UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOivlA DE :krr:EXICO FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS. ELENA HERNANDEZ CASAS "LA GENESIS HISTORICO - CULTURAL DE AMERICA" Interpretación sobre la Coloni­ zación Hispanica y Anglosajona. Siglos XVI y XVII. Tesis para obtener la Maestría en Historia Universal. CIUDAD UNIVERSITARIA-1958. ( r'. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A MI.MAESTRO: Dr. LEOPOLDO. ZEA. PROLOG Oº Ha sido siempre motivo de preocu:pación y polémica para los hombres del Nuevo Mundo encontrar el origen y señalar la diver sidad y aún antagonismo existentes entre los valores espirituales­ y culturales así c9mo en las actitudes vitales dP los pueblos nor­ teamericano e iberoamericanosº Preocupación que al reflejarse y - hacerse presente tanto en los círculos eruditos como en los profa­ nos en cada una de nuestras circunstancias y experiencias vitales interesó tempranamente mi vocación históri~aº Así, mi propósito fundamental al escribir este ensayo - nació del deseo de comprender el espíritu. 5 la esencia íntima,_ el - móvil último que se perfila detrás de estas diversidades como fac­ tor generador actuante y decisivo de ese antagonismo americano que se resuelve en una d::·amática disparidad humanaº Desde ese punto de vista enfoqué este estudio desarro­ llado a través de un parangón histórico que se prolonga mas allá del momento mismo del advenimiento de estos pueblos a la historia occidental -adveü..,_miento representado por la circunstancia de su - colonización europea= remontándose a los siglos que marcan el oca­ .S..Q~cla~.J..a .... Edad Me.dia .. Y---s-ª-l--C.Éi..!!.~.?.- los umbrales del Mundo P~qd,_ernoen--.=---­ cuyos marcos traté de encontrar .. , en."''1:o.:$.. li.qr'i.zonteá espirftuales y cul tu:.r;_ª,1.e,_1;3_d.e--Españ-a ·e Inglater:r;'ª,_ _l_a· génesis.de sus dispar:ída.de-s º Desde luego lo -~:,ctenso del tema me imposibilitó a reali zar un estudio exhau.?Jtivo y ·a.sí~ solamente~ he pretendido recoger­ en sus rasgos generaJes el impulso y la dinámica de la profunda - ideol.ogiJt religiosa y culturaJ _existente en .ellos_,. cüy"a · acción ha marcado tan profundas "cons_ecuenci.as .actuantes aún en su circ_unstan_ ci~ .. B:mer;j,,gana-ó . .. ·-- ,.•s.-,. -- Me parece necesario mencionar que, en este estudio, me he colocado en una situación que se orienta a poner de manifiesto y subrayar las cualidades p9siti:v_as _el~ la Cultura Latinoamericana, así como a pretender influir en la necesidad que···n:ay de~ .. qué esfi)s - pueblos se hagan conscientes de la_i;nfinita posibilidad de supera­ ción que poseen por medio de la potencialización de sus cualidades "y"lá disminución de sus defectos; de esa manera creo se. podrá err~ dicar el antiguo séntimi~-~~9-.. 9.:~.-Jnsµf_:i.9ienci.$: e JI1f~rá:2~id.aq._-§lxis- tente en ellos. ------------·- · · Mi trabajo no es una obra original, realizada a través de la interpretación directa de las fuentes estrictamente históri­ cas, sino una estructuración e interpretación del material y tra­ bajos realizados por varios pensadores sobre este tema en el campo de la Historia de las Ideas organizados a través de una pretendida unidad. r Por Último, quiero expresar que a pesar de lo modesto de este estudio mis deudas·son múltiples.Desde luego,deseo hacer pa -­ tente mi reconocimiento y gratitud a la Coordinación de Humanidades por la generosa ayuda otorgada en forma de Beca, y al gran estímulo moral e intelectual recibidos a través de su Coordinador,el Dr. Sa­ muel Ramos y de su Secretario,el Profo Rafael Moreno;al Prof.Abelar do Villegas, a cuya bondadosa ayuda debo la legibilidad y congruen= cia de mi trabajo; al Dr. Juan Ao Ortega y Medina por su valioso y cuidadoso asesoramiento e interés en mi tesis; al Drº Leopoldo Zea, mi consejero 1 por su guía, ayuda y estímulo constantes; a mi madre y al Dr. Ramón de la Fuente, por su inapreciable ayuda moral. A mi padre por las !acilidades que me proporcion6. Elena Hernández Casas CIUDAD UNIVERSITARIA Mexico, I958. "LA HISTORIA NO LA COMPONEN LOS H~_Q~9e.-fUR0S, SINO ,_Lfa:1 GONCIE:tf­ CIA QUE SE .TENGA DE ELLOS". (1')"-· ,_ I N T R o D u e e I o N 1.- La Cultura Mestiza Latinoamericana. La Cultura Mestiza Latinoamericana empieza actualmente a perfilarse con rasgos y caracteres propios como una gama espe­ cial y particularísima de la Civilización Occidental. Las circuns­ tancias y experiencias particulares de Hispanoamérica, han hecho fue esta Cultura de formas occidentales, sea "a pesar de ello, - istinta, inconfundible", y que sus concepciones vitales y sus portacibnes culturales puedan ser valiosas colaboraciones a la ultura Occidental. Pero para alcanzar este puesto, Hispanoaméri­ a se ha visto en la necesidad de realizar una serie de transfor­ maciones y de esfuerzos: siendo la característica principal y dis- tintiva de la Cultura Moderna Occidental, el avance extraordina- rio de -~-~- .~J.~~9..~1:1 __ y de su ___ t~_gnic~,- Hispanoamérica ha tenido que - realizar grandes esf~erzos para adquirirlas como medio de alcan­ zar el desarrollo que le.permita moverse dentro del acelerado rit­ mo del Mundo Moderno. El esfuerzo parece coronarse, su introduc­ ción y participaci6n a este escenario Occidental, parece realizar­ se. (2) _,Mé~t_gg __ se presenta C.QlllQ....un país m.oi~l9 y guía para los pueblos hispanoamericanos en este .movimientoº La conciencia de - su peculiaridad en función del propósito de sus realizaciones uni­ versales, hacen que el resto de los países hispanoamericanos hagan válidas para ellos las experiencias mexicanasº Por ejemplo, México. parece haber resuelto el gran problema de la integración de civi­ lizaciones y culturas ·antagónicas, integración que ha dado como re sul tado la peculiarísima Cultura Mestj.:?,_a. en la que lo indígena ma= tiza todas sus concepcio·nes y··--ex:p·res1ones dentro de las formas oc­ cidentales y en que se asimiJan l9$. elementos.J!fric_a,p9s y orienta­ l.es ~a llegar ~ la ·c::reaci6n de _-g.I!._J1,µté_ntico .. ~9pí.ri tu nacional - G'}-:U§te se expresa en el hecho de haber resuelto el probl,e111~ .. r.ª.-:-:: cial haciéndo pos.i ble que pers9nas de .. dis~fhtá raza convivan en - 'fraternidad ~. igµald.ad_Q.9Jit9, ll.abitantes de un mismo país... Y tiene - como met·a' según dice Arnold J. Toynbee TI alcanzar un grado más - alto de justicia sqq~ª.l que· hasta ora· se ha logrado ·en la -maycf;:-­ rfa·-a:e·-Tas- ci. víilzacI ones II C 4-). (1) Leopoldo Zea. "Dos Etapas del Pensamiento en Hispanoamérica". Introduce. p. 29. _(2) Leopoldo Zea. "El Occidente y la Conciencia de México". México en lo Mexicano. Núm. 14-. p. 84-a (3) La aportación de los elementos negros africanos importado_g,_ep.­ tro de la primera época colonial,. Siglos XVI y XVII y q,_§_ los -........ ..,, ... , ... ¡ .,. . .,,,,~ .. -..... ele~E3ntos .asia.ti.cos. siglos XVII y XVIII se asimilaron e inte- ·graron conipletamente.a . .la ... c.u.J...t:ur.a .. -mestiza .. hispanoáin~ricaiia. (4-) Cita. de L. Zea a Arnold J. Toynbee en "El Occidente·y lá-'Con­ ciencia de México". p. 84-º ____ ,..._ 2. No contentos con todas estas expresiones de su peculiar cultura, lo.s .mexicanos ... es tan bus.cando ... una Filosofía que correspon­ da a su modo de vida, a sus concepciones:-La Filosofía del Mexica­ no. México, se presenta una vez más dentro del conjunto de pueblos hispanoamericanos, como un país líder en este movimiento filosófi­ co de autodeterminación y aunque probablemente este movimiento se .extienda a los demás pueblos de Hispanoamérica, es ya un hecho sig­ nificativo el que en México, se luche tan activamente por ello, y se trate de encontrar una posición propia. La creación de la Filo­ sofía del Mexicano debe corresponder a ,la ... neG.~.ª-.idad dª··· a:ti.!'JP.a.:r.J?e, de ati?.-~~ªr.se,_ de enco:ntr. .. arse a. .. sJ ~-ª.!llº. Esta aCtitud, solamente se toma cuando se siente inseguridad fr·ente a algo o por algo. El moti va de i.p._s$gurid.ad_ se .. d!..9-_prJ.llleJ:-a~~p,P.e ... Jrent~L--ª--·.E.u;ropa_ y act;ua1_ m.·ente. ' .. n. 9 nec. esitamos ir muy lejos para encontrarlo. Precisamente , .. : frente _a, México, el país hispanoamericano que más se ha destacado por áfirmar y expresar su peculiaridad, existe el poder, la fuer~ za y atracción de los Estªdos Unidos,., poder que ha tratado de asi­ milar y····a.é domina:.r a ·Hispanoamérica, provocando así una gran reac ción en ella. México, es el país que recibe ____ <:le Uil.él _manera directa este impacto, y a ello tal vez se deba el éxito de su J.'~orecimien to vital y cultural-. -- .. Sin embargo, la Historia de los pueblos presenta compli-· cadas relaciones. Los Estados Unidos no solamente han sido un re­ to para los pueblos hispanoamericanos sino que han sido tomados - como el modelo y el medio de que se han valido ellos al tratar de alcanzar la superación y la realización íntegra de sus posibilida des. auna etapa reciente, los pueblos hispanoamericanos para sü parar su atraso ~n el campo materiªly alcanzar el adelanto técni co' industrial y ·cientifico que ··re"quería su integración a la mo­ dernidad, 1;1.an 2_opJ·ªª-º Ji .. J.QE3 Estª-.dos Uni.dos s11 técnica ,y l.13- manera. de uti).izarr~:;~Jmi ta.gdo._J,o.s ... _si@J~µiªs __ eQ.onóm.icos e indu.stri.,al~s de 1.a··n.ªci ón ñorteamer:i,9an¡;i ( 5) o ·--.... · - ... ,., ... · ~"·· ., - Pero --.aJ. cambiar las técnicas de trabajo y de expio.:t.ación de la .naturaleza·~-· cambian .las formas vi ta.les y con ellas la men­ talid,ad, las qostunip;re.s y las concep,9:i.oneu, morales. La industria:;.. lizacfón cond-µq~_,.a nuevas formas __ g.e convi,yencia, crea ñuevá.13 nece. sidades y áspíraciones ,'·~ 'requi'ere nuevas' manerás de. satisfác'erlas.~ Er-hombre Iih~·ra~ó dª1 ·frab'aj·q·esclavizador, y ·c·:,fni~.,:i;Jtc;oº·,; g:tacI!.~ a la .t_écnica __ eJl ... el amo y_ rió ··en el sier:vo de la tierra, cambil3,. ... ra- ., .. dic,~lrp,ente. sus c,oncepp{9.ñes·-··v1 tªJ..e-s y. con: élfó""'trarisr-órmif .. 'todo ·su· ~'Q._ÍldQ p.sicológico y .. m.ora-I.º · · ··· · ... ---· _,. ... .,-· · "Parece que_..c.ª.Q..a Cu.1J.Y.~-.. es hasta cierto punto una unidad orgániqa, en que t_odas las,,;partes están sutilmente. vin~ürad'á_s ,. dé mo"d."o'que' a1··-apropí'arse un "'solo factor de alguna cívil'fzáción extr~ ña~ resulta que ésta atrae otros elementos. Paulatinamente se van adoptando un aspecto tras otro de esa cultura extraña hasta quedar de hecho adoptada toda ella" (6). (5) Según la Psicología de la Florma, aparee-ida en Alemania, ~l. ac­ to de :imitar e.s un ac t.o cre.adpr,. ~§1- .~l~c.~ióp,, en:trELV§.f'.Jas. p.cisr· b:i,.Jidade.s···o mo.deJ .. O.$. para .adaptarlas á las circuns_tancias propias -., --es una creac¡.onº ~(6) A.J-~ ... TOynbee "México y el Occidente".p. 56. W, al adoptar la técnica de Occidente, de los Estados Unidos, .rffl's preguntamos si ¿su adopción por los pueblos Hispano­ americanos significará la slSimilación de ... la. mentalidad, costuIJ).­ bres· y moral nortea!I1:~ri.P_ác,tico· o,e_l,___y?,I'.l,_qµ_~~ o "gringo", como se le llama vulgarmente frente al- soñ_a{iq_~ e idealista del hispanoa­ II!_er!_c_ang_; la §J.J,p_~E,!()f~9Jl~._q_~:§ifi?=ª ci'ei --ri,5'rtéa.tnerl6áiíéf' ··sobre la del- Iatinoº (P~ejuicio que surje porq~e no se piensa en las mo­ dificaciones ·que producen la alimentación y la higiene en este aspecto, y al qué se asocian inconscientemente los resabios de la tan difundida, popularizada y errónea doctrina de j~stifi.ca­ ción aria de la superioridad "de la bestia rubia")º Se piensa - tamb~én de un modo general que los !?:!}?..i..t.o.Et m.,e,p.tales, dE3._ organi­ zacion _y .. de trabajo d!3.J. nort_eJl.J1!~!'.l~~:_ano, los dotan de grandes veE; táSas---·gracias·=a:··1as cuales~ -han 'construido un mundo que deja - plasmadas en sus grandes realizaciones~ como la del Canal de Pa­ namáj la superioridad sobre el hispanoamericano (7)º Por el con­ trario en la concepción popular la adormilada figura del indíge­ na en el árido paisaje mexicano') o la vistosa y despreocupada - silueta del gaucho argentino') parecen encarnar _J,,J!·,.,J_g99n,.§.t.ª:p.cia,,') la .P.J~r.eza.~ .. la abulia y la irresponsabilidad g_ue se achacan al ----~-~· • . , ........ ~-r·- -- ....... •. -.. ,. . ... ·-.,..:.-~.... ~-·~-~ .... ~ ··-·oto,• -~., .. --.;.;:-:•~ ~ - , . . _,,-.- .,. -~--. ···,,~-,-""'!. . .......... ,.::~"-·"""· ., . -~ .... ~~- -.. .... ,.,_ .. ,,.,~. lati~oº Encarnacion que ña constituido inclusive la idea general a-través de la cual los mira el norteamericano. Según esta ideo­ logía aún Dios pareciera haber sido más bondadoso con ellos; les di6 un~ j;j,.e.pr_~_ ffrJ~.~l!:tlgact~.i · en tanto que a, Hispa:q:9améric~ la doto de selvas intrinca.das, de abruptas cordilleras 3 de deser P.~9,-~ª----;¡n~~~tas'f a ·enos .. -f?·s ~~¿eg67 un8._pe1~g!.é_,11 ____ éiue 1es·,:··w:zo progre sar ') a nos§tros ') QD..a..J.·~J.i_gJ.:En @_(:L p.~s hi_~9.-~~---!!~J~~-;.-~.º~ !. p~ro - que.. I'.~t..ri;.ªo nuestro progresoº '"'Esta irracional posicion ña sido combatida por '"varfoet'pénsadores hispanoamericanos especialmente por los contemporáneos los que no han podido evitar que las di­ ferencias entre ambas culturas y sociedades') sean valoradas por el propio hispanoamericano siempre con un carácter negativo pa- ra él mismo y positivo para el estadunidense. Por ejemplo, los braceros mexicanos y ,19.§..,~ ... tnmJgr~:g.,t~,,..,Portoriqueños, prefieren g. ocupar los puestos mas bajos en los estratos de la sociedad nor A teamericana que tratar de obtener el bienestar en sus países. - ,-• ~----- (7) Véase "El Perfil del Hombre" Samuel Ramosº 4o Pero esta acti_tud del pueblo 'J no es una.actitud de ultima hora, ni ha sido una concepción elaborada dentro de su ámbito exclusivamen­ te, corresponde esta actitud a una herencia histórica. Ya que des­ de ~J.P-~.§ _d7.+ ... §i.:_glQ..,.J{:Y+!f..J__, aunque los:-puebÍos-nispánbamericanos ~e enorgull.ec1.an de sus progresos culturales~ algunos de sus -estadis­ tas e intelectuales, como e:tJ29P:9:.~ .. --d.e Í1.1;'.anqa., (8) demostraban una: profunda admiraci.ón por el pueblo vecino del norte. Es·ta actitud s~ I'ué· haciendo má~ ~pJja, l .. p.ro!u!l~~~ .13,"'JilEtCÍi~.ª'Ó'·qJ?-'¡ ... ,,~J:~~91!J.'J~f.a ~-t­ s1.glo XIX s en el cual ese sentílllJJ!ñto de adm1.racion se convirtio pcl:c"·-~mü:rtíples e importantes concurrencias, en un .. se.oJi.mie.nto Ji? - insuficiencia y de infer;i.or:i,e,a4.que trascendió desde las mentes - mas· brfilantes de,· ·s1rs· ·~jp§icio.:c:ia...Jla.§ tJL.~t~. t)~ Sin embargo, aunque esta actitud empieza a ser notada en el siglo XIX~ sus orígen~s- se localizan en la génesis de ambas - porciones de América. Esto determina la forma del presente traba­ jo, en el ·cual se pretende formular J!!!._j_lJ.i..QiQ,,,_ s5>.9.J'.sLJ~.§.füLdi;f~r.~.~=­ ,2i.ª-,.s, examinando su realidad y viendo si efectivamente puede ,pos­ tularse iB:-.§.~R~!i9,f1.0:ª.P.,de.,,_.c,Ha.;l.quiera de las dos Américas. En la Introducción .. se· examinará a grandes rasgos él modo como se han e~ presado estas opiniones, y en el cuerpo de la tesis se analizarán los orígenes. II. El $entimientQ de .Insuficiencia del Hispanoamericano. En el curso del siglo XIX encontramos que el hombre hispa­ noamericano se encontró con una ~!,lll;,~_~tg.n .fllY:Y .. P~.S.\l:¿.,J:J&I'..,,,..an ... relac..i,ó,n B:,J;Q.§,".v;.al0r-e.,a., .. p.ro.c. .. l-a~~QJL,J?.Q_+,'_ .. ei.~-mo:a~tg_i ?;m.Q .')_., debido a lo e ual se - "rué creando en él un sentimiento de inferioridad y de insuficiencia cuyas causas y proceso trataremos de seguir en los siguientes párra fos º · - En el siglo XIX parecen realizarse definitivamente todos - los ideales de la 9u1tura Moderna Europea. En ese siglo !fiJ.l_n!a._ .. ~±­ ~~--ª-ID9. .Y con el, el .. !t~t~_cimiento,._9,.~+,, .!B4}J.S tria+.! .. ~ll.!9 .. ·)7:_ .~J._ .. !llª="­ ~~]!!9-._, del l..i.Q±'ª camb:t_p ,4,,,'ª-~ Jl;le;r._9i;i0do. m,1,1A9-ia~. b~_s_ad9 en la, .~cgag,7 .. !!!!~,.~~_!l;Pi.~-~!l~i~,1 de ~a,_tgl~,I,§.};!,G.,ia,/religi9 .. s,ª ,-·- del _fillf.+.:ª_gi.Q. M~1Ui:S~?:1,; __ el pa,rJ;~JJ1e:r:;¡.t?-~,~~E!.: ···>,¡· '~·'> ··~"'ª"'"'~~ ~t~;.-~~~?.Eª'-·· en-~~ t~.P.U:h.Q,~i el ~!:!:.!,~~ªE,;L,.~E.1-~ y el 1~+1P:*V~_P:,µ,~;h1.s~~o ~§~iJ como" t1?-~l~!'.,.,9:~-~~I.?:9:-9.. y ~~-~~qo~ JJnidg.§,~,;. con Slf ~~1¾.s~~r~~~~·~-i~·*r~Fl~~lira~i~ ·--~n~%~~:~:~.,"~ci~~~!~nm~~:~1 ~ rI~i--~S'..9.ñf.g.ri~~----Y.:b!~§_.tir"qsoc:ra:r:-,·--·· .j,. ·.·... · .,, .... , , ,.P · g ·· ···· - Frente a ese mundoj y fuera de él, se encontró el hispano­ americano como un extranoj pues carecía de todas esas cualidades y sentía que ;is_µ __ m.:u.nq_g __ ... mat..e..r.JJil .. ,Y.,., e~pj.¡:,j_ ~.1:1:al p0~+.'.wanecí~. ~l ma_Egeg ___ .9-~ ..... ;!.~ d~ ~~½,?.~--~i- .1~---.~i.§,~.9,,¡:J__ª-~~-~.r.1:1,ªt;i.!t.l~!~-~~a-··P Íri ~~,~ ~~!~ii~~r~~;J~-,-~~ sf: _~:~!~ .... -A~ndencia ... !.!is:~~}~.P.:~::;!~E:J.:2.é.~~y así H~spanoamér~ca, ~espué~ ~e tres s1gios" ·ae g061erno coioni.al, alcanzo su emancipacion poli tic a _de España y se transformó en repúblicéS 'lOr medio de las revoluciones de independencia que se dieron en las diversas colonias durante - todo el siglo XIX. Se pep.9.ó .... qua,~ .. cambiando su .. o.,rg_ª,ni,:::;ad.~ón política y alcanzando 1~ emañcJ__pªpi§_~ .(l.el gobierno español~ póarfa ingresar· el hispanoameric-año""en el mundo que re.alizaba la maravi]).osa aven­ tura de la ModernidadG . -···-··=·-·---··--W· =~--"~ . ·.·-· se--~ Nos dice el historiador inglés Arnold JG Toynbee, en su - obra 11 El Estudio de la Historia", que s,.y-1~:Jld.O, __ la estructura .. ,i,p,ªttt\:l .. ; e i o n~J.w 9- ~ __ 1.Ulª. _§.Q G.i§.QJ;d .. -e.s., i ncit.a.d!!.. ,p,Q.f.~~gJJA., ... nue.va.,.f:uer Z ..ª,._. _?,le:> f i al 9 se Jfre·sentán. tres pO$ibles ~lte.r.na.tivas ·-d·e'.--,reaJ:1tzaei.ón: _Q__b,i:é'K~iina:.~::,_.,. . t-tii [!-~ü!!ª~ttir~~~~~~---:~.rr~: ~;~,il1íta~1-~:~· .·±t!!!o.~.1.:r::-b¡~:ar:~0 ;~; á' ·- ....... -·- - .. ·--':.:~ ... ~-, ........... 1.¡¡._ ..... ,. ..• -~i.;..·.,~:..-,, .. ·:..m ..• , ·o,;,.·,.······:··.-.::· -, .• -·-.,:;, ..... ,1 .... ,.,,._ ,.,:· :·- -··.·· .• - .• ,.P_ . . .. .. --- tiÓn c9nt_i_n~!3.:.~5~I.'~.~ifg.g9_ y __ .pr.o,$;1,.g~~-- s1t,q.,~sªr;r;-qllo; si se realiza la .. µvoT.ü'qí'9·n;-· su . crecimiento_ será muy._.az?,ro.zo; s:i ... s.e produ_ce una enor midaá.;"ént6ñcé'á' pq'ctem9jt::4¡Jgrio}ftlcar s~. d~rrumbamíen..t9.w '(11) o :Para·· ''FetáIIz'á:i5···-~fff''Iñaépendencia poíi t1cá-·loá··puéblos h1ápan.6ei.meiricanos se vieron en la ne9j;,~,l~:!,~9:. __ ,.g.,~,,,,F.,§3Jl,,~I-..;,Jf,llªd.,.~e.Y.o.l\~c,i,.6.n, .. y tal pareciera que con ello ñü51ese marcado el estigma de su desarrollo. Pues bien, el hispanoamericano se encontró gracias a esta revolución con s.u ];J,.P.-ª~tad. .. p.oli~t.ic-a.~ pero las características de la Modernidad no aparecían por ningún punto del bello horizonte ameri­ cano. Es más; se encontró con que la forma de gobierno que habían - adoptado~ solamente era una forma de nombre pues no era el pueblo - el que organizaba y mantenía la forma demo' (10) Harold Jº Laskio "El Liberalismo Europeo"º 'l'raducº Victoriano Miguelez. pº 2 (11) A.J. Toynbee. A Study of History. Adbridgement por D.C. Somer­ _____ yell. pº 281 6. _& ___ .§.j.e.:re,e.r. lª __ J,._i,h~,r.1~ª,~~. Pero los ~ismo libertadores trataron de ·subsanar esa incapacidad intentando darles a esos pueblos la pre­ paración necesaria para el disfrute de la libertadi y en ese afán se encontraron con 1 S]., __ .9:~~§.:QQ.ti_$IIlQ.~,.iJ:uJ;tt_r,ad.0., G..QJD.Q, f9rm11la s?.Ji?:P.:º±ª.~ 11:por J:,~ fuerza habi~. qµfLJln$$4!3-I' .a +OEL pµe blos h.ispa,noamericanos.Jl. .. ~i.r.,..lib,J'~.~ º· ~il,;J'.:l.Q.DJJ;)Í?e d~l~+.1:i liberta:,d 9 Boliyar hizo se.nt.ir su. p.o.der, ... ~-:tl los pueblos por él libe.rtad,os" Lo mismo hicieron O 'Jliggins., ... e,n"'­ Qhile.'.!,~-.. +~,urbt4.~ .. J~Jl .. M~~_igQ.,.9:o,.~íy'!:iP:~XJ~ en la Argentin1:1 y e~ docto~ - Fr'ancia .. en. el Paraguay"º . Sin. embarg9 ~~· e§t.9 ... s._¡_gyJ§~on las dict-a.dü- --~[.Jl;'.~: _foc;l_ª ·~q-~~l:1-~.~· lfE~ .. ?~ti~fsIIt? ,.ii~--~gfq1,a an,~-~?~_d;i.(1.o a.l IIlOment.o· - de Independencia'1 s·e ·tro·ctr·"asi en un hondo pesimJ,..§.:t[Q .•. ::F'y~¡:g ... 4.~1-._.Q.~ ~ig __ ].9 ..JJ:Iico. t.o:ao ... per¡pJip'.~_g1.a. !gg~·:t~~ · {12') ... { El hombre hispanoamericano se sintió grandemente defraud~ do ante sus realizaciones. El descontento que le había llevado a - romper con el régimen colorii?-1 establecido por España, se trocó en verclacté"l?t>"''(j"ff'.íé'f':'""'1:;S:·'-reaiiff;áct"'~de su fracaso político le ilenó de am~ gura, de desaliento y de resentimiento. Se convenció de que el lo­ gro de .. l.?- ~mancipación política de ,,~~P,~~8.- ,~?. lst,,Qª~.e.gJ,t?-J~! .. P..§-fJt.,~ ~f~t\~~Fr:~6at'""-~-~~-ii~:~~:~~~~:t;~º-.. ··:-~0·!;r!ñ~tª~·-- }}-,!~ do a.é1···mat~rlaifsfiló''" e1'···a:cHni.,,io .. "é':onómic.o·_--.lLOcéTuerrt1r;--Eu·se6-·-·~n;;:.=- ~-~,."'~T:.:.~ .... ~~ .. ~fr.;;.:_.......;...; .. ~i.,,..'..:.i.~ ............ ...., ••. "'2:. ... ~Q¡__ ..... "".· ,:;·----~:,,,¡.!',i:.,-,1- c,,;;,,. • ...!,,c!,,i~o;~ . ..:.!,..l.~'·:\'1.~-¡.--.,._.~"°I. tonces las causas de este fracaso y las encontro en su modo de ser, ~~ ~;?·~-t~1!~1i~~~h~~i!r~!o~~~¼~-~~t!~ifé q~~l~r:~ !!!tf~~e~~~í~~ i~:~:- ficiencia cobró.má$ fuerza, se tornó mucho más agudoº Sin embargo 9 este ·sentimiento de insuficiencia ante la carencia de las cualida­ des de la Europa Moderna, de descontente ante .. ~~WJ!l~~-~ pro­ pi a ~ era t ~ b i é n. ~1:.,.,~2 ~~~E-,$,½J¼.,.,.lJJ,;3 .. It?..~~"'° El es paño 1 ha? í ~ p ~rt i e i p a­ do en una d~.mensi~n mucño mas angustiosa de ese sentimiento, ya - que él había creado esa forma de ser que,· sin embargo, no le satis facíaº Espaiioles e·hispanoamericanos valorados de acuerdo con el= sistema occidental de vida, se encontraron inseguros~ insatisfecho~ " .. y se negaron a si ~smoso 7. 19:-._r.az.ón .. Ji_l vivir 1 y co_Il su técnic:a. constru:ÍJiILJ~J_lD:,od.~r:go ppder.í.o c[s) __ . .Occidente. (I4J;·-tT5J. · (14) (15) (16) (17) (18) Américo Castro Op. Cit. p. 20 Existía desde eJ..,...§~na poderosa ,.o.;ci,e,n.t,a.c.i:9.A~-Jlie,;r:.-9,,,ª-g.t,;l:;; ~¼-~~;~~u~~::~-~-:~·:f:~~ªf.~~ª~~~f~::~~~:.r~~:~-.~-:-~~$:§~~~-~,A~~1a::~::. re·s ~ pr~~~!'.9 .... P:~J~!.9& ... st .. lª-~Jucha. ... c.itt! .... Eft,__J,§J.?-~ ... :z: ,J?9s ~-~-~i.9,~~~~~§ ... ª·., ... ra-,:~orrient~.- ... mª.t.i.li..ca .... ;pro.~.den..t.,~.,.9J=: .. ~~-~l'.'!,ca .. ~.D: el .,~~§1~, .. :zy:J"~- En un br~.Y~ ..... l..a.;p.s.o ... d.el_J!e1nado .... de.....J.téJó'.aando .... -<~l .... Qa~oJ:;f.Q .. I?.~E~- c1ó--.revivir pero. ;r.io puq.9_. - . x:merrc-o .. "trástro·.·· op. Cit. P. 160 Y que puede considerarse como el fracaso de la burguesía y la ciencia para realizarse. Leopoldo Zea. Op. Cit. (Dos etapas) p. 33. 8. III. El Modelo Estadounidense. Nos encontramos, entonces, con que ante su fFac~~o..l)~li~~i. co, el hispanoamericano se dió cuenta de la nev~dad_.,d~. t.~st,'_9r;=: ma,..;· ... =§R.. .. f.§.ªJ.i_g.~, sus f ormª-ª··-ª·~ .. -Yi .. 9:.ª- y .l-ª mentª ___ q,e §\H:L.homb.r,e.~ .. , co-mo médio de alcanzar la realización de las instituciones politicas íntegras de .k-m.oJie.r.nidad. Lo primero que intentó fué la substitu­ ción de las formas de vida hispánica por otras formas vitales nue­ vas. ¿ne dónde iba el hispanoamericano a tomar esas nuevas formas vitales con las que pretendía substituir las suyas? De los pueblos guías de la civilización Occidental naturalmente, y más específic~ mente de J.,o,e ... .E~t~g,g,s_,UJ:lidg~~t, el pueblo de donde había copiado las forma§.. .. ~b~rnamentales y lªs insti tuci,oñes-·políticás ccin"'<'lüe·'·na.J:>ía·· suo·sti t~fcfo:·.Iaa:::añ''iii so I'aclás f ormás···col'6nfal es ·e'á ··'añól'i~."Et:::·· b ... ·a:s'·~=·· -..-,....,,_,...,.-,_, ___ ,"' · · q, · ·-·· ... ,.·,c.7{,X" ,r,,·.,. ,. ,, .... , ce•~,-~ ,,-, .. ,· ·•·•, . ..; , .. ,· .. ·. ,., .... , .. · ,,,.,,P,c,-,,·,.• · .,,,,.,.,c,,,,::f. ,., ___ µy ... , ·. soJ,ucJ,o,ne.s ... se., .. ,,o.frec1.a.n comó Iás iri?cf-0:res a l~á ,.pue.b1o~ .. hi,~J?~fl~~e-~1, ...9_agg.§z~a que se consideró que debido a su circunstancia historica y americana, estaban colocados en úna situación similar a la de - ellos. La nación norteamericana se presentaba como un pueblo nuevo en la historia y en el escenario del Nuevo .Mundo, que había reali­ zado de una manera. vigorosa y potente, y en muy corto tiempo, to­ dos los ideales del hombre moderno europeo y aún )a~.Q:tª;·"s.o . brepasado ~-~~~J;}~~m}~¾~.,ii•i:~~~8 ei pueblo que poseía _eJ progreso· y vencÍ!_~ .... ,l.ª_.....U-ªtua.L.e,z,a,,que ;h~Q.f~. - 1.f 9.~~@-S2.., .. ~~l,J12mp~~~::.~ª~E· .. tr.a.ba'jr~~~.~~~!!~i~,z.~~.?r J~~r. ~!?.<1~9 ... J!.~"'.,,_J..i:'~.qy~p.~ ~rnrta~a~-,4~s-~~~~b'15~:;,:~~~;~~~~~i:~r~~:~~~1~!~~:!f:.:!:~Q~~~:~~~i::~~o·: ..,wJ:ñ:.q;:e!':]9~.9.rJ.-y e_l, Jf:(~ n~_f>. t 13.f. Poseían e omo y a, he·mo s mareado , -'--·,: el genio de la libertad pólitíói que era el don mas preciado y de­ seado de los hispanoamericanos, los que consideraban que los nor­ teamericanos gozaban de esa libertad como consecuencia de una li­ bertad aún más grande, más suprema, más trascendental: .l~ª ._ libertAA,.. .. ,,,,.d~L co~cienci,a.,. En torno a ella, los Estados Unidos habían c·enfracto·· y basaa-o"';,,éfff' ... ~Bxistencia y de ella emanaban como una consecuencia ló gica y natural todas las capacidades y todas las libertades. En -­ ese ambiente y gracias a él había florecido grandemente .la inicia- , ~,~.,.,...,$.Y{•-:.if-:.;,~·>:' ... í:") ~~~tt-~~fi~ra:~-§.é¾Hs·~~~~iu-1~~~~~.s~~~~¡~rl;g~~~ :1 s~~-ª ~~~~ op~naba Bilbao !'.l·ª·--~~imena.-.n,J;.9~i?."~""~n,. 1a-a9.riculturl;!.,,,.,~,~-,.,,;h~,J.A9.-.. ~~.:-. ~}¡J e,en t~~-an·ª'I~~'.~i!~,.,,~,~½~,.j>~~f.i~ioítº~; .. :11 a *i1~;~~€~~r~~~',¡~'""l~~ .. ,,.~;. 1rístcñt~""'""""·~-·'"ª"'"'" ... , . . . , . ; . __ ,..,,,..,,_.,, ... e.-~ ---·· • .. El hispanoamericano creyó que el hacedor de ese mundo era un hombre perfecto ·que no dejaba sus ideas en el campo de las uto­ pías, sino que las realizaba. Este tipo de hombre pertenecía a la raza sajona, y así pensó que esa raza_poseía todas las cualidades de trabajo y de progreso con las cuales había logrado el maravillo so desarrollo de los Estados Unidos. Entonces concluyó que la ca-- (19) Leopoldo Zea. Op. Cit. (dos estapas) P. 112 cita a Feo. Bilbao "El Evangelio Americano". 9. pacidad del pueplo norteamericano se basaba en su raza la cual JlsL.,:. ~~..c.a..nse.J;'.Y§lg;,R~:P ... ~E~ sin contamina~s~ con ).~~~ ... ,rn.Z.ª$.J:,1;'.}díg,r~~-~ "iP~ . fer1.orª-s.,. gracias a !o que, norteamer1.ca pose1a una poblacion homo­ genea que caminaba simultáneamente hacia la civilización. El desilusionado hispanoamericano del_§igl.Q .. XIX.., .... veía como crecía más y más la luminosidad de la estrella del norte, mientras en razón inversa a ello observaba como tendía a decrecer su reali­ dad hispánica. Pero en.esta ocasión, no estaba dispuesto a confor­ marse con suspiro~, imi t"ando a su ~U<2....l!-~~.I..~~se im­ puso la tarea radical de transformacionº El saJon y su muna:o de a,2. ción se convirtieron en los orientadores de la mente del hispano­ americano. En realidad ese mundo siempre ha estado presente en el panorama hispanoamericano desde los principios de su historia, y ahí se ha mantenido unas veces consciente, otras inconsciente, pe­ ro actuando constantemente sobre él. Ya en el campo de la política y el gobierno,. el hispanoamericano había empezqdo .. ~M.'1~~~~.,,. .. Po­ das J:~s f()~Ig.~~-.. 9:~- ,pspiBtiffeID9., .. Y ,JllQ!):~+:,~~"~:~~\;yE',,,'¾""' ~~_mi.ssta, .. No solamente se trato de extirpar el dogmatismo de - las instituciones sociales y políticas para convertirlas en orga­ nismos laicos y seculares, sino que volviendo una vez más hacia - el modelo del norte se· t.rató de que ~~~,t.e..,.,...con­ siderada como tª fu,er~~ gir_e.ct.,,Q.c.Ld~l ... R:c9,~...,aj.6n,. se introdu- (20) Leopoldo Zea. Op. Cit., p. 36. . _J. (21) (22) Mary_A. Cassaretto "El Movimiento P?,:"otestante en México 1()40- 1950" p. 7 .cita a Justo Sierra. Evolución Política del pueblo Mexicano, Tomo I vol .• II p. 419. L. Zea. Dos etapas del pensamiento en Hispanoamérica, p. 115 cita a Sarmiento en Conflic·to y armonía de las Razas. 11. próceres de la emancipación mental de ArgentinR, cuya voz más re­ presentativa parecía ser la de Sarmient9, pre,cla.maban vehementemen te que no querían median~a-ª, .. ,.G,QJD."['i'á 1rme'S't'.izacióntt. Y siguiendo el_ modelo de"·'ra·Núev·a,Tngia't"9.rrá se -(l!s$]:'sl.'fil!0:A~~rr· destrucci9A. d~ - indígen,a,._ ya que con ese método·-a:ecían~ los "san.tos·"pU.rifaho's·,, ha- 81-añ···ar:canzado éxitos y realizaciones que nadie se atrevía a dis­ cutir, dudar o negar. Aprovechando la lucha de los miemt:>_:rg,§,, ... dt;L,1a g~_ne.r.ac.i.ó 1+ .. de Mayo con tri--Ro .. s:a.s· .,,eir--·nombre .. ,,,de····la · é'íviii.:z·ª-9.i..9A'.' ... c o­ IIJ.0 .. nos,.,,,marca.·.teopold··,r~,ze·a·~"'···~r:.nªI:-'g);t,~.:l.i![:.tª-Zi.$~.Jiid.í.g.e.,ñii~:i..~ .. :iiªe ... t~(23). Después, con el, campo limpio, vino_ la imigración •. Esta, sin embargo, no correspondio totalmente al sueno de los reformado­ res. Ya que ll,.Q .... !J-lJ~.__sJ~.j .. QJltit ,rnás q~-~ ".~)l0 J!!'\;Y Q,a.,j·ª·---~-fü2~~:l,,a,,,,~~.lt.P"ª-P-~ ,JtJ;'.a lat~nª",,,,- más concretame:r;i.t..ftJ ~?,l;i,ª11ª,~ Asi, las cualidades innatas de ~ .••. díi-.o,~· ,,..,;..,,t..~··)',· .. •• <:,,.,t;-:r""'-4;,;í;.' ··,r. '· ,~ • .-;--~t,--·t-p.=.-:·.~~-'-1-,,,,~.:,,.-.r!·"'·· ·-:.· .• -,w•.~·.,·~·---···· 1 '~ • • orden, progreSC)"'''y·'Ii.15'ertad buscadas en los emigrantes, saJones, no lograron introducirse. Sin embargo, l?- .:I.l~ª,d.a.,.naz._;i;:¡-.,,!~.P:.t~llJ2.r.!~~­ bia d.e.s.ap.ar..e~~Y esa realidad parecl.'a""''corresponder al ideal de - , algunos emancipadores como José Ingenieros quien así profetizaba - los resultados de la sajonizáciOñ-o.Ef''"s1r·-pa:-fs: "Vivirá en Argentina, una raza compuesta por cien o quince millones de blancos, que en - sus horas de recreo leerán lg§~_g..r,.Q,p.i,Q.9,.$ •• <,1.J:l,.;,.l,a.s ~ .. ext.ing,u.i-das .. r.a.z~ª - li~f-z~¿!~:.1.~;~~~º~~:1·~~~~~~~,~~¼~?6'~f~-~ª~e!·~2.~u-~R6s'~i&~~ttiii--·ir;=·~ª ri~0 · ··i''·s,'~E!2.~:=~.x~.,g:;c,~~:e,~~r~§:·•::ti~iit!.ii:'~::cre.:·· Ju~il::'füi~:~~§'.~~;11·'~t··21ry·~s.·~-~--··· .,-.· ·· 4 ···· Según este panorama Hispanoamerica estaba en camino de po­ seer todos los factores que habían concurrido a cincelar la gran­ diosidad de los Estados Unicos. Dentro de poco tiempo, pensaban los reformadores, al igual que en Argentina habían ya desaparecido sus razas heróicas, en el resto de Hispanoamérica habrían de desapare­ cer todos los elementos hispánicos que quedaban y con ello las cau­ sas d~ la rémora y el retraso. Se esperaba que pronto Hispanoaméri­ ca estuviera dotada de todas las cualidades de modernidad de su ar­ quetipo del Norte y entonces surgiría radiante a reclamar su puesto en el mundo de Occidente. - IV. Los Estados Unidos, modelo y estí~ulo de Hispano-, . america. Los reformadores hispanoamericanos podían estar satisfe­ chos. Hispanoamérica se encaninaba hacia la industrialización, al progreso, a la modernidad basada en la imitación del perseguido mo delo estadounidense. Imitación que se dabas.in límites ni reservas y que sería un caso perfecto para ilustrar el fenómeno de la imitación o la - némesis de gue nos habla Arnold J. Toynbee, al referirse a la imi­ tación de que es objeto un grupo social, un pueblo o una sociedad por otros pueblos, grupos u hombres debido al poder creador que al canza el primero en su etapa de crecimiento. Aquellos se ven atrar dos y fascinados por un élan de creación, por una especie de encañ (23) Leopoldo Zea, Op. Cit. (Dos etapas) p. 28U. (24) Leopoldo Zea, Op. Cit. (Dos etapas) p. 115 cita a J. Ingenie­ ros nLa formación de una raza Argentina". ----- .,., 12. to que emana de la sociedad creadora y que les lleva a la imita­ ción espontánea y a la alianza gratuita a ella. Sin embargo, aña­ de Toynbee, cuando la etapa de crecimiento se detiene, cesa el P2 der de atracción, pues ha cesado la creatividad. El pueblo, hombre, grupo o guía que ha sido objeto de imitación se da cuenta de su - deficiencia y consciente de que su p·oder creador, no someterá ya voluntariamente a los pueblos que le seguían, trata de retenerlos por medio de la fuerza. De una minoría ·o grupo creador, se convier te en una minoría o grupo dominanteº Empieza entonces a tener una serie de manifestaciones que corresponden a esa nueva actitud.(25). No me propongo en este estu~o, discutir acerca del élan de crecimiento de los Estados Unidosº Pero lo que sí creo es que la imitación que los pueblos hispanoamericanos rendían y tributa­ ban a su modelo estadounidense, correspondía a esa forma de seduc ción, de atracción, de poder de encanto, que es el privilegio de­ la creatividad a que se refiere AºJº Toynbeeº Pero pronto cambió la situación. En ese momento en que Hispanoamérica era el tribu­ tario espiritual más ardiente y gratuito de Norteamérica, ésta - realizó en 1847 de una manera inesperada el ataque y la invasión a México. Los pueblos hispanoamericanos no salían de su asombro a.a te tan injustifica.da agresión. Esta inexplicable actitud no po­ dríamos explicarnosla tampoco nosotros, si no sospecháramos que un profundo cambio,. una gran transformación se operaba dentro de la sociedad norteamericanaº Transformación que no alcanzaba a per cibirse aún fuera de ellaº lCorrespondía acaso esa actitud a una etapa inicial de decadencia, que convertía al pueblo y a la mino­ ría creadora en una minoría y pueblo dominante y que daba las pri meras muestras de su decadencia en el ataque a México? Este punto queda,, por ahora, fuera de nuestro estudioº Lo único que señalaré es, que a esa manifestación siguieron otras que no han terminado aún y que, aunque de diferente género han correspondido a la mis­ ma actitud y obedecido al mismo propósito. Como hemos visto, pri­ mero fueron las agresiones armadas como la efectuada sobre México, después las agresiones económicas sobre to_da Hispanoamérica y ~n la época actual podríamos considerar que han empezado las agresio­ nes en el campo espiritual, pues sin la conquista espiritual de un pueblo, no es posible su dominio absoluto. ,Ya que podrán imponér­ sele las más violentas formas de sojuzgación pero solamente cuando se realiza la conquista espiritual, es posible su completo dominio. Bajo tal comprensión 9 podemos considerar que los Estados Unidos han empezado la agresión espiritual sobre Hispanoaméricaº - Mary Aº Cassaretto señala como los Estados U:nidos, deseosos de ejercer su influencia espiritual sobre los pueblos Hispanoamerica­ nos, presentaron ante la Conferencia Mundial Misionera celebrada en Edimburgo en 1910, la ponencia de considerar a Latino América - como campo misionero para la evangelización protestanteº En la Con ferencia se discutió el tema a instancias de los delegados norte-- (25) Arnol Jº Toynbee. "A Study of History", Compendio Cap. 11 p. 49. 13. americanos y se llegó a la conclusión de que América Latina') queda":"' ba fuera del camp_o LEGITIMO de evangelización, ya que era un conti­ nente católico y: "los paises predominantemente católicos,se conclu yó, no puden considerarse como campo legítimo de misiones". Ante es ta radical resolución, que imposibilitaba sus pretensiones~ los de=­ legados de los Estados Unidos optaron por considerarla nula y "for­ maron una comisión especial: El comité para evangelización en la - América Latina con sede en Nueva York"~ (26) y como consecuencia - efectiva de cuya acción, los misioneros protestantes norteamerica­ nos se encuentran en toda Hispanoamérica desde el Río Bravo hasta las regiones más australes tratando según ellos de "redimir a nues tres pueblos". Realmente creemos que su intento podría ser laudabie y mucho más fructífero si se realizara en países en donde se desco-:­ noce el Cristianismo y lo llevaran con el deseo auténtico de su me­ joramiento. Probablemente en muchos de sus misioneros existe el de­ seo sincero de ayudar a las pequeñas comunidades y pueblos de His­ panoamérica, pero su intención queda completamente comprometida den tro del campo de la agresión espiritual norteamericana al servicio­ de su política de sojuzgación) ya que el protestantismo genuino y desinteresado de todo el mundo ha negado su legitimidad. V. La reacción Hispanoamericana. Podríamos decir que con la agresión a México en 1847, se rompió de un golpe el espejismo norteamericano y afortunadamente al romperse? permitió ver entre sus fragmentados pedazos~ las rea lidades americanas. El hispanoamericano se dió cuenta de que el= "prestigiado modelo del norten \l 1'el espíritu de la modernidad", - "de la perfectibilidad"') no era tan grandioso ni tan perfecto co­ mo él lo había imaginado; tenía defectos y poseía garras que se - empezaban a manifestar en los deseos de apresar a sus débiles ve­ cinos. Empezó entonces en el hispanoamericano a hacerse conscien­ te el hecho de que el pueblo estadounidense no solamente consti­ tuía "un modelo"., "un guía", sino también un peligro, y que de - continuar con esa imitación desenfrenada~ i~racional y sin reser­ vas pronto Hispanoamérica llegaría a ser no precisamente el soña­ q.o ideal del "coloso del sur"~ sino una mera prolongación del "co­ loso del norte". Ante ello, Hispanoamérica empezó a buscar entre sus cualidades algo que oponer al modelo del norte y con esa bús­ queda., inició una nueva etapa de revaloración hacia lo Hispanoa:rne ricano. En esta revaloración pensadores como Lastarria y Bilbao.,­ reconocían los defectos vivos de los hispanoamericanos: su incapa cidad política 9 su falta de hábitos de trabajo, su defic¡encia -­ práctica~ su tendencia a la empleomanía; pero aún cuando no acer­ taban a señalar sus cualidades positivas frente a esos defectos., si empezaban a comprender que esas cualidades positivas existían. Andrés Bello, dice Leopoldo Zea, afirmaba: "Los hispanoamericanos tienen grandes defectos, pero también grandes cualidades. El pro­ blema tiene que ser resuelto potenciando l~s cualidades y reducieB do los defectos po~ibles''• (27). En esta actitud objetiva y ~a6io­ nal de revaloración., lo que antes se había~considerado como gran­ des defectos empezó a analizarse con un criterio más sano. Por - (26) (27) Mary A. Cassaretto Ob. Cit. Introducci9n Histórica p. 9 ~ita a John w. White. "Our Good Neighbour Hurdle') Milkwakee 1943 ps. 46 y 47 L. Zea~ Op. Cit. (Dos Etapas) p. 131 9 cita a Andrés Bello. 14, ejemplo se inició una nueva valoración de lo indígena y lo mestizo. La singular actitud que el Perú había to~ado ante este problemas - cuando el resto de los pueblos hispanoamericanos clamaban por la - destrucción del indígena y su substitución por la migración sajona, empezó a extenderse a toda Hispanoaméricaº El peruano Manuel Vicen­ te Villagrán, había comprendido que la solución que se quería dar - al problema indígena imitando a los Estados Unidos~ no era posible en los pueblos hispanoamericanos~ pues consideraba la situación de los indígenas y de los mestizos desde un punto de vista diferente, dándose cuenta de que "los naturales defectos que se les achacaban no eran su culpa, sino el fruto de circunstancias provocadas por - el blanco"º (28)º Las soluciones que dió Villagrán al problema in­ dígena empezaron a extenderse por toda Hispanoamérica: se pidió la regeneración del indio, su dignificación haciéndole accesibles las conquistas de la civilización occidental; y se reconoció como bueno . . el proyecto de establecer leyes para la protección de los trabaja­ dores indígenas y para el reconocimiento de su ciudadanía. Ya el chileno Francisco Bilbao en su "Evangelio Americano", se enorgullecía de que en Hispanoámerica se hubiesen incorporado - las razas primitivas a la civilización a diferencia de los Estados Unidos que las habían exterminado y de que el indio, el negro, el desheredado, el infeliz, el débil 9 encontrasen en nosotros el res­ peto que se debe al título y a la dignidad del ser humanan. (29) º En estas palabras de Bilbao se nota como el hispanoameri­ cano empezó a comprender que había algo que imposibilitaba y nega­ ba la imitación total del modelo norteamericanoº Volviendo a - examinar por ejemplo el problema que les había llevado a la imita­ ción de este pueblo, el de la democracia y la libertad, encontra­ ron que el republicanismo no había florecido en Hispanoamérica por que en la Historia española no habímexistido los gérmenes y ele-­ mentas republicanos que pudiesen florecer en el sentido y la época modernasº Empezaron a comprender que ·1a libertad de que gozaban - los Estados Unidos casi como un don era la herencia de elementos que fueron trasplantados por los emigrantes al suelo virgen de - Norteamérica pero, que ya antesj mucho antes, habían florecido en las campiñas inglesas y que por lo tanto a ellos les resultaban - ajenas. Así, orientado por la incipiente conciencia de sus dife­ rencias vitales con el pueblo norteamericano~ empezó el hispano­ americano a retornar sobre sus ancestrales orígenes en busca de - sí mismos, de su verdad. VI. La Tecnificación de Hispanoamérica. El siglo XX presagia cambios radicales y violentos tanto en el panorama Europeo como en el Americano. Por su parte el his­ panoamericano se encuentra en una situación paradójica pues mien­ tras vuelve los ojos afanosamente a sus orígenes, continúa con - marcha acelerada hacia la occidentalización. (28) Lo Zea, Op. Cit. pº 250. (29) Lo Zea. Opº Cit. pº 132 cita a Fo Bilbao "El Evangelio Ame­ ricano"º -~- La técnica que es la característica básica de la Cultura de Occidente~ ha llegado a un avance tan extraordinario que todo el mundo se encuentra en la necesidad de adoptarla o de sucumbir ante ellas ya que el rítmo de la vida a que ha dado lugar, sola­ mente puede seguirse con los elementos .m.i.smos del tecnicismo. 5 por lo cual') su :posesión ha llegado a constituirse en una necesidad - mundialº A su vezi esta técnica cuando ha llegado a las culturas no occidentales ha constiuido el factor que les ha incitado a su resurgimientoº Así cuando esta técnica ha llegado a Hispanoaméri­ ca') en todos sus ámbitos la adormilada y legendaria figura del in­ dígena sufre un brusco despertar provocado por el nuevo rítmo de vida y el impacto de la tecnificación .. Esta llegada a las más re­ motas aldeas indígenas brindando a sus asombrados habitantes sus múltiples beneficios, y ofreciéndoles la última oportunidad de~ redención~ puesto que la adop0ión de la técnica se presenta como el medio para ingresar a la cultura y a la vida hispanoamericanasº La reacción indígena no se hace esperarº Ante los resultados de la implantación del. Positivismo en toda Hispanoamérica') desde Argen­ tina en que había fracasado la deshispanízación, hasta México en que solamente se había logrado la creación de una pequeña burgue­ sía dueña de todos los beneficios y privilegios~ y supeditada a la burgesía mundial~ con lo cual la mayoría de la población había que dado desheredada~ el indígena hfü;6 sentir su inconformidad en la - .. , violentísima reacción encarnada en la Revolución Mexicana en 1910 º ,1.i1·;. Esa Revolución constituyó su protesta contra la práctica de doctri :1:i nas que como las anteriores no habían reformado en modo alguno su- ', status social~ por más que tanto él, coma el mestizo constituían - la base de la sociedad que pretendía occidentalizarseº Por primera vez~ desde la conquista españolai el indígena asumió una posición activa~ 91 usando las herramientas del Occidente como si siempre hubiesen sido suyas 11 (30) se incorporó a la Cult'u­ ra mestiza apo=tando los peculiares caracteres que la distinguen y la hacen destacarse dentro de la Cultura Occidentalº Y en ese mo­ mento la Cultura Mestiza tomó una nueva orientaciÓnj aquelJa que había señalado el Perú., cuando ponía la tecnificacion al servicio del indígena para que alcanzara por medio de ella su redenciónº - Gracias al i.mpacto de la técnic.a de Occidente 9 el indígena~ antes elemento de rémora y retraso en Hispanoamérica~ parece convertir­ se en este sigloj en base del resurgimiento de ellaº Y sin embargo, esta técnica de Occidente~ base del resurgimiento de los pueblos - hispanoamericanos~ proviene de los Estados Unidosº Estos siguen - siendo todavía nuestro mejor estímulo~ más pI·ecisamente por ello - nos presentan un problemas a saber: la manera de como hemos de res ponder 9 pues por una parte necesitamos la técnica sajona que nos= ofrecen., y por otra necesitamos destacar nuestra peculiaridadº Por lo tanto el dar una acertada respuesta~. una sana res,2. lución~ no es tiarea fácilº El rr.odelo norteamericano brilla en el - firmaménto hispanoamericano con una . .Luz muy potente todavía que - tiende a cegar las realidadesº La pr~eminencia política que ha al­ canzado en este siglo~ el gran poderío industrial~ económico~ la superioridad del conf.ort material y social de que gozan sus ciuda- (3ü) Aº J º Toynbee México y el Occidente•1 º p ol4c 16. danos, han fortalecido su gran poder de atracci6n. Por otra parte en.las profundas corrientes subterráneas del alma popular hiepano americana, existe todavía un sentimiento de insuficiencia y de ii fe.rioridad frente a lo saj6n, que como hemos visto proviene de-la here~cia del siglo XIX, y que se manifiesta en una serie de ex-­ presiones inconscientes en las que se tiende a asociar las reali­ zaciones de los Estados Unidos con las tradicionales ideas exis-­ '\ientes de la superioridad racial,de superioridad mental e inte-­ lectual del saj5n sobre el latino y de la superioridad del terri­ torio físico~geogr!fico de Norteamérica con el nuestroº Así, este sentimiento de inferioridad e insuficiencia que existe en el fondo del alma popular hispanoamericana, tiene - un papel decisivo en el actual di!logo que entablan estos dos -­ pueblos, ya que mientras exista, Hispanoamérica tenderá a una i-­ mitaci6n irracional y sin límites de todo lo norteamericano,Ya he mos visto,como los pensadores hispanoamericanos tratando de con-­ trarestar su acci6n y 1e establecer el equilibrio, desarrollaron una tarea de revaloraci6n en todos los campos y a~n han llegado a pugnar por la creaci6n de una Filosofía Hispanoamericana como má­ xima expresi6n de su Cultura y México esta ya dando vida a ese in­ tento cuando sus pensadores tratan de crear la Filosofía del Me-­ xicano. :Pero nosotros no trabajamos en el campo de la Filosofía. -Nosotros aspiramos Únicamente a que los guías y maestros de Amé­ rica hagan una luz en 1a conciencia de ~sta,pero una luz objetiva y racional que permita a estos pueblos librarse de su sentimiento de inferioridad,ya que solamente entonces, no habrá más confusio-­ nes entre DIFERENCIAS e INSUFICIENCIAS 9 entre SUPERIORIDAD y DIS-­ PARIDAD. ' Para ello, hay que hacer comprender al pueblo hispanoame-­ ricano que existen,cie~tamente,diferencias básicas psiquicas,cultu­ rales,biológicas y gecgráficas entre la América Hispana y la Amé---­ rica $aj.o.na, ( y no insuficiencias); que son dos personalidades cul- 0 turales diferentes debido a su diferente historia y que dentro de sus diferencias , ambas poseen cualidades negativas y positivas.En-.. tone-es estará el hispanoamericano en condiciones de resolver racio-­ naJ.mente este nuevo impacto espiritual que le presenta Occidenteº Y, cuando lo haya resuelto conscientemente, cualquiera que sea la - resolución, habrá dejado de desgarrar su- alma, habrá abandonado de una vez por todas ese vivir desviviéndose, esa lucha entre ser y no ser, y con ello su más grave herencia hispanaº Esta orientaci6n es urgente y para lograrla los pensado-­ res hispanoamericanos vuelven una vez más al análisis de su ser - histo~ico.El siglo XIX, nos ha dejado la herencia magnífica de la - concie~cia de que existen diferencias entre Hispanoamérica y Esta-­ dos Uni~os. Ahora hay que encontrar los orígenes de esas diferen cias. Y para ello, pretenderé remontarme en este estudio, en el --· que busco contribuir a alcanzar la comprensi6n de las diferencias ~ntre estos dos pueblos,no solamente a la etapa inicial y básica de su formación: a la etapa de la colonización,sino penetrar en el mundo de sus dos generadores,España e Inglaterra, hasta un punto - en el que la historia haga comprensible sus diferentes ideologÍaP y lo~ resultados de su realizaci6n.Pretendiéndo con ello contribuir :r:-' 17. a la corriente de revaloración Hispanoamericana. Ya que considero que c~ando Hispanoamérica pueda poner frente a su conciencia los -· valores de ambas culturas en una justa balanza, debido a qu.e cono­ ce profundamente las causas de las diferencias que han dado lugar a esos valores, estará en posición de escoger entre borrar esas di ferencj,as, prolongarlas o auperarlas. Entonces podrá lograr una -­ acertada respuesta. Ojalá que ésta sea la mejor para ella y para - la Humanidad. PA1TE I. CAPITULO I HUMANISMO Y MODERNIDAD I. Humanismo y llodernidad 18. Aunque las diferencias que se dan entre Hispanoamérica y Norteamé.rica se encuentras básicamente en la f.orma de su coloniza ción, ésta no corresponde mas q-µe a la proyección que sobre el muñ do virgen de América realizaron dos espíritus, dos concepciones vi tales, dos formas de humanidad que_ partiendo del tronco común de= la Europa Medioeval llegaron a partir del Renacimie-nto a modelar - un espíritu tan diferente que raya en lo antagónico. Las circunstancias históricas y geográfica.s desempeñaron un importante papel para designar a los pueblos que encarnaron es­ te diferente espíritu. En este ''Capítulo presenta.remos un panorama general como antecedente a la obra colonial que nos permita obser­ var como se fueron perfilando ·éstas y _como influyeron p9co a poco en la formación de los caracteres que encarnaron en dos ae los pu~ blos más interesantes e importantes de la Historia. La leyenda y.­ el roro.anee han hecho de la Historia de estos pueblos un tema conmo vedar y subyugante. Al terminar la Edad fJedia surgió de la penum-­ bra en que estaba inmersa la genial Inglaterr.a como representante de la·Modernidad; mientras en el mediodia_mediterráneo permaneqió la legendaria y noble tradición latina personificada en España, - como representante de los valores neo-medioevales que quedan rele­ gados en el lapso que se cuenta desde el siglo XVI hasta la Revolu ción Francesa. Por la diversidad de su cultura y su civilización= España e Inglaterra iniciaron una pugna en los umbral~s del Renac,!_ miento. Pugna.que debido a su trascendencia adquirió caracteres tan importantes que en no poca medida determinaron el destino de los - dof pueblos. Así, se ha dicho que España colonizó a América con un e-spíri tu medioeval y que Inglaterra lo hizo con un espíritu moder­ no, tal afirmación es.la que nosotros ponemos en crisis. Para ver los fundamentos .de su veracidad pretep..deremos determinar en esta primera parte los caracteres del espíritu medioeval y del-espíritu moderno y las peculiaridades que tomaron en España e Inglaterra y así poner de relieve la posible disparidad de los pueblos que nos ocupan. 2. Necesidad de un Nuevo t~undo. Sobre la Escolástica se construyó todo el Mundo Medioeval, pero después de Santo Tomás de Aquino, se inició la descomposic:i.ón de esa doctrina y con ello se produjo la desintegración de la Cul­ tura Eclesiástica. La doctrina de Santo Tomás se combatió y se abandonó, volviendo a la antigua tesis agustiniana que establecía la separación entre la razón y la fé, abriendo nuevamente el abis­ mo entre ambas. Como resultado de ello, se negó la racionalidad de .Dios y del mundo, quedando el hombre como el único entre ra,cional. La razón fué descartada -como medio de llegar al conocimiento de - 19. Dios y de alcanzar las regiones celestiales, quedando ambos vela­ dos al alcance y las posibilidades humanas; por lo mismo, el hom­ bre dejó de actuar en función de el.los, los alejó de sus finalida­ des y los borró de su horizonte .• Entonces, el hombre que se quedó sin Dios y sin mundo celestial, volvió necesariamente su atención hacia el mundo terrenal, hacia su mundo circundante que era lo úni coque le quedaba. Todo su interés se enfocó hacia él, deseando -­ cónocerlo, conquistarlo y dominarlo. Esta nueva finalidad del hom­ bre se hizo cada vez mayor a medida que el trasmundo de la Divini­ dad se perdía en el pasado y se eliminaba definitivamente a Dios - del horizonte inmediato; pero al realizar esta eliminación toda la Cultura Medioeval se venía abajo: el orden social, político, eco­ nómico y cultural que se había desarrollado en torno del fin ultra terrestre y en función de la salvación del alma, se derrumbaba. EI Mundo Medioeval se descomponía, se desintegraba en todas sus par­ tes necesariamente al dejar de existir su razón de ser. (1). En estas circunstancias el hombre consideró que se necesi­ taba urgentemente la construcción de un Mundo Nuevo, de un Mundo - Moderno, de un 11Nuevo Orden social, apoyado en la creación de una nueva economía, de una nueva religión y una nueva política" (2). - Todas las fuerzas y las aspiraciones humanas se enfocaron hacia la realización de e·se ideal. El hombre europeo se dió afanosamente a la búsqueda de las bases y ].¡os elementos con que cons.truir ese MUE; do Nuevo. Habiéndose releva~o la. dimensión que conducía al cielo, se cambió por una forma de desahogo especial, por una dimensión nu! va de expansión sobre su murido terrenal. Expansión que le condujo en todas direcciones en busd 1 a de los nuevos estímulos y bases para la realización del nuevo edificio. El pasado y el mundo geográfico contemporáneo fueron invest~gados por este "nuevo hombre", por es­ te "renacentistá. 11 que soñabd con volver a nacer dentro de un nuevo orden social, cultural y religioso; que buscaba iniciar una nueva vida de acuerdo con una nueva concepción y una nueva orientación - vital. En su búsqueda llegó a las fabulosas culturas paganas del - oriente; construyó en el mundo de la imaginación las futuras y per fectas estructuras sociales de las utop-f.as y por último, buscó en_ las bases· mismas de su cultura; en las antiguas culturas griegas y latinas y en el cristianismo primitivo las bases de su renovación. De cada una de ellas se obtuvo un valioso acervo cultural; cientí­ fico y técnico para la nueva creación¡ pero sobre todo se dió al - hombre la oportunidad de contemplar ante sí una serie de realiza­ ciones y florecimientos cultural~s que se habían dado completamen- ; te fuera de los límites cronológicosj físicos y culturales de la - Cultura Cristiana y cuyas verdades y orientaciones eran completa­ mente diferentes a ella. Con estú, las verdades únicas y universa­ les de la Cultura Medioeval, empezaron a ponerse en tela de juicio, puesto que existían además de éstas una serie de verdades, cada - cultura tenía la suya propia y todas eran diferentes. Lo único que aparecía como universal y permanente en ellas era esa fuente de - creación que es el hombre. El hombre no era esa criatura de maldad y Qorrupción, según lo habían catalogado algunos pensadores de la (1) L. Zea."La Conciencia del Hombre en la Filosofía".p. 277. (2) L. Zea."América en la Conciencia Europea".p.87. ) 20. Cultura Medie-y~l (~amo San ~9ustín), sino po~ el contr~rio, era un ente de creacion, ue redencion y de bondad. Se revaloro todo lo hu­ mano, iniciándose así, un nuevo sentido humanista de la vida que - devolvía al hombre la alegría de existir en este mundo. 