UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO ' ' · FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUAUTITLAN "EV ALUACION DE UN MODELO DE TOXOCARIASIS OCULAR Y SISTEMICA EMPLEANDO JERBOS (Meriones unguiculatus)" TES1S CON FALLA Di ORIGEH T E s 1 s QUE PARA OBTENER EL GRADO DE: D p M. o e T o R R E s E N T A en C, FERNANDO ALBA HURTADO . DIRECTORA: DRA. GUADALUPE ORTEGA PIERRES ASESORES: DR. JORGE L. TORTORA PEREZ DR. VICTOR K. TSUTSUMI (?}//., '//l,i/'tf<,o[lwtoOi, 4 = - - - 1- - - - -:1t•=•·: 0.5 1 3 5 10 20 30 40 60 DÍAS POST-INOCULACIÓN Figura 3.- Número de larvas recuperadas en diferentes tejidos de jerbos sacrificados a diferentes periodos después de la inoculación intragástrica con 1000 huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto representa la media y desviación standard de 5 animales. 39 DÍAS P.I. 0.5 1 3 5 10 20 30 40 60 MUSCULO o o o 1.65 11.66 16.31 18.67 19.98 16.4 CORAZÓN o o o 85.22 48.48 9.52 27.52 23.25 3.78 PULMONES 11.7 37.05 458.82 232.23 103.29 17.33 9.92 5.34 2.8 HIGADO 2 47.15 46.13 65.82 35.83 29.46 1.04 4.45 1.56 RIÑONES o o 26.98 97.87 39.65 11.49 23.52 29.69 10.23 INTESTINO 107.6 28.5 3.5 1.4 o o o o o PIEL o o o 0.64 o o o o o OJOS o o o 3.92 6 10.58 10.56 6.03 3.39 CEREBRO o o o 36.4 48.63 52.35 62.6 159.5 50.11 TESTICULO o o o o o o o o o BAZO o o o o o o o o o ESÓFAGO o o o o o o o o o ESTÓMAGO o o o o o o o o o Cuadro 7.- Número de larvas recuperadas por gramo de tejido a diferentes periodos después de la inoculación intragástrica con 1000 huevos larvados de Toxocara canis. Cada dato representa la media y desviación standard de 5 jerbos. 40 500 450 400 C) 350 a:: o 0. 300 (/) . • • ·¡· . - -•· ·····················"··-··;;:i 1 3 5 10 20 30 40 60 DÍAS POSTINOCULACIÓN ----------·------ ---·-- ------·----·-·---- Figura 5.- Número de larvas recuperadas en diferentes tejidos de jerbos sacrificados a diferentes periodos después de la inoculación intragástrica con 5000 huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto representa la media y desviación standard de 5 animales. 43 DIAS P.I. 1 3 5 10 20 30 40 60 CORAZON o 56.6 282 92.12 58 50 98.8 51.74 HIGADO 145.72 377.8 220.7 104.77 40.72 77.95 63.96 4.16 PULMONES 195.29 769.41 580.94 357.45 102.22 13.9 41.93 57.31 RIÑONES o 190.4 407.3 113.11 25.2 153.5 64.39 101.4 INTESTINO 370.4 5 0.49 o o o o o CEREBRO o 10.55 218.18 271.69 385.12 500 396 290.99 MUSCULO o 0.92 5.83 40.25 64.94 52.84 61.98 60.66 PIEL o o 1.6 1.15 o o o o OJOS o o 8 31.6 25.09 34.33 36.15 44.71 BAZO o o o o o o o o TESTÍCULO o o o o o 12.6 20.8 14.8 ESÓFAGO o o o o o o o o ESTÓMAGO o o o o o o o o Cuadro 9.- Número de larvas recuperadas por gramo de tejido a diferentes periodos después de la inoculación intragástrica con 5000 huevos larvados de Toxocara canis. Cada dato representa la media y desviación standard de 5 jerbos. 44 800 1 ¡'' 700 ~ , ' ' ·-· . ---- , , ' • • • • • ·Cerebro I ' --Canal 600 t ' , ' Hígado , " - • Pulmones I ' ' -Riftones 500 · " .. . CII , . . Corazón l'CI . ~ , ' I ' .!l! 400 " CII "ti , /' ' , / ""- ' e I '\. CII ./ E 300 . -~ •::1 , / ' z , ' '\. I 200 , ' / ' ,oor~/ -- -~-~slZQ ----o 1 3 5 d'º t . íi.0 •• 30 40 60! 1as pos -mocu ac1on Figura 6.- Número de larvas recuperadas por gramo de tejido a diferentes periodos después de la inoculación intragástrica con 5000 huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto representa la media de 5 animales. 45 DIAS P.I. 5 20 60 1.- MUSCULO 203 1920 2210 2.- CORAZON 81 18 15,4 3.- PULMON 427,2 121,2 43,4 4.- HIGADO 406,6 82,8 9 5.- RIÑONES 219,2 37 62,6 6.- INTESTINO 1 o o 7.- PIEL 10,2 o o 8,- OJOS 5 8 15,2 9- CEREBRO 238,4 410,8 264,8 10.- TESTÍCULO o o 2,8 11.- BAZO o o o 12.- ESTÓMAGO o o o 13.- ESÓFAGO o o o Cuadro 10.- Número de larvas recuperadas en diferentes tejidos de jerbos inoculados a diferentes períodos con 5000 huevos larvados de Toxocqr_g canis. 46 DÍAS P.I. 5 20 60 1.- MUSCULO 4 480 580 2.-CORAZON 24,6 9,6 0,2 3.-PULMON 187,4 16 4,4 4.- HIGADOS 128,2 70,4 3,4 5.- RIÑONES 59 6 o 6.- INTESTINO o o o 7.- PIEL 4,8 0,6 2 8.-OJOS 2 3,2 41,8 9.-CEREBRO 37,4 43,8 o 10.-TESTÍCULO o o o 11.- BAZO o o o 12.- ESÓFAGO o o o 13.- ESTÓMAGO o o 6,2 Cuadro 11.- Número de larvas recuperadas en diferentes tejidos de jerbos inoculados a diferentes períodos con 1000 huevos larvados de T_oxocara canis_. 47 Determinación de la cantidad de linfocitos, eosinófilos, neutrófilos y monocitos en jerbos inoculados con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. Con la finalidad de determinar el efecto de la infección de los jerbos con hlTc sobre la producción de células sanguíneas, se sangraron los jerbos a los mismos tiempos en que se recuperaron larvas. En las muestras de sangre obtenidas se determinaron las cantidades de: leucocitos totales, linfocitos, eosinófilos, neutrófilos, monocitos, hemoglobina y plaquetas. El número total de leucocitos por mm3 de sangre de jerbos de los diferentes grupos se presenta en el cuadro 12 y figura 7. En estas se observa, que el número de leucocitos en los jerbos inoculados es mayor (p<0.05) que en los jerbos del grupo testigo los días 5, 1 O y 20 p.i., no se observan diferencias (p<0.05) los días 1, 30, 40 y 60 p.i. entre los grupos inoculado con h!Tc y el grupo de jerbos no inoculados. No se observaron diferencias estadísticas (p<0.05) en la cantidad de leucocitos sanguíneos entre los tres grupos de jerbos inoculados. El número total de linfocitos por mm3 de sangre en los jerbos inoculados con diferentes cantidades de hlTc (200, 1000 y 5000) y sacrificados a diferentes períodos se presenta en el cuadro 13 y la figura 8. En estás se observa que los jerbos inoculados con 200 hlTc presentaron los días 1 O y 20 una mayor cantidad de linfocitos que los jerbos del grupo testigo. El comportamiento de los jerbos de los grupos inoculados con 1000 y 5000 hlTc es similar, el día 5 presentaron mayor cantidad de linfocitos que el grupo testigo, el día 1 O disminuyó la cantidad de linfocitos sanguíneos, incluso la cantidad en el grupo de 5000 hlTc fue menor que el grupo testigo (p<0.05). El día 20 la cantidad de linfocitos en sangre es mayor (p<0.05) en los grupos inoculados con 1000 y 5000 hlTc que en los testigoes, del día 30 al 60 no se presentaron diferencias entre los grupos de jerbos inoculados y el grupo 48 de jerbos testigo (p<0.05). La comparación del número de eosinófilos en sangre entre los grupos de jerbos inoculados con diferentes cantidades de hlTc y un grupo de jerbos no inoculados se presenta en el cuadro 14 y figura 9. Durante todo el experimento, con la excepción del día 60, la cantidad de eosinófilos presentes en la sangre de los jerbos del grupo inoculado con 200 hlTc esta dentro de el intervalos de confianza de los jerbos normales, por lo que se considero que no existen diferencias entre este grupo y el grupo testigo (p<0.05). Los grupos inoculados con 1000 y 5000 hlTc presentaron los días 5 y 40 mayor cantidad de eosinófilos que el grupo testigo (p<0.05), no se presentaron diferencias entre los dos grupos en ninguno de los días muestreados (p<0.05). En la figura 1 O y cuadro 15 se compara el número de neutrófilos por mm3 de sangre de 3 grupos de jerbos inoculados con diferentes cantidades de h!Tc (200, 1000 y 5000) y sacrificados a diferentes períodos (1, 5, 10, 20, 30, 40 y 60 p.i.) con un grupo de jerbos no inoculados y que se incluyó como grupo testigo. El grupo inoculado con 200 hlTc presentó mayor cantidad de neutrófilos sanguíneos que el grupo testigo los días 1 O y 20 p.i. (p<0.05). El grupo inoculado con 1000 hlTc presentó mayor cantidad de neutrófilos sanguíneos que el grupo testigo los días 5, 1 O y 20 p.i. (p<0.05). Por último el grupo inoculado con 5000 hlTc presentó el día 1 O p.i. mayor cantidad de neutrófilos en sangre que el grupo testigo (p<0.05). El resto de los días no se encontraron diferencias entre los jerbos del grupo testigo y los jerbos de los grupos inoculados (p<0.05). En la figura 11 y cuadro 16 se compara el número de monocitos por mm3 de sangre de 3 grupos de jerbos inoculados con diferentes cantidades de hlTc (200, 1000 y 5000) y sacrificados a diferentes períodos de tiempo (1, 5, 10, 20, 30, 40 y 60 p.i.) con un grupo de jerbos no inoculados y que se usó como grupo testigo. El grupo inoculado con 200 hlTc presentó mayor cantidad de monocitos en sangre que el grupo testigo del día 5 al 40 p.i.; no se presentaron diferencias los días 1 y 60 p.i. (p<0.05). El grupo inoculado con 1000 hlTc presento mayor cantidad de monocitos que el grupo testigo los días 5, JO, 20, 30 y 60 p.i. 49 (p<0.05), no se presentaron diferencias los días I y 40 p.i .. Los jerbos del grupo inoculado con 5000 h!Tc presentaron mayor cantidad de monocitos sanguíneos los días 5, 20 y 30 p.i. (p<0.05), no se presentaron diferencias los días 1, 1 O, 40 y 60 p.i. (p<0.05). Determinación de la cantidad de hemoglobina y plaquetas en jerbos inoculados con diferentes cantidades de hlTc. En muestras de sangre colectada a diferentes periodos después de la inoculación de jerbos con diferentes cantidades de hlTc se determinó la cantidad de hemoglobina y plaquetas. En el cuadro 17 y figura 12 se compara la cantidad de gramos de hemoglobina por decilitro de sangre entre grupos jerbos inoculados con diferentes cantidades de hlTc (200, 1000 y 5000) sacrificados a diferentes períodos y un grupo de jerbos no inoculados. No se presentaron diferencias entre los grupos de jerbos infectado y el grupo testigo, tampoco se presentaron diferencias en los grupos inoculados o en los diferentes días de muestreo (p<0.05). En el cuadro 18 se compara la cantidad de plaquetas por decilitro de sangre entre grupos de jerbos inoculados con diferentes cantidades de hlTc (200, 1000 y 5000) sacrificados a diferentes períodos y un grupo de jerbos no inoculados. No se presentaron diferencias entre los diferentes grupos muestreados o en los diferentes días (p<0.05). 50 NÚMERO DE 1DiA P.I. ' 10 DiAS P.I. 20 DiAS P.I. 30 DiAS P.I. 40 DiAS P.I. 60 DiAS P.I. 5 DIAS P.I. HUEVOS 200 6327 ± 984 7566 ± 1020 10300 ± 9800 11700 ± 1134 7100 ±2610 7210 ± 1330 6660 ± 1943 1000 7087± 954 10550 ± 1815 11154 ± 9.2 10920 ± 917 8810±652 8426±4320 7718±787 5000 6499 ± 1063 10100 ±1184 7680 ± 1272 11961 ± 1235 5920 ± 1716 7780±2677 5525±471 testigo 6791 ± 1083 6791 ± 1083 6791 ± 1083 6791 ± 1083 6791 ± 1083 6791 ± 1083 6791 ± 1083 Cuadro 12.- Número total de leucocitos por mm3 encontrados en sangre de jerbos obtenida a diferentes períodos después de ser inoculados con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. 51 12000~-----------------------------------------------~ 10000 8000 E::·- .... ~ _,,/ .. . . /;- :-•• • • •X• • •• /. .. - - ... ..,. .... ' ~ . ,_ .... - - )( • - .... - - - - - ........ - - . -~-..... ... ... ... ,. ,•· • • • • • • • • • • X • • • • • • • • • • • '- • ..1 ·-' . ~ ·-... 6000 • • • • • • • • • • •X• • • • • • • • • • • )1( • • • •· • • • • • • •:te • • • • • • • • • • -11:• • • • • • • • • • •X• • • • • • • • • • • 4000 No. DE ~EUCOCITOS 2000 -200 -1000 · · · .. · 5000 • • X• • Control sup • • •X• • Control In!. o.1------+-----+-------+------+-----.:::::;=======-...¡I 1 5 10 20 30 40 60 DÍAS POST-INOCULACIÓN Figura 7.- Número total de leucocitos por mm3 de sangre de jerbos sacrificados a diferentes periodos de tiempo después de ser inoculados con"diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto de los grupos inoculados representa la media de 5 jerbos. El grupo testigo representa la media más menos dos veces la desviación standard (intervalo de confianza) de 12 jerbos normales, los puntos de los grupos inoculados por fuera de las líneas del grupo testigo son estadísticamente diferentes (p<0.05) que los normales. 52 NUMERO DE 1 5 10 20 30 40 60 HUEVOS 200 4798 ±491 5598 ±447 6893±603 7113 ± 859 5342 ± 826 5296 ±687 4755± 739 1000 5987± 658 6303 ± 1309 4573 ± 839 7502 ±764 6255 ± 897 5325 ± 1095 6251 ±432 5000 4989±956 7070 ± 585 4131 ± 855 8576±997 4907 ± 1113 5601 ± 1082 4019 ± 184 testigo 5313 ± 462 5313 ±462 5313 ±462 5313±462 5313 ± 462 5313 ±462 5313±462 Cuadro 13.- Número total de linfocitos por mm3 encontrados en sangre de jerbos obtenida a diferentes períodos después de ser inoculados con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. 53 9000 8000 C') E 1000 E -~ X 6000 r-- . u, o !::: 5000 o f2 4000 z :::i 3000 w. C! 2000 o z 1000 o 1 A . ' .A h •... 5 10 20 30 DÍAS POST-INOCULACIÓN ¡--. 200 1-1000 ,--.t,•-5000 ¡ _..,__Control sup. -ilE--Control lnf. 40 60 Figura 8.- Número total de linfocitos por mm3 de sangre de jerbos sacrificados a diferentes períodos después de ser inoculados con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto de los grupos inoculados representa la media de 5 jerbos. El grupo testigo representa la media más menos dos veces la· desviación standard (intervalo de confianza) de 12 jerbos normales, los puntos de los grupos inoculados por fuera de las líneas del grupo testigo son estadísticamente diferentes (p<0.05) que los normales. 54 NÚMERO DE 1 DIA P.I. --5 DÍAS P.I. 10 DÍAS P.I. 20 DÍAS P.I. 30 DiAS P.I. 40 DÍAS P.I. 60 DÍAS P.I. HUEVOS 200 18 ± 18.4 49.9 ± 35 36 ± 15 23.4±46 28± 18 35±35 106.5 ± 31.9 1000 31 ± 12 184.6 ± 86 22.3 ±44 65.5 ± 52.4 35.2 ± 35 . 269.6 ± 208 30.8 ± 37 5000 27 ± 12.4 707± 355 307 ± 61.4 149.5 ± 98 35.5 ± 47.36 248.9 ± 227 13.8 ± 23 testigo 20.8 ± 25 20.8 ± 25 20.8 ± 25 20.8 ± 25 20.8 ± 25 20.8 ±25 20.8 ± 25 Cuadro 14.- Número total de Eosinófilos por mm3 encontrados en sangre de jerbos obtenida a diferentes períodos después de ser inoculados con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. 55 800 e 100 -200 E - • • 1000 01: 600 o --5000 o. !/) 500 g -~ 400 o z: cÍ) 300 o w '· .... '· ' ' W 200 o O 100 z: {{:_ -.. - • - • • • ......,_ -• ' -------.-----~= "~ • ' ' o 1 5 10 20 30 40 60 DÍAS POST-INOCULACIÓN Figura 9.