contentText=

Aunque toda la piel tiene terminaciones nerviosas las cuales transmiten sensaciones agradables y placenteras, ciertas partes de nuestro cuerpo son más receptivas a estímulos, como son; la boca, el cuello, las orejas, la nuca, entre otras. A continuación, mencionaremos algunos puntos de placer tanto en el hombre como en la mujer. Dos reacciones que se dan al estar en pareja son la excitación, misma que puede llegar al orgasmo y aquí te las explicamos.

Excitación: Es la primera parte de la respuesta sexual. Durante la excitación sexual, tanto el hombre como la mujer experimentan un aumento del ritmo cardíaco, ésta acción provoca cambios mentales y físicos en el cuerpo que preparan y facilitan a la persona para que se produzca la relación sexual. La excitación comienza con la estimulación tanto física como psicológica o una combinación de ambas, ya sea a través del olfato, la vista, el tacto, el pensamiento o las emociones. En el hombre se manifiesta a través de la erección del pene. Aunque menos notoria en la mujer se manifiesta a través de la lubricación de la vagina.

Orgasmo: Un orgasmo, es el clímax explosivo de una relación sexual. Es la liberación repentina, placentera, hasta un punto casi insoportable, de tensión sexual que se va acumulando de manera continua, desde que se inicia la excitación. El orgasmo es la experiencia más sensacional que puede tener un ser humano. Gracias a ella, todas las personas muestran un interés continuo en el sexo.

El punto G: El punto de Gräfenberg o punto G, es una pequeña zona del área genital de las mujeres localizada detrás del pubis y alrededor de la uretra. Se dice que la estimulación del punto G (a través de la pared frontal de la vagina) propicia un orgasmo más vigoroso y satisfactorio, y es posiblemente la causa de la eyaculación femenina. Tal estimulación requiere un empuje en cierto modo opuesto, al que se necesita para lograr la máxima excitación clitorial con el pene.

Los pezones: Están rodeados de un área de piel muy sensible, con una pigmentación más oscura, denominada 'areola’. El pezón y la areola son receptores eróticos tanto en la mujer como en el hombre. Su estimulación puede realizarse a través de leves caricias, lo cual hace que se endurezcan y lleguen a la erección.

El punto P: Se denomina así por la próstata. Esta glándula, exclusivamente masculina, la estimulan hombres de cualquier preferencia sexual. La fricción constante con la próstata produce en el hombre un intenso orgasmo de eyaculación involuntaria y fuertes espasmos. También se puede lograr este orgasmo en los hombres al presionar o masajear la zona del periné (zona entre el ano y los testículos) o directamente al presionar tal glándula con el dedo índice. Otra zonas bastante sensibles son el glande (la parte superior del pene) y el escroto (la piel que recubre a los testículos).

1.3.1 Autoexploración

Es importante explorarnos para conocernos. Para saber que nos gusta y que no. Reafirma el amor propio y la autoestima, pero también es importante observar los cambios que experimenta el cuerpo en esta etapa, en el caso de los hombres pararse frente al espejo, en el caso de las mujeres, es importante conocer la vulva, ayudadas con un espejo, principalmente por las cuestiones afectivas y por que no por cuestiones de salud.

La masturbación es cualquier tipo de estimulación que produce activación erótica, tanto si termina como si no termina en orgasmo, es una actividad igualmente practicada por hombres y por mujeres, e incluso básica, ya que ayuda al individuo a aprender sobre su propio cuerpo, aprender como responder sexualmente, a desarrollar una identidad sexual, pero sobretodo a obtener una descarga sexual.