3. La Burguesía, realizadora del Mundo Moderno. Hemos visto como, por otra parte, el conocimiento de nuevas culturas había dado va].iosas contribuciones ci.entíficas, técnicas y culturales con las. que se estimularon las transformaciones que la - razón estaba efectuando en esos terrenos. La razón había substituido a Dios en el horizonte humano e inundaba y orientaba su actuar en - todos los campos, convirtiéndose en el instrumento de dominio de la naturaleza y en la base dé una nueva concepción secular de la vida. La secularización a su vez, permitió y estimuló la ex~stencia de una nueva ciencia, de una metafísica y de una cosmología renovada,~ y so­ bre todo dió lugar a la creación de una nueva cultura laica que ba­ rrió las ya decadentes e inseguras concepciones eclesiásticas, crean do un nuevo mundo político, económico y social. Y como realizador -­ de estas transformaciones, apareció un nuevo elemento social listo para realizarlas: el burgués. El burgués era el típico hombre al que ya no le importaban ni Dios, ni el Mundo Celestial y aunque no había encontrado acomodo dentro de la estratificada sociedad medioeval ni entre la aristocracia, ni entre los plebeyos, su influencia y fuer­ za de orientación, habían empezado a crecer .más y más a partir del siglo XIV, dentro de esos conglomerados que bajo el nombré de. ciudad empezaron a convertirse en el centro de las actividades hµmanas. Esa activ~ clase que se desparramaba por toda ·Europa, ga­ nándo_s-e la vida en ocupaciones muy diferentes de las tradicionales: ágr'i·cul tura, milicia y clerecía, había aspirado y luchado desde - hacía mucho tiempo por la creación de una nueva organización social, en donde los derechos le fueran otorgados al hombre no por los pri­ vilegios de su nacimiento, sino por sus capacidades; en donde no tg vieran ya validez, ni los títulos de nobleza, ni las distinciones-· de rango, aspirando a que en este nuevo mundo que pretendía crear, se reivindicase "el derecho del individuo a labrar su propio desti­ no, sin miramientos para ninguna autoridad externa que pretendiera limitar sus p.osibilidades 11 (3) º El burgués se convirtió en el más activo agente creador - del Mundo Moderno. Sin embargo la creación de este mundo no era co­ sa fácil. Ni la iglesia ni los señores feudales estaban dispuestos a admitir la transformación que se pretendía y que derogaba sus - privilegios. Por ello obstaculizaron todo el cambio. Para el bur­ gués resultaba muy difícil encontrar un sitio entre ellos y esto - le obligó a desplazar toda su actividad hacia el campo económico - que se le ofrecía, como el único sector en el que podia ser dueño y señor ya que en él no tenían validez ni los títulos de nobleza, ni las distinciones de rango. El sector económico se le presentó como un campo infinitamente abierto a sus aspiraciones y posibili­ dade.s, como la fuente de su riqueza y de su progreso. Y así nada - (3) .Harold J. Laski. "El Libe.ralismo Europeo". p. 6. J 21. tiene de extraño que el mundo que construyó haya tenido como base, funda~ento y característica principal el predominio del factor eco nómico. Factor en fu,l1ción del cual, puso en servicio todas las ac= tividadés humanas. ' Para la realización de su Nuevo 1i:undo, lo primero que hi­ zo fué transformar la base económica de la sociedad substituyendo la vieja organización social agrícola, local, autosuficlente, por una riueva forma industrial y comercial organizada sobre bases de interdependencia internacional. Consecuentemente, como e·sta nueva forma económica requería una nueva organización de relaciones po­ lí tic·as nacionales e internacionales. Por una parte, substituyó - las antiguas formas de relaciones gremiales de los feudos por las relaciones direc-tas de J.os ciudadanos individuales con los gobier­ nos soberanos, que basaban su soberanía en los ciudadanos mismos. De modo que la antigua constitución aristócrata basada en el naci­ miento, cedió su lugar a la constitución burguesa basada ~n la pr2 piedad. Por otra parte, habiendo. pasado la economía de la suficien cia local al camp·o de la interdependencia nacional e i.p.ternacional' se requería la organización de poderosos estados na~-ioriales sobre los que se basara la estabilidad económica. Cobraron entonces tuer­ za aquellos estados soberanos ori~inados cuando el "co,l.ap~,o de la medioeval República Cristiana hahia dividido a Europa en.un mosai­ co de diferentes Estados soberanos, cada uno con sus prQb-le¡¡;Las es­ peciales ·a resolver y su experiencia única a ofrecer". (4). ·Pues si bien el armazón·político de la Europa Leedieval organizado sobre la monarquía universal y apoyado por una iglesia universal, aunque había correspondiQo a las aspiraciones de Europa durante. varios si­ glos, no se ajustó nunca completamente a sus necesidades, n:i, fué un órgano de gobierno efectivo; las pretensiones del pontifica~o ha­ bían chocado frecuentemente con los intereses de los príncipes, los cuales en este,:c1omento 'de crisis, se unieron a los intereses de la burguesía, fomentaron sus ideales y conservaron sus tradiciones co­ munes proporcionándole así una comunidad territorial y espiritual y haciéndo crecer el amor a la patria. De este oodo, cuan~o la Igle­ sia decayó más, aumentó el nacionalismo y el patriotismo, sentimien tos que alcanzaron un gran desarrollo a partir del s¡glo XIV, - Inglaterra priI)'.l.ero y los reinos de la península lbér¡ca - después, seguidos por Francia, fueror+ los primeros en enµiarcar den­ tro de sus monarquías absolutistas, este poderoso sentimiento de na cionalidad. La Burguesía rompió así, el estático orden y ~undo me­ dioevales y se encaminó hacia las realizaciones de la. Modern_idad. Eetas transformaciones que se realizaron en toda Europa durante la Al ta Edad Mec.ia, se h~bían dado primero en ~as pr9gres~tas _ __2_!_~~~~ des del. norte de It.aJ.1a,, __ en las cuales parec16 desarrollarse una es­ .p~de·---ra.boraF6rio experimental de la t,í;odernidad. (5). Milán, Ve­ ~ª'-...L..E..loren.9_i-ª. orientada.s por el espíritu de Humanismo· y el Re=­ nacimiento habían desarrollado una activa clase burguesa que por - medio del desarrollo industrial y co-mercial había transf.ormado sus instituciones de manera que fuesen ajustables al nu~vo tipo de vi­ da, con lo cual señalaron una orientación a la mode.rn.idad, especial (4) .H. J. Laski "El Liberalismo Europeo"p, 4 (5) A. J. Toynbee. A Study of History. P. 234 Compendio i 22 .• rr,ente al iniciar la gran expansión ultramarina que ·sería uria o.e las características pr.incipaDrs··-de-l-·:IvJ..ttncro---1c:odeJ:m:;-de Occ:Ldente, Impulsa d·os por el gran sentimiento de expansión característico del hombre - moderno, y fortalecidos con los progresos de su 6ra.n industrializa­ ción textil y siderúrgica se lanzaron los burgueses i talfanos de -. estas ciudades al descubrimiento de nuevos mundos y nuevos mercados en la India y en el Oriente, convirtiéndo al l'iediterránea, que era su base de operaciones, en el centro de toda la actividad ·marítima, comercial, y cultural del mundo. E~ 1,~editerráneo se constttuy6 así en el eje de todas las r~laciones humanas. Pero el sueño . d·e · predo­ minio .italiano fué muy breve. Pronto nuevos acontecimient~)S désva..: necieron sus esperanzas J acabaron eón su futuro., Pues si bien las pequeñas naves italianas habían abierto una brecha en el mundo de Oriente, lo c~.~r-to ·es que en él, el poderoso Impe,;io ~9l~mico qu~ ocupab~, una ~i t1;1aci6n privile~iad~ 1 no solameñt.e ~b"'.Iá. i1ñpe'd~9,o la expansion cristiana y la penetrac1.on ·ae sus comerc¡antes hac.ia los mercados c.irectos del Orient·e, sino que había constreñid9· y bloquea do a los pueblos .fronterizos de la cristiandad Portugal, }}sp~ña ·e - Italia, pqr medio de su permanente o~upación, Estos puebl·as fronte­ riz.os enfrasqados en. su lucha c,ontra el Islam,-.· llab:f.an retrasádó su contribución a la creaci6n de las directrices de la Cultura. Oc:ciden tal y ·descollado aparentemente muy poco dentro de s.u pa.norama, - Pero al iniciarse la decadencia del J·kundo Mahometano se - inició co·ncomi tantemerite la expansion del predomini'Ó europeo• ·Espa­ ña y PoI,'tugal expulsaron a los moros de sus territorios .1 ·Portugal_-:­ en el siglo XII y .·España en el siglo XIV, la cual los. redujó--al -pe­ queño reino cíe··Grª.nadfi;·· -Portugal, aa.enr~s ;· como med1o para asegurar .. la integridad de __ . sus territorios se lanzó en 141'5 a la conquista de Ceuta, la. posición mahometana en i\.frica que había s:ervido de puerta de éntrada a Europa, Con elló se abrieron definí tivaroente las puer­ tas a la expansión europea y los pueblos atlántic·os· .liberados .de su necesidad básica guerrera, tuvieron la posibilidad de lanzarse a - nuevas empresas civiles y económicas ·y a la gran aventura marítima a que ~u posición geográfica les 'invitaba constantemente. De ah! - en·adelante, "los marinos portugueses convertidos en los pilotos de Europa", (6) llevaron por toda la costa africana, hasta la India y ""'. el Oriente las noticias de su civilización. En J486 dieron la vuel- ta al __ cab,o ____ p.e Buena ~speranzª·--Y- .e.n. __ 1~97 Vasco deliam"1:·-1trgr6· ··la·~ci-r- cilliiiá.:.ve,g.~ción ·-a-e-··~f~,:í.Q}f.~;fJiegó a 1a···~ndJ.i,"''·."·· . · .. -.... --·· . , --~ - -- ··.-~.·'""''~• .... : . .,r-~~: , ..• ,.,.,.,.,.., .... ~.,,:,,, ...... Portugal dot6 así a Europa de vastísimos y nuevos horizon­ tes, y Espaiia siguiendo sus pasos descubrió en 1492· el Nuevo.Mundo1 cuya presencia maravillosa marcó defini ti Vqmerite un rumbó dt:f'erente en la Historia de la Cultura r~:oderna Occidental, El ·breve sueño de predominio 1. taliano naufragaba en el Mu'ndo lV.iedi terráneo 'que d;ej aba de ser el centro de la Cultura y de la vida Occidental, la cual - transfería su escenario al :Mundo Oceánico del AtlAntico y con ello nuevos países España, :Prancia, Inglaterra, Fort-q.gal y HQla.r.tda, ini­ ciaban su lucha por el predominio de un mundo de inf.ini tas ·posibi­ lidades . ..,._.., __ _ (6). H. S. Lucas, Historia de la Civilización. Cap. XXXIII, P• ·557, CAPITlJLO II 4. tla;rginidad dentro de Occidente. El arri,bo de los pueblos europeos occide.ntales a la Moderni. dad, constituyó uno de los episodio·s más interesante~ de la Historia Su lucha por el predóminio fué uno de los factores que ·más impulsa­ ron el rápido ·? formidable crecimiento de la i:·oa:erniclad, ya que to-· dos trataron de alcanzar y realizar lo mejor. y más pront.o po.sible '""'. los caracteres que les colocaran en una posición: de predominio sobre ).as demás naciones. En esta competencia que sirvi·6 de marav_illoqo - estímulo para la superación de unos y otros, los pueblos europeos - realizaron grandes adelantos y magníficas obras: unos ~lca.nzaron - gran pr·ogreso científico y técnico; otros desplegaron en lt:ié- artes una elevación que casi rayó en lo s_ublime; algunos más realizaron - una gran evolución e.n· el campo político, econócico y soc:i:,al y otros alc.anzaron un maravilloso conocimiento y desarro].lo sob.re el arte - q;e ::l_él nayegación, des.cubriendo nuevas 'rutas y fabulosos continentes. En el campo del pensamiento religioso, todos trataron de E;1.lcanzar un grado mayor de perfección. · A pesa:r de que estos pueblos poseían bases .esp-ir_i tuales y culturales comunes y tendían a directrices similare·s; cad.~ uno de ellos iniprimi6 un peculiar caracter a su desarrollo; los granp.es - movimientos polí tices, sociales, religiosos y económicos qu.e :...;e ex..­ tendieron por toda Europa como el Renacimiento, el .Naciona.lísino, la Ref'orma y la revolución Social, fueron asimilados y ad.op·t~cios po.r - cada uno de ellos cie manera dif e·rente de acuerdo con sus n~.cesida-. des particulares. Pa.rticularidades que se. determinaron. pór. sus ·a:i­ f erentes historias medievales y que dieron lugar a que _al: presen­ tarse el paso del Medioevo a la Modernidad y del Catolictsmo al - Protestantismo, unos publos se adhirie~en a una posición,y otros a otra con .lo qti.e Europa pareció fragmentarse en das pos·iciones que si.n .. embargo, buscaban en el fondo la misma realización. Ya hemos observado como España había a.escollado poco apa­ rentemente hasta mediados d.el siglo XIV en su aportaci6ndirflcta a la formación de las directrices culturales de Occidente: no se ha­ bía significado por la aportación de grandes pensadores medievales; no había .realizado grandes a.escubrimientos científicos y adelantos económicos, su ar-te no había alcanzado el vigoroso ren,.acinii.et.\.to y fuerza expresiva que presentaban, por. ejemplo, el arte. flamenco y alemán; (7) y tampoco había.realizado una progresista évo'lución so­ c~al como la logra~a.~n la pequ~na isla Inglesa. "Este se debía ~s~a cialmente a su posicion geográfica que la coloc~ba como uno de .los pueblos marginales· de la Cultura Occidental y específicamente como la zon~ fronteri.za con el Imperio Islámico. Pos~ción que cond.icion6 todo el desarrollo de su Historia Medieval. · El Islam constituyó desde el siglo VII el imperio y po~er mil.i tar más poderoso del mundo,, cuya integración estatal y re·ligio­ sa le dotó de un gran sentido y fuerza expansiva que le condujo a - ·(7) Aunque el Arte Catalán fué ·muy importante. 24. la ocupación de extensos territorios en Asia y Africa y le indujo, ya a mediac.os de ese mismo siglo, ál intento de penetración en - Europa. Con este propósito l~s· hordas m.us·u1manas atacaron Cons ta,g tinopla desde el año d.e 669 hasta 1517, en que finalmente desis­ tieron de usarla como puerta de entrada. al continente crist.iano. Siri embargo se puede marcar el año de 669, D.G. como la fec;b.aini cial del período de continuo ataque y presión sobre lq.s posicio-­ nes y fronteras europe'as que el Islam realizó durante mas de mil años, milenio en el cual constituyó una constante amenaza que ter­ minó ·hasta que empezó su decadencia., patentizac.a en el fracaso del segundo .intento de sitiar a Viena efectuado en 1683. Sin embargo, en este largo período, el Islam logró ocupar una parte de Italia del Sur, las islas Baleares, Sicilia y Cerdeña y la Península. Ibé­ rica en donde prolongó su ocupación por ocho siglos. En esta por­ ción, España estaba destinada a representar el "baluarte defensivo de la Cristiandad", la barrera que impidió la penetración de las - fuerzas islámicas a Europa, barrera sin la cual, es probable que - ésta se hubiera convertido en una parte del !mperio Islámico, en - una prolongación mahometana, "que los países eslavos que todavía eran paganos hubiesen abrazado el Coran y que el destino de la Cris ·tiandad, tal vez, hubiera quedado sellado para siempre.!' (8). rtas - ..,. por el contrario, la presencia de España permitió solamente el paso de las benéficas influencias científicas y culturales de los árabes a Europa, influencias que incrementaron grandemente,~l desar.follo - de 1a Cultura .Occidental; y mantuvo sobre todo a estas influencias a una favorable distancia de tal modo que sin absorber el espíritu europeo, s! constituyeron un magnífico reto que no cesó d·e estimular a la Cristianaad a corregirse, a arrepentirse Y. a emprender refor­ mas sobre todo en el campo espiritual. Por ejemplo cada año había muchas conversiones de cristianos al mahometanismo los que conside­ raban que el Islam era una forma de vida m.as digna que.el Cristia­ nis.ma, así como este se les presentaba de corrompio.o.(9). De esta manera durante él largo pe.ríodo en que el Occidente estuvo bajo el perpetuo reto físico y espiritual del Islam, éste se nconvirtió en el gran acusador de Occidente". (10). Re.to gue se dió direi:tamente sobre ·España "'l.,·gue la llevó~ realizar la f5E-ª!1 SÜperacion espiri­ $ ;z,material gue la convirtio ~ los siglos Il "l. XVI, !U! la,~­ cion mas poderos.a'de la Cristiandad. Sin embar;;ro, esta situacion - imprimió grandes consecuencias sobre la cultura española. Desde el año de 711 en que se efectuó la invación musulmana a España, la - historia de este paÍ$ consistió básicamente en la tarea de subsis­ tir y de luchar frente al Islaril.. Situación que modificó y matizó - el .desarrollo de su Cultura y su Civilización pues por una pe.rte la necesidad béliqa apartó a el pueblo hispano del curso de las direc­ trices generales que los demás pueblos europeos siguieron en su na­ tural desarrollo, y por otra, no representando simplemente la lucha. entre España y el Islam una simple pugna material, militar y física, sino constituyendo básicamente una pugna es_piri tual entre dos cul t~ ras, dos religiones 1 produjo una_ infiltración de los caractere·s is­ ·1ámicos sobre los habi tos y costumbres occidentales españolas, que (8) Lucas, Cp. Cit., Cap. XX, pº 323. (<:1) Toynbee. rv:éxico y el Occidente p. 35. (10) Toynbeeº léxico y el Occidente p. 35 l)r e;.;>. modificaron profundamente su desarrollo y peerenemente su esencia. Así, se de<'."!arrolló en Espari.a una pecul i.ar forma de vida cuyo carác­ ter principal fué una gran exaltación bélico-religiosa. Exaltación a la que se subordinaron todos los den.as aspectos vitales de la so­ ciedad española; debido al necesario fortalecimiento del C:UE?rpo bé­ lico y religioso a que se vió sometida la sociec.ad hispánica, se - descuidó en ella el desarrollo y evolución de las- débiles institu­ ciones feudales y el consecuerite desarrollo de las clases sociales y la poderosa monarquía, ·con lo cual se rompió el equilibrio entre ellas y se desviaron, por consiguiente, las bases normales de la - evolución hacia la Modernidad. · 5.- i.tl F~udalismo en España •. Ya hemos visto, como los grandes .Estados Naciona+es moder­ nos fueron creciendo a medida que las fuerzas. monárquicas y burgue­ sas realizaron la descomposición de los poderes feudales·, y cómo a su vez, estos constituyeron. la crisálida, la matriz en la ·cual. se __ fu,erón formando la 'burguesía y' la monarquía hasta que integraron - fuerzas capaces de derrumbar y substituir sµ poder. Ortega y" G&sset, agrega 'a esta función vital del feudalismo, otra tarea quizá aún - más importante: la misión de _crear en su seno, una élite, una se1ec ta minoría creadora que constituyera en la hora definitiva de la -­ 'formación de las n~cionalidadeÉ)- la poderosa y eficiente fuerza ··­ orientadora sobre la que se apoyasen tanto las re-alizac'iones de la monarquía con:o la superación de las nuevas clases sociales. Estas importantes .funciones del feuda.lismo no se realizaron en España, de modo que tal pareciera que en la historia de estE,:i puebl-o peninsular, el destino se hubiese empeñado en hacerie una rr,ala jugad.a, pues el feudalismo por infortunada y dramátic_a coincidencia fué un organis·­ mo, inicialmente débil en ella, debilidad que no ::p1;.c.o subsanarse du­ rante la Edad J:(edia debido. al impacto de la invasión _musulmana. El feudalismo fué una inv.ención g~rmánica., que se implantó. en Europa - cuando los pueblos germanos 1a.· conquistaron y se .establecieron :en - ella; pero la rama germánica visigoda que conquistó a Espap.a, E?ra - una raro.a·: decadente; un pueblo que había perdido la vitalidad y la energía en su convivencia con el Imperio Romano en su hora más co­ rrupta.; 11 era un p-µeblo alcoholizado de romanismo i;, debido a lo- cual no pudo crear grandes estados y personalidades feudales en España - que dieran fuerza a las relaciones sociales y a la unida4 del país (1-1). De esta manera, el raquítico organismo feudal no pudo dobre­ ponerse a la fuerza de la invasi6n árabe, ni de.sa.r;:rollar poderosas instituciones quedando su fuerza ta:q. relegada qµe casi se podría - deci~ cue el feudalismo como institución no existi6 en la Edad ~e­ dia Hispana. La sociedad hisp!nica careció de la fuerza ar.::.algam.ado­ ra de las relaciones entre arr.os y siervos; de la tonificante e i!D.­ portantísima relación. privada entre les señores .feudales, como fuer za reguladora y elemento de equ,ilibrío en la organización social. - Debido a ello, el poder eclesiásticc alcanzó un des:a:edido crecimien to; la amalgamación nacional tomó una curiosa forl!l.a y la Institu,- - ción f:ilonárquica presentó un peculiar desarrollo. • 6 .- Déf-ici t Teológico y I~xceso Religioso. Ya herr.os visto come debido a la lucha militar y espiritual (11) Ortet;·a. y Gasset. España Invertebrada. p. ¡oo. 1 26. sostenida con el Islam, el pueblo espanol fué forjanco una existen­ cia con una orientación predominante bélico-religiosa, es decir he­ roíca (12). Una exi~tencia orientada hacia un mundo trascendente en la que se actuaba en función de una creen.cía ultraterrena, de un - más allá mágico que se alcanzaba mediante el mito y el milagro. Es­ to condujo al hispano a convertir a la religión en el valor total y predominante de su Cultura, impregnando con ella su existencia de - tal manera que aún en la actualidad tten ningún país católiqo despla za la religión mayor volumen social que en España y.en las naciones que hablan su lengua", en ellas, "la creencia religiosa nunca ha si do substituida por nada que le sea Equiparable en penetración y fuer za (13). A pesar de que la ·religión ocupó un papel. tan importante - en la sociedad hispana,. el tipo de creencia bélica existente ( que - se centró en el culto de Santiago Apóstol), no proporcionó grandes experiejlcias religiosas, ni pensamientos teológicos profundos. En cambio fué fecundo en guerras santas,. en liturgia, en burocracia - ec1esiástica y en propaganda, y produjo una curiosa modalidad es­ pañola: el belicismo monacal que con~istió en que obispos, religio sos y eclesiásticos en general, hicieron una armonios~ aoalgama- - ción de las funciones eclesiásticas y la actividad guerrera, pues lo mismo otorgaban sacramentos que iban a combatir al moro. Datan­ do de ahí ese carácter militar que presentaron las 6rdenes monás­ ticas españolas de-los siglos posteriores. España presentó un défici_t de una doctrina religiosa pro­ funda; no tenía formas nacionales e.n que expresar su. religiosidad y como consecuencia de ello en los siglos XI y XII, adoptó las for­ mas religiosas de las órdenes francesas cluniacences y cisternences. Pero ya en el siglo XIV, como un intento de subsanar el dAficit en el as.pecto interno de su religión se fundó la orden de 1os anacore­ tas de San Jerónimo que buscaban una vida solitaria de metitación, movimiento que s.e engarzó con el gran proceso místico europeo que - ocurría en el mismo siglo. La forma de existencia orientada hacia - -¡¡n mundo trascendente, no permitió que se realizara. en España la - evolución más importante que efectuó el hombre de la l'Jod.ernidad: la separación entre l9s intereses terrenos y ultraterrenos, entre lo - natur·a1 y lo sobrenatural. Por el contrario, el españql mantuvo y -­ aumentó la confusión. Divinizó la tierra y humanizó el cielo orien­ tándose hacia una vida mística y contemplativa, olvidando las reali dades, la objetivación, la abstracción.y la desperso:p.alización, ha= ciendo con ello impósible la existencia del pensa:cüento racional. Al no existir éste, España no p1do_~ ~ pueblo creador~ técnica ~ ciencia, por medio ce las cua es. conociera~ dominara~~ ~undo~ circundante, al que solo pudo cé;ptar por la magia de §B. creencia - (14). España presento así un gran déficit inicial para su desarrollo material en el Mundo de la Modernidad. 7. ORGANIZACION SOCIAL. Españoles lloros y jud¡os. El belicismo fué la segunda gran consecuencia de la lucha hjspánica con el Islam. De el siglo XI al XIV, la vida guerrera do- ------(12) _L(l3) ~(14) Existía cla.Fo varios m~tices. Las corrientes burguesas y mer­ cantilistas de Cataluña y Aragón eran muy impo~tantes pero no se desarrollaron predominantemente, ni. cuajaron por falta de - espíritu materialista. Américo Castro. España en su Historia p. 96. A. Castro. Op. Cit. p. 13 27. minó sobre la sociedad española produciendo un estrago en el que no se perfilaba la organización ni actuación de las clases artesanas; de la burguesía, o de la vida civil con sus artes y sus industrias; por el contrario la sociedad peninsular estaba compuesta de frailes, labriegos, funcionarios, soldados y nobles. Este cuadro presentaba u.p.a marcada ausencia de trabajadores, industriales y comerciantes. Hueco que fueron llenando las clases burguesas y artesanas moras y judías y que en la época de la reconquista al producirse el cambio de la marea, es decir, .el dominio de los españoles sobre los terri­ torios moriscos, produj·o un curioso fenómeno: un gran apogeo polí­ tico de la clase guerrera de los hidalgos y sen.ores españoles y un paradójico florecimiento económico y cultural de los moros y judíos, pues si bien, el espahol se convirti6 en el amo y señor y los some~ ti6 a su mando político, él quedó prácticamente dependiente económi ca y culturalmente de ellos, ya que no pudo o no quiso aqoptar sus­ métodos productivos. r~:as no por incapacidad, sino por desden a es­ tas tareas. La Cultura Islámica era superior a la Cristiana, ya que - poseía el acervo cultural de las antiguas culturas clásicas grie~as y orienta~es; superioridad que hizo que al producierse la invasion árabe, el español no pudiera rechazar sus formas culturales superi.2, res las cuales adoptó y mezcló en sus costumbres; en cambio esa mis ma superioridad le llevó al rechazo de las actividades creadoras de aquellos, debido a una curiosa reacción psicológica: estando el hi~ pano necesariamente sometido al poé!.er musulmán y la influencia de - los judíos, los que constituían un grande y floreciente. nucleo de - población en España, debido a que admitidos en la creencia alcorami ca de. los musulmanes habían encontrado gran acomodo en sus reinos y actuaban como importantes funcionarios y colaboradores, busc6 afa­ nosamente una forma de diferenciarse de ellos. Moros y judíos desempeñaban los trabajos productivos: co­ mercio, pequeñas industrias, agricultura organizada, oficio·s mecá­ ~icos, trabajos manuales, obras ar qui tec_tónicas y de ingeniería - etc .. Tareas y faenas que el español fué asociando e identificando con sus realizadores por lo que llegó a considerarlas despr~ciables, deshonrozas e inferiores. Tareas que se negó a desempeñar, pensando que no eran dignas de él, pues a él le estaba reservado el desempe­ ño de labores superiores: la guerra, la cle.recía; es decir "activi­ dades superiores" que 1:iStaban en función de un fin ultraterrestre, que poseían un sentido trascendente, que se realizaban para servir a Dios. De este modo considerando que la diferencia de actividades no solamente establecía una distinción entre moros, judíos y espa­ ñoles, sino que colocaba a estos últimos en un plano superior. Co­ mo consecuencia de esto, fué creándose en el español un rechazo tr~ dicional para e~ trabajo mecánico y racional, lo cual hizo que en - ningún país se estigmatizara tanto el trabajo manual c9mo en España, cuya dignidad no fué reconocida legalmente sino hasta. el sigla XVIII, en la época de Carlos III (15) •. Esta curiosa posición se tradujo en una nefasta consecuencia para el desarrollo económico e industrial del país, ya que moros y jud:íos quedaron como únicos depositarios - (15) A. Castro. Op. Cit. p. 624. 28. de la industria, del comercio y de la ciencia. Así, para el siglo XV, una activa clase burguesa representada escencialmente por ju­ díos y una dinámica clase industrial y artesana 'i~tegrada por la - población morisca presentaron un gran apogeo comercial y eco~ómico que empezó a traducirse en una predominancia política especial~en­ te de los judíos. El español permaneció mientras tanto, en los sitios en que su concepción vi tal trascendente le había colocado: o bi.en en los estratos más bajos de la sociedad como un rudimentarísimo agricul­ tor y cultivador divino del suelo, o bien desplazado a la posición señorial a que su ansia de hidalguía lo había empujado. Carácter - que se acentuó en la época de la reconquista, en.que grandes núcleos de población mora y judía pasaron a una posición de subordinados - del señor español, con lo cual el hispano afirmó su errónea creen­ cia de que su puesto en la tierra era únicamente el del señor sobre siervos y esclavos. Sobre estas bases la economía española conservó un carácter feudal organizada mediante la rudimentaria producción - agrícola local y los ingresos del saqueo y el botín guerreros; mien tras las naciones .del otro lado de los Pirineos creaban una nueva= forma económica industrial y comercial, organizada bajo las bases de una interdependencia internacional que les dotaba de un próspero - florecimiento económico. 8. Aspecto político. La monarquía. No existiendo en Esparta la fuerza reguladora y la ensambla dura de los feudales, la insti~ución monárquica adquirió una impar= tancia desmesurada, primero porque sus fallas no pudieron ser com­ pensadas por otras fuentes de energía nacional, y después porque sin ellas, y ante la urgencia de organizar a la nación contra la tremen da presión del Islam, no quedaba otra alt~rnativa que "monarquía o­ caos11. Así, aunque la monarquía presentó un carácter absolutista,..;; carecía sin embargo de bases reales vigorosas ya que su fuerza y - preq.ominio no provenían del apoyo de las clases sociales poderosas y especialmente de la burguesía. La institución no se amalgamaba - con su pueblo y por medio de sólidas relaciones e intereses socia­ les, políticos y económicos establecidos a través de empresas comer ciales, · corporaciones de trabaj·o o constituciones burguesas, sino = que se unía y entrelazaba con él directamente por medio de una creer cia, formando así una unidad plebeyo-monárquico-sacerdotal. Es de- - cir, la monarquía se convirtió en el eje y centro de la creencia b½ lico-religiosa, alrededor de la cual se agrupó y unió el pueblo es­ pañol. . _La monarquía española presentó un gran autocratismo, mas - _no constituyó como en el resto de los países europeos una armazón - política, económica y sociaJ. que amalgamara los int.ereses naciona­ les, sino que fué el centro de una creenci¡,., constituyéndose esa - creencia en la base de la unidad política de España (16). Creencia que debido a la creciente influencia de los judíos, especialmente a partir del siglo XIII, encarnó en la monarquía misma otrogándole un (16) A. Castro Op. cit. vs. p. 358. 29. carácter mesiánico. El mesianismo se había injertado tempranamente en el alma hispana y le hizo pensar que el pueblo -español tenía una misión que cumplir sobre la tierra. Misión que estaba en relación - directa al servicio de Dios y que hizo que el pueblo se fuera adue­ ñando de ciertos ideales que se creía destinado a realízár. Así, en la época de la lucha contra los mahometanos se creyó el puebl·o des­ tinado a defender la cristiandad y posteriormente cuando aste mesi~ nismo encarnó en la monarquía misma, consideró que los reyes eran - los designados por Dios para conducirlo al cumplimiento de su misión. Este mesianismo monárquico lo encontramos ya perfectamente patenti­ zado en los Reyes Católicos, a los que consideró "habían sido envia­ dos por la Divinidad para instaurar la felicidad sobre la tierra, y concluir con la tiranía de los poderosos" (17). España presentaba especialmente a partir del siglo XI, un panorama caótico: por una parte los reinos moros con su gran pobla­ ción judía y sus elementos mozarabes; por otra, una serie de frag­ mentados reinos cristianos que no poseían ensambladuras reales y - fuertes de ninguna clase y cuyos enlaces sociales estaban grandemen te perturbados por la extraña ingerencia de moros y judíos. Eran -­ éstos, elementos que mal asimilados a la vida hispana actuaban como funcionarios y articuladores, intermediarios entre el poder-real y el pueblo~ función que en los demás reinos europeos correspondió a la nativa nobleza feudal perfectamente identificada con los intere­ ses espirituales y culturales de sus estados nacionales. Sin embar­ go, este caos fuá superado gra~ias al poderoso sentimiento de na­ cionalidad que se produjo en el alma hispana debido a su lucha con el Islam y que tomó vida en el genio nacionalizador de Castilla. - Esta como señala Ortega y Gasset orientada por su poderoso sentimien to de nacionalidad fué descubriendo sus históricas afinidades con -­ las demás monarquías ibéricas "a despecho de las diferencias sensi­ bles: rostro, humor, acento y apisaje" y superando su propio parti­ cularismo (18). Invitó a los demás pueblos a que colaborasen en un gigantesco programa de integración nacional, de vida común, y formu l"Ó un proyecto para un futuro de grandes empresas al servicio de -­ grandes ideales jurídicos, morales y religiosos (19). Castilla se convirtió así en el núcleo de la incvrporación ibérica alrededor de cuyo élan de creatividad se unieron las diver­ sas fuerzas políticas, espirituales y sociales del paísº Encontróse así, con la enorme tarea de unir e integrar en una sola y armoniosa forma vital todos los diversos elementos que se encontraban en su - territorio. Integración que se realizó en el período que va del si­ glo X a XV y con lo cual quedaron j_njertadas en la vida hispánica - las formas orientales islámico·judías, formando caracteres definiti vos en su Cultura. Por ejemplo, el mistisismo y la espiritualidad, el concepto integral de la vida humana, la emotividad presente en - todas las formas y actos vitales dPl actuar humano, el concepto má­ gico del Estado y la consecuente incapacidad política musulmanas y los caracteres judáicos principal.mente los religiosos, como su me­ sianismo y fanatismo, pasaron a formar parte definitiva de la vida (17) A. Castro. Op. Cit. p. 101. (18) Ortega y Gasset. Op. Cit. p. 24. (19) Ortega y Gasset. Op. Cit. p. 35. 30. hispana, El e1:;1ptr1 tu crtstia··.n.ó .pre-.. e~is~~nte !ü6 e:J.. mati.1 pi-edomi· naott;t en aquella a:t'Dl0ni0$~ a~al()~aci6~. Amalg~ac;16n que ~e .. expr!~ s6 en la rox-ma Q.e un$ sil'lg·u~ai"Í'sim11- qa~tel.l,an-idad 4u~ uonijt1.tu,16 . ..; la rornia de e.:xpresi~n nac:J.o;u~l. · · Esta, ·nuevas to;z;'ma~ e~li.1:iur~le~. castellaQQ~$$pañ0,lia.s. eQ q'liij se ;.de.ntitic.ab.an l~~ 9orriente~ C1"'i.~~ianas, mor'~S y judias, al.aan~a~ ron su iqtegraot:6n d~!ini~"l.ve. Jtn ·,¡ r·ei_nado y brlJO ~l tmpulso de¡ ,... rey A4.t:onso X, y d~sde en.to~;·ee ·_;~\le.~9n ex.vendi&nd9se por tod~ ¡~e~. ri$,$U~s~ituy~ndo 1,~ ant1,.gua~r y. d~:.t'erentes f.orme.s ¡>a~t:i.cu~~res. · Por eje:¡q.plo, la ·lep.gua c~s~e·l'.J.aQ~; '..t;µ6 '.bo~r0rndo J-~~ di~erenci~s :so-, .. ciEilts·,. ~ul.~1P"ales Y,. -~~:i;>iri tu~i,r _·qu.e, 3:epr~se.ot_aban_ .. el._ .. lflti.n, el "':.t;:: heb_te.Q. y el.. at'~pe, s~it:ndo. c'.e>mo _.l~. hermo~a lengu~ .~aci91.la.l_ q,,i~· ',;.. .. -~xpre$6 la :i.ntensa. vida ·tnt.electuStJ,· ·y .la ideolosia .. p;roptas(io) .... ::A. su vez ,Ca$t-il¡a ~ustitu,6 a la:· ª-ll:ti.g*~ melropQli musulmana de. o.ór..;. dopa qomo centro dé la: vi4a tnte.l~ét,;ta,J,. ·de~ .. país ¡ s.e cQnvi.i!ti6 a. eu vez, eq.. el eje· de la .un~-~ád ·po,l:tt·tca y 4e i, vi.da Iiaéional.· Españ$ al~aQi6 Ei.st, ,la. un~.fi~a~;i.6-n ~9liti0Bt y. espi·r.i t"qal en el sie¡lQ XV, g~acrl.f13 .. fl. µn. ·c;astellá4í~mo' pte¡,onliepar:i~e y· se pre':" par6 a rea,lizar gr.an(les .:pr.oye.c~o$· uni ye¡os~l&~< el'.ltl'e .los. ,euale.1:$ se eq;con·traba :ia ~,q,api.;1;6~ .. v¡. tr.@ar:i.na,,. ;l~ e~enpi,6fl. de +a c;cl~tian~ 0rad y· ~oste;riorni~:n.te ltr AQnq;\l_ista · y' 1a co\oµi~a.ci9n. de ·.~e·rtca~ · CAi-l1'ULO/tII 1NGI,ATEijrtA: .:j,u~~:is ·.u. ~D4D 1VlEDlA. ' . . .. ', . . .9, ¡,a ~'nsula.Jl<1:ad lp,5.lesa •. .. Inglater:i,a_ pré$entª·ba ª' s.ú v·ef, e¡ ·re.ver~o ·de· -la ~q.all¡a, En ·1~. hiqtQ~~a d.~ e·ijtos .do~ p,:i~blo.s . que ~o$ ocupan, lás ·cond..i9iQ~ nes. géog?:'áftcas :JUga¡-9n d.u;e~tl~-~ l~: ::aJdad .~,E)dia. ~ª ~arta definttiv~:, ya 411¡~ la 1.q~~l .. ~I;"ir4ad. d_e lnsraterr.~ le PJ;"9,PQrci,0.no un sal uqa'ble - aisJ.a.mient·o c¡u~ l,.a c.ol~c-~ ~n uQ.a ·ijit\l~ci_óti ·privil'eg~á4a evitánd.ot~f­ la.~ trab,e l las co:piplioaciQfies y. las c~t¡á$tJ;'o.t'~~ ·a qüe se vt.~x-on eX¡>-µ~$tos los pue,b¡oe- cótitín~ntales·· ¡y ·pr'.Qp(?fai9nándole ia oport't,l­ n,idaó., po;r lo ·taG~o, de d~saifQl;l.a.r a.nteij que_en. nine;uQo de ello, una toruia d~ ~xif3tE?né:i..a mod~;-na naci·ons.l compl~tam~l'lte dit~x-enté de la teudal existente ~n el ;-~sto -d~ lo$ :p~eblo~ eu;rope<,s... In• glaterra no neqe;;3i 1;;6 d,esvi~:t' sufJ ;f~pz$.s e.n g-q.erras extran.jeras· o en q.ef'ensas naci.onales :como tuvo:. ·que -hacerlo España •. Debido a su po$ici6n ge9gráfi.c~, la g~aii e~ál. tao·i ón ·bél:i,co-religic;>sa. p:r:odu.oida en toda la ·cristiandacl. por· el +-et·o '.-isl..btco y cwo :t>~sultado ·;t:u(:)-;­ ron las Qr~z$d~. s que por e~_e·m;pl.o, en Ee. pa.üa P.res.eiitarQn· una ·p:rolO,!! gac~6o ?ªª¼ 1,>ex-mal:len~e, ~n ¡n$lat·e:rra o·on~titw6· ~oiamente un epi~ .. eodio hietol'J.CO sin may9l;' tr~~c-end,ncia. L:i.b:re de e~ft~s trabas,· In glaterra pudo dedi,car a~i, t9da su energía·~ ¡a e.voiuci6n 9ivil,;; social, econ6~iqa.; aul. tural y pol:ttica de eu púeblo logrando u_na z. te;mp;rana consol,iciao16n de su 'Estaa.o Nacional. ' . La insularidaó.de su territorio, su pequeijez y lo de!ini­ ·~o de ~us fro~teras, cre~ron desde· los · ;i..niaioij de la vi.da. ipgleea. una.temprana ~denti!icaci6q ~spirit~al i v.na rel,e.ci.6n 4e Qómunidad soc1.a,l, política y eco:Q6mica ent:re toios- los ~:bitantes 4e la ::;tsl~; ---.;..~--- _(aO) Rafael Al tamira y Qreve4.¡.iarp,1al de, ·H;-istorta ·de Esp.aii,. :Pgs, :... . 3L¡.S .. 351. --.... -.. 31. esto provocó la. temprana existencia de un poderoso senti:m.iehto de nacionalidad, que aspiró a realizar la inte5ración total de la vi­ da inglesa en una sola forma vital de existencia cor:Jún, en función de la cual se creó una gra~ política nacionalis.ta. J:Gsta condujo a la primacía eltsch. Op. Cit. P. 116 9 lo tanto todos, inclusive la Iglesia tenían que obedecerle. La Igle sia dejó de ser la máxima autoridad temporal y espiritual y se trañs formó en un órgano más del Estado Moderno. Organo encargado de impar tir 1~ instrucción religiosa y proporcionar los sacramentos (39). - 14. Expansión del Protestantismo. Las ideas de Lutero se difundieron rápidamente por toda Eu ropa; en Suiza, Francia, Inglaterra, Escocia y Holanda, se amalgama ron con las inclinaciones preexistentes que tendían a postular la - salvación por la Fe y se agregaron ideas nuevas, dando lugar a la creación de una serie de sectas que asumieron una modalidad distin­ ta de la Luterana. Anabaptistas, calvinistas, anglicanos, zwigli­ lianos, presbiterianos, fueron entre ellas las más importantes. - "Sin embargo de tod.as las formas que asumió la Reforma protestante, el calvinismo. ha sido la más trascendental en sus objetivos y la - más profunda en su influencia" (40). Calvino propagó su doctrina - desde Ginebra, ciudad que se convirtió en la capital del Protestan tismo. Organizó sistemáticamente las ideas protestantes y l.es agre­ gó una gran fuerza moral. Otorgó una gran influencia a la predesti­ nación y dió una orientación nueva sobre la organización político­ religiosa del Estado, colocándolo como el centro de la vida religi2 sa. Lutero y Calvino organizaron así definitivamente las bases de la doctrina protestante. Doctrina cuyos ideales se indentifica­ ron con la mente del nuevo hombre al poner su esencia en íntimo con tacto con las nuevas potencias. En realidad, 11 sus ideales iban al = encuentro de los ideales del Mundo Moderno y se amalgamaban con to­ do lo nuevo" (41). Y así, todos los estados que habían venido lu­ chando por una organización secular y por su independencia nacional, se adhirieron rápidamente a él, formando lo que Paul Hazzar.d halla mado "la rebelión sajona contra la latinidad católica" (42). Sola-­ mente el anabaptismo y el calvinismo mantuvieron una preocupación - básica por la doctrina, los demas movimientos, aún el luteranismo, el zwiglilismo y el anglicanismo se significaron más como movimien­ tos predominantemente nacionalistas. Alemania, Suiza e Inglaterra los necesitaban urgentemente como medios de consolidar su naciona­ lidad. Inglaterra representó entre ellos la posición más típica. En realidad las condiciones históricas de ella le habían convertido en campo ya arado en espera de la semilla y al presentarse ésta, en la rebelión luterana, pronto germinó y dió origen a dos de los movi­ mientos mas importantes de su historia: la creación de la Iglesia Nacional Anglicana y el Puritanismo. Movimientos ambos que se rea­ lizaron sobre las bases de la Reforma Religiosa en Inglaterra. CAPITULO V. LA REFORMA. INGLESA. 15. Los Antecedentes de la Reforma Inglesa. (39)Lucas. Op. Cit. Cap. XXXIV p. 582-583. (40) Fisher.Cp. r.it. Tomo II. p. 154. (41) Troeltsch. Op. Cit. p. 116. (42) Paul Ha.zzard. "La crisis de la conciencia europea". Cap. III. 41. La Reforma Inglesa del sigio XVI, constituyó básicamente la realización de las demandas que la política económica y naciona­ liesta de Inglaterra había venido reclamando desde hacía siglos. Ya desde la Baja Edad Media; In~laterra se distinguló por sus P+Otes­ tas en contra de la corrupcion eclesiástica y la opulencia del cle­ ro; protestas en las cuales manifestó siempre un rabioso sentimien­ to antipapista y anticlerical. Esto no significaba que Inglaterra - fuese un pueblo antireligioso o anticristiano, mal podía serlo pues to que su organización y su evolución social, las había logrado - - gracias al poderoso sentimiento de democracia cristiana injertado en ese país desde su integración a la Cristiandad. El sentimiento cristiano que pugnaba por la libertad y la justicia para los pobres y la igualdad entre los hombres, había logrado la fusión de las ra­ zas normanda y sajona; la abolición de la servidumbr.e en el siglo XIV y las tempranas conquistas de la libertad personal (43). La conciencia nacionalista y el desarrollo económico cons­ tituyeron siempre un factor predominante en la vida inglesa, y mu­ chas veces, los demás sectores sociales se vieron en la necesidad de subordinar y posponer sus intereses a ellos. Entre estos intere­ ses subordinados se encontraban los intereses religiosos. Por ejem­ plo, Duns Escoto y Guillermo de Occam, dos pensadores medioevales que trabajaron activamente por la creación de una teología más pura, se distinguieron a pesar de ello "más como ingleses que como cris­ tianos" ( 44). Esto nos da una viva muestra de cómo la conciencia nacio­ nal inglesa, estuvo siempre presente en los problemas sociales, po­ líticos y religiosos de I~la.terra, especialmente en el período for mativo de su historia, y como su poderosa presencia marcó así una= específica orientación. El fuerte sentimiento de nacionalidad que existió en Inglaterra desde la época de los reyes normandos, hizo que el pueblo inglés considerase siempre al Papa y al clero como - elementos de un poder extranjero, ajeno y enemigo a sus intereses. Esto le· hizo extremadamente susceptible a cualquier intento de in­ tromisión de la autoridad papal en sus asuntos y le llevó a un con­ tinuo rechazo de los lazos financieros y le~ales que le ataban a~ aquel poder espiritual .• La política real fue un claro eco, y una - gran fomentadora de este sentimiento como lo atestiguan ya desde el siglo XIV las polémicas y lucnas de los reyes con el Papa en su i~­ tento de rechazar la intromisión romana en su política. La lucha - entre Enrique II y Thomas Becket y la actitud de Eduardo I ante la Bula Cleris Laicos, son un claro ejemplo de este problema. Durante la Guerra de los Cien Años (1336-1453), efectuada entre Francia e Inglaterra, el Papa favoreci6 a Francia y con ello la actitud antipapista en Inglaterra tomó mayor fuerza y llegó aún a la suspensión de la contribución inglesa para las arcas romanas. Wycliffe en 1366 fué la voz representativa del descontento inglés en ese momento: defendió el deseo de su pueblo de no continuar pa- (43) Trevelyan. Cp. cit. P. 195. George Macauly. Hist. Soc. de Ingl. p. 168. ( 44) L. Zea. "La conciencia del hombre •••• " Op º Cit. P. 291. 42. gando la cuota anual estipulada por Roma; atacó los tradicionales abusos del clero y el papado y negó la autoridad temporal y polí­ tica de éste, concediendo a cambio esta autoridad a los príncipes seculares, con lo cual éstos tenían el derecho de corregir a los clérigos, regular sus vidas y hasta apoderarse de sus propiedades. La fuente de toda autoridad según Wycliffe era Dios, pero éste po­ día por medio de la Gracia, delegar esa cualidad en los gobern9.n.,.. tes espirituales o temporales. Mas, si estos gobernante~ no esta­ ban en estado de Gracia, la obligación feudal de obediencia se ex­ tinguía. Negaba así rotundamente el derecho del príncipe y el Papa a gobernar si no se conducía de acuerdo "con la ley de Dios, tal - como aparece en los Evangelios y en el Derecho Canónico", con lo - cual quedaba descartada toda obediencia feudal al papado ( 45). Es­ ta actitud mar.có un antecedente en el establecimiento de las igle­ sias nacionales. En los postulados de la doctrina de Wycliffe se - encontraban todos los gérmenes de la Reforma Inglesa del siglo XVI; pero si bien estas demandas permanecieron como corrientes vivas del sentimiento y pensamiento ingleses, necesitaron transcurrir dos si­ glos para que las condiciones sociales, económicas y políticas del país maduraran el fruto de la Reforma. La economía jugó también un importante y decisivo papel en esta polémica. La economía fué siempre un interés supremo de los in gleses. Ya hemos visto como uno de los motivos básicos que impulsa= ron la protesta de Wycliffe fué el descontento que el pueblo sentía ante el pago de las cuotas anuales a Roma, pues consideraba que es­ ta sangría iba en contra de sus intereses nacionales. Los impuestos eclesiásticos fueron considerados siempre una gravosa carga, espe­ cialmente para la burguesía, la dinámica y creciente clase, que em­ pezó desde temprana hora a convertirse _en la directora de los desti nos de la Isla. El inglés de la clase media fué un celoso guardián de su economía particular y nacional. Sus constantes inversiones y los gastos de su vida cotidiana, la cual era muy superior en refi­ namiento y comodidades a la alcanzada aún por clases superiores del resto de Europa, le hacían cuidar y estimar escrupulosamente sus - rentas, y ver con constante disgusto su disminución en impuestos - eclesiásticos que no le servian para nada. Al iniciarse el período Tudor, la consolidación definitiva de la burguesía marcó el nuevo ritmo económico a seguir, y en ese ritmo la iglesia se presentaba como un gran estorbo. Además de ab­ sorber fabulosos ingresos, sus normas éticas impedían y retrasaban la producción, su "propiedad no solamente tenía una sombra de sumi­ sión extranjera, sino que era inaprovechable para la completa ex­ plotación por los nuevos métodos", su caridad, misma, era conside­ rada por el nuevo espíritu, que basaba su dinámica en el trabajo y la actividad como un elemento que retrasaba el progreso pues esti­ mulaba la vagancia y restaba elementos de producción. En suma, era "antitética al nuevo espíritu en una época en que los hombres esta­ ban aturdidos por la idea de riqueza y de oportunidades nuevas y - desgraciadamente, la corrupción de la Iglesia justificaba esa codi­ cia (46)o (45) H. Lucas Op. Cit. ps. 509 y 508. (46) Laski. Op. cit. p. 45. I 16º Creación de la Iglesia Anglicanaº Enrique VII.había iniciado el destino oceánico de Inglate­ rra dando las bases para el desarrollo del comercio marítimo, de las rutas y posiciones coloniales de Inglaterraº Enrique VIII se encon­ tr6 al subir al trono con la apremiante necesidad de crear una arm~ da nacional~ que satisfaciera las urgentes necesidades del desarro­ llo industrial y comercial de la Isla y las reclamaciones de lapo­ lítica internacional. En este campo era indispensable la creación - de la armada militarº Esto naturalmente exigí~ grandes gastos que significaban gravosos impuestos al pueblo, impuestos que este no - quería pagar, presentándose así un grave problema financieroº Por otra parte, el momento económico del reinado de Enrique VIII, se - agravó debido a la creciente transformación industrial que se ope.­ raba y a la consecuente descomposición de la sociedad y economía r~ ralesº Los acotamientos privaron a los labradores y pequeños propi~ tarios de sus medios de subsistencia, los cuales empezaron a vagar por las ciudades constituyendo una pesada carga para la asistencia y seguridad sociales. Grandes problemas económicos nacionales requ~ rían una urgente soluciónº Se necesitaba la rápida concurrencia de capitales que diesen vida a nuevas empresas y formas vitales. Ante esta situación surgió el famoso panfleto de Simon Fisch, "La supl1_ caci6n de los Mendigos" como encarnación del sentimiento popular, que veía una magnífica esperanza a la resolución de sus problemas y de sus apremiantes necesidades económicas en la repartición de las codiciadas propiedades clericales y monásticas, para lo cual el pue blo inglés peiía a través de la Suplicación, la rápida y efectiva - acción realº ira natural que en momentos tan críticos, el pueblo eg tero volviera los ojos-hacia las propiedades monásticas y clerica­ lesi que en un país tan pequeño como Inglaterra adquirían aún pro­ porciones- mayores. La política internacional del papado hizo más aguda la si­ tuación. El papa se había convertido únicamente en la sombra del - más poderoso de los reyes del momento: el rey de España cuyo poder se agigantaba a cada momento amenazando la independencia de la Isla. El papado había puesto un coto a las ambiciones coloniales de Ingl~ terra en América al conceder las mejores tierras a los dos reinos - de la península ibérica; España y Portugal. Debido a esta circunt9.E: cia, el sentimiento nacionalista inglés alcanzó una gran exaltación y una gran intensidad. Con ese clima reinante en Inglaterra, surgió en Alemania la Reforma Luterana en 1517, que establecía definitiva­ mente entre sus postulados el derecho de los príncipes a gobernar - la religión de sus súbditos, dándoles la oportunidad de realizar la consolidación definitiva de sus estados nacionales (47). Enrique - VIII fué un magnífico valorador de este momento y estuvo pronto a realizar la soñada aspiración in9lesa de dar de una vez por todas al traste con la odiada supremacia de Roma. El divorcio entre Cata­ lina de Aragón y Enrique VIIlfué el pretexto tradicional de los ro­ mánticos de la historiaº Lo cierto es que un Parlamento compuesto de ambiciosos caballeros y terratenientes, obedeciéndo a las nece­ sidades políticas y económicas del país y actuando bajo influencia (47) Laski. Qp'. cit. parte I p .. 32. real, empezó desde el ario de 1529 a. aproba¡- una serie de leyes que restringían las prácticas religiosas de la Iglesia. En 1533, este mismo Parlamento concedió el divorcio real negado por el Papa, y - finalmente en 1534 aprobó el Acta de Supre:i1acía que "establecía que el rey de Inglaterra es la cabeza suprema de la iglesia en ese país " ( 48) • Una vez r~alizada la abolición de la ju.risd.icción papal, - se procedió a aplicar la política de consolidación. En primer térmi no, se desagravó al pueble de la. masa de tributos eclesiásticos; -­ después se procedió a efectUa..z, la cpnfisc.ación y la repartic:i.ón de los bie:r;ies de la Iglesia con lo que se dió oportunidad de enriquecer se grandemente a la nobleza y a la alta clase media, dotando además­ al Estado de un fondo nacion·a~ al que recurrió en su grave cr.Lsis - económica como manera de alivip y sin ca.rgar al pueblo de gravosos y molestos impuestos. Quedaba sol.amente el problema de consolidar la Iglesia Nacional. El pueblo inglés no era un pueblo eminentemente teológico ni profundamente m!stico, y aunque luchó siempre por alcanzar un - cristianismo más püro·, más espiritual que el que le ofrecía. la cu­ ria romana, nunca presentó el fanatismo y la exageración que en ese aspecto desarrollaron muchos de los pueblos continentales europeos, El protestantismo no prendió en él como en Alemania, Holanda o Sui­ za. "En las casas solariegas o en las granjas de Inglaterra, desper taban poco ·interés las controvers.ias doctrinales sobre la predesti= nación o la justificación por la Fe que desgarraban el continente" (49). El rey, no era tampoco un decidido protestante, pero una vez más, los intereses seculares: políticns y económicos se antepusie­ ron tanto en el rey como ·en el pueblo a sus convicciones religiosas~ Bajo los mandatos de esta orientación, Enrique VIII se empeñó en - crear y mantener una nueva Igl·esia: la Iglesia Anglicana. Esta se - organizó como una iglesia nacional independiente de que presentaba una posición media entre el catolicismo y el protestantismo, posi­ ci6n que se antoja como el claro reflejo de la tibieza religiosa de su pueblo. Durante el reinado de Enrique VIII, la Iglesia quedó bajo el poder del Estado y sus ministros fueron nombrados por el rey. - Fu.é hasta la época de Isabel Tudor en que tomó su organización de­ finitiva. La implantación de una nueva iglesia h~bía traído muchas y beneficiosas consecuencias, y dado solución a muchos problemas - políticos y económicos, pero su existencia no pudo borrar tan fácil mente las diferencias religiosas de los ingleses más espirituales. Diferencias que se complicaron con la presencia de los adictos a la nueva Fe. Presentaronse así, tres grupos religiosos: los católicos que deseaban vol ver al seno de la Igle.sia romana; los protestantes, que bajo la influencia ideológica de la Universidad de Cambridge,­ querían la implantación de un extricto protestantismo; y los angli­ canos que se e:cipeñaban con su rey e:r.. mantsner una pcsición :media - que obligaba a quemar a los luteranos por herejes y a colgar a los católicos por traidores. (48) Lucas. Op. cit. Cap. XXXIV F. 58~. (49) Fisher. Op. cit. Cap. IX tomo II p. lJ.3. .45. En este caos religioso, existió, sin embargo, un elemento que fué el qµe dió posteriormente lugar a la futura unificaci6n re­ ligiosa y nacional: la Biblia. Esta, colocada como suprema autori­ dad teológica en todas las iglesias y difundida por orden real en­ tre todo el pueblo a través de la traducciÓ:"! inglesa de Tyndale, se convirti6 en la base de la verdadera consolidación religiosa. CAPITULO VI LA REFORMA EN ESPA.i.~A. 17. 'Evangelismq y Catolicismo. En España la Reforma religiosa tomó.un cariz diferente del que tomó en los pueblos que se adirieron al Protestantismo. Mas en ella como en aquellos~ se trataba de un intento de ren;ovación espi­ ritual que ponía un énfasis sobre la doctrina de la salvación por la Fe¡ buscando una Reforma de la Iglesia y un retorno a la palabra evangelica. El Cardenal de Cisneros, distinguido humanli.sta fortale­ cido con la autoridad real y los poderes que tenía de Roma, fué pro píamente el iniciador y promotor de la Reforma en España. - La Reforma significaba en este país una dura tarea, debido a que el pueblo español mostraba especiales peculiaridades religio­ sas y culturales, como consecuencia de la presencia de elementos - moros y judíos en su hi'storia. Sin embargo, el Cardenal Cisneros - abordó inteligentemente el problema. Lo primero que hizo, fué intr.9. ducir el movimiento renacentista y reformista- en las Universidades, las que se. convirtieron en el centro irradiador de la nueva orienta ción en todos los ámbitos culturales y sociales del pueblo hispano":" El estudio de las doctrinas nominalistas y de la Biblia se introdu­ jo en ellas. La Universidad de Alcalá q través de su Facultad de - Teología realizó un intenso estudio de las doctrinas de Escoto y - Occam, e hizo una nueva interpretación de la Biblia por medio del estudio de las lenguas siriacas, griegas, árabes y hebreas, como lo marcaba la orden general del Concilio de Viena, produciéndo ese gran monumento del biblismo español que es la Biblia Poliglota. Así, como .foco orientador del movimiento reformista en España, Alcalá, volvió por encima de los siglos de Escolástica, a la tradición de los pa­ dres de la Iglesia (50). Después, trató Cisneros de reformar al clero. En este as­ pecto el clero español no presentaba diferencias respecto a Europa. La aristocracia dioclesiana y el clero secular presentaban una gran corrupción y, como en el resto del Continente, no se significaban - por su calidad moral e intelectual, y habían renegado propiamente de su ministerio espiritual. Cisneros intentó reformarlo ayudado por - un selecto grupo de teólogos y religiosos, pero los intereses esta­ blecidos y la corrupción y degeneración ~eneral que provenía de las más altas autoridades eclesiásticas, hacJ,.an esta reforma lenta y di­ fícil. Las órdenes monásticas fueron más dóciles a este propósito, (50) Marcel Batillon "Erasmo en España" Tomo I p. 22. 46. especialmente las mendicantes entre las que destacaron las de los domínicos~ jerónimos y franciscanos'; los benedictinos sufrieron - también grandes e importe~tes reformas aunque no eran mendicantes. La reforma de los conventuales de estas órdenes presentó varias - dificultades debido a que éstos estaban acostumbrados a vivir de las rentas de sus propiedades, de las cuales resultó difícil pri­ varlos. Pe.r.o por otra parte, el espíritu evangélico con que se ha­ bían fundado y mantenido el funcionamiento de estas órdenes~ hizo posible en ellas la existencia de una selecta minoría mística apa­ sionada por la espiritualidad, cuyos ínter.eses f-ueron directamente al encuentro de las aspiraciones de la Reforma .