Fundación Manuel Buendia


EL DTH, ALIANZAS, CONCESIONES, RATINGS, INVERSIONES...

La TV en 1996: nexos políticos, pugnas y sensacionalismo

Alejandro Olmos

Comentarista especializado en TV de El Fin justifica a los medios,
que se transmite por Radio Educación
 
De la competencia entre televisoras se pasó al escándalo, al show, a la violencia verbal. Los televidentes fueron testigos de que lo más importante no eran ellos mismos, sino defender un negocio, un mercado de millones de anunciantes y al mismo tiempo un espacio de negociación política. A TELEVISA y TV Azteca nunca pareció preocuparles que sacaran sus “trapitos al sol”: lo que de verdad les interesaba era limpiar su imagen con el actual régimen y demostrar que antes sí, pero ahora ya no tenían nada que ver con la familia Salinas de Gortari. Para ello no escatimaron esfuerzos en insultarse y atacarse frente a millares de televidentes, que impávidos asistían a una función de box para la que ni siquiera habían solicitado boleto. 1996 fue un año en el que las sospechas -hasta ahora insuficientemente documentadas- de las ligas entre políticos y empresarios de la comunicación para obtener concesiones de radio y TV, o de otra índole, parecen haberse descubierto. Aún faltan muchos cabos por atar, pero la impresión reinante es que ahora los medios -más que nunca actores políticos- entraron en una etapa de mayor disputa de espacios de poder con el gobierno. Todo ello se presenta en el contexto de la puesta en marcha de nuevas tecnologías como la televisión directa al hogar (Direct to Home, DTH) y de un replanteamiento de las estrategias de varios medios como TELEVISA, TV Azteca y Multivisión (MVS) para seguir incursionando en diversos ámbitos de la comunicación o concentrarse en alguno de ellos.

La disputa por el DTH

Uno de los acontecimientos más importantes en materia de televisión en 1996 fue la introducción del sistema de TV vía satélite denominado Direct to Home (DTH). Superados los primeros escollos de tipo legal al firmarse el 27 de abril el tratado relativo a la transmisión y recepción de señales de satélites para la prestación de servicios a usuarios de México y Estados Unidos, los gobiernos de ambos países se dieron a la tarea de negociar los protocolos respectivos. Y lograron llegar a acuerdos siete meses después, luego de intensas negociaciones empantanadas durante todo ese tiempo, entre otros aspectos, debido a la concertación de acuerdos relacionados con la transmisión de anuncios comerciales entre ambos países y a la necesidad de que las empresas mexicanas de TV pasaran una prueba de competitividad conocida como Ecotest. Otro de los puntos de conflicto se relacionaba con una cláusula propuesta por el gobierno estadunidense, cuyo contenido establecía que los gobiernos no tendrían “ninguna injerencia sobre los contenidos de la programación satelital”, lo cual representaba una amenaza a la soberanía.1 Finalmente, sin esos candados impuestos, en noviembre pasado los dos gobiernos firmaron los protocolos respectivos. La demora en la firma de los protocolos ocasionó que los planes de Multivisión se retrasaran considerablemente. Tal dilación sirvió para que de manera indirecta se beneficiara a TELEVISA luego de que SKY -como se le conoce a su sistema de DTH- resultara afectado por la explosión en febrero del satélite Intelsat 708. Tras de que en octubre se anunciara de manera sorpresiva la alianza entre Clemente Serna y TELEVISA para desarrollar el DTH de manera conjunta, la disputa se centró entre Multivisión y el consorcio de Emilio Azcárraga. En el caso de TELEVISA, el gobierno le otorgó la concesión respectiva en mayo, lo cual como se recordará fue motivo de polémica desde 1995, cuando tal empresa comenzó a celebrar su entrada en esa tecnología sin tener la concesión. De manera simultánea, TELEVISA solicitó a la todavía denominada Telecomunicaciones de México (TELECOMM) la renta de siete transpondedores del satélite Solidaridad II. Guillermo Cañedo White, vicepresidente de Finanzas de TELEVISA, estimó en unos 180 millones de dólares la cantidad total a desembolsar en los tres primeros años para la ejecución del proyecto.2 En tanto se firmaban los protocolos con Estados Unidos, MVS y TELEVISA se dieron a la tarea de afianzar alianzas o acuerdos con televisoras de otros países. La empresa de Joaquín Vargas firmó en mayo un convenio con Antena 3, la televisora española, para crear un nuevo canal internacional, Antena 3, el cual comenzó a difundirse en septiembre por Multivisión. TELEVISA, a su vez, llegó a un acuerdo en junio con ATC de Argentina para transmitir programación de manera compartida durante cinco horas a la semana. Se considera que ATC es la primera televisora por cable de aquel país. Pero, sin duda, la empresa de Emilio Azcárraga y MVS -junto con las empresas aliadas respectivamente en el DTH- mostraron un enorme interés por participar en España, pues ese mercado representa la puerta de entrada a Europa. Al respecto, TELEVISA pasó de tener, en principio, un papel protagónico junto con Radio y Televisión Española (RTVE) para desarrollar el DTH en España, a una participación menor -17 por ciento- en la nueva empresa que finalmente se organizó para ese fin, en la que la mayoría de acciones -35 por ciento- es propiedad de la empresa Telefónica de España. Tal hecho fue resultado de una serie de críticas a nivel interno en contra del Presidente español, José María Aznar, por favorecer a la empresa de Azcárraga e incrementar “el peso del gobierno español en los medios de comunicación”.3 Las cosas se complicaron al darse a conocer, en diciembre último, que Antena 3 -que estaba aliada a TELEVISA y a la Telefónica Española- había decidido dar marcha atrás a aquel acuerdo para sumarse aparentemente a una nueva empresa formada por el grupo PRISA, a fin de crear una plataforma de TV digital, donde además tiene participación Direct TV, es decir, el servicio de DTH encabezado por Multivisión en México. Por otra parte, Direct TV logró ganarle a SKY un convenio para transmitir en exclusiva a América Latina el Disney Channel, al que se suman acuerdos con otras productoras como Universal, Warner y Fox.4 Luego, en diciembre pasado TELEVISA anunció una alianza estratégica con la empresa Lockheed Martin Telecommunications para proporcionar información, entretenimiento y el comercio de productos con miras el DTH. Más allá del costo del servicio -lo cual por el momento no augura un gran número de suscriptores-, cabe destacar que en principio la oferta televisiva no parece ser muy atractiva, sobre todo si se piensa que varios de los canales disponibles en Direct TV o SKY, ya los ofrecen Cablevisión y Multivisión a un menor costo. SKY de TELEVISA abrió con un costo de tres mil 700 pesos, los cuales pueden pagarse a plazos. Mientras que Direct TV tiene un precio de tres mil 190 pesos, con descuentos a suscriptores de entre 400 y 600 pesos. En ambos casos se cobra por separado la renta mensual. La principal pugna entre ambas empresas se dará en el terreno de la programación. Hasta ahora, MVS ha anunciado además de los programas de las cadenas extranjeras, un canal educativo denominado “Clase”, y de acuerdo con versiones periodísticas es probable que en breve firme un acuerdo con Televisión Azteca para difundir algunos de los programas de la empresa de Salinas Pliego.