- Número total de eosinófilos por mm3 de sangre de jerbos sacrificados a diferentes períodos después de la inoculación con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto de los grupos inoculados representa la media de 5 jerbos. El grupo testigo representa la media más dos veces la desviación standard (intervalo de confianza) de 12 jerbos normales, los puntos de los grupos inoculados por arriba de la línea del grupo testigo son estadísticamente mayores (p<0.05) que los normales. 56 ' ' ' 10 DÍAS P.I. 20 DÍAS P.I. ' 40 DÍAS P.I. 60 DIAS P.1. NUMERO DE 1 DIA P.1. 5 DIAS P.I. 30 DIAS P.I. HUEVOS 200 1682 ± 732 1689 ± 453 2906 ± 532 4352± 936 1508 ± 739 1597 ± 409 1678 ± 995 1000 1821 ± 328 3877 ± 143 5220 ± 952 2708 ± 536 2325±914 2763 ± 880 1234±355 5000 1452 ± 304 2040.2 ± 436 3394±852 2482 ± 516 2403 ± 1199 2069 ± 868 1408 :t 148 testigo 1494±476 1494±476 1494 ±476 1494±476 1494±476 1476 ±476 1494±476 Cuadro 15.- Número total de neutrófilos por mm3 encontrados en sangre de jerbos obtenida a diferentes períodos después de ser inoculados con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. 57 6000 M E 5000 E >< ~ 4000 ..J ü: -Q 3000 a: 1- ::, W 2000 z w o , 1000 0 z o 1 .---~- 5 10 20 30 DÍAS POST-INOCULACIÓN : .. --- -·200 ·- -·····-¡ -1000 i· · * · ·5000 . Control sup. L __ _)I( ___ Control lnf ··············b. .. _ ... 40 60 Figura 10.- Número total de neutrófilos por mm3 de sangre de jerbos sacrificados a diferentes períodos después de la inoculación con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto de los grupos inoculados representa la media de 5 jerbos. El grupo testigo representa la media más menos dos veces la desviación standard (intervalo de confianza) de 12 jerbos normales, los puntos de los grupos inoculados por fuera de las líneas del grupo testigo son estadísticamente diferentes (p<0.05) que los normales. 58 No. de huevos 1 Días p.í. 5 Días p.i. 10 Días p.i. 20 Días p.i. 30 Días p.i. 40 Días p.i. 60 Días p.i. --- 200 82±32 226 ± 62 217 ± 51 210 ± 113 213 :1: 32 192 :1: 73 159:1:133 1000 69:1:46 184 :1: 200 223 :1: 74 414 :1: 124 211 :1:65 77:1:62 200 :1: 92 5000 79 :1: 29 227 ± 79 122 :1: 62 448 :1: 75 213 :1: 67 101 :1: 75 82:1:60 Testigo 67±55 67±55 67±55 67 :1: 55 67 :t 55 67 :1:55 67:1:55 Cuadro 16.- Número total de monocitos por mm3 encontrados en sangre de jerbos obtenida a diferentes períodos después de ser inoculados con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. 59 450 . . ---200 400 -1000 .......... 5000 M 350 E Control E X 300 U) o 1- 250 o o Z 200 o ·. :E W 150 e ~ 100 --------- 50 o 1 5 10 20 30 40 60 DÍAS POST-INOCULACIÓN Figura 11.- Número total de monocitos por mm3 de sangre de jerbos sacrificados a diferentes períodos después de la inoculación con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto de los grupos inoculados representa la media de 5 jerbos. El grupo testigo representa la media más dos veces la desviación standard (intervalo de confianza) de 12 jerbos normales, los puntos de los grupos inoculados por arriba de la línea del grupo testigo son estadísticamente mayores (p<0.05) que los normales. 60 No. de huevos 200 1000 5000 Testigo 5 Días p.i. 12.8 ± 0.4 11.9±1.4 10.9±1.3 13.5 ± 0.48 10 Días p.i. 13.1 ± 0.67 13.6 ± 0.44 12 ± 0.95 13.5 ± 0.48 20 Días p.i. 13.6 ± 0.65 13.9 ± 0.4 13.5 ± 0.59 13.5 ± 0.48 30 Días p.i. 13.3 ± 0.33 14 ± 0.53 15.6 ± 1 13.5 ± 0.48 40 Días p.i. 12.9±1.9 14.7 ± 0.52 16.9 ± 1.2 13.5 ± 0.48 60 Días p.i. 13.38 ± 0.23 13.3 ± 0.47 13.3 ± 2.6 13.5 ± 0.48 Cuadro 17 .- Gramos de hemoglobina por decilitro de sangre de jerbos inoculados a diferentes períodos con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. Cada dato representa la media y la desviación standard de 5 animales. 61 18 16 - 14 12 =o -C) - 6 4 2 o 5 10 20 30 ;;-: t~!il ¡fj Días post-inoculación 40 60 ■ 200 ■ 1000 05000 1 i 11! Control Figura 12.- Determinación de la cantidad de hemoglobina por decilitro de sangre de jerbos sacrificados a diferentes períodos después de la inoculación con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. Cada punto representa el promedio de 5 animales. 62 No. de huevos 5 Días p.i. 10 Dias p.i. 20 Días p.i. 30 Días p.i. 40 Días p.i. 60 Días p.i. 200 616.6 ± 41.8 569 ±64 582 ± 59.7 535 ± 75.6 537 ± 53 530 ± 61.6 1000 645 ± 82.6 548 ±80 518 ± 48.3 575 ±83 517 ±46.5 498 ± 73.3 5000 605 ± 132 552±42.6 385±32 500 ± 105 466 ± 40.7 575 ± 51.7 Testigo 554 ± 96.3 554 ± 96.3 554 ± 96.3 554± 96.3 554 ± 96.3 554± 96.3 Cuadro 18.- Número total de plaquetas por mm3 de sangre de jerbos inoculados a diferentes períodos con diferentes cantidades de huevos larvados de Toxocara canis. 63 Cambios patológicos presentes en tracto digestivo de jerbos inoculados experimentalmente con 1000 hlTc. El intestino de los jerbos sacrificados los días 1, 3 y 5 p.i. presentaron zonas con congestión y hemorragias en la superficie, estas lesiones no tuvieron una localización determinada en el intestino (Figura 13a). Entre los días 1 O y 60 p.i. no se observaron lesiones macroscópicas aparentes en intestino (Cuadro 19). El día 1 y 3 p.i. se observaron en la serosa abundantes focos de inflamación aguda con infiltrado de neutrófilos y eosinófilos alrededor de las larvas que morfológicamente estaban intactas (figura 13b y 13d). Otra alteración observada en estos días fue edema en submucosa y vasos linfáticos dilatados y con infiltrado celular (figura 13b). Así mismo, focos de este tipo se presentaron en las diferentes regiones del intestino. Entre los días 5 y 1 O sólo se observaron restos de estos focos inflamatorios sin ninguna larva dentro, en días posteriores no se observaron larvas o lesiones. No se observó ninguna lesión en estómago o esófago de los animales inoculados con h!Tc en ninguno de los muestreos. Cambios patológicos presentes en pulmones de jerbos inoculados experimentalmente con 1000 hlTc. La secuencia de las lesiones macroscópicas de pulmones se presentan en el cuadro 20. El día 1 p.i. los pulmones presentaron macroscópicamente pequef\os focos (puntos) rojos sobre la superficie (figura 14a). El día 3 p.i. los puntos rojos sobre la superficie tendieron a crecer y a confluir (figura 14c). El día 5 p.i. estos se unieron y estructuraron lesiones difusas de color purpura y con forma y tamaf\o variable que abarcaban más del 80 % de la superficie de los pulmones (figura 14b). El día 10 p.i. las lesiones superficiales comenzaron a palidecer, circunscribirse y tendieron a separase (figura 14d). El día 20 p.i. la 64 mayoría de ellas se observaban blancas y algunos pulmones presentaron además petequias en la superficie. Del día 30 al 60 p.i. los pulmones no evidenciaban lesiones y sólo presentaron algunos puntos blancos o rojos sobre la superficie (Cuadro 20, figuras l 4e y 14!). Los pulmones de los jerbos sacrificados el día I p.i. presentaron microscópicamente hemorragias moderadas sin infiltrado leucocitario. El día 3 p.i. se observaron larvas asociadas a fuertes hemorragias, infiltrado de neutrófilos, eosinófilos y algunos monocitos, enfisema, y engrosamiento de septos alveolares (figura l SA). Los pulmones de los jerbos sacrificados el día 5 p.i. presentaron microscópicamente fuertes hemorragias, infiltrado generalizado de neutrófilos, eosinófilos y inacrófagos. Ruptura y engrosamiento de paredes alveolares. Alrededor de algunas larvas se observó infiltrado de neutrófilos, eosinófilos, linfocitos y algunas células epiteliodes. El día 1 O p.i. en pulmones se detectaron sólo algunas larvas rodeadas de linfocitos, fibroblastos, escasos neutrófilos y eosinófilos, los eritrocitos son escasos y hay gran cantidad de macrófagos activados con hemosiderina (figuras 15B y 1 SC). Se presentó además aumento de tejido linfoide asociado a bronquios. Sobre la superficie se observaron extensas zonas con tejido conectivo y colágena (Figura l SC). Entre el día 20 y 60 p.i. se observaron en pulmones lesiones granulomatosas crónicas bien formadas con fibrocitos, linfocitos y macrófagos, sólo en algunos de estos el corte demostró una larva dentro. Los pulmones presentaron procesos de cicatrización con hemosiderina dentro de macrófagos (figura 16C y 16D) incremento de tejido de tejido linfoide asociado a bronquios (figura 16A). Así mismo, llamó la atención la presencia en algunos pulmones de zonas con inflamación aguda caracterizada por infiltrado de neutrófilos y eosinófilos (figura 15d). 65 DÍAS P.I. S.C.P.A. PUNTOS HEMORRAGICOS 1 o 5 3 3 2 5 4 1 10 5 o 20 5 o 30 5 o 40 5 o 60 5 o Cuadro 19.- Lesiones macroscópicas en intestino de jerbos inoculados intragástricamente con 1000 huevos larvados de T. canis. Cada uno de los días p.i. se sacrificaron 5 animales. S.C.P.A.= sin cambios patológicos aparentes 66 HEMORRAGIAS PUNTOS ROJOS PUNTOS BLANCOS DÍAS P.I. DIFUSAS SUPERFICIALES SUPERFICIALES PETEQUIAS MULTIFOCALES 1 o 5 o o 3 o 4 o 1 5 5 o o o 10 1 4 1 1 20 o 1 4 3 30 o 2 4 o 40 o 1 5 o 60 o 1 5 o Cuadro 20.- Lesiones macroscópicas en pulmones de jerbos inoculados intragástricamente con 1000 huevos larvados de T. canis. Cada uno de los días p.i. se sacrificaron 5 animales. 67 Fig. 13A.- Intestino de un jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 3 días p.i .. Se observan hiperemia y zonas con hemorragias en la serosa de distintas partes del intestino. Fig. 13B.- Corte histológico de intestino de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los tres días p.i., tefiido con H-E 1 OX. En la parte superior de esta microfotografia se observa en la serosa una larva aparentemente intacta con gran infiltrado celular rodeándola. Los vasos linfáticos se presentan dilatados y la submucosa con abundante drenaje celular. Fig. 13C.- Corte histológico de bazo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los tres días p.i., teñido con H-E 1 OX. No se observan cambios patológicos aparentes, solo un aumento de la actividad celular. Fig. 13D.- Corte histológico de intestino de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 3 días p.i., teñido con 1 OX. En esta microfotografía se observa en serosa una larva aparentemente intacta rodeada por neutrófilos y eosinófilos. Cerca hay un vaso linfático dilatado. Fig. 14a.- Pulmón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a las 24 horas p.i .. Se observan pequefios puntos rojos sobre la superficie, que sugieren petequias. Fig. l 4b.- Pulmón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 5 días p.i.. Se presentan grandes zonas hemorrágicas confluentes sobre la superficie. Fig. 14c.- Pulmón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 3 días p.i.. Se observan manchas rojas sobre la superficie que tienden a confluir. Fig. l 4d.- Pulmón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 1 O días p.i .. Se observa la superficie de color café con manchas más obscuras en algunas zonas. Fig. l 4e.- Pulmón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i .. Se observa la superficie de color café pálido con algunas manchas obscuras. Fig. 14f.- Pulmón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 60 días p.i .. Se observa en la superficie algunas zonas de color rosa, otras café pálido y otras café obscuro. La superficie pulmonar se presenta irregular. Fig. l 5A.- Corte histológico de pulmón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 3 días p.i., teñido con H-E IOX. Se observa una zona con enfisema, fuerte hemorragia, infiltrado de neutrófilos, eosinófilos y monocitos. 68 Fig. 15B.- Corte histológico de pulmón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 1 O días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una zona con fuerte infiltrado de macrófagos activados, algunios de ellos presentan citoplasma vacuolado y con pigmento pardo sugestivo de hemosiderina. Fig. 15C.- Corte histológico de pulmón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 10 días p.i., teñido con H-E lOX. Se observa un granuloma en la parte inferior con algunos eosinófilos rodeados de fibrocitos y colágena rodeando al granuloma hay algunos neutrófilos y en la parte superior del mismo hay fuerte infiltrado de macrófagos con hemosiderina. El borde del tejido presenta una zona con tejido conectivo. Fig. 15D.- Corte histológico de pulmón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E 40X. En esta microfotografía se observa en la parte media un granuloma formado por una larva con algunos eosinófilos rodeados por fibrocitos y colágena. En la parte superior se observa un infiltrado celular de tipo agudo formado por neutrófilos, eosinófilos y algunos macrófagos. Fig. 16A.- Corte histológico de pulmón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E I OX. Se observa gran cantidad de células linfoides infiltradas en la pared bronquial y engrosamiento de los septos. Fig. 168.- Corte histológico de pulmón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E !OX. Se observa un granuloma sin larva, septos alveolares engrosados y enfisema muy marcado. Fig. I 6C.- Corte histológico de pulmón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E I OX. Se observa un granuloma en la parte media, en la parte inferior de éste se observa un infiltrado de macrófagos con hemosiderina. Las paredes alveolares estan engrosadas, es notoria la hemorragia y el enfisema, así como el infiltrado de linfocitos. Fig. 16D.- Corte histológico de pulmón de jerbo inoculado con I 000 h!Tc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E 1 OX. Esta microfitografía es un acercamiento de la anterior en donde se observa con mayor detalle los macrofagos con hemosiderina y el infiltrado linfocitario. 69 ;~ .\ "''"'' ... 