• De esa manera el - Cardenal de Cisneros encontró en ellas un campo en el que pudo tra­ bajar ampliamente, especialmente en la orden franciscana, que fué en la que su acción quedó atestiguada más claramente. Gracias a su enérgica acción~ las órdenes españolas en general elevaron grande­ mente su nivel intelectual y evangélico 9 hasta un punto que las - llevó a una superación bastante elevada sobre las órdenes que exis tían en los demás países europeos en el siglo XVI y que las capacI tó para ser fuente y semillero de los futuros evangelizadores de - América. La gran fermentación espiritual producida en España como consecuencia del estudio de la Biblia; de la creencia en la doctri­ na de la Gracia y de la justificación por la Fe; de la orientación hacia las Escrituras) el sacerdocio individual y la imitación de la Vida de Griato~ como norma de conducta e ideal de la cristiandad, condujo hacia un cristianismo interior de comunicación directa con Dios, con lo cual. se dió vida a la reivindicación del culto del es­ píritu y del sentimiento vivo de la Gracia~ que la cristiandad espa ñola estaba pidiendo desde la época de los anacoretas de San Jeró­ nimoº Ya que hasta entonces 9 se había desarrollado dentro de la pe­ culiar forma de religiosidad y creencia hispánicas una religión mas bien ceremonial y farisáica. Cuando este gran movimiento espiritual español se combinó con la faceta mística que se producía en el res­ to de Europa~-se produjo el iluminismo~ movimiento cuya máxima aspi ración consistía en el anhelo de poseer una absoluta libertad evan= gélica y de desarrollar una gran perfección espiritual que permitie rala supresión absoluta de las ceremonias. La perfección a que aniie laban los iluministas, les llevó inclusive a considerar a algunos dE sus guías tan perfectos, que creían que ningún pecado les manchaba. Posición que a todas luces, resultaba muy exagerada. Sin embargo, - las tendencias del iluminismo español ofrecían grandes analogías coz la gran revolución religiosa que conmovía a Europa~ tal vez podría decirse que era la expresión española de ese movimiento. (51). El - iluminismo acentuaba y exaltaba el misticismo y el recogimiento comG resultado de las influencias orientales en el sentimiento español, exaltación que llevó a la producción de un quietismo en el que solo la Gracia de Dios podía obrar. Nos encontramos así, con que la espi ritualidad de la época de Cisneros se :prolongó en un iluminismo - ·­ quietista~ y sobré él se injertó la doctrina de Erasmo. (51) Bataillon. Cp. Cit. Tomo I. pº 194º 18, Erasmo en España. Tal vez en ningún país de Europa er~aizó el pensa.miento de Erasmo de Rotterdam, tan amplia y _profuno.aDentE. como en España, en cuya vida espiritual infl·J.y-6 poderosamente. Y es que en ningún otro país de Europa, el cristia.nismo había sido a la ""lez más exaltado y más olvidado en su :profunda naturaleza espiritual. La. creencia má­ gica de Santiago al que había sido conduc.:..dc ese :r:aís en su lucha contra el Islam, le había llevado a la práctica de ~n cristianismo litúrgico, rico en obras J ceremonias. Estas características se - habían acentuado por la influencia del pepsaLJ.iento religioso judío, que otorgaba a las praéticas rituales y ceremoniales una importan­ cia basica. A éstos les ca.usaba gran escándalo la libertad evangéli ca de los cristianos, porque ne habían sacudido el yugo de su anti= gua ley (52). En estas condiciones la prédica de Erasmo influida de fervor evangélico, que reclamaba urgentemente que la Biblia fuese - llevada a todos los hombres y mujeres cristianos en ~us lenguas vul gares, para que hicieran de ella la base de su relación con Dios,;y la norma de su conducta; que exaltaba la doctrina de la Gracia y la salvación por la Fe; que combatía el fari,seisrno pero no negaba el - mérito de las obras movidas por la Fe; y que admitía el libre albe­ drío ante la fatídica predestinación de los protestantes, fué ab:-a­ sado totalmente por el alma hispana. El evan~elismo espaüol tomó su alimento casi exclusivo de Erasmo, "lo adopto como guía, como si su m€z;la de osadía y de prudencia, de ironía y de fervor, se encontra­ sen exactamente a su wedida" (53)~ Algunas de suA ideas radicales - como las de un evangelismo puro, absoluto, sin ceremonias, fueron - adoptadas con gran entusiasmo por los iluministas españoles. Bataillon marca el períoa.o en que penetró decisiva y pro­ fundamente el pensru:iiento erasmista en .la vide. inteJ.ectual espa:c.cla, I en los años en que la política del :país se vió ai.Tazt.re.da vertigino , samente dentro de la órbita de la política borgoi~o-flarc:.;;;nca (1517-- 1520) (54). Ya para los años de 1522-25, empezaron a congregarse an torno del nombre de Erasmo, todas las fuerzas lvcales de renovación intelectual y religiosa en Espa:ne .• 81,.t pensamiento no fué solo la - luz orientadora del pensamiento y espíritu religioso espru1.ol, sino que se convirtió er ... la guía ierno. L.a.. P+'i.mera /l.udien9iá ~e eqtap.lect.ó en l5ll en Sa~to ~ Do~ngó y a .m~didá qv:~( se .. fú~. :s.~b~ti,tu¡yendo ~1 gob:i.'Errno ~~ los. conr qµ;i.stadore,s por. ·el ·gob:1,:eJ:>no estatal·~. aque'll~s .. se. fuj3ron extend;i.endo p9r tqdo 13¡ co.ntinent·e h:~sta: qu~.da.i. es.t,áblecidª-!;3 una ~n cada ciµdad principa+ d~l lmp~rio lndi.~~o •. · · · · _. ·A l~s aua;:1e.p.oia~· .p.,ro$igij.i·er<>n _ l~s gob.Efrn~c.io~ea :. gobi~rn9E: capi taijí~s 5eI1e:ra;e.P y vA,rretnatQS.'., ·:C~p'itaní~s, .geri~r~l,es .y gob·ert1a"'.'. c.ione$ se implantar9n :pcit· l9· -~ezj:er:~l, e.p Jaa re.g:i;ones y' r~inqs. más .;,,, pequetños .y fro.nt·~·.r:i.z.os, Los v.ir;t'.ijiJtiat9s se ·e.rigieron c_otno l:~si ináx;j.;,­ mae¡ ~obe,1,1nac~oné~., $$ .. tab~~Cid~~ ··e~ ~¡:Nuevo.Mundo. so'br.{ las que des·"" ca.n~o -,. .se eJerc::¡.6 e.l po~~r .y., qolltl;'.c;>l de la._. Corona, Cuat,ro ;CµerO'n los. ·g;ran4;ee virl'éihatos _ q1,1.e ... funcioµaroi;i en ¡iispan9amé:fi.cll1ti' El de ~ .. México o Nueva E$PM.~ ~st~bl~cido ·~t}.··l53'5, ·e1 d~ Lima .q Perú. en.. 114L el .de . N.u,'~va.· Gt>ariada· .. organi.za.dQ e~ ¡ ?l~ :·y ~1 de Rí'o de la:· l?lata en ,.. 1776'{l9), .. ·.:·:··,.·, . ,, Po~ .m~d.io·. d:e ,~:·tos 6re;~o·~ l,a Corona ~j erq:Ló ·~¡ :poder y ~-· co+itr,rol poli t.tco ,. j:u.::r;:iídi.c.9 y .aa.nin:tst+'~ttv.o·. 1" é .sobre Drake, Frosbi­ sher y Raleigh, de la aventura rom ica yt el rico botín que se encontraba en la vida del explorado · ~sario1 del poderío - ·-.r~ 80. marítimo como funda.mento de .la riqueza y de la seguridad de Ingla­ terra, de las perspectivas de la colonización como medio de aumen­ tar el bienestar y la fortaleza de la naciónn (45). En tal perspe2, tiva mental tuvieron gran _influencia las obras de Las 0asas (46) - en que relataba las hazañas de los españoles y los sufrimientos de los indios y la de Richard Hakluyt, aristócrata inglés que· había - participado en la expedición de Sir Hurrprey Gilbert en 1583 y que era un activo propagandista, promotor y visionario de la coloniza­ ción americana. Tanto en su obra· "Los Principales Viajes, Navega­ ciones y Descubrimientos de la Naqión Inglesa" en la que narraba - las hazañas de los exploradores y marineros ingleses, como en sus "Discursos" entre los que se. destaca el dictado en el año de 1584 sobre la "Colonización de Occidente", dejó enclavadas en la mente de los ingleses una serie de ideas sobre las cuales las generacio­ nes siguientes realizaron la colonización. Hakluyt orientó defini­ tivamente hacia el otro lado del Océano los pensamientos de los jó­ venes aventureros, de los estudiantes, de los estadistas y de los comerciantes y de todo aquel que tenía dinero que invertir. Jllso - de manifiesto la urgente necesidad de ocupar las tierras templadas de América, idea que se convirtió en doctrina familiar al Estado y presentó un P.sbozo de la doctrina del Destino Manifiesto que más - tarde habrían.de realizar los puritanos (47). Idea que en aquel mo­ mento de exaltación religio.sa nacionalista contra todo lo católico y español resultó de grandes alci:t~c~.· !J.. historiador inglés, ba­ sándose en las Sagradas Escrituras, apoyaba su doctrina de que Dios había predestinado las regiones t"empladas de Norteaméric~ para que fuesen roturadas por el arado inglés. Y como comprobación de ello, presentaba los dolorosos fracasos que los ejércitos españoles y los exploradores y misioneros franceses sufrían en esos territorios, en comparación con los éxitos que los conquistadores españoles habían alcanzado en su empresa guerrera y colonial realizada de la Flori­ da para abajo. Aprovechando inteligentemente el momento psicológi­ co, reprobaba a los frailes misioneros franciscanos españoles que en su recorrido ~vangelizador y explorador pusieran nombres sobre valles, tierras y ríos destinadas a los in9les~s, con lo cual usur paban aquellos sus derechos.. Hakluyt sembro as1. en su intento de arrastrar por medio del sentimiento de nacionalidad y el odio, al - catolicismo el interés de su pueblo al continente americano, una extraña semilla en la mente inglesa de cuyas consecuencias jamás pudo tener idea (48) . .... 36. La Guerra con España. A pesar de todo el entusiasmo, de toda la inciativa, del creciente interés que se presentaba para la ocupación de América, los intentos para realizarla fracasaban ,lastimosamente. De la ex­ pedición colonizadora de Humprey Gilbert solamente quedaba encla­ vada en las heladas tierras de Terranova una bandera i~lesa, y de los sueños de grandeza colonial de Walter Raleigh en 15~9; quedaban únicamente los restos de una estacada. ~s intentos de colonizaci9n (45) Travelyan. Op. Cit. P. 141. (46) En "La Brevísima Relación" (47) G.M. Travelyan. Op. Cit. P. 209. (48) Richard Hakluyt "the Principal Voyages, Navegations and Dis-, coveries of the English Nation". V6 p. 3. 81. inglesa en América en el siglo XVI fracasaron, pues aunque Inglate­ rra poseía dinero, empresarios, capital y deseos de expansión ultra marina, muchos otros erar: los facotres que se necesitaban para que­ cuajara una política y obra coloniales. Inglaterra no estaba en la etapa de madurez necesaria para realizar una empresa de tal índole, felizmente, pues si bien era cierto que las empresas comerciales y la piratería habían abierto la brecha y el camino hacia las costas americanas, también lo era que éstas en una lógica correspondencia con los intereses de la época, buscaban más el pillaje y la avent~ ra, el comercio y las ganancias, el lucro y el saqueo, que la ocu­ pación permanente y la colonización pacífica. Por otra parte, las energías de Inglaterra no estaban listas aún para emplearse en el pacífico negocio colonial, pues problemas vitales de otra índole - exigían su concurrencia. Entre ellos se encontraba el problema de la fortificación definitiva de la conciencia nacional, de la expan sión ultramarina mundial de su comercio, de la lucha con Irlanda y sobre todo de la guerra con España. La guerra con España constituyó, podríamos decir, la tarea básica de la época insabelina y solo cuandó concluyó permitió la - libre y pacífica ocupación y acción de las energía·s inglesas. Esta guerra se presentó como el epílogo lógico del antiguo antagonismo existente entre ambos pueblos, que cobró trágico dramatismo cuando en el tr~nscurso de los siglos XV y XVI 1 España se convirtió- en el más poderoso reino de la cristiandad y pretendió imponer a los de­ más pueblos europeos el patrón de vida.y la tabla de valores que ella profesaba, situación ante la cual, Inglaterra, orientada hacia una serie de valores vitales completamente diferentes y sintiendo crecer dentro de sí una tremenda fuerza, surgió como el poder reta­ dor de esa supremacía. Ya hemos visto como la ideología del Renaci­ miento y de la Reforma prendieron de una manera completamente dife­ rente en los-- dos pueblos, contribuyendo de esa manera a ahondar más las diferencias vitales entre ambos. Ya para el año de 1434 estas diferencias eran tan sensibles ·que el Obispo de Cartagena, Don Alon so de Palencia¡ en su discurso pronunciado ante el Concilio de Ba-­ silea, las ponia de franco manifiesto cuando decía que los españo­ les catalogaban el valor y el honor por medio de la virtud y la - hermosura, y no por la riqueza y la cantidad de dinero como lo ha­ cían los ingleses. Y cómo las acciones hispanas eran movidas en - función de los valores espirituales, especialmente de la religión y estaban al servicio de la Fe Católica y de la propagación de la Cristiandad, mientras que los ingleses actuaban en función de sus intereses políticos y económicos y de su Estado secular (49). Podemos así imaginar la creciente oposición entre ellos a medida que Inglaterra fué afirmando su carácter netamente ;moderno~ mercantilista, capitalista, con su criterio francamente protestan­ te, amante de lo riguroso, de la objetividad, la sequedad y afir­ !~1~Yº de la bondad del lucro y del éxito profesional (50). (49). A. ·Castro. Op. Cit. Pgs. 26 y 27. Cita el Discurso de D.A. de Cartagena en el Concilio de Basilea de la Ciudad de Dios 1894 (50) Estas concepciones observadas a través de la historia nos per­ miten captar el sentido de las acciones británicas, mas los ingleses en aquella época creian actuar en plena funci6n de su religiosidad. 82. !lª imposible la comprensión y el entendimiento entre - esos dos mundos tan opuestos, ya que uno seguía actuando de acuer do con los cánones medioevales de vida, considerando a la tradi-­ ción como su fuerza defensiva, basando la dinámica de su progreso en la acción del cojunto social, rigiendo su conducta por medio de las sanciones religiosas y dtvinas dentro de una sociedad estática en que se buscaba ante todo el bienestar social en relación con la salud del alma en la otra vida. El otro lo basaba en la iniciativa privada e individual, hacía de la acción utilitaria la norma de su conducta y consideraba a la búsqueda de la riqueza como el objeto principal de la ación hume.na; este afán conducía. a un mundo diná­ mico basado en el constante experimento, e1 cambio y la nove~ - (5¡). . Antes de declararse la lucha franca, la primera mitad del siglo XVI presenció la pugna sorda. realizada entre los dos países dentro o.el campo de la diplomacia., q.e la intriga internacional y el ataque dis;imulado. Mientra~ la· pol,ítica e_spañola fomentaba la intriga religiosa y política de ¡os descontentos del régimen Tudor y ayudaba a las pretensiones de la reina María Estuardo· al trono inglés, la reina Isabel debilitaba al Imperio Español en todos - sus puntos vulnerables; en las ,Indias Occidentales atacando y sa­ queando a las ciudades españolas ab.i establecidas y ae¡.al tanda las flotas que conducían los tesdros. de Potosí; M:éxico y Perú por me­ dio de corsarios y AY'l Eio,..."'na ayudando con fuerzas y armamentos las rebeliones de los h~gonotes f.t?an.ceses, de los portugueses y de los flamencos contra, el ré9i1!1en esp~ño.1. ~n es~ lap~o, Ingl.ater~a no solamente preparo magmf:i.camente su victoria, sino que ademas, con un cálculo prec:i~o. y _razonado 1 .· r'e_tardó la guerra en espera de_ que sus fuerzas se h;i.ciesen más pode.:Qos~s y de que el Imperio Espanol avanzase más dentro del P.erfodo de su decadencia. Aunque el rey - español era. el mona+ca más poderoso .del momento y sus temidos y au dacee ejé.t'citos recorrían victoriosaJllente Italia, Alemania, y Amé= rica en su sed implacable de do,mi.nio, Inglaterra sabía que sus - días estaban contados y que su gloria no duraría más que lo que -­ pudiera prolongarla la exist~ncia de las piedras preciosas y el - aurico metal provenientes de A:iné:rica, en las arcas españolas (52). Al llegar el 30 de mayo de 1588 en que tuvo lugar el epi• sodio final de la armada inv.encible, Inglaterra tenía ganada la - batalla, constituyendo ese ~pieóg1o solamente el acto "oficial" - mediante el cual se puso a la luz publica, en el gran escenario - mundial, el surgimiento y la decadencia respectivas de esas dos - almas colectivas que sentían entre sí la más grande oposici6n has­ ta en sus más mínimos detalles. Incluso las expresiones técnicas de la batalla, no eran más que la expresión cíe las diferJ~·ncias so"" ciales de los dos pueblos llevadas al terreno de la ~U:érra (53). Con la derrota de la Armada Invencible, la lucha con Es­ paña terminó prácticamente, y sobre el fundamento de la paz, In--.---.-- (51) Laski, Op. iJit. Pgs. 17 y 18. (52). Sin embargo Inglaterra temia mucho a España y trabajaba ar­ duamente por debilitarla. (53) G. M. Trevelyan. Op. Cit.~. 212. laterra pudo dedicarse a consolidar su progreso en todos los órde­ nesº Y así~ al final del reinado de Isabel Tudor, mientras su ene­ migo se sumía en una rápida decadencia, en Inglaterra revivían y - acrecían el comercio y la haciendaf-las florecientes ciudades del sur y suroeste de la Isla y los activos puertos entre los que des­ tacaba Londres, se convertían en la sede y centro de nuevas asoci! cienes, compañías y empresas para el comercio y la expansión ultra marina, todo lo cual presentaba una definitiva orientación hacia America, ya que la exaltación de la conciencia religiosa y nacio­ nalista británicas provocada con motivo de la guerra con España., - había ayudado grandemente ·a que toda.la visión y.las actividades - se volcasen a aquellas tierras del Nuevo Mundo que se disputaban al odiado español papistaº Por otra parte, basados en la experie~ cia magnífica de las exploraciones y los intentos de colonización del siglo XVI, se asentaban las bases y lineamientos sobre los que trazar la firme y exitosa ocupación permanente, de manera que "el Imperio Inglés 1 hasta la revolución americana, no fué sino la rea­ lización de los planes concebidos por Hakluyt,Gilbert y Raleigh y muchos otros promotores que vivieron bajo el reinado de Isabel: (54) 37 º Exploraciones y Expansión Inglesas •. Al iniciarse el siglo XVIII~ siglo que podemos considerar como el siglo de la realización colonial inglesa en América, .en­ contraraos una Inglaterra en la que un frenesí de tráfico animaba a todas sus clases sociales; una Inglaterra en la que el amor al - dinero y el espíritu comercial habían penetrado· en todas las accio nes humanas e influían sobre casi todos los sentimientos y en que­ la acumulación de riqueza y de capital realizadas en el reinado is! belino, invitaban a formar mil y un planes relacionados con el co­ mercio y la colonización (55)u Y así, podemos decir que de 1600 a 1630, todas las empresas que se···organizaron en Inglaterra estaban destinadas al Nuevo Mundoº En 1606 se fundaron las compañías del - norte y sur de Virginia; en 1609 la dé Guiana; en 1610 la de Terra. nova; en 1612 la del North West .. Passage; en 1615 la de Bermuda; eñ 1620 la de Nueva Inglaterra y en 1629 la de Massachusetts (56). - Iniciándose así, en los prime.ros cuarenta años del siglo la expan­ sión permanente de la raza inglesa ·más allá de los mares, con el - hacha y el arado como armas para fundar una civilización en el Im­ perio Virgen (57). Expansión que terminó con la feliz fundación de las colonias de Virginia, de.Nueva Inglaterra y de las Antilla~. - Sin embargo, algo más que las condiciones económicas, el apoyo de ~ grupos mercantiles y el anhelo comercial, fué lo que hizo posi­ ble estas felices fundacionesº Pues si bien es cierto que todo· aquel que volvía sus ojos a América, lo hacía con la mira de mejo­ rar su posición económica y, que este continente se presentaba tan to a los más sórdidos como a los más idealistas básicamente como= un campo de posibilidades materiales, constituyendo así el incenti- (54) (55) (56) (57) Samuel E. Morison y H.S. Commager mérica'' Tomo I º p. 41 º Beardº Opº Cit. Tomo I P. 50-51 Adams • Op • Ci t º .. P º 46 . Trevelyanº Op. vit. Pgs. 224-225º "Historia de E. U. de Nortea-'.. 84. va económico Q el factor permanente a trav·és de la colonización in­ glesa en América~ también es cierto que hasta que otros factores e incentivos se agregaron a este factor económico, fué cuando la co­ lonización inglesa en el Nuevo Mundo entr6 en una nueva fase: la - de su éxito y de su realizaci~ (58)º I 38. Deseo de tierras y de libertad religiosa. Q.g¡no prueba de ello tenemos que todos los intentos reali­ zados en lo que podríamos llamar la primera etapa, que va desde - .1583 hasta las primeras fundaciones de Virginia en 1606 y cuyo in­ centivo era puramente económico~ fracasóº En el siglo XVII una se­ rie de transformaciones políticas~ sociales y religiosas desarrolla das en Inglaterra, provocaron circunstancias especiales que hicie­ ron que muchos hombres volviesen sus ojos hacia América, con el iE: tento de reproducir en ella aquellas condiciones vitales que empe­ zaban a serles prohibidas en la patriaº Pues paradójicamente sobre mucha.a de las· condiciones en las queTe había basado la prosperi­ dad económica, política y social de ~a Inglaterra isabelina, se - asentaban en este siglo las dificultades. Entre estas se encontra­ ba el problema de la unificación religiosa. La unificación religio sa de Inglaterra centrada alrededor del Anglicanismo como religióñ nacional había constituído la base de la consolidación espiritual y mental del país 1 sobre la cuál se había construído buena parte del progreso economico y político británicos. Sin embargo, esta - unificación tenía un precio que empesaba a cobrarse en estos mamen tos. Al subir Isabel al trono, se- encontró con un pueblo di vi­ dido políti.ca y religiosamente en tres grupos: el Anglicano, el Ca tólico y el Calvinista. División que amenazaba peligrosamente con­ romper la unidad política y la prosperidad económica de Inglaterra y dar al traste con la conciencia nacional en el preciso momento - en que esta se hacía más necesaria. España y Ginebra desplegaron an te esta situación toda su influenc'la para balancear en su favor el­ sentimiento religioso inglésº Pero Isabel Tudor comprendió el ·gran peligro que para la independencia de su pueblo entrañaba cualquiera de estas dos posiciones y optó por el fortalecimiento vigoroso de la política religiosa iniciada por su padre, procurando la consoli dación definitiva del anglicanismo como religión de la patria (59;. De no haber actuado así y haber favorecido a cualquiera de las po­ siciones mencionadas., "es probable que se hubiera provocado una - guerra civil y religiosa entre católicos y protestantes", que antes del episodio de la Armada Invencible habría sido fatal a Inglaterr~ pues habría sido la base de la victoria española. Para lograr la unificación religiosa, la "gran soberana" - adoptó mécri.das tan arbitrarias,como las de imponer como deber del Estado la asistencia semanal obligatoria a la Iglesia Anglicana y (58) (59) Adams. Op. vit. Capt Vº P. 90 "The Founding of New England". El gran trabajo de la política monárquica fué lograr que la fuerte conciencia católica inglesa se desterrara/al convertir se en una actitud antipatriotica opuesta a los intereses nacio nales~ asociándola al imperialismo español. - 85. exigir una multa reglamentaria para los ausentes a la devoci6n do-1 µct.nic~ (60). Y no es que Isabel Tudor fuera una 1·anática, sino que sa:tía que era la única manera de conservar el orden y1 en función de esa.finalidad7 tuvo que pasar por sobre los intereses y derechos de una gran parte de los elementos de su pueblo. Aquellos elementos, que con una convicción religiosa más profunda y espiritual, recha­ zaban las doctrinas impuestas por el Estado; católicos y protestan­ tes puros. Estos fueron vistos así como enemigos del régimen y per­ seguidos y estigmatizadof;I tanto por el Estado como por los demás - sectores de aquella sociedad a cuyo margen quedaban como grupos ai! lados, no participando de aquella activa sociedad inglesa que basa ba su vida en el Libro de Oraciones, en e], Devocionario y en la Bi blia y que encontraba su orientación intelectual a través de las = Universidades y Escuelas de Gramática)que habían substituido las enseñanzas escolásticas medioevales por -las del Renacimiento y la Reforma.. Faltaban muchas b~tallas por ganarse y mucho tiempo por - transcurrir,para que pudiera establecerse el Estado Secular y Laico en el que ya no tuvieran ingerencia las cuestiones religiosas y la Iglesia.no influyera en la politica de los reyes. Inglaterra !ué - uno de los primeros Estados que alcanzaron esa meta, pero en la - época que nos ocupa7 el motivo religioso estaba íntimamente liga4o con el político. Y así 7 enccfntramos con .que ante la peculiar organ.1 zación de la Iglesia Nacional Anglicana, los no adeptos a la Fe -' oficial, ya tuesen católicos o protestantes extremistas,resultaron r+o solamente disidente~ religiosos sino enemigos políticos del ré­ gimen. No solo por la confusión con lo político a que daban lugar los ataques que se hacían sobre el aspecto religioso, sino porque en realidad, un régimen monárquico parlamentario popular como el que pretendía ser el de J,.os reyes Tudor, ee;pec:i,almente el de Isabel, no podía ser, ni el gobierno dese.a.do por los católicoe que se inclina ... ban7 según su ideología a una monarquía absolutista instaurada, y apo yada sobre el derecho Divino, ni satis,facía el ideal de organiza.cío republicana político-religiosa a que aspiraban las organizaciones puritanas, ya que éstas pretendían un~ edificación política basa.da en la libre federación.de las parroquias independientes. Este grupc no reconocí.a más autoridad sobre la tierra que la proveniente de - Dios, y por ~o tanto, eran refractarios al ejercicio del poder por cualquier institución cuya autoridad no emanara, según ellos, de - la Gracia. Divina. Desde antes de la gue:r;ra con España, los católi­ cos habían pretendido derrocar del poder a la sobaranª- inglesa y co;l.ocar en el trono a la reina católica asco.cesa María Estuardo, que como católica, creían que implanta.ría su religión y su políti­ ca. A su vez··; :los protestantes reformistas o "puritanos"J como se les llamó por primera vez desde 1564, esgrimían las Sagradas Es­ crituras en contra del gobierno de la reina desde el año de 1568 (61). Sin embargo, la política monárquica moderad.a del régimen y el anglicanismo habían subsistido y triunfado, perdurando ·á' tra­ vés del régimen isabelino y prolongando sus lineamientos hacia el régimen de la monarquía sucesora de los reyes Estuardo, Pe manera que para los grupos disidentes la vida en Inglaterra resultaba di­ ficil y a veces imposible. ~s intereses de la Corona dictaban la imperiosa necesidad de suprimirlos como fuerzas vivas y antagóni- (60) Trevelyan. Op. 0it. p. 196. (61) Barton Ferry. "Puritanism and Democracy". p. 68. 86. ~as del país, obligándolos y presionándolos constantemente a que cambiaran sus normas y':pretensiones políticas y religiosas o bien a que abandonaran la Isla. __, Ante esta situación, América empezó a proyectarse como un refugio e'!r"la mente de los. jefes de esos grupos. Como el refugio pa ra todos los creyentes de cualquier sectP.. o religión que debido a - la política nacionalista del régimen Tudor~ no pudieran practicar el libre ejercicio de su f~ Los católicos fueron perseguidos tenazmente en el trans­ curso del reinado sabelino, debido a los lineamientos de la polí ti ca internacional del momento~ pero una vez terminada la guerra coñ España, aún cuando dejaron de ser un peligro para la unidad nacio­ nal y cesaron casi sus persecuciones, nunca pudieron gozar de una sana y beneficiosa existencia en el país. Y así, al presentarse la oportunidad de emigrar al Nuevo Mundo~ los adeptos a la Fe y culto romanos, formaron un cuantioso contingente de población colonial. Ya para 1605, el Conde de Southa.mpton y su yerno Sir Thomas Arun­ dell, proyectaron una emigración católica hacia Norteamérica. Co­ mo resultado de este proyectó se obtuvo únicamente una expedición exploradora a cargo de George W~ythmounth sobre las costas de Mai­ ne, pero ésta marcó el inicio de aquél gran movimiento migratorio, que buscando refugio para todo el que no pudie_ra adorar a Dios - libremente,llenó la etapa más importante de la colonización. En cuanto a los puritanos, a pesar de todas las vicisitu­ des, no solamente permanecieron firmes en sus convicciones, sino gue reforzaron y organizaron su creencia, su doctrina y se identi­ ficaron cada vez más con el espíritu del republicanismo, convirtién dose su movimiento, no solo en un movimiento religioso, sino en un­ movimiento político y social. Este grupo aunque poderoso en su nú­ mero y en su ideología1 se mantuvo dentro de los moldes políticos - del reinado popular de la gz,an soberana~ pero al 'iniciarse la polí­ tica absolutista despótica d;e·,Jacobo I·· (1604-1625) y de Carlos I, constituyó un fuerte grupo de opos,~Lpión destlnad·o por ello a la - emigración hacia América. En 1620;:~;,fá:rribó a las costas americanas el primer grupo de estos protestantes 9 los Padres Peregrinos g_ue constituyeron el primer grupo de puritanos transladado a América; con él se inició el trasplante de ia poderosa ideología y forma de vida que dió base y fundamento a la Cultura Norteamericanaº Sobre este incentivo de libertad religiosa, posteriormente, en el siglo XVIII, se efectuó la emigración de grandes contingentes de cuáque­ ros, presbiterianos, anabaptistas y hugonotes, provenientes no so­ lamente de Inglaterra sino de casi toda la Europa Occidental. En - contraste con esta política inglesa, los disidentes de España no - pudieron emigrar a América) debido a que la Corom. ,.,n les permitió pasar a las Indias 7para proteger la pureza de la Fe Católica entre los indígenas. A&Í los moros y judíos expulsados de España, que - podían haber formado un importante y laborioso grupo de emigración en las colonias 1 se desperdiciaron en esa forma política suicida,­ como se le ha llamado. La misma política puede observarse en las posesiones francesas. La ambición de tierras fué el otro gran incentivo de la - colonización y tal vez el más poderoso. América, con la inmensidad 87. de sus llanuras y vastedad de ·sus planicies deshabitadas, se ha pr~sentado siempre a los ojos del europeo como un increíble sueño, La lucha por la tierra ha constituido siempre un gran drama de la historia y el afán de su posesi6n ha aido uno d.e los engranajes ... básicoe d€ 1 ·.lllov:i,.miento de la Humaniciad. Tod.o a,quel que no tiene tierra, lucha y dese~ afanosamente un pedazo y él que la posee, - ·siempre c.esea más. Aunado a este deseo inhato y natural del hombre, la situación particular de Inglaterra en el siglo XVII, hizo que el :inglés volviera sus ojos hacia América en busca de tie;rras que poseer. I.:>ues aden;iás de la na.tu:ral :pequeñez de la Isla, por lo cual las tierras inglesas resultaban pocas y codiciadas, .la gran trans­ formación industrial del país, había pro'duc±do una·escasez de tie ... rras arables, con 1.o cuál, ¡a in~ens& población agríco¡a y· caffipesi­ na resultó sumamente .pérjudicaqa, .por 1.J.na. parte, la nueva forma dé agricultura inc.ustrializ8:,cla requirió grandes extensiones de ter.re ... no para los cul t.i vos es_pep,ializaq.os y absorvió ·1os campos pequeños y particulares y por otra:, el gran d~sar:rollo de la industria pa­ ñera y textil, dió como r..esultado el a,cotamiento de .grandes exten sione$ laborables dest·inándolas al. pastoreo de las ovejas. Si tua:: ción que se vió aµn máf3 agravaa:.a,por el he,cho de que las antiguas tierras ~e lo$ monasterios q_ue los carr1pésinos alquilaban al clero, ·no pu.die.ron seguirse arrendando, cuanc1Q. éstas pasaron a mano.s <;le - los seglares! Todo ello condujo a una apremiante escasez de tie­ rras y S1J precio alcanz.ó u.na cifra fabulo$a. Cifra que los. campe­ sinos arrendatariqs no pudie:ron. pagar, quedándose sin tierras en - donde trabajar. Est'a población. for:mó un gran núcleo de hombres y mujeres q~e. se despar.ramaron p.ór toda Inglaterra, constituyendo "r,2. bustos mendigos" que vagaban po1" las ciudades. Es.tos elementos des­ arraigados de su ocup?,ción tradicional y no asimilados aún dentro de las nuevas ,fo,rmas -económica$·, sociales e industriales ca.el país, se conv:Lrtieron en una constante amenaza para la seguridad p·úbl:i.ca y la economía. La emigracfón al Nuevo Continente se presentó corno el medio so:J,.ucionador a ese problema. Y así, el gruepo de la pobla ci6n colom,.al !ué integrada. por esos sencillos campesinos arrenda:: tarios1 que afrontaron todos los peligros que la.colonización impli caba por el deseo .de mejorar, ·:que entonces quería decir poseer tia rras y ser el d1,.1eño de la ti.erra que s~ cultivaba (62) - Por fín en ei siglo .XVII la colonización había l_legado al .ineollo de su realizador:,: al h_qmbre común que en busca de tierras y de la libre práctica de su i'.'eligión, const.i tuyó el elemento sobre el que- pudo desarrollarse· la inicia ti va. de los promotores, el sue­ ño de los Haklúyts, los Ra.leigh y los Drakes; los planes y proyec­ tas de los comerciantes ·y los estadistas y los designios de los - reyes, en suma el elemento que hizo posible la colonización. 39. El -establecimiento de las colonias. Bajo la nueva perspectiva colonizadora del siglo XVII, - orientad.a hacia el anhelo de tierras y de libertad religiosa, se - fundaron varios establ~cimi~ntos a lo largo de la costa oriental;... ·norteamericana,a.esde Terranova hasta Virginia y algunos en las An-- ....... --- (62) Trevelyan. Qp. Cit. P. 226~ -~--- 88. tillas Menores en el Mar Caribeº ,.Establecimientos que alcanzaron- uri rápido y pr6spero desarrollo, u pesar de las dificµl tades y vicis1 t:!;!, des que significaba el establecimiento de la vic_a civilizada. en una­ tierra salvaje y extraña, aunque pródiga y generosao ' Virigina, fundada en 1607 por la compañía de Londres, fué la primera que se perpetuó como un establecimiento permanente, y, 1 ya para 1617, había alcanzado un rápido progreso basado en el cul­ tivo del tabaco. Después, la pequeña colonia de los Padres Peregri..:i nos fundada en Plymouth e.p. el año de 1620, demostró con su éxito que, el camino de la colonización estaba trazado definitivamenteº A par-, tir del primer cuarto del siglo.,surgieron en rápida sucesión otras muchas colonias inglesas. La gran :migración puritana de 1629 que - fundó la ce.lonia de Massachusetts creció rapidamente y;pronto emi­ tió ramificaciones con las que se fundaron las colonia_s de Rhode - , Island y Connecticutº En 1636, Lord Baltimore fundó Maryland y un poco después se fundaron las Carolinas, 11-aini:;, New Jersey, New HamE_ shire y Fennsylvania • . , ». rápido crecimiento y. desarrollo ~e es~1;s col_onias. ~e a,~ bio en gran parte a la forma y tipo de su emigracion y ocupacion, que consistió en una gran migraci6n familiar y en el traslado ínt~ gro .de compactos grupos de vecinos y de aldeas,que realizaron una pacífica y burguesa ocupación por medio de la fundación de compac­ tas comunidac.es,en las cuales hicieron una completa reproducción de i.a vida europea inglesaº Los colonos ingleses que emigraron ha­ cia .Arr.érica, si bien estaban ansiosos de un pedazo dé tierra y mu­ chos de ellos poseían además firmes· convicciones religiosas que as-, piraban a practicar libremente, también amaban entrañablemente sus 1 tradiciones, sus costumbres, sus formas de vida y no pretendían - abandonarlas, sino por el contrario, preservarlas, conservarlas, - reproducirlas en la nueva patria, prolongando su idioma, su dere­ cho, su culturaº En suma, querían trasladar un girón de la patria bajo el diáfano cielo de Norteaméricaº ,!llMif J;a familia, núcleo básico y primoridal de toda sociedad, fué el inJ-trumento utilizado para realizar la colonización y la - expansión colonial inglesa en América~ el medio para preservar las costumbres, tradiciones y formas vitales de la vieja patria, y el instrumento para lograr una flor,eciente vida doméstica y un rápido progreso de las institucioneR A0ciales y económicas en las colonias En esta forma de expansión jugó un muy importante papel1 el hecho de que los componentes de las familias inglesas que emigraron al Nuevo .Mundo, estuvieran perfectamente preparados para la tarea. Eran ac­ tivos trabajadores, fuertes y laboriosos artesanos acostumbrados a las pesad.as tareas del campo y a las rudas labores domésticas de - aquella época, y contaban con la valiosa colaboració~ de sus muje- , resº Elemento cuya :presencia marcó una orientación completamente peculiar y diferente a la colonización inglesa en América y cuya importancia quedó patentizada en el hecho de que las compañías y - propietarios ofrecían doble cantidad de tierra a los colonos casa­ dos y otorgaban los mismos derechos y concesiones a los colonos ho! ~::,~_: mujeres soltero.s que emigraran a Améri~. (63) º (63) Beard. Op. Cit. Pº 60. Tomo Iº 40. Emigración. La mujeres inglesas no solamente constituyeron un elemen­ to básico en el desarrolló y funcionamiento económico y material de la vida colonial norteamericana') Sino que preservaron en sus - hogares las características originales de la cultura y la raza in­ glesa evitando su mestización. Y aunque este rudo trabajo de cola­ boradora y forjadora de una civilización en el suelo virgen de Amé rica fué muy pesado 9 la vida moderna burguesa desplegada en Ingla= terra las había capacitado y preparado ampliamente para ello. En la madre patria no solamente trabajaban en las rudas tareas del - campo, real~zaban las penosas tareas domésticas y actuaban como s2 cias y colaboradoras de las empresas de sus maridos, sino que ade­ más,eran activas participantes de la vida económica y política del país. Las crónicas de la época nos las muestran desarrollando las más diversas ocupaciones: prestamistas~ libreras, tenderas, propi! tarias de buques, contratistas para el aprovisionamiento de ropas y alimentos para la armada y el 'ejército 'l dueñas de molinos, car­ niceras como en Chester en donde de los veintitres carniceros de la ciudad, cinco eran mujeres; albaceas y solicitantes de la corte de tutorías y monopolios, patentes y otros favores reales (64). - De esta manera, habían alcanzado un alto grado de independencia - económica y autonomía individual 1 que tuvo una importante proyec­ ción en la colonización americana, especialmente en la· coloniza­ ción de los establecimientos del sur. Los primeros colonos que habían emigrado a las colonias - del sur, especialmente a Virginia, eran hombres solos, aventureros en busca de fortuna que aunque habían obtenido una floreciente si­ tuación económica gracias al eultivo del tabaco, no habían podido establecer una colonia segura~ doméstica y civilizada., debido a la falta de mujeres. Se habían dado algunos casos aislados de casamiea tos con las mujeres indígenas 9 que no habían tenido mayor trascen­ dencia que la d.e proveer a la posterioridad norteamericana de un - mito de espíritu de fraternidad e igualdad racial y social existeg te en aquellos co.lonizadores y :t:rustrado por el carácter indómito y salvaje de las tribus autóctonas. Pero la familia mestiza, base de una sociedad y cultura de igual índole~ no era el ideal de la - colonización inglesaº De tal modo que se necesitaba ~a emigración de jóvenes solteras inglesasº Tarea a la que se dieron los prometo res de la Compañía de Londres y que encontró un favorable eco en - Inglaterra, gracias al espíritu de independencia y autonomía de la mujer y a las condiciones sociales existentes en ellaº En general, existía en Europa un exceso de población fem~ nina de la cual Inglaterra no era ninguna excepción, pero en la p~ queña Isla este exceso de elemento femenino no se había refugiado en los conventos y casas religiosas 7 como sucedía en los países fe~ dales y católicos, especialmente en España. Los conventos casi no existían en Inglaterra desde la época Tudor, y los pocos que había, no eran propiamente casas para mujeres con vocación religiosa)sino una especie de "pensiones de lujo" para jóvenes que no se casaban y para cuya admisión tenían que pagar fuertes dotesº Los escánda­ los eran frecuentes en estas instituciones y no se cumplía casi - con laa ordenanzas. (65). El exceso de población femenina se había (64) Beardº Opº Cit. P. 60-62. (65) Trevelyan. Op. Cit. P. 123~ dis'1,elto en una aqtiva y dinámica existencia dentro de la sociedad y se habia provtsto, como hemos dicho, ·de una gran lib.ert.ad y auto­ nom!a. 9-ue les pel;'mitía aceptar las ofertas de los dirigentes de la Compañia de ~ondres, de trasladarlas a la colonia de Virginia, en dong.e serían vendida~ a los colonos como· esp_osas,por el costo de st pasaJe; ciento veinte libras, pagadas en tabaco. Y así el año de - l6l9, ·se "hizo notable entre otras cosas, por el arribo del prime:r;­ cargamento de noventa jóvenes solteras que llegaron a Jamestown" (E El procedimiento era escabroso pero efectivo y siguió prac. ticándose a t¡-avés de toda la colonización norteamericaná, conv¡r.,: tiéndose posteriormente en un procedimiento regular típica.mente no1 teamericano empleado p-ara coJ.onizar nuevas ·zonas, espacialmente lai del oeste. Sobre esto~·matrimoni-os así contratados; se fundaron ho· · gares europeos que fueron proveyenclo a las colonias d:~ una vida se .. gura y. d?méstica1 sobre cüyas base.a: se re~liz~ la emig:ración posterj, de !aui1l1as enteras procedentes de Ing:La.terra (67) La forma 9olec_tiya y compacta de emigración determinó a st vez, una. exp:an~iQn gradua.l sobre. la .t:rontere. consistente en una ;,.. linea ce:rrada de comuni.dades. Proceso que se convirtió en .la forma característ-ica del movimiento exp"an.si vo de las colo~ias del norte· y del este del país, espec:i.alillente de las comunidades_ puri tana.s. .... Cada vez que se presen,taba escasez o (ieseo de mejores tierras, que habiá un gran aumento.de poblaci6u o que había algún motivo de de§ contento, de los establecimiE,u).tos más antiguos se iban dE;3sprena.:i.en do g~upos compactos que formabru?. una nueva comunidad. Estos grupoe emigraban generalmente bajo la .guía o di-rección ·de un _jefe espiri­ tua1 o pastor y tan pronto -cama $e acomodaban en una nueva loe.ali .... 4:ad, dividían las tierras equitativamente y como contaban -Gon to­ dos los integrantes y elementos necesarios para el funcionamiento de la _·nueva comunidad; pronto ·1,ograban un rápido y ad.IIiirable .flo .... rec;imiento, prese.rvando así dentro de sus organizadas com.unidades l.as formas culturales, sociales·, econ6ll!icas y políticas del grupo original. Dentro de esta linea fronteriza gradual que avanzaba ge ... neralmente de norte a -sur ·sobre la costa oriental norteaIP,ericana, florecieron rápidamente las: ~iudad,es, la industria, el.· comercio, .... J,a. cultura i la educación (68). -"!"!'--~~ (66) (6?) (68) Allan Nevins y H·,S. Coxnmáger, "breve Historia de los ·E.U." p. 16. 'l'ambi-én las _m;uj eres suecas, las suizas y las holandesas -acep ... ·taran frecuentemen!;~ ·e$a forma de emigración. Lo mismo que - las alemanas, es decir laij de religión protestante ya que es­ te fenómeno nunca se ~ió en~re las mujeres católicas. El protestantismo da una _tremenda fuerza y cohesión a la ins­ ti tuci,ón familiar. La biblia r~aliza la unción familiar en tor no a ella, El protestante es en si mismo la igl~sia·. Esta eche sión se puso a prueba en la soledad americana y ·triunfó. .,.. --~ ... -.- tAI'ITTJLC . ..,. ;i..1 • 91. "'."111 loe! .... r'ilr ...... ·ias o.".c.l ,.,,.,r - ...... .P,-.t i'c..-r•,-·r-r}--ar1 ... , .. \ una 1··mpor .Í.J _ .._._. . .:, l_ ~..._~,.~~~ ~ ::;;v. , -~O .J.,.,.::; ~l-..:.:.;:;i _ _ 0 _ __;, '-•'-' J. -,_,,.,,,. ., ' ' , ' . ., ·~ , ........ tan te va.riacion social, econor11c?. ;y te::c-ri. to.rial ~ que empeio a al.- ferir gradualmente más ·:1 más de la organización °J vida de las colo nías del norte,incluyendo su forma de expansión. Variación que co= rrcrnnondíó esc:e:1.cialm.ente a la exiet,~ncia de una c.iferent& ideolo­ gía como :Lévil de su colonización. En el su::: se había .refugiado - aquel esr·íritu feudal en franca decadencia y retirada en .Europa y cuya rna.rchi ta semilla, que casi ~xpiraba en In&;.19.terro., hatía -visto en el proyecto de colonización· de Lmérica la es·r;er~nza de polongar 1 ' t " ' ~ _., t , I • t • , , - •. • • t • aque sis esa ue v ..:::,s -e esp1.r:. u :m.avio J' genero ,.La 1n1c1a 1.va de una serie de empresas y realizaciones sin las cuales la coloni- ., • "\ . , • 1--i b' d t , . - . . zacion int;.L.esa en .H.merica no ~-ª 1.::1. avanza o . an :rapicta y c!i'ec1.en- tementf;. óSpÍritu que encontramos ya perfectamente encarnado yac-· tüanc1o en el financia..'TI.i.ento v nromcción e.e las er.mresas explorado- ~ .,._ - . - l . ' ·1 • d 1 . ~ 1 . b - . ras y os 2..ntent::.:B c,J_oniza .c·res rea_1.zs.c.0s por" os no .i..e.s y aris- t6crata" dc.l 3L·'l0 ~:,·vr .J'- d6 ¡ A":'. !"'U~ll .:.-,C: A=: t-fT,..; ('{) SÍ.:>rnr;l Q la ¿:,vr-,10- •• , ¡_,. ·-:. . i.:.:; ..... ; -:-- ...... ..., •J .... """-'--· ... ~... -.!::•'-'- .. 7-;"" .t·- '-!"""'l:" raci.on 1.·ea1.J.zada por Eartin Ji'rosbishsr ciue descuor10 el es.trecho de Hudson en 1570, tratando de en.-:.::ontrar -·oro. Tostetiorment·e, éste - espíritu se proyectó en los intentos e.e los propist8.rios ·particu­ lares para establec_er sen.oríes y 1 baronías feudales a].. estilo inglésj y a cuyo deseo e ideal corresp::indieron la fundación de las colonias¡ e.e l3e.r:m.u8a en las Indias O:cic.entales, de taryland en la que Lord Bal timare soñó func.ar un condado :platinado; de las Carolinas .y de al5unos establecinientcs en Nuevq Escocia en los cuales Jacobo I - p.reteno.ió también trasladar la orca.nización feudal. Sin embargo, - ninr;uno a.e est•;rn establecin:.ientos y proyectos se d.esarroll6 de - acue.rdo c·:in 1:;:: deseos de sus prq:rr.cito:--es> ni alcanzó un é~i to que correspondiera a su entusiasmo. Bl proyecto feudal íntegro no pudo reali.zarse '=n .I~crtsa.m,?x:ica, debido a tres circur.!..stancias básicas: -1. t. la vastedad y gran abundancia de tie.:-ras americanas. _2. A la escaeez ele la mano lde ;;t-ra,, ...... .3. J~.J.. eBpÍri tu independientG aut6r1om.c d& los colonos. ,... . ,.. ., ' ' t L!- ., , ·\ t ' " ... ., ' . ' 1 d 1::)1.n en0~1rg·o, 6..:.. espiri ,;_ .L euc.a.1. na ,1.a ~1.00 e.L r::ov1. e ac- ción de los prir!i.eros colonos y ei::.i¡_.rantes q_,..;.e pas~r-on a Ja colonia de Virg"inia, aventureros cuyo incer:.ti vo era la obt':ln(;iÓ.n de oro~ - la ejecuc.ión de la cuerre. :para ell do1,5.:lio da ir.cperios nativos v. aue buscaban el estableciruiento fe cr~nde. sefiorios basales en la labor nativa com.c nedis- e.e rc·hacer s1.~s a .. rJ:iui:n.adas .;,,, decadentes .fortunasº Viejos solc ad.os y err:pobracide:s 02.baller,Js y ne bles en c"Qyas .mentes latían en constante repercusión la.s 1Jaza:i~as d.e Fizar·rc y de Cortés, incitándolos y orientándo1os infructuosai.Lente a su ettU.l?-ción. 10:ero en Norteamérica no existían irr~perios nai;i vos, ni habían Ciudades de Cíbo]..a,_º 1rar::.pocc eran d.e or·o pur:.; las sa.rter:eE que usaban los nati­ vos habitan tes, ni lF..:.s cadenas de la.s ~ e.~Lles de su.e ciudades y .los grillos de los prisioneros, corr.o anu.nc i2.t e ... .n pomposa.mente los \)8.nfl~ tos, piezas de teatro y aún los serm.o!:2.e:; de los cura;3 en su pr0pa- 92. ~aJ?-d~ de ¿ª e~?ración (69). D~ tal niodo,. que resul t? completamente inuti,l e 1.nof1c1osa la presencia de los Joyeros y mineros contrata­ dos por estos aventureros para- la explotación y el beneficio del - preciado e inexistente metal. Los caballeros y cazadores de fortuna estaban completamen te desilusionados. Existía, sí, una fabulosa y prodigiosa abundan= cia de tierra1pero ellos se rehusaban a trabajarla, preferían morir de hambre que "ensuciarse las manos trabajando en ella". En los ru dimentarios establecimientos hubo que implantar la Ley-de Hierro - para obligar a los aristócratas caballeros a producir su propio - sustento. De acuerdo con los relatos y los cuadros que nos pintan los cronistas e historiadores de aquella época, la situación en sus fuertes era muy semejante a la de los caballeros españoles cuyas - glorias soñaban con imitar: flojera, sustento de las limosnas y - dádivas de los ingígenas~ lamentos y maldiciones (70). Aquella pr.2, digiosa tierra y la. labor nativa habrían remediado en gran parte ··­ sus ambiciones, pero el carácter seminómada y salvaje de los indí­ genas hizo imposible su esclavitud. El espíritu feudal parecía tam bién destinado a extinguirse en América. Mas, hubo dos institucio= nes que hicieron posible su sup_ervivencia, aunque no en la forma originalmente planeada y proyectada por sus promotores. Estas ins­ tituciones fueron la esclavitud y la servidumbre, prolongaciones - ambas de la casi extinguida sociedad medioeval, pero que tuvieron y ~ugaron un papel muy importante en la colonización inglesa en - Americaº 42º Instituciones Serviles y Esclavistasº La servidumbre era en Inglaterra aún en el siglo XVII un u~¡o general. Los siervos eran gente muy pobre y aunque nominalmen­ te eran considerados como hombres ·libres, en realidad gozaban· de una indefir..ida situación entre su nominal libertad y su esclavitud realº Situación que les privaba de las concesiones y derechos de unos y de otros 1 colocándolos en una posición muy crítica tanto so­ cial como económicamenteº Debido a'· lo cuál, decidieron trasladarse a Norteamérica bajo el sistema de siervos contratados, con la es­ peranza de alcanzar en ella una mejor condición económica y una nu~ va posición socialº El sistema de servidumbre contratada o escritu­ rada, consistía en la celebración de un contrato por el cual a cam­ bio del costo de su pasaje,el celebrante debería servir cinco años a lR persol'la que lo costearaº Cinco años en los que cargáría con - la rudís::ma tarea de proveer una vida civili.zada en las tierras noE, teamericanas y de producir un negocio productivo para sus dueñosº Cuando estos siervos ter~inaban su. contrato quedaban en libertad - de volverse a alquilar1 o bien de establecerse como colonos libres e independientes~ legando a las generaciones posteriores una vida de libertad,en la que en realidad,residía la ventaja de su trasla­ do a Amérig.a.- Como consecuencia de este sistema se fueron forma.ndo una serie de colonias de blancos pobres integradas por siervos libera- (69) Beard. Opº Citu Tomo I. Pº 75. (70) S. E. Morison. O:p. Cit. Tomo I. Pº 47. 'í'r' .•. 03 ./ . dos o s.us desendientes, que p.ro:veJ-e:r·c::-1: ·.,d0 co:m.pé.>.c ta línea de 11ene­ tracióri hacia él i.r:.te.rior de la fronter9.., en uns. etana más avanzada de la colonitaci6n. .- .,.. .. .- . . . . ., . ... .. ,, t ~- ~ , . ' da ~ ~s. ins ,_,i 1;uc1.on cu.o opor un1.\.i.a.c:;. a .i..os ricos irncen · oos y - propietarios- de alquilar gran :;antidad de siervos contratados,oon lo cuál desarrollaron ;:•l-~ntacion_e~ de grandes cultivos especiali­ zados que se extendieron por tlaryland, New Yor}:::, Las Carolinas, - Vi¡1ginia y Georgia. ln ellas ¡a servidu:r:1bre no solg_mente proveyó la 1 mano de obra indispensable pái·a SJJ desarrollo,· sino que determinó sobre todo, la base d~ú sistema territ<;n'ial. sobre e.l que se consti­ tuyeron. 'i~u los primeros aii.os de la. coloniza~:Lón de Virig:i,.nia, la Compañía de Lohdres se habí.a visto en la· necesidad. de estable.cer - la prqpiedad· común. de la tierra,. ·pero a,1 avanzar la etapa coloniz_§!: dora, el progre~o ;¡ la. prósperi.daa: dé la empre-sa y de la ·Colonia ·,... obtenidos graci,as al clil ti vo a.el tabaco, permitió en .feliz coinci,­ dencia con la esc~sez y necesidad de t:Le:rras e-.ri Inglaterra, el es'"" t.ableci&ierito ele la p:i:opiedac. p-r_ivaqa ·._e:i el año de 1617. (71). De a.cue:rd.o con el.lo se inici.ó la r:·e·:pa:;rt.ici_ón· de tierra er:j.tre los acciQ nis.tas y socio·s de la Qompañía y l::ós ·colonos establecidos en VirEi­ nia, ·En 1618 la C.ompañía concedió el c.erec.ho Head-Right o reparto per-capi ta por .el cuál, se cciriced:!.ar,t veinte héc tárea.s te terreno a cada emigrante a V.frginia. _ E$te derecho se ,pr·olongó a los Q.ueños .de planta9iones hacendad.os o jefes c.-e fa!!ülia, otorgán:dóles veinte hec táreas por cae a persona qe S!l crupo,_;y9. fu.es·en ,f a.11il.íares. o siervos - que enigrasen· a su c:ósta~ o siinpleíHente,por cualquier persona cuyo ;pasa~·e par;arallo Sob:pe. éfita b~oe) +os ~i_cos ari~t6c·r~t~s y hacendados contrataron muchos -sJ.;e.rvós. e_sc:r1. turacto 9 y asJ~, rec1b1.-an, por cada uno de ellos viente_ hectár.éas d.e t;:;rreno y adei¡;ás1 se proveían .del tra­ bajo servil nec$sa.rio .para. -~u .d.esarrollo. La esclavitud fué· la ·otr9- insti.tuct6n en que se aliment6 el espíri tü feudal de No;rtear.iéric~. El reco.noéi.miento dé los c1ere, ... chos humanos es un triunfo muy reciente todavla, ele manera que su atropel'lo total encarnado en _la esclavitud,. éra una .cosa. muy c.orrí.eE; te en toda la Europa del sig1o XVJI .• Los ·prisione·ros c:e suerra, lqs· enemigos políticos, los sojuzgados baje cualg_i...ier· crclen, poc,1.a.n ser, reducidós libre y le3-almente a la esclayitüc. y bajo ese. concepción las colonias ingles~s del sur de los actuales =:atados Uriidos y de· las Indias Occidentales1 fu~ron ricamente provistas de esclavos por los negociantes y traf:i,c~ntes· b+i t~nico·s ·y eurqpeos ~ Los primeros e&clavos fueron integrado$. casi exclusi va¡p.e:n.te por-iiorribres y muje .... res irlandeses. Ir.landa .p.a.bía. sido $Ojuzgada por las armas ingle­ sas en el siglo XVI, y e·se, he.cho dat;·a 11derecho'', aún en la. época de C:;romwell, a que sus agentes. re.c.orrlesen el .país en busca d.e :nucha..;. choij y muchachas que capturar para venderlos posteriormente,corn.o - esclavos a los dueños de l~u~ plantaciones norteamericanas. Las pin-,. giles ganancias ol;)tenidas en el n~gocio c<;rnduje,ron a muchos· atrope,.. lloa ·¡, ra¡>tos ,aún. en las propias ciudades inglesas; como prueba de lo cual, existe~ petición de libertad de ~etenta ingleses rapt! dos y cop.ducidos a Plymounthyvendio.9s en las Islas Occidentales como esclavqs por 1150 libras de az,lca.¡i (72). La esclavitµd blanca. .fué una pr~ctica co:r:riente en la· col9nizaei6l). ingle$?- en América. (.71) Cha..rle$ 11/í. Andrews "The Colonial Period Of At:érica History" Tomo I. P, 126. (72) Eeard. Op. Oi t .• Tome r-. p. 175. 94. Pero el rendimiento de estos esclavos acostumbrados a las brumas del norte, .no era muy fructífero en los cálidos climas de las. Anti­ llas Q d.e las colonias del sur de los Estados Unidos. Pronto los sueños volvieron sus ojos a la nueva oportu.nidad que se presentaba en el año de 16197 con la llegada a Virginia de un· barco holandés cargado de esclavos negros como mercancía. De ahí en adelante, la labor de los esclavos negros se convirti6 en la base de la prosp~ ridad de las plantaciones .en el sur, y los nuevos y forzados emi­ grantes fueron haciendo florecer los arrozales y campos .de algo­ don y d13:nd.o al mismo tiempo un nuevo matiz físico y espiritual a su nueva patria. títulos refugió grandes vit~1 •. Es espíritu feudal que fracas6 al tratar de establecer sus ycanongías,y que no encontró oro ni esclavitud nativa>se en la organizaci6n sociaJ ~ económica y .territorial de las plantaciones del sur~ eregidas sobre la servidumbre y escla . - Las plantaciones proveyeron,naturalmente> una ocupación te­ rritorial dispersa y una expansión de igual índole. El centro de la europeizada vida doméstica se localizaba ~n estas colonias, en la C! sa central de la plantación éri donde habitaba la aristocrática fa­ milia, cuyos hi.jos eran mandados a estudiar a Inglat;erra o bien,·se instruían por medio de maestros particulares. Las ciudades no flo­ recieron,naturalmente,en estas colonias ya que no eran necesarias como centros de comercio ,j de ne~ociaciones industrial·es y de in ten sa vida intelectual, todo lo cual casi no existía en aquellas re-­ giones. Había cierta flojedad E:n 1el gobierno y poco indi vidui,3.lismo, y las formas culturales inglesa$ se veían infiltradas e.n su disper­ sa frontera con las influencias -españolas y francesas y las prove­ nientes de la labor nativa y africana. Los comercian.tes y dueños de propiedades contrataban c3-irectamente sus negociaciones con los co­ merc;:iantes de Inglater_ra, vendiéndoles por lo general sus productos agrícolas o las materias primas .