Nuevas concesiones y alianzas

En mayo pasado, se le otorgó una concesión para desarrollar el sistema DTH a Grupo ACIR, propiedad del radiodifusor Francisco Ibarra. Y en ese mismo mes concretó una sociedad con el empresario de origen libanés, Carlos Slim, quien adquirió por unos 50 millones de dólares, el 40 por ciento de ACIR a través de las denominadas Sociedades de Inversión de Capital (SINCAS). Hasta ahora no parece visualizarse un futuro muy promisorio para ese grupo que, por lo visto al igual que Clemente Serna, propietario de Radio Red, tendrá que asociarse si pretende consolidar su proyecto televisivo. En el caso de Serna, sorprendió la noticia de su alianza con TELEVISA, anunciada después de haber desplegado durante el primer semestre del año una campaña publicitaria en torno a su proyecto denominado Telered, y luego de haber dado a conocer su sociedad con Slim, por medio de la cual el también propietario de TELMEX adquirió el 40 por ciento de las acciones de Medcom, el corporativo de Serna. Además, resulta importante destacar que el dueño de Radio Red, según el columnista Alberto Aguilar, desde mayo ya estaba pagando los siete transpondedores que rentó para llevar a cabo su proyecto, lo que aparentemente representaba el pago mensual de un millón 400 mil dólares.5 Pese a todo, Serna decidió replantear el proyecto buscando “un efecto multiplicador, porque la batalla se está librando en el posicionamiento de las empresas en el contexto global”, con lo cual se vino abajo una opción real de entretenimiento e información por TV.6 Tras la alianza anunciada en octubre, se prevé un mejor posicionamiento de TELEVISA en el mercado, pues a partir de esa transacción de entrada utilizará los transpondedores rentados por Clemente Serna. Casi de manera inmediata, ambas empresas dieron a conocer su interés en participar en todos y cada uno de los rubros del proceso de apertura de la empresa Telecomunicaciones de México, con el fin de contar con la infraestructura necesaria para construir más satélites y ampliar la cobertura del DTH. Además, TELEVISA tratará de aprovechar en lo inmediato la alianza contraída por Serna con la empresa Echostar, la cual no sólo posee cajas y antenas para la recepción de señales, sino además satélites de Direct Broadcasting System (DBS), así como para TV directa.7 De manera casi simultánea, TELEVISA dio a conocer a través de un escueto boletín de prensa, el regreso del también senador Miguel Alemán a las filas de dicha empresa, como presidente de la División DTH.

