de hombres fue mayor que la de las mujeres. La mayor parte de los estudiantes han tenido relaciones sexuales con su pareja estable, sin embargo, una proporción importante las ha tenido con parejas ocasionales y con amistades y en menor proporción con desconocidos y sexoservidores. Respecto a las variables que forman parte de la fase del pasado se encontró que los hombres, comparados con las mujeres, inician su debut sexual a edades más tempranas y tienen un mayor número de parejas sexuales, sin embargo, son ellos los que muestran mayor consistencia en el uso del condón. Se encontró que las variables evaluadas correlacionaron de manera distinta dependiendo del tipo de medida de la conducta sexual preventiva. La medida de la consistencia en el uso del condón correlacionó positivamente con la autoeficacia percibida para usar y comprar condones y con la actitud hacia el uso del condón, y correlacionó negativamente con el tipo de práctica realizada, el número de parejas sexuales y frecuencias de las relaciones sexuales; no se correlacionó con el tipo de pareja sexual, con la edad del debut sexual ni con el nivel de conocimientos sobre VIH/SIDA. En cambio, la frecuencia del uso del condón correlacionó positivamente con la autoeficacia percibida para investigar la historia sexual de la 120 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo pareja y hablar con ella sobre la prevención del SIDA, autoeficacia percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo, tipo de práctica realizada, tipo de pareja sexual, frecuencia de las relaciones sexuales y número de parejas sexuales, y se correlacionó negativamente con la edad del debut sexual; no se correlacionó con el nivel de conocimientos sobre VIH/SIDA ni con la actitud hacia el uso del condón. Las variables predictoras del uso consistente del condón fueron autoeficacia percibida para usar y comprar condones, frecuencias bajas de relaciones sexuales y actitud favorable hacia el condón, mientras que para la frecuencia del uso del condón los predictores fueron mayor número de parejas sexuales en los últimos tres meses, mayor diversidad de prácticas sexuales realizadas y mayor autoeficacia percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo. Las variables predictoras de la autoeficacia percibida para usar y comprar condones fueron una actitud favorable hacia el condón, menor diversidad de prácticas sexuales y menor número de parejas sexuales. Como conclusión general de este estudio se puede señalar que las variables predictoras del comportamiento sexual preventivo fueron tanto cognoscitivas como conductuales y correspondieron tanto a los factores de la fase del presente como a los que corresponden a la fase del pasado del modelo evaluado. Las variables predictoras cambiaron en función de la medida del comportamiento sexual preventivo utilizada. De ambas medidas la consistencia resultó ser un indicador más sensible, con valores de R2 más robustos que indican un mayor porcentaje de la varianza explicada, por tanto, basándose en este indicador, el presente estudio muestra que las variables que predicen el comportamiento sexual preventivo son la autoeficacia percibida para usar y comprar condones, frecuencias bajas de relaciones sexuales y. una actitud favorable hacia el condón. 121 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación del modelo DISCUSiÓN presente estudio se diseñó con dos propósito, por un en medida las variables cognitivas y conductuales en modelo de prevención del VIH/SIDA de Bayés (1992b) se relacionan con comportamiento sexual preventivo, y por el otro, investigar si hay algún en la relación entre variables evaluadas al cambiar la medida comportamiento sexual utilizada. Las variables cognitivas fueron autoeficacia percibida para prevenir el SIDA, conocimientos y actitudes hacia el uso del condón, planificación de Las variables conductuales fueron tipo de pareja han tenido, tipo de práctica sexual que han realizado, sexuales en los últimos tres meses, número de en toda la vida y en los últimos tres meses y edad sexuales. Las dos medidas del comportamiento sexual preventivo utilizadas analizar si éste se relaciona con las variables evaluadas últimos tres meses y consistencia en uso sexuales protegidos). La discusión de los hal primera instancia, los resultados del uso del condón en condón (proporción de encuentros se organiza analizando, en con las distintas medidas utilizadas sobre la conducta de uso del condón son referidas como conducta sexual preventiva-, resaltando la importancia del uso consistente del condón como la medida más adecuada del comportamiento sexual preventivo; en un segundo momento se analizan los obtenidos en cada una de las variables del modelo evaluado y su relación con la sexual preventiva; finalmente, se aborda el los importantes que se obtuvieron sobre los determinantes producto de las preventiva y los cambios observados como . uso del condón. 1 Susana Robles Montijo Estudio J: Evaluación empirica del modelo Conducta sexual preventiva uso correcto y consistente del ha considerada la única forma efectiva de prevenir por vía VIH/SIDA (CENSIDA, 2004), de arlí que la mayoría de los hacia la prevención de problema de salud, utilicen como medida principal de su variable dependiente el uso del condón (Crosby, 1998; Abraham y Orbell, 1999). Aún cuando el condón de látex es un Del Río y Uribe, 1 evitar la transmisión del VIH (CENSIDA, aL, 2001) su uso correcto y consistente es lo que garantiza prevención VIH (CENSIDA, 2004), por tanto, la evaluación de esta conducta correctamente y tengan. Sin las relaciones más se ha utilizado ría que considerar ambos aspectos, una de las relaciones sexuales se en estudios se ha evaluado su uso en y/o en la última relación sexual, la frecuencia y pocos han utilizado la entendida esta última como una proporción de encuentros "''''i'\\.IO'''''''' (Sheeran, Abraham y Orbell, 1999). En este estudio se utilizaron frecuencia y consideraron el uso prácticas sexuales además se utilizaron medidas indicadores m están en condón en general, en la última relación y en 4 resultados obtenidos sobre cada uno información diferente sobre la proporción de adquirir el VIH o de tener algún embarazo no por no usar el condón en sus relaciones sexuales. con uso del condón en las relaciones en general, se En encontró condón de los estudiantes sexualmente activos reportaron usar el "¿cuando tienes relaciones este porcentaje cuando la pregunta relación , pero la disminución preg unta uso del condón penetración vaginal (61.3%), con penetración anal (11 semejantes fueron reportados por 123 el condón?", "en tu última mayor cuando la relaciones con y relaciones orales , Cauce y Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo Tenner (2001) con 272 jóvenes sexualmente activos entre los 12 y 22 años de edad, ya que el 90% reportó usar el condón en sus relaciones sexuales en general y el 41.3% lo usó al tener relaciones con penetración vaginal. Los datos del presente estudio están indicando una proporción diferente de estudiantes que están en riesgo de algún embarazo o de adquirir alguna infección de transmisión sexual por no usar el condón. ¿Cuál de estos indicadores sería el más adecuado? Presumiblemente ninguno, ya que ninguno de los tres proporciona información sobre el uso consistente del condón, sin embargo, sugieren la necesidad de evaluar el uso del condón en cada práctica sexual. Si sólo se atendiera al indicador sobre el uso o no del condón en general, en este estudio se estaría llegando a la conclusión de que sólo un 22% de los estudiantes estarian en riesgo por no usar protección, pero si se analiza el indicador de uso del condón en cada práctica sexual la proporción aumentaría hasta un 62% por no usar el condón al tener sexo anal. En la medida en que empíricamente se ha demostrado la efectividad del uso del condón para prevenir la infección por VIH en estudios prospectivos con parejas discordantes (De Vincenzi, 1994; Saracco, Musicco y Nicolosi, 1993), evaluar el uso del condón en cada práctica sexual tiene especial relevancia, ya que las posibilidades de transmisión del VIH son mayores al tener sexo anal, siguiéndole el sexo con penetración vaginal yen último lugar el sexo oral (Cohen y Miller, 1998; Edwards y Carne, 1998). Los resultados de este estudio muestran una mayor proporción de estudiantes que usaron el condón en relaciones con penetración vaginal, siguiéndole relaciones anales y en último lugar el sexo oral, en los dos primeros casos la proporción de hombres fue significativamente mayor que la de las mujeres, el sexo no tuvo un efecto significativo en la práctica de sexo oral protegido. Los estudios realizados con poblaciones de jóvenes heterosexuales (Martínez-Donate, Hovell, Blumberg et al. , 2004; Robles y Moreno, 2000), con adolescentes gay y bisexuales (Rotheram-Borus, Reid, Rosario y Kasen, 1995) y con adolescentes que no tienen hogar (Smith et al. , 2001) muestran que el uso del condón es mayor en relaciones sexuales anales que en las orales. Estos datos y los del presente estudio sugieren la necesidad de considerar en los programas de 124 Susana Robles Estudio 1: Evaluación empírica del modelo prevención del VIH/SIDA dirigidos a distintas poblaciones, uso del condón en uso de condones delgados con 2004), de tal cada gruesos y con saborizante manera que análisis en las prácticas mujeres. (Aa, Sam, Manongi Villaseñor, 2001; Hove!!, Blumberg particularmente se sug promover lubricante para el sexo y para la práctica de sexo oral atractivos para la por sexo estudiantes que reportaron usar en general, en la última relación estudio, el condón sea o en distintas muestra que los hombres usan condón que las que también ha sido reportado en otros estudios , 2003; Baele, Dusseldorf y Maes, 2001; Caballero y ng y Alfaro, 1999; Gayet et al., 2003; , 2004; Robles y Moreno, 2000; et al., 2003) y en algunos casos se ha interpretado en términos los patrones culturalmente al hombre y la mujer, ya que algunos que el poder de más en el hombre que en 2000; Del Río, Liguori, Magis, Valdespino et al.; 1995), que son los que deciden qué hacer y en terreno sexual (Blanc, 2001; 2000; Coker y 1 Y Herbert, 1997; Maman y Campbell, 2000), que las mujeres Guerny, 1993) y que sus condiciones en exigir a su pareja tener sexo (Du temor de que su pareja las rechace si no (Gebhardt, Kuyper y , 2003). Algunas investigaciones desarrollo de habilidades en parejas heterosexuales (Iwuagwu, Ajuwon y Olaseha, 2000; Lam, Mak, y Russel, 2004; Nyanzi, Pool y Kinsan, 2000; Taylor, 1995; Tulloch, McCaul, Miltenberger y Smyth, 2004) a esta diferencia en el uso entre hombres y mujeres, incorporar en los programas del VIH/SIDA y un en habilidades para uso del condón. 1 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica de! modelo La frecuencia del uso del condón, por su parte, no proporciona por sí sola información que permita determinar el grado en que los estudiantes están en riesgo por no usar el condón, sólo permite analizar las diferencias entre distintos grupos. En este estudio se encontró que el condón se usa en promedio 5.5 veces en tres meses y no se encontraron diferencias por sexo, lo que estaría indicando que tanto los hombres como las mujeres utilizan con la misma frecuencia el condón. Al comparar este indicador con la frecuencia de las relaciones sexuales en los i.Jltimos tres meses se encuentra que es menor, tanto en hombres como en mujeres, la frecuencia del uso del condón que la frecuencia de las relaciones sexuales, aproximadamente 5 de cada 9 encuentros sexuales son protegidos. Si estos valores se convirtieran a una escala ordinal de siempre, casi siempre, algunas veces, casi nunca y nunca, ¿en cuál de estas opciones se ubicarían los estudiantes de este estudio? Evidentemente quedarían fuera las opciones de siempre y nunca, sin embargo, en la medida en que el indicador refleja un promedio de más de 300 estudiantes, es posible que algunos de ellos nunca haya utilizado el condón y otros más lo hayan utilizado en cada encuentro sexual que tuvieron en los últimos tres meses. Cuando la frecuencia del uso del condón se evalúa utilizando este tipo de escalas ordinales (por ejemplo, Abdullah, Fielding, Hedley et al., 2002; Alfaro, Harada y Díaz-Loving, 2000; Ao, Sam, Manongi et al, 2003; Baele, Dusseldorf y Maes, 2001; Caballero y Villaseñor, 2001; Cerwonka, Isbell y Hansen, 2000; Chan, Cheung, Gray et al., 2004; Díaz-Loving y Alfaro, 1999; Fisher, Fisher, Bryan y Misovich, 2002; Gebhardt, Kuyper y Greusven, 2003; Lam, Mak, Lindsay y Russell, 2004; Martínez-Donate, Hovell, Blumberg et aL, 2004; Piña, 2004; Thato, Charron-Prochownik, Dorn et al., 2003; Villagrán, Alfaro y Torres, 2004), el investigador no tiene la seguridad de que los sujetos estén considerando la cantidad de veces que han tenido relaciones sexuales y la cantidad de veces que han usado el condón, la valoración que hagan de su propio comportamiento, además de estar influenciada por problemas de memoria, comprensión y/o deseabilidad social (Geary, Tchupo, Jonson, Cheta y Nyama, 2003; Fishbein y Pequegnat, 2000), podría responder a principios generales y no a instancias 126 Susana Robles Estudio 1: Evaluación empírica del modelo su comportamiento (Jaccard y Wan,1995). Por tanto, una manera dism problema validez implicado en las medidas de la conducta ordinales veces uso del condón, es evitando el uso de escalas nominales o no) y ocasionalmente, nunca) y obtener información se el condón en un tiempo relativamente corto y 1 con lo en este estudio la medida sobre la en uso se obtuvo dividiendo el número de veces que se condón en los últimos proporción usaron en meses entre el número de veces que se tuvieron mismo periodo, obteniéndose para cada sujeto protegidos, de esta forma, los estudiantes condón fueron aquellos que obtuvieron un valor de 1.0 que el condón fue utilizado en el 100% de las sexuales que se tuvieron en los últimos tres meses previos a este estudio. resultados m que 52% de los estudiantes utilizaron consistentemente condón, o que en riesgo de adquirir el VIH o alguna otra ITS por no usar condón en y una de sus relaciones sexuales. mismo indicador, Crosby, Yarber, Sanders y Graham (2004) Utilizando encontraron una nrr.n .... ,rl" 18 y referencia lo cual podría sexual. Sin embargo, (2003) muestra un menor (30.3%) de estudiantes universitarios utilizaron condón consistentemente; posiblemente est:ua.lantes se deba a que estos condón referida únicamente a las relaciones periodo utilizado como marco de estudio (los últimos 3 meses), que varía dependiendo del tipo de práctica estudio reportado por Crosby, DiClemente, Wingood et al. 1 %) al estudio, d~ jóvenes que reportaron usar el condón consistentemente, a pesar de haber trabajado sólo con mujeres, de haber evaluado la consistencia referida sólo al sexo con penetración vaginal y de un tiempo más largo (los últimos 6 meses) 1 Susana Robles Montijo Estudio J: Evaluación empírica del modelo como marco de referencia para los participantes. Este análisis sugiere investigar si es necesario evaluar el uso consistente del condón en cada práctica sexual o si es suficiente con evaluarlo de la forma en la que se hizo en el presente estudio. Las diferencias por sexo también se encontraron con esta medida del uso consistente del condón, ya que el 62.8% de los hombres y el 45.3% de las mujeres lo utilizaron en el 100% de sus encuentros sexuales. Es importante recordar que el índice de consistencia se calculó considerando la frecuencia del uso del condón y la frecuencia de las relaciones sexuales en los últimos tres meses, el análisis de cada uno de estos indicadores por separado muestra que no se encontraron diferencias por sexo, es decir, tanto hombres como mujeres en los últimos tres meses previos al estudio tuvieron un número semejante de relaciones sexuales y también usaron el condón en aproximadamente el mismo número de veces, pero el análisis individual del índice de consistencia permite ver cuántos de esos hombres y mujeres se protegieron en cada una de las relaciones sexuales que tuvieron en los últimos tres meses. Además, la frecuencia del uso del condón y la frecuencia de las relaciones sexuales se correlacionaron en forma positiva, lo cual indica que entre más relaciones sexuales se tienen más se utiliza el condón, y es comprensible porque el uso del condón ocurre en una relación sexual y si aumenta la frecuencia del uso del condón forzosamente debe aumentar en la misma proporción la frecuencia de las relaciones sexuales, sin embargo, la frecuencia de las relaciones sexuales se correlacionó negativamente con la consistencia en el uso del condón, lo que indica que entre menos veces se tengan relaciones sexuales es más probable que todas sean protegidas. Williams, Ross, Bowen et al. (2001) realizaron un estudio con jóvenes afroamericanos heterosexuales que son consumidores de drogas y, aunque no evaluaron consistencia en el uso del condón, encontraron que el uso del condón varió dependiendo de la frecuencia de las relaciones se~uales que los jóvenes tuvieron en el último mes con la misma pareja sexual, es decir, el porcentaje de sujetos que reportó usar el condón en su última relación sexual disminuyó conforme aumentó la frecuencia de las relaciones sexuales. 128 Susana Robles M011tllo Estudio 1: Evaluación del modelo conjunto si una de las condiciones que se cumplir para lograr manera efectiva la VI es que el condón se use consistentemente (la otra es que se use entonces se con menor promover que los jóvenes tuvieran la importancia lo cual resulta difícil si se consideran sexual (Gayet et aL, 2003; Kaplan naturaleza de los factores aquí con comportamiento. modelo que se relacionan con el uso de condón Factores prevenir el SIDA con modelo de prevención VIH/SIDA la autoeficacia forma parte de o inhibir la práctica de comportamientos por que Estos ecológico- los factores comportamiento situacionales pueden ser de coyunturales y convencionales. La autoe'fícacia que "indican al sujeto ... que al practicar o riesgo, obtendrá determinadas cognitivas y biológicas" (Bayés, 1992b, en una interacción sexual sensitivas, autoeficacia que a formar parte de su e influirá, por retroalimentación, en se presenten. En concordancia con interacciones sexuales que en un postulados de la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura (1977), un individuo tenga a lo largo su sexual. diversos trabajos se usar el condón está asociada con Borkowskí, 2000; Rew, Fouladi y 1 sexuales específicas que su nivel de autoeficacia en el la autoeficacia percibida para condón (Parsons, Halkitis, Bimbi y Resnick, Bearinger aL, Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo 1997; Soler, Quadagno, Sly et aL, 2000; Wee, Barret, Lian et aL, 2004), es decir, que quienes reportan tener niveles altos de autoeficacia para usar el condón son los que lo usan y quienes reportan niveles bajos de autoeficacia son los que se involucran en conductas sexuales de riesgo. En este trabajo se encontró que las mujeres son más autoeficaces que los hombres para usar correctamente el condón, sin embargo, son ellas las que más reportan no usarlo; se encontró también un mayor nivel de autoeficacia para prevenir el SIDA en aquellos estudiantes que nunca han tenido relaciones sexuales, lo que podría indicar que, contrario a lo que encontraron Joffe y Radiues (1993), no necesariamente la experiencia previa sobre comportamientos sexuales tiene un impacto en los niveles de autoeficacia para comportarse preventivamente. Sin embargo, considerando indicadores más específicos sobre autoeficacia el resultado sugiere una vinculación entre ésta y la experiencia previa. El análisis de cada factor de la escala de autoeficacia utilizada en este estudio muestra que los que no han tenido experiencia sexual fueron más autoeficaces para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas y desconocidas y los que sí han tenido experiencia sexual fueron más autoeficaces para investigar la historia sexual de su pareja. En forma semejante, Martínez-Donate, Hovell, Blumberg et al. (2004) encontraron una mayor autoeficacia para usar correctamente el condón en estudiantes universitarios que ya habían tenido relaciones sexuales que en los que no tenían experiencia sexual y Meekers y Klein (2002) encontraron, en estudiantes de secundaria, que los que tenían experiencia en comprar y usar condones obtuvieron niveles más altos de autoeficacia percibida para usar correctamente el condón que los que nunca habían comprado y usado un condón. Una posible explicación al problema de vinculación entre experiencia previa y autoeficacia es sugerida por Baele, Dusseldorf y Maes (2001). Estos autores señalan que es posible que los adolescentes que no han tenido experiencia sexual estén respondiendo a un sentimiento generalizado de autoeficacia o a las barreras más obvias para usar el condón -como pueden ser comprar condones o tener habilidades para usarlos-, mientras que los que sí han tenido relaciones sexuales 130 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo podrían estar respondiendo a experiencias muy específicas de sus relaciones íntimas, como podría ser el tener conocimiento sobre el poder que tiene la comunicación, la emoción y distintos aspectos sexuales de la relación sobre el uso del condón. El planteamiento anterior está relacionado con un problema en el nivel de generalidad que se utiliza para medir la autoeficacia. Por ejemplo, De Visser y Smith (2001) midieron autoeficacia de dos formas, la primera fue a través de un cuestionario de autoreporte que los