• Por lo tanto, la industria y las - manufacturas no florecieron en esas regi·ones. Sin embargo, los pr.2, duetos agrícolas tenían gran demanda y estas colonias alcanzaron una floreciente prosperidad y boyante economía, debido a lo cuál - .e.e iban creando nuevas plan~aciones que se internaban en las nue­ vas tierras. Estas plantac·iones presentaron una rápida expansión, que muy prontó se encontró con el avance rápido y extr.aordinario de las colonias del nort~ y de.leste que iban asimilando dentro de su compacta línea dE;i expansi6nJ toc!.o cuanto encontraban a su paso imponiendq su ideología y sus ·formas de vida ( 73 ) .. 43. Centralismo y Aut<;>nomía. A mediados del siglo XVII se encontraban en Norteamérica un sinnúmero de prósperos establecimientos y colonias1que a pesar de que presentaban cierta diversidad en sus móviles y eri sus orí­ genes, así como en la forma como encausaban ~l desaz:-rollo de su - sociedad y su economía, constituían todas el resultado de la libre acción e inicia.ti va de la empresa privada inglesa, ya hubiese es­ tado representada por compañías ·Q.e accionistas. o por propietarios~ (73) Realizaban ent_re ellas el famoso "comercio triangular"º Est~· empresaico-rn.o .reccrd~mo~, había. desp1~~ado :p~r~ la fundac;i?n y el desa.r;c.l.to. de l:12 co..t.or,i.:1.as una. ac.tuacicm p·::u.1. t1.ca y ~cono:m.1ca ·co+I1ple~~entia libre .e indep·?ndient~ de la partic.ipación 9 la j,.nter vención real, ya crie aúr1 en la$ gr.andes crisis e,::onómica.s o guber: na.mentales qu.e se res presentaron·, no solici.t.arcn })ara resolverlas la i;¡yuda e.e la corona ··.o ·1-á pite,n?,a del t¿,scr.·o nacional, sino ·que ... r.ecurrieron al ·.financiamiento y ·apoye ele l.as clases mercantilistas y capitalistas del país~ · · ¡,a actuación de ta C_crolia respecte a 1-a coloniza.9i6n había ~rnn·sistidt='eri fomentar todo intHn.t·o o !~1rma· qclo.n.izadot·a, en otor- · gar .los per~iso.s . y éonce.~10·nes svbfe las tie·rras american,as., en re-, conocer la .legal'id:ad .:de. lo:s pto:mot;oré:s. en t_ransf erir a ellos sus funciones adriiinj_stra.ti vaSp ,. polf ticas: y j:udici.ales, d.entrq de l:is .. tierras de su· don~·ci6n. :De ac~e.rdo .. córi esto, compá.flías y propieta ... rios · é'stabán autori zai:l.os ,P?,ra :di$,.tr:iJ¡\1ii' libremente las· .tierras, ..,. cobrar- impue.st6s, explotar· le.s +fnas ,. propagar ·¡a religión, acuñar mqned.a-, !'$gular· ~l. cómeI'-Qio., .o,rganíz$:r. la éief~nsa de las· colonia$ e iDlponér el tipo p.e gobierno qiie.·· g_üiSi$ran pa.ra regir a los. súbc.i tos ·o.,rit.áni inglés e.u. l'lorteamé.t?ica, la colonia de - ·yirg.ini R., tr9,tó c.·e trásla.dár eJ.. gobierno o.e la compañía y de la - c~:üon~a. a é·st~. La. depeho.enG·::i.a económic~ d~ los ,accionistas lo:n­ di.nens~$ a que $6 encoütrS¡pa:· S·Ujqt~ le. ·crga_ntz~CiÓn 9 impidió la ... totá.l _realización de _est! .. ~~oyect·o,' a. _pe~ár de ~o c~~lJ se .hiciero:q. grandes avances: se suprimio. e.L. Consejo r:~eal., se daJo so¡a,me~rte .... ·una pequeña pé.U't.e ·dél gobierne d.El ,la Compa.-iiía en lr ..glaterra y ~n funoi.~n de las demandas 9'6 los .co-:i.6nos; que pidieron se les gober­ nase d,ett.ocrátiéa,rri$.P:t$1 se eétahl.e<:.i6 an la coloma. un gobierno in­ dependiente y_re~resentatixe- Los:vecinos ~e Ja~es~o~n ~rganiza­ :r;qn el. '30 de J"l).110 de 1619 ¡a pri::nera asamDlea .LegisJ.,ativa del - continente formada por ·un gobern..9.d.oi', sets c-onsejeros y dos ciu ... dada.nos o diput~dos por cada u.na. de Ias diez plantaciones de la, colonia. (75). El nuevo Congreso erigió su Gonstitución en J.a que se ~stabl~ci-5 que los colon:os 90~:3-rían d~ ~c~as las ;franqi:ic.ias y 11.bertac.es que poseían lo.s subca tos bri t-arucos; estar1an :pro-- ,---- (74) G.M. ·~revelyan. Qp. Cit. p. 229. (75) A. Nen.vis_~ Op. Cit. p.. 16 • .. ----,, .. 96. tegidos por la Carta Magna y por el Derecho Consuetudinario. El - Congres·o empezó pronto a reclamar .su participación en la di:r;ección de la Hacienda Pública, no permitiendo que se recabaran contribu­ ciones sin su autorización, ni que se emplearan sin su disposición Estio no$ permite _observar cómo los colonos ingleses en - An.iérica, i!tuidos_por la -anti'gua y larga práctica de t:radición po­ lítica. y libertaria d.e su pueblo, ·empezaron casi desde los inicios de su historia a constr_uir. su propio sistema de 9obierno constitu.,.. cional, a luchar por un régimen representativo mas fuerte, a recla mar la dirección_ de la economía nacional y a -tratar de obtener ca:: a.a ·vez más garantías de libertad person&¡l (76). Las primeras bases de autonomía y representación estable- c"idas por l9s primeros colonos de. Virginia, se vieron fortalecidas _y, $é.ncionadas ·por las ideas políticas y religiosas sobre las cua­ les se fundaron y organizaron las colonias de los pur:j.tanos en Nue va. Inglaterra. Estas colonias,de ¡as cuales fué la pionera la pe-­ qtiéña colonia de los P_ad.res Peregrinos, transladaron la Cédula y - e,Í ..... gobierno · dé las Compañías y de las colonias a Améric.a, y se conE ti:t\iy~rón en respúb1icas aut"ónomas y .en comunidades :independientes: .:E;s· d.ec:Lr, se organizaro·n en forma dé .cuerpos civiles políticos, en qu~.los directivos de la Gompañ:í.a quedaron como el poder ejequtivo ~~ .las _colonias y los accionistas como los electores, gob~rb.andose .. democráticamente sobre la voluntad de la mayoría. Est.a organizaciór :d~14ocrática e~a pi'ópiamente- el re.flejo o prolongación en el campo ·-Poli ticó de la organiza.ci-6n eclesiástica y la concepci64 religiosa d_e .:e-sas comunidád~s, ya que su iglesia "no contaba _para sancionar_ -el.- poder espiri tuál. y social que ejercía sino con la aquiesencia - t~mporál dé. sus conciudadanos" (77) º Encontramos así, que tanto la -pe-q\ieña c·oloriia de los Padres Peregrinos, como la de la -Ba,hía de - li0.$,sachusetts c;tearon ·desde su establecimiento_ eus co:p.gresos, for­ .m.vJ ;úf·1., s1 ... s le;res y eligieron a sus gobernadores. Massachusetts - ·:t'q.ncionó como uná república aut6noma. durante medio siglo después d.e··· su fµndacfón, efectuada _en 1629 Y.;1a semilla de la a.1,1tonomía y :Oel éonstitucionálismo fué .llevada. ingénitamente a todas las colo­ nita_s que se fund,aron como una- prolongación de ella. Conn,ecticut, Rho~e Island, New Haven~ Maine y ~ew Hampshire;poseían gobie:nos autonomos y representativos;- elegian a sus gobernantes y legisla­ dores por medio del voto popular y formulaban y se regían por sus p_r.opias leyes. · · El gobierno representativo no solamente flo_reci6 en las qolonias patrocinadas. por -las Compaíiías, sino que existió también en las colonias de propietarios. En esas colonias se estableció o :bien1por la concesión gratuita de los dueños ,o bien, por medio de la presión y la fuerza, como en el caso de Marylandtenla que Lord Bal tímore influÍdo por las ideas absolutistas de los reye_s Estuar­ do se opuso en un princ-ipio a conceder el poder legisla ti va a .sus colonos, los que mediante la presión, lo obtuvieron. En estas co­ lonias al lado del go_bernador impuesto por el rey o propietario, actuó él Congreso popular que era el que formulaba la leg_islación, (76) Aº Nevisº. ")p. Cit. p. 22 (77) G. tJ,, 'l'revelyan. Op. Citº pº 230. ------ 97. determinaQa los gastos e imponía las contribuciones. Y aún en al­ gunas colonias el~ propietarios,como en 1~ de William PennJloa re­ presentant_es populares llegaron a desempeñar una serie de podare~ guoern~entales, De una. m~nera general podemos decir que para 1700 existió en las colon;ias inglesas de América, un sistema de gobier­ no autónomo y repre~entativo, con una independencia casi total de la metrópoli. A la luz de J.,a política estatal y real ingleaa,los esta ... blecimientos coloniales repre~entaban un beneficio en muchos sen­ tidos. En primer lugar, constituían benefieos mercados de consu­ mo y aprovisionamiento que favorecían la economía inglesa y el de­ sarrollo de su mercantilismo; representab~n avanzadas militares en Amértca para contrarestar el poder de Francia y España; y servían pafticularmente a la sociedad de la Isla,como lugar donde arrojar el desecho de su población perntoiosa o que amenazase en cualquier sentido el bienestar y la paz interna de la república. Población, ... que d~ acuerdo con el concepto meroantil:i.sta imperante, al ser tl;'a~ lad~da al Nuevo Mundo adquiría un doble carácter de beneficio: el de purificar la sociedad i;nglesa y el de aumentar el consumo de - las calqni~ Ya hemos visto como en una etapa inicial de la colo­ nización, las colon¡as inglesas en Norteamérica, constitu~eron un saludable campo a donde "exportar" a toda aquella poblacion de ro­ bustos campesinos y labradores que habían quedado sin tierras en Ip.glaterra debido al acotamiento de los campos. J?oster:i,orinente,los disidentes religiQsos fueron los emigrantes que se trasladaron a - las colonias y, sucesivamente,éstas constituyeron el refugio y lu­ gar de castigo ¡?ara los diversos enemigos politices de los regíme­ nes imperantes. Los delincuentes, los vagos, los presidiarios, los so-l.dados sin oficio, los desempleados, los prisioneros de guerra y los niños huérfanos, constituyeron durante todo el transcurso de~ la época colonial motivo constante de emigración forzada, pues la traneportaci6n se convirtió ep. el castiga frecuente de una gran - variec;l.ad de .faltas que iban desde el crimen hasta el "pecádo" de ,la orfandad, pasando por el delito de cazar conejos en propiedades ajenas y particulares, y el robo de un pañuelo (78). ~emigración a la~ c?lonias ing;L~sas en ~m~'.;ica, lejos de po$eer un carácter restrictivo y selectivo, admitio a todas las clases y categoriae sociales religi,osas y política.a. Libertad que no se circu?+sc:x;-ibió única.mente .a los súbditos ingleses,. sino que se hizo extensi,va a todo hombre eig'opeo que impulsado bien por l~ BJilbición de mejorar o por causa de una existencia incómoda y des­ venturada en el Viejo Continente, aspirase a una vida nueva en - A.Jnéric·a. Así,encontramos que desde una temprana época, grandes ,... contingentes de emigrantes alemanes, franceses, suecos, irlanda~ ses, escoceses¡, suizos y holandeses, amén de algunos franceses - p~rtenecientes a los más diversos credos políticos y reli~iosos ~ llegaron a las colonias inglesas en d,onde no se les exigio mas - que trabajo y buena voluntad. ¡,¡, política migratoria siguió estos lineamientos genera- (78) G. M, Trevelyan. Op. Cit. P, 226. Ch.M. Andrews Tomo r. P. 63. < 98. les o.esde la Reina ¡sabel Tudor hasta Jacobo I, pero al.iniciarse :-el ·reinado de Carlos I (1625.-1649), el Obispo Laud empez6 a res­ tringir y a controlar la emigración a las colonias americanas. - Restricción que obedecía al deseo de controlar: la autonomía polí­ tica y religiosa de las colonias y de lograr su sujeción al gobier no centr~. _En 1634 se ordenó que todos los emigrantes que pasarañ a las coionias deberían __ ,jurar alianza a la Corona Británica. En el mismo año se nombró la \./omisión Laud para que se encargara de regu lar y gobernar eclesiástica, legal y comercialmente a las colonias cuyas cédulas iban vacando y revocándose. La Comisión, nombraría a los jueces y funcionarios de las Co:t'tes Civiles y Eclesíá.sticas de las colonias; otorga.ría y revocaría· las leyes que se expidieran y cesaría o modificaría las patentes de las compañías y propietari9s .de las colonias. Una nueva política colonial se rebelaba a través de todas estas disposiciones, desplegada para asumir el control de las_ colo­ nias· y terminar con su creciente 'independencia y autonomía. La col,2. nia de Virginia había pasado a control real desde 1524 y en la ép.o-· ca de influencia de Laud la coloaj.a de :Massachusetts, que era la - 1 colonia más autónoma e independiente espiritual y políticamente, - 1 pasó a control del gobierno inglés, al ser revocada su cédula por una. declaración real expedida el 23 de julio de 1637 ( 79). Bin em­ ba:t:>gQ-, a pesa¡- de está declaración, ~a col~nia sigu~ó. g~bernándose a.ut-6nomamente hasta l684, en que vaco su Cedula definitivamente y se estableció un gobernador real que rigió a todas las colonias - comprendio.as dentro de la Nueva I.p.glaterra • .E1l el gobierno de Oliverio Cromwell (165.3-1658), se ini­ ció la. poTitica imperialista y se aplicó la política estatal y la fuer.za mili ta;r nacional para promover el desarrollo del imperio en América. Jamaica fué arrebatada a los españoles y anexada a las - posesiones inglesas por el Lord Protector; y Cárlos II en 1667 hi- zo lo mismo con las colonias holandesas situadas sobre el área: del actual esta.do de New York. Gradualmente1 en virtud de la necesidad· alega.da de proteger el comerc~o y las :poses;Lones coloniales por me­ dio de la fuerza y armada real, se fué haciendo posible la interfe­ ·rencia de la política nacional orientada básicamente hacia la .:regu­ ~ac~ó3:1 monopoli~ta P?r la Met.róppJJ.. ~80) •. a_s funciones _po~íticas, JUrldJ,.cas y legislativas de las colonias se fueron restringiendo - cada vez más. El Pa.I;'lamento creó la Junta de Comisarios de Comercio y Plantaciones y para 1760, de la-s trece colonias existentes, ocho eran provincias reales con gobernador.es ingleses. El gobierno au­ t6nqmo subsistía únicamente en ~hode Island y Connecticut. Pennsyl va:nnya, Delaware y ~aryland permanecían como colonias de propieta­ rios,pero se encontraban bajo la jurisdicción y dominio reales, - mediante el cuál la Corona desaprobaba las leyes expedidas por las legislaturas coloniale~ Una tendencia gradual. a la sujeción real se fué desarrollando dentro de la política estatal inglesa,respec­ to al gobierno de las colonias inglesas en América. ~n embargo, pronto el hábito de la independencia y de la autonomta llevó a las colonias a l_a rebel1ón contra esa política y 1119...,.,. __ (79) Andrews. Op. Cit. Tomo r. p. 420. (80) G.M. Trev~lyan. Op. Cit. p. 231. ,.. ____ t,rajo como consecqencia la Revolución y la Guerra de Independencia • ....... El gobierno autónomo y representativo y la democracia - triunfaron sobre las imposicion.es que quisieron dársele y se cons­ tituyeron en la forma gubernamental tradicional. de la nueva repú­ blica., PARTE III CAPITULO XII. PURITANISMO Y CATOLICISMO. 44. América; guía y crisol de pueblos. 100 Hemos encontrado hasta ahora que las proyecciqnes colo­ niales de España e Inglat;erra sobre· el Nuevo Mundo, presentaron semejanzas y disparidades que corrttspondían a dos épocas y dimen­ siones especiales, en las que las ideas predominantEB eran de índo­ le d:i.versa y opuesta. Aunque la diferente evolución histórica de - los respectivos países que nos ocupan1no presentaba límites cortan tes, pues no hay nada más ajeno a la historia que las divisiones= y limitaciones específicas, pred,omina,bah en España sobre los avan­ ces hacia la Modernidad, en una forma general; la concepción de - cruzada, la economía feudal, la proyección señorial, el belicismo y la religión católica con su profundo celo y sentido apostólicosº Inglaterra mientras tanto, ofrecía como factores sobresalientes. - de ·su patrón vi tal y sobre las reJI1inicencias medióevales de su bj,s toria, una monarquía parlamenta:ria nacional, gra.nd~s cambios so- - ciales, desarrollo creciente del industrialismo, floreciente .mer­ cant;i.lismo y un nuevo espíritu religioso que renovaba las viejas ±ns ti tuciones y creaba otras. Convirtiéndose en una religión ac ti­ va por excelencia. Por lo tanto, entre ambos pueblos existía una varianta bá sica de propósitos predominantes, de organización política y eco-­ nómica y de fundamentos culturale.s. Ya hemos visto en la parte pri mera de este ensayo, cómo las circunstancias históricas jugaron un importa.rite papel para determinar la variante predominante, pero - nada fué tan definitivo como la profunda ideología religiosa exis­ tente en ellos que sirvió de móvil, dinámica y engranaje fundamen­ tal1de las acciones y formas vi.tales de estos pueblos. De manera - que el estudio de. esta iq.eología, que condicionó todas las varían-. tes dadas dentro de la obra colonial americana de España e Ingla­ terra, cobra una importancia cápital para comprender los resultados de su obra. · Muchos pensadores ha.n marcado ya, lo difícil que resulta para nosotros, los contemporáneos, acostumbrados a regir nuestra conducta por medio de doctrinas económicas y materialistas,cuya bondad se mide por la abund~cia de beneficios y resultados prác­ ticos, comprender la conducta de aquellas generaciones cuya diná­ mic~ de acción y móvil ideológico era la religión. El Cristianis­ mo en sus dos escisiones más trascendentalea y profundas: Catoli-·'> cismo y Puritanismo conatituyeron los móviles ideológicos básicos de los hombr~s que llegaron a América representando laf? variantes nacionales, sociales y culturales, que .. eran España e Inglaterra. De manera que las diversas circunstancias americanas, examinadas, resueltas y desarrolladas bajo la diferente lu~ de estas dos ide2 logías, cobraron un distinto, profundo y diverso significado. Po­ lítica y Economía, Legislación, Administrq.ción y formas Cul turale,s se vieron influidas, condicionadas en su desarrollo, por estas dos concepciones vitales: mas la importancia máxima de estas doctrinas ee desplegó ante la pr·esencia del indígena americano, ya que de - 101º ellas dependió básica y fundamentalmente la case de relación y de contacto gue se estab.leció con él. Las culturas existentes en América hoy en día: la Criolla Norteamericana y la Mestiza Latinoamericana,·no son ajenas de nin­ guna manera al enfoque otrogado por estas dos ideologías religiosae .sob.re la obra col.onial de los dos países (1). De manera gue él es­ tudio de los aspectos religiosos e ideológía gue hicieron posible y dieron génesis a la disparidad cultural americana, es de sum~ ·­ importancia para nosotros, los que unidos al pensamiento q11e post:!! la gue América tiene un destino. 'final que cump:q .. r que es el de ser vir de guí~ Y.crisol de pueb~os, 1;fiedi-ante la.realiza~ión de un pr,2 fundo mestizaJe cultural y b1olog1co gue acoJa dentro· ·de una comu­ nidad conciliatoria y libre, en que se logren la igualdad y frater. nidad humanas a hombre~ provenientes de todas las latitudes de !a­ tierra, tenemos profunda fé en su cumplimiento (2). Por lo anterior en esta parte .estudiaremos el aspecto religioso· gue fue el medio - básico de lograr la asimilación ~el nativo americano a la Cultura Europea, · Examinaremos primero, por razones de orden cronológico, - la evangelización española y después la evangelización protestante, presentando una breve reseña de los antece·dentes europeos de· ambos aspectos. · 45. Antecedentes en España. Catolicismo y Uni- . versalidad. Como recordamos, España debido al peculiar desarrollo de su historia medioeval, no alcanzó a realizar la evolución que en los campos económico y político realizaron los pueblos .modernos - europeos. De manera que la proyección que realizó de esos aspectos en América, presentó un carácter típicame~te medioeval contra el que lucharon enconadamente el Estado y los reyes españoles, espe­ cialmente los monarcas católicos y,el primer gobernante de la Ca­ sa de Austriaº Sin embargo, no todo fué atraso en la historia y en la - obra española; pues hemos de considerar, que a pesar de todo e.l ade +anto científico y cultural, técnico, material y político,que se= alcance dentro de un pueblo, es el fondo humano, en pri·mera y úl ti ma :i,.nstancia, la base y manifestá.ción más importante, yaliosa y de fínitiva de toda cultura. Y fué exactamente .en ese aspecto en don­ de España alcanzó un adelanto definitivo en los siglos XV, XVI y - XVII. Adelanto de acuerdo con el cual proyectó su acción sob~e Amé~ rica, logrando con ello realizar una de las epopeyas más valiosas de la historia. Hemos visto que al efectuarse el derrumbe del Mundo Medie ·val, el Renacimiento, el Humanismo, y la Reforma, proveyeron las. - bases ideológicas y culturales de los nuevos tiempos. En casi toda Europa se descartaron las antiguas tradiciones; se echaron por la borda las leyes y costUIÍl.bres establecidas y se prendió un nuevo y -~---- (1) Mien~ras la espiritualidad inglesa santificaba lo material,en los siglos XVI y XVII,la E;)Spiritualidad y moral española lo - condenaba. · (2) s. ·zavala. Programa para la Historia de América (Inédito) p. 84 ----.- 1020 vibrante espírituº El Renacimiento floreció en casi todos los paíse europeos; la Biblia y el pensamiento protestante y científico subs­ tituyeron a la Escolástica y se creó toda una vida nuevaº En Españe prendieron también todas estas innovaciones, mas en una forma dife­ rente, debido a que España no presentaba la misma situación histó­ rica de los países del resto del continenteº La esencia y razón de vida españolas descansaban exactamente en la ideología que se des­ cartaba con los nuevos tiemposº La nación hispana había podido sub­ sistir más que física, espiritualmente frente al Islam, debido a - su empeño de conservarse cristianaº La religión católica había sidc el centro y eje de su vida y no era fácil descartarla sin descartar su propia esenciaº De manera que al presentarse los movimientos re­ novadores los mejores ingenios españoles decidieron injertarlos en su espíritu, pero sin desechar por ello su pasadoº Se realizó así un gigantesco esfuerzo por construir un mundo nuevo en el que sin embargo siguieran vigentes las creencias cristianas fundamentales de la Cultura Medioeval, aunque remozadas, ampliadas y profundiza­ das por los problemas, necesidades y espíritu de la época moderna (3). La Escolástica, base de la doctrina Católica no fué abandona­ da, sino que se renovó y modernizó reprensando a Santo Tomás y a Aristóteles de acuerdo con las nuevas tendencias imperantesº Así a la luz de la antigua doctrina el Renacimiento, el Humanismo y la ideología Reformista tomaron un carácter peculiar en Españaº Desde lue~o los teólogos españoles no aceptaron la separación entre la razon y la Fe; entre el creyente y el ente racional que realizaban Lutero y la ideología protestante, siguiendo la escisión renacentis ta que sacrificaba sin compasión la razón humana haciéndola inca- - paz de toda función en materia religiosaº Ellos, por el contrarioj conservaron el matiz de la norma tomista de considerar al hombre en su integridad humana, sosteniendo que la Fe debería ser estudia da racionalmente puesto que "la Gracia no destruía a la naturaleza sino que la perfeccionaba"º A su vez, el Renacimiento no se aceptó en España ni con las características de lirismo que se dió en Ita­ lia, ni fué un movimiento de conjtj.nto basado en la intelectualidad como el que adoptó en los pueblos del norte, sino que ayudado por la herencia morisca cristalizó en forma de un humanismo basado en los valores de la persona, que se identificó plenamente con el hu­ manismo cristiano proclamado por las mejores mentes de toda Europaº Erasmo de Rotterdam, como hemos visto, fué la guía de los pensado­ res españoles, ya que siendo la religión e,l eje y centro de la vi­ da hispana, su prédica y su orientación parecían haber sido hechas para ellaº De esta manera se creó en España una Cultura Moderna pe ro cristiana,íntegramente humana1 que teniendo como base y centro - de ella a la religión 7resolvía los aspectos y problemas diversos de su cultura a la luz de soluciones morales, humanas y universa­ les del Cristianismo. Bajo esa orientación se realizó la coloniza­ ción de América, especialmente del siglo XVI, no hablando claro - está, como nos dice Gallegos Roca.ful, de la ambición y egoísmo - particulares y despiadados que se presentaron en ella, sino del espíritu colectivo general que por fortuna prevalecióº Por fortuna decimos, porque el Continente Nuevo no era una. tierra deshabitada en que el hombre europeo recibiera sobre sí mismo las consecuen­ cias de su propia actuación1 sino que estaba poblada por _un hombre, (3) José María Gallegos Rocaful 11 El Pensamiento Mexicano en los - siglos XVI y XVII" Po 10º 103. cuyo destino histórico y· cultural dependía totalmente de la luz - bajo cuya orientación fuese visto por el europeo. De esta mariera las disputas sobre el tratamiento de lo.s indios quedaron envueltas básicamente en las consideraciones teológicas; la Legislación se vió orientada por propósitos cristianos, la administración colo­ nial se encontró influída y modificada por las voces de los reli­ giosos ( 4). La orientación Humanista Cristiana prevaleciente en la' Cultura Hispana, basándose en el humanismo ~gualatorio de las - ideas renacentistas y de la tradición católtca, que establecía la igualdad humana sobre la posibilidad que tiene todo hombre sin - excepción de convertirse en socio o colaborador de Dios, para rea­ lizar sus planes sobre la tierra, propugnapa por realizar el ideal de una sociedad universal en que convivieran fraternalmente unid0s hombres y naciones sin dist'inción de razas. Ideal que en España, - como en el resto de la Cristiandad latina mediterránea,se refo~za­ ba, actualizaba, vivía y praqticaba cotidianamente en su estrecha y constante convivencia con·los pueblos asiáticos y orientales, - desarrollando en ellos una aptitud especial de as~miláción física y cultural de las.razas y civilizaciones no europeas, dotándolos de hábitos de coexistencia y destruyendo su concepto de exclusivi­ dad occidental y prejuicio racial. En función de ello, el español se sintió impelido. desde - su inmediato encuentro con el indígena americano 7a incluirlo den­ tro de aquella sociedad universal que aspiraba a realizar y, deci­ dió asimilarlo a su cultura, occidentalizarlo, españolizarlo. Pero para él, españolizarlo, ac.cidentalizarlo, significaba básica y ne­ cesariamente: Cristianizarlo .. (Cristianización, Evangelización y - Civilización, significaba lo mismo) •. ~La Cristianización se convir~ tió así en la esencia básica y finalidad principal de la acción - americana y abarcó no solamente los deseos de aquellos elementos que se proyectaron.hacia ella, sino a todo espíritu cristiano que poblaba en el Viejo Mundo. La Cristiandad toda se sintió comprome­ tida y obligada espiritualmente a brindar al hombre americano, por medio de la evangelización, el medio de alcanzar la salvación y la. realización del reino de Dios sobre la tierra. La bula de Donación de las tierras americanas otorgada a los reyes católlcos a cambio del cumplimiento de la evangelización, fué el hecho más patente de tal aspiración. Las circunstancias y condiciones existentes en España no habrían podido ser más favorables para el cumplimiento de tal ta­ rea. Por una parte, el momento de la evangelización americana ha­ bía coincidido venturosamente con la gran renovación espiritual, cultural,y religiosa que se daba en toda Europa como consecuencia de lo cual, innumerable era lá pléyade de humanistas cristianos - que podían contarse entre los. dirigentes, teólogos, pensadores, - legos y religiosos del reino ibérico, entre los que podían reclu­ tarse una selecta tropa de evangelizadores,muy difícil de igualar en calidad y cantidad por cualquier otro país europeo., Las órde­ nes religiosas mendicantes, que serían las encargadas directas de realizar la asimilación del indígena americano por medio de la - conquista espiritual, acababan de ser reformadas,como hemos seña­ lado, por el Cardenal Cisneros y presentaban una energía¡ aptitud y dotes inusitadas para la obra. La elevación de la Cultura inte- (4) S. Zavala. Programa. Op. Cit. P. 196. 104. lectual orientada haci'.3. el ic.eal de piedad, de que había:i. sido ob­ jeto las ordenes mendicantes, el paulisno y espíritu evangélico - imbuido en ellas, su acendrada religiosidad, espiritualidad, ele­ vación moral y deseo de realizar en el mundo virgen de América, - no el simple traslado de las instituciones peninsulares, sino la perfección humana mayor posible, las dotaba para realizar fecun­ damente el acercamiento espiritual de las razas y culturas ameri­ canas. Estos futuros evangelizad.ores contaban además, con la va­ liosa experiencia apostólica lograda a través de los intentos y - experiencias evangelizadoras reali.zados sobre los moros y judíos en la propia nación española e1 iniciada en las Islas Canarias, ex­ periencias de donde ya salían proyectos, métodos y formas que ha­ brían de emplearse posteriormente en América (5). Así, España, - aquel país católico que no había roto con la tradición medioeval, que estaba retrasado materialmente y tenía instituciones políticas arcaicas y decadentes, que se encontraba fuera del ajuste de los pueblos europeos que hacían de la ciencia y la economía la base - de su progreso, se preparaba con su antiguo catolicismo que actua­ lizaba la Fe en una fuerza dinámica y viva traducida en esperanza y caridad., a desostrar en un utópico sueño, que la Fe, la bondad y la caridad humanas,eran realizables. :Cesde luego,la obra evangelizadora no era cosa fácil. Múl tiples eran la dificultades por vencer en todos los campos. No so= lamente dentro de la ffiisma obra apostólica, en donde la técnica e­ vangelizadora presentaba grandes dificultades, sino básica y para­ dójicamente en la lucha que tenía que sostenerse contra todos aque llos colonizadores y hombres que estaban movidos por.los intereses políticos, materialistas y adquisitivos. Entre estos destacaban por su oposición los colonos y conquistadores. La obra espiritual se - oponía ·natural y necesariamente a la obra de la conquista armada, a la explotación y a la sojuzgación de los nativos. El conquista­ dor y colono explotador de indígenas deseaban la conversión al cirs tianismo de los hombres americanos, mas no admitían la condición -­ básica del postulado cristiano; la libertad y la igualdad. La obra espiritual por el contrario, no podía admitir la conversión y evan­ gelización de los naturales del Nuevo Mundo, sin establecer previa­ mente sobre ellos la libertad y la igualdad. 46. Problemas Filosóficos, Jurídicos y Religiosos. Los intereses dé ambos grupos se presentaban por lo tanto diametralmente opuestos, y :pronto se entabló una agria y candente :polémica entre ellos; :poL)mica que se inició en la Isla Española cuando los dominicos que habitaban en ella,re:presentados por Fray Antonio de Montesinos7 protestaron enérgicamente y con gran valor ~nte los españoles, por"el trato que daban y la explotación de que hacían objeto a los nativos. A su vez, los explotadores para poder ~ustificar su codicia, empezaron a poner en duda la capacidad hu­ mana de aquellos seres, surgiendo así a temprana hora en la histo­ ria indiana como brote anór..imo y espontaneo en la convivencia de los europeos con los indios de las islas del Caribe, el problema de establecer la calidad y naturaleza humana del indígena america- !!2 {§2• (5J Vease Bataillon. Erasmo en Espº Op.CitoTomo I ~.69, en que re1~­ ta las tecnicas empleadas por e¡ Arzobispo de Granada,Don Herna.n do de Talavera para la conversion de los morosº ~ (6,}_,!"~,Q1',~ºf'W~n "Sobre la Na~1.1-:qale.z~ Bestial del hombre Americano". 105. La polémica giró así en ·torno de este problema filosófi­ co fundamental que adquirió una importancia capital para la histo­ ria de América, ya que de su resolución dérivaron una serie de so­ luciones vitales y definitivas para la orientación que se dió a la colonización española y europea en .América. 11En efecto ,del concepté que se tuviera del indio 1 dependía todo el programa misionero de lé ·evangelización americana y muy agudamente, la urgente de la capaci­ dad o incapacidad de.los naturales para recibir los sacramentos de la Iglesía. También dependía de la solución que a aquel primer pro­ blema se diera, el encontrar un justo título para fundar el derechG de la conquista y posesión de las tierras del Nuevo Mundo. Y, por último, el régimen jurídico a q,.tie quedarían sujetos los indios en sus personas y bienes, forzqsarriente estaba condicionado por el con c·epto que de ellos se formaran los europeos. Lo más relevante en - -este aspecto, era ·sin duda la justificación, o por el contrario el rechazo de la esclavitu~·c~). Derivándose de ello soluciones tan prácticas y fundament~· les, el problema apasionó de manera candente y fogosa a la cris­ tiandad e intelecutalidad españolas, e involucró en él a todas las J\l,e;rza~ y sectores vivos ·del reino ibérico: teólogos, juristas, re­ yes', re1igiósos, para que. trataran de dar su solución. Finalmente e.st'oS' sectores se agruparon en torno de dos pos.iciones claves, que representaban la.s dos variantes prevalecientes del pensamiento - cristiano europeo de -~quel momento~ y según las cuales, giró la po- ,l~mic·a misma .• .Ambas tendencias tratara~ de resolver según sus pro­ piós ~ostulados el problemaº La primera posici6n, correspondía a lá id.~ol,ogí~. del humanismo cristiano de Erasmo que,. colilo recorda­ .:mos asimilaba. y suavizaba. el. humanismo renacentista pagano a tra­ \tés tj.el pensam:i,ep.to cristiap.o escolástico medioeval y establecía a ~itra.ja tabla el q.ógma cristiano de la igualdad de todos los hombres 11 (8). PoSiciÓh que en Espa:p.a., estaba encarnada en las voces y per­ pOn~s de enq.nentes pen~adores 1 _teologos y juristas,como_Vitoria, Domingo de. Soto·, francisco Suarez y Fray Bartholome de las Casas. De,. acuerdo. con sus postulados, esta. posición defendi6, y luchó sin Jimitaciones y reijéteos por lograr él pleno reconocimiento de la _humanidad del ind1gena americano y el establecimiento consecuente de su capacidad racional, dotes- para asimilar la Fe, libertad para áJsponer de sus posesiones y personas, derecho para gobernarse a - sí mismo y en general,lograr el reconocimiento de la capacidad po­ lítica y religiosa de. los hombres americanos. Condenaba en lógica c;qrisecuencia esta po.sici,ón, la conquista y ocupación de las tie­ rras del Nuevo Mundo y la guerra hech·a a los nativos so pretexto d,e establecer la evangelización, a pesar de contr8;venir con ello to.dos los intereses teJIJ,porales y nacionalés de su pueblo. La otra posición se encontró magistralmente representada por el gran jurista Juan Ginés de Sepúlveda, distinguido humanis­ ·ta que encarnaba la típica ideología renacentista del racionalis­ mo europeo. E$ta posición fundaba las bases de su humanismo en la fuente aristotélica y sus- soluciones cristianas las remitía a San Agustín y al Antiguo Testamento~ saltando por encima del pensamie!'l to ·escolástico cristiano de la Edad Media. De acuerdo con el dere:: cho natural aristotélico, consideraba que el indígena americano·- (7) E. O I Gorma.tL, "Sobre la naturaleza bestial del hombre americano" p. 144. Op. Cit. (8) E.O'Gormanº Op. Cit. p. 309., .,... ___ _ 1060 era un ser que poseía un grado de. racionalidad y humanidad imper­ fectas, puesto que no ert-.. n hombres urbanos que desarrollaran y go ... zarande una vida humana y cultural plena y perfecta que se basase en la religión. For lo t·anto, siguiendo los lineamientos del pen­ samiento aristotélico, este "opositor y contradictor de Erasmolí,­ como ha sido llamado, defendí.a la jerarquización de una sociedad en que los mejores y los superiores, los buenos;; l;Js perfectos, los útiles y los justos,e3tuviesen por ,ancilria de los imperfectos y malos, de los injv.stcs e inútiles, de las ini'eriores y malvadosº Clasificación, esta última, en la que quedaban comprendidos los nativos americanos al ·juzgarse sus costumbres y pecados: sodomía, antropofagía, ic_olatría, de acuerdo con el patrón cultural y moral de los e-:.1.rb:peos. El Inc.io del Nuevo Continente quedó considerado como siervo "a natura 11 y, por lo tarito, se pensó, los españoles que ocupaban junto a los indígenap uh plano superior, en todas estas cons-ideraciones, tenían pleno derecho a so.meterlos, sojuzgarlos y esclavizarlos. :a :Derecho Divino· se argumentab.a en esta posición - como una fuente más para apoyar sus pretensiones, ya que la Biblia, en la parte del Antiguo Testamento, autorizaba la guerra justa y-· el sometimiento de los pueblos para predicar la palabra divina. :De manera que si esta r,csición no negaba totalmente la racionalidad y humanidad del indio, si J.,a regateaba y li.m.i taba en un :plano en que la nulificaba de hecho (9). La po·siciórt repr.esentaéia _por Ginés de .Sepúlveda, no era - nueva en el. :panorama del pensamiento europeo, por el contrario, era' la prevaleciente entre los humani·stas racionalistas ·protestantes - del norte del Continente. Yq. veremoa come estas ic.eas se n.resenta­ ron constantemente en el ámbito del pensamiento que or:Lentó a los teólogos y religiosos ingleses que e;uiaron el contacto y las rela­ ciones de los hombres protestantes con el ind:í.gena americano. S . b t . . . ' f ' l 1 . t " . in eo,arso, es a pos1pion no ue a preva ~cien e en ¿s- paña, no podía serlo puesto que ese pueblo estaba ap.imad.o por la - prédica humanista cristiana qu~ fué la que triunfó definitivamente en la controve:::.•sia sobre la humanidad .del indígena americano. Las diversas juntas;¡ reuniones te9lógicas celebradas para resolver la polémica, .habían otorgado ya desde' el afio de 1512 una resolución - favorable a la humanidad de los indios. La corte no era ajena a es ta posición que siguió confirmándose en los años de 1520, 1521 y:: en otras juntas poster·iores. Mas, con:o las dudas surgían todavía, los interesados en defender al indígena recurrieron a la solución y arbitraje supremo para los h9i',nbrep de aquel ~omento: al c_e la - Curia Rorr.ana1 la que dejó. estipÜ.lada en un magnífico docu:uento y legado para la hU!!lanida.d por medio de ,la Bula Unigenitus Deus ex­ pedida el 2 da junio de 1537, pcr Paulo III, el reccnocim.ie::it·J - ::pl~no .j total de la nat'.lráleza hut..ana y la capacidad racional e.el hombre a.nericanc (10). ... •, l t' . .+'' ., l d' b .¡.. .La s¡3.ncion papa .... no puso er::r,.1.no ... ina,.¡_ a ... os e aues, pues en una época tan :posterior a la fecha mencionada, come .fué el añ.o de 1550, encontra:;:rros resabios de la Gontroversia tanto en Europa como en .América. ?ero sobre la base de la .cristiana resolución, se (q) Gallegos Rocaful. Op. Cit. p. 162. (10) Gallegos Rocafu:J.. El pensamiento. Op. 0it. p. 34 • .. ..,._,..._ 107. pu_do organizar la obra .sistemática q.e la evangelización americana .Y sobre todo, establecida ya la calidac3- racional del salvaje, pudo lanzarse la acción religiosa a la tarea adoctrinadora con toda con fianza (11). - :Desde luego, los intent9s evangelizadores y la actividad. ·de. los religiosos en las tierras del lluevo Continente se habían - 'iniciado eón una gran anterioridad a la fecha dada. CATITULC XIII EVAHGBLIZ.ACICN CATO:IGA. 47. F'rin:~ra .Etapa E'Vangelizadora. La fi¿ura d.e los re1ibi9sos, como reJ)resentantes de la - Iglesi_a) se ccn:..virtió desde un principio en una. ·imagen familiar en­ tre _los· exploradores y conquistadores es:pal.ol,es. La :i-vangelización dé América se encontraba dentro de la categoría de imperativo, - pu(¡s .. por una p.arte I las: e:xigencj,.as de la Cultura Cristiana de áque- ,-ll~· ·epoca obligaban a la. Coro11a y vasallos españolee· ·a -.aceptar ·el'. corir,romiso de la evancelización de los indios, como único media e.e j:ustiificar= ,~l so::netiilliento y servicio que de ellos se hacía, y- por otra, el exaltado sentimiento de c.ruzaca exist.e.n.te en el pueblo - hi.spá~ic·o, ir.1pul;_sab3. Y. obligab3. al cun:plirüe:2tJ de tal r.iisión. Bxi~ tia además otro [;ran. problema, _pues si bi·3n era cierto que la con- · .quista armada 7 la ocupación :material habían logrado. e.l dominio de los hombres y la ocupación ,de sus tie;rras, faltaba aún el proce~o más in:porta.nte, la conquista espiritual de aquellos seres·, su in- ·c.orporación y :asimilación a las formas culturales de Occidente, - su iniciación a los rituales sagrados de lo9 blancos. A raíz de la ·cónqüist-a, ino..í.genas y conquistadores permanecían, fuera de la su­ per.f)cial y necés·ar.ia relació.n estable.cicla por las al'mas_, en dos mundos aj enes y diferentes' si.n compartir las inquietudes' ale·grías y·: t·ern..o.res que· son comunes a los;. hombres que vi'ven en una misma la­ titud. Ambos grupos permanecían alejadós, ·encerrados e~ sus respec­ ti~as órbita$ vitales y dentro ~e sus antagónicos conceptos psico- 16gicos y morales. ·· · I:;sta artificial situac:ión no poc;Ía ser duradera. Las ins­ ~i tucioncs espar"lolas S111Je.J;'pUe$~as sobre tal relación, :predecían una efímera existencía y un rotundo fracaso para a.rraigar eh las Nuevas Tierras .. Coroila ·y con.quistado.re$; s·e hicieron conscientes de este - problema J er.::pe:Zfl:ron are.tos a busc·ar su solución. :Bstos ··últimos em­ pezaron :pronto 9-' pedir la ·acción de la Igleei.a nara que llevara·a cabo la magna tarea de conciliar estos dos mundos y sociec.ades o..: puestos: irel del conquistador ensoberbecido y el del iridígep.a ~e­ dros9:o mediante una difícil tarea de justicia, equilibrio y recon­ ciliación (1'2). Finalmente, la Iglesia, como lo de:;nuestran las airada..s y acalorac.as nrotestas de los dominicos e.e la Isla Española suscita­ en.el aiio d°e 1512, tom6 a su cargc la defensa del indígena america- ---~- (11) 1.Sn 1550 se sostuvo una conti"'oversia e litre las Casas y :3epúl vedl (12) M. Picón Salas. "1)e la conquista a" Op. Cit. p. 62. 108, no, proyectó su noble y humana acción mediadora y se interpuso - desde un principio entre el vencedor y el vencido por medio de sus misioneros y representantes (13). Obedeciendo a todas estas necesidades, encontramos ya en el segundo viaje colombino (1493) representadas a la Iglesia y a la acción misionera por Fray Juan Boyl y otros religiosos, cuyo - número varía según los diferentes cronistas. A partir de esa expe­ dición se acostumbró como norma general que en todas las expedi­ ciones y exploraciones colonizadoras se llevasen a dos o más reli­ giosos que procuraran la conversión de los nativos, los defendie­ ran y reprimieran l.os abusos que sobre sus bienes o personas pre­ tendieran hacer los españoles. Esta norma tomó el carácter de ley, mediante la provisión otorgada por el Emperador Carlos V, el 27 de noviembre de 1526, en que ordenaba que todos los clérigos de misa o religiosos que fuesen en las expediciones, deberían estar apro­ bados por el Consejo de Indias y cumplir estrictamente con la mi­ sión expresa que les llevaba a esas tierras (14). A pesar de que entre estos primeros clérigos y religiosos que pasaron en las expediciones y exploraciones hubo algunos in­ tentos esporádicos de conversión, podemos decir de una manera ge­ neral, que la evangelización sistemática, profunda y organizada no se presentó en esta primera etapa colonial. En parte,debido a la calidad moral e intelectual de los religiosos que actuaban dentro de. la primera etapa, los que acompañaban a los expedicionarios y conquistadores y que poseían tanta o más ansia de riquezas y de po der, q1,1e aquellos, y en otra parte,por las condiciones de inesta-­ bilidad y falta de consolidación en que se encontraban las recien conquistadas posesiones americanas. Una vez pacificadas las diversas regiones americanas se inició propiamente el período evangelizador. Período que podemos comprender de una manera general entre los años de 1523-24, en ... los que se inició la sistemática evangelización de. Nueva España por los franciscanos, al de 1767, en que se efectuó la expulsión de los jesuitas. El arribo y obr~ de las órdenes mendicantes al Nuevo Continente se realizó en una fecha anterior a la que hemos mencionado, ya que los franciscanos llegaron a la Española en 1500, lo~ dominicos en 1510, los jerónimos en 1516 y los mercedarios por esa misma época (15). Sin embargo, ese lapso no lo incluimos dentro de la obra sistemática de la evangelización, debido a que si bien,la acción y obra de esas órdenes en las Islas fué de una vital y máxima impor­ tancia, importancia que quedó reflejada en el despertar que oca­ sionaron a la conciencia cristiana de reyes y gobernantes para que desplegaran su acción y legislación protectora sobre los indígenas, ésta 1 así como la acción de los misioneros,llegó demasiado tarde a aquellas islas. Los misioneros poco tenían que hacer en ellas, la explotación despiadada de los españoles, el impacto producido so­ bre aquella raza idílica y débil por el contacto con los europeos y las enfermedades, habían acabado practicamente con la población nativa. (13)-Juan A. Ortega y Medina "El Horizonte de la Evangelización An­ glosajona en Norte América" Parte II. (14) Colección de Documentos Inéditos de Indias" Tomo I. p. 453. (15) F.. Rice.rd "La ConQ1).ista Es_pi;ri tual de México" E.Q.sayo ~obre el A,posto·lªd. o y los .rvretodos .1V11.s:i.oneros de los mendicantes en la ~. Esnana 1-c;?~_::,4_ 1 t;?? n '70 109. En el continente, a la acción inmediata de los conquista~ dores siguió la mano rest~"radora de los msioneros. La conquista de México se realiz_ó en 1,520-21 y en 1523 llegaron a Veracruz · los tres primeros apóstoles franciscanos. En el Perú, el mismo Pizarro llevó a seis religiosos dominicos entre los que se encontraba Fray Vicente de Valverde quien fué nombrado obispo del reino en el año de 1537. En Quito 1ya alrededor de 1534,se encuentra la noble tarea civilizadora y evangelizadora encabezada por Fray Jacobo Ricke, de quien nos dice Vicente D. Sierra, que realizó una obra compa,.rable solamente a la de Fray Pedro de Gante en México (16). En la región sur del cont~nente y en el Río de la Plata, aunque los intentos mi­ sioneros empezaron a darse desde. la expedición de Pee.ro de Mendoza efectuada en 1536 y continuaron desarrollandose durante más de me­ dio siglo por las diversas órdenes religiosas, la evangelización quedó más bien en manos de los jesuitas que iniciaron su acción - sistemática aproximadamente por el año de 1690. Agustinos, merce­ darios, jerónimos, franciscanos, dominicos se encontraron ~raba­ jando activamente en la primera época evangelizadora en todos los reinos americanos que presentaron una consolidación rápida: por - ejemplo, en Guatemala, Perú, Quito, Nueva España y el Cuzco. En la primera mitad del siglo XVI la tarea misionera en los reinos de Nueva España y Perú especialmente, absorvieron ~na considerable cantidad de religiosos pertenecientes a estas órde­ nes y a medida que transcurría el tiempo,lá. tarea evangelizadora y civilizadora se hacía cad13: ve~ más grande y difietl, debido al creciente aumento de población, al incremento de las propias tareas civilizadoras, al crecimiento del radio de acción de estas órdenes etc. De manera q1.;1.e,en el último cuarto de ese mismo siglo1 la evan­ gelización empezaba a decaer en estos reinos y a su vez,las nuevas áreas conquistadas se encontraban con dificultades para proveerse de religiosos. La renovación hecha por el Eperador sobre el Clero y las órdenes religiosas y, las disposiciones tridentinas, junto con la inyección vigorosa de la aparición misionera de la compañía de - Jes~s,otorgaron una fuerza e ímpetus renovados a la obra. Los eo~ ponentes· de la Compañía de San Ignacio se repartieron por los rei­ nos americanos imprimiendo un nuevo carácter y apoyo a li;t acción evangelizadora de las órdenes mendicantes, En esa época se ~ntre­ garon las parroquias de los indígenas ya adoctrinados al clero se­ cular, se elevó la cultura de los criollos, y se desarrollaron al máximo las misiones. La región sur del continente entre las que - se encontraba el Tucumán, El Chaco, ;paraguay, Río de la Plata y la Asunción,se entregaron a la orden jesuita para su conquista espi­ ritu~l a comienzos del siglo XVII. Podemos considerar así, de una manera muy general, dos - grandes etapas dentro de la obra evangelizadora. La primera corres pendiente al siglo XVI,la cuál quedó a cargo de las órdenes monás= ticas mendicantes y,la realizada por los jesuitas en el siglo XVII. Períodos que podríamos llamar de conquista al primero y de consoli­ dación al segundo, aunque en algunas regiones una sola orden cubrió las dos etapas, por ejemplo, en el sur del continente)la compañía - --..-- (16) V .].Sierra "El sentido Misional de la Conquista de América 11 p. 126. 110. de Jesúsº Naturalmente esta es una división muy gen~ral y convencic nal hecha p_ara facilitar nuestro estudio, puesto que la obra misio: nera y evangelizadora en América obedeció siempre a una profunda y total unidad, tuvo los mismos. lineamientos y aspiró a las mismas.;:, ;realizacionesº Los resultados y +os métodos fueron a veces diferen· tes, debido a los diversos grados de evolución y cultura de las - .tribus con las que s.e ·enf.re·ntaron los misioneros y a las pequeñas va.riantes de las leyes y observancias de las órdenes, pero dentro de ello,todas as!)iraron a la misma finalidad. El mismo espíritu,am­ b,iciones e.idea.les movieron a todos los misioneros, de9de aquellos doce p.rimeros.franciscanos conducidos a la ijueva Es;eaña pol:' Fray - Juan dé Valencia hasta los.Últimos misioneros ·esu:i.tas del ·para-~ gu~y . :17 .. J.deeles y aspiracioI?-es que s~ remontan a los· mismos - - claustros aspan.oles de los monJes erasmistas, a las celdas en .gue iµiperaba la cetrina central del Cristianismo reducido a· 10 esencia= y que en Europa corría el riesgo de oler a Luteranismo~ lugares ~n que sé soñaba mucho antes dé que el descubrimiento d,e América ofre­ cie.ra un nuevo sino a la humanidad, en la creación de una,.. ¡>enovada ·Crist:i,.andad, en que se trabajaba por el florecimiento de una Fe re~­ táu.ráda y d:e la pureza original y de la verdad evangélica (18). · · Hemos visto como" dentro del seno de la vida europea esta renovación erél. problemática y difícil. El hombre occ:i,dental poseía una s~rie de trabas, de vicios, de degeneraciones, que la hacían· casi- imposible •. Mas, al encontrar en América a aquellos .se-res li­ br~s de todo compromiso, de las t:abas y obli9aciones '9:é la Cultu­ ra.·Occidental, del Erasmismo·espanol se derivo hacia América una .... corriente animada or la es eranza de fundar con 1a ente de las - tierras _nueva.mente descubierta$ agl.iella utopica sociedad 19 El carácter eserlcialmente humanista de.l. Erasmismo permití, a'. los cristianos monjes, reconocer y aun idealizar las cualidades • d.é lbs nativos atnerica.nos, y pronto se apresuraron a proyectar so­ bite ellos la r~sta.uració.n: de la pureza original del Cristianismo - Primitivo. La Iglesia y las órdenes mendicantes, el espíritu reli­ gioso en general·, solic·it6 se dejase .en sus manos la anexión de - .los hombres y tierras del. Nuevo C-ontinente a la civilización Occi­ dental. Anexi6n -que se realizaría e:xclusi vamente por la vía pacífi.;. cá, por medio de la persuación, del ejemplo y de la insinuación - psicológica, última que emplearon magistralmente los· jesuitas. Pero, 1~ misma cul t·ura cris.tiana europea hizo imposible • tal ut·op-ía. Los intereses. temporales y. materiales. existentes al - lago del ideal evangelizador, reclamaban también su satisfacción · e .impedían la realización exclusiva de la obra religiosa:. Intere-. .ses existentes no sola.mente dentro del ámbito español, sino en ri.­ va.lidad. con la~ otras naciones europeas. Así se resolvió aunque no de una manera definitiva en - cont~a de tal petición. Pero ante los estragos producidos en las .Cl7) Bataillon. "Erasmo. Op. Cit. p. 452. (18) M. Bqtaillon. Erasmo. Opº Cit. Tomo I. p. 453. (19) M. Bataillon. Op. vit. ·Tomo L, p. 444. ------- 111. Antillas entre la población nativa por la presencia de los españo­ les, los religiosos reanudaron i reforzaron sus peticiones. Así quE se presentó a la Corona el dilema de resolver que debería acontecei primero en el resto de la ocupación del continente: si' la ·acción de _lps religiosos -Y, sobre ella· penetrar el poder temporal, o si bien, 'deberí?- procederse al revés. Natumimente de acuerdo con el sentido -mis·iónal ·y apostólico que se p·retendía otorgar a la penetración y 09upación de Amér_ica, era el segundo de los casos el que debería haber p_revalecido como forma de contacto inicial con los nativosº Los intereses seculares del Estado y el curso mismo de los aconte­ cimient¡os históricos decidieron en favor de la penetración primera del :poder temporal. Sin e·mbargo ~ los rf;ligiosos siguieron insistief d9 .ante l.a corona para descartar la fuerza co:c10 forrn:a de ocupación. Insistencia que cobró vida especialmente en las peticiones y esfue1 zos de. Fray Bartolómé de las Casas, ·el c.ual pretendió demostrar la­ b.ondad. de su posición por medio de- los di versos experimentos de cq·­ lorüzación pacífica realizados en, las provincias de Cumana y de ve~ ra Paz en Tierra- Firme (Panamá). Las· <ürcunst.ancias, como hemos vH to, no favorecieron los proyectos del bien intencionado monj·e. En -­ ios· ·_sitios en que pretendió. implantar sus misiones, los indígenas - eran feroces y ~-alvajes y, acostumbrados a la hostilidad del hombre blanco; no supieron distinguir entre la mano que asesinaba y la que ofrecía la redención. Apoyada por los resultado.s de e·sos experimentos la Corona a:cept.6, en la primera etapa de la colonización como nb.J:"ma general, la conq~ista armada c0mo forma inicial de penetración y una vez lo­ grada la soj_uzgación .y dominio de los nativos, la evangelización. A pesar-. de e.llo ,. en muchas ocasiones, los religiosos p:enetraron al parejo de los conquistadores y muchas ·veces fuer.on ellos lo~ prime­ ros. 48. Reducciónes y Pueblos de Indios. . La idea misional exclusiva, y la utopía cristiana· no deca- y:e_ron nunca en el ánimo de los religi9sos. Mas como su total cumplj. miento no era posible, entonces empezaron a idear las reducciones, - pensando que e.n ellas podrían preservar a 1·os indígenas del conta.c­ t·ó con loq blancos y de evitar su explotación, al mismo. tiempo que realizar su utópica socieda4. Como una derivación de esta idea se p·ensó en los pu·eblos de indios. :Ifü er_a posible reducir a la totali­ dad dé .los ind.ígenas, pero ~í era posible agr1,1parlos én pueblos, y ~sí empezaron sus gestiones ante ia- Cor9na para. que nrov.eyera esta forma de .organización. Desde .1530 el rey Fe~nand0 el Católico pre­ tendió el establec.imiento de estos pueblos. El Cardenal de Cisne­ ros envió a ;Los Padres Jerónimos a la Española para ver si era po­ sible el agrupamiento de 1os naturales en dichos pueblos·, y fué - bajó la política siempre modernizante y humana del rey Carlos V - cuando .se di6 una. entusiasta acogida a este proyecto. En el año - de 1523 el Emperador expidió Cédulas en que se daba el permiso par~ la organización de estas comunidaa..es. Comunidades en las que los· indígenas quedarían incorporados a la Corona, mantendrían una existencia libre, pagarían sus impuestos directamente a los admi­ nistradores de la Hacienda Real-; y·los religiosos los aa,octrina­ rían libremente sin la molesta interferencia de los laicos. » r- 4 tribuyeron mucho a lograr el mejoramiento de las condiciones de los nativos. Ferc en una etapá inicial de la ccionización, las - dificultades surgidas en torno a éilos y las deficiencias inicia- les del sistema, no convencieron totalmente a los religiosos. Es- : tos continuaron luchando por lograr una obra evengelizadora exclu | siva_ como resultado Ge lo cual, estabiscieron las nisiones de Ki- choacán, Californi y Faraguay. 