La guerra de televisoras

La disputa entre las dos principales empresas de TV abierta se recrudeció en el primer semestre del año, luego de que en junio pasado un periodista de The Miami Herald, Andrés Oppenheimer, publicara por vez primera algunas evidencias sobre las ligas financieras entre Ricardo Salinas Pliego y Raúl Salinas de Gortari. En un principio, el dueño de TV Azteca externó su negativa tajante a tal noticia, pero la posterior aceptación de ese vínculo con el hermano “incómodo” del ex presidente de la República, provocaría que se desatara una guerra publicitaria entre su empresa y TELEVISA. La pugna no pasó de ser una gran bola de humo sin mayores repercusiones porque ni los órganos legislativos hicieron una pesquisa exhaustiva sobre la privatización, ni la opinión pública quedó totalmente convencida acerca de la real participación política y accionaria de Raúl Salinas de Gortari en TV Azteca. Si acaso uno de los aspectos positivos de todo el conflicto fue el hecho de comprobar las ligas de algunos medios de comunicación y seudolíderes de opinión con el poder político, como fue el caso de Abraham Zabludovsky y Raúl Salinas de Gortari en la empresa Mexicana de Autobuses, S.A. de C.V. (MASA), nexo que ese conductor de TV se había resistido a aceptar durante años, lo cual incluso le costó un retiro temporal aunque luego sería ratificado en su puesto. Con agudeza, lo que Oppenheimer ponía a discusión era la posibilidad de que el hermano del ex presidente, utilizando su posición y parentesco privilegiado, le hubiera ayudado a Ricardo Salinas Pliego a ganar el paquete de medios. Tal supuesto fue aprovechado por TELEVISA para desarrollar una campaña en contra de TV Azteca. La televisora del Ajusco, a su vez, contraatacó, lo que dio como resultado un lamentable espectáculo de dimes y diretes. No obstante quedó claro que Raúl Salinas de Gortari le prestó 29 millones de dólares al dueño de TV Azteca para adquirir esa empresa en julio de 1993. Fue tan intensa la discusión entre ambas televisoras -sobre todo en los espacios informativos Hechos y Detrás de la noticia, donde se expresaron ataques poco usuales, tales como llamarse mutuamente cobardes, mentirosos y manipuladores-, que hubo evidencias de que el secretario de Gobernación tuvo que intervenir para calmar las aguas.8 La disputa amainó al acordarse que la Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso realizaría cinco auditorías y dos estudios especializados sobre el proceso de desincorporación de TV Azteca a partir de la primera quincena de julio. Esta revisión se realizaría en un plazo de tres meses. La segunda parte de esa “guerra” tuvo como contexto un nuevo reportaje de Ricardo Rocha sobre la “dudosa privatización de los canales 7 y 13”, al cumplirse el plazo establecido por la Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso y no haberse dado a conocer un informe al respecto. Ese segundo episodio tuvo también como marco la publicación de innumerables desplegados de prensa por parte de ambas televisoras, donde daban a conocer cada cual, a su manera, los resultados de los estudios de medición de audiencias realizados fundamentalmente por el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (IBOPE). Llamaron particularmente la atención los desplegados de TELEVISA, que enlistaban por género los programas de TV más vistos en México: series y películas extranjeras, emisiones deportivas y telenovelas, entre otros, lo cual no hizo más que mostrarnos un decepcionante cuadro sobre los hábitos y gustos del público mexicano. Series como Renegado, películas como Karate Kid, telenovelas del tipo de María la del Barrio, partidos de futbol, programas infantiles como Bugs Bunny y sus amigos, conforman parte de ese panorama, por lo visto real, acerca de lo que se consume actualmente en la televisión mexicana. Los desplegados de TV Azteca tenían como finalidad cuestionar los índices de audiencia de TELEVISA en una coyuntura por demás especial: la renovación de los planes de publicidad de 1997, en particular del plan francés de la empresa de Azcárraga. Mercado publicitario que, de acuerdo con estimaciones, alcanzaría los mil 250 millones de dólares.9 Al incluir los estudios de audiencia como parte de los alegatos de ambas empresas, las compañías encargadas de tales mediciones (IBOPE, Nielsen e INRA) terminaron en el ojo del huracán, especialmente la empresa brasileña que se vio en la necesidad de precisar su “posición de imparcialidad” entre una televisora y otra, aclarando que su “labor es proporcionar datos, no interpretarlos”. Finalmente, en los últimos días de octubre, la disputa entre tales televisoras pareció darse por terminada cuando el dueño de TELEVISA, Emilio Azcárraga, difundió un comunicado de prensa donde aclaraba que “no tenía el más mínimo interés en los alegatos relacionados con la licitación de TV Azteca, los préstamos o las triangulaciones de movimientos financieros”. Por ese motivo, consideraba el asunto “total y definitivamente cerrado, por parte de TELEVISA”. No obstante, TV Azteca respondió con otro desplegado intitulado “Las 20 mentiras de Emilio Azcárraga y Ricardo Rocha”, donde se refutaban cada una de las afirmaciones sostenidas sobre la “dudosa” privatización de los canales 13 y 7 en el programa Detrás de la noticia. Como antecedente, cabe resaltar que en mayo del año pasado, cuando algunos periodistas interrogaron a Azcárraga en relación con la competencia que representaba TV Azteca, el Tigre comentó que le gustaba más la iniciativa privada que “la gente del gobierno. Prefiero más a empresarios que a políticos”.10 Como resultado de esta serie de alegatos y ataques entre una televisora y otra, de manera simultánea el propietario de TV Azteca inició una campaña, al parecer intimidatoria, contra varios periodistas que se interesaron en abordar el tema. Reporteros, columnistas y colaboradores de La Jornada, El Heraldo de México y El Financiero, entre otros, han sido acusados por daño moral y por ese motivo se siguen, al menos hasta principios de 1997, una serie de demandas de tipo penal y civil. En contraparte, el periodista Ricardo Rocha hizo lo propio en noviembre al acusar a Salinas Pliego por violar las garantías constitucionales relacionadas con el derecho a la información y desarrollar una campaña de desprestigio en contra de periodistas y medios de información impresos y electrónicos. Por otro lado, luego de realizar una auditoría al proceso de licitación del paquete de medios que concluyó en diciembre, la Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados determinó que la privatización de TV Azteca estuvo “apegada a la normatividad establecida para ello”. Así se puso de manifiesto la escasa trascendencia que en términos reales -tangibles- tuvo la denominada “guerra electrónica”. Pareciera que la revisión hecha en la Cámara de Diputados fue una simulación y que todavía estamos lejos de saber con exactitud hasta dónde llegó el vínculo entre Raúl Salinas de Gortari y Ricardo Salinas Pliego, y en qué otro tipo de acuerdos derivó.