estudiantes respondieron en un primer momento del estudio; la segunda fue a través de un registro que los participantes realizaban cada vez que tenían relaciones sexuales; encontraron que la autoeficacia fue un mejor predictor del uso del condón cuando ésta fue referida a la situación específica. En este sentido, para poder determinar con mayor precisión el papel que juega la autoeficacia como factor que facilita o inhibe el uso del condón, se requiere el desarrollo de medidas más confiables de este constructo, considerando su evaluación en distintos contextos y niveles de generalidad (Cerwonka, Isbell y Hansen, 2000). Tipo de pareja sexual El tipo de pareja que tienen los estudiantes es un elemento que forma parte de los aspectos situacionales de tipo ecológico-coyuntural, que pueden facilitar o inhibir la práctica de sexo protegido, ya que se vincula con el nivel de atracción que la pareja específica ejerce sobre el individuo (Bayés, 1992b). En este estudio se evaluó tener relaciones sexuales con pareja estable, con pareja ocasional teniendo una pareja estable, con amistades, con personas desconocidas y con sexoservidores, pero no se evaluó el nivel de atracción ni el uso del condón con cada una de ellas. Sin embargo, el estudio de Gebhardt et al. (2003) sugiere la existencia de un vínculo de atracción relacionado con el placer cuando se tienen relaciones sexuales con parejas casuales. Estos autores analizaron, en una muestra de 701 estudiantes entre los 15 y 23 años de edad, las diferencias entre estudiantes con pareja casual y con pareja estable en el grado de intimidad que tienen en su relación de pareja y en cuatro motivos para tener sexo con su pareja: para complacer a otros, para levantar el humor, para experimentar placer y para 131 Susana Robles Montijo Estudio l. Evaluación empírica del modelo expresar amor. Los con pareja casual muestran que los que tienen un menor grado de intimidad con su motivos para tener sexo con por placer; además, encontraron condón es más tipo de estudiantes que en tenido pareja estable. mismo sentido, (2002) encontraron tienen una nueva probable que usen condón en sus relaciones sexuales, percibiendo a su pareja como baja la frecuencia del uso sexuales y mayores el uso del han es más conforme va n condón. que en los estudios antes referidos no se proporciona información sobre encontró que los que amistades ni con casual de la que se trata. se con pareja estable no tienen que tienen relaciones con con tienen también relaciones con con desconocidos y con se)(Oser los que tienen tienen con y con tiene relaciones con .:><::;,,,."',<::;, tienen también con decir, que las parejas los estudiantes de esta ser sus amistades, personas o sexoservidores. Los estudio de Gebhardt et al. (2003) suponer que la atracción física como factor disposicional, facilita uso condón con parejas distintas a la pero inhibe su uso con la pareja estable al involucrado un elemento de tipo parejas distintas a la estable podría facilita el uso de protección. entre la frecuencia es decir, el uso decir, tener relaciones con como un factor disposicional en el presente estudio se una y tener relaciones con la condón ocurre en estudiantes que reportaron tener pareja si la atracción física un factor que promueve el uso del condón y la intimidad y cercanía un factor lo inhibe, entonces la atracción con pareja estable, más que la relación afectiva-emocional, estaría jugando un papel importante en los estudiantes de muestra 1 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo Para determinar la relación entre el uso del condón y el tipo de pareja con la que los estudiantes tienen relaciones sexuales, en el presente estudio se obtuvo un indicador del número de parejas distintas con las que los estudiantes han tenido relaciones sexuales y se correlacionó con la frecuencia y con la consistencia del uso del condón. Los resultados indicaron que la diversidad de parejas sexuales no tuvo un impacto sobre la conducta sexual preventiva, medida ésta a través de la proporción de encuentros sexuales protegidos (consistencia en el uso del condón) y a través de la frecuencia del uso del condón; es decir, los estudiantes que usan frecuentemente el condón y los que son consistentes en su uso, lo son independientemente de la variedad de parejas sexuales que tengan. Sin embargo, contrario a la evidencia empírica sobre el uso más frecuente del condón con parejas casuales que con la estable (Gebhardt, Kuyper y Greusven, 2003; Meekers, 2003; Semple, Patterson y Grant, 2003; Wiggers, de Wit, Gras et al., 2003; Williams, Ross, Bowen et al., 2001), en este estudio la frecuencia, mas no la consistencia, del uso del condón se correlacionó únicamente con tener relaciones sexuales con pareja estable. Estos hallazgos sugieren dos cosas: Por un lado, el indicador de diversidad de parejas sexuales (número de parejas distintas) proporciona información diferente a la que proporciona el indicador de tipo de pareja sexual, tener experiencia con una mayor variedad de parejas sexuales (que no es lo mismo que un mayor número de parejas sexuales) no afecta la conducta de uso del condón, lo que resulta importante para la conducta de uso del condón es el tipo de pareja sexual, particularmente la pareja estable o pareja regular. Por otro lado, los resultados sugieren la necesidad de explorar más a fondo el papel que juega la atracción física, lo pasional, la intimidad, amor, afecto, etc., como factores disposicionales que promueven o inhiben el uso del condón. Tipo de práctica sexual El tipo de práctica sexual que una persona realiza es considerada por Bayés (1992b) como uno de los factores del presente que alteran la vulnerabilidad biológica de un organismo en la medida en que actúa como un elemento que 133 Susana Robles Montijo Estudio r Evaluación empírica del modelo la entrada del VIH al organismo. Atendiendo a la posibilidad de transmisión del VIH, Cohen y Miller (1998) y Edwards y (1998) señalan que la práctica sexo anal es la que más riesgo tiene vaginal y en tercer lugar el sexo oral, sin em del virus, seguida del sexo medida en que en todas la posibilidad de contagio, es ne(~es,a al practicar cualesquiera de ellas. además de masturbación con la usar un método de barrera estudio se evaluaron estas tres reportó tener sexo vaginal, una tuvieron sexo anal, oral y masturbación; condón en práctica sexual, la mayor proporción condón ocurrió en que tienen sexo vaginal. con Gurman y Bo-!,zekowski (2004) q entre los 18 y 24 años de edad, en sexo vaginal y con menor proporción en sexo Wagner, Carlin, Cauce y Tenner (2001) reportan permiten ver los OTC;.I"Tr\C! de la interacción entre uso del tipo una muestra de 272 edad, encontraron que con la pareja condón cuando sexo anal, mientras que con que, aunque la de estudiantes reportaron usar que usan el son consistentes encontraron, en uso del condón ocurre y oral. interesantes que sexual y de tanto en sexo como en anal, el uso del condón en sexo es menos probable tanto con la pareja como con la ocasional. estudio aquí reportamos probable en relaciones vaginales, en relaciones y en menor en relaciones orales, el uso frecuente del condón tienen pareja estable. uso del condón y el tipo de práctica sexual realizada se obtuvo un indicador del número de prácticas distintas realizadas (diversidad sexuales) y se correlacionó con Ié? consistencia y con la frecuencia del uso condón. Los resultados indicaron que los que tienen una menor diversidad usan más consistentemente el condón, 1 Susana Robles Montijo Estudio J: Evaluación empírica del modelo mientras que los que tienen mayor frecuencia. usan con mayor Factores históricos Conocimientos sobre VIH/SIOA Como parte de los factores nueva situación que implica específica que individuo que son susceptibles de influir en cada sexualmente, está la información dicha situación (Bayés, 1992b). Particularmente en el caso VIH/SIDA, se podría considerar el nivel de información saber que cualquier formas específicas en un individuo tiene las características del VIH/SIDA, el VIH, tener conocimientos y sobre las consecuencias a corto y largo plazo la práctica de conductas sexuales Estos aspectos se los estudiantes prevención del VIH/SI trabajo como el sintomatología y los mecanismos toda la muestra evaluada se obtuvo un y de conocimientos (el respuestas correctas) en las tres tanto los no han tenido relaciones como los que y no se se encontraron importantes debidas al sexo, las observaron tipo de carrera, obteniendo mayores niveles los carreras relacionadas con la salud. en consideración los resultados reportados por Alfaro, Rivera y 1) con estudiantes de preparatoria y reportados por Robles y Moreno con estudiantes universitarios, 2003) se ha observado un que a través en el nivel de ambos estudios y en evaluar .esta va riable, del el en los jóvenes tienen el VI se utilizó el mismo caso del estudio reportado por Alfaro, y (1991), el promedio de respuestas que se obtuvo en fue de en Robles y Moreno (en prensa), corresponde a un estudio 135 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo realizado en 1999, el porcentaje promedio de respuestas correctas fue de 71.02%, mientras que en el presente estudio el porcentaje promedio fue de 89.65%. Posiblemente esta tendencia creciente en la información adecuada que los estudiantes poseen sobre el problema del VIH/SIDA sea un asunto que esté vinculado con las fuertes campañas que se han emprendido en México, a través de distintos medios (Marchetti, 1997), para promover el uso del condón y prevenir el SIDA. Las campañas de CENSIDA (2002) han estado dirigidas en forma especial a los jóvenes, proporcionando información básica sobre lo que es el VIH/SIDA, cómo se puede transmitir y las formas específicas en que puede prevenirse, enfocándose de manera muy importante en la promoción del uso del condón. Esto podría explicar por qué los jóvenes de este estudio obtienen puntajes elevados en las áreas de prevención y transmisión. También es posible que, acorde con lo reportado por Caballero y Villaseñor (2001), el nivel de escolaridad esté jugando un papel importante en el grado de información que se tiene sobre el VIH/SIDA, ya que estos autores encontraron que los jóvenes con estrato socioeconómico alto y con un nivel de escolaridad alto, son los que tienen mayor información sobre este problema de salud. Sin embargo, en este estudio se encontró que el nivel de conocimientos sobre VIH/SIDA no se correlacionó con la frecuencia del uso del condón ni con su uso consistente, es decir, a pesar de estar bien informados sobre las características de este problema de salud y sobre las formas específicas en que puede transmitirse, los jóvenes siguen teniendo conductas sexuales de riesgo. Este hallazgo ha sido consistente con los reportados en distintos países, por ejemplo en Estados Unidos con poblaciones de estudiantes de nivel universitario de 18 a 29 años de edad (Cerwonka, Isbell y Hansen, 2000), en Colombia con estudiantes de diferentes grados escolares (Toledo, Navas, Navas y Pérez, 2002) y en México con adolescentes entre los 12 y 19 años de edad (Gayet, Juárez, Pedrosa y Magis, 2003). El papel que juega la información en los comportamientos sexuales preventivos o de riesgo se puede resumir en lo que atinadamente ha expresado Bayés (1992b): !l ••• Ia única forma eficaz conocida de evitar nuevos contagios y que la pandemia del SIDA siga extendiéndose es cambiando los 136 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo comportamientos de riesgo por comportamientos de prevención .... La información es, como apuntábamos al principio, una condición necesaria para obtener dichos cambios pero, por sí sola, es completamente insuficiente para conseguirlos. Limitarse a ella es condenarse al fracaso." (pp. 44 Y 45). Actitudes hacia el uso del condón, planificación de las relaciones y monogamia Desde el modelo de Bayés (1992b) las actitudes forman parte de la información específica que un individuo tiene sobre las normas y orientaciones vigentes en su contexto social y le indican qué prácticas son aceptables y deseables, y cuáles no, para los miembros de su grupo social. En este trabajo se evaluó la actitud hacia el uso del condón, hacia la planificación de las relaciones sexuales y hacia la monogamia. Para el primer caso se utilizaron se utilizaron 4 reactivos que consideran si la responsabilidad para protegerse sexualmente es un asunto que corresponde al hombre o a la mujer y dos reactivos evalúan la actitud hacia el propio condón (si es bueno para la salud o si disminuye la satisfacción sexual). Los resultados sobre la responsabilidad para protegerse indicaron en general una actitud desfavorable, ya que en los cuatro reactivos el promedio de las puntuaciones de toda la muestra estuvo por debajo de la media teórica. Sin embargo, sólo 2 de estos reactivos se correlacionaron positivamente con el uso consistente del condón, y fueron los que señalan que el hombre es el responsable de la protección sexual y la mujer es la que debe solicitar el condón, en el primer caso los hombres estuvieron más de acuerdo y en el segundo caso las mujeres, es decir, los hombres que piensan que son ellos los responsables de la protección sexual son los que usan el condón consistentemente y las mujeres que piensan que son ellas las que deben solicitarlo son las que lo usan consistentemente. Este hallazgo se relaciona con los roles que culturalmente se le han asignado al hombre y a la mujer, ya que existe la creencia de que el hombre es el que debe proteger a la mujer, el que tiene el poder de decisión, el que protege.a la familia, el que la mantiene, etc., sin embargo, el hecho de que las mujeres estén más de acuerdo en que ellas son las que deben solicitar el uso del condón indica un posible cambio en las nuevas generaciones de jóvenes solteros en cuanto a las 137 Susana Robles Montijo normas implícitas que regulan sus 2003), en donde la mujer En relación con la actitud jóvenes tienen una con el uso consistente del hacia el condón son los que lo usan Alfara, Rivera y Díaz-Loving (1 y asociación entre sexo protegido y estudiantes de preparatoria, pero Estudio 1: Evaluación empírica del modelo pareja (véase Tena y Hickman, activo. mostraron que los positivamente tienen una actitud favorable De manera semejante y Alfara (1995) encontraron una favorable hacia el uso del condón en no encontraron diferencias significativas entre hombres y d se observaron entre los estudiantes que ya habían tenido alguna sexual y los que nunca habían tenido relaciones sexuales, teniendo una actitud más favorable los primeros. En el estudio que aquí presentamos hombres y quienes ya han tenido relaciones sexuales, estuvieron más disminuye la satisfacción sexual, es condón, resultado que también Blumberg et al. (2004) con adolescentes Estados Unidos, en el reactivo que indica placer sexual. Los resultados descritos sugieren que posiblemente contemplen grupos hombres y mujeres en donde se analicen los roles en que el condón hacia el Hovell, viven en la frontera con uso el de discusión conformados por género que en su vida cotidiana, los estilos y estrategias de poder que comunicarse (Rivera y Díaz-Loving, 2000) y las posibilidades que ellos tienen para asumir la responsabilidad para protegerse como desarrollando habilidades específicas que les permitan negociar con uso condón, además de considerar las distintas opciones de condone~ aumentar la sensibilidad sexual para los hombres y mujeres. Historia de encuentros sexuales 138 Bayés .992b) considera -.. 2002 22 002 0... o o susceptibles de .... 2. o o sexualmente, aspectos relacionados con lo que tradicionalmente se ha manejado como personalidad y temperamento, que en el contexto de una teoría interconductual (Ribes y López, 1985), se consideran como estilos interactivos (Ribes y Sánchez, 1990) que implican modos consistentes, únicos e idiosincráticos de comportarse (Piña, 2004); como ejemplo de ello Bayés (1992b) señala la tendencia al riesgo. Analizar la experiencia que una persona ha tenido con respecto a la edad en la que inició sus relaciones sexuales, el número de parejas sexuales que ha tenido y con qué frecuencia tiene relaciones sexuales proporciona un indicador importante sobre la tendencia al riesgo que tienen los jóvenes, ya que hay mayor riesgo de transmisión del VIH y otras ITS cuando la vida sexual inicia a edades más tempranas y se tiene un mayor número de parejas sexuales (Kaplan et al., 2001). Más de la mitad de los estudiantes que participaron en este estudio reportaron haber tenido relaciones sexuales, siendo mayor la proporción de hombres que de mujeres; en promedio los jóvenes iniciaron sus relaciones sexuales a los 17.41 años, pero los hombres (16.8) las iniciaron a edades más tempranas que las mujeres (17.7). Resultados similares han sido consistentemente reportados con poblaciones de adolescentes y jóvenes mexicanos por Caballero y Villaseñor (2001), Díaz-Loving y Alfaro (1995; 1999), Gayet, Juárez, Pedrosa y Magis (2003), López y Moral (2001), Martínez, Hovell, Blumberg et al. (2004) Micher y Silva (1997), Moreno y Robles (2003), Odriozola e Ibáñez (1992), Robles y Moreno (2000) y Villagrán, Cubas, Díaz-Loving y Camacho (1990). Si se toma en consideración que más de la mitad de las nuevas infecciones por el VIH que se producen en la actualidad afectan a jóvenes de 15 a 24 años de edad (ONUSIDA, 2005), que entre 1997 y el 2003 ocurrieron 3 mil defunciones por VIH/SIDA en personas entre los 25 y 34 años (CENSIDA, 2005) y que la fase asintomática del SIDA puede durar de 7 a 15 años (Lui, Darrow y Rutherford, 1988; Medley, Anderson, Cox y Billard, 1987), es probable que el virus del VIH se esté transmitiendo en jóvenes que tienen entre los 15 y 25 años de 139 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo (1 como parte de los factores históricos que son influir en nueva situación que implica relacionarse l"\or'1"I'\~ a o os n e ra cion ente anejado o e peramento, e l ntexto a 85), si eran o stil s pli n odos nsistentes, i os o e l ayés 2b) e encia nalizar eri ncia e a r na n l e i i s i es xuales, l ero n é re ncia ie e orci na n i dor portante bre encia l e o e ie n e y ayor ie o ra isión el I t s ndo i e pranas ie ayor ero L, 01). it d t i ntes e rti r n t dio rt r n bres e i o i s xuales, i o ayor r orción ujeres; edio ó es n s . 1 os, ro bres .8) n ujeres .7). esult dos i il r s n rt os n bl ci es ol scentes illa or 01), í z- oving lf ro 1 9), rosa agis 03), ez oral 01), ovell, l. 04) icher il 97), oreno 03), oreno 00) il r n, a si eración e evas I e cen t ali d USIDA, 05), e tre 03 il I / I A r nas tre SIDA, 05) i t ática el I A de rar Ith.::.rtl'\lrrl, 8; edley, nderson, ox ill rd, I ra iti do ó es e ie n Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo edad, rango en el que generalmente sus relaciones sexuales. Por esta razón ellos resultan ser altamente vulnerables y adquiere sentido trabajar con este tipo de población a nivel preventivo con detalle las formas específicas en las que se involucran en comportamientos Además de iniciar su vida sexual a más tempranas que las mujeres, los hombres de este estudio tuvieron un mayor número de parejas sexuales en toda la vida, sin embargo, meses y frecuencia de significativamente diferente entre reportado por Martí nez-Donate, Hovell, mexicanos entre los 14 y hombres iniciaron su vida sexual a sexuales en los últimos tres periodo no resultó que también fue (2004) con jóvenes indica que a pesar de que los tempranas que las mujeres y tuvieron más parejas sexuales en toda durante los últimos tres meses fue igualmente probable para hombres y se involucraran en relaciones sexuales. Sin embargo, el uso de protección en los últimos tres meses fue más probable en los hombres que en las es decir, considerando la historia sexual más reciente de los estudiantes se que las mujeres se involucran en prácticas de sexo no protegido hombres. Esto podría indicar que hay una mayor tendencia al riesgo en hombres si se considera su experiencia sobre encuentros sexuales en la tendencia al riesgo cambia si se considera la historia sexuales, estando más en las mujeres. Al parecer, las alto riesgo de transmisión biológicamente hablando, son del VIH (Cohen y Míller, 1998; necesario diseñar estrategias de de la FES un otra ITS, sobre todo si se vulnerables a la transmisión heterosexual y Carne, 1998), por lo que dirigidas a este tipo de población. 140 Susana Robles Estudio 1: Evaluación del modelo Variables predictoras del uso de condón El propósito de fue evaluar las variables definidas en modelo prevención del VIH/SIDA propuesto por Bayés (1992b) para determinar su poder predictivo sobre la proporción uso del condón. uso del condón, medida ésta con protegidos (consistencia) y del análisis de las investigaciones del que han evaluado los factores psicosociales definidos en los modelos Charron-Prochownik, Dorn al , la Acción Razonada y Rivera, 1999; Perelló y Villagrán y Díaz-Loving, 1 de la Conducta Fishbein y Muellerleile, 2001; Visser y Smith, 2001) yel Modelo Autoeficacia (Baele, y Maes, 2001; Meekers y Klein, 2002; y Gabany, 2001), sobre la de uso del condón, se de considerar contribución de variables cognitivas y conductuales sobre la conducta sexual los factores acuerdo con conductuales mastu rbación), y ..-.CiAU..