70 14b · 14d 14f 71 ;( '.,,.?,:<,, ,:¡-·,: { ';. .,~ .. t' ;i,I i,• " ~ ~ . , , • • 72 16A 73 Cambios patológicos presentes en hígado de jerbos inoculados experimentalmente con 1000 blTc. La secuencia de lesiones macroscópicas observadas en hígados de los jerbos sacrificados a diferentes se presentan en el cuadro 21. El día 1 p.i. no se presentaron cambios patológicos aparentes. Los días 3, 5 y 1 O p.i. los hígados presentaron hemorragias o congestión sobre la superficie. La mayoría de los hígados de los jerbos sacrificados los días 20 y 30 p.i. presentaron únicamente puntos blancos sobre la superficie. Seis hígados de los animales sacrificados los días 40 y 60 p.i. presentaron puntos blancos sobre la superficie y seis presentaron menor peso que los hígados de los jerbos testigoes ( cuadro 21 ). Microscópicamente los hígados de los jerbos sacrificados el día 1 p.i. no presentaron cambios patológicos. Los sacrificados el día 3 p.i. presentaron microscópicamente tres tipos de alteraciones, la primera son áreas con picnosis y necrosis coagulativa cerca de vasos sanguíneos (figura 17C), la segunda fueron zon!IS hemorragicas con infiltrados de células inflamatorias con o sin larvas (fig.17D) y la tercera fueron algunas larvas sin ningún tipo de reacción inflamatoria alrededor (figuras 17 A y 17B). Durante todo el experimento se observaron que hepatocitos tanto de jerbos no inoculados como de jerbos inoculados, presentaban diferente tamaño de núcleos (poliploidia). Los hígados de los jerbos sacrificados el día 5 p.i. presentaron alrededor de las larvas una fuerte reacción inflamatoria aguda con infiltrado de neutrófilos y algunos eosinófilos así como hemorragias (figura 18A, 18B y 18D). Así mismo, se presentaron larvas sin respuesta inflamatoria (figuras l 8C). Los hígados de los jerbos sacrificados el día 1 O p.i. presentaron zonas granulomatosas formadas por neutrófilos, macrófagos, eosinófilos, linfocitos y células epiteliodes alrededor, la mayoría de estas lesiones no presentaron ninguna larva. Otras zonas presentaron lesiones difusas con eritrocitos, neutrófilos y eosinófilos. Los hígados de los jerbos sacrificados los días 20 y 30 p.i. presentaron granulomas con fibroblastos, neutrófilos, macrófagos y linfocitos (figura 20D), muy pocos de estos granulomas presentaron larvas dentro, solo en un hígado se observó una lesión granulomatosa con una larva en proceso de destrucción el día 20 p.i. (figura 19A). Algunas 74 larvas sin ningún tipo de reacción inflamatoria se observaron fuera de los granulomas que presentaban fibrosís (figura 20C). También se observaron algunas zonas con tejido de reparación y macrófagos con hemosiderina, éstas generalmente se presentaron cerca de vasos sanguíneos (figuras 19D y 20A). Los hígados de los jerbos sacrificados los días 40 y 60 p.i. presentaron granulomas similares a lo.s del día 20 y 30 p.i .. Se observaron zonas de reparación con macrófagos con hemosiderina que se localizaron generalmente cerca de los vasos sanguíneos, en el espacio porta o en de la superficie (figuras 21A, 218, 21C y 21D) lo cual provoco una deformación de la estructura normal del hígado. Algunos hígados presentaron escasos focos de. inflamación aguda con infiltrados de neutrófilos y eosínófilos pero sin células epítelíodes o fibroblastos. Cambios patológicos presentes en riñones de jerbos inoculados experimentalmente con 1000 hlTc. La secuencia de lesiones macroscópicas observadas en riñones de jerbos inoculados con hlTc se presentan en el cuadro 22, en esta se observa que los riñones de los animales sacrificados entre las 24 y 72 horas p.i. no mostraron ningún cambio patológico aparente. A nivel microscópico no se detectaron larvas, sólo cambios vasculares, hiperemia (congestión) y hemorragias de poca magnitud en la mayor parte de los animales. El día 5 los riñones de un jerbo presentaban macroscópicamente pequeñas zonas blancas difusas sobre el parénquima renal, el resto no presentó cambios aparentes. Todos los riñones de los jerbos sacrificados del día I O al 60 presentaron macroscópícamente puntos blancos similares difusos sobre la superficie (figura 22A). La mayoría de los ríñones del día 30 al 60 presentaron adherencias a la pared abdominal (Cuadro 22). Los riñones de los jerbos sacrificados el día 5 presentaron microscópicamente cambios vasculares con hiperemia y hemorragias, glomérulos hinchados y atrofiados con hemorragias. Así mismo, se observaron focos de inflamación aguda con infiltrado celular formado por neutrófilos y eosinófilos. En algunos cortes se detectaron larvas sin respuesta inflamatoria (figura 22C) o dentro de las zonas de infiltrado y en vasos sanguíneos trombosados (figura 228). A los 1 O días p.i. los riñones presentaron mícroscópicamente 75 túbulos hemorrágicos, rodeados de exudado celular principalmente de neutrófilos y eosinófilos (figura 23C). Así mismo, se presentaron lesiones de tipo granulomatoso con fibroblastos y colágena, también se encontraron algunas larvas dentro de los focos de exudado celular (figura 22D). En los riñones de los jerbos sacrificados el día 20 p.i. se observó hiperemia, algunas hemorragias, glomérulos hinchados y atrofiados. En la luz de los túbulos renales se observó descamación y una sustancia amorfa que borra los detalles histológicos subyacentes de las paredes vasculares y la sustituye por un depósito acelular, amorfo y de color rosa (figura 23D), en otras zonas se presentan granulomas con fibrocitos, macrófagos y algunos eosinófilos o neutrófilos (figura 23A). En los riñones del día 30 se observaron tres tipos de lesiones, la más frecuente fue una lesión crónica con fibrocitos, macrófagos con hemosiderina, linfocitos y tubulos en reparación, en ocasiones neutrófilos en el centro de la lesión (figuras 24A y 24B). Con menos frecuencia se observó una lesión de tipo agudo con infiltrado celular de neutrófilos y eosinófilos ocasionalmente con la larva dentro. Finalmente y con menos frecuencia se observo una lesión crónica con fibrocitos rodeando una larva con un acumulo de eosinófilos dentro, algunos linfocitos y neutrófilos que rodean la lesión (figuras 24C y 24D). Sobre la superficie se observaron depresiones y tejido fibroso cubriendo la superficie (figura 25A). En los riñones de los jerbos sacrificados los días 40 y 60 p.i. se observaron principalmente lesiones crónicas de tipo abscedativo con fibroblastos, colágena, macrófagos con hemosiderina, restos celulares, algunos linfocitos y neutrófilos. Algunos túbulos con procesos de reparación y células en mitosis (figura 25D). Además, se presentó glomerulitis y engrosamiento generalizado de las membranas básales lo cual se confirmó por una tinción de P .A.S .. Sobre la superficie se presentaron depresiones con tejido de fibroso y macrófagos con hemosiderina (estas zonas corresponden a los puntos blancos observados sobre la superficie) (figura 25C). En algunos riñones se detectaron escasos focos de inflación aguda con infiltrado de neutrófilos y eosinófilos. La corteza renal fue la zona donde se encontraron las alteraciones en los diferentes días, en ningún caso se encontraron lesiones en médula renal. 76 DÍAS P.I. -- - CONGESTIÓN HEMORRAGIAS PUNTOS BLANCOS -REDUCCÍÓN DE S.C.P.A. TAMAÑO 1 5 o o o o 3 o 4 1 o o 5 o 4 2 o o 10 2 3 o o o 20 o 3 o 5 o 30 2 o o 3 o 40 1 o o 3 3 60 1 o 1 3 3 Cuadro 21.- Lesiones macroscópicas en hígado de jerbos inoculados intragástricamente con 1000 huevos larvados de T. canis. Cada uno de los días p.i. se sacrificaron 5 animales. S.C.P.A.= sin cambios patológicos aparentes. 77 DÍAS P.I. S.C.P.A. ADHERENCIAS PUNTOS REDUCIDOS DE BLANCOS TAMAÑO 1 5 o o o 3 5 o o o 5 4 o 1 o 10 o o 5 o 20 o o 5 o 30 o 3 5 o 40 o 4 5 o 60 o 4 5 3 Cuadro 22.- Lesiones macroscópicas en riñones de jerbos inoculados intragástricamente con 1000 huevos larvados de T. canis. Cada uno de los días p.i. se sacrificaron 5 animales. S.C.P.A.= sin cambios patológicos aparentes 78 Fig. 17A.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 3 días p.i., teñido con H-E 40X. La microfotografia muestra un acercamiento de la siguiente figura y es una larva aparentemente intacta sin infiltrado inflamatorio cerca. Se observa cierto grado de poliploidia en hepatocitos. Fig. 17B.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 3 días p.i., teñido con H-E JOX. Se observa una larva sin ningún tipo de respuesta inflatoria cerca. Fig. l 7C.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 3 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa un vaso porta y un canalículo biliar rodeados por una zona de picnosis y necrosis coagulativa. Fig. 17D.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 3 días p.i., teñido con H-E JOX. Se observa una zona con fuerte hemorragia y ligero infiltrado de neutrófilos. Fig. l 8A.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los S días p.i., teñido con H-E I 0X. Se observa una zona hemorrágica con infiltrado de neutrófilos y eosinófilos, no hay larva presente. Es notoria la poliploidia. Fig. 18B.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los S días p.i., teñido con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografía presentada en la fig. 18A, se observan neutrófilos y eosinófilos. Fig. 1 BC.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los S días p.i., teñido con H-E JOX. Se observan tres áreas hemorrágicas, con necrosis e infiltrado de neutrófilos y eosinófilos por donde probablemente migró una larva. En la parte superior se observa una larva sin respuesta inflamatoria y algo de necrosis. Fig. 18D.-Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los S días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una larva aparentemente intacta con un fuerte infiltrado de neutrófilos, además de algunos eosinófilos y eritrocitos alrededor. Fig. l 9A.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 20 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una larva parcialmente destruida rodeada por macrófagos, linfocitos, neutrófilos y algunos eosinófilos, en una lesión de tipo granulomatoso. Fig. 19B.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 3 días p.i., teñido con H-E 1 00X. Acercamiento de la microfotografía anterior, se observan neutrófilos, linfocitos, algunos macrófagos y eosinófilos. m• SALIR NO III( ~IITE&l 79 Fig. l 9C.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 20 días p.i., teñido con H-E 40X. Infiltrado miolopoyetico con neutrófilos y linfocitos. Poliploidia evidente. Fig. 19D.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E 40X. En esta microfotografia se presenta tejido de reparación y macrófagos con hemosiderina alrededor de los vasos sanguíneos. Fig. 20A.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E 40X. Tejido de reparación alrededor de un vaso sanguíneo. Poliploidia evidente. Fig. 20B.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa un canaliculo biliar rodeado de eosinófilos, macrófagos y linfocitos. Fig. 20C.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E 1 0X. Se observa una lesión crónica con enutrófilos en el centro rodeados por fibrocitos y colágena. En la parte externa de la lesión hay infiltrado de linfocitos y neutrófilos. Por fuera de la reacción inflamatoria hay una larva aparentemente intacta sin ningún tipo de reacción. Fig. 20D.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E I0X. Se observa una lesión crónica con neutrófilos en el centro rodeados por fibrocitos y colágena. Fig. 21 A.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E IOX. Se observa una depresión sobre la superficie y tejido de reparación con macrófagos y hemosiderina en la base de la lesión, la cápsula hepática (Glisson) engrosada y fibrosada cubriendo la depresión, este tipo de lesión corresponde a los puntos blancos que se observan macroscópicamente en la superficie. Fig. 21 B.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E 1 0X. Se observan macrófagos con hemosiderina en el .espacio porta. Fig. 2IC.- Corle histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 díl!S p.i., teñido con H-E I 0X. Se observa una depresión sobre la superficie y tejido de repararación con macrófagos y hemosiderina en la base de la lesión. Fig. 21D.- Corte histológico de hígado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografía anterior. Se observan macrófagos con hemosiderina, eosinófilos y linfocitos en el espacio porta. 80 82 83 84 21C Fig. 22A.- Riñones de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los 40 días p.i .. Se observan áreas blancas sobre la superficie. Fig. 22B.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los 5 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una larva dentro de un vaso sanguíneo y otro con trombosis. Fig. 22C.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 5 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una larva y un infiltrado de neutrófilos y eosinófilos. Fig. 22D.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los 10 días p.i., teñido con H-E I OX. Se observa una larva aparentemente intacta, rodeada de un infiltrado de neutrófilos, macrófagos y eosinófilos. Fig. 23A.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 20 días p.i., teñido con H-E IOX. El área del corte presenta una larva rodeada de infiltrado de neutrófilos, eosinófilos y macrófagos. Fig. 23B.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los 20 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa material fibrinoide dentro de glomérulos renales y falta de definición de los detalles celulares. Fig. 23C.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 1 O días p.i., teñido con H-E IOX. Se observa infiltrado de neutrófilos y eosinófilos, no se observan larvas. Los túbulos cercanos se presentan hemorrágicos. Fig. 23D.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 20 días p.i., teñido con H-E 40X. La microfotografía muestra un glomérulo inflamado y hemorrágico. En la luz de los túbulos cercanos hay descamación con material fibrinoide que se tiñe de rosa y borra los detalles histológicos y corresponden a restos necróticos de las células. Fig. 24A.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 30 días p.i., teñido con H-E I OX. Se observa infiltrado hemorrágico con 86 linfocitos, macrófagos y algunos neutrófilos. Se observa presencia de infiltrado de neutrófilos en túbulos cercanos a la lesión. Fig. 24B.