EN EL MARCO de la celebración de sus primeros 10 años Museo Soumaya presenta la exposición Santuarios de lo íntimo. Retrato en miniatura y relicarios.
Seiscientas treinta piezas son parte del universo de objetos que guardan formas de intimidad en el pasado. Objetos cargados de la presencia de personas, personajes y lugares sagrados.
Alarde de maestría técnica, pequeño contenedor de sentimientos, el retrato en miniatura y los relicarios son una hazaña para la vista y una promesa para la emoción.
Obras en técnicas como gouache, óleos, cera, grabado, tallas y plumaria sobre láminas de marfil, metal, vitela y papel, de los siglos XVIII y XIX, principalmente, conforman esta muestra.
En los siglos XVIII y XIX, cuando se descubre la individualidad en pleno, lo íntimo irrumpe con delicadeza y crea obras a escala inusitada. Todo es personal, individual, reservado. La imagen del amado se reproduce para enmarcarla con refinamiento y cultivarla con devoción. Vírgenes, santos, reliquias son guardados en delicados medallones, lujosos o modestos.
El acervo de retrato en miniatura y relicarios de la colección de Museo Soumaya es representativo de las escuelas inglesa, francesa, mexicana, española y norteamericana. Proviene de fondos como los de Gonzalo Obregón, Julio Alejandro y Daniel Liebsohn, principalmente.
Enriquecen la exposición piezas de la generosidad de instituciones como Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, Centro de Estudios de Historia de México CONDUMEX, la Arquidiócesis Primada de México y de las particulares como Guillermo Tovar de Teresa, José Pintado, José de Jesús Aguilar y Alicia e Isaac Backal.
Cada objeto habla a su modo. Las miniaturas fueron, entre otras cosas, objetos que se llevaban como una imagen entrañable: en pulseras, prendedores y adornos que colgaban del cuello, representaciones que remataban en un brazalete, figuraciones asidas a un broche con un alfiler para sujetarlas en la parte central del escote, pechera o chaleco. Lugares todos equidistantes a la zona del corazón. Los relicarios, medallones con restos corporales de santos, mártires y beatos, así como de objetos que estuvieron en contacto con ellos, han definido un acto religioso privado signado por la intensidad emocional.
El trabajo de una exhibición abre la posibilidad de nuevas lecturas de un hecho artístico e histórico concreto. Fervor religioso, épico y sentimental.
Los estudiosos han invertido gran interés y conocimiento en la elaboración de un libro que incluye un catálogo con la reproducción de la obra presentada y estudios sobre retrato en miniaturas, la devoción a través de los relicarios, y así como tópicos en torno a la intimidad y la devoción.
Escriben Eduardo Báez, Alicia Bazarte, Gabriela Sánchez, Eduardo Merlo, Carolusa González, José de Jesús Aguilar, Eva María Ayala, Alfonso Miranda y Mónica López Velarde Estrada.
Complementa el recorrido de la exposición una sala de juegos donde los pequeños podrán ingresar a un cajón lleno de objetos de intimidad imaginando que se han convertido en diminutos seres.
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