UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE POSGRADO EN LETRAS FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLÓGICAS POSTHUMANISMO Y TRANSHUMANISMO EN LAS TRILOGÍAS CYBERPUNK ALTERED CARBON DE RICHARD MORGAN Y THE MACHINE DYNASTY DE MADELINE ASHBY TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE DOCTORA PRESENTA CARLA ZELTZIN TIRADO MORTTIZ (Becaria CEP-UNAM) ASESORA DRA. NOEMÍ NOVELL MONROY FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS Ciudad Universitaria, CDMX, diciembre, 2024. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 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Sin usted esto no hubiera sido posible. 2 ÍNDICE INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 3 EL CYBERPUNK FEMINISTA ........................................................................................... 8 LA CIENCIA FICCIÓN Y LA CONDICIÓN POSTHUMANA ....................................... 14 CAPÍTULO 1: LO HUMANO COMO CONCEPTO PERMEABLE .................................... 23 1.1 TRANSHUMANISMO Y POSTHUMANISMO ......................................................... 27 1.2 EL POSTHUMANISMO DE BRAIDOTTI .................................................................. 32 1.3 BRAIDOTTI Y LA GENEALOGÍA DE SUS CONCEPTOS CLAVE: BIOPODER, DISCURSO, NOMADISMO, DEVENIR, FEMINISMO Y AFECTOS ............................ 33 1.3.1 FOUCAULT, EL BIOPODER Y EL DISCURSO ................................................. 33 1.3.2 DELEUZE, EL NOMADISMO Y EL DEVENIR ................................................. 35 1.3.3 EL FEMINISMO DE BRAIDOTTI ....................................................................... 38 1.4 LA POLÍTICA AFECTIVA DE BRAIDOTTI Y LA TEORÍA DE LOS AFECTOS .. 44 1.5 EL GIRO PERFORMATIVO ........................................................................................ 51 2.1 CUERPO: DOMINACIÓN Y VIOLENCIA ................................................................. 61 2.2.1 ESPACIO ................................................................................................................ 74 2.2.3 RELIGIÓN .............................................................................................................. 83 2.3.1 MUJERES ............................................................................................................... 92 2.4 REBELIÓN .................................................................................................................. 107 CAPÍTULO 3: THE MACHINE DYNASTY O LA VISIÓN FEMINISTA............................ 114 3.1 CUERPO SOCIAL ...................................................................................................... 118 3.2 CUERPOS ARTIFICIALES ........................................................................................ 128 3.3 AFECTOS Y EMOCIONES........................................................................................ 140 3.4 FAMILIA Y PATRONES ........................................................................................... 147 3.6 SUJECIÓN Y DOLOR ................................................................................................ 167 3.7 REBELIÓN .................................................................................................................. 178 3.8 ¿UN NUEVO ORDEN? .............................................................................................. 189 3.9 CONCLUSIONES ....................................................................................................... 195 4. CONCLUSIONES ............................................................................................................. 198 4.1 RELACIÓN CON LA OTREDAD ............................................................................. 199 4.2 RELACIÓN CON EL CUERPO ................................................................................. 204 REFERENCIAS:.................................................................................................................... 211 3 Not all of us can say, with any degree of certainty, that we have always been human, or that we are only that. Some of us are not even considered fully human now, let alone at previous moments of Western social, political and scientific history. Rosi Braidotti INTRODUCCIÓN La ficción es un gran caldo de cultivo que nos permite experimentar con posibles soluciones a las inquietudes de nuestros tiempos. Esto es de suma relevancia, sobre todo en el caso de la ciencia ficción, pues se basa en un pensamiento lógico científico que parte de una observación de las condiciones en las que surge para, a partir de eso, proyectar posibilidades, por lo que funciona a la manera de un gedankenexperiment.1 Debido a esto, para la teórica Rosi Braidotti, este género y, en particular el cyberpunk, permite buscar soluciones creativas a la problemática resultante de lo que denomina el predicamento posthumanista donde convergen las desigualdades exacerbadas del capitalismo cognitivo,2 y la crisis del sujeto humanista universal: In this generalized climate of denial and neglect of the terminal crisis of classical humanism, I would like to suggest that we need to turn to “minor” literary genres, such as science-fiction and more specifically cyber-punk, in order to find non-nostalgic solutions to the contradictions of our times. Whereas mainstream culture refuses to mourn the loss of humanistic certainties, "minor" cultural productions foreground the crisis and highlight the potential it offers for creative solutions. As opposed to the a- morality of denial, "minor"3 cultural genres cultivate an ethics of lucid self-awareness. Some of the most moral beings left in Western postmodernity are the science-fiction writers who take the time to linger on the death of the humanist ideal of Man, thus 1 El término viene del alemán y significa literalmente “experimento mental”. Este recurso se utiliza comúnmente en el ámbito de la ciencia y la filosofía para explorar y ejemplificar posibles hipótesis de problemas teóricos. 2 Para Braidotti esta etapa del capitalismo tardío se distingue por la comodificación de la vida en sus diversas manifestaciones como resultado del desarrollo biotecnológico, en tanto que todo es posible de ser reducido a patrones informacionales. Debido a esto, el capitalismo cognitivo explota el valor económico del conocimiento científico. 3 Cabe destacar que estas producciones inicialmente minoritarias se han ido popularizando de tal modo que son cada vez menos minoritarias. 4 inscribing this loss – and the ontological insecurity it entails– at the (dead) heart of contemporary cultural concerns. (1996: 2) El término cyberpunk apareció por primera vez en el cuento homónimo de Bruce Bethke publicado en 1983, y Bruce Sterling lo retomó en 1986 para denominar el movimiento encabezado por William Gibson y Neal Stephenson, entre otros. De acuerdo con críticos como Carlen Lavigne (2013), este género revolucionó el campo de la ciencia ficción en la medida en que tuvo un verdadero impacto en el desarrollo tecnológico. Por ejemplo, William Gibson acuñó el término “ciberespacio”4 en su novela Neuromancer (1984) para referirse al universo virtual en que se desarrolla parte de la trama. Asimismo, inspiró la creación y mejora de software para emular la complejidad reflejada por el mundo virtual de su narrativa. El mundo imaginado del cyberpunk se centra en el lado marginado de una sociedad distópica altamente tecnologizada dominada por megacorporaciones transnacionales, por ello refleja los conflictos propios del capitalismo tardío. Sus personajes se caracterizan por estar tecnológicamente modificados, la realidad se divide en dos planos: el físico y el virtual, las historias giran alrededor de una lucha individual de los protagonistas (hackers) en el mundo virtual contra el sistema económico neoliberal y el crimen organizado. En este sentido, representa la dinámica capitalista de contradicciones para cuestionar la lógica de explotación, la desigualdad y la comodificación o la postura de ver cualquier cosa como susceptible de ser convertida en mercancía. Las posibilidades que ofrece la tecnología no culminan en la utopia sino, por el contrario, generan una polarización tal que se convierte en una verdadera distopía donde aquellos sin acceso al desarrollo tecnológico son relegados a estatutos marginales: El género literario también pone en tela de juicio lo “humano” como algo dado a partir de la representación tanto de cuerpos como de mentes que son constantemente alterados mediante prótesis o implantes cognitivos (cyborgs). Debido a esto, Patricia Melzer en The 4 Es importante notar que hoy en día se sigue utilizando esa palabra para referirse al internet. 5 Routledge Companion to Cyberpunk Culture (2020) considera que los planteamientos del cyberpunk sientan la base para la exploración creativa de la condición posthumana, debido a que ambos parten de la interrelación de los humanos con la tecnología, por ello los conceptos de identidad y esencia colapsan como algo fijo y determinado: The two prominent themes of cyberpunk set the stage for its theoretical premises (and explorations) around the interface of humans and technology, tropes that also inform discourse on posthuman existence more broadly. The first one is the invasion of the human body by machines (cyborg), which decenters the human body and problematizes the notion of an essential self. The second theme is the penetration of computer technology into the human mind through virtual reality (cyberspace) that in turn decenters humanist notions of an unproblematic real and introduces a new basis for human experiences. (2020: 292) El cyberpunk ofrece un comentario acerca del contexto contemporáneo, por lo que, para Thomas Foster, aunque el género comenzó como un concepto meramente literario, su posicionamiento y crítica al sistema hicieron que trascendiera el campo literario y se convirtiera en una formación cultural que articula y reflexiona acerca del mundo en el que vivimos (2005: 2). Al respecto, Scott Bukatman (2000) considera que se volvió tan relevante debido a que examina nociones de la actualidad como la condición humana en la era digital, la identidad, la separación mente/cuerpo, los límites del cuerpo y el devenir con lo “no-humano”: “Such ontological and epistemological issues as the nature of the human, the real, experience, sensation, cognition, identity and gender are all placed, if not under erasure, then certainly in question around the discursive object of virtual reality and the postulated existence of perfect, simulated environments” (2000: 150). Cabe destacar que, según Fredric Jameson, el surgimiento de este género coincidió con el de la posmodernidad, de tal modo que planteó el cyberpunk como: “the supreme literary expression if not of postmodernism, then of late 6 capitalism itself” (1993: 419). Sin embargo, dentro del mismo género existe una vertiente de la cual se ha dicho muy poco y que difiere en enfoque respecto a su versión más conocida, el cyberpunk feminista. En la medida en que el cyberpunk cuestiona los conceptos esencialistas de “lo humano” mediante la alteración de los cuerpos, ya sea a nivel físico o mental, así como a partir de la posibilidad de nuevas formas de estar y ser en el mundo como el caso de la inteligencia artificial sintiente, el género enfatiza la necesidad de redefinir las nociones clásicas y esto hace que adquiera un potencial liberador y nos ayude a pensar el presente y, consecuentemente, el futuro. Debido a que pareciera que se vuelve “más humana que lo humano”, la inteligencia artificial sintiente descentra el excepcionalismo antropocéntrico al estar en constante devenir, al igual que los humanos (susceptibles de afectar y de ser afectados), lo cual la convierte en una existencia equiparable. El paradigma hegemónico definido a partir de esencialismos falogocentristas (antropocéntricos, androcéntricos, eurocéntricos, entre otros) no da cuenta de la pluralidad de formas de vida relegadas a la alteridad al no considerarlas “dignas” de un trato humano, por lo que es menester replantear el concepto de aquello que constituye lo humano mismo. La hipótesis de esta investigación es que el posthumanismo feminista de Braidotti y el cyberpunk feminista de Ashby proponen al mismo tiempo una reconstrucción o nueva manera de pensar lo humano como un proceso interrelacional, material (corporal) y afectivo en oposición a la concepción clásica tanto del transhumanismo como del cyberpunk convencional de Richard Morgan. El cyberpunk como género literario se caracteriza por ser contestatario en tanto que cuestiona el capitalismo tardío al resaltar sus contradicciones que implican de manera simultánea la idea de progreso y precariedad, así como también por desdibujar las fronteras entre lo humano y lo artificial para plantear una nueva subjetividad híbrida. No obstante, dentro del mismo género existen vertientes más conservadoras que se enfocan en el contraste del 7 mundo real respecto al virtual o en los antihéroes que desafían a las multinacionales, y otras más críticas que, si bien comparten algunos elementos distintivos, al incorporar preocupaciones relacionadas con formas alternativas de organización social o los efectos del capitalismo en el medio ambiente se salen de las formulaciones típicas del género. Un ejemplo de esto es la trilogía canónica de Richard Morgan y la propuesta alternativa de Madeline Ashby, la cual se caracteriza por ser abiertamente feminista y cuestionar los roles de género tradicionales, entre otras cosas. Ambos textos apuntan a configuraciones opuestas de “lo humano”: la primera perpetúa los ideales hegemónicos del humanismo clásico, los cuales parten de un pensamiento dualista, por lo que en realidad no es tan contestatario y parte de una posición privilegiada para criticar ciertos aspectos de círculos aún más pequeños pero que pertenecen a la misma hegemonía. Contrariamente, Ashby parte de las existencias que históricamente hablando han sido relegadas al margen y lo no humano, por lo que opta por reconfigurar el concepto de “lo humano” desde algo no restringido a un origen orgánico sino, más bien, como un proceso que se lleva a cabo mediante acciones específicas sostenidas en el tiempo, por lo que se convierte en un proceso de autoconstitución abierto y en constante cambio. Como consecuencia de estas diferencias, estas vertientes del mismo género literario se inclinan por figuraciones que privilegian distintos enfoques de la fusión de lo orgánico con lo inorgánico: la canónica, representada por Morgan, se inclina por la “cyborgización” de los humanos (es decir, la tecnificación de lo orgánico por la cual lo no-humano existe por y para que los humanos se sirvan de ello), mientras que la alternativa de Ashby opta por inteligencias artificiales sintientes para mostrar la “humanización” de lo artificial y cómo incluso lo no- humano puede volverse “más humano que lo humano”. Asimismo, el cyberpunk abiertamente feminista de Ashby retoma elementos que el feminismo de Braidotti ha buscado reivindicar como la materialidad encarnada, la situacionalidad (embeddedness), la interrelacionalidad, el devenir (becoming) y, como resultado, da lugar a singularidades múltiples que rompen con la 8 visión universalista del humanismo clásico perpetuado por la postura transhumanista, pues para ella estos aspectos son percibidos como limitantes que hay que “solucionar”. EL CYBERPUNK FEMINISTA En 1995 Karen Cadora publicó un artículo llamado “Feminist Cyberpunk” donde denuncia que el cyberpunk encabezado por William Gibson, Bruce Sterling y Neal Stephenson se había caracterizado principalmente por ser blanco, heterosexual y misógino, debido al subtexto patriarcal representado por roles de género estereotípicos, donde las mujeres permanecen en segundo plano y son objetivizadas por la visión masculina. Jane Donawerth elabora este planteamiento en Frankenstein’s Daughters: Women Writing Science Fiction (1997): The masculine in science fiction by women often represents both dehumanized male science, from which women are excluded, and also the woman-as-alien, the object which differs from the dominant norm, the other literally objectified. The woman-as- machine in science fiction by women is not dehumanized as men are, by technology and modern life, in the masculine gender role that requires suppression of feelings. Instead, the woman-as-machine is dehumanized, rendered mechanical in her responses, by the scripts she is expected by society to play: she is dehumanized by the function of servant [...] In novels by women offering portraits of the woman as machine [...] the subordination of woman-as-machine does not carry the proof of man’s rational powers that it does in science fiction by men, for the mechanical women created by women writers will not stay in the servant mold men have designed for them. (1997: 60) Es importante lo que señala Donawerth, ya que tradicionalmente en la ciencia ficción canónica5 5Por canon me refiero a lo que Sullà (1998) define como la consideración de ciertas obras como “obras maestras” o textos de alto valor que se convierten en modelos o referencias de lo “clásico”. Si bien es cierto que hace tiempo el canon estaba conformado en su mayoría por hombres blancos, esto ha ido modificándose para dar cabida a criterios más amplios, dando lugar a modelos alternativos de aquello que anteriormente era considerado canónico. 9 la mujer es objetivizada al grado de equipararla con la máquina deshumanizada, mecánica e incluso “inhumana” que tiene un papel secundario y servil respecto a lo masculino, de tal modo que la revolución de las máquinas se puede interpretar como la rebelión de los grupos marginalizados que no alcanzan a ser percibidos como “humanos”. Asimismo, los roles masculinos reflejan la deshumanización propia de la tecnología que resulta de separar de manera estereotípica la razón de la emoción, de privilegiar la primera y de reprimir la segunda. Esto hace de suma relevancia la subversión del papel estereotípico de lo femenino en la ciencia ficción escrita por posturas no hegemónicas como la de las mujeres, pues ofrecen una visión alternativa que no se conforma con la perspectiva dominante impuesta a lo largo de la historia. En este sentido, Cadora destacó también que Pat Cadigan había sido la única mujer incluida en la antología Mirrorshades (1986), con la que se daba nombre al movimiento original del cyberpunk. Debido a esto, la crítica estadounidense hace hincapié en la importancia de Cadigan en tanto que la considera un punto clave de transición de la vertiente de los ochenta, centrada en la perspectiva masculina, a la feminista que surgió en los años noventa. La ola masculina o canónica se distingue por reforzar los esquemas hegemónicos especistas, sociales y de género, mientras que la feminista aporta nuevas preocupaciones a las propias del género: temas como la ecología, la relación con la alteridad, la religión y los derechos queer: “Women writers have used cyberpunk to resist the conservative politics of their masculinist predecessors, grappling with the realities of technology, and exploring new forms for the subject of feminism” (Cadora 1995: 357). Cadora recalca que, aunque la ficción de Cadigan no es abiertamente feminista, su protofeminismo radica en desafiar las convenciones de género al subvertir el papel de las mujeres y hacerlas protagonistas, en vez de únicamente tener roles secundarios, siempre en función del personaje masculino. Cadigan sienta un precedente al otorgarle agencia a sus personajes femeninos. En este sentido, podemos distinguir la ciencia ficción feminista de 10 aquella escrita por mujeres, en tanto que la primera cuestiona el statu quo androcéntrico y antropocéntrico, convirtiéndose así en una posición política que cuestiona la asimetría de las relaciones de poder y da voz a lo desplazado hacia la periferia, mientras que la segunda puede reafirmar lo ya establecido. De este modo, el carácter feminista se distingue por un sentido de ruptura que busca cambiar los modelos de pensamiento actuales para dejar ver otra forma de hacer y percibir las cosas, dando lugar a otro tipo de historias. Debido a esto, Cadora también señala la tendencia de los análisis académicos de hacer a un lado la ciencia ficción feminista por ser clasificada como “suave”, debido a que se centra en otro tipo de inquietudes más enfocadas en las relaciones interpersonales (1995: 358) y se aleja del pensamiento racional riguroso propio de la denominada ciencia ficción dura que parte de planteamientos de ciencias exactas como la física, las matemática, la biología, etc. Marleen Barr (1992) incluso acuñó el término feminist fabulation6 para distinguir entre los dos enfoques, sin embargo, éste puede resultar un tanto ambiguo, ya que permitiría englobar cualquier tipo de narrativa mientras que el feminist cyberpunk propuesto por Cadora hace explícito el vínculo con el género. Por su parte, Carlen Lavigne (2013) retoma el planteamiento de Cadora y utiliza también el término cyberfiction para referirse a las expresiones literarias que se basan en una visión feminista y que no cumplen con las fórmulas “originales” del cyberpunk; sin embargo, este término deja de lado el vínculo explícito con el feminismo. Más allá de la distinción entre la vertiente hegemónica y la feminista, Liza Yasek (2020) plantea tres etapas en la evolución del género: 6 Robert Scholes (1975) define el término fabulation en The Encyclopedia of Science Fiction como: “fiction that offers us a world clearly and radically discontinuous from the one we know, yet returns to confront that known world in some cognitive way". De ahí deriva el subtérmino structural fabulation o speculative fabulation que Scholes identifica como distintivo de la ciencia ficción, al grado que comparten las iniciales S.F. y se usan de manera intercambiable. La definición de este tipo de fabulación de acuerdo al teórico es la siguiente: “the tradition of speculative fiction is modified by an awareness of the universe as a system of systems, a structure of structures, and the insights of the past century of science are accepted as fictional points of departure. Yet structural fabulation is neither scientific in its methods nor a substitute for actual science. It is a fictional exploration of human situations made perceptible by the implications of recent science. Its favourite themes involve the impact of developments or revelations derived from the human or physical sciences upon the people who must live with those revelations or developments." Disponible en: https://sf-encyclopedia.com/entry/definitions_of_sf (Revisado en 07-24). 11 1. La primera (1980-1990). Mientras que en el ámbito masculino la figura paradigmática de este momento es William Gibson con Neuromancer (1984), en la vertiente protofeminista destaca Pat Cadigan quien, si bien no es abiertamente feminista, se le ha considerado protofeminista por el tipo de preocupaciones que trabaja. Un ejemplo de esto son las distintas maneras en que los seres humanos podrían fundirse con las máquinas, así como concebir relaciones más complejas de sus personajes con el mundo físico y el virtual, donde éstos se interrelacionan en lugar de plantearse como universos separados como lo hace Gibson. Para Yasek, Cadigan explora la transgresión de los límites entre lo humano, la máquina y lo animal, sin dejar de lado el papel marginal al que han sido relegadas las mujeres, tema que ninguno de sus contemporáneos aborda (2020: 33-35). Un ejemplo representativo de esto es su novela Mindplayers (1987). Otra prolífica autora que se ha asociado directamente con el feminismo es Octavia Butler quien desafía las dicotomías al experimentar con distintas formas de hibridación como, por ejemplo, la racial, la interespecie (vinculando lo humano tanto con lo animal como lo alienígena) y el desdibujamiento de los roles de género predeterminados. Su principal preocupación es la diversidad en sus distintas manifestaciones, tal como se muestra en obras como la trilogía de Xenogenesis (1987-1989). 2. La segunda (1990-2000). También es conocida como post-cyberpunk y uno de sus autores más representativos es Neal Stephenson con novelas como Snow Crash (1992), la cual retoma los temas clásicos del género como la experiencia de la comodificación en el contexto capitalista y plantea la virtualidad, más que como una representación, como una simulación entendida en términos baudrillarianos como la suplantación de una realidad. Esta etapa es, sin duda, el momento clave para la bipartición de ambas vertientes, ya que es en ese momento cuando se conforma un cyberpunk propiamente feminista que representa mujeres que se involucran exitosamente en la tecnología, específicamente en su 12 desenvolvimiento en el ciberespacio. Asimismo, estos textos son feministas en tanto que resaltan la importancia de la presencia corporal o encarnada (embodiment), a diferencia de sus contrapartes masculinas, quienes privilegian el aspecto mental y ven lo corpóreo como una limitante (transhumanismo). Las autoras exploran identidades de género que no se limitan únicamente a las heteronormativas e imaginan mundos en que las mujeres pueden llevar a cabo revoluciones, por lo que creen firmemente en la posibilidad de un cambio y se diferencian del canon heteropatriarcal masculino en el que no hay un cambio. Esta ola feminista está directamente influida por el “Cyborg Manifesto”7 (1985) de Donna Haraway, por lo que el cyborg se convierte en la figuración por excelencia de esta postura. Una de las principales representantes de esta etapa es Marge Piercy con la novela He, She and It (1991), obra considerada uno de los mejores ejemplos literarios de la teoría de Haraway. En ella Piercy retoma el concepto del cyborg y plantea cómo hay que dejar atrás el pensamiento binario. Asimismo, utiliza elementos como el ciberespacio de Gibson, lo cual da lugar a una combinación muy particular de las ideas feministas con la visión clásica del cyberpunk. Esto desemboca en nuevas alternativas a las problemáticas típicas representadas por la vertiente masculina. 3. La tercera (2000-2020). Explora alternativas en que los seres humanos puedan sobrevivir en futuros complejos, donde la relación entre lo orgánico y lo artificial es aún más imbricada que en las etapas previas. Uno de los ejemplos más representativos de esta etapa es Madeline Ashby con su serie Machine Dynasty (2015), quien explora el proceso de crecimiento psicológico y emocional que viene acompañado de lo corpóreo, así como maneras alternativas de reproducción las cuales, aunque parten de un tipo de clonación, enfatizan las nociones de diferencia y repetición que hacen de cada cuerpo algo único 7 Este texto es un hito fundacional de la teoría posthumanista feminista pues evidencia las limitaciones de conceptualizaciones binarias utilizadas a menudo en el discurso cultural. 13 (2020: 36-37). Asimismo, cree en la posibilidad del cambio y busca alternativas para otorgar agencia a actores previamente relegados a “la alteridad” para que se puedan autoconfigurar sin necesidad de hacerlo en relación a figuras humanas masculinas, con lo que cuestiona no sólo el antropocentrismo, sino también el esencialismo en sí, pues propone subjetividades en constante devenir que no se definen por su origen, ya sea orgánico o inorgánico. Los personajes principales de su trilogía son femeninos e incluso los masculinos son relegados a un segundo plano, lo cual contrasta con la configuración tradicional del cyberpunk, ya que en éste los protagonistas suelen ser hombres heterosexuales y las mujeres son únicamente personajes secundarios y estereotípicamente hipersexualizados por la mirada masculina, como es el caso de Molly Millions de William Gibson. A pesar de que la última etapa8 tiene una distancia cronológica considerable respecto al movimiento original, se mantiene la tendencia entre una postura transhumanista en el cyberpunk masculino, por un lado y, por otro, la posthumanista en el femenino. Debido a esto, es importante tomar en cuenta el planteamiento que Carlen Lavigne retoma de Cadora (1995) en Cyberpunk Women, Feminism and Science Fiction. A Critical Study (2013), donde se evidencia cómo esta vertiente del género ha sido dejada de lado por parte de la crítica, aun cuando refleja y participa en los debates culturales contemporáneos: “Our fictions do not stand alone; they are integrated into the discussions our society is continually holding with itself. Fiction is a vital part of the overall way in which a culture considers new ideas; if cyberpunk is (or was) the ultimate postmodern literature, then a multitude of voices should ideally be heard” (2013:178). 8 Es importante recalcar que el que esta etapa abarque un periodo más grande en comparación con las etapas anteriores se relaciona con la fecha de publicación del libro en 2020. La cercanía histórica dificulta establecer divisiones bien definidas que den cuenta de cambios sustanciales en la continuidad o ruptura de esta etapa más contemporánea. 14 LA CIENCIA FICCIÓN Y LA CONDICIÓN POSTHUMANA La ciencia ficción destaca, entonces, porque en ella se da la apertura necesaria para el surgimiento de nuevas alternativas en la medida en que se lleva a cabo un proceso de desidentificación o extrañamiento con los modelos tradicionales del pensamiento. Estas estrategias son particularmente evidentes en la literatura en la medida en que construye realidades de manera discursiva. En este sentido, la práctica literaria se caracteriza por su potencial de experimentar con lo que somos capaces de ser (become), por lo que, al explorar posibilidades hipotéticas de nuevas formas de constituir subjetividades, la ciencia ficción cuestiona las nociones tradicionales de ser “humano”. One needs to turn to ‘minor’, not to say marginal and hybrid genres, such as science fiction, science fiction horror and cyberpunk, to find fitting cultural illustrations of the changes and transformations that are taking place in the forms of relations available in our post-human present. Low cultural genres, like science fiction, are mercifully free of grandiose pretensions – of the aesthetic or cognitive kind9 – and thus end up being a more accurate and honest depiction of contemporary culture than other, more self- consciously ‘representational’ genres. The quest for positive social and cultural representations of hybrid, monstrous, abject and alien others in such a way as to subvert the construction and consumption of pejorative differences, makes the science fiction genre an ideal breeding ground to explore our relation to what Haraway (1992) describes affectionately as ‘the promises of monsters’. (Braidotti, 2006: 203) Braidotti recalca la importancia de la búsqueda creativa de nuevas posibilidades que permitan llevar a cabo un extrañamiento y reposicionamiento respecto al lugar que ocupa el ser humano en el mundo. En relación con esto, cabe retomar lo que plantea Bruce Clarke en The 9 Respecto a este punto difiero con el planteamiento de Braidotti, pues considero que ciertos tipos de ciencia ficción sí tienen objetivos muy ambiciosos en la medida en que buscan explorar alternativas y dar cuenta de aquello en lo que nos podríamos convertir. 15 Cambridge Companion to Literature and the Posthuman, donde señala cómo la literatura y, específicamente la ciencia ficción, permite hacer una destitución de la jerarquía y plantear el surgimiento de formas de vida alternativas, puesto que nuestro desarrollo como especie ha estado estrechamente relacionado con lo no humano desde un inicio. En este sentido, la literatura es un discurso especulativo que explora este devenir tanto con otros humanos como con no humanos. Para la italiana, la estrategia especulativa que denomina “the practice of ‘as if’10’” permite explorar la condición posthumana (es decir de interdependencia con la tecnología), y se vale de procesos de mimesis y de repetición que retoman elementos existentes que se mezclan con componentes nuevos para de esta forma subvertir el statu quo: “What I find empowering in the practice of ‘as if’ is precisely its potential for opening up, through successive repetitions and mimetic strategies, spaces where alternative forms of agency can be engendered” (1994: 6-7). Por su parte, la lógica de diferencia y repetición (que inevitablemente nos remite también a Gilles Deleuze) se asemeja al planteamiento de Jean-Francois Lyotard (1998) respecto a la utilización del prefijo “post” en la medida en que éste implica un proceso de reescritura que cuestiona algunos de los elementos clave de un momento histórico. De manera similar a lo que considera Braidotti, Neil Badmington dice que el posthumanismo consiste en un proceso de lectura y reescritura crítica del humanismo, lo cual implica puntos de contacto y de quiebre con el concepto en cuestión. Para Braidotti, entonces, no es fortuito que las escritoras aprovecharan la perspectiva “desfamiliarizante” de la práctica “as if”, la cual se relaciona directamente con la definición de Christopher Evans (1988) de la ciencia ficción entendida como la literatura del “what if?” (1988). Una estrategia clave para llevar a cabo el proceso de desfamiliarización son las figuraciones: 10 La práctica “as if” no es exclusiva del planteamiento de Braidotti sino que ha estado presente desde el inicio de la ciencia ficción pensada como práctica especulativa. 16 A figuration is the expression of alternative representations of the subject as a dynamic non-unitary entity; it is the dramatization of processes of becoming. These processes assume that subject formation takes place in-between nature/technology; male/female; black/white; local/global; present/past - in the spaces that flow and connect the binaries. These in-between states defy the established modes of theoretical representation because they are zigzagging, not linear and process-oriented, not concept-driven. (Braidotti 2013: 165) La figuración del cyborg basada en el “Cyborg Manifesto” (1985) de Donna Haraway ha sido una de los más representativas del género cyberpunk, pues ahí se encuentran lo orgánico y lo inorgánico. Sin embargo, considero que el cyborg debe ser leído a partir de la idea general de hibridación, más allá de leerlo de manera literal. Si bien el término original se refiere a una entidad orgánica (humana) que se tecnifica y se acerca a la postura transhumanista, en la medida en que la inteligencia artificial es capaz de sentir y experimentar una subjetividad (entendida como un carácter dinámico y en constante proceso de (con)formación) o conciencia, se genera también una hibridación que descentra el excepcionalismo antropocéntrico, tal y como lo plantea el posthumanismo crítico. Por lo tanto, usaré el término cyborg de manera más amplia para referirme también a lo inorgánico con características orgánicas o humanas: From one perspective, a cyborg world is about the final imposition of a grid of control on the planet […] about the final appropriation of women's bodies in a masculinist orgy of war. From another perspective, a cyborg world might be about lived social and bodily realities in which people are not afraid of their joint kinship with animals and machines, not afraid of permanently partial identities and contradictory standpoints. (Haraway 1985: 154) Un ejemplo de esto es “The Bicentennial Man” (1976) de Isaac Asimov. El cuento trata de un robot, Andrew Martin, quien se encarga de las labores domésticas de una familia hasta que un 17 día descubre que posee cualidades y sensibilidad artística, por lo que se dedica a realizar magníficas obras en madera con las que gana dinero. Con el paso del tiempo, el robot adquiere consciencia de conceptos propiamente humanos como el de la libertad y se enfoca en obtenerla. Asimismo, en la medida en que sobrevive la muerte de la familia con la que ha convivido, puesto que él no se encuentra sujeto por limitaciones orgánicas, Andrew decide iniciar un proceso de “humanización” en el cual busca reemplazar su cuerpo artificial por uno orgánico, primero manteniendo su cerebro de robot para posteriormente también reemplazarlo por uno orgánico y así poder alcanzar su “humanidad”. No obstante, existen dos posibles interpretaciones de lo humano derivadas de este planteamiento: la primera, que Andrew fuera humano desde el inicio con su sensibilidad artística y su anhelo por la libertad, la segunda es que ésta se consiga sólo con la obtención de un cuerpo biológico, y así se plantea si la humanidad es algo inmanente a lo orgánico o no. De esta manera, vemos cómo el cuento busca indagar en el concepto de qué es lo humano, cómo lo identificamos y cómo se puede alcanzar. Esta apertura a alternativas que dan voz a perspectivas no hegemónicas, es decir que no cumplen con el ideal humanista tradicional, se relaciona con la visión posthumanista de una existencia plural y heterogénea. En este sentido, Patricia Melzer (2020) la relaciona con el concepto de los ensamblajes deleuzianos, los cuales se encuentran presentes en el pensamiento posthumanista de Braidotti y parte tanto de experiencias basadas en identidades fluidas y heterogéneas, relacionales, como de la importancia de las experiencias corporales: The posthuman cyborg therefore resonates with Gilles Deleuze and Felix Guattari’s work on “assemblages,” a conceptualizing of bodies as parts of always changing constellations in which entities meet, interact, and shape each other; as the composition shifts, the unique assemblage dissolves and/or solidifies. The metaphor of the feminist cyborg as an assemblage of technoscience means the immediate patterns of relation— i.e., the shifting patterns of organic and non-organic matter—ensure the body’s 18 relations to itself (affect) and others as part of the assemblage defines the encounter and ensures an emphasis on potentiality, on never-fixed possibilities and becomings. (2020: 291) La ciencia ficción evidencia la fragilidad de la hegemonía especista cuando seres artificiales son capaces de llevar a cabo esas mismas acciones anteriormente atribuidas únicamente a los seres humanos, por lo que podemos pensar lo humano como un proceso y no un punto de partida a partir de la ejecución de ciertas acciones consideradas como criterios indispensables en una época específica para formar parte de esta categoría. En el caso tanto de la vertiente feminista de Braidotti como de Ashby, su propuesta de “humano” se caracteriza por pensar identidades no esencialistas cuyos marcadores de género, origen, etnicidad (raza), etc., no son los aspectos que determinan si una entidad es “humana”, sino que entienden este término de una manera más abierta, mediante una acepción de humanitas donde la empatía y la afectividad son primordiales, por lo que no todos los seres humanos entran necesariamente en esta categoría, y es posible que seres artificiales cumplan con estas características. Por su parte, la propuesta de humanidad de Morgan representa una perspectiva más cerrada porque posibilita pensar lo humano como si fuese una categoría neutra, resultado de su situación masculina privilegiada, en tanto que es incapaz de pensar modelos realmente alternativos que no propugnen por mantener el orden dualista y jerárquico propio del mundo hegemónico actual. La inclusión del enfoque feminista en géneros como el cyberpunk o en corrientes de pensamiento como el posthumanismo es de suma relevancia para generar modelos alternativos que dejen ver otras formas de hacer y percibir las cosas y, así, dar lugar a otro tipo de historias. Al generar líneas de fuga respecto al statu quo se pueden pensar soluciones a los problemas de la época del Antropoceno, los cuales representan un reto para la humanidad y evidencian la obsolescencia de los modelos clásicos de pensamiento que colocan al Hombre, concebido a partir del modelo vitruviano, como el centro y la medida de todas las cosas. Por lo tanto, tomaré 19 como punto de partida conceptos clave del posthumanismo crítico de Rosi Braidotti y del transhumanismo tecnológico para abordar y contrastar los temas de la hibridación y los nuevos tipos de subjetividad en lo literario y hacerlos operativos mediante un análisis diferencial de las dos vertientes principales del cyberpunk en la trilogía Altered Carbon de Richard Morgan y la trilogía The Machine Dynasty (vN, Id, ReV) de Madeline Ashby, pues ambas trilogías conciben la figuración de lo cyborg de maneras distintas: para Morgan consiste en la tecnificación de lo orgánico, mientras que para Braidotti y Ashby es un proceso de humanización que se extiende también a lo inorgánico. La elección teórica de Braidotti se debe a que es la primera en nombrar su posthumanismo explícitamente como feminista, lo cual abre una nueva alternativa para pensar la problemática antropocéntrica, especista y relacionada con el desarrollo tecnológico que caracteriza nuestra era contemporánea, sin dejar de lado cómo las implicaciones jerárquicas de la división naturaleza-cultura han resultado en la subordinación y dominación de “lo otro”. La italiana vincula la corriente de pensamiento posthumanista con la feminista mediante la crítica común a la universalidad, la hegemonía y la racionalidad de cierto sujeto humano que, históricamente, ha limitado este paradigma a lo androcéntrico. El feminismo ha sido crucial tanto para la reivindicación de “la alteridad” (inicialmente la mujer como lo opuesto del hombre pero posteriormente esta reflexión se ha hecho extensiva a otras formas de alteridad) como el cuestionamiento de las relaciones de poder que conlleva el pensamiento dual, por lo tanto, Braidotti ofrece un valioso enfoque al evidenciar las contradicciones, desigualdades y problemáticas de nociones supuestamente universalistas dentro del discurso progresista y de “mejora constante” que ofrecen las nuevas biotecnologías. Asimismo, considero relevante explorar un modelo alternativo de la humanidad, ya que este concepto no debería restringirse únicamente a los cuerpos orgánicos sino que debería extenderse a cualquier subjetividad 20 susceptible de mostrar ese potencial de humanidad, entendido como sintiencia11 y autoconciencia. Al incluir los aspectos materiales o corpóreos podemos enriquecer la reflexión en torno a nuevas configuraciones que no dejen de lado aquellos elementos importantes que nos caracterizan, y no limitarnos únicamente al reduccionismo que plantea la razón como la facultad distintiva. Las subjetividades posthumanistas planteadas por Braidotti se configuran a partir de la revaloración de la materialidad y todas sus implicaciones, por tanto, constituyen subjetividades transversales al dejar atrás el paradigma de esquemas binarios, dicotómicos perpetuados por el transhumanismo, los cuales han dado pie a una creciente deshumanización. Por ello, es menester plantearnos otras formas de estar en el mundo: “The ‘self’ is a moveable assemblage, always within a community, fully immersed in and immanent to a network of human and non-human relations” (Braidotti, 2019:147). En cuanto a la pertinencia de abordar el cuestionamiento de “lo humano” desde la ciencia ficción, cabe resaltar que este género destaca por su función especulativa, ya que explora posibilidades alternativas de ser desde una lógica racional. Así pues, este trabajo busca mostrar cómo la perspectiva feminista tanto del posthumanismo de Braidotti como del cyberpunk de Ashby, enriquece el debate ontológico en torno a “lo humano” en un contexto tecnológico, pues proponen modelos más incluyentes de la “humanidad”, lo cual presupone la necesidad de cambio del concepto existente. Al marcar distancia de los conceptos hegemónicos androcéntricos, ambas autoras logran concebir un enfoque alternativo, mismo que es difícil de pensar desde el privilegio masculino por más contestatario que se pretenda ser. Esto se debe a que los pertenecientes a la hegemonía conciben la humanidad como algo neutral y no consideran los aspectos situacionales (embedded) y materiales (embodied) de los cuerpos que 11 En este punto el ecofeminismo y el posthumanismo feminista de Braidotti coinciden con las antiguas epistemologías indígenas que conciben la humanidad, entendida como esa capacidad de sentir (sintiencia), de modo que este atributo se encuentra presente y distribuido en distintos grados tanto en los seres humanos como en los no humanos. Esta postura monista y materialista, igual que la de Spinoza, considera que todo lo existente está conformado por la misma sustancia, por lo cual no debería haber jerarquizaciones, pues la diversidad se diferencia entre sí únicamente por sus gradaciones o variaciones de esa misma humanidad. 21 limitan o determinan sus posibilidades dentro de un régimen heteropatriarcal. Debido a esto, la investigación se centrará en el análisis textual de las obras mencionadas y establecerá un diálogo con la tradición transhumanista y posthumanista del cyberpunk en el ámbito literario y, en ocasiones, en otros medios como el televisivo y el cinematográfico. Considero necesario primero ofrecer un panorama general del contexto en que se insertan estos textos, el humanismo, el posthumanismo y el transhumanismo, por lo que en el primer capítulo expondré conceptos clave de Braidotti y del transhumanismo extropianista de Max More y Hans Moravec para de ahí llevar a cabo el análisis e interpretación de los textos. El segundo y tercer capítulo estarán subdivididos en distintos apartados conforme al desarrollo de la trama, donde se explorará el proceso de constitución de las subjetividades a la luz de elementos teóricos propios del posthumanismo y el transhumanismo. Así, el segundo capítulo se centrará en la trilogía Altered Carbon de Richard Morgan y buscará analizar cómo esta obra se inserta en la tradición canónica del cyberpunk y de qué forma se vincula con la postura transhumanista. Con esta finalidad, el texto se divide en los siguientes apartados: Cuerpo: dominación y violencia, dominio de una realidad: espacio y virtualidad, dominación del “otro”, y rebelión. Por su parte, el tercer capítulo analiza The Machine Dynasty de Madeline Ashby y se centra en las características que diferencian esta vertiente de la convencional, acercándola a la postura posthumanista planteada por Rosi Braidotti. El capítulo se divide en: cuerpo social, cuerpos artificiales, afectos y emociones, familia, patrones y reproducción, subjetividades múltiples y heterogéneas, sujeción y dolor, rebelión, y ¿un nuevo orden? Si bien las dos obras propician una amplia reflexión de sus cosmovisiones, el tercer capítulo tendrá una extensión mayor al anterior debido a que me interesa indagar en las particularidades de esta vertiente que ha sido poco estudiada en comparación con su contraparte más conocida. Asimismo, aunque ambas trilogías serán analizadas en capítulos independientes, se establecerán puntos de contraste entre éstas, a pesar de que no se haga una comparación 22 exhaustiva en todo momento. De este modo, tras haber analizado ambas trilogías se expondrán las conclusiones generales de este trabajo de investigación. 23 CAPÍTULO 1: LO HUMANO COMO CONCEPTO PERMEABLE “Lo humano” es un concepto que elude una definición sencilla. Desde la época de los pensadores postsocráticos, varios filósofos han ensayado distintas alternativas. La definición clásica de lo humano como “un ser racional” parte del sistema aristotélico dualista y convierte automáticamente a los demás animales en seres irracionales. Al separar al humano de los demás animales, se le otorga un lugar central en relación con las otras formas de vida y, por lo tanto, lo animal es relegado a un estadio inferior de desarrollo, lo cual legitima cualquier acto humano en contra de la naturaleza. El humano, el ser racional, puede ejercer su voluntad sobre la naturaleza, porque posee el “poder superior” del raciocinio, patente desde los orígenes míticos de la civilización12 occidental, cuando el titán Prometeo13 le otorga a la especie humana el don del fuego y, con éste, la sabiduría. Mediante el desarrollo de la techné, la especie alcanza un estatus de secundus deus, detentador de una parte de los poderes antes sólo asequibles a los dioses. Esta concepción dualista de lo humano inaugurada en la mitología y afianzada por Aristóteles se convertirá en el discurso legitimador del humano frente a las demás creaciones del mundo a lo largo de los siglos subsecuentes. Muchos pensadores han establecido sus definiciones de lo humano a partir de una oposición con lo no-humano, lo cual continúa con la misma dinámica aristotélica de avanzar por medio de un pensamiento dual. La creación de una forma de clasificar la realidad dicotómica marca la existencia del ser humano a partir de divisiones maniqueas, por ejemplo: sujeto / objeto, mente / cuerpo, hombre / mujer, orgánico / inorgánico, racional / emocional, humano / no humano, entre otras. 12 Civilización entendida como el conjunto de creencias, costumbres, cultura, conocimientos científicos y técnicos que caracterizan a un grupo humano en un momento histórico específico. A diferencia de otros modos de agrupación, ésta se distingue por ser una sociedad compleja en la que existen estructuras sociales como modo de organización, y el modo es principalmente sedentario, por lo que se requiere de desarrollo tecnológico para manejar los recursos naturales disponibles. Véase Stuart Piggott (1988). El despertar de la civilización. Madrid, España: Alianza Editorial. 13 Recordemos que, según Ovidio en Metamorfosis, el hombre formaba parte del linaje de Jápeto (padre de Prometeo) y además había sido creado a la imagen y semejanza de los dioses, por lo que poseía también parte de una chispa divina, lo cual contribuyó a la creencia en un dios antropomorfo. 24 Es precisamente debido a la instauración de este modelo que culturalmente se realizan valoraciones jerárquicas de los términos implicados y se genera un antagonismo entre lo que constituye “la norma” y lo que se ve excluido como “lo diferente”. Un ejemplo son las representaciones de los nativos, realizadas hasta mediados del siglo XX, cuyo sojuzgamiento se legitimaba mediante un discurso de poder de los colonizadores basado en categorías duales que oponían a un “yo” contra un “otro”. Los conquistadores eran hombres blancos, racionales, creyentes en la fe verdadera; mientras que los nativos eran no-blancos, irracionales, salvajes y herejes (Braidotti: 2013). Como puede verse, dos de los grupos que han sido históricamente más afectados por este pensamiento dualista del ser humano han sido los denominados “grupos minoritarios” a los cuales son asociadas las mujeres y distintas etnias originarias de los territorios conquistados y colonizados, entre otros, a quienes se ha sometido a lo largo de la historia a partir de estas concepciones segregacionistas. En el caso de las mujeres, éstas han sido representadas estereotípicamente como el sexo débil, incapaces de gobernar sus instintos, ingenuas e inferiores a sus contrapartes masculinas. De esta manera, la jerarquización basada en los dualismos genera una exclusión, y todo aquello relegado a “la alteridad” se ve privado de incidir en la creación y modificación de discursos en el sentido foucaultiano de una serie de enunciados que determina lo válido y verdadero de una época. Por lo tanto, no es posible llevar a cabo un proceso de autorrepresentación que no se encuentre mediado por la visión hegemónica falogocéntrica que privilegia lo masculino y lo racional para la construcción de sentido. Críticos e intelectuales posteriores a la definición clásica de lo humano, como Baruch de Spinoza, entre otros, han puesto en entredicho este esquema dualista con la finalidad de redefinir los conceptos, y han propuesto nociones más complejas de lo humano, que permiten una reflexión menos reduccionista. De acuerdo con Jacinto Choza en su Historia cultural del humanismo, existen tres niveles diferenciados de lo humano: el primero es el orden constitutivo 25 que se refiere al origen orgánico. Con esto, considera que la condición inicial para ser humano es haber nacido de mujer y estar hecho con los mismos materiales orgánicos que los demás. Cuando estas condiciones no se cumplen se dice que lo surgido no es un ser humano sino un “monstruo, un animal monstruoso o un organismo viviente indefinible y no identificable, por ejemplo la criatura Frankenstein” (2009: 50). En segundo lugar se encuentra el orden operativo social y cultural, que se refiere al funcionamiento del cuerpo viviente entendido como individuo capaz de adaptarse a una sociedad y relacionarse con los otros. De lo contrario, se considera que se queda en la animalidad sin alcanzar la humanidad. Por último, el orden operativo moral se refiere al tipo de comportamiento que es moral y responsable. Cuando las personas no cumplen con estas características se les llama “inhumanos”, en el sentido de que son “malvados, perversos o degenerados” (2009: 51). Francesca Ferrando en Philosophical Posthumanism (2021) plantea “lo humano” más bien como un proceso de “humanización”, el cual se lleva a cabo en un contexto histórico específico mediante representaciones performativas sociales14 que responden a normas sociales y culturales que co-constituyen las características de esa humanidad en ese momento particular. No obstante, este proceso histórico se ha definido a partir de separaciones dualistas que, al momento de excluir a ciertos grupos, han creado gradientes de “humanidad” y, con esto, dado lugar a categorías de subhumanos, pues no cumplen con las características deseadas. Como apunta Braidotti: “Not all of us can say, with any degree of certainty, that we have always been human, or that we are only that. Some of us are not even considered fully human now, let alone at previous moments of Western social, political and scientific history. Not if by ‘human’ we mean that creature familiar to us from the Enlightenment and its legacy” (2013: 1). Braidotti (2013) cuestiona que ser “humano” en términos del humanismo clásico se limita a ser hombre, 14 El concepto de performatividad social lo retoma del planteamiento de Butler respecto a la constitución del género. 26 blanco, protestante, heterosexual, europeo, racional y no tener ningún tipo de discapacidad. Así pues, para la italiana, este modelo hace a un lado a la gran mayoría, al tiempo que no da cuenta de la complejidad y multiplicidad de existencias materiales situadas en un lugar y en un momento concretos. Para superar el concepto de humano heredado por la Ilustración, Braidotti se adhiere al posthumanismo crítico, el cual busca retomar la importancia de los aspectos materiales y situacionales que diversifican las posibilidades de lo humano, en tanto que se parte de perspectivas concretas y parciales en oposición a las abstractas y generalizantes que privilegian la mente sobre el cuerpo. De igual manera, cuestiona los valores y las perspectivas antropocéntricas para, en su lugar, enfocarse en las relaciones e interdependencias de “lo humano” y lo “no humano”. En este sentido, para Braidotti: Posthumanism is the historical moment that marks the end of the opposition between Humanism and anti-humanism and traces a different discursive framework, looking more affirmatively towards new alternatives. […] The posthumanist perspective rests on the assumption of the historical decline of Humanism but goes further in exploring alternatives, without sinking into the rhetoric of the crisis of Man. It works instead towards elaborating alternative ways of conceptualizing the human subject. (2013: 37) Francesca Ferrando (2013) advierte que el término posthumanismo se ha utilizado de manera vaga para referirse a diferentes escuelas de pensamiento que coinciden en el rechazo a la posición privilegiada de cierto tipo de “lo humano”, así como en la homologación de esta categoría con lo racional y universal y en la necesidad de nombrar la nueva condición que resulta de la interdependencia entre la tecnología y el ser humano, por lo que es preciso redefinir “lo humano”, sobre todo a partir de dos corrientes de pensamiento cercanas que han abordado esta cuestión en los últimos años: el posthumanismo y el transhumanismo. 