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los 30 días p.i., teñido con H-E lOX. Se observa un granuloma sin presencia de larvas. Externamente se presenta aumento de fibroblastos e internamente una gran cantidad de neutrófilos y algunos eosinófilos. Algunos neutrófilos y linfocitos rodean la lesión. Se observa imagenes de reparación celular. Fig. 24C.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los 30 días p.i., teñido con H-E lOX. La microfotografia muestra el aparente atrapamiento de una larva con algunos eosinófilos, rodeados por varias cepas de fibrocitos. Algunos linfocitos y neutrófilos rodean la lesión. Fig. 24D.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 40 días p.i., teñido con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografía anterior, Se observa la larva aparentemente intacta y eosinófilos rodeados por fibrocitos. Estas estructuras corresponden a los puntos blancos observados a la necropsia. Fig. 25A.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 30 días p.i., teñido con H-E lOX. Se observa una depresión con fibrosis sobre la superficie del riñón, cerca no hay tejido de reparación solo ligero infiltrado de neutrófilos y eosinófilos. Fig. 25B.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los 40 días p.i., teñido con H-E 1 OX. Se observa en la superficie del riñón una depresión con fibrosis, cerca de esta lesión hay infiltrado de linfocitos, fibrocitos y macrófagos con hemosiderina. Fig. 25C.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 60 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa en la superficie del riñón una depresión con algo de colágena, estas lesiones corresponden a los puntos blancos observados macroscópicamente sobre la superficie del riñón. En el parénquima por debajo de la depresión hay tejido de reparación y macrófagos con hemosiderina. Fig. 25D.- Corte histológico de riñón de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 60 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una estructura nodular fibrosa con fibroblastos (puede corresponder a la pared de un granuloma) sin infiltrado celular dentro, entre corteza y médula renal. 87 88 23A· l#'~,; ' (.t-: ,;;,,- " r¿ft .t 89 24B e, ~'~""-~,;t..;, • ~ 11' 90 , ~\ . ' ' .. , ,• ,., " ' 1 ' 'l ' ,,.,. ,¡ i 91 Cambios patológicos observados en bazo de jerbos inoculados experimentalmente con 1000 hlTc. La secuencia de lesiones macroscópicas observadas en bazo de los jerbos sacrificados a diferentes períodos de tiempo se presentan en el cuadro 24. Los días 1, 3, 30, 40 y 60 p.i. no presentaron ningún cambio patológico aparente. Algunos (9 de 15) bazos de los jerbos sacrificados los días 5, 1 O y 20 p.i. presentaron un marcado aumento de tamaflo ( cuadro 24 ), más del doble de peso que los normales. Microscópicamente solo se observo un aumento de la actividad celular (figura 13c). Cambios patológicos observados en cerebro de jerbos inoculados experimentalmente con 1000 hlTc. La secuencia de lesiones macroscópicas observadas en cerebro de los jerbos sacrificados a diferentes se presentan en el cuadro 23. En los días 1, 3, 5 y 10 p.i. no se presentaron cambios patológicos aparentes, con la excepción de un cerebro con hemorragias el día 5 p.i .. Entre los días 20 y 60 p.i. la mayoría presentó congestión y hemorragias (figura 26A). Algunos cerebros obtenidos el día 20, y 60 p.i. presentaron adherencias meníngeas. En los cerebros de los jerbos sacrificados los días 1, 3 y 5 p.i. no se observaron microscópicamente cambios patológicos aparentes. En los cerebros de los jerbos sacrificados el día 1 O p.i. se encontraron larvas sin ninguna respuesta inflamatoria en diferentes partes del encéfalo y del cerebelo (figura 26C y 26D) y se detectaron además algunos focos hemorrágicos (figura 26B). En los cerebros de los jerbos sacrificados el día 20 p.i. se observaron microscópicamente algunas larvas sin respuesta inflamatoria (figuras 27 A y 27B) y ligero infiltrado de neutrófilos y eosinófilos alrededor de algunos vasos sanguíneos. 92 Los cerebros de los jerbos sacrificados el día 30 p.i. presentaron vasos con infiltrado de mononucleares y eosinófilos (figuras 27C y 27D). Algunas larvas se encontraron en el espacio perivascular (Virchow-Robin) asociados con ligeros infiltrados de neutrófilos y monocitos (figura 28B y 28C). Una larva se encontró en el conducto de Sylvio sin provocar aparentemente ninguna alteración (figura 28D) otro cerebro presento infiltrado celular con una larva cerca del conducto de Sylvio (28A). Se observaron otras larvas sin ningún tipo de reacción cerca de ellas. En los cerebros de los jerbos sacrificados el día 40 p.i. se detectaron zonas con fuerte infiltrado de monocitos y linfocitos (figura 30A), algunos vasos sanguíneos presentaron "manguitos perivasculares" formados principalmente por linfocitos (figura 29A), también se observaron zonas de degeneración (figura 29A) y algunas larvas sin ningún tipo de respuesta inflamatoria. El día 60 se observaron larvas en zonas de degeneración que en algunos casos presentaron depósitos de calcio (figura 30B y 30C). Así mismo se continuaron detectando algunas larvas alrededor de las cuales no había aparentemente respuesta inflamatoria ni produjo degeneración (figura 29D). Algunos ·vasos sanguíneos presentaron manguitos perivasculares (figura 29B). 93 DÍAS P.I. S.C.P.A. HEMORRAGIAS ADHERENCIAS CONGESTIÓN MENINGEAS 1 5 o o o 3 5 o o o 5 4 1 o o 10 5 o o o 20 o 5 1 5 30 o 5 o 5 40 2 3 1 3 60 o 5 3 3 Cuadro 23.- Lesiones macroscópicas en cerebro de jerbos inoculados intragástricamente con 1000 huevos larvados de T. canis. Cada uno de los días p.i. se sacrificaron 5 animales. S.C.P.A.= sin cambios patológicos aparentes. 94 DÍAS P.I. S.C.P.A. AUMENTO DE TAMAÑO ------·-- ------· ------·-- __ ,. - - -- 1 5 o 3 5 o 5 o 5 10 2 3 20 4 1 30 5 o 40 5 o 60 5 o Cuadro 24.- Lesiones macroscópicas en bazo de jerbos inoculados intragástricamente con 1000 huevos larvados de T. canis. Cada uno de los días p.i. se sacrificaron 5 animales. S.C.P.A.= sin cambios patológicos aparentes 95 Fig. 26A.- Cerebro de un jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i .. Se observa congestión y hemorragias sobre la superficie del cerebro y en meninges. Fig. 26B.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 1 O días p.i., tellidos con H-E 1 OX. En la parte inferior se observa una zona hemorrágica sin larvas. En la parte superior se observa una larva aparentemente intacta sin ningún tipo de respuesta inflamatoria. Fig. 26C.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 1 O días p.i., tellidos con H-E 1 OX. Se observa una larva sin ningun tipo de respuesta inflamatoria. Fig. 26 D.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 1 O días p.i., tellidos con H-E 1 OX. Acercamiento de una larva sin ningún tipo de respuesta inflamatoria. Fig. 27 A.- Corte histológico de cerebelo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 20 días p.i., tellidos con H-E 1 OX. Larva en la capa molecular, no se observa respuesta inflamatoria. Fig. 27C.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., tellidos con H-E lOX. Acercamiento de la microfotografia anterior, nótese que la larva esta aparentemente intacta y sin respuesta inflamatoria. Fig. 27D.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., tellidos con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografia presentada en la fig. 27C, la larva esta aparentemente intacta y no hay respuesta sobre ella. El vaso sanguíneo cercano presenta infiltrado de mononucleares, neutrófilos y eosinófilos. Fig. 28A.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., tellidos con H-E lOX. Se observa un infiltrado junto al acueducto de silvio, en el centro de la lesión se observa una larva aparentemente intacta. Fig. 28B.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., tellidos con H-E 40X. Se observa una larva en el espacio de Virchow-Robin y un ligero infiltrado de monocitos. 96 Fig. 28C.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñidos con H-E 40X. Se observa una larva en el espacio de Virchow-Robin y un ligero infiltrado de monocitos, neutrófilos y eosinófilos. Fig. 28D.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñidos con H-E 1 OX. Se observa una larva en el conducto de Silvio, no existe ningún tipo de respuesta inflamatoria con desprendimiento del epitelio coroideo. Fig. 29A.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñidos con H-E IOX. Se observa en la parte superior un vaso sanguíneo con infiltrado perivascular. En la parte media hay una zona de degeneración con gliosis e infiltrado con eosinófilos. Fig. 29B.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñidos con H-E 40X. Se observa el "manguito perivascular" alrededor del vaso sanguíneo, constituido por mononucleares. Fig. 29C.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñidos con H-E 40X. Se observa una larva en la substancia blanca junto a la capa granulosa, sin ningún tipo de respuesta inflamatoria o degenerativa cerca. Fig. 29D.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñidos con H-E IOX. Se observa infiltrado perivascular formado por eosinófilos y mononucleares. Fig. 30A.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñidos con H-E 1 OX. Se observan zonas con degeneración, vacuolas y vasos con manguito perivacular. Fig. 30B.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñidos con H-E IOX. Se observan dos larvas en una zona con necrosis licuefactiva y vacuolización. Fig. 30C.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñidos con H-E 40X. La microfotografía muestra una larva en una zona con degeración y depósitos de calcio. Fig. 30D.- Corte histológico de cerebro de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñidos con H-E 1 OX. En la parte superior derecha se observa una larva sin respuesta inflamatoria, se aprecian larvas en degeneración con vacuolización y vasos con "manguito peri vascular". 97 98 26 ~ . . -· ~ . ~--ii'll • .,,--, , l'.4'.• ,,,, . -. f. , T/ \ .. t L' \ ~-- . . ' A ' , ~ • .. '2.7A A :·.... -" ". _/"~:\::_~~'. /~~ ~/. i : ,lt;:;¡? : , , t~·'!·····"'*·~ ) ";i)>i· . . . . •. 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El día 20 las larvas se observaron rodeadas de neutrófilos, macrófagos y pocos eosinófilos dentro del espacio de fibra muscular (larva 31 B). Los días 30 y 40 un gran número de lesiones tienden a la cronicidad y se encontraron fibrocitos rodeando las larvas (figura 31 C). En algunos casos se presentaron infiltrados agudos de neutrófilos y eosinófilos con o sin larvas (32A). Así mismo se detectaron algunos granulomas en el tejido conectivo de los músculos (figuras 32B y 32C). El músculo esquelético de los jerbos sacrificados el día 60 presentó lesiones crónicas caracterizadas por larvas "aparentemente vivas" rodeadas de fibrocitos en el tejido conectivo de los músculos (figura 31 D) En músculo cardiaco de los jerbos sacrificados los días 1 y 3 no se presentaron microscópicamente cambios patológicos aparentes. Entre los días 5 y 1 O se detectaron larvas sin respuesta inflamatoria (figura 32D). Entre los días 20 y 30 se presentaron zonas con infiltrados de neutrófilos y eosinófilos (figura 33A), pero se observaron muy pocas larvas. El día 40 las lesiones presentaron neutrófilos y macrófagos rodeados de fibrocitos (figura 33B). El día 60 se presentaron zonas con inflamación crónica caracterizada por una respuesta proliferativa de fibrocitos, algunas de estas lesiones presentaron larvas o neutrófilos en el centro (figura 33C), y en tejido conectivo se observó gran cantidad de fibrina y macrófagos con hemosiderina dentro (figura 33D). 103 Cambios patológicos observados en testículos de jerbos inoculados experimentalmente con 1000 hlTc. En los cortes de testículos no se observaron formas larvarias, aunque del día 30 al 60 p.í. se presentaron túbulos seminiferos con alteraciones en el epitelio germinal de diferentes magnitud, desde casos con evidente ausencia de la mayor parte de las células hasta casos con cambios sutiles en la onda espermática. Fig. 31 A.- Corte histológico de tejido muscular estriado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 1 O días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una larva dentro de una fibra muscular sin ningún tipo de reacción inflamatoria. Fig. 31B.- Corte histológico de tejido muscular estriado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 20 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una larva aparentemente intacta, la cual esta rodeada de neutrófilos y macrófagos. Fig. 31 C.- Corte histológico de tejido muscular estriado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E 40X. Se observa una larva rodeada por macrófagos y fibroblastos. Fig. 31D.- Corte histológico de tejido muscular estriado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñidos con H-E 40X. La microfotografia muestra una larva aparentemente intácta y rodeada por macrófagos, fibrocitos y colagemi. Fig. 32A.- Corte histológico de tejido muscular estriado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 40 dfas p.i., teñido con H-E 40X. Esta microfotografía muestra un granuloma con macrófagos, fibroblastos y eosinófilos. 104 Fig. 32B.- Corte histológico de tejido muscular estriado de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los 40 días p.i., teflido con H-E 1 OX. Se observa una larva dentro de un granuloma en tejido conjuntivo que rodea las fibras musculares (perimisio ). Fig. 32C.- Corte histológico de tejido muscular estriado de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificados a los 40 días p.í., teflido con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografia anterior, la larva se observa rodeada de células mononucleares, macrófagos y fibroblastos. Fig. 32D.- Corte histológico de tejido muscular cardiaco de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificados a los l O días p.