Estrategia de TELEVISA

En el año recién concluido, TELEVISA, a diferencia de otras épocas en que adquirió una serie de empresas relacionadas con la comunicación, cambió su estrategia: empezó a deshacerse de acciones en diferentes compañías para concentrarse fundamentalmente en la producción. Su propósito se enmarcó dentro de las diversas tareas enfocadas a la televisión restringida vía satélite o DTH. Asimismo, tuvo que reducir su planta laboral. Se estima que en el primer semestre del año desaparecieron 500 fuentes de trabajo.11 1996 se caracterizó también por una fuerte competencia con TV Azteca, lo que en diversas ocasiones la obligó a cambiar parte de su programación, reorientar sus planes de comercialización (plan francés), y recontratar a figuras como Guillermo Ochoa y Gloria Trevi. Pero, sin duda, un rasgo distintivo fue el temporal viraje en la política informativa de TELEVISA, que marcó un hito en la TV mexicana al transmitir completo el video de Aguas Blancas, Guerrero, lo que a su vez significó la caída de uno de sus vicepresidentes y accionistas: Alejandro Burillo. Desde junio de 1995, fecha en que ocurrió la matanza de Aguas Blancas, se tenían indicios de que el video exhibido en aquel entonces había sido editado y que por tanto existía una versión completa de lo sucedido. Luego de la transmisión de ese video por parte de Ricardo Rocha en febrero pasado, se suscitó la licencia del entonces gobernador Rubén Figueroa, hecho que ocasionó un sismo político en la entidad. Semanas después, TELEVISA informó que Burillo había renunciado para “dedicarse a sus negocios personales”, que conservaría sus acciones (14 por ciento), y que continuaría siendo vicepresidente del Consejo de Administración. Al parecer la verdadera causa de esa baja, escribió Ricardo Alemán, fue la difusión del video que incluso habría propiciado un encuentro entre el Presidente Ernesto Zedillo y Emilio Azcárraga.12 Mientras se anunciaba días después que Alejandro Burillo era el socio mayoritario del equipo de futbol Atlante, entre otros negocios, se cocinaba una reestructuración en la División de Noticias e Información, donde Jacobo Zabludovsky quedó a la cabeza como autoridad máxima en el comité de asuntos informativos. A tal reestructuración se sumaron otros movimientos, como la incorporación del ex director de Comunicación con Miguel de la Madrid, Manuel Alonso, como presidente de la División de Noticias; la salida de Emilio Diez Barroso y la llegada de Pablo Cañedo White como nuevo presidente del equipo de futbol América. Además, se incorporó como responsable del área de comercialización, Manuel Rubiralta, quien hasta octubre pasado fue presidente de Pepsi Cola Mexicana.13

Venta de empresas, finanzas, distribución, contrataciones...

Durante el primer semestre del año anterior, TELEVISA dio a conocer que vendería su participación accionaria en algunas empresas como Vendor -una compañía de publicidad exterior líder con más de 10 mil anuncios a nivel nacional-, en donde detenta un 37 por ciento de las acciones, las cuales se cotizarían en unos 25 millones de dolares.14 Asimismo anunció que dejaría de tener mayoría (51 por ciento) en la empresa Skytel, en sociedad con MTEL. Dicha empresa, encargada del servicio de localización personal, es una de las más importantes del país: alcanza a cubrir unas 120 ciudades en México, Estados Unidos y Canadá, y controla más del 50 por ciento del mercado en el Distrito Federal.15 Otra de las empresas en que dejó de tener participación es Panamsat, compañía líder en comunicación vía satélite, en la cual TELEVISA tenía el 40 por ciento de las acciones desde 1993. Panamsat fue adquirida por la Hughes Electronics -cabeza del proyecto Direct TV, el otro sistema alterno al SKY de TELEVISA-, que compró el 71 por ciento de las acciones. TELEVISA sólo retuvo el ocho por ciento de las acciones, y por el restante 32 por ciento habría recibido casi 600 millones de dólares. Además, la empresa de Azcárraga hizo público su deseo de vender el 49 por ciento de las acciones de Megavisión, la empresa de TV chilena, operación que hasta diciembre pasado no se había efectuado. De igual forma, luego de que parecía haber un arreglo con Carlos Slim para que TELEVISA se desprendiera del 51 por ciento de sus acciones de Cablevisión -las cuales estaban valuadas en unos 211 millones de dólares-, la transacción se deshizo. Una de las razones que influyeron en ello, habrían sido las condicionantes impuestas por la Comisión Federal de Competencia para que la infraestructura de TELMEX fuera pública y se abriera también a otras empresas del ramo. En tanto, TELMEX mantendría el 49 por ciento de su participación en Cablevisión, y conjuntamente con TELEVISA planea ofrecer nuevos servicios interactivos del tipo de Internet. Y gracias a la oferta pública de acciones de Univisión -la cadena de TV en Estados Unidos-, TELEVISA logró obtener por concepto de pago de cuentas por cobrar y otros financiamientos, cerca de 190 millones de dólares.16 Asimismo disminuyó su participación accionaria de 25 a 20.3 por cierto. En contrapartida y como resultado de su interés en incorporarse de lleno al negocio de la programación, sobre todo en inglés, la televisora de Azcárraga adquirió en julio la empresa Bay Citi Televisión Inc. y Radio Televisión por unos 170 millones de dólares.17 Se trata de dos compañías que transmiten en inglés, operan en la banda de VHF y están afiliadas a la cadena estadunidense FOX. Su sede se localiza en Tijuana, lo cual le permite a TELEVISA distribuir y ampliar su programación al mercado estadunidense: espacio estratégico dentro de los planes de dicha empresa. La pinza se cierra al servir ambas empresas -Bay Citi y Radio Televisión- de vehículos para darle salida a las producciones bilingües que realiza TELEVISA, fundamentalmente telenovelas. En el terreno de las telenovelas, un aspecto destacado fue la firma, en noviembre pasado, del contrato de exclusividad -por diez años- con la escritora cubana Delia Fiallo, que le da derecho a TELEVISA a utilizar y comercializar 12 historias de esa escritora. Asimismo, la actriz July Furlong ganó en julio pasado una demanda interpuesta por un millón de dólares -10 meses antes- en contra del consorcio televisivo, por recesión de su contrato de exclusividad, sin previo aviso, luego de 25 años de trabajar para esa empresa. En marzo, TELEVISA también demandó a TV Azteca por transmitir -en el programa Ventaneando- imágenes de sus programas sin autorización, a pesar de que según directivos de la empresa de Salinas Pliego, la ley permite utilizar 20 segundos de imágenes, con la condición de que aparezca la palabra “Crestomatía”. Tres meses después, el fallo sería favorable para esta última televisora. Otra noticia que sorprendió fue el regreso de Juan Gabriel a TELEVISA. Como se recordará, luego de que en agosto de 1993 demandara legalmente a la disquera BMG Ariola, la empresa de Azcárraga decidió vetarlo. El retorno del cantautor se ratificó con el homenaje que le brindó Raúl Velasco por sus 25 años como artista. Los otros dos regresos más comentados fueron el de Gloria Trevi y el de Guillermo Ochoa. El primero sin duda fue producto de la encarnizada competencia frente a TV Azteca con la cual -meses atrás- la Trevi había dicho que firmaría. En agosto pasado, Trevi firmó -al parecer por unos 12 millones de dólares- un contrato de exclusividad por seis años, que le da derecho a realizar cuatro telenovelas, seis películas y la conducción de algunos programas musicales. El retorno de Guillermo Ochoa, por su parte, se anunció en septiembre, tras un largo veto que se prolongó durante siete años luego de que sin autorización transmitiera una entrevista con Joaquín Hernández Galicia, la Quina, encarcelado durante el gobierno de Carlos Salinas. En materia de finanzas, la situación de TELEVISA no ha sido lo boyante que se esperaba, tanto por la crisis económica como por la competencia. En los nueve primeros meses del año tuvo pérdidas por 726 millones de pesos, pese a que el monto de sus ventas en ese mismo lapso alcanzó los 990 millones de dólares. Ello significó un decremento del 0.3 por ciento con respecto a 1995.18 Tales cifras no consideran los acuerdos alcanzados dentro de su plan francés al 31 de octubre de 1996. La propuesta de la televisora del Tigre a los anunciantes fue un incremento del 40 por ciento en su inversión con respecto a 1995, con una bonificación de cuatro anuncios por el precio de uno. En noviembre, TELEVISA dio a conocer que a través de su plan de comercialización había logrado recaudar más de cinco mil millones de pesos, lo que significó un incremento del 9.5 por ciento con respecto a 1995.