-.Ci encuentros autoeficacia el VIH/SIDA (con Al mismo tiempo, este estudio demostrar que la conducta de uso del condón cambiar de que se realice de dicha conducta. cinco variables conductuales y cognitivas. Las tipo práctica sexual , oral y pareja sexual (estable, ocasional, desconocidos de parejas sexuales (en y en los últimos las relaciones de los los últimos tres meses). cognitivas fueron: prevenir el SIDA (con 5 I conocimientos sobre y actitudes (con tres dimensiones: uso del condón, la planificación de las relaciones monogamia). conductual las relaciones tipo de práctica Los resu análisis multivariado mostraron que predictora del uso consistente del condón fue la sexuales, quedando fuera del modelo el tipo de pareja sexual, la del debut sexual y el número de 141 variables Susana Robles Montijo Estudio J: Evaluación empírica del modelo cognitivas que quedaron en condones y actitud favorable hacia para usar y comprar quedando fuera del los conocimientos y las cuatro dimensiones restantes hacia la planificación de las embargo, las variables predictoras y hacia la monogamia. la autoeficacia para usar y comprar condones fueron una actitud realizada y el número de parejas el condón, el tipo de práctica sexual en los últimos tres meses. Esto indica que entre menor variedad sexuales se tengan, se realicen y menor número de mayor autoeficacia para usar y comprar probabilidad de que el condón se use condones, que a su vez, consistentemente. Al más probable el uso Los resultados menos encuentros sexuales se condón. percibida usar y condones fue la única factores del presente en de Bayés (1992), que contribuyó en la determinación del uso condón. Esto confirma la importancia que se le ha atribuido a en estudios realizados con y jóvenes (Baele, Dusseldorf y 1; Sieving, Resnick, Beari aL, 1997; Torres y Díaz-Loving, 1999), con población adulta (Abdullah, ing, Hedley et al, 2002), con hombres que relaciones con gay y bisexuales ( En relación con modelo, una relaciones Considerando la de la Conducta influyen más en del condón, sin Villagrán y Barocio (1 en hombres con 0Nee, Barrett, Lían et aL, 2004) y con Reíd, Rosario y Kasen, 1995). que forman parte de los históricos del el condón y las determinantes del uso condón. bajo la Teoría y Albarracin et al. (1999) muestran que uso del condón que en la uso los trabajos de Perelló y Villagrán (2000) y muestran que esta relación ular las actitudes fue el mejor 142 que conducta Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo de uso del condón, mientras que en las mujeres, también con pareja regular, fue la intención de uso. En el presente estudio el análisis multivariado realizado por separado para hombres y mujeres mostró que las actitudes hacia el uso del condón formaron parte de los predictores del uso consistente del condón sólo en las mujeres, en los hombres las variables predictoras sólo fueron autoeficacia percibida para usar y comprar condones y frecuencias bajas de relaciones sexuales. Este último aspecto también fue reportado por DiClemente, Lodico, Grinstead et al. (1996) con adolescentes afroamericanos, quienes encontraron una relación inversa entre uso consistente del condón y frecuencia de las relaciones sexuales, a mayor frecuencia de las relaciones sexuales en los últimos 6 meses el uso del condón fue menos probable. Conceptualmente hablando, los factores conductuales no han sido incorporados dentro de los modelos cognitivo-conductuales como variables que podrían explicar la conducta sexual preventiva, generalmente la investigación se ha interesado en probar el poder predictivo de las variables definidas en los modelos cognitivos antes referidos sobre la conducta de uso del condón (Albarracin et al., 2001; Díaz-Loving y Rivera, 1999; Poss, 2001; Sheeran y Orbel, 1998; Sheeran y Taylor, 1999; Thato, Charron-Prochownik, Dorn et al, 2003; Villagrán y Díaz-Loving, 1999a). Sin embargo, en forma separada -o considerados como factores externos o distales (Wiggers, de Wit, Gras et al., 2003) -, los factores conductuales han sido incorporados, junto con factores cognitivos y sociodemográficos, en los análisis multivariados realizados para determinar la importancia que ejercen en el comportamiento sexual preventivo. Veamos algunos ejemplos. Ao, Sam, Manongi et al. (2003) evaluaron como factores sociodemográficos el sexo, edad, educación, estado civil, número de hijos, religión y etnicidad; como factores cognitivos evaluaron conocimientos sobre VIH/SIDA y sob.re el condón, riesgo percibido, percepción sobre la efectividad del condón, percepción social sobre el uso del condón (norma subjetiva), dificultad (o vergüenza) hacia el condón y autoeficacia para negociar el uso del condón; como factores 143 Susana Robles Montijo conductuales evaluaron alcohol durante predictores del uso del condón, conocim Estudio 1: Evaluación empirica del modelo tipo de pareja sexual, uso de y tener sexo para recibir dinero; los condón fueron percepción social sobre el uso condón, autoeficacia para negociar el uso del condón y número hijos, los factores conductuales sólo el tener sexo para obtener dinero resultó nificativo. En el estudio como Salud y evaluaron uso de cognitivos d comunicación y uso Wiggers, Wit, , Resnick, Bearinger et al. (1997), se evaluaron definidas en el modelo de Creencias de condón, y como variables conductuales se uso de píldoras anticonceptivas y sexuales; los predictores fueron autoeficacia, (2003) evaluaron como variables sociodemográficas sexo y como cognitivas las definidas en modelo C T~r'T('\I-OC conductuales evaluaron el número de parejas en la vida, tipo etnicidad de la pareja predictores del uso consistente del (regular u ocasional), etnicidad la norma subjetiva, control conductual la transmisión y prevención del VIH. sexual y haberse hecho la condón (siempre) fueron pareja, haberse hecho percibido y conocimietos DiClemente, Lodico, Grinstead al. (1996) evaluaron como sociodemográficos modelo de C sexo y edad; como factores cognitivos los emocionales que median factores cond Salud, la autoeficacia para prevenir el VIH y eSlaa()S la conducta del uso del condón (p.ej. soledad); como número de compañeros sexuales en toda la y en últimos 6 meses y de relaciones sexuales. Los predictores uso condón (siempre) fueron autoeficacia asertiva para demandar el uso norma subjetiva, estados emocionales, edad, sexo y frecuencias sexuales. 144 Susana Robles Montijo Estudio 1.' Evaluación empirica del modelo Barret, Lian, Jayabaskar y Chan (2004) como variables sociodemográflcas la edad, nacionalidad, ingresos mensuales, pero aún cuando son categoría de variables sociodemográflcas la civil, nivel educativo, ocupación, incluyeron en esta sexual y el consumo número de encuentros alcohol. Como variables sexuales con trabajadores del sexo en (sexo vaginal u oral), tipo de pareja cognitivas se evaluaron conocimientos uso correcto del condón; y percibida, vulnerabilidad percibida, actitudes y norma subjetiva. condón (usarlo en cada conocimientos sobre ITS, autoeficacia, norma subjetiva y consumo práctica sexual Como variables y VIH y sobre el severidad conductas maladaptativas, predictoras del uso consistente del con sexoservidoras) fueron IO ..... t',.I"'\<' sexuales con sexoservidoras, alcohol. Caballero y Villaseñor (2001) evaluaron como variables sociodemográficas el sexo, edad y estrato percepción de riesgo personal amigos sobre el VIH/SIDA e como aspectos psicosociales evaluaron VIH/SIDA, comunicación con los de la religión; como aspectos situacionales (así los clasificaron) evaluaron nivel de conocimientos sobre VIH/SIDA y edad de inicio Los predictores del uso consistente del condón (siempre) fueron estrato socioeconómico, sexo, comunicación con y sobre VIH/SIDA Partiendo variables cognitivas conductuales evaluó sexuales con diferentes Piña (2004) evaluó como y sobre VIH, como en que ocurren los motivos (o razones) para tener sexuales con no usar consistentemente condón en toda la vida y motivos con parejas ocasionales y para no usar consistentemente condón con tipo de parejas. Los predictores de la frecuencia de uso condón en toda la vida (siempre, ocasionalmente, 1 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación empírica del modelo nunca) fueron los motivos usar condón en toda la vida (a la pareja del momento no le gustaba utilizarlo, o disponía uno, nunca lo he sabido utilizar y le resta placer a la relación). Los resultados conductuales predicen los modelos conducta sexual pero además tiene la que las experiencias condón, por tanto, conceptualmente T~r'T(,\I-QC que explican la esta posibilidad, ser un modelo concibe la naturaleza funcional comportamiento, en la conducta de interés la constituyen interacciones historia psicológica van un individuo, en forma ininterrumpida en la que a su vez influirá en las nuevas interacciones que tengan I comportamientos preventivos, lo que la gente hace bajo un cambio comportamientos de riesgo a perspectiva, poner atención en específicas. Con qué tipo de persona se tienen relaciones sexuales, práctica sexual se realiza y con qué frecuencia ocurren los son ejemplos de comportamientos que se integran en historia interactiva de un individuo y pueden afectar la forma en la que una nueva situación sexual ocurrirá. Por otra con el indicador de frecuencia del uso del condón la conducta de uso del condón-, muestran resultados distintos a los obtenidos con indicador de consistencia. De las variables que forman presente del modelo evaluado, se sexual estados forman parte del condón fueron últimos tres meses y se correlacionaron con la percibida para usar y percibida para investigar la percibida para usar correctamente el condón bajo y tipo de práctica sexual que y correlacionaron con la frecuencia sexual, parejas sexuales en toda las relaciones sexuales. Las uso del condón fueron condones, autoeficacia percibida para 146 uso no Susana Robles Montijo Estudio 1,' Evaluación empírica del modelo propuestas sexual, conocidas y VIH/SIDA y actitudes variables que con fueron de tipo conductual y dos de tipo cognitivo tipo de pareja uso del condón. De condón cinco referentes a autoeficacia). Estos indican que los usan con mayor frecuencia el condón son los que tienen mayor capacidad percibida para investigar la historia sexual su pareja y para usar condón, son los que tienen mayor experiencia en términos de la variedad realizan, son los han tenido más mayor predictoras del uso los últimos tres iniciaron su vida sexual a Y los que han tenido de regresión del condón: mayor mayor diversidad de prácticas sexuales que tempranas, los que sexuales con sólo tres variables sexuales en sexuales y mayor autoeficacia percibida para usar correctamente condón bajo estados disposicionales de Los resultados con ambos indicadores de la cond uso del condón tienen implicaciones e interesantes. Ser no es lo mismo usar frecuentemente el condón. acuerdo con en las elevado de para usar y en el uso del condón ser consistentes, de tener un nivel y una actitud favorable hacia uso condón, sin embargo, se tener menor experiencia sexual en términos del número de veces que se tienen relaciones sexuales, el número parejas y la variedad de sexuales, es decir, menos experiencias conductuales se tengan habrá mayor probabilidad de usar condón en cada sexual y entre más se sea para usar condón y mayor actitud favorable hacia el uso condón se tenga habrá también mayor probabilidad usar el condón en cada cambio, para usar frecuentemente se necesita percibida usar correctamente y para investigar de la no importa si se o no información sobre el VIH/SIDA ni si se tiene una actitud favorable hacia el uso condón, y se req experiencias conductuales 147 Susana Robles Ilnr .. """ Estudio 1. Evaluación empírica del modelo en términos necesita observarse, conductuales, para ambos de parejas y de relaciones se la vida sexual a edades Como puede consistencia se menores experiencias que para el indicador de lo contrario; la autoeficacia resultó importante, actitudes se presentan sólo en indicador de consistencia. Pareciera entonces, que la variable más importante se asocia con la conducta uso del condón, medida ésta con cualq los dos indicadores, es la Si lo se busca es lograr que los jóvenes usen frecuentemente el condón, si es utilizado en todos y uno sus encuentros sexuales, con emprender promover el uso condón, ya que no se necesita promover tengan más """",;:A""",";:' tempranas su nuevas generaciones es lograr que los relaciones parejas sexuales y que vida sexual, eso es lo que está ocurriendo en (Kaplan aL, 2003), pero si lo que se jóvenes usen consistentemente el condón, es en todos sus encuentros tipo práctica sexual que sexuales, importar el tipo de pareja que tengan ni realicen, aunque es yen literatura De los esfuerzos deben encaminarse hacia otra dirección, pues generar programas que incidan en los niveles de autoeficacia favorables hacia el uso del condón, difícilmente se podría lograr que relaciones sexuales o lo por vida e su tendencias actuales en justamente lo contrario (Kaplan con los datos del presente el condón se con poca frecuencia y que matrimonio. comportamiento sexual aL, 2001; Gayet et aL, para lograr que los jóvenes usen estrateg ias de i a disminuir la frecuencia con se tienen relaciones sexuales, promover niveles elevados de autoeficacia para usar el condón y una actitud condón. 1 Susana Robles Estudio 1: Evaluación del modelo Como uso medidas distintas de riesgo sobre la forma de proceder diseñar incidan en la prevención VIH/SIDA y sexual. El problema se intensifica cuando conducta de uso del condón son vía el autoreporte de los no necesariamente refleja con fidelidad lo que realmente ocurrió verse involucrados problemas de memoria, comprensión y/o deseabilidad quien el autoreporte (Geary et al., 2003; Fishbein y relativos al formato de las preguntas utilizado en los (Bruine de Bruin y Fischhoff, 2000). De acuerdo con Fishbein y uegnat (2000) problemas de validez pueden disminuirse si se asegura a los participantes la confidencialidad y anonimato de sus respuestas; si se que sus respuestas sean importancia que tiene para el investigador el y si se utilizan evaluaciones que eviten que el participante responda cara-a-cara con problema de respuestas estudio las tres recomendaciones se hay problemas que la uso investigador, disminuyendo así el (deseabilidad social). En este podría suponerse que no instrumento utilizado. De las dos consistencia resultó R2 fueron mayores que los condón, indicando un mayor Un problema adicional de se cuando de la conducta de uso del condón no incluye información la habilidad que los jóvenes tienen para usarlo correctamente, se ha demostrado que quienes dicen usar el condón en todas sus relaciones les pide que coloquen un condón en un Pequegnat, 2000; Undemann y Brigham, 2003; Warner, Williamson, 1998), o presentan fallas relativas al uso encuentro sexual, tales como ponérselo antes de penetración inicial sin protección, que el condón se rompa o 149 errores cuando se (Fishbein y y durante el permitiendo una se y Susana Robles Montijo salga durante el coito (Grady y En este sentido, resulta Estudio 1.· Evaluación empírica del modelo 1994; Spruyt, Steiner, Joanis et al., 1998). considerar medidas más confiables de la conducta de uso condón que uren que no hay riesgo de adquirir alguna infección de transmisión Una posibilidad sería el uso de reportes diarios la conducta a se evalúa registrando su resulta ser se en una Vissier y Smith, 2001 y anterior, es obtener condón, de tal forma que se usarlo correctamente, el VIH o alguna otra encontrado que cuando la conducta de interés en en que se da un encuentro uso del condón que cuando cuestionarios de autoreporte posibilidad, que no se con r""T'T,,""" de la habilidad para usar que quienes reportan usar el condón manera, las posibilidades de 150 Susana Robles Montijo Estudio J.' Evaluación empírica del modelo CONCLUSIONES 1. El estudio muestra la necesidad de evaluar el uso del condón en cada práctica sexual, ya que un alto porcentaje de hombres y mujeres no lo usaron al tener sexo anal, oral y masturbación. Se sugiere investigar si la evaluación de la proporción de encuentros sexuales protegidos es un indicador representativo de la consistencia del uso del condón en cada práctica sexual. 2. El uso del condón fue menos probable en las mujeres que en los hombres, a pesar de haber tenido una actitud más favorable hacia el condón, mayores niveles de autoeficacia percibida para usarlo y menor número de parejas sexuales que los hombres. Por tanto, se sugiere el desarrollo de investigaciones que proporcionen información sobre los factores que impiden que las mujeres se protejan en cada encuentro sexual. Específicamente, se propone abordar el problema de las habilidades de comunicación en la pareja implicadas en la negociación del uso del condón. 3. Los estudiantes que tienen relaciones ocasionales también las tienen con amistades, con desconocidos y con sexoservidores, pero esta diversidad de parejas sexuales no tuvo un impacto sobre la conducta de uso del condón. Considerando los estudios que muestran una mayor implicación emocional con la pareja estable y un mayor nivel de atracción física con la pareja ocasional, el presente estudio sugiere la necesidad de investigar el tipo de pareja ocasional que tienen los jóvenes y determinar si el uso del condón está mediado por la presencia de un vínculo afectivo y/o de atracción física entre la pareja. 4. Tener información sobre las formas de transmisión y prevención del VIH/SIDA no resultó ser un factor importante que impactara la conducta de uso del condón, aún cuando el nivel de conocimientos encontrado en la muestra de universitarios aquí estudiada fue muy elevado, ellos se involucraron en conductas sexuales de riesgo, más las mujeres que los hombres. Por tanto, se comprueba una vez más que la información es neces,?ria mas no suficiente para lograr cambiar los comportamientos de riesgo a preventivos. 151 Susana Robles Montijo Estudio 1: Evaluación del modelo 5. La "frecuencia del uso del condón es un indicador diferente de la 7. de su uso. Usar condón no significa que se use en encuentro sexual. Cada indicador resultados diferentes en las variables que resultaron del condón se asoció con sexual en términos de Q.;)\J .... ,(::lUC • .;) a ellos. La consistencia en el uso una menor ..... v ••• "' ..... '" sexuales, de parejas sexuales y mientras que la frecuencia del uso de frecuencia de las condón se asoció con variables mayor experiencia sexual en realizadas, del número de parejas términos de la variedad frecuencia de las y edad de inicio de la vida análisis multivariados realizados las variables predictoras uso consistente del condón indicaron que los estudiantes universitarios Iztacala se protegen con mayor en sus encuentros cuando tienen la capacidad percibida usar y comprar condones, su actitud hacia el condón es y cuando sus encuentros ocurren con poca hombres, la actitud hacia el condón no un efecto importante su comportamiento preventivo, en las mujeres. En otras , una actitud desfavorable condón, niveles bajos de percibida para usarlo y de las relaciones sexuales, son probable uso consistente del condón, por tanto, que hacen menos programas orientados a promover uso consistente del condón deben elementos. sexuales misma implicaría frecuencia predictoras del uso frecuente del condón fueron mayor número en los últimos tres meses, mayor de prácticas y mayor nivel de condón bajo estados basadas en los para usar Siguiendo la hallazgo que buscan que los usen con mayor procurar promover que tengan con frecuencia 152 Susana Robles Montijo Estudio l, Evaluación del modelo relaciones sexuales, tengan un mayor número en un tiempo relativamente corto y tengan la experiencia sexo anal, oral y vaginal. Evidentemente, esto es justo lo contrario a lo se busca en los programas de prevención del VIH/SIDA. Lo demostrando estos resultados es que se debe poner especial atención en la forma en la que se midiendo el comportamiento sexual sobre el cual se q incidir para lograr disminuir los niveles de incidencia del VIH/SI en poblaciones jóvenes. mejor medida de la conducta consistencia, entendida como protegidos. Por tanto, se dependiente sobre la cual se intervención preocupados por la universitarios. uso del condón la constituye la encuentros sexuales como medida de la variable los programas de VIH/SIDA en jóvenes 9. Finalmente, el estudio sugiere si los jóvenes que dicen usar el condón en cada uno sus sexuales, tienen la habilidad para utilizarlo correctamente, lo contrario, nada serviría saber que lo usan consistentemente. 153 Capítula 6 Comunicación sexual asertiva y uso correcto del condón: programa de intervención conductual Objetivo general Evaluar el impacto de un programa de entrenamiento conductual en habilidades de comunicación sexual asertiva y uso correcto del condón sobre la consistencia en el uso del condón en una muestra de estudiantes universitarios sexualmente activos. Objetivos específicos 1. Describir en toda la muestra el estado civil, preferencia sexual, con quién viven, planeación de la primera relación sexual y lugar de la primera relación sexual. 2. Describir y comparar (por sexo) a la muestra, considerando edad del debut sexual y número de parejas sexuales en toda la vida. 3. Describir y comparar (por grupo) a la muestra considerando sexo, edad, estado civil, preferencia sexual, planeación de la primera relación sexual, lugar de la primera relación sexual, edad del debut sexual y parejas sexuales en toda la vida. 4. Describir y comparar por grupo, antes y después de la intervención, el uso de condón en relaciones sexuales en general, el uso de condón en la última relación sexual y la consistencia en el uso de condón. 