í., teflido con H-E I OX. Se observa una larva en el centro de la microfotografia, no hay ningún tipo de respuesta inflamatoria. Fig. 33A.- Corte histológico de tejido muscular cardiaco de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 20 días p.í., teflido con H-E IOX. En la parte central de esta microfotografia se observa una zona con infiltrado de neutrófilos y eosinófilos. Fig. 33B.- Corte histológico de tejido muscular cardiaco de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 10 días p.i., teflido con H-E 40X. En la parte central se observa un infiltrado formado por neutrófilos y eosinófilos rodeados por fibrocitos. Fig. 33C.- Corte histológico de tejido muscular cardiaco de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 60 días p.í., teflido con H-E lOX. Se observa un granuloma con neutrófilos rodeados por fibrocitos y fibrina. Fig. 33D.- Corte histológico de tejido muscular cardiaco de jerbo inoculado con 1000 h!Tc sacrificado a los 60 días p.í., teflido con H-E 40X. Se observa tejido conectivo y macrófagos con hemosiderina. 105 106 107 108 Cambios patológicos observados en ojos de jerbos inoculados experimentalmente con 1000 blTc. Los jerbos sacrificados entre el día 1 y 20 p.i. no presentaron ninguna alteración en parpados, sin embargo 10 de los 15 jerbos sacrificados entre el día 30 y 60 p.i. presentaron edema palpebral en el momento del sacrificio. Una vez enucleados los ojos ninguno de los animales sacrificados presentó macroscópicamente cambios patológicos aparentes. Microscópicamente no se presentaron alteraciones en los ojos de los jerbos sacrificados entre el día I y 5 p.i.. En dos de los jerbos cuyos ojos se analizaron el día I O y 3 de los analizados el día 20 se observaron larvas en coroides sin ningún tipo de reacción inflamatoria (figura 34A y 34B), 2 ojos de los jerbos analizados el día 1 O p.i. y en uno de los analizados el día 20 se observó larvas con hemorragias en procesos ciliares (figura 34C). El día 30 p.i. 2 ojos presentaron larvas e infiltrado de neutrófilos en procesos ciliares (figura 34D), 2 presentaron larvas con hemorragias en la base de los procesos ciliares (figuras 34D y 35C), 2 presentaron una larva con hemorragia y edema en la capa pigmentada de la retina (Figura 35A,35B y 36B), un ojo presentó una larva en la capa limitante interna de la retina (figura 36A) y 2 presentaron larvas con edema entre la capa pigmentada y granulosa de la retina (figura 36C y 36D). Entre los jerbos sacrificados el día 20 y 60 p.i., se encontraron 5 con larvas sin respuesta inflamatoria en grasa anexa a los ojos (figura 35D). El día 40 p.i. se observaron 2 ojos con larvas en zonas de retina destruidas y ligero infiltrado de neutrófilos y linfocitos (figura 37a y 37d), en uno se detectó una larva en capa granulosa externa de la retina (figura 37c), 2 ojos presentaron infiltrados de linfocitos en retina y humor acuoso sin presencia de larvas (figura 37b), un ojo presentó una larva con hemorragia y un granuloma cercano en formación en los procesos ciliares (figura 38a). El día 60 p.i. 2 ojos presentaron una lesión granulomatosa en retina con infiltrado de linfocitos y monocitos además de una zona central con necrosis (figuras 39a y 39b ), en otro ojo se observo una lesión granulomatosa en procesos ciliares con infiltrado de linfocitos y monocitos, en la parte lateral de la lesión se detectó tejido linfoide y en la parte central una zona de necrosis (figuras 38b, 38c y 38d). 3 ojos presentaron zonas con fuerte 109 hemorragia e infiltrado de linfocitos y monocitos en retina y humor acuoso (figuras 39c y 39d). Fig. 34A.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 1 O días p.i., teñido con H-E 1 OX. La microfotografia muestra una larva en un vaso sanguíneo de coroides sin ningún tipo de respuesta inflamatoria. , Fig. 34B.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los I O días p.i., teñido con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografia anterior, nótese que no existe respuesta inflamatoria. Fig. 34C.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 20 días p.i., teñido con H-E I OX. Se observa una larva con una ligera hemorragia entre los procesos ciliares. Fig. 34D.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E I OX. Esta microfotografia muestra dos larvas, la primera en la base de los procesos ciliares ( extremo inferior derecho). La segunda esta entre los procesos ciliares, nótese la hemorragia y el ligero infiltrado de neutrófilos. Fig. 35A.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E IOX. La microfotografia presenta una larva en la capa pigmentada de la retina, se observa hemorragia y edema. Fig. 35B.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografia anterior. Fig. 35C.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E I OX. La microfotografia presenta una larva en la base de los procesos ciliares, se observa destrucción de tejido y hemorragia. Fig. 35D.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E IOX. Se observa una larva sin respuesta inflamatoria en el tejido adiposo pardo periocular. 110 Fig. 36A.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E IOX. La microfotografía muestra una larva en la capa limitante interna de la retina, se observa edema y ligero infiltrado de neutrófilos. Fig. 36B.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E IOX. Se observa una larva entre la capa pigmentada de la retina, hay edema entre la capa pigmentada y la capa granular de la retina. Fig. 36C.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E IOX. Se observa una larva entre la capa pigmentada y la capa granulosa de la retina, no hay respuesta inflamatoria cerca. Fig. 36D.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 30 días p.i., teñido con H-E IOX. Acercamiento de la microfotografía anterior. Fig. 37a.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E IOX. La microfotografía muestra una larva en una zona donde las capas de la retina están destruidas, se observa infiltrado de neutrófilos y linfocitos. Fig. 37b.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E IOX. La microfotografia muestra una zona donde se ha perdido la estructura clásica de la retina, hay edema entre la pigmentada y la granulosa. Se observa tejido destruido en la capa interna de retina, hay infiltrado de linfocitos en humor acuoso. Fig. 37c.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E IOX. La microfotografía muestra una larva en la capa granulosa externa de la retina. Se observa una fuerte hemorragia entre la capa interna de la retina y humor acuoso, se observa edema entre la capa granulosa y pigmentada de la retina. Fig. 37d.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 h!Tc y sacrificado a los 40 días p.i., teilido con H-E 1 OX. La microfotografía muestra una larva en el tejido destruido de la retina. 111 Fig. 38a.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 40 días p.i., teñido con H-E 1 OX. Se observa una larva con hemorragia entre los procesos ciliares e infiltrado de neutrófilos y linfocitos. Fig. 38b.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E IOX. La microfotografía muestra un tejido aparentemente linfocitario junto a la base de los procesos ciliares, en la parte central hay una zona de necrosis y en la parte superior hay tejido que morfológicamente asemeja tejido linfoide. Se observa atrofia de los procesos ciliares. Fig. 38c.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografía anterior donde se muestra la zona de necrosis central. Fig. 38d.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E IOX. Acercamiento de la microfotografía 38a donde se observa el tejido de la lesión granulomatosa que morfológicamente es parecido a tejido linfoide. Fig. 39a.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E IOX. En la microfotografia se muestra una zona de hemorragia y degeneración en retina con infiltrado de linfocitos y monocitos y una zona central de necrosis. Se observa una fuerte hemorragia en la parte interna de la retina. No se detectaron larvas en esta área. Fig. 39b.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E 40X. Acercamiento de la microfotografía anterior en la zona central de la necrosis. Fig. 39c.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E 1 OX. La microfotografía muestra un abundante infiltrado de linfocitos y monocitos en la capa interna de retina y en humor acuoso, donde también se presenta hemorragia. Fig. 39d.- Corte histológico de ojo de jerbo inoculado con 1000 hlTc y sacrificado a los 60 días p.i., teñido con H-E 4X. La microfotografía muestra un panorama general de un globo acular con una fuerte hemorragia interna y desorganización de la retina. 112 34B ' . ,<§'-- ,/ ..... ;.;t., _.,. ~ ~ ~. ,,.,-· ".,.: j, ... ioit· ~-:·· - .. !1?,*"'"~~·,.• .• ~1·:;,a~~~~il,:~~ . . •. l,• . ?\• ;í<..., . ~#' .. . . ' ...:d1 -- . · ~-~ 'q .· ( ' . ~ ". • a L 113 • • . '-;;:j¡ t'!!á .... , . ·:•'~ ., , 'h ;',t "' .... ·,-~ ~.\·/'1'111 / 'f. '..J , .. . • . , ~ ' , ~t'.;c;,U . .. d"C: __.. u .,., ' l\, • .-, • .. -·~~: J"', ' , < ' ;_ ~- : 114 ~ :. 36B i 115 116 > e c o > , a E N > T a pra > 1 e ao T S ES AS a : 3 : E EA Pa E i P E A e A 0 q L e ¿ A I e AN 117 . ,· '- .. *l •. ~ . . .. ' . , ' >, ·, -as ,n .: .. .J.. • f" l • ::-"'~ ♦ • ' ' .. .. . ~.. "' ¡ . ~~ . ., :, ' . • f • ·.,. t .... ,·,_.- " .. :.~~ ~~ ,. ~, -~ . ,/· . . '• .. ~J--..,1í, . • ,f / {, -" ¡é _J., , .. ,~~:;-..... . - - .. " # ., - ' ., < ~, .1~~ ¡; -~·: t '1 .,;,: i:: ., . ,•\ ' ,.;.i ' • rt, ~ .,. y,.~· • ' .... ...... ,._:.1t:i.~ 118 Efecto de la infección experimental con larvas de T. canis en jerbos sobre la ganancia de peso en el momento del sacrificio. El registro del peso de los animales que se realizó a diferentes periodos de tiempo después de la infección de los animales con hlTc y en el momento del sacrificio de los mismos. Los datos de estas detenninaciones se presentan en el cuadro 25 y figura 40. En estos se observa que la ganancia de peso en los animales del grupo testigo (93g) es mayor (p< .. u "' 500 a. -o "O .. "O 400 ·;; e " e 300 200 100 o C-1 51J9Ag C-1101J9 Ag C-1201J9 Ag C-2 51J9 Ag C-2101'9 Ag C-220 ll9 Ag ■ d.1:500 ■ d.1:100 □ d.1:50 l!lld.1:20 C-3101'9 Ag Figura 41.- Titulación de sueros de conejo antigammaglobulinas de jerbo. Se compararon por ELISA las densidades ópticas de diferentes diluciones de los suero de dos conejos inmunizados con gammaglobulinas de jerbo (C-1 y C-2) y un Conejo no inmunizado (C-3). Se pegaron a las placas de ELISA 3 difrentes cantidades de gammaglobulinas de jerbo y la reacción se revelo con un conjugado antigammaglobulinas de conejo marcado con fosfatasa alcalina. Cada columna representa la media de seis repeticiones. 125 DIAS p.i. d. 1:500 d. 1:1000 d. 1:2000 NEG.1:500 5 0.013 +/- 0.009 0.043 +/- 0.016 0.019 +/- 0.009 0.029 + 0.002 10 0.314 +/- 0.071 0.229 +{- 0.030 0.184 +/- 0.027 0.062 +/- 0.017 20 0.873 +/- 0.112 0.784 +{- 0.087 0.528 +/- 0.073 0.034 +/- 0.013 30 0.976 +{- 0.191 0.863 +{- 0.119 0.625 +/- 0.101 0.026 +/- 0.004 40 1.096 +/- 0.170 0.906 +{- 0.208 o. 732 +{- 0.322 0.038 +/- 0.014 60 1.013 +/- 0.128 0.943 +{- 0.102 0.730 +/- 0.226 0.042 +/- 0.026 130 1.213 +/- 0.088 0.895 +{- 0.11 O 0.699 +/- 0.111 0.038 +/- 0.019 Cuadro 27.- Valores de D.O. detectada por ELISA empleando antígenos de secreciones y excreciones de larvas de T. canis y sueros de jerbos infectados con el parásito. El ensayo de ELISA se llevó a cabo deacuerdo a lo descrito en material y métodos. En estos se usaron siete grupos de 5 jerbos cada uno, inoculados con 1000 huevos larvados de T. canis y sacrificados a diferentes períodos p.i., en la columna 2, 3 y 4 se presentan los resultados de usar diferentes diluciones de los sueros. En la columna 5 se presentan los resultados de sueros de 7 grupos de 5 jerbos no inoculados y sacrificados a mismo tiempo que los grupos inoculados. Cada suero se probo por triplicado. 126 1400 .,.. 1200 C) C) ~ 1000 <( o 800 ¡:: o. , o 600 o , c3 400 iñ z w o 200 o J 5 10 ____ ..... - - . ... -- - -- ... - - - 20 30 40 60 DÍAS POST-INOCULACIÓN . . . 130 [. - --- d." 1:500 ! • • • d. 1:1000 ,.__d. 1:2000 --NEG.1:500 Figura 42.- Cinética de la producción de anticuerpos circulantes detectados por ELISA contra antígenos de secreciones y excreciones de larvas de T. canis en jerbos inoculados experimentalmente con el parásito. El ensayo de ELISA se llevó a cabo de acuerdo a lo descrito en material y métodos se usaron siete grupos de 5 jerbos cada uno, inoculados con 1000 huevos larvados de T. canis y sacrificados a diferentes períodos p.i., en la curvas 1, 2 y 3 se presentan los resultados de usar diferentes diluciones de los sueros. En la curva 4 se presentan los resultados de sueros de 7 grupos de 5 jerbos no inoculados y sacrificados a mismo tiempo que los grupos inoculados. Cada suero se probo por triplicado. 127 d. 1 :20 d.50 neg. 1 :20 5 0.024 +/- 0.007 0.028 +/- 0.006 0.037 +/- 0.007 10 0.032 +/- 0.011 0.034 +/- 0.009 0.039 +/- 0.005 20 0.046 +/- 0.012 0.035 +/- 0.015 0.029 +/- 0.014 30 0.136 +/- 0.028 0.104 +/- 0.017 0.036 +/- 0.016 40 0.152 +/- 0.034 0.129 +/- 0.023 0.021 +/- 0.007 60 0.219 +/- 0.032 0.185 +/- 0.019 0.027 +/- 0.009 130 0.207 +/- 0.029 0.176 +/- 0.025 0.036 +/- 0.013 Cuadro 28.- Valores de D.O. detectada por ELISA empleando antígenos de secreciones y excreciones de larvas de T. canis en liquido intraocular de jerbos infectados con el parásito. El ensayo de ELISA se llevó a cabo de acuerdo a lo descrito en material y métodos. En estos se usaron siete grupos de 5 jerbos cada uno, inoculados con 1000 huevos larvados de T. canis y sacrificados a diferentes períodos p.i., en la columna 2 y 3 se presentan los resultados de usar diferentes diluciones de liquido intraocular. En la columna 4 se presentan los resultados de 7 grupos de 5 jerbos no inoculados y sacrificados a mismo tiempo que los grupos inoculados. Cada suero se probo por triplicado. 128 250-r-------------------------------------, ! 2001 --+--d.1:20 ··e· ·d. 50 / .