Los pasos de TV Azteca

La televisora de Ricardo Salinas Pliego se metió de lleno a la competencia utilizando instrumentos y estrategias similares a las de TELEVISA, lo cual le permitió incrementar sus ventas y su audiencia. En la disputa, TV Azteca logró penetrar en rubros antes impensables como las telenovelas, donde su contrincante parecía moverse a sus anchas. El caso más ilustrativo fue el lanzamiento -en mayo- de la telenovela Nada Personal, para lo cual contrataron a una artista exclusiva de TELEVISA, Ana Colchero, a quien por el papel estelar le ofrecieron cerca de 500 mil dólares.19 No obstante que la telenovela desde un principio logró un buen rating, meses después sería víctima del escándalo luego de la demanda que interpusiera Colchero, en noviembre, por incumplimiento de contrato. Ese hecho motivó que TV Azteca presentara una contrademanda por un monto aproximado de tres millones de dólares. Una parte de la programación de la televisora del propietario de Elektra se tiñó de rojo al difundir producciones propias que se enfocaban primordialmente a hechos de violencia. A la manera de los más sensacionalistas programas de Estados Unidos, las reconstrucciones de asaltos, asesinatos, notas sobre accidentes, comenzaron a invadir los canales de TV Azteca. Primero fue Expediente 13, 22:30, producido por la misma empresa de Nada Personal, Argos. Luego se sumaría Ciudad Desnuda. TELEVISA no se quedó atrás y produjo Cerezo Rojo, A sangre fría y A través del video, entre otros. En total, las dos empresas llegaron a dedicar, con todo y retransmisiones, 24 horas a la semana a este tipo de programas. Tal despegue provocó que, en agosto pasado, el Presidente de la República hiciera un inusual llamado a ambas televisoras para que se “autorregulen” y supriman los programas de nota roja y violencia que inundan los horarios estelares de la televisión. A ese llamado presidencial, se sumarían en noviembre un grupo de senadores, quienes lamentaron que las televisoras hicieran a través de sus programas “apología de la violencia”. Pero todo ello de nada valió. Simplemente las empresas televisivas hicieron algunos ajustes a sus programas, pero no variaron su estrategia de seguir ventilando asuntos de esa naturaleza, porque a su juicio eso es lo que vende y por desgracia, en parte, parecen tener razón.