5. Describir en cada grupo los cambios ocurridos después de la intervención en el uso de condón en relaciones sexuales en general, uso de condón en la última relación sexual y consistencia en el uso de condón. 154 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual 6. Determinar en relaciones grupo en diferencias por sexo en uso condón en uso de condón en la última y en uso 7. Describir y comparar y después de la intervención, tipo práctica sexual pareja) y el uso sexo oral, sexo anal y masturbación con la condón en una ellas. 8. Describir en cada grupo ocurridos después de la intervención en el tipo de práctica sexual vaginal, sexo oral, sexo anal y masturbación con la pareja) y uso de condón en una 9. Describir y comparar por los niveles de autoeficacia conocimientos sobre el VIH/SIDA y prevenir el SIDA. 10, Describir en cada grupo los nivel de conocimientos percibida para prevenir SIDA. ocurridos después la intervención en VIH/SIDA y de autoeficacia 11 Describir y comparar sexo y el nivel de conocimientos sobre el VI IDA Y los niveles prevenir el SIDA. 1 Describir y comparar por grupo correctas obtenido después de la intervención en iniciar y mantener una conversación sobres temas de sexualidad, habilidad para negociar con la pareja el uso de condón y la habilidad para colocar y retirar un condón en un pene de enseñaza. 1 Describir en el grupo experimental los intervención en la habilidad para iniciar y rn~ntQ después de la sobres uso de condón 1 de sexualidad, la habilidad para con y la habilidad para colocar y retirar un condón en un para cada grupo después conductuales entrenadas 155 la y una Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual conversación sobre temas de sexualidad, habilidad para negociar con la pareja el uso de condón y habilidad para colocar y retirar un condón en un pene de enseñanza) y el uso de condón (en relaciones sexuales en general, en la última relación sexual y la consistencia en el uso de condón). 15. Determinar, para cada grupo después de la intervención, la relación entre las habilidades conductuales entrenadas (habilidad para iniciar y mantener una conversación sobre temas de sexualidad, habilidad para negociar con la pareja el uso de condón y habilidad para colocar y retirar un condón en un pene de enseñanza) y el nivel de conocimientos sobre VIH/SIDA y nivel de autoeficacia percibida para prevenir el SIDA. 16. Determinar, para cada grupo, la relación entre las medidas indirectas (uso de condón en relaciones sexuales en general, uso de condón en la última relación sexual y uso consistente del condón) y de observación directa (habilidad para colocar y retirar un condón en un pene de enseñanza) del uso de condón. 156 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual HI 1. No se observarán los grupos en las medidas obtenidas 3. 4. 5. 6. durante la fase de preevaluación. El grupo experimental después de la intervención, puntuaciones en la consistencia del uso del condón, en el uso en relaciones sexuales en y en el uso de condón en la última sexual, que el grupo control. El uso de condón en que en el grupo control práctica sexual será mayor en el grupo de la intervención. El grupo que el grupo control en después de la intervención, un dos habilidades de comunicación más alto asertiva evaluadas y en colocar y retirar un condón en un pene de enseñanza. El grupo mostrará un incremento a la postevaluación en habilidades de asertiva evaluadas y en la habílidad para colocar y retirar un r-r\ .... rir'n en un de SIDA, tendrá niveles más altos que el VIH/SIDA y la autoeficacia intervención. intervención se observará un incremento grupo control en los prevenir el la preevaluación a en nivel de conocimientos acerca del VIH/SIDA y los percibida para prevenir habilidad conductual para usar "'1"I,. .. or-·r~ comunicación sexual asertiva no se del uso de condón (consistencia en condón en relaciones sexuales en y uso sexual). 157 condón y las habilidades con las medidas condón, uso de en la última Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual MÉTODO Participantes Ocho meses antes de que iniciara la intervención se aplicó un cuestionario al 50% de 104 grupos escolares de seis carreras que se imparten en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM, y corresponde al estudio presentado en el Capítulo 5 de este trabajo. El cuestionario contenía preguntas que permitieron seleccionar a aquellos estudiantes que tenían relaciones sexuales y usaban el condón inconsistentemente. De 1168 estudiantes (70.1 % mujeres) que respondieron voluntariamente el cuestionario, 691 (63% mujeres) fueron sexualmente activos y de éstos 354 (63.5% mujeres) usaron inconsistentemente el condón; de éstos últimos se eligieron aleatoriamente a 70 (74% mujeres) y se asignaron 35 al azar al grupo experimental y 35 al grupo control. Este procedimiento de selección de la muestra tuvo una duración de tres meses, al final de los cuales se contactó por vía telefónica a los 70 estudiantes elegidos para invitarlos a participar en un taller sobre comunicación sexual en la pareja, sin embargo, la mayoría sólo podía asistir al finalizar su curso escolar, por tanto el taller inició 8 meses después de la aplicación del cuestionario que permitió seleccionar a la muestra. Por razones prácticas, y bajo el supuesto de homogeneidad entre los grupos en los factores de confusión que subyace al uso de procedimientos de selección y asignación aleatorios (Méndez et aL, 2001), se contactó a los estudiantes del grupo control hasta finalizar la fase de intervención del grupo experimental. Para determinar si en el periodo de 8 meses que transcurrieron entre la preevaluación y el inicio de la fase de intervención había ocurrido un cambio en las variables relativas al uso del condón, en el grupo experimental se aplicó un día antes de la intervención una evaluación corta (véase Anexo 2) qué consistió en obtener información sobre el uso del condón en la (¡Itima relación sexual, frecuencia de las relaciones sexuales en los últimos tres meses y frecuencia del uso del condón en el mismo periodo. No se encontraron cambios significativos en 158 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual la frecuencia de las relaciones sexuales (t=-.772, p=.446) ni en la frecuencia del uso del condón (t=-.402, p=.691), respecto al uso del condón en la última relación sexual, se encontró que 14 de los 31 estudiantes que conforman el grupo , . experimental, reportaron usarlo 8 meses antes de la intervención y también esos mismos 14 estudiantes reportaron usarlo en la evaluación corta. De acuerdo con estos resultados, para ambos grupos los datos de preevaluación sobre la conducta de uso del condón corresponden a la aplicación del instrumento que se hizo 8 meses antes de la fase de intervención. Escenario Las sesiones se llevaron a cabo en una sala multimedia de la Coordinación de Recursos de Apoyo a la Práctica Académica (CRAPA) de la FES Iztacala, que cuenta con espacio alfombrado para 30 personas y equipo completo para presentaciones utilizando cañón y un pintarrón. Materiales Se utilizaron formatos de registro y lápices para la dinámica de "autógrafos". Para la dinámica de "el sistema inmunológico" se utilizaron 4 juegos de gafetes con las siguientes leyendas: "persona", "enfermedad", "VIH" y "sistema inmunológico". Para la dinámica de "transmisión del VIH" se utilizaron 20 juegos de 4 tarjetas cada uno con los colores violeta, verde, rosa y amarillo. Para la dinámica de "el rosa y el azul" se utilizaron hojas de rotafolio, marcadores e imágenes del hombre y la mujer. Se emplearon 4 presentaciones en Power Point que ilustraron las temáticas sobre VIH/SIDA, el condón, sexualidad en la pareja, roles de género en nuestra cultura y modelos de comunicación asertiva. Para el entrenamiento del uso correcto del condón se utilizó un modelo de pene para enseñanza, 20 piezas de unicel de un modelo estándar de pene para enseñanza y una muestra de 20 condones que ilustraron la variedad de éstos en colores, formas, tamaños, sabores, texturas, marcas, precios y distintas fechas de caducidad. Para las sesiones de filmación se utilizaron casetes mini VD de 60 minutos de duración y un tri pié. 159 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual Equipo Para las presentaciones en Power Point se utilizó una computadora Pentium 111 y un cañón ubicados en la CRAPA; para las sesiones de filmación del Aprendizaje Estructurado se utilizó una cámara de video digital SONY JVC y para codificar las filmaciones un televisor SONY de 19 pulgadas en el que se reproducían los videos directamente de la videocámara JVC. Para el análisis de los datos se utilizó un equipo de cómputo con Windows XP y el programa SPSS versión 10.0. Diseño experimental Se utilizó un diseño pretest-postest con un grupo experimental y uno control. De los 35 sujetos que se asignaron aleatoriamente a cada grupo, sólo 31 del grupo experimental permanecieron hasta la fase de postevaluación y sólo 19 del grupo control asistieron a la sesión correspondiente a la fase de postevaluación. Los grupos no fueron balanceados por sexo pero guardaron una proporción de hombres y mujeres semejante a la muestra de donde fueron elegidos. El grupo experimental finalmente estuvo formado por 10 hombres y 21 mujeres (67.7%) y recibió un entrenamiento durante 8 sesiones consecutivas de 2 horas cada una; el grupo control estuvo formado por 5 hombres y 14 mujeres (73.7%) y no recibió entrenamiento, quedando en lista de espera para participar en el mismo taller en una siguiente ocasión. La edad promedio de todos los participantes fue de 20.66 años (rango de 18 a 29) y desviación estándar de 1.95. Variables Variables descriptivas Edad, sexo, estado civil, preferencia sexual, con quién viven,. planeación y lugar de la primera relación sexual, edad del debut sexual, parejas sexuales en toda la vida y en los últimos tres meses y frecuencia de las relaciones sexuales en los últimos tres meses. 160 Susana Robles Montijo Estudio 2: Pr{),n-n".nde Ínlervención conductual Variables de comparación • Grupo (experimental-control) • Sexo (hombre-mujer). Variables dependientes • Conducta sexual preventiva 1. Uso del condón en en general 2. Uso del en 3. Uso del condón en 4. Consistencia en uso condón • Tipo de práctica sexual 1. Penetración vaginal 2. Sexo oral 3. Penetración anal 4. Masturbación con • Tipo de pareja sexual 1. Pareja estable 2. Pareja Amistades 4. Personas 5. Sexoservidores • Conocimientos acerca del VIHISIDA 1. Sintomatología 2. Transmisión 3. Prevención 161 Susana Robles fI/IfHl111fl Estudio 2: Prr.I7rn""n de intervención conductual • ALJrroEwc:aCla percibida para prevenir 1. U'''''lf"I''''\'''\..I<;'\..I percibida para rechazar sexuales de personas 'VV'\..I<-''';> bajo circunstancias IJQ"JI\..IC~U percibida para usar y comprar condones. Capacidad percibida para rechazar sexuales de personas conocidas y de acuerdo con la monogamia y fidelidad. 4. Capacidad percibida para investigar la historia ..,,<;;;,,,,\.1"'" la pareja y 5. hablar con la prevención del para usar riesgo. condón bajo • Uso correcto condón: consideró como la habilidad conductual para usar correctamente condón, realizar los siguientes colocar y retirar un condón en un 1. Revisar burbuja 2. Revisar fecha de enseñanza: en el condón ucidad 9. Girar el condón dos vueltas para que no haya burbujas 10. Colocar en el glande el condón 11. Bajar el condón con las dedos hasta la base del 1 Pasar las yemas de los ae(]Qs del pene para retirar el semen y llevarlo al rec,eo1táciul 1 Tomar el receptáculo del semen y dos vueltas 1 Retirar condón 1 envuelto en papel en la basura 162 Susana Robles Montijo Estudio 2: Yrn,,,rnn1n de intervención conductual .. en fueron (1986) con no 1. Iniciar y sexual asertiva: Para la 4 habilidades precurrentes y dos de comunicación participantes del grupo experimental recibieron entrenamiento sólo las habilidades de comunicación sexual y después de la intervención, mientras que los grupo control no recibieron entrenamiento y fueron habilidades sólo en la fase de postevaluación. fueron: 1. Saber escuchar, 2. Conocer y expresar sentimientos de otros y 4. Expresar se retomaron del trabajo desarrollado por Roth constituidas por componentes verbales y comunicación sexual asertiva fueron: una conversación sobre sexualidad y 2. Negociar y llegar a un acuerdo retomaron del trabajo uso del condón. Estas habilidades también se Roth (1986) Y se ajustaron a la temática de sexualidad. En el 3 se sus definiciones. Variable Independiente Se consideró como se utilizaron en el programa elementos: 1) Información mecanismos de transmisión y discusión sobre los roles correcto y consistente condón y , conjunto de estrategias que contempló los siguientes epidemiológicos, sintomatología y DA; 2) Información, análisis y cultura; 3) Entrenamiento en el uso en habilidades conductuales de comunicación sexual asertiva. A todo denominó Taller Comunicación prevenir la Sexual en la Pareja y constituyó el programa transmisión del VIH/SIDA. Instrumentos y medidas Las variables relativas al comportamiento sexual, rv"",nr·.rn.nn VIH/SIDA y autoeficacia para prevenir el SIDA fueron instrumentos de autoreporte que se describieron en primer 163 acerca del Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual El uso correcto del condón se evaluó a cada sujeto por separado bajo el siguiente procedimiento: sobre una mesa estaban dispuestos en forma separada 20 paquetes de condones de diferentes marcas y con distintas fechas de caducidad y un modelo de pene para la enseñanza, se le solicitaba al estudiante que eligiera el condón que él quisiera, lo colocara en el pene y después lo retirara; se filmó la ejecución de cada estudiante utilizando una cámara de video digital. Posteriormente dos observadores entrenados analizaron los videos en forma independiente y registraron para cada sujeto la ocurrencia de cada uno de los pasos arriba indicados sobre la colocación correcta del condón. La medida para el uso correcto del condón fue el porcentaje de respuestas correctas que presentaron los estudiantes, registrando primeramente la ocurrencia correcta de cada uno de los pasos arriba indicados sobre la colocación correcta del condón y transformando, después, el dato en porcentaje. Se determinó el porcentaje de acuerdo entre observadores dividiendo el total de acuerdos entre el total de acuerdos más desacuerdos y se multiplicó el resultado por cien. El porcentaje de acuerdos obtenido en la habilidad para usar correctamente el condón fue de 93.0%. Las habilidades de comunicación sexual asertiva estuvieron definidas por componentes verbales y no verbales y se evaluaron a través del Test Analógico de Simulación (TAS) propuesto y validado por Roth (1986). Éste es un instrumento de registro de ocurrencia de los componentes verbales y no verbales que definen cada habilidad bajo situaciones semiestructuradas, que consisten en describir una situación lo más semejante a un escenario natural donde es posible que ocurra la habilidad en cuestión. Cada participante pasaba a una sala donde se encontraba un experimentador y un observador que filmada la interacción. El experimentador proporcionaba las instrucciones y hacía el papel de la pareja del estudiante, se controló que el sexo del experimentador fuera contrario al del participante. Para la habilidad de iniciar y mantener una conversación sobre sexualidad las instrucciones eran las siguientes: "imagina que yo soy tu pareja y estamos en una fiesta platicando sobre diversos temas; tú quieres que hablemos sobre algunos temas que te interesan de sexualidad, ¿qué me dirías y cómo le harías para 164 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual empezar a hablar conmigo sobre esos temas?" Para la habilidad de negociar el uso del condón las instrucciones eran las siguientes: "Imagina que estás con tu pareja en un lugar propicio para tener un encuentro sexual; imagina que tu pareja te empieza a insinuar que quiere tener relaciones sexuales contigo pero no está dispuesta a usar el condón y tú sí quieres utilizarlo porque quieres cuidar de tu salud sexual; ¿qué le dirías y cómo le harías para convencer a tu pareja de que usen el condón?" Ambas habilidades fueron evaluadas a través de filmaciones que en promedio tuvieron una duración de 4 minutos por alumno. Estas habilidades se evaluaron antes y después de la intervención en los 31 estudiantes del grupo experimental, pero en los 19 estudiantes del grupo control sólo se evaluaron en la fase de postevaluación. De acuerdo con esto, se analizaron en la preevaluación un promedio de 372 minutos de videos y en la fase de postevaluación un promedio de 600 minutos. Las habilidades fueron codificadas por dos observadores independientes que previamente habían sido entrenados para identificar, con base en sus definiciones, la ocurrencia de cada componente verbal y no verbal. La medida concreta para cada habilidad fue la suma de los porcentajes asignados a cada componente de la habilidad en cuestión, de tal forma que al ocurrir correctamente todos los componentes la suma total que se obtiene es del 100%. En el Anexo 3 se presenta el instrumento con los pesos específicos dados a cada componente. El porcentaje de acuerdos obtenido para la habilidad de iniciar y mantener una conversación sobre sexualidad fue de 80.0% y para la habilidad de negociar el uso del condón fue de 86.6%. Procedimiento Fase de Preevaluación La preevaluación de las variables relativas al comportamiento sexual preventivo, tipo de práctica sexual, tipo de pareja sexual, conocimientos sobre VIH/SIDA y autoeficacia para prevenir el SIDA se consideró analizando los cuestionarios aplicados 8 meses antes de la intervención, ya que estos incluían a 165 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual los estudiantes del grupo control. Un día antes de que iniciara la fase de intervención, se llevó a cabo en forma individual la preevaluación de las habilidades conductuales de uso correcto del condón y de comunicación sexual asertiva sólo en el grupo experimental. En esta sesión primeramente se utilizó una dinámica de integración del grupo llamada "autógrafos" (véase Anexo 4), enseguida se hizo una exposición sobre los temas que se abordarían a lo largo del taller y posteriormente se aplicó el instrumento de evaluación corta y se realizó, en una sala contigua a la del taller, la evaluación de las habilidades de comunicación sexual asertiva y de uso correcto del condón. Fase de Intervención Esta fase se llevó a cabo en 8 sesiones consecutivas distribuidas de martes a viernes de la primera semana y de lunes a jueves de la segunda semana del taller, las sesiones tuvieron una duración de 2 horas cada una. Las temáticas y dinámicas a seguir en cada una de ellas se presentan a continuación: Sesión 1: Inició con una dinámica sobre el funcionamiento del Sistema Inmunológico del organismo humano (véase Anexo 4). Posteriormente se hizo una presentación en Power Point donde se abordó información relativa a aspectos epidemiológicos del SIDA, características del VIH y del SIDA, formas de transmisión y mecanismos de prevención del virus, señalando los cambios que se han venido reportando en las proporciones de casos hombre/mujer. Al final se hizo una conclusión general de la sesión. Sesión 2: Inició con una dinámica sobre la transmisión del VIH/SIDA (véase Anexo 4). Posteriormente se abordaron temáticas sobre sexualidad en la pareja y roles de género en nuestra cultura, utilizando una dinámica llamada "El Rosa y el Azul" (véase Anexo 4) para ejemplificar dichos roles de género. Se formaron equipos de 5 integrantes y se llevó a cabo un juego de roles eje~plificando las relaciones de poder y toma de decisiones en la pareja a paliir de propuestas hechas por los mismos participantes de cada equipo. 166 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual Sesión 3 Y 4: Se hizo una en Power Point que abordó aspectos históricos del condón masculino y femenino, procesos de fabricación, pruebas de efectividad, tipos de condones (tamaños, texturas, materiales, colores, sabores, etc.), fecha de caducidad y forma para usarlo. Posteriormente se llevó a cabo un entrenamiento través de un modelam forma correcta de colocar y quitar un condón, a conductual. La sesión se cerró con una usar el condón, no solamente de forma correcta, discusión sobre sino de manera sexuales. Sesión comportamiento describiendo sus agresivos y con una es decir, en todas y cada una de las (apoyada en en la pareja y toma y sus diferencias con respecto a de Juego de Roles en el un modelo comunicación enfatizando el papel de los as[)ectos (contenido de física, volumen expresiones la pareja. Todos lingüísticas de la pareja) y no entonación de la voz, fluidez del los cornportamientos asertivos de ambos del grupo participaron en el juego (proximidad de y se cerró la sesión con una conclusión general. Sesiones 6, 7 Y 8: habilidades Estructurado. 1. componentes sesiones se llevó a cabo el 4 y de las 2 habilidades de comunicación a técnicas de cambio conductual entrenamiento se llevó a cabo bajo habilidad y discusión de sus Modelamiento en vivo la habilidad. 3. Práctica constituyen el Aprendizaje sig procedimiento: conductuales con de los la habilidad a seguida de retroalimentación y coment~rios sobre la ejecución individual. 4. Se hicieron videograbaciones de las sesiones de en las que se instrumentó el juego dando retroalimentación 167 Susana Robles onrl>>TI1f1 a actividades Estudio 2: Programa de intervención conductual su ejecución en cada habilidad. 