49, Dificultades de la ivangelización. ¿u superación. La imposibilidad de reducir a los indios, lanzó a los re- ligiosos a la lucha en las comunicade se hispano indias en las cua” les era muy urgente -su acción. La tarea civilizado ra y evangeliza- dora era sumamente difícil en estas corunidades. El indígena recha zaba la evangelización puesto que ésta significaba la ¡egalización del despojo.de su libertad y: pos sesiones y (20) mag con Es armas y el dominio español la imponían, otorgándols uL carácter cormulsivo, debido al cual se les «obligaba a practicar 498 rituales cristianos, éregir templos sobre. Tos antiguos sagrarios paganos y asistir a - las misas y adoctrinamientos; el indigena, ante la imposibilidad del rechazo material, recurrió a esa: forma ás huida mental y espi- ritual que Robert Ricard. llama *la inercia y el disimulo" ED. 98 escondió en su mundo interior en que vivió su propia vida y creen" cias y presentó esa apariencia. exterior: ¿e ausencia y lejanía men” tal y espiritual, de felta de viéa interior e interés pór el mun- do que le rodeaba, el mutismo, de Íncorkpren sión, ce. somnolencia; = actitudes que encontramos hoy, a fuerza de practicarlas durante - siglos, definidas como caracteristicas de la raza, El misiónero se dió cuenta de que la evangelización com- pulsiva era solamente obra de paja , buscó la manera de realizar algo perénne y verdadero. Lo primero que intentó realizar para - cimentar su obra fué lograr el conocimiento y penetración psico” lógicos de ese mundo axtrafí ¡0 y enigmátigo que era el alma del in- dígena. Coro arme prima para ello se ir mponta el conocimiento de la lengua, instrumento que se hacía adenás, indispensable para el adoctrinamiento. La diversidad de lenguas y dialectos inciígenas era muy variada; los misioneros se volvían locos componiendo vocabularios y gramáticas, haciendo traducciones, estuciando el simbolismec. - Afortunadamente existía lo que A.Js Toynbee ha llamado las "len- guas francas",o sean aquellos idiomas de dominio y cultura supe- riores pertenecientes a los grupos. domin nantes y que servían como lenguas diplomáticas e internacionales. Los evangelizadores se - dedicaron con especialidad al estudio y conocimiento ce estas - lenguas que eran: el quechuá en Perú, el nahuatl en México y Cen- tro América, y en la región del Río de la Plata, el guaraní. Su conocimiento puso al misionero en contacto con los códices, docu- mentos, historia, tradiciones y leyendas de los nativos, El reli- gloso los escudriñó afanosamente, siempre en busca de la compren sión y entendimiento del mundo indígena; y en esa búsgueda fueron (20) J,A. Ortega y Medina. Op. Vit, 2a. parte. (21) Robert Ricard. Op. Cit. p. 464. a e e a 112. r, t "l- ., - t ~S 0$ pu~~v os· :·u,~ron t;a·ana,11r:o ,:.:,I "'6,_,., ,-..r.c.~, 9. '"'.c,CCO ·.;·· "On- . 1 ·, • · ..,.. "1 - ,.. . .a. ·· 0 , ,-. -;.. 1 ..... ..1,,. ~V ... ~~º'-.J • ~ .._ !:'" V 1 e eron ue.ne .Log:rar eJora:miento e .2 diciones de s ati os. er·o a t pa icial e l i ci6n., s - i lt des r idas rn9 ell s ¿r s fi i ncias i ia­ s el a, vencieron ente a s ·religiosos. s­ s t r · ndo r, rar .a ra angelizadora xclu i va 7 o lt do de al1 lecieron s s es e ?li-- oacán, alifórni araguay. · 9. ifi ultades e Evangelización. Su eración. a posibilidad · ucir á s ;ios, zó s ­ 9sos ha n l~s c c1_;ade13 i ano .ias n s a... s . uy r ente s_u ción. La: a i ili ado a .evangeliza­ ra ra amente if;ícil n -esta.s r:.unid.ade.s. l f,;ena a ba angelizactón puesto ue. ,.é:st :·. ;ignificat,a . l ~a.lizacióñ el s ojo .. de ib tat1; .oses::1.cnes ,: (20) as mo l&.s r as 1 d . . - 1 1 · ' ., t · á ~ · , ' t· · 1 · q ¡nio ano a. .ponia.n; r n(1'J..L"S ·11:~ 2s.r·1c er cOL\'JU,i. 1.vo,. bido l al e s bltgaba. ~- .prácticar _J,.~s les ri ti nos, er gir plos bre los G..d.tiguos .i¡'~rios anos ir .a s i$as rinarr.ientos:; l ígena, te posi_bilidad el ·chazo aterial, t : ri . sa a ¡na _de ida ental i ,. al e obert Bi_card la. a fjla ,er.cia l .di ¡r¡.ulo" (21). Se ndiq v. undo t rior n _i1e · ivió ·su ·propia ida en...­ i s r sentó sa arié~ci~ terior de sencia ·1ejaní.á en ... l ~piri tual, e alta e ·vida .rior J terés or i un­ e · eaba, l uti :co,. e :i,ncoreprensión, d.e nolencia; ~ ti es e r9r:1,os oy, fuerz~ e racticarlas ,rante s·, fi idas o racterfsticas , .za. l .misionero i . enta e e angelización o in~ J?Ulsiva ra ente ra e .t;1ja .j' _buscó anera e .reali ar· l o renne r .adero. o r ero .intentó alizar ara.,. entar ra é rar l c:imiento netración si .,. icos e se undo Axtrafío i niáti96 ·que ra l ~ ,a el ­ í ena. Gor:.o a ·p_:r~ ma ·a. llo s(;¡ 1poni3: l c Iµi·en;to e ua, ento e cí . e:Jás, i ensable ara l ctri a iento. a i ersi ad e uas - i l ctos . g ·nas ra uy ariada; s eros lvían ó os poniendo cabularios .áticas, ci do ra. v. ci.ones, u .i . l bolismo. fort ada ente istía ·e .A,.;;, oynbee· a ia ado · l n­ uas as 11 ,o an ue los as de inio ltura pe­ res rt ecientes ;3. s _s. a.omi an.tes e í ,n o uas i l áticas :int r i .nales-. os eli r _s dicaron n eciali ad l t dio oci iento de t ~ uas e r n: l .chuá .en J7Ú, l .huatl n éxico . '""'. mérica, i n el ío e lata, l araní._S oci iento so l isiQnero ntacto n s dices, ocu­ e;p.tos, istoria, radici'ones y das e s ati os, l li­ i so s udriñó samente, e pre ~n sca e pren­ 6n t i iento el undo i ena; sa squeda r n 0) . . rtega t·ledina. p. Cit, a. .J;:'te. 1) obert icarc.• p. it. . 4. ~--,....- quedando recogidos monumentos y tesoros inapreciables de la,3 civi­ lizaciones precolombinas para la historia de América, los que a su 1 vez.A se fueron incorporando y enriqueciendo las formas de la Cul tu-. ra Occidental. El misionero conocía ya la lengua y el mundo indígenas. Ahora le era necesario atraer al indio y convencerlo de su desin­ terés y ·verdad. Entonces la evangelización católica, a diferencia de la doctrina protestante que desarrollaba la racionalidad como medio de convencimiento, acentuó el aspecto bondadoso y sentimen­ tal del cristianismo. Subrayó la utilidad de laR obras y se apoyó básicamente en la caridad para atraer a los naturales. El evange­ ·1izador se remontó a las aldeas más pobres y olvidadas, repartió su pan entre los necesitados y los cubrió con sus sayales. Se in­ terpuso entre conquistador y conquistado sin importarle la mala - voluntad y odio que con eso atraía. Curó a los enfermos, etc •• De­ sarrolló, en suma, una actividad tan piadosa que en muchos casos se han considerado como verdaderos santos • • Tras la's huellas del conquistador fué la mano del religio so para restaurar. las heridas que aquél infligía. Cuadro que se -­ presentó en todas las latitudes hispanoamericanas. Hubo reg~ones en que la obra ~isionera alcanzó a veces matices sobrehumanos. Por 1 ejemplo, en los actuales territorios de Colombia. y Vene_zuela en - los que la geografía y el salvajismo de los pueblos que 9,hÍ. habi­ taban, hacía de la obra de los religiosos una tarea de martirio. Al principio, la obra de los religiosos resultó incompren sible para los indígenas, que viendo que estos ho;mbres no b1,1scabañ bienes ni riquezas a cambio de tanto trabajo y desvelo, los tomaban por locos o bien pensaban viendo tanta humildad y pobreza én ellos, qµe deberían ser grandes pecadores para merecer tanta mortificación (22). Pero la mortificación-y obra de los misioneros fué ganando el a.1:m.a de los nativos, éstos empezaron a acercarse a ellos .en busca dé protección y de consuelo y aunque el tet:1or y la duda anidaban - todavía en el alma de l~s generaciones adultas, los jóvenes y los niño.s educados por los rE:ligiosos y preparados especialmente para la obra de unión, formaron una nueva generación que vivió, se en­ tregó e identificó plenamente con los religiosos. La identifica­ c.ión a su vez, fué mútua y plena. Los religiosos se hicieron in­ dios con los indios: anduvieron descalzos,si ellos andaban, dur­ mieron en el sl,lelo, si ahí dormían, comieron lo que ellos comí;m. (23). Mas esta identificación no la efectuaron los frailes única­ mente en el plano material, sino básicamente en el intelectual. De_scendieron hasta la primitiva mente de los nativos y desde ahí se fueron elevando paso a paso con ellos. Colocados en esta cir­ cunstancia,comprendierón que había muchas dificultades en los ri­ tos, ceremonias y teología del Cristianismo, los que resultaban - incomprensibles para los indios. Y, como estos evangelizadores pertenecían a aquel cuerpo selecto de mendicantes heterodoxos que poca importancia presentaban a lo formal, mientras se praticara verdaderamente la piedad, mientras se cumpliera con el precepto (22) R Ricard. Op. Qit. p. 469. (23) R. Ricard. Op. vit. Pgs. 259-260. 114. evangélico puro, trataron de cr~ar un cristianismo que fuera una vida íntima y espiritual, la cual cada uno habría de acrecentar y conservar con su porpio esfuerzo y dejaron a un lado los rituales farisaicos, de tal manera que los indígenas no se vieran estorba­ dos por ellos. 50. Evangelismo y Philosophia Christi. En torno a la obra evangelizadora en América,se encuentra una gran libertad evangélica sostenida especialmente por los fran­ cí~canos pertenecientes a aquélla inspirada vanguardia del Cris­ tiani$IDO español 1que tanto admiraba Erasmo. Dominicos, agustinos, mercedarios, eran también liberales evangelizadores, aunque lo.s do- mi·nicos se distinguieron más por su libertad para admitir .las capa cidades de los indígenas en el campo político y civil y los agus-- 1 tinos ·.en el campo intelectualº El ideal religioso que se buscaba se hizo patente en la impresión de la Suma de la Doctrina Cristia- 1 de Constantino, que se realizó en la primera imprenta existente en ' la Nueva España por mandato.de Fray Juan de Zumárraga, primer obia ... po.de_México 3 la que de acuerdo con la opini6n de éste, contenía_­ up.a .e osicion del Cristianismo reducido a lo esencial, que podía constituir un excelente catecismo para los indios 24). Ideal en que se actualizaba, en Americe-fiñalmeiit·e el ideal Erasmista. Este cristianismo reducido a lo esencial que admitía en los sacl:'amentos a los indígenas sj n todo el formalismo teoiógico e ' Jntelectual que se requería, fué combatido por el clero secular y pór los laicos, que se escandalizaban de que los indígenas fueran admitidos a la c.omunión y al bautis:nio sin una exhaustiva y comple...:. ta adoctrinación y se oponían a las leves sentencias que los reli­ g:j.osos dictaban· a los indios .por sus pedados en la confesión. Afortunadamente los religiosos encontraron apoyo a su obra y a sus métodos tanto por parte de la Corona, que era la responsab1 directa de la evangelización de los nativos a través del Real Patr2 nato Eclesiástico de las Indias, como del Papado. Adriano VI, Pio V y Paulo II, no solo autorizaron a los mendicant~s para administrar los sacramentos y ejercer todos los derechos de párrocos, de acuer­ do con ias exigep.cias y neces.idades que se presentaran en la evan­ gelización, sino que frecuentemente ratificaron y ampliaron estos privilegiosº En América los Obispos y Provinciales de las órde:µes respaldaban su actuación, por ejemplo en el caso del bautismo, cief. to que los frailes bautizaban a grandes masas de indios sobre una · suma.ri.a y rápida información, pero no olvidemos que en el ámbito - a;e aquella cultura esencialmente religiosa~ sacramentos. tales como el bautismo y la comunión tenían un gran signiftcado. El bautizo se consideraba como la forma oficial de admitir la capacidad racional y religiosa del indígena, y por lo tanto,constituía la mejor cor­ tapisa esgrimida por los religiosos· para defenderlos de la explota­ ciónº La comunión jugaba un papel parecido, ya que si blanco e in- ·-~--- (24) Mº Bataillon. Opº ""itº Tomo II pº 132 ll5, digena participaban de la Suprema Gracia de Dios por igual, esa - :i,.guaJ,.dad trascendía a todos los planos. No podemos olvidar que una de las supremas fu~ciones de la Iglesia y la religión católicas en Hispanoamérica, fué la de servir de protección y defensa de los in­ gígenas, y esa era báeicamente la intención que·movía a los reli­ giosos en esos casos. Los primeros obispos de las indias, pertene­ cían a esa clase de modernos y elevados hombres influídos de prédi ca humanista cristiana y así por ejemplo, en la Nueva España deci= dieron que el bautizo como lo otorgaban los mendicantes a los nati­ vos, era lícito. Solución que se ratificó por el Concilio Provin­ cial de Nueva España celebrado en el año de 1555 (25). 51. Características de la Evangelización Católica. Después del bautismo, empezaba propiamente la evangeliza­ ción. Se adoctrinaba a todos los habitantes de los pueblos y se les obligaba a asistir a las misas celebradas en los atrios y en los - cementerios. Se tradujeron e imprimieron catecismos, sermonarios, espistolarios, doctrinas y vidas de santos. Los misioneros apren­ dieron casi todas las lenguas y dialectos hablados en la América precolombina y se obligó a todo misionero que pasaba al Nuevo Mun­ do a cursar estudios en esas lenguas. Cátedras de quedhua y nahuatl se instituyeron en los diversos colegios y universidades del conti­ nente por or~en de los reyes, y se ordenó como medida para facili­ tar el adoctrinamiento, que en las diferentes poblaciones indias - los padres de familia enseñaran a ·sus hijos las lenguas francas na­ tivas. Así por ejemplo, en Perú el Virrey Francisco de Toledo or­ denó en 1537 que los indios que hablasen aymara y puquina enseña­ sen a sus hijos quecnúa para que pudieran ser adoctrinados. (26) Los evangelizadores emplearon todos los medios que pudie­ ron para hace+ amena y atractiva la evangelización. Mediante el es­ tudio que había hecho de la vida indígena sabían que en ella se usa ban profusamente los caqtos y las artes gráficas y revivieron ambos para ayudarse a la enseñanza del ev~gelio. Las doctrinas, la vida de los santos, los pasajes bíblicas fueron profusamente ilustrados. Se organiza.ron en las :iglesias coros y aco1IJ.pañamientos los cuales se matizaron muchas veces con los instrumentos nativos. No en las primeras décadas de la. evangeli'zación, pero sí en un período bas­ tante avanzado, se hicieron concesiones a la sensibilidad indígena., al extremar la, parte externa y ritual de la religión: altares, cr~ ces, santuarios, fastuosidad del culto, frecuentes procesiones, - coloquios, etc. concesiones otorgadas especialmente cuando el cle­ ro secular tomó a su cargo los pueblos y adoctrinamiento de los - indígenas. El teatro y los autos religiosos también se emplearon pro.{usamente por los evangelizadores (27). La evangelización presentó en algunas ocasiones un carác­ ter selectivo., especialmente dentro de algunas órdenes como la de los franciscanos. Las masas eran evangelizadas colectiva per empe­ ñosamente, ya que los primeros misioneros aspiraban a implantar un evangelismo puro y profundo en el hombre común y corriente, pero a pesar de ello se impartió siempre una instrucción religiosa y teo- ~~~--(25l Gallegos Rocaf.ul. Op. Cit. Pgs. 90-92 (26 V.D. Sierra. El sentido misional. Op. Oit. p. 275. (27 Gallegos Rocaful. Op~ Cit. p. 99 116. lógica más profunda a los principes y señores, pensando que estos hombres que poseían gran preeminencia e influencia moral sobre los indígenas, deberían estar más preparados e instruídos más profunda­ mente para poder servir de guías y modelos eficientemente. La Educación de los niños y de los jóvenes fué también ob­ jeto de especial cuidadoº Muchos niños nobles fueron a vivir a los .conventos en donde se les e·nseñaba la práctica diaria de l~s preceE tos evangélic.Q_§., y se les daba una formación intelectual y espiri­ tual muy sólida. 52º La Educación base de la obra Evangelizadora. Mas no era Únicamente la. misión de evangelizar la que pe­ saba sobre la responsabilidad de los misioneros. La obra de la ci­ vilización y occidentalización de los naturales, su incorporación material y activa a las formas de vida europeas era otra de las - grandes misiones a ellos encargadas. Y así con el evangelizador fué el maestro, el topógrafo, el arquitecto, el ingeniero sanita­ rio, el artesa.no, el sociólogo, el médico y el agricultor. Con sa­ biduría y paciencia enseñaron estos polifacéticos frailes a loP - indi9s al cultivo de frutas y semillas para ellos desconocidas;~ le.s proveyeron de industrias, como las de la seda; les guiaron en la obra de trazar sus ciudades y construir sus casas; actuaron co­ mo directores de. las grandes obras municipales, tales como la cons trucción de acueductos que se edificaban en casi todas las comuni= dades. Escuelas y· hospitales florecieron al lado de lcis templos y .las catedrales bajo la vigilancia de los religiosos. Además de to­ das estas tareas forzosas y apremiantes, aún tenían que ocuparse - de defender a sus adqctrinados de los ataques de los indios hosti­ les. No olvidaron los misioneros la enseñanza de las artes, ofi­ cios y artesanías: escultura, printura, alfarería. Cuando los ~i­ Sioneros no se sentían capaces para la enseñanza mandaban traer - o.l?reros e instructores españoles como en el caso d~ Toripitio en Méxicrn en donde obreros españoles enseñaron a los indios el arte y método industrial y t·écnico de la cantería .Y el tallado de la piedra al estilo español. Autoridades y Obispos fueron coautores de esta obra. Por· ejemplo, en México, Fray Juan de Zumárraga no - era solamente obispo, si.no secretario de agricultura, estadista y economista grandemente preocupado por que se enseñasen a los in­ dios industrias y artes nuevas y productivas. (28). . .. Los desvelos de los monjes .no fueron en vano. Los indí- géñ.as asimilaban rápidamente las técnicas de occidente. Asimila­ ción en que lo indígena reaccionaba libremente sobre le.s europeas fecundandolas con su novedad •. Con gran regocijo de los religiosos, el mundo ·indígena fué matizando los moldes europeos, produciendo así nuevas y bel.las formas originales: el muro de estructura his­ pana se cubrió de ornament.os nativos, pájaros y plumas o figuras geométricas o botánicas, surgiendo así del contacto ferviente .Y directo dé los frailes y misioneros con la realidad de la tierra las primeras expresiones ~e mestización (29). --·---- (28) M. Pican Salas. Op. Cit. p. 62. (29) M. Pican Salas. Op. Cit. pº 62. 117. En la formación de las Instituciones sociales se siguió el mismo proceso de asimilación. Se creó una familia basada en la monogamia y el respeto de los hijos, en que se amalgamaban lamo­ ral cristiana y las costumbres nativas para formar un sólido nú­ cleo básico de la nueva nacionalidad. Los hospitales se convirtie­ ron no solamente en recintos en donde se curaba a los enfermos, sir que constituyeron básicamente instituciones de colahoración humana y servicio social. Eran sostenidos por los habitantes,y los indios iban a prestar servicio en ellos periódicamente. Los religiosos - pensaban que era la mejor forma de practicar la caridad. · Pero ya fuese enseñando la doctrina, o instruyendo sobre las artes y las industrias a los indios, la tarea evangelizadora podía resumirse básicamente en una palabra: Educación. La evange­ lización Católica en América poseyó eminentemente un carácter edu­ cativo. Carácter que aspiraba no solamente a dotar al indígena de una preparación técnica y práctica como la que se imponía desde - el primer momento, sino a lograr su capacitación intelectual, su­ perior e integral para que pudiera asumir junto al criollo y al español un puesto directriz en la,. nueva sociedad. El sector reli­ gioso ya estuviese representado por monjes, obispos o misioneros dominicos o franciscanos, comprendió que la Educación era el úni­ co medio de elevar y redimir al nativo. Y así al lado de la doc­ trina se levantó la escuela de primeras letras y de oficios; y - cuando el desarrollo de la Cultura lo requirió, fueron los hombres de la Igl.esia los que reclamaron y obtuvieron la erección de Estu­ dios Superiores que inundan el continente de universidades (30) - nos dice Vicente D. Sierra. Las primeras escuelas fundadas fueron las de las Primeras ~etras o Elementales en las que se enseñaba el Catecismo, Aritméti­ ca, Lectura y Escritura. De ellas, la primera fué la fundada en - 1523 por el franciscano Fray Peo.ro de Gante en Texcoco, México. Es .. tas escuelas eran especialmente para niños, pero la instrucción ele mental se impartía también a los adultos en las escuelas en que se­ les enseñaban oficios, como en la de San José de los Naturales fun­ dada por el mismo franciscano benefactor. Las escuelas de enseñanza­ elemental se siguieron abriendo por toda América, a medida que pe­ netraban en ella los religiosos, pues la evangelización así lo exi­ gía. En función de ello, la enseñanza elemental era forzosa y gra­ tuita. Felipe II hizo general esta característica cuando ordenó - en 1572 (orden reproducida en la ley 43 de la Recopilación de In­ dias) que los Virreyes y gobernadores en las Indias nombraran a - maestros de primeras letras en todas las ciudades de su jurisdic­ ción (31). Como consecuencia inmediata pronto surgieron de todas las áreas evangelizadoras las peticiones a la Corona, para que se per­ mitiera la creación de los Colegios de Estudios Superiores para - los indios. Los primeros en solicitarlo fueron los religiosos evan gelizadores de la Nueva España, que se vieron apoyados en la peti= ción por el Virrey Don Antonio de Mendoza y por el Obispo Fray Juan (30) V.D. Sierra. Op. Cit. p. 138. (31) Sierra. Op. Cit. p. 530. 118. de Zumárraga y así en 1536 se otorgó la real autorizac~ón a los franciscanos para que abrieran un Colegio de Estudios 0 uperiores para los Indiosº En él se enseñaría Latín 1 ~etórica, lógica y Hu­ manidadesº En Guatemala ya en el año de 15477 como voz representa­ tiva del deseo de los religiosos hacia la misma orientación, se encontraba la de Don Francisco Marroquín, Obispo del reino, quién ·a.eí ur.gía al Monarca para que creara un colegio: "Ya es tiempo de que lo aya", pues por falta de ello, decía, "se pierden mucha - doctrina y buenas costumbres" y el mismo religioso dejó una gran he·rencia para emplearse en el sostenimiento del Colegio de Santo Tomás de Guatemala, colegio que años después se convirtió en la Real Universidad de San Carlos (32). En el sur del Continente, en .la ciuda.d de Lima, era el dominicano Fray Tomás de San Martín, el que alrededor de 1544 aproximadamente reclamaba la necesidad de - fundar los estudios superi.ores generales. En esta ciudad, ya para 1568 los jesuitas habían organizado varios colegios, y los merce­ darios'j agustinos y dominicos., les hacían la competencia. No sola- .mente en las capitales se instituyeron los Colegios de Estudios - Superiores, sino también en las provincias (33). En la región del Río de la Plata la actividad docente de­ sarrollada especialmente bajo el patrocinio y cuidado del Obispo tucumano Fray Hernando de Treja y Sanabria, se coronó con el esta­ blecimiento de. un Colegio de Enseñanza Superior fundado posterior­ mente a 1614 y que contó para su sostenimiento. con una cuantiosa - herencia del mencionado prelado (34). En todos estos colegios de estudios superiores la enseñan ·z$, ·impartida era básicamente humanista, clásica: predominaban las_ cátedras de Filosofía, Lógica y Retórica y de Latín. Pronto empeza ron a darse entre los indígenas muy buenos traductores, latinistas, hi~toriadores, retóricos, maestros, copistas, composi~ores, etc •. Como es natural la creación y desarrollo de estas institu ci,o·nes fué objeto de constante animadversión y ataque por parte de los laicos~ que se daban :perfecta cuenta de que la educación impar­ tida a los indígenas por los reli~iosos aceleraría su emancipación. As·Í lo demuestra el escribano ,Jeronimo de López que radicaba en Nue va .España, en la ·carta redactada y fechada en esa ciudad el 25 de - febrero de 1595; en que relataba como los indios no permitían ya - qüe se les tomas~ como esclavos, alegando que no merecían ese trato pues entre otra$ cosas sab-ían ciencia 'y latín (35). En virtud de - ello los laicos hicieron todo lo posible por estorbarla, así por - ejemplo·~· consiguieron en Nueva España una Cédula expedida por el - rey Felipe II en que ordenaba a los jesuitas que suspendieran la - obra cul_tural que realizaban entre los indígenas q.e San Gregario, Pátzcuaro. y Puebla (36). A pesar de la constante oposición de los seglares, los re­ ligiosos prosiguieron con la directriz general de su obra. En ella ¡ .. hubo como era natural éxitos y fracasos~ por ejemplo, el del Cole- r gio de Santiago Tlaltelolco fll.ndado con tanta esperanza por las - frailes franciscanos de la Nueva España el que tuvieron que abando- (32) SiE;r+aº 11 p. l ~8 º cita a Bayle. "España y la Educación Popular en . America p. 161. ·(33~ Sterra. p. 52g. (34 Sierra. p. 531 . (35 R. Ricard. Op. cit. Pgsº 404-405. r~~--~allegos Rocaful. Op. Cit. p. 42º 119. nar y pasó a manos de la corona en el año de 1536. Mas los fracasoe trataron siempre de remediarse, si alguna orden fallaba o no podía continuar en alguna región, otra le substituía; si un colegio era 1 abandonado por unos religiosos, otros fundaban otro; así también er la decadencia que sucedió en la evangelización a fines del stglo X\ en manos de las primeras Ó!denes que pasaron a las colonias, siguié el refuerzo y vigor proporcionado por los jesuitas. Si bien en el orden civil los religiosos buscaban la prepE1 ración y dotación del indígena de los instrumentos cultural~s que - los llevaran a la e~~ncipación, en el orden espiritual, como corona­ ción a su obra evangelizadora, buscaban la formación de una IglesiE Americana cuyos guías y directores fuesen los indígenas mismos. De ahí que la meta final de la educación religiosa fuese la formación del sacerdocio indiano. Así·, una. vez estatuidos los estudios supe­ riores, los religiosos trabajaron árduamente por la fundación de Se minarios y Universidades en los qu·e se pudieran formar a los futurc ministros indianos. Nuevamente este deseo atrajo la oposición de le se~lares. Afortunadamente, la Corona colocándose por encima de todor los intereses temporales, apoyó-la- legítima aspiración. La falta de misioneros capaces y las crecientes necesidades americanas coloca­ ban en grave problema a la evangelización, amenazando el destino de la Cristiandad en aquellas regiones. Y aunque el gobierno español había presentado una inusitada liberalidad permitiendo el paso a - las Indias de todos los misioneros capaces sin importarle las nacic nalidades, comprendió que llegaría un momento en que ni toda Euro-­ pa Católica podría cubrir las necesidades crecientes del Nuevo Mun­ do- Por lo tanto, se pensó que se necesitaba capacitar sacerdotes americanos para que resolvieran sus problemas y cubrieran sus ne­ cesidades. Ante el deseo de salvar la evangelización y la cristian dad americanas, no solamente se fomentó la preparación del sacer-­ docio indiano, sino que en curioso contraste con la política neta­ mente centralista desarrollada en los aspectos civiles y seculares, la Corona facilitó la temnrana descentralización de las Iglesias - nacionales americanas de España. Por ejemplo, permitió que la Igl~ sia de Nueva España dejara de pertenecer al Arzobispado de Sevilla desde 1546 y se constituyera en Arzobispado propio y autónomo. Las órdenes religiosas que actuaban en el mismo reino establecieron - sus provincias independientes de las españolas. Tempranamente, así,. en el aspecto religioso estas instituciones de acuerdo con sus ne­ cesidades eraban su propio derecho y tomaban sus propias decisio­ nes. En 1546 la Iglesia Mexicana empezó a dictar acuerdos autóno­ mos como los de reconocer la propiedad de los indígenas, condenar la guerra que se hacía a los infieles etc. Así mismo, los Conci­ lios provinciales efectuados en 1555, 1565 y 1585 en la Nueva Es­ paña, resolvieron la validez de los sacrame,ntos impartidos a los indígenas por los religiosos. Esto nos permite observar, nos dice Gallegos Rocaful, como dentro del Virreinato de la Nueva España, la Iglesia, fué una de las primeras instituciones que pretendió consumar en su propio orden la autonomía y que estuvo capacitada para ejercer su propio derecho, lo que no significaba, claro, que se pretendiera aún la independencia y autonomía de un país que to­ davía no existía (37). I~z2~=Gallegos Rocaful. Op. Cit. p. 102. 53. La Iglesia Indiana. Los religiosos instituyeron tempranamente el sacerdocio indiano. Desgraciadamente su entusiasmo y Fe por las cualidades - de los naturales les hizo apresurarse a otorgarles los hábitos y as1, para el año de 1527 los francis~anos' de la Nueva España ha­ bían ordenado ya a algunos indígenas. Esta temprana tentativa - fracasó. Las razones más frecuentes aludidas ante e.ste fracaso, son las de que los indígenas no estaban aún suficientemente pre­ parados para ejercer la jerarquía y, el hecho de que probablemen­ te los ordenados no poseían una vocación real y verdadera, debido a que los franciscanos habían destinado los seminarios y colegios de Enselanza Superior con especialidad a los hijos de los nobles y de los. señores principales, sin investigar primero, si estos po­ seían una. verdadera vocación y cualidades espirituales. La tentativa para crear una Iglesia Nativa Americana como coronación y cima a la obra misionera no tuvo éxito en el siglo - XVI. La ordenación de sacerdotes nativos se logró posteriormente. Los indígenas fueron ingresando gradualmente a los seminarios exis tentes para ciollos y españoles y llegó a darse el caso de que los nativos llegaran a la categoría de obispos como sucedió con Ddn - Nicolás del Puerto que tuvo a su cargo la diócesis de Oaxaca de - 1679 a 1681. Aún los mestizos 11 para cuya ordef!.ación existieron tag tas prohibiciones, llegaron a ordenarse como sacerdotes. Poco a - poco el número de ministros nativos y mestizos fué aumentando, ha~ ta lograr integrar en 183 últimas es tapas de la era colonial un sa­ cerdocio y clero indianos que actuaban en las parroquias rurales y realizaba las funciones subalternas, junto al clero español. ·De es­ -ta manera podemos obcervar como no se cumplió con el sentido autén­ tico del apostolado. No se creó la Iglesia autónoma, sino se efec­ tuó el t1asplante de la Iglesia Española. 54. La educación de Criollos y Mestizos. A pesar del gran énfasis y especial cuidado que la Igle­ sia, las autoridades coloniales y las órdenes mendicantes desple~ ·garon en la fo.rmación y educación de los nativos, la ins trucci6n d~ los ·criollos, m~stizos y españoles no se abandonó. La educación de los mestizos ocupó un lugar pr·eeminente en ·las directrices y - preocupaciones de la obra de los religiosos. En Nueva España ya des de el año de 1533 se fundaron escuelas para ellos. Fué notable en-­ tre aquellas la Escuela de San Juan de Letrán para niños mestizos huérfanos. En Lima y en las otras capitales de virreinatos y ciu­ dades importantes pronto se fundaron esta clase de escuelas. La - enseñanza impartida consistía básicamente en el adiestra.miento de artes y oficios. • Españoles y criollos asistían preferentemente a escuelas privadas y a colegios particulares y de ahí pasaban a los Colegios d·e Enseñanza Superior en que se les daban grados académicos, o a las Universidades. En todos estos co¡egios ya fuesen para indios, criollos o mestizos la educación impartida poseía básicamente una orienta­ ción humanista y clásica. La Educación Superior y Universitaria - 121. presentó un gran florecimiento en Hispanoamérica. En el :período co­ lonial se crearon diez y siete universidades. La primera fué funda~ da en Santo Domingo en 1538 y la última, la de Quito, creada en - ¡791. La ley establedía que ·en las ciudades en donde no existía uni v'.ersidad debería sostenerse una escuela o colegio (38). Privadas o .... gr:a.tui tas, . todas· las insti tüciones educa ti vas estaban a cargo de la, lglesia. o de las órdenes mendicantes·. La educación y la Cultura po-, seyeron así una gran uniformidad y unidad en sus :postulados y en - ! s1,.1s finalidades. Unidad g_ue se prolongó a todas las manifestaciones' ·culturales de 1a·s nuevas comunidades: imprenta, arte, moral, dere­ cho, periodismo etc., con .lo cual se daba vida a ag_uel utópico ideal de desarrollar una socied_ad en un ambiente cultural, en el - qúe la religión se considerase como la fuente de donde nacían y - partían todos lbs sectores de la Cultura. Más este panorama fué cambiando poco a poco. La intensa - religiosidad reinante en el siglo XVI, fué cediendo paso~ los va­ lores proclamados con los nuevos tiempos. La vida laica y civil y una cúltura que tendía a fincarse en lo práctico: economí.a, polí­ tica,. enciclopedismo jesuita -antecedente de la ilustración-; y - .el interés científico, fueron penetrando más y más en la mente de los colonos .(39). 55. Principios de la Secularización. Al iniciarse el siglo XVII encontramos una Iglesia y una crist±anda.d americanas florecie.ntes, pero con algunas variaciones muy particulares. El predominio del clero regular era muy fuerte, y crecía a cada momento especialmente en las áreas de población - indígena~ en que los relig~osos se habían convertido en los nuevos ·señores y guías espirituales de las muchedumbres nativas d~sampa­ ra.das, res,tableciendo así la antigua jerarquía social que había - de.s:truido la conquista y coloc~ndo en los puestos directrices que antes ocupaban los antiguos caciques a los frailes y los misione- ·ros. (40). Los religiosos ·habían encarnado hasta ahora la muralla - in,terpuest~ entre la codicia de los laicos y la explotación de los nativos y su obpa correspondía a un magnífico ideal patentizado en ·1as mfsiones, aquel u-tópico ideal de extender la cristiandad y asi milar pacíficamente a ella a los nativosº La tutela paternalista d.é los re1igiosos si bien había sido stl.udable para los indios en un p,rincipio 1 pareció prolongarse interminablemente con un carácter p'erjud±oial ( 41). Los misioneros no podían permanecer indefinida­ mente ·en los puéblos dé indios en actitud de tutelaje, Urgía la - incorporación total del indígena a la vida colonial., y a su vez - la actividad de los religiosos era necesaria en otr~s áreas aún no evangelizadas. Para ir corrigiendo esos defectos la Corona ordenó (~8) v.D. Sierra. Op. Cit. p. 530. (39) M. Picoh Salas. Pgs~ 185-186. Op. Qito (40) Gallegos Rocaful. Op. Cit. p. 100. ( 41) Además .el aislamiento en que se encontraba el idio en las mi­ siones, lo dejaba indefenso ante el criollo y el español. _. ____ _ 122. primero, la gradual incorporación de los ingígenas a las co·munida-­ des coloniales YJ el removimiento. de las órdenes mendicantes y su sustitución por el clero regular. Como primera y básica medida - para lograr la incorporación de _los indít,enas se ordenó a los re­ ligiosos por medio de la Real Cédula expedida por el Emperador el 7 de junio e.e 1550, que de esa fecha en adelante se dejase de pre­ dicar a los nativos e.n sus lenguas y dialectos y se les adoctrinara en español, el cual debería ensetarse a todos los indígenas, Los - religiosos desobedecieron la real orden, insistiendo en preservar la barrera lingüistica entre el mundo de los indígenas y el euro­ peo, obedeciendo a su afán utópioo de preservar la natural senci~ llez y bondad de los nativ9s de los vicios de los ~uropeos y de proteg·erlos de su explotación. Un afán de dominio ha sido también interpretado por al~u­ nos autores como el móvil de esta actitud de los religiosos. Asi por ejemplo, Ro.bert ·Ricard nos die.e: que los misioneros y religio­ sos mantenían la muralla lingüística porque de este modo, ellos se­ gu:j.rÍ?.Jl siendo los me:iiadores entre los indios y los españoles; en,­ tre los indios y los funcionarios civiles; entre los fieles y los. obispos ( 42). :Es muy probable que tanto" un afán de. dominio existen te entre algunos religiosos, como el deseo utópico de preservar & los indígenas de las contaminaciones viciosas de los europeos, ha­ ya :..rudado a la persistencia de esta actitud, pero básicamente cree mosque se debía a la plena conciencia que tenían los frailes, de­ que el ind:{gena no estaba aún preparado para enfrentarse francamen .... te a la lucha con los seglares. ~abían los religiosos cono.cedor·e.s magníficos de las condi­ ciones mentales y culturales de los nativos que, por ejemplo, ali!! troducirse el clero secular comq lo ordenaba la Carona y cobrar los diezmos que ellos siempre se -habían negado a recolectar, los indí­ genas empezarían a perder la Fe en el desinterés de la obra reli­ giosa y adem~s se verían muy recargados en su humilde y miserable economía. Saoía también el misionero que su obra no estaba aún con cluida. Que el Cristianismo no había cristalizado compietamente eñ el alma nativa y que las metas de su educación y la dotación de técnicas y ciencias occidentales no se habían alca.nzado definitiva­ mente. Por otra.parte, la capacitación civil y política del indíge­ na a. que asp;i.raba:r 1 0s religiosos no se había consumado tampoco, Contrariamente a 1~ que se ha creído, la obra de los religiosos nos demuestra que se pretendió lograr a través de ella, el que los indios alGanzaran una autonomía y autosuficiencia económica y una capacitación política para la democracia aunada a la elevación es­ piritual y cultural. Vivo ejemplo de estas finalidades fué la labor desarrollada en las misiones. Desgraciadamente aunque el proyecto era c~sde todos los puntos de vjst,a muy loable, creemos que tanto la educación como la capacitac:ón integral que pretendían desarro­ llar los religiosos, tanto dentro de las misiones como fue¡,a de - ellas, tal vez debido a la profundidad y solídez con que pretendían implantarla,. .. requería un proceso l~ntísimo, Lentitud que era incom­ patible con el ritmo de ¡a Nueva Era. La utopía cristiana tenía el máximo defecto, como dice fv¡ariano Pi,cón Salas y a cuya opinión nos unimos, de basarse en ¡a negación del progreso, y por lo tanto en ----.. (42) R. Ricard. Op. Ci,t, p, 140. 123. el olvido del tiempo, debido tal vez,a que teniendo en mente la inmutabilidad c;lel Orden D;i,v:i,.no, se prétendía vivir en un mundo no al, terado por lo temporal y contingente ( 43). CAPITULO "tTIV. EL SENTIDO UTOl'ICO DE LA EVAHGELIZ.ACION, 56 . .Experimentos y Mj.siones. Obedeciendo al id_eal de vida y cultura cristiana y al idea. de la conquista si-n soldados, 1;3urgieron las misiones que realizaron de manera e!ectiva,las aspiraciones que desde primera hora prevale­ cieron dentro de las directrices coloniza.doras de Españaº Las primeras misiones fundadas en Santa Fé, a dos leguas de la ciudad de México· en el año de 1531,surgieron como consecuen­ cia del ideal humanista cristiano de Don Vasco de Quiroga y de la influencia .que éjerci6 sobre él la obra de Thomas floro. Estas mi­ siones y hospitales, como se denominaron, constituyeron propiamen­ te la prefiguración d.e las reduGciones y misiones jesuitas y fran­ ciscanas que se desarrollaron en. Fa.raguay y en California en los siglos XVII y XVIII. - Don Vasco de Quir.oga fué no.mbradó oidor del reino de la - Nueva España en 1530 y se di6 a 1:a. misión de ·reorganizar .la pobla• ción ·y remedtar todos los m~ies que en ella encontrara. Así consi­ der~ndo él que la enc;omien.da·y sojuzgación de los nativos consti­ tüía un ma¡ radi.cal y básico que debía se~ remediado, p~nsó imponer una nueva forma para realizar la. incorpofaci-ón del indígena ponien­ do en prá9 tica el ideal d.e las nµsiones, ,ya intentado anteriormen~ te por las Casas. Así, fund9 el primer Hospita.l de Santa Fe, el ... cual tuvo bastante éxito, Cuando el prelado ;fué nombrado obispo de Michoacán en 1537, se entregó a re.alizar ali;í, ampliamente esta obra. Fund6 muchos h9s_p;itales~pueblos entre los indígenas tarascos que I;abi taban e3:1 esa región, Hospitales eri. l?s cl.lales, ge acuerdo con el ic;leal humanista, fueron la paz y la car1:dad los vinculas que preva lecieron ~ntre f?US habitantes. En estas com.uni.dades michoacanas .... - aunque -modestas y en pequeña escala se desarroliaron todos los ele mentes que se proyectaron. posteriormente en las grandes misiones y r~duociones: las familias· ·se agruparon dentro de los hpspi tales; - s~ instituyó un régimen comunal de propiedad y de trabajo, es de­ cir, hombres y mujeres trabajaban en. las labranzas y en los talle­ res, y de los prod~ctos y ganancias gene;ales se repartía a cada - familia lo necesario para vivir y cubrir sus necesidades. La ense­ ñanza de las artes y de. Ja cultura europea ·se combinaron con el - perfeccionamiento de las artes y técnicas nativas que venían desde la J.ejana tradición precolombiana y asi se dotó a:l indígena de po­ derosos instrumentos de trabajo y de una vasta preparación. Produ­ ciéndose ·un,a verdadera ¡j,J.estización técnica y cultural. El adoctri­ namiento se realizó de una manera lenta y sólida y la piedad evangé B,ca se a.prendió ~n la práctica cotid:i,ana dentro de una vida sencf: l;La y frugal, Dentro de este orden político comunal se perseguía ---~,..~ (43) M. Picón Sq.;l..af;i. Op, Cit. Pgs. 133.;..134. 1 '1 124. una finalidad ética: hacer posible la virtud y el concierto de la República ( 44). La esclavitud se decartó ·naturalme-nte. La - felicidad alcanzada en estos hospitales aunque modestos en su dimensión 9 irradió e iluminó los ámbitos de la fé y la caridad humanas y permitió ver que la utopía era realizable. Poco después encQntramos en- el sur de los que hoy son los Estados Unidos, y que entonces pertenecía al Imperio Hispánico, numerosos intentos de establecer este tipo de misiones. A pesar de que esa región constituía una de las más agrestes y ,feroces áreas fronterizas del norte 9 se pretendió realizar ahí una col.Q. nización consciente y completamente antisecular y por .lo tanto antieconómica. En el siglo XVI varios misioneros fra1:+ciscanos, dominicos y jesuitas>intentaron establecerse ahí. Intentos que alcanzaron un aceptáble florecimiento en los actuales estados - norteamericanos de Tuiaryland, Georgia, Las Carolinas y Florida. Los dominicos fueron los primeros religiosos que penetraron a - Florida en 1549 bajo la dirección de Fray Luis de Cáncer. Pero su pequeño grupo fué atacado por los indígenas y varios misione ros fueron asesinados. La empresa se abandonó para reariudéirse - ·después de que se había pacificado la región eri 1565,: por D'e ·Avi lez. Los misioneros establecieron pequeñas misiones en Florida y en Georgia, en donde empezaron su obra civilizadora y adoctri­ nadora. Los esfuerzos de los dominicos se vieron reforzados en 1570 por· los jesuitas y ambos fueron relevados por los francis­ canos en 1587. Estos continuaron la obra iniciada por las otras órdenes, y un siglo después de que los dominicos h~bían inicia­ do sus primeros trabajoé, la obra evangelizadora. florecía mUy satisfactoriamente: había cuatro misiones én las cuales se edu­ caba, adoctrinaba y civilizaba a los indígen~s y empezaban a - florecer la vida civilizada en sus formas occidetitales. Estas zonas fronterizas presentaban muchas dificultades debido a la lucha constante que tenía que sostenerse contra tribus salva­ jes hostiles que habitaban alrededor, y contra los intereses de los colonos de las otras naciones europeas. En esta Zona d~l no­ reste las misiones se vieron constantemente atacadas por las trá bus indias salvajes de los yuchij creek y crerokee, las cuales instigadas por los traficantes ingleses los asolaban con el ob­ jeto de proveerse de esclavos. Esclavos que compraban los trafi­ cantes ingleses a buen precio, ya que eran indígenas civilizadoe y útiles. Un ·gran ataque de estas tribus destruyó las misiones y~ posteriormente al estallar la guerra entre España e Inglate­ ·rra, el Coronel Moore:: destruyó totalment;e estas comunidades en 1704. El país volvió a la vida salvaje -.r los indÍé¡eiiá.s se des­ perdigaron; mas el éxito alcanzado en ellas sirvio de. antecede.E: te para el establecimiento de las misiones en la región califoE niana y nos sirve para probar que el típico argumento de los c~ lonizadores norteamericanos en que se apoyaron para destruir a los indígenas, o sea el de que estas tribus indígenas eran in­ civilizables, queda destruido ante la labor realizada por los misioneros católicos, con lo -cual queda probado que el "salva­ jismo" condenatorio de est·os indígenas podía ser superado. (44) S. Zavala "La Utopía de Tomas Moro en la N. España y otros estudios" pe 11. 125 A En la Pentasula Californiana habla fracasado todos :los in tentos vilitares y civilesgque el gobierno español heblá realizado. para conquistar e incorporar.a lag tribus salyajes que habitaban »”» en ella, De manera que el Virrey .de la Nueva España, decidió dejar a los misjoneros la tarea de su ¿incorporación a la vida civilizada, pozal y espiritual de Baja California, Inmediatamente después los frailes militantes de la compañfa. de Jesús establecieron sus misig nes, recogieron dentro de ellas alos indigenas y empezaron a adoc, tinarlos y a ciyvilizariós:. “Nuy avañzados-iban-estos trabajo , cuan do en 1765 tuvieron. que dejaros. jesuitás.sú «puesto a.los francis. cános. los, que: con gran esmero prosiguleron la tarea. Estos siguie-' ron laborando €n 14 pentosulay poro además extendieron su radio de acción a.las tierras quese encontraban Al norte de -ólla; a la al” ta California, en dónde en. pocotiempo construyeroñ 2% misiones» in 1770 .1o0s franciscanos dejarón: la" Baja California-al cuidado de los dominicos y. sellos se dedicaron: a: consolidar: la obra iniciada en la Alta California, Dn: esta.región Jos: indígenas: eran nómadas: y salvajes» Los misioneros Tecogieron aestos hombres “dentro de las misiones y les enseñaron el”árte: do “la agricultura, del pastoreo, convirtiéndolos. .en granjeros Y agricultores. “Ugmo en. todas las: mi- siones, se impartían enseñanzas básicas y obligatorias, consisten- tes. en las artes y oficios; Ja escritura y¿la“lectura, la: eritmé- tica y el catecismo» Progto.:18s misiones fraiciscanas' presentaban un floreciente aspecto, Las: regiones én:que operaban: los religio” sos empezaron a poblarse.de construcciones entre las que destaca=w ban la iglesia. y Los edificios públicos; colegios, hospitales Nim” monasterios, Grandes campos vinteglas, extensos cultivos y huertas de yeriedad de productos entf-1os due gebtaocban $1 offiano, 9l al godón,, la vid; la cebada y :los: vegetales rodeben.las misiones. Ham. bla toda clase de ganado logrando así un florecimiento sconómico y material queno solo satisfacia- las. necesidédes de: aquellas comu- nidades y las hacía autosuficientes sino: que “empezaba a. sobrepasar: las necesidades, En ura fpoca ya ¿decadente, cuando las misiones se encontraban en manos de la. administración éolonial, todavía porte» necía a cada familia de cinco personas; un promedio des 28 reses, 40-ovejas, un caballo y 18 -almudes de trigo, 6 de cebada, siete y medio de maíz, cáñamo, algodón y vides, Ul régimen econónico imperante era de tipo comunal, las» pirado en el comunismo primitivo y en la vida comunal de los mo» nasterios.. Sin embargo, había dentro. de las misiones una tenden= cia a impúlssr la individualidad” de Jos “indígenas y a fomentar la A O a que¿por lO gene- 203,46 goncopción exfrquica y absolutista seculares tendían a - destzuiz. 4 dos ¿ d0n ués capacitados se les iba dando su propis dal particular y se los perultía trabajar independientemente, li= bros de la supervisión constante y Gel servicio y régimen comunes 199. Bo sostenían con el producto de su. rabajo como una forma de aliciente. La organización política de estas comunidades, por una - necesidad inicial obvia, hizo que la máxima autoridad de estas - comunidades recayese sobre los religiosos, pero en este campo - ·S?', Las inis'iones Cali!ornianª-s ~ . ' . ·: .· . . . . lUn - Ftd®Ula .Califa:rnia!l~ habl& f.racas ·o os ;-l s t e 7¡1:11:t.ta.res y .ci.vile.a.que ~l .. gop::t;e.r4o añol ~b!a l o. ar·a nquistar. ,.inóotpor~t .-~ .r :s r, .us salv~jes e taba11 ,.., en ella. J)e ]11.ane.ta e l ir;r:ey .;;de· l{i 1-i~eva s aña~ ~cidi6 deJ.ai' a l e n4s~ ¡ os lfl ti?.t a. a.e ü inc·_ rpo:r~cien a·. la i a :ili a,f can .ese motivo se otort6 a . l·OE; .Je.~uit~s en 1$~8 _ la aoqera.td~ t~~ .. o¡ial y espiri tilal d.e a·ja Cali p.j. _.: .Jruile~iatamente s ués :]..os traile.s ili tan te$ de la, -~9iilp~p.!~ .. ,d~ ·Je.$ús stab~eo¡eron sus .misi_e. e~, :.-ecogi ·¡a9n q~r+~po. ,ele. ~i:.i:~et :·~·:,:;;9~:: i;;n:4,!g~·ne.~-- y empe :z.SJ:!on. a adoc. ti tl ~· .-y_.~· ci,yi,li;,g.at·rp~:~ \~ ;v,··/~y,~z.~qiQ~:'5 . .:ttp.ni:efR~PS,, trabaj $,, CU$.~· ~Q -~.ri ¡: 65' t _~erq~. e :(i,e~aJ?:>+9,~_:;_:_j·~ªt{i.i:tas.·J3~. ::pu~$to -lbs f e. :is'.,,: (l s,: J . ,~· · n '~.r:ap. es~~~R :Pt:9:éJ~{lit~·r,oif ·la(ta: ~-~ . ., :Ea~oa. :i,gui _:r, r u. li +~ndo :en ); .. ~.;.P~~ns~,+~·-· .·P~lif:;Jtª'~·tnás:,~~:~t .. aµdi.et ?l $U ,~~~io e. a c±·en. a, .,laa tt~:I',I:'~S ·que:· :s:~::'J~'néo~;;:ftO.~lf:~;J., .:~ai':~.e- d~\-Eilla; a.· l_a .a:l~ ts.'.·Cali:f.orm:a; _en '.don9e' ~:it:·;poc;o_::",~:teW:P9. .,(i:9n~:;~:p.4te.,r:·9.p. .. 2} Illi~i.onea, En. ~ J,o:l~$ _ 1'¡i:':9:nclsc.a1üJs·· .d~.J;a#,.q:n/~.+:?/:Bat1a: qa::t;;t_t'{:ir.rii- /iª+. üi ado de .!!.5 1!0:;;~º~!1~i-;láf·&.i .. ¿:lh;:·!;f:~·fl%:tikti.~!;.~J~if{~i!!s'.:º·~-~-:n1:i:~;~:-... _.Y· e l tij ~s.\.· t e· )ni~±,,:nebos/t. . ·9.gtel?~A · ª·\e.;st'<>... ~:< J¡o'¡;nb:res:' ' .lfP. de· la~· ~t:~tlt,i~~r:~~~:~~~:~;1v~~}i~lt~~'{~~~ttt/::~!;si;~e%1,. ij;on~s, -~e ·:t.~par í_?-P.· ~·n~.-ef1~~~~~'"f?'.~~:;q.~~-;:.:r.i·9:bJ+gat~ri~s , .. .o~s~~ten­ t s- e.n ~~S . e,.rtEl~ ;f, ~,f:J.C+.Q.~ (' :~;~" (1:~qr.1Jµr~\Y,/:J~./J~,ctu.r~'t :J;a:· ar,i.t ~~ j.qa.··y .~·-·ca,t~ ·~ .~;· .Pi.o,n.tO../+,{.P:·:··~;$:iR'.tl~;~:::;;t~t:iqisc.:~n.~s: ,:¡,t .~:e·nta ,a,~· ulj. f.l9r:~ciente- ~sp~ct ::•. ;a¡~?:.t·,:iji:_q1~:~i}~f1:\°:q~e · Ql'l~abe.xf l s .t'~l;gt9 .. sos e.mP:~z-al.'on a po·bla.rae:-;_dé.:,::~~A$.J~\t()'p.~on~:e. '.--~p,t,re l:·~~ .g,ue, :'1e.,~-t c~~, ban. 1a·1.gle~ia-: ¡:o.s:· eq.it,;tj4'.9$'\P:{~)::~~:9.Es.'f :: ·oi~~lpá._ .peispi'tal:~é. ·_y;._.,..·· mo~as~:eti.Q s·,...: ~rap.q.-e_E3 :G_e,µip.P:~· Jft.~q_p:r~·s: {)~~$ria:~:$ <;::u+t;vo! l. ,h~~; '~ as, d~-. :var~edad _de ·p_fQ,d,ucJqa e·:~~~~:,,·l.ip·~·:_ gJi~}: ,~s~,e,:l;i~b~n. ~l c4n~Q , .. · E3l. 8:l ~p.dnro.· la. ia., ... l~'.· c~:b.~da.'oY_ •·Ji9:$/)_i ·~.~-~,t .. J1_:l~.e·',_tod~ij:a~,<~i~S .. _,is~o:nes • .,- _lí~-.;~­ !a-·tQda ·l &Ef. de ·.::ganado ·.¡o.g~and:o·. a,! :un ;·;f.lor-e:cim1e·nt9 e·eo·.J;l.6mico y·· ate:1al .· no- .lo at.ts;,e!~: ·'l.$.S '.,°I1.E!.<;,~$i 4dee : e l s. u~ .dee · ias 1ta;c1a · ·autoeuti:~"1,,Ata..e: ·~sdú;o.\qµe _\fiupezaba .a. só z-eµas·ar :: l s ~ i,:las ~i'siones 1).~a, ~ x.de~-. ~ta puls.ar ~nd;vid.u:~¡t~-a.rr· fi:e. ~oe ·tno.t ~t~ae 1 a. t entar la r.t:t:t¡::o~;; !jz __ .··:C_ ¡:_·.· :_ :_:9,i_.·-:_b~_,_ ti:_ t_ 1:i~ll=:r_ ,:::·~~: t~. g:n!- &11wrus.r ~ A ¡ , :L . 1 Ñ,, 0•1~,taf.0.1· 11· ••. i a .4&rl4o a :opi¡ 4 4 a,·t,ouiu 1 ••· l.11 P•• t :ti••~u ii4~ 11Cita., a ait, l:1.•: ,,,, · 4• 1, '""~ i116n ~o~t-. ,te. ¡.·. del _.1e;-,1ei9 1 6 en· -coaun,~ le$. Se. sost.en!an n l ¡-od'!loto: 4e S,J;. t·;ia'be.Jo o- :n-. t~ n1a l i nte, a ~¡ izaci6.n ,po:¡it:io?-. d..e .. e.Sta.a unidades, or na ~ cesidad :1.nioial via, i o . que: la ni.:4:xim~ e.µ torid.ad q.e estas e unidadee yese bre .:¡ .. o·s :~~;11;i~soa 1 p~ro n ste . pq 126. también se pretendió entrenar paulatinamente a los indígenas para el ejercicio del autogobierne. Entrenamiento que tendríanque efef tuar primero ejerciendo los puestos oficiales y los cargos muni­ cipales de las misiones. Así~ mientras los padres ejercían la su­ prema autoridad, fueron entrenando a los nativos. Estos ocupa~on los.puestos de oficiales municipales. Se aspiraba a convertir po~ teriormente a las ·misiones, en municipios libres regidos por los propios oficiales indios. Como vemos por todas estas observaciones, la capacitapión y educación que los religiosos se proponían impar­ tir en estas comunidades, tenía como meta final el logro del indi-­ vidualismo ~ de la propiedad privada .y del autogobierno. CaracterÍ:§; ticas que no estaban reñidas en la teoría Humanista Cristiana con el sentidó religioso., sin9 que .se compaginaban armoniosamente aun­ que siempre limi tada'5 a los derechos y respeto de los demás. Pero esta capacitación requería tiempo, y muy rara vez el religioso pudo contar con ello. La obra de las misiones de California, por ejem­ plo, empezó tardíamente, cuando ya se sentía la decadencia del I~ perio Español y la obra de los religiosos se vió truncada. En los inicios del siglo XIX, las misiones fueron intervenidas por la ad­ ministración y gobernación civil. 3ntre 1809 y 1819 su administra­ ción quedó en manos de los oficiales y militares empleados del go­ bierno y se excluyó de su control a los religiosos. En 1825 cons­ tituída ya la República Mexicana, los gobernantes secularizaron - las misiones despojaron a los ind:í;,genas de sus propiedades y de - sus tierras y se dedicaron a explotarlos. Coincidió este período con el momentu ~e las grandes emigr~ciones hacia el oeste, y la - adquisición de la Alta California por el gobierno de los Estados Unidosº Gobierno que confinó a los indígenas en reservaciones que fueron gradualmente menguadas y abandonadas, produciendo la deca­ dencia total y numérica así como cultural de sus habitantes, has­ ta dejarlos reducidos en 1918 en un puñado de miserables gentes - regadas por el territorio. 58 º ;,1isiones a.e Paraguay. Entre las misiones'¡ fueron las jesuitas de Paraguay las que constituyeron la máxima realización del sentido utópico de - los religiososº Constituía esa región otra de las zona,.s fronteri­ zas del Imperio Indiano, pobladas por tribus difíciles y nómadas, que eran muy reacias a la civilización. Los religiosos francisca­ nos, dominicos y agustinosj intentaron tempranamente adoctrinar y civilizar a esas tribus •. Así 9 cuando los jesuitas iniciaron siste mática.mente su obra alrededor de 1609~ encontraron un valioso an= tecedente. El área en donde l·os jesuitas establecieron sus misiones comprendía lo que actualmente es la República de J?araguay, parte del territorio del Brasil hacia el sur; y del territorio norte d~ la Argentina. Varias tribus habitaban en esa extensión destacando entre ellas por su número y su cultura la tribu guaraní que poseía su asiento principal en el alto Río Faraná. Tanto las autoridades centrales como las locales prestaron todo el apoyo a la obra misi2., nera; no permitiendo que entraran en el área confinada a los rel:t­ giosos9 laicos ni seglares; y dictando muchas valiosas medidas pa­ ra atraer a los indígenas: como la Ordenanza del 30 de junio de - 1600 en lA nue e.ximía definitivamente, a los indios que se convir­ tieran a:. catolicismo, de la esclavitud y se les relevaba de los - impuestos por ~n término de diez años. ···¡ El primer grupo de m1s10:neros se repartió entre lá.s pobla: qiones que comprendían la Provincia de Paraguay-, provinqia que es= taba al mando del Padre Diego de Torres (1608). Como en t.odo ini~­ cio de la obra misionera, lo primero que se tenía qUe ·haqer c ... ··a ret nir a los naturales y limpiar las tierras para las la.1?.ranzas y last .construccion,es. La caridad y la piedad fueron emplea,das nueva¡nente., cómo la forma básica para atraer a los indígenas y una vez más, la mano piad.osa del misionero elevó poco a poco a aquellos .s1;lvajes - se.res a una vida de prosperic.ad y de ventura. Como en las i;'egiunes californianas, los cªaeríos y las iglesias surgieron de ~ntre las tferras salvajes, Dici:rifa'b.do áquellas, el centro de la +~ducción y - a.puntando con sus torres una -luz orientadora hacia aquel:J:9s reman­ sos de paz y caridad, marcando;. una esperanza para los hombres. Abundantes esculturas y tallados producto del ~rabajo de 101:;r indios ornamentaban los templos y las demás coristrucéiones en-. t·re las· que no faltaba el Colegio o casa de los riu.sipnerós, ,la es­ cue].a para los niños, un hospital para los enfermos i' el asilo de lós anc:j_anos. Existía una zona residencial en la cua.l cada familia hab:i taba en sus ·casas privadas y muy bien arregladas. Las ·misiones­ villas llegaron a tener una. población de 4,000 y 5,000: haoi.tantes. Los cultivos eran florecientes, alcanzando a v~ces a cubrir un mar geri de exportación, como en el caso de la yerba. mate, un ·té que se vendía muy bie.n en las colonias adyacentes y con. ·cuyo producto se compraban las cc>Sas que no se- producían en las misi.ones. En el a1;3pecto cultural los progresos fueron inig'Ualables; la imprenta funcionó temprana.merite en esas comunidades y .¡a ense­ ñan.za: humanística prendió maravillosamente. La músiqa, arte de la cual los misioneros se percataron que a~raía :poderosamente a 1-os nativos, se usó inicialmente como efectiva forma de atra.cqtón y - despúés, alcanzó grándes adelanto.s. Se organizaron socieq;a:des co"."'