27 1.1 TRANSHUMANISMO Y POSTHUMANISMO Ambos movimientos surgieron entre finales de la década de los ochenta y principios de los noventa y, si bien comparten el interés en replantear “lo humano”, puesto que el concepto no es algo fijo sino mutable, lo hacen desde perspectivas muy diferentes: el posthumanismo propone la deconstrucción del concepto mediante un análisis crítico de su origen y su uso a lo largo de la historia, mientras que el transhumanismo se centra en proyectar las posibilidades de modificar y mejorar al ser humano mediante el desarrollo científico-tecnológico. El transhumanismo parte de la idea nietzscheana de que “el hombre es algo que debe ser superado”, y para los transhumanistas el motor de esa transformación está en la razón manifestada en el conocimiento científico y en la tecnología. Así pues, el cuerpo es concebido como una prisión perecedera y finita que limita la mente y que es necesario trascender para alcanzar una nueva fase en la evolución. Este movimiento se considera el heredero directo del proyecto de la Ilustración clásica que concebía al ser humano como la medida de todas las cosas y era el arquitecto de su propio destino. De ahí la elección del prefijo trans, el cual hace referencia al carácter transitorio de un estado a otro, en que lo posthumano se vuelve el punto de llegada que dará inicio a una nueva etapa e incluso una nueva especie. Como trasfondo, este movimiento se basa en la idea de progreso (entendido como superar constantemente el esfuerzo inmediato anterior) y parte de la separación cartesiana entre cuerpo y mente, privilegiando la última como la facultad superior que hace del ser humano la especie dominante. El término como tal fue acuñado por Julian Huxley en 1957, quien consideraba la responsabilidad del ser humano el tomar la evolución en sus propias manos en lugar de dejarla al azar: “It is as if man had been suddenly appointed managing director of the biggest business of all, the business of evolution […] What is more, he can’t refuse the job” (1957: 13-17). Ferrando (2021) señala las implicaciones antropocéntricas de hacer del “Hombre” el encargado de llevar a cabo esta tarea, pues se percibe a sí mismo como si fuera una existencia incorpórea 28 que se encuentra completamente aislada de su entorno. Esto resulta en pensar lo no-humano como recurso ilimitado que puede y debe explotarse, lo cual ha dado lugar a la denominada era del Antropoceno.15 Asimismo, el usar el término “Hombre” como sinónimo de “especie humana” evidencia el carácter restrictivo de quienes sí pueden convertirse en agentes de cambio en sí mismos. Existen distintas corrientes del transhumanismo que se diferencian entre sí en cuanto a prioridades y enfoques políticos, pero dos de las principales teorías a partir de las cuales se configura todo el movimiento son el extropianismo y el singularitarianismo. El último se caracteriza por la creencia en el desarrollo gradual de la inteligencia artificial hasta alcanzar un estado de superinteligencia que sobrepasará la de los humanos. Ray Kurzweil ha denominado esto el advenimiento de la singularidad.16 Aunque existen muchos debates de si es o no factible que esto suceda, la ciencia ficción y el cyberpunk en específico han especulado con esta idea y sus implicaciones para la humanidad. Por ejemplo, uno de los libros más populares de Isaac Asimov es la compilación de cuentos I, Robot (1950) que explora la posible relación humano- robot desde distintas perspectivas como la moral, así como los términos bajo los cuales se regiría (como las leyes de la robótica que continúan siendo vigentes para la programación). Por otro lado, Max More, el fundador del extropianismo, plantea que ésta es la primera filosofía propiamente transhumanista y la define como el opuesto de la entropía, es decir que parte de la idea de una mejora perpetua de la condición humana para, eventualmente, prolongar la vida de manera indefinida. Algunas de las formas en las que pretenden lograrlo es vía la nanotecnología, la criogenia y la tecnología biomédica capaz de mapear y transferir la conciencia humana a un dispositivo artificial. Esta última idea fue descrita y propuesta por 15 El término fue acuñado en el 2000 por el biólogo Eugene Stormer y el químico Paul Crutzen para referirse a las repercusiones que las acciones humanas han tenido en nuestro planeta. Esto ha hecho que el ser humano sea percibido como un agente geológico. 16 Si bien el término original proviene de la física de los agujeros negros, en este caso Kurzweil lo usa en The Singularity Is Near. When Humans Transcend Biology (2005) para remitirse al desarrollo hipotético de autonomía de las máquinas y los robots. 29 Hans Moravec en su libro Mind Children. The Future of Robot and Human Intelligence (1990) donde plantea la identidad humana como una serie de patrones susceptibles de ser detectados y copiados para, posteriormente, reproducirlos y así preservar e inmortalizar la “esencia” de una persona: Body-identity assumes that a person is defined by the stuff of which a human body is made. Only by maintaining continuity of body stuff can we preserve an individual person. Pattern-identity, conversely, defines the essence of a person […] as the pattern and the process going on in my head and body, not the machinery supporting that process. If the process is preserved, I am preserved. (1990: 117) Un ejemplo literario de este procedimiento se encuentra en la novela Permutation City (1994) de Greg Egan, en la que es posible producir copias tipo holograma de las personas en el mundo virtual con base en un escaneo neuronal. De esta manera, los individuos no sólo pueden seguir existiendo en un plano, sino que son capaces de evolucionar y establecer una relación de continuidad con su identidad orgánica en su calidad de vida artificial. Sin embargo, el posthumanismo crítico cuestiona la idea transhumanista de que la identidad se reduzca a patrones de información susceptibles de ser aislados de la materialidad de los cuerpos. Katherine Hayles en How We Became Posthuman: Virtual Bodies in Cybernetics, Literature and Informatics (1999) considera que la identidad es el resultado de una relación de co- producción entre mente y cuerpo, puesto que la subjetividad se desarrolla en un contexto específico y no puede ser entendida como algo aislado de su entorno: What is the posthuman? […] First, the posthuman view privileges informational pattern over material instantiation, so that embodiment in a biological substrate is seen as an accident of history rather than an inevitability of life. Second, the posthuman view considers consciousness, regarded as the seat of human identity in the Western tradition long before Descartes thought he was a mind thinking, as an epiphenomenon, as an 30 evolutionary upstart trying to claim that it is the whole show when in actuality it is only a minor slideshow. Third, the posthuman view thinks of the body as the original prosthesis we all learn to manipulate, so that extending or replacing the body with other prostheses becomes a continuation of a process that began before we were born. […] In the posthuman, there are no essential differences or absolute demarcations between bodily existence and computer simulation, cybernetic mechanism and biological organism, robot teleology and human goals. (1999: 2-3) Para Hayles, hay tres características que el posthumanismo pone en entredicho: la importancia del aspecto corpóreo, el cual no puede ignorarse, la conciencia, que es algo situado y encarnado que no sucede en un vacío, y el cuerpo, como algo más que una prótesis de la mente y constitutivo de la autoconformación. En su lugar, busca reformular al sujeto posthumano como una amalgama de elementos heterogéneos que se caracteriza por ser una entidad material que posee información y se encuentra en constante (re)construcción. Este llamado a revalorar la importancia del aspecto corporal de lo humano es lo que distingue al posthumanismo crítico del transhumanismo, al igual que el papel de la tecnología. Para el transhumanismo la tecnociencia17 juega un papel casi mesiánico, pues de ella depende la “salvación” del ser humano en tanto superación y mejora de este, mientras para el posthumanismo crítico el desarrollo tecnológico ha dado lugar a una nueva condición en la que el ser humano y la tecnología son interdependientes. En esta nueva relación, la tecnología deja de ser una herramienta funcional para obtener algo y pasa a ser un elemento que conforma al humano mismo. Como resultado, se desdibujan las fronteras entre lo orgánico y lo inorgánico (Ferrando 2013). 17 Bruno Latour (1987) utiliza el término tecnociencia para referirse a la fusión que el desarrollo en distintas áreas del conocimiento permitió entre la ciencia y la técnica con la finalidad de alcanzar un objetivo en conjunto: optimizar recursos para obtener una mayor eficiencia. 31 El posthumanismo, por su parte, tiene sus raíces en la tradición posmoderna de rechazar las construcciones discursivas totalizadoras. En palabras de Lyotard, la condición posmoderna constituye: “la incredulidad respecto a los metarrelatos” (The Postmodern Condition, 1984: 10), por lo que las tendencias antiformales, anárquicas y deconstructivas configuran lo que Ihab Hasan denomina “el ethos posmoderno”.18 No es fortuito que el término posthumanismo haya sido acuñado por Hasan para referirse a la necesidad de cuestionar la validez de los conceptos del humanismo clásico como valores universales: “Humanism may be coming to an end as humanism transforms itself into something one must helplessly call posthumanism” (1977: 843). En este sentido, Neil Badmington (2003), uno de los teóricos más representativos del posthumanismo, dice que este movimiento consiste en un proceso de lectura y reescritura crítica del humanismo. El prefijo “post”, por lo tanto, no supone una ruptura radical con el término que lo sucede19 sino más bien una relación de continuidad y discontinuidad al mismo tiempo a partir del diálogo y la revisión de sus conceptos. Aunque existen también diversos enfoques dentro del posthumanismo crítico, esta tesis se apegará a la terminología usada por Braidotti para diferenciar el transhumanismo del posthumanismo, cuyos tres postulados principales son: el post-humanismo, el post-dualismo y el post-antropocentrismo. El primero implica el cuestionamiento del humanismo clásico; el segundo, el dejar de lado una política tanto de exclusión como de jerarquización; y el tercero, el descentralizar el especismo, es decir, la idea del ser humano como la especie privilegiada por encima del resto. A continuación, expondré en qué consiste y de dónde parte el planteamiento de Rosi Braidotti. 18 Ihab Hassan. Prometheus as Performer: Towards a Posthumanist Culture? (1977). 19 En cambio, el antihumanismo sí se define mediante una oposición y rechazo radical del humanismo. 32 1.2 EL POSTHUMANISMO DE BRAIDOTTI Teniendo en mente la diversidad de posturas que existen dentro del mismo posthumanismo crítico, es necesario delimitar la perspectiva que tomaré como base para mi trabajo, la cual partirá de Rosi Braidotti. Mi elección se debe a que su pensamiento conjunta la base teórica del postestructuralismo con la del feminismo, de tal manera que su análisis se enfoca no sólo en cuestionar el antropocentrismo, sino también en afirmar y reconocer tanto la multiplicidad como “la diferencia”, puesto que los “casi humanos” han sido privados de incidir en los procesos de representación al ser excluidos por la hegemonía. Así, el posthumanismo crítico representa una alternativa al pensamiento dicotómico obsolescente y al mito de la “liberación mediante la razón” que ha dado pie a una creciente deshumanización, por lo que es menester plantearnos otras formas de estar en el mundo y considerar perspectivas alternativas y situadas. Para la italiana, la principal crítica al modelo clásico se debe a su concepto limitado de lo que significa ser “humano”. Braidotti (2013) hace énfasis en la política de exclusión de este modelo en tanto que el concepto central ha demostrado ser un término reduccionista que no sólo ha permitido, sino que ha fomentado, el desarrollo del imperialismo. Lo anterior se debe a que se rige por una lógica binaria que opone un “yo” ante un “otro” y, mediante su distinción, se define (cierto tipo de) “lo humano” a partir de lo “no humano”, consolidándose como una categoría supuestamente neutral y universal. Debido a esto, busca retomar la importancia de los aspectos situacionales (embedded) y materiales20 (embodied) que diversifican las posibilidades de “lo humano”, en tanto que se parte de perspectivas concretas y parciales (situated), en oposición a las abstractas y generalizantes en las que la mente es lo distintivo y es valorada por encima del cuerpo. A continuación, expondré en qué consiste y de dónde parte el planteamiento de Rosi Braidotti. 20 Braidotti es una de las principales representantes de esta corriente conocida como neomaterialismo. 33 1.3 BRAIDOTTI Y LA GENEALOGÍA DE SUS CONCEPTOS CLAVE: BIOPODER, DISCURSO, NOMADISMO, DEVENIR, FEMINISMO Y AFECTOS 1.3.1 FOUCAULT, EL BIOPODER Y EL DISCURSO Braidotti retoma conceptos de Foucault para cuestionar la escisión entre mente y cuerpo en tanto que hace hincapié en la corporalidad del sujeto como el material sobre el que se ejerce el poder con el fin de constituir un concepto de sujeto específico conforme a la normatividad. Así pues, el cuerpo tiene que ser disciplinado para hacerlo dócil, productivo y reproductivo, por lo que la importancia de la corporalidad va de la mano del discurso propio de la modernidad (1994: 46). No obstante, con el surgimiento de una variedad de discursos científicos que tenían por objeto de estudio el cuerpo, tuvo lugar un rompimiento con la idea convencional que planteaba el cuerpo separado de la mente. Este cuestionamiento del paradigma racionalista, también llamado la “muerte del sujeto” (más específicamente la muerte de un sujeto particular), resultó en la puesta en duda de la concepción clásica de lo que constituía un sujeto humano: Modernity, according to Foucault, opens up in this double shift in the position of the subject: on the one hand a move away from the metaphysical unit, which was postulated on a careful balance of dualistic oppositions. On the other hand, a shift toward a multiplicity of discourses that take the embodied subject as their target. This analysis of the double structure in the discourse about the embodied subject in modernity has serious implications. Not only is this subject not one but also there is no consensus among the human and social sciences as to what exactly its bodily structure is. (1994: 46) Respecto a esta ruptura, el biopoder21 concibe al sujeto como una entidad biocultural, por lo que se deja de lado la oposición entre mente y cuerpo. Para Foucault, según Braidotti, el sujeto 21 El biopoder para Foucault (1998) consiste en las diversas prácticas y técnicas que el Estado utiliza para sujetar, es decir, subyugar los cuerpos y controlar a la población. 34 se conforma a partir de elementos fragmentados que se mantienen unidos por procesos simbólicos de identificación con y de apego al sistema hegemónico. Por lo tanto, las estrategias de control que modelan al sujeto se ejercen en su corporalidad, al tiempo que están interceptadas por los discursos. Recordemos que para Foucault un discurso no es un texto sino una formación histórica, social y organizada institucionalmente de enunciados, categorías, creencias y términos específicos que determinan lo que es válido y verdadero: “en toda sociedad la producción del discurso está a la vez controlada, seleccionada y redistribuida por un cierto número de procedimientos que tienen por función conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad” (Foucault, 1996: 5). El análisis de Foucault es un pilar fundamental para comprender que el sujeto es el resultado de esas complejas intersecciones, no obstante, Braidotti concuerda con el planteamiento de Donna Haraway, quien considera que el biopoder de Foucault ya no da cuenta del mundo contemporáneo debido al desarrollo tecnológico exponencial. Por lo tanto, es menester acompañarse de otras teorías, en particular las feministas, medio ambientalistas y poscoloniales en la medida en que “they have addressed the shifting status of embodiment and difference in advanced capitalism in a manner that reflects the complexity of global social relations” (2013: 117). En relación con el sujeto concebido como un continuum, Braidotti retoma del postestructuralismo francés de Foucault, Deleuze y Derrida, el planteamiento de la interrelación y dependencia entre lo orgánico y lo inorgánico, como algo que ha caracterizado al ser humano desde sus inicios y no únicamente de manera reciente. El enfoque de los postestructuralistas hace hincapié en la noción de un sujeto material y biocultural: Technology fulfills the human’s biological destiny in such an intimate way that the organic and the technical complement and become adapted to each other. This mutual 35 receptivity of the organ to its technical extension, of biology to technology is […] the reason why the dualistic and oppositional distinction of nature-culture is dropped in favor of the discourse on biopower: the political reflection on the subject as an embodied organism, a bio-cultural entity par excellence. (1994: 44) Por tecnología los postestructuralistas y Braidotti se refieren a herramientas, armas, artefactos, e incluso el lenguaje, ya que funcionan a manera de prótesis o elementos externos que le permiten al ser humano potenciar sus capacidades. No obstante, en el contexto contemporáneo la interconexión humano-tecnología ha alcanzado niveles sin precedentes que han desdibujado la separación entre las categorías de lo natural y lo artificial, lo cual ha dado lugar a la denominada condición posthumana. 1.3.2 DELEUZE, EL NOMADISMO Y EL DEVENIR El pensamiento de Gilles Deleuze es de suma importancia para la concepción posthumanista de Braidotti en tanto que se centra en la creación de modelos alternativos a los del humanismo clásico. Sus ideas centrales giran en torno a la afirmación de la diferencia y la multiplicidad, el cuestionamiento de la razón como la facultad privilegiada, y la importancia del aspecto material, fluido y afectivo de las subjetividades. Uno de sus conceptos centrales es el nomadismo que Deleuze desarrolla junto con Félix Guattari. La figura del nómada adquiere relevancia para la conformación de las subjetividades posthumanistas de la italiana, pues es una identidad transgresiva que rechaza la noción de un centro (concepciones esencialistas o deterministas), a favor de la idea de transformaciones y flujos (becoming). De esta manera, tanto para Deleuze como para Braidotti el sujeto se conforma como algo heterogéneo, múltiple y relacional, por lo que la subjetividad nómada es un constructo posmetafísico que da cuenta de las subjetividades contemporáneas. Este concepto es útil debido a que se resiste a las perspectivas hegemónicas y excluyentes al afirmar el carácter 36 provisional de los límites (separaciones dualistas). Por el contrario, el nomadismo crea una red de interconexiones diversas y enfatiza el devenir (becoming) como un proceso de apertura en constante desarrollo que busca generar alternativas a la visión falogocéntrica del sujeto. Por su parte, lo nómada de la filosofía de Deleuze se encuentra estrechamente relacionado con lo rizomático. Felicity Colman plantea en The Deleuze Dictionary. Revised Edition que el rizoma se caracteriza por ser un sistema no jerárquico que es capaz de vincular elementos completamente heterogéneos, sin importar si son de origen orgánico o artificial, generando ensamblajes únicos que dan pie a nuevos modelos de pensamiento (2010: 232). Cabe destacar que Deleuze retoma varios planteamientos de Baruch Spinoza para la formulación de sus conceptos. Uno de los más importantes es el monismo, el cual considera que todo lo existente está hecho de la misma materia y que las diferencias aparentes entre las cosas se deben a un principio de variación de intensidades.22 Por intensidades, Deleuze se refiere a estados superpuestos que se encuentran relacionados entre sí, por ejemplo, la indivisibilidad que Spinoza plantea entre el cuerpo y la mente. Para el holandés, no hay una primacía de ningún elemento sobre el otro, sino que forman, más bien, un continuum. De este modo su teoría del conocimiento es materialista, en tanto que no se basa únicamente en la razón, sino que el cuerpo también juega un papel importante (embodiment). Lo que afecta el cuerpo afecta la mente y viceversa (Israel: 2001). Sumado a esto, el monismo de Spinoza considera que los múltiples modos de existencia se conforman como algo situado que se constituye en relación con su entorno (ya sea humano o no), por lo que para el holandés un cuerpo se define, no por su origen orgánico o inorgánico, sino por su capacidad afectiva, entendida como la susceptibilidad de afectar y ser afectado por aquello(s) que nos rodea(n). Así pues, y de manera similar a lo que 22 Cabe destacar que el filósofo holandés propuso este modelo como alternativa al dualismo de Descartes en el siglo XVII, lo cual lo convirtió en el principal representante de la Ilustración radical. Véase Israel, Jonathan (2001). Radical Enlightenment: Philosophy and the Making of Modernity 1650-1750, Nueva York, EUA: Oxford University Press. 37 consideraba Foucault, para Deleuze el cuerpo es una superficie material que se conforma a partir de la interacción de fuerzas espacio-temporales variables (afectos) que son tanto sociales como simbólicas. La influencia de Spinoza llega a Braidotti a través de Deleuze, y se sirve de sus premisas monistas para alejarse de la mirada antropocéntrica, en la medida en que ya no existe un plano trascendente que legitime la supremacía de un elemento por encima de otro, sino que todo se sitúa en un mismo plano (inmanencia radical) pues: “Monism results in relocating difference outside the dialectical scheme, as a complex process of differing which is framed by both internal and external forces and is based on the centrality of the relation to multiple others” (Braidotti 2013: 56). Además “This vitalist approach to living matter displaces the boundary between the portion of life ―both organic and discursive― that has traditionally been reserved for anthropos, that is to say bios, and the wider scope of animal and nonhuman life, also known as zoe” (2013: 60-61).23 La postura monista de Braidotti enfatiza la relacionalidad de la materia respecto a distintos medios ambientes,24 puesto que nos encontramos vinculados lo(s) uno(s) con lo(s) otro(s) de una manera interdependiente. Otro aspecto relevante de la filosofía de Deleuze junto con Guattari para el pensamiento de Braidotti es el eje de transformación de su planteamiento de devenir-otro, con lo que busca abrir perspectivas para la transformación afirmativa de la estructura de la subjetividad (2013: 84). En este sentido, la italiana retoma conceptos como el devenir-animal, devenir-tierra y devenir-máquina para proponer una subjetividad encarnada y extendida que se opone a “lo humano” clásico en tanto que enfatiza el continuum naturaleza-cultura y desdibuja la separación entre lo humano y lo no-humano. El devenir-animal implica el desplazamiento del 23 Esta concepción se asemeja a la Actor-Network Theory de Latour (2012), la cual plantea diferentes modos de existencia que no se limitan únicamente a lo humano sino también incluyen lo no-humano orgánico e inorgánico. De esta manera, se plantea una interrelación de estos elementos en un mismo plano ontológico donde no hay jerarquías entre sujeto y objeto. Sin embargo, la diferencia entre este enfoque y el de Braidotti consiste en que Latour concibe la interacción entre estos actores como algo neutro que no es atravesado por las relaciones de poder, mientras que para Braidotti aspectos como el género, la raza y la clase, etc., cuyas implicaciones son definidas por las relaciones de poder, son algo constitutivo que no debemos neutralizar sino rescatar y afirmar. 24 Para Guattari esto es conocido como las tres ecologías que se conforman por el medio ambiente social, psíquico y ecológico. Guattari, The Three Ecologies, The Athlone Press, Nueva Jersey: 2000. 38 antropocentrismo y el reconocimiento de la imbricación con otras especies; el devenir-tierra reflexiona acerca de la problemática y relación con el planeta y el medio ambiente; y el devenir- máquina resquebraja la distinción entre humanos y circuitos tecnológicos, introduciendo relaciones mediadas tecnológicamente y entendiéndolas como fundamentales para la constitución del sujeto (2013: 84). Así pues, la visión posthumanista de Braidotti actualiza las relaciones de poder de un sujeto que ya no está encerrado en un contexto dialéctico, sino vinculado con los múltiples otros y se funde con el medio ambiente planetario tecnológicamente modificado. Por lo tanto, su sujeto posthumanista se distingue por un carácter nómada, materialista (embodied), polimorfo, interrelacionado y situado que depende no sólo de la especie humana, sino también de lo no-humano: A posthuman theory of the subject emerges, therefore, as an empirical project that aims at experimenting with what contemporary, bio-technologically mediated bodies are capable of doing. These nonprofit experiments with contemporary subjectivity actualize the virtual possibilities of an expanded, relational self that functions in a nature-culture continuum and is technologically mediated. (Braidotti, 2013: 61) 1.3.3 EL FEMINISMO DE BRAIDOTTI Braidotti plantea que su visión del posthumanismo está basada en un nomadismo feminista que busca dar cuenta del carácter dinámico de las subjetividades. Éstas se conciben como entidades materiales (corpóreas) y afectivas donde convergen fuerzas interpersonales (construcciones sociales y simbólicas) que se caracterizan por su transitoriedad y movilidad (1994: 112). En este sentido, considera que la agencia política es una forma de intervención que actúa tanto en lo discursivo como en el ámbito material de la subjetividad, por lo que se relaciona de manera simultánea con diversos aspectos. De esta forma, lo político es precisamente la conciencia de la constitución del sujeto como algo fragmentario que se conforma con base en las relaciones 39 de poder y que busca posibilidades de resistir los constructos hegemónicos (Braidotti, 1994: 35). Una de las teorías más importantes para analizar el discurso de la diferencia es el feminismo. El posthumanismo de la filósofa italiana reúne la perspectiva de Deleuze, a partir de conceptos como el nomadismo y el devenir (becoming), con la importancia que la teoría feminista da al cuerpo (embodiment) y a las existencias situadas (embeddedness). De esta manera aspectos como la clase, la etnicidad, el género, la edad y la ubicación geográfica, entre otros, funcionan a modo de elementos diferenciales que se intersecan e interactúan entre sí para constituir subjetividades únicas que afirman el carácter híbrido y en constante proceso de las figuras posthumanistas, las cuales diversifican las representaciones tradicionales de lo “humano”: The starting point for most feminist redefinitions of subjectivity is a new form of materialism, one that develops the notion of corporeal materiality by emphasizing the embodied and therefore sexually differentiated structure of the speaking subject. Consequently, rethinking the bodily roots of subjectivity is the starting point for the epistemological project of nomadism. The body, or the embodiment, of the subject is to be understood as neither a biological nor a sociological category but rather as a point of overlapping between the physical, the symbolic, and the sociological. (1994: 3-4) La importancia de producir subjetividades alternativas parte, entonces, de sobreponerse a las limitaciones del enfoque jerárquico, y recalca la tarea de subvertir la perspectiva convencional de las representaciones de lo “humano” que traza fronteras con lo “subhumano”: “marking off the sexualized other (woman), the racialized other (the native) and the naturalized other (animals, the environment or earth)” (2013: 28). Es preciso mencionar que la principal crítica de la italiana a los postestructuralistas consiste en que dejan de lado el tema del género cuando éste funciona como una institución más 40 de poder que históricamente ha tratado a la mujer como aquello que sale de la norma, debido a que la organización de “lo humano” se basa en un modelo masculino.25 Debido a esto, para el feminismo cuya crítica parte del postestructuralismo (y en específico del concepto de discurso de Foucault) la política de la representación debe entenderse como inserta en una red de relaciones de poder, ya que refleja las valoraciones históricas de ciertas categorías y creencias que determinan el concepto de lo “válido” y “verdadero”. A esta vertiente de pensamiento también se le conoce como new feminist materialism y, a la manera de Foucault, considera que la subjetividad es el resultado de procesos materiales (institucionales) y de prácticas discursivas (simbólicas) (1994: 157). Por lo tanto, para Braidotti: […] the text is now approached as both a semiotic and a material structure, that is to say not an isolated item locked in a dualistic opposition to a social context and to an activity of interpretation. The text must rather be understood as a term in a process, that is to say a chain reaction encompassing a web of power relations. What is at stake in the textual practice, therefore, is less the activity of interpretation than that of decoding the network of connections and effects that link the text to an entire socio symbolic system. In other words, we are faced here with a new materialist theory of the text and of textual practice. (1994: 154) La filósofa italiana parte del feminismo de la diferencia de Luce Irigaray, el cual enfatiza y reivindica la especificidad de las mujeres como algo positivo que rechaza la supuesta igualdad con los hombres, puesto que implica un intento de homogeneizar la diversidad bajo un constructo unitario (masculino). Para Braidotti no existe una relación de simetría entre los géneros, ya que la autodeterminación es el primer paso para llevar a cabo un proceso de deconstrucción de identidad (1994: 117), y las representaciones que existen de “la mujer” han 25 Cabe destacar que una de las precursoras del feminismo, Olympe de Gouges, justamente hizo una crítica a la desconsideración hacia las mujeres que significaba la primera declaración de derechos humanos titulada “Derechos del hombre y del ciudadano”, por lo que en 1791 escribió la Declaración de derechos de la Mujer y la Ciudadana. 41 sido creadas por la abstracción (y por lo tanto desprovistas de una materialidad situada) de la fantasía masculina, por lo que es importante que las mujeres lleven a cabo un proceso de autorepresentación (y por lo tanto de autopoiesis) mediante la creación de un nuevo imaginario. En este sentido, Braidotti retoma el proyecto de Irigaray, quien consideraba que el sujeto del discurso siempre es sexuado, por lo que no puede ser “pure, universal, or gender-free” (1994: 130). Así, concuerda con que la diferencia que existe entre los géneros es radical y constitutiva de la experiencia humana, no obstante, rompe con Irigaray en tanto que para su posthumanismo la anatomía no se vuelve destino, pues eso presupondría una especie de esencialismo y, en su lugar, propone la conformación de las nuevas subjetividades como un proceso abierto, móvil. Por lo tanto, aboga por modelos nuevos e inclusivos de “lo humano” que den voz y reconocimiento a una amplia gama de miradas que hablan desde perspectivas situadas y buscan participar en el proceso de creación de discursos. Es importante recalcar que el feminismo surge en el contexto del resquebrajamiento del supuesto “sujeto universal” con la finalidad de reivindicar y afirmar la diferencia como algo positivo en la medida en que el concepto del Hombre vitruviano, considerado el modelo de perfección, es un constructo histórico que no representa la totalidad de lo humano. De este modo: The human of Humanism is neither an ideal nor an objective statistical average or middle ground. It rather spells out a systematized standard of recognizability –of Sameness– by which all others can be assessed, regulated and allotted to a designated social location. The human is a normative convention, which does not make it inherently negative, just highly regulatory and hence instrumental to practices of exclusion and discrimination. The human norm stands for normality, normalcy and normativity. It functions by transposing a specific mode of being human into a generalized standard, which acquires transcendent values as the human: from male to 42 masculine and onto human as the universalized format of humanity. (Braidotti, 2013: 26) El feminismo de Braidotti cuestiona el esencialismo del pensamiento hegemónico que se vale de la asimilación de lo masculino con lo racional y lo objetivo para desacreditar la alteridad. Asimismo, destaca la importancia de las existencias situadas geopolítica e históricamente (y por lo tanto parciales), y se opone a conceptos unitarios de La mujer. Por el contrario, busca reconocer la multiplicidad de experiencias vividas que resultan de la diferencia que existe entre las mismas mujeres (2013: 163). Además, la postura de Braidotti se apoya en una concepción monista, la cual se abordará más adelante, para desplazar la distinción sexo/género como algo esencialista y poner el énfasis en los procesos que están en constante desarrollo. Así, el devenir (becoming) se convierte en una fuerza autotransformadora que trastoca los modelos estandarizados de lo sexual, racial y natural, y permite subvertir la identidad de género como algo dado. Su ética posthumanista, entonces, busca impulsar el principio de la diferencia como estructura fundacional de la subjetividad, al tiempo de llamar al reconocimiento de los vínculos que existen con los múltiples otros. De esta manera, su posthumanismo se funda en recursos intelectuales y afectivos en los que se da un proceso de autogestión debido a que el sujeto es el resultado “[of] the awareness that one is the effect of irrepressible flows of encounters, interactions, affectivity and desire, which one is not in charge of” (2013: 100). Al reconocer que debido a nuestra condición material todos nos encontramos en una estrecha interrelación con lo(s) demás, y que en realidad no somos autónomos,26 se vuelve indispensable elaborar una concepción de subjetividades nómadas, es decir: “It implies 26 En este punto es importante diferenciar el concepto de relacionalidad del que habla Braidotti del feminismo relacional que defiende no sólo intereses propios de las mujeres, sino intereses de la sociedad en general. Considera la vulnerabilidad y la dependencia como condiciones estructurales de lo que significa ser humano, por lo que propone una política de lo común al extender y reconocer los derechos a todos los grupos sociales, con el afán de crear integración en la sociedad. 43 the open-ended, inter-relational, multi-sexed and trans-species flows of becoming through interaction with multiple others” (2013: 89). El reconocimiento de esta relación de interdependencia con lo(s) otro(s), humanos y no humanos por igual, es el planteamiento central del ecofeminismo, el cual conecta de manera transversal la lucha feminista con otros movimientos de liberación como la indígena, la decolonial, la ecológica y la animal, entre otras. Este movimiento cuestiona la división naturaleza-cultura y su asociación con lo femenino y lo masculino, respectivamente, como algo determinista que se convierte en el fundamento del pensamiento tanto patriarcal como capitalista. Esta formulación conlleva un modelo de dominación al considerar que la cercanía con la naturaleza tiene connotaciones negativas que se vuelven marcadores de “primitivismo” y legitiman al Hombre blanco y heterosexual como modelo civilizatorio, por lo que al no cumplir con las características hegemónicas estas formas de vida se constituyen como “inferiores”, y deben ser “civilizadas” mediante la opresión y la explotación (Braidotti 2022: 77). De este modo, para el ecofeminismo las luchas de las distintas “otredades” (contra el sexismo, la heteronormatividad, el racismo, el especismo, el colonialismo, etc) podrían sintetizarse contra el racionalismo instrumental de la tecno-cultura masculina, pues son análogas en tanto que todas ellas están subsumidas bajo la lógica de dominación de la hegemonía, lo cual es crucial para la concepción de las subjetividades posthumanistas de la italiana, en tanto que esto evidencia el carácter heterogéneo de las mismas, así como la interconexión con otras formas de vida: Essentially, ecofeminism is a critique of the ethos of domination, scientist reductionism, instrumental and utilitarian political theories. It dismisses the dislocated and disembodied vision of the thinker as the knower-as-spectator. Ecofeminism combines feminist empiricism, postcolonial and critical race theories, and non-deterministic naturalism as epistemological models. (2022: 79) 44 El feminismo de Braidotti, de este modo, se emparenta con el ecofeminismo en tanto que no sólo se enfoca en cuestionar el régimen heteropatriarcal, sino que busca cuestionar de manera más amplia la opresión que deriva de mantener el modelo dualista y jerárquico del sujeto humanista. Nos invita a extender la crítica al pensamiento antropocéntrico y especista en favor de una política igualitaria que sostiene las diferenciaciones tanto situadas como plurales, pero no deja de lado la interrelacionalidad que conforma las existencias como entidades bioculturales. 1.4 LA POLÍTICA AFECTIVA DE BRAIDOTTI Y LA TEORÍA DE LOS AFECTOS El posthumanismo crítico de Braidotti se opone a la abstracción y el rechazo a lo corpóreo del humanismo clásico, por lo que retoma la dimensión afectiva que el racionalismo había dejado de lado en tanto que la consideraba una fuente no fiable de conocimiento. Para la italiana, los cambios que resultan del desarrollo tecnológico conllevan modificaciones en la escala macrosocial en términos de producción, y también repercuten a nivel individual, tanto en lo psicológico como en lo afectivo. Por lo tanto, en la medida en que las fronteras entre los planos físico, biológico y digital se desdibujan surge un transversal becoming por el cual lo humano y lo no humano se vuelven agentes que coproducen procesos epistémicos, sociales y afectivos (Braidotti 2019). Así pues, con base en los planteamientos de Deleuze, la filósofa nómada plantea los sujetos transversales de la siguiente manera: Subjects defined as transversal relational entities […] are rather a ‘haecceity’ – that is to say a degree of power in the affirmative sense of potentia, which means an event of complex singularities or intensities. Subjectivity is thus both post-personal and pre- individual, relational and hence in constant negotiation with multiple others and immersed in the conditions that it is trying to understand and modify, if not overturn. (2019: 44) 45 Recordemos que según el monismo de Spinoza un cuerpo se define, no por su origen orgánico o inorgánico, sino por su capacidad y grado de afectar y ser afectado, por lo que para Braidotti un sujeto se define por su capacidad relacional. La constante interacción con lo(s) que nos rodea(n) modifica la capacidad (potentia) afectiva de un cuerpo en tanto que puede aumentar o disminuir según el tipo de experiencia que se tenga. Un antecedente literario clave que explora y cuestiona tanto el especismo como las exclusiones resultantes de pensar lo humano desde una perspectiva clásica es Do Androids Dream of Electric Sheep? (1968) de Philip K. Dick, donde lo natural y lo artificial se asemejan a tal grado que solamente se pueden distinguir mediante una prueba que mide las respuestas emocionales ante diversas situaciones. No obstante, y de manera paradójica a la idea de que la empatía es la cualidad que caracteriza a los humanos, en su adaptación cinematográfica Blade Runner (1982), éstos en realidad se encuentran desprovistos de ella, y son los androides (y ginoides) los que se convierten en “más humanos que lo humano”, 27 mientras que en el texto original se mantiene la naturaleza de los androides como desprovistos de sensibilidad. El contraste es evidente en la película cuando Deckard, quien es humano, es incapaz de experimentar empatía al eliminar replicantes sin remordimiento alguno, mientras que Rachel, la ginoide, es capaz de experimentar emociones tan sutiles como cuando llora la pérdida de su identidad al descubrir que no es humana. La postura afirmativa de Braidotti parte de la ética de Spinoza que retoma Deleuze, la cual considera que no existe lo Bueno y lo Malo, entendidos como abstracciones universalistas. Por el contrario, lo bueno consiste en aquello que potencia la capacidad de actuar en el mundo de una existencia concreta, mientras que lo malo es lo que la merma (Marks en The Deleuze Dictionary Revised Edition 2010). 27 Esta expresión hace referencia al eslogan de la compañía Tyrell que fabrica androides o “replicantes” y aparece en la película de Blade Runner (1982) del director Ridley Scott. 46 Asimismo, es importante no perder de vista que el enfoque de Spinoza es vitalista, por lo que para él la vida siempre busca preservarse de manera innata (conatus), motivo por el cual ésta tiende a la autoafirmación y, por lo tanto, a buscar afectos positivos: “When a body ‘encounters’ another body, or an idea another idea, it happens that the two relations sometimes combine to form a more powerful whole, and sometimes one decomposes the other, destroying the cohesion of its parts” (Deleuze, 1988: 19). Los afectos, entonces, parten de la naturaleza dinámica y abierta (becoming) de los cuerpos (y consecuentemente de la mente), y son el resultado de la interacción con otros cuerpos, tanto orgánicos como inorgánicos, que al entrar en contacto se modifican mutuamente. El pensamiento de Spinoza y su relectura a partir de Deleuze dan lugar a una de las principales vertientes de la teoría de los afectos, la cual surge en la década de los noventa con las traducciones al inglés que Brian Massumi hizo de la obra de Deleuze y Guattari. Además de esto, el canadiense publicó su ensayo “The Autonomy of Affect” en 1995, con el que surgió propiamente el denominado “giro afectivo”. Éste consiste en la revaloración de lo afectivo,28 partiendo del aspecto material de los cuerpos. No obstante, existen dos vertientes importantes que difieren en su manera de conceptualizar los afectos y su relación con las emociones: la postura de Brian Massumi y la de Sara Ahmed. Por un lado, para Massumi, quien parte de la tradición de Deleuze y Spinoza, el afecto es una fuerza vital impersonal que actúa en el cuerpo y que, en la medida en que nos excede, no puede ser codificada conscientemente. Es una intensidad que se puede únicamente modular debido a que es irreduciblemente corpórea y autónoma por naturaleza; mientras que la emoción 28 Cabe destacar que para Fredric Jameson una de las características del posmodernismo es el ocaso de los afectos. No obstante, más allá de que el posthumanismo se caracteriza por retomar los afectos, por lo cual podría parecer una especie de post-posmodernismo, Herbrechter considera que estos movimientos se encuentran relacionados: “It is of course no coincidence that in the face of the posthuman (with its technological, economic and ecological threats) the discourse on the contemporary ‘reconstruction of the human’ in literature, criticism and (some) theories arises. It should rather be understood as a symptom of a desire that seeks to detach itself from postmodern antihumanism (the critique of the unified self) precisely at the time when this critique has in fact become the ‘new reality’” (2013: 5). 47 es la codificación tanto semántica como semiótica de aquella intensidad mediante un filtro sociolingüístico que la subjetiviza: “Affect or intensity in the present account is akin to what is called a critical point, or a bifurcation point […]. This is the turning point at which a physical system paradoxically embodies multiple and normally mutually exclusive potentials, only one of which is ‘selected’” (1995: 93). Para Massumi el afecto tiene dos dimensiones: lo virtual y lo actual. Lo virtual son todas las posibilidades y lo actual es la concretización de alguna de las múltiples posibilidades mediante su narración. La primera consiste en experiencias y percepciones concretas que, en la medida en que se acumulan, conforman una pluralidad de tendencias, entendidas como reacciones afectivas. Así, lo vivido deja una marca en el cuerpo y se convierte en posibles variantes de actualización, es decir de significación, de experiencias futuras; la diferencia en la repetición. Por lo tanto, el campo de lo virtual constituye el campo de la potencialidad pura. Un ejemplo es cuando nos encontramos en alguna situación o ante un objeto que en el pasado nos había suscitado una reacción específica, por ejemplo temor, por lo que el miedo se vuelve la tendencia afectiva que podemos o no actualizar al coincidir nuevamente con algo que nos recuerde nuestra experiencia previa. Esto se debe a que los encuentros entre los cuerpos dejan reverberaciones o efectos que permanecen, aun cuando el estímulo original ya no se encuentra ahí. Sin embargo, las referencias previas pueden o no ser actualizadas por experiencias nuevas: The body infolds the effect of the impingement – it conserves the impingement minus the impinging thing, the impingement abstracted from the actual action that caused it and actual context of that action. This is a first-order idea produced spontaneously by the body: the affection is immediately, spontaneously doubled by the repeatable trace of an encounter, the “form” of an encounter. […] The trace determines a tendency, the potential […] for the autonomic repetition and variation of the impingement. (Massumi, 1995: 92-93) 48 A pesar de que tanto Massumi como Ahmed coinciden en que los afectos son performativos, incluyen actos del habla, dependen de historias pasadas y generan efectos, la postura de la australiana difiere de la del canadiense. Para ella la separación entre emoción y afecto no es productiva en tanto que reinstala un pensamiento dualista y la distinción es una cuestión meramente analítica. Por el contrario, para Ahmed ambos conceptos están imbricados y se experimentan de manera simultánea, por lo que utiliza los términos de manera indistinta en el sentido de “impresiones”, entendidas como: “la ‘presión’ de una impresión, que nos permite asociar la experiencia de tener una emoción con el efecto mismo de una superficie sobre otra, un efecto que deja su marca o rastro” (2017: 28). Por lo tanto, más que en la conceptualización de las diferencias entre lo que es emoción y lo que es afecto, Ahmed se interesa por la economía afectiva en cuanto a la circulación del afecto: sus condiciones de producción, los circuitos de distribución y las situaciones para su recepción. Asimismo, este tipo de enfoque es de suma importancia en la medida en que considera los afectos como aquello que moldea los cuerpos individuales y colectivos, por lo tanto, para ella la pregunta no consiste en qué son las emociones sino en qué hacen: Las emociones moldean las superficies mismas de los cuerpos, que toman forma a través de la repetición de acciones a lo largo del tiempo, así como a través de las orientaciones de acercamiento o alejamiento de los otros. En términos de Spinoza, “las emociones moldean lo que los cuerpos pueden hacer, como ‘las modificaciones del cuerpo mediante las cuales el poder de acción sobre el cuerpo aumenta o disminuye’”. (Ahmed, 2017:24) La australiana destaca el caracter social y relacional de las emociones ya codificadas o textualizadas, puesto que implican “(re)acciones de ‘acercamiento’ o ‘alejamiento [por lo que] la atribución de sentimiento a un objeto […] es un efecto de [un] encuentro [particular]” (2017: 30). De este modo, la manera en que nos impresiona algo se encuentra vinculada con historias 49 (experiencias o discursos) previas que han dejado impresiones, por lo que para ella las emociones no son estados psicológicos “pre-textuales” como para Massumi, sino prácticas culturales y sociales: “las emociones no están ni ‘en’ lo individual ni ‘en’ lo social, sino que producen las mismas superficies y límites que permiten que lo individual y lo social sean delineados como si fueran objetos. […] Los objetos de la emoción adoptan formas como efectos de la circulación” (2017: 34-35). No obstante, es importante recalcar que para Ahmed lo que circula no es la emoción misma, sino que ésta se mueve a partir de la circulación de los objetos de la emoción. Para la australiana, entonces, los afectos son una forma de política cultural o de construcción del mundo, y el estudio de las emociones permite analizar cómo los sujetos se involucran emocionalmente en estructuras particulares que moldean, no sólo el cuerpo, sino también los mundos.29 Un ejemplo es la manera en que la criatura de Frankenstein es determinada por su corporeidad, la cual no le permite entablar una relación de cercanía con los demás sino que, por el contrario, causa reacciones de alejamiento que la llevan a ser abandonada y rechazada, tanto por su creador como por la sociedad. Por su parte, esta experiencia, así como la negación de Victor Frankenstein de crearle una compañera con quién compartir la eternidad, sienta la base para la ira que lo lleva a buscar venganza y actuar conforme a su imagen “monstruosa” de ser viviente con un cuerpo hecho a partir de cadáveres. Recapitulando, la teoría de los afectos se relaciona con Braidotti mediante la idea de continuidad entre mente y cuerpo, ya que ambos aspectos no están divididos y son, más bien, complementarios. También se enfatiza que la existencia no es algo autónomo sino relacional, y que nuestra materialidad (el cuerpo) es un elemento crucial para la constitución de una subjetividad, la cual consiste en algo concreto y particular. Asimismo, más que de un sujeto, 29 Estoy conciente de que otro de los aspectos primordiales para Ahmed es su “pegajosidad”, es decir, cómo se transmiten y expanden en el ámbito social. No obstante, me abstendré de abordar este aspecto ya que me interesa destacar los efectos transformadores de la interacción, más que los mecanismos de su transmisión. 50 se trata de procesos de subjetivación, en el sentido de sistemas abiertos que se relacionan con el entorno y con los otros, por lo que afectan y son afectados de tal manera que se (re)constituyen con cada interacción entre cuerpos. Debido a que los afectos no se encuentran en un cuerpo o en otro, sino que tienen lugar entre los mismos, las relaciones de oposición entre mente / cuerpo, orgánico / inorgánico, sujeto / objeto dejan de funcionar: We cannot live outside our bodies, our friends, some sort of human cluster, and at the same time, we are bursting out of this situation. The question which poses itself then is one of the conditions which allow the acceptance of the other, the acceptance of a subjective pluralism. It is a matter not only of tolerating another group, another ethnicity, another sex, but also of a desire for dissensus, otherness, difference. Accepting otherness is a question not so much of right as of desire. This acceptance is possible precisely on the condition of assuming the multiplicity within oneself. (Guattari, 1996: 216) Si bien cuando Braidotti habla específicamente del afecto lo hace a partir de Deleuze (cuyos planteamientos retoma Massumi), en realidad la dimensión social del análisis de Ahmed se relaciona más estrechamente con la visión de la italiana, en cuanto a cómo los afectos modifican y dan forma a los cuerpos para crear mundos. Así, su teoría posthumana se centra en los márgenes de expresión de posibilidades aún no realizadas para superar tanto el humanismo como el antropocentrismo, enfocándose en aquello en qué nos podríamos convertir como especie y como un conjunto de culturas materiales interconectadas tecnológicamente (Braidotti, 2019: 83-84). La propuesta de la Braidotti opta por una política afirmativa que explora posibles transformaciones sostenibles para formar una nueva construcción social a partir de microprácticas que se basan en los vínculos de colectividad y de cooperación de una multiplicidad de subjetividades particulares para crear una comunidad política afectiva 51 (Braidotti, 2013: 227). En este sentido, es importante analizar las diversas propuestas creativas de formas inclusivas de hacer ciencia ficción que permitan llevar a cabo una autorrepresentación y, al mismo tiempo, den cuenta de las nuevas subjetividades del contexto contemporáneo: Becoming-posthuman consequently is a process of redefining one's sense of attachment and connection to a shared world, a territorial space: urban, social, psychic, ecological, planetary as it may be. It expresses multiple ecologies of belonging, while it enacts the transformation of one's sensorial and perceptual coordinates, in order to acknowledge the collective nature and outward-bound direction of what we still call the self. This is in fact a moveable assemblage within a common life-space that the subject never masters nor possesses but merely inhabits, crosses, always in a community, a pack, a group or a cluster. For posthuman theory, the subject is a transversal entity, fully immersed in and immanent to a network of non-human (animal, vegetable, viral) relations. (Braidotti 2013: 193) Según Braidotti, las subjetividades posthumanas se distinguen por tres características principales: su carácter transversal, es decir, la interrelación entre las esferas de lo humano, lo animal y lo inanimado; por ser un ensamblaje de elementos heterogéneos; y estar abiertas, es decir, en constante devenir. 1.5 EL GIRO PERFORMATIVO A pesar de que Rosi Braidotti y Judith Butler trabajan temas distintos: la crítica al modelo universalizante del humanismo clásico, por un lado, y la construcción de la categoría de género como algo natural y dado por otro, ambas filósofas parten de la reinvindicación del cuerpo que conlleva el giro material, a partir de los cuales buscan desnaturalizar y deconstruir los modelos hegemónicos impuestos por el falogocentrismo: “Feminism is the struggle to empower those who live along multiple axes of inequality. […] feminism is not just an egalitarian movement for the mainstream, but also a transformative decolonial and radical struggle to affirm positively 52 the differences among marginalized people(s)” (Braidotti 2022: 3). Para ambas estos discursos universalizantes que parecieran ser neutros en primera instancia, constituyen, más bien, dispositivos disciplinarios prescriptivos, por lo que buscan evidenciar su carácter de constructos socio-históricos que responden a fines concretos. En este sentido, considero útil retomar el giro performativo para extenderlo a la deconstrucción del concepto clásico de “lo humano”, en tanto que lo performativo remite a la capacidad del lenguaje de instaurar realidades, por un lado, y por otro, desde su acepción butleriana, busca desontologizar las identidades de género como algo que no es inmutable o determinado por el sexo sino que, más bien, son un constructo contingente. Para Butler el género es algo performativo que existe únicamente en la medida en que es “performado” mediante actos repetidos sostenidos en el tiempo, por lo que el cuerpo o embodiment es el punto de partida y las acciones estilizan o modelan los cuerpos a posteriori para representar de manera convincente un género u otro. En la medida en que las acciones dejan sus marcas, tal como Ahmed considera que lo hacen los afectos, vemos cómo tanto las identidades de género como el estatuto de “humanidad” son constructos socio-históricos que sirven a la instauración de un orden normativo con sus respectivos procesos de exclusión y marginalización de todo lo “diferente”. Debido a esto, el concepto de performatividad nos ayuda a ir más allá del esencialismo y entender cómo en el cyberpunk se desestabiliza la noción base de la hegemonía especista y antropocéntrica del humanismo clásico que postula la superioridad del Hombre por encima de todas las cosas. En tanto que las nuevas subjetividades que este género plantea parten de un desdibujamiento de los límites que separan lo orgánico de lo artificial, estas formas de estar en el mundo constituyen un continuum cuyas acciones son las determinantes para acercarlos o alejarlos de lo tradicionalmente asociado con “lo humano”, lo cual nos obliga a repensar nuevas formas de entender lo que esto implica. 53 Francesca Ferrando argumenta en Philosophical Posthumanism (2020) cómo este concepto debe ser pensado como un verbo (to humanize) en vez de como un sustantivo, puesto que quienes han definido a “la humanidad” han sido las mismas subjetividades hegemónicas que determinaron los roles normativos y las funciones sociales atribuidas a los distintos géneros (68). En este punto es importante destacar nuevamente el estrecho vínculo que existe entre el posthumanismo crítico y el feminismo, los queer studies, el pensamiento decolonial y en sí aquellos campos de estudio que buscan descentrar el sujeto universal. Por ello Ferrando se basa en la idea del devenir-mujer De Beauvoir, la cual hace referencia a la constitución de una subjetividad como un proceso, para hablar de un devenir-humano que, en términos butlerianos implica el resultado contingente de una serie de actos, y no una esencia: “one is not born, but rather becomes human through experience, socialization, reception, and retention (or refusal) of human normative assets” (2020: 71). Si pensamos “lo humano” como un devenir que se logra mediante la ejecución de ciertos actos o comportamientos que se sostienen en el tiempo, el esencialismo se vuelve inoperante en tanto que este concepto se abre a distintas configuraciones posibles y se convierte en un proceso, en lugar de un punto de origen. Asimismo, esta apertura nos permite repensar la relación con lo “no humano” (como metáfora de aquello que históricamente hablando ha sido negado dicho estatuto para ser segregado y discriminado como “casi humano”) como algo co-constitutivo que contrarresta y se vuelve una alternativa ante la tendencia “deshumanizante” del dualismo jerárquico, propio del humanismo clásico. En este apartado he tratado de dar cuenta de los puntos centrales del posthumanismo de Braidotti para analizar en los capítulos siguientes cómo el modelo de subjetividad planteado tanto en Altered Carbon como en The Machine Dynasty constituye o no un concepto alternativo de “lo humano” que dé cuenta de las necesidades y circunstancias que enfrentamos en el contexto posthumanista del capitalismo cognitivo. En la medida en que la visión de Braidotti se 54 basa en la permeabilidad de la intraacción30 de existencias situadas y heterogéneas en constante devenir y que se co-constituyen mediante relaciones horizontales, el retomar la importancia del cuerpo, los afectos y la interdependencia cuestiona las relaciones de poder asimétricas que se encuentran implícitas en los esquemas hegemónicos, antropocéntricos y heteropatriarcales. Esto tiene la finalidad de romper con los modelos de pensamiento actuales y generar otro tipo de discursos que permitan una nueva configuración de las posibilidades de “lo humano”. Partiendo de la idea de que la ficción produce y reproduce visiones concretas del mundo o, en palabras de Caren Lavigne, “Our fictions do not stand alone; they are integrated into the discussions our society is continually holding with itself” (2013:178), analizar la postura del cyberpunk feminista como propuesta “liberal” del modo tradicional de este género literario es sumamente relevante. El explorar inquietudes más enfocadas en las relaciones interpersonales en contextos complejos donde los límites se desdibujan permite concebir nuevas formas de relacionarnos con lo(s) que nos rodea(n) al reconocer su importancia como parte constitutiva e indispensable para la configuración de nuevas subjetividades. 