5. practicarse en contextos naturales. Postevaluación mismos usar se se a en en la última sesión del taller y se evaluaron de preevaluación. La habilidad conductual condón y 2 habilidades de comunicación sexual gru 168 Susana Robles Montijo Estudio 2: de intervención conductual ANÁLISIS DATOS análisis estadístico de los datos se utilizando el programa SPSS para Windows 10.0. Para el análisis descriptivo variables se utilizaron medidas tendencia central y análisis bivariados. Con las variables medidas en grupos, antes y después muestras independientes; los cambios postevaluación muestras relacionadas. Ji Cuadrada se utilizó para comparar, sujetos que respondieron a una u cambios observados en estas postevaluación se analizaron utilizando Wilcoxon. se se realizaron comparaciones entre utilizando la t de Student para la fase de preevaluación a con la t de Student para grupos y por sexo, el porcentaje en escala nominal. preevaluación a la no paramétrica de Rangos análisis de relación entre variables en intervalar, se realizó variables implicadas utilizando el coeficiente r de Pearson. Cuando alguna de en el análisis estuvo medida en rho producto-momento de Spearman. 1 nominal, se utilizó el coeficiente Susana Robles Montijo Estudio 2. Programa de intervención conductual RESULTADOS conductas relacionadas con la prevención del VIH/SIDA en estudio fueron el uso del condón en las relaciones y en la última consistencia en el uso del condón y su uso correcto. de que entrenando habilidades de comunicación hablar temas de sexualidad y negociar el uso del condón y entrenando la habilidad conductual para usar correctamente el condón, se produciría un en conductas y un incremento en el nivel de conocimientos 1 tuvo en casa. 16.83 en diferencia de autoeficacia percibida prevenir el SIDA Los describiendo cada una de las variables por separado y cómo se relacionaron. ambos grupos reportaron estar solteros heterosexual (93.1%) y vivir con su familia (89.7%); un mitad (53.7%) no planearon su primera relación sexual y un 70% inicio las relaciones sexuales (debut sexual) fue de 1 años en las mujeres de toda la muestra, la significativa (f::::-1.247, p=.219); el número promedio de en toda la vida fue de 5.80 en los hombres y 1.89 en las m resultando diferencia (f::::3.058, p=.004); el número de meses fue de 1.07 en hombres y .86 en mujeres y relaciones sexuales en los últimos tres meses fue de en hombres y 8.85 en las mujeres de toda la muestra, en ninguno los dos casos se diferencias significativas debidas al sexo. Ambos grupos fueron antes de la intervención en términos del sexo (X2::::O.198, 15), civil (X2=2.880, p=0.237) preferencia sexual planeación (X2::::O.023, 880), lugar edad del debut 0.834, p=0.408) y (f::::0.266, p=0.791). En la Tabla No. estas variables, tanto el grupo como 1 primera relación sexual (X2:::4.729, p=0.450), en toda la vida obtenidos en el control. • Susana Robles Montij'J Estudio 2: Programa de intervención conductual Tabla No. 6.1 Comparación entre los grupos en las variables descriptivas. Grupo Grupo Prueba estadística experimental control %(n) %(n) Sexo X2=0.198, p=0.656 Hombres 32.3 (10) 26.3 (5) Mujeres 67.7 (21) 73.7 (14) Edad 20.84 20.37 t=0.823, p=OA15 Estado civil X2=2.880, p=0.237 Soltero 96.8 (30) 84.2 (16) Casado 3.2 (1) 10.5 (2) Viudo 5.3 (1) Preferencia sexual X2=2.859, p=0.239 Homosexual 6.5 (2) 0.0 (O) Bisexual 0.0 (O) 5.3 (1) Heterosexual 93.5 (29) 94.7 (18) Planeación de la primera X2=0.023, p=0.880 relación sexual Sí 48.1 (13) 45 .5 (5) No 51.9 (14) 54.5 (6) Lugar de la primera relación X2=4.729, p=OA50 sexual Casa 65A (17) 81 .8 (9) Auto 3.8(1) 0.0 (O) Hotel 23.1 (6) 9.1 (1) Despoblado 3.8 (1) 0.0 (O) Calle 3.8 (1) 0.0 (O) Otro 0.0 (O) 9.1 (1) Edad del debut sexual 17.58 17.05 t= 0.834, p=OA08 Parejas sexuales en toda la 3.19 2.84 t=0.266 , p=0.791 vida Conducta sexual preventiva Las conductas de riesgo de VIH/SIDA consideradas en este estudio fueron el uso del condón en las relaciones sexuales y en la última relación sexual, la consistencia en el uso del condón y la habilidad conductual para usar correctamente el condón. Se partió del supuesto de que entrenando habilidades de comunicación sexual asertiva para hablar sobre temas de sexualidad y 171 Susana Robles Estudio 2: Prn,:;rrn!'l'1n de intervención conductual negociar uso del condón y entrenando también U\JLUCU para conductas de de ambos grupos , medida esta sujetos que sí correspondiente. Se usar condón, se produciría una riesgo. No. 6.2 se presenta el porcentaje que respondió usar el condón antes y después la conducta a usaron tres preguntas; la n corresponde un total que respondieron a la observa que en la fase de preevaluación no se encontraron diferencias significativas los grupos en el uso del condón en sexuales en general y uso del condón en la última relación En la fase de tampoco se encontraron uso del condón, Wilcoxon se encontró un incremento intervención en porcentaje de reportaron usar condón en su última en ninguna de aplicar la prueba de p=.083) después de del grupo experimental que en grupo control los incrementos no fueron significativos en ninguno de estos dos Figura No. 6.1). No se diferencias por sexo, únicamente comparado con el de la intervención fue mayor hombres (90%) de las mujeres (57.1 %) que usar el condón en las relaciones en general (X2=3.347, .067), pero después de la intervención en diferencias por sexo no fueron sexuales en general (70% y en la última relación resultados relativos a muestran también en la Figura No. aplicando la t de Student nificativas en el uso del condón hombres y 68.4% de las los hombres y 66.7% en el uso del se la diferencias de independientes no se encontraron diferencias significativas en preevaluación, mientras que en la postevaluación las diferencias fueron importantes, mayor valor de la consistencia en el grupo experimental (.73) que en el control (.48); en este último las d por sexo no fueron significativas 063, p=0.951), ya que los hombres obtuvieron una puntuación de .72 y 1 Tabla No. 6.2 Porcentaje de sujetos del grupo experimental y grupo control que reportaron usar el condón antes y después de la intervención. Se presentan 3 indicadores de esta conducta obtenidos a través de un cuestionario de autoreporte. Medidas de autoreporte del uso Grupo experimental del condón PRE POST n % n % Uso del condón en relaciones 21/31 67.7 20/29 69.0 sexuales en general Uso del condón en la última 14/30 46.7 16/24 66.7 relación sexual Índice de consistencia en el uso 20/31 .56 17/31 .73 del condón USO DEL CONDÓN VI .9 CI.I 's" VI CI.I u CI.I 'ji e ~ o [l. 100 En las relaciones sexuales En la última re laclOn se xual en general 80 60 40 20 O Expenmen1al Control Expenmen1al Control Figura No. 6.1. Porcentaje de estudiantes de ambos grupos que reportaron usar el condón en las relaciones sexuales en general y en la última relación sexual, antes y después de la intervención. Grupo control Comparaciones entre grupos PRE n % 11/19 57.9 5/11 45.5 14/19 .47 1.00 ro U 0.80 e (!) -en en 0.60 e O u (!) "O 0.40 (!) .5:2 "O .S 0.20 0.00 173 POST n % / PRE POST 12/18 66.7 X2=.496, p=.481 X2=.027,p=.869 7/14 50.0 X=.005, p=.945 X2= 1.028, p=.3 11 14/19 .48 t=.600, p=.553 t=1.800, p=.082 CONSISTENCIA EN EL USO DEL CONDÓN Experimental Control Figura No. 6.2, Indice de consistencia en el uso del condón obtenido en ambos grupos antes y después de la Intervención. El porcentaje de sujetos de ambos grupos que reportaron usar el condón en cada práctica sexual se muestra en la Figura No. 6.3 a) y b). La prueba Ji Cuadrada indicó que no hubo diferencias significativas entre los grupos en ninguna de las prácticas ni antes ni después de la intervención (véase Tabla No. 6.3). La prueba de Wilcoxon indicó que los incrementos de la preevaluación a la postevaluación fueron significativos para el grupo experimental sólo en la práctica de relaciones orales (Z=-2.00, p=.046), en el grupo control los incrementos observados en el porcentaje de estudiantes que reportaron usar condón en cada práctica sexual no fueron significativos. En ningún caso se encontraron diferencias significativas por sexo. a) ~ o ¡; ';; ro ~ 60 ~ ... ~ '" e 40 ~ o c; D.. 20 o USO DE CONDÓN EN CADA PRÁCTlCA SEXUAL GRUPO EXPERIMENTAL Cr.ies Anajes PRÁCTICAS SEXUALES M as tu"bació n USO DE CONDÓN EN CADA PRÁCTICA SEXUAL b) GRUPO CONTROL ~ o ¡; ';; ~ • ... • '" e• o c; D.. Cr.ies Anajes PRÁCTICAS SEXUALES Masturbación Figura No. 6.3. Porcentaje de estudiantes del grupo experimental (a) y grupo control (b) que reportaron usar el condón en distintas prácticas sexuales, antes y después de la intervención. 174 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual Tabla No. 6.3 Porcentaje de sujetos (la n está entre paréntesis) de cada grupo que usaron condón en cada práctica sexual, antes y después de la intervención. Grupo Exp. Control )(2 p Wilcoxon Exp. Control Sexo vaginal Sexo oral Sexo anal Masturbación pre post pre post pre post pre post 48.4(15) 61.3(19) 9.7(3) 22.6(7) 12.9(4) 9.7(3) 6.5(2) 6.5(2) 36.8(7) 57.9(11) 5.3(1) 15.8(3) 5.3(1) 5.3(1) 5.3(1) 5.3(1) .637 .057 .312 .340 .764 .312 .030 .030 .42 .81 .57 .56 .38 .57 .86 .86 Z=-1.633, p=.102 Z=-1.414, p=.157 Z=-2.000, p=.04 Z=-1.414, p=.157 Z=-577, p=.564 Z=.OOO, p=1.0 Z=.OOO, p=1.0 Z=.OOO, p=1.0 Prácticas sexuales El porcentaje de estudiantes de ambos grupos que respondieron tener cada práctica sexual se presenta en la Figura No. 6.4. para el grupo experimental (a) y grupo control (b). Se observa que el sexo anal es la práctica que menos se realiza en ambos grupos; en el grupo experimental el porcentaje de sujetos que reportaron tener sexo vaginal, oral y anal se mantuvo de la pre a la postevaluación, mientras que en el grupo control se observaron incrementos en todas las prácticas. Sin embargo, como se muestra en la Tabla No. 6.4, la prueba Ji Cuadrada indicó que no hubo diferencias entre grupos ni antes ni después de la intervención en ninguna de las prácticas evaluadas; la prueba de Wilcoxon muestra que en el grupo experimental incrementó significativamente, después de la intervención, el porcentaje de estudiantes que reportaron tener masturbación con la pareja (Z=-2.00, p<.05), en el caso del grupo control, a pesar de haberse observado incrementos después de la intervención en todas las prácticas sexuales, éstos fueron significativos sólo en la práctica de masturbación con la pareja (Z=-2.236, p<.05). Tipo de pareja sexual En la Figura No. 6.5 se muestra el porcentaje de sujetos de cada grupo que reportaron tener relaciones sexuales con pareja estable, ocasional, amistades, desconocidos y con sexoservidores. Lo que se observa es que la mayoría de los sujetos del grupo experimental y todos los del grupo control, reportaron tener relaciones sexuales con su pareja estable, pero también las tienen con parejas 175 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual a) 'Ml0 80 lA o ;; ':; 60 lA .. ... .. ':0- 'il 40 .. .. o o.. 20 o b) 'MlO 80 '" E " ':; 60 '" " ... .. ':0- 'il 40 .. " o o.. 20 O Vaginales Vaglnale. PRÁCT~ASSEXUALES GRUPO EXPERIMENTAL Orales Anales Masturbación PRÁCTICAS SEXUALES GRUPO CONTROL Orale. Anal •• Masturbación Figura No. 6.4. Porcentaje de estudiantes del grupo experimental (a) y grupo control (b) que reportaron tener distintas prácticas sexuales antes y después de la intelVención. Tabla No. 6.4 11 PRE o POST 11 PRE o POST Porcentaje de sujetos (la n está entre paréntesis) de ambos grupos que reportaron tener cada práctica sexual, antes y después de la intervención. Grupo Sexo vaginal Sexo oral Sexo anal Masturbación pre post pre post pre post pre post Experimental 96.8(30) 93.5(29) 87.1 (27) 87.1 (27) 29.0(9) 25.8(8) 80.6(25) 93.5(29) Control 94.4(17) 100.0(19) 78.9(15) 89.5(17) 31.6(6) 36.8(7) 61.1(11) 89.5(17) .158 1.277 .582 .063 .036 .683 2.229 .266 .69 .25 .44 .80 .84 .40 .13 .60 Wilcoxon Experimental Z=-1.000, Control Z=-1.000, p=.31 p=.31 Z= 0.000, Z=-1.414, p=1.0 p=.15 176 Z=-.577, p=.56 Z=-.447, p=.65 Z=-2.000, Z=-2.236, p=.04 p=.02 Susana Robles AAn,,,,ti,,n Estudio 2: de intervención conductual ocasionales, con estudiante ro",./"'\M'/"'\ y en menor relaciones sexuales con ",,-,,"""";¡''-' 'O <1> :a c: <1> I:! o Il.. a) TIPO DE PAREJA SEXUAL GRUPO EXPERIMENTAL Estable Ocasional Amistades TIPO DE PAREJA Desconocidos IIIIPRE o POST Sexoservidores b) GRUPO CONTROL 100 80 60 40 20 O IIIIPRE o POST Estable Ocasional Amistades Desconocidos Sexosef\lidores Figura No. 6.5. Porcentaje de estudiantes del grupo experimental (a) y grupo control (b) que reportaron tener distintas parejas sexuales, antes y después de la intervención. Al comparar ambos grupos se observa un aumento, ningún intervención, en la proporción estudiantes del grupo control que tuvieron relaciones sexuales con parejas ocasionales y con amistades, mientras que en 1 Susana Robles lvIontíjo Estudio 2: "-/"{1(7/"nn1n de intervención conductual grupo que tuvieron embargo, en se una disminución en la con parejas ocasionales y con caso las diferencias entre los (véase Tabla No. 6.5). Tabla No. 6.5 Porcentaje ambos grupos que reportaron parejas, antes y después Tipo de pareja Grupo Experimental Grupo Control post post Ocasional 41.9(13) 29.0(9) 36.8(7) 47.4(9) Amistades 27.6(8) 22.2(4) Desconocídos 10.3(3) 6.3(1) 0.0(0) Sexoservidores 0.0(0) 0.0(0) 0.0(0) Conocim del VIH/SIDA de estudiantes desconocidas. Sin s ig n ificativas sexuales p pre post .421 .421 .127 1.719 .721 .190 .046 .473 .829 .492 1.773 .419 .183 En la Figura No. se presenta el porcentaje L"::;;","OO:> correctas obtenido en los grupos experimental (a) y control (b) en de conocimientos evaluada y en nivel global, antes y después de intervención. Para determinar las diferencias medias entre los grupos en cada evaluación se aplicó la t de Student p=.054), 1.797, muestras independientes y los resultados muestran diferencias de preevaluación en de transmisión (t=-1.980, .801, p=.078) y el nr'lr(~l:InT global de conocimientos (t=- de postevaluación no se encontraron diferencias significativas en ninguna de las áreas grupo control obtuvo de preevaluación en un puntaje alto que el grupo experimental en áreas de , prevención y porcentaje de conocimientos, sin embargo, al compararlos en la postevaluación no significativas grupos, ya que el grupo experimentat incrementó significativamente de la preevaluación a postevaluación el porcentaje de respuestas en sintomatología .014) y en el porcentaje 178 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual 1'Cl,n1'O del condón, lo cual considerando los resultados del intervención conductual sobre el uso intervención incluye un entrenamiento en el impacto de una '<"TO ..... TO del condón es más efectivo si la uso correcto del condón. Tulloch et al. (2004) señalan 3 primer lugar, es probable que los en juego de roles bajo circu explicaciones a sus resultados. que respondieron apropiadamente laboratorio no sean capaces de cuestión que es apoyada por practicar en escenarios reales la undo lugar, la intervención pudo ser lo transferir las habilidades a Roth (1986) en relación a la habilidad que está siendo suficientemente efectiva como producir efectos positivos a corto carece de intensidad o producir efectos a largo autores -y la del presente no realizaron una evaluación las habilidades de comunicación, por lo que esta limitaciones, sin embargo, en habilidades evidencia que muestra que los nOr1"'I"'3I';,,,,n del condón, discusión en sus adquirir el SIDA, habilidad amigo habilidades para usar correctamente el condón y a un ucir el riesgo del SIDA) después una intervención conductual, no se mantienen en un periodo de seguimiento 6 meses (Hovell, 190 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual Blumberg, al, 2001). En lugar, es posible que los estudiantes hayan las habilidades de negociación aprendidas, la intención de usar el condón al no percibirse en con su pareja, lo cual indica que la intervención no decidido no usar en motivacionales que estos autores entrenaron. último punto referido en el párrafo anterior, el programa en este estudio produjo un efecto importante en percibida para prevenir el SIDA. Comparado con grupo que recibió entrenamiento conductual manera autoeficacia percibida para usar y comprar ",nr,nn y investigar la historia sexual su (autoeficacia) no se correlacionó con la habilidad conductual usar correctamente el condón ni con su uso consistente. También se mujeres fueron más autoeficaces que los hombres para usar condón, sin embargo, fueron ellas las que más no que son los tienen capacidad percibida para investigar la historia que saben hablar sobre sexualidad, pero no significa que usen condón ni que sepan negociarlo con su pareja; los que perciben que la para usar correctamente el condón no necesariamente lo usan ni tampoco negociarlo con su pareja, pero sí son hábiles para hablar diversos temas de sexualidad. Resultados semejantes fueron Wingood et al. (2001) con reactivos para evaluar autoeficacia observación directa de 6 a condón en un pene de riesgo (uso del sexuales con pareja Estos autores encontraron que por Crosby, DiClemente, utilizando una escala de 9 usar correctamente el condón, uir para la colocación correcta de un de conductas sexuales y en los últimos.5 encuentros sexo vaginal no protegido). autoeficacia percibida para usar correctamente el no se Qi:> ... ' .... IQ con niveles altos de la 191 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual conductual para usarlo correctamente; además, tampoco encontraron una relación entre los niveles altos de la habilidad conductual y las conductas sexuales de riesgo, lo cual sugiere que el saber usar correctamente el condón no se traduce automáticamente en una reducción del riesgo del VIH/SIDA y otras ITS. Estos hallazgos y los del presente estudio ponen en duda el poder predictivo de la autoeficacia sobre el uso del condón y resaltan la importancia de considerar en los programas de prevención del VIH/SIDA un entrenamiento en la habilidad para usar correctamente el condón. En términos generales el presente estudio muestra que el programa de intervención produjo incrementos en los niveles de autoeficacia percibida para prevenir el SIDA, el nivel general de conocimientos acerca de este problema de salud sexual, en la consistencia en el uso del condón y en las habilidadades para negociarlo y usarlo correctamente, pero ninguna de estas variables se correlacionó con el uso consistente del condón. Comparando estos resultados con los obtenidos por Tulloch et al. (2004) pareciera ser que el haber incorporado en la estrategia de intervención el entrenamiento en la habilidad para usar correctamente el condón fuera el elemento que jugó un papel central en la generación de estos resultados, ya que la estrategia de intervención que utilizaron estos autores difiere, en lo general, sólo en este elemento. Sin embargo, debe resaltarse que la estrategia de intervención utilizada en este estudio contempló elementos definidos en el modelo de Bayés (1992b), atendiendo a un conjunto de factores definidos en las etapas del pasado y del presente, lo cual podría ser el elemento clave de este programa de entrenamiento para prevenir la transmisión del VIH/SIDA. Se requiere, sin embargo, probar empíricamente este supuesto. Por otra parte, es importante señalar que, aun cuando en el presente estudio hubo en ambos grupos una mayor proporción de mujeres que de hombres, las diferencias por sexo en las distintas medidas del uso del condón (:lespués de la intervención no fueron significativas. Esto sugiere que tanto los hombres como las mujeres de este estudio aprendieron a negociar el uso del condón, a usarlo correctamente y a usarlo consistentemente en sus relaciones sexuales; en la 192 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual medida en que el uso correcto del condón se correlacionó significativamente con la habilidad para negociarlo, el estudio sugiere que el haber aprendido a usar correctamente el condón facilitó también el aprendizaje de la habilidad para negociarlo. Esto resulta particularmente importante en el contexto de los roles de género asignados culturalmente al hombre y la mujer, ya que se ha reportado que los hombres usan más el condón que las mujeres (Caballero y Villaseñor, 2001; Díaz-Loving y Alfaro, 1999; Gayet et al., 2003; Ao, Sam, Manongi et al, 2003; Baele, Dusseldorf y Maes, 2001; Martínez-Donate, Hovell, Blumberg et al., 2004; Robles y Moreno, 2000; Wiggers, De Wit, Gras et al., 2003), atribuyendo el uso inconsistente del condón reportado por las mujeres a una falta de poder en sus relaciones sexuales que dificulta la negociación del sexo protegido (Pulerwitz, Amaro, Jong et al., 2002). En el presente estudio, aun cuando no se obtuvo ningún indicador de esta variable, el haber aprendido a usar correctamente el condón y a negociarlo con la pareja pudo haber promoviendo un estilo de comunicación positivo (Sánchez y Díaz-Loving, 2003) o de colaboración-equidad en la relación de pareja (Rivera y Díaz-Loving, 2002), y por tanto, haber incidido en el comportamiento sexual preventivo, sin embargo, esta es una cuestión que debe demostrarse empíricamente. Si bien este no es un estudio antropológico sobre relaciones de género, el entrenamiento en una habilidad específica como el uso adecuado del condón, por parte de las mujeres, puede ser un factor detonador que podría tener repercusiones en el cambio o apoderamiento de funciones no tradicionales en las interacciones mujer-hombre de las mujeres participantes, esto es, las mujeres capaces de usar adecuadamente el condón, pueden actuar asertivamente al hablar sobre el condón y negociar su uso con la pareja y, quizás, generalizar ese tocar el tema y negociar con su compañero, hacia otros temas de interés no- sexuales como los aspectos económicos, la toma de decisiones en general, el tiempo a pasar con las familias respectivas, etc. Aunque la medición de estos aspectos no fue el objetivo de este estudio preliminar, valdría la pena tomar mediciones que puedan documentar esta posible generalización de las habilidades 193 Susana Robles Estudio 2: Programa de intervención conductua/ de comun y negociación de las mujeres con sus del uso correcto del condón, en replicaciones a partir contexto también se ha visto que uso condón es más con parejas esporádicas que con la regular 2003; Meekers, 2003; Semple, Patterson y Grant, Kuyper y Wiggers et al., un vínculo Williams, Ross, Bowen et al., 2001), sugiriendo relacionado con el placer cuando se con tienen con su y cuando los usen el condón en sus algunos estudios se ha sexuales con pareja casual un menor y mayores motivos para tener sexo con tienen una nueva pareja es sexuales, pero conforme frecuencia del uso del condón (Bayés, Tu, Harezlak et aL, 2002; Gebhardt et al., 2002). En el presente estudio se jóvenes tiene relaciones sexuales con no se evaluó el uso de condón con consideración que tanto hombres como a pesar de que los hombres reportaron que las mujeres, se podría como estable, baja la y Tuldrá, 1995, 1996; Fortenberry, y Muñoz, 2001; Seoane, una proporción importante de los ocasionales y con amistades, pero Sin embargo, si se toma en incrementaron su uso consistente más parejas sexuales en toda la vida independientemente del tipo pareja conductual utilizado fue efectivo para su uso correcto y la habilidad posterior indagar si este su probabilidad con que se tenga, incrementar el uso negociarlo con la ocurre con parejas que es un tema reviste interjuego de T!:Ir'Tf"\"OCO múltiples. conveniente, además, empíricamente si un entrenamiento uso correcto del condón y en la habilidad para negociarlo tiene un impacto grado de intimidad en la pareja y el que uso condón con una pareja regular p ser interpretado como un signo de infidelidad. 