Exclusivas, planes, inversiones y anunciantes

Para la televisora del Ajusco fue un año complicado en materia de contrataciones. Luego de que Gloria Trevi los dejara literalmente vestidos y alborotados, siguió el cantante Juan Gabriel al que pretendía contratar para formar parte de su empresa disquera. Pero TELEVISA se adelantó con ambos A cambio, en agosto, contrataron en exclusiva por tres años a Lucía Méndez, quien realizará además de diversas telenovelas, un disco y podrá continuar grabando algunas series de TV en Estados Unidos. También -y coincidiendo con el retorno de Guillermo Ochoa a TELEVISA- contrataron a Juan Calderón, el gallo, con quien en principio no se logró el éxito que se esperaba y en varias ocasiones su programa tuvo que cambiarse de horario. En el área informativa se hicieron diversos ajustes tanto de formato como de conductores en los noticiarios, así como en la estructura jerárquica. Desde julio pasado, Raúl Sánchez Carrillo fue nombrado director ejecutivo de Información, en lugar de Maribel Díaz. El ex director de IMCINE, Ignacio Durán Loera, fue contratado para desempeñarse como Vicepresidente de Producción. En tanto, fue despedido el otrora brazo derecho de Salinas Pliego, Ignacio Suárez, quien tuvo diversos cargos en la empresa: director general de TV Azteca, vicepresidente ejecutivo y presidente ejecutivo de la misma y de Azteca Digital. Oficialmente renunció por diferencias de opinión con Salinas, aunque se rumoró que fue por no haber detectado a tiempo algunos desvíos dentro de la empresa.20 En lo que concierne a planes de expansión, Salinas Pliego también estuvo activo en el extranjero. A manera de ejemplo, suscribió un convenio con la cadena Telemundo de Estados Unidos con el fin de coproducir programas de TV, en particular telenovelas, y participar en los planes de comercialización de esos productos. En diciembre se anunció que compraría acciones del Canal 12 de El Salvador, y participaría en las licitaciones de los canales 5, 7 y 13 en ese mismo país.21 También se sabe que Salinas Pliego quiere entrar al mercado guatemalteco y al de Costa Rica. Parte de su objetivo es ampliar su cadena de tiendas Elektra. A propósito de su tienda de electrodomésticos, en abril compró el 14.5 por ciento de las acciones de TV Azteca y Compañía Operadora de Teatros (COTSA), lo que representó para la televisora un ingreso de 107 millones de dólares.22 Con esa transacción fijada a 10 años, Elektra tiene garantizada la difusión de 300 spots de TV en tiempo no comercializado por semana, a un costo de 1.5 millones de dólares anuales. Uno de los proyectos de mayor interés para la televisora del Ajusco fue la inauguración en mayo del Centro Azteca Digital -que está ubicado en lo que fueran los Estudios América-, en el que invirtió 15 millones de dólares. Se destinará principalmente a la producción de -por lo menos- seis telenovelas al año. De manera simultánea se dio a conocer la creación de su propia empresa disquera llamada Azteca Digital, con la finalidad de dar oportunidad a los nuevos talentos de la música. No obstante, de entrada firmó un contrato con el compositor Armando Manzanero. Mientras tanto, sigue pendiente la petición que TV Azteca hiciera a la SCT para obtener dos nuevas concesiones en la banda de UHF: las del 58 y del 64. En el ámbito deportivo destacaron dos asuntos: el castigo temporal impuesto por la Federación Mexicana de Futbol en contra del presidente del equipo Veracruz y de TV Azteca, Moisés Saba, y la obtención de los derechos para transmitir los juegos del Cruz Azul. El castigo que en un principio sería de seis meses fue producto de la disputa encarnizada que TV Azteca tiene con TELEVISA por los derechos de transmisión de los partidos de la selección mexicana. En tanto, en junio se anunció que esa misma empresa difundiría los juegos del Cruz Azul, con lo que concluyó un arreglo con nueve equipos en total; mientras que los otros nueve llegaron a un acuerdo con el consorcio del Tigre. Un renglón donde TELEVISA ha resentido la competencia es la inversión publicitaria. El año pasado, los directivos de TV Azteca se anotaron un gran triunfo al conseguir que una de las empresas publicitarias más consolidadas, Unilever, firmara con ellos. Se trata de un anunciante suizo que incluye en su firma marcas como Ponds, Angel Face, Brut, Carnes Frías Zwan y Clemente Jacques, entre otros. Unilever ocupa el número 38 entre los 500 consorcios más influyentes en todo el mundo, según Fortune.23 La base de su agresiva estrategia publicitaria, se basó en señalar que la audiencia del Canal 2 había disminuido considerablemente, en comparación con la del 13 y 7 que habría aumentado en un 74 por ciento con respecto a 1995. De acuerdo con información de la propia televisora, el número de clientes de TV Azteca se incrementó de 52 en 1994 a 265 en mayo de 1996.24 Se calcula que la televisora del Ajusco habría alcanzado por concepto de ventas publicitarias, unos mil 200 millones de pesos en 1996.25 Para cerrar el año, TV Azteca dio a conocer que canjearía el crédito convertible en capital proporcionado por tres bancos (Banco del Atlántico, Bital e Inbursa) por un pagaré a ocho meses, parte del cual se liquidaría con publicidad por un costo de 350 millones de dólares.26

Retos para la TV por cable

Los concesionarios de la TV por cable iniciaron 1996 con la noticia de que la SCT había autorizado su petición de convertir su estatuto jurídico a redes públicas de telecomunicaciones, lo cual les permite otorgar otros servicios como correo electrónico, telefonía local y de larga distancia. Para los cableros, tal decisión los colocaba en una posición de competencia, ya que la apertura a la iniciativa privada en 1995 y el surgimiento de la TV directa al hogar (DTH) no parecía ofrecerles un futuro promisorio. Según estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable (CANITEC), esa transformación significaría un gasto global de dos mil millones de dólares.27 De manera paralela, el presidente de la CANITEC, Francisco Ramírez, compareció ante las comisiones de Comunicación Social y Comercio de la Cámara de Diputados, donde instó al Congreso de la Unión a “intervenir en la elaboración de los reglamentos de la Ley Federal de Telecomunicaciones a fin de preveer la creación de monopolios.”28Denunció el alto burocratismo al señalar que existen más de 300 solicitudes de concesión con hasta 12 años de antigüedad que no han sido resueltas, y criticó que con los nuevos servicios del DTH no se estaba contemplado la competencia desleal y su impacto en la TV por cable. A cuatro meses de la autorización, la CANITEC dio a conocer en mayo que se invertirían, en principio, entre 1996 y 1997, mil millones de dólares en infraestructura para ofrecer los nuevos servicios considerados en esas redes. Asimismo, señaló que de entrada penetrarían en los servicios de interconexión de bases de datos y bancarios, y que hasta 1998 participarían en la telefonía.29 Pese a los esfuerzos de los concesionarios, sus posibilidades de competir siguen pareciendo mínimas. Por ello, para 1997 se prevé la desaparición de empresas pequeñas y la fusión de otras con inversionistas extranjeros. Sólo las financieramente más sólidas como Cablevisión o Telecab, sobrevivirán.
 