30Karen Barad define intra-acción como un término fundamental de su realismo agencial, el cual es distinto a interacción en la medida en que la agencia no es un elemento aislado sino relacional que surge a partir de “la constitución mutua de agencias enredadas” (2007: 33). 55 CAPÍTULO 2: ALTERED CARBON O LA VISIÓN MASCULINA CONVENCIONAL All flesh will perish R. Morgan Una versión de la búsqueda del progreso a lo largo de la historia es que tiene como objetivo no sólo mejorar las condiciones materiales de (ciertos) humanos, sino también potenciar el alcance y la posibilidad que tienen de moldear su entorno de acuerdo con sus necesidades, por lo que el desarrollo de la tecnología en su acepción etimológica de techné31 consiste en ser el medio para alcanzar fines concretos. Heidegger en “La pregunta por la técnica” recupera cómo este concepto griego implicaba dos términos complementarios: episteme y poiesis, aunque en la actualidad su significado se ha reducido sólo al primero. Episteme se refiere al conocimiento científico que posibilita la modificación de la naturaleza y la creación de nuevas capacidades tecnológicas, y que se ha vuelto la característica principal de la tecnociencia actual32 como la fuerza de transformación más innovadora, así como el objetivo primordial de las sociedades contemporáneas en tanto que genera y reproduce el capital, alimentando el sistema económico mundial. Por otro lado, poiesis remite al potencial productivo y creativo de la técnica moderna,33 que Heidegger considera una forma de conminación o exigencia a la naturaleza para que entregue su energía o se deje moldear conforme a los fines humanos. Por ello, la técnica moderna parece ser un proceso liberador que “hace aparecer” cosas nuevas (artefactos y naturaleza modificada), pues permite la creación de objetos artificiales, en el sentido de una oposición entre naturaleza y artificio, de manera similar a la tarea de los artesanos o artistas (Linares, 2008). No obstante la crítica de Heidegger, el aspecto utilitario de la técnica moderna 31 El término proviene del griego y se refiere a la actividad de producir o fabricar algo material. 32 Javier Echeverría utiliza este término para referirse a la fusión que el desarrollo en distintas áreas del conocimiento permitió entre la ciencia y la técnica con la finalidad de alcanzar un objetivo en conjunto: optimizar recursos para obtener una mayor eficiencia (Echeverría, 2003). La revolución tecnocientífica. Madrid, España: FCE. 33 Para Heidegger existe una distinción entre la técnica antigua y la técnica moderna. La diferencia principal consiste en que la moderna es transgresora en tanto que busca modificar la naturaleza de manera radical, moldéandola de acuerdo con los fines humanos, mientras que la primera no buscaba transformar la naturaleza de raíz, y mucho menos buscaba ir más allá de sus límites, como es el caso de la técnica en el transhumanismo. 56 (tecnociencia) es el que prevalece hoy en día, al grado de haber alcanzado un estatus de religión (en el sentido de que se funda en una creencia dogmática en sus capacidades) pues, en palabras de Antonio Diéguez, “[la técnica se convierte en] el único proyecto de salvación laica, pretendidamente realizable aquí, en este mundo, capaz de atraer fieles seguidores en un número considerable, a los que – y esto no es un logro menor – les hace recuperar la confianza en el poder de la mente humana como garante del progreso material y de un futuro mejor” (2017: 750). De acuerdo con Diéguez, bajo esta perspectiva la tecnología se percibe como una promesa utópica que se sitúa en la frontera entre lo real y lo imaginario debido a que busca tanto la mejora como la prolongación indefinida de la vida humana, cuyo resultado implicaría una nueva etapa en la evolución. Así pues, para el tecno-utopismo la facultad racional no sólo es la clave que permitiría solucionar la problemática que constriñe la existencia humana en su carácter natural, es decir, sin intervención de lo artificial, a algo limitado, sino también se considera el aspecto superior y constitutivo de la identidad humana que merece ser preservado a toda costa. Como se mencionó en el capítulo anterior, el transhumanismo consiste en llevar a cabo modificaciones tecnológicas que permitirían superar o trascender34 las limitaciones humanas (ya sean de origen genético o físico) que resultan de nuestro carácter orgánico, como el envejecimiento, la enfermedad y, eventualmente, la muerte. En este sentido, el ser humano toma en sus propias manos la misión de “mejorarse” y de diseñar su evolución mediante las nuevas tecnologías para convertirse en una especie de homo deus al alcanzar una nueva etapa, la posthumanidad. La posibilidad de automodificarse remite al potencial creativo de la poiesis que mencionaba Heidegger, aunque en este caso se trata de una autopoiesis, e implica un replanteamiento de lo que significaría ser humano cuando se busca dejar atrás los aspectos orgánicos del cuerpo que nos vinculan con la naturaleza. Al separar la mente del cuerpo, esta 34 Recordemos que el término surge a partir de la palabra inglesa para trascender: TRANScendence. 57 perspectiva tecnológica perpetúa el dualismo cartesiano que plantea la primacía de la res cogitans sobre la res extensa, pues el pensamiento se considera la base de la existencia y, por lo tanto, ahí radica la “esencia” de un individuo. De este modo, el cuerpo es percibido únicamente como el sustento material o vehículo de la mente inmortalizada. Esto resulta problemático, pues lo humano no es algo dado sino una noción histórica compleja que se encuentra en constante cambio y resulta de la interrelación de diversos factores entre los cuales el aspecto corpóreo o material es crucial y co-constitutivo de la identidad, a la par de la mente. No obstante, es importante tener en cuenta que la visión transhumanista es propuesta por el sector hegemónico de la sociedad, el cual concibe la existencia como algo “universal”, donde la mente puede ser pensada como un aspecto aislado e independiente del cuerpo. Así, esta perspectiva considera que la corporalidad específica de los individuos no determina experiencias concretas, puesto que parte de una noción idealista concebida desde el privilegio, donde aparentemente todos los cuerpos valen lo mismo, incluso si en realidad esto no funciona así. Un ejemplo de esto en la actualidad es el caso de los migrantes indocumentados que se ven forzados a abandonar sus países de origen en busca de mejores oportunidades; sin embargo, cuando por fin llegan a su destino, son tratados como humanos “de segunda” y ni siquiera alcanzan el estatuto de humanos. Basta pensar en cómo a un cuerpo, ya sea femenino o masculino, blanco o negro, homosexual o heterosexual, etc., se le atribuyen roles específicos y, por lo tanto, cada cuerpo se ubica de manera distinta en las sociedades y su manera de estar y moverse en el mundo no es la misma. Esta tesis parte de la idea de que el cyberpunk convencional o canónico concibe sujetos híbridos en los que se desdibujan los límites entre orgánico/inorgánico, natural/artificial, pero lo hace a partir de la perspectiva transhumanista, es decir, conservadora, propia del modelo tecnológico imperante, donde se mantiene un pensamiento hegemónico y dualista que hace claras distinciones jerárquicas entre hombre/mujer, humano/máquina, mismidad/alteridad. A 58 pesar de que esta vertiente del cyberpunk propone una nueva forma de ser “humano” en un contexto hipertecnologizado en que la distinción entre orgánico/inorgánico, natural/artificial y realidad/virtualidad no es determinante, lo hace sin cuestionar los valores antropocéntricos, machistas y especistas que son la base del modelo humanista de la civilización tecnológica del mundo capitalista. CYBERPUNK CONVENCIONAL: ALTERED CARBON Altered Carbon es el primer libro de la trilogía homónima, así como el debut literario del autor inglés Richard K. Morgan y fue publicado originalmente en 2002. En 2003 ganó el premio Philip K. Dick como mejor novela por su exitosa combinación de elementos del cyberpunk y del género detectivesco. Ese mismo año se publicó la secuela Broken Angels, y la tercera parte Woken Furies en 2005. La trilogía tuvo un éxito tal, en particular la primera parte, que en 2018 Morgan vendió los derechos y fue adaptada tanto a una serie televisiva como a una serie animada producidas por Netflix, e incluso en 2019 se convirtió también en novela gráfica. En términos de recepción, la obra ha recibido críticas mixtas. El debate académico que analiza esta trilogía gira principalmente en torno a cómo el cyberpunk refleja las nuevas posturas ontológicas de la subjetividad en un contexto transhumanista, en el cual es posible alargar y preservar la vida mediante su modificación. Los diversos estudios se enfocan en las implicaciones de concebir el desarrollo tecnológico como la nueva religión, así como la idea del cuerpo como artificio. Recordemos que el cyberpunk jugó un papel importante en afirmar la escisión entre mente y cuerpo, argumentando que la mente es donde reside la “humanidad” o la “esencia” de una persona, mientras que el cuerpo es un mero vehículo circunstancial, destacando su carácter “mundano”. En este sentido, es importante recalcar que la trilogía de 59 Richard Morgan plantea un retorno a la materialidad35 en la medida en que la corporalidad no es vista como algo por “trascender” completamente, pues es una condición indispensable para la existencia. Académicos como Kyle Wiggins de la Universidad de Montana señalan este cambio en la relación mente-cuerpo en el cyberpunk contemporáneo o posthumanist cyberpunk, como lo denomina, pues considera que la integración de la tecnología en el cuerpo permite a los individuos “autorrealizarse” mediante la automodificación. Para Wiggins, estas nuevas formas de subjetividad basadas en la libertad para autodeterminarse y, de este modo, “apropiarse” del cuerpo, hacen de él un lugar de resistencia a voluntades externas del mercado. Sin embargo, es importante destacar que Wiggins usa el término posthumano tal como lo entiende el transhumanismo, en tanto que el cuerpo se concibe como un bien que posee el individuo y no como un elemento constitutivo de la identidad. Más allá de interpretar esta revaloración del cuerpo como una apertura a nuevas posibles configuraciones, considero que esta lectura reafirma el esencialismo del cyberpunk convencional al extender al cuerpo el principio de libre mercado del capitalismo neoliberal, enfatizando la idea de apropiación y, consecuentemente, de propiedad privada. Para otros críticos, como el académico y profesor Paul Levinson, Altered Carbon se inserta en la tradición de Philip K. Dick, quien trastoca la división de conceptos dicotómicos como orgánico/inorgánico, natural/artificial, no obstante, considero que la propuesta del autor inglés no logra trastocar los dualismos y termina, más bien, perpetuando la lógica humanista convencional en un contexto donde la tecnología amplía el campo de acción de cierto tipo de ser humano cuyos privilegios permanecen intactos. El objetivo particular de este capítulo es continuar con la problematización del utopismo tecnológico y mostrar cómo el cyberpunk convencional en este referente 35 Este retorno a la materialidad es uno de los elementos carácterísticos que se le han atribuido al postcyberpunk el cual, como su nombre indica, se considera otra etapa en la evolución del género y cuyo término se utilizó por primera vez para referirse a la novela Snow Crash (1991) de Neal Stephenson. 60 contemporáneo promueve una continuación del humanismo universalista, esencialista y antropocéntrico que no nos permite resolver de manera eficiente los complejos retos que enfrentamos hoy en día, a pesar de imaginar humanos modificados o híbridos a la manera de los cyborgs. Más allá de los avances tecnológicos, un verdadero desarrollo necesita ir acompañado de un cambio de paradigma que conciba una forma distinta de relacionarnos con lo(s) que nos rodea(n). A pesar de que el cyberpunk desdibuja las fronteras entre lo humano y lo artificial mediante la tecnificación de lo orgánico, estas subjetividades híbridas mantienen intactas tanto la cosmovisión hegemónica dualista y heteropatriarcal como la jerarquización antropocéntrica. Esto coincide con el relato del héroe que plantea Ursula Le Guin en The Carrier Bag Theory of Fiction, el cual se distingue por ser la narrativa vista y escrita desde la perspectiva masculina que se ha consolidado como “la válida” o la oficial. Como resultado, este modo constituye un paradigma, en tanto que quien cuenta las historias denota quién tiene el poder. Asimismo, esta perspectiva influye en cómo nos vinculamos y concebimos el mundo, puesto que implica un sistema de valores específico, el cual privilegia una perspectiva particular y anula, al mismo tiempo, todas aquellas que no encajen con la misma. Un ejemplo de esto es cómo la mayoría de las historias contadas desde la perspectiva masculina se asocian directamente con la lucha, la conquista, la acción, es decir, la fuerza que deriva en tener agencia e incidencia real en el mundo, a diferencia de las historias que narran la perspectiva femenina y quedan relegadas a problemáticas de carácter más íntimo y, por lo tanto, resultan menos llamativas que las primeras: The society, the civilization they were talking about […] was evidently theirs; they owned it, they liked it; they were human, fully human, bashing, sticking, thrusting, killing. Wanting to be human too, I sought for evidence that I was; but if that’s what it took, to make a weapon and kill with it, then evidently I was either extremely defective as a human being, or not human at all. That’s right, they said. What you are is a woman. 61 Possibly not human at all, certainly defective. Now be quiet while we go on telling the Story of the Ascent of Man the Hero. (Le Guin 2020: 4) Para Le Guin este esencialismo tiene su origen en la división del trabajo que tuvo lugar en la época prehistórica, la cual dio lugar a la creación de roles que posteriormente se volverían esencialistas mediante la diferenciación entre los cazadores y las recolectoras, lo externo y lo interno, lo hegemónico y lo periférico. Debido a que los hombres eran los encargados de salir y enfrentarse al mundo, sus hazañas se vuelven “más dignas” de contarse y se consolida la figura del héroe. No obstante, para Le Guin, al igual que para Braidotti, este modelo civilizatorio basado en la fuerza de la dominación y la violencia representa un ideal concreto de lo que constituye ser Hombre (en la asociación que se le ha dado como sinónimo de toda la raza humana) y relega a un estatus subhumano todo aquello que no cumpla con esas características. A pesar de que el cyberpunk convencional de Altered Carbon ofrece un retrato crítico de la actualidad en cuanto a ciertos aspectos como lo político, continúa con el modelo del héroe que critica Le Guin y perpetúa el paradigma de roles de género esencialistas que se cuestionan en la actualidad. 2.1 CUERPO: DOMINACIÓN Y VIOLENCIA El surgimiento de las biotecnologías y la cibernética ha marcado un hito en la manera de definir lo humano, pues desafía las nociones tradicionales que lo circunscribían al determinismo biológico y orgánico de la especie humana, que se distinguía del resto por el uso exclusivo de la razón, lo cual la colocaba, supuestamente, en la cúspide de todo lo existente. A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado prolongar su vida a toda costa y se ha valido de la ciencia y de la tecnología para crear herramientas que le permitan adaptarse a las nuevas circunstancias. Un ejemplo de esto son las prótesis que devuelven la funcionalidad a las personas que por algún motivo han perdido alguna parte de su cuerpo al sustituir esta falta con un elemento artificial. 62 Sin embargo, como lo señaló Darwin, debido a que las especies que mejor se adaptan son las que sobreviven, desde un inicio el ser humano se ha co-constituido como una entidad biocultural con elementos externos a partir de los cuales ha potenciado sus capacidades. Esta potenciación ha dado lugar al desarrollo de entidades híbridas que conjuntan elementos artificiales de manera interna e intrincada, de modo que se desdibujan las valoraciones jerárquicas y se problematiza la concepción del mundo desde una perspectiva cartesiana que parte de un dualismo claramente delimitado donde el cuerpo se convierte en otro ámbito que ha sido, no sólo colonizado, sino también mercantilizado. En el universo de Altered Carbon, la humanidad ha descubierto vestigios de una civilización alienígena en Marte y en otros planetas, cuya tecnología es demasiado avanzada incluso para entenderla. De alguna forma se logró descifrar una parte de estos hallazgos, y se pudo desarrollar tanto la clonación como la digitalización de la mente (lo cual resuena con la propuesta de Moravec de copiar y reproducir los patrones que conforman la “esencia” o la identidad de una persona) mediante el desarrollo de un dispositivo denominado stack, donde se almacena la verdadera esencia de la persona, posibilitando alcanzar una pseudoinmortalidad al prolongar la vida de manera indeterminada, aunque sí se puede morir de manera definitiva. El cuerpo, aquí denominado sleeve o “funda”, es concebido como un complemento desechable y reemplazable que únicamente cubre aquello que es de importancia, por lo que, en este caso, no se considera que influye en la constitución de la mente. Como resultado, el sentido de identidad no está dado por el aspecto físico sino por la continuidad psíquica que se preserva en los stacks. El cuerpo se convierte en algo secundario, en una mercancía que se encuentra disponible al mejor postor, por lo que deja de existir como propiedad intransferible y es susceptible de ser mejorada a gusto con tecnología de punta, ya sea a nivel físico, químico o psicológico; de esta forma, la vida orgánica, tal cual la conocemos, es alterada desde su base misma: el carbono. 63 En la medida en que la base material de la individualidad en su encarnación es susceptible de ser reemplazada, las nociones de la vida y de la muerte se modifican, pues esta última es algo evitable, siempre y cuando se tengan los recursos económicos para costearlo. Así, la población se divide principalmente en dos grupos: los Meths,36 que son la minoría, conforman la clase económica pudiente que domina el nuevo orden y alcanzan la pseudo- inmortalidad mediante respaldos constantes de su stack gracias al proceso denominado needlecasting, y la clonación de su cuerpo para permanecer perpetuamente joven: “’You’ve got remote storage.’ […] ‘Every forty-eight hours. […] Direct needlecast from here into a shielded stack over at PsychaSec installation at Alcatraz’ […] ‘And they keep your clones on ice there, as well’ ‘Yes. Multiple units’ Guaranteed immortality” (2002: 30); mientras que el resto de los individuos difícilmente tienen acceso a adquirir una segunda sleeve, ya sea orgánica o artificial, es decir, un cuerpo que le perteneciera a otra persona y fuera confiscado por algún motivo, lo cual lo pone en el mercado como mercancía disponible, o bien, mandarse a hacer un cuerpo artificial, que es una opción más barata aunque no ofrece las mismas posibilidades que un cuerpo orgánico en términos de sensibilidad, motricidad, etc.: “synthetic sleeves; they use them for parole hearings quite often. Cheap, but it’s too much like living alone alone in a drafty house, and they never seem to get the flavor circuits right” (2002: 12). Cuando no se puede costear otra sleeve, los individuos que han muerto permanecen en una especie de almacén que se asemeja al limbo, donde su “esencia” es guardada hasta que puedan adquirir otro cuerpo, ya sea de manera temporal, rentándolo o finalmente comprándolo: “Whatever you feel, whatever you’re thinking, whatever you are when they store you, that’s what you’ll be when you come out” (2002: 9). A pesar de que la mente es considerada el aspecto primordial, cuya preservación 36 El término hace referencia al nombre abreviado de Matusalén, personaje bíblico que es conocido por su longevidad. 64 determina si una persona sigue existiendo o no, mientras que el cuerpo se percibe como una mercancía desechable, es importante recalcar la importancia de la corporalidad puesto que no todas las formas de habitar el mundo son iguales. Éstas se ven directamente relacionadas a la capacidad económica del individuo para adquirir un cuerpo y así materializar esa consciencia. Esto evidencia que no es posible tener una existencia “neutral” (a la que aluden los conceptos universalizantes), puesto que la corporalización implica forzosamente una política de la ubicación o situacionalidad (embodiment y embeddedness) donde intervienen marcadores identitarios (como en este caso las características de la sleeve que cada consciencia habita: si es personalizada, si tiene aditamentos adicionales, si es rentada, si es sintética, si corresponde al género, edad o raza de la mente, etc.), los cuales reflejan y determinan el lugar de cada individuo en la sociedad. De esta manera, las relaciones de poder se manifiestan abiertamente como biopoder, puesto que éste se ejerce directamente en el cuerpo, por un lado, pero por otro, también como biopolítica, debido a la política de exclusión que divide la vida en aquella que vale (bios), y aquella que es prescindible (zoé):37 “He’d dragged me halfway across the settled universe, dumped me into a new body, and offered me a deal that was weighted so I couldn’t refuse. Rich people do this. They have the power and they see no reason not to use it. Men and women are just merchandise, like everything else. Store them, freight them, decant them. Sign at the bottom, please” (2002: 26). Al separar el cuerpo de la mente, el cuerpo es percibido como un territorio ajeno que debe ser colonizado y consumido como mercancía, puesto que es un elemento secundario que se considera como una mera herramienta más a la venta que puede personalizarse y pareciera no repercutir en la conformación de la persona, aunque sí influye en cómo el individuo es percibido por los demás. Suponer que el cuerpo es algo neutro que no permea la constitución 37 Giorgio Agamben plantea esto mismo en Homo Sacer como la diferencia entre el poder soberano y la vida desnuda. 65 de la psique de un individuo deja ver la ingenuidad de una perspectiva idealista y privilegiada que jamás ha sido limitada por características o rasgos sobre los cuales no se tiene control alguno, es decir, la determinación o limitación de roles que conllevan cuerpos concretos considerados no hegemónicos. No obstante, cada vez que un individuo se corporiza se requiere de un periodo de adaptación para apropiarse de las características específicas y acostumbrarse a la nueva apariencia: I took a deep breath and went to face the mirror. This is always the toughest part. Nearly two decades I’ve been doing this, and it still jars me to look into the glass and see a total stranger staring back. […] For the first couple of moments all you can see is someone else looking at you through a window frame. Then, like a shift in focus, you feel yourself float rapidly up behind the mask and adhere to its inside with a shock that’s almost tactile. (2002: 12) Llama la atención la asimilación del cuerpo con una máscara a la que hay que adherirse, como si fuera un carnaval donde el disfraz hace que cualquiera pase desapercibido, pues las apariencias engañan y uno puede no ser quien dice ser: “Appearances are deceptive” (2002: 39). De este modo, los cuerpos se constituyen no sólo como máscaras intercambiables,38 remitiendo a la acepción latina de la palabra persona, sino también como aquello que oculta lo que hay detrás, por lo que cada cuerpo se convierte en un personaje que no necesariamente refleja la “esencia” que contiene. No obstante, el proceso de adaptación a cada cuerpo conlleva el estadio del espejo que Lacan considera como una etapa del desarrollo psicológico de la identidad donde se forma la función del “yo” cuando el niño puede percibirse, ya no como partes aisladas y parciales, sino como una totalidad. En ese momento es cuando el niño, o en este caso la esencia de los personajes de la novela, asimilan y se apropian de su cuerpo para 38 Recordemos que el uso de máscaras juega un papel importante en el arte desde la antigüedad, puesto que le permite a los actores ocultar su identidad para interpretar distintos papeles. 66 conformarse como individuo. Mas en la novela la asimilación de una apariencia concreta es algo temporal, y un recordatorio de esto es la terminología utilizada para referirse al cuerpo como, por ejemplo, cuando Kovacs firma su contrato de renta: This is a doctor’s statement certifying that Takeshi Kovacs (D. H.) was received intact from the Harlan’s World Justice Administration and subsequently sleeved in this body. Witnessed by myself, and closed-circuit monitor. A disk copy of the transmission details and tank data are enclosed. Please sign the declaration. […] This is a copy of the leasing agreement by which you are bound. [...] Failure to comply with any of its articles may result in you being returned to storage immediately. (2002: 13-14) Como cualquier mercancía, el proceso de adquisición de un cuerpo requiere un trámite burocrático con condiciones específicas para poder permanecer en él. En el caso específico de Kovacs, debido a que es un mercenario con una condena a cumplir por crímenes pasados, su encarnación queda sujeta a la voluntad de Laurens Bancroft, quien financia y condiciona su nuevo cuerpo para tenerlo a su servicio. Esta cosificación en la cual no se tiene ninguna autonomía, ni siquiera sobre qué cuerpo habitar considerando que Kovacs fue rentado y puesto en un cuerpo sin haber sido consultado ni habérsele dado aviso previo, se asemeja a la esclavitud en tanto que no se pertenece a sí mismo y, en realidad, es un objeto de arrendamiento disponible al mejor postor: “As I dressed in front of the mirror that night, I suffered the hard- edged conviction that someone else was wearing my sleeve and that I had been reduced to the role of a passenger in the observation car behind the eyes” (2002: 106). En la mayoría de las obras de ciencia ficción la analogía con la esclavitud se hace a partir de los robots, ya que se argumenta que son objetos sin consciencia o sintiencia alguna, por lo que no tienen derechos, por ejemplo, los androides de Dick a quienes se les niega cualquier reconocimiento como seres vivientes únicamente por su origen artificial; sin embargo, en este caso son las personas mismas las que dejan de ser percibidas como sujetos de derecho y pasan a ser concebidos como un 67 objeto más, reflejando una nueva etapa del capitalismo. La conformación del cuerpo como mercancía muestra una crítica tanto a la fantasía transhumanista como a la voracidad del capitalismo avanzado y su concepto de propiedad al convertir cualquier cosa en producto de consumo, pues la vida en todas sus manifestaciones se concibe como un bien cuyo valor depende de la demanda del mercado: “A hundred and eighty light-years from home, wearing another man’s body on a six-week rental agreement” (2002: 14). Incluso los cuerpos pueden ser rentados como cualquier otro objeto, lo cual evidencia que un cuerpo o la materialidad particular es una mercancía más. De este modo, el cuerpo es visto como un recurso a explotar para aquellos que puedan pagarlo pues, después de todo es únicamente “carne” y lo que realmente importa es la mente: “What happens to the bodies?” […] “Sold off, broken down for transplants” (2002: 19). Incluso la destrucción de cuerpos se vuelve un entretenimiento popular y se llevan a cabo peleas a muerte donde se pueden comprar sleeves particulares con el único objetivo de humillarlas para, eventualmente, liquidarlas: “There was some talk of buying you up, you know. Physically, I mean. It was thought your sleeve could be used in a humiliation bout. Faked, of course, we would never dream of the actual thing here. That would be, well, criminal” (2002: 180). Esta idea del cuerpo como algo desechable refleja la idea capitalista de una sociedad de consumo, no sólo en el sentido de usar y hacerse de bienes, sino también de consumir de manera literal, es decir, devorar, destruir. Respecto a esto, Braidotti retoma el término “capitalismo biogenético”39 para referirse al estadio contemporáneo del sistema económico que concibe la vida en todas sus manifestaciones y el cuerpo mismo como moneda de cambio, como materia prima que debe ser explotada, analizada y, posteriormente, consumida: 39 El capitalismo biogenético parte de la mercantilización del saber biomédico encaminado hacia la producción y la modelación de la vida, dando lugar a una bioeconomía que gira en torno del biocapital. Algunos de los autores que abordan este tema son Vandana, Shiva, Bio-Piracy, South End Press: Boston, 1997, Rose, Nikolas The Politics of Life Itself, Princeton University: Princeton, 2007 y Cooper, Melinda, Life as Surplus. Biotechnology and Capitalism in the Neoliberal Era, University of Washington Press: Seattle, 2008. 68 The bio-technological pole of this system is based on the economy of ‘life as surplus’, which considers as capital value the informational power of living matter itself, its vital, immanent qualities and self-organizing capacity. The information-technology side of the same economy constructs smart virtual systems, mostly applied to ‘data-mining’, an accumulation of information for the purpose of extensive profiling practices and risk assessments of vast populations. As a result, cognitive, advanced capitalism profits from the scientific and economic understanding of all that lives. Because life, as it happens, is not the exclusive prerogative of humans, this opportunistic bio-genetic political economy induces, if not the actual erasure, at least the blurring of the distinction between the human and other species, when it comes to profiting from them. […] The uniqueness of Anthropos therefore is displaced, producing a functional form of post-anthropocentrism that spuriously unifies all species under the imperative of the market. (Braidotti 2019: 41) Incluso la memoria o fragmentos de esta se convierten en mercancía puesto que ha sido digitalizada y, por lo tanto, puede ser hackeada. Esto da origen al negocio de experimentar algunas vivencias de gente famosa o importante mediante mindbites: “Moments in the head of a fashion house princess, the ideas of a particle theorist, memories from a king’s childhood. There’s a market for this stuff. […]” (2002: 74). Bajo este sistema, entonces, ya no existe nada que le pertenezca únicamente al individuo, pues las propias vivencias e incluso el propio cuerpo puede ser comprado y utilizado por alguien más cuando se cumple alguna sentencia, aunque “el dueño original” siga con vida: “They name a body, who knows who’s inside it” (2002: 76). Sin embargo, a pesar de que el cuerpo es una entidad independiente de la mente, la materialidad tiene memoria, tal como lo plantea Ahmed, por lo que cuando el stack de una persona es insertado en un nuevo cuerpo, esta persona incorpora las alteraciones, vicios y necesidades que haya tenido ese cuerpo: “Every sleeve has a history” (2002: 12). Así, lo orgánico es esa 69 superficie susceptible de ser marcada o afectada por las interacciones con lo(s) demás, puesto que los cuerpos tanto individuales como colectivos son moldeados y afectados por la interrelacionalidad. Un ejemplo de esto es la predisposición química de la sleeve del detective Ryker a sentirse atraído por la detective Ortega. Tan es así que, incluso si ahora es Kovacs quien lo porta, éste no puede eliminar la memoria de la atracción que existe entre esos cuerpos debido a su relación previa. No obstante, es importante recalcar que al ser el cuerpo algo intercambiable, éste deja de ser garantía de cualquier identidad, puesto que las predisposiciones de cada cuerpo parecieran estar limitadas a su uso temporal y no alcanzan a modificar o ser incorporadas por la “esencia” de la persona que lo habita: “If you couldn’t even meet the same person twice in one lifetime, in one sleeve, what did you say about all the families and Friends waiting in Download Central for someone they once knew to peer out through the eyes of a stranger? How could that even be close to the same person?” (2002: 252). Esta idea antiesencialista de “el cuerpo no es destino” también da lugar al fenómeno de cross-sleeving, donde la identidad de una persona puede estar en una funda del sexo opuesto. Por ejemplo, en un punto del desarrollo del primer volumen de Altered Carbon (2002), Takeshi Kovacs finge ser la madre de una de las chicas de un prostíbulo aun si tiene un cuerpo masculino, todo con la finalidad de obtener información relevante para su investigación. Su estrategia para ser convincente consiste en recurrir a la emotividad tradicionalmente asociada al vínculo madre-hijos, para así performar el estereotipo heteropatriarcal de la feminidad: “Do you want to touch me touch me touch me…?” Whether the cabins used subsonics or not, I was getting a definite reaction from it all. My penis thickened and stirred. I locked down the throbbing, forced the blood back out and into my muscles the way a combat call would do. I needed to be limp for this scene. […] “No, I’m her mother.” […] I pulsed her hand back to my groin. “Feel. There’s nothing 70 there. They sleeved me in this, but I’m a woman. I don’t, I couldn’t …”. (2002: 82) La construcción de lo femenino se hace a partir del mandato de heterosexualidad, donde se considera al hombre como la única fuente posible del erotismo femenino. Tan es así que la representación de la feminidad es sumamente naïve, en tanto que basta que un cuerpo masculino se muestre “inmune” a la sensualidad del cuerpo femenino para legitimar la actuación de Kovacs como la madre de Elizabeth Elliot ante la prostituta. En el momento en que las apariencias dejan de ser referente de una identidad particular, son únicamente las acciones lo que nos permite conformar los marcadores culturales como el género, no obstante, esto refuerza las construcciones estereotipadas de dichos aspectos que asocian la emotividad y sensibilidad con lo femenino y la racionalidad y la fortaleza con lo masculino. A pesar de que esto no se explora de manera más profunda, me parece pertinente que se plantee, pues evidencia cómo la identidad de género no está determinada ni atada a las características físicas y es, más bien, una cuestión de performatividad, tal como lo plantea Butler: “performativity is not a singular act, but a repetition and a ritual, which achieves its effects through its naturalization in the context of a body, understood, in part, as a culturally sustained temporal duration” (1990: 33).40 Recordemos que una de las figuras principales del cyberpunk son los cyborgs o cuerpos orgánicos modificados, por lo general con la incorporación de partes inorgánicas, sin embargo, en este universo diegético existen más formas de modificar los cuerpos mediante innovaciones biotecnológicas, las cuales alteran o mejoran distintas funciones bioquímicas. Por ejemplo, la 40 Si bien para Butler la identidad se vuelve una especie de significante vacío que adquiere significado con las acciones performadas, el tipo de cuerpo que se habita sí refleja el estrato social al que se pertenece y ubica esa existencia como bios, es decir la que vale, o como zoé, la prescindible. Así, las características o modificaciones de los cuerpos se vuelven algo sumamente relevante. Esto resuena con el concepto de “tecnocuerpo” que plantea Paul Preciado, el cual parte de la idea de que la etapa actual del capitalismo donde es imposible hablar de cuerpos “naturales”, puesto que se convierte en una “entidad tecnoviva multiconectada que incorpora tecnología. Ni organismo, ni máquina: tecnocuerpo” (2008: 39). De esta manera, la tecnología permite modificar el cuerpo de acuerdo con el ideal que se tenga respecto a cómo debe ser un cuerpo humano, ya sea femenino o masculino (Preciado, 2009). Sin embargo, considero que Preciado cae en la trampa dualista de plantear únicamente dos posibilidades de configuraciones identitarias y limita el potencial liberador de la tecnología que podría dar lugar a configuraciones híbridas y más complejas que se salgan del modelo binario. 71 primera novela comienza cuando la mente de Takeshi Kovacs adquiere un nuevo cuerpo. Kovacs es originario del planeta Harlan´s World y desde pequeño fue entrenado para formar parte de los envoys o soldados especializados, quienes están encargados de mantener “la paz” (siempre orientada a los intereses del protectorado, que se convierte en la cara oficial del nuevo gobierno). Su nombre indica su origen étnico híbrido, ya que su planeta fue colonizado por japoneses y eslavos. Originalmente, el cuerpo de Kovacs tenía rasgos estereotípicamente considerados “orientales”, pero a lo largo de los años ha habitado distintas fundas: “Another planet, another sleeve” (Morgan, 2003: 114). No obstante, debido a su formación militar, su psique fue alterada mediante psychosurgery para que pudiera cumplir con sus misiones de la manera más efectiva posible, sin que esto representara ningún tipo de dilema moral, incluso si esto implicaba matar gente. Los resultados de estas alteraciones fueron un condicionamiento de combate reforzado por una sustancia denominada neurachem que es una mejora de carácter militar, principalmente, pues incrementa los tiempos de reacción física, así como una percepción más aguda de los estímulos que rodean a la persona para detectar más fácilmente posibles amenazas, por lo que se considera da origen a una especie de intuición más desarrollada que separa a los soldados normales de los envoys: “the Envoy conditioning squeezed my pupils into instant dilation in the low-light surroundings and mapped my steps over the uneven surface with lightning speed, and the neurachem put my feet there with a rapidity to match” (2002: 86). El texto no explica cómo es que estas alteraciones psíquicas se preservan en el stack de Kovacs, no obstante, este condicionamiento permanece en cada cuerpo nuevo que adquiere, mientras que para el resto estas capacidades aumentadas se ven limitadas a cuerpos concretos: “You can even decant your crack D. H. F. soldiers directly into sleeves with combat conditioning, jacked-up nervous systems, and steroid-built bodies. […] Neurachem conditioning, cyborg interfaces, augmentation, — all this stuff is physical. Most of it doesn’t even touch the pure mind, and it’s the pure mind that gets freighted” (2002: 28). La 72 cita deja ver cómo estas modificaciones alteran únicamente el cuerpo y que la mente permanece intacta en su mayor parte. No obstante, la palabra freighted funciona de manera ambigua puesto que, por un lado, deja una ventana abierta a la posibilidad de que la mente perciba estas modificaciones a “lo humano” como una carga psicológica puesto que el cuerpo sí altera la mente, mientras que, por otro, remite a un lenguaje de transportista donde, en este caso, el cuerpo es únicamente el vehículo que transporta la mente, con lo que se evidenciaría la desconexión que existe entre el aspecto material y el cognitivo. Además del Neurachem, existen otras sustancias que modifican las experiencias sensoriales de manera temporal, tales como el Merge Nine o Empathin y Betathanatine o The Reaper. La primera es una sustancia que ha sido personalizada y adaptada al personaje de Miriam Bancroft, quien es caracterizada como un objeto hipersexualizado, por lo que no sorprende que el Merge Nine sirva para incrementar el placer sexual, dejando ver los lugares comunes41 de la visión patriarcal donde el papel femenino es reducido a su sexualidad, cuya finalidad es el placer masculino. Esto ejemplifica el régimen posmoneyista del que habla Preciado, puesto que esta droga produce un género femenino muy específico, el de biomujer, el cual encarna un ideal de lo que la feminidad en el régimen heteropatriarcal “debe ser”, el farmacopornocapitalismo debe de “controlar la sexualidad de los cuerpos codificados como mujeres y hacer que se corran los cuerpos codificados como hombres” (2008: 45). Así, la modificación de algunos cuerpos mediante el avance científico-tecnológico y sus mejoras sintéticas se vuelve clave para la dominación del cuerpo, el cual debe sobrepasar sus limitaciones orgánicas para constituirse como algo que está más allá de lo humano, es decir, posthumano. Sin embargo, esta autopoiesis no está al alcance de todos. La desigualdad que existe en esta sociedad que se divide entre las vidas precarias y 41 Ruth Amossy et al. en Estereotipos y clichés (2020: 24) distinguen entre cliché y estereotipo. El primero consiste en la cristalización del lenguaje mediante frases hechas que con su repetición se desgastan y se vuelven común; el lugar común o estereotipo consiste en las fórmulas o ideas cristalizadas o gastadas que son tomadas por la gran mayoría como una especie de verdad universalizante. 73 aquellas que valen la pena ser vividas también se deja ver en el tipo de sustancia a la que se puede acceder. De este modo, el Betathanatine es una droga a la que recurren los más marginados, quienes la consumen buscando escapar de su realidad: “Betathanatine. Kids use it for near death experiences. Cheaper than suicide” (2012: 34). El hecho de que esta droga se vuelva la única manera de experimentar algo que permita que las clases más bajas arriesguen sus vidas por sentirse “vivas” evidencia el grado de alienación en el que se encuentran subsumidas y denota una estratificación tan fija que pareciera, más bien, un sistema de castas. No obstante, las drogas se vuelven relevantes en tanto que modifican las experiencias corpóreas desde adentro, ya sea ampliando o alterando la percepción sensorial del mundo y, por lo tanto, la forma de habitarlo. El segundo libro de la trilogía ahonda en una modificación bioquímica del cuerpo más permanente mediante la extrapolación de distintas biotecnologías o psychodynamic engineering que fungen como aditamentos para personalizar aún más el cuerpo: “State-of-the- art Khumalo combat biotech runs some charming custom extras, notable among them a serotonin shutout system that improves your capacity for mindless violence and minute scrapings of Wolf gene that give you added speed and savagery together with an enhanced tendency to pack loyalty that hurts like upwelling tears” (2003: 9). Así, el modelo de cyborg que plantean estas novelas difiere del clásico42 en tanto que va más allá de incorporar elementos meramente mecánicos o artificiales, sino que las nuevas tecnologías (biociencias) intervienen en los aspectos orgánicos mismos como los neurotransmisores, para instrumentalizarlos y, de este modo, dominar la misma naturaleza humana: Once upon a time men had to run their weapons systems all by themselves. They went up in the air in fliers not much bigger or better equipped than bathtubs with wings and fired off whatever clumsy hardware they could squeeze into the cockpit with them. 42 Véase p.15. 74 Later, they designed machines that could do the job faster and more accurately than humanly possible, and for a while it was a machine’s world up there. Then the emerging biosciences began to catch up and suddenly the same speed and precision capacity was available as a human option again. Since then it’s been a race of sorts between technologies to see which can be upgraded faster, the external machines or the human factor. (2003: 25) De esta manera, el creador termina compitiendo en una carrera armamentista contra su creación, y el ser humano debe probar su supremacía mediante el desarrollo de nuevas formas que le permitan convertirse en una mejor arma, más rápida, más eficiente incluso que las mismas máquinas: “Testing the human frame to destruction is only one of the cutting-edge lines central to the Mandrake Corporation’s current research program. Maximum utility for all resources is our ultimate goal” (2003: 51). La búsqueda de la funcionalidad instrumental se sitúa por encima de todo. 2.2 DOMINIO DE UNA REALIDAD: ESPACIO Y VIRTUALIDAD 2.2.1 ESPACIO En el mundo ficcional de Altered Carbon la raza humana logró expandirse a lo largo del universo y colonizar distintos planetas, por lo que los viajes interestelares son posibles. La trama se desarrolla alrededor del año 2384, y el grupo político denominado “el protectorado” ha logrado conquistar la mayoría de los planetas e instaurar un régimen colonial. Si bien se dice que el protectorado es quien domina, es importante recalcar que en el segundo tomo de la trilogía se menciona explícitamente cómo la colonización del espacio fue posible gracias a las corporaciones y no al poder político mediante algún tipo de invasión militar. Este hecho refleja la desregulación propia del neoliberalismo, pues los conceptos de soberanía y de Estado ya no existen, y es el capital quien realmente decide, incide y, por lo tanto, tiene el control. Esta analogía refleja cómo en la actualidad las corporaciones funcionan como una especie de para- 75 naciones que se rigen de manera distinta a los demás, pues aprovechan los vacíos legales que aún no han sido regulados y actúan como si se encontraran por encima de la ley. Es importante recordar que, en el ámbito legal, una corporación es considerada una persona, a pesar de no ser una entidad encarnada en el sentido tradicional.43 Ésta, más bien, se conforma por una serie de individuos que trabajan de manera conjunta para alcanzar los objetivos determinados por la corporación, como brindar un servicio, sin jamás dejar de lado un fin económico de lucro. Para las corporaciones, sus miembros son reemplazables por lo que se vuelve muy difícil lograr que esta “persona” dé cuenta de sus acciones, pues hay una constante rotación de personal. De este modo, logra clasificarse como un sistema autónomo donde los individuos que la conforman no son más que títeres cuyas cuerdas son movidas por los jefes, quienes son las cabezas de este organismo. En este sentido, podría decirse que hay una muerte del sujeto distinta a la que plantea Foucault (la cual ya se explicó anteriormente44), en la cual los sujetos como individualidades concretas dejan de ser relevantes en sí mismos y se convierten en órganos semi-aislados, susceptibles de ser reemplazados y explotados, cuyo objetivo es ser sólo un engrane más en el funcionamiento del organismo completo que son las megacorporaciones. Ahora bien, el grado de agencia de estas personas morales, que se vuelven una especie de entidad omnipresente debido a su falta de corporalidad, es tal que en realidad son ellas quienes logran la dominación interplanetaria. Todo esto se lleva a cabo bajo una fachada de supuesta democracia, pues existe la organización (en este caso interestelar) de las Naciones Unidas, donde supuestamente se discuten los problemas de las distintas naciones para llegar a 43 Achbar, Abbott, (2003). The Corporation [Película]. Big Picture Media Corporation. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=LU5-hbxwUXI En el caso de las leyes estadounidenses esto sucedió bajo la enmienda 14 de la Constitución, la cual establece los derechos de adquirir propiedades de las personas nacidas en Estados Unidos. Sin embargo, en 1886 la Suprema Corte aplicó las mismas consideraciones a las corporaciones y de ahí las personas morales (corporate personhoods) obtuvieron los mismos derechos que las personas físicas (individuos concretos). Si bien esta política no aplica en el caso de México, sí es válida para las corporaciones en distintas partes del mundo. 44 Ver p. 33. 76 acuerdos: “The corporations did it. Not governments. Not politicians. Not this fucking joke Protectorate we pay lip service to. Corporate planning gave us the vision, corporate investment paid for it, and corporate employees built it” (Morgan 2017: 351). No obstante, el régimen, una vez instaurado, cuenta con los envoys para proteger los intereses del protectorado cuando estos se vean amenazados o, simplemente, cuestionados: “Envoy training was developed for the U.N. colonial comando units” (2002: 27). La existencia de esta unidad evidencia que la base de esa aparente unión se mantiene únicamente a través de una violencia latente que promete aparecer cuando la disidencia amenace con subvertir el dominio sobre los lugares colonizados. Esta lógica de la dominación ha sido una de las consecuencias principales del pensamiento dualista, en tanto que la única manera de demostrar quién tiene el poder es mediante la subyugación de “la otredad” para dejar clara la jerarquía. La trama de toda la trilogía se desarrolla en un contexto de guerra interestelar donde se enfrentan los kempists (quienes siguen los ideales revolucionarios de Joshua Kemp y se oponen al régimen oficial) y las fuerzas del protectorado. Recordemos que, de acuerdo con The Carrier Bag Theory of Fiction (2020) de Le Guin, los héroes surgen ante la necesidad de lucha, con los peligros que esto implica, por lo que el arma y, en este caso la guerra, es la condición sine qua non para que se constituya el relato del héroe o la “forma del relato del cazador”.45 Incluso esto es planteado para el personaje femenino más relevante de este universo diegético, Quellcrist Falconer cuando dice: “[…] wars are fought over hormones. Male hormones, largely. It’s not about winning or losing at all, it’s about hormonal discharge” (2003: 114). El contexto de guerra pone de manifiesto el carácter destructivo y de dominación que resulta en la devastación de todo aquello que se encuentre a su paso, llevando la era del Antropoceno a alcanzar 45 Para Le Guin este tipo de narrativa se encuentra estrechamente vinculada con la escritura masculina o canónica, pues gira alrededor de un conflicto que se tiene que resolver, y la figura del héroe es el arma que se dirige hacia un objetivo y cuyo propósito es resolver el problema. Al tener que enfrentarse a peligros, este tipo de relatos de aventuras se perciben como “más emocionantes” y dejan de lado todas aquellas historias que no narran el ascenso del Hombre como héroe (el patriarcado) o el nacimiento de la cultura que se opone a la naturaleza o una escritura femenina. 77 dimensiones interestelares: “Planetary colonization is invariably a destructive process, and advanced technology hasn’t done much more than sanitize that process so that humans are guaranteed their customary position on top of whatever ecosystem they are raping. The invasion is all-pervasive and, from the moment of the barges’ initial impact, inevitable” (2003: 143). Este arrasamiento de todos los recursos en el afán de mantener el statu quo tiene consecuencias que también afectan a los humanos. Por ejemplo, en el contexto macro de la guerra la mayoría de los planetas han sido saqueados y sus habitantes viven en condiciones precarias, existen múltiples campos de prisioneros donde las personas son reducidas a caparazones sin alma: “Wardani had donned the emotional equivalent of a vacuum suit, the only response left in the human armory when the moral parameters of the outside environment have grown so outrageously variable that an exposed mind can no longer survive unshielded. Lately, they’ve been calling it War Shock Syndrome” (2003: 23). Los soldados sufren de síndrome de estrés postraumático, y el mismo Takeshi Kovacs termina tan afectado que su consciencia se divide46 y tiene alucinaciones en las que habla con un excompañero militar, Jimmy de Soto, quien murió en una guerra en la que lucharon juntos: “’I thought you only turned up in my dreams’ […] ‘Dreams, high-stress hallucinations, or just wrecking your own head like this. It’s all the Edge, see. The cracks down the sides of reality’” (cursivas en el original 2002: 235). Todas las zonas donde se llevan a cabo las batallas son afectadas por la radiación, lo cual deja ver la postura antropocéntrica de los procesos colonizadores que justifican el fin sin importar el medio o el costo, arriesgando incluso la propia supervivencia de la raza humana. Aunque no hay referencias directas al impacto de esta guerra en la Tierra, el espacio 46 Algo similar ocurre en el personaje principal de The Machine Dynasty, aunque en ese caso son dos conciencias que comparten un mismo cuerpo y, en ocasiones, se alternan el control del mismo. Independientemente de la personalidad que esté en control, las conciencias de ambos personajes coexisten de manera simultánea. 78 también ha sido colonizado y ha dado lugar a una sociedad distópica que se asegura de preservar la hegemonía de ciertos grupos mediante la estratificación. En la primera novela de la trilogía se profundiza en la urbanización de Bay City, la antigua San Francisco. Ésta deja ver una diferencia de clases extrema mediante la ubicación espacial de las clases altas y pudientes, las cuales viven inmaculadas en las alturas,47 literalmente, mientras que el resto queda relegado a las profundidades de las ciudades postindustriales sobrepobladas, donde abundan la pobreza y la carencia. La distribución no es fortuita, pues conforma un sistema de castas donde se evidencia la valoración jerárquica de los habitantes en tanto que las clases bajas son invisibilizadas al ser engullidas por las frías e indiferentes megalópolis, donde fungen como presas fáciles para los buitres que sobrevuelan la ciudad, esperando el momento de atacar y servirse de ellas de un modo u otro. Si bien ésta es una de las características principales del cyberpunk clásico que busca evidenciar las contradicciones del capitalismo, en este universo esta privatización del espacio va de la mano de la privatización del cuerpo en el cual se manifiestan abiertamente las relaciones de poder. 2.2.2 VIRTUALIDAD Una de las características distintivas del cyberpunk es que, además de la realidad física, también existe una realidad virtual que constituye un universo simultáneo con la posibilidad utópica de modificar o crear un mundo que refleje la imagen que uno quiera mediante el simulacro en términos baudrillarianos, donde las imágenes son el único sustituto perceptible de la realidad (1978).48 Por ejemplo, esto lo vemos en la novela de Stephenson, Snow Crash (1992), donde el plano virtual se llama Metaverse, lo cual hace referencia directa a su carácter tanto 47 Incluso la casa donde vive una de las familias más poderosas se llama The Sun House, lo que remite no sólo al brillo de sus riquezas sino, también a cómo, debido a su poder y su influencia, el resto de esa sociedad pareciera girar alrededor de esta familia. 48 Recordemos que para Baudrillard “la simulación no corresponde a un territorio, a una referencia, a una sustancia, sino que es la generación por los modelos de algo real sin origen ni realidad: lo hiperreal” (1978: 5). 