194 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual Por otra parte, la estrategia de intervención produjo un incremento en las habilidades de comunicación pero no se logró que la ejecución llegara al 100%. Posiblemente se deba a que las sesiones de entrenamiento se programaron en forma consecutiva y no semanalmente como lo establece el Aprendizaje Estructurado, estrategia de cambio conductual empleada en este estudio. Goldstein (1981) Y Roth (1986) señalan que debe darse la oportunidad a los participantes de practicar en escenarios reales la habilidad que está siendo entrenada y no iniciar el entrenamiento de la siguiente hasta que se haya logrado el 100% de respuestas correctas en la habilidad anterior. En este estudio el entrenamiento en las habilidades ocurrió en tres sesiones consecutivas de 2 horas cada una, ya que el programa completo contempló información sobre VIH/SIDA, discusión sobre las diferencias en el papel asignado al hombre y a la mujer en la sociedad mexicana y su impacto en la toma de decisiones en el terreno sexual, un entrenamiento en el uso correcto del condón y finalmente el entrenamiento en las habilidades, que incluyó, además de conversar sobre temas de sexualidad y negociar el uso del condón, cuatro habilidades básicas que se consideraron como repertorios precurrentes de las de comunicación sexual asertiva. Por tanto, no hubo oportunidad de que los jóvenes practicaran cada habilidad durante tiempos prolongados. Los resultados del presente estudio también apoyan la importancia de utilizar medidas de observación directa de las habilidades de comunicación sexual asertiva. Evaluar la asertividad sexual a través de escalas tipo Likert implica no observar directamente en los sujetos cómo ocurre la habilidad para demandar y negociar el uso del condón, en lugar de ello se obtiene información, por ejemplo, sobre la " ... habilidad percibida para defender el deseo de uno para usar el condón" (Noar, Morokoff y Redding, 2002, pág. 331). Saber que un entrenamiento en asertividad sexual incrementa la habilidad percibida para decir asertiva mente a la pareja que quiere usar el condón, no significa que realmenfe se vaya a presentar la habilidad conductual de verbalizar o expresar asertivamente esta demanda. De aquí la importancia de profundizar en la investigación sobre formas concretas y fáciles de medir, a través de la observación directa, habilidades de 195 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual comunicación asertiva en la pareja, de tal manera que se asegure que quienes dicen que tienen la capacidad para demandar el uso del condón a su pareja realmente lo hagan en forma correcta y efectiva, considerando la ocurrencia de las expresiones verbales y no verbales involucradas en dichas habilidades. Limitaciones del estudio El presente estudio tiene algunas limitaciones que es importante tomar en consideración. Por un lado, el número de participantes que finalizaron el estudio disminuyó y no fue homogéneo en cada grupo, y tampoco lo fue la proporción de hombres y mujeres, por tanto, habría que tomarse con reserva los resultados que se obtuvieron, sin embargo, el estudio tiene la ventaja de haber utilizado un procedimiento de selección y asignación aleatorio, lo que permite suponer homogeneidad en los posibles factores de confusión presentes en ambos grupos. Otra limitación fue que a pesar de haberse entrenado el uso correcto del condón femenino, no se obtuvieron medidas de su uso en las relaciones sexuales de las mujeres. Se sugiere medir esta conducta sexual preventiva utilizando tanto medidas indirectas como de observación directa, determinando el impacto del programa de intervención aquí referido sobre este comportamiento preventivo y su vinculación con la habilidad para negociar el uso de protección en parejas heterosexuales. Por otra parte, el estudio no consideró un periodo de seguimiento que permitiera evaluar el mantenimiento de las conductas sexuales preventivas entrenadas y su impacto sobre el uso consistente del condón, por tanto, los resultados son limitados. Finalmente, no se consideró la variable edad como elemento importante en el aprendizaje de conductas sexuales preventivas. En otros trabajos (Fernández, Molina, Ramírez et a!., 2000) se ha demostrado que los efectos de un programa de intervención son más efectivos en adolescentes de menor edad (12 y 15 años), comparados con los de mayor edad (18 y 19 años), por tanto, se sugiere instrumentar el programa de intervención aquí referido en estudiantes de secundaria y preparatoria, evaluando su impacto no sólo en el uso correcto y consistente del condón, sino en la prolongación de la edad de inicio de las relaciones sexuales. 196 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual CONCLUSIONES .. Los hallazgos del presente estudio muestran que para lograr un cambio en las conductas sexuales de riesgo es necesario dar un entrenamiento en la habilidad conductual para usar correctamente el condón usando un pene de enseñanza y siguiendo los 15 pasos indicados para tener una ejecución correcta, ya que se logró un incremento en la consistencia en el uso del condón y en la habilidad para negociarlo, correlacionándose esta última variable con la habilidad conductual para usarlo correctamente. .. El presente estudio tienen implicaciones importantes en el aprendizaje de habilidades que inciden en la toma de decisiones en el terreno sexual de parejas heterosexuales, sugiriendo que el aprender a negociar el uso del condón puede promover un estilo de colaboración-equidad en la pareja, impactando en el desarrollo de comportamientos sexuales preventivos. .. Para determinar el impacto de un programa de intervención conductual en la prevención de conductas sexuales de riesgo, es necesario poner atención en la forma en la que se miden las variables en cuestión. Particularmente, se deben considerar los problemas de validez de las medidas de autoreporte del uso del condón con respecto a la habilidad conductual para usarlo correctamente. Es necesario observar directamente que los estudiantes pueden usar correctamente el condón, mediante un modelo como el que aquí se ha empleado, y no contar tan sólo con la información del autoreporte de su uso, el "decir" no refleja necesariamente el "hacer". .. Los resultados obtenidos en la presente investigación, así como la revisión de la literatura sobre el tema, sugiere que los estudios que consideran un entrenamiento en habilidades de comunicación sexual, debeo contar con medidas directas de las habilidades para asegurar que los estudiantes efectivamente tengan los repertorios conductuales para negociar el uso del condón con su pareja. Se requiere, además, programar el tiempo oportuno 197 Susana Robles Montijo Estudio 2: Programa de intervención conductual para que los estudiantes practiquen en escenarios reales las habilidades que están siendo entrenadas. • El estudio sugiere la necesidad de investigar con mayor profundidad si el entrenamiento en la habilidad conductual para usar correctamente el condón tiene un mayor efecto en la consistencia del uso del condón que el entrenamiento en la habilidad para negociarlo o si ambas habilidades son necesarias para lograr un efecto en la reducción de conductas sexuales de riesgo. • Para determinar los efectos del entrenamiento conductual sobre las conductas sexuales preventivas, se sugiere la inclusión de un período de seguimiento por 6 y 12 meses que permita evaluar si se mantienen tanto las habilidades de comunicación sexual y uso correcto del condón como el autoreporte de su uso, determinando, en su caso, las variables relacionadas con la reincidencia de conductas sexuales de riesgo. • Finalmente, tener un nivel alto de autoeficacia para usar correctamente el condón no significa que los estudiantes lo usen ni que lo sepan usar correctamente, mucho menos que sepan negociarlo con su pareja, por tanto, los esfuerzos en los programas preventivos deben orientarse hacia el entrenamiento de habilidades conductuales que involucren la negociación del uso del condón y su uso correcto. 198 Capítulo 7 DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES GENERALES Ante el panorama desalentador sobre la salud sexual de los adolescentes mexicanos que se ha reportado en estudios de carácter epidemiológico (Gayet, Juárez, Pedrosa y Magis, 2003; Santos, Villa, García et al., 2003), adquiere sentido, y gran relevancia, orientar los esfuerzos hacia la investigación psicológica que permita contribuir con la prevención primaria y secundaria -en el sentido señalado por Kaplan, Feinstein, Fisher et al. (2001)- de VIH/lTS y embarazos no deseados. La investigación científica no debe limitarse sólo a la generación de evidencia empírica, fundamentada en un marco conceptual específico, que permita entender y explicar por qué los adolescentes y jóvenes incurren en comportamientos de riesgo; debe, además, ser capaz de generar propuestas efectivas de carácter aplicado, congruentes con un marco conceptual, que contribuyan con la solución de estos problemas de salud sexual. La revisión de la literatura sobre el tema expuesta en la Parte I de este trabajo, muestra la variedad y diversidad de estudios enfocados hacia el primero de estos aspectos, identificando, definiendo y evaluando las variables que predicen un comportamiento preventivo muy específico: usar protección al tener relaciones sexuales, y pocos son los que se distinguen por evaluar la efectividad de estrategias de intervención orientadas hacia la prevención de los problemas de salud sexual referidos. La investigación reportada en este trabajo contempló la evaluación de los dos aspectos antes referidos. En el primer estudio se hizo una evaluación de las variables definidas en el modelo de prevención del VIH/SIDA (Bayésb) para determinar aquellas que resultaban ser las predictoras del uso de condón; en el segundo estudio se evaluó la efectividad de una estrategia de intervención, diseñada con base en este modelo, para producir cambios en esta conducta Susana Robles Montijo Discusión y conclusiones generales preventiva tan estudiada por todos (véase Crosby, 1998). Esto es, la investigación no sólo se limitó a la evaluación de un modelo de predicción del comportamiento preventivo, más allá de esto, propuso y evaluó una estrategia de intervención que contribuye con la solución de problemas de salud sexual. Integrando los hallazgos obtenidos en ambos estudios, podemos hacer los siguientes comentarios. Los dos estudios que aquí presentamos estuvieron organizados conceptualmente bajo la lógica de un modelo conductual que se fundamenta en el análisis funcional del comportamiento humano (Kantor, 1967; Ribes, 1990; Ribes y López, 1985). El primer estudio se realizó para investigar el papel que juegan en la predicción de la conducta de uso del condón, las variables definidas por Bayés (1992b) en su modelo de prevención del VIH/SIDA, considerando la evaluación de variables tanto cognoscitivas -que en la literatura aparecen como conocimientos, actitudes y autoeficacia- como conductuales. El segundo estudio se diseñó para probar la efectividad de una estrategia de intervención basada en el entrenamiento conductual de habilidades específicas vinculadas con el desarrollo de competencias funcionales que les permitan a los jóvenes enfrentar con éxito situaciones que ponen en riesgo su salud sexual. En conjunto, ambos estudios también fueron diseñados para demostrar empíricamente la importancia de utilizar medidas de observación directa de los comportamientos que son objeto de interés yen los que se pretende incidir para prevenir problemas de salud sexual. Los resultados del primer estudio mostraron dos aspectos interesantes. Por un lado, las variables que resultaron ser predictoras de la conducta de uso del condón fueron tanto cognoscitivas como conductuales. Los modelos que más investigación han generado en este campo definen variables cognoscitivas o de carácter motivacional (creencias, actitudes, autoeficacia, intenciones) que son consideradas como factores mediacionales que son responsables de la ocurrencia del comportamiento de riesgo o preventivo, dejando fuera del modelo variables de tipo conductual que proporcionan información relevante sobre lo que los individuos hacen, cómo lo hacen y bajo qué circunstancias lo hacen. En este estudio se obtuvo evidencia empírica que demuestra la importancia de las experiencias 200 Susana Robles Montijo Discusión y conclusiones generales conductuales en el desarrollo del comportamiento preventivo. Por el otro lado, el estudio también demostró que la importancia relativa de cada una de estas variables (cognoscitivas y conductuales) dependió de la medida utilizada sobre la conducta de uso de condón. Los predictores del uso consistente del condón fueron autoeficacia percibida para usar y comprar condones, actitud favorable hacia el condón y frecuencias bajas de las relaciones sexuales; los predictores de la frecuencia del uso del condón fueron tener mayor número de parejas sexuales en los últimos tres meses, mayor diversidad de prácticas sexuales realizadas y mayor nivel de autoeficacia percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo (uso de alcohol y/o drogas). Atendiendo a las variables conductuales, la consistencia en el uso del condón se asoció con variables que implican tener poca experiencia sexual, mientras que la frecuencia del uso del condón se asoció con una mayor experiencia sexual. Estos resultados sugieren la importancia de considerar en los modelos que pretenden explicar y predecir el comportamiento sexual de riesgo, variables conductuales relativas a experiencias sexuales específicas y poner atención en el tipo de medida que se utilice para evaluar la conducta de uso del condón. La actitud hacia el condón resultó ser un predictor importante de la consistencia en el uso del condón sólo en las mujeres, mientras que la autoeficacia fue la Lmica variable cognoscitiva que formó parte de los predictores tanto de la consistencia como de la frecuencia del uso del condón en hombres y mujeres. Sin embargo, el estudio de intervención mostró que la autoeficacia percibida para usar el condón no se relacionó con la habilidad conductual para usarlo correctamente ni con la habilidad para negociarlo con la pareja. Tener la capacidad percibida para usar el condón y además para usarlo correctamente no significa que en la práctica se negocie con éxito su uso y se utilice correctamente, lo cual sugiere, por un lado, la necesidad de desarrollar modelos conceptuales que den importancia a las variables conductuales, y por otro, que las intervenciones orientadas hacia la prevención del VIH/SIDA deben poner más atención en el entrenamiento de estas habilidades conductuales. 201 Susana Robles Montijo Discusión y conclusiones generales El nivel de conocimientos sobre el VIH/SIDA encontrado en los estudiantes que participaron en ambos estudios, a pesar de ser elevado, no se relacionó con el uso consistente del condón, lo que lleva a confirmar una vez más que la información es necesaria pero no suficiente para lograr cambios en las conductas de riesgo (Bayés, 1992b). Sin embargo, esta variable no consideró la información específica que se debe tener en relación con los condones (material de fabricación, textura, tamaños, colores, sabores y condones especiales para sexo anal, oral y vaginal), por tanto, se sugiere evaluar este tipo de información como parte de los conocimientos que los jóvenes deben manejar para promover cambios en su comportamiento. Los resultados del primer estudio sugieren que las mujeres están más en riesgo de adquirir alguna ITSNIH que los hombres, ya que una mayor proporción de ellas no usan el condón o lo usan inconsistentemente; además de tener relaciones con penetración vaginal, ellas también han practicado el sexo anal, lo que las pone en mayor riesgo por haber mayor probabilidad de transmisión del VIH de hombre a mujer que de mujer a hombre (Brody, 1995) y mayor probabilidad en el sexo anal no protegido (eohen y Miller, 1998). El programa de intervención utilizado en el segundo estudio produjo un aumento en el porcentaje de estudiantes que reportaron practicar la masturbación con su pareja, un decremento en el porcentaje que reportó tener relaciones con parejas ocasionales y un aumento en el uso del condón en el sexo oral, pero no se pudieron determinar sus efectos diferenciales entre los hombres y las mujeres, ya que los grupos no estuvieron conformados con la misma proporción de hombres y mujeres, por tanto, es limitado para explicar las diferencias por sexo. En el primer estudio la conducta de uso del condón fue evaluada a través de distintos indicadores: uso del condón en relaciones sexuales en general, en la última relación sexual, en cada práctica sexual, frecuencia del uso ·del condón y consistencia. Todas estas medidas fueron vía el autoreporte. El estudio de intervención mostró que la habilidad para usar correctamente el condón y la habilidad para negociarlo, no se relacionaron con ninguna de estas medidas, lo 202 Susana Robles Montijo Discusión y conclusiones genera/es cual indica que el autoreporte del uso del condón no necesariamente significa que se sepa usar ni tampoco que se sepa negociar su uso con la pareja, por tanto, como medida de éxito de los programas de intervención es limitada. Lo que permite tener mayor seguridad de que se está incidiendo en la disminución de nuevas infecciones por VIH y otras ITS, es el uso de medidas de observación directa, tanto de la habilidad conductual para usar correctamente el condón como de las habilidades de comunicación sexual asertiva; cuando éstas se correlacionen con el autoreporte del uso consistente del condón, se podrá entonces confiar en este último como medida de éxito de las intervenciones dirigidas a prevenir estos problemas de salud sexual. El programa de intervención utilizado en el segundo estudio mostró su efectividad para incidir en variables cognitivas y conductuales. Se observaron incrementos en los niveles de autoe-flcacia y de conocimientos sobre el VIH/SIDA e incrementos muy importantes en la habilidad para usar correctamente el condón y para negociarlo con la pareja. Se redujo además la proporción de estudiantes que tuvieron relaciones con una pareja ocasional y se aumentó la proporción de aquellos que practicaron sexo seguro, particularmente, la masturbación con la pareja. En conjunto estos hallazgos muestran que la estrategia de intervención conductual diseñada bajo la lógica de una perspectiva interconductual, que considera un análisis funcional del comportamiento, tuvo un impacto importante en la modificación de conductas de riesgo relacionadas con el VIH/SIDA. Finalmente, es importante señalar algunas limitaciones de la investigación aquí presentada. Por un lado, en el primer estudio no se evaluaron todas las variables que Bayés (1992b) considera en su modelo de prevención del VIH/SIDA, por lo que es posible que existan otros comportamientos que estén jugando un papel importante en la predicción de la conducta de uso del condón. Pero como lo señala el propio Bayés (1992b), se deben orientar los esfuerzos de la investigación hacia la consecución del mejor conocimiento posible de los factores que se presentan en el modelo, y, por tanto, de orientar la investigación hacia el diseño de instrumentos de evaluación, fiables y válidos, como condición necesaria 203 Susana Robles Montijo Discusión y conclusiones generales para poder valorar la eficacia de las acciones preventivas y terapéuticas que se lleven a cabo. Esfuerzos en este sentido lo constituyen los trabajos de Rodríguez, Moreno, Robles y Díaz-González (2001), Díaz-González, Rodríguez, Robles, Moreno y Frías (2003), Díaz-González, Rodríguez, Moreno et al. (2005), Robles, Piña y Moreno (en dictamen), Moreno, Robles y Piña (en dictamen), Rodríguez, Díaz-González, Moreno et al. (en dictamen). Por otro lado, aún cuando la estrategia de intervención diseñada y utilizada en la presente investigación logró el cambio de conductas de riesgo a conductas preventivas, los resultados son limitados en la medida en que no se consideró un periodo de seguimiento que permitiera evaluar el mantenimiento de las habilidades conductuales entrenadas. Por tanto, la investigación sobre la efectividad del programa de prevención aquí utilizado, debe continuar considerando un periodo de seguimiento, pero además, debe probar también su efectividad en poblaciones más amplias de adolescentes y jóvenes, hombres y mujeres. 