SE CREE que la miniatura se desarrolló en Inglaterra a partir de un obsequio francés. En 1520 Francisco I, rey de Francia, le envió a Enrique VIII retratos de los héroes de la batalla de Marignan que impresionaron al monarca inglés: pequeñas efigies en óvalo sobre un pergamino. Seis años después, las cortes de ambos países ya intercambiaban con regularidad miniaturas en medallones.
Aunque las miniaturas llegaron a Inglaterra desde Francia, en el país galo florecieron hasta el reinado de Luis XV, en el primer tercio del siglo XVIII, siguiendo la moda impuesta por los británicos. De Francia llegaron a España y de ahí a los virreinatos americanos. En nuestro país el mejor momento de este género fue en el México independiente durante el primer y segundo tercio del siglo XIX, como se observa en la colección expuesta. El retrato en miniatura vivió su edad de oro en el siglo XIX.
A principios del XX, la miniatura se vio desplazada por la fotografía gracias a su rapidez, fidelidad y fácil acceso, dando fin a la era de este íntimo y pequeño objeto de devoción personal.
Los
tipos de pintura pequeña
En el siglo XVIII la pintura
de pequeñas dimensiones se conocía con dos términos para
técnicas distintas: pequeño retrato y retrato en miniatura.
Durante el siglo XIX, el pequeño retrato fue desplazado por la miniatura;
así como en el siguiente siglo ésta desapareció ante
el impulso de la fotografía.
El pequeño retrato –nombre que se le dio en España y sus
territorios hasta finalizar el siglo XVIII– es óleo sobre papel
encerado o lámina de metal, en especial de cobre. Después se
conoció como retrato pequeño.
La miniatura es gouache sobre pergamino, y a partir de 1720, la artista italiana Rosalba Carreira (1675–1757) comenzó a utilizar la lámina de marfil que brindaba mayor luminosidad y que con el tiempo desplazó el uso de otros soportes. Su tema principal fue el retrato. El gouache hace uso del agua como medio. Otra característica de esta técnica es que, a diferencia de la acuarela, el carbonato de calcio –pigmento de color blanco– brinda opacidad, consistencia y textura.
Dos técnicas en la pincelada fueron utilizadas por los miniauristas: puntillismo cerrado aplicado con la punta del pincel, y puntos largos en paralelo o entrecruzados.
Inicio relicarios | Escuelas estilisticas | La muerte retratada