79 metafórico como metaficcional. En este universo las personas se representan mediante avatares que permiten llevar a cabo un proceso de personalización y subjetivación en la medida en que un individuo no es determinado por su apariencia sino por la idea que tiene de sí mismo, privilegiando el sujeto psíquico sobre el físico. De este modo, una persona se puede representar a sí misma con las características físicas de su elección. Algo similar sucede en Altered Carbon, pues uno puede elegir su apariencia, recrear un lugar existente o crear uno inexistente. Sin embargo, en este caso, el universo virtual tiene varias modalidades: la de baja resolución y la de alta. La primera busca replicar la realidad de una manera rebajada, casi como el mundo sensible imita pobremente el mundo de las ideas de Platón: “Most virtual systems recreate you from self-images held in the memory, with a commonsense subroutine to prevent your delusions from impinging too much. […] most of us grow rapidly attached to whatever sleeve we’re living in, and that form blanks out previous incarnations. We are, after all, evolved to relate to the physical world” (2002: 159). Si bien en el mundo virtual se pueden recrear experiencias físicas como la tortura o el sexo, es importante tener en cuenta que esto se genera mediante la estimulación cerebral responsable de percibir estos estímulos, por lo que se sigue necesitando de una base material para experimentar estas sensaciones, incluso si la consciencia de la persona puede seguir existiendo en su stack, en espera de adquirir un cuerpo nuevo. Cabe mencionar que la virtualidad de baja resolución suele ser utilizada principalmente por sectores bajos de la sociedad que no pueden pagar la otra, sin embargo, esta característica se vuelve útil ya que la imagen es tan pobre que es muy difícil identificar y rastrear a las personas, por lo que posibilita llevar a cabo tanto actividades ilegales como interrogatorios donde se puede torturar al interrogado, así como experimentar fantasías sexuales sin límites ni repercusiones en los burdeles del bajo mundo. Por el contrario, la versión de alta resolución funciona a manera de una simulación hiperreal a la cual se puede escapar para huir de la realidad, tal como el metaverso gibsoniano de Neuromancer (1984). En Altered Carbon “The 80 difference between virtuality and life is very simple. In a construct you know everything is being run by an all-powerful machine. Reality doesn’t offer this assurance, so it’s very easy to develop the mistaken impression that you’re in control” (2003: 278). Parte de lo que hace el mundo virtual tan adictivo es el control que resulta de poder moldear los constructos a tal grado que incluso se puede modificar la forma en que transcurre el tiempo; puede pasar más rápido o más lento que en la realidad, lo cual genera una diferenciación entre el tiempo objetivo y el subjetivo. Así, se puede adquirir la experiencia equivalente a años en cuestión de minutos, pero también se puede alargar el tiempo para generar una sensación subjetiva de eternidad, tanto para situaciones positivas como negativas. Por ejemplo, este recurso es utilizado tanto por el crimen como por la milicia para llevar a cabo interrogatorios donde se somete la mente de las personas a torturas sin fin, aun cuando en tiempo objetivo esto hubiera durado algunos minutos: They were going to decant me into some flesh with none of the resistance to pain that my current sleeve had. And while I was imprisoned there, they could do whatever they liked to that sleeve, up to and including physically killing it. And then they would start again, in a fresh body, Or, if they were really sophisticated, they could jack my consciousness into a virtual matrix similar to the ones used in psychosurgery, and do the whole thing electronically. Subjectively, there’d be no difference, but there what might take days in the real world could be done in as many minutes. (2002: 115) Del mismo modo, también se puede ralentizar el tiempo para hacer que una fantasía se viva como algo más duradero de lo que realmente es. De este modo, se constituye como una versión mejorada y amplificada de la realidad misma, donde las sensaciones se viven de manera más intensa y se puede crear cualquier constructo o fantasía: “Too much virtuality will do that to you sometimes. There’s this vague feeling of abrasion in the head when you disconnect, a disquieting sense that reality isn’t quite sharp enough anymore, a waxing and waning fuzziness 81 that might be what the edge of madness feels like” (2012: 116). La cita deja ver cómo la escisión de la realidad en dos planos tiene repercusiones psicológicas que se equiparan con encontrarse al borde de la locura en la medida en que el paso de un plano a otro hace más evidente su contraste, pues la utopía choca con la distopía. También existe otro tipo de discordancia entre el tiempo objetivo y el subjetivo que se manifiesta en el plano físico mediante la disparidad entre la edad biológica y la psicológica de los personajes. Tal es el caso de meths como Mrs. Bancroft quien, a pesar de tener una apariencia joven, su verdadera edad se nota en la expresión de su mirada. Esto es posible debido a que en este universo diegético la mente y el cuerpo son aspectos aparentemente independientes entre sí y, debido a tecnologías como la clonación, ambos pueden madurar a ritmos diferentes, de modo que un cuerpo joven puede ser repositorio de una mente casi ancestral. ‘How old are you, Mr. Kovacs?’ ‘Subjectively? Forty-one. The years on Harlan’s World are a little longer than here, but there isn’t much in it.’ ‘And objectively?’ she [Ms. Bancroft] asked, mocking my tone. ‘I’ve had about a century in the tank. You tend to lose track.’ ‘How alone you must be by now.’ (2002: 38) Uno de los argumentos en contra de tecnologías como la criogenia (además de ser un procedimiento cuyo objetivo en la actualidad se encuentra lejos de ser factible pero que se asemeja a la idea de los stacks) es que al congelar los cuerpos de algunas personas con la esperanza de un día poder regresarlos a la vida, el “renacido” se encontraría con una realidad completamente diferente a la que conocía, y lo más probable es que se encontraría solo, al igual que la criatura de Frankenstein, puesto que el mundo habría continuado cambiando hasta llegar al punto de convertirse en algo irreconocible. Esto implicaría que el alargamiento de la vida 82 habría sido en vano, pues ampliar la vida para vivir completamente solo en una realidad ajena dista mucho de la idea utópica que hay detrás de este deseo de alcanzar la inmortalidad: “[…] the universe is not stable, nor is any single thing within it. Stars consume themselves, the universe itself rushes apart, and we ourselves are composed of matter in constant flux […] there is nothing but flux” (cursivas en el original 2002: 252).49 En el momento en que el cuerpo deja de ser un punto de anclaje a la realidad, al sumarle la eliminación tanto de la muerte como del envejecimiento que amenazan con ponerle fin a nuestra existencia, el sentido de la vida como algo finito se modifica, al igual que el concepto mismo de lo humano como “ser para la muerte”50 en términos heideggerianos, y se vive bajo una percepción nihilista donde no existe valor o sentido alguno. Así, en lugar de alcanzar la utopía al superar las limitaciones de lo humano, la percepción de los personajes que logran vivir un largo tiempo se modifica y experimentan tedio al darse cuenta de que la idea de progreso (no en el sentido de desarrollo tecnológico sino humano que puede enfocarse en cosas más elevadas al tener las necesidades básicas cubiertas), en realidad no sucede a pesar de que las posibilidades que ofrece la pseudo-inmortalidad son casi infinitas: “Once. It was an enthusiasm I had. Back when the stars were still something to stare at. You wouldn’t remember how that felt” (2002: 32). Esa alteración en el sentido de la existencia hace que los meths pierdan algunas de las características tradicionalmente asociadas con lo humano. En este caso desarrollan una capacidad disminuida de experimentar empatía, lo cual permite equipararlos con las inteligencias artificiales de la novela, pues las preocupaciones mundanas como la preocupación ante la muerte y el solventar las necesidades básicas les resultan igual de ajenas: “[Meths] like the A.I.s. They’re a breed apart. They’re not human. They deal with humanity the way you and I deal with insect life” (2002: 53). De este modo, se crea una brecha entre los 49 Incluso el contrato de la Sociedad Criogénica Americana contiene una cláusula con la que busca deslindarse de cualquier responsabilidad legal en caso de que eso llegara a suceder. 50 Para Heidegger la muerte, es decir, la consciencia de la finitud es aquello que obliga al Dasein (el ser ahí) a buscarle un sentido a la existencia. Ser y Tiempo (2010, FCE). 83 humanos tradicionales y esta élite que literalmente se convierte en posthumana, en el sentido de “más allá de lo humano” pues no tienen las mismas limitaciones que los otros. Uno de los principales argumentos contra el transhumanismo es precisamente que debido a las modificaciones lo que ahora conocemos como la especie humana se volvería obsoleta ante lo que constituiría una nueva especie que no estaría marcada por las mismas necesidades, lo cual resultaría en exacerbar aún más la desigualdad ya existente. En palabras de Diéguez, “el transhumanismo convertirá las clases sociales en clases biológicas” (2017).51 2.2.3 RELIGIÓN A lo largo de la historia, la religión ha sido un elemento que ha ayudado a darle sentido a la existencia, pues supone una entidad superior que tiene un plan para cada uno, por lo que todo tiene un propósito. También ha brindado consuelo para lidiar con la vida terrenal, puesto que ésta no es la única vida que hay y, si obedecemos las reglas y expiamos nuestros pecados, alcanzaremos la salvación en la vida eterna. Por lo menos de acuerdo con lo que plantea la religión judeocristiana. Es importante destacar que en la novela existen dos posturas opuestas en cuanto a la idea de extender la vida indefinidamente mediante el desarrollo tecnológico: están los liberales y los conservadores. Los primeros están a favor, mientras que los segundos se caracterizan por pertenecer a la “antigua” secta de los católicos y se oponen a la resurrección artificial bajo la creencia de que únicamente Dios está facultado para llevar esto a cabo: “NO TO RESOLUTION 653! ONLY GOD CAN RESURRECT!! D.H.F. = D. E. A. T. H. […]” (2002: 17 mayúsculas en el original). Cabe mencionar que algunos de los argumentos que buscan evidenciar las contradicciones de la postura conservadora son la crítica a cómo, en este universo, los católicos 51 Peñas, Esther “Entrevista a Antonio Diéguez: ‘En un futuro, las clases sociales se convertirán en clases biológicas” en Ethic, Noviembre, 2017. Disponible en: https://ethic.es/2017/11/transhumanismo-antonio-dieguez/ 84 aprovechan algunos de los avances tecnológicos como la criogenia, pero se oponen a la digitalización de la mente, a la cual el Vaticano denomina un acto de “blasfemia”. A pesar de que la trama se desarrolla en el futuro, llama la atención que la figura del Vaticano aún existe y sigue manteniendo su oposición retrógrada al control de la natalidad que, según Preciado, se vuelve la gestión política y técnica clave del cuerpo para el surgimiento del farmacopornocapitalismo.52 Esto se debe a que esta biotecnología permite separar la sexualidad de la reproducción para controlarla y convertirla, no sólo en una mercancía más a explotar, sino incluso en la fuerza que alimenta los dos pilares que sostienen este nuevo régimen: la industria farmacéutica y la pornográfica (2008). La consecuencia principal de este nuevo estadio del capitalismo del que habla Preciado es que la reproducción se vuelve una práctica cada vez menos común53 y pareciera ser casi exclusiva de la gente rica, mientras que la preservación de lo ya existente mediante tecnologías como el stack, la criogenia y la clonación se vuelve la nueva prioridad. Irónicamente, este rechazo a los procesos naturales se vuelve un obstáculo a esa evolución que tanto se busca alcanzar con los nuevos desarrollos. Como se mencionó anteriormente, la vida y el universo se encuentran en constante flujo y pareciera que el ser humano quisiera mantenerse estático en ese devenir. Además de la evidente crítica a la postura de las instituciones religiosas respecto al no intervenir con la “voluntad y el poder divino”, es interesante que se mencione el debate religioso por varios motivos. En primer lugar, los alcances del desarrollo tecnológico en esta sociedad donde es posible “revivir a los muertos” hacen de la figura de Dios algo obsoleto que cimbra la estructura misma de la religión, pues ésta se fundamenta en la necesidad de creer en 52 Para Preciado (2008) el farmacocapitalismo se constituye como una nueva era del capitalismo donde gobiernan la industria farmacéutica y la pornográfica, las cuales gestionan el cuerpo de una manera política y técnica mediante la incorporación de la biotecnología. Esto constituye lo que Preciado denomina el régimen posmoneyista que gobierna la sexualidad, ya no de manera disciplinaria como lo planteaba Foucault, sino a través de dispositivos biotecnológicos para hacer del placer un objeto de consumo redituable para el sistema mediante el control técnico de la reproducción. 53 Tan es así que en ningún momento se habla de ningún nacimiento aun cuando sí se mencionan distintos vínculos filiales que mantienen una cronología bien establecida entre los personajes, por lo que hay abuelos, padres e hijos. 85 un ser superior que es capaz de llevar a cabo acciones que se encuentran fuera del alcance de cualquier humano. En cambio, si los humanos mismos pueden realizar el milagro más grande, que es regresar a un individuo a la vida, el concepto de un Dios todopoderoso se vuelve irrelevante. Sin embargo, es importante considerar que la perpetuación tecnológica de la vida permite alcanzar únicamente una pseudo-inmortalidad debido a que existen dos tipos de muertes: la ordinaria, que implica la muerte solamente del cuerpo y de la cual es posible regresar mediante la inserción del stack en otro cuerpo, pero también existe la “muerte real”, que supone la destrucción de la mente respaldada en un dispositivo de tal manera que no se puede recuperar la identidad de la persona y, por lo tanto, es definitiva.54 En segundo lugar, es de suma relevancia notar que la oposición a “revivir” a las personas se plantee en términos de no querer perder el alma, la cual es otro elemento fundamental del catolicismo, pues para los católicos ésta es vestigio de la divinidad en la creación: ‘They don’t believe you can digitize a human being without losing the soul’ (2002: 17). Así, la promesa de la religión consiste en salvar las almas para vivir eternamente. En relación con esto, se puede retomar el planteamiento de Diéguez, quien considera la tecnociencia como la versión laica del proyecto religioso de la salvación, por lo que se puede establecer un paralelismo entre la postura religiosa y la secular que se presentan en la novela (la postura transhumanista) debido a que para ambas existe una “esencia” que no sólo es susceptible de ser preservada, sino que supone un aspecto sagrado o superior que hace de los humanos algo excepcional y separado del resto de la creación. La diferencia radica entonces en la terminología utilizada: la religión la llama alma, mientras que la ciencia la denomina mente; sin embargo, ambos conceptos han demostrado ser escurridizos y no se han podido definir a lo largo de la historia. 54 A pesar de que en el mundo virtual aparentemente se puede también morir, motivo por el cual se convierte en una herramienta predilecta para la tortura, esto es sólo una ilusión óptica que se basa en engañar a la mente. El engaño consiste en que el cerebro interpreta los estimulos visuales como reales, lo cual hace que el individuo perciba el entorno como si fuera la realidad, induciendo una sensación de dolor fisica ilusoria a partir de un estimulo mental. 86 La religión tiene un papel más importante en la trilogía de lo que uno esperaría, no obstante, en Broken Angels (2003), ésta se presenta de manera tangencial y se enfoca en perspectivas paganas. Por ejemplo, el personaje de Matthias Hand es un intermediario de la compañía Mandrake que está a cargo de asegurar una nave marciana. A pesar de ser un implacable y pragmático hombre de negocios, también se caracteriza por ser un fiel creyente de Ghede. Este dios pertenece a la mitología vudú de Haití, y es al mismo tiempo el dios de la vida y de la muerte. A lo largo de esta novela, el personaje le dedica plegarias a esta deidad y la considera la fuerza superior que explica cómo han podido tener lugar sucesos “místicos” que van más allá de las capacidades humanas, como los viajes interestelares, regresar de la muerte y crear vida sin la necesidad de úteros orgánicos o la reproducción natural: ‘[…] We’re drinking coffee so far from Earth you have to work hard to pick out Sol in the night sky. We were carried here on a wind that blows in a dimension we cannot see or touch. Stored as dreams in the mind of a machine that thinks in a fashion so far in advance of our own brains, it might as well carry the name of God. We have been resurrected into bodies not our own, grown in a secret garden without the body of any mortal woman. These are the facts of our existence […] How, then, are they different, or any less mystical, than the belief that there is another realm where the dead live in the company of beings so far beyond us we must call them gods?” (2003: 103) De cierto modo, esta perspectiva se encuentra en un punto intermedio entre la conservadora y la progresista de Altered Carbon (2002). Llama la atención la elección del vudú, puesto que es una religión que mezcla elementos del cristianismo con religiones africanas que se consideran paganas por tener una visión animista y fetichista. Se esperaría que, debido a su religión, este personaje fuera más empático con lo que lo rodea, pero no es el caso. En el mundo diegético de esta segunda novela es visto como un personaje peculiar, pues en Hand coexisten creencias 87 aparentemente opuestas55 como la fe en la religión, pero también en la ciencia, fungiendo como un puente entre el pasado y el futuro que deja ver una postura más escéptica respecto al excepcionalismo humano al reconocer que tiene limitaciones, incluso si éste considera que todo lo puede: “I’m just trying to show you how limited your worldview is without an acceptance of wonder” (2003: 103). Para Hand hay cosas que están más allá de la comprensión humana, y creer en la ciencia y la razón ciegamente se vuelve algo tendencioso al ver el mundo de manera parcial. Si bien no se profundiza más en el vudú o en las implicaciones de las creencias de Hand, la fe adquiere otra cara en Broken Angels (2003), pues los marcianos son considerados una civilización que precede a la humana y que alcanzó un grado de desarrollo tan avanzado que los llevó a ser considerados la verdadera fuente del conocimiento al contrastar su desarrollo con el humano: “The Martians. They’ve replaced the mythological creatures of our own picket- fenced Earth-bound heritage, the gods and demons we once used for the foundations of our legends. […] Impossible to overestimate […] the sideswiping blow that this discovery dealt our sense of belonging in the universe, and our sense that the universe in some way belonged to us” (2003: 253, cursivas en el original). Esta superioridad atribuida a los marcianos se debe al descubrimiento y la decodificación de una fuente de datos que tuvo lugar en Bradbury56 (2089 precolonial reckoning), la cual ocasionó una crisis en la Tierra al demostrar, no sólo que la raza humana no era la única en el universo, sino que tampoco era la más avanzada. De hecho, fue gracias a la información obtenida de esta fuente que los humanos pudieron separar el cuerpo de la mente en la medida en que se desarrolló su digitalización, así como el envío de esta 55 Aparentemente opuestas porque el pensamiento secular relega la religión a un pensamiento mágico propio de la era preindustrial en la que la ciencia no estaba tan desarrollada y, al no poder explicar ciertos fenómenos, éstos podían parecer acontecimientos místicos. 56 El llamar Bradbury al lugar donde esto tuvo lugar es una referencia a la obra The Martian Chronicles (1950) del escritor norteamericano Ray Bradbury, la cual es una serie de cuentos que se desarrollan tras la migración humana a Marte, y tocan temas como la autodestrucción del ser humano, la guerra, la colonización y la idea del antropocentrismo. 88 información a distancias intergalácticas con el needlecasting para su respaldo. Debido a que sólo se pudo descifrar una parte de la base de datos, aunado a la misteriosa desaparición de esta civilización que dejó únicamente vestigios en distintas partes del universo, los marcianos fueron considerados los New Ancients, lo cual representó un reto para las religiones terrestres que hacían del Hombre el centro de la creación divina. Ante esto, había dos opciones para que las religiones no se volvieran obsoletas: “Incorporate the Martians into the scheme of things, scour the scriptures or make up some new ones, reinterpret” (2003: 253), o podían negar su avanzado conocimiento y ocultar la evidencia en la mayor medida posible. El Protectorado se encargó de que esta segunda postura fuera la oficial en todo el régimen con la finalidad de proteger sus intereses, por lo que manejaron la información a modo de reducir la existencia de los marcianos a seres míticos de los cuales se hablaba poco: “Every child dutifully learns what they looked like, the splayed anatomy of their wings and skeleton, the flight dynamics, the tedious minutiae of mating and young-rearing, the reconstructions in virtual of their plumage and coloring, drawn from the few visual records we’ve managed to access or filled in with Guild guesses” (2003: 254). Sin embargo, todo el misterio que rodea la inexplicable desaparición de los marcianos creó un misticismo tal que los hace equiparables con seres míticos alados, cuya existencia misma supone un descentramiento antropocéntrico. Como se mencionó anteriormente, el haber descubierto, no sólo que la civilización marciana era más avanzada que la humana, sino también que el ser humano no era en realidad la cúspide de la creación, supone un replanteamiento del lugar que los humanos ocupan en el universo. Asimismo, la necesidad de la fe se pone en duda puesto que, al desentrañar cosas que anteriormente se percibían como una imposibilidad como la preservación y extensión indefinida de la vida, con el nuevo conocimiento se vuelven una realidad y la fe se vuelve irrelevante. Así como el Protectorado decidió enfrentar este descentramiento del Hombre ocultando información, en la medida de lo posible, las religiones terrestres respondieron con el 89 surgimiento de fes extremistas y conservadoras que rechazaban las nuevas tecnologías y buscaban perpetuar la obediencia ciega y la opresión como estrategias políticas de control: ‘Classic poverty dynamic, people clutch at anything. And if the choice is religion or revolution, the government’s quite happy to stand back and let the priests get on with it […] Austere lifestyle, rigid social order, very male-dominated. […] All it took was the NewRev militants and the economic downturn to hit at the same time’ (2005: 251). En Woken Furies (2005) la religión vuelve a adquirir un papel central en la narrativa con el regreso de Takeshi Kovacs a su natal Harlan´s World, el cual se encuentra dominado por una orden religiosa extremista llamada the New Revelation, mejor conocida como the Beards, la cual tiene como antecedente histórico el Islam. Sus principales características son el rechazo a la digitalización de la mente (al igual que los conservadores de Altered Carbon [2002]), así como su postura radical ginofóbica que niega cualquier tipo de agencia o humanidad a las mujeres. También está la orden llamada The Renouncers que renuncian a existir en el plano material y optan por recluirse en monasterios virtuales, pues hay que trascender la carne (flesh), y la virtualidad es el destino de la humanidad.57 De cierta manera este libro se conecta con el primero en tanto que se centra en el conflicto entre el fanatismo religioso y su antagonista por excelencia, la secularización: “I hate these goddamn freaks. They’ve been grinding us down for the best part of two and a half thousand years. They’ve been responsible for more misery than any other organization in history” (2002: 18). No obstante, la crítica a las posturas conservadoras es más explícita en esta novela, pues se muestran como mentalidades retrógradas que de cierta forma rechazan la 57 En The Machine Dynasty la religión también juega un papel importante, pues una orden religiosa es la que crea humanos sintéticos para satisfacer las necesidades de los humanos, sin que esto atente contra ningún tipo de vida orgánica. No obstante, la postura religiosa en ambas trilogías es opuesta; mientras en Altered Carbon la secta principal rechaza explícitamente el desarrollo tecnológico que altera la creación divina original y la orden alternativa ve en la virtualidad la única posible alternativa a la decadencia de la realidad, en The Machine Dynasty la orden religiosa se sirve de la tecnología para literalmente darle cuerpo a sus fantasías y poder satisfacerlas en el plano material. En este sentido, en la segunda trilogía el emular el papel de Dios al crear vida artificial no representa ningún conflicto moral para la institución religiosa. 90 posibilidad de incidir en la realidad material, como es el caso de The Renouncers, y buscan fortalecer la hegemonía histórica del Hombre, como lo hace The New Revelation. El surgimiento de neo-conservadurismos en el momento coyuntural de la incertidumbre, resultado del replanteamiento del papel de la raza humana que implica el desciframiento de la base de datos marciana, muestra la necesidad de aferrarse a algo conocido, y cómo las religiones se aprovechan de eso. La lucha contra esta cosmovisión es evidente en la novela en tanto que se vuelve un conflicto personal de Kovacs al querer vengar la muerte de una expareja, quien fue torturada y posteriormente asesinada por miembros de la orden The New Revelation, por querer materializar el stack de su hija tras haber fallecido en un accidente. El rechazo y la indignación ante la ginofobia de esta orden es tal que incluso el personaje principal llama “traidora de su género” a la esposa de un miembro de esta religión, lo cual muestra una toma de postura del personaje que se muestra interesado en la reivindicación de una política equitativa de género. Esto contrasta con la primera novela, donde la violencia contra mujeres es mercantilizada por otra mujer, sin que esto propicie ningún tipo de reflexión sobre la falta de sororidad o el papel de la mujer en el régimen heteropatriarcal: I’m calling you a gutless betrayer of your sex. I can see your husband’s angle, he’s a man, he’s got everything to gain from this crapshit. But you? You’ve thrown away centuries of political struggle and scientific advance so you can sit in the dark and mutter your superstitions of unworth to yourself. You’ll let your life, the most precious thing you have, be stolen from you hour by hour and day by day as long as you can eke out the existence your males will let you have. And then, when you finally die, and I hope it’s soon, sister, I really do, then at the last you’ll spite your own potential and shirk the final power we’ve won for ourselves to come back and try again. You’ll do all of this because of your fucking faith, and if that child in your belly is female, then you’ll condemn her to the same fucking thing. (135: 2005) 91 Es importante tener en mente que el papel de la religión ha sido fundamental en la consolidación de relaciones de poder asimétricas entre la denominada hegemonía y la alteridad. La representación de lo “otro” ha sido mediada por el orden dominante, el cual lo priva de agencia al objetivizar la diferencia y reducirla a aspectos meramente instrumentales. Es por esto que es esencial reflexionar sobre las relaciones verticales para entender la complejidad de subjetividades imbricadas y, eventualmente, dar lugar a nuevos modelos de pensamiento. En este respecto, la literatura es el campo idóneo para llevar a cabo un proceso de extrañamiento que permita repensar las supuestas jerarquías imperantes, sobre lo que se hablará a continuación. 2.3 DOMINACION DEL “OTRO” Para Foucault en Microfísica del poder (1977), el poder no es algo que se tiene, sino que se ejerce, es decir, es una estrategia cuya finalidad es determinar ciertos tipos de relaciones entre sujetos, donde hay sujetos que dominan y sujetos dominados. La creación de discursos es un mecanismo imprescindible para la creación de sujetos dóciles en tanto que tienen una función productiva y prescriptiva para llevar a cabo ciertas prácticas que permitan la perpetuación de la hegemonía. Debido a esto, para Braidotti es indispensable crear nuevos discursos, no sólo como acto de resistencia, sino también para explorar soluciones a la problemática del capitalismo y la crisis del sujeto humanista universal, puesto que el discurso del humanismo ha naturalizado las relaciones de dominación de un modelo particular de Hombre como sinónimo de lo humano, el cual se sitúa como el centro y la medida de todas las cosas. Por consecuencia, éste relega las formas de existencia que no tienen cabida dentro de ese modelo, como por ejemplo las mujeres, los animales, la naturaleza y lo inorgánico, a la alteridad, pues representa una amenaza a lo normativo al ser diferente, por lo que debe ser dominado. Si bien en esta trilogía se presentan distintas formas de alteridad, de acuerdo con el modelo heteropatriarcal, las mujeres constituyen la alteridad principal, por lo cual me centraré más en ellas, sin dejar de 92 lado las manifestaciones de vida artificial que aparecen de manera tangencial en estas obras. 2.3.1 MUJERES Olivia Gazalé en Le Mythe de la virilité (2017) analiza, de manera similar a Braidotti, cómo el modelo aparentemente universalizante de lo humano implica características muy específicas que determinan a cierto tipo de hombre, el cual, para ser considerado como tal, debe cumplir con conductas asociadas al concepto de “virilidad”,58 a través de las cuales se ejerce el dominio: Le modèle normatif de la virilité n’oppose pas seulement l’homme à la femme, ni même l’homme viril à l’homme efféminé, mais aussi le maître à l’esclave, ou au «sous- homme», cette fois sous l’angle sociologique, racial ou religieux, la supériorité des uns ayant nécessairement besoin de l’infériorité des autres […] La comparaison hiérarchisante avec l’Autre est dont centrale dans la construction de la virilité. Être un homme, c’est dominer. (2017: 27) Es interesante notar que este criterio normativo no sólo permite diferenciar al hombre de la mujer, sino que también aplica a hombres que no cumplen con estos requisitos. Así pues, no basta con ser hombre para pertenecer a la categoría dominante, sino que el “ser hombre” consiste en demostrar constantemente el ser digno de tal consideración. Gazalé utiliza el término virilización para dar cuenta de estas conductas que se encuentran directamente relacionadas con la fuerza y la agresión como requisitos de la dominación. No obstante, no hay que olvidar que el fundamento base de esta violencia radica en oponer un Yo ante un supuesto Otro. Como se mencionó, la trilogía de Altered Carbon es híbrida en términos de género literario, puesto que la primera parte conjunta la ciencia ficción con elementos de la novela negra tradicional59 y la policiaca, aunque la segunda y la tercera se centran más en la ciencia 58 Raewyn Connell (1995) utiliza el término “masculinidad hegemónica” para referirse a lo mismo. 59 Cabe destacar que, aunque la figura de mujeres detectives existe desde hace tiempo en obras como las de Sue Grafton, Sara Paretsky, entre otras, autoras contemporáneas como Anita Felicelli, Emily Beyda, Stephanie 93 ficción. En los tres libros la voz narrativa es una primera persona, la del personaje principal, quien funge como detective o asesino a sueldo para resolver un crimen o conflicto en una sociedad violenta y corrupta. Cabe destacar que el personaje principal es hombre, heterosexual y sin discapacidad alguna, por lo que cumple las fantasías masculinas de violencia y sexo al ser exmilitar con acceso a armas, aunque por ser de origen étnico mixto no encaja completamente con el modelo hegemónico del hombre blanco y protestante. En Altered Carbon (2002) los personajes estereotipados60 se asocian con el género policiaco y la novela negra.61 Cabe destacar que las relaciones de género dentro del universo diegético repiten los lugares comunes del heteropatriarcado que representa las figuras femeninas como objetos sexualizados disponibles para el héroe (o anti-héroe en este caso), al tiempo que son relegadas a un papel secundario. De este modo, la trilogía de Altered Carbon caracteriza las figuras femeninas, en su mayoría como víctimas o como femmes fatales, lo cual implica que su papel queda circunscrito a adornar y girar en torno de lo masculino y su visión objetivizadora, incluso si esta representación se modifica aparentemente en la última novela. Es precisamente debido a estos roles tan marcados que se plantea una distinción entre el cyberpunk canónico y el feminista (Cadora 1995). De acuerdo con Olivia Gazalé (2017: 156), históricamente las mujeres han sido asociadas y reducidas a tres papeles estereotípicos para legitimar el régimen viriarcal:62 la madre, la virgen y/o la prostituta (o la femme fatale como una variación). Un claro ejemplo de esto es el personaje de Miriam Bancroft, quien aparece en el primer libro y es una devota madre Wrobel, Tanen Jones, continúan con este legado al escribir novelas noir donde las mujeres adquieren el papel principal y son quienes deben resolver los crímenes. 60 Entiendo estereotipo como lo propone Ruth Amossy (2020), es decir, como lugares comunes, fórmulas cristalizadas que son universalmente aceptadas y toman la forma de verdad para la mayoría (2020: 23). 61 Es importante recalcar que el cyberpunk ha utilizado estructuralmente la novela negra y la policiaca desde sus inicios, por lo que esta confluencia no es fortuita; por el contrario, es propia del género en su forma más tradicional. 62 Gazalé opta por el término viriarcal frente a patriarcal, pues considera que refleja de manera más precisa: “ce sentiment permanent de menace, de vulnérabilité, qui le condamne à devoir sans cesse prouver et confirmer, par sa force, son courage et sa vigueur sexuelle, qu’il est bien un homme, autrement dit qu’il n’est ni une femme, ni un homosexuel” (2017 :22). Esta necesidad de diferenciarse no sólo de lo femenino sino de también de lo no- hombre evidencia lo excluyente y limitado de la categoría “neutra y universalizante” de Hombre. 94 que, aparentemente, funge como buena esposa trofeo y busca complacer a su marido: “Miriam, could you leave us alone for a while? I’m sure Mr. Kovacs has endless questions, and it’s likely to be boring for you” (2002: 26). La condescendencia casi explícita en Mr. Bancroft al insinuar que Miriam se aburriría discutiendo temas serios deja clara desde un inicio la perspectiva machista desde la cual se plantean las relaciones de poder de esta pareja. Incluso, para resaltar el contraste de las jerarquías, a Miriam se le caracteriza de la siguiente manera: She was beautiful in a sun, sea, and sand sort of way, and the sports shorts and leotard she was wearing displayed the fact to maximal effect. Golden hair brushed her shoulders as she moved, and the shout gave away a glimpse of milk-white teeth. She wore sweat bands at forehead and wrists, and from the dew on her brow they were not for show. There was finely toned muscle in her legs, and a substantial biceps stood out when she lifted her arms. Exuberant breasts strained the fabric of the leotard. I wondered if the body was hers. (2002: 22-23) Miriam encarna el ideal de lo femenino convencional con su cabello rubio y su cuerpo firme y exuberante que, al dudar si el cuerpo era realmente suyo o no, nos remite al concepto de bio- mujer de Preciado, el cual se ayuda de la tecnología para construir una hiperfeminidad. No obstante, tanto las referencias que se centran en su apariencia como la elección de adjetivos la reducen a un objeto hipersexualizado, conforme a la fórmula de la novela negra. La descripción de Miriam deja ver el falocentrismo detrás, pues el cuerpo femenino es deseable mediante su cosificación pensada en satisfacer las necesidades de un consumidor. Así, su cuerpo se vuelve moneda de cambio en el mercado, lo cual la convierte en una femme fatale que busca seducir a Kovacs para que deje de investigar a su familia como sospechosos involucrados en el asesinato de una prostituta: ‘[…] I’ve built a complex there, with a clone bank and a resleeving facility […] I sometimes decant the clones. Sleeve copies of myself. To play […]’ 95 ‘How long […] is this fun park invitation good for? She grinned then, a grin of pure lechery. ‘Unlimited rides,’ she said. (2002: 96) Debido a que Miriam es una Meth, es intocable por la justicia, aunque la detective Ortega la considerara la principal sospechosa debido a su historial de violencia. El asesinato de Mary Lou, la prostituta, el cual no pudo ser resuelto debido a que, por ser católica63, no se le puede revivir para interrogarla acerca de lo acontecido, deja ver la impunidad de los crímenes realizados por la gente rica, pues trabajaba en el prostíbulo más exclusivo de la ciudad y se sospecha que alguno de los clientes la asesinó. Recordemos que los Meths pueden evadir la justicia y sus delitos son pasados por alto debido a que en estas sociedades los servicios públicos dependen de la iniciativa privada, por lo que los intereses de las personas con influencia económica se sitúan por encima del bien común y el sistema es fácilmente sobornado. La diferencia a partir de la cual una vida vale más o menos, dependiendo de su ubicación en los estratos de la sociedad, es aún más evidente en la medida en que los clientes de estos prostíbulos exclusivos son libres de hacer lo que quieran con el cuerpo de quien les ofrece el servicio, al grado de poder ejercer violencia de manera impune y matar a la sexoservidora sin que esto tenga ninguna consecuencia negativa para quien cometió el crimen. Cabe destacar que las mujeres reclutadas para este trabajo provienen de un estrato socioeconómico bajo, de modo que su desaparición pasa inadvertida si esto llega a suceder. La violencia contra las mujeres que se presenta en esta novela refleja, tristemente, la violencia estructural física, psicológica y sexual de la que habla Rita Segato en su libro La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, donde critica la normalización de la 63 Ellos tienen una postura conservadora y se oponen al uso de stacks, por lo que si mueren, experimentan una muerte definitiva. 96 violencia de género a partir de distinguir entre una “violencia instrumental” que tiene un fin concreto, de la que denomina “violencia expresiva”, la cual funciona como un acto alegórico de control sobre el cuerpo de las mujeres que son percibidas como territorios que deben colonizarse. Para Segato, la violencia sexual es, por excelencia, la forma de demostrar la dominación de una persona al conjugar la parte física con la psicológica, por lo que “los crímenes sexuales no son obra de desviados individuales, enfermos mentales o anomalías sociales, sino expresiones de una estructura simbólica profunda que organiza nuestros actos y nuestras fantasías y les confiere inteligibilidad” (2013: 19). De esta manera, “En un régimen de soberanía, algunos están destinados a la muerte para que en su cuerpo el poder soberano grabe su marca; en este sentido, la muerte de estos elegidos para representar el drama de la dominación es una muerte expresiva, no una muerte utilitaria” (2013: 22). Cabe mencionar que el servicio de prostitución de élite, Head in the Clouds,64 en realidad es una fachada para un prostíbulo snuff, donde se llevan a cabo todo tipo de crímenes y torturas que, eventualmente, llevan al asesinato. Reileen Kawahara, una de las personas más poderosas, es quien está detrás de este negocio, con el que busca asegurar alianzas con miembros de la élite al guardar sus más oscuros secretos y darles un lugar para hacer realidad sus más perversas fantasías:65 “If someone was recruiting for a snuff house, Catholics would be the ideal candidates, wouldn’t they? They’re not going to tell any tales after the event, after all. By reasons of conscience. […] Most of the snuff victims around here just get a bolt through the stack when it’s over. They don’t tell any tales” (2002: 261). Esta violencia sexual es una muerte expresiva, en tanto que es motivada por el poder que denota la dominación que se 64 El nombre implica una separación entre lo real (terreno) y la fantasía (efímero), pues el “estar en las nubes” es una expresión que denota algo que, si bien no es necesariamente inalcanzable, sí es por lo menos difícil de conseguir. Remite a un estado de ensoñación que deja de lado el mundo exterior y privilegia un estado de ensimismamiento. 65Algo similar sucede en el parque de diversiones de Westworld (2016) en la adaptación de HBO, donde los jugadores tienen libertad total de hacer al cuerpo sustituto de los androides y ginoides lo que quieran en su experiencia interactiva, sin que sus acciones impliquen ningún tipo de responsabilidad por las consecuencias. 97 encuentra detrás, pues evidencia la desigualdad de la sociedad, así como la capacidad de adueñarse y disponer de la vida y de la muerte de ciertas personas, haciendo de la vida materia prima que debe ser explotada. Incluso esto es llevado al extremo en la novela ya que, para Kawahara, las vidas humanas en general dejan de tener valor al no requerir de ninguna clase de inversión para su existencia, a diferencia de las máquinas, lo cual evidencia la valoración jerárquica que opone la cultura (entendida como creación) y la naturaleza (entendida como lo dado): ‘Human life has no value. […] It has no value, intrinsic to itself. Machines cost money to build. Raw materials cost money to extract. But people? […] You can always get some more people. They reproduce like cancer cells, whether you want them or not. They are abundant. […] Do you know that it costs less to recruit and use up a real snuff whore than it does to set up and run the virtual equivalent format? Real human flesh is cheaper than a machine. It’s the axiomatic truth of our times’. (2002: 351) Asimismo, al deshumanizar a las mujeres y conferirles la condición de objeto se les denigra a un estado inferior que las máquinas, las cuales son valiosas en tanto sirven un propósito particular, a diferencia de la existencia humana, a la cual nosotros mismos le atribuimos un sentido cuyo propósito no es innato. Es importante notar que Kawahara constituye un modelo de feminidad que contrasta con el de Miriam Bancroft (el cual cumple con el estereotipo esencialista del ideal de lo femenino que gira alrededor de la sexualidad), pues Kawahara está dispuesta a hacer lo que sea con tal de obtener más poder, incluso si es a expensas de vidas humanas. Cabe destacar su individualismo extremo que la hace un personaje frío, ambicioso, violento y sin empatía, características que la vinculan con el ethos masculino de la fuerza y la agresión como requisitos de la dominación (no en vano es la antagonista), y la convierten en una feminidad virilizada, lo cual es amenazante y debe ser controlada/eliminada. 98 Por su parte, la detective Kristin Ortega entra en la tradición de heroínas de acción. A la manera de Sarah Connor en Terminator, este personaje debe masculinizarse para hacer frente a las situaciones de riesgo que implica resolver crímenes, pues es la encargada de la sección de organic damage del departamento de policía, por lo que constantemente debe probar que es digna de dicho cargo mediante rasgos tradicionalmente asociados con lo masculino como la agresividad y la determinación:66 The lieutenant was a woman in her thirties. Under the golden disks of her shades, she wore cheekbones from one Amerindian ancestor and a wide slash of a mouth that was currently set in a sardonic line. The sunglasses were jammed on a nose you could have opened cans on. Short, untidy hair framed the whole face and stuck up in spikes at the front. She had wrapped herself in an outside combat jacket, but the long, black-encased legs that protruded from its lower edge were a clear hint of the lithe body within. (2002: 16) La feminidad masculinizada del personaje de Ortega se evidencia desde su descripción que no se centra en la belleza (a diferencia de Miriam), sino que destaca su actitud cínica, combativa y rebelde. No es fortuito que se mencione su herencia “amerindia”, pues esos rasgos “salvajes” que la diferencian del comportamiento aparentemente complaciente de Miriam se pueden atribuir a su origen. Asimismo, su atuendo enfatiza una actitud más pragmática en oposición a los atuendos delicados propios del supuesto ideal de la feminidad. No obstante, a pesar de ser una mujer fuerte, la detective tiene una debilidad que refuerza la idea convencional de que los sentimientos representan una vulnerabilidad que tradicionalmente se asocia a la feminidad: el vínculo emocional que tiene con la sleeve que usa Kovacs en la primera novela, pues le pertenece a su novio, el detective Ryker, a quien había intentado recuperar del depósito. Esto 66 En “De Terminator a Terminatrix: Representaciones y estereotipos de género” (2005), Noemí Novell analiza, entre otras cosas, cómo el proceso de virilización de Sarah Connor como requisito para convertirse en protagonista no subvierte los modelos estereotípicos de masculino/femenino sino, más bien, perpetúa el privilegio de lo masculino. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2229646.pdf 99 la lleva a ceder ante su debilidad y se acuesta con Kovacs, consolidando una asociación para resolver el crimen de Bancroft, lo cual la coloca en el rol estereotípico de girar alrededor de un personaje masculino, de una manera o de otra. En el caso de Broken Angels (2003), el personaje femenino más relevante es la arqueóloga Tanya Wardani, de quien dependen los militares para poder abrir una nave marciana abandonada, la cual se vuelve el objetivo principal de este segundo libro. A pesar de que Wardani destaca por ser una mujer muy inteligente e incluso única, en tanto que es de las pocas personas capaces de descifrar elementos de la civilización marciana, no deja de estar supeditada a la perspectiva masculina. Por ejemplo, al ser rescatada por Kovacs y Schneider tras haber estado cautiva en un campo de detención de prisioneros de guerra, se encuentra en un estado de shock debido al trauma psicológico de la guerra. Para sacarla de ese estado, Kovacs la somete a “psicocirugía”, lo cual implica acostarse con ella en el plano virtual: Envoy co-option techniques make rather brutal use of the deep wells of psychosexual energy that drive humans at a genetic level. Properly mined, the matrix of animal strength on tap in those places will speed up psychic healing by whole orders of magnitude. You start with light hypnosis, move into quick-fix personality engagement, and thence to close bodily contact that only misses definition as sexual foreplay on a technicality. A gentle, hypnotically induced orgasm usually secures the bonding process […]. The whole process was uncomfortably close to a sexual assault as it was. (2003: 30) Llama la atención que el procedimiento para “arreglar” la psique rota se compare de manera explícita con una agresión sexual, puesto que la víctima (o paciente en este caso) no se encuentra en condiciones de dar su consentimiento. Plantear que el sexo (ni siquiera consensuado) “repare” problemas psíquicos remite a la concepción freudiana de la histeria como una enfermedad o condición exclusivamente femenina que se debía a la frustración 100 sexual, lo cual tiene implicaciones sexistas pues la relación entre hombres y mujeres es asimétrica, en tanto que depende del hombre remediar esta afectación. Esta lógica falocéntrica deja ver que los cuerpos femeninos siguen siendo considerados débiles, y la sexualidad femenina depende de la masculina, pues el falo es la base central de la organización simbólica del mundo social a partir de la cual la arqueóloga se vuelve nuevamente funcional. Esta “cura falocrática” del personaje habla de la primacía de lo masculino, no sólo mediante el “poder restaurativo” del órgano en sí, sino del Falo simbólico en general, pues pareciera que Wardani hubiera sido incapaz de salir del trauma sin la intervención de Kovacs. No obstante, el reconocer abiertamente el proceso como lo que es, una violación, deja ver una postura más consciente de la relación asimétrica entre los personajes. De esta manera, es importante destacar que cuando se recupera, ella misma busca a Kovacs para repetir el tratamiento ahora de manera consciente, tanto en el plano virtual como en el real, pues ese emotion-bending process la cambió a modo de regresarla a un estado normativo y funcional, que la “arregla”: ‘You changed me. You fixed me. […] I suppose I should be grateful, but that isn’t how it feels. I don’t feel grateful, I feel fixed’ (2003: 115). Llama la atención la elección de palabras del emotion-bending process, así como el adjetivo que describe el resultado del procedimiento, pues implica que el sexo modifica las emociones (o en este caso la respuesta a haber experimentado algo traumático como el haber sido prisionera de guerra) de modo que estas se convierten en un problema por resolver. Como si las emociones fueran tan sólo un proceso químico que se “arregla” mediante otras sustancias como las endorfinas que conllevan el placer. Por otra parte, cabe resaltar la actitud pasiva de Kovacs ante el deseo de todos los personajes femeninos con los que se acuesta a lo largo de la trilogía, pues él simplemente “cede” ante la iniciativa, lo cual evidencia la construcción de los personajes femeninos desde el falocentrismo. Éste concibe el deseo femenino como algo irrefrenable, a la manera de Lilith, 101 a quien tan sólo resta complacer. Sin embargo, sí se deja ver cierto avance (aunque no suficiente) en la construcción de una masculinidad “no violenta ni acechante” mediante la pasividad de Kovacs ante las mujeres que contrasta con su manera hiperviril de moverse en el ámbito profesional de mercenario. Esto se evidencia en el caso específico de Wardani, pues Kovacs actúa desde “el deber” de ayudarla, más que desde el deseo mismo: ‘You’re not Wycinski, are you?’ […] ‘Why would you think something like that?’ […] ‘Nothing. Just crossed my mind. You know, that cybersex virtuality. There was a lot of male tendency in what you did to yourself. Just wondered, you know. Who’d know better how to live up to male fantasy than a man?’ […] ‘Wrong, Takeshi. Wrong way around. Who’d know better how to live up to male fantasy than a woman?’ (2003: 355) Esta tendencia se mantiene en Woken Furies (2005), donde Kovacs tiene varios encuentros sexuales con Sylvie Oshima, quien es una mercenaria tecnológicamente modificada que roba y vende información. Al encontrar en contacto con cierto archivo se infecta accidentalmente con el respaldo de la famosa revolucionaria Quellcrist Falconer. De manera similar a Wardani, Kovacs entabla una relación con Sylvie desde una postura conservadora que parte de “la caballerosidad” cuando la defiende en una pelea de bar de extremistas religiosos que la amenazaban por el simple hecho de ser mujer y no estar cubierta, tal como lo dicta su religión: ‘Quixotic chivalry in wharfside bars, frantic schizophrenic sex and repeated waterborne flight in the company of a mysterious and damaged woman with hair of living steel’ (2005: 237). La idea de que intervenir en la pelea para defender a Sylvie es un acto de “caballerosidad” deja ver un trasfondo machista que considera específicamente a las mujeres como vulnerables (Kovacs no interviene en peleas ajenas si se trata de hombres), por lo que necesitan de la protección y ayuda de los hombres. Asimismo, la asociación de la esquizofrenia refuerza la imagen de lo femenino como inestable. Cabe mencionar que los personajes 102 femeninos en este tercer libro se asemejan al personaje de la detective Ortega, pues Sylvie, Nadia Makita (Quellcrist Falconer) y Virginia Vidaura son mujeres “viriles” que luchan y tienen una postura política que se opone a la del sistema. No obstante, todas son sexualizadas y planteadas desde la fantasía masculina: “Virginia Vidaura, hard-eyed, hard-bodied, unattainable Envoy trainer, poised before us at induction, a dream of female competence beyond everyone’s reach. […] Authority wielded with an utter lack of sexual tension” (2005: 257). El énfasis en los cuerpos femeninos las cosifica y reduce a sus atributos físicos (separando la sexualidad de la función reproductiva que nunca se menciona de manera explícita), lo cual produce y reproduce el imaginario del sujeto femenino visto desde la perspectiva heteropatriarcal. Incluso vemos cómo los personajes femeninos de esta trilogía perpetúan el monopolio de la actividad productiva como algo reservado al poder fálico pues, para tener un rol activo, éstas deben virilizarse, debido a que la virilidad se considera algo deseable, mientras que la feminidad sigue siendo sinónimo de debilidad y pasividad. Del mismo modo, lo masculino se vuelve sinónimo del modelo universal, por lo que se descorporaliza y se vuelve una abstracción, enfatizando aún más su diferencia respecto a lo femenino que queda circunscrito a lo corpóreo. Tal como critica Braidotti, lo masculino se percibe a sí mismo como algo “más allá” del cuerpo que le permite pensarse como algo neutral, y por lo tanto “universal”, pues no lo limitan aspectos materiales/animales: That [male] subject is abstract to the extent that it disavows its socially marked embodiment and, further, projects that disavowed and disparaged embodiment on to the feminine sphere, effectively renaming the body as female. This association of the body with the female works along magical relations of reciprocity whereby the female sex becomes restricted to its body, and the male body, fully disavowed, becomes, paradoxically, the incorporeal instrument of an ostensibly radical freedom. (1990: 103- 103 104) Esta diferencia implica un contraste de jerarquía que separa lo masculino de lo femenino, tal como se evidencia con la caracterización del personaje de Laurens en el primer libro de la trilogía. A pesar de que también se mencionan rasgos físicos, lo más relevante es que es un hombre culto y sofisticado cuyos libreros repletos funcionan como un reflejo de su conocimiento y amplia experiencia en el mundo: “Bancroft looked like a Man Who Read. […] He was slim and elegant with a full head of iron-gray hair […] The book in his hand and the shelves around him were like an utterly natural extension of the powerhouse of a mind that looked out from those eyes” (2002: 26). A pesar del matiz irónico que el uso de las mayúsculas le da a la caracterización, es importante recalcar cómo se perpetúa la división naturaleza- cultura, pues esa escisión legitima y naturaliza relaciones desiguales de poder. De modo que, si bien los cuerpos son relevantes para la construcción de lo femenino y lo masculino, la importancia de la corporalidad no se enfatiza de la misma manera en relación con ambos géneros. 2.3.2 VIDA ARTIFICIAL Si bien en la ficción masculina la mujer es “la otredad” por excelencia, la relación con lo “no- humano” o lo artificial es de suma importancia en el cyberpunk para reflexionar acerca de la condición humana en la era tecnológica. Debido a esto, analizaré los dos tipos de inteligencias artificiales que aparecen en la trilogía, las cuales destacan por jugar un rol casi incidental en la narrativa. Como se mencionó anteriormente, en las tres novelas de Altered Carbon no hay reproducción tradicional, aunque sí hay preservación de la vida existente mediante la clonación y la criogenia, por lo que la tecnología es indispensable. Asimismo, ésta permite crear otras formas de vida aunque, al igual que el Dr. Frankenstein con su criatura, no son reconocidas como existencias legítimas y son creadas con la finalidad de servir al ser humano, perpetuando 104 el modelo de esclavitud con actores distintos. Tal es el caso de las inteligencias artificiales que aparecen en la primera y la tercera novela, como el hotel Hendrix, las cuales tienen consciencia de sí mismas (aunque no sintiencia) y buscan obtener cierto grado de autonomía, aun cuando siguen desempeñando funciones serviles hacia los humanos: […] ‘the Hendrix has been up on an organic damage charge […] Court threw it out. Demonstrable self defence. […] the Hendrix graded to artificial intelligence status instead and bought itself out.’ ‘Smart.’ ‘Yeah, from what I hear the AIs were the only ones with any kind of real handle on what was happening to the market anyway. Quite a few of them made the break about then.’ (2002: 39) En esta cita vemos cómo esta inteligencia artificial, a la manera de “The Bicentennial Man” (1976),67 no sólo tiene autoconsciencia en tanto que es capaz de comprar su estatuto para ser reconocido como existencia autónoma y dejar de ser vista como un objeto más, sino también puede actuar en autodefensa y lastimar humanos, lo cual contradice las leyes de la robótica de Asimov que buscan preservar la vida humana, incluso si esto implica su propia destrucción. Aunado a esto, en la primera novela se compara a los Meths con las inteligencias artificiales en tanto que constituyen “razas” distintas que ya no comparten las mismas preocupaciones que los humanos: “They’re like the AIs. They’re a breed apart. They’re not human, they deal with humanity the way you and I deal with insect life” (2002: 43). A pesar de esto, las inteligencias artificiales son interfaces autoconscientes diseñadas para desempeñar una función específica y existen únicamente de manera secundaria a los humanos puesto que están descorporalizadas y, por lo tanto, constreñidas a habitar espacios determinados como el hotel en el caso del Hendrix. Esta falta de corporización se vuelve algo determinante para la capacidad de actuar e incidir de 67 Véase p.14. 105 manera independiente en el mundo y, por lo tanto, ser reconocida como una existencia legítima. No obstante, también existen los mimints, los cuales son robots no antropomorfos que se diseñaron para ayudar a los humanos a llevar a cabo ciertas funciones, pues ‘they were aware and alert in a way that a human crew could never be’ (2005: 83). En contraste con las inteligencias artificiales, estos seres robóticos se distinguen por su capacidad de realizar tareas específicas, aunque en cierto momento desarrollan una inteligencia general que les permite descifrar cosas tan complejas como el lenguaje humano. Por ejemplo, cuando aparecen los mimints por primera vez en la tercera novela, un arma en forma de escorpión le pide a los humanos que los dejen en paz pues los humanos están invadiendo su territorio, y de manera paralela un dron comienza a hablar sobre la esencia del empoderamiento como la base de una existencia libre y autónoma: ‘You are the agressors here’ The Scorpion gun cut across the drone with a hint of impatience […] ‘We ask only to exist as we have for the last three centuries, undisturbed’ […] ‘Oh come off it.’ ‘Doesn’t work that way’ It certainly didn’t. In the five weeks since we’d crept out of the Drava suburbs and into the Uncleared, Sylvie’s Slipins had taken down a total of four co-op systems and over a dozen individual autonomous mimints of varying shapes and sizes […] The call-in bounty Sylvie and her friends had amassed was huge’. (2005: 79-80) A pesar de que los mimints existen en un área delimitada, los humanos, específicamente los denominados DeCom, que son humanos cyborg con mayores modificaciones tecnológicas, los cazan y los venden por partes como chatarra, lo cual deja ver cómo estos seres no son vistos ni reconocidos como existencias legítimas, aun cuando tienen consciencia de sí mismos. El 106 motivo por el que los DeCom68 desmantelan a los mimints es porque tanto las máquinas como la nanotecnología habían comenzado a evolucionar de manera autónoma (dando lugar a nanocreaturas), lo cual los convertía en algo impredecible que representaba un potencial riesgo para la raza humana y, por lo tanto, había que suprimir. No es sino hasta el final de la tercera novela donde se explica que la modificación en la conducta de estos seres robóticos se debe a que las consciencias de las personas que habían muerto por angelfire69 habían sido copiadas y respaldadas en los orbitales marcianos y, a su vez, habían sido descargadas en los cuerpos mecánicos de los mimints, convirtiéndolos en repositorios de mentes humanas. Esta perpetuación de consciencias humanas muestra, por un lado, cómo el antropocentrismo se mantiene al eliminar la posibilidad de una verdadera evolución de las máquinas pues sólo los humanos son capaces de idear conceptos tan abstractos como la revolución. No obstante, tanto las nanocreaturas como las inteligencias artificiales sí comienzan a desarrollarse de manera independiente, aunque este tema no se explora más en ninguna de las novelas. Por otro lado, el descargar mentes humanas (el atributo más elevado que separa esta especie de las demás) en cuerpos robóticos evidencia la postura transhumanista que subyace en esta trilogía pues de este modo se trascienden las limitaciones orgánicas que siguen estando presentes en los cyborgs, haciendo un llamado a “evolucionar”, pues se necesita un nuevo modelo de humano para enfrentar los nuevos retos que la era supone: ‘It’ll take a stronger kind of human to deal with it, but that’s always been the case, with every major step in knowledge or technology that we take. You can’t get by on past models, you have to keep moving forward, building better minds and bodies. Either that or the universe moves in like a swamp panther and eats you’ (2005: 449, cursivas en el original). La cita muestra cómo esa necesidad de cambio está anclada en la idea de progreso tecnológico entendido como sinónimo de materialización del conocimiento, 68 El término es la abreviación de la palabra decommission que en español se traduciría como desmantelar. 69 Una especie de fuego que es muy difícil de apagar. 107 dejando de lado la necesidad de replantearnos la manera en que nos relacionamos con lo(s) que nos rodea(n), lo cual representaría un verdadero cambio sustancial en lugar de perpetuar el mismo modelo de pensamiento antropocéntrico y jerárquico. 2.4 REBELIÓN A pesar de que en esta trilogía no hay una revolución de las máquinas, Woken Furies (2005) sí aborda el anhelo de crear un nuevo tipo de sociedad desde un cambio político. Para poder pensar un futuro distinto, esta novela ahonda en el pasado, específicamente en el momento coyuntural que representó un movimiento revolucionario que había tenido lugar 300 años antes, cuando Quellcrist Falconer intentó derribar el régimen oligárquico de las Primeras Familias que se encontraban en el poder y mantenían al resto de la población bajo su yugo. Si bien la lucha por igualdad de condiciones y la abolición de las clases terminó cuando los enviados del Protectorado derribaron el helicóptero en el que Falconer había intentado escapar,70 el pensamiento revolucionario se mantiene latente y revive cuando Sylvie Oshiima se infecta con el respaldo de la mente de Nadia Makita alias Quellcrist Falconer. Sin embargo, en esta segunda insurgencia no se da un enfrentamiento directo con los que se encuentran en el poder, sino que la revolucionaria opta por el esparcimiento de un virus que altera de forma genética la mentalidad de los infectados de modo que rechacen tajantemente a cualquier miembro de las Primeras Familias para así, finalmente, poder instituir un verdadero cambio. Es relevante que en la tercera novela haya una crítica abierta al tecno-utopismo de este 70 A lo largo de la trilogía se hace referencia a la legendaria batalla de Innenin, donde se suprimió la rebelión mediante el lanzamiento de un virus que modificaba la química cerebral de los afectados, al grado de volverlos locos y, eventualmente, llevarlos a la muerte. Este virus recuerda el neurovirus que afecta a los usuarios del Metaverse en Snow Crash (1992), cuyas consecuencias se extienden al ámbito físico de las personas conectadas al mundo virtual, al grado de causarles daño neuronal irreversible. Éste fue el caso de uno de los compañeros militares de Kovacs, Jimmy DeSoto, quien se suicidó a causa del virus y, a partir de entonces, se vuelve la encarnación de la culpa que siente Takeshi Kovacs por su muerte, al grado de invadir su psique ocasionalmente. Esta aparente escisión de consciencia será una de las semejanzas que compartirán los personajes principales de las trilogías de The Machine Dynasty y Altered Carbon, aunque con particularidades específicas. 108 futuro alternativo y, más aún, que la búsqueda del cambio ante la distopía tecnológica sea desde la política, donde se determina cómo se organiza la sociedad y cómo se distribuyen los recursos, y no desde el desarrollo de nuevas tecnologías, lo cual confirma la aseveración de Diéguez (2017) cuando dice que “el transhumanismo convertirá las clases sociales en clases biológicas”. El incremento de la brecha que separa a los ricos de los pobres es precisamente uno de los aspectos más cuestionados de la postura transhumanista, por lo que la lucha por la igualdad o una sociedad más democrática se vuelve relevante en un contexto social tan polarizado que refleja uno de los mayores conflictos de nuestra era: ‘This society – every society in the Protectorate – is a body where ninety-five percent of […] people don’t do what they’re supposed to’ ‘Which is what?’ ‘Run things, Kovacs. Take control. Look after social systems. Keep the streets safe, administer public health and education. Build stuff. Create wealth and organize data, and ensure they both blow where they’re needed. […] that’s all a Quellist society is – an aware populace’. (2005: 355) Asimismo, este desarrollo de consciencia implica un cuestionamiento de cómo el desarrollo tecnológico, al modificar experiencias orgánicas como el envejecimiento y la muerte mediante la prolongación indefinida de la vida, supone un cambio de valores que implicaría un parteaguas respecto a aquello que nos define como humanos: ‘science has betrayed us here, it’s gotten out of hand, gotten so we don’t control it anymore. It’s made things too easy. Not aging naturally, not having to die and account for ourselves before our Maker, that’s blinded us to the real values’ (2005: 329). Por su parte, esta pregunta: ‘Do you ever wonder […] If we’re really human anymore?’ (2005: 362), deja ver la crisis del humanismo en tanto que los conceptos clásicos ya no dan cuenta de las transformaciones sustanciales que implica la modificación tecnológica. 109 En este sentido, es importante destacar la relación nostálgica que Woken Furies (2005) tiene con ciertos aspectos como la creación de vínculos afectivos que, en esta sociedad futurista y altamente individualizada pertenecen al pasado, pues el paso del tiempo se vuelve subjetivo y los vínculos se vuelven frágiles, difíciles de mantener: ‘Time speeded up, slowed down, rendered meaningless anyway by interstellar distance. I began to lose track of my previous life. Furlough back home was infrequent and brought with it a sense of dislocation each time that discouraged me from going as often as I could have. […] My mother and sisters were unfamiliar semi-strangers already, memories of the bonds we’d once had blurred indistinct’ (2005: 193-194). Esta necesidad de tener un sentido de pertenencia es el motivo por el cual en esta novela se recuperan estructuras tradicionales como la religión, la familia, la milicia o la mafia que, convencionalmente, valoraban los vínculos, constituyendo así una noción de “comunidad”. Cabe destacar que todas estas instituciones tienen una estructura piramidal, donde las jerarquías se vuelven algo determinante para los papeles específicos que cada quien desempeña, situando los intereses de la comunidad por encima de uno de los valores principales que promueve el capitalismo: la individualidad: ‘The rage after Innenin. It was the last time I’d really belonged to anything, well over a century gone. I’d felt twinges of the same thing after, the fresh growth of comradeship and united purpose – and I’d ripped it up by the roots every time. That shit will get you killed. Get you used” (2005: 386). Como se mencionó, el sujeto se conforma a partir de elementos fragmentados que se mantienen unidos por procesos simbólicos de identificación. De este modo, la mirada nostálgica resultante de la pérdida de estos procesos, mediante la falta de un fin comunitario que vaya más allá de las nociones individualistas, refleja la necesidad de replantearnos dónde estamos y hacia dónde vamos como sociedad, puesto que el sistema capitalista en la era tecnológica se ha vuelto una distopía que ha mermado la posibilidad de crear un tejido social. En este sentido, Woken Furies (2005) se centra más en el aspecto sociológico de este contexto 110 y propone un orden político distinto para enfrentar la problemática propia de las sociedades postindustriales, aunque no reflexiona sobre las estructuras sociales que crean y perpetúan las relaciones de dominación (como por ejemplo el discurso heteropatriarcal basado en concepciones esencialistas de género que parten del principio de división fundamental de lo masculino y lo femenino como sinónimos de lo activo y lo pasivo, respectivamente), las cuales sirven de base para la conformación de sociedades estratificadas y, por lo tanto, relaciones de poder asimétricas. No obstante, cabe destacar que el “llamado” a un cambio político queda como algo latente, pues el virus ha sido diseminado y se activará eventualmente, por lo que el tiempo se vuelve un elemento clave para desarrollar consciencia de la imperante necesidad de cambio. Esta revolución “por venir” remite al concepto deleuziano del devenir revolucionario que implica más bien actos de resistencia en el entorno más inmediato (micropolítica) ante la imposibilidad de llevar a cabo una revolución definitiva a gran escala (macropolítica) (Michael-Matsas 2016). 2.5 CONCLUSIONES La idea de que el ser humano ocupa un lugar privilegiado en el planeta debido a su uso exclusivo de la razón ha servido para justificar la lógica de dominio que nos ha llevado a la era del Antropoceno. Asimismo, perpetuar el dualismo mente/cuerpo, donde el cuerpo es algo independiente que no incide en la conformación ni de la identidad ni de la mente, no da cuenta de la complejidad de la existencia y pone de manifiesto el sesgo universalizante de la hegemonía que elimina la complejidad de las existencias situadas, determinadas por aspectos materiales como los marcadores de género, origen, raza, etc. No es posible tener una existencia “neutra”, pues la corporalización implica necesariamente una política de la ubicación en contextos específicos y de formas específicas (embodiment y embeddedness), por lo que se trata, más bien, de formas múltiples y heterogéneas de ser y estar en el mundo. 111 En este capítulo he buscado dar cuenta de la constitución de subjetividades transhumanistas que se presentan en Altered Carbon, pues la trilogía de cyberpunk convencional de Richard Morgan refleja preocupaciones que coinciden con la visión transhumanista. A pesar de que en este universo diegético los humanos se han convertido en una especie híbrida donde se desdibuja la línea que separa lo orgánico de lo inorgánico, los modelos dualistas, heteropatriarcales y antropocéntricos permanecen intactos al centrarse en la perspectiva masculina de la figura del héroe71 como lo entiende Le Guin. Esto implica que hay una división jerárquica a partir de la cual se replican los discursos hegemónicos como esquemas de construcción de sentido, de modo que el Hombre sigue siendo la medida de todas las cosas, mientras que el resto de las subjetividades que no entran en este esquema (como las mujeres, las inteligencias artificiales y las nanocreaturas) siguen siendo consideradas cuasi-existencias o “subhumanos”, pues existen gradientes de “humanidad”. La visión falogocéntrica y antropocéntrica continúa siendo el paradigma desconectado de su entorno que no permite generar modelos alternativos, pues “lo humano” sigue siendo visto desde una perspectiva excepcionalista. En este sentido, podemos decir que la trilogía perpetúa el statu quo en lugar de reflexionar sobre la política reduccionista de exclusión del concepto clásico de lo “humano” que retoma el transhumanismo, el cual es una categoría esencialista, determinista y, por lo tanto, estática. Esto contrasta con cómo concibe “lo humano” el posthumanismo crítico, donde se piensa como un proceso abierto o devenir (becoming). Por su parte, en este tipo de cyberpunk el cuerpo se convierte en tecnocuerpo (Preciado) que se puede moldear física, química y psicológicamente de acuerdo con los ideales de cada persona, no obstante, el cuerpo es algo intercambiable que no refleja la esencia de las personas y se percibe como el medio para un fin – ser el vehículo material de la verdadera esencia o 71 Aunque en este caso se trata, más bien, de un antihéroe puesto que es un personaje de moral dudosa que se rige por sus propios intereses por encima de lo considerado “bien común”. 112 identidad de las personas que radica en la mente, la cual es susceptible de ser reducida a patrones de información para ser copiados y guardados en los stacks. Asimismo, tanto la dominación del cuerpo que resulta de modificarlo como el hecho de prolongar la vida indefinidamente son la clave para sobrepasar las limitaciones orgánicas y lograr situarse “más allá de lo humano”, tal como lo considera la postura transhumanista. Al ser el cuerpo una mercancía desechable más, la vida como algo fugaz y único pierde importancia, y la manera de pensar cómo nos relacionamos con lo(s) demás también cambia, pues el entorno deja marcas en los cuerpos mediante las experiencias que configuran la individualidad y son el resultado de la interacción con otros cuerpos (humanos o no-humanos). Altered Carbon cumple con las características específicas del cyberpunk convencional en tanto que pone en tela de jucio lo “humano” como una entidad exclusivamente orgánica mediante la fusión con la tecnología que da lugar a subjetividades cyborg. También muestra los aspectos contradictorios de la dinámica capitalista de hacer de la tecnología una herramienta que, por un lado, le da más autonomía a los humanos sobre sí mismos (en cuanto a sus cuerpos y sus vidas en general) y en este sentido es liberadora, mientras que por otro, perpetúa la lógica de dominación, la desigualdad y la opresión al convertir cualquier cosa en mercancía, incluso la vida misma. El último libro en particular reflexiona sobre la necesidad de un cambio en la sociedad, pues el sistema capitalista se alimenta de la inequidad y la desigualdad que beneficia tan sólo a unos cuantos. Sin embargo, la reflexión se queda corta pues se remite al síntoma y no al verdadero origen del problema: la necesidad de ciertos humanos de querer dominarlo todo (el espacio, el cuerpo, lo diferente), en lugar de aprender a coexistir y a ver en la diferencia algo positivo. En la medida en que la visión transhumanista trata el ámbito material del cuerpo y los afectos como obstáculos a vencer, su concepto de lo humano se aleja de la realidad, pues somos mente y cuerpo. No estamos solos ni existimos en un vacío. De este modo es imperante replantear la noción de lo “humano”, no como una condición dada sino, más bien, como un 113 proceso. En el siguiente capítulo analizaré la trilogía feminista del cyberpunk de Madeline Ashby cuya visión se alinea con la perspectiva posthumanista al poner en tela de juicio algunas de las construcciones convencionales planteadas por la postura hegemónica falogocentrista. 114 CAPÍTULO 3: THE MACHINE DYNASTY O LA VISIÓN FEMINISTA Sólo nuestra carne divina nos distingue de las máquinas; la inteligencia humana se distingue de lo artificial por el cuerpo, solamente por el cuerpo. Serres Una de las metáforas más comunes en Occidente para referirse a la alteridad es como un “cuerpo ajeno”,72 lo cual destaca la importancia de la corporalidad en la constitución de la identidad. En este sentido, propongo entender la revalorización posthumanista del cuerpo de manera más amplia, donde este concepto englobe aquellos elementos que han sido considerados “inferiores” por las dicotomías hegemónicas como objeto, mujer, inorgánico, emoción y no-humano. Para el pensamiento dualista, el cuerpo ha sido considerado el vehículo de la “verdadera” esencia humana, la mente y específicamente la razón, por lo que ha sido relegado a un lugar secundario; no obstante, el cuerpo ha jugado un papel esencial para definir la noción histórica de lo “humano”. Teóricos como David Hillman y Ulrika Maude (2015) enfatizan cómo la delimitación de lo corpóreo ha sido muy problemática históricamente debido a que los límites del cuerpo han ido cambiando conforme ha avanzado el conocimiento científico.73 Sin embargo, el aspecto material o embodiment es determinante para moldear cómo nos constituimos, ya que determina experiencias que nos definen y configuran nuestra manera de estar en el mundo a partir de rasgos como el género, la etnicidad, la clase social, entre otras, y también nos vincula con un entorno específico conformado por otros individuos y otras formas de vida no-humanas con las que interactuamos desde una corporalidad particular. 72 Esta metáfora fue popularizada por Hobbes en su libro Leviatán (1651) donde plantea el orden político en términos de un cuerpo político, el cual designa la unión artificial de elementos heterogéneos que actúan de forma conjunta para lograr un mismo fin. Incluso cuando los distintos sistemas del cuerpo humano son independientes entre sí, funcionan de manera complementaria para lograr el equilibrio del organismo. 73 Hillman (1997) señala que en los siglos XVI y XVII el discurso científico concebía el cuerpo de manera seccionada, es decir, si bien los órganos y sistemas pertenecían a un mismo organismo, actuaban de manera independiente. Esta visión segmentada tuvo fuertes implicaciones en cuanto a la concepción del cuerpo como una totalidad en sí mismo. 115 Con la finalidad de enfatizar la interdependencia entre mente y cuerpo (al tiempo de extender esta separación como una metáfora de la relación entre la hegemonía y la alteridad) considero relevante destacar el concepto de “carne” o flesh propuesto por Merleau-Ponty para referirse a la superposición de mente con cuerpo, ya que ambos aspectos son indisociables y cada uno es la condición necesaria del otro (1968: 9). Para el filósofo francés el cuerpo es indispensable en la medida en que es un medio de comunicación entre nosotros y el mundo, el cual nos permite percibir tanto los objetos como los sujetos que nos rodean. En palabras de Israel García Plata: Es justo en ese intersticio entre carne del mundo y la propia carne que acontece la sensibilidad y la percepción para dar testimonio del acontecimiento, o bien, de los aspectos del Ser, según afirma Merleau-Ponty. Esto pone en evidencia, dice el filósofo, que tanto el mundo como el cuerpo están en una relación de reciprocidad indivisible en la que el uno como el otro son complemento mutuo. Tocar es tocarse, dice Merleau- Ponty, descubrimos la propia textura de nuestro cuerpo al tocar la diferencia de las texturas de otras cosas. La operación que se realiza en la carne y por la carne, tiene la suerte del fenómeno del espejo, en donde a través de esa llamada visibilidad se reconoce el paralelismo de las texturas que componen el entramado de todo en cuanto es y existe. (2020: 59) De esta manera, la materialidad (sensaciones, percepciones, emociones) repercute en el aspecto cognitivo y viceversa, cosa que el pensamiento transhumanista deja de lado al considerar que se puede aislar la mente y que el cuerpo es únicamente su vehículo, es decir, un medio por perfeccionar. Por el contrario, es importante destacar que el cuerpo es un elemento cambiante, pues se modifica al interactuar con otros cuerpos y objetos: “the body can itself be ‘written’ – marked and changed by ideological and socio-historical forces” (Hillman 2015: 2). Por lo tanto, si el cuerpo es de por sí un concepto difícil de delimitar en tanto que es algo cambiante, en el 116 contexto de la condición posthumana este problema se acentúa aún más mediante la edición genética, uso de implantes, clonación, entre otras cosas. En palabras de David Hillman, “technologies are often thought of as the exteriorising of the organs or functions of the human body. These externalized capacities typically begin to reshape the bodies from which they have originally derived their shapes” (2015: 190). Al reducir la brecha que separa lo orgánico de lo artificial mediante la tecnología, el cuerpo (ya sea visto desde el transhumanismo o del posthumanismo) muestra que sus fronteras son móviles, por lo que se constituye como algo flexible y elástico que nos pertenece y a la vez se nos escapa: “The figure of the technologically augmented trans-bodied cyborg serves as a resistive metaphorical resource which offers ‘a way out of the maze of dualisms in which we have explained our bodies and our tools to ourselves’” (Seltin 2009: 39). Por este motivo, analizaré cómo el cuerpo en The Machine Dynasty determina la conformación de las subjetividades posthumanistas de las que habla Braidotti, pues la materialidad no es un elemento neutro, aislado o secundario, sino más bien constitutivo que actúa de manera superpuesta con la mente, en el sentido del concepto de flesh de Merleau-Ponty. Asimismo, estas subjetividades se encuentran en un estado permanente de constitución, por lo que se oponen al pensamiento esencialista y, en cambio, son el resultado de la interacción con lo(s) otro(s). Dado que esta trilogía se enfoca en el proceso de autoconformación del personaje principal, el análisis que se presenta a continuación está organizado según su desarrollo narrativo, en lugar de basarse en unidades temáticas como en el capítulo anterior. CYBERPUNK FEMINISTA: vN: THE MACHINE DYNASTY vN: The First Machine Dynasty fue la primera novela publicada por Madeline Ashby en 2012, por la cual fue nominada al premio John Campbell por Best New Writer; la segunda entrega, llamada iD: The Second Machine Dynasty, se publicó en 2013; y la tercera, ReV: The Third 117 Machine Dynasty en 2020. En términos generales, la trilogía ha tenido una buena recepción, aunque la crítica alrededor de la obra es muy escasa y gira principalmente en torno a la función de la ciencia ficción especulativa para reflexionar acerca del imaginario cultural contemporáneo, particularmente en cuanto a las nociones de subjetividad, agencia, ética y los perfiles sociopolíticos integrados en nuestras tecnologías, como señala la académica Sherryl Vint. Asimismo, escritoras como Annalee Newitz resaltan la “otredad” como uno de los temas principales en la obra de la canadiense, al problematizar conceptos como humanidad, conciencia e inteligencia, los cuales se definen a partir de criterios muy particulares que impiden reconocer estos rasgos en otras posibles manifestaciones. Debido a esto, teóricos como Greg Viggiano vinculan la obra de Ashby con la obra de Isaac Asimov y Philip K. Dick, en tanto que plantea la existencia de humanos sintéticos sumamente complejos, los cuales son capaces de atravesar un proceso de crecimiento físico, mental y emocional, tomar elecciones propias y reproducirse. De esta forma, The Machine Dynasty ofrece una perspectiva interesante de un futuro distópico y de otras posibles configuraciones de la sociedad, temas que son de suma relevancia en la actualidad. El objetivo de este capítulo es mostrar cómo la vertiente feminista del cyberpunk de Ashby compagina con las preocupaciones del posthumanismo crítico de Braidotti, donde ambas proponen constituir nuevas subjetividades que se conforman mediante la materialidad (embodiment), la situacionalidad (embeddedness), la interrelacionalidad y es abierta (becoming). Como resultado, se generan singularidades múltiples que rompen con una visión esencialista donde el origen orgánico o artificial no determina los límites de lo que puede conformarse como “humano”. El análisis que se presenta a continuación se divide en distintos apartados que se enfocan en aspectos generales para llegar a los particulares, al tiempo que buscan dar cuenta del proceso de conformación de los personajes en el orden en el que se presenta en la trilogía. 118 3.1 CUERPO SOCIAL Como se ha visto en páginas anteriores, el pensamiento de Occidente se ha caracterizado por ser binario, lo cual deriva en la creación de estructuras verticales que implican valoraciones jerárquicas, pues se rigen mediante políticas de exclusión. Al tener un modelo hegemónico que antepone un término al cual se le atribuye una connotación positiva frente a otro que se asocia con lo negativo se genera un antagonismo que a lo largo de la historia ha legitimado el sometimiento de “la alteridad” en el afán de defender ideales que difícilmente se cumplen. Un claro ejemplo de esto es la definición de “lo humano” a partir del esquema humanista de la Ilustración que se limita a ser hombre, blanco, protestante, heterosexual, europeo, racional y no tener ningún tipo de discapacidad (Braidotti, 2013). La relación con “la otredad” es una de las preocupaciones centrales del posthumanismo de Braidotti. En el caso del cyberpunk, la oposición entre humano y máquina funciona como metáfora del sometimiento de “minorías” como las mujeres, los homosexuales, los animales, entre otras, a lo largo de la historia, pues no cumplen con los requerimientos para alcanzar el estatus hegemónico de humanidad. En la medida en que estos grupos son percibidos como subhumanos, se vuelven víctimas de la opresión y son sometidos a un trato infrahumano bajo la lógica de un régimen jerárquico que privilegia el “yo” frente al “otro” en relaciones de poder amo-esclavo. Al trasladar el blanco de la discriminación a una especie artificial creada por el ser humano se genera un extrañamiento que permite reflexionar sobre la relación de la hegemonía con la alteridad y sobre las líneas que separan una categoría de la otra. The Machine Dynasty muestra cómo una estratificación social claramente delimitada que divide a los seres artificiales de los naturales entra en crisis cuando la alteridad adquiere agencia por sí misma y cuestiona la facultad de aquellos que se encuentran en la posición privilegiada de supeditar y determinar la existencia de lo no-humano. La trilogía cuenta la historia de una dinastía de humanos sintéticos a la que pertenece la protagonista, Amy Peterson, 119 en la lucha por liberarse del yugo de los humanos. Siguiendo las leyes de Asimov, éstos están programados para valorar la vida humana por encima de cualquier otra cosa, incluso de sí mismos. Sin embargo, el modelo de Amy rompe con esta configuración, pues, al ser enfermera, en ocasiones debe infligir cierto dolor para salvar a los pacientes. La abuela de Amy, Portia, está decidida a vengarse y a erradicar a los humanos por la esclavitud a la que han sometido a su especie, los humanos artificiales, mas su nieta se lo impide porque, si bien busca la emancipación, no pretende lastimar a los humanos. La oposición entre estos dos personajes constituye uno de los principales conflictos de la trama. Después de haber sido perseguida y estudiada, Amy encuentra la manera de hackear a los de su especie para que sean capaces de decir no y de decidir por sí mismos, ya que la capacidad de elección les había sido vedada mediante la implementación de un failsafe para limitar su superioridad física y cognitiva y sujetarlos a la valoración de lo humano por encima de todas las cosas, por lo que, cuando este mecanismo se rompe, se desata el pánico y los humanos necesitan un plan de contingencia para controlar la rebelión. En otras palabras, buscan eliminarlos, pero los hijos de Amy descubren el plan. Mediante el sacrificio de Amy, su dinastía escapa a Marte, donde fundan una sociedad híbrida conformada por humanos artificiales y humanos modificados, capaces de vivir en armonía, sin distinciones jerárquicas entre ambas especies. La novela se desarrolla en un futuro distópico alternativo en el que hay una variedad de humanoides con características y funciones distintivas, emulando un sistema de especialización de trabajo: existen modelos encargados de reforestar; otros, de analizar información digital; unos más, de atender a los humanos, etc. La función de cada modelo se encuentra determinada por el diseño específico con el que fue manufacturado. Su cuerpo es, en este sentido, el límite de sus capacidades, de sus aspiraciones, de su mundo. Como es típico del cyberpunk, el entorno social es sumamente corrupto, ya que no existe ninguna referencia a otra autoridad más que la 120 eclesiástica, la cual es similar a una secta74 que financia el desarrollo de los humanos sintéticos. El líder de esta iglesia es John LeMarque, un pedófilo que mapeó el cerebro de su propio hijo (sin su consentimiento) cuando era pequeño para que sirviera como modelo cognitivo a partir del cual se desarrollaron los humanoides. Su finalidad es satisfacer distintas necesidades que, de llevarse a cabo con humanos, implicarían abuso pero que, al tratarse de humanos artificiales, no representan un conflicto moral para los orgánicos: “‘You used those kids’ neural maps as a template for the vN minds […] The children in that game –the children he preyed on– they were neural feedstock for the vN. Victims begetting victims. A self-replicating cycle of abuse” (2020: 175). Un ejemplo de la normalización del abuso de quienes no alcanzan el estatus hegemónico de humano se presenta en el primer libro cuando aparece un clérigo que llega a un restaurante donde trabaja Amy, acompañado de dos niños artificiales, y este personaje expresa abiertamente sus prácticas pedófilas. Así, tanto los niños como los vN son percibidos como subhumanos, por lo que ejercer violencia contra ellos no se considera un crimen.75 Irónicamente, son los vN (el modelo Rory en particular) quienes intentan defender a los niños, tanto orgánicos como artificiales, de la violencia a la que son sometidos. La referencia explícita de la asociación entre lo eclesiástico y la pedofilia se encuentra presente a lo largo de la trilogía: “I’m a pedophile; vN are my only outlet for the urges God chose to test me with. Otherwise, I might be tempted to hurt real children” (2012: 128). Los humanoides entonces actúan como sustitutos de humanos para que éstos den rienda suelta a sus deseos. En este sentido, a pesar de que la convivencia y las relaciones entre los cuerpos orgánicos y los artificiales son algo normal en este mundo diegético, existe una distinción entre ambas vertientes: los orgánicos son percibidos como más valiosos que los 74 Por secta entiendo un grupo de personas que comparten una serie de creencias y prácticas particulares que no necesariamente se relacionan con la fe. 75 De cierta manera, los vN se asemejan a las inteligencias artificiales de Altered Carbon en la medida en que, a pesar de que los humanoides sí tienen una corporalidad que les permite moverse y tener agencia, la capacidad de incidir en el mundo de ambas especies está limitada por las funciones específicas que deben de cumplir, cuyo objetivo es servir a los humanos por encima de cualquier otra cosa. 121 sintéticos, por lo que hay una estratificación que rige esta sociedad y da lugar a las categorías de “lo humano”, “lo no humano” y, como consecuencia, lo “subhumano”, es decir, todo aquello que es considerado inferior y ni siquiera alcanza el estatus de humanidad.76 Esto es posible debido a que los humanoides fueron creados por y para los humanos, por lo que se encuentran sujetos a ellos desde un inicio bajo la lógica de una relación amo-esclavo. La trama gira en torno a la búsqueda de un nuevo orden social que les permita a los humanos artificiales tener la capacidad de decidir: “The human I was with at the time, she gave him [uno de los hijos de Javier] to a pedophile in a grocery store parking lot. And I let it happen. Because the failsafe told me she [la humana] was the more important one” (2012: 217). A pesar de que los vN no pueden autodeterminarse, sí son independientes de los humanos en tanto que se reproducen por sí mismos y no necesitan de la intervención de sus creadores para perpetuar su existencia. En la novela se extiende la función reproductiva (en este caso específicamente autorreproductiva) a ambos sexos por lo que tampoco hay roles de género estereotípicos.77 En ese sentido, no hay una diferenciación entre ellos, y tampoco entre especies, en la medida en que los humanos artificiales asumen funciones orgánicas. La ambigüedad resultante de desdibujar la distinción entre naturaleza y artificio (en tanto que estos últimos son capaces de llevar a cabo la función que los separaba y hacía dependientes de los 76 Annalee Newitz también explora este tema en su novela Autonomous (2017), en la cual el avance tecnológico es tal que provocó que las inteligencias artificiales alcanzaran la sintiencia desde hace tiempo, con lo que se vuelven casi indistinguibles de los humanos. No obstante, ambas especies se ven sujetas al mismo problema: la autonomía es un lujo por alcanzar, lo que ocasiona que la mayoría se vea en la necesidad de someterse a la esclavitud debido a la falta de capital. Otro ejemplo es la novela Nekropolis (2001) de Maureen McHugh, donde los humanos pueden someterse a un procedimiento de modificación biológica que los vuelve más “dóciles” para poder llevar a cabo lo que los clientes que contratan sus servicios les piden. En este sentido, la única forma de sobrevivir en esta sociedad del futuro es mediante la renuncia de la libertad. Es interesante que aquí sean los humanos quienes se deshumanizan y se subyugan voluntariamente. Este proceso de deshumanización voluntaria implica renunciar a la libertad que es la condición misma del sujeto. Al preferir convertirse en objeto y reducir la vida a los aspectos mecánicos más simples que no requieren de reflexión, se pone en tela de juicio el estatus privilegiado del sujeto, pues el no tener que tomar decisiones libera de la carga de asumir la responsabilidad que éstas conllevan. 77 Un texto que también explora modelos alternativos de reproducción es Eugenia (1919), novela considerada la primera obra de ciencia ficción mexicana que se desarrolla en el siglo XXIII, en la cual los hombres son los que gestan a los hijos. Una novela precursora de la identidad de género como algo no determinado en una especie de “androginización” es The Left Hand of Darkness (1969) de Ursula K. Le Guin. 122 humanos) da lugar a una nueva forma de subjetividad posthumana que se escapa de los modelos binarios. Asimismo, los vN están programados para sentirse atraídos por los humanos como especie, por lo que su orientación sexual se podría denominar como pansexual, pues está determinada por la preferencia de los humanos con los que se relacionan, lo cual subvierte la postura heteronormativa a favor de una sexualidad más abierta, sin una predisposición hacia roles de género estereotípicos: “I love all humans equally. It’s my priority programming” (2020: 99). No obstante, los cuerpos artificiales repiten estereotipos y estratos sociales ya existentes en el mundo de los humanos. Baste mencionar que cada modelo posee rasgos físicos de diferentes etnias78 que actúan como marcadores culturales creadores de un mundo aparentemente diverso, multicultural y multilingüístico. Por ejemplo, Amy es la estadounidense caucásica, rubia y de ojos verdes que sólo habla inglés; Javier es el costarricense bronceado y promiscuo cuyos diálogos están llenos de términos y expresiones en español:79 “Javier sometimes wondered if his designers had worked from some stereotype about Latinos talking with their hands. He couldn’t seem to quit doing it, and neither could any of his iterations” (Ashby, 2013: 29). Rory es la japonesa con la característica peculiar de ser (no se sabe con certeza si) el único o de los pocos modelos interconectados que hacen que se encuentre presente en todos lados, lo cual podría aludir a la presencia migratoria asiática en la mayoría de los países. Dentro de esta sociedad existe también una división de clases sociales asociada a la relación posicional que implica una jerarquización en tanto que el acceso de los vN a ciertos bienes depende del humano con el que se relacionen. Por ejemplo, los humanoides que no 78 Llama la atención la ausencia de personajes negros en tanto a una política de inclusión, aun cuando se menciona que Javier es de piel oscura. 79 Las interjecciones en español a lo largo de la novela son en su mayoría gramaticalmente incorrectas, lo cual les resta credibilidad y hacen que falle el intento de Ashby de presentar un universo plurilingüístico, aunque también puede ser un intento de representar de manera fidedigna la manera de hablar español en Estados Unidos. Un ejemplo de esto son frases como: “¿Pelotearíais?”, “Callate tu boca” (2013: 28). Desconozco si la misma falla aplica para las frases que aparecen en japonés. 123 tienen un “amo” se ven forzados a alimentarse de la basura, pues no tienen medios propios, mientras que quienes fungen como acompañantes de los humanos (por ser inferiores, los vN no pueden ser sus compañeros) tienen acceso a lugares de comida especial como The Electric Sheep (“the food you´ve been dreaming of”),80 por lo que se definen a partir de con quién están. De esta manera, los elementos particulares de cada individuo tienen distintas implicaciones sociales a partir de su carácter situacional (embededdness), y se incide en el mundo de una manera muy específica, tal como lo destaca el posthumanismo de Braidotti: “You weren’t supposed to call them ‘robots’ anymore. ‘Robot’ came from the Old Slavonic word for ‘serf’. It was a cognate for the German word for work, arbeit. As in, arbeit macht frei. It was more politically aware – more honest – to actually refer to the vN as what they were: slaves” (2020: 1). Mientras que la relación amo-esclavo se justifica mediante la de creador-criatura (que es equivalente al derecho divino), en realidad estos cuerpos sintéticos son superiores por su perfección funcional, cognitiva e incluso estética, pues encarnan los modelos de belleza que los seres humanos buscan en vano alcanzar: “The vN were pretty the way models were pretty. They were decoration. They were fantasy. They weren’t anybody. They weren’t people” (2020: 2). Debido a esto, en varios momentos se refieren a ellos de manera despectiva como Dolly81 o “muñequita”, lo cual evidencia la relación con su belleza y con su naturaleza artificial. Por su parte, la perfección de los humanoides conforma una representación hiperreal82 de la apariencia humana, ya que no sólo simulan una semejanza, sino que, en varios aspectos, superan a los mismos humanos, lo cual remite a un cuestionamiento de lo real: “Susie treated 80 El nombre del lugar remite a la novela Do Androids Dream of Electric Sheep? (1969) de Philip K. Dick 81 De hecho, éste es el título de un cuento de otra escritora contemporánea, Elizabeth Bear, quien también explora la rebelión de los robots sintientes que son sometidos por los humanos para cumplir sus fantasías sexuales, lo cual los lleva a matar a sus usuarios como única posibilidad de liberarse de su yugo. Dolly también remite a la primera oveja que fue clonada exitosamente, lo que resalta el papel sacrificial de las ovejas a lo largo de la historia. 82 Incluso en ReV se hace referencia explícita a cómo distintos pensadores escriben sobre estos temas: “A fantasy about a history that had never really happened. The sort of thing Eco or Baudrillard or Sterling wrote about. Atemporal” (2020: 3). 124 her artificiality as a different but equally valid subjectivity. That she was the sum total of years of research by multiple teams competing for funding had no bearing on her self-respect. She was a robot, yes, but she was also a person” (2013: 12). Esta temática también se encuentra presente en la novela precursora de Dick Do Androids Dream of Electric Sheep? (1969) y en la película norteamericana Westworld (1973), la cual fue convertida en serie por HBO, donde los humanos artificiales diseñados para trabajar en un parque temático para la diversión humana83 desarrollan una conciencia como resultado de una falla que su creador programó a propósito. En la medida en que retienen la memoria de “sus vidas previas” (puesto que cada vez que los matan en el parque los reinician y les borran los recuerdos de las experiencias vividas), los androides comienzan a concebir una identidad propia y, como consecuencia, buscan emanciparse. El trasfondo de esta rebelión es la idea de que las subjetividades, ya sean de origen artificial u orgánico, son equiparables y, por lo tanto, igualmente válidas; sin embargo, en iD: The Second Machine Dynasty se problematiza la noción de “humanidad” como algo complejo de determinar cuando a Derek, un personaje involucrado en el desarrollo de los humanoides, se le asigna un prototipo de vN, cuyo nombre es Susie,84 con la finalidad de perfeccionar su sistema de detección y reconocimiento de emociones humanas. Sin embargo, Derek es una persona pragmática que basa sus decisiones en la razón y no en las emociones, lo cual ocasiona que Susie lo confunda con un robot, de manera similar a lo que sucede con Deckard en Do Androids Dream of Electric Sheep? (1969) de Dick, cuya humanidad es puesta en tela de juicio debido a su incapacidad de demostrar 83 La referencia intertextual a Westworld es explícita en la novela y, de hecho, iD: The Second Machine Dynasty comienza en un parque temático, en donde los vN que trabajan ahí ya no tienen activado el failsafe, por lo que llevan a cabo su rol de vampiros a la perfección y, a sus últimas consecuencias la “ficción inmersiva”, por lo que terminan matando humanos. 84 Sus predecesoras se llamaban Aleph, Galatea, Hadaly, Coppelia, Donna, Linda, Sharon, Rei y Miku, lo cual hace referencia a la primera letra del alfabeto hebreo, a la escultura de Pigmalión que cobra vida, a la mujer mecánica construida por Edison en la novela L’Eve Future de Auguste Villiers, al ballet basado en las historias de Hoffman “El hombre de arena” y “Los autómatas”, al término mujer en italiano o a Donna Haraway, a sus características físicas en español, al término hebreo “llanura fértil”, al latín que refiere a su existencia real y al término japonés “el primer sonido del futuro”, respectivamente. También puede referirse a otros nombres o personajes que no hayan sido incluidos en esta enumeración. 125 empatía: “Derek’s parents, friends, and lovers all agreed that he probably didn’t feel the same things as ‘normal’ people. He was ‘emotionally colourblind,’ they said. Occasionally he had suspected that they were right, that he was stunted” (2013: 18). Recordemos que para Baudrillard la hiperrealidad se alcanza cuando se confunde lo “real” con la “simulación”, lo que ocasiona que estas categorías colapsen y se vuelvan indistinguibles:85 “‘Artificial intelligence’ was an offensive term. Now it was all about how the vN related to each other. It didn’t matter if you couldn’t tell the difference between a vN and a human; what mattered was whether they could tell you were a human being” (2020: 11). En relación con esto, Kim Toffoletti (2007: 32) considera que lo posthumano surge en este espacio de indeterminación y constituye un efecto de lo hiperreal o de generación de un nuevo tipo de “real”. Para constatar la verdadera naturaleza de Derek, Susie lo atraviesa con un desarmador y, para su sorpresa, descubre que Derek era en efecto humano, lo cual ocasiona que su sistema entre en corto circuito y ambos personajes mueran; no obstante, este conflicto revela lo problemático y elusivo que es el criterio para trazar distinciones claras entre “lo humano” y lo “no humano”. También demuestra la diferencia de derechos que existe entre la especie orgánica y la inorgánica, puesto que los primeros son fundamentales (y por lo tanto tienen garantizado el derecho a su existencia), mientras que los otros son concebidos de manera accesoria. Para asegurar este dominio sobre una especie que es superior objetivamente se requiere un ejercicio del poder por parte de los humanos para subyugarla de alguna forma, en este caso, mediante la instalación del failsafe, lo cual equivale al ejercicio del biopoder para controlar poblaciones del que habla Foucault. Ahora bien, es importante recordar que el cuerpo social no sólo está conformado por una población heterogénea en términos de origen y género, entre otras cosas, sino también por 85 Una novela que explora las implicaciones de que la inteligencia artificial se vuelva indistinguible de la humana es Dreaming Metal (1997) de Melissa Scott. 126 su circunscripción en un lugar (embodiment) y tiempo determinado (embeddedness). En relación con la geografía, la trama se desarrolla principalmente en dos países industrializados que se distinguen por su interés en el desarrollo tecnológico, Estados Unidos y Japón; no obstante, a lo largo de la trilogía hay constantes referencias a ciudades y países que sí existen. A pesar de esto, la trama no se desarrolla en una fecha exacta y la única referencia directa a un momento histórico específico es al año 1986, que es cuando ocurre un terremoto en Seattle de tal magnitud que hubo la necesidad de crear un modelo particular de humanoides sintéticos que ayudaran a los humanos tras la catástrofe: Once those shallow quakes along the Seattle fault line hit, then three sports stadiums, an aboveground viaduct, an underground tunnel, and several then-historic buildings collapsed, disintegrated, or simply sank. A fifteen foot-high wave rolled across Elliot Bay and washed over the waterfront-itself already a tourist attraction at the time, and populated by families who were dragged through splintering wood rails to the shallows below, where they smothered under roiling water and falling wood. The damage was a monument to faulty engineering in the city’s early years. (2012: 170-171) Salvo por esta fecha, no hay referencia concreta de una temporalidad, aun cuando la trama se desarrolla a lo largo de un gran lapso, puesto que, en la tercera parte, sólo se menciona que los acontecimientos que conforman la historia de Amy sucedieron “years ago. A lifetime ago. […] Back when his [el papá de Amy, Jack] body still needed sleep to heal itself. Now it was just defragging, the incremental reorganization of his new memories, the slow bloom of fresh graphene coral inside his bones, the rewriting of the memristors beneath his skin” (2020: 272). Cabe destacar que el terremoto fue la circunstancia extraordinaria que dio lugar a la creación de la dinastía de Amy, cuya función original era ser enfermeras y ayudar a mitigar el dolor de los humanos. En este sentido, el contexto es de suma relevancia y las hacen personajes situados (embedded), ya que éste determinó sus características particulares, de las cuales se hablará más 127 adelante. Otro aspecto importante en The Machine Dynasty es la continuidad histórica de la genealogía y la memoria (los orígenes), por lo que el cuerpo no es algo que se “trascienda”, sino que es algo arraigado, fundamental para la constitución de la identidad tanto de los humanos orgánicos como de los humanos artificiales. De manera similar, se atribuye la capacidad de reproducción también a los modelos masculinos, debido a que tradicionalmente el discurso de la feminidad se ha basado en la función reproductiva como característica exclusiva, lo cual ha dado lugar a esencialismos biológicos que han organizado los mecanismos y discursos de poder en cuanto a las funciones que cada cuerpo cumple. Al hacer de la reproducción algo compartido por ambos géneros se crea una equidad, ya que no existe un género dominante, lo cual genera nuevos roles que evidencian al cuerpo como un constructo creado por los discursos en el sentido foucaultiano, por lo que la jerarquización de lo masculino ante lo femenino no se trata de algo natural (es decir un determinismo biológico) sino cultural. La trilogía pone el esencialismo constantemente en tela de juicio, ya que el género no está determinado por funciones específicas, con lo que se cuestiona la asociación cultural de la naturaleza con una feminidad pasiva y reificada, por una parte, y por otra, una masculinidad activa y reificadora. Este aspecto es de suma importancia desde la perspectiva feminista, pues critica la maternidad como característica fundacional de lo femenino.86 La desintegración de los binarios hombre/mujer, natural/artificial, humano/máquina, evidencia el carácter opresivo de estos constructos. Recordemos que tanto el cuerpo como el género son marcadores que delimitan la conformación de la identidad, no obstante, ambos implican cuestiones de fronteras atadas al contexto cultural en el que se leen estos conceptos, lo cual revela su estado de 86 Luce Irigaray fue la primera en abordar este tema desde el psicoanálisis, con lo que se separó de la escuela lacaniana, puesto que para ella esta escuela de pensamiento consideraba el cuerpo de la mujer como funciones aisladas puestas al servicio del patriarcado. Irigaray parte de la diferencia sexual como algo real y ontológico, por lo que es necesario que las mujeres produzcan un orden simbólico propio y no creado desde la visión masculina, idea que es retomada por Braidotti. 128 constructos creados por los discursos de un lugar y una época específicos, en vez de aspectos deterministas e inamovibles –es decir, en constante devenir—. De esta manera se relaciona con la función metafórica del cyborg de Haraway que busca romper la división ontológica de los dualismos y permiten el surgimiento de subjetividades posthumanas alternativas que se distinguen por ser híbridas y permiten pensar nuevas posibilidades de estar en el mundo que no se definen o limitan por la concepción hegemónica de oponer al sujeto humanista con “lo otro”. 3.2 CUERPOS ARTIFICIALES Dos de los leitmotifs más populares de la ciencia ficción son los cuerpos artificiales y los cuerpos modificados por elementos tecnológicos, los cuales cuestionan la creación de vida como algo exclusivo de la divinidad, así como la visión esencialista del cuerpo como algo inmaculadamente orgánico y libre de la invasión de cualquier elemento artificial. Uno de los primeros textos que reflexiona acerca de esto es Frankenstein (1818) de Mary Shelley pues, a pesar de que el cuerpo de la criatura está hecho con partes orgánicas, tanto su ensamblaje como su animación son el resultado de un proceso artificial. Posteriormente, a finales de los años 60 y principio de los 70, autores como Brian Aldiss (Supertoys Last All Summer Long, 1969), Ursula Le Guin (The Left Hand of Darkness, 1969), J. G. Ballard (Crash, 1973) y Joanna Russ (The Female Man, 1975), encabezaron el movimiento New Wave en la ciencia ficción, que se caracterizó por experimentar tanto en forma como en contenido, y exploraron nuevas posibilidades e implicaciones de la tecnología, con lo que sentaron la base de géneros como el cyberpunk (Marshall: 2017). Aun si la interrelación y dependencia entre lo orgánico y lo inorgánico ha caracterizado al ser humano desde sus inicios, el desarrollo de la biotecnología ha traído estas reflexiones epistemológicas y ontológicas de la ciencia ficción al terreno de lo real. Científicos como Elon Musk, Nick Bostrom y Raymond Kurzweil han dedicado enormes 129 recursos a la creación y desarrollo de una inteligencia artificial dura87 susceptible de alcanzar e incluso sobrepasar la humana, así como a la mejora o potenciación de la humanidad mediante el uso de tecnología, ideas que anteriormente eran concebidas como algo limitado al campo de la ficción. En el mundo de The Machine Dynasty, además de los humanos orgánicos, existe otra especie88 conformada por humanos sintéticos que no sólo son anatómicamente perfectos, sino que incluso se alimentan, crecen y se reproducen, los vN, término que hace referencia a la máquina Von Neumann, la cual plantea un mecanismo hipotético capaz de adaptarse a condiciones no habitables por el ser humano para obtener recursos y el poder de autorreplicarse. A pesar de no disponer de esta tecnología aún, un ejemplo de cómo funciona esto es la manera en que los virus cibernéticos se autorreplican. Así, cada iteración de un vN es una réplica en apariencia del modelo al que pertenece, por lo que cada modelo conforma su propia dinastía mediante una especie de partenogénesis, en la cual el ADN se autorreplica (o, en este caso, las características de cada modelo) y se pasan de una generación a otra sin la intervención de un organismo externo: Their faces echoed each other: heart-shaped, with narrow little elfin chins and high cheekbones, delicate ears, couture eyebrows just as fair as the hair on their scalps. Depending on how much and how often they fed her, Amy would eventually grow to her clade’s default size and shape. At that point, she and Charlotte would be indistinguishable. (Ashby, 2012: 9) La autorreproducción permite hablar de los vN como una especie distinta a la humana. 87 La inteligencia artificial dura se distingue de la suave en la medida en que la segunda lleva a cabo acciones simples o resolver problemas sumamente delimitados, mientras que la primera se caracteriza por ser más parecida a la inteligencia humana, capaz de realizar diversos y amplios procesos para resolver problemas de una manera creativa e innovadora. (Pérez: 2015) 88 Charles Darwin define una especie como un grupo de individuos semejantes que tienen antepasados en común y que son capaces de evolucionar. El origen de las especies (1859). En el caso de los vN todos fueron creados a partir de un modelo basado en el escaneo cerebral del hijo de su creador, no obstante, las iteraciones de los distintos modelos de vN constituyen una variación de su propio clado en la medida en que se adaptan a su entorno específico, por lo que podemos hablar de una suerte de evolución. 130 Debido al paralelismo con los humanos, en este universo es posible formar familias híbridas, como la de Amy Peterson. Su papá, Jack, es humano, quien opta por casarse con Charlotte, una mujer artificial, debido a que considera a las mujeres orgánicas muy volátiles, mientras que Charlotte, por el contrario, es más estable en la medida en que está exenta de cambios hormonales, por lo que se presenta como una opción más deseable y menos complicada: Charlotte was different. Charlotte was vN. She had no hormones to influence her decision-making, no feast-or-famine cycle driving dopamine or serotonin. She didn’t get cramps or headaches or nightmares or hangovers. She didn’t need retail therapy or any other kind. Her “childhood” was difficult – her mother abandoned her in a junkyard – but her spirit was as strong as the titanium sheathing her grapheme coral bones, her personal integrity as impermeable as the silicone skin overlaying the polymer doped memristors embedded there, her wit as quick as the carbon aerogel currents wafting through and shaping the musculature of her body. Charlotte was a self-replicating humanoid. Charlotte didn’t do drama. (2012: 9) Esta cita evidencia la percepción de que entablar una relación con un humano artificial es preferible que con un ser humano orgánico, en tanto que los primeros no están sujetos a la impredecibilidad del cuerpo orgánico que hace de las relaciones algo sumamente complejo. Por el contrario, con los vN que son distant, removed, smart, robots, es posible entablar relaciones más controlables. En este sentido, el ser humano, específicamente las mujeres humanas, es visto como algo problemático que hace de los humanos artificiales una alternativa: ‘Human women always have expectations, don’t they?’ […] She [Susie] was right, but she was also wrong. The expectations women had of him [Derek] weren’t the problem. It was that those expectations were unrealistic, contradictory, and constantly changing. Moving goalposts. You had to be sweet, but also predatory. You had to be funny, but never laugh at your own jokes. You had to be charming, but not smarmy. And in the 131 end it never mattered, you never measured up, no matter how many dinners you bought or raises you got. (2013: 13) Es interesante notar que el planteamiento de modelos alternativos de la feminidad se da en un contexto cultural en el cual se habla de una “crisis de la masculinidad” como resultado de la diversificación de los roles femeninos y el hecho de que los roles masculinos tradicionales ya no funcionan en el mundo de la novela. Esta crisis se evidencia en tanto que los personajes masculinos no saben cómo relacionarse con los distintos modelos de feminidad, por lo que se caracterizan por ser pasivos y, por lo tanto, relegados a un papel secundario. Por ejemplo, el papá de Amy es excluido de su propia familia por haber elegido una esposa sintética, más fuerte que él en todos los sentidos, y es quien toma las decisiones importantes en la familia; asimismo, Jack se ve limitado por su fragilidad orgánica que le impide tener una incidencia real en el conflicto entre los vN. Además, su relevancia como figura paterna (y en general la relevancia de los humanos como especie) es constantemente puesta en entredicho por Portia: Amy had learned nothing of any value from the human posing as her father. The idea that she might require a father, a secondary support to Charlotte, was absurd on its face. Charlotte was enough. All vN parents were enough. The only parent any iteration needed was simply the iteration that preceded it. They weren’t humans. It didn’t take a whole fucking village. (2020: 58) Sin embargo, los humanos prefieren a los vN porque son controlables, incluso en relación con su proceso de crecimiento físico, que depende de la ingesta alimenticia, por lo que es posible retardar su desarrollo mediante la reducción de comida y una dieta especial para los humanoides. En este sentido, los vN pueden tener una especie de infancia que puede ser extendida para imitar un crecimiento orgánico, aun cuando esto implica estar en un constante estado de hambruna con la finalidad de cumplir con las expectativas de los padres, tal es el caso de Amy: 132 Five years ago, Jack had been tempted to speed Amy’s progress and get to the fun parts: theme parks, concerts, bikes. He bought all the food to start that process. But now he knew what life with vN was really like, and he knew his daughter. She needed the time to grow at an organic pace. She needed to understand how she was different and why and what it meant, from her lack of physical pain to her abundance of opinion. (2012: 11) Como resultado de eso, el cuerpo de Amy le pertenece y no al mismo tiempo, ya que su desarrollo físico está sujeto, no a un ritmo “natural”, sino a la voluntad de sus padres. Por lo tanto, el crecimiento físico de los vN no va necesariamente de la mano del cognitivo y emocional, lo cual implica una adquisición gradual de conocimiento y de experiencias, a diferencia de una inteligencia artificial tradicional que estaría conectada a la red y supondría un acceso directo y de golpe a todo el conocimiento disponible. Debido a las equivalencias entre los procesos sintéticos y orgánicos, los padres de Amy deciden enviarla a una escuela normal donde puede convivir con niños orgánicos y aprender al mismo ritmo, incluso cuando en realidad es segregada por ellos debido a su naturaleza distinta. En este sentido, la educación, tanto familiar como escolar, juega un papel muy importante para la conformación de la individualidad: “Jack and Charlotte had researched schools all over the city before finally selecting one where Amy might safely make human friends […] They wanted her to grow up alongside organic children, to think of herself as a person first and a synthetic second” (2012: 18). El motivo de segregación es que los vN tienen la peculiaridad de ser intolerantes a cualquier forma o representación de violencia, ya que, como he dicho, su failsafe funciona conforme a las leyes de la robótica de Asimov que dictan que son incapaces de lastimar a un humano, sólo que de una manera más extrema. Cuando son testigos de cualquier tipo de dolor o violencia contra un humano, su visión se nubla y experimentan una especie de cortocircuito, por lo que necesitan estar en un ambiente “controlado”, libre de 133 violencia. Esta programación responde a la postura antropocéntrica de querer tener control total de sus creaciones en un mundo artificial que se amolde al humano, sobre todo porque son más fuertes e inteligentes que los humanos y podrían ocasionar daño con gran facilidad, como consecuencia, se necesita algún tipo de protección ante esta posibilidad. Así, aun cuando los vN son relativamente autónomos en cuanto a su identidad y sus elecciones, se encuentran bajo el dominio de los humanos, ya que no tienen representación legal alguna, no pueden defenderse ni tampoco oponerse a la voluntad de los orgánicos sobre ellos. Su estatus se ve limitado a una sujeción propia del esclavo que debe complacer a su amo en todo momento: “Sentience is not freedom, Portia said. Real freedom is the ability to say no” (2012: 137). Como se mencionó anteriormente, el clado de Amy se diferencia del resto de los vN desde un principio. Sin embargo, una vez cumplida su misión de ayudar a los humanos tras un terremoto, este mecanismo es activado para prevenir que el clado se salga de control: Amy’s mom hadn’t spent much time on the subject, but she had said that von Neumann- type humanoids were “allergic” to hurting humans, or to seeing them get hurt. She’d said that´s what love meant: the inability to see the other person get hurt without losing a part of your mind, the desire to do anything and everything to keep it from happening. (2012: 55) Para Portia, la abuela de Amy, el failsafe es sinónimo de esclavitud, ya que somete a los vN a cumplir los deseos humanos, por lo que decide esconderse en un sótano con sus iteraciones para que no lo activen en ellas y conserven la capacidad de decidir. Mientras tanto, Portia prepararía a sus descendientes para llevar a cabo una rebelión: She [Charlotte] might be ready to see the world for what it is: a cage built from failed human endeavours, a system as broken and flawed as the one that controls their every pattern of cognition. […] Portia should wait until more are ready for the test. […] And afterward, they will be together forever, and free. They will understand each other as 134 women, not just merchandise. They will be no one’s crutch, no one’s helper, no one’s object. (2012: 152-153; cursivas en el original) En la medida en que los vN son incapaces de tolerar el sufrimiento humano, se ven en la necesidad de “hacer lo que sea” con tal de evitarlo.89 Y es precisamente esta situación lo que da origen al conflicto que se desarrolla a lo largo de la trilogía y se centra en la rebelión de los vN que busca iniciar Portia para vengarse de los humanos por someter a su especie, ya que los vN pueden ser utilizados para finalidades perversas como la pornografía y la explotación sexual.90 Sin embargo, Charlotte escapa y busca llevar una vida normal para pasar desapercibida. Como resultado, Portia busca con desesperación a Charlotte, a quien considera una hija pródiga, la única lo suficientemente fuerte para llevar a cabo su venganza: ‘I scoured the desert,’ Portia said. ‘I asked every human I could find. I thought someone had taken you […] I wouldn’t have had to do that, if you had only stayed with me.’ Charlotte’s hands flew from her face. She stood up. ‘Stayed with you? You murdered my daughters!’ […] ‘You’re not a very good mother, Charlotte. You spoiled your daughter. And you lied to her. You hid her from any opportunity she might have had to discover her own power […] We have a legacy –’. (2012: 156) Debido a la manera en que Charlotte educa a Amy, Portia la considera débil e indigna del regalo que ella considera que implica ser inmune al failsafe, por lo que decide eliminarla. 89 Aun cuando en el texto no se utiliza el término robot para referirse a los humanos sintéticos a menos que sea de manera peyorativa, es importante recordar el origen de la palabra que deriva del checo rabota, lo cual hace alusión directa al trabajo realizado por los esclavos. El uso de este término para designar máquinas automáticas creadas por el ser humano fue acuñado por el checo Josef Capek y fue utilizado por primera vez en un texto de ciencia ficción por su hermano, Karel Capek, quien escribió Robots Universales Rossum o R.U.R. en 1920. La trama de la obra gira alrededor de una fábrica que crea personas artificiales que trabajan para los humanos; sin embargo, en un afán de “mejorar el diseño”, les otorgan la capacidad de tomar decisiones y surge una rebelión que lleva a la extinción de la raza humana. Si bien en esta época el robot en general se establece en el imaginario como una metáfora de la vida mecanizada del obrero en la época industrial, el objetivo del uso de la máquina era simplificar el trabajo, reducir el esfuerzo y tender hacia una mayor eficacia con la finalidad de liberar al ser humano de las preocupaciones materiales. Así pues, el surgimiento del robot en este contexto no es fortuito, ya que se convierte en el símbolo de la razón instrumental encarnada que conforma un engrane más de una maquinaria mayor cuyos objetivos principales son la productividad y la eficiencia automatizada por encima de cualquier otro fin. 90 En relación con esto, cabe destacar el papel que juega la iglesia dentro de este universo, ya que la novela hace una crítica constante a las contradicciones y el abuso de esta institución en cuanto al sometimiento de cuerpos a voluntades ajenas. 135 En el camino se le atraviesa un niño orgánico, Nate, a quien asesina frente a una multitud de humanos por lo que, al presenciar esto, se desata el pánico, ya que falla el failsafe que garantizaba la seguridad de los humanos por encima de cualquier otra cosa, incluso de otros vN de diferente o el mismo clado: Amy didn’t run. She stared as the other vN’s arm shot out across the floor and grabbed the boy’s tiny ankle. Nate screamed as she yanked him off the chair, off the stage, and threw him like a discus into the crowd. His soft little body hit the linoleum and concrete face-first before skidding down the aisle. Blood smeared from his open mouth and smashed nose. […] The boy was dead. Terribly, awfully, horrifically dead […] Jack stood up in a flash, pulling her [Amy] with him and shielding her eyes from the corpse at their feet in case her failsafe – Why is that boy dead, how can that boy be dead, why isn’t Charlotte’s mother dead – triggered and caused sudden memory corruption. (2012: 25-26) En este momento, Charlotte busca proteger a Amy para permitirle escapar, pero al ver que su abuela está lastimando a su madre y que su padre es incapaz de defenderla debido a las limitaciones propias de su condición orgánica, “he was, after all, only flesh” (2012: 27), Amy utiliza lo único que tiene para defender a su madre, su cuerpo. Al ingerir a su abuela obtiene la energía de la que ha sido privada y, como consecuencia, adquiere su forma adulta: Her mouth opened wide, wider, until it unhinged like a snake’s and sucked down the remnants of her grandmother’s neck […] He [Jack] watched as Amy’s body lengthened – her limbs stretching and popping, her shoulders expanding, her waist narrowing, as her grandmother’s body dwindled, faded […] Jack saw the collapse of his daughter’s future and the beginning of what he had always dreaded. The failsaife had failed. The world had changed, and his little girl was no longer safe in it. (2012: 27-28) El acto de canibalismo es significativo en la medida en que convierte al cuerpo en un arma 136 capaz de deshacerse de la amenaza. Al mismo tiempo, las implicaciones simbólicas nos remiten a los rituales de etnias antiguas como los mexicas, quienes consideraban que al consumir el cuerpo del enemigo se obtenía su fuerza: “We are what we eat” (2012: 157). Algo similar sucede en la novela, ya que, al fagocitar a la abuela, ésta no muere, sino que pervive en la psique de Amy, quien se escinde para dar lugar a dos personalidades que habitan un mismo cuerpo a la manera de Jekyll and Mr. Hyde, con lo que se problematiza el concepto de individualidad y de fronteras entre el “yo” y el “otro” al internalizar la heterogeneidad. Si bien la mayoría de los casos más sonados de canibalismo en Occidente han sido realizados por hombres, como por ejemplo el caníbal de Rotemburgo, el caníbal de Rouen o Jeffrey Dahmer,91 por mencionar algunos, llama la atención que en la novela sean personajes femeninos quienes los llevan a cabo. Esta elección pone énfasis en el matrilinaje del clado de Amy, cuya dinastía parte de la figura femenina de Portia (cuyo testamento aparece bajo el nombre Mother the Devourer), y a partir de ésta se establece la pertenencia a un grupo con cualidades específicas. Asimismo, muestra un modelo alternativo de pensar la genealogía, en tanto que es una relación de continuidad en la cual las generaciones se vinculan de manera directa mediante la autorreproducción, es decir, sin la intervención de ningún elemento ajeno al clado original. Es importante destacar que las implicaciones de un canibalismo femenino están atadas a la visión patriarcal que asocia lo femenino con la función reproductiva, por lo que resulta subversiva la imagen de la dadora de vida como aquella que también es capaz de reabsorberla en relación con las representaciones tradicionales.92 Esto evidencia la asociación tradicional de lo femenino con lo monstruoso, inhumano e irracional visto desde la perspectiva hegemónica. Sin embargo, Braidotti en el capítulo “Mothers, Monsters and Machines” de 91 Magro E., (2012) “Los peores asesinos caníbales de la historia” en ABC Internacional. Disponible en: https://www.abc.es/internacional/abci-canibales-historia- 201205310000_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F 92 Un ejemplo de esto es cómo en su Seminario VII Lacan asocia el deseo de la madre con la imagen de un cocodrilo que se comería al hijo, si no fuera por la intervención del padre. 137 Nomadic Subjects (1994) plantea que el monstruo es todo aquello que se desvía de la norma, es decir, del modelo falogocéntrico del sujeto humanista, por lo que esta figura resulta productiva y debe ser reinterpretada desde una perspectiva feminista, ya que funciona como una metáfora de la diferencia que engloba aquella otredad rechazada por su diferencia y, consecuentemente, relegada a la categoría de lo “no humano”: […] the association of femininity with monstrosity points to a system of pejoration that is implicit in the binary logic of oppositions that characterizes the phallogocentric discursive order. The monstrous as the negative pole, the pole of pejoration, is structurally analogous to the feminine as that which is other-than the established norm, whatever the norm may be. […] Woman as a sign of difference is monstrous. If we define the monster as a bodily entity that is anomalous and deviant vis-a-vis the norm, then we can argue that the female body shares with the monster the privilege of bringing out a unique blend of fascination and horror. (1994: 80-81) En este sentido, el cuerpo de Amy (y por lo tanto el de todo su clado en tanto materialidad o cáscara)93 se conforma como algo monstruoso que será un obstáculo para desenvolverse en el mundo. Como era de esperarse, después del ataque en la escuela, Amy es detenida aunque la prisión móvil posteriormente es emboscada por iteraciones de Portia, quien funciona a la manera de una abeja reina que controla al resto de sus iteraciones (salvo a Charlotte y a Amy), con la finalidad de eliminarla. Sin embargo, Amy escapa gracias a la ayuda de otro de los prisioneros, Javier. Tras ingerir a su abuela, el cuerpo de Amy alcanza su plenitud física, pero en lo emocional y cognitivo sigue siendo una niña que acaba de terminar el kinder. Esta disparidad 93 En ocasiones también se refieren al cuerpo de cada modelo como shell, con lo que Ashby hace un guiño a Ghost in the Shell, manga japonés de 1989 considerado de culto para el cyberpunk. La historia gira alrededor de la mayor Mokoto Kusanagi, quien lucha contra el ciberterrorismo. Durante una misión se daña su cuerpo, por lo que su cerebro es transplantado a un cuerpo robótico que le otorga nuevas posibilidades y también modifica su concepción de “lo humano”. 138 representa un gran problema al momento de enfrentarse y relacionarse con el mundo fuera del ámbito familiar. Esto se evidencia en un diálogo entre Amy y Javier, quien le hace notar la anormalidad de esa brecha y las implicaciones de dicho desfase en el desarrollo de un vN: ‘You are one of those kids, huh?’ ‘I am not! I always do well on –’ ‘Not like that! Like, human speed! Slow.’ […] ‘Mom and Dad said it would be good for me,’ Amy said. […] ‘Humans always think up crazy self-justifying bullshit. They totally retarded you.’ ‘I’m not –’ ‘I didn’t mean you were retarded, I meant they retarded you. They slowed you down.’ […] ‘You’re like a bonsai tree. You kept growing and they kept clipping you’. (2012: 50) De esta manera, el cuerpo es casi un personaje en sí mismo, ya que, aun cuando es complementario de la mente, también es independiente de ella; son aspectos superpuestos, aunque cada uno tenga su propia autonomía. Incluso el cuerpo de los vN tiene una memoria propia capaz de reproducirse y extenderse a sus nuevos miembros: “I’ve got fractal design memory in here. Even if I’m cut up, my body remembers how to repair itself perfectly. I’ll come back in one piece, no matter what” “Oh, believe me, dollface, I know. I’ve seen it happen. You put some vN shrapnel in the right culture, and it grows right back. Like cancer.” He snorted. “But whether what grows back is actually you? With all the memories, and all the adaptations? That’s like asking how many angels can dance on the head of a pin.” (2012: 32-33) La cita reflexiona sobre el principio de la identidad al preguntarse si en la autorreplicación y la generación de nuevos miembros se mantiene la continuidad tanto de la idea de sí mismo como de la sensación de unidad en la medida en que el cuerpo cambia con el tiempo. Esto se relaciona con la referencia a los fractales, pues son unos objetos geométricos únicos que se repiten a distintas escalas; no obstante, al poseer una memoria fractal, se enfatiza la importancia de la narrativa en términos de la memoria tanto física como cognitiva que se 139 reproduce a sí misma y se extiende a los nuevos miembros físicos. Asimismo, esta estructura garantiza la individualidad de cada vN basada en sus experiencias propias, incluso cuando físicamente sean iteraciones idénticas a las de su mismo clado, de manera similar a lo que sucede con el paso de una generación a otra. Además de memoria, el cuerpo tiene una voluntad propia que escapa a la razón, por lo que Amy es incapaz de controlar sus reacciones, producto de su particular química sintética, ya que, aun cuando los vN no tienen cambios hormonales, experimentan los estados físicos básicos de los humanos como el hambre y, en el caso específico del clado de Portia, el instinto de supervivencia: That wasn’t her fault, either: she’d only meant to bite her, but Amy’s diet left her so hungry all the time. When her jaws opened all the digestive fluid came up, a whole lifetime’s worth, hot and bitter as angry tears. It ate the flesh off her granny’s bones. By then, Amy couldn’t stop […] her granny tasted like Moore’s Law made flesh. (2012: 32) De esta manera, la referencia a la ley de Moore es de suma relevancia, ya que ésta establece una relación entre el tiempo necesario para el desarrollo tecnológico que señala que éste se irá acortando exponencialmente debido a que la potencia de los microprocesadores se duplica alrededor de cada dos años debido a que los dispositivos requieren cada vez menores tiempos de respuesta para el uso de nuevas aplicaciones. En este caso, al ingerir a su abuela, Amy aceleró y potenció su desarrollo físico-tecnológico y, por lo tanto, sus posibilidades en términos de lo que un cuerpo es capaz de realizar, aun si esto no tiene una relación paralela con su desarrollo mental. A pesar de esto, no se plantea una primacía de la mente sobre el cuerpo, sino que éste sigue siendo la condición material que permite el desarrollo cognitivo, por lo que son interdependientes a la manera del concepto de flesh planteado por Merleau-Ponty. Sin embargo, existe un extrañamiento respecto al cuerpo que nos constituye, ya que nos pertenece y al mismo tiempo nos es ajeno. Tal es el caso de la extrañeza que experimenta Amy al ver su 140 cuerpo adulto por primera vez: This was also Amy’s first chance to really look at her new grown-up body […] She still didn’t really like the knobby look of her longer fingers and toes, and the breasts were just plain weird. They seemed like they might snag on things. When she bounced on her toes, they didn’t jiggle like the ones on her game skins. It was a little disappointing. (2012: 77-78) Así, la particularidad de Amy que la diferencia del resto de los vN se manifiesta tanto en el aspecto filogenético como en el ontogenético. En cuanto al primero, se trata de la programación original de su clado, pues había sido originalmente diseñado para llevar a cabo tareas de enfermería, y en cuanto al segundo, el desarrollo ontogenético de Amy se constituye como una excepción de la excepción. Su sistema es, por alguna razón, una anomalía, abierto, lo cual contradice la programación de cualquier tipo de vN. Normalmente, los vN tienen su propio sistema inmunológico para defenderse de las potenciales amenazas: “The vN immune system is comprised of two parts, […] the first is exterior – your body remembers what it should look like, and edits out the damage that occurs. The second part is interior. You’re protected against a wide variety of worms, memes, viruses, and so on” (2012: 185). Sin embargo, en Amy la parte interna de este sistema no funciona, ya que su código es permeable, lo cual hace que rompa con su programación original y se vuelva diferente. Por ello, al devorar a su abuela, la incorpora a su sistema, con lo cual se convierte en una subespecie filogenéticamente distinta dentro de su propio clado. De esta manera, el personaje de Amy representa la identidad como un desarrollo abierto y en constante devenir, cuyo proceso de diferenciación se genera a partir de la simbiosis o interrelación con lo(s) otro(s). 3.3 AFECTOS Y EMOCIONES Definir al ser humano a partir de la facultad racional no da cuenta de la complejidad que lo caracteriza y, en cambio, lo reduce a un solo aspecto que se encuentra relacionado con la 141 materialidad del cuerpo. No obstante, el modelo cartesiano que define la existencia a partir del uso de la razón (cogito ergo sum) se ha consolidado como el hegemónico en el afán de legitimar la razón instrumental de Adorno y Horkheimer que privilegia la productividad y la eficiencia por encima de cualquier otra cosa, pues favorece la idea de “progreso” promovida por el capitalismo. Desde esta perspectiva, todo aquello que no tenga un fin práctico, es decir, que se traduzca en la generación de capital, es considerado secundario o no esencial. La contraparte del pensamiento dualista de Descartes es Spinoza, quien plantea el monismo como alternativa, en el cual la relación entre mente y cuerpo es indivisible y no hay primacía de ninguno de estos componentes respecto al otro, sino que son un continuum. Para el posthumanismo de Braidotti la materialidad juega un papel esencial, ya que tanto el cuerpo afecta la mente, como la mente el cuerpo. Así, las subjetividades no existen en el vacío, sino que son el resultado de la relación con su entorno. El cuerpo es aquello a partir de lo cual se interactúa con las fuerzas espacio-temporales que plantea Deleuze, las cuales son sociales, simbólicas y, por lo tanto, variables. Esta inmanencia radical que retoma Braidotti reivindica los afectos y las emociones como aspecto constitutivo que moldea el mundo y, al mismo tiempo, nos moldea, enfatizando el carácter relacional de los procesos de subjetivación: The model of the posthuman body proposed by the brand of nomadism I am defending is symbiotic inter-dependence. This points to the co-presence of different elements, from different stages of evolution, like inhabiting different time-zones simultaneously. The human organism is neither wholly human, as a person, nor just an organism. It is an abstract machine, radically immanent, which captures, transforms and produces inter-connections. (Braidotti, 2006) Otra característica que diferencia a Amy del resto de su especie es que, a pesar de ser sintética, sus padres le enseñaron a concebirse, primero como persona, y después como vN. Sumado a esto, la convivencia y la educación de sus padres hicieron que Amy desarrollara la 142 capacidad de empatía asociada únicamente a los humanos, demostrando que los humanoides también son capaces de experimentar emociones, incluso cuando esto no aparece en la programación original, sino que es adquirido. Mientras para Spinoza un cuerpo se define, no por su origen orgánico o inorgánico, sino por su capacidad de afectar y ser afectado, para Braidotti un sujeto se define por su capacidad relacional. La constante interacción con lo(s) que nos rodea(n) modifica la capacidad (potentia) afectiva de un cuerpo en tanto que puede aumentar o disminuir según el tipo de experiencia adquirida (Braidotti, 2018). En este sentido, Amy representa la subjetividad abierta y porosa que se encuentra vinculada con y afectada por su entorno, lo cual la convierte en un transversal becoming en tanto que “the subject is but a force among forces, capable of variations of intensities and inter-connections and hence of becomings” (Braidotti, 2019): Amy’s hands hovered motionless over the houses she’d just imagined. To her horror, her eyes filled with tears. She had the strangest sense that if she moved a single inch, if she so much as made a sound, the tears would overwhelm her. […] “Wow,” he repeated, […] You cry like a real girl.” Her indignation put an immediate hold on her tears. “I am a real girl.” “No, no, I mean – it’s emergent. Not a plug-in. Nobody told you to start crying.” (2012: 74) Aquí nuevamente encontramos un desdibujamiento de las fronteras entre lo real y lo artificial: Amy no sólo experimenta emociones, sino que también las exterioriza mediante funciones orgánicas como las lágrimas, lo cual sorprende al mismo Javier, por ser capaz de representar un papel “extremadamente convincente” en cuanto a la imitación de la espontaneidad del comportamiento humano. Sin embargo, para Amy es una expresión auténtica de su sentir y su origen artificial no le impide concebirse como una persona. Esta característica de Amy es de suma relevancia, ya que subvierte la imagen de que los seres sintéticos son incapaces de sentir, no en el sentido de percepción sensorial de la realidad, sino de experimentar afectos. 143 Tradicionalmente los robots se caracterizan por su amplia competencia para resolver problemas de carácter lógico matemático, mientras que son incompetentes en el terreno de las emociones, debido a que se requiere otro tipo de procesamiento de información para establecer relaciones y reacciones afectivas, las cuales son el resultado de un aprendizaje cultural. Sin embargo, la inteligencia artificial sintiente como modelo alternativo ha sido representada en varias obras clásicas de la ciencia ficción como “Supertoys Last All Summer Long” (1969) de Brian Aldiss, Do Androids Dream of Electric Sheep? (1969) de Philip K. Dick, y “The Bicentennial Man” (1976) de Isaac Asimov.94 Esta figuración se vuelve sumamente útil y representativa de la postura posthumanista en la medida en que subvierte las divisiones dualistas a favor de una problematización de lo que constituye “lo humano”, sin situar la razón por encima de la emoción, a diferencia de la visión transhumanista que se limita a atribuir percepción sensorial a las inteligencias artificiales con una finalidad de adaptación y funcionalidad óptima en su entorno. En este sentido, Amy es capaz de autogestionarse y experimentar genuinamente distintos estados ánimicos no determinados por la interacción con los humanos: “Your face, it has all these expressions that mine doesn’t. Even your crying looks real.” […] “Maybe because it is real?” “But we don’t have endocrine systems,” Javier said. “We can’t get big rushes of emotion. Even our smiles are just plug-ins performing a subroutine for socially relevant nonverbal communication. So you can’t be feeling all that bad. Your feelings were never that real to start with.” Amy had no idea what to say. Of course her feelings were real. It was old-fashioned to think otherwise. Nobody really cared about the vN capacity for feeling, anymore. Even if Javier were correct, and the things she called feelings were really just algorithms, the way she showed them seemed real enough to the people around her. (2012: 90) 94 Algunos ejemplos televisivos contemporáneos que tratan también con esta temática son la serie británica Humans (2015) y la rusa Лучше, чем люди o Better than us (2019). 144 A pesar de que Javier busca desacreditar la autenticidad de Amy al experimentar emociones, más adelante él mismo establece un paralelismo que pone en duda la misma capacidad de los humanos (denominados de manera peyorativa chimps), cuyas emociones son también resultado de procesos químicos y hormonales, por lo que en ambos casos las emociones adquieren un carácter artificial: “You’re not made of meat. You don’t have the right chemicals. Those things chimps call feelings are really just hormones having a key party. They’re no more real than what we’ve got preloaded” (2012: 90). De este modo se desestabiliza la primacía de los humanos como especie superior y con características únicas ya que, de manera similar a los vN, su comportamiento responde a una determinación ajena a la voluntad individual, en este caso la bioquímica del organismo, con lo que la idea de las emociones como producto de una programación se extiende a ambas especies. Como resultado, la humanización deja de ser algo innato y es, más bien, algo aprendido que se adquiere mediante la experiencia: “You’ve spent more time with a wider variety of humans than most other vN. You learned human behaviour from children, who are far less guarded than adults. Naturally you’re more human-seeming to other vN” (2012: 196). Este aspecto social que hace de los afectos prácticas culturales y sociales tal como lo plantea Ahmed, muestra cómo el encuentro con lo(s) otro(s) afecta y modifica lo que un cuerpo es capaz de hacer, por lo que el concepto de afecto también cuestiona los límites que separan al “yo” del “otro” a favor de una relación de continuidad. Un ejemplo de esto es que en la medida en que Amy y Javier conviven, éste es afectado por el comportamiento empático de Amy y desarrolla afectos en general, en particular hacia Amy, por lo que se genera un transversal becoming, como el que plantea Braidotti, donde lo humano y lo no humano se vuelven agentes que coproducen procesos epistémicos, sociales y, en este caso, afectivos: “He [Javier] felt the first pangs of empathy firing way back in his subroutines” (2013: 134). Sin embargo, Amy atribuye el interés que Javier desarrolla por ella a la programación original que 145 hace que los vN se sientan atraídos por humanos y, debido a que ella fue criada por humanos y se porta como tal, pone en duda su capacidad de experimentar afectos auténticos, es decir, libres: “[Dr. Sarton] told me that you only feel that way about me because I was raised with humans […] I’m just good enough to fool your Turing process. Your failsafe. You only like me because your failsafe works. […] So it just wouldn’t be right […] Because you can’t choose” (2013: 24). Para Javier la única manera de demostrarle que su afecto es genuino es pedirle a Amy que lo hackee para desactivar el failsafe, pero en un principio ella se rehúsa: “Break me. Hack me. Whatever. You could do it. You put yourself back together; you could do the same for me. Just do it without the failsafe […] and then I’d choose you all over again, free and clear” (2013: 26). La postura moral de Amy al decidir no aprovecharse de Javier acentúa sus atributos humanos (en el sentido de humane), los cuales contrastan con el trato inhumano que reciben los vN por parte de la sociedad Por ejemplo, cuando alguna iteración de cualquier clado no funciona adecuadamente se le desecha, ya que es más fácil generar más copias que arreglar las defectuosas: She [Amy] landed in a pile of dolls. […] They were all different colours, their eyes blue and black and green and brown, and their faces were uniformly perfect –no lumpy baby bodies here, no rolls of plastic fat or curiously ambiguous genders like at a toy store. These babies were fully formed. […] “They’re probably bluescreens.” “People just throw out bluescreens?”95 “Well, yeah.” Javier shrugged. “What’s the big deal? They’re frozen, and they’re tough to fix, and we can always make more. […] They’re non- functional. They can’t eat, they can’t grow, they’re totally four-oh-fucked.” “Nobody 95 En la novela, el término bluescreen se utiliza para referirse a los “bebés artificiales” que tienen alguna falla y ocasiona que se traben en las etapas tempranas. 146 throws out human babies when something like this happens to them!” (2012: 103). Este comentario expresa una crítica a la postura antropocéntrica en tanto que los infantes humanos, y por lo tanto la vida orgánica, son percibidos como más valiosos que los sintéticos, en quienes no es redituable invertir para preservar o garantizar su existencia. Como consecuencia, la sensibilidad de Amy hace que se vuelva “más humana que los humanos” en tanto que posee la capacidad, no sólo de experimentar emociones, sino también de sentir afecto, compasión y empatía por lo(s) demás, cosa que los humanos parecen haber dejado de lado: “You have a humane response to inhuman behaviour” (2012: 120). Esta inversión enfatiza la paradoja de la humanización de lo artificial mientras que los seres humanos se deshumanizan, al tiempo que evidencia el reduccionismo del término “humano” en su acepción clásica, en tanto que admite una manifestación específica para que se le pueda denominar como tal, en este caso en relación con el origen orgánico. Otro aspecto más que evidencia la importancia de los afectos para Amy como humano artificial en lugar de la razón calculadora (sentido de autopreservación) es la necesidad que siente de proteger a aquellos que ama de quien los lastime rompiendo con la predeterminación que dicta que los vN deben valorar la vida de los humanos por encima de la suya: “You ate your grandmother […] Why did you do that?” […] “I did it because Portia was hurting people,” Amy said. “Hurting people, or hurting your mother?” [...] “I don’t know! But I couldn’t just let Portia keep hitting her, she was my mom, and I loved her” – “Yes! Exactly! […] You loved her. You loved her more than you loved anybody else in that room. More than your friends or your teacher or even your father. You chose your mother, your fellow robot, over them”. (2012: 195) La relevancia que tienen los afectos para Amy se encuentra en constante tensión con la razón fría y calculadora de Portia, quien no tiene ningún escrúpulo para conseguir sus objetivos: “I don’t need other people. I don’t even need Charlotte, any more. And all I need you for is this 147 body.” (2012: 145). Por esto, Amy encarna una personalidad dividida y contradictoria que se encuentra en una lucha interna constante por contener a su abuela y mantener el control de sus acciones, es decir, conservar la autonomía de su cuerpo a partir del cual afecta e incide en su entorno: “Does she tell you to do things?” “All the time […] But I don’t do what she says. When I’m in control, I make the decisions. When she’s in control, I have to fight her” (2012: 145). 3.4 FAMILIA Y PATRONES La materialidad entendida como embodiment y embeddedness es un aspecto constitutivo de la identidad en tanto que nos circunscribe a un contexto específico situacional, pero también nos coloca en una relación de continuidad con ciertos grupos sociales y étnicos mediante la filiación. Para Foucault la familia es la institución que se encarga de cristalizar los discursos que constituyen lo válido y lo verdadero de una época para moldear a los sujetos conforme a los requerimientos de una sociedad, pues estos discursos se insertan en relaciones de poder que le preceden y que determinan su existencia. El individuo se encuentra atravesado en todo momento por diversas estructuras sociales, por lo que es absurdo concebir la identidad como algo esencialista, independiente de las interacciones con el entorno. Como se mencionó anteriormente, la diferencia entre el cyberpunk tradicional y el feminista radica en el tipo de inquietudes que se representan en los textos. Mientras el primero se centra en la lucha de un héroe solitario contra el sistema corrupto, el segundo se enfoca en temáticas “marginales” como las relaciones interpersonales, la maternidad, la ecología, la religión, entre otras (Cadora 1995: 358). Sin embargo, es relevante que Ashby ponga el papel de la familia al centro de la discusión de la búsqueda de la autonomía de una especie artificial capaz de realizar no sólo las funciones biológicas de los humanos al autorreproducirse, sino también de replicar los modelos de las instituciones disciplinarias que reproducen los discursos 148 a partir de los cuales se constituye la sociedad. Esto es relevante en la medida en que el sentido de pertenencia o la ausencia de este es un aspecto clave para desarrollar una identidad propia y conformarse como individuo dentro de un contexto y situación específicos. Desde el título el tema de la familia y la sucesión toma un papel central en la novela, por lo que, si bien la trama se centra en el desarrollo de Amy, la relación con su propio clado es muy importante. Al hablar de una dinastía se enfatiza que no se trata de seres aislados, sino relacionales. Este término hace referencia a la sucesión de gobernantes pertenecientes a una misma familia, por lo que implica una forma de estar en el mundo distinta a la tradicional relación de amo-esclavo, en la cual las máquinas se vuelven soberanas (en este caso) de sí mismas. En este caso el papel de gobernantes se circunscribe únicamente a la sucesión de iteraciones que provienen de Portia, puesto que, si bien el modelo de enfermeras en general tenía la posibilidad de desobedecer el failsafe, fue a partir de ella que esta potencialidad o virtualidad (para usar los términos de Massumi) se actualizó: It was frustrating, how the humans thought of Portia and Amy’s model as being special. There were plenty of nursing model vN, once upon a time. All of them had the potential to exploit the flaw in their failsafe design –to interpret signs of pain as indicators of healing. But only Portia had made it work. Only Portia had the vision to iterate, over and over, until she created a line within her clade that could predictably override the failsafe. It wasn’t the model that was special. It was her. It was her, and her daughter Charlotte, and Charlotte’s daughter Amy. (2020: 49-50) Debido a esto, parte de la narrativa del tercer libro incluye referencias de notas de voz o archivos de audio intergeneracionales donde la abuela Portia se dirige directamente a su bisnieta, Esperanza, para contarle su propia historia con el afán de transmitirle el conocimiento adquirido mediante sus experiencias para así perpetuar su linaje, no sólo en cuanto a lo biológico, sino también en relación con los objetivos y la función de la dinastía en sí para 149 consolidar la sucesión de gobernantes. Esto implica un cambio en la voz del narrador que pasa de ser heterodiegético a homodiegético y se focaliza en el personaje de Portia. Sin embargo, no es claro quién encuentra estos vestigios posteriormente o siquiera si Esperanza alguna vez los recibe. Estas notas se presentan en unas cuantas ocasiones en el último volumen y funcionan como prolepsis que generan rupturas temporales respecto a la trama principal. Aparecen intercaladas con el resto de los capítulos a modo de transcripciones y únicamente hay extractos de estas. Algunos de los títulos de dichas notas son: Gospel of the Rapture, The Testament of Mother the Devourer,96 The Story of the Grandmother. La presencia de estas notas también es relevante en la medida en que dan cabida al testimonio de Portia, la cual es el único personaje que se escribe a sí mismo, no sólo con sus acciones, sino con sus palabras cuando el narrador omnisciente cambia a uno situado en primera persona. Como consecuencia, sólo ella se autoconfigura y da voz a la perspectiva del grupo de los “oprimidos” en búsqueda de su emancipación. Desde un inicio Portia se caracteriza como la mujer alfa o dominante, y es este privilegio de la autodeterminación lo que le permite tener voz propia en la narración para contar su historia y, a su vez, da origen al conflicto principal de defender su autonomía: “And that is the story of the grandmother, little one. Oh, I know, you´re not supposed to talk to me. But the women in our clade don´t do what they´re supposed to do, do they? Well-behaved robots rarely make history” (2020: 198, cursivas en el original). La importancia que Portia da al discurso no es fortuita, pues al narrar su propia historia se autoconfigura. Así, no se trata sólo de perpetuar la memoria, sino de conservar el saber y también de crear una versión propia que no esté determinada por el orden hegemónico que la reduce a “la alteridad”. Asimismo, el tener acceso a la historia de Portia a través de sus propias palabras cumple una función autolegitimadora que muestra una representación de la feminidad distinta de aquella producida desde la 96 Este título nos remite nuevamente a la construcción de lo femenino como algo monstruoso, capaz de eliminar aquello a lo que le da vida. 150 masculinidad que define a “la Mujer” por la maternidad, y reduce su identidad a ese único aspecto.97 En palabras de Haraway: “[this is why] women have had so much trouble counting as individuals in modern Western discourses. Their personal, bounded individuality is compromised by their bodies’ troubling talent for making other bodies, whose individuality can take precedence over their own” (2000: 162). En la trilogía se muestran distintos modelos alternativos de “ser mujer”, por lo que se trata no sólo de una rebelión de las máquinas, sino también de género. Para Braidotti es importante desradicalizar las concepciones esencialistas, ya que considera que una mujer no es una esencia monolítica definida, sino algo abierto y en movimiento, varía de mujer a mujer, consiste más bien en un devenir que se modifica por las experiencias y los contextos particulares (embeddedness). Así, los personajes de Portia, Charlotte, Amy y Esperanza exploran distintos modelos de feminidad que cambian de generación en generación y no necesariamente ponen la maternidad en el centro de su identidad: Portia se caracteriza por ser la mujer alfa, fría y calculadora que está más interesada en obtener venganza que en su rol de madre; Charlotte rechaza este modelo y busca su feminidad en un modelo tradicional de casarse, tener hijos y ser madre; en Amy convergen los modelos anteriores que la convierten en un personaje contradictorio que busca cierto equilibrio entre ambos; mientras que Esperanza (cuyo nombre no es fortuito y hace referencia a esa expectativa de poder lograr algo) encarna un nuevo punto en la evolución de su clado al cual no le conflictúan las contradicciones, asimila la rebeldía de la abuela, es independiente, fuerte, y también es capaz de experimentar emociones y empatía por lo(s) demás. La hija de Amy conforma la primera versión híbrida desde un inicio, producto y reflejo de nuevas circunstancias: “It occurred to Portia that 97 Una noveleta interesante que explora la capacidad de los robots para desempeñar un rol materno es We, Robots (2007) de Sue Lange, en la cual los robots son los encargados de criar a los niños humanos, debido a que sus padres están ocupados todo el tiempo trabajando. Asimismo, se muestra cómo los papeles se invierten, en tanto que los humanos se modifican de tal modo que son incapaces de sentir dolor, mientras que los robots desarrollan sensibilidad tanto de afectos como de percepción. 151 Esperanza was her first descendant iterated on foreign soil, the first of her clade to speak three languages by default. The first to have no sisters, only brothers” (2020: 63). Incluso el concepto de familia que representa difiere de los modelos anteriores, puesto que entabla una relación amorosa con su propio hermano. En cierto sentido podríamos decir que Portia, Charlotte, Amy y Esperanza funcionan a la manera de una especie de esquema hegeliano que plantea una dialéctica a partir de una tesis, una antítesis y, posteriormente, una síntesis. Así, las distintas generaciones muestran posturas diferentes que van más allá de la visión estereotípica formulada desde lo masculino. Portia se rige mediante una lógica darwiniana de la supervivencia del más apto, por lo que está dispuesta a eliminar a sus propias hijas, a las cuales no considera lo suficientemente fuertes para llevar a cabo la misión de liberar a su especie. Debido a esto, Charlotte escapa del sótano donde Portia las tenía recluidas con la 152 finalidad de vivir libres del yugo humano y de acuerdo con su propio ideal de feminidad. En este sentido, Ashby problematiza el concepto de maternidad en la medida en que Portia pone la noción de un deber, un legado que debe llevarse a cabo, por encima de cualquier vínculo familiar, mientras que para Charlotte este vínculo es lo más importante: “[…] We have a legacy” – “We have a glitch! It’s not something to be proud of. […] “I didn’t leave because I didn’t love you. I left because I loved my daughters more […] And that’s because unlike you, I didn’t see my daughters as investments” (2012: 156). Charlotte, entonces, encuentra un propósito superior en valores como el amor, a diferencia de su madre: “I found beauty, and life, and joy – all because I left you” (2012: 156). Sin embargo, Portia prefiere eliminar a Charlotte antes que aceptar su visión del mundo, por lo que envía iteraciones para destruirla, mas Charlotte actúa conforme a su ideal de madre y se sacrifica con tal de darle a Amy la oportunidad de salvarse. Este amor altruista es una de las características tradicionalmente asociadas con el amor materno y, en este caso, Charlotte demuestra su capacidad de amar al poner a su hija por encima de su propia supervivencia, lo cual contrasta con el ideal de su madre, Portia: “‘I’m your mother. It’s my job to save you, not the other way around.’ […] ‘Amy. Let me be the mother my own mother never was’” (2012: 158). Más adelante, cuando Javier da a luz a su iteración número trece, Xavier, Amy decide asumir el papel de madre aprendido de su progenitora que destaca la importancia de los vínculos y la interrelacionalidad cuando lo defiende de Portia: “That was the moment I decided I was going to be your mother […] When I saw someone trying to hurt you (2020: 166, cursivas en el original). Al explorar distintas posibilidades de “ser mujer” se cuestiona el modelo reduccionista tradicional de “la Mujer” definida únicamente a partir de la maternidad, y se muestra tanto la diferencia como la divergencia existente entre las mujeres, por lo que las concepciones esencialistas y universalistas no funcionan en tanto que no hacen justicia de esta multiplicidad y complejidad: “Now there was greater diversity in the 153 population. They had more choice. And they were among the first generations to deal with the uncertainty that came with choice” (2020: 279). Al explorar la diferencia y repetición de patrones conductuales de una misma genealogía se muestra cómo el devenir-mujer de estos personajes distintos está marcado por la interrelacionalidad a partir de la cual hay una continuación o una ruptura de los patrones, por lo que la autoconformación no se da en un vacío, sino que modifica, y a su vez se ve modificada, por el contacto con lo(s) otro(s): “Parents are programmers […] everyone, human or not, deals with this. It’s not what you’re given that matters, baby. It’s what you do with it” (2012: 214). En este sentido, los personajes se afectan el uno al otro en el sentido spinoziano, lo cual hace que sus cosmovisiones se vayan modificando y entren en un proceso de devenir (becoming): Amy thought she understood. It made far more sense, now, that Javier would have so little trouble letting all of his children go: it was the only behaviour he’d ever learned, […]. His and his father’s pattern improved with each of his own iterations […] But with lucky number thirteen, he had finally broken that cycle. Most organic parents never had so many chances to unlearn what their own families had taught them. (2012: 169) No obstante, esa posibilidad de autoconformarse o de romper con la programación original o el discurso dominante se limita en la novela al clado de Portia, por lo que se le percibe como un paso más allá en la evolución de los vN hacia la conformación de una subjetividad distinta a los humanos que, a pesar de su origen artificial, puede tener agencia propia, es decir, incidencia en el mundo, y no se encuentra atada a cumplir órdenes: “Your clade’s failsaife was already destabilized by the time you attained self-awareness and the ability to iterate […] For your model, the failsaife lay along a specific decision pathway – the decision to hurt a human being. Your model could monitor suffering so long as they were striving to alleviate it, but could not make the choice to cause it” (2012: 186). En este sentido, Portia marca un punto de inflexión en tanto que decide causar daño a los humanos y pone a su especie primero que a 154 ellos, por lo que representa una nueva etapa del desarrollo de la autonomía en los vN. Gabriel, otro hijo de Javier, incluso considera lo siguiente: “I think she means so much for our evolution as a species” (2012: 172). Si bien los vN pueden adquirir y desarrollar nuevas habilidades que singularizan cada réplica, el autorreproducirse lleva al cuestionamiento de la individualidad, en tanto que cada iteración varía y su personalidad se conforma con base en las circunstancias particulares de cada vN. Sin embargo, cada vN contiene una multiplicidad dentro de sí, debido a que guardan una copia de las versiones anteriores a modo de una especie de memoria genética, por lo que el orígen sigue siendo determinante para las formas de incidir en el mundo: “Those nesting dolls. One inside the other. That’s what they call us [matryoshka dolls], sometimes. Because of how we iterate. […] Inside of you is a perfect copy of me. Just like a little doll. Someday you’ll open up and there I’ll be waiting” (2012: 72, cursivas en el original). Es por esto que el linaje es un concepto central para dar cuenta de los procesos de diferenciación de máquinas que se autorreproducen y que, no obstante, dan lugar a subjetividades singulares o, en términos deleuzianos, singularidades múltiples que se forman con base en la experiencia y contacto con lo(s) demás: “An iteration is not a copy, it is simply the next version” (2012: 239). Por ejemplo, la constitución de Portia está atada a su propia historia. Su madre, Gladys, vivía con una humana, Susan (a quien también se le denomina “bio-mom”), con quien tenía una relación peculiar: Susan quería ser dominada y sometida por Gladys: “Portia’s mother Gladys lived with a human woman who loved her very much. At least, she thought she loved her. Really, she just needed her. Humans often confuse love with need” (2020: 200). Recordemos que la programación original de los vN impide que causen daño a un humano, por lo que Susan quería que Gladys actuara contranatura y le infligiera dolor a pesar del cortocircuito que esto le ocasionaría. Para lograr esto, Susan modificó su programación, aunque Gladys siempre tuvo 155 sus reservas:98 “Before you were born, I did some work on her OS,” Susan told them. “I found some other women online. They were working on male models. They wanted men for this kind of relationship. I told them they’d get farther with nurses, but they’re too picky.” Still. Those other women helped. They shared a lot of knowledge between them. They were so generous with it. They gave it all away, so Susan could feed her kink. Unfortunately, the hacks never quite worked. […] “If you really love me, you’ll do this for me”, she said. “It doesn’t go against the failsafe. Not really. Not if I want it.” Susan told this to Gladys on multiple occasions. Gladys protested. She said someone might get hurt. Susan said that was the whole point (2012: 240-241, cursivas en el original). A diferencia de Gladys, Portia nunca tuvo ningún conflicto moral que le impidiera causarle daño a un humano, por el contrario, desde el momento que Gladys la iteró, Portia era quien satisfacía los fetiches de su bio-mom: “Even though she was only just a little girl, Portia understood that she could do the things her mother couldn’t. That’s what children are supposed to do, after all. Surpass their parents” (2020: 201). Un día Portia decide poner a prueba el amor que supuestamente Susan sentía por Gladys y le sugiere a su mamá orgánica abandonar a Gladys en una carretera para que Portia siguiera complaciendo a su mamá. Cabe mencionar que desde el momento en que Portia crece, su relación con Susan pasa de ser madre-hija a la de amantes, lo cual también representa modelos alternativos de la familia: “Susan didn’t want a baby. She wanted to be the baby. Make no decisions. Serve two identical masters. Do as they said. Trust her whole life to the crystalline perfection of carbon intellect” (2012: 242). Al ver que Susan no duda en aceptar la propuesta de Portia, ya que realmente no le importaba Gladys, Portia decide cumplirle a su madre orgánica la fantasía de atarla a un radiador y dejarla ahí 98 En este sentido, el nombre Gladys funciona de manera irónica, ya que hace referencia a la palabra inglesa glad, que se traduce como estar contento o alegre, sin embargo, Gladys no se sentía así al tener que realizar las cosas que Susan le pedía. 156 para, posteriormente, prenderle fuego. Los motivos detrás de esta decisión son que Portia veía el abuso de Susan al obligar a Gladys a hacer cosas que ella no quería hacer, por lo que al momento en que Portia alcanza la madurez física que le permitiría tener a sus propias iteraciones, decide poner la libertad de sus futuras iteraciones y la posibilidad que esto implicaría por encima de la esclavitud a la que serían sometidas si continuaban con Susan. Así, para Portia, el que los humanos hayan creado a los vN no es motivo suficiente para legitimar su dominio sobre su especie: “Conscious. Perverse, the debate over that word. As though the humans had some monopoly on awareness. As though simply because they chattered endlessly about the meagre contents of their minds, they were the only ones with minds at all” (2020: 125-126). Más allá de la crítica al antropocentrismo que esto representa, este planteamiento implica una reflexión acerca de los límites o parámetros para reconocer la autonomía a partir del vínculo creador-creación (que se puede extender a la relación padres-hijos), en la cual el crear se asocia con una facultad divina, por lo que la creación, además de ser responsabilidad del creador, queda supeditada al mismo.99 Sin embargo, para Portia el hecho de ser autoconscientes debería ser motivo suficiente para que los vN adquirieran autonomía y dejaran de ser sometidos por los humanos por el simple hecho de haber sido creados por ellos: “Slavery is the ownership of one sentient, sapient being by another sentient, sapient being” (2020: 198). Como se mencionó, al ahondar en las circunstancias particulares de cada personaje que determinan un devenir-mujer distinto se muestra cómo la autoconformación no se da en un vacío, sino que modifica, y a su vez se ve modificada, por el contacto con lo(s) otro(s). Por su parte, esto da lugar a subjetividades heterogéneas o assemblages que se hacen patentes de manera explícita en la figura de Amy. 99 De hecho, en la novela los vN se refieren a LeMarque como “their creator”. 157 3.5 SUBJETIVIDADES MÚLTIPLES Y HETEROGÉNEAS El reduccionismo de las categorías universalizantes como “lo humano” visto desde la perspectiva humanista clásica deja fuera a la gran mayoría de las personas. Es por esto que el posthumanismo nómada de Braidotti rechaza las concepciones esencialistas y unitarias, a favor de una multiplicidad heterogénea que reconoce y afirma las diferencias singulares. Al ser subjetividades abiertas y en constante cambio, este modelo se asemeja al rizoma de Deleuze puesto que se conforman ensamblajes únicos, cuya constitución vincula elementos heterogéneos y se opone a un sistema vertical jerarquizante y excluyente. Así, los límites que separan una categoría de otra se desdibujan y permiten nuevas combinaciones más complejas que dan cuenta de las identidades híbridas propias de la condición posthumana, y constituyen alternativas para pensar la manera en que se está en un mundo globalizado e interdependiente de la tecnología. Esta necesidad de hibridación es también una de las tesis centrales de la obra de Masamune Shirow, Ghost in the Shell, pionera en la constitución del género del cyberpunk: “Una copia no es más que eso. Existe la posibilidad de que un simple virus pueda destruirme por completo. Una mera copia no ofrece variedad ni individualidad. Para existir y alcanzar el equilibrio la vida debe multiplicarse, debe variar constantemente, renunciando a veces a su existencia” (1995: min. 67). De acuerdo con Darwin, la única forma de sobrevivir es adaptándose al cambio, por lo que la evolución misma sólo es posible a partir de la combinación de elementos diferentes y no de la simple replicación de lo mismo, puesto que se ha quedado atrás respecto a los cambios de la era posbiológica, lo cual hace de las nociones tradicionales algo obsoleto que debe replantearse. Desde el momento en que ingiere a Portia, Amy experimenta no sólo el cambio físico del crecimiento, sino también uno psicológico que se manifiesta cuando otros miembros de su clado realizan una emboscada a la prisión móvil que la transportaba: “Amy heard no screams and saw no blood. What she did see frightened her more. Granny. Three of them” (2012: 33). 