204 Referencias Abdullah, A.S., Fielding , R. , Hedley, AJ., Ebrahim, S.H. y Luk, Y.K. (2002). Reasons lor not using condoms among the Hong King ehinese population: implications lor HIV and STD prevention. 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De acuerdo con estos valores se recodificó la variable de suma total de autoeficacia identificando dos grupos, el más bajo (1) y el más alto (2). Para ambos grupos se aplicó la t de Student para muestras independientes considerando todos los reactivos y el resultado fue que todos discriminaron (véase Tabla No. A.1). Tabla No. A.1 Capacidad discriminatoria de cada reactivo de la Escala de Autoeficacia para Prevenir el SIDA a través de una contrastación de medias Reactivo Puntuación promedio t pGrupo bajo Grupo alto 1 a1 2.78 4.98 -25.265 <.001 2 a2 2.90 4.98 -22.838 <.001 3 a3 2.92 4.97 -22.021 <.001 4 a4 2.69 4.66 -27.853 <.001 5 a5 2.63 4.82 -28.908 <.001 6 a6 2.53 4.31 -18.874 <.001 7 a7 2.76 4.89 -25.124 <.001 8 a8 3.08 5.00 -20.139 <.001 9 a9 2.55 4.94 -28.335 <.001 10 a10 3.02 4.99 -19.558 <.001 11 a11 2.30 4.69 -30.672 <.001 12 b1 4.40 4.89 -7.837 <.001 13 b2 4.52 4.95 -8.379 <.001 14 b3 4.18 4.80 -9.185 <.001 15 b4 3.98 4.73 -9.140 <.001 Susana Robles Montijo Reactivo Puntuación promedio t pGrupo bajo Grupo alto 16 e1 3.94 4.84 -12.888 <.001 17 e2 4.19 4.73 -8.659 <.001 18 e3 3.21 4.71 -17.105 <.001 19 c4 3.05 4.69 -15.697 <.001 20 e5 3.80 4.90 -15.614 <.001 21 e6 3.44 4.87 -17.581 <.001 22 e7 3.62 4.71 -13.662 <.001 23 e8 3.88 4.77 -11.470 <.001 24 e9 1.51 3.24 -15.638 <.001 25 e10 2.28 4.04 -16.540 <.001 26 e11 2.80 4.01 -10.837 <.001 27 e12 3.06 4.37 -12.552 <.001 Anexo 1 Posteriormente se sacaron correlaciones entre todos los reactivos y dado que en más de la mitad de ellos los valores resultaron menores a .40, se procedió a utilizar el método de Rotación Varimax para realizar el análisis factorial de componentes principa les. El resultado mostró la presencia de 5 factores con valor propio mayor de 1 que explican el 63.81% de la varianza total , seleccionándose los reactivos con cargas factoriales mayores a .50. Los reactivos c11 y c12 de la escala no quedaron incluidos en ninguno de los factores, sin embargo, en la medida en que la correlación entre ambos resultó ser muy alta (r=.708, p<.001), se consideraron como indicadores de las respuestas de los estudiantes. En este sentido , en este estudio la escala resultó conformada por 25 reactivos distribuidos en 5 factores que fueron finalmente sometidos a un anális is de confiabilidad alfa de Cronbach para conocer la consistencia interna de las dimensiones, observándose un puntaje para toda la escala de .90, lo cual indica una alta confiabilidad para el instrumento . Los valo res de consistencia interna y pesos factor iales se presentan en la Tabla No. A.2 para cada uno de los 5 factores y se indica el número de reactivo que corresponde a la escala original de López Rosales y Moral de la Rubia (2001). El primer factor comprende 8 reactivos que estiman la capacidad para rechazar propuestas sexuales de personas desconocidas bajo diferentes circunstancias de 2 Susana Robles Montijo Anexo 1 riesgo. Explica el 30.99% de la varianza total y presenta una consistencia interna de .94. El segundo factor comprende 5 reactivos que estiman la capacidad para usar y comprar condones . Explica el 12.82% de la varianza total y presenta una consistencia interna de .80. El tercer factor lo integran 5 reactivos que miden la capacidad para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas y estiman en que medida se está de acuerdo en mantener relaciones sexuales con una sola persona de por vida y no tener relaciones sexuales hasta contraer matrimonio. Explica el 8.68% de la varianza total y presenta una consistencia interna de .79. El cuarto factor está formado por 4 reactivos que estiman la capacidad para investigar la historia sexual de riesgo del compañero. Explica el 6.18% de la varianza total y presenta un valor de alfa de Cronbach de .79. Finalmente, el quinto factor se conformó por 3 reactivos que estiman la capacidad para usar correctamente el condón y para usarlo bajo estados disposicionales riesgosos, tales como el estar bebiendo alcoholo consumiendo algún tipo de droga. Explica el 5.13% de la varianza total y presenta una consistencia interna de .73. Lo que se observa es que tanto en el factor 1 como en el 3 se agruparon reactivos (8 y 5, respectivamente) que miden la capacidad percibida para rechazar propuestas sexuales, sin embargo, lo que distingue auno del otro es el tipo de persona que hace la propuesta sexual, en el primer caso se hace referencia a personas desconocidas, mientras que en el segundo caso a personas conocidas; además, se agruparon en este último factor reactivos que evalúan en qué medida los estudiantes están de acuerdo en la monogamia y en tener relaciones sexuales hasta el matrimonio. Los factores 2 y 5 se relacionan con el uso del condón. El primero hace referencia a la capacidad percibida para usar y comprar condones, donde se agruparon 5 reactivos que evalúan la posibilidad de usar siempre el condón en las relaciones sexuales y la capacidad para adquirir condones, mientras que en el segundo caso (Factor 5) se agruparon 3 reactivos que implican usar el condón bajo circunstancias de riesgo (haber bebido alcohol o ingerido alguna droga) y usarlo correctamente. Finalmente, el Factor 4 se conformó por los mismos 4 reactivos encontrados por López Rosales y Moral de la Rubia (2001) quienes lo definieron como la capacidad percibida para preguntar al compañero 3 Susana Robles Montijo Anexo 1 sobre las relaciones sexuales anteriores y otras conductas de riesgo, sin embargo en este estudio se propuso definirlo como la capacidad percibida para investigar la historia sexual de la pareja y hablar sobre la prevención del sida. Tabla No. A.2 Análisis psicométrico del instrumento de Autoeficacia para prevenir el SIDA Factor 1: Capacidad percibida para rechazar propuestas sexuales a personas desconocidas bajo 0=.94 circunstancias de riesgo Qué tan seguro estás de ser capaz de decir NO cuando te proponen tener relaciones sexuales . .. ? a3 Alguien cuya historia de drogas es desconocida para ti .90 al Alguien cuya historia sexual es desconocida para ti .89 a8 Alguien que te presiona a tener relaciones sexuales .88 alO Alguien con quien has estado utilizando drogas .86 al Alguien conocido hace 30 días o menos .85 a9 Alguien con quien has estado bebiendo alcohol .83 a7 Alguien a quien necesitas que se enamore de ti .68 all Alguien y tu nivel de excitación sexual es muy alto .59 Factor 2: Capacidad percibida para usar y comprar condones 0=.80 Qué tan seguro estás de ser capaz de.. . c5 Insistir en el uso del condón durante el acto sexual incluso si tu novio/a prefiere no usarlo .81 c6 Negarte a tener relaciones sexuales si tu pareja no acepta usar el condón .79 cl Usar el condón cada vez que tengas relaciones sexuales .77 c7 Contar siempre con el dinero suficiente para comprar condones .57 c8 Acudir a la tienda a comprar condones .50 Factor 3: Capacidad percibida para rechazar propuestas sexuales de personas conocidas, posponer las 0=.79 relaciones sexuales hasta el matrimonio y ser monógamo clO Qué tan seguro estás de ser capaz de mantener relaciones sexuales con una sola persona para toda la vida .73 a6 Qué tan seguro estás de ser capaz de decir NO a alguien con quien ya has tenido relaciones sexuales .71 c9 Qué tan seguro estás de ser capaz de no tener relaciones sexuales hasta contraer matrimonio .69 a4 Qué tan seguro estás de ser capaz de decir NO a alguien a quien has tratado con anterioridad .60 a5 Qué tan seguro estás de ser capaz de decir NO a alguien a quien deseas tratar de nuevo .53 Factor 4: Capacidad percibida para investigar la historia sexual de la pareja y hablar con ella sobre la 0=.79 prevención del sida Qué tan seguro estás de ser capaz de... b3 Preguntar a tu novio/a sobre sus relaciones sexuales tenidas en el pasado .80 b4 Preguntar a tu novio/a si ha tenido alguna experiencia homosexual .80 bl Preguntar a tu novio/a si se ha inyectado alguna droga .74 b2 Discutir sobre la prevención del SIDA con tu novio/a .73 Factor 5: Capacidad percibida para usar correctamente el condón bajo estados disposicionales de riesgo 0=.73 Qué tan seguro estás de ser capaz de c3 Usar el condón durante el acto sexual después de que has estado bebiendo alcohol .80 c4 Usar el condón durante el acto sexual después de que has estado consumiendo o utilizando alguna droga .79 (marihuana, resistol, tinner) e2 Usar correctamente el condón .61 4 Anexo 2 Cuestionario que evalúa Conocimientos acerca del VIH/SIDA y Comportamiento Sexual de Riesgo Susana Robles Montijo INSTRUCCIONES Anexo 2 El presente cuestionario se desarrolló como parte de una investigación que se está realizando en la Universidad Nacional Autónoma de México, Campus Iztacala. La información que nos proporciones será absolutamente confidencial, por lo que te pedimos que respondas de la manera más sincera posible. El cuestionario consta de 3 partes; en cada una de ellas encontrarás las instrucciones específicas para responder. Tus respuestas no debes anotarlas en este cuestionario, sino en las "hojas de respuesta" correspondientes que te entregará la persona responsable de la aplicación del cuestionario, con quien podrás aclarar cualquier duda que te resulte. Tu colaboración contribuirá con el desarrollo de la investigación orientada hacia la promoción de la salud en el campo del VIHlSIDA. De antemano agradecemos tu apreciable colaboración. PARTE I. CONOCIMIENTOS GENERALES ACERCA DEL VIH-SIDA Versión modificada de Alfara, Rivera y Díaz (1991) Instrucciones: A continuación se te presentan una serie de preguntas relacionadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Te pedimos que en tu "Hoja de Respuestas Parte 1" marques con una "X" la opción que consideres correcta; sólo marca una opción . l. El SIDA se caracteriza por el gran ataque al estado general del individuo, presentando diversas infecciones oportunistas y variadas que ponen en peligro la vida. a) Cierto b) Falso 2. La causa directa de muerte de los enfermos de SIDA es el mismo padecimiento . a) Cierto b) Falso 3. Los llamados "seropositivos" son los portadores sanos del VIH y son permanentemente infectantes. . a) Cierto b) Falso 4. La persona recién infectada con el VIH presenta manifestaciones clínicas de la enfermedad . a) Cierto b) Falso 5. El VIH se puede transmitir por el contacto casual con personas infectadas. a) Cierto b) Falso 6. Una vía de contagio del VIH es el piquete de insectos. a) Cierto b) Falso 7. El VIH se puede transmitir en el transplante de tejido y órganos pertenecientes a personas infectadas. a) Cierto b) Falso 8. El virus del SIDA se puede transmitir en las albercas. a) Cierto b) Falso 9. Un mecanismo importante para la transmisión del VIH es por exposición a sangre contaminada mediante la transfusión o por agujas contaminadas . a) Cierto b) Falso 10. La infección por el virus del SIDA se puede contraer en baños públicos. a) Cierto b) Falso 11. Una mujer embarazada infectada con el VIH puede transmitir a su hijo el virus del SIDA. a) Cierto b) Falso 12. Existen pruebas concluyentes de que el VIH se transmite con: a) La sangre y las lágrimas b) La sangre y el semen e) El semen y la orina d) La saliva y las lágrimas 13. La vía de contagio más importante del VIH en relación con el número de casos es: 1 Susana Robles Montijo Anexo 2 a) Por las transfusiones sanguíneas b) A través del contacto casual con personas infectadas e) A través del contacto sexual con personas infectadas d) Mediante el transplante de órganos infectados 14. La detección del VIH se hace a través de: a) Un análisis de orina b) Una prueba de sangre e) Radiografías d) Ninguna de las anteriores 15. Los grupos que deben someterse a la prueba de detección del VIH, para evitar la diseminación del virus del SIDA son: a) La población general incluyendo niños, homosexuales y bisexuales. b) Las mujeres embarazadas, homosexuales que tengan varios compañeros sexuales y personas que donan sangre. e) Homosexuales , bisexuales y heterosexuales que tengan múltiples compañeros sexuales, sexoservidores(as), drogadictos, quienes hayan recibido transfusiones de sangre e hijos de personas pertenecientes a los grupos anteriores. d) Los hombres homosexuales , bisexuales y heterosexuales, así como los ancianos y las personas que donen sangre . 16. Un síntoma en las personas de SIDA es el aumento de peso. a) Cierto . b) Falso 17. Las personas con SIDA padecen de fíebre continua. a) Cierto b) Falso 18. La diarrea continua es un signo asociado al SIDA. a) Cierto b) Falso 19. El VIH deteriora el sistema de defensa de la persona que contrae la infección. a) Cierto b) Falso 20. Las personas que donan sangre corren el riesgo de contraer el VIH, aún con medidas preventivas. a) Cierto b) Falso 21. Una persona "seropositiva" puede continuar con las mismas actividades que ha venido realizando en su vida, siempre y cuando tome las precauciones necesarias . a) Cierto b) Falso 22. .Los condones son efectivos para prevenir el SIDA. a) Cierto b) Falso 23. Las jeringas desechables y esterilizadas aumentan la probabilidad de contagio del VIH. a) Cierto b) Falso 24. Tener relación sexual con la misma pareja sana evita y disminuye el riesgo de infectarse con el VIH. a) Cierto b) Falso 25. Los preservativos y espermaticidas garantizan totalmente que no ocurra la infección por VIH durante las relaciones sexuales. a) Cierto b) Falso 26. Limitar el número de compañeros/as) sexuales es una forma de prevenir el contagio con el VIH. a) Cierto b) Falso 27. Tener relaciones sexuales con personas que tienen una vida sexual promiscua, aumenta la probabilidad de contagio del VIH. a) Cierto b) Falso 28. Se debe evitar el coito con sexoservidores(as) o con desconocidos para disminuir el riesgo de infectarse con el VIH. a) Cierto b) Falso 29. Tener relaciones sexuales con parejas ocasionales disminuye la probabilidad de contagio del VIH. a) Cierto b) Falso 2 Susana Robles Montijo PARTE 11 COMPORTAMIENTO SEXUAL Anexo 2 Instrucciones: Señala con una X en tu Hoja de Respuestas Parte 11, la opción que consideres se asemeje más a lo que haces o has hecho en relación con tu comportamiento sexual. l. ¿Has tenido relaciones sexuales? (a) SI (b) NO 2. ¿A qué edad comenzaste a tenerlas? 3. ¿Actualmente tienes relaciones sexuales? (a) SI (b) NO 4. ¿Cuántas parejas sexuales has tenido en toda tu vida? 5. ¿Cuántas parejas sexuales has tenido en los últimos tres meses? 6. ¿Cuántas veces en los últimos tres meses has tenido relaciones sexuales? 7. ¿Cuando tienes relaciones sexuales utilizas el condón? (a) SÍ (b) NO Si tu respuesta es No, pasa a la pregunta 12. 8. ¿Cuántas veces en los últimos tres meses has utilizado el condón? 9. En tu última relación sexual ¿utilizaste condón? (a) SÍ (b) NO 10. Tu primera relación sexual fue: (a) Algo que planeaste (b) Algo no planeado 11. En qué lugar ocurrió tu primera relación sexual? (a)En casa (b)En un auto (c)En un hotel (d)En despoblado (e)En la calle (t)Otro ¿cuál? 12. ¿Cuando tienes una relación sexual tú propones a tu pareja sexual medidas preventivas del contagio del VIHlSIDA o alguna otra enfermedad de transmisión sexual? (a) SÍ (b) NO 13. ¿Con qué frecuencia al mes pides a tu pareja sexual estas medidas preventivas? 14. Señala con una X en tu hoja de respuestas, la frecuencia y las personas con las que tienes o has tenido relaciones sexuales: Siempre Frecuente- Ocasional- Casi Nunca mente mente nunca a) Con mi pareja estable b) Con sexoservidores(as) c) Con amistades d) Con personas desconocidas Las siguientes preguntas tienen varias opciones de respuesta que están distribuidas en tres columnas (Columna 1, Columna 2 y Columna 3). Continúa poniendo tus respuestas en la Hoja de Respuestas Parte 11. Puedes marcar todas aquellas opciones que consideres que se asemejan más a lo que haces o has hecho en el pasado, procurando marcar por lo menos, una opción de cada columna. La idea es que tus respuestas representen de la manera más fiel tu comportamiento sexual. Gracias por tu amable cooperación. 3 Susana Robles Montijo 15. ¿Qué haces o has hecho cuando tienes relaciones con penetración vaginal?: Anexo 2 Columna 1 Columna 2 Columna 3 a) Creo que no está bien a) Nunca he tenido este tipo a) Tomo la iniciativa b) Creo que es riesgoso de relaciones b) Investigo su historia sexual c) Creo que puedo contraer b) Empleo condón c) Mi pareja me propone una enfermedad c) Propongo medidas de medidas de prevención d) Creo que si me niego voy a prevención d) Complazco a mi pareja quedar mal d) Propongo sólo caricias e) No creo que pase nada e) Lo hago sólo con mi pareja estable f) No empleo condón 16. ¿Qué haces o has hecho cuando tienes relaciones sexuales orales?: Columna 1 Columna 2 Columna 3 a) Creo que no está bien a) Nunca he tenido este tipo a) Tomo la iniciativa b) Creo que es riesgoso de relaciones b) Investigo su historia sexual c) Creo que puedo contraer b) Empleo condón c) Mi pareja me propone una enfermedad c) Propongo medidas de medidas de prevención d) Creo que si me niego voy a prevención d) Complazco a mi pareja quedar mal d) Propongo sólo caricias e) No creo que pase nada e) Lo hago sólo con mi pareja estable f) No empleo condón 17. ¿Qué haces o has hecho cuando tienes relaciones con penetración anal?: Columna 1 Columna 2 Columna 3 a) Creo que no está bien a) Nunca he tenido este tipo a) Tomo la iniciativa b) Creo que es riesgoso de relaciones b) Investigo su historia sexual c) Creo que puedo contraer b) Empleo condón c) Mi pareja me propone una enfermedad c) Propongo medidas de medidas de prevención d) Creo que si me niego voy a prevención d) Complazco a mi pareja quedar mal d) Propongo sólo caricias e) No creo que pase nada e) Lo hago sólo con mi pareja estable f) No empleo condón 4 Susana Robles Montijo 18. ¿Qué haces o has hecho cuando practicas masturbación con alguna pareja?: Anexo 2 Columna 1 Columna 2 Columna 3 a) Creo que no está bien a) Nunca he tenido este tipo a) Tomo la iniciativa b) Creo que es riesgoso de relaciones b) Investigo su historia sexual c) Creo que puedo contraer b) Empleo condón c) Mi pareja me propone una enfermedad c) Propongo medidas de medidas de prevención d) Creo que si me niego voy a prevención d) Complazco a mi pareja quedar mal d) Propongo sólo caricias e) No creo que pase nada e) Lo hago sólo con mi pareja estable t) No empleo condón 19. ¿Qué haces o has hecho cuando practicas sexo en grupo?: Columna 1 Columna 2 Columna 3 la) Creo que no está bien a) Nunca he tenido este tipo a) Tomo la iniciativa lb) Creo que es riesgoso de relaciones b) Investigo la historia sexual l e) Creo que puedo contraer b) Empleo condón de los demás una enfermedad c) Propongo medidas c) Los demás proponen d) Creo que si me niego voy a de prevención medidas de prevención quedar mal d) Propongo sólo caricias d) Complazco a los que me e) No creo que pase nada e) Lo hago sólo con mi pareja proponen sexo en grupo estable f) No empleo condón 20 ¿Qué haces o has hecho cuando tienes relaciones sexuales ocasionales, teniendo una pareja estable?: Columna 1 Columna 2 Columna 3 a) Creo que no está bien a) Nunca he tenido este tipo a) Tomo la iniciativa b) Creo que es riesgoso de relaciones b) Investigo su historia sexual c) Creo que puedo contraer a) Empleo condón c) La pareja ocasional me una enfermedad c) Propongo medidas de pro-pone medidas de d) Creo que si me niego voy a prevención prevención quedar mal d) Propongo sólo caricias d) Complazco a mi pareja e) No creo que pase nada e) No empleo condón ocasional. 5 Susana Robles Montijo Hojas de Respuestas 6 Anexo 2 Susana Robles Montijo Anexo 2 HOJA DE RESPUESTAS Fecha de aplicación:__/__/__ día mes año Nombre de quien aplica el cuestionario: Folio: -"'---"'----- DATOS GENERALES: Nombre ó número de cuenta en la UNAM:--------------- Otro( ) Obrero( ) Casado( ) Viudo( ) Profesionista( ) ) Otro: _ Estado Civil: Soltero( ) Ocupación: Estudiante( ) Comerciante ( Femenino ( ) Carrera: Semestre: Grupo: _ Divoreiado() Unión Libre( ) Téenieo() Desempleado() Teléfono donde te podamos localizar: _ Edad: años Sexo: Masculino ( ) Te consideras una persona con preferencia sexual: Homosexua1( ) Bisexua1( ) Heterosexual ( ) Vives: solo(a) () Vives con tu familia nudear() Vives con tu pareja ( ) PARTEI 1.- (a) (b) 15.- (a) (b) (e) (d) 2.- (a) (b) 16.- (a) (b) 3.- (a) (b) 17.- (a) (b) 4.- (a) (b) 18.- (a) (b) 5.- (a) (b) 19.- (a) (b) 6.- (a) (b) 20.- (a) (b) 7.- (a) (b) 21.- (a) (b) 8.- (a) (b) 22.