•............. >< ~ 150 t neg. 1:20 .. /" ■· . , ·O O 1001 / •• e:( o ¡¡; z w 50 o f, .. -~~-,,,,, ··• ···-·-~ •.·,,, -•· o 5 10 20 30 40 60 130 DÍAS POST-INOCULACIÓN Figura 43.- Cinética de la producción de anticuerpos oculares detectados en ELISA contra antígenos de secreciones y excreciones de larvas de T. canis en jerbos. En los ensayos de ELISA para determinar Anticuerpos en liquido intraocular se llevó a cabo deacuerdo a lo descrito en material y métodos. En estos se uso liquido intraocular de siete grupos de 5 jerbos cada uno, inoculados con 1000 huevos larvados de T. canis y sacrificados a diferentes períodos p.i., en la curvas 1 y 2 se presentan los resultados de usar diferentes diluciones. En la curva 3 se presentan los resultados de sueros de 7 grupos de 5 jerbos no inoculados y sacrificados a mismo tiempo que los grupos inoculados. Cada suero se probo por triplicado. 129 , DISCUSION Algunas de las primeras preguntas a resolver cuando se propone el uso de un nuevo modelo experimental en infecciones por helmintos son: cuál es la dosis de infección, donde está el parásito y cómo llega a este lugar. Por lo anterior, las primeras preguntas que se intentaron resolver en este trabajo fueron: cuál es el efecto de la inoculación de diferentes dosis infectantes de T. canis en los jerbos, por donde migran las larvas de T. canis y cuales son lugares donde se localizan y acumulan estas larvas. Las digestiones con jugo gástrico artificial han sido utilizadas desde hace tiempo por diferentes autores para determinar donde se encuentran larvas de T. canis en hospederos paraténicos (Oshima, 1961; Kayes & Oaks, 1976; Abo-Shehada et al., 1984). Estos autores han demostrado que la utilización de las digestiones artificiales y conteo posterior de larvas, es una forma adecuada de evaluar cuantas larvas se encuentran en un determinado órgano en un momento dado. Nuestro grupo ha demostrado con anterioridad que los jerbos pueden actuar como hospederos paraténicos de T. canis. En esos trabajos iniciales no se realizaron estudios longitudinales de migración o la evaluación del efecto de diferentes dosis de inóculo en la infección de estos animales (Alba y col, 1994; Flores-Alatorre, 1993). En el trabajo realizado en esta tesis se escogieron las dosis de inóculo de acuerdo a las utilizadas para otros hospederos paraténicos y buscando una dosis baja, una medía y otra alta del mismo. En estudios reportados por Havasiová-Reiterová y cols. en 1995 demostraron que la inoculación de 5 huevos larvados de T. canis induce la producción de anticuerpos específicos en ratones, pero varios autores han mostrado que la dosis mínima adecuada para observar la migración de larvas en ratones es de 200 hlTc ( Lee, 1960; Kayes & Oaks, 1976), por lo que fue la dosis más pequeña utilizada en este estudio. Lee (! 960) informó que la dosis letal 50 % para ratones es de 2000 hlTc (aproximadamente 100 por g de peso vivo), por lo que se decidió utilizar la mitad como dosis media en este trabajo, esta dosis es utilizada por otros investigadores para inducir infecciones severas en ratones (Bardon et al., 1995; Keyes & Oaks, 1976; Zyngier & Brockbank, 1974). Al ser los jerbos animales de mayor tamaño (70-80 g al inicio del trabajo), se decidió utilizar una dosis de 5000 hlTc que 130 es mayor a la dosis letal 50 % de ratones y poder evaluar de esta manera como migran las larvas en una infestación masiva. Se recuperaron larvas en diferentes órganos de todos los animales inoculados, independientemente de la dosis utilizada. La cantidad de larvas recuperadas estuvo en relación directa con el número de larvas inoculadas, a mayor cantidad de larvas inoculadas mayor fue el número de larvas recuperadas en los diferentes órganos. El porcentaje máximo de larvas recuperadas en relación al número de h!Tc inoculados, varió de acuerdo a la dosis de inoculación, para los animales del grupo inoculado con 200 h!Tc fue del 42% el día 5 p.i., para los del grupo inoculado con 1000 h!Tc fue del 74 % el día 40 p.i. y del 58% el día 30 p.i. para el grupo inoculado con 5000 h!Tc (Cuadros 4, 6 y 8). Los porcentajes de recuperación de larvas en los jerbos son mayores que los reportados en ratones por otros autores que varia del 20 al 42 % (Abo-Shehada & Herbert, 1984; Bardón et al., 1995; Havasiová-Reiterová et al., 1995; Kayes & Oaks, 1976; Oshima, 1960). Los jerbos de entre 80 y 100 g de peso comen aproximadamente la mitad de alimento que los ratones de 20-30 g. de peso ( observación personal), lo cual sugiere que los jerbos tienen movimientos intestinales más lentos que los ratones, lo que probablemente hace que los huevos permanezcan más tiempo en el intestino y un mayor número de huevos eclosionen y puedan atravezar la pared intestinal. El proceso de recuperación de las larvas es grosero y algunas larvas se pueden perder en el proceso y ser otra razón por la que el número de larvas recuperadas es menor al número inoculado. La migración larvaria empieza en la pared intestinal, en este lugar se recuperó el mayor número de larvas entre las 12 y 24 horas p.i. en todos los grupos, no se recuperaron larvas ni se encontraron alteraciones patológicas en esófago o estómago, por lo que se deduce que las larvas penetran a través del intestino. No existe una parte del intestino por la que específicamente atraviesen estas larvas, puesto que se encontraron lesiones hemorrágicas en varias partes del intestino y los estudios u observaciones histopatológicas mostraron larvas en serosa tanto de intestino delgado como de intestino grueso. La cantidad de larvas en el intestino disminuyó al tercer día y no se encontraron larvas del día 5 en adelante. Las lesiones microscópicas en intestino solo se presentaron del día 1 al 5. Estas se caracterizaron por la presencia de larvas en las túnicas muscular y serosa con fuerte 131 reacción inflamatoria caracterizada por infiltrado de neutrófilos, linfocitos y eosinófilos. Sin embargo, pese a esta fuerte reacción celular como se muestra en la figura 13d , las larvas aparentemente estaban sin ningún daño. Es probable que no todas las larvas detengan o sean atrapadas momentáneamente en su migración y provoquen dicha reacción, puesto que se detectaron algunas larvas en pulmones o hígado incluso a las 12 horas p.i .. En todos los grupos, el número total de larvas recuperadas el día 1 p.i. es menor en comparación con los otros muestreos, esto probablemente se deba a que las larvas están migrando de intestino a otros lugares por la sangre. Los animales en el momento del sacrificio se les extrajo toda la sangre posible para las pruebas de biometría hemática y quizá esta sangre llevaba las larvas que no se recuperaron en los tejidos digeridos. Entre los días 3 y 5 p.i. conforme desaparecían las larvas en intestino, aumentaba la cantidad de larvas recuperadas en pulmones e hígado los que indica que las larvas migraron preferentemente a estos lugares. Si embargo, la mayor tasa de dispersión de las larvas en los órganos se encontró el día 5 p.i. en donde se detectaron larvas en la mayoría de los órganos muestreados como si algunas larvas estuvieran buscando el lugar adecuado para sobrevivir. Del día 10 al 60 ocurre una redistribución de larvas en el organismo, la tendencia de las larvas es a migrar a cerebro y carcaza en los jerbos inoculados o ser gradualmente atrapados en estos órganos. Con el objeto de analizar la preferencia que tenían las larvas para migrar a un órgano determinado se evaluó la concentración de larvas por gramo de órgano. Para esto, en el momento del sacrificio se pesaron todos los órganos, posteriormente se dividió la cantidad de larvas entre el número de gramos y de esta manera se obtuvo la concentración de larvas en un órgano determinado. De esta manera se observó la preferencia de migración de las larvas en los tres grupos hacia el hígado, riñones y pulmones entre el día 1 y 1 O p.i., posteriormente entre el día 20 y 60 p.i. existe una mayor tendencia de las larvas por cerebro que por cualquier otro órgano. Aunque la cantidad de larvas es mayor en la carcaza, su concentración de larvas es mucho menor que en cerebro, incluso la concentración de larvas en la carcaza es menor que la concentración de larvas en corazón y riñones. La tendencia a acumular larvas en cerebro también ha sido observada en otros modelos experimentales como los ratones (Dunsmore et al., 1983 ). Probablemente esta acumulación es un 132 mecanismo por medio del cual las larvas evaden la respuesta del huésped, puesto que en cerebro es muy dificil que se monte una respuesta inflamatoria aguda. La cantidad y concentración de larvas en los diferentes tejidos tiende a ser estable entre los días 20 y 60 p.i.(cuadros 5, 7 y 9). La mayoria de las larvas en estos días detienen su migración, sin embargo, algunas permanecen en constante movimiento, esto se demuestra por la presencia de lesiones agudas los días 40 y 60 p.i. en hígado, pulmones y riiíones (Fig. I Sd). A la fecha no se han descrito estructuras especializadas en las larvas que Je permitan atravesar en forma mecánica la pared intestinal, por lo que se ha propuesto que algunas enzimas proteolíticas producidas por larvas de T. canis que tienen actividad in vitro sobre membranas y matrices extracelulares, podrian in vivo ser un importante mecanismo, no sólo para atravesar pared intestinal sino también para facilitar la migración de estas larvas por tejidos de otros órganos (Robertson et al., 1989). La migración de las larvas de T. canis a los diferentes órganos de los jerbos inoculados se realiza de varias maneras. La primera de estas formas puede ser por vía sanguínea, puesto se encontraron larvas en la luz de vasos sanguíneos (fig. 22B) y en capilares de la coroides (fig. 43A y 43B), además, algunas larvas tardan sólo 12 horas de llegar desde el intestino hasta pulmón e hígado ( cuadro 6), esta forma tan rápida de migrar sólo puede ocurrir si viajan por sangre o sistema linfático, la presencia de larvas en corazón los día 3 y 5 p.i. también sugiere esta vía. Una segunda vía de migración puede ser por pared de vasos sanguíneos, varios hallazgos histopatológicos como la continua presencia de lesiones alrededor de vasos sanguíneos (fig. 19D, 20A, 21B y 29 D) y la presencia de larvas en el espacio de Virchow-Robin (fig. 28B) apoyan esta afirmación. La tercera forma de migración, puede ser por continuidad anatómica de un órganos a otro, los hallazgos histopatológicos que sugieren esta vía son: lesiones con infiltrado celular en forma de cordón que parecen ir de un vaso sanguíneo a la superficie del órgano (25A y 25C), en esta se observan depresiones y tejido de cicatrización (1 SC, 21 A, 21 C y 25C). La presencia de pequeiíos abscesos con larvas dentro, en peritoneo o sobre la superficie de hígado, riiíones y pulmón, solo se puede explicar por la migración de larvas a través del tejido y migración por continuidad anatómica. 133 La evolución de las lesiones en hígado, pulmones y riñones guarda muchas similitudes, los primeros días p.i. (!, 3 y 5 días) son lesiones de tipo agudo con larvas e infiltrado de neutrófilos y eosinófilos. Posteriormente, empieza a disminuir las larvas en los órganos y las lesiones tienden a la cronicidad con infiltrados de linfocitos, macrófagos y presencia de fibrocitos y colágena. Se observaron algunas lesiones de tipo agudo ( con infiltrado de neutrófilos y eosinófilos) entre los día 30 y 60 p.i., probablemente se deben a la migración de algunas larvas por estos lugares hasta el final del experimento. La mayoría de las lesiones de tipo crónico observadas en hígado, pulmones y riñones, presentaron, independientemente de que hubiera una larva o no dentro de la lesión, la presencia de algunos neutrófilos, eosinófilos y macrófagos en el centro y rodeando a éstos, una capa de fibrocitos y colágena (Fig. 15D, 20D, 24B y 24C). Probablemente las larvas de T. canis dejan algunos antígenos en este lugar y éstos estimulan la permanencia de células de inflamación aguda en una lesión crónica, se han observado este tipo de lesiones cuando hay un irritante potente o un antígeno resistente a la degradación (Robbins, 1975). Sólo se presentaron lesiones o larvas en corteza renal y nunca en médula renal, quizás como consecuencia del mecanismo de entrada de las larvas o de distribución vascular del riñón. La distribución de estas lesiones en riñón, probablemente se deban a que una de las vías de migración de larvas de T. canis en los jerbos es la sanguínea, y como la irrigación sanguínea principalmente llega por medula renal esto podría explicar esta distribución. Otras explicaciones podrían ser que las condiciones del tejido medular no son favorables a las larvas, ya que entre otras cosas a nivel medular hay más concentración de sodio a nivel cortical (Cogan, 1993). La acumulación de larvas en el cerebro, como ya se mencionó antes probablemente es una forma en que las larvas evaden la respuesta inmune de su hospedero, puesto que la inflamación aguda rara vez se presenta en este lugar. La respuesta que se monta contra las larvas de T. canis en los jerbos, entre los días 10 y 20 p.i. es ligera, pero aumenta de intensidad entre los días 30 y 60 p.i. sobre todo alrededor de los vasos sanguíneos (figuras 27C y 27D). El día 40 p.i. presentaron pequeñas zonas de degeneración (figura 29A) y algunas larvas sin ningún tipo de respuesta alrededor. El día 60 p.i. se observaron larvas en zonas de degeneración con depósitos de calcio (figura 30C), algunos otros no presentaron 134 los depósitos de calcio (figura 30B) y algunas larvas que aparentemente no tenían ni respuesta inflamatoria ni producían degeneración (figura 29D). La aparición de zonas de degeneración en cerebro a partir del día 40 correlacionó con la aparición de manifestaciones nerviosas en los jerbos, principalmente incoordinación. Los reportes de larvas en cerebros humanos son múltiples, se ha discutido por varios autores el daño