Multivisión

De manera independiente a su proyecto de televisión directa al hogar -mencionado en párrafos anteriores-, la empresa de Joaquín Vargas tuvo que sortear diversos problemas, tanto los derivados por la crisis económica de 1995 como aquellos producto de la liberación de la TV restringida. Por principio de cuentas, comenzó el año pasado incrementando en un 20 por ciento sus tarifas a suscriptores, con la finalidad de hacer frente a los “compromisos contraidos con proveedores e instituciones financieras”. Además, se inconformó ante la decisión de la SCT de subastar canales para televisión restringida, pues provocaría “pequeños monopolios regionales de empresas de TV por cable, que restarían competitividad a los actuales concesionarios”.30 Como se recordará, la tecnología que MVS utiliza es el Sistema de Distribución Multicanal Multipunto (MMDS, por sus siglas en inglés), que tiene normalmente capacidad para 33 canales, mientras que los sistemas de cable pueden transmitir hasta 200 canales para TV y comunicación telefónica. Pese a que durante varios años Multivisión dominó el mercado de TV restringida, el hecho de liberar ese mercado pone en riesgo su supremacía. En ello reside su oposición. Mientras tanto, en abril logró adquirir la concesión del Canal Plus de Chiapas, ampliando su cobertura en esa región del sureste. A lo largo de 1996, MVS echó a andar otros proyectos como su propia red de televisión privada inaugurada en abril de 1996 para ofrecer capacitación, teleconferencias y otros servicios a sus empleados. También en diciembre se alió con el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey para desarrollar el primer canal de TV interactiva vía satélite, denominado Aula Virtual Empresarial. De igual forma, y como parte de una estrategia para ser más competitivos, en octubre firmó un acuerdo con TV Azteca orientado a coproducir tanto para la TV abierta como para la restringida y la vía satélite, aunque no se descarta que ambas empresas lleguen a un arreglo más global a fin de unir sus fuerzas para el DTH. Cabe mencionar que, como lo hicieron en su momento TELEVISA y TV Azteca, Multivisión decidió en enero de 1996 crear un cargo para asuntos gubernamentales y políticos. Así, designó a Homero Cárdenas, personaje muy ligado al ex secretario de Comunicaciones, Emilio Gamboa, lo cual generó suspicacias ya que durante el periodo de Gamboa, MVS obtuvo diversas concesiones

Privatización tecnológica

El proceso de privatización de los satélites iniciado desde 1995, no ha terminado de adquirir un perfil propio. Se convocó en abril de 1996 a una licitación para la construcción del nuevo satélite que deberá sustituir al Morelos II. Pero hasta diciembre pasado, no se había determinado si la apertura en ese sistema sería parcial o total. Con un presupuesto estimado en mil 200 millones de pesos31, Telecomunicaciones de México (TELECOMM) está en espera de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes termine de replantear, luego de la entrada de capital privado, sus nuevas atribuciones. En principio, TELECOMM convocó a una licitación internacional para la construcción de un satélite de mayor cobertura y con capacidad para 48 transpondedores -el Morelos II sólo tenía 22-, que se entregará en un plazo máximo de 24 meses. De acuerdo con cifras oficiales, el nuevo satélite tendría un costo -considerando el armado, lanzamiento y los seguros respectivos- de aproximadamente 250 millones de dólares.32 El concurso fue ganado por la empresa Hughes Communication International, que recibió de TELECOMM un pago de 15 millones de dólares. El costo total sólo por concepto de la construcción sería de 90 millones de dólares. Cabe mencionar que el gobierno decidió dar tal paso luego de la indefinición en que cayó durante 1996 el proceso de apertura satelital. Y es que mientras la iniciativa privada ha externado su interés en que una sola empresa administre todo el sistema -es decir, que se vendan en paquete los satélites, órbitas, bandas de frecuencia, etcétera-, otro sector de la sociedad se ha manifestado por una apertura parcial donde el Estado tenga participación. Uno de los aspectos de mayor interés para los inversionistas es la posición orbital 77 oeste, a través de la cual puede colocarse un satélite DBS (Direct Broadcasting System) para transmitir directamente a los hogares señales de radio y TV.33 Después de varios meses de espera, el gobierno dio un paso más para concretar la privatización al publicar, el 25 de noviembre, un aviso para aquellas empresas interesadas en invertir en el sistema de satélites mexicano, pero sin determinarse hasta ese momento si sería en paquete o por separado. Entre los consorcios extranjeros interesados en dicha apertura destacan Hughes, General Electric y MCI Communications, entre otros. A nivel nacional se ubican TELEVISA y Medcom, Multivisión y Carso Global Telecomunicaciones, por citar algunas. Por la venta del sistema de satélites, el gobierno mexicano espera obtener -según el investigador Fernando Mejía- unos cinco mil millones de dólares.34 Finalmente, en agosto, el Gobierno Federal puso en marcha la Comisión Federal de Telecomunicaciones: un órgano desconcentrado de la SCT con autonomía técnica y operativa, y con facultades para regular y promover el desarrollo de las telecomunicaciones en el país. En tanto, y como signo desalentador, la facultad de otorgar concesiones y permisos -rubro constantemente cuestionado por la falta de transparencia- seguirá recayendo en la SCT.

Canal 40

El caso del Canal 40 es digno de mención, porque pese a las limitaciones técnicas y de infraestructura, poco a poco se ha ido consolidando como una opción dentro de la TV mexicana. Luego de iniciar operaciones en junio de 1995, esa televisora se ha destacado por ventilar diversos temas de trascendencia política, cultural y económica como el seguimiento del caso Colosio, las negociaciones con el EZLN en Chiapas, el movimiento del Barzón y los conflictos en Tabasco, entre otros. Resaltan los espacios informativos producidos por Telenoticias, cadena que por cierto era controlada hasta septiembre pasado en sociedad por Reuters, Antena 3 de España, Artear de Argentina y Telemundo de Estados Unidos, luego de lo cual fue vendida a la cadena estadunidense Westinghouse-CBS. (Se estima que a pesar de que Telenoticias actualmente llega a más de 20 millones de hogares en América Latina, durante 1995 sus pérdidas ascendieron a 14 millones de dólares.35 Por esa razón se decidió ofrecerla al mejor postor). Precisamente este cambio de dueño propició que se volviera a vender su señal, sin aparentemente considerar los derechos de exclusividad adquiridos por el Canal 40. Así, también se ofreció la señal a la empresa Direct TV en la que participa Multivisión. Por eso, ésta la anunció como una opción dentro de su DTH, lo que provocó que la televisora de Javier Moreno Valle interpusiera una demanda. Al cumplir su primer aniversario, Canal 40 anunció que su cobertura abarca el Valle de México y 120 ciudades más de la República Mexicana, por lo que espera superar su actual nivel de audiencia, a pesar de que la banda de UHF no tiene una gran cobertura.