- rales y qrquestales en las Igi.esias y los cantos ill,iminaban las ltoras dé trabajo en los talleres y en el campo y acompañaban la distracción y los juegos de descanso. Se implantó el régimen de propiedad comunal y ia misma - b.rganización .se adoptó para el trabajo y la economía, pero al l,a­ do de él se empezó desde temprana hora a entrenar a los nativos en el u.so de la :propiedad privada y del trabajo individual. Existían en un período ya. avanzado,lotes privados sostenidos -pQr cada jefe d.e familia, en lo·s que qultivaban productos vegetales para el apro yisionamiento de su hogar y mantenían su ganado propi.o •. Al princi= pio; fué una tarea dura enseñar a los indígenas a hacer buen uso d~ estas concesiones, pero poco a p'oco esto se fué logrando, En el aspecto político, las funciones gubernam~ntales re­ cayeron inicialmente sobre los religiosos. Desp\).és para la admi­ nistración del gobierno de las misiones se asociaron los. jefes de familia a sus pastores y, ileg6 una etapa en que los indígenas - e].igieron libremente a muchos de los funcionarj,os de su gobie·rno .: Gorr~gidores, ~ayeres, consejeros, oficiales tesoreros y ·esor;i.banos Estos puestqs obtenían la confirmaci§n del virrey y as:! los ofici! les nativos quedaban comprendidos como servidores d¡rectos del rey. La elección también se practicaba en el campo de la ordenación me..:. nor, en el cual los jefes de familia elegían a los mayorq.omos, sa­ cristanes, jefes del coro y de la orquesta. Así encont¡-amos que en, • 1280 esa misiones los indígenas eran enseñandos a practicar y ejercer sus derechos democráticos, los que les eran negados totalmente - en las .comunidades hispanoamericanasº La práctica de la autono­ mía y el autogobierno se extendió a la organización del trabajo -en donde l.os puestos super.iores de mayores y maestros en los cam ·pos y talleres, que inicialmente fueron ocupados por los religio $,O-s fueron otorgándose a los hati vos que poseían más capacidad. - (4?). Esto nos permite observar como la finalidad básica de - la educación y o~ra civili~adora de los religiosos no aspiraba - :~.1 patenalismo y al tutelaje indefinidos, sino por el contrario, -a.spirab:a a dotar al indígena de l_ibertad y lo ejercitaba para su p~ácttca y ejercicio en todos los órdenes sociales. Mas la liber t"~d- y la individualidad que se buscaba,no era aquella practicada en los países net~t.n'énte occidentales_que hacían de ella un últi­ mo fin, sino que est'ába al servicio de algo que la trascendía, - de. la comunidad cristiana (46). 59. Realidad contra Utopía. Desafortunadamente,como hemos marcado antes, la obra de los religiosos era muy lenta, cierto que una adoctrinación cons­ _cieri.t~ y fecunda no podía hacerse al vapor, pues por ejemploJ en las reducciones de Paraguay hasta después de.dos años de adoctri­ namiento se otorgaba el bautizo, pero a pesar de ello1los religi.2, sos -:pecaban de lentitud, olvidaban en su utópico sueño vivir en - el tiempo y las. realidades y éstas reclamaban urgente y despiada­ damente su preeminencia. Los 1aiéoE buscando siempre el beneficio de sus intere­ ses temporales se avorazaban sobre estas comunidades 1 que se pre­ seri.te.ban como pequeñas ciudades .de Dios, como pequeñas utopías - .comunales dentro de los marpos c_olo:Q,iales y pedían su rápida in­ co'rp'oración a las colonias, su secularización. Cuando no eran - los avorazados colonos de Buenos Aires 9 los que luchaban por que se· destituyese a 1os frailes de las misiones y se pusiera a los indígenas de ellas bajo su encomienda, eran los desalmados caza­ dores de esclavos brasileños los que atacaban y saqueaban a las m,;isiones. A pesar de ello, estas misiones se mantuvieron normalmen te hasta que las dificultades. surgidas entre l_a Corona y la ·Com-- pañí~ de Jesús en Eur,opa, aunadas a la conciencia d.e que los je­ _sui tas repre1;1entaban en cierta manera un núcleo fomentador de in""! dependencia americana,llev6 al rey Carlos III a la decisión de - expulsarlos de sus posesiones en el Nuevo Mundo. Sin aviso previo ni adve·rtencia alguna, se decretó y efe~ tuó en 1767 la expulsión de los jesuitas de las colonias Pmerica­ ·nas y por lo tanto 7de las misiones de Paraguay. Estas tuvieron que ser abandonadas bruscamente por los religios-os y,los nativos reci­ bieron.de una manera brutal y violenta el contacto con la vida - secular, contacto que produjo un impacto tremendo sobre la vida y cultura nativas, ya que los padres en su celo protector habían - propiamente aislado totalmente estas comunidades y exagerado su - (45) (El cargo de abate no lo abtenían los indios). ( 46) L. Zea. ''América en la Historia" p º 247. ----:---- 129.· retraimiento. Por ·ejemplo l en cuanto a la enseñanza del Españo¡ ,: nq bab!an obedecido las órdenes rea_+es de enseñarlo a lQs nativos y estos s~ encontraban en- el mome.q.to de su incorporaciqn a las ca ..... ·munidades seculares,dei~rprovisto.s de ese gran medio de asimilación. Los franciscanos ;fueron llama.dos a las misiones para. reein pla_zar a_ lQij. j-~sui.tBts, pero su, act:u'}gi6n eri el~a~ ·tom_ó un. cariz c~!¡ pletamente diferente, ya que su ac_cion qu.edó lim:;i. tada y c1rcun~cr1 1 ·ta. ~nica y exclus:1rvamente a la a.dministración de· las necesidades .;.. es ir' t a es de los nativos·. 'U'es el' Obietno ' la afünifilst:ra6i6n ' .. · eo'on mica. soci.al de ellas.. ~so. a. car o dé los o · iciales coloñIS:: .. ·.· ,., ··. ·, Las m;siones· se conv;Lrtierqn a$!_ eh rese:rvacio~e.$ secul~,., res ~ ca,rgo. d·eJ.. Estado. Se suprimieron .el 'Voto y la participación de, los ··nativos en el' gob:ierno y ~anejo de lás misiones, la tierra y p9eesiones comu.tia."les 'fue+on .a.bólidas y. 'todo pas.ó ·ª ·pertenencia de+ Est~do. ' . La inercia bu.rqcrá_ti-ca y iformula:ria dejó ID.Or-ir esta haza ... ña llµm.a?).izado.ra (.47), Jinp(;lz6. la· rápida emigración d~ los i:pdíge:q,as d~ las Inj,,alon~s, aig\lnos -$e ·ruerq.p. a· Bu~nos Aires; otros fueron - captµrados y ~sesiri,adós por lqs cazado.res. br'aáileños," de .es9lavos y la .mayqría ,se establ~ció en ¡9. qti~ .es. hóy la. República. de Par.a.­ guay, cqnati tu¡~ndo J.:ó~ antece$ores de _g-ra.n pa.r"te de poblaoión .... tnl$.c:i.6n colonial, poco se intere,saba po.r sµs. probl!:)nias·. De ahí ~ri. adelante poco fú:é lo que: ¡as 6rdenes monásticas pudi;eron baoe;r. Su ob,ra eri América se hab:f.,a te~Jr4nado. La ·utopia del Hwnariismo c+>istiano se desvanecía, más f3u: acci6Il: había creado y engendr~do los gérmene·s y las bases para f'O!:, ~ar las nuevas naciones~ Habla pr.eeervado f!~ica y espiritualmente al indigena.y_ a.,. sus tesoros culturales; habla iniciadq la fecunda· Qalgamac~6n de las fQ.tlila.s hispanas y nativas y cul t,i vado los bto::"" tes de una nueva y vigorosa cultura mestiza. Pero además, había in-. ie~ta~~ ~n el meollo mismo de i.a n"P.-eva ,vi~a 1,1ñ ~enti~o yrist~ano:1_.· umam.sta ue tena!a a resolver bao la luz de su é ida todos sus rob e.m a socia s. La obra misionera .· ab a de a ó como lila n fica 9renc a un sen do UD18.Il0 j' cristi!?:nO SOCiedag. l 1 , .. IP ¡¡; ,.; 1 • J. O l i . . . 1- .. . . . . _,.. ........... (4?) 14, Picori Salas, Op .. Cit. lh 78, (48) Europea.u "'i'viliiatiQnByvarius c.ontrib-u,tors v.nder tl:).e direc­ tion of Edward. E¡re, Vol. VI. ~gs. 721-740, 130. con ello se hacím an gran ¡)arte r~.§:1ic.ad en América, los ideales soñados por los~..._·asmistas h~?.panos.. • Las misiones del Paraguay siguieron el camino de todas - las demás cuando entraron en la etapa de su secularización. A la expulsión de los religiosos siguió la explotación de los nativos, las masas indígenas fueron arrastrad.as rápidamente a la vida co-· lonial~ las más de las veces sin lograr la incorporación real de los indígenas a esa sociedad 9 que se quedaron en aquellos estadios de evolución y de civilización en que los dejaron los religiosos. Muchos de ellos ante el brusco impacto producido por la rápida con taminación co.n la vida secular, quedaron sumidos en la inercia y e-i la abulia o bien regresaron a su mundo, a sus mitos y a sus costum­ bres precolombinas. Su situación se tornó caaa vez más decadente, y la opre­ sión a que estaban sujetos reclamaba una solución urgente. Así en el siglo XVIII cuando se empezaba a agitar la naciente conciencia política hispanoamericana en beligerancia contra el monarca espa­ ñoij el odio en los pueblos de indios contra el monarca y,la ro­ mántica. reivindicación de la ra.za indígena, fueron unas de las cónsignas que se agitaron como postulados de ella. Desde 1749 has­ ta 1782zla colonia presenció tu~ultos y verdaderas guerras de ma­ sas indÍbenas cuyo instintó y des.ea de reforma ya preludiaban al­ gunos de los moti vos que se desplegaron en el siglo XIX ( 49). Tilas cuando los .criollos y los mestizos asumieron sucesivamente el po­ der y la dirección de las nuevas naciones americanas, el indígena quedó nuevamente relegado Y; ha sic.o hasta una época contemporánea propiamente, cuando el ingí~ena po.r su propia obra, ante el impac­ to producido en él por la. tecnica de Occidente, comienza a incor­ porarse y a hacerse presente nuevamente en la Cultura Mestiza, cul tura que se preocupa grandemente por tratar de que esta incorpora-: ·ción, sea tan í.ntegra y total como la que pretendieron las u,tópicas realizaciones de los monjes erasmista;3 cristianos en el siglo 1."VI, de manera que en esta ocasión~ no solo sea colaborador activo de - lá. vida nacional,sino dirigente. Un nuevo r.:iomento indigenista ha - surgido; se trata de agregar a la amalgamación física y cultural que se originó y realizó en la época colonial, la incorporación económica y política del indígena a las naciones hispanoamerica­ nas, para iniciar sin rémoras el progreso integral latinoamerica­ no·º En esa úl ti~?- integración es cuando 1~. herencia magnífica de los misioner.9s adquiere todo su si~nificado, puP.s hay que.preser­ var y cuidar el concepto y la vision humanista cristiana gue nos légaron 2 ya g_ue la técnica y la; c.i~ncia 12uden adguirirse ~ras una consciente ,y metódica educación' á la vuelta de unas generaciones; los ha.bitas de trabajo y las bases de la economía sistemé.t'ica son resultado de las mismas aplicaciones, mas el humanismo profundo, 1~ fraternidad, la caridad,el amgr y espíritu cristianos no se crean en talleres ni en fábricas, tampoco en laboratorios por ·medio de combi_naciones científicas Y matemáticas 2 sino gue se reco9en y se alimentan dentro de siglos a través_de una amplia tradicion y prác­ tica de la piedad, de un humanismo profundo y de la b~sgueda de la vero.a.do . (49) Mº Picon Salas. Op. ~itº Pgsº 168-170. ----- CAPlT,ULO XV UNA NUEVA ··.:im.A. 60. it.Fanavi~~ó de i?- Contrarefórma. La ob.rª colqnial: de . .la Espá:fi,a de1 s:i,.gl,o XVI s~ pre.senta· el'.l s\ls dir:~étt;ces .gen~rai_es qbmo tin~ obra lib~.ral, mod~rná, humana, · pr,9g:re~ista; que alcan.zó eu ·t,11a.~or- -e~re~j.6n en .las acciones y proc.2;. soi3 m,isiqneroe y evangelizador.~~.· que proyectaban como finalidad. bá' .eic.a _1:~ a~imila9i~$r:1.·: cu+_t1.1+-al y e~i;:.rl:tt+al -:de;!: ingígena,. ""' -: ' ' . . .. . .. ·sin:· em.b.a.rgo ,. ·poco. ~ .. po'C·o\ ;fué .cambian,do la ma.,r:-ea como r~·­ fl.~j cf y,. CO.Í;í$ecu~nciá. d~ _ la ~~~va· -~ei tµaqtó.n. eur,o:pea y e:spañc,¡a,. A .... p·artir el.el Concilió .o:e 'l're.n-to { e~:·-e¡ ·_: cµal, E·sb::iña · frq..c.asó en su ide~ c~ncíilá,clo·r .. eµtre:. !ª R~:fqr1!1a y. l:8:' ._I.gJ.:~;s;tá ... Ro.lD.aria, la nacióil:· h~s;pana t-om6 una. or:ienta.cron···muy d+!~fent.e a> l:a hasta ento.nc·es adoptata, - $e voivió. a ,$.í ·misma en .. ij,rJ.a. ac:t:L tu°': .. de · resent.imien"to y· de. récelo - contra. ía E\lropa que habia: -t-ecp.az:s,i;l.o. :sµ int~.ntQ Uni..fieado:r y se -f a.fei?.r(r á. u:p. .. ~uñd9º ,en e1_. que..:·r'áin&ban y predo~;inában .l.~ cerra.z.,6ri y' . éJ. ob-sc.ura.J;l.tis¡no ~ Be. ¡nici:lí tica y la ec·on.qW:!a a J.a :;r;-eligi6n, s.~. ·creó .ur:i J!$tt:tdQ Igles:j..p. desp6t:ico y ab ... . $<;>lut::i.$ta· que ab.og6, pqr .. una:,par:te, toda·s la$ nia:nifestacióries y "I' fQ¡>más de g·obt~rn~' ·d1wlÍ16pratás ·y p"op:ula.rés, y por ·otra,, eregido, ..-.-· ep. el 'r;>razo -:¡ organo estatal·· I!lá...$ .. formidable de represion, trato - de. i¡x¡:f?~antaJ;. un nuevo Y. e~tr·ecn_o. oq.to+Jci~mo que d~ntro· de su m.~ tqdo dJ,scursi yo abogaba todas las posi..bj,.J.;-J.dades. humanas. Como re sultado de ello l~ nueva cond.enc·ia. espáp.ola se tornó fanática y persec:utoria, :i,ntolera.p.te, localistá., y· con una. esp~rituaJ,idad T .,. anquisolada. · ·· :H;s¡paña se ~feG1a+Ó a sí ¡r¡,~sm~ a.bandera.da J" campeona de esta forw.a ·de vida ant:i,tética. y opuesta al mun.do y e.l ·pe·n~amien­ to qtent!.fico de-sa.rrollad~ en la Euro:p$. del otro· :Lado: d.e ¡os Pi.---... ~""' (50) L. Zea'I .Amér;ica .en la Híf?tori·a~. Op. Ci.t. ~. 256 . ..... "".~~ 132. rineos. Su voluntad recelosaj al encontrarse ante la encrucijada entre ciencia y religión, prefirió esta última y así, al sacrifi­ car la ciencia en aras de la.religión ella misma se colocó al mar...; gen de Occidente (51). · ' 61". Proyección sobre las Colonias. La Cerrazón.de la Contrareforma se reflejó clara y nece­ sariamente en la política española desplegada sobre las colonias a.m.er:icanas. Se impusieron en ellas formas absolutistas de gobier­ no, se· implantó el clero secular con todos sus vicios y avoraza­ mientos. La J;glesia se convirtió en el brazo fuerte de la acción estatal totalitaria del Estado •. Se frenó y restringió el desarro­ llo material y técnico de las colonias. La economía colonial se - supeditó a las necesidades financieras y mercantilistas de la me­ trópoli; así por ejemplo, las florecientes industrias americanas d~ la $eda establecidas por los religiosos y la vin~colá·y aceite­ ra,· que en la época de Felipe II' cubrían ya 1·as neoesidades colo­ niales par.a dejar paso a las peninsulares • . Sin embargo, la corriente modernista y progresista del - pensamiento españo_l y la espiritualidad humanista cristiana, no .. pudieron borrarse definitiva.mente ni P n España, ni en América y se re.fugiaron en -dif~rentes formas y cauces. Así por ejemplo, la es­ piritualidad era$rtista se e,ncausó en el j e_sui tismo de ¡a pr_imera etapa y dió lugar a que los·componentes de la Compañía.desarrolla­ ran en América sana y benéfica obra impulsando la evangelización, que se ~ncontraba en proceso dé decadencia J,.presentándose como los sostenedores~ introductores en las colonias de las ideas mo­ derna's liberales de Europa. Sobre este espíritu se engarzaron po§_ tériormente las corrientes modernistas que en la época de Carl0s III, trataron de implantar una nueva política racionalista y prag mática a la cultura española. Corriente que tanto en la penínsul~ como e.n las col_ob.ias.,.dió fecundos frutos. _En la M~trópoli esta ~~ otientación se encau.zó principalmente ·a lograr la comprensión y e+ reconocimiento de que las dos posiciones extremas eran ñegati­ vas, consideranc.o que Espafia y el mundo Ibérico indiscutiblemen­ te poseían ·valores espi_ri tuales que podían servir al deparroilo y equilibrio integral de la Cultura Occidental y que ésta a su - vez, poseía una ciencia físiqa y natural, política y econ6mica - qué se hacían muy necesarias a España. Y luchó por establecer un nuEJvo e-clecticismo entre estas dos posiciones. En _.\méricaJ esta - corriente .se refugió principalmente en un se.ctor del clero, que fué el encargado de difundir las nuevas ideas pragmáticas y ra- - cionalistas, as! como el espíritu de la i~ustráción. Todo lo cuál llevó posteriormente~ coadyuvar a los .movimientos de independen~ cia mental y política de las colonias; a las reformas sociales y a los esfuerzos po·r lograr la transformación técnica y científi­ ca. Entre estos ci~rigos destacó el grupo de los jesuitas huma-­ nistas de México, entre los.que se contaban hombres como Clavi­ jero y Alegre. De este modo, poderaos obs·ervar cómo a través de toda la obra colonial española exis,tieron dos corr.ientes y fuerzas di ver- --\.--- {51) Mariano Picón Salas. Op. s vis~o como .. España ~~luica por sus anteced~ntes - histor¡cos y la um. versalidad Cp.tolica de su cultura, opto por - la asimilación de los indígenas y estatuyó esa asimilación como fi~.primordial y justificación qe su conquistaº Mas el ámbito de penE?amiento e ideales puritanos eran diferentes a los españoles y por lo tanto, diferent~ su reijblución. - En primer lugar, los antecedentes histórico~ del inglés pu;¡;-i t~no det~,rro.inaban posiciones' diversas. Hábíanle faltado al - na1Q:i.ta..nte de la .brumosa isla,desde las etapas iniciales de su - hietoria, el hábito q.e la conviv,'e.ncia con otras razas; la expe­ rien9j.a valiosa de la expansión y trato con pueblos de culturas diversas a la suya y de sus cont,a.ctos constantes y fecundos. Eco nómicamente había desarrollado una serie de hábitos industriosos y labo;r;'ables que daban autosuficiencia iridi vidual y colee ti va y por ;I.o cual; no necesitaban como el caballero español, del traba­ jo de los· nativos (57). ¡or otra parte, el puritanismo no partí- a..:-~~ {56) Angélica lilendoza"Fuentes de.l Pensamiento de los Estados Uni- dos". p. 13. . (57). A. Castro. Op. Cit. Relata como los colonos es~afioles que vi­ vían en donde no existían asien~os nativos,ped1ah que les en­ viaran ~egros,pues el col9r no ¡~portaba ya qu~ e~·dcs o tres ~eneracion~s se blanquearian y mientras salvar1.an las necesi- 1ades economicas. P. 626. · · · --~--- . . . 137. cipaba de esa universalidad del catolicismo, ni estaba impregnado de su profundo humanismo, sino que era una religión selectiva, - aristócrata, exclusivista, que se circunscribía a buscar la feli­ cidad de una pequeña comunidad de elegidos en la que difícilmen­ te se podían incluir los nativos. Estos se habían· presentado como una circunstancia advenediza y marginal a sus proyectos._ ·Los pu­ ritanos no buscaban en América primordialmente;la realización.de una grandiosa obra misionera, ni de un apostolado entre los nati­ vos, sino la ocupación de las tierras, de esos espacios sin his­ toria en donde neaJ:izar la utopía religiosa y particular desuco munida_d. Así lo expresaban en los artículos de la Confederación de NUevamglaterra eregida: en 1643, cuyo primer aJ;'t'ículo decía: que. ellos lo que querían era la oportunidad de hacer una vida colecti­ va dentro de la cual pudieran avanzar el reino d.e Dios -;¡ gozar de las libertac.es del Evangelio en la pureza de la paz (58). · A través de esto podemo·s observar como para el puritano, la religión era mas bien una militancia social, una norma ética de grupo, una doctrina política y un .sistemf;I. prá.ctic.o de. conviven c;i.a, a diferencia del carácter misionero y apostólico que poseía­ en_ el- lado católico y en virtud de lo cual, había un interés bá­ sico ~n incorporar al indígena a la Cristiandad y el~v~rlo de su cultura rudimentaria a la cultura occidental. El puritano quería uni.cament;e proseguir su espiral. de progreso y civilización, espi­ ral que no podía detenérse O· de~viarse en proveer una gran aten­ ción a .los indígenas. Asf, que estos quedaron propiamente. fuera· - de sus'·proyectos, de su histo,ria, en una posición marginal que - o.t>iginó una política g~neral de segregación 1.H:J..cia los ·ha.bitan tes del Nuevo Mundo. Política que caracterizó las relaciones entre iQ -d.ígenas y europeos y que culminó con .el establecimiento del sis·­ tema de reservacio"nes. Reservaciones que solucionaron fip.almente y de un modo total, el próble~a de la relación y trato con los - :i,.ndígena.s, yá que de un'la.do, cumplían con el interés temporal de los colonos y' por otro, satisfacían sus escrúpulos morales al - - ''proteger, segregar y alejar"º Al ~r confinando a los indígenas - los colonos- blancos le·s· iban comprando sus tierras o bien, obligaa delas a cederlas. Solamente en algunos casos aislados, la adqui­ sición de las tierras americanas delimitadas dentro de la coloni­ zación inglesa; se adquirieron- por medio de una lucha de propor­ ci·ones épicas realizadas bajo el pretexto de defensa de 1;.. 9 comu-· nidades· blancas y de repre·salias de anteriores ataques (59). Para mejor _entenQ:er la actuación de aquellos hombres ha­ remos ··una pequeña revisión <;le los orígenes y bases ideológicas que los orientaban. .... · CAPlT1JLO XVII • CAgACTERIBTICAS DEL PURITANISMO. 65. La s'oledad humana. El puritanismo nació en Inglaterra como derivación de la ~::;~nta.ción calvinista protestante recibida del continente a tra- (.58)R.BJ.rton Ferry ·"Puri tanism. and Democracy" 1944. Pg. 334. C.59) s. Zavala. Programa para la Historia de Amé·rica. p. 168. ~--- ) 138. vés de la Universidad de Cambridge, que era el semillerp y la se­ de de los teólogos y pensadores que se encontraban inconformes - éori ~a o79anización teológica~ ecles~ásti?a del ~nglicaaism~ de inspiracion luterana. Estos teologos influidos I?.,Or las especiales circunstancias y antecedentes ideológicos de Inglaterra, elaboraron. spbre las bases de.la doctrina dé'. Calvino, una nueva ideu.1ogia: el Puritanismo· .• ¡)oc trina q:ue otorgó una nueva y súbita p.I'eeminen­ c-ia a la vida intelectual y emocional inglesas y constituyó, ya - para mediados del siglo XVI, el móvil y la orientación de diver­ sós grupó$ religiosos •. La ideología de esta doctrina se había ido infiltrando - profuno.ameñte entre todas. las clases sociales y había encontr'.ado up.á .grande y entusiasta acogida _entr_e los miembros de aquella pu­ jante y dinámica población de comerciantes y capitalistas que for..­ niaba_ lá nueva burguesía. Ya que el puritanismo, como toda deriva­ ci:ón del .Protestantismo, creaba un clima favorable a las ·nuevas - concepciones que el mundo moderno requería en todos los órdenes, favoreciendo especialmente;.··el desarrollo de la indi,vidualidad y de la libertad humanas. ~as como consecuencia necesaria de sus - orígenes, participaba también y, en una forma aún más amplia y - angust:i,.osa., de una serie de actitudes y conceptos negativos como _ la predestinación y la ausencia. de libertad, provenientes de su herencia hebraica, la cual había pasado íntegramente al calvinis- 1110 y de él a todas las sectas separatistas o puritan~ (60) En gene-ral, el movimiento re·formista, católico o protes­ tante,. habia vuelto a, los orígenes 4el Cristianismo, a sus fuentes originales, a la .oiblia y a las ~agradas Escrituras. Mas el prot~§ tantismo a diferencia del Catolicismo, había otorgado un gran én­ fasis· y·p:redominancia a las sentencias y enseñanzas del Antiguo - 1'estamento con el objeto de reivindicar el pasado hebreo y así su­ _p.e.rar el absolutismo romántico 'Y la cerrazón feudal católica (61). ·o.r_ientación que >posiblemente, se hizo más poderosa en el Puri tanis­ J]io, debido a la pugna existent·e entre Inglaterra y la Católica Es- pañá .• Una ~lara y profunda corri~nte hebraizante se af.j,.r:mó en el ·grupo puritano y basánc.ose eli el-1¡3., se inició la crea,c·i'ón de l '1. - N,;teva Jerusalem inglesa dentro de la cual, nos dice Leopoldo Zea, sé tra_tó d_e co.nstruir un nuevo orden teológico-político. Un orden en el que lo divino y lo humano se mezclaban,. en. que los fieles no eran otra cosa que intérpretes de Dios y realizadqres de sus - designios (62). El énfasis da.do en.. esta doctrina al Antiguo Testamento .­ de'j:Ó sent}.r .. de inmediato sus consecuencias: El Dios hebráico era un Dios d.ife-i'.ente del evangélico. El Padre comprensivo, humano y bondadoso del Nuevo Testamento, fue substituído por la figura de un: Dios cal vL:is.ta trascendente e incomprensible, cuyas caracte­ rísticas y razón estaban más allá del entendimiento humano. De - un Dios vengativo y rencoroso que educaba y guiaba básicamente - por medio del castigo y el temor. Era éste, un Dios parcial que ~--- (6_0) Juan A. Ortega y Medina 11 El Horizonte de la Evangelización Anglosajona en Norteamérica. (61) A .. 1'.'lendoza. Op. vit. p. 50. (62) L. Zea "América en la conciencia .•• " Op. Cit. p. 106. 139. no dejaba lugar al albedrío y libertad humanas para alcanzar la salvación y la lrracia_, como sucedía en el catolicismo, sino que - 18:S otorgaba por "bondadosa11 elección y decidía el destino de - cada individuo relegando a la eternidad lo_s más sutiles detalles del cosmos (63). Ante tal situación ni los sacramentos, ni las -­ -opras, ni la Iglesia -podían influir u obrar en nada. Convertida ia doctrina de la nred~stinación en la doctrina central del pu­ ritanismo, se produ,io en eJ 'hombre que la profesaba una angustia tremendaº ¿cómo saber si él era el elegido? ¿cómo encontrar el - calilino a la salvación? ¿cómo ser grato a Dios? Tales constituye­ ron sus préocupaciones básicasº Est~ tremenda angustia se cj.rnió como una sombra sobre el horizonte· inglés, poniendo un sello de contrición y de re-str~ción a la ·habitual alegría de la vida en la pequeña .. isla, y produjo ese ser ang-q.stiado que buscando entre lá­ grimas su salvación, no's presenta John Bunyan en su 11PilgriIÍl 's - Progress" e;l.. cuál,vestido de harapos y dando la espalda, abría el libro y lo leía y mientras lo leía lloraba y temblaba, 11y no pu­ diendo contenerse por más ·tiempo rompía en triste llanto, d:i,cien­ do: ¿Qué debo hacer~ ¿Qué debo hacer? (64). En esta solita.ria fi­ gura llena de angustia, de ·inseguridad y soledad, con su Biblia como única guía y su gran fardo dé pecados al hombro, se sinteti­ z_an las características primordiales del puritanismo; su acetismo, representado en su vestimenta; su individualismo alcanzado prin­ cipalmente a través de la interpretación personal de l.á BibliaJde 1~ cuál se derivaba también un fuerte acento intelectual; la - gran preeminencia de la ética y la moral derivadas del deseo de - 1ogr~,r una vida santa en que se borrara toda huella dé impiedad y sé descartara;n.todos los pecados; y por último un gran dinamismo y actividad e:n que se' canalizaba toda aquella angustia y que ori­ ginó la teoría d~ la vocáción o -el "Calling". 66º Individualismo. El punto de partida de la Nueva Iglesia fué, como la de todo el modernismo, el individuoº Las doctrinas protestantes y~-­ ~specialmente el puritanisroo,postulaban un, credo radicalmente - individualista, que se derivaba de la aplicación del juicio par­ ticular para la interpretaeión de, las Escrituras, del estableci­ miento de la razón individual como único medio de comunicación - directa con :Dios descartando todo otro intermediario eclesiásti­ co, ·y de considerar a la salvación como una circunstancia que se rea..Lj.za exclusivamente dentro del alma individual. La salvación era ·un a·sunto privado entre Dios y el hombre partic~ar, una obra personal que cada hombre debería:alcanza:r,: conscientemente por sí mismo y por medio de su profunda e ilimitada Fe y el Ctlmplimiento de su misió~ La posición esencialmente racionalista del purita­ nismo se hacia patente en la consideración que hacía de la Fe, que a diferencia de ser un estado de gracia como lo com;dderaba el ca­ tolicismo y una posición e.mocional ~ consistía en un logro humano alcanzado metódica, racional y sistemáticamente. 67º La Vocación. ta misión o vocación., fué uno de los postulados más sin­ (63) Max ·,veber "The Protestant Ethics and The Spirit of Capitalism" p o 1050 (64) Trevélyanº Op .. Gi t. Historia Social ••• p. 250. ; 140. gula.res de esta ideología y en ella estriba una gran diferencia en las actitudes entre los colonizadores españoles y puritanos - .de América. Ac.1:Jitudes que repercutieron en la historia de las na cienes a que dieron vida Y' que aún son un constante problema y= motivó de controversia ·y de discusi6n entre las actuales naciona­ lidadei. La vocación consi~tfa eri el puesto o lugar sobre la tie­ rra designado por la providencia para ca.da individuo y en cuyo - cumpl;imiento debería trabajar ardua y entusiástamente. La voca­ ción se convirtió así, en la premisa mayor del purit;:1nismo y se oonsider6 como el mejo~ y frecuentemente, como el único medio de aJ,.canzar· ~ierto estado de gracia. Mas. como esta misión debería - real;i.zarse' aquí en el mundo, con 1:;l objeto ·de que el hombre esta­ bleciera en él el reino ce Dios., y que por medio de su ac.ción do­ min,a:ra a la naturaleza, la trans·formara. en ob:ras y así plasmara la gloria divina, se inició una tremenda actividad. Tedas las po­ sibilidades·de ¡a acció~ humana se e~caminaron al cumplimiento de la vacaci:6n.· El Puritanismo se convirtió- en el credo de la acción~ El trabajo y la actividad mundana se convirtieron por una parte, en le· neutral,iza.dor de la ansiedad religiosa y :por· otra, dejaron de ser simplemente obras naturales para convertirse en parte de - la actividad trascendente del hambre. Y ya en esa posición, ambas fueron dotadas de caracteres morales y religiosos que les- corivir­ t-ieron· eh funGiones activas y .cof!lbativas, que las santificaban y las hacían dignas a los ojos de µios; fru&'.:alidad 2 sobriedad, in- 8j!Stfia2 tem¡?erancia 2 abstin;encia 1 Euntualfd~c. 2. modestia, entu­ siasmo 2 se constitu;y'"eron en las vi;r.tl..ldes basicas que deber1a ca- racterizar al. trabaj'O y a, la a~tividad. en el cumplimiento .de la - vocación. Esto dió como consecuencia un gran acetismc mundano. El ·mutidó lejos de ser un l 11~ar de d.'estierro corr..o s·e había considera- do t.radiqionalmenté, debía ser .el escenario a.e la acción divina a través de la humana. Y, s{ :Las virtudes eran practicad.as en este. mundo, sus efectos deberían tegistrarse también en él. El - ascetismo a la manera del Cristianismo antiguo, cuyas recompen­ sas ~e alcanzatan en un mundo fuera de ],.a tangibilidad humana, no t,en:ía cabida en la nueva religión (65). No bastaba contemplar y adorar a Dios, sino glorificarlo con las obras y con obras qué tu.eran útiles. Las virtudes asceticas del n~evo :eensamiento debe­ r1an tener finalidad y utilidad._.· En esa concepcion se encerraban los gérmenes que dieron mas tarde cabida al desarrollo del prag­ mlftismo y del capitalismo ,y:a. que las virtudes morales d·el asce­ tismo int.ramundano eran. en cierta for1ra virtudeL económicas, pues si la gente trabaja,ba intensamente y al mismo tiempo lleva­ ba una exi.stenc.ia sobria, sencilla -;¡ frujal ,· era ·muy natural que el resul. tado fuese la ac'l,l.rnulación y el progreso a_e su capital y de su economía. La piedad puritana conduc:í:.a de una manera natural y sin premeditación ,a aquel que la. practicaba, al automejorarniento econ6mico y material. Y claro, mientras más se trabajaba y máf se c1.1.m.'Dlian las p.ormas ética,s morales 'de la religión, rr¡.ás se pros- - peraba. En la mente del puritano se f1.,1é asociando la figura del .justo y del santo con la del próspero, al considerar que el indi­ viduo que alcanza,bá éxito y prosperidad materiales los obtenía - come> el resultado del cumplimiento recto y total de su vocación. Su progreso resultaba as¡ prueba de la aquiescencia de Dios, por ... ~- .... (65) L. Zea . .A,mérica en la co~ciencia .•• Op. Cit. p. 107. -....... - 141. lo tanto~ grato y querido a sus ojosj elegido de su gracia. De es­ ta manera si el trabajo y el esfuerzo no habían sido inicialmente necesarios para alcanzar la salvaciónj sí llegaron a considerarse indispensables como prueba de que la misma se había logrado (66). El hombre que actuaba y que tiunfaba resultaba· ser algo mas que un hombre, se convertía en un instrumento del Creador, dice Leo­ poldo Zea (67)º El ascetismo mundano que no había poseído en sra orígenes ni al principio en su apreciación del mundo, una sola brizna de - espíritu progresista o secular, condujo posteriormente a estable­ cer las bases del mundo capitalista moderno que se desarrolló es­ pecialmente en los Estados Unidos (68)º Pues conforme fué evolu­ cionand.o la idea de considerar al justo como el próspero, se fué exigiendo más en sus progresosº Ya que si el puritano consideraba al trabajo como una actividad encaminada a dar mayor ·~lorta a Dios y mayor honor y prosperidad a su comunidad, no se debia trabajar por lo simplemente necesario, sino para acrecentar esa gloria, - había que enriquecerse, que acumularº La riqueza significaba deci didamente, santidad, elección. Pero había algo más; su alcance no quería decir que las virtudes y la actividad dejaran o cesaran de practicarse, por el c9nt_rario, había que seguir acumulando, capi­ talizando, ya que la indefinida acumulación de riqueza era el equi v~lente a la perseverancia de los santos (69). El puritanismo rea­ lizó así, aunque sin intención, la santificación y la glorifica-­ ción del éxito mundano. ~ contraposición natural el puritano consideró, a dife­ rencia de lo que hacían los católicos. a los pobres y deshereda-, , dos ·como seres negligentes y condenados, amorales que no habian - sabido cumplir con sus deberes y virtudes éticas y que carecían - por lo tanto1del favor y la gracia divinas. Consideración que no comprendía unicamente a los individuos~. sino también a los pueb_los. La pobreza y debilidad de los pueblos eran consideradas como una - enfermedad y faita de cumplimiento de su destino social, eran co­ munidades cuyos integrantes no habían ~abido cumplir con la glori­ ficación de Dios en la tierra por medio del dominio y transforma­ ción de la naturaleza, del trabajo y de la actividad. Podemos - prever desde ahora, la influencia que tuvieron_estas concepciones en el enfoque que hicieron estos individuos sobre los indígenas - norteamericanos yJ posteriormente, sobre los pueblos hispanoamerié~ ~o Pueblos y Comunidades de elegicos. ~uiendo las enseñanzas del modelo hebraico, el concep­ to de predestinación individual se prolongó a la comunidad purita­ na la que se consideró una sociedad de elegidos y se auto- otorgó un carácter mesiánico por el cual, se pensó, estaba llamada a ser instrumento de Dios. para lograr la redención de la humanidad y el cumplimiento de su venganza • ... (66) L. Zea. América en la concienciaººº Op. Cit. p. 126. (67) L. Zeaº ".América en la conciencia.º. Op. Cit. p. 109. (68) Hº J. Laski. "El Liberalismo Europeo ••• Op. Cit. p. 36. (69) B •. Ferry Purit. Op. Cit. p. 314. 142. Jii, teología puritana acostumbró así a las mentes de sus - adherentes a la idea de un cuerpo privilegiado que gozaba del mono polio de la Gracia y la inteligencia divina para instaurar la uni~ dad a.e Dios y redimir al mundo (70). Esta idea proyectó trascenden tales consecuencias en la Historia· del pueblo que la practicaba,= pues condujo a la concepción ae un destino manifiesto que transferi do al plano de la expansión te,rri tori~l y política, dice Angélica - Mend.oza, se proyectó unas veces como fuerza conquistadora e impe­ rialista y otras como una intención liberadora (71). Los p~eblos latinoamericanos y especialmente I1léxico y los habitantes nativos de lo que hoy constituyen las praderas americanas, pueden dar muy hien noticia de las consecuencias de esa tea~. 68. El Puritanismo y la Democracia. Basand.ose en las alianzas y pactos existentes en el mode­ lo hebraico, la legalización y fundamentación de la predestinación comunal se realizó por ffiedio de pactos, sobre los cuales se orga­ nizó política y teocráticamente la nueva sociedad. Organización que no alcanzó su desarrollo político y estatal en Inglaterra en donde se circunscribió a regir el campo eclesiástico de las con­ gregacit:mes 1 pero que sí obtuvo un gran desenvolvimiento y cons­ tí tuyó la base de la organización política de las colonias puri­ tanas que se establecieron en Norte América. Tres eran lo.s pactos· fundamentales: el primero era el pac to de la GLacia; según el antiguo te_stamento, existían hombres que - como Jacobo estaban en Gracia con Jehova. Era:.n éstos los santos o ele¿idos, a los que Dios había otorgado gratuita y bondadosamente su favor y en virtud de lo cuál., mantenían una alianza invisible o pacto con El: el p~cto d~ la Gracia, válido exclusivamente para ellos. Ila.s como estos piadosos y justos hombres habitaban en la - ·tierra, dentro de una sociedad de la que formaban parte y a la que pertenecían 9 así como Jacobo había pertenecido al pueblo de Israel y cuya gracia se había extendido a éste por medio de una alianza y adhesión que los israelitas habían celebrado con Dios, así también la,. comunidad puritana celebró un pacto con Dios~ el pacto eclesiás tico por el cual a cambio del favor de Dios, la comunidad se com-- __ prometía a dedicarse a El. Esta alianza o pacto se hacía a través de una organización externa que podía estar encarnada por la Iglesia, el Estado o una coorporación. El pacto eclesiástico se convirtió así en el puente de enlace entre el reino espiritual y el mundano y, las institu­ ciones,en los -0rganismos intermediarios. En la teocracia puritana la organización o institución externa estuvo constituída por la Iglesia, la que se convirtió - en el cuerpo místico y político en donde se identificaban los in­ tereses civiles con los religiosos y cuya finalidad era establecer el reino de Dios sobre la tierra. Todos los ciudadanos que quisie­ ran participar e identificarse con el pacto de la Gracia lo harían (70) B. Ferry. Op. Cit. p. 312º (71) A. 1~endoza. Op. Cit. ·p. 16º 143. a través de la Iglesia, dando como l:'esul tad.o. el que la práctica y el ejercicio de la ciudadanía, se identificara con la afiliación y la actividad dentro de ella. La Iglesia to~6 así a su cargo las fu,ndacianes del Estado y al trasladarse esta teocrática organiza­ ción a las tierras amerir.qnas, el Estado quedó definitivamente en manos de la organización eclesiástica. quedando el poder civil - subs\imid.o en el religioso y la norma civil sometida a la regula­ ctón $lesiástica, pasando la direéci6n total de la vida ciudadana a manos de las c;:ongr~gaciones (72). Esta fué una de las maneras de descargar toda aquella in­ seguridad contenida en la representativa figura de Bunyan, ya que la.Iglesia se encargaría de proporcionar seguridad al individuo y a. la c.om1,1nidad. . El pacto Civil, el último de los tres pactos fundamenta­ les de la teoQracia puritana, consistía en la autorización que se daba a la Iglesia o al. Estado para intervenir en todos los asuntos mundanos; organizar las actividades de los individuos, regular sus existencias, ordenar sus costumbres, promover la concordia y esta­ blecer la paz y asegurar la- salvación de la comunidad. La teocracia puritana quedó así organizada escencialmente sQbre estos tres pactos, mas aquel albedrío humano tan olvidado en esta doctrina en muchos aspectos, y tan negado en el ámbito de la salvación, adquirió una curiosa derivaci6ll en la libertad estable­ cj.da part,l real.izar la adhesión del individuo a estos pactos, y a las co.munidades o congregaciones. No se ob:J.igaba a nadie a perte­ necer a la teocracia Q a celebrar los pactos. Estos eran contratos que los creyentes establecían libre e individualmente para incl1,1ir se dent~o de la comunidad y obedecer a ·Dios. Y si bien, todo con-­ vrato s-ignificaba el cumplimiento de qiertas obligaciones y la ce­ siqn de parte de su indi vifü1alidad en bien de la seguridad que la comunidad le ofrecía, estos contratos repetimos, eran a,ceptados - libremente y además, poseían la cualidad de haber sido creados por el individuo mismo que se sometía (73). La libertad individual se 1 establecía como premisa de la organización teocrática puritana, basandose en el concepto protes tante de que ~sta era otorgada por la voluntad divina y cuyo cum= plimiento significaba la traición a Dios. La teocracia puritana guardaba en sí, de esta manera, el principio central de la demo­ cracia, ya que ofrecía dentro de su organización social los ele­ m.e;ntos ideológicos que la produj~r9n. Los puritanos consideraron q~e cada congregación debería ser una democracia de los santos y que las autoridades encargadas de llevar a cabo la institución externa del gobierno, deberímser elegidas libremente por los - congregantes puesto que la validez de su autoridad provenía exac­ t~mente de la elección y aprobación voluntaria de los feligreses, de la sanción de la piedad popular. La idea de una comunidad basada en la libertad de los in­ dividuos que la componen, formó el meollo de la organización so-,..,.. __ (72) ·A, Mendoza. Op. Cit. p, 13. (73) L. Zea. Op. Cit .• p. 118 • .. -"!"9'1' ... 144. cial del puritanismo q~e floreció posteriormente en los Estados - Unidos, en la organización política de la democracia moderna, en donde el pacto social, la aceptación voluntaria de compromisos, -se hizo realidad. No se aceptaron ya compromisos no adquiridos - libremente; ni mas leyes o reglamentos impuestos por tradición - alguna. En América, dice Leopoldo Zea, el individuo estableció - .sus leyes y reglamentos; los compromisos ahora adquiridos fueron sus compromisos.(74). 69. Solidaridad e. individualismo. Debido a todos estos fundamentos del puritanismo, se - desarrolló dentro de los miembros que la componían un gran sen­ timiento de solidaridad social, que se vió grandemente fortaleci­ do por la idea de la responsabilidad y contribución individual - para realizar la salvación y bienestar de la comunidad. Re consi­ derRhR.. en estA. doctrina 1 que la salvación o condenación de cada .,.. individuo era parte primordial de la salvación o condenación mate rial, moral o social del grupo. El rico y el individuo que cumplia con sus responsabilidades y obligaciones personales contribuía al bienestar y salvación comunes, de la misma manera que los deshere­ dados, enfermos y desvalidos~eran una gangrena dentro de la comu­ nidad y un peligro para la salud y seguridad totales de la misma. De manera que en función del bien común, se desarrollaron alta­ mente la cooperación y solidaridad para salvar a estos individuos. Esta concepción condujo por una parte a aumentar la res­ ponsabilidad individual frente a la comunidad y por otra, llevó a solucio~ar el conflicto existente entre individualidad y solida­ ridad. Solución que se otorgó, no substituyendo lo púb+ico por lo privado, 1'sino tratando de introducir el espíritu público en el - agregado de lo privado individual" (75). En la esfera ética esta aolidaridad acarreó consecuencias poco s~ludables. Ya que dé acuerdo· con la doctrina en cuestión ha­ bía que hacer la cesión de una gran cantidad de derechos individua les y de la vida moral particular como medio de contribuir a la_ ... salvación moral de la comunidad. La individualidad moral se vió - sujeta a constante escrutinio y c.ensura recíproca entre todos, ya que_ cada. individuo sentía la obligación de cuidar y vigilar que - no hubiera pecado _para evitar la perdición social. El hombre no podía tener una vida propia, ya que cada una ae sus situaciones humanas tenía que considerarlas a partir de - Dios~ y por lo tanto, dice Angélica Mendoza, las encontraba confun didas en el destino ccm'Ó.n del género humano (76). Tal censura dió­ como resultado la configuración de una vida sombría, rígida e in­ tolerante para.todos los pequeños o grandes placeres y actividades munda.nos,ya que aún los deportes practicados por los jóvenes ingl~ ses y cortesanos de la época de Carlos~ se consideraban pecamino­ sos y amorales. Así, se produjo en las relaciones humanas una reticente hipocrecía. y un persistente disimulo, que pueden ser percibidos aú1 ----- (74) L.Zea. Op. Cit.,. "América en la conciencia ••• p. 121. ( 75) B.. Ferry. Op. Gi t. p. 333. (76) A. Mendoza. Op. Cit. p. 23. 145. ~n much~s actitudes so?ial~~ y personales de los herederos de es~ ideolog.1.a. La estandarizacion que se encuentra en muchos de los · · aspect·os vi tales de los Estados Unidos, no son ajenos completamen te a la herencia moral del puritanismo. - La piedad. fué otro de los ámbitos afectacios por las con cepciones puritanas. La censura constante de los dem-.i.s y el auto= .criticismo, condujeron al endurecimiento de la mente y el coracón, y por lo tanto, a la falta de indulgencia para los errores de los semejantes. La piedad se cónvirtió en una piedad deshumanizada, - ,racional, que se basaba mis en el dominio de las pasiones.., que en ?1 amo·r al prój-irno, como lo postulaba el catolicismo. Piedad en la cual no había cabida pára lá caridad al estilo católico sino - filantrop{a. La repercución importantísima de esta actitud en re­ lación a los indígenas y a los pueblos iberoamericanos, fué el - hecho de que la piedad puritana requería. necesariamente dos o mis hombres de la misma mentalidad para practicarla, d.e modo que esta piedad cuando se ejercía sobre miewbros de la misma comunidad pre sentó beneficios trascendentales y magníficos resultados, pero al enfrentarse con hombres o pueblos cuya mentalidad era completamen­ te diferente, P 1 1 acción tan valiosa en su propio seno, quedó com- · pletamente nulificada no encontrando razón, ni manera de ser (77). CAPITULO XVIII EL ENCUENTRO CON LOS NATlí.tlALES. 70. Paganismo y Puritanismo. ¿~ actitud y· gué pensamientos podía ·sucitar la presen­ cia. del ind.1.gena americano ante hombres que poseían tal ideología? ¿cómo fueron vistos estos seres que reducían su acción y su vida a $imple. logro de sus neces;Ldades cotidianas, por estos hombres _cu­ y'as cualidades ascéticas y morales resultaban aun extremas para la c·ondiciones culturales de su· propio país de orígen? ¿cómo fueron ..;. catalogados sus usos y costumbres, que al parecer·, se ericontraban tan- e_n de~acue_r:9-0 con los postulados de la cultura de occiden~?. A pesar de que el puri ta.p.o al llegar a colonizar la.s tie­ rras americanas en el siglo XVII, ' contaba con la valiosa experien­ cia colonial de una serie de grupos antecesores, entre los cuales_ se encontraban compatriotas suyos que aunque de diferente religión o secta protestante)poseían l_a misma herencia cultural y nacio_.qal que ellos, los puritanos volvieron a plantearse las mismas cuestio nes y dudas y los mismo problemas que habían afligido a sus ante-­ cesares ante la presencia del hombre americano. Volvió así, a sur­ gir la Jdsma pregunta formulada anteriormente: ¿Eran hombres aque­ llos seres que habitaban el Nuevo Mundo? _¿cómo podían catalogarse sus disparidades físicas y culturales?. Tanto ingleses como espar'lo les habían dado sus soluciones a este probleoa.,. Recordamos que. Es-­ paña tras una lArguísima serie de debates y estudios teológicos, morales y jurídicos había llee;ado a la conclusión favorable a la -..., __ _ (77) B. Ferry. Op. Cit. p. 332. --~-- 146. humanidad del ingí~ena. A su vez, el inglés anglicano colonizador del siglo XVI, habia introducido en la historia anglosajona, en la que ahora se enmarcaban los separatistas, la figura del buen salvaje engalanada con todos los ropajes estéticos y éticos que les prc;,;porcionaban las corrientes renacentistas imperantes en su tiempo. Y en este ámbito se había movido el hombre americano por mucho tiempo, hasta que el fracaso de los aventureros y colonos por esclavizarlo lo despojó un poco de aquellas vestimentas, mas - no por eso dejó de considerarsele como animal racional, como hombre con todas las características huma.nas, como simiente auténtica de Adan, aunque un poco degenarada, nos dice Jua A. Ortega y Medina (78) •. Esta herencia histórica no pudo echarse por la borda por el puritano, él que siguió insistiendo y preguntándose, si ¿podía en realidad establecer la naturaleza humana de aquellos seres, a pesar de la tremenda diferencia física y cultural que existía en­ tre ellos y los colonizadores?. Y es que el problema se remitía - en el ámbito del pensamiento puritano, no unicamente al concepto d~l indio, sino al concepto general existente acerca de la natura leza Humana. Es decir, para el puritano el indio o cualquier hom-: bre que no hubiera alcanzado la civilización y el progreso, cum-­ p¡~endo con la misión de transformar y dominar la naturaleza y -­ que no poseyera las características morales y económicas de su -­ ideología, no merecía o podía considerarse propiamente hombre. _ Sin embargo, el puritano comprometido por los legados de su herencia histórica, la cual no podía desechar, desplegó una - curiosa solución: aceptó la humanidad del indígena en el plano n! tural, pero la negó en el trascendental, que para é\ era el váli­ do, en definitiva. Naturalmente, el indígena americano poseía todas las ca­ racterísticas que lo colocaban en el mismo plano que el europeo o cualquier otro hombre, pero trascendentalmente, se presentaba como un se,J? depravado, engañado por el dominio, que no había podido co locarse en el camino de la divinidad. Recordemos que la teología calvinista consideraba que solamente unos cuantos hombres eran - elegidos. La g,J:'an mayoría carecía de esta condición, pero podía ponerse en via de lograrla, mediante la celebración de los tres tamosos pactos que se establecían entre Dios y los hombres, sobre la base de la ley moral y que mantenía referencia a los convenios políticos y constitucionales. Por medio de esos pactos el hombre adquiría una serie de derechos inviolables y absolutamente de - acuerdo con su racionalidad constitutiva (79). Los indígenas no poseían esa organización nolítica y cívica reglamentada por los pactos, por lo tanto, no eran seres humanos, trascendentalmente hab¡ando. Sin embargo, la primera actitud de los puritanos hacia ellos, fué amistosa. Un poco debido a la necesidad de ayuda que presentaban para la inicial subsistencia de sus comunidades y un poco, debido a la consideración que hacían los ingleses de que la condición pecaminosa de los indígenas, se debía al engaño que Satanás les había hecho y a las condiciones de ignorancia en que los mantenía, todo lo cual según su consideración, podía ser re- ~----, (78) J. A. Ortega y Medina. , Op. Cit. Cap. I. 2a. parte. (79) J. A. Ortega y Medina, Op. Cit. Cap. II. 2a. parte. mediado por medio de la oportunidad para la salvación que Dios lés ofr~cí_a al. P?nerlos en contacto ?ºn, ellos.~ generosidad divina - hab1a permitido el encuentro de indigenas e-ingleses para que és-­ tos invitaran a los indios a entrar a los pactos y así tuvieran éstos la oportunidad de la salvación. De esta manera, podemos ob­ servar como al igual gue en la evangelización católica, ·1a cris­ tianización significaba CIVILIZACI~ En virtud de ello el puri­ tano dictaminó la imperiosa necesidad de que el indígena cambia­ ra su sistema de vida social, abandonara sus antiguos hábitos y creencias y se adaptara a las nuevas exigencias europeas. Todo - esto se realizaría mediante la evangelización contractual, "ya - que solo las libertades civiles vividas bajo la égida de la Igle­ sia de Cristo, podían proporcionar al indio la característica hu­ mana". ·11Fuera de esta libertad sobrenatural y racional éste no po­ día ser sino una bestia" (80). 71. Predestinación y Evangelización. El concepto central de la predestinación condicionó tan­ to el carácter como el método de la evangelización puritana, e - incluso, sus resultados. Bajo la consideración de que la ·salvación era un don otorgado por voluntad divina en las que el arbitrio hu­ mano no existía, se creyó que lo único que podían hacer tanto la teología como la Iglesia calvinista, era poner en manos de los - indígenas los medios por los cuales, si la gracia existía, pudie­ ra manifestarse. Es decir, la obra evangelizadora consistiría bá­ sicamente, en poner en contacto a los indígenas con los hombres - que traían la palabra divina o más bien, con la palabra divina y, sí es que áquellos eran predestinados, sentirían el llamado de - Dios y se incorporarían libremente a la comunidad inglesa. Mas - así como la libre aceptación a la incorporación significaba la - manifestación de la gracia, el rechazo significaba la muestra di­ vina de la condenación (81). De ahí gue la evangelización sería fundamentalmente ~ersuasiva y libre, a diferencia de la española gtie poseia un caracter compulsivo. La divulgación y prédica de la doctrina cristiana se haría con un carácter eminentemente pacífi­ co y se descartaría toda posibilidad de ayuda temporal y empleo de 1~$ armas para su difusión. En función del carácter contractual de la evangelización puritana, ésta se realizaría fundamentalmen­ te bajo el conocimiento y CONSENTIMIENTO de los nativos. Así lo - primero que hicieron los misioneros fué ponerse en contacto con los indígenas y celebrar con los jefes y caciques de las tribus que pretendían evangelizar un pacto o contrato mediante· el cual, se regulaban las condiciones de la evangelización. En realidad~­ lo que se estipulaba o legalizaba en esos pacto~era la forma de establecer el cambio de espiritualidades inglesas por las tempo­ ralidades indígenas. En primer lugar; se establecía en los contratos o pactos para la evangelización el asentamfento que hacían los indígenas para someterse a los ingleses y el derecho que estos tendrían - (80) J. A. Ortega y Medina. Op. Cit. Segunda Parte. (81) L. Zea. América en la historia ••. Op. Cit. Pgs. 204-205. 148. para ocupar sus tierras~ beneficiarse con su trabajo y gozar del monopolio comercial con ellos. En segundo término., se establecía el compromiso de los ingígenas para seguir todas las indicaciones de sus maestros; y en tercero,se estatu:i,a la obligación de los hombres america,nos a cambiar del estado natural de su sociedad por el espiritual y el -recurrieron entonces a las armas y a la guerra para rec+~mar sus derechos. Estos ataques y - sus negativas a ceder las tierras. aumentaron el concepto demonia­ co que de ellos se ten~. De ahí en adelante los puritanos se dedicaron a arrancar la tierra virgen de América de manos de los indígenas y a efec­ tuar la destrucción de estos Últimos. Y como no existió en aque­ llas regiones 1~ acción intermediaria de la Iglesia, esta destruc­ ción se realizó libre y justificadamente. Los puritanob incapaci­ tados para incorporar culturalmente al indígena decretaron su ex­ pulsión de la tierra,de su historia, y se dedicaron a seguir su propi,a ruta de civilización y progreso, considerando de una vez - por todas liquidado el problema del indígena (85). CAPITULC XIX LA DECADENCIA DE LA TEOCRACIA. 74. Principios de la Secularización • .!J.. mismo espíritu retrógrada y cerrado que había condena­ do la existencia del indígena, fué el que creó y encausó la vida inicial de las comunidades separatistas de Nueva Inglaterra. Impe­ rando así la intolerancia y e~ obscurantismo en las primeras épo­ cas de la teocracia puritan~. El puritanismo, como casi todos los credo3, presentaba - (85) L. Zea. América en la Historia ••• Pgs. 207-207. 153. aspectos modernos y retrógrados dentro de su seno. Los dirigentes de la emigración y aventura calvinista pertenecían a esa c:orrien­ te tremendamente conservadora y tradicionalistamente rígida que - no permitía ninguna flexibilidad a las estrictas enseñanzas de las Escrituras y en el que el Estado y la Iglesia se mantenían amplia­ mente identificados, recayendo la autoridad en manos de una aris­ tocracia de gobernadores eclesiásticos inflexibles y despóticos. Gobierno dentro del cual~ el ideal original de una demo­ creacia eclesiástica, en la que el pueblo dirigiera sus asuntos religiosos y se organizara políticamente por medio de congrega­ ciones autónomas, degeneró en una tiranía opresora que limitó los derechos políticos a los miembros de la Iglesia, a cuya pertenen­ cia se limitaba también el derecho de los empleos. La asistencia a los servicios se tornó obligatoria y se creó un ambiente hostil a la libertad de pensamiento y expresiónº La intolerancia hacia - otras creencias y religiones fué tremenda'j repitiendo así., la mis­ ma intole.rancia de la que ellos habían huido de Inglaterra. El fa­ natismo y el histerismo colectivo contra el pecado y el demonio - se filtró en todos l.os órdenes de la vida y en función de elloJ se llevaron muchas "brujas" a la hoguera· y muchos hombres al cadalso. Estado-e Iglesia actuaban conjuntamente para castigar y reprimir toda infracción a la moral y a la disciplinaº Nada atractiva de­ be haber sido la vida en esas aldeas en las cuales los austeros y tétricós ropajes de los puritanos parecían simbolizar el ideal de vida. Las más sanas diversiones se prohibían. Todo debía limitar­ se al trabajo y a la consagración a Dioa La represión y la res­ tricción crearon una actitud de hipocresia, como arma necesaria - par:~ poder vivir dentro de las limi ta.ciones, que en todos los ór­ denes i}1:iponia el poder de la Iglei:¡ia (86) • .Sin. ,embargo, aquella intransigencia estaba destinada a - durar poco tiempo. Ya que las variantes de la circunstancia ameri­ cana minaron poco a poco el rígido espíritu religioso y fueron dan do p~so en cambio a aquellos caracteres que el puritanismo poseía,... y que iban al encuentro y a la indentificación con el pensamiento racionalista y moderno inglés de los congregantes. Se fue reali­ zando así,una creciente secularización de las tradiciones políti­ cas y democráticas del puritanismo y la enfatización del acento - secular de la industrialización, el Laissez-Faire y la libre com­ petencia(87)ó Hombres y circunstancias trabajaron conjuntamente en esta lucha. Ya desde temprana época los defensores de la co­ rriente liberal del puritanismo dejaron oir sus protes-tas. Roger Williams fué el primero que propugnó por la separación del Esta­ do y la I~lesia y que pidió el derecho de voto para todos los ciu dadanos fuesen o no congregantesº Pidió, asimismo, el nestableci= miento de la libertad y la individualidad como bases consti tu ti vas de la organización social de las ·comunidades puritanas, y el res­ peto a la teoría contractualista .de la doctrina que sometía el. - poder de la Iglesia y lbs privilegios del Racerdocio a la elección de los fielee (88)º Williams quería que en la colonia de Massachu- (86) Jª Trowslow Adams. Op. Cit. Po 111 (87) A. Mendoza. Op. Cit. p. 16. {88) L. Zea. América en la Historia ••• Op. Cit. p. 210. 