producido por larvas de T. canis en el sistema nervioso central de humanos, mientras algunos han reportado diferentes problemas como: encefalitis, encefalopatias, ataxia y disturbios neurológicos (Hill, 1985; Moore, 1962; Schochet, 1967; Sommer et al., 1994; Lowichik & Ruff, 1995) otros no han encontrado ningún tipo de relación entre infección y patología nerviosa (Magnaval et al., 1997). Además, se ha asociado la seropositividad a T. canis al bajo desarrollo de la inteligencia en nifios ( Nelson et al., 1996) y a una menor calificación en pruebas de funcionamiento motor y cognoscitivo al de niños seronegativos (Shofer et al, l 985). En las digestiones artificiales de los ojos de los jerbos sacrificados a partir del día 5 p.1. se detectaron pequefias cantidades de larvas. Las larvas de T. canis llegaron al ojo de los jerbos presumiblemente por vía sanguínea, puesto que se detectaron larvas en vasos coroidales el día I O p.i .. Las lesiones observadas en ojos de los jerbos inoculados fueron parecidas a las lesiones reportadas en humanos con larva migrans ocular. Entre las lesiones reportadas en humanos y las observadas en los jerbos se encuentran la tendencia a formar granulomas en retina y en procesos ciliares (fig. 38b y 39b), infiltración de células inflamatorias en humor vitrio (fig. 37b y 39c), hemorragias retinales (fig. 35B y 37c), desprendimiento de retina (36C), destrucción de retina (37d), hemorragias en procesos ciliares (37C y 37D) y retinitis (36B)( Desai et al., 1996; Gass & Braunstein, 1983; Glickman, 1987; Glickman and shoffer, 1987; Margo et al., 1986; Mihara et al., 1993; Schantz et al., 1979; Smith and Greer, 1971; Sorr, 1984; Zygulska et al., 1993). Cuando se analizó la ganancia de peso de los jerbos inoculados con 1000 h!Tc se observó que esta era estadísticamente menor (p<0.05) a partir del día 30 p.i. que la observada en el grupo control. Esta diferencia se mantuvo hasta el día 130 p.i. cuando terminó el experimento. Las razones por las que el grupo inoculado tuvo una menor ganancia de peso, probablemente fueron el efecto de las larvas en el sistema nervioso y en 135 los ojos, puesto que en estos animales empezaron los primeros signos de incoordinación entre los días 30 y 40 p.i .. Entre los días 60 y 130 p.i. los jerbos manifestaron evidentes signos de incoordinación y en algunos ceguera, por lo que se les dificultaba llegar al alimento, lo que disminuyó su consumo y por lo tanto la ganancia de peso. Además, es muy probable que los desordenes metabólicos secundarios producidos por el dafio en órganos como hígado, riñones y pulmones también contribuya a esta disminución de la ganancia de peso. Los jerbos inoculados con h!Tc mostraron cambios hematológicos importantes, la mayoría de los animales presentaron leucocitosis entre los días 5 y 20 p.i .. Se ha reportado que esta leucocitosis también se presenta en humanos con síndrome larva migrans (Glickman et al., 1979; Glickman & Shofer, 1987) y en otros modelos experimentales de toxocariasis (Aljeboori & Ivey, 1970; Glickman & Summers, 1983; Parsons et al., 1989; Tonimura et al., 1976). Se conoce poco sobre la causa de esta leucocitosis, pero probablemente se deba a que antígenos de T. canis inducen leucopoyesis, puesto que se sabe que diferentes antígenos de T. canis tienen actividad mitogénica sobre linfocitos (Wang et al., 1995) o que la aplicación de anticuerpos antiCD4 reduce la leucocitosis y la eosinofilia en ratones (Kusama et al., 1995). Las células CD4+ Th2 producen un panel de citocinas que incluyen principalmente IL-4, IL-5, IL-6, IL-10 e IL-12 (Mosmann & Coffinan, 1989), estas citocinas inducen sobre tejido linfoide proliferación celular lo que probablemente es la causa de la Ieucocitosis, un hecho que apoya esta hipótesis es que se ha demostrado en infecciones por T. canis en ratones un aumento la producción de IL-5 (Y amaguchi et al., 1990), por lo que probablemente aumenta también la producción de las otras interleucinas. Además, es importante mencionar que durante la inflamación aguda el tejido necrótico produce un factor inespecífico que induce la leucocitosis (Sell, 1996), entre los día 3 y I O p.i. hay grandes zonas con inflamación aguda y zonas con necrosis en hígado, pulmones y riñones de los jerbos inoculados (figuras 15A, 18A, 22D y 17D) y esto podría ser otra causa de la leucocitosis. El aumento de tejido linfoide asociado a bronquios (figura 16A) y el aumento de actividad celular, así como del tamaño del bazo (Figura 13c) observado en los jerbos inoculados con hlTc confirman la existencia de la leucopoyesis. 136 La linfocitosis, neutrofilia y monocitosis observada en los jerbos inoculados con hlTc parece deberse a una leucocitosis indiscriminada, puesto que no aumentó la cantidad relativa de linfocitos, neutrófilos o monocitos (porcentaje) dentro de los leucocitos, pero al aumentar la cantidad de leucocitos aumento la cantidad de células que forman este grupo. Así, las causas que provocaron estos aumentos de células, probablemente sean las mismas de la leucocitosis. El conteo de eosinófilos en sangre demostró que en este modelo animal, la inoculación con hlTc produce un aumento en la cantidad relativa de eosinófilos sanguíneos, este aumento no estuvo relacionado a la leucocitosis observada, puesto que se presentó en diferentes periodos p.i .. La curva de eosinófilos en los jerbos presentó un pico el día 5 y otro el día 40 p.i.. Resultados similares a los anteriores han sido reportados en ratones, aunque los picos se presentaron en éstos los días I O y 28 p.i. (Sugane et al., 1982). El origen de esta eosinofilia ha generado gran interés y controversia, se ha demostrado que la eosinofilia producida en ratones infectados experimentalmente con otros helmintos como Ascaris suum, Schistosoma mansoni y Trichinella spiralis es dependiente de linfocitos T (Nielsen et al., 1974; Phillips et al., 1977; Ruitenberg et al., 1977). Sugane et al. en 1982 encontraron que la eosinofilia periférica en ratones BALB/c-nu/+ (nu/+) infectados experimentalmente con larvas de T. canis presenta dos picos en los días 10 y 20 p.i. y que se presenta sólo el primer pico en ratones atímicos BALB/c-nu/nu (nu/nu) infectados, lo anterior sugiere que la eosinofilia producida por T. canis puede ser T-dependiente o T- independiente. Estudios posteriores, demostraron la impottancia que tiene la IL-5 en la aparición de eosinofilia en otras infecciones por helmintos y que la aplicación de anticuerpos anti-IL-5 suprime totalmente esta eosinofilia (Limaye et al., 1990; Coffman et al., 1989). Parsons et al. en 1993 bloquearon totalmente la eosinofilia al tratar con anticuerpos monoclonales anti-IL-5 ratones C57BL/6J infectados con larvas de T. canis, esto no aclaró el asunto, pues la IL-5 es producida por células Th2 que son muy raras en ratones atímicos (Kennedy et al., 1992). Posteriormente se demostró que en pulmón las células T CD4 y CDS negativas (doble negativas) tanto de ratones normales como de ratones atímicos infectados con larvas de T. canis producían IL-5 y que la eosinofilia en los dos modelos se puede suprimir con la aplicación de anticuerpos monoclonales anti-IL-5 137 (Kusama et al., 1995; Takamoto & Sugane, 1993; Takamoto et al., 1995). Además, ratones geneticamente deficientes de IL-5 no desarrollan eosinofilia después de la infección experimental con h!Tc (Takamoto et al., 1997). La leucocitosis se presentó en los tres grupos de jerbos independientemente de la dosis de hlTc inoculados. En contraste, la eosinofilia sólo se presentó en los jerbos inoculados con 1000 y 5000 hlTc. El papel que juegan los leucocitos y en especial los eosinófilos en la defensa de las infecciones por helmintos, ha generado gran controversia, ya que algunos resultados in vilro indican que estas células pueden tener efecto tóxico sobre algunos parásitos, este mismo efecto no se ha podido observar en vivo (Abbas et al., 1993; Mahmoud, 1989). En el caso de T canis, se ha reportado que la incubación "in vitro" de larvas con poblaciones celulares enriquecidas de eosinófilos y suero hiperinmune, provoca la fijación a la cutícula de la larva y la degranulación de los eosinófilos, pero esto no afecta ni la movilidad ni la viabilidad de las larvas (Fattah et al., 1986), resulta interesante señalar que no se ha podido demostrar que esta degranulación sea dependiente de IgE (Jones et al., 1994 ). Por otro lado, se ha demostrado "in vitro" que el mismo efecto se produce cuando se incuban larvas de T canis con neutrófilos (Lombardi et al., 1990). Los cortes histopatológicos en jerbos demostraron que el infiltrado de eosinófilos y neutrófilos en los tejidos no afecta a las larvas (figuras 13d, 18D y 22D), solo se pudo observar una larva dañada el días 20 p.i. (figura 19A) y no se puede afirmar que sea el efecto de los infiltrados celulares a su alrededor, puesto que había larvas aparentemente intactas en otras partes del hígado, riñones y pulmones del mismo animal. Se ha sugerido que los infiltrados celulares modifican las rutas de migración larvaria pues la ruta de migración cambia en ratones que han sufrido una infestación previa (Parsons & Grieve, 1990a, 1990b ). Los resultados hematológicos encontrados en este modelo experimental son similares a los reportados en los ratones pero diferentes a los encontrados en humanos donde la leucocitosis y la eosinofilia persiste por más de un año. Las razones de esta diferencia no se han estudiado, pero podrían ser una interesante línea de investigación en el futuro. 138 Durante algún tiempo se utilizaron antígenos solubles de adultos de T. canis o de la ruptura de huevos larvados para el inmunodiagnóstico de la toxocariasis (Armen et al., 1975; Cypess et al., 1977; Enayat & Pezeshki, 1977; Smith et al., 1982; Viens et al., 1975). En 1975 DeSavigny demostró que larvas 2 de T. canis cultivadas por largos períodos en medios nutritivos libres de suero, producían antígenos de secreciones y excreciones, posteriormente se demostró que estos antígenos tienen una especificidad mayor que los antígenos totales (Badley, et al., 1987; Magnaval et al., 1991; Speiser & Weiss, 1979 ; Sugane & Ohima, 1983). En los Ag-SET obtenidos en este trabajo que se corrieron en geles de SDS- poliacrilamida, se identificaron un total de 7 bandas de manera constante en cada corrimiento. Las bandas determinadas correspondieron a los pesos moleculares de 200, 155, 139, 70, 32, 28 y 24 kDa .. La banda más fuertemente teñida fue la de 32, lo que indica que es la más abundante en el conjunto de los Ag-SET. Algunos autores han reportado que los antígenos más abundantes que ellos detectaron tiene un PM de 32, 70, 120 y 400 kDa. ( Maizels et al., 1984; Meghji & Maizels, 1986; Sugane & Ohima, 1983). Se ha reportado un conjunto de tres bandas que migran múy cerradamente (165, 149 y 95 kDa.) y son reconocidas por un sólo anticuerpo monoclonal, por lo que se han designado como un sólo complejo de 120 kDa (Maizels et al., 1987, Page et al., 1992a; Page et. al, 1992b). Probablemente, las bandas de 155 y 139 kDa. encontradas en este trabajo correspondan al complejo de 120 kDa. ya reportado. En este trabajo no se detectó la banda de 400 kDa que es una banda formada por una pequeña cadena peptídica y una gran cantidad de carbohidratos, esta banda no se tiñe con nitrato de plata. La forma en la que se ha detectado la abundancia de esta banda es marcando con Iodo las proteínas de superficie de larvas en cultivo y después buscando estas proteínas en los Ag-SET (Maizels et al., 1984) o tiñendo los geles con una tinción de ácido periodico de Schiiff(PAS) que es específica para carbohidratos (Meghji & Maizels, 1986). El análisis y la caracterización de los Ag-SET obtenidos en cultivo siempre ha tenido variaciones y discrepancias entre distintos autores en cuanto a su número de componentes y P.M., esto puede deberse en gran parte a detalles diferenciales entre la metodologías empleadas. Sin embargo se han reportado diferencias entre dos lotes de Ag- 139 SET obtenidos y analizados bajo el mismo protocolo en dos laboratorios distintos. La variación de los Ag-SET obtenidos en diferentes lugares no tiene una base biológica definida, aunque aparentemente no afecta la sensibilidad de las pruebas diagnósticas si constituye una desventaja para el estudio aislado de cada antígeno (Badley et al., 1987). Para el diagnóstico de toxocariasis tanto en modelos experimentales como humanos se han utilizado varias técnicas inmunológicas como doble difusión radial (Cypess et al., 1977), intradermoreacciones (Collins & Ivey, 1975), precipitación en tubo capilar (Dafalla, 1975), inmunofluorescencia (Annen et al., 1975; Viens et al., 1975; Smith et al., 1982), contrainmunoelectroforesis (Enayat & Pezeshki, 1977) y hemaglutinación (Krupp, 1975; DeSavigny & Tizard, 1977). En la actualidad las dos técnicas inmunológicas que se ha demostrado que tienen una mayor sensibilidad y especificidad son ELISA y Western Blot (Glickman et al., 1978; DeSavigny et al., 1979; Speiser & Gottstein, 1984; Jacquier et.a., 1991; Magnaval et al., 1991), por lo anterior, estas técnicas se utilizaron en este trabajo. La producción de anticuerpos en suero contra Ag-SET en los jerbos empieza a los !Odias p.i. y entre los días 20 y 130 p.i. se presentaron diferencias (p<0.05) entre el grupo de jerbos inoculados en cualquiera de las diluciones usadas y el grupo de jerbos testigo. La producción de anticuerpos en un principio se asemeja a una respuesta primaria clásica contra un antígeno (Bach, 1984), en donde el período de latencia es de 1 O días y la parte alta se presenta a los 20 días, sin embargo, no se observó una fase de reducción de niveles de anticuerpos. La ausencia de una fase de reducción seguramente se debe a la continua estimulación del sistema inmunológico por la permanencia de larvas en los tejidos, en este trabajo se recolectó gran número de larvas en la carcaza y en el cerebro hasta el día 60 