La televisión cultural

Los esfuerzos de la TV cultural por mantenerse como otra alternativa -en momentos en que la TV directa vía satélite (DTH) amenaza con llegar a todo el país y arrasar con este tipo de proyectos-, merecen ser reseñados. Entre los principales logros del Canal 11, según su directora Alejandra Lajous, están el cambio en la imagen corporativa y en algunos segmentos de su programación, la creación de un nuevo logotipo, y la ampliación de su señal a Morelos y próximamente a Tijuana, además de haber concluido el año con un 40 por ciento de la programación propia.36 El presupuesto de la emisora fue de aproximadamente 69 millones de pesos, 13 millones más respecto a 1995. Uno de los movimientos más sorpresivos que generó críticas en contra de Lajous, fue la intempestiva salida de Ana Elena Cruz como directora ejecutiva de Hoy en la cultura, tras un año de labores y luego de plantear -durante la celebración del décimo aniversario del noticiario- su propuesta para darle continuidad a ese esfuerzo e invitar a la iniciativa privada a que apoyara económicamente al canal. Las vicisitudes del Canal 22 por hacer una televisión entretenida y competitiva en momentos de crisis económica, estimularon a sus directivos a poner en práctica una serie de acciones para abaratar costos, apoyar a los creadores y dar paso a producciones nacionales propias. De entrada, en febrero, el Canal 22 junto con la Red Nacional de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales, así como con el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, convocó a productores independientes a presentar proyectos para la realización de dos series de TV. Además llevó a cabo coproducciones con TV UNAM e IMCINE, entre otras instituciones. Con la adecuación de un nuevo estudio, la creación de una unidad de subtitulaje y otras de doblaje, y la instalación de 12 islas de edición y posproducción, la televisora dirigida por José María Pérez Gay se propuso disminuir sus gastos hasta en un 50 por ciento. El presupuesto de la estación en 1996 fue de 72 millones de pesos.37 Para ampliar su cobertura en el territorio nacional, Canal 22 instaló dos nuevas repetidoras, una en Cofre de Perote, Veracruz, para cubrir Tamaulipas y el resto de Veracruz; y en Colima, con el fin de llegar a El Bajío y Oaxaca. Según cifras de IBOPE, Canal 22 hasta junio del año pasado tenía 3.4 por ciento de rating, y su señal llegaba a 294 poblaciones del país. En el terreno de contenidos, la oferta de Canal 22, a pesar de ser limitada financieramente, se destacó por la difusión de algunas series extranjeras, por la transmisión en vivo de conciertos realizados en Bellas Artes, y por su espléndida selección de ciclos de cine. Por último, es preciso señalar que en el contexto de una intensa privatización de medios, el Sistema de Radio Nuevo León y el Canal 28 de televisión de esa entidad fueron desincorporados en enero del año pasado antes de la caída del ex gobernador Sócrates Rizzo, para lo cual se constituyeron dos empresas paraestatales llamadas Radio Nuevo León y Televisión Pública de Nuevo León.

NOTAS

1) Reforma, 24 de mayo de 1996. 

2) Telecomunicaciones, suplemento de Reforma, 10 de junio de 1996.

3) La Crónica de Hoy, 9 de diciembre de 1996. 

4) Véase A. Aguilar, Reforma, 27 de noviembre de 1996. 

5) Reforma, 3 de junio de 1996. 

6) El Financiero, 11 de noviembre de 1996. 

7) Reforma, 4 de noviembre de 1996. 

8) La Jornada, 10 de julio de 1996. 

9) La Jornada, 30 de octubre de 1996. 

10) Reforma, 21 de mayo de 1996. 

11) Véase Alberto Barranco, Reforma, 19 de junio de 1996. 

12) La Jornada, 15 de marzo de 1996. 

13) Reforma, 18 de octubre de 1996. 

14) El Financiero, 27 de junio de 1996. 

15) El Nacional, 20 de mayo de 1996. 

16) Reforma, 9 de octubre de 1996. 

17) El Financiero, 16 de julio de 1996. 

18) La Jornada, 31 de octubre de 1996. 

19) Proceso Núm. 1047. 

20) Reforma, 10 de noviembre de 1996. 

21) Reforma, 22 de diciembre de 1996.

22) El Financiero, 9 de abril de 1996. 

23) Reforma, 1 de octubre de 1996.

24) Reforma, 26 de agosto de 1996.

25) Adcebra Núm. 56. 

26) Reforma, 15 de enero de 1997. 

27) La Jornada, 4 de enero de 1996.

28) La Jornada, 17 de enero de 1996.

29) El Financiero, 27 de mayo de 1996. 

30) La Jornada, 10 de julio de 1996. 

31) El Financiero, 18 de marzo de 1996. 

32) El Financiero, 17 de junio de 1996. 

33) Reforma, 26 de noviembre de 1996. 

34) La Crónica de Hoy, 2 de diciembre de 1996. 

35) Proceso Núm. 1032. 

36) La Crónica de Hoy, 14 de octubre de 1996.

37) Reforma, 12 de marzo de 1996.



 
Con mucho gusto atenderemos cualquier comentario o sugerencia sobre estas páginas en la siguientes direcciones de correo electrónico:
Webmaster
buendia@mpsnet.com.mx
fbuendia@campus.cem.itesm.mx
Mayores Informes:
Guaymas 8 - 408
Col. Roma C.P. 06700
Teléfonos: (015) 208 426,  2071857 ó 208 7756