- (a) (b) 9.- (a) (b) 23.- (a) (b) 10.- (a) (b) 24.- (a) (b) 11.- (a) (b) 25.- (a) (b) 12.- (a) (b) (e) (d) 26.- (a) (b) . 13.- (a) (b) (e) (d) 27.- (a) (b) 14.- (a) (b) (e) (d) 28.- (a) (b) 29.- (a) (b) 7 Susana Robles Montijo PARTE 11 Anexo 2 1.- (a) (b) 8.- veces en los últimos 3 meses 2.- A los años. 9.- (a) (b) 3.- (a) (b) 10.- (a) (b) 4.- pareja(s) sexual(es). 11.- (a) (b) (e) (d) (e) 5.- pareja(s) sexual(es). (f) cuál: 6.- veces en los últimos 3 meses 12:- (a) (b) 7.- (a) (b) 13:- veces al mes. 14.- Siempre Frecuente- Ocasional- Casi NuncaPersonaslFrecuencia mente mente nunca a) Con mi pareja estable . ' 1, ." , . b) Con sexoservidores(as) . .... , .. e) Con amistades d) Con personas desconocidas . 15.- el C2 C3 (a) (a) (a) -- (b) (b) (b) (e) (e) (e) -- (d) (d) (d) (e) (e) (f) 18.- Cl C2 C3 (a) (a) (a) -- (b) (b) (b) (e) (e) (e) -- (d) (d) (d) (e) (e) (f) 16.- Cl C2 C3 (a) (a) (a) ------ (b) (b) (b) (e) (e) (e) ------ (d) (d) (d) ---- (e) (e) (f) 19.- Cl C2 C3 (a) (a) (a) ------ (b) (b) (b) (e) (e) (e) ------ (d) (d) (d) ------ (e) (e) -- (f) 8 17.- Cl C2 C3 (a) (a) (a) ------ (b) (b) (b) -- -- (e) (e) (e) ------ (d) (d) (d) ---- (e) (e) (f) 20.- Cl C2 C3 (a) (a) (a) ------ (b) (b) (b) -- (e) (e) (e) ------ (d) (d). (d) ------ (e) (e) ---- (f) Susana Robles Montijo Anexo 2 ESCALA DE AUTOEFICACIA PARA PREVENIR EL SIDA, 27 ELEMENTOS (SEA27) López Rosales Fuensanta y Moral de la Rubia José (2001) Instrucciones: A continuación se presentan una serie de preguntas en las que vas a poner una X en el grado de seguridad que creas tener. A) ¿Qué tan seguro estás de ser capaz de decir No, cuando te proponen tener relaciones sexuales... ? Nada Algo Medio Muy Totalmente seguro seguro seguro seguro seguro 1. Alguien conocido hace 30 días o menos 2. Algu ien cuya historia sexual es desconocida para ti 3. Alguien cuya historia de drogas es desconocida para ti 4. Alguien a quien has tratado con anterio ridad 5. Alguien a quien deseas tratar de nuevo 6. Alguien con quien ya has tenido relaciones sexuales 7. Alguien a quien necesit as que se enamore de ti 8. Alguien que te presiona a tener relac iones sexuales 9. Alguien con quien has estado bebiendo alcohol 10. Algu ien con quien has estado utilizando drogas 11. Alguien y tu nivel de excitación sexual es muy alto B) ¿Qué tan seguro estás de ser capaz de .... 1. Preguntar a tu noviola si se ha inyectado alguna droga 2. Discutir sobre la prevención del SIDA con tu noviola 3. Preguntar a tu noviola sobre sus relaciones sexuales tenidas en el pasado 4. Preguntar a tu novio la si ha tenido alguna experiencia homosexual e) J. Qué tan seguro estas de ser capaz de ... 1. Usar el condón cada vez que tengas relaciones sexuales 2. Usar correctamente el condón 3. Usar el condón durante el acto sexual después de que has estado bebiendo alcohol 9 Susana Robles Montijo Anexo 2 4. Usar el condón durante el acto sexual después de que has estado consumiendo o I utilizado alguna droga (mariguana, resistol, tinner) 5. Insistir en el uso del condón durante el acto sexual incluso si tu novio/a prefiere no usarlo 6. Negarte a tener relaciones sexuales si tu pareja no acepta usar el condón 7. Contar siempre con el dinero suficiente para comprar condones 8. Acudir a la tienda a comprar condones 9. No tener relaciones sexuales hasta contraer matrimonio 10. Mantener relaciones sexuales con una sola persona para toda la vida 11. Platicar con tu papá sobre temas sexuales 12. Platicar con tu mamá sobre temas sexuales D) Expresa el 2rado de acuerdo que tengas Muy en En De Mu y de desacuerdo desacuerdo Neutral acuerdo acuerdo 1. La mujer es la que debe de solicitar el uso del condón 2. El hombre es el que debe de comprar los condones 3. El hombre es el responsable de la protección durante la relación sexual 4. La mujer debe de traer los condones 5. Las relaciones sexuales deben de ser espontáneas 6. El uso de condón es bueno para mi salud 7. El uso de condón disminuye la satisfacción sexual s: Mi situación , me permiteeconomica comprar condones 9. Las relaciones sexuales se disfrutan más si se planifican a tiempo 10. Las relaciones sexuales sólo deben de tenerse con la misma persona de por vida 11. Prefiero arnesgarme a contraer una enfermedad, a no tener relaciones sexuales 12. El SIDA es algo muy dificil que me dé, aunque no me proteja 10 Susana Robles Montijo Anexo 2 Evaluación corta No. DE FOLIO: NOMBRE GRUPO No.---------------------- FECHA: CONDICIÓN: Responde con sinceridad a las siguientes preguntas: el último mes los últimos 3 meses 1. Frecuencia de tus relaciones sexuales en: (poner un número) (poner un número) 2. Frecuencia del uso del condón en tus (poner un número) (poner un número) relaciones sexuales en: 3. Tipo de pareja con la que has tenido ( ) mi novio(a) ( )mi novio(a) relaciones sexuales en: (marca con una X) ( ) alguna amistad ( ) alguna amistad ( ) persona desconocida ( ) persona desconocida 4. Con qué tipo de pareja has usado el ( ) mi novio(a) ( ) mi novio(a) condón en: ( ) alguna amistad ( ) alguna amistad I ( ) persona desconocida ( ) persona desconocida 1. ¿Usaste condón en tu última relación sexual? ( )SÍ ( )NO 2. Antes de tener tu última relación sexual, tu pareja y tú hablaron sobre la posibilidad de usar el condón? ()SÍ ()NO 3. ¿Quién propuso usar el condón en tu última relación sexual? ( )tú lo propusiste y tu pareja no quiso, por tanto ()SÍ ()NO lo usaron. ( )tu pareja lo propuso y tú no quisiste, por tanto ()SÍ ()NO lo usaron. ( )tu lo propusiste y tu pareja sí quiso, por tanto SÍ lo usaron. ( )tu pareja lo propuso y tú sí quisiste usarlo, por tanto SÍ lo usaron. ( )alguno de los dos no lo quería usar, lo negociaron y llegaron al acuerdo de ( )SÍ ( )NO usarlo. ( )no lo usaron porque no pudieron negociarlo. ( )no lo usaron porque no tenían un condón a la mano. . ?t1 *b t. h bl, fJon que recuencia a as so re emas sexua es con u pareja. SIEMPRE CASI SIEMPRE ALGUNAS CASI NUNCA NUNCA VECES ( ) ( ) ( ) ( ) ( ) 4. C *Embarazos no deseados, VIH/SIDA, Infecciones de Transmisión Sexual, aborto, toma de decisiones en la relación sexual, el condón, etc. 11 Anexo 3 Definición de habilidades precurrentes para la comunicación sexual asertiva No. HABILI- COMPONENTES COMPONENTES DEFINICION DAD VERBALES NO VERBALES 1 Escuchar Retroalimentación El participante presentará gestos aprobatorios o reprobatorios, admirativos, expresiones guturales como "ah, ajá, oh", sonrisas y completar frases inconclusas al que habla . Resumen y/o Expresar brevemente las ideas expuestas por el pregunta hablante y/o preguntar. No interrumpir Esperará el participante a que la otra persona termine de hablar. No hablará hasta que el otro sujeto termine de expresar el mensaje. Contacto visual Tiempo total de orientación visual hacia el interlocutor, su porcentaje no debe ser menor al 50% de la duración del episodio de interacción. Proximidad fisica Distancia interpersonal no mayor ni meno a un paso . Dicha distancia deberá mantenerse el 80% del tiempo del episodio de interacción. 2 Conocer y Discriminar La persona descubre el defecto y detalle del expresar sentimientos interlocutor que le causa sentimientos de molestia y sentimien- los verbal iza asertivamente. tos negativos Autorrevelación El sujeto verbal iza asertivamente el sentimiento, asertiva utilizando las palabras: "yo, me, a mí", las cuales describirán estados como deseos, pensamientos, sentimientos, aspiraciones y experiencias. Tono de voz Audible a 2 m de distancia. Contacto visual La misma definición señalada anteriormente. Proximidad fisica La misma definición señalada anteriormente. 3 Entender Autorrevelación La misma definición señalada anteriormente. sentimien- asertiva tos de otros Escuchar sin La persona escucha sin interrumpir la confesión de interrumpir sentimientos del interlocutor, para después mostrarse solidario o tranquilizador (ante la alegría o enojo , respectivamente). Contacto visual La misma definición señalada anteriormente. Tono de voz La misma definición señalada anteriormente. Proximidad fisica La misma definición señalada anteriormente. 4 Expresar Discriminar el La persona descubre una cualidad o virtud en el afecto detalle especial de interlocutor que le produce un sent imiento, haciendo la persona referencia a una situación concreta. Autorrevelación La misma definición señalada anteriormente. asertiva Contacto físico Contacto de la mano del que inicia la conversación, con el hombro, espalda, brazo del otro, hasta por 5 segundos. Contacto visual La misma definición señalada anteriormente. Tono de voz La misma definición señalada anteriormente. Proximidad fisica La misma definición señalada anteriormente. Susana Robles Montijo Definición de las habilidades de comunicación sexual asertiva Anexo 3 No. HABILI- COMPONENTES COMPONENTES DEFINICIÓN DAD VERBALES NO VERBALES 1 Iniciar y Pregunta abierta Cualquier interrogación hecha que iniciara con mantener ¿qué?, ¿cómo?, ¿dónde?, ¿cuándo?, o alguna otra una palabra seguida de un tema sobre sexualidad (p.ej . conversa- ¿qué piensas del condón?, ¿te gusta hablar sobre ción sobre relaciones sexuales?, ¿has tenido relaciones sexualidad sexuales? Autorrevelación Emisión verbal que expresa deseos, sentimientos y experiencias propias y que es iniciada por los pronombres yo, me, a mí. Retroalimentación Emisión de verbalizaciones temáticamente relacionadas con el contenido de las palabras del hablante, o que denoten aceptación o desaprobación por parte del escucha. La retroalimentación no debe constituir una interrupción al hablante. Contacto visual Tiempo total de orientación visual hacia el interlocutor, su porcentaje no debe ser menor al 50% de la duración del episodio de interacción. Proximidad fisica Distancia interpersonal no mayor ni meno a un paso . Dicha distancia deberá mantenerse el 80% del tiempo del episodio de interacción. Tono de voz Audible a 2 m de distancia. 2 Negociar y Identificar el La persona mencionará los puntos de vista que están llegar a un conflicto en voz en conflicto. acuerdo alta Plantear la La persona en voz alta, deberá identificar los puntos necesidad de un del conflicto para presentar un compromiso viable acuerdo (un compromiso en el cual el comportamiento de uno, queda supeditado al comportamiento del otro) , insistiendo al interlocutor que haga lo mismo para obtener un acuerdo que satisfaga a ambos. Establecer una La persona ejercerá presión para que la otra persona proposición y que dé su punto de vista. la otra parte establezca la suya Obtener una La persona elaborará un resumen en voz alta de la conclusión o un conclus ión o acuerdo al que se haya llegado. acuerdo Contacto visual Tiempo total de orientación visual hacia el interlocutor, su porcentaje no debe ser menor al 50% de la duración del episodio de interacción. Tono de voz Audible a 2 m de distancia. 2 Susana Robles Montijo Anexo 3 Test Analógico de Simulación (TAS) para la evaluación de las habilidades de comunicación sexual asertiva No. HABILI- COMPONENTES COMPONENTES REGISTRO DAD VERBALES NO VERBALES 1 Iniciar y Pregunta abierta Presencia o ausencia. mantener Valor: 16.7% una conversa- ción sobre sexualidad Autorrevelación Presencia o ausencia . Valor: 16.6% Retroalimentación Presencia o ausencia . Valor: 16.6% Contacto visual La misma descripción señalada anteriormente. Valor: 16.7% Proximidad fisica La misma definición señalada anteriormente. Valor : 16.7% Tono de voz Se oye o no a 2 metros de distancia. Valor : 16.6% 2 Negociar y Identificar el Presencia o ausencia . llegar a un conflicto en voz Valor : 10% acuerdo alta Plantear la Presencia o ausencia . necesidad de un Valor: 10% acuerdo Establecer una Presencia o ausencia . proposición y que Valor : 15% la otra parte establezca la suya Obtener una Presencia o ausencia . conclusión o un Valor : 15% acuerdo Contacto visual La misma descripción señalada anteriormente. Valor : 25% Tono de voz Se oye o no a 2 metros de distancia. Valor : 25% 3 Anexo 4 Dinámica de autógrafos Los objetivos de la dinámica: Materiales: " Facilitar los procesos para conocerse en grupos grandes " Disminuir la ansiedad experimentada al principio de una sesión de entrenamiento. Hoja de autógrafos que aparece al final de este anexo. Lápiz para cada participante. Un salón bien iluminado Duración: 30 minutos Desarrollo de la dinámica: 1. El instructor menciona los objetivos de la actividad, señalando que sea un ejercicio útil y divertido. 2. Luego distribuye una copia de la Hoja de trabajo y un lápiz a cada participante y los instruye para que sigan las instrucciones. 3. El instructor les informa que tienen 5 minutos para elegir categorías. 4. Posteriormente, les informa que tendrán 20 minutos para conseguir los autógrafos para cada categoría seleccionada. 5. Cuando casi todos los participantes han cumplido con la tarea, el instructor les dice que el tiempo se acabó y termina la actividad. Cualquier participante que le falte un autógrafo puede pedirle ayuda a todo el grupo a encontrar a una persona que se lo dé. 6. Se hace una reflexión acerca de lo ocurrido en la dinámica. Máximo 10 minutos. Susana Robles Montijo Anexo 4 HOJA DE TRABAJO EJERCICIO AUTÓGRAFOS INSTRUCCIONES: Elija diez de los temas siguientes, poniendo una x enfrente de ellos. Durante la fase de búsqueda de autógrafos, entrevistará a la gente hasta hallar a las que caigan dentro de las diez condiciones o categorías que ha elegido. Entonces pedirá su autógrafo, para ponerlo en el espacio adecuado . Deberá tener los diez autógrafos, en cada una de las categorías elegidas. 1. Cree que el presidente lo ha estado haciendo bien. 2. Nació bajo el mismo signo astral. 3. Prefiere trabajar solo. 4. Le gusta vivir. 5. Le gusta leer poesía. 6. Me parece atractivo 7. Su jefe es mujer. 8. Vive solo 9. Lo asusto. 10. Cree en lo mágico 11. Le gusta la jardinería. 12. Es nuevo en su trabajo . 13. Parece ser amigable 14. Dirige a otros 15. Defiende la apertura 16. Toca un instrumento musical 17. Trabaja los fines de semana 18. Disfruta la competencia 19. Duerme en una cama de agua 20. Maneja un auto deportivo . 2 Susana Robles Montijo Dinámica "El Rosa y el Azul" Anexo 4 Para llevar a cabo esta dinámica se agrupa a los educandos en equipos de cuatro personas (ya sea numerándose del 1 al 4 o entregando alguna seña que los distinga). A cada uno de los equipos el alumno adjunto les pedirá que de un sobre saquen una carita al azar. Después tienen que ponerle un nombre. Cada miembro del equipo en turno, tiene que mencionar por turno dos características que crea tenga la persona que representa la carita (cuidando de no repetir las que ya mencionaron). Por ejemplo, deben decir "se llama Pedro y es ...fuerte y agresivo", para el modelo del hombre; y para el de la mujer "se llama Adriana y es...bonita y cariñosa". Todas las características mencionadas por los educandos van anotándose en dos láminas, una para las de la mujer y la otra para las del hombre. Esta dinámica requiere de un tiempo de entre 15 a 20 minutos aproximadamente o dependiendo también del número de participantes. 3 Susana Robles Montijo Dinámica del Sistema Inmunológico Los Objetivos de la dinámica son: .Anexo 4 ...¡ Aprender cómo el VIH destruye el sistema inmunológico para que las enfermedades que son sencillas se conviertan en graves. ...¡ Conocer más acerca de cómo se transmite el VIH ...¡ Ser capaces de explicar las diferencias entre tener VIH y tener SIDA. Instrucciones: 1. El instructor deberá leer los objetivos de la dinámica . 2. Deberán formarse equipos de 6 personas para realizar un juego de roles. 3. El alumno ayudante, deberá asignar al azar los 6 roles (Narrador, persona, enfermedad, dos serán sistema inmunológico, y uno para el VIH) otorgándoles su gafete, y señalando que deben quedar visibles para la audiencia. 4. El instructor deberá entregarle a la persona que funja como narrador el guión que leerá a la audiencia y en donde se explica como funciona el sistema inmunológico. El narrador deberá decirles a los otros participantes como es que deberán representar su papel y en qué momento entran en escena. 4 Susana Robles Montijo Anexo 4 Dinámica de Transmisión del VIHjSIDA CAMBIO DE TARJETAS Objetivos Conocer cómo es que la gente se infecta del VIH e infecta a otros Conocer como es que una persona infectada quien ha tenido relaciones sexuales no protegidas o ha compartido jeringas no esterilizadas o nuevas puede: ~ Infectar a mucha gente ~ En un tiempo corto ~ y sin que ese alguien lo sepa Materiales Tarjetas moradas, amarillas, verdes y rosas Actividades 1.- Se inicia dicha actividad leyendo los objetivos de la actividad (se recomienda presentarlos apoyándose en algún recurso audiovisual), también se pueden explicar con las propias palabras del instructor. Por ejemplo. "Ahora conoceremos como es que la gente se puede llegar a infectar de VIH, y propagarlo a otros rápidamente" "También conoceremos como es que una persona que no se ha protegido en sus relaciones sexuales puede infectarse ella ya otros" 2.- Se le proporcionan cuatro tarjetas a cada persona (una de cada color?). 3.- Inmediatamente después se les dan las siguientes instrucciones: " Escriban su nombre en la parte de atrás de cada una de las tarjetas". "Cada vez que yo diga cambio, cada uno de ustedes deberá cambiar una de sus tarjetas con uno de sus compañeros" "Cada vez deberá ser un compañero diferente" ~ Los cambio se llevan a cabo hasta que ninguno de los participantes tenga sus tarjetas. 4.- En caso de que en los cambios llegará nuevamente una de las tarjetas con su nombre, nuevamente tendrán que cambiarla. 5 Susana Robles Montijo Anexo 4 5.-Después de los cambios necesarios, se les pide a los participantes que tomen asiento, y explicarles que cada tarjeta representa algo que ellos decidieron hacer, es decir, una conducta (presentar tarjeta de los diferentes colores, pero lo suficientemente grandes con las siguientes etiquetas): Color Morado Verde Rosa Amarillo Conducta Compartir jeringas Tener sexo protegido Tener sexo no protegido Tocarse, besarse o hablar. 6.- Selecciona alguno de los participante y pídele que se ponga de pie, enseguida dile a los asistentes lo siguiente: "La persona que se encuentra de pie, al inicio de la actividad era seropositiva" 7.- Pídele a la persona seropositiva que lea los nombres de las personas que se encuentran al reverso de sus tarjetas azules y rosas, esas personas deberán ponerse de pie, ahora ya tendremos mas personas paradas, las cuales tendrán que permanecer paradas. Inmediatamente después , deberás decirle al grupo lo siguiente: "Todas estas personas que se encuentran de pie, se han infectado por compartir jeringas (tarjetas moradas) y por tener relaciones sexuales sin protección con personar portadoras de VIH (tarjetas rosas). 8.-Éstas últimas personas deberán leer nuevamente los nombres de las personas que se encuentran al reverso de sus tarjetas azules y rosas . Y se repite la explicación de apartado 7. 9.- Nuevamente las últimas personas que se han puesto de pie deberán leer los nombres del reverso de sus tarjetas azules y rosas. Para este momento es probable la mayoría si no es que todos los asistentes estén de pie, en este momento se les pregunta a los asistente que piensan acerca del número de personas que se encuentran de pie y que han sido infectas con el VIH. 10.- Si alguno de los participantes permaneció sentado, es decir no fue leído su nombre, pedirle que mire sus tarjetas, se le dirá lo siguiente:: "Si tu tienes una tarjeta azulo rosa, esas tarjetas solo podrían ser de las personas que se encuentran de pie.. Esto significa que tu tuviste sexo sin protección o compartiste agujas quien no se ha infectado con el VIH, eso fue un riesgo, pero no te infectaste". "Si tu tienes tarjetas verdes de algunos de los estudiantes que se encuentran de pie, significa que tu tuviste sexo seguro con un persona 6 Susana Robles Montijo - - - - - - - - - Anexo 4 infectada . Esta situación probablemente influyó para que tu no te infectarás, fuiste lo suficientemente cuidadoso para no intercambiar semen, sangre o fluidos vaginales, lo que significa que tu usaste el condón correctamente, desde el inicio hasta el final de las relaciones sexuales, ya fueran vaginales, oral o anales con hombres (o mujeres según sea el caso) y usaste barrera latex (dental dams) para el sexo oral con mujeres. Las tarjetas verdes de otros estudiantes sentados significa que han tenido sexo pero con personas quienes nunca han sido expuestos al VIH. Ustedes (o sea los que están sentado) hasta este momento están seguros para no contraer el VIH". "Las tarjetas amarillas significa que tu no has tenido sexo protegido, ni compartido agujas con tu pareja. Pero si le hablaste, jugaste foot ball, lo besaste, lo tomaste de la mano, comiste el lunch, Cualquiera de los dos podría estar infectado con VIH, pero tu infectaste a otra persona por intercambiar una tarjeta amarilla. 11.- Se debe llevar a los participante a una discusión de la actividad, haciéndoles las siguientes preguntas tratando que cada participante menciones sus respuestas: Preguntas para la discusión 1.- ¿Cuáles son las formas a través de las cuales tu puedes infectarte con VIH? 2.- ¿Qué sentiste cuando te enteraste que estabas infectado? 3.- ¿Qué sentiste cuando te enteraste que alguno de tus compañeros conocidos estaban infectados? 4.- Ahora ya sabes lo que significa cada uno de los colores de las tarjetas , ¿Qué podrías hacer para evitar contagiarte de VIH? 5.-En qué sentido esta actividad es semejante ala vida real, yen qué sentido esta actividad es diferente a la vida real.? 12.- Termina leyendo los objetivos nuevamente. 7