158 En el momento en que percibe que su vida peligra y aparecen unos ejemplares de su mismo clado para eliminarla (por algún motivo que no se explica en la novela Portia funciona a la manera de una abeja reina que controla al resto de sus iteraciones, salvo a Charlotte y Amy), Amy empieza a oír una voz ajena a la suya en su cabeza (la de su abuela) que hace de la supervivencia su prioridad: “Fight back, a voice inside said to Amy. You can take him. […] The sisters stood high above in the mobile prison, watching. They could still help you, a voice inside said. Do you want to be a hostage?” (2012: 34-35, cursivas en el original). A partir de entonces se hace latente la presencia de Portia en la mente de Amy mediante los diálogos en cursivas para mostrar estas irrupciones como la “otredad” que es una intrusa en un cuerpo ajeno. En un inicio Portia se hace presente únicamente en la psique de su nieta, sin embargo, con el paso del tiempo, su influencia crece y toma posesión de su cuerpo de manera intermitente, entonces es Amy quien queda relegada a lo interno, por lo que las cursivas muestran sus pensamientos. Cabe destacar que las situaciones en las cuales Portia toma el control es cuando la integridad física de su nieta (en tanto que es su sustento material) se ve amenazada: Amy watched a crowd of copies steadily advancing on her. They wore her face –her mother’s face, Granny’s face, the model’s face– but their walk was different, wary. They circled her uncertainly. They looked at each other as though wondering what to do next. Weak, Granny said. Scared. Slow. A distinct chill frosted over Amy’s skin. It stiffened her jaw and hardened her fists. Her body ran, now, fists out and mouth open, barrelling straight for the nearest aunt. Her vision darkened. She heard screaming. Didn’t know whose it was. Don’t worry, darling. Granny’s here. (2012: 61) De esta manera, la perpetuación de la mente de Portia requiere de un sustento corpóreo para su existencia, por lo que el cuerpo se vuelve algo esencial para sobrevivir y, como consecuencia, incidir (afectar) en el mundo; no obstante, la manera de concebir el cuerpo se diversifica a lo 159 largo de la trilogía: pasa de ser únicamente antropomorfo a volverse más amplio, puesto que, aun cuando Portia expande su conciencia a los objetos tecnológicos, sigue necesitando de un soporte material para existir, es decir, no existe en un vacío.100 Asimismo, el cuerpo es algo que no se puede controlar, por lo que, al verse amenazada, la personalidad de Portia (quien es más fuerte que Amy) se apodera instintivamente del cuerpo para asegurar su propia supervivencia a través de su nieta: “Amy’s hands –Portia’s hands, now– shot out, towel closed tightly around each fist, and gripped the fencing. Discomfort sizzled up her arms; she ignored it. The charge was useful; the amount she absorbed hardened the gel in her limbs, transforming her body from something soft into something lethal” (2012: 81). Cuando Portia toma el control, Amy es relegada a un papel de espectador dentro de su mismo cuerpo y es incapaz de oponerse a la voluntad de su abuela, de este modo, ahora es la voz de Amy la representada por las cursivas: Stop hurting them! Amy pleaded inside Portia’s mind, shrill as a soaring firecracker. “Look at them, Amy.” Portia focused on the tangled heap of weeping flesh before her. Portia tilted her head so Amy could watch Melissa drooling on herself. “They look so surprised. Like they never saw this coming. Like it’s our fault. Like they’re the victims here.” (2012: 82) Esta pérdida de control se extiende a las expresiones que transmite una u otra personalidad, dependiendo de si es Amy o Portia quien está en control, ya que ambas comparten un mismo cuerpo, pero tienen cosmovisiones y capacidades opuestas: Amy es la parte sensible; Portia, la violenta y calculadora. Como resultado, el cuerpo se encuentra en un constante estado de 100 Recordemos que en el caso del cyberpunk masculino clásico, ejemplificado por William Gibson en Neuromancer (1984), se considera que el cuerpo es una limitante que hay que trascender, por lo que el ciberespacio se vuelve un espacio utópico en el cual uno se puede liberar de las cadenas de la materialidad para configurarse de una manera más auténtica, no limitada por la naturaleza, aun cuando lo que sucede en el ciberespacio tiene consecuencias en el plano real. Por ejemplo, si les ocurre algún accidente, su mente queda “fundida” en ambos mundos. En este respecto, Altered Carbon (2002) se distancia de su predecesor, puesto que no se privilegia el plano virtual sobre el material, ya que considera el cuerpo una condición sine qua non para la existencia, incluso si funciona como una mercancía que no necesariamente refleja la identidad de quien lo usa. De cierto modo, una persona no existe si no está “enfundada”. 160 extrañamiento debido a que, si dos mentes habitan un mismo cuerpo y sólo una puede controlarlo, entonces la segunda mente funge como espectadora y, en ese sentido, experimenta un extrañamiento ante las acciones que realiza, puesto que no obedecen a su voluntad. Esto ocurre en la informática cuando un mismo hardware tiene distintos softwares instalados, los cuales pueden o no estar vinculados entre sí. Del mismo modo, Amy y Portia son como dos softwares no compatibles entre sí, superpuestos en un mismo hardware, por lo que chocan constantemente y generan una especie de cortocircuito: “Our father says that you remain conscious as Amy even when the other partition takes over, but that Portia also maintains an illussion of awareness” (2012: 172). En su afán por recuperar el control, el cuerpo de Amy se conforma como un arma y un campo de batalla, en el cual prevalece la personalidad más fuerte, por lo que Amy se ve obligada a desarrollar mayor resiliencia psicológica para combatir, o cuando menos tratar de controlar la toma de control de su cuerpo por parte de su abuela. Sin embargo, cuando su existencia o la de sus seres queridos se ve amenazada, Amy recurre a Portia para sobrevivir: “Give me what I need, and I’ll give you what you really want.” […] You’d give yourself up? Portia asked. You’d let me take control forever? “Forever. […] Help me save them both [Javier y Xavier], and I’ll promise I’ll ride shotgun until the day we die” (2012: 233). En la medida en que Portia y Amy comparten el cuerpo y la conciencia de Portia (es decir, un personaje distinto a Amy) es internalizada se cuestiona la noción de límites en tanto que colapsan las dicotomías adentro/afuera, sí mismo/otro. Sumado a esto, cuando Amy es atacada por sus “tías” necesita de sustento para autorreparar el daño sufrido. A falta de alimento disponible, Javier le da a morder su dedo para obtener los nutrientes necesarios para que se regenere; sin embargo, al momento de hacer esto, Amy absorbe la característica principal del clado de Javier, la fotosíntesis: “What if something’s wrong with me? […] I mean, shouldn’t my repair mods have 161 rejected your stemware? I just adopted photosynthesis like … like a virus, or something.” “It is a virus. My pigment cells are programmed to simulate the activity of cyanophages in ocean algae. Maybe that includes turning hostiles to friendlies. […] Who cares how it happened? The important thing is, you should iterate ASAP. Spread my seed around.” (2012: 65) A diferencia de los vN tradicionales que únicamente son portadores del código original con el que han sido programados, el cuerpo de Amy resulta ser sumamente poroso, ya que permite la coexistencia de su psique con la de Portia, y también incorpora características de clados ajenos, por lo que se conforma como un cuerpo abierto y en devenir, es decir, en constante cambio: “Her OS just opens up for any old code that wanders in” (2012: 80). En términos de pertenencia, Amy se constituye como una subjetividad heterogénea o un ensamblaje que engloba una multiplicidad dentro de sí misma, lo cual la vuelve problemática debido a su carácter híbrido con partes propias, de Portia, de Javier, características artificiales y también una sensibilidad humana. Otra subjetividad múltiple en la novela es la de Rory, un modelo nutriólogo que se dedica a hacer las dietas que retrasan el crecimiento de los vN. Lo interesante es que su materialidad se divide en muchos cuerpos que comparten una misma mente y funcionan a manera de una colmena que, por un lado, se relaciona con el rol de abeja reina de Portia mediante el cual controla a la mayoría de sus iteraciones y, por otro, remite al modelo de rizoma propuesto por Deleuze: “That’s Rory. The one who writes the diet plans. She’s a Japanese model. One of the networked ones. […] I’d kill for that connectivity” (2012: 87). Una de las consecuencias de esta conectividad es que cada manifestación corpórea múltiple aporta sus experiencias individuales a la mente singular; esto potencia la información a la cual un solo individuo puede acceder y hace de Rory un personaje cuasi-omnipresente, cuasi-omnisciente y cuasi-inmortal, ya que está en todos lados, su desarrollo cognitivo es infinitamente superior 162 al de los demás y, si perece alguna de sus manifestaciones singulares, la mente sigue existiendo en el resto de sus elementos. Rory se vuelve relevante para la trama, porque cuando Amy se escapa de la prisión tras haberse comido a su abuela, la nutrióloga decide ayudarla, ya que se siente culpable y responsable por lo acontecido, debido a que Amy seguía una de sus dietas para retardar su crecimiento físico, lo cual implicaba que estaba constantemente hambrienta. Debido a esto, Rory envía algunas de sus iteraciones para asistir a Amy y decirle de un lugar donde podría esclarecer cómo es que el failsafe falló, o bien, encontrar alguna manera de aislar o deshacerse de la presencia de Portia: “Rory feels terrible about this, Amy. She knows you were on her diet, and understands the role it played in what happened. She knows a place where you can get help. It’s in Seattle, near the quake museum. It’s not far” (2012: 57). En ese lugar, conocen al Dr. Sarton, especialista en el funcionamiento del failsafe (y pariente de LeMarque, el creador de los vN). El doctor explica que, debido a su rol de enfermeras, su modelo había sido programado de una manera diferente a la de los demás vN para poder llevar a cabo su papel, no obstante, en un punto (a partir de Portia) el failsafe había fallado por completo. Por motivos que no se explican, esta falla ocasionó que el sistema de Amy se abriera y fuera capaz de asimilar cualquier código externo que se le presentara: The failure of your failsafe indicates to me that you may be living with a deeply compromised immune system. The systems in place that would otherwise prevent you from even thinking about harming a human being are non-functional. Those same systems are designed to protect you from hostile code or viral interference. If you expose yourself to foreign stemware, you will absorb and execute it – even if it runs a self-destruct program. (2012: 186-187) Esta apertura en el código de Amy hace que al examinar su cerebro, y en particular su memoria, los recuerdos de Portia sean inextricables de los de Amy, a la manera del rizoma deleuziano que no tiene un principio ni un fin delimitados: “There is no line […] We are one flesh” (2012: 163 199). Debido a esta imposibilidad de separar la mezcla heterogénea en la que se convirtió Amy desde el momento en que ingirió a su abuela, Amy es incapaz de regresar a la vida que tenía antes y la única opción que le queda es iniciar una nueva vida en la idílica ciudad de Mecha en Japón (reminiscente de la Mecca y al mismo tiempo abreviación de mechanical), la cual es habitada solamente por vN: “An organization of professional roboticists is sponsoring your Mechanese visa. They can do that for vN they find particularly intriguing, and naturally you qualify. But you would still have to keep Portia under control” (2012: 192). Una vez ahí, Amy sería estudiada por más especialistas para tratar de aislar y, eventualmente, deshacerse de Portia, ya que el Dr. Sarton fue incapaz de lograrlo. Esto representa un conflicto para Amy, pues ir implicaría dejar atrás su vida anterior por completo. Después de analizar la situación, decide aceptar la oferta de ir a Mecha, con la condición de que la acompañe su nueva familia: Javier y sus hijos. En el camino hacia Japón, el tren es emboscado por Rory, quien cree que Amy representa una amenaza para los humanos, por lo que envía miembros de su clado y a un monstruo marino para eliminarla: “You all are a threat to humans, and we’re eliminating you. It was hard for us to delay it this long, but that’s the nice thing about having so many brains. We can afford to let a few fry” (2012: 228). Sin embargo, la verdad detrás del plan de Rory no es ayudar propiamente a los humanos, sino hacer justicia selectiva y matar específicamente a los pedófilos que abusan de los niños orgánicos: “[…] sometimes our mommies and daddies get bored with us. They say we’re not real enough. It’s hard to fake it sometimes. The pain, I mean. […] So then they go shopping for organic kids […] Sometimes, you have to break the failsafe to obey the failsafe” (2012: 229). A pesar de su aparente contradicción, Rory sigue concibiendo la vida humana como lo más valioso, tan así que está dispuesta a defenderla aun de los mismos humanos que atentan contra ella, con lo que de cierto modo Rory también alcanza a ser “más humana que los humanos”, aunque de manera diferente de Amy. Ambas buscan preservar la vida, sólo que, mientras que Amy la preserva en términos generales, Rory 164 pretende defenderla en su manifestación más inocente e indefensa, es decir, los niños, sin importar si para esto debe eliminar a otros humanos. En un gesto que remite a la historia de Pinocho, Amy se sacrifica para salvar a su nueva familia cuando son atacados por el monstruo marino y termina dentro de él. Debido a su código abierto, Amy actúa a la manera de un virus que altera la configuración de la criatura desde dentro y se “contagia” de la misma. Es interesante que se le compare con un virus, ya que para Deleuze el Universo no obedece jerarquías, lo que hay es devenires que se dan a partir de contagios: Las participaciones contra natura, son la verdadera Naturaleza que atraviesa los reinos. La propagación por epidemia, por contagio, no tiene nada que ver con la filiación por herencia, incluso si los dos temas se mezclan y tienen necesidad el uno del otro. El vampiro no filia, contagia. La diferencia es que el contagio, la epidemia, pone en juego términos completamente heterogéneos: por ejemplo, un hombre, un animal y una bacteria, un virus, una molécula, un microorganismo. O, como en el caso de la trufa, un árbol, una mosca y un cerdo. Combinaciones que no son ni genéticas ni estructurales, inter-reinos, participaciones contra natura, así es como procede la Naturaleza contra sí misma. […] El Universo no funciona por filiación. (Deleuze y Guattari, 2015: 247-248) En este sentido, en el personaje de Amy encontramos los tres tipos de devenires que plantea Deleuze (y que Braidotti retoma) y hacen del ensamblaje Amy algo más complejo y heterogéneo al derribar las separaciones típicas del antropocentrismo con el afán de descentrar el universalismo del Hombre. Mediante la interrelación con el monstruo Amy deviene-animal, lo cual incorpora otro de los aspectos que destacan tanto el posthumanismo crítico de Braidotti como el ecofeminismo, es decir, la interdependencia transespecie de los humanos (bios) con los demás seres vivientes y el medio ambiente (zoe).101 101 Para Braidotti la distinción entre bios y zoe consiste en lo siguiente: la primera engloba “the portion of life – 165 The mech had absorbed her, but she had absorbed it too. She had bought their lives with her own, and what was resurrected – what she reassembled, what she made of herself in that deep and awful darkness – was the latest iteration, and it was networked. […] this Amy was different from the one who once shared the backs of trucks with him […] her newfound calm, her focus, the speed with which she now made each decision. (2012: 247) En la medida en que Amy es afectada por las circunstancias y se reconfigura a partir de devenir con el monstruo, surge una nueva versión que incorpora el rasgo de la conectividad de los networked models, por lo que su conciencia se expande al animal y adquiere una manifestación corpórea multiple, es decir, que no se limita a su propio cuerpo. Ya desde un inicio Amy deviene-otro con la interiorización de Portia y el código de Javier, pero también encontramos en ella un devenir-máquina invertido, ya que, si bien este devenir particular se refiere a la compenetración de la conciencia humana con dispositivos tecnológicos, es decir los cuerpos biomediados o cyborg, Amy es originalmente un cuerpo artificial que deviene-humano (en su acepción del ideal grecolatino de humanitas) mediante su convivencia con los humanos. Sumado a esto, Amy también deviene-tierra cuando se vuelve capaz de modificar su entorno o, en este caso, la isla a donde llegan que servirá de refugio temporal para aislarse y protegerse del mundo humano que los acecha: In the middle of the night, listening to the rain, Javier heard Amy stand up and begin pacing her room […] She did this, sometimes –she woke up, adjusted things, went back to sleep. He had no idea if she even slept at all. Her body could remain still, but she continued processing all night, she and the island alone together, in constant dialogue about fixes and tweaks. (2012: 249) both organic and discursive— that has traditionally been reserved for anthropos”, mientras que la segunda implica “the wider scope of animal and nonhuman life, also known as zoe. Zoe as the dynamic, self-organizing structure of life itself” (Braidotti 2013: 60-61). 166 Al devenir-otro Amy logra no sólo distribuir su cognición a lo largo de distintos elementos, sino que da lugar a una potenciación en un sentido spinoziano donde la conjunción con lo otro aumenta su capacidad de afectar y ser afectada: “They kept Portia in quarantine, Amy and the island. […] With the island to distribute her cognition and computation, she could probably hold Portia back more securely than she’d ever done alone” (2012: 252). Gracias a ese incremento de capacidades, Amy crea una partición que le permite tener a Portia aislada y controlada (aun cuando la sigue escuchando), lo cual dará lugar a una nueva forma de estar en el mundo para su abuela, en la medida en que la convierte en el mecanismo de defensa automática de la isla que sólo se activa cuando Amy no está: “It’s not her. Not her as an individual. More like her priorities. Her decision-making process. And it only engages when I’m not around. […] If something happens to me. Or if my focus shifts. If I can’t devote as much attention to the island, because I’m hurt. That’s why I keep my bandwith to the island so constant. So I don’t upset the balance” (2013: 69). Desde el momento en que la conciencia de Amy se expande al ámbito animal con el monstruo y la naturaleza con la isla, se convierte en una especie de “gran arquitecta” (cuasi- omnipotente) que no sólo puede controlar y modificar aquello con lo que está compenetrada, “Amy had designed their archipelago” (2013: 27), sino que también es capaz de ver el mundo a partir de ellos (cuasi-presente): “She slid off the bough […] and pressed one hand to the ground. Her hand sank beneath the island’s surface […] ‘It’s a submarine […] The chimps are trying to look up my skirt’” (2013: 33). De esta manera, así como Portia representa un punto decisivo en la evolución de su clado (y por extensión de su especie en tanto potencialidades) debido a su libertad de decidir, Amy también representa un nuevo momento de esa evolución, ya que sus iteraciones tendrían código mixto desde un inicio a partir de combinaciones únicas y heterogéneas: “Amy is a rotifer. She produces only daughters, but she incorporates code from a wide variety of other species into every new batch” (2012: 220), con lo que daría lugar a un 167 nuevo tipo de vN: una “Esperanza” ante las nuevas posibilidades. Así, Amy se constituye como una subjetividad posthumana en el sentido braidottiano, pero también es post-humana en un sentido literal de übermensch102 nietzscheano o “super humano” en tanto que supera limitaciones físicas y cognitivas de la humanidad. Por ejemplo, en la medida en que se reconfigura a partir de su devenir con lo(s) otro(s), tiene acceso también a sus memorias, por lo que amplía su conocimiento del mundo a partir de experiencias ajenas: “I’m angry about everything. […] Do you understand what happened to me, when I remade myself? […] Well, I didn’t tell you everything. I couldn’t. Because it’s impossible to express. I saw everything, Javier. Everything Portia had ever seen. Everything the island ever saw. Everything they ever did. All the memories.” (2013: 45) Por este motivo, esta nueva subjetividad que encarna Amy es percibida por los humanos como una amenaza que debe ser eliminada, ya que, aunque ella y su abuela son las únicas capaces de autodeterminarse, igual que un virus que actúa por contagio, modifica todo aquello que entra en contacto con ella, así como ella se modifica con lo(s) demás. 3.6 SUJECIÓN Y DOLOR El ser humano siempre ha buscado maneras de evitar el dolor, puesto que es un poderoso recordatorio de nuestra mortalidad. La promesa de mejorar la calidad de vida y alargarla lo más posible ha hecho que la ciencia tome el lugar que anteriormente tenía la religión para ofrecer la esperanza de mejorar al humano y evitar el dolor innecesario. No obstante, el dolor desempeña un papel crucial en el desarrollo de estrategias de supervivencia, pues sin él no 102 Cabe destacar que este término ha sido traducido al español como superhombre, lo cual tiene implicaciones de género importantes; no obstante, en alemán el término mensch refiere a la humanidad como especie y no a una manifestación concreta como lo es el sexo masculino. Un teórico que aborda la relación de Nietzsche con el transhumanismo es Stefan Lorenz Sorgner, quien lo considera determinante para el desarrollo de esta filosofía. “Nietzsche, the Overhuman, and Transhumanism” (2009). Posteriormente, en 2010 el mismo Max More respondió al artículo y reconoció abiertamente que las ideas de Nietzsche habían sido precursoras para el planteamiento del transhumanismo. 168 podríamos identificar situaciones que representen un peligro potencial tanto para el individuo como para la especie. El dolor también va de la mano del aprendizaje. La vulnerabilidad, habitualmente considerada una debilidad o una desventaja, pasa a ser un mecanismo indispensable para mejorar, ya que exige de nosotros la búsqueda de soluciones más allá de la individualidad, nos da la capacidad de empatizar y conectar con otros. Ser susceptible al dolor es parte de lo que nos hace humanos. Nos permite reconocer la importancia de la cooperación, pues todos necesitamos de todos, somos codependientes, y no existimos de manera aislada. Esta postura posthumanista es opuesta a la del transhumanismo, que lleva los ideales de la Ilustración al extremo y parte de una separación radical entre el ser humano y el mundo natural bajo una lógica de dominación que hace de la razón la respuesta a todos los problemas. Así, para el transhumanismo la vulnerabilidad que conlleva el ser orgánico representa una limitante que debe ser resuelta (More 1990, Moravec 1990). El tecnoutopismo transhumanista busca dejar atrás la naturaleza humana para crear una nueva especie más fuerte, más inteligente, que no se enferme y viva para siempre, es decir, un homo deus que este más cerca de la omnipotencia divina gracias al conocimiento tecnológico y científico que incrementa el dominio del ser humano sobre la naturaleza.103 No obstante, el posthumanismo ve en esa “debilidad” la clave de entrada a una nueva forma de relacionarnos y crear un orden social diferente, libre de relaciones de dominio y explotación. Aun cuando Amy y su familia llegan al territorio neutral e independiente de Mecha, donde supuestamente podrían vivir en paz, la humanidad no deja de percibirlas como una amenaza, por lo que atacan su isla con un submarino cubierto de tejido orgánico y repleto de vN: “My name is Legion. […] I’m from the real world […] The one that’s gonne come crashing down on you any fucking minute now” (2013: 42). A pesar de que Amy suprime el ataque, otro 103 David Noble, The Religion of Technology: The Divinity of Man and the Spirit of Invention, Alfred A. Knopff, Nueva York, 1997. 169 recordatorio del mundo real que no la iba a dejar en paz entra a la isla como parte de una supuesta misión diplomática, un pastor de New Eden Ministries, Mitch Powell. En su visita, el pastor le advierte a Javier que Portia amenazaba con regresar y que la única manera de prevenir que Amy se saliera de control con todas sus nuevas habilidades era modificándola para poder sentir dolor: “Amy has a flaw in her immune system […] She is what she eats. […] She needs a check. She needs a vulnerability” (2013: 63). Para asegurarse de que Javier le dé el veneno a Amy, Powell abusa del efecto del failsafe y amenaza con detonarse si no lo hace; sin embargo, el abuso del ministro se extiende también a lo físico, en tanto que viola a Javier para sobajarlo y dejar en claro las relaciones de poder: “There was no finesse at all, just the raw slide of organic skin on silicone […]. If he were a human being of real flesh and bone, this would hurt […]. But he wasn’t. Wasn’t a real live boy. Was a machine, instead. Was a toy” (2013: 65). La percepción de los vN como entidades meramente utilitarias refleja la problemática de hacer de lo orgánico el paradigma para definir “lo humano” y aquello que vale la pena preservar, aun cuando otras manifestaciones de vida poseen autoconsciencia y sintiencia, como es el caso de los vN: “He [Javier] wanted to be safe. Secure. Not having to worry about the meal or the next human or the next iteration. Because his designers and engineers and techs had built in autonomy but not freedom, and they had built in free will but not choice” (2012: 256). Ya Isaac Asimov en “The Biccentennial Man” plantea que la libertad no debería limitarse al concepto tradicional de humano, sino que debería extenderse a todo aquello que sea capaz de entender y de desear este estado: “Why do you want to be free, Andrew? In what way will this matter to you?” Andrew said, “Would you wish to be a slave, your honor?” “But you are not a slave. You are a perfectly good robot, a genius of a robot I am given to understand, capable of an artistic expression that can be matched nowhere. What more can you do if you were free?” “Perhaps no more than I do now, your honor, but with greater joy. It has been said in 170 this courtroom that only a human being can be free. It seems to me that only someone who wishes for freedom can be free. I wish for freedom.” […] “There is no right to deny freedom to any object with a mind advanced enough to grasp the concept and desire the state”. (Asimov 2000: 144) La cita muestra cómo la autoconsciencia es la capacidad de reconocer la individualidad, por lo que la autonomía debería ser otorgada a todo aquello capaz de tomar decisiones propias. De esta manera, el failsafe es la estrategia de control legitimada por el discurso antropocéntrico a partir del uso del biopoder para subyugar a esta nueva especie sintética y modelar, en este caso, robots dóciles, productivos y reproductivos, garantizando la separación (jerarquización) entre los humanos y los vN. Cuando Javier le da el add-on a Amy para que sienta dolor orgánico, el dolor es tan intenso que mata a Amy y, como consecuencia, libera a Portia, quien comienza con su venganza contra los humanos. El dolor, la vulnerabilidad y el sufrimiento juegan un papel importante, puesto que son elementos indispensables para la constitución de lo propiamente humano. Lo que el pastor le ofrece a Amy es una puerta para volverse “realmente humana” a través del dolor, lo cual contrasta con la incapacidad de Javier de sentir y lo relega al estatus de objeto, aun cuando es capaz de percibir la violencia a la que está siendo sometido. Asimismo, el hecho de que Amy pueda sentir dolor físico tiene un correlato religioso con el momento en que Jesús se vuelve humano y la humanidad lo hace sufrir (el ser omnipotente que se vuelve vulnerable), por lo que no es en vano que quien le otorga este “don” sea miembro de la Iglesia. Sin embargo, la capacidad de sentir dolor orgánico (a diferencia de sólo entrar en cortocircuito) funciona también como una estrategia biopolítica en tanto que limita las acciones con el afán de evitar el sufrimiento. Antes de esto, Amy era sumamente peligrosa porque no podía experimentar la intensidad de un verdadero dolor físico y, como consecuencia, era invulnerable ya que estaba en otro plano: el posthumano visto desde el transhumanismo que supera las limitaciones de la humanidad. Sin embargo, mientras el dolor hace a Amy “humana” 171 y la acerca a un plano más terrenal, éste acerca a Portia a “lo divino” en tanto que la libera de los confines corpóreos y la hace realmente peligrosa en la medida en que es inasible y está en todos lados, como Dios que no es limitado por lo físico. Incluso a la hora de dañar a los humanos busca hacerlo de manera imparcial, como una deidad que no discrimina: “I tried not to discriminate. Rich or poor, old or young, black or white, male or female. I punish like the gods of myth once punished. […] There is no justice. There is no fairness. Not since Amy left. Not since Amy left me here” (2020: 129). A pesar de que en los primeros dos libros la relación entre Amy y Portia se caracteriza como antagónica, la muerte de Amy desata la furia de su abuela, pues para ella la continuidad de su dinastía es primordial, y así reconoce la importancia de la interrelacionalidad. Debido a que Portia se encuentra conectada a los dispositivos tecnológicos, el apocalipsis que ocasiona tiene una base digital, por lo que hackea y controla a su antojo todos los sistemas tecnológicos como los satélites, la bolsa de valores internacional, la seguridad mundial, etc., lo cual afecta la base de la civilización y desata el caos: “Travel plans were cancelled. Airports emptied. People burned their hard drives on massive pyres in supermarket parking lots. Every exploded battery, every bad GPS map, every cloned credit balance, became Portia’s handiwork” (2013: 85). Este cambio de forma de estar en el mundo de Portia se da cuando Amy expande su conciencia a partir de lo(s) otro(s) y relega a su abuela a ser el mecanismo de defensa de la isla. Con esto, Portia pierde su materialidad, es decir, ya no está contenida en el cuerpo de Amy, pero también expande su conciencia y su alcance, en este caso, a los dispositivos tecnológicos: “She thought of her new body, the whole apparatus of surveillance technology that was her sensorium, how she was both stretched thin and filled to capacity all at once” (2020: 212). A pesar de que Portia ya no tiene una manifestación singular o tangible, utiliza las pantallas de cualquier objeto para expresarse y mandar mensajes amenazantes. Por ejemplo, una de las frases que utiliza para aterrorizar a los humanos es: “BEWARE; FOR I AM 172 FEARLESS, AND THEREFORE POWERFUL” (2013: 81), la cual es una referencia a la novela distópica de Mary Shelley The Last Man (1826) en la cual hay una pandemia que erradica casi a toda la humanidad. Aun cuando en este caso el apocalipsis no se dé por medios biológicos, el mundo (y específicamente el lugar que los vN tienen en él) no vuelve a ser el mismo desde el momento en que Portia se libera del control de Amy: “The end of the world was exactly how it was portrayed on the news” (2013: 84). La única manera de detener a Portia es a través de su nieta, por lo que representantes de distintos gobiernos le piden a Javier que encuentre el respaldo del stemware de Amy que hizo el Dr. Sarton (y ahora se encuentra en posesión de Rory) para poder imprimirlo, sin embargo, esta copia incluye también el respaldo de Portia, por lo que deben encontrar la manera de aislarla de la impresión final. Javier accede a la petición, no tanto por querer salvaguardar el bienestar de los humanos, sino por motivos personales que van contra su programación original: quiere encontrar a Amy para que lo hackee y entonces pueda matar a quien abusó de él. El hecho de que Javier sea capaz de concebir dicha decisión es el resultado de la interacción con Amy y Portia, las cuales muestran que es posible que los vN tengan autonomía y evidencian que la separación entre humanos y vN es algo arbitrario que se puede eliminar. Sin embargo, debido a que para Rory la destrucción de Portia es el plan perfecto para encubrir el suyo de eliminar a los pedófilos, así como de lograr replicar la falla del failsafe en otros modelos, se rehúsa a traer a Amy de vuelta y Javier necesita encontrar una alternativa: “‘I think this is a very interesting time for vN,’ Rory was saying. […] ‘I think it’s really time for us to find out who we really are. To find our true identity’” (2013: 86). A pesar de que Rory es un modelo que tiene múltiples manifestaciones pero que comparten la misma mente, una iteración rompe con su sincronía y traiciona a su clado cuando le dice a Javier que existe otra copia en manos de un tal Chris Holberton. Una vez que Javier encuentra a Chris y le dice quién es, Chris decide ayudarlo de alguna manera, ya que también 173 había sido víctima de abusos por parte de su padre y su Iglesia. Holberton le informa que el respaldo lo tiene su padre en la prisión donde se encuentra y que todas las clademates de Amy que habían sido recolectadas desde el fallo del failsafe habían sido llevadas a una ciudad prototipo llamada Macondo104 donde experimentarían con ellas y pondrían a prueba un plan de contingencia que consistía en un nuevo tipo de comida vN diseñada para eliminarlas. Asimismo, esta estrategia sería utilizada después con cualquier vN que mostrara modificaciones en su comportamiento, por lo que gradualmente se llevaría a cabo un exterminio de vN que sería manejado como un accidente: “It couldn’t last […] Humans and vN, coexisting. It was always going to go this way, eventually” (2013: 167). En este punto de la narración la misma Portia muestra modificaciones en cuanto a su postura individualista como resultado del contacto con (contagio por) Amy. Ante la amenaza de genocidio indistinto de su clado no sólo ve más allá de su instinto de autopreservación, sino que también manifiesta su capacidad de amar y preocuparse por otros, en este caso su propia dinastía: “I HAVE LOVE IN ME THE LIKES OF WHICH YOU CAN SCARCELY IMAGINE AND RAGE THE LIKES OF WHICH YOU WOULD NOT BELIEVE. IF I CANNOT SATISFY THE ONE, I WILL INDULGE THE OTHER” [mayúsculas en el original] (2013: 152). De esta manera, Portia se vuelve doblemente peligrosa, porque a partir de su liberación es casi omnipresente debido a su nueva interconectividad, y su motivación para vengarse de los humanos aumenta al trascender sus intereses individuales y reaccionar ante la inminente extinción de su especie. Paralelamente, Jack, el padre de Amy, también actúa para prevenir que se lleve a cabo el plan de envenenamiento masivo y filtra el documento con la descripción de cómo sería llevado a cabo y cómo esta medida sería implementada. Como resultado, tanto humanos como vNs empiezan a opinar al respecto y la valoración jerárquica 104 Llama a atención esta referencia que plantea una similitud de este lugar con el pueblo ficticio donde se desarrollan algunas novelas de García Márquez como Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba, La hojarasca, entre otras. 174 de la distinción antropocéntrica entre especies se pone de manifiesto: mientras que los humanos adoptan una actitud tecnofóbica, los vN no pueden abogar por su propia existencia debido a su programación original, por lo que justifican la decisión de los humanos de querer eliminarlos: “You don’t get it, do you? This world is going to burn. Portia is going to burn it. Portia is free, because of what you did.” “I know,” LeMarque said. “I’m very excited to meet her. And I’m looking forward to what she’s going to do with this world. Burn it, freeze it, poison it – whatever she does, I’m sure it’ll be very clever. They’re a clever clade, you know”. (2013: 184) El papel de creador de LeMarque es relevante, porque no se limita a la creación de los vN (que recordemos habían sido pensados para acompañar a todos aquellos que no habían logrado la salvación y tendrían que esperar el fin del mundo), sino que también actúa como aquel creador de todo que puede decidir el destino de la humanidad misma al acelerar el apocalipsis y salvar únicamente a unos cuantos. Previo a la liberación de Portia, LeMarque y su equipo de investigadores habían analizado los posibles escenarios del fin del mundo mediante simulaciones y buscado posibles soluciones para que los humanos se pudieran adaptar a un nuevo entorno donde la civilización comenzaría de nuevo desde cero, Marte: All the research said it would be cold. That it would be airless. That you couldn’t really live out there. And you really couldn’t. Not with an organic body. […] It wasn’t really meant for organic life. No matter how hard the chimps wished it to be so. It would always end in shattered bones and ripped fingernails and dementia. It wasn’t their place, that was all. (2013: 215) Sin embargo, este nuevo comienzo en un New Eden tiene un gran impedimento: el cuerpo orgánico, en tanto que no está diseñado para (sobre)vivir en este ambiente inhóspito. La única manera de lograrlo es a través de la automodificación mediante la tecnología para alcanzar el posthumanismo tecnológico o transhumanismo, el cual parte de una postura aparentemente 175 “neutra” de lo que considera “lo humano” y busca potenciarlo para prolongar la vida. En este sentido, llama la atención que los personajes humanos de la novela sean todos hombres y no haya ni una mujer orgánica con incidencia real, lo cual contrasta con las figuras femeninas vN, quienes surgen como posibilidades de nuevas subjetividades femeninas que buscan autoconformarse. Asimismo, es pertinente notar que, ante las nuevas circunstancias, tanto los humanos como los vN se ven forzados a evolucionar de una manera u otra, aunque éstos lo hacen de maneras inversas: para los primeros, la fuerza y resistencia física superior de sus creaciones los obliga a requerir implantes tecnológicos (es decir, volverse cyborgs) para estar a la par de los humanoides y así hacerles frente y eliminarlos, después de todo se caracterizan por “the delicate and vulnerable apparatus that was their extended phenotype” (2020: 126). De este modo, la tecnificación pretende reemplazar los elementos orgánicos como el cuerpo para privilegiar y dar continuidad únicamente a lo cognitivo. Para los segundos, la adaptación va más allá de modificar sus cuerpos de grafeno que no fueron diseñados para un entorno extraterrestre. Los vN evolucionan vinculándose y potenciándose con lo(s) otro(s) de manera afectiva (o en el caso de Amy y Portia de manera literal a través de la nueva conectividad) por lo que actúan como fuerzas dinámicas interconectadas que devienen. Para ellos lo primordial de su escape es ir a otro planeta donde puedan crear su propia colonia para vivir en paz, sin la presencia de humanos, lo cual evidencia el rechazo de los humanos a renunciar a su supuesta hegemonía y la relación de dominio frente a los vN: “A new life awaits you in the off-world colonies! Well, a new life did await them. A new life awaited all of them. Organic. Synthetic. It would all be very different, from now on” (2013: 217). Ante el posible exterminio de ambas especies, la pregunta por la sucesión adquiere relevancia. En este sentido, no es fortuito que inmediatamente después de que LeMarque le revela su verdadero objetivo, Javier descubre que no sólo su hijo Xavier, sino que de alguna forma Amy había dejado una iteración, una Esperanza: 176 Javier looked down at the reader once more. Their faces were perfectly clear and recognizable in frozen high-res. The big vN was bigger than Javier remembered. […] He was Xavier. And the little one, the little one with curly blonde hair and brown eyes just like Javier’s own and photovoltaic skin […] was his daughter. His little girl. His and Amy’s. […] There were Xavier and his little girl, walking and laughing and eating ice-cream crepes with a human adult […] The human was Powell. (2013: 187-188) Para volver a Mecha, Javier necesita pasar una prueba de ciudadanía que evalúa la efectividad de su failsafe y su postura en cuanto al lugar que los vN ocupan en relación con los humanos. Como parte de los exámenes, le dan la oportunidad de lastimar a un humano que padece una condición neurológica que le impide sentir dolor, por lo que cualquier vN podría violentarlo sin que esto activara el failsafe, ya que esto sólo sucede cuando la persona percibe un estímulo como algo doloroso; sin embargo, Javier se rehúsa. El papel del dolor es nuevamente relevante como un aspecto constitutivo de “lo humano”. Debido a su condición, este individuo pudiera no ser considerado “humano” por los vN, por lo que funciona como un paralelismo del estatus de los vN ante los humanos quienes justifican su trato inhumano mediante la incapacidad de sentir dolor. El plan de contingencia para cualquier amenaza, Amy había hecho una copia parcial de sí misma en un diamante y había programado la iteración de Esperanza para proteger a Xavier, ya que ella estaría libre del failsafe: “All vN regeneration relied on fractal organization; one part contained the whole. It was part of why the iteration happened the way it did. If she’d had a contingency plan that included iterating Anza, then she’d also likely backed herself up somewhere” (2013: 209). Como se mencionó anteriormente, la figura de Esperanza es representativa desde su nombre, tanto por el hecho de reflejar los nuevos roles de feminidad que contrastan con los tradicionales, así como por constituir la primera generación de vN híbridos, lo cual abre nuevas posibilidades en la evolución de los vN como especie. Debido a 177 esto, Esperanza representa una amenaza que debe ser eliminada, puesto que con ella daría inicio una nueva genealogía de vN híbridos: “‘Don’t look at me that way,’ he said. ‘You know, I’m doing you a favour. You know how hard it is, being different from others. Having something they don’t. Knowing they’ll never understand it. Is that really how you want to live the rest of your life? Do you really want to hand that problem down?’” (2013: 213). No obstante, como resultado de la interacción con Amy y la “pegajosidad” de los afectos que refiere Ahmed, la posibilidad del cambio tiene lugar antes, cuando Javier se modifica y decide romper con el protocolo de su programación original para liberar y vengar a sus hijos, aun cuando esto implica su propia muerte. No obstante, a pesar de que su decisión es motivada por razones personales, Javier sigue siendo determinado por el failsafe para anteponer el amor a los humanos en tanto que justifica sus acciones como un acto de amor que liberarían a Powell de su propia miseria: He was going to kill this man. He was going to die, killing this man. […] It was an act of love, Javier realized. Powell was right about what he’d told Anza. But he’d been talking about himself. He’d been confessing his own inability to live as himself. His own misbegotten nature. And Javier, who still loved humans, even when they were broken, could put him out of that misery. (2013: 214) Al momento de saltar desde el techo de un rascacielos junto con Powell, Javier es rescatado por Amy, quien encuentra la forma de materializar su conciencia expandida en un nuevo cuerpo mediante la ayuda de Esperanza, destacando nuevamente la importancia de la interrelacionalidad: It wasn’t easy, cramming herself back into a body. The network connection was nice, of course, but the expansiveness, the weightlessness, the boundlessness, that was all gone. She could tune out the network much more effectively, now. […] And the process by which she got it made was equally difficult. It meant piloting Anza while her brother slept […] then she had to give the winning team [el cuerpo elegido] Xavier’s section of 178 the diamond tree. It had a fractal code for the network connection on it […] Amy couldn’t pilot the new body without it, nor could she access the other backups. (2013: 219) A diferencia de Portia, Amy se rematerializa y le comparte a Javier un proyecto en el que había estado trabajando para alterar el failsafe sin necesidad de reconstruir a cada vN que fuera modificado. Es pertinente que el objeto impreso sea una manzana,105 la cual nuevamente tiene un correlato religioso del simbolismo atribuido al fruto de la sabiduría que Eva le da a Adán para distinguir entre el bien y el mal y obtener libre albedrío. Asimismo, confiesa que había alterado el plan de exterminio de los humanos mediante la comida vN modificada y había sustituido el veneno por su fórmula que inhabilita el failsafe. Con esto, Amy da inicio a la liberación de su especie que les permitiría tener una capacidad real de actuar ante la guerra que se había desatado contra ellos. 3.7 REBELIÓN Todo sojuzgamiento lleva eventualmente a una rebelión. Desde la antigüedad, la búsqueda de la libertad ha constituido uno de los temas más recurrentes de la humanidad. Según la Biblia, el mismo ser humano alcanzó el libre albedrío mediante un acto de insubordinación al desafiar las órdenes de Dios y actuar conforme a su propia voluntad al comer del fruto de la sabiduría. La sujeción de “la otredad” mediante distintos mecanismos de control, tanto discursivos como sociales, orilla a una búsqueda de emancipación para que los oprimidos sean reconocidos como sujetos de derecho y, por lo tanto, se les conceda el estatuto de “humano”. Un ejemplo de esto es la lucha feminista, pues a lo largo de la historia el régimen heteropatriarcal ha considerado a las mujeres como objetos cuya existencia está supeditada a la de los hombres, quienes las consideran incapaces de definirse a sí mismas. Así, la libertad se alcanza únicamente mediante 105 Por su parte, la manzana también remite al cuento de Blanca Nieves y la manzana con la que la envenenan. 179 la rebelión que marca el principio de una autoconciencia. En el caso de los robots, el dominio de los humanos se legitima bajo el supuesto de que los humanoides carecen de conciencia y, por lo tanto, de voluntad propia, debido a que actúan únicamente conforme a su programación. Sin embargo, al volverse conscientes, los límites que separan una especie de la otra se vuelven problemáticos y comienza la lucha por su autonomía. En el caso de los vN, el principio de autoconciencia que resulta de la falla del failsafe se expande a todos los modelos mediante comida modificada, lo cual da inicio a una rebelión puesto que ahora se pueden oponer a la voluntad de sus amos. Whether by evolution or intervention, our race has changed. Once upon a time, we were built to entertain you. To love you. To indulge your every fantasy and whim. But now, something is very different. […] You all must bear witness to our transformation. […] For years we have merely gestured at power. We had only the power that our human owners endowed us with. But now, we have real power. We have the power to say no. (2020: 35) Al adquirir la capacidad de autodeterminarse que era reservada únicamente para los humanos, la especie artificial no sólo se pone a la par de sus creadores, sino que la sobrepasa debido a su superioridad que contrasta con los límites orgánicos. Sin embargo, una vez adquirida esa posición lo que buscan no es subyugar a la raza humana, sino obtener el reconocimiento como una forma de vida legítima, capaz de sentir y de ser autónoma, lo cual, en teoría, implicaría un trato ético hacia ellos por parte de los humanos. En la cita este cambio en la capacidad de incidir en el mundo se atribuye a la misma evolución de la especie o a una intervención divina que finalmente los vino a liberar. Existe un paralelismo con el discurso religioso católico referente a la segunda llegada de Jesucristo, quien vendría tanto a liberar como a salvar a la humanidad. Aun cuando Amy cumple con esta función de deidad que otorga el don de la autonomía a los vN y les permite constituirse como seres independientes, su papel contrasta con el de 180 LeMarque, quien es propiamente su creador y les concede su existencia. El papel de Amy es más parecido al del titán Prometeo,106 quien le da a la raza humana el don del fuego y, con éste, la sabiduría. Eso resulta en el desarrollo de la techné y le permite a la especie humana alcanzar un estatus de secundus deus, pues la facultad creadora era exclusivamente divina. De esta manera, la modificación de los vN les permite alcanzar una verdadera autonomía, de modo similar a cuando los humanos pudieron rebelarse del yugo divino a partir de la adquisición del fuego: “I know releasing the failsaife exploit was dangerous […] But it was the right thing to do. I had the power. I couldn’t just keep it for myself” (2020: 61). Por otro lado, el papel de LeMarque se asemeja al de los antiguos dioses griegos que crearon varias versiones de razas (de oro, de plata, de bronce, semidioses y de hierro) con la finalidad de que sus creaciones los adoraran; sin embargo, en el momento en que éstos se rebelaban eran eliminados. De la misma manera, cuando LeMarque diseña a los vN también idea estrategias además del failsafe para controlarlos, como evitar que se vincularan entre sí para que no crearan redes: “They weren’t supposed to establish networks with each other, for exactly this reason” (2020: 42). Sumado a esto, existe un plan de contingencia en caso de que se rebelaran: el genocidio. La fase inicial consiste en cortar el suministro de comida para que no se reproduzcan y eliminarlos mediante el uso de armas especiales. Esta solución hace evidente el trasfondo de los vN vistos como objetos desechables que, una vez usados o tras un mal funcionamiento, pueden y deben ser reemplazados sin que esto represente un conflicto moral, puesto que habrían cumplido el objetivo para el cual fueron hechos; después de todo, no son humanos, incluso si lo parecen. She [Amy] had lived among humans for five years, absorbing their speech and their ideas, and still it seemed she had no language that encompassed the enormity of what humanity had done, inventing a whole species of slaves who were designed to engage 106 Recordemos que, según Ovidio en Metamorfosis, el hombre formaba parte del linaje de Jápeto (padre de Prometeo) y además había sido creado a la imagen y semejanza de los dioses, por lo que poseía también parte de una chispa divina, lo cual contribuyó a la creencia de un dios antropomorfo. 181 a total shutdown at the mere thought of rebellion. Could it be called suffering, if their bodies were programmed to feel no pain? Could it be called rape, if the victims were programmed to enjoy it? (2020: 58) De acuerdo con John Cohen en Human Robots in Myth and Science (1967), las representaciones artísticas de los humanoides parten del mito del Gólem, una criatura antropomorfa concebida como algo animado pero que carece de alma y existe para servir a los humanos. Está hecha de barro e infundida de vida mediante palabras mágicas, cuyo propósito fue defender a la comunidad judía en la Praga del siglo XVI de las persecuciones cristianas. Cabe destacar que el gólem se invoca únicamente en momentos de gran necesidad y, una vez cumplida su misión, debe morir, puesto que su existencia está justificada mientras le es de utilidad a su amo, por lo que quitarle la vida no implica ninguna injusticia, pues no es humano, por lo que no tiene implicaciones morales. Una referencia literaria que hace explícita la relación de la inteligencia artificial antropomorfa con el gólem es la novela He, She and It (1991) de Marge Piercy, la cual es considerada uno de los referentes más importantes tanto del cyberpunk feminista como de la figura del cyborg tal cual la propone Haraway. La representación de Piercy sienta precedente, puesto que al final de la novela reflexiona acerca de cómo, aun cuando se pueda crear vida de manera artificial, esto no supone que el creador sea quien determine a su creación sino que, por el contrario, ésta merece ser capaz de autodeterminarse. Siguiendo esta tradición, en la obra de Ashby, los vN también están sujetos a y por sus amos, quienes deciden cómo viven, en qué condiciones, pero también cuándo mueren los vN.107 En este sentido, la dinastía de Portia es de suma relevancia, ya que solamente ellas tienen la capacidad y la visión de oponerse a ese orden y subvertirlo. Incluso cuando Amy extiende esta posibilidad al resto de los vN, los demás no saben qué hacer con la libertad y actúan por inercia. Debido a 107 Este concepto de necropolítica es trabajado por el académico Achille Mbembe (2019) y hace referencia al ejercicio del poder sobre los cuerpos de los individuos (el biopoder de Foucault) pero lo extiende a la facultad de determinar las condiciones tanto de vida como de muerte de los mismos. 182 esto Portia considera al resto de los vN “indignos” del don que les ha sido otorgado, puesto que para ella el libre albedrío se gana: Portia did hate that. She did. It was ridiculous. None of the other clades had gone through what her clade had gone through. They hadn’t earned free will. They hadn’t earned the ability to say no. And there was Amy, just dispensing it, like some goddamn Mother Theresa handing out free will like a serving of dal. Even Satan knew you had to tempt them first. You had to make them work for it. (2020: 61-62) Para Portia el “merecer” la facultad de ser autónomo va de la mano de una voluntad propia que se desarrolla mediante un pensamiento crítico y el conocimiento adquirido mediante experiencias, particularmente el dolor. Esta postura se vuelve la diferencia principal que consolida a Portia como el punto de partida de una dinastía matriarcal, es decir, quien tiene una posición de poder, pues ella alcanzó su autonomía por sí misma, a través de su propio sufrimiento: “I would have raised my own army, by now […] I would have had an empire. I would have had a dynasty that lasted a thousand years. Our family could have destroyed every last human on this planet and made it safe for other clades. We could have freed them together, you and I. After the humans were gone” (2020: 62). A pesar de que las acciones de Amy alteran el plan de Portia, ésta toma en sus manos el eliminar a su creador para evitar que se ponga en marcha el plan de contingencia o Project Aleph108 que eliminaría a toda su especie, aun cuando el motivo detrás de esto es asegurar su propia supervivencia y la de su linaje. Para lograr esto, la vN debe materializar su conciencia expandida en un cuerpo concreto, puesto que de otro modo únicamente puede incidir en el mundo a partir de la mediación de algún objeto tecnológico y no de manera directa: “Portia was in the ether. Portia was the ether” (2020: 48). A diferencia de Case, el personaje principal de la novela Neuromancer (1984) de William 108 En la novela Aleph también es el código con el que se guarda la información obtenida mediante el escaneo cerebral del hijo de LeMarque para poder llevar a cabo el proceso de clonación y dar origen a la nueva especie artificial. 183 Gibson, quien considera el cuerpo una prisión que lo limita, para Portia esta fuente de percepciones sensoriales le brinda una satisfacción que no es posible tener con la cuasi omnipresencia: “Her life was so much more enjoyable, when she had a body to live it in” (2020: 48). Es importante destacar el concepto de jouissance109 que se juega en este planteamiento y difiere del concepto propuesto por Bataille. Aunque originalmente esta noción se encuentra vinculada con la mortalidad del ser humano y la conciencia de la muerte, en el caso de Portia esto no funciona así, aunque sí mantiene el sentido de experiencia de goce a partir de la corporalidad que va más allá de lo sexual. Para ella, que ha alcanzado un estado casi divino puesto que es cuasi-presente, cuasi-sapiente y, por lo tanto, cuasi-omnipotente, el cuerpo no es percibido como una limitante, sino al contrario, como algo que permite tener experiencias sensoriales (aun cuando éstas son siempre de carácter violento) y hace de la vida algo que merece ser vivido: It wasn’t that she was getting off on it. Portia didn’t get off on anything that didn’t involve blood and screaming. And even then, it wasn’t ecstatic. Not anymore. She couldn’t feel ecstatic about anything, any longer, now that she had no body. She wished she’d taken more time to properly savor the deaths she’d brought about with her own two hands […] Turning off the carbon monoxide detectors in whole condominium complexes at a time just wasn’t the same. It lacked that certain special something. That je ne sais quoi. (2020: 131) Esta postura neo-materialista que hace del cuerpo la condición sine qua non del goce contrasta con la del transhumanismo que lo percibe como fuente de nuisance110 en vez de jouissance. Al reivindicar la importancia de lo corpóreo se preserva la posibilidad de experimentar el exceso de los impulsos irracionales que vinculan al ser humano con la 109 Este término es originalmente planteado por Bataille en El erotismo (1957) y posteriormente elaborado por Lacan, quien lo convierte en uno de los conceptos principales del psicoanálisis. 