154. setts se desarrollara un gobierno que fuera una prolongación sim­ pl~ y perfecta en el orden civil,de la forma de pacto eclesiásti­ co tan familiar a ellos, como lo habían hecho los Padres Peregri­ nos al formar su famoso pacto del Mayflower bajo la inspiración - eclesiástica, organizando su gobierno por medio de la cr~ación de un cuerpo político civil que se gobernaría por la vuluntad de la , mayoria. Incluía el pensamiento liberal de Williams el estableci­ miento de la tolerancia religiosa y condenaba la destrucción de - los indígenas, pugnando por que se reconociera el derecho a su - existencia, a la posesión de sus propiedades y de su igualdad al colonizador blanco. Otras voces se unieron pronto a sus protesta~­ destacando entre ellas las de Thomas Hooker y Ann Hutchinson. La respuesta a estas protestas fue su expulsión de la colonia. Los expulsados y sus seguidores fundaron otras comunidades que seor­ ganizaron como pequeñas repúblicas autónomas y en las que dieron vida a sus aspiraciones, realizando la prolongación del pP~samien­ to moderno y demócrata del puritanismo. Connecticut (1639), New - Haven y Rhode Island;funcionaron como repúblicas autónomas que - elegían a sus propios funcionarios; formulaban sus propias leyes y ordenanzas; en ellas el voto era para todos y se estableció, na­ turalmente, la tolerancia religiosa, disip~ndose la rigidez moral y austeridad de la inicial colonia. Como es natural, los tétricos y fanáticos puritanos consideraron tanto a sus líderes, como a sus comunidades, como gentes y poblaciones condenadas. Estas comuni­ dades prosi9uieron su vida florecientemente y preservaron dentro de sí los germanes de la libertad y la democracia que tan caros - ideales resultaron para el pueblo norteamericano. Dentro de la pro pia teocracia de la colonia de la Bahia de Massachusetts, las cir= custancias inciales fueron cambiando. La vida rudísima de la fron­ tera y las dificultades para crear una comunidad civilizada fue­ ron los factores principales que contribuyeron a dil11ir el exage­ rado sentimiento religioso y a colocar a Dios, no ya al frente de cada conciencia, sino en un lugar secundario. (89). Los descen­ dientes de los puritanos habían crecido en un ambiente que les - privó de las experiencias que coadyuvaron a crear el fanatismo y la rigidez de lo~ primeros creyentes, pues como se quejaba Richard Mather en 1640, el interés por la religión y el ascetismo espiri­ tual se pe+dían en las nuevas generaciones, tal vez debido a que ellos nunca habían visto Londres; nunca habían sido mofados por un cortesano; ni comido en el Emmanuel College; ni huído de una perse cución y visto a un católico (90). Era natural que las circunstan= cias que habían interesado a sus padres perdieran su significación para estos hombres ante los cuales se presentaba "una vida nueva y aventurera que incitaba a la acción, a la inversión y al cambio" y en cuyas favorables condiciones la carga liberadora de la ener­ gía espiritual de los separatistas, se volcó en toda clase de es­ peransas mundanas y terrenales tanto industriales como comercia­ les (91). En las incipientes colonias era necesaria la creación de (89) B. Ferry. Op. Cit. p. 365. (90) Ferry Miller "The New England Mind. 11 p. 13. (91) A. Mendoza. Op. Cit. p. 61. 155. la civilización y esta necesidad se impuso a cualquier otra cir­ cunstancia. Circunstancia que determinó un gran impulso para. el traba . ..;~. manual,. técnico y material, y que otorgó además, un lugar de preeminencia al hombre que dominaba la naturaleza y que triunfa ba por medio de su propio esfuerzo. Se fué crea...'ld.o así un nuevo - - concepto sociológico dentro de las comunidades de Nueva Inglaterra. La subsistencia no pudo depender en esta región del culti­ vo de la tierra ni de la ganadería, porque el suelo era duro y - agres'te. Existían en cambio grandes recursos de madera, bancos de pesca y elementos favorables para .. la creación de manufacturas y de industrias, las cuales se desarrollaron muy pronto, impulsadas por la transfigurada fe en el trabajo de aquellos hombres. Las industrias de Nueva Inglaterra entre las que destaca~ ban la de la destilación de alcoholes y de melazas y la de adita­ mentos navales, tuvieron una gran demanda en las coionias vecinas, especialmente en las de la$ Indias Occidentales, ~o Gua¡ fomentó - su desarrollo y encauz5 su ·comercio. Bajo estas favorables condiciones a¡ pocQ t;ieID.po una le­ gión de prósperos capitalistas, comerciantes y negoci~ntes empezó a surgir en las incipientes ciudades, las que empezaron, a partir de la segunda mitad del siglo XVII, a cobrar una nueva orientación. Ya para fines de este mismo siglo en la calle principal de Boston, por ejemplo, empezaron a aparecer los costosos edificios, aunque no lujosos, pues aún estaba viva la ética puritana. Los nombres de los ricos comerciantes empezaron a figurar junto a los de los teó­ logos. Poco a poco, el desarrollo económico llevaba a los hombres lejos del pietismo. Pastores ,1 dirigentes religiosos no cesaban de quejarse de los corrosivos efectos que los negocios producían en­ tre sus feligreses. Pero a los feligreses poco les importaban las quejas de sus ministros, máxime cuando al avanzar las concepciones del puritanismo dentro del siglo XVII, la vocación se contaminó - del espíritu· capitalista reinante en esa época, y con lo cual la prosperidad y los valores mundanos adquirieron credenciales reli­ giosas y morales (92). La prosperidad como recordamos, era mues­ tra de elección y o..e cumplimiento de la vocación, mas en curiosa contraposición, mientras más diligente era la gente en la prade­ ra J más crecían las industrias pesqueras y el comercio, cumplien do con lo que aquellos hombres consideraban su vocación, más de-­ caía la religión, se corrompía la moral y se relajaban los anti­ guos cánones teocráticos de la colonia. El sentimiento piadoso - acabó por diluírse dentro de lo económico y las raíces religio-­ sas fueron muriendo lentamente hasta dar lugar y paso al utili-­ tarismo mundano. Las característic.as de la doctrina moral puritana y de sus virtudes económicas se engarzaron con las ideas del capitali~ mo bajo la tendencia a la interpretación pragmática del purita- · nismo y el encauz3.miento que hacía de todas la corrientes de la - naturaleza humana teniendo como meta el hacer, el trabajo y la - (92) B. Ferry. Op. Cit. p. 316º 156. vocación. Así las principales ideas del capitalismo moderno: pro~ piedad privada, libertad e inviolabilidad del contrato, motivo de ganancia y de riqueza, división del trabajo, encontraron la justi­ ficación y la sanción en el culto moral y religioso del puritanis­ mo. Por ejemplo, la extremada división del trabajo que imperaba en el capitalismo se justificó, nos dice Max {veber, sobre la misma - doctrina de la vocación por la cual,se pensaba, Dios había marcado una actividad diferente y especial que cumplir para cada individuo. Sobre la misma doctrina se asentaba el trabüjo indefinido de cada individuo, aunque éste hubiese sobrepasado el límite de lo necesa­ rio para cubrir sus necesidades o sus aspiraciones: aunque hubiese alcanzado la riqueza, debería seguir trabajando, pues el trabajo individual era necesario para el cumplimiento de la vocación. La estandarización y producción en serie de cosas útiles y negocia~ bles,determinante en la industrialización moderna especialmente - de los Estados Unidos, tienen también sus orígenes en la doctrina del puritanismo (93). Las concepciones éticas y morales del puritanismo deja­ ron como herencia positiva en el pueblo a que dieron génesis gran des hábitos: el trabajo por el trabajo; una concepción dinámica - de la actividad, de la vida y una búsqueda constante de la trans­ formaq,ión y dominio crecientes de la naturaleza. El norteamerica­ no vive desde entonces en una existencia orientada hacia el logro de la prosperidad, del bienestar, de la riqueza y del progreso. La disolución de la teocracia puritana basada etipecial­ mente en el predominio del aspecto económico, pronto se extendió a todos los campos. Desde 1691 hasta 1673 la tradición puritana - sufrió un constante debilitamiento, a ello contribuyó gr~ndemente la introducción de nuevas ideas entre las que dominaban las de la Ilustración, el Deísmo Inglds y el Racionalismo Francés, que en­ troncaban directamente con el liberalismo. Ademásjel hombre empe­ zó a leer otros libros, no solo la Biblia; participó en muchas - otras actividades; experimentó que el uso de la tecnología física era más provechosa que la de la teología y que las cosas de este mundo~le resultaban más agradables que los tétricos presagios del porvenir (94). Hacia el año de 1689 se consiguió que los derechos polí­ ticos dejaran de ser una garantía exclusiva para los miembros de la Iglesia y se extendieran a todos los ciudadanos de la comuni­ dad. En 1760 se estableció en las colonias de Nueva Inglaterra la tolerancia religiosa. El pensamiento liberal y moderno existente dentro del puritanismo había triunfado, legando al pueblo norta-­ mericano las dos herencias culturales más valiosas de su historia: la libertad y la democracia. 75º El Destino Manifiesto. ]l puritanismo no habría. de dejar en el campo de las re­ laciones humanas una secuela tan saludable a la sociedad nortea- (93) Max Weber. "The Protestant ••• Op. Cit. p. 161. (94) B. Ferry. Op. Cit. p. 365. 157. La estricta moral calvinista había endurecido el corazón del puritano y lo había convertido en un ser estricto y rígido - consigo mismo y con los demás, que desconoció la compasión y la conmiseración humanas, la ayuda y la caridad para los demás, la fraternidad al estilo humanista católico; que no admitió la pobre za ni la mendicidad, condenando a los seres que la encarnaban así como a los pecadores por considerar que no habían cumplido con - las obligaciones divinas y la realización de su vocación. No ad- mitía esta doctrina la concepción del antiguo cristianismo respec to a los desheredados y a los pecadores como seres que debían ayu darse para que alcanzaran la salvación y la redención. ás, si dentro de su propio grupo, las relaciones huma- nas estuvieron determinadas de una manera dramática por las con- cepciones que del mundo y de la vida se habían formado los sepa- ratistas a partir de sus ideas religiosas, podemos imaginar como fueron aquellas para con otros grupos étnicos y sociales (95). El concepto que prevaleció en las relaciones que estable- cieron estos hombres, tanto en el caso de los indigenas, caso que hemos ya analizado, como en el de los "colonos menos afortunados", fué la antigua idea teológica puritana de la elegibilidad por la - cual, sus adherentes estaban acostumbrados a conceptuarsé como un grupo privilegiado que gozaba en exclusiva del monopolio de la - Gracia Divina (96). Este grupo por lo tanto, se consideraba encar- nación del bien y creia que estaba obligado a instaurarlo sobre la tierra. Estos conceptos no se adjudicaron unicamente a la comuni- dad fisica de los puritanos, sino que se prolongaron a sus mani- festaciones culturales y espirituales por lo cual los postulados que ellos abanderaban y las realizaciones que habian alcanzado: - la libertad, la democracia, el progreso económico y el engrande- cimiento material, vinieron a considerarse organizaciones, carac- teriísticas y atributos propios de pueblos electos, predestinados, cuyos atributos había que llevar a los pueblos que no los poseían. Había nacido asi como conjugación de la doctrina americana del - progreso y del púritanismo calvinista de la predestinación, la - tesis del Destino Manifiesto del pueblo de los Estados Unidogs% - Tesis en la que se apoyaron los norteamericanos para ¿justificar y desarrollar la sucesiva expansión territorial, económica y po- lítica sobre los diversos pueblos con los que a lo largo. de su - historia se pusieron en contacto. Primero fueron los indígenas - los que sufrieron las consecuencias, posteriormente México,que en 1847 sufrió la mutilación de su territorio reduciéndolo casi a la mitad, y después, los pueblos del resto de Iberoamérica y la Eu- ropa misma (97). Js justificación para realizar la agresión a es- tos pueblos, se hizo sucesivamente sobre la base de que o bien, no habian alcanzado el dominio de la naturaleza, como en el caso de Iberoamérica o, cuando habían intentado organizarse como los pueblos modernos, habían fracasado. Los pueblos iberoamericanos, (95) L. Zea. América en la Historia... Op. Cito. p. 217. (96) Bo. Perry. Op. Cit. pe. 3120 (97) L. Zea. Op. Úito. p. 219. mericana, como ·10· hizo en los aspectos político y material. ~ stricta oral l inista abía urecido l r zón el uritano abía nvertido n r tri to i o nsigo is o n s ás, e s onoció pasión iseración anas, uda ri ad ara s ás, i ad l stilo anista t lico; e itió bre a i endicidad, enando s res e ar aban sI o s cadores or nsiderar e bían plido n s li aciones i i as l ción e cación. o ­ itía sta ctrina cepción el ti uo ia o ec s edados·y s cadores o res e bían u arse ara e zaran ción ención. - los avances que ellos habían realizado. Se olvidaban, inclusive, que era muy probable que de acuerdo con la diferente formación mental y cultu­ ral de aquellos, no quisieran o no aspiraran a desarrollar aque­ llos avances. Ahí estaba por ejemple;-en el mismo caso de los pue­ blos iberoamericanos, la cuestión del Canal de Panamá. Los hombres hispanoamericanos habían fracasado cuando intentaron abrir el cá.-···--·-­ nal. Mas, ¿se debía este fracaso a causas puramente técnicas? Aca­ so a la supuesta 'incapacidad" hispana para realizar los trabajos materiales? ¿o bien, existía en el fondo de esta actitud una di­ ferente ideología que había llevado a estos pueblos a desarrollar en baja escala la tecnificación para la transformación de la na­ turaleza, bajo la consideración que hacía el pensamiento escolás­ tico de que la naturaleza era la obra perfecta del Creador, la - c~al había que respetar y conservar?. Es muy probable que podamos encontrar una respuesta a ésto, en el patético pensamiento del - Padre Acosta expresado ante los intentos y proyectos existentes desde el siglo XVI para realizar la abertura: Yo considero, decía, cosa vana la pretensión de crear un Canal, pues creo que ningún - poder bastaría para derribar el monte fortísimo e ifpenetrable que Dios ha puesto entre los mares y que aúnjcuando ésto fuese posi­ ble, pienso que si ésto se hiciera, habría que temer el castigo - divino por querer enmendar obras que el Hacedor con sumo acuerdo y providencia ordenó en la fabrica de este Universo (99), Posemos comprender como ante esta herencia mental, el - pensamiento moderno científico-práctico-racionalista que trató de implantarse en Hispanoamérica encontró múltiples dificultades pa- (98) L. Zea. Op. Cit. p. 218. (99) Mariano Picón Salas. Tres Siglos de ••• Op. Cit. P. 140. 159. ra realizarse. Dificultades que el norteamericano no quizo,o no pu do comprender.~ cómoda y,además práctica situación, de conside--~· rar los fracasos de estos pueblos como incapacidades condenatorias, fué la adoptada. Y sobre tal consideración, se justificaron en nom­ bre del bien y el progreso, toda clase de agresiones y violaciones sobre los derechos de esos pueblos. - La misma política adoptada en relación a los pueblos His­ panoamericanos se siguió ·frente a otros pueblos. La misma incom­ prensión e inadaptación que presentó el puritano frente a los in­ dígenas americanos, se establece actualmente entre el norteameri­ cano y los otros pueblos con los que establece relaciones, imposi­ bilitando ASI QUE SU CULTURA QUE TANTOS Y TAN MULTIPLES BENEFICIOS PODRIA BRINDAR EN LOS ASPECTOS ECONOMICOS Y POLITICOS A LAS COMU­ NIDADES ~UE NO LAS POSEEN, pueda ser asimilad~ y polarizad~ de tal modoJque lleven a la creación de una cultura y entendimiento uni­ versales,·en las que el hombre pueda cumplir su destino genuino y , comun. 76. Puritanismo y Educación. La Educación fué el otro gran factor a través del cual se logró la preeminencia de la ideología y orientación intelectual puritanas sobre las instituciones y formas vitales de la nación norteamericana. En este aspecto, como había sucedido en los campos ecle­ siástico, económico y político, las poderosas form~s educ~tivas - puritanas pudieron imponerse.debido en gran parte~a 1a debilidad presentada en este orden en las demás colonias. Dentro de las comunidades puritanas, la Educación presen­ tó una poderosa y buena organización ·y un gran desarrollo los cua­ les obedecían a dos necesidades. b·ásicas religiosas: exigencia de un sacerdocio, culto e instruido,que cultivara y ·prolongara los - ideales puritanos en América; y la necesidad de una elevada ins­ trucción y desarrollo intelectual en los feligreses para que lo­ graran la ~omprensión y práctica de los elaborados conceptos cal­ vinistas, así, como la interpretación racional de la Biblia. En franco contraste con este panora.ma·educativo de las - colonias puritanas, s~ presentaba ~l de las comunidades fronteri­ zas y de las colonias del sur y aún el de las colonias del centro. La rudeza y el aislamiento producido por las condiciones de vida en la frontera: necesidad d~ emplear todo el tiempo y las energías en limpiar los campos, construir casas, luchar contra los indios, solucionar dificultades con las colonias vecinas, provisión de - sustento, etc., dejaba realmente muy poco margen para la instruc­ ci6n. Contri·buía a agravar esta situación el hecho de que los pro­ pietarios y dueños de plantaciones que vivían en aquellas regiones, mandaban a sus hijos a estudiar a la Madre :Fatria, .desatendiendo - por completo la educación de los siervos, esclavos y trabajadores pobres. Constituyendo en estas zonas la única forma de instrucción, la rudimentaria educación elemental impartida por los pastores de las diversas sectas a sus feligreses. Para remediar esta lamenta- 1600 ble situación el gobierno inglés ordenó a los dueños de planta­ ciones y propietarios, que apoyaran y fomentaran el establecimien-­ to de la educación elemental pública,en sus comunidades y, que en­ señaran a leer y escribir a los siervos contratados y a los es­ clavosº Sin embargo, estas ordenanzas tuvieron poco efecto ya que los ricos hacendados y plantadores tendieron1 contrariamente a lo ordenado 1 a retrasar e impedir la educación de la masa de esclavos y trabajadores comprendiendo que su elevación cultural e intele~­ tual ayudaría a su libertad. No ex~stió en estas regiones la edu­ cación elemental públicaº La Educación Superior fué aún más raquí­ tica. Con excepción del Colegio William an/ Mary que empezó a fun­ cionar en Virginia en el año de 1642, no hubo en los alrededores otros colegios de Educación Superior en la época colonial, sino - hasta un período muy avanzado cercano a la Independenciae El Es­ tado y los dirigentes coloniales no se preocuparon por desarrollar la Cultura y la Educación, a diferencia de lo que sucedió en His­ panoaméricaº En estas regiones L1 preeminencia del interés econó­ mico y mercantilista relegó la obra espiri t;ual. Típico ejemplo de ello es el caso de la colonia de Virginiaº Los colonos ávidos de enseñanzas y de cultura solicitaron al gobernador,por medio de un representante, el Dr. James Blair, que se estableciera un Colegio de Enseñanza Superior en el cu&l sus hijos pudieran desarrollar - su espíritu y atender a los negocios del alma. Por toda respuesta el Dr. Blair obtuvo una fuerte reprimenda finalizada con esta fra­ se: Dígales a los colonos que se dediquen a cultivar el tabaco y que sus almas se vayan al diablo (100). Como consecuencia de la coJugación de todos esos factores, la cultura se relegó tanto que llego a darse el caso de que en al­ gunas remotas y alejadas aldeas de la frontera, la falta de ins­ trucción ocasionó que a la v~elta de unas cuantas generaciones,sus habitantes olvidaran7inclusive,la escritura y lectura del idioma - inglés. Pasadas algunas décadas desde las primeras fundaciones co­ loniales se establecieron algunos colegios, especialmente ~n las - colonias del centro. Colegios en los cuales, al igual que en el C~ legio de Virginia, el William and Mary, la educación impartida es­ taba orientada hásicamente a satisfacer las necesidades económicas, mat~riales e industriales que demandaba la creación del nuevo país. Se estudiaba: con;.ercio, agricultura'} contabilidad, navegación, ma­ temáticas y agrimensura. Era una educación que respondía perfecta­ mente a las necesidades PRACTICAS de la vida norteamerican~pero que olvidaba el enfoque hacia otros campos culturales que son tan indispensables para la íntegra formación espiritual de una nacio­ nalidad. En Nueva Inglaterra, por el contrario de lo que sucedía en el resto de las colonias norteamericanas, las escuelas prima­ rias, sostenidas por impuestos recolectados a través del Estado, eran gratuitas, accesibles y obligatorias para todos. Desde 1647, se ordenó que toda ciudad que tuviera cincuenta propietarios de casa designara un maestro de enseñanza elemental para los niños; y que toda ciudad con cien hogares pagara y mantuviera una escue­ la de Gramática dentro de la cual se impartía la enseñanza secun­ daria y preparatoria para la Universida_d. De esta manera encon­ tramos que ya para el año de 1635 se estableció en Bo·ston la pri- (lóó)SJloriso-n. Historia de Estados Unidos.º. Tomo I. p. 356 e 161. mera escuela de Gramática.En el año siguiente, se creó la Uni­ versidad de Harvard (101). Yale fué la segunda universidad fun dada en Nueva Inglaterra. En esta región, insistimos, toda edu cación se sostenía por medio de impuestos. Así, no solamente proveyeron las colonias de Nueva In­ glaterra al nuevo país de centros superiores de cultura~a través de los cuales se mantuvo la intelectualidad americana en constan te comunicación con la cultura europea, sino que preservó dentro de sí1 aquella orientación intelectual clásica que se había olvi­ dado dentro de las colonias del sur de la zona fronteriza del - oeste y aún de las colonias del centro. De acuerdo con la orien­ tación eminentemente teológica de la educación puritana,la ins­ trucción dentro de sus comunidade.s presentaba una tendencia clá­ sica y humanista, encaminada a cultivar los estudios tradiciona­ les:Teología, Derecho, Medicina, Lenguas -entre las que destaca­ ba el estudio del hebreo como consecuencia de la herencia judai­ ca del calvinismo- Lógica y Gramática. Esta educación de tipo - clásico y humanista, carecía como se ha criticado a la educación impartida en las colonias hispanoamericanas, de una orientación práctica y material que estuviera de acuerdo con las necesidades técnicas, industriales y científicas de la nueva era; sin embar­ go gracias a esta corriente se preservó un acervo espiritual, fi losófico, humanista y clásico, sin el cu~l,difícilmente podría-­ mos encontrar en la actualidad manifestaciones de ese tipo en la sociedad de los Estados Unidos. Acervo, que en est~ momento de - crisis de la civilización nortamericana,se presenta como una es­ peranza y orientación positiva para resolverla, y que se actua­ liza entre otros, en el floreciente desarrollo literario de la nación norteamericana. Dentro de la corriente clásica y humaniRta hacia la que se orientó la educación puritana,se pretendió incluir a los in­ dígenas. Así,en la Universidad de Harvard se creó un Indian Co­ llege (Colegio de Indios) dedicado especialmente a su instrucción teológica Superior; y había,además,una escuela de Gramática en - la que se les enseñaba latín y griego, como en Hispanoamérica, - hubo muchos indígenas que los aprendieron. 77. Puritanismo y Modernismo. Dentro de la Educación Clásica Humanista prevaleciente en el puritanismo existieron elementos,. que como en los demás as­ pectos de esta doctrina, se engarzaban perfectamente con los - postulados modernos de occidente. En este caso, el estudio me­ tódico y sistemático de la Lógica preparó a las mentes purita­ nas a un racionalismo básico en el que se injertaron las dis­ ciplinas científicas y naturalistas de la Ilustración. Así - en el siglo XIX, los antiguos estudios clásicos imperantes en Nueva Inglaterra cedieron su lugar al estudio de las ciencias naturales y físicas, creando una nueva tecnología y una nueva ciencia, sin embargo, la antigua tradición no desapareció qu~ (101) Charles M. Beard. Historia de los Estados Unidos. p. 282. Tomo I. ¡ 1620 dando al lado de las nuevas disciplinas. Como una síntesis de las corrientes clásicas y práctica se produjo una nueva orientación - típicamente norteamericana7 de la cuál es claro exponente la forma cultural y educativa existente en la Academia de Benjamín Fran­ klin1fundada en Filadelfia por este erudito1 en los últimos tiem­ pos del período colonial, siglo XVIIIº Las corrientes modernas y las innovaciones ideológicas pasaron a las colonias inglesas del Nuevo Mundo a través del - puente intelectual y cultural de las colonias de Nueva Inglate­ rra, como consecuencia de lo cu~l, todas las innovaciones pasaban al resto de las comunidades a través de una asimilación y ya 1po­ dríamos decir, con el sello del puritanismo. Al igual que en las colonias hispanoamericanas los órga­ nos principales de cultura se crearon bajo los imperativos de la religión. Así, el periodismo, la imprenta, las bibliotecas,hici~ ron su temprana aparición en Nueva Inglaterra. El primer perió­ dico norteamericano "The Boston New Letters" se imprimió en Bas­ tan el año de 1704. La imprenta se estableció en la misma ciudad en 1636, almanaques, catecismos, libros religiosos7constituyeron sus primeras publicaciones. De esta manera podemos observar como en relación al período de fundación de las comunidades inglesas en América, no existe ese tradicional retraso en las manifesta­ ciones culturales que se ha achacado a estas comunidades;en re­ lación con las comunidades hispanoamericanas (102)º A través de este proceso podemos observar como las ideas básicas del puritanismo fueron penetrando en el espíritu de ·1a - nueva nación norteamericana1 constituyendo el factor básico de - amalgamación tanto de las diversas colonias iniciales como de - los grandes núcleos migratorios que arribaron en el siglo XVIII. La expansión hacia el oeste llevó esta ideología a las alejadas y remotas tierras del Océano Pacífico y finalmente1 la Guerra de Secesión, determinó el triunfo e imperio definitivo de sus ideas y sus proyecciones vitales y culturales. 102). c. M. Beard. Op. Cit. p. 287. Tomo I. ( j 163. ,, \ PARTE IV. C o Ne L u s I o N E.S I Proyección de la·s Semejanzas y Dispariedades. En las páginas anteriore~, hemos intentado perfilar den­ tro de u~ paralelismo histórico-cultural, desarrollado en torno al proceso gené~ico de la acción-Hispana y Anglosajona en el Nue­ vo Mundo, las grandes analogías y múltiples diferencias que se - dieron en ella. Con tal objeto. nos remontamos hasta el momento - mis:rp.o del ocaso de ·la Edad Media y del advenimiento de Mundo Mo­ derno. Advenimiento, qúe a nuestro juicio, marcó la bifurcación de la a,p.tigua unidad espiritual y cultural cristiana del Medioe­ vo, dando lugar a las dos expresiones reformistas y renacentistas que engarzadas con Jas circunstancias e influenciHs históricas y culturales de los pueblos que las encarnaron, produjeron las mo­ dalidades.culturales m9derrias que se presentan en nuestra Era. De éstas modalidades se presentan como viva qonsecuencia., como - hemos marcado en otras ocasiones, las dicotomías de orientación y proyección que realiza.ron Espaija e Inglaterra sobre América. Postériormente, analizamos, aunque de una manera muy ge­ neral, la -~cción de est·as dicoto.mías en la formac.ión espiritual y· .material de las nuevas nacionalidades americanas, encontrando a _través de ·ellas 1 que el móvil de acción. y espíritu vi tal lega­ do a ellas por sus ¡;z;enerad·ore_s· surge actuante y definitivo en .;.. estos momentos de cris¡s para amb':ls pueblos en los que se busca la ratificación o rectificación de sus ideales y postulados, de sus· causes y de sus his·torias~ ' En estos capítulos, trataremos de establecer de una ma­ nera más precisa y concluyente las semejanzas y diferencias exis te-ntes entre ~stos dos pue-blos, el norteamericano y el h.1.spanoa.= lD.f}ric?-no, desde su g'.énesis y de definir su influe·n(}ia y. relación dE:3htro de la orient~ción moderna actual de ambas Ho'ciedades, tra­ tá,ndo de determin~r a- través de ellas, si cabe efec-tuar el recha­ zo,. la imita.cíón o.biep..la integración de las cualidades espiri­ tuales y materiales de ambos. Ultima posición por la qut pro-­ pug·namos ya que creemos que ello permitiría una m.ode.rna reinte­ gración de esa gran unidad espiritual y material de la Cultura Cristiana, que colocaría a América ~o ya como una posibilidad - ~­ sino como una realidad para efectuar el e·nsanchamiento espiri- _ tual y cultural de Occidente. II. El Siglo XVI y la Bifurcación Cultural Europea. Al tratar se situar históricamente la acción colonizado­ ra hispana y anglosajona dentro de un cuadro general en que tra­ tamos de perfilar las disparidades y analogías existentes en ellaE lo primero que se hace necesario es· establecer 1·os marcos crono- -lógicos dentro de los cuales se desarrollaron. Así lo primero que se presenta ante nosotros es la existencia de ·una disparidad tem­ poral entre éllas, ya que mientras la acción española se realizó primordialmente durante el transcurso del siglo XVI, el desarro- I 164. llo de la obra británica tuvo lugar principalmente en el siglo XVII. Disparidad que determinó de una manera definitiva las - orientaciones vitales de cada posición,ya que la obra española pudo realizarse bajo la orientación del espíritu cultural hu­ manista Cristiano imperante en la Cultura Europea en el siglo XVI, y la inglesa bajo la égida de la Orientación Cultural Mo­ derna prevaleciente en el siglo XVII. LO QUE NOS DEMUESTRA QUE ESPA.ílA E INGLATERRA ENCARNARON DOS POSICIONES DIVERSAS, POSI­ CIONES BAJO CUYA LUZ ADQUIEREN PARA NOSOTROS UNA EXPLICACION - BASICA LOS PROCESOS EXPA.i.~SIVOS Y COLONIZADORES DE LOS DOS PUE­ BLOS y DE sm DIRECTRICES GENERALES y PREDOMINANTES. Naturalmente estas dos orientaciones, la Moderna-y la - Humanista Cristiana, no fueron exclusivas, junto a ellas actua­ ron corrientes que si bien no se presentaron completamente con­ trarias, sí correspondieron a una orientación vital diferente y contrastante. En la colonización inglesa encontramos junto a la acción Moderna PÜri tana predominante, la corriente feudal de las decli­ nantes fuerzas medioevales caballerescas y aristócratas inglesas; y a su vez, frente a la obra estatal y cultural de la orientación Humanista Cristiana, básica .en la actuación hispana, se dieron fuer zas típicamente medioevales que a veces no solo retrasan, sino - que impiden el logro completo de la primera. Dentro de cada posi­ ción predominante, a partir de la escisión cultural europea pate~ tizada en las dos posiciones filosóficas y culturales que repre­ sentaron la Reforma y la Contrareforma se dieron,además,otros ma­ tices dentro de la obra hispana y anglosajona. La lucha y la pug­ na existente entre los diversos matices y las variadas corrientes en ambas vertientes,nos permite encontrar significativas diferen­ cias y grandes analogías en la colonización que nos ocupa, analo­ gías y diferencias que se hacen presentes ya marcadamente en el ..... proceso y génesis de su expansión. ,e-,.. ~~ III. El Movimiento Expansivo. ~ .. expansión de los pueblos hispano y británico hacia Amé rica se presenta como un proceso cuyos resortes y móviles se iden ttfican dentro de la misma generatriz expansiva del mundo moder-­ no: afán misionero, deseo de predominio político y mercantilismo. - Factores que encontramos representados en el lado español en las empresas privadas de exploración y ocupación patrocinadas por los nobles y traficantes que buscaban el comercio con Cipango y el Oriente; y en el inglés en la acción descubridora y coloniza­ dora de las compañías de accionistas, y de los nobles y aventure~ ros particulares que buscaban el establecimiento y creación de - mercados en el Nuevo Mundo. En ambos casos las empresas se finan­ ciaron por medio del capital privado y se apoyaron por el Estado. - -E.!. afán misionero y el ideal religioso cobró vida en la acción de los evangelizadores en Hispanoamérica y en la realiza­ ción de la utopía puritana en Norteamér~. 165. Sin. embargo, por sobre todas estas analogías comunes se erigieror't'\,ari·antes básicas y- predominant~s que en los dos casos fueron completamente diferentesº En España de acuerdo con la - orientación predominantemente humanista ·de su cultura,que se en­ garzó con la espiritualización cristiana de la cruzada, EL MOVIL Y RESORTE BASICO Y DIRECTRIZ DE LA EXPANSION LO CONSTITUYO EL - IDEAL DE EXTENDER LA .CRISTIANDAD; DE LLEVAR LA RELIGION ROMANA A TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA, ES DECIR, DE ESTABLEC])E EL REINA­ DO UNIVERSAL DE·CRISTO, DE. CUivi.PLIR CON UN IDEAL ESPIRITUALº Ideal al que se agregaron y subordinaron los intereses económicos y po­ líticos tanto de la Corona como de los particulares que secunda­ ron la obr~. M¡ENTRAS, INGLATERRA OBEDECIENDO AL VALOR QUE SE HABIA - COLOCA_D~OMO CENTRO Y EJE DE LA NUEVA ORIENTACION ~iODERNA, CON­ DICIONO SU EXFANSION AL PROPOSITO DE ALCANZAR ESENCIALMENTE EL - PRED01ii!NI0 ECONOM!CO Y POLITICO Y, SOLO EN FORJlA SECUNDARIA OBEDE­ CIO AL IDEAL ESPIRITUAL Y CULTURA..L.i, De ahí que el proceso inglés de.exploración y descubrimiento scffire las tierras y mares de la América del norte1 correspondiera al ímpetu proporcionado por los grandes momentos de florecimiento económico, industrial y comer­ cial7que se dieron en los reinados Isabelino y Estuardo (Q~rlos I) y estuviera patrocinado por las clases burguesas y mercanti­ lesº En tanto,que el período de exploración y descubrimiento es­ pañoles, corresp0ndió por el contrario~ al momento d~ crísis eco­ nómica y espi~itual de los hidalgos feudales· y de.la clerecía - cuya posición de poderío se derrumbaba.ante la política modernis­ ta de los Reyes Catól:i,.cos y la necesidad de encausar el afán mi­ si·onero y religioso del pueblo español después de liquidada la lucha contr~ los moros. IV. Diversidad de Fines. La finalidad última que Inglaterra-y España buscaron en las tierras del Nuevo Mundo, difirió totalmente. En·España esta finalidad se enfocó hacia la cristianización del liombre, repre­ sentada en este caso por el indígena americano, y e¡u consecuen­ te asimilación a la Cul°tura de Occident.,.e. ~ntras que en el - caso inglés, se orientó hacia la obtención de tierras deshabita­ das, de espacios libres, de sitios en donde realizar el estable­ cimiento de mercados y en donde cumplir con la misión divina de transformar y dominar aquellas tierras para gloria del Señ<¡..¡. . Esto no solo nos permite ·observar la direrente justificacion que a la expansión.otorgaron los colonos puritanos y los católicos_, .o más bien,los humanistas cristianos y los protestantes, sino tam­ bién)adentrarnos en las diversas raíces teológicas y filosóficas que movían su ac~ónº L.9s humanistas cristianos tendían hacia la asj_!Ifilación DE LA ACCION INGLESA, UNA CULTURA CRIOLLA RESULTADO DEL TRASPLANTE 16ó. ESPIRITUAL. ·y HIDJ'i.ANO EUROPEOSº En función de las di versas finali­ dades de estas dos proyecciones, la forma de penetración y de - ocupación que proveyeron sobre los territorios americanos fué diversa. En ESPANA LA FORllíiA PRIMORDIAL EMPLEADA, ESPECIALMENTE EN LA FASE INICIAL DE LA OCUPACION, FUE LA CONQUISTA MATERIAL A CAR GO DE SOLDADOS, o ESPIRITUAL REALIZADA POR MISIONEROS, PERO SlEM PRE LA CONQUISTA. Conquista qué curiosa y pradójicamente repre-­ sentó las dos corrie-ntes princ_ipales de la .colonización española: la humanista cristiana encarnada por los frailes y monjes misio­ neros y la feudal representada por los hidalgos y caballeros, - conquistadores y colonos, element·os inútiles· para la producción y la industrialización. De acuerdo con ello ambos grupos presen­ taron una línea de penetración dispersa e_i;rregular dirigida ge­ neralmente hacia el interior de.l continente.., en donde se encontra­ ban 1o·s grandes núcleos de población y los asientos de los impe­ rios nativos;que constituían su objeti~o. INGLATERRA POR EL CONTRARIO, PROVEYO UNA COLONIZACION - BURGUESA A BASE DE FM1íILIAS QUE CREARON COMUNIDADES Y ESTABLECI­ MIENTOS AL MARGEN DE LOS POBLADOS NATIVOS Y,CUYA LINEA DE EXPAN­ SION Cmi:PACTA Y HOivIOGENEA FUE DESPLAZANDOSE PAULATINAMENTE DESDE LA COSTA HACIA EL INTERIOR DEL TERRITORIO A MEDIDA QUE.ESTE SE - IBA "LDiíPIANDO" DE INDIGENAS. ASI, MIENTRAS LA COLONIZACION ES­ PAJ.10LA BUSCO LA INTERACCIQN CON EL INDIGENA, EL COLONO INGLES - FOMENTO LA SEGREGACION. Ambas modalidades se vieron condiciona­ das y hasta cierto punto impulsadas p-or las condiciones sociales y económicas existentes en sus respectivas metrópolis, pues mien­ tras en España había una superabundancia de elementos guerreros y eclesiásticos propios para la acción bélico-heróica y que co­ rrespondían a la predominante estructura medioeval del país, en Inglaterr~ el desplazamiento de grandes masas de agricultores y artesanos de sus antiguas tierras y artesanías domésticas por .la creciente y naciente industrialización como resultado 4e la nue­ va o'rganización moderna. capitalista, proveyó grandes eleplentos para el bracerismo colonial. De esta manera se presenta ante no& otros una estrecha correlación.entre Las finalidades de los pue­ blos y las estructuras sociales y económicas que las produjeron: ORGANIZACION 11EDIOEVAL EN ESPANA QUE SE TRADUJO EN CONQUISTA - CRUZADA; CAPITALISMO INGLES QUE ASFIRO A LA FACTORIA. POLITICA DE ASI-MILACION EN LA VERTIENTE HISPANA,. TACTICA DE SEGREGACIÓN EN LA ACCION BRITANICA. . l. Características de la Emigración. ~ las dos formas de penetración sé derivaron lógica y necesariamente las características de lp. ~migración: masculina, gu_errera, eclesiástica, orga.nízada ·bajo la. forma medioeval de - huestes y- de cruzada al mando de caudillos y adelantados, como·lo requería la conquista en la vertiente españo-la; burguesa y fami­ liar bajo la organización moderna comunal y congregacionalista, patrocinada por las compañías comerciales ,en el lado ingl_~s. ~;.. Independiente y autosuficiente para resolver sus necesi­ dades económicas y sociales la segunda; dependiente e insuficien­ te para proveerlas. la primera. De ahí que para unos coloni·zadores J 67. no fuera necesario el contacto ni la servidumbre de los nativos y para otros fuera completamente indispensable. La emigración presentó naturalmente varios matices, por ejemplo, cuando en el lado inglés se dió un pequeño núcleo de - emigración masculina y guerrera encarnada especialmente en los primeros colonos de Virginia; y en algunas regiones hispanoame­ ricanas se trató de proveer una colonización civil y burguesa - como en Río de la Plata, en el norte de Nueva España, Centro Amé rica y Nueva Galicia. La mujer española no participó propiamente en la coloni­ zación americana, primero por las condiciones de sujeción en - ideas medioevales prevalecientes en España y después, debido a que el ideal de asimilación física y cultural que sobre los pue­ blos dominados pretendía la colonización españolaJimpulsó el pe~ samiento y la acción de sus realizadores a desear que las muje­ res españolas no pasaran a las Indias, idea que imperó desde las Casas hasta Feijoo~obedeciendo al propósito de lograr que a tra­ vés de la institución matrimonial se realizara una más sólida y fecunda integración de las dos razas y culturas. El emigrante - español impulsado por su gran capacidad de asimilación racial - proveniente_ de su ideología religiosa y de las experiencias his­ tóricas de su herencia cultural)que le evitaban todc prejuicio, ante la ausencia de mujeres europeas no encontró ningún proble­ ma para la formación biológica y cultural de su sociedad, se - unió libremente a la mujer indígena y formó las bases del gran pueblo mestizo y la vía m4s sólida para la integración cultural; la familia hispano-india. Por el contrario, en los establecimientos coloniales in­ g~eses la presencia de la mujer europea,sí fué fomentada eficaz y rápidamente, ya que de acuerdo con el ideal social y religio­ so separatista e individualista de su colonización, el progreso de ~sta no era posible sin ellas. Para el emigrante sajón a di­ ferencia del hispano sí constituía un grave problema la. ausencia de mujeres europeas,ya que de acuerdo con los preceptos religio­ sos que condenaban las relacionés con los nativos.,no pudo unirse a las mujeres indígenas. Así en las comunidades inglesas del Nue vo Mundo la poderosa y numerosa presencia de la mujer europea -­ impidió el mestizaje biológico y cultural ayudando a la formación de una sociedad criolla europea. 2. La Iniciativa Privada. A.,.pesar de la DIVERSIDAD EN LA FORMA DE PENETRACION, EXIS­ TID EN AMBAS CORRIENTES COLONIZADORAS, UN RASGO COMUN ENTRE ELLAS ENCARNADO EN EL HECHO DE QUE TANTO LA CONQUISTA HISPANA COMO LA - COLONIZACION INGLESA FUERON EL ,RESULTADO DE LA INICIATIVA Y LA - EMPRESA PRIVAD~. Pues no fueron ni el Estado Español1con su nor­ ma de inhibicion económica el que patrocinó, organizó y dirigió - la anexión del imperio indiano a la Corona de León y Castilla, ni la monarquía inglesa.,con su política acomodaticia.interesada solo en los buenos resultados/. la que dotó a la nación británica de sus posesiones americanas, sino los organismos particulares represen­ tados esencialmente en el lado ibérico por los caudillos y los - 168. adelantados; y en el inglés por los propietarios y las compañías comerciales que realizaron tales hazañas. Ell, ambos casos contaron con la autorización y facultades del Estaao para desarrollar y ejercer las funciones políticas - económicas, administrativas y legislativ~~ ACTITUD QUE TUVO GRAN DES REPERCUSIONES EN LA POLITICA COLONIA DE LAS DOS NACIONES,-= PUES LOS REPRESENTANTES DE LA INICIATIVA PRIVADA QUE RABIAN EFEC­ TUADO LA CONQUISTA Y LA COLONTZACION AMERICANA YA FUESEN FEUDALES O_ COMERCIANTES, TENDIERON LOG'ICA Y NECESARIAMENTE A LA INDEPENDEN CIA Y LA AUTONOMIA. Autonomía que en el lado español se encontró­ presente y legalizada ya desde las capitulaciones celebradas con los conquistadores; y en el inglés en las Cédulas de Donación - otorgadas a las compañías expedicionarias y colonizadoras y a - los propietarios. En ambas posiciones, estos documentos e.stable­ cían al mismo tiempo la relación entre la corona y empresarios y los derechos de estos últimos ante el rey y los colonos. Como consecuencia de éllo las compañías y propietarios - británicos tendieron al establecimiento de sus comunidades autó­ nomas regidas por sus leyes e instituciones; mientras que los - caudillos y adelantos españoles)pretendieron la fundación de feu dos y· señoríos independientes. ,W;n emb aro, tanto en la vertiente inglesa como en la española, el Estado tendió a limitar esa au­ tonomía. Tendencia que se· hizo mucho mayor en las colonias his­ panoamericanas ,debido al mayor absolutismo de la monarquía ibéri­ ca frente al carácter constitucional de la inglesa, a la diferen­ te herencia política de los colonos, y al diverso carácter que - tanto puritanismo como catolicismo pr©yectaban sobre la organiza­ ción estatal de sus cor:mnidades. Aunque el carácter de la monarquía inglesa tendiera, como en la época de Carlos I a basarse en el absolutismo, éste no lle­ gó a ser tan poderoso como en España y por lo tanto.no pudo pro­ yectar esta fuerza en las colonias. Por otra parte/ el Parlamen­ tarismo dejó grandes huellas y herencia en los hábitos y tradi­ .ciones políticas de los colonos británicos> que repercutieron en la implantación de un temprano gobierno representativo y demócra ta que se opuso definitivamente al estricto centralismo y rega-­ lismo metropolitanos, estableciendoJpor el contrario,las asambleas coloniales en cada una de las colonias inglesas para ejercer a - través de ellas su gobierno y autonomía. Hay que hacer NOTAR SIN EMBARGO, QUE ESTAS INSTITUCIONES REPRESENTATIVAS ERAN EXCLUSIVAS PARA UN NUMERO SELECTO DE EMIGRANTES¡YA QUE LA. REPRESENTAC!ON EN NORTEAMERICA_,NO SE ORGANIZO BAJO LA REPRESENTACION DE CLASE COivIO EN !NGLATERRA1 SINO SOBRE LA REPRESENTACION TERRITORIAL CON LO - CUAL QUEDABAN TACITAMENTE EXCLUIDOS DE ELLA LOS DESHEREDADOS Y LOS ESCLAVOS,PARA LOS CUALES NO EXISTIO NINGUNA GARANTIA POLITI­ CA O SOCIAL EN EL GOBIERNOº La actitud política americana se con­ virtió así en la práctica;en una democracia aristócrata y selec­ tiva. La política centralista y regalista era más difícil de apli car a las colonias inglesas debido a que sus organizaciones polí= ticas no eran homogeneasJpues obedecían a las diferentes influen­ cias regalistas, señoriales, capitalistas y congregacionalistas - con que se habían fundadoº 169. Además~la implantación de éste régimen perdía un poco su razón de ser en estas colonias ya que el espíritu feudal· que era el que tendía a oponerse más poderosamente al regalismo, no poseía la fuerza social ni militar que tenía en HispanoaméricaJpues la - gran cantidad de tierras deshabitadas, la escasez de mano de obra, el gravoso costo de los transportes para proveerse de trabajadores y las oportunidades que la frontera presentaba, minaban de por sí su fuerza. Por otra parte, la acción colonizadora del Estado inglés obedecía primordialmente a su espíritu mercantilista y a una orien tación política encaminada hacia elLaissez-Faire~que tendía a de-­ jar en libertad la acción de las clases capitalistas en beneficio de la economía. Lo anterior estaba en perfecta concordancia .con el espíritu capitalista de las colonias americanas ya fuesen de pro­ pietarios o de compañías; pero sobre todo, la corona no se creía obligada a proteger a los nativos, a los emigrantes desheredados, o a los es·clavos negros y por lo tanto j no intervino en la gobernación interna de las colonias. Podemos,así decirJque existieron una se­ rie de condiciones en las colonias inglesas que le permitió al Es­ tado otorgarles una mayor flexibilidad, libertad y autonomía. Prác­ ticamente todas las colonias tuvieron libertad para organizarse y regirse de acuerdo con los lineamientos políticos y sociale's que más les conviniesen, aunque sometidas de una manera genera~ a los patrones monárquicos. En los reinos y establecimientos hispanoamericanos la si­ tuación política se desarrolló de una manera bastante diversa. - Ahí, la corona y el estado españoles desplegaron un fuerte centra lismo y actuaron de acuerdo con una orientación netamente regalista y absolutista. Posición que se apoyó en varias causas. Primero en el hecho de que los organismos que pretendían eregirse autón©mos e independientes, correspondían a los grupos imbuidos de espíritu feudal y ·nobiliario~cuya actitud era completamente contraria a los intereses absolutistas y mercantilistas del estado y 1 a la orienta­ ción y sentido modernos de la monarquía española de aquel tiempo. Por último, existía el hechc sobresaliente DE Q,U'R LA ORIENTACION VITAL DE AQUELLOS ESPIRITUS FEUDALES~SE OPONIA TAJANTEMENTE AL - SENTIDO HUivIANISTA CRISTI~O PREVALECIENTE EN LA MON.ARQUIA ESPAf~O­ LA, SENTI:DO EN VIRTUD DEL CUAL>EXISTIA UNA PERSISTENCIA PROFUNDA A OTORGAR A LO FOLITICO UN FUNDAMENTO RELIGIOSO Y MORAL SEGUN EL CUAL1LA MISION FUNDMf@NTAL DEL ESTADO CONSISTIA EN LA ADMINISTRA­ CION DE JUSTICIA Y CUIDADO DEL BIENESTAR Y FELICIDAD DE LOS SUBDI TOS ANTES QUE EL LOGRO DE CUALQUIER OTRO BENEFICIO. De acuerdo con 4sto la Corona española,a diferencia de la inglesa)se vió obliga­ da a intervenir ante las pretensiones seloriales de los conquista­ dores y explotar a los nativos. Intervención que sucitó muchos - conflictos y dificultades pero que terminó con el sometimiento de los señores y el triunfo del interés político monárquico, quedan­ do así las colonias hispanoamericanas organizadas bajo los patro­ nes generales de la monarquía,como lo habían hecho las inglesas; como consecuencia natural del regalismo y el régimen absolutista imperante en Hispanoamérica,se restringió en ella notable y des­ afortunadamente el desarrollo del gobierno "aemocrático y repre­ sentativo y la consecuente autonomía e individualismo coloniales. Hubo intentos bastante considerables de establecer el go­ bierno representativo en las posesiones hispanas del Nuevo Mundo, -- --- ------ ----- 170. intentos que se hicieron patentes tempranamente en los cabildos y asambleas populares eregidos en el gobierno incial de los ade­ lantados y los conquistadores, y que,podémos identificar con las asambleas coloniales de Norteamérica, mas estos intentos se sofo­ caron nrontamente por la Corona y,ante la debilidad de la tradi­ ción parlamentaria y demócrata de que eran herederas desde la an­ tigua patria no pudieron subsistir. Sin embargo, es curioso observar cómo mientras en las for­ mas seculares se restringió t.oda representación y espíritu demo­ crático, éstas fueron alentadas y aún fomentadas dentro de las mi­ siones religiosas españolas en América7 con el objeto de enseñar a los indígenas a practicar sus derechos y a ejercer su libertad, - intención que obedecía a la finalidad de que éstos ~udieran pre­ pararse para practicar el autogobierne y la autonomia, según lo ... exigía EL PENS.AUIENTO HUMANISTA Y LA TRADICION DEMOCRATA CRISTIA­ NA DE sus REALIZADORES. YA QUE coiv¡o RECORDAMOS,EL CRISTIANISMO - ERA POR EXCELENCIA UNA DOCTRINA DEMOCRATA E IGUALATORIA SOCIAL, - FOLITICA Y ECONO~ICAN.i.ENTEº SOLO QUE SU ORIENTACION TENIA UNA LIMI 1rACION: A DIFERENCIA DE L.t-'i. DEJ.mCRACI.A y EL GOBIERNO REPRESENTATI= VO MODERNOS OCCIDENTALES, EL HUMANISiJlO CRISTIANO POSEIA UN LIMITE A LA LIB~RTAD~REFRESENTADO POR EL BIENESTAR DE LA COMUNIDAD CRIS­ TIANA. Los indígenas llegaron a practicar ciertas formas democrá­ ticas en las misiones, pero al pasar éstas a manos de los gobier­ nos seculares;estas tradiciones fueron abolidas. SIN EMBARGO, LA INICIAL ORGANIZACION NOS PERMITE OBS:l!."'RV AR COMO EN CURIOSA CONTRA­ POSICION A LA CORRIENTE DErh'.OCRATA NORTEAMERICANA, LA DEL HUMANIS­ MO CRISTI.ANO PRETENDIA OTORGAR LA REPRESENTACION Y EXTENDER LOS DERECHOS IGUAI,ATORIOS .,NO A LOS PODEROSOS, SINO A LOS DESHEREDADOS Y A LOS DEBILES, PARA QUE A TRAVES DE ELLOS PUDIERAN DEFENDERSE Y EVITAR SU EXPLOTACION. El panorama general de las formas políticas que presenta­ ron las dos colonizaciones., demuestra que en las coloriias angloam! ricanas existió tempranamente el gobierno autónomo y representati vo el cuá~ faltó en las colonias hispanoamericanas; que mientras­ en las posesiones españolas del Nuevo Mundo la fuente del poder y de la autoridad radicó en la autoridad real, en las colonias sa­ jonas radicaba en los colonos mismos. Que mientras el centralismo obligó en la vertiente hispana al estableci~iento de una profusa~ burocracia,la más de las vec~s inútil y acomodaticia, en las pose~ sienes inglesas este fenómenos-e encontr&reducido a lo fundamen­ tal,pudiendo los colonos desarrollar su iniciativa y ejercer los puestos gubernamentales1 a diferencia de lo acaecido en los esta­ blecimientos ibéricosº Al establecerse la independencia, en tan­ to que el establecimiento de las formas gubernamentales demócra­ tas y republicanas en Norteamérica,fué solamente un paso más de la evolución natural del parlamentarismo, en Hispanoamérica im­ plicó toda una revolución: erradicación de las antiguas formas y renovación total del régimen, lo cuál trajo consecuentemente una serie de dificultades y retrasos en el alcance de la democracia y el republicanismo. v. Intención y Realidades. Mas si bien,la polít.i..ca netamente intervencionista del·- Estado español dejó como secuela estas incapacidades parlameg ¡71. tarias y democráticas hay,que reconocer que su intención fué esen cialmente la de proteger por medio de ella a los _indíg~nas y a loJ desheredados de las clases poderosas. El sentido humano del inter· vencionismo estatal colonial se recogió en el s~no de las nacionef modernas hispanoamericanas y cobró vida en sus instituciones. Mé-. xico es vivo ejemplo de ello: cuando despliega esa política moder· na gue sin olvidar las formas cristianas y humanas,lás conju~a co1; las tendencias liberales y asÍ2 basandose en la her~ncia colonial gue establec1.a gue los recursos naturales de los reihos·a,merica­ nos no podían pertenecer a los particulares sino al Estado, ya - que de este modo se i~pedía que 1~ riq:ieza. ~uedar~,. en _.map.os ~e - unos cuantos, ha realizado la nac1.onal1zac1on .de las ¡,ndustr1as y de los recursos básicos del país, evitando el desarrollo ilimi­ tado de las clases burguesas y capitalistas;¡: la consecuente ex­ plotacion de las clases económicamente mas debiles y limitando la intervención de los imperialismos extranjeros 3 sin déjar de· impul· sar el progreso ecdnómicó y social de la nacion. ' Sobre esta consideración surge en nosotros una: :pregunta.,.. encaminada a considerar lsi los fracasos e incapacid~des que los pueblos hispanoamericanos han presentado al tratar de adoptar - las formas occidentales puras, no señalaran en el fo!ldo un error de orientación?1 pues tanto la herencia como las actitudes de es­ tos pueblos marcan a cada paso finalidades diversas. Volvemos a preguntar entonces,si no será mas viable tratar de compaginar - esa orientación demóqrata y liberal, pero humana v cristiana que está más de acuerdo con las realidades sociales económicas y espi­ rituales de Hispanoamérica, con las necesidades modernas e inte­ grar sobre tal com~aginación las bases de nuestra política~ l. Uniformidad y Disparidad. Como consecuencia de la diversa acción estatal de las dos metrópolis, encontramos que en las colonias hispanoamerd.canas se - integró una uniformidad religiosa, económica, cultural y política en sus colonias. Mientras que en las posesiones inglesas, por el contrario, esta uniformidad no existió durante la época colonial ya que el relativo y laxo centralismo del Esta~o inglés permitió todas las disparidades posibles. Políticamente>unas colonias pre­ sentaron gobierno? autónómos, como el de la República de los Pa­ dres Peregrinos,<., gobiernos de propietarios como en Maryland,o de compañías como en Virginia. Económicamente., desarrollaron el - tipo mercantilista, indu~trial, capitalista en las com~nidades - del norte, mientras que en el sur prevaleció la econom~a feudal. Socialmente, mientras unos establecimientos se organizaron sobre la servidumbre y la esclavitud, otros lo hicieron sobre la igual­ dad, el individualismo, la propiedad individual y equitativa y el trabajo personal. Finalmente,en el aspecto religioso,hubo una plu­ ralidad de sectas entre las que sobresalían la anglicana, la ca­ tólica y la puritana. ~ que se debía esta uniformidad hispanoamericana y esta heterogeneidad dent~o de las posesiones inglesas?. Nosotros cree­ mos encontrar la razón en el hecho de que al Estado inglés,no le preocupaba el que las colonias poseyeran una homogeneidad que - obedeciera a una finalidad moral y espiritual como en España, - sino el que aquellas constituyeran buenos y vastos mercados... 