Martes 03 de Septiembre de 1996

Superada la Urgencia Económica, Toca Repartir la Carga de la Recuperación: Clero

PATRICIA CERDA

Superada la etapa de urgencia económica, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Sergio Obeso Rivera, y el vocero de la CEM, obispo Abelardo Alvarado, aseveraron que entrar a una nueva era en México implica buscar caminos de solución a la pobreza, repartir la carga de la recuperación, sostenida en los hombros de toda la nación, "y no sólo en los de los obreros y campesinos".

Tras reunirse en su consejo de presidencia, donde 21 obispos analizaron el Segundo Informe de Gobierno del Presidente Ernesto Zedillo, el clero aseveró: "La recuperación debe ser obra de todos y no obra de un solo hombre, porque no es posible que si una sola persona o un grupo estornuda, sufra todo México".

Por su parte, el Arzobispado de México expone mediante un comunicado que la Iglesia contempla con "gran esperanza" el esfuerzo del gobierno en el campo de la promoción de justicia, con apego a la ley y a todos los derechos humanos, y manifiesta su oposición a cualquier forma de violencia, independientemente de que se sustente en un supuesto apoyo social.

"Compartimos con el Presidente -explica- su interés real por combatir la pobreza en nuestro país y elevar la vida de todos los mexicanos. Los bienes de la creación, puestos por Dios al servicio del hombre, deben servir para cubrir las necesidades de todos. Ojalá podamos ver en un breve plazo que los resultados positivos en la superación de la crisis y en el desarrollo de nuestra economía lleguen a beneficiar a todos los mexicanos, especialmente a los que padecen mayores necesidades. El esfuerzo que el pueblo de México ha hecho ha sido muy valioso y la Iglesia continuará sumándose a ese trabajo".

En tanto que el abad de la Basílica de Guadalupe, Guillermo Schulenburg, momentos antes de reunirse con los miembros de la CEM, reunidos para analizar los temas correspondientes a su próxima asamblea plenaria de noviembre y para analizar el informe presidencial, indicó que cualquier grupo sublevado debe sujetarse a lo prescrito para ellos, conforme a derecho.

Es cierto, subrayó Obeso, el país ha superado la etapa de aguda crisis pero la miseria y la recesión subsisten. "Las insurrecciones que se manifiestan en la nación pueden ser legítimas, dada la pobreza que se extiende en todo México, pero los caminos son los equivocados, porque como Iglesia no podemos suscribirnos a la violencia".

Como mexicanos, externó, tenemos esperanzas y desechamos la violencia, sobre todo cuando en el ámbito internacional se ha probado que la violencia generada para obtener supuestamente bienestar para todos, ha sido contraproducente.

Obeso Rivera declinó aplicar el calificativo de "terroristas" al Ejército Popular Revolucionario, "porque debemos tener sumo cuidado cuando se utiliza este término".


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