p.i. en que se realizó el último muestreo, además en otros trabajos se han encontrado larvas y antígenos en tejidos hasta 8 meses después de la infección (Parsons et al., 1986). Los títulos de anticuerpos oculares contra Ag-SET, en jerbos inoculados con hlTc empiezan a aumentar partir del día 30 p.i. , entre los días 40 y 130 p.i. se presentaron diferencias (p<0.05) entre el grupo de jerbos inoculados en cualquiera de las diluciones usadas y el grupo de jerbos control. Normalmente no existe tejido linfoide asociado al globo ocular, por lo que se considera que los pocos anticuerpos presentes en liquido intraocular son trasudados séricos, esto explicaría en parte porque los anticuerpos específicos contra 140 Ag-SET a nivel ocular aparecen después que los anticuerpos a nivel sérico y los niveles son menores. No obstante que lo anterior resulta lógico, no es necesariamente cierto, puesto que en humanos se ha relacionado la presencia de anticuerpos oculares a pacientes con LMO, y se considera que la presencia de anticuerpos específicos contra Ag-SET en líquidos oculares sólo se presenta en pacientes con LMO ( Benitez del Castillo et al., 1995; Biglan et al., 1979; Glickman et al., 1979; Glickman et al., 1985; López-Velez y cols., 1995; Pollard et al., 1979). Si sólo fueran anticuerpos trasudados, cualquier persona con anticuerpos específicos en suero tendría algún nivel de anticuerpos en líquidos intraoculares y esto no ocurre. Por lo que probablemente las lesiones en capilares y tejidos oculares ocurridas por la migración larvas de T. canis en ojos, son las responsables del paso de anticuerpos. En el presente trabajo se aportan datos que sugieren otra posible explicación, en algunos jerbos se detectaron a nivel ocular lesiones con aspecto de granulomas y un tejido que morfológicamente asemeja tejido linfoide (figura 38d), los linfocitos de este tejido podrían ser en parte los responsables de la producción de anticuerpos oculares. Un estudio posterior acerca de las poblaciones celulares presentes en este tejido podrán dar una respuesta a esta interrogante. El análisis del reconocimiento antigénico mostró una reactividad gradual hacia los Ag-SET, los sueros de los jerbos sacrificados el día 20 p.i. reconocieron una banda de 32 kDa, los sacrificados el día 30 reconocieron bandas de 120, 32, 29 24 kDa, los sacrificados el día 40 y 60 reconocieron bandas de 120, 70, 66, 55, 32, 29 y 24 kDa y los sacrificados el día 130 p.i. reconocieron bandas de 200, 120, 70, 66, 55, 32, 29 y 24 kDa. Este gradual reconocimiento de los antígenos, probablemente se deba a que no todos los Ag-SET se secreten al mismo tiempo dentro del jerbo, no existen reportes de cinética de reconocimiento antigénico en otros modelos experimentales, pero se ha demostrado que larvas cultivadas in vitro producen una variación en cuanto a la cantidad de Ag-SET con respecto al tiempo de mantenimiento en cultivo (Badley et al., 1987). La producción de anticuerpos no indujo la protección en los jerbos infectados, esto se demuestra cuando se observa que la presencia de anticuerpos no redujo el número total de larvas recuperadas en los órganos muestreados. Los mecanismos involucrados en esta 141 falta de protección pueden ser varios, el primero de ellos puede estar relacionado a que la respuesta de anticuerpos se monta principalmente contra los Ag-SET y estos se secretan al exterior del parásito (Maizels et al., 1984, Page et al., 1992b, Page et al., 1992c), se ha demostrado que larvas de T. canis dejan Ag-SET en los tejidos de sus hospederos (Parsons et al., 1986) y de esta manera podría quedar protegida la larva del reconocimiento por anticuerpos y la subsecuente fijación del complemento o de células efectoras. Además, es posible que algún componente de los Ag-SET tenga un efecto quimiotáctico sobre neutrófilos y eosinófilos como ya ha sido demostrado para otros ascaroideos (Tanaka & Torisu, 1978; Tanaka et al., 1979). La anterior forma de inmunoevasión, parece ser confirmada por la observación frecuente en cortes histopatológicos de la presencia de larvas sin respuesta inflamatoria cerca de focos con un gran infiltrado celular (figuras 18CC, 20C, 27C, 27D, 30B y 30C). Otro mecanismo de inmunoevasión propuesto es el efecto mitogénico de diferentes antígenos de T. canis sobre linfocitos B (Wang et al., 1995). Se ha sugerido que esta activación policlonal que no sólo se ha observado en T. canis, sino también en otros helmintos, puede inducir aumento de inmunoglobulinas, formación de autoanticuerpos (Fisher et al., 1981) y disminución de la función de células T (Yamashita et al., 1993). La glomerulitis y el engrosamiento observado en membranas basales de glomérulos renales, de los jerbos infectados, sugiere procesos de autoinmunidad, ya sea por presencia de complejos inmunes ( cuadro tipo Arthus) en los glomérulos del riñón o por respuestas antimembrana basal desarrolladas por lesiones crónicas de los distintos parémquimas (Robbins, 1975). En términos generales, los resultados obtenidos en el presente trabajo confirman que los jerbos son un buen modelo de toxocariasis ocular y aportan datos que contribuyen al conocimiento de la patogenia e inmunología de la toxocariasis ocular y sistémica. Dentro de los aportes originales de este trabajo se encuentran: 1) Se evaluó de la cinética de migración de larvas de T. canis en los jerbos. 2) Se analizó y evaluó como evolucionan las lesiones en los diferentes órganos de los jerbos infectados. 3) Se estudiaron las lesiones oculares producidas por larvas de T. canis en los jerbos, este es el primer reporte de la inducción experimental de toxocariasis ocular producida por la inoculación oral de h!Tc en algún 142 modelo experimental. 4) Se describió como varían las cuentas leucocitarias a diferentes tiempos p.i. de h!Tc en los jerbos. 5) Se midió el efecto de la inoculación experimental de h!Tc sobre la ganancia de peso en jerbos. 6) Se analizó de la cinética de aparición de anticuerpos a nivel sistémico y ocular, este es el primer reporte de la cinética de producción de anticuerpos a nivel ocular en algún modelo experimental.. 7) Se evaluó de la cinética de reconocimiento antigénico de los diferentes Ag-SET en un modelo experimental. Las perspectivas de este trabajo son amplias. En primer lugar se cuenta con un nuevo modelo experimental de toxocariasis ocular y sistémica en el cual se pueden realizar estudios más profundos de patología e inmunología de la enfermedad. En segundo lugar, el contar con un modelo experimental de toxocariasis ocular que permitirá realizar estudios profundos de evaluación de nuevos fármacos o de nuevas técnicas de diagnóstico a nivel ocular. Este trabajo se realizo con la finalidad de que el uso de este modelo experimental permita generar estudios comparativos entre este modelo experimental y humanos con síndrome de larva migrans visceral y/o larva migrans ocular. 143 CONCLUSIONES - La administración de las diferentes dosis de huevos larvados de T canis en los jerbos indujo la infección en todos los animales inoculados - En los tres grupos, a las doce horas p.i. el intestino presentó la mayor cantidad de larvas (p<0.05), posteriormente a las 24 y 72 horas p.i. la cantidad de larvas descendió rápidamente en este lugar y desapareció prácticamente el día 5 p.i.. - El corazón y los riñones fueron los órganos en los que se recuperó el mayor número de larvas en el grupo inoculado con 200 hlTc a los 3 días p.i., posteriormente el día 5 p.i. el número de larvas recuperadas en estos órganos descendió y aumentó el número de larvas en la carcaza, hígado y pulmones. En los grupos inoculados con 1000 y 5000 hlTc los pulmones y el hígado fueron los lugares en donde se recuperó el mayor número de larvas los días 3 y 5 p.i., posteriormente el número de larvas desciende en estos órganos. - En los tres grupos, entre los días 1 O y 60 p.i. los tejidos con mayor número de larvas recuperadas fueron la carcaza y el cerebro. - En los jerbos inoculados con 1000 y 5000 hlTc se detectaron en forma constante pequeñas cantidades de larvas en ojos entre los días 5 y 60 p.i.. En el grupo inoculado con 200 hlTc sólo se detectaron algunas larvas en ojos los días 30 y 60 p.i .. - Se presentó leucocitosis sanguínea en los tres grupos de jerbos inoculados con hlTc los días 5, 1 O y 20 p.i .. - Se presentó linfocitosis los días 1 O y 20 p.i. en los jerbos inoculados con 200 hlTc y a los 5 y 20 días p.i. en los grupos inoculados con 1000 y 5000 hlTc. 144 - Se detectó eosinofilia el día 60 p.i. en el grupo de jerbos inoculado con 200 hlTc. La eosinofilia en los grupos de jerbos inoculados con 1000 y 5000 hlTc se presento los días 5 y 40 p.i .. - Se detectó neutrofilia los días 1 O y 20 p.i. en el grupo de jerbos inoculados con 200 hlTc, los días 5, JO y 20 p.i. en el grupo inoculado con 1000 h!Tc y el día 10 p.i. en el grupo inoculado con 5000 hlTc. - Se detectó una monocitosis entre los días 5 al 40 p.i. en el grupo de jerbos inoculados con 200 h!Tc, los días 5, 1 O, 20, 30 y 60 p.i. en el grupo inoculado con 1000 hlTc y los días 5, 20 y 30 p.i. en los jerbos del grupo inoculado con 5000 h!Tc. - No se presentaron diferencias estadísticas en la cantidad de hemoglobina en sangre o en el número de plaquetas entre los diferentes grupos jerbos inoculados con hlTc y sacrificados a diferentes periodos de tiempo y un grupo de jerbos no inoculados. - La migración de las larvas de T canis a los diferentes órganos de los jerbos inoculados se realiza de varias maneras. La primera de estas formas es por vía sanguínea. La segunda vía de migración es por pared de vasos sanguíneos. La tercera forma de migración puede ser por continuidad anatómica de un órgano a otro. - Las larvas penetran por diferentes partes del intestino, algunas permanecen en serosa de 1 a 3 días provocando abundantes focos de inflamación aguda alrededor de las larvas, éstas, posteriormente migran a otros órganos y las lesiones desaparecen. - La evolución de las lesiones en hígado, pulmones y riñones los primeros días p.i. (1, 3 y 5 días) son lesiones de tipo agudo con larvas e infiltrado de neutrófilos y eosinófilos. Posteriormente, empieza a disminuir las larvas en los órganos y las lesiones tienden a la cronicidad con infiltrados de linfocitos, macrófagos y presencia de fibrocitos y 145 colágena. Se observaron algunas lesiones de tipo agudo entre los día 30 y 60 p.i., probablemente se deben a la migración de algunas larvas por estos lugares. - La presencia glomerulitis y engrosamiento generalizado de las membranas basales observado en riflones de jerbos inoculados con hlTc sugieren procesos de hipersensibilidad por complejos inmunes o contra membrana basal. - Se observó en los jerbos inoculados con hlTc la existencia de leucopoyesis. El aumento de tejido linfoide asociado a bronquios y el aumento de actividad celular, así como del tamaño del bazo, confirman esta aseveración. - La respuesta inflamatoria que se monta contra las larvas de T. canis en cerebro los jerbos inoculados con I 000 hlTc, entre los días I O y 20 p.i. es ligera, pero aumenta de intensidad entre los días 30 y 60 p.i. sobre todo alrededor de los vasos sanguíneos. Los días 40 y 60 p.i. se presentaron pequeilas zonas de degeneración y algunas larvas sin ningún tipo de respuesta alrededor. - La aparición de zonas de degeneración en cerebro a partir del día 40 correlacionó con la aparición de manifestaciones nerviosas en los jerbos, principalmente incoordinación. - Los jerbos sacrificados entre el día I y 20 p.i. no presentaron ninguna alteración en párpados, pero I O de los 15 jerbos sacrificados entre el día 30 y 60 p.i. presentaron edema palpebral en el momento del sacrificio. Algunos presentaron ceguera. - Las lesiones observadas en ojos de los jerbos inoculados fueron parecidas a las lesiones reportadas en humanos con larva migrans ocular. Entre las lesiones reportadas en humanos y las observadas en los jerbos se encuentran: granulomas en retina y en procesos ciliares, infiltración de células inflamatorias en humor vitrio, hemorragias retinales, desprendimiento de retina , destrucción de retina, hemorragias en procesos ciliares y retinitis 146 - La ganancia de peso en los animales del grupo no inoculados, es mayor (p<0.05) que en el grupo inoculado con 1000 hlTc. a partir del día 30 y hasta el día 130 p.i. en que terminó el experimento. - Se identificaron en geles SDS-PAGE un total de 7 bandas en los Ag-SET. Las bandas determinadas correspondieron a 200, 126, 119, 70, 32, 28 y 24 kDa. La banda más fuertemente teñidas fue la de 32 kDa, lo que indica que es la más abundante en el conjunto de los Ag-EST obtenidos. - Los títulos de anticuerpos séricos contra Ag-SET en el suero de jerbos inoculados con 1000 hlTc empiezan a aumentar partir del día 10 p.i. , entre los días 20 y 130 p.i. se presentaron diferencias estadísticas (p<0.05) entre el grupo de jerbos inoculados y el grupo de jerbos control. - Los títulos de anticuerpos oculares contra Ag-SET en jerbos inoculados con 1000 hlTc empiezan a aumentar partir del día 30 p.i. , entre los días 40 y 130 p.i. se presentaron diferencias estadísticas (p<0.05) entre el grupo de jerbos inoculados con larvas de T. canis y el grupo de jerbos control. - El análisis del reconocimiento antigénico mediante la técnica de Western blot mostró una reactividad gradual hacia estos antígenos, los sueros de los jerbos sacrificados el día 20 p.i. reconocieron en forma leve una banda de 32 kDa, los sacrificados el día 30 reconocieron bandas de 120, 32, 29 24 kDa, los sacrificados el día 40 y día 60 reconocieron bandas de 120, 70, 66, 55, 32, 29 y 24 kDa y los sueros de los sacrificados el día 130 p.i. reconocieron bandas de 200, 120, 70, 66, SS, 32, 29 y 24 kDa. ■ Los jerbos son un buen modelo experimental para el estudio de la toxocariasis ocular y sistémica. 147 REFERENCIAS Abbas, A.K.; Lichtman, A. 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