7)e -~~ _,_¡:.__i__.._1.,_-....,_ 172. ahí que. la emigración a las posesiones británicas presentara un carácter completamente libre en r'eligión, nacionalidad y filia­ ción política, sacrificando la inicial y aristócrata cepa ingle­ sa de los primeros pobladores y los conservadores puritanos)en aras de una migración trabajadora y productivaJque cobró vida es­ pecialmente en el siglo XVII, permitiendo la entrada de colonos suecos, alemanes, irlandeses, escoceses, suizos y hungonotes y - admitiendo además~que las colonias se convirtieran en el lugar de deshecho para los maleantes, convictos y vagos que perjudica­ ban la vida de la isla británica. Por el contrario, la emigración en las colonias hispanas presentó un carácter eminentemente restrintivo y selectivo, que obedeció a la idea de implantar. el Cristianismo en su acepción - católica unicamente y evitar que los indígenas fueran contamina­ dos de vicios y de otras religion~s. Los emigrantes tenían quepo­ seer cualidades piadosas, religión católica y nacionalidad espa­ ñola. En el reinado del Emperador Carlos V se permitió el paso a las Indias de los súbditos de la imperial corona, pero fué un ca­ so excepcional. Esta restricción privó a las colonias de una emi­ gración con hábitos industriosos y trabajadores. En ambos lados existieron excepciones. Por ejemplo~en el segundo viaje colombino,se permitió que la tripulación se inte­ grara por convictos y presos en vista de que no había hombres li­ bres que quisieran integrarla; y en las colonias puritanas no se permitió el establecimiento de personas ajenas al credo y1 por lo tanto~no religiosas o amorales. Mas estos fueron pe~ueños matices dentro de la línea directriz predominante, en la cual observamos como España se preocupó esencialmente por la realización del ideal espiritual aunque pusiera en detrimento la economía,e Inglaterra - prefirió la supremacía de este factor. Otro caso típico en donde se pone de franco manifiesto la disparidad de estos dos espíritus,lo constituye el caso de la co­ lonización de las áreas fronterizas en sus respectivos imperios. En la vertiente hispana, estas áreas tanto en el norte del territorio mexicano1 como las del sureste de Argentina1 se coloniza­ ron por medio de misiones de indios a cargo de religiosos y guar­ dadas por pequeñas guarniciones de soldados. Colonización que OBE­ DECIA AL IDEAL UTOPICO RELIGIOSO DE PROVEER UNA EVANGELIZACION PU­ RA EN ESAS AREAS. De acuerdo con ello,no se permitió la penetra­ ción de población civil que era la más indicada para contrarestar el avance de las migraciones lusitana y norteamericana, pues esa población tendía a la sujeción de los nativos. POR EL CONTRARIO,­ TANTO LAS COLONIAS PORTUGUESAS COMO LAS INGLESAS FOMENTARON EL - AVANCE Y LA PRESION HACIA SUS ZONAS FRONTERIZAS DE POBLACION CIVIL El resultado fué que las débiles barreras fronterizas hispanas - cedieran ante el impacto de las grandes migraciones extranjeras y los países respectivos perdieran esos territorios. VI. Corrientes Feudales en Hispanoamérica y Norteamérica. ~ presencia del espíritu feudal se dejó sentir de una ma­ nera persístente y poderosa tanto en la colonización hispana como 173. en la sajona permitiendo establecer una serie de analogías tanto en el desarrollo de sus instituciones como en la oposición de que fueron objeto. _;,¡¡;,¡r ES EVIDENTE DESDE LUEGO, QUE EN AMBAS VERTIENTES EL PODER POLITICO Y LA AUTORIDAD PUBLICA NO RECAYO EN LOS ORGANISMOS FEUDA LES, MAS LA PODEROSA PROYECCION DE ESTE ESPIRITU FUE DETERMTNANTE Y DEFINITIVA EN LA CREACION DE LAS INSTITUCIONES SOCIALES, LO MIS MO EN LAS COLONIAS DEL SUR DE LOS ACTUALES ESTADOS UNIDOS,COMO EN LAS COLONIAS HISPANOA~ERICANAS, EN AMBAS POSICIONES ECONTRAMOS LA PODEROSA INFLUENCIA DEL ESPIRITD FEUDAL DEFINIENDO LOS STSTEMAS - DE PROPIEDAD DE LA TIERRA, EL PROCESO COLONIZADOR, AL SUERTE DE LA POBLACION INDIGENA, LA JERARQUIZACION DE LA SOCIEDAD, LA CREA­ CION DE INSTITUCIONES SERVILES Y ESCLAVISTAS, LA FORMA DE EXPLO­ TACION ~E LOS RECURSOS DEL NUEVO IVIUNDO Y EL TIPO PREDOMINANTE DE ECONOlvIIA º Desde luego el interés primordial de estos grupos en las dos variantes lo constituía la adquisición de tempo·ralidades. In­ terés que se hace presente ya en la organización social y terri­ torial que trataron de· dar a sus comunidades: de marquesados y - estados nobiliarios en Hispanoamérica y, de baronías y feudos par­ ticulares eµ Norteamérica. Esa intención no se realizó completa­ mente debido a la oposición que encontraron, en el caso inglés - por parte de las corrientes demócratas provenientes de las colo­ nias puritanas del norte, a la gran extensión de tierras y esca­ sez ae mano de obra; y en el lado ibérico)a la lucha por ,destruir las efectuada por el Estado y la Iglesia. En ambos casos los ini­ ciales estados nQbiliarios degeneraron en grandes plantaciones y propiedades y en señoríos y encomiendas respectivamente. l. Feudalismo y Propiedad territorial. En general la adquisición de tierra constituyó uno de los grandes a!icientes e incentivos para la colonización, tanto en el lado español como en el británico, y ar.rajo a la gran mayoría de emigrantesJcualquiera que fuesen sus filiaciones políticas y re­ ligio~. ~TA ADQUISICION SE REALIZO EN LAS COLONIAS ANGLOAME­ RICANAS GENERALMENTE POR MEDIO DE LA COMPRA A LOS INDIGENAS Y~EN LAS HISPANOJJl11ERICANAS POR IvIEJ)IO DE LA CESION GRATUITA DE LA CORO NA SOBRE LAS TIERRAS CONQUISTA~º - _ i\ pesar de esta variante en la forma de adquisición ,el ... sistema de propiedad en ambas colonizaciones presenta grandes se­ mejanzas. En las colonias en que impera el régimen feudal se ten­ dió al -establecimiento de la gran propiedad,integrada en el caso español por medio de las mercedes reales o del ayuntamiento que otorgaba a los colonos y conquistadores; y en el inglés,por me­ dio del derecho per-capita concedido a los colonos. En ambos ca­ sos,LAS LEYES DEL MAYORAZGO HISPANICAS Y ANGLOSAJONASJCONTRIBtr­ YERON A CREAR Y A PRESERVAR EL REGIMEN LATIFUNDISTA. REGIMEN QUE TUVO UNA PROLONGACION EN LAS GRANDES PROPIEDADES ECLESIASTICAS HISPANOAMERICANAS, NO ASI EN NORTEAMERICA,EN DONDE EL PODER DE LA IGLESIA ERA MUCHO MAS REDU~~. ',, 174. 2. l)ropiedq.c. Individual. También el régimen o sistema de propiedad inQividual y~ equitativo hizo su aparición en América. En NORT.í::i.AMERICA SE PRE­ SENTO ESPECIALMENTE EN EL AREA DEL NORTE EN DONDE LA IDEOLOGIA - PURITANA DE U VOCACION Y LAS CONDICIONES FISICAS Y SOCIALES EXIS TENTES EN ELLAS: SUELO ROCALI.iOSO Y Ei3CA61Z DE TISRRA CULTIVABLE - EN GRAN ESCALA, fALTA DE 1íiANO D~ OBRA Y NUMEROSA POBLACION DICTA­ RON UNA REPARTICION INDIVIDUAL Y E~UITÁTIVA. ESTA FORUA DE REPARTI CION SE VIO FOMENTADA CURIOSAMENTE POR EL ESPIRITU ri:ERCANTILISTA - existente en los dirigentes de la colonización inglesa,pues los empresarios que buscaban esencialmente el que las colonias ameri­ canas se convirtieran en áreas económicamente productivas,para lo cual necesitaban estar bien.poblados, activaron una política li­ beral y e qui tati va en la d'ist¡"ibución de la tierra para atraer - la emigración e.ti gran escala. Debido a ésto el sistema se propagó a las colonias del sur y del centro en donde floreció junto al - sistema de las grandes plant~ciones. En las colonias hispªnoamericanas la forma de repartición individual y equitativa,se produjo especialmente dentro de los - grandes experimentos SOCIALE~ PATROCINADOS POR EL ESFIRITU CRIS­ TIANO HWANISTA DE LOS MISIONEROS Y LA liONARQUIA. A.SI EiWONTRAMOS QUE TANTO EN LAS MISIONES DE INDIOS1 COMO EN LAS VILLA$ DE LAB;RA­ DORES EXISTIO UN SISTEMA DE PROPIEDAD INPIVIDUAL, LIMITADO Y DE­ MOCRATlCO. CURIOSAMÉNTE,TANTO EN LA VERTIENTE HISPANA COMO EN LA AN­ G0SAJONA7EL PODER POLITICO DEL ESTADO FUE COMPATIBLE CON EL PODER SOCIAL DE LOS ~NCOMENDEROS Y PLANTADORES QITE ERAW LOS POSEEDORES DE LA RIQUE4A FEUDAL. 3 ~s-ti,tllciqn.es Serviles. La explotación de los recursos del Nuevo Mundo, $e reali­ zó en las regiones en que p.r~valeció el espíritu feudal1 por medio del trabajo esclavista y se~vil. ESCLAVITUD QUE RECAYO EN LAS PO­ SESIONES INGLESAS DEL SUR DE LOS ACTUALES ESTADOS UNIDOS en los negros y siervos blanc9s y1 en las colonias hispanoamericanas en los indígenas y los esclavos africanos,,. Sobre las instituciones se+viles y esclavistas :florecieron las g.randes pla.ntacinnes de,... las colonias de Georgia, Las Carolinas, :Maine, Virginiay M.aryland en Norteamérica; y en Eispanoamérica 1las grandes haciendas y se­ ñoríos que surgieron desde Nueva España hasta el Río de la Plata. Comunidades todas en las que se presentó el espectáculo de grandes masas de pob~ación pobre, ignorante sojuzgada, sobre las cuales - se e~igía una pequeña minoría, una casta dominante de blancos eu­ ropeos que recreaban sus hábitos de flojera y holgazanería. Ellos eri6ían mansiones lujosas y estirpes nobiliarias sobre la explo­ tación despiadada e inhumana de los esclavos. ~to en las colonias inglesas del sur>como en las pose­ ciones españolas se desarrolló una economía medioeval, basada en la agricultura explotada en forma rudimentaria,que abastecía der productos tropicales y materias primas para la exportac~~ En - ambas vertientes se pretendió desarrollar la minería en alta es­ cala, lo cual solo fué posible en las colonias hispanoamericanas debido a varios factores entre los que destacaron la falta de ma­ no de obra suficiente y1 de recursos metalúrgicos,en las colonias angloamericanas. · CONSECUENTEl\f.ENTE ENCONTRAJ\,mS QUE NI EN UNAS NI EN OTRAS COMUNIDADES EXISTIERON LAS INDUSTRIAS Y LAS MANUFACTURAS,PRESEN­ TANDOSE UNA NOTABLE AUSEN"CIA DEL DESARROLLO TECNOLOGICO. LO OUE VIENE A DEMOSTRAR QUE LA "FAMOSA INCAPACIDAD ESPAflOLA 11 PARA DESA­ RROLLAR TRABAJOS MANUALES, PRODUCTIVOS Y MECANICOS, ASI COMO PA­ RA CREAR INDUSTRIAS Y UN CAPITALISMO EN ALTA ESCALA,NO ERA SINO UNA POSICION FSICOLOGICA CO~UN AL ESPIRITU NOBILIARIO Y FEUDAL - EUROPEO y eso sí1 agravada en la mentalidad de los hidalgos espa­ ñoles por su prolongada conciencia señorial, como resultado de la lucha contra los moros y por la presencia en América de la - mano de obra servil de los nativos •.. EN~.AMB.AS COLON:tZACIONES LA ESCLAVITUD CONTRIBUYO A RETRASAR LA.ÍNDUSTRIALIZACION YA QUE ERA MUCHO MAS BiL~ATO el sostenimiento de esclavos y encomiendas que la compra o fabricación de maquinar~ HUBO IDEAS ABOLICIONISTAS TANTO EJ.1 EL NORTE COMO EN EL SUR, PROVENIENTES DEL CONCEPTO VOCACIONAL DEL PURITANISMO Y DE LAS IDEAS LIBERALES DE ESAS COMU1-JIDADES. El espíritu feudal estaba destinado a sufrir una fuerte oposición y una constante restricción a sus pretensiones,tanto - en las posesiones inglesas como en las españolas. Oposición que en el caso de las colonias inglesas no se desarrolló como suce­ dió en las españolas entre los espíritus feudales aristocráticoe y el Estado, puesto que como recordamosiel Estado inblés presen­ tó en general una política no intervencionista en cuanto a la or­ ganización de sus colonias y favoreció las de tipo medioeval,ya que estas beneficiaban su mercantilismo: proveyéndole de muy ri­ cas y apreciadas materias primas y productos tropicales,que In­ glaterra reexportaba a la Europa continental con un margen con­ siderable de ganancias y,constituyendo1 por su falta de manufactu­ ras o industrias locales, magníficos mercados para los productos ingleses. La oposición al feudalismo provino en las colonias ingle­ sas de las mismas comunidades coloniales, de las colonias purita­ nas y de los colonos independientes establecidos en las zonas - fronterizas,en donde la ideología puritana y las rudas condicio­ nes de vida se mezclaron produciendo una nueva sociedad liberal y demócrata que luchó enconadamente contra el feudalismo gracias a lo cUéh, ya en la época colonial muchos siervos se independiza­ ron y 1 florecieron al lado de las formas aristócratas de los feu­ dales, el gobierno autónomo y demócrata y las comunidades libres. La servidumbre blanca disminuyó bastante, sin embargo 1 la esclavi­ tud de los negros subsistió hasta el siglo XIX, en el que las - ideas igualatorias y fraternales europeas del siglo XVIlI incul­ cadas en las mentes de los colonos de los estados del norte,los llevaron a imponer la abolición por medio de la violenta guerra de Secesión (1861-65). La abolición de la esclavitud eri lasco­ lonias estadounidenses del sur se realizó así muy posteriormente a la efectuada en las colonias hispanoamericanas, pues aunque las instituciones serviles y esclavistaE: se habían opuesto siempre al puritanismo norteño, no hubo un organismo poderoso, ni un espíritu religioso que luchara exhaustivamente por su abolición. A partir de la guerra de Secesión, el espíritu moderno - de las colonias puritanas penetró en las antiguas posesiones feu­ dales, abolió el régimen de la9 plantaciones y de los mayorazgos, introdujo la industrialización~ extendió el régimen político y de mocrático y la educación popular y la cultura. A la vuelta de unas cuantas generaciones estas comunidades presentaban más o menos una marcha pareja en el ritmo de la nueva nación. Pero el espíritu feu dal dejó lastimosas secuelas en su organización social1 ya que a -­ pesar de la igualdad política y teórica que se otorgó a los anti­ guos esclavos negros y sus descendientes, persistió una profunda segregación racial agravada por la tremenda incultura, la incapa­ cidad política y las miserables condiciones de vida en que se man­ tuvo a los negros. Problemas que subsisten actualmente y que se - resuelven como se hizo en antafio, no por medio de la convicción - profunda de la igualdad de los hombres y la fraternidad humanas, sino de la fuerza. ASI MIENTRAS EN LAS COLONIAS ANGLOAMERICANAS EXISTIO LA IGUALDAD POLITICA,SE DESCONOCIO LA IGUALDAD HUMANA, AL CONTRARIO DE LO QUE SUCEDIO EN LAS COLONIAS ESPAI10LAS. En las colonias hispanas, el Estado español opuso al es­ píritu feudal una fuerte política centralista. Combatió las insti­ tuciones serviles y esclavistas que pretendían erigir y,apoyandose en las ideas CRISTIANAS QUE ESTATFIAN QUE LOS DER:BiCHOS HUMANOS NO SOLO COINCIDEN CON LA CRISTIANDAD SINO QUE RIGEN A TODA LA HU:MANI­ DAD1PROCLAI¼O LA LIBERTAD DE LOS NA1IVOS; tratando de crear una or­ ganización social moderna basada en la igualdad cristian~ y racio­ nal de todos los hombres por medio de una profusa legislación y de la evangelización. En el aspecto económico1 el Estado intentó implantar una economía autosuficiente basada en la industrialización y la acti­ vidad y pretendió substituir las tendencias holgazanas y señoria­ les de los conquistadores por hábitos de trabajo,fomentando la - emigración de la población trabajadora y laboriosa. Intención a la que corresponden los experimentos sociales llevados a cabo des de México hasta Río de la Plata. Se restringió,así mismo 1 la crea= ción de señoríosº A pesar de todo, el espíritu feudal 7 como sucedió en las colonias inglesas del sur, no se destruyó ecompletamente - dejando lastimosas secuelas dentro de la organización económica y social de los reinos americanos. Secuelas como las encomiendas y los servicios personales de los nativos; la estratificación social en castas; la predominancia de una orientación económica susten­ tada en la agricultura rudimentaria y la minería y el concomitante retraso del florecimiento industrial; el régimen territorial de - los latifundios y la institución hereditaria del mayorazgo. Lapo­ sición al espíritu feudal por parte del estado español decayó a - partir del régimen de Felipe II. TANTO EN LA VERTIENTE ESPAfWLA COMO EN LA INGLESA DE LA PUGNA DE SUTILES E INFINITAS COMPLICACIONES EXISTENTE ENTRÉ EL - 177. ESPIRITU FEUDAL Y EL SENTIDO LIBERAL MODERNO, QUEDARON IN$TITU­ CIONES INTERMEDIAS POR CUYA ERRADICACION LUCHAN AUN LOS ACTUALES PAISES. VII. La Política ~ndígena. ]a;l~ el aspecto en dónde se hace más notable la diversa - actitud íá.eológica de estos- dos pueblos fué, en el de la política desplegada en torno a los nativos. La expansión y el estableci­ miento de los colonizadores europeos,ya fuesen hispanos o anglo­ sajones,en el Nuevo Mundo condujo necesariamente al contacto con hombres pertenecientes a otras culturas y grupos étnicos, e impu­ so a ambos colonizadores la necesidad de establecer una política para relacionarse con ellos. Política que fué completamente diver sa en las dos partes 1debido a la influencia de las diversas ideas teológicas. Pero que constituyó EN AMBOS casos,una aventura huma­ na cuyos resultados apriori,no se sabía cuales serían mejor..:.s. La COLONIZACION ESPA.ílOLA, INSISTIMOS, SE RABIA INICIADO ANTES DE QUE TUVIERA LUGAR LA ESCISION CULTURAL Y RELIGIOSA DE LA CIVILIZACION EUROPEA QUE ACAECIO EN EL TRANSCURSO DEL SIGLO XVI, DE ACUERDO CON LO CUALLESTA CONSERVABA UNA POSICION UNIVERSALISTA ESPIRITUAL QUE ESTABLEGIA POR SOBRE LAS PARTICULARIDADES CONCRE­ TAS, CULTURALES Y RACIALES DE LOS PUEBLOS,LA IDEA FUND.il'.IENTAL DE LA PHILOSOPHIA CHRISTI; DE LA IGUALDAD ESPIRITUAL DEL HOMBRE, EMA NADA DE LA IDEA BASICA FUNDAlVIENTAL CRISTIANA,DE QUE TODOS LOS HOM ERES TIENEN LA MISMA OPORTUNIDAD DE S.ALVACION FRENTE A DIOS. No-­ ción de acuerdo con la cuál,se decretó la exitencia de la raciona­ lidad del indígena americano. POR EL CONTRARIO,EN LA POSICION RACIONALISTA PROTESTANTE ENCARNADA EN EL PURITANISMO INGLES,NO FUERON LAS IDEAS CRISTIANAS HUMANISTAS Y UNIVERSALES LAS PREVALECIENTES, SINO AQUELLAS QUE - POSTULABAN EL PARTrcuLARISMO ESPIRITUAL y EL UNIVERSALISMO TEMPO­ RAL QUE CONDUCIA A CONSIDERAR QUE LA SALVACION NO ERA UNA GRA,CIA U OPORTUNIDAD OTORGADA A TODOS LOS HOMBRES, SINO UNICAMENTE A LOS ELEGIDOS. Elegibilidad que dentro del ámbito del pensamiento mo­ derno proveniente de las ideas griegas aristotélicas,se asoció a una serie de cualidades civiles, urbanas, culturales y políticas de su grupo o sea a las "formas civilizadas o progresistas" del - Occidente, cualidades que no poseían los nativos americanos y1 EN VISTA DE LO cuAL,sE DECRETO su CAtIDAD SALVAJE y BARBARA. ASI, MIENTRAS LA DOCTRINA HU".ullANISTA RACIONAL CRISTIANA EN SU ACEPCION CATOLICA, DICTAMINO FAVORABLEMENTE SOBRE LA CALI­ DAD RACIONAL DE LOS INDIGENAS AMERICANOS, LA POSICION RACIONALIS­ TA PROTESTANTE LA NEGO. Sin embargo, dentro de estas dos posiciones encontramos curiosas analogías representadas primero, en el hecho de que la tendencia de los protestantes racionalistas europeos que cuestio­ naba la capacidad racional del hombre americano, existió también dentro del ámbito del pensamiento católico hispano, representado esencialmente por el grupo que sostenía la doctrina de Juan Ginés de Sepulveda. Posición que fué apoyada por el sector feudal ibéri co,que veía en la jerarquización que de la sociedad hacían los ra l78o cionalistas aristotélicos, la oportunidad de justificar la explo­ tación de los nativos americanos; y segunda, que dentro del ámoi­ to ideológico del pueritanismo,de las raíces humanistas y libera­ les preexistentes, surgió una corriente representada por Roger - Williams y sus adeptos,que se identifica con la posición católica humanista .cristiana y que propugna al igual que aquella,por la - asimilación del ingígena a la cultura occidental, por su cristia~ nización, por su civilización y el consiguiente reconocimiento de sus capacidades racionales y sus derechos universales. . .W.o nos PERMITE OBSERVAR COMO LAS IDEAS MODERNAS RACIO­ NALISTAS QUE PROVENIAN DIRECTAMENTE DE LA IDEA ARISTOTELICA DE LA JERARQUIZACION DE LA SOCIEDAD, LO MISMO FLORECIERON EN EL AMBITO CATOLICO HISPANO QUE EN EL PROTESTANTE BRITANICO, NEGANDO AMBOS LA CAPACIDAD RACIONAL DEL INDIGENA, CATALOGANDOLO COUO UNA CRIA­ TURA "BESTIAL, INFRAHUMANA, O SALVAJE". CLASIFICACION QUE LE PRI­ VO DE SUS DERECHOS Y JUSTIFICO EN EL CASO ESPANOL SU EXPLOTACION Y,EN EL INGLES SU DESTRUCCIONº ~ Por el contrario, las ideas humanistas YA FUESEN APOYA­ DAS POR LA CORRIENTE LIBERAL DEL PENSAMIENTO MODERNO INGLES O POR LAS IDEAS CRISTIANAS PREVALECIENTES EN LA SOCIEDAD ESPANOLA, DE­ CRETARON LA HUMANIDAD Y RACIONALIDAD PARA LOS HOMBRES PERTENECIEN TES A TODOS LOS PUEBLOS DEL MUNDO,QUE EN LA CIRCUNSTANCIA ESPECIAL DE EST~ DEBATE,REPERCUTIO SOBRE LOS INDIGENAS AMERICANOS. Sin embargo, los resultados fueron diferentes en las dos vertientes debido a que en la colonización y pensamiento ibéricos, la posición racionalista pura fue derrotada por la cristiana,des­ pués de una abatalla de proporciones épicas y trascendentales en los campos de la Teología, la antropología filosófica y el dere­ cho; (1) mientras que en la inglesa1 la corriente liberal humanis­ ta resultó vencida por la posición racionalista protestante que entronizó la ideología del progreso sobre la barbarie. DE AHI QUE EN CURIOSA PARADOJA,EN TANTO QUE EN HISPANOAMERICA DE LAS IDEAS CRISTIANAS SURGIERAN. LAS FUERZAS QUE IMPULSARON A LUCHAR POR LA - LIBERTAD, PROTECCION, ASIMILAOION Y DERECHOS DE LOS NATIVOS DEL NUEVO MUNDO, en la vertiente protestante puritana bajo la INTER­ PRETACION ·DE ESAS MISMAS IDEAS SE DECRETO SU DESPOJO, SEGREGACION Y DESTRUCCIONº Paradoja que solo es posible comprender a través - del análisis de·1 proceso evangelizador realizado por los dos pue­ blosº VIIIº En torno a la Evangelización • .,,.fil,. proceso evangelizador se realizó,tanto en el lado in­ glés como en el español1 partiendo de la base de que el indigena americano era un ente capacitado para ser cristianizado. Un ·ser - cuyas cualidades morales y espirituales, san~ y naturales, libres de los vicios europeos,lo colocaban en una favorable posición para encarnar el utópico ideal de sencillez y piedad evangélica a que (1) Qudando así la solución hispánica como una posición intermedia entre los extremos representados por Ginés de Sepúlveda y las Casasº 179. aspiraban los selectos espíritus reformistas europeos. NO OLVIDE­ MOS QUE ESTA ASPIRACION FUE COMUNA TODA EUROPA EN UN LUMINOSO MO­ MENTO DE SU CULTtJü. Bajó tal criterio empezó propia y árduamente el proceso evangelizádor. Mas al surgir los primeros contactos - directos entre paganismo y Cristianismo, la primera romántica con-­ cepción indigenista se evaporó ante el impacto causado tanto en - las mentes puritanas como católicas por las disparidades;-según los europeos de origen demoniaco->existentes entre las dos cultu­ ras. A partir de entonces los dos procesos evangelizadores se bifurcan,obedeciendo al diferente concepto que sobre la salvación existía en las dos ideologías, aunque cabe mencionar7 que otro ti~ po de circunstancias intervinieron también para determinar esa di~_ ferenciación. Entre estas circunstancias encontramos por ejemplo, que mientras .la evangelización católica contó con el poderoso y efec­ tivo respaldo moral y económico de la acción conjunta del Estado y la Iglesia españoles~ejercido a través del Patronato Eclesiásti­ co de las Indias; el calvinismo careció de ese apoyo estatal y na­ cional de sus colonias y de su metrópoli1 ya que la obra evangeli­ zadora constituyó eniesta vertiente el resultado del esfuerzo y la iniciativa privada y esporádica de un selecto grupo de espíri­ tus religiosos. ·Existía también una gran desventaja metodológica y for­ mal entre los evangelizadores puritanos en relación con sus cole­ gas católicos,ya que estos poseían una larga tradición apostólica, método y experiencia evangelizadoras obtenidas a través de su ac­ ción sobre moros y judíos. Sin embargo, estas circunstancias sin dejar de ser importantes1 pudieron superarse por el ferviente celo misionero y espíritu religiosos de los evangelizadores puritanos, celo y fervor que desafortunadamente~no pudieron superar las di­ ferencias ideológicas. En virtud del concepto predest'inatorio calvinista se· con­ sideró que la función-evangelizadora debería consistir única y ex­ clusivamente,en el acto de ofrecer la oportunidad de manifestar la elección o condenación que sobre los hombres americanos hubiera - decretado la providencia. Por ello, la obra y el método,,así como la acción misionera,quedaban relevadas de todo esfuerzo y función en esta vertiente. El horizonte evangelizador católico contrastaba enorme­ mente con lo anterior ya que en la doctrina romana, bajo la admi­ sión del libre albedrío, la salvación dependía del hombre mismo DE SUS OBRAS Y DE SU VOLUNTAD PARA ALCANZARLA. DE AHI QUE LA FUN CION EVANGELIZADORA SE CONSIDERARSE EN ESTA POSICION 1 COMO UN Es= FUERZO CONSTANTE E ILIMITADO QUE DEBERIAN REALIZAR LA IGLESIA Y SUS REPRESENTANTES, para elevar a los indígenas desde su posición pagana abyecta y pecaminosa~hasta la salvación. MIENTRAS EN LA - VERTIENTE PURITANA EL PROCESO EVANGELIZADOR SE DETERMINO DESDE - LA POSICION Y EL PUNTO DE VISTA OCCIDENTALES EXCLUSIVAMENTE, en LA CATOLICA SE RESOLVIO TOMANDO EN CUENTA EL PUNTO DE VISTA DE - LOS INDIGENAS. 180. Sobre estas bases, el resultado de la evangelizacion fué muy diverso. Pues mientras en la ver~iente católica las andaderas eclesiásticas (como las llama Juan A. Ortega y Medina (2) y la - insiS.tencia educat.iva de los misioneros ante los frecuentes y na­ turales rechazos y desviaciones de los indios, lograron a la pos­ tre inculcar en los nativos la religión y la creencia romanas, en la vertiente puritana7 sin la acción de la je~arquía eclesiástica, y abandonados los indígenas a su propia éuerte~no pudieron compreB der los elevados conceptos teológicos ni alcanzar la excesiva ra­ cionalización de la doctrina calvinista. La dificultades con que tropezaron en las dos vertientes colonizadoras fueron muchas veces semejantes y análogas; la prime­ ra de ellas consistió en la resistencia de los propios nativos; la segunda1 en la intervención de los laicos que pretendían trocar es­ piritualidades cristianas por temporalidades; además~chocaron los evangelizadores contra la incomprensión de los indígenas tanto de los dogmas y misterios como de la lengua; y aunque no muy acentua­ do en el,l~do español,también surgieron en ambas partes los probl~ mas econom1cos. Destacó en ambas evangelizaciones el deseo de fundar como coronación a la obra evangelizadora una iglesia Indiana Autóctona, regida e integrada por pastores y eclesiásticos indios; y cabe - mencionar1 que en esta obra,comparada naturalmeijte en su aspecto cualitativo y no cuantitativo, l_a de los misioneros puritanos tu­ vo mayor éxito que la católica: los pastores indígenas adoctrina­ dos por los misioneros calvinistas presentaron una convicción re­ ligiosa mo.ral e intelectual superior a la de los sacerdotes cató­ licos indígenas. Como consecuencia de lo cuál1 podemos concluir que el adoctrinamiento persuasivo y.por convicción empleado por los - separatistas, a pesar de ser más lento y más reducido, fué más - real y efectivo que el de los católicos. IX. Civilización, Cristianizacion y Occiden­ talización conceptos sinónimos. ~o en la VERTIENTE CATOLICA COMO EN LA PURITANA LA CRIS TIANIZACio'N SIGNIFICABA BASICAivIENTE. CIVILIZACION Y, POR LO TANTO,= LA ADQUISICION DE LAS FORMAS POLITICAS URBANAS Y CIVILES OCCIDENTA­ LES POR PARTE DE LOS NATIVOS, CONSTITUIA UNO DE LOS ANHELOS Y FINA­ LIDADES DE LAS DOS OBRAS EVANGELIZADORAS. Sin embargo, existía una diferencia en ~l concepto de civilización entre ambos 1que tuvo gran des consecuencias. ~tro del concepto puritano calvinista, el hombre civili­ zado era Etll.ndividuo racional que poseía todas las virtudes econó­ mico-morales que se demostraban a través del éxito mundano y reali­ zaba por lo tanto,la idea cristiana del progreso. DE ESTA MANERA LA CALIDAD ESPIRITUAL QUEDABA SUPEDITADA AL EXITO TEMPORAL Y ECONO­ MICO. A esta forma de civilización se trató de incorporar al indí­ gena7cambiando su mentalidad desde un estadio primitivo de la vida natural, hasta la complicada i'dea y práctica del ascetismo intra- ( 2) Op. Cit. El Horizonte. ___ .,.._ 181. mundano, la acumulación y el capitalismoº Sin la ayuda y métodos adecuados, los indígenas no pudieron realizar aquella vida civi­ lizada, aquella victoria y ganancia necesarias sobre las virtu­ des naturales de su condición vital primitiva,permaneciendo en - ese plano inicial de civilización identificado por la teología - puritana como sal vaj~º Salvajismo que era sinónimo de deca­ dencia, retroceso y negación de todas las virtudes cristianas o civilizadasº A partir del supuesto fracaso de los indígenas1 nin­ guna consideración les fué otorgada,ya que la piedad racional y deshuman_izada del puritanismo impedía la ayuda y compasión por - el caído. El concepto condenatorio establecido sobre los indígenas se vió fomentado por la ambición de tierrasº Decretan.dese la ex­ pulsión de los indígenas de sus tierras y su marcha hacia el oes­ te o sea hacia la muerte,para que los "santos peregrinos" pudieran extender el reino de Dios en ellasº ~r el contrario en la teología humanista qristiana en su acepción católica,en la cuál el hombre constituía la finalidad úl­ tima de la existencia y al cual deberían supeditarse todos los de­ más factores de la civilización, la evangelización no se orientó hacia la meta de que los indígenas alcanzaran un éxito mundanal y económico primordialmente, sino de que por medio d~ estos instru­ mentos pudieran abandonar su condición servil e infrahumana y li­ berarse de la esclavitud de que los hacían obje·to los blancos, es decir, pretendían capacitarlos para el logro de su independencia económica, de la defensa de sus derechos y el ejercicio de su li­ bert~ Liberado de la esclavitud material el hombre podría ele­ varse más fácilmente hacia su perfeccionamiento espiritual y cul­ turalº De ahí que consideramos que la obra civilizadora fué en la vertiente católica un importantísimo factor colaborador de la - cristianizaciónº Dado que lo humano era dentro del catolicismo el elemento más valioso a conquistar, se luchó tenazmente por la pr~ servación del indígena,aún cuando éste no alcanzara.,muchas veces) un grado satisfactorio de occidentalizaciónº La occidentalización radical no constituyó nunca la meta de los religiosos católicos,­ puesto que animados por el espíritu univeral de su ideología aco­ gieron y reconocieron las contribuciones y valores de las cultu­ ras paganas precolombinas y los aceptaron como matices de las - formas culturales mestizasº NACIO ASL, GRACIAS AL ESPIRITU ASIMl­ LADOR DEL HUlVIANISMO CRISTIANO CATOLICO Y A SU SENTIDO UNIVERSAL UNA NUEVA CULTURA: LA CULTURA MESTIZA EN LA QUE LO INDIGENA SE UNE A LAS FORMAS OCCIDENTALES FECUNDANDOLAS CON SU NOVEDAD. Xº Aspectos Culturalesº ~tanda destinada América, a cumplir con el sino magnífi­ co de constituir un crisol de pueblos, su cultura resultó tanto - en la vertiente hispana como en la sajona,un producto de la inte­ gración de las diversas corrientes culturales y grupos étnicos que se presentaron en ellaº Esta integración se realizó en los dos ca­ sos bajo la acción aglutinante de varios factores,entre los que - destacaron la creencia religiosa, el idioma, las cop.diciones fron­ terizas y la educación • ..._..... 182. Ya hemos visto como la creación de las formas culturales mestizas latinoamericanas y la criolla nórteamericana 1se dieron - como consecuencia directa de los preceptos religiosos que estable­ cieron el separatismo y la asimilación. Sin embargo, la propia cul­ tura criolla norteamericana se dió como resultado de la amalga.r.iR· ción de los diversos grupos culturales europeos,que alcanzaron una única expresión cultural básica a través del fondo común teológico protestante y de la unidad intelectual y religiosa provenientes de la Biblia. Amalgamación que se vió posteriormente matizada por las influencias africanas provenientes de las plantaciones de esclavos sureñas. Cabe hacer notar, por otra parte, que el fondo espiritual común existente en las posesiones españolas del Nuevo Mundo,proyec tó una fuerte y posterior unificación espiritual en las nuevas na= cionalidades hispanoamericanas independientes, que constituyen ac­ tualmente uno de los lazos mas fuertes de indentificación entre - éllas. El idioma fué otro de los factores básicos de amalgama­ Qión en ambos lados. Aunque el interés indigenista y la utopía re­ ligiosa de los evangelizadores7 debido a los cuales se pretendió - aislar a los nativos de la contaminación de los vicios europeos, - permitió la preservación y prolongación usual de las lenguas autÓf tonas americanas en las colonias católicas españolas, finalmente, prevaleció en ellas la lengua española impuesta gracias a una po­ derosa política estatal de hispanización. En las comunidades británicas,la unificación lingüística constituyó el medio principal para borrar las barreras culturales de los diversos grupos nacionales autónomos e independientes que emigraron a las colonias y de lograr su integración a las formas culturales dominantes de la Madre Patria. Las rudas condiciones de vida desarrolladas en las zonas fronterizas en ambas colonizaciones contribuyeron fuertemente., tam­ bién7a efectuar la integración de los diversos elementos presente~ en ellas. No menos importante que estos tres factores mencionados1 - fué la poderosa obra educativa desplegada tanto por el Estado es­ pañol como por la teocracia calvinista a través de sus órganos - ejecutivos: sus respectivas iglesias.la educación se estatuyó en ambas vertientes,con el fin de realizar la preservación y unifica­ ción espiritual y cultural de las colonias bajo la ideología predo­ minante en ellas. Tanto en la colonización hispana como en la anglosajona,­ las formas culturales se encontraron íntimamente relacionadas con la religión: en ambas, la imprenta y los centros educativos fueron creados para servir a los fines religiosos: reproducir gramáticas, sermonarios, catecismos, doctrinas y biblias. Los colegios superio­ res, seminarios y universidades se establecieron tanto en Nueva In­ glaterra como en los reinos ind~anos españoles7 con la finalidad de preparar al clero y a los religiosos y,de crear un ambiente cultu­ ral en relación con la ideología puritana y católica correspondien­ te a cada una de ellas. 183,. La educación elemental se estableció temnranamente cqn un carácter público y obligatorio obedeciendo a la necesidad - imperante en ambas partes~de impartir los rudimentos culturales indispensables para que los feligreses pudieran establecer el - C.QYlh=lCto directo con la palabra divina a través de los escritos bíblicos y evangélicos. Deseo que era patente,tanto en el puri­ tanismo como en el humanismo cristiano. Ni en una ni en otra vertiente existieron restricciones legales para admitir a todos los colonos a los centros de cultura y educa ti vos coloniales, aunque sí se presentó una marcada oposi·­ c.ión1por parte de las corrientes feudales tanto hispanas como an­ gloamericanas Jpara permitir la ed~cación de la población servil y ésclava,con el propósito de retrasar su liberación~ A pesar de - esta oposición,. en Hispanoamérica logró prosperar la educación - del indíge~a,gracias a la tenacidad de los religiosos. H.asta aquí hemos observado una serie de s·emejanzas exis­ tentes en los dos procesos colonizadoresJque encuentran un claro reflejo en las formas culturales.,pero las disparidades entre ambas id·eologías, también se hacen presentes en aquellas as~ por ejemplo., encontramos que en el arte;mientras en Hispanoamérica obedece a la vigorosa personalidad sentimental católica y se proyec.ta y desbor­ da en filigranas de piedra, e·n. arquitectura majestuosa, pintura - Vigorosa; la expresión artística norteamericana crea un arte al - que podríamos llamar intelectualizado.,que se caracteriza por la - simplicidad, el realismo y la belleza funcionalJ que presenta flo­ recientes aspectos como el brillante desarrollo literario entre - otros. ~stas diferencias se acentúan más por las aportaciones y - matización artísticas nativas que se produjeron en Hispanoamérica. La secularización de la Cultura tiende a realizar1;3e. en - ambas verti.entesJen el transcurso del siglo XVII bajo las ideas de la Ilustración y el naturalismo. Secularización que sin lugar a - dudaJtuvo mayor éxito y florecimiento en las antiguas colonias y posesiones britáD4cas del Nuevo Mundo1 en que las condiciones todas fueron mucho mas favorables a ellas. Aunque en las colonias Hispa­ noamericanas tuvo gran impulso con Carlos TIIJespecialme.nte. En las colonias españolas aquel espíritu de pureza y sim­ plicidad evangélica que se presentaba favorable para la seculariza­ ción y el progreso que establecierqn los primeros evangelizadores, fué desapareciendo paulatinamente y,ya en la época del advenimien­ to del régimen absolutista dogmático y fanático de la Contrarefor­ ma7a partir del reinado de Felipe II,prevalece un nuevo ambiente - ideológico que se prolonga hasta fines del siglo XVII y en muchas regiones continúa hasta la época independiente y a los tiempos ac­ tuales,impidiéndo en gran parte la penetración de las ideas cien­ tíficas y laicas del pensamiento moderno y trayendo como conse­ cuencia el retraso de la cultura científica, técnica y progresis­ ta de estas comunidades. La intolerancia religiosa, la compulsión y la extorción se difundieron por todas partes,especialmente.,en - los poblados indígenas alejados de los centros metropolitanos. El espíritu evangélico inicial se substituyó por una abigarrada li­ turgia y una pesadísima carga eclesiástica que sumió a, las comuni­ dades indígenas en la miseria y el fanatismo. 184. En las colonias angloamericanas por el contrario, la ini-­ cial intolerancia y fanatismos religiosos fueron venciendose por el espíritu liberal y demócrata, secular y progresista. 1.-Educación. Determinado por el espíritu escolástico pre1ominante, la Educación en Hispanoamérica presentó un carácter eminentemente - clásico humanista1 al lado de la cual florecieron las enseñanzas - prácticas que no fueron nunca predominantes, A DIFERENCIA DE LO QUE SUCEDIO EN LA COLONIZACION BRITANICA EN LA CUAL, LA ENSEl~ANZA PRACTICA CIENTIFICA y TECNIDA ocuro· UN LUGAR D.E SURPEMACIA IMPUL­ SADA POR LAS NECESIDADES FRONTERIZAS DE LA COLbNIZACION Y POR LA IDEOLOGIA PROTESTANTE QUE ESTABLECIA UN AMBIENTE PROPICIO PARA EL DESARROLLO DEL ESPIRITU CIENTIFICO A TRAVES DE LA SECULARIZACION, LA INDIVIDUALIDAD, EL !NTERES POR DESCUBRIR Y EXAMINAR EL MUNDO COSMICO Y, LA CONSIDERACION FUNDAMENTAL QUE. HACIA DE QUE LA CIEN­ CIA NO ERA ENEMIGA DE LA RELIGION,SINO UN INSTRUMENTO PARA LOGRAR EL DOMINIO DE LA NATURALEZA EN HONOR Y SERVICIO A DIOS. La educa­ ción Clásica Humanista estatuida en las colonias de Nueva Ingla­ terra ocup6 un lugar secundario. COMO CONSECUENCIA DE ESTO ENCONTRAMOS QUE MIENTRAS LA - CULTURA NORTEAMERICANA PRESENTA UN ENFOQUE INIÓIAL ORIENTADO -­ ESENCIALMENTE A LA REALIZACION DE UNA CIVILIZACION PRACTICA, - - CIENTIFICA, TECNICA Y RACIONALISTA; LA CULTURA HISPANOAMERICANA CONSERVA UN CARACTER CLASICO Y HUMANISTA EN EL QUE SE INJERTAN UNAS ENSEJ:1ANZAS PRACTICAS BASTANTE ANACRONICAS. XI. Relaciones con otros pueblos. En el campo del Derecho Internacional y en la manera de relacionarse con otros pueblos,tenemos finalmenteJuna clara evi­ dencia de las disparidades culturales existentes entre estas dos sociedades. Cada una de ellas presenta un Código Interna~ional, pudieramos decir, que resulta antitético e incompatible, pues - mientras el espíritu cristiano del pueblo español le obliga a - extenderse sobre otros pueblos, NO POR MEDIO DE LA DESTRUCCION, SINO CONSIDERANDO QUE LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA DEBIAN TENER PAR TICIPACION, COMO LO DEMUESTRA LA GRAN LEGISLACION DE INDIAS CREA DA EN EL SENO DE LA CULTURA HISPANICA PARA PROTEGER A LOS PROPIOS PUEBLOS QUE SE SOMETIA, EL ESPIRITU CALVINISTA CON SU HERENCIA - HEBRAICA ,DECRETABA LA DES.TRUCCION DE LOS PUEBLOS QUE SE OPUSIESEN A LA REALIZACION DEL PROGRESO Y DE LA EXTENSION DEL PUEBLO ELEGI­ DO POR DIOS. DE AHI QUE MIENTRAS ESPANA DIERA LUGAR SOBRE LOS DE­ BATES ACAECIDOS EN SU SOCIEDAD PARA ESTABLECER EL DERECHO DE LOS PUEBLOS AMERICANOS A LAS BASES DEL DERECHO INTERNACIONAL, EN T,A VERTIENTE CALVINISTA INGLESA,SE CREO EN UNA PATETICA ANTITESib, LA DOCTRINA DEL DESTINO MANIFIESTO QUE JUSTIFICA LA EXPANSION K A COSTA DE LA MISERIA Y DESTRUCCION DE LAS NACIONES DEBILES Y SEMICIVILIZADAS. XII. Pasado, Presente y Futuro. Encontramos así, a lo largo de este estudio en el que - hemos pretendido seguir el curso ideológico del espíritu que ani- 185. m6- a las dos colonizaciones,que en· el fondo de las analogías y di­ ferencias exis.tentes a través del análisis· de· la obra colonial ame ricana realizada por España y por Inglaterra, SURGEN DETERMINANTES Y ACTUANTES LAS DOS MODALIDADES RELIGIOSAS PREVALECIENTES EN ELLOS: EL HUl\f~ISMO CRISTIANO ENMARCADO DENTRO DEL CUADRO GENERAL DEL CA­ TOLICISMO Y1 .EL PENSAMIENTO RACIONALISTA PROTESTANTE EN SU EXPRESION CALVINISTA. D~MOSTRANDONOS ASI QUE UNO DE LOS ORIGENES ESENCIALES DE LAS DISPARIDADES CULTURALES AMERICANAS IBERICAS Y ANGLOSAJONAS, RADICA EN LA ESCISION CULTURAL EFECTUADA EN LA CONCIENCIA RELIGIO­ SA EUROPEA EN EL SIGLO XVI. Ya que por otra parte,otro de esos - orígenes ra.dica en la presencia fuerte y arraigada de las civili­ zaciones prehispánicas en el ámbito de la colonización española~ . Con la escisión de la antigua unidad cristiana se c.:.eª- ron dos corrientes, dos actitudes renacentistas cada unª QO.n §Ui diferentes concepciones humanas y teológicas y su difor@nt@ t&~l& de valores: la Cultura Moderna Occidental que tendia h&ei& l& ffl&• tiafacción de los valores inmanentes con que se subatituytron loa religio.soe y que oondujeron · a la ore~ción de una oi vilizao16n ba­ sada en el desarrollo de la ciencia, de la técnica y de la mec,ni­ oa,en que se di6 paso a la libertad o individualismo del hombre. La otra forma cultural encarnada por pueblos como loi ~ ibéricos en q_ue no se descartaron las tradiciones medioevalee y en la cual los ideales cristianos siguieron vigentes como finalidad y como expresión máxima del humanismo, desarrolló la individuali­ dad pero dentro de las limitaciones de la comunidad cristianaº - Los ideales espirituales simbolizados en la religión no se perdie­ ron ante,los afanes adquisitivos y la actividad humana no se en­ focó hacia la consecución de los valores inmanentes exclusivamen­ te~sino a la de los valores trascendentesº . DE AHI QUE SIENDO LOS PUEBLOS HISPANOAMERICANO~ .. Y EL NOR- TEAMERICANO LOS HEREDEROS DE ESAS .FORMAS CULTURALESJCONSIDEREMOS .J~UE LAS SUPUESTAS INCAPACIDADES E INSUFICIENCIAS TRADICIONALES - EXISTENTES ENTRE ELLOS CORRESPONDAN MAS QUE AL CAMFO DE LAS DEFI­ CIENCIAS, AL DE LAS DE DIFERENCIAS DE ORIENTACION Y FINES CULTU­ RALES. Ya que las grandes realizaciones que han alcanzado los Estados Unidos como expresión máxima de los postulados de Occi­ dente, y el patr6n cultural que enarbola, no solo no corresponde a las aspiraciones e ideales de los pueblos mestizos latinoameri­ canos, sino que llegan aún a presentarse antitéticos a sus reali­ dades. PUES AUNQUE EL EFICIENTE DESARROLLO CIENTIFICO, EL ADMIRA­ BLE DOMINIO DE LA NATURALEZA, EL TECNICISMO ELEVADO Y LA PRACTICA CONSTITUCIONAL SON ENCOMIABLE$ COMO VALORES CULTURALES, ESTOS PE!! TENECEN A UN CUADRO GENERAL NORTEAMERICANO ALIMENTADO POR LA OR­ GANIZACION CAPITALISTA Y SE COLOCAN EN ESE PATRON~NO COMO MEDIOS AL SERVICIO DE UNA ULTIMA FINALIDAD TRASCENDENTE, SINO COMO FINES DEL IDEAL INMANENTE DE ESTA SOCIEDAD,QUE TIENDE A LOGRAR EL GOCE ILIMITADO DE LOS VALORES MAT~IALES Y ADQUISITIVOS._ Se ha produ­ cido así una cultura en lo cual lo económico ha sidqcolocado co­ mo centro y finalidad última de la existencia humana y base y ge­ nerador de lo hist6rico,en el que surge un concepto cuantitativo 186. de la existencia, un individualismo desenf~enado que se resuelve en egoismo y un olvido de lo humano, lo cual1 queda relegado a un plano secund~ :.,_ente a ello la Cultura Mestiza Latinoamericana se yer­ gue con un perfil altamente humano: ASPIRA A LA ADQUISICION DE LA TECNICA Y DE LA CIENCIA, AL ALCANCE DE LA PROSPERIDAD :MATERIAL Y EL DOMINIO DE LA NATURALEZA~PERO NO COMO FINES ULTIMOS A REALIZAR~ SINO COMO MEDIOS PARA PROCURAR UNA VIDA .MAS LIBRE Y MAS ELEVADA ESPIRITUALMENTE. CULTURA QUE PROCURA AVID.AMENTE DESARROLLAR LA SU­ FICIENCIA ECONOMICA PERO EN QUE SE REPRIMEN EL DESENFRENADO CAPI­ TALISMO Y MERCANTILISMO, YA QUE AMBOS SON FORN.iAS RADICALMENTE AN­ TITETICAS AL SENTIDO CRISTIANO Y HUWJ.ANO DE ESTOS PUEBL~. Cultura que aspira al establecimiento de la libertad política pero supe­ ditada a la libertad y a los derechos de los demás, en virtud de lo cuál1 se pretende desarrollar un humanismo liberal cristiano en el cual queden protegidas las clases débiles física y económica­ mente. En que la ley y no la fuerza rijan las relaciones interna­ cionales y en que se aspira a reunir bajo la égida superior del - espíritu y por medio del factor amalgamador del Cristianismo,usa­ do en función de las necesidades modernas, las diversas ·razas y culturas dentro de un ideal concordancia universal. De ahí, que en este momento de-crisis de la Cultura de Occidente,en que se desploma el fetichismo de las realizaciones puramente inmanentes, en que se tiende a subsanar el dualismo - originado a partir del siglo XVI que ha conducido a la civiliza­ ción occidental al borde mismo del colapso, y en que existe un - gran esfuerzo de ciertos espíritus selectos orientados a preten­ der rehacer la unidad material y espiritual de la primitiva cul­ tura cristiana occidental,mediante una recristianización de la - sacie.dad, y de una reentronización del espíritu bajo cuya égida suprema queden supeditadas las realizaciones inmanentes que se han obtenido, pueda surgir la estructura vital de los pueblos - mestizos latinoamericanos o iberoamericanos como una esperanza y posibilidad de fectuar tal reintegración, ya que en ellos - existe como perfil distintivo de su cultura y de sus proyeccio­ nes vitales,eso que el mismo Occidente gusta de denominar "alma, sentimiento o espíritu" o sea esa gran tradición humanista cris­ tiana injertada en ellos por España y la cuál se ha perdido casi en el seno de los demas pueblos occidentales modernos. Entre los partidarios de esta solución surge un impor­ tante sector proveniente de los Estados Unidos que sintiendo en sí la terrible ausencia y vacío humano de su Cultura1 se adhie­ ren al pensamiento que postula el restablecimiento en América - de la primitiva unidad material y espiritual 9 tomando de los pu~ blos Hispanoamericanos las bases telúricas y cristianas que a -­ ellos les hacen faltaº Reintegración que se vería además enrique­ cida por las contribuciones orientales, americanas y africanas - con que se matizaron en el Nuevo Mundo las formas originales oc­ cidentales y con lo cufil podría proyectarse una forma cultural de aspiraciones y pretensiones universales. Recae así sobre Hispanoamérica un gran destino para cu­ yo cumplimiento creemos que es necesario la adquisición de las - 187. ventajas materiales y económicas que Norteamérica h!3, logrado y de las condiciones de vida de la actual civilización occidental y1 su integración .con la herencia Humanista Cristiana que los ""' pueblos iberoamericanos recogen de su pasadoº Herenc:i,a de ac'U,er do con la cuá1 1los adelantos :m,ateriales se coloquen·q9mo medios y no como fines, y sirvan como instrumentos para sust~ntar la - dignidad de1 hombre. Bajo tal criterio las insuficiencias materiales de His­ panoamérica quedan supe~adas por el profundo sentido humanista y cristiano de su cul tur~ que adquiere un relev~te significado al Q.ontemplar. en el ciclo histórico de pueblos como Norteamérica,,la evolución C'tiSi completa de las civilizaciones basadas e:Q. los valo res inmanentes , concluir en e1 más profundo fracaso. - Esperamos que la profunda herencia humanista y cristia­ na legada a los pueblos Iberoamericanos por sus generadores,adap­ tada a las necesidades modernas~les capacite para cumplir de un~ manera generosa y verdadera con la misión de ensanchar y renovar la. Cultura Occidental en un sentido universale 188 B I B L I O G R A F I A ADAMS JAMES TROWSLOW. The Founfing df New·England. Litle Brown - and Co. Boston 1939. ALTAMIRA Y CREVEA RAFAEL. Manual de Historia de España. Editorial · · Sudamericana. Buenos Aires 1946. 2a. Edición ANDREWS CHARLES M. The Colonial Period Of American History. 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El Sentimiento de Insuficiencia del Hispanoamericano.---- 4 III.El Modelo Estadounidense.-------------------------------- 8 IV~ Los Estados Unidos, Modelo y Estímulo de Hispanoamérica.-11 .V. La Reacción Hispanoamericana.----------------------------13 VI. La Tecnificación de Hispanoamérica.-~--------------------14 PRIMERA PARTE CAPITULO I • - 1IUivIANIS1~0 Y MODERNIDADº 1 ·º - Humanismo y Modernidad. ------------------------~---------18 2.- Necesidad de un Nuevo Mundo.-----------------------------18 3. _ ... La Burguesía como realizadora del Mundo Moderno. ---------20 C~'U'ITULO II.- ESPAÑA Y SU EDAD MEDIA. 4. - targinidad dentro de Occidente· .--------------------------23 5.- El Feudalismo en España.---------------------------------25 6.- Dfificit Teológico y exceso Religioso.------------~-~-----25 7.- Organización Social.' Españoles~ Moros y Judios.----------26 8.- Aspectq Político. La Monarquía.--------------------------48 CAPITULO III • - INGLATERAA DURANTE LA EDAD MEDIA. í,· 9.- La Insularidad Inglesa.~---------------------------------30 10.- El Nacionalismo Inglés.------------------------------~~-311 CAPITULO .IV.- LA REFORMA RELIGIOSA. 11.- Crisis de la Escolástica Medieval.----------------------34 12.- La Reforma Evangélica y el Humanismo Cristiano.---------35 .13 • - El Protestantismo. --------------·---------------------~---38 14. Expansión del Protestaµtismo.--------------------------~-40 CAPITULO Vº -LA REFORMA INGLESA. ' 15.- Los antecedentes de la Reforma Inglesa.--------------~--40 16.- Creación de la Inglesia Anglicana.----------------------43 CAPITULO VI.- LA REFORMA EN'ESP.A¡1A. l?.-Evangelismo y Catolicismo.-------------------------------45 18.- Erasmo en España.---------------------------------------47 19.- El Humanismo Católico Español.--------------------------48 SEGUNDA PARTE. CAPITULO VII.- LA OBRA COLONIAL 20.- Las·Utoías.---------------------------------------------50 21º- Motivos que impulsaron a los españoles para emigrar a Amérióao--------------""".--------------------------... ------51 22 º - América en el pensamiento Hispano. --.--------------------53 CAPITULO VIII.- LA COLONIZACION ESPANOLA 23º- El Descubrimiento y las Exploraciones.--------,-... --------54 24.- La Conquista, Base de la ocupación española.------------56 25.- La expansión español~.----------------------------------57 26.- La iniciativa privada en la Empresa Española.-----------58 27. - Centralismo y Regalismo e.entra Autonomía. ---------------59 CAPITULO IX.- ORGANIZACION SOCIAL Y ECONOMICA DE LAS COLONIAS 28.- Reminicencias Feudales.---------------------------------63 29.- Desarrollo Económico.-----------------------------------65 30.- Emigración.---------------------------------------------68 31.- El Mestizaje.---~---------------------------------------70 32.- Experimentos Sociales.----------------------------------70 33. - Las En,comiendas. -----------~----------------------------72 r/ 193. CAPITULO Xº- LA COLONJZACION INGLESA. 34.- Motivos que impulsaron,a los Ingleses para emigrar Am , . a ericao-------------------------------------------- 75 35~- Orientación hacia Américaº----------------------~----- 77 36.- La _Guerra con España.------------------------------... -- 80 37.- Exploraciones y Expansión Inglesasº------------------- 83 38.- Deseo de tierras y de Libertad Religiosa.------------- 84 39.- El Establecimiento de las Coloniasº------------------- 87 40.- Emigración.------------------------------------------- 89 CAPITULO XIº- RUDIMENTOS MEDIOEVALES EN LA COLONIZACION INGLESA 41.- Feudalismo en el Sur. _____ _:. ___________________________ 91 42.- Instituciones Serviles y Esclavistas.----------------- 92 43.- Centralismo y Autonomíaº-----~------------------------ 94 TERCERA PARTE. CAJ?!TULO XII.- PURITANISMO Y CATOLICISMO. 44.- Am,rica; guía y crisol de pueblos.--------------------100 45.- Antecedentes en España. Catolicismo y Universalidad.--101 46.- Problemas Filosóficos, Jurídicos y Religiosos.--------104 .C.AJ?ITULO XIII.- LA EVANGELIZACION CATOLICA. 47.- Primera Etapa Evangelizadora.----------------------~--107 48.-.Reducciones de pueblos de Indios.--------------------111 49.- Dificultades de la EVangelizpni6n. 8u superación.-----112 50.- Evangelismo y Philosophia Cristi.---------------------114 ,51.- Características de la Evangelización Católica.--------115 52:·.- La Educación base de la obra Evangelizadora. ----------116 53.- La Iglesia Indiana.------------------------------------120 54.-. La Educación de criollos y Mestizos.-------------------120 55·:-·Principios de la Secularización.-------------------... --121 CAPITtJLO XIV.- EL SENTIDO UTOPICO DE LA EVANGELIZACION. 56.- Esperimentos y Misiones~------------------------------123 - 57.- Las Misiones Californianas.---,:_---------------------·--125 58.- Misiones de Paraguay.------------------------------.---126 59J- Realidad contra Utopia.-------------------------------128 CAPITULO XV.- UNA NUEVA ERA 60.~ ·El Fanatismo de la Contrareforma.---------------------131 61.- Proyección sobre las Golonias.-----------,-------------132 CAPI~ULO XVI.- LA EVANGELIZACION PURITANA 62.- Factores de Predominancia del Puritanismo.------------133 63 .- R·eseñ"~ Histórica·. --.------.----,--------------------------134 64 .. - Ideales Puri·tanos.---..,..--------------------------:-------136 CAPITULO XVII.- CARACTERISTICAS DEL PURITANISMO. 65.- La Soledad Humana.-------,.... ________________ .:_ ____________ 137 66. - Indi viduali-smo. -------,-----------------------------,------139 67.- La Vocación.------------------------------------------139 68.- El Puritanismo y la Democracia.-----------------------142 69.- Solidaridad e.individualismo.-------------------------144 CAPITULO XVIII.- EL ENCUENTRO CON LOS NATURALES. 70.- Paganismo y Puritanismo.---------------------------~--145 71.- Predestinación y Evangelización.----------------------147 72.- Las Misiones Puritanas.-------------------------------148 73 .• - El Fracaso Evangelizador. --------------------------..---150 CAPITULO XIX. LA DECADENCIA DE LA TEOCRACIA. 74.- Principios de la Secuiarización.--~----------------~--152 75.- El Destino Manifiesto.--------------------------------156 76.- Puritanismo y Educación.----------------,---------------159 77·. - Puritanismo y Modernismo. -----------------------------161 -:-:--.,:.·..,.l.-,- .• J,..,-, CUARTAiYPARTE. CONCLUSIONES •· ~;:.·- I. - Proyección de las Semejanza's y Disparidades.---------163 II.- El Siglo XVI y la Bifurcación de la Cultura Europea.-163 III.- El Movimiento Expansivo.-----------------------------164, IV.- Diversidad de Fines.---------------------------------165/ 1.- Características de la Emigración.--------------------166 2.- La Iniciativa Privada.-------------------------------167 v.- Intención y Realidades.------------------------------170 l·.- Uniformidad y Disparidad.----------------------------171 .- Corrientes Feudales en Hispanoamérica y Norteamérica.172 - Feudalismo y Propiedad Territorial~------------------173 - Prop~eda~ Ind.i vidul:ll. --------------------------------~ 74 - Instituciones Serviles.----------------~-------------~74 VII.- La Política Indígena.--------------------------------177 VIII.-En Torno a la Evangelización.------------------------178 IX.- Civilización, Cristianización y Occidentalización; Conceptos Sinónimos.-----------------------------~180 X.- Aspectos Culturales.---------------------------------181~ 1.- Educación.-------------------------------------------184 XI.- Relaciones con otros Pueblos.------------------------184 XII.- Pasado, Presente y Futuro.---------------------------184/ ~IBLIOGRAFIA.----------------------------------------------188 INDICE DE MATERIAS.----------------------------------------192 -- ººº -- /- t