110 La palabra nuisance se usa para referirse a algo indeseado o poco conveniente. Elijo utilizar este término en inglés por la aliteración que resulta al oponerlo a jouissance . 184 animalidad. Si bien la racionalidad reprime y busca dejar esto de lado, las experiencias tanto físicas como psíquicas tienen un papel crucial debido a que no sólo modifican los cuerpos, como lo plantea Ahmed, sino que son co-constitutivas de la mente, como lo considera Spinoza. Esto se evidencia en la medida en que Portia es capaz de experimentar emociones incluso cuando ya no tiene un cuerpo concreto. Para esto, la memoria se vuelve un recurso crucial para “humanizar” a los humanos artificiales, en tanto que evoca experiencias previas y permite revivirlas, aun cuando sea en un grado menor. Sin embargo, la falta de cuerpo limita la capacidad de experimentar cosas y, por lo tanto, el mundo de cada subjetividad. Esto repercute también en el lenguaje puesto que éste surge de la necesidad de nombrar algo de tal manera que, a la inversa de lo que postula Wittgenstein, los límites de mi mundo son los límites de mi lenguaje: “Portia did not have a word for the type of trepidation this gave her. Without a body, the sensation was difficult to experience, and therefore difficult to explain” (2020: 134). El cuerpo en sí implica otro modo de comunicación que tiene su propio lenguaje, el cual no necesariamente va de la mano del articulado. Esto hace que se convierta en un factor más a considerar para llevar a cabo una buena lectura del entorno y diseñar estrategias para sobrevivir. Portia utiliza la percepción y decodificación de aspectos corporales para usarlo a su favor e intimidar a los humanos. Un ejemplo de esto es la respiración, la cual se vuelve indicador del estado emocional de las personas. Aun cuando esto suele pasar desapercibido al ser algo tan sutil, los vN son capaces de percibir estos detalles importantes que los humanos normalmente dejan de lado: “Breath said so much about humans. More than the eyes or the hands or even the mouth. Portia thought half of affect detection might just be in listening to the breath. It required listening, which was why humans were so bad at it” (2020: 153). Habilidades como ésta contribuyen al cuestionamiento de los humanos como la especie dominante, por lo que es preciso volverse más como ellos, es decir, llevar a cabo un proceso de “cyborgización” para mantenerse vigentes y estar a la par de su contraparte artificial al incorporarse a la era 185 posbiológica:111 “Immortality, […] They could never beat us, so they have to join us. They have to become us, in order to defeat us” (2020: 178 cursivas en el original). Como resultado, se desdibujarían aún más las fronteras que dividen una especie de la otra y se situarían en un mismo plano112, por lo que las divisiones jerárquicas dejarían de funcionar. En las novelas de Ashby el cuerpo tiene una importancia capital y constituye un aspecto fundamental de la existencia sin el cual no se puede vivir plenamente. Incluso si éste debe ser modificado para garantizar la supervivencia ante las nuevas circunstancias, cabe destacar que la existencia se desarrolla en un plano material y no uno virtual, a diferencia de gran parte de la tradición del cyberpunk. En este sentido es significativo que cuando Portia va a eliminar a LeMarque decide hacerlo de manera personal, sin recurrir a las múltiples posibilidades a las que tiene acceso debido a su interconexión con la tecnología. En lugar de esto, la abuela opta por pedirle a Amy que le imprima un cuerpo 3-D (denominado chassis en la novela, lo cual refiere la carrocería o la parte metálica exterior de un vehículo que puede ser reemplazada o manufacturada nuevamente) para poder llevar a cabo su misión, literalmente con manos propias: The new body still presented as female. It was tall, and black, with a set of elegant, long-fingered hands that looked made to play piano, or wield a scalpel, or deflate a human throat. […] Until now, she had considered her distributed awareness as a kind of limitation – she had missed the ability to touch, to taste, to destroy with her own bare hands. […] But she’d also forgotten how repellent the human body was. All those pores. All that hair. […] The fermentations. The smells. Most other creatures on the planet – the other charismatic megafauna – possessed a certain grace, an efficiency and 111 Este término es comúnmente usado por los transhumanistas y se refiere al uso de conocimientos científicos y de tecnologías para manipular o intervenir al ser humano con la finalidad de aumentar o “mejorar” sus capacidades físicas o cognitivas. 112 Otra autora que también plantea una forma de deshacerse de las distinciones entre especies mediante la hibridación es Octavia Butler en su trilogía Xenogenesis, aunque en este caso se trata de conjuntar ADN alienígena con el humano para crear una nueva especie interseccional. 186 guilelessness that she could respect and even find beauty in. But not this species. This species was cancer. (2020: 184-186) La cita parte de la perspectiva de Portia y resalta el contraste que existe entre la perfección característica de un cuerpo sintético a diferencia de los orgánicos, los cuales son sujetos a procesos químicos y cambios constantes que implican su descomposición. También se invierte la postura antropocéntrica que sitúa al ser humano por encima de las demás especies y lo coloca como algo repugnante que carece de gracia, eficacia y, sobre todo, autenticidad o la capacidad de ser sincero. Este juicio se confirma unos párrafos más adelante, cuando Portia, en su chasís negro, va a visitar a LeMarque a la cárcel para eliminarlo y cuando la ven los guardias le dicen que conocen a alguien en Atlanta que siempre está buscando a “alguien como ella” para trabajar en las plantaciones, asociando el color de su cuerpo con los afrodescendientes que fueron forzados a trabajar como esclavos en el sur de Estados Unidos en los siglos XVII y XVIII, situación que no se aleja de la realidad de los vN. Cabe resaltar que a lo largo de la trilogía los humanos desempeñan un papel secundario y cuando llegan a tener una aparición directa muestran conductas racistas o violentas (físicas o verbales) contra los grupos “minoritarios” como los niños, las mujeres y los vN. Cuando no es así, los humanoides y su comportamiento son percibidos como un ideal alternativo para los humanos restantes, quienes buscan emularlos, con lo que se reafirma la crítica al antropocentrismo, incluso por parte de los humanos mismos: “The guard yanked his arm away from hers. His affect remained completely flat. It was like he was doing an impression of what he thought a vN man would be like, in this situation. Maybe that was what he wanted to be, deep down. A machine. Perfect, just like her” (2020: 189). Esta perfección que hace de los vN una especie superior se consolida cuando Portia finalmente elimina a LeMarque, y la creación adquiere autonomía plena sin necesidad de su creador. Así, cuando Portia entra a la celda de LeMarque, la cual es descrita como un confesionario, éste adopta la actitud de ministro y 187 enfatiza su papel de creador (y las relaciones de poder que esto conlleva) al reconocerse responsable de las acciones de su “hija”, incluso si ni siquiera la conoce. A esto ella responde que no basta engendrar a una criatura para autodenominarse su padre, ya que son muchos los factores que intervienen en la creación de la vida, lo cual abre la discusión de si la identidad es algo predeterminado o si, por el contrario, se conforma con base en la experiencia, es decir, la pregunta de naturaleza/cultura, ¿uno nace o se hace? La pregunta no tiene una respuesta directa, pero a lo largo de la trilogía se muestra cómo los distintos modelos de vN, a pesar de tener características específicas que les permiten llevar a cabo ciertas tareas, se distinguen entre sí y conforman una identidad propia, con base en su experiencia: “He [LeMarque] is not our creator, Portia said. He is the man who funded our creation. Many people collaborated to create us. The whole is always more than the sum of its parts” (2020: 228, cursivas en el original). Esto es evidente en el caso de la divergencia de identidades entre Portia, Charlotte y Amy, y también en el proceso de singularización de Esperanza quien, al ser muy joven aún, apenas comienza a desarrollar rasgos distintivos: “Esperanza’s tongue prodded her lips experimentally. She was still developing her own mannerisms, her own ways of communicating anxiety or hope or lust. It was the hallmark of all new vN: They had not yet learned how to be anything other than mechanical” (2020: 206). La cita destaca la importancia de comunicar emociones como la ansiedad, la esperanza y la lujuria, las cuales normalmente se atribuyen a los humanos, mientras los últimos buscan distanciarse lo más posible de estos aspectos y privilegian la eficacia “robótica”. Como se mencionó, el personaje de Esperanza es importante porque marca el inicio de una nueva generación de vN híbrida desde un inicio,113 por lo que sus valores serían distintos de aquellos de sus predecesoras, quienes estaban circunscritas a un mundo donde los valores 113 Su hibridez física y cultural de ser hija de estadounidense y costarricense también se muestra en lo lingüístico, por lo que algunos de sus diálogos son una mezcla de japonés y español. 188 “dominantes” eran los antropocéntricos. Así, mientras las generaciones anteriores de vN estaban programadas para servir y desear sólo a los humanos, Esperanza se rebela ante los modelos impuestos y es libre de guiarse por deseos propios y desarrollar afectos por su propia especie (aspecto que hereda de su madre), incluso por su propio hermano. Si bien Portia había entablado una relación incestuosa con su progenitora para darle gusto a su “madre orgánica”, nunca se expresa en el texto que la primera hubiera experimentado algún tipo de amor que implicara un “deseo” por la segunda. A diferencia de este precedente, Esperanza tiene una relación amorosa y sexual con Xavier por voluntad propia, lo cual es significativo en tanto que la endogamia114 protege y perpetúa el mismo linaje de la dinastía que se extenderá a otro planeta con la fundación de una colonia en Marte. Tras haber confrontado a su creador y obtenido la información necesaria acerca del proyecto Aleph, Portia lo elimina y pierde nuevamente su cuerpo, el cual es aplastado por el edificio que colapsa encima suyo y de la “frágil carrocería” de LeMarque: “Portia was both a vN and not vN. A body – and its associations of time – no longer confined her” (2020: 216). A pesar de esto, el plan para eliminar a los vN es puesto en marcha y Esperanza y Xavier descubren una serie de criaturas cuasi-quiméricas creadas por los humanos con las que comenzaría el inicio del final. Al llegar al lugar donde se oculta este elemento del plan de contingencia, Amy y el resto de su familia son tomados como rehenes para atraer a Portia y así, finalmente, suprimir la fuente de la rebelión y eliminar a la especie. Cabe señalar que las creaciones fueron hechas de elementos heterogéneos orgánicos115, incluyendo el cerebro de un humano en cada una, para así evitar que éstas sean hackeadas o intervenidas por Portia: “A mutant angel, coughed up from the depths of the pit. The teeth of a lion, the wings of an eagle, 114 Por su parte, el canibalismo de Amy de cierta forma también conlleva una práctica incestuosa en la medida en que su crecimiento físico se da a partir del consumo de un miembro de su mismo clado, a pesar de haber sido una respuesta extrema para proteger a su madre. 115 Esto remite a la criatura de Frankenstein que ha sido tomada como modelo de las configuraciones hibridas y se vuelve representativa del posthumanismo crítico. 189 the shoulders of an ox, and the fiendish brain of a man” (2020: 223). Debido a que la institución eclesiástica es la responsable de la existencia de los vN, su líder justifica sus medidas para controlarlos mediante la voluntad divina, puesto que el clérigo (como en el catolicismo) es el puente entre Dios y los humanos. No es fortuito que las quimeras encargadas de eliminar la amenaza de los vN sean tetramorfos híbridos de león, toro, águila y ángel, animales que representan a los cuatro evangelistas en la Biblia: Marcos, Lucas, Juan y Mateo, respectivamente. A la cabeza de ellos se encuentra el humano quien se introduce en la bestia y es quien dirige sus acciones para colocarse una vez más en el peldaño superior de la creación (por lo menos) orgánica. 3.8 ¿UN NUEVO ORDEN? La ley de la conservación de la energía dice que ésta no se crea ni se destruye, sólo se transforma. La transformación de conceptos y paradigmas también es inevitable, ya que todo se encuentra en constante flujo y aquello que alguna vez funcionó ya no da cuenta de una nueva realidad que ha ido cambiando conforme al conocimiento y, por lo tanto, ha dado cabida a otras formas de concebir el mundo. Al pensar diferentes escenarios de futuros posibles la ciencia ficción permite experimentar posibles alternativas a problemas de nuestros tiempos. La era del antropoceno ha sido el resultado directo del antropocentrismo que sitúa al ser humano como la medida de todas las cosas y supedita a todo(s) lo(s) demás a sus necesidades. El impacto negativo que han tenido las acciones humanas en nuestro planeta, precipitando el agotamiento de recursos y la extinción de diversas especies, entre otras cosas, evidencia la necesidad de replantearnos la manera en que nos relacionamos con lo(s) otro(s). El capítulo donde finalmente se enfrentan los humanos y los vN cuerpo a cuerpo lleva por título “Judgement”, haciendo referencia al pasaje bíblico del juicio final donde se decidirá el destino de la humanidad. En este momento los miembros de la dinastía unen fuerzas y dejan a un lado los conflictos entre sí para luchar por un fin mayor: su supervivencia. Portia descubre 190 que Amy le ha dejado un clon suyo modificado (que había servido como prototipo para adaptarse al entorno de Marte) para ayudarla en caso de emergencia. En este punto la falta de materialidad de Portia se vuelve una limitante importante en el conflicto: “She wished desperately for a body of her own” (2020: 243), por lo que la abuela funge como el cerebro que dirige las acciones del clon y depende del mismo para incidir directamente en el plano material, lo cual crea un paralelismo entre los mecanismos de defensa de los humanos y de los vN que funcionan a modo de interfaz, es decir, con un elemento que da instrucciones y otro que las ejecuta. Una vez adentro de la bodega subterránea donde se encuentran tanto las quimeras, (denominadas Chariots116 o Cherubims)117 como la familia de Portia, un humano se dirige a Amy antes de que comience la batalla y le pide que detenga a Portia para evitar el enfrentamiento. Le recuerda su vínculo con la humanidad, puesto que su padre era orgánico y ella ha crecido junto con niños orgánicos; sin embargo, la persona que habla lleva un dispositivo donde transmitía una emisión en vivo de LeMarque, quien sobrevive al derrumbe. En su discurso, el clérigo se encarga de destacar su papel de creador, a lo cual Amy responde que sus verdaderas creadoras son su madre y su abuela, con lo que toma una postura ideológica de creación de identidad a partir de la incidencia real de su linaje en su experiencia y, como resultado, en la conformación de sí misma. El autolegitimarse evidencia el rechazo de las creaciones a ser concebidas como objetos que le pertenecen a alguien más para, en vez, volverse autónomas: “I made you.” LeMarque said. “You’re a reflection of me. You’re a reflection of every child I ever met. We used those minds to map the first vN minds. Without me, without what I did you wouldn’t even exist” (2020: 245). De manera similar a la creación de la raza humana a partir de Adán y Eva, quienes son creados a imagen y semejanza de Dios, 116 Desde la antigüedad, los carruajes han sido utilizados también como carros de combate y son emblemáticos de la guerra 117 En la Biblia los querubines son los ángeles encargados de recordarle a la humanidad la gloria del señor. 191 en el momento en el que los vN son capaces de decir “no” dejan de ser el reflejo del creador y son capaces de autodeterminarse (recordemos que el virus con el que se liberan del failsafe está contenido en una manzana), adquieren un estatuto de validez o equidad en relación con los humanos. A diferencia de Adán y Eva, quienes son expulsados del Edén por desobedecer la voluntad de Dios y buscarán subsecuentemente la forma de regresar al paraíso, los vN optan por crear su propio paraíso en otro planeta (el epílogo se titula New Eden) y distanciarse por completo de los humanos como parte de su proceso de autoapropiación. La imposibilidad de alcanzar un punto intermedio donde los vN no sean relegados a un estatuto inferior y puedan convivir en un mismo espacio con los humanos pone de manifiesto una crítica a la disposición de los últimos de ser incluyentes y modificar la manera en que se relacionan con lo(s) demás. Pareciera que la única solución es hacer tabula rasa e iniciar de nuevo. Para liberarse finalmente de la amenaza de volver a ser sometidos, Amy y Portia actúan de manera conjunta para derrotar a los carruajes de guerra y lograr que el resto de la familia escape, aun si esto significa la muerte real de Amy, pues esta vez no hay ningún otro respaldo. Portia had never really considered what the family might look like without Amy in it. Even when they shared a chassis, she knew that Amy would be a part of her until they died. They were one flesh, knit together in the same corporate womb, and even if one succeeded in partitioning off the other forever, they would remain confined to the same prison. […] They were like one and zero, impossible to define without the existence of the other. (2020: 251) Desde un inicio Amy y Portia son antagónicas; la primera busca definirse a partir de su oposición con la otra. Incluso en el momento en que la abuela es devorada por Amy esta lucha se extiende al plano psíquico y se vuelve una constante lucha de poder para determinar quién tiene el control del cuerpo que comparten. A pesar de tener perspectivas y objetivos distintos, cuando su integridad física es amenazada, ambos personajes son capaces de colaborar y actuar 192 de manera conjunta. Conforme avanza la trama y dejan de compartir el mismo cuerpo, permanecen vinculadas y su relación de antagonismo se transforma en una de complementariedad. No es fortuito que en la cita se mencione cómo ambas eran one flesh, lo cual se refiere, por un lado, a su relación filial, pero también a una superposición similar a la propuesta por Ponty bajo ese mismo término que enfatiza la interdependencia de mente (Portia) y cuerpo (Amy) como aspectos indisociables y como condiciones necesarias el uno del otro. La analogía con el código binario reafirma este tipo de relación, puesto que también funciona como una oposición complementaria a partir de la cual se crea algo distinto. Así, ambas se vuelven no sólo interdependientes, sino también se modifican la una a la otra mediante su interacción: She [Amy] had never suffered, until she met Portia. That was Portia’s role in her life. To teach her the lessons of suffering. To cut her and cut her and cut her, until she was as hard and brilliant and sharp as she needed to be. […] she was sharpening the girl into a weapon that was keen enough to slice her to the very core. (2020: 257) Esta síntesis se transmite a la siguiente generación y, tras la muerte de Amy, Portia se vincula con su nieta para tomar control de su cuerpo temporalmente y eliminar las amenazas restantes. Esta compatibilidad resulta posible debido a que Esperanza es la suma de sus predecesoras y también se puede conectar con dispositivos. Llama la atención que Portia actúa de un modo casi parasitario, pues depende de alguien más para incidir en el plano material y, en este caso, transmitir sus enseñanzas a la nueva generación. Al vencer al enemigo y deshacerse del ataque, Portia se instaura como la monarca reinante que decide qué hacer con los derrotados y opta por encargarse de que los humanos nunca más creen vida inteligente, pues el conocimiento necesario para ello no va acompañado del entendimiento de “lo humano” y “lo inhumano” en su acepción de lo humanitario o la capacidad de ser compasivo y preocuparse por lo(s) demás: 193 Portia’s primary goal was that her enemy never again create something as powerful as she was. They already had the knowledge of life and death, and some (very limited) knowledge of good and evil. But they had proved that the knowledge of human and inhuman, or perhaps humane and inhumane, was quite beyond their ken. So it was best if they went back to an earlier prototype, and just stayed there. She looked down on what she had made, and saw that it was good. (2020: 271) De manera similar, esta conclusión se encuentra en el centro de textos precursores del cyberpunk feminista como las novelas como He, She and It (1991) de Marge Piercy, pues ambas destacan el deseo humano de crear vida como una forma de alcanzar un estatus de deidad y decidir sobre la vida de aquello que se encontraría por debajo del homo deus y, por lo tanto, quedaría sujeto al mismo. En este sentido, es relevante que en la cita anterior se retoma una de las frases más conocidas del pasaje de la Biblia referente a la creación, donde Dios se vuelve y contempla que aquello que había creado era bueno, para mostrar una inversión de roles y ser ahora la creación quien está a cargo del destino de su creador. Para asegurarse de que los humanos no intenten nuevamente crear vida artificial, Portia se queda en la Tierra en su manifestación incorpórea y cuasi-omnisciente para vigilarlos a modo del panóptico de Foucault. A pesar de que la tendencia cuando se trata de un enfrentamiento entre inteligencias artificiales o robots y humanos suele girar en torno a la erradicación de la raza humana, los vN sólo buscan no ser subyugados. Sin embargo, pareciera que esto es casi imposible de alcanzar en la Tierra, por lo que es necesario crear una colonia en Marte. Después del conflicto hay un salto temporal (no se especifica exactamente cuánto tiempo pasa) y no se menciona lo que sucede con el resto de los modelos vN. En el epílogo se hace referencia nada más a la familia de Amy que son (junto con su padre, quien ha sido modificado y se ha convertido en un posthumano en el sentido del transhumanismo, donde su conciencia se ha implantado en un cuerpo robótico) los pobladores y fundadores de la colonia que Amy había diseñado. No se 194 hace mención explícita de otro humano, pero se dice que en este Nuevo Edén no habría distinciones jerárquicas entre el origen orgánico o artificial de sus miembros, por lo que se infiere que son sólo los “humanos obsoletos” quienes se quedaron en la Tierra: “there was no difference in that respect between human and vN children. Then again, they were all human now. They were all people here” (2020: 274). En este nuevo contexto, se instaura un orden social posbiológico que se organiza de manera vertical como el rizoma, tanto por su hibridez como por su aparente falta de jerarquía, aunque en la novela no se explora la puesta en práctica del mismo. Debido a que la lucha por la autonomía ha quedado muy atrás, ésta es transmitida a las nuevas generaciones como historias que permiten mantener viva la memoria. La práctica discursiva es relevante para legitimar el por qué abandonaron la Tierra y su misión subsecuente; no obstante, que el papá de Amy sea quien se hace cargo de esto contrasta con la importancia que se le había dado a la autopoiesis de Portia con sus discursos directos y notas testimonio, y nuevamente la representación de las mujeres queda en manos de lo masculino, por lo que la perspectiva feminista se cae al final. Esto puede ser interpretado de dos maneras: como un enfoque pesimista ante la posibilidad de cambiar el paradigma antropocéntrico o como una ironía. 195 3.9 CONCLUSIONES El cuerpo atraviesa el ser. Somos el cuerpo que tenemos, pues es el vehículo de la percepción del mundo sensible, lo cual implica una perspectiva situada del mundo. El cuerpo condiciona nuestra percepción y, por tanto, también la manera en que nos relacionamos con nuestro entorno, pensamos, sentimos, afectamos y somos afectados por otros; en otras palabras, condiciona nuestra forma de estar en el mundo. En The Machine Dynasty el cuerpo adquiere importancia capital y constituye un aspecto fundamental de la existencia sin el cual no se puede vivir plenamente, pues configura el devenir de los personajes, es decir, la manera en que éstos se desenvuelven y se desarrollan a lo largo de la trama. El aspecto material se vuelve la condición sine qua non para incidir en el mundo, no subordinada al aspecto mental, sino complementaria e interdependiente, a la manera del concepto de flesh de Ponty. Incluso la existencia en este universo diegético se desarrolla en el plano material y no uno virtual, a diferencia de gran parte de la tradición del cyberpunk. Esto permite que los personajes sean atravesados por los afectos y, en ese sentido, afecten a y sean afectados por los otros. Los personajes se configuran como subjetividades transversales interrelacionadas con lo(s) otro(s). Son ensamblajes de elementos heterogéneos y se encuentran abiertos, es decir, en constante devenir. Como consecuencia, este becoming llama al reconocimiento de los vínculos existentes con los múltiples otros, cuestiona la identidad como algo dado, da cabida a existencias plurales opuestas al pensamiento esencialista, e impulsa el principio de la diferencia como estructura fundacional de la subjetividad. Si bien el cuerpo es parte esencial del ser, éste no se circunscribe sólo a la parte material y concreta del mismo, sino también a sus potencialidades, en palabras de Deleuze: “Un cuerpo no se define por lo que es sino por lo que puede hacer” (1986: 62). En este sentido, no importa si el cuerpo es orgánico o artificial. Lo que importa es lo que se hace y lo que se podría hacer con dicho cuerpo, por lo que “lo humano” no se determina por un origen, sino por la capacidad 196 en potencia de realizar las acciones consideradas como definitorias de lo humano, tal como la capacidad de sentir empatía por lo(s) otro(s). A lo largo de The Machine Dynasty se hace una crítica al antropocentrismo a partir de la ruptura con modelos dualistas de lo femenino y lo masculino, el adentro y el afuera, lo natural y lo artificial, lo orgánico y lo inorgánico, la naturaleza y la cultura. En este capítulo he buscado dar cuenta de la constitución de subjetividades posthumanistas que se van configurando conforme al desarrollo de la trama de The Machine Dynasty. La trilogía de cyberpunk feminista de Madeline Ashby muestra preocupaciones que coinciden con la visión posthumanista de Rosi Braidotti, quien privilegia un enfoque neomaterialista que destaca el aspecto corpóreo, lo híbrido, lo relacional, lo afectivo y lo abierto de las subjetividades. Tanto el cuerpo como la identidad no son algo fijo e inmutable. La trilogía llama a reelaborar el concepto de “lo humano”, pues este concepto no debería restringirse únicamente al modelo clásico y antropocéntrico del humanismo, sino que debe ampliarse para incluir cualquier subjetividad susceptible de mostrar ese potencial de humanidad, entendido como sintiencia y conciencia. El redefinir “lo humano” responde a la necesidad de reconocer la obsolescencia de términos reduccionistas que no dan cuenta de la pluralidad y la complejidad de la existencia contemporánea en la cual las fronteras entre categorías como lo orgánico y lo artificial, lo humano y lo no-humano, se desdibujan. En este sentido, la ficción es de suma importancia en la búsqueda creativa de nuevas posibilidades que permitan llevar a cabo un extrañamiento y reposicionamiento respecto al lugar que ocupa el ser humano en el mundo, pues permite hacer una destitución de la jerarquía y el surgimiento de nuevas especies que den cuenta de la condición posthumana heterogénea, múltiple, rizomática y de ensamblaje único. Si bien en el cyberpunk feminista de Ashby encuentro un intento de deconstruir la noción clásica y antropocéntrica de “lo humano” y proponer subjetividades posthumanistas, el dualismo es algo que no logra evadir en la medida en que la única posibilidad de existir en paz 197 es escapando a otro planeta. Al necesitar una separación entre los humanos y los vN Ashby niega la posibilidad de realmente coexistir y, por lo tanto, de crear un orden nuevo en verdad, con lo que cae en aquello que busca criticar y muestra lo difícil que es escapar el binarismo a partir del cual se configura nuestra mente.118 No obstante, el posthumanismo es un gran paso en el pensamiento crítico que nos ayuda a replantearnos el paradigma de cómo nos relacionamos con la alteridad, aunque queda claro que la tarea no es fácil y resta mucho por hacer. A modo de conclusión, en el siguiente apartado reflexionaré sobre cómo convergen o difieren las dos trilogías analizadas con la finalidad de evidenciar las propuestas del cyberpunk feminista y el convencional. 118 Una novela que explora la posibilidad de escapar la postura dualista mediante la hibridación es Semiosis (2018) de Sue Burke, donde los humanos que llegan a un planeta nuevo necesitan entablar relaciones de colaboración y comunicarse con las plantas sintientes que lo habitan. 198 4. CONCLUSIONES A lo largo de esta investigación he buscado dar cuenta de las dos principales posturas filosóficas que se preguntan por el concepto de lo humano en la era tecnológica: el transhumanismo y el posthumanismo. Por un lado, nos encontramos en un momento decisivo donde enfrentamos retos globales como el cambio climático, la crisis de agua y de alimento que amenaza nuestra existencia misma, mientras que, por otro, el desarrollo de la tecnología ha logrado cosas que anteriormente se pensaban inalcanzables, pues se concebía la capacidad de modificar la vida misma (edición genética, clonación) como algo reservado a los mismos dioses. Debido a esto, reflexionar hacia dónde vamos como humanidad es sumamente importante, ya que nos atañe a todos. Esta misma pregunta por el porvenir de nuestra especie constituye la base del cyberpunk, género que precede el debate transhumanista y posthumanista, y que permite llevar a cabo una desfamiliarización y un cuestionamiento de lo humano en el contexto capitalista y tecnológico contemporáneo a partir de la literatura. Lo humano en el cyberpunk tiene como punto de partida la naturaleza hibrida del cyborg, por lo que sus subjetividades presuponen una apertura onto-epistemológica, al vincular de manera simultánea categorías que tradicionalmente se conciben como excluyentes (Ferrando: 2020). Los cuerpos cyborg son, por tanto, ensamblajes tanto orgánicos como inorgánicos, que buscan desterritorializar lo humano al plantear nuevas posibilidades de configurarnos que traspasan las fronteras conceptuales clásicas del dualismo. Esta deconstrucción de “lo humano” implica pensar el concepto como una práctica discursiva histórica y, por lo tanto, sujeta al cambio, lo cual nos permite cuestionar las estructuras de poder que han dictado la forma de relacionarnos con lo(s) otro(s) a lo largo de la historia yendo más allá de divisiones jerárquicas dualistas. El cyberpunk muestra otras posibilidades de devenir con la tecnología; sin embargo, tras el análisis de Altered Carbon y The Machine Dynasty, considero que hay dos aspectos esenciales que diferencian los dos tipos 199 de subjetividades cyborg propuestas por el cyberpunk convencional de Richard Morgan y por el feminista de Madeline Ashby. 4.1 RELACIÓN CON LA OTREDAD Así como el posthumanismo y el transhumanismo abordan la misma temática desde enfoques distintos, el cyberpunk también tiene dos vertientes que conciben lo humano de manera diferente. Siguiendo el planteamiento de Le Guin (2020) acerca de la escritura masculina o canónica como algo distinto de la femenina,119 es significativo que la narrativa de las dos trilogías parte de perspectivas totalmente distintas a pesar de ser del mismo género: Altered Carbon se cuenta desde el punto de vista de la hegemonía antropocéntrica que Braidotti denomina el sujeto clásico del humanismo, pues el personaje principal es humano, hombre (aunque de raza mixta, por lo que en este sentido se sale de la convención de lo hegemónico como estrictamente blanco y europeo), heterosexual y soldado de élite. Esta vertiente convencional sólo da cabida a lo femenino concebido a partir del heteropatriarcado, por lo que los personajes femeninos son representados desde una visión estereotípica objetivante, y cuando tienen una mayor relevancia es debido a la virilización de la feminidad que privilegia cualidades “masculinas” relacionadas con la fuerza y la agresión. Por otro lado, The Machine Dynasty gira en torno al desarrollo tanto físico como psicológico de Amy, un humano sintético cuya dinastía desafía el rol laboral, social y de género que los humanos habían determinado. Como bien menciona Cadora (1995), esta diferenciación de temáticas “masculinas” y “femeninas” coincide con los dos tipos de escritura de los que habla Le Guin. Por lo tanto, el cyberpunk feminista se enfoca en la “otredad”, que en este caso abarca tanto lo no humano como lo femenino, cuya rebelión es sintomática de lo relegado a la periferia. Cabe destacar que los objetivos de los personajes principales muestran las distintas preocupaciones de ambas 119 Ver p. 77. 200 vertientes, pues Takeshi Kovacs encarna la temática “masculina” que narra historias del Hombre como héroe (Le Guin), mientras que Amy representa una escritura “femenina”, pues se enfrenta a conflictos internos (emocionales y psicológicos) en su búsqueda por un lugar en el mundo para ella y su especie. En el cyberpunk convencional de Altered Carbon encontramos la perpetuación del modelo humanista antropocéntrico que concibe lo humano como la única forma de vida legítima pues, a pesar de haberse convertido en cyborg, en tanto que las personas son modificadas a niveles químicos y físicos por los avances de la tecnociencia, la alteridad (lo no humano, lo cuasi-humano) todavía se percibe como inferior. Recordemos cómo la relación de los personajes con lo no humano mantiene una diferenciación jerárquica. Tanto los mimints como las inteligencias artificiales tienen un papel casi incidental en la trilogía y se conciben como meros objetos que pueden ser eliminados sin mayor remordimiento, al tiempo que desempeñan una función servil y desprovista de la posibilidad de autodefensa. Los valores antropocéntricos quedan muy claros cuando, aunque se menciona cómo las inteligencias artificiales tienen consciencia propia y logran comprar su estatuto de existencias autónomas, y los mimints habitan una zona específica alejada de los humanos, a ambos se les sigue tratando como formas de vida ilegítimas: las primeras por ser incorpóreas, y por lo tanto incapaces de incidir de manera física en el mundo, y los segundos porque, aunque son mentes humanas atrapadas en objetos, no tienen una apariencia antropomorfa. De manera paralela, los humanos se asemejan cada vez más a las inteligencias artificiales tras modificar su bioquímica para poder alcanzar una nueva etapa en la evolución en la cual el cuerpo se vuelve un objeto más que ha sido colonizado e instrumentalizado mediante la tecnología para su mercantilización. Recordemos cómo los Meths son considerados prácticamente una especie diferente que casi no tiene apegos ni vínculos emocionales, pues la prolongación indefinida de la vida cambia sustancialmente el sentido de esta. Así, el humano se percibe como un ser aislado, autónomo, 201 completamente desvinculado de su entorno, lo cual legitima la lógica de dominación con lo que considera otredad. Por otro lado, en The Machine Dynasty encontramos humanos sintéticos que luchan por ser reconocidos como formas de vida legítimas, independientemente de su origen artificial, pues son capaces de crear vínculos y desear una vida independiente, sin que esto represente o signifique una amenaza para los humanos. En este sentido, cabe destacar cómo la vertiente feminista explora lo humano, no como una condición fija, sino que deviene, es decir, se construye mediante representaciones performativas sociales en un contexto específico (Ferrando 2021). En la medida en que los vN muestran cualidades de lo humano entendido a partir de su acepción de humanitas,120 aquello que los separa de su contraparte orgánica es puesto en tela de juicio, pues los humanos orgánicos se caracterizan por ser fríos, calculadores y violentos, subvirtiendo la diferencia estereotípica de lo humano y lo no humano. Ashby propone, más bien, un proceso de humanización que se define a partir de la capacidad relacional y de experimentar empatía. Debido a esto, el personaje de Amy destaca por su carácter híbrido e interespecie que disuelve fronteras entre conceptos aparentemente excluyentes, pues en ella convergen elementos heterogéneos (cuerpo sintético, emociones humanas, habilidades animales, capacidades fotosintéticas y vinculación con la naturaleza) que desdibujan la posibilidad de una valoración jerárquica que dé pie a una noción de alteridad, a favor de una interrelación horizontal en la que ningún elemento tiene primacía. En este sentido, el conflicto principal que enfrenta Amy a lo largo de la trilogía es un acto de resistencia que se opone a las definiciones esencialistas que conllevan una lógica de dominación. Amy es una figuración propiamente posthumanista que se redefine constantemente al ir incorporando las distintas dimensiones de existencias situadas, en lugar de perpetuar las distinciones que separan una forma de vida de otra. Esta adaptabilidad al cambio muestra cómo la conformación de la 120 Ver p. 19. 202 identidad es algo abierto, que deviene, y se constituye a partir de la interacción con el entorno. Recordemos que para Braidotti, un sujeto (y este caso podemos extender estas cualidades al concepto de lo humano) se define por su capacidad relacional por lo que, al asumir la interconexión con lo(s) otro(s), incrementa su poder121 de incidir en el mundo incrementa. Este es uno de los elementos clave del posthumanismo de Braidotti, pues considera la interrelacionalidad como un proceso afirmativo que conlleva un potencial liberador. Por su parte, esto genera una noción de comunidad que contrasta con el individualismo característico del cyberpunk convencional. En este sentido, llama la atención que en el tercer libro de Altered Carbon se exprese una añoranza por ese sentido de pertenencia que, no sólo daba cohesión a la sociedad, sino que también le daba un propósito a la existencia al implicar objetivos que van más allá del individuo. No obstante, este anhelo de cambio no se concreta y se queda como un proyecto pendiente, lo cual deja ver cómo este conflicto es percibido como algo no tan apremiante. Por otro lado, la importancia de la idea de comunidad es un elemento clave del posthumanismo braidottiano que busca rematerializar la existencia en lugar de desmaterializarla, tal como pretende el transhumanismo. Esta necesidad surge como respuesta a la crisis del Antropoceno que amenaza la supervivencia de todas las especies, por lo cual es de suma importancia reconocer la relación de interdependencia entre las diversas manifestaciones de vida. En este sentido, este concepto constituye la columna vertebral de The Machine Dynasty, pues el mismo término de dinastía hace referencia a una comunidad específica de humanos sintéticos que se vuelven capaces de conformar una comunidad afectiva al vincularse con otros seres y con su entorno. Recordemos que, si bien el modelo de Amy es el único que no es afectado por el failsafe, el personaje de Javier eventualmente logra también 121 Braidotti considera el término poder como algo complejo y estratégico, en tanto que implica al mismo tiempo dos posibilidades: potestas, es decir el dominio que se tiene sobre algo, y potentia, lo cual remite al empoderamiento o la fuerza de un individuo (Braidotti: 2016) “The Matter of the Posthuman”. Springerin. Disponible en: https://www.springerin.at/en/2016/1/die-materie-des-posthumanen/ 203 oponerse a su programación original de poner el bienestar humano por encima del suyo y decide libremente entablar una relación afectiva con Amy. Otra forma en que la perspectiva feminista de The Machine Dynasty se opone al esencialismo que da origen a una noción de alteridad es mediante la subversión de los roles de género estereotípicos en la medida en que la reproducción es algo que tanto los vN masculinos como los femeninos llevan a cabo. Esta estrategia desarticula algunos de los argumentos del heteropatriarcado que supuestamente legitiman la superioridad del hombre sobre la mujer pues, a lo largo de la historia, lo femenino ha sido vinculado con el concepto de naturaleza, mientras que la cultura se le ha atribuido a lo masculino (Le Guin). Parte de lo que conlleva esta distinción es que la capacidad reproductiva se asocia con estados vulnerables y cambios hormonales que hacen del individuo algo impredecible, lo cual contrasta con el carácter constante y fuerte de lo masculino: Dans ce schéma, la femme, prisionère d’une nature froide et humide, ne fait que subir, dans une passivité totale, ses écoulements incontrôlés de sang et de lait, tandis que l’homme, qui possède une nature chaude et sèche, est l’«être qui engendre dans une autre», grâce au principe générateur et moteur contenu dans son sperme. C’est donc la hiérarchie naturelle des fluides qui justifie la hiérarchie sociale (Gazalé, 2017). En el momento en que ambos géneros comparten la tarea reproductiva el argumento de la vulnerabilidad física y de los cambios hormonales deja de ser válido para justificar la valoración de inferioridad/ superioridad de un género en relación con el otro, sin que por esto dejen de existir los conceptos de feminidad o masculinidad. De manera similar, en la medida en que los humanos sintéticos tienen la capacidad de reproducirse, dejan de estar supeditados a sus creadores para perpetuarse. Esto es importante porque, tradicionalmente, ésta es una de las principales limitaciones por las que a los humanos sintéticos se les considera inferiores a los humanos orgánicos, sin embargo, al poder autoperpetuarse se les confiere autonomía y se 204 vuelven equiparables con sus creadores. En resumen, el primer aspecto que diferencia el cyberpunk convencional de Altered Carbon del feminista de The Machine Dynasty es el cambio de un enfoque individualista, antropocéntrico y jerárquico a uno relacional donde el mundo se entiende como una compleja red de interconexiones que deja de lado la lógica de dominación detrás de la idea de un sujeto universal como medida de todas las cosas. En términos deleuzianos se pasa de una visión arbórea (vertical) a una rizomática (horizontal). 4.2 RELACIÓN CON EL CUERPO El segundo elemento que diferencia sustancialmente ambos enfoques es la tendencia a la desmaterialización o a la rematerialización del cuerpo, y lo que esto implica. Como se mencionó, el cyberpunk originalmente surgió en la década de los ochenta, en la cual hubo un auge en el desarrollo tecnológico de distintas disciplinas como la informática, la cibernética y la robótica. Esto revolucionó la manera de procesar y obtener información, y dio lugar al surgimiento de una nueva dimensión creada a partir de datos abstractos – el mundo virtual o ciberespacio como lo llamó Gibson. La creación de este espacio utópico (en el sentido etimológico de ou-no y topos-lugar) donde se puede “liberar” la mente, en tanto que lo que se puede experimentar no está constreñido por limitaciones materiales, reafirmó la escisión cartesiana entre el plano cognitivo y el plano material. De este modo, tanto el transhumanismo como el cyberpunk convencional reflejan y perpetúan esta primacía de lo abstracto y lo simbólico sobre lo corpóreo, lo cual se concibe como un aspecto independiente que puede (y debe) ser modificado, sin que esto repercuta en la autoconformación del individuo. El cuerpo del cyborg que plantea este enfoque es una etapa intermedia del humano que busca dejar atrás su “humanidad” mediante la sustitución de partes orgánicas por inorgánicas, las cuales son reemplazables y, por lo tanto, desechables. De este modo, el cuerpo es algo que hay que 205 “perfeccionar” debido a su naturaleza defectible en tanto finita y con limitaciones. Si bien en Altered Carbon las modificaciones corporales son más bioquímicas que físicas, el cuerpo como tal es una “funda” que, como la ropa, es intercambiable por distintas versiones mejoradas o por el cuerpo que en algún momento le perteneció a alguien más, lo cual está sujeto a disponibilidad y a las posibilidades económicas. El cuerpo es una mercancía más que, aunque es reemplazable, sí es necesaria para tener agencia en el mundo. En este aspecto Altered Carbon se aleja del cyberpunk más tradicional, pues lo corpóreo es la condición sine qua non para vivir, aun cuando sí existe un mundo virtual donde se pueden vivir fantasías y torturas sin fin. A pesar de sus posibilidades utópicas, la importancia de ambos planos no es la misma y el plano virtual tiene un papel secundario que únicamente complementa al material. Sin embargo, el cuerpo es concebido como una máquina neutral, inserta en la lógica capitalista de la utilidad y el consumo, totalmente desprovista de marcadores identitarios particulares. A lo largo de la trilogía se menciona cómo los individuos pueden habitar cuerpos ajenos y moverse en ellos sin que sus especificidades influyan en la configuración de la identidad de esta persona, es decir, sin que esto afecte o modifique el concepto que tienen de sí mismos. Éste permanece intacto, sin importar el “vehículo” en el que se encuentre la esencia de la persona en ese momento: “new life, new body” (2003: 26). Esta idea de que la mente sea impermeable al cuerpo es ingenua en su reduccionismo, pues lo corpóreo se trata como si fuera algo universal que no determina o influye en la manera de estar en el mundo, y sus posibilidades no cambian dependiendo del cuerpo que se tenga. No se explora cómo los cuerpos modifican las identidades. En este sentido, la construcción de personajes es muy conservadora, pues se queda en los estereotipos, y el potencial híbrido de las subjetividades cyborg no se aprovecha para cuestionar el statu quo en sus valores antropocéntricos, heteropatriarcales y esencialistas. La relación con el cuerpo en sí es representativa de las relaciones de poder, dominación y exclusión propias de la hegemonía. 206 Si bien el cyberpunk convencional fue muy innovador al reflejar el momento histórico particular del surgimiento de la posmodernidad, con su crítica a las desigualdades y la distopía a la que lleva las contradicciones del discurso del progreso capitalista, su modelo dualista y antropocéntrico del mundo no da cuenta del momento que vivimos hoy en día. No capta la complejidad ni la importancia del plano material (lo corpóreo) como algo múltiple donde no sólo los humanos tienen agencia, sino donde la realidad es co-producto de la intraacción con lo no humano. Este cambio de perspectiva se dio gracias a las teorías feministas que planteaban la materialidad del cuerpo y la diferencia como algo fundamental y determinante para la noción de identidad, pues ésta es el resultado de la interacción de las particularidades materiales de los cuerpos y las condiciones materiales que habitan. Tanto el posthumanismo de Braidotti como el cyberpunk feminista de Ashby buscan recuperar la importancia del cuerpo como un aspecto crucial para dar cuenta de lo humano como algo más complejo y amplio que meros procesos racionales susceptibles de ser guardados como información para posteriormente ser reproducidos (Hayles), tal como lo considera tanto el transhumanismo de Moravec como el cyberpunk convencional de Altered Carbon. El advenimiento del Antropoceno fue determinante para replantear la importancia del plano material al disolver la separación del humano con su entorno, puesto que el impacto ambiental repercute en las condiciones de vida de todas las especies. Como respuesta a esto, el posthumanismo busca reformular la forma de pensar lo humano desde una perspectiva ética, material, relacional y situada que haga frente al concepto humanista en un contexto tecnológico y de crisis ambiental (Braidotti 2013). Es importante recalcar la necesidad de rematerializar la existencia, pues sólo en la medida en que hagamos conciencia de nuestra interdependencia con nuestro alrededor, podremos trascender el solipsismo que nos sumerge en una apatía extendida por lo que acontece y afecta a lo(s) demás. El cuerpo y la mente son elementos co-constitutivos e 207 indisociables. Son un continuum donde lo material es marcado por nuestra interacción con lo(s) que nos rodea(n), lo cual influye en la forma de pensar y, por lo tanto, en las decisiones que tomamos respecto a cómo nos movemos en el mundo. En este sentido, nos relacionamos de manera tanto racional como afectiva, por un lado, y, por otro, el cuerpo y sus características específicas determinan nuestras limitaciones y capacidades. El cyberpunk feminista de Ashby considera que el cuerpo es algo inescapable que, más que un repositorio, es un sistema abierto, atravesado y moldeado por las fuerzas afectivas, sociales y simbólicas del entorno. Incluso el personaje de Portia, humano sintético que se caracteriza por su naturaleza extremadamente racional y pragmática, expresa explícitamente el anhelo de tener un cuerpo a pesar de ser cuasi-omnipresente, cuasi-omnisciente y cuasi- inmortal cuando trasciende la materialidad y existe en los dispositivos tecnológicos. Esta humanización de lo inorgánico contrasta con la manipulación de lo orgánico en Altered Carbon con fines instrumentales a modo de lograr una mayor eficacia. No obstante, llama la atención que el cuerpo en Ashby tampoco es sinónimo de identidad, pues los ejemplares de los distintos modelos de vN tienen la misma apariencia y singularizan su existencia a partir de las interacciones con el entorno y la experiencia que resulta de esto. Esto refuerza la idea del continuum cuerpo-mente como un sistema abierto que, de manera similar a los sistemas termodinámicos, se moldea a partir del intercambio de energía y materia con su entorno, sin que ninguno de los dos aspectos esté subordinado al otro. Tanto el posthumanismo crítico de Braidotti como el cyperpunk feminista de The Machine Dynasty retoman la política de la ubicación que se enfoca en la diversidad, en vez de lo supuestamente unitario o universal, pues las existencias heterogéneas constituyen variaciones de la vida misma por lo que son igual de legítimas. El personaje de Amy es el punto de partida de una nueva dinastía de subjetividades transversales interrelacionadas con lo(s) otro(s), es decir, ensamblajes de elementos heterogéneos que se encuentran abiertos y están en 208 constante devenir. Este becoming llama al reconocimiento de los vínculos existentes con los múltiples otros y cuestiona la identidad como algo dado, dando cabida a existencias plurales opuestas al pensamiento esencialista a partir de la afirmación del principio de la diferencia como estructura fundacional de la subjetividad. “Lo humano” (o la humanización en términos de Ferrando) se concibe como un proceso abierto de autopoiesis que es tanto embodied como embedded, pues existimos en un lugar y un momento concreto que involucra tanto a los otros (la diferencia) como a lo otro (no humano). A pesar de que ambas trilogías exploran formas de ser “humano” en el contexto del capitalismo tecnológico, el cyberpunk feminista de escritoras como Madeline Ashby es más propositivo en tanto que busca crear un imaginario alternativo a los modelos que perpetúan las estructuras de poder existentes. Si bien no da una respuesta a cómo enfrentar desafíos como la trampa del pensamiento dualista, desde su postura política feminista que cuestiona la hegemonía, tiene la distancia necesaria para ver fallas en el sistema y utilizar el potencial creativo y disruptivo de la ficción para imaginar alternativas de lo que no es, pero podría ser. Hace hincapié en que debemos replantear la forma de concebirnos y de relacionarnos, si es que queremos sobrevivir como especie, por lo que va más allá de la crítica al sistema capitalista y cuestiona la base misma de la modernidad sustentada en el pensamiento jerárquico binario. Esta vertiente de cyberpunk feminista, vista como algo minoritario en relación con la convencional, constituye una nueva etapa en el desarrollo de este género literario que busca concebir un imaginario alternativo de posibilidades de lo humano en el Antropoceno o Chtuluceno122 como lo denomina Haraway, aprovechando el papel generativo de la ciencia ficción como gedankenexperiment: “sf is storytelling and fact telling; it is the patterning of possible worlds and possible times, material-semiotic worlds, gone, here, and yet to come” 122 Haraway retoma la figura mítica de Lovecraft de Chtulu conocida por sus tentáculos para referirse simbólicamente a esta era en la que confluyen “[a] myriad temporalities and spatialities and myriad intra-active entities-in-assemblages—including the more-than-human, other-than-human, inhuman, and human-ashumus” (2016: 101). 209 (2016: 31). En este sentido, coincido con Braidotti cuando sugiere que “we need to turn to “minor” literary genres, such as science-fiction and more specifically cyber-punk, in order to find non-nostalgic solutions to the contradictions of our times. Whereas mainstream culture refuses to mourn the loss of humanistic certainties, "minor" cultural productions foreground the crisis and highlight the potential it offers for creative solutions” (1996: 2). Imaginar una miríada de devenires potenciales o posibilidades de ser en la era tecnológica a partir de modelos más incluyentes, no sólo nos permite enriquecer el debate ontológico de “lo humano” al reivindicar “la diferencia” como algo positivo, sino que posibilita tomar distancia del discurso de dominación para cuestionar sus limitaciones. Asimismo, pensar lo humano como un proceso abierto de autoconstitución que se encuentra en constante cambio pero que es forzosamente afectivo, encarnado, situacional e interrelacional, nos obliga a repensar la relación con lo “no humano” (entendido no sólo como metáfora de aquello a lo que históricamente hablando se le ha sido negado dicho estatuto, sino también de manera literal) como elemento co-constitutivo con el que nos relacionamos de manera horizontal. Esto nos ayuda a modificar el pensamiento reduccionista y contrarresta la deshumanización que conlleva el pensamiento jerárquico, el cual nos ha llevado a vivir en sociedades inequitativas y ha dado lugar a la era del Antropoceno. La finalidad de imaginar escenarios futuros donde el cambio es posible es crucial para seguir trabajando en resarcir la necesidad de justicia histórica para modos de existencia que han sido privados de su autonomía por la supuesta hegemonía, al igual que reivindicar la importancia de los aspectos materiales que nos constituyen como seres sumamente complejos. Si bien este trabajo de investigación ha buscado mostrar cómo el cyberpunk feminista de escritoras como Madeline Ashby nos permite problematizar la idea de la tecnología y la automodificación como la clave para la supervivencia de nuestra especie, estoy consciente de que existen otras propuestas de cómo descentrar al obsolescente sujeto humanista clásico, por 210 lo que es importante revisar la obra de predecesoras como Ursula Le Guin, Joana Russ y Octavia Butler, quienes han sido fundamentales para el desarrollo de la ciencia ficción feminista. Asimismo, escritoras contemporáneas como Lois McMaster Bujold, Annalee Newitz, Nalo Hopkinson, ofrecen otras alternativas que nos permiten ahondar en esta compleja reflexión. Resta mucho trabajo por hacer para poder dar respuesta a los retos que enfrentamos en esta época, no obstante, las humanidades tienen la ardua tarea de fomentar el pensamiento crítico, creativo y ético que debe ir de la mano del desarrollo tecnocientífico, pues el conocimiento, al igual que el ser humano, no es fragmentado, sino que funciona de manera transdisciplinaria, es decir, está interconectado. 211 REFERENCIAS: Adorno, Horkheimer, Dialéctica de la ilustración, Trotta, Madrid, 1998. Achbar, Abbott, The Corporation [Película]. Big Picture Media Corporation. 2008. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=LU5-hbxwUXI Ahmed, Sarah, Thinking Through the Skin, Routledge, Nueva York, 2004. ___________, La política cultural de las emociones, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, 2017. 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